– Mamá, dime.
– ¿Señora Ernestina?
– ¿Cómo dice?
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– Me encantaría.
– Preciosa.
– ¿Y su oficina?
– Bonita, luminosa.
– ¿La gallega?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
– No se enfade.
– Verdad.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
– Señoría.
– ¿Todo bien?
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– Exacto.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
– ¿A quién?
– Su madre.
– ¡¡¿Eso tienen?!!
– ¡¡Noo!!
– A mí tampoco, pregunté.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– Me lo imaginaba.
– ¡Sí!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– ¿Qué peli?
– ¿A quién?
– ¿Y qué pensó?
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– ¿Porque es tacaña?
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– ¿Marité? – extrañada.
–.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– ¿Sam?
Maca suspiraba.
– Más dinero, busca sacarle todo lo que tiene Esther. Así logra
dos cosas, le jode la vida a usted y se repone financieramente, debe
tener bastante follón con sus socios.
– ¡¡Porque no!!
– Usted dijo que iba a pedir un préstamo por la mitad del valor
de su casa.
– Tengo el dinero.
– ¡¡Para su empresa!!
– ¿Por qué? ¿Si de eso dependiera que Mara esté segura con
usted, no lo aceptaría?
– ¿Qué?
– Y canguelo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
– No necesariamente.
– No necesariamente.
– ¡¡¿Eh?!!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– Para mí sí.
– El remordimiento.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– El corte te rejuvenece.
– Unos cinco o seis años, por lo menos. Pero también tiene que
ver tu semblante, estás más alegre.
– ¿Tú crees?
– Gracias Adela.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Al rato.
– Está cerrado.
– Creo que había una caja grande donde metía las cosas que
iba trayendo, quizás esté ahí. Espera, te acompaño y buscamos,
está en su armario.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– No, me dieron unos ejercicios para hacer tres veces por día,
espaciados. Tengo que volver en quince días para control.
– Si te apetece.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– ¿Más?
– Claro.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
– En esa mesa dejé las formas que hay que completar con las
especificaciones técnicas del avión con el que vamos a comenzar a
operar. Están los manuales que me enviaron desde Dusseldörf. ¿Te
parece hacer eso?
– Sí.
– Vale. – se levantaba.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
– ¿Puedo pasar?
– No.
– ¿Reciente?
– ¡¡¿Quée?!!
– ¡¡¡Joder!!!