Desde 1930 y al menos hasta mediados de se propone hablar de go and crash porque
la década de 1970, o sea, durante un período la evolución del modelo provoca crisis cuya
de casi medio siglo, la Argentina vivió en un magnitud exige un cambio de rumbo, al menos
sistema que se ha dado en llamar “economía en el corto plazo, y con enorme impacto nega-
cerrada”. O bien, puede decirse que evolucionó tivo, como ocurrió con su crisis final.
a lo largo del proceso que los economistas deno- Este trabajo se propone analizar la fre-
minaron de “Industrialización Sustitutiva de cuencia e intensidad de las crisis que ocurrie-
Importaciones” (ISI). A partir de 1976 esa ron en ambos modelos durante más de medio
situación comenzó a cambiar y la economía siglo como un elemento más para evaluar y
nacional ingresó en un proceso de apertura comparar la viabilidad de cada uno de ellos.
externa y de reforma y desregulación de los Los resultados muestran que las crisis del se-
mercados que desembocó en un nuevo sistema, gundo modelo fueron mucho más profundas
al que proponemos denominar de “apertura con y prolongadas que las registradas durante la
endeudamiento externo”; este nuevo modelo economía cerrada y sugieren que esas conse-
de funcionamiento tuvo un primer ciclo muy cuencias dramáticas recientes no pueden de-
intenso (1976-1981), un período de reacomodo jarse de lado en los balances respectivos. Para
(1982-1988) y un renovado y profundo impulso ofrecer un panorama histórico de referencia, el
a partir de entonces. En conjunto, su presencia texto comienza con un breve resumen de las ca-
se mantuvo durante casi un cuarto de siglo y racterísticas básicas, o el comportamiento esti-
culminó en la gran crisis iniciada en 1999 y que lizado, de ambos regímenes de funcionamiento
se profundizó hasta el derrumbe en 2001-2002. de la economía argentina.
Ambos modelos fueron acompañados por
distintos ritmos de crecimiento y, sobre todo,
por sucesivas crisis intermedias. En el primer ■■ La economía cerrada
caso, estas fueron definidas como fenómenos
de stop and go, porque el propio sendero de La crisis de 1930 provocó un enorme impacto en
crecimiento generaba las condiciones para una la Argentina, cuya economía se basaba en las
crisis, luego de la cual se reiniciaba la marcha cuantiosas exportaciones agropecuarias, gene- 119
del producto. En el segundo caso, en cambio, radas por la fertilidad de la pampa húmeda, que
* El ingeniero Jorge Schvarzer, especialista en economía argentina e internacional, falleció en el año 2008, dejando un
vasto legado de libros y artículos. Integraba el grupo de economistas, el Plan Fénix y dirigía el Centro de Estudios de la
Situación y Perspectivas de la Argentina (CESPA), Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.
** Andrés Tavosnanska, Lic. en Economía (UBA), miembro de la Asociación de Economía para el Desarrollo de la
Argentina (AEDA).
1 Documento de Trabajo Nº 15, publicado por CESPA en marzo del 2008.
2 Algunos de los mejores análisis de la enorme serie de estudios ya existentes sobre los ciclos de stop and go son, a
nuestro juicio, “La estructura productiva desequilibrada argentina y el tipo de cambio” de Marcelo Diamand (1972),
“Las consecuencias económicas y sociales de las políticas económicas ortodoxas aplicadas en la República Argentina
durante los años de posguerra” de Eprime Eshag y Rosemary Thorp (1965), “Un modelo de estancamiento económico.
Estudio de caso sobre la economía argentina” de Oscar Braun y Leonard Joy (1981). Los tres artículos fueron publi-
cados en Desarrollo Económico, números 45, 16 y 80, respectivamente.
