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(UCATECI)
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Secreción Enzimática 19
Relaciones Exocrinas-Endocrinas 21
Eje Enteropancreático E Inhibición De La Retroalimentación 21
Pancreatitis aguda 22
Teoría De La Autodigestión 23
Pancreatitis Recurrente 31
Necrosis Infectada Y Seudoquiste De Páncreas 31
Necrosis Tabicada 32
TÉTANOS 37
DEFINICIÓN 37
ETIOLOGÍA 38
EPIDEMIOLOGÍA 38
Patogenia 39
Manifestaciones clínicas. 41
Tratamiento 42
Diagnóstico 43
PREVENCION 44
SEPSIS 46
Etiología 47
Epidemiología 48
Fisiopatología 48
Respuesta Sistémica 50
Disfunción Orgánica Y Estado De Choque 51
Lesión Endotelial 51
Estado De Choque Séptico 52
Septicemia Grave: ¿Una Sola Patogenia? 53
Manifestaciones Clínicas 53
Complicaciones principales 54
Insuficiencia Suprarrenal 55
Complicaciones Renales 55
Coagulopatía 55
Complicaciones neurológicas 55
Inmunodepresión 56
Resultados De Laboratorio 56
Diagnóstico 56
Otras Medidas 61
Campaña Para Sobrevivir A La Septicemia 62
Pronóstico 62
Profilaxia 63
Intoxicaciones
MANIFESTACIONES CLÍNICAS.
1- Como norma
Reanimación cardiorrespiratoria y medidas de apoyo a las funciones vitales.
general, debe señalarse que las medidas de apoyo a las funciones
vitales (vía respiratoria libre, ventilación y oxigenación o soporte
cardiovascular y renal), también denominado método escandinavo,
son suficientes para conseguir una evolución favorable de la mayoría
de las intoxicaciones agudas graves. habitualmente se aplican en el 5-
6 % de los casos atendidos en los servicios de urgencias. Sin embargo,
deben recordarse dos detalles de las medidas de actuación urgente.
Por ejemplo, la duración de la reanimación cardiorrespiratoria en las
intoxicaciones por bloqueantes þ, antidepresivos tricíclicos,
dextropropoxifeno y antiarrítmicos debe ser muy superior a la
habitual, ya que se han descrito supervivencias tras 2-3 horas de
masaje cardíaco y ventilación. En segundo lugar, ante un coma de
origen no aclarado en una persona joven, se ha propuesto un
protocolo de actuación muy útil.
2- Prevención de una mayor absorción del tóxico. La mayoría de los pacientes
intoxicados se presentan con el tóxico en la vía digestiva, de ahí que
se utilice en el 90 % de los casos, para disminuir la absorción de la
sustancia origen del envenenamiento, ya que la gravedad y el riesgo
de complicaciones dependen de la cantidad de tóxico absorbida.
En dosis repetidas hay que administrar 25 gr cada dos horas, hasta que
revierta el cuadro o las concentraciones plasmáticas sean bajas;
habitualmente es deseable mantener estas pautas de uno o dos das. Se
aconseja administrar sulfato de magnesio (de 30 gr) o luctuosa para
facilitar su eliminación por heces y combatir el estreñimiento que produce
el carbón activo.
13. Es un error desconocer que el carbón activado es tan útil o más que el
lavado gástrico.
Pancreatitis Aguda y
Crónica
Bioquímica Y Fisiología De La Secreción Exocrina Del
Páncreas
Generalidades
El páncreas secreta todos los días 1 500 a 3 000 ml de líquido alcalino
isoosmótico (pH >8) que contiene unas 20 enzimas. Las secreciones de la
glándula aportan las enzimas necesarias para la principal actividad digestiva
del tubo gastrointestinal, y establecen el pH óptimo para la función de tales
enzimas.
Secreción Enzimática
Relaciones Exocrinas-Endocrinas
Al parecer se necesita localmente la insulina para que secretina y CCK
estimulen la secreción exocrina, es decir, actúa en forma permisiva en
relación con las dos hormonas mencionadas.
Para ilustrar el punto, la perfusión del interior del duodeno con fenilalanina
origina en forma rápida mayores niveles de CCK plasmática y también una
secreción mayor de quimotripsina y otras enzimas pancreáticas. Sin
embargo, la perfusión simultánea de tripsina amortigua ambas respuestas.
