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Ma de los Ángeles

Pida! Fernández

El compositor Manuel López-Quiroga

El compositor Manuel López-Quiroga nació en Sevilla Manuel López-Quiroga was born in Seville in 1899 and died in
en 1899 y murió en Madrid en 1988. Autor extremadamen- Madrid in 1988. An extremely prolific composer, his output reflects
te prolífico, su producción muestra un marcado carácter a very marked nationa/istic character and is an emphatic homage
nacionalista y constituye un decidido homenaje a la música to Spanish popular music, particularly that of Andalusia.
popular española, particularmente la andaluza. Quiroga composed 143 dramatic works in the spi rit of the zar-
El maestro Quiroga compuso 143 piezas líricas cercanas zuela, sainete, review and variety-show genres. Notwithstanding,
al espíritu de la zarzuela, sainete, la revista y los espectáculos the most significant aspect of his dramatic output consists of 62 fol-
de variedades. No obstante, lo más destacado de su produc- kloric fantasías set in Andalusia containing cantabiles which have
ción lírica lo constituyen 62 fantasías folclórico-andalucistas enjoyed extraordinary success. Quiroga also composed instrumen-
que contienen cantables que han conocido una extraordinaria tal passages and the music to 53 films, and his catalogue of works
difusión. Quiroga es, además, el autor de bloques instrumen- includes various orchestral suites, religious works, compositions for
tales y números musicales de 53 cintas cinematográficas, y su band, ballets, advertising jingles and a large number of short can-
catálogo de obras se completa con varias suites orquestales, tabi les.
piezas religiosas, composiciones para banda, ballets, sintonías In addition to hisfacet as a composer, he was also an accom-
publicitarias y un elevado número de cantables breves. panist, conductor, teacher, arranger, music editor and a board mem-
A su faceta de compositor, añadió las de pianista acom- ber of the SGAE for various years. Today, his music continues to
pañante, director de orquesta, profesor, arreglista y editor de form part of the repertory of performers of Spanish popular song,
música, y durante varios años fue consejero de la SGAE. En flamenco, theatre and popular music, and jazz.
la actualidad, su música continúa formando parte del reper-
torio de intérpretes de canción popular española, flamenco,
lírica, música ligera y jazz.

1. Apuntes para una biografía Nacido en la calle Manteros, hoy llamada Gene-
ral Polavieja, Manuel fue el cuarto de los seis hijos
El compositor Manuel López-Quiroga Miguel
que tuvieron José López-Quiroga Velázquez, gra-
nació en Sevilla el 30 de enero de 1899. Esta fecha,
bador de prestigio, e Isabel Miguel Amat, maes-
apuntada por el propio músico y algunas de las
tra nacional: José, Antonio, Isabel, Manuel, Euge-
personas que sobre él escribieron como Carlos
nia y Purificación.
Murciano, Mariano Sanz de Pedre, Isidoro Penin Quiroga es, pues, contemporáneo de teóricos
Castillo y Manuel Román, se considera indiscuti- musicales y compositores de la talla de Federico
ble a todos los efectos. No obstante, en la Certifi-
Moreno Torroba, Rafael Millán, Federico Mompou,
cación en Extracto de Inscripción de Nacimiento Joaquín Zamacois, Jacinto Guerrero, Ernesto
fechada en Sevilla el 31 de marzo de 1964, figura
Lecuona, Roberto Gerhard, Pablo Sorozábal, Juan
como data de nacimiento el 4 de febrero de 18991.
1, Tomo 65, Pág. 135 vt°. D. Manuel López-Quiroga Miguel, hijo de
I Ministerio de Justicia; Registros Civiles. Serie Al N° 147.983. Cer- José y de Isabel, nació el día cuatro de febrero de mil ochocientos noven-
tificación en Extracto de Inscripción de Nacimiento (1): Sección ta y nueve. Sevilla, a 31 de marzo de 1964.

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José Mantecón, Salvador Bacarisse, Fernando tica Benavente. En su casa no había antecedentes
Remacha y Ricardo Lamote de Grignon. musicales y sólo su hermano José tocaba el acor-
Quiroga podía haber desarrollado una actividad deón, instrumento que Manuel conseguirá domi-
musical similar a la de cualquiera de estas persona- nar desde muy temprana edad. Rafael González
lidades. Sin embargo, su producción fue original y Gálvez, pianista y organista sevillano, tras escu-
tan sólo muestra puntos en común respecto de algu- charle tocar en la citada Sociedad, le brinda sus
nas piezas breves de contemporáneos como Gue- conocimientos de solfeo y piano. Al hacer repaso
rrero, Lecuona y Font de Anta, en las que se adivi- de aquellos arios, Murciano recuerda:
nan ritmos y melodías producto de la recreación de
Manuel alterna ahora sus correrías infantiles por la plaza
aires populares españoles e hispanoamericanos. de San Francisco, donde su padre ha trasladado el taller,
En el domicilio familiar, José López-Quiroga con el grabado y la música. Su sueño es, cómo no, tener un
poseía un taller de grabado que permitía a los suyos piano en casa. Un día descubre uno, desvencijado en una
vivir con cierto acomodo y que, arios más tarde, tras- cuadra, y se lo adquiere a su dueño por quince duros. El
piano no tiene una sola tecla sonora, pero el niño va a
ladó a la Plaza de San Francisco. El pequeño Manuel,
hacerlo sonar y durante dos arios, perfilará en él su adies-
habilidoso por naturaleza, aprendió el oficio paterno tramiento, para acabar vendiéndolo en cincuenta duros3.
a los siete arios. En realidad, a los once ya domina-
ba la técnica del grabado y no dudaría en cultivarla, Una vez recibidas las primeras lecciones de
compaginándola con otras actividades, hasta 1934. música, y a pesar de la oposición paterna, Quiro-
En su infancia, Manuel López-Quiroga —al que ga continuará estudiando con Luis Leandro Maria-
en adelante llamaremos con frecuencia maestro ni y González, considerado en su época como un
Quiroga o Quiroga por ser los dos nombres artís- excelente pianista, con quien adquirirá nociones de
ticos con los que firmó muchas de sus obras— ingre- armonía y contrapunto.
só en las Escuelas Graduadas de la calle Abados de A los conocimientos musicales aportados por
Sevilla donde cursó estudios primarios. Muy pocos Mariani se suceden las enseñanzas del maestro de
datos se conocen referentes a su niñez. No obstan- capilla de la catedral sevillana Eduardo Torres, el cual
te, uno de ellos lo aporta Carlos Murciano cuando guiará a Quiroga en los cursos superiores de piano
afirma: "Manuel es travieso, nervioso, pero aplica- junto al popular compositor Manuel Font de Anta.
do; en las Escuelas Graduadas de la calle de Abados Teniendo en cuenta que las influencias musicales
va a demostrarlo, obteniendo, entre cuatrocientos más profundas que recibió Quiroga provienen de
párvulos, un curioso primer premio: varios metros Mariani y de Torres, sería lógico concluir que sus pri-
de tela blanca"2. meras obras fueron religiosas. Nada más lejos de la
realidad ya que a los doce arios se inicia en el mundo
A los ocho años, Quiroga se siente atraído por la de la composición con unas sevillanas de corte tradi-
música y comienza a tocar al piano, siempre de cional y la romanza canción Morir, morir En ella cola-
oído, sevillanas y pasodobles en la Sociedad Anís- boran como letristas José Sánchez de León, relojero
entonces y después conserje del teatro de la Exposi-
ción de Sevilla, y Antonio, hermano del compositor.
2 Carlos Murciano refiere este suceso en un folleto publicado en
1986 por la SGAE con motivo del homenaje que dicha Sociedad
ofreció al maestro Quiroga. 3 Carlos Murciano

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M' de los Ángeles Pidal, 'TI compositor Manuel López-Quiroga"

Los arios que van desde 1910a 1918 son, según órgano. Sus progresos en este instrumento son tan
el propio Quiroga, decisivos en su vida. Por una notables que pronto es nombrado organista de la
parte, ingresó en la Escuela Normal, donde consi- Iglesia de los Padres Jesuitas de Sevilla, situada en
guió el título de maestro elemental; por otra, con- la calle Jesús del Gran Poder, en la que tocará
tinuó desarrollando el oficio de grabador al tiempo durante seis arios.
que se aficionó a la pintura. Al respecto, el propio Entre 1918, fecha en la que Quiroga estrena sus
Quiroga comentó: primeras obras líricas, y 1929, ario ene! que se tras-
lada a Madrid, su nombre se hace popular en Sevi-
Mi padre me pagaba los estudios y los domingos me daba
dos o tres pesetillas. Con ellas compraba un paquete de /ii- lla. Por un lado, compone piezas breves idóneas
//os —un tabaco bastante potable que valía 15 céntimos, me para ser interpretadas en cafés cantantes y teatros
iba a la general del teatro del Duque —20 céntimos— y me de verano y por otro, estrena obras cercanas al espí-
quedaba dinero para toda la semana. Si acaso, el viernes ritu de la zarzuela. Por entonces, trabaja al lado de
o el sábado mi padre me propinaba un refuerzo de dos o
tres perras gordas. Teníamos entonces el taller en la calle
letristas de prestigio como Antonio García Rufino,
de Cánovas del Castillo y atravesaba España una época de Fernando Márquez Tirado "Chaparro", Antonio
tiempos fáciles, de gran abundancia. En esta época que le García Padilla "Kola", Ramiro Ruiz "Raffles", José
digo, fundamental para mí, que abarca desde los once a los López de Lerena, Sixto Cantabrana y Luis Bellido
diecinueve arios, mi padre empezó a llevarme al Museo de
Falcón.
Sevilla, donde di después diariamente una hora de clase,
para que pintura y dibujo me ayudaran en mi oficio de gra- En 1929, el maestro Quiroga decide abandonar
bador. Llegué a dibujar aceptablemente, pero no pude ser Sevilla y probar suerte en los ambientes musicales
pintor por una especial dificultad que tengo en la vista: no madrileños. Al respecto, refirió al periodista Cami-
distingo bien los colore?. lo Murillo:
Por lo que concierne a la actividad musical desa- Cuando mi padre me decía que dejara la música, que
rrollada en esos arios, el maestro refiere: nunca me daría tanto dinero como mi profesión de graba-
dor, verdaderamente tenía toda la razón. Mire usted; en
Hasta los diecinueve arios estuve con González Gálvez y 1929 yo me vine a Madrid y me encontré con que los Sin-
luego, pasé a estudiar Armonía y Composición con Don dicatos de entonces habían dispuesto que para trabajar un
Luis Mariani y más tarde con Don Eduardo Torres, maes- músico en Madrid había de pasarse seis meses al menos de
tro capilla —y el maestro Quiroga vuelve a comerse, con su residencia en la capital, sin trabajare'.
fonética andaluza, la preposición de— adscrito a la Catedral
Sevillana... Por aquella época ya tocaba yo en los teatros En consecuencia, para Quiroga las dificultades
Portela —un teatro de verano, desaparecido casi— y San Fer-
se sucedieron sin descanso. Al resultarle imposible
nando, intermedios en las comedias, por la fabulosa cifra
de cuatro pesetas diarias, las que ganaba el Julián de la Ver- trabajar en la música con libertad —debido a las tra-
bena de la Paloma5. bas impuestas por los sindicatos— el joven autor
tendrá que recurrir a sus habilidades como graba-
A lo largo de 1917, Quiroga continúa estudian- dor para hacer frente a sus gastos. Pese a todo, con-
do con Eduardo Torres al que solicita lecciones de sigue trabajar como arreglista y pianista acompa-
ñante de cupletistas como la celebrada Consuelo
4 Camilo Murillo Jenero. Manuscrito en el que se recogen aspectos
biográficos del maestro Quiroga realizado en los anos sesenta para Portela, más conocida como "La Chelito".
Europa Pres, 11, p. 5.
5 Camilo Murillo Jenero. op. cit., II, p. 5. 6 Camilo Murillo Jenero. op. cit., II, p. 6.

