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Ueshima Onitsura (1661-1738)

Vida
Durante siglos se ha creído que el iniciador del haiku es Matsuo Basho, y pocos se han
cuestionado esta afirmación. El problema de fondo ha sido escasas traducciones de otros
autores. Con esto no queremos restarle importancia a la obra de Basho, simplemente se
pretende ampliar el horizonte, tener otras miradas con respecto a este punto.
Es por eso, que cuando aparece el nombre de Ueshima Onitsura no es indiferente. Sin
embargo, este poeta puede considerarse el verdadero padre del haiku. Según Blyth,
citado por Haya, Vicente (2009) en la separata que acompaña al primer libro traducido
de Ueshima Onitsura, no solo al español sino también traducido por primera vez fuera
de las fronteras de Japón: “Onitsura compuso el primer haiku de verdad”.
La diferencia radica en que Onitsura empezó a escribir desde una edad más temprana,
apenas a los siete años de edad. En cambio, Matsuo Basho inicia en el mundo del haiku
a una edad madura ya en la adultez. Es necesario destacar la labor editorial y de difusión
por parte de Miraguano Ediciones, editorial que tienen su sede en Madrid y que cuenta
en su catálogo con varias joyas de la literatura japonesa. Este poeta ha sido —
injustamente— el gran ignorado de la historia. Tal vez esto se deba a que varios de sus
libros no se han hallado, se han perdido en la memoria y el tiempo. Otra de las razones
es que Onitsura nunca tuvo discípulos a diferencia de Basho que dejó escuela.
Ueshima Onitsura vivió y creció en la ciudad de Itamia en la provincia de Hyôgo. Su
familia se dedicaba a la fabricación de sake y él era el tercer hijo. A la muerte de su
padre sería el hermano mayor el que llevara las riendas del negocio familiar. Debido a la
bonanza económica de la zona por la venta de sake, al poeta le tocó presenciar una serie
de cambios determinantes para lo que sería su formación. Empezó a estudiar haikai
desde temprana edad, debido a que entre los años 1673 y 1674 la familia Onitsura invitó
al maestro Ishû y a su discípulo Sôtan Ikeda. Este último se quedaría en casa la familia y
fue así que en la ciudad de Itami empieza la “Era del Haiku”, y será precisamente este
poeta el primer maestro de Ueshima Onitsura. A la edad de 18 años participa en la
colección gogin gohyakuin que tuvo por título Tôryû Kagonuke, aparecida en 1678.
Como ya hemos mencionado, libros de Onitsura aún no han sido hallados, entre los que
tenemos Enôroku (1680), Suika mitsu (1681) y Arima Nissho (1683). Ese mismo año
aparece Sannin Dako. Además, no solo se dedicaba a la creación, también reflexionaba
sobre este proceso y en el libro de teoría del haiku que alcanzó una gran cantidad de
lectores en la era Edo y que constaba de dos volúmenes titulado Hitorigoto (1718)
escribe: “En la primavera del segundo año de Teikyô (1685) me di cuenta de que sin
autenticidad (makoto) no había haiku”. Esta serie de publicaciones dan cuenta de la
enorme labor que realizaba Onitsura junto a sus compañeros de generación, bajo la
atenta mirada de Sôtan.
Ueshima Onitsura era un gran admirador de la antología titulada Man'yôshû, que es la
colección más antigua de poesía y canciones japonesas. También leyó el Kokin
Wakashû, y tenía especial admiración por un de sus compiladores: Ki no Tsurayuki.
Este respeto hizo que Ueshima tomara parte del nombre del maestro para su seudónimo.
Es así que precedido de un “Oni” que significa “diablo”, toma el “Oni no Tsurayuki”,
que resumió en “Onitsura”.
En el año 1690 edita Taigo Monokurui, que deriva de taigo (gran satoria = comprensión
de la realidad) y monokurui (locura). Ya por esos años Onitsura trataba de alejarse del
juego de palabras que utilizaban otros poetas, se aparta de la técnica literaria y utiliza
un lenguaje extremadamente sencillo y coloquial, equilibrio al que solo llegan los
virtuosos y audaces. No hay pruebas que señalen que Matsuo Basho y Onitsura se hayan
conocido, lo cierto es que tanto el uno como el otro sabían de su existencia. Incluso era
insigne la frase: “Basho en el Este y Onitsura en el Oeste”. Estas palabras hacían
referencia a los lugares en los cuales vivían cada uno de ellos.
En años posteriores vendrían varias publicaciones como la del año 1692 cuando aparece
Meshi. Después vienen Hotoke no ani (1699), Sambishu (1703) y también Ineakeyo
(1709). Los originales de los dos últimos libros mencionados, no han sido encontrados.
Onitsura era un poeta consciente de su trabajo y una vez finalizado su ensayo
Hitorigoto, comenzó a reunir y corregir su producción poética bajo el título de Satoe
nanakuruma, que pretendía reunir los 800 mejores haikus escritos hasta sus 67 años. En
1732 edita Nanakuruma shûi, que es la producción posterior al año 1728, cuando el
poeta tenía 72 años. Constantemente estaba corrigiendo sus libros, era un trabajador
incansable. Onitsura, se vio sorprendido por la muerte el 2 de agosto de 1738, a los 78
años de edad. Antes de morir escribió su jisei, es decir, su “poema de muerte”:

Yume kaese karasu no samasu kiri no tsuki

¡Devolvedme el sueño!
Me han despertado los cuervos
La neblina de la luna
Breve selección poética
De PALABRAS DE LUZ
(Traducción a cargo de Yoshihiko Uchida, Vicente Haya y Akiko Yamada)

Primavera

Harusame no soko o sagasu ya koe no ito

Buscaré hilos de voz


en el fondo
de la lluvia primaveral

Uguisu no aoki ne o naku kozue kana

El canto verde
del ruiseñor
en la copa del árbol

Teizen ni shiroku sakitaru tsubaki kana

En la parte delantera del jardín


ha florecido blancamente
una camelia

Akebono ya mugi no hasue no haru no shimo

Al alba,
en la punta de las hojas de la cebada
escarcha de primavera

Haru no hi ya niwa ni suzume no suna abite

Día de primavera
en el jardín se bañan en arena
los gorriones

Harusame no kyô bakari tote furi ni keri

La lluvia de primavera
ha descargado hoy
como si no fuera a haber más días

Uguisu ga ume no koeda ni fun o shite

El ruiseñor
cagando en una ramita
de ciruelo
Saku kara ni miru kara ni hana no chiru kara ni

Simplemente el cerezo florece,


y nosotros lo miramos,
y sus pétalos caen…

Utate yana sakura o mireba saki ni keri

Sobrecogido de asombro:
mientras lo estaba mirando
el cerezo ha florecido

Verano

Yaretsubo ni omodaka hosoku saki ni keri1

En un jarrón roto
floreció frágil
la blanca flor de los pantanos

Yabugaki ya sotoba no ai o tobu hotaru

Setos de matorral
Por entre las estelas funerarias
vuelan las luciérnagas

Minazuki ya kaze ni fukare ni furusato e2

Ha llegado junio
Para escuchar el silbo del viento
me voy a mi aldea natal

Kabe hitoe ame o hedatetsu hana-ayame

Una pared delgada


me separa de la lluvia
Lirios en flor

Natsukusa ni mi o homekarete tabi no sora


1
Omadaka: planta perenne que crece en la orilla de pantanos, y en verano da flores blancas de tres
pétalos.
2
Minazuki es el nombre del mes de junio en el calendario lunar.
De viaje, mirando el cielo,
las hierbas del verano
calientan mi cuerpo

Yûdachi ya sotoba no yomeru tori no fun

Cae un chubasco
En las estrellas funerarias que leemos,
las caquitas de los pájaros

Sora ni naku ya mizuta no soko no hototogisu

Canta el cuco
desde el fondo del arrozal
y su canto resuena en el cielo

Yuku mizu ya take ni semi naku Sôkokuji

Discurre el agua
Cantan las cigarras en el bambudal
Templo de Sôkokuji

Otoño

Mi wa yami ni uzumoreshi go o kono hikari

El cuerpo,
oculto antes en la oscuridad,
ha recibido esta luz

Tsuyu no tama ikutsu mochitaru susuki zoya

¡Cuántas gotas de rocío


llega a haber
en las cañas emplumadas!

Itodo naki neko no kamado ni nemuru kana

Chirría el grillo
Junto al fogón
duerme un gato

Shimijimi to tachite mi ni keri kyô no tsuki


De pie, mirando
profundamente impresionado
la luna de hoy

Inu tsurete ine mi ni dereba tsuyu no tama

Acompañado por un perro


salgo a ver el arrozal
Las gotas de rocío

Kono aki wa hiza ni ko no nai tsukimi kana

Este otoño
contemplo la luna sin mi hijo
sentado en ms rodillas

Meigetsu ya amado o akete tonde deru

La luna llena de otoño


Abriendo la puerta corredera,
salgo de un salto

Yume kaese karasu no samasu kiri no tsuki3

¡Devolvedme el sueño!
Me han despertado los cuervos
La neblina de la luna

Invierno

Tomoshibi no kotoba o sakasu samusa kana

¡Este frío
hace florecer
palabras de luz!

Hyûhyû to kaze wa sora yuku fuyu-botan

El ulular del viento


recorre el cielo
Peonías en pleno invierno

Ko no ha made oto atarashiki nezame kana

3
Es el jisei (“poema de muerte”) de Onitsura al despedirse de la vida, el día 2 de agosto de 1738, a los
setenta y ocho años.
Hasta las hojas de los árboles
tienen un sonido nuevo
al despertar

Sasaguri no shiba ni kararuru koharu kana4

Las castañas silvestres


cortadas con su arbusto
Días templados de invierno

Monosugoya ara omosiroya kaeri-bana

Ay, formidables y extrañas


las flores
fuera de temporada

Asahi kage sasu ya tsurara no mizuguruma

En el molino de agua
el sol naciente da sombra
a los carámbanos

Fugu kûte sono ato yuki furi ni keri

He comido
un “pescado globo”, y después
ha nevado

Kare-ashi ya Naniwa irie no sasaranami

Los juncos secos:


El suave ondular de las olas
de la ensenada de Naniwa

4
El sasaguri es una pequeña castaña silvestre.
Referencias
Onitsura, U. (2009). PALABRAS DE LUZ (Tomoshibi no kotoba). (Y. Uchida, V. Haya, & A.
Yamada, Trads.) Madrid: Miraguano Ediciones.

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