Por lo contrario, la perfusión del interior del duodeno con inhibidores de
proteasa en realidad ocasiona hipersecreción enzimática.
Las pruebas publicadas refuerzan el concepto de que el duodeno contiene
un péptido llamado factor liberador de CCK (CCK-RF, CCK-releasing
factor) que interviene para estimular la liberación de CCK. Al parecer, las
serinas proteasas inhiben la secreción pancreática al inactivar el péptido
liberador de CCK en el interior del intestino delgado. De este modo, el
resultado integrativo de la secreción de bicarbonato y de enzimas depende
de un proceso de retroalimentación tanto para el bicarbonato como para
las enzimas pancreáticas.
La acidificación del duodeno libera secretina, que estimula las vías del nervio
vago y otros nervios para activar las células ductales del páncreas y que
secreten bicarbonato, y éste después neutraliza el ácido duodenal y se
completa el ciclo de retroalimentación. Las proteínas de alimentos se unen
a proteasas, lo cual origina un incremento del nivel de CCK-RF libre.
Las proteasas siguen siendo secretadas por el páncreas hasta que se digiere
la proteína en el interior del duodeno. En este momento, la secreción de
proteasa del páncreas disminuye a niveles basales, y con ello completa esta
fase del proceso de retroalimentación.
Pancreatitis aguda
Se divide en pancreatitis aguda y crónica.
Etiología y patogenia
• Cálculos vescualres
• Consumo de alcohol
• Hipertrigliceridemia
Teoría De La Autodigestión
se activan en el páncreas enzimas proteolíticas en vez de hacerlo en el
interior del intestino.
Factores Genéticos
• Mutación catiónicas del tripsinógeno(PRSS1m)
• CFTR
Dolor Abdominal
Es el síntoma principal de la pancreatitis aguda. Puede variar desde una
molestia leve y tolerable, hasta un cuadro intenso, constante e incapacitante.
De manera característica, el dolor que es constante y terebrante, se sitúa
en la zona epigástrica y región periumbilical y suele irradiar al dorso y
también al tórax, los costados y la mitad inferior del vientre. El dolor suele
ser más intenso cuando el paciente esta decúbito y puede sentir un alivio
cuando tiene las rodillas elevadas (posición similar a la fetal).
Pocas veces hay ictericia y cuando surge proviene más bien del edema de la
cabeza del páncreas que comprime la zona intrapancreatica del colédoco. A
veces hay nódulos cutáneos eritematosos por necrosis grasa. En 10-20 %
de los casos se advierten manifestaciones pulmonares estertores,
atelectasia y derrame pleural. A veces alrededor del ombligo hay una zona
de color azulado pálido (signo de cullen) como consecuencia de
hemoperitoneo y otra zona violácea rojiza azulosa o pardo verdosa en los
costados (signo de tuner).
Diagnóstico:
Cualquier cuadro con dolor agudo e intenso del abdomen o del dorso debe
sugerir al médico la posibilidad de pancreatitis aguda.
Diagnóstico diferencial:
Las entidades por incluir en el diagnóstico diferencial son: perforación de
una víscera hueca, colecistitis aguda y cólico vesicular, obstrucción intestinal
aguda, oclusión vascular mesentérica, cólico renal entre otras.
Una vez que se sabe que el paciente no tolerará la alimentación por la boca
(decisión que por lo común se hace en término de 48 a 72 h), habrá que
pensar en la nutrición enteral [y no en la nutrición parenteral total (TPN,
total parenteral nutrition)], porque conservala integridad de la barrera
intestinal y así evita la translocación de bacterias, es menos cara y genera
menos complicaciones que la TPN. No cesa el debate en cuanto a la vía por
la cual debe hacerse la alimentación enteral. Es más fácil obtener el acceso
nasogástrico y puede utilizarse con la misma inocuidad que la nutrición
enteral naso yeyunal. Sin embargo, la nutrición enteral que “esquiva” el
estómago y el duodeno estimula en menor grado las secreciones
pancreáticas y ello sería la base teórica en pro del uso de la vía naso yeyunal.
3) Ejercicio
5) Control De La Diabetes.
