1. INTRODUCCIÓN:
2. CONSIDERACIONES PRELIMINARES
Cu and o el hom bre concibió e inventó su s p rop ias herram ientas, el trabajo
ru tinario fu e realizad o d e u n m od o m ás eficiente, segu ro, ráp id o y d e m ayor
precisión, p u esto qu e éstas le p erm itieron d esarrollar d iversas tareas en form a
p ráctica al m om ento d e transform ar la natu raleza. Desd e la concep ción d el arco y
la flecha p ara consegu ir el alim ento, p asand o p or la azad a y la coa 1, qu e sirvieron
p ara labrar la tierra y facilitar la siem bra d e sem illas hasta llegar a los p lectros,
arcos, m azos y baqu etas qu e se han u tilizad o p or siglos en la interp retación d e
instru m entos m u sicales, tales herram ientas estu vieron su jetas a u na constante
evolu ción y p erfeccionam iento, d ebid o a las necesid ad es vitales d e los gru p os
humanos, las cu ales asegu raron su sobrevivencia, eran p or lo tanto utilizadas para
la realización d e activid ad es cerem oniales, recreativas, lú d icas y hasta triviales,
siendo p arte im p ortante d e su sistem a cu ltu ral y p rop ició, en el caso d el arte
musical, el surgimiento de diversas sonoridades, propias de cada pueblo o nación.
Cad a baqu eta p ara m arim ba gu atem alteca p osee d os p artes constitu tivas: la
varilla d e m ad era (cu erp o d e la baqu eta) y la cabeza d e hu le (el p ercu tor).2
Generalm ente se d ice qu e estas se elaboran con hu le cru d o. Com o se p od rá
demostrar m ás ad elante, el p roceso d e oxid ación qu e genera el secam iento d el
látex p rod u ce u na reacción qu ím ica qu e lo convierte en hu le p rop iam ente d icho,
aspecto que ha sido poco investigado desde un punto de vista musical.3
Debem os consid erar qu e la fabricación d e baqu etas ha requ erid o d e u n
largo p roceso d e experim entación, a fu erza d e p ru eba y error, hasta alcanzar u n
nivel d e p erfección. El p rim er elem ento qu e p erm itió su d esarrollo fu e el hecho d e
qu e Gu atem ala cu enta con u na gran d iversid ad d e esp ecies vegetales qu e
p rop orcionan las m aterias p rim as con las características id eales d e d u reza,
elasticid ad , m aleabilid ad y resistencia a la cizallad u ra en el caso d e las varillas, y
esp ecies vegetales qu e p rop orcionan el látex id eal p ara la confección d e las
coaguladas cabezas d e hule.4 Por otro lad o, los m arim bistas y constru ctores d e
m arim bas han d esarrollad o su s p rop ias técnicas d e fabricación d e instru m entos
m u sicales y accesorios, lo qu e ha p erm itid o lograr u n gran avance en la
interp retación m u sical, al p u nto d e constitu ir en la era contem p oránea el
“ensam ble d e m arim ba m ás grand e d el m u nd o”, d ond e cu atro y hasta cinco
p ersonas interp retan u n m ism o instru m ento, gracias a las baqu etas qu e p oseen u n
alto grado de refinamiento.
1
Especie de estaca utilizada para la labranza, usada generalmente en la siembra del maíz.
2
Algunas baquetas de formas diversas son utilizadas por los tamboreros tradicionales, las cuales pueden ser
confeccionadas con hule de neumático para vehículo. Otras, como las elaboradas por el Maestro Joaquín
Orellana para la interpretación de los útiles sonoros fabricados basados en los elementos constitutivos de la
marimba, tienen pelotitas en forma de pimpón (Ping-pong ®), traspasadas con alambre de acero inoxidable,
lo cual les permite tener una función giratoria e inclusive cuentan con resortes en su base para una mayor
iteración.
3
En este caso, existen un instrumento específico para medir el grado de dureza o blandura del hule,
conocido popularmente como “shorímetro”.
4
Coagular es un verbo transitivo que viene del latín coagulare y significa cuajar, solidificar lo líquido.
