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FERTILIZACIÓN

DE CULTIVOS
EN CLIMA MEDIO
Editor: Ricardo Guerrero Riascos
Fertilización
de cultivos
en clima medio
Editor: Ricardo Guerrero Riascos
Ingeniero Agrónomo, M. Sc. Profesional Consejero, Monómeros Colombo
Venezolanos, S.A. (E.M.A.), Profesor Asociado, Facultad de Agronomía,
Universidad Nacional de Colombia.

3
© Monómeros Colombo Venezolanos S.A. (E.M.A.)

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sin permiso de Monómeros


Colombo Venezolanos, S.A. (E.M.A.)

Prohibida su venta

Segunda edición, 1995


ISBN: 958-95295-2-6
Monómeros Colombo Venezolanos S.A. (E.M.A.)
Oficina principal y planta: Vía 40, Las Flores
Barranquilla, Colombia, S.A.
Oficina Santafé de Bogotá: Avenida 13 Nº 100-34 Piso 4º
Santafé de Bogotá, Colombia, S.A.

Ilustraciones: Livia Miller


Diseño y armada electrónica: Eduardo Arias Trujillo
Libia Patricia Pardo M.
Prólogo

A través del tiempo, los suelos de la zona de clima medio del país, han venido suplien-
do los requerimientos nutricionales y alimentarios de la mayoría de la población co-
lombiana que se asienta en las faldas de las tres cordilleras. Es reconocido el gran
aporte económico que las tierras de clima medio han dado al país, por medio del
cultivo del café, pero también se reconoce la contribución que otros productos agríco-
las y pecuarios han aportado a la dieta del pueblo colombiano, especialmente por la
variedad de especies que conlleva la agricultura de esta zona, lo cual se manifiesta en
una gran diversidad de cultivos que van desde ciclo corto (fríjol, hortalizas, etc.) hasta
el ciclo largo y permanente (frutales, café, pastos, bosques, etc.).
El uso continuado y la falta de aplicación de prácticas de manejo de suelos y de
cultivos acordes con la capacidad productiva y restitutiva de las tierras, ha conducido
a que en la actualidad se presenten, en la zona de clima medio, diversas formas de
degradación de los recursos suelo y agua, entre las cuales sobresalen la erosión y la
disminución permanente de la fertilidad. Ambos procesos deben ser atacados a la
mayor brevedad, mediante el uso de técnicas que disminuyan y detengan la erosión y
de aquellas que propicien el incremento de la fertilidad de los suelos y su manteni-
miento, para poder contar en el futuro con suelos sobre los cuales se pueda asentar
una agricultura sostenible que asegure la conservación del ambiente y la obtención de
productos agropecuarios de alta calidad y alta retribución económica.
Creo que la comunidad técnica y agroproductiva del país recibirá con mucho agrado
el presente Manual, que estoy seguro contribuirá a resolver una gran cantidad de du-
das e inquietudes que siempre se presentan cuando se trata de hacer fertilizaciones
racionales y eficientes bajo gran diversidad de cultivos y de medios agroecológicos y
sociales, como los que se presentan en la zona de clima medio del país. La aplicación
correcta y práctica de los elementos nutritivos que requieren los cultivos, a través del
uso acertado y eficaz de los abonos, conduce a tomar el camino de la sostenibilidad,
revirtiendo los procesos degradativos de los suelos.
Todos los autores merecen un alto reconocimiento por el empeño y la calidad con
que han presentado los conocimientos de los cultivos de su especialidad en los diferen-
tes capítulos, pero deseo hacer mención especial a la gran voluntad de colaboración
del Dr. Eurípides Malavolta, gran investigador brasileño, quien por el aprecio que siem-
pre ha manifestado por la ciencia del suelo de nuestro país, ha querido en este Manual
entregarnos su profundo conocimiento y experiencia en la fertilización del cultivo de
los cítricos, de gran potencial económico y conservacionista en la franja de “clima
templado” de Colombia.
Deseo que quienes nos interesamos en resolver los problemas de la productividad
agrícola del país, hagamos una excelente utilización de este Manual que Monómeros
Colombo Venezolanos, en su voluntad de colaborar con la agricultura del país, pone en
nuestras manos.

Edgar Amézquita Collazos, I. A., M. Sc., Ph. D.


Expresidente Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo.
Santiago de Cali, agosto de 1995
1
Introducción

11
Introducción

El clima medio de Colombia constituye, desde el punto de vista de la actividad agrícola,


una zona de capital importancia para la economía nacional. Allí se desarrolla el cultivo
del café, de cuya producción y calidad dependen en proporción significante, las cifras
de ingresos por exportaciones, además de que, per sé, conlleva componentes sociales
de vital trascendencia en la región.
Tanto en la producción como en la calidad del café, el manejo de la nutrición del
cultivo constituye uno de los fundamentos claves. De allí que la fertilización mineral
técnicamente aplicada, balanceada y eficiente es requisito para alcanzar las metas de
productividad y calidad requeridas por los cafeteros que aspiran a un negocio lucrativo.
Aspectos análogos al del cafeto es necesario considerar para los sistemas de pro-
ducción de otras especies cultivadas en el clima medio, en particular en lo que respec-
ta a los cultivos de frutales (cítricos, aguacate, piña, maracuyá), caña panelera, horta-
lizas, plátanos, yuca, fríjol y pastos.
En 1986, Monómeros Colombo Venezolanos S.A. (E.M.A.) publicó la 1era edición de
este manual. Después de una década, con la 2da edición, en los albores del siglo XXI,
nuestra empresa desea mantener y mejorar la presencia de una publicación que ya se
ha constituído en obra básica de aprendizaje y consulta para el estudiante, el profesio-
nal de asistencia técnica, el agente de extensión rural y el mismo agricultor colom-
biano.
2
Fertilidad de
los suelos de
clima medio
en Colombia

CLIMA FRÍO
Más de 2.000 m.s.n.m.
CLIMA MEDIO
De 1.000 a 2.000 m.s.n.m.
CLIMA CÁLIDO
De 0 a 1.000 m.s.n.m.
Fertilidad de los suelos de clima
medio en Colombia
Ricardo Guerrero R.*

En Colombia, el piso térmico medio o templado abarca la franja altitudinal entre los
1.000 y 2.000 m y su extensión es de 2.547.000 ha.
Los suelos de las regiones de clima medio se distinguen por un relieve quebrado que
favorece los procesos erosivos. Son suelos moderadamente evolucionados y su natura-
leza mineralógica es acentuadamente variable. Predominan los suelos de naturaleza
volcánica, particularmente en las zonas cafeteras.
Marín y Forero (1984), con base en la información de 24.000 muestras de suelos
analizados en los Iaboratorios del ICA, describieron la fertilidad general de los suelos
del clima medio, la cual se discute resumidamente a continuación.

2.1 REACCIÓN DEL SUELO (pH) Y ALUMINIO

En la Tabla 2.1 se aprecia que, en general, alrededor del 90% de los suelos del clima
medio presentan valores de pH bajos (menos de 5,5) o medios (5,6 - 7,3), en tanto que
solamente el 10% de los mismos tienen un pH superior a 7,3.
Salvo el caso de los suelos cultivados con yuca, en donde predominan los valores de
pH bajos (59%), en el resto de suelos hay una mayor proporción (48 a 72%) de valores
de pH medios (5,5 a 7,3). Esta situación coincide con la evidente predominancia (57 a
84%), en todos los cultivos, de suelos con bajos niveles de aluminio intercambiable
(menos de 1,0 me/100 g), en tanto que la proporción de suelos con concentraciones
moderadas de alumino (1,1 a 3,0 me/100 g) es relativamente baja (9% caña a 27%
yuca) y la de aquellos con contenidos altos es mínima (7% caña a 18% piña).
De lo anterior se puede afirmar que la mayor parte de los suelos de clima medio de
Colombia están libres de niveles tóxicos de aluminio, pero que, dependiendo del cultivo
y la región específica, en un 17 al 45% de los mismos existe el riesgo de toxicidad por
este elemento.
*
Ingeniero Agrónomo, M. Sc.
Jefe de Asistencia Técnica, Monómeros Colombo Venezolanos S.A. (E.M.A.).
Profesor Asociado, Facultad de Agronomía, Universidad Nacional.
A nivel regional, las variantes en cuanto a la distribución o incidencia de suelos con
problemas de acidez Iimitante a los cultivos son frecuentes. Así, Lora y colaboradores
(1980) encontraron que en los suelos de los municipios de Albán, Vianí, Guayabal y
Nocaima (Cundinamarca) predominaron los suelos con pH menor de 5,5, en tanto que
un 88% de las muestras procedentes del municipio de Útica presentaron valores de pH
mayores de 7,4.
Tanto en suelos del sur del Huila cultivados con caña panelera, maíz, pastos, yuca,
plátano y fríjol (Noguera, Cruz y Lora, 1980), como en el clima medio de Nariño (Méndez,
1981), los valores de pH siguieron la tendencia general descrita, es decir con alta
frecuencia de valores medios de pH (5,5 a 7,3).

2.2 MATERIA ORGÁNICA

De acuerdo a las categorías establecidas por el ICA para la interpretación de los con-
tenidos de materia orgánica en suelos de clima medio, la proporción de suelos con
contenidos bajos (menos de 3,0%) oscila entre 17% (pastos) y 34% (caña - tomate)
(Tabla 2.1); la frecuencia de concentraciones medianas (3,1 a 5,0%) fluctúan entre
24% (pastos) y 42% (cacao) y la proporción de suelos con niveles altos (más de 5,0%)
está comprendida entre 26% (caña) y 59% (pastos).
Resulta entonces que en el clima medio de Colombia no existe la esperada
predominancia de suelos con niveles bajos de materia orgánica y que, más bien, la
distribución entre las categorías alta, media y baja es relativamente equilibrada. Sin
embargo, en los suelos utilizados con pastos predominan los contenidos altos y los
valores bajos son mínimos, lo cual reitera el buen trabajo de este tipo de cobertura, en
cuanto a la conservación de la materia orgánica en suelos de ladera, de suyo altamen-
te susceptibles a los agentes erosivos.
Con relación a lo anterior, Méndez (1981) destaca el hecho de que la proporción de
suelos con contenidos bajos de materia orgánica, en el clima medio de Nariño, tiende

TABLA 2.1 Frecuencia relativa de los valores de los análisis de suelos por categorías
de fertilidad, en varios cultivos de clima medio*

Número de pH AI M.O. P K
Cultivos muestras B M A B M A B M A B M A B M A
de suelos

Cacao 714 39 60 1 77 14 9 32 42 26 71 14 15 55 28 17
Caña 5.810 18 64 18 84 9 7 34 40 26 50 22 28 53 26 21
Fríjol 1.405 37 55 8 70 16 14 23 36 41 53 20 27 23 32 45
Hortalizas 1.929 30 63 7 75 13 12 24 32 44 61 19 20 38 27 35
Maíz 4.082 31 58 11 68 18 14 29 38 33 59 19 22 26 32 42
Pastos 3.628 47 50 3 62 24 14 17 24 59 70 16 14 36 31 33
Piña 261 51 48 1 59 23 18 26 35 39 74 16 10 69 17 14
Plátano 1.173 45 56 2 79 16 11 23 34 43 76 12 12 63 26 11
Tomate 1.032 19 72 9 76 12 12 34 36 30 62 19 19 40 27 33
Yuca 852 59 40 1 57 27 16 19 30 51 74 13 13 42 33 25

* Tomado de Marín y Forero (1984)

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1965-1969 1970-1974 12345678 1975-1978

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Porcentaje de las muestras

Porcentaje de las muestras


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0 0
Materia orgánica Fósforo aprovechable

FIGURA 2.1 Proporción de suelos con valores bajos de materia orgánica


y P-aprovechable en suelos de clima medio de Nariño,
para diferentes períodos. Según Méndez (1981)

a aumentar con los años, según se ilustra en la Figura 2.1, en tanto que la proporción
de suelos con deficiencias de fósforo no se altera apreciablemente.
El cacao (32%), la caña panelera (34%) y el tomate (34%) presentan las más altas
frecuencias de suelos con niveles bajos de materia orgánica. Aunque el contenido de
materia orgánica no es un criterio seguro para interpretar la disponibilidad de nitrógeno,
se podría decir que en estos cultivos sería mayor la incidencia de deficiencias de este
elemento.

2.3 FÓSFORO

Entre el 50% (caña) y el 76% (plátano) de los suelos cultivados en el clima medio de
Colombia, tienen valores bajos de fósforo aprovechable (Bray II) y solamente del 10%
(piña) al 28% (caña) de los mismos presentan concentraciones altas (Tabla 2.1).
Es, entonces, claro el hecho de que en general existe una alta o muy alta incidencia
de deficiencia de fósforo para los cultivos de clima medio, particularmente en el caso
del plátano (76%), yuca y piña (70%), cacao (71%), y pastos (70%). A ese respecto,
Quintero (1981) estima que solamente en un 10% de los suelos cultivados con caña en
Santander el fósforo no es elemento limitante en los rendimientos de panela. En Nariño,
Méndez (1981) indica que el 78% de los suelos cultivados con caña panelera son
deficientes en fósforo.
En el clima medio del departamento de Nariño, se ha podido comprobar que, ade-
más de los predominantemente bajos niveles de fósforo aprovechable, la reserva total
de fósforo (535 ppm, en promedio) y la concentración de P-orgánico (67 ppm, en pro-
medio) son considerablemente más bajas que las observadas en los suelos del piso
térmico frío (835 ppm de P-total y 99 ppm de P-orgánico, en promedio). También se

11
destaca la baja proporción del P-orgánico en la concentración total del elemento. Es-
tos dos fenómenos se atribuyen a la mayor incidencia de la erosión en los suelos de
clima medio (Burbano, Benavides y Viveros, 1984).

2.4 POTASIO

En el clima medio la distribución del potasio cambiable no guarda una tendencia clara.
Los valores indicativos de baja disponibilidad predominan en los suelos cultivados con
piña (69% de las muestras), en los cultivados con plátano (63%) y en aquellos utiliza-
dos con cacao (55%) y caña (53%). La proporción de suelos con alta disponibilidad de
potasio fluctúa entre 11% (plátano) y 45% (fríjol).
De acuerdo con las cifras anteriores, los cultivos de piña, plátano, caña y cacao
ofrecen, en general, las más altas probabilidades de estar expuestos a deficiencias de
potasio y también demandarían una mayor atención en cuanto a la fertilización potásica.
A nivel regional, en los suelos de clima medio de Cundinamarca, los niveles bajos de
potasio predominan en los municipios de Bituima, Nimaima, Quebrada Negra, Útica y
Villeta, con frecuencias de 53, 71, 93, 42 y 45 por ciento, respectivamente, en tanto
que en los suelos de los municipios de Albán y Guayabal de Síquima, las categorías
alta, media y baja presentan frecuencias semejantes. En los municipios de Bituima,
Nimaima, Nocaima, Quebrada Negra, Útica y Villeta, del 50 al 80% de los suelos mues-
tran relaciones (Ca + Mg)/K superiores a 50, con el consiguiente efecto adverso sobre
la disponibilidad de potasio (Lora, Morales y Rodríguez, 1980).
De acuerdo al estudio llevado a cabo por Noguera, Cruz y Lora (1980), en los suelos
de clima medio del Sur del Huila, los valores medios de potasio cambiable predominan
en los suelos de todos los municipios considerados.
En Nariño, la zona del clima medio presenta un dominio claro de suelos con alta
disponibilidad de potasio (66% de las muestras), en tanto que la proporción de suelos
con niveles bajos es de sólo 11% (Méndez, 1981). Sin embargo, Guerrero, Gamboa y
Blasco (1972) advierten que en esta región las pérdidas de potasio cambiable son muy
acentuadas, especialmente cuando el suelo se utiliza con pastos, y que estas pérdidas
afectan también las reservas a corto plazo de este elemento. De otra parte, la alta
disponibilidad de potasio en esta región podría ser solo aparente, si se toman en cuen-
ta las altas concentraciones de calcio y magnesio existentes en los suelos, las cuales
podrían interferir la normal utilización de potasio por algunos cultivos (Burbano,
Benavides y Viveros, 1984).
En los suelos de clima medio del Norte de Santander predominan los valores bajos
de potasio cambiable (Marín, Blanco y Henao, 1979), y en los suelos cultivados con
caña panelera en Santander ocurre otro tanto, pues solamente el 26% de las muestras
presentaron contenidos altos del elemento (Quintero, 1981).

2.5 AZUFRE

En algunas zonas del clima medio de Colombia, el azufre luce como un elemento pro-
blema.

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Según Ayala, Guerrero y Gamboa (1973) los suelos de clima medio en Nariño mues-
tran concentraciones muy bajas de S-total y S-órgánico, si se comparan con los conte-
nidos observados en los altiplanos. Los datos obtenidos por Burbano, Benavides y
Viveros, 1984, corroboran la baja reserva total de azufre en estos suelos y la consi-
guiente alta probabilidad de niveles deficientes del elemento para los cultivos.
En el clima medio del Sur del Huila, Lora y Gómez (1982) detectaron deficiencia de
azufre en algunos de los suelos estudiados, a pesar de que la reserva total del elemen-
to era relativamente alta. Identificaron el nivel crítico en 4,1 ppm de azufre extraído
con CaCl2 (0,15%), para el cultivo del maíz.
Otra de las regiones en donde el azufre se reporta como elemento limitante es la del
clima medio de Antioquia. Así, Muñoz y Molina 1982, han detectado buenas respuestas
de la caña panelera, tanto en rendimiento de caña como de azúcar, a las aplicaciones
de azufre en forma de sulfato de amonio o sulfato de magnesio.
Los resultados obtenidos en el proyecto de investigación (ICA-Monómeros) “El azu-
fre en la Agricultura Colombiana” (Etapa I) corroboran los pronósticos anteriormente
descritos. Como se observa en la Tabla 2.2, la proporción de suelos con nivel de S-
disponible muy bajo, en las regiones de clima medio del país, osciló entre el 42%
(Cauca) y 98% (Nariño). En todos los departamentos, los suelos con disponibilidad
baja o muy baja superaron el 80% de las muestras estudiadas (Lora, 1992). En conse-
cuencia, la probabibilidad de que en los suelos de clima medio se presente deficiencia
acentuada del elemento azufre se considera muy alta.
Posteriormente, los trabajos de investigación encaminados a evaluar la respuesta
de los cultivos a la fertilización con azufre, bajo condiciones de invernadero y campo,
han resultado positivos en las regiones de clima medio del río Suárez (Muñoz, R.,
1991), en Sandoná, Nariño (Salas, C., 1992) y en la cuenca media del río Guáitara,
Nariño (Grijalba, E., 1993). En los mismos trabajos se corrobora el nivel crítico de 5
ppm para disponibilidad muy baja de azufre, cuando la extracción se realiza con fosfato
monocálcico 0,008 M.

TABLA 2.2 Distribución porcentual del azufre disponible [Ca (H2PO4)2•0,008 M]


en suelos de las regiones de clima medio*

Norte de
S Disponible C/marca Boyacá Nariño Santander Santander Antioquia Cauca Total

≤ 5 ppm 62,9% 61,6% 98,9% 61,7% 81,2% 69,0% 42,6% 67,5%


Muy bajo
5,1 - 10 ppm 20,4 30,0 2,0 35,8 17,7 27,5 48,1 25,2
Bajo
10,1 - 15 ppm 8,3 3,3 - 2,5 1,1 - 5,5 3,8
> 15 ppm 8,3 5,0 - - - 3,4 3,7 3,4
Alto

* Lora, R. (1992)

13
2.6 CALCIO Y MAGNESIO

La situación de la disponibilidad del calcio y el magnesio es relativamente variable en


las diferentes zonas de clima medio en Colombia.
En Nariño, las concentraciones de calcio y magnesio cambiables son muy altas
(Burbano, Benavides y Viveros,1884), al punto que podrían causar, en algunos casos,
deficiencias de potasio asociadas con relaciones (Ca + Mg)/K excesivamente amplias.
De igual manera, Méndez (1981) señala que en estos suelos las relaciones Ca/Mg
amplias son predominantes.
En Antioquia, la distribución del calcio y magnesio cambiables en los suelos cultiva-
dos con caña panelera es variable, pero en un 88% de los mismos la relación Ca/Mg es
media o alta. En el clima medio del Sur del Huila predominan los valores intermedios
(1,1 a 5,0) en la relación Ca/Mg (Noguera, Cruz y Lora, 1980). En cambio, en los
suelos de Cundinamarca (Villeta, Vianí, Útica, Albán, Nocaima, Guayabal de Síquima)
se ha detectado una acentuada predominancia de relaciones Ca/Mg superiores a 5,1
(77 a 100% de los suelos). En esta última región también son frecuentes relaciones
(Ca + Mg)/K superiores a 50, con el consiguiente perjuicio sobre la disponiblidad de
potasio (Lora, Morales y Rodríguez, 1980).

2.7 ELEMENTOS MENORES

La información sobre disponibilidad de elementos menores en clima medio es muy


escasa. En suelos de Nariño se ha detectado que el B, Cu y Mo son elementos con
deficiencia potencial en el área (Burbano, Benavides y Viveros, 1984).
En un estudio realizado por Uribe y Salazar (1981) en siete localidades de la zona
cafetera de Colombia (Caldas, Antioquia, Cundinamarca, Quindío y Tolima) durante
cuatro años consecutivos, el café caturra no respondió significativamente a las aplica-
ciones de B, Fe, Cu, Zn y Mn. Se señaló además, que en algunos casos se presentaron
síntomas de toxicidad por boro, debido a su aplicación continuada.
No obstante lo anterior y la falta de conocimiento sobre el particular, se puede
esperar que en los suelos de clima medio de Colombia se presenten ocasionalmente
deficiencias de B, Zn, Cu ó Mo, particularmente en el caso de frutales. En cualquier
caso, la fertilización con elementos menores debe decidirse con cautela, a partir del
diagnóstico de suelos y/o foliar.

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16
3
Fundamentos
técnicos
para la
fertilización
de cultivos

25
Fundamentos técnicos para la
fertilización de cultivos
Ricardo Guerrero R.*

EI objetivo general de la fertilización es el de obtener el mayor rendimiento posible con


un mínimo de costo, para alcanzar la máxima rentabilidad en el negocio agrícola.
La consecución de este objetivo requiere tomar en cuenta diversos factores que se
constituyen en las bases técnicas de la fertilización. Estos factores son:

a) Dosis de aplicación
b) Tipo de fertilizante
c) Época o momento de la aplicación
d) Sistema de aplicación

3.1 DOSIS

La dosis se refiere a la cantidad de nutriente que será necesaria aplicar por unidad de
superficie, para completar los requerimientos nutricionales del cultivo. La dosis de
aplicación puede expresarse de diferentes maneras, a saber:

a) kg/ha
b) Bultos/ha
c) ton/ha

Para tomar una decisión técnica y racional sobre la cantidad de fertilizante que
debe aplicarse en cada caso, es necesario tomar en cuenta los factores que se descri-
ben a continuación:

3.1.1 Disponibilidad de nutrientes. Análisis de suelos

Uno de los principales factores incidentes en la cantidad de fertilizante requerido es la


*
Ingeniero Agrónomo, M. Sc.
Jefe de Asistencia Técnica, Monómeros Colombo Venezolanos S.A. (E.M.A.).
Profesor Asociado, Facultad de Agronomía, Universidad Nacional.
capacidad del suelo para suministrar nutrientes a las plantas, lo que se denomina
fertilidad del suelo.
En la evaluación de la fertilidad el método más práctico es el del análisis químico
del suelo, el cual es una herramienta importante para identificar, no solamente la
dosis del fertilizante, sino el plan de fertilización más apropiado para cada caso.
La identificación del nivel de fertilización como resultado del diagnóstico de la ferti-
lidad se logra mediante la interpretación del análisis, la cual debe ser realizada por un
Ingeniero Agrónomo capacitado y con base en los criterios desarrollados para cada
cultivo por los programas de investigación.
Monómeros Colombo Venezolanos, S.A., ofrece su Servicio NUTRIMON de Análisis
de Suelos para el Agricultor, el cual es sin costo alguno para el usuario. Para utilizar
este servicio el agricultor debe ponerse en contacto con el Ingeniero Agrónomo de
Monómeros o con el distribuidor de los Abonos NUTRIMON en su localidad.

3.1.2 Requerimiento nutricional del cultivo

Este es otro de los factores que directamente incide en la cantidad de fertilizante que
debe aplicarse para obtener un rendimiento óptimo y económico. Es conocido que las
diferentes especies cultivadas no tienen los mismos requerimientos nutricionales. Así
por ejemplo, el banano, la papa y la caña necesitan potasio en mayor cantidad que
otros cultivos; la alfalfa extrae más calcio y magnesio que otros, etc. (Tablas 3.1, 3.2 y
3.3).
Las tendencias con que los diferentes grupos de cultivos requieren los distintos
nutrientes se resumen a continuación:

a) Nitrógeno
El nitrógeno es removido en cantidades altas por los cultivos de tubérculo y raíz,
tales como la papa, yuca y la zanahoria. En contraste, los requerimientos de los
cereales, excepto el maíz, son mucho más bajos. Las leguminosas también utilizan
cantidades altas de este elemento, pero parte del mismo lo obtienen de la atmósfe-
ra. Los cultivos hortícolas presentan una variación relativamente amplia; así, el
espárrago y la cebolla extraen menos de 100 kg/ha, en tanto que el tomate, el repo-
llo y la coliflor requieren más de 150 kg/ha. La mayoría de los cultivos que se deno-
minan industriales (tabaco, algodón, caña) tienen requerimientos medios de nitrógeno
(100 - 150 kg/ha), en tanto que el de los cultivos arbóreos es muy variable, depen-
diendo de la especie y de la edad de la plantación.
b) Fósforo
En general, los cultivos tienen requerimientos de fósforo inferiores a los de nitrógeno.
En promedio, la relación de requerimientos entre N y P puede aproximarse a la cifra
5/1. Aunque las tendencias de consumo no son tan definidas como en el caso del N,
se observa que los cultivos de tubérculos y raíz (papa, yuca, zanahoria) extraen
mayores cantidades de fósforo (15-40 kg/ha P) que los cereales (10-30 kg/ha P).
Los cultivos industriales (tabaco, caña, algodón) presentan requerimientos compa-
rables a los de los tuberosos (20-60 kg/ha P). Los cultivos arbóreos (café, cacao,

19
TABLA 3.1 Requerimientos nutricionales de varios cultivos: cereales, tubérculos,
raíces y hortalizas*

Absorción de nutrientes
Rendimiento (kg/ha)
Cultivo (ton/ha) N P205 K2O MgO S

Cereales
Cebada 5 150 55 150 25 20
Trigo 6 170 75 175 30 30
Avena 4 150 45 160 15 20
Maiz 6 120 50 120 40 25
Sorgo 4 120 40 100 30 15
Arroz 6 100 50 160 20 10

Tubérculos y raíces
Papa 40 175 80 310 40 20
Yuca 40 150 70 350 40 20
8atata 40 190 75 340 65 -
Ñame 35 140 40 190 20 -

Hortalizas
Tomate 50 140 65 190 25 30
Espárragos 5 120 60 150 20 -
Zanahona 30 120 55 200 30 -
Coliflor 50 250 100 350 30 -
Repollo 40 175 69 200 38 -
Apio 30 200 80 300 25 -
Lechuga 30 90 35 160 15 -
Cabolla 35 85 50 160 15 20
Remolacha 30 150 50 220 50 -
Espinacas 25 120 45 200 35 -
Berenjena 60 175 40 300 30 10
Pepino 40 170 50 120 60 -

* Tomado de Corresponsal Internacional Agrícola Vol 28 (3): 6-7 1987.

banano, palma, frutales), tienen los más bajos niveles de extracción (5-20 kg/ha P).
c) Potasio
Los requerimientos potásicos de las especies cultivadas oscilan, en promedio, entre
100 y 400 kg/ha. Los tubérculos y raíces (yuca, papa, zanahoria), presentan los más
altos valores de extracción (200 a 400 kg/ha) y en casos extremos, como el de la
yuca, la extracción puede superar el nivel de los 400 kg/ha. Otros cultivos que supe-
ran la cifra de los kg/ha son la caña, el banano y el tabaco. El resto de las principa-
les especies cultivadas, extrae menos de 200 kg/ha de potasio por cosecha.
En general las cifras de extracción de potasio son iguales o superiores a las de
nitrógeno, para la mayor parte de las especies cultivadas.
d) Azufre
En términos generales, el azufre es removido del suelo por los diferentes cultivos en
cantidades similares al fósforo. Entre los cultivos exigentes en S están la avena, el
maíz, tomate, alfalfa y sorgo, los cuales extraen entre 20 y 40 kg/ha de azufre.

20
3.1.3 Rendimiento potencial del cultivo

Los requerimientos nutricionales de un cultivo serán directamente proporcionales al


rendimiento. Se ha determinado, en términos generales, que un cultivo de arroz que
rinda 6 ton/ha necesitará extraer más nutrientes que aquel que rinda solamente 3 ton/
ha. Por consiguiente,la dosis de fertilización dependerá del potencial de producción o
rendimiento esperado, el cual a su vez está determinado por:

a) Potencial genético
La mayor o menor productividad de una especie o variedad cultivada depende de su
potencial genético de producción. En la agricultura contemporánea este componen-
te tiene su expresión en el uso creciente de variedades mejoradas de alta producti-
vidad.

