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Saber tradicional, ética de la tierra

y sustentabilidad
THOMAS HEYD
University of Victoria, Canadá

RESUMEN. Éste ese! momento crucial ABSTRACT. This is the crucial moment lO
para emprender formas de vida sustenta- take on sustentable forms of life, and
bles, por lo que resulta esencial adoptar hence it is now of primary importance to
una ética de la tierra que reconozca el adopt a land ethic that takes into account
valor intrínseco además del valor útil de not only the use value but also the intrinsic
los seres que pueblan nuestro medio value of the beings that make up our na-
ambiente natural. En este ensayo empiezo tural environment. In this essay I begin by
enfocando los obstáculos a que se enfrenta focusing on the obstacles that the develop-
el desarrollo de una ética de la tierra, obs- ment of a land ethic has to face, obstacles
táculos que resultan ser el producto de that are due to limitations in knowledge
conocimientos limitados y suposiciones and to mistaken assumptions. As a way to
equivocadas. En resolución de esas pro- resolve these practical difficulties I first
blemáticas prácticas apunto, primero, la point out the existence ofour natural incli-
existencia de inclinaciones naturales hacia nations toward the land and life. Further-
la tierra y la vida. Además propongo que more, I proposethat the traditional know"
en el saber tradicional de los pueblos que ledge of those peoples that have lived for
han convivido mucho tiempo con sus extended periods with their environments
espacios tenemos modelos de formas del can serve us as models for the develop-
conocer que nos pueden servir de modelo ment of a culture of appreciation for the
para llegar a desarrollar una cultura de earth and its inhabitants.
aprecio de la tierra y de sus habitantes.

l. INTRODUCCIÓN suponer que representa el tipo de actividad


que es compatible con el bienestar de los
A medida que aumenta la velocidad del seres humanos actuales al tiempo que con
desarrollo global también aumenta con el de los futuros 2, en ecosistemas viables.
urgencia la necesidad de desarrollar for- Entiendo por ecosistemas viables ecosiste-
mas de vida que sean durables o sustenta- mas que se desarrollan de forma normal,
bles l. Aun si el significado del término sin pérdidas de especies y de hábitat im-
«sustentabilidad» está en disputa, voy a portantes a causa de la intervención hUma-

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NOTAS Y DISCUSIONES

na. Propongo que la ética de la tierra pro- continúa debatiendo si el buen trato de los
puesta por el ingeniero forestal y pensador seres no humanos requiere un nuevo tipo
ecologista Aldo Leopold constituya una de teoría de ética integral que considera a
forma reseñable de concebir precisamente los seres individuales meramente en cuan-
tal forma de vida sustentable. to son miembros de comunidades (lo que
La cuestión crucial es cómo podemos en inglés se ha llamado holism) o, al con-
llegar a adoptar tal ética de la tierra dados trario, si simplemente se requiere una
los obstáculos a que se enfrenta. En parte, extensión de las teorías éticas individualis-
la respuesta consiste en que tenemos que tas ya existentes 4. Lo que hay que tener
damos cuenta de nuestras inclinaciones en cuenta es que el debate se enfoca en
naturales hacia la tierra y la vida (discuti- cómo justificar un respeto a la naturaleza
das bajo los términos topofilia y biofilia). no humana.
Otro ingrediente crucial para que se adop- Aunque generalmente se le ubica a
te una ética de la tierra, como la concibe Leopold entre los que abogan por la nece-
Leopold, consiste en el aprendizaje de sidad de una nueva teoría de ética integral
algunas de las formas del conocer que son enfocada en comunidades, se puede argu"
características del saber tradicional (lo que mentar que en realidad él se preocupó
en inglés se llama indigenous knowledge y menos por una nueva justificación del res-
tiene afinidad con el llamado «saber peto por el medio ambiente natural que por
local»). el desarrollo de una nueva voluntad de
A continuación comienzo con una cla- actuar que exprese respeto por la tierra y su
rificación de la ética de la tierra de Leo- vida. Se podría decir que la demanda de
pold, y de los obstáculos al desarrollo de Leopold por una ética de la tierra princi-
tal ética. Después de tomar nota del papel palmente es una demanda por la adopción
a jugar por la topofilia y la biofilia, prosi- de un nuevo ethos o nueva conciencia de
go con una explicación de cómo las for- nuestra responsabilidad respecto a nuestro
mas del conocimiento que generan el medio ambiente natural. Es decir, lo que
saber tradicional pueden servir como con" Leopold considera necesario es una nueva
diciones importantes para traspasar los forma de vida adecuada al valor que, en
obstáculos señalados por Leopold. De nuestros momentos más lúcidos, pretende-
paso considero una importante objeción a mos reconocer en la tierra y sus habitantes.
mi propósito que resulta de la tensión Leopold concibió la relación entre los
entre enunciados fácticos y enunciados seres humanos y el medio ambiente natu-
normativos. Acabo concluyendo que las ral en términos de la participación en una
formas del conocimiento tradicionales «comunidad biótica" que comprende sue-
pueden hacer una contribución muy los, aguas, animales y plantas. Ésta es una
importante al desarrollo de una ética que concepción ecológica del ser humano en
apoya la sustentabilidad y, por lo tanto, al su ambiente; es una propuesta que cabe
desarrollo de una ética de la tierra. dentro de una ecología humana o antropo-
logía ecológica. Leopold supuso que, aun-
La ética de la tierra que «la alteración, la gestión y el uso de
estos «recursos» es inevitable, el respeto
Aldo Leopold invocó la adopción de una por el valor de los miembros no humanos
ética de la tierra como reacción a la falta de la comunidad biótica conllevaría la
de conciencia entre sus contemporáneos de afirmación de «su derecho a una existen"
la frecuentemente irreversible degradación cia continuada y, por lo menos en algunos
de «la tierra, y los animales y plantas que lugares, [su derecho al una existencia con-
viven sobre ella 3» (74). Entre filósofos se tinuada en un estado natural» (74).