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En 1931, un ario después de haber llevado a los obstante, compone una serie de piezas breves que
escenarios madrileños la zarzuela Las triunfadoras, alcanzan notable popularidad y estrena obras líri-
Quiroga asiste a un acontecimiento que marcará su cas emparentadas con el sainete y la revista.
trayectoria artística: conoce al poeta Rafael de León. El inicio cre la posguerra supuso un espaldarazo
Este, sevillano como él, había nacido en el seno de para la carrera de Quiroga. Aparte de otros trabajos
una familia aristocrática y nada hacía presagiar su de menor trascendencia, firma la banda sonora del
vinculación con la música. No obstante, pronto largometraje La Dolores y compone una serie de
comenzó a frecuentar los cafés cantantes y los loca- estampas andaluzas para la Gran Compañía de
les dedicados a las variedades que, en gran núme- Canciones y Bailes Españoles de Conchita Piquer.
ro, se repartían por Sevilla. Muy pronto, el nombre de Quiroga aparece vincu-
Convencido por Quiroga, León se traslada a lado al de otras figuras del género folklórico-anda-
Madrid y allí escribe un puñado de letras a las que lucista como Mary Paz y Juanita Reina, para las que
el compositor pone música. Así sucede con el pasa- elabora sendos espectáculos.
calle Rocío, uno de los cantables más divulgados de León y Quiroga deciden unir su talento en 1942
la producción del autor andaluz. al del escritor Antonio Quintero. En consecuencia,
Tras el éxito obtenido por Rocío, Quiroga se con- acababa de nacer el trío más relevante de la canción
vierte en un compositor popular no sólo en Madrid popular española del siglo XX.
sino también en provincias. Fue esta popularidad A lo largo de la década de los cuarenta, el maes-
la que llevó a Conchita Piquer a incorporar en 1932 tro Quiroga, convertido ya en un compositor respe-
a su repertorio la zambra de García Padilla, León tado y popular, estrena numerosas piezas líricas com-
y Quiroga Manolo Reyes. Y Conchita ya era una puestas para intérpretes de contrastado prestigio
artista de prestigio. como Lola Flores, Manolo Caracol, Pepe Pinto, Estre-
En 1933, el maestro Quiroga inicia su toma de llita Castro, Carmen Morell, Pepe Blanco, Conchita
contacto con el mundo del cine al participar en la Piquer y Juanita Reina, entre otros. Al mismo tiem-
banda sonora de la cinta Patio andaluz. Esta sería po, ilustra numerosas bandas sonoras de largome-
larga y fructífera y convertiría al músico sevillano trajes que obtienen un resonante éxito de taquilla.
en elemento indispensable de lo que se daría en lla- La popularidad de Quiroga era tal por entonces
mar "cine folklórico". que la prensa de mayor tirada, madrileña y de pro-
En 1934, Quiroga, observando el florecimiento vincias, le dedica un sinfín de artículos en los que se
que estaba alcanzando la canción española de corte pasa revista a las circunstancias que rodean a sus
andaluz, decide fundar en Madrid una academia de estrenos. No podía ser de otra manera si se tiene en
música con su nombre en la que habrían de for- cuenta que el compositor sevillano y Jacinto Gue-
marse numerosos artistas del género. En dicha aca- rrero eran los músicos españoles más interpretados
demia no solamente se instruía a artistas noveles, del momento. Este hecho llevó al autor a fundar en
sino que también algunas figuras consagradas como Madrid Ediciones Quiroga, una editorial de música
Estrellita Castro y Conchita Piquer, andando el destinada en un primer momento a difundir su pro-
tiempo, ensayarían allí sus espectáculos. pia obra pero que posteriormente se especializaría
Durante el tiempo que duró la guerra civil, la en la publicación de muchas de las piezas más repre-
producción de Quiroga decae, como es lógico. No sentativas de la música española contemporánea.

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M' de las Ángeles Pidal, "El compositor Manuel López-Quiroga"

La etapa que abarca los arios cincuenta supone Además, durante estos últimos arios de creación, el
para el maestro, en lo que a lenguaje musical se músico sevillano estrenó una Misa por sevillanas,
refiere, una continuidad estética y formal. Quiroga pieza de honda repercusión, y compuso la curio-
continúa estrenando piezas escénicas de carácter sa suite orquestal Cabalgata de la ilusión de Sevilla.
folklórico y ofreciendo inspiradas partituras al cine Sin duda, Sevilla, con su música, su gente y sus
español más taquillero. Además, compone sinto- tradiciones, constituye la mayor fuente de inspira-
nías publicitarias que se inspiran en el folklore espa- ción que recorre la casi totalidad de la producción
ñol. La trayectoria artística de Quiroga, ascenden- de Quiroga. Sevilla está presente en miles de sus par-
te e imparable, propició que se le encomendara la tituras y en cientos de textos a los que puso música.
tarea de dirigir los festejos musicales que cada 18 En consecuencia, su ciudad natal le rinde un home-
de julio se celebraban en el Palacio de la Granja; fes- naje en 1976 al tiempo que le dedica una calle y le
tejos con música de evidente sabor español que reconoce como uno de sus hijos predilectos.
parecían muy del gusto de Franco. Casi al final de su vida, Quiroga, anciano, débil,
La década de los sesenta trajo consigo el mani- casi sordo, se resiste a abandonar la composición.
fiesto declive de las piezas folklórico-andalucistas. Consecuentemente, ofrecerá al público varias pie-
Mientras el público español —sobre todo el más zas cortas de carácter bailable así como la obra reli-
joven— se decantaba por el consumo de temas pop, giosa Una saeta a la Virgen, el cuento musical El país
rock, folk, country, twist, etc., las obras líricas basa- del Abecedario y el canto sinfónico-vocal Las ocho
das en el folklore languidecían sin remedio. No obs- hermanas andaluzas.
tante, Quiroga permaneció fiel a sus ideales estéticos En 1986, la SGAE y el pueblo de Madrid —que
y estrenó piezas muy similares a las que le habían concede al maetro el título de hijo adoptivo— rindie-
procurado fama y respeto desde los arios cuarenta. ron tributo a Quiroga, compositor considerado ya por
Quiroga, uno de los músicos españoles que más entonces como uno de los más fecundos del siglo XX.
beneficios reportó a la SGAE, estrecha su vincula- El 5 de marzo de 1986 Quiroga sufre un grave
ción con dicha Sociedad en 1963, ario en el que es accidente de circulación. Aunque consigue recu-
renovado su Consejo de Administración y es elegi- perarse de las lesiones sufridas, su salud queda ya
do como miembro de la sección musical. profundamente quebrantada hasta que el 13 de
El maestro Quiroga fue un hombre discreto como diciembre de 1988 fallece en la madrileña clínica
pocos. Precisamente, su proverbial discreción le llevó Virgen del Mar a causa de un edema pulmonar.
a rechazar los homenajes que frecuentemente se le Poco después, Tomás Marco escribiría:
querían tributar. A pesar de ello, en 1968 se le conce-
Con la muerte de Quiroga se cierra toda una época y una
dió la Medalla al Mérito en el Trabajo. Ciertamente, página de la música española. Su legado es original y único,
muy pocos autores habían trabajado tanto como él. difícilmente repetible pues la canción española, después
En los arios setenta, las obras líricas de corte de él, ya no será lo mismo, aunque probablemente duran-
folklórico viven una agonía irreversible. Por eso, te muchos años va a seguir sintiendo su influjo; en todo
caso, muchas de sus canciones ya son piezas clásicas del
Quiroga, hombre que supo siempre adecuarse a los
género y patrimonio musical españo17.
gustos del público, se empleó en la elaboración de
piezas breves aflamencadas, sobre todo sevillanas 7 Tomás Marco: "El fin de una época. En la muerte del maestro Qui-
y rumbas, a las que imprimió un sello personal. roga", Diaria 16, Madrid, 15-XII-1988.

