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BIOGRAFIA RESEÑAS

J e .tquclla é pm:a. aunque lo~ elemen- Quizás es una perogrullada señalar


De cuando la locura aquí que en cierto sentido la razón de
t t.l~ Jc exphcac10n ;n·anzado:. no están
~1c m pn.: lo ~uf~eic nt cmc nt c ela bora-
tenía nombre y señas ser de estos casos de excepción fue
do!-. l.a ge ografía como d1~c1plina ha recogida, reclamada con arrogancia
o btcn1 dO en l<l~ últtmos trei nta años a veces, por las artes nacionales, repi-
a\ ancc~ tcónco~ 1m po rt antes. parti- tiendo un proceso conocido en otras
cularmente en aqud l o~ dommios don- Bio grafía del dis parate partes, y por los medios de comuni-
de ~e ha log r.tdo una in tcrdisc iplina- Pt!dro lla\·er Telle: cación. Su dosificado y complejo
ndad l al C!> el ca<.o de la~ esc uelas Fdltonal P laneta. Bogotá. 1988. 192 pá gs. manejo de los desbo rdamientos, su
t r a n cc~a~. a krn a n a ~ y rusa ... que han asepsia y la franquicia para llegar
alca r11ado una \Crdadc ra art iculaci ó n El enca nt o de un pue bl o está en hasta la alcoba del más misántropo,
de la l'Cología. las ciencias naturales. que a su escenario se sube tod o el del más conspirado r, del más cosmo-
la ht:.to ria y la geografí a pa ra com - mund o. Sobre esta equ ívoca bendi- polita habitante de urbes, hacen su-
prender de una manera más só lida la ció n ca ntaletcan los mayo res cuando perfluo al disparejo loco de la acera.
fo rmación y la di ná mica de los paisa- desean seña lar defectos a las ciuda- El libro de Téllez no se ocupa del
Jes antrópico~ a t ra\·és del tiempo. des que e n los últimos decenios se modo como la sociedad y la cultura
Lásttma que los edito res de es ta des bocaron en Colombi a. La repre- colombianas, en el prurito del pro-
o br a no hayan re alizad o un a revisión se nt ación all í se da e n las calles. Y greso y la modernidad , han id o des-
detallada de la edición para evitar al ad emás de la rigurosa revista de plazando a sus escarnecedores y bu-
lecto r re peticio nes indeseables: e n papeles sociales en que la gente, toda fo nes. Pero de sus páginas y de lo que
este orden de ideas. el últ imo a rtícul o la ge nte que merece el nombre , tiene acontece ahora puede inferirse , a
~ob re lo!> i ndíge n a~ en América Latina que to mar parte, el pueblo po r lo grandes rasgos, el siguiente proceso
aparece como fu era de luga r. ya que menos brind a la alte rnativa de des- capitalino, proceso que bien podría
no aporta element os adi cio nales de cansar en los entreactos. hacerse extensivo a las demás ciuda-
interés y ofrece una visió n del pro- Estos co rren a cargo del bobo, de des del país.
blema demasiado ingenu a. restá ndole la loca y demás ca sos únicos que En el siglo pasado las familias de
un idad al co nj unt o del libro. constituye n el o rgullo de cada pobla- alcurnia permitían traspasar los um-
ció n. junto co n sus mujeres, su cose- brales de sus caserones a los más
M ARÍA ER RA?. URI Z cha y su plat o regi onal. El turista de co nocidos loquitos con c}}ispa y bo-
la ci ud ad lo co mprueba con algo de bos del absurdo , con quienes com-
emba razo , cuando en la plaza domin- partían colaciones y cacao a cambio
guera los paisanos se congregan en de alguna ocurrencia que disipara las
un a especie de sevicio so patriot is mo monótonas tardes pro vincianas. En
alrededo r del demente local. El me- las primeras década s del presente,
morista explica q ue esta actitud es cuando cundía el vértigo optimista
una manera de querer, y q ue el por los discretos adelantos técnicos
recuerdo de los pe rsonajes de la cer- que iban a cambiar para bien todas
cana é poca cuando su ciudad era una las vidas, se les hizo partícipes, en-
vi ll a grande enciende un a tierna flama viándolos co mo recaderos del reciente
q ue no está al alca nce de los j óvenes. trajín, incluso permitiéndoseles que
No mencio nan q ue el servicio social se arriesgaran en los nuevos oficios,
que aquéllos prestaban e ra impaga- como la cartería (Pomponio) o la
ble: q ue nutrir sus miseri as, manías y de magogia (La Loca Margarita), que
rid ículos. pero evitarl es la reclusió n, el partido pagaba con un bando y un
era y es la única recompensa posible. féretro, o que sirvieran de moralejas
L a~ nu ev as ge neracio nes, adictas a so bre la implacabilidad del progreso
una espantosa franq ueza q ue no pierde (El Bobo del Tranvía), llegando el
tie mpo en co med ias o rememoracio- bobo incluso a merecer un uniforme
ne!> pal intivas, se ncillamente han de- de fantasía. Pero ni el desarrollo ni la
cidido extermin arl os a balazos. democracia estaban a la vuelta de la
Bioxrafía del disparate, de Pedro esquina, y en el pragmático proceso
Clave r T éllez, periodista de renom- de la desilusión estos hombres pasa-
bre y profeso r de literatura, trata ron a ser el pasmo de los bohemios
so bre estos " personaj es típicos" del ilustrados (Cuchuco) , luego el eslo-
Bogotá de la primera mitad del siglo , gan de los estudiantes (Goyeneche) y
de l pue blo id o. Fueron los últimos por último la entretención de los des-
especí menes q ue se pasearon con empleados (El Artista Colombiano).
apodos po r sus vías, antes que éstas Hasta este punto llega el libro, hasta
pasaran de ser tablados a ser cadalsos. el momento en que el chalado pierde