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NOTAS y DISCUSIONES

Quizás resulte curioso, pero Leopold ambiente natural sano y a favor del desa-
acabó incrédulo respecto a la suposición rrollo sustentable, la opinión predominan-
que «un aumento en educación para la te todavía tiende a ser que los individuos,
conservación» llevaría a las deseadas bien sea como particulares, bien como
prácticas ecológicamente apropiadas. Tal propietarios de acciones bursátiles, bien
como él lo veía, la educación para la con- como personas que trabajan por empresas
servación que se les proponía a sus con- industriales, no tienen otro sentimiento de
temporáneos se reducía poco menos que responsabilidad que hacia sí mismos y sus
al siguiente imperativo: «obedece a la ley, familiares. Ahora bien, afortunadamente
vota correctamente, hazte miembro de la gestión que favorece al bienestar del
algunas organizaciones, y practica en tu medio ambiente natural a veces concuerda
tierra cuanta conservación te sea prove- con el interés propio de los dueños y
chosa; el gobierno hará el resto» (75). Para usuarios de las tierras, pero cuando éste
Leopold tal educación en conservación no es el caso hay pocas personas que per-
ambiental no podía detener la marea de ciben una obligación o una responsabili-
destrucción medioambiental y no llevaría dad que les impulse a proteger la integri-
a generar una ética de la tierra, porque se dad del medio ambiente natural. Por
olvidaba de observar que se requiere más ejemplo, pese a que los bosques de árbo-
que un egocentrismo iluminado, o sea, les centenarios pueden proveer de impor-
más que un interés en el propio bienestar tantes nichos a una variedad de plantas y
a corto plazo. animales en riesgo de extinción, en la Cos-
Leopold nos ilustra las limitaciones de ta Oeste de Canadá se sigue dando priori-
este tipo de «egocentrismo iluminado» dad a la desenfrenada tala rasa de los bos-
señalando que, cuando se proponen políti- ques por parte de las grandes empresas 5.
cas basadas en esta actitud, los resultados (Y esto a pesar de que estas grandes
son bastante insatisfactorios. Recuerda que empresas reemplazan cada vez más traba-
cuando intentaron contravenir a la erosión jos sustentables por máquinas.) Evidente-
de las tierras en el Estado de Wisconsin de mente el tipo de conciencia y sentimiento
USA en los años 1930 se propusieron dos de responsabilidad por el bienestar de la
métodos convergentes: La educación en tierra y de sus habitantes, descrito por
conservación ambiental y la auto-regula- Leopold cuando hablaba de la ética de la
ción. «Los agricultores», sin embargo, tierra, aún no ha echado raíces en muchos
«sólo seleccionaban esas prácticas de res- lugares.
tauración que de todos modos les eran pro-
vechosas, pero ignoraban las que benefi- Obstáculos a la ética de la tierra
ciaban a la comunidad y no directamente a
ellos mismos». Leopold concluye que «el Leopold sugirió que hay barreras específi·
resultado neto fue que tenemos más educa- cas al desarrollo de la ética de la tierra.
ción, pero menos tierra, menos bosques en «Es inconcebible», dijo Leopold, «que
buen estado de salud, y tantas inundacio- haya una relación ética con la tierra sin
nes como antes» (76). En contraste, la edu- amor, respeto y admiración por la tierra, y
cación en conservación ambiental efectiva una alta consideración por su valor» (82).
cultivaría la conciencia ecológica, es decir, Desde su perspectiva tal relación ética con
una voluntad de actuar que refleja «una la tierra está socavada por tres factores
convicción de responsabilidad personal principales: Nuestro creciente aislamiento
por la salud de la tierra» (80-81). de los procesos naturales, nuestra percep-
Aunque hoy día es común manifestar- ción de tener una relación adversa con la
se a favor de la protección de un medio tierra, y nuestra creencia en la «falacia»

