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- RECURSOS
RECURSOS ORDINARIOS
RECURSO DE REPOSICIÓN
CONCEPTO
REPOSICION DE OFICIO
FORMA DE INTERPOSICIÓN
RECHAZO IN LIMINE
Si el recurso fuese manifiestamente inadmisible —prescribe el art.
256, primer párrafo del CPCC—, el juez o tribunal podrá rechazarlo sin
ningún otro trámite.
La repulsa liminar del recurso procede cuando no concurren, en forma
manifiesta, los requisitos establecidos en los arts. anteriores, es decir
si no se trata de una providencia simple, se interpuso
extemporneamente o carece de todo fundamento.
TRAMITE
RESOLUCION Y EFECTO
REPOSICION IN EXTREMIS.
Concepto y fundamentos
El llamado recurso de reposición “in extremis”, de creación pretoriana,
es una variante del recurso de revocatoria clásico, orientada a
subsanar la injusticia flagrante o grosera, derivada de una resolución
de mérito (sentencia definitiva o interlocutoria) asentada en un error
material palmario y ostensible. Se trata de que el mismo tribunal que
emitió la resolución, frente a un error que sea trascendente, grave y
que de modo diáfano refleje la falta de correspondencia con la realidad
fáctica de la causa, corrija lo decidido y supere la falla, sin tener que
recurrir a una instancia revisora. Debe tratarse de un supuesto que
repugne la razón, en el que no quepa ninguna duda que, de haber sido
advertida por el tribunal la equivocación revelada, el mismo la hubiera
subsanado de oficio y resuelto la causa de modo diferente.
Requisitos de admisibilidad:
1º) “Procede… contra las resoluciones interlocutorias y
definitivas…”: Se menciona únicamente a las interlocutorias y
definitivas, ya que las providencias simples, causen o no gravamen
irreparable, autos fundados, despacho monitorio, y resoluciones que
resuelvan medidas cautelares, pueden ser impugnadas a través del
recurso de revocatoria común (art. 254, CPCC). No se hace alusión a
la instancia en la cual se genera la resolución, por lo que debe
interpretarse que el recurso procede contra las resoluciones de todas
las instancias, conforme al criterio mayoritario en la actualidad.
2º) “…en las que se hubiere incurrido en evidente error material o
de hecho capaz de generar una injusticia notoria…”.
No cualquier error judicial justifica la procedencia de este recurso, sino
que para su habilitación se requiere de un error evidente, grosero y
trascendente. Si bien no existe un criterio univoco respecto de cuando
un error judicial satisface tal condición, una ojeada por los precedentes
jurisprudenciales permite sostener que se trata de yerros que
comprometan la garantía constitucional de la defensa en juicio y
supongan una situación seria e inequívoca que de no solucionarse
implicaría la declinación de la verdad objetiva.
El texto refiere solamente a los errores materiales y de hecho, aunque
la doctrina sostiene que también quedan comprendidos los errores
“esenciales”, que serían aquellos yerros groseros de todo tipo que por
su entidad son equiparables a los materiales.
Algunos yerros subsanables a través de este medio son: Erróneo
cómputo de plazos (para interponer un recurso, oponer defensas,
decretar la caducidad de instancia, etc.), omisión de ponderar escritos
presentados (hayan sido agregados o no a las actuaciones), errores
de redacción no subsanables mediante aclaratoria (teniendo en cuenta
que a través de éste último recurso no se puede alterar lo sustancial
de la decisión), exigencias formales extremas.
Desde esa misma conceptualización, se veda su procedencia cuando
no se trata de remover un error evidente o grosero, sino de buscar una
decisión revisora sobreargumentando en torno a la postura asumida
en juicio en defensa del interés de la parte. Esta vía carece de aptitud
para convertirse en un reexamen del acierto o el error de los
fundamentos que sustentan el fallo y mucho menos por vía de una
nueva argumentación o plataforma fáctica. Asimismo, no sirve para
intentar la recolección de nuevo material probatorio, ni suplir un déficit
de la actividad probatoria de las partes.
3º) “…no susceptible de ser subsanada por otra vía, sin incurrir
en un mayor desgaste jurisdiccional”.
Esta condición de procedencia está expresada en la calificación
misma del instituto: “in extremis”, es decir, en último extremo (o bien,
cuando ya no quedan otras vías impugnativas). Ello se condice con el
carácter subsidiario y excepcional de este instituto. Se llega a esta vía
por defecto, luego de descartar las otras. No es la aptitud de esta vía
la que la habilita, sino la ineptitud de las restantes para obtener una
solución satisfactoria.
No es la inexistencia absoluta de otras vías la que autoriza la
aplicación del instituto, sino la ausencia de otras vías que ofrezcan
iguales condiciones de aptitud y celeridad para la enmienda del yerro
cometido. Es decir, que por ej. procede el planteo de la revocatoria in
extremis, aún cuando la resolución sea susceptible de ser impugnada
por el recurso de apelación también.
RECURSO DE ACLARATORIA
CONCEPTO
MOTIVOS DE LA ACLARATORIA
PLAZO Y EFECTOS
RECURSO DE APELACION
Concepto
El recurso de apelación es el acto procesal por el cual la parte que ha
sufrido un agravio a causa de una resolución judicial, pretende su
revisión por la instancia superior con el objeto de que se la modifique o
revoque, total o parcialmente. Es el más importante de los recursos
ordinarios, puesto que, en principio, procede contra toda clase de
resoluciones judiciales, con causa en cualquier error de juicio o
juzgamiento (error in iudicando), ya sea en la apreciación de los
hechos o valoración de la prueba (error de hecho) o respecto a la
aplicación de las normas jurídicas (error de derecho). Además, este
recurso también comprende al de nulidad por vicios de la sentencia
(art. 267), referidos a sus requisitos de tiempo, forma y lugar.
Resoluciones apelables
El artículo 266, primera parte establece El recurso de apelación, salvo
disposición en contrario, procederá contra:
1) Las sentencias definitivas y toda otra resolución
que ponga fin al pleito en todo o en parte, o impida
su continuación.
2) Las sentencias interlocutorias.
3) Las providencias simples que causen gravamen
que no pueda ser reparado por la sentencia
definitiva.
4) En los demás casos establecidos por la ley.