122 Bol~tin Cultura l y Bobho¡ r. fico Vol. 26. num. 21. 19119

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
RESEÑAS HISTORIA

la ocupación y el remoq uete y, co n- ll o. Esto!) aco nt e<.:t mt c nt u~. ~tn duda


fundid o con s u propio público en la 1 de gran impo rta m:ta de nt ro úel con-
lucha por el peso. pasa a ser el JUnto de l o~ eptsod to'> d e la tn dcpcn-
mugro ~o mend igo N. N. que para 1 / denc ia . no só lo ha n produn d o e xa l-
pervivir no apela tanto al disparate 1 tac ión co mtante en tre muc ho'> ac a-
co mo al dis párate o port uno. démic os. que se prod tg an ha'>ta la 1
Pedro Clave r Téller se propone saciedad en ad je tt vo~ e l ogto~o.., al
rescatar d el olvido a estos personajes. esc ribir so bre ell o"> . si no que han
Arguye con justicia q ue n o son unas eclipsado o t~ os a ~ p ec t o"> de l expcrt -
cuantas no tas y fotog rafías dis persas mento cartagenero. tal es co mo la ~
el único recuerdo que se labraron relaciones i nternacton ale ~ del go bier-
viviend o a co ntrapel o en plen a vía no republican o . los co nntcto s socia-
pública. Esperemos que e n un futuro les que la indepe ndencia desató en la"
los rescate de la mera nost algia. Po r zonas rurales. el auge del co merci o
el momento , el pro pio autor califica exte rior y el papel del clero en la
el resultado : "No es un libro lo sufi- tendrá que contenta rse co n los abre- di vu lgación de las ideas e manc i-
cientemente buen o, como era mi de- bocas que son estos bocetos so bre pad oras.
seo. Duró muy poco en inc ubación y locos y excéntricos de una pob lación A p rimera vista podría es pe rarse
fue escrit o de un t irón, como si traba- ya desaparecida . Aunque. sobra de- q ue la obra de Adelaida S o urd i~ de
jara en un periódico o en una revista cirlo, las causas d e sus ex travíos. s us De la Vega. cuyo t ítul o es bastante
[ ... ] Es un libro de afán, de pan temas, sus salidas, le dirán mucho sugest ivo. viniera a llenar much o!) de
comer, pero es un libro escrito con sobre el país que habita . Pedro Cla- los vacíos que aún existen o bre la
pasión, con amor po r Bogotá y por ver Téllez dice que al terminar de histo ria d e Cartagena en ese perí od o
esos se res desgraciad os que arrastra- redactar el libro quedó "con un sa bo r tan intenso. Sin embargo . no oc urre
ro n su tragedia dejándonos un recuer- amargo en la gargant a" (pág. 14). así, ya que los temas tratados n o son
do imborrable". ( Pág. 12) novedosos: las luchas entre las dife -
Otra vez Téllez n os declara lo CA RLOS J OSf: RESTR EPO rentes facc io nes de la elite cartage -
mism o. Es un narrad or habilidoso, nera po r el co ntro l político d e la ci u-
domina su lenguaje , está dis puesto a dad , el enfre ntam ie nt o de Manue l del
investigar s us temas, conoce los se- Casti llo co n Bo lívar y el siti o d e
cret os d e una buena historia. Sin Morillo a la ciudad am urallada . No
