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PLBLICACTONES DEL INSTITUTO

I — Ao’jo SERRANO El ate decoratlvo de los


diaguitas (1943) $ 4 —

II — ToMAs HARRUGTON El keewe a yamjafrrd


wwh (1943) “ 1 —

III. —v LEON STRUBE E.: Técnica etimológica y etimo


log’ia andvna (1943) “ 1 50
— R GONZALEZ: ArqueologIa del ya
clmsento lndlgena de T
tfla Rumipal (Prornn
7
cm do Cordoba) (1943) “ 1 50
V — AI’.’roMo SERRANOfish ozo para una htorIa
del descubmeento y coiq Ista de Cadoba
(1944) “ 1 —

VI. — ANTONIO SERRANO: La cerdrnica tipo Condor


kuasi y sus orrelaciones ‘‘ 1.—
VII. — ANTONIO SERRANO: Las estatuitas de arcilla
de Córdoba y su significado arqueológico ... “ 2.—
VIII. — LAZARO FLURY: Guiliches. (Tradiciou es, le
ends, apuntes granaticales y vocabulario
dc Ia zona pampa-araucana) “ 1.50
IX. — A.BERTO REX GONZALEZ: Algunas observaciones
sobre caracteres a7ltropoiógicos de los pri?niti
yes habitantes do COrdoba (Nota preliminar) “ 1.—
X. — ANTONIO SERRANO: Los Comechingones (en
prena “ 12.—
XI. — ALREDO PoviA: ocio7ogIa del Folklore ‘. . ‘‘ 2.—

DISTRIOuIDOR GENERAL:
EDITORIAL LOSADA
Alsina 1131 — Buenos Aires

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UNIVERSIDAD NACIONALDE Co RDOB A

PUBLJCAIONES
DEL
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Institute de Arqneologfa, Lingilistica y Folklore “Dr. Pablo Cabrer

XI

ALFRBDO POVTfA

Sociologla del folklore

IMPHENTA DE LA UNIVEH1I)AI)
COil DO U A
R.pihlIea Arg.tn.
1944
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CONTENIDO

NOTA PRELIMINAR.

INTRODUCCION: El folklore es Ia traduccjón


real del saber vulgar. Es el saber colectivo

por excelencia. La Sociologla del saber vul


gar.

CAPITULO PRIMERO. El Folklore: Qué es


ci Folklore cbmo ciencia. Etimologfa de Ia


expresión Folklore. Delimitacji5n de Sn Cofi


tenido. —Lo colectjvo. Lo no instituciona


lizado. — Lo popular. El pueblo folklórica


mente consjderado. La tradición.


— Las su

pervivencias y ,las vivencias de lo pasado. —

Dfjnjcjón de Ia ciencia del Folklore.

CAPITULO SEGUNDO. — Sociologia de los he


chos folklóricos:- La investigación folklórica. —

Los hechos folklórjcos. — Caracteres distinti.


vos. — Caracteres limitatjvos. —Relacjón del
Folklore con otras disciplinas: Historia, Etno
grafia, Sociologia. — Funciones sociales del Folk
lore.

CAPITULO TERCERO. — Clasificación de los


bechos folkloricos: Necesidad de una clasifica
dón. — Boggs. — Saintyves. — Sébillot.

Nuestra clasificación: Folklore de Ia inteligencia:


las leyendas. — Folklore del sentinsiento: Ia mi
sica. — Folklore de la actividad: los usos y las
costunibres. — Análisis.

CONCLUSIONES FINALES.

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NÔTA PREUMINAR

das en
El presente trabajo es el contenido de tres clases dicta
Humanidades
Ia cátedra de Sociologz’a del Institute de Filosofla y
año de 1944.
de la Universidad de Córdoba, durante el corriente
das, sir-
Hoy se publican casi textualmente come fueron dicta
gida en las
viendo como antecedente la version taquigrafica reco
V

quien agra
clases por la alunina Srta. Celia Galindez Simia’n, a
dezco su gentil colaboraciOn; come 4 srn
iasi mo al joven investigador
el gestor de
folklOrico don Juan Bialet Tizeira, por haber side
esta pzthlicaciOn.
Per otra parte, el presente trabajo, que aunque no
tiene per
excusa ante
autor a un especialista —lo que puede servir come
rporarse a las
ojos dernasiado exigentes— .tiene el honor de inco
ca Folklore,
publicaciones del Institute de Arqueologia, Linguisti y
dirige el
Doctor Pablo Cabrefa”, de nuestra Universidad, que
quien de
prestigioso y con ocido maestro don Antonio Serrano, a
aciOn.
see agradecer su requerimiento y su inters en esta public

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4.
INThODUCCIóN

HACIENDO SE APEENDE A HACEK.

Existe toda twa serie de hechos que el sentido comün de


nomina genériamente folklóricos, que son de carácter vulgar y
tienen gran hfusión en el pueblo. Paralelamente existe una dis
ciplina que los agrupa y estudia, liamada la Ciencia del Folklore.
Tal es el objeto de Ia presente investigación, pero ,no con
el propósito de hacerlo como un folklorologo, que es un cientI
fico teórico especializado, sino con un criterio sociológico, con el
fin de considerar el aspecto genérico del hecho folklórico, esta
bleciendo asI conclusiones precisas y ciefinidas sobre esta novIsi—
ma rama de Ia sociologla, que poclemos liamar simplemente So
ciologla del folklore.
Nuestra primera tarea consistirá en ubicarla dentro de los
grandes cuadros de la Sociologia.
Al lado de la sociologIa general existen las sociologIas es
peciales, que podemos separar en Jos grandes ramas, siguiendo Ia
clásica division de Max Scheler, en sociologla real y en sociologIa
cultural. Para nuestro propOsito, basta agregar que Ia sociologIa
cultural, cuyo fundamento es “una teorla del espiritu humano”,
se ofrece a Ia investigaciOn bajo Ia forma de sociologIa del sa
ber, que agota casi totalmente su contenido.
Sin embargo, el saber no es algo uniforme. Presenta matices
particulares, lo que permite distinguir tres moclos diferentes de
9

H
ALFiEDO POVIA

conocimiento: de carácter filosófico, cientifico o vulgar. El pri—


mero es el fundamento de la Filosofla, y- el segundo de Ia Cien
cia, ya sea teórica o práctica. Nos queda el saber vulgar, pot ill
timo, que racionalmente ocupa el lugar más bajo de Ia escala in
telectual, y que merece hoy nuestra particular atención, porque es
ci primer punto de partida de esta investigación, desde que está
en él Ia posibilidad de entronque del folklore en ci campo del
conocimiento.
La dificultad que existe para establecer una absoluta separa
ción entre el saber cientIfico y el saber vulgar, se manifiesta ple.
namente en el dominio del folklore, porque Si bien es cierto que
su objeto, ci hecho folklórico le ilamaremos desde ya, escrito con
miniiscula, se relaciona con el saber vulgar, no lo es menos que
el Folklore como ciencia, -----asi escrito con mayñscula— es ya un
tipo de conocimiento de carácter cientIfico y especial (1). Es
saber cientifico sobre un saber vulgar, y difIcilmente podrIa esta
blecerse donde termina uno y comienza ci otto, sino es pot Ia
postura propia del investigador.
El punto de partida cognoscitivo de Ia Sociologla del folklore
estã en Ia esencia del saber vulgar. En efecto; se trata dc un tipo
de conocirniento que es obra del sentido comiin, producido pot
una lenta sedimentación, como creación inconsciente de Ia mis-
ma vida. Es el resultado de una acumulación permanente, obra
dc una continua elaboración. Su motor es Ia vida, su depósito es
ci tiempo. Como Ia vida que lo crea, es un saber no metódico,
desordenado, asistemático en todas sus instancias y resultaclos.
En ci saber vulgar intervienen diferentes clases de factores.
Al lado de elementos puramente teóricos, que son los ünicos va

(1) AUGUSTO RAUL CORTAZAR: Panoramas perspecüvas de n#esiro Folklo


re (en la Revista Verbum”, diciembre de 1942, pág. 38). Agrega: Esta
distinción ortográfica nos invitará a tener presente algo perogrullesco, pero
con frecuencia olvidado: que el Folklore (es decir Ia ciencia, la disciplina
folklórica) presupone un folklore (es decir las manifestaciones tradiciona
les de Ia vida popular).

10

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SOCtOLOGIA DEL FOLKLORE

lederos en el dominio cientIfico, hay además en el campo del


saber vulgar una serie de factores no teóricos, tales como las in
fluencias puramente personales, las sugestiones, el poder de la
imagihación, las supersticiones, etc., que dan su ton alidad meta
fIsica fundamental y sirven como elementos de valoración
ob
jetiva.
Por (iltimo, el sujeto cognoscente del saber vulgar es clife
rente al de los otros tipos de saber. Sc trata de un tipo de cono
cimiento que no es patrimonio exciusivo de un reducido cIrculo
de individuos, como sucede en el saber filosófico y en el saber
cientIfico o artIstico, obra de sabios, de investigadores, de “elegi
dos”, que colectivamente forman las elites del pensarniento. Es el
patrimonio de todos, la obra del grupo, anónima, desindividuali
zada, que pertenece a cualquier sujeto integrante de una sociedad.
El saber vulgar lieva asI como marca distintiva, su origen de crea
ción popular, como patrimonio de nadie en especial, sino del gru
p0 mismo. Es el saber colectivo por excelencia.
Ahora bien, este saber vulgar, en cuanto es patrimonio de
todos y obra del grupo mismo, es, en el orden del conocimiento,
el origen y el antecedente primero .de toda investigación folkl&
rica .De saber vulgar se nutre la sustancia del folklore. Este es
su traducción real, su expresión cognoscitiva, el saber social
por antonomasia,cle carácter popular. El Folklore es Ia sociolo
gla del saber vulgar.

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CAPITULO PRIMERO

El Folklore
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SUMARJO: Qué es el Folklore coino ciencia. —

EtimologIa de Ia expresióu folklore. — Deli


mitación de su contenido — Lo colectivo. —

Lo no institucionaiizado.— Lo popular. — El
pueblo folklóricamente considerado. — La tra
dición. — Las supervivencias y las vivencias
de lo pasado. — Definición de Ia ciencia del
Folklore.

• Nos corresponde ahora averigüar qué es el Folklore como


• ciencia, precisando su contenido y estableciendo sus caracteres fun
damentales como tipo definido de conocimiento, a fin de que nos
permita liegar a una definición.
El Folklore corno disciplina autónoma se ha constituldo co
mo ciencia de un modo relativarnente nuevo, aunque su conteni
• do o materia ha liamado la atención al hombre en todos los tiern
V
p05, quien ha volcado toda su imaginación preocupada, en los re
latos, ieyendas, supersticiones, mitos y danzas simbólicas. Es rnuy
sabido por los especialista&, pero conviene recordarlo para los que
no io son, q;ie el Folklore nació al mundo cientIfico con Ia crea
ción d’e la misma palabra, que es una expresión compuesta de dos
voces distintas. Su partida de bautismo está fechada el 22 de
agosto de 1846, y se encuentra asentada en la revistá londi
nense The Ateneurn. Su padre espiritual es ci arqueólogo inglés
V

Williams John Thorns (1803-1885), quien usó por prirnera vez la

13
V
AL FR EDO Po vi A

expresión. con ci objeto de despertar Ia preocupación por Ia reco


lección y publicación de los materiales de la antiguz literatura
popular.
El vocablo inglés Folklore está compuesto de dos sustanti
vos: “folk”: gente, pueblo, y “lore”: conocimiento, saber. Con
viene .destacar que esta segunda expresión inglesa lore, tiene un
math especial, porque designa el saber no cientIfico, particular,
tradicional, equivalente para nosotros al saber vulgar; se distin
gue del “learning”, que también significa saber, pero ya referido
a Ia cultura, a Ia erudición, al saber culto en definitiva (2).
AsI, de acuerdo a su origen etimológico, Ia expresión folk
lore signjfica en su traducción literal: el saber del pueblo; y
de un modo más arnplio, ci saber vulgar del pueblo, “the lore
of the people”.
Hablar de Folklore y dar a Ia expresión un sentido cabal y
un significado preciso, seria resolver todo el problema de Ia nue
va ciencia, que requiere por lo menos la respuesta concreta a dos
grandes cuestiones. La prirnera, vinculada con “lore”, saber, con
siste en precisar qué hechos, qué saber es ci que forma su con
tenido; la segunda que se relaciona con Ia palabra “folk”, pue
blo, se propone averiguar ci sujeto a que pertenecen esos hechos.
AsI toclo ci problerna de la ciencia folklórica se reduce a re
solver dos interrogantes: cuáies son los hechos que integran
su objeto, y a quién pertenecen esos hechos. Corno punto de par
tida Ilamemos en nuestra ayuda al mismo Thorns, quien al crear
Ia expresión, dijo que con ella se querla designar “aquel sector
dci estudio de las antigiledacTes y ia arqueologIa que abarca ci
saber tradicional .de las clases populares de las naciones civiliza
das”. Era una rama de la ArqueologIa para estudiar ci saber tra

2 ) RALPH STEELE BOGGS: El Folklore, dejinicion, ciencia


y arte.
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prenta universitaria. Mexico, 1944, pág. 3; AUGUSTO RAUL CORTAZAR:
Bosquejo de una intrüducción al Folklore. Tucumãn, Argentina, 1942, pág.
15; y ADOLFO SALAZAR: Las graizdes estructuras de Ia m,isica (Apéndice:
Nota sobre los ilmites y contenidos del Folklore) - La Casa de España en
Mexico, 1940.

