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Unidad IV: La sociedad burguesa (1760-1914) William H. Sewell Jr.: “Los artesanos, los obreros de las fabricas y la formacién de la clase obrera francesa” hi\toria ocial INSTITUTO DE HISTORIA SOCIAL U.N.ED. VALENCIA, INVIERNO 1992, N12 SUMARIO ESTUDIOS Marcel van der Linden y Wayne Thorpe: Auge y decadencia del sindicalismo revolucionario TEORIA-METODO Javier Paniagua: Una gran pregunta y varias respuestas. El anar- quismo espaol: desde la politica a la historiografiaeacanue 31 DOSSIER: FORMACION DE LA CLASE OBRERA Neville Kirk: En defensa de fa clase. Critica a algunas aportacio- nes revisionists sobre la clase obrera inglesa en el siglo 1% uu. 59 Jiirgen Kocks: Los artesanos, los trabajedores y el Estado: hacia tuna historia social de los comienzas del movimiento obrero 101 William H. Sewell 39: Los artesanos, los obreros de las fabrics y TaJormacion de la clase obrera francesa, 1789-184B.ocwuoume 119 M. Agulhon: Clase obrera y sociabilidad antes de 1848.. 141 LOS ARTESANOS, LOS OBREROS DE LAS FABRICAS Y LA FORMACION DE LA CLASE OBRERA FRANCESA, 1789-1848 William H. Sewell , Jr. Desve el punto de vista briténico, la historia de la formacién de Ja clase obrera francesa resulta paradéjica. Gran Bretaffa fue la cuna de la Revolucién Industrial; la economfa fran- cesa siguié siendo predominantemente rural y artesanal hasta el siglo xx. ¥ sin embargo los franceses fueron los Iideres indiscutibles de! desarrollo del socialismo y la conciencia de la clase obrera. La mayoria de los primeros grandes tebricos socialistas, excepto Robert (Owen, fueron franceses: “Gracchius” Babeuf, Claude-Henri de Saint-Simon, Charles Fourier, Louis Auguste Blanqui, Pierre-Joseph Proudhon, Louis Blanc. También fue Francia el primer lugar donde el socialismo llegé a ser un movimiento de masas, en la revolucién de 1848, ‘Teniendo en cuenta la comtin explicacién de la conciencia de clase como producto de una ‘economia industrial incipiente, la precocidad de la conciencia de la clase obrera francesa resulta totalmente desconcertante, Este desconcierto, sin embargo, se basa en una serie de malentendidos, tanto acerca de la naturaleza del capitalismo industrial francés como acer- ca de la relacién entre conciencia de clase y desarrollo de la industria en las fbric ‘Aunque Francia no experimenté una “Revolucién Industrial” al estilo britinico, la socie- dad francesa fue transformada por el capitalismo industrial en el siglo xrx. Y a pesar de que la industrializacién francesa no produjo una gran masa de obreros de las {Sbricas, si que produjo gran mimero de artesanos descontentos que fueron la base del movimiento obrero més temprano, no sélo en Francia sino en todas los paises de més precoz desarrollo industrial. 1, LAINDUSTRIALIZACION FRANCESA, Las caracteristicas fundamentales de la industrializacién francesa fueron las siguien- tes: un comienzo gradual y temprano, un predominio continuado de la produccién artesa- nal, un crecimiento relativamente lento de la industria en las fébricas y unos indices bajos de crecimiento demogréfico. Esta peculiar pauta dejé sus huellas en ef movimiento obrero francés. Francia nunca experiment6 un “despegie” como el que propania W. W. Rostow -un ssibito impulso de la produccién que inicia el!crecimiento industrial-. Segiin J. Marczewski, Ja produccién industrial francesa ya habia ‘comenzado su movimiento ascendente en la década de 1750, antes de la “Revolucién Industrial” briténica, y aumenté gradual pero (Original publicado en Ira Katznelson y Aristide Zolberg, eds, Working Class Formation: Nineteenth Century Patterns in Western Europe and the United Stores, Copyright © 1986 by Princeton University Press, 1p. 45-70. Reprinted by permission of Princeton University Press. Historia Soctol,n2 12, invierno 1992, pp. 119-140. 