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* Capitulo Ill EL CONSTITUCIONALISMO EN COLOMBIA Dentro de esta perspectiva estratégica resulta posible presen- tar el proceso constitucional colombiano en cuatro de sus aspectos principales: la historia constitucional propiamente dicha, las constantes estructurales del régimen, laestrategia del reformismo constitucional y el debate constitucional contem- poraneo. 1. LA HISTORIA CONSTITUCIONAL El primer problema que plantea la tradicién colombiana de independencia nacional y gobierno republicano es él de los periodos en los cuales tal proceso debe dividirse para facilitar la descripcién y la critica. La vieja historiografia, dedicada casi por entero a cantar las hazafias militares y las obras guberna- mentales dentro de una vision conmemorativa y conservadora dela eyolucion Nae divide toda la historia republicana en cinco etapas: a) la guerra de independenci fi (1810-1819); b) la Republica de Colombia, as aocidgean la Gran Colombia (1819-1830); c) la Republica de la Nueva Granada (1830-1858); d) el periodo federal o federalista (1888. 1886); y e) la Republica de Colombia (1886-1887). El crit io rector de esta division es constitucional en el sentid pre superficial del término: cada etapa deriva su nombre arate: ristica distintiva del nombre oficial del Estadoo de increeionl cia politica Preponderante (como en la guerra de ind ae cia o el experimento federal). En ambos casos, fea 234 Escaneado con CamScanner textura de los conflictos sociales, las diferencias rewonales, bs expresiones culturales e incluso las escaramuzas pollt ae ideoldgicas se ignora en beneficio de una imagen intencio ode del pais y de su continuo progreso bajo el liderazgo ilustra¢ oe los partidos politicos gobernantes, que resultan ser los ne a ros legitimos de los padres fundadores. Y este sesgo S¢ confirms por el énfasis de la vieja historia en problemas nacionales y no regionales y locales; en soluciones y no en problemas; on zas juridicas y militares y no en procesos y tendencias de cardcter econdmico, cultural y social; en el progreso simple y pacifico y no en la evolucién compleja y conflictiva!s. : : Mas aiin, cuando la historia general se convierte en historia constitucional las cosas empeoran. En los pocos trabajos dis- ponibles, los de José Maria Samper y Manuel Antonio Pombo y José Joaquin Guerra a finales del siglo pasado, y los de Antonio José Rivadeneira Vargas, Eduardo Fernandez Botero y Diego Uribe Vargas en los ultimos veinticinco afios, las cartas y sus enmiendas son presentadas en una forma mecanicista, aparentemente descriptiva e informativa, realmente apologé- tica y conmemorativa!*. Estas obras, en efecto, desde el texto pionero de historia y exégesis constitucional de Samper, que puede ser comparado a El Federalista en la tradicion nortea- mericana (Samper fue uno de los dieciocho consejeros o dele- gatarios que redactaron y aprobaron la ultima y actual codifi- cacion) hasta la comprensiva compilacién de Uribe Vargas, comparten todas la misma idea del constitucionalismo como artesania juridica y de las constituciones como instrumentos de gobiernos y partidos para imponer el orden politico y la paz social a los contenciosos pero virtuosos colombianos. En suma, la historia constitucional tradicional no es mas que una cria- tura del régimen, destinada a generar una actitud de solidari- 15, Véase Dario Jaramillo Agudelo (Compilador), La Nueva Historia Colombia, Colcultura, Bogoté, 1976 y en especial la Introduccién del compilador y la contribucién de Jorge Orlando Melo. 16. Vease José Maria Samper, Derecho Piblico Interno de Colombia, 2 vols., Imprenta de la Luz, Bogoté, 1886; Manuel Antonio Pombo y José Joaquin Guerra, Constityciones de Colombia, Imprenta de Echeverria Hermanos, Bogoté, 1892; Antonio José Rivadencira Vargas, Historia Constitucional de ‘olombia, Editorial El Voto Nacional, Bogoté, 1962; Eduardo Fernindez Batero Las Constituciones Colombianas Comparadas, 2 vols., Universidad de Cope tias Medellin, 1964; y Diego Uribe Vargas, Las Constituciones de lombia, 2 vols., Ediciones Cultura Hispénica, Madrid, 1977. 35 Escaneado con CamScanner dad y apoyo hacia las clases dominantes y sus partidos gobernantes. hi hac Las criticas precedentes no significan que la nueva historia constitucional por escribirse tenga que ser militante Me a dista, comprometida con la defensa del nuevo orden, si fs aye inconsciente de los juegos de guerra que tienen lugaren Mt arena juridica, Por el contrario, una historiografia alternal ean Proceso constitucional debe ser politicamente consciertts Obje- tiva (que no neutral) y escéptica. Porque la tarea de la filosofia del derecho es la lucidez. ‘ Dicho esto, hay que buscar un criterio nuevo para el pains de los materiales que forman el constitucionalismo colom- biano. Tal criterio, derivado de la historia misma, es el proceso de construccién nacional, es decir, el esfuerzo de las Clases dominantes y los partidos gobernantes para fundar y consoli- dar un aparato institucional capaz de controlar a la totalidad de la poblacién sobre la totalidad del territorio del Estado- nacién o Estado nacional, en este caso mediante la importacion e imposicién al pais de la ideologia del constitucionalismo liberal o régimen republicano tal como ha sido administrada y prevalece en Estados Unidos y Francia desde la independencia y la revolucién, respectivamente. En realidad, el acontecimiento central a'lo largo de la histo- tia de Colombia durante los dos siglos pasados ha sido la edificacién del Estado-nacién o Estado nacional, que es un Proceso colectivo, material y en movimiento y noun episodio singular, formal y terminado, de tal suerte que todos los demas aspectos de la vida social pueden ser referidos a él, En esta perspectiva, de consiguiente, las constituciones y las reformas deben ser vistas como medios y fines ala vez, Como resultadose instrumentos de una empresa hasta ahora frustrada: la de hacer que-la vida cotidiana de los individuos y las instituciones en Colombia sea un ejercicio democratico, Si el proceso de Construccién nacional es entonces él hilo conductor, la historia republicana de Colombia puede arre- glarse de modo que se distingan dos grandes etapas: a) la formacién del Estado nacional, marcada Por una sucesion de guerras civiles Y cartas fundamentales que se extiende desdela paverutencs n.1810 hasta itorio'y 1a Escaneado con CamScanner 2. LAS CONSTANTES ESTRUCTURALES Las numerosas constituciones y reformas mencionadas bien pueden ser la expresién de unestilo nacional, de una tendencia cultural hacia el discurso legal y la retorica republicana que se comentaran més adelante. Pero ellas muestran también la extraordinaria resistencia del régimen frente al cambio consti- tucional. Porque existen unas constantes estructurales que no han sido alteradas o desplazadas de la fabrica del Estado muya pesar del recurrente reformismo. En la medida en que la estruc- tura original permanece tras las sucesivas oleadas de estatutos y enmiendas, quizé la clave para descifrar el mensaje de la carta y dominar la gramatica de la guerra se halle aqui, en estas perdu- rables caracteristicas: 1. Republicanismo. Desde el umbral de la guerra de libera- cién nacional contra el Imperio espaiiol y a lo largo de su busqueda del orden y la estabilidad, Colombia ha apelado siempre al liberalismo entendido como ideologia oficial de las democracias representativas o reptblicas occidentales. La influencia dominante recibida por los padres fundadores fue la de las revoluciones norteamericana y francesa, aunque puede afirmarse que la segunda resulté mas eficaz que la primeraenla Provision de las herramientas que permitieron fundar el Estado nacional bajo la forma de la republica liberal en la mejor tradicién continental. Mas atn, se puede hablar de dos liberalismos. El uno viene de Atenas, la revolucién gloriosa inglesa y la independencia norteamericana, y se distingue por la libertad individual dentro de un contexto de restriccién gubernamental y riqueza e ilustraci6n sociales. Su retérica libertaria remite a exitosos simbolos de prestigio como la Carta Magna, la Decla- racién de Derechos, la constitucién de Filadelfia, las obras de Locke, Hume, Jefferson, Madison y las ensefianzas y hazafias de Blackstone, Marshall, Lincoln y Roosevelt. En la tradicién anglosajona se trata, en efecto, de la unica democracia posible, la del constitucionalismo, el individualismo, la tolerancia reli- giosa y la propiedad privada. El otro liberalismo, en cambio, deriva de Esparta, Roma, el Renacimiento florentino, la Revo- lucién francesa y las guerras de independencia hispano ameri- canas, y su rasgo caracteristico es la disciplina de la ley, el orden Tepublicano bajo el dominio centralizado de la razon y del derecho. Esta segunda tradicién no es una negacion de la 37 Escaneado con CamScanner ‘ i aduccién autoritaria aj democracia liberal sino mas DS ee aes civiles latino modelo europeo continental z ie un esquema democratico de mericanos. Ella también Se eit estatal ha sido tempranae gobierno, pero aqui la infervOe! 5 ciudadanas estan encuadra- intensa, las ibertades y garantias 100% y la vida politica se das por una disciplina legal Se lidetidad ‘qué pat et distingue més. por oa eek |. Dentro de este libera- individualismo y el egoismo racional. of loé jachbinos lismo centralista, la lectura de Rousseau Rs adores Bisbee franceses y sus herederos intelectuales, los ibe: sese hit, noamericanos, muestra mejor que ningun otro pr de vielia rico el lado oscuro de la luna liberal!”. Esto nos trae. tage al republicanismo como constante del constitucion: iano. oe . Pere colombiano ha sido y es republicano ieuay asu prolongada adhesién ala democracia representativa basada en el principio activo de la soberania nacional o indivisible, que fue Jefinida por Rousseau en El Contrato Social € instituida por la primera repiblica francesa en su constitucion revolu- cionaria de 1793. Dicha nocién informa el sistema politico nacional en tanto el articulo 2 de la ley fundamental en vigor, que no ha sido enmendado desde su adopcién en 1886, dispone: Lasoberania reside esencial yexclusivamente en la Nacién, y de clla emanan los poderes publicos, que se ejercerdn en los térmi- Nos que esta Constitucién establece. Aqui radica la contradicc tucional del pais, Segun |. fundar el Estado, es decir, | derivados, como el Poder poder de reformar la constit tucion, la rama legislativa, influencia del pueblo. Asi carta, igualmente inalterad i6n central de la estructura consti- la cldusula transcrita, el poder de la soberania, y los Pode: a de establecer la const; itucién, Pertenecen a u: Y se ejercen mas alld lo confirma el artic lo desde 1886: itucién y el na sola insti- 1 ease James Miller, Rousseau: Dreamer of Democracy, Yale Universit ‘ Jordan, ionary in Iilen Robespierr, The Free Press, New Yor feat ml La Cori Mae {a Guimera: Rousseau y la Repiiblica Jacobinaen el Pensamiens natucion de nal de Bolivar, Editorial La Caja de Herramientas, Bogota, von mattucio- Press, New Haven, 1984; David P. 38 i rT Escaneado con CamScanner oe. Ello significa que la capacidad de establecer una organiza- dn politica soberana en Colombia radica en la nacién, pero la _nacién como tal no puede actuar por si misma sino tan slo a través de la mediacién del Congreso. Se establece, en conse- ‘cuencia, la tirania de los representantes sobre los representa- dos gracias a la irresponsabilidad politica absoluta garantizada’ alos senadores y representantes ala Camara por el articulo 179 j.(también refractario al reformismo constitucional), el cual define la relacién politica entre electores y elegidos como repre- sentacién y no como mandato puesto que los ciudadanos no pueden imponer obligaciones a sus diputados'®. 2. Centralismo. Sila naturaleza del régimen es republicana y no democratica, la forma del Estado es centralista o unitaria pues el territorio nacional esta dividido en departamentos 0 provincias que carecen de autonomia por cuanto estan sujetos al gobierno central. Al contrario del federalismo, el centra- lismo opera de manera tal que slo las autoridades nacionales pueden ejercer las funciones estratégicas del Estado: reformar la constitucién, aprobar las leyes, establecer los impuestos, adop- tar el presupuesto, garantizar las libertades, etc. En efecto, la primera decisi6n tomada por los lideres que firmaron el Acta de Independencia de 1810 fue la de adoptar el centralismo como fundamento del nuevo régimen republicano. Dicha opcion estuvo determinada por la necesidad estratégica de enfrentar una eventual reconquista espafiola, que constituyé una preocupacién central de los padres fundadores de Colom- bia durante mas de veinte afios. Tenian razén. Hubo una reconquista espafiola entre 1815 y 1819, cuando fuerzas reali: ‘tas intentaron aplastar el movimiento independentista y res- » taurar‘el virreinato en el norte de América del Sur. Los patrio- “tas tuvieron éxito en rechazar a los realistas pero el centralismo © Se'mantuvo como rasgo constitutivo del ente politico en pro- _ “tesoide construccién. ' ; : ‘centralismo fue ademas una herencia del periodo colonial, terizadoipor un sistema politico burocratizado'y jerarqui- Escaneado con CamScanner Ee: sO! zado impuesto como was génea y volatil de las col a en la cuestion mas dispu amisa de fuerza ala Tealidad hetero, jas!?. Y el centralismo se convertiria ada por las élites dominantes dey . ante tres periodos: la lam; nuevo pais, Parte a Jo las -provincias format Patria Boba (1810-18 rearon entre si bajo las bander pequefias republicas Z ao facilitando asi la reconguist del centralismo Y oe rsbia (1819-1830), cuando la primers \ espafiola; la Gran Colom| licana, inspirada en el moast constitucién nacional y republicana, Colombia, E autoritario bolivariano, fue impuesta en Colo a euador, Panama y Venezuela, sellando de esta Se aea suerte dela republica extensa; y la época federal (1858-18 5 cuando ¢] liberalismo radical conduce a la Confederacién Granadina y los Estados Unidos de Colombia y luego a la reaccién Conser. vadora de la Regeneracién, que restauré el Estado uNitario mediante una politica centralista, una guerra civil y una nueva constitucién. | 3. Presidencialismo. De acuerdo con el paradigmatico il * ejemplo de los Estados Unidos tanto como la propia y precoz If tradicién hispanoamericana de liderazgo carismatico, Colom. || bia disefia una poderosa presidencia como institucion axial de la repablica centralista. Y si bien el pais no ha tenido tantos golpes de Estado y dictaduras militares como las restantes haciones en la region, y la extendida tendencia hacia lajefatura | | sido desde 1910 (aun jue hub i6 ial di Er isso now ae }ouna eleccién Presidencial directa | | 19. Véase Claudio ves; 19.) iz, La Tradicié ial Ariel, Barcelona, 1984” especialmente cna me aeree atin Edi: Mh pp. 141-161, \ 40 Escaneado con CamScanner Confesionali brimiento de América fue una Confesionalismo. E] descubrimit ss Arrado iba : afiola. Y una empresa religiosa. a Taevangelizacion ie las Indias occidentales. Este pro- ‘yecto, patrocinado porel Estado y la iglesia, cred un nuevo ed “de imperio colonial caracterizado por la preocupacién moral y teolégica de las autoridades metropolitanas por los pueblos nativos de América Central y del Sur, lo cual explica a su vez la singularidad del mestizaje hispanoamericano y el enorme poderio de la jerarquia catélica en la vida entera del subconti- nente. La formidable influencia de la religion institucional en Colombia, por tanto, viene de los tiempos coloniales cuandola iglesia era a la vez una fuerza progresista en la ed ucacion de las élites y la proteccién de los indios y los negros, y una coartada legitimadora para los intereses latifundistas y la incompetencia burocratica. Durante la guerra de independencia y los primeros afios de la republica, la iglesia jugé un papel ambiguo, apo- yando a los realistas en unas provincias y combatiéndolos en otras. Eventualmente, la jerarquia y el clero establecen una relacién de trabajo con la emergente republica de la Gran Colombia y en julio 28 de 1824 se promulga la ley de patronato eclesiastico por la cual el gobierno nacional asumia las prerro- gativas anteriormente ejercidas por los monarcas espaiioles, tales como la aprobacién de nombramientos eclesiasticos y la recoleccién de impuestos religiosos. Fue entonces cuando se produjo la union de la iglesia y el Estado, que dura hasta hoy, con la notoria excepcién del régimen federal que separé las dos potestades mediante una ley expedida por el Congreso de la Nueva Granada en junio 15 de 1853, la primera de su géneroen América Latina. Empero, en 1887 se suscribié un concordato entre Colombia y el Vaticano con el fin de restaurar todos los privilegios de la iglesia y dar al catolicismo el cardcter de Teligién oficial del Estado. Este arreglo continua vigente y el preambulo del Cédigo politico, introducido en el llamado ple- biscito de 1957, es del siguiente tenor: Ennombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad, y con fin de afianzar la wnidad nacional, una de cuyas bases es el Escaneado con CamScanner io : eambulo puede ser Visto como Un pe Fis conus segun una arquitectura circular: ‘funda el poder del pueblo; el pueblo se ees enlan, one reconoce a los oer Sorat’ saints re “hy i liticos confieren a ati -ardcter ge Viedrasreie delestablecimiento; y la anita csaticn, tituta, de la representacién divina, bendice el or len asi undad constituido y gobernado. Desde el punto de vista Practicg, d Tesultado es la constitucionalizacion de los acuerdos del Fre Nacional de 1956 y 1957, Por los cuales los dos partidos Polity. | Cos tradicionales de Colombia, el Conservador y el Liberal, convienen en cesar su guerra civil de mds de diez afiog (la llamada Violencia) y someter al electorado una reforma consti, tucional legitimadora del bipartidismo, 5. Libertades Publicas. El consti desde sus origenes ha recor claracion fue prohibid a, y Narifio encarcelado, el discurso de la sobre los derechos humanos empez6 a per criollos descontentos en la Santa Fe de fi Deestas élites Surgiran, quince afios desp Independencia y las primeras Constitucis incluyen ya disposiciones Sobre derech, tucién de E] Socorro se Proclaman los libertad y sufragio, Promulgado €N agosto 15 de 1810 y descu- bierto apenas en 1963, este documento €xtraordinario incluye clausulas Tevolucionarias sobre Tesguardos, tributos de indiosy ~ laedicién destruida Tevolucién burguesa Tmear los circulos de nales del setecientos, ués, la Declaracién de ‘Ones provinciales, que 08 civiles. En la consti: derechos de Propiedad, Escaneado con CamScanner e --sconstitucién de Cundinamarca de 181 1, donde se garantizan la libertad, la igualdad, la seguridad y la propiedad. La lista incluye también la libertad de expresi6n, el principio de la representacién para la tributacién, el derecho al sufragio y la garantia del debido proceso. Los textos Posteriores amplian y enriquecen el repertorio de derechos y garantias. Ha habido avances y retrocesos: en las constituciones derechistas, como las de 1843 y 1886, el estatuto de derechos (hoy el Titulo III de lacarta) aparece severamente Testringido, con la mayoria de las libertades sujetas ala Supervisién del gobierno a fin de preser- var: el orden Publico y la moral cristiana; y en las constituciones izquierdistas, como las de 1853 y 1863, y en las reformas Progresistas, como la de 1936, el depésito de libertades se ve mejorado con la adicién de nuevas garantias y Pocas limitacio- Nes para su ejercicio. En general, puede hablarse de una progre- sién entre la primera ley fundamental, la de Cundinamarca de 1811, y la Ultima reforma de consideracién, la segunda enmienda del Frente Nacional en 1968, Asi, las libertades Politicas ¢ individuales del siglo XIX, reconocidas unicamente a la poblacién masculina, letrada y propietaria de tierras 0 Tentas, se complementa con los derechos sociales y econdmicos del siglo XX, otorgados ahora (desde 1957) a todo nacional colombiano o extranjero residente sin discriminacién formal alguna. 