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Evaluación de Literatura 4to año Tema 2

1) Lea el siguiente texto publicado en el Diario LA NACION 4 de noviembre de 2017  por Raúl Oscar Finucci

 Martín Fierro

José Hernández, el escritor que marcó un hito en la memoria

Cuando hablamos del Día de la Tradición, hablamos de tradición gaucha, del legado de valores, usos y costumbres
que un hombre, desde el exilio debido a las luchas políticas, comenzó a escribir en versos, para que años después el
mundo reconociera al gaucho como arquetipo de la argentinidad. Nadie desconoce esa figura icónica, en ninguna
parte del mundo.

Ese hombre fue José Rafael Hernández, de quién Carlos Alberto Leumann dijera que su vida "no soporta resumen".
Acaso por la incesante labor que realizó en favor de la cosa pública, con honestidad y patriotismo.

Pero ¿en el Día de la Tradición debemos hablar de Hernández o del gaucho? Acaso la respuesta la haya dado él
mismo en 1881: "Por asimilación, si no por la cuna, soy hijo de gaucho, hermano de gaucho y he sido gaucho. He
vivido años en campamentos, en los desiertos y en los bosques, viéndolos padecer, pelear y morir; abnegados,
sufridos, humildes, desinteresados y heroicos".

Nació el 10 de noviembre de 1834 en la chacra de su tío Juan Martín de Pueyrredón, en lo que se llamaba El Caserío
de Perdriel, ahora partido de Gral. San Martín. En el hoy Museo José Hernández-Chacra Pueyrredón, un retoño del
ombú de aquellos tiempos, es único testigo vivo de aquel momento.

Formado en el campo, junto a su padre, quien fuera administrador de dos estancias de Rosas, supo siempre de las
actividades del gaucho, las que con ellos realizaba, aprendió a comprenderlos, por eso, escribe El Gaucho Martín
Fierro, aparecido en 1872, como una denuncia contra el maltrato y la persecución que sufrían aquellos hombres,
formadores de una verdadera clase social no reconocida.

Si bien El Fierro es una ficción, ha servido, a través de los tiempos, como una descripción certera de la vida del
gaucho; despreciado, perseguido y confinado en la "ratonera" que era el fortín de la frontera, a merced del indio,
con pocas posibilidades de supervivencia.

Denuncia Hernández ese maltrato, ese desprecio, acaso por no soportar, jueces de campaña y estancieros
poderosos, la autosuficiencia de un hombre que con su caballo, su cuchillo, lazo y boleadoras, podía vivir sin ellos,
haciendo de su apero su casa, de sus caronas su techo y su piso, y de su poncho y matras su abrigo.

La vuelta de Martín Fierro, segunda parte del poema, la escribió Hernández en 1879. Allí, sabedor de que muchos no
entendieron la denuncia de la "Ida" (así se llama a la primera parte) y la tomaron como la vida real del gaucho; un ser
pendenciero, cuchillero y refugiado en los toldos del "infiel", aprovechó para poner las cosas en su justa medida;
aparecieron los hijos que había perdido, y una vez reunidos, los aconseja para que sean hombres de bien, no sin
antes haber relatado sus penurias: la cárcel para uno y la tutoría del Viejo Vizcacha para el menor.

Es con el extraordinario poema que Hernández restaura la figura del gaucho aquel de los orígenes, que a fines del
siglo XIX se estaba diluyendo, tanto que Lucio V. Mansilla lo comenzaba a llamar "paisano-gaucho".

Sin Hernández no habría vocación por la memoria del gaucho, y sin la ayuda de Leopoldo Lugones, en su conferencia
del Teatro Odeón, en 1913, no habría sido aceptado por la clase "culta" y política de Buenos Aires.

Por lo aquí expuesto, celebramos el Día de la Tradición. Por lo aquí expuesto, muchos de aquellos conciudadanos de
su época creían, de alguna manera, que Hernández era Fierro. Tal vez por eso, al otro día de su muerte, un periódico
tituló: "Ayer murió el senador Martín Fierro".

Por: Raúl Oscar Finucci

2) Desglose las frases subrayadas y explique cada unidad de sentido con ejemplos de lo leído.

3) Realice un análisis del texto. Es decir, un texto argumentativo (hipótesis, argumentos, cierre).

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