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Colegio María Ana Mogas

Departamento de Filosofía
Profesora Mariela Fuentes D.

GUÍA N° 4 – GUÍA N° 5
UNIDAD 1 “¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?”

Nombre: Fecha:
Curso: 3° medio A y B

Objetivo:
 Describir las características del quehacer filosófico, considerando el problema de su origen y sentido e identificando
algunas de sus preguntas y temas.
 Formular preguntas significativas para su vida a partir del análisis de conceptos y teorías filosóficas poniendo en duda
aquello que parece como “cierto” o “dado” y proyectando diversas respuestas posibles.

¿Cómo vamos a trabajar?

 Para garantizar un aprendizaje significativo de lo que tú trabajes en estas guías, te propongo confeccionar una bitácora, la
cual deberá tener una portada diseñada por ti y debe ser alusiva a la asignatura de Filosofía. Esta bitácora las harás en tu
cuaderno.
 En la bitácora deberás registrar cada sesión (o guía de trabajo) con la fecha, la unidad temática, los objetivos, los
contenidos y las actividades desarrolladas.
 En cada sesión registrada en tu bitácora haz un dibujo o bien, adjunta alguna imagen alusiva al tema tratado, incluso,
puedes realizar un collage, la idea es que cada sesión de trabajo vaya acompañada de un aporte visual.
 Ten presente que esta bitácora será evaluada cuando retomemos las clases presenciales.
 Cada guía de trabajo presenta las indicaciones que debes seguir para desarrollar tu trabajo.
 Te invito a trabajar, gestionando tu aprendizaje de la mejor manera posible.

Sesión 1 / 3 horas pedagógicas / 135 minutos / Semana 1


Hola, soy Polusito. Te invito a realizar un


hermoso recorrido: el del conocmiento a través
de la reflexión.

Lee el siguiente texto, reflexiona y responde las preguntas en tu bitácora.