3. LA ESTRATEGIA DEL REFORMISMO CONSTITUCIONAL Puesto que el proceso de construccién del Estado nacional ha sido la realidad central en la historia constitucional de Colom- bia, y el republicanismo, el centralismo, el presidencialismo, el confesionalismo y el otorgamiento de libertades publicas limi- tadas han operado como las constantes estructurales del régi- " mena través de la sucesién de textos fundamentales, cabe irmar que el, reformismo constitucional es un dispositive ygico enderezado a prevenir el cambio social y producir el politico. Quince constituciones nacionales en setenta sesenta y siete reformas constitucionales encien ugieren un ritmo de produccién discursiva, de las relaciones ituciones sociales rar. Los’ i eC Escaneado con CamScanner . uando no abiertamente orgullosos de una . Soa atv, se muestran al menos convencide se ilera, constituye un logro de las clases dirigentes Y los “ e ella gobernantes y de sus talentos Juridicos y Convicciones Panties canas. Segiin esta misma logica, la profusa serie de ¢ Pubji. reformas que atraviesa la evolucién politica Nacional ¢ aby como el resultado de un atavismo cultural —g| auto S Vista mado genio legal de los colombianos— © como una see de reformas redentoras y soluciones Providenciales q los ecia plejos problemas del pais. Om. Muy por el contrario, el refor como una eficaz estrategia de au: mismo Constitucional 9, era cual los sectores dominantes han i tolegitimacién a través de Ia Probablemente ningun otro més su aparato normativo n que Colombia, y probablemente ningun otro pais latinoameri icano ha cambiado menos sus insti- tuciones politicas que Colombia. Ensuma, el reformismo cons- titucional es un operador del continuismo politico y social. i Opera como un auténtico fetichismo juridico, en el sentido de ue reifica los lazos intersubjetivos y los convierte en moneda contractual, materia prima para la produccién de poder quees a la vez capital politico y valor ideolégico. ¥ acta también Como un verdadero machismo juridico puesto que la mitolé- fica voluntad del constituyente y legislador se erige en una instancia de enrarecimiento de todas las relaciones y de anula- “l6n de todas las contradicciones. Escaneado con CamScanner ia politica de la Superproduccién nor-, ‘asta ahora neutralizar las diversas ten- ambio social y poder popular, no ha 10, generar un consenso mayoritario favora-. ble al orden imperante. Hasta tanto el acuerdo politico entre el Estado y la sociedad civil haya de ser obtenido por medio del discurso constitucional, debe haber una reforma constitucional en la agenda nacional. El mecanismo funciona, en consecuen- cia, como un circulo vicioso: la Proxima enmienda a la carta —tualquiera que ella sea, como quiera que ella se haga, cuando quiera que ella tenga lugar— sera necesaria Para que el poder minoritario que nos gobierna intente legitimarse otra vez, con- tra toda evidencia y contra toda esperanza. “La consecuencia inmediata del reformismo constitucional en tanto prevencién del cambio social es el culto del orden, Estabi- lidad institucional y continuidad politica, que las mas de las veces se convierten en la defensa del orden por el orden mismo, son los valores supremos, las deidades en la cultura civica de los gobernantes de Colombia. Y ello a su vez ha hecho de la violencia, de la guerra civil tanto como de la guerra de guerri- las, una metodologia Politica, una manera de hacer politica y de participar en el debate publico. Aqui radica tal vez la clave para descifrar esa coexistencia excepcional de la legalidad y la violencia que distingue entre todos al régimen politico colom- biano. ‘ 4. LA BATALLA CONSTITUCIONAL . Esta presentacién sindptica del constitucionalismo colom- iano’no seria completa sin alguna referencia a la batalla constituicional misma. Porque las cuantiosas alteraciones y sus- és del cédigo politico no han servido s6lo para desar- ientos populares y sortear crisis institucionales sino jaratrasladar al lenguaje ceremonial del debate c nflictos de poder entre los drganos del Estado,) ge bernantes y sus fracciones, y entre estas. ores domina Escaneado con CamScanner guerrear. Son las sentencias de ve y 1981 por las cuales la Corte Suprema de Justicia modificd su jurisprudencia de esenta afios y declaré inconstitucionales las teformas constj- tucionales de 1977 y 1 979 por vicios de procedimiento en sy tramitacién y formacion. En raz6n de los principios compro. metidos y del cambio radical en la interpretaci6n constitucio. nal, estos dos casos merecen un examen detenido. Como corresponde ala tradicién del derecho civil, Colombia tiene no sdlo una constitucién escrita sino también un proce. dimiento rigido de reforma constitucional y un sistema de jurisdiccién constitucional o control de la constitucionalidad de las leyes. Dentro de esta tradicién, en efecto, la supremacia de la ley fundamental debe ser asegurada puesto que se trata del contrato social, fuente de todo poder y de todo derecho. Ello se consigue a través de la preservacién de la estructura jerarquica del orden juridico, en cuya ctispide se halla la norma funda- mental, la ley suprema del territorio, y de la aplicacion de un procedimiento especial para la adopcién de las enmiendas a la carta. Lo ultimo ha sido siempre responsabilidad del legislativo en su calidad de representante politico de la poblacién. Lo primero, propuesto inicialmente por el Abate Sieyés en la Revolucién francesa, ha sido adscrito unas veces a congresos y parlamentos y otras a tribunales y cortes. Desde la histérica decision de la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1803, cuando se acogié la opinién del presidente de la corporacion John Marshall sobre el caso Marbury vs. Madison, la tenden- cia prevaleciente ha sido la de atribuir el control constitucio- nal a la cipula de la rama judicial del Estado. Tal ha sido la tradicién colombiana desde la constitucién de 1853 en sentido amplio y desde la reforma de 1910 en sentido estricto23- En 1910, dos juristas liberales propusieron a la Asamblea Constituyente, convocada para restaurar el Estado de derecho tras el autoritario quinquenio del general Rafael Reyes, un nuevo sistema de control constitucional que es probablemente la nica contribucién significativa del derecho colombiano al derecho occidental. La pieza maestra del esquema ideado por Climaco Calderén y Nicolas Esguerra es la llamada accién 23. Vedse Alfonso Lépez Michelsen, Iniroduccién al Estudio de la Conesiite: oes. Colombia (1945), 3a. edici, Universidad de Santo Tomée, Boast . cap. XV, pp. 243-256; y Jaime Sanin Greiffenstein, udicial de 4a Constitucién, Editorial Temis, Bogoté, 1971, nero Fadil de 46 Escaneado con CamScanner | — ee publica o popular de inexequibilidad. Ejercitable por cualquier ciudadano en cualquier tiempo, la accién publica no requiere interés de parte, ni supone juicio de hecho. Debe ser ejercitada en nombre del interés general y en defensa del orden. juridico, e implica un juicio de derecho, una pura confrontacién norma- tiva entre la constitucién y una regla de inferior jerarquia que resuelve la Corte Suprema de Justicia por medio de una deci- 3ién inapelable. Todas las leyes del Congreso y los decretos del gobierno con fuerza de ley pueden ser acusados de inconstitu- cionalidad ante la Corte. Y la Corte tiene la obligacién de comparar la ley acusada con cada uno de los doscientos veinte articulos de la codificacién vigente, a fin de guardar su integri- dad, segin reza el articulo 214, aunque el actor haya sefialado la violacién de una sola o de otra diferente clausula de la Carta. Este mecanismo fue actualizado en 1945, cuando se dispuso que los actos administrativos o decretos gubernamentales ordinarios estuvieran sujetos a control constitucional por via de accion publica ante el Consejo de Estado, y en 1968, cuando se establecié que los decretos legislativos (expedidos bajo estado de sitio o estado de emergencia econdémica) y los proyec- tos de ley fueran controlados por la Corte Suprema por via de revisién automatica u oficiosa en un caso y objecion presiden- cial en el otro. Hasta 1978, empero, la Corte Suprema en tanto tribunal ’ constitucional rechazaba toda accion publica dirigida contra reformas constitucionales en raz6n de que las enmiendas apro- badas por el Congreso no eran leyes y escapaban, por tanto, a su control. Esta inteligencia de la naturaleza juridica de los proyectos de reforma constitucional (0 actos legislativos, como equivocamente los denomina una tradicién centenaria entre nosotros) se inspiraba en la interpretacién exegética o estricta que hacia la Corte de su propia competencia en materia de control constitucional. Dicha competencia se gobierna por el articulo 214 constitucional que autoriza al alto tribunal para “decidir definitivamente sobre la exequibilidad de todas las leyes”, Viene entonces la enmienda de 1977, que no era otra cosa que una modificacién transitoria para convocar una pequefia Asamblea Constitucional que modernizara la justicia y la administracién departamental y municipal en lugar del Con- 8reso, y que fue acusada ante la Corte por violacién del proce- dimiento de reforma de la Carta que contiene el propio articulo 47 Escaneado con CamScanner « cjonal. La Corte, al revolucionar su iy: 1 oti a a ciudadana con el argumente eden, ae “todas las leyes” deben considerarse incluidos ncrPre slativos y declara inexequible el Acto Legislatiy, ane ae an por violacién del articulo 218, toda vez © No, ena delegar lo que el Congreso no puede delegar, a ‘2 8 el poder de reforma de la Carta. La histérica decisién, Profe. rida en mayo 5 de 1978, sugiere incluso que el pueblo en, tangs constituyente primario, al aprobar el plebiscito de 1957, proj. bid todo procedimiento de enmienda constitucional distintg del consagrado en el articulo 21824, El aparente bizantinismo del asunto no puede Scultar g hecho de que en esa coyuntura se libra una enconada batalla politica entre el gobierno y la oposicién en cuanto a la oporty. nidad y a la orientacién de las reformas administrativa y jugj. cial que permitieran lidiar con una situacion econémica y soca} en acelerado deterioro a lo largo y ancho de la naci6n. En tales circunstancias, cuando la administracién Lopez Michelsen propuso su peculiar remedio para la crisis, se hizo evidente para muchos que una amenaza constitucional sélo podia ser neutra- lizada con una contra-ofensiva constitucional, transformando un debate académico discreto en una confrontacién politica abierta. Porque si hasta entonces el discurso del reformismo constitucional habia sido un arma ideolégica de las élites para prevenir el cambio y producir la legitimidad, en adelante seria también un terreno disputado, un dominio estratégico para librar grandes batallas en torno a las alternativas de opinién, de poder y de orden. Este fue también el caso de la reforma de 1979, declarada inexequible por su tramitacién inconstitucional en el Con- greso. El Acto Legislativo No. | de 1979 era mucho mas ambi- cioso que el instrumento anterior y la Corte Suprema de Justi- cia tardé casi dos afios en juzgarlo y anularlo. El proyecto dela administracién Turbay Ayala proponia una reorganizacién de! legislativo y de la justicia en una perspectiva definidamente autoritaria. Deesta suerte, alo largo de su tramite parlamenta- tio, la propuesta fue duramente criticada por la izquierda ¢ incluso por algunos sectores de los partidos gobernantes. Y 1a 24. La seni tencia puede consultarse en Foro Colombiano, vol. XVIII, No- 107, Bogota, ‘ mayo de 1978, pp. 408-473. Escaneado con CamScanner a sentencia de noviembre 3 de 1981 consolidé la nueva retacion de la Corte, confirmé la indole estratégica del te y reabrid una polémica nacional que no ha concluido?5, sta vez, el mensaje de la Corte esta dirigido hacia el funcio; amiento central de la democracia Tepresentativa colombiana: la irresponsabilidad politica del Congreso como soberano en funciones, que ha sido equivalente a un poder absoluto para teformar la norma constitucional. Por yez primera en la histo- ria nacional la Corte Suprema osa afirmar que los representan- tes del pueblo no son libres para ejercer su poder constituyente Porque existe un procedimiento Propio y sélo uno para modifi- car la ley fundamental. En otras palabras, la wnica regla que se encuentra en el cédigo politico con relacion a su propia altera- cién es el procedimiento de enmienda del articulo 218. Y puesto que dicha disposicién es parte integrante de la codificacién suprema, puede ser violada’y debe ser guardada por la Corte, atin contra la voluntad del soberano delegado o constituyente constituido. Ambas reformas fueron espontdneamente combatidas por buena parte de la opinion publica desde el momento mismo de su presentaci6n y, pese a las acusaciones de “dictadura judicial” y “gobierno de los jueces” formuladas por los presidentes Loépez y Turbay y por muchos miembros del Congreso, su declaratoria de inexequibilidad constituye una experiencia decisiva para el pais. Puesto que las enmiendas de 1977 y 1979 se consideraron inconsultas, superfluas y antidemocraticas, las sentencias de 1978 y 1981 que las invalidaron fueron y son vistas como fortificaciones, dispositivos de batalla en defensa de'los fueros de los colombianos. . *€omo resulta evidente, la batalla constitucional es un pro- €e8o'abierto, inconcluso. Hasta ahora, la nueva Jurisprudencia de la Corte ha permitido evitar la recurrencia de un reformismo titucional incapaz de transformar las estructuras y las Telationes de poder en Colombia. Pero los vientogide la juris: udencia len cambiar y el Tevisionismo, Juridico. como tal ft scalificarse como herramienta para cumplir la ica de promover la participacion y el desarrollo viles, civilizados. Escaneado con CamScanner Esta experiencia puede enriquecerse con el ay reflexion norteamericana contemporanea acerca constitucional (judicial review) y la democracia, Para efecto, esta discusién general, basta citar dos de las contribucio*® mas hicidas sobre esta compleja cuestion, atin en tratandoseg, una problematica tan singular como la colombiana, ° Alexander M. Bickel escribia en 1962: Porte de ta del Controy El control constitucional es una fuerza antimay. nuestro sistema [...] Es una institucién disidente en cia norteamericana [...] Es el poder de interpretar Y aplicar ja Constitucién, en asuntos de la mayor trascendencia, Contra los deseos de una mayoria legislativa, la cual a su vez es impotente para modificar la decision judicial?s, Oritaria en lademocra. Esta formulacién del estado de la cuestion por el antiguo profesor de Yale ilumina el critico papel del control constitu. cional en Colombia tal como ha sido presentado atras. Nada parecido existe en la bibliografia juridica nacional pues aqui no existe teoria critica del derecho sino apenas ingenieria legal, explicaciones empiricas de normas y procedimientos vigentes sin ningdn contexto reflexivo e investigativo y sin ningun enjui- ciamiento histérico e ideolégico. Casi una generacién después, John H. Ely ha refinado el enfoque de Bickel sobre la dialéctica entre democracia politica y control constitucional: La funcién central y a la vez el problema central del control constitucional consiste en que una institucién que no es electiva © politicamente responsable de un modo significativo, diga alos representantes electos del pueblo que no pueden gobernar como quieren?”, Otro tanto puede decirse sobre el debate en torno a las ultimas reformas de la constitucién colombiana, El profesor Ely, a través de lo que denomina un “enfoque orientado hacia * ! Court 26, Alexander M. Bickel, The Least Dangerous Branch: The Supreme Court at the Bar of Politics, Bobbs-Merrill, Indianapolis, 1962, pp. 16, 18 y 20. Mi eT oka He Ely, Democracy and Distrust: A Theory of Judicial Review, Harvard University Press, Cambridge, 1980, p. 5. Mi traduccién. | 50 4 Escaneado con CamScanner la participacién y el fortalecimiento de la representacién”, ofrece una respuesta: confia por Laseleccién y asignacién de valores sustantivos se p mnstitucio- entero al proceso politico mientras el documento co! o nal, en cambio, esta principalmente: comprometido con laequi- dad procesal para la solucién de conflictos individuales y conla garantia de una amplia participacién en los procesos guberna- mentales?5. Esto quiere decir que, si bien habr4 siempre una tensién dialéctica entre control constitucional y democracia, la tarea de la jurisdiccién constitucional consiste en garantizar procesos legitimos y no resultados legitimos”. En las secciones siguientes se discutiran la formacién de la democracia constitucional y el despliegue del reformismo cons- titucional en Colombia, dentro de la perspectiva estratégica presentada hasta aqui. 38. J.H. Ely. op. cit., p. 87. Mi traduccién. ®. Véase J.H. Ely, op. cit., p. 101. 5l Escaneado con CamScanner_ Segunda Parte LA FORMACION DEL ESTADO NACIONAL aie ee wena Escaneado con CamScanner Capitulo IV LA INDEPENDENCIA COMO PROBLEMA Y COMO PROYECTO El genio de la burguesia es la invencion de la republica. Tras trescientos afios de luchas, las clases medias urbanas imponen en las sociedades occidentales un nuevo paradigma de legiti- midad politica: la racionalidad democratica encarnada en el estado nacional. A través de una serie de complejos procesos sociales, econdémicos y politicos, que tiene sus raices en el llamado Renacimiento carolingio, el orden burgués se dota primero de-una cultura racional y secular, luego de una econo- mia acumulativa y expansiva, y por fin de una politica indivi- dualizadora y normalizadora. Las empresas histéricas que cumplen la ultima étapa y confieren asi credibilidad y respeta- bilidad a la nueva hegemonia de clase son la Independencia norteamericana y la Revolucién francesa. Si los arquetipos de dominacién politica de la antigueuad cldsica y la Edad Media fueron la ciudad-estado y la comuni- dad universal, respectivamente, a partir del Renacimiento el estado nacional constituye la forma prevaleciente de ejercicio del poder politico. Absolutista y monarquico en su fase forma- tiva, el estado nacional se torna constitucionalista y republi- cano en su fase de ascenso y consolidacién, hacia finales del siglo XVIII. Las relaciones de poder abandonan entonces la verticalidad y la violencia que las caracterizan bajo el antiguo régimen y adoptan en cambio la horizontalidad y la coercion legal que las marcaré bajo la republica liberal. Existe una.diferencia principal entre los procesos de cons- gaecton nacional del Viejo y el Nuevo Mundo desde el punto vista de la filosofia politica. Los estados nacionales europeos 55 Escaneado con CamScanner son la expresiOn juridica y politica de una evolucién de Varios siglos, de una auténtica alquimia a través dela cual las Telacio. nes de parentesco y producci6n, las tradiciones lingitisticas culturales, las creencias politicas y religiosas y Otros vinculos y valores se amalgaman para formar una nacién, una comunidag nacional asentada en un territorio nacional. La unidad Nacio. nal es entonces un subproducto de un lento Y prologandg desarrollo historico que se corona, por asi decirlo, con la construccién del estado nacional. . Por el contrario, los estados nacionales americanos son e| resultado juririco y politico de un cambio subito y violento, una ruptura radical en la vida de la sociedad —lo que se ha llamado fundacién nacional o independencia nacional. Asi, tanto en la Revolucién nortemericana cuanto en las guerras de indepen- dencia hispanoamericanas el proceso de construccién de la nacién como comunidad de lengua, leyes y tradiciones ha sido menos “natural”, en el sentido de que la unidad nacional no es un subproducto de la evolucién sino mas bien una criatura dela revolucién. Ello tiene que ver con la juventud de los paises al igual que con su experiencia del colonialismo. Porque en los Estados Unidos y en los paises de América Latina hay un Dia de la Independencia, un comienzo absoluto en el tiempo que equi- vale a un origen mitico del Estado, a una fundacién legitima Para el régimen que organiza y administra a la poblacién nacional dentro del territorio nacional, en este caso por medio de la ideologia liberal. »56 f Escaneado con CamScanner ci6n, la primera constitucién goza del mismo cardcter mitico de la declaracién de independencia o su equivalente y los docu- mentos subsiguientes son encarnaciones del espiritu de los padres fundadores, monumentos construidos por su virtud, primigenia, en la medida en que ellos reproducen la arquitec- tura originaria del Estado nacional. Segundo, la mitologia de la independencia nacional sigue siendo indispensable para el constitucionalismo a causa del déficit histérico de consenso o legitimidad que se observa en la mayoria de los regimenes latinoamericanos. En efecto, todos los Estados en la region recurren una y otra vez al culto de los padres fundadores y a la glorificacién del pasado nacional cuando la gestién global de las instituciones y las autoridades no es suficientemente buena para legitimarlas frente ala ciuda- dania. Si la practica estatal cotidiana resulta ineficaz ante las expectativas y necesidades del pueblo, el gobierno apela enton- ces ala retérica del patriotismo para generar asi una atmésfera de identificaci6n emocional con los padres fundadores y la fundaci6n nacional dentro de la cual las contradicciones y los problemas de hoy puedan ser transferidos del nivel de la reali- dad al nivel de la ideologia y despojados asi de todo su poten- cial bélico. Es oportuno evocar aqui la definicién de Claude Lévi-Strauss segin la cual un mito es una respuesta discursiva a una contradiccién extradiscursiva, una solucién logica a un problema extraldgico. En este sentido, puede decirse que el constitucionalismo es también una mitologia, un discurso mitico, cuandoquiera y dondequiera opere como un lenguaje para mistificar la realidad social. Puesto que la construccién del Estado nacional como repu- blica liberal es el acontecimiento central de la historia de Colombia, y la independencia es la fuente mitica de legitimidad de tal empresa, conviene discutir las principales caracteristicas del proceso nacional en tanto problema y en tanto proyecto, en el momento de la fundacién de la patria y antes de evaluar el perdurable legado de los padres fundadores mismos. Para ello, €s Util revisar la naturaleza de la independencia, algunas inter- Pretaciones de su sentido profundo, y el ambiente ideoldégico de la emancipacién, incluyendo la influencia norteamericana. 