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La velocidad de circulación del dinero se refiere a cuán rápido una unidad monetaria
cambia de manos en una Economía. Se puede calcular como el número de veces que una
unidad monetaria pasa de unas manos a otras en el proceso de compra y venta de bienes
y servicios.
La teoría cuantitativa del dinero es una teoría económica que pretende explicar las causas
de la inflación, es decir, las variaciones de los precios y del valor del dinero en un país.
Esta teoría se originó en el siglo XVI a raíz de lo que hoy se conoce como “la revolución de
los precios”. Como consecuencia de la llegada masiva de materiales preciosos (sobre todo
oro y plata) desde América, los europeos pensaban que se harían ricos. Sin embargo, lo
que ocurrió fue que los precios de los bienes aumentaron. Los precios se multiplicaron por
6 desde 1500 a 1650. Este nivel de inflación no es demasiado elevado comparado con el
siglo XX, pero entonces era muy extraño ver subidas en los precios.
La teoría económica del pensador español pronto se extendió por Europa. En el año 1568
el francés Jean Bodin argumentó también que “al aumentar la cantidad de dinero en
circulación sin que haya un aumento comparable del suministro de mercancías, los precios
tienden a reaccionar al alza».
Varios siglos después, Irving Fisher plasmó estas teorías en una fórmula en su libro “el
poder adquisitivo del dinero”, siendo la forma más moderna y elaborada de este teoría. La
teoría cuantitativa del dinero a veces se conoce por ello teoría de Fisher.
Esta teoría es llamada así, en vista de que ella fue desarrollada por varios economistas
unificados en la universidad de Cambridge. La teoría está sustentada en que la cantidad de
dinero o medio circulante en una economía depende fundamentalmente de la demanda
de este en la economía.
En su esfuerzo de formalización Irving Fisher parte del principio según el cual la suma total
de dinero pagada por los compradores en una economía siempre es igual a la suma de
dinero recibida por los vendedores, es decir que toda compra o venta tiene su
contrapartida monetaria equivalente.
Ahora, la suma de dinero pagada por los compradores de una economía puede asimilarse
como igual a la cantidad de dinero existente en esa economía (oferta de dinero)
multiplicada por la cantidad promedio de veces en que cada unidad monetaria participa
en una transacción en determinado período de tiempo (concepto más conocido como la
velocidad de circulación del dinero).
De otro lado, la suma recibida por los vendedores puede considerarse como igual a la
cantidad de bienes transados multiplicada por los precios de estos. Si solo se tienen en
cuenta las transacciones de bienes finales, entonces los bienes transados pueden medirse
a través del producto interno bruto (PIB).
(1)
Dada la identidad macroeconómica básica según la cual PIB = Ingreso (Y), entonces la
ecuación puede replantearse de la forma siguiente:
La velocidad de circulación del dinero (V) es una variable que depende de factores
estables como los hábitos de pago predominantes en la sociedad y la tecnología bancaria
y, en todo caso, no se relaciona para nada con las demás variables que componen la
ecuación. Por ello Fisher considera a V como constante.