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MÓDULO: TÉCNICAS DE MANTENIMIENTO DE LINEAS AÉREAS DE ALTA

TENSIÓN

TEMA: PUESTA A TIERRA


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INDICE

INDICE........................................................................................................................................................................... 2

1. INTRODUCCION ....................................................................................................................................................... 4

2. SISTEMA DE PUESTA A TIERRA ........................................................................................................................... 5

2.1 Definición ...............................................................................................................................................5


2.2 Elementos del sistema de puesta a tierra ..............................................................................................5

3. REGLAMENTOS DE LINEAS ELECTRICAS DE ALTA TENSION.......................................................................... 8

3.1 Reglamento de 1968..............................................................................................................................8


3.2 Reglamento de 2008..............................................................................................................................9

4. MEDIDAS REGLAMENTARIAS ............................................................................................................................. 11

4.1 Medida de la resistencia de las tomas de tierra ................................................................................... 11


4.2 Factores que influyen en la medición ................................................................................................... 14
4.3 Medida de las tensiones de contacto ................................................................................................... 17
4.4. Medida de las tensiones de paso........................................................................................................ 23

5. INSPECCION DEL SISTEMA DE PUESTA A TIERRA .......................................................................................... 26

5.1 ¿Cuándo debe realizarse una inspección del sistema de puesta a tierra? .......................................... 26
5.2 Componentes del sistema de puesta a tierra a inspeccionar y metodología ....................................... 27

6. MEJORA DEL SISTEMA DE PUESTA A TIERRA ................................................................................................. 29

6.1 ¿Cuándo debe hacerse una mejora del sistema de puesta a tierra? ................................................... 29
6.2 Técnicas de mejora.............................................................................................................................. 29

7. REFERENCIAS ....................................................................................................................................................... 39
1. INTRODUCCION
Con la puesta a tierra de las líneas eléctricas, se pretende garantizar la seguridad de las
personas y evitar daños en las propiedades y equipos respecto a las tensiones que aparezcan
cuando se produce una falta a tierra en la instalación.
Desde el punto de vista del mantenimiento, el nuevo Real Decreto 223/2008 viene a modificar
de forma significativa todo el tema de medición, inspección y mejora de las puestas a tierra, por
cuanto es uno de los apartados que más ha variado respecto al reglamento ahora vigente
(Decreto 3151/1968).
De esta forma, nos encontramos que deberemos organizar y planificar el mantenimiento de dos
maneras distintas, dependiendo de que la línea fuese diseñada y construida bajo la normativa
del Decreto 3151/1968 o por el contrario los criterios sean los marcados en el nuevo Real
Decreto 223/2008. Con carácter general, la disposición transitoria primera de este último Real
Decreto, indica que será de obligado cumplimiento a partir de los dos años de su publicación
en el Boletín Oficial del Estado.

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2. SISTEMA DE PUESTA A TIERRA
2.1 Definición
Decimos que el “sistema de puesta a tierra” de una línea eléctrica comprende toda la ligazón
metálica directa, sin fusibles ni protección alguna, de sección suficiente, entre determinados
elementos o partes de una instalación y un electrodo o grupo de electrodos enterrados en el
suelo. El objetivo es conseguir que en el conjunto de la instalación no existan diferencias de
potencial peligrosas y que al mismo tiempo, permita el paso a tierra de las corrientes de falta o
de descarga de origen atmosférico.

2.2 Elementos del sistema de puesta a tierra


En el sistema de puesta a tierra, distinguimos tres partes fundamentales (figura 1), que son:
 Conductores de unión.
 Electrodo o toma de tierra.
 Terreno.

Figura 1: Elementos del sistema de puesta a tierra


2.2.1. Conductores de unión

Son los conductores que unen el electrodo, conjunto de electrodos o anillo, con el punto de
puesta a tierra. Estos conductores, según el decreto 3151/1968, podrán ser de cualquier
material metálico que reúna las siguientes condiciones:
 En ningún caso la sección será inferior a la electricamente equivalente a 16
milimetros cuadrados de cobre (si la instalación se rige por el Real Decreto 223/2008
deberá cumplir, como mínimo: 25 mm2 para cobre, 35 mm2 para aluminio o 50 mm2
para acero).
 En la zona inmediatamente superior e inferior al terreno, estarán protegidos contra
golpes u otro tipo de daños que puedan sufrir. En este sentido, cuando exista macizo
de hormigón, el conductor no debe tenderse por encima de él sino atravesarlo.

2.2.2. Electrodo o toma de tierra


La geometría que deba tener la toma de tierra, así como el material del que esté hecha, variará
de una serie de factores. Los más influyentes son:
 La resistencia a la corrosión del material.
 Conductividad eléctrica.
 Intensidades de corriente admisibles.
 Resistencia mecánica.

2.2.3. Terreno
Las características del suelo es uno de los principales aspectos a tener en cuenta a la hora de
diseñar un sistema de puesta a tierra, ya que hay una serie de factores que nos marcarán este
diseño.
Caso de ser necesario, se puede recurrir al tratamiento del suelo con sales, geles, tratamiento
electrolítico del terreno, etc, para mejorar su conductividad, aunque si es posible deben
evitarse, ya que con el paso del tiempo pierden estas propiedades, salvo que se repita el
tratamiento periódicamente.
Entre otras características, podemos destacar:
 Humedad.
 Temperatura
 Composición química.

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 Número y grosor de las capas que componen el terreno.
3. REGLAMENTOS DE LINEAS ELECTRICAS DE ALTA TENSION
Hasta este momento se viene aplicando el Reglamento de 1968, a partir de ahora, en las
nuevas instalaciones, se deberá aplicar el nuevo reglamento de 2008. Dependiendo del
reglamento que sea aplicable a cada instalación, se deberá proceder de una manera u otra.

