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F I LI A L Q U I LL A B A M B A LI C EN C I A D A P O R L A SU N E D U P á g i n a |1
DOCENTE:
SEMESTRE: IV.
SEGUNDA UNIDAD
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA COMO SUJETO DE
RELACIONES JURÍDICAS.
I. Derecho Administrativo.
Es el conjunto de normas positivas y de principios de derechos públicos y de aplicación
concreta a los organismos públicos y privados dentro de los alcances de la función
administrativa del Estado. (Torres V. J., 2004).
Para André De Laubadére, citado en Derecho Administrativo y Administración
Pública en el Perú de los reconocidos expertos en Derecho Administrativo, maestros
Pedro Patrón Faura, Pedro Patrón Bedoya nos dice que Derecho
Administrativo es la rama del Derecho Público Interno que comprende la organización
y la actividad de lo que se llama corrientemente la Administración, es decir, el
conjunto de autoridades, agentes y organismos, encargados bajo la impulsión de los
poderes de asegurar las múltiples intervenciones del Estado moderno. (Borja, 1995)
1.1. Justicia Administrativa
El Estado, entendido como la corporación formada por un pueblo, dotada de un
poder de mando originario y asentada en un determinado territorio , donde el
poder público en su papel de poder de mando originario, es el encargado de
obtener sus fines ( justicia y bien común).
1 Escrituración
2 Gratuidad
3 Celeridad
4 Conclusivo
5 Economía Procedimental
6 Contradictoriedad
7 Imparcialidad
8 Abstención
9 No Formalización
10 Inexcusabilidad
11 Impugnabilidad
12 Transparencia
13 Publicidad
1 Legalidade Legalidad
2 Eficiencia Eficiencia
4 Contraditorio Contradictorio
5 Moralidade Moralidad
6 Finalidade Finalidad
7 Motivacao Motivación
9 Razoabilidades Razonabilidad
10 Proporcionalidade Proporcionalidad
En esa línea, también encontramos en Colombia la Ley Nº 1473 del año 2011,
sobre el Nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
ADMINISTRATIVO DE COLOMBIA. La que, agrega nuevos principios del
procedimiento administrativo a los clásicos e incorporados en la reforma
administrativa estos son:
2 Igualdad
3 Imparcialidad
4 Buena Fe
5 Moralidad
6 Participación
7 Responsabilidad
8 Transparencia
9 Legalidad
1 Fundamental
2 Autotutela
4 Verdad Material
5 Buena Fe
6 Imparcialidad
8 Jerarquía Normativa
9 Control Judicial
4 Eficacia
6 Informalismo
7 Publicidad
8 Impulso de Oficio
9 Gratuidad
10 Proporcionalidad
1 Imparcialidad
2 Legitimidad Objetiva
3 Impulsión de Oficio
4 Verdad Material
8 Delegación material
9 Debido Procedimiento
4 Contradicción
6 Motivación de la decisión
7 Gratuidad
8 Impulso de Oficio
9 Gratuidad
10 Proporcionalidad
TÍTULO PRELIMINAR
Artículo I.- Ámbito de aplicación de la ley
La presente Ley será de aplicación para todas las entidades de la Administración
Pública.
Para los fines de la presente Ley, se entenderá por “entidad” o “entidades” de la
Administración Pública:
1. El Poder Ejecutivo, incluyendo Ministerios y Organismos Públicos
Descentralizados
2. El Poder Legislativo
3. El Poder Judicial
1 Legalidad
2 Debido Procedimiento
3 Impulso de Oficio
4 Razonabilidad
5 Imparcialidad
6 Informalismo
7 Presunción de Veracidad
8 Conducta Procedimental
9 Celeridad
10 Eficacia
11 Verdad Material
12 Participación
13 Simplicidad
14 Uniformidad
15 Predictibilidad
1. Principio de legalidad
El Principio de Legalidad se encuentra regulado en la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley Nº 27444 en su Artículo IV. Principios del
Procedimiento Administrativo. Inciso 1.1) “Las autoridades administrativas deben
actuar con respeto a la Constitución, la ley y al derecho, dentro de las facultades que
le estén atribuidas y de acuerdo con los fines para los que les fueron conferidas”.
