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La vida de la Iglesia del Señor en las casas es uno de los grandes déficits que tuvo por siglos

el movimiento cristiano, aunque hubo brotes de resurgimiento del poder de la Iglesia Casera en
épocas como en el metodismo original, en el siglo XVIII, y actualmente, en la Iglesia China
perseguida.

La Iglesia Cristiana occidental sufre un excesivo y tóxico apego a los templos y las grandes
ceremonias, por lo que no ha sido fácil al Espíritu Santo abrir canales permanentes para el flujo
de vida de la Iglesia en las casas. El movimiento celular, con su expansiva estrategia local, es una
buena expresión de la Iglesia Casera. Sin embargo, tenemos que avanzar aún más hacia el modelo
casero libre de la Iglesia Primitiva.

Somos conscientes de que estamos en medio de grandes transiciones doctrinales y


estratégicas en la Iglesia Mundial, las cuales están siendo impulsadas por el propio Espíritu
Santo, y una de ellas tiene que ver con el regreso a la vida eclesiástica en las casas. El presente
escrito, junto a “La Visión y el Trabajo de las Casa Iglesias”, es parte de nuestro camino de
regreso a la Iglesia Original. Aún nos falta mucho para llegar, pero estamos caminando en la
dirección correcta.

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1. Describiendo lo que es la Casa Iglesia - 4
2. Los Factores Claves en la Vida de la Casa Iglesia - 6
3. El Trabajo de la Casa Iglesia - 9
4. Los Objetivos de la Reunión Semanal de la Casa Iglesia - 13
5. Los Elementos Básicos de la Reunión de la Casa Iglesia - 17
6. La Experiencia de la Reunión de la Casa Iglesia - 23
7. Dirigiendo la Reunión de la Casa Iglesia - 29
8. La Tarea del Líder de la Casa Iglesia: Oración, Visión, Criterios - 32
9. La Tarea del Líder: La Administración de la Casa Iglesia - 35
10. La Tarea del Líder: El Liderazgo de la Casa Iglesia (1) - 40
11. La Tarea del Líder: El Liderazgo de la Casa Iglesia (2) - 43
12. El Pastoreo de los Miembros de la Casa Iglesia - 55
13. El Crecimiento de la Casa Iglesia - 65
14. La Multiplicación de la Casa Iglesia - 70
15. El Grupo Mentor (1) - 76
16. El Grupo Mentor (2) - 81

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1. Definición - La Casa Iglesia es una pequeña comunidad de creyentes en Cristo,
pertenecientes a la Iglesia Local, los cuales se reúnen periódicamente para adorar a Dios,
crecer y fortalecerse espiritualmente, cuidarse mutuamente, multiplicarse numéricamente,
estimularse al amor y al compañerismo, organizarse para cumplir la Gran Comisión,
servir a los necesitados, y capacitarse para la Obra del Señor.

2. Homogéneas y Heterogéneas – Las Casa Iglesias pueden ser homogéneas y


heterogéneas. Son Homogéneas cuando convocan sólo personas de la misma clase:
jóvenes, mujeres, profesionales, deportistas, niños, tercera edad, amas de casa,
estudiantes, etc. Son Heterogéneas cuando reúnen personas de toda clase y condición. En
nuestra Iglesia funcionan ambos tipos de Casa Iglesias.

3. Objetivos – Los objetivos del trabajo de las Casa Iglesias están sintetizados en la
definición. Ellos son:
Dar culto agradable a Dios
Dedicarse a la oración
Lograr que cada miembro crezca y se fortalezca espiritualmente
Cuidarse mutuamente
Multiplicarse numéricamente
Estimularse al amor y al compañerismo
Organizarse para cumplir la Gran Comisión
Servir a los necesitados
Capacitarse para la Obra del Señor.

4. Funcionamiento – La Casa Iglesia es la Iglesia funcionando en casas y lugares neutrales


(no exclusivos para uso de la Iglesia): El Líder (junto a sus colaboradores) planea y
organiza todas las actividades de la Casa Iglesia, distribuye las tareas a cada uno, se
preocupa de que todo funcione eficazmente, cuida y pastorea a su gente y promueve la
capacitación y el desarrollo de cada miembro para el servicio del Señor. Esto significa que
la Casa Iglesia funciona todo el tiempo, no sólo en el momento de la reunión semanal.
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5. Reuniones Públicas - La Casa Iglesia realiza por lo menos una (1) reunión pública cada
semana. Esta reunión tiene un carácter abierto (para todos), evangelizador, edificador y de
comunión. La Reunión no debe durar más de una hora y media, y durante ese período
habrá oración intensa, alabanza (algunas casa iglesias incluyen esta parte), partimiento del
pan, testimonios, ministración de la Palabra, ministración a necesidades particulares,
ejercicio de dones espirituales, anuncios y tiempos de comunión. Además, la reunión debe
ser cálida, espiritualmente intensa, dinámica, positiva, dándole libertad al Espíritu (sin
excederse), alegre y reverente.

6. Liderazgo – La estructura básica de liderazgo de la Casa Iglesia es la siguiente:


(a) La autoridad principal es el Líder,
(b) secundado por su Ayudante;
(c) el Secretario-tesorero a cargo de las finanzas e informes;
(d) el Encargado de Niños
(e); el Encargado de la Música y Alabanza;
(f) Otros Colaboradores

7. Informes - Cada semana, el Secretario-tesorero de la Casa Iglesia debe entregar los


informes de la Reunión Semanal (Estadístico: asistencia, convertidos, otros datos -
Financiero: ofrendas, diezmos, otros ingresos) al Secretario-tesorero designado para
recibirlos.

8. Multiplicación – Cada Casa Iglesia existe para multiplicarse; para crecer; para
expandirse; este es su destino, su objetivo, su meta. Por lo tanto, los miembros de ella
trabajarán día a día para crecer y multiplicarse. La Casa Iglesia se multiplicará por lo
menos de tres maneras:
a) Por haber llegado al punto de su máximo crecimiento, momento en que la Casa
Iglesia se divide para generar nuevas casa iglesias.
b) Por generarse espontáneamente nuevas casa iglesias entre los integrantes de la Casa
Iglesia original (madre)
c) Por el trabajo de Evangelismo del Líder y sus colaboradores, el cual tiene como
objetivo prioritario, plantar nuevas casa iglesias.

9. Capacitación y Formación - El Líder tiene como una de sus principales


responsabilidades proveer directa o indirectamente toda la capacitación que sus miembros
necesitan para funcionar como cristianos exitosos, ganar eficazmente almas para Cristo,
desarrollar sus dones espirituales, ministrar poderosamente en las reuniones, desarrollar
funciones pastorales con la gente, y convertirse en ungidos ministros de Dios.

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A continuación, examinamos 11 aspectos muy importantes que reflejan la vida normal de toda
Casa Iglesia, y que a la vez, son parámetros claves para medir el nivel de salud espiritual de ella.

1. Culto al Señor - La primera razón de la existencia de la Casa Iglesia es que ella tiene su
razón de ser en una prioridad fundamental: Darle culto al Señor. Los líderes y miembros
deben mantener siempre clara esta verdad esencial: La Casa Iglesia existe primeramente para
Dios, no para el hombre. Es decir, que aunque los beneficios que los miembros de la Casa
Iglesia reciben por ser parte de ella son inmensos, no es la búsqueda de esas bendiciones el
móvil que nos convoca y nos reúne, sino que es el deber que tenemos y la necesidad que
sentimos de darle culto al Señor la razón principal de la Casa Iglesia y su Reunión. El Señor
Jesucristo debe ser el centro de todo lo que realiza en la Casa Iglesia, y darle culto a El
nuestro máximo interés.

2. Amor y Comunión - La Casa Iglesia es un núcleo de amor y comunión. La característica


primaria que descubres al ingresar a la Casa Iglesia es cómo sus integrantes se aman y se
preocupan unos de otros. El amor es la principal característica que distingue a los discípulos
de Jesús (“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he
amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” - Juan 13:34-35). Una de las primeras y
permanentes tareas del Líder y los colaboradores es generar formas y ocasiones para
“estimular a los hermanos al amor y las buenas obras” (Hebreos 10:24). Este amor y
comunión no sólo se expresan en las reuniones de la Casa Iglesia, sino durante toda la
semana, al orar unos por otros, llamarse por teléfono, visitarse, preocuparse unos de los otros,
etc.

3. Partimiento del Pan - Los cristianos de la Iglesia Primitiva “perseveraban cada día en la
doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones” (Hechos 2:42). El partimiento del pan es la Santa Cena, la cual se realizaba
primeramente en los hogares (“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo
el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón” Hechos 2:46- ),
aunque también se comía el primer día de cada semana cuando se reunía toda la Iglesia (“El

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primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba,
habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche”- Hechos
20:7). En las Casa Iglesias, la Santa Cena se ministra con toda sencillez y reverencia en cada
reunión semanal.

4. Oraciones e Intercesión - Uno de los elementos vitales de la vida de la Casa Iglesia es la


oración. La Casa Iglesia desarrolla un fuerte énfasis en que sus miembros oren en forma
privada por lo menos 1 hora diaria. Además, el Líder y su equipo procurarán formar
pequeños grupos de oración intercesora que se reúnan en horarios convenientes para clamar a
Dios. También durante las Reuniones de la Casa Iglesia se destina tiempo importante para
orar y buscar a Dios. Además de todo esto se organizan cadenas de oración y de ayuno por
propósitos especiales, retiros de oración, vigilias de oración, etc.

5. Alabanza y Adoración - La alabanza por medio de cánticos y expresiones verbales y


físicas es un aspecto importante de la Reunión de la Casa Iglesia (aunque hay Casa Iglesias
donde, por razones particulares, no es posible cantar. En tales Casa Iglesias se practica la
alabanza expresada en palabras y testimonios del poder de Dios). En cada Reunión, se
destina un tiempo para esta ministración a Dios. Igualmente, se enseñan y se practican
diversas formas de adorar al Señor, dándole la honra y la debida reverencia y amor

6. Acciones de Gracias - Las Reuniones de la Casa Iglesia son un apropiado contexto donde
los miembros testifican del amor y de las obras que el Señor ha hecho a su favor y agradecen
sus milagros. Los cristianos son hijos agradecidos de su Padre Celestial, que expresan su
gratitud por medio de testimonios y alabanzas. Es saludable en cada Reunión dar
oportunidad para las acciones de gracias y testimonios; esto trae mucha alegría a los
participantes, y aumenta y fortalece su fe en el amor, la fidelidad y el poder de Dios.

7. Mutua Edificación - En las relaciones personales de los miembros de la Casa Iglesia hay
una consigna implícita: “Edificar a mi hermano con mis palabras y acciones”. Esta
edificación se realiza por medio de enseñarse unos a otros lo que van aprendiendo de la
Palabra, exhortarse y animarse mutuamente, corregir con amor al hermano que está errado,
ministrarse los dones y la gracia de Dios en la reunión y fuera de ella, y compartir el amor y
la comunión todo el tiempo. Los líderes deben corregir con diligencia y sabiduría toda
conducta, acción y actitud que falten a esta obligación de amor.

8. La Gran Comisión, la Evangelización - La Casa Iglesia es una herramienta para el


cumplimiento de la Gran Comisión; para la evangelización responsable: para ganar almas,
discipularlas y edificarlas en el Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Por esta causa, la Casa Iglesia
tiene un compromiso absoluto con la evangelización: existe para esta misión; vibra con la
extensión del Reino de Dios. Los líderes deben ser cristianos apasionados por ganar el mundo
entero para Jesucristo; no se puede esperar menos de ellos, que son quienes conducen al
pequeño rebaño llamado Casa Iglesia. Y cada miembro de la Casa Iglesia será un incansable
buscador de oportunidades para traer a otros a Cristo Jesús.

9. Cuidado Mutuo - La protección y el cuidado mutuo nunca dejarán de estar presentes en la


vida diaria de la Casa Iglesia, debido a que los peligros espirituales son frecuentes y
persistentes. Tentaciones, desaliento, confusiones, caídas, relaciones difíciles, problemas,

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familiares, laborales y de cualquier otro tipo, y una infinidad de situaciones y condiciones
que por diversas razones conllevan riesgo espiritual para los hijos de Dios, todos ellos hacen
necesarios el cuidado mutuo y la protección de unos hacia otros en la Casa Iglesia. Los
líderes y sus colaboradores vigilan constantemente para detectar y resolver este tipo de
asuntos, proveyendo a los integrantes de la Casa Iglesia de mayor seguridad, y ayudándoles a
resolver los problemas que les afectan.

10. Ayuda Mutua - Debemos entender que la ayuda mutua comienza por la oración de unos
por los otros. De ahí en adelante, la ayuda mutua toma diversos aspectos según la necesidad:
apoyo emocional, ayuda material y financiera, apoyo estudiantil, etc. Cada miembro de la
Casa Iglesia está dispuesto para ofrecer sus capacidades para auxiliar y sostener a los otros
hermanos. La ayuda mutua se da y se recibe; a veces somos los que ofrecemos al hermano
nuestro recurso; en otras ocasiones, ellos nos ayudarán en diversas áreas.

11. Ministración de los Dones - Cada Casa Iglesia es rica en dones espirituales: Los dones
espirituales son los canales que usan la gracia y el poder de Dios para llegar a los hijos de
Dios con las bendiciones de nuestro Padre Celestial. (“Cada uno según el don que ha
recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra,
ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos” - 1 Pedro
4:10-11). Tarea de los líderes es ayudar a todos a descubrir sus dones espirituales, usarlos y
desarrollarlos para la gloria del Señor y la edificación de la Iglesia. Los dones espirituales son
usados primeramente en las Reuniones de la Casa Iglesia cada semana, en los Grupos de
Oración, en las Reuniones Generales de la Iglesia, y también durante toda la semana de
acuerdo a la necesidad y oportunidad que se presente en el diario vivir de los discípulos.

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El trabajo que la Casa Iglesia debe realizar para su existencia, continuidad y extensión debe ser
bien comprendido por quienes la lideran; de otro modo, se caerá en el triste y rutinario estado de
trabajar y servir sin saber por qué debemos hacer tales o cuales cosas, dejándonos llevar por la
inercia y la tradición.

El trabajo de la Casa Iglesia está directamente determinado por el propósito por el cual ella
existe. La Casa Iglesia es la herramienta de Dios para extender Su Reino en la tierra. También es
la escuela donde el nuevo discípulo es formado como tal, aprende a servir a Dios, y desarrolla la
koinonía y el amor con sus hermanos.

En este capítulo enumeramos 6 aspectos importantes del trabajo de la Casa Iglesia: (1) La Vida
de la Casa Iglesia, (2) la Reunión Semanal, (3) la Participación en la Reunión, (4) las Tareas y
Objetivos, (5) el Crecimiento, y (6) la Multiplicación de la Casa Iglesia. Analizaremos
brevemente los 6 aspectos. Pero, los últimos dos serán analizados extensamente en los capítulos
13 y 14.

1. La vida de la Casa Iglesia


Tu Casa Iglesia es la herramienta que el Señor te da para extender sólida y
permanentemente el Reino de los Cielos en tu comunidad; debes cuidar de ella día a día,
atendiendo responsablemente a todas sus actividades y funciones.
Tu Casa Iglesia es la base de operaciones de todo tu trabajo evangelizador y formador.
Es el instrumento para traer al Reino a mucha gente, a la vez que es tu campo de
entrenamiento de los discípulos.
Cuida la vida de la Casa Iglesia. Preocúpate de que tu Casa Iglesia sea intensa con Dios,
responsable en la Gran Comisión, responsable en sus labores y tareas, llena de amor de
Dios, y madura en la koinonía.
Planta en el corazón de tu gente el hábito y la necesidad de la oración, el amor por la
Palabra de Dios, la evangelización constante, el amor por la Iglesia, el amor y la
comunión unos a otros, la fidelidad en congregarse, la responsabilidad con las tareas
asignadas y el logro de las metas.

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2. La Reunión Semanal
La reunión semanal de la Casa Iglesia debe ser preparada de antemano; no improvises.
Ocasionalmente si alguien falla tendrás que determinar acciones no planeadas, tendrás
que improvisar. Pero si lo haces de manera frecuente, no sólo harás que baje el nivel de
la Reunión, sino que lograrás que tu gente le pierda el respeto a la reunión, y a ti como
líder.
Organiza la reunión de una semana para la otra. Prepara el programa en casa, y el día de
la Reunión anuncia las funciones y ministraciones que cada uno realizará en la próxima
Reunión. Haciendo de esta manera, darás a tu gente una semana para preparar lo mejor
para el Señor.
Debes organizar no sólo el programa de funciones espirituales de la reunión (dirección,
música, testimonios, enseñanza, etc.), sino además, los asuntos de logística y detalles:
quién o quiénes vendrán antes del inicio a preparar el lugar de la Reunión, quién se
encargará de la recepción de la gente en la puerta, quién se encargará del refrigerio
(cuando lo haya), quien se encargará de la atención y ministración a los niños y dónde
lo realizará.
Además de esto, debes supervisar que el secretario-tesorero realice su trabajo de toma de
datos a la gente nueva, contabilidad de las ofrendas e ingresos, datos estadísticos de la
reunión, etc.
Cada Reunión debe ser edificante, profunda y espiritual, llena de gozo y alegría en el
Señor, muy participativa. Las oraciones deben ser poderosas. Las ministraciones de
sanidad y milagros deben ser llenas de fe y efectivas. La alabanza alegre. La adoración
profunda y sensitiva. La ministración de la Palabra es clave: debes ser claro, preciso,
docente, ungido.

3. La Participación de las Personas en la Reunión


Cada Reunión debe ser altamente participativa; muchos y en lo posible todos en tu Casa
Iglesia deben participar activamente. Esto deberás planearlo cada semana. Unos
ministrarán en un área y otros en otras. Hay muchas actividades que puedes realizar en
cada Reunión, las que repartirás entre todos los integrantes. Por ejemplo:
a) Coordinar o dirigir la Reunión
b) Dirigir la alabanza
c) Dirigir un rompehielos
d) Realizar un sketch o representación breve
e) Cantar una canción especial
f) Realizar una lectura bíblica
g) Pedir las ofrendas y diezmos
h) Dirigir la oración
i) Dar un testimonio
j) En el momento de orar por peticiones, repartir las peticiones entre los
asistentes para que cada uno ore por alguna
k) Dar los anuncios
l) Organizar los trabajos que se anuncian para realizar en la semana
m) Enseñar
n) Predicar
o) Ministrar sanidad física
p) Ministrar algún don espiritual
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q) Profetizar
r) Orar unos por otros
s) Durante la enseñanza o mensaje, puedes pedir a distintas personas que lean los
versículos bíblicos del tema
t) Estar a cargo de la recepción de la gente
u) Estar a cargo de la preparación anticipada del lugar de reunión
v) Estar a cargo del refrigerio
w) Estar a cargo del ministerio a los niños
x) Otras actividades que el Señor te dirija a realizar
Como ves, aquí enumeramos 23 actividades que puedes repartir entre los integrantes de
la Reunión, pero hay muchas más. Debes ser creativo.
Debes dar oportunidades a cada uno de acuerdo a su avance y desarrollo espiritual. A los
más nuevitos, oportunidades más sencillas; a los más avanzados, oportunidades que
requieren más conocimiento y madurez ministerial.
A cada participante debes pedirle que ore y aún ayune antes de la Reunión, para que el
Señor le use como instrumento de bendición a los demás.

4. Las Tareas y Objetivos de la Casa Iglesia


Planifica y organiza anticipadamente los trabajos de todo tipo que se deben realizar:
trabajos evangelísticos, visitaciones especiales, programas de oración, trabajos
económicos y otros. Dedica tiempo importante a la planificación. Escribe todo lo que
planificas en un cuaderno especial para ello.
Una vez realizada la planificación, organiza el trabajo, asignando a cada uno el rol y las
tareas que le corresponden. Sé muy específico en esto, a fin de que a cada uno le quede
perfectamente clara la participación y la responsabilidad que tendrá.
La comunicación es un asunto clave en el éxito de todo trabajo grupal. Enseña y/o da a
cada uno las instrucciones necesarias para que puedan realizar su trabajo con
efectividad. No des nada por sabido; asegúrate que cada persona está preparada y
capacitada para la tarea que le das. Si no lo está, capacítala.
Una vez entregados los trabajos, fija los plazos para su concreción o cumplimiento. Por
otro lado, pide un compromiso y responsabilidad a cada uno, para poder lograr alcanzar
los objetivos en los tiempos indicados. Pídelo positivamente; genera motivación y
entusiasmo.
Ahora comienza la acción. Permite que cada uno trabaje libremente, mientras tú
supervisas, motivas, corriges lo deficiente, y lideras todo el proceso.
Avanza con tu grupo dando a cada uno lo que necesita: visión, incentivo, motivación,
corrección, exhortación, etc.
Una vez que logres el objetivo, viene el momento de los reconocimientos y
agradecimientos. Haz esto en privado con cada uno, como también en público en la
próxima Reunión de la Casa Iglesia. Agradece a todos y cada uno de los que
participaron, como también da reconocimiento especial a quienes se esforzaron más allá
de lo que se les pidió hacer, y a quienes se preocuparon de ayudar a sus compañeros, o a
producir un clima positivo para el trabajo.

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5. El Crecimiento de la Casa Iglesia
El crecimiento numérico de la Casa Iglesia es un resultado, una consecuencia. No es el
resultado de un solo elemento, sino de varios asuntos que se conjugan para que el
crecimiento se produzca. Trabaja con paciencia, esperanza y fe sobre cada uno de ellos.
Toda Casa Iglesia lleva en dentro suyo la capacidad y la necesidad de crecer; sólo una
Casa Iglesia enferma, o una que haya caído en criterios o prácticas defectuosas no crece.
Todas las células normales del Cuerpo de Cristo tienen un interminable poder de
crecimiento que deben capitalizar y cultivar.
El crecimiento de la Casa Iglesia se refiere a las varias áreas en que ella debe
experimentar aumento; por ejemplo: crecimiento numérico, crecimiento conceptual
(bíblico-teológico), crecimiento espiritual, crecimiento ministerial, crecimiento en
koinonía, crecimiento financiero, etc.
Normalmente, se distingue entre crecimiento y desarrollo, entendiendo el crecimiento
como el aumento numérico, y el desarrollo como el aumento en calidad en las otras
áreas. Cantidad y calidad no siempre van de la mano, aunque debieran. La cantidad se
refiere al aumento de personas en la Casa Iglesia; la calidad, a su crecimiento espiritual,
su avance en el conocimiento bíblico y teológico, su desarrollo de relaciones de amor y
koinonía; su madurez ministerial, etc.
El capítulo que analiza el crecimiento de la Casa Iglesia (Capítulo 13), está enfocado
principalmente en el crecimiento numérico y cuantitativo.

6. La Multiplicación de la Casa Iglesia


La multiplicación de la Casa Iglesia es un objetivo prioritario, y como tal, muchos
esfuerzos y oraciones apuntan hacia allá. Pero debemos saber cómo trabajar a fin de que
la multiplicación se produzca.
La falta de visión acerca de la multiplicación de la Casa Iglesia, definitivamente
impedirá que ésta se produzca, por lo que es imprescindible que los líderes tengan
absolutamente claro que la Casa Iglesia existe para multiplicarse; que ella ha sido dotada
por Dios del poder de la multiplicación, para que el Cuerpo de Cristo se extienda por
toda la tierra.
Cuatro elementos deben conjugarse para que la multiplicación de la Casa Iglesia se
produzca:
(1) Visión de la Multiplicación de la Casa Iglesia
(2) Fe en el los recursos del Señor en la Casa Iglesia para su multiplicación
(3) Sabiduría para establecer y realizar las estrategias que mejor producen la
multiplicación
(4) Trabajo constante y disciplinado en pro de la multiplicación de la Casa Iglesia.
En el capítulo 14 estudiaremos más detenidamente lo referente a la multiplicación de la
Casa Iglesia.

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Nada debe restarle importancia a la Reunión Semanal de la Casa Iglesia. Ella es de tal
importancia, que debemos darle nuestros mejores esfuerzos para su planificación y ejecución. En
la Iglesia Primitiva, los apóstoles guiados por la enseñanza y las instrucciones del Señor
Jesucristo y la dirección del Espíritu Santo, establecieron dos columnas claves para el sostén, la
edificación y el crecimiento de la Iglesia: la Reunión Pública (en el templo) y la Reunión de la
Casa Iglesia (por las casas) (“Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de
enseñar y predicar a Jesucristo” - Hechos 5:42).

Mientras la Iglesia se sostuvo practicando estos dos principios (La reunión masiva para la
predicación de la Palabra, la celebración y la evangelización a las multitudes - La reunión
pequeña para la enseñanza y la doctrina, el partimiento del pan, la comunión, y las oraciones), fue
fuerte y se mantuvo fresca y pura. Pero cuando menospreció la pequeña reunión en las casas y
quitó de manos de los santos el derecho de ministrar, la Iglesia se tornó fría, formalista, legalista.
Era el ministerio de los santos en miles y miles de casas lo que le daba la riqueza y la intensidad
espiritual a la Iglesia del Señor. Eran las reuniones en los hogares lo que mantenía ardiendo el
fuego, y lo que permitía al Espíritu Santo tocar las vidas de los familiares, vecinos, amigos y
conocidos de los anfitriones de esos hogares.

Visto lo anterior, tenemos que entender que la Reunión de la Casa Iglesia no es algo menor que
podamos descuidar, o a lo que podamos darle menos preparación que a las reuniones masivas de
la Iglesia. Las Reuniones de la Casa Iglesia deben ser preparadas con oración y ayuno,
planificando seriamente su desarrollo, y procurando la participación de todos los asistentes.

