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Ponencia A Gonzalez
Ponencia A Gonzalez
Autora:
Alicia Ester González
Correo electrónico aligzal@yahoo.com.ar
T.E. 0299-4433625
Pertenencia institucional
Departamento de Historia
Universidad nacional del Comahue
Asignatura: Mundo Actual Afroasiático
Las mujeres islámicas y la revolución iraní.
Alicia Ester González
Uno de los resultados de estas políticas fue la dualidad modernidad y tradición que
implicó realidades muy concretas en el mundo inmediato. La constitución de la República
Islámica modificó profundamente las prácticas de la sociedad iraní y en particular de las
mujeres.
Modernidad y colonización
Las huellas ideológicas de la colonización son más evidentes para el observador
occidental en determinadas zonas conquistadas que en otras. El mundo musulmán parece
haber conservado sus instituciones en pie y las lenguas autóctonas -árabe, persa, turco,
kurdo- plenamente vivas, como si la colonización europea fuera sólo un período de
ocupación militar.
Los europeos más agudos llegan en todo caso a advertir huellas de lo colonial en la
composición actual de las “burguesías locales”, en el surrealismo trazado en las fronteras o
en las rutas de dependencia económica con las metrópolis del norte. Sin embargo la
colonización no ha sido más suave que en otras regiones.
Las razones de esta invisibilidad se deben en parte al discurso único occidental
erigido en términos de autoestima y de autoconciencia de supremacía cultural, adjudicando
a la propia idiosincrasia de los colonizados, o a lo que todavía tienen de no occidentales,
las causas de las condiciones de subordinación en que se encuentran. Esta construcción
simbólica denominada “orientalismo” está sustentada por la ideología dominante y explica
por qué para la mayoría de los europeos, el mundo musulmán tiene en el Islam las raíces de
su opresión1.
La imagen que tenemos hoy de la civilización occidental es, por un lado, un largo
proceso de construcción del “interior” de ese imaginario como centro, como así también de
su “exterioridad” que no implica un “afuera”, sino la diferencia en el interior del
imaginario El mundo moderno como modelo civilizatorio, es una síntesis de los supuestos
y valores básicos de la sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la
naturaleza, la historia, el progreso, el conocimiento y la buena vida. Esta visión deja afuera
la “colonialidad” como el otro lado (¿el lado oscuro?) de la modernidad.
Con frecuencia se saca a relucir a las mujeres islamistas de Irán o de otras partes
“las locas de Alá” se las exhibe, pero nadie les pregunta, nadie se detiene a escucharlas. Su
Si bien las obras seleccionadas operan en formas y discursos muy distintos -una
historieta y un trabajo de antropología social- pueden analizarse comparativamente pues
son producto de dos intelectuales, que como tales, dan cuenta en sus obras de los valores
que subyacen a su trabajo y de la relación que éstos guardan con los valores de la sociedad.
Todorov afirma que puede existir un objetivo común a las artes y a las ciencias humanas
“revelar y, si hay ocasión, modificar el complejo de valores que sirve de principio
regulador de la vida de un grupo social”7. Desde esta perspectiva es posible inferir y
analizar las visiones de las autoras sobre las mujeres iraníes.
Para abordar la visión que sobre las mujeres iraníes tienen las autoras
seleccionadas, es útil aproximar algunas consideraciones acerca de los límites y de la
frontera, en este caso, desde la perspectiva cultural.
En la cuestión que nos ocupa, la determinación del centro, el decir la esfera desde
donde emana el poder, el poder de la definición y de la emisión de sentidos, se transforma
radicalmente con la Revolución Iraní. El régimen de Pahlaví se había basado en la
modernización del país en la que los valores dominantes que se imponían desde el centro
correspondían a la llamada “civilización occidental”, por consiguientes las lógicas,
8
Adelkhar, Fariba, op. Cit., p. 16 .
9
MacClancy, Jeremy: “Los límites según perspectivas antropológicas”en Actas de simposo de Antropoloxia
“lindeiros da galequidade I”. Consellada. Cultura Galega, 1990, pp 11/12.
prácticas e ideologías propias de los iraníes que no respondían a ese patrón se
constituyeron en periféricas.
Con la Revolución iraní, se invirtieron los términos del eje centro - periferia. El
régimen de Jomeini se sustentó en valores nacionales considerados propios, no
contaminados por la cultura occidental, instaurando una República islámica. Ello provocó
un rotundo cambio en la emisión de sentidos y en las pautas culturales dominantes, el
nuevo centro rescató los rasgos culturales que en la etapa anterior habían correspondido a
la periferia y los convirtió en dominantes.
Modernidad
10
Ibid., p14.