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Los accesorios qu e son objeto d e nu estra investigación, u tilizad os en la
interp retación d e la m arim ba, com o u tensilios d e origen estrictam ente vegetal,
involucran a tres especies que abundan en Guatemala: el güisisil, madera muy dura
y flexible; el palo de hule o kik’, cuya variedad está clasificada botánicamente como
Castilla elástica, y el árbol d e cau cho d e la varied ad Hevea brasiliensis, qu e nos
p rop orciona su látex. Esta ú ltim a especie ha tenid o u na exp ansión sin p reced entes
en el p aís y se cu ltiva en la actu alid ad en m u chas regiones d e clim a cálid o y
tem p lad o, con lo cu al se ha d esplazad o a otras siem bras com o el m aíz, frijol, café,
tabaco y palma africana.
N u estra línea d e acción se basará en la recop ilación d e d atos sobre las tres
esp ecies vegetales m encionad as, u na qu e p rop orciona la m ad era y d os m ás qu e
brind an la m ateria p rim a líqu id a p ara la fabricación d e los accesorios id eales con
los cu ales se ejecu ta e interp reta la m arim ba gu atem alteca, así com o el tu n y el
tam bor, instru m entos m u sicales qu e nos han id entificad o com o socied ad
m esoam ericana. Por otro lad o, se d escribirán algu nos p roced im ientos p rop ios d e
la fabricación d e baqu etas, artefactos im p rescind ibles d e la cu ltu ra gu atemalteca.
Inclu so, se recop ilará el nom bre, ritm o y au tor d e las obras m u sicales qu e han sid o
insp irad as basad as en las esp ecies vegetales relacionad as con la constru cción d e la
m arim ba y su s accesorios, las cu ales constitu yen u na valiosa p arte d el p atrimonio
nacional guatemalteco.
La m arim ba gu atem alteca, sin las baqu etas, p rácticam ente no p od ría existir;
éstas d esem p eñan u na fu nción d e p rim er ord en en el noble arte d e la
interp retación m u sical. En sentid o figu rad o, p u ed e aseverarse qu e d ichos
utensilios son “los machetes del marimbista”.
3. DATOS HISTÓRICOS
5
De las voces quichés: ta = llamar; tam = aumentar (Popol Vuh, 1973: 283).
establece u na p resencia real d e d ichos accesorios en la cu ltu ra m esoam ericana y
sobre todo en nuestro actual territorio.
En los textos ind ígenas gu atem altecos, verem os tam bién qu e el gü isisil hace
u na tem p rana p resencia al ser u tilizad o p or los gru p os hu m anos asentad os en lo
qu e hoy conocem os com o la cu enca d el lago d e Atitlán, ya qu e su m ad era servía
para la elaboración de flechas, debido a sus cualidades de resistencia, flexibilidad y
maleabilidad.6 Por d ed u cción lógica, p od em os establecer qu e tam bién el arco era
confeccionad o con m ad era d e gü isisil, p or ser u no d e los recu rsos m ás abu nd antes
y de características óptimas, tales como como flexibilidad y resistencia.
5. CARACTERÍSTICAS DE LA MADERA
3.2.1. Resistencia:
6
Consúltese el Memorial de Tecpán Atitlán, Anales de los Cakchiqueles, entre otros.
3.2.2. Dureza:
3.2.3. Rigidez:
3.2.4. Densidad:
7
Procedimiento común y rutinario en los aserraderos industriales.
8
Obsérvese en el anexo de fotografías un tendal de güisisil que fuera cortado hace más de doce años en
San José El Rodeo, San Marcos por el informante Norman Mazariegos (Fotografía del autor).
3.2.6. Flexión:
3.2.8. Resonancia:
9
Procedimiento que consiste en golpear las teclas de la marimba y mantener presionadas las baquetas para
producir un sonido seco, con lo cual se corta la vibración de dichas teclas y se disminuye la resonancia de los
cajones de la marimba.
10
En la tesis La marimba guatemalteca, sus características antropológico-culturales y metodología de
enseñanza-aprendizaje del autor, página 86, se puede consultar sobre otras maderas utilizadas en la
fabricación de resonadores artificiales de la marimba y los tipos de resonadores naturales utilizados en las
marimbas diatónicas.
