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Daniel Reséndiz Núñez

Comité de Selección

Dr. Antonio Alonso


EL ROMPECABEZAS
Dr. Francisco Bolívar Zapata
Dr. Javier Bracho DE LA INGENIERÍA
Dr. Juan Luis Cifuentes
Dra. Julieta Fierro Por qué y cómo
Dr. Jorge Flores Valdés se transforma el mundo
Dr. Juan Ramón de la Fuente
Dr. Leopoldo García-Colín Scherer
Dr. Adolfo Guzmán Arenas
Dr. Gonzalo Halffter
Dr. Jaime Martuscelli
Dra. Isaura Meza
Dr. José Luis Moran López
Dr. Héctor Nava Jaimes
Dr. Manuel Peimbert
Dr. José Antonio de la Peña
Dr. Ruy Pérez Tamayo
Dr. Julio Rubio Oca
Dr. José Sarukhán
Dr. Guillermo Soberón
Dr. Elias Trabulse
Primera edición, 2008 ÍNDICE

Reséndiz Núñez, Daniel


El rompecabezas de la ingeniería. Por qué y cómo se trans-
forma el mundo / Daniel Reséndiz Núñez. — México : FCE, SEP,
CONACyT, 2008
393 p.; 21 X 14 cm — (Colee. La Ciencia para Todos, 215)

ISBN 978-968-16-8444-0

1. Ingeniería I. Ser. II. t.

LC TA 155 Dewey 508.2 C569V.215

Prólogo 15
Distribución mundial

Primera parte
La Ciencia para Todos es proyecto y propiedad del Fondo de Cultura Económica,
al que pertenecen también sus derechos. Se publica con los auspicios de la Secretaría LOS PROCESOS INTELECTUALES DE LA INGENIERÍA
de Educación Pública y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Comentarios y sugerencias:
I. Preludio: cómo armar un rompecabezas infinito . . . . 29
laciencia@ fondodeculturaeconomica.com 1. Dos hechos obvios 29
www.fondodeculturaeconomica.com
2. Una actitud sensata 30
Tel. (55) 5227-4672 Fax (55) 5227-4694
3. Las reglas del juego 30
[[j¡ Empresa certificada ISO 9001:2000
•II. El quehacer del ingeniero (y por qué se transforma el
Diseño de portada: León Muñoz Santini mundo) 36
D. R. © 2008, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
1. Introducción 36
Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 México, D. F. 2. Q u é es la ingeniería 39
3. Las dos funciones centrales del ingeniero 41
Se prohibe la reproducción total o parcial de esta obra
—incluido el diseño tipográfico y de portada—, 4. La diversidad de actividades del ingeniero 44
sea cual fuere el medio, electrónico o mecánico, 5. El nacimiento de la ingeniería, la aparición de los
sin el consentimiento por escrito del editor.
ingenieros y l a interacción con l a naturaleza . . . . 47
ISBN 978-968-16r8444-0
6. Por qué se transforma el m u n d o : la gama infinita de
necesidades h u m a n a s 52
Impreso en México • Printed in México
«III. Los métodos de la ingeniería (o cómo cambiar racio- 4. El profesorado y los planes de estudio 131
nalmente el mundo) . 56 5. Los instrumentos de trabajo 135
1. ¿Qué debe saber hacer un ingeniero? 56 6. Actitudes ante la tecnología 137
2. Los procesos intelectuales del diagnóstico 60 7. Género e ingeniería . 139
3. Conocimientos y capacidades necesarios para el
diagnóstico 62
4. Los procesos intelectuales del diseño 63 Segunda parte
5. La verificación o revisión del diseño 66 EL ENTORNO DE LA INGENIERÍA
6. La obligación de optimizar y especificar 71
7. Conocimientos y capacidades necesarios para di- VIL Ciencia e ingeniería 143
señar 74 1. Las dos fuentes de conocimiento objetivo . . . . 143
8. La inevitable incertidumbre 76 2. Galileo y el m é t o d o científico 146
3. El poder que da el conocimiento 155
TV. El juicio profesional 79 4. Los costos del conocimiento 158 ¿
1. La incertidumbre y la obligación de decidir . . . . 79 5. Las diferencias entre ciencia e ingeniería 163
2. El juicio y la necesidad h u m a n a de certeza 82
3. El papel del juicio profesional 85 , VIII. Desarrollo sostenible e ingeniería 171
4. Naturaleza del juicio profesional 87 1. La perturbación del entorno por el h o m b r e . . . 171
5. Desarrollo del juicio profesional 91 2. ¿En qué consiste el desarrollo? .173
6. El trabajo en equipo 98 3. Un ejemplo: el debate sobre las grandes presas . 175
4. Los argumentos del debate 178
'V. La razón no basta: otras capacidades del ingeniero . . 103 5. El concepto de desarrollo sostenible 181
1. Limitaciones de la razón 103 6. El desarrollo sostenible exige esfuerzo 183
2. El territorio de la razón 106 7. No t o d o puede preverse durante el diseño. . . . 186
3. Papel de la imaginación 108 8 . U n a definición operativa d e l o sostenible . . . . 188
4. Papel de la laboriosidad 111 9. El carácter evolutivo de los proyectos 189
5. Voluntad y afecto c o m o capacidades profesionales 112 10. Lecciones de la historia 194
6. La función psíquica de la laboriosidad y el afecto 118 11. Conclusiones 196

VI. La formación de ingenieros 120 IX. Competitividad e ingeniería 199


1. El p u n t o de partida 120 1. ¿Competir o cooperar? 199
2. Importancia de las formaciones escolarizada y 2. Papel de la ingeniería 202
práctica 122 3. Condiciones necesarias en el gremio 206
3. El papel de la escuela de ingeniería 128 4. Condiciones necesarias en el gobierno 209
5 . Condiciones necesarias e n e l empresariado . . . . 212 3. Naturaleza de los valores sociales 282
6. Condiciones necesarias en las instituciones acadé- 4. Progreso y circularidad 284
micas 213 5. Naturaleza de la tecnología 287
7. Pertinencia y suficiencia de las condiciones identi- 6. De la angustia i n e r m e a la angustia tecnológica . 289
ficadas 214 7. La tecnología es u n a cosa, no un sujeto 291
8. El c a m i n o hacia la competitividad 216 8. Temor y riesgo 292
9. C o n la incertidumbre volvemos a topar 296
i X. Humanismo e ingeniería 217 10. El retorno es imposible 299
1. La misión de los profesionales 217
2. El h u m a n i s m o : nacimiento y R e n a c i m i e n t o . . . . 220 XIII. Los sistemas socio-técnicos 302
3. Dignidad de todos los hombres libres 224 1. Sistema y subsistemas 302
\ ^ 4 . Reconocimiento d e l a individualidad 228 2. Evaluación de proyectos 304
X 5 . La voluntad y el libre albedrío 233 3. El enfoque y el lenguaje de sistemas 307
v 6. Vitalidad y cultura 234 4. Dinámica de los sistemas socio-técnicos 310
\ 7. Un fundamento h u m a n o para la ética 235 5. Retrasos y desestabilización 316
8. El h u m a n i s m o y sus avatares 237 6. Falsas soluciones y círculos viciosos 317
9. El h u m a n i s m o hoy 239 7 . E l problema d e los recursos comunitarios . . . . 321

XI. Ética e ingeniería 242 •XIV. La incertidumbre y su manejo 324


1. Definiciones y esclarecimientos 242 1. Aceptar la incertidumbre 324
2. Relaciones entre ingeniería y ética 247 2. La incertidumbre objetiva 325
3. La ética en la historia de la ingeniería 253 3. La incertidumbre subjetiva 328
4. Ética y legislación 256 4. Ventajas de la incertidumbre 331
5. Profesionalismo y códigos de conducta profesional 258 5. Manejo de la incertidumbre en la ingeniería . . . 332
6. La educación ética y otros requerimientos . . . . 263 6. Uso de la teoría de probabilidades 336
7. Obstáculos que enfrenta el c o m p o r t a m i e n t o ético 272
XV Las fallas en ingeniería 347
1. Los límites de la seguridad 347
Tercera parte 2. El factor de seguridad 352
EL CONTEXTO DE LA INGENIERÍA 3. Trascendencia de las fallas 357
4. ¿Hay fallas socialmente aceptables y aceptadas? . 360
XII. La tecnología y los valores sociales 279 5. El error h u m a n o en diseño 364
1. Ingeniería, tecnología y valores 279 6. Incompetencia y negligencia 366
2. Lo peculiar de nuestra especie 280 7. Presiones injustificadas 371
8. Fallas p o r mecanismos desconocidos: el precio
de la innovación 374

Bibliografía 379
índice de autores 387
índice de materias 389

ln memoriam

Fernando Hiriart (1914-2005)


Raúl J. Marsal (1915-1990)
Emilio Rosenblueth (1926-1994)

12
PRÓLOGO

La ingeniería ha venido transformando el m u n d o durante si-


glos, sea por iniciativa de la sociedad o con su anuencia tácita.
Sus creaciones poseen rasgos ambivalentes, pues p o r un lado
resuelven problemas y satisfacen variadas e importantes necesi-
dades de la h u m a n i d a d y por otro tienen ciertas repercusiones
negativas, a veces imprevistas.
Este libro trata de la ingeniería, pero no es un libro espe-
cializado; está dirigido a t o d o s los lectores cultos y curiosos (in-
cluso ingenieros) interesados en que la ingeniería, a la vez que
siga atendiendo las necesidades h u m a n a s , ponga atención cre-
ciente en hacer m í n i m a s las repercusiones indeseables de sus
proyectos. Para esto es necesario que la sociedad conozca la
manera c o m o funciona la ingeniería y que los ingenieros pien-
sen su quehacer desde la óptica de la sociedad; es decir, hace
falta que ingenieros y no ingenieros c o m p a r t a n ciertas nocio-
nes sobre la ingeniería. Contribuir a ello es el propósito del li-
bro. Si se avanza en este sentido, la ingeniería p o d r á cumplir
1
mejor su misión al servicio del hombre.
1
Pese a cierta moda reciente, el término más apropiado para referirse al conjunto
de los dos géneros de nuestra especie es hombre, cuya primera acepción es pre-

15
Sin importar vocación, ocupación o posición social, todos Puesto que mi intención es que el libro pueda ser leído p o r
tenemos intereses puestos en la ingeniería, pues nadie está ex- el público general, uso en él un lenguaje no especializado. Espe-
cluido de los beneficios y los riesgos derivados de lo que ella ro que los más exigentes de mis colegas ingenieros y otros cono-
hace. Todos necesitamos saber de la ingeniería lo suficiente para cedores de los temas que aquí abordo disculpen las pequeñas
cuidar que sus proyectos respondan a nuestras necesidades, lo simplificaciones a que esto obliga, porque a cambio de ellas exi-
m i s m o las de hoy que las mediatas. La búsqueda de creaciones mo al lector de explicaciones engorrosas. Así, a los no iniciados
técnicas para resolver los nuevos problemas de la h u m a n i d a d no en los principios de la tecnología y la ingeniería, el libro puede
debe detenerse, pero es deseable que esa búsqueda sea más par- servirles de introducción al tema; a los estudiantes de ingenie-
ticipativa, y esta tarea es de todos. Los proyectos de ingeniería ría, la imagen global que aquí se da de esta profesión les ayu-
no son obra sólo de ingenieros, sino también de quienes los de- dará a orientarse dentro de ella y puede salvarlos de perderse en
m a n d a n , especifican o condicionan, sean sus dueños, el público, los mil detalles que deberán aprender d u r a n t e sus estudios; fi-
o quienes actúan en representación de ellos. Conviene entonces nalmente, a los ingenieros experimentados quizá les resulte in-
que los no ingenieros conozcan los criterios de decisión de la teresante comparar sus propias ideas y vivencias con lo que
ingeniería, igual que es deseable el conocimiento de las leyes por aquí digo.
los no abogados, de la higiene por los no médicos, de la ciencia
Ahora bien, la ingeniería es inabarcable; p o r tanto, tuve que
por los no científicos y de la ética por los no filósofos. Por su
ser selectivo al decidir qué cabría aquí y q u é no. Usé para este
parte, los ingenieros debieran saber más de las relaciones entre
fin dos reglas sencillas: 1) incluir lo m í n i m o necesario para dar
su profesión y otros campos. A m b a s cosas contribuirían a corre-
una visión general del quehacer, los m é t o d o s y los criterios del
gir el mayor vicio de nuestro tiempo: la especialización exagera-
ingeniero, y de cómo t o d o ello se relaciona con los intereses de
da, que tanto en la educación como en la vida práctica confina a
la sociedad; 2) dar cabida a tópicos m u y importantes que suelen
cada u n o dentro de un saber particular y priva a todos de lo que
tratarse poco en escritos asequibles al público y a la profesión,
debiera ser el objetivo central de la educación y de la vida: una
como la naturaleza del juicio profesional o la relación entre la
visión ancha del conocimiento universal y de las relaciones en-
ingeniería, el h u m a n i s m o y la ética. Me propuse, pues, escribir
tre especialidades. En algún m o m e n t o el individuo educado de-
un p e q u e ñ o libro que sirviera a ingenieros y no ingenieros; que
biera levantar la vista para mirar más allá de su propia ocupa-
fuese útil para estos últimos porque contuviese el conocimiento
ción y adquirir un p a n o r a m a general del m u n d o .
indispensable que de la ingeniería debiera tener una persona
culta, y que para los profesionales y estudiantes de cualquier
cisamente ser humano. Decir "hombres y mujeres" o "ellos y ellas" cuando nos re-
ferimos a lo que ambos tienen en común es contrario al propósito de reconocer la rama de la ingeniería constituyese un c o m p l e m e n t o a su saber
igualdad de los géneros, pues implica que éstos son lan diferentes que no se les puede
abarcar con una misma palabra. ¿Habría entonces que reescribir las obras de todos especializado; esto es, un conjunto coherente de nociones sobre
los filósofos, teólogos y antropólogos que han existido desde la Antigüedad y han la profesión en sí y sobre sus relaciones con el e n t o r n o social. El
hablado del hombre como el conjunto indivisible de mujeres y varones? ¿O cabría
dejar que los escritos de todos esos pensadores se interpretaran como excluyentes de lector dirá en qué grado logré mis propósitos.
las mujeres?
Para estimular a los lectores a explorar por su cuenta otros

16 17
textos sobre los temas aquí tratados, incluyo algunas notas a pie sensibilidad y b u e n juicio aplicables a proyectos subsecuentes.
de página con conexiones a escritos más especializados. A veces Consecuencia de m i s contactos con ramas m u y diversas de la
también uso tales notas para breves digresiones q u e creo perti- ingeniería es mi convicción de que los conceptos de este libro son
nentes o para tocar cuestiones de corte un p o c o m á s académico aplicables por igual a todas ellas, con abstracción de los conoci-
2
que el t o n o general del libro. Por lo demás, t o d o lo que digo se mientos y tópicos especializados de cada una. C o m o el del inge-
basa en mi propia experiencia y a s u m o la responsabilidad por niero no es trabajo solitario, sino de equipo, esos m i s m o s contac-
lo que de ella infiero, aunque reconozco lo m u c h o q u e de mis tos profesionales c o n jefes, colegas y s u b o r d i n a d o s de variadas
ideas básicas debo a m i s mejores maestros y colegas. trayectorias me hicieron d e u d o r intelectual de t o d o s ellos; cual-
Poco más de la mitad de mi vida profesional la he dedicado quier intento de dar a cada quien el crédito que merece resulta-
a la investigación científica y a la educación (en el laboratorio, ría imposible o injusto: baste decir q u e la observación cercana
el gabinete, el aula, la dirección de instituciones especializadas de los m é t o d o s , capacidades, hábitos y logros de cada u n o con-
y la conducción de políticas públicas); el resto, al ejercicio pro- tribuyó, en el contexto de mis propias responsabilidades y vi-
fesional de la ingeniería. C o m o investigador me he concentra- vencias, a forjar lo q u e sé y a fundar lo que creo. Sin embargo,
do en pocas líneas de trabajo científico dentro de un par de debo particularizar la influencia q u e sobre mí ejercieron tres
disciplinas de la ingeniería civil, mientras q u e c o m o ingeniero personajes decisivos: primero Raúl J. Marsal y Emilio Rosen-
he sido partícipe o responsable de una gama de proyectos que blueth p o r lo m u c h o que a m b o s hicieron en p r o de mi forma-
excede mi c a m p o de formación inicial. Esa diferente extensión ción y desarrollo, p o r los desafíos intelectuales que me plantea-
de mi actividad en u n o y otro campos no es arbitraria, sino con- ron y p o r la amplia libertad que me dieron para abordar sus
secuencia natural de que la ciencia permite, y por eficiencia aun retos. Los dos pusieron en mí un interés t a n grande y cordial
impone, grados altos de especialización y reduccionismo, mien- que su trato se tradujo no sólo en aprendizaje, sino en gozo
tras la ingeniería d e m a n d a resolver cada problema tal cual es, existencial; de ellos aprendí no sólo en mi juventud, sino duran-
integralmente y en su propio contexto, sin mutilaciones y ha- te t o d o s los m u c h o s años que para mi fortuna los tuve cerca;
ciendo caso o m i s o de casillas disciplinares. Por tanto, el inge- habiendo sido los supervisores de mis primeros pasos en la
niero tiene que hacer ciertas incursiones en territorios que en ciencia, ellos m i s m o s me indujeron a participar en proyectos de
principio p u e d e n parecer ajenos, y cuanto m á s seriamente bus- ingeniería paralelos a m i s investigaciones, en búsqueda de si-
ca c o m p r e n d e r éstos c o m o campos conexos, y más amplia es la nergias entre una y otra actividad. Esta circunstancia me allanó
gama de proyectos en que participa, más expuesto está a ganar el acceso al tercer personaje: F e r n a n d o Hiriart, h o m b r e a la vez
reflexivo y de acción, siempre interesado en ensayar la aplica-
2
Esto, por cierto, constituye el único rasgo del presente texto que puede asemejarlo ción práctica de nuevos conocimientos y m é t o d o s . Participar
a una obra especializada. El lector que no se interese en detalles puede omitir del
todo la lectura de las notas de pie de página sin perder la comprensión general de lo t e m p r a n a m e n t e en los equipos de trabajo que Hiriart encabeza-
que se expone. Por el contrario, quien quiera profundizar en algún tópico haría bien en ba me dio la posibilidad de observar sus m é t o d o s personales y
leer dichas notas y, hasta el grado en que le interese, el contenido de las respectivas
referencias. fomentó mi aprecio p o r la profesión, que según él m i s m o nunca
t
18 19
acaba de aprenderse, pero conforme se ejerce va m o s t r a n d o con interviene en ella la ética? ¿Tiene el h u m a n i s m o relevancia en la
nitidez cada u n a de sus múltiples facetas. Fue Hiriart, con su ingeniería? ¿Caben en ella las preocupaciones ambientales y, en
ejemplo silencioso y sonriente, quien quizá sin proponérselo caso de que sí, qué papel específico corresponde a la ingeniería
más me enseñó acerca de la práctica rigurosa de la ingeniería; en la búsqueda de m o d o s sostenibles de desarrollo? La lista de
después me daría también un privilegio que d u r ó m u c h o s años preguntas de este tipo es infinita; su importancia radica en que
y casi hasta los últimos días de su vida: sostener con él regular- la respuesta puntual a cada una puede revelar a los ingenieros
m e n t e breves diálogos cuyo tema inicial podía ser cualquiera, cómo atender más atinadamente las necesidades h u m a n a s , y a
aunque siempre desembocaba en algún aspecto específico de los no ingenieros c ó m o hacer de la ingeniería un recurso a la
un proyecto de ingeniería en marcha, un resultado de investiga- vez más útil para el presente y menos gravoso para el futuro de
ción reciente, o un tópico importante de la profesión. Por lo la h u m a n i d a d .
m u c h o que les debo, el libro está dedicado a la m e m o r i a de es- Cada capítulo del libro se refiere a la ingeniería desde un
tos tres grandes ingenieros. ángulo distinto, a fin de poner en evidencia aspectos de ella que
Dicho el t e m a y el talante del libro, más las influencias que interesan tanto a los ingenieros como a otros actores sociales. Si
incluso inconscientemente puede haber en él, cabe explicar sus a m u c h o s la ingeniería les parece lejana, y hay quienes la ven
motivaciones. Desde mis tiempos de estudiante hallé en la inge- como amenaza irremediable que pende, por ejemplo, sobre lo
niería interrogantes que me producían fascinación, inquietud o que queda de los ambientes naturales del planeta, es p o r q u e tó-
perplejidad, y después he topado con m u c h a s más de ellas. En- picos c o m o los que aquí se discuten no suelen exponerse en
tre las cuestiones viejas y nuevas a que aludo están las siguien- términos asequibles a todos, ni son motivo de diálogo serio en-
tes: ¿cuan seguro p u e d e estar un ingeniero de q u e sus diseños tre los ingenieros y el resto de la sociedad. En efecto, esta profe-
no van a fallar y a causar muertes u otros daños? ¿Qué es nece- sión casi nunca es t e m a de discusión pública profunda, aunque
sario y suficiente para ser un buen ingeniero? ¿Qué de lo que el sus obras y productos son temas frecuentes de charla insus-
ingeniero sabe que se aprende en la escuela y qué en otros con- tancial (carreteras, puentes, presas, edificios, automóviles, avio-
textos, y en cuáles específicamente? ¿Cómo puede hacerse más nes, vehículos de exploración espacial, aparatos electrónicos,
eficaz cada u n o de esos aprendizajes? ¿Cuál es el peso relativo equipo médico sofisticado, robots, computadoras, internet, m e -
del conocimiento científico en el saber de la ingeniería y qué dios de telecomunicación instantánea y de fácil acceso, etc.). No
otros tipos de conocimiento se usan en ella? ¿Qué efectos tienen me propongo exponer las aventuras intelectuales específicas
las dudas del ingeniero en lo que diseña, y cómo las mismas que han conducido a tales creaciones de la ingeniería, pues lo que
afectan a sus clientes y a la sociedad en general? ¿Debe interve- al c i u d a d a n o ordinario le sería útil saber no es lo anecdótico de
nir alguien más que los propios ingenieros en las decisiones de cada u n o de esos desarrollos, sino lo que todos ellos tienen en
la ingeniería, y en caso afirmativo quién, por qué, cómo y en cuáles c o m ú n . Importa que la ingeniería salga de la oscuridad concep-
decisiones? ¿Quién ejerce control sobre lo que la ingeniería tual en que siempre ha estado a los ojos del ciudadano común,
hace? ¿Qué es en ingeniería lo malo, lo b u e n o y lo mejor, y cómo y que se divulgue lo que todas sus realizaciones comparten; a
i
20 21
saber: a) la intención y los procesos intelectuales con que fue- 3
vo que Freud identificó en la m o d e r n i d a d ; pero la patología va
r o n desarrolladas; b) las preocupaciones, los m é t o d o s y los cri- 1
más allá, pues, según ha d o c u m e n t a d o Pappenheim, ese males-
terios generales de la ingeniería; c) el lugar de la ética en ella; tar se vuelve enajenación en m u c h o s individuos; esto es, insen-
d) la soterrada raíz h u m a n i s t a subyacente en t o d o s sus proyec- sibilidad extrema ante los problemas del prójimo y concentra-
tos; e) el papel del c o n o c i m i e n t o científico y del juicio profesio- ción ciega de cada u n o en su función especializada dentro de la
nal en el trabajo del ingeniero; f) las condiciones para lograr trama social. A m b o s males, angustia y enajenación, se m a n i -
q u e sean sostenibles sus realizaciones; g) la probabilidad, n u n - fiestan en el desatino con que suelen diagnosticarse problemas
ca nula pero siempre susceptible de acotarse, de que falle cual- prácticos c o m o los siguientes: 1) se culpa a la tecnología de los
quier obra o artefacto de la ingeniería; h) la necesidad de que males que causa (contaminación, agotamiento de recursos, etc.),
sus proyectos tengan cierto seguimiento social q u e p e r m i t a co- pero no se reconoce q u e la tecnología no es un ente a u t ó n o m o ,
rregir desviaciones indeseables, etc. De que la sociedad conoz- sino un instrumento, y que, por tanto, el origen de esos males
ca, discuta y atienda estas cuestiones d e p e n d e n los b u e n o s está en las decisiones de la propia sociedad y sus líderes; 2) del
o malos resultados últimos de la ingeniería. Hace falta, pues, caos u r b a n o se responsabiliza al automóvil, no a las políticas
que los ciudadanos e n t i e n d a n su propio papel activo en los públicas que estimulan su proliferación irracional; 3) se culpa a
proyectos de ingeniería; sólo así se logrará que los ingenieros, los grandes embalses de agua por los daños que causan a la na-
p o r una parte, y, p o r otra, las grandes organizaciones que usan turaleza, y se ignora que esto se debe a la m a n e r a en que algunas
la ingeniería para sus propios fines, sean socialmente respon- de tales obras se h a n diseñado u operado en el pasado, y que esa
sables. manera es susceptible de perfeccionamiento; 4) se da el grito de
Achacar maleficios a la ingeniería es un hecho viejo que per- alarma ante la perspectiva de que se agoten ciertos recursos na-
dura: comenzó c u a n d o los ludditas ingleses sintieron que su turales, c o m o los hidrocarburos y el agua, pero se mantiene el
empleo era a m e n a z a d o p o r las primeras m á q u i n a s de la Revo- uso dispendioso de los m i s m o s y se defiende a ultranza el dog-
lución industrial y p u g n a r o n por destruirlas. Hoy tal actitud ma de que en ningún caso debe interferirse con la libertad irres-
suele reaparecer con frecuencia y de m o d o más intenso, pese a tricta de la oferta y la d e m a n d a , etc. Esas actitudes, evidente-
que no sobreviviríamos sin la compleja red de infraestructura, mente irracionales, se explican p o r q u e no hay comunicación
servicios y artefactos creados y operados por la ingeniería. El entre los ingenieros c o m o tales y la sociedad, y por tanto ésta no
ciudadano, supuesto beneficiario de t o d o ello, se angustia por- se percata de que con sus propias decisiones p u e d e controlar los
que, a la vez q u e se sirve de tales creaciones, intuye que éstas efectos de la ingeniería y la tecnología, principalmente si lo hace
p u e d e n c o m p r o m e t e r su futuro o ya lo h a n comprometido, y en colaboración con el ingeniero.
supone erróneamente q u e son los ingenieros p o r sí quienes La enajenación ante la tecnología debilita el control que la
ejercen control sobre la ingeniería y sus productos. La angustia
5

del h o m b r e , indefenso ante sus propias creaciones y a la vez S. Frcud, El malestar en la cultura. Alianza Editorial, Madrid, 1973, pp. 7-88.
* F. Pappenheim, La enajenación del hombre moderno. Era, México, 1965,
dependiente de ellas, constituye el más h o n d o malestar colecti- 152 pp.
I
22 23
sociedad debe tener sobre ciertos proyectos de ingeniería y la nocimiento al Fondo de Cultura Económica y especialmente a
m a n e r a en que éstos se usan, pues una sociedad enajenada deja María del C a r m e n Farías, quien me presionó amable pero con-
en m a n o s de grupos de interés el poder para desviar a su propio tinuamente durante varios años hasta lograr, casi al final de su
favor los beneficios y dejar a la sociedad los costos de aquellos responsabilidad en esa editorial, que me sentara a escribir este
proyectos, especialmente si estos costos son grandes y pueden libro; similar agradecimiento g u a r d o al personal responsable
transferirse a generaciones futuras, c o m o es el caso de los daños de la colección La Ciencia para Todos: María Eugenia Aguilar,
ambientales. La falta de participación social hace de la ingeniería Verónica Fuentes, Leticia García y Axel Retif. Con especial
un instrumento de intereses parciales, y vuelve al ingeniero in- afecto dejo constancia de mi aprecio a Martí Soler p o r el profe-
capaz de rendir cuentas c o m o profesional a la sociedad misma. sional esmero puesto en la producción de ésta y todas las obras
Es posible al m e n o s atenuar tales consecuencias si el ciudadano que pasan por sus m a n o s .
logra cierta comprensión de la ingeniería, cualesquiera que sean I). R. N.

sus prejuicios iniciales. Puesto que t o d o m u n d o ha visto las Ciudad Universitaria, noviembre de 2006
obras y usado los artefactos que la ingeniería produce, cada
quien tiene su propio concepto de esta profesión; habrá quien
diga que esas múltiples nociones personales son p o r necesidad
erróneas en su mayoría, y que cada quien tendría que comenzar
por erradicar la suya para luego hacerse una idea atinada de lo
que la ingeniería realmente es. D u d o de que ese sea un camino
viable. Mi concepto de esta profesión no es tan unívoco: sosten-
go que ella incluye y exhibe infinidad de aspectos. Por tanto, la
noción que sobre la ingeniería tenga cada quien m á s probable-
m e n t e pecará de incompleta q u e de impertinente. Mi propuesta
a los lectores no es que descarten lo que sepan o imaginen de la
ingeniería, sino que lo amplíen y maticen con lo que sobre ella
puedan encontrar de interés en otras fuentes, c o m e n z a n d o con
este libro, y que lo hagan con la parsimonia típica de quien arma
un rompecabezas. Si la nueva visión que de ello les resulte no
llega a fascinarlos, puede al m e n o s serles útil.

Para cerrar este prefacio falta expresar mi gratitud a la Uni-


versidad Nacional Autónoma de México, d o n d e tuve el tiempo
y el apoyo necesarios para ordenar ideas y antiguas notas sobre
los tópicos del libro hasta terminar la tarea. También debo reco-
25
24
PRIMERA PARTE

LOS PROCESOS I N T E L E C T U A L E S
DE LA INGENIERÍA
I. Preludio: cómo armar
un rompecabezas infinito

La ingeniería es una esfera infinita:


su centro está en cada uno de sus proyectos
y su periferia es inalcanzable.
Paráfrasis de Blas Pascal (Pernees, 72)
y Jorge I.uis Borges ("La biblioteca de Babel", Ficciones)

i. D o s HECHOS OBVIOS

El título del libro sugiere q u e la ingeniería p u e d e verse c o m o


un rompecabezas, y la definición de este t é r m i n o en el diccio-
nario es "juego en el que se c o m p o n e , a r m a o integra una fi-
gura o imagen a partir de pedazos irregulares de ella". Por el
hecho de anteceder al juego e introducirnos en él, este capítulo
se llama preludio (praeludium, de prae - antes y ludus = juego)
y es el m á s breve de la p e q u e ñ a obra que el lector tiene en sus
manos.
Por otro lado, que la ingeniería es infinita (según reza el
epígrafe) resulta evidente p o r q u e , c o m o o c u r r e con cualquier
campo del saber, interesarse en ella da lugar a infinidad de pre-
guntas, y conforme éstas se contestan el c a m p o de que se trata
va creciendo indefinidamente en extensión y en profundidad o
detalle. El rompecabezas de la ingeniería no es, p o r tanto, algo
tan singular, sino solamente u n o de los m u c h o s rompecabezas
infinitos que existen.

29
2. U N A A C T I T U D SENSATA patrones visuales tuvieran sentido para nosotros; tales patrones
nos darían elementos de juicio adicionales para seguir seleccio-
Tomar lo infinito con solemnidad o reverencia es casi u n a tra- n a n d o y agregando, pieza a pieza, nuevos elementos que p r o -
dición, p e r o p r o c e d e r así p u e d e ser perturbador. La actitud gresivamente fueran haciendo más comprensible el cuadro.
sensata ante cualquier cosa infinita debiera ser lúdica, con tal Pero d e t e n g á m o n o s un m o m e n t o . El que nuestro rompeca-
de q u e ello no impida jugar seriamente si viene al caso. Convie- bezas sea infinito i m p o n d r í a una condición m u y peculiar: p o -
ne entonces que el lector, en efecto, tome c o m o un juego el exa- dríamos p o n e r al azar la p r i m e r a pieza, c o m o h a c e m o s casi
m i n a r en las páginas de este libro algunas piezas de ese rompe- siempre que c o m e n z a m o s a a r m a r un rompecabezas; p e r o se-
cabezas que es la ingeniería, y que al hacerlo recuerde que el leccionar piezas adicionales resultaría imposible a m e n o s que
rompecabezas de que se trata es ilimitado, aunque el contenido estuviéramos dispuestos a invertir un lapso infinito en escoger
del libro no lo sea. Verá entonces que p r o c e d e r lúdicamente cada una, pues sería absolutamente nula la probabilidad de ha-
conduce m u y p r o n t o a descubrir cosas interesantes; por ejem- llar, en un plazo acotado y entre el conjunto d e s o r d e n a d o de las
plo, q u e a r m a r rompecabezas infinitos es m u y usual y fácil, infinitas piezas que en cualquier m o m e n t o quedarían p o r aco-
aunque tiene sus propios trucos, y que es preferible hacerlo con modar, aquella que cumpliera nuestro criterio de selección.
p a r s i m o n i a q u e con prisa; finalmente descubrirá q u e explorar Concluimos, pues, que un rompecabezas infinito es imposible
cualquier otro t e m a distinto de la ingeniería es un juego simi- de armar, incluso parcialmente.
lar que él m i s m o ha jugado antes, y le complacerá saber que el Tal conclusión, sin embargo, n o s deja perplejos. ¿Acaso el
jugador siempre tiene el control, ya que p u e d e c o n t i n u a r ju- universo no es infinito, el más grande de los infinitos que exis-
g a n d o indefinidamente o p a r a r en el instante en q u e lo desee. ten? ¿Y no es cierto q u e pese a ello los seres h u m a n o s , tanto
colectivamente c o m o en lo individual, h e m o s ido a r m a n d o
poco a poco algunas partes de ese rompecabezas universal has-
3 . L A S REGLAS D E L JUEGO ta p o d e r decir que c o n o c e m o s o e n t e n d e m o s en cierto grado
nuestra casa, nuestra ciudad, nuestro sistema planetario, nues-
Se e n t e n d e r á mejor lo que quiero decir si c o m e n z a m o s por tra familia, el idioma que hablamos, etc.; es decir, algunas limi-
plantearnos una situación hipotética: ¿qué h a r í a m o s ante el tadas porciones del universo? ¿Cómo ha sido posible esto si no
evento improbable y problemático de que alguien nos regalara está a nuestro alcance p o n e r j u n t a s siquiera dos piezas de un
un rompecabezas de extensión infinita? Supongo que intenta- rompecabezas infinito? La respuesta está en un p e q u e ñ o deta-
ríamos armarlo poco a poco, siguiendo una estrategia similar a lle, y éste tiene qué ver con el m o d o c o m o en la vida práctica
la q u e usamos ante un rompecabezas ordinario: colocaríamos nos h a c e m o s de las piezas por a r m a r : no se n o s d a n (o no las
p r i m e r o cualquier pieza al azar y luego iríamos agregando las tomamos) todas de u n a vez, sino en p e q u e ñ o s paquetes q u e
siguientes, escogidas con cierto criterio, quizá no consciente captamos mediante nuestros sentidos y con base en nuestra ex-
p e r o sí racional, hasta vislumbrar una porción del t o d o cuyos periencia, limitada cada vez a una porción no m u y grande del

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universo infinito. Más aún, tal apropiación de piezas no es ins- las porciones a r m a d a s c o n anterioridad, y así sucesivamente.
tantánea, sino que nos toma t i e m p o lograrla: el necesario para De n i n g ú n m o d o p o d e m o s obtener de u n a sola vez todas las
observar y explorar con nuestros sentidos la porción limitada piezas de un rompecabezas infinito, y, si p u d i é r a m o s , n u e s t r o
del universo que escogimos conocer. H a b i e n d o captado esas éxito sería ambiguo, pues, c o m o ya vimos, el solo hecho de po-
pocas piezas de conocimiento, buscamos averiguar c ó m o están seer un n ú m e r o infinito de piezas vuelve inviable cualquier in-
interrelacionadas; esto es, c o m e n z a m o s a a r m a r u n a porción tento de acomodarlas. Entonces, alegrémonos de no recibir ese
del rompecabezas. ¿Cuánto puede avanzar la h u m a n i d a d en el regalo q u e nos c o n d e n a r í a a la impotencia. C o n f o r m é m o n o s
proceso de a r m a r el rompecabezas infinito del universo? Tanto con la modesta pero auténtica gracia que c o m o seres h u m a n o s
c o m o q u e r a m o s y la duración de nuestra especie lo permita, tenemos: la capacidad de allegarnos cada vez un n ú m e r o limi-
r e u n i e n d o y a c o m o d a n d o cada vez un n ú m e r o finito de piezas, tado de nuevos pedazos de conocimiento y hacer con ellos una
preferiblemente p e q u e ñ o . Así p o d e m o s avanzar indefinida- imagen coherente aunque de extensión limitada. Poner en jue-
m e n t e en el c o n o c i m i e n t o de cualquier cosa, a u n q u e ésta sea go esta v i r t u d n o s b r i n d a el placer de participar c o n t i n u a m e n -
infinita, pues si bien nuestro conocimiento avanzaría a peque- te en un proceso llamado aprendizaje, cuya importancia radica
ñ o s pasos, la a c u m u l a c i ó n de éstos no tendría límite. Éste es en que parece ser lo ú n i c o que con propiedad p o d e m o s consi-
precisamente el m o d o en q u e lo hace la ciencia, y p o r eso el derar nuestro destino; es decir, el fin p r e d e t e r m i n a d o e inevita-
conocimiento h u m a n o ha crecido con tanta rapidez desde que ble de t o d o s los seres h u m a n o s : ir a r m a n d o c o n t i n u a m e n t e
se inventó el m é t o d o científico. Antes la h u m a n i d a d se abru- rompecabezas infinitos a sabiendas de q u e no t e r m i n a r e m o s
maba buscando de una sola vez respuesta a preguntas totaliza- jamás.
doras o demasiado amplias (¿Qué es el universo? ¿Por qué exis- Así, pues, ¿cómo leer este libro? ¡Jugando! ¿Qué esperar de
timos? ¿A qué se deben los avatares de nuestras vidas?, etc.), lo él? ¡Lo que cada quien busque, más algunos hallazgos inespera-
q u e i m p e d í a concentrarse y tener éxito en reunir un n ú m e r o dos! Los diccionarios dan a rompecabezas, a d e m á s de la acep-
p e q u e ñ o de piezas conexas referentes a una cuestión limitada, ción con que comienza este preludio, otros significados, c o m o
y una vez e n t e n d i d a ésta abordar otra p e q u e ñ a cuestión a fin "acertijo, enigma, enredo, misterio; algo que causa perplejidad,
de conseguir progresivamente imágenes más amplias del uni- irresolución, vacilación". Es posible que un p o c o de t o d o esto
verso. Esto no quiere decir que las preguntas totalizadoras ha- encuentre en la ingeniería quien se aproxime a ella, y que por
yan p e r d i d o interés; lo siguen teniendo, pero incluso ellas son tanto la ambigüedad que la palabra rompecabezas i m p o n e al tí-
más abordables en el contexto de los conocimientos que aporta tulo no resulte ociosa. Según v e r e m o s al a d e n t r a r n o s en el
la ciencia. tema, la ingeniería es, a d e m á s de inabarcable, incierta, diversa,
El h e c h o de que las nuevas experiencias que vamos adqui- compleja, rica e inacabada, p e r o comprensible. En consecuen-
r i e n d o sean cada una de alcance limitado es lo q u e luego nos cia, dejar abiertas m u c h a s posibles visiones de ella ayudará a
p e r m i t e a r m a r p o c o a p o c o el rompecabezas infinito. A c o m o - que cualquiera, aun sin ser ingeniero, pueda acercarse al tema,
d a m o s nuevas piezas guiados por los patrones identificados en sea que lo haga con el propósito de examinar u n a a u n a diver-
f
32 33
sas facetas de esta profesión, o que se interese en mirar simultá- intencionalmente he puesto en algunas facetas y los vacíos que
neamente y de conjunto varias de ellas, como en un cuadro cu- he dejado en otras. El lector inicialmente ajeno al tema, en
bista (otro ejemplo de rompecabezas). El rompecabezas de la cambio, requerirá avanzar un poco más en la lectura para co-
ingeniería es infinito; sin embargo, el libro no aporta más que menzar su propio proceso de identificación de patrones; empe-
un número limitado de piezas cuya colocación alcanzará a de- ro también lo logrará, y aunque su comprensión final quizá sea
linear apenas una de las muchas imágenes posibles de nuestro menos profunda, no será menos coherente.
objeto focal: la ingeniería. El propio contenido del libro constituye mi propuesta para
Podemos comenzar el juego de inmediato y por cualquier armar una primera imagen integral de la ingeniería, pero no
parte, según las reglas que acabamos de barruntar. Cada indivi- hay que tomar esta propuesta a pie juntillas, pues tiene cierta
duo alienta la expectativa (o tiene la necesidad) de descubrir subjetividad inevitable; además, no ofrece sino una de muchas
una visión personal de las cosas, y de hacerlo a su manera, sea posibles visiones de la ingeniería: una de las que yo tengo de la
mirando parsimoniosamente cierto aspecto del objeto de su in- misma. C o m o he buscado que los capítulos sean autosuficien-
terés o, al contrario, dando sólo un vistazo que capte una ima- tes y cada uno se refiera a una sola faceta de la ingeniería, otras
gen general. Cada lector encontrará un modo particular de imágenes pueden armarse si sólo se leen algunos de ellos, o si
aproximarse al contenido (las piezas para armar) de este libro y se aborda todo el libro en orden distinto, por ejemplo el orden
adquirir su propia imagen global de la ingeniería o la de ciertos que el lector escoja en función del interés que para él tengan los
aspectos de ella. Es posible que ninguna de esas imágenes re- temas de que se trata. Finalmente, se puede usar el índice gene-
sulte rigurosa o completa, pero todas serán válidas en algún ral como guía para buscar lecturas sobre cada tema en otras
grado, al menos para el propósito personal de quien las busque fuentes, o las notas a pie de página para profundizar en los tó-
y descubra. picos que se discuten.
Como en el juego del rompecabezas, el lector se percatará Hasta aquí el preludio. Cualquiera que sea el enfoque que
pronto de que es innecesario tener todas las piezas acomoda- el lector quiera escoger, lo invito a probar uno y comenzar el
das en su lugar para lograr una buena idea, sea global o local, juego.
de la imagen que se está armando. Éste es uno de los atractivos
del juego, y confío en que lo sea también del libro. Se percibirá,
en el juego y en el libro, que hay un umbral (un grado de avan-
ce en el proceso de armar la imagen que se busca) después del
cual se puede atinar de primera intención a identificar las pie-
zas que faltan para completar la figura. Este umbral es diferen-
te para cada jugador. El ingeniero experimentado descubrirá
la imagen que de la ingeniería he querido dar con sólo repasar
el índice del libro; incluso identificará de inmediato los énfasis que

35
I I . El quehacer del ingeniero confusión entre los no ingenieros, pues m u y p o c a s personas
(y por qué se transforma el mundo) tienen o p o r t u n i d a d de observar con suficiente detalle y deteni-
miento c ó m o surge la necesidad de un proyecto de ingeniería y
cómo, en consecuencia, éste se gesta y desarrolla; t a m p o c o sue-
le haber testigos de los procesos intelectuales más complejos o
trascendentes que el ingeniero realiza para ese fin. Igual que
ocurre con otros procesos creativos, los que realiza la mente del
ingeniero no son visibles. Sus labores m i s m a s , en sus aspectos
medulares, suelen no estar expuestas a la vista del público; casi
siempre se realizan en equipo, en un g r u p o de profesionales
compuesto mayoritariamente por integrantes del propio gremio.
No es que su trabajo sea incomprensible para los demás, sino
i. INTRODUCCIÓN que el m o d o de organizarlo y llevarlo a cabo es p o c o propicio
para ser observado con profundidad por quienes no participan
¿Qué funciones c u m p l e n la ingeniería y los ingenieros? La res- en él. Así p'ues, a u n q u e las obras y p r o d u c t o s de la ingeniería
puesta es m e n o s obvia de lo q u e esta sencilla pregunta sugiere son en nuestra época lo más perceptible de cuanto rodea a cual-
y no la agotaré en este capítulo, pues la ampliaré en los capítu- quier persona, la sociedad en general desconoce qué hace el in-
los ni a v y luego volveré a ella en otros subsecuentes para geniero para concebir y producir lo que crea. En consecuencia,
c o m p l e m e n t a r l a y matizarla. Abordaré el asunto a p o y á n d o m e de la ingeniería se conoce el resultado final, p e r o no la m a n e r a
en lo que sobre algunas de sus facetas he expuesto en otras pu- como éste se concibe y desarrolla. O c u r r e algo m u y diferente
blicaciones. 1
con los médicos, cuya actividad y ambiente laboral todos tene-
C o m e n c e m o s p o r distinguir entre las funciones del inge- mos ocasión de observar, al m e n o s en condición de pacientes
niero, esto es, las finalidades de su labor, y las actividades que suyos. Esto da lugar a vivencias q u e incluyen el sentir la labor
desarrolla p a r a cumplirlas, q u e son m u c h o m á s n u m e r o s a s . del médico en carne propia (literalmente). De tal manera, todos
Son tantas y tan diversas las actividades que los ingenieros sue- adquirimos una idea clara de los m é t o d o s del médico. Además,
len realizar q u e incluso ellos m i s m o s p u e d e n llegar a confun- la medicina i m p o n e al paciente u n a obligación imposible de
dirlas con los fines, c u a n d o no son sino los medios con los que eludir: la de participar en la definición y evaluación de sus fines
éstos se alcanzan. C o n más razón es comprensible que haya esa y sus medios; tal es el caso no sólo c u a n d o e x p o n e m o s nuestro
problema de salud, sino también cuando, en respuesta a las
1
D. Reséndiz, "Los procesos intelectuales de la ingeniería". Parte i: "El quehacer y alternativas terapéuticas que, en su caso, el m é d i c o p r o p o n e ,
los métodos". Ingeniería Civil, núm. 421, México, mayo de 2004, pp. 20-26; Parte n: "El expresamos nuestra preferencia por alguna de ellas, o c u a n d o
juicio profesional y otros atributos", Ingeniería Civil, núm. 422, México, junio de 2004,
pp. 28-37. conjuntamente con él evaluamos los efectos del t r a t a m i e n t o .

I
36 37
C o m o p r i m e r a respuesta a la p r e g u n t a c o n q u e comienza hay aspectos peculiares en cada rama, p e r o ello no invalida lo
este capítulo, digamos de inmediato que la ingeniería tiene dos que se diga sobre sus atributos generales. La experiencia me ha
funciones principales, o u n a función central q u e se realiza en m o s t r a d o que, con variantes sólo de matiz, lo q u e aquí diré es
dos etapas: en p r i m e r lugar, analizar y entender ciertos proble- aplicable a la ingeniería toda.
mas que alguien le plantea, y luego concebir las soluciones más Las funciones, métodos y demás aspectos q u e en el libro se
apropiadas para los m i s m o s . A la primera etapa se le llama presentan c o m o rasgos c o m p a r t i d o s por t o d a s las ingenierías
diagnóstico y a la segunda diseño. El ingeniero diagnostica pro- son equiparables incluso en las disciplinas y subdisciplinas
b l e m a s q u e tienen relación con necesidades o insatisfacciones dentro de cada r a m a . Por ejemplo, u n a de las disciplinas de la
materiales de la sociedad y sus integrantes individuales; luego ingeniería civil es la geotecnia, cuyo c a m p o de estudio son los
diseña con todo detalle cómo resolverlos mejor, y vierte ese di- suelos y las rocas c o m o materiales en los que se apoyan todas
seño en especificaciones detalladas, necesarias para que se fa- las obras de ingeniería civil o con los q u e se construyen partes
brique o construya la solución respectiva, pues las soluciones de algunas; al contrario de los d e m á s materiales que las inge-
de la ingeniería generalmente incluyen o requieren obras o ar- nierías usan, suelos y rocas no se fabrican y, por tanto, no cum-
tefactos materiales. Así, de esta manera tan sencilla pueden ex- plen especificaciones impuestas p o r el ingeniero; m á s bien los
plicarse las funciones q u e t o d o ingeniero d e s e m p e ñ a , sea cual suelos y las rocas de la corteza terrestre local constituyen con-
sea su ocupación o responsabilidad profesional específica; la diciones externas a las q u e debe adaptarse la solución de cada
explicación, sin embargo, a u n q u e clara y verídica, es insuficien- problema de ingeniería civil. Pese a q u e p o r esta peculiaridad
te. Una más plena comprensión de lo que esto abarca y signifi- la geotecnia resulta muy distinta de otras disciplinas de la inge-
ca, así c o m o de sus múltiples implicaciones, se irá integrando niería, sus m é t o d o s y criterios son también, en general, los aquí
poco a poco en este y los siguientes capítulos. descritos. 2

A todo lo largo del libro me estaré refiriendo a la ingeniería


en general, no a u n a r a m a particular de ella; es decir, estaré ha- 2. Q U É ES LA I N G E N I E R Í A
blando de lo que todas sus ramas comparten: sus comunes ob-
jetivos, m é t o d o s de trabajo y criterios de decisión. No obstante, Emilio Rosenblueth, u n o de los m á s destacados ingenieros
por los ejemplos que daré para ilustrar ciertos p u n t o s , segura- mexicanos del siglo x x , dio la siguiente definición de la inge-
m e n t e se traslucirá mi propia formación c o m o ingeniero civil. niería, y de paso hizo una clarificación tan aguda como necesa-
Me interesa, sin embargo, discutir la ingeniería en general, tan- ria del atributo indispensable para que u n a actividad se d e n o -
to p o r q u e el libro está destinado al público no especializado mine profesión:
como porque la comprensión de las funciones de esta profesión
no exige entrar a las particularidades de cada una de sus ramas;
!

además, a b u n d a n las publicaciones d o n d e se a b o r d a n las cues- D. Reséndiz, Los métodos de la geotecnia, edición inglés-español, Decimotercera
Conferencia Nabor Carrillo, Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos, México,
tiones específicas de cada rama de la ingeniería. Es claro q u e '996,102 pp.
t
38 39
La ingeniería es una profesión, no un arte, no una ciencia ni una ría responde a las necesidades h u m a n a s cambian con el t i e m p o
técnica. Estas categorías comparten herramientas, capacidades y p o r q u e evolucionan conforme la ciencia a p o r t a nuevo conoci-
propósitos. Sus diferencias son cuestión de énfasis. En un arte el miento o la tecnología nuevos materiales y nuevas m a n e r a s de
propósito sobresaliente es la expresión; en una ciencia el acerca- hacer las cosas. O t r a causa q u e otorga n o v e d a d a cada proble-
miento a la verdad; en una técnica el servicio al cliente, y en una ma de la ingeniería es la naturaleza h u m a n a , q u e con el p a s o
profesión el servicio a la sociedad. Los conocimientos que re- del t i e m p o percibe nuevas necesidades o se inclina voluntario-
quiere un técnico se hallan en manuales; lo que le interesa de samente p o r gustos n u e v o s y variados, y ejerce sobre la inge-
cualquier problema de su incumbencia está resuelto. En cambio niería presión en p r o de cambios, incluso a l g u n o s m u y p o c o
para el profesional cada problema es nuevo. 3
sustanciales. Tal presión y la novedad que introduce en los p r o -
blemas de ingeniería p u e d e n tener justificaciones sólidas o m u y
Decir q u e los p r o b l e m a s q u e se plantean a los ingenieros cuestionables, p e r o el h e c h o es que existen.
son siempre nuevos no es u n a expresión retórica, sino plena de
significado y con h o n d a s repercusiones, algunas de las cuales
se tocarán con más amplitud en los capítulos m y xv. Cada pro- 3. LAS DOS FUNCIONES CENTRALES DEL INGENIERO
blema de ingeniería es diferente y tiene algún g r a d o de nove-
d a d con respecto a sus precedentes, pues cada u n o responde a Ya dijimos que las dos funciones que definen el alcance y cons-
necesidades sociales y circunstancias específicas. Incluso si se tituyen la sustancia del ejercicio profesional en la ingeniería
trata de necesidades que se resuelven con la m i s m a clase de son diagnóstico y diseño. Curiosamente, las de la medicina son
obra o p r o d u c t o , los problemas son siempre distintos: dos casi idénticas, salvo u n a diferencia de n o m b r e , pues la segunda
puentes del m i s m o tipo y material diferirán en sus dimensio- en medicina se d e n o m i n a prescripción. D a d o que t o d o s tene-
nes, en el clima del sitio, en el terreno sobre el q u e se apoyan, mos u n a n o c i ó n de lo que hacen los médicos, aprovecharemos
en la naturaleza y m a g n i t u d de las cargas que s o p o r t a n o las tal analogía para explicar las funciones del ingeniero.
avenidas que p u e d e n pasar bajo cada uno, etc.; por tanto, serán La labor de médicos e ingenieros c o m i e n z a c u a n d o se les
distintos los p r o b l e m a s q u e u n o y otro plantee, así c o m o los plantea un estado de cosas insatisfactorio: deficiencias de salud
conocimientos y las técnicas a usar en su diseño y construc- en el caso médico, e insuficiencia de ciertos m e d i o s o recursos
ción. O t r o ejemplo: u n a sola clase de automóvil no resuelve las materiales en el caso ingenieril. Al m é d i c o el p r o b l e m a le es
necesidades de todas las personas ni se adapta a cualquier clase planteado por su paciente; al ingeniero, por su cliente; p e r o los
de terreno; cada n u e v o m o d e l o que se quiera diseñar planteará problemas q u e u n o y o t r o tratan tienen repercusiones que re-
problemas novedosos. Además, los diseños con que la ingenie - basan al paciente o al cliente, y no p u e d e n ser a b o r d a d o s sino
en el m a r c o de los intereses de la sociedad toda.
3
E. Rosenblueth y J. Elizondo, "Una reflexión sobre los logros y alcances de las
ciencias de ingeniería en México", México: ciencia e ingeniería en el umbral del siglo U n a vez r e c o n o c i d o el problema, el profesional procede a
xxi. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México, 1994, pp. 347-357. identificar sus relaciones con diversos factores para descubrir

40
i 41
las causas. Es precisamente al proceso de identificación de las solamente queremos decir que tanto los fines como los razona-
causas del p r o b l e m a a lo que se le llama diagnóstico, p e r o el m i e n t o s de a m b o s son, grosso modo, similares, ya que en los
modo de hacerlo dista de ser directo, pues se da en un contexto dos casos el objetivo es correlacionar racionalmente los efectos
en que las relaciones entre causa y efecto están oscurecidas o observados con las variables que constituyen su e n t o r n o , y en
complicadas por múltiples factores y variables circundantes. particular con sus causas subyacentes. Sin embargo, los cono-
Una vez h e c h o el diagnóstico, tanto el médico c o m o el in- cimientos y las capacidades específicos en que se basan los
geniero se abocan a idear y especificar las acciones necesarias respectivos procesos de diagnóstico son distintos, y los del in-
para corregir o superar las causas del problema, proceso que se geniero incluyen procesos de cálculo; es decir, son p r e d o m i -
denomina prescripción en la medicina y diseño en la ingeniería. nantemente cuantitativos.
Dos ejemplos del c a m p o de la ingeniería civil ayudarán a clari- Del m i s m o m o d o , c u a n d o decimos que la función llamada
ficar lo descrito: prescripción en medicina es análoga a la de diseño en ingenie-
ría q u e r e m o s decir p r i n c i p a l m e n t e que el propósito de ambas
Ejemplo A: Una localidad o una región sufren problemas recu- es especificar la solución del correspondiente problema. Acu-
rrentes de inundación (estado insatisfactorio). El ingeniero debe diendo a la analogía con la prescripción en medicina, evocamos
hacer primero un estudio que identifique y correlacione las ca- un proceso intelectual de cuya naturaleza t e n e m o s cierta n o -
racterísticas de las inundaciones con variables y factores topo- ción p o r q u e m u c h a s veces h e m o s o b s e r v a d o cómo lo realizan
gráficos e hidrológicos diversos para descubrir las causas del nuestros médicos respectivos. También en este caso una carac-
problema (diagnóstico). Logrado tal objetivo, debe idear y espe- terística sustancial de la etapa de prescripción en ingeniería es
cificar ciertas obras materiales que permitan resolver el proble- que en ella p r e d o m i n a n los procesos cuantitativos.
ma (diseño). No sería válido llevar la analogía m á s allá de este p u n t o ,
pues pese a las similitudes apuntadas, tanto la sucesión de acti-
Ejemplo B: Una obra de ingeniería en operación —puente, presa, vidades c o m o los conocimientos, capacidades, criterios, méto-
edificio, etc.— exhibe comportamiento disfuncional o riesgoso dos y técnicas q u e c o n d u c e n al diagnóstico y a la solución del
(estado insatisfactorio). El ingeniero debe identificar qué rela- problema en una y otra profesión son m u y distintos.
ciones tiene ese comportamiento con diversos factores presentes Antes de analizar los procesos intelectuales o m o d o s de ra-
en el problema para identificar las causas de éste y correlacionar- z o n a m i e n t o m e d i a n t e los cuales se realizan el diagnóstico y el
las cualitativa y cuantitativamente con sus efectos (diagnóstico). diseño, conviene explicar las diversas actividades a las q u e
Después tiene que idear y especificar cómo corregir el mal fun- suelen dedicarse los ingenieros, pues éstas d e t e r m i n a n los ti-
cionamiento observado (diseño). pos de problemas o proyectos a los que diagnóstico y diseño se
aplican.
Ahora bien, c u a n d o aseveramos que el diagnóstico que
practican los médicos es análogo al que realizan los ingenieros
I
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4 - L A D I V E R S I D A D D E A C T I V I D A D E S DEL I N G E N I E R O ese propósito. En general, las necesidades h u m a n a s se derivan
de la insuficiencia de algunos satisfactores: habitación, agua
Los ingenieros se d e s e m p e ñ a n en todos los sectores de la eco- para cualquiera de sus usos, t r a n s p o r t e (terrestre, aéreo, inter-
n o m í a : el p r i m a r i o , q u e p r o d u c e i n s u m o s básicos minerales y planetario, etc.), medios de telecomunicación, energéticos, etc.
agropecuarios; el secundario, que transforma esos i n s u m o s en Para satisfacerlas, el ingeniero hace p r i m e r o un diagnóstico
p r o d u c t o s diversos, y el terciario, que presta servicios de t o d o que aclare y delimite el problema, sus alcances, sus circunstan-
tipo. A su vez, en cualesquiera de tales sectores los ingenieros cias, las diversas variables que intervienen, y sus relaciones
p u e d e n ocuparse de a) la identificación, evaluación y progra- causa-efecto. C o n base en el diagnóstico hace luego un diseño
m a c i ó n de inversiones, q u e abreviadamente se d e n o m i n a pla- que busca definir la mejor solución con t o d o s los detalles nece-
neación; b) la concepción y especificación de nuevas obras y sarios para q u e pueda llevarse a la realidad (proceso de fabrica-
productos, que por antonomasia se llama diseño; c) la construc- ción o construcción que igualmente es actividad de ingenieros,
ción y fabricación de obras y p r o d u c t o s diseñados, y d) la ope- como t a m b i é n lo es después la operación de los proyectos que
ración de las instalaciones o sistemas que resultan de las activi- la ingeniería planifica, diseña y construye o fabrica).
dades anteriores. Es claro q u e en el diagnóstico se requerirá la participación
El diagnóstico y el diseño que, según h e m o s indicado, son de quienes h a n planteado el problema, t a n t o clientes c o m o
las funciones centrales del ingeniero, efectivamente lo son en otros actores que intervienen en representación de los intereses
cada u n a de las cuatro actividades e n u m e r a d a s en el párrafo de la sociedad. Se necesita la participación de tales actores por-
anterior, a u n q u e el t é r m i n o diagnóstico no aparezca en la des- que las necesidades que se busca resolver son precisamente de
cripción de n i n g u n a y la palabra diseño dé n o m b r e sólo a la b). ellos, no del ingeniero, y es indispensable q u e éste las entienda
En efecto, las funciones de diagnóstico y diseño son centrales a plenitud para un diagnóstico acertado. Similarmente, en el
en las cuatro actividades, p e r o en cada una de ellas el objeto fo- diseño será indispensable q u e el criterio del ingeniero no sea
cal del diagnóstico y el diseño son diferentes. En la planeación, el único que determine el grado en que las distintas alternativas
lo q u e es objeto de diagnóstico y diseño es el conjunto de pro- de solución resuelven el problema planteado, sino, otra vez, que
yectos cuya planeación se realiza; en la actividad de diseño, lo intervenga el criterio de los interesados. El asunto con frecuen-
es el n u e v o p r o d u c t o u obra; en la construcción y fabricación, cia es m á s complejo de lo q u e parece, pues en cualquier p r o -
el procedimiento que u n a y otra deben seguir es lo q u e se diag- yecto g r a n d e o t r a s c e n d e n t e hay personas o g r u p o s beneficia-
nostica y diseña, y en la operación, el objeto de diagnóstico y dos con él, otros que son perjudicados, y entre a m b o s toda la
diseño es el conjunto de procedimientos operativos. gama imaginable en la distribución de costos y beneficios, in-
Así pues, la ingeniería es una profesión que, en cualesquie- mediatos y m e d i a t o s . P u e d e ser incluso q u e deba reconocerse
ra de sus actividades, busca satisfacer ciertas necesidades h u - un interés legítimo a quienes no tienen posibilidad de partici-
m a n a s de o r d e n material m e d i a n t e el diagnóstico y el diseño par en m o d o alguno en la discusión y las decisiones, c o m o
aplicado a los problemas q u e deben abordarse para alcanzar cuando el proyecto tiene efectos sociales o ambientales que re-
t
44 45
percutirán en las generaciones futuras; algunos de los repre- d e s e a d o s de ciertos desarrollos de la ingeniería se c e n t r e n en
sentantes sociales y el propio ingeniero deben entonces asumir los d e s a r r o l l o s m i s m o s y no en la necesidad q u e éstos buscan
la representación de los intereses de quienes aún no nacen. satisfacer. La única m a n e r a de resolver racionalmente los con-
La compleja red q u e en t o r n o a cada proyecto de ingeniería flictos de interés en t o r n o a un proyecto, c u a n d o éstos surgen, es
entrelaza esos tan diversos intereses, en principio t o d o s con fa- clarificar p r i m e r o la necesidad que el proyecto busca satisfacer,
cetas legítimas, d e t e r m i n a que en casi n i n g ú n caso el ingeniero su i m p o r t a n c i a relativa frente a otras necesidades no satisfechas,
pueda decirse que está al servicio exclusivamente de su cliente. y las alternativas de solución. Sólo después de hacer esto se po-
Por eso la ingeniería no es simplemente u n a técnica, sino u n a drá e m p r e n d e r el diagnóstico y el diseño de proyectos q u e cau-
profesión, y sirve en p r i m e r lugar a la sociedad; su servicio al san conflictos de interés.
cliente consiste en conciliar los intereses legítimos de t o d o s los
demás actores de esa complicada red con los intereses igualmen-
te legítimos del cliente. Conforme las cosas diseñadas proliferan, 5. EL NACIMIENTO DE LA INGENIERÍA,
en respuesta a nuevas necesidades humanas, van interactuando LA APARICIÓN DE LOS INGENIEROS
cada vez más intensamente con las cosas naturales, restringien- Y LA I N T E R A C C I Ó N C O N LA N A T U R A L E Z A
do a veces e incluso a m e n a z a n d o la disponibilidad futura de és-
tas y el equilibrio de la naturaleza que nos sustenta; por tanto, C u a n d o los ancestros del h o m b r e a b a n d o n a r o n las copas de los
cada vez es más necesario, durante el diagnóstico, cuestionar lo árboles y c o m e n z a r o n a desplazarse erguidos sobre sus pies,
que antes no solía cuestionarse: la necesidad h u m a n a misma que nació u n a nueva m o d a l i d a d de la evolución biológica q u e sig-
está en el origen de cada problema de ingeniería. Hace falta una nificó un c a m b i o cualitativo en lá relación entre el a n i m a l y la
discusión racional, a la luz de información amplia y balanceada, naturaleza. La relativa indefensión de aquellos ancestros del
para que la necesidad que los proponentes del proyecto postulan Homo sapiens frente a los carnívoros que podían ser sus depre-
se compare con otras necesidades presentes y futuras de diversos dadores habría sido suficiente p a r a que desapareciera su espe-
grupos y de la sociedad toda; esto es lo que, p o r ejemplo, está cie; p e r o poseían un cerebro más g r a n d e que el del resto de los
ocurriendo ya en el caso de los grandes proyectos hidráulicos y p r i m a t e s y, gracias a su postura erguida, d i s p o n í a n libremente
la explotación de recursos naturales en cualquier parte del m u n - de sus m a n o s , que, controladas p o r su cerebro, les p e r m i t í a n
do. Por este motivo, antes de analizar con m á s detalle el queha- adaptar de m o d o intencional el ambiente según sus propias ne-
cer del ingeniero conviene detenerse a considerar la naturaleza y cesidades, en vez de simplemente adaptarse ellos a las con-
diversidad de las necesidades humanas. diciones i m p u e s t a s p o r el e n t o r n o . A diferencia de los d e m á s
Todo proyecto de ingeniería tiene, a d e m á s de los efectos animales, el h o m b r e es consciente de sí m i s m o y de lo q u e lo
benéficos q u e expresamente busca, otros no deseados que se rodea, p o r lo q u e su relación con la naturaleza no es de simple
revierten sobre la naturaleza y la sociedad. Contra toda lógica, adaptación, sino de adaptación creativa e i n s u m i s a en un tipo
es frecuente q u e la discusión y la crítica sobre los efectos no de relación sujeto-objeto que no existía antes de la aparición de
i
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nuestra especie. O t r o s animales solamente se a c o m o d a n a las de hacer ingeniería. Antes tuvieron que alcanzar cierto umbral
condiciones que la naturaleza les impone; su efecto sobre el en- de desarrollo las tres facultades distintivamente h u m a n a s : el
t o r n o es de carácter cuantitativo, derivado de su simple presen- lenguaje, la habilidad de concebir y construir herramientas, y
cia; en cambio, el h o m b r e cambia la naturaleza intencional- la capacidad de cooperar, que crecieron en paralelo y conjunta-
m e n t e para hacerla servir a sus propios fines. Esto implicó u n a mente dieron lugar a la creación de ciudades; es decir, a la cons-
ventaja e n o r m e para sobrevivir y prosperar, pero más reciente- titución de organizaciones sociales de cierta complejidad. En
m e n t e ha llegado a transformarse también en u n a responsabili- efecto, la lucha por la supervivencia obligó a los seres h u m a n o s
dad, de la que, según parece, m u c h o s seres h u m a n o s aún tienen a expandir su capacidad cerebral m á s allá de sus límites natura-
q u e cobrar conciencia plena; se trata de algo muy directamente les, lo que lograron sobre la base de q u e m u c h o s cerebros son
relacionado con la ingeniería: la responsabilidad de no rebasar mejores q u e u n o ; tal es el origen del trabajo intelectual en equi-
ciertos límites en la modificación del e n t o r n o natural, so pena po, que hizo de la inteligencia h u m a n a un bien social y dio una
de poner en riesgo la calidad de vida de las generaciones subse- nueva ventaja a nuestra especie sobre las d e m á s . La capacidad
cuentes y aun la supervivencia de la especie. de cooperar en actividades cada vez más amplias y sofisticadas,
La ingeniería debe de haber nacido antes que cualquier civi- característica distintiva del h o m b r e , representó, en efecto, un
lización, cuando, por p r i m e r a vez, un ser h u m a n o insatisfecho salto cualitativo en su evolución y produjo u n a forma nueva de
con cierta condición específica de su e n t o r n o o su calidad de interacción entre los h u m a n o s y el resto de la naturaleza. Sin el
vida, decidió no conformarse y aplicó sus ventajas comparativas desarrollo de la cooperación no habría sido posible el lenguaje
sobre el resto de los seres vivos; es decir, su ingenio conceptual ni la habilidad i n s t r u m e n t a l , y viceversa. Las tres característi-
(su cerebro) y su laboriosidad (sus manos) para modificar aque- cas p r o p i a m e n t e h u m a n a s (herramientas m u y elaboradas, len-
lla limitación que consideró inaceptable. Acaso produjo enton- guaje, y sofisticada cooperación) son los c o m p o n e n t e s de otro
ces el primer artefacto utilitario, o un m o d o de protegerse de la atributo h u m a n o fundamental: la producción, cuya trama es la
intemperie, o un m é t o d o para pescar o cazar. Sin embargo, los sociedad y cuyo m e d i o es la ingeniería.
ingenieros todavía no eran necesarios, pues la tarea de adaptar La diferenciación ocupacional que produjo la aparición de
el e n t o r n o a las necesidades h u m a n a s era casi trivial y, por tan- los ingenieros debe haber o c u r r i d o hace apenas seis o siete mi-
to, estaba uniformemente distribuida entre todos los miembros lenios, al t i e m p o que en la Mesopotamia se creaban las prime-
de la especie. ras ciudades, en Egipto se desarrollaba la aleación de metales y
Los ingenieros c o m o individuos diferenciados por su ocu- el M e d i t e r r á n e o c o m e n z a b a a ser s u r c a d o p o r embarcaciones
pación surgieron m u c h o s milenios después de que en forma que intercambiaban productos entre diversos pueblos. El sur- 4

r u d i m e n t a r i a se practicara la ingeniería por t o d o s los m i e m - gimiento de los ingenieros decenas de milenios después de que
bros de la especie; esto es, los ingenieros han existido apenas en nació la ingeniería obedeció a la evolución de las necesidades
la última pequeña fracción del lapso en que la especie h u m a n a
ha ido labrando su nicho en el planeta m e d i a n t e su capacidad ' B. Grun, The Timetables ofHistory, Simón & Shuster, Nueva York, 1979, 676 pp.
t
48 49
del h o m b r e . El a u m e n t o de la población y la creciente comple- bios cualitativos de nuestro e n t o r n o , m u c h o s de ellos preocu-
jidad de las organizaciones sociales acrecentaron la magnitud y pantes p o r su posible efecto desestabilizador de la naturaleza
la diversidad de los bienes y servicios requeridos para satisfacer misma, de la que d e p e n d e nuestro sustento.
aquellas necesidades; en consecuencia, la provisión de los co- Ese largo proceso de nuestra historia nos ha traído a una si-
rrespondientes satisfactores ya no podía lograrse con el cono- tuación insospechada: la supervivencia de la raza h u m a n a co-
cimiento y las capacidades c o m u n e s a t o d o s los m i e m b r o s del mienza a estar amenazada por causas novedosas, antítesis de las
g r u p o social; se requirió q u e algunos de ellos, apoyados en las que motivaron el nacimiento de la ingeniería. Esto es, las ame-
posibilidades expresivas y comunicativas del lenguaje, para en- nazas ya no provienen de las ingentes necesidades insatisfechas,
tonces ya suficientemente desarrolladas, codificaran, acumula- sino de u n a plétora de desarrollos que transforman el m u n d o
ran, ordenaran, preservaran, estudiaran y ejercieran sistemáti- quizá más allá de lo prudente, porque la naturaleza ya no los
camente el conjunto de conocimientos y capacidades necesarias p u e d e asimilar, y finalmente dañan más que mejoran nuestra
para idear y concretar la satisfacción de la diversidad de necesi- calidad de vida. El ejemplo obvio es la explotación hasta el ago-
dades materiales de la sociedad. Nacieron así los ingenieros, y tamiento de recursos críticos como los hidrocarburos o el agua;
con su aparición la h u m a n i d a d dio otro salto en su capacidad pero hay otros que son más graves aún p o r q u e los e n t e n d e m o s
para contender con lo inhóspito que para ella resulta el entor- m e n o s y son m á s difíciles de controlar, c o m o el probable des-
no natural (piénsese en lo q u e la especie h u m a n a tuvo q u e su- equilibrio climático por acumulación antropogénica de bióxido
frir durante la Edad de Piedra, cuando la Tierra pasó por varias de c a r b o n o y otros gases en la atmósfera. Parece h a b e r llega-
glaciaciones). do ya el m o m e n t o de considerar insensato el seguir desplegando
D u r a n t e los p o c o s milenios en los que hacer ingeniería ha indiscriminadamente nuestras capacidades de modificación
sido u n a función diferenciada de quienes se llaman ingenieros, de la naturaleza sin u n a concienzuda evaluación, caso a caso, de
la historia h u m a n a ha estado entrelazada de m a n e r a m u y ínti- los efectos no deseados que ello puede acarrear. A esto nos refe-
ma con la transformación material del m u n d o ; es decir, con la riremos con mayor detalle en el capítulo v i n , pero se justifica
historia de la ingeniería. D u r a n t e este lapso se hizo patente el advertir aquí el riesgo que para la habitabilidad del planeta im-
alto grado de control que el h o m b r e podía ejercer sobre su en- plica asumir a la ligera que las necesidades h u m a n a s son todas
t o r n o y se produjo un proceso de mejora continua en múltiples igualmente atendibles. Lo que procede es que la sociedad t o m e
aspectos: vivienda, alimentación, salud, longevidad, urbaniza- conciencia del problema y busque mecanismos más racionales
ción, movilidad física, control territorial, organización social, para decidir si ciertos proyectos deben e m p r e n d e r s e o n o . Se
etc.; c o m o consecuencia de t o d o ello crecieron exponencial- trataría de aquellos proyectos que buscan satisfacer necesidades
m e n t e tanto la población m u n d i a l c o m o la rapidez de modifi- debatibles o poco sustanciales, y los m e c a n i s m o s de decisión,
cación de la naturaleza p o r acción del h o m b r e . La transfor- además de ser m u c h o más participativos, deberían basarse en el
mación del planeta a su vez ha ido p r o d u c i e n d o consecuencias interés de largo plazo de la especie h u m a n a , no en la arbitraria
secundarias no previstas, cuya acumulación da lugar ya a cam- voluntad de algunos ni en conveniencias inmediatas y efímeras.

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Criterios igualmente racionales tendrían que adoptarse para de- m i d e n en millones. Y la respuesta d e p e n d e de la definición de
cidir, en su caso, con qué criterios e m p r e n d e r y diseñar dichos necesidad humana. Si n o s referimos a las necesidades básicas:
proyectos y cómo darles seguimiento. comida, techo, vestido, salud, seguridad y p o c o m á s (que, por
cierto, millones de habitantes del planeta aún no tienen satisfe-
chas), c o n t a r í a m o s no m á s de 10. Pero no s o m o s nada más
6. P O R QUÉ SE TRANSFORMA EL MUNDO: seres biológicos, sino entes con compulsiones psicológicas y
LA GAMA INFINITA DE NECESIDADES HUMANAS espirituales. Esto incrementa e n o r m e m e n t e la diversidad de
necesidades que el conjunto de los individuos de u n a sociedad
Es e n o r m e la variedad de invenciones y desarrollos del h o m b r e p u e d e sentir, por cuya satisfacción se esforzará y por las que
y su ingeniería. Solamente en los Estados Unidos, d u r a n t e los ejercerá presión para que la ingeniería diseñe y produzca los
dos últimos siglos se h a n p a t e n t a d o más de cinco millones de correspondientes satisfactores. Finalmente, si t o m a m o s en cuen-
cosas y procesos no naturales; tal cantidad es al m e n o s tres ve- ta que estamos dotados de libre albedrío, y q u e p o r tanto nues-
ces mayor que el n ú m e r o de las especies vivientes que la evolu- tra voluntad basta p a r a desear y decidir allegarnos cualquier
ción darwiniana ha sido capaz de crear desde que la vida surgió cosa imaginable, el n ú m e r o de "necesidades" que la sociedad
en nuestro planeta. Es decir, la diversidad de las cosas diseña- siente y busca satisfacer se torna infinito.
5
das es ya m u c h o mayor que la biodiversidad. Conforme la riqueza de las naciones o los individuos se in-
Las cosas naturales m i s m a s han sido objeto de cierta i n n o - crementa, es un h e c h o q u e a tasa m a y o r crece la d e m a n d a de
vación o modificación, inducida por el h o m b r e , aun antes de la satisfactores para necesidades antes no sentidas. En algún m o -
ingeniería genética: los cereales, para incrementar el n ú m e r o y m e n t o del proceso la "necesidad" de algo ya no aparece ligada a
t a m a ñ o de los granos q u e cada planta produce; el ganado vacu- su utilidad en el sentido estricto o biológico, sino a lo psicoló-
n o , para a u m e n t a r la p r o d u c c i ó n de leche o carne; los perros, gico o espiritual, y c o m i e n z a n a ser d e m a n d a d o s satisfactores
para fomentar cierto apego a sus amos y a la vez m a n t e n e r sus que poco antes eran considerados no utilitarios, desde objetos
habilidades cazadoras y su capacidad de defensa ante extraños; o r n a m e n t a l e s hasta otros cuyo atributo principal es su nove-
la rosa, para a u m e n t a r su belleza y su t a m a ñ o , etc. Es obvia la dad. Algunos de estos bienes, c o m o los p r o d u c i d o s por las ar-
conexión entre m u c h a s de estas innovaciones y las necesidades tes, son p r o d u c t o s culturales m u y i m p o r t a n t e s p o r c u a n t o en-
básicas de los seres h u m a n o s . No obstante, si interpretamos to- riquecen y mejoran la calidad de nuestra vida individual y
das ellas a la luz del proverbio "la necesidad es la m a d r e de la nuestra convivencia; p e r o es evidente que otros son m e n o s va-
invención"; es decir, si v e m o s cada una de ellas c o m o un satis- liosos que los recursos naturales cuya preservación está en riesgo.
factor de alguna necesidad h u m a n a , se ocurre de inmediato Éste p u e d e ser el p u n t o en q u e quizá conviene c o m e n z a r a re-
preguntar si en verdad t e n e m o s necesidades tan diversas que se sistir la presión p o r satisfacer algunas de las nuevas "necesida-
des": las generadas p o r el simple hecho de que nos ofrecen
3
H. Petroski, Ihe Evolution of Useful 'lhings, Alfred A. Knopf, 1992, pp. 23-24. supuestos satisfactores. En este caso es obvio q u e ya no es la
f
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d e m a n d a la que genera la oferta, sino a la inversa: el simple de- m e d i d a en q u e t o d o ello c o n s u m e recursos, o exagera la des-
seo de diseñar de los diseñadores o el imperativo de fabricar de igualdad de o p o r t u n i d a d e s para t o d o s los seres h u m a n o s , o
los fabricantes multiplica la oferta; la p r o p a g a n d a hace el resto modifica el equilibrio de la naturaleza, p r i m e r o aquí o allá en
para que crezca la d e m a n d a de creaciones cada vez más diver- grado peligroso y luego globalmente de m o d o incierto e incon-
sas y artificiosas, destinadas a segmentos de m e r c a d o cada vez trolable, lo p r u d e n t e es hacer juicios de valor para jerarquizar o
más n u m e r o s o s y diferenciados. "Los diseñadores diseñan, los relativizar las "necesidades humanas". Más que en cualesquiera
fabricantes fabrican, los c o n s u m i d o r e s consumen": el consu- de los asuntos en los que ingeniería y sociedad interactúan, en
m i s m o , u n a cadena de inercias que p o c o tiene q u e ver con la éste la responsabilidad está sobre t o d o del lado de la sociedad;
mejora de la calidad de vida, y que contribuye m á s bien a lo en la m e d i d a en que ella m i s m a se involucre en el esfuerzo de
contrario, p o r sus efectos en la depredación de la naturaleza, la jerarquizar sus necesidades s e g u r a m e n t e r e n u n c i a r á a algunas
marginación de los desfavorecidos por la fortuna, y la atrofia de las más triviales en aras de su bienestar presente, el de las
de la razón de los d e m á s . generaciones futuras y la supervivencia de la especie. No obs-
A l g u n o s estudiosos de la historia de la técnica concluyen tante, la ingeniería y los ingenieros, pese a su papel finalmente
con r a z ó n que lo q u e m u e v e a la sociedad a p e d i r nuevos p r o - s u b o r d i n a d o a las exigencias sociales, p u e d e n ser actores i m -
ductos a la ingeniería y la tecnología no es sólo la necesidad en portantísimos para hacer consciente del problema al resto de la
sentido restringido (carencia de las cosas q u e son menester sociedad y para p r o p o n e r los m é t o d o s y criterios con los q u e
para tener u n a vida digna) sino la insatisfacción con el m a l ésta pueda lidiar con las nuevas condiciones de nuestro plane-
funcionamiento de lo que existe. La falla y no la necesidad en sí ta, en m u c h o s casos tan cercanas al límite de lo permisible.
6
sería, pues, la m a d r e de la invención. C o m o el b u e n o mal fun-
cionamiento es relativo, cabría esperar entonces q u e al m e n o s
en algunas cosas se cumpliera el dicho clásico: "Si fungi m u ñ e -
re, n o n moveré" (si funciona, no lo arregles); pero no es el caso.
Hasta las cosas con mejor funcionamiento están sometidas sin
m a y o r justificación a transformaciones p o r la acción h u m a n a ,
con la pretensión de "perfeccionarlas". Así vamos transforman-
do c o n t i n u a m e n t e t a n t o las creaciones de la naturaleza c o m o
las h u m a n a s . Y c o m o la idea de la perfección no es inmutable,
sino al contrario, t o d o lo que nos rodea está expuesto al cam-
bio voluntarioso del h o m b r e .
Nada de esto puede condenarse a priori, p u e s es consustan-
cial a la naturaleza h u m a n a . Es evidente, sin embargo, que en la
6
H. Pctroski, op. cit, p. 25.