57 Escaneado con CamScanner .1.gPROBLEMA O PROYECTO? » istoriografia tradicional ha hecho del 20 de julio de 1810 oe magica. La suscripcién de la Declaracién de Inde. pendencia por los lideres criollos de Santa Fe de Bogota ha sido vista como una clara y temprana manifestaci6n de conciencia nacional, profundamente anclada en el pueblo del tambaleante virreinato. La jornada misma, centrada en torno a una reyerta causada por el arribo de un enviado especial que pedia la ayuda de las colonias para reaccionar ante la invasion napoleénica de Espajia', ha sido exagerada en sus efectos”. En realidad, no existia en 1810 un consenso en torno a la conveniencia o necesidad de romper con Espaiia y alcanzar la independencia completa. Sélo un puiiado de talentos locales contaba conel saber y la voluntad para proponer y perseguir la autonomia absoluta respecto del maltrecho imperio espafiol. - Entre ellos, Antonio Narifio fue el primero y el mejor. Ya desde 1793 habia defendido con energia el derecho que asistia a los colombianos para ejercer las libertades que acababa de pro- clamar en Francia la Asamblea Nacional Constituyente. Habia estado exiliado y encarcelado en Espafia por mas de quince afios cuando ocurrieron los hechos de 1810 pero su presencia galvaniz6 todo el episodio. Liberado poco después del motin de Santa Fe, Narifio se convierte en el jefe del gobierno provisio- nal de Cundinamarca y en uno de los lideres de la primera mitad de la campaijia libertadora, junto con Bolivar. Pero su destino seguia siendo tragico. Fue capturado de nuevo durante la Feconquista y pasé cuatro afios mds detenido en la prisién real de Cadiz, hasta 1820. Cuando el Precursor regres6 al pais, ica no se hubiera visto envueltaen las guerras napoled- wubiera producido un movi- currié, ni muchos afios des- La Tradicién Centralist stort ta de Amé i i Bie. ie mérica Latina, Editorial rt misma tradicién y ha sido janza por muchos afios; y John Ly i pe Bor muchos aos; ynch, Las Revoluciones | el, Barcelona, 1983, cap. VII, pp. ejor manual universitario moderna sobre elfen PP Escaneado con CamScanner Colombia la Grande habia sido creada en el Congreso de Angostura de 1819 y estaba a punto de ser formalmente consti- tuida en el Congreso de Cucuta de 1821. Y aunque fue elegido vicepresidente del nuevo Estado y de su cuerpo constituyente, Narifio renuncié poco después cuando la emergente fraccién santanderista lo acus6 de malversacién de fondos durante su gestion como tesorero de diezmos en 1794, Su defensa ante el Senado, presentada en sesiones especiales entre abril 24 y mayo 15 de 1823, desvirtué todos los cargos y constituye desde entonces una de las obras maestras de la literatura forense colombiana}. Amargado y enfermo, Narifio fue absuelto y restituido en su curul con honores pero solicité y obtuvo per- miso para dejar la capital y recobrar la salud en el campo. Murié en Villa de Leyva el 13 de diciembre de 1823. La leyenda dice que sus tltimas palabras fueron: “Algin dia, cuando ya esté muerto, el mundo sabra cuanto amé a mi patria”. Su tormentosa existencia impidi6 a Narifio articular cabal- mente su visién de los problemas y las perspectivas de Colom- biacolonial y republicana. Sin embargo, logré escribir algunos textos muy significativos como su “Ensayo sobre un Nuevo Plan de Administracién en el Nuevo Reino de Granada” de 1797 sus discursos ante el Colegio Electoral de Cundinamarca en 1813 y ante el Congreso de Cucuta en 1821. Mas atin, en esta Ultima asamblea present6 un proyecto de constitucién que fue rechazado y es virtualmente ignorado por constitucionalistas e historiadores. Este extraordinario documento fue presentado por su autor en la sesion de mayo 29 de 1821, publicado en las Actas del Congreso y reimpreso por Ultima vez en 1903, y es el unico texto juridico redactado por Narifio como padre intelec- tual de la Colombia independiente que fue+. Probablemente concebido en prisién e intitulado “Proyecto de Constitucién para la Republica de los Estados Equinocciales de Colombia”, tiene ciento cuarenta y cinco articulos y disefia un Estado nacional extenso que abarca los antiguos territorios de la Nueva Granada (incluyendo a Panam y buena parte delistmo 3. Véase Antonio Narifio, Escritos Politicos, El Ancora Editores, Bogota, 1982, pp, 103-156. 4, Véase Eduardo Posada y Pedro Ibaiiez (Compiladores), EI Precursor: Documentos sobre la Vida Ptblica y Privada del General Antonio Narifio, Biblioteca de Historia Nacional, vol I, Bogoté, 1903, pp. 518-534; y Libros de ctas del Congreso de Cticuta, Banco de la Repiblica, Bogotd, 1971, pp. 95 ss, 59 Escaneado con CamScanner centroamericano), Venezuela y Quito, y se organiza como una repiiblica unitaria bajo un gobierno presidencialista, Sus notas principales son un amplio estatuto de derechos que recoge las ] libertades de la época, una rusoniana definicion de voluntad | general y la rotacién de los representantes de la nacién; una | declaracién de los derechos de los pueblos, que es en verdad | una temprana formulaci6n del ‘amado derecho internacional americano; y una detallada descripcién del aparato estatal en la cual se hallan fascinantes innovaciones como el principio de que os limites internos deben coincidir con las fronteras de las regio. nes naturales, el establecimiento de un tribunal especial Para | ‘guardar la constituci6n y la participacién del pueblo en la expedi- cin de las nuevas leyes. En suma, se trata de un pintoresco pro- yecto, empedrado de buenas intenciones y lleno del liberalismo romantico que fue siempre el rasgo distintivo de Narifio. Comparado con la carta de la Gran Colombia, sancionadael 30 de agosto de 1821, el borrador de Narifio no rifie con el constitucionalismo de la época. Su rechazo, Por tanto, sdlo puede ser explicado en términos politicos como una venganza de los enemigos del Precursor desde la guerra civil de la Patria Boba, quienes habian combatido sus ideas centralistas yo velan ahora como el rival de Santander, lider de la fraccién federalista y futuro presidente de la republica, A pesar de su fallida propuesta constitucional, Narifio plan- teé el problema de la independencia con gran lucidez: Duefios nosotros de esto: de los mas santos y laudabl comenzar una reforma s riquisimos y fértiles paises, llenos les deseos de mejorarlos, en lugar de gradual y meditada, abrazamos el par- quererlo todo destruir Yedifica recedant, vetera nova sint omnia fue nuestra divisa: ycomo © habian divulgado entre nosotros por el a, el grito universal fue por 0 y Corregimientos [...]. :14,Han corrido, no obstante, tres afios y ninguna provincia ttene tesoro, fuerza armada, cafiones, pélvora, escuelas, cmt, nicasas de moneda; s6lo tienen un niimero considerate do aries que consumen las pocas rentasq Y ot We defienden con todas sus fuerzas t oe a Escaneado con CamScanner “ Esto decia en 1813 ante el Colegio Electoral de Cundina- marca. Ocho afios mas tarde, durante su breve gestion como vicepresidente de la Gran Colombia, se dirigié al Congreso de Cicuta con idéntica clarividencia sobre la tarea de la eman- cipacion: Las circunstancias de nuestra transformacién politica son de una naturaleza poco comunes. Al tiempo de romper las cadenas de bronce que nos unian a la Espafia, hemos tenido que destruir su gobierno, sus odiosas leyes y su régimen administrativo; de aqui resulté que nos cargamos con la ardua empresa de conver- tirnos de repente en militares, en politicos, en legisladores, cuando antes no éramos mas que esclavos; y lo ms asombroso €s que nos encontramos reducidos a nuestras propias fuerzas, sin haber hasta ahora un solo pueblo de la tierra que nos proteja ni nos ayude en tamafia obra. Cuando los americanos ingleses sacudieron el yugo de su Metrépoli, sélo pelearon por su inde- pendencia, pero conservaron su organizacién interior, y la Francia y la Espafia los protegieron y los auxiliaron®. Aqui puede advertirse una severa critica de la influencia del federalismo nortemericano y también una aguda conciencia de la naturaleza de la independencia. Para Narifio, ella no es un proyecto sino un problema, no es un suefio sino una tarea. El trabajo por hacer, en consecuencia, es muy dificil. Se trata de construir y desarrollar un sistema enteramente nuevo de instituciones, normas y autoridades con el propésito de llenar el vacio creado por la ruptura violenta del vinculo colonial. Este concepto del vacio ideolégico e institucional como el principal, si no el unico, resultado de la guerra de liberacién nacional no se halla en el texto de Narifio pero puede inferirse desucontexto. Y constituye la clave para leer entre lineas en la historia de la independencia colombiana. Mas alld de los procesos colectivos de la guerra, de la movili- zacién popular y de la vida cotidiana durante los catorce afios que van desde el Acta de Independencia de Santa Fe en julio 20 de 1810 hasta la ultima y decisiva batalla de Ayacucho en diciembre 9 de 1824, este periodo formativo plantea una cues- tién constitutiva, constitucional: ,cémo llenar el vacio generado | Por el corte del cordén umbilical con la metrépoli y el rechazo | 6. Antonio Narifio, op. cit., p. 91. Escaneado con CamScanner aaa del orden colonial? De hecho, tal es la preocupacién que preside la obra y el pensamiento de Bolivar el padre de la Patria, como veremos mas adelante. 2. LLENAR EL VACIO No existe bibligrafia histérica o juridica sobre el problema de la independencia colombiana tal como acaba de plantearse. A] contrario, la tradicién académica se ha dedicado a embellecer, mistificar o enrarecer el proceso de formacién del Estado nacio. nal de tal modo que pueda ser visto como una epopeya, como una hazajia ejemplar del patriotismo heroico y del republica- nismo sin tacha. La unica excepcién es tal vez el argumento elaborado por Alfonso Lépez Michelsen en los afios cuarenta, cuando solia ser un brillante constitucionalista, acerca del significado de la sus- titucién ideolégica e institucional operada por la independen- cia politica en Hispanoamérica. En su Introduccion al Estudio de Ja Constitucién de Colombia, cuya primera edicién data de 1945, elexpresidente alude al famoso debate que propusieron a fines del siglo XIX Miguel Antonio Caro y Carlos Holguin sobre la oportunidad de la emancipacién, y deplora la quiebra de la tradicién intervencionista colonial producida Por la prematura implantacion del liberalismo anglosajén ysu Estado abstencio- nista. Asi, el saludable proteccionismo metropolitano, que es- taba comprometido en la defensa de los aborigenes yeventual- 7. Alfonso Lépez Michelsen, op. cit., P. 282. 62 Escaneado con CamScanner J (e quebrantada tradicién del Estado interventor s6lo seria re- cuperada Por la segunda repiblica liberal a través de su celebra- da Revolucién en Marcha (1934-1938), que fue, como se sabe, un’audaz experimento reformista y modernizador muy proxi- moial New Deal de los Estados Unidos, El politélogo norteamericano Samuel P. Huntington sostie- ne una teoria similar: Las fuentes del pretorianismo latinoamericano se encuentran ena falta de una herencia de instituciones politicas del perfodo colonial y enel esfuerzo por introducir, en la sociedad altamente oligdrquica de la América Latina del siglo XIX, las nstituciones republicanas de clase media de Francia y Estados Unidos*, Laimportacién de instituciones constituye entonces la causa ‘rica del autoritarismo endémico del continente. Nuestro pecado original fue adoptar ideas, estructuras y normas ajenas € imponerlas a una realidad mestiza e insumisa, que ha perma- necido inestable y conflictiva hasta nuestros dias en la medida €n que sus condiciones materiales no encajan dentro de las formas imperantes del Estado y del derecho. Una tercera interpretacién del sindrome del vacio ofrece quizd mejores elementos de juicio que las dos precedentes. Se trata‘de la reflexién de Norbert Lechner a partir de la distincion entre dominacién y hegemonja planteada por Antonio Grams- ci. El gran pensador marxista italiano distinguia dos funciones principales en el Estado: la dominaci6n, que es el control fisico, corporal, de la poblacién dentro del territorio, usualmente por medios militares y policivos; y la hegemonia, que es el control intelectual y moral del pueblo en la nacin a través de la ideolo- gia constitucional y legal. Todo Estado es siempre dominante Pues'de lo contrario no podria sobrevivir como ente autosufi- ciénte! Pero un Estado puede no ser hegeménico y sinembargo prévalecer por la fuerza. En tal evento, se presenta unacrisis de heg onia, pues el Estado es incapaz,de,producir un discurso nnfiera, legitimidad a: las. clases dirigentesiy a los es y haga.de_ Escaneado con CamScanner Elnora nt oe arn ol expresa las tareas asum! f ; iitoral de up arupo social cee oe ae taf Sta eae erm ‘ociedad, razon social repre, Tibticanente por oo ade, El estado esta en crisis on i sbl0 “existe”. La crisis del estado consiste en la separa- cin a aaiee dominacién y hegemonia, es la dominacién despro- i de hegemonia [...] Espacio poe Sea thsi = inci iste una sociedad civil r¢ ge solncides Sado elterritorio y relacione toda la poblacién entre si[...] La realidad es definida por el poder; lo que e2, loes por la fuerza. No porlafuerzadela razon sino por la oe ronta- cién de distintas racionalidades. En lugar de una raz‘ N social, que interiorizada por todos funda el orden comin, se da una pugna de distintas racionalidades, que se decide por transaccio- nesy, dada la inestabilidad del compromiso, en definitiva, por la fuerza bruta. El politélogo chileno afirma que los Estados nacionales his- panoamericanos viven una permanente crisis de hegemonia desde su fundacién a causa de la contradictoria pero funcional relacidn que existe entre la esfera social y cultural héterogénea y la esfera econémica dependiente. La dialéctica que vincula a la sociedad de clases y clientelas con la cadena mundial imperialista ha producido un Estado ilegitimo, inestable e ineficaz, que tiende a ser autoritario iy militarista, En la historia latinoamericana y colombiana dicho Proceso se presenta de modo que Escaneado con CamScanner de dedircirse que la importacién e imposicién de burguesas para llenar el vacio de la indepen- ulta decisiva para comprender y trascender ala vez la del constitucionalismo en la historia nacional colom- este modo, nuestra hipotesis sobre la iniciacién del formacién del Estado-nacién y sus secuelas sera daen la discusién de los Proyectos bolivariano y santan- y de las constituciones y reformas mismas. 3. EL CLIMA IDEOLOGICO , El funcionamiento de este dispositivo ideolégico —Ia impor- tacién institucional— puede apreciarse mejor en el ambiente intelectual del periodo formativo del Estado nacional. Alabor- dar el complejo problema de las influencias ideolégicas, Gor- don S.Wood, uno de los mayores historiadores norteamerica- nos, escribe: La actividad intelectual en una cultura noes un flujo unilate- ral entre las grandes mentalidades y los destinatarios pasivos; se trata mas bien de un discurso, de un complejo conglomerado de intercambios intelectuales que parece un mercado y envuelve muchos participantes que intentan manipular las ideas en circu- lacién para explicar, justificar, atribuir 0 dar sentido a lo que ‘sucede en torno suyo!!. ste mercado de intercarnbios intelectuales, no importa cudn tenida cuenta de la temprana etapa de desarrollo, realidad en la Nueva Granada de 1790 y 1800. Narifio le los pleitos, que junto a la lentitud y embarazo de los os y laje de los escribanos, etc., ‘causa un atraso los particulares [.. 8 git ont 3 eaivect Escaneado con CamScanner {en qué emplear su fecund, aqui encontrado a9 cantar las guerras de Homero habria ence querido limitarse imaginacién, si hu! Jos particulares!?. i cidn de] lo sustenta mi concepcién le fragmento no S erp deems Chie guerra ritual sino que ee mnie cabal acerca del caracter coulenee a eee ta de un aspecto qué TT ado de cultura y educacién ya que la apelacién aj litigio en lugar de la violencia es un indicador de cilia. fal ucho, dominado por los El clima de opinién estaba, con m s Batadostine imi épicos que tuvieron lugaren los ados Uni- eo Francia después de 1776 y 1789, respectivamente. Ya en F ane en efecto, un informe oficial del gobierno colonial de * Santa Fe al rey de Espafia acusaba a Narifio de fraguar la revolucién neogranadina con base en la constitucién de Fila- delfia!3, Fue precisamente en esta la llamada Ciudad del Amor Fraternal, cuatro afios mas tarde, donde aparecié la primera edicién en francés de la Carta a los Espafioles Americanos, del exjesuita peruano Juan Pablo Vizcardo y Guzman. Este revolu- cionario manifiesto incluia elogiosas referencias a las nuevas instituciones norteamericanas y francesas, beligerantes alusio- nes a la escuela jusnaturalista y a la tradici6n hispanica de libertades municipales, y una significativa exaltacién de la rebe- lién comunera de 1781 en la Nueva Granada'*. Y este ultimo compe ee ag fue una de las primeras experiencias de , s en parte, por la reforma de América y su Proyecn ‘ oyeccié; : len ; Geografia e Historia, come i sispancamérica, ia de los Estados Unidos 14. Rubén Var » 1979, p. 16 U; Pablo Vizcardo ¥ Guam gare a » Limi @ los Espafioles Americ & 2, 1954, pp. 108 y rer Ae Juan Escaneado con CamScanner autonomia y de justicia que hace de ellos los verd jaderos precur- sores de la independencia!s, | . Tales circunstancias de injusticia tributaria, pleitos prolife- rantes, literatura panfletaria y descontento popular configura- ban un medio muy volatil dentro del cual empezé a gestarse lo que podria llamarse una psicologia social independentista. Ha- cia 1809 o 1810 no existia atin un proyecto nacional como tal, y eneste sentido el Acta de Independencia de Santa Fe fue apenas un alegato en pro de una mayor participacién criolla en la burocracia colonial tanto como una protesta contra la invasion napoleénica de la peninsula ibérica. Y la jornada misma no fue mas que una asonada. Habia, empero, una conciencia nacional en gestacién, una conciencia creciente de la necesidad de repu- diar el viejo orden espafiol, con su corrupcion e iniquidad-y reemplazarlo con el nuevo régimen que acababa de ser erigido por las burguesias triunfantes en Norteamérica y Europa Occi- dental. Debe decirse, en consecuencia, que no hubo eleccién libre del modelo liberal de la democracia constitucional para lenar el vacio institucional producido por el proceso de la independencia. Porque el paradigma republicano estaba ahi, como mito dominante en el clima de opinién de la época, como alternativa privilegiada para fundar el Estado nacional y dotar- lo de una regla de derecho. En otras palabras, cuando los lideres del movimiento surgido del 20 de julio sintieron la necesidad de buscar un curso alternativo de accién, inmediata- mente después de su rechazo del antiguo régimen, se vieron obligados a adoptar el arquetipo liberal de régimen constitucio- nal puesto que el mercado de ideas de comienzos del siglo XIX no ofrecia opcién distinta de la democracia representativa si de asegurar dominacién y hegemonia en el espacio nacional se trataba. Por supuesto, hay que esperar hasta 1819 0 1821 paraencon- trar las primeras articulaciones de un proyecto constitucional nacional para Colombia y aun entonces cabe preguntar si una Propuesta tal fue formulada de manera que pudiese ser com- prendida y compartida por los mas entre los colombianos. De Otra parte, hegemonia ideolégica del modelo liberal en este 15. Véase David P. Leonard, The Comunero Rebellion of New Granada in 1781: A Chapter in The Spanish Quest for Social Justice, University of Michigan Press, Ann Arbor, 1951; y Pablo Cardenas Acosta, El Movimiento Comunal de 1781 en el Nuevo Reino de Granada. Editorial Kelly, Bogotd, 1960.’ Escaneado con CamScanner umbral del proceso de edificacién nacional area eons diata o completa adopcién del aparato norm: rrespondiente, fe att a forzada del republicanismo como, a seas para el Estado nacional en gonstruccion See ee concretas a cargo de la dirigencia emergente: € becarenn * cia colonial y distinguir entre las dos tradiciones la Ppe8. el gesto originario del pais, por asi decirlo, ee ds rechazo, la imaginacién colectivade caraa la herencia colonial en el momento de la guerra de liberacién nacional era igual mente negativa. En 1829, Juan Garcia del Rio observaba: Los elementos de la confederacién americana existian antes de la guerra de la independencia, supuesto que las diversas localidades, que mds tarde constituyeron la Union, eran gober- nadas separadamente y por leyes distintas [...] Nosotros no Poseiamos ninguna de estas ventajas. Todos habiamos sido Tegidos por unas mismas leyes; nuestra escasa poblacién estaba derramada en desiertos inmensos, dividida en clases heterogé- neas, dificiles de manejar, separada en intereses, viciada por la supersticién, degradada Porla tirana, empobrecida Por la opre- sién, encenagada en la ignorancia!s, Esta sombria descri pués por José Maria S, nal de Colombia: ipcion’es confirmada sesenta afios des- ‘amper, el primer historiador constitucio- El gobierno general nun necesaria para organizar | Parte libre del pais, ni menos para asegurar |: nacida de la revolucién. Una sociedaa com Togéneos elementos (un reducido numero d lares, otro mayor de espaiioles criollos, yot de indios abyectos, negros esclavos y mest; dad compuesta de poco mas deun millon di un territorio de 140 millones de hectareas, cién, ni industria, ni comercio, sdbitamen ca llegé a tener g6 la eficaz autoridad la administracién publica en toda la la defensa de la obra puesta de muy hete- '€ €spafioles peninsu- 'ro muy considerable i208 diversos); socie- le almas, difundida en Freie sin vias de comunica- i horante por extremo yi é te salia del limbo del régimen conor asia Selo dela independencia republicana, Una social PaSai al ‘ecimos, mal Podia practicar desde los Primeros dias age ies 6. Citado por J, Ocampo Lépez, op. cit, p. 48. 68 a a Escaneado con CamScanner emancipacién las constituciones y leyes propias de una republi- ca federal!7, Del limbo al cielo: tal fue el proceso de emancipacién para la mayor parte de los lideres politicos y militares del siglo pasado. Garcia del Rio y Samper, como antes Narifio, sostenian que el orden colonial repudiado era completamente malo mientras que el orden republicano adoptado o mas bien importado e impuesto era enteramente bueno, aunque a la vez fueron muy conscientes de las inadecuaciones de las nuevas instituciones. De igual modo, estos autores exhibian una adhesion nominal al modelo federal norteamericano, que se convirtié en el punto de referencia en materia normativa durante la guerra de indepen- dencia. Con posterioridad al Congreso de Ciicuta de 1821, el paradigma fue en cambio el régimen revolucionario francés segun la version bolivariana. Conforme a la distincién hecha entre el liberalismo inglés y norteamericano, libertario y federa- ista, y el liberalismo francés, disciplinario y centralista, el segundo parece haber sido la regla general alo largo de nuestra historia. Por ahora, sin embargo, vale la pena subrayar la temprana influencia ejercida por la constitucién estadouniden- se en Colombia. Haciendo eco a Garcia del Rio y Samper, Bernard Moses, un distinguido experto norteamericano en historia hispanoameri- cana, escribia en los afios viente: En las colonias espafiolas de América del Sur, el partido politico que defendia los principios democraticos no tenia expe- tiencia democratica, ni tradiciones democraticas; era democré- tico por conviccién, por decisién, no por instinto[...] Los lideres de las colonias apoyaron el movimiento de emancipacién pero en su opinién libertad no significa democracia. Ni Bolivar, ni ) San Martin querian establecer un gobierno democratico en las. colonias liberadas [...] Cuando las colonias inglesas se indepen- dizaron, tenian gobiernos con todas sus dependencias en funcio- namiento; y dichos gobiernos, que habian surgido tanto de la costumbre cuanto de la legislacion, continuaron en operacin. Los colonos espafioles, en cambio, tenian ante si un mundo vacio en el cual su imaginacién creadora podria moverse libre- mente. En estas circunstancias, lo extraordinario no es que 17. J. M. Samper, op. cit., vol. 1, p. 114. 69 Escaneado con CamScanner == «= sino quevieran Ie variedad de proyectos, ib 5 politicas'. iera una considerable pee ofiaciones Ja luz tan pocas ens' tin no ¢s i ¢ Bolivar y San Mart Aunque la comparacion en'h publicano, el otro era un i 0 era un re justa, pues mientras el uno er ae ondrquico. Moses tiene razon al subrayar el constraste entre m + € i Jo concerniente a la tradi- ia y los Estados Unidos en cernient : Color sustentaba Jos procesos de formacién nacional y desa: ituci otro caso. rrollo constitucional en uno y ; . , Hemos mencionado ya la preocupaciérs babar i irreil la popularidad dela autoridades virreinales porl a denon aAer TERA ‘iladelfia entre los granadinos hacia 7 : i rare envisperas del Hamado Grito de Independencia, Camilo Torres y Tenorio, enunacarta asu tio, un alto funcionario dela Real Audiencia de Quito, hablaba de la ley fundamental nor- teamericana como “la mas sabia bajo el cielo”!’, A finales del mismo aiio, Torres publicé su famoso Memorial de Agravios contra la Junta Central de Regencia de Espafia, en el cual protestaba por la exigua representacién politica ofrecida a las colonias en las Cortes que acababan de convocarse, pues mi¢n- tras la metropoli tendria treinta y seis diputados, los territorios de ultramar s6lo contarian con nueve. En 1811, Miguel de Pombo, otro ingenio criollo que compar- tia el entusiasmo de Torres con el federalismo norteamericano, publicé la primera traduccién al espaiiol de las leyes fundamen- * tales de los Estados Unidos, a saber, la Declaracion de Indepen- dencia de 1776, los Articulos de Confederacién de 1777 y la Constitucién de 1787. Su versién esta precedida de un discurso preliminar sobre el sistema federal que es una exaltada apologia del régimen estadounidense. Pombo pensaba que “el. pacto federativo, el mas sabio de cuantos los hombres pudieron in- pales parala politica lo que el sistema de Newton es para la dns ocean del provincia egrane yabrazara el sistema surgido de “la heroica y 18. B. Moses, The Intellectual Background of The Revolution in South America 1810-1824, The Hit i i 1 icl824. The Hispanic Society of America, New York, 1926, pp. 48Y 19. Carta a Ignacio Tenorio, d i Rae on de mayo 29 de 1809, citada por J. Ocampo 20. Citado por J. Ocampo Lépez, op. cit., p. 38, 70 é Escaneado con CamScanner Joriosa revolucién de América del Norte” como modelo para formar nuestra propia republica federal”’. Aparentemente, la encomidstica presentacién de los textos fundacionales norteamericanos que hizo Pombo resulté estra- tégica para la expedicién del Acta de Confederacién de las Provincias Unidas de la Nueva Granada del 27 de noviembre de 1811, que es la segunda carta en la tradicién nacional y la tinica que muestra la influencia directa del constitucionalismo de la América inglesa. Redactada por Torresen la forma de un tratado internacional, el Acta de Confederacién reproducia la estructura de la primera constitucién norteamericana, es decir, los Articulos de Confederacién de las trece colonias propuestos en noviembre 15 de 1777 y ratificados en marzo | de 1781. Sin perjuicio de volver sobre sus caracteristicas, por ahora puede decirse que esta notable norma tuvo una fugaz existencia toda vez que fue la bandera de la fraccién federalista en su lucha contra la fraccién centralista durante la guerra civil dela Patria Bobaentre 1811 y 1813. Una guerra dentro de otra guerra, este conflicto sefiala la iniciacién de dos peculiares tradiciones co- lombianas: el enfrentamiento civil como metodologia politica y el.constitucionalismo como guerrilla ideoldgica. Mas auin, esta guerra civil inaugural (el partido centralista de Narifio se impone en 1813 y dirige la republica naciente hasta la reconquista espafiola en 1816) situa en el centro del debate publico la cuesti6n territorial, vista por Alfonso Lopez Michel- sen en una reciente conferencia como “la constante del derecho publico en Colombia”. El antiguo presidente afiade que “el federalismo es el hilo conductor de la problematica de nuestro derecho piiblico”, que “el mayor problema administrativo de Colombia es la debilidad econdémica de las regiones” y que la transferencia de las tierras baldias y las, minas de los viejos estados federales al Estado nacional reconstituido, ordenada por la carta de 1886, ha sido “la mas grande expropiacion sin indemnizacién en la historia colombiana”™. Al responder a Torres y a Pombo, Narifio escribiaen 1811en su periddico La Bagatela: 21. Citado por J. Ocampo Lépez, op. cit., pp. 29, 30 y 36. 22, A, Lopez Michelsen, “Reencuentro con el Federalismo”, Lecturas Domi- nnicales de El Tiempo, Bogota, septiembre 29 de 1985, pp. 4 y 5. 71 Escaneado con CamScanner s Unidos es la mas perfecta que stitucion tan perfecta para ser recursos que nosotros no tene- ‘de aplicdrnosla”. Laconstituci6n de los Estados hasta ahora se conoce: una con! adoptada exige luces, virtudes y is mos; luego no estamos en el cas victoria sobre el partido fi su ei despots, yt ecursor advertia al Colegio federalista de Torres y Pombo, el Pr Electoral de Cundinamarca: osnos hemos de perder con nuestras bellas Constitu- abrazar otro sistema que, aunque lo menos poner a cubierto de los {Sinosotr ciones, por qué no hemos de menos liberal, nos pueda a males que nos esperan?™, Bolivar mismo, al dirigirse al encargado de negocios de los Estados Unidos en noviembre 26 de 1826 para agradecer ala familia Washington que le habia regalado un retrato del primer presidente, “el mas santo de los hombres”, decia: Los Estados Unidos de América, han sido y son el pueblo modelo: ellos que reunen la mayor suma de dicha social al poder que da el orden, al poder que da la libertad, [ellos] fueron los primeros que nos ensefiaron el sendero de la independencia’>. Todos estos testimonios de la época revelan la presencia activa del régimen septentrional en la cultura civica colombiana de 1810 a 1830, aunque esta supuesta influencia haya sido principalmente retérica por cuanto el primer proyecto federal fue derrotado muy pronto y el debate inicial sobre la distribu- cién del poder entre las provincias fue zanjado por la fuerza, y. no por el derecho o el consenso, en favor del centralismo?6, De otra parte, respecto de los intercambios entre los lideres mismos es bien sabido que Bolivar y Washington eran herma- 23. Citado por J. Ocampo Lépez, op. cit,, p. 24. A. Narifio, op. cit, p65, Bee att ceM 2s Gitado por J. Ocampo Lépez, op. cit., p. 63. . Aparentemente, el Acta de Confederacién de las Provinci: i Nueva Granada de 181! fue la unica constitucién Intingamerionae di get er inspirada enlos Articulos de Confederacién de 1777. Victor Andrés Bel: ieee su Bolivar y el Pensamiento Politico de la Revolucién Hispanoameri; a Ea ciones Cultura Hispénica, Madrid, 1959), p. 53, dice que al menos enna ciones posteriores se calearon sobre la carta de Filadelfia de 1787: ln verona de 1811, la mexicana de 1824 y la centroamericana de 1825, 00 7 "708# 72 Escaneado con CamScanner nos masones, al igual que Franklin y Narifio, en tanto la francmasoneria era la sociedad secreta mas prestigiosa y a la vez el movimiento politico mds avanzado de Occidente entre 1750 y 185027. Y existe evidencia del sincero interés de los dirigentes norteamericanos Alexander Hamilton y Henry Clay. por ayudar a las colonias hispanoamericanas en su liberacién?. Tal vez el episodio mas significativo de las relaciones colombo- estadounidenses durante la época de la guerra de independen- cia fue la frustrada expedicién de Francisco Miranda en 1806. El venezolano, comparable s6lo a Narifio en sus precoces es- fuerzos por obtener la emancipacin de los paises latinoameri- canos, viajé extensamente en busca de apoyo para la causa independentista y adelanté intensas negociaciones con los go- biernos britanico y norteamericano en tal sentido. Su proyecto consistia en una incursién naval de ocho mil hombres, destina- da a desembarcar en la costa norte de Suramérica y financiada por Gran Bretafia y Estados Unidos. Hamilton, coautor de la constitucién de Filadelfia y de El Federalista y secretario de Estado en la presidencia de Washington y de guerra en la presidencia de Adams, simpatizaba con el plan de Miranda para invadir y controlar el coraz6n del imperio espajiol en América, pero su tragica muerte en 1804 frusté la iniciativa, al menos durante la administracién de Adams. En 1806, durante la administraciOn de Jefferson, la expedicién fue precipitada- mente preparada y lanzada, casi sin ayuda de Washington y Londres, de tal suerte que la flota se perdié y la mayor parte de los expedicionarios fue capturada por los espafioles al desem- barcar en la costa venezolana. En realidad, ni Gran Bretafia ni Estados Unidos quisieron arriesgar nada en esta aventura, como lo reconocié el presidente Adams en sus cartas a The Boston Morning Adviser en 1815. La Gran Bretafia invocé sus intereses comunes con Espafia y los Estados Unidos, su politica de neutralidad. En consecuencia, el asalto definitivo contra el poderio espajiol en el continente tendria que esperar doce aiios. En cualquier caso, Colombia La Grande fue la primera entre 27. Véase Frangois Furet, Pensar la Revolucién Francesa, Ediciones Peirel, Barcelona, 1980, pp. 209 ss. 28. Véase Luis Cuervo Marquez, Independencia de las Colonias Hispanoa- mericanas: Participacién de la Gran Bretafia y los Estados Unidos, Editorial Selecta, Bogota. 1938, vol. I., pp. 215-314. Escaneado con CamScanner i a independencia ablicas hispanoamericanas es i teconoi Por gobierno nor ficucional norteamerica- fue recon Hi Sienciac rteamerica. x aE fi égimen politico Lacuestion desi Wiserio del regi ico j are le opinion, muy najugo un aera de atmésfera, de chee oe oe ray biano es un Pe pender y casi imposible ej santindet dificil de oPmativa, Y 0 porque Nari so ete ejeniplat in in irresistiblemente sometidos a aa rar os Estados sae ide Jas ideologias de Europa stil des a lamitologia politica de su tiemp: i ino mas bien porque la ica oe aininade! Se aea Paris Filadelfia y determinab: Fa que te Ito estratégico para el proyecto lo de orden estatal que resu : f i: i 30, nacional hispanoamericano”’. 29, Véase Richard Backus y Phanor Eder, A Guide to the Law and Legal Literature of Colombia, The Library of Congress, Washington, 1943, p. 1. 30. Existe otra tradicién olvidada acerca de las fuentes ideol6gicas.de:la emancipacion. Se trata de la tesis, defendida por juristas catdlicos y conservado- resen la década de 1950-1960, segiin la cual “las ideas generadoras de la Indepen- dencia no derivaban ni de la Revolucién francesa, ni del Calvinismo, sino tenfan estirpe escolastica, Eran la vieja idea medioeval de la supremacia de la ley; la superioridad del derecho natural sobre el positivo; la soberania popular; el origen contractual de la autoridad; el derecho de resistencia contra la ley injusta y 1a rebelién contra la tiranfa”: Jess Maria Yepes, “La Evolucion del Pensamie Constitucional de la América Latina (1810-1830)", Boletin de Historia y Ai siiedades, vol. XLVII1, No. 561, Bogota, julio de 1961, p. 384. Un articulo anterior afirma incluso que “las declaraciones americanas dé cerechos (Bills of Rights), especialmente las de Virginia (1776) y Massachussetts (1780), surgidas en la lucha contra las tendencias absolutistas de Jorge Il iisPiran en Locke, Burlamaqui y también directamente en la tradicion tia. y reafirman, en gran parte, la doctrina cristina de los derechos Cana amente ideas de lafilosofia de las luces": Leopoldo Uprimny. "Cay Casta o Romanticismo Semiescotastico de los Préceres de ety Colombiana?”, Universitas, No. 5, Bogota, febrero de 1953, p. 141. 14 Escaneado con CamScanner Capitulo V LA ESTRUCTURA BOLIVARIANA La independencia fue ante todo una solucién militar para un problema militar: librar una guerra para expulsar las instituci nes y autoridades espafiolas del suelo americano. Tras diez afios de combates, sin embargo, la tarea politica de llenar el vacio generado por el rechazo del orden colonial permanecia incon- clusa. El mayor mérito de Bolivar es haber planteado de mane- ra moderna —en términos de Estado-nacién, de unidad nacio- nal y orden central— esta cuestién fundamental y haber propuesto para ella una respuesta afirmativa y perdurable. De ahi su papel protagénico en la historia de Colombia. El caudillo venezolano fue el primero y el mejor entre los padres fundadores en darse cuenta de que el problema principal que encaraban era el hecho de que no habia una nacién con base en la cual pudiera construirse un Estado y menos ain constituirse y gobernarse una reptblica. La tarea por hacer, de consiguiente, era doble: primero, construir el Estado antes dela nacion, y segundo, extraer la nacién del Estado. Puesto que no existian naciones en las sociedades altamente heterogéneas y jerarquizadas de comienzos del siglo XIX en Hispanoameérica, { era imperativo importar e imponer las formas europeas y nor- i teamericanas de Estado-nacién y democracia constitucional a } fin de proporcionar unidad nacional, orden politico y estabili- ‘dad legal a las colonias liberadas; posteriormente, una vez que los nuevos aparatos institucionales estuviesen establecidos yen funcionamiento, tanto la integracién cultural y econémica Cuanto la vinculacion al territorio serian factibies. Y, como or 75 Escaneado con CamScanner resultado de todo ello, podria aleanzarse un régimen republica- Meee el araponito de superar “esa batalla de castas y clases que ha caracterizado la historia politica de las sociedades sura- mericanas” —escribe el historiador y bidgrafo ee Boltvats In- dalecio Li¢vano Aguirre—, el Libertador op a po ar al orden social un fundamento politico que no uera a leramente dependiente de aquellas radicales divisiones sociales"™. Tal fue no solamente la intuicion maestra de Bolivar sino también su eleccién moral fundamental y su gesto politico supremo. Mas alld de la leyenda, lo que queda vivo del Liberta- dor no es su carrera romantica de guerrero y estadista, ni sus logros notables pero desiguales como escritor y pensador. Lo que permanece vigente de Bolivar es su proyecto mesidnico de una republica disciplinada y virtuosa para Colombia y los colombianos. 