Es un nutriente de gran importancia debido a su presencia en las principales
biomoleculas de la materia vegetal; si añadimos que los suelos suelen soportar un déficit de este elemento, tendremos que, junto al potasio y el fósforo, es uno de los elementos claves en la nutrición mineral. En términos mundiales es el nutriente que más limita las cosechas y por ello, el que más se fertiliza
Consecuencias de la deficiencia
La carencia de nitrógeno es, afortunadamente, bastante fácil de detectar. Como
este elemento tiene acción sobre la clorofila, su carencia provoca la inhibición de producción del pigmento verde. En consecuencia, tenemos hojas con clorosis es decir las plantas no presentan la coloración normal verde, la coloración es de un verde pálido, amarillo, amarillo blanquecina.
Como el nitrógeno está íntimamente ligado con el crecimiento, si una planta
presenta carencia de este elemento, nos encontraremos con vegetales raquíticos que terminan por lignificarse pronto.
Consecuencias del exceso
Las plantas presentarán un crecimiento exagerado, mayor desarrollo de brotes
y ramas (mayor multiplicación celular), plantas más tiernas (menos lignificadas), retraso de aparición de partes leñosas, retraso en la madurez, etc.
Por ello, si hay partes “más blandas” en la planta, será más susceptible ante plagas y enfermedades.
Uso en técnicas agrícolas
En la agricultura el nitrógeno se utiliza para crear el abono nitrogenado.
Para el abono nitrogenado hay que dedicar especial atención a la aplicación de
este elemento tan importante para los cultivos. Si añadimos directamente una forma nítrica al suelo, al ser tan móvil, puede lixiviarse fácilmente, perderse por los movimientos de agua en el suelo y, en definitiva, no fijarse y no aprovecharse como debe. Es más viable utilizar este compuesto Cuando necesitemos una respuesta rápida del cultivo.
Ya que la forma nítrica se absorbe muy rápido y produce un rápido estímulo