11
Ghalioum, Burham; “Liberación de la historia”; En: AUTORES VARIOS; (1984); Historia y diversidad de
culturas; Barcelona; del Serbal p.330
En lo concerniente a las mujeres, se implementaron medidas contra la
discriminación en el empleo, se otorgó el voto femenino y se legisló sobre protección a la
familia: se condicionó la poligamia, se concedió a la mujer el derecho a pedir el divorcio y
se modificó la edad del matrimonio. Estas disposiciones sólo beneficiaron a sectores muy
particulares de la población femenina que habían surgido del desarrollo económico reciente
y de la extensión de los aparatos del estado.
12
Adelkhar, Fariba, op. Cit., p. 30.
13
García Garcia, José Luis: “Discursos y fronteras: Límites físicos, límites sociales y límites mentales” En
Actas de simposo de Antropoloxia “lindeiros da galequidade I”. Consellada. Cultura Galega, 1990, p.55.
14
Kepel Pilles, La Yihad, Expansión y declive del islamismo, Barcelona, Península, 2001, pp. 151/2.
período habían incorporado las formas de vida modernas y se identifican con los valores de
la vida occidental.
En Persépolis se señala:
Como ámbito de esparcimiento se rescata Kansas, lugar donde se juntan los jóvenes
en un barrio acomodado del norte de Teherán, allí venden hamburguesas, salchichas
y gaseosas.
Como regalos de viaje a la niña le traen una chaqueta tejana, posters de Kim Wilde
y de Iron Maiden, CD de Michael Jakson y elúltimo modelo de Niké.15
Atribuir a la escuela laica la rebeldía adolescente, y asegurar que sólo con ese tipo
de educación a una jovencita se le abren las puertas del mundo son tópicos que reafirman
el lugar superlativo que adquiere el laicismo. Supuesto que se puede verificar en el
fragmento siguiente:
“Visto tu carácter y la educación que has recibido, hemos pensado que es mejor que
salieras de Irán y decidido enviarte a Austria… hay un liceo francés, uno de los
mejores de Europa…“Tienes catorce años y se muy bien como te he educado, me
fío de tu educación, no llores piensa en tu futuro, Europa se abre a tus pies”.16
Los textos y las imágenes de la caricatura reflejan dos mundos diferentes, separados
por una frontera cultural: el de las protagonistas, las mujeres modernas, iluminadas por el
laicismo y el de las otras, las mujeres tradicionales bajo la oscuridad de la religión. En esta
división se observa una proyección de los prejuicios sostenidos por la ideología
orientalista.17
15
Satrapi, Marjane: op. Cit. s/p.
16
Ibid. s/p.
17
Sardar, Ziauddin, Extraño oriente. Historia de un prejuicio. Barcelona, Gedisa, 2004, p149.
Por su parte, Fariba Adelhaha centra su atención en los grupos femeninos formados
en Irán después de la revolución 1979 en el seno del movimiento jomeinista. Con
materiales recogidos sobre terreno: entrevistas a decenas de mujeres de Teherán entre
1985/1987, pintadas en las paredes de la ciudad y prensa femenina, aborda a círculos
femeninos musulmanes de la capital iraní. Para la mayoría de estas mujeres la adhesión a la
modernidad en la época de Pahlavi acumulaba frustraciones, fragmentación, y
aislamiento18.
La cultura islámica había sido reprimida desde el régimen por las tentativas de
occidentalización19. Sus aspectos puramente religiosos habían cesado aparentemente de
manifestarse y ciertas prácticas habían sido abandonadas, sobre todo por las categorías
sociales más expuestas a los cambios económicos. Los admiradores del nuevo sistema
económico y los fascinados por la cultura occidental, negaban la importancia de la religión
y el régimen trató de mostrarla como un freno al “desarrollo”, por consiguiente
reaccionaria20.
“La apreciación de nuestra apariencia, nuestro modo de vestir, nuestra forma de ser,
influía mucho en nuestro empleo y nuestro futuro profesional” 21
“Ya no sabíamos dónde estaban nuestros hijos, nuestros maridos, mientras que hoy
van al frente y rezan la oración nocturna”22
Para el Islam el Paraíso es el “…lugar de las delicias donde los buenos musulmanes
serán recompensados con el goce de los bienes creados. El término más frecuente utilizado
23
Khosrokhavar, Farhard, Roy Oliver: Irán, de la revolución a la reforma, Barcelona, Bellaterra, 2000, p. 21.
24
Bherang; op. Cit. p 288.
es el al-yanna, el jardín que designa a la vez el paraíso del que fueron arrojados Adán y
Eva y la eterna residencia de los justos” 25 Como paisaje, se lo asocia generalmente con
espacios verdes donde abunda la vegetación y el agua, contrarrestando las características
del espacio habitado.
