Está en la página 1de 10

Panecillos de sabores variados

Votos de usuario :   4.4 / 9 votos 


Click en tu Voto  : 

¿A quién no le gusta el detalle de esos restaurantes que te sacan una cesta surtida de pancillos variados?

Y ¿quién no ha pensado nunca en hacer algo parecido en casa, pero lo ha desechado porque

le parece muy complejo?

Nosotros desde luego somo de esos, y al final hemos encontrado una solución de compromiso,

ni muy complicada ni costosa en tiempo, para poder ofrecer una cesta de panes variados a nuestros invitados.

Y ya vas a ver cómo se los comen...

Para 16 panecillos de 4 sabores

Dificultad: normal
T. Preparación: 30 min. 
T. Espera: 12 horas 
T. Cocción: 20 min. 

Ingredientes:

450 gr. de harina panadera


50 gr. de harina integral de trigo
320 gr. de agua mineral fresca (15 ºC)
10 gr. de sal marina
6 gr. de levadura de panaderia

para los rellenos:


nueces y pasas
cebolla y pimienta
bacón y queso
aceitunas negras y aceite
Elaboración:

Como he dicho no vamos a hacer algo complicado, sino

que haremos una masa base de pan a la que

después de la primera fermentación añadiremos los

de un ingrediente principal. En particular, nosotros hemos

puesto:

- 1 loncha de bacón ahumado muy picado y frito hasta que

esté crujiente, bien escurrido, + 1 cucharada de queso de

Idiazábal.
- 1 cucharada de pasas de corinto cortadas en 4 o 5 cada una, + otra de nueces picadas.

- 1 cebolla mediana, muy picada y frita (como media hora) hasta que ha quedado dorada.
- unas 8 aceitunas negras picadas. Lo ideal es una aceituna con mucho sabor, por ejemplo kalamatas griegas.

Pero éstas cosas (u otros rellenos que se te ocurran, desde chocolate hasta semillas variadas) las

prepararemos antes o mientras sube la masa, así que una vez contados, tú calcula el tiempo que necesitas

para cada uno de los que vayas a usar, y los vas haciendo según dispongas tu tiempo.

Pero vamos a lo más importante que es hacer el pan: comenzamos pesando el agua y disolviendo la

levadura en la misma. Pesamos también la sal y la reservamos.

En un bol grande pesamos las harinas, añadimos el agua con la levadura disuelta y removemos bien

con una cuchara hasta que se mezclen. Incorporamos la sal y mezclamos otro poco.

Pasamos la mesa a la encimera y amasamos todo junto durante unos 10 minutos, hasta que

notemos la masa suave y que se estira sin romperse. Si amasamos en máquina lo haremos durante

unos 8 minutos a velocidad media.

Engrasamos bien el bol de aceite y pasamos la masa al mismo. La giramos un poco para que se

embadurne de aceite por todos lados, y tapamos con film plástico.


Dejaremos ahora un rato subiendo, más tiempo cuanto más baja sea la temperatura ambiente

(de 30 minutos si estamos a 26ºC o hasta 1 hora si son 21ºC). Entonces lo pasamos a la nevera

hasta el dia siguiente (o dejamos el doble de tiempo y continuamos sin más).

Al día siguiente, sin prisas, sacamos la masa de la nevera y volcamos sobre la encimera enharinada.

La cortamos en 4 partes iguales, reservándolas para cada relleno.

El sistema será el mismo en cada caso: extendemos la porción de masa como salga,

repartimos el relleno por encima, y vamos plegando para encerrar el mismo. Luego amasamos

ligeramente procurando que no se salga nada y se integre bien el relleno.

Cuando ya tengamos las 4 bolas cortaremos cada una en cuatro trozos para hacer los

panecillos de cada sabor. Además daremos diferente forma (y un poco diferente acabado)

a cada tipo de pan, para luego diferenciarlos mejor y que salga más vistoso. 
Empezaremos con el pan relleno de aceitunas, a las que añadiremos un chorrito de un buen

aceite de oliva virgen. Para darle forma, una vez amasado, estiramos hasta hacer un rectángulo del

triple de largo que de ancho y cortamos sin más con la espátula de panadero en 4. Se trata de que

queden con forma de minichapata.

