Muchas horas de nuestras vidas las pasamos en el trabajo, por lo que la
responsabilidad con el ahorro energético también la tenemos que llevar hasta nuestros centros laborales. Estos son algunos consejos que puedes seguir en la oficina para conseguirlo. No olvides que puedes hacer partícipe de estas ideas a tus compañeros de trabajo, así el ahorro será mucho mayor:
No imprimas si no es necesario y, cuando sea posible, utiliza el papel por
las dos caras; reutiliza las hojas cuando sólo hayan sido impresas por una cara. Manda correos electrónicos y usa la intranet para enviar información. Revisa los textos en la pantalla antes de imprimirlos.
Recicla el papel y los cartuchos de tóner, y opta por material de oficina
reciclado.
Utiliza tu propio vaso o taza en las fuentes comunes.
Configura el ordenador para que adopte un estado de ahorro de energía,
con imágenes con colores oscuros para el fondo de pantalla y el protector de pantalla en negro y activado a los 10 minutos. Cuando salgas a comer o vayas a una reunión, apaga el ordenador y, para pausar más cortas, apaga el monitor.
Apaga las luces cuando no sean necesarias y desenchufa todos los
aparatos eléctricos antes de marcharte de fin de semana. Adapta el uso de calefacción y aire acondicionado a una temperatura óptima. Cierra las ventanas y puertas para evitar aumentar el gasto energético.
En los cuartos de baño y cocina común, si tenéis, promueve el uso de
sistemas inteligentes de ahorro de agua tanto el grifos como en la cisternas. Reducir la utilización de los ascensores, aprovecha las escaleras y además de ahorrar energía también te lo agradecerá tu salud.
Promover el uso de cartuchos de tinta y tóner reciclados, ya que cuestan
entre un 30% y un 70% menos, ayudan a reducir los residuos y protegen los recursos naturales.