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2. Quiroga y el teatro lírico tiempo lírico De buena cepa —con texto de Francisco
Cabrerizo Romero y C. Jaquotot y apoyo musical de
Aunque Quiroga cultivó multitud de géneros a Ramón del Valle Alvira— piezas ambas de 1927.
lo largo de su dilatada carrera artística, fueron sus Estas obras de juventud son de corta duración
trabajos teatrales de corte folklórico los que le pro- y presentan un argumento cómico e intrascenden-
porcionaron un mayor reconocimiento por parte te, a veces picante y sugerente, subrayado por una
de la crítica y del público. partitura alegre y chispeante que bebe en las fuen-
Si bien las primeras piezas teatrales del autor tes del folklore andaluz —en dichas obras se inter-
sevillano fueron compuestas en 1918, no se estre- pretan pasodobles, zambras, canciones aflamenca-
naron hasta 1921 en el Teatro del Duque de Sevilla. das, fandanguillos, etc.— y que se acerca a ritmos
Es el caso del juguete cómico en un acto titulado La foráneos de moda ya que con frecuencia se inclu-
niña de los perros, con libreto de Antonio García yen en ellas foxes, charlestones, danzones, etc.
Rufino, y de la zarzuela Sevilla, qué grande eres, con La aportación de Quiroga a las piezas anterior-
texto del propio García Rufino, Eduardo Torres, M. mente citadas se limita a la introducción de breves
Vidriet y M. Carretero. números musicales que salpican con ingenio y acier-
Tras estas obras, Quiroga llevaría a los escena- to los libretos. Sin embargo, en la década de los trein-
rios el ensayo cómico-lírico El cortijo de Las Matas, ta el peso musical del maestro sevillano sobrepasa
con libreto de Fernando Márquez Tirado Chaparro, con creces al de los textos de los títulos que estrena.
y la comedia cómico-lírica E/ presagio rojo, con la Instalado ya en Mádrid, en 1930 Quiroga tra-
colaboración en la parte musical de Mathéu y texto baja en la partitura de tres piezas líricas. La prime-
de "Chaparro" y Salvador Videgaín, estrenados res- ra, estrenada el 5 de marzo de 1930 en el teatro Bar -
pectivamente en 1923 y 1924 en el teatro del bien, es la zarzuela con libreto de Sixto Cantabra-
Duque de Sevilla. Poco después, Quiroga, Matheu na Las triunfadoras. De cuantos números musicales
y "Chaparro" aprovecharon números musicales, la configuran fue la zambra Tu ley la que habría de
personajes y parte del argumento de El presagio rojo conseguir mayor popularidad. Tras esta zarzuela,
para la zarzuela en dos actos Rosa de Triana, estre- Quiroga y los libretistas Cantabrana y Salvador
nada también en 1924. Mauri firmaron la comedia dramática en tres actos
Mediada la década de los veinte y antes de tras- en verso, divididos en treinta y nueve escenas, Bron-
ladarse a Madrid, Quiroga lleva a los escenarios ce y oro. Casi al mismo tiempo, los escritores Ricar-
algunas piezas breves de apreciable factura: las zar- do Viera Serrano y Prudencio Muñoz Sánchez fina-
zuelas &II quién le toca la china? o La dulce mandari- lizaron el libreto del juguete cómico-lírico en dos
na y La sultana de bambú —ambas con libreto de José actos y tres cuadros en prosa y en verso El árbol del
López de Lerena y Fraile y Luis Bellido Falcón— amor, al que pondrá música Quiroga.
estrenadas en 1925; la revista en un acto ¡Cochero, Mayor trascendencia que estas obras de 1930
al Duque! —con texto de Antonio Giménez Oliver— y alcanzará la comedia en tres actos en verso y prosa
la comedia lírica en tres actos Luz roja —con libreto y un epílogo musical María de la O. Con libreto de
de Videgaín y "Chaparro" y colaboración musical de Salvador Valverde y Rafael de León, se estrenó el 19
Matheu—, estrenos de 1926; la quisicosa en un acto de diciembre de 1935 en el teatro Poliorama de Bar-
Lluvia de humo —con libreto de Chaparro— y el pasa- celona. Sin duda, el mayor acierto de la comedia

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M' de los Ángeles Pida?, "El compositor Manuel López-Quiroga"

Marta de la O lo constituyó la zambra de igual nom- Entre estas obras sobresale con fuerza el espec-
bre que alcanzó una extraordinaria difusión y aun táculo de estampas andaluzas compuesto para Con-
hoy forma parte del repertorio de numerosos intér- chita Piquer en el que se incluyen temas tan signi-
pretes de canción española. ficativos como las bulerías A la lima y al limón y No
El catálogo de piezas líricas firmadas por Qui- te mires en el río y la canción pasodoble La Parrala.
roga en los arios treinta se completa con dos obras En 1941, Quiroga vuelve a colaborar con "Cha-
de neto sabor madrileño: Los amos del barrio y Yo soy parro" y Llabrés en la fantasía lírico-dramática en
un señorito. La primera es un sainete madrileño en tres actos, divididos en siete cuadros y un entre-
dos actos, divididos en cinco cuadros en prosa y en cuadro en verso y prosa, titulada La reina fea, estre-
verso, con libreto de José López de Lerena y Pedro nada el 26 de abril en el teatro Alcalá de Madrid.
Llabrés Rubio, estrenado el 7 de septiembre de Por fin, en 1942, Quintero, León y Quiroga fir-
1938 en el teatro Fuencarral de Madrid. Por su man la obra que constituye el germen de las fan-
parte, Yo soy un señorito es una comedia lírica con tasías líricas a las que hemos aludido anteriormen-
texto de Serafín Adame y Santiago de la Cruz, estre- te: el apunte de sainete viejo Ropa tendida, estrena-
nada el 1 de octubre de 1938 en el teatro Lara de do el 2 de enero en el teatro Reina Victoria de
Madrid. Madrid. Creado a la medida de su intérprete prin-
Entre 1918 y 1939 las obras líricas de Quiroga cipal, Conchita Piquer, reunía unos cantables que
se muestran como claras herederas de las zarzuelas, se encuentran entre los más celebrados del autor
sainetes, revistas y piezas breves surgidas a finales sevillano. Es el caso 4 los pasodobles Almudena y
del XIX. Sin embargo, con la llegada de la década de La Lirio; el pasacalle La Caramba; las canciones
los cuarenta el compositor elaborará un estilo per- Dime que me quieres, Eugenia de Montijo, La chiquita
sonal que habrá de cristalizar en las fantasías líricas piconera y Tatuaje, y las Sevillanas del Espartero.
de curio folklórico-andalucista con las que será También en 1942, León y Quiroga estrenan el 5
identificado hasta el final de su vida. de junio en el teatro Fontalba de Madrid un espec-
Finalizada la Guerra Civil, Quiroga trabaja de táculo de corte folklórico para la bailarina y can-
forma frenética. En 1940, elabora la partitura de tante Man-Paz titulado Cabalgata; Canciones y bai-
cuatro obras líricas: el juguete en dos actos con les españoles de Mari-Paz.
libreto de Enrique Chicote La chulapa y el coscón, Otras piezas líricas de corte folklórico com-
estrenado en el teatro Cómico de Madrid en el mes puestas por Quiroga en la década de los cuarenta
de abril; el conjunto de estampas andaluzas para la reúnen estampas de carácter andaluz. Es el caso de
Gran Compañía de Canciones y Bailes de Conchi- Tabaco y seda, Retablo español, Caras nuevas, Rome-
ta Piquer, en colaboración entre otros con Ochaí- ría 1947 y Pasodoble 1948. Todas, excepto Romería
ta y León, estrenado en diciembre en el teatro Polio- 1947, en cuyo libreto trabajaron García Padilla, Fer-
rama de Barcelona, y las comedias musicales en un nández de Córdoba y San Juan, contienen frag-
acto Los cinco golfillos y Las 12 Pilongas, ambas con mentos dramáticos elaborados por Antonio Quin-
libreto de Juan de Diego González y Eduardo Man- tero y Rafael de León.
zanos Brochero y colaboración musical del com- Tabaco y seda —según se precisa en el libreto es
positor Del Valle, estrenadas el 29 de diciembre en un espectáculo folklórico en dos partes, la segunda
el cine Salamanca de Madrid. una estampa lírica popular de la Andalucía del siglo

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XIX— se estrenó el 5 de septiembre de 1942 en el te de sainete que es gracioso, ligero y que aunque va engar-
teatro Gran Kursaal de San Sebastián. Juanita Reina, zado en tipos redundantemente vistos, tiene cierta origi-
nalidad dentro del género. Hay una estampa del Cádiz
al frente de una extensa compañía, fue su intérpre-
colonial, que resulta espectacular, agradable, fina de ritmo
te principal. De entre el conjunto de cantables y bai- y plena de intención evocadora. Hay una buena estampa
lables que configuran esta obra muy pronto alcan- flamenca, a base de carceleras, cuyo sintetismo es todo un
zaron popularidad el pasodoble Doña Mariquita de acierto. Y hay otras estampas andaluzas, la titulada Noche
los Dolores y la zambra canción con baile Callejue- vieja, que está muy bien compuesta, y la de Coplas de los
siete niños, que tiene mucha fuerza de expresión. Estos son
la sin salida. los cuadros principales del espectáculo; los que arman
La prensa del momento recogió así el estreno de Retablo español, los que hacen saber al espectador que no
Tabaco y seda: está ante un programa de variedades al viejo estilo 1...1 Los
autores salieron muchas veces al escenario"9.
El amigo que viene de San Sebastián nos asegura que Jua-
nita Reina ha tenido allí tan gran éxito, que se ha visto obli- De cuantas piezas líricas compuso Quiroga en
gada a prorrogar dos días más su actuación; que ese éxito
la década de los cuarenta también merece un
ha sido destacado por la prensa de la bella ciudad norteña
con grandes elogios para la bella y joven artista; y, en fin, recuerdo especial Romería 1947, obra estrenada el
que la señorita Reina está contentísima y con mucho deseo 8 de abril de 1947 en el teatro Fuencarral de
de que la vean en un teatro madrileños. Madrid, con Estrellita Castro al frente del reparto.
Una Estrellita Castro que por entonces brillaba con
Si Juanita Reina era a principios de los cuarenta
luz propia en el firmamento cinematográfico y que
una figura que avanzaba con paso firme por la esce-
hacía las delicias del público incondicional de los
na folklórica, Conchita Piquer ya era una artista
espectáculos líricos de curio folklórico.
consagrada y admirada. Por eso, el hecho de estre- Romería 1947 fue el último de los espectáculos
nar en enero de 1943 en el teatro Principal de
que con este título compuso Quiroga para Estrelli-
Valencia Retablo español vino a confirmar la estima
ta. El primero había sido una fantasía lírica, aplau-
en que los grandes intérpretes de canción popular
dida desde su estreno en 1944 en el teatro Cómi-
española tenían al maestro Quiroga. Al igual que co de Barcelona, titulada Romería a secas.
Tabaco y seda, Retablo español es una pieza jalonada
En la década de los cuarenta, Quiroga se acer-
por temas que sobrepasaron al propio espectácu-
ca además a otros esquemas compositivos y firma
lo para adquirir por sí mismos una más que apre- las partituras de comedias líricas —Karma, Bronce y
ciable popularidad. Así sucedió con las bulerías oro, El Churumbel, Cancionero de España—; zarzuelas
Coplas del Almendro, el pasodoble Lola Clavijo y las
—Pepita Romero—; apuntes de zarzuela —Zambra
zambras Rubio y No me quieras tanto.
I947—; apuntes líricos —A pares y nones—, apuntes de
Tras la presentación de Retablo español en sainete —Fotografía al minuto—; revistas —Las brujas
Madrid, el semanario Dígame apuntó:
de cuchufleta, Las que sirven—. No obstante, el grue-
Quintero, León y Quiroga han compuesto este Retablo so de su producción lo configuran las fantasías líri-
español, con el que Conchita Piquer acaba de presentarse cas: Solera de España, Zambra, Zambra 1945, Sole-
en el Fontalba 1_1 Hay en el nuevo espectáculo un apun- ra de España número 2, Cancionero, Solera de España