A continuación el panecillo de queso y bacón. A éstos les vamos a dar forma de barrita, para lo cual

una vez amasado hacemos 4 partes, y cada una la estiramos un poco y hacemos un rollito para dar

la forma deseada.

El pan de nueces y pasas va a ser muy sencillo: hacemos una bola muy igualada con toda la masa, y

la cortamos en 4 con la espátula, dejándola más o menos tal cual quede (en forma casi triangular).

Finalmente para el pan de cebolla añadimos una vez repartida la cebolla unos toques de pimienta

molida por encima. Una vez amasado lo dividimos en 4, haciendo luego 4 mini-bollitos.

Según lo formamos, vamos pasando los panecillos a una placa de horno enharinada, donde

realizarán la segunda fermentación (orden en la foto: nueces y pasas - queso y bacón - cebolla - aceitunas).

Dejaremos subir los panes, cubiertos por una tela de lino enharinada, durante unos
40 minutos (como siempre, depende de la temperatura ambiente) hasta que hayan

aumentado al menos un 50% de volumen. 

Antes de meter al horno haremos unos cortes en cada pan, salvo el de aceituna que lo dejaremos

liso. Pueden ser a tu gusto, pero nosotros (aunque no se vea muy bien en la foto) hemos dado un

corte inclinado y a lo largo a las barritas de queso y bacón, uno central y recto al de nueces y pasas,

y dos en cruz (también rectos) a la hogacita de cebolla.

Prepararemos en horno precalentado a 230ºC con una bandeja un poco honda metálica en su

parte inferior, en la que echaremos 100cc. de agua hirviendo en el momento de introducir la

bandeja con los panes.

Hornearemos a dicha temperatura durante 10 minutos, luego abrimos para sacar la bandeja de agua

(y que se vaya el vapor), cerramos y mantenemos otros 10 minutos. 

Como siempre, sacamos los panecillos a una rejilla para que se enfríen, al menos media hora

antes de comerlos. Ya verás la expectación cuando los saques a la mesa... y lo ricos que te sabrán!
Pan de maiz

Votos de usuario :   4.4 / 105 votos 


Click en tu Voto  : 

El pan de maiz tiene una larga tradicion en Galicia y en el País


aunque estaba un poco

relegado, pero está volviendo a coger fama. Aquí se hacían


clases de pan de maiz,

ambas sin levadura, siendo

la más conocida el talo (una especie de tortitas). Pero con es


misma harina sale un pan

"pan" muy rico.

Lo interesante es que lo podemos hacer en casa y sale estupe


sin demasiado trabajo.

Verás que el pan de maiz pega muy bien con chacinería frita o
parrilla, o incluso (si lo

haces con un maiz más suave, o menos cantidad) con toda la comida.

Para 2 hogazas pequeñas

Dificultad: normal

T. Preparación: 30 min. 

T. Espera: 7 horas 30 min. 

T. Cocción: 45 min. 

Ingredientes:
250 gr. harina de trigo de fuerza
250 gr. harina de maiz
360-380 cc. agua
10 gr. levadura fresca de panadería
10 gr. sal

Elaboración: 
Este pan lo podremos hacer a lo largo de un día (nosotros lo hicimos después de haber

comprado la harina en un mercado,

comenzando hacia las 12:00), y terminaremos antes de cenar, aunque

el pan se conservará perfectamente para comerlo al día siguiente.

La harina a usar es la que venden por aquí, que es la misma

usada para hacer talo: una harina muy amarilla y con mucho sabor, debido al tostado

previo en horno de leña de las mazorcas, antes de desgranar y moler en molino de piedra.

Como no tiene gluten y el pan 100% de maiz quedaria amazacotado, se le añade la harina de

fuerza para dar volumen (que sabor no le falta, ya verás).

