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ALTERNATIVAS DE MANEJO ANTE EL RIESGO EN

SALUD MENTAL

La salud mental hace referencia al estado de bienestar emocional psíquico y social que
afecta las formas en cómo pensamos, sentimos y actuamos en nuestra vida diaria de
acuerdo a nuestras propias capacidades, y por ende varía de un sujeto a otro y de una
comunidad a otra.

La salud mental es parte integral de la salud y el bienestar, donde el individuo desarrolla


sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar productiva
y fructíferamente y es capaz de contribuir a su comunidad” (OMS, 2001).

La salud mental, como otros aspectos de la salud, puede verse afectada por una serie de
factores socioeconómicos que tienen que abordarse mediante estrategias integrales de
promoción, prevención, tratamiento y recuperación.

Los determinantes de la salud mental y de los trastornos mentales incluyen no solo


características individuales tales como la capacidad para gestionar nuestros pensamientos,
emociones, comportamientos e interacciones con los demás, sino también factores sociales,
culturales, económicos, políticos y ambientales tales como las políticas nacionales, la
protección social, el nivel de vida, las condiciones laborales o los apoyos sociales de la
comunidad.
Para abordar y dar alternativas de manejo a los riesgos psicosociales que más se presentan
en nuestra comunidad, comienzo por mencionarlos, para entrar en contexto:

Pobreza, guerra, violencia intrafamiliar (VIF), violencia de género, desigualdad económica,


desigualdad en educación y trabajo, dificultades en el acceso a la salud, vulnerabilidades
por la edad.

Entonces ahora a dar soluciones mediante un plan de acción, con seis principios y enfoques
transversales:

1. Cobertura sanitaria universal: independientemente de la edad, sexo, estatus


socioeconómico, raza, etnia u orientación sexual, y de acuerdo con el principio de equidad,
las personas con trastornos mentales deberán poder acceder, sin riesgo de
empobrecimiento, a servicios de salud y sociales esenciales que les permitan recuperarse y
gozar del grado máximo de salud que se pueda lograr.

2. Derechos humanos: las estrategias, acciones e intervenciones terapéuticas, profilácticas


y de promoción en materia de salud mental deben ajustarse a la Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad y a otros instrumentos internacionales y
regionales de derechos humanos.

3. Práctica basada en evidencias: las estrategias e intervenciones terapéuticas, profilácticas


y de promoción en materia de salud mental tienen que basarse en pruebas científicas y/o en
prácticas óptimas, teniendo en cuenta consideraciones de carácter cultural.

4. Enfoque que abarque la totalidad del ciclo vital: las políticas, planes y servicios de
salud mental han de tener en cuenta las necesidades sanitarias y sociales en todas las etapas
del ciclo vital: lactancia, infancia, adolescencia, edad adulta y ancianidad. 

5. Enfoque multisectorial: la respuesta integral y coordinada con respecto a la salud mental


requiere alianzas con múltiples sectores públicos, tales como los de la salud, educación,
empleo, justicia, vivienda, social y otros, así como con el sector privado.

6. Emancipación de las personas con trastornos mentales y discapacidades


psicosociales: las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales deben
emanciparse y participar en la promoción, las políticas, la planificación, la legislación, la
prestación de servicios, el seguimiento, la investigación y la evaluación en materia de salud
mental.

Sin embargo, y para no hacer tedioso el asunto voy a mencionar 4 aspectos para mejorar
nuestros hábitos y que nuestra vida sea más saludable.
Para mantener nuestra SALUD MENTAL, es importante reconocer que el tiempo que
tomemos para cada uno de nosotros es indispensable y NO es pérdida de tiempo.

Salir con nuestros amigos y amigas, asistir a un SPA, tomar una copa con la pareja, ir al
salón de belleza, hacer deporte, caminar, pasear, jugar con nuestros hijos, ver películas,
hacer comidas especiales, salir a bailar, juegos de mesa, pintar, dibujar.

Con esto voy a que de adultos olvidamos la diversión. las obligaciones nos aíslan y
ensimisman, nos volvemos aburridos, y especialmente si tenemos hijos, nos olvidamos de
nosotros mismos.

Saquemos el niño que llevamos en nuestro interior.


Aspectos Para Mejorar Nuestros Hábitos

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