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ara sabor ma sobre ost tema Chatwin Bruce, Tesolin (New York Viking 1967, Klenk, Kerstin. Ont Palio Mure Burads in Ustlien, Ted doctorado (ocschae fr Must, Theater und Metin Hannover, Hannoet, 205) ‘Mend in mics Src Heimat Elbe Brbateangr sm estben Sloe (Bf arcs Ve 2008). 90 Ercoma damier I | | | La mdsica y el nacionalismo aca ates desig Xn, cuando e Sultana seca del Rim se desmembraba en pequehos emirate, el de Onmin el guerrero expand hacia el Adis Menor, el norte de Afieay Ia peninsula talenics,legando a formar uno dele imperioe mis proses y dharaderos dea historia el Imperiootomano.A medias del siglo 1, on gran imprio comenad + smpliar sus terior en pleno corzaén de los Andes el de lo inca. Entonce, Pachact bers 21 Cuzco ale sz tomado por peters chanka- nando una diapersién militar qu, cen aon mis tre cuando las huetes de Pato aaron a Tambes, area gran pare del subcontinente sudameriano. El Tncanato vii una debacle tan ruda como su ‘scenso. El Tmperio otomanoyen cambio sufi alent agonfa que sol leg su Sin ene siglo X8, cando Mustafa Kemal, Atti, loge explhar del Asia Menor aioe aliados de Triple Enente La historia no parece haber sido benéol icon Tarqit i cone Pei lox Estados nugior de la ceizas de dics imperio, Victims de inmereidas ocpacionesy de consecutive derotaa militares, pol 2s econdmices,smbor pas esperinansiosos un desagrvio que Jes deme el rexpandor dele cnos de ata Silademands parece ort primers vst, apicada aun escenario foro maesta rod falc stifcaramon dentro dequinienton afios que Estados Unidos exja un iderago avciendo su suprema- cia prada? Aunque a menudo apaenten lo contro lo scr sos revivals no relaman ms justia hr alguna. Peston al escbier, no son sno burda chichara nacional, Pero qué ‘intro ence eve atv, otra estgmatiadoy hoy pelos ‘mente edimido ena via politica? I nacionalismo, segin el antrpogo britinico Emest Geline, cs un programa politico que sostene que la nacién y el Estado Son indiscernibles, Bl portulado es esotrico dicho as, sin prea Dalos. Es por ello que se hace necesario retroceder un tanto mis yy eseratar el término en el que se funda dicho pensamiento: la hacidn. Aunque considerada un ente metafisco por personalidades| tan disimiles como Johann Siege Fichte, Ernest Renan o Iosif Stalin, la nacién es, en verdad, una quimer, El historiador estado~ tunidense Benedict Anderson la ha definido, acertadamente, como ‘una comunidad polities imaginads, imitada y soberana. Imaginada, dice Anderson, porque a menudo sus miembros se identifcan como ‘semejantes aunque no se conozcan entre s imitada, porque hasta la mis grande presupone ftoteras que la separen de otras y sobe~ rana debido a su adhesin al ideal independentista de Ia Hustracion turopea. El Estado es, en cambio, un aparato administrativo, uy fin mis earo es asegurare Ia sumisién politica y econémica de sus ‘miembros. Cuando este, ya secularizado, se establecid como forma de poder en el siglo de las les, sus propulsores entendieron pronto {que habia que ocupar con algo el pedestal que hasta entonces habia correspondido a la Iglesia o al monarca y escogieron a la nacién ‘como doctrina, Desde entonces, ef Bstado-nacién se ha empetado ‘en instruie a’suebijos en el amor incondicional ala patria, aunque se trate, en verdad, de un apego al aparato de poder que lo sustenta PPobres en cuanto ideologi, lor nacionalismos recurren 2 menudo aa retéricaenardecida para construir aquello que Homi Bhabha ha tildado como “narraciones pedagégicas dela nacidn". Ast Fernando [éearo Catteter ~l de EY dard en la palabra nos hablaba de “esa specie de erotismo con que rodean aI patra todos los nacional ‘mos".Y es cierto. En sv afin de vendernos la iusin de un wineulo natural entre un pasado glorioso yun futuro ilimitado Ia fase es de Anderson loe discursosnacionalistasinventan rimbombantes odas ‘ intrepidas sagas pare ensalzar Ia nacién con adjetivos tan sugeren- tes como indémits,heroca ebelde o sempitern. ‘Aligual quela historia, tmbién la cultura hasido una herramienta sumamente itil para inculcar sentimientos nacionalistas. El eano- ‘musiodlogo estadounidense Thomas Turino ha denominado *nacio- 22 roost mance salimo cut al tabjosmiio de wilia prices antics pars representa stngir se nacn, Miss, dacs ee sae on enn devs el a 1 de ete modo, tlizads por instituiones ois la reer de comencons cles gue estriado bine Ee obsbwm ha baiado como tricone inentade, Sind una pric ole por excel misea asd sige sen en ‘Spaiopedcc pare pur y dfn don nacional Noes casa que en lar tira decade la enor haya Gigi interes hacia as frat en ql ne avd y ene