1, ROUSSEAU EN EL PODER» Como sejialamos atras, Jean Jacques Rousseau es el princi- pal disefiador de la arquitectura politica que sustenta los regi- menes contemporaneos, a saber, el sistema representativo fun- dado en la ficcién de soberania nacional. Mas aun , el pensamiento politico y la inventiva constitucional durante la Revolucién francesa (1789-1799) y especialmente durante la republica jacobina (1792-1794) estuvieron bajo el influjo del fascinante y paraddjico autor de Las Confesiones. Y tanto Rousseau como el jacobinismo, a su vez, tuvieron un impacto profundo en Bolivar, que aprendié las primeras letras en el _ Emilio y perfeccioné su educacién europea asistiendo ala coro- nacién de Napoleén en Saint-Cloud en 1804, cuando la Revolu- cin se transforma en el Imperio. El parrafo inicial de El Contrato Social reza asi: Quiero averiguar sien el orden civil puede haber algunaregla de administracién legitima y segura, tomando alos hombres tal como son y a las leyes tal como pueden ser: trataré de unir ft nes El Liberal, Bogota, 1950, ie. Escaneado con CamScanner siempre en esta indagacién lo que el derecho permite con lo que prescribe el interés, a fin de que la justicia y la utilidad no se hallen separadas®, La primera frase denuncia ya el cardcter estratégico de toda la empresa: como portavoz de la pequefia burguesia radical, Rousseau intenta construir y desarrollar una nueva teoria sobre la legitimidad del poder, esto es, una evaluacién critica de la vieja doctrina de la monarquia teocratica y ala vez una coarta- da normativa para la nueva clase dominante. En este sentido, su libro no es un tratado de ciencia politica sino mas bien un manual de ideologia legal y politica de Estado. El objetivo de este breve y devastador ensayo, probablemente el mas influyen- te texto constitucional jamas escrito, es el disefio de una nueva tecnologia politica y no la descripcién o explicacién de la Tealidad. Lasegunda frase, por otra parte, muestra claramente las dos tradiciones teéricas que Rousseau trata de amalgamar en una nueva sintesis: “derecho” y “justicia” de la escuela del derecho natural e “interés” y “utilidad” de la escuela de la soberania. El filésofo suizo es heredero de la escoldstica y de Locke y Hume tanto como sucesor de Maquiavelo y Hobbes. Su pensamiento es un intento de dar al interés la dignidad del derecho y a la utilidad la dignidad de la virtud. Por algo Kant lo llamé el Newton de la moral. El Contrato Social lleva a sus limites la teoria que se encuen- tra en Hobbes: el pacto politico no és una experiencia histérica sino una necesidad légica pues la nueva sociedad liberal debe tener una fundamentaci6n racional, es decir, un origenjuridico. En la medida en que la voluntad general es la legitima expresion de la moral natural, puede haber, debe haber una completa y definitiva delegacion de poder de cada uno de los contratantes en el soberano: Cada uno de nosotros pone en comin su persona y todo su poder bajo la suprema direccién de la voluntad general; y nos- otros recibimos corporativamente a cada miembro como parte indivisible del todo [...] Al no estar formado el soberano mas que por los particulares que lo componen, no tiene ni puede 32. J.J. Rousseau, Del Contrato Social. Discursos, Alianza Editorial, Madrid, 1980, p.9. 77 Escaneado con CamScanner 5 ; consiguiente, el poder sobe. tener interés con a ! see idad de garanitia respecto a los rano no uene mevimposible que el cuerpo quiera perjudicar a suibditos, Doe eae y luego veremos que no puede perjudicar a oe soe articular Elsoberano por el solo hecho de serlo, es ninguno . 33 siempre todo lo que debe ser. republica contractual tiene un origen do es el despotismo de la voluntad eneral, la dictadura de los representantes dela ar sonte 2 nacion representada. Pe Relate Rea Pate “ aN ati ja tradi > Occ ae una. ocloorscias una republica mayoritaria pero autoritaria en la cual No hay duda de que la popular. Pero el resulta quien rehuse obedecer a la voluntad general sera obligadoa ello por todo el cuerpo: lo cual no significa Sino que’ se le forzard a ser libre; porque esa es la condicién, que, dando a cada ciudadano a la patria, le garantiza de toda dependencia personal; condicién que constituye el artificio y el juego de la maquina politica. Este discurso iluminado se convierte eventualmente en.una apoteosis de la voluntad general en nombre de la voluntad general misma. En tanto Rousseau aspira a ofrecer una alterna- tiva radical al viejo orden monarquico y teocratico por medio de su republica disciplinaria y su disciplina republicana, hace una afirmacién de la superioridad moral dela nueva soberania nacional 0 indivisible que resulta apodicticaen su mesianismo: La voluntad general es siempre recta y siempre tiende a la utilidad; pero no se deduce que las deliberaciones del pueblo tengan siempre la misma rectitud. Siempre se quiere el propio bien, pero no siempre se ve: jamds se Corrompe al pueblo, pero con frecuencia se le engafia, y s6lo entonces es cuando él parece uerer su mal [...] La voluntad general es siempre recta, pero el Joc spss la guia no siempre es esclarecido, Hay que haceie er los objetos tal cual Son, a veces tal cual deben Parecerle, mos- itarleel buen camino que busca, garantizarle de la sedulcclon de ‘4s voluntades particulares, acercar a sus ojos lugares y tiempos, 33. J.J. Rousseau, op. cit. OP. cit., pp. 23 y 25, 44. J-IRousseau, op, cit. p. 26.” B ihe Escaneado con CamScanner equilibrar el atractivo de las ventajas presentes y sensibles con el peligro de los males alejados y ocultos. Los particulares ven el bien que rechazan; el publico quiere el bien que no ve. Todos tienen igualmente necesidad de guias: hay que obligar a unos a conformar sus voluntades‘a su raz6n; hay que ensefiar al otro a conocer lo que quiere. De las luces publicas resulta entonces la unién del entendimiento y de la voluntad en el cuerpo social; de ahi el exacto concurso de las partes y finalmente la fuerza mayor del todo. He aqui de donde nace la necesidad de.un legislador?> Cincuenta y siete afios después, Bolivar, el autoproclamado legislador de Colombia, se dirige al segundo Congreso Nacio- nal de Venezuela en Angostura en su caracteristico estilo ruso- niano, La asamblea ha sido convocada para constituir los recién liberados territorios del norte de Suramérica, que se convertiran en las llamadas republicas bolivarianas. Y el dis- curso de febrero 15 de: 1819 es, en verdad, una propuesta mesianica de “una republica indivisible y centralizada” funda- da en una concepci6n paternalista de la autoridad: La libertad, dice Rousseau, es un alimento suculento, pero de dificil digestion. Nuestros débiles conciudadanos tendran que enrobustecer su espiritu mucho antes que logren digerir el salu- dable nutritivo de la Libertad36, El argumento se perfecciona con la pestulacién de un régi- men unitario cuyo centro de gravedad es un parlamento inamo- vible: Siel Senado en lugar de ser electivo fuese hereditario, seriaen miconcepto la base, el lazo, el alma de nuestra Republica. Este cuerpo en las tempestades politicas pararia los rayos del Gobier- no y rechazaria las olas populares. Adicto al Gobierno por el justo interés de su propia conservacién, se opondria siempre a las invasiones que el pueblo intenta contra la jurisdiccién y la autoridad de sus Magistrados. Debemos confesarlo: los mas de los hombres desconocen sus verdaderos intereses y constante- mente procuran asaltarlos en manos de sus Depositarios: el individuo pugna contra la masa y la masa contra la autoridad?7. 35. J.J. Rousseau, op. cit., pp. 35 y 45. . . 36. S. Bolivar, Escritos Politicos, Alianza Editorial, Madrid, 1979, p. 98. 37. S. Bolivar, op. cit., p. 108. 719 Escaneado con CamScanner n Legislador: su alo. El Libertador trae See eR, Gus se ha verdian cuci6n anuncia UP Po la Asamblea de Angostura, y una pero que fue recha7ate PO “ynacuarta potestad cuyo domi. propuestade un Fodes ,z6n de los hombres, el espirity nio sea la infancia y or ebrad 1a moral republican”, Taj piblice. las bevbién repudiada por los congresistas, quienes la Ee earo “como de muy dificil establecimiento y en los tiewinos presentes absolutamente impracticable”, constituye uno de los dos borradores de estatuto fundamental redactados por Bolivar, que se conservan. EI otro es la constitucién bo- liviana. ae ‘i eee Antes de ver el despliegue del constitucionalismo bolivariano enel proyecto del Poder Moral de 1819 y el codigo boliviano de 1826, sin embargo, es necesario describir de manera general la empresa histérica del caraquefio. paid Gracias a su educacion politica, a su experiencia europea y al paradigma de legitimidad que transporta el clima de opinién de su tiempo, Bolivar se impone-una misién mesianica con rela- cién a las colonias hispanoamericanas. Tarea redentora que busca sus fuentes de energia y sus titulos de autoridad en Montesquieu y Bonaparte, en la revolucién parlamentaria bri- tanica y la guerra de independencia norteamericana, y especial- mente en Rousseau y la Revolucién francesa. Empresa salvado- ra, en suma, que a través de un proceso de edificacién nacional se fija la misma meta que los hombres del 93 en Francia: la fundacién de una republica disciplinada y virtuosa, calcada sobre el modelo romano, en los Andes sudamericanos. Apologistas y no criticos, los bolivarianos, que son legién, han discutido interminablemente acerca de la formacién inte- lectual del Libertador. Se ha repetido que don Simén Rodri- Acne au bainét Prepeptor, utilizé el Emilio para dirigit Eloisa (la legendaria novela sisters 4 ues io. lie extivinde Ini Ogee olar del moralista suizo) cuan- tempranas lect : ‘ulio César y Plutarco constituyeron sus ‘Uras; y que todos los grandes textos del siglo de las luces acompajiaron al héroe liberal en sus viajes y campafias. 38. S. Bolivar, op. cit, p. 11 39. S. Bolivar, Dociring i pp 12755! Escaneado con CamScanner Lo importante es comprobar que Bolivar es un rusoniano puro: en su extenso epistolario, plagado de referencias eruditas a los clasicos griegos y latinos; en su obra militar y de gobierno, atravesada de parte a parte por una aguda conciencia de su vocacién histérica al liderazgo y ala salvacién de la patria; yen su estilo personal, mezcla de racionalismo y romanticismo, en estos y en otros aspectos salta a la vista el designio optimista y voluntarista que el ciudadano de Ginebra aporté a su siglo. Siete afios antes de Angostura, en el Manifiesto de Cartagena de diciembre 15 de 1812, Bolivar no sabe atin que ya escribe para si mismo cuando analiza las causas del fracaso de la primera republica venezolana: Los cédigos que consultaban nuestros magistrados no eran los . que podian ensefiarles la ciencia practica del gobierno, sino los que han formado ciertos buenos visionarios que, imaginandose republicas aéreas, han procurado alcanzar la perfeccién politi- ca, presuponiendo la perfectibilidad del linaje humano. Por manera que tuvimos filésofos por jefes, filantropia por legisla- cién, dialéctica por tactica, y sofistas por soldados*. Estas proféticas palabras, que terminaran describiendo con irénico rigor la inventiva constitucional de su autor, encierran una contradiccién. ,Por qué este constitucionalista romantico enjuicia con tanta severidad el constitucionalismo romantico de sus propios contempordneos? Porque en esta primera etapa de su carrera, Bolivar es ante todo un rebelde, un critico, y su discurso posee, por tanto, la lucidez de los idedlogos de la Ilustracién cuando cuestionan el antiguo régimen o de Marx cuando describe la mecdnica del naciente capitalismo indus- trial. En cambio, durante su fase de agente de la nueva legitimi- dad, el Libertador emplea una retdrica normativa casi religiosa, que recuerda la del jacobinismo cuando predica la virtud o la del marxismo cuando defiende la ortodoxia. Existe, de consi- guiente, una solucién de continuidad entre la critica cientifica del viejo orden y la defensa ideolégica del nuevo orden, contra- diccién en la cual suelen incurrir los protagonistas de todos los grandes procesos de cambio social, como lo sefialan reiterada- 40. S. Bolivar, Escritos..., p. 48 81 Escaneado con CamScanner 6 voluci io*!. Boli te los socidlogos del fendmena revolucionario Var mente if esta constante. “ es Pe et atando el caudillo venezolano presenta su proyecto del SI, C' 819 ya su constitu- Poder Moral al Congreso de Angostura eit y cionalismo es de caracter treo, 4 dos articulos y desarrolla El proyecto consta de cuaren ia ogia politica jacobina, una de las ideas centrales de ta Pe W ‘de El Contrato Social. inspiradaenel capitulo VII del mae control de la moralidad ol Ses eg ca ‘nombre del soberano y garantice la Poe de las practicas sociales*, La imposicion ae aate moral, formal puesto que viene definida por el poder politico y se expresa en el hierdtico de la ley, esta justificada por Tazones de Estado. Es la virtud sancionada por la coercién: “Si hay alguna violencia legitima, es aquella que se emplea en hacer a los hombres buenos y, por consiguiente, felices”43. La potestad ortopédica imaginada por Bolivar radica en un cuerpo de cuarenta y un miembros denominado Aredpago, a semejanza del supremo tribunal ateniense, que ejerce “una autoridad plena e independiente sobre las costumbres politicas y sobre la primera educacién” (Seccién La. articulo 1). Distri- buidos en dos Camaras, de Moral y de Educaci6n, “los miem- bros del Aredpago se titularan padres de la patria, sus personas son sagradas, y todas las autoridades de la Republica, los tribunales y corporaciones les tributaran un respeto filial” (Sec. la. art. 7). La Camara de Moral dirige la opinién de esta virtuosa repu- blica, premiando conel honor y castigandoconel oprobio (Sec. 2a. art. 1). Sus decisiones son “apelables” ante la opinion y la Posteridad y en sus juicios no admite otro “acusador” que el escandalo, ni otro “abogado” que el buen crédit 3). Adicionalmente, i ne Sem eae moral, encargada de se publiquen, y elabora tablas estadisti uen, cas di Vicios (Sec. 2a. arts. 5, 10y 11). La Casuistica le las virtudes y los del articulad 0. seria 41..vé ‘ 61 = a es bea seh Las Fenémenos Revolucionarios, Edici wa - ce ics cee Oullé, Sociologia de las Revoluc * G,. Rousseau, op. cit., pp. 129-131, "i age Carta de Bolivar a Guillermo White. de it /at,“Doctrina..., p. 151, ene ae a Escaneado con CamScanner cosa de broma si no tuviéramos la certeza de que el Libertador . legisla para la Nueva Esparta con una seriedad absoluta. La Camara de Educacion, por su parte, estd encargada de inculcar a los nifios, desde su nacimiento hasta los doce afios, “ideas y sentimientos de honor y probidad, amor a la patria, 2 las leyes y al trabajo, respeto a los padres, a los ancianos, a los magistrados y adhesién al gobierno” (Seccién 3a. arts. | y 7). Lasemejanza de estas clausulas con las Instituciones Republica- nas de Saint Just resulta sorprendente: se trata, al fin yalcabo, de la misma didactica del poder, de idéntico orden de disciplina y virtud. El paralelismo es tan extremado que el érgano de “ expresién del Areépago se denomina Monitor, al igual que el periédico oficial de la Convencién revolucionaria francesa. Mas alla de estos detalles, empero, el fondo de la cuestion es laclarividencia con lacual Bolivar sugiere que sin moral formal no hay politica real. Al-referirse.a la’ Camara de Moral del Areépago, el Libertador revela la pieza maestra de su maquina de patriotismo: “La politica no le concierne sino en sus relacio- nes con la moral” (Seccién 2a. art. 5). La politica no és otra cosa que la moral del cuerpo y la moral no es otra cosa que la politica del alma. En el corazon de esta cultura infectada de platonismo que es la nuestra, hay que destruir el dualismo que alimenta la servidumbre voluntaria: la moral y la politica constituyen ape- nas las dos caras de la moneda que compra nuestra libertad, los dos nombres del poder que rotura el campo de nuestra concien- cia. 2. ROMA EN .LOS.ANDES. Si el primero de los-borradores constitucionales de Bolivar fracasé debido asu radicalismo y ala coyuntura adversa en que fue presentado, el segundo se abrié paso siete afios mas tarde. En agosto de 1825, la Asamblea General de los Departamentos del Alto Pert declara su voluntad de romper con el dominio colonial de Buenos Aires, erigirse en estado soberano bajo el nombre de Republica Bolivar y pedir al Libertador la redaccion de una constitucién para el nuevo pals. % La respuesta de Bolivar es entusiasta y triunfalista. Sus cartas de la segunda mitad de 1825 y la primera mitad de 1826 mani- fiestan no sdlo un vivo interés en Ia tarea sino ademas una agresiva confianzaen su capacidad para llevarla a feliz término. 83 Escaneado con CamScanner El mismo dia de la publicacién del proyecto en Lima escribe a Sucre, su heredero politico: Todos recibiran esta constitucién como el arca dela alianza y como la transaccidn de la Europa con la América, del éjército conel pueblo, de la democracia con la aristocracia y del imperio con la republica. Todos me dicen que mi constitucién va a sere] gran mévil de nuestra reforma social. No es posible concebir mesianismo politico mayor. Precedido de un Mensaje al Congreso de Bolivia, el proyecto es enviado a Chuquisaca, la nueva capital, yen noviembre 19 de 1826 se adopta como primera constitucién del pais. El texto tiene un éxito considerable pero fugaz en el continente: tras la edicién principe de Lima, en las semanas siguientes aparecen reimpresiones en Bogota, Caracas, Quito y Buenos: Aires y traducciones al inglés en Londres por el poeta ecuatoriano José Joaquin Olmedo y al francés en Paris gracias a Benjamin Constant y al marqués de Lafayette. Al mismo tiempo, Bolivar lanza una ofensiva diplomatica para persuadir alos gobiernos de los paises liberados de implantar su ley fundamental como estatuto de una confederacién andina que incluiria‘a Colombia (Venezuela, Panama, la Nueva Granada y Ecuador), Pert y Bolivia. A través de su enviado especial Antonio Leocadio Guzman‘ remite una circular en procura de adhesion en Ja cual sostiene: En ningun pacto de los gobiernos representativos yeo tanta libertad popular, tanta intervencién inmediata de los ciudada- nos en el ejercicio de la soberania y tanta fuerza en el @jecutivo como en este proyecto. En é] estan reunidos todos los encantos de la federaci6n, toda la solidez del gobierno central; toda la .-¢stabilidad de los gobiernos monarquicos. Est4n enlazados to- », 40s los intereses y establecidas todas las garantias46, a ; Bolivar, op. cit., p. 147, ‘Quien publica una temprana ¢ ignorada apologia del proyed Ho Guzmén, Ojeada al proyecto de constitucién que el Li Bolivar;:Imprenta ‘Republicana Admi istrada pot 45, Escaneado con CamScanner He aqui lo que podria llamarse la seduccion de la codifica- cién. Empero, las gestiones encaminadas ala adopcién del proyec- to bolivariano resultan infructuosas. Salvo en Bolivia misma y en el Peri, donde rige cerca de un afio, la constitucién es rechazada en todas las naciones emancipadas de manera airada y polémica, para desmayo y frustracién de su redactor. En Colombia, la sugerencia del Libertador es interpretada como una imposici6n tirdnica‘’, muy a pesar del llamado Compromi- so de Tocaima, de 1827, a través del cual Santander intenta negociar la adhesién colombiana al proyecto a cambio de la supresién del ejecutivo vitalicio y de la represién del separatis- mo venezolano por el presidente titular‘, Y la crisis se acentua en 1828, cuando la Convencién Constituyente de Ocafia repu- dia la carta boliviana y la propuesta de la confederaci6n andina,. y las facciones bolivariana y santanderista abren hostilidades entre si. Como resultado, el Libertador expide su Decreto Organico de la Dictadura, que es un golpe de Estado constitu- cional, y el grupo de Santander atenta contra su vida en la conspiracién septembrina. Respecto de este tragico episodio debe recordarse que, irénicamente, la idea del tiranicidio surge de una de las llamadas Sociedades de Salud Publica que por entonces proliferan en Bogota‘. Y la confusién ideoldgica es tan grande que Luis Vargas Tejada, un oscuro poeta del grupo acusado de atentar contra el presidente de la Gran Colombia, llama “faccién jacobina” al grupo de Bolivar y “despotismo oclocratico” a su politica para Bolivia®. El jaco- binismo o autoritarismo liberal era y atin es un arma de doble filo, que permite ejercer el poder y a la vez socavarlo. 47. Véase la “Representacion dirigida al Presidente General ae Bo r los Magistrados de Colombia y algunos otros ciudadanos reclamando la Se enadiny ‘obediencia de la Constitucién de 1821 "de noviembre 14 de 1826, ‘en El Libro de Oro de Santander, Academia Colombiana de Historia/ Plaza & Janés, Bogoté, 1983, pp. 227-246. Este texto se atribuye a Vicente Azuero. 48. 1. Liévano Aguirre, op. cit., PP- . 49, 1. Liévano Aguirre, op. cit., p. 482. Vale la pena anotar que el cardcter “robespierrista” de la dictadura boliviana ha sido ignorado por los historiadores lombianos, boli ntibolivarianos por igual. ey sO" VeaseLLievano Aguire ‘Socioeconémicas de la Conspiracién 50, Véase I. Ligvano Aguirre, Razones 1a Co de Septiembre contrael Libertador, Biblioteca Venezolana de Historia, Caracas, 1968, p. 36. 