TABLA 3 2. Requerimientos nutricionales de varios cultivos: leguminosas,


oleaginosas, estimulantes e industriales*

Absorción de nutrientes
Rendimiento (kg/ha)
Cultivo (ton/ha) N P205 K2O MgO S

Leguminosas
Haba 2,4 160 45 120 20 -
Fríjol 2,5 105 10 120 10 -
Gulsante 2,0 125 35 80 15 -
Alfalfa - 170 46 150 25 -

0leaginosas
Soya 3,0 220 40 170 40 20
Palma Africana 25,01 90 60 300 100 30
Girasol 3,0 120 60 240 55 15
Cocotero 10.000,06 130 60 200 50 15
Maní 2,0 170 30 110 20 15
Colza 3,0 165 70 220 30 65

Estimulantes
e Industriales
Café 15,02 120 30 130 30 20
Cacao 10,03 100 46 240 10 -
Tabaco 2,04 130 40 240 25 10
Té 2,5 160 50 90 15 -
Pimienta Negra 7,05 240 40 210 30 -
Caña de Azucar 100,0 130 90 340 80 60
Algodón 3,0 150 90 160 40 20
Caucho - 420 26 160 - -

* Tomado de Corresponsal Internacional Agrícola Vol 28 (3) 6-7, 1987.


1. Racimos.
2. Pergamino.
3. Producto seco.
4. Hoja seca.
5. Fruto seco.
6. Nº de cocos.

21
TABLA 3.3 Requerimientos nutricionales de varios cultivos:
frutales y pastos

Absorción de nutrientes
Rendimiento (kg/ha)
Cultivo (ton/ha) N P205 K2O MgO S

Frutales
Manzana 25 100 45 180 40 -
Durazno 35 205 45 236 42 -
Ciruelo - 100 80 160 - -
Peral 35 155 40 200 20 -
Mora - 80 40 90 20 20
Tomate de árbol - 120 40 140 20 25
Cítricos 30 270 60 350 40 30
Lulo - 100 35 100 25 20
Piña 50 185 55 350 110 20
Papaya 50 90 25 130 15 10
Maracuya 20 80 15 120 10 20
Aguacate 15 40 25 80 10 -
Banano 40 250 60 1.000 140 15
Mango 15 100 25 110 75 -
Vid 20 170 60 220 60 30

Pastos**
Guinea 10 107 62 216 82 -
23 288 100 435 164 -
35 560 176 720 220 -
Pangola 10 120 50 216 46 -
23 299 107 430 111 -
31 400 121 669 144 -
Elefante 10 144 54 216 50 -
25 302 146 604 104 -
46 800 210 1.080 144 -
Pará 8 80 39 192 26 -
24 307 98 459 131 -
30 600 158 792 109 -

* Tomado de Corresponsal lnternacional Agrícola Vol 28 (3): 6-7, 1987.


** Tomado de Sánchez, P. 1981. Suelos de trópico.

Consecuentemente, las variedades mejoradas de alta productividad tienen reque-


rimientos nutricionales más altos que las variedades nativas de bajo rendimiento y
en la determinación de la dosis del fertilizante se debe tomar en cuenta este factor.
b) Productividad del suelo
La productividad del suelo no solamente depende de la disponibilidad nutricional,
sino también de otros factores del mismo. De ellos, los principales son:
– Profundidad efectiva o espacio radical
– Textura
– Estructura
– Disponibilidad de humedad

22
– Aireación
– Drenaje
– Temperatura
– Porosidad
– Consistencia
– Toxicidades
c) Condiciones climáticas
El medio ambiente también define el nivel de producción de un cultivo ya que, involucra
varios factores de crecimiento de la planta, a saber:
– Intensidad y duración de la luz
– Cantidad y distribución de la precipitación pluvial
– Temperatura ambiente
d) Nivel de tecnología aplicado al cultivo
Por último, el potencial de producción del cultivo dependerá también del mayor o
menor uso de tecnología adecuada. Este componente tecnológico está relacionado
con:
– Uso de variedades de alta productividad
– Uso de semilla de alta calidad
– Adecuada preparación del suelo
– Óptima densidad de siembra
– Uso de riego
– Control oportuno de plagas, enfermedades y malezas
– Uso racional de enmiendas
– Rotación de cultivos
– Control de erosión
El factor potencial de producción del cultivo, con sus correspondientes subfactores,
tiene dos aspectos de extraordinaria trascendencia en lo que respecta a la dosificación
adecuada de fertilizantes:
El primero es que la mayor o menor respuesta de los cultivos a la fertilización
depende de que todos los demás factores de producción (ambientales, genéticos,
productividad del suelo y tecnología) sean mas o menos satisfechos con nivel y
balance adecuados. Por consiguiente se podría decir que si uno de estos factores
resultare limitante (por ejemplo disponibilidad de agua) el beneficio de la fertilización
se perdería, como también se perdería si no hay control adecuado de malezas o de
plagas, etc. Por esta razón en muchos casos el uso de fertilizantes únicamente se
justifica a plenitud cuando las demás necesidades ambientales y tecnológicas del
cultivo se han satisfecho adecuadamente.
El segundo aspecto, que resulta como lógica conclusión del anterior, es que el
técnico que formule el fertilizante, debe forzosamente tomar en cuenta el nivel tec-
nológico del agricultor. Evidentemente, la dosis recomendable para el agricultor
comercial o industrial que dispone de todos los adelantos tecnológicos y que, por
tanto, está en capacidad de producir 5 ton/ha de maiz, no será igual a la que se
deberá recomendar al pequeño agricultor que está en capacidad de producir tan
solo 2 ton/ha.

23
3.1.4 Eficiencia de la fertilización

No todo el nutrimento aplicado en el fertilizante es aprovechado por el cultivo, pues


solamente una proporción del mismo es utilizado por la planta. A esta proporción, que
generalmente es expresada en porcentaje, se denomina eficiencia de la fertilizacion.
Así, si de cada 100 kg/ha de N aplicados, solamente 60 son utilizados por el cultivo,
la eficiencia de la fertilización será del 60%. El resto, o sea 40 kg/ha, no serían apro-
vechados por el cultivo, sino que quedarían en parte fuera de su alcance en razón de la
ocurrencia de varios fenómenos, una vez el fertilizante llega al suelo.
Dependiendo de las condiciones del suelo y las climáticas, una parte de los nutrientes
aplicados en la fertilización se perderán del sistema suelo-raíz quedando fuera de la
acción absorbente de la planta, debido a la ocurrencia de los siguientes procesos:

a) Lixiviación o lavado
Este proceso consiste en la pérdida de nutrientes en forma de sales disueltas arras-
tradas en el agua de drenaje que penetra en el suelo. La magnitud de este tipo de
pérdida depende del volumen de lluvia, el tipo de suelo, el tipo de cultivo, el tipo de
fertilizante usado, etc.
El nitrógeno es uno de los elementos más afectados por la lixiviación, especial-
mente en forma de nitratos (NO3-), debido a que este ión es muy móvil en el suelo.
De allí que la fertilización nitrogenada es aplicada preferentemente en forma frac-
cionada, comenzando después de la germinación.
Por el contrario, el fósforo es muy estable en el suelo y por ello, las pérdidas en el
agua de drenaje no son importantes. La lixiviación de potasio no constituye un pro-
blema serio en aquellos suelos con alta capacidad de almacenamiento de cationes
(alta capacidad de intercambio catiónico). En suelos ácidos, con capacidad de inter-
cambio baja, las pérdidas suelen ser considerables.
El azufre, en forma de SO4= es también móvil y deben esperarse pérdidas impor-
tantes en el agua de drenaje, bajo condiciones favorables.
b) Pérdidas en forma de gas
Las pérdidas de nutrientes de los fertilizantes por gasificación se presentan exclusi-
vamente en el caso de los fertilizantes nitrogenados, mediante procesos conocidos
como volatilización y denitrificación.
Las pérdidas por volatilizacion ocurren en forma de NH3+ principalmente a partir
de la úrea. Estas pérdidas pueden ser muy acentuadas (hasta del 50% del nitrógeno
aplicado) cuando se aplica úrea al voleo en suelos de regiones cálidas. EI sulfato de
amonio también puede sufrir pérdidas por volatilización, pero son mucho menores.
La pérdida de nitrógeno debida a denitrificación ocurre a partir de los nitratos
(NO3-), bajo condiciones reductoras, es decir de escasa aireación, como en el caso
de los suelos mal drenados o en suelos arroceros, cuando se aplican fertilizantes
nítricos tales como el nitrato de amonio.
c) Pérdidas por fijación
La fijación consiste en la conversión de las formas iónicas disponibles o aprovechables
a compuestos o estados de baja solubilidad, no disponibles a la planta.

24
El nutriente que mayores pérdidas sufre a causa del fenómeno de fijación es el
fósforo. Se ha estimado que, en promedio, las pérdidas de fertilizante fosfórico por
fijación en los suelos agrícolas de Colombia son del 70 al 90%, lo cual quiere decir
que solamente del 10 al 30% del fósforo aplicado es utilizado por el cultivo.
Lo anterior explica el hecho de que con frecuencia las dosis de aplicación de
fósforo suelen ser muy superiores a los requerimientos de los cultivos que de suyo
son bajos.
Otro nutriente que puede estar afectado por fijación es el potasio, particularmen-
te en suelos con predominio de arcillas expandibles de tipo illita y montmorillonita,
las cuales al expandirse cuando se humedecen, y contraerse cuando se secan pue-
den atrapar importantes cantidades de ión K+, al igual que de NH4+.

3.2 SELECCIÓN DE FUENTE FERTILIZANTE

Una vez estimados los requerimientos de fertilización en términos cuantitativos, será


necesario seleccionar el fertilizante o la combinación de fertilizantes que más se ajus-
ten a esos requerimientos y que además, permitan obtener la máxima eficacia en la
fertilización.
Cuando se trata de fertilizantes compuestos NPK, la consideración más importante
será la relacionada con la escogencia del grado o “fórmula” más apropiada para satis-
facer las necesidades de fertilización identificadas mediante el análisis de suelo. Sin
embargo, se tomará también en cuenta el costo del fertilizante, su disponibilidad en el
mercado y su calidad fisica, particularmente aquella tocante a la granulación.
En el caso de la selección de fertilizantes simples, la norma básica será la de esco-
ger aquella fuente que garantice una mayor eficacia de la fertilización para las condi-
ciones dadas de suelo, cultivo, clima y tipo de explotación. A ese respecto, como tam-
bién en el caso de los fertilizantes compuestos, se tomarán en cuenta los siguientes
factores.

3.2.1. Solubilidad

El factor solubilidad es muy importante en el caso de los fertilizantes fosfóricos. En


general, la investigación ha demostrado que la eficacia de la fertilización fosfatada
aumenta en la medida en que se incrementa la solubilidad del fósforo en el producto,
salvo el caso de suelos fuertemente ácidos (con valores de pH inferiores a 5), en los
cuales las fuentes fertilizantes de baja solubilidad. tales como el calfos y la roca fosfórica
pueden igualar en eficacia a las de alta solubilidad.
Es importante señalar que en el caso de los fertilizantes compuestos NUTRIMON el
portador de fósforo es de máxima solubilidad (más del 90% del fósforo es soluble en
agua), lo cual constituye una garantía de eficacia en la inmensa mayoría de suelos
agrícolas del país. De otra parte, esta característica permite, tal como se ha demos-
trado experimentalmente, aplicar el fertilizante compuesto en la post-siembra, bien
sea toda la dosis o parte de la misma, siendo ello una gran conveniencia desde el punto
de vista agronómico, en cultivos como el arroz, sorgo, algodón y otros. La comprobada

25
eficacia de los abonos compuestos NUTRIMON en el reabonamiento de la papa se debe
también a su alta solubilidad.

3.2.2 Nutriente acompañante

Con frecuencia las fuentes fertilizantes suelen contener nutrientes o elementos adicio-
nales al elemento principal. Así por ejemplo, el sulfato de amonio, además de nitrógeno
contiene azufre y como tal, debe ser aplicado en aquellos casos en los cuales el ele-
mento esté deficiente, como es el caso de algunas importantes zonas agricolas del
Tolima, Huila, Costa Atlántica, Llanos Orientales y algunas regiones de clima medio.
Otro punto a considerar es el hecho de que algunos cultivos suelen ser sensibles a
ciertos elementos contenidos en algunos fertilizantes. El caso más conocido es el del
cloro, el cual no puede ser aplicado en tabaco por cuanto afecta negativamente su
calidad. En este caso el uso de fertilizantes en los cuales el potasio esté en forma de
cloruro está contraindicado.

3.2.3 Naturaleza química del portador

Otro de los factores importantes a considerar en la selección del fertilizante es el


estado químico del compuesto portador del elemento.
En el caso de los fertilizantes nitrogenados el portador del elemento puede ser
nítrico (NO3-) o amoniacal (NH4+). La forma nítrica puede ser utilizada más rápidamen-
te por el cultivo, pero en cambio, está sujeta a mayores pérdidas por lavado en el agua
de drenaje, y a que no es retenida en el suelo. De otra parte, los fertilizantes en forma
de nitrato, tales como el nitrato de amonio, no son adecuados para ser utilizados en
arroz de riego, por cuanto en tales condiciones los nitratos pasan a estados nitrosos
(gases), dando lugar a pérdidas de nitrógeno considerables. Este fenómeno no se pre-
senta en el caso de que el fertilizante sea amoniacal, como el sulfato de amonio o en el
caso de la úrea.
Los fertilizantes amoniacales como el sulfato de amonio, tienen la ventaja adicional
de que el amonio (NH4+) puede ser almacenado en el suelo y, por ello, es menos sus-
ceptible a sufrir pérdidas por lixiviación.
Como ya se señaló anteriormente, la naturaleza química de la úrea y su reacción de
hidrólisis en el suelo facilita las pérdidas de nitrógeno por volatilizaclon, las cuales
pueden ser considerables, limitando severamente la eficacia de la fertilización
nitrogenada cuando se aplica superficialmente en suelos de regiones cálidas.

3.2.4 Granulación

El tamaño de la partícula del fertilizante o granulación, es una propiedad física de gran


importancia agronómica. Una buena granulación permite que el fertilizante fluya ade-
cuadamente facilitando así la aplicación, especialmente en el caso de que se haga a
máquina o en avión. Además, un fertilizante adecuadamente granulado permite que la
distribución del mismo en el terreno sea homogénea.

26
En los fertilizantes de alta solubilidad, la granulación apropiada garantiza que la
reacción del producto sea gradual, haciendo posible un suministro paulatino de
nutrientes durante el ciclo de vida del cultivo.
En caso de que la solubilidad del fertilizante sea baja, como ocurre con el calfos y la
roca fosfórica, la granulación es contraproducente por cuanto limita la reacción del
producto en el suelo y, por tanto, también su eficacia agronómica. Por ello, esos pro-
ductos se expenden en polvo, lo cual, resulta en serias dificultades para su aplicación.

3.3 ÉPOCA O MOMENTO DE APLICACIÓN DEL FERTILIZANTE

El resultado agronómico de la fertilización depende también de que la aplicación sea


efectuada en el momento oportuno. La eficacia de la fertilización aumentará si la apli-
cación se hace en el momento en que los nutrientes son requeridos con mayor intensi-
dad por el cultivo.
En consecuencia, la regla general sería sencilla: “Aplíquese el fertilizante en la
época o épocas en que el cultivo lo requiera en mayor cantidad y lo utilice más eficien-
temente”. Sin embargo, en la práctica, esta norma no siempre es factible de aplicar
por razones técnicas y económicas.
La época de aplicación del fertilizante depende del tipo de suelo, de las condiciones
climáticas, del tipo de fertilizante y de la especie cultivada. Con respecto al suelo, será
muy importante tomar en cuenta la textura. permeabilidad, capacidad de retención de
agua, escorrentía, naturaleza mineralógica y capacidad de intercambio catiónico.
El clima juega también un papel muy importante en relación a la época o momento
de aplicación del fertilizante. A este respecto, cuando no se dispone de riego, la ocu-
rrencia de lluvias será fundamental para decidir sobre la aplicación, ya que sin una
adecuada disponibilidad de agua la utilización del fertilizante perderá eficacia y en
casos extremos, su aprovechamiento será nulo.

3.3.1 Fertilizantes nitrogenados

La alta movilidad de nitrógeno en el suelo supone que el fertilizante nitrogenado esta-


rá sujeto a pérdidas que pueden ser considerables. La solubilidad de los abonos
nitrogenados es muy alta, lo cual los hace particularmente susceptlbles a las pérdidas
por lixiviación en el agua de drenaje. Además, ya se ha visto que las pérdidas de nitrógeno
por volatilización pueden ser considerabies a partir de úrea aplicada al voleo. Todo
conlleva a que el efecto de la fertilización nitrogenada se pierda rápidamente.
Por lo anterior, las normas generales, aunque no invariables, para decidir sobre la
época de aplicación de fertilizantes nitrogenados a los cultivos. serán las siguientes:

a) No se deben aplicar antes de la siembra, por cuanto durante el lapso en que no hay
cultivo el nitrógeno estará sujeto a pérdidas y serán las malezas las que aprovechan
el fertilizante.
b)La dosis total de N debe repartirse en más de una aplicación a lo largo del ciclo
vegetativo del cultivo. Sobre el número de aplicaciones no hay regla general, pueden

27
ser 2, 3 ó 4, dependiendo de los factores del suelo, clima, fertilizante y especie
cultivada. La forma como evolucione el desarrollo del cultivo es otra importante
consideración a tener muy en cuenta.
c) Una parte del nitrógeno puede aplicarse en el momento de la siembra, pero en
suelos muy permeables, livianos y con baja capacidad de retención de agua sería
preferible que la primera aplicación del fertilizante nitrogenado se haga después de
la germinación y del control de malezas.
d) En cultivos perennes (café, cacao, palma, árboles frutales) y en pastos, las aplica-
ciones de nitrógeno se distribuyen a lo largo del año, buscando la coincidencia con
épocas de lluvia.

Aunque en los cultivos de ciclo corto, tales como arroz, algodón, sorgo maíz, etc., la
aplicación de nitrógeno en el momento de la siembra no es una práctica común, es
factible realizarla en suelos con buena capacidad de intercambio catiónico y alta capa-
cidad de retención de agua, especialmente en el caso que se pueda realizar una aplica-
ción localizada con máquina, utilizando fertilizantes amoniacales, tales como el sulfato
de amonio.

3.3.2 Fertilizantes fosfóricos, potásicos y compuestos (NPK)

Tradicionalmente se ha considerado que el fósforo, debido a que es inmóvil, puede y


debe aplicarse la totalidad de la dosis en el momento de la siembra o, en algunos
casos, antes de la siembra, épocas en las cuales es factible enterrar el fertilizante y
localizarlo allí en el lugar donde estarán posteriormente las raíces del cultivo.
De otra parte, se ha establecido que es fundamental que exista una buena disponi-
bilidad del elemento en los primeros estados de desarrollo del cultivo con el fin de
promover un buen desarrollo del sistema radicular.
La aplicación de fósforo en la postsiembra, después de la germinación ha sido tradi-
cionalmente cuestionada, por la dificultad que tendría el fósforo para entrar en con-
tacto con la raíz, si es que la aplicación es superficial.
No obstante, hoy se sabe que en algunos casos, no solo es factible sino benéfico
fraccionar la dosis total de fósforo en dos o tres aplicaciones, por cuanto una sola
aplicación en el momento de la siembra puede significar que en corto tiempo se pierda
la mayor parte del efecto fertilizante, debido al fenómeno de fijación de fosfatos, gene-
rando así un déficit de fósforo para el cultivo en estados críticos de desarrollo. Sin
embargo, la aplicación fraccionada de fósforo sólo será factible y eficaz en el caso de
fertilizantes de alta solubilidad.
En el caso del arroz de riego se ha comprobado experimentalmente que la aplica-
ción fraccionada de fósforo resulta más eficaz que una sola aplicación al momento de
la siembra, siempre y cuando el fertilizante aplicado sea de alta solubilidad, tal como
el caso de los fosfatos de amonio y los fertilizantes compuestos NUTRIMON.
Sin embargo, también se ha encontrado importante que una parte de la dosis total
de fósforo sea aplicada al momento de la siembra. Parece que las condiciones de inun-
dación permiten que el fósforo aplicado superficialmente alcance el sistema radicular.

28
En cultivos diferentes al arroz de riego, el éxito de la aplicación de fósforo en la
postsiembra tampoco se descarta, particularmente en el caso de cultivos con sistema
radicular superficial y cuando es factible localizar a máquina el fertilizante en la proxi-
midad de la raíz.
Las fuentes fosfatadas de baja solubilidad deben aplicarse preferentemente en la
presiembra, por cuanto así tendrán tiempo para reaccionar y habrá mejores
posibiIidades para que liberen algo de fósforo disponible al cultivo. Este tipo de fertili-
zante no está indicado para aplicaciones después de la germinación.
En el caso del potasio, el criterio que generalmente se acepta es que una sola apli-
cación al momento de la siembra es suficiente, pero se ha encontrado que en suelos
livianos bien drenados y con baja capacidad de intercambio catiónico es conveniente
fraccionar la dosis total de fertilizante. De otra parte, los fertilizantes potásicos o los
portadores de potasio en los fertilizantes compuestos, son altamente solubles y el
elemento es móvil en el suelo, lo cual supone que pueda ser aplicado eficazmente
después de la siembra, cuando el cultivo ya ha germinado o está en estados avanzados
de desarrollo.
Los criterios expuestos en lo tocante al momento de aplicación del fósforo y potasio
tienen plena vigencia en lo relativo a la época de aplicación de fertilizantes compues-
tos NPK, especialmente en el caso de los abonos NUTRIMON cuyo fósforo tiene carac-
terísticas de alta solubilidad.

3.4 SISTEMA DE APLICACIÓN

En cualquier plan de fertilización debe partirse de la consideración de que el fertili-


zante no se aplica para que alimente el suelo sino para alimentar el cultivo. Por consi-
guiente, los fertilizantes deben colocarse donde puedan ser utilizados más eficazmen-
te por las plantas. El sistema de aplicación más apropiado dependerá de varios factores
tales como el tipo de fertilizante, las condiciones del suelo, el tipo de especie cultiva-
da, los factores climáticos, la extensión cultivada y el nivel tecnológico de la explota-
ción (mecanizada, etc.).
En Colombia, los métodos más comunes utilizados para la aplicación de los fertili-
zantes sólidos son los siguientes:

a) Aplicación al voleo
b)Aplicación en banda
c) Aplicación al fondo del surco
d) Aplicación en corona
e) Aplicación en hoyos
f) Aplicación incorporada

3.4.1 Aplicación al voleo

Este método consiste en aplicar el fertilizante uniformemente sobre la superticie del


suelo antes, en, ó después de la siembra.

29

,,
,,

,,,
,,

,,



,,




 Aplicación “al voleo” (a mano)

Con este sistema el fertilizante queda en la superficie del suelo y es recomendable


utilizarlo en el caso de cultivos densos tales como el arroz, el trigo, la cebada y los
pastos. No es un sistema apropiado para utilizar en cultivos sembrados en surcos
como el maíz, algodón, sorgo, hortalizas, soya, papa, etc., ya que el fertilizante que
queda entre los surcos, no será utilizado por el cultivo.
La aplicación al voleo puede hacerse a mano, con máquina voleadora o en avión. La
aplicación aérea ofrece muchas ventajas para fertiIizar grandes extensiones en culti-
vos de arroz y pastos, especialmente.
En el caso de los fertilizantes nitrogenados, la aplicación al voleo tiene la gran
desventaja de que al quedar el fertilizante superficial las pérdidas de nitrógeno por
volatilización pueden ser considerables, especialmente en el caso de la úrea. Sin em-
bargo, en muchos casos. existen limitaciones de orden práctico que impiden enterrar
el abono como sería deseable. Así, en el caso del arroz de riego y de los pastos no
resulta práctica la aplicación localizada o enterrada del abono después de la
germinación.

30
Las aplicaciones superficiales de fósforo suelen considerarse de poco valor debido
a que el fósforo es un elemento inmóvil que muy difícilmente va a lograr entrar en
contacto con las raíces si no se localiza a una profundidad apropiada. Sin embargo, la


,
 
,,


Aplicación al voleo (máquina)

,
 
 Aplicación en avión

31
aplicación al voleo de fósforo en la postsiembra en el cultivo del arroz inundado ha
dado muy buenos resultados cuando se utilizan fertilizantes de alta solubilidad.
La aplicación al voleo de fósforo en praderas ya establecidas es factible y eficaz por
cuanto el sistema radicular de los pastos es superficial.

3.4.2 Aplicación en banda

Este método consiste en aplicar el fertilizante a un lado o a ambos lados de la semilla


o de las plantas y es particularmente aplicable en cultivos sembrados en surcos como
el algodón, el maíz, la soya, el sorgo, el fríjol, etc.
El sistema de aplicación en banda tiene muchas variantes por cuanto la banda pue-
de ser aplicada superficialmente o enterrada. En este último caso, la banda puede
quedar encima, al lado o debajo de la semilla, si la aplicación se hace en el momento

,,,,,,
de la siembra.
La forma más eficaz de hacer una aplicación en bandas es mediante el uso de
abonadoras o sembradoras-abonadoras, en sistemas mecanizados. Desafortunadamen-
te, el uso de estos sistemas en la agricultura colombiana es todavía muy precario.
La aplicación localizada en banda ofrece muchas ventajas en el caso del fósforo,
particularmente cuando la banda se entierra, pues en esta forma disminuye la fijación
del elemento, el cual queda más cerca del sistema radicular y, por consiguiente, au-

,,,,
,,,,
 Aplicación en banda

32
menta la eficacia de la fertilización. Sin embargo, este sistema sólo está indicado en el
caso de fertilizantes de alta solubilidad.
En la aplicación de los fertilizantes en banda debe tenerse cuidado de evitar en lo




,


 

,


 ,

posible el contacto directo del fertilizante con la semilla, por cuanto se pueden causar
daños serios, particularmente en el caso de productos que desprenden amoníaco como
la úrea y el fosfato diamónico (DAP), así como también en el caso de fertilizantes con
alto índice de salinidad como el nitrato de amonio y el cloruro de potasio.





,



,


 

,





,
 ,

, Aplicación “al fondo del surco”

3.4.3 Aplicación al fondo del surco

Como su nombre lo sugiere es un sistema utilizable para cultivos en surcos, en el cual


el fertilizante queda localizado en una banda al fondo del surco, por lo cual se puede
considerar como una variante del sistema en banda.
La aplicación al fondo del surco ofrece las mismas ventajas que el sistema en banda
y en nuestro medio es muy utilizado en cultivos de caña de azúcar y caña panelera en
plantilla y también en el caso de la yuca y la papa.

Aplicación “en corona”

33
3.4.4 Aplicación en corona

En este sistema el fertilizante se coloca alrededor de la semilla o del tallo de la planta


y a distancias variables dependiendo de la especie; en algunos casos se tapa con un
poco de tierra.
Este sistema se utiliza mucho en el caso de cultivos perennes como el café, cacao y
árboles frutales y especies forestales, y también en el caso del banano, caña de azúcar
y caña panelera (soca), como también en el caso de la papa, tanto en aplicaciones en
la siembra, como en el reabonamiento.
El método de aplicación en corona tiene la variante de la “media corona”, utilizado
en zonas de ladera, en cuyo caso el fertilizante se aplica en la parte superior de la
pendiente para disminuir las pérdidas por escorrentía.

3.4.5 Aplicación en hoyos

Este tipo de fertilización se utiliza principalmente en el caso de árboles frutales en


producción. El fertilizante se distribuye en 4 ó 6 huecos practicados en corona “a la
gotera” del árbol. Se ha encontrado que este método es más eficaz que el de la simple
corona porque permite una mejor utilización del fertilizante por la planta. La desven-
taja radica en que requiere de una mayor utilización de mano de obra, aunque bien
puede buscarse la posibilidad de mecanizar la aplicación.
La aplicación en hoyos o “a chuzo” es también usual y muy eficaz en el caso del maíz
de minifundio y también en el de la yuca. El método de aplicación en el hueco es muy
práctico y apropiado para el caso del establecimiento de plantaciones de árboles fru-
tales, café, cacao, palma africana y especies forestales.

Aplicación “en hoyos”

34
3.4.6 Aplicación incorporada

Este sistema es una variante de la aplicación al voleo en la cual el fertilizante una vez
aplicado en la superficie es incorporado o mezclado con el suelo utilizando un arado o


,,


el rastrillo.
La incorporación es una práctica muy apropiada cuando se aplican fertilizantes de
baja solubilidad en la presiembra, como la roca fosfórica, el calfos y también en el caso
de la aplicación de cales. La mezcla con el suelo permite que el producto se disuelva y

,,



suministre el fósforo a la planta o para controlar la acidez del suelo.



Aplicación incorporada

35
FACTORES DE CONVERSIÓN

Porcentaje de óxido Porcentaje del elemento

1% B2 O3 Óxido de boro 0,3106 B, boro


1% CaO Óxido de calcio 0,7147 Ca, calcio
1% CoO Óxido de cobalto 0,7865 Co, cobalto
1% CuO Óxido de cobre 0,7989 Cu, cobre
1% Fe2O3 Óxido de hierro 0,6995 Fe, hierro
1% MgO Óxido de magnesio 0,6031 Mg, magnesio
1% MoO3 Óxido de molibdeno 0,6666 Mo, molibdeno
1% Na20 Oxido de sodio 0,7419 Na, sodio
1% SO3 Óxido de azufre 0,4005 S, azufre
1% ZnO Óxido de zinc 0,8034 Zn, zinc
1% K2O Óxido de potasio 0,8302 K, potasio
1% P2O5 Óxido de fósforo 0,4365 P, fósforo
1% MnO Óxido de manganeso 0,7745 Mn, manganeso

Ejemplo 1:

¿A cuánto equivale el 2,5% de óxido de boro (B203), en términos del elemento boro (B)?

2,5% x 0,3106 = 0,7765% boro (B)

FACTORES DE CONVERSIÓN

Porcentaje del elemento Porcentaje de óxido

1% B, boro 3,2196 B2O3 Óxido de boro


1% Ca, calcio 1,3992 CaO Óxido de calcio
1% Co, cobalto 1,2715 CoO Óxido de cobalto
1% Cu, cobre 1,2517 CuO Óxido de cobre
1% Fe, hierro 1,4297 Fe2O3 Óxido de hierro
1% Mg, magnesio 1,6581 MgO Óxido de magnesio
1% Mo, molibdeno 1,5002 MoO3 Óxido de molibdeno
1% Na, sodio 1,3479 Na2O Óxido de sodio
1% S, azufre 2,4970 SO3 Óxido de azufre
1% Zn, zinc 1,2447 ZnO Óxido de zinc
1% K, potasio 1,2046 K2O Óxido de potasio
1% P, fósforo 2,2910 P2O5 Óxido de fósforo
1% Mn, manganeso 1,2912 MnO Óxido de manganeso

Ejemplo 2:

¿A cuánto equivale el 0,7766% de boro (B) en términos de óxido de boro(B2O3)?

0,7766% x 3,2195 = 2,5% óxido de boro (B2O3)

36
4
Cafeto

47
Nutrición y fertilización
del cultivo del cafeto
Germán Valencia-Aristizábal*

Una buena recomendacion agronómica puede definirse como la elección que haría el
agricultor si tuviera la información que debe tener el técnico (Perrin, et al, 1976).

4.1 INTRODUCCIÓN

En Biología es de fundamental importancia el conocimiento del proceso por el cual los


seres vivos toman del ambiente los elementos esenciales para sus procesos vitales. En
agricultura, la nutrición de los plantas debe ser muy bien conocida para que la
fertilización sea adecuada a las necesidades del cultivo y se garantice la rentabilidad
de aquella actividad. En caficultura tecnificada la fertilización representa aproximada-
mente 15% de los costos totales de producción de café.
El cultivo de las plantas por el hombre comenzó hace más de 10.000 años (Epstein,
1972) y su desarroIlo subsiguiente continuó con la aplicación de estiércol y otros
materiales orgánicos al suelo para aumentar las cosechas; los romanos ya practica-
ban el encalado y solo en los últimos 130 años se ha generalizado e intensificado el
uso de materiales fertilizantes. Por agricultura racional se entiende el conjunto de
procesos técnicos que permiten obtener de los cultivos los mayores beneficios econó-
micos por unidad de superficie y fertilización racional es la que garantiza no sólo los
mayores beneficios económicos derivados del uso de los fertilizantes, sino que evita la
degradación o desequilibrio químico de los suelos y la contaminación ambiental.
En el siglo XVII el físico belga J. B. Van Helmont consideraba que el crecimiento y
desarrollo de las plantas se debía al agua. Nadie sospechaba que el carbono, que
constituye el 45% de la materia vegetal seca provenía del aire. En el siglo XVIII se
enunció la Ley del Mínimo, según la cual la producción vegetal solo se podría aumen-
tar cuando se elevare en el suelo el nivel del elemento que relativamente se encuentre
en menor cantidad.

* Ingeniero Agrónomo, M. Sc.


Actualmente Asesor Técnico Fertilizantes Cafeteros.
De la materia vegetal seca solo el 4% son elementos minerales que provienen del
suelo como sustrato mineral de las plantas terrestres, el cual es explorado por las
raíces que son adaptaciones especiales de las plantas para la absorción de nutrimentos.

4.2 ZONA CAFETERA COLOMBIANA

Colombia está situada entre los 4° de latitud sur y los 12° de latitud norte y su zona
cafetera se ubica en las laderas de las tres cordilleras que atraviesan el país y en las
estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, con una área de 3.000.000 de hec-
táreas, entre 1° 20' y 10° 26' de latitud norte. La Región Central que produce más del
80% de la producción nacional de café está entre los 3 y los 6° de latitud norte.
Aproximadamente el 1% de la superficie de Colombia está cultivada con café
(1.150.000 ha) en las vertientes de las cordilleras cuyas características geológicas
más sobresalientes son (Gómez, et al, 1991):
– Cordillera Occldental, es una formación metamórfica, con algunas inclusiones im-
portantes de origen ígneo y sedimentario, recubiertas en su mayor parte por capas
de ceniza volcánica.
– Cordillera Central, es una formación ígnea-metamórfica con recubrimientos impor-
tantes de cenizas volcánicas en extensas áreas.
– Cordillera Oriental, es una formación sedimentaria, con áreas no muy extensas de
cenizas volcánicas.
– Sierra Nevada de Santa Marta, es una formación ígnea en las partes norte y sur y de
formación metamórfica en el sector occidental.
Taxonómicamentre el 73,5% de estos suelos pertenecen al orden inceptisoles, el
15,2% son entisoles y el 11,3% restante pertenece a otros órdenes.

4.3 CLIMA PARA EL CAFETO

El clima está constituído por factores sobre los que el hombre poco puede intervenir, a
no ser a elevadísimos costos.
De los requerimientos de clima para el cafeto se sabe que es un cultivo de fotoperíodo
corto, es decir, que requiere para florecer, menos de 13 horas sol por día; los valores
más frecuentemente encontrados en la zona cafetera están entre 1.600 y 2.000 horas
sol por año (4,4 - 5,6 horas por día); la temperatura media entre 17 y 23°C, que se
consigue entre 1.000 y 2.000 metros sobre el nivel del mar (Jaramillo, 1986); pre-
cipitacion media anual superior a 1.200 mm bien distribuídos, o sea, que no se presen-
ten déficits hídricos prolongados y humedad relativa superior al 70%. Estos límites
son los que permiten las mayores posibilidades de éxito con el cultivo, sin que ello
signifique que el cafeto no pueda vivir bien (vegetar) fuera de ellos.
Por lo demás, el cafeto necesita 5.600 ± 620 Unidades Térmicas (U.T.) entre la
siembra y la primera recolección de café y requiere 2.500 U.T. desde la floración hasta
la maduración de la cereza, con un gradiente de 38 días por cada °C de temperatura
(Jaramillo y Guzmán, 1988).
[U.T. = (Temperatura media - 10°C) durante el período de estudio].

39
La mayor parte de la zona cafetera colombiana cumple con estas exigencias del
cafeto y en casos extremos de radiación o temperatura altas, puede recurrirse al sombrio
para atenuarlas.

4.4 SUELOS DE LA ZONA CAFETERA

En Colombia se encuentra el café en suelos jóvenes (que no han completado su desa-


rrollo pedogenético), de relieve plano, ondulado y abrupto y que pueden ser pedrego-
sos, arenosos, arcillosos. La proporción relativa de los principales materiales de ori-
gen se da en la Tabla 4.1.
De los tres millones de hectáreas de la zona cafetera, existen 1.150.000 hectáreas
en cafetales, de los que el 52% están en suelos derivados de cenizas volcánicas, alta-
mente fijadores de fósforo, con pH inferior a 5,5, ricos en materia orgánica, de exce-
lentes condiciones físicas, son andisoles con predominio de alófana en la fracción
arcilla y poseen óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio (Gómez y Alarcón, 1975),
factores todos que influyen negativamente en la disponibilidad de nutrimentos para el
cafeto.
La composición mineral de estos suelos es muy variable y depende de factores como
régimen de lluvias, pH, material volcánico, acumulación de materia orgánica y su ba-
lance químico ha sido enormemente modificado en los cafetales por el uso continuado
de fertilizantes químicos.

4.4.1 Condiciones físicas del suelo

Las características fisicas más importantes de analizar en los suelos de la zona cafe-
tera son: textura, estructura, consistencia, densidad real y aparente, retención de hu-
medad, estabilidad de los agregados y profundidad efectiva (Grisales, 1977). Con este
conjunto de condiciones físicas, que son de muy difícil y costosa modificación, se pue-
de determinar la productividad así como la susceptibilidad del suelo a la erosión y
deducir el uso y manejo adecuado del suelo. Después de las condiciones del clima, las
condiciones físicas del suelo son las que determinan qué uso y qué manejo se le deben
dar a éste.

TABLA 4.1 Materiales de origen de los suelos de la zona cafetera colombiana y


porcentaje relativo de cada uno*

Material de origen Hectáreas Porcentaje

Rocas ígneas 1.200.000 40


Rocas metamórficas 900.000 30
Rocas sedimentarias 300.000 10
Cenizas volcánicas 600.000 20
Total zona cafetera mapificada 3.000.000 100

* Valencia (1990-b)

40
Una buena condición física del suelo es tanto o más importante que la misma aplica-
ción de fertilizantes y se refleja en buena aireación, buen drenaje interno, buena capa-
cidad de retención de agua, desarrollo normal de raíces, buena y oportuna respuesta a
la fertilización y buena actividad biológica.
Si el suelo no proporciona el medio físico adecuado para el cultivo, la fertilización
que en él se haga será un gran despilfarro.
Desde el punto de vista físico, un suelo “ideal” según Murphy (1982), es aquel que
tiene su volumen distribuído así: 50% de sólidos (minerales y materia orgánica) y el
otro 50% de espacios porosos repartidos por igual entre aire y agua (Figura 4.l).

25% aire

50% 40-45% 50% espacios


sólidos minerales porosos

25% agua

5-10% M.O.

FIGURA 4.1 Suelo físicamente “ideal” (Murphy, 1982)

4.4.2 Equilibrio químico del suelo

Desde el punto de vista químico, un suelo equilibrado según Mc Lean, citado por Gue-
rrero (1980), es aquel en que en términos de porcentaje de saturación de cationes
tiene entre 60 y 75% de saturación de calcio, entre 12 y 20% saturación de magnesio,
entre 3 y 7% de saturación de potasio, entre 10 y 15% de saturación de hidrógeno y
5% de saturación de micronutrimentos, como se ve en la Figura 4.2.

Mg
12-20% Fe-Mn-Zn-Cu-Na-Mo 5%
K 3-7%
Ca 60-75%
H 10-15%

FIGURA 4.2 Equilibrio de cationes en el suelo, según Mc Lean

41
En la Tabla 4.2 se presenta la clasificación de las primeras capas de los perfiles
muestreados por Prodesarrollo hasta 1986 según el material de origen y según los
porcentajes de saturación de bases menor de 40% y de saturación de potasio, de
calcio y de magnesio, menores de 10%, de 60% y de 20% respectivamente (Valencia,
et al, 1990).

TABLA 4.2 Frecuencia de los principales materiales de origen y porcentajes de


saturación de bases, de K, de Ca, de Mg, en muestras de suelos de
Prodesarrollo*

Porcentaje de saturación
Material de origen Frecuencia Bases K Ca Mg
% < 40 < 10 < 60 < 20

Cenizas volcánicas 34,8 87 49 46 46


Basaltos-Gneis Diabasas 6,4 60 75 62 25
Anfibolitas-Cuarcita 10,4 — 100 33 67
Lutitas 2,5 39 88 50 38
Esquistos-Serpentina 6,0 — 100 30 20
Areniscas-Arcillolitas 15,4 81 69 44 38
Granito-Sienita-Riodacita 3,6 47 80 56 20
Andesitas 1,6 — 50 100 —
Aglomerados-Conglomerados 2,5 — 100 100 —
Total 86,8

* Valencia, et al (1990)

Según está agrupación, por su baja fertilidad (menos de 40% de saturación de ba-
ses) se destacan los suelos derivados de cenizas volcánicas y los derivados de arenis-
cas y de arcillolitas.
Con menos de 10% de saturación de potasio estan la mayoría de los suelos; se
destacan las anfibolitas, los esquistos y los aglomerados y conglomerados.
Con menos del 60% de saturación de calcio sobresalen las andesitas y los aglome-
rados y conglomerados.

TABLA 4.3 Parámetros de suelos, rangos adecuados, y porcentaje de estos en los


perfiles muestreados por Prodesarrollo*

Parámetro Rango adecuado Porcentaje

pH 5,0 - 5,5 ± 0,1 30


% materia orgánica 12 ± 0,6 ó más 14
K me/100 g de suelo 0,35 ± 0,06 ó más 24
Ca me/100 g de suelo 2,1 ± 0,5 ó más y < 4,2 18
Mg me/100 g de suelo 0,7 ± 0,2 ó más 56
K : Ca : Mg 1:6:2 –
ppm P 10 ± 4 ó más 18
% arcilla ≥ 8 y ≤ 41 70
Textura Francos 72
cm profundidad 40 ± 10 ó más 56

* Valencia, et al (1990)

42
En el caso del magnesio, los suelos provenientes de anfibolitas serían. los más
desprovistos de este elemento, seguidos de los derivados de cenizas volcánicas.
Los suelos derivados de cenizas volcánicas son considerados como de mediana a
baja fertilidad, puesto que en los estudios de fertilidad natural el 87% de las muestras
tiene menos de 40% de saturación de bases, el 49% tiene menos de 10% de saturación
de potasio, el 46% tiene menos de 60% de saturación de calcio y menos de 20% de
saturación de magnesio.

4.5 SUELOS PARA EL CAFÉ

Sobre los requerimientos edáficos para el exitoso cultivo del café se hizo una lista de
las características más influyentes por inmodificables y de acuerdo con los rangos
dados a ellas se clasificaron los suelos en adecuados y en manejables para el cafeto
(Valencia, et al, 1990).

4.5.1 Suelos adecuados

En la Tabla 4.3 se dan los rangos adecuados y los porcentajes de estos en las muestras
de los estudios de zonificación del área cafetera colombiana hechos por Prodesarrollo.

4.5.2 Suelos manejables para café

Son los que mediante adecuado manejo, permitirían llegar a los rangos adecuados,
con altas probabilidades de éxito.
En la Tabla 4.4 se dan los parámetros y sus respectivos valores para la clasificación
de suelos manejables, y los correspondientes porcentajes obtenidos en los muestreos
de los estudios de zonificación de suelos del área cafetera colombiana hechos por
Prodesarrollo.
En esta tabla se ve que por condiciones físicas hay altos porcentajes de suelos
adecuados, pero que por condiciones químicas existe un porcentaje bajo de suelos con
adecuados niveles de pH, de materia orgánica, de potasio y de fósforo.

TABLA 4.4 Parámetros, rangos mínimos y porcentaje de suelos manejables para


café en los perfiles muestreados por Prodesarrollo. Cenicafé 1987*

Parámetros Rango Porcentajes1

pH 4,5 - 6,0 75
% materia orgánica ≥ 4,0 67
Ca me/100 g ≤ 4,2 61
Ca : Mg Ca > Mg 87
% Arcilla ≥ 8 y ≤ 41 70
Textura francos 72
cm profundidad efectiva ≥ 30 56

1. Estos valores están todos por encima del 50%, lo que indica una frecuencia alta de suelos manejables para llegar
a los rangos de suelos adecuados para café.
* Valencia, et al (1990)

43
TABLA 4.5 Porcentaje de suelos manejables por departamento. Muestreo
de Prodesarrollo y de estudios detallados de suelos de Cenicafé*

Prof. % % pH me Ca
Departamento Nº efect. Arcilla Mat. 4,5 Ca >
Perf. 30 cm 8 y 41 Org.1 6,0 4,2 > Mg

05 Antioquia 44 54,5 79,5 68,2 77,3 59,1 63,3


15 Boyacá 34 47,1 50,0 64,7 76,5 79,4 85,3
17 Caldas 238 71,4 84,4 68,9 77,7 55,9 90,3
19 Cauca 52 30,8 55,8 94,2 98,1 84,6 71,1
20 Cesar 7 28,6 28,6 85,7 85,7 57,2 100,0
25 Cundinamarca 35 45,7 62,9 60,0 68,6 40,0 94,3
41 Huila 53 51,0 62,3 67,9 77,4 66,0 88,7
52 Nariño 16 81,3 93,8 50,0 37,5 37,5 100,0
54 N. de Sder. 15 60,0 66,7 26,7 66,7 86,7 80,0
63 Quindío 41 95,1 95,1 82,9 70,7 80,5 90,3
66 Risaralda 44 45,5 88,6 79,5 90,9 50,0 97,7
68 Santander 127 37,0 55,1 44,9 67,8 69,3 81,1
73 Tolima 23 30,5 43,5 60,9 87,0 60,9 65,2
76 Valle 38 47,4 81,6 60,5 73,7 26,3 94,7

* Valencia, et al (1967)
1. >4%

En la Tabla 4.5 se indican por departamentos, el número de perfiles muestreados


por Prodesarrollo y Cenicafé y los porcentajes de suelos manejables para cada una
de las variables que los condicionan.

4.6 FERTILIDAD NATURAL DE SUELOS DE LA ZONA CAFETERA

De los muestreos de suelos hechos por Prodesarrollo en la mayor parte del área cafe-
tera del país para los estudios de zonificación y de Fertilidad Natural se destacan los
siguientes valores:
– pH: el 73% presentan un pH manejable, entre 4,5 y 6,0, pero solo el 30% tienen el
valor adecuado para café.
– Materia orgánica: el 66% de los suelos tienen más de 4% de materia orgánica (ma-
nejables). El 75%, con menos de 8% ó más de 20% de materia orgánica, responde-
ría a aplicaciones de 240 kilogramos de nitrógeno/ha/año.
– Arcilla: el 72% serían suelos manejables, con porcentajes de arcilla entre 8 y 41%.
– C.I.C: Solamente el 10% de los suelos tienen menos de 10 miliequivalentes por 100
gramos de suelo, casos en que debería fraccionarse más de dos veces la dosis anual
de fertilizante.
– Magnesio: el 56% de los suelos tienen más de 0,6 miliequivalentes por 100 gramos
de suelo, que es el límite de deficiencia.
– Relación Ca:Mg: en el 88% de los casos el contenido de calcio es mayor que el
contenido de magnesio, que es la relación normal en suelos manejables.
– Potasio: el 75% de los perfiles mostraron contenidos de potasio inferiores a 0,3
miliequivalentes por 100 gramos de suelo, casos en los que el cafeto responde a
aplicaciones de potasio.

44
– Fósforo: el 82% de los perfiles tienen menos de 10 ppm (límite de deficiencia).
– Nitrógeno y potasio: el 57% son deficientes en estos dos elementos.
En experimentos de fertilización de cafetales en 8 localidades de la zona cafetera,
de 36 cosechas registradas, el 69% respondieron a aplicaciones de nitrógeno, 11%
respondieron a aplicaciones de fósforo y 42% respondieron a aplicación de potasio.

4.7 SISTEMA RADICAL DEL CAFETO

Las raíces son adaptaciones de las plantas que les sirven de soporte y les permiten
explorar el suelo para la absorción de nutrimentos .
La morfologia del sistema radical de una planta, depende en primer lugar de su
constitución genética y en segundo lugar de las condiciones físicas del suelo (textura,
estructura, profundidad efectiva); esto quiere decir que dos plantas genéticamente
idénticas, si crecen en suelos diferentes pueden mostrar diferencias notables en su
sistema radical.
Las raíces absorbentes del cafeto desarrollado en un suelo franco son superficiales:
en los primeros 30 centímetros se encontró un 86% de ellas y su concentración dismi-
nuye en relación directa con la distancia al tronco (Suarez de Castro, 1953).
Un sistema de raíces bien desarrollado da a la planta la oportunidad de explorar un
volumen de suelo tal que le permite a esta la absorción de agua y de nutrimentos en
cantidad superior aún a sus necesidades.

4.8 EL PALOTEO DEL CAFÉ

El paloteo es un síntoma de debilidad del cafeto ocasionado por una inadecuada nutri-
ción. Se manifiesta como una pérdida intensa de hojas y secamiento y muerte de ra-
mas; esta muerte se inicia en la punta de ellas y puede llegar a afectar toda la rama. Se
presenta en plantas en crecimiento (plantas jóvenes), y en plantas adultas (plantas en
producción) (Valencia, 1978).
Cuando se presenta el paloteo en una plantación, se producen cuantiosas pérdidas,
puesto que si ocurre en plantas jóvenes, habrá necesidad de resiembras; y si es en una
plantación en producción, la cosecha disminuirá notablemente y se rebajará la calidad
de la misma.
Existe una serie de causas que pueden producir una inadecuada nutrición del árbol
de café y por lo tanto inducir al paloteo. A continuación se enumeran las causas prin-
cipales y su posible control (ver cuadro página siguiente).

4.9 PRODUCCIÓN RELATIVA DE CAFÉ

Una vez verificado que el cultivo de café al sol es posible en determinada región porque
no tiene importantes limitaciones de clima y se cumple con los requisitos de manejo y
conservación de suelos, desyerbas, control de plagas y de enfermedades en el cultivo,
se puede calificar el suelo por su productividad relativa de café según algunas de sus
características físicas y químicas.

45
Causas principales del paloteo en plantas de café y su posible control

CAUSA CONTROL
Exceso de producción (cosecha supe- No puede corregirse el problema, pues
rior a la capacidad de la planta para generalmente, cuando éste se detec-
sostener crecimiento y fructificación). ta, la formación del fruto va muy ade-
lante y solo podrá evitarse su futuro
aparecimiento, mejorando las fertiliza-
ciones anteriores a la cosecha.
Inadecuada fertilización (en cantidad Se corrige aumentando o modificando
ó calidad). la proporción de los nutrimentos a apli-
car.
Competencia de malezas. Se deberá recurrir a desyerbas más
frecuentes.
Pobre sistema de raices, debido a ina- Para evitarlo, se debe tener cuidado
decuada colocación de ellas desde la al sembrar el material en el almácigo
siembra, o a la siembra de las plantas y en el campo, para que las raices no
en suelos muy compactos o duros. queden torcidas. En suelos muy com-
pactos o con capas impermeables a
poca profundidad, hay necasidad de
romper éstas y abrir hoyos grandes
para llenar con materiales ricos en
materia orgánica.
Presencia de plagas o de enfermeda- Hay necesidad de controles sanitarios
des en la raiz, como en el caso de ata- en la plantación.
ques de nemátodos, de palomilla o ata-
ques de llagas, como la llaga negra, la
llaga macana y la llaga estrellada; en
éstos últimos casos, puede llegarse
hasta la muerte de la planta.
Verano o invierno intensos o prolon- Se disminuyen los riesgos, mejorando
gados. el medio de desarrollo de las raíces,
aplicando riego o construyendo drena-
jes en el cafetal.
Alta acidez del suelo (pH bajo). A pH Existe la posibilidad de hacer aplica-
bajo, en presencia de aluminio pueden ciones de cal agrícola, para elevar un
formarse sobre las raíces, precipita- poco el pH del suelo y reducir a me-
dos de fosfato de aluminio, los cuales nos de 60% el porcentaje de satu-
dificultan o impiden la absorción de ración de aluminio.
otros nutrientes.

46
Así por ejemplo, un suelo manejable rinde una producción real que es apenas el
50% de la producción potencial de la región, pero se dispone de conocimientos sufi-
cientes para convertirlo en suelo adecuado y aumentar así su producción.
En una primera aproximación de manejo de la información de parámetros físicos y
de fertilidad de suelos en muchos lotes, para relacionarlos con los respectivos regis-
tros de producción de café, se encontró que con los que más dependencia tenía la
producción eran: contenido de materia orgánica, pH, textura, relación Ca: Mg, conteni-
do de arcilla (Valencia, 1990-a).
Los resultados obtenidos mostraron como con los análisis de suelos se podía califi-
car este mismo suelo por su producción relativa y si ésta fuera baja, cómo se podria
orientar su fertilización y manejo para aumentar la producción sin incrementar los
costos. Este podría ser un primer paso en el desarrollo de Modelos de Producción de
café y en la evaluación de recomendaciones de fertilizantes ó para inferir sobre los
resultados de éstas.
En una segunda aproximación se consideraron como factores de suelo, claves para
la determinación de la producción relativa de una finca o región los siguientes: profun-
didad efectiva, densidad aparente, textura, porcentaje de materia orgánica y pH, los
cuales como se muestra en la Tabla 4.6 de puntajes de producción relativa segun aná-
lisis de suelos, se les da un puntaje que es la base para los estimativos de producción.
A manera de ejemplo se tienen los siguientes datos de un análisis de suelos, y su
respectivo puntaje ó calificación.
Valor Puntaje
Profundidad efectiva: 45 cm 1,0
Densidad aparente: 1,0 0,8
Textura: arcilloso 0,6
% Materia Orgánica: 7,0 0,8
Total 3,2

Producción relativa = Producción máxima x puntaje muestra


puntaje máximo

Producción relativa = (400 ± 30) x 3,2


5,0

Producción relativa = (400 ± 30) x 0,64

Producción relativa entre 237 y 275 arrobas de café pergamino seco por hectárea
por año.

Lo anterior quiere decir que el lote está en condiciones de producir el 84% de la


producción potencial, y se puede acercar a ésta mejorando el contenido de materia
orgánica, con la consiguiente mejora de la textura, de la densidad aparente y aumen-
tando la eficiencia de las fertilizaciones posteriores.

47
TABLA 4.6 Puntajes para calcular la producción relativa según análisis
de suelos - 2a aproximación*

Profundidad Valor 10 - 19 20 - 29 Más de 30


efectiva (cm) Puntaje 0,5 0,8 1,0
Densidad Valor 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 - 0,9 1,0 1,1 1,2
aparente Puntaje 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0 0,8 0,6 0,4
Textura Determ. Limoso Arcilloso Francos Arenoso
Puntaje 0,5 0,6 1,0 0,6
% Materia Valor 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 0,9 - 14,0 15,0 16,0 17,0 18,0 19,0
orgánica Puntaje 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0 0,9 0,8 0,7 0,6 0,5
pH Valor 4,0 4,2 4,4 4,6 4,8 5,0 - 5,5 5,7 5,9 6,1 6,3 65
Puntaje 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0 0,9 0,8 0,7 0,6 05

* Valencia (1990-a)

Producción máxima ó potencial: 400 ± 30 arrobas c.p.s./ha/año

Puntaje muestra
Producción relativa: Producción máxima X = arrobas c.p.s./ha/año
Puntaje máximo

Valores válidos para condiciones de clima óptimo, sin sombrío y con controles sanitarios,
conservación de suelos adecuada y oportuna fertilización.

Del estudio anterior conviene destacar el enorme significado y trascendencia que el


pH y el contenido de materia orgánica del suelo tienen en las propiedades físicas,
químicas y biológicas de éste, reflejadas en la nutrición del vegetal y en la producción,
como se muestra en los siguientes esquemas:

MATERIA ORGÁNICA

Prop. Físicas Prop. Químicas Prop. Biológicas


Aireación Acción Buffer Actividad de
Permeabilidad CIC microorganismos para
Retención humedad Suministro de: descomposición
Estructura Nitrógeno de materia
Agregación Fósforo
Azufre
Boro
Manganeso
Zinc
Cobre

48
pH

Menor de 4,0 Adecuado Mayor de 6,5


Toxicidad Aluminio (5,0 - 5,5) Deficiencia de:
Toxicidad Manganeso Zinc
Deficiencia de: Boro
Calcio Manganeso
Magnesio Cobre
Potasio Buena nutrición
Azufre Actividad microorganismos
Boro Aumenta disponibilidad del fósforo
Cobre
Zinc

4.10 NUTRICIÓN MINERAL DEL CAFETO

Es bien sabido que el cultivo de café sin sombra brinda altas producciones pero tam-
bién exige el fiel cumplimiento de definidos planes de fertilización y la ejecución de
numerosos cuidados culturales (Valencia, 1988-a). Antes de hacer recomendaciones
de fertilización, conviene recordar el papel específico de algunos de los minerales en
las plantas:

a) Nitrógeno
Forma parte de las proteínas, clorofilas, alcaloides, etc. Es importante también en
la relación C/N por su acción en la duración del período vegetativo. Es muy móvil
dentro de la planta y se absorbe como nitrato o como amonio. Constituye del 1 al 5%
de la materia seca en general.
b) Fósforo
Forma parte de proteínas (nucleoproteína) y de lipoides (lecitina). Desempeña un
papel metabólico en la respiración y fotosíntesis (fosforilación). Es absorbido como
ión H2PO4- principalmente y permanece en forma oxidada. Se acumula en partes en
crecimiento y en semillas. Su falta favorece la acumulación de azúcar en órganos
vegetativos, lo cual a su vez favorece la síntesis de antocianinas. Constituye del 0,1
al 0,5% de la materia seca en general.
c) Potasio
Su papel es poco conocido, es esencialmente antagónico al Mg al Ca y al Na. No se
conoce el K como parte de estructura molecular alguna. Es muy móvil y parece que
su falta reduce la resistencia de la planta a ataques fungosos. Es activador del
sistema enzimático. Es el catión maestro de la planta pues activa más de 60 reac-
ciones enzimáticas. Constituye del 0,2 al 1,0% de la materia seca.