119 120 constantemente a partir de entonces.' Esta expansién tuvo lugar tanto en las industrias rura- les, especialmente las textiles de algod6n, lino y lana, como en la industria urbana, donde Jos articulos de lujo eran de gran importancia. La productividad creciente que result de la mecanizacién y el uso de la energia de vapor no fue, por tanto, el origen del crecimiento industrial moderno en Francia, sino que fue afiadido a una base en expansién constituida por la produccién industrial artesana. Gran parte del crecimiento industrial del siglo xx siguié centrindose en la artesania, Aunque los briténicos captaron la mayor parte del mercado mundial del acero y los textiles baratos de algodén y lana, los franceses siguieron dominando el mercado en cuanto a cier- tos articulos de lujo se refiere, Las sedas de Lyon, las cintas y adomos de seda de Saint-Etienne, las porcelanas de Limoges, y los innumerables productos de lujo de Paris se contaban entre las industrias més importantes y florecientes de la Francia del xxx. Lo que decia el Parlamento de Paris respecto a la artesanfa francesa en el siglo xvi seguia siendo cierto en el xix: “Nuestras mercancias.... se buscan en toda Europa por su buen gusto, su belleza, su finura, su solidez, la correccién de su diseifo, la perfeccién de su eje- cucién, la calidad de sus materias primas”,* En vez de competir directamente con los pro- ductos de fabrica britinicos, Francia segufa explotando su ventaja comparativa en produc- tos de alta calidad que requerian un trabajo altamente especializado. De hecho, incluso las industrias fabricantes con més éxito en el mercado internacional ~l algodén de Mulhouse y la lana de Roubaix se especializaron en las mejores calidades de tejido.” Ademés de las industrias artesanales que producfan para el mercado internacional, las industrias artesana- les proveedoras de la poblacién nacional siguieron prosperando. Como en todos los demas paises durante la primera mitad del siglo xx, la industria de las fabricas era de alcance bastante limitado y la vivienda, la ropa, los alimentos y la mayoria de los bienes de consu- ‘mo seguian produciéndose a mano. Las innovaciones clasicas de la Revolucién Industrial briténica fueron adoptadas mas tarde y a mucho menor escala en Francia que en Gran Bretafia. En el caso de los textiles, Ja ventaja briténica en todos los productos, excepto los de mayor calidad, era tan pronun- ciada que la mayor parte de los mercados franceses se limitaban a producir principalmente para el mercado interior francés. Gran nimero de fébricas textiles se construyeron en Rouen, Elbeuf, Lille, Tourcoing, Roubaix, Mulhouse, Reims, Saint-Quentin y otras ciuda- des, y la fabricacién de algodén fue una de las industrias del pais de més répido desarro- lo. Pero en comparacién con Lancashire, Glasgow o el West Riding de Yorkshire, es obvio que los centros franceses eran de segunda fila. La mineria y la metalurgia en Francia que- daban limitadas por unos recursos de carbén relativamente pobres (os ricos depésitos del Pas-de-Calais no se descubrieron hasta el final del siglo x1x) y la distancia entre los dep6- sitos de mineral y los depésitos de carbén. La minerfa y Ia metalurgia constituian impor- tantes nicleos de desarrollo industrial para Francia, pero apenas eran comparables a sus equivalentes briténicas y (més adelante) alemanas. Fue el crecimiento relativamente lento del sector de las fabricas francesas lo que llev6ja J. H. Clapham a preguntarse si Francia "J. MaRCZEWSKL, “The Take-Off and French Experichce”, en The Economics of Take-Off into Sustained Growth, ed. W. W. Rostow (London: Macmillan, 1963). La hip6tesis de Rostow fue presentada por primera vez cen The Stages of Economic Growth: A Non-Communist Menvesto (Cambridge: Cambridge University Press, 1961) [Las etapas del crecimiento econdmico. Un manifiesid no comunista, FCE, México, 196) gayle Fanoennon , Remonsrances Parlement de Part cua ste, vol. 3 (Par, 198), P. *'M, Levy-Lepoven, "Le processus d'industrilisation: Le cas de I'Angletere et de la France", Ree ‘istorique, 230 (1968): 281-98. tuyo alguna vez una verdadera “Revolucién Industrial”. Esto también hizo que la siguien- te generacién de historiadores econémicos de Francia escribiera interminablemente sobre el “estancamiento” o “retraso” de la economia francesa del siglo x1x.? Pero estudios cuan- titativos mas recientes han demostrado que esta preocupacién por el “‘retraso” no estaba justificada. La produccién francesa per cépita aumenté en lo esencial al mismo.ritmo que Ja produccién briténica per cépita hasta la Primera Guerra Mundial, e incluso después. La forma del desarrollo econémico en Francia fue muy diferente del de Gran Bretafia, ya que Ja agricultura y Ia industria artesanal francesas jugaron un papel més importante, pero el rendimiento giobal de la economia no fue menos impresionante.