8 "¡Arriba el telón! Respetable público", Dígame, Madrid, n° 139, 8- 9 Fernando Castän Palomar: "Conchita Piquer con su espectäculo
1X-1942. español, de nuevo en Madrid", Dígame, Madrid, n" 158, 19-1-1943.

160
U de los Ángeles Pidal, "El compositor Manuel López-Quiroga"

número 3, Zambra 1946, Coplas, Bulería, Romería También debemos señalar que Quiroga con fre-
1946, Pregón de feria, Sol de España, Solera de Espa- cuencia, a la hora de componer sus piezas líricas, se
ña número 4, Pasodoble 1947, Pinceladas, Solera de pliega a las exigencias de los libretos. Estos están
España número 5, Zambra 1948, Feria de coplas, habitualmente plagados de gitanos chuscos, seño-
Redondel, Pregones, Corazón de España, Una canción ritos con ínfulas de torero, ricas herederas metidas
y un clavel, Solera de España número 6y Tonadilla. a tonadilleras y toda una pléyade de secundarios
Las fantasías líricas de Quintero, León y Qui- con curiosos perfiles psicológicos. Antonio Quin-
roga son piezas de estilo folklórico que se estruc- tero y Rafael de León abundan en historias cómicas
turan en dos actos divididos en varios cuadros dra- y sentimentales decididamente intrascendentes que
máticos y musicales, generalmente alternados. se mantienen alejadas de cualquier alusión política
Como nexo de unión y con el fin de aportar dina- o religiosa.
mismo a la obra, el compositor sevillano introduce Dada la extraordinaria acogida que la crítica y el
números coreográficos de carácter andaluz. público tributaron a sus fantasías, Quintero, León
Cada una de estas fantasías presenta un prome- y Quiroga no tardaron en recibir encargos de las
dio de veintidós ilustraciones musicales, la mayor figuras más sobresalientes de la escena folklórica
parte de ellas emparentadas con la música popular y pusieron su talento a disposición de intérpretes
andaluza: zambras, pasodobles, pasacalles, mar- de primera fila tales como Juanita Reina, Conchi-
chas, canciones, fandangos, tanguillos, bulerías, ta Piquer, Lola Flores, Manolo Caracol, Pepe Blan-
farrucas, malagueñas, tarantos, fandanguillos, sevi- co, Carmen Morell, Juanito Valderrama, Estrellita
llanas, alegrías, tangos gaditanos, etc. Curiosamente Castro, Marifé de Triana, Antoriita Moreno, Prínci-
estas fantasías, tras su estreno, varían en ocasiones pe Gitano y Angelillo, entre otros.
su estructura suprimiendo o añadiendo números La primera fantasía lírica de Quintero, León y
musicales en atención a la reacción del público. Quiroga que adquirió una considerable populari-
Incluso, algunos temas compuestos expresamente dad fue Solera de España, estrenada el 30 de sep-
para una fantasía, cuando alcanzan un éxito reso- tiembre de 1943 en el teatro Eslava de Valencia por
nante, son incluidos en otras piezas líricas poste- Juanita Reina y su compañia. Algunos números
riores y reaprovechados con el fin de atraer la aten- musicales de esta obra habrían de adquirir extraor-
ción de los espectadores. dinaria difusión: Compuesta y sin novio, pasodoble;
Al lado de los citados aires andalucistas convi- Tú eres mi marío, zambra; La señorita del acueducto,
ven ritmos iberoamericanos como boleros, tangos, canción zambra, y Canción del ole, bulerías.
habaneras y chachachás. En ocasiones, Quiroga Quintero, León y Quiroga escribieron para Jua-
llega a introducir foxes y valses en un intento de nita Reina seis fantasías folklóricas tituladas Solera de
aproximar sus obras al espíritu de la revista y de los España. La que aparece registrada como Solera de
géneros de variedades. Por último, hemos de hacer España número 3 contiene un cantable particular-
notar que el maestro suele rendir homenaje a la tra- mente popular: la marcha titulada Capote de grana
dición musical de las diferentes comunidades espa- y oro. Por su parte, Solera de España número 4 presenta
ñolas incluyendo en sus partituras jotas, sardanas, el conocido pasacalle Francisco Alegre; Solera de Espa-
murieiras, bailes goyescos y otros ritmos represen- ña número 5, la zambra Ysin embargo, te quiero, y Sole-
tativos del folklore nacional. ra de España número 6, el pasodoble Cariño mío.

161
Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 7, 1999

Con Zambra, Quintero, León y Quiroga inician puro para llegar a la canción flamenca estilizada, más
una serie de espectáculos homónimos interpre- asequible para un público en absoluto purista.
tados en sus papeles principales por Lola Flores La pareja artística formada por Pepe Blanco y
y Manolo Caracol, una pareja artística que triun- Carmen Morell era requerida en los arios cuarenta
faba al mismo tiempo en los escenarios y en el por los empresarios de todos los teatros de presti-
celuloide. De entre los números que configuran gio de Madrid y de provincias. Sus interpretaciones
Zambra sobresale la estampa andaluza con prelu- encadilaban al público y suponían, sin lugar a
dio y zambra titulada La niña de fuego. De esta dudas, la aparición en taquilla del anhelado cartel
pieza se inserta, a continuación, parte del estribi- de "No hay billetes". Cuando el 25 de enero de
llo extraído de la edición publicada por el propio 1949 se presentaron ene! teatro Poliorama de Bar-
autor: celona con la fantasía lírica de Quintero, León y

¡Ay, ni - ña de fue - go! ¡Ay, ni - de fue - go!


3

1--••••••""

Ejemplo 1

Tras Zambra, Lola Flores y Manolo Caracol pro- Quiroga titulada Una canción y un clavel, los acon-
tagonizaron las fantasías líricas Zambra 1945 —estre- tecimientos se sucedieron según lo previsto.
nada el 5 de diciembre de 1944 en el teatro Villa-
marta de Jerez—; Zambra 1946 —presentada el 15 de Días después del estreno, se leía en El Alcazar:
marzo de 1946 en el Reina Victoria de Madrid—, y
Se ha celebrado en el Poliorama de Barcelona el anuncia-
Zambra 1948 —estrenada el 25 de febrero de 1948 do estreno de Una canción y un clavel, la última producción
en el teatro Madrid de la capital de España—. Con de Quintero, León y Quiroga para Carmen Morell y Pepe
ellas cosecharon éxitos arrolladores y se convier- Blanco. El critico de Diario de Barcelona dice que "El nuevo
tieron en la pareja más celebrada de la escena fol- espectáculo posee un libro en el que abundan las pince-
ladas sainetescas, con aparición de tipos graciosos y con
klórica, seguida muy de cerca en lo que a recono- un diálogo ameno y chispeante. Ha compuesto el maestro
cimiento popular se refiere por el dúo formado por Quiroga —añade— unos números agradables, con plenitud
Pepe Blanco y Carmen Morell, intérpretes más pró- de sentimiento y garbo" 10
ximos a las variedades.
El 29 de mayo de 1948, en el teatro Reina Victo- Sentimiento y garbo con el que Pepe Blanco inter-
ria de Madrid, Quintero, León y Quiroga estrenaron pretaba, por ejemplo, el pasodoble Cocidito madrile-
la fantasía lírica en dos actos Redondel. En esta oca- ño, sin duda el número más popular de la obra.
sión fue Juanito Valderrama, intérprete flamenco de
estilo afiligranado, el encargado de dar vida a unos 10 "En Barcelona se estrenó con gran éxito Una canción y un clavel",
números musicales en los que se partía del flamenco El Alcázar, Madrid, 31-1-1949.