49
d) Magnesio
Ocupa el centro de la molécula de clorofila. En forma de ión es activador de enzimas
que catalizan la respiración. Es muy móvil y antagónico con el K, el Na y el Ca.
e) Hierro
Es indispensable para la formación de las clorofilas, aunque no forma parte de
ellas. Fisiológicamente activo es solo el ión ferroso. Es poco móvil. Es difícil la
corrección de su deficiencia en suelos calcáreos. Es un cofactor en reacciones enzi-
máticas. Constituye parte de los citocromos (porfirinas). Puede recibir o dar elec-
trones.
f) Calcio
Es acumulado principalmente en las hojas. Antagónico con el Na, con el K y con el
Mg y forma parte de la lámina media de la pared celular como pectato de Ca. En su
ausencia no ocurre la división mitótica, necesaria para el desarrollo de los meristemas
apicales. Es cofactor de algunas enzimas.
g) Azufre
Es constituyente de los aminoácidos cistina, cisteína y metionina y por tanto de las
proteínas que los contienen, así como de la tiamina, la biotina y la coenzima A.
h) Boro
Lo mismo que el Ca interesa en la formación de nuevas paredes celulares (yemas,
flores y formación del tubo polínico). Es poco móvil y en exceso puede provocar
toxicidad.
i) Zinc
Es importante en el crecimiento, su falta afecta la elongación. Su función aún no es
muy bien conocida. Parece necesario para la síntesis de auxinas y de triptofano.
j) Manganeso
Aunque no forma parte de la molécula de clorofila, en su ausencia no se forma ésta.
Es antagónico con el Fe y parece activador de ciertas enzimas respiratorias.
k) Molibdeno
Funciona más como componente de motaloenzimas que como activador de enzimas.
Tiene su papel en la inducción de la nitrato reductasa.
l) Cloro
Actúa conjuntamente con algunas enzimas del fotosistema II de la fotosíntesis.

4.10.1 El pH del suelo y la disponibilidad de nutrimentos para las plantas

Como se ve en la Figura 4.3, tomada de Donahue, et al (1971), la anchura de la franja


de cada nutrimento está en relación directa con la disponibilidad del respectivo ele-
mento para las plantas; sin embargo, es importante notar la influencia de los suelos
orgánicos y de los suelos minerales en el pH más adecuado desde el punto de vista de
la nutrición de las plantas: en suelos orgánicos (con más de 4,0% de materia orgánica)
el mejor pH está entre 5,5 y 6,0; en suelos minerales (con menos de 4,0% de materia
orgánica) aquel pH está entre 6,0 y 6,5.
Para el cafeto los mejores pH están entre 5,0 y 5,5 en suelos orgánicos y entre 5,5 y
6,0 en suelos minerales.

50
pH
4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0
ÁCIDO NEUTRO ALCALINO

Nitrógeno
Fósforo
Potasio
Azufre
Calcio
Suelos Magnesio
órganicos
Hierro
Manganeso
Boro
Cobre
Zinc
Molibdeno

pH
4,0 6,5 9,0

Nitrógeno
Fósforo
Potasio
Azufre
Suelos Calcio
minerales
Magnesio
Hierro
Manganeso
Boro
Cobre y Zinc
Molibdeno

FIGURA 4.3 Variación del pH óptimo en suelos orgánicos y en suelos minerales


(Donahue, et al 1971)

4.10.2 Formas accesibles de los nutrimentos para las plantas

A continuación se da la lista de los elementos esenciales para las plantas y las formas
en que ellos son absorbidos o son accesibles para ellas (Tabla 4.7).

4.10.3 Deficiencias minerales en el cafeto y manera de corregirlas

Muchos de los nutrientes de las plantas se encuentran en cantidades variables. Con


frecuencia, esas cantidades no son suficientes para la adecuada alimentación de la
planta y por eso hay necesidad de fertilizar los cultivos (Valencia, 1987).

51
TABLA 4.7 Elementos esenciales, su porcentaje en la materia seca y formas
accesibles para las plantas superiores*

Elemento Porcentaje base seca Forma accesible

Carbono 45,0 C, CO2


Hidrógeno 6,0 HOH, H+
Oxígeno 45,0 O2, HOH
Nitrógeno 1,5 NH4+, NO3-
Fósforo 0,2 H2PO4-, HPO4-2, PO4-3
Potasio 1,0 K+
Calcio 0,5 Ca+2
Magnesio 0,2 Mg+2
Azufre 0,1 SO4-2
Boro 0,006 BO3-3
Cloro 0,02 Cl-
Cobre 0,002 Cu+2, Cu+
Hierro 0,03 Fe+3, Fe+2
Manganeso 0,03 Mn+3, Mn+2
Zinc 0,002 Zn+2
Molibdeno 0,001 MoO4-2

* Epstein (1972)

Cuando algunos de los nutrientes que necesita la planta escasea en el suelo, se


presentan variaciones en el color o en el desarrollo de las hojas. Estas variaciones son
características de la falta de determinado nutriente y se llaman síntomas visibles de
desnutrición.
Con el fin de dar orientación sobre algunos problemas de nutrición del cafeto, se
describen a continuación, los síntomas que muestra la hoja del café en los casos más
frecuentes de deficiencia de minerales. Se dan también indicaciones para corregir
estas deficiencias.
En todos los casos de deficiencias de minerales, el técnico determinará la clase de
fertilizantes, la cantidad y la forma de aplicación de acuerdo con la gravedad o intensi-
dad de la deficiencia, edad del cultivo, época del año y estado general de la plantación.

4.10.4 Resistencia a enfermedades y nutrición

Aunque no se puede garantizar en términos absolutos que una buena nutrición da a la


planta resistencia a todas las enfermedades, existen referencias del influjo que una
deficiencia mineral en una planta tiene en el grado de susceptibilidad al ataque de
organismos patógenos (Müller, 1959).
En el caso del cafeto ha sido demostrada (Fernández, et al, 1966) la gran importan-
cia que una buena fertilización tiene en la reducción de las pérdidas económicas que
provoca la defoliación causada por el hongo Cercospora Coffeicola en plantaciones de
café a plena exposición solar. En este mismo trabajo se menciona que Müller en Costa
Rica considera que las plantas de café deficientes en nitrógeno son susceptibles a la
enfermedad.

52
Síntomas de deficiencias nutricionales en el cafeto
FALTA DE SÍNTOMAS CORRECCIÓN
Nitrógeno • La falta de nitrógeno se presenta primero en • Aplique materia orgánica descompuesta: pulpa de
las hojas viejas. café, cenichaza, gallinaza, compost, etc.
• El amarillamiento es parejo en toda la hoja. • Aplique un fertilizante con alto contenido de nitró-
• El amarillamiento comienza en las hojas de la geno, como cualquiera de los siguientes:
base de la rama y se va extendiendo hacia la • Úrea: Aplique úrea disuelta en agua, en una concen-
punta de aquella. tración del uno por ciento (10 gramos por litro), uti-
• Se caen las hojas viejas de la rama. lice una bomba de espalda, y aplique la solución so-
• Las hojas de la punta conservan un poco su bre las ramas del cafeto. La úrea también se puede
color verde. aplicar al suelo, esparcida al pie de la planta, te-
• Los frutos se vuelven amarillos, crecen poco y niendo cuidado de que no quede en contacto con el
se caen con facilidad. tronco, en cantidad de 20 a 50 gramos por árbol.
• Sulfato de amonio: Aplique de 50 a 100 gramos de
sulfato de amonio por árbol.
• Se puede utilizar cualquier fertilizante. Lo impor-
tante es que se aplique de 10 a 25 gramos de nitró-
geno por árbol.
Fósforo • La deficiencia de fósforo se presenta general- • Aplique 60 gramos de superfosfato triple ó 120 gra-
mente en las hojas viejas. mos de superfosfato simple por árbol.
• Las hojas de los cafetos presentan manchas • Cuando el suelo tiene un pH inferior a 5,0 se puede
amarillas en las cuales hay coloraciones rojas. aplicar calfos a la dosis de 100 gramos por árbol.
• Las manchas son de diferentes tamaños, y pue- • En general se puede corregir la deficiencia de fósfo-
den cubrir casi toda la hoja. ro, aplicando 25 gramos de fósforo (P2O5) por árbol,
• En casos severos, se produce una caída total sea cual fuere el fertilizante utilizado.
de las hojas de las ramas que tienen frutos en
maduración.

53
Síntomas de deficiencias nutricionales en el cafeto (continuación)
FALTA DE SÍNTOMAS CORRECCIÓN
Potasio • La deficiencia de potasio solo se manifiesta • Para corregir la deficiencia de potasio, aplique sul-
en los bordes y en las puntas de las hojas, las fato de potasio de 20 a 40 gramos por árbol.
cuales se enrrollan hacia el haz. • También puede aplicar cloruro de potasio en la can-
• Al principio aparece un amarillento que luego tidad de 15 a 30 gramos por árbol.
se vuelve de color pardo rojizo.
• Cuando la deficiencia es grave, se mueren las
partes de las hojas donde había manchas y se
produce pérdida de hojas.
Magnesio • Los síntomas de deficiencia de magnesio se • Disminuya la cantidad de potasio que aplica en sus
presentan primero en las hojas viejas. cafetales.
• En las hojas viejas se presentan manchas ama- • Aplique de 10 a 20 gramos de magnesio por árbol.
rillentas entre cada dos nervaduras. Para esto utilice uno de los siguientes productos:
• Las nervaduras principales siempre conservan • Carbonato de magnesio: Aplique de 30 a 60 gramos
el color verde. por árbol.
• El amarillamiento empieza en la base de la • Óxido de magnesio: Apligue de 15 a 30 gramos por
rama y se va extendiendo hacia la punta y ocu- árbol.
rre pérdida de hojas. • Sulfato de magnesio: Aplique de 60 a 120 gramos
por árbol.
• Con la aplicación de óxido de magnesio o de sulfato
de magnesio, el efecto es más duradero. En suelos
pobres en materia orgánica, cuando no se tiene res-
puesta a las aplicaciones de magnesio, puede dar
mejor resultado la aplicación de nitrógeno en las
cantidades ya indicadas.

54
Síntomas de deficiencias nutricionales en el cafeto (continuación)
FALTA DE SÍNTOMAS CORRECCIÓN
Hierro • La deficiencia de hierro se presenta siempre • Actualmente no hay productos eficientes y económi-
en las hojas nuevas. cos para corregir la falta de hierro en los cafetos.
• Las hojas toman un color verde pálido, menos • Se aconseja mantener unas condiciones óptimas de
las nervaduras, que conservan el color verde drenaje de los suelos y tratar de que el pH no se
normal. salga de los límites entre 4,6 y 5,6.
• Aunque el color verde pálido es más pronun-
ciado en las hojas nuevas, en general la plan-
ta presenta una coloración verde poco intensa.

Boro • La deficiencia de boro se presenta generalmen- • Para corregir la deficiencia de boro, se aplican de
te en épocas muy secas. 10 a 25 gramos de bórax por árbol, ó de 5 a 15
• Las hojas viejas presentan un amarillamiento gramos de poliboro por planta.
que se inicia en la punta y avanza hasta la • Nunca debe repetirse la aplicación de boro antes de
mitad, o un poco más. Se forma un tejido seis meses.
corchoso sobre las nervaduras.
• Las hojas se deforman y pueden aparecer tor-
cidas, arrugadas o con bordes irregulares.
• Aparecen puntos de color café en las hojas tier-
nas.
• La yema terminal del tallo ortotrópico y/o de
las ramas muere. Esto hace que la planta pro-
duzca nuevos brotes y que aparezcan ramas
en forma de abanico.

55
Síntomas de deficiencias nutricionales en el cafeto (continuación)
FALTA DE SÍNTOMAS CORRECCIÓN
Zinc • En suelos muy erosionados, con pH inferior a • Procure mantener el pH del suelo por encima de 4,7.
4,7 puede presentarse esta deficiencia.
• Las hojas crecen poco y en forma alargada.
• Los bordes se encrespan.
• Los entrenudos son cortos.
• Generalmente, los síntomas de la deficiencia
son más visibles en la punta de las ramas.
• En los chupones de zoca, las hojas presentan
una forma acanalada con bordes amarillos.

Manganeso • Se presenta un amarillamiento total de las ho- • Procure rebajar el pH del suelo, si éste es superior
jas. a 5,6.
• El amarillamiento se presenta siempre en las
hojas de la punta de las ramas.

56
Valencia (1984) encontró una interesante relación negativa entre el contenido de
potasio foliar y el porcentaje de infección de Cercospora Coffeicola en el grano de café,
como se muestra en la Figura 4.4 en donde también se observa la estrecha relación
directa entre la fertilización y la producción de café.
Cadena (1982) encontró que en almácigos de café la mezcla de suelo: pulpa de café
descompuesta en proporción de volumen 3:1 hace innecesaria la utilización de fungicidas
para el control de la mancha de hierro.
Valencia (1992-a) en un estudio sobre la incidencia de la Roya (H. Vastatrix Berk y
Br) y la nutrición mineral del cafeto, encontró que en el tratamiento con solo nitrógeno,
se alcanzó un contenido foliar de 2,30% de este elemento y en ellas el ataque de Roya
fué mínimo.
Los mayores porcentajes de germinación de esporas se lograron en esporas reco-
lectadas en hojas en que eran bajos los contenidos de nitrógeno, de fósforo, de boro,
de magnesio y en las recolectadas en hojas en que eran altos los contenidos de potasio,
de calcio, de manganeso, de hierro.

% de Producción
% de K en hojas infección (x 1.000 kg)

35 7
% de infección
1,2 30 6
K
1,0 25 5

0,8 20 4
Producción
0,6 15 3

0,4 10 2

0,2 5 1

0 60 120 180

Dosis (g/árbol)
12-12-17-2 (5 x año)

FIGURA 4.4 Promedio de producción (julio/65 - junio/66), porcentaje de infección


de C. Coffeicola (septiembre/65 - febrero/66) y contenido de potasio
en hojas (junio/66). (Valencia, 1984)

4.10.5 Análisis foliar

Esta técnica no es de fácil utilizaclón pero puede ser una valiosa ayuda complementa-
ria del análisis de suelo.
De un modo general puede decirse que la base del análisis foliar como medio para
conocer el estado nutricional de un cultivo está en la premisa de que faltando un
elemento en el suelo, su tenor en las hojas de las plantas allí crecidas, debe ser bajo,

57
si se compara con el de las hojas de las plantas consideradas normales; por esta razón
se exige el conocimiento previo de los niveles de los nutrimentos en las hojas de plan-
tas normales o de alta producción (Valencia, 1988-a).
Generalmente el contenido de un elemento en la hoja se expresa en base al peso
seco de la muestra, pero en éste, según Muller (1959), están incluidos los carbohidratos,
cuya cantidad en la hoja puede ser variable y por eso sería mejor expresar la concen-
tración de los nutrimentos en base a celulosa o a fibra; este procedimiento por laborio-
so es poco usado.
En la Tabla 4.8 se dan los contenidos “adecuados” o normales en los cuartos pares
de hojas de café correspondientes a las producciones máximas según la región (pro-
ducción relativa).

TABLA 4.8 Contenido normal de minerales en el 4º par de hojas, correspondiente


a producciones de 220 ó más arrobas de café pergamino por hectárea
por año*

Elemento Nivel en la hoja Producción relativa


en base seca arrobas c.p.s./ha/año

Nitrógeno 2,30 - 2,80% 304 - 364


Fósforo 0,10 - 0,18% 395 - 221
Potasio 1,50 - 2,00% 395 - 270
Calcio 0,50 - 1,30% 395 - 221
Magnesio 0,30 - 0,40% 395 - 265
Manganeso 150 - 220 ppm 395 - 265
Hierro 90 - 140 ppm 221 - 265
Boro 40 - 60 ppm 395 - 364

* Valencia (1988-a)

En el conjunto de las seis localidades, el nitrógeno se reveló como el elemento que


más influía en la composición mineral de las hojas: al aumentar la cantidad de nitrógeno
aplicado al suelo hubo aumento lineal y altamente significativo de nitrógeno y de
maganeso en la hoja en el 89% y en el 60% de los muestreos, respectivamente y hubo
disminución lineal altamente significativa de fósforo y de boro en el 73% y en el 60%
de los muestreos, respectivamente.
Para facilitar el estudio de la relación entre la producción y la composición mineral
foliar, los muestreos se clasificaron según la fase de desarrollo del cultivo en que
fueron efectuados así: floración, mitaca (4 a 6 meses antes de la cosecha principal),
principio de cosecha, cosecha, poscosecha.
Se hicieron correlaciones simples de los contenidos de cada uno de los elementos
minerales en cada muestreo, con los registros de cosecha del mismo año del muestreo
y con los registros de cosecha del año siguiente.
Se encontró que la correlación de elementos en la hoja con la producción del año
siguiente, no se justifica y que desde un punto de vista práctico, con el fin de corregir
oportunamente un deficiente estado nutricional en el cultivo, debe efectuarse el muestreo
de hojas respectivo en la época de mitaca o cosecha secundaria (cuatro a seis meses
antes de la cosecha principal).

58
4.10.6 Sistema DRIS de interpretación de análisis foliares
(Diagnosis and Recomendation Integrated System)

Es un importante y promisorio sistema alternativo de diagnóstico foliar, ensayado por


primera vez en 1989 en Cenicafé (Arboleda, et al, 1988) con el fin de obtener la TABLA
DE NORMAS DRIS, con 28 relaciones binarias para el diagnóstico nutricional del cafeto.
Es un índice de relaciones binarias que utiliza el concepto de balance entre todos los
nutrimentos minerales analizados; muestra claramente la dinámica que se da a la
composición de la planta por acción de los fertilizantes y permite hacer una interpre-
tación analítica de los resultados mediante un listado en orden de importancia relativa
de las necesidades de cada nutrimento; así por ejemplo, se vió que el calcio era un
elemento potencialmente limitante de la producción en el área de cultivo, mientras que
esta situación no habia sido detectada por otros medios.
Estos indicadores o tablas de normas DRIS requieren, para una correcta interpreta-
ción, la información complementaria que da el análisis de suelos y el conocimiento de
las condiciones del cultivo.

4.11 RESULTADOS EXPERIMENTALES CON ABONOS Y FERTILIZANTES

Las primeras fórmulas de fertilizante completo usadas en los cafetales colombianos


fueron del tipo 5-20-5 y 6-24-6, especialmente para café en crecimiento, según resul-
tados obtenidos en otros países productores de café, como Hawai, Filipinas y Puerto
Rico.
Los primeros resultados experimentales obtenidos con fertilizantes en café (Machado,
1958), lógicamente realizados en cafetales bajo sombra, mostraron lo siguiente: la
aplicación de nitrógeno era peligrosa o inoperante y solo se haría en suelos ricos en
fósforo y potasio; hubo respuesta a aplicaclón de fósforo en los primeros 2 ó 3 años de
edad del cafetal y su aplicación se haría cada seis o más años; ocasionalmente se
obtenían respuestas a potasio y estas respuestas coincidían con descumbres o podas
de los árboles de sombra.
La evolución de los grados o fórmulas fertilizantes para café en el país obedece a
los sucesivos resultados experimentales obtenidos en Cenicafé, los que siempre han
significado positivos avances en procura de la óptima fertilización de los cafetales.
Esta evolución se indica en la Tabla 4.9.

4.11.1 Uso de materia orgánica en café

La bondad del uso de las diferentes formas de materia orgánica en café está tan sufi-
cientemente comprobada, que debe recomendarse que antes de pensar en el uso de
fertilizantes químicos se deben haber utilizado todos los desechos orgánicos de la
finca, pues éstos no solamente proporcionan nutrimentos al cultivo, sino que mejoran
las condiciones físicas del suelo para que sean más exitosas y eficientes las posterio-
res aplicaciones de los fertilizantes químicos.
Para almácigos, el empleo de la pulpa de café descompuesta en mezcla con suelo en

59
TABLA 4.9 Evolución de los grados o fórmulas de fertilizantes para café
en el país, desde 1960

Grado
Fase del cultivo fórmula Año

5-20-5 hasta 1966


6-24-6
Crecimiento 14-14-14 hasta 1979
(hasta iniciación floración) 15-15-15
Úrea 1989
DAP
Roca fosfórica

Fertilizantes simples
10-5-10 hasta 1960
12-6-24
Producción 12-6-22-2 hasta 1979
(desde iniciación floración) 12-12-17-2
17-6-18-2 hasta 1988
Úrea + KCl
17-6-18-2 desde 1989
y/o fertilizantes
simples y enmiendas

proporciones de volumen de 1:1, hasta de 1:3 (pulpa:suelo), hace innecesario el uso de


fertilizantes químicos (Mestre, 1973; Salazar, 1983; Valencia, 1972) y el uso de
fungicidas para el control de Cercospora Coffeicola (Cadena, 1982).
Para cafetales en producción, está demostrado (Salazar, 1983; Uribe y Salazar,
1981) que la aplicación de 12 kilogramos de pulpa de café descompuesta por árbol
cada seis meses, reemplaza la fertilización química del cafefetal al sol, es decir, la
pulpa producida por un cafetal sirve para abonar la quinta parte de ese cafetal.
En un experimento de comparación de fertilizantes nitrogenados en la producción
de café (Federacafé, 1985-c) con café Caturra a pleno sol se aplicaron 30 gramos de
nitrógeno en el primer año y 40 gramos de nitrógeno en el segundo año, repartidos en

TABLA 4.10 Total de café pergamino seco por hectárea (arrobas) en cuatro
cosechas con diferentes fuentes de nitrógeno*

Tratamientos Arrobas de café pergamino seco/ha

1. Indaco 1.161
2. Úrea (incorporada) 1.325
3. 12-12-17-2 1.909
4. Nitroform 1.219
5. Úrea (superficial) 1.459
6. Pulpa descompuesta 1.987

* FEDERACAFÉ (1985-c).

60
tres aplicaciones. En la etapa de producción se aplicaron 240 kilogramos de nitrógeno,
80 kilogramos de P2O5 y 240 kilogramos de K2O.
El nitrógeno (240 kilogramos/ha/año) se aplicó mediante diferentes portadores, como
aparece en la Tabla 4.10 en donde se dan también los totales de café pergamino seco
por hectárea, en cuatro cosechas.
Se puede observar que las mayores producciones fueron con pulpa descompuesta y
con fertilizante 12-12-17-2, que estas dos fuentes son comparables y se confirman los
resultados presentados por Uribe y Salazar (1983).

4.11.2 Relación C/N en suelos de la zona cafetera

En un estudio de más de 600 muestras de suelos de 21 municipios, de la zona cafete-


ra (Gómez y Alarcón, 1975), se encontró un rango de variación de la relación C/N entre
9,9 y 14,31 y se considera que el proceso de mineralización de la materia se cumple,
cuando esta relación orgánica está entre 11 y 16, es rápido cuando aquella relación es
inferior a 8 y lento cuando es mayor que 12.
Recientemente en Cenicafé (Suárez, 1989) se ha encontrado en suelos de la Unidad
Chinchiná con 10% de materia orgánica, una rata de mineralización de ésta del orden
de 9 ± 3 kilogramos de N/ha/día.
En la Tabla 4.11 se presentan los resultados de un experimento en que se compara-
ba el fraccionamiento de la dosis anual de nitrógeno y de NPK y dos dosis de nitrógeno,
en suelos con diferente contenido de materia orgánica (Federacafé, 1965).
De los resultados obtenidos, se concluye que el fraccionamiento de la dosis anual de
NPK más de dos veces al año no es recomendable y que en suelos con bajo contenido
de materia orgánica (6,6% ó menos), la cantidad de nitrógeno a aplicarse debe ser
mayor (235 kg de N/ha/año), que en suelos ricos en aquella, en los cuales es suficiente
una dosis media (120 kg/ha/año).

TABLA 4.11 Producción de café en 5 años en dos suelos con diferente contenido
de materia orgánica. Según fraccionamiento de nitrógeno y de NPK
en varias dosis. Proyecto FF-33. Cenicafé 1971- 1975.

Arrobas de c . p .s./ha
Total
Dosis/ha y Cenicafé Naranjal
Frecuencia/año (6,6% M.O) (12,6% M.O.)

120 kg N/ha 1.472 1.920


235 kg N/ha 1.764 1.829

2 aplicaciones de N 1.729 1.855


4 aplicaciones de N 1.681 1.941
6 aplicaciones de N 1.643 1.771
8 aplicaciones de N 1.952 1.910

2 aplicaciones de NPK 1.706 1.842


4 aplicaciones de NPK 1.705 1.901

61
En el laboratorio de química de Cenicafé (Carrillo y Estrada, 1986) se ha estableci-
do, con base en 1.174 determinaciones en suelos de la zona cafetera, una ecuación
para estimar el contenido de nitrógeno del suelo con base en el contenido de materia
orgánica de éste. Esta ecuación, con valor de r = 0,9042 es la siguiente:

% N = 0,016 + 0,0453 (% M.O.) - 0,00063 (% M.O.)2

Obtenida esta ecuación, válida para contenidos de materia orgánica entre 2 y 20%,
elimina la necesidad de la costosa determinación química de nitrógeno en los análisis
de suelos.
En la Tabla 4.12 se dan los valores de nitrógeno calculados con la ecuación mencio-
nada, según los datos de porcentaje de materia orgánica obtenidos en el laboratorio.

TABLA 4.12 Para calcular el % de nitrógeno con base en el % de materia orgánica


del suelo*

% M,O, 0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9

2,0 ,10 ,11 ,11 ,12 ,12 ,13 ,13 ,13 ,14 ,14
3,0 ,15 ,15 ,15 ,16 ,16 ,17 ,17 ,18 ,18 ,18
4,0 ,19 ,19 ,20 ,20 ,20 ,21 ,21 ,22 ,22 ,22
5,0 ,23 ,23 ,23 ,24 ,24 ,25 ,25 ,25 ,26 ,26
6,0 ,27 ,27 ,27 ,28 ,28 ,28 ,29 ,29 ,29 ,30
7,0 ,30 ,31 ,31 ,31 ,32 ,32 ,32 ,33 ,33 ,33
8,0 ,34 ,34 ,35 ,35 ,35 ,36 ,36 ,36 ,37 ,37
90 ,37 ,38 ,38 ,38 ,39 ,39 ,39 ,40 ,40 ,40
10,0 ,41 ,41 ,41 ,42 ,42 ,42 ,43 ,43 ,43 ,43
11,0 ,44 ,44 ,44 ,45 ,45 ,45 ,46 ,46 ,46 ,47
12,0 ,47 ,47 ,47 ,48 ,48 ,48 ,49 ,49 ,49 ,49
13,0 ,50 ,50 ,50 ,51 ,51 ,51 ,51 ,52 ,52 ,52
14,0 ,53 ,53 ,53 53 ,54 ,54 ,54 ,54 ,55 ,55
15,0 ,55 ,56 ,56 ,56 ,56 ,57 ,57 ,57 ,57 ,58
16,0 ,58 ,58 ,58 ,59 ,59 ,59 ,59 ,60 ,60 ,60
17,0 ,60 ,61 ,61 ,61 ,61 ,61 ,62 ,62 ,62 ,62
18,0 ,63 ,63 ,63 ,63 ,63 ,64 ,64 ,64 ,64 ,64
19,0 ,65 ,65 ,65 ,65 ,66 ,66 ,66 ,66 ,66 ,67
20,0 ,67 ,67 ,67 ,67 ,68 ,68 ,68 ,68 ,68 ,69

Por cada renglón se aumenta el % en una unidad de M.O.


Por cada columna se aumenta en 0.1% de M.O.
* Carrillo y Estrada (1986)

4.11.3 El nitrato de potasio como fertilizante en café

En Cenicafé, la disciplina de Fitotecnia, estudió la posibilidad de usar el nitrato de


potasio como fuente de nitrógeno y de potasio en la fertilización de cafetales; el pro-
ducto aplicado al suelo se comparó con cloruro de potasio y con sulfato de potasio en
tres localidades y se llevaron registros de producción durante varias cosechas
(Federacafé, 1987).
No se encontraron diferencias significativas entre fuentes de nitrógeno y de potasio;

62
por tanto, el nitrato de potasio se puede usar como fuente de éstos nutrimentos en
café, siempre que se justifique desde el punto de vista de los costos.

4.11.4 Fuentes de potasio para café

Experimentalmente en café a plena exposición solar y durante 5 años se probaron el


cloruro de potasio y el sulfato de potasio como fuentes de este elemento, en dosis
crecientes con la edad del cultivo, hasta llegar a dosis equivalentes a 6 toneladas de
cloruro de potasio/ha/año, sin deterioro de la calidad del café comercial y en taza y sin
causar cloro-toxicidad, ni provocar deficiencia de azufre en las plantas (Valencia, 1979).
El experimento permitió concluir que puede usarse el cloruro de potasio o el sulfato
de potasio como portadores directos de éste elemento al cafetal o en mezclas físicas
con otras fuentes o para la fabricación de fórmulas completas de fertilizantes.
Aunque el cloruro se mostró un poco más acidificante que el sulfato, no existe pro-
blema al usarse en forma racional, es decir, sin sobrepasar la cantidad de 400 kilogra-
mos/ha/año, que aportan 240 kilogramos de K2O para cafetales en producción y se
hagan las enmiendas que indique el análisis de suelos.

4.11.5 Fuentes de magnesio para café

Como la deficiencia de magnesio en el cafeto se acentúa en el periodo de maduración


del fruto, es necesaria su corrección rápida a fin de evitar la consiguiente caída pre-
matura de las hojas que ella provoca y reducir así el riesgo de deterioro (paloteo) del
árbol.
En Cenicafé se hicieron varios experimentos con sulfato, óxido y carbonato de
magnesio aplicados al suelo en diferentes dosis; por medio de análisis foliares se eva-
luó la velocidad y duración del efecto de los diferentes tratamientos (Valencia, 1988-a).
Los resultados indicaron que para corregir la Mg-deficiencia en el cafeto es útil
cualquiera de los portadores probados, teniendo en cuenta que la frecuencia de aplica-
ción del carbonato de magnesio debe ser mayor que la del óxido o del sulfato, que
tienen un efecto más prolongado, y que el sulfato de magnesio no debe usarse cuando
el pH del suelo es inferior a 5,0 ó si se observan síntomas de B-deficiencia en la
plantación.
Cuando se aplicó carbonato de magnesio al cafetal en la ausencia de síntomas de
Mg-deficiencia (Uribe y Salazar, 1981), no hubo influencia de las diferentes dosis en-
sayadas en la producción de café.