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Los Objetivos De La Reunión Semanal
De La Casa Iglesia

1. Darle Culto al Señor - El principal propósito por el cual existe la Casa Iglesia, es para
darle culto al Señor. Todo otro propósito es secundario o subsidiario. Nunca debemos perder
de vista esta verdad. Si bien la Casa Iglesia cumple una serie de vitales funciones en la vida
de la Iglesia y de cada miembro en particular, es el ofrecer culto al Señor su primera razón de
ser. El Objeto de nuestra alabanza, de nuestras oraciones, de nuestra consagración, de nuestra
adoración y de nuestras ofrendas es solamente nuestro Señor
♦ Por medio de Oraciones al Señor
♦ Por medio de Entrega y Consagración
♦ Por medio de participar de la Santa Cena
♦ Por medio de Alabanzas, Adoración y Acción de Gracias
♦ Por medio de Ofrendas, Diezmos, Primicias y Votos
La adoración en su sentido amplio, entendida como toda forma de alabanza, gratitud,
devoción y reconocimiento de la Persona de Dios así como de Sus obras, es un ingrediente
normal y fundamental en el culto que los hijos de Dios le dan a su Señor. La Reunión de la
Casa Iglesia debe ser en expresiones de esta clase, por lo tanto, a la vez que deben
impregnarse la Reunión del espíritu de alabanza y adoración, los dirigentes deben dar
espacio en ella para que se le pueda ministrar a Dios los “sacrificios de alabanza” que El
espera de Su pueblo (“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de
alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre”- Hebreos 13:15; “vosotros
también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” - 1 Pedro 2:5)

2. Recibir Vida y Comunión del Señor por medio de participar del Cuerpo y de la Sangre
de Jesucristo - La Iglesia Primitiva (que es nuestro modelo o prototipo de Iglesia),
practicaba el “partir el pan”, o Santa Cena cada vez que se reunían para darle culto a Dios en
las casas (“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros,
en el partimiento del pan y en las oraciones…. Y perseverando unánimes cada día en el
templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón” -
Hechos 2:42,46). Hoy debemos recobrar esta ministración, y avanzar en su profundo
significado. En cada Reunión Semanal de la Casa Iglesia se partirá el pan con alegría y
sencillez de corazón. Los líderes de las Casa Iglesia harán esta ministración, y todos juntos,
participando con fe, “comerán la carne y beberán la sangre del Señor Jesús” , recibiendo así
Su vida (“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del
Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es
verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida” - Juan 6:53-55). Al participar de la
Santa Cena, recibimos Su Vida y Su Comunión de manera íntima y potente.

3. Orar e Interceder por diversas necesidades - Toda Casa Iglesia tiene como objetivo
básico juntarse e integrarse como tal para buscar a Dios por medio de oraciones, rogativas,
intercesión y confesiones. La oración es un elemento vital inseparable de la vida de la Casa
Iglesia. La Casa Iglesia existe para unir a sus integrantes en oración ferviente a nuestro Dios,
buscando Su favor y Sus respuestas. De esta manera, las oraciones toman una parte
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importante del tiempo de la Reunión. Debe, por tanto, destinarse momentos específicos
durante la Reunión para ejercitar diversas formas de oración y ruego al Señor. Por otro lado,
las oraciones deben ser fervorosas, intensas, llenas de fe y confianza.

4. Edificar a los Miembros de la Casa Iglesia por medio de la Ministración de la Palabra -


La enseñanza de la doctrina y los principios bíblicos es algo que la Casa Iglesia debe realizar
responsablemente. Debe proveerse en cada Reunión un tiempo consagrado a ministrar la
Palabra de Dios por medio de la enseñanza, preparando cada estudio o prédica de la manera
más diligente y responsable, dando así a los miembros del grupo el alimento espiritual que
necesitan. La enseñanza debe ser clara, precisa, orientadora, pertinente, aplicable, ungida y
edificante.

5. Promover y fortalecer la Comunión de los Santos por diversos medios - Un importante


objetivo de la Reunión Semanal es la Comunión entre los miembros de la Casa Iglesia. Quien
dirige la Reunión debe promover el saludarse, tomarse las manos para orar, orar unos por
otros, expresarse afecto y amor cristiano, y diversas expresiones que estimulen a los
asistentes al amor de Dios, el compañerismo, la camaradería y la comunión. Debe “crear” un
ambiente saludable de sencillez, amabilidad, aceptación y libertad entre los participantes.
Este es el clima propio de la verdadera reunión cristiana.

6. Dar oportunidad a la Ministración de los Dones Espirituales - De manera ordenada,


todos deben tener oportunidad de participar en la Reunión, y de ministrar los dones que el
Señor les ha dado, de acuerdo a la ocasión y momento (Cada uno según el don que ha
recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre
conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a
quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén - 1 Pedro 4:10-11).
Quien dirige la Reunión coordinará estas intervenciones, produciendo un apropiado balance y
armonía entre todas las partes de la reunión, dando a cada una el tiempo necesario. Si los
miembros de la Casa Iglesia fueren muchos, será difícil dar oportunidad a todos en cada
Reunión, por lo que se deberá usar sabiduría práctica para administrar los tiempo de la
Reunión, dando participación a unos una vez y a otros en la próxima.

7. Ministrar a las Necesidades de los Miembros de la Casa Iglesia - Las personas asisten a
la Reunión de la Casa Iglesia con sus necesidades personales, entendiendo que ésta es una
oportunidad de recibir ministración del poder de Dios a través de sus otros hermanos. Por lo
tanto, se debe ministrar en cada Reunión a las necesidades que la gente tiene de recibir
respuestas a la oración, sanidades, milagros, liberaciones, etc. Al ministrar, el Espíritu Santo
tendrá la oportunidad de bendecir a los asistentes con su poder y su gracia. Nadie que tenga
dificultades que re quieran la intervención del Señor, debe regresar a su casa sin que se haya
hecho oraciones o ministraciones a su favor.

8. Evangelizar y Ganar Personas para Cristo - La Casa Iglesia es llamada “Evangelística”


precisamente, debido al propósito de ser ella una herramienta evangelizadora. Los miembros
del grupo, además de estar ganando almas para Cristo en su actividad diaria, invitan a la
Reunión a gente interesada en el Evangelio, quienes, con mucha probabilidad, entregarán sus
vidas a Cristo en el transcurso de ella. En ocasiones todos los asistentes serán salvos, pero en

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otras no. En estas oportunidades entonces, “se tirará la red”, y quienes reciban a Cristo serán
bautizados inmediatamente en las aguas, y se les ministrará el bautismo con el Espíritu Santo.

9. Organizar la Ayuda y el Cuidado Mutuo - Se debe ser muy práctico a la hora de


organizar la ayuda mutua; ésta procura cubrir o ayudar a cubrir las necesidades más
perentorias de los hermanos en aflicción. Antes de la Reunión se debe tener una apreciación
de la dificultad y las áreas de ayuda más necesarias, y planificar lo que se intentará cubrir
solicitando ayuda a los hermanos de la Casa Iglesia. Luego, en la Reunión misma, se procede
a poner la necesidad a consideración de los hermanos, y se organiza la ayuda.

10. Anunciar y Organizar los Trabajos de la Casa Iglesia; Repartir Tareas a cada
Integrante - Cada semana la Casa Iglesia se ocupa en diversos tipos de trabajo, que son
parte de la vida y actividades del grupo. Estos trabajos pueden ser de orden evangelístico,
ayuda mutua, cadenas de oración y ayuno, trabajos económicos, organización de ágapes y
refrigerio, preparación del lugar de la Reunión, etc. El líder planificará antes de la Reunión
todo lo que presentará en ella. Y cuando sea el momento de los anuncios y demás, distribuirá
las tareas a cada uno, y terminará de organizar en forma breve los últimos detalles.

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1. Preparación Previa
♦ La Reunión de la Casa Iglesia comienza mucho antes del día y hora establecidos para
ella. La reunión comienza, o debe comenzar, con la oración y preparación de todos los
que participarán en ella.
♦ La preparación para dirigir la Reunión o desarrollar participaciones en ella es clave;
fundamental. El clima y la bendición de la Reunión no serán los mismos cuando los que
dirigirán o tomarán partes de la dirección se han preparado previamente en oración y
ayuno, que cuando no se han preparado.
♦ La preparación para la Reunión debe hacerse con días de anticipación, comenzando a
orar por ella por lo menos una semana antes (Termina la reunión de esta semana, y esa
misma noche comenzamos a orar por la Reunión de la semana próxima)
♦ La preparación espiritual de los participantes incluye:
* Oraciones e intercesión la semana previa a la Reunión
* Ayuno por lo menos el día de la Reunión
* Cadena de oración entre todos los integrantes de la Casa Iglesia el día de la
Reunión
♦ El otro aspecto de la preparación, es la que debe hacerse respecto de la parte que nos
toca cumplir. Quién da la Palabra debe estudiar y preparar ricamente su mensaje; quien
dirige la alabanza debe ensayar y tener todo listo y dispuesto para ese día; quien dirige o
coordina debe elaborar un programa de la Reunión, estableciendo los tiempos para cada
parte; etc.
♦ Por lo menos media hora antes de la Reunión, todos los que tendrán parte en el programa
de la reunión, se deben juntar para orar a Dios y preparar su espíritu y su alma delante
del Señor.

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2. Bienvenida y Apertura
♦ La reunión comienza formalmente con un saludo y una bienvenida de parte del que
dirige, los que deben ser entusiastas y alegres.
♦ Se debe describir muy brevemente lo que será la Reunión, asegurando la bendición del
Señor para todos los participantes de ella.
♦ Estas palabras dan por iniciada la Reunión, y quien dirige toma el mando espiritual de
ella.

3. Invocar al Señor
♦ La manera práctica en que invocamos al Señor en nuestras reuniones y en la vida diaria,
es así: Primero, respiramos profundamente varias veces para tranquilizarnos y
concentrarnos en el Señor. En seguida, invocamos al Señor con palabras como: “Señor
Jesús, ven”..... “Oh, Señor Jesús”..... “Señor Jesús, te amo”
♦ Invocamos al Señor con todos los asistentes varias veces durante la Reunión, dejando
que la Presencia del Señor nos invada. Momentos muy especiales ocurren cuando
invocamos a nuestro Señor.
♦ Podemos comenzar cada Reunión de la Casa Iglesia invocando Su Nombre por unos
momentos, dejando así que el Señor se manifieste y tome el control de ella.

4. Oraciones
♦ Habrá oraciones en distintos momentos de la Reunión: al iniciar, al terminar, al pedir por
las necesidades, al ministrarse unos a otros, antes de la Palabra, etc.
♦ Se debe utilizar distintos tipos de oración para cada momento, de acuerdo al criterio y la
guianza del Espíritu Santo sobre el coordinador, por ejemplo:
* El que dirige (o cualquier otro hermano designado) orando, y los demás
respaldando con su Amén.
* El que dirige (o cualquier otro hermano designado) guiando la oración, y los
demás repitiendo parte por parte hasta terminar.
* Varios hermanos designados para orar por distintos asuntos. Uno a uno van orando
y todos los demás apoyan con su Amén.
* Divididos en pequeños grupos, orando en círculo
* Divididos en pequeños grupos, haciendo oración profética
* Todos orando a la vez, sin que nadie esté llevando la dirección de esa oración
* Todos orando en lenguas
* Varias otras maneras
♦ Los momentos de oración deben ser poderosos, llenos de fe y unción, dando el lugar y la
libertad al Espíritu Santo para guiar y controlar la oración de la Casa Iglesia. Lo anterior
no significa que todas las oraciones deben ser hechas con voz potente y gritos, aunque
algunas seguramente sí serán así. La profundidad de la oración está determinada por la
entrega a Dios que hacemos todos los asistentes, de nuestros pensamientos,
sentimientos, emociones, afectos y espíritu, en los momentos de oración. El coordinador
debe motivar y persuadir con sus palabras para que esta consagración y rendición se
produzca en cada oración.

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5. Presentaciones y Saludos
♦ Después de la bienvenida, la invocación al Señor y la oración de apertura, debemos
presentar a nuestros invitados (es mejor decir invitados que decir visitas). Pida que digan
su nombre y déles la bienvenida; los demás pueden aplaudir.
♦ Una vez que todos los invitados han sido presentados (si lo ve conveniente, después de
presentar a los invitados, puede pedir que los miembros de la Casa Iglesia se levanten y
se presenten diciendo cada uno su nombre y el sector donde viven, o algún otro dato
relevante), pida que se saluden entre todos (“Saludaos los unos a los otros con ósculo
santo” - Romanos 16:16; “Saludad a todos los hermanos con ósculo santo” - 1
Tesalonicenses 5:26). Dé unos momentos para que todos alcancen a saludarse y
bendecirse.

6. Alabanzas
♦ Las alabanzas son una parte importante de la Reunión de la Casa Iglesia, por lo tanto, se
debe planear muy bien lo que se hará en el tiempo de esta ministración a Dios: lo que se
cantará, los cantos que se enseñarán, los momentos de cantos alegres y rítmicos, y los
momentos de adoración e intimidad con Dios en la alabanza, etc.
♦ El encargado de la alabanza debe tener todo dispuesto antes de comenzar la Reunión: El
programa de cantos y alabanzas de la Reunión, los instrumentos musicales, sonido si se
usará, carpetas de coros, proyector (si se cuenta con él), CD de música de fondo, equipo
de reproducción de CD, etc.
♦ Los momentos de alabanzas por medio de cantos deben ser vibrantes, alegres, llenos de
gozo y entusiasmo. Los momentos de adoración por medio de canciones serán intensos,
íntimos, profundos, sensitivos.

7. Partimiento del Pan


♦ Cada vez que nos juntamos “partimos el pan” con alegría y sencillez de corazón (“Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones… Y perseverando unánimes cada día en el
templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de
corazón” - Hechos 2:42, 46). El partimiento del pan o Santa Cena es una parte integral
de la Reunión de la Casa Iglesia, así como también lo es de las Reuniones Generales de
la Iglesia..
♦ Debe haber alguien encargado de preparar los elementos de la Santa Cena y tener todo
dispuesto en el momento de ministrarla.
♦ De acuerdo a lo que se planifique, la Santa Cena será ministrada por el Coordinador, el
Líder de la Casa Iglesia, o quien él nombre para esta ministración. Esta persona leerá los
versículos bíblicos apropiados, hará una breve reflexión, consagrará los elementos y los
entregará a quienes lo repartirán a los asistentes. Instruirá a todos para esperar que todos
hayan recibido el pan y el jugo de la vid para entonces recién participar todos juntos. Si
sólo hubiere una copa, entonces todos recibirán el pan y lo comerán juntos, y luego
participarán de la copa uno a uno hasta terminar.

8. Ministración de la Palabra
♦ La Palabra de Dios es ministrada varias veces durante la Reunión de la Casa Iglesia, y de
distintas maneras: Lecturas Bíblicas, Breves Reflexiones, Mensaje Central o Estudio de
Enseñanza

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♦ Lecturas Bíblicas: Se realizarán una o más lecturas bíblicas durante la Reunión. Puede
hacerse por ejemplo: (a) La lectura de un pasaje extenso de una sola vez, sin comentario
(b) Lectura de varios pasajes distintos en distintos momentos de la Reunión. La
condición es que sean breves; quizá de dos o tres versículos solamente. También se
harán sin comentario.
♦ Reflexiones Breves de la Palabra: Una persona designada previamente, lee un pasaje
bíblico y reflexiona brevemente sobre él, por no más de 5 minutos. Dado el tiempo que
debe durar la Reunión, no puede haber más que una sola reflexión por Reunión.
♦ Mensaje Central, o Estudio de Enseñanza: Esta es, sin duda, la ministración principal de
la Palabra de Dios durante la Reunión. Tendrá una extensión de tiempo de unos 20
minutos. Debe ser clara y sencilla; ungida; que llene necesidades reales de los asistentes;
que sea aplicable.

9. Acciones de Gracias - Testimonios


♦ Se dará oportunidad en cada Reunión para algunos testimonios breves. El coordinador o
quien sea designado dirigirá esta parte, conduciendo los testimonios de las personas por
medio de preguntas. No entregará la oportunidad de testificar libremente, sino que
tendrá el control por medio de ir preguntando lo que sea importante y pertinente en el
testimonio y la acción de gracias.
♦ Es un riesgo entregar oportunidades libres para testificar, por varias razones:
(a) Quienes testifican generalmente no saben medir el tiempo razonable para dar su
testimonio, y para algunos es muy difícil controlarse cuando tienen oportunidad de
hablar
(b) Si no haces preguntas precisas, la persona se saldrá de los asuntos importantes y
pertinentes, y terminará seguramente en temas secundarios, tomando finalmente más
tiempo del que se dispone para esta parte
(c) Algunos usarán la oportunidad de estar hablando frente a todos, para reprender a
los hermanos, descargar su descontento, o hacer alguna mini prédica. Por estas
razones y otras, nunca des oportunidad de testificar, sin mantener el control por
medio de preguntas.

10. Ministraciones Sobrenaturales


♦ En cada Reunión de la Casa Iglesia el Señor se quiere manifestar poderosamente, y lo
hará a través de los mismos miembros que ministren el poder y la gracia de Dios que
está en ellos, y los dones que Dios les ha dado.
♦ Las ministraciones sobrenaturales que ocurren en la Reunión de la Casa Iglesia pueden
ser de tres tipos:

* (1) Revelación.- Dios revela de manera sobrenatural a algunos de los miembros de


la Casa Iglesia asuntos importantes acerca de los presentes, de personas de la
Iglesia, de la Iglesia misma, de la comunidad donde viven, del país, etc. Esa
revelación es compartida de manera edificante por quien la recibió. Debido a los
riesgos que a veces ésto implica (cuando la revelación se refiere a asuntos
delicados de la vida de las personas), los líderes deben establecer claramente los
principios y las maneras edificantes que se debe seguir para compartir lo que se
recibe de Dios por revelación; cuándo compartirla en la Reunión, cuándo hacerlo
en privado, y cuándo no compartirla.

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* (2) Inspiración.- Estas son las manifestaciones de los dones de lenguas,
interpretación de lenguas y profecía. En la Biblia hay regulaciones claras en
cuanto a cómo ministrar estos dones en la congregación (1 Corintios 14).
* (3) Poder.- Las ministraciones del poder de Dios pueden incluir: Salvación,
Bautismo en Agua, Bautismo con el Espíritu Santo, Sanidades físicas, Sanidad
Interior, Liberaciones, Caer bajo el poder, etc.
♦ Debe dejarse tiempo para la ministración del poder y la gracia del Señor. Este es el
momento de ser sanados, bendecidos, etc.
♦ Las ministraciones deben ser rápidas y efectivas, debido a las limitaciones de tiempo, y a
que debe darse tiempo y espacio para todas las partes de la Reunión.

11. Diezmos, Ofrendas y Otros


♦ Una parte bien importante de la Reunión es el momento en que hacemos ofrendas
financieras al Señor. Este ofrecimiento de bienes materiales es parte troncal de la
adoración que el Señor espera de nosotros.
♦ Ofrecemos a Dios con gratitud:
(1) Diezmos de todo lo que recibimos,
(2) Ofrendas regulares,
(3) Ofrendas especiales,
(4) Votos
(5) Primicias.
♦ Debe dársele la importancia que tiene a esta parte de la Reunión, citando algún pasaje
bíblico, haciendo una pequeña reflexión, y animando a los hermanos a dar con alegría y
gratitud al Señor.
♦ Además, una vez que las personas le dan a Dios sus diezmos, ofrendas y otros, se debe
orar por los que han dado a Dios, pidiendo y declarando la bendición de Dios en todas
las áreas de la vida de las personas. Es también la oportunidad para ministrar milagros
de tipo material.

12. Anuncios e Instrucciones


♦ Generalmente el Líder tomará esta parte (a menos que designe a alguien que pueda
realizarla de manera motivante), dando los anuncios de las próximas actividades de la
Casa Iglesia, organizando los últimos detalles, repartiendo las tareas, y motivando a la
acción.
♦ Quien tome esta parte debe ser muy claro, preciso y conciso, sin tomar más tiempo del
que dispone.

13. Otros
♦ De acuerdo a las necesidades o las posibilidades de la Reunión, se pueden realizar
algunas otras actividades edificantes, como ser:
* Rompehielos - Se realiza al iniciar la Reunión con algunos objetivos:
(a) “Romper el hielo” inicial que ocurre en cualquier reunión donde no todos se
conocen, o donde no tienen mucha confianza entre sí., y provocar un clima de
confianza, alegría y participación
(b) Conocerse entre todos (nombre, edad, etc.)

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* Refrigerio - Se puede preparar un refrigerio sencillo para todos al terminar la
reunión, lo que, además de ser una gentil atención a los asistentes, provoca la
conversación, la apertura y la comunión.
* Actuaciones especiales - Personas con dones y talentos artísticos pueden
ministrar y bendecir a los demás con: (a) Canciones especiales, (b) Poemas, (c)
Obras de teatro breves, (d) Etc.

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1. Dar a Dios Nuestro Culto Colectivo
♦ El centro de la Reunión de la Casa Iglesia no son las personas que asisten, ni sus
necesidades, ni sus deseos, ni sus realidades. El centro y la razón de este encuentro es el
Señor. Esto debe estar bien claro para todos.
♦ La Reunión de la Casa Iglesia es una gran oportunidad de dar nuestro culto colectivo al
Señor. Cada día le damos a El nuestro culto privado en forma individual, pero cuando
nos reunimos, tenemos la bendita oportunidad de unir nuestros espíritus y nuestra
adoración y alabanzas, para ofrecerle a El todos juntos “sacrificios espirituales
aceptables.... por medio de Jesucristo” (1 Pedro 2:5)
♦ Darle culto al Señor es ofrecerle algo. No es venir a su Presencia para recibir sino para
dar. No podemos venir a El con las manos vacías (“ninguno se presentará delante de
Jehová con las manos vacías” - Deuteronomio 16:16). El culto a Dios se realiza
entregándole y ofreciéndole lo que le traemos: amor, alabanzas, adoración, acción de
gracias, ofrendas, diezmos, primicias, votos, devociones, danzas, etc. Esto no significa
que no vengamos a El para recibir también lo que necesitamos, sino que es establecer
claramente la prioridad del culto: ella es amar, ofrecer, adorar y besar al Señor. Lo
demás lo recibiremos en su momento, pero lo prioritario nunca debe pasar a segundo
plano, ni perder su importancia.
♦ La reunión de la Casa Iglesia es, por lo tanto, primeramente para darle culto colectivo a
nuestro Dios.

2. Traer Placer al Corazón del Señor


♦ Nuestro culto puede traer gozo al corazón del Señor, o puede llegar a ser una ofensa a Su
persona y Su santidad (“El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la
oración de los rectos es su gozo” - Proverbios 15:8). Le damos adoración al Señor con
el propósito de traer placer y gozo a Su corazón. Que el Señor se goce en nuestras
canciones, que le agraden nuestras alabanzas, que disfrute nuestras oraciones, y que se
regocije en nuestras ofrendas, son objetivos prioritarios de nuestro culto a Dios.
♦ Somos llamados a ofrecer al Señor “sacrificios espirituales aceptables” (1 Pedro 2:5).
De hecho, hay sacrificios que le desagradan y le ofenden profundamente (“El hijo
honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi

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honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros,
oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos
menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis:
¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es
despreciable. Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo?
Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu
príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero
¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos. ¿Quién
también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no
tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano
aceptaré ofrenda. Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi
nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda
limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y
cuando decís que su alimento es despreciable. Habéis además dicho: ¡Oh, qué
fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado,
o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice
Jehová. Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y
sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos,
y mi nombre es temible entre las naciones” - Malaquías 1:6-14). No podemos entonces,
de manera irresponsable y descuidada, o con una motivación incorrecta, ofrecerle a Dios
nuestro culto personal o colectivo.
♦ Si participamos de la mesa del Señor “sin discernir el cuerpo de Cristo”, comemos y
bebemos juicio para nosotros mismos, y eso traerá el castigo del Señor con
enfermedades y aún, la muerte (“De manera que cualquiera que comiere este pan o
bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del
Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la
copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor,
juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre
vosotros, y muchos duermen. Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no
seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no
seamos condenados con el mundo” - 1 Corintios 11:27-32)
♦ El culto del Señor es algo sagrado: alegre, espontáneo, íntimo, intenso, participativo,
etc., pero sagrado, santo. Es principalmente para El, por lo tanto, le debe agradar; debe
traer gozo y placer a su corazón. Debemos, por lo tanto, ocuparnos en darle las mejores
alabanzas, las oraciones más sinceras y espirituales, las ofrendas con mayor gratitud y
alegría, la más sensible adoración. Haciendo así, le agradaremos y Su presencia
permanecerá en cada una de nuestras reuniones.

3. Deleitarnos en el Señor
♦ Gozarse es un mandamiento del Señor para Su Pueblo (“Regocijaos en el Señor
siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” - Filipenses 4:4). Por todo el Antiguo
Testamento, y también en el Nuevo, hay mandatos y exhortaciones a gozarnos en el
Señor. El pueblo del Señor debe gozarse en Su Señor.
♦ Para entrar a la presencia del Señor a darle culto existe un protocolo, sintetizado en el
Salmo 100. Se nos ordena entrar al culto del Señor con cánticos, servicio,

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reconocimiento, acciones de gracias, alabanzas y bendiciones al nombre del Señor; todo
esto, en un clima de alegría y regocijo.
♦ La primera prioridad de nuestro culto es traer placer al Señor, la segunda prioridad es
gozarnos y deleitarnos en El (“Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las
peticiones de tu corazón” - Salmos 37:4; “Me mostrarás la senda de la vida; En tu
presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” - Salmos 16:11).
Nuestro espíritu necesita disfrutar al Señor para estar fuerte y ser edificado.
♦ Venimos a la presencia del Señor para aclamarlo a El (“Alegraos, oh justos, en
Jehová; En los íntegros es hermosa la alabanza. Aclamad a Jehová con arpa;
Cantadle con salterio y decacordio. Cantadle cántico nuevo; Hacedlo bien, tañendo
con júbilo.” - Salmos 33:1-3; Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. Cantad la
gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza. Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas
son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos. Toda la
tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre” - Salmos 66:1-4).
♦ Venimos a la presencia del Señor para deleitarnos en El (“Cantad a Jehová cántico
nuevo; Su alabanza sea en la congregación de los santos. Alégrese Israel en su
Hacedor; Los hijos de Sion se gocen en su Rey. Alaben su nombre con danza; Con
pandero y arpa a él canten. Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo;
Hermoseará a los humildes con la salvación. Regocíjense los santos por su gloria, Y
canten aun sobre sus camas” - Salmos 149:1-5)
♦ Si con tu culto deleitas al Señor y te deleitas en El, has logrado el mayor objetivo.
Indudablemente, los demás también se cumplirán.