* ‘Una de las razones por las que la industrializacién francesa era diferente en la forma fue el bajo indice de crecimiento demogrifico de Ia poblacién francesa. Los indices de natalidad franceses ya habfan empezado a caer a finales del siglo xix y durante todo el siglo 20x la poblacién francesa aument6 en menos del 50%. La poblacién de Gran Bretaiia, en cambio, aumenté en un 350% en el siglo xix y todavia habria crecido més sino hubiera sido por la emigracién masiva. Gracias a este crecimiento demogréfico moderado, en Francia era posible mantener indices de crecimiento impresionantes en la renta per cépita sin el extraordinario desarrollo de la industria de las fébricas que ocurrié en Gran Bretafia. E] ripido crecimiento demografico briténico contribuyé a la urbanizacién masiva (la mano de obra sobrante no podia emplearse en la agricultura) y de este modo creé un mercado més uniforme y mévil, tanto para el trabajo como para el tipo de articulos que producen las fabricas. En Francia una proporcién mucho mayor de la poblacién se componia de campesinos que sélo participaban parcialmente en los intercambios monetarios y el terri- torio nacional quedaba dividido en varios mercados regionales parcialmente integrados, tanto para los articulos como para ¢! trabajo. Estas circunstancias limitaron las posibilida- des de 1a produccién de las fébricas en Francia e hicieron que fuera racional desde el punto de vista econémico ta inversién de gran parte del capital nacional en agricultura e indus- tria artesanal. Para una generacién de historiadores econémicos anterior, esta pauta france- sa de crecimiento demogréfico lento y el predominio constante de la agricultura y Ia arte- sania parecian signos del estancamiento. Actualmente es obvio que era simplemente una forma de industrializacién alternativa, forma que llevé a unas rentas per cépita crecientes y “J, H, CLaPwaM, The Economic Development of France and Germany, 1815-1914, 4* ed. (Cambridge: University Press, 1936), p. 53. * Vase, por ejemplo, 8. B. Covey, “Retardative Factors in French Economic Development in the Nineteenth and Twentieth’Centures", Joumal of Economic History, 6 (1946), suppl: 91-210; Clough, “"Retardative Factors in French Economic Growth at the End of the Ancien Régime and during the French Revolutionary and Napoleonic Periods", en Studies in Economics and Economie History: Essays in Honor of Harold F. Williamson, ed. M. Kooy (Durham: Duke University Press, 1972); David S. Lanes, “French Entrepreneurship and Industrial Growth ia the Nineteenth Century", Journal of Economic History, 9 (1949): 445.61; LANDES, "French Business and the Businessman: A Social and Cultural Analysis", en Modern France: Problems of the Third and Fourth Republics, ed. Edward Mead Earle (Princeton, University Press, 1951); LANDES, “New Model Entrepreneurship in France and Problems of Historical Explanation”, Explorations in Enirepreneurial History, 1 (1963); 56:37; R. E. CAMERON, "Profit, croissance et stagnation en France au X0C titele", Economie appliguée, 10 (1957): 409-444, CAMERON, “Economie Growth and Stagnation in Moder France, 1815-1914", Journal of Modern History, 20 (1958): 1-13; Tom KeMp, "Structural Factors in the Retardation of French Economic Growth", Kylias, 15 (1962): 325-50; y C, P. KmoLEBERGER, The Economic Growth of France and Britain, 1851-1950 (Cambridge: Harvard University Press, 1964). Los mejores fundamentos de esta tesis son los de Levy-LeBovER, "Le processus d'industrialisation"; Richard Roehl, "French Industalization: A Reconsideration", Explorations in Economic History, 13 (1976): 223-81; Patrick O'BRIEN y Caglar KeYDER, Economic Growth in Britain and France 1780-1914: Two Paths fo the Twentieth Century (London: George Alien and Unwin, 1978). 