4. Principio de razonabilidad
El Principio de Razonabilidad se encuentra regulado en la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley Nº 27444 en su Artículo IV. Principios del
Procedimiento Administrativo. Inciso 1.4) “Las decisiones de la autoridad
administrativa, cuando creen obligaciones, califiquen infracciones,
impongan sanciones, establezcan restricciones a los administrados,
deben adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida y
manteniendo la debida proporción entre los medios a emplear y los fines
5. Principio de imparcialidad
El Principio de Imparcialidad se encuentra regulado en la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley Nº 27444 en su Artículo IV. Principios del
Procedimiento Administrativo. Inciso 1.5) “Las autoridades administrativas
actúan sin ninguna clase de discriminación entre los administrados,
otorgándoles tratamiento y tutela igualitarios frente al procedimiento,
resolviendo conforme al ordenamiento jurídico y con atención al interés
general”.
En ese sentido, las autoridades administrativas no pueden actuar con ninguna clase
de discriminación entre los administrados, debe existir, por lo tanto, un trato
igualitario entre ambos en respeto del ordenamiento jurídico legal, ejemplo, en el caso
de un procedimiento administrativo trilateral en el cual, uno de los administrado es
una empresa de sociedad anónima y del otro lado el administrado es una persona
natural, de debe dar un trato igualitario y no al que mejor este posicionado
económicamente.
6. Principio de informalismo
El Principio de Informalismo se encuentra regulado en la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley Nº 27444 en su Artículo IV. Principios del
Procedimiento Administrativo. Inciso 1.6) “Las normas de procedimiento
deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión y decisión
final de las pretensiones de los administrados, de modo que sus derechos
e intereses no sean afectados por la exigencia de aspectos formales que
puedan ser subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha
excusa no afecte derechos de terceros o el interés público.
9. Principio de celeridad
El Principio de Celeridad, se encuentra regulado en la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley Nº 27444 en su Artículo IV. Principios del
Procedimiento Administrativo. Inciso 1.9) “Quienes participan en el
procedimiento deben ajustar su actuación de tal modo que se dote al
trámite de la máxima dinámica posible, evitando actuaciones procesales
que dificulten su desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a
fin de alcanzar una decisión en tiempo razonable, sin que ello releve a las
autoridades del respeto al debido procedimiento o vulnere el
ordenamiento”.
12.Principio de participación
El Principio de Participación se encuentra regulado en la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley Nº 27444 en su Artículo IV. Principios del
Procedimiento Administrativo. Inciso 1.12) “ Las entidades deben brindar las
condiciones necesarias a todos los administrados para acceder a la
información que administren, sin expresión de causa, salvo aquellas que
afectan la intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional o
las que expresamente sean excluidas por ley; y extender las posibilidades
de participación de los administrados y de sus representantes, en
aquellas decisiones públicas que les puedan afectar, mediante cualquier
sistema que permita la difusión, el servicio de acceso a la información y
la presentación de opinión”.
13.Principio de simplicidad
El Principio de Simplicidad se encuentra regulado en la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley Nº 27444 en su Artículo IV. Principios del
Procedimiento Administrativo. Inciso 1.13) “Los trámites establecidos por la
autoridad administrativa deberán ser sencillos, debiendo eliminarse
toda complejidad innecesaria; es decir, los requisitos exigidos deberán
ser racionales y proporcionales a los fines que se persigue cumplir”.
Conclusión
El Decreto Supremo Nº 006-67-56 de 1967- Perú, fue la primera norma jurídica en
América Latina que regulo el campo administrativo, lo cual, es de suma importancia
porque fija estándares en el campo administrativo, y que los demás países
latinoamericanos lo acogieron y la incorporación a sus ordenamientos jurídicos. En la
Actualidad, en nuestro país la Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley Nº
27444, regula el Procedimiento Administrativo y al igual que esta norma, la mayoría de
países latinoamericanos cuentan con normas que regulan la materia administrativa,
siendo común la aplicación de distintos principios y algunos de ellos de carácter
constitucional, de manera tal, que estas normas regulan el exceso, abuso,
transgresiones que anteriormente cometía la Administración Pública por el poder que
tenia.
Bibliografía
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Colombia.
Brewer-Carías Allan. Marco Constitucional del Derecho Administrativo Profesor de la
Universidad Central de Venezuela. Professor, Columbia Law School (2006.)
Código Colombiano de 1984.
Constitución Política del Perú.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Constitución de la Republica Oriental de Uruguay de 1967.
