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pone el entendimiento del paisaje filtrado ciencia paisajística a la que hace alusión
por la cultura, como resultado de un Martínez de Pisón. El lector podrá encon-
entramado complejo en donde se entre- trar entre las páginas de este compendio
cruzan morfologías, ideas, imágenes y un esfuerzo altamente valorable de bús-
vivencias. A su vez el autor nos motiva a queda y creación de un entendimiento
entender el paisaje como educador, capaz común del paisaje que nos permita per-
de producir una conciencia paisajística a cibirlo como una construcción social, ubi-
través de la cual podamos valorarlo, cui- cándonos a nosotros mismos como los
darlo y generarlo. Esta compilación de responsables tanto de su producción,
textos nos invita tanto a renovar nuestro como de su preservación y destrucción.
vocabulario ante la prolífica insurrección
de modos de ver, entender y hacer paisa- Alejandra Mizrahi
jes, como también a producir esa con- Universitat Autònoma de Barcelona

NOGUÉ, Joan (2009)


Entre paisajes
(fotografías de Maria Rosa Russo)
Barcelona: Àmbit Servicios Editoriales

Vivimos entre paisajes, y sin embargo, no por la Unesco. Otro avance paulatino en
son pocas las veces que en nuestra coti- el contexto más específico de Europa,
dianeidad éstos nos pasan desapercibidos. hecho posible gracias al discreto esfuerzo
Es como si postergáramos la experiencia de un grupo de profesionales, ha sido la
no sólo de mirar sino de habitar, de vivir conformación en el año 2000 del ELC o
los paisajes, a momentos extraordinarios European Landscape Convention (en cas-
de nuestro tiempo libre como lo son los tellano Convención de Florencia), cuya
paseos o los viajes. Todo ello vinculado a acta fundacional, que articula un marco
que nuestras concepciones tradicionales para la protección, gestión y planificación
tanto geográficas como estéticas sobre el de los paisajes de Europa, entró en vigor
paisaje son en general bastante reduccio- en 2004 y ha sido firmada y ratificada
nistas, si tomamos en cuenta la diversa hasta la fecha por veintinueve de cuaren-
índole de paisajes intangibles todavía por ta y seis países pertenecientes al Consejo
cartografiar, que exceden por mucho nues- de Europa. Subrayo este Convenio para
tro sentido de la vista. Vivimos pues introducir una cuestión común que com-
—entre paisajes—, sin realmente cono- parte con el libro Entre paisajes, de Joan
cerlos ni tomar en cuenta la interacción Nogué. A decir, la amplitud del concep-
entre los elementos abióticos, bióticos y to de paisaje entendido no sólo como una
antrópicos que en ellos acontece. extensión de terreno que se —ve— desde
Sin embargo, en el ámbito global pro- un determinado sitio, sino como un área,
fesionalizado, poco a poco hemos apren- tal como es —percibida— por la pobla-
dido a valorar y a conservar el patrimo- ción, cuyo carácter es el resultado de la
nio paisajístico desde una noción que interacción entre diversos factores natu-
rebasa la mera naturaleza, hasta el punto rales y/o humanos.
de que, por citar algún ejemplo, los pai- Pero sin menoscabar estas mejoras,
sajes culturales formen parte de la lista del ¿a qué otras exigencias nos enfrenta en la
Patrimonio de la Humanidad declarada actualidad la defensa del paisaje?, ¿qué
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valor tendría estimular en nosotros, los salvo seis artículos que se publicaron en
ciudadanos, una «atención estética» de las páginas centrales del periódico. No
exploración a todos aquellos paisajes que obstante, existe una gran diferencia en
nos rodean? He aquí las dos principales cuanto a la publicación original de los
preguntas que el autor de Entre paisajes, artículos, ya que para la edición de Entre
Joan Nogué, catedrático de la Universi- paisajes, Nogué invitó a colaborar a la
tat de Girona y director del Observatori arquitecta paisajista y fotógrafa italiana
del Paisatge de Catalunya, busca poner Maria Rosa Russo, con fotografías inédi-
sobre la mesa. Cuestiones que aborda no tas inspiradas en las temáticas abordadas
tanto como hipótesis de trabajo a argu- en el libro. Tal colaboración resulta por
mentar a la usanza de los artículos o libros un lado sugerente, ya que el libro puede
de corte más académico, sino como él ser visto como una selección depurada de
mismo apunta al comienzo del libro: para imágenes; pero, por otro, resulta ambi-
repensar de manera más imaginativa e guo, en el sentido de que al primer golpe
intuitiva diversos aspectos geográficos del de vista uno no sabe si se trata de un libro
entorno. poético o de una antología de ensayos crí-
A pesar de que Joan Nogué es uno de ticos.
los pioneros e introductores de la geo- De manera general, puede decirse que
grafía humanística y más concretamente los fragmentos que conforman Entre pai-