121 122 Finalmente al “consumo masivo” tan inevitablemente como una Revolucién Industrial al estilo briténico, . Este modelo francés de industrializacién tuvo dos importantes consecuencias para la formacién de la clase obrera francesa. La primera fue una continuidad relativa en la expe- riencia urbana de los obreros. Debido a los bajos indices globales de! aumento de la pobla~ ccidn, las ofudades francesas crecieron mucho menos répidamente durante las primeras eta~ pas de la industrilizacién que las ciudades briténicas, alemanas o americanas. Entre 1800 ¥y 1850 s6lo una de las diez ciudades més grandes de Francia (el puerto mediterréneo de Toulon) habia doblado su poblacién; en Gran Bretafia la poblacién de las diez ciudades més grandes habia aumentado dos o més veces su poblacién durante los mismos afios. Leeds y Birmingham, de hecho, habfan aumentado en més del triple, Manchester, Liverpool y Glasgow habian aumentado més de cuatro veces y en Bradford la poblacién se habia multiplicado por ocho. Las ciudades britinicas'también eran notablemente dife- rentes de las ciudades francesas en cuanto a su modo de vida.” En 1851, s6lo cuatro de las yeinticinco ciudades més grandes en Francia (Rouen, Lille, Saint-Etienne y Reims) eran centros significativos en cuanto a industria en fabricas. Y s6lo Saint-Etienne, que pasé de ser un pueblo en el siglo xvut a ser una ciudad de 56.000 habitantes en 1851, no habla sido 1un importante centro comercial, administrativo y artesanal mucho antes de la Revolucion Industrial. En Gran Bretafia, seis de las diez mayores ciudades en 1851 eran centros de industria en fabricas: Glasgow, Manchester, Birmingham, Leeds, Sheffield y Bradford Tres de éstas, Manchester, Birmingham y Bradford, habian sido meros pueblos al principio del sigio xvit. La mayoria de las grandes ciudades del siglo xix briténico eran esencial- mente productos de la Revolucién Industrial y la industria en fébricas y sus caracteristicas urbanisticas y culturales reflejaban este hecho. En Francia casi todas las ciudades impor- tantes tenian una larga y orgullosa tradiciOn urbana y la mayorfa crecfan gradualmente, de tal modo que retuvieron gran parte de su forma tradicional espacial y cultural a lo largo del siglo x1x. Excepto en algunos casos importantes, la segregacién de clases y la separa~ cién radical entre hogar y trabajo producidas en las nuevas ciudades industriales de Gran Bretafia eran mucho menos pronunciadas en las ciudades francesas. Sin duda, ciudades textiles como Roubaix, Tourcoing y Mulhouse se parecian mucho a las ciudades textiles briténicas, excepto en que eran mucho més pequefias. Y en Lyon, el movimiento obrero precoz de los trabajadores de la seda en la década de 1830 se bas6, en gran parte, en el desarrollo del suburbio industrial de Croix Rousse, altamente segregado. Sin embargo, lejos de significar una separacién entre el hogar y el trabajo, los suburbios industriales de Lyon estaban poblados casi exclusivamente por tejedores domésticos que trabajaban con sus familias y jomnaleros ocasionales a las érdenes de ricos comerciantes putting-out de la seda." Pero a pesar de las excepciones, es cierto que la mayoria de los trabajadores france- ses seguian viviendo en centros administrativos, comerciales e industriales mixtos. Por este motivo, la problemética del espacio urbano es mucho menos importante para 1a histo- ria de la formacién de las clases en Francia que en Gran Bretafia. La segunda consecuencia importante del modelo francés de industrializacién en la formacién de las clases en Francia fue que los artesanos, y no los trabajadores de las fabri- ” Para las ciudades francesas, véase Charles Pours, La population rangaise pendant la premiére mol- ‘ig du sax siéle (Paris: Presses Universitaires de France, 1956), p. 98. Las cifas briténices son de B. R. MarcweLt y Phyllis DEANE, Abstract of British Hisioial Statistics (Cambridge: Cambridge University Press, 9. 