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El socialismo es un 

sistema económico y social que centra sus bases


ideológicas en la defensa de la propiedad colectiva frente al concepto de
propiedad privada de los medios productivos y de distribución.

Según expresa el socialismo, el principal fin es la consecución de una sociedad


justa y solidaria, libre de clases sociales y que cuente con un reparto de riqueza
igualitario. Para ello, los medios productivos no tienen que ser de propiedad
privada, porque considera que de esta manera acaban perteneciendo a una
minoría capitalista que domina los mercados, aprovechando de su posición
para controlar al trabajador y al consumidor.

1. ¿Qué es Socialismo?
El socialismo es definido como un sistema de organización económico y
social, cuya base es que los medios de producción sean parte del
patrimonio colectivo y sea el mismo pueblo quien los administre.

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El orden socialista se plantea como objetivos principales la justa


repartición de los bienes y una organización racional de la economía.
Para ello plantea la eliminación de la propiedad privada y la extinción de las
clases sociales.

El socialismo es un término que se ha utilizado mucho a lo largo del siglo XX


e incluso en la actualidad. Sin embargo, es un término que ya había sido
utilizado por el mismo Platón y fue retomado nuevamente a mediados
del siglo XIX. En este caso la palabra socialismo era utilizada para
contrarrestar el término individualismo. Sin embargo su definición ha
mutado enormemente con el paso del tiempo. A partir de la revolución
industrial este concepto tomó una gran importancia gracias a pensadores
de la época como Marx y Engels.

Fuente: https://concepto.de/socialismo/#ixzz5zKbuojyi

Los aportes de Karl Marx


Según la teoría de Karl Marx el comunismo resulta una etapa
superadora del régimen capitalista. Marx a través del estudio de la
historia afirma que las sociedades se encuentran en constante lucha entre
clases, donde siempre se alcanza una etapa nueva, por ejemplo de un
régimen feudal se alcanza uno capitalista y luego se debería alcanzar un
orden socialista. Como método de estudio para alcanzar dicho resultado
utiliza la dialéctica, es decir que propone una tesis, una antítesis y una
resolución en un tercer plano llamada síntesis.

Marx define al capitalismo como un régimen donde el hombre es


explotado por el hombre. Determina que en el mismo hay dos clases
antagónicas, la burguesía y el proletariado, es decir aquellos que poseen los
medios de producción y los trabajadores respectivamente. Además afirma
que existen contradicciones mismas dentro del capitalismo que llevarán a
su auto destrucción del sistema.

Por otro lado Marx afirma que el Estado es una herramienta que utiliza la
clase burguesa para poder dominar al proletariado. Por ello la clase
oprimida debe tomar el control del estado, etapa a la cual Marx llama “la
dictadura del proletariado”, y hacer uso del mismo para eliminar las clases
sociales.

De este modo, el ente estatal perdería su finalidad, dominar a una clase,


extinguiéndose de manera prácticamente natural. Una vez extinguido el
estado, según la teoría, debe implantarse una organización planificado en
los planos económicos, sociales y políticos, con el fin de obtener el bien
común.

Algunos de los países que han inspirado sus políticas en la teoría marxista, son
Cuba, con Fidel Castro y Ernesto “el che” Guevara, la Unión Soviética de Lenin
Stalin y Trotsky, la República Popular de China con Mao Tse-Tung, entre muchos
otros ejemplos que podrían ser mencionados.

Existen a su vez dos grandes corrientes que encuentran su origen en la


misma teoría, por un lado:

 Corriente socialdemócrata. También conocidos como reformistas, que


pretenden acceder al orden socialista mediante elecciones democráticas y
cambios progresivos en el sistema, no a partir de una revolución, como
sería el caso de Allende en Chile.
 Corriente anarquista. En las antípodas es posible mencionar al
anarquismo, definido como el movimiento social que pretende eliminar no
solo al Estado, si no a cualquier forma de poder, autoridad o control de la
sociedad. A lo largo de la historia reciente existe un gran número de
movimientos y agrupaciones que han adherido a dicha doctrina.