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NOTAS Y DISCUSIONES

del determinismo económico. Trato estos El segundo obstáculo al desarrollo de


obstáculos en el orden apuntado aquí. una ética de la tierra señalado por Leopold
Primero, Leopold tomó nota de que es la concepción de la tierra como un
«nuestro sistema educativo y económi- adversario al que tenemos que forzar a que
co se está alejando y no se está acercan- nos dé para vivir. Esta concepción contri-
do a una concienciación intensa por la tie- buye a que nos sintamos alienados de la
rra» (82). Señala que la orientación hacia tierra. Si la tierra es vista como «un amo
los artefactos de nuestras sociedades blo~ que nos mantiene en esclavitud», entonces
quean el conocimiento directo del medio el reemplazamiento de los bosques natura-
ambiente natural del cual dependemos en les por bosques de plantación, la minería
realidad para nuestro sustento. En los ca- indiscriminada aun en regiones silvestres,
sos extremos esto se demuestra en nuestra y el amplio uso de pesticidas y herbicidas
preferencia por una multiplicidad de «sus- en campos y bosques se vuelve entera-
titutos sintéticos» (82). Para ilustrar esto, mente justificado y aun deseable. En res-
Leopold señaló el hecho que para mucha puesta a esta dificultad Leopold manifiesta
gente la tierra no tiene interés a menos que que urge la diseminación del conocimien-
les sea promocionada como «campo de to genuinamente ecológico sobre la tierra
golf o como "zona escénica"» (82). y sobre nuestro lugar en el medio ambien~
Desde los tiempos de Leopold, en las te natural. Leopold propone que el recono-
primeras décadas del siglo xx la sustitución cimiento de nuestra participación en la
de lo natural por 10 artificial se ha acelerado comunidad ecológica, que incluye a una
repetidas veces. Este proceso ha avanzado diversidad de especies, nos llevará a adop~
hasta incluir actividades que anteriormente tar el imperativo siguiente: «Una acción es
habrían sido descritas como propias de los correcta si tiende a preservar la integridad,
entusiastas de la naturaleza pura. El esquí y la estabilidad, y la belleza de la comuni-
la escalada, por ejemplo, se están volviendo dad biótica. Es incorrecta si tiende en sen-
cada vez más actividades «sintéticas», dise- tido contrario» (82).
ñadas en su totalidad por los ingenieros; la El tercer obstáculo al desarrollo de una
nieve producida artificialmente, como en el ética de la tierra señalado por Leopold es la
nuevo centro cerca de Madrid, y las pare- creencia de que necesariamente «los fac-
des para escalar hechas en cemento arma- tores económicos determinan todos los
do, están haciéndose preferibles a sus equi- usos de la tierra» (82). Aunque admita que
valentes naturales 6. Además, después de los factores económicos sí pueden ocasio-
medio centenario de divulgación de una nar una importante limitación a nuestra
cierta pseudo-realidad sobre las pantallas preocupación por el bienestar de la tierra
de televisión en nuestros hogares, aparente- como tal, Leopold indica que «simplemen-
mente ya pronto vamos a vivir la disemina~ te no es verdad» que esos factores son, o
ción en masa de máquinas que generarán tienen que ser, los únicos valores relevan-
un sinfín de experiencias sintéticas: a saber, tes en las decisiones que afectan el uso de
las realidades virtuales 7. Esta alienación la tierra; más bien, «un sinnúmero de
creciente de la tierra y de sus procesos vita- acciones y actitudes, que quizás compren-
les va en contra del desarrollo de una ética dan la mayoría de las relaciones con latie-
de la tierra. El desarrollo de tal ética requie- rra, están determinadas por el gusto y las
re una importante reforma de nuestros sis- predilecciones del que usa la tierra y no por
temas educativos y económicos; requiere sU billetera». (82) Lo que Leopold tiene en
un esfuerzo consciente y concertado para mente es que generalmente los dueños y
re-conocer nuestro enraizamiento en el usuarios de un terreno sí tienen opciones en
medio ambiente natural 8. su uso, y que no están confrontados a la