4.11.6 Elementos menores para el café

En Colombia las deficiencias de micronutrimentos en cafetales, en orden decreciente


de importancia se pueden mencionar las de boro, manganeso, zinc y hierro; problemas
por falta de cobre o de molibdeno no se han reportado en cafetales colombianos.
En la Figura 4.5, tomada de Mortvedt (1982), se muestra claramente la dependen-
cia que la disponibilidad de los elementos menores para las plantas tiene del pH del

63
Disponibilidad
de micronutrimentos

Mo

Zn, Fe, B, Mn, Cu

5 6 7 8 pH del suelo

FIGURA 4.5 Disponibilidad de micronutrimentos para las plantas según el pH del


suelo (Mortved, 1982)

suelo; en la franja del pH adecuado para café (5,0 - 5,5) se ve la suficiente disponibili-
dad de todos ellos.
En una revisión hecha por Valencia (1990-b) sobre los niveles de micronutrimentos
en suelos de la zona cafetera y en hojas del cuarto par de cafetales del país, se presen-
tan los niveles ó valores tentativos de deficiencia y los porcentajes relativos de los
casos de potenciales deficiencias (Tabla 4.13).
Para controlar la deficiencia de boro en cafetales en producción, se recomienda de
20 a 50 gramos de bórax por árbol, según la severidad de la deficiencia (Valencia,
1964).
Estudios de aplicación de los micronutrimentos boro, hierro, cobre, zinc, mangane-
so, en cafetales que no presentaban la característica sintomatología de las respectivas
deficiencias de cada uno, no tuvieron efecto en la producción de café (Uribe y Salazar,
1981).
Lo anterior permite afirmar que si se conserva el pH del suelo entre 5,0 y 5,5 y si
además se hace uso de la materia orgánica descompuesta, no habrá problemas de
elementos menores ni de azufre en el cafetal.

4.11.7 Degradación de suelos

Por regla general, el suelo posee casi todos los elementos minerales que las plantas
necesitan; sin embargo, después de un tiempo de cultivo algunos nutrimentos apare-
cen en él en cantidades insuficientes debido principalmente a pérdidas por escorrentía,
por lixiviación, a la extracción por las cosechas y a desplazamientos provocados por el
uso reiterado de algunos fertilizantes, a pesar de que ocurre una restitución parcial a

64
TABLA 4.13 Límites potenciales de deficiencia de micronutrimentos en suelos
y en hojas y frecuencia relativa*

Elemento Límite de frecuencia


deflciencia ppm %

suelos 0,2 77
Boro
hojas 40 23

suelos 20 50
Manganeso
hojas 130 27

suelos 1,0 22
Zinc
hojas 9 10

suelos 100 15
Hierro
hojas 60 27

suelos 1,0 25
Cobre
hojas 10 10

* Valencia (1990-b).

439,4

Suelo desnudo
1234567
1234567
1234567
1234567
1234567 Potrero 238,6
1234567
1234567
1234567 Cafetal viejo 151,5

12345
63,5
12345
12345
12345
26,3 12345
12345 12345
24,6 12345
24,8 12345 12345
12345 12345 12345
12345 12345 12345
12345
12345
12345
12345 12345
12345
12345
12345
12345
12345 12345
12345
12345 12345 12345
12345 12345 12345
6,9 12345 12345 12345 6,9
12345
12345
12345
12345 12345
12345
1234
1234
5,5
12345 12345 12345 12345
12345 12345 12345 12345 1234
1234
12345
12345 12345
12345
12345
12345 12345
12345 1234
12345 12345 12345 12345 1234
2,46
12345 12345 12345 2,0 12345 2,1 12345 1234
12345 12345 1234512345 1234512345 12345 1234
12345 0,9 0,9 0,15 0,08
1234512345
12345
12345 1234
1,12
1234 1234512345
12345
12345
12345
1234512345 12345
12345 1234
12345 12345 12345 1234 12345 1234 12345
12345 1234512345
12345 12345 1234
1234
Nitratos Fósforo Potasio Calcio Magnesio Elementos
totales

FIGURA 4.6 Cubierta vegetal y pérdida de nutrimentos (kg/ha - Promedios anuales).


Suárez y Rodríguez (1962)

65
Suelo desnudo 983,2
1234567
1234567 Suelo cubierto
1234567
1234567
de añil rastrero
685
12345
12345
12345
12345
12345
12345
12345
12345
12345
381 12345
12345
12345
310* 12345
12345
12345 268
235 12345 226
123456
12345 123456
126 12345 123456
120* 12345 12345 123456
70
12345 12345 12345 12345 123456
12345 12345
12345 12345
12345 12345
12345 123456
123456
12345
12345 12345
12345 12345
12345 12345
12345 123456
123456
Nitratos Fósforo Potasio Calcio Magnesio

* En g/ha

FIGURA 4.7 Promedio anual de las pérdidas de elementos nutritivos para las
plantas en aguas de percolación (kg/ha) 1952 - 1953
Suárez y Rodríguez (1962)

la fase cambiable y a la solución del suelo, por meteorización de la fase sólida del
suelo y por mineralización de la materia orgánica (Valencia, 1988-b).
En la Figura 4.6 se aprecia la escala de pérdidas de nutrimentos por escorrentía y
en la Figura 4.7 las pérdidas por percolación (Suárez de Castro y Rodríguez, 1962).
El cultivo de café sin sombra se inició experimentalmente en Colombia desde 1958
y desde entonces el área cultivada comercialmente se ha incrementado de tal forma
que en 1991 existían aproximadamente 450.000 hectáreas al sol. En estas condicio-
nes el cultivo exige importantes aplicaciones de fertilizantes debido a la mayor deman-
da de nutrimentos por la planta, especialmente nitrógeno y potasio.
López (1965) observó cambios químicos en suelos de cenizas volcánicas con apli-
caciones masivas de fertilizantes: el ión amonio mostró un alto poder de desplaza-
miento de los cationes potasio, calcio y magnesio, aunque con pocos cambios de pH.
A continuación se presenta un resumen de los resultados obtenidos por Valencia, et
al (1965) en dos suelos derivados de cenizas volcánicas y dos provenientes de rocas
sedimentarias, colocados en macetas de 25 litros de capacidad en las que se aplicaron
168 gramos de nitrógeno por año, suministrado como sulfato de amonio, nitrato de
amonio y fertilizante 12-12-17-2; después de dos años de aplicación de tratamientos,
se sembraron planticas de café variedad caturra y cuando éstas cumplieron un año de
sembradas se tomaron muestras de suelo y de hojas para análisis químicos.
Se observaron cambios drásticos en las condiciones químicas y de fertilidad de los
suelos: el pH disminuyó en más de una unidad en todos los suelos, especialmente con
el sulfato, seguido por el nitrato y por el fertilizante completo.
La disminución de las bases y el incremento del aluminio intercambiable en los
suelos por las aplicaciones de sulfato y de nitrato de amonio fué perjudicial para el
crecimiento y desarrollo de las plantas, en las que también se presentó una severa
deficiencia de magnesio. El desarrollo más pobre de las plantas se obtuvo en todos los
suelos cuando se usó sulfato de amonio.

66
TABLA 4.14 Servicio de análisis de suelos. Muestras pareadas de suelos
(calle y zona de raíces)*

me/100 g de suelo
N° de P
Lab. pH ppm K Ca Mg Al

4138 5,2 2 0,33 4,8 0,8 0,2


4139 4,2 839 1,60 1,5 1,0 0,9
4164 4,3 6 1,40 1,3 0,2 1,1
4165 5,3 0 0,11 2,3 0,4 0,3
4198 4,4 152 2,20 2,6 1,5 1,3
4199 5,4 1 0,49 4,3 1,2 0,1
4227 3,9 1170 1,60 1,0 0,8 2,9
4228 5,4 2 0,21 4,7 1,0 0,2
4310 4,4 885 1,35 1,4 0,9 2,4
4311 5,6 5 0,54 7,6 1,5
4414 5,2 2 0,42 2,3 0,4 0,4
4415 4,4 95 0,75 0,8 0,2 1,8
4751 4,6 98 0,68 5,8 1,6 4,5
4752 5,4 12 0,21 10,0 3,2 0,8
4784 5,5 13 0,28 7,8 2,7 0,2
4785 4,5 205 0,62 1,9 0,7 4,7

* Cenicafé (1982)

En otro experimento de uso de fuentes de nitrógeno, cuya duración fué de cinco


años (tres cosechas) en los que se aplicaban 240 kilogramos de nitrógeno por hectá-
rea por año en la fase de producción, el sulfato de amonio fué el más acidificante y el
de menor producción (Federacafé, 1985-c).
En la Tabla 4.14 se presentan los resultados de un muestreo en el archivo de repor-
tes del servicio de análisis de suelos a los agricultores en Cenicafé. En esta tabla
aparecen, por pares, las muestras de un mismo lote o finca y de las cuales una corres-
ponde a la zona de raíces (zona fertilizada) y la otra a la calle del cafetal (zona no
fertilizada). La muestra de la zona fertilizada es la que presenta: pH mas bajo, más
fósforo, más potasio, menos calcio, menos magnesio y más aluminio.
Hechas las anteriores referencias, conviene mencionar las anotaciones finales del

TABLA 4.15 Tratamientos del ensayo de encalamiento en cafetales establecidos


g/planta/año. Cenicafé 1981

1. 12-12-17-2 (150 x 4) + úrea (50 x 2)


2. 12-12-17-2 (150 x 4) + úrea (50 x 2) + cal (250)
3. 12-12-17-2 (150 x 4) + úrea (50 x 2) + cal (500)
4. 250 cal agrícola (300 CaCO3)
5. 500 cal agrícola (600 CaCO3)

Diseño: Bloques de azar con 32 replicaciones (un árbol por parcela).

67
trabajo de López (1965): la aplicación de cualquier sal nitrogenada amoniacal conlle-
va peligros de empobrecimiento del suelo en la zona cafetera colombiana. La aplica-
ción continuada de un nitrato de amonio o de un sulfato de amonio llevará al suelo, por
empobrecimiento progresivo, a un estado de infertilidad total. Debe por consiguiente,
continuar usándose la úrea como la principal fuente de nitrógeno en cafetales. El ni-
trato de amonio y el sulfato de amonio se pueden usar en zonas con menos de 1.500
milímetros de lluvia anual, en suelos ricos en bases de cambio y que ojalá no se hayan
formado de cenizas volcánicas.

4.11.8 Enmiendas

Ante el panorama que acaba de describirse, conviene presentar los resultados más
sobresalientes de un experimento de aplicación de cal en un cafetal establecido (Va-
lencia y Bravo, 1975), en el que puede verse la potencialidad que ésta práctica ofrece
para conservar o recuperar la fertilidad de los suelos
El lote experimental se sembró en octubre de 1966 con variedad Caturra a dos
metros de distancia entre plantas, con una fertilización anual de cuatro aplicaciones
de 150 gramos de 12-12-17-2 y dos aplicaciones de 50 gramos de úrea por árbol. En
diciembre de 1974 se zoqueó la plantación y se inició la aplicación de los tratamientos
con cal (Tabla 4.15); semestralmente se hicieron muestreos de suelos y se registró la
producción de café durante cuatro años.
En la Tabla 4.16 se puede apreciar que la producción del testigo fué estadísticamente
superior al promedio de los tratamientos con cal sola, únicamente en la cuarta cose-
cha (1979).
Las producciones de café en cada uno de los tratamientos tuvieron diferencias
estadísticamente significativas en 1979 (cuarta cosecha), lo que significa que durante
las tres primeras cosechas el uso de cal sola permite obtener cosechas similares a las
de las más altas y muy reiteradas fertilizaciones.
Los otros resultados interesantes son los que aparecen en la Tabla 4.17 en la cual se
ven los cambios químicos producidos en el suelo y se señala que en el contenido foliar
no hubo cambios.
Finalmente, vale la pena destacar que no debe aplicarse cal en suelos con pH mayor
de 5,5 ni con calcio mayor de 4,0 miliequivalentes/100 gramos de suelo y con escaso
manganeso intercambiable. Lo cual significa que la decisión sobre cualquier aplica-
ción de cal en el suelo del cafetal debe hacerse de acuerdo con los resultados del
análisis de suelos.

TABLA 4.16 Comparación estadística de la producción (kg de café cereza por árbol)
en cuatro años entre el tratamiento testigo y el promedio
de los tratamientos con cal

Tratamiento 1976 1977 1978 1979

Testigo 3,6 11,7 7,3 17,8


Promedio de tratamiento con cal (2-3-4-5) 3,6 10,5 6,5 13,4
D.M.S. (0,05) (0,01 para/79) 1,2 1,7 1,6 3,4

68
TABLA 4.17 Efecto de la aplicación de cal agrícola en suelo de un cafetal.
Cenicafé 1980

Modificación
Determinación
Vr. inicial Vr. final

pH 4,1 6,3
Ca interc. 1,5 12,4 me/100 g
Mg interc. 0,6 1,4 me/100 g
Bases totales 5,4 14,9 me/100 g
Al interc. 3,1 0,0 me/100 g
Mn interc. 19,3 13,0 ppm
Fe soluble 783,0 348,0ppm

Contenido foliar sin modificación

4.11.9 Otras alternativas

Es conveniente tener en cuenta el efecto que el fósforo parece tener en la reducción de


la pérdida de amonio y de potasio del suelo, según estudio hecho por Carrillo y Estrada
(1986) en microlisimetros en suelo Typic dystrandept con adiciones de humus, amonio,
fosfatos, potasio, calcio, magnesio. En presencia de fosfatos, el potasio y el amonio
fueron retenidos en el suelo en mayor proporción que cuando no se adicionaron fosfatos.
Esto podría significar además que la presencia de fosfatos en la fertilización ayuda a
una mejor respuesta al nitrógeno y al potasio.

4.12 FERTILIZACIÓN DE CAFETALES

Las 1.150.000 hectáreas cultivadas en café en Colombia se estima en 1991 que, según
la modalidad de cultivo se discriminan en la siguiente forma:
– 400.000 hectáreas de cafetal tradicional (menos de 1.000 plantas por hectárea, con
sombra densa, sin fertilización y la mayoría sembrados con variedad típica).
– 300.000 hectáreas de cafetal tecnificado, bajo sombra que pueden consumir aproxi-
madamente 210.000 toneladas de fertilizante por año.
– 450.000 hectáreas de cafetal tecnificado a pleno sol que pueden consumir aproxi-
madamente 455.000 toneladas de fertilizante por año. De éstas, 250.000 hectáreas
serían cafetales de más de nueve años con un comsumo de 700 kg/ha/año y 200.000
hectáreas que consumirán 1.400 kg/ha/año).
Se estima que de los cafetales tecnificados en el país alrededor de 300.000 hectá-
reas son de variedad Colombia, resistente a la Roya; el resto corresponden a la varie-
dad Caturra.

4.12.1 Fertilización foliar

En café se ha comprobado experimentalmente (Cardona, 1972) la absorción foliar de


soluciones acuosas de úrea al 1%, de bórax al 1%, de sulfato de amonio al 3%, de

69
fosfato monoamónico (MAP) al 3%, de cloruro de magnesio al 3% y de sulfato de
magnesio al 3%. El sulfato de hierro al 3% se absorbe pero no se trasloca.
Con el objeto de averiguar el efecto de la fertilización foliar sobre el desarrollo de
almácigos de café, se hicieron aspersiones foliares de los fertilizantes Coljap, Wuxal,
úrea y Nutrimins. A los seis meses de edad del almácigo se hicieron registros de altura
de las plantas, peso seco y peso fresco de la parte aérea y de las raíces, aspecto y vigor
de las plantas y no se encontró ninguna diferencia significativa atribuible al efecto de
los tratamientos (Valencia, 1975).
La fertilización foliar no se recomienda para cafetales, pues su efecto, por las bajas
concentraciones utilizables es de corta duración, insuficiente, innecesaria y anti-
económica (López, 1970).

4.12.2 Fertilización radical o edáfica

La fertilización química del cafetal solo se justifica cuando las exigencias ambientales
y tecnológicas del cultivo se satisfacen adecuadamente y se han utilizado en él todos
los residuos o desechos orgánicos de la finca, los cuales mejoran las condiciones físi-
cas del suelo, suministran nutrimentos al cultivo y hacen más exitosas las posteriores
aplicaciones de fertilizantes (Valencia, 1992-b).
La fertilización del cafetal, por ajustada que se haga a las necesidades del cultivo y
a los resultados del análisis de suelos, no resuelve otros problemas derivados de in-
adecuadas condiciones físicas del suelo, del clima o del manejo del cafetal; en conse-
cuencia, para el éxito de las recomendaciones sobre fertilización son válidas las si-
guientes consideraciones:

a) Que sea un cafetal en zona de clima óptimo y en suelos con profundidad efectiva de
30 centímetros o más (profundidad efectiva es la que permite el crecimiento y desa-
rrollo de las raíces sin ningún obstáculo ni químico ni físico).
b)Que se realicen oportunamente las prácticas de cultivo como renovaciones, podas,
desyerbas y los controles sanitarios requeridos, así como las prácticas necesarias
de conservación de suelos.
c) Que las muestras de suelos hayan sido debidamente identificadas, tomadas un mes
antes de la fertilización, en la zona de raíces, a 20 centimetros de profundidad, con
varias submuestras por unidad de muestreo, evitando contaminaciones. El muestreo
de suelos para análisis en un mismo lote o finca puede hacerse cada dos años.
No debe sobrepasarse para cada árbol en producción y por aplicación, la dosis de
100 gramos de úrea, ni de 200 gramos de mezcla de fertilizantes simples, ni de 250
gramos de cal.
d) La fertilización no debe hacerse cuando el suelo esté muy seco.

a) Objetivo
El objetivo principal del uso de fertilizantes en los cultivos es obtener el mayor
beneficio económico o mayor rendimiento posible con el mínimo de costo, para
hacer rentable la actividad agrícola.

70
La adecuada fertilización de un cultivo debe hacerse como respuesta a las si-
guientes cinco preguntas:
a.1 ¿Dónde debe aplicarse el fertilizante?
a.2 ¿Cómo debe hacerse la aplicación?
a.3 ¿Cuándo debe hacerse la aplicación?
a.4 ¿Qué producto debe aplicarse?
a.5 ¿Cuánto producto aplicar?
Para el caso del café, afortunadamente, después de muchos años de investigación
en Cenicafé, se tienen las más concretas respuestas a estos interrogantes así:
b) ¿Dónde?
En los primeros 20 centímetros de profundidad del suelo y bajo la copa (follaje) del
árbol, donde se encuentra más del 80% de las raíces que absorben agua y nutrimentos
(Suárez de Castro, 1953). Es por tanto, en el área cubierta por el follaje (plato del
árbol) en donde se aplicará el producto fertilizante o enmienda.
c) ¿Cómo?
La fertilización del cafetal debe hacerse al voleo, superficialmente en el plato que
es la forma que requiere menos mano de obra (Mestre y Salazar, 1990-b) y no difiere
en producción con otras formas de aplicación ensayadas (corona, media luna, en
banda, tapado); en el caso de aplicación de cales o enmiendas, se debe limpiar el
plato, ya que por su escasa solubilidad, éstas no deben quedar depositadas sobre la
hojarasca. Si la enmienda se hace antes de la siembra, debe incorporarse al suelo
en el hoyo (Valencia, 1992-b).
d) ¿Cuándo?
Para decidir el momento más oportuno de la fertilización debe tenerse en cuenta si
se trata de:
d.1 Árboles jóvenes, en etapa de crecimiento acelerado (hasta 18 meses de edad
aproximadamente, que inicia la floración)
Según el análisis de suelos, al momento de la siembra puede ser necesario,
incorporar al suelo enmiendas o productos como: cal agrícola, cal dolomítica,
roca fósfórica, abono fosfórico, en dosis no superiores a 80 gramos por planta.
La primera fertilización con úrea o con difosfato de amonio se efectuará un
mes después de la siembra en el campo y luego cada cuatro meses, para un
total de cinco aplicaciones en cada fase así:
• Un mes después del transplante 10-15 g/planta
• Cinco meses después del transplante 15-20 g/planta
• Nueve meses después del transplante 20-25 g/planta
• Trece meses después del transplante 25-30 g/planta
• Diecisiete meses después del transplante 30-35 g/planta
d.2 Zocas: se debe iniciar la fertilización tres meses después del corte (zoqueo),
como si fuera un cafetal de un año de edad. No es necesaria la fertilización
inmediatamente anterior al zoqueo (Mestre y Salazar, 1990-a).
d.3 Cafetal en producción: se considera cuando inicia las floraciones (aproxima-
damente a los 18 meses de siembra en el campo), por tanto la siguiente
fertilización después de la etapa de crecimiento acelerado, se hará a los dos

71
años de edad en el campo, cuando se inicia la aplicación de la dosis anual,
repartida en dos aplicaciones que se efectuarán dos meses antes de la travie-
sa o mitaca y dos meses antes de la cosecha principal, puesto que en los dos
últimos meses de desarrollo del fruto ocurre una gran demanda de nutrimentos
por parte de éste así: entre 37 y 49% del nitrógeno total final, el 36% del
fósforo y entre 39 y 44% del potasio (Valencia, 1988-a). Por ejemplo, en una
región donde las cosechas se presentan entre abril y mayo y entre octubre y
noviembre, las fertilizaciones se harán en febrero y agosto ( Valencia, 1992-
b). Si se requiere la adición de correctivos o productos para enmiendas, estos
se aplicarán un mes después de la fertilización.
e) ¿Qué y cuánto aplicar?
La continua fertilización de los cafetales con productos químicos que en su mayoría
tienen efecto residual acidificante, ha traído como consecuencia una disminución
del pH, del calcio, del magnesio, y aumento del aluminio y del manganeso intercam-
biables, con la consiguiente pérdida de efectividad de los fertilizantes aplicados
(Valencia, 1988-b).
Fundamentalmente, las recomendaciones consideran que el cafetal hasta la
floración necesita principalmente fertilización con nitrógeno y fósforo y a partir de
la floración requiere principalmente nitrógeno y potasio.
Los cafetales en producción, con un rendimiento promedio de 400 arrobas (5.000
kilogramos) de café pergamino seco por hectárea por año, sin análisis de suelos,
recibirán una dosis anual de 240 kilogramos de nitrógeno, 80 kilogramos de P2O5
(pentóxido de fósforo) y 240 kilogramos de K2O (óxido de potasio), los cuales pue-
den suministrarse con 1.400 kilogramos de fertilizante 17-6-18-2 ó con aproxima-
damente 1.100 kilogramos de una mezcla de dos o más fertilizantes simples (fuen-
tes) como: úrea (10 bultos), superfosfato triple (3,5 bultos), cloruro de potasio (8
bultos), o úrea, difosfato de amonio (DAP), cloruro de potasio (Valencia, 1992-b).

4.13 ANÁLISIS QUÍMICO DE FERTILIDAD DE SUELOS

Para respomder a las preguntas ¿qué? y ¿cuánto? debe aplicarse al cafetal, es decir, la
clase y cantidad de fertilizante y/o enmienda, es indispensable el análisis químico de
fertilidad del suelo, tanto por las modificaciones químicas ya provocadas en éste, como
por la diversidad de materiales que originan suelos de diferente fertilidad en la zona
cafetera y que requieren diferentes cantidades y diferentes productos.

4.13.1 Muestreo de suelos para análisis químico de fertilidad

Aunque el suelo está constituído por una muy compleja mezcla de substancias y ele-
mentos, los métodos de análisis empleados en el laboratorio tienen muy buena
confiabilidad y son aplicables a un amplio rango de condiciones de suelos y de cultivos;
sin embargo, lo que hace posible que las recomendaciones de fertilizantes y/o enmien-
das derivadas de la interpretación de los análisis químicos es la correcta toma de las
muestras para esta finalidad así:

72
Muestreo correcto de suelos para análisis de fertilidad

– Una muestra de suelos para análisis químico con fines de fertilización es la que
mejor representa o se parece mucho al promedio de las condiciones de la unidad de
muestreo, que es la que tiene condiciones semejantes por color, pendiente, cultivo,
manejo, drenaje, erosión, etc. (Valencia, 1992-b).
– En cada unidad de muestreo, con herramientas e implementos limpios, se toman
varias submuestras y se recogen en un balde donde se mezclan muy bien; una por-
ción de ésta mezcla se empaca y se identifica para enviar a análisis, con nombre de
la finca, vereda, municipio, propietario, dirección, edad y densidad del cafetal, lote o
referencia del lote.
– Cada submuestra se tomará bajo la gotera del árbol (plato) y hasta 20 centímetros
de profundidad, después de retirar la hojarasca y las basuras de la superficie.
– La muestra puede recogerse en cualquier época, preferiblemente un mes antes de
la correspondiente fertilización, sin que el suelo esté muy húmedo o muy seco.
– No tomar muestras en sitios donde se han hecho quemas o donde se descargan
fertilizantes, ni cerca de galpones, caminos o carreteras.
– No fumar cuando se está efectuando el muestreo.

4.13.2 Interpretación de resultados de análisis de suelos

La verdadera e importante dimensión de Ios análisis de suelos se obtiene cuando se


hace la correcta interpretación de los resultados de aquel análisis, al permitirle al
técnico hacer las mejores recomendaciones de las mezclas adecuadas de fertilizantes
simples o la dósis de 17-6-18-2 ó las enmiendas requeridas para el cultivo, con el
consiguiente aumento de la fertilidad del suelo, de la eficiencia de los productos apli-
cados y la disminución de los costos de producción.
Los Comités de Cafeteros disponen de la interpretación sistematizada de éstos aná-
lisis y las correspondientes alternativas de productos para cafetales tecnificados, a
pleno sol, cafetales de cualquier edad, aún antes de la siembra, con cualquier densi-
dad de siembra, así como zocas de cualquier edad y con indicación de los precios de
las respectivas recomendaciones.
Las recomendaciones derivadas de esta interpretación del análisis de suelos pue-
den ser modificadas por el técnico de la región como se indica a continuación:

4.13.3 Cálculo de nutrimentos y/o enmiendas para café

La diferencia entre las cantidades de nutrimentos que el suelo tiene según el análisis
químico de fertilidad y los que el suelo debe tener para el óptimo rendimiento del
cultivo, da las cantidades que deben adicionarse como fertilizante o como enmienda.
Esta diferencia debe ajustarse con la eficiencia del producto, con el valor del factor
de corrección para pasar de ppm y/o me/100 g a kilogramos/hectárea de P2O5-K2O-
CaO-MgO según la densidad aparente del suelo y la profundidad hasta la que se ha
tomado la muestra respectiva (Tabla 4.18).

73
TABLA 4.18 Factor de conversión F para pasar de ppm y me/100 g a kilogramos/ha
de P2O5 - K2O - CaO y MgO, para 20 centímetros de profundidad de
muestreo y para diferentes densidades aparentes (d.a.) del suelo*

d.a. F para una profundidad de 20 cm


g/cm3 Unidad
P2O5 K2O CaO MgO
0,5 2,29 348 280 199
0,6 (Fresno) 2,75 562 336 239
0,7 3,21 655 392 279
0,8 (Chinchiná) 3,66 749 448 319
0,9 4,12 842 504 359
1,0 (M/negro.y Quindío) 4,58 936 560 398
1,1 5,04 1.039 616 438
1,2 5,50 1,123 672 478
1,3 (San Simón) 5,95 1.217 728 518
1,4 6,41 1.310 784 558

* Adaptada de Guerrero (1980).

4.13.4 Densidad aparente

Suelos con densidad aparente superior a 1,2 no son adecuados para café; son pocas
las unidades de suelos a las que se les ha determinado su densidad aparente (d.a.);
entre las que se les conoce su densidad (48-49-50-51) están:

Suelos derivados de cenizas volcánicas:


U. Chinchiná 0,68 a 0,91 g/cc
U. Quindío 0,85 g/cc
U. Montenegro 0,84 a 0,86 g/cc
U. Fresno 0,61 a 0,73 g/cc

Suelos provenientes de tobas volcánicas:


Huila 0,86 a 1,09 g/cc
Tolima 0,97 g/cc

Suelos provenientes de rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias:


Tolima 0,90 a 1,4 g/cc
Huila 0,80 a 1,4 g/cc
Risaralda 0,50 a 1,2 g/cc

En la Tabla 4.18 se dan los valores de conversión F para kilogramos de óxidos por
hectárea y en la Tabla 4.19 se dan las Eficiencias (E) estimadas en porcentaje para los
cálculos respectivos según la fórmula:
DxF
Q=
E
dónde:

74
Q= Kilogramos de óxido/ha/año.

D= Diferencia entre el nivel deseado del nutrimento para el cultivo y el contenido del
nutrimento en el suelo.

F= Factor de conversión para pasar de ppm ó me/100 g de suelo a kilogramos de


P2O5, K2O, CaO ó de MgO según densidad aparente y profundidad de muestreo
(Tabla 4.18).

E= Eficiencia del nutrimento (Tabla 4.19).

TABLA 4.19 Eficiencia (E) estimada de nutrimentos y/o enmiendas

Elemento E Observaciones
(%)

Nitrógeno 0,4 - 0,5 ó inferior por exceso de lluvia

Fósforo 0,25 - 0,30 a pH alto se forman fosfatos de Ca insolubles


a pH bajo se forman fosfatos de Fe y Al, insolubles

Potasio 0,5 - 0,6 Según C.I.C.

Calcio 0,8 - 0,9 Según C.I.C.