14
SOCIÔLOGIA DEL FOLKLORE

dicional, entendiendo por tal “todo lo relativo a las antiguas prác


ticas y costumbrés, a las nociones, creencias, tradiciones, supersti
(3).
ciones y prejuicios del pueblo comün”
De acuerdo a su origen etimológico, el Conde de Puymaigre
decIa, en su obra de 1885, que el término Fofidore comprendla
en sus ocho letras: los poemas populares, las tradiciones, los men
tos, las leyendas, las creencias, las supersticiones, los usos, las
adivinanzas y los proverbios. Por su parte, Ia Folklore Society de
Londres adbptô la clasificación de Gomrne, quien dividla el Folk
lore en cuatro grandes partes: creencias y prácticas supersticio
sas, costumbres tradicionales, relatos tradicionales, y “folk-sa
yings” (dicciones, rimas, expresiones cliversas). Dice Salazar que
cuando se extenctió el nombre de folklore por paIses de habla no
inglesa, comenzó a Ilenarse de un significado que no tiene en la
acepción original; ese significado siguió creciendo en extension e
‘ intensidad conforme el Folklore ampliaba sus horizontes y orga
nizaba cientIficamente sus procedimientos inductivos y deducti
• vos. A la postre nos encontramos con que, como en lengua ingle.
sa folklore significa la sabidurla de las gentes del pueblo, sabidu
na popular, en contraposición a conocimiento cientifico, a sabi
durla de los sabios, se viene a suponer que es folklónico todo lo
que perdura larvado en Ia memoria popular, en Ia retentiva de
las gentes, guardacto por tradiciOn oral, por la capacidad conser
vadora de las muchedumbres
(4).

Por eso es evidente que si nos ajustáramos estnictamente a


su origen etimológico, de acuerdo al propósito de su creador, se
dejarfa fuera del campo de Ia nueva ciencia un conjunto de gran
des hechos que hoy le pertenecen. La ciencia del folklore en su
contenido ha sufrido un proceso de ampliación: no sOlo compren

3 ) 3. 1MBELLONI: Concet’to y p,dcica del folklore como cie,rcid’. Editorial


Humanior. — Buenos Aires, 1943, pág. 16.
tradition
(4) PAUL SEBILLOT: Le folk-lore (Litterature orale et Ethnographie
ParIs). To
nelle). Paris. Doin, 1913, pIg. 5; L’ Annég Sociologique (Alcan.
me IX, pIg. 229; ADOLFO SALAZAR: ob.
cit., pág. 143.
AL FR EDO Povi A

• de el saber intelectual, sino que


ella abarca toda clase de activi
dades del pueblo; casi es sinónim
o hoy de cultura popular.
Con respecto al problema de ave
riguar cuáles son los hechos
que integran su objeto, se sos
tiene antes que nada, que son ex
pEesiones de la vida cultural, que
se inanifiestan empiricamente
ilevan ci sello dc lo tradicional. y
El tipo de conocimiento es un
saber no sistemático; de modo
que se forma por una especie de
reflexión inconsciente sobre los
hechos mismos.
El presupuesto fundamental de
la ciencia del Folklore, es
Ia expresión “folk”: son los hec
hos que pertenecen ad pueblo,
ci problema consiste en saber real y
mente qué es lo popular, qué es
ci pueblo desde ci punto de vist
a de Ia ciencia del Folklore.
Este problema de averiguar qué
es lo popular para ci Folklo
re, es hoy una de las cuestiones
más discutidas entre los folkloró
logos. Debemos obrar, para lieg
ar a una soiución concreta, pot
un proceso de eliminación. Hablar
tie lo popular, parece obvio de
cirlo, es eliminar totalmente lo
individual. De modo que nada
que sea individual pertenece al
campo del Folklore: lo individual
queda totalmente excluIdo.
Lo folklórico queda entonces aloj
ado dentro del otto campo
que puede existir: lo colectivo.
No hay para nosotros otra alter
nativa: o es individual o es cole
ctivo. El campo de lo colectivo es
ci dominio de la vida del grupo.
Un hecho pertenece al mundo
de lo colectivo, cuando ha desapa
recido en él Ia marca o la seña
del individuo mismo.
El reno de lo colectivo es ci dbm
inio de lo anónimo. Dire
mos que es, —recurrienclo a una
expresión de Recasens Siches—,
ci campo de lo mostrenco, de
lo que no tiéne dueflo. En lo co
lectivo ya no hablamos de individ
uos, los hechos son sin autores.
Ha desapareciclo ya ci genio de
Ia creación individual. Lo social
es una forma de vida que no es
de nadie en particular, sino que

16
SOCEOLOGiA DEL FOLKLORE

es algo genérico, com6n, tipico; es una generalizacion impers


o
nal; una cristalización, una objetivación despersonalizada
(s).
Esta primera caracteristica que nos va a servir más adelan
te
para calificar lo sociológico que hay en lo folklórico, nos
anti
cipa ya que el objeto de la ciencia del Folklore cae dentro
del
campo-de lo social; pero, sin embargo, no va a servirnos como no
ta distintiva fundamental, porque no se refiere a todo lo colec
tivo, sino solamente a lo popular.
Decla Marcel Mauss, discIpulo célebre de Ia Escuela
de
Durkheim, que la palabra popular se ha definido por oposic
ión
a la palabra oficial, expresando que es popular todo lo que
no
es oficial, entendiendo por tal todo lo que proviene de Ia
auto
ridad civil o religiosa, y en particular todo lo que se enseui
a en
Ia escuela y en el catecismo. Es popular lo que se practica
o tras
mite en el pueblo, fuera de lo que se impone o es enseflado
por
las autori.d’ades constituldas; vale decir, segñn expresión de or
tazar, las recetas, creencias o formulas recomendadas por prácti—
ca y sancionadas por Ia costumbre, al margen por lo tanto, de
Ia
escuela y del libro, de códigos, catecisrnos o retóricas. Lo
popu
lar no deriva, pues, ni es Ia consecuencia de presupuestos menta
Jes constituldos por sisternas de leyes o .doctrinas intelectual
y 10-
gicamente estructurados
().
Si nosotros hacemos uso de Ia técnica sociológica, diremo
s
que lo folklórico cae dentro de lo no institucionalizado en
lo co
lectivo. Pertenece al dominio de Ia sociedad in status ;2ascens,
co
mo decia Jorge Simmel, que existe con la presencia de individ
uos
recIprocamente influidos o unidos para algt’in fin; como
distin
ta .de Ia sociedad institucionalizada, como conjunto de relacio
nes
inter-individuales sujetas a un sistema de normas regias
y de con
ducta. Pertenece a la teorla de Ia sociedad no institucionali
zada
en cuanto es “Ia coexistencia de individuos relacionados
en virtud
(5) LUIS RECA SENS SICHES: Vida huma,w, sociedad y deiecho. La
de España en Mexico; 1939. pIgs. 53 y 55. as
(6) AUGUSTO RAUL CORTAZAR; Bosqeejo de una introdu
cit., pIg. 19.
ccidri a? Folklore.

17
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ALFREDO POV1A

de impulsiones o propósitos coincidentes o no, pero susceptibles


de producir relación social” (7). Es el mundo de lo social no regu
lado.
Lo folklórico está ubicado en el ámbito de la socieciad’ vi
viente, pertenece al doniinio del proceso social diario, infinitesi
mal, que crece, aumenta o disminuye constantemente. Aparece asi
una nueva limitación negativa, al eliminar todo lo institucionali
2ado. Tenemos ya dos grandes principios que nos permiten “apre
tar el cerco en tomb a lo folklórico”: se mnueve dentro del mun
do de lo colectivo, y dentro de lo colectivo se opone a todo lo que
sea oficial, es decir, act(ia en el campo de lo social no oficial, en
lo no institucionalizado.
Ahora bien, todo lo que sucede en la sociedad que no sea
institucionalizado, pertenece al Folklore? Admitirlo seria soste
ner implIcitamente que el Folklore tiene un dominio desmesura
do. Casi vend’rIa a identificarse con una gran parte de Ia Socio
Jogia misma; liegariamos a admitir una especie de enciciopedis
mo folklórico.
Veamos por qué. Lo folklórico ni tiene como sujeto a la so
ciedad en su conjunto, ni podemos decir que Ia sociedad o que el
pueblo es el sujeto mismo del Folklore. Es cierto que los hechos
folklóricos vienen a ser como la expresión del alma popular, pero
Ia cuestión está en saber qué es el pueblo desde el punto de vis
ta del Folklore.
El problema es dificil porque esta noción “pueblo” signifi
ca un conjunto de cosas verdaderamente compljas, la que varIa
segtin el tipo d’e investigación que Ia tome como objeto. Hay asi
muchos conceptos d.e esta noción de pueblo.
,Cuál es el concepto que interesa al Folklore? Todos sabe
mos que Ia idea más comñn del pueblo es la de carácter poH
tico: el pueblo es el sujeto de la vida politica, y la poiltica usa
el concepto en cuanto significa el conjunto de individuos que go-

(7) JORGE SIMMEL: Sociologia. “Revista de Occidente”; Madrid, pág. 29.


RAUL A. ORGAZ: Sociologla. Imprenta Argentina. Córdoba, 1942, pág. 97.