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NOTAS Y DISCUSIONES

quiebra simplemente por no proseguir el respeto por la tierra. No obstante, esta


camino que maximiza los beneficios situación no es inevitable.
exclusivamente económicos. Por ejemplo, Hay razones para creer que somos bio-
en la Isla de Vancouver hay personas que lógicamente capaces de valorar positiva-
talan sus bosques seleccionando los árbo- mente los lugares naturales y los seres
lesa cortar según criterios ecológicos. vivos que habitan en tales lugares, y tal
Podemos asumir que, según Leopold, la vez incluso estemos genéticamente predis-
reflexión sobre nuestro papel como miem- puestos a este tipo de valoración. En apo-
bros de la comunidadbiótica, compuesta yo de esta suposición pensemos en la ubi-
por la tierra y sus habitantes, conllevaría cuidad de 10 que se ha llamado la
nuestro reconocimiento del hecho de que «topofilia» (o sea, el amor al topos o
los valores no económicos pueden y deben lugar) en las diversas culturas del mundo:
jugar un papel importante en nuestras según el importante estudio de Yi-Fu
decisiones respecto al uso de la tierra. Tuan, todos los pueblos del mundo tienen
En síntesis: Leopold compara nuestras lazos afectivos con los lugares que cono-
intervenciones en la tierra con la actitud cen bien 9. Similarmente, pensemos en la
quijotesca de reformar la Alhambra, eSe conclusión de los estudios del sociobiólo-
exquisito apogeo de arquitectura nazarí go E. O. Wilson que propone la realidad
del antiguo Al Andalus. Dice que «esta- de la biofilia, esto es, que tenemos «una
mos remodelando la Alhambra con una tendencia innata de enfocarnos en la vida
excavadora y estamos orgullosos del yen los procesos similares a la vida 10».
camino que ya hemos abierto» (82). Leo- Sin adentramos mucho en el tema
pold se dio cuenta que, a pesar de nuestro podemos constatar que es cierto que el
mucho hablar del valor intrínseco de la grado de topofilia y de biofilia varía entre
tierra y de su vida, seguimos destruyendo las personas y aun entre las culturas, pero
su complejo lienzo sin más. Sin embargo, para nuestra discusión la cuestión real-
pese a los obstáculos indicados, Leopold mente importante más bien es cómo se
argüye que sí es posible adoptar una ética puede activar este potencial por la valora-
de la tierra que respete al medio ambiente ción positiva de los lugares naturales y de
natural por el valor que tiene de por sí. la vida, para que se genere la conciencia
Lo que Leopold sugiere es una nueva for- por la integridad y por la salud de la tierra.
ma de vida, un nuevo ethos que manifies- Yo propongo que el desarrollo de la ética
te un compromiso práctico de actuar de la tierra depende crucialmente de las
según ese respeto por la tierra que profe- formas del conocimiento que, por ejemplo,
samos tener. Pero, ¿qué puede dar funda- se exhiben en 10 que se ha llamado «saber
mento a esa nueva ética? Es decir, ¿en tradicional» o «saber vernáculo».
qué puede basarse tal nueva forma de El «saber tradicional» (denominado
vida? indigenous knowledge en inglés) reciente"
mente ha recibido considerable atención
Topofilia, biofilia y saber tradicional académica e institucional 11. El estudio, la
aplicación y el registro del saber tradicio-
Los obstáculos al desarrollo de la ética de nal, considerado como una parte de las
la tierra descritos por Leopold, es decir, técnicas tradicionales o vernáculas para
nuestro creciente aislamiento de los proce- vivir en, y con, los ambientes naturales, se
sos naturales, la concepción de ser adver- ha vuelto un campo de gran interés y valor
sarios de la tierra, y la creencia en la fala- para investigadores de las sociedades
cia del determinismo económico, sugieren industrializadas, así como para los repre-
que por lo general no tenemos un genuino sentantes de los pueblos autóctonos.