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III. Los métodos de la ingeniería sobre mis capacidades para tal actividad, d a d o que ni siquiera
(o cómo cambiar racionalmente el mundo) estaba seguro de cuáles serían necesarias y cuáles poseía. Des-
pués, c o m o profesor y ya con cierta experiencia práctica, me
seguí p r e g u n t a n d o qué importancia merecía cada objetivo de
los cursos a mi cargo en función de su trascendencia para la
vida profesional de mis estudiantes. Activo como ingeniero,
siguió inquietándome la cuestión c u a n d o reflexionaba sobre
cómo apoyar el desarrollo profesional de los jóvenes colegas
que trabajaban bajo mi supervisión. Muchos años más tarde,
habiendo adquirido confianza en mi formación, la inquietud
volvió c u a n d o tuve la responsabilidad de dirigir u n a escuela
de ingeniería y quise revisar críticamente lo que estábamos
i . ¿ Q U É D E B E SABER H A C E R U N I N G E N I E R O ? haciendo para cumplir nuestra misión. Recurrentemente me
he seguido haciendo la m i s m a pregunta hasta la fecha. En cada
Ya hemos dicho que las funciones más sustanciales del inge- una de tales ocasiones me he dado una respuesta tentativa para
niero son diagnosticar los problemas que se le plantean y di- mi propio uso, y al paso del tiempo la he ido c o m p l e m e n t a n d o
señar soluciones a los m i s m o s . Pero siempre me ha inquietado con nuevos elementos y matices. Hoy m i s m o sigo considerando
la pregunta que encabeza este apartado debido a q u e los pro- tentativo t o d o lo que pueda decirse sobre el saber-hacer del
cesos intelectuales que un ingeniero realiza para llevar a cabo ingeniero, pues el asunto es complejo y sutil.
esas funciones son en algunos aspectos difíciles de describir ex- Los procesos mentales de los ingenieros se vuelven automa-
plícitamente. Sentí p o r p r i m e r a vez la inquietud cuando, ha- tismos, porciones de nuestro m o d o de ser que luego utilizamos
biendo decidido estudiar ingeniería, comencé a sentirme abru- sin estar conscientes de cómo procedemos paso a paso. Sabe-
mado por los objetivos de aprendizaje de los planes oficiales de mos aplicarlos, pero no explicarlos. Incluso quienes en esta pro-
estudio, tan excesivos y poco integradores, según mi entonces fesión se distinguen por su capacidad para llevar a cabo esos
inmaduro criterio; quise, por tanto, tomar sobre la m a r c h a algu- procesos con el máximo de maestría suelen no poder describir-
nas decisiones propias p o n i e n d o por mi cuenta mayor e m p e ñ o los completamente. Es comprensible, pues, que para el público
en los cursos y asuntos que me parecían más importantes para general, aun el más educado, y para los estudiantes de ingenie-
mi futura capacidad profesional, pero no pude resolver mi per- ría, los m é t o d o s de trabajo y los criterios de decisión de los in-
plejidad sino a medias. Poco después de g r a d u a r m e renació la genieros sean desconocidos casi por completo.
inquietud con más intensidad: mientras estaba yo absorto en Si el público desconoce los procesos intelectuales del inge-
actividades de investigación, mis mentores me propusieron par- niero y éste encuentra difícil describir racional y detalladamente
ticipar en ciertos proyectos de ingeniería; me asaltaban dudas algunos de ellos, pero el m u n d o sigue tan campante, está más
t
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que justificado preguntarse si se requiere o vale la p e n a hacer rifican lo que interesa al experto bien informado, mientras que al
explícitos tales procesos. No tengo d u d a de que hace falta y vale lego le resultan casi incomprensibles. El conocedor percibe de
la pena. La comprensión por la sociedad de los procesos y cri- inmediato que tales fuentes suelen ser poco explícitas al describir
terios de decisión del ingeniero propiciaría una más franca los procesos intelectuales más creativos, complejos y recónditos
participación social en las decisiones que la requieren en cada de la profesión, y que aquellas que ponderan el papel de un
proyecto de ingeniería; a la vez, contribuiría a eliminar prejui- ingeniero en particular soslayan el valor sinérgico del trabajo en
cios derivados de dos posiciones radicales y antagónicas de equipo. Además, las que se concentran en un estilo de trabajo
nuestro tiempo: una que p o n e en duda los beneficios de la tec- personal, o en cierta faceta de él, suelen dejar en la oscuridad
nología, y otra que soslaya los costos no reconocidos (casi siem- otros aspectos y la visión integral de las funciones del ingeniero,
pre indirectos y diferidos) que la sociedad termina pagando por lo que cada testimonio da una imagen de la ingeniería muy
por casi t o d o proyecto de ingeniería. Para el propio ingeniero, diferente de otras. Por haber sido escritos para el gremio, tales
u n a conciencia más plena de los procesos intelectuales implíci- relatos son poco comprensibles para el no especialista, ya que dan
tos en sus decisiones no p o d r í a resultarle sino benéfica, por por sentado un conocimiento de la ingeniería que no tiene quien
cuanto le ayudaría a reforzar su d o m i n i o de tales procesos. Ade- es ajeno a la profesión. Por añadidura, casi ningún deumento
más, para los estudiantes de ingeniería y los ingenieros en ma- testimonial escapa a la legítima tentación de hacer una apología
duración, conocer explícitamente esos procesos contribuiría a de la actividad a que se refiere; esto sesga la información a los ojos
clarificar y adquirir las capacidades profesionales necesarias. del lector, pues nadie tiene suficiente credibilidad cuando pondera
Si interesa saber en qué consiste y cómo se adquiere el saber- el valor de su propio quehacer.
hacer de cierta profesión, lo natural es acudir al testimonio de Por tanto, sin negar la utilidad de tales fuentes de informa-
miembros calificados del propio gremio; es decir, a lo publicado ción, y en muchos casos quizás usando inconscientemente lo
1
sobre las funciones y actividades del ingeniero y sobre la vida y valioso que ellas encierran, aquí sigo otra vía para abordar la
2
obra de personajes destacados del respectivo campo. Desafor- cuestión. Me baso en lo que durante años y para diversos fines
tunadamente, muchas de las fuentes de información testimonial he inferido sobre el tema de tres maneras principales: a) obser-
sobre los métodos de trabajo de ingenieros individuales no cla- vando el hacer y los métodos de los más destacados ingenieros
con quienes he tenido la ocasión de colaborar, algunos de los
1
Véase, por ejemplo, H. Cross, Engineers and Ivory Towers, McGraw-Hill, Nueva cuales fueron mis inductores y maestros en la práctica de la
York, 1970; R, L. Meehan, The Alom and the Eault, MIT Press, Cambridge, Mass., profesión; b) averiguando lo necesario para integrar, a partir de
1984; H. Petroski, To Engineer is Human, Vintage Books, Nueva York, 1992; S. G.
Vick, Degrees of Belief, ASCE Press, Reston, Va., 2002. esas observaciones y de la introspección sobre mi propia expe-
2
Véase, por ejemplo, A. Casagrande, "KarI Terzaghi: his life and achievements", riencia, una concepción integral y explícita de los procesos inte-
en From Theory to Practice in Soil Mechanics, J. Wiley and Sons, Nueva York, 1960,
pp. 3-21, N. Cortes-Comerer, "The exlraordinary genius of Arlhur E. Morgan", en lectuales que intervienen en la práctica de esta profesión, y c) so-
Civil Engineering, edición especial sobre la historia de la ingeniería civil, ASGB, Nueva
York, 1976-1977, pp. 80-83; R. Goodman, Karl Terzaghi: Tlw Engineer as Artist, ASCE
metiendo mis inferencias a pruebas de dos tipos: su aceptación
Press, Reston, Va., 1999. por ingenieros experimentados y su comprensión por personas
*
58 59
cultas ajenas a la ingeniería. Para este último propósito he relación que en el problema planteado existe entre causas y efec-
encontrado útil, por cierto, apoyarme en el hecho aludido en el tos. Los pasos iniciales y m á s trascendentes hacia el diagnós-
capítulo ii: el conocimiento de primera m a n o que todos tenemos tico se dan siguiendo procesos lógicos llamados de abducción.'
de las funciones, actividades y responsabilidades del médico en partiendo del caso particular en estudio, y de otros que se le ase-
su práctica clínica, pues ocurre que, en efecto, el médico es también mejen, el ingeniero infiere qué teorías generales son tentativa-
un profesional y sus funciones tienen una notable analogía con mente aplicables a explicar lo observado; esta etapa, que pode-
las del ingeniero. Por lo demás, buscaré no incurrir en la debilidad mos llamar conceptualización del problema, constituye el meollo
de ser apologético, pues quien pretende justificar con grandes del diagnóstico. En seguida viene un proceso que puede deno-
razones su ocupación personal puede ser tan trivial como una minarse de validación, que procede en un sentido lógico in-
piedra que explicara por qué la fuerza de la gravedad la hace caer. verso; es decir, ensaya la teoría o teorías generales identificadas
Dicho lo anterior, y habiendo clarificado en el capítulo n provisionalmente como aplicables y busca determinar, ahora
que las dos funciones sustanciales del ingeniero son, p o r un mediante la deducción, cuál de ellas permite establecer con m a -
lado, el diagnóstico de problemas derivados de las necesidades yor fidelidad cuantitativa las relaciones causa-efecto que se in-
materiales de la sociedad y, por otro, el diseño de artefactos que vestigan.
los resuelvan, en este capítulo y los dos subsecuentes buscaremos Así pues, el diagnóstico en ingeniería es u n a excursión in-
responder las siguientes siete preguntas: telectual de ida y vuelta. El p r i m e r trayecto es de carácter esen-
cialmente cualitativo; el segundo es cuantitativo por excelencia.
• ¿Cuáles son los procesos intelectuales mediante los cuales se Tal excursión circular, en su primera etapa, p e r m i t e alcanzar
c u m p l e n aquellas funciones? una comprensión provisional del problema, atribuyéndolo a
• ¿En qué contexto se desarrollan tales procesos? causas plausibles. En el viaje de retorno, por su parte, se busca
• ¿Qué conocimientos y capacidades se requieren en cada caso? 3
• En general, las formas del razonamiento lógico son tres: deducción, inducción y
• ¿Cómo se adquieren esos conocimientos y esas capacidades? abducción, el conjunto de el las basta para hacer inferencias basadas en el conocimiento
disponible, así como para generar conocimiento nuevo a partir de aquél. De las tres, la
• ¿Qué métodos y ambientes son más idóneos para cada ob- deducción es la única forma de inferencia que conduce a conclusiones rigurosamente
jetivo de aprendizaje? válidas si las premisas de partida también lo son; en ella el proceso consiste en que
una regla de carácter general, que se sabe válida (por ejemplo una teoría), se aplica
• ¿Qué de lo que debe saberse se aprende mejor en la escuela? a un caso particular y se llega así a una conclusión correcta sobre dicho caso. En
• ¿Qué se puede aprender mejor en la práctica o solamente en ella? la inducción se procede a la inversa, de lo particular a lo general: de una serie de
observaciones reiteradas de casos particulares es posible inferir una regla general; sin
embargo, no puede asegurarse que el resultado es indefectiblemente correcto, sino
sólo que su validez es probable, pues puede haber otros casos particulares para los
que la regla inferida no se cumpla. Finalmente, en la abducción se parte de un hecho
2. Los P R O C E S O S I N T E L E C T U A L E S D E L D I A G N Ó S T I C O u observación particular y, sabiendo que hay cierta regla general que parece explicar
el hecho, se infiere que esta regla es aplicable; la robustez de esta conclusión es aún
menor que la de una obtenida por inducción, y cuando más puede decirse que se
£1 diagnóstico en ingeniería se apoya en conocimientos tanto trata de una conclusión plausible. Y. Peng y J. A. Reggia, Abductive Inference Models
for Diagnostic Problem-solving, Springer-Verlag, Nueva York, 1990.
zientíficos c o m o empíricos y tiene por finalidad establecer la

)0 , 61

¡
probar si la teoría identificada en el paso anterior c o m o tenta- nocimientos científicos o teorías generales que se aprenden prin-
tivamente aplicable es o no capaz de predecir de m o d o cuanti- cipalmente en la escuela. Conceptualizar el problema exige ade-
tativo los efectos observados. Para ilustrar el p u n t o , volvamos más destreza lógica, que se adquiere de m o d o incipiente en la
al problema de las inundaciones usado c o m o ejemplo A del ca- escuela y luego se agudiza en la práctica. Tal destreza le p e r m i -
pítulo anterior. Supongamos que en la p r i m e r a parte del diag- tirá inferir p o r abducción cuál puede ser e l f e n ó m e n o genérico
nóstico, la de conceptualización del problema, el ingeniero in- al que pertenece el hecho observado e identificar la(s) correspon-
fiere que las inundaciones se deben a que las dimensiones del d i e n t e ^ ) teoría(s) explicativa(s); ésta es obviamente la parte
cauce en cierto t r a m o son insuficientes para conducir las ave- crucial del diagnóstico. Luego, en la etapa de validación, el ingenie-
nidas del río, y que la teoría del tránsito de avenidas p o r canales ro necesita habilidad para aplicar deductivamente las teorías
es u n a representación plausible del fenómeno. Entonces en la generales postuladas c o m o pertinentes al caso particular que se
etapa de validación debe verificar que, con los datos hidrológicos está estudiando; esta habilidad se adquiere sobre t o d o en la es-
y topográficos del caso, dicha teoría puede reproducir la mag- cuela, pero se afina en la práctica.
nitud y frecuencia de las inundaciones observadas. Por otra parte, en ambas etapas del diagnóstico el ingeniero
Si el ciclo conceptualización-validación descrito no es exito- lidia con la incertidumbre, u n a especie de neblina más o m e n o s
so; es decir, si en la fase de validación no se consigue verificar densa que impide apreciar con nitidez o certeza la realidad que
cuantitativamente las relaciones causa-efecto postuladas duran- nos rodea; esto significa que cada dato del conjunto que cons-
te la conceptualización, la falla de diagnóstico se puede atribuir tituye la información disponible puede no ser estrictamente
sin d u d a a que la inferencia p o r abducción en que consistió la fiel; en consecuencia, cualquier aspecto del problema al que en-
primera fase, a u n q u e parecía plausible, fue errónea. En efecto, foquemos la m i r a d a puede ser en la realidad algo diferente de
si el concepto que nos forjáramos del problema en el p r i m e r tra- como lo vemos. La capacidad para contender con la incertidum-
yecto del diagnóstico fuese errado, validarlo en el segundo tra- bre se puede desarrollar sólo en el trabajo práctico, aunque el
mo sería imposible, pues la teoría sometida a prueba no sería la conocimiento de la teoría matemática de la probabilidad ayuda
pertinente; el proceso de diagnóstico tendría entonces que reha- a aceptar y procesar c o m o incierta la información que en efecto
cerse p o r completo hasta lograr resultados positivos. lo es, así como a ver a través de la neblina que la envuelve.

3. C O N O C I M I E N T O S Y CAPACIDADES 4. LOS P R O C E S O S I N T E L E C T U A L E S

N E C E S A R I O S PARA EL D I A G N Ó S T I C O DEL D I S E Ñ O

¿Qué conocimientos y capacidades necesita el ingeniero para En ingeniería se llama diseño a lo que en medicina se d e n o m i n a
diagnosticar? En ambas etapas del proceso, para ser capaz de prescripción. El diseño constituye la función paradigmática de
realizar el diagnóstico, el ingeniero echa m a n o del acervo de co- la profesión; consiste en un ejercicio laborioso y complejo en
t
62 63

/
tres etapas, de las cuales la de diseño conceptual es la primera." 1
nerada durante el diseño conceptual se asegura en la etapa del
Las otras dos son complementarias de aquélla y tienen p o r o b - diseña que aquí d e n o m i n a m o s de verificación, d u r a n t e la cual
jetivos ¡) la verificación de q u e el diseño conceptual es idóneo y dicha solución debe ser analizada, corregida, precisada, reanali-
2) la optimización y especificación del mismo. zada y depurada por el ingeniero de m a n e r a rigurosa, sistemá-
El diseñoconceptual es u n a suerte de chispazo creativo, un tica y exhaustiva, t o m a n d o en cuenta los m o d o s en que pueden
acto de síntesis mediante el cual el ingeniero concibe de u n a sola combinarse las posibles variantes de dicho proyecto y la gama
vez e integralmente, aunque con carácter apenas cualitativo, apro- de condiciones y solicitaciones q u e debe soportar durante su
ximado y tentativo, una solución al problema diagnosticado. vida útil. Después de la etapa de diseño conceptual, la de veri-
Por su parte, la verificación del diseño es u n a actividad de ficación es la más trascendente de las actividades de un inge-
análisis en que aquella teoría cuya aplicabilidad fue probada niero, y la más rigurosa desde el p u n t o de vista racional.
durante el diagnóstico, y otras mediante las cuales se estima la Finalmente, el diseño se optimiza y especifica mediante com-
respuesta del diseño conceptual a las solicitaciones previstas, se paración de sus variantes, a fin de escoger y prescribir la que
aplican de m o d o iterativo hasta verificar deductivamente que resulte mejor, con cierto criterio que generalmente es el bene-
el diseño concebido en efecto resuelve el problema y tiene ficio neto que la referida variante aporta; esta búsqueda del óp-
u n a altísima probabilidad de salir bien librado (es decir, de no timo es necesaria porque la responsabilidad social del ingeniero,
fallar) ante cualesquiera de las circunstancias por las q u e pa- como la del médico, no se reduce a r e c o m e n d a r algo que resuel-
sará durante su vida útil. La tercera etapa, de optimización y va el problema, sino aquello que lo haga de la mejor manera
especificación, tiene los fines obvios indicados p o r su nombre, posible. Tanto en la etapa de verificación, como en ésta de opti-
y más adelante se explicarán su justificación y métodos. mización, el ingeniero trabaja en el ámbito de la ciencia, apli-
El proceso mental que conduce al diseño conceptual es el cando teorías para deducir de ellas, primero, el c o m p o r t a m i e n t o
más complejo / sutil de cuantos realiza un ingeniero, y aquel esperado de las diversas variantes de su diseño, luego sus costos,
cuyos métodos m e n o s se han estudiado y clarificado. Suele asi- beneficios y riesgos, y a partir de ellos, su beneficio neto (bene-
milarse al acto de creación en el arte, pues es un ejercicio ima- ficios m e n o s costos). El diseño ó p t i m o será aquel cuyo beneficio
ginativo y de expresión personal. En dicho acto el ingeniero ar- neto sea m á x i m o .
ticula mentalmente una propuesta sintética denominada diseño Lo que se sabe de los procesos racionales que conducen al
conceptual. Por ser un acto de creación, tal propuesta es subjeti- diseño conceptual es p o c o e impreciso; p o r tanto, en diversas
va por excelencia, aunque, a diferencia de una obra de arte, el partes del libro nos seguiremos refiriendo a tal etapa del diseño
diseño conceptual está sujeto a u n a fuerte restricción racional, cómo acto de creación artística. En cambio, procede tratar con
pues debe ser consecuente con el diagnóstico al que responde. mayor detalle las otras dos etapas; esto es, por un lado, la veri-
La congruencia plena entre el diagnóstico y la solución ge- ficación del diseño conceptual y, por otro, su optimización y es-
4
pecificación, actividades que concentran la mayor parte del
J. R. M. Algcr y C. V. Hays, Creative Synthesis in Desigit, Prentice-Hall, F.nglewood
Cliffs, N. J., 1964, 92 pp. tiempo y la atención del ingeniero durante el diseño.

65
5. LA V E R I F I C A C I Ó N O R E V I S I Ó N D E L DISEÑO Mientras no sea posible explicarlo y codificarlo, el diseño
conceptual seguirá siendo un acto m á s que un proceso: un fe-
Toda falla de u n a obra de ingeniería se gesta d u r a n t e la revisión n ó m e n o instantáneo de creación m u y poco propicio para ser
del diseño, a veces culposamente y otras sin culpa alguna. Ello bas- descrito racionalmente y m e n o s aún para responder a requisitos
taría para considerar que esta actividad es la más trascendente de racionalidad plena. Por eso es necesaria la etapa de verifi-
del ingeniero y la q u e concentra la mayor parte de su respon- cación, que busca eliminar toda posibilidad de que resulte dis- \
sabilidad; esta fase del trabajo ingenieril, considerada conjun- funcional p o r cualquier motivo, o que no sea factible, o que lo
tamente con el diseño conceptual, conjuga facetas de arte y de sea a m u y alto costo o riesgo. Para esto se requiere verificar
ciencia, que constituyen la ocupación m á s creativa que un ser primero q u e el diseño conceptual es factible y luego que res-
h u m a n o pueda tener. Sin embargo, el diseño no es un dechado p o n d e en lo general al propósito que se busca, de acuerdo con
de racionalidad; no p u e d e serlo por dos contundentes razones: la teoría que durante el diagnóstico se p r o b ó aplicable al proble-
primero, p o r q u e el acto del que nace el diseño conceptual es, ma. En el caso de las inundaciones (ejemplo A de la sección
sobre todo, un acto de inspiración e intuición; en segundo lu- 1 1 . 3 ) , si la solución propuesta es rectificar y ampliar cierto t r a m o
gar, el diseño siempre tiene objetivos múltiples (economía de del cauce, la teoría probada d u r a n t e el diagnóstico se usaría
inversión, e c o n o m í a de operación y m a n t e n i m i e n t o , seguridad, para simular el funcionamiento del cauce rectificado y verificar
belleza, durabilidad, etc.) y éstos son contradictorios; p o r tanto, que la rectificación diseñada en efecto evita inundaciones ante
no hay m a n e r a lógica de conciliarios para que t o d o s se cumplan; las avenidas de diseño previstas.
más bien al contrario, el diseño es siempre, finalmente, un com- En todo diseño se adoptan factores de seguridad, a fin de
promiso entre todos esos objetivos, n i n g u n o de los cuales pue- reducir la probabilidad de que las incertidumbres de cualquier
de satisfacerse a plenitud. tipo den lugar a una falla. La m a n e r a convencional de hacerlo es
Paradójicamente, y pese a que no p u e d e satisfacer con rigor multiplicar las cargas o solicitaciones (o dividir las resistencias o
n i n g u n o de sus objetivos, el diseño debe cumplir dos exigencias capacidades) por un factor mayor que la unidad, d e n o m i n a d o
q u e son condiciones de racionalidad. Por un lado, se exige que factor de seguridad. En proyectos ordinarios, la experiencia de
sea compatible con el diagnóstico que lo precedió; dicho de muchos casos del m i s m o tipo ha permitido establecer cuál es el
otro m o d o , el diseño debe basarse precisamente en la teoría factor de seguridad necesario para que la frecuencia de fallas sea
que en el t r a m o final del diagnóstico se consideró que explicaba tan baja que resulte aceptable para la sociedad. En proyectos de
la satisfacción el problema a resolver. Por otra parte, se pide carácter más singular, es responsabilidad del ingeniero proponer
probar que el objeto diseñado sea capaz de sobrevivir sin falla el factor de seguridad con base en su juicio profesional, así como
durante toda su vida útil. Discutiremos ahora c ó m o se procede acumular y compartir con el gremio la experiencia resultante.
para satisfacer esta segunda condición, que constituye el es- Hecho el diseño con un factor de seguridad apropiado para un
fuerzo final para lograr que el diseño en efecto resuelva el mecanismo de falla, en seguida se debe analizar el comportamiento
problema planteado. del proyecto ante todos y cada u n o de los otros mecanismos de
#•
66 67
falla posibles; en el ejemplo que hemos venido usando, los me-
valor aceptable en virtud de cierto compromiso prudente entre
canismos de falla serían aquellos que pueden cambiar la geo- 6
economía y seguridad.
metría del cauce rectificado, c o m o erosión de las riberas o el
La revisión del diseño para evitar fallas no sólo es la tarea
fondo, acumulación de sedimentos en algunas porciones del
más trascendente de la ingeniería, sino también la más laborio-
cauce, fallas de los taludes del mismo, etcétera.
sa. Esto se debe a que ha de realizarse para todos y cada u n o de
En la revisión del diseño, el análisis del c o m p o r t a m i e n t o los mecanismos de falla potenciales, en cada caso con idéntico
debe ser lo más realista posible; es decir, no deben agregarse rigor deductivo y con el m i s m o grado de detalle. Más aún,
durante ella supuestos conservadores adicionales a los factores cuando en la revisión se descubre q u e para impedir cierto m e -
de seguridad ya incorporados. C o n base en los resultados de canismo de falla es necesario reforzar el diseño en algún aspec-
tal análisis se hacen entonces ajustes al diseño según se requiera, to, esto no p u e d e hacerse sino por aproximaciones sucesivas:
a fin de que el proyecto alcance el nivel de seguridad deseado se hacen ciertas modificaciones, se reanaliza el nuevo compor-
ante cada posible m e c a n i s m o de falla. Esta revisión debe tener tamiento del proyecto y, si éste no es satisfactorio, se hacen
características opuestas a las del diseño conceptual; esto es, nuevas modificaciones y se repite el ciclo; así para cada meca-
debe ser un proceso analítico, deductivo, cuantitativo, ordena- nismo. Antes de las m o d e r n a s computadoras esta labor era tan
do, sistemático, científicamente fundado y, para mayor seguri- tediosa, que el análisis se hacía con modelos numéricos muy
dad, redundante. Además, debe basarse en conocimiento c o m - simples y poco fieles. Debido a lo laborioso del análisis, era
probado, preferiblemente teorías científicas. "La teoría es el usual suspender las iteraciones tan p r o n t o como se confirmaba
lenguaje por m e d i o del cual se pueden expresar las lecciones de que el factor de seguridad alcanzado superaba al m í n i m o es-
la experiencia. C u a n d o no hay teoría (...) no hay saber integral, tipulado, sin intentar mejores aproximaciones que m i n i m i -
5
sino fragmentos incompresibles". Mediante deducción a partir zaran el costo; por tanto, los diseños n o r m a l m e n t e resultaban
de teorías, se verifica que/ante cada u n o de los mecanismos de conservadores, a veces en alto grado. Hoy se p u e d e n afinar
falla imaginables el diseño es seguro. La teoría representa el muchísimo mediante modelos más fieles y mayor n ú m e r o de
g r a d o de validez m á s alto q u e el conocimiento p u e d e alcanzar, iteraciones, aprovechando la rapidez con que las computadoras
y el procedimiento deductivo es el tipo de inferencia lógica más hacen operaciones numéricas.
confiable, por lo que, salvo un posible error h u m a n o y/o even-
Sin embargo, la mayor rapidez y la simplificación que las
tos desfavorables impuestos por la omnipresente incertidumbre
computadoras han traído a esta parte del diseño no están libres
de la naturaleza, esta revisión lleva el diseño al grado de se-
de riesgos. En muchas empresas de ingeniería las computadoras
guridad deseado. La probabilidad de falla lograda tras esta eta-
han introducido una nociva forma de división del trabajo. Los
pa nunca será absolutamente nula, pero se habrá reducido a un
6
5
A causa de su presencia permanente en las decisiones del ingeniero, la incerti-
K.Terzaghi. Anotación en su diario el día que comprobó que cierta teoría sobre dumbre se trae a colación reiteradamente en este libro, y en el capítulo xiv se exponen
el flujo de agua en suelos permitía explicar fenómenos tan complejos como la erosión con cierto detalle las maneras de manejarla; por su parte, la relación entre seguridad
interna en las presas, en R. E. Goodman, op. cit., p. 75.
y economía de los diseños ingenieriles se trata en el capítulo xv.

69
ingenieros más experimentados se concentran en el diseño con- vos más eficaces para conseguir tal aprendizaje es exponer a los
ceptual y dejan casi toda la responsabilidad de la revisión y es- miembros m á s jóvenes de los equipos de trabajo al riesgo de
pecificación del diseño en m a n o s de los llamados "analistas". Si cometer errores de juicio menores en esta etapa del diseño, que
éstos permanecen m u c h o t i e m p o en esa y sólo esa actividad, y serían detectados por sus supervisores más experimentados y
no participan en las actividades de diagnóstico, diseño concep- que luego el e q u i p o de trabajo discutiría en forma colegiada.
tual, supervisión de la construcción y m o n i t o r e o del c o m p o r t a -
miento del proyecto terminado, se convertirán en "especialistas"
con experiencia y juicio profesional muy limitados; carecerán, 6. LA OBLIGACIÓN DE OPTIMIZAR
pues, de u n a visión integral de los problemas de la ingeniería. Y ESPECIFICAR
D a d o que el objetivo central de la revisión del diseño que esta-
mos discutiendo es identificar m o d o s de falla potenciales y ade- Se justifica considerar con cierto detenimiento la optimización,
cuar el proyecto para q u e n i n g u n o de éstos se materialice, es pues si bien sus fines son obvios, su necesidad no suele serlo
imposible confiar en que tal división del trabajo permita incor- para todos.
porar integralmente el saber de la profesión en esa crucial tarea. C o m o se apuntó antes, el diagnóstico y el diseño están inter-
Si por motivos de eficiencia resulta conveniente e n c o m e n d a r conectados de m a n e r a lógica, pues la propuesta de solución
los análisis en c o m p u t a d o r a a jóvenes analistas diestros en el postulada por el segundo debe corresponder a las relaciones cau-
manejo de este instrumento, es indispensable que, a la vez, tales sa-efecto que se identificaron durante el primero. Sin embargo,
analistas sean ingenieros integrados al equipo de trabajo y ente- no hay relación biunívoca entre diagnóstico y diseño: a cada diag-
rados de todas las facetas del proyecto respectivo, y que tengan nóstico puede acomodarle más de una solución; es decir, no
continuamente o p o r t u n i d a d de ampliar su experiencia y nutrir un solo diseño, sino varios. En efecto, t o d o diagnóstico abre un
su juicio participando en actividades d o n d e se c o m p a r t a n las abanico de posibles soluciones, ya que a) entre el diagnóstico y
7
vivencias y se discutan los resultados del trabajo integral. Ade- la solución está ese proceso altamente subjetivo que hemos
más, en tales casos el proceso de revisión del diseño debe ser llamado diseño conceptual, y b) las variables de todo problema
supervisado de cerca por ingenieros experimentados; esta su- de ingeniería son inciertas en alto grado, lo que impide que diag-
pervisión tiene que incluir la identificación de los mecanismos nóstico y diseño p a r t a n de premisas y arriben a conclusiones
de falla a revisar, la selección de los m é t o d o s de análisis de cada categórica y plenamente determinadas. Pongamos por caso que,
u n o de ellos, la adopción de supuestos y p a r á m e t r o s de entrada en el ejemplo A de la sección 1 1 . 3 , que hemos venido usando para
del análisis, y la evaluación de los resultados. D a d o que las fa- ilustrar esta discusión, el diagnóstico c o r r o b o r ó las relaciones
llas enseñan m á s q u e los éxitos, el mejor m o m e n t o para apren- cualitativas y cuantitativas entre las inundaciones observadas y las
der de ellas es t e m p r a n a m e n t e . U n o de los m é t o d o s educati- variables topográficas e hidrológicas. Tal diagnóstico puede dar
7
pie a varias soluciones conceptuales diferentes, ya q u e ingenieros
En el capítulo iv se discuten los métodos y virtudes del trabajo en equipo como
medio formativo de los ingenieros. igualmente capaces podrían idear proyectos muy distintos como
*
70 71
medios para evitar las inundaciones; por ejemplo, aparte de la repercuten sobre el conjunto de la sociedad suelen ser cuan-
opción consistente en una rectificación del cauce que le diera tiosos.
suficiencia, p o d r í a n proponerse obras de control de avenidas Finalmente, la especificación del diseño, que sigue a la revi-
aguas arriba del sitio de interés, u obras en la cuenca tributaria sión del m i s m o y a su optimización, consiste en prescribir con
para incrementar la infiltración de agua en el terreno y alargar todo el detalle necesario la solución óptima, de m o d o que ésta
el tiempo de llegada del agua de lluvia al cauce, o una combi- pueda materializarse con apego a las consideraciones y conclu-
nación de las tres anteriores, etc. Y cualquiera que sea la opción siones del diseñador. Para el correcto funcionamiento del pro-
escogida, ella también tendrá sus propias variantes; por ejemplo, yecto diseñado, especificarlo de m a n e r a completa y fiel es cru-
si se opta por construir una presa para control de avenidas, ésta cial, pues su construcción o fabricación n o r m a l m e n t e estará a
puede ser de un tipo o de otro, etcétera. cargo de un equipo de ingenieros distinto del q u e fue respon-
El proceso de optimización permite seleccionar entre la sable del diseño. Mejor dicho, la construcción o fabricación de
gama de soluciones posibles la que maximiza la diferencia bene- un p r o d u c t o diseñado constituye por sí m i s m a otro proyecto
ficio menos costo o, con mayor rigor, maximiza el valor presente de ingeniería y, por tanto, exige la integración de otro equipo de
de dicha diferencia, considerando explícitamente la naturaleza trabajo con las capacidades conjuntas apropiadas. En este nuevo
incierta de las variables involucradas. La comparación de opcio- proyecto el objeto focal habrá cambiado: ya no será concebir
nes debe hacerse, entre aquellas que resulten factibles, después u n a creación material que satisfaga las necesidades h u m a n a s
de haber definido para cada una sus plazos de ejecución, sus de origen, sino los procedimientos para fabricarla o construirla
costos y sus riesgos, de m o d o que en efecto puedan estimarse los según las especificaciones producidas en el proyecto antece-
beneficios que rendirían y lo que tendría que pagarse por ellas. dente. Por antonomasia, el p r i m e r proyecto se llama de diseño,
Ahora bien, la optimización no es una tarea que pueda o aunque también la fabricación y la construcción impliquen
deba realizar el ingeniero a solas, por sí y ante sí mismo. Más bien diseño de sus respectivos procesos; el s e g u n d o se d e n o m i n a
debe llevarla a cabo conjuntamente con el d u e ñ o de la obra y lógicamente de construcción o fabricación. Es obvio, entonces,
con representantes de los intereses de los principales grupos que una transición exitosa entre ambos proyectos exige asegurar
sociales a los que el proyecto afectará positiva o negativamente; una comunicación sin errores ni omisiones entre los dos equipos
además, debe ajustarse a ciertas regulaciones, cuya función de trabajo; esto es, entre los diseñadores y los fabricantes o cons-
principal es tomar en cuenta los intereses de la sociedad en su tructores. Ésa es la importante función que cumple la especi-
conjunto y traducirlos en requisitos m í n i m o s que las obras de ficación del proyecto diseñado. Las deficiencias de comunica-
ingeniería deben cumplir. La necesidad de incluir esa diversidad ción entre el equipo responsable del diseño y el de fabricación
de puntos de vista al seleccionar la solución óptima se debe o construcción pueden ser suficientes para producir la falla del
a que, en cualquier proyecto, la distribución de beneficios y cos- proyecto diseñado y, por tanto, tornar inútiles t o d o s los esfuer-
tos entre grupos sociales puede ser muy diferente de u n a so- zos del diseño.
lución a otra y a que, además, los costos que indirectamente En resumen, el diseño, igual que el diagnóstico, es u n a ex-
r
72 73
cursión intelectual de ida y vuelta, con forma de un ciclo cerra- pacidades lógicas y la creatividad necesarias para diseñar sólo
do. El ciclo es más largo y laborioso en el diseño que en el diag- pueden desarrollarse y afinarse en la práctica, pero se apoyan y
nóstico, y m u c h o más trascendente por cuanto del diseño nutren en aptitudes y destrezas mentales adquiridas en el estu-
depende tanto el tino como la seguridad de la solución. Apoyán- dio de la ciencia, en particular las llamadas ciencias de la in-
dose en el diagnóstico, durante el diseño el ingeniero echa a volar geniería, por lo que sin tal estudio resulta imposible desarrollar
las capacidades creativas de su imaginación para concebir una aquellas capacidades. Ello explica tanto la importancia de una
solución integral a grandes rasgos, llamada diseño conceptual; buena formación escolarizada c o m o el peso relativo que la for-
después de probar con rigor científico que ésta en efecto resuelve mación científica en general, y en particular la enfocada a las
el problema y es suficientemente segura ante todas las eventua- ciencias de la ingeniería, tienen en los planes de estudio de este
lidades previsibles, la optimiza para hacer m á x i m o el beneficio campo, pues ellas constituyen el c u e r p o principal de conoci-
n e t o que la sociedad recibirá del proyecto, y termina especi- mientos que el ingeniero usará durante el resto de su vida ac-
ficándola en detalle para que pueda ser construida o fabricada. tiva, con particular intensidad en la etapa inicial de formación
práctica con la que comienza la vida profesional. Para no perder
la o p o r t u n i d a d de aprender en su m o m e n t o la teoría, y sufrir
7. C O N O C I M I E N T O S Y CAPACIDADES luego la imposibilidad de asimilar la experiencia práctica, es
N E C E S A R I O S PARA D I S E Ñ A R crucial q u e los estudiantes de ingeniería c o m p r e n d a n desde
que comienzan sus estudios que teoría y práctica son comple-
Para diseñar, el ingeniero debe estar d o t a d o de a) intuición y mentarias y no pueden sustituirse mutuamente.
creatividad que le p e r m i t a n generar diseños conceptuales atina- La sensibilidad para adoptar hipótesis q u e simplifiquen la
dos y compatibles con el diagnóstico del problema al que se en- modelación formal de los problemas sin distorsionarlos tam-
frenta; b) un amplio c u e r p o de conocimientos pertinentes, tan- bién se adquiere en la práctica, y es u n a de las manifestaciones
to científicos c o m o empíricos; c) capacidades lógicas y habilidad del llamado juicio profesional; el principal m é t o d o para hacerse
para combinar con sentido pragmático el uso de dichos conoci- de esta capacidad consiste en aprovechar t o d o diseño que se
mientos; d) la misma capacidad q u e se requirió en el diagnóstico materializa para hacer predicciones teóricas de su comporta-
para lidiar con la incertidumbre, y e) sensibilidad para adoptar, miento, luego medir en el prototipo las mismas variables que se
en los procesos de verificación y optimización, hipótesis que predijeron, y finalmente comparar lo predicho con lo observado
simplifiquen el problema sin omitir o distorsionar lo esencial y extraer de ello conclusiones.
de los fenómenos involucrados. Todo lo hasta aquí dicho acerca del diseño apunta a la con-
La mayor parte de los conocimientos necesarios, sobre t o d o clusión de que el ingeniero aprende a diseñar predominante-
los de carácter científico, se pueden adquirir ó p t i m a m e n t e en m e n t e en el ejercicio práctico de su profesión.
la escuela; algunos de los de tipo empírico se aprenden en la es-
cuela y m u c h o s más en los años de práctica profesional. Las ca-
i
75
I

8 . L A INEVITABLE I N C E R T I D U M B R E haustivas para caracterizar completamente el estado que en un


instante futuro guardará cualquier porción de la naturaleza que
H e m o s dicho reiteradamente que la incertidumbre está presente interesara. C o n más razón seremos incapaces de allegarnos la
en todos los aspectos de la ingeniería, desde la información de información necesaria para prever con exactitud todas las
entrada hasta las especificaciones del diseño. Se trata, en efecto, eventualidades que el futuro pueda deparar a un sistema c o m o
de un hecho insoslayable en el que debe enfocar su atención el los que trata la ingeniería, algunas de cuyas variables d e p e n d e n
ingeniero durante todas las etapas de su trabajo. Tan inevitable de la voluntad de una o m u c h a s personas.
y trascendente es el manejo de la incertidumbre en esta pro- Todo lo dicho en el párrafo anterior se refiere a las incerti-
fesión, que algunos experimentados ingenieros expresan abier- dumbres del conocimiento universal; agregúese a ello la imper-
tamente que decidir ante ella constituye la responsabilidad pri- fección e insuficiencia del conocimiento personal de cada quien
mordial de la ingeniería. A reserva de ampliar en el capítulo y se tendrá un p a n o r a m a m á s completo del insuperable conjun-
x i v la discusión del tema, consideremos aquí sólo esquemática- to de factores que impiden la certeza.
m e n t e los orígenes, naturaleza y consecuencias que la incerti- Por otra parte, debemos reconocer que el conocimiento
9
d u m b r e tiene. cierto y claro es una preferencia o deseo natural del ser h u m a n o
El origen de la incertidumbre está en la naturaleza misma: y, por lo m i s m o , d e b e m o s evitar conscientemente q u e esta nece-
vivimos en un m u n d o incierto y tenemos que actuar a sabiendas sidad nuestra de certeza nos empuje a negar la incertidumbre
8
de ello. En consecuencia, el conocimiento, q u e es a la vez nues- de la realidad y/o la realidad de la incertidumbre. Las conse-
tro m o d e l o de la realidad y nuestro medio para actuar racio- cuencias que para la ingeniería tiene la incertidumbre son múl-
nalmente sobre ella, es siempre imperfecto e insuficiente: toda tiples. Las más notables son las siguientes: a) obliga a compro-
teoría tiene una probabilidad finita de ser falsa y hay grandes meter una opinión explícita o implícita sobre la probabilidad
porciones de la realidad cotidiana acerca de las cuales no po- de eventos futuros, sea con base en la información disponible
seemos teoría alguna, sino acaso postulados empíricos fragmen- en el m o m e n t o o después de un plazo razonable en el cual ha-
tarios en espera de ser abarcados por una hipótesis explicativa bría que allegarse datos adicionales; b) vuelve legítimo acudir a
y luego comprobados o rechazados científicamente. Y aunque fuentes empíricas de información de múltiples orígenes, si las
dispusiéramos de conocimiento teórico para c o m p r e n d e r y ex- de carácter científico no existen o tienen lagunas o incongruen-
plicar todos los fenómenos (cosa que nunca acabaremos de cias; c) impone, tanto a la primera fase del diagnóstico (aquella
tener) y tal conocimiento fuera absolutamente cierto (lo que basada en un razonamiento abductivo) c o m o al diseño concep-
nunca será), la certeza en nuestras decisiones de diagnóstico y tual, carácter de procesos poco explícitos y no formalmente ri-
de diseño seguiría siendo inalcanzable, pues sería imposible gurosos, sino basados en inferencias apenas plausibles, durante
reunir toda la información que demandarían tales teorías ex- los cuales de m o d o zigzagueante se ensayan diversas decisiones
antes de llegar a una conclusión que, además, no será sino ten-
* R. M. Dawcs, Rational Choice in an Uncertain World, Harcourt Brace Jovanovich
Publishers, Orlando, Florida, 1988,346 pp. " J. Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano, XIV, 3, 1689.

r 77
76
I

tativa. Las consecuencias a) y b) provienen directamente de la IV. El juicio profesional


incertidumbre, pero también del hecho de que en ingeniería
cada problema es nuevo e integral: por ser n u e v o no hay in-
formación a posteriori sobre él y, por ser integral, todas y cada
u n a de sus variables significativas son imprescindibles, tenga-
m o s o no datos confiables para caracterizarlas, determinarlas o
acotarlas y conocer sus efectos. Por su parte, la consecuencia c)
p o n e las cosas en un estado que, aunque i n c ó m o d o para los
propios ingenieros y la sociedad, ha de ser aceptado conscien-
temente por unos y otra: ni el diagnóstico ni el diseño concep-
tual son susceptibles de prueba irrefutable, pues, por un lado,
ni la abducción ni la inducción conducen a conclusiones que
p u e d a n considerarse verdaderas, sino plausibles o probables, i. LA I N C E R T I D U M B R E Y LA O B L I G A C I Ó N DE D E C I D I R
respectivamente, y, por otro, si ciertos datos de la información de
partida o algunos pasos del proceso son imperfectos, la solución Extraer conclusiones categóricas de premisas bien definidas es
m i s m a lo será necesariamente. Esto explica p o r qué, aunque un problema menor, q u e un b u e n técnico p u e d e resolver si-
con una frecuencia m u y baja, en t o d o tipo de obras o productos guiendo procedimientos de un manual; es obvio q u e no consis-
de la ingeniería suelen ocurrir fallas, algunas debidas a que errare te en eso la función central del ingeniero. La incertidumbre de
humanum est y, la mayoría, a la simple e insuperable incerti- las variables con que trata la ingeniería y el carácter parcial-
dumbre. mente heurístico del diagnóstico y el diseño hacen m u c h o más
D a d o el origen y las consecuencias de la incertidumbre, el complejo el papel del ingeniero. Su obligación es llegar a un
ingeniero no debe pretender la certeza absoluta en las variables diagnóstico y un diseño pese a que la información disponible
que estudia, sino buscar evidencias de la incertidumbre y pro- sea incierta e incompleta. Para ello no sólo debe seguir los pro-
cesarlas para luego acotarla. La necesidad de reducir la incer- cesos lógicos descritos en el capítulo precedente, sino aplicar su
tidumbre a niveles aceptables obliga a reunir información con buen juicio a superar la incertidumbre inevitable.
cierto grado de redundancia, que luego debe ser pasada p o r los En este p u n t o la analogía con la medicina sigue siendo váli-
tamices de la ciencia, el conocimiento empírico y el juicio pro- da: no se consulta a un médico para que a partir de los síntomas
fesional, para finalmente discernir y conciliar evidencias contra- del paciente concluya mecánicamente cuál es la enfermedad
dictorias. y cuál la prescripción unívoca. Más bien se espera que, ante
la incertidumbre que siempre está presente en los síntomas, en la
posible enfermedad y en los supuestos remedios, el profesional
de la medicina ponga en juego su juicio experto para acotar lo

78 79
más posible el diagnóstico y luego, al prescribir, adopte u n a es- Para el ingeniero, p o n e r en juego esa capacidad llamada jui-
trategia que conduzca a descartar posibilidades espurias y final- cio profesional es una necesidad, en vista de que a) la incerti-
m e n t e logre la cura del paciente. Si no hubiera incertidumbre, dumbre es inherente a todo conocimiento, sea conocimiento
acudir al médico sería innecesario, pues cualquiera podría entrar personal o conocimiento compartido, a u n q u e sea compartido
al índice de un manual de medicina e identificar en él la enfer- umversalmente, y b) la obligación de resolver un problema prác-
m e d a d y la prescripción a partir de un conjunto de síntomas tico está por encima de purismos metodológicos y no se puede
inequívocos. Igual que en ingeniería, si no hubiera incertidum- eludir por el hecho de que haya cierta incertidumbre. La conside-
bre t o d o problema médico se reduciría a una cuestión mera- ración a) implica que, si el saber científico disponible no basta
m e n t e técnica. para el caso, es legítimo acudir a otras fuentes de conocimiento,
Lo central del quehacer de un ingeniero no es, pues, seguir como el registro de precedentes d o c u m e n t a d o s por la profesión,
al pie de la letra procedimientos establecidos de a n t e m a n o para la experiencia personal, los datos empíricos aportados por in-
pasar sin sombra de duda de las evidencias nítidas de un pro- formantes calificados, experimentos y estudios ad hoc reali-
blema al diagnóstico indudable del m i s m o y de éste a la especi- zados por el propio ingeniero, etc., todo ello n o r m a d o por el
ficación de la obra de ingeniería necesaria. Es verdad q u e el in- juicio profesional. N i n g u n a fuente de conocimiento dentro de
geniero en efecto aplica algunos procedimientos de este tipo, esta amplia gama puede ser descartada a priori por la ingenie-
pero ellos constituyen sólo una parte, y no la m á s valiosa o tras- ría; cada u n a se debe valorar y usar según el ingeniero juzgue
cendente, de un conjunto m u c h o más amplio y complejo de que es aplicable y se requiera. El ingeniero experimentado debe
procesos intelectuales. La responsabilidad principal del inge- poder hacer un diagnóstico de un problema de su profesión y
niero es, primero, aplicar su juicio experto a interpretar, de ma- diseñar la correspondiente solución a partir de la información
nera subjetiva pero racional, la incierta información con que asequible, cualquiera q u e ésta sea: datos fragmentarios, eviden-
cuenta, hasta convertirla en un i n s u m o útil para la parte cientí- cias circunstanciales, e incluso lo que algunos p o d r í a n conside-
fica de sus tareas; después, seguir apoyándose en su juicio para rar simples dichos y r u m o r e s ; pero p o d r á hacerlo apropiada-
procesar esa información rigurosamente, pese a la incertidum- mente sólo si posee buen juicio en el c a m p o a que el problema
bre que seguirá teniendo, hasta llegar con base en ella a un diag- pertenece. A d e c u a d a m e n t e filtrado, interpretado y compatibili-
nóstico y un diseño. Es claro q u e tanto el diagnóstico como el zado por el buen juicio del ingeniero, cada u n o de esos datos y
diseño a que llegue t e n d r á n la huella de la subjetividad personal todos ellos j u n t o s p u e d e n aportar la información necesaria
del ingeniero q u e los ha realizado, p e r o a m b o s serán racionales y suficiente para resolver un problema. En esas circunstancias
por cuanto tendrán congruencia en sí y entre sí; esto es, por un es obvio que el quid está en el filtro experto a través del cual se
lado, diagnóstico y diseño serán, cada u n o , concordante con el hace pasar la información. Se tiene que proceder así porque, al
respectivo conjunto incierto de indicios y evidencias q u e lo de- contrario de lo que ocurre en la ciencia, en la ingeniería los
terminaron y, p o r otro, el diseño será congruente con el diag- problemas no son susceptibles de reproducirse completamente
nóstico al q u e responde. mediante un experimento controlado: el único modelo confia-

80 81
ble de un proyecto de ingeniería completo es el proyecto mismo. tado de c o n o c i m i e n t o p u e d e ser ligeramente distinto entre di-
Para probar el diagnóstico o el diseño en su totalidad es necesa- versos profesionales similarmente capaces, y en cada u n o variará
rio ensamblar suficientes evidencias parciales de q u e la solución co n el tiempo. Por tanto, las decisiones de diferentes ingenieros
es correcta, y esto se logra aplicando el juicio profesional a bus pueden diferir en cierto grado según cada u n o haya asimilado,
carias, seleccionarlas e integrarlas. interpretado y asignado valor relativo al c o n o c i m i e n t o y la ex-
periencia que lo nutrieron durante su formación y su ejercicio
profesional, por una parte, y, por otra, según haya adquirido y
2. EL J U I C I O Y LA N E C E S I D A D H U M A N A DE CERTEZA procesado información sobre el caso en estudio; asimismo, con
el t i e m p o p u e d e n variar sus decisiones en la m e d i d a en q u e se
Igual que la astronomía, la ingeniería trabaja con escenarios acumule nuevo conocimiento objetivo. El juicio experto es, por
que no se pueden reproducir en el laboratorio; pero al contrario tanto, específico del individuo que lo posee y del m o m e n t o en
de aquélla, ésta no p u e d e suponer que los sistemas con que lidia que se expresa; es una facultad h u m a n a de naturaleza un tanto
responden solamente a fenómenos del m u n d o inanimado, pues oscura que, sin embargo, en c u a n t o a su función, ha sido aguda-
la sociedad y sus individuos siempre interactúan con las obras y mente definida en el siguiente párrafo de Locke: "El juicio es la
artefactos que el ingeniero concibe y crea, que así se transfor- facultad que Dios ha dado a los h u m a n o s para que p u e d a n sa-
m a n en sistemas de carácter socio-técnico (o socio-técnico- tisfacer su deseo de conocimiento claro y cierto c u a n d o éste no
ambiental si además, c o m o o c u r r e casi siempre, participan di- es inmediatamente asequible; mediante el juicio, la m e n t e asume
námicamente en ellos subsistemas de la naturaleza viva). Estos cada aseveración c o m o verdadera o falsa aun sin tener a m a n o
tipos de sistemas se discuten, a propósito del desarrollo sosteni- 1
una prueba fehaciente".
ble, en el capítulo v m , y con enfoque más general, en el capítu-
D u r a n t e los más de tres siglos q u e n o s separan de Locke,
lo XIII.
apenas si en los últimos decenios las ciencias del conocimiento
Así pues, el ingeniero tiene necesidad y obligación de apoyar- comienzan a desentrañar un poco mejor c ó m o opera el juicio
se en su juicio profesional para salvar la falta de certeza referida, experto, a u n q u e no específicamente en la ingeniería sino en
y ante cada nuevo proyecto debe reunir la información necesa- otras profesiones o actividades, c o m o la medicina, y en general
ria para complementar la de carácter científico a fin de concebir 2
en la t o m a de decisiones. Por ejemplo, se ha confirmado que
y desarrollar una solución al problema que se le plantea. para diagnosticar, los médicos expertos realizan procesos m e n -
De la aplicación del juicio profesional se derivan a) decisio- tales muy complejos, que a su vez se apoyan en variados m o d e -
3
nes del ingeniero, tácitas o explícitas, relativas al diagnóstico o los y representaciones mentales pocas veces explícitos. Estos
el diseño, y b) decisiones del cliente sobre disyuntivas planteadas ' J. Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano, XIV, 3,1689.
por el ingeniero. En cualquier caso tales decisiones se basan en 2
K. A. Ericsson y J. Smith (eds.), Toward a General Theory of Expertise, Cambrid-
el conocimiento, siempre imperfecto o incompleto, que el pro- ge Univcrsity Press, Cambridge, G. B., 1991, 344 pp.
3
V. L. Patel y G. J. Groen, "The general and specific nature of medical expertise: a
fesional responsable del proyecto tiene en ese m o m e n t o . Tal es- critical look", en K. A. Ericsson y I. Smith (eds.), op. cit., 1991, pp. 93-125.

82 83
modelos y representaciones tienen que ser, por una parte, de 3 . E L PAPEL DEL J U I C I O P R O F E S I O N A L
precisión bastante para permitir una amplia evaluación de la
consistencia de sus conclusiones y, por otra, de suficiente flexi-
Cabe preguntar ahora qué relaciones guarda el juicio profesio-
bilidad para dar cabida a reinterpretaciones sucesivas conforme
nal con el resto del acervo mental del ingeniero y con el conjun-
4
se obtiene nueva información. Es imaginable que el buen juicio
to de los procesos intelectuales que éste realiza. El cuerpo de
ingenieril funcione de modo similar, lo que no invalida la agu-
conocimientos que un profesional de la ingeniería posee cons-
da conjetura de Locke sobre el papel que el juicio juega en la
tituye el marco conceptual en el que desarrolla sus diagnósticos
manera como toda persona toma decisiones; las investigaciones
y diseños, a la vez que le sirve de guía para identificar la infor-
recientes a que nos referimos más bien arrojan luz sobre un as-
mación adicional que en cada momento necesita. Para que le
pecto que aquel pensador no se detiene a considerar: la natura-
sea útil, la información que va obteniendo al abordar cada nue-
leza de los mecanismos operativos de esa misteriosa capacidad
vo problema debe ser incorporada al mismo marco conceptual,
llamada juicio.
y el medio principal para ello es el juicio. El buen juicio de un
Otra característica del juicio profesional sobre la que parece ingeniero se manifiesta entonces en su capacidad de a) distin-
haber consenso es que tal capacidad no se adquiere ni desarro- guir la información que es relevante para cada problema entre
lla mediante el aprendizaje de hechos codificados y reglas, sino el cúmulo de la que no lo es; b) buscar expresamente y de modo
por la larga exposición del sujeto a relaciones interpersonales y certero la evidencia adicional que es necesaria; c) conciliar in-
su participación en actividades colectivas sobre la materia. De formación contradictoria, y d) ponderar y aprovechar datos di-
aquí la importancia que para el desarrollo de esta facultad tiene versos según su percepción personal sobre el significado de
el trabajo en equipo, que es característico de la ingeniería. El jui- ellos. Entonces, el juicio es lo que permite hacer inferencias per-
cio es "el componente tácito o implícito del conocimiento, el in- tinentes a partir de las experiencias previas y en el contexto de
grediente que, además de no estar expresado en proposiciones, la incertidumbre que siempre existe en los datos asequibles y en
es inexpresable. Es la parte del conocimiento que no se comu- el conocimiento de que se dispone. El juicio es, pues, un atribu-
nica en forma de reglas ni mediante aseveraciones categóricas y to subjetivo, inseparable tanto del individuo que lo ejerce como
que, por tanto, no se puede reducir a información ni puede codi- de sus vivencias profesionales.
5
ficarse de la manera que es característica de la información".
Con un dejo de sabiduría popular podría decirse que ante
lo bien conocido actuamos con base en el conocimiento, y ante lo
' Aunque inconsciente, el proceso parece ser análogo al que formalmente se rea- incierto, con base en nuestro juicio. Ahora bien, entre lo desco-
liza cuando se aplica el teorema de Bayes para recalcular la probabilidad de ocurren- nocido y lo que conocemos mejor, como entre lo negro y lo
cia de cierto evento una vez que se sabe que otro hecho ligado a él ha tenido lugar.
Véase, por ejemplo, el apartado sobre el teorema de Bayes en R. M. Dawes, Rational blanco, hay una gradación continua de grises, por lo que la pro-
Choice in an Uncertain World, Harcourt Brace Jovanovich, Orlando, Florida, 1988,
pp. 323-326. porción en que se mezclan conocimiento y juicio en cada deci-
s
M. Oakeshott, "Learning and teaching", en ¡he Concept of Education, editado sión es variable. Así, la manera de tomar decisiones puede ser
por R. S. Peters, Routledge and Kcagan Paul, Londres, 1967, p. 167. cualquiera de las tres siguientes:
f
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1. En cuestiones sobre las que no tenemos conocimiento o in- blanco o negro la información según esté más próxima a u n o u
formación objetiva alguna sólo podemos decidir apoyándonos otro extremo de la gradación de grises.
—en-nuestro.juicio. C o m o el ser h u m a n o tiene necesidad de cer-
teza, según Locke, tales son las decisiones que nos causan mayor
desasosiego y, sin embargo, de ordinario sabemos enfrentarlas 4. NATURALEZA DEL JUICIO PROFESIONAL
y resolverlas: lo h a c e m o s transformando nuestro desconoci-
miento absoluto en certidumbre subjetiva, a veces también abso- Con base en lo dicho, ya p o d e m o s adelantar que el proceso
luta (como en las cuestiones relativas a la fe religiosa, q u e sim- mental implícito en el juicio difiere radicalmente de los razona-
plemente a s u m i m o s o n o ) . mientos deductivos. La deducción es un proceso unidireccional
que pasa de lo general a lo específico de m o d o directo en el mar-
2. Por otro lado, c o m o veremos en el capítulo xi v, la incertidum- co de una teoría, y sus conclusiones son verdaderas si lo son sus
bre de los asuntos que c o n o c e m o s m e d i a n a m e n t e la transfor- premisas. Por su parte, el juicio permite pasar de lo específico a
m a m o s en probabilidades subjetivas. Un ejemplo ingenieril se- lo general mediante una suerte de razonamiento inductivo o
ría el siguiente: p o r insuficiencia de conocimiento objetivo es asociativo difícil de codificar, con frecuencia iterativo y zigza-
imposible fijar la probabilidad de que, en cierta localidad ocu- gueante, que de u n a m a n e r a no necesariamente rigurosa explo-
rra un sismo de tal o cual intensidad, en un lapso dado; en con- ra, discierne y adopta c o m o válidas ciertas analogías con base
secuencia, el ingeniero experto enfrenta el problema asignan- en las cuales decide.
do, mediante su juicio personal, un valor relativo ente 0 y 1 El juicio se asemeja a la intuición, pero difiere de ella en que
(o entre 0 y 100%) a su grado de convicción personal sobre la no es un acto sino un proceso. En efecto, el juicio implica un
probabilidad de tal evento, y luego actúa en consecuencia; es m o d o discursivo de conocimiento; esto es, u n o en que la razón
decir, razona y llega a conclusiones q u e se expresan también en discurre, a veces arduamente, acerca del objeto hasta completar
forma probabilista. Del mismo m o d o procede un no ingeniero una noción de él; es, por lo mismo, un conocimiento mediato, que
ante problemas ordinarios análogos, salvo que en general no requiere t i e m p o para alcanzarse. En cambio, la intuición, como
asigna probabilidades explícitamente. En cualesquiera de los dos indica su etimología (intuitus = vistazo, mirada), es un conocimien-
casos, ésta es u n a m a n e r a ingeniosa de resolver el problema; to inmediato, en el cual el objeto es aprehendido instantánea-
como se ve, consiste en transformar u n a duda en u n a asevera- mente, en u n a operación similar al simple acto de mirarlo; no
ción y, así, convertir la incertidumbre en certeza para satisfacer exige otro esfuerzo que mirar.
la necesidad h u m a n a diagnosticada p o r Locke. Según la noción de Locke antes transcrita, los seres h u m a -
nos t e n e m o s necesidad de conocimiento cierto, y cuando éste
3. Finalmente, el m o d o en que actuamos ante lo que conocemos '(ii
mejor es ignorando las pequeñas incertidumbres y tratando no es directamente asequible, el juicio interviene para llevarnos
los problemas en forma determinista; es decir, convirtiendo en de la incertidumbre a la certeza. Entonces el juicio podría defi-
ir nirse c o m o una capacidad que permite transformar con tino los
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1. En cuestiones sobre las que no tenemos conocimiento o in- blanco o negro la información según esté m á s próxima a u n o u
formación objetiva alguna sólo p o d e m o s decidir apoyándonos otro extremo de la gradación de grises.
en nuesttojuicio. C o m o el ser h u m a n o tiene necesidad de cer-
teza, según Locke, tales son las decisiones que nos causan mayor
desasosiego y, sin embargo, de ordinario sabemos enfrentarlas 4. N A T U R A L E Z A DEL JUICIO PROFESIONAL
y resolverlas: lo h a c e m o s transformando nuestro desconoci-
miento absoluto en certidumbre subjetiva, a veces también abso- Con base en lo dicho, ya p o d e m o s adelantar que el proceso
luta (como en las cuestiones relativas a la fe religiosa, que sim- mental implícito en el juicio difiere radicalmente de los razona-
plemente a s u m i m o s o n o ) . mientos deductivos. La deducción es un proceso unidireccional
que pasa de lo general a lo específico de m o d o directo en el mar-
2. Por otro lado, como veremos en el capítulo xiv, la incertidum- co de u n a teoría, y sus conclusiones son verdaderas si lo son sus
bre de los asuntos q u e c o n o c e m o s m e d i a n a m e n t e la transfor- premisas. Por su parte, el juicio permite pasar de lo específico a
m a m o s en probabilidades subjetivas. Un ejemplo ingenieril se- lo general mediante u n a suerte de razonamiento inductivo o
ría el siguiente: por insuficiencia de conocimiento objetivo es asociativo difícil de codificar, con frecuencia iterativo y zigza-
imposible fijar la probabilidad de qu^ en cierta localidad ocu- gueante, que de u n a m a n e r a no necesariamente rigurosa explo-
rra un sismo de tal o cual intensidad, en un lapso dado; en con- ra, discierne y adopta c o m o válidas ciertas analogías con base
secuencia, el ingeniero experto enfrenta el problema asignan- en las cuales decide.
do, mediante su juicio personal, un valor relativo ente 0 y 1 El juicio se asemeja a la intuición, pero difiere de ella en que
(o entre 0 y 100%) a su grado de convicción personal sobre la no es un acto sino un proceso. En efecto, el juicio implica un
probabilidad de tal evento, y luego actúa en consecuencia; es m o d o discursivo de conocimiento; esto es, u n o en q u e la razón
decir, razona y llega a conclusiones que se expresan también en discurre, a veces arduamente, acerca del objeto hasta completar
forma probabilista. Del m i s m o m o d o procede un no ingeniero una noción de él; es, por lo mismo, un conocimiento mediato, que
ante problemas ordinarios análogos, salvo que en general no requiere t i e m p o para alcanzarse. En cambio, la intuición, como
asigna probabilidades explícitamente. En cualesquiera de los dos indica su etimología (intuitus - vistazo, mirada), es un conocimien-
casos, ésta es una m a n e r a ingeniosa de resolver el problema; to inmediato, en el cual el objeto es aprehendido instantánea-
como se ve, consiste en transformar u n a d u d a en u n a asevera- mente, en u n a operación similar al simple acto de mirarlo; no
ción y, así, convertir la incertidumbre en certeza para satisfacer exige otro esfuerzo que mirar.
la necesidad h u m a n a diagnosticada por Locke. Según la noción de Locke antes transcrita, los seres h u m a -
nos t e n e m o s necesidad de conocimiento cierto, y quando éste
3. Finalmente, el m o d o en que actuamos ante lo que conocemos no es directamente asequible, el juicio interviene para llevarnos
mejor es ignorando las pequeñas incertidumbres y tratando de la incertidumbre a la certeza. Entonces el juicio p o d r í a defi-
los problemas en forma determinista; es decir, convirtiendo en nirse c o m o u n a capacidad que p e r m i t e transformar con tino los
<t
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86
problemas, que p o r la naturaleza del universo en q u e vivimos El cumplimiento de esta obligación d e p e n d e críticamente de u n a
son siempre probabilistas, en asuntos deterministas. Al ejercer facultad de tipo diferente de la científica: la capacidad de dis-
el juicio, el cerebro tomaría datos del m u n d o incierto para cernir, entre un c ú m u l o de vagas evidencias y o t r o de inciertas
transformarlos en un modelo determinista de ese m i s m o mun- relaciones causa-efecto, cómo lograr un diagnóstico y un diseño
do. ¡Prodigiosa facultad que nos permite resolver problemas conceptual atinados, y luego un diseño detallado a la vez razona-
probabilistas c u a n d o no hay para ellos una formulación formal ble y robusto (empero, falibles todos ellos, sin importar el cúmu-
de este tipo! D e b e m o s reconocer, sin embargo, que por lo com- lo de conocimiento y herramientas científicas que se ponga en
plejo de las cuestiones a las que se aplica y por ser una capacidad juego). Es m u y g r a n d e la presión psicológica y social q u e esta
humana, el juicio es limitado y falible; esto lo sabemos todos. Por obligación implica; de aquí que, a veces inconscientemente, el
eso es deseable, en problemas de ingeniería muy complejos, com- propio ingeniero suela subrayar lo laborioso y complejo de su
plementar el juicio con análisis basados en una formulación trabajo científico para descargar un poco a los ojos de los demás
probabilista formal, si ésta es posible. Sin embargo, si el inge- la responsabilidad derivada de cumplir la obligación inevitable
niero tiene experiencia acumulada muy amplia, por haber ana- de ejercer su juicio.
lizado formalmente m u c h o s problemas de cierto tipo, es posi- Entre t o d o s los recursos que el ingeniero pone en juego para
ble confiar en q u e su buen juicio no lo traicione^ a u n así, los realizar su función, el juicio es el único imprescindible; ni si-
problemas de la ingeniería en que el juicio profesional queda quiera la ciencia tiene este carácter, pese a su importancia como
c o m o recurso único o principal siguen siendo muy numerosos. proveedora de conocimiento rigurosamente validado. Para con-
Y si b u s c a m o s un proyecto ingenieril en q u e el juicio no inter- firmar esto basta recordar los n u m e r o s o s casos en que, por no
venga en absoluto resulta que ¡no existe! existir el conocimiento científico pertinente, ingenieros de ge-
De lo anterior p o d e m o s concluir que, aunque el ingeniero nio han resuelto grandes problemas prácticos avanzando p o r
aplica continuamente conocimientos y m é t o d o s científicos, no delante de la ciencia, y al hacerlo han d a d o no sólo temas para
es esto lo que más vale de su labor. Tampoco procesar matemá- que la ciencia investigue, sino también pistas a seguir en el des-
ticamente las estimaciones numéricas de la probabilidad es lo cubrimiento de las leyes del universo. Un ejemplo notable de
más valioso de lo q u e hace, a u n q u e sea complejo y arduo, pues ello es la m á q u i n a de vapor, cuyas versiones iniciales fueron
esto no es sino un m e d i o para hacer utilizable la información empíricamente diseñadas, una en 1712 p o r T h o m a s N e w c o m e n
que el juicio requiere para decidir. Lo más importante del traba- y otras conceptualmente diferentes y mejores por lames Watt
jo del ingeniero es entender, estimar y procesar la incertidum- entre 1755 y 1765. Estos desarrollos, cuya rápida difusión pro-
bre de las variables que maneja para diagnosticar y diseñar; esto dujeron a partir de 1770 nada m e n o s que la Revolución indus-
es, contender con lo incierto sin paralizarse ni renunciar a la trial, motivaron los primeros planteamientos de la termodiná-
racionalidad. Ésa es la obligación insoslayable impuesta p o r los mica p o r Sadi Carnot (1824). Así, los diseños de Newcomen se
fenómenos y variables que maneja, tanto sociales como del m u n - adelantaron más de un siglo al conocimiento científico de los
do físico, u n o s y otras de naturaleza intrínsecamente incierta. ciclos termodinámicos, y un lapso a ú n mayor al planteamiento

t
88 89
de la t e r m o d i n á m i c a como disciplina científica p o r R. J. E. Clau- Si bien los anteriores son casos extremos de independencia
sius en 1865. Apenas después de esta última fecha la ciencia de la ingeniería con respecto a la ciencia, el hecho general es
p u d o explicar el funcionamiento de aquellas m á q u i n a s y, desde que esta última raramente tiene disponible la totalidad del co-
entonces, la t e r m o d i n á m i c a ha sido la base para el diseño de nocimiento necesario para que la ingeniería e m p r e n d a un p r o -
motores y turbinas impulsados por vapor o por gases calientes, yecto, sea éste cual sea; p o r tanto, el ingeniero tiene que apoyar-
que hoy hacen posible desde la m o d e r n a aviación hasta la gene- se al m e n o s parcialmente en conocimientos q u e distan de estar
6
ración de electricidad. demostrados científicamente, y esto exige un bien desarrollado
Los puentes de a r m a d u r a constituyeron otro caso en que la juicio profesional, único recurso verdaderamente insustituible
ingeniería encaró problemas de diseño para los q u e la ciencia en la ingeniería.
no tenía conocimiento q u e ofrecer. La construcción de tales
puentes con base en el juicio profesional de sus diseñadores, a 5. D E S A R R O L L O D E L J U I C I O P R O F E S I O N A L
m e d i a d o s del siglo x i x , dio lugar a que se crearan nuevas disci-
plinas científicas. Cientos de ellos se tuvieron que construir em- Procede preguntarnos cómo se adquiere y afina el b u e n juicio
píricamente y con altos costos durante varios decenios a partir profesional, pues la respuesta puede ser la clave para acabar de
de 1830, hasta que esto indujo el desarrollo de la mecánica es- entender su naturaleza. La cuestión también es trascendente
tructural y la ciencia de materiales (del hierro y el acero en este por sus implicaciones en los m é t o d o s para la formación de los
caso) que luego conjuntamente cambiaron para siempre el dise- ingenieros, tanto en la escuela c o m o en la práctica. Un indicio
ño tanto de puentes c o m o de toda la gama de estructuras reti- al respecto aparece en u n a observación de Nietzsche sobre la
7
culares q u e usa la ingeniería civil. m a n e r a en que ciertos personajes geniales desarrollaron sus ca-
O t r o ejemplo de c ó m o la ingeniería ha resuelto problemas pacidades sobresalientes: "¡No nos apresuremos a hablar de d o -
prácticos con anticipación de siglos al conocimiento científico nes y talentos innatos! Pocos h o m b r e s de reconocida gran maes-
es la construcción de grandes bóvedas y m u r o s de contención, tría fueron especialmente dotados; más bien adquirieron su
hecha con reglas empíricas desde antes del Imperio r o m a n o has- grandeza y devinieron geniales ejerciendo capacidades cuyas
ta 1773, cuando C o u l o m b desarrolló m é t o d o s para acotar el limitaciones iniciales ya nadie suele recordar. Todos ellos tuvie-
valor posible del empuje horizontal de arcos y medios pulve- ron la diligente seriedad de un b u e n artesano, y antes de atre-
rulentos. 8
verse a hacer una gran obra aprendieron a construir apropiada-
9
6
mente las partes".
K. J. Laidlcr, Energy and the Unexpected, Oxford University Press, Oxford, Gran
Bretaña, 2002, 146 pp. No es sostenible que el b u e n juicio profesional sea una ca-
' D. C. Jackson, "Railroads, truss bridges, and the rise of the civil engineer" Civil
Engineering, edición especial sobre la historia de la ingeniería civil, ASCE, Nueva pacidad extrarracional, p e r o es comprensible que a los ojos de
York, 1976-1977, pp. 37-41. m u c h o s lo parezca, pues es evidente que no t o d o s los ingenie-
8
C. A. Coulomb. "Ensayo sobre una aplicación de las reglas de máximos y míni-
mos a algunos problemas de estática relativos a la arquitectura", memoria presentada
ante la Real Academia de Ciencias, vol. 7, París, 1776. 9
F. Nietzsche, Humano, demasiado humano, I, 163,1886.
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90 91
ros tienen b u e n juicio o llegan a desarrollarlo suficientemente, bar esa noción, pues ha encontrado que el buen juicio suele
y algunos de quienes lo poseen en alto grado suelen ejercerlo de afinarse con la práctica profesional cuando ésta ocurre de cierta
m a n e r a tácita; es decir, sin explicar sus procesos y hasta sin es- manera que asegure la realimentación; es decir, la posibilidad de
tar plenamente conscientes de los mismos. comparar estimaciones teóricas a fin de contrastar sus resulta-
1

C o n base en evidencia empírica puede afirmarse que el buen dos contra los de observaciones o mediciones."
juicio profesional del ingeniero es un atributo intelectual cuali- También se sabe que el desarrollo del b u e n juicio ingenieril
tativamente diferente de la erudición, el entrenamiento cien- mejora si la experiencia práctica abarca una gama de problemas
tífico, la destreza deductiva y la habilidad matemática o lógica, de amplitud suficiente para a) dar sensibilidad sobre el límite de
aunque guarda con t o d o esto una conexión muy estrecha. A re- validez de hipótesis, teorías y modelos en c a m p o s diversos pe-
serva de explicarlo, puede postularse que el buen juicio no sólo ro relacionados; b) revelar analogías entre c a m p o s diversos, y
es distinto de esas otras capacidades, sino que es un atributo de c) integrar progresivamente una suerte de mapa o catálogo men-
orden superior derivado de ellas: una especie de destilado que tal de t o d o ello que con el tiempo pueda irse enriqueciendo con
lentamente va surgiendo conforme se ejercen todas las otras ca- las experiencias del propio profesional.
pacidades intelectuales requeridas por la ingeniería. Por tanto, Puede concluirse que la práctica de la ingeniería es condi-
las capacidades y los conocimientos primero enumerados, y su ción necesaria para el desarrollo del juicio profesional de un
uso práctico, son condición necesaria para que ulteriormente ingeniero, pero no es suficiente. Se requiere además que esa
pueda desarrollarse el buen juicio. Si esto es así, la meta a alcan- práctica incluya expresamente los procesos de realimentación
zar durante la parte escolarizada de la formación de ingenieros que resultan de hacer predicciones teóricas y compararlas con la
debe ser que los educandos adquieran un acervo suficiente de realidad; solamente así se produce aquel destilado de sensibili-
conocimientos científicos pertinentes, además de destreza de- dad que llamamos juicio. Debe ser, pues, una práctica basada
ductiva y habilidad lógica, para que al graduarse estén en condi- sistemáticamente en predecir el c o m p o r t a m i e n t o de los proyec-
ciones de ejercer, con la guía y supervisión de ingenieros experi- tos de ingeniería, luego observarlo (medirlo) durante la vida
mentados, las funciones de la profesión con el rigor necesario útil de los productos t e r m i n a d o s , y finalmente cerrar el ciclo
para ser eficaces integrantes de un equipo de trabajo profesional. comparando predicciones con observaciones. Esto permite, en
Se ha comprobado que jugar durante cierto tiempo este papel el ámbito incierto de la realidad y a plena escala, calibrar el gra-
subordinado pero activo en el seno de un equipo de ingenieros do de aproximación con el que las diversas teorías y m é t o d o s de
va d a n d o en seguida o p o r t u n i d a d de desarrollar el buen juicio análisis predicen el c o m p o r t a m i e n t o de lo que el ingeniero di-
profesional. Entonces el quid divinum (inspiración propia del seña; la importancia de este ciclo cerrado de predicción-obser-
genio, según la expresión clásica) no es tal, sino una educada vación-comparación radica en q u e constituye una evaluación a
capacidad que algunos individuos h a n desarrollado paciente- la vez integral y sintética de toda la cadena de m é t o d o s , hipóte-
mente a partir del ejercicio riguroso de su profesión, como apun-
K. A. Ericsson y J. Smith, "Prospects and limits of the empírica! study of exper-
ta Nietzsche. La m o d e r n a psicología experimental tiende a pro- tise. An introduction", en K. A. Ericsson y J. Smilh (eds.), op. cit., 1991, pp. 1-38.
*
93
92
sis y decisiones que el ingeniero adopta durante el diseño. Los de los diez años", según la cual adquirir gran maestría en cual-
hallazgos más recientes de la psicología experimental constitu- quier campo toma alrededor de una década de intenso trabajo
yen u n a confirmación científica de la genial anticipación de profesional; pero lo q u e cuenta no son en sí mismos los años,
11
Nietzsche acerca de q u e la maestría en cualquier c a m p o tiene sino el "estudio esforzado" durante ellos (en el caso de la inge-
su origen en u n a diligente laboriosidad y no en dones innatos: niería, el ejercicio de predecir, medir y comparar el comporta-
hoy los estudiosos del juicio experto coinciden en q u e "estruc- miento de lo que se diseña) para "mantener la mente abierta a
turar tales capacidades en la mente requiere un e n o r m e esfuer- juzgar, criticar y mejorar [dichas predicciones] y así acercarse
zo, incluso en los casos de n i ñ o s prodigio c o m o Gauss en mate- 3
a los estándares de los líderes en cada campo".' Sin las evidencias
máticas, Mozart en música y Bobby Fischer en ajedrez, cuyas contundentes que sobre el margen de error de cada teoría apor-
respectivas ventajas consistieron más bien en haber comenzado ta el predecir, medir y comparar, se extravía el juicio, pues no
ese esfuerzo más t e m p r a n o y haberlo e m p r e n d i d o con m á s em- hay otra m a n e r a de allegarse indicios cuantitativos sobre la im-
12
p e ñ o que o t r o s . . . " perfección de las teorías. Muchas fallas de la ingeniería y otras
Es imperativo, pues, que desde sus comienzos profesionales profesiones se deben a que las teorías contenidas en los libros
el ingeniero use u n a y otra vez teorías que le p e r m i t a n predecir de texto se consideran leyes de cumplimiento cabal y obligato-
c ó m o se c o m p o r t a r á lo que diseña, y luego observe y mida el rio en todos los casos prácticos.
c o m p o r t a m i e n t o para compararlo con su predicción teórica. A u n q u e el desarrollo del juicio profesional mediante el há-
Sin ello, p o r inercia se tendería a aceptar a pie juntillas que las bito de comparar predicciones con observaciones es una tarea
teorías tienen capacidad de predicción perfecta, olvidando que personal de cada ingeniero, la experiencia ajena p u e d e ser t a m -
éstas se apoyan en supuestos simplificatorios que n u n c a se cum- bién beneficiosa, siempre que esté cuidadosamente d o c u m e n -
plen cabalmente. Hacer la comparación indicada es la única tada; esto explica por qué la publicación de casos históricos en
m a n e r a de p o n e r en evidencia el grado en que cada teoría pue- los que se describen de m o d o fidedigno y detallado prediccio-
de predecir lo q u e o c u r r e en la realidad. Ir i n c o r p o r a n d o a la nes, mediciones y comparaciones es tan apreciada por el gre-
sensibilidad personal, una a una, numerosas comparaciones de mio de los ingenieros.
semejante tipo es lo que produce el destilado de saber profesio- Cabe referirse aquí a otros dos tipos de problemas ingeníe-
nal que d e n o m i n a m o s juicio experto, el más valioso atributo de nles en los que el predecir, medir y comparar es crucial. Cuan-
un buen ingeniero. Puede aspirar a poseer este atributo sólo do se quiere asegurar que un proyecto de ingeniería es compa-
quien se toma el t i e m p o necesario para realizar sistemática- tible con el concepto de desarrollo sostenible, las incertidumbres
m e n t e el ejercicio intelectual indicado. El Premio Nobel Her- asociadas a la interacción del proyecto con la sociedad y con el
bert A. Simón, estudioso de este tema, acuñó la llamada "regla m e d i o ambiente son críticas e irreductibles; suele adoptarse en-
tonces u n a estrategia de diseño y rediseño continuos, d e n o m i -
1
' Nietzsche, Humano, demasiado humano, op. cit.
12
P. F,. Ross, "'Ihe experl mind", Scientific American, vol. 295, núm 2, agosto de
2006, pp. 46-53. 15
ídem.

94 95
n a d a diseño evolutivo, que mediante seguimiento y evaluación cientemente) pero demuestran que la capacidad de juicio es, en
periódica del proyecto permite detectar las desviaciones inde- efecto, fruto de un repetido esfuerzo racional y no un don de la
14
seables y hacer las correcciones pertinentes. Más antigua que naturaleza. Prueba adicional de ello es el h e c h o de que en algu-
el diseño evolutivo es otra estrategia similar para contender con nos ingenieros el juicio profesional se afina mediante la práctica
incertidumbres extremas debidas a factores geológicos y geo- creciente, mientras que en otros casos un ejercicio profesional
técnicos; se diseña en estos casos de m a n e r a q u e p o d r í a m o s lla- más prolongado no mejora esa capacidad. Por eso la calidad de
m a r tentativa, para luego, conforme se construye, ir modifican- un profesional no está dada simplemente por sus años de expe-
do o afinando progresivamente el propio diseño con base en riencia, ni su b u e n juicio d e p e n d e sólo de lo prolongado de su
nuevas evidencias y en la observación de su c o m p o r t a m i e n t o ; práctica profesional, sino que influye decisivamente el m o d o en
n
este m o d o de proceder ha sido llamado método observacional. que ésta se ejerce: solamente la práctica que produce realimen-
Ambas estrategias tienen la virtud de contribuir no sólo al con- tación sobre la capacidad de predicción cuantitativa es útil para
trol de la incertidumbre, sino al desarrollo del juicio profe- desarrollar el juicio.
sional. Establecido lo anterior, poco m á s hace falta para reconocer
La acumulación de una experiencia variada, si ésta se orga- que, a fin de estar en aptitud de adquirir buen juicio profesio-
niza a partir de observar y comparar el c o m p o r t a m i e n t o de las nal, las condiciones necesarias y suficientes son:
obras de ingeniería con las predicciones del propio ingeniero,
va decantando en la m e n t e del profesional cierta sensibilidad, J. Tener el conocimiento científico de los fenómenos naturales
que se afina progresivamente conforme su poseedor la aplica en con los q u e se lidia en el c a m p o de la ingeniería de q u e se
subsecuentes proyectos. Tal decantado es lo que llamamos jui- trate.
cio profesional o juicio experto, cuya racionalización y codifica- 2. D o m i n a r la lógica de los procesos de deducción, inducción y
ción son tan difíciles que, c o m o h e m o s visto, h a n sido conside- abducción implícitos en el diagnóstico y el diseño.
radas por lo general imposibles. Hay, sin embargo, barruntos y 3. Aplicar este conjunto de conocimientos y m é t o d o s a la pre-
expectativas de que al m e n o s en algunos casos esa dificultad dicción rigurosa y detallada del c o m p o r t a m i e n t o de lo q u e se
pueda superarse. De hecho, ya se p u e d e n crear los llamados sis-
diseña.
temas expertos, que son símiles computarizados, sencillos y li- 4. Observar y medir el c o m p o r t a m i e n t o de lo diseñado.
m i t a d o s p e r o útiles, q u e simulan el proceso de acumulación del 5. C o m p a r a r las predicciones con las mediciones.
juicio profesional. Tales sistemas expertos todavía no se aproxi-
m a n al g r a d o de sofisticación y tino de q u e es capaz la m e n t e de Los párrafos anteriores justifican el dicho de algunos de los
un ingeniero experto (y es probable que nunca lo hagan sufi- mejores ingenieros: quien toma en serio el hacer ingeniería se
convierte en un p e r m a n e n t e aprendiz, pues el aprendizaje de la
" Véanse las secciones VIII.7 y VIII.9 del libro. práctica es un proceso infinito de mejoramiento del juicio que,
15
R. B. Peck, "Advantages and limitations of Ihe obscrvational mcthod in applied
soil mcchanics", (¡eotechnique, Londres, vol. 19, núm. 2, 1969, pp. 171-187. sin embargo, no nos hace infalibles. Por cierto, aun después de
*
96 97
desarrollar al m á x i m o el juicio profesional, seguirá siendo peli- incluso m u y tempranas, de su desarrollo profesional. El jefe de
groso saltar a conclusiones sin análisis y cálculo previos, pues proyecto tiene obligación de abarcar todas las actividades del
desde hace m u c h o t i e m p o se sabe q u e los sistemas socio-técni- equipo y responder de ellas en todas sus facetas; incluso debe
cos de carácter dinámico, c o m o los que trata la ingeniería, sue- cuidar de que, c o m o consecuencia del proceso, avance la for-
16
len exhibir c o m p o r t a m i e n t o s q u e contradicen la intuición. mación de sus colaboradores, de m o d o que todos, y principal-
m e n t e los m á s jóvenes, sean mejores ingenieros al t é r m i n o de
cada proyecto. A él corresponde también tomar las decisiones
6 . E L TRABAJO E N E Q U I P O cruciales; es decir, las que se basan en el juicio experto, y luego
responder de ello ante el cliente y la sociedad. Por mi buena
Cualquiera que sea su magnitud, todo proyecto que implique fortuna, u n o de mis maestros en la práctica de la ingeniería fue
un diagnóstico y un diseño exige que el ingeniero responsable Fernando Hiriart, el mejor jefe de proyecto que he conocido,
realice, como queda dicho, los procesos intelectuales propios de tanto por la eficacia que tenían los equipos de trabajo que él
tales actividades, y q u e en cada u n o de ellos ejerza su juicio pro- encabezaba c o m o por la tersura con que lograba que funciona-
fesional conforme se requiera. Por otra parte, pocos son los ran. Algunas de las reglas que al respecto aprendí de sus leccio-
proyectos q u e p u e d e n ser llevados a cabo completamente por nes tácitas se p u e d e n expresar c o m o sigue, y seguramente pue-
un ingeniero solo (quizá aquí reside una diferencia sustancial den extrapolarse a actividades distintas de la ingeniería:
entre la ingeniería y la medicina, pues en esta última son abun-
dantes los problemas que suelen ser tratados p o r un profesional 1. Cada colaborador despliega su capacidad en la medida en
individualmente, con tan sólo el apoyo de especialistas en di- que el jefe está dispuesto a m a n t e n e r bajo perfil en todo, salvo
versas técnicas de exploración diagnóstica). En ingeniería cual-
en asumir responsabilidad.
quier proyecto de envergadura mediana o mayor es imposible
2. Todo problema tiene más de u n a solución, pero ninguna es
c o m o obra individual; se requiere casi siempre un equipo de
buena si no se puede demostrar que lo es.
trabajo constituido p o r n u m e r o s o s ingenieros. Es usual q u e va-
3. Dentro del equipo de trabajo el único apoyo que del jefe re-
rios de los integrantes de un equipo sean profesionales experi-
quieren las buenas propuestas es que no las obstaculice; si
m e n t a d o s y con juicio bien desarrollado; u n o de ellos será res-
las apoya m u y activamente, alguien puede s u p o n e r que él las
ponsable del proyecto y jugará el papel de primus inter paris
inspiró, y eso resta mérito a sus autore.
(primero entre iguales). Más rigurosamente dicho, el jefe de
4. El jefe no debe revisar t o d o lo que hacen los demás, sino sólo
proyecto será "primero entre iguales y desiguales", pues todo
d o s conjuntos de cosas: las q u e a su juicio son cruciales y las
equipo de trabajo en ingeniería incluye, además de ingenieros
que él no entiende a primera vista; en cambio, siempre debe
m a d u r o s y con juicio bien formado, otros en etapas diversas,
dar a revisar lo q u e él hace, pues todo ser h u m a n o necesita
" J. W. Forrester (1958), "Industrial dynamics. A major brakethrough tor decisión supervisión.
makers", Harvard Bussiness Revicw, Cambridge, Mass., vol. 36, núm. 4, pp. 37-66.

98 99
Los integrantes del equipo de trabajo colaboran en t o d o s los aporta. Este m o d o de compartir colectiva e integralmente la ex-
aspectos sustantivos, pues si bien hay asignación de responsabi- periencia agrega valor al trabajo de un equipo de ingenieros en
lidades individuales, no existe división del trabajo en sentido al m e n o s tres aspectos: a) en el educativo, pues permite que to-
estricto. Cada ingeniero realiza tareas específicas determinadas dos los participantes a u m e n t e n sus conocimientos y capacida-
por su experiencia; p e r o todos los resultados se discuten luego des tanto en las cuestiones que cada quien atiende como en las
colectivamente. Por ejemplo, en un proyecto de ingeniería civil, que tocan a los demás; b) en la calidad del trabajo, pues la diver-
los integrantes del equipo reúnen, validan y d e p u r a n en campo sidad de los puntos de vista y opiniones que se confrontan p o n e
y gabinete la información necesaria para el diagnóstico y luego a prueba y robustece los juicios de quien funge como jefe del pro-
para el diseño; discuten entre sí los resultados de tales acciones; yecto, a la vez q u e enriquece el criterio de los demás, y c) m a n -
someten a prueba ciertas hipótesis propias o sugeridas por el tiene la posibilidad y da la flexibilidad necesarias para que se
jefe acerca de posibles relaciones causa-efecto; hacen análisis y despliegue la creatividad individual, que finalmente es la fuente de
deducciones cualitativas y cuantitativas; repasan m e n t a l m e n t e las mejores soluciones a cualquier problema. /
evidencias y conceptos del proyecto; regresan al c a m p o repe- No obstante la alta efectividad educativa de este m o d o de
tidamente conforme avanza el diagnóstico, el diseño y la cons- trabajar, no t o d o ingeniero acaba poseyendo los m á s altos nive-
trucción para validar, ampliar y reevaluar la información acu- les de juicio profesional, pues para lograrlo no basta la oportu-
mulada; simulan el c o m p o r t a m i e n t o de diseños alternativos nidad, ni son suficientes la dedicación y el deseo. Las evidencias
mediante modelos teóricos y experimentales diversos; conci- muestran que es necesario, además, un á n i m o singular, que se
ben la m a n e r a de medir durante la construcción y operación de manifiesta en un disfrute del ejercicio profesional en todas sus
la obra ciertas variables del c o m p o r t a m i e n t o para compararlas facetas y en un estado de alerta p e r m a n e n t e q u e p e r m i t e absor-
con la estimación de las mismas (tarea cuya trascendencia ya ber con plenitud las lecciones derivadas de cada caso. Es cierto
h e m o s enfatizado); discuten colegiadamente sus hallazgos y que los jefes de proyecto que a la vez son grandes maestros pro-
conjeturas; descartan algunos de los resultados que van obte- pician en sus colaboradores jóvenes ese tránsito feliz de la su-
n i e n d o a la vez que afinan otros bajo la guía y supervisión del bordinación inteligente a la madurez y el liderazgo; pero también
ingeniero responsable, y así sucesivamente hasta que este últi- es verdad que, a p a r t i r de cierto nivel de experiencia subordina-
mo estima, en la primera etapa del proyecto, q u e el diagnóstico da, un ingeniero puede culminar el desarrollo de su juicio pro-
es satisfactorio, y en la segunda, que el diseño se ha optimizado. fesional con más rapidez y profundidad i m p o n i é n d o s e a sí mis-
Los m i e m b r o s m á s jóvenes, a la vez q u e d e s e m p e ñ a n el papel mo ciertas n o r m a s exigentes de práctica profesional, entre ellas
personal que se les ha asignado en el equipo de trabajo, se ejer- la n o r m a clave para aquel fin: habituarse a predecir sistemática-
citan en desarrollar su juicio profesional propio. m e n t e el c o m p o r t a m i e n t o futuro de sus proyectos y luego ob-
Así, aunque no t o d o s los integrantes de un equipo tienen la servarlo y medirlo en el prototipo, pues la comparación de pre-
misma responsabilidad, cada u n o está efectivamente expuesto a dicciones y mediciones es el único m e d i o eficaz para acumular
la experiencia profesional completa que el proyecto en cuestión buen juicio.