Constitución de Colombia
Constitución de Venezuela
Constitución Italiana
Decreto Supremo Nº 006-67-56 de 1967- Perú.
Ermo Quisbert Huancar- “Principios del Derecho Administrativo”. Ministerio de
Transportes de Bolivia 2007.
Emilio Biasco. “El Principio de Imparcialidad y sus Corolarios”. “La excusación y la
recusación” República Oriental del Uruguay.
Ley de Procedimiento Administrativo General - Ley Nº 27444. Perú.
Ley Nº 27806.- Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Perú.
Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración
General del Estado. España.
Ley 29/1998, de 13 de junio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
España.
Ley Nº 19880 que “Establece Bases de los Procedimientos Administrativos que rigen los
actos de los Órganos de la Administración del Estado de Chile.
Ley Orgánica Nº 20285 del 20 de agosto de 2008 del Estado de Chile.
Ley General de la Administración Publica / Ley 6227 del 02 de Mayo de 1978/ versión
actualizada al 03 de enero de 2011.Costa rica.
Ley Federal de Brasil de Procedimientos Administrativos .Brasil
Ley Nº 2341 del año 2002 de Procedimiento Administrativo de Bolivia.
Ley Nº 19.880 de procedimientos administrativos de Chile.
Ley 1437 de 2011 contentiva del nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo de Colombia.
Ley Nº 27806.- Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Perú.
Meirelles, Hely Lopes. Derecho Administrativo Brasileño. 17. Sao Paulo Ed.malheiros
1992.p.82.
Pleite Guadamillas, Francisco“Procedimiento y proceso administrativo práctico”,
Volumen 2. España 2006.
Silva, Luiz Marcos Da. Supralegais Principios del Proceso Administrativo. Jus Navigandi
Teresina, año 9, Nº 479, 29 de octubre de 2004.
Villanueva Villanueva Ernesto,” Derecho de Acceso a La Información en el Mundo”
Tribunal Constitucional Peruano. www.tc.gob.pe.
Régimen de la contratación pública de bienes y servicios.
SEGUNDA UNIDAD
TITULO. II.
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA COMO SUJETO DE RELACIONES
JURÍDICAS.
En primer lugar, cabe resaltar que la Ley reconoce como “servidor público” a
todo ciudadano que presta servicios en entidades de la administración pública
con nombramiento o contrato de trabajo, con las formalidades de la ley, en
jornada legal y sujeto a retribución en periodos regulares.
En esta perspectiva penal, el artículo 425 del referido Código Penal (precepto
que define quiénes deben ser considerados como funcionarios o servidores
públicos), incorpora una noción amplia. Esto es, no solo comprende a los que
a los que, con independencia del régimen laboral, presten servicios en organismos
públicos en general (incluidas empresas públicas y sociedades en economía mixta)
y en su mérito ejerzan funciones en ellas; y,
Regla: Todas las entidades del Estado pueden contratar por CAS
SEGUNDA UNIDAD
LOS CONTRATOS PÚBLICOS
ESCOLA define los contratos administrativos como los que son "celebrados por la
administración pública con una finalidad de interés público y en los cuales, por tanto,
pueden existir cláusulas exorbitantes del Derecho Privado o que coloquen al
contratante de la administración pública en una situación de subordinación respeto
de ésta".
1
Manual de Derecho Administrativo, Segunda Edición, Roberto Báez Martínez. Editorial Trillas, México, 1997
Sujetos.Por lógica, los sujetos por una parte, el particular y por la otra, el
ente de la administración pública que pretende celebrar un contrato.
En lo que respecta al particular, no basta tener la capacidad de ejercicio que
señala la legislación civil, sino que además, si se trata de personas jurídicas,
sus representantes deben acreditar fehacientemente su personalidad.
4
Derecho Administrativo, Primera Edición, Andrés Serra Rojas. Editorial Porrúa, México, 1997.
6. INSTITUCIONES PRINCIPALES
Las instituciones principales de los Contratos Públicos, son las siguientes figuras
administrativas que se van a materializar luego de realizar los diferentes tipos de
procesos destinados a obtener alguno de estos servicios o instituciones:
1. Base Legal
La Ley base para todo lo referente a los Contratos Administrativos del Estado es el
Texto Único Ordenado de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado N°
30225 aprobado por el DECRETO SUPREMO Nº 082-2019-EF. y su Reglamento
aprobado por el DECRETO SUPREMO Nº 344-2018-EF. Al referirnos durante este
trabajo, a la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, la llamaremos “ley” y
cuando nos refiramos a su Reglamento lo denominaremos RELCAE.