Texto 1

“La filosofía se convierte en pasión cuando logra hacer de verdad eso que le es más propio, vale decir: preguntar. Filosofar es
preguntar. Pero –una vez más– tenemos que recordar que preguntar no es lo mismo que formular una pregunta. Pilato le preguntó a
Jesús “¿qué es la verdad?” Pero, en realidad, lo que hizo no fue más que formular esa pregunta. En el fondo, no le interesaba saber
lo que es la verdad. Si le hubiera interesado realmente saber lo que es la verdad, si lo hubiera necesitado para ser, no habría podido
seguir haciendo otras cosas, sino que se habría quedado allí fijo, girando en torno a lo que la verdad pudiera ser. Pero Pilato lanzó
su pregunta y luego se dedicó a otras cosas. Esa pregunta no era una verdadera pregunta. Porque una verdadera pregunta es una
pregunta hecha con pasión, una pregunta que nos agarra y no nos suelta, como esos perros guardianes que cuidan las casas de los
ricos. ¿Qué es preguntar? La palabra preguntar viene del latín percunctari, que significa vacilar. Preguntar es vacilar. Y vacilar
quiere decir perder la solidez, estar en peligro. Cuando estamos tranquilamente sentados podemos descansar confiadamente.
Estamos seguros, firmes. Y es ciertamente una delicia esta experiencia de la solidez y la firmeza. Es un modo de estar en la realidad
que se caracteriza por la satisfacción: nos sentimos a gusto, estamos bien. Hasta que, de pronto, empieza a temblar. Me refiero a un
temblor de tierra común y corriente. Aunque los temblores de tierra jamás son comunes y corrientes. Son siempre algo extra-
ordinario, algo amenazante para lo habitual y acostumbrado. Cuando empieza a temblar, salimos de nuestra firmeza, de nuestra
seguridad, y de pronto estamos inseguros. El hombre que está inseguro se pone en movimiento para buscar seguridad. Cuando
tiembla, huimos. Pero hay que entender esta huida. De lo que huimos es de la inseguridad. Huimos, quizás, para buscar refugio en
un lugar seguro, donde no estemos amenazados. ¿Por qué huimos de la inseguridad? Se diría que la in-seguridad es lo contrario de
la vida. La in-seguridad nos amenaza: nos quita ese estar en la realidad en que nos sentíamos a gusto, es decir, nos quita –en cierto
modo– la realidad en que estábamos. En lo inseguro no se puede estar. Lo inseguro es lo inestable: es lo que vacila. Y huimos de lo
vacilante, porque necesitamos estar firmes. Porque estar, en sentido pleno, es estar firmes, estar en lo firme. […]
Preguntar es vacilar, es estar sin estar, estar en lo inestable. Por eso, preguntar es salir en busca de lo firme, querer saber, y querer
saber de un modo seguro, en forma estable. Preguntar es una cosa extraña y nada fácil. “Las preguntas –decía Heidegger–, y más
aún las preguntas fundamentales, no se encuentran ahí tan simplemente como las piedras y el agua. Las preguntas no las hay como
hay los zapatos o los vestidos o los libros. Las preguntas son y sólo son en su real y efectivo preguntarse”. ¿Qué es, pues, la
filosofía? La filosofía no nace jamás de sí misma. Nace de un acontecimiento radical que nos pone en marcha, que nos saca de
nosotros hacia otra cosa. Este acontecimiento radical se llama admiración o –mejor– extrañamiento. La filosofía –decían Platón y
Aristóteles– nace de la extrañeza. ¿De qué se extraña el ser humano filosófico? Se extraña de lo más obvio, de lo que siempre
estaba ahí, de lo de siempre. Se extraña de un cierto fondo –de un suelo– en que su ser ha estado siempre. “Se extraña” quiere decir:
se hace extraño a eso de lo que antes era familiar. Lo que antes le era natural, sencillo, familiar y obvio – como nos son familiares
nuestros padres, nuestros hermanos o el perro regalón– se le ha convertido al ser humano, de pronto, en algo problemático, extraño,
ajeno y lejano. Algo en lo que estábamos se nos va. Pero no se nos va pura y simplemente, sino que a la vez nos acosa, nos asalta,
se torna un extraño, pero –curiosamente– no un extraño que nos resulte indiferente, que no nos interese en absoluto, sino justo al
revés: un extraño que nos mantiene retenidos y absortos en su propia extrañeza. Pero la extrañeza filosófica no es una extrañeza por
esto o lo otro, por tal o cual cosa que de repente se nos haya vuelto asombrosa. No. La extrañeza filosófica es una extrañeza
absoluta. En ello todo se nos hace extraño. Y lo que en todo nos extraña es algo que está en todas las cosas: su ser, su realidad. Nos
extraña que las cosas sean, que sean reales”.

(De asombros y nostalgias, Jorge Eduardo Rivera, p. 332-334, 2016, Ediciones UC, Santiago)

Preguntas…

1. ¿Qué características tiene la acción de preguntar según el autor? ¿Cómo se asemeja o diferencia su idea de la que yo tengo
acerca de lo que es preguntar?
2. Según el autor, ¿qué relación existe entre preguntar y la seguridad?
3. ¿Qué preguntas me he hecho que me han hecho vacilar y sentir perder la estabilidad sobre cosas que antes me sentía muy
seguro?
4. ¿Sobre qué se pregunta la filosofía?

Sigamos
reflexionando…

¿Qué se han preguntado los filósofos?


El surgimiento de la filosofía occidental suele relacionarse con un cambio en la forma de explicar los fenómenos cotidianos: el
paso del mito al logos. Mythos y lógos son expresiones griegas que pueden traducirse como «palabra».
Sin embargo, la palabra entendida como mythos se refiere a narraciones sagradas que intentan explicar el origen y la
regularidad del cosmos recurriendo a fuerzas sobrehumanas, como dioses o poderes cósmicos personificados. En cambio, la
palabra entendida como logos se convertirá en instrumento de indagación de la verdad, y también de debate y deliberación
pública, que trata de convencer argumentando y fomentando la capacidad crítica de la razón.
Aristóteles planteaba ya en el siglo IV a. C. que «los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la
admiración; al principio, admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y
planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y el principio del
universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. […] De suerte que, si filosofaron para huir
de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad o afán práctico. Y así lo
atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían todas las cosas necesarias y las relativas al
descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos
hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a esta como la única ciencia libre, pues esta sola es para
sí misma» ( Metafísica, I, 2, 982b). Las preguntas que se hacen los filósofos son preguntas «radicales», pues apuntan «a la
raíz» de aquello que ponen en cuestionamiento. El sentido de la vida, la realidad, la naturaleza humana, la libertad, el bien, la
belleza, la justicia, entre muchos otros, son temas que han inquietado a los filósofos a lo largo de la historia.