85 Escaneado con CamScanner ahora las fuentes y caracteristicas de laconstitucién boliiana, Aparentemente, la inspiracion provino se Senado. consulto de Termidor del afio X (1801), que sanciona ta republi- i jal napoleénica, y dela constitucion haitiana del 80451, caimperial nap de la republi artas, como se sabe, son emblematicas de la republica y Ee Sdencia imperiales resultantes de la Revolucién francesa, Anus de Tocqueville nos ha ensefiado queexiste una Sonera: cia profunda a través de todo el proceso revo! jucionario bur- gués, de Luis XVI a Robespierre y a Napoleon, por cuanto e] hilo conductor es la centralizacién administrativa del Estado nacional merced a la sustitucién del despotismo monarquico poreldespotismo democratico?. De ahi que la contribucién de la Revolucién francesa a Europa y Occidente sea la disciplina republicana y la repiblica disciplinaria. ‘ De esta suerte, al disefiar su reptblica “mandada hacer a mano”, Bolivar le da un caracter napoleénico. El documento, que consta de diez titulos, veintiin capitulos y ciento cincuenta y dos articulos, prescribe una republica centralista, una presi- dencia vitalicia y una vicepresidencia hereditaria, un legislativo tricameral de elecci6n indirecta y restringida, una declaracién de derechos y un dispositivo de legalidad marcial. El Estado se divide en cuatro poderes: electoral, legislativo, ejecutivo y judicial (art. 8). La soberania se atribuye al pueblo pero su ejercicio corresponde a los poderes piiblicos (art. 7). Esto significa que el régimen es indirecto 0 representativo puesto que se establece la cascada de usurpaciones en que la democracia constitucional consiste. = El poder electoral aparece como la base de tal estructura y reside en un Colegio o Cuerpo Electoral compuesto de un elector por cada diez votantes (arts. 19 y 22). Esta encargado de elegir a los legisladores, postular a los candidatos para los empleos administrativos, judiciales y eclesidsticos de nivel a medio e inferior, administrar la ciudadania y en general repre- sentar alos ciudadanos ante las camaras (art. 25). El derechoa votar y constituir asi el 6rgano electoral pertenece a los danos, es decir, a todos los bolivianos por nacimiento o por ee incluyendo alos antiguos esclavos y alos as panoamericanos, con tres restricciones gener: . a r g Escaneado con CamScanner casado 0 tener mas de 21 afios de edad, saber leer y escribir, y tener empleo o profesién o renta (arts. 10, 13 y 15). El poder legislativo se distingue por la divisién en tres cama- ras y el caracter vitalicio de los censores. Como el Areépago de 1819, el legislativo bolivariano esta basado en el Senado roma- no, legislatura paradigmatica si las hay. Senadores, Tribunos y Censores son elegidos por el Cuerpo Electoral y sus funciones comunes incluyen el nombramiento del presidente por la pri- mera vez, la confirmaci6n del vicepresidente, el juzgamiento de los altos funcionarios y el otorgamiento al presidente de facul- tades para “la salvacién del Estado” en caso de guerra o peligro extraordinario (arts. 29 y 31). La Cémara de Tribunos, como las otras dos, tiene treinta miembros y equivale a la camara baja, de diputados o represen- tantes, de los parlamentos modernos. Se encuentra a cargo de las leyes relativas al gasto publico, los impuestos, las obras publicas, la administracién regional y local, y la politica exte- rior (arts. 42 y 43). La Camara de Senadores 0 Senado debe legislar sobre admi- nistracién de justiciae intervenir en la designacién de magistra- dos y jueces, gobernadores y alcaldes, y dignatarios eclesiasti- cos (arts. 46 y 47). A diferencia de los Tribunos y los Senadores, que desempe- fian sus funciones durante cuatro y ocho afios, respectivamente, los treinta Censores son elegidos de por vida. Sus estratégicas responsabilidades incluyen, velar por el cumplimiento de la constitucién y las leyes, acusar ante el Senado a los altos funcionarios de la administracion con la notoria excepcién del presidente, y regular la economia, la educacién, la cultura y las libertades de expresién y prensa (arts. 50, 52 a 57 y 59). Puede verse aqui la resonancia del Poder Moral propuesto al Congre- so de Angostura. La rama ejecutiva esté dispuesta de tal modo que hay una separaciénentreel presidente como. jefe de Estado yel vicepresi- dente como jefe de la administracién, de acuerdo con la tradi- cién britanica. A pesar dela violenta reacci6n que produce esta presidencia imperial y dindstica en el subcontinente, conviene aclarar que Bolivar no la propone para si sino para Sucre. Pero tras el asesinato de su heredero politico a mediados de 1830 yla propia muerte del Libertador unos meses después, el Congreso boliviano suprime la polémica institucién de la presidencia Vitalicia. 87 Escaneado con CamScanner i residente debe ser clegido por |, gl tivo, Es el titular de la adminis. bilidad alguna por los actos dg buciones son nombrar y re. los secretarios de Estado, in la carta, r aided absoluta del legisla tracion pero no tiene responsal i dicha gestion. Sus prin pat ee libremente al vicepresidente ) ecuter las leyes y sentencias judiciales, comand Ins frre militares y dirigir la politica exterior (arts. 76, tee y 2 Est monarca republicano no puede, sin embargo, er. tad, propiedad o seguridad de ningn eluded eee ni intervenir en los procesos electorales y judiciales (art. ). : El vicepresidente debe ser confirmado por la legislatura Yco- mo jefe del ministerio es el responsable del funcionamiento dia. rio del gobierno (arts. 84, 87 y89). Los tressecretarios de Estado oministros(de gobierno y relacionesexteriores, de haciendayde guerray marina) constituyen unaespecie de gabinete puesto que se establece su responsabilidad colectiva en asuntos de Estado, como ocurre en los regimenes parlamentarios (art. 94). El poder judicial no presenta novedades dignas de mencién especial, con excepcién de tres garantias procesales de pura estirpe liberal que se insertan en esta seccion de la carta. Son ellas el juicio por jurados, el habeas corpus y la procripcién de la tortura y de los castigos crueles e infamantes (arts. 117, 120, 121 y 122). wile La declaracién de derechos, por su parte, reconoce las si- guientes garantias: libertad civil, seguridad individual propie- dad e igualdad ante la ley; libertad de opinién y de prensa; libertad de locomoci6n; inviolabilidad del domicilio; reparti- cién proporcional de las contribuciones; abolicién de privile- gios; libertad de trabajo, industria y comercio; y derecho de Propiedad intelectual (arts. 144 y 151). Adicionalmente, el pro- yecto comporta dos avances en materia de libertades piiblicas que honran a Bolivar: la manumisién automatica de todos los esclavos (art. 10) y la Accién Popular, una especie de recurso _ciudadano contra la arbitrariedad de magistrados y jueces, se rundores y alcaldes (arts. 100 y 133). ensién que recor: Beaee na el ister de Tenaga ymonumen aur ‘Lanoci i i F asact © ctadiién en ls ‘eonncey eal (Como al nt piibl s) tiene su ori; igua ‘tepublica romana. Segiin esta déiica | igen en la antigv! “sistema legal puede suspende: ie aa quvencion latifia, ue ' T el imperio del derecho sin que 9 88 Escaneado con CamScanner prantarlo, so pretexto de su preservacién, cuandoquiera que se sienta amenazado desde el interior o desde el exterior. En tal caso, puede nombrarse un dictador y adoptarse medidas espe- ciales en orden a restablecer la normalidad republicana. La ley marcial, por tanto, no es un quebrantamiento sino una excep- cién a la regla general de la repuiblica que es la ley civil, la ley pacifica. Incluso las expresiones “salud publica”, “salvacién publica”, “seguridad publica”, como coartadas del poder en su comportamiento libre, es decir, arbitrario, se emplean por vez primera en la Roma republicana. Y son recuperadas por la Francia jacobina y napoleénica‘}, La primera ley de leyes de Bolivia pertenece también a esta tradicion y reclama la herencia del liberalismo autoritario con exquisito legalismo: los articulos 9, 123, 133 y 152 constituyen laexcepcién a la regla general, la excepcidn que se convierte en la regla general. En caso de guerra o de peligro extraordinario 0 por razones de seguridad del Estado, con toda la carga de ambigiiedad que tales formulas transportan y conel margen de discrecionalidad que conceden al régimen, eltexto bolivariano autoriza la suspensién de la constitucién’y traslada funciones legislativas y judiciales al ejecutivo para sortear la emergencia y recuperar el equilibrio. Carece de sentido apelar a la dictadura para salvar la demo- cracia. Los problemas de la democracia slo pueden solucio- narse con mas y mejor democracia. Mas aun, la legalidad marcial ha sido hasta ahora un meca- nismo autodestructivo dentro de la tradicién constitucional lati- noamericana. Y no solo porque la fuerza destruye el derecho sino también y sobretodo porque la dictadura constitucional es una estrategia de guerra controlada, un jacobinismo de tiempo de paz que los gobernantes emplean para obtener el sometimiento y la colaboracién de los gobernados. La clave de todos los sistemas de estado de sitio no es tanto una vocacién tirdnica de los gobiernos cuanto un jacobinismo de las instituciones, una ideologia de la patria en peligro o de la naci6n en armas cuyo 53. En la legalidad bonapartista se inspir6, al parecer, el constituyente de 1886 para crear el estado de sitio bajo él cual ha vivido Colombia desde 1944. Véase Gustavo Gallén Giraldo, Quince Afios de Estado de Sitio en Colombia 1958-1978, Editorial América Latina, Bogoté, 1979 y Alfredo Vazquez Carri- tos El Poder Presidencial en Colombia, Enrique Dobry Editor, Bogot4, 89 Escaneado con CamScanner Ss objetivo estratégico es tornar aceptable e incluso dese: guerra del Estado contra la sociedad. ube Encualquier caso, la experiencia de la republica fundada Por el Libertador es ejemplar: con el mas alto indice de despotismy militar del continente y el proximo golpe de Estado gravitandy ominosamente como una espada de Damocles sobre su Pueblo condenado, Bolivia es el mayor fracaso del constitucionalismy criollo porque pretendié ser su mayor triunfo. La Roma de log Andes, la republica del aire, el pais de las quimeras de ese Rousseau en el poder que fue Bolivar, es un suefio imposible. Pero los suefios se convierten en quimeras y'las quimeras se conviértenen constituciones y las constituciones sirven Para gobernar a los pueblos. En Colombia, entretanto, no ha habido constitucién bolivia. na sino constitucién bolivariana, la constitucion bolivariana que el pais ha tenido desde 1819. Desde entonces, Bolivar es él mitico padre de la patria cuya sola invocacién ritual actua como un operador de legitimidad para los partidos y los regi- menes hechos a su imagen y semejanza‘o herederos sin beneficio de inventario de su despotismo filantrépico. BRE ‘able la Escaneado con CamScanner Capitulo VI EL ESTILO SANTANDERISTA Si la estructura constitucional de Colombia es bolivariana —liberal pero autoritaria, autoritaria pero liberal—, su estilo es santanderista. Ello quiere decir que el método conel cual hade administrarse el régimen centralista y presidencialista fundado y constituido por el liderazgo mesidnico de Bolivar es el estable- cido por este astuto abogado y politico granadino durante sus dos administraciones: como vicepresidente y presidente encar- gado de la Gran Colombia entre 1821 y 1827, y como presidente titular de la Nueva Granada entre 1832 y 1837. Tal método consiste en una sutil manipulacién de las formas y normas legales con propésitos ideoldgicos, un rentable manejo de la constitucién y las leyes como una retorica de orden y unidad, un nominalismo juridico que eventualmente se convierte en un culto nacionai: el culto del legalismo y del constitucionalismo. 1, EL HOMBRE DE LAS LEYES Francisco de Paula Santander fue grancolombiano tan sdloen el sentido geografico del término pues habia nacido en la Nueva Granada y nunca rey en el suefio bolivariano de una republi- ca extensa que incluyera'a Ecuador y Venezuela. Fue el princi- pal granadino en el estado mayor de Bolivar, dominado por los militares venezolanos, y se convirtié en vicepresidente de la Gran: Colombia en el Congreso de Cucuta de 1821. En la medida en que el Libertador paso buena parte de la década de 18201830 enel Perty Bolivia, dedicado ala conclusién dela 91 Escaneado con CamScanner een. ra contra Espaiia, Ss como presidente encarg' de Bolivar, no era un gue! mento romantico- Fue, po i ni ‘2 1810, Santander era ape “ Tras la batalla ce 6 casi todo el territorio neogranadino, se ciaal servicio de Bolivar. de 1819, que libe! colocé a la cabeza de los dirige blecerse como sustituto de al después. A resul e a en 1826 y por la Convencién de Oca- enemigo principal des laconstitucion bolivian fia, el Decreto Organico septembrina en antander se un habil administra ociacion pol Puede decirse que Santand i carat desempefié hasta 1827 ode lanueva republica. A diferencia TO profesional, ni tenia un tempera. rel contrario, él funcionario Publicg dory un brillante aboga. itica y ala exégesis literal de erencarna, quiza de mane. cteristicas del constitucionalismo y os como han sido planteadas aqui. as un joven oficial de provin. alla de Boyaca, a mediados ntes colombianos y logro esta- Bolivar primero y como su Tival y Itas de la crisis desatada por de la Dictadura y la conspiracién 1828, Santander fue destituido de la vicepresi- dencia y expulsado del pais por Bolivar después de un dudoso proceso y de casi un afio de prision. Conviene recordar que la ordalia de Santander se debié a su aparente vinculacién al complot para asesinar al Libertador y restaurar la constitucién de 1821. Si bien la bibliografia disponible no es de fiar, parece que Santander conocia el proyecto del tiranicidio por anticipa- do y no participé en él; sin o denunciarlo. embargo, no hizo nada paraevitarlo Santander estuvo exiliado entre 1829 y 1832, tiempo durante el cual fallecié Bolivar y se desintegré la Gran Colombia gracias al exitoso separatismo venezolano y ecuatoriano. Fue elegido enausencia primer presidente de la Nueva Granada y en 1833s¢ encontraba ya al frente de su segunda administracion. Conclu- x6 su periodo en 1837y, trasun breve ejercicio como senador ¥ ea ‘i re de las pendencieras facciones de las cuales surgirian lespués los partidos politicos llamados tradicionales, murié en 1840. Li P ae Sea vee el Hombre de las Leyes y el Organiza” ‘a, en virtud de su devocién por la legalidad ¥ Sus talentos administrativos, central en la historiografiac exponente de la voluntad o; se conforme a derecho. Contra el constitucionali: 92 f, Santander ha ocupado un lugs" colombianacomoe! més autorizad0 iginaria de la nacién para goberna!” | Contra multi miltiples obstculos, inclu? | smo carismatico y despotico de Bol Escaneado con CamScanner po del modelo colombiano al, seguin los historiadores jiberal, forma una tradi- var, Santander representa el arqueti de democracia constitucional, el cu: convencionales ¢ idedlogos del partido | cién aparte en América Latina®. En realidad, Santander encarné una reaccién a la propuesta bolivariana de una republica centralizada y disciplinaria para la Nueva Granada, Colombia e Hispanoamérica. Dicha reaccién fue nacionalista y federalista a la vez, y conté con el apoyo de los burécratas de Santa Fe y de los mercaderes y terratenientes de provincia en toda la Nueva Granada. En comparaci6n con el de Bolivar, el proyecto constitucional de Santander era menos autoritario, mas permisivo en materia de derechos civiles y politica econémica, y mas abierto, en el sentido de que la division del trabajo entre el gobierno nacional y los gobiernos provinciales era mas beneficiosa para estos ultimos que el esquema unitario y vertical favorecido por el Libertador y en buena parte acogido por la constitucion de Cucuta. No habia, por supuesto, oposicidn estratégica sino tactica entre los mode- los constitucionales de los dos padres fundadores. Ambos eran diferentes versiones del mismo discurso liberal proveniente de las mismas fuentes europeas y norteamericanas. Igualmente, parece cierto que Santander tuvo éxito en la organizacién de la estructura de un gobierno nacional que proveyera no sdlo los recursos y suministros para concluir y ganar la guerra de independencia, sino ademas los servicios publicos para atender a la poblacién civil. Su mayor preocupacién en tal sentido fue el desarrollo de un sistema de educacion publica que consideraba estratégico para la consolidacién de la republica en la Nueva Granada y de su proyecto constitucional en particular®s. En cuanto concierne a este ensayo, empero, el rasgo distinti- vo de Santander como estadista es su estricta adhesi6n a la legalidad: La cualidad especifica por la cual Santander es admirado fervientemente por los liberales colombianos de hoy es su devo- 54. Véase Julio Hoenisberg, Santander ante la Historia, 3 vols., Imprenta Departamental, Barranquilla, 1969. ao; El mejor estudio de la gestion del Hombre de las Leyes es David Bushnell, peeeimen ae Santander en la Gran Colombia, 3a. edicién, El Ancora Editores, 93 Escaneado con CamScanner ciénestricta por la legalidad constitucional. Existe sin duda al, de ficcién, como también de realidad, en la frase que defin®® Santander como el Hombre de las Leyes, puesto que era ca, de pasar los limites legales cuando convenia a sus Propésito, Ningin gobernante de una republica naciente, a la que faltap, todo precedente de gobierno constitucional, habria dejadg lc hacerlo, En otras ocasiones se parapetaba tras tecnicismos lepa. les para escapar a la critica que surgia cuando no lograb;, resolver oportuna y puntualmente algun problema urgente; ung de sus excusas favoritas consistia en alegar que una Mediga especifica solo podfa ser tomada con el consentimiento expres del Congreso*, Santandér comparte esta fe en el derecho por-el derechy mismo con Rousseau y especialmente con Jeremy Bentham, dl filésofo y jurista inglés que se constituyé en el centro de la polémica intelectual colombiana entre 1820.y. 1870 y quien “creia en la eficacia total de las leyes, creia que las instituciones y los modos de vida podian ser creados y moldeados por las leyes apropiadas”5?, Esta creencia, sostenida por Santander y por la mayoria de los dirigentes del pais hasta hoy, ayuda a explicar por. qué un pensador europeo se convirtié en una autoridad juridica en la Nueva Granada y en toda Hispanoamérica, como ya ha sido documentado°’. Porque el legalismo o voluntarismo legal noes s6lo una especie iluminada y mesidnica de activismo y reformis- mo por parte de thuchos lideres, jueces y educadores, sino también un cierto tipo de coartada general para su _gestidn global mientras toman decisiones y hacen leyes para la comuni- dad. El legalismo santanderista es entonces una herramienta ideo- légica que confiere ala tarea gubernamental una apariencia de legalidad y racionalidad (en tanto la adhesion formal.a las reglas escritas, de acuerdo con el mito racionalista imperante, suscita por su sola virtud el reinado de la justicia entre los hombres) y que permite asi legalizar los intereses dominantes¢ | ilegalizar los intereses dominados. 56. D. Bushnell, op. cit., pp. 62-63, 57. Miriam Williford, Jeremy Bentham on Span Z 5 , h Al ana Sta “University Press, Baton Rouge, 1980, p. XI Ct Americas Lous | | | 58. Véase M. Williford, op. cit i _ } 0p. cit., y Theodora McKennan, Santander and! Vogue'of Benthamism in Colombia and Ni Ph D. Dissertto® Loyola University, Chicago, 1970, 00" Ne” Granada, Ph. D. Dissera 94 Escaneado con CamScanner a dela legalidad: ir tiene que el culto santanderista 0¢ ” jonal €5 imearnacin suprema de la democracia convformis™ e una de las fuentes principales de la estrategia jo desde at normativo que fas élites colombianas han emp! 0 vel etal eriodo. formativo del Estado nacional para pres¢! teed quo legitimar su dominio. Y ello obedece a que el Hom! bi las Leyes, al igual que el Libertador, ha sido metamorfoseat por la vieja historiograffa en un semidids, en el santo patrono del partido liberal incluso de la epublica misma. Un historia- dor contempordnco ha desenmascarado este mecanismo ideo- ldgico de la siguiente manera: Ni qué de Los partidos liberal y conservadoren Colombia se nutren con el mito de su origen: derivan éste de los héroes como SI la conciencia de mediocridad, de vacilacién y de falta de perspec i vade los conductores presentes tuviera que ser legitimada origi- nariamente por Bolivar y Santander. El mi sirve asi para justificar una prdctica que se valida a posteriori, en forma de- ductiva, con postulados reales o supuestos, emanados de los fundadores de la “nacionalidad”, de la patria y por tanto validos porque proceden de éstos y se confunden con aquélla®. Aunque ninguno de los dos tuvo nada que ver en la funda- cién factica de los partidos tradicionales, Bolivar y Santander han sido endiosados por conservadores y liberales a fin de legitimar as{ su gestion histérica mediante la apropiacin del prestigio mitico de los padres fundadores. En este sentido puede afirmarse que el Estado colombiano tiene una estructura | bolivariana y unestilo santanderista, es decir, un marco autori- tario y un cardcter legalista o un esquema rusoniano y jacobino y una manera benthamista. 