3.1 Reglamento de 1968


El Decreto 3151/1968, en su artículo 26, titulado “Resistencias de difusión máximas de las
puestas a tierra”, marca una serie de requisitos que se deberán cumplir en lo referido a
aspectos como:
 Valores máximos de la resistencia de las puestas a tierra.
 Obligatoriedad de la colocación de anillos difusores cerrados en las zonas de pública
concurrencia.
 Si debe o no estar conectado el cable de tierra a la hora de hacer las mediciones.
 Qué se puede hacer cuando, por la naturaleza del terreno, sea difícil obtener una
resistencia de difusión dentro de los límites establecidos.
 Cada cuanto tiempo se debe comprobar la instalación de puesta a tierra de una línea.
 Cuando y con qué periodicidad se deben descubrir las tomas de tierra para verificar
su estado.

En lo concerniente a valores máximos de las resistencias de las puestas a tierra, indica que “en
zonas frecuentadas, la resistencia de difusión de la puesta a tierra de los apoyos no será
superior a 20 ohmios. En el caso de que este valor de la resistencia de difusión fuese difícil de
obtener, en líneas de segunda y tercera categorías, siempre que estén provistas de
protecciones sensibles y rápidas, de acuerdo con lo dicho en el párrafo cuarto del apartado 6
del artículo 12, se admitirá un valor de la resistencia de difusión superior, siempre que se
refuerce el aislamiento del apoyo hasta el valor correspondiente al escalón superior de tensión
indicado en el articulo 24 para las ondas de choque.”
Más adelante, en este mismo artículo, se indica que “en las zonas de pública concurrencia,
además de cumplirse lo anterior, será obligatorio el empleo de electrodos de difusión o tomas
de tierra en anillo cerrado, enterrado alrededor del empotramiento del apoyo, a 1 metro de
distancia de las aristas del macizo de la cimentación, o de la superficie exterior del apoyo si no
existiese macizo.”

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Los 20 ohmios indicados anteriormente son para medidas realizadas en corriente alterna de 50
o más Hz. y si hay cable de tierra, este estará conectado en posición de trabajo, salvo que el
objeto de dicho cable sea la protección de la línea contra el rayo, en cuyo caso, la medición
deberá realizarse eliminando la influencia del cable de tierra.
Cuando el terreno no sea favorable, podrá ser tratado para reducir la resistencia de difusión de
las puestas a tierra.
La instalación de puesta a tierra deberá ser comprobada antes de la puesta en servicio de la
instalación y se revisará cada 6 años.
Cuando la composición del terreno pueda ser agresiva para el material de las puestas a tierra,
cada 9 años se descubrirán al objeto de verificar su estado de conservación, así como el
estado de las conexiones al apoyo.

3.2 Reglamento de 2008


Este reglamento (Real Decreto 223/2008) marca un cambio importantísimo respecto al de
1968, especialmente en lo concerniente a los requerimientos que se les exige a los sistemas de
puesta a tierra. Así, en vez de hablar de las resistencias de difusión máximas de las puestas a
tierra, lo que exige es que las tensiones de paso y contacto se mantengan dentro de unos
niveles aceptables.
En el apartado 7.1, indica que el sistema de puesta a tierra deberá cumplir los cuatro requisitos
siguientes:
“a) Que resista los esfuerzos mecánicos y la corrosión.
b) Que resista, desde un punto de vista térmico, la corriente de falta más elevada determinada
por el cálculo.
c) Garantizar la seguridad de las personas con respecto a tensiones que aparezcan durante
una falta a tierra en los sistemas de puesta a tierra.
d) Proteger de daños a propiedades y equipos y garantizar la fiabilidad de la línea.”
Aunque como se ha indicado al principio de este apartado, el Real Decreto 223/2008, exige
que las tensiones de paso y contacto se mantengan dentro de unos niveles aceptables, en el
apartado 7.3, profundiza en estos aspectos e indica que para las tensiones de paso no es
necesario definir valores admisibles, ya que los valores admisibles de las tensiones de paso
aplicadas son mayores que los valores admisibles en las tensiones de contacto a los valores
máximos admisibles, se recurrirá al empleo de medidas adicionales de seguridad a fin de
reducir el riesgo de las personas y de los bienes, en cuyo caso será necesario cumplir los
valores máximos admisibles de las tensiones de paso aplicadas, debiéndose tomar como
referencia lo establecido en el Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de
seguridad en centrales eléctricas, subestaciones y centros de transformación.”
Todo lo anteriormente dicho, solo es aplicable a los apoyos frecuentados, es por ello, que en
este mismo apartado, clasifica los apoyos en frecuentados y no frecuentados, definiendo los
requerimientos que debe cumplir cada tipo. Dentro de los apoyos frecuentados, profundiza y
los subdivide en “apoyos frecuentados con calzado” y “apoyos frecuentados sin calzado” ya
que en el caso de los primeros, se tendrá en cuenta la resistencia del calzado, indicando que
para esta se puede tomar un valor de 1000 ohmios.
Al igual que el reglamento de 1968, éste marca que la instalación de puesta a tierra deberá ser
comprobada antes de la puesta en servicio de la instalación y se revisará cada 6 años.
Igualmente se revisará si se detectan modificaciones sustanciales en las inmediaciones del
apoyo, que puedan variar la clasificación de este, pasando de no frecuentado a frecuentado o
que haya variado la resistividad del terreno próximo al apoyo por asfaltado, ajardinamiento, etc.
aplicadas.” Solo marca una excepción y es “cuando las tensiones de contacto calculadas sean
superiores

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4. MEDIDAS REGLAMENTARIAS
Dependiendo del Reglamento aplicable a cada instalación, se deberán realizar las medidas de
las tomas de tierra o las tensiones de contacto. En los casos especiales en los que no se
consigan las tensiones de contacto requeridas, además de eliminar con algún método la
posibilidad de contacto con la instalación, habrá que verificar las tensiones de paso.
En cualquiera de los casos, estas verificaciones se realizarán cada 6 años.