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NOTAS Y DISCUSIONES

El saber tradicional o vernáculo es una directa, con las plantas, los animales y los
expresión cuyos límites conceptuales aún lugares en que viven 16. Rose propone que
están en evolución. Se ha utilizado para la particular forma del conocimiento de la
hacer referencia al conocimiento de los tierra de los pueblos yarralin está comple-
pueblos «indígenas», que es un sinónimo tamente integrado con su práctica moral y
aproximado de los términos «aborígenes», su filosofía respecto a la tierra. Esto tiene
«nativos» o «autóctonos»; es decir, se ha efectos, por ejemplo, en sus prácticas y
utilizado para hacer referencia al conoci- normas de qué animales se pueden cazar y
miento de las personas que son los descen- cuándo.
dientes de los habitantes originarios de un Como es bien sabido, se ha observado
cierto territorio 12. La expresión indige- a menudo que las sociedades tradicionales
nous knowledge (saber tradicional) tam- nos proveen de modelos excepcionales
bién se ha utilizado de una forma más acerca de una relación con el mundo natu-
general para hacer referencia al conoci- ral que muestra su respeto a los seres no
miento «local» adquirido por personas que humanos en sus papeles ecosistémicos. En
han pasado un tiempo importante en una Centroamérica y en Amazonia, por ejem-
localidad, sin que importe si sus antepasa" plo, se practica una forma de agricultura
dos tuvieron su origen en ese lugar 13. que permite a la selva regenerarse conti-
El saber tradicional puede ser explícito nuamente. En muchas regiones del planeta
y verse expresado, por ejemplo, en las his- existen prohibiciones estacionales de cazar
torias o en consejos transmitidos de gene- o de recolectar ciertos productos naturales,
ración en generación, pero también puede permitiendo así su desarrollo sustentable.
ser implícito y meramente presente en En resumen, mi tesis es que las formas tra-
prácticas tradicionales específicas que dicionales del conocimiento, es decir, las
determinan, por ejemplo, cuándo o dónde maneras autóctonas y locales de concep-
se puede pescar, y con cuales técnicas e tualizar conjuntamente el mundo natural y
ins- trumentos 14. el humano, pueden desempeñar un papel
Lo más interesante para nuestra discu- crucial en la generación de actitudes eco-
sión es que el saber tradicional se ha reco- lógicamente apropiadas de convivencia
nocido 1) como enfocado primariamente con la naturaleza.
sobre las calidades de las cosas y menos Quiero anticipar una objeción, sin
en su cuantificación, 2) que generalmente embargo, que tal vez sea ser presentada a
es el resultado de una relación directa y mi tesis. Se puede argüir que estoy supo"
personal, y 3) que se ha acumulado diacró- niendo, equivocadamente, que una morali-
nicamente (es decir, que se ha obtenido dad adecuada, promotora de la sustentabi-
como sedimento de la permanencia de un lidad, puede ser derivada de las formas
grupo de personas en un lugar a lo largo tradicionales del conocer.
de extensos períodos de tiempo en una
cierta localidad) 15. Relacionando la ética con el conocimiento
Más aún, en muchas ocasiones se ha
documentado la conexión entre formas El pensar ordinario y la filosofía ortodoxa
tradicionales del conocimiento y los valo- suelen estar en radical desacuerdo respecto
res pro-ambientales. Deborah Bird Rose al papel de los enunciados fácticos en
ha documentado, por ejemplo, la manera temas medioambientales. Se ha señalado
en que los patrones del buen actuar, según que a menudo los que escriben periodísti-
la cultura de los aborígenes australianos camente sobre temas medioambientales se
yarralin, están basados en su milenario mueven libremente entre enunciados fácti-
conocimiento, obtenido por la interacción cos (respecto a la contaminación ambien-