Modelos macroeconómicos en la Argentina: del “stop and go” al “go and crash”
que derivaba en una recesión. El sistema quedaba esa salida. Aún así, desde mediados de la década
dominado por un proceso de inflación recesiva, de 1960 se comenzó a notar una corriente alcis-
desencadenada por la devaluación. El sector ta de exportación de productos industriales que
externo encontraba de esta manera una forma contribuía a generar las divisas necesarias para
perversa de equilibrarse, dado que la contracción el país. Ese flujo alcanzó su máximo a mediados
del nivel de actividad reducía las importaciones de la década de 1970, impulsada por intensas
e incrementaba (ligeramente) los saldos expor- políticas oficiales al respecto, y retrocedió bru-
tables a costa de los ingresos (y la demanda de talmente, luego, debido a las nuevas estrategias
alimentos) de la mayoría de la población. aplicadas a partir de 1976 que, irónicamente, se
Una vez que la economía se ubicaba en la denominaban de “apertura externa”.
etapa recesiva, se redoblaban las presiones que La tercera solución posible radicaba en el
pondrán el ciclo nuevamente en marcha. Los recurso al crédito externo que se mantuvo muy
trabajadores y los empresarios industriales restringido durante décadas y limitado a la oferta
pujaban por reconquistar sus ingresos y recla- de algunos organismos públicos de las naciones
maban subas salariales y de precios de los desarrolladas y a los internacionales, como el
bienes fabriles que compensaran el incremento FMI, que imponían pesadas exigencias para
del costo de vida; pedían, además, que se rela- otorgar sumas reducidas para las necesidades
jara la restricción monetaria. A medida que se locales. Más tarde, el aumento explosivo de la
recuperaba la actividad y el salario real, el tipo oferta de esos créditos por los grandes bancos
de cambio volvía a atrasarse con el avance de privados, a mediados de la década de 1970, coin-
la inflación y se generaban las condiciones para cidió con el cambio de modelo en el país.
una nueva restricción externa que volvía a poner En definitiva, a mediados de la década de
un tope a la fase alcista. 1970 la economía cerrada se estaba abriendo al
La falta de respuestas positivas del agro a exterior, vía exportaciones agrarias y fabriles
los aumentos de precios se debía, entre otras crecientes que ofrecían la posibilidad de pasar
razones, al atraso tecnológico del sistema produc- de la ISI a una industrialización apoyada en las
tivo que era muy difícil de solucionar en el corto ventas al exterior mientras se superaba la restric-
plazo. La importación de maquinaria agrícola no ción externa. Pero la estrategia aplicada luego
podía aumentar en la proporción deseable por la del golpe militar de 1976 modificó esa evolución.
escasez de divisas (y la escasa producción local)
mientras que se notaba la ausencia de prác-
ticas modernas que permitieran aprovechar la ■■ La economía abierta con
tierra. A fines de la década de 1960, sin embargo, endeudamiento externo
comenzó a notarse una mejora en la oferta a
medida que el INTA (creado recién en 1956) logró El aumento de los precios internacionales del
desarrollar y difundir “paquetes tecnológicos” petróleo y las materias primas, a mediados de
aptos para la región pampeana. La producción la década de 1970, coincidió con (y contribuyó
local de maquinaria agrícola fue la otra “pata” de a) una enorme expansión del mercado del euro-
la recuperación del sistema productivo agrario dólar que implicó la multiplicación del crédito
que contribuyó a su mecanización. A mediados en divisas por parte de los grandes bancos
de la década de 1970 esa creciente oferta poten- internacionales. La oferta masiva de esos
cial fue impulsada, del lado de la demanda, por créditos dio lugar, por primera vez en medio 121
la primera gran alza de los precios agrarios siglo, a que la mayoría de las naciones subde-
ocurrida después de la guerra de Corea. Luego sarrolladas pudieran superar, aunque de modo
de casi medio siglo, la reacción productiva y el coyuntural, la restricción externa.