4.1 Medida de la resistencia de las tomas de tierra

4.1.1. Definición de resistencia de puesta a tierra

Definiremos la resistencia de puesta a tierra como la resistencia que ofrece una masa metálica
conectada a tierra al paso de la corriente de un defecto que circula por la misma.

4.1.2. Medida de la resistencia de puesta a tierra


A efectos prácticos, la medida de la resistencia de las tomas de tierra se puede realizar con dos
tipos de equipos distintos, aquellos que eliminan la influencia del cable de tierra de la línea y los
que no. Dependiendo del equipo que utilicemos, deberemos aplicar técnicas distintas a la hora
de realizar el trabajo. En cualquier caso, tendremos en cuenta lo especificado en el manual del
equipo correspondiente, a fin de no incurrir en errores provocados por una manipulación
errónea de los equipos, malas interpretaciones de los resultados obtenidos o fallos a la hora de
hacer el montaje de cables, picas, etc.

4.1.3. Medidores de alta frecuencia

Se trata de equipos que para realizar la medida inyectan una corriente con una frecuencia del
orden de 150 Hz o más. Con esto consigo eliminar la influencia del cable de tierra por lo que no
es necesario desconectarlo. Estos medidores son muy utilizados en la actualidad (figuras 2 y
3). Entre sus ventajas podemos destacar:
 Economía de tiempo al no ser necesario desconectar la toma de tierra del apoyo para
eliminar la influencia del cable de tierra.
 Se puede medir la resistencia de puesta a tierra en apoyos en los que no esté
accesible la conexión por estar esta dentro de la cimentación.
Como principales desventajas podemos citar:
 Son equipos con precio mucho más elevado.
 Son equipos más sensibles y que se averían con más facilidad.
 En proximidades de subestaciones, tuberías metálicas, etc, no es posible utilizarlos
por la presencia de corrientes parásitas u otros condicionantes que pueden falsear el
valor de las medidas obtenidas.
 Para medidas de resistencias superiores a 25 ohmios, se pierde precisión y fiabilidad
en la medida obtenida.

Figura 2: Medidor de alta frecuencia tipo ABB HW2W

Figura 3: Esquema de conexión. (Medidor de alta frecuencia ABB HW2W)

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4.1.4. Medidores de baja frecuencia

En la actualidad son más utilizados en subestaciones que en líneas. En el caso de líneas,


suelen utilizarse en los casos siguientes:
 Para medidas de resistencias superiores a 25 ohmios.
 En las proximidades de subestaciones.

Entre sus ventajas con respecto a los medidores de alta frecuencia podemos destacar:
 Son equipos con precio mucho menor.
 Dan pocos problemas de averías.
 En proximidades de subestaciones, tuberías metálicas, etc, es posible utilizarlos
siendo fiable el valor de las medidas obtenidas.

Como principales desventajas podemos citar:


 Es necesario desconectar la toma de tierra del apoyo para eliminar la influencia del
cable de tierra. Esto hace que el proceso de medición sea más largo.
 Si la línea tiene cable de tierra, no se puede medir la resistencia de puesta a tierra en
aquellos apoyos en los que no esté accesible la conexión por estar esta dentro de la
cimentación.

En la figura 4 se muestra un modelo de medidor de baja frecuencia y en la figura 5 el esquema


de conexión.

Figura 4: Medidor de baja frecuencia tipo GEOHM-2


Figura 5: Esquema de conexión. (Medidor de baja frecuencia GEOHM-2)

4.2 Factores que influyen en la medición


Al realizar la medición, tenemos que tener en cuenta que influyen una serie de factores que
pueden hacer que esta varíe y por tanto, es posible que para un mismo apoyo, dependiendo de
estos factores, obtengamos valores distintos para la misma toma de tierra medida en distintos
momentos y en distintas circunstancias. Entre estos factores, podemos destacar: la humedad
del terreno, la temperatura, montaje de los equipos de medida, conexión del equipo a la tierra
de los apoyos a medir y el estado del equipo de medida.

4.2.1. La humedad del terreno


La conducción de la corriente en el terreno es un fenómeno que puede verse influenciada de
una manera muy importante por la humedad, ya que esta facilita la disociación de las sales en
iones que transportan dicha corriente.
Como puede verse en la figura 6 dependiendo del tipo de terreno que tengamos la resistividad
del terreno con la humedad presenta una curva diferente. No obstante, todas presentan un
factor común y es que para valores de la humedad inferiores al 10%, la resistividad aumenta
bruscamente, lo contrario ocurre para valores de la humedad superiores al 20%, pues a partir
de aquí, la resistividad prácticamente no se ve afectada. Esto habrá que tenerlo en cuenta a la
hora de planificar las medidas, pues serán distintos los valores obtenidos en unas estaciones
del año u otras, dependiendo de la pluviosidad.

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Figura 6: Efecto de la humedad

4.2.2. La temperatura
La resistividad del terreno, como puede verse en la figura 7, aumenta de manera brusca por
debajo de los 0ºC, mientras que la influencia se puede considerar despreciable por encima del
punto de congelación y especialmente a partir de 10ºC. Este hecho, se deberá tener en cuenta
a hora de diseñar una instalación en zonas muy frías y enterrar los electrodos de la toma de
tierra a más profundidad.
Esto habrá que tenerlo en cuenta a la hora de planificar las medidas, pues serán distintos los
valores obtenidos si hay heladas o no.
Figura 7: Efecto de la temperatura del terreno

4.2.3. Montaje de los equipos de medida

Independientemente del tipo, marca y modelo de equipo de medida que utilicemos, siempre
tendremos que ajustarnos rigurosamente a lo indicado en el manual de uso del aparato, pues
un mal montaje, el no realizar los chequeos iniciales que nos indiquen, un error en la
interpretación de las escalas, etc, hará que la medida obtenida no sea correcta.

