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Crossing Over es un filme dramático con grandes personalidades que nos habla acerca de la

perspectiva gringa con respecto al Sueño Americano al que aspiran cada día miles de
personas de diferentes partes del mundo, la película trata acerca de los inmigrantes que ya
lograron entrar al territorio Norteamericano y buscan desesperadamente bajo cualquier
medio obtener una tarjeta de residente permanente de Estados Unidos o como también se le
conoce “Green Card” o sea ser Estadounidenses Naturalizados amparándose en alguna de
las diferentes maneras que existen para que los de las barras y las estrellas te crean
merecedor de vivir y gozar de los múltiples beneficios de su “Maravillosa y Grandiosa”
nación, si bien no podemos dudar que USA es un país primer mundista y que radicar ahí te
abre muchas puertas por lo cual tenemos que estar conscientes que ellos se aprovechan de
ese Plus de su Pedazo de Mundo para decidir quien radica y quien no, por lo cual tienen
una serie de estrictas reglas para que logres el honor de ser considerado americano, las
cuales solo los más valientes y audaces intentarán desafiar todo incluido su deportación o la
misma vida con tal de que sus hijos o ellos mismos tengan un mejor porvenir.

A lo largo de la película se encuentra con muchas circunstancias y la trama sigue los retos y
vejaciones que enfrentan diversas personas en ambos lados del problema migratorio en los
Estados Unidos. Así tenemos al oficial Max Brogan (Harrison Ford), haciendo lo posible
por mantener unida una familia mexicana que trabaja ilegalmente en Los Ángeles; a la
abogada Denise Frankel (Ashley Judd) luchando por los derechos de inmigrantes africanos;
a la agente Phadkar (Jacqueline Obradors) tratando de suprimir su conciencia mientras
investiga a Taslima (Summer Bishil), una estudiante árabe con supuestos lazos terroristas; a
la guapa actriz australiana Claire Shepard (Alice Eve) sometiéndose a extorsión sexual por
conseguir su "green card"... Y conforme avanzan las historias empezamos a ver sus
relaciones y mutua influencia, conduciendo hasta un final arbitrario e insatisfactorio. Así
que, partiendo de la idea de que los ilegales son buenos, quienes trabajan en migración son
lindísimas personas, y Estados Unidos es en efecto, el sueño americano.

CARLOS ISAAC CEBALLOS RUIZ.

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