2, LA BATALLA DE BENTHAM eat bad se entienda mejor el Jegalismo santanderista al ofre- aoe pe de la enorme influencia ejercida por Bentham a Granada y Santander enlo que un investigador %, : wa Alvaro Tirado Mejia, vioArrublaetal, Cos, Colombia: Siglo y Medio de Bipartdismo", en mbia Hoy, Siglo XXI Editores, Bogot4, 1978, p. 102. as Escaneado con CamScanner Os venezolano ha !lamado “la batalla de Bentham €n Colo; bia”, im Durante el ultimo tercio de su larga vida, de 1808 a 1832 dl utilitarista inglés dedicé su prodigiosa inventiva a Propone; constituciones, codigos, leyes y sistemas penitenciarios a Espa. fia y en especial a lo que él denominaba “Ultramaria”: las antiguas colonias espafiolas en el Nuevo Mundo. Centenares de cartas y docenas de proyectos muestran no s6lo las numerosas amistades que Bentham tenia entre los lideres espafioles e his. Panoamericanos*!, sino también sus incansables esfuerzos Por implantar su racionalismo juridico en Ultramaria. Dedicé va. Tios afios a su proyecto de un canal interocednico a través del istmo centroamericano, el canal Junctiana, lo mismo que a sy propuesta de codificacién, que seria un comprensivo cuerpo de leyes forjado por este autoproclamado legislador para los nue- vos territorios liberados de América. Con todo, en ninguna parte result6 tan exitosa y perdurable la filosofia legal de Bentham como en Colombia, en especial después de 1824 y gracias a su mayor discipulo a este lado del Atlantico: Santander. La primera menci6n del jurista inglés en Colombia fue hecha por Narifio en su periédico La Bagatela en 1811, a través de la reproducci6n de un articulo sobre libertad de prensa tomado por José Maria Blanco White de los manuscritos de Benthamy originalmente publicado en E/ Espafiol, el periddico londinense del heterodoxo espafiol®. Después de la rebelidn de Riego en Espafia, el pensamiento liberal, incluyendo las doctrinas utilitaristas, alcanzaron. una influencia sin precedentes en América puesto que las nuevas repiblicas estaban ansiosas de impulsar su proceso de forma- cién nacional y particularmente de modernizar sus leyes civiles y penales®, Ramén Salas, un profesor de la Universidad de 60. Armando Rojas, “La Batalla de Bentham en Colombia”, Revista de Historia de América, No. 29, México, junio de 1950, pp. 37-66. 61. Gaspar de Jovellanos y José Maria Blanco White en Espafia; Jos¢ de! Valle en Guatemala; Simén Bolivar y Francisco Miranda en Venezuela; Frat cisco de Paula Santander, Antonio Narifio y Ezequiel Rojas en Colombia: Bernardo O'Higgins en Chile; y José de San Martin y Bernardino Rivadavia? Argentina, 62. Véase A. Rojas, op. cit., p. 38 y German Marquinez; Benthamismo Y Antibenthamismo en Colombia, Editorial El Buho, Bogota, 1983, p. 13. 63, T. Mckennan, op. cit., pp. 87 y 88. ‘ 96 Escaneado con CamScanner Salamanca, publicé entonces en Paris en 1823 los siete volime- nes de su traduccién de los Traités de Legislation Civil et Pénale, el texto francés elaborado por el suizo Etienne Dumont con base en los manuscritos inéditos de Bentham. En 1824, los Tratados circulaban ya en la Gran Colombia y en 1825 fueron establecidos como texto oficial en las facultades de derecho por medio de un decreto de noviembre 9 firmado por Santander como presidente encargado. Esto era, por supuesto, parte de una estrategia mds amplia con la cual el gobierno de Santander buscaba implantar una educacién publica, racional y secular, en un pais sujeto todavia al poderoso influjo de la iglesia catélica, que por su parte vela en el benthamismo una doctrina fordnea y peligrosa. La cues- tién de los textos devino asi otro campo de batalla para las fracciones bolivariana y santanderista que ya se hallaban en pugna. El conflicto seria prolongado y decisivo. Porque desde entonces los colombianos han manifestado una notable pro- pensi6n a enfrentarse por cuestiones educativas (textos, méto- dos, Programas, titulos) y a transformar escuelas, colegios y universidades en terrenos estratégicos del Estado, la iglesia, los partidos y la oposicién extraparlamentaria. Ello no obsta para que hoy pueda decirse que el régimen ha abdicado casi entero de su responsabilidad de educar a la poblacién en provecho de la iglesia y los-educadores privados y en desmedro de los habitos de obediencia que corresponde inculcar al Estado. Por Ley de octubre 3 de 1826, se establecié un Plan General de Estudios, inspirado en las leyes espafiolas de 1813 y 1821, las cuales.a su vez.se basaban en el Informe de Condorcet para la Asamblea francesa de 1792. El articulo 168 de la ley ratificaba los Tratados de Bentham en su calidad de texto oficial para los cursos de Principios de Legislacion Universal y Derecho Civil y Penal, que constituian las asignaturas basicas del curriculum legal. Bice, en medio de una violenta polémica sobre Bentham entre Vicente Azuero, uno de los mejores juristas del pais y quizds el mas cercano colaborador de Santander, y un sacerdote catélico, el padre Margallo, el Libertador regresé a Colombia y reasumié la presidencia. Una de sus primeras decisiones fue Proscribir el uso de los textos utilitaristas en las escuelas de derecho por medio de su decreto de marzo 12 de 1828. Esta medida fue reiterada poco después de la conspiracién de sep- tiembre en una carta circular enviada por el Secretario del 7 Escaneado con CamScanner Interior a los gobernadores provinciales: el curso de Principios de Legislacion Universal fue suprimido, Bentham fue prohibi- do yel Plan de Estudios de Santander fue calificado como una de las causas del frustrado tiranicidio. Este solo episodio es suficiente para comprender por qué el benthamismo seria motivo de conflicto en los decenios siguien- tes entre los herederos del Libertador y los herederos del Hom- bre de las Leyes, es decir, entre el partido conservador y el partido liberal. En efecto, durante su segunda administracién, Santander restablecié la ensefianza del derecho segun Bent- ham, por medio de una ley aprobada por el Congreso de la Nueva Granada en mayo 29 de 1835. Y en 1836 tuvo lugar el mds importante debate sobre las ideas del jurista britanico cuando se enfrentaron, de un lado, un periédico de Popayan donde estribia José Manuel Restrepo, el antiguo Secretario del Interior de Bolivar, y del otro un periddico de Bogota donde escribia un colaborador anénimo, que pudo ser Vicente Azue- ro, el redactor de la carta de 1821, o Ezequiel Rojas, el fundador del partido liberal en 1848. Irénicamente, ambas publicaciones respondian al mismo nombre: El Constitucional. Tras la guerra civil de los Supremos, de la cual surgiran de algiin modo los partidos tradicionales, hubo un gobierno boli- variano que adopté una reforma educativa abiertamente dere- chista, Ella aseguraba la mds amplia intervencién de la iglesia catélicaen las escuelas y los colegios e incluia la proscripcién de los libros de Bentham. i La prolongada guerra ideoldgica en torno al benthamisno tuvo sus tltimas batallas entre 1865 y 1875, cuando los liberales estaban en el poder y la educacién publica regres6 a la agenda nacional. El Estado tenia una estructura federal y el pais viviala edad de oro de la cultura nacional durante él siglo XIX. Se publicaron entonces, entre:1868 y:1873, ocho obras de reflexion que colocaron a Bentham en el ojo del huracan otra vez y lo hicieron el caballo de batalla'de las tensas relaciones entre el gobierno liberal; comprometido en una campaiia de radicales teformas, y la oposicién conservadora, resuelta a restaurar a ae 64. Véase Jaime Jaramillo, “Etapas y Senti Hi ia”, . ' -y Sentido de la Historia de Colombia”, en Mario Arrubla etal, Colombia Hoy, Siglo XXI Editores, Bogotd, 1978, pp. 98 Escaneado con CamScanner Colombia como un pais centralista, jerarquizado y paterna- lista®s. El debate sobre el utilitarismo pasé a un segundo plano con la caida del sector federalista de] partido liberal, el llamado Olimpo Radical, hacia 1880, y desde entonces permanece como una cuestién académica. En suma, la singularidad de la preponderancia benthamista en la vida cultural y politica del pais a lo largo de casi todo el siglo XIX s6lo puede ser explicada si se considera el servicio estratégico que la juristica utilitarista presté a las élites neogra- nadinas: Los escritos de Bentham Ilegaron a Colombia inicialmente a través de los conductos paralelos del liberalismo en el poder y del liberalismo en el exilio de Espafia. En los tiltimos afios dela guerra de independencia, fueron recibidos con interés por los lideres republicanos, quienes se hallaban continuamente ame- nazados por los peligros de la anarquia y la aniquilacion y se sentian obligados a poner la supervivencia nacional por encima de la libertad. . Durante los afios siguientes, el utilitarismo probaria ser una -valiosa férmula para el reducido eilustrado grupo que pretendia crear una nacién moderna en Colombia. Con grandes masas de la poblacién que carecian de educacién y entendian mal las nuevas metas nacionales, los lideres republicanos temian las implicaciones de la soberania popular. Los primeros Tratados de Bentham, escritos en un periodo en el cual era indiferente a los problemas constitucionales pero estaba a favor del despotis- mo ilustrado, resultaban muy seguros en este aspecto pues condenaban toda tendencia anarquica. En esta misma €poca, dirigentes conservadores, incluyendo voceros de las clases po- seedoras y atin de las 6rdenes religiosas, aprendieron a citar las defensas de la seguridad y la propiedad que eran parte de los Tratados de Legislacién de Bentham®. 65. Los libros fueron Filosofia Moral( 1868), de Ezequiel Rojas; Estudio sobre el Utilitarismo (1868) y Cartas al sefior Doctor Ezequiel Rojas (1868), de Miguel Antonio Caro; Las Sirenas (1869), de José Joaquin Ortiz; Refutacién de Las Sirenas (1870), de Ange! Maria Galan; Informacién sobre Textos (1870), Fran- cisco Eustaquio Alvarez; Ciencia de la Legislacién (1873), de José Maria Samper, y, Conversaciones Filosdficas (1873), de Medardo Rivas. Los textos de Rojas, Galan, Alvarez y Rivas eran benthamistas; los de Caro y Ortiz, antibenthamistas; el de Samper, una tentativa de transaccién entre ambas escuelas. Véase G. Marquinez, op. cit., pp. 7-38 y 215-223. 66. T. Mckennan, op. cit., p. 330. 99 Escaneado con CamScanner Porque Bentham no creiaenladi jocracia. Su pensamiento, directamente entroncado en el positivismo asa de Hob- bes, ofrecié a Santander y sus sucesores una filosofia racionalis- ta yuna ética burguesa fundadas ambasenel valor ae de ia seguridad, Estuvo siempre dispuesto a sacrificar la be! isfilad popular ala utilidad publica pues paraél la mayor virtud de un sistema constitucional y legal debia ser la valculabilig ya, la previsibilidad, de acuerdo con su aritmética moral??. Esta lega- lidad racional y secular que el filésofo britanico proponia para Ultramaria como instrumento de modernizacion y Progreso y a la vez como dispositivo contra la igualdad econémica y la participacién politica no era otra cosa que recelo de la demo- cracia, miedo a la democracia. Y no otro ha sido el ethos dela clase dirigente colombiana a lo largo de toda nuestra historia. El Hombre de las Leyes escribia a José Manuel Restrepo en 1821: Me gusta mucho la opinién de usted de que si dejamos a los pueblos en absoluta libertad, volveremos a la antigua desastrosa anarquia, y que es preciso hacerlos libres contra su voluntad; tal ha sido el principio que me ha dirigido para refrenar un poco la libertad de los stibditos [...] He creido y creo siempre que es primero arrojar a los espafioles del pais de cualquier modo y a costa de medidas irregulares y atin injustas, sino hay otras, y ensefiar al pueblo a obedecet ciegamente, y que después es entrar en adoptar todas las instituciones liberales de un pueblo verda- deramente libre®s. El argumento de Santander evoca los discursos de Bolivar y Rousseau. Se trata del mismo suejio politico, el del liberalismo autoritario y el autoritarismo liberal: una sociedad transparen- te, legible en cada una de sus partes; una ciudadania disciplina- da, atravesada de un extremo a otro por la ubicua mirada del ‘ o Véase J. Bentham, Fragmento sobre el Gobierno, Aguilar, Madrid, 1973, . XV, ee 68. Roberto Cortazar (ed), Cc shag ‘y Mensajes de Santander, Libreria’ Volun- ee tad, Bogota, 1956, vol.“I11, p. 10. 69. Michel Foucault escribia:“Pido Por esta afirmacion pero creo sociedad que Kant o Hegel. Nuestras sociedades ues fue él quien programé, definid y describié d Poder en que vivimos, presentandolas en un mara sociedad de ortopedi: deberian rendirle un ho: enaje le manera precisa las formas de villoso y célebre modelo deesta ia generalizada que es el Panoptico, forma arquitectonica 100 Escaneado con CamScanner poder o porla sabia vigilancia de la voluntad general. Es la mas auténtica ingenieria politica®. El benthamismo fue una inge- nierfa politica para Santander y las dos primeras generaciones de liberales colombianos. El legalismo santanderista fue una ingenieria politica, que sirvié para establecer la dinamica y el estilo de la Nueva Granada. Y el reformismo constitucional, que seguiremos ahora en su despliegue multiple y en su polise- mia tactica, ha sido y atin es la suprema ingenieria politicaen el contexto colombiano. que permite un tipo de poder del espiritu sobre el espiritu”. M. Foucault, La Verdad y las Formas Juridicas, Gedisa, Barcelona, 1980, p. 98. Y en otro lugar: “Bentham es el complemento de Rousseau. ;Cudles, enefecto, el sucfio rusoniano que ha animado a tantos revolucionarios? El de una sociedad transparente, visible y legible a la vez en cada una de sus partes; que no existan zonas oscuras, zonas ordenadas por los privilegios del poder real o por las prerrogativas de tal o cual cuerpo 0 incluso por el desorden; que cada uno, desde el lugar que ocupa, pueda ver el conjunto de la sociedad; que los corazones se comuniquen unos con otros, que las miradas no encuentren ya obstaculos, que la opinién reine, la de cada uno sobre cada uno|...] Bentham es ala vezesto y to: lo contrario. Plantea el problema de la visibilidad pero pensando en una visibili- dad totalmente organizada alrededor de una mirada dominadora y vigilante. Hace funcionar el proyecto de una visibifidad universal, que actuariaen provecho den poder riguroso y meticuloso. Asi, sobre el gran tema rusoniano —que esen alguna medidael lirismo dela revolucién—searticulalaideatéonicadelejercicio de un poder ‘omnicontemplativo’ que es la obsesion de Bentham. Los dos se unen y el todo funciona: el lirismo de Rousseau y la obsesién de Bentham”: M. Foucault, “El Ojo del Poder”, en Jeremy Bentham, El Panéptico, Las Ediciones de la Piqueta, Madrid, 1979, p. 15. 101 Escaneado con CamScanner Tercera Parte LAS GUERRAS CONSTITUCIONALES Escaneado con CamScanner Capitulo VII CARTAS DE BATALLA: LAS CONSTITUCIONES En orden arastrear el proceso de construccién nacional enel despliegue del discurso constitucional e, inversamente, para exponer la dindmica del reformismo normativo como guerrilla ideolégica en la busqueda de la continuidad politica y la estabi- lidad institucional, se presenta en esta seccién una restitucién critica de la historia constitucional de Colombia. La siguiente narrativa, sin embargo, no pretende ser un recuento completo de los fenémenos y procesos que forman la historia legal de la repiblica colombiana y menos aun una historiografia alternativa que explique todas las contradiccio- nes y mistificaciones que se hallan en la tradicién juridico- politica nacional. Dicha tarea debe ser un esfuerzo colectivo e interdisciplinario de largo aliento, hasta ahora eludido por los intelectuales colombianos, y este trabajo no es mds que una contribucién personal a la critica de la retérica constitucional en sus propios términos. El objetivo estratégico de esta tercera y ultima parte es, de consiguiente, dar un sentido a las caracteristicas reales del constitucionalismo en Colombia (lo que hemos llamado el hilo conductor, las constantes estructurales, la herramienta del re- formismo preventivo y la polémica constitucional misma) tal como pueden ser extraidas de log materiales legales e histéricos por medio de la critica ideoldgica. Con base en la idea del derecho como gramatica de la guerra y en la vision de. la independencia como la creacién del Estado antes de la nacion y sin la nacién, de:una manera autoritaria y legalista, nuestra, revisién histérica: muestra como las cartas del siglo XIX y las 105 Escaneado con CamScanner XX constituyen un interminable conflicto contra si mismo. mos las continuidades y discontinuida- ce constituciones que marca el] | de la Independencia a la Rege- ico, cada carta trata de preva- reformas del siglo civil, la guerra del pais Eneste capitulo veremos ? des en la secuencia de quini proceso de formacién naciona’ de neracion. Eneste escenario polémic oe edmibadewnaeto 7 as de lecer sobre la anterior a traves di arreglo de herramientas legales y recursos politicos que la fraccion dominante pueda usar como autoridad legitima contra las otras fracciones y también contra la mayoria de la pobla- cién. De esta suerte, a lo largo de tres cuartos de siglo, los cédigos politicos batallan entre si y a través de ellos el pais batalla contra si mismo y contra su pueblo en la busqueda quimérica de la ley fundamental perfecta, del pacto definitivo que asegure el orden y la unidad de la patria. En la historia constitucional tradicional, tal logro fue y auneslaconstitucién unitaria de 1886 con'la cual el problema de la formacién del Estado nacional qued6 aparentemente resuelto y la moderniza- cién de la sociedad civil supuestamente comenzd. Es mi opi- nidn, por el contrario, que la tiltima constitucion nacional, que ha sobrevivido hasta nuestros dias, no es el resultado final dela busqueda progresiva del mejor sistema normativo sino més bien un arreglo provisional surgido de una victoria politica y militar, un esquema contingente que ha sido presentado como una estructura ideal y eterna para Colombia. De igual modo, durante los siguientes cien afios todos los esfuerzos de los politicos y gobernantes han estado enderezados hacia la preservacién de la precaria (en términos de su sancién mayoritaria y de su virtualidad pacificadora) pero eficaz (en términos de su adaptabilidad politica) arquitectura de poder disefiada por Nijfiez y Caro en 1886. Las sesenta y siete en- miendas y entre ellas los seis reajustes mayores del cédigo del Estado, en consecuencia, han intentado preservar dicha fabrica al precio de hacer de Colombia una sociedad politicamente bloqueada. Tal ser el tema de los capitulos VIII y Ix. A través de la edificacién del Estado nacional, Colombia tuvo quince constituciones generales o nacionales: dos (en 1811) durante la guerra de independencia (1810-1819); cinco (en 1819. 1821, 1828 y 1830) durante la Gran Colombia (1819-1830): cuatro (en 1831, 1832, 1843 y 1853) durante la Nueva Granada (1830-1858); tres (en 1858, 1861 y 1863) durante la federacién 106 Escaneado con CamScanner (1858-1886); y una, la ultima y actual carta, la de 1886, en el umbral de la Regeneracion (1886-1903). 