Está en la página 1de 2

A MI QUERIDA AMIGA

Mi amiga… amiga de mi infancia… de mis travesuras y risas


desbordantes… de peleas y gestos desafiantes.
Como no recordar cuando solíamos escaparnos de las
miradas de nuestros padres, tirándonos agua bajo el sol
desafiante… las pijamadas que solíamos hacer, fingiendo
tener sueño para que nuestros padres no se disgustaran.
Correteábamos por las calles… jugábamos a ser grandes con
la ropa de nuestras madres y hasta reinas y cantantes. Todo
era una fantasía, esa era nuestra vida.
El tiempo fue pasando… Ahora somos esas chicas que van
dejando atrás su infancia, sentimos diferente, vemos
diferente y todo a nuestro alrededor se hace a veces muy
confuso… ya no eres esa niña consentida, pero eres mi
amiga y cómplice, cuantos momentos hemos compartido.
Acuerdos y desacuerdos, pero al fin siempre juntas.
Hoy quiero decirte gracias amiga… pero no puedo pasar por
alto unas palabras de gratitud y afecto hacia tus padres por
haberme permitido tenerte como mi amiga de la infancia y
ahora gozar de tu compañía compartiendo nuestros
momentos de ilusión, risas y llantos; desafiando una etapa
que no es fácil de enfrentar como la adolescencia, pero de
la mano de Dios podremos superarlo.
GRACIAS AMIGA.

También podría gustarte