18
SOCIOLOGIA DEL FOLKLORE

zan de determinados derechos civicos; entonces la noción de


pueblo es en ci campo de Ia politica una noción particular para
esta ciencia.
Evidentemente al Folklore no le interesa este concepto de
pueblo. Con éi no vamos a adelantar nada, sino al contrario, nos
va a perjudicar cualquier idea que tengamos de esta ciencia. La
noción de pueblo tiene diferentes matices, y se han buscado las
razones en virtud de las cuales aparece un proceso de diferencia
ción en Ia idea dc pueblo.
En Ia noción poiltica no se da ci proceso de diferenciación.
Todos los individuos en determinadas condiciones son perfecta
mente iguales; peso Ia noción de pueblo presenta diferencias que
han tratado dc agruparse en conceptos determinados. AsI se afir
ma que ci proceso de diferenciación en ci pueblo obedece al prin
cipio de las profesiones; el pueblo se distingue seg(n la profe
sion.
Hoy ci elemento básico fundamental es Ia nrción de cia
se social, como concepto genérico sociologico.
El proceso de diferenciación en Ia vida dcl grupo está dado
por Ia idea de “chise social”. Peso esto que parece solucionar ci pro
blema porque contempla Ia realidad, lo complica más, proque tro
pezamos otra vez con ci inonveniente de saber qué es una clase
social y cuáles son los caracteres distintivos de las clases sociales.
Es un principio comn generalmente aceptado, que las clases so
ciales se diferencian entre si por ci concepto de riqueza: la noción
económica de riqueza permite establecer Ia distinción entre las
ciases sociales. Sin embargo, no es un criterio absoluto, porque
la clase no Sc identifica con Ia noción d,e valor econórnico, porque
responde a un concepto social y no económico. Se dice también
que Ia ectucación es Ia marca distintiva de las clases sociales; y
también se agrega que es ci lugar: de las ciudades, dc las dife
rentes partes de las ciudades, de Ia campafia, etc.
Es evidente cjue Ia noción de clase es una idea compleja,
pero tambidn es evidente que, en sus grandes Imneas, las clases

19
ALFREDO PovIA

aparecen perfectamente diferenciadas, no asI en los campos limI


-

trofes, pues no se sabe dónde termina una clase y dónde empie


za Ia otra.
Mendieta y N6flez ha dicho con toda razón que los factores
diferenciales de las clases son de dos grandes tipos: Primero, los
factores culturales, que son fundamentales, y segundo los facto
es cconórnicos; estos ñltirnos no son determinantes (3). Cuando
un indivi-duo —dice Mendieta—, de pronto se hace rico, no in—
gresa automáticarnente a Ia clase superior, porque Ia riqueza no
es suficiente; es Jo que el lenguaje vulgar llama “un nuevo rico”;
ese individuo, hasta que no se asimile el conjunto del complejo -

cultural de Ia clase, no pertenece integramente a esa ciase. Con


esto se quiere demostrar que el factor económico, aunque puede
see en ciertos cases determinante, no es decisivo.
Lo cierto es que existen poe lo menos tees grandes clases:
las dos extremas, la claje alta y la clase baja, y una intermedia,
ciue es la clase media.
No podernos hacer, ni os interesa, Ia distincidn entre las dis
tintas clases, pero si nos conviene dejar precisado que esta no
cion de clase social responde en Ia vida del grupo al proceso de
diferenciación social. Es decir que objetivamente Ia sociedad se
presenta diferenciada.
No hay un elernento homogbneo en todas sus escalas, sino
que los individuos dentro del grupo se clasifican, se catalogan en
diferentes caegonias. Esta reflexión sobre ci proceso dc la dife
ienciación social en el pueblo, en la sociedad, tiene gran trascen
dencia para la ciencia del FoIklor.
En principlo, no puede decirse categdnicamente que una cia
se social sea Ia fuente directa y dnica de los hechos folklóricos,
aunque es evidente que Ia posesión de los hechos folklóricos es
Jo que determina la nocion de pueblo para la ciencia folklórica.
Asi, la noción de pueblo para ci Folklore, elimina casi to-
S LUCJO MENDIETA Y NUEZ: Las ciases sociales. “Revista Mexicana de
Sociologia”. vol- VI. N°- I, pag. 65.

20

- --.-z__. - -
SOCLOLOGA DEL FOLKLORE

talmente todo lo que sea patrimonio cfe Ia clase superior. Los he


chos que lo constituyen forman el acervo de 1 as clases popu
lates. Ello es verdaderamente tal, Si tenemos ei 4 cuenta el con
cepto que .dimos, de que lc folklórico es lo no erudito, lo no cienti
fico, en el sentido de que se forma no reflexivamente, sino de
una manera espontánea, de un modo natural (9).
El pueblo, para el Folklore, es el sujeto de Ia actividad folk
lórica, cualquiera que sea la clase social a que pertenezca, aim
que por lo general está formado por las clases bajas; el saber vu!- . .

gar define al pueblo folkloricamente, y no a Ia inversa. El pro-


fesor Imbelloni ha establecido la distinción entre Popuhis y Vu!
gus. Populus era para los romanos toda población, Ia nación or
ganizada polIticamente. Vulgus no es propiamente Ia plebe, es
decir una casta, como dirIamos boy, o clase social, sino el con
junto de los no ilustrados, que constituye el populacho; perte
necen a él los miembros tie todas las clases que no tienen cultu
ra o sabidurIa. Cita en su apoyo, con gran oportunidad, a Cer
vantes cuando .deda: “Y no penséis seflor, que yo ilamo vulgo
solamente a la gente plebeya y humilde, que todo aquel que no
sabe, aunque sea señor y prfficipe, puede y debe entrar en el nñ
mero de vulgo” (‘).
En consecuencia —como dice Boggs—, el Folklore vive inás
pleno, más puro y más naturalmente apartad’o de la cultura em
dita. Sufre mayor supresión y contaminación a medi.da que se
pone en mayor contacto con la cuitura erudita y sus grandes or
ganizaciones concentradas y uniformadas. De lo dicho se despren

{ 9) AUGUSTO RAUL CORTAZAR (en Panorama y perspeclivas de nuestro


folklore, citado, pág. 40) dice que el pueblo” es un presupuesto esencial
de Ia ciencia folklórica. Mejor dicho, aquellos sectores o estratos que a este
efecto denominamos “pueblo”, y que integran, que forman parte, de una
sociedad civilizada. No Ia componen desde luego, y quedan por eso fuera
del campo folklórico, los grupos indigenas a los que convencionalmente se
llama “incivilizados”. Se puede todavia delimitar, pot una parte, las “cia
sea” superiores, ilustradas, dirigentes. Pot otra, las capas ilamadas popu
lares, las de cultura “tradicional”.
(10) 3. IMBELLONI: ob. cit., pág. 42.
21

L—
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7

ALFREDO POVJiA

de que la cuestión de quién es el “folk” o pueblo no es tan im


portante como Ia de que es sore o enseñanza, saber, erudicion
populates, pues toclo el mundo puede ser folk o pueblo, Si se
& establecen las condiciones esenciales para entender que cosa es
lore o enseñanza, saber, erudicion populares
(9
Los autores que han estudiado la fundamentacion teorica de
la ciencia del Folklore, entre ellos Carlos Vega (12), han esta
-

‘“ blecido una d stincion cue realmente parece confirmar nuestro


punto de vista. Hacen Ia diferencia entre lo inferior y 10 supe
nor Torian lo inferior y lo supelior, no en sentido valorat
ivo, de
que lo inferior sea n’alo y que lo superior sea baeno, sino en una
relacion siftiaoonal lo que esta en una posicion por debajo de
otra cosa, que está en una posición por arriba. En una palabra,
:7.
es un proceso de relación de grupos entre si, un proceso compa
rativo: algo es inferior con relación a otra cosa.
De modo que el dominio del Folk1ore se sitha d’entro de lo’
que está debajo; supone pot tanto que existe algo que estâ arri
ba. Pot eso no concebimos Ia existencia de Folklore en pueblos
que tienen un solo nivel cultural; y se dice con razón pot los folk
lorólogos que los pueblos indIgenas de Africa, no tienen Folk
lore; pero, en cambio, para un pueblo civilizado si existe, pot
que ya hay una relación de inferior a superior.
AsI pues, podemos establecer como una conclusion, que Ia
ciencia del Folkioie es una manifestacion especial del proceso de
difeienciación en la vida del ginp0.
Ahora bien, es evidente que para que un hecho sea folkló
rico necesita reunir toda una serie de condiciors. En primer lu
gal, un hecho no puede set folklOrico si es individual. Mientras
ese hecho lieva el sello de Ia personalidad, no es folklórico. Pa
ra que sea folklOrico tiene que transformarse en anónimo, tiene
que desaparecer el sujeto; de individual qzie as, debe convertirse
(ii) RALPH STEELE BOGGS: ob. Cit., págs. 5 y 6.
(12) CARLOS VEGA: Panorama de la mzisica popular argentina (eon un en
sayo sobre Ia ciencia del folklore). Editorial Losada. Buenos Aires, pág.
23-

22

- — ——- .J I
- -‘a

SocIoLoGIA DEL FOLKLORE-

en social, en colectivo. Este proceso solamente se cumple por obra


del tiempo;’ Ia antiguedad’ es el factor que produce este efecto
social: hacer que el hecho se transforme en colectivo. El ser asI,
anónimo, colectivo, que tiene ya una antiguedad determinada,
parece la caracterIstica fundamental. del folklore; como dice Cor
ta2ar, el car.cter colectivo de los hechos y fenómenos folklóricos
es lo que predomina. Tod’os estos elementos se sintetizan en una
expresión que los resume: la tradicio’n; lo folklórico vendria a
identificarse con lo tradicional. Nosotros sabemos, lo que en Ia
conciencia social, es la tradición para la vida del grupo; y re
cordando su definición, .diremos que Ia tradición es ‘Ia opinion
páblica de varias generaciones”.
Peso si retenernos este concepto sociolOgico, inmediatarnente
vamos a ver que no coincide exactamente con lo folklOrico, por
que lo tradicional es un dominio mucho más amplio dentro del
mundo social, que lo folklórico mismo. Lo folklórico cientro de
lo tradicional supone una serie de caracteristicas distintivas.
Sin embargo, muchos autores —Saintyves e Imbelloni, en
tre ellos—, recuerdan numerosas definiciones que giran
sobre es
te concepto, sobre Ia nociOn de tradición; y asi se ha dicho que el
Folklore es Ia ciencia que estudia el conjunto de las tradiciones
de un pueblo (13)
Sin embargo, no todas las tradiciones son foiklOricas. Se exi
como condiciOn fundamental que ellas sean espontáneas, que
sean anonimas, y se dice que esta condición solamente las tradi
ciones orales Ia reunen, las tradiciones que se van repitiendo y
que se van difundiendo en Ia vida del grupo. Por eso, los fran
ceses dicen que el dominio de lo folklórico es ei dominio del

(13)Esta es Ia definición del Rector de Ia Facultad de Poitiers, LEON PINEAU,


que Sc encuentra inencionada en P. SAINTYVES: Manual de Folklore (Tra.
ducción inédita del Instituto de ArqueologIa de In Universidad de Córdoba),
pág. 36. El folklorólogo belga 3. LEMOINE, definiO el Folklore como “todo
lo que es conocido en el pueblo por la tradición, y aün, Ia herencia de
los
siglos pasados”. E. S. HARTLAND, lo define sencillamente como Ia ciencia
hu
de Ia tradición, y Ia tradición como ‘el Jado mental y espiritnal de Ia
humanidad”. (L’Année Sociologique ”, IX, 229).

23
ALFREDO PovIA

‘oui-dire”, de lo que se dice, de lo que se cuenta, de las hablillas


que van y vienen en un grupo y que no tienen un autor respon
sable.
Lo folklórico es un conjunto de hechos actuales, vivientes,
pero que Ilevan Ia condición de sacar su fuerza del pasado, de
traer- Ia marca de la antiguedad. Por eso, hay autores como Car-
los Vega pot ejemplo, que no Judan en afirmar que pot esta Ca
racteristica, el Folklore es una ciencia histórica, porque es una
reviviscencia tie ciertos hechos pasados (14). Dice Vega que la
noción de supervivencia es la noción fundamental de Ia ciencia
del Folklore, y que esta disciplina puede definirse como la den-
cia que estudia las supervivencias inmediatas.
Tomar la noción cle supervivencia como un concepto de al
go que ha sido superior y que boy no lo es, no parece completa—
mente exacto. Más bien, si I1OS pusiérarnos de acuerdo, diciendo
que supervivencia es simplernente de conformidad a su exresión
pervivencia, entendiendo pot tal, aquello que sobrevive o pervi
ye, que vive boy pew que pertenece al pasado, podriamos en prin
cipio aditir que esta idea es la nocion axil para el campo de lo
folklórico (15).
Sobre todo, aquella noción supone una hipótesis que no pa
rece comprobada; decir supervivencia” como aquello que perte
necia a cosas superiores y que ha bajado a niveles inferiores, su
pone Ia posibilidad de un proceso Je retroceso, de algo que está
arriba y que retrocede o que baja, cuando was bien el folklore
supone la hipCtesis de que el hecho sea espontáneo, nacido natu
ralmente corno ci producto de ciertos campos sociales, como mo
tivo de expresión popular, de la sencillez d’e la vida social. No
hay que buscar Ia explicación inversa, dc algo complicado que ha
(14) CARLOS VEGA: ob. cit., pág. 26.
(15) Supervivencia, quiere décir, segin ADOLFO SALAZAR (ob. cit.. pág. 20),
lo mismo que supersticiôn, super stare, estar sobre Ia superficie de la tie
rra, o super vivere, vivir sobre ella, hollándola levemente, como los espiri
tiis deben de hacerlo con su pie ingrvido. Este tipo de supervivencias
naufragas de ciclos culturales desaparecidos hace miles de años, es pro
pio del conjunto de conocimientos conocidos por el nombre de folklore.

