FLORES ELÍAS LAURA VIANEY

DOCTORADO EN DERECHO PENAL

DR. GARCÍA RAMÍREZ FRANCISCO JAVIER
28 DE NOVIEMBRE DE 2020
HORARIO: 18:00 A 21:00 HRS.
ALUMNA: LAURA VIANEY FLORES ELÍAS

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“COVID-19: Miedo como herramienta principal de control social”

Resumen.

El presente trabajo pretende exponer los mecanismos de control utilizados por el

gobierno y la iniciativa privada. Para ello, se han considerado tres factores
preponderantes como herramienta mediática para lograr los fines de consumo y
producción requirentes en un contexto mundial determinado por un modelo
económico y político: el neoliberalismo.

Asimismo, se hace referencia sobre un termino utilizado últimamente el cual hace

referencia al uso del poder social y político para dictar cómo algunas personas
pueden vivir y cómo algunas deben morir (necropolítica).

Palabras Clave.

Necropolítica, Biopolítica, Shock, Pandemia, Covid-19, Salud/Muerte y Discurso

Me propongo a exponer algunos aspectos observados durante el presente

confinamiento. El nombre de epidemia es un término utilizado actualmente todos
los días y en todo contexto, hablar de Covid-19 o coronavirus como muchos lo
mencionan es un tema bastante controversial y dentro de dicha controversia
requiere de un análisis profundo, un análisis que nos permita vislumbrar sobre las
consecuencias sociales que éste contrae. Principalmente en México habita en
cada uno de sus habitantes una sensación de desconcierto, el relato de dos
mundos paralelos, por una parte, el del gobierno y la iniciativa privada respecto a
la economía, educación, trabajo y salud; por otra, el de los necesitados, el de los
alumnos que no entienden nada en sus clases virtuales (inadaptados
tecnológicos) y el de los desempleados y enfermos.
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Inicios.

La palabra epidemia es una frase utilizada actualmente por la sociedad mexicana

para referirse a una situación de salud que ha invadido y modificado las vidas de
cada uno de los habitantes de esta gran ciudad. El término epidemia tiene
orígenes griegos (δῆμος), epidemia proviene de epi (sobre) y demos (pueblo); es
decir, algo que recae sobre la población, infiriendo en la enfermedad, podemos
acotar el significado la enfermedad que recae sobre el pueblo. Asimismo, la
palabra pandemia proviene de la misma raíz de “pueblo” y pan (totalidad). La
Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere “Se llama pandemia a la
propagación mundial de una nueva enfermedad”.

Las dificultades que han resultado de esta crisis mundial de salud nos permiten
observar la ambivalencia entre vivir y morir, del mismo modo, nos plantea la
posibilidad de imaginar tiempos mejores en un futuro. Sin duda alguna esta
problemática de salud ha transformado nuestra manera de interactuar, de vivir y
de concebir el mundo. Dicha pandemia ha tenido alcances inimaginables tras
convertirse en una crisis que ha trastocado la manera de vivir, interactuar, pensar,
sentir, etcétera, de los ciudadanos. Aunado a ello, al poder del Estado para
enfrentar la crisis de salud y económica de su población, incluso la dirección que
ha tomado la globalización a partir de un modelo económico neoliberal y hasta el
lugar de los seres humanos y la naturaleza (Sagot, 2020)

Biopolítica, miedo como mecanismo de control social.

Exista o no sensibilidad frente al miedo actualmente, este es el mecanismo mayor

de la vida humana, a pesar de los esfuerzos para superarlo. La formación del
miedo tiene que ver en gran medida con nuestra experiencia y cómo lo
afrontamos, así que podemos decir que el Covid-19 es una relación del miedo a la
enfermedad o incluso a la muerte. Cabe mencionar que este miedo a la
enfermedad o la muerte mucho tiene que ver con la experiencia social que
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tenemos frente a la información que recibimos de los medios de comunicación
(herramienta principal de los medios de control), muchos son los puntos de vista
que se confrontan en un mismo tiempo a través de las redes sociales, noticieros,
diarios, etcétera de manera controlada y dirigida, en todo momento manipulada.