100 101
Es pertinente hacer u n a reflexión final sobre el juicio profe- V. La razón no basta:
sional. El c o n o c i m i e n t o en general, tanto científico c o m o empí- otras capacidades del ingeniero
rico, por estar codificado, se preserva sin gran dificultad y se
propaga de generación en generación mediante el estudio. In-
cluso si d u r a n t e m u c h a s generaciones nadie se interesara en
aprender el conocimiento acumulado, su d o m i n i o p o r la espe-
cie h u m a n a podría renacer en cualquier m o m e n t o recurriendo
a los d o c u m e n t o s u otros soportes físicos en los que dicho co-
nocimiento está codificado. Por el contrario, el juicio profesio-
nal reside, por definición, en la m e n t e de quienes lo poseen, y
sólo en ella, pues no está codificado ni es codificable; cada vez
q u e un profesional fallece o se retira el juicio que había acumu-
lado se pierde irremediablemente. Sin embargo, el juicio profe- i. LIMITACIONES DE LA R A Z Ó N '
sional del ingeniero es un recurso renovable, a u n q u e sólo en la
medida en que las sucesivas generaciones de profesionales se-
Al analizar los procesos intelectuales de la ingeniería y las capa-
pan q u é es, c ó m o funciona, de d ó n d e proviene, c o m o se adquie-
cidades profesionales que d e m a n d a n , en los tres capítulos ante-
re y refuerza, qué importancia tiene y, p o r tanto, quieran hacer
riores h e m o s procedido c o m o si la razón fuese la única facultad
lo que a cada quien corresponde para preservarlo y renovarlo.
que interviniera en tales procesos. Esto no es sostenible, a u n q u e
Esa regeneración del juicio profesional depende totalmente del
tienda a coincidir con cierta noción estereotipada según la cual
trabajo en equipo.
la ingeniería es una ciencia y el ingeniero una persona absoluta-
mente racional.
Casi todos los filósofos han concordado en q u e la razón por
sí sola no es capaz de producir n i n g u n a acción ni de mover a
realizarla; es el deseo y la voluntad lo q u e n o s mueve a actuar.
Además, nadie actúa de m o d o p u r a m e n t e racional; la propen-
sión de nuestras facultades no racionales a intervenir en las de-
cisiones q u e t o m a m o s constituye la normalidad h u m a n a , no
una desviación de ella. De aquí proviene la noción empírica-
mente demostrada de que en realidad el h o m b r e no actúa en
el m a r c o de u n a racionalidad absoluta, sino acotada; es decir,
somos más o m e n o s racionales o aproximadamente racionales.
Por ejemplo, en escenarios inciertos las decisiones de la gente

102 103
n o r m a l m e n t e se desvían de la racionalidad de las siguientes ma- cultades que no son específicas de la ingeniería, sino genéricas de
neras: ante un dilema en el que una opción implica una ganan- la especie h u m a n a : en primer lugar, la empatia o capacidad
cia segura de 100 y otra ofrece ganancia de 300 con probabili- de identificarse con los sentimientos de otras personas, a fin de
dad de un tercio, quienes tienen aversión al riesgo prefieren la evaluar y c o m p r e n d e r las necesidades y preferencias de quienes
primera y quienes gustan de él optan por la segunda, pese a que reciben los beneficios o pagan los costos de los proyectos de
en términos absolutamente racionales lo que ambas opciones ingeniería, y luego requerirá también de voluntad, laboriosidad,
ofrecen es idéntico, pues 300 x 1/3 = 100. Si en este m i s m o ejem- e imaginación. En efecto, las facultades psíquicas mediante las
plo el t é r m i n o ganancia se sustituye por pérdida, en un contexto cuales una persona se aproxima al conocimiento de sus seme-
p u r a m e n t e racional las dos opciones siguen siendo equivalentes, jantes e interactúa con ellos no se reducen a la razón; también
pero la mayoría de las personas normales sigue considerándo- intervienen unas u otras de las indicadas facultades genéricas de
las distintas, a u n q u e a h o r a u n a porción m u c h o mayor de ellas la especie h u m a n a . Haciendo intervenir unas u otras de ellas ante
optará por la primera; esto denota que si el dilema se enuncia cada situación específica, nos forjamos una noción del m u n d o ,
en términos negativos la aversión al riesgo es m u c h o más fre- nos vemos motivados para actuar en él y p o d e m o s hacerlo efi-
cuente que si se formula en términos positivos. Finalmente, cazmente.'
nuestra racionalidad también falla porque muchas decisiones En cierto tipo de asuntos la razón, aunque acotada, tendrá
se tienen que t o m a r en tiempo real, conforme la vida nos plan- siempre la última palabra; en tales casos, tanto intuiciones como
tea las opciones, y por tanto no siempre p o d e m o s detenernos a voliciones han de ser validadas por el raciocinio y a veces inclu-
sopesarlas racionalmente con el rigor y la parsimonia debidos; so por la verificación experimental.
en tales casos las decisiones resultan muy influidas p o r el azar,
En cambio, en algunos terrenos sólo p o d r e m o s admitir co-
p o r nuestra ideología o p o r cuestiones circunstanciales de las
mo principio de conocimiento la intuición, los sentimientos y
que incluso p o d e m o s no ser conscientes (por cierto, la merca-
la voluntad. "La cuantía imponderable de este principio del c o -
dotecnia, tanto comercial c o m o política, busca aprovechar tales
nocimiento se manifiesta con toda claridad c u a n d o se juzga la
debilidades, y por eso nos repite una y otra vez consignas sim- 2
historia de la cultura humana", dice Hansen. Mediante estas
plistas o pone ante nuestro ojos imágenes que nos inducen su-
potencias cognoscitivas no racionales es como, por ejemplo, per-
Miminalmente a t o m a r las decisiones que a otros convienen).
cibimos y disfrutamos la belleza, o apreciamos a nuestros seme-
Todo eso prueba que nuestra racionalidad es limitada in- jantes y somos capaces de actos de empatia que nos llevan a
cuso ante los problemas más simples, como los q u e sólo invo- comprender sus sentimientos.
ucran al m u n d o físico. Pero la ingeniería trata también con la En otras instancias tenemos que depender casi absolutamen-
;ente, y esto introduce de inmediato un g r a d o m u c h o mayor de te de la imaginación, como c u a n d o postulamos u n a tentativa de
omplejidad. A u n q u e el ingeniero pudiera ser siempre absolu-
1

amente racional, la razón no le bastaría para cumplir sus fun- J. Hansen (1925), Teoría del conocimiento, cap. 4, Editores Mexicanos Unidos,
México, 2003.
iones; además de la razón, tiene que poner en juego otras fa- 1
Idem.

04 105
diagnóstico o un diseño conceptual a ser validados por la teoría se trata más bien de una virtud generalmente apreciada en nues-
u otro tipo de conocimiento. tra cultura, y que buscamos ejercer en la mayor parte de lo que
Finalmente, hay situaciones en las q u e requeriremos con- hacemos, pues todos aspiramos a c o m p o r t a r n o s sin contradic-
juntar la voluntad, la sensibilidad emotiva y la racionalidad, ciones y a d m i r a m o s a quienes lo consiguen. Y aunque no siem-
c o m o cuando enfrentamos dilemas éticos. pre parezca así, la racionalidad es el valor fundamental de la
Antes de explicar la manera en que las facultades extrarra- llamada Era M o d e r n a , que va del Renacimiento a nuestros días.
cionales intervienen en el trabajo de los ingenieros, es útil decir La adopción primera de la razón como valor s u p r e m o de una
algo más sobre las circunstancias en las que la racionalidad mis- sociedad se r e m o n t a a la Grecia clásica, y su posterior abando-
ma es la facultad predominante. no d u r ó gran parte de la Edad Media. Por eso se llama Renaci-
miento al rescate de la razón como valor central de la sociedad,
talante con que nació la Era Moderna. Ahora bien, aun siendo
2. EL TERRITORIO DE LA RAZÓN la racionalidad el valor principal de nuestra era, se reconoce
que no estamos obligados a ser continuamente racionales; ser
En dos aspectos de la ingeniería rige sólo la razón. Uno de ellos conscientes de ello constituye otra invaluable herencia griega:
es la comprensión del m u n d o físico, que se logra mediante los somos Homo sapiens pero también Homo ludens e incluso Ho-
m é t o d o s racionales de la ciencia, la práctica y la lógica. El otro mo demens, por lo que nos eximimos de ser racionales (es decir,
consiste en asegurar la coherencia interna de los procesos in- nos p e r m i t i m o s ser contradictorios y prescindimos de tener un
telectuales y las decisiones que de éstos se derivan. En este se- porqué suficiente) c u a n d o jugamos, c u a n d o a m a m o s y cuando
g u n d o aspecto la razón funciona c o m o sigue: a u n q u e los sen- soñamos (en el sentido literal y en el figurado de forjarnos ilu-
timientos y la voluntad influyan en algunas decisiones del siones, con tal de que en este último caso no p r e t e n d a m o s ha-
ingeniero, éstas deben pasar finalmente la prueba de la raciona- cerlas realidad sin someterlas a la crítica de la razón).
lidad en cuanto a que a) las decisiones no se contradigan entre I n s t r u m e n t o s principales de la racionalidad son los lengua-
sí (principio de no contradicción), y b) cada una de ellas esté ple- jes de t o d o tipo. La ingeniería usa principalmente tres: el geomé-
n a m e n t e soportada p o r los razonamientos en q u e se basó (prin- trico, el matemático y la lengua ordinaria de la sociedad en que
cipio de razón suficiente). cada ingeniero actúa. Los dos primeros son parte de las capaci-
Los principios de no contradicción y de razón suficiente dades especializadas de la ingeniería y otras profesiones; el ter-
son axiomas o verdades obvias. En efecto, p o r un lado, dos pro- cero lo compartimos con el resto de la sociedad y es, para todos,
posiciones contradictorias no pueden ser simultáneamente ver- a la vez instrumento y producto de la razón: el logos griego, que
daderas y, p o r otro, cada hecho tiene un p o r q u é y éste debe ser denota lo m i s m o palabra que razonamiento o argumentación.
suficiente para explicarlo. Basta satisfacer simultáneamente El lenguaje de la geometría es particularmente poderoso
ambos principios para obrar racionalmente. Por cierto, ser ra- para discurrir relaciones espaciales; el de las matemáticas, mu-
cional no es una exigencia exclusiva de la ciencia y la ingeniería; cho más incisivo y eficaz para razonar sobre cuestiones cuanti-

106 107
tativas; pero n i n g u n o tiene mayor plasticidad y alcance, y por o que un diseño conceptual es capaz de resolver el problema
tanto más poder c o m o instrumento para pensar congruente- planteado).
mente sobre cualquier tema, q u e el lenguaje ordinario; con él Por otra parte, la imaginación resulta peligrosa enemiga de
la h u m a n i d a d ha forjado no solamente t o d o s los productos la propia razón c u a n d o se desboca y nos aparta de la verdad ob-
del entendimiento, sino que también ha logrado expresar los del jetivamente comprobable; es decir, c u a n d o nos lleva de lo real a
sentimiento y la imaginación, según consta en la literatura de lo puramente imaginario, a lo carente de fundamento o de sen-
todas las lenguas. A propósito del lenguaje ordinario como ins- tido lógico.
t r u m e n t o de la racionalidad, un preclaro español de la Ilus- La imaginación es la facultad mental que permite la pro-
tración dejó escrito hace dos siglos lo siguiente: "Como el hombre ducción de imágenes y su combinación; pero las imágenes que
para pensar necesita de una colección de signos que determi- con ella p r o d u c i m o s son construcciones mentales q u e o c u r r e n
nen y o r d e n e n las diferentes ideas de que sus pensamientos se en el interior de nosotros m i s m o s cuando los objetos a los que
componen, la lengua ha venido a ser para él un verdadero instru- nos referimos no están a nuestro alcance; por tanto, las imáge-
mento analítico, y el arte de pensar ha coincidido de tal manera nes q u e nuestra imaginación crea p u e d e n coincidir con la reali-
con el arte de hablar que vienen ya a ser virtualmente lo mis- dad de los objetos que representan o p u e d e n diferir de la mis-
3
mo". Por eso es tan obvio q u e el primer atributo necesario para ma. A diferencia de las imágenes-con-objeto o imágenes objetivas,
ejercer una profesión como la ingeniería, que se exige a sí mis- que percibimos mediante los sentidos c u a n d o t e n e m o s delante
ma racionalidad, es el manejo apropiado del lenguaje con el que el objeto, las imágenes-sin-objeto, que produce la imaginación
todos pensamos: el idioma materno. pura, son actos, no cosas.
La imaginación constituye u n o de los recursos de la con-
ciencia c u a n d o quiere razonar sobre un objeto y no dispone de
3. PAPEL DE LA IMAGINACIÓN la presencia del m i s m o . En esto radica su poder y su utilidad,
a la vez que su peligro: la imaginación nos ofrece una salida
La imaginación es ingrediente sine qua non de la formula- para llegar a lo real c u a n d o estamos privados de observarlo,
ción de hipótesis y éstas son el meollo del acto creativo, tanto pero también puede apartarnos de esa realidad; es por tanto un
en el m é t o d o experimental c o m o en otras formas de inferencia. recurso a la vez preciado y peligroso. Por eso su valoración es
La imaginación es por ello una colaboradora indispensable ambigua: suele criticarse la falta de imaginación de los ingenie-
de la razón, lo m i s m o en la ciencia (en el proceso de generar ros que no supieron prever la eventualidad que hizo fallar alguna
nuevo conocimiento científico) que en la ingeniería (al inferir de sus creaciones (un puente, un prototipo de avión o de nave
que cierto conocimiento es aplicable a un problema particular espacial, etc.); pero también se critica la imaginación desbordada
de quienes se forjan imágenes mentales m u y precisas de condi-
' M. G. de Jovellanos (1744-1811), "Memoria sobre educación pública". Quinta ciones q u e no se materializaron y a causa de lo cual ciertos pro-
Cuestión, Sección Primera: Estudio de las Ciencias Metódicas, en Obras escogida*.
vol. II, Espasa-Calpe, Madrid, 1935. yectos no cumplieron bien su función.
»
108 109
Argumentos idénticamente válidos p u e d e n darse en pro de la imaginación en todos los procesos de razonamiento que con-
la imaginación (cuando ésta atina) que en contra de la misma ducen de cierto estado de conocimiento a u n o superior; por
(cuando yerra). La imaginación es a veces la facultad creadora ejemplo a) en el paso de los datos a su interpretación; es decir,
p o r excelencia (si se le mira al formular u n a inspirada hipótesis en la inferencia de situaciones a partir de datos; b) en el tránsi-
sobre lo desconocido, q u e luego la experiencia confirma); pero to de la interpretación a la tentativa de diagnóstico, y c) en t o d o
en otras ocasiones (cuando se observan los desatinos a q u e da lo que va del diagnóstico al diseño conceptual; esto es, a la pro-
lugar si se equivoca) es, según Pascal, "la loca de la casa", una puesta tentativa de solución de un problema. Estas tres transi-
forjadora de quimeras de la q u e hay q u e desconfiar, "tanto más ciones constituyen los procesos intelectuales básicos de la inge-
engañosa cuanto sabemos que no siempre miente, pues sería niería, c o m o se expuso en los capítulos ni y iv.
u n a regla infalible de verdad si siempre fuera u n a regla infalible D a d o que la imaginación puede lo m i s m o errar que atinar y
1
de mentira". es indispensable en la concepción de hipótesis o supuestos, p o -
Así pues, la imaginación puede ser i n s t r u m e n t o y artífice demos concluir que estos actos de concepción constituyen los
del error; por tanto, estamos obligados a temerla, someterla a pasos con m á x i m a probabilidad de error en los procesos inte-
control y educarla. Pero suele ser también creadora de valor, lo lectuales de la ciencia y la ingeniería. Por eso tanto las hipótesis
que nos i m p o n e la necesidad de recurrir a ella continuamente. como los diseños deben ser validados; es decir, ni hipótesis ni
En ingeniería se le usa a) cada vez que se hace un diagnóstico, diseño son p u n t o s terminales de un proceso, sino principios del
para postular explicaciones tentativas de los problemas q u e se mismo.
observan, explicaciones que luego habrán de someterse a confir-
mación; b) durante el diseño, al proponer u n a solución concep- 4. P A P E L DE LA L A B O R I O S I D A D
tual del problema, que después debe validarse deductivamente,
y c) cada vez que h a n de preverse (verse anticipadamente) las Es debatible c u á n d o y c ó m o empezó a p r e d o m i n a r en la histo-
condiciones futuras a que estará sometido el diseño y, como con- ria la propensión del h o m b r e al trabajo, p e r o no que tal tran-
secuencia de ellas, los diversos m o d o s probables de compor- sición efectivamente ocurrió: "La indolencia cesa a la vez que
tamiento de tal diseño, a fin cuidar su eficacia y seguridad. Sin cede la valentía salvaje; en su lugar aparece la actividad indus-
estas varias previsiones no se podrían llevar a cabo el diagnósti- triosa [...]; el principio de laboriosidad implica lo opuesto a
co ni el diseño. vivir sólo de lo que da la naturaleza [...] El atributo requerido
La m a n e r a en q u e interviene la imaginación al pasar, como es entonces la inteligencia, y el ingenio se t o r n a m á s útil que el
5
en el diagnóstico, de la observación u obtención de datos a la m e r o arrojo".
interpretación de los m i s m o s , no difiere de la forma en q u e lo La laboriosidad no es un ingrediente exclusivo de la ingenie-
hace en el m é t o d o experimental, que constituye el proceso de ría, pues interviene en casi todas las formas de actividad física e
la investigación científica. Más aún, del m i s m o m o d o participa 5
G. W. F. Hegel, Filosofía de la historia, I, III, 3, en Great Books of the Western
World, Encyclopedia Britannica, vol. 46, Chicago, 1942.
4
B. Pascal, Pensées, 82, 1670.
111
110
intelectual de los seres h u m a n o s ; sin embargo, en su sentido de Después de él, Pascal a b u n d a en el tópico: "Conocemos la ver-
actividad industriosa, es la definición m i s m a de ingeniería, y dad no sólo mediante la razón, sino también con el corazón, y
condición necesaria, a u n q u e no suficiente, de los logros de ésta. es p o r él q u e llegamos a conocer los principios m á s básicos". 7

Basta recordar los múltiples pasos de ida y vuelta que caracteri- Entonces, es indispensable que el ingeniero despliegue sus pro-
zan los procesos del diagnóstico, el diseño, la adquisición de pios sentimientos para estimar c ó m o sus decisiones p u e d e n
buen juicio y el trabajo en equipo para percatarse de q u e la afectar a los demás, poniéndose en el lugar de éstos. El querer y
laboriosidad es no sólo el origen de la ingeniería, sino una de sus poder hacerlo se llama capacidad de empatia (identificación
máximas expresiones. mental y afectiva de un sujeto con el estado de á n i m o de otro) y
Por eso m i s m o , hoy la laboriosidad suele considerarse una es una de las formas de la capacidad afectiva, facultad de la que
virtud y sigue d a n d o ventajas a quienes la despliegan. Desde el dependen los vínculos de t o d o tipo con nuestros congéneres: la
advenimiento de la m o d e r n i d a d , en los cánones occidentales el relación que nos une y compromete emotivamente con ciertas
trabajo es un m o d o de afirmación de la dignidad h u m a n a , por personas; el a m o r a nuestra familia, el interés emotivo p o r nues-
cuanto permite a cada individuo forjarse el destino de su elec- tra c o m u n i d a d o nuestra patria; el afecto que nos liga a grupos
ción, y a la colectividad liberarse de las limitaciones y amenazas que comparten nuestra cultura o nuestras preferencias estéticas
que sufriría si se conformara con los medios de vida que la na- o ideológicas, e incluso la afinidad con ciertas maneras de con-
turaleza da espontáneamente. Además, al inducirnos a superar cebir y vivir la belleza, la libertad y la vida misma.
con esfuerzo las limitaciones del e n t o r n o natural, el trabajo Platón atribuye a Sócrates las siguientes palabras con las
contribuye al conocimiento que la ingeniería requiere; esto es, a que pondera ante dos jóvenes la necesidad, importancia y va-
la comprensión práctica de la realidad. lor que para los h u m a n o s tienen las variadas formas de esa re-
lación emotiva llamada a m o r o amistad, a u n q u e no pueda expli-
8
5. V O L U N T A D Y A F E C T O carse a plenitud su naturaleza:
C O M O CAPACIDADES PROFESIONALES
los sabios han dicho que es de toda necesidad que lo semejante
H e m o s dicho que la ingeniería tiene obligación de maximizar la ame a lo semejante [...]
utilidad social de cada proyecto. Si de veras ha de cumplirse ese (...) y con la misma abundancia de razones se dice que todo ser
designio, estimar a u n q u e sea b u r d a m e n t e dicha utilidad para desea no a quien se le parece, sino al que es opuesto a su naturaleza.
[... j pero jamás podría desearse, amarse ni buscarse a otro si
distintos individuos y g r u p o s sociales exige p o n e r en juego di-
no se encontrase en él alguna conveniencia (...)
versas facultades además de la razón, pues ésta no p u e d e dar
[Aunque] quizás nos hemos puesto en ridículo (...) pues los
todos los elementos de la realidad; a ello se refiere Leonardo
1
que han presenciado nuestra conversación dirán que siendo ami-
c u a n d o dice: "Toda cognición principia en los sentimientos". "
gos no hemos logrado dilucidar qué es la amistad.
* L da Vinci (1452-1519), "Pensamientos", en Escritos literarios, traducción de 7
B. Pascal, Pensées, 282,1670.
Guillermo Fernández, Instituto Mexiquense de Cultura, México, 2003, p. 83. " Platón (siglo iv a.C), "Lysis o de la amistad". Diálogos, 214-223.

112 113
Por lo dicho, las capacidades especializadas no son suficien- y otros d e p e n d e n de las historias respectivas de cada nación.
tes para ejercer una profesión como la ingeniería. Se requieren Esto no contradice ni se o p o n e a los designios de la globaliza-
también capacidad de afecto y c o m p r o m i s o hacia ciertas per- ción y la interdependencia, sino que los fundamenta; a la vez,
sonas o grupos; empatia hacia todos los demás; fidelidad a las incorpora el imperativo de reciprocidad q u e es inherente a a m -
ideas e intereses que c o m p a r t i m o s y, finalmente, respeto a cada bas y que poderes diversos suelen atrepellar. En efecto, del con-
ser h u m a n o , independientemente de las diferencias que nos se- cepto de dignidad original del ser h u m a n o se d e s p r e n d e q u e los
paren de él. C o m o se discute en el capítulo x, este último impe- valores de cada quien son importantes por el solo hecho de ser
rativo moral proviene de que todos tenemos una idéntica digni- suyos, y que por tanto no preservamos nuestra dignidad si pres-
d a d original según el famoso alegato renacentista inspirado por cindimos de nuestros valores personales, familiares, comunita-
la filosofía de la Grecia clásica: la dignidad de la persona huma- rios, nacionales; recíprocamente, atropellamos la dignidad de
na reside en el hecho sencillo y evidente de que somos la única otros si pretendemos imponerles los valores nuestros. El límite
especie cuyos individuos pueden labrarse cada u n o su propio racional q u e debe imponerse al patriotismo y en general al
destino, personalísimo y distinto del de sus congéneres, median- aprecio de lo propio consiste en evitar el chovinismo (nacional,
te el ejercicio de su libertad de elegir y su voluntad de enfrentar regional, institucional o de cualquier otro tipo). El chovinismo
las consecuencias de su elección. es desprecio de lo ajeno m á s q u e aprecio de lo nuestro; consiste
Al resolver un problema de ingeniería se p o n e n en juego no en manipular los sentimientos de pertenencia, en sí m i s m o s le-
sólo habilidades especializadas, sino también capacidades afec- gítimos y necesarios, para validar un afán egoísta y discrimina-
tivas genéricas. Antes de tomar sus decisiones profesionales, sea dor: el interés de apropiarse, en un acto de alarde personal, de
en el servicio público o en los negocios privados, el ingeniero las creaciones, la historia, las virtudes, las instituciones y otros
debe, mediante su capacidad de empatia, identificarse transito- activos tangibles o intangibles pertenecientes a un patrimonio
riamente con quienes van a ser afectados p o r dichas decisiones colectivo, a la vez q u e se niegan los valores de otros. En síntesis,
y esforzarse por entender los intereses y las conveniencias in- para entender a los demás se necesita t o m a r conciencia de que
mediatas y de largo plazo de las personas a n ó n i m a s q u e consti- son diferentes de nosotros en algunos aspectos, pero no en t o -
tuyen los grupos sociales a quienes el proyecto que desarrolla dos; es decir, se debe saber q u e cada ser h u m a n o tiene cierto
busca servir. No está fuera de lugar en tales m o m e n t o s pensar conjunto de atributos que constituyen su identidad, y que ésta
incluso en la patria, cuya noción unifica nuestros intereses per- nunca es unidimensional, pues cada u n o t e n e m o s sentimientos
sonales más inmediatos con los de largo plazo de nuestros hijos, de pertenencia diversos y de hecho nos identificamos sin con-
con las aspiraciones que nuestros ancestros pusieron en un pro- tradicción con grupos m u y variados, con cada u n o de los cuales
yecto histórico colectivo y c o n las esperanzas de quienes hoy lo compartimos algo: en un caso relaciones familiares, en otros
comparten con nosotros. Por más q u e consideremos q u e nues- ocupación, preferencias estéticas, convicción religiosa (o no re-
tros intereses nacionales se asemejan a los de cualquier otra na- ligiosa), barrio de residencia, patria, ideología, etcétera.
cionalidad, nunca t e r m i n a r á n por coincidir del todo, pues unos Para poder responder ante la sociedad de sus decisiones co-

114 115
mo profesional, el ingeniero debe tener en consideración todo la supuesta obligación de satisfacer sólo al cliente de m a n e r a ab-
esto. La facultad de afecto no es, pues, un aditamento prescindi- soluta y acritica. Son estas presiones psicológicas las que con
ble, sino algo inherente a lo h u m a n o , que si faltara afectaría ra- más frecuencia alejan al ingeniero de su obligación con la socie-
dicalmente el d e s e m p e ñ o de cualquier persona en t o d a s sus fun- dad. Sería el caso de quien diseñara, por ejemplo, un conjunto
ciones, incluso las profesionales. ¿Cómo podría un ingeniero habitacional cumpliendo con la obligación de minimizar los
cumplir la responsabilidad de maximizar para la sociedad la re- costos del inversionista inmobiliario sin considerar la seguri-
lación beneficio/costo de un proyecto si no es capaz de enten- dad de los futuros habitantes del inmueble. El ingeniero que
der los intereses de quienes van a recibir los beneficios y pagar cede a estas presiones y no logra conciliar los intereses de su
los costos? ¿ C ó m o se puede tener motivación para servir a otras cliente con los de la sociedad puede alegar q u e actúa bajo u n a
personas si no se a m a en p r i m e r lugar a las m á s cercanas? norma expresamente escrita en d o c u m e n t o s aplicables en todo
¿Cómo servir a la sociedad si no se tiene la convicción de que el m u n d o (por ejemplo, las n o r m a s de la International Organi-
las nociones de c o m u n i d a d y de patria son prolongaciones in- zation for Standardization [iso|, que para fines de certificación
evitables de la idea de familia y, en última instancia, constituyen de calidad dan al cliente la máxima jerarquía en el conjunto de
parte de nuestro ser y nuestra personal identidad? Porque sin criterios q u e deben regir el trabajo de u n a empresa), p e r o esta-
capacidad de afecto no se puede respetar ni servir a nadie, ni a ría degradando la ingeniería del rango de una profesión al de
sí m i s m o , tal capacidad y su consecuencia lógica, la identidad una técnica (la diferencia entre una y otra actividad se señaló en
múltiple de cada ser h u m a n o , constituyen partes inseparables el capítulo 11). De proceder así, la visión profesional se tornaría
del h u m a n i s m o (véase el capítulo x). inevitablemente miope, y las consecuencias se podrían revertir
en el m e d i a n o plazo en contra tanto del cliente como del propio
Por otra parte, el ingeniero debe estar consciente de que
ingeniero.
quienes tienen derecho a intervenir en un proyecto o ven q u e sus
intereses están involucrados en él (sean dueños, beneficiarios Empero, las contrapartes del ingeniero en este proceso no
indirectos o perjudicados p o r el mismo) p u e d e n en cualquier son sus adversarios, sino partícipes legítimos a quienes ha de
m o m e n t o a s u m i r actitudes tendientes a defender exclusiva tratar caballerosamente. El papel del ingeniero no es combatir o
m e n t e tales intereses particulares; estas actitudes son legítimas menospreciar los intereses de tales contrapartes, sino conciliar-
c o m o p u n t o de partida de un proceso, pero luego deben irse ios con los del resto de la sociedad, para lo q u e d e b e desplegar a
ajustando c o m o consecuencia de diálogos y negociaciones. El la vez una refinada flexibilidad y una firme convicción de la im-
papel del ingeniero en t o d o ello es propiciar la expresión hones- portancia q u e para todos tiene el no soslayar los intereses so-
ta y clara de tales intereses de m o d o que p u e d a n conciliarse en- ciales m á s amplios. Vista en esta perspectiva, la ingeniería es un
tre sí y con los m á s amplios intereses de la sociedad en su con- noble deporte q u e se disfruta en la medida en que todos los
junto. A la vez, debe saber el ingeniero que las mayores presiones partícipes juegan con apego a las reglas.
en pro de intereses particulares, lo m i s m o burdas que sutiles c
igual de su propio yo q u e externas, provienen n o r m a l m e n t e de

116 117
cas con los intereses de t o d o s ) , el trabajo del ingeniero contiene
6. F U N C I Ó N P S Í Q U I C A
en sí m i s m o , a d e m á s del potencial de beneficiar a la sociedad en
DE LA L A B O R I O S I D A D Y EL A F E C T O
general, los elementos necesarios y suficientes para a u m e n t a r la
felicidad de los profesionales que lo ejercen. D e s d e esta pers-
Una de las mayores hazañas de la ciencia del siglo xx fue descu-
pectiva, es fácil c o m p r e n d e r por qué suelen encomiarse los "pla-
brir que quien pone en práctica la laboriosidad y la capacidad 1
ceres existenciales de la ingeniería"," a u n q u e s e g u r a m e n t e se
de afecto no sólo está en condiciones de cumplir mejor ciertas
puede decir algo similar de cualquiera otra profesión.
funciones de responsabilidad social como las del ingeniero, sino
que al ejercer esas capacidades p o n e en m a r c h a un círculo vir-
tuoso con el m á x i m o de repercusiones benéficas sobre él mismo.
No es q u e esto fuese absolutamente desconocido antes, pues
desde Aristóteles ha sido la razón que justifica el c o m p o r t a m i e n -
to apegado a la ética; sin embargo, no había u n a prueba que
pudiera considerarse tan bien fundada c o m o la aportada por el
trabajo clínico de Freud al respecto. Nadie lo ha expresado m e -
jor q u e el propio autor de dicho descubrimiento: "Lo q u e el
c o m p o r t a m i e n t o de los h u m a n o s revela es q u e c o m o fin último
de sus vidas buscan la felicidad [... ] Esta búsqueda tiene dos
facetas [...] U n a es trabajar solidariamente con otros para el
bien de todos [...] La otra es el a m o r [...] que extrae felicidad
de la liga emocional con los objetos de tal a m o r [...] A m b a s le
brindan al individuo el necesario contacto estrecho con la rea-
9
lidad".
Al descubrir que el equilibrio entre trabajo y afecto, p o r ser
la clave de la felicidad, constituye la condición ideal del ser hu-
m a n o , Freud reveló a la vez la condición patológica de quienes
carecen de tal estado de armonía, y por tanto sufren de enaje-
nación o falta de comprensión de los aspectos h u m a n o s de la
realidad.
Por poner en juego simultáneamente la laboriosidad y la
búsqueda de soluciones socialmente óptimas (es decir, armóni-
» S. C Florman, The Existential Pleasures of Engineering, St. Martin Press, Nueva
y
S. Freud, El malestar en la cultura, 2, op. cit. York, 1976,160 pp.
119
118
VI. La formación de ingenieros mientos de interés profesional mediante la observación y el
estudio autodidacto.
3. Por su parte, en la práctica se adquiere de m o d o natural otro
conjunto de conocimientos necesarios (principalmente de
carácter empírico) y se afinan, robustecen y amplían las ca-
pacidades laborales adquiridas en la escuela.
4. También es en la práctica d o n d e se adquiere y desarrolla el
atributo más específico y valioso de un ingeniero: el juicio
profesional o juicio experto.
5. La práctica de la ingeniería normalmente se organiza por
proyectos, cada u n o de los cuales es llevado a cabo por un
equipo de trabajo encabezado por un ingeniero con expe-
i . E L P U N T O D E PARTIDA riencia amplia. Un equipo de trabajo suele incluir, además de
ingenieros, profesionales de otros campos, y puede ser muy
En los cuatro capítulos precedentes se describieron el quehacer n u m e r o s o o tener pocos integrantes; pero, cualquiera que sea
del ingeniero, sus m é t o d o s de trabajo, el tipo de conocimientos su tamaño, es deseable que incluya ingenieros con grados de
y capacidades q u e requiere y el ambiente q u e es m á s propicio experiencia variados, de m o d o que en su seno pueda ocurrir
para la adquisición de u n o s y otras. Estos conocimientos y ca-
espontáneamente el proceso formativo de los más jóvenes
pacidades constituyen, p u e s , las metas de aprendizaje q u e du-
por los más experimentados. Es en el interior de cada u n o
rante su formación debe alcanzar un profesional de la ingeniería.
de dichos equipos, y en el trabajo mismo, como resulta más
En consecuencia, los lincamientos generales de la formación de
eficaz y plena la formación práctica de los profesionales, y los
ingenieros no son sino corolarios de dichos cuatro capítulos y
estándares de esta formación pueden ser tan exigentes como
p u e d e n expresarse c o m o sigue:
se quiera.
6. En un equipo de trabajo, cada integrante tiene u n a enco-
1. En cualquier campo de la ingeniería la adquisición y el des- m i e n d a específica, pero t o d o s los retos, avances, hallazgos y
arrollo de los conocimientos y capacidades que un profesional
resultados del proyecto se discuten colectivamente, de m o d o
necesita exigen dos etapas formativas, la primera en la escuela
que cada m i e m b r o del equipo está expuesto a aprender del
y la segunda en la práctica.
trabajo de todos los demás; por tanto, mediante el trabajo en
2. En la escuela se adquieren conocimientos y m é t o d o s de equipo no sólo adquieren el saber-hacer de la profesión los
carácter científico que habilitan para comenzar a ejercer la ingenieros más jóvenes, sino que también los miembros más
ingeniería en u n a posición subordinada, a d e m á s de cierto experimentados del g r u p o refuerzan y amplían su formación.
conjunto de capacidades para seguir adquiriendo conoci- A fin de que ese aprendizaje sea más amplio y profundo, es
120
121
deseable q u e al cabo de cada proyecto los equipos de trabajo a la escuela. No cabe analizar aquí esta cuestión en general,
se recompongan para que cada ingeniero tenga o p o r t u n i d a d pero sí en lo q u e toca a la ingeniería.
de participar, dentro de su campo, en proyectos diversos y Hoy contribuyen a la formación de nuevos cuadros de in-
con distintos c o m p a ñ e r o s de equipo. genieros tanto las escuelas como las organizaciones q u e hacen
7. El desarrollo del juicio profesional o juicio experto exige un ingeniería. Las segundas lo logran gracias a la forma en que por
m o d o especial de proceder en la realización de los proyectos lo general organizan su labor cotidiana: en proyectos, cada u n o
de ingeniería y en la organización de los equipos de trabajo, de los cuales se e n c o m i e n d a a un equipo de trabajo que incluye
pues la capacidad de juicio no es simplemente el resultado ingenieros con una amplia gama de experiencias profesionales,
de muchos años de experiencia, sino de un m o d o específico de desde el de larga experiencia práctica y bien desarrollado juicio
adquirir la experiencia. Para que los ingenieros desarrollen hasta el recién graduado. En una organización d o n d e se hace
b u e n juicio profesional, se requiere que en cada proyecto del ingeniería, el proyecto y el equipo de trabajo responsable del
que sean partícipes se tenga cuidado de hacer u n a predicción m i s m o constituyen la unidad organizativa básica, y en ella se da
explícita del c o m p o r t a m i e n t o futuro del proyecto una vez una fuerte sinergia entre el hacer ingeniería y el aprender a ha-
implantado, y luego se haga un m o n i t o r e o del m i s m o y se cerla haciéndola; así se logra no sólo la m á x i m a eficiencia en la
compare la predicción con el c o m p o r t a m i e n t o observado. Es ejecución de proyectos, sino una notable efectividad en la trans-
la acumulación de m u c h a s comparaciones de este tipo lo que misión de capacidades prácticas de los ingenieros dotados de
va dejando en la mente del ingeniero una especie de destilado mejor juicio hacia los m e n o s experimentados. Proceder de este
de sensibilidad, llamado juicio profesional, q u e le permite em- m o d o propicia la labor formativa pero evita q u e ella desquicie
prender cada vez más exitosamente proyectos futuros. o lastre la función central de la organización, p u e s p e r m i t e apro-
vechar al m á x i m o el saber-hacer y la experiencia de cada indi-
viduo tanto en la realización de proyectos como en la forma-
2 . I M P O R T A N C I A D E LAS F O R M A C I O N E S
ción de cuadros, t o d o con el m á x i m o de descentralización en la
toma de decisiones.
ESCOLARIZADA Y PRÁCTICA
En cuanto a los ingenieros individuales, sus condiciones en
En el m u n d o entero y en t o d o s los c a m p o s del saber, los últimos este m o d o de trabajar en equipo también son muy favorables,
dos siglos han constituido la era de la escolarización del apren- c o m o se explicó en el capítulo iv. En la práctica, y en el ambiente
dizaje y durante ellos se ha discutido m u c h o la función formativa más apropiado, todos están así en posición de contribuir a la
de la escuela en todos los niveles y tipos de educación, incluso ejecución de proyectos a la vez que adquieren, y propician q u e
la profesional. En cambio se reflexiona p o c o sobre la función otros adquieran, el buen juicio y las capacidades profesionales
formativa de la práctica, c o m o si la responsabilidad casi abso- que cada u n o requiere para su propio desarrollo. Quienes par-
luta que al respecto tuvo esta última en la mayoría de las p r o - ticipan en esta forma peculiar de aprender h a c i e n d o no sólo
fesiones hasta el siglo x v m se quisiera transferir por completo amplían continuamente sus capacidades prácticas, sino que

122 123
adquieren nuevos conocimientos científicos y empíricos, pues raímente provenientes de la geometría, unas basadas en criterios
conforme se enfrentan a problemas y circunstancias novedosas estéticos derivados de las proporciones clásicas, y otras de la
se crean condiciones ó p t i m a s para el aprendizaje, q u e incluyen formulación gráfica de los requisitos de estabilidad de las edifi-
el realismo de los problemas, la motivación para a p r e n d e r re- caciones de mampostería, que era el material p r e d o m i n a n t e de
presentada por la obligación laboral, y la o p o r t u n i d a d de hacerlo la época.
con la guía de las personas más idóneas; basta con agregar a P u e d e decirse que esa doble vertiente de preparación de
t o d o ello un poco de e m p e ñ o autodidacto para obtener los me- los ingenieros, teórica y práctica, ha existido desde siempre,
jores resultados. pues es consecuencia necesaria del quehacer y los m é t o d o s
N u n c a será excesivo el énfasis que se ponga en la necesidad de la ingeniería. Ignorarla c o n d u c e no solamente a fracasos
de que la formación del ingeniero ocurra en a m b o s ambientes: personales c o m o los aludidos p o r Vitruvio, sino también a
el escolarizado, indispensable en los tiempos m o d e r n o s para el callejones sin salida para las escuelas de ingeniería. Esto es lo
aprendizaje de la teoría j u n t o con la iniciación en su uso, y el de que sucede cuando se pretende que la institución educativa por
la práctica tutelada por ingenieros m a d u r o s , a fin de que el sí sola dé al futuro ingeniero los dos tipos de saber que requerirá
aprendiz tenga, sin riesgos excesivos, vivencias personales en para el ejercicio de su profesión. Lo curioso es q u e , d e b i d o a
todos y cada u n o de los procesos intelectuales de la ingeniería y, tal pretensión, durante decenios recientes ha crecido la tendencia
en particular, pueda realizar en condiciones realistas y a escala a volcar sobre las escuelas de ingeniería un c ú m u l o de críticas
natural el tipo de cálculos, observaciones y comparaciones ca- injustificadas, acompañadas de presiones en pro de que asuman
racterísticos de la profesión. Por cierto, la necesidad de esta funciones que no les corresponden ni p o d r í a n llevar a cabo
dualidad formativa no es nueva; desde el siglo i a.C. Vitruvio debidamente. 2

dejó constancia, en su tratado sobre diseño, construcción y En efecto, es desatinado criticar un h e c h o que, si bien es ve-
fabricación, de q u e en la ingeniería "el conocimiento es hijo de rídico, es a la vez inevitable: que la preparación con la que salen
la teoría y la práctica [...] y quienes han querido adquirir ca- de la escuela de ingeniería los estudiantes es insuficiente para la
pacidades prácticas sin estudio teórico nunca han alcanzado práctica de la profesión. Quienes señalan esto y p r o p o n e n que
autoridad a pesar de sus esfuerzos, mientras que quienes con- las escuelas se hagan cargo de remediarlo s u p o n e n arbitraria-
fiaron sólo en la teoría t e r m i n a r o n por perseguir sombras o ilu- mente que la responsabilidad de formar ingenieros se limita
siones, no cosas tangibles. En cambio, los que buscaron el do- exclusivamente a ellas. Para percibir lo absurdo de este supuesto
minio tanto de la teoría como de la práctica alcanzaron pronto basta considerar que durante los más de seis milenios de exis-
1
su objetivo y h a n logrado autoridad reconocida". C a b e recordar tencia del ingeniero como profesional, apenas en los últimos
que lo que en aquel t i e m p o se llamaba teoría no era a ú n cono- dos siglos y m e d i o ha h a b i d o escuelas de ingeniería; el resto de
cimiento de carácter científico, sino un conjunto de reglas gene- ese largo lapso en que no las h u b o los ingenieros se formaban
1
Marcus Vitruvio, "De architectura Libri Deceni", Ihc Ten Books on Architecture. 2
Véase, por ejemplo, D. A. Schón, La formación de profesionales reflexivos, Paidós.
traducido por M. 11. Morgan, Dover Publications, Nueva York, 1960, p. 5. Barcelona, 1992, 310 pp.
r
124 125
íntegramente en la práctica, a u n q u e sin soslayar su preparación profesión y tener u n a concepción inadecuada de las com-
teórica. C o m o en esa época el cuerpo de conocimientos teóricos petencias profesionales necesarias.
de la ingeniería era m u y raquítico, un joven que aspiraba a in- 6. No tener habilidades políticas ni administrativas para em-
gresar al gremio comenzaba a adquirir las capacidades prácticas p r e n d e r con éxito su incorporación al m e r c a d o de trabajo,
del oficio sin pasar por u n a etapa previa de formación escola- etcétera.
rizada, pues el ingeniero experimentado que lo tutelaba podía
por sí m i s m o enseñar a su discípulo tanto los pocos conocimien- C o m o se ve, tales críticas parten de suponer que absoluta-
tos q u e constituían la "teoría" c o m o el c ú m u l o de arte práctico mente t o d o lo necesario para practicar la ingeniería debe apren-
requerido, a d e m á s de los m é t o d o s para desarrollar el buen jui- derse en la escuela; como h e m o s visto, esto nunca ha sido así y
cio. Fue la expansión acelerada del conocimiento científico a no puede serlo.
partir del siglo x v n lo que hizo indispensables las escuelas en Asumir que son susceptibles de aprenderse debidamente en
general y las de ingeniería en particular. Por motivos de eficien- la escuela los aspectos prácticos de la ingeniería (o, para el caso,
cia, del siglo XVIII en adelante ya fue necesario que, antes de de cualquiera otra actividad) implica desconocer la naturaleza
comenzar a aprender de la práctica, el joven aspirante a ingeniero tanto de la escuela c o m o de la práctica. Para comenzar, las con-
pasara por el estudio escolarizado del conjunto de m é t o d o s y diciones de la práctica no se pueden reproducir con suficiente
conocimientos teóricos pertinentes a la ingeniería q u e la ciencia realismo en la escuela como para hacer de ésta el sitio en que
había p r o d u c i d o y acumulado. aquélla se aprenda; si se intenta, c u a n d o más se logrará simular-
Entre las m u c h a s críticas que hoy suelen hacerse a las escue- las, y eso de m o d o muy costoso e incompleto, que no bastará
las de ingeniería están las q u e les atribuyen responsabilidad por para fines de aprendizaje. ¿De qué manera que no sea la p r o d u c -
los siguientes defectos de sus egresados: ción de prototipos a escala natural se pueden estudiar realista-
mente los problemas técnicos de la fabricación o la construcción?
1. Carecer de ciertos conocimientos y multitud de capacidades ¿Cómo lograr en la escuela la comparación entre lo predicho y
indispensables para la práctica profesional. lo observado de cada proyecto, a fin de desarrollar el juicio
2. Conocer los aspectos técnicos del diseño y la construcción o profesional? ¿Cómo aprender en la escuela a cuidar los detalles,
fabricación, pero no saber cómo y por qué se decide diseñar que son tan importantes en el diseño, sin el eficaz efecto de la
y construir ciertos proyectos. presión psicológica a la que están sometidos en la práctica los
3. Carecer de las habilidades de los buenos prácticos. diseñadores de un proyecto destinado a materializarse y de
4. Ignorar los efectos colaterales, no intencionados y no de- cuyo buen funcionamiento ellos m i s m o s serán responsables?
seables de los proyectos que se diseñan o producen, lo que ¿Y q u é decir de las a ú n m á s complejas cuestiones sociales de la
finalmente degrada el ambiente, p r o d u c e riesgos inaceptables ingeniería? ¿Cómo se podrían simular en el entorno artificial
o crea d e m a n d a s excesivas de recursos escasos. de la escuela los diversos g r u p o s de interés en t o r n o a un pro-
5. Desconocer los ambientes de trabajo en que se ejerce la yecto de ingeniería socialmente importante? ¿ C ó m o reproducir

126 127
el c o m p o r t a m i e n t o de tales g r u p o s y las presiones sociales re- adulto acostumbrado al ejercicio de la libertad y la responsabi-
sultantes? ¿Cómo simular las incertidumbres y otras condicio- lidad. Se trata entonces de un ciudadano que, además de cono-
nes del entorno en que labora el equipo de trabajo responsable cimientos académicos, ha asimilado previamente (en la familia,
de un proyecto de ingeniería?, etcétera. La respuesta es obvia: en la educación básica y preuniversitaria, y en la interacción so-
no se pueden reproducir de m o d o suficientemente realista las cial) las n o r m a s de c o m p o r t a m i e n t o aceptables, incluyendo la
condiciones de la práctica, dadas las múltiples variables signi- noción y la práctica de la ética y el h u m a n i s m o , pues todo esto
ficativas que en ésta intervienen. Por tanto, no hay modelo que se absorbe y adopta c o m o propio p o r el ejemplo y la práctica
pueda sustituir a la práctica para fines de aprendizaje y capa- mejor que por el estudio académico, a u n q u e éste lo refuerce. Si
citación profesional. Lo q u e de la práctica d e b a saberse tiene suponemos q u e quienes comienzan su preparación escolarizada
que aprenderse precisamente en ella. como ingenieros se encuentran en ese estado ideal de formación
y madurez cívica, lo q u e la escuela de ingeniería debe agregar a
la formación moral y humanista de los jóvenes será sólo aquello
que maestros y colegas enseñen de m a n e r a tácita y discreta, y
3. EL PAPEL DE LA E S C U E L A DE I N G E N I E R Í A
lo que el ambiente general de la escuela muestre en cuanto a
respeto m u t u o , solidaridad, rigor intelectual y competencia leal.
Habiendo reconocido la importancia tanto de la escuela como
En tal contexto ideal, la escuela de ingeniería debiera abocarse
de la práctica en la formación de ingenieros, y discutido el papel
centralmente a enseñar muy bien cierto conjunto de conoci-
insustituible de la segunda, revisemos lo que corresponde a la
mientos y m é t o d o s de la ciencia y la ingeniería, d e t e r m i n a d o
escuela profesional. En otros escritos he discutido con más am-
por consenso de un p e q u e ñ o grupo mixto de ingenieros en el
plitud los aspectos que se tocan en este apartado y los tres si-
que deben participar, por un lado, académicos y, por otro, pro-
guientes, en particular los m é t o d o s y criterios con los que con-
fesionales de la práctica, t o d o s con experiencia y reconocimiento
viene formular los planes y programas de estudio de u n a escuela
3 en su respectivo c a m p o de actividad.
de ingeniería y las relaciones que debe haber entre la educación
para ingenieros y el contexto social en el q u e éstos actuarán. 1
Entonces, se trataría de que en la escuela los futuros inge-
A la escuela de ingeniería se ingresa n o r m a l m e n t e a los 18 nieros aprendieran bien algo de ciencias básicas (matemáticas,
años o poco más; por tanto, un joven que busque ser ingeniero física, química) y m u c h o de las ciencias de la ingeniería corres-
comienza la etapa escolarizada de su formación siendo ya, en pondientes a la rama profesional de q u e se trate. No obstante,
principio, una persona educada en todos los aspectos del cono- este planteamiento corresponde a condiciones ideales, y tendrá
cimiento básico, y q u e posee las capacidades genéricas de un que matizarse de m a n e r a casuística d e p e n d i e n d o de cuáles son
en la realidad las condiciones de preparación y m a d u r e z en q u e
' D. Rescndiz, "Principios y criterios de los nuevos planes de estudio de la Facultad
de Ingeniería", Ingeniería, vol. LX, núm. 4, México, 1990, pp. 5-10. llegan a la escuela profesional los aspirantes a ingenieros (lo
4
D. Reséndiz, "Los ingenieros que el país necesita", Conferencias Fernando Espino- cual a su vez d e p e n d e de c ó m o funcionan de hecho instituciones
sa Gutiérrez, compilación. Colegio de Ingenieros Civiles de México, México, 1993, pp
115-129. sociales como la familia, la escuela básica, la sociedad m i s m a ) .

128 129
Las diferencias con respecto a la situación ideal p u e d e n afectar 4. EL P R O F E S O R A D O Y LOS P L A N E S DE E S T U D I O
tanto el plan de estudios c o m o los métodos de enseñanza, apren-
dizaje y evaluación, y desde los lincamientos educativos aplica- Por motivos de diversa naturaleza, entre ellos algunos ligados a
bles a todos los estudiantes hasta variantes particulares en la la calidad de la educación, h o y la mayoría de los docentes de las
formación de algunos de ellos, según el grado en que la situación buenas escuelas de ingeniería son académicos, m u c h o s con for-
general y la de cada u n o difiera de la ideal. C o n variantes de un mación básica en ingeniería pero m u y pocos activos en la prác-
lugar a otro, la formación cívica e histórica y la sensibilidad so- tica de esta profesión. Por ello, tanto las instituciones educativas
cial de los jóvenes que llegan a la educación superior puede te- como los órganos reguladores de la enseñanza buscan tener
ner insuficiencias que limiten su capacidad de ejercer la libertad consejo, asesoría y realimentación de profesionales de la práctica
con responsabilidad y respeto a los demás; por tanto, se requerí rá para diseñar los planes de estudio y algunos de los correspon-
que la escuela de ingeniería asuma la obligación de dar cierta dientes m é t o d o s de aprendizaje. Las observaciones y consejos
formación complementaria en esos aspectos. Siempre será me- que al respecto reciben las escuelas de ingeniería n o r m a l m e n t e
j o r hacer esto en el contexto de los propios cursos de ingeniería; reiteran la conveniencia o necesidad de que, a d e m á s del saber y
p o r ejemplo, mediante discusiones sobre cómo se toma una de- las capacidades especializados, los recién graduados tengan co-
cisión profesional en la práctica, teniendo en cuenta las conse- nocimiento del m u n d o de los negocios y las finanzas, sepan
cuencias que tales decisiones p u e d e n tener para diversos grupos comunicarse en esos campos y muestren habilidades en la toma
sociales, para el país, para la h u m a n i d a d , para las generaciones de decisiones. Es natural que tales sean las sugerencias, pues,
venideras, etc. El objetivo sería p o n e r en evidencia los criterios por una parte, el ejercicio de la ingeniería es, en efecto, m u c h o
o reglas de decisión que permiten tomar en cuenta, armonizán- más que la solución de problemas como los que se enseñan en
dola, aquella diversidad de consecuencias posibles. las escuelas o los libros de texto y, por otra, los profesionales a
Llenar lagunas de ese tipo en la formación de los jóvenes es quienes n o r m a l m e n t e las escuelas piden consejo en estos casos
indispensable para formar ingenieros con los atributos necesa- son ingenieros m a d u r o s cuyas responsabilidades profesionales
rios. Otra opción para el m i s m o fin p u e d e ser q u e los estudiantes incluyen la supervisión y la representación de sus respectivas
t o m e n cursos extracurriculares con contenidos del c a m p o de la organizaciones ante clientes y otras instancias, y en estas acti-
ética y la historia (en particular la historia de las ideas y la his- vidades requieren sobre t o d o los conocimientos y las capacida-
toria de la técnica), con tal de que tales cursos estén orientados des preconizados. Sin embargo, no serán estas tareas las que
a adquirir no un saber libresco, sino una comprensión del m o d o tendrán que realizar los recién graduados en la etapa inicial de
en que el contexto influye en la toma de decisiones; así se les su incorporación a la práctica, sino otras para las que requerirán,
hará percibir que, mediante criterios éticos, es posible armonizar sobre todo, el mayor dominio posible de los conocimientos y las
los intereses propios y los ajenos. habilidades metodológicas que en los capítulos precedentes
h e m o s identificado como susceptibles de aprenderse en la escuela.
Los recién graduados deben estar preparados para desempeñarse

130 t 131
bien en lo q u e con alta probabilidad t e n d r á n q u e hacer en su
primer empleo; lo demás es mejor q u e lo aprendan en la práctica, de las ciencias básicas que se requieran para entender y aplicar
q u e constituye el ambiente ó p t i m o para ese fin. Por tanto, la aquellas. En paralelo con este proceso de aprendizaje, los estu-
escuela debe tener capacidad para filtrar con b u e n sentido los diantes habrán de desarrollar también las capacidades de análi-
consejos q u e recibe; de otro modo, la calidad de la educación sis, síntesis, deducción, abducción e inducción implícitas en los
puede sufrir efectos negativos, pues: métodos de tales ciencias, más la capacidad de comunicarse
con claridad y precisión en la lengua ordinaria y en los lengua-
jes especializados de la ingeniería, c o m o el matemático y el grá-
1. Es imposible incluir en un p r o g r a m a de estudios de cuatro o
cinco años de duración t o d o lo q u e un b u e n ingeniero debe fico. Los criterios de decisión de la ingeniería deben ser discu-
saber. tidos no en cursos por separado, sino integrados al contexto de
los cursos sustanciales. Por lo demás, la escuela debe asegurar-
2. C o m o se explicó antes, algunos de los conocimientos y casi
se de que sus graduados adquieran a su paso por ella una visión
todas las capacidades, salvo las básicas, se aprenden mejor en
general y bien integrada de la ingeniería, sus funciones, sus m é -
el contexto de la práctica profesional, p o r lo q u e la escuela
todos, su contexto y su entorno, y tomen conciencia de los cono-
debe concentrarse en lo que ella puede hacer bien, y dejar a
cimientos y las capacidades adicionales que después deben
los años iniciales de la práctica profesional subordinada
aprender, bajo supervisión, durante su etapa de trabajo inicial y
aquello que es más apropiado aprender en ella.
que luego deberán reforzar a todo lo largo de su vida profesional.
3. El ingeniero recién g r a d u a d o se p o d r á iniciar y desarrollar
En lo que toca al c u e r p o de conocimientos especializados
más satisfactoriamente en la práctica de la profesión si, ade-
de la ingeniería, cabe señalar que la función de la escuela es en-
más de los rasgos culturales antes dichos, al salir de la escuela
señar a sus estudiantes no las últimas novedades operativas de
posee un excelente bagaje de conocimientos teóricos especia-
la profesión, sino lo subyacente a ellas (por ejemplo, no los pro-
lizados y capacidades básicas para aplicarlos, ya que en esto
gramas de c ó m p u t o para calcular esfuerzos, sino las ecuaciones
consistirá su labor durante sus años iniciales como ingenie-
de la elasticidad y la plasticidad en que aquellos se basan, más
ro; con base en tales conocimientos p o d r á ir adquiriendo
las habilidades computacionales que permiten desarrollar di-
después, por una parte, capacidad de juicio mediante su tra-
chos programas). C o m o aquel sustrato tiene u n a vigencia m á s
bajo en equipo y, paralelamente, otros conocimientos con-
duradera que las técnicas derivadas de él, d o m i n a r l o bien per-
forme lo requiera, mediante el estudio continuo.
mitirá al futuro profesional entender rápidamente e incorporar
a su práctica las nuevas herramientas operativas que vayan sur-
En consecuencia, los planes de estudio deben concentrarse
giendo después de su graduación.
en q u e los estudiantes adquieran en la escuela, sobre todo, una
La formulación de planes y programas de estudio se enfrenta
n o c i ó n coherente y profunda del cuerpo codificado de sabe-
a dos hechos ineludibles y contrapuestos: a) que el acervo de
res específicos de su c a m p o ; es decir, lo central de cada una de
conocimientos relevantes crece continuamente, y b) que en un
las ciencias de la ingeniería relevantes y los conocimientos
lapso d a d o no puede aprenderse bien más que cierta porción de

133
él. Por tanto, cada decisión de introducir un nuevo tema en los de la ingeniería se enseñen con ejemplos y ejercicios seleccio-
planes de estudio debe llevar aparejada la decisión de eliminar nados de los problemas que se traten en los cursos prácticos
otro de extensión comparable, so p e n a de congestionar al estu- donde se estudien el diagnóstico y el diseño. De tal m o d o , al es-
diante y volver superficial el aprendizaje. El dilema se resuelve tudiante le resultará claro cómo se relacionan esas distintas
teniendo en cuenta q u e , al crecer el c u e r p o de conocimientos materias, la importancia relativa de cada una y el carácter inte-
disponible, se modifica la importancia relativa de cada tema gral e interdependiente del acervo de conocimientos q u e está
específico. En consecuencia, periódicamente las instituciones adquiriendo, lo q u e contribuirá a reforzar su motivación, la ca-
educativas deben, por así decirlo, reordenar en grado de impor- lidad de su aprendizaje y finalmente sus capacidades c o m o pro-
tancia decreciente toda la lista de conocimientos que en primera fesional. Pese a ser, en principio, así de fácil dar salida al problema
aproximación parezca deseable incluir en el plan de estudios, y apuntado al comienzo de este párrafo, en la práctica resulta t a n
luego fijar en la misma el límite de lo que es posible que el es- difícil que en todo el m u n d o las escuelas de ingeniería siguen sin
tudiante aprenda en el t i e m p o disponible para ello, y de tal m o - resolverlo a satisfacción; la causa es que, en esta época de creciente
do determinar qué ha de quedarse fuera del plan de estudios. especialización y partición de todas las actividades, los cursos
O t r o aspecto importante de la didáctica es la m a n e r a de en- de ciencias básicas, de ciencias de la ingeniería y de diagnóstico
señar la ciencia básica, las ciencias de la ingeniería y los m é t o d o s y diseño son impartidos, respectivamente, p o r tres tipos de pro-
de diagnóstico y diseño. Es indispensable q u e esto se haga de fesores de perfil diverso, todos demasiado activos en su propia
m o d o que para el estudiante resulten claras las relaciones mu- especialidad y sin tiempo para buscar los m o d o s arriba indica-
tuas entre estos tres c o m p o n e n t e s del c u e r p o de conocimientos dos de armonizar continuamente su enseñanza con la de sus
del ingeniero. Muy frecuentemente tal condición no se cumple colegas de otros cursos.
d e b i d o a falta de coordinación en los programas de estudio de
cada una de aquellas tres partes del curriculum; esto se manifiesta 5. L O S INSTRUMENTOS DE TRABAJO
en q u e los cursos de ciencia básica (matemáticas, física, química)
no muestran claramente, con ejemplos específicos de interés, la La microelectrónica y la informática están c a m b i a n d o acelerada-
m a n e r a en q u e estos conocimientos se usan en cada u n a de las mente la manera c o m o los ingenieros realizan su quehacer. No
ciencias de la ingeniería que después se estudiarán en otros cur- solamente la computación ha sido transformada radicalmente
sos. Por otra parte, t a m p o c o se muestra y enfatiza la m a n e r a por la microelectrónica, y lo será después por la nanotecnología,
c o m o cada u n o de los conocimientos de las ciencias de la inge- sino también la medición, en virtud de la cada vez más sencilla,
niería se aplica en el diagnóstico y el diseño. La solución es sen- confiable y variada instrumentación disponible. D a d o que la in-
cilla, aunque no tan fácil de lograr y m a n t e n e r o p e r a n d o : con- geniería es el principal usuario directo de los nuevos artefactos
siste simplemente en asegurarse de que los ejemplos y ejercicios de medición y cómputo (sensores, transductores, microproce-
que se usen en la enseñanza de la ciencia básica se escojan de sadores, autómatas y demás desarrollos de la microelectróni-
problemas de las ciencias de la ingeniería, y que las ciencias ca), las herramientas y los m é t o d o s de trabajo de los ingenieros

134 135
se h a n transformado y seguirán haciéndolo c o n el influjo de tomar en cuenta. Así, la capacidad de análisis ha dejado de ser,
estas nuevas tecnologías que, por lo demás, h a n tenido similar en la mayoría de los casos prácticos, u n a barrera para lo que
efecto revolucionario en casi todas las d e m á s actividades. Por puede hacer un ingeniero de cualquier campo, y el desafío con-
tal motivo la formación de ingenieros está fuertemente influida siste a h o r a en saber usar esa e n o r m e capacidad con buen juicio.
por la necesidad de estos profesionales de conocer y manejar Lo inteligente será usarla no como fuerza bruta para incluir
con soltura todas esas nuevas herramientas, q u e con seguridad todas las variables e interrelaciones imaginables, pues esto pue-
seguirán evolucionando muy rápidamente. de más bien desembocar en confusión y desatinos, sino como
La computación p o r sí sola ha hecho posible q u e t o d a s las medio para valorar de manera más completa o realista los efec-
r a m a s de la ingeniería d e n un gran salto hacia adelante en su tos de variables y parámetros dignos de consideración, y siempre
capacidad de análisis. C o n opciones cada vez m á s p o d e r o s a s y sometiendo los resultados a una confirmación de órdenes de
accesibles de m o d e l a d o y simulación numérica, la ingeniería magnitud mediante m o d e l o s m á s elementales, mejor p r o b a d o s
seguirá haciéndose cada vez m e n o s dependiente de modelos o menos sujetos a errores azarosos.
físicos o matemáticos simplistas para fines de análisis y diseño.
En cambio, necesitará dedicar mayor atención a la medición y
el m o n i t o r e o de proyectos a plena escala, a fin de calibrar los 6. A C T I T U D E S ANTE LA TECNOLOGÍA
efectos combinados de los nuevos y diversos m o d e l o s y métodos
de análisis q u e suelen concurrir en cada proyecto. Seguirá cre- Debe buscarse que los ingenieros en formación adquieran há-
ciendo la capacidad de representar con un alto grado de realis- bitos y capacidades de innovación, pero también mecanismos
m o , m e d i a n t e m o d e l o s computarizados, el c o m p o r t a m i e n t o de de resistencia al cambio por el cambio. Ello no necesariamente
objetos, sistemas y procesos m u y complejos, sea que la compleji- significa q u e deban introducirse cursos especiales para estos fi-
d a d provenga de la intervención de m u c h a s variables o de la nes, sino que en los de ciertos temas se haga un análisis crítico
naturaleza no lineal de materiales, procesos o sistemas. Los de las soluciones adoptadas; por ejemplo, que se discutan las
límites a la modelación numérica seguirán siendo impuestos limitaciones de diseños conocidos, las posibilidades de superar-
casi exclusivamente p o r q u e sea o no posible o práctico hacerse las, los costos que ello implicaría, y otras condiciones que debie-
de la información para caracterizar debidamente el objeto de ran cumplirse para que las soluciones alternativas resultasen
estudio (como ocurre, por ejemplo, con las formaciones geoló- atractivas. De ese m o d o se fomenta y se vuelve hábito la actitud
gicas m u y inciertas en las que se construyen algunas de las obras innovadora. Por su parte, la capacidad para resistir la tentación
de ingeniería civil, o con los sistemas cuyos c o m p o n e n t e s socia- de hacer cambios por simple afán de novedad se logra cobran-
les o ecológicos son muy complejos), pero aun en estos casos la do conciencia de que cambiar lo q u e ya se conoce implica ries-
modelación n u m é r i c a ofrece medios para ensayar hipótesis di- gos y costos; el riesgo de que las novedades improvisadas no
versas y ganar sensibilidad sobre el efecto de un n ú m e r o de va- funcionen en algunos aspectos tan bien como las soluciones ya
riables y parámetros q u e hace apenas pocos años era impensable probadas, y los costos de aprender a usar, administrar y m a n t e -

136 137
ner lo nuevo. Solamente se justifican los cambios cuyos efectos de precisamente en eso: p o n e r ante los ojos de t o d o s los seres
benéficos sean mayores que dichos riesgos y costos. La capaci- humanos las opciones y experiencias que otras naciones y per-
d a d de innovación y la resistencia al cambio por el cambio, como sonas h a n desarrollado, para que cada quien opte por lo que
se ve, son complementarias y se adquieren simultáneamente. más le conviene y mejor pueda ajustarse a sus designios y posi-
Surge aquí naturalmente u n a pregunta: ¿deben ser diferentes bilidades; todo lo demás de ella son cuestiones que en cada caso
los conocimientos y las tecnologías que dominen y usen los in- habrá que analizar, decidir y negociar. No se puede renunciar
genieros de países cuyo g r a d o de desarrollo sea diverso? Desde a priori a ningún conocimiento o saber-hacer disponibles, sea
luego que deben ser diferentes en ciertos aspectos. Por ejemplo, quien sea el autor de ellos; dado que existen, son p a t r i m o n i o
el conocimiento y la comprensión de la cultura, la historia, la de la h u m a n i d a d entera, aunque tengan precio. Los ingenieros de
sociología y la economía del país respectivo es indispensable para cualquier país deben acceder sin titubeos al c o n o c i m i e n t o uni-
diseñar proyectos que funcionen apropiadamente y produzcan versal y a las nuevas tecnologías, además de crear ellos mismos
los efectos sociales previstos. M á s allá de esto, los ingenieros de- nuevas soluciones mediante la innovación de lo q u e existe. No
ben tener el m i s m o acervo de conocimientos de su especialidad, es que hoy la información, el conocimiento, el ingenio y la in-
cualquiera que sea su país de origen o de residencia, y deben ser ventiva sean más importantes que antes; siempre lo h a n sido y
capaces de usarlo de m a n e r a igualmente atinada, racional y seguirán estando en el origen de las ventajas de unas naciones
h u m a n i s t a (es decir, sensible a los intereses, preferencias, recur- sobre otras; es decir, seguirán siendo lo que produzca en cada
sos y condiciones de los seres h u m a n o s a cuyo servicio están país el d i n a m i s m o de sus empresas, la productividad laboral y
destinados los proyectos q u e el ingeniero diseña y produce). la calidad de vida.
Hay quienes opinan q u e los países m e n o s desarrollados no re-
quieren los avances tecnológicos y científicos más recientes y, 7- G É N E R O E I N G E N I E R Í A
p o r tanto, sus ingenieros no necesitan conocerlos. Tal tesis
asume tácitamente que los países rezagados habrán de recorrer Hasta hace aproximadamente medio siglo la ingeniería era una
paso a paso la trayectoria de los más avanzados; pero esto no profesión casi exclusivamente masculina. En la matrícula de t o -
tiene sustento, m e n o s aún en las condiciones de interconexión das las escuelas de ingeniería del m u n d o , las mujeres constituían
e interdependencia del m u n d o actual. Todos los seres h u m a n o s una fracción que variaba de pequeña a casi nula. H o y siguen
vivimos ya en la misma fecha. Si los profesionales de los países siendo una minoría en el gremio pero ya casi son la mitad de la
rezagados conocen la historia y las diferencias q u e separan a matrícula escolar de ingeniería en los países desarrollados y se
u n o s países de otros, p u e d e n evitar experiencias costosas, tomar aproximan rápidamente a esa proporción en todos los demás.
ciertos atajos y, sobre todo, no descartar el uso de n i n g u n a tec- El sentido de esta evolución no puede ser sino positivo. En las
nología q u e resulte a la vez deseable y asequible, ni renunciar escuelas ya es evidente la competencia de las mujeres por los
a priori a desarrollar un proyecto sin previo análisis de su conve- más altos niveles de calidad académica. En el gremio, por su par-
niencia y factibilidad. El valor principal de la globalización resi- te, ya se p u e d e d o c u m e n t a r la presencia de mujeres ingenieras

138 139
en todos los aspectos de la vida moderna; igualmente se multi-
plican los ejemplos de contribuciones individuales y de carreras
personales de mujeres tan destacadas como las de los hombres.'
SEGUNDA PARTE
Una primera obligación de las escuelas, el gremio y las empresas
de ingeniería es reconocer y difundir lo que las mujeres están
a p o r t a n d o a la ingeniería en sí y a la imagen de la profesión; EL ENTORNO DE LA INGENIERÍA
otra, estar atentos a que, con base en las capacidades de cada una,
sus oportunidades se acrecienten hasta igualarse a las de sus co-
legas varones, tanto en responsabilidad c o m o en remuneración
y visibilidad.

5
S. E. Hatch, Changing our World: True Stories of Women Engineers, ASCE Press.
Reston, Va., 2006, 352 pp.

140
VIL Ciencia e ingeniería

i. LAS DOS FUENTES


DE CONOCIMIENTO OBJETIVO

El conocimiento de las leyes que gobiernan los fenómenos con


que lidia la ingeniería es u n o de los elementos que el ingeniero
usa, y la ciencia es hoy la fuente principal de la que ese conoci-
miento proviene. Sin embargo, el hecho de q u e la ingeniería sea
mucho más antigua que la ciencia hace evidente que ésta no es
su única fuente posible de conocimiento. En efecto, antes de
que en el siglo x v n naciera la ciencia (esto es, se institucionali-
zara su versión m o d e r n a basada en el m é t o d o experimental y
las matemáticas), la ingeniería era ya u n a antiquísima profesión
que apoyaba sus decisiones en conocimiento producido por la
práctica de la misma, que sigue siendo hoy una fuente válida y
muy frecuentada.
Lo q u e se aprende del ejercicio de cualquier actividad prác-
tica se d e n o m i n a conocimiento empírico y, p o r ser hijo de la
experiencia y no de la lucubración racional pura, es h e r m a n o
legítimo del conocimiento científico. Por eso no es filosófica-
mente válida la connotación despectiva impuesta, después de

143
Kant, al adjetivo empírico, que rigurosamente significa tan sólo práctica son tan legítimos c o m o los de la ciencia; el saber deri-
conocimiento derivado de la observación de la naturaleza y, por vado de la práctica puede resultar m e n o s general, m e n o s aproxi-
consiguiente, es aplicable t a n t o al q u e proviene de la ciencia mado y a veces más provisional que el conocimiento científico,
como al producido por la práctica. Antiguamente t o d o conoci- pero a m b o s tienen la m i s m a base de validez filosófica (el e m -
miento requerido por la ingeniería u otras actividades tuvo que pirismo).
generarse en la práctica, pero en el siglo x v n comenzó a cris- Por lo demás, ni el conocimiento proveniente de la ciencia
talizar u n a revolución metodológica q u e finalmente hizo de la ni el derivado de la práctica son definitivos ni plenamente fieles.
ciencia el surtidor principal de conocimiento para todos los fi- Tampoco es n i n g u n o de ellos válido con certeza absoluta, pues
nes prácticos, incluso la ingeniería. en ambos casos su m o d o de generalizar es la inducción, que
Entre el conocimiento generado por la ciencia y el derivado consiste en pasar de la observación de casos particulares de un
de la práctica hay, c o m o veremos después, diferencias solamen- evento a la conclusión de que el patrón o b s e r v a d o en ellos es
te en el grado de su confirmación, y no en la legitimidad de su válido para todos los posibles eventos del m i s m o tipo; tal con-
origen, pues a m b o s se basan en la observación y la experimen- clusión carece de validez probatoria plena, ya q u e siempre que-
tación. Esa diferencia de grado se debe a que en la práctica de da abierta la posibilidad de que el siguiente evento que se obser-
una profesión (sea la ingeniería, la medicina u otra) es imposi- ve contradiga a los anteriores. Sin embargo, la inducción es el
ble o ilegítimo experimentar en cualesquiera condiciones. Por único m o d o de que d i s p o n e m o s para extraer conclusiones de
una parte, hay experimentos que no deben hacerse en la prácti- nuestra experiencia; a la vez, es la consecuencia última y la más
ca profesional por su alto riesgo; por otra, los que sí son posi- alta expresión del conocimiento h u m a n o : se basa en la abstrac-
bles están sujetos a las siguientes dos condiciones: a) q u e el nú- ción de la realidad mediante el lenguaje (tanto el ordinario co-
m e r o de variables que interviene no sea excesivo, a fin de que mo el matemático, el icónico, etc.) y p e r m i t e identificar las si-
cada una de ellas se pueda controlar, y b) que el costo del expe- militudes entre dos o más hechos particulares, haciendo caso
rimento sea asequible. U n a observación astronómica tiene al- omiso de sus diferencias o peculiaridades. La inducción es el
g u n a s condicionantes equivalentes a las de la experimentación más p o d e r o s o instrumento intelectual del ser h u m a n o , pues
en la práctica profesional; esto es, sus objetos de estudio son los hace posible aprender de la simple experiencia de vivir y hacer;
naturales a plena escala y no se p u e d e n aislar de variables inde- finalmente, constituye la fórmula para generar conocimiento
seadas. En contraste, el hecho de que la ciencia pueda definir mediante la ciencia.
arbitrariamente las fronteras de su objeto de estudio permite
La ventaja que, en cuanto a validación, conserva el conoci-
limitar el n ú m e r o de variables y garantizar el control pleno de
miento científico sobre el empírico es, c o m o q u e d ó dicho, el es-
ellas; además, al trabajar en el laboratorio como hace la ciencia,
tar basado en observaciones ampliamente r e d u n d a n t e s q u e ex-
y no a plena escala como en la profesión, reduce los costos y hace
cluyen efectos de variables indeseadas y que pueden ser repetidas
viable la suficiencia y aun la redundancia de observaciones. Em-
por investigadores independientes; ciertamente, no es ésta una
pero, el conocimiento que aportan tanto la astronomía como la
ventaja menor, pero es de carácter circunstancial, no sustancial.

144 145
El conocimiento derivado de la práctica, p o r su parte, suele te- problemas prácticos y una visión invariante del m u n d o . Pode-
ner sobre el de origen científico la virtud de producirse en con- píos atribuir principalmente a Galileo y a Francis Bacon el ha-
diciones m u c h o más realistas, tanto de escala c o m o de entorno; ber hecho posible que el conocimiento comenzara a crecer con
por lo mismo, la confirmación de una teoría en la práctica, so- rapidez cada vez mayor a partir del siglo x v n . El n ú m e r o de no-
bre t o d o en una variedad amplia de casos particulares, constitu- tables hallazgos que Galileo logró durante su vida, y su insisten-
ye para la ingeniería u n a validación m u c h o más fuerte que la cia en lo metodológico, dejaron bien establecido el m o d o ó p -
q u e pudiera provenir de otras tantas confirmaciones en el en- timo de buscar y confirmar cualquier nuevo saber objetivo. Esto
t o r n o artificialmente controlado de un experimento científico. quedó claro sobre t o d o después de la publicación un tanto su-
Finalmente, hay q u e señalar que, c u a n d o no hay conocimien- brepticia (en la Holanda protestante, más allá de los alcances
to científico disponible, el uso del de origen empírico es no sólo del papa) de su obra con mayores repercusiones: el Diálogo so-
1
legítimo, sino obligatorio para u n a profesión c o m o la ingenie- bre las dos nuevas ciencias. Conforme la aplicación del m é t o d o
ría, cuyo imperativo es resolver problemas con oportunidad, y galileano fue d i s e m i n á n d o s e en los siglos subsecuentes, se ace-
no esperar pasivamente a q u e la ciencia produzca el conocimien- leraron los descubrimientos en diversos campos, principalmen-
to requerido. Por proceder así, algunas veces la ingeniería se ha te la física y la astronomía. Este innovador m o d o de generar
adelantado a la ciencia, invirtiendo el orden cronológico en el nuevo conocimiento, hoy llamado universalmente m é t o d o cien-
que n o r m a l m e n t e ocurren las cosas en la época m o d e r n a ; tal tífico, al principio no estuvo institucionalizado, sino que se des-
fue el caso del desarrollo empírico de las primeras m á q u i n a s de arrolló y practicó por vocaciones y decisiones personales. Sin
vapor, que luego produjeron, además de la Revolución indus- embargo, muy pronto nacieron en la sociedad civil asociaciones
trial, el nacimiento de la t e r m o d i n á m i c a , una nueva rama de la de individuos que lo asumieron colectivamente, c o m o la Acca-
ciencia. demia dei Lincei (1603) y la Accademia del C i m e n t o (1657),
ambas en la península italiana; la Royal Society (1660) en Ingla-
2. G A L I L E O Y EL M É T O D O C I E N T Í F I C O
terra, y la Académie Royal des Sciences (1666) en Francia. Poco
poco, m á s personas, recursos y atención se fueron d e d i c a n d o
Antes del nacimiento de la ciencia m o d e r n a en el siglo x v n , el al planteamiento y solución sistemática de multitud de proble-
conocimiento h u m a n o progresaba lenta e intermitentemente, as en t o d a s las áreas del conocimiento, u n o s con motivación
pues se iba gestando y puliendo de m a n e r a empírica y parsimo- práctica y otros resultantes de la pura curiosidad intelectual.
niosa en el seno de los gremios q u e practicaban la ingeniería, la Nació y creció así la nueva ciencia, que hizo suyos todos los
medicina y otras ocupaciones prácticas; así, sólo después de mu- afanes de saber que antes tenían que atender por su cuenta cada
chos años, siglos a veces, se lograba afinar suficientemente un una de las ocupaciones prácticas e independizó de éstas la ge-
nuevo conocimiento para considerarlo confiable. Los avances neración de conocimiento; surgió, en consecuencia, la ocupa-
ocurrían de vez en c u a n d o y, por lo mismo, d u r a n t e generacio- 1
Galileo Galilei, Diálogo sobre las dos nuevas ciencias, originalmente publicado
nes permanecían vigentes idénticas maneras de enfrentar los ín Holanda por Elzevir, 1638.

146 147
ción de investigador científico y, finalmente, la ciencia adoptó, vaciones, poderosas herramientas que, no obstante, el inteu.
primero en los países desarrollados y luego en otros, aunque en humano había ido concibiendo e incluso u s a n d o desde m u c h o
éstos de m o d o limitado y titubeante, modalidades con soporte tiempo atrás, aunque inconstantemente y de m o d o parcial. En
y estructuración social (filantrópica, comercial y gubernamen- efecto, ya Platón había definido la ciencia c o m o "el juicio docu-
tal) cada vez más amplias. La nueva ciencia ha estado produ- mentado por la prueba" (si bien para él la prueba no necesaria-
ciendo desde entonces un caudal de conocimientos que crece mente era experimental); pero como es bien sabido, tanto la
de m o d o acelerado y sin límite aparente, hasta el e x t r e m o de observación de la naturaleza c o m o las matemáticas tienen tras
haberse vuelto, para algunos, el fundamento de u n a nueva fe de sí una historia antiquísima, con seguridad m á s larga que 30
casi religiosa en el progreso inexorable no sólo de la ciencia, siglos, pues va de Egipto y sus agrimensores, pioneros de la geo-
sino de la h u m a n i d a d en todos los aspectos. 2.
metría, a Grecia con los presocráticos, con Euclides y Arquíme-
El m é t o d o puesto a p u n t o por Galileo consiste en adoptar, des, y llega al Renacimiento con Leonardo, antes de formalizarse
por una parte, la observación sistemática y controlada como y darse a conocer m á s ampliamente a partir de los trabajos de
fuente de imágenes plausibles sobre los fenómenos de la na- Galileo en el siglo x v n y de difundirse explosivamente en el x v m ,
turaleza y como único m o d o válido de confirmar cualquier d e n o m i n a d o siglo de la Ilustración, y los subsecuentes.
postulado, hipótesis o teoría y, por otra, el razonamiento mate- Desde la caída del Imperio r o m a n o en el siglo v y hasta el
mático como m e d i o para procesar las observaciones hasta trans- siglo de Galileo, el m u n d o occidental no siguió u s a n d o el méto-
formarlas en resultados científicos. No es que el despegue du- do experimental. Esto se debió a que durante el milenio que va
rante el siglo x v n de este nuevo m o d o de hacer ciencia haya del siglo iv al x i v Europa perdió gran parte del conocimiento
o c u r r i d o sin precedentes, pues h u b o precursores y pioneros creado por las culturas griega y egipcia. Para que Occidente re-
q u e d u r a n t e innumerables generaciones fueron no sólo conci- cuperara el saber de la Atenas clásica hubieran sido necesarios
biendo y ensayando el nuevo método, sino también enfrentan- muchos más siglos después de aquel milenio medieval si no fue-
do y v e n c i e n d o p o c o a p o c o e n o r m e s trabas q u e d u r a r o n más ra p o r q u e los sabios árabes habían guardado ese tesoro; de ellos
de un milenio (siglos v a x v ) y que se p u e d e n resumir en 1) la fue que poco a poco, durante la última parte de la Edad Media
resistencia externa, institucional y social, representada por la ne y en el Renacimiento, fueron llegando a Europa los conoci-
gación de t o d o nuevo conocimiento que contradijera los dog mientos contenidos en los tratados filosóficos y matemáticos
mas religiosos, principalmente los de la Iglesia católica, y 2) la griegos, a veces traducidos del árabe y a veces directamente del
reticencia interna de los propios intelectuales a contradecir los griego, pero siempre procedentes de las bibliotecas islámicas.
dogmas oficiales e incorporar de m a n e r a generalizada el méto- Hay que tener en cuenta que apenas en el Renacimiento se lle-
do experimental y el procesamiento cuantitativo de las obser- garon a conocer en Europa las obras de los matemáticos de la
3
antigua Alejandría y los trabajos completos de Arquímedes.
2
J. Gray, "Una ilusión con futuro", Letras Libres, año VI, núm. 71, pp. 12-17, Mé-
xico, 2004; G. Zaid, "La fe en el progreso", Letras Libres, año VI, núm. 71, pp. 20-21 ' H. Butterfield. Los orígenes de la ciencia moderna. Consejo Nacional de Ciencia
México, 2004. y Tecnología, México, 1981, p. 116. >
.*
148 149
Así, el m o d e r n o m é t o d o científico no p u d o florecer sino cuan- po, a d e m á s de h a b e r fundado, en u n a sola de sus publicaciones,
do la cultura occidental recuperó por ese m e d i o la herencia in- tres nuevas ramas de la ciencia íntimamente ligadas a la inge-
telectual de la Grecia clásica. En efecto, la revolución científica niería. En efecto, a pesar de q u e el título se refiere a "dos nuevas
del siglo x v n no solamente consistió en aceptar el m é t o d o ex- ciencias", el libro que h e m o s venido c o m e n t a n d o contiene los
perimental u observacional c o m o piedra de toque para validar fundamentos de a) la resistencia de materiales, h o y llamada
t o d o conocimiento sobre la naturaleza, sino, a la vez, en adop- también mecánica de materiales; b) la teoría del escalamiento,
tar las matemáticas c o m o m e d i o obligado de r a z o n a m i e n t o al hoy conocida c o m o análisis dimensional, y c) la teoría del m o -
interpretar y expresar los resultados de las observaciones. Fue la vimiento acelerado relativa a proyectiles y caída libre de los
conjunción de experimentación y matematización lo q u e dio a cuerpos. Curiosamente, siglos después de Galileo, en el s e n o de
la ciencia sus atributos m o d e r n o s : el experimento la hace capaz la propia c o m u n i d a d intelectual heredera de su m é t o d o , han
de detectar y describir el c o m p o r t a m i e n t o de la naturaleza bajo surgido disquisiciones sobre u n a supuesta supremacía de la in-
ciertas circunstancias, en tanto que la matemática le permite vestigación que se realiza sin otro propósito que el saber por el
expresar sus resultados de m o d o a la vez general y susceptible saber; pero la motivación es un asunto í n t i m o del investigador,
de aplicarse a la predicción en cualesquiera circunstancias del y el hecho es que la ciencia institucionalizada de nuestros días,
futuro. su avance y sus usos, son indiferentes a tales motivaciones per-
La larga historia de la h u m a n i d a d siempre ha estado movi- sonales, que deben verse simplemente como un derecho de cada
da, sobre todo, p o r el interés de resolver problemas tan ingen- científico.
tes c o m o la supervivencia, lo q u e p a s o a p a s o se fue logrando H e m o s aludido a las resistencias, sociales o externas por
en el campo de cada u n a de las llamadas artes prácticas: la me- una parte e individuales o internas por otra, que se opusieron
dicina, la ingeniería, las artes bélicas, la agricultura, la cría de durante siglos al uso general del m é t o d o experimental o cientí-
animales, etc. Indicio inequívoco de esto es que el texto de Ga- fico. Para apreciar el tipo y la magnitud de la resistencia externa
lileo sobre las "dos nuevas ciencias" comienza reflexionando que h u b o que vencer, hasta conseguir que los resultados de la
sobre la importancia del trabajo que realizaba el Arsenal de Ve- observación de la naturaleza y la experimentación pudieran di-
necia para el avance del arte de construir barcos. Por la tras- vulgarse y valorarse libremente, basta con considerar la vida del
cendencia que para la ciencia tuvo su contribución metodoló- propio Galileo, quien tuvo que explicar a sus corresponsales y a
gica, Galileo m i s m o es hoy conocido universalmente como multitud de sus críticos, u n a y otra vez a lo largo de su vida, m á s
científico, pero colaboró con el Arsenal en cuestiones relativas al o m e n o s lo m i s m o : que la religión no concierne sino a la salva-
diseño de embarcaciones y es visto por algunos más bien como ción de las almas, p e r o la naturaleza, a u n si creada p o r Dios,
4
ingeniero. Puede decirse q u e fue al m e n o s un gran investiga- sólo puede ser conocida por la experiencia y por un m é t o d o de
dor de los problemas que enfrentaban los ingenieros de su tiem- r a z o n a m i e n t o apropiado, no p o r la revelación. No obstante sus
4
explicaciones, varias veces recibió Galileo advertencias del San-
N. Bassols Batalla, Galileo ingeniero y la libre investigación. Fondo de Cultura
Económica, México, 1995, 208 pp. (Colección Popular.) to Oficio, y finalmente fue juzgado y c o n d e n a d o a m u e r t e , aun-

150 151
que amigos influyentes consiguieron que esta pena se le con- muy capaz para no extraer deducciones falsas una vez conocidos
mutara por la de vivir encerrado, vigilado y silenciado el resto los principios." 1

de su vida.
A juzgar p o r los d o g m a s no teológicos q u e la Iglesia católica En perspectiva, hoy p o d e m o s decir que los esfuerzos des-
y otras siguen p r o p u g n a n d o , las lecciones de aquella historia no plegados por las mejores mentes d u r a n t e u n a decena de siglos,
se han aprendido por completo, pese a que el p a p a ya "perdonó" en el x v n finalmente habían logrado que los tiempos estuviesen
a Galileo (tres y m e d i o siglos después de m u e r t o ) . La larga re- maduros para que la ciencia se liberara de sus mayores ataduras
sistencia interna de los propios investigadores al uso del méto- y, como evidencia y fruto de ello, apenas un siglo m á s tarde, du-
do experimental entre el siglo v y el xv se explica por lo su- rante la Ilustración, la civilización occidental buscaría basar su
cedido a Galileo y a m u c h o s otros, siempre p o r causas idénticas. vida y su visión del m u n d o en la aplicación masiva de los cono-
En cambio, es curioso que también hubiera de batallarse duran- cimientos científicos.
te siglos para vencer u n a resistencia igualmente interna al uso El m é t o d o p r o p u g n a d o p o r Galileo, q u e al difundirse dio
de las matemáticas, c o m o se infiere de la reiteración que el pro- lugar a que la generación de conocimiento se acelerara conti-
pio Galileo (en su libro citado) y Pascal, su joven contemporá-
n u a m e n t e hasta nuestros días, es un proceso q u e consiste en:
neo, hacían de sus argumentos en pro de esta disciplina. Por
ejemplo, desde el p r i m e r párrafo de su obra p o s t u m a , Pascal A. Hacer observaciones (mediciones) sobre el f e n ó m e n o de in-
busca convencer de las ventajas del r a z o n a m i e n t o matemático terés y su relación con las variables que en él intervienen; si
sobre la especulación intuitiva c o m o sigue: estas variables son muchas, partir el problema en partes, m a n -
teniendo constantes algunas de las variables mientras otras se
[En el método matemático] los principios son pocos y muy sen- hacen variar.
cillos, pero ajenos al uso ordinario, por lo que es improbable B. Mediante un acto creativo de la imaginación informada y
toparlos espontáneamente; pero apenas se busca contacto con entrenada, generar una propuesta tentativa de solución que
ellos, uno los comprende de inmediato, y habría que tener una relacione las causas con el efecto, llamada hipótesis (= algo
mente muy torpe para usarlos incorrectamente, pues son tan cla- inferior a tesis).
ros que es imposible que se nos escapen. (Por el contrario] los C. En experimentos controlados y repetibles, comparar la hi-
principios del método intuitivo son de uso común y están a la pótesis con la realidad mediante un n ú m e r o suficiente de
vista de todo mundo; no tiene uno sino que mirar y no se requie- observaciones, a fin de verificar la idoneidad de aquella. Si el
re otro esfuerzo; es solamente cuestión de buena vista, pero bue- resultado es positivo, se cierra el ciclo y la hipótesis deja de
na de veras, pues estos principios son tan sutiles y numerosos serlo y adquiere el carácter de u n a teoría; en caso contrario, el
que es casi imposible que no se nos escapen algunos. Y la omi- ciclo se repite hasta obtener resultados satisfactorios.
sión de cualquiera de ellos conduce a error, por lo que se debe
tener la visión muy clara para verlo todo y, además, una mente 5
B . Pascal, Pernees, 1,1670.