26. Bibliografía
1. Álvarez Pedroza, Alejandro Texto Único Ordenado de la Ley de Contrataciones y
Adquisiciones del Estado.
Código Civil.
Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública.
Enciclopedia Jurídica Omeba, Tomo III.
Doctrina General del Contrato Administrativo. Santís Melendo y M. Volterra. Editorial Porrúa.
Manual de Derecho Administrativo, Segunda Edición, Roberto Báez Martínez. Editorial Trillas,
México, 1997
Jorge Giorgi, Teoría de las Obligaciones. Madrid 1929.
José Castán, Derecho Civil Español. Madrid 1941. Editorial Castellón.
Derecho Administrativo, Primera Edición, Andrés Serra Rojas. Editorial Porrúa, México, 1997.
Diccionarios Jurídicos Temáticos, Derecho Administrativo, Segunda Edición, Volumen 3,
Editorial Oxford. Rafael I. Martínez Morales.
Apreciaciones de Derecho Administrativo y de Derecho Público, Maurice Hariou, París, 1933.
Contrato Administrativo. Aníbal P. Maúrtua Urquizo. Caracas 1999.
Los Contratos Públicos. Celia Lira Ubidia. Universidad San Martín de Porres. Lima, Perú. 1997.
Villar Palasí, J.L. Lecciones sobre contratación administrativa. Facultad de Derecho de la
Universidad Complutense, Madrid, 1969.
Fernández Astudillo, J.M. Contratación Administrativa. Bosch, Barcelona 2000.
Alejandra Noillet. Contratos Administrativos, Selección del Contratante. Monografías.com
Argentina. 2000.
Abreu Dallari, Adilson. Contratos Administrativos, Tomo II. Editorial Astrea. Buenos Aires.
1982.
El Procedimiento de la Licitación Pública. Héctor Noillet. Monografías.com Argentina 2001.
Vinyoles I Castells, M. La Adjudicación de los Contratos Públicos. Editorial Civitas. Madrid
1995.
Agustín Gordillo. Contratos Administrativos, Tomo II. Editorial Astrea. Buenos Aires. 1982.
José M. Boquera Oliver. Poder Administrativo y Contrato. Escuela Nacional de Administración
Pública. Valladolid. 1979.
Perraud. Charmantier. Diccionario de Derecho Petit. Editorial Laubadère. París. 1957.
Lliset Borrell, F.; Lliset Canelles, A.: Manual de los contratos públicos. Bayer Hnos., Barcelona,
1996.
DOCTRINA
LOS PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO EN LA LEY
DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO GENERAL: FUNDAMENTOS,
ALCANCES E IMPORTANCIA
IMPORTANCIA
Esta norma regula de modo general los procedimientos de naturaleza administrativa
que se sigue ante las diversas entidades, y, habiendo derogado la antigua normatividad
en materia de procedimiento administrativo general, recoge y define de manera clara,
específica, y detallada, una serie de principios, los mismos que deben informar el
desarrollo del procedimiento administrativo.
Tales principios, recogidos tanto de la legislación como de la doctrina
comparada actual, están enumerados (en forma enunciativa y no taxativa) en el
artículo IV del Título Preliminar de la Ley 27444, sin perjuicio de la vigencia y
observancia de los principios del Derecho Administrativo sustantivo, sirviendo
asimismo de criterio interpretativo para resolver las cuestiones que puedan suscitarse
en la aplicación de las reglas de procedimiento como parámetros para la generación de
otras disposiciones administrativas de carácter general, así como para suplir los vacíos
en el ordenamiento administrativo.
De acuerdo con Marcial Rubio Correa, los principios generales del derecho son
aquellos conceptos o proposiciones, de carácter axiológico o técnico, que informan la
estructura, el modo de operación y el contenido de las normas, grupos normativos, sub
– conjuntos, conjuntos, y del propio Derecho en su totalidad.
Dentro de este orden de ideas, de acuerdo con el mismo autor, son cuatro los niveles
dentro de los cuales los principios generales informan al Derecho:
1. Pueden tener una validez general, universal para el fenómeno humano, y por
ende, para el Derecho, disciplina que estudia la regulación de las relaciones
intersubjetivas (ej. principios de libertad, igualdad, justicia, etc.).