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tal, por ejemplo) a enunciados nonnativos de resumir, son la reducción del mundo
sobre acciones que debían realizarse desde natural a la predicción, y a la manipulación
el punto de vista ético (como sería la pre- y el control de los procesos naturales por
vención o la mitigación de la contamina- los seres humanos. Esto es tanto como
ción ambiental). Estas propuestas han sido decir que un enunciado es considerado
criticadas porque pasan por alto la distin- científicamente fáctico si no se halla com-
ción fundamental entre enunciados fácticos prometido por la retórica política o religio-
y enunciados nonnativos habida cuenta de sa, por ejemplo. Pero advirtamos que esta
que la ortodoxia filosófica, que se remonta limitación en sí también es la expresión de
hasta el ilustre David Hume, declara que una valoración.
enunciados nonnativos no pueden derivar- Por ejemplo, los conflictos sobrepolíti-
se de enunciados fácticos. Por lo tanto, se cas que enfrentan opciones supuestamente
señala que, a partir del hecho que existe basadas en razones «objetivas» a opciones
contaminación medioambiental causada basadas en razones supuestamente «subje-
por nuestras industrias, no se puede dedu- tivas» frecuentemente dependen en fonna
cir directamente que la actividad industrial decisiva de valores ocultos, pero subyacen-
que genera esta contaminación tiene que tes, en el punto de vista presuntamente
cesar. Esa conclusión sólo se puede derivar «objetivo». Consideremos las disputas
si se incluye en este razonamiento un entre los que apelan al valor «objetivo»
enunciado nonnativo que representa una (detenninado en fonna cuantificada y en
valoración adecuada, tal como puede ser la ténninos monetarios) que supuestamente
suposición que «la generación de contami- tiene el desarrollo de ciertas tierras por
nación ambiental dañina a los seres vivos medio de la tala rasa de los bosques, la
no debe pennitirse». minería o la construcción, y los que apelan
Sin embargo, hay razones para creer al valor «subjetivo» (detenninado en tér-
que la relación entre enunciados fácticos y minos quizás estéticos O de experiencia
enunciados nonnativos, esto es, entre el personal) que eSas mismas tierras tienen en
conocimiento y la ética, es más estrecha un estado sin alteración, o sea, en su estado
que lo que esta ortodoxia sugiere. Esto se natural. Obviamente, estas detenninacio-
pone de manifiesto si reflexionamos sobre nes del valor «objetivo» de los bosques y
los supuestos fundamentales de las cien- de la tierra presuponen la previa disponibi-
cias naturales, las cuales representan el lidad de los terrenos en cuestión para su
epítome del conocimiento objetivo en manipulación en ténninos de la tala de
nuestras sociedades llamadas «occidenta- árboles, de la minería y de la construcción.
les». Se ha hecho cada vez más claro, por Nos podemos preguntar, sin embargo,
lo menos desde el trabajo de Thomas Kuhn qué es lo que justifica en un principio la
sobre las revoluciones científicas, que las suposición de su disponibilidad para estos
ciencias naturales no están libres de valo- fines; está claro que no todo lo que se pue-
res. Está haciéndose patente que, en gran de realizar físicamente corresponde a lo
parte, las ciencias están estructuradas por que se debe realizar desde un punto de vis-
el fin de hacer posible que el mundonatu- ta del respeto por los seres vivos que nos
ral sea asequible a la predicción y a la rodean. Los valores ocultos y subyacentes
manipulación por el control técnico. Desde a las evaluaciones supuestamente «objeti"
este punto de vista, la «objetividad» de vas» solamente se hacen patentes en los
enunciados fácticos se traduce en que estos casos extremos, como, por ejemplo, cuan"
enunciados no delaten un compromiso con do nos damos cuenta de lo inapropiado
valores diferentes a los valores detenni- que sería evaluar a los seres humanos
nantes de la ciencia, que, como acabamos como meros recursos de órganos o de