4. Recibir y Disfrutar la Presencia de Dios


♦ Los hijos de Dios tenemos una gran necesidad de Dios; de “sentir” a Dios; de ser
tocados por El. Amamos y valoramos los momentos en que en nuestro espíritu somos
conscientes de su Presencia y Manifestación.
♦ La Reunión de la Casa Iglesia nos da la oportunidad de recibir y disfrutar la Presencia de
Dios de una manera íntima y cercana. En cada Reunión, Dios está allí para entrar en
contacto con nosotros; El desea darse, revelarse, manifestarse a nosotros. Pero debemos
abrir nuestro corazón y disponer nuestro espíritu para poder percibir Su Presencia. Una
vez que lo hacemos, El nos concede generosamente el disfrute de su Persona, el placer
de su Intimidad.
♦ En cada Reunión debemos buscar a Dios con sinceridad y con intensidad hasta
encontrarlo y sentirlo en nuestro espíritu. La Reunión es eso: una Reunión, un Encuentro
entre el hombre y Dios. Si ese Encuentro no se produce, la Reunión no logró su objetivo.

5. Recibir la Manifestación del Espíritu


♦ Además de recibir la Presencia del Señor, en la Reunión de la Casa Iglesia buscamos
recibir Su Manifestación y Su Unción. El Espíritu se manifiesta sólo cuando le
permitimos hacerlo. Si nos le damos libertad al Espíritu de Dios, no tendremos Su
Manifestación y Su Unción.
♦ En la Reunión, el Espíritu puede manifestarse de diversas maneras: afectando nuestras
emociones, revelándonos diversos asuntos, hablando palabras a Su pueblo, realizando
milagros, llenándonos de El Mismo, inspirándonos en diversas expresiones de
espirituales: cantos, danzas, acciones de guerra espiritual, visiones, éxtasis, etc.

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♦ A cada Reunión vamos abiertos para recibir estas manifestaciones del Espíritu de Dios.
Una vez que ellas aparecen, debemos recibirlas y expresarlas con la sabiduría del Señor,
a fin de que sean para edificación de los presentes
♦ La sabiduría en expresar las manifestaciones del Espíritu es muy importante, porque ella
nos permite administrar adecuadamente las expresiones de esa manifestación, y
coordinarlas armoniosamente con las otras partes del culto del Señor. Cuando no lo
hacemos así, los hermanos no son edificados, y algunos de ellos podrían ser ofendidos o
escandalizados.

6. Recibir la Ministración de la Palabra


♦ Una de las importantes razones por las que nos congregamos en la Casa Iglesia, es para
escuchar la voz de Dios que nos habla por medio de Su Palabra y quienes la exponen. El
Señor nos enseña y nos dirige a través de la ministración de Su Palabra.
♦ Se cumple este objetivo de recibir la ministración de la Palabra de Dios en nuestras
vidas, cuando ella es aceptada, creída y recibida por los oyentes, y aplicada
decididamente a sus vidas.
♦ Los predicadores y maestros de la Casa Iglesia deben ser absolutamente conscientes de
que hay una estrecha relación entre la gracia y la unción con que ministramos la Palabra,
y la fe que se despierta en los que la oyen. Si el expositor de la Palabra no es claro, o no
se ha preparado espiritualmente para ministrarla, él mismo puede estar siendo un
obstáculo para que el Espíritu de Dios pueda hablar a través suyo a los oyentes Su
Palabra.
♦ Cada uno de nosotros debe venir a la presencia del Señor con el corazón abierto y
dispuesto para oír, creer y obedecer la Palabra y los mandatos de nuestro Dios
(“Maravillosos son tus testimonios; Por tanto, los ha guardado mi alma. La
exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples. Mi boca abrí y
suspiré, Porque deseaba tus mandamientos” - Salmos 119:129-131; “Por lo cual,
desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la
palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si
alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre
que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se
va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la
libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra,
éste será bienaventurado en lo que hace” - Santiago 1:21-25).

7. Recibir la Ministración del Poder de Dios a Nuestro Favor


♦ Un importante objetivo de nuestros cultos en las casas es la ministración del poder de
Dios a nuestro favor, a fin de que se hagan sanidades, milagros y respuestas
sobrenaturales a nuestras plegarias.
♦ La vida y el culto de la Iglesia Primitiva se caracterizaban por las grandes
manifestaciones del poder de Dios realizando milagros y maravillas a favor de los
necesitados (“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos
con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda
persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles” - Hechos
2:42,43; “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y
ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas

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en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del
Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos” - Hechos 4:32-33; “Y por la
mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban
todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a
juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el
Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; tanto que
sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar
Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aun de las ciudades
vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus
inmundos; y todos eran sanados” - Hechos 5:12-16). Estas manifestaciones del poder
de Dios eran lo normal, lo esperado en cada reunión.
♦ Cuando Pablo desarrolla su obra apostólica y misionera, sigue este mismo patrón de
ministraciones poderosas (“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para
anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi
palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino
con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la
sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” - 1 Corintios 2:1-5)
♦ Las personas que viene al culto de la Casa Iglesia deben recibir sanidades y milagros
toda vez que lo necesiten. Debe ministrarse regularmente a las necesidades de ellos con
el poder de Dios, permitiéndole a El realizar maravillas y milagros para Su gloria y
alabanza.

8. Practicar la Comunión con los Hermanos, la Koinonía


♦ Un objetivo también importante y cotidiano de nuestras Reuniones de la Casa Iglesia, es
la práctica de la Koinonía. Vamos para deleitar al Señor, deleitarnos en El, recibir Su
Palabra, ser bendecidos por Sus milagros, y además, hacer práctica nuestra comunión
con los hermanos de varias maneras prácticas:
* Saludándonos unos a otros con beso santo (“Saludaos los unos a los otros con
ósculo santo” - Romanos 16:16)
* Estimulándonos al amor y las buenas obras (“Y considerémonos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas obras” - Hebreos 10:24)
* Exhortándonos y animándonos unos a otros (“no dejando de congregarnos,
como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más,
cuanto veis que aquel día se acerca” - Hebreos 10:25; “La palabra de Cristo
more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en
toda sabiduría” - Colosenses 3:16)
* Compartiendo nuestros bienes con los que tienen necesidades (“compartiendo
para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad” - Romanos
12:13)
* Practicando la empatía con los hermanos (“Gozaos con los que se gozan; llorad
con los que lloran” - Romanos 12:15)
* Teniendo actitudes de unidad y buscando la unanimidad (“Unánimes entre
vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes” - Romanos 12:16;
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que
habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino
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que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” -
1 Corintios 1:10)
* Orando unos por otros (“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos
por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” -
Santiago 5:16)
* Ministrándonos unos a otros los dones que hemos recibido (“Cada uno según el
don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de
la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras
de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para
que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y
el imperio por los siglos de los siglos” - 1 Pedro 4:10-11)
* Etc.
♦ Se deben usar todas las maneras posibles para estimular la comunión en la Reunión de la
casa. No desestime ninguna de las formas de practicar la Koinonía y el compañerismo.

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1. Actitudes
♦ Quien dirige la Reunión de la Casa Iglesia debe tomar las actitudes más saludables y
propicias para desarrollar el Culto del Señor:
* Actitud general positiva
* Buscar la gloria del Señor
* Buscar la edificación de todos
* Respeto por las personas
* Dar libertad al Espíritu
* Generar un clima de alegría en la alabanza
* Generar un clima de devoción y solemnidad en la adoración

2. Posición Física
♦ De acuerdo a la cantidad de asistentes y a la ocasión, la Reunión se puede dirigir estando
el coordinador sentado o de pie. Cuando el grupo es pequeño, puede hacerlo
mayormente sentado, pero cuando el grupo crece, llega el momento en que será más
propicio dirigir de pie.
♦ Igualmente ocurre con los asistentes. De acuerdo a la dirección del coordinador, ellos
estarán de pie o sentados para alabar, adorar, etc. En las oraciones, pueden orar de pie,
sentados o arrodillados. Para escuchar la Palabra, estarán normalmente sentados.

3. Motivando
♦ Una de las principales funciones del coordinador es motivar a los asistentes para que
juntos, en unidad, le den a Dios el mejor culto posible. No debe ahorrar esfuerzos en esta
tarea de animar y estimular a todos a darle a Dios un culto que le agrade.
♦ Motivar es una tarea compleja; no es sencilla. Por lo tanto, todo director de cultos
celulares debe aprender y perfeccionarse en este arte espiritual que es la dirección del
culto a Dios. Algunas de las maneras de motivación más frecuentemente usadas por los
coordinadores son:
* Lectura y micro reflexión de versículos bíblicos relacionados con el culto al
Señor (alabanza, adoración, oración, etc.)
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* Palabra de incentivo y ánimo del coordinador estimulando a los asistentes a
cantar, levantar las manos, aplaudir, etc.
* Hacer que los asistentes se tomen de las manos al orar.
* Ejecutar música para acompañar los cánticos
* Gritar todos consignas y sonidos al unísono (“Cristo vive”.... “gritos de júbilo”...
etc.)
* Hacer repetir a todos oraciones guiadas por el coordinador u otra persona.
* Pedir que todos juntos oren en lenguas según son guiados por el Espíritu.
* Etc.

4. Cómo generar la participación


♦ Al producir un clima de motivación, la participación se da como resultado natural. Lo
primero por tanto es generar este clima de alegría y libertad. Una vez logrado esto,
debemos actuar en forma práctica para propiciar la participación de todos o la mayoría.
♦ Se debe incentivar a los asistentes a participar cuando la oportunidad es libre; por
ejemplo:
* Los momentos para dar testimonios y acciones de gracias
* Momentos para orar uno por uno
♦ De acuerdo a la ocasión y momento, se pedirá a algunos voluntarios que ministren a los
enfermos o necesitados de oraciones
♦ Debemos ser muy creativos para aumentar y extender las oportunidades de participación
que damos a los asistentes al Culto de la Casa Iglesia.

5. Sensibilidad al Espíritu
♦ La posición espiritual que el coordinador ocupa en el Culto Colectivo de la Casa Iglesia,
es decididamente fundamental para el desarrollo y el éxito de la Reunión. Todo director
debe estar consciente de esto. Es él, el nexo o puente principal que Dios desea usar para
coordinar cada parte del culto, a fin de que el propósito divino para esa reunión se
cumpla a cabalidad. El Señor tiene un propósito para cada Reunión con Su pueblo; la
persona que dirige puede facilitar o dificultar el cumplimiento de tal objetivo divino.
♦ De acuerdo a lo anterior, se requiere entonces del coordinador la máxima sensibilidad en
percibir la voluntad del Señor para ese Culto en particular. En los días previos a la
Reunión, Dios desea hablar a quien El usará para conducir a Su pueblo a Su presencia,
por eso, se debe estar atento a escuchar al Señor. Pero sobre todo, durante la Reunión
misma, el Espíritu Santo irá dando directivas claras y precisas al coordinador, para que
su desempeño coincida con lo que el Señor espera que se haga.
♦ En todo momento del Culto, el coordinador debe ser sensible y estar atento a la voz del
Espíritu, tanto “para acelerar como para frenar”. Por ejemplo: quizá en un determinado
momento el Espíritu está produciendo una obra especial por medio de una canción en
particular, y lo indicado por El es que esa canción se repita varias veces, lo cual el
coordinador debe obedecer para no perjudicar lo que el Señor está realizando. En otro
momento, se comienza a cantar una canción que decididamente no es la apropiada, lo
que comienza a afectar o “bajar” el nivel espiritual de la Reunión; en este caso, se debe
dejar de cantarla y alabar con el cántico preciso. Todo este tipo de indicaciones se
reciben de parte del Espíritu cuando estamos abiertos y sensibles a El.

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6. El espíritu de la Reunión
♦ ¿Cómo debe ser la Reunión de la Casa Iglesia? ¿qué características debe tener? ¿cuál es
el espíritu y el clima que la deben gobernar?. Todas estas preguntas y otras de la misma
clase deben ser correctamente respondidas por quienes dirigen nuestros Cultos
Celulares.
♦ En términos generales, las características que describen el espíritu que debe gobernar la
Reunión son:
* La Reunión debe ser alegre; debe manifestar el gozo del Señor
* Debe haber un clima de devoción y amor al Señor
* Debe manifestarse la adoración de manera profunda y emotiva
* La reunión debe ser intensa; no superficial
* Las oraciones deben ser fervorosas, llenas de fe
* Un alto clima de fe en el Señor
* El espíritu de la reunión debe ser absolutamente positivo, dejando a un lado todo
negativismo
* El Espíritu Santo debe tener libertad para manifestarse y operar sin estorbos
* Debe hacerse todo decentemente y con orden (“hágase todo decentemente y con
orden” - 1 Corintios 14:40)

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A. Orar E Interceder Por Tu Casa Iglesia
Y Sus Miembros
1. Orar e Interceder, tu Primera Tarea
♦ Desde siempre venimos enseñando e insistiendo en la importancia de la oración personal.
Cada discípulo debe convertirse en un hombre o mujer de oración. Esta es la oración
personal, diaria y devocional.
♦ Por otro lado, cada Líder de Casa Iglesia debe tener claro que las personas de su grupo le
han sido entregadas por Dios para su cuidado, crianza y formación, por lo tanto, con la
responsabilidad de buen pastor, debe velar por ellos, y esforzarse por su crecimiento y
desarrollo. La intercesión diaria por los suyos es uno de los trabajos fundamentales que
toca a cada Líder.
♦ La Oración, pues, y la Intercesión, son la primera y fundamental tarea de los líderes
celulares. Nada que hagan les eximirá de esta responsabilidad esencial.

2. La Guerra Espiritual por los Tuyos


♦ Cuando hablamos de intercesión, hablamos de otra esfera de la oración. La intercesión te
introduce en un ámbito de lucha por las personas, responsabilidad espiritual por aquellos
por los que intercedemos, cuidado espiritual y protección de los que nos han sido
entregados.
♦ Satanás es el enemigo declarado de las almas, y sobre todo de aquellos que le han sido
arrebatados; los que han sido sacados de su reino de tinieblas y trasladados al Reino de
Dios. El luchará con todo lo que posee a fin de recuperar a los que perdió. El procurará
afectarles a ellos de diversas maneras; también tratará de dañar al Líder que tiene a cargo
a los nuevos cristianos. Si puede, intentará afectar a toda la Iglesia.
♦ Si los líderes celulares hacen su trabajo diario de orar e interceder a Dios por los suyos, y
simultáneamente, pelean contra el diablo la guerra espiritual por su gente bajo la guianza
del Espíritu, nada deben temer. Por el contrario, deben glorificar al Padre que les da
generosa victoria y mayor avance en el Reino de Dios.

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3. El trabajo de la Oración
♦ La oración es un trabajo; es el más importante trabajo espiritual que alguien puede
realizar. La oración es la que prepara todas las cosas para que Dios se pueda mover y
actuar en las situaciones por las que oramos. La oración del hombre abre caminos para la
acción de Dios.
♦ Un buen ejemplo para entender el trabajo de la oración es el siguiente: Una locomotora
tiene un motor muy poderoso, capaz de viajar más de 2000 kilómetros en un día,
arrastrando decenas de carros, pero de nada le sirve tal potencia si no tiene rieles y vías
que le permitan viajar. El Espíritu Santo es como la locomotora, poderoso en extremo, y
los carros que arrastra son Sus bendiciones, Su gracia para los hombres manifestada de
mil maneras. Pero de nada sirve todo eso, si El no tiene caminos para llegar a las
personas. Lutero dijo hace siglos que el Señor nada hace sin oración. Jesús lo dijo más
claramente: “lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y lo que desatares en la
tierra será desatado en el cielo” (Mateo 18:18). Cuando oramos, intercedemos y
profetizamos en el Espíritu, estamos atando y desatando; entonces el cielo tiene la
oportunidad de obrar, de actuar sobre aquellas cosas que hemos atado y desatado. Si no
oramos ni profetizamos, nada hemos atado o desatado, por lo tanto, nada el Señor hará.
♦ Lo que sucede cuando intercedemos en el Espíritu es que construimos vías y rieles para
que la locomotora del Espíritu pueda llegar con Sus bendiciones y Su gracia, a las
personas y los asuntos por los que oramos. Por eso es que afirmamos que la oración es el
primer y más importante trabajo de la Obra de Dios.
♦ Después de la oración viene la acción. La acción es fundamental para que Dios se mueva
y pueda producir Su Obra, pero es la oración la que consigue la victoria de la acción. La
acción sin oración es improductiva. La acción sin la oración e como un ave con una sola
ala, imposibilitada para volar.

B. Tener Clara La Visión De Dios Para Tu Casa Iglesia

1. La Importancia de la Visión
♦ El Señor sabe lo importante que es tener una visión que nos impulse hacia delante, hacia
los objetivos que debemos alcanzar. El también sabe que cuando no hay visión ni
percepción profética “el pueblo se desenfrena” (Proverbios 29:18).
♦ Las líderes necesitamos de manera vital la visión que viene de Dios. Sin ella no sabemos
el destino hacia el que nos debemos dirigir, ni menos el camino que debemos transitar;
por lo tanto, vagamos y caminamos zigzagueando o en círculos, sin llegar a ninguna
parte. La visión marca el camino y el destino de nuestra Casa Iglesia. La visión nos
proyecta, nos da horizonte y perspectiva. La visión nos pone en el camino y nos infunde
aliento y motivación para llegar a destino. Sin duda, Dios ha establecido la visión como
herramienta y vehículo para guiarnos hacia Su propósito y objetivo.
♦ La visión para tu Casa Iglesia incluye el objetivo final, así como las estrategias y
procedimientos que usarás para llegar a la meta. La visión te da el destino y también el
camino.

2. La Importancia de la Visión Correcta para tu Casa Iglesia


♦ La Visión de tu Iglesia para tu Casa Iglesia.- Tu Iglesia, por medio de los pastores y
líderes, ha establecido una visión clara y específica para todas las Casa Iglesias,

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incluyendo la tuya. Esa es la visión que debes seguir en tu trabajo. Distintas iglesias
desarrollan distintas visiones para el trabajo celular; tú debes ser absolutamente fiel a la
visión que el Señor ha dado a tu iglesia.
♦ La Visión de Dios para tu Casa Iglesia.- Es muy importante que entiendas que la visión
que Dios tiene para tu Casa Iglesia ha sido revelada a tus pastores y líderes; por lo tanto,
debes recibir la visión que ellos te dan como que es la visión de Dios para tu grupo
(porque así es), y dedicarte a trabajar bajo esa dirección.
♦ La Visión Positiva Acerca de tu Casa Iglesia.- Toda visión que da Dios es muy positiva,
pero el corazón humano no lo es. Aún teniendo una gran visión, el líder puede
desarrollar una actitud negativa a causa de su escasa fe o de otros motivos. Tú debes
creerle a Dios y a tus líderes, y mantenerte en un clima de fe fuerte respecto de tu Casa
Iglesia y su trabajo. No debes aceptar ninguna clase de negativismo, ni siquiera cuando
sobrevienen adversidades y dificultades a tu grupo. Debes desarrollar dentro tuyo la
visión más positiva acerca de tu gente, de tus colaboradores, de tus discípulos, de las
posibilidades de tu Casa Iglesia, de la bendición de Dios para tu Iglesia, y de todo
aspecto de la Obra de Dios.

C. Establecer Los Criterios Que Gobernarán


La Vida De Tu Casa Iglesia
Es responsabilidad del Líder establecer los criterios que gobernarán la vida de su Casa Iglesia. En
realidad, tales criterios le son enseñados y ministrados por los pastores y líderes de su Iglesia,
pero él los establece en su Casa Iglesia, delante de sus colaboradores y su gente, como criterios
gobernantes, como principios de vida y ministerio, como el camino que su grupo debe seguir.
Haciendo esto, el Líder está marcando claramente a todos los integrantes de su Casa Iglesia lo
que él, la Iglesia y el Señor esperan de ellos:

1. Respecto a la Vida Espiritual Personal


2. Respecto a la Visión de la Iglesia
3. Respecto la Obediencia a las Autoridades
4. Respecto a la Reunión Semanal de la Casa Iglesia
5. Respecto a la Integración de Cada Uno a la Iglesia Local
6. Respecto a las Relaciones entre los Miembros de la Casa Iglesia
7. Respecto al Compromiso con la Gran Comisión
8. Respecto al Uso y Desarrollo de los Dones de Cada Uno
9. Respecto de la Fidelidad en el Trabajo de la Casa Iglesia
10. Respecto de la Fidelidad en la Finanzas para Dios: Diezmos, Ofrendas, Primicias, Votos
11. Respecto al Grupo Mentor y los Discípulos
12. Respecto al Crecimiento y la Multiplicación de la Casa Iglesia
13. Otras Areas

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1. Eres el Administrador de tu Casa Iglesia
♦ Tú eres el Administrador General de tu Casa Iglesia; el Gerente General. A ti se ha
entregado la Casa Iglesia y todo lo que ella es y tiene; todo está bajo tu autoridad, bajo tu
control, y bajo tu administración.
♦ Ser el administrador de tu Casa Iglesia significa que tus líderes han confiado en ti para
poner la Casa Iglesia y todo lo que tiene que ver con ella bajo tu total mayordomía. Todo
lo que suceda en ella cae bajo tu responsabilidad. La distintas áreas de la Casa Iglesia te
competen. Tú debes velar por cada una de ellas. Debes delegar el trabajo directo de cada
una de ellas en tus colaboradores, pero tú sigues siendo el responsable principal de todo.
♦ Al entregarte la Casa Iglesia se te han entregado todos los recursos de ella. Personas,
talento, dones, dineros, mobiliarios, y muchas otras cosas están en tus manos, y
dependen de tu sabiduría como administrador, para desarrollarse, multiplicarse y
prosperar.

2. Lo que se Requiere de ti como Administrador de tu Casa Iglesia


♦ Ser el administrador de tu Casa Iglesia es un gran honor y a las vez una gran
responsabilidad. Se requiere a los administradores los siguientes asuntos:
(1) Obediencia.- Debes ser sujeto a tus líderes superiores, y obediente a sus
instrucciones y a la visión de Dios para tu iglesia.
(2) Diligencia.- Debes hacer hoy lo que hay que hacer hoy. No debes retardar tu
trabajo. Debes realizar todo con responsabilidad y puntualidad.
(3) Sabiduría.- Debes desarrollar sabiduría práctica para realizar todas las tareas,
planificar, organizar y realizar cada fase del proceso administrativo, así como para
resolver las dificultades y adversidades
(4) Visión Estratégica.- debes orar a Dios por una visión estratégica del trabajo y la
vida de la Casa Iglesia; una vez que la tengas, podrás proyectar tu Casa Iglesia de
manera superior
(5) Fidelidad.- El Señor requiere que sus administradores sean fieles (“Así, pues,
téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los
misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada

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uno sea hallado fiel” - 1 Corintios 4:1-2); la Iglesia también te lo requiere.
Fidelidad es mantenerte en tu puesto realizando tu tarea hasta terminar
(6) Productividad.- El Señor requiere que sus administradores sean productivos; esto
es, que multipliquen lo que se les entrega para administrar (“Porque el reino de
los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les
entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada
uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco
talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que
había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue
y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo
vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que
había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco
talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había
recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he
ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía
que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no
esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí
tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente,
sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto,
debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo
que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez
talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene,
aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de
afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” - Mateo 25:14-30); la Iglesia
también te lo requiere. Debes esforzarte por dar la mayor cantidad de fruto en tu
administración.

3. Las Áreas de tu Administración

♦ Recursos Económicos.- Si bien, el destino de los diezmos y ofrendas que se recauden


en la Casa Iglesia está perfectamente marcado y no se puede variar, los miembros de la
Casa Iglesia desarrollarán planes y propósitos para el avance de ella (retiros espirituales,
compra de materiales para lectura, arriendo de vehículos para llevar la gente a las
reuniones de la Iglesia, etc.), los que involucrarán la recaudación y la administración de
dineros y finanzas. Tú marcarás las pautas de esa administración, y la mayoría de las
veces, determinarás también el destino de esos recursos.
♦ Recursos Materiales.- La Casa Iglesia generará también recursos materiales que debe
ser administrados; por ejemplo: donaciones de alimentos, ropa y medicinas para ser
repartidos a los que sufren necesidad; donaciones de alimentos para momentos de
refrigerio de le la Casa Iglesia; etc.
♦ Bienes.- Todos los bienes que la Casa Iglesia llegue a poseer, están bajo tu
administración: sillas y bancos, pizarrón y sus implementos, Biblias, cancioneros,

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elementos para la Santa Cena, instrumentos musicales, Cds, muebles varios, equipos de
amplificación, etc.
♦ Recursos Humanos.- Los recursos humanos son las personas; ellas son los mayores
recursos que el Señor entrega en tus manos; por lo tanto, te debes especializar en
administrar sabia y eficazmente los recursos humanos que recibes. La administración de
las personas involucra varios aspectos bien definidos:
(a) Cuidarles y protegerles de todo peligro espiritual
(b) Proveerles los elementos necesarios para que crezcan y se desarrollen como hijos
de Dios y ministros del Señor
(c) Darles todas las oportunidades para que puedan ministrar lo que han recibido de
parte de Dios: sus dones, sus talentos naturales, el conocimiento y la revelación, la
unción y el poder de Dios, etc.
♦ Recursos Espirituales.- En cada miembro de tu Casa Iglesia Dios ha puesto Su gracia,
Sus dones, Su revelación, Su amor y Su poder. Tú deberás administrar todos estos
recursos que están en tu gente, con un criterio de sabiduría práctica, procurando por
medio de ellos el crecimiento, el desarrollo y la multiplicación de la Casa Iglesia, a la
vez que la bendición de cada uno de tus miembros.