“Cuando arrestan a las jovencitas, como según la ley no se puede matar a una
virgen, la casan con un guardián de la revolución que la deflora antes de que la ejecuten…
cuando una chica se casa, según la tradición, tiene derecho a que su marido le de una dote,
si la chica muere, el marido debe entregar la dote a su familia, a una conocida, después que
la ejecutaron para que quede en claro lo que le habían hecho, le mandaron 500 tumanes de
dote a sus padres …”
Dice la protagonista:
“golpearse era uno de los rituales de nuestro país. Durante algunas ceremonias
religiosas había gente que se mortificaba brutalmente, en ocasiones hasta con cadenas”
Todo el relato se divide en dos claros sectores de la sociedad, por un lado los
personajes de la historieta, que son civilizados, educados, humanos y racionales, y por otro
los musulmanes, que son sanguinarios, extraños, bárbaros y salvajes. Se advierte así una
25
Maillo Salgado, Felipe: Vocabulario del Islam, Madrid. Akal, 1987. p.133.
división ideológica desestabilizadora que tiene consecuencias sociales, políticas y
económicas, habida cuenta de la difusión de la obra y de su versión fílmica.
Uno de los aspectos más islámicos de Teherán es la tota ausencia de mujeres sin
velo por las calles, ello ha ensombrecido un análisis más profundo y detallado sobre los
demás aspectos de la vida de las mujeres.
26
Adelkhar, Fariba, op. Cit, p 114.
ven afectados en igual medida por las cosas que suceden. La cuestión del velo puede
tomarse como un caso paradigmático para analizar los dos trabajos.
“Mi vecina dice que sus mujeres se prostituyen ¡no tienen dignidad!”
La señora de la limpieza, pisa las uvas en la bañadera (haciendo vino para sus
patrones) repitiendo ¡qué dios me perdone! alzándose la falda en una imagen ridiculizada.
“La has visto, hace menos de un año andaba enseñando las piernas con su minifalda
y ahora la señora lleva chador por conveniencia”29
30
Adelkhar, Fariba, op. Cit p 89.
31
Adelkhar, Fariba, op. Cit , p 102.
La situación económica y política generaba múltiples descontentos, la injusticia social
desmedida y la degradación de la vida cotidiana alcanzaba hasta las capas medias. El Islam
ocupaba una posición privilegiada como unificador de la oposición. Posición que fue
reforzada por haber sido blanco de los ataques del régimen en especial como cultura del
conjunto de la sociedad, sentida por el Scha como un peligro32.
Si bien el régimen de Jomeini cometió excesos de toda clase, Irán es una República
dotada de una constitución, supervisada por religiosos, pero redactada por juristas. Su
presidente y los diputados son elegidos por sufragio universal y el parlamento tiene una
participación efectiva, no es una simple cámara de registro35.
32
Bherango, op. Cit. p 289.
33
Kepel, Gulles: La Yihad, Barcelona, Península, 2001, p.157.
34
HALLIDAY, Fred; “El fundamentalismo contemporáneo”; En: Debats (1994) Nº 50; Valencia; Alfons El
Magnánim; p.46.
35
BALTA, Paul; (Comp.); (1996); “El fenómeno islamista”; En: Claves N° 6; Madrid, p.16.
Los protagonistas de Persépolis consideran la revolución como la etapa inicial del
proceso, asociada a una revolución burguesa. Desde esta perspectiva, la misma ha
fracasado a causa del control del poder alcanzado por los sectores islamistas.
Los islamistas son considerados peligrosos tanto en las relaciones exteriores como
en las políticas internas. Se los acusa de ser los únicos responsables del conflicto con Irak.
Omitiendo la injerencia de la política internacional y de otros países en la guerra, se
responsabiliza a “los “integristas iraníes” de instigar “a los chiitas de Irak a sublevarse
contra Saddam… esto le ha dado el pretexto perfecto para atacarnos”.
“En la escuela nos ponían dos veces al día en fila para llorar por las víctimas de la
guerra, la dirección de la escuela ponía música triste y nosotras nos golpeábamos en el
pecho”
La protagonista comenta “golpearse era uno de los rituales de nuestro país. Durante
algunas ceremonias religiosas había gente que se mortificaba brutalmente, en ocasiones
hasta con cadenas”
En lo referente a las mujeres, las reformas de los Pahlavi más que mejorar las
condiciones del género se orientan a responder a los requerimientos de los países
occidentales. Irán como “Gendarme del Golfo”, buscó formar parte de los procesos
formativos de hegemonías globales.
36
Adelkhar, Fariba, op. Cit.101.
37
Adelkhar, Fariba, op. Cit p. 91.
La Revolución islámica implicó una profunda ruptura y un cambio radical en la
posición de Irán en la política internacional. Su rechazo a los valores de la Revolución
francesa y a las pautas culturales de occidente, van más allá de la resistencia al dominio de
los países centrales, constituye un enfrenamiento abierto. Irán se convierte en el único
espacio que disputa la emisión de sentidos a Occidente, desde valores vinculados al Islam.
Bibliografía
BALTA, Paul; (Comp.); (1996); “El fenómeno islamista”; En: Claves N° 6; Madrid
Fariba Adelkhar La Revolución bajo el velo. Mujer Iraní y régimen islamista. Barcelona,
bellaterra, 1996.