Pancreatitis Recurrente
Necrosis Tabicada
Seudoquistes
Los seudoquistes del páncreas son cúmulos extrapancreáticos de líquido
pancreático que contiene las enzimas de dicha glándula y una cantidad
pequeña de restos celulares. A diferencia de los quistes verdaderos, los
seudoquistes no cuentan con un revestimiento epitelial. Sus paredes
comprenden tejido necrótico y de granulación, y fibroso.
En los estudios imagenológicos se advierte que 75% de los seudoquistes
desplazan alguna zona de las vías gastrointestinales. Sin embargo, la ecografía
es un método fi able para detectar seudoquistes y por medio de ella es
posible diferenciar entre el páncreas edematoso e infl amado que puede
generar una masa palpable, y un seudoquiste real. Además, los estudios
ecográfi cos seriados indicarán si mostró resolución el seudoquiste. La CT
o la MR complementan a la ecografía en el diagnóstico de seudoquiste
pancreático, en particular cuando dicha estructura está infectada, como lo
sugiere el hallazgo raro de gas dentro del cúmulo de líquido.
FISIOPATOLOGÍA
CONSIDERACIONES ETIOLÓGICAS
DEFINICIÓN
ETIOLOGÍA
EPIDEMIOLOGÍA
Patogenia
Los síntomas iniciales más comunes son trismo (mandíbula trabada), dolor
y rigidez musculares, lumbalgia y disfagia. En los recién nacidos, la dificultad
para alimentarse es la forma habitual de presentación. A medida que avanza
la enfermedad, aparece el espasmo muscular. El espasmo muscular
generalizado puede ser muy doloroso. Muchas veces se afectan los
músculos laríngeos en etapas tempranas, incluso en forma aislada. Este es
un fenómeno que pone en peligro la vida, ya que puede ocasionar
obstrucción completa de la vía respiratoria. El espasmo de los músculos
respiratorios provoca insuficiencia respiratoria. Sin apoyo ventilatorio, la
insuficiencia respiratoria es la causa más frecuente de muerte en el tétanos.
Tratamiento
Diagnóstico
PREVENCION
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Sepsis
Etiología
La reacción generalizada a cualquier tipo de microorganismo en ocasiones
es nociva. No es indispensable la invasión microbiana de la circulación
puesto que la inflamación circunscrita también desencadena disfunción de
órganos a distancia e hipotensión. De hecho, los hemocultivos revelan
bacterias u hongos sólo en alrededor de 20 a 40% de los casos de septicemia
y en 40 a 70% de los sujetos con choque séptico.
En un estudio de prevalencia de 14 414 pacientes en unidades de cuidados
intensivos de 75 países en 2007, 51% de los sujetos se consideró infectado.
La más frecuente fue la infección respiratoria (64%). Se obtuvieron
resultados microbiológicos positivos en
- 70% de los individuos considerados infectados; de las cepas aisladas, 62%
correspondió a bacterias gramnegativas (las más frecuentes fueron
Pseudomonas y Escherichia coli);
- 47%, a grampositivas (principalmente Staphylococcus au-reus),
- 19% a hongos (Candida).
Epidemiología
La septicemia grave contribuye a >200 000 muertes anuales en Estados
Unidos. La frecuencia de septicemia grave y estado de choque séptico ha
aumentado en los últimos 30 años y hoy día el número anual de casos es
>750 000 (aproximadamente tres por 1 000 habitantes).
Cerca de 33% de los casos ocurre en pacientes con otras enfermedades
graves. La frecuencia y la mortalidad vinculadas con la septicemia se
incrementan con la edad y los trastornos concomitantes. También
contribuyen el uso extendido de inmunodepresores, los catéteres a
permanencia y los dispositivos mecánicos.
Fisiopatología
En la mayor parte de los casos de septicemia grave, ésta es desencadenada
por bacterias u hongos que de manera normal no causan enfermedades
generalizadas en las personas sin anomalías inmunitarias. Para sobrevivir en
el cuerpo humano, estos microorganismos a menudo explotan deficiencias
en las defensas del hospedador, de un catéter a permanencia o algún otro
material extraño o de los catéteres utilizados para drenar líquido que se
obstruyen.
Por el contrario, los microorganismos patógenos esquivan las defensas
innatas puesto que:
1) carecen de moléculas que puedan reconocer los receptores del
hospedador.