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NOTAS y DISCUSIONES

minerales según las leyes del mercado. ticulares valores. En este ensayo supuse
Pero es precisamente este tipo de valora- que las formas del conocimiento que dan
ción implícita la que está siendo utilizada lugar al tipo de saber tradicional, también
cuando se trata a los bosques y a las for- llamado conocimiento local o indígena,
maciones geológicas como meros yaci- tienden a ser especialmente congruentes
mientos de papel higiénico o de materias con una ética de la tierra que promueve la
primas para las industrias de productos sustentabilidad.
desechables. Ciertamente, es apropiado adquirir, en
En fin, en respuesta a la objeción que cuanto sea posible, y en cuanto se nos Sea
hemos mencionado aclaro que no estoy ofrecido por sus poseedores legítimos, el
argumentando que un enunciado fáctico saber tradicional de las personas nativas
pueda ser derivado de un enunciado norma- de un lugar, para lograr la mejor compren"
tivo, pero que, hasta cierto punto, los enun" sión posible de esos particulares lugares.
ciados fácticos ya presuponen ciertas valo- Pero, para nuestros propósitos, es aún más
raciones o enunciados normativos. Ahora importante que consideremos como mode-
bien, si las valoraciones O los enunciados los las formas del conocimiento ejemplifi-
cadas en esas sociedades. En otras pala-
normativos entran ineludiblemente en los
bras, mi propuesta eS que adoptemos las
enunciados fácticos, entonces, si nuestro
formas del conocimiento de la tierra que
objetivo es promocionar el desarrollo de la
atienden a las relaciones personales que
ética de la tierra, es imperativo que nos fije-
desarrollamos con nuestro medio ambien-
mos en las formas del conocimiento que sí te, que se focaliza en los muchos y varia"
están armonizadas con valoraciones que dos recursos que ese entorno natural nos
son congruentes con esa ética de la tierra. ofrece como obsequios, que favorece el
cuidado cuando se proponen trastornos
Conclusión ecosistémicos, que tiene en cuenta el
papel que el medio ambiente natural tiene
Desde este momento la discusión se vuel- en las historias personales de los habitan-
ve un tanto empírica, ya que la mejor tes de los lugares, etc. Creo que es posible
manera de determinar formas del saber que la adopción de tales formas del cono-
que son congruentes con la ética de la tie- cimiento sí puedan llevamos a un nuevo
rra, o sea, con una ética que promueve la cuidado por la tierra y sus habitantes, es
sustentabilidad, consiste en localizar ejem- decir, nos pueda llevar a una auténtica éti-
plares del saber que manifiestan esos par- ca de la tierra 17.

NOTAS

1 El término «sustentable» es una traducción del que se debía dar a las expresiones «desarrollo susten-
término alemán «nachhaltig» que literalmente signifi- table» y «sustentabilidad». Ha habido interpretaciones
ca que una cosa «aguanta después» o que perdura. muy divergentes de estos términos, que van desde la
Desde que se lanzó el Reportaje Brundtland, que ofi- suposición que la sustentabilidad requiere que no
cialmente se llamó Our Common Future, Nueva haya intervención humana alguna en la naturaleza
York, Oxford University Press, 1987, de la Comisión hasta la idea que el desarrollo sustentable demanda
Mundial sobre Ambiente y Desarrollo y la Cumbre de que se aumente la actividad económica hasta cincuen-
la Tierra de Río del 1992 (La Conferencia de Nacio- ta veces lo que eran las tasas de los años 1980!
nes Unidas sobre el Ambiente y Desarrollo), ha habi- 2 Esta definición la adopto del Reportaje de
do una discusión bastante grande sobre el significado Brundtland.