4. Los 8 Pasos de la Administración Eficaz de la Casa Iglesia


Los 8 Pasos que vamos a describir brevemente a continuación, son absolutamente necesarios
para desarrollar cualquier plan o proyecto que intentes realizar, sea pequeño o grande (por
ejemplo: planificar la próxima reunión de la Casa Iglesia, planificar la multiplicación de la
Casa Iglesia, planificar la compra de un instrumento musical o cualquier otro elemento,
planificar un retiro espiritual, planificar una cena con los integrantes de la Casa Iglesia, etc.)
Estos son los pasos claves que debes dar para poder realizar eficiente y eficazmente tu
administración.

(1) Apreciación.- Este es el primer e inicial paso para la administración eficaz. Consiste en
realizar un estudio de varios aspectos que se deben conjugar y deben coincidir, para
poder realizar el mejor plan o proyecto. Estos aspectos son:
(a) Debes realizar un estudio detallado de las metas u objetivos que debes lograr, o de
los objetivos que deseas alcanzar, llegando así a tener claro las metas, las
cantidades, los logros que se desean.
(b) Debes realizar un estudio de los diferentes costos que generará el proyecto: costo
económico, tiempo, personas que deberán involucrarse, etc.
(c) Ahora debes estudiar y hacer un inventario de tus recursos de toda clase: recursos
humanos (cantidad de gente de la que dispones, capacidades de tu gente: dones,
talentos, habilidades, experiencias, conocimientos, niveles de madurez, etc.),
recursos económicos, bienes de toda clase, posibilidades, colaboradores externos
(gente que no es parte de tu Casa Iglesia, pero que puede ayudarte), etc.
(d) Debes elaborar un pre-proyecto; es decir, un proyecto posible o tentativo, que
seguramente puede ser modificado cuando planifiques en forma definitiva. Este
pre-proyecto debe tener en cuenta y considerar fundamentalmente 3 cosas:
(1) La meta o u objetivo a lograr
(2) Los distintos costos del proyecto, y
(3) Los recursos de todo tipo con que cuentas para realizar el proyecto.

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(2) Planificación.- Mientras la Apreciación investiga lo que se puede hacer, la Planificación
determina exactamente lo que se va a hacer. La Planificación consiste en determinar el
curso de acción a seguir, fijar los objetivos a alcanzarse y los tiempos en que se
alcanzarán, establecer los principios que regularán la acción y los medios que se
utilizarán para tal efecto. Con todo lo que descubrimos en el paso 1 (Apreciación),
planificamos apropiadamente nuestro trabajo estableciendo claramente los siguientes
aspectos:
(a) La meta hacia la cual te diriges con tu gente, y la fecha en que se logrará
(b) Las distintas etapas o fases del proyecto, estableciendo la fecha de inicio y término
de cada fase.
(c) Las áreas de trabajo, su descripción exacta, los logros que se esperan en cada fase,
las personas que estarán a cargo de ellas, y sus ayudantes.
(d) Los recursos de todo tipo con que cuenta cada encargado de un área, y los que
debe generar en su trabajo.
(e) Las fechas de evaluación de cada fase del proyecto, y el sistema de control y
supervisión.
(f) La manera de suplir de todos los recursos necesarios para comenzar la ejecución
del proyecto (Esto tiene que ver con la preparación previa al inicio del proyecto)

(3) Preparación.- Al hacer el inventario completo de tus recursos y confrontarlo con tus
objetivos, descubrirás que no tienes todo lo que necesitas, y que antes de dar inicio al
trabajo, debes preparar todo lo que falta. En esta etapa de Preparación realizarás las
siguientes acciones:
(a) Generarás los recursos económicos necesarios para iniciar el proyecto
(b) Capacitarás a tu gente con la visión del proyecto, sus principios de acción, y la
motivación que necesitan
(c) Proveerás capacitación especial a quienes necesiten desarrollar ciertas habilidades
para trabajar eficientemente en el área que se les ha determinado.
(d) Harás la publicidad necesaria, buscando generar el compromiso de todos para el
trabajo
(e) Involucrarás a todos en oración y ayuno por el éxito del proyecto.

(4) Organización.- La Organización es la materialización de la Planeación. La Planeación


es el trabajo que realizamos (en forma privada o con nuestro equipo de colaboradores)
preparando el proyecto, sus objetivos, sus principios y su metodología, y la gente que
trabajará en él. En la Organización entregamos a cada uno el rol y el trabajo que le
corresponde. La Planeación es el trabajo teórico; la Organización es eminentemente
práctica. Los aspectos más importantes de la fase de Organización que debes realizar
son:
(a) Nombrarás oficialmente a cada Encargado de áreas o tareas
(b) Entregarás a cada Encargado la gente y los recursos con que debe trabajar
(c) Darás a cada uno las instrucciones específicas y establecerás los procedimientos
que se deberán seguir al realizar el trabajo.

(5) Delegación.- La Delegación es el proceso por medio del cual, decides entregar a otros
roles, tareas y responsabilidades, que deberán asumir y desarrollar para el desarrollo y el
éxito del proyecto.

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(a) Delegarás sobre cada uno el rol y la tarea que le corresponde
(b) Delegarás sobre cada uno que ha sido nombrado, la autoridad respectiva a su tarea
o cargo. Le empoderarás delante de todos.

(6) Ejecución.- Ahora viene el aspecto ejecutivo de la administración. Ahora el trabajo se


realizará siguiendo las pautas que has establecido, y bajo las autoridades que has
empoderado. Todos los pasos anteriores son necesarios para que la Ejecución pueda ser
exitosa; sin ellos, jamás podría ejecutarse saludablemente el proyecto; es más, sería
ridículo hacerlo porque estaría destinado al fracaso. De esto estaba hablando Jesús
cuando ser refirió a la torre que no se terminó de edificar (Lucas 14:28-30); estaba
enseñando lo absurdo que resultará ejecutar sin la adecuada Apreciación, Planificación,
Preparación y Organización. Para el éxito de la Ejecución deberás asegurarte de que tu
gente está haciendo lo que esperas en los siguientes aspectos:
(a) Deben realizar el trabajo que se espera de ellos
(b) Deben realizar el trabajo de acuerdo a la visión que les ha sido impartida
(c) Deben esforzarse por realizar las tareas de manera diligente y puntual
(d) Deben ejecutar su trabajo con excelencia y calidad
(e) Deben trabajar en armonía y colaboración con sus compañeros

(7) Supervisión (Control) y Evaluación.- La Supervisión de la tarea es más que necesaria


para el buen fin del proyecto. Si no supervisas paso a paso, todo se relajará y terminarás
fracasado o definitivamente retrasado en tu proyecto. La Supervisión tiene como
objetivos básicos:
(1) Controlar personalmente el avance del proyecto
(2) Realizar evaluaciones fase tras fase, determinado si es o no necesario hacer
correcciones y replanteos
(3) Motivar e incentivar a tu gente (esto significa que debes asegurarte de que tu
supervisión produce en tus colaboradores motivación y entusiasmo). Aún
corrigiendo o reprendiéndoles, debes perseguir animar y motivar a tu gente.
Las supervisiones y evaluaciones pueden ser de dos tipos:
(a) Planificadas y establecidas con anticipación. Estas generalmente son extensas y
profundas, examinando todo el trabajo y sus resultados
(b) Diarias y espontáneas, examinando la eficacia y la eficiencia en las tareas más
cotidianas del proyecto.

(8) Correcciones y Replanteo.- De seguro en tu trabajo como Administrador General de


tu Casa Iglesia, tendrás que corregir lo deficiente, suprimir lo improductivo, reorientar lo
que se desvía, y aún, modificar el rumbo general del trabajo si es necesario. Tienes toda
la autoridad para corregir, restaurar, suprimir, reubicar, replantear, reorientar, y hacer
todo lo necesario para que tu Casa Iglesia logre sus objetivos y los proyectos se realicen
exitosamente. En esta fase de Correcciones y Replanteos, deberás tomar cuidado en:
(a) Corregir a tiempo, no dejando que lo erróneo permanezca, y lo incorrecto tome
fuerza, arruinado parte del proyecto y aún, toda la operación
(b) Corregir los actos y actitudes erróneas, sin herir a las personas, sino más bien,
edificándolas
(c) Antes de aplicar un replanteo que altere de manera importante lo que se había
planeado para la Casa Iglesia, debes comunicarlo a tu superior para su aprobación.

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La Necesidad E Importancia Del Liderazgo
Para La Casa Iglesia
1. Las Personas Necesitan ser Lideradas.- Todos necesitamos ser liderados por alguien para
funcionar saludablemente: Dios ha puesto esa necesidad en nuestro interior. Las personas son
como ovejas que necesitan pastores que las pastoreen y las conduzcan sabiamente (“Y al ver
las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como
ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha,
mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” -
Mateo 9:36-38). Los miembros de tu Casa Iglesia necesitan ser liderados.

2. La Falta de Liderazgo Produce Anarquía y Confusión.- La anarquía es la ausencia de


orden debido a la ausencia de autoridad. La falta de liderazgo produce anarquía y confusión
en las personas y las comunidades. Hubo tiempos así en Israel (“En estos días no había rey
en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía” - Jueces 21:25). Jamás debes permitir que
un estado así se produzca en tu Casa Iglesia. Por esta razón debes mantener siempre el
ejercicio de tu liderazgo y el de todos los que han sido investidos de autoridad en tu grupo.

3. El Liderazgo Espiritual Produce Unidad y Fortaleza.- El liderazgo ha sido dado por Dios
para producir unidad entre las personas, armonía, concordia y comunión. Por otro lado, el
liderazgo funcionando saludablemente hace fuerte al grupo, la comunidad, la Iglesia o la
nación. Tu Casa Iglesia será tan fuerte como lo sea tu liderazgo.

4. Los Buenos Líderes Guían a las Personas hacia Dios y Su voluntad.- En la historia de
Israel hubo reyes buenos y malos. Los buenos reyes, según la calificación de Dios, fueron
aquellos que buscaron a Dios de corazón y condujeron a su pueblo fuera de la idolatría y lo
impulsaron a buscar a Dios. Los malos reyes, fueron los que se involucraron en el ocultismo,
la idolatría y la corrupción moral, y con su conducta influyeron para que el pueblo de Dios se
apartara del Señor. La autoridad que el Señor te ha dado es un arma de doble filo. Si haces lo
correcto, los que te siguen también lo harán; si tu proceder se aparta de la voluntad de Dios,
tus seguidores lo imitarán y terminarán lejos de la comunión con el Señor.

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5. Los Buenos Líderes Capitalizan el Potencial de su Gente.- Todas las personas que te son
entregadas por Dios están llenos de un potencial extraordinario. Este potencial está
constituido por sus dones espirituales, sus talentos naturales, su conocimiento, las
revelaciones recibidas de Dios, las experiencias que poseen, la formación secular y la
espiritual, y otros valiosos tesoros. Tu oportunidad y tu deber como buen líder consiste en:

(1) Reconocer el potencial de cada uno


(2) Establecer programas y caminos por los que el potencial de cada uno pueda expresarse
y desarrollarse
(3) Desarrollar estrategias para reunir y capitalizar todo el potencial de los miembros en
pro del crecimiento, multiplicación y avance de la Casa Iglesia, de la Iglesia y del Reino
de Dios.

6. Los Buenos Líderes Inspiran y Ayudan a su Gente a Crecer y Desarrollarse.-


(1) La primera tarea de los líderes en relación a su gente, es “verles”, reconocer lo que son
y lo que tiene de Dios, su potencial.
(2) La segunda tarea consiste en establecer una senda de formación y desarrollo para
todos, a través de la cual las personas crecerán espiritualmente y serán formadas
integralmente.
(3) La tercera tarea y responsabilidad es involucrar e introducir a cada uno de los suyos
en el programa de capacitación, mentoreando y monitoreando su formación, y
motivándoles a continuar hasta su graduación.

7. Los Líderes Sabios Organizan a su Gente para Lograr los Objetivos y las Metas.- Los
objetivos y metas generales para la Casa Iglesia son establecidos por la Iglesia a través de las
autoridades superiores de ella (pastores, supervisores, etc.). La responsabilidad del líder es
lograr cada una de las metas, por medio de una eficiente organización de su gente y un trabajo
estratégico y sabio. Nunca trabajes solo; forma tu equipo de colaboradores, y por medio de
ellos, distribuye la autoridad y la responsabilidad de lograr los objetivos, repartiendo el
trabajo y procurando que todos los miembros de la Casa Iglesia realicen su mejor labor y
aporte para el logro de las metas.

Tú Eres El Líder De Tu Casa Iglesia Y De Sus Miembros

Como líder de tu Casa Iglesia diriges (1) Las actividades y funciones, y (2) Diriges a las
personas. Estas son las dos áreas claves del liderazgo; si manejas ambas con maestría y
responsabilidad, tienes asegurado el éxito de todo lo que emprendas.

1. Tú Debes Liderar las Actividades de tu Casa Iglesia.- El líder de la Casa Iglesia es el


general, que junto con su Equipo, dirige toda la operación, creando y desarrollando las
mejores estrategias y tácticas. Las funciones y actividades de la Casa Iglesia son muchas y
variadas (reuniones, visitaciones, ayuda social, evangelización, oraciones, finanzas, etc.);
además, todas ellas son delegadas entre los integrantes de la Casa Iglesia. Sin embargo, la
autoridad espiritual, la presidencia y la influencia positiva del líder deben percibirse como

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presentes en todas las actividades del grupo celular. Esto no quiere decir que él o ella deben
estar presentes en cada actividad, pero su liderazgo e influencia deben estarlo.

2. Tú Debes Liderar a las Personas de tu Casa Iglesia


(1) La Casa Iglesia es más que actividades y funciones; ella está constituida por personas,
las cuales son el elemento más importante ella. Las actividades son importantes, pero las
personas son esenciales, vitales.
(2) Los miembros de tu Casa Iglesia necesitan ser liderados para una vida cristiana
victoriosa. Tú eres su mayor y más cercano ejemplo de lo que significa ser un buen
cristiano. Preocúpate de influir sobre ellos para que sean cristianos genuinos y victoriosos
(3) Los miembros de tu Casa Iglesia esperan ser inspirados por ti para crecer, avanzar y ser
ganadores. Nada mejor que alguien que va delante creciendo, avanzando y ganando sus
batallas, para inspirarles y ayudarles a convertirse en ganadores con Dios.
(4) Los miembros de tu Casa Iglesia te necesitan como su líder en la Obra. Tú les enseñarás
la visión; tú les capacitarás en las estrategias y habilidades que necesitarán; tú les
organizarás para que realicen la Obra; y luego, tú irás delante de ellos mostrándoles el
camino y alumbrando su senda.

3. ¿Orientado hacia las Actividades u Orientado hacia las Personas?.- Es sabido que hay
líderes que son internamente orientados hacia las tareas y otros hacia las personas. Los que
son orientados hacia las actividades generalmente son muy buenos en el proceso
administrativo; los que son orientados hacia las personas se distinguen por su eficacia en las
relaciones humanas. Tú debes buscar el equilibrio. Si notas que tu orientación es hacia las
tareas, debes esforzarte por desarrollar mejores relaciones con tu gente y por pasar más
tiempo con ellos. Si te percibes como orientado hacia las personas, debes fortalecer tu manejo
administrativo y dedicar más tiempo a las tareas que son necesarias.

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Las Principales Leyes Para El Liderazgo
De Tu Casa Iglesia

Las leyes para un liderazgo efectivo en la Obra de Dios son muchas y variadas, cubriendo todas
las áreas de la vida y de quehacer del líder. A continuación, describimos brevemente los
principales principios que llevarán al líder de la Casa Iglesia a convertirse en un siervo y sierva
victorioso con Dios en su trabajo espiritual.

1. Debes Establecer y Desarrollar una Relación Intima con Dios


♦ La primera y más importante condición para quien lidera almas hacia la vida eterna, es
que debe establecer y sostener una relación de intimidad con Dios en su vida personal
privada diaria. Esa intimidad con el Todopoderoso será su fuente de fortaleza, confianza,
guianza y propósito.
♦ Además, esa relación con Dios le capacitará con unción especial para llevar adelante su
Casa Iglesia de manera exitosa.

2. Debes Convertirte en un Intercesor


♦ Uno de los aspectos fuertes de la relación que el Líder tiene con Dios, es la intercesión
de éste por los suyos.
♦ Está demostrado en los líderes celulares que hay una relación directa entre la oración del
líder y el crecimiento y la multiplicación de la célula. Los líderes que oran más de 60 ó
90 minutos diarios por sus células, avanzan mucho más rápidamente que los que oran
sólo 30 minutos o menos cada día.
♦ El ejemplo de Moisés en la montaña intercediendo por Josué en el valle, y la relación
directa que había entre las manos alzadas de Moisés y la victoria para Josué, grafica la
vital importancia de la intercesión en el éxito de los nuestros (“Entonces vino Amalec y
peleó contra Israel en Refidim. Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a
pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de
Dios en mi mano. E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y
Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando alzaba
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Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía
Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la
pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el
uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el
sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada” - Éxodo 17:8-13)

3. Debes Recibir la Guianza del Espíritu Santo y Dejarte Conducir por Ella
♦ El más interesado en que los líderes sepan qué hacer con sus Casa Iglesia es el Espíritu
Santo. El está con nosotros para guiarnos, y de hecho, lo hace y lo hará, siempre que se
lo permitamos y aceptemos su guianza.
♦ Debes orar cada día para que el Espíritu te guíe y te enseñe Sus planes y Su voluntad
para tu vida y tu grupo. Una vez que recibes la guía del Espíritu, no te retardes en
obedecerla.

4. Debes Alcanzar una Visión Clara y Definida Acerca de tu Casa Iglesia


♦ Antes hablamos acerca de la visión, y la importancia que ella tiene, así para el líder
como para todo su grupo. Ahora hablamos de la visión como principio clave para el
liderazgo exitoso de la Casa Iglesia.
♦ Este principio significa que como líder y conductor de tu grupo, tú debes preocuparte de
llegar a tener absolutamente clara la visión que comanda la vida de la Casa Iglesia.
Tener siempre clara la visión es tu obligación y tu necesidad.

5. Debes Ser un Soñador


♦ Dios ama a los soñadores que sueñan con El. Dios usa a los soñadores que sueñan los
sueños de El.
♦ La lista de soñadores de la Biblia es larga y poderosa: Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José,
Moisés, Josué, los Jueces, los Profetas, David, Salomón, Josafat, Juan el Bautista, Jesús,
los Apóstoles, Pablo, y una interminable lista de soñadores anónimos, que fueron usados
por Dios para hacer la historia o para cambiarla.
♦ Dios te usará si levantas como bandera tus sueños, y los inviertes en tu Casa Iglesia.
Pide a Dios un sueño para tu grupo.

6. Debes Sujetarte Voluntariamente a Tus Líderes Espirituales


♦ La autoridad de tu liderazgo está íntimamente vinculada a tu sujeción a los que te lideran.
El centurión que vino a Jesús pidiéndole que sólo dijera la palabra y su siervo sanaría, le
habló a Jesús de este aspecto de la autoridad. El dijo en esencia: tengo autoridad porque
estoy bajo autoridad (“Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres
bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy
hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y
al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace” - Mateo 8:8-9).
♦ Sujétate a tus líderes espirituales y desarrolla con ellos relaciones fáciles, no complicadas.

7. Debes Establecer Claramente las Prioridades Correctas


♦ Una prioridad es un asunto de primera importancia. Si alguien debe tener claras las
prioridades en su vida personal, es el líder de la Casa Iglesia.
♦ Si alguien debe tener claras las prioridades de la Casa Iglesia, es obviamente también su
líder.

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♦ El asunto de las prioridades es demasiado importante; no se debe pasar por alto ni
retrasar por ningún motivo. Vale la pena decir que, en relación con las prioridades, hay
por lo menos dos aspectos que debemos definir y afinar:
(1) Cuáles son las prioridades correctas; las que están de acuerdo con nuestra visión, con
nuestra misión, y con nuestros deberes
(2) Cuál es el orden correcto para nuestras prioridades; es decir, qué es primero en orden
de importancia, y segundo, y tercero, y así hasta nuestra última prioridad.

8. Debes Desarrollar un Sano Equilibrio en el Asunto de Objetividad v/s Subjetividad


♦ La objetividad tiene que ver, generalmente, con percibir y analizar con precisión hechos
concretos; tiene que ver también con tomar en forma correcta decisiones prácticas.
♦ La subjetividad tiene más que ver con estados emocionales internos; con la manera en
que nos sentimos frente a los hechos.
♦ Los líderes, si bien deben ser sensitivos y desarrollar internamente estados emocionales
positivos, a la hora del trabajo, de la responsabilidad y de los resultados, deben ser
saludablemente objetivos y pragmáticos. Ser objetivos en este caso, significa tomar la
posición y la actitud que nos permita percibir, evaluar, medir y juzgar los asuntos, con
sabiduría práctica y criterio científico.
♦ Los líderes demasiado subjetivos, anulan su capacidad de discernimiento práctico, y
nublan su juicio, lo que puede derivar en percepciones y decisiones incorrectas, con todo
lo que ello conlleva.
♦ Sin embrago, como líderes soñadores y personas de fe, debemos alcanzar una cuota
saludable de subjetividad, que nos ayude a equilibrar ambos aspectos, y mantenernos en
contacto sabio con nuestro sueños a la vez que con nuestras realidades

9. Debes Ser un Buen Ejemplo de Conducta e Integridad


♦ La integridad en la conducta personal se requiere de todo líder cristiano siempre. Los
líderes íntegros en su conducta dejan huellas positivas en sus seguidores, que ellos
desean imitar. Los líderes con mal ejemplo y malos testimonios afectan negativamente a
sus discípulos, y pueden dejar en ellos huellas negativas imborrables, que dañen para
siempre sus vidas.
♦ Preocúpate de preservar tu conducta íntegra. Interésate en ser un buen ejemplo para
quienes son tus discípulos y miembros de tu Casa Iglesia.

10. Debes Desarrollar un Carácter Sólido, Estable, Ético y Maduro


♦ En el lenguaje popular se confunden ciertos aspectos del temperamento con el carácter;
se habla entonces de que alguien tiene “buen carácter o mal carácter”. Si bien, esta
manera de usar el término carácter es medianamente válida, el significado literal de la
palabra en nuestro idioma es otro
♦ A continuación, un par de definiciones del término “carácter en el diccionario: “Modo
de ser peculiar de cada persona por sus cualidades morales”. “Firmeza, energía”.
♦ Cuando hablamos del carácter del líder, apuntamos pues a su fibra íntima, a su esencia
como persona, a su fortaleza personal, a su estabilidad moral, a sus principios éticos, a
sus valores.
♦ El líder debe ser una persona absolutamente definida en lo ético y moral, con una
firmeza de convicciones, con una estabilidad emocional, con un desarrollo de la
fortaleza interior, con una determinación inquebrantable.

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♦ Para conducir a Su pueblo, Dios no usa a gente débil, ni timorata, ni pusilánime, ni
depresiva. Dios pone la conducción de Su gente en manos de los que han desarrollado la
fibra interna de su carácter; por eso, El mismo se encarga de entrenar y desarrollar a los
que serán líderes poderosos usados por El, haciéndoles pasar por tribulaciones,
adversidades y desafíos extremos (Moisés, Josué, los Jueces, David, Jesús)

11. Se Requiere de Ti Vivir en Continua Auto superación


♦ El líder de un grupo es el ejemplo que los demás siguen; si él es una persona visionaria,
que se proyecta y que se autosupera, su influencia sobre el grupo será totalmente sana y
saludable. Si por el contrario, el líder es una persona sin aspiraciones de mejora, que no
provoca ni aprovecha las oportunidades de autosuperación, su ejemplo será una mala
influencia para el desarrollo y el crecimiento personal de los miembros del grupo.
♦ Todo líder cristiano debe mantener fuerte un espíritu de autosuperación, por el
primeramente, por causa de que Dios se lo manda (“vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia,
piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas
cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en
cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos
pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás” - 2 Pedro 1:5-10; “Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” - 1 Corintios 15:58;
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria
del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
Espíritu del Señor” - 2 Corintios 3:18), y por su gente y los que seguirán su ejemplo
(“El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será
como su maestro” - Lucas 6:40).
♦ Cuando hablamos de auto superación, hablamos de todas las áreas de la vida del líder:
íntima y espiritual, conducta diaria, conocimiento cristiano, conocimiento secular,
vocación y profesión, bienes y finanzas, vida familiar, ministerio, unción, oración, etc.

12. Se Requiere de Ti que Manifiestes Buen Humor en tus Relaciones Personales


♦ El buen humor es un elemento muy saludable en las relaciones humanas. En el
liderazgo, el buen humor es un aliado invalorable.
♦ El mal humor es un tono interno negativo para las relaciones con otros, que se expresa
en malas reacciones, enojo, aislamiento y rechazo. El buen humor, por el contrario, es un
tono interno positivo para las relaciones con otras personas, que se expresa en
amabilidad, sencillez, calidez, aceptación y alegría.
♦ El mal humor puede y debe ser controlado y erradicado de nuestro carácter (“Quítense
de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes
sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” - Efesios 5:31-32).
♦ El Señor nos manda a ser personas de buen humor (“Estad siempre gozosos” - 1
Tesalonicenses 5:16; “Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino
amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres” - Tito 3:2). Por

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lo tanto, como líderes llamados por Dios, debemos seguir el ejemplo de nuestro Señor,
que era “manso y humilde de corazón”, y dar lugar en nosotros al fruto del Espíritu, que
es la fuente máxima del buen humor (“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no
hay ley” - Gálatas 5:22-23).