Hay > eficiencia en las
granulometrías más finas
Magnesio 0,8 - 0,9 Según C.I.C.

En la Tabla 4.20 se da un ejemplo de cálculo de cantidad de nutrimentos y enmien-


das para café.
La materia orgánica se debe aumentar gradualmente con aplicaciones de mulch,
pulpa, gallinaza o residuos orgánicos descompuestos.
El potasio, el calcio y el magnesio en el nivel deseado guardan la relación 1:6:2
propuesta por Valencia (1988-a), como adecuada para el cafeto y se tiene en cuenta
que por encima de 0,35 me de K por 100 gramos de suelo, la probabilidad de respuesta
del cafeto en producción, es inferior al 5% según Mestre, citado por Bravo (1978).

4.13.5 Requerimientos nutricionales máximos del cafeto

Se estima (Malavolta) que las necesidades del cafeto para vegetación son 100-10-90
kilogramos de N-P2O5-K2O respectivamente por hectárea y que para cada 100 arrobas
(1.250 kg) de café pergamino seco por hectárea se requieren 32-4-40 kilogramos de
aquellos elementos; esto significa que para 400 arrobas de café por hectárea, son
necesarias las siguientes cantidades: 4 veces (32-4-40) más 100-10-90, lo que da:
225-26-250 kg de N-P2O5-K2O por hectárea por año, valores cercanos a los recomenda-
dos por la Federación Nacional de Cafeteros (1988).

75
TABLA 4.20 Ejemplo de cálculo de cantidad de nutrimentos y/o enmiendas para
un suelo de densidad aparente 1 y para 20 cm de profundidad de
muestreo (Valencia, 1988-a)

Resultado del Nivel Diferencia Eficiencia Óxidos kg/ha/año


análisis de suelo deseado D E según d.a. F a aplicar

pH 4,4 > - - - -
M. O. % 7,4 10,4 3 0,50 - 930 N*
P ppm 5 10 5 0,25 4,58 92 P2O5
K me 0,29 0,40 0,11 0,60 936 172 K2O
Ca me 1,4 2,40 1,0 0,80 560 700 CaO
Mg me 1,1 0,8 - 0,80 398 -
Al me 2,7 < - - - -
Textura Fr - - - - -

* CUIDADO: No sobrepasar la dosis de 100 gramos de úrea por árbol por aplicación.

En la Tabla 4.21, se presentan los resultados de una revisión bibliográfica (Valencia,


1991-a) sobre cáIculos de Ias cantidades de N-P2O5-K2O necesarias para la producción
de 100 arrobas de café pergamino seco por hectárea por año. Se aprecia en estos
datos que los valores calculados según las recomendaciones de Federacafé (Cenicafé
l988) están relativamente cerca a los otros estimativos encontrados en la literatura.
En plantación bajo sombra, con 2.500 plantas de café de la variedad Borbón, con
200 gramos de fertilizante por árbol (500 kg/ha/año) se han obtenido producciones de
280 arrobas (3.500 kilogramos) de café pergamino seco por hectárea por año y el
testigo, sin fertilizante, siempre produjo más de 100 arrobas café pergamino seco por
hectárea por año (Mestre y Salazar, 1990-a). En plantaciones al sol, sin fertilización,
se han obtenido producciones promedias por tres ó más años (Tabla 4.22) superiores
a 100 arrobas (1.250 kg) de café pergamino seco por hectárea por año (Mestre y
Salazar, 1990-a).
Hasta 1956 Colombia producía anualmente 6.235.000 sacos de café en 782.805
hectáreas en cafetales bajo sombra, sembrados a 3,20 metros entre plantas y sin em-
pleo de fertilizantes químicos, lo que equivalía a 38 arrobas (475 kilogramos) de café
pergamino seco por hectárea por año (Valdés, et al, 1960); esta producción bien po-

TABLA 4.21 Fertilización del cafetal para cada 100 arrobas de producción (c.p.s.)
por hectárea/año (Valencia,1991-a)

kg por hectárea por año


Referencia N P2O5 K2O CaO MgO

Cenicafé 1988 ( ) 60 20 60 (17) (4)


IAPAR 1986 ( ) 65 10 75 18 11
IBC 1986 ( ) 87 6 66 42 15
Costa Rica 1984 ( ) 87 17 96 23 10
Carrillo 1985 ( ) 66 12 71 32 16
Malavolta 1985 ( ) 60 10 60 - 5-10

76
TABLA 4.22 Producción (arrobas c.p.s./ha/año). Proyecto C-34. Promedio
de tratamientos sin fertilización, en 5 lugares*

Lugar (Subestación) Producción Número Cosechas

Naranjal 188 6
El Rosario 208 5
Parguaicito 232 7
La Trinidad 116 3
Albán 164 8

* Mestre y Salazar (1990-a).

dría haberse duplicado aumentando al doble el número de plantas por hectárea y sin
fertilización.
En 1992 los costos de fertilización del cafetal con 1.400 kilogramos de fertilizante
17-6-18-2 por hectárea por año, representan alrededor del 15% de los costos totales
de producción de café (López, et al, 1991); aún así, con frecuencia se usan hasta
3.500 y 4.000 kilogramos de aquel fertilizante, lo cual no solo es un despilfarro, sino
otra manera de incrementar la contaminación ambiental y la degradación química de
los suelos (Valencia, 1988-b).

4.13.6 Potencial ambiental de producción

En la Figura 4.8 obtenida con resultados del experimento C-6 de Cenicafé, realizado en
12 lugares diferentes de la zona cafetera colombiana (Mestre y Salazar, 1990-a), que
corresponde a un factorial de tres elementos en tres dosis, se puede apreciar que hay
dos grupos de seis localidades cada uno, según el potencial ambiental de producción
así: un grupo de alto potencial de producción (alrededor de 400 arrobas) con la dosis
más alta de N, P2O5 y K2O y un segundo grupo de bajo potencial de producción (menos
de 250 arrobas), cuyos máximos se logran con la dosis media de los tres elementos.
En ambos grupos, los tratamientos sin fertilizante (NO) produjeron más de 100
arrobas (1.250 kilogramos) de café pergamino seco por hectárea por año.
En la Tabla 4.23 se presentan las condiciones de clima y de suelo de dos zonas
agroecológicas diferentes: Fresno (Hda. Javiluz) y Gigante (sub-estación Jorge Villamil),
utilizados en el experimento C-6,que contrastan no solo en producción de café, sino en
lo que se refiere a clima (lluvia, número de dias lluviosos, brillo solar, exceso hídrico),
y a condiciones de suelo (porcentaje de materia orgánica, densidad aparente, porosidad,
material parental).

4.13.7 Fertilización modular del cafetal

En épocas de crisis, como la que en 1992 se presentó con el café, es indispensable


reducir los costos de producción sin perjudicar ni la producción, ni la calidad de ésta.
Una de las formas de lograrlo es mejorando la preocupante menor eficiencia que cada
dia muestran los fertilizantes aplicados en cafetales, especialmente mediante el resta-

77
Cenicafé Javiluz
Paraguaicito Granjas
Rosario Mesitas
Albán Piamonte
@ Jorge Villamil @ Misiones
Naranjal Supía
400 400
P

300 300 N

200 200

100 100

N0 N1 N2 N0 N1 N2

Dosis: 0-120-240 kg/ha/año

FIGURA 4.8 Producción (arrobas c.p.s./ha/año). Experimento C-6 Cenicafé, en doce


lugares de la zona cafetera colombiana. Mestre y Salazar (1990-a)

blecimiento del equilibrio catiónico en suelos con el uso de correctivos y/o enmiendas
(Valencia, 1988-b).
Se muestra así que existen regiones con potencial ambiental de producción limitado
debido a condiciones adversas de clima y desde el punto de vista físico de suelos y que
este potencial no puede incrementarse con aplicación de altas dosis de fertilizantes.
Con los resultados experimentales de Cenicafé en muchos años y con la información
bibliográfica disponible se concluye que para producciones históricas de café inferio-
res a 100 arrobas de café pergamino seco por hectárea por año, no es necesario ferti-
lizar el cafetal y que por cada 100 arrobas de potencial ambiental de producción es
necesario aplicar un módulo de fertilización del tipo 60-20-60 de N-P2O5-K2O respecti-
vamente o su equivalente según los análisis de fertilidad de los suelos.
El tan amplio márgen de seguridad que da el contenido natural de nutrimentos del
suelo, permite usar confiadamente el concepto de fertilización modular de cafetales, a
fin de lograr importantes reducciones de los costos de producción de café en el pais.

4.13.8 Dominios de recomendación

Como la agricultura es flexible por naturaleza, permite obtener abundantes cosechas


mediante amplia variedad de sistemas de producción, y como es físicamete imposible
hacer experimentación en todas las fincas para ajustar las recomendaciones a cada
sitio, deben agruparse los agricultores de una zona agroclimática cuyas fincas y prác-
ticas culturales sean similares (dominios de recomendación) y hacer extrapolación de

78
TABLA 4.23 Clima y suelo en Fresno (Hda. Soacol), Tolima y en Gigante
(Sub-estación), Huila

CLIMA SUELO

Fresno (Hda. Soacol), Tolima


Altitud 1.400 msnm Textura Franco
Lluvia 3.200 mm Materia Orgánica 9,4%
Dias lluviosos 174 días Profundidad 70 cm
Temperatura 20°C Densidad aparente 0,7
Brillo solar 1.700 h.a. Porosidad Alta
Evap. potencial 1.098 mm Mat. parent. Cen. Volca.
Exceso hídrico 2.149 mm Clasificación T. distrand.

Gigante (Sub-estación), Huila


Altitud 1.500 msnm Textura Arcilloso
Lluvia 1.350 mm Materia Orgánica 3,2%
Dias lluviosos 250 días Profundidad 20 cm
Temperatura 19,4°C Densidad aparente 1,0
Brillo solar 1.042 h.a. Porosidad Media
Evap. potencial 1.046 mm Mat. parent. Gneis muscov.
Exceso hídrico 307 mm Clasificación Paral. dystr.

resultados experimentales obtenidos en un lugar a otras regiones donde se presenten


clima y suelo razonablemente similares a aquel, para obtener múltiples sistemas de
producción o paquetes tecnológicos aplicables a aquellos grupos.
Debe por tanto el técnico ofrecer recomendaciones que sean adecuadas para gru-
pos de agricultores ubicados dentro de ciertos dominios de recomendación, puesto que
hay que tener en cuenta que existen diferencias entre aquellos por extensión de finca,
por tipo de suelo, por actitudes hacia el cambio y por actitudes hacia el riesgo (Perrin,
1976).

Plantas normales de cafeto

79
Bibliografía

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85
CONDICIONES FÍSICO-QUÍMICAS DE SUELOS APTOS PARA CAFÉ*
* Según Valencia y Carrillo (1990)
Debe conservarse entre los valores 5 y
5,5% ± 0,1; por debajo de 4,9 puede apli-
pH (unidades) carse cal, pero no cuando el pH está por
4,0 4,5 4,9 5,0 5,5 5,6 6,0 6,5 encima de 5,6.

A medida que baja de 12 ± 0,6 se obtiene


Materia orgánica (%) mayor respuesta a aplicaciones de nitró-
9,0 10,0 11,0 11,4 12,0 12,613,0 14,0 15,0
geno.

Si se encuentran menos de 10 ± 4 debe


Fósforo (ppm) aplicarse alguna fuente de fósforo.
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

Se obtiene respuesta a potasio con valo-


K res inferiores a 0,35 ± 0,06.
0 0,1 0,2 0,29 0,3 0,4 0,41 0,5 0,6 0,7
No debe ser superior a 4,2 y si baja de 2,1
± 0,5 debe encalarse el suelo pero tenien-
Bases (me/100 g) Ca do en cuenta el balance con potasio y
0 0,5 1,0 1,5 1,6 2,0 2,5 2,6 3,0 3,5 4,0 4,2 4,5 5,0 magnesio.

Valores inferiores de 0,7 ± 0,2 pueden ser


deficientes, pero antes de cualquier adición
Mg de fuentes de magnesio debe estudiarse
0 0,2 0,4 0,6 0,8 0,9 1,0 1,1 1,2 1,4 1,6 su relación con el potasio y el calcio.

Valores superiores a 1,0 ± 0,1 pueden lle-


Aluminio (me/100 g) gar a causar problemas nutricionales al ca-
feto y se necesita encalar el suelo.
0 0,2 0,4 0,6 0,8 0,9 1,0 1,1 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0

El 74% de los suelos cafeteros está con


Suma de bases (me/100 g) menos de 5, pero a mayores valores co-
0 2,0 4,0 6,0 8,0 10,0 12,0 14,0 rresponde mayor fertilidad.

Las mejores condiciones físicas del suelo


se encuentran en suelos francos (franco-
Textura
arcillosos, francos, franco-arenosos, franco-
Ar FAr F FA A L limosos).

Condición alerta Condición apta Sin problema aparente 90% de probabilidad

86
5
El nitrato de
potasio
(KNO3) en la
producción
de café

99
Efecto de diferentes concentraciones
y frecuencias de aspersión
con nitrato de potasio
en la producción de café*
Hernán Caro Londoño**

5.1 INTRODUCCIÓN

La población mundial aumentó en 3 billones en un lapso de cuarenta años. En el año


2000 habrá 6 billones de personas en el mundo y en el año 2025 la población será de
8 billones aproximadamente. Se proyecta que para el año 2000 se necesitarán 130
millones de toneladas métricas (tm) adicionales de trigo y 100 millones de tm adicio-
nales de maíz. La población del mundo aumenta, el área de tierras agrícolas disminu-
ye, ya sea por erosión o desertificación o porque las tierras se han dedicado a otros
usos, como el desarrollo urbano.
El desafío para el futuro lo constituye la producción más eficiente de alimentos para
enfrentar el hambre y la pobreza simultáneamente. La llave en este proceso es el de
desarrollar una nueva tecnología que permita producir rendimientos más altos por
hectárea. La aplicación de sustancias fertilizantes mediante la aspersión del follaje
con soluciones nutritivas denominada fertilización o abonamiento foliar, es una prác-
tica utilizada ampliamente en la agricultura tecnificada contemporánea.
En Latinoamérica, la aplicación de fertilizantes por vía foliar ha venido ganando
aceptación creciente en los últimos años por parte de la agricultura comercial. La
fertilización foliar es una práctica agronómica poco investigada, razón por la cual
existe controversia y confusión sobre sus alcances y limitaciones. La investigacion ha
demostrado la factibilidad de alimentar plantas por vía foliar en condiciones bajo las

* Resultados de investigación del Convenio entre la Universidad de Caldas - Facultad de Agronomía


y Monómeros Colombo Venezolanos S.A. (E.M.A.) 1988-1991.
**Ingeniero Agrónomo, M. Sc. Fertlidad de suelos.
Profesor Universidad de Caldas.
cuales se ha comprobado que se pueden obtener resultados agronómicos significati-
vos. El bloqueo en la absorción de nutrientes por vía radicular, en una etapa de mayor
exigencia del cultivo, es una condición que puede incidir en la merma productiva del
cultivo.
La demanda de nutrientes por parte de las especies vegetales cultivadas no es uni-
forme, depende mas bien de los estados fisiológicos. El potasio es requerido intensa-
mente durante los estados fisiológicos de producción de café, o sea en la iniciaclón de
la floración y llenado del grano. En estas épocas criticas una aplicación foliar comple-
mentaria, especialmente de nitrógeno y potasio puede influir grandemente en la
obtención de granos más densos, aumentando así la productividad.
Analizando el presente y futuro inmediato del mercado internacional del café, se
observa la incertidumbre en la estabilización y aumento del precio. Ante esta situación
el cultivador de café debe buscar formas más racionales y económicas de aplicación
de los fertilizantes pretendiendo disminuir costos de producclón y aumentar ingresos
por incremento en los rendimientos.
La práctica de fertilización foliar con diferentes fuentes de potasio ha sido probada
en otros países con resultados positivos. En la zona cafetera central de Colombia,
Chinchiná, Palestina y Filadelfia, el autor con la colaboración de la Facultad de Agro-
nomía de la Universidad de Caldas y el apoyo de Monómeros Colombo Venezolanos S.A.
efectuó varios ensayos de investigación en aspersión foliar con aplicación de nitrato
de potasio, comparando diferentes concentraciones, frecuencias y épocas de aplica-
ción y su incidencia en la producción del café variedad Colombia.
El mayor conocimiento en este campo contribuirá a mejorar un factor esencial en la
productividad del café, como es la nutrición mineral.

5.2 REVISIÓN DE LITERATURA

El potasio es un nutriente importante para la planta de café. El contenido de potasio


en las partes vegetativas y en los frutos es suficiente para mostrar que juega un papel
importante en la nutricidn de la planta de café. Los contenidos altos de potasio están
asociados con altos rendimientos, granos llenos y pesados. Ello ha sido demostrado en
numerosas experiencias y prácticas agrícolas realizadas en países cafeteros como
Brasil, la India, Costa Rica, Puerto Rico, Colombia y otros mas (Mestre y Uribe, 1976;
Bravo, 1978).
El potasio no es un constituyente de ninguna de las estructuras o compuestos de la
planta, pero tiene numerosas y complejas funciones, muchas de las cuales no son
todavía completamente comprendidas. Se encuentra involucrado en procesos biofísicos
y bioquímicos. Entre los procesos biofísicos, presión y regulación osmótica y entre los
bioquímicos, efectos despolarizantes sobre las membranas celulares (Prevel, 1981;
Carvajal, 1984; Mengel, 1985).
Es conocido que el potasio juega un papel vital en la fotosíntesis, transporte de los
productos de la fotosíntesis, regulación de los poros de las plantas (estomas), activa-
ción de los catalizadores de las plantas (enzimas) y nivel hídrico de las hojas.
Se ha comprobado que existen sistemas multienzimáticos muy variados que requie-

89
ren potasio. Más de 60 enzimas necesitan potasio como activador. Entre las enzimas
activadas están: la nitrato-reductasa, sintetasa del almidón, acetil-COA. Por vía
enzimática hay síntesis de compuestos polimerizados (proteínas, almidón) (Prevel,
1981; Carvajal, 1984; Beringer, 1980).
El potasio es requerido para la sintetasa del almidón, enzima clave que controla la
tasa de incorporacion de la glucosa en la larga cadena de la molécula del almidón. La
conversión de azúcar soluble en almidón es una etapa vital en el proceso de llenado del
grano (Tisdale, Nelson y Beaton, 1985).
Una función del potasio es regular la entrada de dióxido de carbono (CO2) en las
plantas a través de los estomas, diminutos poros en el envés de las hojas, cuya función
de abrirse y cerrarse es regulada por el suplemento de K. Las células guardianas a
cada lado del estoma acumulan grandes cantidades de K si el suplemento es adecuado,
forzándolo a que se abra. En plantas bien provistas de K se incrementa el número y
tamaño de estomas por unidad de área facilitando de esta manera el intercambio de
CO2 y oxígeno (O2) del tejido de la hoja. La regulación en la apertura y cerrado de los
estomas ejerce efecto en la tasa de transpiración, evitándose pérdidas innecesarias de
agua en la transpiración. (Instituto de la potasa y el fósforo, 1991; Kurmar, Tesha y
Akunda, 1982).
Otra función básica del K es la de facilitar el rápido flujo de los productos de fotosín-
tesis dentro de la planta (floema), promoviendo de esta manera el almacenamiento de
estos compuestos en órganos como las semillas tubérculos y frutas. La tasa del trans-
porte de agua y nutrientes en el interior de tejidos conductores (xilema) se incrementa
con un alto suplemento de K (Instituto de la Potasa y el fósforo, 1988).
El potasio interacciona postivamente con el nitrógeno; la absorción de K aumenta
cuando el contenido de N en el suelo es más alto. La absorción y transporte del K hacia
hojas jóvenes es favorecido en las plantas por el suministro de N.
Teóricamente un suministro apropiado de K más NO3, a través de las hojas, median-
te aspersiones de nitrato de potasio (KNO3), podrá estimular el movimiento de K+ y
NO3- desde las hojas hasta la raíz y y viceversa (Bareket, 1979).
Benzoni, et al (1971) y Frost, et al (1978) comprobaron el efecto positivo del K en la
absorción del NO3. El modelo sugiere que los NO3 y el ión acompañante K+, entran en la
raíz y se desplazan hacia los brotes donde la nitratoreductasa convierte el NO3 en NH4
y se produce malato al mismo tiempo. Parte de ese malato se mueve a la raíz como
malato de potasio, ocurre descarboxilación, se forma bicarbonato que intercambia con
el NO3 en la absorción, el bicarbonato libera al medio el nutriente y el potasio lleva
hacia arriba el N03.
Muchos investigadores han señalado una relación entre el K y el metabolismo del N
en la planta. Aspectos básicos del metabolismo del N incluyendo la absorción y reduc-
ción del NO3, son afectados por la presencia de K (Murphy, 1980; Kurmar, Tesha y
Akunda, 1982).
La aplicación de K conjuntamente con el N aumenta la conductancia de los estomas,
al tiempo que se incrementa la tasa de asimilación del carbono. El hecho queda refle-
jado en ensayos de producción del cultivo donde el K junto con el N incrementaba
ligeramente el peso del café puro. La nutrición potásica del cafeto se potencia con la

90
adición de N (Kurmar, Tesha y Akunda, 1982; Instituto de la Potasa y el fósforo, 1991).
Guerrero (1989) anota que tanto el N como el K pueden ser fácilmente absorbidos
por las hojas y transportados hacia los sitios de crecimiento activo tales como hojas
nuevas, frutos jóvenes, ramas en crecimiento y meristemas apicales.
El efecto estimulante del potasio sobre la fotosíntesis, carga y transporte del floema,
así como la síntesis de sustancias de alta carga molecular (celulosa, lípidos, proteí-
nas), dentro de los órganos de almacenamiento, están basados en la asociación del
potasio con el estado energético de la planta (Beringer, 1980).
En la fase reproductiva de los cultivos hay baja absorción de K del suelo debido a la
distribución de la energía química, principalmente por medio de la sacarosa, que en
estado reproductivo es traslocada desde las hojas, vástagos y raíces hasta los órganos
de almacenaje como los frutos. En esta etapa las raíces tienen poco nivel energético y,
por tanto, bajo índice de absorción de K (Mengel, 1985).
Al aplicar KNO3 sobre el follaje, éste penetra en pocos minutos a los espacios
extracelulares del limbo foliar y allí queda protegido de los períodos de lluvia. Luego se
va asimilando en un período de 1 a 4 días y se reparte por toda la planta vía floema
cumpliendo sus múltiples funciones nutritivas y estabilizadoras del balance nutricional
(Coljap, 1978).
En prefloración y maduración de la cosecha la planta absorbe más potasio. Antes de
floración son necesarias altas aplicaciones de K para obtener beneficio de las aplica-
ciones de N (Cooil et al, 1958; Carvajal, 1984). El KNO3 es el mejor portador de NO3,
por cuanto su asimilación y traslocación por vía foliar es más efectiva en presencia de
potasio (Adams y Attwill, 1982).
El aprovechamiento del potasio por el café vía foliar se estudió en Brasil y se com-
probó la bondad de distintas fuentes de potasio como: KNO3, K2SO4, KCl. No se presen-
tó daño foliar en ningún tratamiento y de acuerdo a los resultados se recomienda
aplicar 4,5 g de K2O por planta (Menard, 1961).
En Colombia se han realizado varios ensayos de investigación con diferentes canti-
dades y fuentes de K aplicadas edáficamente. Machado (1958) en ensayos de fertilizacidn
de café con K concluyó que había deficiencia de K en seis localidades y recomendó
aplicar entre 250 y 500 g de K2SO4 por árbol. Ensayos realizados por Uribe y Mestre
(1976) en ocho lugares de la zona cafetera, encontraron respuesta al K en cinco sitios.
En suelos con K intercambiable mayor de 0,35 me/100 g de suelo la probabilidad de
respuesta del cafeto al K es muy baja (menor del 5%). López (1968) en ensayos de
campo encontró que la aplicacion de 400 g de K2O, en forma de cloruro, mostraba
síntomas visibles de toxicidad y concentraciones elevadas de cloro en las hojas, supe-
riores a 2,875 ppm.

5.3 MATERIALES Y MÉTODOS

En tres regiones del departamento de Caldas, ubicadas en los municipios de Palestina,


Chinchiná y Filadelfia, en la finca Los Cerezos, a 16 km en la vía que conduce de
Manizales a Medellín, la Ínsula, a 3 km de Chinchiná en la vía a Marsella, y El Recreo
a 45 km en la vía Manizales a Aranzazu, en los años 1988, 1989, 1990 y 1991 se

91
TABLA 5.1 Localización y características climáticas de los campos experimentales

Lugar Municipio Altura T °C Lluvia Humedad


m mm relativa (%)

Los Cerezos Palestina 1. 350 22 2.150 70


La Ínsula Chinchiná 1.400 21 2 510 75
El Recreo Fíladelfia 1.588 19 2.005 -

realizaron tres ensayos experimentales, con repetición en cada sitio de aspersión de


KNO3 vía foliar, en diferentes dosis y frecuencias.
Las características ecológicas de la región donde están ubicadas las fincas son las
siguientes:
Los campos experimentales estaban cultivados con café variedad Colombia, de dos
años de edad en las fincas Los Cerezos y La Ínsula y cuatro años de edad en la finca El
Recreo, a plena exposición solar, sembrados a una distancla de 1,2 m por 1,2 m en la
finca Los Cerezos, 1 m por 1 m en la finca La Ínsula y 1,3 m por 1,3 m, al triángulo en
la finca El Recreo.
El diseño experimental correspondió a una distribución en bloques completos al
azar con cuatro tratamientos y cuatro replicaciones, para un total de 16 parcelas, cada
parcela experimental tenía nueve plantas efectivas con un borde común de descarte.
El primer ensayo experimental se realizó en dos ciclos, en la finca Los Cerezos,
donde se compararon cuatro tratamientos: un testigo sin aplicación foliar y fertilizacion
edáfica con 1.500 kg/ha de abono 17-6-18-2 (T1); fertilizaclón edáfica con 1.500 kg/ha
del abono 17-6-18-2 y cinco aplicaciones foliares mensuales de KNO3 al 2% (T2);
fertilización edáfica con 3.000 kg/ha del abono 17-6-18-2 sin fertilización foliar (T3) y
fertilización edáfica con 3.000 kg/ha del abono 17-6-18-2 más cinco aplicaciones foliares
mensuales de KNO3 al 2% (T4). Las aplicaciones foliares con KNO3 se hicieron en
prefloración y floración.
El segundo ensayo experimental se realizó en dos ciclos en las fincas La Ínsula y El
Recreo, donde se compararon cuatro tratamientos: testigo absoluto sin fertilización
foliar (T1), seis aplicaciones foliares con KNO3 al 2% cada 15 días (T2), tres aplicacio-

TABLA 5.2 Características físico-químicas de los suelos donde se realizaron los


experimentos

Finca Textura pH M.O.(%) P(ppm) K Ca Mg Al


me/100 g

Los cerezos franco 5,0 3,8 20,5 1,10 4,0 1,4 0,5
arcillosa
La Ínsula franco 5,1 8,0 25,0 0,29 1,7 0,3 0,6
arcillosa
El Recreo franco 5,6 5,5 10,0 0,25 9,6 2,6 -
arcillosa

92
nes foliares con KNO3 al 4% cada 30 días (T3); dos aplicaciones foliares con KNO3 al
6% cada 30 días (T4). La fertilización edáfica en la finca La Ínsula para todos los
tratamientos fue uniforme: una primera fertilización con úrea mas cloruro de potasio,
proporción 2:1, 80 g por árbol, una segunda fertilización con una mezcla de úrea, más
fosfato de amonio, más cloruro de potasio en relación 2:1:2, 80 g por árbol más 30 g de
óxido de magnesio.
La fertilización edáfica en la finca El Recreo para todos los tratamientos fue unifor-
me: una primera fertilización con úrea más cloruro de potasio, en relación 4 a 3 y en
cantidad de 120 g/árbol, una segunda fertilización con abono grado 17-6-18 en canti-
dad de 130 g/árbol.
El volumen de agua empleado en cada aspersión fue de 300 l por hectárea. Las
aplicaciones foliares con KNO3 se iniciaron a partir de la semana 12 de desarrollo del
grano y de acuerdo a la época de floración principal.
La producción se midió en gramos de café cereza por parcela. Para la presentación
de los resultados los datos se transformaron a gramos de café pergamino seco por
parcela y arrobas por hectárea de café pergamino seco y se sometieron a los análisis
que corresponden al diseño experimental usado mediante el paquete estadístico SAS.
Los experimentos, en cada sitio, tuvieron una duración de dos años y se tomaron
datos e información de dos cosechas.

5.4 RESULTADOS

Los datos se presentan de acuerdo a los lugares donde se realizaron los ensayos expe-
rimentales. Para cada lugar se presentan los resultados correspondientes a las cose-
chas anuales.
Finca Los Cerezos: los resultados obtenidos en este lugar se presentan en la Tabla
5.3. Efectuado el análisis estadístico se estableció diferencia significativa en el efecto
promedio de los tratamientos 3 y 4 (mayores dosis de fertilizante edáfico),. con rela-
ción al tratamiento 1. No se determinó diferencia significativa entre los tratamientos
con aplicación foliar y sin aplicación foliar; sin embargo, se observa que en los trata-
mientos donde se hizo aplicación del KNO3 foliar, se presentó un mayor incremento en
la producción.