«fenomenológica» en España, esta inten- sajes tienen en común una mirada original
ción desde luego diversifica el espectro de e incisiva sobre aquellos paisajes olvida-
los públicos lectores, ya que no se cons- dos que han comenzado a ser descubier-
triñe a un ámbito de especialización, a tos gracias al surgimiento de «nuevas geo-
diferencia de otros libros del mismo autor grafías críticas» que nos embarcan en
como Geopolítica, identidad y globaliza- expediciones hacia lugares ocultos, aban-
ción (2001) en colaboración con Joan donados, lastimados y en peligro. Ya sea al
Vicente Ariel; Nacionalismo y territorio tratar sobre tópicos de la ciudad y sus peri-
(1998); La práctica de la geografía en Espa- ferias, ya sea al hablar sobre el campo o
ña (1940-1990): innovación metodológica las carreteras, las reflexiones de Joan
y trayectorias individuales en la geografía Nogué nos recuerdan que el ánimo recep-
académica española (1992), en colabora- tivo que genera el paseo puede convertir-
ción con María Dolores García Ramón y lo en una experiencia estética que esti-
Abel Albet i Mas; Els nacionalismes i el mule la formación de una inquietud, una
territori (1991); La percepció del bosc: la curiosidad y, en definitiva, una sensibili-
Garrotxa com a espai viscut (1986); Una dad cotidiana. Tales estímulos pueden
lectura geogràfico-humanista del paisatge generar una relación más comprometida
de la Garrotxa (1985). con las mejoras de nuestros paisajes más
Entre paisajes abre interrogantes sobre inmediatos, con especial énfasis, desde
la actual complejidad geográfica, cultural luego, en la emergencia social en térmi-
y humana del paisaje desde referencias nos económicos y ecológicos que azota
que al ser compartidas nos atañen a todos. nuestro planeta, sobre todo en lo que se
El cuerpo de las perspectivas sobre el pai- refiere a la compleja gestión de nuestros
saje tan poco habituales que nos ofrece el recursos naturales y a los apabullantes ries-
libro en forma de artículos (ordenados gos ambientales que implica el calenta-
temáticamente en tres ámbitos: límites y miento global.
paisaje; paisajes olvidados; ética y restos En este sentido, sin duda uno de los
del paisaje urbano), se gestó mayoritaria- artículos más sugerentes es «Cartografías
mente en el suplemento «Cultura’s» que de la emoción», en el cual se argumenta
aparece cada miércoles en La Vanguardia, la urgencia de una imaginación cartográ-
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fica que diversifique sus competencias más excepcionales, entrópicos. Sin embargo,
allá de los mapas de orientación y con- el libro va más allá y nos habla también
servación de la memoria geográfica, fun- de una geografía ética que desvela paisa-
damentados en una «función estratégica jes de la injusticia, los desplazados, la
de supervivencia» tan característica de pobreza, el hambre, la exclusión, la guerra,
nuestros sistemas culturales hegemónicos. así como la renovada importancia de la
Lo realmente provocador de extender el problemática formación de identidades
papel de los mapas allende su función tra- colectivas en la actualidad.
dicional de cartografía topográfica, es Esta compilación de ensayos es en
«dignificar», por llamarlo de algún modo, suma una invitación a meditar sobre una
las relaciones subjetivas, existenciales y serie de interrogantes que seguramente la
simbólicas, es decir, no utilitarias de los mayoría de los lectores nos hemos plan-
ciudadanos con su entorno. Quién sabe teado en el apresurado transcurrir de la
si tal vez la importancia de tales relacio- vida, sin dedicar el tiempo que cada una
nes es precisamente que a través de ellas de estas reflexiones merece: «Una pleni-
generamos nuestros sentidos de lugar de tud existencial en términos geográficos y
acuerdo a pensamientos, recuerdos y emo- de enriquecimiento sensorial —y por
ciones propias. Después de todo, el pai- tanto, personal— requiere la reivindica-
saje no existe más que a condición de ción de una mayor atención del indivi-
nuestras mediaciones culturales en cada duo y de la sociedad en su conjunto hacia
caso diferentes, y por ello únicas e intrans- todas esas “otras mitades” del paisaje infra-
feribles, pero también dinámicas y en valoradas, desatendidas, menospreciadas.
constante transformación, tal como el pai- No vivimos a fondo, como ciudadanos,
saje mismo. los paisajes que tenemos a mano, simple-
Entre paisajes aporta una visión espe- mente porque no los vemos, y no los
ranzada y a la vez desafiante de esas otras vemos porque no nos han enseñado a
geografías de las que cada vez es más mirarlos».1
urgente hablar y generar concienciación:
micropaisajes cotidianos, híbridos, noc- Mónica Amieva Montañez
turnos, sonoros, olfativos, identitarios, Universitat Autònoma de Barcelona

1. NOGUÉ, Joan (2009). Op. cit., p. 157.

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