Texto 2 Texto 3

¿La vida tiene sentido? Una pregunta esencial de la filosofía es En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de
sobre el sentido de la existencia. encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea
Existe un solo problema filosófico verdaderamente serio: juzgar y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada
si la vida merece o no ser vivida. Lo demás, por ejemplo, si el individuo. Dichas tareas y, consecuentemente, el significado de
mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce la vida difieren de un ser humano a otro, de un momento a otro,
categorías, son cuestiones secundarias. Son un juego. Antes hay de modo que resulta completamente imposible definir el
que responder… Yo nunca he visto morir a un hombre por significado de la vida en términos generales. Nunca se podrá dar
defender el argumento ontológico. Galileo, a pesar de que había respuesta a las preguntas relativas al sentido de la vida con
descubierto una verdad importante, abjuró de ella muy argumentos especiosos. «Vida» no significa algo vago, sino algo
fácilmente apenas vio en peligro su vida. En cierto sentido, hizo muy real y concreto, que configura el destino de cada ser
bien. […] Pero veo, por el contrario, que muchas personas humano, distinto y único en cada caso. Ningún ser humano ni
mueren porque juzgan que la vida no es ya digna de ser vivida. ningún destino pueden compararse a otro ser humano o a otro
Y, paradójicamente, veo a otros que se hacen matar por ciertas destino. Ninguna situación se repite y cada una exige una
ideas —o ilusiones— que constituyen su razón de vivir (lo que respuesta distinta; unas veces la situación en que un ser humano
se llama una razón para vivir constituye, al mismo tiempo, una se encuentra puede exigirle que emprenda algún tipo de acción;
óptima razón para morir). Por tanto, pienso que el sentido de la otras, puede resultar más ventajoso aprovecharla para meditar y
vida es la cuestión más urgente. sacar las consecuencias pertinentes.
Camus, A. El mito de Sísifo (1942) Frankl, V. El hombre en busca de sentido (1946)
Texto 4 Texto 5

¿Qué es lo real? ¿Es posible encontrar la verdad?


La pregunta por lo real es un tema central de la filosofía. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche ofrece una perspectiva
Bertrand Russell se pregunta si hay algún conocimiento tan según la cual no existe una verdad universal, pues ninguna
cierto que ningún ser humano razonable pueda dudar de él y corresponde a la verdad más que en apariencia.
pone como ejemplo la mesa que tiene frente a él. Se cuestiona ¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de
acerca de la manera en que conocemos la mesa, mediante los metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas
sentidos, y se pregunta qué tan cierto es ese conocimiento si, cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido
dependiendo del ángulo desde el que se mire, de la luz, entre realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y
otros factores, esta aparecerá diferente para distintos que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes,
observadores. canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se
¿Es posible encontrar la verdad? El filósofo alemán Friedrich ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y
Nietzsche ofrece una perspectiva según la cual no existe una sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no
verdad universal, pues ninguna corresponde a la verdad más que son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.
en apariencia. Nietzsche, F. Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873)
Russell, B. Los problemas de la filosofía (1912)

Preguntas…

1. En relación con el planteamiento de Aristóteles, ¿qué consecuencias tendrá el que la filosofía no tenga una utilidad o afán
práctico? ¿Qué característica se desprende de esta idea?
2. Elige una de las preguntas filosóficas que se plantean en los textos anteriores y explica su relevancia para el ser humano.
Entrega al menos dos razones.

Características de las preguntas filosóficas:


o Preguntan acerca de los principios y/o fundamentos.
o Hay más de una respuesta posible.
o Problematizan lo que se presenta como “obvio” o “dado”.
o Ponen en juego la capacidad crítica de la razón.