162
tvt- de los Angeles Pula!, "El compositor Manuel López-Quiroga"

Uno de los mayores éxitos teatrales de Quinte- musicales —El lirio de los deseos— y zarzuelas —Las
ro, León y Quiroga en los arios cuarenta viene de la finas majas de Cádiz— así como espectáculos híbri-
mano de la fantasía lírica Tonadilla, escrita para dos en los que se reúnen elementos inherentes a la
Conchita Piquer y estrenada el 26 de marzo de fantasía, la zarzuela y el sainete —Espectáculo Espa-
1949 en el teatro Calderón de Madrid. De ella diría ñol de Pilar López, Cante y embrujo—.
el crítico de Dígame, Castán Palomar, con motivo La niña valiente se estrenó en el teatro Calderón
de su presentación en el teatro Lope de Vega de de Valladolid el 15 de septiembre de 1951. Quiro-
Madrid: ga —junto a sus inseparables Quintero y León— tuvo
en cuenta las cualidades dramáticas y vocales de su
Este espectáculo se titula Tonadilla y es original de los seño-
res Quintero, León y Quiroga. La primera parte constitu- principal protagonista, Juanita Reina, para quien
ye —así la denominan sus autores— un album malagueño anti- creó, entre otros números de éxito, el pasodoble
guo en cinco estampas, bajo el título de Gente morena. La Capote de grana y oro.
segunda parte está integrada por diversos cuadros que tie- Días después, llevó a los escenarios La marquesa
nen fondos diversos también: Asturias, Andalucía, Valen-
cia...; y el propio Madrid representado por la Plaza de
chulapa o Pany quesillo, sainete estrenado el 3 de
Oriente, en la evocación de la reina Mercedes, uno de los octubre de 1951 en el teatro Calderón de Madrid. A
números más bonitos de Tonadilla. En todo denota el esta obra seguirían Alegrías de Juan Vélez —cuyo
nuevo espectáculo de Conchita Piquer la fácil y experta estreno tuvo lugar el 12 de septiembre de 1952 en
manera de construir el género que ha acreditado a estos
el teatro Calderón de Madrid—; El lirio de los deseos,
autores; hay diálogos muy ingeniosos, situaciones propi-
cias a la plástica y, sobre todo, canciones muy a propósi- leyenda musical estrenada el 13 de septiembre de
to para que el arte interpretativo, siempre magnifico, de 1957 en el teatro Calderón de Madrid, y El lunes,
Conchita Piquer tenga amplia expresión y, por consi- a Marte, revista presentada el 13 de mayo de 1958
guiente, amplio éxito''. en el teatro de La Latina de Madrid.
Y, por supuesto, el éxito llegó para los autores y A pesar de que la crítica no acogió estas piezas
la intérprete principal de Tonadilla con números tan con el habitual entusiasmo que en ella producían
significativos como los tientos A ver sí me quieres; la las obras del compositor sevillano, el público no
farruca Quiero un patiolito; las bulerías Ojitos de sol sólo no les dio la espalda sino que las mantuvo en
y sombra; las marchas Lola Puñales y Romance de la cartel un tiempo considerable.
reina Mercedes, y la reposición de la zambra No me Por lo que respecta a la zarzuela en tres actos con
quieras tanto. libreto de Federico Romero y colaboración musical
En la década de los cincuenta, Quiroga se apar- de Jesús Guridi titulada Las finas majas de Cádiz,
ta en algunas ocasiones del esquema de la fantasía hemos de precisar que se trata de una de las pocas
lírica y compone romances líricos —La niña valiente, obras escénicas de Quiroga que no llegó a estre-
Alegrías deJuan Vélez, Luna y guitarra—; sainetes —La narse. Este hecho supuso un duro golpe para el
marquesa chulapa o Pany quesillo—; revistas —El viudo compositor; golpe que afectó de manera especial al
alegre, Los líos de Elías, El lunes, a Marte—; leyendas compositor en los últimos años de su vida.
Pero como había sucedido en la década anterior,
las piezas más celebradas de Quiroga en los arios
11 Fernando Gastan Palomar: "Conchita Piquer presentó Tonadilla
en el nuevo teatro Lope de Vega", Dígame, Madrid, n° 485, 19- cincuenta responden a la forma de fantasía lírica y
1V-1949. son las que siguen: Dolores la Macarena, Luces de

163
Cuadernos de Mtisiea Iberoamericano. Volumen 7, 1999

feria, Copla y suspiro, Carrusel gitano, Copla y roman- farruca Tengo una hernianilla chica y a la segunda, la
ce, Carrusel de España, Rueda de coplas, En el cora- celebrada zambra Maldito sea el querer.
zón, banderas, Aventuras del querer, Pena y oro, Para Lola Flores y Manolo Caracol, Quintero,
Romance de Juan Clavel, La venta de los toreros, La León y Quiroga compusieron La maravilla errante
maravilla errante, Cante y pasión, La copla nueva, —estrenada el 8 abril de 1950 en el teatro Calderón
Torres de España, Color moreno, Copla y bandera, de Madrid— y Cante y pasión, presentada en el tea-
Salero de España, Puente de coplas, Rosa espinosa, El tro Fontalba de Madrid el 14 de febrero de 1951. Pre-
puerto de los amores, El libro de los sueños y El patio de cisamente, Lola y Manolo, tras interpretar Cante y
los luceros. pasión, dieron por finalizada su relación artística y
A comienzos de los cincuenta, Pepe Blanco y personal. Para sustituir la personalísima forma de
Carmen Morell llevaron a los escenarios dos piezas cantar y bailar de Lola Flores, Manolo Caracol eligió
del maestro Quiroga: En el corazón, banderas y Aven- c9mo compañera artística a su hija Luisa Ortega, con
turas del querer. La primera se estrenó el 17 de febre- quien nunca pudo reeditar los éxitos alcanzados con
ro de 1950 en el teatro Reina Victoria de Madrid y su anterior pareja. No obstante, Caracol y Ortega
la segunda, el 19 de diciembre de 1952 en el madri- estrenaron tres fantasías líricas compuestas por
leño Calderón. En ambos casos, el autor andaluz Quintero, León y Quiroga: La copla nueva, estrenada
elaboró una partitura en la que la peculiar manera en el teatro Calderón de Madrid el 21 de diciembre
de interpretar de Pepe —puro casticismo y chulería— de 1951; Torres de España, presentada en el teatro
y de Carmen —dotada de una pose y de un timbre Kursaal de San Sebastián el 14 de agosto de 1953,
más propios de la zarzuela que de los espectácu- y Color moreno, cuyo estreno tuvo lugar el 17 de
los folklórico-andalucistas— hacía que el público noviembre de 1954 en el teatro Calderón de Madrid.
prorrumpiese en tales salvas de aplausos que Por su parte, tras su ruptura con Caracol, Lola
muchos de los números musicales debían ser repe- Flores no tardó en presentarse en el madrileño Tea-
tidos. tro Calderón con la fantasía Luna y guitarra, cose-
También Valderrama estrenó en los cincuenta chando críticas inmejorables como figura indiscu-
una fantasía lírica de Quiroga: Pena y oro. Con libre- tible de la escena folklórica.
to de Quintero y León, se presentó el 7 de diciem- En los años cincuenta, las figuras más aplaudi-
bre de 1950 en el teatro Calderón de Madrid. De das del teatro folklórico-andalucista continuaban
cuantos números componen Pena y oro, la zambra siendo Conchita Piquer y Juanita Reina. En con-
Pena mora no tardaría en encontrar una extraordi- secuencia, Quintero, León y Quiroga, los autores
naria difusión. más celebrados del género, compusieron para ellas
Otro de los cancioneros que por entonces die- varias fantasías líricas de extraordinaria difusión.
ron vida a las composiciones de Quiroga fue Ange- El 30 de octubre de 1953, Conchita Piquer se
lillo. Cantaor dotado de una finísima sensibilidad presentó en el teatro Barcelona de la Ciudad Con-
y de una forma única de interpretar el flamenco, dal con Salero de España, obra que contenía, entre
estrenó el 25 de febrero de 1955 en el teatro Cal- otros muchos números, la farruca Salero de España,
derón de Madrid Romance de Juan Clavel y el 28 de el pasodoble Con divisa verde y oro, la marcha fla-
diciembre de 1956, en la misma sala, La venta de los menca La Ruiseriora, la zambra A ciegas y las bule-
toreros. A la primera pertenece la popular zambra rías La niña de Puerta Oscura.

164
lvIr de los Angeles Pidal, "El compositor Manuel López-Quiroga"

Si las críticas vertidas sobre Salero de España en puerto; la farruca Cárcel de oro; los tientos Me embru-
1953 no repararon en elogios para con la labor de jaste; el romance Picadita de viruelas y la habanera
los autores e intérpretes, las de 1954, fecha en la que ¡Mañana sale!
dicha pieza seguía viva en los escenarios, no fueron Juanita Reina, la intérprete de canción popular
muy dispares. Como muestra, valgan las líneas que española que más obras líricas de Quiroga estrenó,
el crítico Laborda, de Informaciones, le dedica: dio vida en la década de los cincuenta a los perso-
najes principales de las fantasías líricas Rosa espi-
La gran tonadillera Conchita Piquer nos dió a conocer hace
unos meses en el teatro Alvarez Quintero el espectáculo nosa, El puerto de los amores y El patio de los luceros.
Salero de España, original de Quintero, León y Quiroga. Ya La primera se presentó en el teatro Fuencarral de
se hizo la crítica oportuna en aquel momento, en la que Madrid el 15 de abril de 1950 y contenía, entre
vinimos a decir que se trataba de uno de los mejores espec- otras ilustraciones musicales, la conocida marcha
táculos que había presentado esta extraordinaria artista que
es la Piquer, a la cual nuestro inolvidable Acorde dedicó una Como dos barquitos, la zambra Celos y el dúo haba-
de sus más justas, elogiosas e inspiradas críticas. Como nera¿ Dónde estará ese platero? Por su parte, El puer-
quiera que el éxito alcanzado en la ocasión a que antes to de los amores se estrenó en el Teatro Lope de Vega
hemos hecho referencia fue enorme ha querido Conchita de Madrid el 14 de noviembre de 1952. De esta
Piquer volver a la capital de España —concretamente al Tea-
obra alcanzarían extraordinaria divulgación la zam-
tro Madrid— para hacer una breve temporada popular. Fue-
ron muchas las personas que vieron Salero de España en bra Yo soy ésa y la habanera Si supieras, soldado
la temporada de estreno, y ahora se les brinda una nueva valiente. Dos años más tarde Juanita se presentó en
ocasión de poder deleitarse con sus cuadros elegantísimos, Madrid como intérprete principal de El libro de los
con sus bailes, y, sobre todo, escuchando esas bellas can- sueños y en 1956, en el Teatro Gran Vía de Sala-
ciones, que en labios de la Piquer son una verdadera mara-
villa. Anoche, Salero de España, volvió a correr la misma manca, estrenó El patio de los luceros.
suerte del día de su estreno: el público vitoreó y aplaudió Con la llegada de la década de los sesenta los
a esta sin par tonadillera en todos sus números, y tuvo tam- espectáculos folklórico-andalucistas, aun contando
bién un gran entusiasmo para el cuadro de la jota arago- con un público incondicional, perdieron protago-
nesa —estampa de gran fuerza y rico colorido— que es el
final de la primera parte 1...1 Pocas veces hemos presen-
nismo en los escenarios españoles. La industria dis-
ciado un espectáculo donde el entusiasmo incontenible se cográfica, en otro tiempo decidida difusora de la
desbordó, repetimos, en delirantes aclamaciones hacia esa música de corte folklórico, llevaba a innumerables
genial artista, a la que mi ilustre y llorado antecesor, entre hogares melodías anglosajonas, francesas e italianas
otras merecidísimas alabanzas, la llamó Conchita Piquer, que, poco a poco, arrinconaban a la música popu-
¡La Garbosa!12.
lar española. Los intérpretes de línea folklórica se
Posteriormente, el 30 de marzo de 1957, en el veían relegados por los de rock, twist y pop. Sin
Teatro Apolo de Valencia, Conchita estrenaría Puen- embargo, aún cuando todo parecía indicar que el
te de coplas, de cuya partitura merecen un recuerdo teatro folklórico declinaba, el maestro Quiroga pug-
especial los pasodobles Amante de abril y mayo y naba por salvarlo de una desaparición anunciada.
Romance de valentía; la marcha Candelaria la del A pesar de que la producción lírica del composi-
tor andaluz decae ostensiblemente en los arios sesen-
ta, algunas de sus piezas merecen un recuerdo espe-
12 A. Laborda: "Presentación de Conchita Piquer en Madrid", Infor- cial dada su cuidada factura. En este sentido deben
maciones, Madrid, 15-V-1954. ser citados el espectáculo aflamencado Corazón de