4.2.4. Conexión de equipo de medida a la tierra

Una mala conexión, por mal contacto, del equipo de medida a la tierra a medir, o algún otro
error, nos puede falsear la medida.
Para el caso de medidores de baja frecuencia tendremos especial cuidado en desconectar
correctamente la toma de tierra del apoyo, a fin de evitar la influencia del cable de tierra y del
apoyo en la medición. Si es necesario limpiaremos la toma de tierra para facilitar el buen
contacto con el equipo.
Si, como es lo más habitual, estamos realizando la media con un equipo de alta frecuencia,
tendremos especial cuidado en que la conexión de la pinza del equipo al apoyo tenga un buen
contacto, para ello, deberemos limpiar bien la zona de contacto de suciedad, oxido o pintura si
el apoyo estuviera pintado.

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4.2.5. Estado del equipo de medida

Para evitar errores en la medición obtenida y tener estos acotados de manera precisa, es
necesario que el equipo utilizado este convenientemente calibrado y esta calibración esté
dentro del periodo de validez.
También se tendrá en cuenta que la tolerancia de medida sea superior a la incertidumbre del
equipo.

4.3 Medida de las tensiones de contacto


Uno de los defectos que el Real Decreto 223/2008 señala en su clasificación de defectos como
“muy grave” es el hecho de que las tensiones de contacto sean superiores a los valores límites
admisibles. Por ello, hay que ser riguroso a la hora de realizar las medidas de las tensiones de
contacto, pues la existencia de un solo defecto “muy grave”, es suficiente para que el resultado
de la inspección de la línea sea considerado “Negativo”.

4.3.1. Definición de tensión de contacto y tensión de contacto aplicada

Definiremos la tensión de contacto, como la fracción de la tensión a tierra que puede ser
puenteada por una persona entre la mano y el pie o entre ambas manos, considerando en
ambos casos una distancia de un metro.
Definiremos como tensión de contacto aplicada, a la parte de la tensión de contacto que resulta
directamente aplicada entre dos puntos del cuerpo humano, cuando se produce un defecto a
tierra, considerando todas las resistencias que intervienen en el circuito y estimándose la
resistencia del cuerpo humano en 1000 ohmios.

Figura 8: Circuito equivalente tensión de contacto


4.3.2. Determinación de la tensión de contacto máxima admisible (Uc)

En aquellas líneas que se rijan por lo marcado en el Real Decreto 223/2008, en lugar de medir
la resistencia de las puestas a tierra cada 6 años, habrá que garantizar que la tensión de
contacto en apoyos frecuentados no está por encima de los valores de la tensión admisible de
contacto aplicada (Uca) a la que puede estar sometido el cuerpo humano entre la mano y los
pies, en función de la corriente de falta. Estos valores son los que se muestran en la figura 9 y
se deben cumplir en el caso de apoyos clasificados como “frecuentados”.

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Figura 9: Tensión de contacto aplicada

El Real Decreto 223/2008 define exactamente qué apoyos deben definirse como “frecuentados”
y en los que por tanto se debe garantizar los valores admisibles de las tensiones de contacto.
Define apoyos frecuentados como “los situados en lugares de acceso público y donde la
presencia de personas ajenas a la instalación eléctrica es frecuente: donde se espere que las
personas se queden durante tiempo relativamente largo, algunas horas al día durante varias
semanas, o por un tiempo corto pero muchas veces al día, por ejemplo, cerca de áreas
residenciales o campos de juego. Los lugares que solamente se ocupen ocasionalmente, como
bosques, campo abierto, campos de labranza, etc., no están incluidos”.
Lo que deberemos medir es la “Tensión de contacto máxima admisible en la línea (Uc)”, que es
función de la “Tensión admisible de contacto aplicada (Uca)” cuyos valores se han dado en la
tabla y figura anterior, en base a la siguiente relación:

Uc = Uca [1+((Ra1+Ra2)/ZB)]

Donde:
Uc es la tensión máxima admisible en la línea.
Uca es la tensión admisible de contacto aplicada.
ZB es la Impedancia del cuerpo humano (para la que el reglamento toma 1000 ohmios).
Ra1 es la resistencia del calzado (para la que el reglamento toma 1000 ohmios).
Ra2 es la resistencia a tierra del punto de contacto con el terreno (el reglamento toma 1,5 s,
siendo s la resistividad del suelo cerca de la superficie).
A fin de determinar la Ra1 que deberá utilizarse en la formula anterior, los apoyos
“frecuentados” los subdivide a su vez en “frecuentados con calzado” y “frecuentados sin
calzado”, tomando los siguientes valores:
 Ra1 en apoyos “frecuentados con calzado” = 1000 ohmios.
 Ra1 en apoyos “frecuentados sin calzado” = 0 ohmios.

Y marca que los “frecuentados sin calzado”, serán “los situados en lugares como jardines,
piscinas, camping o áreas recreativas donde las personas puedan estar con los pies
desnudos”.
Por tanto, si llamamos IB a la corriente que fluye a través del cuerpo, el esquema del circuito de
contacto, será el siguiente (figura 10).

Figura 10: Esquema del circuito de contacto

En cuanto a la resistividad del suelo (s), si no la medimos en cada punto, se pueden tomar
como aproximación los valores indicados en la siguiente tabla (figura 11), tomada de la
instrucción MI-BT-039 del Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.

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Figura 11: Tabla de resistividades de terrenos

En los siguientes casos no será necesario que se cumplan las tensiones de contacto:
 Cuando se aíslen los apoyos de tal forma que todas las partes metálicas del apoyo
queden fuera del volumen de accesibilidad limitado por una distancia horizontal
mínima de 1,25 metros, ya sea utilizando vallas aislantes o por cualquier otro medio
(orografía, obstáculos naturales, etc.).
 Cuando el apoyo esté recubierto por placas aislantes o protegido por obra de fábrica
de ladrillo hasta una altura de 2,5 metros, de forma que se impida la escalada al
apoyo.