24
• :

SOCJOLOG1A DEL FOLKLORE

desceridido a lo sencillo. Más bien Ia solución lógica está en


partir de lo sencillo mismo, para quedar en lo sencillo.
Para terminar este capItulo es preciso que lleguemos a dar
un concepto concreto de lo que es Ia ciencia del Folklore. Lo ha
remos por medio de una definición. La adoptada lieva la compa
lila prestigiosa del gran folklorólogo frances Saintyves; acepta su
concepto fundamental más ciertos agregados, con el objeto de
destacar nosotros las caracterIsticas que nos interesan para pro—
yectarlas después en el campo de lo sociologico.
Diremos que Folklore es la ciencia que estudia todas las ma
nifestaciones tradicionales y espontáneas de la mentalidad popu
lar, en una determinada sociedad civilizada. Algunas de estas no
tas de Ia definición resultan ya fácilmente explicables con los an
tecedentes que hemos dado. Otras aparecerIn justificadas cuando
ya estudiemos concretamente la SociologIa del Folklore, es decir,
los hechos folklóricos mismos, porque ya abandonamos momen
táneamente en Ia investigación el examen de Ia ciencia del Folk
lore. para entrar al estudio de los hechos foiklóricos en sus pro
yecciones sociológicas.
Como resuinen de este capitulo, nada nos parece mejor pa
ra justificarrios, que repetir Ia opinion de Cortazar expuesta en su
Oltimo trabajo, que coincide plenamente con Ia nuestra en sus
grandes lIneas. El Folklore proclama desde su rnismo nombre que
el objeto circunscripto de su estudio es el pueblo, entendiendo
por éste un sector integrante de otro conjunto social más ampiio,
que seria Ia sociedad contemporánea, dentro de la cual actOan
tambiCn otros nOcleos que se diferencian de aquél por su posi
ción social, ci tipo de su educaciOn, su ideal de cuitura, los mo
dos y medios de transmisiOn de esa cultura y hasta por su distri
buciOn geogrifica deturo del pals, pue interesan al folklore pri
mordialmente y en conjunto, los medios populares, rurales o cx
traurbanos. Manifestaciones al parecer tipicamente folkiOricas, co
mo canciones, cuentos. leyendas, supersticiones, fiestas, costum
bres. etc. se Jan en todas las ciases sociales, pero aquella den-
25
:

ALFREDO PovIA

cia se desentiende de ellas cuando son extrapopulares, no porque


hayan mudado los fenórnenos su naturaleza Intima, sino porque
salen de so campo, para caer en Ia órbita de las correspondientes
• disciplinas generales: misica, literatura, psicologIa colectiva, so
cioiogIa, etc., o dicho a Ia inversa: al constituirse el Folklore co
mo ciencia autónorna, solo reclarnó para si, desgajándolas de los
troncos de otras disciplinas, aquellas ramas que ofrecian ciertos
rasgos distintivos, especIficos, caracterIsticos e inconfundibles. Uno
de esos rasgos es Ia necesaria vigencia actual, en los medios p0-
pulares, de la manifestaciOn colectiva de que se trata (‘s).
Antes de cerrar este capitulo hagamos rnención de las prin_
cipales definiciones de Folklore, que no hayan sido citadas con
anterioridad.
Sébillot: El Folklore se puede definir tomo una historia no
escrita. Más, es una historia no escrita .de lOS tiempos primitivos.
André Varagnac (citado por Alfonso Reyes): Folklore es
el conjunto de creencias colectivas sin doctrina y de prácticas co
lectivas sin teorIa.
Saintyvs: El Folklore es la ciencia de Ia cultura tradicional
en los medios populares de los paIses civilizados; o mejor a6n, es
Ia ciencia de Ia tradición en los pueblos civilizados y principal
rnente en los medios populares.
Imbelioni: El Folklore es aquella parte de Ia Ciencia del
1-lombre que abarca el saber tradicional .de las ciases populares de
las naciones civilizadas.
George Laurence Gomme (citado por Cortazar) :- El Folklo
re corno ciencia histOrica, estudia ‘la cornparación e identifica
ción .de supervivencias, antiguas creencias, costurnbres y tradicio
nes no escritas del pueblo, tal como aparecen en Ia irnaginación
popular, en las costumbres y creencias, en la magia y en los ri
tos”.
A. R. Wright (citado pdr Ramos): Es la ciencia que estudia

(16) AUGUSTO RAUL CORTAZAR: Coolluencias culturales en el Folklore a


gun/inn. (1stituCin cultural española) Buenos Aires, 1944, pág. 23.

26
SocloLoGlA DEL FOLKLORE

tuciones, prácticas,
Ia expresión, en las creencias populares, insti
literatura oral y artes y pasatiempos, cte Ia
vida mental y espiri
tual del folk o pueblo en general.
el estu
Aifredo C. Haddon: El Folk-lore es esencialmente
) cond icion es más pri
dio de las supervivencias (survivals cie las
has cie las cuales per
mitivas en las comunidades civilizadas, muc
un valo r func iona l (Ramos).
sisten porque ann tiene n
Profesor Boas (citado por Rarn os): El folk-lore es aquel
litera tura tradicional (mi
aspecto de Ia etnologIa que estudia Ia
tos y cuentos) de los pueblos .de cualquier cultu
ra.
s populares,
Ruth Benedict: Es el estudio de las supersticione
lares, y to
incluyenclo los proverbios, cantos y expresiones popu
(folk tales).
da investigación relacionada con los cuentos populares
Arthur Ramos: El Folklore es una divisio n de Ia Antropo
cultu ra de cual
logia cultural que estudia aquellos aspectos de Ia
al: mitQs, cuen
quier pueblo, con respecto a la literatura tradicion
cional y anó
tos, fábulas, adivinanzas, proverbios, sabiduria tradi
nima.
recoge
Augusto Rañl Cortazar: Folklore es Ia ciencia que
valo r func iona l en
y estu.dia las manifestaciones colectivas, con
Irica y tradi
Ia vida del pueblo, que las practica en forma emp
cional.
Carlos Vega: El Folklore es la ciencia de las
supervivencias
inmedatas.
Bruno Jacovella (citado por Cortazar): Folklore es Ia cien
o dentro Je la so
cia de Ia cultura tradicional del pueblo enter
nente en
ciedad civilizada, concibiendo a ésta dividida abstractar
o culta y el pueb lo prop iamen.
dos sectores: Ia sociedad instruIda
te. dicho.

27

I
/
I

CAPITULO SEGUNDO

Sociologla de los L’echos folklóricos

SuMAp1o: La investigación folklórica. — Los


hechos folklóricos. — Caracteres distintivos.—

Caracteres lirnitativos. — Relación del Folklo


re con otras disciplinas: Historia, Etnografla,
Sociologla. — Funciones sociales del Folklore,

Dijimos con un propósito más bien sistemático y no de es


peciaiizacidn, que necesitdbarnos tener una idea concreta que nos sir
viera como piedra angular para nuestra investigación socioiógica.
Sobre Ia base de definiciones conocidas, especialmente bajo
Ia inspiración del gran folklordiogo Saintyves, ilegamos a dar una
definicidn dcl Folklore ,diciendo que es Ia disciplina que estudia
odas las mamfestaclones tradicionales y espontáneas •de Ia men
talidad popular en una determinada sociedad civilizada.
Ahora, brevemente, debemos hacer un anáiisis do esta do
firiicdn. Creemos que el Folklore es un tipo deterrniriado de cc
nocimento. es una ciericia, y come tal supone dos deterrninacio
nor indispensables para quo teuga el cardcter de tal.
Primero, el Folklore es para nosotros una ciencia autónoma.
CS ursa discialma quo. tiene su p.1-Opio campo do investigación: el
saber vuigar. Está forma.da por ci estutho de ciertos hechos, de
determinados acontecimientos quo rsresentan caracteristicas pro—
pias y comunes. El Folklore es una ciencia que tiene un objeto
proplo: este objeto, demás está decirlo. son los hechos folklóri

29
ALFREDO POVJA

cos, de los que, más adelante, vamos a precisar sus caracterIs


ticas generales. /
La segunda cieterminación, como consecuencia de Ia afirma
ción hecha, es que el Folklore es una ciencia, es decir que como
tal es una investigación teórica, es una ciencia en el sentido más
cabal .cte Ia expresión.
Sin embargo, es preciso decir que en el campo del folklore
aparece en todo su vigor Ia distinción entre ciencia y arte, entre
teorIa del folklore y práctica del folklore. El Folklore como cien
cia es el conjunto de investigaciones teóricas, y como tal tiene co
mo sujeto cle investigación al folklorologo, es decir al sabio que
investiga el folklore. Como arte, existe el folklore como conjun
to de normas para cumplir efectivamente ese contenido del folk
lore mismo; ya no hablamos del folklorólogo como sujeto que
investiga, sino del folkiorista, como sujeto que practica, que rea
liza el folklore.
La distinción en el campo del folklore es clara, y no parece
necesario insistir. Sobre la base de ella, quien ejecuta una can
ción folklórica, Ia 7amba” de Vargas, o relata la leyenda del
Ucumar, por ejemplo, es un folkiorista; quien estuctia sobre Ia
base de una investigación teórica, los origenes, los motivos que dan
lugar a su nacimiento, y las variaciones que ellas pueden presen
tar en las diferentes regiones del pals, es un folklorólogo.
Continuemos con el anâlisis de nuestra definición. Esta de
finición tiene una segunda parte que se refiere al objeto del Folk
lore, a! conjunto de hechos que constituyen su materia. Cuand,o
se habla del folklore, es preciso distinguir con claridad si se re
fiere a la cjencja del folklore o a los hechos folklóricos.
Los hechos folklo’ricos tienen un conjunto de caracteres que
es preciso establecer y que nosotros podemos agrupar en dos
grandes tipos: caracteres distintivos de los hechos folklóricos
y
caracteres limitativos de los hechos folklóricos.
Cuáles son los primeros? Para nosotros —no especialistas—,
el fundamental, que justifica que nos ocupemos de esta clase •de

30
SOCJOLOGIA DEL FOLKLORE

hechos es el caiácter social. Los hechos Jolklo’ricos son hechos so-


cia/es; esto significa, recordando algo de lo dicho, que son he
chos no individuales sino colectivos, son del grupo. Como fenó
menos sociales, creemos descubrir en los hechos folklóricos todas
las caractrIsticas de los hechos colectivos. Sabemos nosotros que
el hecho sbcial pertenece al grupo de los fenómenos espirituales,
de los acontecimientos psIquicos o mentales, porque también se
• ha repetido muchas veces, que no hay más que hechos fIsicos o
hechos psIquicos, y dentro de los hechos mentales o psiquicos,
los sociales presentan caracteristicas propias que forman un gru
p0 o una subespecie particular.
Los hechos psIquicos mientras no se exteriorizan, mientras
no pertenecen al mundo de la vida social, no son sociales, de mo
do que es preciso que se manifiesten exteriormente para que sean
colectivos. Todos estos requisitos, estas condiciones generales se
cumplen estrictamente en los hechos folklóricos.
Los caracteres lirnitativos resultan, en cierto modo, una con
secuencia de los anteriores. Son hechos sociales pero que perte
necen a una determinada sociedad. Hay una relación casi directa
entre los hechos folklóricos y el grupo mismo, no en el sentido
de que haya una vinculación necesaria de causa a efecto, que no
admitimos en el campo de la sociedad, sino en el sentido de que
los hechos folklóricos pertenecen a on ámbito social determinado.
Pongaruos como caso evidente, el de la miisica folklórica, que es
distinta seg6n las naciones; no dirernos estrictamente de acuerdo
a los ilmites politicos de los paises, pero 51 que está rc-lacionada
con un conjunto de condiciones ciue forman una sociedad en un
momento dado.
Ahora bien, dentro de cada sociedad, es preciso tarnbién que
se cumpla como condición sine qua non, el proceso de diferen
ciación en el grupo. Es una afirmación muy comiin en el campo
folklórico decir que “entre los cafres no hay folklore”, porque
toda la sociedad cumple el mismo proceso social, es decir, no apa
rece la etapa de Ia diferenciación del grupo. Por eso. nosotros