165
Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 7, 1999

España —estrenado en febrero de 1960 en el teatro noviembre de 1964 en el Teatro Calderón de Madrid.
Maravillas de Madrid—; el sainete Mano a mano Lo mismo habría de suceder al estrenar Juanita Reina
—interpretado en sus papeles principales por Juanito Coplas de Rosa Pinzón, el 21 de febrero de 1961 en
Valderrama, Angelillo y Dolores Abril, y presentado el teatro Alvarez Quintero de Sevilla; Olé con ole, el 11
en el Teatro Rojas de Toledo el 1 de diciembre de de octubre de 1962 en el teatro Cervantes de Mála-
1962— y las revistas protagonizadas por Tony Leblanc ga; Señorío, en diciembre de 1963 en el teatro Cer-
Lava la señora, lava el caballero y Que viene el moreno vantes de Sevilla, y Filigrana española, el 10 de sep-
—estrenadas en 1964 y 1968, respectivamente—. tiembre de 1965 en el teatro Calderón de Madrid.
A estos estrenos Quiroga añade dos romances En los arios setenta finaliza la actividad teatral
líricos compuestos para Marifé de Triana: La Can- de Quiroga. De hecho, las pocas obras que com-
taora, cuyo estreno tuvo lugar el 31 de octubre de pone para la escena folklórica resultan anecdóticas
1964 en el teatro Rojas de Toledo, y La niña del en el conjunto de su producción. A pesar de ello, se
Agualucero, presentada el 23 de octubre de 1965 en citan a continuación. El primer estreno lírico del
el teatro Carrión de Valladolid. El primero presen- maestro Quiroga en la década de los setenta lo cons-
ta un libreto firmado por Andrés Molina Moles y el tituye la comedia andaluza en verso y prosa No me
segundo, por Antonio y Manuel García Fernández quieras tanto y tiene lugar en el Teatro Nuevo Cómi-
y el mismo Molina Moles. co de Madrid el 23 de enero de 1970. En esta oca-
Como venía ocurriendo desde dos décadas sión, el compositor, sin abandonar la canción anda-
atrás, en los arios sesenta las piezas líricas del autor luza, elabora una partitura en la que predominan
sevillano más aplaudidas responden al esquema de números flamencos carentes de estilización.
fantasía lírica. Entre las que por entonces compuso Quiroga y Tony Leblanc, intérprete convertido
Quiroga destacan las que siguen: La copla morena, por entonces en una estrella rutilante del cine, la tele-
escrita para Lola Flores y estrenada el 16 de diciem- visión y el teatro, colaboran en la elaboración de dos
bre de 1960 en el Teatro Calderón de Barcelona; revistas protagonizadas por el actor: Cita con Tony
Coplas de Rosa Pinzón, el 21 de febrero de 1961 por Leblanc y Yo me llevo el gato al agua, estrenadas en
Juanita Reina en el teatro Alvarez Quintero de Sevi- 1970 y 1971, respectivamente. Este hecho pone de
lla; La copla ha vuelto, el 2 de abril del mismo ario manifiesto el inevitable distanciamiento que se pro-
yen idéntico lugar por Luisa Ortega y Manolo Cara- duce entre el compositor y el universo folklórico.
col, y La maestra Giraldilla, con libreto de Molina La última pieza folklórico-andalucista firmada
Moles y los hermanos García Fernández, compuesta por Quiroga fue Ella, la de ayer, la de hoy, la de siem-
para Marifé de Triana y estrenada en el Teatro Cal- pre, compuesta para Lola Flores y estrenada en el
derón de Madrid el 13 de abril de 1963. Teatro Monumental de Madrid el 30 de marzo de
Aunque estas piezas fueron acogidas con calor por 1974. En ella, además de ilustraciones musicales
un público fiel que desde mucho tiempo atrás las pre- del autor sevillano se escuchaban números del
fería a cualquier otra manifestación teatral, más entu- compositor Juan Solano.
siasmo despertaron las fantasías compuestas para Si con la década de los setenta las piezas líricas de
Lola Flores y Juanita Reina. En efecto, Lola Flores Quiroga desaparecieron de los teatros, no sucedió lo
recogía encendidos aplausos con la interpretación de mismo con muchas de las ilustraciones musicales
La guapa Cádiz, pieza con la que se presentó el 11 de que las configuran; ilustraciones que aún hoy inte-

166
M de los Angeles Pidal, "El compositor Manuel López-Quiroga"

gran el repertorio de numerosos intérpretes y per- sonora del largometraje Pepe Conde, en la que se
manecen vivas en la memoria popular. inserta, entre otros números, la tonadilla Coplas del
Espartero, y la de Torbellino, cinta dirigida por Luis
3. El maestro Quiroga se asoma al cine Marquina y protagonizada por Estrellita Castro, la
cual interpretaba junto a otros números musicales
En 1933, Quiroga toma contacto con la indus- el celebrado pasodoble Lola la de los brillantes.
tria cinematográfica al aportar la canción andaluza A estos trabajos Quiroga añade la ilustración
Mi patio a la banda sonora del cortometraje Patio musical de los cortometrajes Rosa de Africa, en el
andaluz, protagonizado por Estrellita Castro. La que se escucha el popular danzón Te lojuro yo; Ver-
cinta, dirigida por Zeisler y Loesen, constituyó el bena; A la lima y al limón, que incluye las bulerías de
primer paso de un largo camino que prolongaría la igual nombre; Chuflillas; La Parrala, en el que se
vinculación cinematográfica de Quiroga, de forma interpreta el pasodoble homónimo; Manolo Reyes;
directa, hasta el ario 1963. No te mires en el río y Pregones de embrujo.
El 27 de noviembre de 1939, en los cines Pala- En 1942, Quiroga participa en la elaboración de
cio de la Prensa e Imperial se estrenó el largometraje la banda sonora de los largometrajes Goyescas, La
María de la O, bajo la dirección de Francisco Elías. Blanca Paloma, Madrid de mis sueños y Los misterios
Basado en el argumento de la comedia musical de Tánger. Benito Perojo fue el encargado de dirigir
homónima que Valverde, León y Quiroga habían Goyescas, una cinta protagonizada por Imperio
estrenado en 1935, María de la O brindó al com- Argentina que, además de contener música de Qui-
positor sevillano la oportunidad de elaborar unos roga, ofrecía las aportaciones musicales de Enrique
inspirados bloques instrumentales y unos cantables Granados, Fernando Periquet, José Muñoz Molle-
entre los que merecen ser recordados las bulerías da, Luis Vargas, Regino Sáinz de la Maza, Rogelio
La niña de la plata y la zambra María de la O. Periquet y Rafael de León.
Un ario después se presentaba en el cine Avenida Por su parte, La Blanca Paloma, dirigida por
de Madrid el largometraje La Dolores, dirigido por Claudio de la Torre, contaba con Juanita Reina y la
Florián Rey y protagonizado por Conchita Piquer. El música de Quiroga como principales atractivos. Con
argumento de La Dolores se basa en un guión de esta cinta se iniciaba una atractiva serie de películas
Feliú, adaptado por Codina, en el que se recrea la his- en las que Juanita encandilaba al público interpre-
toria desarrollada por Tomás Bretón y que gira en tando significativos temas del compositor sevillano.
torno a Dolores, la muchacha de Calatayud calum- Considerado como uno de los autores líricos
niada y difamada cruelmente por sus paisanos. más destacados del momento y habiendo firmado
La Dolores produjo sustanciosos beneficios a la interesantes trabajos cinematográficos, Quiroga es
productora Cifesa y permitió a Quiroga unir su reclamado en 1943 para firmar la partitura de tres
nombre al de un director tan renombrado como largometrajes: Danza de fuego del realizador Jorge
Florián Rey y al de una interprete folklórica de pri- Selviche; La patria chica, dirigido por Fernando
mera línea como Conchita Piquer. Delgado y protagonizado por Estrellita Castro, y
En 1941, el maestro Quiroga estrecha su relación Alegrías, del realizador Jesús Rey A estas cintas
con el cine español. Entre los trabajos más sobre- siguieron en 1944 Feliz al fracasar, dirigida por
salientes que por entonces elabora destacan la banda Manuel Blay y Macarena, del realizador Antonio