TABLA 5.3 Efecto de diferentes modalidades de fertilización sobre la producción de


café (arrobas) pergamino seco por hectárea año - Los Cerezos

Abono Aspersión 1989 1990 Promedio


edáfico foliar cps/ha cps/ha de
Tratamiento kg/ha KNO3 @ @ producción

T1 17-6-18-2(1.500) 386,6 379,8 383,2


T2 17-6-18-2(1.500) KNO3 al 2% 457,0 444,3 450,7
T3 17-6-18 (3.000) 494,0 508,2 501,1
T4 17-6-18 (3.000) KNO3 al 2% 535,9 539,8 537,8

93
TABLA 5.4 Efecto de diferentes modalidades de aspersión foliar sobre la producción
de café (arrobas de café pergamino seco por hectárea año) - El Recreo

Año Año Promedio


1991 1992 de
Tratamiento Descripción @ cps/ha @ cps/ha producción

T1 Sin aplicación foliar 561 655 608


T2 Seis aplicaciones foliares 640 644 667
con KNO3 al 2% cada 15 días
T3 Tres aplicaciones foliares 709 721 715
con KNO3 al 4% cada 30 días
T4 Dos aplicaciones foliares 706 685 696
con KNO3 al 6% cada 45 días

Finca El Recreo: los resultados en este lugar se presentan en la Tabla 5.4. Efectua-
do el análisis estadístico no se estableció diferencia significativa en el efecto promedio
de los tratamientos en los resultads de la produccion de café, en la finca El Recreo, en
los años 1991 y 1992. Se observó, sin embargo, que la aplicación foliar con KNO3
incrementa la producción en los diferentes tratamientos.
En el año 1991 se obtuvo una gran diferencia entre el testigo y la aplicación de KNO3
al 2% cada 15 días, y en el año de 1992 el mayor incremento se obtuvo con la aplica-
ción de KNO3 al 4% cada 30 días.
Finca La Ínsula: los resultados obtenidos en este lugar se presentan en la Tabla 5.5.
En la primera cosecha hubo diferencia significativa entre el tercero y primer trata-
miento. Los tratamientos 2 y 4 aumentaron la producción con relación al testigo sin
aspersión foliar. En el tratamiento 4 se presentó decrecimiento en la producción.
En la segunda cosecha no hubo diferencia significativa entre los tratamientos. Se
presentaron incrementos en la producción de los tratamientos 2 y 4 con relación al
testigo y hubo una disminución en la producción del tratamiento 3 con relación al
testigo.

TABLA 5.5 Efecto de diferentes modalidades de aspersión foliar sobre la producción


de café (arrobas de café pergamino seco por hectárea año) - La Ínsula

Año Año Promedio


1991 1992 de
Tratamiento Descripción @ cps/ha @ cps/ha producción

T1 Sin aplicación foliar 482 485 483


T2 Seis aplicaciones foliares 542 552 547
con KNO3 al 2% cada 15 días
T3 Tres aplicaciones foliares 624 477 550
con KNO3 al 4% cada 30 días
T4 Dos aplicaciones foliares 574 506 541
con KNO3 al 6% cada 45 días

94
5.5 DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos en los tres sitios experimentales muestran que la aplicación
foliar de KNO3 tiende a incrementar la producción del café.
En la finca Los Cerezos con dosis diferentes de abono edáfico, la aplicación foliar
incrementó la producción en los dos años del ensayo. La diferencia fue significativa
entre los tratamientos con mayor dosis de fertilizante edáfico y el testigo con una
menor dosis edáfica y sin aspersión foliar.
En la finca El Recreo no se presentaron diferencias significativas pero se obtuvieron
incrementos en la producción cuando se aplicó foliarmente el KNO3 en las diferentes
concentraciones. En la primera cosecha hubo un incremento notable con la aplicación
foliar de KNO3 al 2%. En la segunda cosecha se presentó un decrecimiento en la pro-
ducción con el mismo tratamiento, pero se obtuvo el mayor rendimiento en este ciclo
con la aplicacidn foliar de KNO3 al 4%. Las aspersiones foliares de KNO3 al 6% origina-
ron un decrecimiento en la producción, con relación a las concentraciones menores.
En la finca La Ínsula, en el primer ciclo, se encontraron diferencias significativas
entre la aplicación foliar de KNO3 al 4% y el tratamiento donde no se hizo aplicación
foliar. Se presentó un caso especial de decrecimiento en la producción en la siguiente
cosecha con igual aplicación foliar de KNO3. Las aplicaciones foliares de KNO3 siempre
incrementaron la producción del café; se exceptúan el caso antes mencionado y la
aplicación de mayor concentración de KNO3, donde se presentó disminución con rela-
ción a los tratamientos donde se utilizó una dosis foliar más baja de KNO3.
Al analizar los diferentes ensayos se observa que la época de aplicación es un factor
esencial en la obtención de incrementos en la producción. En la semana 6 a 16, des-
pués de la floración, los frutos aumentan en volumen y en peso principalmente en lo
relativo al pericarpio. En este período hay una rápida expansión celular y los frutos
alcanzan un alto contenido de agua (80-85%) (Canell, 1972).
Las aplicaciones foliares de KNO3 en la fase reproductiva del café fueron benéficas
para el cultivo. En ésta época las raíces tienen poco status energético y bajo índice de
absorción del postasio (Mengel, 1985). Los requerimientos de nitrógeno y potasio au-
mentan rápidamente a medida que los frutos alcanzan su mayor desarrollo, la planta
no está en capacidad de extraer esos nutrientes para el desarrollo de sus frutos, sien-
do necesario suministrarlos a través de su sistema foliar, satisfaciendo así sus reque-
rimientos.
Las mejores concentraciones de KNO3, de acuerdo a los resultados, oscilan entre 2
y 4% y la mejor frecuencia: seis aplicaciones foliares de KNO3 al 2% y tres aplicaciones
foliares de KNO3 al 4%. La aplicación foliar de KNO3 al 6% no sería rentable, pues
disminuye la producción con relación a otras concentraciones. El decrecimiento en la
producción en algunos tratamientos, en diferente cosecha, podría explicarse, en parte,
por la disminución individual en rendimiento de algunas plantas de café. Las variacio-
nes climáticas, sequías por largos veranos y desuniformidad en la distribución de llu-
vias originan cambios productivos entre los diferentes ciclos.
La experimentación foliar con KNO3 en cultivo de café no está concluída y de acuer-
do a las observaciones y análisis realizados debería prolongarse a través del tiempo,

95
ensayando otras concentraciones, frecuencias y épocas de aplicación y pretendiendo
eliminar factores poco controlables como la variación genética en una plantación esta-
blecida, para lo cual podría incrementarse el número de plantas por parcela efectiva.

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97
6
Caña
panelera

111
Fertilización de la caña panelera
Rodrigo Muñoz Araque*

En Colombia la caña panelera está sembrada en tierras de baja a mediana fertilidad ya


que, con base en 2.300 muestras de suelo distribuidas en todo el país, predominan las
tierras con textura pesada, fuertemente ácidas (pH < 5,5) y con saturaciones baja a
media de aluminio (< 30%). Además son frecuentes los suelos con contenidos bajos a
medios en materia orgánica (< 5%), fósforo aprovechable (< 10 ppm- Bray II), calcio
(< 6,0 me/100 g), magnesio (< 1,5 me/100 g), potasio (< 0,3 me/100 g), capacidad de
intercambio de cationes (< 20 me/100 g) zinc (< 2,0 ppm) y boro (< 0,3 ppm). Los
suelos de alta fertilidad no superan el 10 por ciento de las tierras analizadas.

6.1 ECOFISIOLOGÍA DEL CULTIVO

La caña (Saccharum officinarum L.) es una gramínea con alta eficiencia fotosintética
en el trópico. En un medio ecológico apropiado, con buena tecnología, existen varieda-
des que producen entre 150 y 250 toneladas de caña por hectárea, con contenidos en
sacarosa entre 16% y 18%, para rendimientos de panela por hectárea entre 15 y 20
toneladas. Un medio ecológico apropiado es aquel en que las condiciones físicas, quí-
micas y biológicas del suelo y las climáticas permiten un desarrollo vegetativo normal
para una variedad de caña. En la Tabla 6.1 se indican varias condiciones ecofisiológicas
adecuadas o limitantes para caña sembrada entre los 800 y 1.600 metros sobre el
nivel del mar.

6.2 SÍNTOMAS DE DEFICIENCIAS NUTRICIONALES EN LA CAÑA

Las deficiencias de nitrógeno, fósforo y potasio, elementos móviles, empiezan afectan-


do las partes más viejas de la planta y luego se extienden a todos los órganos. En el
caso del nitrógeno su carencia provoca inicialmente un color verde pálido que se torna
amarillento en las hojas inferiores. Del ápice a lo largo de la nervadura central se seca
* Ingeniero Agrónomo, M. Sc. Especialista en Suelos.
Apartado Aéreo 51764, Medellín.
FIGURA 6.1 Zonas productoras de caña panelera

100
TABLA 6.1 Condiciones ecofisiológicas para el cultivo de la caña panelera
en la zona andina colombiana

Criterios Condición
Adecuada Limitante

Altura sobre nivel del mar (m) 800-1.600 >1.800


Temperatura media mensual (°C) 22-26 < 18 y > 28
Oscilación diaria temperatura (°C) 8-12 < 6 y > 12
Brillo solar promedio-horas/día 5-8 < 4 y > 10
Precipitacion promedia mensual (mm) 150-200 < 80 y > 300
Evaporacion media mensual (mm) 120-180 > 180
Humedad relativa promedio (°C) 75-80 < 70 y > 85
Velocidad viento promedia (km/hora) < 25 > 45
Profundidad efectiva real (cm) > 40 < 15
Textura Media (F,FAr,FArA,FArL) Pesada (Ar) y livianos (A)
Estructura Migajón, granular y bloque Laminar, masiva y prismática
Densidad aparente g/cm 1,0-1,3 < 0,7 y > 1,6
Drenaje natural Moderadamente bien drenado Excesivamente drenado o
pobremente drenado
Presencia de moteados Nulos a escasos (< 10) Abundantes (> 20%)
Relieve y pendiente (%) Plano a quebrado 0-120 Escarpado > 200
Posición geomorfológica Suelos aluviales, coluvio-aluviales Escarpado de cordilleras
y colinas
pH 5,5-7,2 < 5,0 y > 7,6
Saturacion de Al (%) < 30 > 60
Materia orgánica (%) 5-10 <3
P(ppm-Bray II) > 15 <5
me/100 g K 0,3-0,6 < 0,2
Ca 3-6 < 1,5
Mg 1,0-1,5 < 0,5
ppm B 0,3-0,7 < 0,2
Zn 1,5-3,0 < 1,0
S 10-20 <5

prematuramente. El crecimiento vegetativo se retarda, hay poco macollamiento y los


tallos se acortan y adelgazan.
La deficiencia de fósforo, en cambio, produce hojas de color verde oscuro a azul-
verdoso. En éstas frecuentemente aparecen manchas rojo-púrpura, particularmente
en los ápices o bordes. Las hojas se secan prematuramente. Los tallos son cortos y
delgados, ocurre muy poco macollamiento y el sistema radicular es restringido. Los
jugos son difíciles de clarificar y, en general, la panela es de mala calidad.
La deficiencia de potasio se manifiesta por jugos de baja calidad, generalmente con
contenido alto de azúcares reductores. En las hojas más viejas, inicialmente se pre-
senta un color verde pálido que se torna amarillento, con un secamiento en los bordes
que se inicia en el ápice. Los tallos son delgados y el macollamiento es escaso.
En otros elementos los síntomas más característicos de su deficiencia o exceso son:

101
Síntoma Deficiencia

Lesiones necróticas rojizas a lo largo de Magnesio


los bordes de las hojas

Hojas nuevas ganchudas. Necrosis en la punta y Calcio


bordes.

Hojas deformes “ampollas” en el limbo. Falso Boro


cogollo retorcido.

Hojas finas como papel que se enrollan. Tallos Cobre


sin turgencia o cogollo marchito.

Hojas nuevas con estrías cloróticas que se deshilachan. Manganeso

Hojas nuevas cloróticas en su base, pequeñas y Zinc


asimétricas.

Hojas tiernas cloróticas, estrechas y cortas; Azufre


tallos muy delgados.

Raíces cortas, anormalmente engrosadas; pocas Exceso de Al


raíces laterales.

6.3 EXTRACCIÓN DE ELEMENTOS NUTRITIVOS POR LA CAÑA

Para su normal crecimiento y desarrollo, la caña extrae del suelo cantidades altas de
nutrimentos especialmente potasio, calcio, nitrógeno, magnesio y fósforo. Las canti-
dades extraídas varían dentro de límites amplios dependiendo de la variedad cultivada,
el estado de fertilidad del suelo, la edad de la caña en la época de corte y de las
condiciones ambientales en general. Algunos datos así lo confirman.

kg de nutrimento extraído/ton material


Parte de la planta N P2O5 K2 O CaO MgO Autor
Tallos de caña 0,68 0,46 1,36 - - Barnes
Tallos de caña 3,30 1,88 5,52 3,62 3,36 Duboit
Tallos y residuos 1,20 0,90 5,00 1,60 1,20 Ramos
Tallos de caña 1,36 - - - - Samuels

Durante el crecimiento de la caña, en los primeros cinco meses, la absorción de


nutrimentos es baja, pero tan pronto se desarrollan bien las raíces y se inicia el
macollamiento, la toma de elementos nutritivos aumenta considerablemente, espe-
cialmente en K y N, conservando en todas las fases de desarrollo una secuencia de
extracción de K > N > Ca > P (Figuras 6.2 y 6.3).

102
K2O
40

30
Nutrientes (gramos)

20

10 CaO

P2O5

0
10 20 30 40
Semanas

FIGURA 6.2 Gramos de nutrientes removidos por una cepa entera de caña de azúcar
durante la primera etapa de crecimiento
Fuente: Van Dillewijn

50 K2O

40
Nutrientes (gramos)

30
N

20 CaO

10
P2O5

0
10 20
Semanas

FIGURA 6.3 Gramos de nutrientes removidos por una cepa entera de caña de azúcar
durante su período vegetativo
Fuente: Van Dillewijn

103
6.4 RESPUESTA DE LA CAÑA PANELERA A LA FERTILIZACIÓN

6.4.1 Nitrógeno

El N que se encuentra en el suelo proviene del aire por medio de la fijación simbiótica,
asimbiótica y de las descargas eléctricas que enriquecen las aguas lluvias con nitra-
tos; también de la mineralización de la materia orgánica y de los fertilizantes agrega-
dos portadores de este nutrimento. Los suelos colombianos donde se cultiva caña
panelera muestran, en general, contenidos bajos a medios en materia orgánica (Tabla
6.1) y en consecuencia dan respuesta a los fertilizantes nitrogenados. En varias loca-
lidades representativas de estos suelos se realizaron estudios sobre fertilización de
caña en los departamentos de Antioquia y Santander. Se observa en los datos (Tabla
6.2), en promedio, respuesta hasta la dosis de 150 kg de N/ha en estos suelos con
contenidos menores de 6,4 por ciento de materia orgánica. En los experimentos hubo
incrementos en el rendimiento, a razón de 28 kilogramos de panela por kilogramo de
nitrógeno aplicado, cuando se adicionaron hasta 100 kg de N/ha, en forma de úrea
comercial.
En los tratamientos donde las cañas estuvieron bien abastecidas de nitrógeno se
presentó un alto macollamiento, cañas con entrenudos largos, jugos de buena calidad
y contenidos de sacarosa entre 16 y 20 por ciento.

6.4.2 Épocas de aplicacion del nitrógeno

Los investigadores Stanford y Ayres (1964), Samuels y Alers (1963-1964), Wood (1962),
Mohan y Narasimham (1956) están de acuerdo en que el suministro adecuado de

TABLA 6.2 Respuesta de la caña panelera a nitrógeno. Rendimiento de panela


en cargas por hectárea (CPH)

Localidad Dosis de N en kg/ha1 Materia


Dpto 0 50 75 100 150 225 orgánica (%)

Fredonia (Antioquia) 131 - 148 - 110 104 3,4


Cocorná (Antioquia) 100 - 110 - 121 115 4,4
Barbosa (Antioquia) 75 - 81 - 114 75 6,2
Cocorná (Antioquia) 86 - 110 - 100 - 5,7
Barbosa (Antioquia) 27 - 72 - 134 - 5,4
Frontino (Antioquia) 94 98 - 175 220 - 3,8
San Benito (Santander) 76 77 - 86 86 - 4,6
Barbosa (Santander) 154 151 - 179 168 - 4,0
Guepsa (Santander) 53 55 - 67 65 - 6,4
Vélez (Santander) 93 111 - 80 138 - 3,8
Promedio 89 98 104 117 131 98 4,8
Incremento kg
de panela/kg de N
aplicado - 18 20 28 28 4

1. Con dosis adecuadas de P2O5 y K2O

104
nitrógeno a caña, a una edad temprana, produce aumentos en el macollamiento, en el
contenido de sacarosa de los jugos y en los rendimientos. Aplicaciones tardías y/o
dosis excesivas de nitrógeno dan jugos de mala calidad, reducen el contenido de
sacarosa, aumentan el volcamiento y se producen cañas más susceptibles al ataque de
plagas y enfermedades.
En las variedades de caña sensibles al N, las aplicaciones de dosis adecuadas de
este elemento al suelo se deben hacer en edades tempranas, inferiores a los cuatro
meses, ya que son las mejores desde el punto de vista de pureza de los jugos y los
rendimientos. Cuando se retarda la adición de nitrógeno, más allá de los cuatro meses,
puede ocurrir un retraso en el crecimiento de la caña a tal extremo que no puede
recuperarse y alcanzar las producciones obtenidas con adiciones oportunas de
nitrógeno. Además ocurren los problemas inherentes a la aplicación tardía.
En Antioquia, en suelos de clima medio, ubicados entre 1.500 y 1.600 metros de
altura sobre el nivel del mar, se hicieron tres experimentos sobre épocas de aplicación
de nitrógeno, en forma de úrea, utilizando las dosis de 75 y 150 kg/ha, en suelos con
contenidos de materia orgánica entre 3,4 y 5,7 por ciento. Los resultados indicados en
la Tabla 6.3 muestran que las aplicaciones totales de 75 y 150 kg de N/ha a la siembra,
o cuatro meses después, dan rendimientos de caña, panela y concentración de sacarosa
altas e iguales o superiores a las aplicaciones fraccionadas en los primeros cuatro
meses del período vegetativo. Al comparar los resultados obtenidos con las aplicacio-
nes tardías, totales o fraccionadas, a los ocho meses de la siembra o el corte, con las
equivalentes tempranas, en los primeros cuatro meses, se nota que las aplicaciones
tardías tienden a disminuir las toneladas de caña por hectárea (TPH), las cargas de
panela por hectárea (CPH) y la concentración de sacarosa. La reducción fué más acen-
tuada en las cargas de panela por hectárea que en las toneladas de caña por hectárea
y en la concentración de sacarosa.
Los datos de la Tabla 6.3 muestran también que se puede dividir la aplicación de

TABLA 6.3 Efecto del fraccionamiento del nitrógeno en la producción


de caña panelera en Antioquia

Dosis de N Época de aplicación Cargas de panela por hectárea (CPH)


kg/ha A la siembra 4 meses 8 meses Suelo residual Suelo aluvial

0 - - - 86 27
75 (1) - - 110 72
75 - (1) - 124 144
75 - - (1) 139 60
150 (1) - - 160 134
150 - (1) - 147 97
150 - - (1) 128 55
150 (1/2) (1/2) - 154 112
150 (1/2) - (1/2) 147 65
150 - (1/2) (1/2) 139 83
150 (1/3) (1/3) (1/3) 123 137

Todos los tratamientos recibieron 75 kg de P2O5/ha y 150 kg de K2O/ha.

105
nitrógeno, en partes iguales a la siembra y a los cuatro meses de edad, con excelentes
resultados en rendimiento de caña y panela.

6.4.3 Efecto de fuentes de nitrógeno en la producción de caña

El nitrógeno se puede adicionar al suelo en forma orgánica e inorgánica. Las fuentes


orgánicas mas utilizadas son los compost provenientes de residuos de cosechas, las
excretas de animales como gallinaza, porquinaza, bovinaza, lombrinaza, con conteni-
do de nitrógeno entre 2,0 y 2,7 por ciento. También son de uso frecuente los residuos
de cosechas (mulchs) y los abonos verdes. Todos estos residuos orgánicos incorpora-
dos al suelo tienen la ventaja que aportan formas inorgánicas de nitrógeno (NO3- y
NH4+), fósforo (H2PO4-) y azufre (SO4=) al mineralizarse la materia orgánica; además,
producen humus y en consecuencia se mejoran en los suelos sustancialmente sus
propiedades químicas, físicas y biológicas, simultáneamente.
Las fuentes de nitrógeno inorgánico usadas tradicionalmente en Colombia para la
agricultura son úrea -CO(NH2)2, el sulfato de amonio (NH4)2SO4, nitrato de amonio
NH4NO3 y fosfato diamónico (NH4)2HPO4, cada una con las siguientes características:

Solubilidad
Nombre % otros a 20°C Índice1
comercial Fórmula % de N nutrimentos en agua acidez

Úrea CO(NH2)2 46 - 110 85


Sulfato de amonio (NH4)2SO4 21 SO4-24 76 110
Nitrato amonio NH4NO3 26 - 194 -
Fosfato diamónico (NH4)2HPO4 17 P2O5-46 59 74

1. kg de CaCO3 por cada 100 kilogramos de fuente comercial

En la utilización de una fuente nitrogenada para la agricultura se tienen en cuenta


su composición, grado de acidificación y eficiencia para aportar nitrógeno, la que a su
vez depende de las características físico-químicas de la fuente, de las propiedades del
suelo y de las condiciones del ambiente. En este sentido, Samuels (1952) en Puerto
Rico, en trabajos relacionados con diferentes fuentes de nitrógeno, no obtuvo diferen-
cias en la producción de caña de azúcar cuando utilizó sulfato de amonio, Uramón,
nitrato de amonio y nitrógeno orgánico. Por su parte, Loeweinstein, citado por Loudy
(1959), fertilizando caña encontró pérdidas totales cercanas al 50% del N-aplicado en
suelos de pH 6,5, durante las primeras 6 semanas. En el departamento de Antioquia se
establecieron tres experimentos en suelos de clima medio de baja fertilidad, con con-
tenido de materia orgánica entre 5,4 y 6,2 por ciento, para evaluar el efecto en la
producción de caña y panela de tres fuentes de nitrógeno: úrea, sulfato de amonio y
nitrato de amonio, en dosis de 150 kg de N/ha. También se usó gallinaza con 2,7% de
N, en una dosis de 15 toneladas por hectárea. Los resultados obtenidos (Tabla 6.4)
mostraron respuesta positiva con altos incrementos en los rendimientos cuando se

106
TABLA 6.4 Efecto de fuentes de nitrógeno en la producción de caña panelera
en Antioquia

Dosis de N Fuente Rendimiento cargas de panela/ha


kg/ha Suelo residual Suelo aluvial

0 - 86 27
150 Sulfato amonio 154 124
150 Nitrato amonio 141 60
150 Úrea 140 112
15.000 Gallinaza 131 32

Todos los tratamientos recibieron 75 kg de P2O5/ha y 150 kg de K2O/ha.

adicionaron 150 kg de N/ha, en cada una de las tres fuentes utilizadas. Sin embargo, la
más eficiente fue el sulfato de amonio, en segundo lugar la úrea y en tercer lugar el
nitrato de amonio. La gallinaza en dosis alta utilizada, también fue un buen abono
orgánico para producir panela, especialmente en los suelos residuales o de ladera.

6.4.4 Fósforo

Este nutrimento lo necesita la caña durante las diferentes fases de su crecimiento y


desarrollo (Figura 6.4) pero parece especialmente importante durante los primeros
cuatro a cinco meses del cultivo. Un adecuado abastecimiento de P en el suelo es la
base para un buen desarrollo radical, un abundante y vigoroso macollamiento, una
rápida maduración y una buena polimerización de almidones, formación y transforma-
ción de azúcares simples en sacarosa (disacárido). Plantas de caña bien fertilizadas
con P dan generalmente jugos con una adecuada concentración de fosfatos (0,35 a
0,50% de P2O5) y sacarosa (más de 16%) que los hacen de buena calidad, fáciles de
clarificar y que producen panela de buen grano y color.
En el suelo, el fósforo se encuentra en formas orgánicas e inorgánicas. Estas provie-
nen de la materia orgánica, de los minerales apatitas portadores de este elemento y de
los fertilizantes fosfatados aplicados. En Colombia, en la zona productora de caña
panelera, en clima medio, el contenido de fósforo total está en valores adecuados,
generalmente mayores de 1.000 ppm, pero el fósforo aprovechable, valorado por la
solución Bray y Kurtz (NH4F y HCl), se encuentra en contenidos bajos, con menos de
10 ppm, en un alto porcentaje de los suelos cultivados. Varias son las causas que,
actuando simultáneamente, determinan esa escasa disponibilidad, como baja tasa de
mineralización de la materia orgánica, alto grado de acidez y aluminio, abundancia de
minerales arcillosos a base de óxido e hidróxido de Fe y Al, arcillas caoliníticas y
amorfas-alofánicas que le imprimen al suelo una alta fijación de los fosfatos liberados
a la solución del suelo.
En Colombia, en zonas productoras de panela, se ha realizado un número relativa-
mente grande de experimentos para evaluar el efecto de dosis, fuentes y épocas de
aplicación de fósforo sobre la producción de caña y panela. En relación a dosis, los
resultados muestran, en aquellos suelos con contenidos menores de 10 ppm (Bray II),

107
respuestas positivas con incrementos altos en los rendimientos de panela, cuando se
adiciona P en forma de superfosfato triple (Tabla 6.5 y Figura 6.4). Tomando en consi-
deración 19 localidades en los departamentos de Antioquia y Santander (Tabla 6.5 ) se
obtuvo un incremento equivalente a 48,3 kilogramos de panela por cada kilogramo de
P2O5 aplicado, en un rango de exploración entre 0 y 300 kg P2O5/ha, con un promedio
de 141 kg de P2O5/ha, en la plantilla y dos a tres socas subsiguientes.
Teniendo en cuenta los costos del fertilizante y el valor del precio de la panela en
1993 se obtiene, para el caso que se viene analizando, una eficiencia económica de 86
pesos de ganancia por cada peso invertido en fertilizante, en un período de 14 meses
que dura el cultivo aproximadamente, lo cual equivale a un interés del 6,1% mensual.
En aquellos suelos con contenidos de P entre 13,6 y 24,8 ppm (Bray II) también se
produjo un incremento en la producción pero relativamente menor y equivalente a 18,4
kilogramos de panela por kilogramo de P2O5 aplicado, con apenas un interés de 1,64%
mensual.

TABLA 6.5 Respuesta de la caña panelera a la aplicación de fósforo en suelos


de clima medio en Colombia

P(ppm) Rendimientos Mejor dosis Rendimiento en


Localidad-departamento Bray II Sin P (CPH) de P2O5 (kg/ha) CPH

Cocorná-Antioquia 1,5 69 300 136


Barbosa-Santander 2,1 126 200 173
Barbosa-Santander 2,1 76 50 108
Amagá-Antioquia 2,3 91 75 113
Cocorná-Antioquia 2,8 96 150 152
Barbosa-Antioquia 2,8 112 150 193
Bolívar-Antioquia 3,0 155 135 211
Bolívar-Antioquia 3,0 64 150 130
Barbosa-Antioquia 3,2 119 150 198
Amagá-Antioquia 3,2 166 150 162
Barbosa-Santander 3,4 50 50 81
Guepsa-Santander 3,9 50 200 71
Vélez-Santander 4,4 64 200 141
Guepsa-Santander 6,3 87 100 69
San Benito-Santander 6,8 113 200 79
Vegachí-Antioquia 9,0 27 135 100
Puente Nacional-Santander 9,3 96 100 131
Guepsa-Santander 9,7 68 50 86
Venecia-Antioquia 10,0 106 135 125
Rango 1,5-10,0 50-156 50-300 69-198
Promedio 4,6 61,7 141 129,8
San Benito-Santander 13,6 65 100 72
Vegachí-Antioquia 18,0 196 150 191
Vélez-Santander 24,8 109 100 131
Rango 13,6 -24,8 65-196 100-150 72-191
Promedio 18,8 123 116,6 144,6

CPH = Cargas de panela por hectárea. Valor estinado en base a Brix-toneladas de caña por hectárea y porcentaje de extracción.

108
15,0 SFT

14,5

RFH
*
Toneladas de panela por hectárea

14,0

13,5

13,0 *
*
12,5
*
12,0 *
11,5

11,0

10,5

10,0
45 90 135
kg/ha de P2O5

FIGURA 6.4 Efecto de diferentes dosis y dos fuentes de fósforo, en el rendimiento


de panela, en suelos de clima medio en Antioquia, con menos de 10
ppm de P

En los diferentes experimentos, las cañas cultivadas en los suelos deficientes en P,


cuando no recibieron este elemento, presentaron menor contenido de azúcares tota-
les, que generalmente osciló entre 15,3 y 18%. En tanto que las cañas bien fertilizadas
mostraron contenidos mayores, que variaron entre 16,8 y 20,2%. En estas cañas se
obtuvo panela de buen grano y color.