alza de los precios estaban logrando que el país Brasil, por ejemplo, que se enfrentó a una
comenzara a superar la restricción externa. severa escasez de divisas debido al aumento
Una segunda solución posible consistía en la del precio del petróleo (que entonces debía
exportación de bienes fabriles aunque había nu- importar en cantidades masivas) logró superar
merosas restricciones internas y externas para ese problema gracias al crédito externo que
le permitió, asimismo, comprar numerosos tipo de cambio, como herramienta para frenar
bienes de capital en una apuesta al crecimiento la inflación, mientras que el gobierno recu-
a mediano plazo. rría al crédito externo para cubrir el déficit
La Argentina ya no tenía la misma nece- comercial y de servicios. La crisis del tequila,
sidad, ni urgencia, de crédito externo, por en 1994-95, fue una señal de la intensa depen-
las razones señaladas, pero la política oficial dencia de los flujos de divisas que repercutió en
optó por esa alternativa con elevado énfasis a otra crisis más fuerte a partir de 1999, cuando
partir de 1978. El gobierno lanzó una estra- los acreedores externos comenzaron a percibir
tegia de tipo de cambio con atraso programado, que el país no podría llegar a pagar no sólo la
conocida como la “tablita”, que sus autores creciente deuda externa sino que tampoco los
decían que estaba diseñada para contener la intereses que ella devengaba. Esa crisis fue tan
inflación pero que, en los hechos, implicó una intensa que derrumbó al modelo de la converti-
continua caída de las exportaciones (cada vez bilidad y abrió la puerta a un nuevo cambio de
menos rentables por esa evolución del tipo de política económica que queda por ahora fuera
cambio), una rápida suba de las importaciones de este análisis.
(estimuladas por la baja de sus precios de Las crisis financieras no fueron exclusivas
moneda local) y el recurso al endeudamiento de la Argentina; ellas ocurrieron en casi toda
para cubrir el déficit comercial y de servicios América Latina, donde hubo dos grandes ciclos
así como las demandas de los agentes locales de endeudamiento: el primero en la década de
que querían comprar dólares “baratos” como 1970, que culminó con la crisis de la deuda de
mecanismo de ahorro y especulación. los años 1980, y el siguiente en la década de
El sistema funcionó un par de años hasta 1990, que de forma similar concluyó en las crisis
que se cortó el crédito externo. La crisis se hizo mexicana, brasileña y argentina. También
pública en marzo de 1981, con el cambio de sufrieron ciclos de auge y depresión los países
gobierno, mientras que los compromisos deri- asiáticos, aunque provenían de situaciones
vados de la masiva deuda externa, acompa- radicalmente distintas y tuvieron disímiles
ñados por el déficit comercial, planteaban una desenlaces. Una revisión de la literatura sobre
coyuntura insostenible. La crisis derivada de estas crisis permite ver que el caso argentino
esa situación obligó a una devaluación masiva, sólo se diferencia en detalles de los modelos
provocó una recesión tan profunda como estilizados elaborados por la teoría de los flujos
prolongada (la mayor de las registradas desde financieros que se resume a continuación4.
la crisis de 1930) y obligó a modificaciones La teoría económica estándar justifica la
apreciables en las formas de funcionamiento entrada de capitales de diversas formas a los
de la economía argentina3. que considera siempre benéficos para el país
El país tardó en superar esa crisis, mien- receptor. Los capitales, buscando las inver-
tras estaba envuelto en una oleada de alta siones de mayor rendimiento según esa teoría,
inflación y presionado por el pago de los irían hacia los países más pobres, ayudándolos
compromisos de la deuda. Todo eso llevó a una a aumentar su inversión y su producto. Ante
nueva crisis a fines de la década que coincidió la escasez de capital que estos países sufren,
con un cambio de gobierno y una nueva apli- el ahorro externo es lo que les permite incre-
cación de la estrategia de tipo de cambio atra- mentar su tasa de inversión y crecer a mayor
122 sado con endeudamiento externo. El Plan de velocidad. La devolución de los préstamos no
Convertibilidad, aplicado en 1991, atrasó el sería problemática, dado que se conseguiría
3 Ese proceso está estudiado a fondo en Jorge Schvarzer (1986) La política económica de Martínez de Hoz. Hyspamérica,
Buenos Aires.