152 153
Los postulados o supuestos filosóficos q u e d a n fundamento expansión acelerada y sin límite del conocimiento desde enton-
al m é t o d o galileano se pueden expresar c o m o sigue: ces hace a diario evidente el acierto de la estrategia de investiga-
ción contenida en el tercero de ellos. Por lo d e m á s , a las inge-
1. Los aspectos no cuantificables de la naturaleza no son nierías militar y civil, por ser las más antiguas, les tocó vivir
susceptibles de estudio científico. Para que lo sean se requiere inmediatamente después de Galileo el proceso transformador
que antes se definan las variables pertinentes y se inventen los inducido p o r la ciencia en todas las actividades prácticas. En su
artificios apropiados para medirlas. saber, que en el siglo x v n todavía constaba casi completamente
2. Existe c o r r e s p o n d e n c i a perfecta entre los h e c h o s natura- de conocimiento empírico, comenzó a introducirse cada vez
les y ciertas expresiones matemáticas, p e r o la expresión más el de origen científico, primero para explicar las reglas prác-
matemática correspondiente debe comprobarse experimen- ticas vigentes, luego para ampliarlas y sustituirlas, y finalmente
talmente caso a caso a fin de descubrir la que es correcta. para basar cada vez m á s en la ciencia tanto el diagnóstico de los
Mientras tal comprobación no se realice, la formulación problemas de la ingeniería c o m o el diseño de sus soluciones.
matemática tiene solamente el carácter de hipótesis o suposi- Conforme esto ocurrió, la ingeniería civil, que entonces era to-
ción. Hecha la comprobación, la hipótesis se transforma en davía u n a profesión q u e conjuntaba también a la arquitectura,
teoría y eventualmente en ley (mediante fuertes confirma- fue modificando sus diseños. Hasta entonces éstos estaban ba-
ciones adicionales). Es posible continuar descubriendo así sados en precedentes de proyectos exitosos construidos con un
una infinidad de leyes naturales apoyándose en los hallazgos solo material (mampostería) y en criterios de ortodoxia estéti-
previos. ca; en adelante se comenzó a adoptar un enfoque más integral
3. La ciencia no puede resolver de una vez cuestiones de en el que poco a p o c o fueron t e n i e n d o cabida nuevos materia-
complejidad arbitrariamente grande. Más bien debe aplicar les y la búsqueda activa de cierto equilibrio racional entre segu-
un enfoque reduccionista; es decir, investigar y resolver u n o ridad y economía.
a u n o los c o m p o n e n t e s de un problema complejo para
después abordar la investigación del todo, a s u m i e n d o que 3. EL PODER QUE DA EL C O N O C I M I E N T O
éste es u n a función (en el sentido matemático) de sus partes,
incluyendo las interacciones entre éstas. La principal consecuencia del avance de la ciencia ha sido el
4. Las teorías y leyes científicas no pueden ser finales o absolutas, crecimiento del poder del h o m b r e para superar las limitaciones
sino que deben estar sujetas a verificación y corrección a u e la naturaleza le i m p o n e , como a t o d o s los seres vivos. Basta
ulterior conforme se amplía su campo de aplicabilidad o se pensar en c ó m o se ha transformado nuestro planeta conforme
perfeccionan los m o d o s y m e d i o s de medir. el h o m b r e ha usado ese poder, mediante la ingeniería y otras
actividades prácticas, para satisfacer lo q u e considera sus nece-
La validez de estos postulados ha sido probada más allá de sidades: en paralelo han ido cambiando las condiciones de vida,
toda d u d a p o r la evolución de la ciencia después de Galileo, y la generalmente para bien, a pesar del d e s m e d i d o crecimiento de

154 155
la población en t i e m p o s recientes; aun los resultados indesea- tórica a b u n d a n t e de que la voluntad de progreso, esto es, la gana
bles de ciertos desarrollos basados en el nuevo conocimiento de avanzar p o n i e n d o en juego el p o d e r del conocimiento en las
son evidencias de aquel poder. Se ha demostrado, así, que el sa- cuestiones específicas en las q u e éste es eficaz, sí produce pro-
ber no solamente dota al ser h u m a n o de capacidad de com- greso, a u n q u e solamente en aquellas mismas cuestiones especí-
prensión de su entorno, sino también de poder para transfor- ficas. Se señala a China como prueba de que el conocimiento en
marlo (a veces sin haberlo c o m p r e n d i d o cabalmente). El poder sí no p r o d u c e progreso, pues la ventaja q u e en u n a época tuvo
que da el conocimiento, pues, no es simplemente poder, sino gracias a n u m e r o s o s descubrimientos e inventos no le dio pro-
margen de libertad para ejercer el albedrío. vecho práctico ni liderazgo universal, que sí lograron los países
Pero el poder del conocimiento no es un valor del conoci- de Occidente c u a n d o ejercieron su voluntad de avanzar apoya-
miento en sí, sino de su aplicación o, mejor dicho, de quien lo 6
dos en el conocimiento aportado por la ciencia. Está por verse
aplica. Si el h o m b r e poseyera conocimientos sólo para fines de si p o d r e m o s agregar los logros de China en el final del siglo xx
placer existencial contemplativo, tal poder no existiría. Por eso y los albores del x x i c o m o otra prueba de lo que logra la volun-
puede observarse, en nuestro tiempo y en el pasado, que el po- tad de progreso con base en el conocimiento, sea e n d ó g e n o o
der de u n a sociedad no d e p e n d e nada más de los conocimien- venido de fuera pero asimilado localmente.
tos q u e ésta tiene, sino de su mayor o m e n o r voluntad y habili- El p o d e r del conocimiento está más concentrado que el de
dad de usarlos. El grado a b r u m a d o r en que ha crecido el poder la riqueza. En primer lugar está concentrado en los países más
de las sociedades inclinadas a usar el conocimiento científico igualitarios, d o n d e la educación y el ingreso están mejor distri-
para fines prácticos no deja lugar a dudas sobre el p o d e r poten- buidos; pero incluso en ellos el saber para fines prácticos es
cial del m i s m o . A pesar de que la mayoría de los seres h u m a n o s manejado por una minoría selecta, una élite dentro de la élite,
está al margen de la creación, m u c h o s usan y c o m p r e n d e n algu- constituida p o r los m á s educados y pragmáticos. Este hecho p o -
nas porciones del conocimiento de las q u e más poder puede ne en evidencia la magnitud prodigiosa del poder que da el
extraerse; ya casi no hay escépticos del valor que el saber encie- conocimiento: aun en m a n o s de esas pequeñísimas minorías,
rra, pues a pocos ha faltado la ocasión de usar, o al m e n o s ob- el conocimiento es capaz de transformar a la h u m a n i d a d entera
servar, las obras y consecuencias de ese poder en acción. De d e r r a m a n d o sobre toda ella cierta dosis de beneficios. Y confor-
aquí q u e m u c h o s alienten una expectativa muy parecida a la fe me el conocimiento se multiplica, la concentración de su poder
en q u e el progreso de la ciencia produzca avances similares en continúa de m a n e r a natural, inevitable, creando élites más se-
t o d o lo que la h u m a n i d a d considere deseable. Quizá en estc¿ lectas d e n t r o de las ya existentes. Ni siquiera las utopías iguali-
haya q u e distinguir entre l a / e en el progreso general en todos tarias han osado contradecir la fatalidad de esa concentración.
los aspectos, q u e no parece tener justificación histórica, y la vo-
El poder del conocimiento y la fatalidad de su concentra-
luntad de progreso limitado a ciertos aspectos, cuya eficacia sí
ción son tan grandes que la democracia no basta para distri-
está demostrada. Ni el conocimiento ni la fe en el progreso, por
sí mismos, p u e d e n generar cosa alguna; pero hay evidencia his- 6
G. Zaid, op. cil.

156 157
huirlo mejor ni para atenuar con él otras desigualdades; pero habrá efectos colaterales no deseados cuya acumulación termi-
esto no es ya un problema de la ciencia o del conocimiento, sino na implicando un costo; el capítulo v i n está dedicado totalmen-
de la naturaleza h u m a n a . Los filósofos positivistas del siglo xix te a la discusión de este tipo de problemas y sus consecuencias.
sostenían que con el avance científico la política y la ética termi- Pero hay otros costos de la expansión acelerada del conocimien-
narían p o r convertirse en ciencias q u e darían lugar a un esque- to de los que casi no se habla y que cabe considerar aunque sea
ma de valores tan incuestionables que se i m p o n d r í a n por la someramente. En efecto, dicha expansión implica a) la segmen-
fuerza de la razón. A h o r a sabemos, p o r u n a parte, q u e eso no tación del saber en especialidades; b) una mayor complejidad
ocurrirá, pues el h o m b r e siempre encuentra la m a n e r a de eludir de los problemas de todo tipo, y c) una obsolescencia más rá-
la razón o de racionalizar sus pasiones; p o r otra parte, el cono- pida de las soluciones. Cada u n o de estos tres hechos significa
cimiento es m o r a l m e n t e neutro; es decir, un m i s m o conocimien- un costo, ya q u e la especialización, la complejidad de nuestros
to, cualquiera que sea, puede usarse para bien o para mal. Am- problemas y el carácter efímero de sus soluciones dificultan la
bos hechos bastan para que la irracionalidad, con sus secuelas aplicación del conocimiento o la hacen m á s onerosa. Son p o r
de guerras, marginación social y opresión, no desaparezca de la ello contrapartidas de los beneficios que da el conocimiento; lo
faz de la tierra. En otras palabras, el c o m p o r t a m i e n t o de los se- son en el sentido más literal del término, pues el incremento de
res h u m a n o s no es producto de la imperfección de la ética o la poder que el nuevo conocimiento otorga se ve m e r m a d o por
política, sino de imperfecciones h u m a n a s . La historia de la hu- cada u n o de aquellos tres factores. Veamos c ó m o y por qué.
m a n i d a d ha d e m o s t r a d o ya que en la distribución del p o d e r y la
riqueza, así como en el grado de satisfacción de las necesidades El crecimiento de la especialización. Conforme el conocimiento
en cada generación, hay avances y retrocesos, no progreso con- se expande, las mentes individuales no pueden abarcar sino una
tinuado. El siglo y m e d i o q u e n o s separa del positivismo ha vi- fracción proporcionalmente m e n o r de ese universo, y sobrevie-
vido las modas de la planificación central y del mercado libre, nen nuevas subdivisiones o especialidades. La lista de éstas es
cada u n a repitiendo promesas, logros y estragos más o menos cada vez más y más extensa, lo que acelera la generación de nue-
similares, entre sí y con los de otras doctrinas. vo conocimiento, pues facilita q u e en cada nueva especialidad
se aplique el poderoso método científico a problemas más n u m e -
rosos, que son porciones cada vez más pequeñas del todo, tanto
4. LOS C O S T O S DEL C O N O C I M I E N T O relativamente como en términos absolutos. Es, por tanto, in-
exorable q u e se planteen y resuelvan, por unidad de tiempo, un
Desde luego, algo se paga por el poder derivado de la expansión mayor n ú m e r o de interrogantes más específicos sobre d o m i -
del conocimiento, no sólo p o r q u e cuesta el aparato científico ne- nios cada vez m e n o r e s de la naturaleza, y así sucesivamente se
cesario para producir tal expansión, sino por las implicaciones acelere la expansión del conocimiento. Al m i s m o tiempo, la es-
q u e ésta tiene. Una vez generado, el conocimiento finalmente se pecialización dificulta la aplicación del conocimiento, tanto en
usa, y aún si el propósito expreso al que se aplica es benéfico, la ingeniería c o m o en otras actividades prácticas, p u e s éstas re-

158 159
quieren el proceso inverso al del descubrimiento científico: la El crecimiento de la complejidad. O t r a consecuencia de la ex-
concentración o síntesis en u n a mente individual del conoci- pansión del conocimiento es la complejidad. Ésta es distinta de
miento disponible en las m u c h a s especialidades que son nece- la complicación que proviene del conocimiento creciente y cre-
sarias para resolver cualquier problema; tanto el diagnóstico cientemente segmentado. La segmentación i m p o n e dificultades
c o m o la concepción de soluciones a problemas de ingeniería, de carácter cuantitativo al uso del conocimiento, en tanto que la
actos que constituyen el meollo de la aplicación del conoci- complejidad introduce otras, ahora de naturaleza cualitativa.
miento, implican un proceso de síntesis. C o m o la naturaleza no Una de ellas aparece p o r q u e usar más conocimiento significa
reconoce las fronteras arbitrarias que la h u m a n i d a d adopta al formular los problemas con un n ú m e r o mayor de variables ex-
segmentar su saber, cada problema de ingeniería requiere in- plícitas, cada u n a de las cuales guarda interrelaciones directas o
formación proveniente de m u c h a s disciplinas o especialidades, indirectas con variables adicionales. Se hace así más intrincada
y cuando éstas se multiplican es más difícil identificar y sinteti- la red de interacciones y ciclos de realimentación entre las va-
zar la información q u e es pertinente. riables, mayor la presión (incluso social) para incorporar otras
supuestamente importantes, más compleja y costosa la formu-
Por otra parte, del conocimiento total disponible, sólo una
lación y solución de cada problema y, paradójicamente, más
fracción es aplicable a la solución de un problema cualquiera.
grande la cantidad de conocimientos que deja de considerarse
En el contexto de la creciente segmentación, esa porción corta
aunque sea también mayor el que se incluya. El crecimiento ex-
las fronteras de un n ú m e r o cada vez mayor de disciplinas, y por
ponencial del costo de los servicios médicos c o m o consecuen-
tanto va siendo cada vez m á s difícil acceder a ella. El ingeniero,
cia de la especialización es un b u e n ejemplo de este proceso de
c o m o otros profesionales responsables de aplicar el conocimien-
crecimiento de la complejidad por motivos cuantitativos y cua-
to a la solución de problemas, debe entonces buscar casuística-
litativos.
m e n t e la aguja en el pajar: lo pertinente en el cada vez más vo-
l u m i n o s o c ú m u l o de saber disponible. Por esta razón y porque Además, el m u n d o m i s m o se vuelve m á s complejo, más so-
la decisión de q u é es p e r t i n e n t e y en qué grado requiere el jui- fisticado, conforme sociedad e individuos poseen m á s informa-
cio personal de quien decide, la aplicación del conocimiento ción. Esto es, el conocimiento modifica a su objeto: no sólo es
tiene siempre u n a dosis de subjetividad m u c h o mayor que la más complejo plantear y resolver problemas cuanto más co-
que interviene en la generación del mismo. Es válido preguntar: nocimiento se incorpora en su formulación, sino que los pro-
¿puede la capacidad de síntesis y el juicio experto crecer tan rá- blemas que hay que resolver son también intrínsecamente más
pidamente c o m o crece la masa de información que hay que cer- sutiles y difíciles. Aparece entonces otra paradoja: la sociedad
nir para hallar en ella y sus n u m e r o s o s c o m p a r t i m e n t o s el co- d e m a n d a soluciones no más complejas, sino al contrario, más
nocimiento pertinente? De no ser esto posible, la aplicación del sencillas, o m á s duraderas, o más cabales, y esto exige incorpo-
conocimiento científico a la solución de problemas prácticos rar más conocimiento y procesarlo de m o d o s más complejos.
tenderá a retrasarse m á s y más con respecto a la frontera del co- Cada vez es más evidente la insuficiencia de las soluciones que
nocimiento disponible. sólo son técnicamente correctas. Salvo en los libros de texto, no
l
160 161
hay problemas prácticos q u e sean p u r a m e n t e técnicos o tecnoló- go de que algunas soluciones en realidad no lo sean, sino que
gicos; todos tienen componentes que requieren además conoci- desencadenen resultados a la vez imprevistos y súbitos. Por tan-
m i e n t o económico, sociológico, político, ecológico, psicológico, to, antes no era necesario introducir explícitamente la incer-
etc. Simplificaciones que alguna vez pasaron por válidas están tidumbre de los escenarios futuros en el planteamiento de los
dejando de serlo desde q u e los potencialmente afectados dispo- problemas ( u n motivo m á s de complicaciones y costos). Para
nen de conocimiento q u e les permite, t a m b i é n a ellos, saber, o colmo, no p o d e m o s evitar el temor de una catástrofe si decidi-
al m e n o s dudar y presionar. Lidiar con t o d o esto exigirá que si- mos usar lo q u e sabemos para m a n i p u l a r ciertos sistemas glo-
gan desarrollándose las teorías de la complejidad, formas de bales, c o m o el clima, m u y sensibles a la modificación m e n o r de
usarlas en la práctica y personas versadas en aplicarlas, p e r o no factores locales; ante tales sistemas lo inteligente es, p o r tanto, la
sólo especialistas en cada u n o de esos campos, sino individuos abstención precautoria.
con capacidad de sintetizar respuestas integrales a los respecti- Así pues, m o d e r e m o s nuestro optimismo: el p o d e r del c o -
vos problemas prácticos. No solamente seguirá habiendo nece- nocimiento no tiene el campo libre, pues está creando de m o d o
sidad de individuos con saber, sino con sensibilidad y empatia, endógeno sus propias contrapartidas. La especialización, la
intuición y buen juicio, c o n genio para obviar lo nimio, resolver complejidad de nuestros modelos de la realidad y la corta vida
lo sustancial y comunicar sus propuestas en un e n t o r n o socio- de nuestras soluciones contrarrestan el poder q u e el propio sa-
técnico de alta complejidad, sino que en las profesiones éste ber nos da. Ello no augura por fuerza q u e tal poder se esteriliza-
será el tipo más urgentemente requerido, a despecho de la in- rá; pero debe movernos a considerar que, pese a la fascinación
evitable especialización de la mayoría. que en nuestro t i e m p o ejerce el conocimiento, hay obstáculos
impuestos p o r la dificultad creciente de aplicarlo y, en ciertos
La aceleración de la obsolescencia. También implica un costo in- casos, por el t e m o r a las consecuencias de usarlo para intervenir
cremental el hecho de que las soluciones se vuelven obsoletas en sistemas m u y sensibles. Hubo tiempos durante los cuales la
m á s rápidamente a causa de la velocidad a la q u e cambia el co- expansión del conocimiento se podía traducir en un crecimien-
nocimiento, y a su vez el m u n d o impulsado por éste. Lo que se to proporcional del poder de la h u m a n i d a d ; hoy estamos en-
concibe como solución a un problema funcionará en el futuro, trando en u n a era diferente, en q u e la dificultad de movilizar
pero se diseña con el saber de hoy y para las circunstancias que todo el acervo disponible y el temor a consecuencias no inten-
hoy se prevén; por tanto, esa solución será válida si las previsio- cionales p r o d u c e rendimientos prácticos decrecientes.
nes se mantienen; p e r o el m u n d o cambia cada vez con mayor
rapidez en todos sus aspectos. C u a n d o la velocidad de cambio
del entorno social era mucho menor, las soluciones eran más du- 5. L A S D I F E R E N C I A S E N T R E C I E N C I A E I N G E N I E R Í A
raderas y, p o r consiguiente, resultaba m e n o s imperativo buscar
explícitamente que éstas fuesen adaptables a cambios eventuales. En todos los tiempos los más destacados ingenieros han tenido
Además, la complejidad y la rapidez de cambio potencian el ries- como axioma que es deseable ejercer la ingeniería en un c a m p o

162 163
m á s bien amplio q u e estrecho. Procede preguntarse p o r qué, gran poder proviene de su reduccionismo; esto es, de no pre-
su

pues esta noción contrasta con la ventaja de la especializacióri tender explicarlo t o d o a la vez, sino tomar en cada ocasión una
q u e la ciencia ha hecho evidente durante más de tres siglos, y q u e
porción pequeñísima de la realidad, bien delimitada y aislada
es fuertemente p r o p u g n a d a por los profesionales de la investi-
de perturbaciones externas, a fin de hacerla susceptible de ex-
gación científica.
perimentación, observación y medición confiables; tras pocas
El hecho de que una y otra propuesta se contrapongan, pero repeticiones de tal experimento se puede obtener u n a conclu-
c a d a u n a haya m o s t r a d o ser idónea en su propio campo, se ex- sión de validez general sobre la m a n e r a en que funciona esa
plica por la naturaleza distinta de la ingeniería y la ciencia, que minúscula porción del m u n d o . Para ampliar el conocimiento
p o d e m o s apreciar n í t i d a m e n t e si revisamos los procesos inte- del universo basta tomar otras pequeñas porciones de él y vol-
lectuales de la ingeniería descritos en los capítulos m a v y los ver a aplicar el m i s m o método. Esto es lo que hace del m é t o d o
contrastamos con lo dicho de la ciencia en el capítulo presente. científico un instrumento tan poderoso, "la estrategia de inves-
En efecto, la ciencia se ocupa de descubrir c ó m o y por qué tigación más fructífera jamás inventada".
funcionan las cosas; lo hace mediante experimentos y observa- Por el contrario, la función central de la ingeniería no es
ciones repetibles y con pleno control de las variables que inter- explicar fenómenos sino controlarlos o usarlos para fines prác-
vienen. En cambio, lo que compete a la ingeniería no es descu- ticos; esto es, lidiar con ellos, estén o no explicados científica-
brir y describir el funcionamiento del m u n d o , sino cambiarlo mente. La ingeniería no resuelve cuestiones generales, sino pro-
mediante diseños q u e operen eficazmente para los fines desea- blemas específicos en su particular circunstancia; poder hacerlo
dos, y a veces p u e d e lograrse q u e las cosas funcionen a u n q u e la depende críticamente de no aislar de su e n t o r n o el proyecto, no
ciencia no p u e d a explicar p o r qué. soslayar en el m o m e n t o del diagnóstico la influencia de ningún
Por otra parte, q u e el d i s e ñ o propuesto para un puente, una factor probable, ni olvidar en la etapa de diseño las condiciones
presa, un edificio o una nave espacial sea capaz de soportar exi- inciertas que pudieran afectar a tal proyecto en el futuro. En
tosamente las inciertas acciones q u e sobre él p u e d e n incidir du- otras palabras, la ingeniería no puede ser reduccionista, sino
rante su vida útil no es una cuestión que alguien pueda de- totalizadora o integradora; no puede dividir el problema en,pe-
m o s t r a r científicamente q u e ocurrirá; se trata más bien de una dazos ni aislarlo de sus circunstancias particulares, sino resol-
convicción a la que los ingenieros responsables de dichos dise- verlo integralmente y en su contexto.
ñ o s llegan basándose en ciertas deducciones teóricas y/o resul- Por t o d o eso, propugnar la especialización si se trata de ha-
tados experimentales interpretados a la luz de los precedentes cer investigación científica, y desaconsejarla en la práctica de la
de la profesión. Esa subjetividad implícita en la percepción, el ingeniería, buscando ejercer esta profesión en un campo más
discernimiento, las inferencias y la interpretación personal del bien amplio, son actitudes opuestas entre sí, pero cada una con
sujeto —el ingeniero— es una de las diferencias más i m p o r t a n plena justificación en su respectivo ámbito y solamente en él.
tes entre la ingeniería y la ciencia.
Desde que el m é t o d o científico se volvió el m o d o d o m i n a n -
La ciencia busca explicación para todos los fenómenos, pero te de generar nuevo conocimiento, la tendencia a la especializa-

164 165
ción de la ciencia ha hecho surgir nuevas disciplinas o especia- contradicciones internas en el conjunto de los supuestos, proce-
lidades científicas motivadas precisamente por las necesidades dimientos y conclusiones de los procesos intelectuales q u e rea-
de los ingenieros. Se trata de las llamadas ciencias de la ingenie- lizan. Y aun en esto surge una diferencia: la racionalidad es ne-
ría, que aportan conocimientos útiles para que el ingeniero pue- cesaria y suficiente para hacer ciencia, mientras que para hacer
da c o n t e n d e r mejor con sus propios problemas. Las ciencias de ingeniería la razón no basta, según se discute en el capítulo v.
la ingeniería son disciplinas ejercidas por especialistas, muchos
de ellos con u n a formación inicial como ingenieros. En general,
estos especialistas no están interesados en la práctica de la pro- 6. ¿ H A Y I D E O L O G Í A EN LA I N G E N I E R Í A Y LA C I E N C I A ?
fesión, sino en hacer avanzar el conocimiento que es relevante
p a r a la ingeniería. Lo hacen trabajando en el seno de grupos e El concepto q u e la mayoría de la gente tiene de la ingeniería y la
instituciones académicas y, por supuesto, sus actividades no di- ciencia es que ambas son actividades objetivas por excelencia, y
fieren en n a d a de las que realizan otros científicos. Tal es la in- lo que hasta aquí h e m o s dicho en este capítulo no contradice
vestigación en las ciencias de la ingeniería que, en efecto, es explícitamente tal noción, a u n q u e t a m p o c o la avala. Por su par-
idéntica al resto de la actividad científica, tanto en sus procedi- te, científicos e ingenieros suelen complacerse de que su activi-
m i e n t o s c o m o en la naturaleza de sus resultados. La investiga- dad sea vista por los demás como u n a expresión objetiva de la
ción en las ciencias de la ingeniería sólo se distingue de la que realidad y sus leyes; es decir, c o m o algo ideológicamente neu-
se hace en el resto de las ciencias en dos aspectos: el criterio con tro. Por supuesto que no hay tal neutralidad, c o m o t a m p o c o
q u e se escogen los problemas a investigar y los atributos de sus puede existir en ninguna otra cosa producida por h u m a n o s ,
soluciones. Se busca no solamente generar nuevo conocimien- pero lo extendido de la noción de q u e ciencia e ingeniería están
to, sino q u e éste contribuya de inmediato a tornar viables o me- libres de "contaminación" ideológica ha d e t e r m i n a d o que el tra-
jores las respuestas de los ingenieros a las necesidades sociales; tamiento del t e m a en la literatura científica sea m u y raro.
para ello se escogen los temas que en el m o m e n t o p u e d e n inci-
Para que el análisis de esta cuestión no resulte arbitrario de-
dir m á s sobre tales respuestas, y se prefiere en cada caso la solu-
b e m o s c o m e n z a r por definir lo que e n t e n d e m o s p o r ideología.
ción que, p o r su sencillez, p u e d e ser adoptada con más facilidad
7
Los diccionarios la definen c o m o el conjunto de ideas o creen-
por los ingenieros de la práctica profesional.
cias de un individuo o un g r u p o en especial que condicionan
Ciencia e ingeniería son, pues, actividades m u y distintas. sus actitudes políticas y sociales. La definición p u e d e precisarse
Empero, la segunda usa conocimientos provenientes principal- un poco más agregando los siguientes elementos postulados
8
m e n t e de la primera, y ambas coinciden en su exigencia de ra- por Emilio Rosenblueth: a) la ideología es un conjunto de axio-
cionalidad, que consiste, nada m e n o s pero nada más, en evitar mas difícilmente renunciables (o dogmas) capaz de mover a la

7
D. Reséndiz, "La importancia de otros en mi contribución a la ingeniería de * E. Rosenblueth, Sobre ciencia e ideología, basado en las conferencias del 5 y 7
cimentaciones", en Descubrimientos y aportaciones científicas y humanísticas mexicanas de junio de 1979 como miembro de El Colegio Nacional, Fundación Javier Barros
en el siglo xx. Fondo de Cultura Económica, México, 2007. Sierra, A. C, México, 1980, 83 pp.

166 167
acción y que cada persona o g r u p o social adopta c o m o guía de de que casi todo el m u n d o occidental creyera en aquella época
sus decisiones; b) sería excesivo pedir que el conjunto de axio- lo m i s m o que san Agustín, y casi todos nuestros contemporá-
mas que constituyen una ideología fuese absolutamente cohe- neos crean como m u c h o s científicos e ingenieros en la objeti-
rente o libre de contradicciones, pues por tratarse de creencias vidad de la ciencia y la ingeniería, no quita a dichas creencias
con el contenido emocional propio de cada persona y casi irre- su sesgo.
nunciables, la evidencia de contradicción empírica o lógica no En el capítulo xn p u e d e verse que la ideología de una socie-
basta para modificarlos; c) p o r otra parte, sin cierto g r a d o de dad se manifiesta en los llamados valores sociales, creencias
coherencia, tales axiomas t a m p o c o p o d r í a n constituir una axiomáticas sobre lo b u e n o y lo malo, que a su vez son influidas
ideología, pues no permitirían actuar. por la tecnología, y que finalmente condicionan las decisiones
Así pues, la ideología es u n a visión subjetiva más o menos éticas, c o m o se explica en el capítulo xi. En conclusión, no hay
distorsionada de la realidad, que sirve a un individuo o un gru- posibilidad de que algo h u m a n o esté libre de ideología, pues las
po como regla sencilla de decisión y que suelen eximirlo de un múltiples interconexiones de la trama social hacen q u e cada
análisis más riguroso ante cuestiones q u e le exigen actuar. El subsistema reciba diversos tipos y grados de realimentación
grado en que una ideología distorsiona o simplifica la realidad proveniente de otros subsistemas.
depende del cuidado racional q u e el sujeto ha puesto en inte- Para percatarnos de que la ideología influye y está presente
grarla o adoptarla y, por lo mismo, suele ser mayor en las ideo- en la ciencia y la ingeniería c o m e n c e m o s por no confundir di-
logías de grandes g r u p o s sociales q u e en las de los individuos, chas actividades con sus productos, que son, respectivamente,
sobre todo si éstos son cultos, cuidadosos y autocríticos. Es de el conocimiento científico y las creaciones materiales que la h u -
suponerse q u e todos t e n e m o s u n a ideología, incluso quienes manidad ha a c u m u l a d o y sigue produciendo. La ciencia y la in-
nunca lo han pensado y p o r tanto no son conscientes de ello; geniería c o m o tales son actividades; no son productos, sino
si no la tuviéramos, n a d a nos impulsaría a la acción y seríamos procesos. En particular, la ciencia no es el conjunto de respues-
absolutamente apáticos o indiferentes ante todas las cuestiones tas q u e esta actividad ha generado, sino u n a búsqueda, que co-
relacionadas con nuestros semejantes. Lo que cada individuo mienza con una pregunta que inquieta o interesa al científico,
9
sostiene como verdades evidentes constituye su ideología. Quie- quien, por tanto, busca responderla mediante el método experi-
nes durante mil años, entre los siglos v y xv de nuestra era, mental o científico. Análogamente, la ingeniería no es el acervo
sostenían con san Agustín que estudiar la naturaleza era dis- de creaciones materiales que el h o m b r e ha ideado y producido
traer la m e n t e en actividades estériles, en virtud de q u e el único para satisfacer lo que considera sus necesidades, sino los proce-
objeto digno de estudio era Dios, estaban expresando su ideo- sos intelectuales e instrumentales que se desarrollan para satis-
logía; lo m i s m o o c u r r e h o y c u a n d o algún científico dice que facer esa necesidad.
la ciencia es una actividad absolutamente objetiva. Y el hecho La ideología está presente en la ciencia p o r q u e el impulso
para emprender una investigación es la pregunta que el científi-
' F,. Rosenblueth, op. cit., pp. 14-15. co y/o la c o m u n i d a d de sus pares y/o la sociedad a la que u n o y

168
otra pertenecen escogen para responder entre la infinidad de VIII. Desarrollo sostenible e ingeniería
preguntas posibles q u e la ciencia aún no ha respondido, elec-
ción que necesariamente tiene motivaciones o condicionantes
subjetivos o ideológicos. Igualmente, puesto q u e las necesida-
des h u m a n a s no representan un estado de la naturaleza, sino un
sentimiento de insatisfacción de alguien por tal estado, pode-
m o s decir que la ideología está presente en la ingeniería desde
el m o m e n t o en que el ingeniero asume que cierta necesidad
material amerita satisfacerse. Tanto las preguntas que se estima
pertinente investigar mediante la ciencia como las necesidades
q u e se busca satisfacer mediante un proyecto de ingeniería son
en cierta medida asuntos subjetivos influidos (cuando no de-
terminados) p o r lo q u e alguien considera deseable, legítimo o i. LA PERTURBACIÓN
posible, es decir, por una ideología. DEL E N T O R N O P O R EL H O M B R E
Es cierto que u n a vez definida la pregunta a investigar cien
tíficamente, o la necesidad social a satisfacer mediante la inge- La modificación del e n t o r n o natural y social por la ingeniería es
niería, los pasos y criterios con los que procede el científico o el no sólo una consecuencia inevitable, sino un propósito expre-
ingeniero tienen q u e ajustarse a los hechos y a lo que se sabe de so de los proyectos que esta profesión e m p r e n d e , pues cada u n o
ellos, lo que da márgenes muy angostos para la subjetividad; de ellos busca superar alguna insatisfacción h u m a n a con las
e m p e r o tales m á r g e n e s n u n c a dejan de existir, sobre t o d o en la condiciones prevalecientes. Más aún, cualquier interacción del
ingeniería, según lo expuesto en los capítulos n a v. Pero más h o m b r e con el m u n d o , sea diseñada o inercial, bien o mal con-
importante q u e eso es el hecho de q u e las preguntas q u e se hace cebida, planeada o improvisada, modifica de algún m o d o dichos
la ciencia y los problemas que busca resolver la ingeniería están entornos. De aquí proviene la m á s evidente responsabilidad de
determinados o condicionados por la ideología de quienes ha- la ingeniería, que p o r simple sentido común exige no emprender
cen las preguntan o plantean los problemas, pues esto último n i n g ú n proyecto q u e cause daños injustificados en la naturaleza
determina la dirección en que una y otra avanzan. y la sociedad; para ello p r i m e r o se deben identificar diversas
alternativas que cumplan los objetivos expresamente deseados
del proyecto, luego revisar los efectos de cada una de ellas y,
finalmente, escoger la q u e haga positiva y m á x i m a la diferencia
entre beneficios y costos.
Es claro q u e llevar a la práctica lo indicado en el párrafo an-
terior no es fácil, pero precisamente para tal fin es que la inge-

170 J
niería existe. El análisis y la comparación de alternativas debe su futuro. C o m o de h e c h o no se trata de problemas indepen-
considerar no solamente los beneficios y los costos directos, dientes, el de la justicia social estará siempre c o m o telón de fon-
sino también los indirectos, y no nada más los inmediatos, sino do en lo que aquí d i r e m o s sobre la protección del ambiente na-
también las repercusiones positivas y negativas q u e pueden tural. En las circunstancias actuales, a m b o s males se p o d r á n ir
ocurrir a diversos plazos en el futuro; más aún, los beneficios y atemperando en la medida en que haya acuerdo amplio sobre el
costos q u e cada proyecto genere deben contabilizarse a valor sentido que deba darse al proceso que hemos dado en llamar
presente mediante la aplicación de cierta tasa de descuento, "desarrollo".
ya q u e el m i s m o beneficio o costo tiene un valor mayor si se
materializa hoy q u e si lo hace en el futuro, y en este segundo 2. ¿EN QUÉ CONSISTE EL DESARROLLO?

caso su valor se irá reduciendo conforme sea m á s largo el plazo


en q u e ocurre (esto lo saben bien tanto quienes están dispuestos Las consecuencias de concebir el desarrollo de m a n e r a errónea
a pagar intereses por un crédito que les permite comprar hoy han sido muy negativas. El desarrollo, sea de los individuos o
m i s m o lo q u e necesitan, c o m o quienes otorgan el crédito y las naciones, es intrínseco a los seres h u m a n o s , no externo a
cobran los intereses). Además, será necesario q u e tras su diseño ellos. Así c o m o un n i ñ o no puede delegar en nadie la tarea de
y construcción el proyecto sea objeto de seguimiento y se corriia aprender, el desarrollo de una c o m u n i d a d no p u e d e o c u r r i r sin
cualquier tendencia que lo desvíe de la trayectoria deseable. que se modifique algo inherente a las personas que la integran.
O t r o grave desacierto consiste en concebir el desarrollo como
En el pasado no siempre se procedió de la m a n e r a indicada
un proceso de acumulación de riqueza medida en términos con-
en los dos párrafos anteriores, ni h u b o conciencia de que así de-
vencionales. Persiguiendo este espejismo se ha deteriorado la
biera hacerse, sea en proyectos de ingeniería o en cualquier otro
calidad de vida de cientos de millones de seres h u m a n o s y se ha
c a m p o de la actividad h u m a n a . Mientras las tasas de c o n s u m o
propiciado el dispendio y la pérdida de multitud de bienes tanto
o destrucción de los recursos naturales eran pequeñas en com-
naturales c o m o culturales (intangibles algunos de estos últimos,
paración con la disponibilidad estimada de éstos, no h u b o incen-
como la costumbre de reflexionar para hacerse cada quien una
tivos para reducirlas, pues tal reducción implicaba un costo o
idea propia del m u n d o y no adoptar apresuradamente la impues-
un esfuerzo q u e no parecía justificado. Hoy, en cambio, muchos
ta p o r la propaganda). Así nació y crece el culto al c o n s u m o y a
recursos naturales están tendiendo a agotarse peligrosamente,
1
la riqueza por la riqueza misma.
lo que justifica proceder de otro m o d o para evitar ese agotamien-
to, incluso p a g a n d o costos altos siempre q u e sean m e n o r e s que El desarrollo es asunto de capacidades h u m a n a s , no de ri-
el de quedarse sin los respectivos recursos. queza material. Se asocian riqueza y desarrollo porque éste in-
El riesgo de desequilibrios ambientales, junto con la gran ' No insinúo que la riqueza deba aborrecerse, sino que ha de valorarse en función
desigualdad entre los sectores sociales prósperos y los desposeí- de lo que agrega a nuestra calidad de vida, y de ese modo debe priorizarse equili-
bradamente al lado de nuestros diversos objetivos. Por ejemplo, debemos comprender
dos de todo, constituyen los problemas más grandes que la hu- que la riqueza, si bien deseable, no puede ser fuente de la excelencia, en tanto que la
m a n i d a d tendrá q u e enfrentar en plazo perentorio para asegurar excelencia sí puede ser fuente de riqueza.

173
172
crementa las capacidades h u m a n a s , que a su vez suelen producir de recursos naturales. Por tanto, no hace falta renunciar al des-
riqueza. Pero la riqueza sin desarrollo es u n a satisfacción efíme- arrollo, sino evitar el desperdicio y la dilapidación, para que un
ra y ficticia que termina p o r sacrificar el futuro de la generación mayor n ú m e r o de generaciones futuras siga teniendo buena
presente y las venideras en aras de un c o n s u m i s m o q u e está ago- calidad de vida.
t a n d o numerosos recursos naturales y a m e n a z a n d o la estabili- El desarrollo plantea a la h u m a n i d a d en general y a la inge-
dad de sistemas vitales para la h u m a n i d a d entera, c o m o el clima niería en particular problemas y dilemas que se están intensi-
y t o d o lo que de él depende. Así pues, un individuo o un país ficando. El tema es motivo tanto de debates irracionales como
se desarrollan solamente c u a n d o son capaces de mejorar su de nuevas actitudes esperanzadoras e innovaciones prácticas.
calidad de vida m e d i a n t e decisiones y acciones propias. Hasta Ilustraremos lo que está ocurriendo mediante el ejemplo de una
cierto límite, la riqueza está correlacionada con el desarrollo, de las creaciones más antiguas de la ingeniería, las presas, obras
p e r o nunca es equivalente a él; hay u n a relación m á s estrecha estrechamente ligadas al proceso de civilización de la especie
entre desarrollo y educación (en el sentido de capacitación, tan- h u m a n a desde las épocas más remotas hasta nuestros días; p o r
to intelectiva c o m o práctica y laboral) que entre desarrollo y re- la importancia de sus contribuciones a la supervivencia y la ca-
cursos económicos, pues éstos sin educación no p e r m i t e n mejo- lidad de vida de la especie h u m a n a , y por la m a g n i t u d y tras-
rar la calidad de vida, en tanto que aquella p u e d e servir incluso cendencia de los efectos negativos q u e un inapropiado diseño
para allegarse recursos económicos. Por lo demás, cada quien de ellas puede producir, las grandes presas son, a pesar de su
decide lo que para él es desarrollo según su propia noción de lo largo historial, u n o de los mejores ejemplos de la compleja p r o -
que da calidad a su vida. blemática de la ingeniería m o d e r n a .
Ahora bien, t o d o ser h u m a n o requiere ciertos satisfactores
básicos que en su nivel m í n i m o pueden ser casi h o m o g é n e o s
(alimento, vestido, alojamiento); logrados éstos, cada u n o de 3 . U N E J E M P L O : E L DEBATE

nosotros elige bienes adicionales diferentes para mejorar su cali- SOBRE LAS G R A N D E S PRESAS

dad de vida según aquella noción propia, a u n q u e la globaliza-


ción tiende a homogeneizar también estos satisfactores electi- Las presas suelen generar tanto valiosos satisfactores como ri-
vos. Entonces cobra sentido estadístico medir la calidad de vida queza y, por tanto, p u e d e n contribuir al desarrollo; pero según
mediante el valor económico de los bienes a los que, en p r o m e - lo dicho aquí mismo, para q u e estas contribuciones efectiva-
dio, tiene acceso una población, y el ingreso per cápita se vuel- mente ocurran se requiere que dichas obras a) p r o d u z c a n satis-
ve un indicador del desarrollo. Pero aun así caben algunos m a - factores valorados por los habitantes de la región y el país en
tices, pues hay bases para sostener que a) no sólo el c o n s u m o que se ubican, y b) operen rentablemente considerando todos sus
sino también la idiosincrasia de un pueblo influye en su calidad costos y beneficios significativos, directos e indirectos. Los adje-
de vida, y b) cuando el c o n s u m o crece más allá de cierto límite, tivos todos y significativos tienen aquí mucha importancia, como
la calidad de vida ya no mejora o lo hace con gran dilapidación se verá adelante.

174 175

\
Presas de dimensiones m u y diversas se han construido du- y hay potencial para cuadruplicarla en términos absolutos. Este
rante toda la historia de la civilización, con características que tipo de generación es también el más conveniente para responder
han evolucionado a la par que los conocimientos y la tecnolo- a la rápida variación de la d e m a n d a eléctrica en horas pico, y
gía con que se diseñan y erigen. La omnipresencia de las presas tiene potencial m u y superior al de otras tecnologías para con-
en la historia y las grandes dimensiones q u e h a n llegado a tener tribuir al propósito universal de fomentar el uso de fuentes de
obedecen a razones c o m o las siguientes: a) la importancia de energía limpias y renovables. Por añadidura, u n a presa puede
asegurar el agua para consumo h u m a n o ; b) el valor que la irriga- diseñarse de m o d o que cumpla a la vez objetivos múltiples, se-
ción agrega a la agricultura; c) el atractivo de generar electrici- gún las necesidades locales específicas: irrigación, electricidad,
dad a partir de la energía potencial del agua en vez de hacerlo dotación de agua para la población y la industria, protección
q u e m a n d o combustibles; d) la mejora en calidad de vida resul- contra inundaciones, etcétera.
tante de estar a salvo de inundaciones; e) el valor de los grandes Si por tales motivos las presas han sido una respuesta nece-
cuerpos de agua como vías de comunicación y c o m o ambientes saria a la escasez o irregularidad de los caudales de agua dispo-
para la piscicultura y la recreación, etc. En fin, se construyen nibles localmente, en el futuro lo serán aún más, pues crecerá la
presas porque mejoran la calidad de vida, salvo cuando, ade- competencia p o r el líquido y, por tanto, el valor de almacenarlo.
más de cumplir propósitos c o m o los indicados, producen efectos En efecto, en m u y diversas regiones hay conflictos potenciales
negativos que anulan o reducen drásticamente sus beneficios ne- por el uso del agua debido a que a) al m e n o s 1000 millones de
tos, y por tanto incumplen u n a o las dos condiciones indicadas los habitantes actuales del planeta aún no tienen acceso al agua
en el párrafo anterior. entubada; b) cerca de 2000 millones carecen de electricidad; c) la
En zonas áridas la agricultura sería imposible sin la irrigación agricultura está en pugna por el agua con ciudades cuya dota-
basada en el almacenamiento de grandes cantidades de agua. En ción es ya insuficiente mientras su población sigue creciendo;
algunos países casi toda la producción agropecuaria depende de d) en n u m e r o s a s regiones hay riesgos asociados a la calidad del
ello. Incluso d o n d e la precipitación anual es a b u n d a n t e pue- agua que hoy se consume y, por tanto, aumentará la presión sobre
2
de ser indispensable almacenar agua si las lluvias no están distri- otras fuentes; e) muchos acuíferos subterráneos están sufriendo
buidas en el tiempo de la manera d e m a n d a d a por los cultivos. grandes abatimientos cada a ñ o y el agua salada los va contami-
Por otro lado, la generación hidroeléctrica es la de más alta n a n d o incluso en localidades alejadas del mar. Así, el valor del
eficiencia (superior al 90 por ciento, o el doble de la que tiene la agua no puede sino crecer en el futuro, y con él la competencia por
forma más eficiente de generación con hidrocarburos). También poseerla y la importancia de las presas como medio para este fin.
es la de más bajo costo total de largo plazo c u a n d o el volumen El manejo racional de esa competencia inevitable exigirá
de agua almacenada o la regularidad del caudal q u e corre por 2
Se estima que hay concentraciones excesivas de arsénico en el abastecimiento
un río son suficientes para operar sin intermitencias excesivas. de agua potable de un total de 50 millones de personas en países tan diversos como
La quinta p a r t e de la capacidad de generación instalada en el la India, Bangladesh, Nepal, Vietnam, China, Argentina, México, Chile, Taiwán,
Mongolia y los Estados Unidos (A. M. Chowdury, "Arsenic crisis in Bangladesh",
m u n d o es de este tipo (casi la misma proporción que en México) Scientific American, vol. 291, núm. 2, Nueva York, agosto de 2004, pp. 70-75).

176 177
ejercicio más fino de la inteligencia de todos los partícipes
un
Los impugnadores de las grandes presas sostienen que los
en proyectos que requieran el almacenamiento de grandes vo-
efectos sociales y ambientales negativos en algunas de estas
lúmenes de agua: mayor sensibilidad social y ambiental de las
agencias responsables, más conocimientos y capacidades de obras han rebasado o reducido sustancialmente sus beneficios.
las profesiones y ciencias que intervienen, mayor honestidad Los daños principales que se les atribuyen son a) desalojar del
y sentido de justicia de los gobiernos involucrados, además de embalse a miles de familias que luego quedaron al margen de
gran habilidad negociadora de éstos y de las organizaciones los beneficios del proyecto y aun sufrieron el agravamiento de su
internacionales, pues será cada vez más necesario conciliar in- pobreza; b) destruir grandes extensiones de ciertos ecosistemas
tereses de diversas naciones. Sin todo eso la avidez por el agua en el embalse y en las zonas por desarrollar aguas abajo; c) exce-
puede conducir a desatinos técnicos o políticos y a violencia der los costos de construcción previstos y agravar la deuda ex-
social cuyo resultado último sería un colapso de la calidad de terna de los respectivos países cuando éstos, como es usual,
vida de miles de millones de personas; es decir, la antítesis de lo tomaron créditos internacionales para financiar las obras y, en
que la humanidad ha venido persiguiendo desde sus tiempos fin, d) distribuir en forma no equitativa los beneficios y costos
más remotos. de los proyectos.
En un buen número de casos del pasado estos señalamientos
son válidos. Por ejemplo, cierta presa en Asia se concibió con
4. LOS ARGUMENTOS DEL DEBATE
objetivos múltiples que incluían agregar capacidad de generación
eléctrica por 1450 megavatios, irrigar 1 900 hectáreas, dotar de
Pese a satisfacer necesidades importantes de la humanidad, las
agua potable a 1800 pequeños poblados y proteger de inunda-
presas de grandes dimensiones han sido muy cuestionadas desde
ciones a 200 de ellos. La justificación del proyecto parecía obvia,
hace dos décadas. Esto hizo que dos organizaciones de perfil muy
pero en su planificación no se previo lo que implicaba reubicar
distinto, la Unión Internacional para la Conservación de la
satisfactoriamente a 40000 familias desplazadas por el llenado
Naturaleza y el Banco Mundial, decidieran en 1997 auspiciar
del embalse. Años después de la conclusión de la obra apenas
conjuntamente la creación de la llamada Comisión Mundial so-
habían sido atendidos uno de cada cuatro afectados y muchos
bre Presas, con la encomienda de examinar la controversia desde 1
aún no recibían el agua para irrigación que se les había ofrecido.
bases objetivas y clarificar los puntos en debate con participación
Experiencias similares en varios países dan bases para cuestionar
de impugnadores, defensores y expertos en todo lo relacionado
los métodos usuales de planificación de estos proyectos. Quienes
con estas obras. La comisión publicó en noviembre de 2000 un
han documentado con rigor tales casos han hecho una contribu-
informe referido a lo que ella misma definió como grandes presas;
ción valiosa para evitar que, en aras del desarrollo, se atropelle
esto es, las de al menos 15 metros de altura o con almacenamiento
3
a la gente y se deprede la naturaleza.
de agua superior a tres millones de metros cúbicos.
En cuanto al monto de las inversiones, es cierto que las
' World Commission «n Dams, Dams and Development: A New Framework for 4
Decisión Making, Earthscan Publications, Londres, noviembre de 2000. E. 'Ihomas, "Large dams: global rethink", International Power Generation, Surrcy,
Inglaterra, octubre de 2001, pp. 16-18.
178
179
grandes presas conllevan el riesgo de incurrir en costos impre- se discute subyacen dos asuntos de e n o r m e importancia. U n o
vistos de construcción m u y altos en términos absolutos, pues de ellos es tan antiguo c o m o la h u m a n i d a d , pues se refiere a la
en ellas, con m a y o r probabilidad q u e en otros proyectos, pueden justicia; es decir, a decisiones en que se distribuyen costos y be-
descubrirse durante la ejecución problemas geológicos de solu- neficios cuantiosos, q u e para algunos g r u p o s sociales implican
ción onerosa. Sin embargo, q u e el presupuesto de 81 grandes obtener beneficios tangibles y para otros significan ganar o per-
presas analizadas p o r la comisión se haya excedido 2 1 % en pro- der o p o r t u n i d a d e s críticas de desarrollo. El otro asunto es, por
5
m e d i o parece apuntar hacia otra causa: insuficiencia de los es- el contrario, novedoso, pues llegó a la palestra internacional ha-
tudios geológicos previos. Esta limitación es usual p o r q u e los ce m e n o s de dos décadas: la sostenibilidad del desarrollo. El
responsables suelen eludir gastos antes de q u e se t o m e en firme asunto de la justicia queda abarcado por la ética, que se discute
la decisión de llevar a cabo el proyecto, y u n a vez q u e la decisión en el capítulo xi; en lo que sigue nos limitaremos a analizar la
o c u r r e se omiten exploraciones y estudios p o r q u e sobrevienen sostenibilidad.
presiones políticas para acelerar la construcción. El efecto neto
es t e r m i n a r las obras con un sobregiro presupuestal y luego una 5. EL C O N C E P T O DE DESARROLLO
rentabilidad deficitaria, q u e es lo q u e suelen señalar los críticos SOSTENIBLE
de tales proyectos. La solución mejor avalada p o r la experiencia
consiste en invertir con o p o r t u n i d a d el t i e m p o y los recursos El concepto de sostenibilidad c o m o criterio para la selección de
necesarios para dilucidar cualquier d u d a geológica q u e pueda proyectos fue propuesto por la Comisión Mundial sobre el A m -
modificar significativamente el costo final de la obra; q u e esto biente y el Desarrollo, también llamada Comisión Brundtland,
tiene s e n t i d o se ve al c o m p a r a r el sobregiro o b s e r v a d o (21%) p o r el apellido de quien la presidió. La propia comisión definió
con el costo m e d i o de los estudios previos necesarios (1 a 3% como desarrollo sostenible aquel q u e usa los recursos naturales
del costo total de u n a obra de este tipo). Otra opción válida po- de modo que se satisfagan las necesidades humanas de la actua-
d r í a ser cuantificar los riesgos asociados a las incógnitas geo- lidad sin disminuir las oportunidades de generaciones futuras al
lógicas no despejadas, i n c o r p o r a r l o s a la evaluación económica disfrute de los mismos recursos. 6

y concebir una estrategia para adaptar el proyecto a la informa-


El concepto captó de inmediato la imaginación de m u c h o s
ción que surja conforme avance la construcción. Lo no válido es
por su poder sugestivo y revelador, que p r o p o n e un objetivo de
soslayar nuestra ignorancia y proceder c o m o si no existiera.
enunciado sencillo, comprensible por todos y capaz de motivar.
Hay, pues, razones objetivas y no sólo animosidad en el cues- Empero, tiene limitaciones operativas. Consideremos cualquier
tionamiento de algunas grandes presas en todo el m u n d o . Sea recurso natural puesto en juego por un proyecto e imaginemos
q u e nos refiramos en particular a las grandes presas, o en general c ó m o cumplir las d o s condiciones indicadas en la definición de
a cualquier proyecto c o n amplias repercusiones económicas y la sostenibilidad; esto es, asegurar que se satisfacen las presen-
sociales, positivas y negativas, en el fondo de la cuestión que aquí * World Commission on the Environment and Development, Our Common
5
Fulure, Oxford University Press, Oxford, 1987.
World Commission on Dams, op. cit.
181
180

\
tes necesidades de ese recurso y q u e a la vez se preserva la posi- desarrollo sostenible continuará ofreciendo dificultades en su
bilidad de que también las generaciones futuras p u e d a n dis- aplicación práctica, lo que propiciará ciertas actitudes políticas
p o n e r de él. E n c o n t r a r e m o s q u e cuantificar la disponibilidad de absoluta vacuidad, como declararse en pro de la sostenibilidad
actual y las presentes necesidades h u m a n a s del recurso en cues- pero no poder distinguir entre los proyectos que la tienen y los
tión es una tarea asequible; pero dilucidar si lo que decidimos que no.
hacer hoy disminuye la o p o r t u n i d a d de que generaciones veni- A pesar de todo, la noción de desarrollo sostenible está ejer-
deras dispongan del m i s m o recurso es una cuestión de comple- ciendo influencia benéfica sobre el c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o ,
jidad m u c h o mayor. En efecto, determinar la disponibilidad como en general ocurre con todas las grandes ideas sobre lo d e -
futura de un recurso natural y las necesidades que de él se ten- seable, incluso si son utópicas (y no se ha p r o b a d o si la definición
drán dentro de m u c h o s a ñ o s exige adoptar n u m e r o s a s hipóte- de la Comisión Brundtland es o no una utopía). No obstante su
sis sobre la evolución que tendrán tanto los m é t o d o s de explo- debilidad operativa y el abuso que de sus términos se hace coti-
ración y explotación del recurso c o m o las m a n e r a s en q u e se le dianamente en los medios de comunicación y en los discursos
utilizará y las alternativas para suplirlo. En consecuencia, cua- políticos, el concepto de desarrollo sostenible está haciendo
lesquiera estimaciones que p o d a m o s hacer de la disponibilidad cambiar algunos de los más dañinos patrones de producción
y la necesidad futuras de un recurso natural estarán sujetas a industrial y agropecuaria, con independencia de que los nuevos
incertidumbres de magnitud creciente con el plazo para el que m o d o s de desarrollo adoptados efectivamente sean sostenibles;
estemos haciendo las previsiones. éste es un buen ejemplo de que c u a n d o aspiramos a lo ó p t i m o
Es obvio entonces que hay m u c h o que avanzar en los m é - usualmente no alcanzamos nuestro objetivo, pero mejoramos
todos para aplicar operativamente los criterios de sostenibilidad. nuestro desempeño. Vale la pena por eso m a n t e n e r vigente la
Este desafío atañe a varias profesiones, especialmente la ingenie- aspiración al desarrollo sostenible, y a la vez seguir buscando
ría y la economía, p e r o también a las ciencias; p o r ejemplo, a la enfoques prácticos que permitan lograrlo.
ecología y otras ramas de la biología en cuanto se refiere a des-
entrañar la dinámica de los ecosistemas, la previsión de su com-
portamiento y el control de su evolución ante las perturbaciones 6 . E L D E S A R R O L L O SOSTENIBLE E X I G E E S F U E R Z O
que los seres h u m a n o s inducimos en ellos; a la sociología y la
psicología social en lo que toca a mecanismos eficaces de par- A fin de precisar ideas, consideremos los pasos necesarios para
ticipación, inducción y c o m p r o m i s o colectivo con la sosteni- analizar si un proyecto es sostenible o no. Pensemos en una pre-
bilidad del desarrollo, etc. La c o m u n i d a d internacional científica sa. Lo primero sería fijar con buen juicio las fronteras del sistema
e ingenieril está activa en la búsqueda de soluciones a estos pro- ecológico y social a considerar. En el pasado lo más usual ha sido
blemas." Entre tanto, la sencillez enunciativa del concepto de evaluar estos proyectos u n o a u n o , limitando el análisis al te-

nology for sustainable development", ICSU Seríes on Science for Sustainable Develop-
" The Initiative on Science and Technology for Sustainability, "Science and tech- ment, núm. 9, International Council for Science, Paris, 2002, 30 pp.

182 183
rritorio directamente afectado por las obras; tal delimitación es Definidos en una primera aproximación sus efectos ambien-
demasiado estrecha. Es indispensable que las fronteras del siste- tales y sociales, los conjuntos de proyectos podrían afinarse en
ma cuya sostenibilidad debe estudiarse se extiendan m u c h o más; forma iterativa hasta lograr los m í n i m o s efectos negativos ne-
si se trata de sistemas hidráulicos han de abarcan cuando menos tos. Siempre sería posible mejorar su d e s e m p e ñ o ambiental
la cuenca hidrológica completa en que se ubica el proyecto, y si mitigando ciertas consecuencias indeseables mediante acciones
son de otro tipo de proyectos, habría que adoptar un criterio equi- positivas de magnitud más o m e n o s equivalente; por ejemplo,
parable para fijar las fronteras. Delimitado el sistema, procede reforestar una extensión similar del ecosistema destruido por el
evaluar no proyectos individuales, sino conjuntos de ellos, a fin llenado del embalse, diseñar la presa y su operación de m o d o
de considerar sus efectos recíprocos y seleccionar con visión inte- q u e ésta deje pasar cierto caudal para mantener con alteración
gral el conjunto de obras más deseable; es decir, el q u e tenga la acotada los ecosistemas aguas abajo de ella, etcétera.
mejor expectativa de beneficios netos y sostenibilidad. Para cada La posibilidad de mitigar los daños ambientales de una pre-
conjunto alternativo de proyectos habría que hacer entonces una sa hasta lograr q u e cada u n o sea m u y p e q u e ñ o está limitada p o r
lista de sus posibles efectos ambientales, sociales y económicos. el saber disponible sobre la dinámica de los ecosistemas del
Esta lista incluiría, además de los beneficios expresamente bus- caso y por el costo de la mitigación. Sin embargo, en general es
cados con el proyecto, otros efectos previsibles, sean positivos o posible y de rentabilidad atractiva la protección y el mejora-
negativos. Si se tratara de presas, los otros efectos podrían ser los miento de la cuenca, c o m e n z a n d o con acciones para reducir la
siguientes: N, hectáreas inundadas, con la consecuente sustitu- erosión del suelo en ella antes del llenado del embalse; esto tie-
ción de un ecosistema terrestre con ciertos componentes y carac- ne tres efectos altamente deseables: a) preservar o recuperar
terísticas por u n o acuático cuyos componentes y características la diversidad de los ecosistemas; b) conservar o incrementar la
son diferentes; N, hectáreas de otros ecosistemas perturbados de tasa de recarga de los acuíferos subterráneos, y c) prolongar la
cierta manera por la desaparición del ecosistema inundado; X vida útil y a u m e n t a r la rentabilidad de la presa p o r disminución
hectáreas de ecosistemas aguas abajo de la presa cuyo régimen de la tasa de azolvamiento del vaso. Cada u n o de estos beneficios
de escurrimientos fluviales se modificará haciendo cambiar la tiene alto valor económico, ambiental y social, y su costo puede
aportación de nutrientes y el equilibrio entre erosión y acumu- ser bajo si se consigue la cooperación de las c o m u n i d a d e s rura-
lación en el cauce del río; N unidades de volumen anuales de
4 les beneficiadas. La protección de cuencas no solamente contri-
azolves que reducirán progresivamente el volumen útil de agua buye a mitigar el daño de inundar el embalse sino que, por su
almacenada; N. comunidades humanas con un total de x fami- escala potencialmente m u c h o mayor, puede agregar beneficios
lias o personas que cambiarán sus lugares de asentamiento y sus ambientales netos al proyecto. ¡Incluso puede ser u n a alternativa
actividades, modificando a su vez otros ecosistemas, etc. La lista mejor que la construcción de presas, pues se está perdiendo
puede resultar e n o r m e según queramos incluir en ella perturba- capacidad global útil desde que el volumen de sedimentos que
ciones de segundo, tercero, n-ésimo orden, cada vez a plazo más cada año se acumula en embalses de todo el m u n d o comienza a
largo en el futuro, pero se puede acotar con sentido práctico. ser mayor que el almacenamiento agregado por las nuevas obras

184 185
8
que entran en servicio! Puede afirmarse sin la m e n o r d u d a que, la m í n i m a alteración del ambiente natural. Es claro que dicho
con o sin la construcción de nuevas presas, la protección o tipo de desarrollo ganaría adeptos, p o r lo q u e tendería a exten-
mejoramiento de cuencas es u n a actividad deseable y de alta derse a otras regiones y a prolongarse en el tiempo; pero su uso
rentabilidad, sobre t o d o en las deplorables condiciones q u e han extendido, uniforme y prolongado terminaría por alterar en for-
alcanzado los suelos y los ecosistemas de diversas regiones del ma acumulativa algunas condiciones del entorno y, por tanto, no
mundo. podría mantenerse sin cambio p o r tiempo indefinido, sino que
tendría q u e irse modificando para corregir sus propios efectos
7. NO T O D O PUEDE PREVERSE DURANTE EL DISEÑO dañinos, sin importar cuan pequeños fuesen éstos por unidad
de t i e m p o o p o r unidad de producción. Así se demuestra que el
9

Por definición, el desarrollo sostenible tiene un propósito trans- desarrollo sostenible es necesariamente evolutivo. A su vez, de
generacional. Pero un lapso de varias generaciones es m u y gran- esto se desprende que la sostenibilidad es más asequible y ro-
de en comparación con los plazos para los que tiene sentido busta si coexisten m o d o s diferentes de desarrollo, todos con
hacer previsiones detalladas. C o m o la incertidumbre crece efectos negativos acotados y cada u n o aplicado en una zona de
exponencialmente con el plazo para el q u e planeamos o pre- extensión limitada, pues así pueden contrarrestarse m u t u a m e n t e
10

vemos acontecimientos, no es útil hacer previsiones en detalle los d a ñ o s inducidos. Esto hace evidentes las ventajas de la di-
para lapsos demasiado largos. En consecuencia, debe aceptar- versidad de modalidades de desarrollo para fines de sostenibili-
se que la sostenibilidad de un proyecto no se puede asegurar dad; siempre es preferible que concurran múltiples modalidades
de una vez y para siempre. Más bien hay que ocuparse de ella de y no una sola, a u n q u e ésta parezca por sí m i s m a m u y atractiva.
m o d o incremental, cada vez para el plazo más largo q u e p e r m i - Así, para lograr un proyecto sostenible no bastan su buena
ta estimar sin excesiva incertidumbre la evolución del proyec- planeación y diseño. Debe preverse además lo que se hará en la
to, y luego monitorearlo y reevaluarlo conforme se requiera a etapa operativa, y luego institucionalizarse su gestión ambiental
fin de detectar si en algún m o m e n t o tiende a no ser sostenible, con la participación de expertos; esto es crucial tanto para los
en cuyo caso habría que introducir ajustes. En otras palabras, fines de la ingeniería c o m o los de la ciencia; es decir, no sólo
la sostenibilidad debe ser a d m i n i s t r a d a c o n t i n u a m e n t e a fin de para el destino de los proyectos específicos de que se trata, sino
mantenerla. también para propiciar la generación de nuevo conocimiento
Otras causas p u e d e n obligar igualmente a observar y corre- básico, pues se ha llegado a la conclusión de q u e el saber cien-
gir sobre la marcha cualquier desarrollo a fin de mantenerlo tífico necesario para hacer operativo el criterio de sostenibilidad
sostenible. Supóngase que en cierta localidad se adoptara un
* H. Brooks, "The concept of sustainable development and environmentally sound
m o d o particular de vivir y producir que, entre t o d o s los imagi-
technology", Environmentally Sound Technology for Sustainable Development, ATAS
nables, diera lugar a u n a calidad de vida muy satisfactoria con Bulletin, num. 7, United Nations, Nueva York, 1992, pp. 19-24.
10
D. Reséndiz, "Sustainability and the nature of development", Environmentally
Sound Technology for Sustainable Development, ATAS Bulletin, num. 7, United
* E. Ihomas, "Large dams: global rethink", art. cit Nations, Nueva York, 1992, pp. 13-18.

186 187
habrá de surgir de la acumulación de resultados de experiencias j . N o reduce l a diversidad ambiental prevaleciente e n s u en-
de c a m p o locales adquiridas en las condiciones y con las varia- torno.
bles de cada caso particular."
2. C o n incertidumbre acotada y aceptable, su evolución previs-
ta cumple la definición de la Comisión Brundtland para un
lapso largo aunque finito.
8. U N A DEFINICIÓN OPERATIVA DE LO SOSTENIBLF.
3. Es objeto de seguimiento, reevaluación y actualización.
4. Sus reevaluaciones sucesivas confirman que la prolongación
No es suficiente t o m a r en cuenta en la evaluación de un proyecto
del proyecto en el tiempo seguirá cumpliendo las condiciones
todos sus efectos significativos, incluyendo sus externalidadcs.
de sostenibilidad; esto es, no dará lugar al agotamiento de
Por ejemplo, si lo que se evalúa son los costos de destruir un bos-
algún recurso natural ni a una ruptura irreversible del equi-
que (o los beneficios de conservarlo) no basta con incluir en el
librio ambiental, y en caso contrario se adoptan acciones
análisis los costos o beneficios de t o d o lo q u e el b o s q u e aporta
correctivas.
a la c o m u n i d a d global (captura de carbono, biodiversidad), a las
poblaciones cuenca abajo (reducción de la erosión y las inunda-
ciones, recarga de acuíferos, purificación del agua) y a los due- 9. El. CARÁCTER EVOLUTIVO DE LOS PROYECTOS
ños, usuarios o administradores directos de la tierra (productos
maderables y otros bienes). Todo esto apenas aseguraría la ra- Lo hasta aquí expuesto indica que la complejidad operativa del
cionalidad de la decisión de realizar o no el proyecto; pero que criterio de sostenibilidad no se debe t a n t o al gran n ú m e r o de
éste sea sostenible en el largo plazo dependerá, además, de que se variables que intervienen, sino principalmente al carácter evo-
compense a sus propietarios por todos los beneficios locales y no lutivo o dinámico de los sistemas socio-técnicos o socio-tecno-
locales aportados p o r el bosque, que de otro m o d o será fatal ecológicos; esto es, los q u e incluyen, además de componentes
mente sustituido por usos alternativos de la tierra. Hoy todavía inanimados, subsistemas ecológicos y sociales. Todos los pro-
no se han encontrado m a n e r a s de cumplir ese requisito, ni me- yectos de ingeniería tienen en mayor o m e n o r medida los tres
diante la protección y administración g u b e r n a m e n t a l de los tipos de componentes, y el carácter dinámico de su evolución se
bosques ni a través de los mecanismos basados en el mercado, origina en las mutuas interacciones y realimentaciones que sur-
12
a u n q u e u n o s y o t r o s se siguen e n s a y a n d o . P u e d e decirse en gen entre naturaleza, sociedad y productos diseñados. En el ca-
tonces que un proyecto es sostenible si cumple las siguientes pítulo xm se trata el tema con mayor extensión.
condiciones:
Entonces, para aplicar el criterio de sostenibilidad a la eva-
11
The Initiative on Science and Technology for Sustainability, "Science and luación de u n a presa, q u e es el tipo de proyecto q u e hemos ve-
tcchnology for sustainable devclopment", art. cit. nido u s a n d o para ilustrar la discusión, se tendría q u e proceder
12
S. Pagiola, J. Bishop y N. Landell-Mills (eds.), Selling Foresl Environmenhü
Services, Earthscan Publications, Londres, 2002. [Versión en español: La venta de ser c o m o sigue:
vicios ambientales forestales, iNE-Semarnat, 2003.]

188 189
1. Elaborar un m o d e l o d i n á m i c o del sistema presa-entorno
y con base en él esmerarse en identificar, caracterizar y
cuantificar los efectos directos e indirectos m á s significativos
que podría ejercer el proyecto sobre el e n t o r n o natural y
social, y viceversa.
2. Concebir medidas para mitigar los efectos negativos iden-
tificados.
3. Incorporar honestamente todos los costos y beneficios FIGURA VIII.I. Representación dinámica sencilla de los costos
previsibles del proyecto, directos e indirectos, inmediatos y y beneficios de un proyecto.
diferidos, al análisis de su rentabilidad económica.
4. Afinar el diseño p o r aproximaciones sucesivas hasta lograr
que resulte social, económica y ambientalmente sostenible. significativos; es decir, sus ciclos de realimentación o relaciones
internas causa-efecto, c o m o el ilustrado en la figura V I I I . I , que
De las cuatro tareas indicadas la primera resulta crucial y es muestra, además de un conjunto de causas y efectos del proyecto,
la más difícil, dada nuestra limitada capacidad para modelar y las líneas de causalidad entre unas y otros. Tal esquema se lee
prever c ó m o evolucionarán en el largo plazo los sistemas en que como sigue: el proyecto da lugar a costos directos (línea de cau-
interactúan naturaleza, tecnología y sociedad, cada u n a con sus salidad 1) y a otros efectos (línea 2), algunos de los cuales produ-
mecanismos evolutivos propios y la última con su impredecible cen beneficios (línea 3) y otros se convierten en costos adicio-
voluntad de hacer o dejar de hacer cualquier cosa en el futuro. nales, casi siempre mediatos (línea 4).
La composición socio-tecno-ecológica de estos sistemas hace Por ejemplo, u n a presa p u e d e tener entre sus efectos generar
q u e evolucionen en forma muy difícil de predecir; esto hace pre- electricidad, con sus consecuentes beneficios; pero, además,
ferible darles seguimiento después de haberlos diseñado y pues- inevitablemente altera el régimen con el que durante milenios
to en operación a fin de detectar y corregir sus tendencias inde- había escurrido el agua en el río y al que ciertas especies vegetales
seables; a la vez, es importante desde el p u n t o de vista científico y animales (y quizás algunas comunidades h u m a n a s ) se habían
seguir e m p e ñ á n d o s e en prever su c o m p o r t a m i e n t o para compa- adaptado. Esas alteraciones involuntarias afectan negativamente
rarlo con el que se observe en los hechos y así mejorar nuestra a tales especies y c o m u n i d a d e s y, por tanto, implican costos
capacidad de modelación. No cabe explicar aquí cómo se formu adicionales a los producidos p o r la línea de causalidad 1. Así
lan los modelos matemáticos necesarios; baste decir q u e éstos pues, los de construcción, operación y m a n t e n i m i e n t o no son
sirven para estimar la posible evolución futura de los respectivos los únicos costos de un proyecto de este tipo, sino que hay otros
sistemas y que para elaborarlos se comienza con un diagrama costos acarreados por la línea 4; estos costos adicionales y
del sistema socio-técnico de que se trata, del tipo de los presen- aquellos beneficios q u e no constituyen propósitos principales o
tados en el capítulo XIH, q u e incluya sus rasgos d i n á m i c o s más directos del proyecto son soslayados por el análisis económico

190 191
convencional, y por ello suelen llamarse externalidades o costos drá el proyecto. Por tanto, la rentabilidad es un elemento de jui-
y beneficios externos. cio importante, pero la decisión de realizar o no una obra de
Ahora bien, cualquier sistema puede representarse con dia- tanta importancia no puede basarse sólo en ese indicador. Aun-
gramas más y más completos, que a su vez dan lugar a que la que éste resulte aceptable, las incertidumbres sobre lo que ocu-
evaluación (económica, social o ambiental) basada en ellos dé re- rrirá durante toda la vida útil del proyecto son tan grandes que
sultados diferentes. En esto consiste la dificultad práctica de sus promotores y el ingeniero tienen la obligación moral de plan-
tomar en cuenta todos los efectos significativos de un proyecto al tearse al menos otras dos preguntas antes de tomar la decisión:
evaluar su sostenibilidad o su rentabilidad. En el capítulo xm se a) ¿hay alguna sospecha seria de insostenibilidad social o am-
muestra que en la evaluación de un proyecto cualquiera es posi- biental?, y b) ¿son concebibles proyectos alternativos que cum-
ble adoptar representaciones dinámicas del mismo más comple- plan los mismos objetivos principales, que sean similarmente
tas o refinadas que la de la figura vm.i o, a la inversa, otras más rentables y que impliquen menores riesgos o incertidumbres?
simplistas. Finalmente, siempre se requerirá del buen juicio pro- La actitud de los responsables de un proyecto ante estas pregun-
fesional para decidir cuándo se han incorporado ya todos los tas debe ser de prudencia: en igualdad de otros factores, ha de
efectos significativos. Usualmente el enfoque económico conven- adoptarse la opción con menores riesgos y dudas.
cional yerra porque no evalúa la rentabilidad a partir de una A su vez, quienes impugnen proyectos en aras de la sosteni-
concepción dinámica del proyecto, como la esquematizada en bilidad están obligados a una actitud de igual responsabilidad y
la figura vin.i, sino con una que es simplista en exceso, pues no prudencia que la anterior; no habrá justificación para obstacu-
incorpora ciclo de realimentación alguno y, por tanto, ignora las lizar un proyecto cuyos efectos sociales y ambientales se hayan
repercusiones indirectas del proyecto; es decir, se limita a con- estudiado concienzudamente con la participación de los afecta-
siderar los beneficios y costos directos, lo que para fines de eva- dos, si se ha concluido que a) los daños netos a la naturaleza se
luación implica siempre costos menores (y, por tanto, rentabili mitigarán o estarán acotados en niveles que tanto los afectados
dad mayor) que los resultantes de la figura vm.i o de cualquier como los expertos consideran tolerables; b) no hay riesgo de un
otra representación más completa de la naturaleza del proyecto. círculo vicioso desestabilizador del entorno, y c) el proyecto es
Esto explica por qué la Comisión Mundial sobre Presas encontró rentable y sus beneficios se distribuyen con equidad. Cabe consi-
que en múltiples casos los proyectos de estas obras no alcanzan derar al respecto que nuestra especie pudo desaparecer o haber-
la rentabilidad prevista. se estancado en los niveles de vida de hace milenios si no hubiera
Las incertidumbres y aproximaciones de modelación indica- desplegado, además de su gran capacidad de adaptación propia,
das afectan necesariamente la confianza que podemos asignar la voluntad e imaginación necesarias para modificar las condi-
al análisis económico. En efecto, aun si se hace un esfuerzo ho- ciones naturales cuando éstas le ofrecían una calidad de vida
nesto por identificar de la mejor manera las externalidades y inaceptable.
por incorporarlas al análisis, es obvio que ellas serán apenas En resumen, debemos ser cautos y adaptarnos a formas de
una aproximación más bien burda de las que en los hechos ten- vida austeras, pero también tener en cuenta que el desarrollo

192 193
sostenible no es un concepto absoluto ni un camino predeter- también es a b u n d a n t e la experiencia que podría servir de base
m i n a d o y único, sino una red de senderos no alternativos, sino para seguir a p r e n d i e n d o a evitar los efectos inaceptables de este
complementarios, n i n g u n o de los cuales p u e d e descartarse tipo de proyectos. Sin embargo, la polarización de defensores e
a priori ni seguirse indefinidamente sin corregir el r u m b o sobre impugnadores ha dificultado incluso la clarificación de algunos
la marcha. Cabe esperar que proponentes e impugnadores de hechos. La decisión de construir o no una presa ya no es un
proyectos se percaten, unos de la importancia de lograr que el asunto sólo de costos, beneficios y distribución de ambos, pues
desarrollo sea sostenible, y otros de la relatividad del concepto. cada caso particular se ha vuelto ocasión para exhibir la fuerza
con q u e alguien p u e d e defender ciertos d o g m a s , o para debatir
asuntos sin contacto con la experiencia o la razón. Por eso es
1 0 . LECCIONES DE LA HISTORIA valiosa la labor q u e la Comisión Mundial sobre Presas desplegó
para llegar al informe citado, del q u e se derivan multitud de
Habiendo escogido el ejemplo de las grandes presas para ilus- lecciones de interés práctico, tanto para este tipo de obras como
trar los problemas y dilemas de la sostenibilidad, cabe decir que para otros proyectos de ingeniería. Al lado de los ejemplos de
en t o d o el m u n d o hay alrededor de 45 000 casos de presas consi- d a ñ o social y ambiental, grave e innecesario, provocado por al-
d e r a d a s grandes p o r su altura (más de 15 metros) o p o r el volu- gunos de estos grandes proyectos, existen evidencias igualmen-
men de agua que almacenan (tres millones o más de metros cú- te sólidas de que esos resultados son evitables si se actúa con
13
bicos). Las de mayores dimensiones se erigieron durante el rigor profesional y se p o n e n en juego los conocimientos recien-
siglo x x , especialmente entre 1930 y 1980. Al final de este perio- temente desarrollados en t o r n o al concepto de desarrollo sos-
do los países desarrollados habían concluido ya la mayoría de tenible.
las que requerían para las necesidades de una población ya en- Por otra parte, cualquier obra puede dejar de ser deseable o
tonces casi estabilizada. A la vez, en el resto del m u n d o la tasa útil en algún m o m e n t o . Por ejemplo, presas pequeñas y media-
de construcción de nuevas presas grandes se abatió drásticamen- nas q u e en u n a época fueron importantes fuentes de energía
te; contribuyó a esto la impugnación q u e comenzaba a hacerse eléctrica se han vuelto inútiles porque sus embalses se han azol-
a estas obras, p e r o influyó más el desplome de la inversión en vado o p o r q u e ya no ofrecen condiciones de seguridad acepta-
los países pobres y e n d e u d a d o s , provocado a su vez por la subi- bles, o bien h a n sido superadas p o r la tecnología o la economía
da drástica de las tasas de interés y la adopción simultánea en de escala de plantas más m o d e r n a s , etc. Al contrario de lo que
casi todos ellos de ciertas políticas macroeconómicas. Sólo Chi- podría suponerse, remover la obra no basta para devolver al río
na y la India (y en m e n o r m e d i d a Brasil, Turquía, Japón y Norue- y al resto del entorno sus condiciones iniciales. La experiencia
ga) han m a n t e n i d o una política m u y activa para aprovechar sus está e n s e ñ a n d o que remover una presa es un proyecto de inge-
recursos hidráulicos. niería en si mismo, con sus propios costos y beneficios, y cuyo
El acervo mundial de grandes presas es e n o r m e ; por tanto, diseño y evaluación tiene todas las complejidades e incertidum-
" World Commission on Dams, op. cit. bres de cualquier otro, principalmente por sus efectos ambien-

194 195
14
tales sobre el nuevo e n t o r n o que la misma obra creó. Esto los proyectos c o m o de profesionales idóneos de la ingeniería y
introduce una complicación adicional al diseño, pues según al- la economía, además de científicos de la sociología, la ecología
gunos ello obliga a incorporar a los costos diferidos de todo y otras ciencias. La participación efectiva de quienes tengan de-
proyecto los de la eventual remoción del m i s m o . Pero restaurar recho a ello, m á s la sensatez, honestidad y paciencia de quienes
las condiciones que prevalecían en el entorno antes de la exis- coordinen la planeación y evaluación de los proyectos serán la
tencia del proyecto original puede ser inconveniente y la deci- mejor defensa ante posiciones dogmáticas en pro y en contra,
sión no debe tomarse a priori, sino p o n d e r a n d o en su m o m e n t o que seguramente seguirán existiendo y manifestándose.
costos y beneficios c o m o en cualquier proyecto. Por tanto, ra- 3. En n u m e r o s o s proyectos de ingeniería ha habido defi-
cionalmente sólo cabe en estos casos t o m a r en cuenta los costos ciencias graves en el manejo de los efectos de orden social, eco-
de devolver al sitio condiciones de seguridad, sea cual sea el uso lógico o económico; pero esta no es una imputación aplicable
que de él se decida hacer después. de m a n e r a genérica a la totalidad de los grandes proyectos, ni es
inevitable que éstos tengan efectos depredadores.
1 1 . CONCLUSIONES 4. La experiencia buena y mala acumulada al respecto debe
asimilarse y aprovecharse en proyectos futuros. Además, cada
De lo aquí tratado se desprenden conclusiones útiles para nor- país debe evaluar su historial p r o p i o en este c a m p o , c o m o lo
m a r la concepción, planificación, evaluación, construcción, sugiere el informe de la Comisión Mundial sobre Presas para 15

puesta en servicio y seguimiento de cualquier proyecto de in- el caso de estas obras.


geniería: 5. Las fallas graves en la estimación de costos de los proyec-
tos de ingeniería de t o d o tipo se pueden evitar, por una parte,
1. Es inevitable que cualquier proyecto de ingeniería produz- mediante esfuerzos de modelación dinámica de los sistemas so-
:a, al lado de los beneficios q u e directamente persigue, otros cio-técnico-ambientales q u e resultan de cualquier proyecto de
afectos positivos y negativos sobre la sociedad y los ecosiste- ingeniería y, por otra, mediante el m o n i t o r e o de la evolución
mas. Por tanto, cada caso debe ser evaluado m e d i a n t e criterios de los m i s m o s a fin de precaverse ante las limitaciones de los
;anos de rentabilidad económica, sostenibilidad ambiental y propios modelos.
¡quidad social, y luego c o m p a r a d o en los m i s m o s términos 6. Dadas las incertidumbres y la complejidad asociada a
:on otras opciones de solución de la necesidad social a la que cualquier intento serio de evaluar la sostenibilidad, la actitud
esponde. requerida de las instituciones responsables es no desistir de ha-
2. La correcta aplicación de los tres criterios de evaluación cerla, sino además integrar para cada proyecto un g r u p o de tra-
ndicados requiere la participación formal, transparente y efec- bajo experimentado y capaz, con participación de las profesio-
iva tanto de los segmentos sociales con intereses legítimos en nes y disciplinas científicas pertinentes, cuya función incluya no
14
D. D. Hart, "Dam removal: challcnges and opportunitics fot ecológica! research solamente realizar los estudios previos, sino hacer la gestión so-
nd river restoration", BioScience, vol. 52, núm. 8, agosto de 2002, pp. 669-681. 15
World CommisMon on Dams, op. cit.

96 197
14
tales sobre el n u e v o e n t o r n o que la misma obra creó. Esto los proyectos como de profesionales idóneos de la ingeniería y
introduce una complicación adicional al diseño, pues según al- la economía, a d e m á s de científicos de la sociología, la ecología
gunos ello obliga a incorporar a los costos diferidos de todo y otras ciencias. La participación efectiva de quienes tengan de-
proyecto los de la eventual remoción del mismo. Pero restaurar recho a ello, más la sensatez, honestidad y paciencia de quienes
las condiciones que prevalecían en el e n t o r n o antes de la exis- coordinen la planeación y evaluación de los proyectos serán la
tencia del proyecto original puede ser inconveniente y la deci- mejor defensa ante posiciones dogmáticas en pro y en contra,
sión no debe tomarse a priori, sino p o n d e r a n d o en su momento que seguramente seguirán existiendo y manifestándose.
costos y beneficios c o m o en cualquier proyecto. Por tanto, ra- 3. En numerosos proyectos de ingeniería ha habido defi-
cionalmente sólo cabe en estos casos tomar en cuenta los costos ciencias graves en el manejo de los efectos de orden social, eco-
de devolver al sitio condiciones de seguridad, sea cual sea el uso lógico o económico; pero esta no es una imputación aplicable
que de él se decida hacer después. de m a n e r a genérica a la totalidad de los g r a n d e s proyectos, ni es
inevitable que éstos tengan efectos depredadores.
1 1 . CONCLUSIONES 4. La experiencia b u e n a y mala acumulada al respecto debe
asimilarse y aprovecharse en proyectos futuros. Además, cada
De lo aquí tratado se desprenden conclusiones útiles para nor- país debe evaluar su historial propio en este campo, como lo
m a r la concepción, planificación, evaluación, construcción, sugiere el informe de la Comisión Mundial sobre Presas para 15

puesta en servicio y seguimiento de cualquier proyecto de in- el caso de estas obras.


geniería: 5. Las fallas graves en la estimación de costos de los proyec-
tos de ingeniería de t o d o tipo se pueden evitar, por una parte,
I. Es inevitable q u e cualquier proyecto de ingeniería produz- mediante esfuerzos de modelación dinámica de los sistemas so-
ca, al lado de los beneficios que directamente persigue, otros cio-técnico-ambientales que resultan de cualquier proyecto de
efectos positivos y negativos sobre la sociedad y los ecosiste- ingeniería y, por otra, mediante el m o n i t o r e o de la evolución
mas. Por tanto, cada caso debe ser evaluado m e d i a n t e criterios de los m i s m o s a fin de precaverse ante las limitaciones de los
sanos de rentabilidad económica, sostenibilidad ambiental y propios modelos.
equidad social, y luego c o m p a r a d o en los m i s m o s términos 6. Dadas las incertidumbres y la complejidad asociada a
con otras opciones de solución de la necesidad social a la que cualquier intento serio de evaluar la sostenibilidad, la actitud
responde.
requerida de las instituciones responsables es no desistir de ha-
2. La correcta aplicación de los tres criterios de evaluación cerla, sino además integrar para cada proyecto un g r u p o de tra-
indicados requiere la participación formal, transparente y elec- bajo experimentado y capaz, con participación de las profesio-
tiva tanto de los segmentos sociales con intereses legítimos en nes y disciplinas científicas pertinentes, cuya función incluya no
11
D. D. Han, "Dam removal: challengcs and opportunities for ecológica! research solamente realizar los estudios previos, sino hacer la gestión so-
and rivcr restoration", BioScience, vol. 52, núm. 8, agosto de 2002, pp. 669-681. " World Commission on Dams, op. cil.