167
Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 7, 1999

Guzmán Merino y en 1946 El crimen de Pepe Conde, niña de fuego, perteneciente a Zambra; Pepa Bande-
bajo la dirección de José López Rubio e interpre- ra, a Zambra 1945, y La Sal vaora, a Zambra 1946.
tada por Miguel Ligero y Antoñita Colomé. También en 1949 Quiroga une su nombre al de
Entre los trabajos cinematográficos más intere- intérpretes de primera línea, algunos de los cuales
santes de cuantos realizó Quiroga se encuentran se habían convertido en indiscutibles ídolos del
tres cintas de 1947: Serenata española, La Lola se va público hispanoamericano. Así sucedía con Jorge
a Los Puertos y Oro y marfil. La primera, conside- Negrete, actor y cantante que compartía protago-
rable éxito de taquilla, fue dirigida por Juan de nismo con Carmen Sevilla en la cinta jalisco canta
Orduña y protagonizada por Juanita Reina. En ella, en Sevilla, dirigida por Fernando de Fuentes. En ella
además de varios cantables de Quiroga, se escuchan convivían el folklore mejicano y andaluz ilumi-
fragmentos compuestos por Isaac Albeniz y bloques nando un guión ocurrente y distendido.
instrumentales del maestro Leoz. En ¡Ole torero!, segundo filme al que Quiroga
Posteriormente, Juan de Orduña, Juanita Reina, pone música en 1949, el realizador Benito Perojo
Leoz y Quiroga volvieron a encontrarse en el lar- cuenta con Paquita Rico y Luis Sandrini para desa-
gometraje La Lola se va a Los Puertos. Considerado rrollar un argumento marcademente ingenuo que
como una de las obras cumbres del llamado cine fol- pretendía estrechar lazos culturales y musicales
klórico, contiene temas tan significativos de Quin- entre España y Argentina.
tero, León y Quiroga como el tanguillo por soleares Sin duda, en 1949, el llamado cine folklórico había
A la vela, el pasodoble Francisco Alegre y la canción cifrado muchas de sus esperanzas en el éxito de la
por seguidillas gitanas Una cantaora. película Filigrana, dirigida por Luis Marquina y pro-
La producción de Quiroga en 1947 se cierra con tagonizada por Conchita Piquer y Fernando Grana-
la película La princesa de los Ursinos, dirigida por da. Pero, un guión que abusaba de las desiguales
Luis Lucia, y la casi desconocida Tiempo de vals. relaciones entre señoritos andaluces y gitanos faran-
En 1948, Quiroga participa en la ilustración duleros malogró la empresa. En realidad, de esta
musical de cuatro filmes: Embrujo, del realizador cinta, algunos fragmentos dramáticos aparte, sólo
Carlos Serrano de Osma y protagonizada por Lola merece un rendido homenaje la banda sonora. En
Flores y Manolo Caracol; María de los Reyes, de ella, además de los bloques instrumentales firmados
Antonio Guzmán Merino e interpretada por Ampa- por Quiroga, se escuchan magistrales recreaciones
ro Rivelles; La Cigarra con Imperio Argentina y de Conchita de los temas Como si fuera verdad, Ojos
Miguel Ligero al frente del reparto y Brindis a verdes, Arrieros somos, Nana vidalita y Vete donde no te
Manolete , con Paquita Rico como principal intér- vea, todos compuestos por el maestro sevillano.
prete, ambos dirigidos por Florián Rey. En todos Los trabajos cinematográficos de Quiroga en
ellos el músico sevillano introduce números musi- 1949 concluyen con la aportación de ilustraciones
cales inspirados en el folklore español, particular- musicales a la cinta Vendaval, dirigida por Juan de
mente el andaluz, algunos de los cuales ya eran Orduña y protagonizada por Juanita Reina. Entre
sobradamente conocidos por el gran público. Baste éstas merecen ser recordadas el pasodoble Soledad
recordar algunos de los temas incluidos en Embru- Montero y la zambra Y sin embargo, te quiero.
jo que ya estaban contenidos en algunas de sus fan- De esta pieza se incluyen varios de sus compa-
tasías líricas estrenadas arios atrás tales como La ses más representativos en el ejemplo 2.

168
M de los Ángeles Pidal, "El compositor Manuel López-Quiroga"

Te quie-ro mis que_a mis o - jos, 3


40 te quie-ro más que a mi vi - a,

IN»


más queál ai - re que res - pi - ro y más que_a la nta - re mt - a.

Ejemplo 2

En la década de los cincuenta, Quiroga amplía En 1952, Quiroga trabaja en la banda sonora de
su colaboración con el cine y firma el soporte musi- dos largometrajes protagonizados por Juanita
cal de varias cintas acogidas calurosamente por un Reina. El primero, Lola la Piconera, contenía blo-
público incondicional. Una de ellas fue Rumbo, diri- ques instrumentales firmados por Juan Quintero y
gida en 1950 por Ramón Torrado, para la que el cantables de Antonio Quintero, Rafael de León y
maestro Quiroga, al lado de Quintero y León, apor- Manuel López-Quiroga entre los que sobresalen el
ta los temas Cariño mío, Rosario de penas y Yo quie- tanguillo Lola la Piconera, la marcha Como dos bar-
ro vender mis ojos, entre otros. quitos y la zambra Callejuela sin salida. El segundo,
En 1951, estos tres autores colaboran en la com- Gloria Mairena, incluía la marcha ¡Ay, Sevilla, villa,
posición del filme María Antonia Fernández, La villa!, las bulerías A dónde va esa barquita y el paso-
Caramba, dirigido por Arturo Ruiz Castillo. Para la doble Capote de grana y oro, entre otros.
ocasión, ofrecieron, entre otros números destaca- Del arreglo para voz y piano de Lola la Picone-
dos, las bulerías Coplas del no me fío y las canciones ra publicado por Ediciones Quiroga se incluyen los
Romance de Juan Limón, La Caramba y Manuela compases 31 al 34 (ejemplo 3).
Reyes. A esta cinta seguirían en 1951, Una cubana La presencia de Quiroga en el cine se reduce en
en España, dirigida por Bayón Herrera, y Tercio de 1953 a Intriga en el escenario, cinta para la que com-
quites, del realizador Emilio Gómez Muriel. pone los bloques instrumentales —junto a Gravina

¿Dön - de vas tan bo - ni ta Lo -la Lo - ta, la Pi - co - ne - ra?


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Ejemplo 3

169
Cuadernos de Musica Iberoamericana, Volumen 7, 1999

y Rebollo— y en la que introduce la farruca de 1952 Por lo que respecta a los arios setenta, entre las
Un cristalito cualquiera. numerosas películas que incluyeron en sus soportes
Tras un período de tiempo concentrado en la musicales números del maestro Quiroga merecen un
composición de piezas teatrales, Quiroga reanuda recuerdo especial En un lugar de La Manga, Los jóve-
su relación con el cine en 1956 al colaborar en los nes amantes, Juicio de faldas, Mi complejo es turístico,
largometrajes La vida es maravillosa y Compadece al Aunque la hormona se vista de seda, Carmen Boom,
delincuente. A estos títulos siguen Verbena, estrena- Varietés, La boda o la vida, Ojo por ojo, Cinco almoha-
do en 1958; El secreto de papá, en 1959; Cupido con- das para Rosa, La prima Angélica, Las señoritas de mala
trabandista, en 1962, y Todos eran culpables, en compañía, Canciones de nuestra vida, Cría cuervos, Pim
1963. Para ellos Quiroga elabora una partitura algo pam pum fuego, Yo soy fulana de tal, La otra alcoba,
distanciada del folklore nacional en la que llega a Retrato de familia, Los días del pasado, Niñas. . . al salón,
aproximarse tímidamente a ritmos como el rock, en Ocaña, retrat intermitent, Los ojos vendados, La orgía,
boga por entonces. Reflexiones de un salvaje y Los restos del naufragio.
En otro orden de cosas, hemos de apuntar que la Ya en la década de los ochenta y antes del falle-
música de Quiroga, tan popular desde los arios trein- cimiento del compositor, su música aparece inclui-
ta, fue incluida en multitud de filmes que la utiliza- da en títulos como Dedicatoria 1980, Dolores, La col-
ron como reclamo para un público que la escucha- mena y Truhanes.
ba, bailaba y tarareaba hasta la saciedad. Así, entre En la dilatada carrera artística de Quiroga los tra-
los largometrajes que en los cincuenta recordaron la bajos cinematográficos ocupan un lugar privilegia-
música de Quiroga podríamos citar La mujer; el toro do. En todas las películas que ilustró, de corto y largo
y el torero, Jack el negro, Pandora y el Holandés erran- metraje, se encuentran en estado puro principios
te, Doctora Castañuelas, Café cantante, Los enredos de estéticos y formales que recorren su obra tales como
una gallega, Me casé con una estrella, Los ojos dejan hue- el amor por el folklore hispano, de manera especial
llas, Esta es mi vida, Ahí viene Martín Corona, Aero- el andaluz; el desarrollo de una línea melódica de
puerto, Pena, penita, pena, Dolores la Petenera, Capi- innegable inspiración; el empleo de una acertada
tán fantasma, Gitana tenía que ser; Morena Clara, La orquestación; el respeto profundo por el texto a ilus-
hermana Alegría, La Zarzamora, Postino, La reina trar y la acomodación a las cualidades vocales y dra-
mora, Requiebro, Dos novias para un torero, Goodbye máticas de los intérpretes para los que escribe.
Sevilla, La Faraona, Limosna de amores, Lo que cues-
ta vivir, Aquellos tiempos del cuplé, Secretaria para todo,
4. La canción española bajo la óptica
Bajo el cielo andaluz, Carmen la de Ronda, Échame la de Quiroga
culpa, María de la O, La venganza y Venta de Vargas.
En los sesenta, los cantables de Quiroga se escu- En 1911, siendo un niño, Quiroga firma la par-
chan en cintas como Abajo el telón, Abuelita Char- titura de la romanza canción Morir morir. Desde
lestón, Festival en Benidorm, El Balcón de la luna, entonces y hasta el final de su vida, el músico sevi-
Detective con faldas, Operación Casablanca, Se nece- llano compuso centenares de cantables inspirados
sita chico, La niña de luto, Piso de soltero, Tatuaje, Pro- casi siempre en ritmos extraídos del folklore espa-
ceso a una estrella, La guerrillera de la Villa y Relacio- ñol que responden a diversos esquemas composi-
nes casi públicas. tivos pero que siempre están marcados por su sello

170
e de los Angeles Pidal, ° El compositor Manuel López-Quiroga"

personal. Muchos de estos cantables están inclui- De Rocío, pasacalle estrechamente emparenta-
dos en piezas líricas o forman parte de bandas sono- do con el tango, reproducimos los compases ini-
ras a las que han superado en popularidad y a las ciales pertenecientes a la versión publicada por la
que, en muchos casos, han eclipsado para pervi- UME en 1934, versión que sería reeditada en 1997
vir de forma autónoma en la memoria popular. (ejemplo 4).
Con som-bre - ro - ne - gro , con cha-que - ta cor-ta alas bru - jas ho -ras del a - no - che - cer.