3.2.9. Impermeabilidad:
3.2.10. Aspecto:
11
Consúltese esta información para establecer lo maravilloso de esta manifestación cultural, la cual es
asociada con orígenes extraterrestres.
originalmente p roviene d e d os voces, porque encontram os en el id iom a k’anjobal
los térm inos witz (bosqu e o m ontaña) y tziltzil (su cio o m anchad o) (Raymundo
2003: 36, 38) d e d ond e se conclu ye qu e w itz tziltzil tend ría el significad o
aproximado de “árbol con manchas”.12
En u no d e los m anu ales p ara m arim ba gu atem alteca se ha p rop u esto qu e el
térm ino gü isisil d ebe escribirse com o w itzitzil (Salazar 2002: 14), lo cu al, d esd e el
p u nto d e vista fonético, en cu anto al su p u esto origen d el térm ino resu lta lógico.
Sin em bargo, p or razones d e estand arización, p ara nu estra investigación
p referirem os el térm ino güisisil, es d ecir, la castellanización d e d icho térm ino, p or
ser el m ás generalizad o en el ám bito m arim bístico gu atem alteco y en otras
regiones americanas.13
En relación al término Kik’ (idioma q’eqchi), con el cual se conoce al palo de
hule (Aguilar Cumes et. al. 1992: 168-169), éste es un vocablo de fácil interpretación
y se refiere a la pelota de hule (Mucia Batz 2007: 52), sabiendo que la sangre o savia
del árbol al coagularse se convertía en una masa compacta elástica de tonos rojizos.
En tal sentid o, el térm ino kik’che, d e kik’ (hule) y che (árbol), significaría “árbol
que segrega hule” o por antonomasia, simplemente “palo de hule”.14
12
Aporte del autor. Traducción a corroborar en próximas investigaciones. Las manchas del árbol aparecen
en el fuste o tronco, a manera de círculos blancos que son de origen fungoso.
13
La palabra güisisil también se emplea para nombrar a una especie de venado.
14
La palabra “palo” se utiliza para denominar a varias especies de árboles.
15
Según Agustín Estrada Monroy, en su versión del Popol Vuh, página 14 del manuscrito quiché, donde se
ilustra la palabra zimah que significa “punta de pedernal que se usa en las flechas”. También en la página
273 de notas al texto del manuscrito menciona al chai como “navaja o punta de pedernal. Recinos: chay:
obsidiana, sustancia vidriosa, piedra volcánica, negra, de la cual desprendían los indios pequeñas hojas
cortantes que usaban como cuchillos, navajas y puntas de flechas…”.
Resu lta interesante qu e el chai o chay, qu e consistía en u n p ed azo d e p ied ra
filosa se asem eje al trozo d e vid rio qu e actu alm ente algu nos fabricantes d e
baqu etas u tilizan p ara d esbastar las reglillas d e gü isisil hasta convertirlas en
varillas cilínd ricas con d eterm inad o grad o d e p erfección. Dicho procedimiento fue
quizás traspasado de padres a hijos hasta llegar a la generación actual.
El kik’ o kik’che, era llam ad o así p orqu e al realizársele u n corte en el tronco,
exp elía u na su stancia al p rincip io blanqu ecina p ero qu e al coagu larse era similar a
la sangre humana, de tonos rojizos. No está de más exponer que la sangre humana
o d e los anim ales, es su scep tible d e su frir cierta coagu lación y p or extensión y
analogía, a este árbol se le llam aba entonces “árbol qu e em ana sangre” o kik’che, o
simplemente “palo de hule”.
16
Léase el Popol Vuh para establecer dichos orígenes ancestrales de tales utensilios, que son de gran
importancia en la cultura de los primeros pobladores del territorio que hoy se conoce como Guatemala.
8. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
8.1. CONCLUSIONES
8.2. RECOMENDACIONES
Bautista Vásquez, Alfonso, Amauri Angel Figueroa & Edgar Rivera Muñoz
2000 Método de marimba cromática guatemalteca. Fundación G& T. Guatemala.
Font Quer, P.
1985 Diccionario de Botánica. Editorial Labor, S.A., España.
Kaptain, Laurence
1991 Maderas que cantan. Talleres Gráficos del Estado de Chiapas, México.
Milla, José
1986 Historia de la América Central. Tomos I y II. CENALTEX, Ministerio de Educación,
Guatemala.