El miedo en todo momento se ha aprovechado, en el caso de la pandemia

presentada por el Covid-19 se presenta como un estímulo violento e incierto que
puede ser usado y prolongado por un periodo de tiempo indeterminado
dependiendo los fines. Este a su vez edifica una emoción dentro de la cultura
pública y política de amenaza latente ante el riesgo que parece inminente.

No debe extrañarnos que por todos los medios se garantice hablar o hacer
referencia acerca del coronavirus, el no hacerlo implica que el estímulo (miedo)
desaparezca. Basándonos en este punto podemos precisar que entre mayor sea
la exposición al miedo, mayor serán los rasgos patológicos que desencadenará el
ser humano, pues ante una amenaza real o simbólica las sustancias químicas
naturales que se producen seguirán actuando por un tiempo prolongado en el
cuerpo de quien lo siente teniendo como efecto subsecuente un estado de
ansiedad. Los estados patológicos más conocidos producidos por la ansiedad se
caracterizan por una respuesta exagerada a aquello que la causa, lo cual dificulta
el funcionamiento, por ende, el razonamiento. De tal modo que no debe
asombrarnos que una de las enfermedades más comunes generadas por estrés
sea la ansiedad.

Dicho lo anterior, diversos autores coinciden con Espinosa (2007, p. 47), quien
afirma que “El miedo es una de las herramientas más poderosas para ejercer la
dominación”. El miedo representa la herramienta coercitiva más importante del
poder, interiorizar la inseguridad sea ha vuelto una de las habilidades necesarias
para la dominación de aquellos que desean ser emancipados. El poder precisa del
miedo, sirve al control social como medio de dominación para dirigir conductas

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deseables de la oligarquía, por lo que el miedo se capitaliza como la táctica
política y empresarial más importante por lo que se hace crecer como una
avalancha que pareciera no tener freno.

La necropolítica y la realidad actual del sistema de salud.

Es bien sabido por la mayoría de los mexicanos sobre el abandono de las

diferentes instituciones gubernamentales encargadas de garantizar sus derechos;
sin embargo, el que más se ha evidenciado durante esta crisis provocada por el
Covid-19 son los sistemas públicos de salud, de manera semejante se exhibió la
privatización de algunos de ellos, las condiciones precarias en las que laboraban
los trabajadores y ni hablar de la degradación de sus derechos.

Gran parte de la población atribuye y responsabiliza de la mortalidad actual a la

privatización, desmantelamiento y externalización del sector público de salud.

En este sentido nace un discurso sobre lo que hay que proteger, a partir de lo
público y lo privado con tal de que el sistema no colapse. Muchos pensamos que
lo que debe ser preponderante es la vida y podemos inferir que al no colapsar el
sistema de salud se protege la vida; sin embargo, el discurso que se maneja en
los medios llama la atención respecto a lo que realmente ocurre.

El discurso en realidad sugiere que las medidas de confinamiento no se

establecen para proteger la vida, sino para no tener que atender a mucha gente en
los servicios de salud.

Castro (2020), menciona que el aislamiento y la indiferencia a los muertos

cambiará la manera en que nos relacionamos con nuestros muertos. Por lo tanto,
el concepto de la vida cambia a través de la opinión que se tiene frente a la
muerte, pues la Covid-19 no solo se transmite por contagio.

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El precepto que nos invita a estar en nuestro hogar manifiesta una política
generalizada y poco empática, ya que no toma en cuenta las diferencias sociales y
mucho menos el estado de vulnerabilidad que algunos se encuentran.

En efecto, parece una política de dirección, vigilancia y control sobre los cuerpos
al asumir que la población en general tiene las mismas necesidades, posibilidades
y acceso a las mismas fuentes de ingresos o recursos. Una política con esas
ideologías solo logra potencializar la vida precaria de sus gobernados, el hambre e
incluso incrementar el riesgo de contagio o hasta la muerte salvo que esté
acompañada de las políticas públicas pertinentes para solventar el caso.

