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ADECUACIÓN TÉRMICO-ENERGÉTICA
Existen distintas ocasiones en las que se puede observar el uso de iluminación artificial,
requerida para acceder a la posibilidad de realizar tareas bajo la condición del
oscurecimiento del día. Una vez adentrados en este aspecto es importante mencionar
que el ser humano puede recibir ciertos estímulos a través de esta como lo son los
efectos biológicos y psicológicos que impactarán directamente en la distribución de
horarios para el desarrollo de actividades, efectos sobre el sueño, actitudes y
emociones.
Existen distintos tipos de vidrios que se pueden emplear, entre los más fundamentales:
transparentes, tintado en la masa, revestido o modificado, texturizado y con diseño,
armado con alambre, estratificado o laminado y acristalamientos prismáticos.
Normalmente la elección de uno de estos tipos de vidrios se regirá por el bloqueo de
radiación selectivo. Otro aspecto mencionado en un principio, es el de la reflexión del
piso que usualmente no es considerada, por lo tanto es omitida debido a que
generalmente suele ser baja, sin embargo, es importante especialmente en superficies
interiores. En conjunto a esto, incrementa la posibilidad de considerar colores para
techos y paredes, cuyo aspecto importante radica en los colores claros, pues permitirán
al diseño de la casa un ambiente más abierto reduciendo el contraste con ventanas u
otras superficies brillantes. Del mismo modo se verá mejor aprovechado la reflexión de
luz natural en espacios del interior que se presenten como profundos.
MICROCLIMA LUMINOSO
Podemos distinguir distintas fuentes de luz natural: componente solar directa (CSD) y
difusa (CSdf), y componente reflejada del terreno (CRT) y de obstáculos (CRO). A
grandes rasgos, cada una de ellas inciden de una manera u otra en la reflexión de luz a
través de los ventanales dispersos en nuestra estructura, sin embargo, la que considero
que toma el papel es la del componente solar directa; cuya fuente de luz es más potente,
por lo que es necesario tomar en cuenta a la hora de recurrir al diseño de las aberturas
en distintas secciones del edificio. En este contexto, se puede mencionar al conocido
cielo de proyecto, en el que se ha de intentar simular la luminosidad del cielo frente a
las ventanas expuestas, cuyos valores se podrán determinar mediante la consulta de
documentos en los que se desarrollen modelos matemáticos de distribución ideal.