Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Hombre Que Nunca Dormía
El Hombre Que Nunca Dormía
Francisco Segura.
“A veces, entre las noches que me impiden conciliar el sueño me permito
encontrar un pequeño viaje al - ¿qué pasaría? -, al imaginario que mi corazón
me propone para aliviar un poco el dolor del día, porque solo en la noche mi mente
navega libre en las inmensidades del mar de la creatividad y del desahogo”.
Dejo que mi pluma camine con soltura sobre hojas y hojas en las que terminan plasmadas mis
ideas que, aunque en ocasiones son poco sólidas terminan por crear una serie de escritos que
culminan o en el basurero, o en el fuego, o aquí esperando a que tus ojos lean lo que quieren
transmitir.
Como había platicado en Antipoesía, no me interesa llegar a un refinado arte de escritura
pomposa y sofisticada para los paladares más elitistas de la poesía (si es que a esto se le puede
llamar poesía), no me interesa seguir una línea de métrica y composición definida, mucho
menos esperar a que mis textos sean observados y analizados por “críticos”, ¿para qué perder
el tiempo en estupideces como esa?, la finalidad de este pequeño compilado es una: producirte
algo cuando me leas, lo que sea, así sea indiferencia estaría cumpliendo mi objetivo, no existe
la no comunicación y puede que la ausencia de una respuesta también sea una suerte de
respuesta no explícita.
Quiero seguir siendo yo y usar la escritura a modo de catarsis para desahogar mi corazón… o lo
que queda de él.
No quiero llegar a miles, no quiero ser publicado en todos los lugares habidos y por haber
(pero si compartes esto a tus amigos y le das like puede que esté más cerca de ese horrendo
destino…guiño, guiño), quiero usar mis letras como puente para el mundo, quiero saber que
existo a ojos ajenos, quiero sentir por un momento que mi vida no se limita a mi propio
cuerpo, quiero sentir que vuelvo a sentir.
Preludio a la nostalgia
He estado días sentado en la orilla de mi cama y aún puedo escuchar desde mis cobijas
arremolinadas los pocos restos de tu voz que en mi cuarto siguen resonando. Pude sentir como
si de pronto un enorme viento hubiera arrebatado de mi cuerpo una cantidad de fe
inconcebible, como si desde el más profundo soplo de la tierra te hayas marchado, puedo sentir
como esas palabras retumban en mi cabeza diciendo que te has ido, puedo sentir como su filo
corta de una mi sonrisa nerviosa y hace tambalear mis piernas, mis brazos caen a mis costados
como nunca en mi vida, como nunca he sentido tal impotencia ante la vida, ante el curso
natural de las cosas.
Y a pesar de que he visto tu rostro por tanto tiempo, a pesar de que pude escuchar tu voz
llamarme, siento que se alejan de mi a gran velocidad, puedo sentir como mi cuerpo se resiste
a estar en pie, como mis ojos se empiezan a empapar y a derramar la desesperación que me
genera el no poder tomar tu mano y evitar que te vayas. Grito y grito y mi garganta ya no tiene
fuerza para continuar emitiendo palabras, gemidos, sonidos… o cualquier cosa que me ayude a
contactarte, que me ayude a suplicarte que no te vayas.
Es la madrugada fría en la que te fuiste la que se quedó marcada en mi pecho, la que arrebató
mi alma y permitió que se fuera contigo, es esa madrugada fría en la que el viento golpea mi
cara para hacerme saber que tu, que tu sonrisa y que tu voz se acaban de apagar, son las luces
parpadeantes de la ciudad las que parecieran coordinarse para decirte adiós, son mis pasos
cortos y torpes los que no quieren que te vayas, los que quieren que regreses y me abraces y
me tomes entre tus manos para decirme que todo está bien, es mi llanto sin control el que
suplica que todo esto sea un sueño, que por favor alguien me despierte y me diga que nada de
esto es real, pero por más que quiero que eso pase no puedo hacer nada, no puedo mas que
arrodillarme en la mitad de una calle sin almas a deshacerme, a desmoronarme entre mis
lágrimas, entre mis ilusiones rotas.
Es verdad cuando escuché que para estar muerto no hace falta morir, sólo hace falta que tu
alma pierda su luz, mi amor se fue y con ese amor mi luz se extinguió, te vi tan sonriente antes
de perderte de vista, te escuche tranquila antes de despedirte, me quise presentar imponente y
tranquilo, tomé tu mano y te prometí que estaría de pie… pero te mentí, porque desde que no
estás no he sentido otra cosa más que arrastrarme buscando un saliente del cual sostenerme.
No sabía que se podía extrañar con tanta fuerza a alguien y no sabía que se podía gritar tan
fuerte, no sabía que se podía llorar tanto y no sabía que el dolor podría llegar a ser tan
profundo, no sabía hasta que cerraste los ojos que te perdería… no sabía que era sólo el inicio
del camino a extrañarte.
Quise viajar por el universo y me encontré con tus ojos, con tus pestañas
Leí las facciones de tu rostro y pude memorizarlas, puede encontrar esos patrones tan finos
Pude observar como las líneas de tu rostro dibujaban el paisaje que destellas, la vida en la que
estabas
Como cada pequeño lunar, manchita o arruga le da tanta belleza a tu piel, a tu ser y a tu existir.