196 197
cio-ambiental del proyecto una vez implantado, en su caso. Es IX. Competitividad e ingeniería
de esperarse que, mediante el estudio concienzudo y continuo de
proyectos específicos antes y después de su puesta en operación,
los científicos de la ecología lleguen a hacer no sólo aportacio-
nes prácticas basadas en el saber existente, sino hallazgos cien-
tíficos que a u m e n t e n el acervo de conocimientos de la h u m a n i -
dad sobre el tema. Igualmente deseable es la colaboración de
economistas para incorporar externalidades cuya omisión da
lugar a rentabilidades engañosas y hace inviables los proyectos.
7. Los criterios de evaluación ambiental y gran parte de los
de carácter social aquí indicados fueron soslayados p o r todos
desde siempre hasta años recientes. Tal actitud se justificó ra-
cionalmente durante m u c h o tiempo por el hecho incontrover- i. ¿ C O M P E T I R O C O O P E R A R ?
tible de que en el pasado más o m e n o s r e m o t o la tasa de consu-
mo de recursos naturales era insignificante en comparación con La competitividad está de m o d a . Un coro multitudinario exhor-
la reserva de ellos disponible en la naturaleza. La densidad de- ta en los medios de comunicación, en el gobierno, en el aula y
mográfica actual del planeta ha hecho que esto ya no sea cierto en otros foros a que individuos, empresas, países y organizacio-
y, por tanto, es indispensable un cambio de actitud general, que nes de t o d o tipo compitan y sean competitivos. A veces no es
parta de apreciar la importancia que para el futuro de la especie claro si quienes lo promueven saben bien qué quieren decir, pe-
h u m a n a tiene preservar los diversos equilibrios tanto naturales ro de cualquier m o d o lo hacen: está de m o d a . La m o d a durará
como sociales. No obstante, proscribir de m o d o tajante y sin "hasta que se agote el ansia por la libertad, ansia que fomenta los
análisis proyectos c o m o las grandes presas implica condenar a cambios que ahora vemos, y la sustituya, otra vez, la sed por la
la miseria a millones de personas en los países que, p o r azares igualdad y la justicia social, sed que dio lugar a las revoluciones
de la historia, no emprendieron dichos proyectos antes, cuando que conocimos [...]yen que hasta hace poco creíamos y vuelva a
las condiciones permitieron que se realizaran en los países que, oscilar el péndulo, tal vez hasta que sus oscilaciones se amortigüen
en gran medida por esto m i s m o , hoy son ricos. y hallemos [...] el sendero medio, con lo mejor de cada ideología". 1

Individualmente y en g r u p o los seres h u m a n o s somos por


naturaleza dados a la competencia, c o m o lo son todos los seres
vivos, de suerte que no se nos está pidiendo algo contra natura.
El punto a considerar, sin embargo, es q u e no solamente ese
1
E. Rosenblueth, La futura educación mgenieril. Cuadernos PICA, 4, Fundación
ICA, México, 1995,9 pp.

198 199
atributo tenemos, sino que por la misma causa somos también taremos alejándonos del equilibrio y atentando contra nuestros
seres cooperativos. A m b a s características nos vienen en los ge- propios intereses. Y en efecto, esto es lo que está sucediendo: por
nes y son producto de milenios de evolución. Esto significa que creer que así prosperamos, competimos d e n o d a d a m e n t e hasta
necesitamos ambos atributos para sobrevivir. Durante la evolu- cuando lo razonable sería resolver nuestros problemas median-
ción de la vida en nuestro planeta, la cooperación de individuos te la cooperación. Las cuestiones ambientales de importancia
de una misma especie es lo q u e ha producido estructuras socia- planetaria, la paz mundial, la marginación de millones de nues-
les más complejas hasta llegar a las sociedades h u m a n a s ac- tros semejantes, la educación son ejemplos obvios de asuntos
tuales. Está d e m o s t r a d o que, desde los organismos unicelulares que ameritan cooperación; pero d e p e n d i e n d o de las circunstan-
hasta los seres h u m a n o s , la cooperación ha contribuido más cias también pueden serlo la mejora de las condiciones de vida
2
que la competencia a la evolución de tales c o m u n i d a d e s . propias y del prójimo, la conservación u obtención de empleo,
D e p e n d i e n d o de las circunstancias objetivas del entorno y el aprendizaje, la capacitación, etc. Esto denota que quienes abo-
del m o m e n t o , y a veces según el m u y subjetivo estado de ánimo gan por la competencia a rajatabla están expresando consignas que
de cada quien, o p t a m o s p o r competir o por cooperar. Así so- no han reflexionado suficientemente, o que se están adhiriendo
m o s y así debemos seguir siendo p o r el bien personal y colecti- de m a n e r a extralógica a propuestas sobrecargadas de ideología.
vo. Por tanto, necesitamos capacidad de juicio para decidir en Tanto la competencia como la cooperación son m á s fructífe-
cada caso y m o m e n t o cuál de las dos actitudes nos conviene. ras si se basan en el conocimiento del competidor o socio. A m e -
No t o d o s los problemas se resuelven ó p t i m a m e n t e de la misma nor conocimiento, mayor riesgo, trátese de competir o de coo-
manera; algunos pueden afrontarse mejor compitiendo; otros, perar. Desde la cooperación más solidaria hasta la competencia
cooperando, e incluso hay ocasiones que se prestan simultánea- con resabios primitivos, que es la guerra, todas las formas de in-
m e n t e a competencia y colaboración, c o m o c u a n d o alguien re- teracción de los seres h u m a n o s tienen mayor probabilidad de
quiere desplegar a fondo y con excelencia capacidades varias, éxito si se basan en el conocimiento de la contraparte, tanto por
en algunas de las cuales no es sobresaliente: lo ó p t i m o entonces razones de carácter psicológico c o m o táctico y estratégico. C o m -
sería escoger con quién enfrentar conjuntamente el problema, y petencia sin conocimiento de las fortalezas y debilidades del
cooperar a p o r t a n d o cada quien las capacidades q u e mejor do- competidor es simple pleito impulsivo; cooperación sin cono-
mina, a la vez que los asociados compiten entre sí p o r desem- cer las capacidades y actitudes del socio es u n a aventura aún
peñarse de m o d o excelente. más riesgosa, pues la cooperación exige confianza que no puede
Es inconveniente que, siendo competencia y cooperación ac- fundarse sino en el conocimiento. Por t o d o ello, a) el dilema de
titudes opuestas, y ambas p r o b a d a m e n t e necesarias, sólo se nos competir o cooperar se desvanece o se resuelve si las partes se
exhorte a ser competitivos, pues si cedemos a la insistencia es- tratan y conocen m u t u a m e n t e ; b) la competencia es más proba-
ble entre partes lejanas, en tanto que la cooperación lo es entre
2
M. A. Novak, R. M. May y K. Sigmund, "The arithmetics of social help", Scienti- cercanas, y c) la competencia es más primitiva y azarosa cuanto
fic American, junio de 1995; reimpreso en The Mysteries of Mathematics, Scientific
American Inc., Nueva York, 2006, pp. 10-15. menos conocimiento m u t u o hay entre los competidores.

200 201
C o n todas esas condiciones, objeciones y salvedades, sea- producción arriba del cual se justifica esa relativa suficiencia.
m o s conscientes, sin embargo, de que hay que competir y ser Por ejemplo, la historia muestra que países con población de
competitivos so pena de ser barridos o sometidos en la arena apenas algunas decenas de millones de habitantes pueden al-
internacional, y simplemente tengamos en cuenta que al hacer- canzar un producto interno bruto que justifique una ingeniería
lo no debemos descartar la posibilidad de, además, cooperar. con alto grado de suficiencia, más aún si la diversificación eco-
En lo que sigue nos referiremos específicamente a la competiti- nómica de tales países es alta; muchos países de Europa occi-
vidad internacional de un país para fines económicos y comer- dental son evidencia de ello. Por otro lado, naciones con cien o
ciales, y al papel que en ello desempeña su ingeniería. más millones de habitantes pueden lograr cierto grado de auto-
suficiencia en algunas ramas de la ingeniería m u c h o antes de
alcanzar un producto per cápita alto, como son los casos de Chi-
2. P A P E L DE LA I N G E N I E R Í A na, India y Brasil, entre otros. Estos grandes países incluso mues-
tran evidencias de que la posibilidad de seguir incrementando
D a d o que la ingeniería es m e d i o principal para definir y crear su ingreso per cápita depende precisamente de haber alcanzado
las inversiones en planta productiva tanto c o m o para optimi- ese grado de autosuficiencia en áreas selectas de la ingeniería
zar la operación de ésta, la capacidad de un país en el c a m p o de que son críticas para su especialización económica.
los servicios de ingeniería puede hacer la diferencia entre un Conforme la globalización ha ido creando condiciones para
d e s e m p e ñ o económico mediocre y u n o sobresaliente. Hay quie- q u e ciertas empresas migren hacia d o n d e hay el personal que
nes piensan que la globalización de los m e r c a d o s tenderá a res- mejor satisface las necesidades de sus respectivos negocios, más
tar validez a esta aseveración porque siempre se p o d r á acudir a importante se vuelve para cada país cuidar la calidad y el perfil
servicios de ingeniería de origen extranacional, pero es más de sus profesionales en la ingeniería. Hay que tener en cuenta a
probable que o c u r r a lo contrario: que sin capacidad ingenieril este respecto que, además de ingenieros, la ingeniería requiere
interna la competitividad de un país en la arena internacional de personal asociado y auxiliar. Por ese motivo, los países des-
sea inalcanzable. En efecto, la competencia internacional inten- arrollados integraron durante la segunda mitad del siglo xx cua-
sificada por la globalización hará cada vez m á s necesario cierto dros profesionales compuestos por proporciones similares de
nivel de autonomía nacional en los servicios de ingeniería re- ingenieros y técnicos superiores (o profesionales asociados), los
queridos por una economía de gran escala, pues no es conce- primeros formados en programas de aproximadamente cinco
bible que persista o prospere una potencia económica mediana años de duración y los segundos en programas de dos a tres
o grande cuyos servicios de ingeniería d e p e n d a n de sus compe- años. Esta política ha probado ser necesaria no solamente en la
tidores. ingeniería, sino en todas las actividades de carácter práctico; es
3

Ahora bien, es obvio que no cualquier nivel de producción decir, en todas las profesiones. No ha sucedido lo m i s m o en
económica justificaría una alta capacidad propia de servicios !
En México, apenas en la última década del siglo pasado se dio un impulso deci-
de ingeniería. Aunque no nítidamente definido, hay un umbral de dido a la formación de técnicos superiores o profesionales asociados mediante la

202 203
Iberoamérica y, por tanto, su ingeniería está limitada por a) la tivamente la responsabilidad de crear capacidades nacionales
falta de técnicos superiores idóneos, que son suplidos por per- de ingeniería mediante un proceso intencional más o m e n o s
sonal de m e n o r calidad formado exclusivamente en la práctica, prolongado. Hay razones para postular que los actores centrales
o por ingenieros que, en consecuencia, ven acotado su desarro-
del proceso a que nos referimos son cuatro: el gremio de los in-
llo, sus ingresos y sus satisfacción profesional; b) el desperdicio
genieros, el empresariado, el gobierno, y las instituciones aca-
masivo de cuadros formados en las escuelas c o m o ingenieros y
que están destinados a desempeñar funciones por debajo de sus démicas relacionadas directamente con la ingeniería. La impor-
expectativas y capacidades, y c) la mayor dificultad de las insti- tancia relativa de la contribución de cada u n o de tales actores
tuciones académicas para formar ingenieros de excelencia, por varía de país a país según la estructura económica y la idiosin-
tener que distribuir su atención entre un n ú m e r o de estudiantes crasia nacional. Lo q u e queda fuera de ese núcleo de actores
4
m u c h o mayor que el finalmente aprovechado en tal función. responsables puede verse como el entorno, que juega un papel
Por lo demás, una capacidad suficiente en servicios de inge-
coadyuvante en el proceso y contribuye o no a darle viabilidad
niería no se logra siguiendo en todo país un camino o modelo
y sustento; es el caso, por ejemplo, del conjunto de la economía
único, ni son pocos los factores q u e en ello influyen. Se requiere
la acción conjunta de ciertos actores institucionales o sociales del país, que según supere o no el u m b r a l antes señalado hará
que, p o r su relación directa con el asunto, p u e d e n asumir colee- posible o tornará inviable la creación de la capacidad deseada.
creación de decenas de universidades tecnológicas con programas educativos de dos Dicho lo anterior, interesa entender cuáles son los obstácu-
años de duración y la introducción, en instituciones tradicionales de educación su-
los que impiden tener u n a ingeniería con capacidades congruen-
perior, tanto de programas similares como del reconocimiento de sus créditos para
tes con la magnitud y diversidad de la economía nacional, cuan-
fines de estudios subsecuentes. Aunque los efectos son aún incipientes y falta mucho
por hacer para aumentar la matrícula y la aceptación social de este tipo de programas do éste es el caso; o bien, en términos positivos, cuáles son las
educativos, ha comenzado a producirse una mutación en el tipo de empresas de ma condiciones necesarias para que tales capacidades se desarro-
nufactura y de ciertos servicios de ingeniería que se están instalando en el país. Co- llen. Según la experiencia, muchas de las condiciones necesarias
mienza así a ser posible pasar de ser lugar favorito de las maquiladoras (ensamblado son de carácter intangible, pues tienen que ver con la sana com-
ras de automóviles, computadoras, electrodomésticos y otros bienes similares, atraídas prensión del asunto y con la convicción y la voluntad de actuar
por mano de obra barata y confiable pero poco capacitada) a país que aloja con ven-
en lo que a cada actor central le corresponde; por lo demás, el
taja empresas que realizan funciones más complejas de ingeniería apoyadas en la
disponibilidad no sólo de ingenieros, sino de técnicos superiores capaces de integrar
sentido c o m ú n indica que la responsabilidad de cumplirlas se
con aquéllos los equipos de trabajo necesarios para actividades de diseño más sofis- debe distribuir según su naturaleza entre los cuatro actores iden-
ticadas. tificados. En cualquier caso, la creación de la capacidad desea-
4
Como consecuencia del retraso en la introducción de los programas de educa ble en servicios de ingeniería debe comenzar p o r que el gremio
ción superior cortos, México sigue pagando el costo de formar casi todos los cuadros
profesionales para su ingeniería (salvo los pocos miles que cada año egresan de las de los ingenieros a s u m a la decisión de cumplir las condiciones
universidades tecnológicas) en programas de cinco años, en vez de que aproximada- que a él m i s m o corresponden y muestre voluntad de colaborar
mente la mitad de ellos se formen como profesionales asociados en programas di
sólo dos años de duración. Esto ha dado lugar a que en 2006 México tenga 450 000 en las demás con los otros actores sociales.
estudiantes de ingeniería en programas largos, versus 370 000 de los Estados Unidos,
cuya economía es 20 veces mayor (http://ww\v.bus¡nessweek.corn/magazine/ "Méxi-
co: Pumping Out Engineers", 28 de julio de 2006).

204 205
3. C O N D I C I O N E S NECESARIAS EN EL G R E M I O calificados del propio gremio, representen la opinión legíti-
ma de éste y en tal carácter se divulguen.
El gremio de los ingenieros tiene la responsabilidad central en Actuar con profesionalismo. Esto debe entenderse como vo-
la integración y el desarrollo de la ingeniería de un país para luntad y capacidad de desempeñarse con sensibilidad social
alcanzar cierto grado de autosuficiencia. En el concepto de gre- y con altos estándares técnicos y éticos, e implica saber y asumir
mio q u e d a n incluidos c o m o entes activos tanto las organizacio- que la ingeniería es una profesión, no una técnica, una ciencia o
nes de ingenieros (colegios, academias, asociaciones, etc.) como un arte, y que, por tanto, su ejercicio exige cumplir responsabi-
cada u n o de los m i e m b r o s individuales de ellas. Esto quiere de- lidades ante la sociedad y no sólo ante el cliente, ante los pares
cir que cada responsabilidad atribuible al gremio tendrá una y ante sí mismo. La vitalidad de una profesión es como una
faceta que debe asumirse colectivamente y otra q u e cada miem- flama, que se perpetúa o se extingue según generaciones sub-
bro individual debe cumplir en lo personal. El grado en que se secuentes tomen en sus manos o desatiendan la tarea de con-
atiendan ambas facetas determinará la calidad y suficiencia de servarla encendida. Mantener viva esa llama exige conocer la
la ingeniería nacional, además de la autoridad moral del propio historia y avatares de la profesión, entender y compartir sus
gremio ante los otros actores del proceso y ante la sociedad. Las valores, sentir cierto discreto orgullo de ejercerla, intuir la mi-
condiciones que al gremio toca cumplir son las siguientes: sión que en cada m o m e n t o le corresponde, conocer sus desa-
fíos y los factores que influyen en ellos y, en fin, comprender el
contexto y el entorno de la profesión en cada m o m e n t o para
1. Poseer conocimientos y capacidades profesionales comparables
contribuir a reforzarla a la vez que se vive de ella.
a los de sus pares internacionales. Esta condición no requiere
Comprender el papel de la escuela y de la práctica en la forma-
explicarse. La necesidad de esforzarse en cumplirla indivi-
ción de los profesionales de la ingeniería. La formación de un
dualmente y c o m o colectividad gremial es evidente.
ingeniero en nuestro tiempo se da, en etapas sucesivas, en la
2. Conocer y monitorear las condiciones cuantitativas y cualitati-
escuela y en la práctica. Tanto el diagnóstico c o m o el diseño,
vas de los servicios de ingeniería nacionales y de su situación
que constituyen las dos funciones centrales del ingeniero,
relativa en el ámbito internacional. Ésta es u n a necesidad de-
tienen aspectos que sólo se pueden aprender si el recién gra-
rivada del hecho de que competir requiere conocimiento de
d u a d o pasa varios años de práctica subordinada en el seno de
los atributos propios y los de los competidores. Su cumpli-
equipos de trabajo que incluyan ingenieros de experiencia
miento corresponde sobre t o d o al gremio organizado institu-
larga y diversa. Por tanto, la importancia y proporción del
cionalmente y sólo puede lograrse: a) asumiendo la respon-
aprendizaje que ocurre en la escuela y en la práctica son equi-
sabilidad de integrar y mantener actualizados los bancos de
parables, a u n q u e la naturaleza de lo que se aprende en u n a y
datos necesarios; b) poniéndolos a disposición de los miem-
otra es distinta. Esta cuestión es crucial c u a n d o se trata de
bros individuales del gremio y de otras partes interesadas y,
crear o reforzar la capacidad de la ingeniería nacional, pues
finalmente, c) usándolos para estudios diversos que, luego de
puede dar lugar a círculos de realimentación positiva o nega-
ser evaluados y validados colegiadamente por representantes

206 207
tiva. Por ejemplo, la actividad nacional en el c a m p o de la in- 6. Promover la suficiencia en cantidad y calidad de los cuadros
geniería crea condiciones para que se formen ingenieros de nacionales de ingenieros, y tener una estrategia en marcha
alta calidad y, de m a n e r a recíproca, resulta prácticamente para contender con sus limitaciones. Es obvio que poquísimos
imposible formarlos si no hay actividad nacional suficiente países podrían aspirar a la autosuficiencia en este campo, y
en ese c a m p o ; no es que el m e r c a d o nacional deba ser el úni- ciertamente no las naciones en desarrollo c o m o México. In-
co espacio para su ingeniería, sino que este m e r c a d o debe cluso en los mejores m o m e n t o s de la ingeniería civil, que es
tener m a g n i t u d superior a cierto umbral. Similarmente, si la la de mayor fortaleza y tradición nacional, México n u n c a ha
actividad de la ingeniería nacional se reduce durante muchos sido autosufidente en este campo, pero supo al m e n o s iden-
años, no sólo se desaprovechan las capacidades de los inge- tificar, especificar y elegir en el ámbito internacional, con cri-
nieros ya formados, sino que en gran m e d i d a la formación de terios propios, las capacidades complementarias que en cada
nuevos profesionales se queda a medias, independientemen- caso requería. La depresión en la que desde 1976 cayeron, p o r
te del d e s e m p e ñ o de las instituciones educativas y de la cali- motivos tanto macroeconómicos como ideológicos, los servi-
dad de los jóvenes q u e sigan saliendo de las aulas, pues gran 5
cios de ingeniería nacionales, no debe ser excusa sino alicien-
parte de estos no tendrán o p o r t u n i d a d de realizar la parte te para que el gremio se mantenga en condiciones de identifi-
práctica de su formación profesional y, cuando sean requeri- car ágilmente, ante cada necesidad o proyecto específico, de
dos después como ingenieros, sus capacidades serán clara- qué capacidades disponemos, cuáles nos faltan y cómo ad-
m e n t e inferiores a las q u e debe tener un b u e n profesional de quirirlas o suplirlas. Los bancos de información indicados a
su misma edad. Tales relaciones determinan que c u a n d o la propósito de la condición 2, y el estudio e interpretación sis-
ingeniería nacional es competitiva en el m e r c a d o interno lo temática de los mismos, son los medios idóneos para satisfa-
sea también en el del exterior. cer la condición que se discute.
5. Comprender en cada momento las condiciones, necesidades y
recursos del país, con sus variantes por región y por estrato so-
cial, y ubicarlas en el entorno internacional. Ésta es u n a con-
4. C O N D I C I O N E S N E C E S A R I A S EN EL G O B I E R N O
dición de naturaleza similar a la 2 y, por tanto, lo son también
las responsabilidades que p a r a cumplirla corresponden co-
Desarrollar capacidades de cualquier tipo para servir fines na-
lectivamente al gremio y a sus miembros individuales. Sin
cionales requiere políticas públicas racionalmente diseñadas y
embargo, la amplitud y diversidad de los temas q u e esta con-
aplicadas; de aquí la necesidad de que el gobierno sea partícipe.
dición abarca son m u c h o mayores que las que cubre la condi-
Las condiciones que a él le corresponde cumplir son:
ción 2 y, por lo m i s m o , el d o m i n i o que el gremio ha de tener
del asunto es necesariamente m e n o r que en aquella, aunque
debe ser suficiente para dialogar constructivamente con las 5
D. Reséndiz, "La evolución de la ingeniería mexicana: lecciones de historia", en
instituciones especializadas del Estado. El siglo de la mecánica de suelos, Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos, México,
2008.

208 209
í. Contar con cuerpos de ingeniería selectos en cada uno de lo s dos los países que tienen esta posibilidad la promueven y
principales sectores de la administración pública cuyo buen de- apoyan activamente a través de, al menos, su banca de desa-
sempeño requiera obras y servicios de ingeniería. Estos cuerpos rrollo o fomento; en las naciones m e d i a n a m e n t e desarrolla-
son indispensables para integrar planes y programas sec- das estos apoyos son aún más determinantes, en vista de que
toriales que identifiquen necesidades, recursos y soluciones sus empresas exportadoras suelen ser relativamente m á s d é -
a r m ó n i c a m e n t e ubicados en el territorio y en el tiempo para biles que las de los países ricos. Por otra parte, disponer de
el ó p t i m o funcionamiento del respectivo sector. Sin ellos, el esa capacidad de exportación tiene otros d o s efectos positi-
gobierno no tendrá capacidad de contratar dichos servicios vos; a saber, atenúa los ciclos propios de la economía nacio-
ni de realizar aquellas obras, m e n o s aún de diseñar y aplicar nal y contribuye a reducir los costos de la ingeniería nacional,
las políticas públicas pertinentes. p o r q u e a u m e n t a la escala de operación de sus empresas y por
2. Tener convicción de que la capacidad relativa de la nación en tanto robustece su competitividad.
el campo de la ingeniería influye en el tino, el costo y los bene- 4. Establecer leyes y políticas públicas que fomenten la calidad y
ficios de muchos rubros de la actividad productiva nacional, suficiencia (en ese orden) de los servicios de la ingeniería na-
no solamente de las obras de ingeniería. Hay d o s aspectos dig- cional. Estas leyes y políticas son la consecuencia lógica de las
nos de subrayarse a este respecto: a) que la existencia de los dos condiciones anteriores y deben cuidar tanto el mercado
cuerpos de ingeniería selectos a que se refiere la condición interno, para minimizar los costos de las inversiones del país
anterior no p u e d e surgir del vacío, sino del d i n a m i s m o de en obras y servicios de ingeniería, c o m o el de exportación.
una amplia base de ingenieros y servicios de ingeniería, y b) En el mercado interno la minimización de costos no se logra
q u e a d e m á s de las obras de infraestructura (cuya identifica- solamente mediante licitaciones públicas, sino que requiere
ción, especificación y realización son responsabilidad guber- además cierta profundidad de la oferta nacional de esos ser-
namental) la economía en su conjunto d e m a n d a u n a gama I vicios, así c o m o cuidar q u e las empresas extranjeras partici-
muy amplia de servicios de ingeniería de cuya calidad depen- pantes no tengan ventajas indebidas derivadas de las políticas
de el d e s e m p e ñ o económico general. públicas de sus países de origen. En c u a n t o al m e r c a d o de
3. Conocer ¡os beneficios marginales que los servicios nacionales exportación, debe cuidarse que las empresas nacionales ex-
de ingeniería de alta calidad pueden aportar a la economía portadoras de servicios de ingeniería no tengan desventajas
nacional. Además de ser exportables en sí mismos, tales ser- en los mercados externos por falta de apoyo nacional o por
vicios constituyen el medio m á s eficaz para fomentar la ex- los subsidios u otras ventajas ilegítimas de las empresas con
portación de otros productos, como bienes de capital y cier- las q u e compitan. Diseñar políticas cuidadosas para que, sin
tas manufacturas. Por tanto, de que en el gobierno exista este sacrificio de calidad y costo, se estimule la participación de
conocimiento d e p e n d e el tino de las políticas públicas que se proveedores nacionales de servicios de ingeniería tanto en el
instituyan para promover las exportaciones y, en especial, m e r c a d o doméstico c o m o en el de exportación da lugar a si-
q u e el potencial exportador se acreciente y se materialice. To- nergias muy benéficas al país; p o r ejemplo, u n a alta partici-

210 211
pación de proveedores nacionales en el m e r c a d o interno les en las empresas nacionales. Esta condición no requiere expli-
da una base más amplia de soporte para arriesgarse en el ex- cación o justificación alguna.
terior, en tanto que su participación en el extranjero reper- 4. Jugar su papel de modo coherente con las tres nociones anterio-
cute en mejores condiciones de calidad y costo en el mercado res. Este papel, por lo demás, debe abarcar las tres facetas que
interno. a los empresarios corresponde atender en cualquier otro ne-
gocio: la organizativa, la p r o m o t o r a y la de ponderación y
toma de riesgo.
5. C O N D I C I O N E S NECESARIAS EN EL E M P R E S A R I A D O
6. C O N D I C I O N E S NECESARIAS

La ingeniería es un servicio, pero en las economías de mercado E N LAS I N S T I T U C I O N E S A C A D É M I C A S

también es un negocio. Por tanto, el empresariado es necesaria-


m e n t e actor central en el propósito de hacer competitiva la in- C o m o en cualquier otro campo, en éste las instituciones acadé-
geniería de un país. Lo q u e a los empresarios c o m p e t e en ese micas tienen la obligación de reflexionar globalmente sobre to-
propósito es: das y cada una de las facetas del asunto; hacer llegar los resulta-
dos de su reflexión a cada u n o de los otros actores del problema,
1. Saber que las empresas de ingeniería prestan servicios profe- y responsabilizarse de proveer a todos ellos los servicios que es-
sionales cuya naturaleza difiere de la de otros tipos de servicios pecíficamente le corresponden. Para ello las condiciones que en
y negocios. Una de estas diferencias es de gran trascendencia, su seno deben satisfacerse son:
pues implica que, si bien el cliente tiene la última palabra, si
sus intereses e n t r a n en conflicto con los de la sociedad, el 1. Tomar en cuenta, al diseñar planes y programas de estudio, lo
ingeniero tiene la obligación moral (y a veces legal) de buscar que en la formación de los ingenieros compete a la escuela y
activamente la conciliación de ambos y no dejar la decisión lo que corresponde a la práctica profesional. Ésta es la contra-
en m a n o s sólo del cliente, ni darse por satisfecho sino cuando partida de la condición 4 que el gremio asume en el m i s m o
tal conciliación se ha logrado a satisfacción de todas las sentido.
partes. 2. Conocer la filosofía y las normas de la regulación nacional de
2. Apreciar la ventaja que para las empresas nacionales de todo la práctica de la ingeniería, así como las peculiaridades de la
tipo representa una ingeniería nacional suficiente y competiti- misma en el ámbito internacional. Los planes y programas de
va. Esta condición no es sino la contraparte empresarial dé- estudio tienen que ser diferentes según los requisitos que se
las condiciones que obligan a los ingenieros y al gobierno. deban cumplir para obtener la licencia de ejercicio profesio-
3. Conocer las oportunidades de negocio que como proveedores, nal. C u a n d o para obtener tal licencia se exige cierto n ú m e r o
clientes, consumidores, empleadores y socios representan las de años de práctica profesional subordinada, los planes de
empresas de servicios de ingeniería y construcción para el resto estudio p u e d e n prescindir de cierta p a r t e de los cursos c o n
-in
212
enfoque práctico y concentrarse en aspectos más básicos, ficado. La posibilidad de q u e otras condiciones no identificadas
pero no en caso contrario. también deban satisfacerse no puede descartarse o dilucidarse
3. Mantener un balance apropiado en la proporción entre pro- a priori, ni para la lista propuesta aquí ni para n i n g u n a otra;
fesores con perfil y ocupación esencialmente académicos (do- sólo empíricamente se p o d r á probar si atinamos o nos quedamos
cencia e investigación) y profesores con experiencia y actividad cortos en las condiciones que se deben cumplir. Sin embargo, hay
en la práctica profesional. La proporción apropiada entre unos dos importantes razones a favor de asumir como hipótesis de
y otros es función de las dos condiciones anteriores; esto es, trabajo tanto q u e los cuatro actores propuestos son quienes tie-
de la proporción entre cursos esencialmente teóricos y cur- nen en sus m a n o s la posibilidad de resolver colectivamente el
sos cuya enseñanza exige experiencia profesional. problema como que las condiciones a satisfacer son, en primera
4. Dar a ¡a calidad de la educación prioridad mayor que a cual- aproximación, las aquí e n u m e r a d a s . Las razones para ello son
quier otro criterio en la toma de decisiones internas. Además las dos siguientes:
de cuidar simultáneamente la calidad de los factores de la
educación (profesorado, instalaciones y programas de estu- 1. Cada u n o de los actores indicados tienen interés legítimo en
dio), deben medirse los resultados finales de ésta; es decir, la el asunto y posibilidad de contribuir a su buen éxito, según el
calidad de los g r a d u a d o s para realimentar las decisiones pro- análisis que aquí h e m o s hecho; si acaso, cabe admitir que
pias del proceso educativo. Ya se comentaron los criterios de el interés de algunos es más fuerte que el de otros. Para avan-
idoneidad del profesorado y los programas de estudio; en zar se requerirá, pues, la intervención de todos ellos. Siendo
cuanto a las instalaciones, las más importantes para una bue- así, nadie podría pugnar por que el asunto se atendiera sin
na educación de los ingenieros son los laboratorios y otros comprometerse él m i s m o en lo que le compete, pues carece-
recursos experimentales, además de las bibliotecas y los me- ría de autoridad moral. Esto constituye una razón m u y fuerte
dios de cómputo. para que n i n g u n o de los actores colectivos q u e h e m o s seña-
lado se excluya.
7. P E R T I N E N C I A Y S U F I C I E N C I A 2. Si, c o m o caso particular, revisamos los periodos históricos de
DE LAS C O N D I C I O N E S I D E N T I F I C A D A S más empuje de la ingeniería mexicana (1925-1928 y 1937-
1968) encontraremos que, grosso modo, buena parte de las
No hay d u d a de que las condiciones identificadas son necesa- condiciones aquí señaladas llegó a cumplirse, aunque en gra-
rias para mejorar la ingeniería de un país, p e r o siempre habrá do desigual." Esto indicaría que dichas condiciones no están
dudas sobre si las condiciones identificadas son, además, sufi- lejos de ser colectivamente necesarias y, con alta probabili-
cientes. La lista de condiciones identificadas c o m o necesarias dad, suficientes. Éste es un fuerte indicio empírico en apoyo
para lograr el cambio puede ser incompleta; es decir, cabe pre- a la lista de condiciones señaladas.
guntarse si el conjunto de condiciones necesarias y suficientes 4
D. Reséndiz, "La evolución de la ingeniería mexicana: lecciones de historia*
para nuestro propósito no omite algunas que no h e m o s identi- op. cit.

214 215
8. EL C A M I N O HACIA LA COMPETITIVIDAD X. Humanismo e ingeniería

No se pasa con rapidez de un estado indeseable de la ingeniería


a u n o satisfactorio; cierto proceso gradual de mejora antecede
necesariamente al estado deseable. Tampoco cabe esperar a que
primero se cumplan todas y cada una de las condiciones señala-
das y s u p o n e r que antes de que eso ocurra cabalmente ninguna
mejora es de esperarse en el estado de la ingeniería nacional.
Los procesos de este tipo suceden más bien paso a paso y el cam-
bio sustancial va dándose conforme se cumplen las condiciones.
El primer paso es u n o impuesto por el principio de realidad
y consiste en reconocer las cosas c o m o son; es decir, diagnosti-
car el estado inicial de la ingeniería con participación de los i. LA M I S I Ó N DE LOS P R O F E S I O N A L E S
cuatro actores señalados. En seguida, los cuatro deben asumir
realistamente lo que a cada u n o le queda por hacer hasta cum- D a d o que un profesional debe responder de sus decisiones ante
plir sus respectivas condiciones. Conforme se avance en este la sociedad, su misión no puede limitarse a servir a sus clientes.
proceso irá c a m b i a n d o el estado de la ingeniería. Aquí es d o n d e El criterio con el que debe proceder se centra en los intereses de
entra en juego la voluntad de los participantes, a fin de echar a la sociedad, entendidos no como superiores a los del individuo,
a n d a r el proceso y no dejar que se detenga. sino como conjunción armoniosa de lo q u e conviene a todos;
sus decisiones deben servir a los dueños o promotores de los
proyectos a su cargo, pero sin d a ñ a r a otros integrantes del cuer-
po social ni a las generaciones futuras. En sentido estricto, el
ingeniero estará sirviendo a su cliente en la medida en que logre
hacer compatibles los intereses de éste con los del conjunto so-
cial; cualquiera otra solución terminaría por revertirse contra el
cliente y el ingeniero. Cumplir tal c o m p r o m i s o no es asunto tri-
vial, sino el desafío más importante de todo profesional y la ra-
zón por la que se le tiene confianza, se le contrata y se pagan sus
servicios. Además, en el caso particular del ingeniero, algunas
de sus decisiones tienen consecuencias que no sólo afectan de
m o d o s varios y a u n antagónicos a diversas personas y g r u p o s
sociales, sino que repercuten intensamente a futuro y de m a n e -

216 217
ras muy difíciles de prever. El desarrollo del automóvil es un sociales, de la importancia relativa de sus múltiples necesida-
ejemplo de proyecto de ingeniería o desarrollo tecnológico que des, y de su respetabilidad y dignidad intrínsecas.
ilustra m u y claramente este tipo de dificultades: por un lado, Además de saber ingeniería, el ingeniero debe ser capaz de
son e n o r m e s las ventajas y contribuciones benéficas del auto- hacer juicios atinados sobre los problemas h u m a n o s y sociales
móvil a la libertad de desplazamiento de las personas y, por otro, que su trabajo profesional le plantea, entre ellos los de carácter
también lo son sus repercusiones negativas en la infraestructu- moral. C o m o veremos en el capítulo xi, los dilemas de la moral
ra y el congestionamiento de las ciudades, el c o n s u m o de hidro- no se pueden resolver mediante cierto n ú m e r o de n o r m a s en-
carburos y la contaminación de la atmósfera, n i n g u n a de las capsuladas en un código, sino mediante la ética c o m o arte prác-
cuales fueron inicialmente previstas. Según vimos en el capítulo tico derivado de u n a filosofía de la vida; es decir, c o m o discipli-
viii, las grandes presas son otro ejemplo, pues sus beneficios na cuyos criterios generales de decisión capacitan para encarar
(provisión de agua para c o n s u m o h u m a n o , irrigación, acuacul- las innumerables encrucijadas que la vida plantea. Para evaluar
tura, generación de electricidad, etc.) p u e d e n ir aunados a gran- ciertos proyectos el ingeniero debe tener también conocimien-
des consecuencias indeseables (inundación de terrenos habita- to de la historia, por cuanto ésta enseña sobre lo contingente de
dos o cultivados, reubicación de poblados enteros, perturbación ciertos propósitos y necesidades h u m a n a s y, por tanto, ayuda a
de n u m e r o s o s ecosistemas, etcétera). valorar los beneficios y costos de largo plazo que la implanta-
En vista de tal ambivalencia de los proyectos de ingeniería, ción de tales proyectos producirá.
el ingeniero debe poseer no sólo actitud y capacidad de previ- Las nociones sobre la naturaleza h u m a n a han cambiado
sión, sino criterios y convicciones bien fundados para recono- con el tiempo. Las que hoy constituyen la concepción h u m a -
cer y conciliar los diversos intereses involucrados en cada una nista de aquélla nacieron en la Grecia clásica y su premisa bási-
de las decisiones a las que su responsabilidad profesional lo obli- ca es que el ser h u m a n o individual es libre para elegir su com-
ga. Además, ha de ser consciente de las implicaciones de sus portamiento y es por tanto responsable de éste. También es
propuestas y no flaquear en el esfuerzo de comprensión, inclu- consustancial al h u m a n i s m o asumir que libertad y responsabi-
sión, evaluación y armonización q u e sus decisiones exigen. En- lidad confieren dignidad al individuo y que ésta lo hace respe-
tre tales implicaciones siempre habrá una cierta distribución de table y le otorga derechos intrínsecos, sea cual sea su estatus en
costos y beneficios entre individuos y grupos sociales, y a veces el c u e r p o social. Esta noción del ser h u m a n o es h o y cada vez
u n a transferencia de beneficios o d a ñ o s a generaciones futuras. más compartida en el m u n d o , pero no ha o c u r r i d o así conti-
Optar por la realización o no de un proyecto y elegir u n o u otro nuamente; varias veces ha sido a b a n d o n a d a durante largos pe-
diseño son decisiones que dan lugar a una distribución de be- riodos de la historia y luego, por una suerte de racionalidad
neficios y costos en proporciones diferentes a cada parte intere- básica de nuestra especie, ha sido rescatada y reasumida otras
sada. Aparte de los análisis sutiles y complejos que esto exige, el tantas. Cada vez que han predominado, local o regionalmente,
ingeniero debe disponer de una visión coherente y socialmente doctrinas oscurantistas, autoritarias o francamente criminales,
aceptada de los seres h u m a n o s , en lo individual y c o m o entes el h u m a n i s m o ha sido reprimido, incluso durante siglos, pero

218 219
finalmente ha resurgido c o m o recurso racional capaz de reesta- inquisitiva de su razón, por la luz de su inteligencia; intérprete de
blecer la sensatez. Quizá es ésta la prueba empírica más sólida la naturaleza [...], hechura indefinida [...], sin puesto fijo, ni una
de su sano fundamento y su vitalidad. faz propia, ni una ocupación peculiar, para que el puesto, la ima-
Es necesario que quienes ejercen la ingeniería conozcan al gen y la ocupación que desee los tenga por su propia decisión y
m e n o s a grandes rasgos esa doctrina y sus avatares: la filosofía elección. Para las demás [criaturas], una naturaleza constreñida
práctica que la subyace, la ética laica que de esa filosofía se des- por ciertas leyes prescritas. [El hombre, en cambio,] no sometido
prende, la relación directa que todo ello tiene con los intereses a cauces angostos, definirá [su ser] según su arbitrio [...] Podrá
concretos del ser h u m a n o individual y de la sociedad y, por tanto, degenerar a lo inferior, con los brutos; podrá alzarse a la par de
con los propósitos de la ingeniería. Así será posible, por ejem- las cosas divinas, por su misma decisión [...] Lo que cada cual
plo, q u e cuando el ingeniero t o m e decisiones lo haga conside- cultivare, eso florecerá y dará su fruto dentro de él... 1

r a n d o no el bien social en abstracto, sino el muy tangible balan-


ce de beneficios y costos (perjuicios) q u e sus decisiones implican Las ideas que animaban a Mirándola y sus contemporáneos
en cada caso particular para su cliente y la sociedad in extenso, en 1486, con sus fundamentos filosófico y práctico, no eran nue-
presente y futura. Solamente así el ingeniero puede actuar como vos, sino al m e n o s 20 siglos anteriores a aquella época, y así lo
un profesional del saber práctico y no como aprendiz de brujo reconocían sus promotores. De hecho estaban redescubriendo
que, fascinado con los medios de que se vale, termina soslayan- todo eso en textos griegos clásicos o en traducciones de estos
do los'fines. al árabe, unos y otras preservados por eruditos musulmanes.
Por ejemplo, la ideología que inspiraba el alegato de Pico de la
2. EL HUMANISMO: NACIMIENTO Y RENACIMIENTO Mirándola está contenido sintéticamente en la expresión, "el
h o m b r e es la medida de todas las cosas", atribuida a Protágoras
2
A u n q u e el concepto es m á s antiguo según veremos, el t é r m i n o (480-410 a.C.) por Platón. El concepto h u m a n i s t a central apa-
humanismo surge en el siglo xv, a partir de ideas ampliamente rece pues, originalmente, en la filosofía griega del siglo vi a . C ,
compartidas por los más destacados pensadores de la época y llega a su florecimiento en el siglo siguiente, y durante la hege-
expresadas de m o d o sobresaliente por Pico de la Mirándola en monía de Roma se debilita hasta casi desaparecer con la caída
su "Discurso sobre la dignidad del h o m b r e " {De homonis digni- del Imperio r o m a n o en 410 d.C. Al renacer en el siglo xv, el
tate, 1486). Las siguientes son u n a s pocas líneas de su diser- h u m a n i s m o pasó a constituir, junto con la noción de que la ra-
tación en pro de que se considerase nuevamente al ser h u m a n o cionalidad es el atributo supremo de los seres h u m a n o s , el par
c o m o motivo y actor central de todos los afanes de la historia, de creencias o postulados centrales de la larga época d e n o m i -
en vez de pretender que su suerte dependiera de la divinidad: nada Modernidad, que se extiende desde entonces hasta nues-

Gran maravilla es el hombre [... |, intermediario de todas las cria- P. de la Mirándola, De la dignidad del hombre, párrafos 1 y 2, traducción de la
versión antigua de Basilca de 1601, Ramón Maca y Cía., México, 1996, 22 pp.
turas [... 1 por la perspicacia de sus sentidos, por la penetración 2
Platón, "Teetetes", en Diálogos, 152.

220 221
tros días; gran parte de la ideología m o d e r n a se deriva de dichas constituye u n a parte minúscula del universo y que, por tanto, lo
dos nociones. A lo largo de los últimos 500 años o poco más, más que puede lograr en su afán por descubrir, entender y la-
numerosos pensadores han reexaminado y contribuido a re- brarse un lugar propio en el m u n d o que lo rodea está limitado
forzar los fundamentos del h u m a n i s m o , que en pleno siglo xx por los alcances del h o m b r e m i s m o y su subjetividad. Esta idea,
Heidegger resumió en una fórmula casi idéntica a la de Prota- a la vez elemental y profunda, es la raíz del h u m a n i s m o ; nació
goras, al decir que el h u m a n i s m o se caracteriza por considerar del interés de los filósofos griegos por estudiar la naturaleza, el
al h o m b r e c o m o medida y punto de referencia para ver al resto ser h u m a n o y el lugar de éste en aquélla.
del universo; es decir, c o m o lo subyacente a toda objetivación: El m é t o d o por el que los primeros filósofos griegos llegaron
como el subjectum o sujeto. a esa trascendente noción es admirable, pues revela lo poco que
Mediante aquel reencuentro de los intelectuales y la socie- requiere la razón para hacer hallazgos trascendentes: simplemen-
dad medieval con la cultura de la Antigüedad clásica renació la te observaron, reflexionaron, viajaron, compararon y dialoga-
doctrina humanista griega, y por eso p o c o tiempo después el ron; cabría decir, con la mayor admiración, que tan sólo vaga-
siglo xv comenzó a llamarse el del Renacimiento. Pero lo admi- b u n d e a r o n reflexionando en diálogo con la gente. Así tuvieron
rable es que la cuna de la noción del h o m b r e como sujeto del ocasión de convivir con los diversos pueblos de su época; no
universo fuera, según lo arriba dicho, la Atenas de hace 25 si- sólo con los helenos, sino además con persas, egipcios, hititas y
glos, hecho que constituye u n a floración casi milagrosa, aunque otros en u n a amplia franja alrededor del Mediterráneo. De ese
con graves imperfecciones c o m o la aceptación de la esclavitud. m o d o descubrieron que leyes y costumbres varían de una a otra
No obstante, sorprende de veras que en una etapa tan temprana comunidad, pero la naturaleza h u m a n a en todos es la misma:
de la civilización aquella sociedad haya p o d i d o concebir, des- inspirada, limitada, aguda, intuitiva, crítica, falible; en suma, dig-
7
arrollar y llevar a la práctica doctrinas sobre la vida social e in- na y respetable en cada pueblo y cada individuo. A fin d e q u e
dividual de sus ciudadanos que incluso hoy m i s m o son apenas tales hallazgos tuvieran la e n o r m e trascendencia social que tu-
precariamente practicadas en ciertas partes del m u n d o y siguen vieron en la creación de una ética y la adopción social de ella, se
constituyendo ideales de la h u m a n i d a d . El mérito que explica requirió que aquellos m i s m o s filósofos asumieran constante-
ese milagro ateniense fue haber prohijado a los primeros filóso- m e n t e un papel crítico del c o m p o r t a m i e n t o público de gober-
fos, los llamados sofistas y otros pensadores presocráticos que nantes y gobernados para así lograr la mayor participación ciu-
lograron asir y expresar nítidamente, como Protagoras, concep- dadana en la promoción del bien c o m ú n .
ciones sobre la naturaleza h u m a n a y la relación entre el h o m b r e Esos hallazgos geniales de los pioneros de la filosofía tuvie-
y el universo que luego el t i e m p o acreditaría c o m o las de mayor ron pronto repercusiones prácticas en la educación y la política
robustez racional que al respecto se hayan concebido jamás. La del m u n d o helénico, antes regido por mitos, tradiciones y prác-
frase "el h o m b r e es la m e d i d a de todas las cosas", que alguien ticas no racionales. Los propios filósofos griegos desafiaron e
equivocadamente podría considerar arrogante por antropocén- invitaron a desafiar, a partir de la nueva concepción de lo hu-
trica, significa más bien lo contrario: admitir que el h o m b r e mano, las costumbres y convenciones establecidas, incluso las

222 223
religiosas, y en el albor del siguiente siglo Sócrates llegó al ex- dispuesto a respondérselas sin tabúes. Esto se puede ver con cla-
t r e m o de poner serenamente en evidencia, con la circunstancia ridad en numerosos rasgos de sus tradiciones religiosas, en su
de su m u e r t e , que las decisiones morales corresponden a cada actitud vital ante los problemas de la existencia, en sus aspira-
ser h u m a n o individual, a u n q u e siempre se d a n en el marco de ciones culturales y, en fin, en sus valores, presentes tanto en sus
los valores sociales. Así comenzó a configurarse lo q u e hoy esforzadas élites como en sus modestos e igualmente esforzados
llamamos h u m a n i s m o : una doctrina basada y centrada en el campesinos, unos y otros imbuidos de una vigorosa voluntad.
respeto a la dignidad del ser h u m a n o y su derecho a t o m a r li- En efecto, un rasgo central de la civilización griega fue su pare-
b r e m e n t e decisiones de cuyas consecuencias asume la respon- ja valoración del heroísmo y del trabajo, pulida y divulgada du-
sabilidad correspondiente. Centrarse en el individuo no signifi- rante siglos por sus mayores cantores con el fin de extenderla
ca q u e la colectividad sea irrelevante para tales fines, sino que, entre toda la población. H o m e r o da cuenta del significado y la
c o m o explicaría Rousseau 22 siglos después, la c o m u n i d a d civi- importancia de los héroes como punta de lanza del destino co-
lizada tiene su origen en el ser h u m a n o libre, pues se constituye lectivo y c o m o modelo de c o m p o r t a m i e n t o para todos; Hesío-
mediante un pacto social de individuos en uso de su libertad. do, por su parte, habla del valor del trabajo c o m o necesidad y
En ese pacto, los individuos que lo consuman convienen ape- digno destino de la especie h u m a n a .
garse colectivamente a leyes sancionadas p o r ellos m i s m o s e No p o d r í a concebirse la igual dignidad de t o d o s los indi-
iguales para todos, pero la finalidad última de tales leyes no es viduos, postulada por la filosofía griega, sin u n a convicción
coartar la libertad individual, sino garantizar, por encima de fuerte y compartida de que todas las ocupaciones socialmente
todo, el derecho de cada u n o a conducir por sí m i s m o su vida en necesarias tienen idéntica respetabilidad. Los presocráticos re-
los aspectos no regulados por las leyes de la polis, bajo su propia conocieron que la naturaleza h u m a n a no cambia de un pueblo
responsabilidad y sin injerencia de otros individuos o del Esta- a otro; es decir, no d e p e n d e de las leyes ni del e n t o r n o gedgráfi-
3
d o . Esto es lo que hoy llamamos, p o r u n a parte, soberanía del co; para que esta concepción fuese posible en toda la sociedad,
pueblo, y por otra, derechos humanos. la educación general había hecho antes su contribución: apoya-
da por las historias cantadas por poetas c o m o H o m e r o y Hesío-
do, la educación había realizado largamente la labor de preparar
3 . D I G N I D A D D E T O D O S LOS H O M B R E S LIBRES
al pueblo griego en el cultivo de sus virtudes propias, su arete,
4
como lo explica Jaeger."
El "milagro" auspiciado y realizado por los griegos de Atenas, En la litada y la Odisea, H o m e r o (¿siglo ix a.C?) enseña a
h o m b r e s por lo demás r u d a m e n t e guerreros incluso en la paz, los griegos la dignidad del esfuerzo heroico, al que se someten
sólo puede entenderse en el contexto de su propia historia y de voluntariamente los individuos de la nobleza dirigente para con-
lo que ella indujo en sus protagonistas: un pueblo seguro de sí quistar y m a n t e n e r la libertad de t o d o un pueblo; a la vez, de
mismo, reflexivo, inclinado a plantearse todas las preguntas y 4
W. lacger, Paideia: los ideales de la cultura griega, libro primero, I, Fondo de
1
1. J. Rousseau, El contrato social, 1762. Cultura Económica, México, 1995,1151 pp.

224 225
m o d o sutil induce a pensar que el comportamiento de los dioses fieras y las aves aladas se devoren unos a otros, pues entre ellos no
revela algo sobre la naturaleza instintiva y espiritual no sólo de existe la justicia; pero los hombres disponen del derecho, que es
éstos, sino también de los hombres. El propio H o m e r o plantea un alto bien [versículos 274-279]. Permite que te aconseje con mi
por primera vez, en la Odisea, que los h o m b r e s c o m p a r t e n con conocimiento. Alcanzar la miseria es fácil, incluso a torrentes: no
los dioses la responsabilidad de su destino, cuando p o n e en boca está lejos y el camino a ella es llano. Pero los dioses inmortales
de Zeus, dios s u p r e m o y soberano, el rechazo a las quejas arbi- colocaron, antes del éxito, el sudor. Largo y empinado es el cami-
trarias de los mortales que atribuyen a la divinidad todas las des- no hacia el éxito, y al principio es asaz escarpado. Sin embargo,
gracias humanas: "No los dioses, sino los hombres, aumentan cuando llegas a la cima se torna fácil, aunque antes difícil haya
1
sus males con su propia imprudencia", dice el Zeus de Homero. sido [versículos 274-279]. Así, recuerda mi consejo y trabaja [...]
Era igualmente necesario que alguien ponderara a su vez para que el hambre no sea tu compañera y para que te ame la
los valores y la dignidad de los hombres ordinarios y mostrara casta y bella Deméter y llene a plenitud tus graneros. Al inactivo
la importancia de sus ocupaciones. Hesiodo (siglo vm a.C.) tra- lo aborrecen los dioses y los hombres, pues se asemeja al zángano
ta de los dioses didácticamente en su Teogonia;'' pero en su poe- falto de aguijón, que ocioso consume la comida que con su traba-
ma Los trabajos y los días, con fundamento en sus propias raíces jo consiguen las abejas. Procúrate un conveniente placer entre-
y ambiente, elogia sobre t o d o el trabajo cotidiano de los cam- gándote, en una justa medida, al trabajo [versículos 298-306]. En
pesinos griegos. De evidente propósito educativo, y por tanto el trabajo no hay desdoro; el ocio es lo que deshonra. Si trabajas,
complementario de los p o e m a s de Homero, Los trabajos y los el ocioso te emulará por tu ganancia; a la riqueza la acompañan
días muestra que no solamente hay valor en la lucha de los gue- mérito y respeto. Por tu naturaleza, el trabajo es lo digno, si apar-
rreros nobles cuyo heroísmo d o m i n a el campo de batalla, sino tas tu mente de los bienes ajenos y la diriges a tu propia labor y
también en la labor silenciosa del trabajador que logra extraer cuidas sus frutos, como te aconsejo [versículos 311-316].
sustento, seguridad y riqueza de la dura tierra griega, más aún
cuando tal labor busca regirse por n o r m a s éticas. He aquí algu-
La obra de Hesiodo es evidencia de la alta estima q u e en
nas de sus palabras a los h o m b r e s del campo (traducidas libre-
Grecia tuvo el trabajo c o m o fuente de los bienes que satisfacen
m e n t e a prosa llana, a partir de la versión rítmica en español de
7
las necesidades h u m a n a s y c o m o ejercicio formador de vir-
la referencia):
tudes.
Queda entonces completa la expresión de las aspiraciones
Esto pon en tu ánimo: a la justicia escucha y la violencia olvi- culturales de los griegos: H o m e r o canta al h e r o í s m o de los gue-
da. Es lo que Zeus dispuso para los hombres: que los peces y las rreros ilustres; Hesiodo, al del h o m b r e laborioso. A m b o s con-
;
Homero, la Odisea, I, 32 y ss. tribuyeron así a crear las condiciones objetivas y espirituales
'Hesiodo, Teogonia, UNAM, México, 1995,419pp. (BibliothecaScriptorum Graeco- para que Atenas equiparara en un m i s m o plano de dignidad a
rum et Romanorum Mexicana.)
7
Hesiodo, /.os trabajos y los días, UNAM, México, 1979, 398 pp. (Biblioteca Scrip- t o d o el c u e r p o social y la intuición de los filósofos vagabundos
torum Graccorum et Romanorum Mexicana.) revelara a la h u m a n i d a d que el h o m b r e , cada h o m b r e , es "la me-

226 227
dida de todas las cosas". Pero algo faltaba aún para q u e se cons- la Grecia de aquellos siglos era socialmente aceptable la convi-
tituyera el h u m a n i s m o c o m o u n a doctrina completa y bien fun- vencia de individuos con actitudes personales muy diversas. 8

dada: el aprecio de la individualidad como elemento distintivo Entre los poetas líricos de la Antigüedad griega, Safo de
entre los iguales. Lesbos es quien más plenamente p o n e de manifiesto el naci-
miento de una nueva actitud del ser individual ante sí m i s m o y
4. R E C O N O C I M I E N T O de los d e m á s hacia él. Por el contenido de su poesía y p o r la alta
DE LA I N D I V I D U A L I D A D valoración que la misma alcanzó en su t i e m p o y en los siglos
siguientes, es el caso que más claramente revela el alto respeto
Varios autores han señalado la existencia de una sutil conexión que el disfrute de la individualidad llegó a tener en la Grecia
entre la poesía y la construcción de los valores del h u m a n i s m o clásica. La poesía de Safo es doblemente significativa porque,
en la cultura griega. La idea resulta tan llamativa y la cuestión a con el reconocimiento social de esta gran poetisa, la mujer grie-
q u e se refiere es tan trascendente, q u e se justifica m i r a r con al- ga educada conquista en la práctica, con naturalidad, una posi-
gún detalle el fondo del asunto. ción equiparable a la del h o m b r e . Es necesario reproducir aquí
Para la formación de la conciencia colectiva y la adopción unos pocos fragmentos de lo escrito por Safo para entender me-
del heroísmo y la laboriosidad c o m o valores sociales, los poe- jor la contribución de la poesía lírica a la creación de lo que hoy
mas épicos de H o m e r o y de Hesíodo fueron medios educativos nos parece tan natural en hombres y mujeres, la individualidad
importantísimos. Por su parte, la poesía lírica hizo aflorar una h u m a n a , de la que cierto tiempo después, en la propia Atenas,
noción aun más i m p o r t a n t e para el h u m a n i s m o : la respetabili- se derivó la ética. De manera sencilla, desinhibida y bella, la
d a d del individuo c o m o tal y, en vista de ella, su dignidad. Aun- poetisa de Lesbos expresa en primer lugar su afán de felicidad
1
que solamente algunos fragmentos de esta poesía han llegado personal:'
hasta nosotros, son suficientes para saber de la variedad de in- ... ven, Cipris,
clinaciones y sentimientos personales que a través de la misma y delicadamente, en copas de oro,
se expresaron y consiguieron respetabilidad. Es válido inferir escancia el néctar mezclado
que, luego de eso, la poesía lírica tuvo también, c o m o la épica con goces
antes de ella, una función educativa. Pero al contrario de los can- (Fragmento 5)
tos épicos, cuyo papel fue ensalzar valores colectivos, el de la
poesía lírica fue formar una mentalidad propicia para la inde-
Yo amo lo delicado
pendencia y el sentido crítico del individuo como tal; éste es al
y se me concedió, con el amor,
menos el efecto que en la práctica parece haber tenido la diver- la luz del sol y lo bello
sidad poética que representan Arquíloco (siglo vn a . C ) , Alceo,
(Fragmento 76)
M i m n e r m o , Safo (siglo vi a . C ) , Simónides y Píndaro (siglo v 1
W. (aeger, op. cit., libro primero, vu.
a . C ) . De esa amplia gama de talantes poéticos se infiere que en " Safo, Poemas, introducción, traducción directa y notas de Carlos Montcmayor,
Trillas, México, 1986, 160 pp. (Colección Linterna Mágica.)

228 229
No obstante, respeta y estimula a los demás en la búsqueda Y con h e r m o s a generosidad elogia la virtud, tanto espiritual
de la felicidad de m a n e r a propia: como física de los h o m b r e s :

Y yo le contesté: Me parece que igual a los dioses


¡Adiós y sé feliz! ¡Sólo recuérdame, aquel hombre es, el que sentado
pues sabes cuan atada estoy a ti! frente a ti, a tu lado, tu dulce voz escucha
Acuérdate al menos y tu amorosa risa...
(¡oh, no lo olvides!) (Fragmento 2)
de las amadas y hermosas cosas que vivimos
La lírica de la gran poetisa de Lesbos no sólo es una bella
[que] no hubo colina profana manera de expansión personal en t o r n o a ideas o situaciones,
o sagrada, ni fuente de aguas, sino testimonio de vivencias íntimas de una amplísima gama,
a donde no hayamos ido. desde la solidaridad con cualquier otro ser h u m a n o :
(Fragmento 93)
De este destierro de los hijos
Generalmente, Safo canta con emoción a las mujeres que de Cleanáctides, la ciudad bastante
sobresalen en sabiduría, agilidad, ternura, o cualquier otra vir- recuerda, porque cruelmente los dispersaron.
tud, pues t o d o atributo admirable fortalece la d i g n i d a d y la (Fragmento 210)
dicha:

hasta el tierno a m o r maternal:


En ningún tiempo creo que existirá,
bajo la luz del sol, otra muchacha a ti comparable Tengo una bella hija que parece
en saber. como las llores doradas, la amada Ciéis,
(Fragmento 64) a cambio de la cual ni toda la Lidia ni la agradable Lesbos aceptaría.
(Fragmento 141)
Yo enseñé a Amanda de Gyaros,
la veloz corredora. Safo nos revela, pues, de m o d o conmovedor, el valor ético
(Fragmento 66) y estético que en la cultura griega alcanzaron los vínculos in-
terpersonales francos y c o m p r o m e t i d o s , así c o m o la libertad
Sólo mientras la miran tiene belleza la que es bella. con q u e cada individuo configuró y cultivó sus propios valo-
Ahora y siempre, dignidad la que es digna. res en busca de una existencia plena para sí m i s m o y satis-
(Fragmento 48) factoria para los integrantes de los círculos a los q u e perte-

230 231
necia, desde el m á s íntimo hasta el que abarca a la h u m a n i d a d 5. LA VOLUNTAD Y EL LIBRE A L B E D R Í O
entera.
De la poesía lírica griega se desprende en general la sensa- El que la poesía, con la expresa función educativa que en Grecia
ción de q u e el yo griego no era solamente autoconciencia indivi- tuvo, y luego la ética aceptaran cada u n a en su m o m e n t o q u e
dual, sino también reconocimiento de una "íntima y viva cone- hay un espacio legítimo para las preferencias individuales es
xión con la totalidad del m u n d o circundante, con la naturaleza un hecho nuevo en la historia. Este crecimiento de los márge-
1
y con la sociedad humana"." Conforme ese yo interactúa con el nes de la libertad daba reconocimiento social a los derechos de
m u n d o exterior y va descifrando sus leyes, descubre a la vez su la vida personal, y no solamente en sus aspectos más privados.
propia identidad. Así, el ser personal va c o b r a n d o conciencia de La tensión, continua p e r o dialéctica, entre el perfeccionamien-
sus libertades frente a los demás y las n o r m a s colectivas, que sin to individual y las obligaciones hacia los demás —que el carác-
dejar de ampararlo van contrayéndose a n o r m a r sólo lo m í n i m o ter y el p e n s a m i e n t o griego plantearon siempre, lo m i s m o en las
para mantener la cohesión social, mientras el resto queda a la de- relaciones entre personas q u e en las de éstas con la estructura
cisión del individuo. Lo q u e expresa de m o d o transparente la del Estado— comenzaba a fructificar en una fórmula que hoy ca-
poesía lírica griega no es ya la supuesta prescripción divina, ni lificaríamos c o m o m o d e r n a , dejando al propio individuo la res-
la visión subjetiva del poeta sobre nociones que todos deben com- ponsabilidad de armonizar ambos polos para producir el ideal
partir, sino u n a nueva manera, un m o d o legítimo p e r o personal de la persona h u m a n a , libre y responsable a la vez. Seguramen-
de definir lo aceptable y lo indecoroso, lo justo y lo injusto, lo ho- te tiene razón Jaeger al decir que a esto se refiere Pericles cuan-
norable y lo vergonzoso. Éste fue u n o de los grandes pasos de la do describe las características libertarias del Estado ateniense en
h u m a n i d a d hacia adelante, pues amplió el espacio propio de las contraste con la sujeción del individuo p o r el Estado espartano:
decisiones individuales e hizo q u e la persona como tal se eman- "No escatimamos a nuestros ciudadanos los placeres, ni se los
cipara de la constricción colectiva y la tutela del Estado. El indi- h a c e m o s expiar con faz airada". 11

viduo ganó así reconocimiento público y se volvió m á s libre; Esta fórmula de sabor tan m o d e r n o nos dice que es inhu-
sólo quedaba limitado, se diría q u e confortablemente limitado, m a n o complacernos en ser infelices o imperfectos, y que tam-
por el marco de las leyes de la polis y por los valores colectiva- bién lo es eludir nuestras responsabilidades. Para el h o m b r e de
m e n t e compartidos, entre los cuales la libertad misma era el hoy tal axioma es fruto ó p t i m o de la dura experiencia ancestral;
mayor. Se revela, pues, en la poesía lírica griega, una conciencia para los griegos de la era clásica, en cambio, fue el producto de
de los límites que la responsabilidad impone; pero es ya una su depurada y admirable intuición. Pero en ambos casos el fru-
conciencia personal, libre de los condicionamientos del Estado to en sí, con todo su valor para fines existenciales, se expresa de
e incluso de la tradición. Se había conquistado el reconocimiento igual m o d o : entre el ser (la genética) y el deber ser (la ética) está
de la identidad individual y, en consecuencia, del libre albedrío, el querer ser, esto es, la voluntad personal y el libre albedrío.
fundamento último del h u m a n i s m o y de la ética.
:
" \V. laegcr, op. cil., libro primero, VII. 11
Tucidides, citado por W. laeger, op. cíf., p. 129.

232
6. V I T A L I D A D Y CULTURA inmediatamente la necesidad de canalizar y tamizar esa energía
desmesurada mediante otro instinto h u m a n o igualmente p o d e -
Se c o m p r e n d e mejor el sentido del h u m a n i s m o c u a n d o se exa- roso, el instinto creativo, que transfigura la fuerza h u m a n a pri-
m i n a el papel que en su nacimiento jugó el ideal griego de abra- migenia (lo dionisiaco) en cultura (lo apolíneo). Éste es el sig-
zar lo h u m a n o en su totalidad, aspiración que ya en la Grecia nificado que Nietzsche asigna a la celebración de las fiestas
clásica era antigua. De este ideal proviene el rasgo de la idiosin- dionisiacas en el recinto de Apolo, y tal el m e c a n i s m o profundo
crasia griega que Nietzsche tanto ponderó: su alegre vitalidad; al que atribuye la creatividad cultural de Atenas.
es decir, Su voluntad de aceptar y desplegar sin represiones la Freud validaría la interpretación nietzscheana al iluminar
vida y la naturaleza h u m a n a s en todas sus facetas, desde los po- aún m á s profundamente, mediante su teoría de la represión y la
derosos instintos y capacidades del c u e r p o hasta las potencias sublimación, el proceso por el cual lidiamos los h u m a n o s con
más sutiles de la razón y la espiritualidad: su voluntad de dejar nuestros instintos primitivos: la represión de ellos conduce al
correr a plenitud los primeros para transformarlos, sublimados, sentimiento de culpa y la destrucción de nuestra potencialida-
12
en las s e g u n d a s . des; la aceptación y sublimación de los m i s m o s nos lleva a
Según Nietszche, n a d a ilumina con mayor claridad el am- transfigurar la energía vital en algo creativo, en cultura.
biente de libertad creativa y de fermento vital característico de
aquella cultura en la Atenas de Pericles que la convivencia pro-
ductiva de ideologías racionales y actitudes religiosas. Evidencia 7._UN F U N D A M E N T O H U M A N O PARA LA É T I C A
de la h o n d u r a social de aquella amalgama eran las fiestas popu-
lares, denomin'adas dionisiacas en h o n o r del primitivo dios Dio- Por esa larga, compleja y afortunada vía fue que los antiguos grie-
nisos, que se celebraban cada año precisamente en el espacio en gos llegaron paso a paso, por primera vez en la historia, a con-
que se veneraba al refinado dios Apolo. Dionisos era la deidad cebir y cultivar u n a m a n e r a elevada de vivir la vida h u m a n a , y
antiquísima de la voluptuosidad y la fuerza instintiva, en tanto que p o d r e m o s resumir en la siguiente lista de actitudes vitales:
que Apolo lo era de la mesura, la racionalidad y la sensibilidad
artística. I El reconocimiento de la subjetividad, con sus potencias y li-
Los atenienses intuyeron genialmente, y quizá con terror, mitaciones, c o m o la única forma de aproximarnos al cono-
q u e Dionisos, ej dios salvaje q u e heredaron de su más remoto cimiento del universo, q u e por tanto resulta no un ente ajeno
pasado, era en cierto grado una imagen de sí mismos. Aceptar y separado de nosotros, sino el t o d o del que somos parte; eso
el salvajismo del derroche sensual y la crueldad de c o m e r ani- que al responder a nuestras acciones n o s informa sobre su
males vivos, reconociendo en ello su propia naturaleza, sin ta- propia naturaleza, pues es actuando, más que contemplando,
pujos y sin culpa, fue el paso previo indispensable para concebir c o m o nos forjamos u n a idea del m u n d o que nos rodea, para
:
luego hacernos u n a mejor m o r a d a en su s e n o y finalmente
- F. Nietzsche, El origen de la tragedia, Porrúa, México, 1999,118 pp. (Colección
"Sepan Cuantos...") construir u n a vida satisfactoria a r m o n i z a n d o nuestros de-

234 235
seos con los de nuestros semejantes y con la naturaleza. Y si ' dida de todas las cosas. Así nació la participación y la responsa-
interactuar con el universo, que incluye a nuestros semejan- bilidad del h o m b r e en su propio destino, inhibida después por
tes, es lo que nos humaniza, entonces es evidente que nuestra otras épocas e instituciones pero vuelta a renacer. En esto con-
felicidad no d e p e n d e de n i n g u n a divinidad, sino de que nues- sistió la hazaña de la h u m a n i d a d que los griegos llevaron a su
tras acciones nos produzcan satisfacción, lo que se vuelve el máximo en los siglos v y iv a.C. El escenario de todo ello fue la
fundamento de la ética. 13
Atenas que mantuvo en tensión todo resorte h u m a n o y que ejer-
2. Un respeto idéntico a t o d o s y cada u n o de los individuos, con ció su poder y su soberanía con voluntad férrea, a la vez que
lo que esto exige de consideración al espacio de las libertades llevaba a la práctica (si bien sólo en el círculo de sus propios
personales, de m o d o q u e cada quien pueda hacerse un lugar ciudadanos) la democracia, que igualó ante la ley a plebeyos y
que le a c o m o d e en la sociedad, d o n d e p o d r á exigirse cuanto aristócratas y que obligaba a funcionarios y generales a rendir
quiera a sí mismo, a sabiendas de que siempre topará, tanto a cuentas explícitas al resto de sus conciudadanos.
su alrededor c o m o en su propia persona, con lo noble y lo vil, C o m o corolario del h u m a n i s m o griego nació la ética, un
lo honesto y lo chapucero, el amor y el aborrecimiento, la be- arte del c o m p o r t a m i e n t o que ya no requirió de m a n d a t o s divi-
lleza y la fealdad, la audacia y la timidez, la agudeza y la ton- nos, sino de la racionalidad h u m a n a como fuente de sus nor-
tería, la pasión y la razón, pues todo ello es propio de la natu- mas de conducta. Esta ética laica tuvo e n o r m e importancia en
raleza h u m a n a , y cada quien tiene su particular dotación de el desarrollo ulterior en la cultura de Occidente por el énfasis
tales atributos que puso en la libertad y la responsabilidad personales, que son
3. La valoración, también alta y pareja, del trabajo paciente y del sus condiciones básicas. La ética nació con el postulado socrá-
esfuerzo heroico tico de que el objetivo de la vida es la eudemonía (la felicidad
4. La aceptación de nuestra naturaleza como unidad dual de propia y ajena). Aristóteles y los mejores pensadores occidenta-
c u e r p o y espíritu, con lo q u e ello implica de disfrute sin culpa les de los tiempos siguientes continuaron desarrollando y pu-
de nuestros placeres, sin más restricción q u e el respeto a los liendo esa noción hasta alcanzar en el siglo x v n u n a de sus más
demás y la responsabilidad ante ellos. categóricas y sencillas conclusiones, cuando Spinoza demostró
que no hay bueno ni malo fuera del ser y la escala h u m a n o s : n u e -
En un ambiente así, d o n d e hervían juntos el legado de la sabi- va expresión del viejo axioma de Protágoras.
duría popular de origen religioso, la filosofía de los mejores
y más libres pensadores, y el valor colectivo para sacar de u n o y
otra sus consecuencias prácticas, fue que ocurrió la genial in- 8. EL H U M A N I S M O Y s u s AVATARES
tuición expresada en el dicho de Protagoras: el hombre es la me-
C o n su terrenal sencillez y su fortaleza básica, el h u m a n i s m o ,
" Por cierto, esta particular actitud sintetiza de manera muy completa el talante
que los ingenieros han de adoptar en el cumplimiento de su función transformadora originalmente griego, es adoptado luego por Roma y su impe-
del mundo. rio. A u n q u e se anquilosa y dogmatiza después durante mil años

236 ( 237
(tras la caída del Imperio r o m a n o y la expansión de un cristia- el demonio, y considerar irreconciliables los instintos corpora-
n i s m o primero humilde y libertario pero luego militante y re- les y los del espíritu, las ideologías autoritarias intentan repeti-
presivo), el h u m a n i s m o resurge, como hemos, visto en el Rena- damente hacer del h o m b r e un ser esquizofrénico, partido en
cimiento. Después fructifica de mil maneras: en la ciencia dos mediante la represión que coartaría su individualidad, su
m o d e r n a desde el siglo x v n hasta nuestros días (véase el capí- creatividad, y en consecuencia, su visión integral de la vida.
tulo v n ) , en los vientos democratizadores que b a r r e n los mapas Hasta aquí, a grandes rasgos, las raíces, los avatares y el sen-
de Europa y América desde finales del siglo x v m , e incluso tido del h u m a n i s m o , ideología q u e recoge de la historia la vi-
como tenue hilo de Ariadna que guió algunos pasos de la hu- sión más aceptada de los fines y los medios de los seres hu-
m a n i d a d en el laberinto de complejidades políticas del siglo x x . m a n o s , y que por tanto guía t a m b i é n los criterios con que la
Cabe aquí una pregunta: ¿qué ocurrió para q u e d u r a n t e mil ingeniería cumple sus funciones.
años de la Edad Media el h u m a n i s m o griego se inhibiera tan
eficazmente hasta casi extinguirse antes de renacer fortalecido 9. EL H U M A N I S M O HOY
alrededor del siglo xv? La respuesta es sencilla, pues bastó con
que las nociones predominantes sufrieran cuatro cambios: a) En términos actuales, el h u m a n i s m o consiste en reconocer el
transformar la noción del daimonion griego (la unidad-duali- hecho de que el h o m b r e es capaz de elegir por sí m i s m o , sin
dad de Dionisos y Apolo que amalgamaba el instinto y el espí- coacción de fuerzas o leyes externas a él, lo que quiere ser entre
ritu) en el demonio cristiano (agente sólo del mal) para luego una gama ilimitada de posibilidades. A la vez, el h u m a n i s m o
equipararlo con la innata y sana propensión de los h u m a n o s al actual tiende a ser, hasta d o n d e las capacidades y limitaciones
placer, sea llano o sublimado; b) trocar el concepto de los dioses h u m a n a s lo p e r m i t e n en cada caso:
helenos (tan h u m a n o s en sus virtudes y pasiones) p o r el del
Dios concentrador del bien absoluto, equiparando entonces la 1. Racional, pues busca activamente que el conjunto de ideas o
propensión h u m a n a al placer con u n a manifestación del de- deseos en que basa sus decisiones estén libres de contradic-
monio, esa personificación del mal absoluto; c) rebajar el tra- ciones internas.
bajo h u m a n o de la categoría de actividad que dignifica a la de 2. Laico, ya que no d e p e n d e de m a n d a t o s por encima de lo hu-
ocupación degradante o castigo divino (noción corregida des- mano.
pués, pero sólo por la corriente cristiana seguidora de Lutero); 3. Hedonista, dado que busca maximizar la felicidad propia, a
d) abolir la libertad del individuo como sujeto del universo me- sabiendas de que ésta depende de la de los demás.
diante la imposición de una ortodoxia, única autorizada para 4. Solidario, en vista de que considera que "nada de lo h u m a n o
sancionar cualquier saber, con el apoyo de los tribunales de la In- le es ajeno".
quisición para disuadir a quienes quisieran pensar por sí mismos. 5. Activo, pues cree que las actitudes p u r a m e n t e contemplativas
Tales visiones oscuras siguen resurgiendo de vez en cuando no p u e d e n darnos sino una pequeña porción de lo que los
aquí y allá. Al concentrar t o d o el bien en Dios y t o d o el mal en h u m a n o s requerimos.

238 239
6. Heterofílico, pues reconoce que la verdad que cada sujeto pero n i n g u n a de tales particulares pertenencias es su única iden-
percibe es fragmentaria y p u e d e ser errónea; p o r tanto, sólo tidad. Incluso afiliaciones pasadas matizan la identidad. En sín-
considera válido descalificar u n a opinión si se demuestra que tesis, la identidad está en la historia completa de cada quien.
carece del debido fundamento, y para decidir ante problemas Para ser congruente ante cada ocasión, u n o tiene q u e ra-
trascendentes busca activamente los puntos de vista de otros, zonar, p o n d e r a r el peso relativo de sus diversas identidades, y
preferiblemente de quienes serán afectados p o r la decisión escoger libremente u n a m a n e r a de actuar, pues no p o d r í a se-
(más a ú n si son m u c h o s ) y p r o p u g n a por p o n e r en juego la guir siendo lo q u e es si ignora a priori cualquiera de ellas o si
capacidad h u m a n a de empatia para c o m p r e n d e r los puntos asume q u e no tiene n i n g u n a . La identidad de cada persona es
de vista de los demás, incluso de quienes no p u e d e n expre- única en el sentido de que la diversidad de identidades que con-
sarse; por ejemplo, quienes aún no nacen pero constituirán viven en ella hace que su repetición en otra persona sea impro-
las generaciones futuras afectadas por decisiones de hoy. bable. En este sentido cada quien es, en efecto, idéntico sólo a sí
m i s m o y, por tanto, sólo él tiene derecho a dar, c o m o sujeto li-
Es evidente que tal doctrina constituye una guía de utilidad prác- bre, prioridad a alguna de las facetas de" su identidad. Así fue
tica susceptible de ser adoptada p o r todos los seres h u m a n o s , que G a n d h i optó p o r actuar en su m o m e n t o c o m o independen-
y es de gran valor para el ingeniero al m o m e n t o de tomar, j u n t o tista hindú, pese a pertenecer a la vez a la élite intelectual ingle-
con su cliente y la sociedad, las decisiones profesionales que sa. En cambio, se comete u n a arbitrariedad c u a n d o se asigna a
le corresponden en la búsqueda de medios para satisfacer nece- otras personas u n a cualquiera de sus múltiples identidades sin
sidades materiales de u n o y otra. su consentimiento, y se les destina a confrontarse con base en
De la lista precedente de atributos del h u m a n i s m o m o d e r n o ella, sea la nacionalidad (como en el chovinismo), o la religión
se infiere que éste implica respeto a la dignidad de t o d a s las per- (como c u a n d o se identifica el terrorismo con un credo religio-
sonas y consideración a sus necesidades e intereses, lo cual no so), o cierta tradición cultural (como en la supuesta guerra de
exige renunciar a los nuestros, sino conciliar unos y otros. Para civilizaciones). La visión unidimensional de las identidades
ello hace falta partir de la identidad propia y reconocer la de los personales es grave p o r q u e empuja a la confrontación p o r un
demás. Al respecto, es importante considerar que n i n g u n a iden- solo motivo e impide conciliar intereses compartidos de impor-
14

tidad es unidimensional. Cada quien es simultáneamente m i e m - tancia m a y o r .


b r o de u n a gran variedad de grupos, entre ellos los constituidos
por familiares, amigos, colegas, compatriotas, contertulios, per-
sonas afectas a nuestras ideas y costumbres, etc. Sin contradicción,
se puede ser a la vez varón, mexicano, de ascendencia asiática,
médico, cristiano, vegetariano, liberal, melómano, heterosexual,
etc. La pertenencia a cada u n a de esas diversas colectividades da 14
Amartya Sen, Identity and Violence, W. W. Norton & Co., Nueva York, 2006,
un c o m p o n e n t e a la identidad de la persona de que se trata, 216 pp.

240 241
XI. Ética e ingeniería terísticamente h u m a n a que llamamos felicidad, y q u e nace de
sentir satisfacción por lo que hace. Sócrates llamó eudemonía a
tal m a n e r a de vivir, de d o n d e proviene el postulado básico de
la ética: que el objetivo último de la vida h u m a n a es la búsqueda
1
de la felicidad. ¿Por qué habría de ser la felicidad el único obje-
tivo de la vida? Porque la felicidad es un bien que nunca es m e -
dio, sino solamente fin, el bien s u p r e m o (summum bonum), el
bien por el que se desean otros bienes y sin el cual éstos carecen
de sentido.
U n a ética, p o r su parte, es un sistema lógico constituido p o r
i
dos conjuntos de postulados: u n o de axiomas (aseveraciones de
validez evidente o que se aceptan sin demostración) y otro de re-
i. D E F I N I C I O N E S Y E S C L A R E C I M I E N T O S glas de inferencia. De tal sistema es posible deducir n o r m a s de
conducta válidas en cualesquiera circunstancias. Para esclare-
Erraras de la claridad, c o m e n z a r e m o s p o r definir tres términos cer conceptos t o m e m o s c o m o ejemplo u n a ética m u y sencilla
que luego aparecerán reiteradamente a lo largo del capítulo; a constituida p o r los siguientes dos axiomas y dos reglas de infe-
saber, moral, ética y código moral (o código de conducta). rencia o decisión:
La moral es el conjunto de costumbres o comportamientos
que u n a sociedad considera aceptables en sus individuos. En • Axioma 1: La felicidad es el bien s u p r e m o de los seres h u -
consecuencia, se dice que alguien es moral c u a n d o vive en con- manos.
cordancia con las costumbres de la sociedad de que forma par- • Axioma 2: Lo que m á s contribuye a la felicidad es, en o r d e n
te. Quien viola esas costumbres es mal visto y m á s o m e n o s decreciente de importancia: a, b, c, d , . . . , en q u e cada u n a de
m a r g i n a d o de ella. estas letras representa lo q u e se d e n o m i n a un valor social
(por ejemplo, la satisfacción de las necesidades biológicas
La ética es u n a disciplina de la filosofía q u e estudia de m a -
básicas, la salud, el respeto a la dignidad h u m a n a , la cohe-
nera sistemática lo q u e es b u e n o y lo que es m a l o para el indivi-
sión social, la veracidad, la prudencia, el cuidado del m e d i o
d u o y la sociedad h u m a n a . Surge del h u m a n i s m o de la Grecia
ambiente, la belleza, la riqueza, la caridad, etc.), y el conjun-
clásica (véase capítulo x, apartado 7 ) , a partir de la noción de to de t o d a s ellas es la lista jerarquizada de lo que se considera
q u e el h o m b r e cobra conciencia de sí m i s m o c u a n d o actúa y deseable p o r dar felicidad.
observa que sus actos afectan a sus semejantes y modifican su 1
Explícitamente o de modo tácito éste es un postulado que la mayoría de los
entorno, lo que le produce emociones agradables o desagrada- grandes filósofos de la ética ha adoptado, a partir de Aristóteles. En cambio, ninguno
bles. De ahí el h o m b r e de razón concluye que el mejor m o d o de de ellos ha dado recomendaciones más específicas sobre qué hacer para ser feliz; hay
buenas razones para que así sea, pues lo que da felicidad cambia de una cultura a otra
vivir es realizar actos capaces de producirle esa emoción carac- y con el tiempo, además de que, por supuesto, es distinto en cada persona.

242 243
• Regla de inferencia 1: En cada caso debe escogerse la decisión La ética puesta aquí c o m o ejemplo también satisfaría el pos-
2
q u e haga máxima la felicidad del conjunto de todos los seres tulado que Kant d e n o m i n ó imperativo categórico ("Actúa de
humanos. m o d o que tu conducta pueda ser n o r m a universal"), pues éste
• Regla de inferencia 2: El p e s o q u e se dé a la felicidad de cada implica considerar a todos los seres h u m a n o s merecedores de
u n o de los seres h u m a n o s debe ser idéntico. idéntico trato y consideración y, por tanto, coincide con la regla
de decisión 2. También coincidiría con una ética basada en la
Evidentemente esta ética permite a toda persona tomar de- regla de oro ("Trata a los demás c o m o quieras ser tratado"). Por
cisiones ante cualquier dilema moral. Pero es posible postular otro lado, sería posible especificar una ética que tomara en cuen-
otras éticas; para ello basta adoptar alguna variante en axiomas ta a los animales además de los h u m a n o s , como corresponde a
y/o reglas de inferencia, que es la aportación hecha a lo largo de la sensibilidad contemporánea por el buen trato a todos los se-
la historia por los filósofos y pensadores más importantes de dis- res sensibles: bastaría con introducir tal prescripción específica
tintas épocas (Platón, Aristóteles, Aquino, Hobbes, Spinoza, en las dos reglas de inferencia del ejemplo, etcétera.
H u m e , Kant, Bentham, Mili, Nietzsche, Freud, Popper, Sartre, Entre la infinidad de éticas posibles, importan sobre t o d o
E. O. Wilson, etc.). Naturalmente, éticas distintas c o n d u c e n a aquellas que no sirven sólo a los fines de un individuo o un gru-
decisiones diferentes. po, sino que responden a los intereses generales y, por tanto, pue-
Si en la ética de nuestro ejemplo se sustituyera el axioma 1 den ser validadas por la aceptación social. En el m u n d o inter-
p o r "El bien s u p r e m o es complacer a Dios" y el axioma 2 se cam- dependiente de hoy, interesarían aún más las que pudieran ser
biara por un postulado axiomático que listara en o r d e n jerár- aceptables por toda la h u m a n i d a d , que en principio podrían ser
quico lo q u e place a Dios, se tendría u n a ética religiosa en vez éticas laicas y con otros atributos aceptables p o r todas las reli-
de la ética laica y humanista anterior. En cambio, si se quisiera giones y culturas contemporáneas; sin embargo, en el m u n d o
que la ética laica inicial se aproximase a una ética cristiana sería terriblemente desigual de nuestro tiempo, esto parece ser una
muy poco lo q u e habría q u e cambiar, pues la regla de inferencia aspiración todavía inviable, en virtud de que u n a ética compar-
2, al dar idéntico peso a las felicidades de todos los seres h u m a - tida nace de q u e los intereses objetivos que unen a la gente sean
nos, ya cumple con el m a n d a m i e n t o cristiano q u e prescribe más fuertes que los que la separan.
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo"; si acaso, para el propó- En el contexto del h u m a n i s m o m o d e r n o referido en el capí-
sito indicado habría que jerarquizar de m o d o diferente la lista tulo x (apartado 9), son de interés las éticas cuyos postulados
de valores del axioma 2 a fin de dar prioridad a los valores espi- respetan el derecho a la propia identidad; es decir, a ciertas di-
rituales sobre los materiales. Si se quisiera una ética aún más al- ferencias individuales. Este tipo de éticas caben sin mayor difi-
truista que la cristiana, la regla de inferencia 2 tendría que m o - cultad en cualquiera de las formulaciones laicas ejemplificadas
dificarse de algún m o d o como el siguiente: "Debe darse peso en párrafos previos, con tal de aceptar que el individuo tenga la
m e n o r a la felicidad del decisor que a la de los demás seres hu- 2
E. Kant, Critica de la razón práctica, caps, i, v i - v n , en Great Book of thc Western
manos, y peso idéntico a la de todos éstos". World, Encyclopedia Britannica, vol. 42, Chicago, 1952.