2) elaboran toxinas u otros factores de virulencia.
En ambos casos, el organismo construye una reacción inflamatoria vigorosa
que tiene como resultado septicemia grave sin aniquilar a los invasores.
Otras veces la respuesta séptica es inducida por exotoxinas microbianas
que actúan como superantígenos.
Factores De La Coagulación.
La trombosis intravascular, signo de la respuesta inflamatoria circunscrita,
ayuda a separar a los microorganismos invasores y a evitar la diseminación
de la infección y la inflamación hacia otros tejidos. La IL-6 y otros
mediadores fomentan la coagulación intravascular al principio, al favorecer
la expresión de los monocitos sanguíneos y las células del endotelio vascular
de factor hístico. Cuando dicho factor se expresa en las superficies
celulares, se fi ja al factor VIIa para formar un complejo activo que convierte
a los factores X y IX en sus formas activas desde el punto de vista
enzimático. El resultado es la activación de las vías tanto extrínseca como
intrínseca de la coagulación, lo cual culmina en la generación de fibrina.
Asimismo, la coagulación se favorece a través de la función deficiente de la
vía inhibidora de la proteína C-proteína S y la reducción de antitrombina y
proteínas C y S, mientras que la fibrinólisis se previene mediante la mayor
concentración plasmática de inhibidor 1 del activador del plasminógeno. Por
tanto, hay tendencia hacia el depósito intravascular de fi brina, trombosis y
hemorragia; esta tendencia es más evidente en los pacientes con infecciones
del endotelio intravascular, como meningococemia.
Respuesta Sistémica
Las respuestas sistémicas a la infección reducen las reacciones celulares a
las moléculas microbianas. Las concentraciones circulantes de cortisol y
citocinas antiinflamatorias (p. ej., IL-6 e IL-10) aumenta incluso en los
pacientes con infecciones leves. Los glucocorticoides inhiben la síntesis de
citocinas en los monocitos in vitro; el aumento del cortisol sanguíneo al
principio de la respuesta generalizada supuestamente tiene una función
inhibidora similar. La adrenalina evita la respuesta del TNF-α a la endotoxina
en los seres humanos y al mismo tiempo aumenta y acelera la liberación de
IL-10; la prostaglandina E2 tiene un efecto similar de “reprogramación”
sobre las reacciones de los monocitos circulantes al LPS y otros agonistas
bacterianos.
La IL-6 desempeña una función importante en el compartimiento sistémico.
Muchos tipos de células la liberan y constituye un estímulo importante para
el eje hipotálamo-hipófi sis-suprarrenales; es la principal citocina
procoagulante y el inductor más importante de la respuesta de fase aguda,
que aumenta la concentración sanguínea de numerosas moléculas con
acciones antiinfecciosas, procoagulantes o antiinflamatoria.
Otras proteínas de la fase aguda son los inhibidores de la proteasa o
antioxidantes; éstos neutralizan moléculas potencialmente nocivas que se
liberan de los neutrófilo y otras células inflamatorias
Lesión Endotelial
En vista de la función tan importante del endotelio vascular al regular el
tono vascular, la permeabilidad vascular y la coagulación, muchos
investigadores prefieren considerar que el mecanismo principal para la
insuficiencia de múltiples órganos es la lesión endotelial vascular diseminada.
En conformidad con esta idea, en un estudio se encontró gran número de
células endoteliales vasculares en la sangre periférica de los pacientes
sépticos.