Orígenes del socialismo


Podemos rastrear sus orígenes muy atrás en el tiempo. Los primeros
socialistas eran los socialistas denominados utópicos, ya que se
basaban en la obra de Tomás Moro, Utopía, en la cual se veía en la
propiedad privada y en la acumulación de riqueza por parte de individuos
particulares uno de los grandes males de la sociedad. Dentro de los
socialistas utópicos podemos encontrar a Sant Simon y Robert Owen. Es
importante aclarar que debido a su contexto (Revolución Francesa, caída
del viejo orden) estos intelectuales añoraban la estabilidad propia de la
Edad Media.
Por otra parte, el socialismo más importante e interesante fue
desarrollado por Karl Marx y Engels. Su contexto era completamente
diferente, ya que ellos estaban presenciando el pleno desarrollo del
capitalismo en su modo más salvaje y las contradicciones propias del
sistema (una pequeña parte de la población muy rica y una gran masa
asalariada muy pobre).

La abolición de la propiedad privada, el control del Estado por parte de la


clase obrera, y un futuro sin clases sociales eran las banderas del
comunismo/socialismo de Marx.

Sin embargo, el régimen estalinista durante la Segunda Gran Guerra usó


esta teoría para ejercer el terror y las persecuciones. Con la derrota y caída
de la URSS las ideas socialistas entraron en declive y eran asociadas a la
falta de libertad de expresión y a regímenes dictatoriales.

Aunque este es un tema de intenso debate entre intelectuales, todos


concuerdan en el rol por parte del Estado y la participación activa y directa
de la clase obrera, en contraposición al régimen capitalista, al cual
consideran la fuente de los grandes problemas actuales.

1.
¿Qué es la clase obrera?
Desde la Revolución Industrial (1760-1840) se denomina clase obrera, clase
trabajadora o simplemente proletariado a la clase social que aporta a la
sociedad la mano de obra para la producción, construcción y
manufactura, recibiendo a cambio una contraprestación económica
(salario), sin llegar a ser los dueños de los medios de producción en los que
laboran.

El nombre clase obrera proviene de su equivalente en inglés, working class,


y se empezó a utilizar desde el siglo XIX, pero adquirió su importancia
sociológica y política a partir de los estudios de Carlos Marx y Federico
Engels, fundadores de una teoría crítica social del capitalismo que hoy en
día se conoce como marxismo, y que es de enorme importancia para los
movimientos políticos y sociales de izquierda, como el comunismo,
socialismo y anarquismo.

Se trata de un término que se distingue de la burguesía o clase


capitalista, quienes son los dueños de los medios de producción y que, de
acuerdo a la lógica marxista, explotan a los trabajadores para acumular la
plusvalía o excedente de producción, sin tener que ejercer ellos mismos el
trabajo productivo.

El proletariado también se distingue, sin embargo, del artesanato, pues los


artesanos poseen los medios de producción de los objetos que fabrican,
como sus herramientas y talleres.

2.

¿Cómo surgió la clase obrera?


El origen de la clase obrera está vinculado con la Revolución Industrial y
los orígenes del capitalismo, cuando el mundo occidental dio un salto
hacia la industrialización y la manufactura masiva de los productos de
consumo, dejando atrás el modelo agrario de la Edad Media.

Las ciudades se convirtieron en el centro de la producción mundial, y los


antiguos siervos dieron paso a los trabajadores asalariados, a medida que
el dinero y no el linaje se convertía en el principal motor de la sociedad.

En consecuencia, la clase desprovista de medios de producción como


fábricas, industrias o comercios, ofreció a las nuevas clases dominantes,
que ya no eran las aristocracias y terratenientes, sino los burgueses
industriales, su mano de obra para la producción en masa de los bienes
elaborados que la sociedad toda requería, a medida que las fábricas textiles
y los talleres artesanales requerían de trabajadores especializados que
produjeran más en menos tiempo a cambio de dinero. He allí el nacimiento
de la clase obrera.

Características de la clase obrera


Las características esenciales de la clase trabajadora son, a modo de
resumen:

 Sólo tiene su fuerza de trabajo para ofrecer al aparato productivo.


 Constituyen el sector productivo más débil de la sociedad capitalista, y el
más abundante.
 En el capitalismo no controlan los medios de producción (la burguesía lo
hace), sólo en el comunismo o socialismo.
 Reciben a cambio de su trabajo un estipendio o salario, con el que pueden
consumir, inclusive los mismos productos que produjeron con su esfuerzo.

4. La clase obrera según Marx y Engels


El proletariado se define en el Manifiesto Comunista de Marx y Engels como
“…la clase de trabajadores asalariados modernos que, privados de medios
de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para
poder existir”.

Esto significa que, según el marxismo, los trabajadores son explotados


por la burguesía, que los hace trabajar mucho más de lo necesario para su
propio mantenimiento, pagándoles por hora trabajada pero quedándose
todo el fruto de su esfuerzo, que luego les vende a un mayor costo del que
tomó producirlo. Este excedente se conoce como la plusvalía.