244 245
libertad de jerarquizar los valores del axioma 2 según sus pro- cuencias de cada posible opción con base en los axiomas y
pias preferencias. reglas de inferencia de una ética; para esos casos es preferible
Para completar el conjunto de definiciones necesarias dire- actuar conforme a un código moral. Por otra parte, al enfrentar
mos que un código moral o de conducta es un conjunto de nor- problemas morales novedosos o poco frecuentes, los códigos de
mas de c o m p o r t a m i e n t o q u e prescriben cómo actuar de manera conducta son inútiles, pues sólo contienen n o r m a s aplicables a
socialmente aceptable; es decir, u n a lista de reglas que la socie- un n ú m e r o reducido de casos ordinarios. Un código moral es
dad desea q u e sigan todos sus integrantes. A p r e n d e m o s el códi- como un recetario: ordenado, útil y fácil de usar, pero finito, y
go moral del m e d i o en que vivimos, y luego lo aplicamos espon- por tanto insuficiente para toda la gama de dilemas morales que
táneamente. Modificarlo exige un gran esfuerzo consciente. pueden presentársenos. Aún más importante, un código moral
De una ética se pueden derivar diversos códigos de conduc- no permite incorporar en nuestra tabla de valores preferencias
ta, según el tipo de problemas morales en los q u e se enfoque la individuales, aunque sean socialmente aceptables, a fin de crear
atención. Si ésta se centra en las decisiones ordinarias de la vida nuestro propio arte de vivir. En síntesis, una ética es una estra-
de todos los integrantes de la sociedad, resultará un código de tegia racional aplicada a buscar la buena vida y, por tanto, no
conducta general, aplicable a las decisiones más frecuentes que cabe en ningún código que simplemente estipule obligaciones y
toma cualquier persona; si el objeto focal es el c o m p o r t a m i e n t o prohibiciones.
de algún g r u p o social, se tendrá un código de conducta más par- Al tratar cada u n o de los tópicos que iremos abordando en
ticular (que puede ser tan amplio como los diez m a n d a m i e n t o s este capítulo nos referiremos a estas y otras diferencias de los
de la moral cristiana, aplicable a todos los que profesan tal credo códigos morales vis á vis la ética, así como a consecuencias va-
religioso, o tan especializado como los códigos de conducta de rias de las definiciones precedentes.
gremios, profesiones, clubes, etcétera).
La diferencia más i m p o r t a n t e entre una ética y un código
m o r a l es q u e la p r i m e r a está formulada en términos de las con-
secuencias de nuestra decisión, y la opción correcta debe infe-
[ 2. R E L A C I O N E S E N T R E I N G E N I E R Í A Y E T I C A
rirse de ellas, en tanto q u e el segundo simplemente prescribe las C o n justicia suele verse la ingeniería como la actividad creado-
decisiones sin referirse en m o d o alguno a sus consecuencias, ra, imaginativa y transformadora por excelencia, pues su pro-
q u e q u e d a n implícitas. En esa diferencia radican las ventajas y pósito expreso es modificar el e n t o r n o natural para mejorar la
desventajas relativas de conducirse con base en una ética o en calidad de vida de los seres h u m a n o s . Pero todos los sistemas de
un código moral; lo más conveniente es disponer de ambos, se- la naturaleza están interconectados directa o indirectamente y,
gún las circunstancias. En efecto, sería muy engorroso que para por tanto, no se puede modificar u n o sin alterar otros involun-
cualquier decisión de las m u c h a s que diariamente t o m a m o s tariamente. Por eso es inevitable que, además de los efectos po-
tuviéramos que hacer tanto estimaciones de la felicidad del con- sitivos buscados por cada creación de la ingeniería, resulten
junto de todos los seres afectados c o m o el cálculo de las conse- otros que pueden no ser deseables. Toda actividad práctica a d o -

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lece de este m i s m o problema; p o r ejemplo, la medicina, a la vez yecto llevado a la práctica tiene efectos deseables e indeseables
que cura, suele producir efectos secundarios perjudiciales. Es cuyo atinado control exige la participación tanto social como
aceptable que así suceda, siempre que, por un lado, no haya op- de expertos. Mediante mecanismos institucionales, la sociedad
ción mejor y, por otro, la magnitud de los efectos indeseados debe intervenir, primero, en la toma de ciertas decisiones de di-
sea m u c h o m e n o r que la de los beneficios. Cualquier decisión seño, y luego en el seguimiento y control de los proyectos en
práctica tiene, p o r consiguiente, un carácter ético, ya que obliga operación. Sin embargo, esta corresponsabilidad de ingenieros
a buscar, para el conjunto de seres afectados, q u e la diferencia y sociedad es todavía insuficientemente reconocida.
entre efectos positivos (beneficios) y negativos (costos) resulte a Hay incluso quienes creen que la ingeniería no implica
favor de los p r i m e r o s y sea lo m á s g r a n d e posible. problemas éticos porque, dicen, esta profesión sigue m é t o d o s ,
Pocas profesiones convierten tantas ideas en realidades co- procedimientos y criterios de decisión racionales y se basa en
mo la ingeniería, que por esto suele tener grandes consecuen- conocimiento científico o empírico p r o b a d o y ajeno a cualquier
cias de t o d o tipo en la vida diaria de las personas. De aquí que valoración distinta de la veracidad. Es cierto q u e la valoración
la responsabilidad de los ingenieros sea también comparativa- del conocimiento en sí y de los procesos lógicos a q u e se le so-
m e n t e más grande, y que su formación ética sea una cuestión mete son independientes de la moral, pero el propósito al que el
central en esta era tecnológica. En efecto, la evolución científi- conocimiento se aplica sí es susceptible de un juicio ético, y otro
co-técnica ha hecho q u e el poder transformador de la tecnolo- tanto puede decirse del m o d o en que el proyecto se realiza.
gía sea cada vez mayor y, p o r tanto, se puedan causar inadverti- Siempre hay más de una m a n e r a de cumplir cualquier objetivo,
d a m e n t e efectos no deseados de gran magnitud. Entonces las y la ética prescribe q u e debe escogerse la que, de acuerdo con
decisiones de la ingeniería no sólo tienen connotación ética, ciertos criterios de decisión, es la mejor. Fijar o aceptar el pro-
sino que se vuelven con toda justificación asuntos de interés pú- pósito de un proyecto y escoger el m o d o ó p t i m o de realizarlo
blico. No se trata de algo inusitado, sino de u n a consecuencia son sin duda decisiones ingenieriles de carácter ético. Un pro-
natural de ese creciente poder de la tecnología y de la obliga- yecto de ingeniería puede ser malo si produce bienestar general
ción profesional que el ingeniero tiene de responder ante la so- m e n o r q u e sus costos sociales directos e indirectos, b u e n o en
ciedad por sus decisiones. En consecuencia, la mejor m a n e r a de caso contrario, y mejor cuanto mayores son los beneficios con
proceder en muchos casos es tomar decisiones en consulta e in- respecto a los costos.
teracción con otros actores sociales. Cuanto más trascendente También suele decirse que en ingeniería la ética se reduce a
es un proyecto, dejarlo en m a n o s sólo de ingenieros es tan grave la eficacia, y que basta con que sus obras y productos funcionen
c o m o excluir a éstos de la decisión; ambos extremos carecen de para que sean éticamente aceptables; es decir, que cumplan su
sentido. Lo racional es q u e los ingenieros cobren conciencia de lo función especificada y no fallen. Por supuesto, la eficacia es con-
delicado de su función y, con u n a perspectiva amplia de los dición necesaria de toda solución a un problema de ingeniería,
problemas que manejan, busquen la participación social en sus pero es evidente que no basta para fines morales: entre dos
decisiones. A la vez, los ciudadanos deben a s u m i r q u e t o d o pro- obras que funcionan c o m o es debido es mejor la que cuesta m e -

248 249
nos, y entre dos que son igualmente funcionales y cuestan lo ticas, m u c h o s parecen asumir que la ética aplicable a tales casos
m i s m o es preferible la que más place a quienes la usan, etcétera. ha de ser u n a doctrina especial, una ética de la técnica particu-
A la inversa, hay quienes atribuyen obligaciones morales no lar de que se trate, distinta de la ética de aplicación general. Ha-
sólo a la ingeniería, sino t a m b i é n a sus dos i n s u m o s principales: blan de ética ambiental si se trata de que la ingeniería t o m e en
la tecnología y la ciencia. Esto es insostenible y proviene de una cuenta los efectos de sus actos en el entorno natural, o de bio-
delimitación confusa entre ciencia, tecnología e ingeniería, pro- ética si de considerar las posibles repercusiones futuras de la
piciada por la m a n e r a t a n í n t i m a en que las dos primeras se manipulación genética, o de ética informática en'cuanto se re-
combinan al resolver cualquier problema práctico. Las diferen- fiere al uso práctico de las herramientas telemáticas, etc. Sería
cias y relaciones entre las tres se abordan desde distintas pers- más apropiado hablar en tales casos de códigos de conducta y
pectivas en los capítulos n, v i i y x n . Lo que de ahí se desprende no de éticas. Lo cierto es que tales problemas éticos son nove-
es que ciencia y tecnología p o n e n sus resultados al servicio de dosos, y que sobre ellos hace falta reflexión, discusión pública y
la ingeniería, y es ésta la que puede usarlos para bien o para consenso social, por lo que aún no aparecen en códigos morales
mal. La asignación de propósito a un proyecto y el m o d o en socialmente aceptados. Lo que es b u e n o o malo en tales campos
que éste lo cumple pertenecen claramente al ámbito de la in- debe abordarse en el marco de u n a ética axiomática constituida,
geniería, y no al de la tecnología ni al de la ciencia, que son sólo como se discutió en el apartado anterior, p u e s no hay otro m o d o
medios de los que la ingeniería se vale; atribuir a la ciencia o la de comparar opciones de conducta alternativas en función de
tecnología el sentido ético de lo que con su mediación se hace sus consecuencias.
sería equivalente a sostener que la m a n o , y no el individuo a El desarrollo tecnológico va creando medios e instrumen-
quien pertenece, es responsable de la ayuda o del agravio que tos que p e r m i t e n hacer lo que antes era imposible; esto plan-
con ella se cause a alguien. Así pues, la ciencia (o el conocimien- tea continuamente nuevos problemas éticos. Además, para un
to que genera) y la tecnología (o los medios productivos que crea) m i s m o fin se crean cada vez tecnologías m á s poderosas y, p o r
no p u e d e n ser valorados sino p o r su veracidad, en el p r i m e r ca- tanto, de mayor riesgo. Hay, pues, nuevos dilemas éticos y ries-
so, y p o r su eficacia en el segundo, y no c o m o m o r a l m e n t e bue- gos nuevos o mayores que deben encararse en el m a r c o de la
3
nas o malas en sí m i s m a s . Es la decisión de para qué y cómo ética. Cada vez que la evolución social o tecnológica plantea
usar cierto conocimiento científico o recurso tecnológico la que u n a disyuntiva moral novedosa se requiere un alto en el cami-
debe someterse a escrutinio ético, y en los casos de mayor tras- no para resolverla mediante criterios de la mayor generalidad
cendencia esto debe hacerse con participación social. El resul- posible. En conclusión, si bien cada época crea dilemas morales
tado es responsabilidad conjunta del ingeniero y la sociedad. nuevos, t o d o s ellos se pueden resolver en el m a r c o de la ética
También ocurre q u e entre quienes aceptan la pertinencia de aplicable a nuestros demás problemas; los dilemas p u e d e n ser
lo moral en los actos de la ingeniería y demás ocupaciones prác- nuevos y especializados, pero para resolverlos cada quien debe
3
adoptar u n a ética general y u n a sola.
D. Reséndiz, "Sobre la racionalidad de la tecnología", Complementos, nueva épo-
ca, núm. 2, Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos, UNAM, 1987, 9 pp. Finalmente, cabe u n a reflexión, aunque no p u e d a ser sino

250 251
somera, sobre la formalidad de las decisiones éticas en ingenie 3. LA É T I C A EN LA H I S T O R I A
ría. D a d o que el resto de los procesos intelectuales de la profe- DE LA I N G E N I E R Í A
sión tiene un alto grado de formalidad, según se describió en el
capítulo m, es razonable que surja la expectativa de que las ca- La práctica de la ingeniería sirve sobre todo a la sociedad y no
pacidades de formalización y cuantificación del ingeniero se ex- sólo a cada cliente, pues sus obras y productos afectan no nada
tiendan de las cuestiones técnicas a sus decisiones éticas. Se más a quienes realizan o patrocinan un proyecto, sino a m u c h o s
supone q u e la capacidad matemática o de cuantificación del in- otros, para bien o para mal; de ello resulta que las decisiones en
geniero contribuye a su buen d e s e m p e ñ o moral si, además, ha esta profesión siempre se d e n en un contexto ético. Se p u e d e
recibido u n a educación ética de excelencia: la sociedad asume asegurar que la sociedad tuvo conciencia de esto desde el m o -
que en tal caso el ingeniero, aparte de ser capaz de estimar con m e n t o m i s m o en q u e el ingeniero se diferenció p o r su actividad;
rigor científico el c o m p o r t a m i e n t o de los sistemas físicos que una prueba de ello es el Código de H a m m u r a b i , rey de Babilonia
diseña, puede hacer una mejor estimación de los efectos q u e sus (1795-1750 a . C ) . En él se prescribían tanto la remuneración de-
decisiones acarrearían a los seres afectados por ellas. Tal parece bida al constructor de casas c o m o las penas que se le aplicarían
ser la base del alto grado de confianza social, prestigio y estima si sus edificaciones exhibieran los tipos de falla especificados en
de que gozan, por ejemplo, los ingenieros de élite en Francia.' el propio código."
Aunque no es usual, ciertamente es posible dar a un gran nú
No solamente son del d o m i n i o público las responsabilida-
mero de problemas éticos un planteamiento de m u c h o mayor
des éticas del ingeniero, sino que en ciertas sociedades éste es
rigor, incluso matemático, y por tanto cabría esperar que tal
considerado un profesional especialmente confiable en la toma
formalidad se aplicara con m a y o r frecuencia al m e n o s ante las
de decisiones morales difíciles, según lo dicho en el último párra-
decisiones más trascendentes, pues existen bases metodológi-
fo del apartado anterior. En diversos países los ingenieros, como
cas para ello/'
los médicos, gozan de una imagen pública que les atribuye u n a
sólida formación ética adquirida de m o d o esencialmente tácito;
* G. Downcy,). Lucena y C. Mitcham, "Lngincering ethies in global perspective".
documento electrónico, comunicación personal de luán Lacena. es decir, por el ejemplo de maestros y pares, y cuya continuidad se
s
En efecto, la definición operativa de ética enunciada en el apartado I se puede remonta a la historia. El grado en que este supuesto se cumple
expresar matemáticamente, tanto en un contexto determinista como en uno proba
bilista. En el caso más simple la suma de felicidades que se debe maximizar estaría
dada por la expresión matemática F • £, |J _ a f. (t) dt}, donde P es la suma de feli-
0
de que en esta última la intuición fuese capaz de estimaciones tan acertadas como la
cidades asociada a cada opción de conducta, i denota al ser sensible i-ésimo, la suma
matemática (D. Reséndiz, "Ética para decisiones tecnológicas |o ética explícita versus
I se extiende a todas las i (es decir, a todos los seres cuya felicidad o bienestar se
ética intuitiva]", ingeniería Civil, núm. 308, México, 1994, pp. 9-19). Aparte de su
considere), la variable tiempo comienza a contarse en el instante de la decisión y se
confiabilidad, el planteamiento cuantitativo de las decisiones éticas puede ofrecer
extiende indefinidamente hacia el futuro, a, es un factor de ponderación que quien
toma la decisión aplica a la felicidad del ser i-ésimo y f es la felicidad de este mismo ventajas para legitimar socialmente las decisiones, por cuanto facilita el análisis par-
ser (E. Rosenblucth, "Decisiones éticas en ingeniería", Ingeniería, vol. 40, núm. 4, ticipativo de ellas y su discusión con mayor probabilidad de convergencia; también
octubre diciembre, México, 1970, pp. 383-398). Se puede demostrar que, si la asig- es útil para atinar decisiones por iteración y asi sopesar el efecto de cambios en el
nación de felicidades se basa en una misma escala de valores, esta formulación con valor de ciertos parámetros y, finalmente, para afinar la intuición de quien usa este
duce a una decisión ética idéntica a la de una formulación tradicional, en el supuesto tipo de planteamiento.
' Código de Hammurabi, normas 228-233.

252 253
varía en la geografía y con el tiempo; p e r o la tradición subsiste, s
las m i n a s " , que entonces constituían el grueso de la economía
principalmente en la ingeniería civil, origen del resto de las in- de la colonia y su metrópoli.
genierías de hoy. Por ejemplo, la American Society of Civil En- Nociones similares inspiraron a las primeras escuelas de in-
gineers (ASCE), una de las grandes agrupaciones de ingenieros geniería de Europa, que surgen pocos decenios antes que la de
con cobertura internacional, desde su fundación en 1852 y has- México durante el m i s m o siglo x v m . La diversificación de m o -
ta 1914 declinó adoptar un código colectivo de conducta, pues delos educativos y gremiales de país a país ocurre d u r a n t e los
lo consideró impropio de profesionales conocedores de que su siglos x i x y x x , hasta que la segunda Guerra Mundial marca un
misión sólo puede cumplirse con plena responsabilidad indivi- parteaguas que de nuevo introduce un propósito c o m ú n . En
dual mediante el apego de cada quien, en su caso, a los princi- efecto, las atrocidades del nazismo y su fría eficacia técnica sa-
7
pios morales socialmente compartidos. Estos supuestos son cudieron la conciencia de la civilización hasta sus propios ci-
evidentes en la iniciativa que dio origen a la formación de inge- mientos filosóficos: dado que la ética se basa en cierto concepto
nieros en México: de acuerdo con los ideales del siglo x v m o de de la naturaleza h u m a n a ¿era concebible q u e en nuestra especie
la Ilustración, el fin explícito de tal iniciativa era "promover el cupieran lado a lado Hitler y Gandhi? De la respuesta afirmati-
bien c o m ú n y el progreso" m e d i a n t e la aplicación de la ciencia va a esta pregunta surgió un movimiento universal cuya inten-
a la innovación técnica. A cargo de ese cometido, el Real Semi- ción era al m e n o s reducir la probabilidad de q u e científicos y
nario de Minería comienza a operar en enero de 1792, y es, por profesionales deshumanizados volvieran alguna vez a seguir dic-
tanto, la primera institución de su tipo en América; nace y se tados de políticos criminales. Se pensó que a ese fin una edu-
mantiene laico a pesar de presiones en contra y asume la tarea de cación profesional con contenidos expresamente humanistas
lograr "la buena educación de los colegiales en la vida cristiana sería lo apropiado, aunque apenas en 1972 se consensuaron re-
y política", haciéndolos convivir con sus educadores "para que comendaciones prácticas. 9

de este m o d o , al t i e m p o que t o m e n instrucción de la facultad, Cinco a ñ o s antes de la fecha de aquellas recomendaciones,


adquieran también los modales de la sociedad", a cuyo fin co- la Facultad de Ingeniería de la U N A M estableció en 1967 lo que
merán regularmente con el rector, el vicerrector y el mayordo- hoy es su División de Ciencias Sociales y H u m a n i d a d e s e incor-
m o , quienes "observándolos de cerca puedan cuidar q u e estén p o r ó en cada u n o de sus planes de estudio cinco cursos de estas
con aseo y [...] los acostumbren a las civilidades recibidas en la disciplinas, en conjunto equivalentes a 7% del total de crédi-
sociedad [...] y para evitar toda envidia, alternarán por sema- 10
t o s . C o n variantes menores, esto se m a n t i e n e hasta hoy; los
nas de una mesa a otra". Es decir, no sólo se buscaba tener altos profesores de esos cursos p u e d e n ser ingenieros o especialistas
estándares científicos y profesionales, sino formar "sujetos edu-
cados en buenas costumbres e instruidos en toda la doctrina " Clementina Díaz y de Ovando, ios veneros de la ciencia mexicana. Crónica
necesaria para dirigir con acierto las operaciones y el laborío de del Real Seminario de Minería, vol. I, Facultad de Ingeniería, UNAM, México, 1988,
pp. 35-47.
' Las Ciencias Sociales y las Humanidades en la Educación de Ingenieros, semi-
American Society of Civil Engineers, Standards of Professional Conduct for Civil
;
nario internacional de la UNBSCO, Bucarest, 1972.
Engineers, Appendix, A S O , Washington, 3 de abril de 2000, p. 10. 10
En Europa y los Estados Unidos el porcentaje es cercano al doble, pues sus

254 255
de las respectivas disciplinas (filosofía, economía, sociología, la contratación de servicios, obras y adquisiciones típicas de los
historia, etc.). Inicialmente se p r o c u r ó que los cursos fueran al- proyectos de ingeniería la regulación de la conducta de los fun-
gunos de los ofrecidos en las escuelas de h u m a n i d a d e s de la cionarios públicos y ciertos profesionales tienda a ser excesiva,
propia universidad; empero, el gran n ú m e r o de estudiantes de con la pretensión de establecer la moralidad m e d i a n t e disposi-
ingeniería implicaba para esas escuelas una carga tan alta que ciones legislativas y reglamentarias. C o m o es más fácil legislar
pronto fue preferible ofrecer los cursos en el propio plantel for- que educar, se supone irreflexivamente que las n o r m a s legales
m a d o r de ingenieros. A partir de 1995 u n o de tales cursos es pueden ser un sustituto de la educación ética generalizada, y se
obligatoriamente ética profesional, que a pesar de su n o m b r e termina por constituir una m a r a ñ a normativa plagada de fallas
incluye con buen tino una amplia porción de ética general. Des- y repercusiones negativas, entre ellas: delitos vagamente defini-
pués, otras escuelas de ingeniería del país h a n seguido caminos dos (por tanto, sujetos a interpretación discrecional), criterios
similares, y desde 1996 un curso de ética es requisito para que de decisión redundantes o contradictorios, penas desmesura-
programas en este c a m p o reciban acreditación. Hoy la doctrina das (supuestamente ejemplares, pero que en realidad inhiben la
ética y la moralidad profesional son, pues, temas incluidos en t o m a de decisiones socialmente óptimas), m e d i o s de vigilancia
los planes de estudio de todas las escuelas q u e forman ingenie- que institucionalizan el espionaje, la delación y la infidencia,
ros en México; sin embargo, sigue teniendo la mayor importan- y que, por tanto, m i n a n la moralidad, etc. Se pretende, así, cui-
cia que tanto en la escuela como en el gremio los jóvenes en- dar la moral con medios inmorales, y se i m p o n e n a priori reglas
cuentren lecciones tácitas de apego a la ética; es decir, ejemplos simplistas que impiden optar por la decisión éticamente correc-
silenciosos de tal comportamiento. ta para cada caso. En general, muchas de esas disposiciones
legales no sólo son inefectivas, sino contraproducentes, pues in-
timidan a la gente honesta, inhiben la t o m a de decisiones opor-
4. É T I C A Y LEGISLACIÓN
tunas y prudentes, propician que se castigue a inocentes, y crean
alarma social de amplias repercusiones; los males resultantes
Las preocupaciones por la conducta moral se han vuelto inter-
son, en resumen, mayores que los evitados y, p o r tanto, son m e -
nacionales c o m o consecuencia de la rápida globalización comer-
didas contrarias a la ética. Tales intentos fallidos ocurren pese a
cial que se ha venido p r o m o v i e n d o en todo el m u n d o . Tal es el
que desde hace m u c h o tiempo se sabe que usar la legislación
origen de cierta presión para q u e cada país adopte, a d e m á s de
como sustituto de la educación ética tiene altos costos sociales."
códigos de conducta en las diversas profesiones, leyes y n o r m a s
contra la corrupción. Esto ha d a d o lugar, por ejemplo, a q u e en Es obvio que se requieren ciertas disposiciones legales con-
tra la corrupción, pero sobre ellas ha de tener prioridad la edu-
programas de estudio son menos extensos. A su vez, esto se debe a que en México la cación ética, t a n t o p o r q u e la ética es inspiradora del derecho y
ley que regula el ejercicio profesional dispone que la licencia de ejercicio profesional
no requiere más que el titulo expedido por una institución educativa oficialmente
reconocida, por lo que el egresado de ella debe tener preparación equivalente a la de " J. Bentham, "De los límites que separan la moral y la legislación", en Tratados de
quienes en otros países, para obtener su licencia, pasan previamente por cierta prác- legislación civil y penal, tomo I, París, 1823, pp. 196-209. (Edición facsimilar del tri-
tica profesional subordinada. bunal Superior de Justicia del Distrito Federal, México, 2004.)

256 257
no a la inversa c o m o porque en la práctica es más efectiva. Por que e n u m e r e n las principales n o r m a s de conducta derivadas de
ejemplo, según reiteradas evaluaciones del d o m i n i o público, al dichos principios. Por supuesto, el código profesional debe ser
comienzo del siglo xxi los países con más baja incidencia de compatible con el código de conducta general socialmente acep-
conductas corruptas (Noruega, Dinamarca, Finlandia y Suecia) tado; esto es, debe estar basado en similar escala de valores y
son los que a la vez tienen menos leyes al respecto. La situación respetar las leyes y regulaciones pertinentes. Por ejemplo, los
privilegiada de tales países se debe a que, gracias a su homoge- principios básicos del código de ética profesional de la Ameri-
neidad socioeconómica, en ellos t o d o s los círculos a los que 12
can Society of Civil Engineers ( A S C E ) son cuatro:
una persona pertenece (la familia, el barrio, el ámbito laboral,
los gremios, en fin, la sociedad toda) comparten valores socia- 1. Aplicar el conocimiento y las capacidades profesionales
les que rechazan y c o n d e n a n inequívocamente las conductas al mejoramiento del bienestar h u m a n o y la protección del
contrarias a la ética.
ambiente.
2. Servir con honestidad, justicia y lealtad a la sociedad, al
5. P R O F E S I O N A L I S M O Y C Ó D I G O S empleador y a los clientes.
DE CONDUCTA PROFESIONAL
3. Acrecentar las capacidades y el prestigio de la ingeniería
como profesión.
C u a n d o en la sociedad existe una cultura ética general bien ci-
4. Apoyar a las organizaciones profesionales y técnicas del
mentada, los códigos de conducta profesionales cumplen una
gremio.
función complementaria de importancia, pues cada ocupación
específica enfrenta dilemas éticos especializados que no están De tales principios se infiere que los valores a los que res-
incluidos sino tácitamente en el código moral de la sociedad en p o n d e n tienen el siguiente orden jerárquico: a) el bienestar so-
extenso y, por tanto, requiere prescripciones igualmente espe- cial; b) la protección del ambiente; c) la honestidad profesional;
cializadas para enfrentarlos. Estos códigos cumplen su función d) la lealtad (a la sociedad, el empleador y el cliente), y e) el
en la medida en que identifican tales dilemas, p r o p o n e n una prestigio de la profesión. De los principios transcritos, la ASCE
solución a los mismos y dan a conocer abiertamente todo ello a deriva siete cánones o normas generales de conducta; cada u n o
clientes y sociedad, incluyendo las n o r m a s explícitas de con- de dichos cánones a su vez se desdobla y precisa en un p e q u e ñ o
ducta profesional q u e los resuelven. n ú m e r o de guías prácticas de actuación, entre una y ocho por
Lo típico es que los códigos de ética profesional expresen canon. Además, el código de la ASCE da 10 guías específicas so-
los principios básicos que los integrantes del gremio se compro- bre problemas relativos a conflictos de interés, cumplimiento
m e t e n a cumplir en el ejercicio de sus actividades profesionales, de la ley, seguridad del público y los empleados, confidenciali-
incluyendo aquellos que implican compromisos con a) la so- dad, compra de bienes y servicios, dádivas o recompensas que
ciedad en general; b) sus clientes, empleados, empleadores, co-
" American Society of Civil F.ngineers, Slandards of Profesional Conduct for Civil
legas y competidores, y c) la propia profesión. Además, es usual Engineers, ASCK, Washington, abril, 2000, 18 pp.

258 259
impliquen o parezcan implicar sesgo a favor de partes interesa- 5. Mejorar la comprensión de la tecnología, sus consecuencias
das, etcétera. potenciales y la forma de aplicarla.
Entre 1950 y 1970 numerosas sociedades de ingenieros, 6. Mantener y mejorar nuestra competencia técnica y sólo acep-
principalmente en los Estados Unidos, formularon y pusieron tar encomiendas profesionales para las que seamos compe-
en vigor códigos de ética en respuesta a sugerencias de la Amer- tentes o estemos capacitados por preparación expresa o ex-
ican Association for the Advancement of Science, organización periencia, o bien después de desglosar plenamente nuestras
q u e agrupa a sociedades científicas, tecnológicas y profesiona- limitaciones al respecto.
les. Hoy cada una de estas organizaciones tiene su propio códi- 7. Buscar, aceptar y ofrecer la crítica honesta de tarcas técnicas
go profesional, con m u c h a s coincidencias en el contenido; el para identificar errores y corregirlos, y dar el debido crédito a
del Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) tiene las contribuciones de otros.
la virtud de responder a las principales preocupaciones sociales
8. Tratar dignamente a toda persona, independientemente de
de la actualidad de m a n e r a muy cuidadosa, escueta y depurada,
factores como raza, religión, género, discapacidad, edad, o na-
c o m o sigue:"
cionalidad.
9. Evitar acciones maliciosas o falsas que dañen a otros, o a su
Nosotros, miembros del IEEE, reconociendo la importancia de patrimonio, reputación o empleo.
los efectos que nuestras tecnologías tienen en la calidad de vida 10. Ayudar a colegas y colaboradores en su desarrollo profesional
en todo el mundo, y respondiendo a un deber personal con nues- y apoyarlos en el cumplimiento de este código de ética.
tra profesión, sus miembros y las comunidades a las que servi-
mos, por este medio nos comprometemos con los más altos es- Suele creerse q u e u n a vez adoptadas y publicadas las nor-
tándares de conducta profesional y concordamos en: mas de conducta profesional no hay m u c h o más qué hacer, pero
1. Aceptar la responsabilidad de tomar decisiones profesionales sucede lo contrario, pues entonces se requiere un esfuerzo orga-
consistentes con la seguridad, la salud y el bienestar del público, nizado mayor, por un lado, para que quienes encabezan equi-
y desglosar oportunamente factores que puedan poner en peli- pos de trabajo en el gremio y sus diversas empresas y organiza-
gro al público y al medio ambiente. ciones mantengan la convicción de que dichas n o r m a s tienen
2. Siempre que sea posible, evitar conflictos de interés o la apa- importancia y den el ejemplo de cumplirlas estrictamente y, por
riencia de que existen, y en caso de que los haya, exponerlos otro, para revisar con frecuencia q u e el código se respeta y se
francamente ante las partes interesadas. cumple por todos día tras día. Si así se procede, los códigos de
3. Ser honestos al hacer aseveraciones o estimaciones basadas en conducta pueden efectivamente contribuir a clarificar las rela-
la información disponible. ciones y fortalecer la confianza entre una profesión y la socie-
4. Rechazar toda forma de soborno. dad. Ahora bien, dado que la moral solamente cobra sentido en
la medida en que abarca y c o m p r o m e t e a t o d o s los individuos y
" <www. ieeo.org/portal/pages/about/whatis/code.html> aspectos de la vida social, los códigos de conducta profesional

260 261
son insuficientes p a r a lograr un alto nivel de c o m p o r t a m i e n t o compatibilicen en torno al asunto que se trata, y que cliente y
ético, incluso en el ámbito limitado de la organización que los cciedad reciban un servicio valioso m á s allá de lo inmediato;
formula y adopta. Su insuficiencia se debe, por u n a parte, a que b) se compenetre del problema que se le plantea y se esfuerce
no pueden cubrir exhaustivamente todas las posibles situacio- por entender t a n t o las facetas técnicas c o m o las h u m a n a s del
nes y dilemas morales de la profesión de que se trata y, por otra, mismo; c) esté libre de sesgo con respecto a intereses y visiones
a que no c o m p r o m e t e n a quienes desde fuera interactúan con parciales, y b u s q u e decir con claridad, honestidad e indepen-
ella en el ejercicio de su actividad. Además, los códigos no pue- dencia lo que él piensa y propone, no lo que supone que el clien-
den anticipar nuevos problemas éticos q u e la evolución social y te quiere escuchar, y d) evite tener conflictos de intereses y, si
tecnológica va planteando, por lo que requieren revisión y ac- éstos surgen, los explique al cliente de inmediato con la mayor
tualización frecuentes. En los propios Estados Unidos, d o n d e sencillez y claridad a fin de decidir junto con él lo que proceda.
surgió la iniciativa y se concentró un gran esfuerzo al respecto El profesionalismo implica cumplir con la regla de oro; es decir,
a m e d i a d o s del siglo x x , no se han d a d o los frutos esperados, a obliga a dar a otros justamente el trato que, si se invirtieran los
juzgar por el hecho de que la confianza pública en la mayoría de papeles, el propio profesional desearía para sí. El tiempo ha de-
las profesiones sufrió después graves deterioros. A u n q u e médi- m o s t r a d o que quienes se adhieren resueltamente a estos están-
cos e ingenieros siguen recibiendo las calificaciones más altas, dares de comportamiento son capaces de servir mejor a sus clien-
éstas también son sustancialmente menores que las de décadas tes, ganarse la confianza duradera de ellos, y hacer una reputación
4
atrás.' Es del d o m i n i o público q u e ese deterioro no se ha rever- que a su vez les atrae más clientes.
tido hasta la fecha. Profesionalismo y ética profesional tienden pues a coinci-
Por otra parte, quien conozca la tradición de las m á s anti- dir. A m b o s buscan, con visión de largo plazo, conciliar los inte-
guas profesiones (la medicina, el derecho y la propia ingeniería) reses del c u e r p o social en su totalidad con los de quien toma las
h a b r á reconocido en los párrafos de este a p a r t a d o la casi com- decisiones, pero sólo la ética constituye una doctrina completa
pleta equivalencia entre los códigos de conducta profesional y para ese fin.
lo que en aquella tradición se llama profesionalismo. En ambos
casos el paradigma del buen profesional incluye la posesión 6. LA E D U C A C I Ó N ÉTICA Y O T R O S
y d o m i n i o de cierto c u e r p o de conocimientos especializados y REQUERIMIENTOS
pertinentes, pero no se reduce a ello, sino que a d e m á s abarca la
intención y la capacidad de aplicar esos conocimientos con sen- Para promover la moralidad en las profesiones las medidas le-
sibilidad, autonomía, lealtad, consistencia y altas miras. Por tra- gislativas no bastan o son contraproducentes, y los códigos de
dición, el profesionalismo implica que el profesional a) busque conducta profesional son insuficientes p o r q u e soslayan la cues-
q u e los intereses del cliente, de la sociedad y los suyos propios tión de fondo: que el c o m p o r t a m i e n t o moral nace de emocio-
M nes y convicciones íntimas creadas por la educación y estimula-
W. Galc Cutler, "What future engineers and scientisls learn about ethics", Re-
search Technology Management, noviembre-diciembre de 1992, pp. 39-48. das por la emulación. Por otra parte, el buen c o m p o r t a m i e n t o

262 263
profesional implica y exige c o m p o r t a m i e n t o similar en el ámbi- Así pues, una promoción eficaz del c o m p o r t a m i e n t o moral-
to social más amplio, pues las obligaciones éticas, para ser so- mente aceptable exige la m á s amplia difusión de una ética, y no
cialmente útiles, deben abarcar todas las actividades y a todos simplemente de códigos morales. Los primeros pasos en pro de
los miembros de la sociedad. Por tanto, pretender q u e los pro- una ética ampliamente compartida consistirían en lograr que la
blemas morales se resuelvan por sectores y cuidando en cada familia retomara el papel educador que en estos asuntos tuvo
u n o de éstos sólo los aspectos profesionales tiene dos efectos por m u c h o t i e m p o , a la vez que los maestros y la escuela predi-
negativos: dejar fuera a quienes no pertenecen a esos sectores, y caran con el ejemplo y asumieran el c o m p r o m i s o de no ofrecer
segmentar la ética en función de la actividad especializada de sino educación de calidad, pues sólo ésta es útil. Familia y es-
cada quien. Así se ha dado en hablar, con evidente falta de pro- cuela deben constituir los centros de irradiación de la moral
piedad, de ética para altos ejecutivos, para funcionarios públi- práctica y su doctrina, respectivamente; es decir, de las buenas
cos, para contadores, para médicos, etc.; pero la buena conducta costumbres la primera y de la difusión de la ética la segunda.
individual cobra sentido sólo cuando se rige por n o r m a s adop- Sólo así se p o d r á asegurar que en la edad adulta cada individuo
tadas para todo propósito por la mayoría de la sociedad, pues, comprenda la importancia de tomar decisiones apegadas a la
siendo el ser h u m a n o un ente social, la calidad de vida de los ética y posea la motivación y las capacidades necesarias. Pero se
individuos no p u e d e mejorar sustancialmente sino en forma requiere también o t r o tipo de actor social q u e p u e d a actuar
generalizada. como conciencia crítica de la sociedad toda, y q u e no tenga más
No es que los códigos de conducta especializados carezcan autoridad que esa; alguien que juegue un papel equiparable al
de importancia; son ciertamente útiles por cuanto dan solución q u e cumplieron los filósofos de la Grecia clásica. Según lo ex-
a dilemas éticos característicos de cada profesión, pero no son puesto en el capítulo x, la lección que estos actores sociales nos
suficientes para mejorar la moralidad social en grado significati- dejaron es que nada promueve la moralidad tan eficazmente
vo. Reducir las desviaciones morales en la sociedad exige accio- c o m o la presencia pública, ubicua y p e r m a n e n t e de quien pue-
nes educativas de alcance m u c h o más general, no sólo en las pro- da criticar la racionalidad de los c o m p o r t a m i e n t o s públicos de
fesiones sino también en el entorno de ellas. Los códigos morales, cualquier persona desde una posición de honestidad intelectual
sean generales o especializados, no sirven a este fin, pues sólo socialmente reconocida; tales personajes se vuelven entonces
abordan algunos de los dilemas morales ya resueltos por la éti- los grandes promotores de la sabiduría, es decir, del arte de
ca, no la infinidad de los q u e la vida social plantea; además, dan vivir.
soluciones estáticas, inaplicables a los nuevos problemas que se Las sociedades contemporáneas necesitan revisar y jerar-
presentan c o m o consecuencia del cambio social y tecnológico y quizar las preocupaciones básicas de la vida, repensar lo que
que requieren interacciones sociales en t i e m p o real. Para tales más importa de ella y vivirla en consecuencia, que es la función
fines lo único de alcance suficiente es una ética; esto es, un sis- principal que cumplían aquellos filósofos. Por tanto, no es vano
tema axiológico como el definido en la parte inicial de este ca- preguntarse cómo se podría institucionalizar la presencia de
pítulo, capaz de dilucidar cualquier dilema moral. auténticos pensadores en todos los espacios de convivencia so-

264 265
cial, como ocurrió en Atenas entre los siglos vi y m antes de
nuestra era. ¡Cuánto bien haría multiplicar en ó r d e n e s de mag-
I tan sólo lo que deseamos; esta definición no es cínica si por
nitud el n ú m e r o de filósofos que vivieran fuera de las torres de "lo que deseamos" se entiende el conjunto de nuestras aspira-
marfil y espontáneamente intervinieran en las discusiones pú- ciones vitales y éstas t o m a n en cuenta las del resto de los seres
blicas, lo m i s m o las de la gente común que las de los políticos y h u m a n o s , entre los que están desde nuestros familiares y se-
los expertos en cualesquiera asuntos específicos; filósofos que res m á s q u e r i d o s hasta personas q u e ni siquiera conocemos.
buscaran toda o p o r t u n i d a d de escuchar y clarificar ante la gen- Pensar en la totalidad de nuestras aspiraciones nos obliga a
te cada una de tales discusiones con base en conceptos funda- ser racionales (esto es, a evitar deseos que se contradigan en-
mentales al alcance de todos! ¿Cuál actividad más trascendente tre sí); p o r su parte, tener en cuenta las aspiraciones de los
que la de desenmascarar con lógica y según el bien c o m ú n los demás hace evidente la conveniencia de que haya reciproci-
engaños de la propaganda y del razonamiento arbitrario? ¡Cuán- dad en nuestra conducta; es decir, que hagamos lo que que-
to podrían contribuir tales personajes a la sistematización y el ramos que hagan los demás. P u e d e ser admisible q u e cada
análisis de lo q u e a t o d o s interesa! ¡Y cuánto ganaría en rigor y individuo tenga su propio código de valores, siempre que al
alcance social la capacidad de tomar decisiones éticas! Ésta es la escogerlo se esmere en que sea aceptable por los demás, y
función central que los medios de comunicación debieran cum- esto obliga a que los valores de que se trate estén fundados en
plir y en nuestra época no están cumpliendo. No p u e d e imagi- la razón; así se van constituyendo los códigos de conducta
narse una contribución mayor para establecer en la sociedad socialmente compartidos. En esas condiciones, elegir la con-
valores que, por estar escrupulosamente basados en la razón, ducta éticamente correcta es equiparable a escoger la opción
puedan ser asumidos por todos, en vez de conformarnos con que más intensamente deseamos, pues la interdependencia
adoptar c o m o valores sociales cualesquiera que se o c u r r a n al q u e nos liga con el resto de los seres h u m a n o s nos obliga a
amparo de nuestro libre albedrío. Si una sociedad con bienes ponderar todas las consecuencias futuras que tal elección
materiales tan limitados c o m o la antigua Atenas p u d o sostener tendrá en nuestra felicidad. Vistos así, los valores éticos son a
a tan numerosos y omnipresentes filósofos, ¿por qué no ha de la vez valores estéticos y hacen evidente p o r q u é la felicidad
p o d e r hacerlo el m u n d o actual, dotado de m u c h o más riqueza? constituye el objetivo último de la vida h u m a n a , especial-
Lograrlo devolvería a la filosofía sus legítimos fueros como pro- mente la felicidad basada en la razón.
motora de la sabiduría práctica y el bien común, y conjuntamen - 2. La ética s u p o n e libertad y responsabilidad personales. Hacer
te con la familia y la educación escolarizada produciría la asi- el bien bajo coerción externa no es obrar con ética. Sólo hay
milación social de nociones tan necesarias c o m o las siguientes: decisión ética si existe libertad para elegir entre opciones de
conducta y si el sujeto tiene la responsabilidad de su elec-
15
ción. Por eso la ética da reglas de inferencia para elegir con-
1. Si bien la moral no es sino una convención, su valor no radica
15
Según Kant, la liga entre libertad y ética es indisoluble porque la libertad es la
nada m á s en su contenido, sino en el hecho de ser amplia-
razón de ser de los principios morales y, a la vez, éstos constituyen la causa por la que
mente compartida. Suele decirse con ironía que lo moral es conocemos la libertad (F.. Kant, Crítica de la razón práctica, prefacio y cap. i, vni).

266 267
ductas teniendo en cuenta las consecuencias de éstas. En un lucha salvaje y un desastre general se debe a dos condiciones
ambiente de libertad, la felicidad del individuo d e p e n d e en innatas en la naturaleza h u m a n a : a) la conciencia de que to-
altísimo grado de sus propias decisiones o elecciones; es de- dos los seres de nuestra especie somos interdependientes y,
cir, del tino o sabiduría con que elija entre las opciones a su por tanto, a nadie conviene ignorar la felicidad del prójimo,
alcance cada vez q u e toma una decisión. No obstante, la po- y b) la capacidad h u m a n a de previsión, que permite anticipar y
sibilidad de que cada quien labre su propia felicidad de m o d o sopesar las consecuencias mediatas de nuestros actos antes
egoísta, arbitrario e irresponsable tiene límites, pues siendo de realizarlos. A la vez, dos limitaciones prácticas, también
la h u m a n a una especie social, la felicidad de cada individuo típicamente h u m a n a s , suelen lastrar la t o m a de decisiones
depende también de la de los demás y del grado en que éstos éticas y, por consiguiente, la posibilidad de ser felices: una es
aprueben la conducta de aquél. A la vez, las decisiones de la imperfección de nuestros razonamientos, intuiciones y
cada u n o repercuten en grado variable sobre la felicidad de previsiones; otra, la debilidad de carácter que suele hacernos
otros, incluso lejanos en el tiempo, pues decisiones de hoy caer en tentación; esto es, saber que una decisión puede tener
afectan a nuestros descendientes o, en general, a las genera- consecuencias mediatas cuya gravedad es de mayor m o n t a
ciones futuras. De tal interdependencia de felicidades se des- que la gratificación inmediata que nos da, y sin embargo la
p r e n d e q u e la reciprocidad en la ética es no sólo deseable, a d o p t a m o s por falta de voluntad. Así pues, la capacidad de
sino un imperativo. La responsabilidad surge de que cada m i r a r correctamente nuestra vida en prospectiva resulta
elección de conducta afecta a quien la toma y a los demás: el el atributo más necesario para tomar decisiones éticas; sin él
sujeto libre debe responder de sus propias decisiones ante sí sería imposible identificar las consecuencias de nuestras elec-
m i s m o y ante sus congéneres. Libertad y responsabilidad ciones; por tanto, u n o de los objetivos centrales de la educa-
constituyen p o r eso el contexto indispensable para q u e la éti- ción debiera ser desarrollar, pulir y ejercitar nuestra capaci-
ca pueda practicarse; si el individuo tiene coartada su liber- dad de m i r a r hacia adelante para anticipar las consecuencias
tad y es obligado a descartar ciertas opciones, no puede ser de nuestros actos, y convertir esta capacidad en hábito certero.
responsable de su decisión sino en grado correspondiente- 4. La ética es sobre t o d o un arte práctico; es decir, una estrategia
mente menor. al servicio de la buena vida: la aptitud de actuar de modo que
se logre la mayor suma de felicidad entre todos los seres sensi-
3. La relación axiomática entre ética y felicidad conduce a su
bles a los que el sujeto está ligado directa e indirectamente y de
vez a una conclusión m u c h o m e n o s evidente: q u e la ética no 17
los que depende su propia felicidad. A partir de estos concep-
sólo es el medio para alcanzar la felicidad, sino que maximi-
zar la felicidad de quien decide es precisamente el criterio 17
Por sencillez omito en esta definición dos acotaciones: a) que cabe aplicar cierta
ético con el que siempre debe elegirse entre opciones de con- tasa de descuento a las felicidades futuras, pues tiene más valor un bien ahora que el
1
ducta." Q u e este aparente egocentrismo no produzca u n a mismo bien algún tiempo después, y b) que algunas corrientes filosóficas proponen
o aceptan ponderar con un peso mayor la felicidad de los seres más cercanos al afec-
" J. S. Mili, Utilitarianism, Cireal Books OÍ the Western World, vol. 43, F.ncyclo- to del sujeto, noción que recibió un importante respaldo científico en el siglo xx,
paedia Britannica, Inc., Chicago, 1952, pp. 443-476. cuando la naciente sociobiología descubrió que tal comportamiento es una de las

268 269
tos, cada escuela filosófica postula los axiomas y reglas de in- decisión no puede explicarse c o m o un acto voluntario, sino
ferencia de su propia ética; p o r ejemplo, la principal regla de como una falla de la inteligencia, pues nadie actúa en contra
inferencia del utilitarismo dice que entre todas las opciones de su interés a sabiendas. Por esto es crucial q u e el sujeto
posibles, la decisión éticamente correcta es la que maximiza la c o m p r e n d a por qué cualquier curso de acción distinto del
utilidad (felicidad) futura de quien toma la decisión, según su indicado por la ética implica dañarse a sí mismo. La sabidu-
propia visión de las felicidades de los demás. * Aun en el su- 1
ría se reduce a poseer tal comprensión y obrar en consecuen-
puesto de que el resto de la ética permanezca invariante, con cia: persona sabia (virtuosa, ética) es la que sabe lo que está
el tiempo y de una sociedad a otra hay cambios en la escala bien, sabe por qué está bien y lo hace.
de valores que hacen variar las n o r m a s de conducta. 7. Atinar a la opción éticamente correcta exige al m e n o s tres
5. De la definición axiomática de u n a ética se colige q u e ciertas atributos: a) capacidad prospectiva para identificar las con-
decisiones éticamente fundadas pueden no ser morales, si el secuencias que con el tiempo tendría cada posible compor-
código moral de quien las toma no coincide del t o d o con el tamiento; b) capacidad de aceptar la incertidumbre y lidiar
de la sociedad en q u e éste actúa. De aquí surgen las llamadas con ella, pues no se puede ignorar que las consecuencias de
objeciones de conciencia. Casos de este tipo p u e d e n surgir en nuestros actos son m u y inciertas, ni cabe que ello nos inhiba
las decisiones profesionales q u e corresponden a los ingenie- de actuar, y c) empatia (imaginación moral, en el lenguaje de
ros, y en general plantean los dilemas morales más difíciles, Kant) para prever los sentimientos y reacciones (la felicidad)
pues a m e n o s que se logre compatibilizar dichos códigos, el de los demás ante nuestros actos (por las dudas, la regla de
sujeto queda expuesto a sufrir el reproche social o bien el de oro de numerosas éticas, tanto laicas c o m o religiosas, fija un
su propia conciencia. m í n i m o a la empatia: tratar a los demás como quisiéramos ser
tratados).
6. D a d o que una decisión éticamente correcta maximiza la feli-
cidad de quien decide, el hecho de que alguien opte p o r otra
bases de la evolución biológica y social, y que todo ser vivo, humano o no, actúa na Lo anterior confirma que sólo los problemas éticos más or-
turalmente de modo que se maximice la supervivencia de sus propios genes. De ello dinarios pueden resolverse mediante los códigos morales so-
proviene en los animales superiores y en el nombre el apego a la familia, a los conna-
cionales, etc. (E. O. Wilson, On Human Nature, Harvard Univcrsity Press, Cambrid- cialmente adquiridos, y aun en esos casos, si el individuo no
ge, Mass., 1978). Esto mismo da base científica a la importancia que en todos los
grupos humanos se asigna a la identidad compartida. c o m p r e n d e el por qué de las n o r m a s contenidas en tales códi-
18
Suele objetarse la ética utilitarista principalmente por la confusión a que da gos, no se sentirá movido éticamente y será, c u a n d o más, un
lugar la resonancia materialista del adjetivo, pero la objeción es vacua, pues este ad- seguidor mecánico de recetas morales, carente de empatia, in-
jetivo proviene exclusivamente de que se llama utilidad a la medida de la preferencia
que el sujeto tiene por cada consecuencia de sus posibles decisiones. Como señala capaz de prever las consecuencias de sus actos, perplejo ante la
Mili, la utilidad no mide la felicidad del sujeto aislado, sino la que le resulta de la fe-
licidad de todos los afectados por su conducta, y tal felicidad se deriva no sólo de
incertidumbre que c o m o consecuencia de ellos le guarda el fu-
bienes tangibles, sino de los bienes espirituales que hacen feliz al sujeto y a sus con turo, y sin código moral propio; por tanto, incapaz de enfrentar
generes. Por lo demás, como atinadamente apunta Mili en el primer párrafo de su
tratado, el utilitarismo se remonta a Sócrates y con nombres diferentes ha sido pos- y resolver los dilemas inesperados q u e la vida plantea continua-
tulado por pensadores de todas las épocas (J. S. Mili, op. cit., cap. 2, pp. 447-457). mente. Un ingeniero en tales condiciones no p o d r í a ser social-

270 271
m e n t e responsable y estaría impedido de cumplir la parte tras- los más favorecidos: la inseguridad urbana y el terrorismo no
cendente de sus funciones. Para no ser así, se necesitan motivación son sino dos de las manifestaciones que ya se han hecho presen-
y sentido de orientación moral, que sólo puede d a r n o s la tradi- tes. El mal podría aliviarse con un esfuerzo universal que des-
ción filosófica de nuestra cultura; así c o m o no es imaginable encadenara un círculo virtuoso: disminuir la desigualdad en
prescindir del conocimiento y los medios materiales heredados aras de una moral compartida, y abrazar una moral compartida
a la h u m a n i d a d p o r las generaciones previas, t a m p o c o pode- q u e atenúe la desigualdad. Esto exige cambiar apenas un p o c o
m o s proceder como si no existiera aquel p a t r i m o n i o intangible nuestra escala de valores, asignando la misma jerarquía a la ri-
q u e tales generaciones n o s legaron; en otras palabras: no hay queza y a la paz social; como en m u c h o s problemas, en éste la
sustituto para la cultura. solución óptima no está en los extremos: hay evidencias socio-
lógicas de que si se exagera en la moderación del lucro se puede
7. O B S T Á C U L O S Q U E E N F R E N T A inhibir la voluntad de prosperar, lo que dificultaría aún más co-
EL COMPORTAMIENTO ÉTICO rregir las desigualdades económicas.
Mientras tanto, la ingeniería tiene aportaciones q u é hacer al
En el m a r c o de la ingeniería c o m o actividad creadora de rique- respecto, insuficientes pero importantes: a) evaluar con rigor
za social, hay un asunto que no se debe eludir: la tendencia a sus obras y proyectos, sobre todo si se realizan con recursos pú-
valorar excesivamente el lucro. Ésta es una de las fallas morales blicos, para asegurar que no empobrecen a la sociedad; esto es,
más extendidas, y no sólo en nuestro tiempo; constituye, por que son rentables considerando todos sus costos y beneficios,
tanto, un obstáculo omnipresente para el c o m p o r t a m i e n t o mo- directos, indirectos, inmediatos y mediatos, incluyendo costos
ralmente aceptable. Toda persona adulta da alta prioridad a la y beneficios sociales y ambientales, como se discute en el capí-
maximización de sus ingresos, aunque pocas lo acepten abier- tulo v i n ; b) colaborar con las instituciones sociales pertinentes
tamente; hasta este p u n t o puede no haber falta alguna. La falla para asegurar que los beneficios derivados de las inversiones
ocurre c u a n d o para lograrlo se está dispuesto a tomar decisio- públicas no m a r g i n a n más a los marginados ni privilegian más
nes de moralidad cuestionable, y se sabe que en todas las cultu- a los privilegiados, y c) contribuir al seguimiento social de di-
ras los delitos patrimoniales son los más frecuentes y con más chas obras y proyectos una vez puestos en operación, de m o d o
modalidades tipificadas. Esto es grave p o r q u e en el m u n d o hay que los supuestos adoptados durante el diseño se p u e d a n verifi-
grandes diferencias de riqueza entre países y, sobre todo, entre car o corregir a la luz de la evidencia práctica.
habitantes de un m i s m o país. Las consecuencias de dicha debi-
Pero no todas las trabas para el b u e n c o m p o r t a m i e n t o ético
lidad moral son mayores en las sociedades desiguales que en las
son de naturaleza deshonesta; también hay obstáculos no cul-
igualitarias, p u e s en aquéllas los medios para defenderse t a m -
posos q u e t o d o s enfrentamos al buscar c o m p o r t a r n o s con m o -
bién están mal distribuidos. Si el problema no se atiende, la des-
ralidad. El principal de éstos es la tarea, n a d a trivial por cierto,
igualdad entre ricos y miserables p u e d e propiciar diferencias de
de identificar y evaluar caso por caso las diversas alternativas de
moralidad con efectos muy perversos para todos, incluso para
conducta que tenemos y sus probables consecuencias para nos-

272 273
otros m i s m o s y los demás. Esto exige formalidad, racionalidad, ble u n a ética compartida, y sin ésta es imposible convivir satis-
orden y parsimonia, que la prisa de estos tiempos no propicia factoriamente. Las diferencias entre g r u p o s y personas existen y
pero que h e m o s de allegarnos. deben respetarse, p e r o enfatizarlas d e m a s i a d o p u e d e conducir
O t r o obstáculo no culposo difícil de superar es la eventual a u n a creciente variedad de códigos morales, q u e luego impedi-
incompatibilidad de nuestro código personal de conducta con rán reacciones generalizadas de c o n d e n a moral inequívoca ante
el socialmente aceptado. Esta incompatibilidad suele surgir ante conductas dañinas. Cualesquiera diferencias sociales o perso-
cuestiones poco discutidas previamente en la sociedad, y por nales pueden generar códigos morales incompatibles entre sí;
ello no consensuadas; con frecuencia surge ante nuevas circuns- para evitarlo, y así m a n t e n e r la posibilidad de convivencia, cuan-
tancias en las que la ingeniería o la ciencia tienen un papel cen- do eso comienza a ocurrir es necesario negociar ajustes m u t u o s
tral, c o m o en el cuidado de los bienes comunitarios vitales (aire en los respectivos códigos de conducta. La base c o m ú n de ne-
limpio, selvas y mares propicios para la diversidad, paisajes na- gociación de tales ajustes es el h u m a n i s m o (véase el capítulo x ) ,
turales imperturbados, reservas de agua, etc.); o c o m o en la pues n i n g u n a diferencia entre personas tiene m á s peso q u e el
proliferación nuclear y la manipulación genética; o c o m o en atributo c o m ú n a todas ellas; esto es, la dignidad innata de ser
cuestiones que implican la asignación tácita de valor a la vida individuos de la única especie con libre albedrío y responsabili-
h u m a n a o la definición del instante en que ésta comienza o ter- d a d personal. La educación en general, y en particular un míni-
mina; o como en la búsqueda de la justicia social (¿en qué m e - mo de educación filosófica generalizada, constituyen los mejo-
dida debe lograrse mediante más producción y más c o n s u m o y res medios para lograrlo.
en cuánto adoptando m o d o s generalizados de vida m á s senci-
llos y austeros?). Es obvio que no hay reglas simples para dile-
mas tan diversos; lo que se requiere es aptitud ética del sujeto,
es decir, de todos; c o m o se planteó antes, tal aptitud sólo puede
provenir de una formación moral ampliamente compartida y
de que la sociedad tenga información significativa sobre las cues-
tiones importantes de la época.

Un obstáculo más para la ética es la diversidad h u m a n a y


social, resultado del fortalecimiento de legítimas identidades
antes reprimidas (étnicas, sexuales, religiosas, ideológicas, etc.)
y la falta de reflexión y mesura con que a veces se manifiesta. Un
caso concreto es la pretensión no justificable de dar a estas pe-
culiaridades que nos diferencian un peso mayor que a lo que
nos iguala. D a d o que la m o r a l tiene su raíz en circunstancias y
creencias compartidas, sin una base cultural c o m ú n es impensa-

274

TERCERA PARTE

EL CONTEXTO DE LA INGENIERÍA
XII. La tecnología y los valores sociales

i. I N G E N I E R Í A , T E C N O L O G Í A Y VALORES

La tecnología es parte del instrumental tangible e intangible


con el q u e la ingeniería realiza su trabajo. La porción intangi-
ble de la tecnología está constituida p o r los m é t o d o s y algorit-
mos que se usan en el diagnóstico y el diseño; la tangible está
incorporada en la maquinaria, el equipo y las herramientas de
todo tipo que el ingeniero utiliza. Comprender lo que la tecnolo-
gía es y lo que implica es para el ingeniero tan importante como
saber usarla; por tanto, éste debe conocer no sólo la tecnología que
aplica, sino las consecuencias de optar por una tecnología u
otra, las implicaciones que el cambio tecnológico tiene en la so-
ciedad.
En particular, el ingeniero debe saber que entre la tecnolo-
gía en uso y los llamados valores sociales, ese conjunto de creen-
cias peculiares que forma parte de la ideología compartida por
cada sociedad, hay efectos m u t u o s . La importancia de conocer
las relaciones entre tecnología y valores radica en que para el
ingeniero, y para t o d o actor social que toma decisiones prácti-
cas, los valores sociales necesariamente forman parte del con-

279
texto y a veces guían tales decisiones, sobre todo las de mayor fin último de nuestros afanes es indeterminable a priori. Inclu-
connotación ética. so la respuesta ampliamente aceptada del h u m a n i s m o , q u e pos-
La ingeniería tiene obligación de maximizar lo que se con- tula la felicidad como el bien supremo, queda en cierto grado
sidera beneficioso para la sociedad según los valores prevale- i n d e t e r m i n a d a p o r q u e cada quien busca la felicidad de m o d o
cientes. Pero los medios de q u e dispone el ingeniero para ese diferente. En esto radica la dignidad intrínseca del ser h u m a n o ,
propósito están acotados por la tecnología disponible. Entonces según lo expuesto en el capítulo x, y quizá t a m b i é n el desafío y
la tecnología no sólo provee a la ingeniería medios de trabajo, el encanto de vivir.
sino que le i m p o n e límites a lo que puede hacer. En este espacio Así pues, nuestra capacidad de razonar determina las capaci-
de lo posible delimitado por la tecnología, los valores sociales dades peculiares de la especie humana: aprender, disponer de
matizan los criterios con que el ingeniero elige la solución a lenguaje, inventar, trabajar. Pero éstos son sólo medios. De nues-
cada problema q u e debe resolver. tros fines apenas podemos decir que consisten en que cada grupo
La mejor manera de c o m p r e n d e r la naturaleza de la tecno- social, y dentro de él cada individuo, se forje un perfil propio
logía y el significado de los valores sociales, dado que a m b o s es- conforme a su libre albedrío y capacidad. Nuestros fines, pues, lo
tán correlacionados, consiste en discutirlos a la vez. Tal es el pro- m i s m o individuales que colectivos, están abiertos, aceptan va-
1
pósito de este capítulo. riantes, y hemos de buscarlos paso a paso sin ninguna garantía de
buen éxito. El único aspecto que, en cuanto se refiere a su destino,
2. Lo PECULIAR DE NUESTRA ESPECIE homologa a los humanos es la búsqueda de la felicidad, pero ca-
da u n o a su manera, según lo dicho en los capítulos v, x y xi.
El h o m b r e se distingue de otras especies por su capacidad sobre- Sin embargo, la experiencia ha e n s e ñ a d o al h o m b r e la ne-
saliente de aprender, y el saber da capacidad de hacer. Entonces cesidad de que la búsqueda de los fines individuales se concibe
el Homo sapiens inevitablemente deviene Homo faber. El atri- con la de los sociales. Para eso cada sociedad y cada época
b u t o de la razón d e t e r m i n a esta m a n e r a de ser del h o m b r e : por adoptan ciertos patrones de c o m p o r t a m i e n t o deseable, m o d o s
eso, el saber y luego el hacer constituyen sus inclinaciones natu- de proceder que compatibilizan los intereses del individuo con
rales. Pero c o m o tiene conciencia de sí mismo, antes, después y los del g r u p o social. No son n o r m a s jurídicas, sino otras de
durante el hacer se cuestiona ¿para qué?, lo que desencadena carácter más fundamental q u e d e n o m i n a m o s valores sociales,
una sucesión infinita de otros para qué, pues ante cada respues- una de las partes constitutivas de la ética de cada c o m u n i d a d ,
ta se puede seguir p r e g u n t a n d o lo m i s m o ¿o hay un fin último según se explicó en el capítulo xi. Éstos nos orientan en cada
del actuar h u m a n o ? A esta última pregunta diversas culturas y instante sobre c ó m o proceder y permiten q u e nuestras accio-
épocas postulan respuestas diferentes, y ello demuestra q u e el nes individuales nos aproximen a los fines q u e la sociedad p o s -
1
El titulo y parte del contenido de este capítulo provienen de una publicación tula. La variación de los valores sociales en el t i e m p o y en la
previa del autor (D. Reséndiz, "La tecnología y los valores sociales", en R. Pérez Ta-
mayo y E. Florescano [coords.]. Sociedad, ciencia y cultura. Cal y Arena, México.
geografía se debe, p o r supuesto, a q u e los fines de la sociedad
1995, pp. 175-193). son mutables.

280 281
3 . N A T U R A L E Z A D E LOS VALORES SOCIALES
general los valores son más que eso, pues dentro de la especie
h u m a n a varían con las culturas y suelen modificarse con el
Los valores sociales son un conjunto de preceptos jerarquiza-
tiempo. En especial, los valores sociales resultan condicionados
dos. Tanto el conjunto de ellos c o m o cada u n o de tales precep-
tos son irreductibles; es decir, constituyen axiomas sobre qué es fuertemente por el conocimiento científico y la tecnología; m u -
b u e n o o deseable, q u é es malo o inconveniente, y cuál de cada cho más por la segunda que por el primero, pues la tecnología
par de valores es preferible. Son irreductibles p o r q u e no pueden es la ciencia positiva; esto es, el conocimiento que se usa y, p o r
derivarse de otros postulados, sino que ellos constituyen puntos tanto, está a la vista y es percibida por todos, sea o no entendi-
de partida de t o d a deducción o evaluación que tenga c o m o fin da p o r todos.
u n a decisión con repercusiones sociales. Por eso se les llama
Cada sociedad escoge y ensalza así un conjunto específico
también principios.
de valores. C u a n d o las condiciones sociales y la tecnología dis-
Un sistema de valores es, pues, un conjunto de principios ponible obligaban al enfrentamiento directo para defender la
q u e nos permite determinar q u é decisión es la mejor entre las vida y los escasos bienes propios, las sociedades primitivas h o n -
diversas opciones. Cada vez que se elige un curso de acción, el raron el arrojo y el heroísmo. La tecnología intensiva en m a n o
sistema de valores socialmente compartido nos p e r m i t e saber
de obra d e t e r m i n ó que en todas las civilizaciones hubiera u n a
cuál es la opción que la sociedad aprueba. Los valores sociales
época en que la esclavitud se legitimó como un bien social. Nin-
no necesariamente están codificados de m a n e r a formal, ni hay
guna de esas sociedades habría institucionalizado la caridad
sanciones precisas p o r violarlos; c u a n d o se codifican y se esti-
c o m o valor social, pues ésta fue producto de u n a tecnología
pula explícitamente la sanción que corresponde a la violación
de cada principio, éstos dejan de ser valores y se convierten en más evolucionada que, al producir mayores concentraciones de
n o r m a s jurídicas de observancia obligatoria. No es u n a sanción población urbana, dio lugar a plagas y miserias que exigieron la
jurídica sino la presión social la que logra, informal p e r o efecti- estrecha convivencia entre extraños y el despliegue del altruis-
vamente, q u e los individuos tiendan a conformar sus actos a la mo en aras de los intereses propios. A su vez, las urbes de la
escala de valores de la c o m u n i d a d . Sin embargo, en la vida m o - Edad Media no habrían p o d i d o adoptar virtudes de limpieza y
d e r n a suele considerarse legítimo que el sistema de valores de laboriosidad c o m o las que abrazó en el siglo xx la sociedad de
un individuo tenga ciertas pequeñas diferencias con respecto al los nacientes Estados Unidos de América, pues ésta se derivó
sistema p r e d o m i n a n t e en la sociedad. de condiciones objetivas m u y diferentes de las del Medievo; a
La sociobiología ha sugerido que ciertos valores sociales co- saber, la alta productividad del trabajo generada por la innova-
mo la cooperación, la defensa de la prole, etc. son necesidades ción tecnológica angloamericana, m á s la tecnología industrial
determinadas biológicamente, y q u e gracias a ellos es posible la y la ingeniería sanitaria nacidas en la Inglaterra del siglo x v i n .
2
supervivencia de u n a especie. Sin embargo, es evidente q u e en Finalmente, un ejemplo de nuestro tiempo: si no para todos
nuestros contemporáneos, al m e n o s para m u c h o s de los jóve-
2 nes occidentales de hoy, educados, capacitados, y cuya am-
1978,E.260
O. pp.
Wilson, On Human Nature, Harvard University Press, Cambridge, Mass.,
plia gama de necesidades ha estado satisfecha a plenitud por la
282
283
m o d e r n a tecnología, ningún valor es tan altamente estimado te desde el siglo x v n . En el conocimiento experimental y la
c o m o la libertad, pues de ella d e p e n d e la movilidad que les creación de medios para modificar la naturaleza, es decir, en la
p e r m i t e ubicarse c o n t i n u a m e n t e en el nicho q u e m á s ventajas ciencia y la tecnología, la h u m a n i d a d ha encontrado una ma-
les aporta. nera de avance ilimitado; no ha habido en esto estancamiento
ni retroceso, sino crecimiento y evolución continuos, que hoy
4. P R O G R E S O Y C I R C U L A R I D A D llamamos progreso. Esto constituye un hecho admirable, un
motivo de fascinación.
Al h o m b r e original, único ser consciente de sí m i s m o en el La religión y la filosofía, por su parte, y el arte, por la suya,
m u n d o , la naturaleza le resultó desde siempre hostil: la intem- dan al ser h u m a n o medios de autorrealización por cuanto apor-
perie, el alimento insuficiente, la enfermedad, la amenaza de los tan respuestas al para qué de nuestros afanes. Religión y filoso-
animales carniceros, todo lo natural le ofrece penalidades que fía han abierto al h o m b r e la posibilidad de buscar explícitamen-
percibe como tales en virtud de su inteligencia. Pero gracias a te el por qué y el para qué de t o d o lo que le inquieta y le h a n
esta inteligencia, la naturaleza le fue siendo p o c o a p o c o com- permitido idear sistemas coherentes y totalizadores de respues-
prensible y p u d o irla modificando para integrarse mejor a ella. tas a tales interrogantes. A su vez, el arte le ha d a d o la posibili-
Ni ayer ni hoy la naturaleza colma por sí misma las necesidades dad de abandonarse temporalmente a refinadas satisfacciones y
del hombre. Para mejor satisfacerlas éste tiene que esforzarse en de poner en juego múltiples capacidades de expresión mediante
transformarla; es decir, debe trabajar, y aún trabajando queda las cuales crea belleza y la disfruta, lo que también constituye
una distancia grande entre los resultados colectivos de su labor una respuesta, si bien tácita, a aquellas mismas preguntas. En la
(la producción) y sus apetencias también colectivas de consu- religión, la filosofía y el arte no necesariamente hay progreso,
m o . El m u n d o en su estado natural apenas si tolera al hombre; sino nuevas creaciones, interpretaciones y preferencias que se
lo alimenta mal y satisface peor aún otras de sus necesidades. suceden o modifican ilimitadamente, a veces en trayectorias
Además, el m u n d o es complejo, difícil de concebir por el es- circulares. Las ideas religiosas o filosóficas, los d o g m a s , las uto-
píritu y arduo de modificar por los actos h u m a n o s . En su larga pías, los códigos morales, los valores, los gustos estéticos, etc.
historia, la clave que el h o m b r e encontró más efectiva para su- nacen, mueren y renacen en el alma de los pueblos. He aquí
perar esas e n o r m e s dificultades fue sistematizar el conocimien- otro fenómeno admirable y fascinante.
to que sus vivencias y reflexiones le fueron permitiendo validar; Entre esos d o s polos, sus motivos admirables y sus respecti-
tal proceso de sistematización es hoy una actividad especializa- vos productos, se desarrollan la civilización y la historia. A ve-
da que llamamos ciencia. Antes había tenido que sistematizar ces la sociedad parece oscilar lentamente entre ambos polos de
también la invención de herramientas de trabajo y el desarrollo atracción, c o m o en el paso de la Antigüedad a la Edad Media y
de m é t o d o s para lo m i s m o , actividad que hoy d e n o m i n a m o s de ésta al Renacimiento; otras veces, la fuerte filiación de la ma-
tecnología. El desarrollo de la ciencia y la tecnología se ha ve- yoría social a u n o de los polos parece generar polarización de
nido acelerando conforme ambas se realimentan m u t u a m e n - las minorías hacia el otro, c o m o cuando nace el luddismo en

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plena Revolución industrial, o el c o m u n i s m o durante el auge es nuestra especie: siempre dual, y de esa dualidad surgen las
del capitalismo o, en nuestra época, los movimientos antitecno- dos invariantes de nuestra historia: hacer y contemplar.
lógicos y los fundamentalismos religiosos tras el inusitado
avance de la ciencia, la tecnología y la ingeniería.
En forma m e n o s llamativa pero más sabia, en todas las épo- 5. N A T U R A L E Z A DE LA T E C N O L O G Í A
cas la h u m a n i d a d t a m b i é n se ha servido de la tensión dialéctica
entre aquellos dos polos para tender a un equilibrio equidis- La tecnología es la expresión más acabada y trascendente de
tante de ambos; si las circunstancias no son propicias para que nuestra capacidad de hacer, y es a la vez bendición y amenaza,
esto ocurra a escala de toda la sociedad, al m e n o s es posible ¡ poder y riesgo, solución a ciertas preocupaciones y motivo para
en el ámbito estrictamente personal. En cualquier caso, ese de- que surjan otras.
seable balance da lo mejor de a m b o s m u n d o s : mediante el co- Es verdad que la ciencia como hoy se concibe y practica
nocimiento y su aplicación nos liberamos de las limitaciones surge apenas en el siglo x v n y es producto de una cultura par-
materiales de la naturaleza, y mediante el arte accedemos a m o - ticular, la de Occidente. No obstante, todas las culturas, dentro
dos de crear y vivir elevadas sensaciones que subliman nues- y fuera de la tradición occidental h a n empleado, desde la pre-
tros problemas no resueltos, y otro tanto logramos p o r m e - historia, con m á s o m e n o s formalidad, el m i s m o m é t o d o para
dio de las ideas integradoras que derivamos de la filosofía o la enfrentar los desafíos de la naturaleza: identificar y aislar el pro-
religión. blema, formular u n a propuesta tentativa de solución, experi-
Por un lado, el trabajo, inevitable pero cada vez m e n o s abru- mentar, adoptar o rechazar la propuesta en función de su efec-
m a d o r gracias a la ciencia y la tecnología; por otro, los placeres tividad y, finalmente, mejorarla y difundirla socialmente. Es el
existenciales del arte y la filosofía (o la religión), con trayecto- \ único m é t o d o eficaz para fines prácticos.
rias aleatorias o circulares. Tales son las dos constantes, las dos La tecnología permitió a la especie sobrevivir y prosperar,
fascinaciones del ser h u m a n o , cada una de las cuales aporta una aliviar necesidades, hacer m e n o s infame su trabajo y sus condi-
porción de los valores sociales que la sociedad adopta, y un or- ciones de vida, producir cada vez más satisfactores con m e n o s
den jerárquico de los mismos. Entre ambas tendencias se des- esfuerzo y m e n o r cantidad de recursos. Sus creaciones tecnoló-
envuelve la vida con cercanía variable a u n o u otro polo en cada gicas permitieron al hombre, sucesivamente, guarecerse de la
cultura, en cada época, en cada individuo y, para éstos, en ca- intemperie, defenderse de animales terribles, tener más alimen-
da instante. Todos y cada u n o s o m o s a veces hacedores y a veces tos, mover pesos mayores que sus propias fuerzas, transportar-
contemplativos. Todos somos inventores y usuarios de tecnolo- se sin fatiga, navegar, erigir catedrales, curar algunas de sus en-
gía, tanto c o m o creadores y recreadores de mitos o revelacio- fermedades, volar, comunicarse sin trasladarse, conocer algo de
nes, y guardianes o procesadores de misterios. Todos usamos el los confines del universo, etc. Todo se lo fue facilitando su vo-
m é t o d o de la ciencia experimental, tanto c o m o adoptamos dog- cación creadora de nuevas técnicas. En el climax de la confianza
mas a partir de sentimientos totalizadores. Así somos todos; así en su capacidad tecnológica, el h o m b r e concibió incluso la uto-

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pía de q u e el progreso científico-técnico le permitiera un día decide a partir de sus valores. Los valores sociales deben entrar
resolver todas sus limitaciones y aspiraciones, c o m e n z a n d o con en juego para decidir cada aplicación particular de una tecnolo-
las de la convivencia con sus congéneres, y así reconciliar de gía, y no para aprobar o prohibir su desarrollo. La tecnología en
una vez para siempre su propio ser con el de sus semejantes y su sí no tiene más atributo que su efectividad empírica. Pretender
naturaleza con la naturaleza externa a él, en un estado de per- transferir a la tecnología atributos morales es un acto de eva-
fecta armonía. sión. La moralidad es atributo sólo h u m a n o y, por tanto, sólo al
Aunque bien sabemos que son recurrentes, hoy considera- h o m b r e p u e d e exigírsele. Por eso es irracional cualquier anti-
m o s ilusiones injustificadas esas utopías del siglo x v m (el Siglo tecnologismo; p e r o también lo es suponer que la tecnología es
de las Luces), del siglo x i x y de un breve lapso de la primera mi- condición suficiente para un destino social feliz.'
tad del siglo xx. Ya no aspiramos a que la ciencia haga más bue- La tecnología es sólo un medio. Los fines los elegimos nos-
no al hombre, ni a que la tecnología nos convierta en semidio- otros cada vez q u e decidimos, y nos acercamos a ellos si atina-
ses, ni confiamos en q u e ella sirva para q u e un día los fenómenos m o s , o nos alejamos si erramos por ignorancia, por negligencia
sociales p u e d a n predecirse o controlarse con la misma preci- o p o r azar. Esto exige un continuo estado de alerta.
sión y confiabilidad que los fenómenos físicos. Ya no nos parece
paradójico que un m e c a n i s m o interno de nuestro refrigerador
pueda controlar automáticamente toda desviación de tempera- 6. DE LA ANGUSTIA INERME

tura con precisión de medio grado centígrado y q u e , en cambio, A LA A N G U S T I A T E C N O L Ó G I C A

las perturbaciones sociales (sean inflaciones, motines o guerras)


e incluso familiares no desencadenen m e c a n i s m o s correctivos El h o m b r e original, i n e r m e ante la hostilidad de la naturaleza,
similares, sino pasiones. se angustia p o r desvalido. Nada tiene para defenderse y sobre-
Sin embargo, no ha cesado de existir en la sociedad la idea vivir, salvo su inteligencia. La p o n e en acción; desarrolla técni-
de que, eventualmcnte, el solo progreso técnico permitirá a la cas; se vuelve poderoso. Y cuando su p o d e r tecnológico crece
especie h u m a n a , a toda ella, condiciones de vida material dig- tanto q u e le exige ser racional y cauto, y evitar a cada paso q u e
nas de nuestra inteligencia y sensibilidad. Esta idea sigue pecan- tal poder se vuelva en su contra, vuelve a temer y a angustiarse.
do de optimista, pues tiene implícita la noción de que la tec- Cada vez que se propone resolver un problema, no le basta sa-
nología es buena en sí misma. Igualmente yerran, pero del lado ber que dispone de una técnica que le da poder para hacerlo,
pesimista, quienes postulan catástrofes fatales a causa del pro- sino que está obligado a evaluar primero sus fines y sus conse-
greso técnico, pues suponen q u e la tecnología es mala de por sí. cuencias de m o d o que su decisión tenga validez ética. Cada paso
A m b a s concepciones están erradas porque asignan autono- le ofrece riesgos. No es que antes, inerme, no los tuviera aún ma-
mía y atributos morales a la tecnología. La tecnología en gene- yores, sino que aquellos eran riesgos impuestos por lo externo,
ral o cualquier técnica específica no son buenas ni malas; cada 1
D. Reséndiz, "Sobre la racionalidad de la tecnología". Complementos, nueva épo-
u n a puede servir para hacer el bien o el mal. El h o m b r e es quien ca, núm. 2, Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos, UNAM, 1987, 9 pp.

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ajenos a su voluntad. A h o r a , p o r su propio actuar, ha reducido 7. LA T E C N O L O G Í A ES UNA C O S A , NO UN SUJETO
los riesgos naturales mediante sus creaciones, pero tiene que
responder ante sí m i s m o y su comunidad de las consecuencias Para evitar la angustia tecnológica y centrar la atención en el ser
de sus actos. h u m a n o y la ética es indispensable saber que la tecnología, sea
El continuo estado de alerta que este hecho i m p o n e genera tangible o intangible, es una cosa y, por tanto, no tiene capa-
tensión y a veces angustia. Poseer un i n s t r u m e n t o para cazar o cidad de decisión; esto es, el h o m b r e es quien decide qué hacer
defenderse produce el temor de que alguien use tal arma contra con ella. Además, adoptar u n a ética y clarificar ciertos valores
nosotros; nuestras naves transoceánicas ofrecen riesgo de nau- sociales es la manera más efectiva de reducir los riesgos tecno-
fragios; las sustancias con que refinamos metales útiles pueden lógicos. Si la tecnología se percibe como una amenaza es por-
envenenarnos; p o d e m o s destrozarnos en nuestros veloces au- que se teme que algunos usos de ella puedan atentar contra lo que
tomóviles y aviones, y facilitar nuestro trabajo m e d i a n t e diver- valoramos y, por consiguiente, contra nosotros mismos. D a d o
sas fuentes de energía, sea por combustión o por fisión, puede que la función tanto de la ética c o m o del sistema de valores so-
convertir en letal el ambiente en q u e vivimos. ciales, que es u n o de sus componentes, es precisamente orientar
Conforme el acervo tecnológico de la h u m a n i d a d se incre- el c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o hacia el cuidado de lo más querido
menta, la tensión derivada de la noción de los riesgos crece p o r cada sociedad, un sistema de valores apropiado, claro, fuer-
también, a veces con razón y a veces irracionalmente. De tiem- te y compartido disminuye la probabilidad de que las decisiones
po en tiempo, el otro polo del espíritu h u m a n o nos lleva a sope- sobre el uso de la tecnología se tomen de manera negligente o
sar si t o d o ello vale la pena. Éstos son los m o m e n t o s en que malvada. Asimismo, hacer a los seres h u m a n o s inequívocamen-
suele tener lugar la fascinación contemplativa, individual o co- te responsables de cómo y para qué usan la tecnología de que
munitaria, y la ilusión de q u e prescindir de la tecnología hace disponen es el mejor m é t o d o para minimizar las consecuencias
cesar la angustia. Vana ilusión. indeseables de tal uso, pues se elimina así el equívoco o la excu-
Pero ¿acaso no hay remedios para la angustia creciente de sa implícitos en asumir a la tecnología como ente b u e n o o malo
sentirse a m e n a z a d o por la tecnología? Sí los hay, pero su con- a u t ó n o m o del hombre.
cepción y aplicación constituyen procesos sociales delicados y A fin de q u e la tecnología no parezca a u t ó n o m a y la especie
laboriosos, pues implican a) reforzar la noción de q u e la tecno- no se sienta amenazada por ella, el ingeniero debe asumir su
logía es sólo un m e d i o para fines que el h o m b r e elige; b) distin- obligación de t o m a r las decisiones que le corresponden en cada
guir entre riesgo objetivo y temor irracional, y c) aceptar q u e no m o m e n t o con base en valores compartidos por la sociedad. En
vivimos en un m u n d o determinista, sino en u n o con incerti- cierto sentido, eso m i s m o debe hacer t o d o individuo; de aquí la
d u m b r e s intrínsecas e inevitables. Lo que sigue es una discu- importancia de un sistema de valores fuertemente c o m p a r t i d o .
sión de t o d o esto. Para que se pueda proceder así y las decisiones de todos contri-
buyan a los fines deseados, es indispensable que en la definición
de éstos haya participación social y no simples decisiones tec-

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nocráticas. Solamente si la definición de propósitos de los pro- dad han disminuido continuamente para casi todas las enfer-
yectos de ingeniería está abierta a la participación pública por medades. 1

las debidas vías institucionales habrá compromiso y presión so- Ahora bien, sería tonto y doloso negar los riesgos tecnoló-
cial para estimular el c o m p o r t a m i e n t o deseable e inhibir el que
gicos. Hacerlo fomentaría un estado de complacencia que in-
n o lo es.
crementaría automáticamente dichos riesgos. La intensificación
tecnológica causa m u c h o s daños y muertes. En especial, mu-
8. T E M O R Y RIESGO chas sustancias y ambientes dañinos a la salud han sido creados
en t i e m p o s recientes por la tecnología, y ellos son responsables
En el manejo inteligente de los peligros de t o d o tipo, derivados de cierto n ú m e r o de muertes cada año. Sin embargo, si esos
o no de la tecnología, también es importante entender que te- efectos del desarrollo tecnológico se ponen en un lado de la ba-
m o r y riesgo no son la misma cosa. Si procediéramos racional- lanza y en el otro los beneficios del m i s m o en la reducción de la
mente, ante un mayor riesgo debiéramos sentir mayor temor. mortalidad, estos últimos son claramente mayores, como lo de-
Sin embargo, suele no ser así. Tememos, a veces hasta el nivel de muestra un solo hecho contundente: la duplicación, en p o c o
la angustia, m o r i r o sufrir daños graves por radiaciones de di- más de un siglo, de la esperanza de vida de los pueblos indus-
verso tipo o p o r consecuencia de un terremoto, a pesar de q u e trializados.
ambos son, con las prácticas actuales y en términos de mortali- Se puede argüir que al m e n o s la mortalidad por accidentes
dad relativa, riesgos de nivel comparativamente bajo. En cam- automovilísticos debe atribuirse netamente a la tecnología, pues
bio, no t e m e m o s viajar en automóvil y bicicleta, o tener hábitos resulta responsable de la mitad de todas las muertes accidenta-
alimenticios p r o b a d a m e n t e dañinos, que ofrecen riesgos de les. Sin embargo, también en esto hay una falacia, pues segura-
órdenes de m a g n i t u d mayores. Eso muestra c u a n i m p o r t a n t e es mente transportarse distancias comparables a pie o a caballo
educar con el propósito expreso de que los temores se asocien a implicaría riesgos mayores; por tanto, es la movilidad (insepa-
la magnitud relativa de los riegos y no a otras percepciones. rable de la mayor riqueza y libertad en numerosas naciones) a
Para entender el efecto que la tecnología ha tenido en los lo que debe atribuirse aquella alta tasa de mortalidad. Por lo
riesgos, es ilustrativo considerar las tasas de mortalidad. Puede demás, n i n g u n a otra creación tecnológica ha producido tasas
apreciarse entonces que, pese al temor que suele tenerse a la tec- de mortalidad de m a g n i t u d comparable a las del automóvil.
nología, casi 70% de todas las muertes en una sociedad moder- Riesgos tecnológicos que suelen ser muy temidos, como los ac-
na q u e la usa intensivamente se deben a enfermedades sin rela- cidentes nucleares o la contaminación química de agua y ali-
ción con aquélla, c o m o las cardiovasculares y el cáncer. Si algún m e n t o s , aún con las hipótesis m á s pesimistas, d a n expectativas
efecto ha tenido la tecnología sobre la mortalidad ha sido el de de muerte muy inferiores a las de contingencias ordinarias de la
reducirla. Esto ha a u m e n t a d o la longevidad durante las últimas vida.
décadas en casi todos los países y, por tanto, la mortalidad por
cáncer; pero en cada intervalo de edades las tasas de mortali- I * H. W. Lewis, Technological Risk, W. W. Norton & Co., Nueva York, 1990, 353 pp.