Manifestaciones Clínicas
Las manifestaciones de la respuesta séptica se superponen con los signos y
los síntomas de la enfermedad de fondo y la infección primaria. La velocidad
con la que evoluciona la septicemia grave difiere en cada paciente y el
cuadro clínico varía en cada individuo. Por ejemplo, algunos individuos con
septicemia se encuentran normotérmicos o hipotérmicos; la ausencia de
fiebre es frecuente en recién nacidos, sujetos de edad avanzada y personas
con uremia o alcoholismo. A menudo el primer signo de una respuesta
séptica es la hiperventilación. Hay desorientación, confusión y otras
manifestaciones de encefalopatía, principalmente en pacientes de edad
avanzada y aquellos con deficiencias neurológicas preexistentes. La
hipotensión y la coagulación intravascular diseminada predisponen a la
acrocianosis y la necrosis isquémica de los tejidos periféricos,
principalmente los dedos. Cuando una bacteria hematógena o un hongo
contamina la piel o los tejidos blandos subyacentes, aparece celulitis,
pústulas, ampollas o lesiones hemorrágicas. Las toxinas bacterianas también
se distribuyen por vía hematógena, lo cual desencadena reacciones cutáneas
difusas. En ocasiones, algunas lesiones cutáneas sugieren microorganismos
patógenos específicos. Cuando la septicemia se acompaña de petequias
cutáneas o púrpura, se sospecha de N. meningitidis o, con menos
frecuencia, H. influenzae. La eritroderma generalizada en el individuo
septicémico señala hacia síndrome de estado de choque tóxico por S.
aureuso S. pyogenes.
Las manifestaciones digestivas, como náusea, vómito, diarrea e íleo sugieren
gastroenteritis aguda. Las úlceras por estrés provocan hemorragia digestiva
alta. En ocasiones, la ictericia colestásica con bilirrubinas séricas altas
(principalmente la conjugada) y el incremento de la fosfatasa alcalina
preceden a otros signos de septicemia. Al parecer en la mayor parte de los
casos se trata de disfunción hepatocelular o canalicular y los resultados de
las pruebas de la función hepática se normalizan una vez que se cura la
infección. La hipotensión prolongada o pronunciada causa lesión hepática
aguda o necrosis intestinal isquémica. Muchos tejidos son incapaces de
extraer oxígeno de modo normal de la sangre, de manera que mantienen
un metabolismo anaerobio pese a la saturación de oxígeno en sangre venosa
mixta casi normal. La concentración sanguínea de lactato se incrementa
desde el principio por la glucólisis ascendente y la eliminación deficiente del
lactato y el piruvato resultante a través de hígado y riñones. A menudo la
glucemia aumenta, sobre todo en pacientes con diabetes, pero en ocasiones
la gluconeogénesis deficiente y la liberación excesiva de insulina provocan
hipoglucemia.
Complicaciones principales
-Complicaciones cardiopulmonares:
El daño epitelial alveolar y la permeabilidad capilar ascendente tienen como
resultado mayor contenido de agua pulmonar, que disminuye la elasticidad
pulmonar e interfiere con el intercambio de oxígeno. En ausencia de
neumonía o insuficiencia cardiaca, los infiltrados pulmonares difusos
progresivos y la hipoxemia arterial que se observan en la primera semana
después de una afectación conocida indican síndrome de insuficiencia
respiratoria aguda (ARDS, acute respiratory distress syndrome).
Aproximadamente 50% de los pacientes con septicemia grave o estado de
choque séptico manifiesta lesión pulmonar aguda o ARDS.
La fatiga de los músculos respiratorios exacerba la hipoxemia y la
hipercapnia. Por lo general, la hipotensión originada por septicemia al
principio es resultado de una distribución desigual generalizada del flujo y el
volumen sanguíneo y de una hipovolemia que es consecutiva, por lo menos
en parte, al escape capilar difuso del líquido intravascular.
Al principio del choque séptico, la resistencia vascular sistémica se
incrementa y el gasto cardiaco es reducido. Por el contrario, una vez que
se restablece el volumen, el gasto cardiaco aumenta y la resistencia vascular
sistémica se reduce. De hecho, el gasto cardiaco normal o alto y la
resistencia vascular sistémica disminuida distinguen al choque séptico de los
estados de choque cardiógeno, extracardiaco obstructivo e hipovolémico.
La función cardiaca deprimida, que se manifiesta por aumento de los
volúmenes telediastólico y ventricular sistólico con disminución de la
fracción de expulsión, aparece en las primeras 24 h en la mayoría de los
pacientes con septicemia grave. Si bien la disfunción miocárdica contribuye
a la hipotensión, la hipotensión resistente casi siempre se debe a una
resistencia vascular sistémica reducida y, la muerte, al estado de choque
persistente o insuficiencia de múltiples órganos, en lugar de la disfunción
cardiaca misma.