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NOTAS Y DISCUSIONES

3 Todas las referencias a Aldo Leopold son de A Prentice-Hall, 1974. Stephen Ro Kellert y E. O. Wil-
Sand County Almanac with Other Essays on Conser- son, The Biophilia Hypothesis, Washington D. C., Is-
vationfrom Round River, Nueva York, Oxford Uni- land Press, 1993.
versity Press, 1966; la edición original se publicó en 11 Thomas Heyd, <<Indigenous Knovvledge, Eman-
1949, pp. 217-241. Incluyo las referencias a páginas cipation and Alienatioo», Knowledge and Policy, 8
citadas en el texto mismo. 1994, pp. 63-73; D. M. Warren, D. Brokensha y L. J.
4 Véase, por ejemplo, J. Baird Callicott, In Defen- Slikkerveer (eds.), Indigenous Knowledge Systems
se of the Land Ethic, Albany, State University de Londres, KeganPaul, 1993; World Commission on
Nueva York, 1989, y especialmente «Animal Libera- Environment and Development 1987; Agenda 21 en
tion: a Triangular Affair»,pp. 15-38, y «The Concep- J. Quarrie (ed.), Earth Summit, Londres, Regency
tualFoundations of the Land Ethic», pp. 75-99. Press, 1992.
5 Se ha dado un ejemplo muy contundente en los
12 Respecto a este perspectiva véase Agenda 21,
años 90 en la Isla de Oaliano, en la Costa Oeste de capítulo 26.
Canadá, donde se ha hecho una venta de terrenos con 13 E. Huno, «What is Traditional Knovvledge», en
bosques primarios a los intereses de explotación fo- Williams y Baines (eds.), Traditional Ecological
restal, a pesar de la protesta muy fuerte de los ciuda- Knowledge, Canberra, Centre for Research and Envi-
danos del lugar.
ronmental Studies, Australian National University,
6 La noción de que la nieve natural es dispensable
1993, pp. 13-15.
en las pistas de esquí hoy día ha sido argumentado
14 H. T. Levvis, «Traditional Ecological Knovvled-
con gran claridad por Albert Borgmann en una confe-
ge: Sorne Definitions», en Williams y Baines (eds.),
rencia titulada «The Nature of Realityand the Reality
of Nature», presentada en la University of Alberta, Traditional Ecological Knowledge, pp. 8-12.
15 F. Berkes, «Traditional EcologicalKnovvledge
1993.
7 En este contexto véase también la discusión de
in Perspective», en J. T. Inglis (ed.), Traditional Eco-
Albert Borgmann de la hiperrealidad en su Crossing logical Knowledge: Concepts and Cases, Ottavva, In-
the Postmodern Divide, Chicago, University of Chi- ternational program on Traditional Ecological Knovv-
cago Press, 1992, pp. 82-97. ledge, LD.R.C., 1993, p. 40.
16 Deborah Bird Rose, «Exploring an Aboriginal
8 Véase también David Orr, «Love It or Lose It:
the Coming Biophilia Revolutioo», Orion 13, Invier- Land Ethic», Meanjin, 47, 1988, pp. 378~387.
no 1994, pp. 8-15. 17 Le estoy muy agradecido a la Prof. Julia Cristi-

9 Yi-Fu Tuan, Topophilia: a Study ofEnvironmen- na Oerlero M. A. por su atenta lectura de este texto y
tal Perception, Altitudes and Values, Nueva York, sus útiles consejos respecto para con una expresión
E. O. Wilson, Biophilia: The Human Bond With más clara. Ha aparecido una versión en inglés de este
Other Species, Cambridge, Harvard University Press, artículo, «lndigenous Knovvledge, Land Ethic and
1984, Prentice-Hall, 1974. Sustainability», Electronic Journal of Australian and
10 Wilson, Biophilia: The Human Bond with Other New Zealand History (2000), http://vvvvw.jcu.edu.au/
Species, Cambridge, Harvard University Press, 1984, afflhistory/articles/heyd.htrn.

ISEGORfAl32 (2005) 183

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