1. LAS CONSTITUCIONES DE LA INDEPENDENCIA Poco después del levantamiento del 20 de julio de 1810 en Santa Fe de Bogota, el liderazgo neogranadino emergente se dividid en dos fracciones enfrentadas: el partido centralista, dirigido por Narifio alrededor de la Junta Suprema que habia emitido la Declaracién de Independencia; y el partido federalis- ta, acaudillado Por Torres y organizado en el llamado Congre- so de las Provincias Unidas de la Nueva-Granada. Este conflic- to territorial se tradujo no solo en la guerra civil de la Patria Boba sino también en las dos constituciones del periodo, la carta de Cundinamarca y el Acta de Confederacién de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, expedidas ambas en 1811. Los grupos en pugna representaban intereses diferentes —los centralistas hablaban por los burdécratas y abogados de la capital al paso que los federalistas tenian la voceria de los terratenientes y comerciantes de provincia— pero apelaronala misma estrategia: el constitucionalismo, y formularon sus opi- niones divergentes en constituciones discrepantes'. Al fracasar a comienzos de 1811 una tentativa de negociacién entre centralistas y federalistas, los primeros transformaron la Junta Suprema de Santa Fe en el Colegio Constitucional de Cundinamarca, que sancioné la primera ley de leyes de Colom- bia el 30 de marzo de 1811. Redactada por Jorge Tadeo Lozano y Luis Eduardo de Azuola, tiene catorce titulos y trescientos cuarenta y dos articulos y es la mas extensa y prolija en la historia del pais. Caracteristica principal es el reconocimiento del entonces exiliado rey de Espafia, Fernando VII, como soberano de la nueva entidad (1, 4 y Hl, 1). Pese a ser una monarquia constitucional y una provincia soberana, es decir, pese a no tener forma republicana y caracter nacional, Cundi- namarca presenta la mayoria de los rasgos del constitucionalis- mo decimonénico temprano: la divisién del Estado en tres ramas o poderes (1, 12), el reconocimiento de derechos civiles 1, Véaseen general J. M. Samper. op.cit., vol. I, pp. 46-121 y D. Uribe Vargas, op. cit., vol. I, pp. 55-75 107 Escaneado con CamScanner (XII, 1 a 10), incluso elecciones indirectas (VIII), yla adoncign de un sistema semijudicial de defensa de la constitucién (I, 9), Esta singular combinacion de monarquia y republica perte- nece a lo que ha sido denominado uoidn persone de Estados 0 Estado de unién personal: un régimen Int lependiente que reco- ceremonial, al jefe de Estado noce como su soberano, al menos ce! lac 7 de otro régimen independiente, como sucede hoy en la Comuni- dad Britdnica de Naciones. En cualquier caso, lacarta cundina- marquesa establece un jefe de gobierno, el Presidente de la Representacién Nacional, si acaso el monarca espafiol no podia venir a gobernar la provincia en persona (I, 6). No pudo, por supuesto, y Lozano se convirtio en el gobernante interino de Cundinamarca durante la corta vigencia de la ley fundamental. Otras caracteristicas son: el reconocimiento del catolicismo como la religién de la nacién en una precoz manifestacién del caracter confesional del Estado colombiano (I, 3 y II, 1); la definicién de una poderosa presidencia que puede vetar las leyes y promover la suspensién de las normas constitucionales en caso de amenaza grave contra la seguridad nacional (V, 23-30 y 53); el establecimiento de audiencias publicas para juzgar la gestion de los exfuncionarios del Estado (V, 39);-la abolicion de la tortura y el reconocimiento de las garantias del debido proceso (VII, 35 y 37 a 45); y la mejor definicién del buen ciudadano en el derecho constitucional colombiano: “No es buen ciudadano el que no es buen hijo, buen padre, buen hermano, buen amigo, buen esposo” (XIII, 4). Aunque fermalmente monarquica, la constitucién cundina- marquesa de 1811 expresa realmente la voluntad del liderazgo de la provincia central de autodeterminarse. En todo caso, después de que Narifio, quien acababa de regresar de su primer cautiverio y habia sido designado alcalde de la capital, derroté a Lozano y fue elegido presidente de Cundinamarca por la Representacién Nacional, la carta fue reformada dos veces, en a 18 de 1812 y en julio 13 de 1815. Enla primera ocasién, se adopt6 la estructura republicana y el resto del texto permanecié como en la versién original, salvo que esta vez ti fi sh ae . Tes pequefias Provincias adhirieron a él. En la segunda fech: Plan de Reforma, 8 fecha, se apropgsun E » que era una mera revision administrativa Ntre tanto, la faccion federali d las Provieei i eralista convocaba el Congreso de tis rcvineias Unidas de la Nueva Granada. En noviembre 27 Conte carta nacional fue promulgada. El Acta de clon €ra una estructura constitucional dentro de un 108 Escaneado con CamScanner pacto 0 tratado_ negociado y suscrito por los representantes de cinco provincias (Antioquia, Cartagena, Neiva, Pamplonay Tunja), que discrepaban del centralismo de Cundinamarca en tanto estaban aparentemente mas expuestos a la influencia del federalismo norteamericano que sus compatriotas y rivales de la provincia central, Comparada con los Articulos de Confederacién de los Esta- dos Unidos, el Acta de Confederacién de la Nueva Granada muestra una notable semejanza. Aunque la primera es mas breve que la segunda (siete articulos en un caso ysetenta y ocho en el otro), existen sorprendentes similaridades. El documento colombiano, como el norteamericano, es una constitucién provisional, una carta transitoria, tenida cuenta de las dos guerras simultdneas que se libran entonces: la una entre patriotas y realistas y la otra entre centralistas y federalis- tas. Este hecho fue reconocido por Camilo Torres y Tenorio, el autor de lacarta, toda vez que enel preambulo yenelarticulo60 se afirma que habra un estatuto definitivo para proteger los intereses de las Provincias Unidas. Dicho estatuto no fue expe- dido pero hubo tres enmiendas al Acta de 1811: la reforma del Acta Federal, de septiembre 23 de 1814, por la cual se creé un triunvirato para gobernar la Confederacién; el Reglamento Legislativo sobre Gobierno de las Provincias Unidas de Ja Nueva Granada, de octubre 21 de 1814, por el cual se fortalecie- ron los poderes del ejecutivo colegiado; y la Reforma del Gobierno General de las Provincias Unidas, de noviembré 15 de 1815, por la cual se establecié el cargo de presidente de la Confederacié6n. : los Articulos treinta afios antes, empieza con el sistnuidcla dev entidad (articulo 1) e incluye una: clausula de poderes intersticiales 0 residuales (articulo 7), equivalent; al articulo II de la primera carta de las trece colonias y parece is- tica de los cédigos federales: todo poder que nose haya de lega- do expresamente en el gobierno general, pertenece a las provin- cias mismas. ache n Respecto del status de. las provincias, el Acta recurre principio del uti possidetis juris, que Bolivar propondria : Sede enunacarta de 1825como criterio para fijar las nuevas fron' ‘ ras de los territorios liberados. La regla, como se eee Saaade en tomar las fronteras de las antiguas colonias com: punto de referencia para establecer los limites nacionales y provi ! 109 Escaneado con CamScanner nearer entre y dentro de las nuevas republicas hispanoamericanas (articulo 2). ea Como los Articulos de 1781, el Acta de 1811 disefia un régimen federal centrado en un Congreso todopoderoso pero desarticulado que puede designar autoridades ejecutivas o no (articulos 10 y 57). La mayoria de las clausulas, que no estan separadas en titulos o capitulos, tienen que ver con este legisla- tivo impotente. : Hay en la carta federal otros rasgos dignos de mencién: una énfatica afirmacion de independencia absoluta (articulo 5) y de creencias republicanas (articulo 6), aspectos en los cuales el Acta de Confederacién representa un avance con relacién a la constitucién monarquica y provincial de Cundinamarca; el reconocimiento de las antiguas leyes espafiolas como normas aplicables hasta tanto no se expidieran nuevas disposiciones para las mismas materias (articulo 72); y un conspicuo silencio en punto a libertades publicas. Durante este sobresaltado periodo, hubo otras constitucio- nes provinciales: las de El Socorro, de agosto 15 de 1810; Tunja, de diciembre 9 de 1811; Antioquia, de marzo 21 de 1812 yjulio 12 de 1815; Cartagena, de junio 15 de 1812; Pamplona, de mayo 22 de 1815; Mariquita, de junio 21 de 1815; y Neiva, de agosto 31 de 18152. Estas ocho cartas, si bien ricas en novedades juridicas y veleidades politicas, no merecen mencidn especial en un estudio como éste por dos razones: Porque todas ellas siguieron el camino delos documentos inaugurales y divergen- tes de 1811, y porque tuvieron muy pocos efectos practicos, sies que tuvieron alguno, debido a las guerras de la €poca: la guerra Constitucional, la guerra civil y la guerra de independencia. Mas atin, cualquier apariencia de gobierno autonomo y con mayor razon cualquier carta constitucional provincial 0 nacional que Proclamara la independencia de la Nueva Granada y.lasobera- niade los neogranadinos, desaparecieron con la violenta recon- quista espafiola, Podria argumentarse, como lo hizo Samper hace cien afios, que la causa de la emanci; i i ipacion nacional estuvo a punto de aa fe fen al credo federalista de la mayoria de nuestros indadores en provincia i i contrataas P Por la época en que el imperio 2. Los textos ; 301.673, > CO™PItt0S aparecen en D. Uribe Vargas, op. cit., vol. ly pP- 110 Escaneado con CamScanner Seguramente la causa principal de tantos infortunios residid enelerror, en que de tan buena fe incurrieron nuestros proceres, de implantar en la naciente repuiblica el régimen federal, imitan- dolo de la Unién Norteamericana. En aquel conjunto de trece antiguas colonias de origen muy particular y habituadas a tener gobiernos propios, la federacién no habia sido solamente posi- ble, sino légicamente necesaria, Todo la indicaba como la forma adecuada para dar ala independencia su plena confirmacién y a la repiblica democratica su mejor desarrollo. No asi en los pueblos de la América Latina, donde los elementos ycaminos de la colonizacién habian sido totalmente diferentes, y donde era imposible, por tanto, pasar repentinamente de la dura yestricta centralizaci n colonial a la soltura del régimen democratico y Tepublicano, implantado conforme al sistema colonial, en el seno de muy deficientes, pobres e ignorantes poblaciones. De nada Sirvieron las mas hermosas teorias, las mas filantrépicas Constituciones, los mas benévolos gobiernos, ni el mas abnega- do patriotismo3. Independientemente de la causa, la consecuencia de la Patria Boba no admite discusién: los lideres neogranadinos, cuando | tuvieron que escribir constituciones de nuevo, optaron por otros paradigmas de dominacién y hegemonia como la republi- ca disciplinaria jacobina en el caso de Bolivar y la legalidad utilitaria benthamista en el caso de Santander. Y sin embargo, el proyecto federal tendria una segunda oportunidad sobre la tierra, cuarenta y cinco afios después, y el beligerante constitu- cionalismo de los afios independientes se convertiria de todas maneras en un perdurable legado: Todo lo que podia haber de radical y de conservador en una constitucién republicana esta combinado en las constituciones de la llamada Patria Boba; y puede afirmarse con seguridad que, cada vez. que en el flujo y reflujo de nuestra politica de revolucio- nes y reacciones, nuestros liberales y nuestros conservadores se han dado alatarea de redactar y expedir nuevas constituciones, no han hecho, desde 1821 hasta el presente, nada nuevo. Todo ha podido ser copiada, literalmente, de aquellas constituciones Primitivas, obras del candor filosdfico de nuestros grandes pa- tricios4., ll Escaneado con CamScanner 2. LAS CONSTITUCIONES DE LA GRAN COLOMBIA acional de Venezuela tuvo dos sesio- ambas en Angostura, Durante la la reducida asamblea escuché el 50 discurso en el cual Bolivar propuso su republica exten- en oa grande, yconel cual sometid dos proyectos consti- tucionales. Las deliberaciones fueron suspendidas cuando Boli- var y suestado mayor reanudaron las operaciones militares en el coraz6n de la Nueva Granada. La segunda sesién se abrié en noviembre de 1819 con una representacion ampliada y cuando el balance del poder militar en el norte de Suramérica era claramente favorable para los patriotas. El 17 de diciembre fue expedida la Ley. Fundamental de la Repiblica de Colombia, también conocida como Ley Fundamental de Angostura: la primera verdadera carta nacio- nal y republicana en la historia colombiana y uno de los cinco textos fundamentales de la Gran Colombia. Era, sin embargo, una ley provisional pues el Congreso General de. Colombia fue convocado para el primer dia del afio subsiguiente en Cucuta. Desde entonces, el derecho publico interno reserva el apelativo de ley fundamental para toda carta temporal. La Ley de Angostura tiene catorce articulos y se abre con una formula solemne: Elsegundo Congreso N nes en el afio de 1819 y primera, celebradaen febrero, EI Soberano Congreso de Venezuela, a cuya autoridad han querido voluntariamente sujetarse los pueblos de la Nueva Gra- nada recientemente liberados por las armas de la epublica [...] decreta: Articulo 1. Las Repiblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este dia reunidas en una sola bajo el titulo glorioso de Republica de Colombia. Aunque bolivariana en esencia, la idea de la republica am- pliada tiene dos precedentes casi olvidados: la mision enviada por la Junta de Fl Socorro a Caracas a fines de 1810 y comien- zos de 1811, y el tratado Lozano-Cortés de Madariaga, suscrito en mayo 28 de 1811 entre los gobiernos provisionales de Cara- cas y Santa Fe y concerniente a una Alianz: i nta F ay Fe dos territorios5. Y Pederaciiag es 5. D. Uribe Vargas, op. cit., vol. I, pp. 75 y 76. 112 Escaneado con CamScanner Ademés de la unién de las republicas, la Ley Fundamental establece un poder ejecutivo tanto para Colombia como para sus tres departamentos (articulos 4 y 6). Convoca al Congreso General un afio después y dispone que laconstitucién definitiva se forme con base en la Ley Fundamental misma (articulos 8 y 9). Después de Angostura y antes de Cicuta, el gobierno provi- sional de la nueva republica expidié varios decretos, entre los cuales se destaca el de enero 11 de 1820 Porel cual se declaraba abolida la esclavitud. Muchos atribuyen su autoria a Bolivar, que era abolicionista declarado®, El Congreso de Cucuta, sin embargo, aprobé apenas una ley de libertad de vientres o Partos, y la esclavitud sobrevivié hasta 1851. Laasamblea de Cicuta, integrada por sesenta y un represen- . tantes de los tres departamentos grancolombianos, sélo pudo instalarse en mayo de 1821. Y el 12 de julio proclamé una Ley Fundamental de la Unién de los Pueblos de Colombia, que es una ratificacién de la Ley de Angostura yal mismo tiempo una anticipacién de la carta permanente que constituia el inico objeto de la reunion. La Ley de Ciicuta consta igualmente de catorce articulos, siete de los cuales son idénticos a los de la Ley de Angostura. Y sin embargo, esta vez el lenguaje es mas audaz y mas claro: el documento anuncia la reunién de la Nueva Granada y Vene- zuela en “un solo cuerpo de nacién” y “bajo el pacto expreso de que su gobierno sera ahora y siempre popular representativo” (articulo 1). Mas atin, el articulo 3 establece que: La nacién colombiana es para siempre e irrevocablemente libre e independiente de la monarquia espafiola y de cualquiera otra potencia 0 dominacién extranjera. Tampoco es, ni sera nunca, el patrimonio de ninguna familia ni persona. De igual modo, segin el articulo 7, el presente Congreso debe formar la constitucién de la repiblica conforme a las bases mencionadas y a “los principios liberales que ha consagrado la sabia prdctica de otras naciones”. Otras clausulas atafien a la consolidacién de la deuda publica de las antiguas colonias, que seria uno de los problemas mas complejos que afrontaria San- 6. El texto aparece en J.M, Samper, op. cit., vol. I, pp. 131-134. 2113. Escaneado con CamScanner tander (articulo 8)%; y a la erecci6n de una nueva ciudad capital, lo cual nunca ocurrid (articulo 10). . La esperada constitucién fue redactada por un Comité en e} cual las figuras dominantes eran Vicente Azuero y José Manuel Restrepo. La contribucién del primero resultd decisiva, seguin elsegundo’, Estos dos personajes —el principal santanderista y el principal bolivariano, el primer constitucionalista y el primer historiador, la eminencia gris de Santander y el Secretario del Interior de Bolivar— trabajaron juntos en el primer cédigo politico completo del pais y quince afios mas tarde se enfrenta- rian en lacelebrada polémica sobre Bentham entre E! Constitu- cional de Cundinamarca y El Constitucional de Popayan. Esta tercera carta del periodo y quinta de Ja historia fue expedida en agosto 30 de 1821. Tiene ciento noventa y un articulos en diez titulos y es la primera que puede ser calificada de nacional y republicana, a la vez completa y permanente. Comparadas con ella, las cuatro cartas precedentes —los dos instrumentos provinciales de 1811 y las dos leyes preparatorias de la Gran Colombia— no son mas que ensayos generales, ejercicios preliminares de politica constitucional. Sin embargo, a pesar de su nominalismo y voluntarismo, tales documentos sirvieron para crear un espacio, definir un lenguaje, forjar una estructura y no sdlo para el aparato institucional sino también para la batalla normativa. La constitucién de Cucuta esta entonces basada en los textos anteriores y en la constitucién espafiola de Cadiz®. Los titulos I y II definen los fundamentos del régimen: la nacién, los nacionales, el territorio y el gobierno. El articulo | reproduce la vibrante declaracion de libertad e independencia de la Ley Fundamental de la Unién de los Pueblos de Colombia citada antes. El articulo 2 establece una de las constantes estruc- turales y radica la soberania en la nacion. El articulo 8 divide el territorio en departamentos, provincias, cantones y parroquias. El articulo 9 establece que el gobierno de Colombia es popular representativo. Y el articulo 10 dispone que el pueblo sélo est4 autorizado para ejercer una atribucién derivada de la sobera- ne asaber, intervenir en las elecciones primarias, con lo cual se ‘unda una repiblica y no una democracia, i 7. Véase D. Bushnell, 0 re » OP. Cit., cap. VILL, pp. 141- 8. Véase T. Mekennan, op. cit. p. 103, PS? 9. Véase D: Uribe Vargas, op. Cit, vol. I, p. 85, 114 Escaneado con CamScanner El Titulo III disefia un elaborado sistema de elecciones indi- rectas que restringe atin mas la ya restringid icipacié popular enel funcionamie: idi Seater 7 nto cotidiano del nuevo régimen. Son sulraga irones casado; in- titin afios, que sepan leer y escribir y tengen prop fd oe Sie ° Practiquen una profesién (articulo 15). Sepedirinners Seseribe un legislativo bicameral facultado para cemiaidé Sarena campos (articulo 55). El Senado est4 tosy la CAmaradeR nadores por cada uno de los departamen- dipntados aan epresentantes se compone de un numero de (atticulos a AA ala poblacién de cada provincia culos 84 y 93). Adicionalmente, la Cémara alta tiene una funcién judicial al paso que la Cémara baja tiene una funcién instructora (articulos 89 y 97), Enesta materia, sin embargo, la regla clave es el articulo 64 que dice que los senadores y repre- sentantes tienen cardcter nacional y no departamental o provin- cial. Tal postulado de irresponsabilidad congresional se en- cuentra vigente hoy en el articulo 105 constitucional, como | sefialamos arriba. | El poder ejecutivo de la Gran Colombia, de acuerdo con el Titulo V de la constitucién de Cucuta, reside en un presidente elegido por las asambleas electorales de las provincias para un periodo de cuatro afios; la reelecci6n est prohibida después del segundo término consecutivo (articulos 34, 105 y 107). El presi- dente tiene amplias facultades, incluyendo la ley marcial, pero debe oir el dictamen del Consejo de Gobierno, integrado por el vicepresidente, los cinco secretarios de Estado y un ministro de la Alta Corte de Justicia (articulos 113 a 128, 133 y 134). El Titulo VI tiene que ver con la justicia, cuyos aspectos destacados son: una Alta Corte de Justicia con cinco ministros © magistrados, cortes superiores para los departamentos y juzgados inferiores para las provincias y los cantones (articulos 140, 143, 147 y 149). La organizacién interior de la republica esta arreglada. de tal modo ‘que departamentos y provincias son meras divisiones administrativas sin poder decisorio alguno y totalmente depen- dientes del gobierno nacional en Bogota. En.efecto, el Titulo VII dispone que los intendentes departamentales y los goberna- dores provinciales sean de libre nombramiento y remocién del presidente y que las administraciones territoriales y sus autori- dades estén subordinadas a la nacién (articulos 151 a 153). Todos los glosadores de la carta de Ciicuta concuerdan en que 115 Escaneado con CamScanner

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