Temor

Hola, yo soy el temor de Catherine, he estado con ella desde que nació, juntas hemos
aprendido a acompañarnos día a día. Algunas veces yo impido que se atreva a
experimentar cosas nuevas pero en otras ocasiones gracias a mí logra crecer
emocionalmente porque vence el miedo que yo le causo.
Voy a iniciar explicando quién soy yo. Soy una emoción primaria, advierto sobre el riesgo y
el peligro tanto a seres humanos como a los animales.
A Catherine le advierto sobre experiencias que le puedan causar daño emocional o físico,
es decir, le advierto sobre el peligro ante situaciones que desconocemos. Por eso
Catherine algunas veces no se anima a bailar frente a desconocidos por miedo a caer y
que se burlen, pero no todo es malo, sin mí podría hacer cosas extremas que pueden
dañarla como saltar desde algo muy alto.
Como les decía, yo he estado con ella desde que nació, hemos pasado por tantas cosas,
cuando era bebé llorábamos porque su mamá se alejaba de nosotras, imagínense que tal y
no regresaba, necesitábamos sentirla cerca para sentirnos seguras. Ese miedo lo fue
superando poco a poco mientras crecía, ambas comprendimos que siempre estará con
nosotras.
Otro de los miedos que tuvimos fue estar en la obscuridad, el desconocer lo que hay ante
esa inmensidad nos hacía salir corriendo o prender la luz inmediatamente. Me acuerdo
cuando conocimos a los payasos, con tantos colores y su exagerada vestimenta no
pudimos evitar llorar, cuando Catherine era un poco más grande conocimos a un payaso
malvado llamado Eso, por eso hasta la fecha no nos gustan pero ya no lloramos cuando los
vemos.
Con tantas películas que ha visto Catherine los zombies también no eran de nuestro
agrado. Las arañas y las agujas nos dan miedo porque no queremos que nos causen daño.
Además no le gustan las inyecciones porque son dolorosas, la primera experiencia que
tuvo con una aguja fue cuando la vacunaron, ella apenas tenía un mes de haber nacido,
desde ese día yo le digo que las agujas nos causan dolor, por eso no le gustan.
Ustedes también tienen una pequeña voz que les advierte del peligro, también se llama
Temor, a veces exageramos ante algunas situaciones, pero después descubrimos,
teniendo mucha precaución, que no eran tan malas y cada vez que superan ese miedo se
vuelven más valientes.
Somos una emoción que estará presente a lo largo de su vida para protegerlos.