Siendo instrumentals or movnientoro Estado aseaitas 2 in de crear rxtene tanformar ona Mntd parse main {su miembros Alrpecto now dc el enomuisogobritico Martin Stokes “anise intnsmentevnelada aa propa> "Nada podria evidenciar mejor ese uso que la Cimara de Msica del Tercer Reich, la cual, bajo Ia ttela del mismo Joseph Goebbels elaba por “sian dar l buen gusto musical lems, promoviend la prodaccion afin aI epi germano”yobstaclizando ~ctando no estayendo~ la ‘irlacn de agquel que Io "degeneribao“mancilaba” “Trin sha refer adichar prises como aioli mus- cal;mas difeencindoas de corre estlitca sia europea hhoménitna del siglo 1X. 1 naconalimo msial es entonces la pret de wie a mass para adocrinar la poblacn cl en Inobedienciaa un tipo deerminado ideal de Estado. Efectvamente, sumerosos gobieros de Europa, América Latina y Afica se han «valde de la misca para difundir ina lealtad incondicional ala patria, via festivales, ediciones y subvenciones. Los ejemplos abundan, Philip Bohman ha constatado que casi todos lot estados europeos recurrieron a formas locales o folklérieas para constituir una idea sonora dela nacién, No ha sido otro el destino de América Latina, 'Numerosos gobiernos populist del siglo XX -el de Juan Peron en Argentina, Getilio Vargas en Brasil o Juan Velasco Alvarado en el PPeri- se esmeraron considerablemente en subvencionar programas 4e apoyo al folklore national para asegurare el favor de toe sectos es populares en Ia ciudad y en as 2onas rutales. Del mismo mode, jobiernos tan disimies como el de Nigeria, Uzbekistén o Tanzania hhan creado instituciones ~y hasta ovinisterios- para salvaguardar [a ‘mdsica “tradicional’, entendiendo por esta aquella que se muestra condescendiente con sus propdsitos Pero no solo gobiernos se han dejado llevar por el naconalismo. (Clifford Geertz ha anotado que los intelectulessuclen jugar un rol fandamental durante la formacién de los discursos nacionalistas,en cuanto ello imaginan ls nacién anticipadamente. Léopold Senghor agoardar lo propio y en promover ef amor al terruho. Y es certo Pero el amor ala tadicidn de los nacionalismos es también un arti. lugio. ¥ esque toda pltca cultural es, por naturalera, normative por tanto excluyente de todo aquello que se aeja del canon estable, «ido como vido, Getilio Vargas institay el samba como la musica rasional brasilefia a mediados del siglo XX, sguiendo a Freyce, pues veia en la confluencia de razas que formaban lo brasleto (a afi. ‘cana li indigena y la europea). Pero para realizar su empresa avo necesariamente que marginalizar la produccién musical del el srt ys de os civersos gropos indigenas ls cuales menospre- aba por no simbolizar “el crisol de razas" que debia representa la lara del pas. Un buen ejemplo dela arbitraiedad con que setdan tos nacionalismos cuando sintan patrones de autenticided puede 94 encows ce misce verse en la controvertida historia del gnoma y el taatab, dos de las formas musicales mis populares de la Repablica Unida de Tanzania, Durante las tres primeras décadas de la independencia, cuando el {gobierno poscolonialreairmaba su rai afficana para librarse de las ‘sombras del imperio briténico la misica elegida para representar Ia joven nacién fue el género tradicional gnoma el cual fue enarbolado ara atacar al tarab, que por sus induencias érabe y europea ere ‘mosivo de menosprecio oficial. Treintaafioe mis tane, cuando se vio obligado a mostrar una nueva imagen para contrapesar el despot suftido el gobierno revolucionario se afere al otrora desprestigiade ‘arab, pues él encajaba a la perfeccién con la imagen que enton., es pretendia la repablicaaficana dindmico, hibride y modemno, El ‘geoma, por el contrario, convertido en un incémodo tnacronismo, Perdis Ios favores del Estado. La moraleja ex clara: lo que importa los nacionalismos noes la masica ni la tradicin sino la instrunnen talizacion de estas para sus fines, ‘Los nacionalistas suclen argumentar que no todos tos ‘acionalismos son datinos. Lenin, por ejemplo, dferencis entre un sacionalismo de aribs,rpresivo y expansivo, y otto de abajo, Iiberador © internacionalista. La idea es seductora ~de abt que la csgriman tan fehacientemente los movimientoslibertadores~s pero los macionalismos tiunfantes el de Stalin oel de Mugabe, por citar dlos ejemplos trstemente célebre~ han demostrada que la vaca fcilmenteolvida que fe temera y que los nacionalismos siempre ‘son nocivos en el poder en euantooprimen la divergencia, Porlo demas, los nacionalismosrequierensiemprede una amenaza “forinea’. Asi la autoalabanza va en desmedro del otro. Un triste

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