4 La descripción de esos ciclos financieros se basa en distintos trabajos sobre el tema entre los que cabe remarcar “Shock
externo y desequilibrio fiscal” de Mario Damill, José María Fanelli y Roberto Frenkel (1994), “Globalización y crisis
financieras en América Latina” de Roberto Frenkel (2003), “Capital market crisis: liberalisation, fixed exchange rates
and market-driven destabilisation” de Lance Taylor (1998), “Economic growth with foreign savings?” de Luis Bresser-
Pereira y Yoshiaki Nakano (2002) y “Políticas para mejorar la inserción en la economía mundial” de la CEPAL (1995).
Modelos macroeconómicos en la Argentina: del “stop and go” al “go and crash”
utilizando tan sólo una pequeña porción de inflación disminuye, variables que contribuyen
los beneficios del crecimiento que genera la a la ilusión generalizada sobre el supuesto
aplicación productiva de esos recursos. En la éxito del modelo. La abundancia de financia-
práctica, estos argumentos no se verificaron miento barato se combina con la recuperación
en los países que se abocaron a la liberaliza- relativa del salario real (permitida en buena
ción. Diferentes estudios (como el que derivó medida por la disminución de la inflación) y
en el famoso “puzzle de Feldstein-Horioka”) en conjunto dinamizan tanto el consumo como
muestran que las tasas de ahorro e inversión la inversión. Dada la apertura comercial y el
están fuertemente correlacionadas, por lo que tipo de cambio apreciado, la demanda interna
la inversión es financiada por el ahorro local y impulsa la producción local, pero especial-
el crecimiento parece seguir dependiendo más mente el ingreso masivo de productos impor-
de la capacidad de acumulación de cada país tados. La avalancha de importaciones, sumada
que de los ingresos que reciba del exterior. a la pérdida de competitividad de las exporta-
En la práctica, las crisis financieras explo- ciones, genera un déficit de la balanza comer-
taron en países que combinaron la apertura cial que se amplía a medida que dura la fase
comercial con la liberalización de los flujos de alcista del ciclo. La deuda externa, mientras
divisas y la apertura de la cuenta de capital. Esos tanto, recorre un sendero de crecimiento veloz;
países aplicaron tipos de cambio fijos o semifijos, a medida que crece, los pagos de intereses se
generalmente en programas que tenían como incrementan, poniendo una carga adicional
objetivo combatir la inflación. A pesar de que sobre la cuenta corriente, que se vuelve rápida-
en algunos casos se logró realmente contener el mente deficitaria. El déficit de cuenta corriente
alza de los precios, el mismo paquete de medidas y el aumento de la deuda externa hacen que
genera una serie de dinámicas que derivan final- la economía se vuelva más vulnerable a un
mente en una nueva crisis. cambio de orientación del flujo de divisas.
El tipo de cambio fijo (que en el caso argen- Cada año el país requiere una nueva deuda
tino fue establecido por ley) provee un seguro para solventar su déficit de cuenta corriente
de cambio gratuito que elimina, por lo menos y refinanciar los vencimientos de capital e
en teoría, el riesgo de una devaluación. En ese intereses de la deuda acumulada que no tiene
contexto, la diferencia entre la tasa de interés forma de afrontar. La vigencia de la regla
local y la internacional provee una oportunidad cambiaria y la posibilidad de pagar la deuda
de obtener grandes ganancias a quienes colocan externa depende entonces de la capacidad del
sus dólares en plazos cortos. La posibilidad de gobierno de seguir atrayendo una masa cada
endeudarse a tasas bajas en el exterior y conse- vez mayor de divisas al país. Pero mientras
guir rendimientos mayores en el sistema finan- mayores son las necesidades del gobierno,
ciero local se ve reforzado por la promesa del es decir, cuanto más se hayan expandido el
gobierno de mantener el valor en divisas de los déficit de cuenta corriente y la deuda externa,
pesos ganados en el período. Dada la elevada mayor es el riesgo de no lograr conseguir los
liquidez internacional, los capitales son atraídos cuantiosos recursos necesarios y, por lo tanto,
por los rendimientos que el país ofrece. mayor es el riesgo del colapso. La percepción
La entrada de capitales inaugura la fase de la vulnerabilidad de la economía comienza
ascendente del ciclo, pero esta ocurre con un entonces a verse reflejada en la pérdida de
tipo de cambio sobrevaluado. El anclaje del credibilidad de la regla cambiaria y en el incre- 123
tipo de cambio logró en muchos casos reducir la mento de las posibilidades de que el país caiga
inflación, pero suele hacerlo con cierto rezago, en una cesación de pagos.