2. Pueden tener una validez general para el fenómeno jurídico en sí, siendo
aplicables a todas las ramas del Derecho (ej. principio de primacía de la norma
especial sobre la norma general).
3. Pueden regir a una rama determinada del Derecho, caracterizándola frente a
otras ramas (ej. Principio de Legalidad en materia tributaria).
4. Pueden regir diversos aspectos parciales de una rama del derecho determinada
(ej. Principios del Derecho Procedimental Administrativo).
De otro lado, en opinión del autor español Prieto Sanchis, los principios
generales del derecho son “aquellas normas que carecen o que presentan de
forma fragmentaria la determinación fáctica”, es decir, “aquellas normas que,
incluso eliminados los problemas de imprecisión o vaguedad, no podemos saber a
ciencia cierta cuándo han de ser aplicadas” .
El mismo autor anota a continuación, que la ausencia de los principios que sirven de
fundamento al Derecho se denomina arbitrariedad, concluyendo que el
conocimiento de los principios jurídicos tiene una enorme relevancia práctica. Esta
relevancia práctica enfatizada por Guasp, se traduce en las funciones que cumplen
los principios a las que brevemente nos dedicaremos a continuación.
Luis Diez Picazo, en coherencia con lo señalado por Rubio Correa y Alzamora
Valdez (citados respectivamente en el acápite anterior), sostiene que “la idea de unos
principios generales del derecho se entronca con el problema de las posibles lagunas
de la ley positiva (…) la inexistencia de la ley o la falta de previsión por una ley del
punto controvertido, puede encontrar, en orden a su integración, dos respuestas
distintas.
ley. En tales casos, deben aplicar los principios generales del derecho, y
preferentemente, los que inspiran el derecho peruano.
Dentro del orden de ideas señalado en los párrafos anteriores, entendemos por
principios del derecho administrativo a aquellas pautas generales que informan al
derecho administrativo como rama del derecho que goza de autonomía.
La Ley 27444, en el artículo III de su Título Preliminar señala que esta norma tiene por
finalidad establecer un régimen jurídico que sirva a la protección del interés general,
garantizando los derechos e intereses de los administrados, y con sujeción al
ordenamiento constitucional y jurídico en general. Por tanto, para conseguir esta
finalidad, consagra y define legalmente en el artículo IV los siguientes principios, sin
perjuicio de la aplicación de otros principios del Derecho Administrativo sustancial
(por lo cual se señala que tales principios son meramente enunciativos y no taxativos):
Ello se condice con lo que prescribe el artículo 2º, inciso 24.a. de la Constitución
Política del Perú, que señala que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda,
ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe, principio que emana de la libertad de
la persona.
Para este autor, “Todo poder es un poder jurídico, o en términos más categóricos,
toda forma histórica de Estado es un Estado de Derecho” .
Más adelante señala que “el Derecho Administrativo surgió como manifestación de
las concepciones jurídicas de la Revolución Francesa y como una reacción directa
contra las técnicas de gobierno del absolutismo”.
para los procedimientos donde quien “juzga” a la vez tiene potestades ejecutivas,
siendo así juez y parte (salvo, como resulta evidente, si se trata del Procedimiento
Trilateral, también recogido como Procedimiento Especial en un capítulo particular de
la Ley 27444).
Cabe resaltar que este principio se encontraba ya recogido por la Jurisprudencia
Constitucional. En efecto, el Tribunal Constitucional, máximo intérprete de la
Constitución de acuerdo con el artículo 201º de la Carta Magna, consideró que el
debido proceso legal debe ser observado, inclusive, en los procedimientos
administrativos, en la Sentencia del 13 de junio de 1997, recaída en el Exp. 1034-96-
AA/TC y en la Sentencia del 3 de julio de 1997, recaída en el Exp. 043-96-AA/TC.
Este principio, de raigambre procesal, alude al rol director del procedimiento que
corresponde a las autoridades. Debe tenerse en cuenta que este principio ha de
aplicarse dentro de los límites de las facultades conferidas a la autoridad
administrativa correspondiente.
A propósito del principio materia de este literal, Danós sostiene que la justificación de
este principio subyace en que la actuación administrativa debe orientarse a la
satisfacción de los intereses públicos.