13. Debes Especializarte en Relaciones Humanas; Debes Desarrollar Habilidad con la


Gente
♦ Los líderes celulares, por razón de su trabajo como conductores de las personas que el
Señor les entrega, tienen la obligación de especializarse en las relaciones humanas,
aprendiendo las mejores maneras y caminos para relacionarse con otros. Los líderes
deben llegar a ser hábiles (no torpes) con la gente, generando con ellos los mejores
vínculos y los mejores climas de relación. Se llega a esto por medio de:
(1) Cultivar una profunda relación con Dios
(2) Asumir que no lo sabemos todo, y que en las relaciones humanas tenemos una
necesidad permanente de aprender a mejorar nuestros vínculos
(3) Estar abiertos a aprender y ser enseñados en la habilidad con las personas; leer y
estudiar profusamente acerca de temas como: administración de recursos humanos,
relaciones humanas, motivación, psicología, sociología, trabajo en equipo, mentoreo,
liderazgo, etc.
(4) En las relaciones diarias con su gente, cultivar y profundizar los mejores vínculos
con ellos, por medio de:
(a) Creer en las personas
(b) Generar confianza
(c) Darles de nuestro tiempo
(d) Respetarles
(e) Mostrar sincero interés por ellos
(f) Mostrar sensibilidad para comprenderles y empatizar con ellos
(g) Considerarles, honrarles, reconocerles, estimularles
(h) Mantener con ellos contacto frecuente

14. Debes Desarrollar un Sano Juicio


♦ Para toda tu tarea como líder, necesitas poseer un juicio sano y correcto. Deberás tomar
muchas decisiones, aconsejar frecuentemente a tu gente, orientarles y corregirles. Para
todo esto, como también para todo el proceso administrativo (apreciar, planificar,
preparar, organizar, etc.).
♦ El juicio, o sabiduría práctica para percibir, apreciar, evaluar y decidir, está determinado
por asuntos como:
(1) Nuestra Cosmovisión
(2) Nuestras Creencias
(3) Nuestros Valores
(4) Nuestras Normas y Reglas
(5) Nuestras Motivaciones.
♦ Debemos estudiar cada uno de estos aspectos y la manera en que influyen para formar
nuestros juicios y evaluaciones. Podemos, además, pedir a nuestro mentor que nos ayude
en este examen de los factores que influyen sobre nuestro juicio. El objetivo es llegar a

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desarrollar criterios justos, correctos, una madura reflexión y un apropiado análisis de
las cosas y asuntos.

15. Debes Transformarte en una Persona de Fe y Optimismo


♦ Una de las cosas que caracteriza a los líderes exitosos, es su optimismo y su fe; esa fe
contagiosa y ese optimismo vigoroso, son los que inspiran a sus seguidores y les
inyectan la fuerza para continuar tras ellos. De los líderes cristianos no se espera menos
que eso.
♦ Los líderes de las Casa Iglesia deben crecer en su fe, avanzando por encima de sus
limitaciones, para confiar plenamente en el Señor Todopoderoso que hoy nos ayuda a
hacer proezas para El.
♦ Debes llenarte de fe en el Señor y en Su Palabra. Debes desarrollar convicciones fuertes
y profundas acerca de la fidelidad de Dios, Su poder y Su amor por ti.
♦ Debes creer plenamente que El te escogió para ser un gran líder, y te llamó a esta tarea;
debes confiar en que El te dará todo lo que necesitas para realizarla. Debes progresar en
tu fe en Dios, confiando cada vez más en El en todas las situaciones.
♦ Debes recibir la guianza y los rhemas que el Espíritu Santo te da, y caminar
confiadamente sobre ellos como Pedro sobre las aguas, sin mirar las olas de dificultades
y el viento de adversidades, llegando a tu destino victoriosamente.
♦ Tu optimismo debe ser constante; debes superar toda inestabilidad de ánimo. Tú debes
ser la persona más entusiasta en la Obra que el Señor te ha dado para realizar. Debes
contagiar y encender a tu gente por medio de tu alegría y fe positiva.

16. Se Requiere de Ti que Seas Valiente


♦ Nadie sigue a los timoratos y cobardes. Cuando Moisés murió y Dios tomó a Josué para
ser el líder de Israel, el pueblo le exigió como uno de los requisitos el ser valiente
(“Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que
nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. De la manera que
obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que
Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés. Cualquiera que fuere rebelde a
tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandes,
que muera; solamente que te esfuerces y seas valiente” - Josué 1:16-18). Dios se lo
había exigido antes (“Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por
heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente
esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi
siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas
prosperado en todas las cosas que emprendas… Mira que te mando que te esfuerces y
seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas” - Josué 1:6,7,9).
♦ Dios y tu gente esperan y exigen de ti que seas valiente, que te atrevas, que no le temas
al diablo, ni a la adversidad, ni al riesgo, ni a la falta de apoyo, ni a nada sobre esta
tierra. Ellos esperan que no huyas cuando surjan dificultades, problemas, limitaciones, o
guerra espiritual, sino que las enfrentes con valentía y fe en el Señor: Ellos te seguirán si
eres valiente. Se requiere de ti ser valiente:
(1) Para conquistar el territorio que el Señor te da, enfrentando y derrotando a todos los
enemigos que se presenten

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(2) Para continuar realizando la Obra de Dios cuando eres abandonado por tus
colaboradores, o surgen conflictos internos dentro de tu grupo
(3) Para decir y enseñar la verdad de Dios, aún cuando eso te traiga problemas y
conflictos
(4) Para corregir y reprender si es necesario, a los que pecan contra el Señor o contra
sus hermanos
(5) Para continuar sirviendo a Dios cuando estás desmayando y te falten fuerzas para
seguir adelante
(6) Para no permitir que la calumnia, la difamación, la murmuración y la crítica te
afecten y te roben el gozo y el entusiasmo
(7) Para perseverar hasta el final, logrando la meta y alcanzando el galardón que el
Señor te tiene reservado
(8) Para sufrir persecución y cárcel, y aún morir por el Señor y su causa, si es
necesario y Dios así lo permite.

17. Se Requiere de Ti que Seas Esforzado


♦ El pueblo de Israel y Dios mismo le exigieron a Josué este requisito de ser esforzado y
diligente en la Obra del Señor.
♦ Dios aborrece a los perezosos; nada bueno se dice de ellos jamás en la Biblia; al
contrario, son muchísimos los pasajes bíblicos en que se los reprende, o se describe su
triste destino.
♦ Todo hijo de Dios debe ser una persona trabajadora y productiva (“y que procuréis
tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos
de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para
con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada” - 1 Tesalonicenses 4:11-12; “Pero
os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis
de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que
recibisteis de nosotros. Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis
imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni
comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche,
para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino
por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. Porque también
cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar,
tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan
desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los
tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando
sosegadamente, coman su propio pan” - 2 Tesalonicenses 3:6-12).
♦ Ahora bien, de los líderes cristianos se requiere que sean un ejemplo de laboriosidad y
esfuerzo. Los líderes no sólo deben trabajar en lo secular y para el Señor, sino que
además, se deben esforzar al máximo en el trabajo del Señor. Dios espera que tú, como
líder celular te esfuerces por dar lo mejor de ti para Su Obra.
♦ Esfuérzate por sobre el cansancio, la falta de deseo y motivación, la escasez de recursos,
la falta de colaboradores, la falta de tiempo. Pasa por encima de todas estas situaciones y
continúa trabajando fuerte y produciendo al máximo para el Señor. No tomes ninguna
de las situaciones anteriores como excusa para menguar tu trabajo o abandonarlo.

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18. Debes Tener una Actitud General Positiva
♦ Está demostrado que los buenos líderes, los que permanecen en el tiempo conduciendo a
su gente, son personas altamente positivas en sus actitudes y en la consecución de sus
objetivos.
♦ Pueden tener opiniones muy negativas acerca de sus adversarios, pero nunca de su
propia gente, de su causa, de sus sueños, o de la posibilidad de lograrlos, o de la
capacidad para materializarlos.
♦ Como líder, se te requiere que perseveres en mantener una actitud general positiva
acerca de:
(1) Tu Casa Iglesia
(2) Los miembros de ella y sus capacidades
(3) Tus discípulos y colaboradores, su ministerio y su potencial
(4) La Iglesia a la que perteneces, su visión y sus autoridades
(5) El trabajo general de la Casa Iglesia
(6) Las metas y objetivos de la Casa Iglesia
(7) Las proyecciones futuras de tu Casa Iglesia. Todo esto te obliga a desarrollarte
como una persona positiva, erradicando de ti el negativismo, el fatalismo, el criticismo
y la depresión.

19. Debes Tener una Visión Positiva Acerca de las Personas


♦ La manera en que “vemos” a las personas determina la manera en que nos relacionamos
con ellas, lo que esperamos de ellas, nuestros conceptos y valoraciones acerca de su
conducta, nuestros juicios y prejuicios sobre ellas, y además, influye poderosamente en
los resultados que ellos puedan llegar a tener en su trabajo para Dios.
♦ A esto se le llama “La Ley de la Expectativa”, la cual se define así: “Las personas,
consciente e inconscientemente, generan las conductas y producen los resultados que se
esperan de ellas. Esto sucede con mayor intensidad, cuando quienes tienen tales
expectativas son influyentes sobre ellos: padres, líderes, maestros, entrenadores, jefes,
seres queridos”.
♦ Tener una visión positiva acerca de las personas que lideras, te ayuda enormemente en tu
tarea con la gente; la hace agradable, motivadora, inspiradora. Además, ayuda a tu
misma gente, pues ellos percibirán que son bien apreciados por ti, que son aceptados y
amados, y que tienes buenas expectativas acerca de su desempeño y de su futuro. Todo
esto, les ayudará a desarrollarse con libertad, apuntando a dar en su vida y en su trabajo
los mejores frutos para Dios.
♦ Tener una visión positiva acerca de las personas, no significa una negación a ver los
aspectos negativos que puedan tener, sino más bien es una decisión a mirar siempre el
mejor futuro posible para ellos a través del desarrollo de los atributos de su persona y su
potencial, atendiendo a la vez, de manera objetiva y saludable, a la solución de los
aspectos negativos de su conducta o personalidad. Indudablemente, el énfasis está sobre
los aspectos positivos.

20. Se Requiere de Ti que Tengas Determinación en tus Objetivos y Metas


♦ En todos los niveles del quehacer humano, a los líderes de grupos se les requiere
alcanzar objetivos, metas y resultados; no es diferente en el ámbito cristiano. Como líder
celular, se te establecen objetivos y metas, los cuales mediante la organización de tu

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Casa Iglesia deberás lograr. Organizar es la primera parte, luego viene la ejecución, y
luego la consecución.
♦ Algunos dirigentes decaen en su entusiasmo, y hasta abandonan el trabajo, por causa de
algunos o varios de los siguientes factores:
(1) El desgaste que el líder y el grupo experimentan cuando el tiempo se prolonga y la
tarea es pesada
(2) Divisiones y contiendas por asuntos personales en el interior del grupo
(3) Desacuerdos acerca del trabajo mismo
(4) El síndrome de los 10 espías: “no podremos contra ellos”; “Es muy difícil”; “Esto
nos supera”
(5) Conflictos con líderes superiores: incomprensión de parte de ellos; falta de apoyo;
desinterés por lo que haces.
♦ La verdad es que todos estos factores mencionados pueden desanimar a cualquiera, pero
no a ti. Tú eres el líder levantado por Dios para este trabajo; a ti te escogió el Señor, y
fue El quien te puso al frente de la Casa Iglesia. Por lo tanto, El te manda que te
esfuerces y seas valiente, y termines tu labor con victoria.
♦ Para eso, se requiere de ti que tengas una perseverante determinación por alcanzar tus
objetivos y metas; que vayas paso a paso, fase tras fase, etapa tras etapa, hasta terminar
tu tarea y lograr los objetivos que te fijaron.

21. Se Requiere de Ti que Realices una Buena Autogestión


♦ El significado de “gestionar” es: “Hacer diligencias, dar pasos conducentes a la
consecución de alguna cosa”.
♦ Cuando hablamos de gestión, nos referimos a las acciones, decisiones y administración
que hace alguien respecto de su rol o tarea. Hablamos entonces de mala gestión o buena
gestión de un gerente; de una gestión productiva o improductiva de un trabajador.
También diferenciamos según el tipo o área de trabajo: gestión comercial, gestión
administrativa, gestión docente, gestión eclesiástica, etc.
♦ Se llama entonces gestión, al trabajo de una persona cumpliendo determinada tarea o rol.
♦ Por otro lado, llamamos “autogestión” a la administración que hacemos de nosotros
mismos y de nuestros recursos; la manera en que manejamos nuestro tiempo, nuestro
dinero, nuestros recursos espirituales, nuestros talentos, nuestro conocimiento, nuestras
posibilidades, etc.
♦ Si no hacemos una buena autogestión (área privada), es difícil que realicemos una
gestión exitosa en nuestro trabajo secular o en la Iglesia. Por el contrario, una sabia y
eficiente autogestión, sienta la base para el éxito en todas las áreas de nuestro quehacer
eclesiástico, familiar, social y laboral. Como líder espiritual de tu Casa Iglesia, debes
realizar una buena autogestión y enseñar a los tuyos a realizarla también en su vida
personal.

22. Se Requiere de Ti que seas Proactivo


♦ Proactiva es la persona que ha desarrollado la capacidad interior de automotivarse, de
utilizar sus recursos internos para mantenerse fuerte e incentivado, aún cuando no reciba
estímulos externos, o tenga que enfrentar una zona de dificultades y adversidades. Esta
es una manifestación específica de la autogestión en el área de la motivación.
♦ Todo líder debe desarrollar la capacidad de ser proactivo. Los líderes cristianos cuentan
con más recursos interiores que los no cristianos para poder desarrollar una personalidad

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proactiva, pues tienen viviendo dentro de ellos al Espíritu Santo y todo su poder
sobrenatural. No hay excusas a la inestabilidad emocional y al doble ánimo.
♦ Para el líder cristiano no hay manera de justificar la depresión, el desánimo persistente,
la renuncia y el abandono por desaliento o temor (“Pero traed a la memoria los días
pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate
de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis
hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una
situación semejante. Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de
vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y
perdurable herencia en los cielos. No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene
grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir
vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi
alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que
tienen fe para preservación del alma” - Hebreos 10:32-39). Tienes todo a tu favor para
alcanzar la victoria en lo que emprendas; para mantenerte fuerte y motivado; para ser
proactivo. Se te requiere por tanto, que mantengas tu visión en el Señor y en El
encuentres tu mayor fortaleza para continuar sin vacilar hasta el fin (“Por tanto,
nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,
despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la
carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de
la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el
oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal
contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse
hasta desmayar” - Hebreos 12:1-3)

23. Debes Alcanzar la Habilidad de una Comunicación Persuasiva


♦ La Comunicación eficaz es un factor clave para el éxito de todo proyecto. Se debe
trabajar con absoluta meticulosidad, a fin de asegurarse de que todos los involucrados en
el proyecto reciben a tiempo la información y las instrucciones necesarias. Aparte de
preocuparte porque los sistemas e instrumentos de comunicación funcionen
eficientemente en tu Casa Iglesia, debes dar dedicación a cultivar la habilidad de ser un
comunicador persuasivo.
♦ No sólo debes comunicar; debes persuadir. “Persuadir” significa “convencer, inducir,
mover a creer”. Una cosa es informar; otra es persuadir. Tu tarea es informar claramente,
pero a la vez persuadir a tu gente en cuanto al valor y la importancia de lo que realizan y
a la necesidad de involucrarse en conseguir los objetivos y las metas; esto es
“Comunicación Persuasiva”. Sólo siendo un comunicador persuasivo es que tu liderazgo
se asentará y se consolidará, a la vez que eso traerá fortaleza y unidad de visión y acción
a tu Célula.

24. Debes Especializarte en Motivación


♦ Persuasión y Motivación son dos de las más importantes tareas que tienes como líder de
tu Casa Iglesia. El objetivo principal de tu liderazgo, es influir de tal manera en tu gente,
que les inspires poderosamente a abrazar la causa del Señor Jesucristo, y la misión y los
objetivos que El ha determinado para tu Iglesia y tu Casa Iglesia, lo que se debe traducir
en trabajo fiel, perseverancia y pasión.

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♦ El liderazgo está absolutamente vinculado con la motivación. No se puede ejercer el
liderazgo sin motivar. No se puede influir sobre otros sin motivarles. Es tan importante
la motivación para el liderazgo como lo es el combustible para el automóvil.
♦ Estudia, investiga, entrevista a líderes exitosos, aprende e imita, recibe guianza del
Espíritu, y haz todo lo que sea necesario para convertirte en un especialista motivador.

25. Se Requiere de Ti Capacidad Negociadora


♦ La palabra “negociar” tiene un primer significado en el ámbito comercial. Pero por otra
parte, se aplica a las relaciones entre la personas, cuando se busca resolver de manera
sabia y justa, y con todas las partes involucradas, situaciones conflictivas. En este
sentido, “negociar” significa “tratar o conducir algún asunto, procurando su resolución
más favorable”.
♦ Para que haya negociación, debe haber previamente la decisión de escuchar a los demás
de manera comprensiva, y estar dispuestos a ceder en algunas de nuestras opiniones y
criterios. Habiendo estos dos elementos: escuchar y ceder, se puede negociar y llegar a
una buena solución para todos.
♦ Los líderes deben desarrollar la capacidad de conducir “negociaciones” entre los
miembros cuando éstos se encuentran en conflicto. Además, deben los líderes desarrollar
su capacidad negociadora cuando ellos tienen cierta postura u opinión, y su gente tiene
otra que es igualmente válida o legítima.
♦ Como líderes que tienen el deber de preservar la fe y los principios cristianos, no
negociamos la doctrina bíblica, la visión de la Iglesia, los principios éticos, los valores
cristianos, el deber de amar, la fe en Dios y su Palabra, ni ninguno de los asuntos vitales
que conforman la vida espiritual y la conducta cristiana. Pero sí estamos dispuestos a
negociar en lo referente a nuestros sistemas, métodos, aplicaciones, decisiones de
asuntos menores, y maneras de hacer las cosas.
♦ Cuando debas negociar en estos asuntos, deberás pedir a Dios sabiduría, comprensión,
paciencia y tolerancia, para buscar con tu gente y encontrar con ellos, los mejores
caminos y las mejores opciones.

26. Se Requiere de Ti Creatividad


♦ La creatividad es un don de Dios repartido libremente a todos los seres humanos. Tú lo
posees, pero puedes explotarlo y desarrollarlo maravillosamente.
♦ Los líderes como tú, viven en constante desafío de encontrar mejores y más eficaces
maneras de hacer las cosas y conseguir los objetivos. Para ese fin, Dios les ha dado la
bendición de la creatividad, con la cual pueden inventar y crear nuevas y más eficientes
maneras, sistemas y métodos para realizar la tarea espiritual. Por esta razón, se te
requiere el aprovechamiento de tu capacidad creativa en beneficio de la Obra de Dios.
♦ Todo parte con una actitud de búsqueda de mejorar, que se expresa en preguntas como
las siguientes: “¿Cómo puedo mejorar esta tarea? ¿Cómo puedo conseguir mejores y
mayores resultados en esta labor? ¿Qué debo hacer para liberar más potentemente el
potencial espiritual de mi gente? ¿De qué manera podría en esta área de la Obra
multiplicar en vez de sumar?. La búsqueda de la respuesta a éstas y otras preguntas
similares, te introducirá en el reino de la creatividad, donde el Espíritu Santo está listo
para ofrecerte revelación, instrucciones, rhemas, visiones, y su infinita sabiduría
creativa.

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♦ Una vez que se activa el flujo de creatividad dentro tuyo, la aplicarás no sólo a la
búsqueda de mejoras en la Obra, sino en tu tarea como planificador, administrador,
consejero de almas, predicador y maestro, y aún en tu vida familiar y secular.

27. Debes Desarrollar la Capacidad de Formar Equipos y Trabajar en Equipo


♦ No se nace sabiendo trabajar en equipo con otras personas; se aprende a hacerlo.
Trabajar exitosamente en equipo, es una de mayores virtudes que un líder puede
desarrollar. Tu Casa Iglesia cuenta con personas muy capaces, que, si son entrenadas
para su tarea y para el trabajo grupal, pueden conformar contigo un equipo poderoso y
eficaz.
♦ Una vez que eres establecido como líder de una Casa Iglesia, debes comenzar a orar a
Dios por sabiduría y revelación, para escoger a quienes irán formando tu equipo de
liderazgo. Tú serás el formador del equipo y a la vez quien les capacite y les entrene.
♦ Ahora que les has establecido como tu equipo y les has dado las instrucciones
necesarias para funcionar como tal, tienes el desafío de guiarles a trabajar en equipo. En
ese equipo tú eres el líder, pero no el que sabe todo o dicta todo lo que hay que realizar.
Cada integrante de tu equipo tendrá un rol definido, un campo de acción, y la libertad
para aportar, opinar, aceptar, disentir, oponerse, crear, etc., y todo, con el mejor espíritu
de unidad, y la finalidad de generar entre todos lo mejor para la Obra de Dios.
♦ Debes entonces, desarrollar la capacidad de formar equipos eficaces, y trabajar con ellos
de manera armoniosa.

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La Urgente Necesidad De Pastores (Mateo 9:35- 38)

1. El Rebaño de Dios
♦ Los Hijos de Dios son Ovejas.- Dios hizo a los hombres con la necesidad de depender de
El para vivir verdaderamente y para ser, y aunque ellos han vivido independizándose más
y más de El, sin embargo, esa necesidad de Dios subsiste fuerte y vigorosa. Sin El nos
perdemos; somos ovejas que necesitan a Su Pastor, lo queramos reconocer o no. Los
hijos de Dios, por otra parte, hemos entregado nuestras vidas a El y nos damos cuenta
mejor que nadie, de esa profunda necesidad de pastoreo, guianza y protección que
necesitamos de nuestro Dios.
♦ La Iglesia es el Rebaño de Dios.- El Señor Jesucristo nos enseñó que la Iglesia es Su
Rebaño y El es nuestro Pastor (“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las
mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi
vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas
también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” - Juan 10:14-16).

2. Jesucristo, El Buen Pastor


♦ El rey David en uno de sus magistrales Salmos expresa bellamente la esperanza de la
oveja respecto de Su Pastor. David es la oveja y Jehová es su Pastor (“Jehová es mi
pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a
aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia
por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal
alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza
con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días” - Salmos 23)
♦ Jesús vino del cielo para convertirse en nuestro Buen Pastor, el que da su vida por las
ovejas; el que las protege y las defiende sin dudar; el que las conduce a los mejores

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pastos y las alimenta y las sacia día tras día. El es, sin duda, el Buen Pastor de todos los
suyos (Juan 10)
♦ Jesús es el Unico que realmente puede llenar la necesidad que tenemos de pastoreo y
cuidado. Y El no sólo puede, sino que quiere darnos el mejor pastoreo, la mejor atención.

3. Ovejas sin Pastores


♦ Mateo registra de manera profunda el sentir de Jesús al ver a la gente que le seguía; dice:
“Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9:36). El tenía siempre la visión
espiritual de los acontecimientos o situaciones naturales. En esta ocasión, El estaba
viendo la necesidad de la gente, su soledad espiritual, su desamparo, su falta de
paternidad espiritual, su abandono.
♦ La gente es hoy, igual que en tiempo de Jesús, ovejas que no tienen pastor. Nuestro
evangelio les lleva ante el Buen Pastor, que les toma en sus brazos, les cura, les alimenta
y les trae al redil.

4. Pastores para la Gente


♦ Cuando vio Jesús la necesidad que la gente tenía de pastores, instó a sus discípulos a orar
y pedir al Padre obreros. Estos obreros serían usados por Dios para llenar la necesidad de
pastoreo que la gente tiene.
♦ El plan de Dios es pastorear a todo Su pueblo, por medio de miles y millones de pastores
humanos que le ministren y les trasmitan el amor de Dios y su cuidado. Algunos de tales
pastores son designados de manera oficial con un ministerio pastoral sobre las iglesias;
otros, la mayoría, son sencillos obreros que tienen y desarrollan el don pastoral, o que,
por causa de la necesidad de la gente, han extendido su amor sobre ellos para cubrirles y
pastorearles.
♦ Cada líder celular es el pastor de su Casa Iglesia, el que cuida a las ovejas, les guía, les
nutre, les cura, les reencamina cuando se desvían, y responde por ellas ante los líderes
que están sobre él, y ante el Pastor de los pastores.

Tú Eres El Pastor De Tu Casa Iglesia

1. Repasando tus Roles


♦ Los principales roles que se requieren de ti como líder principal de tu Casa Iglesia son:
(1) Ser un Intercesor por tu Casa Iglesia
(2) Ser un Líder para tu gente
(3) Ser un buen Administrador de tu Casa Iglesia
(4) Ser un Formador de los miembros de la Casa Iglesia
(5) Ser un Pastor par tu gente

2. Tu Rol como Pastor Funcional de la Casa Iglesia


♦ Debes entender claramente cual es tu rol como Pastor Funcional de tu Casa Iglesia. No
hace falta que te llamen “pastor”; probablemente ese título está reservado en tu iglesia
para quienes han sido designados para el oficio pastoral; pero eso no hace ninguna

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diferencia con la posición práctica que ocupas en tu Casa Iglesia y la relación pastoral
que debes practicar con tu gente.
♦ “Pastor Funcional” significa que desarrollas la función pastoral, sin relación con tener o
no el título de pastor. Significa que funcionas como un pastor para tu gente; que cubres
sus necesidades espirituales; que les guías por el camino del Señor; que les proteges y les
defenderás con tu vida si es necesario; que buscas para ellos y les provees la mejor
comida espiritual.

3. Representando la Autoridad de tu Pastor


♦ Como Pastor Funcional, tú representas la autoridad del Pastor o Equipo Pastoral de tu
Iglesia. Tú has recibido de tu Pastor la autoridad para ser el líder de la Casa Iglesia, por
lo tanto, trabajas y operas bajo esa cobertura y bajo esa autoridad; y mantienes tu
autoridad espiritual sobre la gente de tu Casa Iglesia, mientras tú te mantengas en
obediencia y sujeción a tu autoridad mayor.
♦ Eres entonces, el representante directo de tu Pastor y su Equipo. Sé consecuente con esto,
y trabaja con toda sujeción y respeto a tus autoridades.

