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Fact Checked
Este artículo ha sido verificado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas al 05 febrero, 2021
Cada uno de los integrantes del cuarteto de la felicidad cumple un papel específico.
No funcionan de forma simultánea, sino que cada cual cumple su papel. Sin embargo,
todos contribuyen a que nos sintamos optimistas y alegres. El punto es que vale la pena
conocer el rol que desempeñan y de qué manera puede estimularse su producción.
Veamos.
-Dalai Lama-
Hay varias maneras de estimular la producción de endorfinas, pero sin duda alguna
la más curiosa es comer picantes. Un estudio de la Universidad de Oxford, dirigido por
el profesor Robin Dunbar, señala que ver películas tristes también incrementa estos
químicos. Cantar, bailar y trabajar en equipo son otras formas de aumentarlos.
La serotonina
La serotonina genera un sentimiento de felicidad por una de las vías más interesantes.
En pocas palabras, este neurotransmisor te genera la sensación de ser importante o
valioso. Como quien dice, incrementa tu sentimiento de amor propio y eso contribuye a
que te sientas mejor de forma global.
La dopamina
La dopamina es una hormona a la que se define como “mediadora del placer”. Está
relacionada con el surgimiento del deseo y con la motivación. Por supuesto, la falta de
dopamina hace que te sientas apático, con la sensación de que no tienes ganas de hacer
ni de planear. Esta sustancia también aparece en el enamoramiento.
La oxitocina
La oxitocina es quizás el miembro más célebre del cuarteto de la felicidad. De
hecho, muchos la llaman “la hormona de la felicidad”, aunque también recibe otros
nombres sugestivos como “la hormona del abrazo” o “la hormona del afecto”.
La oxitocina se incrementa con los abrazos de más de 20 segundos. Así mismo, un regalo
hace que suba su nivel. Las manifestaciones de afecto, en general, llevan a que aumente
la hormona y te sientas en medio de nubes rosa.
Fórmulas para todo el cuarteto
El cuarteto de la felicidad es sensible a algunas prácticas sencillas, que en conjunto
aumentan tu sensación de bienestar. La primera de ellas es dormir lo suficiente y
descansar de forma periódica. El cansancio y la fatiga influyen de forma negativa en
todas estas sustancias.
La risa es otra fórmula mágica para que todos esos neurotransmisores fluyan
alegremente. Obviamente hablamos de una risa sincera, no de aquella que se tiene que
fingir cuando el jefe hace un chiste malo.
Hacer el amor es otra forma de tener estos neurotransmisores a punto. Hay que
poner énfasis en “hacer el amor” porque tener sexo no siempre genera ese bienestar
superlativo. Mimar a tu mascota, besar e intercambiar caricias son otros caminos para que
se ponga en marcha el cuarteto de la felicidad.