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Hay, por supuesto, riesgos tecnológicos m u y amenazantes. brevendría en tal caso. Los eventos que deben causarnos mayor
La contaminación atmosférica de la ciudad de México es u n o temor son aquellos en que dicho producto es más grande, y no
evidente de carácter local. El efecto invernadero es otro, y de los casos en q u e u n o de los dos factores, o a m b o s , son suficien-
alcance global. Este último es una amenaza mayor que los ries- temente pequeños para que su producto también lo sea. Habrá
gos nucleares por la gravedad de sus posibles efectos y porque eventualidades cuyas consecuencias potenciales son aterrado-
su causa principal, la acumulación de bióxido de carbono en la ras y, sin embargo, debemos temer poco p o r q u e su probabilidad
atmósfera, es casi imposible de reducir en un plazo mediano, de ocurrencia es bajísima; y otras de consecuencias m o d e r a d a -
pues es consecuencia inevitable de la combustión en que se basa mente graves que debemos temer más, porque su ocurrencia
la mayoría de los procesos energéticos actuales. Algo similar es m u c h o más probable. Otra vez viene al caso comparar para
p u e d e decirse de la destrucción del o z o n o en la alta atmósfera. ese fin el riesgo (y el costo social) de los accidentes nucleares y
A m b o s son riesgos tecnológicos preocupantes para el destino los automovilísticos.
de largo plazo de la h u m a n i d a d , y quizá estamos a t i e m p o para A u n q u e es un poco más complejo que lo aquí descrito, lo
buscar maneras de reducirlos. importante es que, para actuar racionalmente ante los riesgos,
H e m o s dicho q u e actuar racionalmente obliga a que haya siempre debe hacerse una cuantificación como la indicada. Para
concordancia entre el nivel de riesgo y el de t e m o r asociado a ese fin pueden distinguirse dos clases de riegos, que requieren
cada fuente de peligro. Para esto se requiere cierto esfuerzo tratamientos diferentes:
cuantitativo; se necesita calcular el riesgo: determinar c u a n pro-
bable es un evento del tipo que nos preocupa y cuáles pueden 1. Los riesgos ordinarios, sobre cuyas consecuencias y pro-
ser sus consecuencias. Es imposible eliminar t o d o s los riesgos; babilidades hay mucha información, pues las primeras se han
por eso hace falta ordenarlos en función de su m a g n i t u d para observado muchas veces y sobre las segundas hay estadísticas
luego aplicar nuestro esfuerzo a los m á s importantes. Por o t r o q u e dan estimaciones excelentes de las probabilidades de
lado, no es razonable pretender abatir cualquier riesgo por de- ocurrencia futura
bajo de cierta magnitud. Es signo de salud m e n t a l aceptar un 2. Los riesgos de eventos extraordinarios, con probabilidad
nivel razonable de riesgo al buscar ciertos fines o beneficios. El muy pequeña por unidad de tiempo pero con consecuen-
t e m o r irracional ante riesgos insignificantes es una enfermedad cias potenciales s u m a m e n t e graves: grandes inundaciones
mental clínicamente caracterizada: se llama fobia. Lo distintivo o terremotos, accidentes nucleares, cambios climáticos, etc.
de una fobia es la exageración del temor muy por encima de la La cuantificación de estos riesgos es considerablemente más
magnitud del peligro. La propaganda q u e crea t e m o r infundado difícil y discutible. M u c h o s de estos eventos nunca han
en la tecnología, genéricamente o en ciertas tecnologías especí- o c u r r i d o y, por tanto, no se pueden definir sus consecuencias
ficas, p r o d u c e fobias, p e r o no reduce riesgos. sino de m a n e r a imaginaria y m u y incierta; p o r lo m i s m o ,
La magnitud de un riesgo resulta de multiplicar la probabi- no hay información estadística sobre su frecuencia y, por
lidad de que el evento o c u r r a por la pérdida potencial q u e so- consiguiente, su probabilidad tiene q u e estimarse mediante

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modelos matemáticos, igualmente sujetos a discusión, im- ejemplo muy ilustrativo son las agrias controversias técnicas,
perfecciones e incertidumbres. Dadas sus consecuencias po- legales y publicitarias en torno al riesgo sísmico de las plantas
tenciales, ante este tipo de riesgos se justifica u n a actitud de 5
nucleares del estado de California, debidas a que:
gran prudencia; es decir, ante la duda, abstenerse.
1. Conciliar conocimiento científico, tecnología, leyes, intereses
A m b a s familias de riesgos tienen incertidumbres inheren- particulares e interés público es muy difícil, y c u a n d o esta
tes, pues en ambas concurren factores aleatorios. Sin embargo, dificultad aflora los expertos que supuestamente representan
son los riesgos del segundo tipo los que más se prestan al des- la verdad científica pierden la objetividad.
acuerdo y la especulación. Es comprensible que así ocurra: la 2. Los científicos que participan en audiencias públicas o
falta de vivencias equiparables sobre las consecuencias de un testifican en ellas con frecuencia hablan como legos, pues
evento raro estimula la imaginación de escenarios dantescos, a están fuera de su campo específico de conocimiento en vista
la vez que el cálculo de su probabilidad de ocurrencia es muy in- de que la ciencia m o d e r n a obliga a especializarse en dominios
cierto e imposible de a b o r d a r experimentalmente. La discusión muy estrechos.
pública de aquellos escenarios o estas probabilidades siempre 3. No sólo es usual que haya diferencias de criterio entre científicos,
ofrece cabida para charlatanismos o demagogia q u e provocan ingenieros, abogados y funcionarios, sino que en cuestiones de
un claro sesgo hacia la exageración de los riesgos. Y, sin embar- política pública la congruencia científica desaparece, pues
go, la solución no es inhibir la discusión abierta, sino educar e
quienes hablan en n o m b r e de la ciencia no usan en esos casos
informar bien al público acerca de tales cuestiones.
un m é t o d o de razonamiento único, riguroso y sin ambi-
güedades.
4. Al contrario de los diálogos profesionales entre colegas de un
9. C O N I,A I N C E R T I D U M B R E V O L V E M O S A T O P A R m i s m o campo, la expresión de ideas y opiniones destinadas
al público está muy influida por el t e m p e r a m e n t o de cada
Es b u e n o estar conscientes de que a los seres h u m a n o s nos re- quien.
sulta m u y difícil ser objetivos. Esto es especialmente cierto en la 5. C o m o consecuencia de todo ello, es evidente que hace falta
evaluación de riesgos públicos, en la que intervienen p o r nece- institucionalizar ciertas n o r m a s o estándares para escoger
sidad diversas partes y profesiones. La dificultad de la comuni-
expertos en problemas de interés público.
cación entre profesiones y de éstas con el público es una prime-
ra causa de debilitamiento de la objetividad. Pero lo peor se La cuantificación de riesgos es difícil; p e r o es condición
debe a otra característica natural de los seres h u m a n o s : su incli- necesaria para actuar con racionalidad. La capacidad de hacer
nación por argüir y ganar discusiones. Los científicos y los in- tal cuantificación requiere educación. La educación también es
genieros, con toda nuestra pretensión de objetividad profesio-
' R. L. Meehan, The Atom and the Fault, MIT Press, Cambridge, Mass., 1984,
nal, somos tan susceptibles c o m o los demás a esta tentación. Un 161 pp.

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insustituible para entender que no vivimos en un m u n d o de- ción de traducir a la sociedad los términos y la conclusión de
terminista, sino en u n o cuyos eventos futuros (los únicos que cada u n a de tales discusiones.
finalmente interesan al t o m a r decisiones) sólo p u e d e n definir-
se en t é r m i n o s de probabilidades, c o m o se discute en el capítu- 1 0 . EL RETORNO ES IMPOSIBLE
lo XIV.
Tenemos incertidumbre cuando no sabemos qué efectos pro- La confianza de la h u m a n i d a d en la tecnología ha crecido con-
duce cierto hecho, o cuál es el origen de otro. Éste es un tipo de tinuamente desde los primeros tiempos del h o m b r e , pero ha te-
incertidumbre debida a falta de conocimiento y puede disipar- nido altibajos. Los m á x i m o s de desconfianza ante la tecnología
se con investigación; p e r o si hay que t o m a r u n a decisión y no suelen estar precedidos por periodos de logros espectaculares.
hay t i e m p o para investigar, la incertidumbre tiene que aceptar- Tras el Renacimiento y los progresos técnicos de los siglos x v i
se y manejarse explícitamente. La incertidumbre existe incluso a x v m surgió el culto rousseauniano al "buen salvaje" y la p r o -
cuando se conoce la relación causa-efecto, pues una causa pue- puesta de "volver a la naturaleza". El movimiento luddista, q u e
de tener más de un efecto y un efecto puede ser p r o d u c i d o por pretendió, con fervor religioso, aniquilar las máquinas, que se
más de una causa. percibían como amenaza al empleo, fue precedido por los gran-
Así pues, el m u n d o es intrínsecamente incierto. La incerti- des avances técnicos y productivos de la Revolución industrial.
d u m b r e no es un estado transitorio que siempre pueda superar- Entre 1945 y 1960 se alcanzó un m á x i m o de confianza en que el
se con un esfuerzo de investigación adicional, y m e n o s una si- desarrollo de la ciencia y la técnica resolvería casi todos los pro-
tuación vergonzosa. Una parte considerable de la incertidumbre blemas h u m a n o s , y se vivió un periodo de gran aceleración de
del m u n d o es irreductible. Acerca de cualquier riesgo, nunca es la productividad y la producción agropecuaria, minera, indus-
verdad que lo sabemos t o d o ni que nada sabemos. Nuestra esti- trial y de servicios; en contrapartida, la década siguiente vio na-
mación subjetiva de la probabilidad de un acontecimiento es cer un movimiento social de signo contrario, inmovilista y a n -
u n a m e d i d a legítima de la incertidumbre: m i d e c u a n seguros ticientífico. Este movimiento, iluminado con flama casi mística,
estamos de lo que sabemos. prosperó en la región m á s boyante y que m á s se había benefi-
La educación sobre la naturaleza incierta del m u n d o y sóbre- ciado del desarrollo tecnológico precedente: California, en los
la manera de lidiar con ella es independiente y complementaria Estados Unidos. Al contrario de los luddistas ingleses, los nue-
del reforzamiento de los valores sociales. La educación sobre la vos místicos no eran obreros ignorantes y temerosos, sino habi-
incertidumbre se refiere a cómo t o m a r decisiones; los valores, al tantes de ricos suburbios; eran, sobre todo, jóvenes universita-
para qué de ellas. Tal educación implica cierta dosis de la teoría rios dotados de c o m o d i d a d y ocio gracias al avance tecnológico
de probabilidades, y p o d r í a darse a todos desde la escuela bási- de las décadas anteriores. Estos m o d e r n o s cruzados, con regi-
ca, enseñando con sencillez qué es la incertidumbre y c ó m o se mientos de élite acantonados en Berkeley y Stanford, buscaron
t o m a n decisiones ante ella (véase el capítulo xiv). Mientras esto rescatar a la naturaleza virgen de las garras amenazantes de la
no se logre, los ingenieros y otros profesionales tendrán la obliga - tecnología. Por fortuna lo intentaron de m o d o s benignos, con

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el lema "amor y paz". Fue un movimiento amplio, con raíces ción por el h o m b r e , y no p o d r í a n sobrevivir sin la concurrencia
sociales auténticas y con repercusiones en t o d o el m u n d o occi- de él: las especies verdaderamente naturales los expulsarían de
dental, algunas de ellas por cierto positivas. Fuera de los Esta- los nichos ecológicos que les h e m o s creado.
dos Unidos sus ecos se agrandaron, no tanto por su á n i m o anti- Sólo los animales silvestres p u e d e n satisfacer sus necesida-
tecnológico como por su aire libertario, que corrió con frescura des con productos naturales: para un gato montes con hambre,
por México, Francia y la antigua Checoslovaquia. Los miles de un conejo; para un equino, pasto. Y satisfechos con eso, ningu-
participantes en tal movimiento fueron limpios, espontáneos y, no buscará vestido, casa con baño, un reloj o un libro. Sólo el
sobre todo, buscadores de libertades; esto salvó su imagen his- h o m b r e tiene necesidades que se satisfacen con productos no
tórica. Los resabios anticientíficos y, p o r tanto, paralizantes fue- naturales, y estas necesidades son inmensas. El h o m b r e es un
ron pronto a b a n d o n a d o s por la mayoría y sólo han sobrevivido extraño ser cuyas necesidades se hayan en h o n d o desacuerdo
en pequeñas sectas marginales y en ciertos grupos que hoy mi- con las condiciones naturales del planeta que habita. Por eso
litan en el ecologismo extremo; su propuesta de parar la evolu- trabajamos: para modificar la naturaleza pura, q u e satisface mal
ción técnica y retornar a maneras de vida "más naturales" no o no satisface en absoluto m u c h a s de nuestras necesidades. Por
tiene fundamento racional, pues ninguna evidencia existe de eso, p o n i e n d o en juego nuestra racionalidad, creamos tecno-
u n a era en que t o d o fuese fácil y benigno para la h u m a n i d a d , ni logía y h a c e m o s ingeniería. Una conclusión al respecto es, p o r
de que la vida de a n t a ñ o fuese siquiera más sana q u e la de hoy. tanto, que el retorno de la h u m a n i d a d al estado original o a cual-
La historia muestra q u e la vida supuestamente sana de si- quier otro estado anterior m e n o s tecnologizado es indeseable e
glos pasados hacía que u n o de cada dos niños muriera antes de imposible. Lo que sí debemos hacer es ser críticos de nuestras
cumplir un año, y el sobreviviente con gran probabilidad falle- necesidades, jerarquizarlas y comparar los beneficios de satis-
ciera antes de cumplir 40. La leche natural de vacas naturales facerlas con sus costos económicos, ambientales y sociales, co-
produce tuberculosis, y los microbios innumerables del ambien- mo se señala en el capítulo n y se discute en varios otros de este
te natural mataban en edad temprana a una parte considerable libro.
de la población antes de que se introdujeran masivamente cier- La amenaza fundamental para la ecología y para la propia
tas tecnologías: la ingeniería sanitaria primero y los antibióticos especie h u m a n a no proviene de la tecnología, que es sólo un
después. La mayoría de las cosas que hoy usamos para guarecer- m e d i o para los fines q u e el h o m b r e elige. Para resolver los pro-
nos, vestirnos, alimentarnos, c u r a r n o s y satisfacer nuestras ne- blemas ecológicos que hoy nos afectan o amenazan se requie-
cesidades espirituales son, por supuesto, creaciones del ingenio ren las siguientes acciones: 1) acotar la tasa de crecimiento de-
y el trabajo h u m a n o s ; hasta los que consideramos más natura- mográfico; 2) extender y profundizar la educación; 3) reforzar
les, c o m o el trigo, las frutas o las papas. Si la h u m a n i d a d dejara los valores sociales, y 4) reducir los grandes desperdicios que
de protegerlos o cultivarlos, todos los animales y plantas de que hoy ocurren de energía y materiales, haciendo, en general, una
hoy nos servimos desaparecerían en p o c o tiempo, pues son re- mejor ingeniería y, en particular, un uso inteligente de la tec-
sultado de u n a larga e ingeniosa labor de selección y modifica- nología.

300 301
XIII. Los sistemas socio-técnicos En los sistemas con los que se lidia al resolver un problema
de ingeniería p u e d e n distinguirse tres partes o subsistemas: u n o
inanimado, que es la obra o producto objeto de diseño; otro so-
cial, que es el conjunto de seres h u m a n o s afectados de alguna
m a n e r a por el primero, y u n o más constituido p o r el e n t o r n o
natural. El ingeniero suele centrar su atención en el subsistema
físico o inanimado, q u e así se va convirtiendo inadvertidamen-
te en el único objeto focal del diseño (sea un puente, un avión,
un aparato electrodoméstico, un edificio, etc.), pero igualmente
importante es poner atención a los otros dos subsistemas para
asegurarse de que el primero interactuará apropiadamente con
la sociedad y no causará daños inaceptables al ambiente natural.
i. S I S T E M A Y SUBSISTEMAS Quizá la razón principal por la que el diseñador se concentra en
la parte i n a n i m a d a de los problemas que atiende sea que ésta es
H e m o s dicho que, al diagnosticar y diseñar, el ingeniero se apo- m á s fácil de estudiar y, por tanto, la ciencia ofrece m á s conoci-
1
ya en relaciones causa-efecto cuya validez ha sido p r o b a d a p o r miento de utilidad práctica sobre ella que sobre las otras dos.
la ciencia o por la práctica; se trata de relaciones cuantitativas La evaluación de un proyecto de ingeniería exige tomar en
entre, por ejemplo, la lluvia que cae en cierta cuenca y los cau- cuenta de m o d o explícito las tres partes indicadas, sin cualquie-
dales de agua q u e escurren p o r sus ríos, o entre las cargas q u e ra de las cuales el problema a resolver no existiría o no tendría
actúan sobre una estructura y las deformaciones q u e ésta sufre, sentido; los subsistemas natural y social deben ser también ob-
etc. En algunos casos tales relaciones pueden manejarse como jetos de diseño y especificación al m e n o s en cuanto a sus rela-
si el fenómeno ocurriera una sola vez y en una sola dirección en ciones con el subsistema inanimado. Además, ver los problemas
el tiempo: las lluvias p r o d u c e n escurrimientos en los ríos y las de ingeniería c o m o si t o d o comenzara en ciertas causas y ter-
cargas causan deformaciones en las estructuras; es decir, como m i n a r a en sus respectivos efectos directos e inmediatos sólo es
si después de ocurrida la causa y producido su efecto t o d o se posible o útil en circunstancias m u y restringidas. Aun en cues-
detuviera. Pero otras veces un efecto p u e d e ser a su vez causa; tiones p u r a m e n t e técnicas, que excluyen la interacción entre la
esto es, producir otro efecto y así sucesivamente. C u a n d o se for- sociedad y los productos de la ingeniería, el enfoque lineal de
m a n tales cadenas de causas y efectos se abre la posibilidad de las relaciones causa-efecto no siempre p u e d e adoptarse, pues
q u e se generen ciclos cerrados q u e se realimentan a sí mismos, m u c h o s problemas técnicos de las ingenierías eléctrica, electró-
d a n d o lugar a lo q u e se d e n o m i n a un sistema en el sentido ciber- nica, aeronáutica, etc. son dinámicos por sí mismos. Y desde
nético, cuyo c o m p o r t a m i e n t o es entonces necesariamente di-
1

námico, es decir, cambiante c o n el tiempo. D. Blockley, The Nature of Structural Design and Safety, Ellis Horwood Ltd.,
Chichester, Gran Bretaña, 1980, p. 231.

302
S 303
luego, siempre que analicemos los proyectos en interacción con pues nos dice que el proyecto tiene ciertos costos y beneficios
sus usuarios, sus beneficiarios y su medio natural será indis- que son consecuencias directas de él. Tal visión n a d a revela.
pensable t o m a r en cuenta los ciclos de realimentación en que el Hace falta un enfoque sistémico; es decir, u n o que muestre
proyecto de ingeniería influye en dicho entorno y viceversa. Los los ciclos de realimentación del proyecto para comenzar a ver el
objetos u obras diseñados afectan a la sociedad y al e n t o r n o y problema de m a n e r a significativa. La imagen sistémica más sen-
son influidos p o r éstos; así, los tres terminan por integrarse en cilla que puede concebirse del m i s m o problema es la de la figu-
un sistema dinámico. Trátese de un nuevo diseño de automóvil, ra xiii.2, d o n d e las consecuencias del proyecto p u e d e n subdivi-
un sistema de transporte, cierta obra de irrigación o simples dirse en dos: en p r i m e r lugar, ciertos costos directos (línea de
artefactos domésticos, entre la porción física del proyecto, la causalidad 1) y, en segundo, otros efectos (línea 2); luego puede
sociedad y el ambiente natural se p r o d u c e n efectos mutuos, por considerarse que algunos de estos efectos constituyen los b e -
lo que el problema técnico se transforma en socio-técnico. En neficios directos del proyecto (línea 3) y otros se convierten en
esta fase del trabajo del ingeniero, la disciplina llamada teoría costos adicionales, casi siempre mediatos (línea 4). En efecto,
de sistemas o dinámica de sistemas resulta un i n s t r u m e n t o de t o d o proyecto de ingeniería tiene efectos que repercuten en cos-
análisis imprescindible. Lo ilustraremos con diversos ejemplos, tos adicionales a los de su ejecución. U n a presa, p o r ejemplo,
c o m e n z a n d o con u n o relativo a la evaluación económica de tiene entre sus efectos la regulación de los escurrimientos del
proyectos. río, lo que p r o d u c e diversos beneficios c o m o evitar inundacio-
nes, posibilitar la irrigación y la generación de electricidad, etc.,
2. EVALUACIÓN DE PROYECTOS pero a la vez repercute en costos adicionales a los de construc-
ción, pues impide seguir cultivando las tierras i n u n d a d a s por el
De t o d o proyecto de ingeniería se requiere estimar razonable- embalse y p r o d u c e d a ñ o s ambientales al alterar el régimen con
m e n t e los beneficios y los costos. La visión m á s simple del p r o - el que durante milenios había corrido el agua en el río. Es decir,
blema se puede representar c o m o en la figura x n i . i y es trivial, los costos de un proyecto nunca se limitan al costo de su ejecu-
ción, sino que tienen otros c o m p o n e n t e s producidos por la lí-
nea de causalidad 4.

•COSTOS

PROYECTO

BENEFICIOS

FIGURA x n i . i . Visión lineal de los costos y beneficios FIGURA XIII.2. Visión sistémica sencilla de los costos y beneficios
de un proyecto. de un proyecto.

304 305
Así pues, t o d o proyecto produce, además de los efectos ex- pieza de los criterios que el gobierno o el ente regulador impo-
presamente deseados o beneficios y sus costos directos res- nen c o m o n o r m a para dicha evaluación.
pectivos, otros de signo negativo; esto es, costos indirectos (eco-
nómicos, sociales o ambientales) que deben agregarse al costo
directo, inmediato o estático del proyecto para hacer posible 3. EL E N F O Q U E Y EL LENGUAJE DE SISTEMAS
una evaluación más realista. Por eso omitir la línea de causali-
dad 4, que cierra un circuito causa-efecto en la figura, implica Errores c o m o el descrito se p u e d e n evitar a d o p t a n d o de m a n e -
un grave error. Veremos después que la imagen sistémica de la ra general la llamada visión sistémica, pues ésta p o n e atención
figura x m . 2 no es la única que p u e d e concebirse para fines de en prever los resultados de la interacción de un proyecto con su
evaluación de proyectos, sino que hay u n a infinidad de posibi- entorno. Esta manera de ver las cosas p o n e énfasis en la diná-
lidades de afinación de ella, q u e darían lugar a diagramas más y mica del problema, más que en su imagen estática. El pensa-
más completos (y complejos) y a las correspondientes evalua- m i e n t o sistémico es una disciplina para ver el t o d o y sus relacio-
ciones más fidedignas de la factibilidad general del proyecto y nes mutuas con variables internas y externas a fin de prever su
de su rentabilidad económica en particular. evolución en el tiempo. Se basa en un conjunto de herramientas
Sin embargo, calcular beneficios y costos a partir de una y técnicas derivadas de la teoría de los servomecanismos (rama
imagen estática del proyecto como la de la figura x m . i es una de la ingeniería mecánica del siglo xix) y de la realimentación
práctica (o un truco) m u y usual, que siempre resulta en una so- o feedback (concepto de la cibernética del siglo x x ) . La clave del
breestimación del beneficio neto del proyecto (beneficio menos enfoque de sistemas consiste en p o n e r atención a las relaciones
costo), pues omite los costos diferidos. Además de ser usual, tal del proyecto y sus componentes con los factores ambientales y
estrategia tiene c o m o consecuencia (y en algunos casos como los actores sociales que intervienen en él. El primer paso para
motivación) lo que p o d r í a m o s llamar la privatización de los be- tal fin es identificar las relaciones dinámicas entre todos ellos,
neficios y la socialización de los costos de los proyectos de inge- d a d o que con frecuencia no son obvias; luego, hay que examinar-
niería. En efecto, en la m e d i d a en que se hace un balance de las y definir la naturaleza de cada una. Este enfoque, a su vez, da
costos y beneficios sólo de corto plazo, el p r o m o t o r (guberna- lugar a cierto lenguaje gráfico propio de este campo, adecuado
mental o privado) de un proyecto suele contabilizar y vender para describir las interrelaciones que más importan, que no son
(literalmente o en t é r m i n o s políticos) los beneficios del mismo las lineales o abiertas sino las circulares o cerradas, en las q u e de
antes de que se materialicen los costos indirectos o mediatos m a n e r a cíclica una variable influye sobre otra y ésta a su vez so-
resultantes de la línea de causalidad 4; tiempo después, cuando bre la primera, y así sucesivamente. Esto da lugar a que el dia-
estos últimos costos se hacen palpables, ya no los absorberá el grama característico de cualquier sistema sea siempre un círcu-
promotor, sino la sociedad. Por supuesto, no siempre es esta lo o un conjunto enlazado de ellos, en d o n d e cada lazo o ciclo
obscena causa la que está detrás de la inadecuada evaluación de implica un proceso de realimentación.
los proyectos, sino a veces la miopía de quien evalúa o la sim-
Hay en todos los sistemas dos grandes tipos de ciclos de re-

306 307
alimentación: el de aceleración o crecimiento y el de estabiliza-
ción. U n o del primer tipo hace que la variable que lo sufre crez-
ca (o decrezca) cada vez m á s rápidamente con el tiempo; en
cambio, un ciclo estabilizador da lugar a que la variable, al ser
desviada p o r cualquier motivo de su estado de equilibrio, tien-
da a volver espontáneamente a su posición inicial. Los ciclos o
procesos de crecimiento funcionan como las bolas de nieve,
que crecen y crecen conforme avanzan, alimentadas por su pro-
pio movimiento; en cambio, los de estabilización movilizan una
resistencia al cambio en el sistema. En ambos casos, la tenden- FIGURA xm.3. Visión más completa de los efectos
cia del ciclo a incrementar o a estabilizar variables es intrínseca; de un proyecto rentable: a) representación sistémica;
es decir, proviene de las características del propio sistema. b) evolución en el tiempo de los efectos
retrasados del proyecto.
Suele decirse q u e en la teoría de sistemas "todo está relacio-
n a d o con todo", y esto es cierto en principio; pero aplicarlo a pie
juntillas conduciría a m a r a ñ a s de relaciones ininteligibles, la del proyecto realimenta nuevos proyectos t a m b i é n rentables y
mayoría de ellas sutiles e intrascendentes, que es la antítesis de así sucesivamente, como en la figura x m . 3 a.
lo que busca el enfoque sistémico. Así pues, el único sentido Esta figura es una representación más completa del ciclo
práctico que debe asignarse al dicho "todo está relacionado con de un proyecto, pues i n c o r p o r a líneas causa-efecto adicionales
todo" es que interesan sobre t o d o los ciclos de realimentación, y nuevos ciclos de realimentación significativos. En particular,
p o r ser ellos los que p r o d u c e n un c o m p o r t a m i e n t o d i n á m i c o de muestra que los beneficios del proyecto; esto es, su rentabi-
los sistemas; p e r o entre los ciclos de realimentación hay algu- lidad, p u e d e n reinvertirse en proyectos adicionales, sean ex-
n o s dominantes y otros p o c o significativos. tensiones del original o proyectos distintos; además, en esta
Es obvio q u e de t o d o sistema p u e d e n hacerse represen- nueva representación se reconoce q u e entre la ejecución del
taciones más y m á s completas indefinidamente; el b u e n juicio proyecto y la materialización de sus efectos t r a n s c u r r e cierto
del profesional que las elabora determina hasta q u é grado de t i e m p o llamado retraso, que en la figura x i l i n a se representa
refinación y complejidad es p r u d e n t e llegar, según la relevancia mediante dos líneas paralelas que i n t e r r u m p e n la inmediatez
relativa de las diversas variables en juego para un fin determi- de la relación causa-efecto (en rigor siempre hay retraso entre
nado. cualquier acción y sus consecuencias, p e r o conviene omitirlo
Por ejemplo, el problema de costos y beneficios de un pro- c u a n d o es p e q u e ñ o , pues en tal caso no tiene repercusiones
yecto, representado con dos diagramas diferentes en las figuras significativas). En la parte b de la propia figura se m u e s t r a la
x n i . i y x i n . 2 , también p u e d e describirse con un diagrama q u e evolución en el t i e m p o de tal relación de causalidad retrasada.
incluya el ciclo acelerador que se desata c u a n d o la rentabilidad Evidentemente, si la figura x m . 3 se usara para fines de evalua-

308 309
ción de costos y beneficios o rentabilidad de un proyecto, los pie desagregación indiscriminada, lo que impide distinguir en-
resultados serían diferentes de los que se o b t e n d r í a n a partir tre lo i m p o r t a n t e o significativo y lo trivial o intrascendente.
de la figura x i n . 2 . Se explicaron ya, a grandes rasgos, los ciclos aceleradores y
De lo anterior se colige que, para expresar el pensamiento los estabilizadores. Veamos ahora cómo un m i s m o ciclo puede
sistémico, el lenguaje ordinario no es el mejor, dado su carácter exhibir a la vez c o m p o r t a m i e n t o estabilizador o acelerador, se-
lineal. Las interacciones y ciclos de realimentación de un siste- gún la variable a la que p o n g a m o s atención. Para este fin estu-
ma se representan más claramente mediante diagramas circula- diemos un problema de la ingeniería que t o d o ciudadano de
res c o m o los de las figura x m . 2 y x m . 3 . hoy conoce: el sistema socio-técnico que resulta de la introduc-
ción de nuevas vialidades para automóviles en una urbe. Todo
habitante de u n a ciudad ha visto que, c u a n d o se realizan obras
4. D I N Á M I C A DE LOS SISTEMAS SOCIO-TÉCNICOS para acortar el t i e m p o de traslado entre dos puntos de la red
vial, éste efectivamente se reduce, pero después vuelve a aumen-
Usaremos los sencillos elementos del enfoque sistémico hasta tar poco a poco hasta alcanzar un valor similar al original. Tal
aquí descritos para m o s t r a r q u e con ayuda de ellos se p u e d e es- c o m p o r t a m i e n t o se debe a que en el sistema ocurren dos fenó-
tudiar lo que ha dado en llamarse la dinámica de los sistemas m e n o s contrarios que se anulan m u t u a m e n t e : u n o es la reduc-
socio-técnicos; es decir, el c o m p o r t a m i e n t o de los sistemas en ción del tiempo de traslado por la adición de la nueva vialidad,
que los productos de la ingeniería interactúan con sus e n t o r n o s y el otro, el a u m e n t o del n ú m e r o de vehículos en circulación,
social y ambiental. estimulado por la misma mejora y que termina por anular la
U n a ventaja de esta forma de representar los sistemas radica reducción que se había conseguido.
en que permite mostrar integralmente las interrelaciones inter- Para entender el fenómeno estudiemos la figura x m . 4 . En la
nas y externas del sistema. En ello consiste el valor de este len- parte a de ella se muestra un diagrama del sistema, simplifica-
guaje gráfico y del enfoque sistémico en sí mismo, pues su pro- do por cuanto omite los retrasos que existen entre la puesta en
pósito es precisamente ver a la vez el todo y sus partes actuantes, servicio de una nueva vialidad y el m o m e n t o en que se dejan
a fin de percibir los ciclos de realimentación que darán su ca- sentir sus efectos; en la parte b se representa el sistema inclu-
rácter dinámico al sistema. Por supuesto, en sistemas con m u - y e n d o los retrasos, y en la parte c se indica, con base en esta
chas variables, la m a r a ñ a que resultaría de desagregar todas sus segunda representación, c ó m o evolucionan en el tiempo los
partes en sus elementos constitutivos y mostrar la interrelación efectos. Si en la parte c de la figura, a d e m á s de observar la varia-
de cada elemento con todos los demás p u e d e llegar a ser abru- ble "tiempo de traslado", T, p o n e m o s atención al "número de
madora. Acercarse a tales extremos sería indicio de que no se vehículos", N, e n c o n t r a r e m o s q u e el efecto m á s notable del ciclo
está ejerciendo un s a n o juicio para identificar los subsistemas de realimentación de este sistema es el crecimiento acelerado
(esto es, las partes cuyos elementos constitutivos tienen un efec- del p a r q u e vehicular. En la representación q u e incluye retrasos
to conjunto sobre el sistema) sino que se está haciendo una sim- este crecimiento ocurre como lo indica la línea continua de la

310 311
figura XIII.4C, y en el sistema hipotético de respuesta instan-
MAYOR
tánea (sin retrasos), el crecimiento sigue la línea punteada; si- PRODUCTIVIDAD -
LABORAL (P)
milarmente, en el modelo con retrasos, el tiempo de traslado
disminuye instantáneamente con la introducción de cada nue- MENOR EMPLEO (E) POR
UNIDAD DE CAPITAL
va vialidad y luego crece otra vez poco a poco hasta alcanzar INVERSIÓN

aproximadamente el mismo valor inicial (línea continua), mien- MAYOR


• RENTABILIDAD DEL-
tras que para el modelo sin retraso este tiempo se mantiene CAPITAL
TIEMPO
constante.
En la figura xm.5 se da como ejemplo un problema de un
campo diferente que, sin embargo, exhibe un comportamiento F I G U R A xm.5. Ciclo de las inversiones que aumentan
REDUCCIÓN DEL TIEMPO
la productividad laboral: a) representación del sistema;
DE TRASLADO (T) b) evolución de los efectos en el tiempo.
NUEVA VIALIDAD AUMENTO DEL NÚMERO
DE VEHÍCULOS (N)

INCREMENTO DEL . del mismo tipo. Se ilustra ahí lo que ocurre cuando una empresa
TIEMPO DE TRASLADO (T)
hace inversiones de capital que incrementan la productividad
de sus trabajadores. La parte a de la figura muestra el ciclo: con
REDUCCIÓN DEL TIEMPO
DE TRASLADO (T) cierto retraso, la inversión hace crecer la productividad laboral,
P, lo que da lugar a que el empleo, E, por unidad de inversión se
NUEVA VIALIDAD
reduzca; esto a su vez propicia que se hagan nuevas inversiones
AUMENTO DEL NÚMERO
DE VEHÍCULOS (N) que producen la repetición del ciclo. En tal caso, la parte b de la
INCREMENTO DEL TIEMPO
figura muestra cómo evolucionan las variables E y P. Podemos
DE TRASLADO (T)
observar un fenómeno similar al visto en el caso de las vialida-
des urbanas: si nos fijamos en la productividad P, nos damos
cuenta de que ésta tiene una realimentación positiva que la hace
crecer; pero si en el mismo ciclo nos interesamos en el empleo E
por unidad de inversión, vemos que éste tiene realimentación
riEMPC
negativa y por tanto decrece. El retraso entre la inversión y el
FIGURA xm.4. Ciclo de introducción de nuevas vialidades para
crecimiento de productividad se debe a que es necesario cierto
automóviles en el tránsito urbano: a) representación sistémica lapso para que el personal aprenda a manejar la nueva tecnolo-
simplificada (sin retrasos); b) representación sistémica más rea- gía; en cualquier caso el comportamiento es el descrito y, si el
lista (incluyendo retrasos); c) evolución de los efectos en el tiem- retraso cambia, lo único que ocurre es que se modifica la rapi-
po (sin retrasos: línea punteada; con retrasos: línea continua). dez con que P crece y F. decrece.

312 313
Una de las virtudes del enfoque de sistemas es que permite DA*
1
-TIEMPO 'TIEMPO
visualizar fácilmente situaciones m u y complejas. Por ejemplo,
MAYOR MENOR DEMANDA
la interacción de dos sistemas de naturaleza opuesta, u n o con PRODUCTIVIDAD - AGREGADA(DA)
realimentación positiva o de crecimiento y otro con realimen- LABORAL (P)

tación estabilizadora, pero que se encuentran interconectados MENOR EMPLEO POR


INVERSIÓN UNIDAD DE CAPITAL
por un c o m p o n e n t e c o m ú n a a m b o s . En la vida real es muy
frecuente este caso, cuyo c o m p o r t a m i e n t o puede ser sorpren- MENOR REMUNERACIÓN
MAYOR RENTABILIDAD^,
dente. Para ilustrarlo p o d e m o s servirnos del m i s m o sistema DEL CAPITAL GLOBAL AL TRABAJO

esquematizado en la figura x m . 5 .
Mientras el e n t o r n o no se modifique, los efectos de las in-
PROCESOS LOCALES PROCESO GLOBAL
versiones que incrementan la productividad laboral son obvia- DESACELERADOR
DE CRECIMIENTO
mente positivos a escala local; es decir, en una empresa aislada,
pues en cada ciclo se incrementa su rentabilidad. Pero suponga-
FIGURA XIII.6. Relaciones entre inversión en bienes
mos que todas las empresas de u n a región o país siguieran si-
de capital, productividad laboral y empleo.
multáneamente la m i s m a práctica. Entonces t e n d r í a m o s u n a
situación como la de la figura X I I I . 6 , en que el sistema local (de
la empresa) y el global (de la economía en su conjunto) comien- un seguro contra el desempleo (aunque todo ello a su vez puede
zan a interactuar: el ciclo local de crecimiento de la productivi- tener efectos inflacionarios).
dad de cada empresa se acopla a un proceso estabilizador global Del ejemplo anterior se d e s p r e n d e u n a moraleja válida en
que, con el tiempo, t e r m i n a por impedir que crezca el conjunto toda la gran diversidad de sistemas en los q u e convive un pro-
de la economía a causa de la disminución del empleo, y esto a su ceso de crecimiento de efectos retrasados con otro de estabi-
vez comienza a afectar a las empresas. En la parte superior de lización: m a n i p u l a r tales sistemas sin el debido tacto puede in-
cada u n o de los dos ciclos del sistema se muestra la evolución ducir muy fácilmente un c o m p o r t a m i e n t o indeseado que el
que observaríamos en la productividad, P, y en la d e m a n d a agre- sistema no será capaz de corregir p o r sí m i s m o , y se requerirá
gada DA. El resultado global neto será primero la desacelera- u n a acción externa expresamente diseñada para r o m p e r el efec-
ción de la tasa de crecimiento del PIE- y finalmente su retroceso, to. El acoplamiento de dos ciclos c o m o los indicados, u n o de
pues el empleo se deprime p o r partida doble (en u n o de los ci- crecimiento y otro estabilizador, es muy frecuente tanto en la
clos, por a u m e n t o de la productividad laboral, y en el otro, por naturaleza como en los sistemas socio-técnicos, y da lugar a que
disminución de la d e m a n d a agregada). Si se llegara a tal situa- el crecimiento de alguna variable llegue a un tope. Si tal estan-
ción, romper el estancamiento exigiría, por ejemplo, reforzar la camiento es indeseable, se requerirá una acción externa sobre el
demanda agregada aumentando en cierta proporción salarios e sistema para introducir en él un proceso intrínsecamente ace-
impuestos, mientras con estos últimos se alimenta, por ejemplo, lerador.

315
314
5. R E T R A S O S Y D E S E S T A B I L I Z A C I Ó N tivo proyecto. C u a n t o mayores sean el retraso (lapso entre la
decisión de construir y la terminación del proyecto) y la escala
Los retrasos parecerían en principio de poca trascendencia, de los proyectos individuales, mayor desestabilización.
pues no introducen procesos o ciclos adicionales en el sistema; La desestabilización de un sistema así siempre desemboca
sin embargo, suelen incrementar la probabilidad de desestabili- en oscilaciones a u n o y otro lado del p u n t o de equilibrio, pues
zación. Consideremos, por ejemplo, el sistema constituido por el el retraso con q u e el sistema responde a las decisiones de los
m e r c a d o inmobiliario, que se representa en la figura x m . 7 . En inversionistas provoca de manera natural reacciones excesivas
este m e r c a d o la decisión de construir o no un nuevo proyecto de éstos; entonces, ante cualquier desequilibrio, el siguiente es-
d e p e n d e de q u e la d e m a n d a supere o no a la oferta, lo q u e p o r tado del sistema es otro desequilibrio de sentido contrario, y
tanto funciona c o m o m e c a n i s m o estabilizador intrínseco del así sucesivamente, c o m o se ilustra en la figura xm.7¿>; esto ex-
sistema. Sin embargo, el retraso entre la fecha en que se decide plica los periodos de volatilidad que suelen afectar a este mer-
construir un nuevo proyecto inmobiliario (porque hay más de- cado y otros similares. Sin embargo, los sistemas de este tipo
m a n d a que oferta) y aquella en que el propio proyecto se con- tienden a estabilizarse después de u n a breve sucesión de osci-
cluye, p u e d e d a r lugar a q u e el m e r c a d o cambie del estado de laciones de amplitud decreciente, c o m o se ilustra en la propia
d e m a n d a insatisfecha a u n o de sobreoferta, c o m o p u e d e apre- figura XI11.7ÍJ. Cuanto más rápidamente se busca corregir los
ciarse de inmediato al examinar la figura x m . 7 . Efectivamente, desequilibrios de un sistema que tiene retrasos intrínsecos, las
todos los participantes individuales que, en un m o m e n t o en oscilaciones que se p r o d u c e n resultan más amplias y n u m e -
que hay un p e q u e ñ o exceso de d e m a n d a , tomaran simultánea- rosas antes de que el sistema vuelva al equilibrio; por tanto, la
m e n t e la decisión de invertir, estarían c o n t r i b u y e n d o a q u e el regla de oro ante tales situaciones es actuar con mesura y par-
balance cambiara hacia la sobreoferta al t é r m i n o de su respec- simonia.
Los ciclos de refuerzo o aceleración, los de estabilización y
SOBREOFERTA los procesos de retraso son los tres elementos constitutivos bá-
I RETRASO
sicos de los sistemas dinámicos en general, y la m a n e r a c o m o se
DECISIÓN DE CONSTRUIR
NUEVO PROVECTO "
c o m b i n a n d e t e r m i n a finalmente en qué forma evolucionan és-
tos y sus diversas variables. Revisaremos a continuación algu-
ANÁLISIS RETRASO
OFERTA-DEMANDA TIEMPO nos casos típicos o arquetipos de sistemas socio-técnicos.

TERMINACIÓN .. DECISIÓN DE CONSTRUIR


DEL NUEVO PROYECTO
SOBREDEMANDA 6. FALSAS S O L U C I O N E S Y C Í R C U L O S V I C I O S O S

FIGURA xm.7. El mercado inmobiliario: a) diagrama del proce- Debido a su carácter dinámico, en los sistemas socio-técnicos
so; b) desequilibrio y vuelta a la estabilidad del sistema. es frecuente que, c u a n d o se quiere corregir su mal funciona-

316 317
volcaría progresivamente hacia el efecto negativo provocado en
el sistema por la causa de fondo, pues ésta se encuentra abando-
nada a su propia evolución.
El problema se puede resolver solamente si se hace un co-
rrecto diagnóstico de él; es decir, si se identifica y ataca la causa
de fondo, c o m o se indica en la parte b de la figura. Esto rompe
el círculo vicioso y lleva el sistema a un ciclo m á s amplio, envol-
vente del anterior, que pasa p o r la causa de fondo y la corrige.
F I G U R A X I I I . 8 . DOS tipos de solución de un problema: Este nuevo ciclo hace por sí m i s m o que el sistema comience a
a) solución superficial; b) solución de fondo. estabilizarse, p o r el alivio progresivo tanto del síntoma como de
su causa profunda. Por supuesto, atacar la causa de fondo no
miento, se alivien los síntomas sin resolver la causa de fondo, impide usar a la vez u n a solución p u r a m e n t e sintomática, que
p o r lo que el problema se vuelve recurrente y se genera un alivie más rápidamente el síntoma (como suele hacerse en m e -
círculo vicioso. Este patrón de c o m p o r t a m i e n t o constituye uno dicina: prescribir analgésicos, pero no dejar de curar la causa
de los arquetipos de la teoría de sistemas y se presenta c u a n d o del dolor).
no atinamos a identificar y atacar las causas subyacentes de un Se paga un costo c u a n d o se adopta u n a falsa solución ini-
problema sino sus indicios. En la práctica suele actuarse enton- cial; tal costo consiste, c u a n d o menos, en un retraso de la so-
ces por tanteos, y lo p r i m e r o que ocurre es lo obvio: eliminar los lución de fondo, de m a g n i t u d igual a la suma de /) el lapso du-
signos del problema, no el problema en sí. De tal m o d o se logra rante el cual se intentó la solución falsa, más 2) un retraso
cierta mejoría transitoria, tras la cual se vuelve a la condición adicional derivado del agravamiento de la causa de fondo duran-
insatisfactoria, quizás agravada. te dicho lapso, más 3) el retraso intrínseco necesario para que la
La figura x m . 8 « ilustra lo q u e sucede: el síntoma se atiende solución tenga efecto sobre la causa de fondo.
con una solución que llamamos superficial p o r q u e no toca la Los casos de la vida real que ejemplifican este arquetipo son
causa de fondo, lo que da lugar a un ciclo recurrente que va del numerosísimos y se dan en todos los campos; los siguientes
síntoma a la falsa solución y viceversa, mientras el problema en son algunos ejemplos:
sí probablemente se agrava. Aliviar sólo el síntoma p u e d e agra-
var el problema p o r q u e la causa del m i s m o sigue actuando. En 1. En el transporte u r b a n o la adición de vialidades para auto-
efecto, en tal caso inciden sobre el síntoma dos acciones: u n a móviles suele ser u n a falsa solución a los congestionamientos
que tiende a aliviarlo, producida por la solución superficial con- de tráfico. Esto, c o m o se vio al estudiar la figura x m . 5 , usual-
cebida expresamente para ese fin, y otra q u e lo mantiene o agra- m e n t e conduce al círculo vicioso "congestionamiento-amplia-
va, originada en la causa de fondo desatendida; aun si al prin- ción de vialidades-alivio temporal-aumento del n ú m e r o de
cipio predominara la p r i m e r a de tales acciones, el balance se vehículos-vuelta al congestionamiento", además de imponer

318 319
altos costos. Bien se sabe que la solución de fondo para este igualmente someros, como que es m u y obvia, su costo es muy
problema u r b a n o es el transporte masivo. p e q u e ñ o , implica poco esfuerzo y está al alcance.
2. En educación, la mejora de la calidad a veces exige soluciones Ahora bien, lo "profundo" de una solución es siempre relati-
de tipo cuantitativo como el incremento de recursos materia- vo. Todo problema tiene una gama de soluciones potenciales que
les y gasto; pero en m u c h o s más casos lo q u e hace falta son va desde las más "superficiales" hasta las más "profundas". En vis-
medidas de carácter cualitativo. En este último caso, la inyec- ta de que las soluciones profundas suelen requerir más recursos
ción de recursos más cuantiosos es una falsa solución que, y tener más largos retrasos; es decir, exigen más tiempo para con-
además, agrava el problema, tanto p o r q u e retrasa la solución cebirlas, implantarlas y lograr sus efectos, puede ser no sólo le-
verdadera como p o r q u e la vuelve cada vez más difícil de gítimo sino sabio resolver un problema instaurando desde el prin-
adoptar y más costosa. La solución de fondo, de carácter cua- cipio el doble ciclo de la figura xin.8b, mediante la adopción
litativo, pasa p o r nuevos c o m p r o m i s o s entre el profesorado simultánea de una solución superficial que alivie pronto el sínto-
y los padres de familia, en el caso de la educación básica, o ma, y una profunda que comience a atacar sin pérdida de tiem-
entre estudiantes y profesores en la educación superior; una po la causa de fondo. Ése es, por cierto, el paradigma de la me-
vez asumidos tales compromisos, puede ser útil asignar tam- dicina m o d e r n a : alivio inmediato del dolor (síntoma) mediante
bién más recursos tangibles si procede, pues éstos tendrán u n a solución superficial (analgésicos) m i e n t r a s a la vez se ataca
entonces un uso consensuado que reforzará el sentido de co- el padecimiento de fondo, a sabiendas de que el alivio de este
munidad, que es esencial a la eficacia educativa. último tomará m á s tiempo, pues siempre vendrá con cierto re-
traso.
3. El incumplimiento de metas en organizaciones empresariales
o gubernamentales empuja con frecuencia a otra falsa so-
lución: reducir las aspiraciones corrigiendo a la baja dichas 7 . E L P R O B L E M A D E LOS R E C U R S O S C O M U N I T A R I O S
metas; la solución verdadera requiere m u c h o más agudeza y
esfuerzo, pues implica revisar de m o d o autocrítico la racio- El patrón que enseguida se describe también es un arquetipo
nalidad de la organización, sus procedimientos y sus relacio- que se presenta una y otra vez en casi todos los casos en que hay
nes interpersonales internas. un recurso limitado de carácter comunitario (que pertenece a
todos los integrantes de cierta c o m u n i d a d local, regional, na-
En general, la razón por la que son tan frecuentes los círcu- cional, empresarial, global, etc.) y al que, por tanto, tiene acceso
los viciosos radica en que las soluciones superficiales, p o r un cualquiera que lo requiere, con o sin trámite o pago de derechos
lado, parecen opciones de sentido común y, por otro, siempre de por medio. Son los casos de todos los recursos naturales al
requieren m e n o r esfuerzo, tanto en su concepción c o m o en su principio de su explotación, desde el petróleo y los bosques has-
implantación. Incluso si alguien vislumbra y señala el riesgo ta los mares, el aire, el agua, etc. Los ingenieros civiles tienen
de incurrir en una falsa solución, la tentación y aun la presión de que ver con tales sistemas frecuentemente.
intentarla siempre existe, usualmente fundada en argumentos El ciclo se ilustra en la figura x m . 9 . Comienza con la explo-

320 321
librio sostenible, siempre que se actúe racionalmente. En efecto,
el estado de equilibrio sostenible no suele alcanzarse de m o d o
espontáneo, sino que requiere un mecanismo de autorregula-
ción convenido por los propios beneficiarios o u n o inducido
desde el exterior del sistema, sea p o r presión social o por dicta-
do de un ente regulador o gubernamental.

tación simultánea del recurso por dos o más usuarios indivi-


duales (l e í en el ejemplo de la figura, si bien el patrón del
i 2

sistema es idéntico con cualquier n ú m e r o de beneficiarios igual


o m a y o r que dos). La actividad de los usuarios genera utilidades
independientes a cada u n o y, por tanto, una motivación para
hacerla crecer. Mientras el c o n s u m o que conjuntamente hacen
del recurso es sostenible, los ciclos "explotación-ganancia-más
explotación" de cada usuario pueden operar sin afectarse mu-
tuamente y, como es natural, tienen el carácter de procesos de
crecimiento. Ambas actividades seguirán a u m e n t a n d o inde-
pendientemente hasta que, con cierto retraso, el c o n s u m o del
recurso se torna insostenible. A partir de ese m o m e n t o el con-
s u m o conjunto de a m b o s usuarios se vuelve u n a variable clave,
c o m ú n a ambos ciclos, y las actividades de l e I interfieren
t

entre sí, por lo q u e cesa la aceleración de ambos procesos y c o -


mienzan dos nuevos ciclos que pasan por la necesidad de limi-
tar el c o n s u m o conjunto. Estos nuevos circuitos tienen carácter
amortiguador y, por tanto, pueden conducir a un estado de equi-

322 323
XIV. La incertidumbre y su manejo tamiento del tema será principalmente conceptual, a fin de m a n -
tenerlo asequible a los no especialistas, como el resto del libro;
no obstante, si el lector no conoce al menos el lenguaje elemental
de la teoría de probabilidades, este capítulo puede ofrecerle cier-
tas dificultades inevitables. Quienes topen con esta pequeña
dificultad y no tengan al m e n o s curiosidad por el t e m a p u e d e n
omitir las partes del capítulo que les resulten p o c o inteligibles,
y no por ello sacrificarán la comprensión del resto.

2. LA I N C E R T I D U M B R E OBJETIVA

i. ACEPTAR LA INCERTIDUMBRE
¿Es el universo determinista o incierto? ¿Pueden conocerse con
certeza algunas cosas, o lo que sabemos es siempre dudoso? En
De ordinario tomarnos decisiones q u e implican grandes incer-
otros términos, ¿ p o d e m o s eliminar por completo cualquier in-
tidumbres, pues se refieren a eventos futuros más o m e n o s pro-
certidumbre y hacer aseveraciones absolutamente ciertas acerca
bables o a posibles consecuencias futuras de hechos o condi-
de algo, o de todo? Pudiera parecer natural buscar la respuesta
ciones presentes; sin embargo, no sentimos la necesidad de
a estas preguntas en la ciencia, pues el objetivo declarado de
estar calculando continuamente probabilidades. Hace cuatro si-
ésta es desentrañar la verdad acerca de todas las cosas del m u n -
glos q u e el filósofo inglés John Locke dio u n a genial explicación
do; p e r o al intentarlo nos e n c o n t r a m o s con la sorpresa de que
de tal paradoja. Según Locke, los seres h u m a n o s t e n e m o s ne-
los científicos tienen al respecto sólo respuestas personales y
cesidad de certeza y para satisfacerla d i s p o n e m o s de una notable
que éstas cubren t o d a la gama de posibilidades, a saber:
capacidad innata llamada juicio, que de m o d o inconsciente nos
permite procesar la información disponible sobre eventos in-
• Respuesta 1: El m u n d o es cierto o determinista, como lo prue-
ciertos y lograr u n a confortable certeza al tomar nuestras deci-
ba el hecho de que las teorías científicas permiten hacer pre-
siones. T o d o s t e n e m o s capacidad de juicio, q u e a d e m á s p o -
dicciones c u a n d o se conocen los p a r á m e t r o s y variables que
d e m o s orientar, desarrollar y afinar en un particular c a m p o de
definen de m a n e r a completa el estado inicial del fenómeno de
actividad como la ingeniería, en cuyo caso se llama juicio profe-
interés (por ejemplo, la trayectoria que seguirá un proyectil
sional. No obstante, en el capítulo iv adelantamos q u e ciertos
si conocemos su posición y velocidad en un instante cualquie-
casos ameritan que la incertidumbre se procese no sólo mediante
ra).
el juicio profesional, sino m á s explícitamente; en el presente ca-
pítulo se explicará sucintamente p o r q u é y c ó m o hacerlo. El tra- • Respuesta 2: El m u n d o es determinista, pero predecir ciertas
cosas, aun tan sencillas como lo que resultará de tirar un dado,
324
325
es en la práctica muy engorroso, y exige conocer con gran pre- principio de incertidumbre de Heisenberg, según el cual nuestro
cisión un n ú m e r o tan grande de variables y parámetros que es conocimiento de la materia no puede detallar el estado o el com-
preferible suponer que el fenómeno es aleatorio. portamiento de las partículas que la constituyen, sino apenas el
• Respuesta 3: El m u n d o es determinista, pero muchos de sus estado o comportamiento medio de grandes agregados de ellas.
fenómenos (como el clima y el tiro de dados) son tan sensibles Una conclusión fatal se desprende de t o d o esto: sea porque
a pequeñas variaciones en las condiciones iniciales que resulta el universo y sus partes tengan naturaleza intrínsecamente in-
indispensable tratarlos como aleatorios. cierta, o p o r q u e resulte impráctico reunir t o d a la información
• Respuesta 4: El universo y cualquier fenómeno en él, sea cual necesaria para un tratamiento determinista, debemos aceptar la
sea su escala, son procesos en los que inevitablemente inter- incertidumbre como un hecho insuperable y tomarla en cuenta
viene el azar, c o m o lo evidencian, por ejemplo, los fenómenos expresamente en nuestros planteamientos y decisiones. A mayor
que estudia la mecánica cuántica, la evolución de las especies abundamiento, fuera del ámbito controlado de los experimentos
y la historia del universo m i s m o ; por tanto, el planteamiento de laboratorio que la ciencia usa c o m o m é t o d o de indagación,
determinista de cualquier fenómeno, si acaso resulta posible, es imposible evitar la aparición de cambios inesperados en el
no es más que una aproximación imperfecta a la verdadera e n t o r n o natural o social de cualquier situación práctica, y esto
naturaleza de las cosas. es suficiente para frustrar la posibilidad de predecir con certeza.
Por eso sólo la ciencia, cuyo enfoque reduccionista hace legítimo
Las cuatro respuestas anteriores, y cualesquiera otras que estudiar porciones de la realidad convenientemente aisladas de
puedan darse a la pregunta sobre lo cierto o incierto del m u n - perturbaciones externas, puede optar con libertad o indiferencia
do, finalmente se reducen a dos posiciones o escuelas de pen- por el d e t e r m i n i s m o o el indeterminismo, c o m o lo h a n hecho
samiento opuestas: el d e t e r m i n i s m o y el indeterminismo. El indistinta y libremente los integrantes de la c o m u n i d a d científi-
determinismo considera que, a u n q u e t o m e m u c h o tiempo, en ca. Cualquier otra actividad, y en particular la ingeniería, aborda
principio es posible reunir suficiente conocimiento o informa- problemas que están sujetos no sólo a lo aleatorio de los fenóme-
ción sobre cualquier fenómeno para que toda proposición acer- nos del m u n d o físico, sino también a la e n o r m e incertidumbre
ca de él pueda ser clasificada c o m o verdadera o como falsa; en de sus componentes sociales, derivada del libre albedrío de los
otras palabras, el d e t e r m i n i s m o asume que es viable eliminar seres h u m a n o s , cuyas decisiones futuras es imposible prever
toda duda sobre la veracidad de cualquier aseveración. Por su con certeza.
parte, el indeterminismo sostiene que en cada proposición hay Al observar la historia de la ciencia después de Einstein, un
un grado último de incertidumbre que es imposible reducir o ingeniero no puede evitar la siguiente conjetura: quizá para los
eliminar; esto es, que existe una barrera infranqueable al cono- científicos que optan por el determinismo éste tenga un atractivo
cimiento, impuesta por la naturaleza intrínsecamente indeter- casi místico, derivado de que permite mantener vivo y en m a n o s
m i n a d a de las cosas, lo que impide conocerlas con absoluta de la ciencia el reto formidable de vencer la barrera q u e separa
certeza; una m a n e r a de expresar esta convicción científica es el a l a h u m a n i d a d del conocimiento cierto; tal fue precisamente el

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desafío que Einstein aceptó hasta el fin de sus días, desde que elusivo, sin i m p o r t a r que las cosas sean o no inciertas en sí mis-
pronunció su famosa sentencia de fe determinista: "Dios no juega mas. Lo que en general llamamos hechos, incluyendo los hechos
a los dados". El reto, sin embargo, resultó insuperable aun para científicos, no son la realidad, pues no constituyen entidades
la m e n t e de ese h o m b r e sin par. La c o m u n i d a d científica sabe concretas externas a la mente, sino modelos abstractos (modelos
muy bien que, finalmente, optar por el indeterminismo implica mentales) de la realidad. Esto es así porque percibimos la reali-
dejar que el asunto salga del territorio de la ciencia y pase al de dad a través de nuestros sentidos, que no son absolutamente
la filosofía, con lo que cambia la naturaleza misma del problema. fieles ni infinitamente sensibles y suelen ser interferidos o con-
En el dominio de la ciencia la pregunta pertinente es qué queda dicionados por nuestra imaginación y otros fenómenos psicoló-
por descubrirpara alcanzar el conocimiento absolutamente cierto; gicos. Más aún, los hechos que extraemos de la observación y la
en la filosofía es más bien si lo alcanzaremos o no y por qué. experimentación resultan de sutiles interpolaciones, extrapola-
Actividades c o m o la ingeniería y la medicina no pueden ciones, inferencias o hipótesis (por ejemplo, el supuesto de que
sino afiliarse al indeterminismo, pues están sujetas tanto a lo los instrumentos con que observamos o m e d i m o s se c o m p o r t a n
aleatorio del m u n d o físico como a la e n o r m e incertidumbre de- con cierta regularidad). No son, pues, idénticos los hechos y la
rivada del libre albedrío de los seres h u m a n o s , del q u e d e p e n d e realidad.
en gran m e d i d a el c o m p o r t a m i e n t o de los sistemas con los que P o d e m o s concluir que, si la realidad es incierta, los hechos
aquellas profesiones lidian. Resulta imposible, por ejemplo, pre- son aún más, pues en ellos se s u m a n las incertidumbres de la
ver con certeza cuan diferentes de las de diseño serán las condi- naturaleza y de la observación; es decir, la incertidumbre ob-
ciones objetivas, sobre t o d o sociales, que priven d u r a n t e la vida jetiva y la del sujeto que observa. Pero si los hechos no son la
útil de las obras y artefactos que el ingeniero diseña; incluso realidad, ¿para qué nos sirven? ¿Qué p o d e m o s hacer con ellos?
cuando éste usa formulaciones deterministas, en realidad se pre- Distintos filósofos han concebido al respecto tres posiciones
gunta c ó m o irán a proceder en el futuro los usuarios de sus diferentes, generalmente antagónicas aunque a veces tienen
creaciones, y él m i s m o se responde apenas mediante u n a hipó- traslapos: u n a es el empirismo, que no reconoce c o m o fuente de
tesis apoyada en su juicio profesional. Igualmente incierto es el conocimiento ni la razón ni ideas innatas, sino sólo la experien-
estado futuro de la salud de un paciente según su voluntad de cia concreta, mientras a la vez sostiene que los hechos no son la
seguir o no ciertas prescripciones médicas. realidad, sino sensaciones que ésta produce en el cerebro de quien
la observa y, por tanto, son fenómenos subjetivos imposibles de
extrapolación a otros sujetos y más aún de generalización a to-
3 . L A I N C E R T I D U M B R E SUBJETIVA dos los sujetos; la antípoda del empirismo extremo es el raciona-
lismo puro, según el cual la razón es innata o apriori y, por tan-
Existe otro tipo de incertidumbre, además del derivado de la to, no sólo independiente de la experiencia, sino dato p r i m a r i o
naturaleza del m u n d o . En efecto, si lo consideramos cuidadosa- y absoluto del conocimiento, por lo que los hechos son nociones
mente, todo lo que creemos saber o conocer tiene cierto carácter válidas de la realidad, abstractas, es cierto, pero p o r esto m i s m o

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de carácter universal, en el sentido de los universales de Platón; Tal posición filosófica es la de la ciencia m o d e r n a , y resulta equi-
finalmente está el realismo, que sostiene la existencia de una valente al realismo, siempre que la realidad aludida no sea la de
realidad externa e independiente de la m e n t e h u m a n a pero que todo lo inteligible, sino solamente la del m u n d o material.
ésta puede conocer al m e n o s en parte o aproximadamente m e -
diante la experiencia. Nótese que entre cada par de esas posi-
ciones hay (o puede haber) cierto p u n t o de coincidencia, y que 4. VENTAJAS DE LA I N C E R T I D U M B R E
las tres consideran a la experiencia y a la razón elementos nece-
sarios para el conocimiento. Es evidente que la incertidumbre tiene desventajas: de inmediato
Empero, si el empirismo o el racionalismo se llevan a sus percibimos que contribuye a nuestra infelicidad porque lo incierto
extremos resultan irreconciliables y entonces cualquiera de di- del conocimiento hace más problemática la toma de decisiones, y
chas dos posiciones conduce a un callejón sin salida, pues un a veces la vuelve psicológicamente dolorosa; por tanto, hace más
conjunto de hechos particulares no generalizables es tan inútil complejo resolver cualquier problema. Además, y sobre todo,
para fines prácticos c o m o una colección de conceptos universa- cuando los errores de predicción pueden acarrear consecuencias
les abstractos extraídos de la razón pura. Por tanto, casi t o d o ser muy graves, la incertidumbre nos hace incurrir en grandes riesgos.
h u m a n o suele adoptar, al m e n o s tácitamente, u n a posición dua- Por otra parte, aunque no es obvio, también es verdad que la
lista o intermedia entre el empirismo y el racionalismo: asumi- incertidumbre tiene ventajas. He aquí algunas de ellas:
m o s que si acaso los hechos como los percibimos no constituyen
la realidad (es decir, difieren de ésta en grados indeterminados) /. En un m u n d o incierto toda persona tiene alguna proba-
son aceptables para fines operacionales como representaciones bilidad de éxito, a u n q u e sea p o r azar. Si el m u n d o fuera
aproximadas de ella, y que son generalizables por inducción. d e t e r m i n a d o y todos procediéramos con absoluta certeza,
Esto significa que si en un n ú m e r o suficiente de observaciones los menos inteligentes pasarían a no tener posibilidad algu-
o experimentos se reproduce el m i s m o hecho, éste constituye na de éxito; tal fatalidad bastaría para que la vida resultara
una expresión general de la realidad, sólo susceptible de des-
intolerable para esos individuos a la vez que volvería terrible
mentirse si una observación posterior la contradice. Esta inge-
la convivencia social.
niosa solución tiene dos implicaciones, seamos o no conscientes
2. La esperanza no existiría en un m u n d o determinista, pues la
de ellas: a) que el conocimiento al que arribamos siempre tiene,
t e n e m o s gracias a q u e no sabemos con certeza lo q u e el futuro
aparte de la indeterminación q u e en su caso atribuyamos a la
nos depara. Tampoco habría desafíos si pudiéramos predecir
naturaleza, un grado de incertidumbre derivado ya no del obje-
el futuro. Sería tanto como vivir nuestras vidas sabiendo de
to de interés, sino del sujeto q u e se interesa en él, y b) q u e si bien
m e m o r i a en qué preciso instante va a ocurrir cada u n o de los
los hechos con que trabajamos son entidades abstractas y parti-
acontecimientos que nos interesan; por supuesto, la espera de
culares, resultan generalizables al m e n o s provisionalmente; es
los m o m e n t o s más ingratos nos volvería dementes.
decir, mientras no aparezcan otros hechos que los contradigan.
3. Si no hubiera incertidumbre acerca de las consecuencias de

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nuestro comportamiento, no habría libre albedrío, pues el diseñar de m o d o que su seguridad sea tan alta c o m o se desee; es
futuro estaría absolutamente determinado por el pasado y, en decir, su probabilidad de falla t a n baja c u a n t o se quiera, a u n q u e
consecuencia, no habría nada que decidir; es precisamente la a costo creciente. En efecto, si se plantean de m o d o explícito di-
incertidumbre la que nos obliga a sopesar con cuidado las versos niveles de seguridad y sus correspondientes costos, será
probables consecuencias futuras de nuestras decisiones; por- posible q u e el ingeniero, su cliente y la sociedad adopten conjun-
q u e hay incertidumbre es que tenemos derecho a escoger tamente aquel que resulte satisfactorio para todos; la opinión
libremente lo que hacemos, y por lo m i s m o tenemos obligación que m e n o s pese en tal decisión ha de ser la del ingeniero, pero
de asumir sus consecuencias: en un m u n d o cierto la ética es él quien debe plantear el problema en t é r m i n o s inteligibles
carecería de sentido. por todos; el cliente sería el siguiente actor con más peso, y es
quien n o r m a l m e n t e propone una decisión, a u n q u e ésta final-
Así es c o m o el i n d e t e r m i n i s m o nos plantea una paradoja m e n t e ha de ser compatible con el sentir general para ser san-
cada vez que vamos a tomar u n a decisión: deseamos fervien- cionada por la sociedad.
temente la certeza y n o s esforzamos p o r reducir la incertidumbre, El p r i m e r paso para poder lidiar con la incertidumbre es,
pero nadie querría conscientemente eliminarla del todo, pues pues, reconocer abiertamente que existe: aceptar que nuestro
un m u n d o determinista sería horripilante. conocimiento de la realidad es imperfecto y que para contender
con ello no importa que las imperfecciones provengan de la
incertidumbre propia de la naturaleza, de la imposibilidad cir-
cunstancial de reunir toda la información necesaria para elimi-
5. M A N E J O DE LA I N C E R T I D U M B R E
narla, de la falibilidad y limitaciones de nuestros sentidos e ins-
EN INGENIERÍA
t r u m e n t o s , o de t o d o ello junto.
Las obras y artefactos que la ingeniería concibe y realiza son di- Para enfrentar racionalmente lo incierto siempre es útil for-
señados para funcionar bajo condiciones y eventos q u e son in- mular los problemas de ingeniería en términos expresamente
ciertos principalmente p o r q u e ocurrirán en el futuro. Por tanto, probabilistas, pero en dos casos esto es indispensable: c u a n d o
no se puede afirmar que tales obras y artefactos son absoluta- intervienen variables con muy grande incertidumbre (pues en-
m e n t e seguros, y esto, c o m o es natural, inquieta a los usuarios. tonces es m á s incierta la probabilidad de falla) y c u a n d o la falla
Supongo que a estas alturas el lector habrá sacado de lo dicho es capaz de producir pérdidas muy graves o cuantiosas aunque
en el presente capítulo el siguiente corolario: la seguridad absolu- la probabilidad de falla sea pequeña o m o d e r a d a . Una mejor
ta de cualquier cosa, sea obra de la ingeniería o de otra actividad, m a n e r a de decir lo m i s m o es que ameritan tratamiento probabi-
es simplemente imposible. Si el corolario no se acepta, no hay lista las cuestiones que implican mayor riesgo según este térmi-
nada que hacer, excepto repetir de m o d o más convincente lo no se define en ingeniería; esto es, c o m o el producto de la proba-
hasta aquí dicho; en cambio, si se reconoce que lo absolutamente bilidad de falla por la cuantía de las consecuencias de la falla.
seguro es inasequible, cualquier p r o d u c t o ingenieril se p o d r á Dos ejemplos: a) tanto los sismos c o m o el peso propio de las

332 333
II
edificaciones pueden producir una falla, pero c o m o las cargas términos generales el método más riesgoso es el señalado en se-
sísmicas son más inciertas, es más frecuente la formulación pro- gundo lugar, pues si bien por un lado da la impresión de permitir
babilista del diseño sísmico y no del diseño bajo peso propio; una evaluación formal del problema, por otro no ofrece garantía
b) las condiciones de operación a que estarán sujetos artefactos alguna de racionalidad, esto es, de ausencia de contradicciones, lo
de tipo m u y variado, desde electrodomésticos hasta aviones, que hace del resultado final algo no sólo incierto sino de dudoso
son casi todas m u y inciertas, pero las consecuencias de las fa- significado; métodos de este tipo pueden servir en algunos casos
llas son m u y superiores en aviones; por tanto, la formulación para hacer una primera selección de las cuestiones y variables
probabilista del diseño de éstos es m u c h í s i m o más usual que el que luego deben someterse al m é t o d o formal y cuantitativo del
de electrodomésticos y también más frecuente que en edifica- cálculo de probabilidades, pero en muchos casos su uso no pare-
ciones sujetas a riesgo sísmico. ce tener otro propósito que eludir este último m o d o de proceder.
Grosso modo, prevalecen tres maneras de resolver un pro- El m é t o d o probabilista formal ofrece la ventaja de garantizar
blema de ingeniería, u n a vez aceptado que al m e n o s algunas de que, salvo error, no habrá contradicción o arbitrariedad en el
las variables que en él intervienen deben asumirse expresamente procesamiento de las medidas cuantitativas de la incertidumbre.
c o m o inciertas: El objetivo de la teoría de probabilidades es precisamente dar
las reglas aritméticas para pasar de los valores de la probabilidad
1. El uso formal de la teoría de probabilidades; esto es, de los de eventos simples (que por ello son valores m á s fácilmente ase-
m é t o d o s matemáticos q u e permiten calcular la probabilidad quibles) a la probabilidad de eventos m á s complejos, que depen-
de que ocurra cierto evento a partir de las probabilidades co- d e n de los primeros y cuya probabilidad es más arriesgado
nocidas de otros eventos asociados al primero. estimar directamente. N i n g u n o de los otros dos m é t o d o s propor-
2. La aplicación de m é t o d o s que aceptan la incertidumbre y la ciona un enfoque más confiable para determinar la probabilidad
necesidad de hacerla explícita pero no la expresan de m a n e r a de eventos complejos.
cuantitativa, sino con términos cualitativos como alta, media, Si el ingeniero tiene experiencia personal en el tipo de pro-
baja, ni la procesan mediante la teoría de probabilidades, sino blema de que se trata, el m é t o d o basado en el p u r o juicio profe-
con procedimientos más o menos intuitivos y arbitrarios. sional es el segundo mejor, sobre t o d o si ese juicio profesional
3. La aplicación del juicio profesional a secas. se ha formado de la m a n e r a referida en el capítulo iv. La aplica-
ción del juicio profesional al manejo de la incertidumbre en
Cada u n o de dichos enfoques tiene sus adeptos y cualesquiera ingeniería tiene las siguientes dos vertientes:
de los tres puede conducir indistintamente a decisiones sensatas
1 min y C. A. Cornell, Probability, Statistks, and Decisión for Civil Engineers, McGraw-
o a graves errores, dependiendo de quién lo usa. No obstante, en Hill Book Co., Nueva York, 1970,684 pp.; del enfoque 2: N. G. Smith (cd.), Appraisal,
Risk, and Uncertainty, ( xinstruction Management Series, Thomas Telford Ltd., Londres,
2003, 132 pp., y del enfoque 3: A. Casagrande, "Role of calculated risk' in earthwork
' Exposiciones extensas de cada uno de los tres enfoques indicados y ejemplos de and foundation engineering", Proceedings, American Socicty of Civil Engineers, vol. 91,
su aplicación pueden hallarse en las siguientes referencias. Del enfoque 1; J. R. Benja- SM 4, julio de 1965, pp. 1-40.

334 335
J. Para problemas ordinarios (aquellos sobre los q u e hay amplia tenemos sobre la ocurrencia de cada evento; a esa medida del
experiencia en la profesión), el ingeniero usa los factores de grado de incertidumbre se le llama probabilidad. Por ejemplo, si
seguridad, los criterios de diseño y otros procedimientos q u e el experimento consiste en tirar un dado, los eventos posibles
se han ido decantando de m o d o natural en la práctica local o son los n ú m e r o s del 1 al 6 y el c a m p o del e x p e r i m e n t o es el con-
internacional hasta alcanzar consenso casi general. La justi- junto de dichos números.
ficación de este proceder reside en el hecho de que tales fac- La probabilidad de un evento es un n ú m e r o que p u e d e variar
tores, criterios y procedimientos son los que han demostrado de cero a u n o y que representa una de dos cosas: a) la frecuencia
empíricamente ser satisfactorios ante las incertidumbres relativa con que el evento ocurre si acaso tenemos antecedentes
típicas de la mayoría de los casos que el ingeniero encuentra de él en los que hayamos hecho observaciones reiteradas y éstas
día a día y, p o r tanto, expresan el juicio no de u n o , sino de hayan revelado cierta regularidad, o bien b) nuestro grado de
casi todos los m i e m b r o s de la respectiva profesión. convicción subjetiva de q u e el evento efectivamente ocurrirá. Si
2. Para casos no c o m u n e s (los q u e están fuera de la tipología o nuestra convicción es plena o el evento ocurre siempre que se
de los límites en que han sido suficientemente probados los da el experimento, la probabilidad q u e le corresponde es u n o y
referidos factores, criterios y procedimientos), el ingeniero decimos que se trata de un evento cierto; si nuestra convicción
debe poner en juego llanamente su propio juicio profesional, es nula; es decir, estamos seguros de que el evento no ocurrirá,
asegurándose de q u e éste corresponde a las características y o bien nunca ha o c u r r i d o en repetidos experimentos, la proba-
2
circunstancias del problema en cuestión. bilidad que d e b e m o s asignarle es cero y se dice que el evento es
imposible. Cualquier probabilidad mayor que 0.5 significa que
confiamos más en la ocurrencia que en la no ocurrencia del
6. U S O DE LA TEORÍA DE PROBABILIDADES evento, y viceversa. Asignar probabilidad de 0.5 a un evento
discreto equivale a decir que tenemos acerca de él la máxima
Usar la teoría de probabilidades implica ver los acontecimientos incertidumbre, p u e s consideramos igualmente probable q u e
inciertos q u e interesan c o m o si fueran experimentos cuyos resul- ocurra o que no; por el contrario, manifestamos mayor certeza
tados posibles p o d e m o s imaginar pero no sabemos con certeza cuanto más cercana a los valores extremos cero o u n o es la pro-
cuál de ellos efectivamente se materializará. A cada u n o de los babilidad, y absoluta certeza si la probabilidad asignada es preci-
posibles resultados se le llama evento; al conjunto de todos ellos, samente cero o uno.
espacio o campo del experimento. Definido el c a m p o del ex- Si lo que enfrentamos no es un evento discreto (que simple-
p e r i m e n t o y los eventos que lo constituyen, el siguiente paso es m e n t e ocurre o no, c o m o la aparición de cierto n ú m e r o en una
asignar u n a medida cuantitativa al grado de incertidumbre que tirada de d a d o s o c o m o el evento lluvia-no lluvia), sino u n a va-
riable continua (que puede adquirir cualquier valor en cierto
* La manera como un buen ingeniero pone en juego en estos casos su juicio pro-
fesional ha sido descrita con gran maestría por Arthur Casagrande en la tercera refe intervalo, c o m o la precipitación pluvial en un día en cierto sitio,
rencia citada en la nota anterior. o c o m o la temperatura máxima anual en una fecha y localidad),

336 337
debe, primero, identificar los eventos y variables más básicos
que intervienen en el fenómeno que estudia. Luego, tiene que
asignar a los eventos u n a probabilidad y a las variables una dis-
tribución de probabilidad. Hecho eso, no tiene m á s que aplicar
las reglas aritméticas que la propia teoría de probabilidades
aporta para calcular, a partir de las probabilidades de los eventos
básicos, la de cualquier otro evento o variable que dependa de
aquéllos.
Al asignar probabilidades a eventos y variables básicos de-
b e m o s estar conscientes de que suele haber sesgos personales
que inducen a subestimar o bien a exagerar la incertidumbre. El
sesgo más frecuente es el del primer tipo, que si es m u y fuerte
casi equivale a negar la incertidumbre. Este tipo de sesgo con-
siste en estar más seguro de lo debido acerca de la ocurrencia o
entonces la i n c e r t i d u m b r e ya no p u e d e caracterizarse m e d i a n t e
no ocurrencia de un evento y, consecuentemente, asignar a éste
un solo n ú m e r o o u n a sola probabilidad, sino con una serie de
u n a probabilidad m u y cercana a cualquiera de los extremos
n n ú m e r o s llamada distribución de probabilidad de la variable.
cero o u n o , o bien en asignar a variables continuas una distribu-
Para especificar la distribución de probabilidad subdividimos el
ción de probabilidad m u y concentrada cerca del valor m e d i o
intervalo completo de valores posibles de dicha variable en n
(es decir, distribuciones m u y estrechas o con poca dispersión).
subintervalos (iguales o no) y d e t e r m i n a m o s la probabilidad de
El sesgo de este tipo es comprensible en vista de lo que Locke
q u e la variable caiga dentro de cada u n o de tales subintervalos.
llamó la necesidad de certeza del ser h u m a n o ; se dice que casi
La serie de n n ú m e r o s resultante es la distribución de probabili-
equivale a negar la incertidumbre p o r q u e denota u n a confianza
dad (figura X I V . I ) . Cuanto mayor sea n, con más precisión esta-
exagerada en que lo que se sabe es cierto; a veces esta excesiva
remos describiendo la distribución de probabilidad de la varia-
confianza proviene de sobrevalorar la capacidad de predicción
ble. Así pues, una variable aleatoria continua equivale a u n a
de una teoría determinista. Por su parte, el segundo tipo de ses-
serie de n eventos aleatorios discretos; la suma de las probabili-
go, consistente en exagerar la incertidumbre, suele darse más
dades de tal serie es, p o r supuesto, siempre igual a 1, pues repre-
entre quienes acaban de cobrar conciencia de que ésta existe,
senta la probabilidad de que la variable tenga cualquier valor
por lo que buscan indicios de ella con demasiado afán, y cuando
d e n t r o del c a m p o del experimento; es decir, cualquier valor po-
los hallan les dan m á s peso que a los indicios contrarios. En con-
sible, y esto es absolutamente seguro; p o r tanto, la probabilidad
secuencia, tienden a suponer, para eventos discretos, incerti-
es la de un evento cierto.
d u m b r e s cercanas a la máxima; esto es, probabilidades próximas
Para p o d e r aplicar la teoría de probabilidades el ingeniero a 0.5, o bien, para variables continuas, distribuciones de probabi-

338
339
lidad muy planas (uniformes) a lo largo de todo el intervalo de habilidades nos dice que dicha probabilidad está dada por la
valores posibles. fórmula P ( A u B ) = P(A) + P(B) - P(A) P(B). Esta ecuación se
Decíamos que el cálculo de probabilidades p e r m i t e estimar puede interpretar intuitivamente c o m o sigue: si A y B fueran
cuan probable es un evento complejo mediante sencillas ope- eventos m u t u a m e n t e excluyentes; es decir, no pudieran ocurrir
raciones aritméticas con las probabilidades de los eventos más sino u n o u otro, P ( A u B ) sería obviamente igual a la suma P(A)
simples que d e t e r m i n a n la ocurrencia del primero. Por ejemplo, + P(B); pero A y B no son m u t u a m e n t e excluyentes, sino que
si se tiene confianza en q u e cierto puente de ferrocarril es capaz p u e d e n traslaparse; esto es, ocurrir a la vez una avenida y una
de soportar satisfactoriamente las solicitaciones para las que ex- carga superiores a las de diseño; por tanto, la probabilidad de
presamente fue diseñado (digamos, cierta m a g n i t u d de aveni- que sucedan A o B no es simplemente la suma de las probabi-
da en el río y cierta carga del ferrocarril) pero se cree que tales lidades P(A) y P(B), sino q u e a dicha suma debe restarse u n a
solicitaciones p u e d e n excederse, interesará calcular cuál es la cantidad que represente la probabilidad de traslapo de ambos
probabilidad de que el puente falle. Es obvio q u e para tal falla eventos a fin de que tal probabilidad de ocurrencia de la unión
sería necesario que ocurriera al menos u n o de los siguientes de A y B no se duplique; el t é r m i n o sustractivo de la fórmula es
eventos: precisamente tal cantidad, igual al producto de las probabilida-
des de A y de B en vista de que a m b o s eventos son independien-
• Evento A: Avenida en el río mayor que la de diseño. tes (es decir, no tienen entre sí relación causal alguna). Si, por
ejemplo, P(A) = P(B) = 0.001, entonces la probabilidad de que
• Evento B: Carga del ferrocarril mayor q u e la de diseño.
el puente falle es P ( A u B ) = 0.001 + 0.001 - 0.001 x 0.001 =
0.001999 = 0.002, lo que nos deja una lección práctica muy útil:
Las probabilidades de los eventos A y B d e p e n d e n , respec-
c u a n d o P(A) y P(B) son pequeñas el término sustractivo de la
tivamente, de la distribución de probabilidad de las variables
fórmula es muchísimo más p e q u e ñ o que ambas y puede despre-
aleatorias avenida en el río y carga del ferrocarril, q u e se p u e d e n
ciarse. Dada esta regla, no necesitamos saber más que la defini-
estimar, en el primer caso, mediante los registros de avenidas
ción de probabilidad dada en párrafos previos y la fórmula de
del pasado de las que se disponga, y en el segundo similarmente
sentido c o m ú n P ( A u B ) = P(A) + P(B) para resolver problemas
de los registros de carga de los trenes que se prevé pasarán por
c o m o el anterior.
el puente. Conocidas tales distribuciones de probabilidad, inme-
diatamente p o d e m o s d e t e r m i n a r cuál es la probabilidad de los Al acto de identificar, c o m o en el ejemplo anterior, los even-
eventos A y B arriba indicados; es decir, la de que cada una de tos básicos de los que d e p e n d e un acontecimiento aleatorio más
esas variables exceda el correspondiente valor de diseño, a la complejo, se le llama decomposición. Si los eventos básicos resul-
q u e llamaremos respectivamente probabilidad de A, P(A), y tantes son tales que p o d e m o s definir sus respectivas probabili-
probabilidad de B, P(B). La eventualidad de que el puente falle dades con base en la información disponible, o bien nuestro
está d a d a p o r la probabilidad de que o c u r r a u n o cualquiera de juicio profesional es capaz de asignar dichas probabilidades, la
los eventos A o B, que d e n o t a m o s P ( A u B ) , y la teoría de pro- decomposición habrá sido exitosa, y entonces p o d r e m o s calcular

340 341
la probabilidad del evento que finalmente interesa (en el ejem- para plantear y resolver racionalmente problemas, la teoría de
plo, la probabilidad de falla del puente). la probabilidad también es muy útil para facilitar la comunica-
Ahora bien, cabe señalar que las probabilidades de los even- ción entre el profesional de la ingeniería y sus interlocutores
tos básicos en realidad no se calculan, sino se asignan, sea que legos en la materia (clientes, autoridades, representantes so-
para ello t o m e m o s c o m o guía cierta información sobre lo obser- ciales, etc.) y, p o r tanto, propicia la necesaria colaboración de
vado en el pasado (como en el ejemplo previo), o que por cual- u n o y otros. Supongamos que hay indicios de que un edificio
quier otra causa tengamos una convicción subjetiva de que la en operación tiene deficiencias o daños estructurales que pue-
posibilidad de ocurrencia de los eventos es tal o cual. A u n q u e den p o n e r en riesgo su integridad y la vida de los ocupantes.
hay procedimientos racionales para hacer tal asignación, el tino El ingeniero a quien el d u e ñ o encomienda el asunto procede a
de ella finalmente d e p e n d e sobre t o d o del juicio profesional de diagnosticar el problema y a diseñar posibles soluciones, y lle-
quien la hace. Esto implica que las probabilidades de los eventos ga finalmente a dos opciones que debe someter al cliente para
o variables básicas con que se trabaja en actividades prácticas su decisión. La primera (solución A) tiene costo de inversión
c o m o la ingeniería siempre tienen cierto carácter subjetivo. Po- alto, no requiere suspender la operación del edificio y el inge-
dría preguntarse entonces ¿por q u é aplicar el juicio profesional niero tiene gran confianza en que es viable y sería exitosa; la
a la asignación subjetiva de probabilidad a los eventos básicos y segunda (solución B) tiene costo de inversión m u c h o menor, y
no en forma más directa al evento que finalmente nos atañe? La el ingeniero estima que la posibilidad de llevarla a cabo podría
respuesta es m u y obvia: la confiabilidad del juicio profesional, ensayarse pero no está asegurada, además de q u e exigiría sus-
según vimos en el capítulo iv, d e p e n d e de la experiencia e infor- p e n d e r la o c u p a c i ó n del edificio d u r a n t e su ejecución; también
mación del ingeniero acerca de p o r qué y c ó m o ocurre el fenó- considera que esta segunda opción puede probarse tentativa-
m e n o de que se trata y cuan aproximada o b u r d a m e n t e suelen mente y, si no resulta exitosa, se p o d r á volver a la solución A.
predecirlo las teorías o reglas empíricas aplicables. Es claro q u e Planteado el problema en estos términos, conceptualmente muy
en general se tendrá información y experiencia mayores y más claros pero vagos en lo cuantitativo, quizá el ingeniero podría
confiables sobre fenómenos sencillos que sobre otros más com- decidir, mediante su juicio profesional, cuál de las dos opciones
plejos. Por esta razón, el tino de la decomposición se mide por el es preferible, pero sería muy difícil que en tales condiciones el
grado de comodidad que el ingeniero siente al asignar probabili- cliente participara efectivamente en la decisión como sería de-
dades a los eventos básicos, y esa comodidad siempre es mayor seable. En cambio, esta participación sería viable si el ingeniero
q u e si tuviera que asignar de m o d o directo una probabilidad al hiciera un esfuerzo, muy a su alcance, para precisar el plantea-
evento complejo. Finalmente, esto ilustra con toda nitidez la di- m i e n t o anterior asignándole las medidas cuantitativas necesa-
ferencia que hay entre enfrentar la incertidumbre apoyándose rias. Supongamos que lo hace y resulta lo siguiente:
en la teoría de la probabilidad o encararla mediante el juicio
profesional a secas.
• Solución A
En un contexto de incertidumbre, además de su potencial Costo de ejecución = C