Viniste hoy entre las ideas que escribía junto a mi café, fue como si el aroma que salía de mi
taza fuera tu perfume
Mis manos se llenaron de paz, como si un tacto suave las cobijara
Qué difícil es escribir y buscar hacer arte, pero cuando vienes es como si escribiendo pudiera
dibujarte.
Siento que sonrío como un niño cuando platico de ti, cuando estoy pensando en ti
De pronto mis mejillas se sienten tibias y mis manos sudan al tiempo que mi corazón sale de
control
Escribo para amar tu libertad y aquí, esta feria de palabras, te cantan con frenesí
Te llaman a un día salir por ahí, tomar un café, espero que me digas que sí.
Juega conmigo hoy, mañana, o el tiempo que quieras.
Juega con mis manos, con mis ojos, juega con los latidos de mi corazón, juega con mi
respiración
Seamos expertos en conocernos, en bebernos el té de la tarde a pequeños sorbos y relajarnos,
navegar en su aroma
Juguemos como los niños a conocer el mundo, nuestros mundos, esos que se esconden detrás
de nuestras sienes.
Pero duele el saber que sólo hay un juego que nada, que sólo apareces en bocanadas de ilusión
y te marchas
Un paso natural que sucede casi por accidente, el conocerle y sentirle, el conversarle y tratarle
y de pronto, como un frío que recorre la espalda en una noche helada, es demasiado tarde, la
sensación ya atraviesa tu cuerpo y aunque impactante llega a sentirse agradable.
Amar es aceptar que el otro ama de una manera distinta y que todos los días aprende diferentes
que en algún momento pueden o no hacer cambiar su perspectiva de vida, su forma de ser, su
posición ante la vida y con ello cambiar su forma de amar. Amar es entender que el otro tiene
una vida, que antes de ti tenía una vida y que su vida puede ser magnifica y hermosa y tu no
eres nadie como para creer que sin ti su vida no será magnifica y hermosa. Amar no es el
antropocentrismo con el que las personas se mueven por sus relaciones, asumiendo que sus
creencias y formas de pensar son las que sus parejas tienen, que engorroso, que falta de razón
y amor es creer que las cosas con como tu las crees y, cuando no son así, entonces no pueden
ser, que patético ejercicio.
A mis ojos, amar es ser libre, amar es tener la capacidad de ver al otro volar, es verle surcar el
cielo con firmeza. Amar es entender que la vida del otro vale tanto como la mía, que las
necesidades del otro valen tanto como las mías, que su amor es tan importante como el mío,
que el otro ama a otras personas al igual que yo, que el otro encuentra atractivas a otras
personas al igual que yo, que el otro habla, ríe, sueña, abraza, convive con otras personas al
igual que yo, ¡amar es respetar la existencia del otro! Y de verdad ¿tan difícil es entenderlo?
Amar es volar en conjunto y compartir la libertad de ambos, amar es ser uno mismo y creer en
uno mismo y trabajar en uno mismo para entonces, poder crear un nosotros, pero ¿por qué la
costumbre de querer formar un nosotros sin antes haber formado un yo?, es darle la
responsabilidad al otro de MIS PROPIOS PROCESOS, DE MIS PROPIAS REACCIONES, es hacer
responsable al otro DE MIS RESPONSABILIDADES CONMIGO MISMO, es una conducta infantil, una
conducta que cuando se ejerce se vuelve desadaptativa y dañina.
El amor es débil pues depende de todas las cosas que se edificaron antes de que éste
apareciese, el amor puede desaparecer y no pasa nada, el amor puede durar años y no pasa
nada, no podemos asegurar amar a alguien por siempre o por el resto de nuestras vidas,
¡carajo, somos personas, las personas no podemos prometer algo que no sabemos!, o al menos,
no deberíamos.
No deberíamos jurar amor por siempre, pues no sabemos qué pasará mañana, pero podemos
hacer algo más importante, más impactante, más profundo que eso: puedo jurar que hoy te
amo, puedo asegurarte que hoy mis ojos se llenan de ilusión y mi corazón de felicidad cuando
estoy contigo, no puedo prometer que estaré siempre contigo pues no sé qué es lo que pasará
mañana, o la siguiente semana, o en un mes, o en un año, pero puedo prometer que, todos los
momentos que pase contigo te amaré, te amaré y demostraré mi amor para hacerte saber,
desde mi lenguaje, cuán importante eres para mí, cuán valiosa eres y que, no importa cuánto
tiempo nos quede juntos, cada segundo será sagrado.
No deberíamos dudar, pues la duda es necesaria para avanzar y crecer, la duda hace que el
conocimiento humano crezca, que las técnicas se perfeccionen, pero una duda nociva no ayuda,
una duda crónica no permite avanzar, permite perder, nada más. No deberíamos celar, ¡carajo,
celar es la manifestación de una mente enferma por poseer!, el que cela no ama, el que cela
desea y no desea el amor, desea al individuo que es objeto de deseo, el que cela no puede amar,
el que cela busca destruir la libertad a la que nadie debería de renunciar, celar es el campo
minado en el que no importa a dónde vayas, siempre habrá una mina lista para explotar, celar
es el juego de poder más enfermo. Celar es la antítesis de amar, la frase “es que siento celos
cuando…, es que te amo” no es más que un doble vínculo, enfermo y perverso.