En estos casos, habrá que garantizar que se cumplan las tensiones de paso aplicadas.
4.3.3. Medición de la tensión de contacto aplicada (Uca)

A la hora de realizar la medición de la tensión de contacto aplicada, hemos de tener en cuenta


lo indicado en el Real Decreto 223/2008, que en su apartado 7.3.4.6 indica:
“Para la medición de la tensión de contacto aplicada deberá usarse un método por inyección
de corriente.
Se emplearán fuentes de alimentación de potencia adecuada para simular el defecto, de forma
que la corriente inyectada sea suficientemente alta, a fin de evitar que las medidas queden
falseadas como consecuencia de corrientes vagabundas o parásitas circulantes por el terreno.
Consecuentemente, y a menos que se emplee un método de ensayo que elimine el efecto de
dichas corrientes parásitas, por ejemplo, método de inversión de la polaridad, se procurará que
la intensidad inyectada sea del orden del 1 % de la corriente para la cual ha sido dimensionada
la instalación y en cualquier caso, no inferior a 50 A.
Los cálculos se harán suponiendo que para determinar las tensiones de contacto posibles
máximas existe proporcionalidad entre la intensidad inyectada y la intensidad de puesta a tierra
IE.
Los electrodos de medición para la simulación de los pies con una resistencia a tierra del punto
de contacto con el terreno de valor Ra2=1,5 s, donde s es la resistividad superficial del suelo,
deberán tener cada uno un área de 200 cm2 y estarán presionando sobre la tierra con una
fuerza de 250 N. Para la medición de la tensión de contacto en cualquier parte de la
instalación, dichos electrodos deberán estar situados juntos y a una distancia de un metro de la
parte expuesta de la instalación. Para suelo seco u hormigón conviene colocar entre el suelo y
los electrodos un paño húmedo o una película de agua.
Para la simulación de la mano se empleará un electrodo capaz de perforar el recubrimiento de
las partes metálicas para que no actúe como aislante.
Las mediciones se harán con un voltímetro de resistencia interna 1000 ohmios que representa
la impedancia del cuerpo humano, ZB. Un terminal del voltímetro será conectado al electrodo
que simula la mano y el otro terminal a los electrodos que simulan los pies. De esta forma, el
voltímetro indicará directamente el valor de la medición de la tensión de contacto aplicada,
Uca=Uvoltimetro, siempre que la intensidad inyectada sea igual a la intensidad de puesta a
tierra.
En el caso de considerarse la resistencia adicional, Ra1, como, por ejemplo, el calzado, se
podrá emplear un voltímetro de resistencia interna suma de la resistencia adicional (Ra1)
considerada y la resistencia del cuerpo humano (ZB = 1000 ohmios).

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4.4 Medida de las tensiones de paso
En aquellas líneas que se rijan por lo marcado en el Real Decreto 223/2008, no habrá que
medir las tensiones de paso, salvo los apoyos situados en zona frecuentada, que estén
exentos de cumplir las tensiones de contacto, según lo indicado en el punto anterior, en cuyo
caso si habrá que garantizar que se cumplen las tensiones de paso aplicadas.

4.4.1. Definición de tensión de paso y tensión de paso aplicada


Definiremos la tensión de paso, como la fracción de la tensión a tierra que puede ser
puenteada por una persona entre ambos pies, considerando una distancia de un metro entre
ellos.
Definiremos como tensión de paso aplicada, a la parte de la tensión de paso que resulta
directamente aplicada entre los dos pies de un hombre, cuando se produce un defecto a tierra,
considerando todas las resistencias que intervienen en el circuito y estimándose la resistencia
del cuerpo humano en 1000 ohmios.

Figura 12: Circuito equivalente tensión de paso


4.4.2. Determinación de la tensión de paso máxima admisible (Up)

La tensión máxima soportable por el cuerpo humano (Umax) es el producto de la intensidad


máxima soportable por el cuerpo humano (Imax) por la resistencia estimada del cuerpo
humano (Rh). Umax = Imax . Rh = voltios.
Atendiendo a lo indicado en la norma española MIE-RAT-13, la intensidad máxima soportable
por el cuerpo humano es Imax = K / 1000 tn = amperios.

Donde:
t = Duración de la falta en segundos.
K=72 y n=1 (Para t<0,9 segundos).
K=78,5 y n=0,18 (Para 0,9<t<3 segundos).
Y la resistencia estimada del cuerpo humano (Rh) es: Rh = Rcuerpo + R pie+pie.

Donde:
Rcuerpo = 1000 ohmios.
Rpie+pie = 6 s ohmios
s = Resistividad del suelo en ohmios.metro.

Para el caso de la tensión de paso (Up), al no pasar la corriente por el corazón, como ocurre en
la tensión de contacto, se considera que el cuerpo humano puede aguantar 10 veces más y por
ello, multiplicamos por 10, quedando finalmente que la tensión de paso admisible, viene dada
por la formula:
Up = (10K / tn).[1+(6s/1000)] = voltios.
En la figura 12 se representa el circuito equivalente para la tensión de paso.

4.4.3. Medición de la tensión de paso (Up)

A efectos prácticos, para medir la tensión de paso habrá que tener en cuenta todo lo indicado
en el apartado “medición de la tensión de contacto aplicada” ya que la medida se hace con el
mismo tipo de aparato, simplemente variando la disposición de las conexiones y otras
indicaciones que vengan recogidas en el manual del fabricante del equipo que estemos
utilizando.

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Figura 13: Medición de las tensiones de paso y contacto
5. INSPECCION DEL SISTEMA DE PUESTA A TIERRA
El sistema de puesta a tierra de una instalación eléctrica, tiene la particularidad respecto al
resto de la instalación, que está oculto. Esto hace que algunos de los defectos que pueda
tener, provocados accidentalmente por terceros o por envejecimiento del material debido a
cualquier motivo, puede que no sea observado cuando realicemos una inspección visual de la
línea.