Las fases de la elaboración las describiré brevemente: las descripciones completas

puedes encontrarlas en la receta básica de las Barras de pan para principiantes, donde se

detallan paso a paso y con fotografías todas las fases, incluidos trucos y consejos varios.

Si no eres muy ducho en hacer pan es imprescindible que la leas antes.

En esta receta de todas formas hay varios cambios sobre la básica, incluso se recortan

algunas fases. El principal cambio es que usaremos un prefermento.

Los prefermentos sirven para dar más consistencia y sabor a los panes, y para este caso

haremos uno que se

conoce como "biga". Para prepararla simplemente mezclamos muy bien:

125 gr. harina de trigo


75 gr. agua
2 gr. levadura

Lo más cómodo es echar la harina sobre la encimera, haciendo un volcán, y en el

hueco el agua templada con la levadura previamente disuelta. Mezclamos primero

con una cuchara y luego con

las manos hasta integrar bien todo y hcer una bola uniforme.
La pasamos a un cuenco grande (en el que luego nos quepa toda la masa), lo tapamos

con film transparente, y dejamos de 4 a 6 horas a temperatura ambiente, en un sitio

más bien cálido (sobre 23-24 ºC).

O sea, retomaremos el trabajo después de comer. Otra opción es hacerlo por la noche,

dejarlo 2 horas a temperatura

ambiente y meterlo a la nevera, sacándolo al día siguiente 1 hora antes de proceder.

Veremos que el prefermento ha aumentado mucho de volumen, quizás hasta el triple. Y

la superficie se ve esponjosa e irregular.

Ahora sobre el mismo cuenco añadiremos todos los ingredientes que faltan, menos la sal

y un poco de agua:

250 gr. harina de maiz


125 gr. harina de trigo
275 gr. agua
8 gr. levadura

Una vez mezclado todo, lo pasamos a la encimera donde vamos a amasar. Con la

cantidad de agua dada posiblemente esté demasiado espesa, así que añadiremos agua

poco a poco y la vamos incorporando

hasta que la masa esté manejable: ni muy dura ni blanda y pegajosa, aunque

preferiblemente un poco espesa


(yo en este caso llegué hasta un total de 375 gr., incluyendo la que llevaba la biga, claro).

Finalmente extendemos la

masa y espolvoreamos la sal por encima para que se integre al amasar.

Amasamos de la forma habitual durante unos 10 minutos. Una vez terminado el amasado,

dividimos en 2 porciones iguales, y las pasamos a sendos boles ligeramente engrasados y

muy bien enharinados

(con harina de trigo) y los tapamos con film transparente (por supuesto puedes hacer

una hogaza grande sin dividir,

pero el formato pequeño es más manejable y agradable para nosotros).

Dejamos ahora subir cosa de hora y media, hasta que veamos que han aumentado

sensiblemente de volumen.

Damos la vuelta a los boles sobre la placa del horno cubierta de papel enharinado procurando

no romper ni deformar la masa (por eso deberíamos haber enharinado bien los boles).

Dejaremos un reposo

(sin cubrir con nada) de unos 15 minutos. Este es otro cambio sobre el pan habitual: no hay

segunda fermentación.

Tendremos el horno precalentado a 230 ºC durante el tiempo suficiente para que adquiera

buena temperatura.

Cuando esté a punto el horno y el pan bien de forma, espolvoreamos harina y le hacemos

los cortes con el cútter a nuestro gusto: en las fotos verás dos posibles formas de hacerlo.
Horneamos durante 45 minutos, los 15 primeros con vapor, hasta que veamos que está bien

dorado. Si queda muy clara o blanda la corteza por debajo, podemos tenerlo los 10 últimos

minutos dado la vuelta

, o incluso 5 minutos más de tiempo. Y si se oscurece pronto puedes bajar a 210 ºC el horno.

Una vez horneados a nuestro gusto los sacamos a una rejilla para que se enfríen (y espera

al menos una hora desde sacarlos del horno, para que estén bien fríos, antes de comerlos).

El aroma que domina en la cocina después de hacer este pan de maíz es solo un anuncio de

su gran sabor. Pruébalo y te sorprenderá! 

También podría gustarte