Insuficiencia Suprarrenal
En el paciente grave, muchas veces es difícil diagnosticar insuficiencia
suprarrenal. El cortisol plasmático ≤15 μg/mL (≤10 μg/mL cuando la
albuminemia es <2.5 mg/100 mL) indica insuficiencia suprarrenal
(producción insuficiente de cortisol), pero muchos expertos consideran hoy
día que la prueba de estimulación con ACTH carece de utilidad para
detectar una deficiencia menos pronunciada de corticosteroides en los
pacientes graves. Se propuso el concepto de insuficiencia de
corticosteroides relacionada con enfermedad grave (CIRCI, critical illness-
related corticosteroid insuffi ciency) para comprender los mecanismos
distintos que generan una actividad desproporcionada de los
corticosteroides para la gravedad del padecimiento. El signo principal de la
CIRCI es hipotensión resistente a la sustitución de líquidos que requiere
presores. Las causas específicas comprenden bacteriemia fulminante por N.
meningitidis, tuberculosis diseminada, sida (con citomegalovirus,
Mycobacteriumavium-intracellulare o Histoplama capsulatum) o uso previo
de fármacos que reducen la producción de glucocorticoides, como
glucocorticoides, megestrol, etomidato o ketoconazol.
Complicaciones Renales
A menudo se observan oliguria, azotemia, proteinuria y cilindros urinarios
inespecíficos. Muchos pacientes manifiestan poliuria excesiva; la
hiperglucemia exacerba esta tendencia. La mayor parte de los casos de
insuficiencia renal se debe a hipovolemia, hipotensión arterial o fármacos
tóxicos, si bien algunos individuos padecen glomerulonefritis, necrosis
cortical renal o nefritis intersticial. Muchas veces la lesión renal
farmacológica se complica con el tratamiento, principalmente cuando el
sujeto hipotenso recibe aminoglucósidos. La septicemia hospitalaria después
de una lesión renal aguda tiene mortalidad alta.
Coagulopatía
Entre 10 y 30% de los pacientes manifiesta trombocitopenia, pero el
mecanismo de fondo se desconoce. El recuento plaquetario casi siempre es
muy reducido (<50 000/μL en los pacientes con DIC; este recuento
disminuido refleja el daño endotelial difuso o una trombosis microvascular,
aunque se han observado trombos rara vez en la biopsia de los órganos
sépticos.
Complicaciones neurológicas
El delirio (encefalopatía aguda) es a menudo una manifestación temprana de
la septicemia. Según sean los criterios utilizados para el diagnóstico, se
observa en 10 a 70% de los pacientes sépticos en algún momento durante
la estancia hospitalaria. Cuando la enfermedad séptica se prolonga varias
semanas o meses, la polineuropatía “de la enfermedad grave” impide
desconectar el respirador mecánico y provoca debilidad motora distal. Los
estudios electrofisiológicos son diagnósticos. Es importante descartar la
posibilidad de síndrome de Guillian-Barré, alteraciones metabólicas y
actividad de toxinas. Los estudios más recientes demuestran que los
pacientes que sobreviven a una septicemia grave padecen pérdida cognitiva
de largo plazo.
Inmunodepresión
Los pacientes con septicemia grave a menudo padecen inmunodepresión
profunda. Algunas manifestaciones abarcan reacciones de hipersensibilidad
tardía contra antígenos frecuentes, imposibilidad para contener la infección
primaria y mayor riesgo de infecciones secundarias (p. ej., por oportunistas,
como Stenotrophomonas maltophilia, Acinetobacter calcoaceticus-
baumannii y Candida albicans). Cerca de 33% de los pacientes padece
reactivación del virus de herpes simple, virus de varicela-zóster o
citomegalovirus; se cree que este último contribuye al resultado adverso en
algunos casos.