y la suba de precios, que continuamente, El alza del riesgo país y del riesgo de deva-
genera una apreciación adicional de la moneda luación obligan a ofrecer cada vez mayores
local, responsable en gran medida de la diná- rendimientos para que los capitales sigan
mica posterior de la economía. En la primera fluyendo y se ensancha así la diferencia entre
fase, que se caracteriza por la caída de la la tasa de interés local y la internacional. En la
tasa de interés, la actividad crece mientras la economía local, la ausencia de crédito externo
origina la primera etapa de la fase contrac- BID, y el Banco Mundial de hacer lo mismo, o
tiva del ciclo. Ella provoca un alza de la tasa empresas locales disponibles para ser vendidas.
de interés, que genera el encarecimiento del Pero estas políticas generan, a su vez, una
crédito para el consumo y la inversión. Esos pesada carga que determina en gran medida el
cambios se combinan con la baja de competiti- tamaño del ajuste posterior. La deuda externa
vidad de las exportaciones y la restricción mone- impone crecientes pagos de intereses mientras
taria que opera una vez que comienzan a caer que la extranjerización de la propiedad acre-
las reservas. La contracción de la economía se cienta las remesas de utilidades. Así la exten-
agrava mientras siguen cayendo las reservas y sión de la etapa de crecimiento de la economía
sube la tasa de interés a medida que se profun- se hace a costa de un déficit cada vez mayor de
diza la idea de que la caída es inevitable. la cuenta corriente.
La crisis puede acelerarse por factores En el ajuste de las crisis del stop and
exógenos: suba de la tasa de interés interna- go, la imposibilidad de financiar los déficits
cional, retracción de los flujos de capital (como comerciales llevaban rápidamente a la caída
ocurrió con la crisis del tequila) o suba del del nivel de actividad, la cual producía una
riesgo país debido a las dudas de los inver- contracción de las importaciones hasta que se
sores o por “contagio” ante la caída de un país conseguía el equilibrio de la balanza comercial.
vecino. Cualquiera de ellos puede situar al país En las crisis financieras modernas, la expan-
en una posición aún más vulnerable. Un déficit sión puede continuar a pesar del desequili-
de cuenta corriente que aparentemente podía brio externo pero, al momento de la crisis, el
ser financiado, o un nivel de deuda externa que ajuste debe ser tal que permita no sólo equi-
parecía controlable, pueden tornarse explo- librar la balanza comercial, sino que debe
sivos ante un shock externo de magnitud. Sin provocar un superávit comercial de magnitud
embargo, la dinámica explosiva de los ciclos tal que permita solventar, además, los pagos
de endeudamiento descriptos no depende de de intereses y utilidades comprometidos en el
la posibilidad de encontrar situaciones como período de auge. Mientras mayor sea el déficit
estas. Son las mismas características intrín- de cuenta corriente, más se haya endeudado
secas del proceso de crecimiento sostenido por el país y más extranjerizada se encuentre su
el endeudamiento las que engendran la fase propiedad, mayor es el ajuste recesivo que la
recesiva con la que culmina el ciclo, más allá restricción externa impone.