4. Pastoreando las Ovejas del Señor


♦ Nunca olvides que la gente que pastoreas no es tuya; no puedes hacer de ellas como te
plazca; no eres libre de tratarles descuidadamente o en forma abusiva. Ellos son
propiedad del Señor; comprados con Su preciosa sangre. Le pertenecen exclusivamente a
Él.
♦ Sin embargo, el Señor requiere de ti que pastorees Sus ovejas como si fueran tuyas, no
como un asalariado, que las deja y huye cuando viene el peligro, la dificultad, o la
adversidad (“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el
asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo
y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el
asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas” - Juan 10:11-13).
♦ El Señor nos exige que pastoreemos sus ovejas en forma desinteresada, con entusiasmo y
sin abusar de nuestra autoridad (“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,
cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta,
sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro
cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los
pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” - 1 Pedro 5:2-4)

Tus 8 Roles Y Tareas Como Pastor Funcional


De La Casa Iglesia

1. Encargado, Responsable
♦ A ti se te entregado la Casa Iglesia y todo lo que ella implica: la gente, la vida de la Casa
Iglesia, sus actividades, sus recursos económicos, sus proyecciones, su crecimiento, su
desarrollo y su multiplicación. Al encargarte el liderazgo de la Casa Iglesia, has sido
hecho responsable de ella ante Dios, ante la Iglesia, ante tus líderes y pastores, y ante los
miembros del grupo.

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♦ Ser Encargado de la Casa Iglesia significa que el primer responsable del éxito de ella en
cada área de su existencia y labor eres tú. A ti se te requiere que hagas bien tu trabajo,
pues haciéndolo, la Casa Iglesia prosperará.
♦ Ser responsable por la gente significa que sobre ti recae el deber de velar por la vida
espiritual de la Casa Iglesia y sus miembros, por su formación, su capacitación y su
desarrollo. Jesús se refería a ésto cuando oró diciendo: “He manifestado tu nombre a los
hombres que del mundo me diste; tuyos eran y me los diste.... Yo ruego por ellos; no
ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son.... Cuando estaba con
ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y
ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se
cumpliese” (Juan 17:6,9,12).
♦ Los pensamientos y sentimientos que vemos en Jesús respecto de sus discípulos en Juan
17, son los que conforman un verdadero corazón pastoral: amor sacrificial por quienes le
son entregados, intercesión a Dios por los suyos, cuidado y protección de sus discípulos,
trabajo de alimentación espiritual de su gente, preocupación por la vida espiritual de
ellos, sueños y aspiraciones acerca de los suyos. Tales motivaciones son los que se
espera que cada líder celular tenga en cuanto a sus propios discípulos y su gente, pues
estos sentimiento pastorales servirán al líder de constante incentivo, y no permitirán que
esté ocioso en la Obra, o se haga indolente e irresponsable de su tarea pastoral.

2. Alimentador
♦ “Jehová es mi pastor, nada me faltará...”; esto es lo que la oveja espera legítimamente
de su pastor. El pastor es alguien que suple las necesidades de la oveja; esa es su tarea y
su función. Indudablemente, alimentación es una de las necesidades más básicas de toda
oveja. Alimentación espiritual es una necesidad principal para todo discípulo.
♦ Los líderes celulares deben ser conscientes de la necesidad que sus discípulos tienen de
alimentación espiritual y de su responsabilidad en proveerles lo que necesitan. La
nutrición espiritual de los discípulos la realiza el líder por diversos medios:
* La enseñanza y la predicación de la Palabra de Dios
* El consejo y la orientación espiritual
* La ministración de la gracia de Dios a través de los dones espirituales
* La ministración al Señor en la reunión de la Casa Iglesia: alabanza, adoración,
oración (el discípulo recibe fortaleza y alimento espiritual al darle culto al Señor)
♦ La responsabilidad del líder celular es procurar la provisión que los discípulos necesitan
para su normal subsistencia, crecimiento y desarrollo. Esto significa que usará todos los
medios disponibles y necesarios que le permitan poner a disposición de su gente la
alimentación que ellos precisan. Si bien él es un verdadero pastor alimentador, no hará
él en forma personal toda la nutrición de los suyos; por el contrario, será ayudado
potentemente por:
* El Programa de Discipulado y Mentoría de su Iglesia
* Sus colaboradores, que monitorearán el estudio del Programa
* Sus colaboradores, que predicarán y enseñarán junto con él en la Casa Iglesia, y que
ministrarán a su gente los dones espirituales, el consejo y la instrucción.
* La ministración de la Palabra y la gracia de Dios por medio de los pastores y líderes
de la congregación, en los cultos y reuniones generales, en reuniones de obreros,
etc.

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* Videos y cassettes de audio de enseñanzas y ministraciones, además de libros y
materiales cristianos impresos.
* Ministerios cristianos radiales y televisivos.

3. Protector
♦ Todos sabemos que hay infinidad de peligros espirituales para el nuevo hijo de Dios, que
le podrían hacer perder la fe, descaminarlo, desviarlo, confundirlo, y aún, destruirlo
espiritualmente. Esto peligros latentes se dan en diversas áreas:
* Ataques espirituales de parte de Satanás y los demonios: tentaciones, opresiones
espirituales, temores, etc.
* Burlas, rechazos, oposiciones y aún, persecuciones por causa de su decisión de
seguir a Cristo, de parte de sus familiares, amigos, jefes y compañeros de trabajo,
compañeros de estudio y conocidos.
* Tentaciones y atracciones a volver a la antigua vida mundana
* Sectas, falsas doctrinas, errores de interpretación de la Palabra
* Malos testimonios de parte de líderes y cristianos antiguos
♦ Todos los factores anteriores y otros más, son causas de crisis espirituales en los nuevos
discípulos, que pueden derivar en decepciones, enfriamiento, desviaciones espirituales,
abandono de la fe, abandono de la iglesia y destrucción espiritual.
♦ Los líderes celulares son los primeros responsables de la protección y el cuidado de su
gente, por lo tanto, deben estar atentos y vigilantes respecto de cualquier amenaza real o
potencial a la vida espiritual de sus discípulos, y prestarles inmediatamente la ayuda
necesaria, y aún, proteger con su propia vida la de ellos (“Yo soy el buen pastor; el
buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de
quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo
arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y
no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me
conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por
las ovejas” - Juan 10:11-15)

4. Curador, Sanador
♦ Casi cada persona que llega a Cristo hoy, necesita curación en algunas áreas de su vida.
Perdón y curación no siempre ocurren simultáneamente. El perdón y la limpieza de
nuestros pecados son actos inmediatos una vez que venimos al Señor y nos arrepentimos;
El, por su infinita gracia, nos perdona, nos limpia de todo pecado, y nos justifica ante
Dios, y nos devuelve a un estado de plena aceptación por parte de nuestro Padre
Celestial. Pero la curación, no siempre ocurre en el mismo momento que el perdón; es
más, la mayor parte de la obra de sanación de las personas, fue entregada por el Señor a
la Iglesia; a nosotros.
♦ Soberanamente Dios sana a veces a las personas en ciertas áreas de sus vidas en el
momento de su salvación; especialmente en las áreas internas del alma y el espíritu; pero
por lo general, Dios deja muchas áreas sin tocar, entregando a sus siervos la
responsabilidad de curar a las personas y sanar a Sus ovejas.
♦ La curación que el Señor desea realizar en cada uno que le recibe, abarca todos los
aspectos de la vida de las personas; por lo tanto, el líder celular ministrará a su gente en
cada una de las siguientes áreas:
(1) Sanidad física (del cuerpo)
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(2) Sanidad del alma y el espíritu
(3) Sanidad de las relaciones familiares
(4) Sanidad de las relaciones sociales
(5) Sanidad económica
♦ Cada líder celular, como pastor funcional de su Casa Iglesia, realizará personalmente (o
se ocupará de que sus colaboradores lo hagan) la sanación de cada uno de los integrantes
de la célula, en las áreas que lo necesite.

5. Guiador, Orientador
♦ De todos los animales que el Señor creó en la tierra, las ovejas son quizá las menos
hábiles para proveerse su propio sustento, para defenderse de otros animales, o para
ubicarse en dónde están y hacia dónde deben ir. Esa es la razón por la que ellas necesitan
un pastor que les cuide, les guíe y les encamine. Ellas se descarrían fácilmente.
♦ La responsabilidad del pastor es guiar cada día a sus ovejas, mostrándoles el camino en
que deben andar. Hablando de El mismo, Jesús dijo así: “el pastor de las ovejas...
cuando ha sacado fuera todas las (ovejas) propias, va delante de ellas; y las ovejas le
siguen, porque conocen su voz” (Juan 10:2,4). Observa que el pastor “va delante de
ellas”; es decir, él asume su posición de guiador, de orientador; el marca el camino para
sus ovejas, caminando delante de ellas, mostrándoles ejemplo, marcando la ruta.
♦ Cada persona de tu Casa Iglesia, es una oveja que el Señor te ha dado para que la guíes
hacia su destino; para que la orientes día tras día por el camino de Dios; para que le
muestres y le enseñes; para que le conduzcas con seguridad por la senda de la vida
eterna.

6. Convocador, el que Reúne


♦ “Al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 10:36). El dolor de Jesús por la
gente, sin duda procede de su corazón pastoral. Para El, todas las personas son ovejas que
necesitan al pastor de sus almas. Jesús se duele porque ve a las ovejas desamparadas y
dispersas; es decir, sin nadie que le proteja y le reúna como rebaño de Dios. Las ovejas
necesitan un pastor que le convoque, que les llame, que les reúna, que las convierta en un
rebaño. Ellas necesitan a su pastor y a su rebaño.
♦ Tú eres el pastor de las ovejas que el Señor te ha entregado, por lo tanto, debes reunirlas,
convocarlas, llevarlas al redil, asegurarlas, formar el rebaño.
♦ Para esta tarea de reunir a las ovejas, debes desarrollar tu liderazgo y perfeccionar tu
pastoreo. El Señor te ha dado un poder para convocar a Sus ovejas y bendecirlas; tú
debes asumirlo, y dedicarte a esta tarea. Sin embargo, día tras día deberás crecer como
líder, mejorar tu gestión como motivador de tu gente, aprender las mejores y más
saludables formas de relacionarte con tu gente y amar a los miembros de tu Casa Iglesia
con corazón pastoral.

7. Corrector
♦ La tarea del pastor tiene uno de sus lados más desagradables pero necesario, en la
corrección, la amonestación y la reprensión de quienes desobedecen, afectan a otros con
su proceder, o se descaminan de la senda correcta.
♦ Dentro de las herramientas conque cuenta el pastor para el cuidado de sus ovejas, están la
vara y el cayado, ambas, palos que tienen entre sus varias utilidades, la de servir para

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golpear suavemente a las ovejas para hacerlas retornar cuando se salen del camino; éstas
representan la tarea correctiva del pastor sobre sus ovejas. Los pastores cristianos deben
con frecuencia usar la vara (la que representa la autoridad) para corregir actitudes
dañosas y situaciones incorrectas en la vida de sus miembros. El uso de la autoridad para
este fin corrector, es una necesidad muy importante en la vida de la Iglesia.
♦ Como pastor funcional de tu Casa Iglesia, te tocará muchas veces usar tu autoridad para
amonestar y reprender a los miembros que desobedecen o afectan negativamente a otros,
corregir y aún suprimir situaciones peligrosas para la comunión o la salud espiritual de tu
gente, y disciplinar o castigar en distintos grados de acuerdo a la falta, a los que reinciden
o son rebeldes.
♦ Jamás debes hacerle el quite a tu responsabilidad de corregir y disciplinar, pues tu
fidelidad en cumplir tu rol corrector asegurará la salud espiritual de la Casa Iglesia, y tu
éxito como formador de vidas.
♦ Es importante que tengas en cuenta los peligros que debes evitar en este rol de
administrar disciplina y corrección:
(1) Cuídate de cometer injusticia, juzgando una situación sin suficientes pruebas.
(2) Cuídate de hacer discriminación y acepción entre las personas, favoreciendo a
unos y perjudicando a otros.
(3) Cuídate de tus reacciones emocionales, de tus estados anímicos negativos, y de
caer en cualquier descontrol de carácter al hacer una corrección
(4) Cuídate de las presiones que pueden hacer sobre ti discípulos cercanos o
personas de influencia, para que juzgues con injusticia o parcialidad.

8. Sacerdote
♦ La Biblia enseña el sacerdocio universal de los creyentes; es decir, que todos somos
sacerdotes de Dios para su servicio y adoración (“Mas vosotros sois linaje escogido,
real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” - 1 Pedro 2:9; “Al
que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y
sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos” -
Apocalipsis 1:5-6). El sacerdocio es un privilegio, un derecho y una responsabilidad que
cada hijo de Dios tiene y por lo cual dará cuenta a Dios.
♦ Existen 4 esferas en las cuales el discípulo de Cristo tiene una responsabilidad sacerdotal:
(I) Hacia Dios (II) Hacia su familia (III) Hacia la Iglesia y (IV) Hacia el mundo. Estas
son las 4 áreas de su sacerdocio, en las que debe operar con toda fidelidad. Todo líder
celular debe tener perfectamente claro su rol de sacerdote en cada una de estos 4 niveles.
♦ En lo relativo a la función sacerdotal que tiene el líder con la Casa Iglesia que ministra,
se encuentran las siguientes responsabilidades:
(1) Debe interceder día tras día por cada uno de los miembros de su Casa Iglesia,
presentando ente Dios a cada uno para ser bendecido, ministrado, protegido,
transformado, etc.
(2) Debe enseñar pacientemente a su gente las verdades y principios de la Palabra de
Dios; debe trasmitir a los suyos la voluntad de Dios.
(3) Debe ser el primero en conducir a los miembros de su Casa Iglesia a buscar a
Dios, orar, adorarle, ministrarle con alabanzas, con ofrendas, diezmos y
primicias, y darle culto de la manera más excelente.

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(4) Debe pastorear las ovejas que el Señor puso en su mano, ministrándoles la gracia
del Señor de todas las maneras necesarias, a fin de que permanezcan fieles al
Señor, y permanezcan saludables en su vida espiritual.
(5) Debe buscar a la oveja perdida, a la que descarría, a la que es arrebatada por el
lobo, a la que es engañada por el diablo. Debe buscarle y traerle de regreso al
redil.

Repartiendo La Responsabilidad
Y La Tarea Pastoral

1. Entendiendo la Función Pastoral en la Iglesia


♦ El pastoreo es una función del Cuerpo de Cristo, la que tiene como propósito ejecutar los
8 aspectos analizados más arriba. Es muy importante que tengamos bien claro que el
pastoreo no es sólo la actividad que desarrollan ciertas personas que tienen un
nombramiento oficial como pastores de la Iglesia. El pastorado es una función mucho
más amplia que eso.
♦ En una iglesia en crecimiento no hay pastor que pueda cumplir todo el requerimiento
pastoral que su gente precisa. Ningún pastor cristiano es capaz de abastecer
espiritualmente a todas las ovejas del Señor que le han sido entregadas. Por otro lado,
tampoco es el plan ni la voluntad del Señor que un solo hombre realice la función de la
Iglesia.
♦ El ministerio pastoral de la Iglesia Local es una función colegiada, corporativa, repartida
entre varios. Ese el diseño divino para el pastorado de su Iglesia. Las Iglesias deben
tener equipos pastorales, no pastorados unipersonales. Esto significa que, aunque uno
entre los pastores sea el que ha sido oficialmente ungido y ordenado como tal, éste debe
reunir alrededor de él un equipo de hombres y mujeres con dones pastorales, con quienes
pastoreará la Iglesia.
♦ En las Iglesias Celulares el pastorado está todavía más repartido, más ampliado,
multiplicado: hay decenas, y cientos, y miles de líderes celulares, que son los pastores
funcionales de la gente, y eso es maravilloso, pues hace un incalculable bien a la vida de
la Iglesia, y a las ovejas del Señor.

2. Los Dones Pastorales y el Deber Pastoral


♦ Las personas pueden llegar a ser pastores funcionales de las Casa Iglesias por causa de
que se reconocen sus dones pastorales, o por causa de la necesidad que hay de líderes. En
el primer caso, para el líder es normal y natural tener un acercamiento y una relación
pastoral con las personas, dado que posee dones espirituales que lo habilitan para esa
función.
♦ En el segundo caso, la persona ha sido nombrada líder celular porque estaba dispuesta y
disponible para el trabajo del Señor, por lo tanto, puede no tener dones pastorales muy
potentes, pero tiene el amor por la gente y la visión pastoral; entonces, aprenderá la
función pastoral y se convertirá en un buen pastor para su gente.
♦ En la práctica tienen éxito pastoral los líderes de ambos grupos, siempre que se apliquen a
desarrollar la tarea que se les ha asignado. Algunos son pastores funcionales de las Casa

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Iglesias por causa de los dones que poseen; la mayoría lo es porque cumple con su deber
pastoral ante Dios y las ovejas del Señor.

3. Pastores Oficiales y Pastores Funcionales


♦ Hacemos una diferencia entre pastores oficiales y pastores funcionales:
* Pastor Oficial es aquel que, habiendo recibido del Espíritu potentes dones
pastorales y de liderazgo, ha sido reconocido con el ministerio pastoral y separado y
ungido como pastor titular de la Iglesia Local, o como parte del equipo pastoral de
ella.
* Llamamos Pastor Funcional a toda persona que, sin haber sido reconocida
oficialmente como pastor, realiza y ejerce la función pastoral hacia un determinado
grupo de la Iglesia local; principalmente, una Casa Iglesia. Los líderes celulares son
pastores funcionales, porque en la práctica son quienes cuidan, ministran, alimentan
y pastorean a las ovejas del Señor que son parte de su Casa Iglesia.
* El pastoreo de la Iglesia Local se realiza entonces, primeramente por medio de los
pastores oficiales; y luego, a través de muchos que aman a los hermanos, y asumen
el liderazgo de las Casa Iglesias, a los cuales llamamos pastores funcionales.

4. Descentralizando el Pastoreo en la Iglesia


♦ Los pastores oficiales son los encargados de organizar de tal manera la Iglesia Local, que
el pastoreo sea descentralizado (es decir, que no quede concentrado sólo en el pastor
oficial o en su equipo pastoral, sino que sea repartido entre todos los que ejercen
liderazgo y los que pueden hacerse cargo de las ovejas), produciendo así un amplio
despliegue del ministerio pastoral, que permita que cada miembro de la Iglesia sea
ministrado de manera personalizada.
♦ La descentralización del pastoreo puede ser un proceso largo, que comienza en el pastor
oficial, quien llega a estar plenamente convencido de las ventajas para la Iglesia de un
pastorado multipersonal. La visión de la Iglesia funcionando como un cuerpo pastoral es
clave.
♦ Una vez que el pastor principal ha llegado a tener clara la visión del pastorado
descentralizado, será su tarea enseñarla a su equipo pastoral y todos sus colaboradores, y
luego, a la Iglesia entera.
♦ Se debe realizar un proceso de transición de la situación de un pastorado centralizado y
unipersonal, al estado de un pastorado descentralizado y multipersonal. Si oramos con
sinceridad al Señor de la Iglesia, El nos dará la sabiduría necesaria para transitar este
proceso transicional con el menor riesgo y pérdida, y con la mayor ganancia para el
Reino de Dios y la Iglesia Local.

5. Organizando el Pastoreo de tu Casa Iglesia


♦ Como líder de tu Casa Iglesia y pastor funcional de ella, eres tú el encargado de organizar
la estructura y la dinámica pastoral de ella. Sigue los siguientes pasos:
(1) Al principio comenzarás tú solo como líder y pastor de la Casa Iglesia. Te
dedicarás a ella de manera responsable, estableciendo así el modelo pastoral que
tus discípulos imitarán.
(2) Entrenarás mentores, que a su vez tomarán discípulos, de los que se harán cargo
y por los que responderán ante ti.

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(3) Tú Casa Iglesia se organizará así en pequeños grupos internos (los grupos
mentor), en los cuales las personas serán pastoreadas, cuidadas y bendecidas.
Cada pequeño grupo tendrá un mentor entrenado por ti, y sujeto a ti.
(4) Te preocuparás que todos y cada uno de los miembros de la Casa Iglesia tenga a
alguien que responda por ellos. Nadie debe quedar descuidado o desamparado de
pastoreo.
(5) Te preocuparás de manera personal por el nivel y la calidad de pastoreo que la
gente de tu Casa Iglesia recibe de sus mentores. Tu supervisión es clave, tanto
para mantener el grado saludable de ministración que la gente necesita, como
para perfeccionar a tus mentores como pastores funcionales.

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Organizar Y Lograr
El Crecimiento De Tu Casa Iglesia

1. Tu Casa Iglesia debe Crecer


♦ Todo lo Vivo Crece.- Los seres vivos tienen tres órdenes genéticas básicas: (1) Crecer
(2) Desarrollarse y (3) Proliferar o Multiplicarse. Todo lo vivo crece y se desarrolla,
madurando para la proliferación y la multiplicación.
* El crecimiento tiene que ver con el volumen;
* El desarrollo con la manifestación y madurez de las características del ser vivo;
* Y la proliferación, con la perpetuación de la especie a través de la multiplicación.
Este es el plan de Dios para los seres vivos.
♦ Todo lo que Procede de Dios Tiene el Poder del Crecimiento y la Multiplicación.-
Esta es una verdad muy valiosa: si algo proviene de Dios, contiene en sí el potencial del
crecimiento y las semillas de la multiplicación. La Iglesia procede de Dios, y es el
organismo vivo de Jesucristo, por lo tanto, está llena del poder del crecimiento y la
genética espiritual de la multiplicación.
♦ Tu Casa Iglesia Nació para Crecer y Multiplicarse.- Tu Casa Iglesia es parte del
Cuerpo de Cristo, el organismo vivo del Señor. Ella nació para crecer y multiplicarse.
Ella contiene en su código genético espiritual, las órdenes de crecimiento, desarrollo y
multiplicación. Por todo esto, tu Casa Iglesia debe crecer, debe desarrollarse ricamente,
y se debe multiplicar sin cesar.

2. Evangelización y Crecimiento
♦ La Relación Entre Evangelización y Crecimiento.- Existe una relación íntima entre
evangelización y crecimiento numérico. La evangelización es el medio a través del cual
la Iglesia crece. La gente llega a creer en Cristo, se convierte a El y nace de nuevo,
llegando ser parte de la Iglesia, por medio de la evangelización. Nada puede entonces,
reemplazar el evangelismo y la potencia del evangelio predicado con unción. La

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evangelización es para la Iglesia, su misión en este mundo, a la vez que su mayor
necesidad en cuanto al crecimiento.
♦ Utilizando todos los Medios para Evangelizar y Ganar Gente para Jesucristo.-
Debemos aprovechar todos los medios y oportunidades para ganar almas para Cristo.
Todos los sistemas de evangelización son válidos y necesarios (predicación al aire libre,
evangelismo personal, conciertos y eventos evangelísticos, evangelización casa por casa,
Evangelismo Puente, etc.). En cada ocasión, debemos escoger el sistema evangelístico
que más fruto nos pueda dar.

3. Las Metas de Crecimiento


♦ La Importancia de las Metas para el Crecimiento.- Por lo general, todos producimos
más resultados en nuestras tareas, si se nos establecen metas que debemos lograr.
Cuando sólo se nos ordena trabajar, pero no se nos dan metas concretas para alcanzar,
rendimos menos frutos en determinado tiempo, que cuando las metas nos son impuestas
(o nos las autoimponemos).
♦ La Necesidad de Trabajar con Metas.- Necesitamos trabajar con metas en la Obra de
Dios.
* Establecer metas engendra la necesidad de cumplirlas. Esto significa que, sumado
al deseo de trabajar para Dios y agradarle con nuestro servicio, se suma la
necesidad de materializar ese deseo en el logro de los resultados objetivos que
nos exigen las metas.
* Trabajar con metas nos obliga a hacer nuestro mejor trabajo y nuestro mayor
esfuerzo al procurar lograrlas. Esto impide que realicemos para Dios un trabajo
negligente u ocasional.
* Trabajar con metas nos desarrolla como siervos del Señor y nos hace mejores
trabajadores suyos: más eficaces, más eficientes, más diligentes, más
responsables.
♦ Lo que se Requiere para Alcanzar las Metas de Crecimiento de la Casa Iglesia.-
Diversos elementos necesitan combinarse para alcanzar las metas del trabajo de la Casa
Iglesia. Todos ellos tienen un carácter esencial, por lo tanto, ninguno puede ser dejado
de lado.
* Deseo y pasión por lograr el objetivo; corazón ardiente por alcanzar la meta.
Determinación de alcanzar el propósito con la ayuda del Señor, cueste lo que
cueste.
* Visualización clara del objetivo. Llegar a “ver” dentro de nosotros con detalle el
cuadro de nuestra meta lograda. Declarar y confesar esta realidad que vemos cada
vez que oramos, y cada vez que nos referimos a la meta de nuestro trabajo en la
Casa Iglesia.
* Fe en Dios que nos respaldará y se moverá a nuestro favor en todo el trabajo, y
nos ayudará a llegar al final con éxito y victoria.
* Programa de oración intensa (en el cual se involucre a todos los participantes
directos y otros hermanos más) respaldando todo el tiempo la planificación, la
organización y la ejecución del trabajo, hasta llegar al objetivo.
* Organización Estratégica del trabajo de la Casa Iglesia, respetando las leyes de la
administración: Apreciación, Inventario de Recursos, Planificación, Preparación,
Delegación, Empoderamiento.