24-27. rhe Lyon Uprising of 1834: Social and Political Conflict in a Nineteenth- Century Ciny (Cambridge: Harvard University Pres, 1974) cas, siguieron siendo durante mucho tiempo la gran mayorla de los trabajadores industria- les franceses. Incluso en 1876, la poblacién industrial empleada en Ja industria a pequefia escala era el doble que 1a empleada en la industria a gran escala.? Incluso en Gran Bretafia los artesanos eran més numerosos que los trabajadores de las fabricas hasta después de la mitad del siglo y ademés estaban representados en la actividad politica obrera de forma desproporcionada. Pero en Francia el desequilibrio era mucho més pronunciado. Hasta la Comuna de 1871, la historia de la protesta obrera en Francia fue esencialmente la historia de la protesta artesana. La asunci6n convencional de que el movimiento obrero con con- ciencia de clase fue un producto de la fabrica es todavia menos sostenible en Francia que en otros paises de industrializacién temprana, Un estudio histérico de la formacién de la clase obrera francesa, pot lo tanto, debe prestar especial atencién a las experiencias especi- ficas de los artesanos. . TL, Los ARTESANOS, LOS OBREROS DE LA INDUSTRIA TEXTIL Y LA DINAMICA, DEL CAPITALISMO INDUSTRIAL EI hecho de que la industria artesanal sobreviviera en Francia bien entrado el siglo xx, no implica en absoluto que no s¢ viera afectada por el desarrollo del capitalismo industrial. De hecho, el capitalismo empezé a transformar la artesania mucho antes de la introduccién de las innovaciones tecnolégicas inglesas a finales del siglo xvm y principios del xix, Las primeras artesanias que sintieron sus efectos fueron las textiles de la lana y el lino, En un principio éstas eran industrias urbanas y como tales estaban regidas por el mismo tipo de gremios que regulaban 4 todos los otros oficios urbanos. Como elemento esencial del comercio regional e interregional, las industrias textiles quedaron sujetas a la dinamica del desarrollo capitalista muy pronto. En los siglos xvi y xvii los comerciantes capitalistas que dominaban la industria textil empezaron a instalar méquinas de hilar y tejer en las familias rurales que trabajaban en sus propias casas y que normalmente combi- naban estas actividades industriales con el cultivo de una mindscula parcela. La industria textil de putting-out fue introducida como un medio de evitar las exigencias de los gremios urbanos: alto coste de 1a mano de obra, précticas restrictivas e insistencia en un nivel de calidad alto. Los tejedores rurales, no sélo aceptaban salarios més bajos que los tejedores Ge los gremios urbanos (al ser agricultores a media jornada podian permitirse trabajar por menos dinero), sino que ademés estaban dispuestos a fabricar los tejidos mas ligeros, de calidad mas baja y més baratos, los cuales constituian el principal sector de crecimiento de Ja industria text. La industria textil putting-out -en la cual la fabricacién era rural y doméstica, pero la coordinacién y control estaban en manos de capitalistas urbanos que operaban en un mer- cado interregional o internacional~ era el sector més avanzado de la economfa capitalista cen los siglos xvir y xvilt. Cuando la fabricacién del algodén fue introducida en el siglo xvt siguié el mismo modelo de putting-out que el que se habfa establecido ya para la lana y el lino. La introduccién de las fébricas de hilar y tejer en la primera mitad del siglo xix * Thimor J. MARKOVITEH, “Le revenu industriel et artisanal sous la Monarchie de Juillet et le Second Empire", Cahiers de l'Institut de Science Economique Appliquée, series AF, 4 (1967): 87 '* El estudio clisico de los trabajadores textiles es el de Pierre GousenT, Beauvais et le Beawoisis de 1600 & 1750, contribution a Uhitoire sociale de a France au xr siete (Paris: SEVPEN, 1960). Véase tam- bin Franklin F. MENDELS, “Proto-industralization: The First Phase of the Process of Industrialization”, Journal of Economie History, 32 (1972): 241-61, y un mimero especial de Rewe du Nord, 61 (enero-marzo, 1975), ttulado, Aux origines de a révoluion industrielle: Industrie rurale et fabriques 123 124 ‘no supuso el comienzo del capitalismo industrial ent Francia, sino més bien la Hegada de tuna nueva etapa en la explotacién de una industria que ya habia sido capitalista durante al menos dos siglos. La historia de la industria textil de los siglos xvu y xvut fue tinica en su género. En caii todas las demés industrias artesanas, la fabricacién siguié Ilevandose a cabo en ciuda- des bajo la supervisién -mds 0 menos minuciosa— de los gremios. Fue a partir de la supre- sign de los gremios en la Revolucién Francesa y la acelerada