de que esta pueda agravarse o aliviarse por En conclusión, las promesas que augu-
cambios en el contexto internacional. raban que los ciclos del stop and go serían
En definitiva, la duración del ciclo depende superados mediante la apertura y la entrada
de la capacidad nacional de conseguir sufi- de capitales no se cumplieron. La experiencia
ciente cantidad de divisas para financiar el argentina muestra que el resultado fue tan sólo
creciente déficit de la cuenta corriente. Dado una prolongación de las fases alcistas al costo
el déficit comercial y de servicios, estas entran de desembocar en crisis de mayor magnitud.
al país mediante la colocación de la deuda En otras palabras, se reemplazó el stop and go
externa (tanto privada como pública) en los por el mucho más penoso go and crash.
grandes bancos internacionales o en los orga-
nismos multilaterales de crédito y con la
124 venta de empresas públicas o privadas. De ■■ Dinámica del producto
esta forma, el excedente de absorción interna
(consumo más inversión) por sobre el producto A los efectos de una comparación sobre el creci-
se financia endeudando el país y/o vendiendo miento del producto en ambos períodos se ha
el patrimonio nacional. El período de expan- decidido tomar la etapa 1952-1974 como expre-
sión puede extenderse en el tiempo mientras sión del primero y 1976-1998 como expresión
se cumple alguna de las siguientes variables: del segundo. En ambos casos resulta imposible
suficiente apetito por prestar al país por parte tomar períodos “puros” debido a los constantes
de los bancos privados, voluntad del FMI, el cambios de política económica al interior de
Modelos macroeconómicos en la Argentina: del “stop and go” al “go and crash”
Gráfico I
Evolución del Producto Bruto Interno 1947-2007, en pesos constantes de 1993.
400.000
350.000
1976 - 1998:
+55%
300.000
1952 - 1974:
+140%
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
1947
1949
1951
1953
1955
1957
1959
1961
1963
1965
1967
1969
1971
1973
1975
1977
1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
Fuente: elaboración propia en base a datos de Cuentas Nacionales
cada uno de ellos pero resulta evidente el predo- Los resultados son contundentes: el
minio de la economía cerrada en el primero y la producto se multiplicó por 2,4 en el primer
abierta en el segundo. período y sólo subió 55% en el segundo (o por
La opción de las fechas señaladas se origina un factor de 1,55). En consecuencia, el producto
en el interés de tomar dos períodos de duración per cápita creció alrededor de 90% en el período
semejante (en este caso 22 años) no afectados 1952-1974 y sólo subió 20% en el segundo.
en sus extremos por crisis coyunturales que A los valores anteriores se puede agregar
pueden modificar los resultados en el mediano que en el primero el valor agregado por el
plazo. En ese sentido 1952 presenta un año sector fabril se triplicó mientras que en el
“normal”, después de una suave crisis en 1949, segundo ese avance no pasó del 50%, de modo
mientras que 1974 es el último año de avance que el crecimiento del período de apertura
de la economía “cerrada” y sirve para marcar estuvo más impulsado por servicios que por la
el fin de dicho período. El segundo se inicia en producción de bienes.
1976, en coincidencia con el golpe de estado Las comparaciones pueden extenderse a
que comenzó a modificar el funcionamiento variables como el empleo o la evolución del
de la economía argentina, y luego de la suave salario real, siempre favorables al primero
crisis de 1975 con un valor del PBI similar al de pero lo que interesa es apreciar el fenómeno
1974, de modo que el período tomado incluye, de las crisis en ambos procesos.