Sigamos
trabajando…

 Considerando lo que has leído hasta ahora y las características de la pregunta filosófica, te
invito a reflexionar sobre los siguientes temas y plantearte tres preguntas filosóficas en relación
a cada uno de ellos. Anímate a “sacar a la luz” tu mirada crítica y reflexiva.
 Pega o dibuja el siguiente recuadro en tu bitácora.

Tema Mis preguntas filosóficas

Estallido social en
Chile 1.

2.

3.

Problema mundial:
Cómo ganarle al 1.
corona virus

2.

3.

¿Tecnología al
servicio del hombre? 1.

2.

3.
Has realizado un buen trabajo,
compleméntalo con la sesión 2.

Colegio María Ana Mogas


Departamento de Lenguaje
Profesora Mariela Fuentes D.

GUÍA N° 5
UNIDAD 1 “¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?”

Nombre: Fecha:
Curso: 3° A y B

Objetivo:
 Describir las características del quehacer filosófico, considerando el problema de su origen y sentido e identificando
algunas de sus preguntas y temas.
 Formular preguntas significativas para su vida a partir del análisis de conceptos y teorías filosóficas poniendo en duda
aquello que parece como “cierto” o “dado” y proyectando diversas respuestas posibles.
Recuerda registrar todos los datos en la bitácora que ya creaste.

Sesión 2 / 3 horas pedagógicas / 135 minutos / Semana 2


Ya planteaste tus preguntas filosóficas…


Felicitaciones! Ahora, a seguir trabajando.
Texto 5

¿Qué es lo bueno? ¿Tiene relación lo bueno con la felicidad?


Aristóteles planteó que existe un bien supremo hacia el que debe orientarse la vida humana, y ese bien supremo es la felicidad. Immanuel
Kant, en el siglo XVIII, argumenta a favor de la buena voluntad.
Puesto que todo conocimiento y toda elección tienden a algún bien, ¿cuál es la meta de la política, o cuál es el bien supremo entre todos los
que pueden realizarse? Sobre su nombre, casi todo el mundo está de acuerdo, pues tanto el vulgo como los cultos dicen que es la felicidad, y
admiten que vivir bien y obrar bien equivalen a ser feliz. Pero cuando se trata de decir en qué consiste realmente la felicidad, hay diferencias
de opinión y no lo explican del mismo modo el vulgo y los sabios.
Aristóteles. Ética a Nicómaco. I, 1095a (siglo IV a. C.)

Texto 6

Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser
tan solo una buena voluntad. El entendimiento, el gracejo, el Juicio, o como quieran llamarse los talentos del espíritu; el valor, la decisión, la
perseverancia en los propósitos, como cualidades del temperamento, son, sin duda, en muchos respectos, buenos y deseables; pero también
pueden llegar a ser extraordinariamente malos y dañinos si la voluntad que ha de hacer uso de estos dones de la naturaleza, y cuya peculiar
constitución se llama por eso carácter, no es buena. Lo mismo sucede con los dones de la fortuna. El poder, la riqueza, la honra, la salud
misma y la completa satisfacción y el contento del propio estado, bajo el nombre de felicidad , dan valor, y tras él, a veces arrogancia, si no
existe una buena voluntad que rectifique y acomode a un fin universal el influjo de esa felicidad y con él el principio todo de la acción […].
Kant, I. Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785)

Texto 7

¿Existe la libertad?
Existen diversas posturas frente a la pregunta sobre la libertad humana. El primer extracto, de Jean-Paul Sartre, se enmarca en el
existencialismo, que considera la libertad como esencia de lo humano. El segundo es de Baruch Spinoza, filósofo del siglo XVII que sostenía
que hay un orden racional de causa-efecto en todo lo que existe.

