Según lo estipulado en el diccionario de la Real academia española, nos dice que
el documento privado es el autorizado por las partes interesadas, pero no es autorizado por funcionario público competente, prueba contra quien lo escribe o sus herederos. Ahora Guillermo Cabanellas lo define como el redactado por las partes interesadas, pero sin la intervención de notario o funcionario público que le de fe al documento autorizado. Con base a la existencia del documento privado, puede probarse la existencia del negocio jurídico, pero sin embargo puede adolecer de inconsistencias legales y este no goza de presunción de veracidad cuando se somete a un proceso de conocimiento jurisdiccional. Documentos Auténticos El diccionario de la Real Academia lo define como el documento que esta autorizado o legalizado pero las partes lo han elaborado por su cuenta pero que después de firmar el documento deciden acudir ante un notario para que se autentique que es válido. En este documento el notario no ha participado en la creación del documento, el es ajeno al contenido del mismo, desconociendo los alcances y limites que establece, así como la legalidad del mismo, por eso no se hace responsable de lo que contiene dicho documento, así también como a la forma y fondo del mismo, su función únicamente es de autenticar las firmas de las partes puestas en el documento.