5.1 ¿Cuándo debe realizarse una inspección del sistema de puesta a tierra?
El reglamento de 1968, en su artículo 26, aunque no deja totalmente cerrado el momento en el
que debe realizarse una inspección del sistema de puesta a tierra, ni indica en que debe
consistir esta, si marca algunos supuestos que el mantenedor de la instalación deberá tener en
cuenta.
En concreto dice: “Por la importancia que ofrece, desde el punto de vista de la seguridad, toda
instalación de puesta a tierra deberá ser comprobada en el momento de su establecimiento y
revisada cada seis años.”
Aunque en ningún momento detalla en qué consistirá esta “comprobación”, debemos
considerar que al menos deberá realizarse una medida de la resistencia de la toma de tierra,
que dependiendo de su valor, puede indicarnos si hay algún defecto oculto en el sistema.
Para el caso de terrenos problemáticos por alguna circunstancia, este reglamento va un poco
más allá y también en el articulo 26 indica:”En aquellos casos en que el terreno no sea
favorable para la buena conservación de las tomas de tierra, ésta y sus conexiones al apoyo se
descubrirán cada nueve años.”
El nuevo Real Decreto 223/2008, especifica un poco más sobre cuando debe realizarse una
inspección del sistema de puesta a tierra y además de indicar, como el anterior, que la
instalación de puesta a tierra “deberá ser comprobada en el momento de su establecimiento y
revisada, al menos, una vez cada 6 años”, también marca algunos supuestos más en los que
se deberá actuar sobre el sistema de puesta a tierra. Estos son:
 Cuando un apoyo pase de no frecuentado a frecuentado, por desarrollos urbanísticos
o nuevas infraestructuras.
 Cuando el terreno donde se sitúa un apoyo frecuentado cambia su resistividad, por
ejemplo por asfaltado o ajardinamiento de la zona.

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 Cualquier otra modificación sustancial que se detecte en el entorno de los apoyos, en
las revisiones periódicas que se realizan a la instalación.
Para estos casos, el nuevo Real Decreto 223/2008, indica que se deberá medir la tensión de
contacto aplicada.

5.2 Componentes del sistema de puesta a tierra a inspeccionar y metodología


Cuando, según lo indicado en el apartado anterior, haya que realizar una inspección del
sistema de puesta a tierra, seguiremos los siguientes pasos:
 Desenterramiento del sistema de puesta a tierra.
 Verificación de la sección y estado del electrodo.
 Reparación de la instalación, si hay algún punto dañado.
 Tapado de zanjas.

5.2.1. Desenterramiento del sistema de puesta a tierra


Se abrirá una zanja alrededor de cada peana, hasta localizar la instalación de puesta a tierra a
la salida de la cimentación. No se utilizarán maquinas, como retroexcavadoras, que puedan
dañar la instalación de puesta a tierra existente, aunque si se podrán utilizar herramientas de
mano como martillos neumáticos, etc cuando sea necesario.
Una vez localizada se abrirá una zanja para descubrirla total o parcialmente, dependiendo del
estado de conservación de la instalación que encontremos y del alcance del trabajo que
hayamos definido.

5.2.2. Verificación de la sección y estado del electrodo


Tomaremos una serie de medidas de la sección del electrodo de puesta a tierra descubierto y
observaremos su estado de conservación.
Al menos mediremos la sección del electrodo en la unión de este a la torre y tomaremos una
serie de medidas a lo largo de la zona descubierta, según hayamos determinado. También
tomaremos medidas en los tramos que encontremos donde se aprecie más deteriorado el
electrodo.
Se prestará especial atención a las uniones del electrodo, si las hubiere, por si se detecta algún
mal contacto que pudiera generar un punto débil en la instalación.
5.2.3. Reparación de puntos dañados

Cuando encontremos puntos dañados en la instalación por cualquier motivo, como pueden ser:
 Daños producidos accidentalmente por nosotros mismos al realizar la zanja.
 Daños producidos accidentalmente por terceros, que permanecían ocultos y que han
sido descubiertos al realizar la zanja.
 Tramos donde la sección del electrodo ha disminuido por efecto de la corrosión.
 Uniones en el electrodo en mal estado.
 Etc.

procederemos a repararlos con el tipo de material que hayamos especificado (cobre, varilla
descarburada, etc.).

5.2.4. Tapado de zanjas


Por último, una vez acabadas las reparaciones que se hayan tenido que realizar, se procederá
al tapado de las zanjas abiertas. Se utilizará la tierra sacada en la excavación y se compactará
procurando que el terreno quede en condiciones similares a como estaba antes de abrir la
zanja.

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6. MEJORA DEL SISTEMA DE PUESTA A TIERRA
6.1 ¿Cuándo debe hacerse una mejora del sistema de puesta a tierra?
Deberemos realizar una mejora del sistema de puesta a tierra, cuando al realizar las medidas
periódicas, estipuladas por las normas, se nos presente alguno de los siguientes casos:

6.1.1. Líneas eléctricas acogidas al Decreto 3151/1968

 En apoyos situados en zonas frecuentadas, la resistencia de difusión de la puesta a


tierra de dichos apoyos es superior a 20 ohmios.
 En apoyos situados en zonas de pública concurrencia, la resistencia de difusión de la
puesta a tierra de dichos apoyos es superior a 20 ohmios.
 En apoyos que soporten interruptores, seccionadores u otros aparatos de maniobra,
la resistencia de difusión de la puesta a tierra de dichos apoyos es superior a 20
ohmios.