La biopolítica requiere del capitalismo para preservar la vida y con ello garantizar
la normalidad, actualmente este concepto se reduce al consumismo. Dichos
términos se han tenido que integrar con el concepto de la necropolítica el nuevo
capitalismo del siglo XXI se rige por un gobierno privado indirecto. Hoy en día
impera una nueva idea respecto a la soberanía: la de aquellos actores
cosmopolitas que deciden quién debe vivir y quién debe morir en un momento
determinado, obedeciendo a criterios estrictamente económicos. Los
acontecimientos que ejecutan empresas privadas tan sólo pretenden consolidar
recursos estratégicos con el fin de adquirir bienes inmediatos a cualquier precio.

A partir de la necropolítica el ser humano es cosificado para convertirse en

mercancía de intercambio o desecho según su capacidad de obediencia o
adquisitiva, su valía la determina el modelo neoliberal. Este nuevo método de
administrar de las poblaciones es sin duda alguno el más destacado en os últimos
años, es el método designado por el tercer mundo. Dicho método sobre pasa el
concepto de «biopolítica» referida por Foucault, se plantea como una nueva
herramienta de oportunidad para aquellos que se encuentran en el poder; los
pobres, los obesos, los viejos, los inadaptados, los enfermos, etcétera ya tienen

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cavidad. Basado en el punto de vista anterior parafraseo la canción la Carencia de
Panteón Rococó:

“Después de ocho horas de andar laborando

Desesperanza se siente en el hogar

Pues con la friega que hay a diario

Ya no alcanza pa progresar

Y así han pasado decenas de años

Pues en un mundo globalizado

La gente pobre no tiene lugar…”

Efectivamente, en un mundo globalizado la gente pobre no tiene lugar. ¿Y qué hay

que hacer con éstos que no tienen lugar? Matarlos. ¿Cómo? Invisibilizándolos,
debemos dejar que se mueran de hambre, de enfermedad, de estrés, de locura,
de depresión, de ansiedad…necesitamos hacerles saber que sino consumen o
producen se mueren física o socialmente y para ello tenemos a la necropolítica,
quien se encargará de hacer morir el espíritu y cuerpo de aquellos seres
considerados desechables.

¿Cuál resultaría la herramienta más efectiva para estos fines? Sin duda alguna,
“el Pánico”. Crear escenarios de pánico, de estrés total es a lo que hace mención
la periodista canadiense Naomi Klein en su obra “La Doctrina del Shock” publicada
en el 2007, misma que refiere sobre el auge del capitalismo en un Estado
neoliberalista de desastre.

El pánico del que habla dicha obra en mención se refiere al pánico que se siembra
en la sociedad a partir de eventos sociales de desastre (marchas, autoataques,
guerras, lucha entre cárteles), de salud (ej. Covid-19) y económicos (desempleo,

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recorte en gasto público para programas, cierre de fronteras) por mencionar
algunos.

Sin dudarlo esto tendrá terribles consecuencias para todos y más aún para
aquellos sumergidos en la pobreza. Pero no solo se limita a eso, podemos hablar
de que los grandes negocios también se ven afectados solo que, en un porcentaje
menor, los indicadores de ello se muestran en los movimientos en las bolsas de
valores, la paralización de los mercados al no poder importar y exportar.

Campañas de conciencia o mecanismo de control. El pánico, vuelve a ser la

mejor herramienta para enfrentar el covid-19

El Estado de México y la CDMX en sus diferentes spots de radio y televisión,

campañas publicitarias que aparecen en espectaculares, carteles y redes sociales,
nos hacen la cordial invitación de quedarnos en casa para salvaguardar nuestras
vidas, la de los nuestros y la de los demás. El problema aquí sería el cómo lo han
hecho y como siempre la respuesta es, a partir de la coacción.