expansién de los mercados nacional y mundial en Ja primera mitad del siglo xx cuando el capitalismo industrial fempezd a tener efectos profundos sobre un amplio espectro de industrias artesanales. Desde un punto de vista abstracto, el capitalismo tenia una dindmica uniforme, Ia misma cn las industrias artesanales urbanas del xix que en la industria textil rural de los siglos xvil y Xvi o en las nuevas fibricas textiles del xxx. Los sistemas de produccién fueron reorganizados para poder producir una mayor cantidad de productos estindar, normalmen- te a més bajo coste por una mano de obra menos cualificada, y de ese modo aprovechar las oportunidades de un mercado en expansién, Pero en cuanto a experiencias concretas, lo que les ocurrié a los artesanos urbanos del siglo xrx fue bastante distinto de lo que les ocu- rrié a los obreros de la industria textil, ya fuera en los siglos xvul y xvut 0 en el XIX Generalmente, los eruditos han considerado que la artesanfa urbana del siglo 21x era “tradicional”, sobre todo porque pocas ramas de esta artesania fueron afectadas por cam- bios tecnolégicos importantes hasta casi el final del siglo. Investigaciones més recientes, sin embargo, han revelado la existencia de gran mimero de nuevas pricticas de explotacién que transformaron muchas industrias artesanales sin la introduccién de maquinaria nueva. Propietarios de industrias tan diversas como la fabricacién de ropa, la joyeria, los muebles, la construceién y el calzado respondieron a Ja creciente demanda de sus productos mediante el abandono de la antigua practica de fabricar articulos encargados por sus clien- tes y, en su lugar, el empleo de la especializacién en articulos estindar confeccionados que podfan producirse en masa y venderse a un precio més bajo. Dichos propietarios reorgani- zaron totalmente los modelos de produccién existentes, aumentatido la divisién del traba- jo, introduciendo varios esquemas de subcontratacién, diluyendo las especialidades de los obreros o confiando alguna fase de la fabricacién a mujeres o nifios que trabajaban en sus propias habitaciones o desvanes. Estas practicas no sélo bajaron las ganancias y redujeron Ta autonomia de los trabajadores en la rama reorganizada de la industria, sino que también redujeron los salarios de los trabajadores que permanecieron en la rama tradicional. La explotacién, tal como lo prucban estudios recientes, pudo ser tan intensa en las industrias artesanales como en las fabricas en la primera mitad del siglo x0x." ‘Vease Chuistopher H. JOHNSON, "Economic Change and Artisan Discontent: The Tailor’ History, 1800- 1848", en Revolution and Reaction: 1848 and the Second French Republic, ed. Roger Price (London: Croom Helm, 1975), pp. 87-114; Jonson, Utopian Communism in France: Cabet and the Icarians, 1839-1851 (Uthaca: Comell University Press, 1974), esp. pp. 177-82: JOHNSON, “Communism and the Working Class befo- re Mare: The Ieatian Experience”, American Historical Review, 16 Gunio 1971): 657-67; Bernard H. Moss, The Origins of the French Labor Movement: The Socialism of Skilled Workers, 1830-1914 (Berkeley: University of California Press, 1976), esp. ch, 1; Ronald AMINZADE, “The Transformation of Social Solidarities en Nineteenth-Century Toulouse”, in Consciousness and Class Experience in Nineteenth-Century Europe, ¢4. John M, Merriman (New York: Holmes and Meier, 1979), pp. 85-105; AMmzADE, Class, Poliies, and Early Indusirlal Capitalism: A Study of Mid-Nineteenth-Century Toulouse, France (Albany: State University of New ‘York Press, 1981), ch. 2; la introduceién de Alain COTTEREAU ala reedicin de Denis POULGT, Question socia- le; Le sublime, ou le travailieur comme il ext en 1870, ef ce qu'll peut éire (1870; rep. Paris: Frangois Maspéro, 1980), esp. pp. 63-81; y In introducci6n de Alain Fans a Agricol PeRDIOUIER, Mémoires d'un compognon (Paris: Frangois Maspéro, 1980), pp. 21-22. El desarrollo cldsico de este problema es el anlisis de los artesanos de Londres, realizado por E. P. THOMPSON, en The Making of the English Working Class (London: Victor Gollancz, 1963), cap. 8 [Laformacisn hstirica de la clase obrera,Laia, Barcelona, 1977} __Este hallazgo es muy significativo para cualquiera