31
ALFREDO PovIitA

hablamos cie manifestaciones populares que se cumplen en una


sociedad determinada y civilizada.
Esto quiere .decir, como otra caracterIstica, que lo folklórico
es un sector, es una capa, es una manifestación concreta, no ge
neralizada, de toda la sociedad civilizacla; que lo folklórico son
manifestaciones populares. El pueblo viene a ser el sujeto real
mente auténtico del folklore; de moclo que por eso dijirnos que
son manifestaciones populares.
Ya vimos las dificultades y Ia necesidad de referir ci folk
lore al concepto de pueblo; por eso es indispensable poner en
relación estas dos nociones. AsI corno Ia sociologIa ha dicho que
solamente es social lo que existe en la sociedad y por Ia socie
dad, asi nosotros, giosando este concepto y apiicánclolo a este
dominio rns restringido de lo folklórico, diriarnos que lo foIkló
rico es aquello que solo existe en el pueblo y por el pueblo.
Lo folklórico es el conjunto de las manifestaciones del pue
blo. Ese concepto se ha id ampliando sucesivarnente desde ci ins
tante del nacimiento de esta disciplina, y comprende hoy todas las
manifestaciones, sin excepción, de la vida del pueblo. Unicamen
t-e requiere, como condición, que sean manifestaciones dèj pue
blo, expresiones populares.
Para ser asi, se ban dado algunas condiciones que deben re
unir estas manifestaciones populares a fin de que entren dentro
del campo de lo folklórico. Las principales son: que sean mani
festaciones espontáneas. en cierto modo naturales; y que se tras
mitan generalmente en una fo;’ma oral, no escrita, no reflexiva.
Las rnanifestaciones folklóricas se trasmiten de in.dividuo en in
dividuo, dc generación en generación hasta desaparecer comple
tarnente su ofigen. Se vuelven ano’nimas.
Al mismo tiempo, y por 1timo, son manifestaciones iradcio
,ales. Este concepto sintetiza las condiciones anteriores; es un
resumen de todas ellas. Pero ya también hemos advertido cjue no
podemos identificar totalmente lo folklórico con lo tradicional: no
todo lo tradicional es folklórico, como tampoco todo lo popular

32
:‘;

S0cI0L0GIA DEL FOLKLORE

es folklórico. Hay fenómenos populares que no son folklóricos:


una canción muy difundida puede ser perfectamente popular pero
no es folklórica; de modo que es preciso Ia existencia de otras
condiciones para que ella sea folklórica. Lo mismo hay hechos
tradicionales que tampoco reunen esas condiciones, como son las
ceremonias oficiales o simbólicas (‘-).
Esta caracteristica nos ileva de nuevo al problema d’e la no
ción de pueblo, al concepto de lo popular como condición del folk
lore. Dice Boggs que todo individuo en cierto modo es Un in
dividuo “folk”, es decir, que es un individuo que participa de
esa caracteristica de pueblo.
En todo individuo —agrega Boggs—, hay una mezcla de lo
folklórico y de lo culto, de lo civilizado, con predominio de uno
o cle otro aspecto segmn las circunstancias, y asi en el individuo
de Ia ciudad, el aspecto puramente erudito ahoga el aspecto folk
lórico. No sucede lo mismo, en cambio, con el individuo del
campo, de Ia campafia. Hay asI, —termina Boggs—, una mezcla
de elernentos, y todo individuo es parcialmente un individuo
“folk” (iS)
TendrIamos que estudiar ahora cuáles son las rnanifestacio
nes del folklore, cuáles son los hechos concretos que constituyen
el objeto de esta ciencia del Folklore.
Vamos a hacerlo, pero antes conviene detenerse un instante
(17) cORTAZAR en Bosquejo de una Introduccida al Folklore. ya citado (pág.
24), dice que el Folklore se nos presenta bajo los siguientes caracteres: p0-
pular, colectivo, funcional y transferente. En so ñltimo trabajo Confluencias
culturales, CORTAZAR presenta (pág. 27) sinópticamente los caracteres del
folklore, agrupados del siguiente modo: 1) caracteres que ataflen a Ia
esencia de lo folklórico: a) popular; b) tradicional; c) colectivo; d) fun
cional; y e) empirico inductivo (por oposición a teórico deductivo, abs
tracto, sistemático) ; 2) rasgos implicitos en los anteriores O que completan
aquella caracterización: a) oralidad; b) anonimato; c) localización; y d)
transvasamiento (cambiante relación de contenidos y formas). A so vez
ALFONSO REYES, en La exeriencia literaria (Losada, Buenos Aire&
1942), al hablar del Tenia popular (pkg. 45), enurnera sos rasgos 0 Ca
racteres, que son: Ia popularidad misma, como simpatia o difusión, como
asunto o contenido sernkntico y como carácter social, el anonimato, lo tradi
cional. Ia oralidad (versatilidad y brevedad), y vida autonómica.
(18) RALPH STEELE BOGGS: ob. cit., pág. 6.

33
‘1
.:•H
....;

ALFREDO PovIA

en otra cuestión para nosotros fundamental, cual es el de las re


-laciones del Folklore corno ciencia, con las otras ciencias más pro
xrrnas a ella.
Nosotros participamos —lo hemos dicho ya—, de aquella opi
nión que hace del Folklore una disciplina autónoma. Creemos
• que existe un conjunto de hechos, un determinad> punto de vis
ta, que justifica, es suficiente y hace indispensable, Ia existencia
del Folklore corno ciencia. Pero esto no implica desconocer que
exista una serie de relaciones Intimas entre esta investigación y
otras ciencias afines, no por el punto de vista en que se coloca
cada una, sino por los objetos, que tienen proyecciones semejan
tes y caracteres comunes.
Los hechos folklóricos son hechos de tal naturaleza que no
son exciusivos de la ciencia folklórica, sino que sobre tales fenó
menos concurren distintos grupos o clases d’e ciencia, cada una
de las cuales estudia esos hechos desde su propio punto de vista.
Cuáies son ellas? — Primero, Ia Historia. Las relaciones
con Ia Historia son tan importantes que han permitido a muchos
folklorólogos afirmar que el Folklore es una ciencia histórica.
Tratan de justificar esta afirmación los sostenedores de esta tesis,
diciendo que el folklore hasta per su mismo origen, designa las
antiguedades, tiene referencia at pasado, y que el pasado es jus
tamente el objeto de Ia historia.
Decir que el Folklore es una ciencia histórica, parece extra
limitar el concepto histórico del hecho folklórico; es cierto que
ci hecho folklórico es histórico en cuanto social; peso también
es cierto que solo se ocupa de las antiguedades, no con el espiritu
de lo histórico, sino en cuanto son boy vivientes; “las antigueda
des actuales”, dirlamos; tienen su origen remoto en el pasado,
peso viven boy, el pueblo las siente, el pueblo las canta, el pue
blo las relata. Son hechos sociales actuales, vivientes, y no pie
zas de museo simplemente.
Decia Van Gennep que el hecho folklórico es ci aconteci
miento actual, directo, el hecho viviente, ci que boy vive en el

34

-J
SOCIOLOGIA DEL FOLKLORE

pueblo mismo (19). Al folklore no le interesa ci hecho en


to no es vida; lo que es muerto no le preocupa; puede estudiar
lo como un antecedente, como Ia obra de una vida que ya no es
vida, pero el folklore se ocupa “de lo vivo que sigue vivo”.
En cambio la historia es justamente ci estudio d61 pasado, de lo
que ya no es vivo, que se trata, se quiere hacerlo revivir, pero
a que ya no es vida.
e Con la Etnografla, existen relaciones estrechas del Folklore.
y Entendemos por Etnografia, —aunque nos resulte claro ci con
a cepto, no resultan acordes los investigadores—, ci estudio de las
razas y de los pueblos, especialmente en sus manifestaciones cul
turales. La Etnografla estudia los pueblos con sus referencias no
al momento actual, sino a su momento pasado, es decir funda
mentalmente, 10 primitivo.
El Folklore, en cambio, ya hemos dicho, se ocupa dc lo ac
tual, el folklore es propi6de las sociedades civilizadas porque so
lamente alil Se cumple ci proceso de diferenciación. En 105 pue
blos primitivos, los hechos mirados con ojos puramente primiti
vos. no son folklore. El folklore lo descubre ci ojo civilizado: es
lo actual en 10 civilizado. Sin embargo. estas .dstinciones entre
Etnografia y Folklore no son fáciies de hacer; rnuchas veces re
sultan más claras en la teoria que en la práctica misma. Hay una
serie dc factores comunes, hay una serie de terrenos limItrofes
donde no es ni cómodo ni claro hacer Ia distinción. AsI hay an
tores como Saintyves por ejemplo, que dicen que Ia Etnografía es
una rama de Ia SociologIa, iual que ci Folklore. Para Saintyves,
Ia Sociologla tiene dos ramas: Una, Ia Etnografla, que estudia Ia
cultura material y espiritual de las sociedades ignorantes de Ia
tradición escrita; y otra el Folklore que analiza la cultura mate
rial e intelectual en las clases populares de paises civilizados (20).
(19) ARNOLD VAN GENNEP, citado en CARLOS VEGA: ob. cit., prg. 45.
(20) Dice ARTHUR RAMOS, en su Introduccao a Psychologia Social (Olym
pio, Rio de Janeiro, 1936, pág. 326), que el folklore hoy constituye una de
las ramas más importantes y más fecundas de la Etnografla. Posteriormente
agrega en otro trabao, que es preciso ue el Folk-lore no sea confundido

35
-

ALFREDO POVIA

Con la Sociologia, son las relaciones que a nosotros nos in-


teresan fundamentalmente. No obstante, resuita difIcil sistemati
zar el problema, y hoy pocos son los antecedentes que encontramos
en obras de SociologIa y de Folklore que se ocupen de esta cues
tión. Hay, sin embargo una frase muy repetida, que traduce con
aproximación las relaciones entre estos dos tipos de disciplinas,
que dice: ‘Hagamos el folklore sociológico”. Esta expresión pue
de servirnos corno lema de toda una escuela de folklorólogos y
de sociólogos, que tratan de refundir estas dos ciencias, sobre to-
do al sostener que el folklore debe pertenecer integrarnente al
carnpo de lo sociológico.
Esta posición tiene grandes nombres, tales como Van Gennep.
el mismo Saintyves y dentro de la Sociologla, Ia escuela de Dur
kheim, especialmente a travs de su revista ‘L’Année Sociologi
que”. Dice Saintyves que no es posibie estudiar Ia vida popular
sin estudiar Ia vida social, porque lo popular no es más que una
forma particular de lo social; y sin hacer sociologla no es posible
Ia investigación foiklórica. De modo que lo folklórico forma par
te integrante del campo de lo sociológico (21).
Nosotros nos hemos preguntado si esta posición de un autor
del prestigio de Saintyves resultacia completamente exacta. El pro
blema se reduce a averiguar si estos dos campos, lo sociologico y
lo folklórico. son idénticos.
Creemos que no; creemos, ya lo hemos dicho, que ci hecho
folklórico es un hecho social; pero serla extender demasiado el
campo de lo sociológico si se hace entrar los fenómenos folklóri
cos dentro de su propio dominic.

con Ia EtnologIa o con Ia EtnografIa, simples disciplinas descriptivas de


Ia cultura. El folklore, con sus métodos propios y sus objetivos definidos,
debe siempre ampararse a Ia sombra amplia de Ia Antropologia. Ia verda
dera ciencia del Hombre, en sus cuadros naturales y culturales (ARTHUR
RAMOS: Definicao e limites do Folk-lore, en “Revista Brasileira” (Publica
da pela Academia brasileira de Letras), afio HI, N°. 5, Marco de 1943.
(21> P. SAINTYVES: ob. cit., peg. 48; ANDRES VARAGNAC, citado por CAR-
LOS VEGA, afirma que el Folklore es una rama de Ia sociologia descriptiva,
y que los bechos del folklore son colectivos, que es lo que ubica nuestros
estudios en el cuadro de las cic-ncias sociales (ob. cit., peg. 46).