Me propondré a citar algunas de las frases que se utilizan en la campaña (Forbes

del 04 de 05 de 2020) #QUÉDATE EN CASA# para generar pánico en la
población disfrazada de conciencia social.

“Quédate en casa. Quédate vivo”

“¿Prefieres estar en casa o en una caja?” con una fotografía de una persona en un
ataúd.

“No quieres estar encerrado en casa, pero sí en un ataúd”

“Si sales matas, si sales mueres”

“Mejor encerrado en casa que bajo tierra”

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Por otra parte, no basta mantener en un estado de alerta a la población, también
es necesario aplicar la estrategia política de quienes desean dirigir y alienar a la
población más conocida de todos los tiempos “Divide et impera, frase de dudoso
origen atribuida al dictador y emperador romano Julio Cesar. Las acciones que
tomó el gobierno frente a la pandemia fueron a través de su Jornada Nacional de
Sana Distancia, misma que hace referencia que para estar sano es necesario
aplicar “Su sana distancia”, qué mejor forma de hacerlo más aceptable y legítimo
si le incluimos unos muñequitos medio graciosos para romper el hielo y hacerlo
más divertido.

Con base a lo anterior, deberíamos analizar la manera en que funcionan los

discursos que permiten legitimar las normas civiles entre los habitantes de esta
gran ciudad. Michael Foucault (1968) plantea que la legitimidad de la norma se da
a través del orden del discurso.

Para concluir podemos resumir que el poder puede ejercerse se deben aplicar tres
elementos, el miedo o pánico, la división de sus habitantes y un discurso
perfectamente elaborad, a modo de que pueda ser reproducido en cada uno de
sus habitantes de manera constante (como noticia, rumor o afirmación).

Por otra parte, consideramos que las crisis son la herramienta más importante
para la economía, pues ésta reconoce nuestra necesidad y vulnerabilidad por lo
que generar contextos de miedo permite que en la búsqueda de la solución
obedientemente aceptemos las medidas de control que se han generado mediante
la utilización de un discurso gracioso o de coacción.

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FUENTES

Ansiedad. https://empendium.com/manualmibe/chapter/B34.II.21.5 . Recuperado el

26 de noviembre de 2020 a las 11:55 horas del centro.

Castro, Ó. M. (23 de 06 de 2020). Necropolítica y COVID-19. Obtenido de

International Pandemic Project:
https://pensarlapandemia.com/2020/04/04/necropolitica-y-covid-19/

Foucault, M. (1968). Las palabras y las cosas, una arqueología de las ciencias
humanas. Buenos Aires: Siglo XXI.

Forbes. (04 de 05 de 2020). CDMX lanza campaña para quienes no creen en

pandemia de Covid-19. Obtenido de https://www.forbes.com.mx/noticias-cdmx-
lanza-campana-no-creen-escepticos-pandemia-coronavirus-covid-19/

Gil, P. R. (22 de 06 de 2020). La dictadura consentida en la epidemia del

miedo. Obtenido de http://www.cietmexico.com.mx/wp-
content/uploads/2020/05/La-pandemia-del-miedo-al-coronavirus-REYGADAS.pdf

Ibarra, C. F. (22 de 06 de 2020). Capitalismo, necropolítica y

coronavirus. Obtenido de https://www.nodal.am/2020/04/capitalismo-necropolitica-
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La carencia de Panteón Rococó. Letras y canciones LyricFind. Recuperado el 25

de noviembre de 2020 a las 10:50 horas del centro.

Sagot, M. (2020). Muerte, control social y las posibilidades de bienestar en

tiempos de la Covid-19. D E M O C R A C I A A B IE R TA, 1-20. Obtenido
de: http://www.repositorio.ciem.ucr.ac.cr/bitstream/123456789/339/1/Muerte%2C

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Pandemia.
https://www.who.int/csr/disease/swineflu/frequently_asked_questions/pandemic/es/
. Recuperado el 26 de noviembre de 2020 a las 11:59 horas del centro.

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