que intente comprender el predo- ‘minjo de los artesanos en los comienzos del movimiento obrero, ya que implica que los artesanos tenian tantas razones para protestar como los obreros de’las fabricas. Pero se queda a mitad camino. Ayuda a explicar por qué los indices de participacién de los artesa- nos en los movimientos de protesta eran tan altos como los de los trabajadores de las fébri- cas, pero no explica por qué estos indices eran mucho més altos, Para poder explicar esta disparidad, debemos ampliar nuestra investigacién mas allé de la cuestién de la explota- cién para explorar fos modos en que diferentes tipos de obreros comprendian y actuaban en Jas experiencias propias de sus lugares de trabajo. Un punto de partida itil es la interpretacién marxista clisica del desarrollo de la con- ciencia de clase entre los obreros de las fabricas, Marx sefialé no s6lo la intensidad de 1a explotacién en la fébrica, sino también el cardcter crecientemente socializado del proceso de produccién. Reunidos bajo el mismo techo y obligados a cooperar con otros trabajado- res en un complejo proceso de produccién, los obreros de las fébricas se darian cuenta de que sus intereses como trabajadores asalariados eran comunes y asf se decidirfan a actuar juntos en defensa de esos intereses. El problema de esta explicacién es su excesivo mate- rialismo literal. Marx asumié que una conciencia de sus intereses comunes dependia de la ‘mera proximidad fisica de los obreros, de sus interconexiones visibles y palpables entre las cuatro paredes de Ia fabrica, En realidad, el desarrollo de la conciencia colectiva es menos una cuestién de reconocer hechos palpables que de construir redes interpretativas que dan a ciertos actos una relevancia especial. El que los obreros se apifiaran en las fabricas no conlleva autométicamente el reconocimiento de unos intereses comunes y el sentimiento de solidaridad, ni tampoco el hecho de que los obreros trabajen en talleres diseminados inhibe necesariamente dicho reconocimiento; todo depende de cémo comprendan su traba- joy de sus relaciones entre si. Pero si Marx se equivocaba al pensar que la disposicién fisi- ‘ca del trabajo seria el factor crucial que llevaria a los obreros a comprender que su labor era social, sin duda tenfa razén al sefialar que cierta comprensién de este hecho era una condicién necesaria para la accién y la conciencia colectivas. La diferencia crucial entre los trabajadores artesanos y los trabajadores de las fabricas residia en el modo en que comprendian su trabajo; la tendencia de los artesanos a la accién por la conciencia de clase era en gran medida la consecuencia de una comprensién social de su trabajo que derivaba del sistema corporativo o gremial de las ciudades medievales y del principio de la Edad Moderna. En cambio la relativa inactividad de los obreros de las fébricas -por lo menos los obreros en las fabricas textiles surgié de un concepto menos social, més individualizado de las relaciones de produccién. Estos diferentes conceptos del trabajo nacieron de las historias distintas del capitalismo en la industria textl y en la arte- sania urbana. La extensién de una organizacién rural, doméstica y putting-out de la industria textil creé una nueva fuerza laboral cuyo funcionamiento no estaba significativamente infiuido por las instituciones corporativas urbanas. En la artesania urbana, las instituciones corpo- rativas y las tradiciones constituyeron el marco principal de las relaciones productivas hasta ~y en algunos aspectos més allé de- la Revolucién Francesa. La conciencia de clase surgié en Francia como una transformacién del concepto corporativo del trabajo de los artesanos bajo el impacto doble del desarrollo capitalista y la politica revolucionaria. El impacto del capitalismo industrial sobre los oficios artesanales ya ha sido tratado. Para descubrir cémo los artesanos tomaron conciencia de su pertenencia a la clase obrera, debemos examinar su herencia cultural e institucional corporativa y después determinar cémo esta herencia se transformé en un movimiento obrero de conciencia de clase durante las transformaciones politicas del siglo xix. 125

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