Estoy condenado a ser libre. Esto significa que no podrían encontrarse a mi libertad más límites que ella misma o, si se prefiere, que no somos
libres de dejar de ser libres. […] Para la realidad-humana ser es elegirse; nada le viene de afuera, ni tampoco de adentro, que ella pueda recibir
o aceptar. Está enteramente abandonada, sin ayuda ninguna de ninguna especie, a la insostenible necesidad de hacerse ser hasta el mínimo
detalle. Así, la libertad no es un ser: es el ser del hombre, es decir, su nada de ser. Si se empezara por concebir al hombre como algo pleno,
sería absurdo buscar después en él momentos o regiones psíquicas en que fuera libre: tanto valdría buscar vacío en un recipiente previamente
colmado. El hombre no puede ser ora libre, ora esclavo: es enteramente y siempre libre, o no lo es.
Sartre, J.-P. El ser y la nada (1943)

Texto 8

Los hombres se equivocan al creerse libres, opinión que obedece al solo hecho de que son conscientes de sus acciones e ignorantes de las
causas que las determinan. Y, por tanto, su idea de «libertad» se reduce al desconocimiento de las causas de sus acciones, pues todo eso que
dicen de que las acciones humanas dependen de la voluntad son palabras, sin idea alguna que les corresponda. Efectivamente, todos ignoran
lo que es la voluntad y cómo mueve el cuerpo, y quienes se jactan de otra cosa e inventan residencias y moradas del alma suelen mover a risa
o a asco. Así también, cuando miramos el Sol, imaginamos que dista de nosotros unos doscientos pies, error que no consiste en esa
imaginación en cuanto tal, sino en el hecho de que, al par que lo imaginamos así, ignoramos su verdadera distancia y la causa de esa
imaginación. Pues, aunque sepamos más tarde que dista de nosotros más de 600 diámetros terrestres, no por ello dejaremos de imaginar que
está cerca; en efecto, no imaginamos que el Sol este tan cerca porque ignoremos su verdadera distancia, sino porque la esencia del Sol, en
cuanto que este afecta a nuestro cuerpo, está implícita en una afección de ese cuerpo nuestro.
Spinoza, B. Ética demostrada según el orden geométrico (1677)

Texto 9

¿Soy cuerpo, soy alma, soy ambos?


La pregunta por el alma es una pregunta filosófica que dio lugar a importantes escuelas de pensamiento, como el materialismo. Uno de sus
primeros exponentes fue el francés Julien Offray de La Mettrie:
El alma solo es un término vago del que no se tiene la menor idea, y del que un espíritu culto únicamente debe servirse para nombrar nuestra
parte pensante. Establecido el menor principio de movimiento, los cuerpos animados tendrán todo lo que necesitan para moverse, sentir,
pensar, arrepentirse y, por último, para actuar en lo físico y en lo moral que depende de este. [...] El hombre no es más que un animal o un
conjunto de resortes, que se montan unos sobre otros, sin que pueda decirse por qué punto del círculo humano empezó la naturaleza. Si estos
resortes difieren entre sí, solo se debe a su situación y a algunos grados de fuerza, y nunca a su naturaleza. Por consiguiente, el alma no es más
que un principio de movimiento o una parte material sensible del cerebro, que se puede considerar, sin temor a equivocarse, como el resorte
principal de toda la máquina, el cual tiene una influencia visible sobre todos los demás.
De La Mettrie, J. O. El hombre máquina (1748)

¿Continuemos reflexionando?
Te propongo otros cuestionamientos
respecto de lo que has leído:

1. ¿Qué entienden Aristóteles y Kant por felicidad? Explica en qué se diferencian las posturas de ambos filósofos acerca de qué
es lo bueno.
2. A partir del texto 9, ¿estás de acuerdo con el argumento materialista que plantea que el ser humano «no es más que un animal
o un conjunto de resortes»? Fundamenta tu postura mediante una razón.
3. En relación a los textos 5, 6, 7, 8 y 9, plantea 1 pregunta filosófica por cada texto. Escríbelas en la nube que corresponda.
4. Pega la siguiente sección en tu bitácora.

Mis preguntas filosóficas

Texto 6

Texto 5

Texto 8

Texto 7

Texto 9

Has trabajado muy bien. ¡Felicitaciones! Para finalizar el trabajo de esta guía, completa el siguiente recuadro:

Con

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