6.1.2. Líneas eléctricas acogidas al Real Decreto 223/2008


 En apoyos definidos como “apoyos frecuentados con calzado”, la tensión de contacto
medida, está por encima de la tensión de contacto admisible para este tipo de
apoyos.
 En apoyos definidos como “apoyos frecuentados sin calzado”, la tensión de contacto
medida, está por encima de la tensión de contacto admisible para este tipo de
apoyos.
 En apoyos definidos como “apoyos frecuentados con o sin calzado”, donde por algún
medio (vallas aislantes, apoyo recubierto de placas aislantes hasta 2,5 metros de
altura, etc) hemos garantizado que las partes metálicas son inaccesibles a menos de
1,25 metros, la tensión de paso medida está por encima de la tensión de paso
admisible.

6.2 Técnicas de mejora


La normativa permite el uso de productos químicos para reducir la resistividad del terreno. No
obstante, esta técnica no es recomendable por cuanto plantea los siguientes inconvenientes:
 Puede incrementar la corrosión de los electrodos de puesta a tierra.
 No es muy duradero, pues con el paso del tiempo va perdiendo sus cualidades, esto
obliga a realizar tareas de mantenimiento periódicas.
 Por ello, un terreno tratado con productos químicos, se debe considerar como
“terreno no favorable para la buena conservación de tomas de tierra” y por tanto, en
las líneas acogidas al Decreto 3151/1968, necesitan descubrir las tierras cada nueve
años.

Por tanto, cuando se tenga que realizar una mejora del sistema de puesta a tierra,
procederemos, en primer lugar, a realizar un estudio del terreno y posteriormente se realizará
la mejora que se estime más adecuada a las circunstancias concretas de cada apoyo.

6.2.1. Estudio del terreno


Cuando en base a lo indicado en el apartado anterior, debamos hacer una mejora del sistema
de puesta a tierra de algún apoyo, lo primero que hay que hacer es un estudio teórico del
terreno. Para ello, se medirá la resistividad del terreno en las cercanías de alguna de las patas
de la torre, si esto no fuese posible por la influencia de la puesta a tierra existente, habrá que
desplazarse a una zona en la que no haya esta influencia. Hay que tener en cuenta, que la
resistividad del terreno varía vertical y longitudinalmente por la influencia de distintos factores
como pueden ser la diferencia de espesor de los estratos, variaciones del nivel freático, etc.
Existen varios métodos para la medición de resistividades, los más empleados son los
llamados de “cuatro electrodos”.
Dentro de los métodos de cuatro electrodos, existen el método de Wenner y el de
Schlumberger-Palmer:

 Método de Wenner. En este método, como se muestra en la figura 14, se entierran,


siguiendo una línea recta, cuatro pequeños electrodos a una misma profundidad (b) y
espaciados a intervalos de longitud iguales (a). Se inyecta una corriente I entre los
electrodos extremos y se mide una tensión V entre los medios con un voltímetro de
impedancia interna elevada. Cuando la profundidad (b) a la que están enterrados los
electrodos no supera 1/10 de la distancia entre electrodos (a), la resistividad en el
punto medio de los electrodos y a una profundidad (a) será:
a=2πaR.
Donde R=Tensión medida (V)/Corriente inyectada (I).

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Figura 14: Método de Wenner

El inconveniente de este método es la rápida disminución de la tensión medida V,


cuando la distancia entre electrodos aumenta.
 Método de Schlumberger-Palmer. Se utiliza para medir la resistividad a mayores
profundidades. En este método, se entierran, siguiendo una línea recta, cuatro
pequeños electrodos a una misma profundidad (b) y como se muestra en la figura
15, se colocan los dos centrales a una distancia (a) y los dos extremos a una
distancia (c) de los centrales. Se inyecta una corriente I entre los electrodos extremos
y se mide una tensión V entre los medios con un voltímetro de impedancia interna
elevada.

Figura 15: Método de Schlumberger-Palmer


Con esta disposición, la resistividad aparente a una profundidad (a), viene dada por la
expresión:
a=πc(c+d)R/d.
Donde:
R=Tensión medida (V)/Corriente inyectada (I).
a=(2c+d)/3.

Una vez realizado el número de medidas necesario, con los resultados obtenidos, se elaborará
la curva de resistividades aparente del terreno.

6.2.2. Mejora de la resistencia de las puestas a tierra


A partir de los resultados obtenidos en el estudio de resistividades del terreno y dependiendo
del motivo que nos obliga a realizar esta mejora (que el apoyo haya pasado de no frecuentado
a frecuentado o simplemente que la resistencia de la puesta a tierra o la tensión de contacto o
paso esté por encima de lo establecido en las normas), determinaremos el tipo de mejora que
habremos de realizar. Esta mejora puede ir desde un electrodo profundo hasta varios anillos
con antenas.
 Electrodo profundo. Cuando la clasificación del apoyo no haya variado, es decir, que
este ya estuviera clasificado como “frecuentado”, ya tendrá anillo y por tanto,
posiblemente sea suficiente realizar la mejora necesaria mediante la técnica de
“electrodo profundo”.
Esta técnica consiste en colocar una pica (figura 16) de 4 a 5 metros de longitud en
el centro de la superficie delimitada por las cuatro patas del apoyo. Si no fuera
posible, se colocará en las cercanías de la pata donde se realizó el estudio de
resistividades del terreno. El trabajo tiene las siguientes fases:
 Se realizará la perforación donde se colocará la pica y se medirá la resistencia
de la puesta a tierra para comprobar que los valores se ajustan a la tabla de
resistividades obtenida en el estudio.
 Se rellenará el taladro efectuado con una mezcla de tierra procedente de la zona
y polvo de grafito, a fin de mejorar la resistividad del terreno. Aproximadamente
se utilizará un kilogramo de polvo de grafito por cada metro de taladro.