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* Ejecución responsable; trabajo fuerte y perseverante hacia la consecución de
nuestros propósitos.
* Supervisión motivadora de parte del líder

4. El Crecimiento de la Casa Iglesia


♦ El crecimiento numérico de la Casa Iglesia es un resultado, una consecuencia. Varios
elementos se conjugan para que el crecimiento se produzca. Trabaja con paciencia,
esperanza y fe sobre cada uno de ellos:
(1) Debes ser un líder ungido por el Espíritu de Dios. Tu vida personal debe estar en regla
con Dios. Ajusta lo que deba ser cambiado en tu vida.
* Sé exitoso en la oración personal (1 hora diaria como mínimo). Ayuna por tu Casa
Iglesia cada semana.
* Deja fluir al Espíritu Santo en tu trabajo celular, en las visitaciones, en la
evangelización, en las Reuniones y en todo lo que hagas. Deja que el Espíritu te
guíe; obedécelo sin temor ni vacilación.
* Motiva a todos los miembros de tu Casa Iglesia a tener oración victoriosa en su
vida personal (1 hora diaria como mínimo)
(2) Planifica cadenas de ayuno con tu Casa Iglesia cada semana. Además, realiza días
especiales de ayuno todos juntos por propósitos específicos
(3) La calidad y espiritualidad de las Reuniones de la Casa Iglesias es muy importante.
* Recuerda que debes planificar y preparar las Reuniones de la Casa Iglesia.
* Además, mejora día a día su calidad, capacitando a los participantes y sembrando
en todos la mentalidad de excelencia en lo que hagan para Dios.
* Por otro lado, debes dar lugar al Espíritu Santo para que haya intensidad,
espiritualidad y avivamiento en las reuniones de la célula.
(4) Debe haber una frecuente manifestación del poder de Dios con señales y milagros en la
vida de la Casa Iglesia, y produciendo avivamiento personal.
* Tú eres el primero en ministrar poderosamente el poder de Dios.
* Pero no sólo tú debes ministrar, sino cada uno de los miembros de tu grupo debe
ser adiestrado para ministrar el poder de Dios. Luego de eso, debe darse
oportunidad para que ministren con frecuencia.
(5) Debes lograr un apropiado nivel de amor y comunión entre los miembros del grupo
* Lo lograrás a través de enseñarles acerca del amor y la comunión, provocarles al
amor y estimularles de maneras prácticas a la comunión.
* Además, deberás corregir y reprender con severidad toda conducta contraria al
amor y la comunión.
* El clima de las relaciones humanas de la Casa Iglesia es determinante para muchas
personas que se quedarán o se irán, dependiendo del clima que encuentren.
(6) La claridad que los miembros de la Casa Iglesia tienen con la Visión y la Misión del
grupo y de la Iglesia es otro elemento clave del crecimiento de la Casa Iglesia.
* La Visión y la Misión son banderas de lucha detrás de las cuáles se capitaliza todo
el potencial de crecimiento de los miembros del grupo.
* Asegúrate que cada miembro tiene clara la Misión (La Gran Comisión) y la Visión
y corre comprometidamente detrás de ella.
(7) El crecimiento numérico tiene directa relación con el éxito en el trabajo de
evangelización que realizan todos los miembros, por eso, capacita a cada uno en todas

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las maneras y estrategias para tener evangelización exitosa. Que cada miembro esté
lleno de pasión por ganar gente para Cristo, además de estar capacitado para hacerlo.
(8) El crecimiento exitoso está también vinculado con la claridad que los miembros tienen
en cuanto a las metas de crecimiento numérico de la Casa Iglesia, y su compromiso
serio con ellas, partiendo por el líder y sus colaboradores.
* Tú debes ser el ejemplo máximo de compromiso con las metas; luego tus
colaboradores también deben estar encendidos y comprometidos con las metas.
* Entonces, todos los miembros trabajarán mentalizados en lograr las metas y
objetivos.
(9) La visitación sistemática semanal a todos los miembros es un factor muy importante
del crecimiento, porque mantiene afirmados sobrenaturalmente a los miembros y
familias en la Casa Iglesia. Organiza y ejecuta (con tus colaboradores) semanalmente y
fielmente la visitación a cada familia.
(10) Debes trabajar por la integración inmediata de los miembros de la Casa Iglesia a las
Reuniones Públicas de la Iglesia y otras actividades.
* La Casa Iglesia por sí sola no puede brindar al hijo de Dios todo lo que necesita
para mantenerse fiel al Señor, y productivo en Su servicio; necesita la
Congregación, la Iglesia Local, la que le afirmará definitivamente en el Cuerpo de
Cristo de manera saludable y segura.
(11) La consolidación, el discipulado y el mentoreo de cada persona que se integra a la Casa
Iglesia es muy fundamental para el crecimiento de ella.
* Como líder de la Casa Iglesia y mentor, tomarás a un grupo de sus miembros como
discípulos tuyos.
* Pero además deberás preocuparte de proveer al resto de cuidado y formación
personalizados (a través de tus colaboradores).
* Cada persona de tu Casa Iglesia debe tener alguien que le cuide y le nutra
espiritualmente de manera personalizada. Por ninguna razón debes descuidar esto.
(12) Cada miembro de tu Casa Iglesia debe recibir sanidad interior por medio de sus líderes.
* Cuando la gente es sanada en su interior sobrenaturalmente por el Espíritu Santo,
surgen en las personas deseos muy poderosos de servir al Señor lo cual,
encaminado sabiamente, colaborará fuertemente al crecimiento de la Iglesia.
* En el lado contrario, cuando las personas no son sanadas en su interior, los deseos
de servirle que el Espíritu pone en ellas son afectados, bloqueados y aún
contrarrestados por los problemas que generan en su interior los traumas, heridas,
pecados, enfermedades psicológicas, emocionales y espirituales que la persona
tiene.
* Cura a tu gente; minístrales sanidad interior cuanto antes; así, de esta manera les
liberarás para que puedan servir a Dios sin impedimentos.
* Capacita en la ministración de sanidad interior a quienes ya hayan recibido esta
ministración; estos miembros entrenados colaborarán contigo en la tarea de sanar a
quienes llegan a Cristo y liberarles para el servicio.
(13) En la vida normal de la Casa Iglesia todos sus miembros deben recibir muchas
oportunidades de participación y servicio.
* La frecuente oportunidad que cada miembro recibe para participar y servir al
Señor en las actividades de la Casa Iglesia, es un factor bien importante que
promueve por sí el crecimiento de ella.

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* De acuerdo a las instrucciones que tienes más arriba, da a los tuyos frecuente y
abundante oportunidad de servir; planifica esto detalladamente y desarrolla
diligentemente tu plan de máxima oportunidad a todos.
(14) Si bien el recibir oportunidad de servir al Señor en la Casa Iglesia te estimula y
desarrolla, es el tener funciones y responsabilidades permanentes lo que más
contribuye a formar a las personas y desarrollar todo su potencial.
* Debes entender la diferencia entre actividad y función: la actividad es temporal, la
función es permanente.
* Si bien las actividades movilizarán y motivarán a los nuestros, en realidad son las
funciones y roles permanentes los que les harán productivos, y desarrollarán lo
mejor de ellos.
* Asigna a cada miembro de tu Casa Iglesia alguna (s) función (es) significativa que
tendrá en forma permanente por un tiempo, y por la cual tendrá que
responsabilizarse y reportar.
(15) El respaldo y la confianza que el líder de la Casa Iglesia da a cada uno de sus
miembros para el trabajo es demasiado importante como para no mencionarlo. Es
increíble el impacto que esto produce en las personas.
* Sentirse amados y respaldados por su líder, genera en los miembros una fuerza
interna muy poderosa, y les predispone a hacer cualquier sacrificio por responder a
tal confianza y respaldo.
* Esto es lo que hizo Jesús con los suyos, y todos los que fueron eficaces mentores
en la Biblia.
* Manifiesta de varias maneras (actitudes, expresiones, palabras, etc.) tu confianza
hacia ellos, tu respaldo, y el alto valor que das a su trabajo.
(16) El último factor que mencionaremos es el sentido de Equipo que los miembros tienen
respecto de la Casa Iglesia.
* En realidad, si la koinonía es buena y tú organizas a tu Casa Iglesia como un
equipo, ella llegará a serlo. Cuando logras este “estado de equipo”, avanzaste a un
nivel fabuloso que te permitirá no sólo avanzar, sino correr con tu grupo es pos de
las metas y objetivos.
* Trabaja hasta lograr este sentido de equipo en ellos, y luego hazlos funcionar como
el mejor equipo del mundo en el servicio del Señor.

♦ Debes cuidar que cada uno de estos 16 elementos (y otros más) se encuentren
saludablemente presentes y activos en la vida de tu Casa Iglesia. Haciendo esto,
lograrás un crecimiento constante y permanente de ella.
♦ Por otro lado, ten siempre delante de tu gente que el crecimiento de la Casa Iglesia es la
responsabilidad de todos, no sólo del líder y sus colaboradores.
♦ También deben tener claro que no sólo deben ganar, sino además, conservar. Tener y
retener, engendrar y criar, avanzar y cuidar lo avanzado, conquistar y colonizar.

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La Multiplicación De La Casa Iglesia

La multiplicación de la Casa Iglesia no es un objetivo difícil ni debe tardar mucho. Depende


absolutamente de: (1) tu intimidad con el Señor, (2) tu compromiso personal con la Gran
Comisión , (3) tu claridad en la visión celular, (4) tu éxito en comunicar a tu gente la misión, la
visión y los objetivos de crecimiento y multiplicación de la Célula, (5) tu trabajo de preparar
rápidamente y sin cesar a todos como próximos líderes celulares, (6) tu habilidad en realizar una
estrategia efectiva para capitalizar todo el potencial de evangelización, y (7) tu velocidad para
tomar las decisiones necesarias para delegar y empoderar a los tuyos.

1. Tu intimidad con el Señor


♦ Está demostrado que quienes oran diariamente 60 a 90 minutos o más, multiplican su
Célula más rápidamente y de manera más frecuente que quienes oran sólo 30 minutos
diarios, y todavía más rápidamente que quienes sólo oran unos pocos minutos cada día
de manera irregular.
♦ La cantidad de tiempo dedicada a la oración privada (en la cual hay un tiempo
importante de intercesión por cada miembro de la Casa Iglesia, y por sus metas,
objetivos y actividades), está directamente relacionada con la velocidad de
multiplicación.
♦ Como líder celular no puedes subestimar este factor clave; al contrario, debes trabajar
severamente contigo mismo hasta adquirir la disciplina de la oración diaria extensa.

2. Tu compromiso personal con la Gran Comisión y tu claridad en la visión de la Casa


Iglesia
♦ Debes estar consagrado a cumplir la Gran Comisión de Jesús; ésta es tu misión y debe
ser tu pasión. El objetivo principal de toda tu vida debe ser, sin duda, ser fiel en el
cumplimiento de la misión que el Señor te ha entregado mientras vivas en esta tierra.

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3. Lo siguiente es que debes tener absolutamente clara la visión celular por la que tu
iglesia se mueve y opera
♦ Sabes que hay varias estrategias celulares distintas en el mundo hoy que operan todas
con éxito. Debes tener clara como el agua la que tiene tu iglesia. Debes conocer cada
detalle y cada matiz de la visión celular de tu iglesia, su espíritu, su identidad y su norte.
♦ Debes enamorarte de ella; debes apasionarte con ella; debes moverte exclusivamente a
través de ella.

4. Tu éxito en comunicar a tu gente la misión, la visión y los objetivos de crecimiento y


multiplicación de la Casa Iglesia
♦ Una vez que tú estés claro y compenetrado en la Gran Comisión, la visión de tu iglesia,
las metas y objetivos de la Casa Iglesia, debes comunicar apropiadamente todo esto a tu
gente.
♦ Usa todos los medios posibles para trasmitirles la información, el espíritu y la pasión.
Usa medios verbales (hablar), gráficos (escritos, dibujos, afiches, etc.), audiovisuales
(videos, cassettes, etc.), y cualquier otro que sea útil.
♦ Capacítate como comunicador; dedícate a comunicar a los tuyos de manera constante y
perseverante todo lo anterior.
♦ No te canses ni te desanimes por los resultados escasos del principio. Por lo general, las
personas necesitan que se les repita muchas veces para entender, y otras tantas para
apasionarse, y otras más para realizar las tareas.... y aún muchas más durante todo el
camino. No ignores esto.
♦ Por otro lado, estudia el impacto de tus acciones de comunicación, y mejóralas. Sé
creativo y además, aprende de otros que tengan éxito como comunicadores.

5. Tu trabajo de preparar rápidamente y sin cesar a todos como próximos líderes


celulares
♦ Desde el primer día de la conversión de las personas, comienza tu trabajo de
prepararles para ser los próximos líderes celulares, la próxima generación. Haz esto de
manera consistente, intencionada, constante.
♦ Asígnales roles, dales tareas y actividades; hazles experimentar en los aspectos claves y
críticos de la vida de la Casa Iglesia
♦ Hazles avanzar en el programa de capacitación y formación en la velocidad diseñada
para cada nivel.
♦ No esperes que estén maduros para darles oportunidades o empoderarles; no seas lento;
juégatela por ellos, confiando en la gracia que el Señor ha puesto en sus vidas.

6. Tu habilidad en realizar una estrategia efectiva para capitalizar todo el potencial de


evangelización
♦ Organiza un programa permanente de Evangelización Casa a Casa, en el cual
involucrarás a cada uno de los integrantes de la Casa Iglesia. Especialícense en el
trabajo casa por casa y hagan de él su prioridad Evangelística.
♦ Evangelismo Puente es también una especialidad para el trabajo de tu grupo. Trabaja a
fondo con cada uno de ellos en aprovechar y explotar todos los contactos y puentes que
ellos tienen para la evangelización. Reparte esta tarea (Y todas las anteriores también)
con tus colaboradores, y ganen para Cristo a todos los que puedan, generando nuevas
Casa Iglesias inmediatamente que el crecimiento aparece.

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7. Tu velocidad para tomar las decisiones necesarias para delegar y empoderar a los
tuyos
♦ Si eres lento a la hora de delegar en los tuyos les dañarás en su desarrollo, y
probablemente abortarás poderosos crecimientos y multiplicaciones que el Señor te
había entregado.

♦ Confía plenamente en el Señor y en la gracia que El ha puesto en las personas. No


mires a los tuyos con ojos naturales; abre tus ojos espirituales para ver el poder de Dios
y Sus propósitos para con tus discípulos.
♦ Sé veloz en tomar las decisiones necesarias a fin de liberar bajo la voluntad de Dios el
potencial divino que hay en tus hijos espirituales. Asígnales las funciones y roles que
sean para ellos un desafío de superación y avance.
♦ En cuanto a la generación de nuevas Casa Iglesias, son ellos, tus discípulos, que no
tienen más de dos meses de haber nacido en Cristo, quienes deben tomar el liderazgo
de las ellas, formadas por medio de su propio evangelismo puente.
♦ Entrégales el liderazgo de las Casa Iglesias, mientras les refuerzas intensamente por
medio del programa de capacitación, por medio de tus oraciones y ayunos, y por medio
de tu supervisión y ministración personal.

Cómo Multiplicar Tu Casa Iglesia - Los Caminos Para


Multiplicar Tu Casa Iglesia

Existen varias maneras o modos de multiplicar nuestra Casa Iglesias. Examinaremos brevemente
los 4 principales caminos de multiplicación celular, deteniéndonos más extensamente en la
multiplicación por medio de Evangelismo Puente.

1. División de la Casa Iglesia por Crecimiento Máximo


♦ Las células del cuerpo humano crecen hasta su punto de crecimiento máximo; una vez
que eso sucede, se dividen en dos células pequeñas, y cada una de ellas comienza de
nuevo el proceso de crecimiento, hasta llegar a su punto de máximo crecimiento. Una
vez llegadas allí, se dividen en cuatro células pequeñas que comienzan a crecer, y así
continúa de manera interminable el proceso de crecimiento celular.
♦ Las Células del cuerpo de Cristo también crecen hasta llegar a su punto de crecimiento
máximo, pero los líderes y los integrantes de ella no siempre perciben cuando la Célula
llegó a tal punto; por esta causa, y porque la mayoría de las Células cristianas no están
predispuestas a dividirse para continuar la multiplicación, la Célula continúa su
existencia, pero se detiene su crecimiento.
♦ Toda Célula cristiana nace para multiplicarse, y la multiplicación está asociada a la
división de ella. Debemos entonces establecer un criterio sano para determinar el
momento en que la Casa Iglesia llega a su máximo crecimiento y debe entonces
dividirse.
♦ El primer criterio es absolutamente práctico, y tiene que ver con el espacio físico donde
funciona la Casa Iglesia. Si por ejemplo el lugar de reunión es pequeño, capaz de
albergar 8 a 10 personas, ese el tamaño máximo que la Casa Iglesia puede llegar a tener.
Si crece un poco más que eso, comenzarán los problemas de infraestructura y logística
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(falta de espacio para que entren todos, falta de asientos, incomodidad de los asistentes,
incomodidad de los anfitriones al no poder dar apropiado albergue a todos, etc.), los
cuales, finalmente, ahogarán el crecimiento y éste se detendrá. En este caso, la Casa
Iglesia debe dividirse cada vez que llega a la cantidad de 10 personas.
♦ El segundo criterio es referente al momento en que la Casa Iglesia debe dividirse porque
ha llegado a su punto de crecimiento máximo, y esto obliga a la partición.
* Hay un momento en que toda Casa Iglesia llega a su clímax de crecimiento; no
dividirla provocaría que ella disminuya sensiblemente su velocidad de
crecimiento, o simplemente deje de crecer como Casa Iglesia y tienda a adquirir
otras características.
* Los objetivos y razones principales de la división de la Casa Iglesia son:
 Mantener fuerte la vitalidad y empuje de la Casa Iglesia. Si no se divide, se
torna pesada y lenta.
 Mantener alto el nivel de participación de los integrantes de las Casa
Iglesias. Si la Casa Iglesia se torna muy grande, disminuye obviamente el
nivel de oportunidades que el miembro individual tiene de participar.
 Mantener un liderazgo personalizado sobre los miembros de la Casa
Iglesia. Al crecer demasiado el grupo, a fin de atender a todos de alguna
manera, el líder pierde presencia y ministración personalizada; debe
repartirse entre muchos. Esto le trae dificultades en su trabajo formativo y
pastoral. En la partición, regularmente el líder continúa con una de las Casa
Iglesias, y nombra y establece nuevo liderazgo (previamente capacitado)
para la otra. Ambos líderes ahora tienen grupos más pequeños, que les
permiten un ministerio más cercano a la gente.
 Permitir que el flujo de crecimiento de la Iglesia por medio de las Casa
Iglesias continúe avanzando sin impedimentos. Las nuevas Casa Iglesias
surgidas de las particiones crecerán vigorosamente hasta alcanzar su
clímax, para luego ser partidas, y continuar así el proceso de crecimiento de
la Iglesia.
♦ Entendiendo que cada Casa Iglesia tiene sus propias características y su propio punto de
máximo crecimiento, no podemos establecer de manera dogmática el número de
miembros que una Casa Iglesia debe tener para dividirse. Pero sí, llegando a un término
medio, podemos decir que si tu Casa Iglesia tiene más de 15 personas, debes organizar y
realizar prontamente su división. Si no lo haces, comenzará a decaer y quizá llegue a
decrecer.

2. Generación no Planificada o Libre de Nuevos Hogares Disponibles Para Casa Iglesias


♦ Cuando ciertos miembros de la Casa Iglesias ofrecen sus hogares como potenciales
bases para iniciar nuevos grupos, debes ver allí una excelente oportunidad para
multiplicar tu Célula original. Ellos te ofrecen su casa para que realices allí reuniones
celulares, sin dejar las reuniones de su Casa Iglesia. Tú debes ver siempre más allá:
debes ver esos hogares como futuras Casa Iglesias.
♦ Una vez que comienzas reuniones en los nuevos hogares, debes direccionar tales
reuniones hacia la formación de nuevas Casa Iglesias, dando a los anfitriones la visión
de su hogar como base de una nueva Casa Iglesia. Lo mismo harás con los asistentes e
invitados.

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♦ Estableces el nuevo hogar como Casa Iglesia hija, nombrando a uno de tus
colaboradores como líder bajo tu dirección y supervisión. Después de un tiempo, lo
empoderas como líder oficial.

3. Resultados de la Evangelización
♦ Todos debemos aprovechar cada oportunidad que tengamos de evangelizar y ganar
personas para Cristo. Una vez que les ganamos, les integramos a nuestra Casa Iglesia.
* Pero en algunos casos, por razones estratégicas, comenzaremos una nueva Casa
Iglesia partiendo con un nuevo convertido a Cristo que está dispuesto a abrir su
casa para tal efecto.
* Las razones estratégicas para una decisión así pueden ser:
(1) La dificultad de la persona para asistir a la reunión de la Casa Iglesia madre,
por causa de la distancia, o ubicación a trasmano.
(2) Los horarios del nuevo creyente no coinciden con los de actividades de la
Casa Iglesia madre.
(3) No hay buenas relaciones entre el nuevo cristiano y los anfitriones o
miembros de la Casa Iglesia madre.
(4) La zona donde vive el nuevo cristiano en muy prometedora
evangelísticamente hablando.
♦ Otra manera en que se plantan nuevas Casa Iglesias por el evangelismo es cuando la
Casa Iglesia se traza el objetivo de evangelizar cierta zona geográfica casa por casa, a fin
de plantar nuevas Casa Iglesias. Siendo éste el propósito, los nuevos convertidos (de
acuerdo a algún criterio pre establecido) van siendo organizados en nuevas Casa
Iglesias.

4. Evangelismo Puente
♦ Sin desestimar ninguna de las maneras de multiplicar las Casa Iglesias mencionadas más
arriba, Evangelismo Puente es uno de los sistemas preferentes, por las características que
posee y la efectividad con que se desarrolla.
♦ La multiplicación de la Casa Iglesia a través de Evangelismo Puente ocurre a través de
los siguientes pasos:

(1) Preparación y Organización


Se confecciona a todos su Tarjeta de Evangelismo Puente, registrando en
ella a todos sus contactos: familia, parientes, amigos, vecinos, compañeros,
conocidos.
Se ora por una semana y se ayuna bajo guía del Espíritu, por la salvación de
todos los contactos que no se han convertido a Cristo, pidiendo al Señor los
nombres de los primeros 10 a quienes debemos evangelizar.
Se ora por otra semana y se ayuna otra vez, por la salvación de las 10
personas que el Señor ha mostrado.
Se trabaja en Evangelismo Puente con dos o tres de nuestros discípulos por
semana, planificando con ellos los días posibles de visita a los hogares de
sus contactos. Una vez realizadas las visitas y evangelizados sus contactos,
se toma a otros dos o tres de nuestros discípulos y se procede de la misma
manera.

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Ahora nuestros discípulos visitan los hogares de las 10 personas mostradas
por el Señor, ofreciéndoles nuestra visita y nuestra oración, y los milagros de
Jesús sobre sus necesidades. Si la respuesta es positiva, se establece el día y
hora de visita al hogar, respetando el discípulo los días acordados con su
líder.
En el día acordado, se juntan el mentor con su discípulo, oran y salen para
evangelizar a las personas que les corresponde ese día

(2) Evangelismo Sobrenatural


Al llegar frente a la puerta de la persona que se va a evangelizar, se toma
autoridad sobre la casa y los que allí viven, expulsando a los demonios que
gobiernan sobre ella.
Después de los saludos, el mentor toma la palabra, y procede a evangelizar a
quienes estén allí, utilizando la estrategia de Evangelismo Sobrenatural.
Una vez que las personas se entregan a Cristo, se les bautiza en agua; se les
ministra el bautismo con el Espíritu Santo; se ora con ellos pidiendo y
ordenando los milagros de Dios que las personas necesitan; se les ministra
de acuerdo a sus necesidades: sanidades, liberación, etc.

(3) Organizando la Casa Iglesia


En el mismo acto, se les instruye brevemente en las instrucciones básicas
para iniciar la vida cristiana. Inmediatamente, se les pone bajo la autoridad
de nuestro discípulo, dejando en sus manos (No sin ayuda y asesoramiento
nuestro) el discipulado y la atención espiritual de sus contactos ahora
convertidos a Jesús.
También se instruye a los nuevos cristianos para reunirse en alguno de los
hogares de recién convertidos, por lo menos una vez por semana, bajo la
autoridad y ministración de nuestro discípulo. Así, iniciamos la nueva Casa
Iglesia, la que será liderada por nuestro discípulo.
Lo mismo hacemos con cada discípulo, plantando de esta manera, en un
lapso de sólo semanas, una Casa Iglesia para cada uno de nuestros
discípulos. Esta es la manera de multiplicar la Casa Iglesia por medio de
Evangelismo Puente.

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Lo Que Es El Grupo Mentor

1. Describiendo lo que es el Grupo Mentor


♦ El Grupo Mentor es el que se forma cuando seleccionas y escoges discípulos (o te son
asignados), para concentrarte en ellos de manera especial, procurando su formación y
desarrollo.
♦ El Grupo Mentor te tiene a ti como su líder y mentor, y está formado por todos los que se
comprometen con el Señor y contigo, se sujetan a ti, y respetan tu autoridad y tus
instrucciones mientras les vas formando.
♦ Tú, como mentor y líder del Grupo Mentor, eres el responsable de la estabilidad y el
desarrollo espiritual de los discípulos, y respondes por cada uno de ellos ante tu líder,
ante las autoridades de la Iglesia, y ante el Señor.