En tal sentido, García de Enterría, respecto de este principio (al cual denomina
“Principio de Oficialidad”), señala que “ la impulsión de oficio, que responde a las
exigencias propias del interés público que el procedimiento administrativo pone en
juego, da a éste un acusado carácter inquisitorial: la Administración, gestora del
interés público, está obligada a desplegar por sí misma, ex oficio toda la actividad que
sea necesaria para dar adecuada satisfacción a ese interés, sea cual sea la actitud activa
o pasiva, que puedan adoptar los particulares que hayan comparecido en el
procedimiento …. “ .
En opinión de Dromi, para que un acto sea razonable, debe existir una relación
lógica y proporcionada entre el consecuente y los antecedentes, entre el objeto y el fin,
debiendo los agentes públicos valorar razonablemente las circunstancias de hecho y el
derecho aplicable, así como disponer medidas proporcionalmente adecuadas al fin
perseguido por el orden jurídico, entendiendo a lo razonable como lo justo, lo
proporcionado, equitativo, por oposición a lo irrazonable, arbitrario, injusto. Dromi
pone como ejemplo de contravención de este principio, la circunstancia en la que el
órgano administrativo no se atiene a resolver los hechos acreditados en el expediente o
se funda en pruebas inexistentes.
En nuestra opinión, una actuación que no se ciña a este principio, bien podría generar
la nulidad del acto administrativo por haber sido dictado por órgano incompetente o
que exceda de sus facultades, ya que ello contraviene el ordenamiento jurídico, lo cual
genera que el acto administrativo sea inválido, adoleciendo en este caso concreto de
una invalidez insubsanable. Asimismo, podría constituir abuso de autoridad, con las
consecuencias penales del caso.
fácticas de igual naturaleza, los operadores del derecho deben dar soluciones
jurídicas de igual naturaleza, y viceversa;
en segundo lugar, el principio de igualdad ante la ley, significa que dentro del
propio texto normativo, no pueden establecerse distinciones ante situaciones
idénticas.
Esta presunción, de carácter iuris tantum, está relacionada directamente con la idea de
simplificación administrativa, y se vincula, por ejemplo, con la prohibición de solicitar
documentación original a los administrados, y con el fomento de la presentación de
“declaraciones juradas”, en las que los administrados declaran que determinada
J. Eficacia: Significa que la finalidad del acto se privilegia sobre las formalidades no
esenciales. Este principio se encuentra relacionado con el de simplicidad,
predictibilidad y uniformidad, así como con el de celeridad.
Por tanto, ante la supremacía del interés público, la Administración debe evitar
cualquier elemento que obstaculice la consecución de tal interés. Dicho de otra
forma, la vulneración del principio de eficacia, es una directa y frontal vulneración
de la razón de ser del Derecho Administrativo.
L. Participación: De acuerdo con este principio, las entidades deben brindar todas
las condiciones necesarias para el acceso a la información que administren, salvo
aquellas que afectan la intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional, o
las expresamente excluidas por Ley.
M. Simplicidad: En todo trámite, los requisitos que se exijan deberán ser racionales
y proporcionales a los fines perseguidos.
Tal como está descrito en la Ley 27444, se aprecia que este principio es
eminentemente protector del interés de los particulares. Sin perjuicio de ello, y en
aras de la seguridad jurídica, que es uno de los fines fundamentales del Derecho, la
predictibilidad contribuye, adicionalmente, a una reducción de la carga de
solicitudes inverosímiles, inútiles, o claramente ilegales.
V. COMENTARIOS FINALES
pilares básicos que constituyen la esencia del Derecho mismo, así como de
determinada rama o sub–rama del Derecho, informándola, y constituyendo a la
vez un mecanismo para completar sus posibles lagunas jurídicas;
Es por ello que consideramos que, uno de los mayores aportes de la Ley del
Procedimiento Administrativo General al Derecho Administrativo Peruano, y al
sistema jurídico nacional en general, es la incorporación detallada y minuciosa de los
principios del procedimiento administrativo, haciéndolos inteligibles para quienes en
él participan, así como también obligándolos a su observancia, debiendo tenerse en
cuenta que la Administración está sujeta, como ya hemos señalado, al Principio de
Legalidad, el cual implica que toda su actuación debe sustentarse en lo establecido por
la Constitución, la Ley, y el Derecho y es en una norma (la Ley 27444) en la que se
consagra el principio de legalidad, principio que sustenta toda actuación estatal dentro
del marco de un Estado de Derecho.
CUADROS