36
SocoLoGiA DEL FOLKLORE

Con esa posiciórl volverlamos otra vez al enciclopedismo so


ciologico, y esto que sostenemos con respecto a lo folklórico, si
aceptamos Ia posición de Saintyves, deberIamos también admitir
lo, para ser consecuentes, con todos los fenómenos sociales. No
F quedaria nada dentro de la vida social que no fuera sociologico,
tsis que nosotros ya hemos rechazado y criticado por excesiva.
Para nosotros, el objeto de cada una de estas ciencias y el
punto de vista de ellas son distintos .Hay evidentemente puntos
de contacto, hay ayuda y vinculaciones. Hay lo que nosotros es
tamos haciendo o que creemos hacer, una sociologia folklórica,
un estudio de los hechos folklóricos desde el punto de vista so
ciológico, pero no puede acfrnitirse que exista una absorción de
lo folklórico por lo sociológico.
Lo folklórico tiene su propio campo de investigación, no ile
ga Ia Sociologla hasta allI. Simplemente esta ltima le da cier
tos elementos, le pone de relieve los aspectos sociales del hecho,
pero lo folklórico pertenece a Ia ciencia folklórica, y Ia Sociolo
gia, corno dice Cortazar, pasa a ser la ciencia tutelar (n).
Veamos los principales asectos sociológicos de lo folklórico
empezando por las Juncioncs sociales del Folklore. El folkloró
logo estudia ci hecho folklórico como si fuera itnico. Est domi
nado pot Ia pasión de la investigación del hecho. Pero Ia rnisión
dc ubicarlo dentro del campo de los hechos sociales, el deber dc
mostrarle al folklorologo que este hecho no es nico, sino que es
uno de los tantos fendrnenos sociales, le corresponde al socióio
go. Lo hace asI, .destacando en primer lugar las funciones socia
Jes del Folklore.
La prlmera es una función sociológica. dirlamos social, por
excelencia. El folklore dentro del conjunto de los hechos colec
tivos representa el aspecto conservador del grupo. tiene una fun
ción o una rrisión consecvadori. Esta función resulta de sus Ca
racteristicas: vive hoy, pero inira hacia el pasado. Recoge los he
chos del pasado para revivirlos en ci presente: pero está el folklo
(22) AUGUSTO RAUL CORTAZAR: Bosquejo. cit.. pág. 17.

37
- ALFREDO POVIA

to siempre vinculado al aspecto conservador del grupo, a lo que


V
viene pot obra del tiempo y liega hasta nosotros. Se vincula a ese
hecho tan caracterIstico que es lo tradicional; es parte de la tra
dición misma.
Lo folklórico. pot otra parte, es la expiesión de Ia vida del
es Ia manifestación .de un aspecto, casi el aspecto más au
téntico y espontáneo de la sociedad, lo popular. Alli se manifies
tan todas las condiciones rnás simpies, más elementales del gm
p0; aparece la vida social en su sencillez, de un modo espontá
neo, casi natural. Refleja ci -folklore el alma popular, y el estu
dio del aspecto simple de los hechos folklóricos ayuda evidente
mente para el estudio y Ia cornprensión de todos los fenómenos
de Ia vida del grupo.
Saintyves destaca otra función muy importante del Folklore,
que nosotros podemos calificarla dc ética. El folklore, dice Saint
yves, conduce a enseflar el amor a Ia Patria, despierta el senti
miento del propio grupo, porque representa su alma. Todas las
condiciones del folklore son un freno a Ia complicada vida mo
derna, una especie de retorno a Ia sencillez de la vida primitiva.
El folklore despierta de este modo, ci amor a su propio grupo, a
su misma tierra, porque ‘ia semejanza de Ia vida popular, de un
siglo a otto, las sobrevivencias milenarias, Ia continuidad de usos
y costumbres, ligan al hombre a su snob, y a todo ci pasado do
(23)
su raza”
El Folklore tiene también una fun ción politica, que es una
proyección que interesa a la ciencia de gobernar. Permite un me—
jor conocirniento del pueblo mismo;
y las modernas ciudades, di
ce Carcos Vega, desconocen esas formas del pensar, del sentir y
ci hacer do tales grupos rurales del pueblo; quo se manifiesta en
su autenticidad en Ia vida simple, expresada en el folklore. Do
este modo trata de producir “ci acercamiento de los espiritus en
su realidad presente”, una especie de comprensión recIproca en
tre las diferentes fases o aspectos dc la sociedad, “como reservas
(23) P. SAINTYVES: ob. cit.. págs. 9 y 12; CARLOS VEGA: ob. cit., pág. 58

38
SocloLoGlA DEL FOLKLORE

ue vivas del pasado nacional, corno punto de referencia y orientación


para las horas de incertidumbre y desvfo”.
A esta función debemos agregar una ñltima, vinculada a su
proyección este’tica, ‘que atafle al arte nacional”. El Folklore es
el estéticamente considerado, una manifestación del arte en el cam
po del baile, del canto y de las letras; es la manifestación más na
tural y espontánea de la sociedad misrna, porque vive de lo au
téntico; es una especie de flor del alma del pueblo mismo; es Ia
a- expresión, como decla Sarmiento en Facundo, al referirse al gau
cho cantor, de las luchas de las ciudades y del feudalismode los
(24)
campos, entre Ia vida que se va y Ia vida que se acerca
En definitiva, el Folklore desde este punto de vista, contribu
ye a formar Ia unidad nacional, a fortificar Ia solidaridad social
e. y a estimular en el grupo la afición a las artes y a las letras a tra
yes de su sencilla expresión de lo popular.

Is
)
1.
a
n
‘S

•1

•1

(24) D. F. SARMIENTO: Facundo. Edición La Facultad”. Buenos Aires, 1.916,


pág. 59.

39
r ..1
CAPITULO TERCERO

Clasi,ficación de los hechos folklóuicos

SUMAsuo: Necesidad de una clasificación. —

Boggs. — Saintyves.— Sébillot.— Folklore


de Ia inteligencia, del sentimiento y de Ia ac
tividad: las leyendas, Ia müsica, y los usos o
costumbres. — Análisis.

Dijimos en nuestra definición de Folklore que su objeto es


estuchar toda una serie muultiple de manifestaciones, siempre que
presenten .d’eterminadas caracterIsticas. El problema que ahora nos
ocupa es justamente conocer, de un modo sistemático, cuales son
todas esas manifestaciones que constituyen su objeto; en otras pa
labras es preciso abordar ci problema de Ia clasificación de los
hechos folkióricos, de indiscutible utilidad. Sin embargo, las di
ficuitades son numerosas, porque debe incluirse todo un conjunto dc
manifestaciones, que tienen como caracterIstica conuin ser la crea
ción del pueblo, y en general, solamente grabadas en la memoria
del. mismo oueblo.
Bggs ha intentado hacer una clasificación, de acuerdo al
modo como se trasmiten los hechos folklóricos, lo que puede ocu
rrir de dos maneras: por medio dc Ia palabra hablada, o por me
dio de Ia acción imitada por ci hombre (25).
Los hechos que se trasmiten pot macho d.e la palabra son,
(25) RALPH STEELE BOGGS: ob. cit., pág. 4; y Clasificacioiz del folklore, en
“Folklore Americas”, june 1944.

41

1.
ALFREDO P0VIA

seg1.n Boggs, de tres -grandes clases: Primero, el folklore literario,


que es el conjunto de nociones referentes a las leyendas, a los mi
tos, a las tradiciones. Segundo, ci folklore linguIstico, que se yin
cula con los hechos del habla popular, del lenguaje vulgar, el
mundo de los refranes, de los dichos, de las adivinanzas; y por
Ii
ültimo el folklore cientifico. que es el sistema de ideas refe
rentes a las creencias populares, a las supersticiones, a las adivi
nacjones, etc.
En carnbio, el folklore referente a Ia acción imitada, se rela
ciona ya con los tipos ilamados de “acción” vinculada al movi
miento mismo, y los principales son los referentes a Ia msica y
al baile, y por otro lado, a los juegos y costumbres o usos.
Hay otra clasificación, la de Saintyves, que para nosotros re
viste una particular importancia. Saintyves ciasifica los bechos folk
lóricos seg(in que ellos se refieran a la vida material, a la vida
espiritual o a la vida social. Entre los primeros, los dc la vida ma
terial, están todos los hechos relacionados con las necesidades de la
existencia misma, el vestido, los alimentos, los a.d-ornos, ci traba
jo. Los de Ia vida espiritual se refieren a las exigencias del es
piritu, vinculadas, ya sea a lo bello, ya sea a lo sagrado, corno tarn
bien a las diferentes formas d.c Ia sabidurla popular; y por lti
mo, los hechos foiklóricos de la vida social son aquéllos que se
vinculan con las instituciones sociales, tales como las asociacio
nes. la familia, ci pueblo mismo (2).
Podernos mencionar por filtimo otra ciasificación. Ia de Paul
Sébillot, que s original y particularmente interesante. Admite dos
grandes divisiones del Folklore: Ia literatura oral y Ia etnografIa
tradicional. La prirnera comprende todo 10 que ara ci pueblo no
se reempiaza con las producciones literarias, y es Ia obra dc Ia
palabra o del canto; tiene una fijeza relativa. En carnbio, Ia etno
grafla tradicional está formada por todas las creencias no admiti
das por las actuales religiones organizadas. v son en realidad su
pervivencias.
(26) P. SAINTYVES: ob. cit., pág. 60.

42
SocIoLoGi DEL FOLKLORE

La literatura oral comprende: los cuentos y leyendas, los can


ulettes”
tos populates, las adivinanzas, los proverbios, les form
tadas, fijas, que se
(obras generaimente cortas, rimadas o asonan
se divide se
trasmiten por tradición). La etnografIa tradicional
do anim ado;
gt’In se refiera a hechos del mundo fisico o del mun
vincul adOs con Ia tierra, las aguas, el
entre los primeros están los
a Ia fauna o
cielo y Ia flora; los del mundo animado se refieren
nacimi ento, infanci a, ado
al hombre. con relación a su creación, (27).
rte
lescencia, arnor y matrimonio, enfermedades y mue
rla plena
Cualquiera de estas clasificaciones podemos acepta
el prestig io y auto
jncnte, sobre todo porque vienen apoyadas por
nosotros no es
ridad de sus autores. Presentan, sin embargo, para
que complica
necialistas, Ia complejidaci propia dcl especialista,
dernasiado nuestro problema.
,
Pot ese motivo, buscando mfs bien un criterio sirnplificador
,
que nos permia orillar el aspecto de Ia complejidad del asunto
folk
direroos, pot nuestra parte, que la clasificación de los hechos
referen cia a las difer en
ióricos creemos que puede hacerse con
enen, ya sea Ta
tcs facultades fundamentales Que en ellos intervi
inteiigencia, ya sea ci sentimiento, ya sea Ia voluntad.
los
Dc modo, pues, que nosotros dividimos o clasificamos
s o colec ti
hechos folklóricos, en cuanto manifestaciones sociale
in
vas, en tres gran.des tipos: hechos refcrentes ai orden de la
teligencia: aqul incluimos en un sentido genérico todo lo
yin

a en todas sus formas , es de


culado con ci mito y con in leyend
to espont áneo de Ia
c11. los hechos folklóricos que son produc
ente del as
inteiigencia del pueblo, •de lo colectivo, como difer
folklore
pecto cultural reflexivo. En el ora’en dcl sentirniento, el
como Va
tiene su manifestación suprerna en Ia mr1sica, aunque,
mos a vet después, Ia m6sica es insepa rable del canto y de Ia
ad, ei folkl ore se
danza. Y pot iiItimo, en el oiden de la activid
manifiesta en todo lo que se llama uso y costumbre.

