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Cassirer, Ernst, “Una clave de la naturaleza del hombre: el símbolo” en Antropología Filosófica.
Introducción a una filosofía de la cultura., FCE, México, s/f.
“El lenguaje, el mito, el arte y la religión constituyen partes de este universo, forman los
diversos hilos que tejen la red simbólica la urdimbre complicada de la experiencia humana”
(p.47)
La relación con la realidad está entonces mediada por esta red, no hay un vínculo inmediato
con la misma, el hombre:
En lo que respecta a la caracterización del hombre como animal racional, esta parece adolecer
de un problema y es que supone el asumir la parte por el todo, si bien la racionalidad emerge
como rasgo inherente a todas las actividades humanas no todas ellas son exclusivamente
racionales. Esta definición del hombre es inadecuada en tanto deja afuera aspectos que
conforman la experiencia cultural de la humanidad, siendo estos aspectos “formas simbólicas”
como expresa Cassirer, y allí radicaría la diferencia específica por la cual definir al hombre
como “animal simbólico”.
Cassirer, Ernst “Resumen y conclusión” en Antropología Filosófica. Introducción a una filosofía
de la cultura., FCE, México, s/f.
Como propone el autor ya no se trata de encontrar la unidad sustancial del hombre, sino de
reconocer una unidad funcional que no se reduce a una homogeneidad constitutiva sino más
bien a una unidad dialéctica de coexistencia de contrarios.
“El hombre gira entre estas dos tendencias, una de las cuales trata de preservar las viejas
formas mientras que la otra intenta producir nuevas. Se da una incesante lucha entre la
tradición e innovación, entre fuerzas reproductoras y fuerzas creadoras. Este dualismo lo
encontramos en todos los dominios de la vida cultural.” (p. 328)
En lo que respecta al arte emerge el mismo problema, si bien se ponen en valor aspectos como
originalidad, creatividad, individualidad; la tradición juega un lugar importante en la
transmisión del “oficio” del artista, así como también en las reglas que constituyen el lenguaje
que el artista usará como medio de expresión. Las teorías estéticas son también expresión de
este modelo y se ubican como teorías ya de la imitación, ya de la inspiración según respondan
a un modo u otro (tradición o innovación).
Sin embargo estos modos opuestos no son irreconciliables, sino más bien interdependientes y
configuran los modos en que se hace posible la experiencia humana, si bien se trata de una
unidad esta no supone simplicidad sino la existencia de relaciones complejas de contrarios.