a su favor, la enérgica recuperación de 1977; el 125
período cierra en 1988 antes del comienzo de
la crisis que va a terminar bruscamente con la ■■ Efecto de las crisis
convertibilidad. Cualquier año posterior que se
seleccione ofrecería resultados más negativos Después de la crisis de 1930, las estadísticas de
para este período debido a la intensa caída del evolución del PBI señalan una pequeña recesión
producto que siguió hasta 2002, de modo que en 1943 y otra en 1945, que dejamos de lado para
se toma un período favorable para medir el concentrarnos en la de 1949 que se ubica en el
proceso de apertura. comienzo del período de análisis, y seguir con las
Gráfico II
Crecimiento y crisis del PBI
400.000
350.000
300.000
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
1947
1949
1951
1953
1955
1957
1959
1961
1963
1965
1967
1969
1971
1973
1975
1977
1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
Fuente: elaboración propia en base a datos de Cuentas Nacionales
de 1953, 1959, 1961, que corresponden al primer la pérdida de producto (respecto a una evolu-
período, dejamos entre paréntesis la de transi- ción constante) en pesos de 1993 así como en
ción en 1975, y tomamos las de 1978, 1981, 1988, porcentaje del PBI. Entendemos que el cálculo
1995 y 1998 para el segundo período. de la pérdida potencial de producto es mejor en
El Gráfico II presenta, en tramos verticales este último caso porque el PBI crece a lo largo
grisados, los años de crisis en el período anali- del tiempo y los pesos constantes son menos
zado de modo que se vea la frecuencia de ellas representativos del proceso5.
y la duración de cada una. El Cuadro I y el Gráfico III exhiben los
El trabajo define la duración de la crisis resultados del ejercicio.
como el tiempo que transcurre hasta que el PBI El resultado es muy significativo. Las crisis
vuelva al valor de origen y calcula el valor de del período de stop and go duran dos años (con
Cuadro I
Pérdidas de producto en cada crisis desde 1949 hasta 2005, en pesos de 1993 y porcentajes del PBI
Duración (años) Pérdidas en millones de $ de 1993 Pérdidas (% PBI)
49-50 2 1.021 1,3%
52-53 2 4.109 5,0%
59-60 2 6.742 6,5%
61-64 3 6.215 5,5%
75-77 3 2.233 1,2%
78-79 2 6.349 3,2%
la excepción de la última de ellas que llega a crisis representó una pérdida de casi la mitad
tres) y “cuestan” una pérdida de producto del del PBI, es decir que destruyó el equivalente
orden de 5% a 6,5% del PBI. En cambio, de las a todo el excedente del producto final de una
cuatro crisis del período de apertura (descon- economía que hubiera crecido al 4% anual
tando la primera del período de transición), una durante 10 años. Ese resultado justifica la deno-
dura cuatro años y dos demandan nada menos minación de go and crash para el período.
que siete años para que el PBI recupere su nivel El Gráfico IV expresa las pérdidas de
anterior; esas crisis “cuestan” 21,9%, 34,3% y producto en igual valor promedio por cada año
48,6% del PBI. Obsérvese que el período adop- de la crisis para mejorar la presentación. En
tado terminaba en 1998, pero la crisis del cambio, el Gráfico III expresa esa misma pérdida
año siguiente se extiende hasta el año 2005, en valores promedio anuales por crisis, que es
momento en el que recupera el PBI previo. Esa otra manera de presentar el mismo resultado.
Gráfico III
Pérdidas de producto en cada crisis desde 1949 hasta 2005, en porcentajes del PBI
10%
9%
8%
7%
6%
5%
4%
3%
2%
1%
0%
1947
1949
1951
1953
1957
1959
1961
1963
1967
1969
1971
1973
1977
1979
1981
1983
1987
1989
1991
1993
1997
1999
2001
2003
2007
1955
1965
1975
1985
1995
2005
Fuente: elaboración propia en base a datos de Cuentas Nacionales
Gráfico IV
Pérdidas de producto en cada crisis desde 1949 hasta 2005, en porcentajes del PBI
20%
18%
16%
14%
12%
10%
8% 127
6%
4%
2%
0%
1947
1949
1951
1953
1955
1957
1959
1961
1963
1965
1967
1969
1971
1973
1975
1977
1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007