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Para pensar un poco más desde nuestro rol psicopedagógico.

Se habló de la adolescencia y sus diferentes formas (biológicas y sociales) para


determinar su inicio y su ocaso pero no queda duda de que estas concepciones
quedan chicas para lo que encontramos hoy en nuestra sociedad. Muchos de
nosotros y nosotras convivimos diariamente con adolescentes, ya sean primos,
amigos, pares, hijos, alumnos, en fin la lista podría seguir infinitamente, lo cual no
es coincidencia, es decir, ¿Cuántos nombres ha creado la sociedad para nombrar
a una persona que transita un momento del desarrollo? ¿Cuál es la necesidad de
enmarcar dentro de parámetros que nos digan que es, que tiene o para qué sirve?
La autora Liliana Gonzales nos propone algo muy interesante para pensar esta
idea de “sociedad que pone nombre a las cosas”, esta autora y profesora de la
universidad de Rio Cuarto identifica que no existen tiempos lógicos, sino tiempos
propios, tiempos que se deben respetar ya que hacen a la subjetividad propia de
cada adolescente. Seguramente se pensaran: existen grandes debates sociales y
grandes cambios socioeconómicos que afectan desde su lugar a estos jóvenes y
su subjetividad pero también existen cambios indiscutibles del orden biológico (el
hormonaso) que ayuda a identificar al adolescente. Esto es verdad, pero ¿y si lo
biológico ayuda, lo social dónde queda? ¿Qué lugar otorgamos a ese OTRO que
mira y sanciona? Como exponía Bourdieu en su teoría de la reproducción: el
control de clase se constituye mediante un sutil ejercicio de poder simbólico que
llevan a cabo las clases dominantes para imponer una definición del mundo social
que sea consistente con sus intereses, a esto lo denomino. Violencia simbólica.
Para finalizar este breve aporte intentare echar luz sobre la relación dialéctica
existente entre: lo social, lo biológico y la psicopedagogía. Nuestros jóvenes
exponen una gran necesidad de exteriorizar todo aquello que no pueden
metabolizar, por lo que buscan formas (correctas e incorrectas) de hacerlo en el
campo social que frecuentan. Si establecemos un orden biológico en su desarrollo
enmarcado por una sociedad que los determina en su acción ¿Cómo hacemos los
y las psicopedagog@s para afrontar esta interacción? La mejor manera es
“escuchar más allá” “escuchar el mensaje dentro del mensaje”.
Por ejemplo: si un joven no puede estar dentro del aula pero si tomar mate en la
oficina del E.O.E. tendríamos que ver qué papel juega en su vida “tomar mate”
¿de qué manera lo sostiene en la realidad esa acción y creación del vínculo?
ATTE. Mennillo C.
Ahora pasare a dejarles algunas preguntas para que sirvan de reflexión en lo
abordado en clase. Pueden responderlas o no, pero tengan en cuenta su
importancia a la hora de enmarcar la teoría con sus prácticas y con el proyecto a
elaborar.

1- según lo que se trabajó en clase ¿por cuales esferas se encuentra


atravesando el adolescente? ¿Cuál es su importancia en el desarrollo?
2- Desde que perspectivas abarcaría el concepto “adolescencia”.
3- Como explicarías y desarrollarías los 3 duelos por los cuales debe pasar
el adolescente y que relación podes encontrar con los postulados de
Freud y Aberastury.

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