Marx y Engels teorizaron al respecto que la situación de opresión no


cambiaría hasta que el proletariado controlara los medios de
producción, lo cual iba directamente en contra de los intereses de la
burguesía, haciendo así a estas dos clases sociales antagonistas por
naturaleza.

La única forma, entonces, de que el proletariado triunfara e impusiera una


sociedad sin clases sociales sería a través de la Revolución y la
implantación de la dictadura del proletariado: un régimen de gobierno
en el que toda la población fuera trabajadora y se suprimieran las ventajas
como la propiedad privada o la llamada explotación del hombre por el
hombre.

Fuente: https://concepto.de/clase-obrera/#ixzz5zKhGWdX3

1. ¿Qué es la lucha de clases?


La lucha de clases es un principio teórico fundamental en la doctrina
filosófica del marxismo y del materialismo histórico.
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Propone la existencia de conflictos en la sociedad como consecuencia de


una disputa o antagonismo entre los sectores que la componen (las clases
sociales), en la medida en que cada clase intenta reorganizarla política y
económicamente a su favor. De esta lucha constante, inherente a toda
forma de organización política humana, se desprendería el progreso
político y social que compone la Historia.

Según la propuesta marxista, la sociedad industrial capitalista es la más


reciente de una sucesión de sistemas económicos y sociales en los que ha
existido siempre una tensión entre pobres y ricos, amos y esclavos,
señores feudales y siervos, o en términos contemporáneos, burguesía y
proletariado.

Estas tensiones han dinamitado los sistemas por dentro, apuntando cada
vez más hacia nuevas estructuras más igualitarias, en un proceso que
culminaría en la sociedad sin clases, de igualdad social y económica. Sólo
entonces podría resolverse el conflicto.

El concepto de la lucha de clases es popular entre la militancia izquierdista y


fundamenta la concepción del mundo revolucionaria, que aspira a detonar la
insurgencia de las clases oprimidas para así transitar desde el capitalismo al
comunismo, que sería su forma igualitaria y evolucionada.

Antecedentes históricos de la lucha de clases


Aunque fue formulado en (y se atribuye a) la obra de Carlos Marx y Federico
Engels en el siglo XIX, de cuya influencia y popularidad se derivaron las
doctrinas del socialismo, comunismo y el materialismo histórico, los
antecedentes de la lucha de clases pueden rastrearse mucho antes, en los
escritos de Nicolás Maquiavelo (siglo XVI).

El filósofo italiano dividía los bandos en tensión en toda sociedad


políticamente organizada entre “el pueblo” gobernado y “los grandes”
gobernantes. Posteriormente, con el advenimiento de la Era Moderna y el
triunfo de los valores burgueses (como la propiedad privada y el
liberalismo), estas tensiones pasaron a ser entre propietarios y
trabajadores. Jean Jacques Rousseau, François Quesnay, Edmund Burke y el
padre del capitalismo, Adam Smith estudiaron dicho proceso en sus
respectivas obras.
Los anarquistas, conviene añadir, fueron quienes asumieron el concepto
más similarmente a como lo planteaba Maquiavelo, dando en el tiempo
origen a una amplia gama de posturas políticas y filosóficas respecto al
modo en que el derrocamiento del Estado burgués debía ocurrir: el
anarcocapitalismo, el antiestatismo, anarconidividualismo, etc.

3.

Karl Marx
Carlos Marx (Karl Marx en alemán) fue quien mejor formuló este
concepto y lo popularizó en el mundo contemporáneo. Tomando la
línea de pensamiento que iba de Maquiavelo a Burke, propuso que las
tensiones de la lucha de clases empujaban la rueda de la historia,
generando progreso y cambio social. Sus palabras fueron: “La historia
(escrita) de todas las sociedades existentes hasta ahora es la historia de la lucha
de clases”.

Así, Marx formula la “Teoría de la lucha de clases como el motor de la historia”.


En su visión, esta lucha era por apropiarse de los medios de
producción, secuestrados por la propiedad privada y la burguesía para
poder explotar a la clase trabajadora y mantener un estatus de vida
privilegiada, a costa del esfuerzo de la mayoría empobrecida.

La resolución prevista por Marx era la transformación paulatina del


capitalismo hasta que sembrara él mismo las bases de la Revolución, que
derrocaría el orden burgués e instauraría la “Dictadura del proletariado”,
necesaria para el advenimiento de una sociedad sin clases: el comunismo.