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Ejemplo 4

Antes de instalarse en Madrid, Quiroga compo- Quiroga, un compositor respetado y admirado


ne en su Sevilla natal una serie de piezas breves cer- tras el estreno de Rocío, compone en 1931 otros can-
canas al cuplé, más o menos sicalíptico, siempre tables de éxito: el pasacalle La Trianera, la rumba
pasadas por el tamiz del folklore andaluz. Entre Negro Simón y el pasacalle Siempre Sevilla, entre otros.
1911 y 1929, elabora temas de cuidada factura En 1932, produce un considerable número de
como las zambras Carmen la barrenera, Dolores Var- cantables en los que están presentes giros melódicos
gas y Lamento gitano y los pasodobles Mi debut, El y armónicos propios del cancionero popular espa-
taxi, España castiza y Coplas y flores. Además, aten- ñol. Surgen entonces temas tan celebrados como la
to a los ritmos de moda, se acerca a ritmos extran- zambra Manolo Reyes, el cuplé El picaresco pijama, El
jeros tales como el foxtrot —Reflejos, El Kin-Ka-ju, foxtrot gitano y el pasodoble La vela de San Juan.
Gentil parisina—; charlestones —El charles gitano, En 1933, junto a un abundante número de pie-
Vamos a Maravillas, El moderno charlestón—y tangos zas que pasaron casi desapercibidas, Quiroga triun-
—Rincón arrabalero—. fa con la java Dale al columpio, Timoteíto y en 1934
Una vez instalado en Madrid, Quiroga, sin olvi- hace lo propio con la canción pasodoble Carcelera.
dar el gusto del público por los ritmos foráneos ads- Muy pronto, en 1935, Quiroga compone dos de
critos a las variedades, compone sin descanso piezas los números más destacados de su producción: las
de carácter español basadas en aires andaluces. Así, zambras María de la O y Ojos verdes. La primera,
en 1930 surgen los inspirados pasacalles Paca la pei- compuesta en colaboración con Salvador Valver-
nadora, La reina de la moda y ¡1,41 Congo!!; el tangui- de y Rafael de León, pertenecía a la comedia lírica
llo El pijama delator o Farruca cañí. Por fin, en 1931, de igual título. La segunda, con texto de los mismos
León y Quiroga alcanzan un éxito sin precedentes letristas, continúa siendo considerada como la pieza
con el pasacalle Rocío, una pieza popularizada por más siginificativa del maestro. De ella se ofrecen los
Imperio Argentina que muy pronto pasaría a engro- compases 9 al 15, cuyo texto hubo de ser variado con
sar el repertorio de multitud de intérpretes. Rocío no frecuencia por imperativo de la censura (ejemplo 5).
tardó en ser difundida a través de la radio y recrea- Otros cantables de éxito compuestos por Qui-
da en teatros, cabarets y salones de baile hasta con- roga en la década de los treinta, cimentados en las
vertirse en el cantable más popular del momento. fuentes del folklore español, son: María del Carmen,

171
Cuadernos de Miísica Iberoamericana. Volumen 7. 1999

A - po-yten er qui - sio de la man-se - bf-a, mi- ra-ba en-cen-der - se la no - che de Ma-yo.
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Ejemplo 5
Triniá, Doña Sol, Te quiero y María Magdalena, estre- mayo y Romance de valentía, pasodobles; Salero de
nados en 1936; Bajo los puentes del Sena, en 1937, y España y Cárcel de oro, farrucas, y Me embrujaste,
El cariño que te tengo, en 1938. tientos.
En la década de los cuarenta Quiroga compo- En los sesenta, Quiroga también produce can-
ne sus piezas líricas y bandas sonoras más rele- tables de amplia difusión. Entre ellos, deben ser
vantes. En ellas se insertan cantables de la catego- recordados la farruca Rosa Candelaria, el pasacalle
ría de las bulerías A la lima y al limón, No te mires en Dolores la Golondrina, la rumba Maruja Limón y la
el río, La rosa y el viento, Coplas de Pedro Romero, salve rociera Amanece en el Rocío.
Coplas del Almendro, Romance de Juan Limón, Can- Con la llegada de los arios setenta, Quiroga se
ción del olé, Callaíto, Los niños de la Gabriela y Oji- adelanta al auge que arios más tarde vivirán las sevi-
tos de sol y sombra. También firma pasodobles llanas y compone —además de rumbas flamencas,
como La Parrala, Dolores la Petenera, Lola la de los tanguillos, zambras, marchas, pasacalles, fandangos,
brillantes, Almudena, La Lirio, Doña Mariquita de los pasodobles, fandanguillos, tientos, etc.— algunas de
Dolores, Doña Luz, Lola Montes, Lola Clavijo, Com- contrastada calidad tales como En Almonte hay una
puesta y sin novio, Coplas de Luis Candelas, Madre casa, Con una cruz al hombro, Virgen de la Candelaria,
hermosa, Cocidito madrileño, Francisco Alegre; zam- Dos toros de perdición, Una niña marismeña, Para ser
bras como ¡Que Dios te lo pague!, Tus ojos negros, buen rocie ro, Que Sevilla tiene ángel, Toreros andaluces,
Judas, Con un pañol ito blanco, Callejuela sin salida, Soy minero y asturiano y Dos Hermandades.
Rubio, No me quieras tanto, Tú eres mi marío, Mi El maestro continúa idéntica línea compositi-
emperaora, Y sin embargo, te quiero; farrucas como va en los arios ochenta y firma temas sobresalientes
Romance de la otra; sevillanas, Coplas de los siete como las sevillanas Ante la Pastora; los pasodobles
niños; tanguillos, Pepa Bandera; marchas, Lola Mon- Torerillo, y Con la copla en los labios, y la canción fla-
tes, Capote de grana y oro, La Zarzamora, Lola Puña- menca Yo bendigo la vida.
les; pasacalles, La Caramba, Francisco Alegre, y can- Los cantables que jalonan la extensa producción
ciones, Dime que me quieres, La niña de la estación y de Quiroga responden al esquema de zambra, paso-
Tatuaje. doble, pasacalle, marcha, farruca, bulerías, etc. No
De cuantos cantables realizó Quiroga en la obstante, el compositor también se acercó a ritmos
década de los cincuenta merecen ser recordados hispanoamericanos como chachachás, corridos,
los que siguen: Como dos barquitos y Candelaria la cumbias, danzones, guajiras, habaneras, mambos,
del puerto, marchas; Pena mora y Te he de querer milongas, rancheras, sambas, son cubano y tangos,
mientras viva, zambras; El retrato de Rosa María, y a formas cercanas a las variedades como buguis,
pasacalle; Carmen de España, Amante de abril y fados, foxes y polkas.

172
M" de los Angeles Pidal, "El compositor Manuel López-Quiroga"

5. Obras de menor divulgación y Quiroga, trabajador infatigable, compuso ade-


pervivencia del legado musical más abundante música para banda, saetas, marchas
de Quiroga tras su muerte de palio, himnos y sintonías publicitarias.
La producción musical del maestro Quiroga se
Si bien es cierto que Quiroga centró su talento mantiene viva tras su muerte. El teatro homenajeó
compositivo en la elaboración de piezas líricas y de al autor sevillano en 1989 con la presentación en el
bandas sonoras cinematográficas, no lo es menos teatro Albéniz de Madrid de una versión de la
que también engrosan su producción piezas de los comedia musical María de la O. Posteriormente, en
más variados géneros; piezas que vivieron a la som- 1992, muchos de sus temas más significativos se
bra de sus trabajos cinematográficos y teatrales y escucharon en el espectáculo Azabache y en la anto-
que, en algunos casos, continúan siendo descono- logía dramática Madrid, Madrid.
cidas para quienes se acercan a la obra del compo- Por su parte, el cine español e iberoamericano
sitor sevillano. se acercó a Quiroga a través de varios largometra-
Entre los trabajos instrumentales firmados por jes: Las cosas del querer, de 1989; Yo soy ésa y Tiem-
Quiroga destacan las suites Suite gitana, compuesta pos de Neville, de 1990; El día que nací yo, de 1991;
en 1943; Boda gitana, en 1944; Suite andaluza, en Sol del membrillo, de 1992; Gatica, de 1993, y Más
1946; Brisas de Andalucía, 1947; Música de España, allá del jardín, de 1996, entre otros.
1963, y Cabalgata de la ilusión de Sevilla, en 1977, También es posible seguir el rastro de Quiroga en
así como los ballets Romance de petenera, estrenado series televisivas como Carmen y familia, Este es mi
en 1945; Don Quijote de La Mancha, en 1948, y barrio, Makinavaja y Médico de familia y en la sinto-
Barrio de la Viña, en 1985. nía de programas televisivos de muy diversa índole.
A estas piezas hay que añadir el drama reli- Por otra parte, la música de Quiroga está presen-
gioso compuesto en 1945 Jesús de Nazareth; el te en radio y televisión gracias a la difusión de nume-
poema lírico de 1947 Gloria de la Petenera; una rosos espacios destinados a glosar la historia de la
Misa por sevillanas, estrenada en 1972; el cuento canción popular española; a la divulgación de sus
musical de 1982 titulado El país del Abecedario y registros sonoros y a la retransmisión de conciertos
la cantata andaluza de 1983 Las ocho hermanas de los intérpretes más variopintos que incluyen sus
andaluzas. temas en su repertorio. No en vano, grandes figuras
Precisamente, de la partitura autógrafa para de la escena folklórica, del flamenco, de la lírica y del
piano de El país del Abecedario, se ofrecen, a conti- jazz continúan hoy en día grabando temas del maes-
nuación, los compases 16 al 20: tro Quiroga y, en consecuencia, revitalizando su obra.

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La "A, co - mo es la pri - me - ragu - to - ri - dad de di - cho pa - is.

2 o.

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Ejemplo 6

173

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