342 343
Costo económico de suspender la ocupación del edi- entonces sobre el grado de incertidumbre de los costos relativos
ficio = 0 de cada opción, pues se percata de que bastaría con que los eos-
Probabilidad de b u e n éxito = 1 tos de A bajaran 2% o los de B subieran aproximadamente en la
• Solución B misma proporción para que esta última solución ya no fuera
Costo de ejecución = 0.33 C la más barata, etc. Más aún, se le podría ocurrir que en el costo de
Costo económico de suspender la ocupación del edi- B no está incluido algo que para él es muy importante: el costo
ficio = 0.25 C subjetivo derivado de la pérdida de imagen, de prestigio o sim-
Probabilidad de buen éxito = 0.6 (por tanto, probabi- plemente de tranquilidad personal a causa de poner su inmueble
lidad de tener q u e a c u d i r a la solución A = 0.4). fuera de servicio mientras se intenta la solución B. Si esa fuera
su inquietud, el ingeniero podría proponer tomarla en cuenta y
Podría entonces compararse el costo esperado de ambas so- sugeriría que el propio cliente valorara ese costo comparándolo,
luciones y escoger la m e n o s onerosa. Así, ambas partes queda- por ejemplo, con cualesquiera de los otros incluidos en el plan-
rían más satisfechas: el cliente comprendería más cabalmente teamiento, o bien que le asignara directamente un precio a su
por q u é se adopta esa solución y no tendría q u e confiar a ciegas pérdida de imagen, prestigio o tranquilidad personales. Es evi-
en lo que el ingeniero sugiera; por su parte, el ingeniero tendría dente q u e si tal precio fuese mayor q u e 0.02 C y t o d o lo d e m á s
un argumento más convincente que el simple recurso de su jui- permaneciera igual, A pasaría a ser la solución preferible. Estas
cio profesional para justificar la solución. En efecto, de los datos y otras posibilidades de evaluación conjunta del problema entre
anteriores se desprende que: el ingeniero y su cliente se abren por el sólo h e c h o de hacer el
planteamiento en términos probabilistas formales y cuantitati-
• Costo de A = C vos, y no existirían si todo se limita a manejar la incertidumbre
con el p u r o juicio profesional.
• Costo de B = {[costo de ejecución] + (costo económico de
suspender la operación] + [probabilidad de tener que Nótese que para abordar los dos ejemplos cuantitativos
acudir a la solución A] x [costo de la solución A]} =0.33 C anteriores fue suficiente conocer tres sencillos axiomas, los d o s
+ 0.25 C + 0.4 C primeros de ellos ya explicados: a) que la probabilidad es un
= 0.98 C. número entre cero y uno; b) que la probabilidad de un evento cier-
to es u n o , y c) que la probabilidad de q u e o c u r r a u n o cualquiera
Es claro que la opción B tiene m e n o r costo, pero la diferencia de dos eventos m u t u a m e n t e excluyentes es igual a la suma de
con respecto a la A es de sólo 2%. Esto puede despertar en el sus respectivas probabilidades, cosa que es de sentido c o m ú n .
cliente cierta inquietud sobre la confiabilidad del resultado y No cabe entrar aquí con más detalle en la teoría de la proba-
motivarlo a entrar más a fondo en la cuestión, lo que siempre es bilidad, pues los fines de este texto no son operativos sino con-
deseable dado que la función de la ingeniería es resolver no los ceptuales. Valgan los dos ejemplos anteriores, a u n q u e m u y ele-
problemas del ingeniero, sino los de los demás. Puede inquirir mentales, como ilustración del valor de tal teoría c o m o medio

344 345
para clarificar y luego resolver y comunicar los problemas prác- XV. Las fallas en ingeniería
ticos derivados de la incertidumbre. Por lo demás, los m i s m o s
ejemplos d a n un atisbo de lo que Pascal (gran artífice de la for-
mulación de la teoría de la probabilidad) quería decir cuando,
según se expuso en el capítulo v n , abogaba por q u e al resolver
problemas se usara no solamente el juicio o la intuición, sino las
matemáticas, cuyos "principios son pocos, m u y sencillos [...] y
tan claros que es imposible que se nos escapen..." A este respecto
puede afirmarse q u e para resolver la mayor parte de los proble-
mas probabilistas relativos a eventos discretos basta con conocer
los siguientes pocos principios de la teoría de la probabilidad:
a) los tres sencillos axiomas indicados en el párrafo anterior; b)
u n a definición (la de probabilidad condicional), y c) tres teore- i. L o s L Í M I T E S DE LA S E G U R I D A D
mas (el de probabilidad total, el de Bayes y el binomial). Lo in-
dicado en b) y c) puede encontrarse en cualquier libro elemen- Toda actividad práctica se basa en el conocimiento disponible
tal de probabilidades. y éste es siempre incierto por dos causas: a) porque los medios y
No obstante, también debe decirse que, si bien son pocos y m é t o d o s mediante los cuales adquirimos conocimiento no dan
sencillos los que Pascal llamaba "principios básicos" de la teo- seguridad absoluta sobre la validez de éste, y b) porque el m u n d o
ría de probabilidades, la capacidad de aplicarlos atinadamen- en que vivimos es en sí m i s m o incierto. Se trata de dos causas
te no se logra sino después de cierto entrenamiento. Pero aun insuperables, y de hecho excesivas, pues cualquiera de ellas
d a n d o el peso debido a este requisito, la teoría de la probabi- basta por sí misma para impedir que lo que h a c e m o s tenga éxito
lidad es preferible a cualquier otro procedimiento cualitativo asegurado de a n t e m a n o . Si estamos dispuestos a pagar un costo
o heurístico para resolver problemas c u a n d o la incertidumbre creciente, p o d r e m o s ir reduciendo a niveles cada vez más pe-
es insoslayable. Hay libros excelentes en los que se pueden es- queños la probabilidad de falla de lo que diseñamos, pero n u n -
tudiar tanto los principios básicos como las aplicaciones de la ca p o d r e m o s hacerla rigurosamente nula.
3
teoría de probabilidades a la ingeniería. Además, hay m é t o d o s La actitud h u m a n a ante la incertidumbre es n o r m a l m e n t e
aproximados que p e r m i t e n simplificar el tratamiento de algu- de incomodidad o de rechazo, que en ingeniería, en algunas cir-
4
nos de los problemas más engorrosos de dicha teoría. cunstancias, pueden ser intensos. Suele aceptarse que un médico
J
proponga a su paciente, en vez de u n a prescripción categórica,
J. R. Bcnjamin y C. A. Cornell, Probability, Stalistics, and Decisión for Civil En-
gineers, McGraw-Hill, Nueva York, 1970,684 pp.; A. Ang y W. Tang, Probability Con- dos o más opciones de tratamiento con el p r o y el contra respec-
cepts in llngineering Planning and Design, vols. 1 y II,). Wiley, Nueva York, 1984. tivo; a veces el paciente e incluso el propio médico buscan una
' E. Rosenblueth, "Estimaciones bipunluales en probabilidades". Series del Instituto
de Ingeniería, núm. 464, México, 1983, 26 pp. segunda opinión de otro profesional de la medicina con expe-

346 347
riencia y conocimiento distintos. Esto denota a las claras que en de m o d o absoluto en nuestra capacidad de predecir el compor-
ese c a m p o se acepta tanto la imperfección del conocimiento tamiento del m u n d o físico.
c o m o el papel del juicio profesional para lidiar con ella. En En consecuencia, es inevitable que cualquier obra de inge-
cambio, hay quienes creen que la ingeniería ha de resolver sus niería tenga una probabilidad finita de falla, incluso si ningún
problemas con absoluta objetividad y con conocimiento perfec- error se comete al diseñarla, construirla, fabricarla y operarla.
tamente cierto, c o m o si carecer de certeza en esta profesión Para muchos, este hecho es tan inquietante y difícil de compren-
equivaliera a incumplir una obligación. Mostrar por qué esta der que resulta inaceptable; se c o m p r e n d e que así sea en virtud
imagen popular de la ingeniería es ilusoria ha sido u n o de los de que el ser h u m a n o busca la certidumbre a toda costa, según
propósitos de este libro. el postulado de Locke citado en el capítulo ív. Por ejemplo, si
En los capítulos vn y x i v se h a n expuesto con amplitud las alguien se entera de que la probabilidad de m o r i r por d e r r u m b e
causas responsables de la incertidumbre. Por un lado, se explicó de su habitación es de u n o en 10 millones, en vez de asumir esta
que el conocimiento, sea científico o empírico, a d e m á s de estar información tal cual es, preferirá suponer q u e esa pequeña pro-
sujeto a errores aleatorios de observación, siempre proviene de babilidad indica que no hay riesgo alguno, o bien se inquietará
un proceso lógico llamado inducción, incapaz de asegurar que por el peligro que corre, pese a que m o r i r por causas a las de
sus conclusiones son absolutamente veraces; por inducción sólo ordinario estamos expuestos es como mil veces más probable.
se puede inferir q u e u n a relación causa-efecto probablemente La incertidumbre es c o m o una gradación continua de grises
es cierta d a d o que se ha verificado repetidamente en una serie que los h u m a n o s siempre preferimos transformar caso a caso
de casos particulares; la probabilidad de que efectivamente lo en blanco o negro. Por eso es difícil aceptar que algo cuidado-
sea será mayor cuanto más grande sea el n ú m e r o de casos en samente diseñado y construido por profesionales de la ingenie-
que se ha verificado, pero siempre queda abierta la posibilidad ría con m u c h o s a ñ o s de capacitación y experiencia pueda fallar;
de que, si se sigue repitiendo el experimento, alguna vez la rela- en vez de aceptarlo se supone que, si falla, no es porque la se-
ción no se cumpla. Por otra parte, se explicó también que hay guridad absoluta sea imposible, sino por error de quien lo di-
fenómenos inherentemente aleatorios; algunos de ellos se deben señó o construyó. Quienes así piensan suelen exigir diseños
al carácter probabilista de la materia, cuyo c o m p o r t a m i e n t o a la absolutamente seguros y no aceptan que esto es imposible. Des-
escala de sus partículas elementales nunca puede conocerse con de siempre los ingenieros se han enfrentado a este problema y
certeza y, por tanto, las propiedades de una porción macroscópi- han ideado formas diversas tanto de resolverlo c o m o de comu-
ca de ella constituyen sólo una estimación estadística; otros, como nicarlo; su éxito ha sido mixto, pues la incertidumbre es intrín-
los fenómenos meteorológicos, deben su carácter aleatorio a su secamente insuperable y su comunicación topa con la necesidad
complejidad dinámica. Finalmente hay fenómenos que, pese a subconsciente de certeza de los seres h u m a n o s . A pesar de que
ser en principio deterministas, d e p e n d e n de tan n u m e r o s a s va- los afanes del ingeniero durante el diseño tienen por objetivo
riables incontroladas que es m á s sencillo tratarlos c o m o aleato- central evitar que su proyecto falle, esto puede ocurrir. La causa
rios para fines prácticos. Cada una de estas causas impide confiar puede ser la incertidumbre del conocimiento, de la q u e no hay

348 349
un culpable, o, por supuesto, un error h u m a n o . La primera es diseñador y de la sociedad. Es un tipo de c o m p r o m i s o que los
inevitable; la segunda, evitable en principio, pero en la práctica h u m a n o s hacemos a diario no sólo para fines de diseño, sino en
siempre posible. todas nuestras decisiones.
Es obvio que el ingeniero no desea que haya fallas y se es- En efecto, pese a que la actitud de cada individuo ante u n a
fuerza en evitarlas; que un diseño suyo falle le resulta catastrófico, falla puede ser distinta, la sociedad c o m o un t o d o siempre ha
pues él m i s m o es la primera víctima, aun si no ha cometido dado indicios claros de entender que es irracional esperar dise-
error alguno. Para la sociedad las fallas también tienen muy ños absolutamente seguros y, por tanto, eme no se puede achacar
altos costos; pero podría resultarle más costoso que n u n c a ocu- causa culposa a cualquier falla de las que de vez en cuando
rrieran, pues esto sería indicio de que los diseños son tan segu- ocurren en los diseños de la ingeniería. Es un valor entendido
ros que hay en ellos alguna forma de dilapidación. El ingeniero entre el diseñador y la sociedad, muchas veces tácito y otras
siempre tiene más motivos para diseñar sus proyectos con se- m u y explícito, que los diseños no deben ser tan seguros que
guridad excesiva q u e a la inversa, y es la sociedad la que le fija encarezcan los objetos diseñados hasta volverlos inaccesibles, y
límites. El alto costo de un proyecto es la contrapartida de la se- que no todos los tipos de falla deben castigarse, pues los dise-
guridad excesiva; p o r eso el ingeniero está obligado a buscar ñadores serían entonces tan escasos y sus servicios se tornarían
cierto balance entre costo y seguridad: idealmente el diseño de- a tal grado onerosos que encarecerían más de lo razonable los
be inclinarse por la seguridad hasta el p u n t o en que el costo es productos de la ingeniería.
tan alto que deja de justificarse... ¿ajuicio de quién? Por supues- La aversión natural ante lo que causa d a ñ o nos hace inquie-
to, a juicio de la sociedad, algunos de cuyos individuos o todos tarnos por las fallas que de vez en c u a n d o ocurren en las cosas
en conjunto pagan las consecuencias tanto de que la seguridad diseñadas, y no s o r p r e n d e r n o s de que sucedan tan raramente
de un diseño sea excesiva c o m o de que sea insuficiente; pagan que casi no afectan las estadísticas de mortalidad. En las socie-
dicho costo de sus bolsillos o con su integridad o su vida y, por dades urbanas la tasa anual de m u e r t e s atribuibles conjuntamen-
tanto, presionan para que se busque dicho balance. Además del te a fallas de todos los productos manufacturados, incluso plantas
conflicto costo versus seguridad, entre los requerimientos de di- nucleares, aviones, automóviles, edificaciones y demás son e n -
seño siempre hay otras necesidades de compromiso: costo ver- tre 100 y 1000 veces más bajas que la tasa de mortalidad general
sus durabilidad versus sencillez versus velocidad versus confort 1
a cualquier edad. Es un hecho que de todos los productos de la
versus belleza versus facilidad de mantenimiento, etc. No hay ingeniería sólo los automóviles contribuyen en grado significa-
diseño alguno que sea el resultado lógico de tales requerimientos tivo a incrementar la tasa normal de mortalidad; p e r o a u n q u e a
contradictorios, y t o d o c o m p r o m i s o entre éstos a u m e n t a o dis- cierto costo estos vehículos podrían diseñarse para ser más se-
minuye la probabilidad de falla. D a d o que los requerimientos guros, la mortalidad no se reduciría m u c h o , pues la mayoría de
del diseño se contraponen entre sí, una conciliación lógica de los accidentes en ellos no son atribuibles a fallas del artefacto en
ellos es imposible; el diseño es más bien resultado de un com-
1

p r o m i s o teleológico o de la voluntad: la voluntad conjunta del D. I. Blockley, The Nature of Structural Design and Safety, Ellis TIorwood Ltd.,
Chichester, Gran Bretaña, 1980, p. 26.

350 351
sí, sino a errores de los conductores y los peatones; además, el lo siguiente: si la m á x i m a carga que puede llegar a actuar sobre
riesgo de viajar en automóvil es tan bajo en comparación con cierto elemento de un proyecto es de 100 unidades, el ingeniero
el de recorrerla misma distancia a pie o a caballo que el automóvil acostumbra diseñar tal elemento para que pueda soportar no
resulta una tecnología q u e más bien ha contribuido a salvar vi- esa carga sino u n a de 120, o 200, o 450, etc., según sea el grado
das. En grado aún mayor esto m i s m o es cierto de los aviones. de incertidumbre q u e se tenga sobre la verdadera magnitud de
2
De esta elemental información estadística se puede concluir la carga en cuestión. Se dice entonces que se está u s a n d o un
que, sobre bases racionales, es impensable que la sociedad esté factor de seguridad de 1.2, 2.0 o 4.5, respectivamente. El fac-
dispuesta a pagar m u c h o más por incrementar la seguridad de tor de seguridad es, pues, un n ú m e r o mayor que la u n i d a d por
obras y artefactos creados por la ingeniería, dado que hacerlo el que se multiplica la carga m á x i m a ( C ) que, según los
max

no abatiría en grado significativo el riesgo de muerte o daño cálculos, soportará un elemento, a fin de fijar la carga C para dls

que por causas naturales continuamente nos acecha. El que se la que se debe diseñar dicho elemento; es decir FS = C / C o J i s m a i

haya llegado a niveles de seguridad tan altos en los productos de C = F S x C . Si la incertidumbre es pequeña y, por tanto, cree-
dis max

la ingeniería (automóviles, aviones, ferrocarriles, plantas nuclea- m o s que C no puede exceder en más de 20% nuestro cálculo,
í max J-
res, presas, etc.) debe atribuirse a que una falla de cualquiera de
usamos un F S = 1.2; si creemos que C p u e d e ser hasta 450%
m a x
ellos impresiona mucho, tanto por sus consecuencias como por
mayor q u e lo que calculamos, usamos un FS = 4.5, etcétera.
su rareza.
Los factores de seguridad a usar en cada caso son los que la
En conclusión, saber que cualquier obra o artefacto tiene experiencia acumulada por la profesión ha consagrado; pero en
una probabilidad finita de fallar, aun si es diseñado por el mejor casos particulares el juicio profesional del ingeniero p u e d e acon-
equipo de ingenieros, inquieta a las personas en lo individual y sejar un factor mayor (lo contrario t a m b i é n puede ocurrir, pero
suele ser causa de alarma en los medios de comunicación, pero a riesgo del propio ingeniero). En la Antigüedad, los factores de
parece ser socialmente aceptable. Evidentemente tranquiliza a seguridad eran definidos por el juicio profesional de cada inge-
la sociedad el hecho estadístico de que m o r i r c o m o consecuencia niero; luego fueron resultado de cierto grado de consenso infor-
de tales fallas sea m u c h o m e n o s probable que por los riesgos mal entre los ingenieros más experimentados en cada tipo de
naturales de la vida. proyecto, y finalmente han llegado a ser, para proyectos de ti-
pos m u y frecuentes o muy importantes, como las edificaciones
2 . E L FACTOR D E S E G U R I D A D urbanas, los puentes carreteros o ferroviarios, los aviones y las
plantas nucleares, valores especificados en n o r m a s que son obli-
Para lograr que los objetos diseñados tengan un grado de segu- gatorias en cierto territorio.
ridad apropiado a pesar de la incertidumbre inevitable del co- D a d o que la incertidumbre existe no solamente en la mag-
nocimiento, la ingeniería ha inventado diversos artificios; u n o 1
El término carga puede denotar magnitudes de diversa naturaleza: toneladas si
de ellos es el factor de seguridad (FS), que algunos también lla- se trata de carga mecánica, voltios si es intensidad de campo eléctrico, metros cúbicos
m a n realistamente factor de ignorancia. El artificio consiste en por segundo si es flujo volumétrico, vehículos por hora si es flujo vehicular, etcétera.

352 353
nitud de las cargas que p u e d e n actuar sobre un elemento, sino u n a sucesión de conservadurismo, ausencia de fallas, reducción
también en la capacidad de resistencia de éste, el ejercicio del de factores de seguridad, nuevas fallas, etc. Finalmente, confor-
juicio profesional es más fácil si se desglosa el FS en dos factores me se pasó del diseño elástico al basado en la teoría de la plas-
independientes, u n o que indica la incertidumbre de la carga, ticidad, se optó por desglosar el FS en F> y F según se indicó en
K

d e n o m i n a d o factor de carga, F , q u e es mayor que la u n i d a d y


c el párrafo anterior. 3

que multiplica la carga m á x i m a calculada para convertirla M u c h o se ha hecho y p u e d e seguirse haciendo por mejorar
en carga de diseño, y otro que indica la incertidumbre de la re- los criterios de diseño para fines de seguridad, p o r ejemplo m e -
sistencia, d e n o m i n a d o factor de reducción de la resistencia, diante evaluaciones más refinadas del riesgo con base en la teo-
F , q u e es m e n o r q u e la unidad y que multiplica la resisten-
K ría de probabilidades, según se discutió en el capítulo xiv. Sin
cia estimada para convertirla en resistencia de diseño. La relación embargo, tales refinamientos seguirán siendo sólo auxiliares del
entre estos nuevos factores y el antiguo FS es, obviamente, FS = juicio profesional, no sustitutos de él. Además de m é t o d o s de
análisis basados cada vez más en la ciencia, en el curso del siglo
En cualquier caso, los factores de seguridad para cada tipo xx c o m e n z a r o n a incidir en los criterios de seguridad los códi-
de diseño están en perpetuo estado de revisión en función del gos de diseño y construcción, con sus disposiciones obligatorias
grado de seguridad que exhibe el conjunto de proyectos a los orientadas a homogenizar y asegurar ciertos niveles de riesgo
q u e se han aplicado. Así debe ser, pues si la sociedad y el gremio socialmente aceptables mediante la reducción de la iniciativa y
de ingenieros consideran que están o c u r r i e n d o fallas con fre- el juicio individual de los diseñadores. Aunque deseable en prin-
cuencia mayor que la deseada, se justifica que los factores de cipio, esto se vuelve un arma de doble filo si profesionales poco
seguridad respectivos se incrementen, a pesar de q u e esto impli- experimentados siguen al pie de la letra n o r m a s que no siempre
que un mayor costo de los proyectos hasta el límite que la pro- p u e d e n interpretar.
pia sociedad considere aceptable. A la inversa, si en cierto tipo Si bien el factor de seguridad protege de los riesgos derivados
de proyectos jamás ha o c u r r i d o una falla, puede inferirse que de la incertidumbre, no necesariamente un factor más alto sirve
los diseños están siendo demasiado conservadores, y que sería mejor a la sociedad, pues el conservadurismo tiene costos y, de
racional reducir los factores de seguridad, y en consecuencia hecho, empeora el diseño c o m o un todo, a u n q u e incremente la
los costos, hasta cierto p u n t o que no implicara riesgos inacep- seguridad de u n a porción del producto diseñado. Por ejemplo,
tables. Tal proceso continuo de revisión de los factores de se- en el diseño estructural de un puente o de las alas de un avión,
guridad puede producir oscilaciones en la seguridad cuando a factores de seguridad mayores que los validados por la práctica
la vez están cambiando otros aspectos del diseño. Ése fue el caso r e d u n d a n en mayor peso, lo que a su vez reduce la carga útil que
a fines del siglo x i x , c u a n d o ante la rápida evolución de los en ambos casos se puede soportar; p o r eso la optimización del
puentes ferroviarios, la ingeniería estructural estaba a la vez diseño exige un enfoque integral y no parte por parte.
ensayando nuevos materiales y sustituyendo las reglas empíricas
por m é t o d o s de análisis basados en la ciencia. Esto dio lugar a
D. I. Blockley, op. ci£, pp. 98-114.

354 355
Por otro lado, debe distinguirse entre la etapa de diseño y la todos los supuestos del diseño, puede sobrevenir una falla. Por
de revisión del c o m p o r t a m i e n t o de éste. El diseño debe hacerse tanto, las obligaciones del diseñador incluyen la transmisión de
introduciendo factores de seguridad para acotar la probabilidad información e instrucciones suficientes a constructores, fabri-
de fallas debidas a la incertidumbre. En cambio, una vez que se cantes, operadores o usuarios de sus productos, de m o d o que
tiene un diseño razonablemente conservador, el análisis de su
todos ellos procedan de acuerdo con los supuestos del diseño, y
c o m p o r t a m i e n t o debe ser lo más realista posible; es decir, no
así el objeto diseñado no se salga de los márgenes de seguridad
debe agregar supuestos conservadores. Sólo así, c o n hipótesis
previstos.
de diseño conservadoras y supuestos de análisis realistas se cum-
ple el objetivo de cada u n a de esas d o s facetas del trabajo del 3. T R A S C E N D E N C I A DE LAS FALLAS
ingeniero, y puede ser que el análisis realista concluya que un
diseño supuestamente conservador en realidad no lo sea y deba
H e m o s visto que en ingeniería, como en cualquier actividad
modificarse.
práctica, la ocurrencia eventual de fallas es inevitable. Pero la
Cuan conservadores deben ser los supuestos de diseño es falla de un producto diseñado costoso es siempre una catástrofe,
una cuestión que puede responderse de dos maneras. Si el tipo sea por la magnitud de sus consecuencias o por la concentración
de proyecto de q u e se trata es u n o del que hay a b u n d a n t e ex- de éstas en un instante; como la frecuencia de falla de los pro-
periencia, lo mejor es adoptar los factores de seguridad san- ductos de la ingeniería es m u y baja, la magnitud del d a ñ o podría
cionados por la práctica; es decir, aquellos que han d a d o lugar a resultar aceptable si se distribuyera a lo largo de su periodo tí-
diseños cuyo grado de seguridad ha sido socialmente aceptado. pico de recurrencia; p e r o concentrada en un instante suele ser
En cambio, si se trata de un proyecto singular o infrecuente, de- psicológicamente impresionante y a veces financieramente muy
ben definirse expresamente las condiciones extremas q u e el grave. Las fallas de tales productos de la ingeniería siempre tie-
proyecto ha de soportar. Desde luego, éstas no pueden ser las nen, pues, efectos objetivos o subjetivos m u y grandes y, p o r tan-
del "peor escenario", p u e s tal definición, a u n q u e usual, carece to, el propósito central del diseño es evitarlas.
de sentido: d a d o cualquier escenario siempre es posible hallar
Nadie q u e haya cometido un error causante de u n a falla
u n o peor. Para salir de tal atasco es indispensable plantear la
volverá a cometer otro igual; con alta probabilidad t a m p o c o lo
cuestión en términos de riesgo, definido como la probabilidad
cometerá quien haya estudiado y e n t e n d i d o esa falla, sus causas
de falla multiplicada p o r la m a g n i t u d de las consecuencias p o -
y sus consecuencias, aunque no haya sido una experiencia pro-
tenciales de ella. El escenario de diseño será entonces aquel cu-
pia. Por los costos futuros que evita, esta función educativa de
yo riesgo sea aceptable para la sociedad. Volveremos a la cues-
las fallas constituye una parte del valor social que ellas tienen;
tión en este m i s m o capítulo.
pero lo más trascendente de una falla son las nuevas perspecti-
Finalmente, cabe señalar que la seguridad de un proyecto vas que abre al conocimiento de lo antes desconocido. Por eso
d e p e n d e no sólo de cómo se diseña, sino de cómo se construye el interés de la sociedad y la profesión en estudiar a fondo cada
o fabrica y c ó m o es operado. Si en estas etapas no se cumplen falla y divulgar sus lecciones. En algunos casos, p o r concurrir

356 357
factores múltiples difíciles de clarificar de una vez, las fallas no frecuencia a extrapolar soluciones exitosas, lo q u e de vez en
sólo se siguen estudiando d u r a n t e m u c h o s años, sino q u e des- cuando terminaba en una falla, cuyo estudio descubría fenóme-
encadenan procesos sociales m u y complejos que involucran a nos desconocidos y dejaba lecciones que significaban un salto
ingenieros, científicos, gobierno y sociedad; tal es el caso de las en el estado previo del saber; esto daba base a nuevos éxitos, y
catástrofes sísmicas, que suelen dar lugar a amplios programas así sucesivamente.'' Un ejemplo muy ilustrativo fue la falla en
de investigación, capacitación, prevención y cambios en las nor- 1940 del recién inaugurado puente de Tacoma en el estado de
4
mas de diseño, construcción, supervisión, etcétera. Washington, que produjo cambios conceptuales y metodológi-
Una sola falla enseña m u c h o más que m u c h o s casos de éxi- cos trascendentales. N i n g u n o de los muchos y audaces puentes
to, pues éstos contribuyen poco a mejorar el diseño, en tanto hasta entonces construidos había exhibido problemas aerodiná-
que aquellas obligan a hacerlo. Ni el impecable alunizaje del pri- micos, aunque algunos apenas anteriores al de Tacoma tienen
m e r viaje tripulado a nuestro satélite en 1969, ni los más de cien tal flexibilidad que sufren desplazamientos horizontales de más
vuelos igualmente exitosos de los transbordadores espaciales de un m e t r o bajo vientos m o d e r a d o s , como el Golden Gate de
6
han enseñado tanto c o m o la explosión durante el ascenso del San Francisco. Por tanto, durante el diseño del puente de Tacoma
Challenger en el año 1986 o la desintegración del Columbio du- se soslayó del t o d o el mecanismo que lo llevó a la falla, consisten-
rante su reingreso a la atmósfera en 2003. Un hecho paradójico te en espectaculares oscilaciones longitudinales y torsionales,
de la ingeniería es que las lecciones de las fallas son la base de crecientes bajo la excitación de un viento transversal de apenas
grandes éxitos ulteriores, mientras los grandes éxitos conducen 60 kilómetros por hora. C o m o muchas otras fallas catastró-
a graves fallas p o r cuanto a u m e n t a n más allá del límite p r u d e n t e ficas, ésta ha sido objeto de numerosos estudios para explicarla
7
la confianza en las prácticas vigentes. En ningún c a m p o de la y extraer de ella enseñanzas útiles. A partir de ella, el compor-
ingeniería y en n i n g u n a época ha sido esto m á s evidente que en tamiento d i n á m i c o de los puentes suspendidos (y otros cuya
el diseño y construcción de puentes durante la segunda mitad flexibilidad puede propiciar deformaciones significativas y am-
del siglo x i x y la primera del x x , que desencadenó la expansión plificación bajo viento o sismo) se estudia tan concienzudamente
de los ferrocarriles y el acelerado desarrollo económico de los c o m o si se tratara de aviones, y para verificar ese c o m p o r t a m i e n -
Estados Unidos. Librar claros cada vez mayores y soportar car- to se h a n desarrollado m é t o d o s confiables, primero experimen-
gas más grandes revolucionó la ingeniería civil al requerir es- tales y después numéricos.
tructuras de diseños conceptuales novedosos, m é t o d o s apro- Vista aposteriori, la falla del puente de Tacoma es fácilmente
piados para el análisis de ellas, y d o m i n i o de la fabricación de entendible, p e r o sería aventurado decir que en 1940 era posible
materiales c o m o el hierro y el acero. La sucesión de nuevos pro- anticiparla y evitarla. Las teorías y prácticas de la ingeniería de
blemas que se plantearon entonces a los ingenieros obligó con
5
D. P. Billington, "History and esthetics in suspensión bridges", lournal of the
4
D. Reséndiz, "El sismo de 1985: De lo aprendido a su puesta en práctica", confe- Structural División, ASCE, agosto de 1977, pp. 1655-1672.
rencia inaugural. Coloquio Conmemorativo La Geotecnia a 20 Años del Sismo, Memo- 6
H. Petroski, To Engineer is Human, Vintage Books, Nueva York, 1992, p, 230.
rias, Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos, México, 2005, pp. 3-8. ' R. Scott, In theWake of Tacoma, ASCB Press, Reston, Virginia, 2001, 392 pp.

358 359
puentes de esa época estaban probadas por cierto n ú m e r o de apartado buscaremos dilucidar cuál es la m a g n i t u d del riesgo
resultados exitosos; se había verificado que con ellas se podían que tal hecho implica. Para ello conviene distinguir entre meca-
identificar y prevenir todos los mecanismos de falla hasta enton- nismo de falla y causa de falla. Llamaremos mecanismo de falla
ces conocidos, pero no se sabía cuál era el límite preciso de su a cualesquiera de los m o d o s en que materialmente p u e d e fallar
validez. Hoy se sabe que el diseño del puente de Tacoma llevaba un producto diseñado, y causa de falla a la razón por la que, en
dos de sus parámetros más allá de lo hasta entonces realizado: su caso, no se logró evitar que el mecanismo de falla se produjera,
los cocientes claro/ancho y claro/peralte de la plataforma del pese a que evitarlo es precisamente el objetivo del diseño.
puente eran más de vez y media superiores a los de los puentes En la práctica de la ingeniería se considera que el diseño
más flexibles hasta entonces construidos, el G o l d e n Gate en ó p t i m o se alcanza c u a n d o el costo que se paga p o r lograr un
California (1937) y el Bronx-Whitestone en Nueva York (1939)." mayor nivel de seguridad llega al límite de lo que la sociedad
Se excedió, pues, el límite de validez de una tecnología que hasta está dispuesta a pagar por ello. Si a los ojos de la sociedad cierto
entonces había sido exitosa. Revelado ese límite, entendido el incremento de seguridad valiera más que el a u m e n t o de costo
fenómeno detrás de él y asimilado el aprendizaje, se siguieron necesario para lograrlo, se justificaría el gasto; si valiera menos,
haciendo puentes cada vez m á s esbeltos, h e r m o s o s y seguros. no se justificaría. C o n mayor o m e n o r formalidad, tal es el crite-
Así pues, las fallas marcan los límites del saber y a la vez p e r m i - rio con que se procede para fijar, tácita o explícitamente, la pro-
ten ensancharlos mediante la información que proporcionan si babilidad de falla de cualquier p r o d u c t o de la ingeniería; por
se les investiga y divulga. De aquí la importancia de estudiarlas tanto, cada producto diseñado implica cierto riesgo, que se defi-
con detalle c u a n d o ocurren, pese a la aversión natural de los di- ne c o m o la expectativa del costo (o de las consecuencias) de que
señadores, temerosos de q u e otros busquen ver en ellas sólo cul- falle y se mide en términos m o n e t a r i o s y/o en pérdida de vidas
pas. Empero, siguen siendo más n u m e r o s o s los informes de éxi- humanas.
tos que los de fallas, a u n q u e de éstas se aprende m u c h o y de
Debido a la incertidumbre, cada posible m e c a n i s m o de falla
aquéllos poco.
implica un riesgo cuya m a g n i t u d es igual a la probabilidad de
falla multiplicada por el costo de que ésta en efecto se materialice.
4. ¿HAY FALLAS SOCIALMENTE ACEPTABLES Entonces, cuanto peores sean las posibles consecuencias de una
Y ACEPTADAS? falla, más baja debe mantenerse su probabilidad, a fin de que el
riesgo esté acotado. Por eso en u n a planta nuclear la probabilidad
Hemos visto que tanto la naturaleza no determinista del m u n d o de falla debe ser m u c h í s i m o m e n o r que en un edificio; en éste,
como el m é t o d o inductivo con que adquirimos conocimiento m u y inferior a la de un automóvil, en el que a su vez la proba-
hacen que nada pueda saberse con absoluta certeza. Esto i m p o - bilidad de que falle ha de ser m á s pequeña que en un artefacto
ne a cualquier diseño una probabilidad de falla no nula. En este inofensivo, p o c o costoso y desechable. En este último caso, y en
todos aquellos cuya falla no constituye un grave problema so-
' L). I. Blockley, op. cit., pp. 275-276. cial, el diseñador o fabricante fija por sí m i s m o la probabilidad

360 361
de falla, pero el usuario p u e d e por su parte escoger entre muchas cedente. La probabilidad de falla socialmente aceptada de un
alternativas de tales productos disponibles en el mercado; esta proyecto de ingeniería está, pues, implícita en el estado del arte
elección finalmente revela el grado de seguridad q u e la sociedad de la profesión, incluyendo los códigos de diseño vigentes. La
desea en dichos productos. Si la posibilidad de elección se redu- incertidumbre del conocimiento, y sólo ella, determina que di-
ce o las repercusiones sociales de las fallas son mayores, conviene cha probabilidad no sea nula.
que su probabilidad de ocurrencia sea regulada por un ente Cabe ahora preguntar si hay o no otras causas posibles de
público expresamente autorizado para el caso, c o m o se hace en falla, adicionales a las debidas a la incertidumbre del conoci-
automóviles, aviones, edificios, plantas nucleares y otros p r o d u c - miento. La respuesta es obvia y afirmativa: existen otras dos cau-
tos de la ingeniería. sas posibles de falla, que son el error h u m a n o y la existencia de
La probabilidad de falla queda entonces definida implícita- mecanismos de falla desconocidos en el m o m e n t o del diseño
m e n t e por los códigos, m é t o d o s , criterios, procedimientos y (esto es, la ignorancia general). Si el diseñador ha aplicado sin
n o r m a s de diseño de los respectivos productos. C o m o se dijo, la error los m é t o d o s , conocimientos y n o r m a s de diseño que cons-
tasa de mortalidad debida a falla de productos de la ingeniería tituyen el estado del arte, y a pesar de eso el proyecto falla, la
es m u y inferior a la de causas naturales, pues así de bajos son los sociedad está dispuesta a considerar aceptable esa falla, aunque
niveles de riesgo que la sociedad está dispuesta a aceptar de la no pertenezca a la categoría que antes llamamos socialmente
ingeniería. La sociedad controla el nivel de seguridad de cual- aceptada, p o r q u e nadie puede ser responsable de la ignorancia
quier producto aceptando que éste falle más frecuentemente a general; por lo contrario, sería socialmente inaceptable una fa-
cambio de bajar de precio o, al contrario, exigiendo diseños más lla originada por cualquier violación del estado del arte y sus
conservadores y p a g a n d o p o r ello. La ingeniería no puede sino códigos o n o r m a s . Esto significa que las únicas fallas socialmente
10
cambiar los criterios de diseño y alcanzar el nivel de seguridad inaceptables son las debidas a error h u m a n o .
deseado. Así pues, la m a n e r a c o m o la sociedad fija la probabili- Las fallas debidas a la incertidumbre del conocimiento (so-
dad de falla óptima para cada producto diseñado es casi siempre cialmente aceptadas), más las causadas por ignorancia general
9
tácita, c o m o ocurre con t o d a s las convenciones sociales. de la h u m a n i d a d (socialmente aceptables si se c o m p r u e b a que
Entonces los p r o d u c t o s de la ingeniería están diseñados de su causa es tal desconocimiento universal y no un error h u m a -
m o d o que su riesgo casi no modifique la tasa de mortalidad na- no), m á s las debidas a error h u m a n o (socialmente inaceptables)
tural; es decir, q u e su contribución a dicha tasa sea de órdenes son m u t u a m e n t e excluyentes y colectivamente exhaustivas; es
de magnitud inferior a ella. Debido a esta cota uniformemente decir, si u n a falla se debe a u n a de tales causas no se p u e d e acha-
baja impuesta al riesgo, la probabilidad de falla varía m u c h o de car a n i n g u n a de las otras, y el conjunto de las tres abarca todas
un producto diseñado a otro, como se explicó en un párrafo pre- las causas posibles. Sin embargo, las relaciones causa-efecto no
10
9
Se puede discutir el significado de esa aceptación, en virtud de que se trata de Hay quien atribuye cualquier falla a un error humano; eslo es insostenible, a
un acto tácito; sin embargo, que ella existe es un hecho empírico incuestionable, menos que se considere que son errores tanto la ignorancia de ciertos fenómenos
de naturaleza idéntica a la aceptación del contrato social y todo lo que de él se deriva compartida por todo el género humano como la incertidumbre intrínseca del univer-
(J. J. Rousseau, El contrato social, I, 6,1762). so. Una y otra pretensión serían absurdas.

362 363
son deterministas, p o r lo que puede ocurrir la causa y no la rar la comprensión por todos ellos de lo que se especifica. En
falla. otras palabras, el diseñador debe cerrar cualquier posibilidad
H e m o s visto que la probabilidad de falla socialmente acep- de que se cometa un error, sea de diseño, fabricación, construc-
tada es tan baja que casi no modifica la tasa de mortalidad p o r ción u operación, so pena de faltar a su responsabilidad social.
causas naturales. Por su parte, la probabilidad de las fallas del El propósito es abrumador, y resulta admirable que generalmente
segundo tipo (las debidas a ignorancia general) es de igual or- se cumpla, a juzgar por las estadísticas de falla de la mayor parte
den de m a g n i t u d que la del primero, y aunque debería disminuir de los productos de la ingeniería sujetos a regulaciones de se-
conforme crece el conocimiento de la h u m a n i d a d , no sucede guridad. Para q u e en efecto se cumpla, en la etapa de revisión y
así porque, simultáneamente, el h o m b r e e m p r e n d e sin cesar especificación del diseño el ingeniero ya no hace transacción
proyectos innovadores, lo q u e m a n t i e n e a la ingeniería siempre alguna que c o m p r o m e t a la seguridad frente a ningún otro requi-
al borde de lo desconocido. Finalmente, la probabilidad de falla sito de diseño, sea estético, económico o de diversa naturaleza.
p o r error h u m a n o es muy variable, pues d e p e n d e de múltiples Q u e las obras de ingeniería sean reconocidas por sus atributos
factores personales del diseñador y del ambiente profesional, estéticos es por cierto importante para el ingeniero, quien busca
como veremos en seguida. expresamente que así sea, pero no en esta etapa sino en la de
diseño conceptual, que q u e d ó atrás. Por su parte, el balance en-
tre costo y seguridad es asunto no sólo importante, sino central,
5. EL ERROR HUMANO EN DISEÑO
p e r o los correspondientes compromisos también se hacen antes
de esta etapa, y en general q u e d a n implícitos en los factores de
D a d o que las fallas son socialmente aceptables sólo si no se de-
seguridad adoptados.
ben a error h u m a n o , el diseñador está obligado a verificar ex-
haustivamente que, hasta el límite impuesto al conocimiento El ingenio y las horas de labor q u e el diseñador invierte en
por la incertidumbre y lo desconocido, en su proyecto no ocu- la seguridad durante la revisión del diseño superan por m u c h o
rrirá n i n g u n o de los m o d o s de falla previsibles bajo cualesquiera las asignadas a cualquier otra etapa. Aun así, no hay garantía de
de las diversas solicitaciones y circunstancias que enfrentará du- que la revisión sea perfecta, c o m o no puede haberla en n i n g u n a
rante su vida útil. actividad h u m a n a . El proceso de verificación no es infalible ni
En efecto, eso es lo que en el capítulo m se dijo que constituye p u e d e continuar indefinidamente: en algún m o m e n t o el ingenie-
el objetivo de la etapa de revisión y especificación del diseño. ro decide que ya identificó y revisó a satisfacción t o d o s los m e -
Pero para cada mecanismo de falla ésta p u e d e ocurrir no sólo canismos y circunstancias en q u e el proyecto p o d r í a fallar, y en
p o r q u e se haya omitido o sea incorrecta la revisión del diseño, ese m o m e n t o da por concluido el proceso. Q u e al t o m a r esta de-
sino p o r q u e algún supuesto de éste no se cumpla al fabricar, cisión el proyecto haya sido depurado de cualquier error depen-
construir u operar el proyecto. Por tanto, el diseñador está obli- de, pues, del juicio profesional del ingeniero, de su acuciosidad
gado no sólo a diseñar correctamente, sino a elaborar especifica- y orden, del ambiente profesional que impera en la localidad don-
ciones para los fabricantes, constructores y operadores, y asegu- de se hace el proyecto y, aunque en pequeña medida, del azar.

364 365
Identificar los mecanismos de falla específicos a los que el los m u c h o s aspectos que deben cuidarse en el diseño, por lo
proyecto es susceptible, y definir las correspondientes m e d i d a s que impide dar a cada u n o la atención que amerita; a su vez, la
preventivas, es posible mediante el conocimiento especializado negligencia hace obviar el estudio concienzudo del proyecto y
de las diversas ramas de la ingeniería. C o n esa base es posible sus precedentes y, p o r tanto, impide aprovechar la experiencia
hacer una lista de verificación para evitar omisiones, y el equipo acumulada de la profesión. Discutiremos ambas causas de error
de trabajo responsable del proyecto debe tener conocimiento y juntas en vista de que están correlacionadas.
experiencia en t o d o ello." Por especializados, tales asuntos que- Empero, no son las modalidades obvias del párrafo anterior
dan fuera del alcance de este libro. En cambio cabe considerar las que n o r m a l m e n t e se presentan en la ingeniería, sino otras
aquí lo que es independiente de ese saber especializado; esto es, m á s bien circunstanciales. Por ejemplo, tanto la organización
la tipología de los errores h u m a n o s que pueden producir fallas del trabajo ingenieril c o m o las herramientas de cálculo que se
adicionales a las socialmente aceptables; reflexionar sobre estos usan han venido cambiando con el tiempo, la p r i m e r a gradual-
errores es útil tanto para el diseñador que se esfuerza en evitarlos m e n t e y las segundas de m o d o m u y acelerado p o r el adveni-
c o m o para otros actores que p u e d e contribuir al m i s m o p r o - miento de las computadoras. Cada u n o de estos aspectos puede
pósito. convertirse en fuente de errores graves si no se reflexiona en sus
Según mi experiencia, son tres las causas principales de error implicaciones y se les p o n e remedio. En este a p a r t a d o analiza-
h u m a n o en el diseño: incompetencia, negligencia y presiones remos ambos aspectos sucesivamente.
injustificadas por reducir plazos o costos. La clasificación es útil La organización de la ingeniería en equipos de trabajo capa-
pese a que en cada tipo de error puede h a b e r tanto casos obvios ces de llevar a cabo un proyecto desde el diagnóstico hasta la
c o m o otros extremadamente sutiles. puesta en servicio se consolidó durante el siglo x v í n como m o -
do consagrado de atender las responsabilidades de la profesión,
cuando la ingeniería civil abarcaba casi todo lo que no fuera
6. I N C O M P E T E N C I A Y N E G L I G E N C I A ingeniería militar. El trabajo en equipo y la integración de éste
p o r ingenieros de experiencia variada sigue siendo u n a carac-
Se dijo en el capítulo xi que aceptar encargos para los que no se terística de la ingeniería, pero ciertas circunstancias h a n cambia-
tiene competencia es una falta a la ética. Y si se es competente, do. El ingeniero en jefe de entonces podía con relativa facilidad
igual de condenable desde el p u n t o de vista m o r a l es realizar de mantenerse al tanto de todas las decisiones p o r q u e los métodos
m a n e r a negligente u n a función que se podría desempeñar bien. de la ingeniería se basaban sobre t o d o en reglas empíricas, y los
Una y otra falta conducen a errores; además, cuando ambas con- materiales cuyo uso predominaba en las edificaciones eran sólo
curren en una misma persona, se refuerzan m u t u a m e n t e : la in- dos (la manipostería y la madera, ambos trabajando a compre-
competencia no permite c o m p r e n d e r la importancia relativa de sión y con esfuerzos pequeños). Cada ingeniero d o m i n a b a el
saber completo de la profesión y podía realizar funciones diver-
" D. 1. Blockley, op. cit, pp. 241-242, por ejemplo, da una lista de este tipo para
fines de diseño estructural. sas dentro del equipo de trabajo con una supervisión m o d e r a d a .

366 367
Al irse i n c o r p o r a n d o formas estructurales novedosas propicia- los códigos y regulaciones tienden a volverse m á s y m á s com-
das por el uso de nuevos materiales más resistentes y con capaci- plejos y, por tanto, crean la posibilidad de errores de interpreta-
dad de soportar tanto esfuerzos de compresión como de tracción ción, tanto más si, p o r el motivo ya indicado, algunos integrantes
(hierro y acero), se introdujeron también nuevos m é t o d o s de del equipo de trabajo caen circunstancialmente en situación de
análisis que exigieron cierta especialización. Se diferenciaron incompetencia o negligencia.
luego las distintas ramas de la ingeniería, como la mecánica, la No sólo en el proceso de diseño ha crecido la diversidad de
eléctrica y la química, y ya en el siglo xx se multiplicaron las participantes y la consecuente proclividad al error, sino también
disciplinas o ciencias de la ingeniería auxiliares de ésta, c o m o la en la construcción, la fabricación y la operación de las creaciones
elasticidad, la mecánica de suelos y rocas, la metalurgia, la ter- de la ingeniería. Aparte de la complejidad propia de los proyec-
modinámica, etc.; la ingeniería fue d e p e n d i e n d o entonces más tos, la práctica de subcontratar múltiples tareas ha contribuido
de la ciencia que de las reglas empíricas y su acervo de cono- a la participación en cada proyecto de n u m e r o s o s especialistas
cimientos se expandió m u c h í s i m o ; p o r tanto, ya no todos los con "visión de túnel", que no perciben el entorno sino exclusiva-
ingenieros d o m i n a b a n el saber completo de la profesión, y la m e n t e lo que, por el alcance de su contrato, consideran q u e les
supervisión se volvió más difícil, aunque siguió siendo crucial compete. Es inevitable que esto también incremente la probabi-
para el buen éxito de los proyectos. Cuanto más especializado lidad de error, p o r la incapacidad que m u c h o s integrantes del
se volvía cada ingeniero, más desarrollaba una visión parcial de g r u p o de trabajo tendrán de apreciar las repercusiones que un
los problemas, y la eficacia de la comunicación del ingeniero en detalle en un c a m p o específico puede tener en la seguridad
jefe con los especialistas y de éstos entre sí se volvía un factor integral del proyecto.
cada vez más crítico. Tales cambios a u m e n t a n la dificultad para
A t o d o lo anterior se h a n s u m a d o los efectos de las c o m p u -
m a n t e n e r bajo control los errores y, p o r tanto, incrementan la
tadoras. Éstas permiten aumentar tanto la rapidez c o m o la pre-
probabilidad de que éstos ocurran. En esas circunstancias cre-
cisión de los análisis cuantitativos y, por tanto, la productividad
cen los errores debidos a incompetencia, sobre t o d o si algunos
de los ingenieros y la calidad de su trabajo. Bien usadas, las c o m -
de los integrantes menos experimentados del equipo de trabajo
putadoras reducen e n o r m e m e n t e el tiempo que un ingeniero
tienen responsabilidades que les resultan novedosas y carecen
dedica al análisis, y en la misma m e d i d a permiten aumentar el
de supervisión calificada y cercana; otro tanto ocurre con los
que se aplica a tareas creativas que exigen reflexión y ensayo;
errores causados por negligencia si la supervisión se debilita en
pero mal usadas conducen simplemente a un mayor volumen
general.
de trabajo rutinario, con m e n o s actividad creativa y m e n o s auto-
Tanto el a u m e n t o de conocimientos científicos como la mul- crítica. Estos formidables instrumentos en la mayoría de los
tiplicación de códigos y regulaciones diversas p u e d e tener efec- casos están contribuyendo a u n a modalidad de error en el di-
tos semejantes, pues ambos hacen crecer a la vez los tipos de seño que p u e d e volverse la dominante, pues un p r o g r a m a de
saber especializado, los t r a m o s de control en el equipo de tra- c ó m p u t o comercial basta para que alguien con m u y pocos cono-
bajo y las dificultades de comunicación dentro de él. Además, cimientos, capacidades y juicio ingenieril pueda producir algo

368 369
m u y parecido al diseño de un proyecto. Los programas dispo- nado. Además, en cualquier caso es indispensable revisar los
nibles en el comercio para las computadoras personales ( P C ) datos de entrada y salida de m o d o altamente redundante.
son de tan bajo costo que constituyen una invitación para que Cabe recordar que las computadoras no p u e d e n hacer otra
alguien sin experiencia haga con ellos tareas para las que no cosa que procesar n ú m e r o s . Especificar el proceso que debe rea-
tiene sensibilidad y, por lo m i s m o , no percibe c u á n d o la respues- lizarse, los datos básicos, y demás condiciones pertinentes no
ta de la c o m p u t a d o r a es errónea o aun absurda. puede hacerlo sino el ingeniero, cuyo juicio no es sustituible
A u n q u e es el mal uso de los programas comerciales lo que por c o m p u t a d o r a alguna. De aquí que sean riesgosos los progra-
representa el mayor riesgo de la era de las computadoras, los mas de c ó m p u t o comercial, generalmente formulados por espe-
programas en sí también pueden tener problemas. Hace años, cialistas que, por serlo, no tienen experiencia integral en el tipo
en una de mis responsabilidades consideré necesario e n c o m e n - de problema de que se trata, ni juicio propiamente profesional.
dar u n a evaluación m u y sencilla para seleccionar, entre varios El uso de tales programas conduce casi necesariamente a fallas
disponibles, un programa de c ó m p u t o que permitiera realizar si no está supervisado de cerca por un ingeniero con juicio bien
análisis tridimensionales de torres de transmisión eléctrica; las desarrollado, q u e sea capaz de especificar o aprobar c ó m o m o d e -
discrepancias entre un p r o g r a m a y otro resultaron hasta tres lar el problema, q u é p r o g r a m a de c ó m p u t o usar, los datos de
veces la m a g n i t u d de los esfuerzos calculados, por lo que se des- entrada, y la idoneidad de los resultados que la c o m p u t a d o r a
cartó el uso de programas comerciales y se desarrolló un progra- arroje. Para que esto sea posible debe cuidarse la integración y
ma de cómputo ad hoc. Hoy hay multitud de programas confia- el funcionamiento de los equipos de trabajo de cada proyecto a
bles para casi cualquier necesidad de análisis que no sea muy la luz de lo dicho en el capítulo iv.
peculiar; pero incluso si los programas de c ó m p u t o son correc-
tos, sus resultados pueden no serlo debido a un error en cuales-
quiera de los datos críticos del sistema por analizar, más aún si
7. P R E S I O N E S I N J U S T I F I C A D A S
éste es complejo. Es necesario el b u e n juicio de un ingeniero ex-
p e r i m e n t a d o para aceptar o rechazar los resultados de la compu-
En t o d o proyecto de ingeniería existen presiones para reducir
tadora, incluso si el m o d e l o n u m é r i c o del sistema es sencillo.
plazos y costos, la mayoría de ellas legítimas; pero aquí me refe-
Desafortunadamente, los proyectos con soluciones intrínseca-
riré a las que no lo son y, por tanto, deben evitarse. Los servicios
mente complejas (por ejemplo, u n a estructura tridimensional o
de ingeniería en general, y dentro de ellos el diseño, son activi-
una planta nuclear) no pueden diseñarse sin el apoyo de m o d e -
dades que usualmente se realizan en condiciones de libre merca-
los computacionales; reducir la probabilidad de error a los bají-
do. A u n q u e la competencia se da siempre en dos dimensiones
simos niveles aceptables exige en esos casos, además de b u e n
(economía y calidad), son m u c h o más numerosas y fuertes las
juicio, usar modelos auxiliares menos refinados pero más sen-
motivaciones para que el c o m p r o m i s o entre ambas se sesgue a
cillos (y, p o r tanto, m e n o s susceptibles a errores h u m a n o s ) para
favor de la economía y en contra de la calidad, a m e n o s q u e ex-
verificar el orden de magnitud de los resultados del modelo refi-
presamente se adopten reglas para acotar tal sesgo. De esto sur-

370 371
gen las presiones injustificadas, que pueden ser tanto externas seño, el perfil profesional y la experiencia deseable del diseñador,
al diseñador c o m o autoimpuestas. la m a n e r a de acreditar tales requisitos, los m é t o d o s , criterios y
El m é t o d o por el q u e suelen procurarse los servicios de in- n o r m a s de diseño pertinentes, los procedimientos para deter-
geniería para grandes proyectos es la licitación pública, a fin de minar lo no especificado o no especificable en la convocatoria,
conseguir la mejor oferta económica. Hay quien sostiene que y las formas de supervisión que se usarán, etc. Lo m i s m o es
esta práctica es apropiada para fines de construcción y fabrica- aplicable para prevenir errores al subcontratar porciones del
ción pero no para diagnóstico y diseño. Es cierto que el m é t o d o diseño o la construcción.
de licitación funciona bien para aquellas actividades más fre- El conflicto de intereses es otro origen de presiones contra
c u e n t e m e n t e q u e para las segundas, p e r o no p o r causas insalva- la seguridad. Se puede presentar, por ejemplo, c u a n d o una mis-
bles. En efecto, suelen funcionar bien las licitaciones para cons- ma organización es responsable de diseño, construcción y / o fa-
trucción y fabricación p o r q u e el diseñador especifica su diseño, bricación, y por lo m i s m o se relaja la especificación o la super-
y esto fija o acota los objetivos y las reglas del juego. Además de visión de una o ambas tareas.
la descripción completa del proyecto, las especificaciones para El afán de economía y otros motivos p u e d e n dar lugar a pre-
este fin incluyen n o r m a l m e n t e las relativas a materiales y proce- siones sobre el diseñador tendientes a acortar más de lo prudente
dimientos de fabricación o construcción de los elementos del los plazos necesarios para las diversas actividades previas al di-
m i s m o , o bien las propiedades deseadas de cada u n o de ellos, seño (reunión de información básica para confirmar el diagnós-
los métodos para medirlas y las condiciones de su verificación. tico, caracterizar las solicitaciones, clarificar las circunstancias
Es obvio que para licitar el diseño de un proyecto también es futuras del proyecto, etc.) y para el diseño m i s m o (identificar y
posible escribir previamente especificaciones equivalentes, que analizar posibles mecanismos de falla ante la gama completa de
corresponde elaborar a quien ha hecho la labor previa al diseño; solicitaciones y circunstancias ambientales, etc.). C u a n d o el di-
es decir, la identificación del problema, el diagnóstico del m i s m o señador cede ante tales presiones se incrementa la posibilidad
y, si es el caso, el diseño conceptual. No hacerlo así equivale a de errores por omisión y la consecuente probabilidad de falla.
organizar una competencia sin reglas, en la cual habrá poderosos Éste es u n o de los tipos de presión m á s irracional q u e p u e d e n
motivos para q u e el diseñador se sienta inclinado a reducir la ocurrir en ingeniería, pues los costos de diseño son una fracción
calidad de su trabajo arriesgando la seguridad. En esas circuns- minúscula no sólo de los que implica la materialización del
tancias el propio diseñador, al integrar su equipo de trabajo, p o - proyecto, sino de los ahorros derivados de un diseño h e c h o con
dría inclinarse por maximizar el volumen de su producción rela-
parsimonia y cuidado.
jando la supervisión interna, lo que podría causar errores por
Finalmente deben mencionarse las presiones que ocurren
incompetencia o negligencia c o m o los discutidos en el apartado
c u a n d o el proyecto está concluido. A u n q u e el diseñador habrá
anterior. En cualquier caso, contra las presiones de este tipo, ex-
previsto y especificado las condiciones de operación de m o d o
ternas o autoimpuestas, el antídoto es la elaboración cuidadosa
q u e no se violen durante ésta los supuestos del diseño, no t o d o
de las reglas del juego; éstas incluirían, en licitaciones para di-
es previsible; p o r cambios en sus circunstancias, algunos pro-

372 373
yectos tienen que enfrentar durante su vida útil condiciones de a error h u m a n o ; por tanto, la ingeniería concentra t i e m p o
operación no previstas durante el diseño (cargas mayores en un y esfuerzo e n o r m e s en la revisión de sus diseños buscando
puente o un edificio, lapsos m á s largos de operación continua evitarlas, a u n q u e no siempre con buen éxito.
de una turbina, contaminación atmosférica de agresividad no 3. Finalmente, también puede haber un tipo de falla debida a
prevista en ciertos componentes de cualquier sistema físico, que en el m o m e n t o del diseño el m e c a n i s m o responsable de
etc.). Habrá entonces presiones para improvisar, con graves ries- ella era desconocido por la profesión e improbable de inferir
gos para la seguridad del proyecto. La reacción racional ante a partir de otro tipo de conocimiento disponible; tácitamente
casos así es reanalizar el problema integral para escoger funda- la sociedad t a m b i é n considera aceptable este tipo de falla,
d a m e n t e entre tres cursos de acción: a) cambiar las condiciones aunque no a priori sino previa investigación por profesionales
de operación especificadas sin modificación sustancial del dise- calificados.
ño, a costa de ciertos riesgos; b) si estos son inaceptables, hacer
modificaciones al proyecto para satisfacer las nuevas necesidades Habiendo discutido las fallas de los primeros dos tipos, en
operativas, o bien c) m a n t e n e r el proyecto con sus características seguida analizaremos las del tercero.
de diseño originales y las respectivas especificaciones de ope- Cada problema de ingeniería es nuevo y, p o r tanto, no se
ración, y atender las nuevas necesidades mediante un nuevo puede resolver mediante la aplicación rutinaria de decisiones y
proyecto. Para cada una de las dos primeras opciones se requeri- técnicas q u e en casos previos fueron exitosos. La novedad del
ría formular nuevas políticas y especificaciones de operación y problema unas veces es obvia y otras tan sutil que no se m a n i -
mantenimiento. fiesta sino en la forma de un comportamiento imprevisto del pro-
yecto y eventualmente su falla. Ejemplo de esto son las m u c h a s
8. FALLAS P O R M E C A N I S M O S D E S C O N O C I D O S : fallas que desde la Antigüedad hasta principios del siglo xx
EL PRECIO DE LA INNOVACIÓN ocurrieron en presas cuya cimentación ocultaba "detalles geoló-
gicos menores" que no pudieron identificarse sino con el desarro-
12

Habíamos llegado a las siguientes conclusiones: llo de la mecánica de suelos. En otras ocasiones lo novedoso
del problema radica en que para resolverlo se requiere un tipo
1. En cada proyecto de ingeniería hay cierta probabilidad de de solución no probado hasta entonces; es el caso de las fallas
falla por mecanismos conocidos; tal probabilidad se debe a la en los primeros puentes de acero construidos durante el siglo
incertidumbre inevitable en el conocimiento de la naturaleza, x i x , explicables por el desconocimiento del mecanismo de falla
13

y en general es bajísima, tanto más cuanto mayor es el efecto por fatiga. En otros casos lo nuevo consiste en ensayar m é -
psicológico, económico o de otro tipo que la falla puede produ-
" K. Terzaghi, "Effect of minor geologic details on the safety of dams", American
cir en la sociedad; por lo mismo, este tipo de falla es socialmen- lnstitute of Mining and Metalturgical Engineers, Technical Publication 215, 1929,
te aceptado c o m o un mal inevitable. pp. 31-44.
13
H. Petroski, "On 19th century perceptions of i ron bridge failures", Technology
2. En cambio, la sociedad considera inaceptable u n a falla debida and Culture, núm. 24,1983, pp. 655-659.

374 375
todos y tecnologías que a priori parecen ventajosas pero que no debió hacerse? O quizá la pregunta pertinente podría ser ésta:
han sido sometidas a una prueba práctica. Casos así fueron ¿quién es competente para hacer lo que nunca se ha hecho? Si la
abundantes cuando, en esa misma época, la elasticidad, la plasti- respuesta es que nadie, se cancela toda posibilidad de innova-
cidad, la dinámica, etc. c o m e n z a r o n a usarse en el diseño es- ción y de mejora; si se responde que alguien debe ser capaz, se
tructural; para evitar fallas catastróficas, cada decisión se so- abre cauce al futuro; pero aun aplicando t o d o lo que se sabe y
metía más al buen juicio del ingeniero responsable que a los e m p r e n d i e n d o previamente las investigaciones y ensayos adicio-
resultados de los nuevos m é t o d o s , hasta q u e , ya p r o b a d o s p o r nales que la prudencia aconseje, de algún m o d o se estará incur-
el c o m p o r t a m i e n t o de los propios proyectos y pese a ciertas fa- sionando en lo inexplorado. Y si el pretendido proyecto falla
llas menores, tales m é t o d o s produjeron la más alta tasa de in- por un mecanismo hasta entonces desconocido, se habrá d e m o s -
novación jamás observada en la ingeniería civil y dieron cauce trado categóricamente que la solución intentada, precisamente
a todo un siglo de desarrollo económico y mejora de la calidad de ésa, no es viable, pero no se p o d r á acusar de incompetencia a
vida en los Estados Unidos. Finalmente, en otros casos la i n n o - quien intentó la solución, pues el futuro nunca se puede prever
vación no está motivada sino p o r q u e el ser h u m a n o gusta del completamente con base en el pasado.
cambio y la sociedad empuja en ese sentido sin más justificación. Viene al caso transcribir el siguiente párrafo de u n a carta
Por u n o u otro motivo, el hecho es que existe una presión escrita a propósito de la primera falla ocurrida en una presa de
social continua para innovar en mayor o m e n o r medida, tanto arco, la presa Malpasset (Francia) en 1959. La carta es de Karl
en la ingeniería como en otros campos. Esto implica abordar Terzaghi, creador de la geotecnia y u n o de los más notables
problemas sin disponer de evidencias fehacientes de q u e el co- ingenieros e innovadores del siglo x x , y está dirigida a A n d r é
nocimiento disponible es aplicable o suficiente para resolver ca- Coiné, responsable del diseño de la presa: "Fallas de este tipo
da nuevo caso. Es imposible saber a priori si el p r ó x i m o p u e n t e son, desafortunadamente, eslabones esenciales e inevitables en
con mayor claro, o el construido con un nuevo material o con la cadena de avances de la ingeniería, pues no hay otros medios
u n procedimiento a ú n n o p r o b a d o e n u n n ú m e r o suficiente d e para conocer los límites de vaüdez de nuestros conceptos y pro-
casos va a poner en evidencia un mecanismo de falla descono- cedimientos [...] Los tormentos que usted sufre deben ser al
cido. Lo m á s q u e un ingeniero apto puede hacer es p o n e r t o d o m e n o s atemperados por saber que las simpatías de sus colegas
su e m p e ñ o en prever los probables resultados de su diseño a de profesión van acompañadas de gratitud por las enseñan-
partir de lo q u e sabe, incluyendo precedentes similares e inferen- zas que se derivan de su valiente labor pionera". 14

cias basadas en conocimiento aportado por la ciencia. Pero su Vista en retrospectiva, cualquier falla puede explicarse,
solución no será en rigor sino una hipótesis plausible que sólo pero mirar hacia el futuro y anticipar que un m e c a n i s m o des-
el proyecto una vez construido y puesto en operación probará si conocido puede producir u n a falla en cierto proyecto es i m p o -
es correcta o no. Si resulta q u e el proyecto falla a pesar de c u m - sible. Puede haber en cambio casos dudosos si, por ejemplo, el
plir todos los requisitos dictados por la práctica, las teorías y las
14
R. Goodman, Karl Terzaghi. ¡he Engineer as Artist, ASCE Press, Reston, Va.,
n o r m a s del m o m e n t o , ¿es válido concluir a posteriori que no
1999, p. 245.

376 377
BIBLIOGRAFÍA
mecanismo nunca se ha presentado en la práctica pero, con
base en conocimiento de la propia profesión, puede inferirse
que es probable. Apoyándose en el conocimiento disponible, el
ingeniero se afana en inferir e impedir que los mecanismos de
falla imaginables de su proyecto se materialicen, pero la ima-
ginación no es ilimitada ni infalible. En cuestiones prácticas,
sólo se tiene culpa si se soslaya o tergiversa el conocimiento es-
tablecido.
C o m o todo proyecto plantea un n u e v o problema, cada u n o
implica el riesgo de incursionar en lo desconocido. Si ingenieros
y sociedad no quisieran aceptarlo, nada nuevo p o d r í a hacerse.
Por supuesto, tal opción no existe, pues sería contraria a la natu-
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riesgo de innovar, t e n d r í a m o s que seguir cruzando los ríos a
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nado, no sobre puentes, y el océano en balsas, no en navios ni
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en aviones. Por otra parte, estos mismos ejemplos hacen eviden-
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te que absteniéndose de innovar no se eliminan los riesgos, sino
Fondo de Cultura Económica (Colección Popular), México,
se les mantiene en niveles m u c h o más altos.
1995.
El ingeniero que participa en tales decisiones siempre sabe
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con más firmeza lo que no debe hacer que lo que sí p u e d e hacer,
pues la enseñanza de las fallas ocurridas en su profesión es for Civil Engineers, Mc Craw-Hill, Nueva York, 1970.
categórica, en tanto que la de los éxitos es provisional e incierta. Bentham, J. " D e los límites q u e separan la moral y la legislación",
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Chowdury.A.M.: V1II.3 Hays, C.V.: IU.4
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Coulumb,C.A.:lV.4 Homero: X.3
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Diaz y de Ovando, C: XI.3
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Elizondo,J.:II2 laegcr.W.: X3.X.4.X5
Ericsson, K. A., y J. Smith: IV.2,1V.5 lovcllanos, M. G. de: V.2

1
Los números corresponden al capitulo y la sección del libro, respectivamente, en que se
cita a cada autor.

386 387
Kant.E.: XI.1.X1.6
Rosenblueth, F..: 11.2. VII.6, IX. 1, XI.2
1
I N D I C E DE MATERIAS
Laidler.ICJ.: VL4
Ross, R E.: IV.5
Landell-Mills, N.i VIII.8
Rousseau, J. J.: X.2, XV.4
Lewis, H. W: XII.8
Locke, J.: III.8, IV.2
Safo: X.4
Schôn, D. A.: IV.2
May, R.M.:IX.l
Scott, R.: XV.3
Mechan, R. L.: III. 1, XII.9
Sen, Amartya: X.9
Mill, J. S.: XI.6
Sigmund, K.: IX. 1
Smith. N. G-: XIV.5
Nietzsche, F.: IV.5, X.6
Novak. M. A.: IX. 1
Tang, W'.: XIV.6
Terzaghi. K.: XV.8
Oakcshott, M.: IV.2
Thomas, E.: VII1.4. VIII.6

Pagiola, S.: VIII.8


UNRSCO: XI.3
Pappenheim. F- Prólogo
Pascal. B.: V.3. V.5, VII.2
Vick, S. G.: III.l
Patel V. I..: IV.2 abducción: 1II.2 XIL3
Vinci, Leonardo Da: V.5
Peck, R. B.: 1V.5 en el diagnóstico (véase diagnóstico, abduc- Código de Hammurabi: XI.3
Vitruvio. Marcus: VI.2
Peng, Y.: III.2 ción en el) código moral (véase código de conducta)
Petroski, H.: II.6, III.l, XV.3, XV.8 afecto, capacidad de: V.5, V.6 cooperar: IX. 1
Wilson, E. O.: XI.6, XII.3
Pico Delia Mirandolla, G.: X.2 análisis dimensional: VII.2 competir: IX. 1
World Commission on Dams: VIH.4, VIII. 10.
Platón: V.5, X.2 antitecnologismo: X11.5 competitividad de la ingeniería: IX. 1, IX.2,
VIII.I 1
aprendizaje de la ingeniería (véase ingeniería. LX.7, IX.8
World Commissions on the Environment
Rcggia, J. A.: III.2 aprendizaje de la) papel del empresariado en la: 1X5
and Development: VIII.S
Rcséndiz Núñez, D.: 11.1, VI.3, VII.5, V111.7, arte: 11.2, XII.4 papel del gobierno en la: IX.4
IX.3, IX.7.XI.2. XII.1.XII.5, en el diseño (véase diseño conceptual) papel del gremio en la: IX.3
Zaid, G.: VII.2 papel de las instituciones académicas en
Bayes, teorema de: I V.2, XIV.6 la: IX.6
beneficios de un proyecto (véase proyectos de complejidad: VII.4
ingeniería, beneficios y costos de los) computadoras: VI.5, XV.6
bienes de capital y productividad: XIII.4 conceptualización: 111.2. III.3, III.5
del diseño (véase diseño conceptual)
calidad de vida: II.5, II.6, VIII.2, XII.10 en el diagnóstico: III.2
y riqueza: VIH.2 conocimiento: 1.3. IV.I, 1V.5. VII.l
certeza, necesidad humana de: IV.2 avance del: XV.3
ciencia: 1.3, 1II.4, IV.4, VII.2, VII.5, VII.6, científico: 1.3, VII.l
XI.2, XII.4, XIV.3 codificación del: IV.5
diferencias con la ingeniería: IV.I, VII.5 costos del: VII.4
efectos en la ingeniería: VII.2 empírico: VII.l. VII.2
y tecnología: X1.2. XII.4, XI1.5 fuentes de: IV.I
ciencias de la ingeniería: III.5, VI.3, XV.6 limite de validez del: XV.3
circuios viciosos (véase falsas soluciones) poder del: VII.3
códigos de conducta: XI.l, X1.3, XI.5, X1.7, contradicción, principio de no: V.2

1
Los n ú m e r o s c o r r e s p o n d e n al capítulo y la sección del libro, respectivamente, en
que se trata la materia indicada.

388
389
construcción: 1.4, II.5, XV.2, XV.5, XV.6 seguridad del: I1I.4 costo de una: XV.4 causas de la: III.7, XIV.5, XV.l
costos de un proyecto (véase proyectos de in- supervisión del: III.4, XV.6 frecuencia de las: XV1 consecuencias de la: III.7
geniería, beneficios y costos de los) lecciones de las: XV.3, XV.8 de la sostenibilidad: VIII.7, VIII.9
costo de remoción de un proyecto: VIH. 10 ecosistemas: VIII.2, VIII.3. VIH.4, VIU.5 mecanismos de: 111.4, XV.4, XV.8 manejo de la: [V.l, XIV.5, XIV.6, XV.2
costo de reparación: XIV.6 naturaleza de la: III."
carácter dinámico de los: VHI.6 mortalidad debida a: XV.l
Edad Media: V.2, VU.2 previsión de las: XV.3 objetiva: XIV.2
daño ambiental: VIII.I, VIII.2 empatia: V.l probabilidad de: 1II.4, XIV.5, XV.l, XV.4, principio de: XIV.2
decomposición: XIV.3 empirismo: XIV.3 XV.5, XV.7, XV.8 subjetiva: XIV.3
deducción: 111.2, II1.3, TII.'l. 111.5 enajenación: V.6 socíalmentc aceptables: XV.4 ventajas y desventajas de la: XIV.4
en el diagnóstico (véase diagnóstico, de- F.ra Moderna {véase Modernidad) tipos de: XV.8 incompetencia: XI.5, X1V.6
ducción en el) error humano: XV.l, XV.5, XV.6 falsas soluciones: XIII.6 indeterminismo (véase determinismo)
en el diseño (véase diseño, deducción en el) tipología del: XV.5 felicidad: V.6, XII, XI.6, XII.2 individualidad: XA, X.5
democracia: X.8 especialización: IV.5, IV.6, VII.4, VII.5, XV.6 filosofía: X.2, XI 1.4 inducción: IV.4, IV.5, XIV.3
desarrollo: VIII.2, VIII.10 en el diseño (véase diseño, inducción en el)
etica: VII.3, X.7, XI.4, XV.6 formación de ingenieros: 1V.5, VI.1, XI.3
desarrollo sostcnible: IV.5, V1II.6 definición: XI. 1 el papel de la escuela en la: 1V.5, Vl.l, validez de la: VII.l
definición conceptual de: VIII.5 e ingeniería: XI.2 VI.2, V1.3 ingeniería: II.l. 11.2, VI1.5, VII 6
definición operativa de: VIII.8, VII1.10, formulación matemática de la: XI.2 el papel de las instituciones sociales en la: analogía con la medicina: II.3, III.1. IV.I
VIII.I 1 utilitarista: XI.6 VI.3 aprendizaje de la: II1.3, 111.7, Vl.l, VI.2,
desigualdad social: VIII.I, IX.I y ciencia: X1.2 el papel de la práctica en la: 1V.5, Vl.l, VI.3,VI.4.VI.5,VI.6
determinismo: XIV.2 y crítica social: XI.6 VI.2, VI.3 criterios de decisión de la: III. 1
diagnóstico: 11.1, II.3, 1II.1, 01-2, II1.3, IV.5, y cultura: XI.6 el profesorado en la: V1.4 decisioneséticasen:XI.2.XI.3,XII.l.XII.7
IV.6, V.l, V.3 y educación: XI.6 en la Antigüedad: VI.2 diferencias con la ciencia (véase ciencia,
abducción en el: IU.2.1II.3, III.8 y empatia: V.l, XI.6 la computación en la: VI.5 diferencias con la ingeniería)
capacidades y conocimientos necesarios y estética: XI.6 los planes de estudios en la: VI.3, VI.4 fuentes de conocimiento de la: IV.I, VI.2,
para el: III.2 y evaluación de proyectos: X1.7 la tecnología y la innovación en la: VI.6 VII.l, VII.2
deducción en el: 111.2, III.3 funciones de la: 11.3
y familia: XI.6
dignidad humana: V.4, V.5,1X.2, X1I.2 y felicidad: XI. 1 juicio ético en (véase ingeniería, decisiones
generalización: XIV.3
diseño: 11.1, 11.3, 11.4, I1I.1, III.3, 1II.4, IV.5, eticas en)
y legislación: XI.4 generaciones futuras: VII1.2
I V.6, XI V.5, XV. 1, XV.2, XV.3 nacimiento de la: II.5
y libertad: XI.6 género: Prólogo, VI.7
capacidades y conocimientos necesarios racionalidad de la: IV.I
y lucro: XI.7 globalízación: V.5, IX.2, XI.4
para el: 111.5,111.6. IH.7 y moral: XI. 1, XI.6, XI.7 Grecia clásica: V.2. V.5, VII.2, XI, X.3, X.5, X.7 ramas de la: 11.1, XV.6
códigos de: XV.2, XV.5, XV.6 y responsabilidad: XI.6 y tecnología: XII.l
como proceso de síntesis: III.4 y sabiduría: XI.6 ingeniero: II.3.11.I, Ü.5. Vl.l
hechos: XIV.3
conceptual: III.4,111.5, III.6,111.7 actividades del: II.4
y tecnología (véase tecnología y) heroísmo: X.3
criterios y requerimientos de: 111.4, XV.l, hierro y acero: IV.4, XV.6 capacidades del: II.3, III. 1,111.7, IV.3. IV.5,
y valores sociales: X1.2
XV.5 V.l, V.2, V.5, V1.2, XIV.6
evaluación de proyectos (véase proyectos de hipótesis: VII.2
deducción en el: III.3 ingeniería, evaluación de los) historia: II.5, V.4, VI.2, VII.l. VI1I.10, X.2, responsabilidades del: II.2.11.4, IV.I, IV.6,
economía del: III.4 evolución natural: II.6 X.8. XI.3. XII.4 V.5, VIII.I, X.l, X1.3, XII.!, XII.6,
especificación del: III.3,1II.5, XV.2, XV.5 experiencia: 1V.5. XIV.3, XV.6 humanismo: X.l, X.5, X.8, XI.l XI1.7, XII.9, XV.2, XV.5
evolutívo¡ iv.5, vin.7, VIII.9 experimentación y observación: VII.l, Vil.2 surgimiento del: 11.5
moderno: X.9
imaginación en el: III.5 innovación: V.3, XV.8
nacimiento del: X.2, X.7. X.8
inducción en el: III.4 inspiración: 1II.4,1V.5, V.3
fabricación: 11,4,111.5, XV.2, XV.5, XV.6
intuición en el: III.4 intuición: III.4, IV.4, V.l
factor de seguridad. III.5, XV.2 identidad: V.5, X.9, XI.l, XI.6
optimización del: 111.3, III.5, XIV.4 invención: II.6, V.3
factor de carga: XV.2 ideología: V.l, VII.6.IX.1
óptimo: XV.4 irracionalidad (véase racionalidad)
factor de resistencia: XV.2 imaginación: V.l, V.2, V.3
racionalidad en el: 1114 jefe de proyecto: IV.6, XV.6
falla(s): 11.6.11I.4, XV.l imperativo categórico: XI.l
revisión o verificación del: I1I.3, III.4, juicio: IV.1,IV.2. XIV. 1
causas de las: XV.4 incertidumbre: III.4, 1V.3, IV.4. XII.9. X1V.1, juicio experto (véase juicio profesional)
XV.5
consecuencias de las: XV.3 XIV.2, XIV.3, XIV.5

390 391
juicio profesional: I1I.5. III.7. IV.l, IV.2. XIV. 1. patriotismo: V.5 expertos: IV.5
realismo: XIV.3
XIV.5, XIV.6, XV.2, XV.6 práctica: 1II.5, IV.5 representación de los: XIII.l, XIII.2, XIII.3,
recursos naturales: 11.6, VIII.l, XIII.7
desarrollo del: IV.l. IV.5, VI.] predicción o pronóstico: IV.5, VII.2 XIII.4
comunitarios: XIII.7
naturaleza del: IV.2, IV.4 presas: VIII.3, VII1.10 y subsistemas: XIII.l
consumo de: 11.6, VIII.l
papel del: IV.3 beneficios y costos de las: VIII.3, VIH.4 sociedad, intereses de la: II.2.11.6. III.5, V.5
reduccionismo: VII.2, VII.5, XIV.2
juicio social: XV. 1 presiones injustificadas: XV.7 sostenibilidad (véase desarrollo sostenible)
regla de oro: XI. 1, XI.6
probabilidad: IV.3, IV.4, XIV.6 relaciones causa-efecto: XIII.l, XVI subcontratación: XV.6
laboriosidad: IV.5, IV.6, V.4. V.6 asignación o estimación de la: XIV.6 subjetividad (véase objetividad y subjetivi-
laicismo: X.7. X.9 religión: X.8, X.9, XII.4
teoría de la: X1V.1, XIV.5. XIV.6 Renacimiento: V.2, VII.2, X.2 dad)
lenguaje: V.2 procesos intelectuales de la ingeniería: III.i sublimación: X.6
resistencia de materiales (véase mecánica de
de sistemas (véase sistemas, representa- III.2, III.3, III.4, III.6,111.7, IV.l, IV.6, Vi] supervisión: IV.6
materiales)
ción de los) V2, VII.6
y racionalidad: V2 responsabilidades del ingeniero (véase inge-
procesos intelectuales del diagnóstico: 111.2 niero, responsabilidades del) tasa de descuento: VIH. 1
libertad: XII.2.XII.3 procesos intelectuales del diserto: III.3, ¡11.4 técnica: 11.2
libre albedrío: X.5, X1V.4 Revolución industrial: IV.4, V1I.1
profesión: 11.2 riesgo: XII.6, X1I.8. XV.2, XV.4, XV.8 tecnología: XI.2, XII.l. XII.3, XII.5, XII.10
e indeterminismo: XIV.2 profesionalismo: XLS beneficios y riesgos de la: XII.5, XII.8
licitación de proyectos: XV.7 aversión y propensión al: V.l
progreso: VII.2, VII.3, XV.8 temor por la: XU.6. XII.7, XII.8, XII.10
definición: XV.4
proyecto(s) de ingeniería: XIII.2 y calidad de vida: XII.10
máquinas de vapor: IV.4 e incertidumbre: XII.9, X1V.5
beneficios y costos de los: III.1, VIII.l, socialmente aceptable: XV.4 y ética: XI.2, XI1.5, XII.7
matemáticas: V.2, VII.2, X1V.6 VIII.9, VIII.10, X.1.X1.2, X11I.2 y mortalidad: XII.8
tecnológico: XI1.6, XII.7, XII.8
mecánica de malcríales: Vli.2 carácter evolutivo de los: VIII.7, VII 1.9 y trabajo: XII.4
y probabilidad: XII8, XV.4
mecanismos de talla (véase talla, mecanismos de) efectos no deseados de los: II.4. VHI.I, y valores sociales (véase valores sociales,
medición: IV.5 y subjetividad: XII.9
VUI.8, VIII.9, XI.2 riqueza: VII.3, V1II.2 y tecnología)
mercado: XV.7 evaluación de los: II.4, VIII.9, VIII.10, teoría: III.4.rV4, VII.2
distribución de la (véase desigualdad so-
inmobiliario: XIII.5 Vin.ll.XIII.2 termodinámica: IV.4
cial)
método científico: VII.2, VII.5, VU.7 extemaBdades de los: VIII.8, VIII.9. VIII.11 trabajo: V.4
supuestos del: VII.2 y calidad de vida (véase calidad de vida,
modelación de los: IV.6, VI1I.6. VIII.7, y riqueza) en equipo: IV.5, IV.6, VI.2, XV.5, XV.6
validez del: VII.2 VIII.l 1 organización del: XV.6
método experimental (véase método cientí- monitoreo de los: VIII.l. VIII.6, VIII.7, seguridad: III.4, X1V.5, XVI, XV.5 V conocimiento: XII.4
fico) V1II.8, X1.2 costo de la: XV. 1 y contemplación: XII.4
método observational: IV.5 operación de los: 11.4, XV.2, XV.5, XV.6, del diseño (véase diseño, seguridad del) y necesidades humanas: XII.4
modelos: IV.4, XIV.3 XV.7 transformación del mundo: II.5,11.6
óptima: XV. 1
computacionales: XV.6 propósito de un: 11.2,11.3, XII." sentimientos: V.l
Modernidad: V.2, X.2 rentabilidad de los: XIII.2 urbanización: II.5
sismos: XV.3
moral: XI.1.X1.6 seguimiento de los (véase proyeclo(s) de utopias: XII.5
sistema(s): XIII.l
definición: XI. 1 ingeniería, monitoreo de los) arquetipos de: XIII.3, XI1I.5
mortalidad: XV. 1 puentes: IV.4, XIV.6, XV.3, XV.8 valor presente: VIII.l
ciclos de rcalimentación de los: XIII.l.
por fallas: XV.1.XV.4 XIII.3. XIII.4 valores sociales: VII.6, XI. 1, XII. 1
motivación: VI racionalidad: IV.4. V.l, V2, VII.5, VII.6 naturaleza de los: XII.3
con retraso de efectos: XIII.3
y lenguaje (véase lenguaje, y racionalidad) desestabilización de los: XIII.5 y conocimiento: X11.3
naturaleza humana: II.6, VII.3, X.1, XII.2 racionalismo: XIV.3 dinámicos: XIII.l. XI 11.1 y tecnología: XII.2, XII.3
necesidades humanas; II.1, II.4,11.5,11.6, V.l, razón: V.2, V.3. XIV.3 elementos constitutivos básicos de los: viajes espaciales: XV.3
VII.6, VIII.2, VIII.10, X.1, XII.4 limitaciones de la: V.l XIII.3, XIU.5 vialidades urbanas: XIII.4
negligencia: XV.6 sesgo de la: V.l voluntad: V.l, X.5, XV.l
enfoque de (véase sistemas, representación
suficiente, principio de: V.2 de los) vitalidad: X.6
objetividad y subjetividad: IV.l, IV.3, VI 1.6, realidad: XIV.3
XIV.6.XV1 realimentación (véase sistemas, ciclos de rcali-
obsolescencia: V1I.4 mentación de los)

392 393
El rompecabezas de la ingeniería.
Por qué y cómo se transforma el mundo,
de Daniel Reséndiz Núñez,
se terminó de imprimir y encuadernar en el mes de enero de 2008
en Impresora y Encuadernadora Progreso, S. A. de C. V. ( I E P S A ) ,
Cal/.. San Lorenzo, 244; 09830 México, D. F.
F.n su composición, elaborada en el
Departamento de Integración Digital del rc.t,
se usaron tipos Minion de 12:14, 11: M y 9:10 puntos.
La edición, al cuidado de Rubén Hurtado López,
consta de 3000 ejemplares.
La ingeniería ha transformado el m u n d o d u r a n t e siglos, por inicia
de la sociedad o con su a n u e n c i a tácita. Sus creaciones h a n sidc
clave para resolver i n n u m e r a b l e s problemas y cubrir múltiple:
necesidades de la h u m a n i d a d , pero sus obras también suelen tei
repercusiones negativas —casi siempre diferidas y a veces
•., imprevistas— sobre nuestro e n t o r n o n a t u r a l y social.
>; Este libro está dirigido a todos los lectores cultos y curiosos (inclus
& , ingenieros) interesados en que esta creativa profesión continúe
tj satisfaciendo nuestras necesidades y logre q u e las repercusiones
;•! j indeseables de su actividad sean cada vez menores. Para ello es
f j l n e c e s a r i o q u e ingenieros y no ingenieros compartan ciertas noción*
$I Todos tenemos intereses puestos en la ingeniería, pues nadie
¡, está excluido de los beneficios y los riesgos derivados de ella;
¿j por tanto, necesitamos saber lo suficiente sobre cómo opera
}} esta profesión, al m e n o s para cuidar que sus proyectos respondar

Daniel Reséndiz Núñez, con amplia experiencia como ingeniero, educador/investiga'.


I• y funcionario público, es ingeniero civil y doctor en ingeniería con especialidad en
mecánica de suelos; por su labor ha recibido numerosas distinciones, entie ellas

como investigador emérito de la U M A M . También es miembro titular del Seminario ri>


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