4. Consciencia de clase
5. La doctrina marxista llama “conciencia de clase” a la capacidad de
los individuos y las masas de tener conciencia de a qué clase
social pertenecen, para así actuar en consonancia con las
necesidades de su estamento social y no jugar el juego de las clases
dominantes. La alienación es lo contrario a la conciencia de clase: la
imposibilidad de percibir la explotación capitalista a la cual se somete
a los trabajadores.
6. Esta terminología es muy empleada en los discursos de la izquierda
revolucionaria y las ideologías socialistas, a menudo como un
mandato (la conciencia de clase) o un término peyorativo (la
alienación).

7.

Fuente: https://concepto.de/lucha-de-clases/#ixzz5zKhaGlvU

1. ¿Qué es el modo de producción socialista?


De acuerdo a la interpretación del marxismo de la historia económica de la
humanidad, el modo de producción socialista o simplemente el socialismo
es una forma de organización social, política y económica. Es
intermedia entre el capitalismo y el comunismo, siendo esta última la etapa
final de una sociedad utópica sin clases sociales y liberada de relaciones de
explotación del hombre.

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Según lo postulaban Karl Marx y Friedrich Engels, el socialismo sería la


etapa posterior al modelo capitalista, que sobrevendría cuando la
humanidad ingresara en una etapa post-mercantil. Su producción se
orienta por completo al valor de uso y no al valor de cambio.

Sin embargo, ninguno de estos dos principales teóricos del materialismo


histórico (o el Socialismo científico, como lo llamaron ellos) dejó mucho por
escrito respecto a cómo podía organizarse el socialismo. Por eso, los
modelos que se han intentado en la vida real responden estrictamente a
interpretaciones posteriores de economistas neoclásicos y marxistas.

El modo de producción socialista se ha intentado en numerosas


ocasiones a lo largo del siglo XX y XXI. Al no tenerse completamente en
claro su funcionalidad plena, en muchos casos se convirtió en un
capitalismo estatista o popular.

En otros casos, fueron feroces dictaduras genocidas como las vividas en la


Unión Soviética bajo el mando de Stalin, en Camboya bajo el gobierno de
los Jemeres Rojos o en la China revolucionaria de Mao Tse Tung.
2.

Características del socialismo


La principal característica de este modelo es que privilegia el uso por
encima del consumo y la rentabilidad. Así, la producción de una sociedad
socialista está encauzada por las necesidades de consumo de su
población, y no por la avidez de generar riquezas.

Para que ello sea posible, generalmente se impone la necesidad de una


economía planificada, es decir, controlada por el Estado, que determina
en qué sectores conviene producir más y en cuáles menos. Dicha
planificación puede interpretarse como central, rígida y autocrática, o
descentralizada y democrática.

La acumulación típica del capitalismo aquí se torna ineficaz, y da pie a una


organización racional de la producción en base a las necesidades y a la
disponibilidad de materiales. Así se satisfacen las necesidades de cada
quien, sin tener que preocuparse por las fluctuaciones cíclicas del mercado
que tanto aquejan al capitalismo.

Para ello, además, la propiedad privada se convierte en un estorbo, y la


toma de los medios de producción por la clase trabajadora en una
obligación. Según las predicciones de Marx, el socialismo daría paso al
“comunismo puro”, mediante la implantación de una dictadura del
proletariado.

La dictadura del proletariado es una sociedad sin clases sociales,


compuesta íntegramente de trabajadores, sin dinámicas de explotación ni
extracción de la plusvalía. Las unidades de mercado son nacionalizadas y
socializadas. El individuo no está alienado de su propio trabajo, es decir, no
lo considera algo ajeno a su persona y, por ende, del que no merece recibir
sino un salario.

Origen del modo de producción socialista


El socialismo como estadio histórico de la producción humana fue ideado
por Marx y Engels. Lo bautizaron como Socialismo científico, para
distinguirlo de otras teorías respecto al socialismo (como el Comunismo
utópico) que no aplicaban en sus teorías el método científico, como lo
intentaban ellos.

Es decir que ellos no fueron los primeros en hablar de socialismo, pero sí


fueron los primeros en proponerlo como fruto de un análisis crítico de la
historia económica de la humanidad.

4. Propiedad socialista
La cooperación es un rasgo fundamental del socialismo, en oposición al
individualismo central en el modo capitalista de producción. Es decir que las
necesidades colectivas se privilegian a los deseos individuales, en búsqueda
de una igualdad social, económica y política, para la cual es fundamental la
abolición de la propiedad privada.