Resultados De Laboratorio
Algunas de las primeras anomalías en la respuesta séptica son leucocitosis
con desviación hacia la izquierda, trombocitopenia, hiperbilirrubinemia y
proteinuria. En ocasiones, éstas se acompañan de leucopenia. Los
neutrófilos contienen gránulos tóxicos, cuerpos de Döhle o vacuolas
citoplásmicas. Conforme la respuesta séptica se intensifica, la
trombocitopenia empeora (a menudo con prolongación del tiempo de
protrombina, decremento del fibrinógeno y presencia de dímeros d que
sugieren DIC), la azotemia y la hiperbilirrubinemia se acentúan y la
concentración de aminotransferasa aumenta. La hemólisis activa sugiere
bacteriemia por Clostridium, paludismo, una reacción farmacológica o DIC;
en este último caso, en el frotis sanguíneo se observan cambios
microangiopáticos. Al principio de la septicemia, la hiperventilación induce
una alcalosis respiratoria. La fatiga de los músculos respiratorios y la
acumulación de lactato provocan acidosis metabólica (con mayor
desequilibrio aniónico). El análisis de los gases arteriales revela hipoxemia
que al principio se corrige con oxígeno complementario, pero más tarde es
resistente a la inhalación de oxígeno al 100%, situación que indica un
cortocircuito de izquierda a derecha. En algunos casos, la radiografía de
tórax es normal y, en otros, muestra datos de neumonía de fondo,
sobrecarga de volumen o infiltrados difusos por ARDS. La
electrocardiografía revela taquicardia sinusal o anomalías inespecíficas de la
onda ST-T. La mayoría de los diabéticos con septicemia padece
hiperglucemia. Muchas infecciones graves precipitan una cetoacidosis
diabética que exacerba la hipotensión
La hipoglucemia es inusual y puede indicar insuficiencia suprarrenal. La
concentración sérica de albúmina desciende conforme la septicemia
persiste. Es raro observar hipocalcemia.
Diagnóstico
No se cuenta con una prueba diagnóstica específica de la respuesta séptica.
Los signos sensibles para el diagnóstico cuando se sospecha infección o
septicemia comprobada comprenden fiebre o hipotermia, taquipnea,
taquicardia y leucocitosis o leucopenia (cuadro 325-1); también la presencia
de alteraciones mentales, trombocitopenia, incremento del lactato
sanguíneo, alcalosis respiratoria o hipotensión sugieren el diagnóstico. Sin
embargo, la respuesta séptica es variable. En un estudio, 36% de los
pacientes con septicemia grave tenía temperatura normal, en 40% la
frecuencia respiratoria era normal, en 10% la frecuencia del pulso no estaba
alterada y 33% mostraba leucocitos normales. Además, las respuestas
sistémicas de los pacientes no infectados con otras enfermedades, muchas
veces son similares a las características de la septicemia. Ejemplos abarcan
pancreatitis, quemaduras, traumatismos, insuficiencia suprarrenal, embolia
pulmonar, aneurisma aórtico disecante o roto, infarto del miocardio,
hemorragia oculta, taponamiento cardiaco, síndrome posderivación
cardiopulmonar, anafilaxia, acidosis láctica por un tumor y uso excesivo de
fármacos. Para el diagnóstico causal definitivo es necesario aislar al
microorganismo en la sangre o algún otro punto infeccioso. Se obtienen por
lo menos dos muestras sanguíneas (de dos venipunciones) para el cultivo;
en el paciente con un catéter a permanencia, se obtiene una muestra de
cada luz del catéter y otra por medio de venipunción. En muchos casos, el
hemocultivo es negativo, lo cual refleja administración previa de
antibióticos, presencia de algún microorganismo persistente o de
crecimiento lento o ausencia de invasión microbiana en el torrente
sanguíneo. En estos casos, la tinción de Gram y el cultivo del material que
se obtiene a partir del sitio primario de infección o de las lesiones cutáneas
infectadas ayudan a establecer la causa microbiana. También es definitiva la
presencia de DNA del microorganismo en la sangre periférica o las
muestras de tejido por medio de reacción en cadena de polimerasa. La piel
y las mucosas se analizan de forma escrupulosa y en varias ocasiones en
busca de lesiones que proporcionen información diagnóstica. En los casos
de bacteriemia abrumadora (p. ej., septicemia neumocócica en un individuo
con esplenectomía; meningococemia fulminante o infección por V.
vulnificus, B. pseudomallei o Y. pestis), los microorganismos se observan
como una capa leucocítica en el frotis de sangre periférica.
Antimicrobianos
Otras Medidas
Pronóstico
Profilaxia
Los estudios indican que entre 50 y 70% de los pacientes con septicemia
grave o estado de choque séptico hospitalario ha experimentado una fase
menos grave de la respuesta séptica o, por lo menos, un día previo en el
hospital.