Barón (1978) se sirve de esta noción central para deducir una jerarquía de
estrategias basada en la posibilidad de su generalización. Estima que de esa
noción central derivan o dependen tres principales grupos de estrategias. El
primero -investigación conexa— abarca las estrategias de buscar en la propia
memoria Ítems relacionados con el nuevo problema, lo cual puede incluir la de-
cisión sobre qué tipo de problema es, qué otra información o qué otros datos
guardan conexión con él, etc. Este grupo es semejante a la categoría de
estrategias que hemos titulado «formulación de cuestiones». El segundo grupo
de Barón se denomina análisis de estímulos y comprende las estrategias
mediante las cuales un problema o una tarea son analizados y descompuestos
en sus partes constituyentes. Este grupo es comparable a la estrategia de
«planificación» de la tabla 11. La tercera categoría de estrategias de Barón es
designada con el nombre de verificación y se describe como la «estrategia de
dejar en suspenso la primera respuesta que nos viene a la mente y seguir
utilizando cualquier conocimiento que tengamos para tratar de dar con la res-
puesta correcta». Bajo esta categoría se podrían subsumir los cuatro últimos
apartados de la tabla 1.
Esta noción de estructura o jerarquía de estrategias es importante en la medida
en que señala los límites (temporales o permanentes) a los tipos de estrategias
que pueden ser enseñadas. Esta noción se trata con más amplitud en el
,1. Las operaciones y los procesos más básicos de la cognición, por ejemplo,
los procesos por los que se reconoce un objeto, el proceso de asociación
por el que un objeto trae a nuestra mente otro relacionado con él. Tal vez no
nos demos cuenta de la actuación de estos procesos. Probablemente
evolucionan muy poco con la edad. Flavell y Wellman denominan a esta
primaria o primitiva facultad de la memoria: hardware.
¿Por qué un individuo que conoce una determinada estrategia no usa ese
conocimiento? Es la misma cuestión que plantean Cavanaugh y Perlmutter
(1982). Su intento de respuesta señala que la mayor parte de la investigación
se ha centrado en valorar el grado de conocimiento que tienen los niños de sus
propias cogniciones sin valorar los efectos de otros estímulos, instrucciones y
contextos en ese conocimiento. Wellman (1981) ¡lustra el problema con el
ejemplo de una tarea memorística: