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Palmira, 18 de febrero 2021

Señores:
CORPORACION AUTONOMA REGIONAL DEL VALLE DEL CAUCA
Asunto: Demanda en incumplimiento en quema de caña de azúcar.

Cordial saludo.

La contaminación es un problema muy importante que ocurre en todo el mundo hoy en día,
especialmente en nuestro Ciudad. Es la contaminación del medio ambiente por medio de la
quema de caña de azúcar interfieren con nuestra salud y calidad de vida, el funcionamiento
natural de los seres vivos y su entorno, el peligro de incendio que se puede provocar en los
lugares residenciales.
Estamos expuestos a la exposición a contaminantes como el smog, los sulfatos, los nitratos y
el carbono puede tener un impacto significativo tanto en la salud humana y afecta nuestra
comunidad.
Los efectos de la quema para la salud de las personas que habitan en las zonas vecinas a los
cañaverales no son fáciles de determinar, al existir numerosos factores que influyen en la
generación de enfermedades respiratorias. Sin embargo, está probado sobradamente que la
contaminación atmosférica es un elemento de riesgo de enfermedades y puede agravar
afecciones respiratorias o cardíacas preexistentes.
A pesar de todas estas evidencias, el hollín sigue lloviendo sobre las poblaciones del valle del
río Cauca, envenenando a parte de la población mientras el monocultivo de caña sigue
creciendo, formando un desierto verde que se extiende por más de 200 km.
Debido a estos casos en 1995 el Ministerio Colombiano del Medio Ambiente, publicó un
Decreto (No. 948 de 1995) en el cual se prohíben las quemas agrícolas a partir del año 2005,
obligando al sector azucarero colombiano a plantear estrategias tecnológicas para cumplir
con dicho objetivo.
El 01 de noviembre de 1996, el Ministerio del Ambiente, las Corporaciones Autónomas
Regionales y las Comunidades firmaron con el Sector Azucarero Colombiano, un Convenio de
Producción Más Limpia donde se formularon y fijaron varios compromisos como:
“No quemar la caña en pie ni requemar los residuos de caña a menos de 1 km de las
cabeceras municipales, a 1,5 km de los aeropuertos, a 80 metros de las vías pavimentadas, a
30 m (15 m de cada lado) debajo de las líneas eléctricas y a 30 m de las construcciones en los
corregimientos. Adicionalmente, tampoco se puede requemar a partir de 1998 el 20% del
área sembrada con caña, el 40% en 1999, el 60% en el 2000 y a partir del 2001 sólo se
requemará en plantillas. El sector azucarero también se comprometió a disminuir las
molestias causadas por las pavesas (cenizas) en las poblaciones”.
Al día de hoy se sigue presentando quemas de caña en sectores muy cercanos a zonas
residenciales se evidencia por medio de registro fotográfico.

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