Así nace la propiedad social, comunal o socialista, que le pertenece a toda


la colectividad que en ella haga vida o cuyo trabajo se de en sus
inmediaciones. Esto sería garantizado por el Estado, mediante un régimen
de nacionalizaciones y expropiaciones.

Tanto la propiedad privada como la propiedad empresarial son


abolidas, ya que al ser una economía planificada, el Estado debe conducir
los medios de producción (campesina, industrial, científica, etc.) hacia el
bienestar común y no hacia la rentabilidad, apostando por la cooperación
en vez de por la competencia.

Ventajas del socialismo


El modelo socialista presenta determinadas ventajas por encima de su
competidor, el capitalista. Para mencionar algunas:

 Mayor justicia social. El principal objetivo del socialismo es combatir las


desigualdades económicas y sociales entre la población, por lo que aspira a un
mayor índice de justicia social mediante la repartición más equitativa de las
riquezas, dado que el monopolio de todo lo tendría el Estado, y no algún actor
privado de intereses individuales.

 Economía planificada y estable. Dado que las leyes del mercado no juegan un
mayor papel en la dinámica económica socialista, no se debe temer a las
fluctuaciones propias de los mercados inestables, ya que toda forma de actividad
productiva está planificada desde lo público.

 Empoderamiento del Estado. Si se compara el Estado socialista, principal


(cuando no único) actor productivo del país, con el Estado mermado e indefenso
de ciertas formas de capitalismo, se puede concluir que una virtud del socialismo
es su Estado vigoroso, capaz de intervenir en las áreas de la vida que se
consideren prioritarias y tomar decisiones rápidas.

6.  No hay lucha de clases. Al no haber


ni ricos ni pobres, ni estar los medios de
producción en manos privadas, la lucha
de clases no tendría lugar en el seno de
una sociedad socialista, por lo que no
habría base para discriminaciones
económicas. Las condiciones mínimas
requeridas por la ciudadanía tendrían
que estar garantizadas para todos por
igual.

Desventajas del socialismo


Las desventajas del socialismo, en tanto sistema abstracto, son difíciles de
precisar en la imaginación. No así, en cambio, en los intentos históricos por
ponerlo en práctica, que han terminado generalmente de manera
catastrófica. A partir de dichas experiencias, podemos señalar como
desventajas del socialismo las siguientes:

 Burocratización y concentración del poder. Dado que el Estado está


encargado de la conducción de la sociedad, su presencia se hace
omnipresente, pudiendo resultar también en una forma de autoritarismo
aplastante, sin contrapeso alguno. Así, sus organismos deberán crecer y
multiplicarse, a medida que sus intenciones de control generen más y más
papeleo y más estructuras burocráticas que enlentecen los procesos, ya
que la efectividad pasa a ser un criterio secundario.
 Pérdida de libertades. No sólo de tipo económico, como es obvio, sino
además de tipo civil, religioso, moral, incluso individual, ya que el Estado
todopoderoso tiene el control ideológico de la sociedad. Ello, a la larga,
conduce a la injusticia y al beneficio de una cúpula estatal por encima del
resto de la sociedad.
 Falta de incentivos para la producción. ¿Por qué esforzarse en el trabajo
si las recompensas serán iguales para todos? Al impedir la competencia
económica, también se entorpece el deseo de superación e innovación,
enlenteciendo la economía y a menudo destruyendo la cultura de trabajo,
reemplazándola por ideología política.

Explotación estatal del individuo. La gran paradoja de los regímenes


socialistas es que, en vez de ser el trabajador explotado por iniciativas
privadas, generalmente lo es por el Estado, carente de competidores y
contrapesos, dueño del poder económico, así como de los poderes
públicos.

Países socialistas
En la actualidad existen pocos países que se autodenominan socialistas:

 República Popular China


 República Popular Democrática de Corea del Norte
 República Socialista de Cuba
 República Popular de Laos
 República Socialista de Vietnam.

El socialismo como proyecto político imperante también existe en la


República Bolivariana de Venezuela, aunque bajo una el nombre de
“Socialismo del Siglo XXI”.

En el pasado, sin embargo, hubo importantes naciones de orientación


socialista que ya no existen más, como la Unión de Repúblicas Soviéticas
Socialistas, la República Democrática Alemana, la República Socialista
Federal de Yugoslavia o la República Democrática de Camboya, entre otras.

Fuente: https://concepto.de/modo-de-produccion-socialista/#ixzz5zKiIEkI0

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