2. Los Objetivos del Grupo Mentor


El Grupo Mentor se establece para cumplir los siguientes propósitos y objetivos:
(1) Discipular y formar a tus discípulos en las distintas áreas de su vida cristiana:
a) Vida espiritual: Intimidad con Dios, santidad, fe, amor, obediencia, gozo del
Espíritu, guianza del Espíritu, sobrenaturalidad
b) Disciplinas devocionales: Oración, ayuno, tiempo devocional diario, adoración,
alabanza, acciones de gracias, asistencia a reuniones de la Casa Iglesia y generales
de la Iglesia
c) Disciplinas cristianas: Koinonía, servicio a Dios, evangelización, ayuda mutua,
finanzas
d) Ética y conducta cristiana: conducta personal, relaciones familiares, ética laboral,
responsabilidades civiles y comunitarias
e) Victoria espiritual: guerra espiritual, victoria sobre la tentación, el mundo, el diablo,
la carne

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f) Ministerio: descubrimiento, uso y desarrollo de dones, ministerio cristiano,
ministraciones sobrenaturales (sanidades, liberación, milagros, bautismo en agua,
bautismo en el Espíritu, sanidad interior, restauración, ministraciones varias), Otras
ministraciones: predicación, enseñanza, consejería, etc.
g) Trabajo de Casa Iglesia: La Casa Iglesia, vida de la célula, crecimiento celular,
multiplicación celular, liderazgo celular, etc.
h) Conocimiento cristiano: Biblia, teología, historia de la Iglesia, etc.
(2) El Grupo Mentor se establece porque es en el contexto grupal donde se deben formar
los discípulos.
* Jesús no formó discípulos de manera individual, sino integrándolos a su grupo
mentor, pues allí no sólo aprenderían las verdades y principios del Reino de los
cielos, sino además, aprenderían la comunión de los santos (la koinonía), las
relaciones personales del Reino, el servicio mutuo, el perdón, la reconciliación, la
preocupación unos por otros, y una infinidad de verdades y principios espirituales
que nunca podrían aprender en un contexto de individualidad.
* La vida cristiana es una vida corporal, comunitaria, grupal. La Iglesia es el Cuerpo
de Cristo, el rebaño de Dios, el pueblo de Dios, la familia de Dios, la congregación
de los redimidos, la grey del Señor. Todos estos títulos descriptivos de lo que es la
Iglesia expresan la idea de comunidad y corporación.
* Indudablemente es sólo en ésta relación comunitaria y familiar donde aprendemos
valores como: unidad, integración, reciprocidad, servicio mutuo, cuidado mutuo,
amor sacrificial por los hermanos, etc.

Cómo Formar Tu Grupo Mentor

1. Orar A Dios Para Escoger A Sus Discípulos


♦ El trabajo del mentor comienza con la oración, continúa con la oración, y llega a ser
éxito por medio de la oración por tus discípulos.
♦ La oración que te define como mentor y captura tu corazón y tu espíritu en esta tarea es
la oración que debes hacer a Dios, para recibir guianza de El en cuanto a los discípulos
que debes escoger para mentorear personalmente.
♦ Ora con intensidad y persistencia hasta que el Señor te revele claramente a quienes
debes escoger y a quienes no. Obviamente tomarás luego personalmente a los que el
Señor te mostró. Por otro lado, organizarás tu Casa Iglesia para que otro mentor de tu
grupo tome a quienes no te fueron asignados por el Señor.

2. Co-Crear A Tus Discípulos


♦ Una vez que sabes a quienes te debes dedicar como mentor, viene uno de los trabajos
más importantes y profundos de tu mentoreo; es el trabajo espiritual y privado de co-
crear a tus discípulos como exitosos líderes celulares multiplicadores y mentores
exitosos. Co-crear es crear con Dios, es producir espiritualmente en sociedad e intimidad
con Él.
♦ La co-creación es una tarea que se produce en la cuarta dimensión, en la dimensión del
espíritu. Se produce en tu espíritu por la acción del Espíritu Santo que habita en ti. Tú
oras y buscas revelación de Dios hasta encontrarla. Dios te dará una imagen poderosa de
cada uno de tus discípulos, mostrándotelos en su futuro como líderes celulares
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multiplicadores y mentores exitosos. Debes orar insistentemente hasta poder ver
claramente en tu espíritu y en tu mente la nueva imagen y la visión divina de ellos.
♦ En la co-creación, tu espíritu es el vientre donde te embarazas de tus discípulos. Ellos
crecerán en ti día a día por medio de tu oración, tu ayuno y tu fe. Mientras en lo exterior
les vas ministrando y amando y formando, ellos crecen dentro de ti. Y crecerán hasta
que estén maduros en tu espíritu, y entonces comenzarán a manifestarse plenamente,
llegando a ser tal como los viste y los co-creaste en tu visión interior.

3. Reclutar A Tus Discípulos


♦ Cómo reclutarás a tus discípulos una vez que el Señor te los revela es un paso bien
importante. Debes hacerlo de la manera apropiada; debes hacerlo de manera edificante y
positiva. A continuación, algunas instrucciones al respecto:
♦ La conversación inicial.- Evidentemente, los que escogerás no son desconocidos para
ti, sino que son miembros de tu Casa Iglesia, por lo tanto, no te será difícil abordarlos.
La importancia de esta conversación inicial, es que en ella debes describir claramente a
tu discípulo los aspectos principales del llamado que le estás haciendo. Le describirás a
qué lo estás llamado, qué actividades desarrollarán semanalmente (reuniones del grupo
de discípulos, estudio de los materiales bíblicos, tareas en la Casa Iglesia, etc.), cómo
será tu relación con él. Le hablarás con entusiasmo, con alegría, con intensidad,
despertando motivación, tocando su espíritu. Le dirás que oraste hasta que Dios te reveló
su nombre como uno de los tuyos. Entonces, propiamente le harás el llamado: ¿quieres
ser parte de este grupo de futuros líderes? ¿quieres venir con nosotros y convertirte en un
discípulo exitoso? ¿quieres integrarte a este ejército de Dios?
♦ Compartirles la Visión acerca de ellos.- Le hablarás acerca de convertirse en discípulo
comprometido, de convertirse en líder de Casa Iglesia multiplicador, de llegar a ser un
mentor exitoso y un siervo de Dios poderoso y productivo. Le darás una visión positiva
y triunfante de ellos y su futuro, y lo que pueden llegar a ser con Dios y la manera en
que Dios desea usarles para Su gloria.
♦ Darles Visión acerca de la Iglesia en el futuro cercano y lejano.- Les hablarás acerca
de la manera en que todos juntos trabajaremos por nuestra iglesia, y lo que ella llegará a
ser y en lo que se convertirá por causa de la bendición de Dios y nuestro trabajo. Le
contarás acerca de los planes y propósitos que Dios tiene con tu iglesia, y el impacto
mundial que ella hará en un futuro cercano.
♦ Compartirles la Visión de su formación y capacitación.- Les hablarás de tu programa
de capacitación y formación como siervo de Dios; esto incluye enseñanzas, lecturas,
investigaciones bíblicas, oraciones, ayunos, retiros, servicio en todas las áreas,
descubrimiento de su liderazgo y sus dones; etc.

4. Formar El Grupo Mentor


♦ Una vez que hayas hablado con todos los que debes reclutar, es el momento de formar tu
Grupo Mentor, tu grupo de discípulos. Lo harás citando a todos a cierto lugar. Puede ser
tu propia casa o algún lugar adecuado donde puedas disponer de espacio suficiente,
asientos, tiempo, un ambiente libre de ruidos molestos, y privacidad.
♦ Una vez congregados todos los llamados a la reunión inicial, les darás la bienvenida y
comenzarás con una oración de apertura; una oración profética acerca del grupo.

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♦ A continuación, les describirás nuevamente el futuro que hay delante de ellos; les
contarás que Dios te habló acerca de cada uno de ellos; que fueron escogidos por Dios
para ser parte de este grupo de poder.
♦ Ocuparás un breve tiempo de la reunión para que ellos hablen un poco de sí mismos y de
sus propias impresiones y expectativas sobre su entrenamiento. Puedes usar rompehielos
apropiados. Por ejemplo: ¿qué piensas del hecho de que Dios te haya escogido para ser
parte de este grupo?, ¿cuáles son tus expectativas acerca de tu formación y capacitación?
♦ En esta reunión inicial debes aprovechar muy bien el tiempo, para darles toda la
información necesaria, y a la vez dar el puntapié inicial al programa de formación y
capacitación.

5. Darles Informaciones Y Orientaciones Sobre El Programa de Formación


♦ Llegó el momento de hablarles acerca del programa de formación. Les contarás sobre las
áreas que ella tocará, describiendo lo más precisamente cada una de ellas. Les hablarás
de su trabajo en casa estudiando los materiales, contestando los cuestionarios, haciendo
resúmenes; etc. Reforzarás la importancia del monitoreo semanal. Les hablarás sobre su
participación en la Casa Iglesia y las capacitaciones prácticas que recibirán.

6. Establecer Etapas Y Fechas Con Los Discípulos


♦ A continuación, establecerás fechas y etapas para el estudio del material. Pondrás las
fechas de monitoreo, y les exhortarás a trabajar con responsabilidad, haciendo sus tareas
y estudios en los tiempos indicados.
♦ Además, establecerás los días y horas en que te reunirás cada semana con ellos, lo que
harán en ellas y cuáles serán los énfasis de estas reuniones.

7. Iniciar El Programa
♦ De esta manera das por iniciado el Programa de Formación. Les hablas de la importancia
de este día en la vida de ellos, y cómo ellos serán cambiados y transformados, llegando a
convertirse en poderosos líderes multiplicadores de casa Iglesias, y mentores
reproductivos y exitosos.
♦ Terminas el encuentro con oraciones de cada uno, y una oración final tuya.
♦ Es conveniente en esta reunión inicial que tengas preparado un sencillo refrigerio (puede
ser café o jugo y galletitas), el que les ofrecerás al final de la reunión. Este refrigerio
tiene como objetivo dar oportunidad para la koinonía del grupo

Como Desarrollar Las Reuniones De Tu Grupo Mentor


♦ Tendrás una reunión cada semana con tus discípulos, cuya duración no será menos de
dos horas. Esta no es la reunión de la Casa Iglesia, sino las del grupo de discípulos. Tu
programa intensivo de formación y desarrollo exige que tengas una relación frecuente y
profunda con tus discípulos.

♦ La reunión tiene como propósitos principales:


* Dedicar un buen tiempo a la oración y la adoración al Señor como grupo

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* Orar por necesidades particulares de los discípulos (luchas, desafíos, adversidades,
decisiones que deban tomar, enfermedades, problemas familiares, situaciones
laborales, situaciones estudiantiles, etc.) y de la Iglesia.
* Presentar un estudio bíblico breve, apropiado al momento que viven como grupo y
como personas, y que les proyecte y les motive a ir hacia delante.
* Practicar la koinonía y la ministración mutua
* Monitorear el cambio y la transformación de tus discípulos
* Evaluar sus trabajos y tareas prácticas en la Obra
* Recibir sugerencias y análisis acerca de la marcha de la Casa Iglesia y de la Iglesia
* Repasar y reforzar la visión de la Iglesia y sus proyecciones
* Organizarse para las tareas semanales del grupo y de cada uno en particular
* Hacer correcciones y observaciones necesarias.
* Monitorear el aprendizaje de tus discípulos revisando que tengan sus trabajos
completados, repasando los conceptos más importantes de las lecturas y lecciones
que han estudiado, recibiendo y contestando las preguntas e inquietudes que han
surgido en tus discípulos al estudiar estos materiales bíblicos.
* Hacer aplicaciones personales de lo que han aprendido al estudiar los materiales de
la semana, llamándolos a practicar lo que han aprendido.
* Describir las lecturas y lecciones que estudiarán en la siguiente semana; dar
orientaciones necesarias sobre el material.
* Reforzar cualquier aspecto práctico de la Obra que sea necesario.

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Tus Responsabilidades Fundamentales Como Mentor De
Tus Discípulos

1. Interceder Diariamente Por Tus Discípulos


♦ Ya comenzaste tu tarea como mentor, y ahora eres responsable por la vida y el futuro de
tus discípulos. Ellos son tus hijos espirituales; ahora ellos dependen de ti más de lo que
puedas pensar. Por causa de esto y de lo que Dios hará en ellos, deberás interceder día a
día por cada uno de ellos.
♦ Les nombrarás uno a uno delante del Señor, y orarás por las necesidades que conoces
que tienen y por todo lo que el Espíritu te revele que ores. Jamás les abandonarás en la
oración. Pecarías si lo haces (“lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de
rogar por vosotros” - 1 Samuel 12:23)

2. Lo Que Haces Como Mentor En El Resto De La Semana


♦ Durante la semana no debes perder el contacto con tus discípulos, sino que debes
organizarte para tener tiempos significativos de bendición para ellos. Estos tiempos no
deben ser necesariamente largos, sino que es más importante la calidad. Ocuparás estos
momentos para reforzar áreas débiles en la vida de tus discípulos, hacer correcciones
privadas, aconsejar, instruir acerca de inquietudes personales y preguntas concretas
sobre de la Obra, etc.
♦ Te organizarás para tener estos tiempos cada semana por medio de: visitarles en sus
hogares y trabajos (sólo si se puede), telefonearles, escribirles mails, chatear con ellos,
recibirles en tu casa.

3. Ayudar En La Formación Del Carácter Cristiano De Tus Discípulos


♦ Debes dar un apropiado énfasis a la formación del carácter cristiano de tus discípulos.
Les ayudarás conversando con ellos acerca de sus luchas en esta área, orientándoles en

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cómo tener victoria, ministrándoles sanidad interior y liberación, aconsejándoles en
asuntos prácticos, y ayudándoles a tomar decisiones correctas.

4. Ayudar En El Establecimiento De La Vida Espiritual De Tus Discípulos


♦ Formar espiritualmente a tus discípulos requiere en primer lugar tener éxito en el
establecimiento de su vida espiritual. La vida espiritual es la vida de Dios vivida a
través y en unión con el espíritu. Por lo tanto, el primer cuidado que deberás tener es
comprobar que ellos han establecido una relación definida y consistente con el Señor;
que le aman más a nadie; que se han entregado definitivamente a El y que confirman
esa entrega todos los días. Deberás comprobar que ellos están escuchando la voz del
Espíritu Santo (si no ocurre, debes enseñarles cómo escuchar la voz de Dios en su
interior y en las situaciones externas) y la están obedeciendo; que están practicando el
hablar en lenguas y se mantienen llenos del Espíritu.
♦ Por otro lado, les enseñarás a practicar las disciplinas espirituales que le darán fortaleza
y solidez a su vida espiritual. Debes vigilar que estén realizando estas disciplinas con
fidelidad. Ellas son: el tiempo devocional diario, la oración, el estudio de la Palabra de
Dios y la meditación en ella, el ayuno, la asistencia a las reuniones de la Casa Iglesia y
de la Iglesia, el dar los diezmos, ofrendas y primicias, la alabanza, la adoración, la
acción de gracias, la evangelización y el servicio a los demás.

5. Enseñarles A Ministrar Lo Sobrenatural


♦ Lo sobrenatural puede ser enseñado a personas sobrenaturales. Como mentor te
corresponde adiestrar a tus discípulos en cómo ministrar lo sobrenatural, como ministrar
el poder y la gracia de Dios, cómo convertirse en canales de la unción y de los milagros
del Señor.
♦ Las ministraciones que básicamente deberás enseñarles son las siguientes:
Cómo ministrar el evangelio y la salvación a los inconversos
Cómo ministrar el bautismo del agua
Cómo ministrar el bautismo con el Espíritu Santo
Cómo ministrar sanidad física
Cómo ministrar sanidad interior
Cómo ministrar liberación de demonios
Cómo romper maldiciones y brujerías
Cómo cancelar herencias de mal
Cómo operar milagros
Cómo hacer guerra espiritual
Cómo restaurar a los que han caído o han retrocedido
Cómo usar los dones espirituales
Cómo hacer oración profética
Cómo ministrar prosperidad y bendición material

6. Enseñar Diversas Ministraciones Necesarias


♦ Otras ministraciones que deberás enseñar a los tuyos son:
Cómo conducir una reunión de la Casa Iglesia
Cómo enseñar
Cómo predicar

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Cómo aconsejar y orientar
Cómo presentar niños al Señor
Cómo ministrar en un velorio
Cómo ministrar a diversas edades: niños, jóvenes, adultos, ancianos.

7. Vincularlos A La Obra Y Darles Tareas Y Funciones


♦ Desde el primer día de su conversión a Cristo, les vincularás a la Obra del Señor
dándoles tareas y funciones adecuadas a su desarrollo espiritual. Jamás debes
convertirte en un obstáculo para que tus discípulos puedan crecer y desarrollarse. Tú
eres un facilitador; esto significa que tu tarea es abrirles caminos y puertas para que
puedan servir a Dios, ponerles en situaciones en las que pueden ser útiles y pueden
ministrar la gracia de Dios que está en ellos.
♦ Evidentemente, en la medida que avancen, les darás funciones y roles de mayor
responsabilidad y desempeño. Debes orar a Dios para que te dé la sabiduría para
siempre poder discernir el nivel espiritual en tus hijos van, y asignarles las tareas que
son capaces de ejecutar con éxito.

8. Profundizar La Koinonía En Tu Grupo Mentor


♦ El Grupo Mentor es uno de los soportes más importantes para la vida y el desarrollo de
los discípulos. Jesús estableció su grupo y lo mantuvo hasta el final. Y aún 3 años
después cuando se iba de regreso al cielo, lo que más les recomendó fue mantener y
cultivar el amor entre ellos. (Juan 14-17)
♦ El Grupo Mentor es un grupo de amor, de amor comprometido. Tu tarea consiste en
generar este grupo, enseñarles a amarse profundamente entre ellos, a orar unos por
otros, a preocuparse unos por otros, a servirse unos a otros, a tener comunión y
camaradería con frecuencia, a no dejar de juntarse y estimularse al amor y a las buenas
obras.
♦ Debes vigilar con atención que se cumplan los objetivos de amor y comunión para el
grupo; que no se enfríen las relaciones; que se mantenga el amor ferviente entre ellos.
Debes provocarlos al amor, debes mantenerlos en amor.
♦ Algunos problemas que pueden darse en la Koinonía y que deberás enfrentar y
solucionar rápidamente pueden ser:
Falta de santidad en las relaciones, especialmente cuando el grupo es mixto.-
Debes reprender a los involucrados y usar el hecho para enseñar principios de
pureza y santidad de las relaciones cristianas
Liviandad en las conversaciones, bromas pesadas, lenguaje vulgar u ofensivo y
relaciones personales livianas.- No debes permitirlo; debes corregirlo
Ofensas o heridas entre ellos que no han sido perdonadas.- Llévalos a
reconciliarse
Exclusivismo en las relaciones entre algunos de ellos. Afinidad no debe terminar
en exclusividad
Superficialidad en las relaciones.- Esto ocurre cuando se resiste la verdadera
entrega de unos a otros en amor. Puede llegar a una simulación de koinonía. Trata
el problema pidiendo el involucramiento genuino de unos con otros en el amor de
Dios

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9. Liderar A Tus Discípulos
♦ Ya hemos hablado antes de esta faceta de tus responsabilidades: tu papel como líder de
tus discípulos. Baste decir que eres su líder naturalmente por la profunda relación que
estableces con ellos. Pero debes preocuparte de ejercer tu liderazgo, para bendición de
ellos.

10. Enseñarles El Trabajo Casa Iglesia


♦ Por lo general, cada discípulo debe plantar una primera Casa Iglesia y convertirse en
líder celular antes de los dos meses de haberse iniciado en el Programa de Formación.
Luego deberá hacer crecer su Casa Iglesia, mantenerla fuerte y sólida, proyectarla hacia
la multiplicación, etc. Evidentemente necesitarán ser enseñados y adiestrados en cuanto
a la vida de la Casa Iglesia, las reuniones semanales, el trabajo del líder, los principios
que operan en su éxito, las leyes del trabajo celular, las leyes del liderazgo celular.
♦ Les enseñarás mostrándoles tu propia gestión como ejemplo. Tú eres su ejemplo de
liderazgo cristiano.
♦ Les enseñarás a través de los manuales de Casa Iglesia y otros recursos con que
cuentes.
♦ Les enseñarás involucrándolos desde su nacimiento espiritual en la vida de la Casa
Iglesia, y dándoles tareas concretas que les irán adiestrando para llegar a convertirles en
dirigentes exitosos.

11. Plantar Con Ellos Su Primera Casa Iglesia – Generar Con Ellos (Para Ellos) Su
Primera Casa Iglesia
♦ La tarea de plantar la primera Casa Iglesia no será mayormente la responsabilidad del
nuevo discípulo, sino sobre todo del mentor. Para ser exactos, será el mentor quien les
generará a cada uno de los suyos su primera Casa Iglesia. ¿cómo lo hará?.... muy
sencillo: por medio de Evangelismo Casa por casa y Evangelismo Puente.
♦ El mentor organizará con cada uno de sus discípulos la ejecución de la Evangelización
Casa a Casa, así como la aplicación de Evangelismo Puente con sus contactos. Una vez
que haya resultados de la evangelización casa por casa y contactos de evangelismo
puente que responden positivamente y se conviertan al Señor, cada uno de estos nuevos
cristianos le serán asignados al discípulo en el mismo momento. Estos nuevos
creyentes, conformarán la primera Casa Iglesia de tu discípulo.
♦ Tu tarea entonces, es organizar la ejecución de las diversas formas de evangelización
por parte de tu discípulo, siendo tu generalmente protagonista con él de sus primeras
experiencias de evangelización. Debes realizar con él el evangelismo, ayudarles a ganar
para Cristo a sus contactos, y asignárselos en el mismo acto como su responsabilidad en
cuanto al cuidado y el discipulado.
♦ También será importante conducir la organización de la primera reunión con los nuevos
convertidos, asignando a tu discípulo como su líder y encargado de esta nueva Casa
Iglesia. Esto harás con cada uno de tus hijos espirituales.

12. Enseñarles A Consolidar Y Hacer Crecer Su Casa Iglesia


♦ Lo primero es plantar la Casa Iglesia. Luego le enseñarás cómo hacerla crecer. Le
enseñarás cómo ganar a la gente para Cristo a través de las diversas formas de
evangelismo; cómo afirmarlas y consolidarlas, cómo ganar y no perder a los que ganas.

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♦ También le enseñarás cómo hacer su Casa Iglesia sólida y firme; cómo involucrar a los
nuevos cristianos desde el principio en las tareas y funciones de ella; y cómo hacer que
su Casa Iglesia perdure sólidamente.

13. Enseñarles Administración Celular Exitosa


♦ Una de las más importantes funciones de los líderes celulares es la tarea de administrar.
La administración correcta tiene varios pasos que quien la deba realizar tendrá que
aprender y dominar: apreciación (inventario), planeación, preparación, organización,
delegación, ejecución, supervisión y control, correcciones, logro.
♦ Los mentores enseñarán a sus discípulos las leyes de la administración desde un punto
de vista práctico y teórico. Les harán experimentar en forma práctica la administración,
mientras les dan información pertinente a la administración cristiana.
♦ El éxito de la Casa Iglesia depende de una exitosa administración celular. Adiestra a tu
discípulo y conviértelo en un experto administrador celular; dándole este entrenamiento,
le das un inestimable capital para triunfar.

14. Enseñarles A Escoger Y Llamar A Sus Primeros Discípulos


♦ Lo mismo que aprendiste cuando tuviste que escogerles y llamarles, se lo enseñarás.
Ahora les tocará a ellos hacer el trabajo de orar a Dios hasta recibir revelación de
quienes serán sus discípulos, co-crear con Dios a sus hijos espirituales como líderes
celulares multiplicadores y mentores exitosos, llamarles uno a uno, formar su Grupo
Mentor, y continuar el proceso de mentoreo. Todo eso se lo enseñarás tú asegurándote
que lo harán eficazmente.

15. Enseñarles Los Pasos Y Tareas Esenciales Del Mentoreo


♦ Ellos deberán tener clarísimo cuáles son las tareas que deben desempeñar como
mentores. Deberán saber cuáles son estas obligaciones y cómo realizarlas.

16. Ayudarles En Su Tarea De Mentores Iniciales


♦ Les ayudarás en todo lo relativo a su propio mentoreo. Les apoyarás y respaldarás, y
cuando fuere necesario, corregirás su trabajo, les darás indicaciones, sugerencias y
orientaciones, les ayudarás a encontrar soluciones y a mejorar su desempeño.

17. Ayudarles A Multiplicar Sus Casa Iglesias


♦ Cada uno de tus discípulos tiene la meta de multiplicar su Casa Iglesia. Ellos te
necesitan para saber cómo lograrlo; ellos serán bendecidos con tu experiencia.
♦ Todos ellos tienen la capacidad de multiplicar frecuentemente sus Casa Iglesias, pero
deben ser adiestrados en cómo hacerlo. Tú posees este conocimiento y se los
transferirás de la manera más completa e integral.

18. Enseñarles A Trabajar Con Metas Y Lograr Los Objetivos


♦ Trabajar con metas y alcanzarlas cada vez es algo que tus discípulos aprenderán
directamente de ti. Viéndote desarrollar tu fe y tu poder interior para alcanzar tus
propias metas en la Obra, ellos aprenderán la forma práctica de hacerlo. Tú les darás
además la mentalidad ganadora, la confesión positiva, la fe creativa y la visión de
victoria.

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♦ Pero además, debes enseñarle las estrategias y las técnicas que les permitirán alcanzar
con éxito sus metas.

19. Trasmitirles La Pasión Por La Gran Comisión Y Por Las Almas Perdidas
♦ La misma concepción y la misma pasión que tú tienes por las almas y por la Gran
Comisión, se las trasmitirás y se las transferirás de todas las maneras posibles. En
realidad, debes lograr que ellos clarifiquen la misión que el Señor nos ha dado, la crean,
la asuman y enciendan su corazón en ella hasta estar al rojo vivo, fervientes como el
Señor lo quiere.
♦ Les transferirás la pasión por la Gran Comisión a través de enseñanzas grupales,
conversaciones personales, lecturas, oraciones intercesoras, actividades evangelísticas y
misioneras, y todo lo que contribuya a improntar sus corazones con esta pasión.

20. Implantarles La Visión Del Mentoreo, Las Casa Iglesias Y La Plantación de Iglesias
♦ Tus discípulos deben tener absolutamente clara la visión de la Plantación de Iglesias, de
las Casa Iglesias y del mentoreo. Tú debes ser el mayor interesado en implantarles
profundamente la visión. La visión les atrapará, les inspirará, les motivará, les dará
dirección, sentido y objetivo. Por esto, trabaja hasta lograr plasmar en ellos toda la
visión y la pasión que revoluciona tu corazón.

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