(27) PAUL SEBILLOT: ob. cit., pág. 6 y sigtes.

43
ALRBDO POVIA

AsI pues, pal-a nosotros, -hay tres grandes tipos de hechos


folklóricos: las leyendas, Ia mu’sica y los usos, que pertenecen,
respectivamente, al orden de la inteligencia, del sentimiento y de
la actividad’ sociales.
Veamos rápidamente cada una de estas tres especies. Empe
cemos por lo que podrIamos liamar el folklore de la inteligencia.
Esta rama comprende el conjunto de las manifestaciones popula
res de orden puramente intelectual. Las manifestaciones de Ia
inteligencia popular son numerosisimas y muy variadas, en for-
ma tal que hasta resulta difIcil el simple hecho de enumerarlas
a todas.
Existe una prociucción literaria de orden popular que Ilena
necesariamente una función en el organismo social del pueblo.
Estas manifestaciones literarias tienen dos fines o propésitos di—
ferentes: hay un conjunto de ellas que tienen un valor utilitario,
que persiguen una finalidad generalmente de orden moral, como
son los cuentos morales, que terminan con na moraleja o una
conclusion que tiene un valor tii en Ia vida social. En cambio,
hay otra serie de manifestaciones literarias que persiguen sencilla
mente un fin estético buscando, ya sea un propOsito de arte, ya
sea un deseo de distracción o -de pasatiempo. Se ha querid.o
clasificar y ordenar el conjunto de estas manifestaciones inte
lectuales en Ia vida del pueblo, y especialmente lo ha hecho Van
Gennep en su famoso libro sobre Ta Formación de las Leyen
das”. Las leyendas se distinuen, segOn Van Gennep, no sOlo por
los temas diferentes oue tienen, sino también por las creencias
que ellas suponen y por las cualidades distintas que se atribuyen
a los personajes (28).
Afirma que hay una serie de manifestaciones intelectuales
propias de Ia vida del pueblo que es preciso distinguir. Tales son
Ia fabula. el cuento, la leyenda y el mito.
La fábula es una rnanifestación popular que significa una na

(28) A. VAN GENNEP: L.a fo;-rnacion de las leye,zdas. Editorial Futuro”. Bue
nos Aires, 1943, págs. 28 a 34, y 205.

44
SOcIOLOGIA DEL FOLKLORE

rración generalmente hecha en verso; los personajes son anima


les dotados de cualidades humanas. El cuento, en carnbio, es una
narracion no elesca y maravillosa, que no tiene lugar fijo de de
sarrollo de la acción, y, al mismo tiempo, los personajes perma
necen sin individualizar. La leyenda ya supone un lugar preciso
y acepta personajes perfectamente determinados. El fundamento
de Ia leyencta tiene pot lo menos Ia apariencia de histórico, y los
personajes apareceri siempre dotados de cualidades heroicas. Pot
iultimo, el mito es una leyenda localizada en un lugar, y en un
tiempo que se encuentra fuera del alcance de Ia inteligencia hu
mana, y en general sus personajes son de órigen y d’e naturaleza
divinas.
La distinciôn psicológica entre estas cuatro grandes mani
festaciones de la inteligencia popular puede hacerse sobre Ia ba
se de las dos primeras: Ia fábula y el cuento son puramente ima
ginativos, y ninguno de ellos es objeto de fe por el lector o pot
el oyente. En cambio, Ia leyen4a y el mito ya son narraciones oh-
jeto d fe; hay ya un fundamento sociologico de verdad o de au
tenticidad. Se distinguen porque la leyenda es una narración lo
calizada; en carnbio, ci mito es una leyenda de tipo sobrenatural,
que se traduce por actos mágicos y religiosos.
Van Gennep toma como forma suprema de Ia inteligencia
popular la expresión de leyenda, y se preocupa fundamentalmen
te de buscar las grandes leyes o principios que rigen su forma
ción en ci medio ambiente popular. Para nosotros este propósito
respunde a una caracterIstica de la investigación sociológica, so
bre la base del principio d.c que la leyenda como hecho social obe
dccc a ciertas regularid.ades” que Ia rigen.
Van Gennep sostiene, tornando las leyes que fijara Rañl
Rosières, que hay tres principios fundamentales que marcan el de
senvolvimiento de las ieyendas: El primero es la ley de los on—
genes. Esta ley afirma que los pueblos de igual capacidad mental
desenvuelven una imaginación paralela, y que, por 10 tanto, pro
ducen creaciones de leyendas sernejantes.

45
I

ALFRLDO PovIA

La segunda icy es la /cy de las tiasposiciones. Dice la ley


que a medida que se debilita el recuerdo de un héroe, Ia leyend’a
lo abandona y se transfiere a otro héroe más famoso. Esta ley vie
ne a destacar ci acento o el interés del grupo por los personajes
de las leyend’as.
Y Ia tercera es la ley de las adaptaciones, que dice que Ia Ic
yenda Si cambia de medio, se transforma y se adapta de acuerdo
• a las condiciones etnogrficas y sociales del nuevo medio. Cam
biando entonces el medio social, Ia leyenda se transforma y se
adapta a su nuevo medio. Esta tercera icy de formación de la le- -

yenda es Ia más importante, segñn Van Gennep, y no es otra co


sa que Ia rnanifestación en ci orden de la inteligencia, del fenó
meno liamado Ia “aculturación”, es decir, Ia ad’aptación de Ia cul
tura. al pasar de un medio social a otro medio social distinto, que
en definitiva, permite concebir ci lugar que Ia leyenda ocupa en
la evolución general de la civilización.
Pasemos al folklore del sentimienlo. El hecho folklórico fun
damental en ci orden del sentimiento popular es la mz2sica. La
misica no nos interesa aqul como fenómeno artistico, sino como
manifestación popular. Hay una terna ind’isoluble, cuyos origenes
es difIcil precisar y determinar: la mésica, ci canto y Ia danza (‘fl).
La misica es ci i-itmo en ci sonido y Ia danza es ci ritmo en
ci movimiento, acompafladas de Ia propensión natural y manifes
tación expontánea del hombre a cantar. El antecedente social mfs

(29) Dice AIJGUSTO RAUL CORTAZAR, en Hacia la invesügación folklorica


integral (en “Revista de Ia Universidad de Buenos Aires”, abril-junio de
1944, pág. 243) que los conjuntos de hechos folklóricos intimamente tra-.
bados entre si, y tan acertaclamente liamados “complejos”, como el que for-
man la msica, la canción y Ia danza, no son excepcionales y aislados. La
misma profunda ligazón ata todas las manifestaciones de Ia vida popular
de Ia zona o lugar limitado que se estudie. Por lo tanto, hay una indisoluble
interacción entre el. toclo y cada una de las partes; cle consiguiente es pre
ciso haberse sumergido en esa realidad, para captar el espiritu de ese “orga
nismo social”, para poder dar toda su intensidad y valor al anulisis micros
cópico de cada una de sus partes. Propicia asi CORTAZAR una “investigaciôn
folklórica integral”, que equivale para nosotros a una teoria sociológica de lo
folklOrico.

46

L.. •
SocloLo.GI.A DEL FOLKLORE

remoto de la müsica es el ruido como seflal o como brujeria, en


virtud de Ia tendencia natural del hombre de ilevar el compás.
Nacen asI los primeros instrumentos musicales, que son los ins
trumentos de percusión, el simple choque de las armas entre si,
y solamente, mucho más tarde, nacen los instrumentos de vien
(30).
to
: La másica es realmente un fenómeno social. Pero la misica
folklórica ‘no es Ia simple miIsica sino como todo hecho folkló
rico, es la mIsica popular. Sin embargo, aqul en este dominio de
la mIsica aparece con mayor claridad ann, que no todo lo popu
lar es folklórico. En nuestro caso, no toda la rnisica popular es
milsica folklórica. Tenemos dos grandes tipos de iTuisica popular
I que no entran dentro del campo del folklore: la primera, la mit
sica oficial, diriamos, la representación oficial del Estado o de
las instituciones del Esta.do; los himnos, las marchas, las cancio
nes, son populares y no son folklóricas.
Hay otro tipo de mlsica que tarnbién presenta esa circuns-.
tancia especialIsima. Las canciones populates, los cantos de moda,
los que conocemos y OIrnos todos los dias, son populares, on
ampliamente difundidos, y ninguno de ellos es folklórico; mejor
nosotros dirlarnos que esta mñsica es popularizada y no popular,
y queremos expresar con esto que es milsica ciue se Jesenvuelve
en el pueblo, pero que no es obra del pueblo. Para que la mñsica
sea folklórica, es preciso que reóna aquellas condiciones que di
mos del hecho folklórico, es decir, que sea del pueblo y pot el
pueblo. Ahora bien; lOS caracteres de los hechos folklóricos se dan
todos en la mtisica folklórica; y con resnecto a su carácter social,
dirfamos que es doblentente social: es social pot ser mnsica, en
cuanto la mnsica es una manifestación espontánea del grupo, y es
social por set folklórica (Si).

(30) ROBERTO MAC LEAN Y ESTENOS: Sociolog’a. Lima. Peru, pág. 567.
(31) Dice ADOLFO SALAZAR (ob. cit., peg. 137), que es tan absurdo comb in
concebible preguntar quién inventaria tal formula snágica o tal canto popular.
Formular esta pregunta equivale a declarar que Se ignora totalmente el proceso
de Ia creaciOn anOnirna y colectiva que es el arte popular. Es cierto que algilu

47
AL FR B DO Po VI N A

La mñsica folklórica tiene, por tanto, la caracterstica del


anonimato. El autor en su creación ha desaparecido. Lo colecti
vo domina todo el escenario. Tan es asI que la másica folklóri
ca es propia de cada tipo de sociedad, de caJa grupo humano.
Hay una especie de relación entre m(isica y sociedad, aquélla co
mo expresión naral de esta ltima. Por eso la msica folklóri
ca es regional, es de cada sociedad en particular, y este fenóme
no tan comun es reaImene admirable, porque todos los indivi
duos pueden distinguir claramente una mñsica folklórica al oirla,
y atribuirla a cada pals. De modo que hay una especie de reflejo
espontáneo de la sociedad en Ia müsica.
La mi’isica folklórica se expresa en el cancionero de Ia re
gión. Los folklorólogos dedcados a este aspecto musical, han bus
cado recopilar las melodIas regionales, porque Ia mñsica folkló
rica se agrupa por regiones; hay “provincias musicales folklóri
cas”; las melodlas tienen su semejanza en su sistema tonal, que
es el fundamental de Ia mñsica; y por medio de él ofrecen un
aire de familia que permite agruparlas. La misma semejanza pre
sentan en su sistema rItmico, es decir en Ia marcha de los soni
dos, en el tiempo que da cadencia a Ia müsica. Por ñltimo, tam
bién el tercer elemento fundamental, que es el sistema de acorn
pañamiento musical, por ejemplo Ia flauta, Ia quena, Ia guitarra,
permite agrupamientos melódicos. Diremos pues, que Ia m6sica
forma cancioneros. que son raflejo musical de Ia vida del grupo.
Un cancionero no es otra cosa entonces que el conjunto de las

agente habrá realizado semejantes tareas, pero ello no quiere decir que sea
el autor, su creador. Se trata de un producto social, un hecho, una cosa
producida; algo que las sociedades crean normalmente conforme el man
zano produce rnanzanas y la gallina pone huevos: frutos, todos, de la bio-. ;
logla, de 1a fisiologla social, porque una sociedad es un organismo que nace, 9
se reproduce y muere como todos los demás organismos, animales o vegetales.
Es una creación plural, anónima, que se trasmite de pueblo en pueblo por
via práctica, a diferencia de Ia creación cientifica. De ésta sale el ‘artificio,
lo que se hace “secundum artem”; de Ia otra nace la sapiencia, lo que se
sabe “ex-scientia”. Nosotros glosarIamos el pensarniento agregando: una
es Humanismo, Ia otra Enciclopedia; aquélla es saber cientifico; ésta es
saber vulgar.