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 Se clavará la pica. No se utilizarán más de dos cuerpos (figura 16), pues, en ese
caso, normalmente hay que utilizar maquinaria especial que encarece la
operación. Si no es suficiente con una pica, se colocarán dos o más, en paralelo,
teniendo en cuenta que la distancia entre ellas sea, como mínimo igual a 1,5 la
longitud de la pica. Con esta disposición, se demuestra experimentalmente, que
la resistencia de paso a tierra se divide por el número de picas, es decir, si pongo
dos picas será la mitad, si pongo tres la tercera parte, etc.

Figura 16: Tipos de picas

 Se abrirá la zanja para la interconexión entre las patas del apoyo y el electrodo
profundo. Esta zanja será lo suficientemente profunda para proteger a los
conductores de agresiones mecánicas por un lado y para evitar la congelación del
agua ocluida en el terreno por otro. Habitualmente tendrá una profundidad
comprendida entre 0,5 y 1 metro.
 Se perforaran las cimentaciones, por la parte interior del montante, para introducir
un tubo corrugado de unos 30 mm de diámetro por donde irán los cables o varillas
de interconexión entre el apoyo y el electrodo profundo. Con ello, protegemos esta
interconexión de agresiones mecánicas por encima y por debajo de la superficie del
terreno.
 Se unirán los electrodos de puesta a tierra entre sí y a la torre, teniendo en cuenta
que sus dimensiones sean las adecuadas para asegurar una conducción eléctrica y
un esfuerzo térmico y mecánico equivalente al de los electrodos colocados y que el
material será el adecuado para evitar pares galvánicos que puedan causar
corrosión galvánica.
 Por último, se cerrará la zanja, colocando una capa inferior de tierra vegetal de baja
resistividad, mezclada con polvo de grafito si fuera necesario, de unos 10 o 15 cm
de espesor, se unirá la línea de tierra a la torre, con una grapa bimetálica si es
preciso y se sellará el tubo por donde pasa esta línea de tierra, para evitar que entre
suciedad.
 Colocación de anillos. Cuando la clasificación del apoyo haya variado, es decir, que
pase de “no frecuentado” a “frecuentado”, según la normativa, habrá que colocar, al
menos, un anillo. También se deberá colocar un segundo o tercer anillo cuando por el
sistema de “electrodo profundo” no se consiga la medida de puesta a tierra o las
tensiones de paso y contacto pedidas en la normativa. El trabajo tiene las siguientes
fases:
 Se abrirá la zanja para la colocación de los anillos que fuesen necesarios: 1 anillo
(figura 17), 2 anillos (figura 18), o 3 anillos (figura 19). Esta zanja será lo
suficientemente profunda para proteger a los conductores de agresiones mecánicas
por un lado y para evitar la congelación del agua ocluida en el terreno por otro.
Habitualmente tendrá una profundidad comprendida entre 0,5 y 1 metro.

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Figura 17: Disposición de zanjas 1º anillo.

Figura 18: Disposición de zanjas 1º y 2º anillo.


Figura 19: Disposición de zanjas 1º, 2º y 3º anillo

 Lo más próximo posible a los vértices de cada anillo, se realizará la perforación


donde se colocará una pica.
 Se rellenará el taladro efectuado con una mezcla de tierra procedente de la zona y
polvo de grafito, a fin de mejorar la resistividad del terreno. Aproximadamente se
utilizará un kilogramo de polvo de grafito por cada metro de taladro.
 Si fuese necesario, se abrirá la zanja para la interconexión entre las patas del apoyo
y los anillos. Esta zanja será lo suficientemente profunda para proteger a los
conductores de agresiones mecánicas por un lado y para evitar la congelación del
agua ocluida en el terreno por otro. Habitualmente tendrá una profundidad
comprendida entre 0,5 y 1 metro. A continuación, se perforaran las cimentaciones,
por la parte interior del montante, para introducir un tubo corrugado de unos 30 mm
de diámetro por donde irán los cables o varillas de interconexión entre el apoyo y
los anillos, con ello, protegemos esta interconexión de agresiones mecánicas por
encima y por debajo de la superficie del terreno.
 Se clavarán las picas.
 Se colocarán en el fondo de las zanjas los electrodos, generalmente de cobre o de
varilla de acero descarburado (figuras 20, 21 y 22).

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 Se unirán los anillos entre si y a las picas por algún medio que soporte un esfuerzo
mecánico y térmico y una conductividad eléctrica similar a la de los electrodos.
También deberá ser resistente a la corrosión y de un material que evite la creación
de pares galvánicos.

Figura 20: Disposición de electrodos 1º anillo.

Figura 21: Disposición de electrodos 1º y 2º anillo.


Figura 22: Disposición de electrodos 1º, 2º y 3º anillo.

 Se unirá el sistema de puesta a tierra a la torre, teniendo en cuenta, también en


este caso, que sus dimensiones sean las adecuadas para asegurar una conducción
eléctrica y un esfuerzo térmico y mecánico equivalente al de los electrodos
colocados y que el material será el adecuado para evitar pares galvánicos que
puedan causar corrosión galvánica.
 Por último, se cerrarán las zanjas, colocando una capa inferior de tierra vegetal de
baja resistividad, mezclada con polvo de grafito si fuera necesario, de unos 10 o 15
cm de espesor, se unirá la línea de tierra a la torre, con una grapa bimetálica si es
preciso y se sellará el tubo por donde pasa esta línea de tierra, para evitar que entre
suciedad.

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7. REFERENCIAS
 Decreto 3151/1968. ”Reglamento Técnico de Líneas Eléctricas Aéreas de Alta
Tensión”.
 Real Decreto 223/2008. “Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de
seguridad en líneas eléctricas de alta tensión y sus instrucciones técnicas
complementarias ITC-LAT 01 a 09”.
 Instrucción MI-BT-039 de Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión.
 Instrucción MIE-RAT-13 sobre Instalaciones de Puestas a Tierra.
 Documento “Curso sobre Puestas a Tierra de Instalaciones Eléctricas” de ABB.
 Especificaciones Técnicas de Red Eléctrica de España.

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