embargo , como en el caso de Cróni- o bstante. el trabaj o es realmente me-
cas de la vida bandolera, otra vez Investigación sin rito rio po r el tratam ie nto o bjet ivo de
admite haber s alido con un libro los temas. al distanciarse de la visión
provisional (¿será este o tro regalo de
novedades pero heroica trad icional y sustent arse ade-
último minuto para el cumpleaños de bien organizadas más, en fuent es primarias poco con -
Bogotá?), de nuevo se excusa por la sult adas hasta ahora. que viene n a
p risa, de nueva avisa que el verda- enriquecer el co noci miento del as-
dero trabajo exhaustivo está en ca- pecto político de la independencia en
Cartagena de Indias durante la primera repú-
mino . Otra vez cabos s ueltos, otra blica, 1810-1815 Cartagena. En este sen t ido . sin duda .
vez repetición de símiles y frases, lo Adelaida Sourdis de De la Vega se avanza a lgo con res pecto a l o~
que lo hace parecer un escritor inge- Banco de la República . Bogotá. 1988. 160 an teriores t rabajos acerca del tema.
nuo, otra vez falta de pulimento y págs. pero , y la autora lo reconoce en su
una molesta oscuridad en cuanto a introducción. "se advierte que en el
las fuente s consultadas, lo que hace Quizá no haya en el país hist o ri o- relato han quedado vacíos y que no
inevitable la sospec ha, ojalá infu!l- grafía más marcada con el se llo del se pretend e que éste sea un punto
dada, de que aq uí hay mucho de "heroísmo" que la referen te a Carta- final sino más bien q ue arroje o t ras
melodramatizació n. ¿De dónde sale gen a de Indias en los primeros años luces para co nt inu a r los estud io!'. ... o-
el pormenorizado y crédulo episodio de la independencia. Varios hech os bre tan apasio nante asunto".
que motivó la loc ura de P o mponi o? han contribuido a esa característica: Y el princi pal vacío de esta hi!>t<Hta
¿Y los íntimos detalles mingitorios el ser la primera capital d e provi ncia po lítica - que no eco nó mica ni so-
sobre La Loca Margarita? ¿De dónde de la Nueva G ranada en declara r la cial - so n tres años: 1812. 1813 y
la temeraria reiteración de que C u- independencia a bsoluta de Madrid . 18 14. en los cuales parecería no oc u-
ch uco " tenía un extraño parecido el sostener una guerra sin c uartel rrir nada importante en el princi pal
físico con los fil ósofos griegos Sócra- contra s u vecina Sant a Marta y, en puert o español del no rte de Suramé-
tes y Plató n"? (págs. 36 y 74). especial , el ha ber padecido como rica. Estos años. tan vi tales para la
Mientras aparecen los libros de ninguna otra ci udad los estragos de s uerte de la ci udad. son tratad os muy
veras, que son ya una o bligación, el la violenta reconquis ta del ejé rcito ligeramente. y la ate nción st: concen -
lector de la Biografía del disparate expedicio nario de d o n Pablo M o rí- tra más bien en 18 11 y 18 15. como

8otclln Cuhu ral y 8 •bl•oar6r..:o Vol 26. nüm 21 , 1989 123

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