48
SOCIOLOGIA DEL FOLKLORE

expresiones musicales que se encuentran consolidadas con respec


to. a un tiempo y a zonas sociales determinadas. En la Argentina
existen much-os. Carlos Vega en su libro ‘La Mñsica Popular Ar
gentina”, los ha estudiad’o a cada uno de ellos con suma proliji
(32) -
dad

Pasemos para terminar, a Ia tercera forma fundamental de


los hechos folkióricos, la que hemos Ilamado el folklore de la ac
tividad social. :1
Ya no estamos en ej mundQ de Ia inteligencia ni en el cam
po del sentimiento. Estamos en el dominio de las manifestaciones
prácticas de la vida misma, que se traducen en los usos y en las
costumbres sociales. En todo grupo social existe un conjunto de
regias reguladoras de la conducta de los individuos en la vida so
cial. Sirven ellas para encauzar la vida colectiva. Son como mojo
nes infinitesimales, pequefios, de toda hora y de todo momento,
que permiten que la vida social se desenvuelva en sus cauces nor-
males. Son elementos arraigados profundamente en Ia vida del
pueblo.
Recasens Siches los llama “las reglas del trato social”, y co
miinmente se conocen con el nombre de usos o de costumbres. Los

F
- usos son especies de mandatos colectivos, anónimos, son reglas
no fijadas en ninguna parte de un modo concreto, pero que sir
yen para gobernar el comportamiento del hombre en los tipos
diferentes de relaciones sociales.
En todos los órdenes de Ia vida existen estas reglas; muchas
veces las liamamos educación, hábitos, costumbres, usos, modas.

I Aun en aquellos hechos más indivi.duales: el vestido, Ia comMa,


el adorno, el uso de alimentos a ciertas horas, las visitas de cor
(32) CARLOS VEGA: ob. cit., pág. 63 y sigtes. y 96. Sobre los precursores del
folklore argentino y el estado actual de la investigación en nuestro pats (hasta
el afo 1938), véase el prolijo y erudito trabajo de JUAN ALFONSO CA
RRIZO, sobre: Folklore y Toponimia, publicado en Ia “Historia de Ia NaciOn
Argentina”, dirigida por el Dr. RICARDO LEVENE. (En vol. IV, segunda
parte, capItulo V, pág. 633). Para America en general, véase RALPH STEELE
BQGGS; Folklore, en “Handbook of Latin American Studies”; ‘ en espe
cial el N°. 7 (1941), pág. 185, sobre revistas folklóricas y publicaciones pe
riOdicas.

49
S

1
J
ALFREDO POVIA

tesla, los regalos, las propinas, los modos de corner, el estilo epis
tolar, Ia asistencia a actos protocolares, las formas de saludar se—
gumn las personas, segiin el mornento, segñn la relación, el habla,
el lenguaje, las expresiones, los giros hechos, los convencionalis
mos de ciertas palabras, que solamente tienen sentijo en socieda-
des determinadas y fuera de ellas no se entienden o no se corn
prenden. Son, como dice Recasens Siches, un extraflo conjunto de
norms adscriptas a una esfera colectiva determinacla, tales como
La decencia, el decoro, Ia buenacrianza, las maneras, Ia cortesia,
Ia urbanidad, el respeto social, Ia gentileza, el compaflerisrno, Ia
galanterla, los “convencionalismos sociales”; en fin, tudo el con
junto •de hechos infinitamente pequeflos de la vida diiria dcl
hombre. Todos ellos tienen una caracterIstica fundamental: se re
fieren al aspecto exterao del comportamiento del honbre, cons
tituldas pot el conjunto de normas regulativas de la conciucta del
individuo en el grupo; en una palabra, son erninentemeute so
ciales.
Se refiereri al sujeto como miembro del grupo, no al suje
to como inciividuo, pero no para su propio uso, sino, dirlamos,
para su consumo externo, para su vida de relación; pot eso son
usos. En segund término, se vinculan a la proyección externa del
comportamiento en Ia vida exteriorizada, no a Ia vida individual;
por eso son sociales. En tercer t&mino, tierien una vigencia efec
tiva: se dan efectivamente, son vivos, tienen vida; pot eso son
vitales. Y por 6ltimo, son heterónomas, es decir que estas reglas,
son indiferentes al sentir interno del sujeto Son ajenas a la opi
nión personal que tenemos del uso o d’e las costumbres. Ellas se
cumplen imperativamente, con independenci del juicio favora
ble o no gue el sujeto que las cumple tiene de ese usa o de esa
costumbre; pot eso son heterónons (33).
(33) LUIS RECASENS SICHES: ob. cit., págs. 95 y 103: Las reglas del trato so
cial tienen los siguientes caracteres: 1°.) no toman en cuenta al sujeto como
individuo en su vida plenaria y propia, sino que lo consideran como sujeto
funcionario de una colectividad, coino miembre fungible de un cIrculo, es
decir, corno magnitud intercambiable, genérica, de un grupo. No se refieren
a lo que el individuo hace corno tal individuo, sino a aquello que h’ay en

50
r
..

SOCIOLOGIA DEL FOLKLORE.

Hay un gran nñmero de sociólogos que se han preocupado


fundamentalmente de estudiar este campo de las costumbres so
dales. Uno de ellos, el norteamericano Sumner, en su libro ha
mado justamente “Folkways”, es decir, “vIas o caminos o mo- . -

dos del pueblo”, ha estudiado el problema de los usos y Je las


costumbres del grupo, y la funcion social que ellos ilenan en
la colectividad, sosteniendo que el objeto principal de Ia Sociolo
gia es estudiar los folk ways y que toda Ia obra de ha socie
,

dad consiste en “makirig-folkways”, en fabricar usos, en crear cos- :•


turrbres Ta! es el papel fundamental de toda colectividad (34)
Llama folk ways a todas las maneras y usos propios de una
sociedad determinada Sostiene Sumner que son fuerzas naturales,
no prepositivas sino creadas inconscientemente por ha sociedad, pero
que tienen, sin embargo, el carácter de ser imperativas; se impo
nen como todo hecho social, a! individuo mismo. Los “folk-ways”
son creaciones anónimas, y tienen la tendencia a ha inercia, y a
la rigidez. Son elementos conservadores, se transmiten ne indivi
duo a individuo, y se realizan asi, porque siempre se hicieron as ;
1
tienen esta caracterIstica, entonces, de la persistencia, representan
un rasgo conservador dentro de la vida del grupo. Las costurn
b’ies populares son maneras de hacer con un carácter tradicional
y anónimo, que no se encuentran fijadas en órganos oficiales den
tro del Estado, y sirven para deterrninar Ia conducta colectiva en
su aspecto no oficial. Estas costumbres populares, que es el sector
social de las costumbres que estudia el Folklore, comprenden un
so vida de comunal, de mostrenco, de tópico, de cauce o sendero genérico
en so pertenencia a una esfera social; 2°.) las normas del trato se refieren
a Ia dimensiOn extema de los actos de un sujeto en consideraciOn a los de
más sujetos de un circulo social; 30.) rigen solamente en tanto tienen
una vigencia social efectiva, en cuanto constituyeo un uso que se cumple
por los clemás ,o una convicción que está viva en los miembros del circu
lo colectivo; 4°.) las reglas del trato social proceden de una instancia ex
terna y su pretensiOn de obligatoriedad no está condicionada a la intima
adhesion sincera del sujeto; es decir, son heterOnomas.
(34) WILLIAM GRAHAM SUMNER: Folhways (A study of the sociological
importance of usages, manners, customs, mores and morals). Gino and
Company. MAURICE R. DAVIE: Folkways, en ‘Encyclopedia of the Social
Sciences”. Mac Millan. Vol. V -VI, pág. 293.

51
ALFREDO P0VLfA

sinnümero de hechos, que para que sean folklóricos necesitan tam


bién tenet la condición Je ser propias del pueblo mismo.
Como todo hecho folklórico, es un hecho anónimo, colecti

vo, especial en cierto modo del ambiente social. Son de dos gran
des clases: costumbres
1 popu/ares de tipo familiar y costumbres
populares del pueblo. o del grupo social mismo.
Entre las primeras, que son nurnerosas, podemos mencionar
las costumbres propias de Ia vida diria que el hombre cumple en
todds los instantes de sus dIas, referente a su actividad diana, a
su medio d’e trabajo, a Ia realización de ciertas fiestas, a los usos
y hábitos dentro de una familia, a Ia ceiebración de ciertos Inti
mos acontecimientos, fiestas nacionales, cumpleaños. etc., etc. Los
otros son los hechos o costumbres populares de la sociedad, del
pueblo, que aparecen segñn las expresiones de su vida, segñn los
tipos de trabajo; por ejemplo segiin Ia clase de actividad especI
fica de los grupos humanos. Los usos sociales son un reflejo de Ia
vida de Ia colectividad, y difienen fundamentalmente en un pue
blo que vi-e de la agnicultura, por ejemplo, de otro que lo hace
de la ganaderIa o de Ia mnerIa; tales son las costumbres popu
lanes referentes a Ia iniciación de la zafia, de la cosecha, de Ia
vendimia, la celebración de festividades, las supersticiones vincu
ladas con el oficic, etc.
Entre ellas hay una cosbambre popular referida al lengua
je del pueblo, qua es caractenIstica de cada region. Se trata de la
tonada, qua consiste en la pathcular codalidad linguistica que
lOS direrentes grupos soca1es clan a Ia pronunclacion de las pa
labras. Es Ia tonalidad linguistica colecliva, diferente segn las
regiones gcogrificas o politlcas. Se trata evidentemente de un
hecho social, vinculado estrechanente a Ia vida del grupo, qua
no resulta ciaramente explicable. La tonada es la manifestacion
iinguIstica de Ia costumbre social, como expresiOn de la diferen
ciaciOn sociolOgica en el habla popular. Es un nuevo mo.do de
saber vulga qua forma parte integrante de toda investigaciOn
folklOrica, que es su origen y anteccdente primero.

52
I I —

...

CONCLUSIONES

Todos los modos diferentes del folklore —de orden inte


lectual, sentimental o volitivo— nos permiten establecer algunas
conclusiones muy generales, que a manera de sintesis final de es
te trabajo, podemos enunciar asI:
1°.) Lo “folklórico”, en su esencia, es Ia socialización del
sentido comtn.
2°.) Lo “folklórico”, coroo exprcsión, representa Ia forma
perfecta del saber colectivo.

3°.) El “folklore’, en su conteni.do significa la traducción


Social del saber popular.
40)
Fl “Folklore”, como noria del conocimiento, es Ia So
cioiogia del saber vulgar.
50.)
La “Sociologla del iokIore”, corno sistenia, desintegra
‘b social de lo folklórico”, y reintegra “10 folklórico en bo so
cial”.
6°.) El “folklore”. cono aaanifestación social, comprende:
el Folklore •de Ia inteligencia: la leyenda
ci Folklore del sentimiento: Ia imsica
y el Folklore d.e Ia voluotad: Ia costumbre.

53
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36

L.
:1
.-

--::-;:

INDICE
r.

Nota preliminar 7

Introdueción 9

Capitulo Primero: El Folklore 13

CapItulo Segando: Soeiologa de los hechos folklóricos 29

CapItulo Tereero: Clasifieación de los hechos folklóricos 41

BibliografIa 55
I -

Ejemp1r N°.

Canje y coi’respondencja l thrector


del Instituto

Prof. ANTONIO SERRANO


Univeridad Nacioiial
COrdoba

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