6.4.5 Fuentes de fósforo

En los fertilizantes fosfóricos existen fuentes solubles en agua y/o en citratos, con P en
forma de fosfato monocálcico —Ca(H2PO4)2— en superfosfato triple, superfosfato simple
y Escorias Thomas. Otras fuentes de P de muy lenta solubilidad, generalmente en
forma de fosfatos tricálcicos —Ca10(PO4)6(OH,F2)—, son las rocas fosfóricas. Estas
para su uso en la agricultura, se muelen finamente y aplicadas en suelos ácidos van
liberando muy lentamente el P a la solución.
En general, las fuentes de P soluble en agua y/o citratos se recomienda aplicarlas
en toda clase de cultivos agrícolas; las no solubles únicamente en plantas de período
vegetativo largo o perenne, teniendo en cuenta ciertas características específicas en
los suelos.

109
TABLA 6.6 Efecto de la aplicación de P como superfosfato triple (SFT), Escorias
Thomas (ET) y Roca Fosfórica del Huila (RFH) en la producción
de caña panelera en Colombia

Localidad P (ppm) CPH Mejor dosis P2O5 CPH con la mejor dosis
Bray II Sin P kg/ha de P2O5/ha como:
SFT RFH ET SFT RFH ET

Ciudad Bolívar 3,0 156 90 135 - 171 211 -


Ciudad Bolívar 3,2 64 225 220 - 141 95 -
Vegachí 9,0 27 135 90 - 100 95 -
Venecia 10,0 107 45 135 - 130 126 -
Promedio tres sitios1 2,6 123 150 143 75 237 170 225
Rango 2,6-10.0 27-156 45-225 90-225 75 100-237 95-211 225
Promedio 5,6 95,4 129 147 75 156 139 225

1. Localidades de Amagá, Barbosa y Cocorná


CPH = Cargas de panela por hectárea, estimadas con base en Brix de panela y jugos y en el porcentaje de extracción.

En Colombia, en la zona de clima medio, se estudió el efecto de la adición de P en


forma de superfosfato triple, con 45% de P2O5; Escorias Thomas, con 16% de P2O5 y
una roca fosfórica nacional, con 25% de P2O5 total, en la producción de caña y panela.
Los resultados (Tabla 6.6 y Figura 6.4) dieron, en suelos con menos de 10 ppm de P
(Bray II), incrementos altos en los rendimientos con 90 a 150 kg de P2O5/ha en las tres
fuentes de P consideradas.

6.4.6 Potasio

En la caña, el potasio tiene gran incidencia en el contenido y movilización de los almi-


dones. Una ligera deficiencia ocasiona sensibles disminuciones en la formación de
almidones, dando como resultado bajos contenidos de sacarosa. Este elemento activa
el sistema enzimático de la planta, particularmente la invertasa; fomenta en alto grado
la síntesis de la sacarosa y la pureza de los jugos.
Un adecuado suministro de potasio, generalmente en la primera mitad de la vida del
cultivo, lleva a la producción de tallos fuertes, vigorosos y un abundante macollamiento.
Una carencia de K, en cambio, origina cañas débiles propensas al vuelco o encamado,
con escaso desarrollo y hay alta mortalidad de cogollos en crecimiento. En las cañas
deficientes en K se restringe la absorción de la elevada cantidad de agua que requieren
para su normal crecimiento.
En el suelo, el K proviene de la materia orgánica, de los minerales potásicos como
los feldespatos, micas biótita y moscovita y del potasio agregado en los fertilizantes.
Este elemento se pierde fácilmente en el suelo por procesos de erosión, percolación y,
aún, por fijación a través de arcillas ilita y vermiculita, principalmente.
En Colombia, en general, el contenido total de K en los suelos es adecuado, pero el
K intercambiable tiende a estar entre valores bajos y medios en las tierras cultivadas
con caña panelera. En las diferentes zonas, son altas las frecuencias de suelos con
contenidos de K-intercambiable menores de 0,3 me/100 g de suelo, considerado crítico
para deficiencia.

110
TABLA 6.7 Respuesta de la caña panelera a la aplicación de potasio
en suelos de Colombia

Rendimiento (CPH)
Localidad Contenido de K Rendimiento (CPH) Mejor dosis con mejor dosis
Departamento me/100 g sin K de K2O kg/ha de K2O/ha

El Nus-Antioquia 0,10 62,5 180 135,0


Barbosa-Santander 0,10 37,7 50 179,7
Barbosa-Santander 0,10 95,7 30 107,0
Vélez-Santander 0,10 131,7 45 107,3
Cocorná-Antioquia 0,18 - 225 124,0
Barbosa-Santander 0,18 - 150 150,3
San Benito-Santander 0,20 73,9 50 86,2
Guepsa-Santander 0,20 63,5 50 67,9
Guepsa-Santanoer 0,20 66,0 45 83,4
Guepsa-Santander 0,20 76,0 45 88,2
Vélez-Santander 0,20 99,2 45 112,3
Puente Nacional-Santander 0,20 161,9 30 209,9
San Benito-Santander 0,30 65,2 30 72,2
Amagá-Antioquia 0,32 - 225 134,5
Frontino-Antioquia 3,75%1 157,5 100 191,3
Rango1 0,1-0,32 37,7-157,5 30-225 67,9-209,9
Promedio 0,18 90,0 92,8 123,2

1. Saturacion con K 3,75% considerada adecuada.

La caña es una planta que extrae del suelo grandes cantidades de K. Su aplicación
ha resultado ser indispensable para obtener altos rendimientos en aquellos suelos con
contenidos menores de 0,32 me/100 g (Tabla 6.7). En estas condiciones de fertilidad
se logran altos incrementos en los rendimientos, equivalentes a 35,7 kilogramos de
panela por cada kilogramo de K2O adicionado, en el rango de 30 a 225 kg de K2O/ha.
Estos resultados justifican ampliamente el uso de los fertilizantes con potasio, des-
de el punto de vista económico, ya que se produce una relación beneficio/costo muy
favorable de 35,1/1,0. Es decir, por cada peso invertido se gana el agricultor 35,1
pesos en un período de tiempo de 14 meses que dura el cultivo entre siembra y cose-
cha.

6.4.7 Acidez y encalamiento

En general, la acidez del suelo se considera crítica para el crecimiento y desarrollo


normal de los cultivos cuando el pH es menor de 5,5, el Al-intercambiable supera los
3,0 me/100 g de suelo o la saturación de Al es mayor del 60%; además, cuando el
contenido de Ca y/o Mg es menor de 3,0 y/o 1,0 me/100 g de suelo. Estas condiciones
químicas prevalentes en un suelo pueden indicar la necesidad de hacer aplicaciones
de enmiendas cálcicas o dolomíticas, especialmente en variedades de caña sensibles a
la acidez.
En diferentes regiones del departamento de Antioquia, cuyas características quími-
cas aparecen en la Tabla 6.8 se establecieron varios experimentos con caña panelera,

111
TABLA 6.8 Efecto de fuentes y dosis de Mg en el rendimiento de caña panelera
en Antioquia

Amagá Cocorná Barbosa Ciudad Bolívar Vegachí


Tratamiento Jonás La Tolda Yarumito Farallones Japón Dpto Promedio
Fuente Dosis kg/ha TPH

Testigo NPK - 13,3 5,7 8,6 11,7 10,2 21,5 11,8


+ Cal dolomítica 500 10,7 8,8 10,0 - - - -
+ MgSO47H2O 50 - - - 15,0 10,7 23,2 -
+ MgSO47H2O 100 15,7 9,5 10,6 14,2 8,6 18,7 12,9
Contenido de Mg (me/100 g) 1,86 1,06 0,68 0,73 1,46 1,13 1,15
pH 5,6 5,2 5,2 5,5 4,9 5,5 5,31

TPH = Toneladas oe panela por hectárea

Fuente Dosis kg de panela/kg de producto


Cal Dolomítica 500 kg|ha 1,26
MgSO47H2O 50 kg/ha 36,80
100 kg/ha 10,80

variedad POJ 28-78, para evaluar el efecto del sulfato de magnesio, grado agrícola
(MgSO47H20) y de la cal dolomítica (CaCO3 y MgCO3), en la producción. En general, se
nota buena respuesta a la cal dolomítica en la dosis de 500 kg/ha, aplicada a la plan-
tilla o inmediatamente después del corte, en aquellos suelos con pH 5,2 y contenido de
Mg-intercambiable menor de 1,0 me/100 g.
En igual forma el sulfato de magnesio grado agrícola fue muy eficiente en el rendi-
miento, cuando en los suelos ácidos el contenido de Mg-intercambiable osciló entre
0,68 y 1,13 me/100 g de suelo (Tabla 6.8).

6.4.8 Elementos menores

La investigación sobre la aplicación de elementos menores en caña panelera es relati-


vamente escasa. Sin embargo, cuando en los suelos el contenido de B-disponible, valo-
rado con agua caliente, está entre 0,15 y 0,27 ppm la respuesta a dosis de 10 kg/ha de

TABLA 6.9 Efecto del boro en el rendimiento de caña panelera en Antioquia

Cocorná Amagá Barbosa Ciudad Bolívar Vegachí


Tratamiento La Tolda Jonás Yarumito Farallones Japón Dpto Promedio
Fuente Dosis kg/ha TPH

Testigo NPK - 5,7 13,3 8,6 11,7 10,2 21,5 11,9


+ Bórax 10 15,2 13,5 9,0 15,5 11,1 20,0 14,0
+ Bórax 20 - - - 11,5 10,8 18,7 -
Contenido de B (ppm) 0,30 0,25 0,15 0,40 0,27 0,56 0,32

TPH = Toneladas oe panela por hectárea

Dosis kg de panela/kg de producto


Bórax 10 kg|ha + 209
Bórax 20 kg/ha - 39

112
TABLA 6.10 Efecto de los elementos menores Zn, Cu, Mn, Mo y secundarios en el
rendimiento de caña panelera en Antioquia

Ciudad Bolívar Vegachí Amagá Cocorná Barbosa


Tratamiento Farallones Japón Dpto Jonás La Tolda Yarumito
Fuente Dosis kg/ha TPH

Testigo - 11,7 10,2 21,5 13,3 5,7 6,7


ZnSO4 30 13,4* 9,4 23,5*
60 14,3* 9,4 20,7
CuSO4 30 10,7 8,7 21,1
60 10,1 13,9* 21,1
MnSO4 30 10,9 11,9 19,2
60 12,1* 11,1* 25,4*
MoNH4 0,5 11,9 11,6 20,1
1,0 13,8* 11,1* 22,4*
2,0 - - - 14,0* 1,5* 10,4*
S-elemental 20 11,9 10,4 24,0*
40 11,4 10,5 22,8

TPH = Toneladas oe panela por hectárea

Contenido en ppm Promedio kg de panela/kg de producto


Zn 1,2 8,8 2,5 4,1 ZnSO4 (30) - 32,3
Cu 1,1 5,0 3,0 3,0 CuSO4 (60) - 9,5
Mn 25,1 32,8 22,5 26,8 MnSO4( 60) - 29,0

bórax comercial (10,3% de B2O3) es apreciable. Con esta dosis se logra un incremento
de 209 kg de panela por cada kilogramo de bórax aplicado, lo cual económicamente es
ampliamente aceptable (Tabla 6.9).
En relación con las aplicaciones de zinc, cobre y manganeso se han obtenido resul-
tados positivos, con altos incrementos en los rendimientos, cuando su contenido en el
suelo es menor de 2,5 ppm de Zn, 3,0 ppm de Cu y 32,8 ppm de Mn. En este orden, las
adiciones de 30 kg/ha de ZnSO4, 60 kg/ha de CuSO4 y 60 kg/ha de MnS04 han resultado
ser las mejores (Tabla 6.10). En los tres suelos considerados, Farallones (Bolívar),
Japón y Departamento (Vegachí), la adición de 1,0 kilogramo de molibdato de amonio
por hectárea provocó un incremento en la producción de 1.300 kilogramos de panela
(Tabla 6.10).

6.5 RECOMENDACIÓN DE FERTILIZANTES

Un alto porcentaje de las tierras cultivadas con caña panelera en Colombia necesitan
la adición de N,P,K, cal y elementos menores para producir altos rendimientos de caña
y panela de buena calidad. En la Tabla 6.11 se indican las condiciones generales de
suelo y las dosis más adecuadas de fertilizantes a base de nitrógeno, fósforo y potasio.
En la Tabla 6.12, igualmente, se muestran las condiciones de acidez de calcio y/o
magnesio que justifican el encalamiento en caña panelera.

113
Finalmente, y aunque la investigación con elementos secundarios y menores es muy
incipiente, se dan algunas recomendaciones generales que pueden servir de guía de
fertilización (Tabla 6.13).

TABLA 6.11 Recomendaciones para la fertilización de caña panelera en la zona


andina colombiana comprendida entre 800 y 1.500 m.s.n.m.

Resultados análisis de suelos Dosis nutricional recomendada*


% M.O. P(ppm) K(me/100 g) N(kg/ha) P2O5 (kg/ha) K2O (kg/ha)
Bray II

<3 <5 < 0,3 75-100* 50 150


3-6 5-10 0,3-0,6 50-75* 25-50 75-150

* 50% de la dosis de N se aplica en la siembra y el 50% restante 90-120 días después.

TABLA 6.12 Recomendaciones para el encalamiento de caña panelera


en suelos de Colombia

Resultados análisis de suelos


pH % saturación me/100 g Encalamiento recomendado kg/ha
con Al Ca Mg

< 5,5 > 60 <3 < 0,5 400-500 de cal dolomítica


< 5,5 30-60 3-6 0,5-1,0 200-400 de cal dolomítica

Nota: La cal se aplica en banda en la siembra y después de cada corte, por 3-4 cosechas. Al cabo de dicho tiempo se realiza un nuevo análisis de suelos
para hacer los ajustes del caso.

TABLA 6.13 Recomendaciones para la fertilización con elementos secundarios


y menores en caña panelera en Colombia

Resultados análisis de suelos (ppm) Fertilizantes recomendados (kg/ha)


S Mn Zn Cu B Flor de azufre MnSO4 ZnSO4 CuSO4 Bórax

<6 < 15 < 1,5 < 1,0 < 0,3 30 50 50 50 10


6-12 15-50 1,5-4 1-2 0,3-0,6 15 25 25 25 5

Bibliografía

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115
TABLA 6.14 Guía general para la fertilización NUTRIMON de caña panelera
en zonas de ladera en Colombia1

Época de aplicación
Plan A la siembra o 30 a 120 días después
de después de cada corte de la siembra o corte
Zona fertilización Fertilizante y dosis (bultos/ha)*
15-15-15 25-15-0 ó úrea****
A
Clima medio 10 3a5ó2a3
de las 13-26-6 Sulfato de amonio
B**
Cordilleras 8 a 10 4
Central y Oriental2 15-15-15
C***
10 a 12
15-15-15 25-15-0 ó úrea****
A
Clima medio 8 a 10 3a5ó2a3
de la 13-26-6 Sulfato de amonio
B**
Cordillera 6a8 4
Occidental 15-15-15
C***
10 a 12
15-15-15 25-15-0 ó úrea****
A
Vertiente Oriental 10 3a5ó2a3
de la 13-26-6 Sulfato de amonio
B**
Cordillera 6a8 4
Oriental 15-15-15
C***
10 a 12

1. La formulación del plan de fertilización apropiado en cada caso debe ser hecha por un Ingeniero Agrónomo de Asistencia Técnica.
2. En suelos cuyo pH sea menor de 5,5 debe aplicarse en la siembra en el fondo del surco una fuente de cal o calfos.
* EI fertilizante compuesto debe apIicarse en el fondo del surco en el caso de caña plantilla y sobre el surco en caña soca.
** Plan recomendado para suelos con moderada o alta disponibilidad de potasio.
*** Plan recomendado para suelos con moderada o alta disponibilidad de fósforo y potasio.
****Podrá aplicarse sulfato de amonio en lugar de úrea en cada caso, cuando el pH sea superior a 5,5 y/o cuando el S-disponible
(Ca(H2PO4)2•0008M) sea inferior a 10 ppm.

116
7
Cítricos

131
Nutrición y fertilización de los cítricos
E. Malavolta*

7.1 INTRODUCCIÓN

En la práctica, la fertilización de cualquier cultivo busca cubrir la diferencia entre la


necesidad o demanda de la planta y la capacidad que el suelo tiene para suministrar
los nutrientes, es decir:

fertilización = (necesidad - suministro) x f

Siempre que la necesidad sea mayor que el suministro por el suelo hay que aplicar
fertilizantes. Todavía no es suficiente aplicar solamente la cantidad de nutriente igual
a la diferencia, porque no se logra un aprovechamiento de ciento por ciento del fertili-
zante, debido a las pérdidas que ocurren. Hay distintas pérdidas:
– volatización: es el caso del nitrógeno de la úrea en los suelos en general y del amoníaco
en los alcalinos; lo mismo ocurre con el azufre aunque en menor grado;
– lixiviación: ocurre con el nitrógeno, con el potasio en suelos livianos y con el boro;
– fijación: tiene lugar particularmente en el caso del fósforo y de micronutrientes
como el cobre, hierro, manganeso y zinc;
– erosión: lleva cualquier elemento hacia ríos, lagos y mares. Por este motivo aparece
en la ecuación el factor f, que es mayor que 1, y tiene como objetivo compensar las
pérdidas que tienen lugar.
En el caso de cultivos perennes, como son los cítricos, hay dos tipos de necesidades
que se deben considerar y satisfacer: las totales, que se refieren al contenido de macro
y micronutrientes en la planta entera, desde las raíces hasta los frutos; las necesida-
des anuales significan la demanda de los elementos nutritivos en función de lo que
pasa con la planta durante el año; es decir, vegetación y crecimiento, floración,
frutificación, crecimiento de los frutos y su maduración.
* Centro de Energía Nuclear na Agricultura
Universidad de São Paulo
13400-970 Piracicaba, São Paulo, Brasil
Frutos
(2 cajas de 40,8 kg)
N -170 g
P - 16
K -136

Hojas
N -102 g
P - 3
K - 18

Ramos + tallo
N -167 g
P - 4
K - 43

Raíces
N - 33 g
P - 2
K - 20

FIGURA 7.1 Contenido de macronutrimentos primarios en un árbol adulto de


naranja produciendo 2 x 40,8 kg de frutos
(Marchal & Lacoeuilhe, 1969)

7.2 NECESIDADES NUTRICIONALES

La Figura 7.1 muestra los contenidos de macronutrientes primarios, N P K, y su distri-


bución en un árbol que produce 2 cajas de 40,8 kg de naranjas. A su vez, la Tabla 7.1
contiene las cantidades de macro secundarios (Ca Mg S) y micronutrientes en la mis-
ma planta. Se puede observar lo siguiente: el Ca es elemento que aparece en mayor
proporción, particularmente en la parte vegetativa; los frutos contienen alrededor de

119
TABLA 7.1 Cantidades de macronutrientes secundarios y micronutrientes
en un árbol de naranja produciendo 2 x 40,8 kg de frutos

Elemento Raíces Ramos + tallo Hojas Frutos

Gramos
Ca 50 351 260 44
Mg 2 8 18 12
S 2 6 10 12
Miligramos
B 36 166 169 232
Cu 237 170 30 184
Fe 9.700 3.539 843 744
Mn 460 220 206 144
Zn 128 124 68 84

la cuarta parte de N y mitad del total de P y K. Entre los micronutrientes las necesida-
des mayores son las de hierro.
La Tabla 7.2 muestra las cantidades de macro y micronutrientes “exportados” por
tonelada de fruta fresca. Se puede observar que las siguientes órdenes decrecientes
son obedecidas:

TABLA 7.2 Cantidades de macro y micronutrientes exportadas por tonelada


de fruto en naranjas*

Elemento Rango Promedio

Gramos
N 999 - 2.434 1.906
P 148 - 214 173
K 972 - 1.986 1.513
Ca 438 - 644 526
Mg 99 - 152 127
S 74 - 300 137
B 0,5 - 2,9 2,2
Cl 16 - 39 25
Cu 0,3 - 4,1 1,2
Fe 2,1 - 17 6,6
Mn 0, 4 - 13 2, 8
Zn 0,7 - 1,4 0,9
Na 19 - 96 43
Miligramos
Co 1 - 11 13
Mo 4 - 40 8

* Bataglia, et al (1977)
Variedades: Naranjas - Pera, Baianinha, Hamlin, Natal, Valencia
Grape fruit
Lima ácida - Taití
Mandarinas - Murcott
Cravo

120
macronutrientes: N > K > Ca > P > S > Mg
micronutrientes: Cl > Fe > Mn = B > Cu > Co > Mo

Una cosecha de buen nivel, 40 ton/ha, por lo tanto, exportaría el equivalente a:

N - 1.906 x 40 = 76 kg
P2O5- 173 x 2,3 x 40 = 16 kg
K2O - 1.513 x 1,3 x 40 = 78 kg
Nota: Los factores 2,3 y 1,3 son utilizados para convertir, respectivamente P en P2O5, y K en K2O

En el curso del año agrícola, es decir, durante las distintas fases por las cuales pasa
el cultivo, la demanda de nutrientes cambia como se puede ver en la Tabla 7.3 la cual
brinda algunas informaciones respecto a épocas para suministrar fertilizantes: el P,
que es fijado en el suelo, tiene que estar presente en prefloración y se puede aplicar
sin fraccionar la dosis total, de una sola vez; las necesidades de N y K se distribuyen
más uniformemente a lo largo del año y, como pueden ser lixiviados, deben aplicarse
en dos o tres fracciones (generalmente 3 en siembra sin riego). Sin embargo, cuando
dentro del año se considera la demanda para los nuevos órganos, sean vegetativos
(yemas, ramos, raíces, hojas), sean reproductivos (flores y frutos), parte de la misma
es satisfecha gracias a la movilización de reservas previamente acumuladas. Es lo que
enseña la Figura 7.2: en plantas en plena producción, de doce años, por ejemplo, un
tercio de las necesidades de N y de K son suplidas por la movilización, mientras que en
el caso del P, solamente un décimo.
Bajo un punto de vista práctico, la Tabla 7.4 presenta un resumen de las principales
funciones de los elementos en la vida de los cítricos y en el proceso de formación de la
cosecha. Aunque el nitrógeno es considerado el elemento “clave”, hay que tener pre-
sente que todos los elementos son igualmente importantes. O mejor dicho: el creci-
miento o la producción pueden ser limitadas tanto por la falta de N, K o Ca, como por
la deficiencia de Mo que, entre los elementos de la tabla, es necesario en menor can-
tidad.

7.3 EVALUACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL

Evaluar el estado nutricional quiere decir hacer una comparación entre muestra y
patrón.

TABLA 7.3 Períodos de mayor necesidad nutricional en cítricos*

Período Nitrógeno Fósforo Potasio

Antes vegetación (primavera) X


Floración X X
Fines floración X
Caída prematura frutos X
Maduración frutos X X

* Kaempfer & Uexkull (1966)

121
2 años

0 2 4 6 8 10 gramos/año

Reserva
N
Total

6 años

0 40 80 120 160 200 240 gramos/año

Reserva
N
Total

12 años

50 150 250 350 450 550 650 750 gramos/año

Reserva
N
Total

FIGURA 7.2 Necesidades anuales para crecimiento y desarrollo de nuevos órganos


y contribución de reservas en los cultivos de cítricos
(Paredes y Primo Millo, 1988)

Muestra es un huerto, una planta, una hoja (o su contenido), un fruto. Patrón es lo


mismo, siempre y cuando corresponda con el desarrollo normal y, para plantas adul-
tas, alta productividad. Se exige del patrón que tenga alta productividad porque esto
significa que la planta (o todo el huerto) es normal bajo el punto de vista nutricional.
Planta normal quiere decir que ella contiene en sus tejidos todos los macro y
micronutrientes en cantidades y proporciones adecuadas para alta producción y, den-
tro de límites, alta calidad de los frutos. Por ejemplo: en Brasil la productividad pro-
medio de los huertos de cítricos es de 400 cajas de 40,8 kg por ha, o sea, un poco

122
TABLA 7.4 Funciones de los elementos nutritivos

Elemento Función

Nitrógeno El elemento clave


Aumento floración y vegetación
Fósforo Cuajado y maduración
Potasio Crecimiento y tamaño frutos
Disminución caída frutos
Mayor resistencia sequía, frío, plagas y
enfermedades, almacenamiento y transporte
Calcio Desarrollo y funcionamiento raíces
Cuajado
Magneslo Vegetación
Azufre Ayuda al fosforo
Vegetación y producción
(junto con el nitrógeno)
Boro Véase calcio
Cobre Vegetación (efecto tónico)
Resistencia enfermedades
Menor caída frutos
Hierro y manganeso Vegetación
Molibdeno Utilización del nitrógeno
Zinc Crecimiento vegetación
Cuajado y crecimiento frutos

menos de 17 tons/ha. En Florida y en California es por lo menos 2-3 veces más alta.
Así, un huerto que produzca un promedio de 40 toneladas/ha (sin riego), o aún más,
puede ser considerado como “normal”. Mayores detalles pueden encontrarse en
Malavolta, et al (1989).
Los principales métodos utilizados son: diagnóstico visual, diagnóstico foliar y diag-
nóstico bioquímico.
El diagnóstico visual está basado en el hecho que la deficiencia o exceso de un
determinado elemento causa manifestaciones externas en la hoja, fruto u otros órga-
nos, suficientemente específico para permitir la identificación del nutriente en cues-
tión. La Tabla 7.5 presenta un resumen de los principales síntomas de deficiencia y
exceso. El trabajo de Chapman (1968) contiene mayores informaciones.
En el diagnóstico foliar la planta misma funciona como solución extractora de los
elementos disponibles en el suelo. Es decir: cuanto mayor la cantidad de un elemento
disponible en el suelo mayor su contenido en la planta y vice versa.
No es necesario analizar la planta entera para evaluar su estado nutricional. Es
suficiente, en general, analizar la hoja recién madura, pues la hoja es el órgano que
mejor refleja el estado nutricional de la planta. Hay dos aplicaciones principales en el
uso del diagnóstico foliar: la evaluación del estado nutricional y la determinación de la

123
TABLA 7.5 Principales síntomas de deficiencia y exceso y sus causas
en los cultivos de cítricos

Elemento Síntoma Causa

Nitrógeno Deficiencia: falta vigor, retraso crecimiento, Poca materia órganica, acidez.
brotaciones cortas, amarillamiento y caída Exceso lluvia.
prematura hojas. Floración abundante, escaso Falta en la fertilización.
cuajado. Frutos pequeños con corteza muy fina
y buena calidad.

Exceso: mucha vegetación y pocos frutos. Exceso o desequilibrio en la


Retraso maduración y pérdida calidad corteza fertilización.
gruesa. Mayor ataque plagas.

Fósforo Deficiencia: hojas más viejas sin brillo, color Pobreza en el suelo, acidez o
gris o bronceado, después necrosis en las alcalinidad, falta en la
puntas y márgenes, con caída prematura; fertilización.
frutos más bastos piel rugosa, muy ácidos y
más vitamina C; eje central hueco.

Exceso: síntomas de deficiencia inducida de Exceso en la fertilización.


cobre, hierro, manganeso y zinc en las hojas,
corteza gruesa.

Potasio Deficiencia: hojas viejas se enrollan y arrugan. Pobreza en el suelo. Exceso de


Brotaciones débiles. Frutos pequeños, corteza cal; falta en la fertilización.
delgada, coloreados prematuramente. Jugo
poco ácido y abundante; caída prematura de
hojas y frutos.

Exceso: deficiencia inducida de Ca y Mg, en las Exceso en la fertilización.


hojas, frutos calidad empeorada: grandes,
corteza gruesa, poco jugo y muy ácido.

Calcio Deficiencia: hojas nuevas amarillas en las Suelos ácidos, falta en la


puntas y márgenes. Frutos de corteza gruesa y fertilización.
separada de los gajos (puffing). Menor cuajado.

Exceso: deficiencia inducida de K y Mg. Encalado excesivo.

Magnesio Deficiencia: hojas maduras con manchas Acidez.


amarillentas en forma de punta de flecha. Exceso K2O.
Deficiencia inducida de P. Menor cuajado y Falta en la fertilización.
alternancia de cosecha, piel menos coloreada.

Exceso: deficiencia inducida de P y K. Encalado excesivo.


Exceso en la fertilización.

Azufre Deficiencia: hojas nuevas con amarrillamiento Veáse nitrógeno.


uniforme.

124
TABLA 7.5 Continuación

Elemento Síntoma Causa

Azufre Exceso: deficiencia inducida de molibdeno. Exceso en la fertilización .

Boro Deficiencia: hojas nuevas color verde sin brillo. Vease nitrógeno. Exceso cal.
Hojas pueden tener formas raras. Frutos con Exceso N.
goma en el albedo, cerca del eje y de las
semillas. Muy poco jugo. Frutos nuevos duros.
Corcho en los nervios.

Exceso: amarillamiento irregular cerca de las Exceso en la fertilización o en el


márgenes de las hojas. agua de riego.

Cobre Deficiencia: hojas jóvenes grandes y flácidas. Pobreza en el suelo exceso de


Ramas con pústulas de goma y muerte cal, N, P2O5.
descendente (dieback). Frutos con erupciones
pardas de goma (exantema).

Exceso: hojas con clorosis y después manchas Efecto acumulativo de pesticidas


muertas, caída prematura, muerte de raíces. con cobre.

Hierro Deficiencia: hojas jóvenes con nervios verdes Suelos calcáreos.


sobre lámina verde pálida. Más tarde, toda la Exceso de cal.
hoja amarilla. Brotes pueden morir. Piel menos Acidez. Alto P2O5.
coloreada, frutos pequeños.

Manganeso Deficiencia: hojas jóvenes con tamaño normal. Véase hierro.


Nervios y banda a lo largo del tejido también Mucha materia orgánica.
verdes. Frutos menores, poco coloreados y
menos duros.

Exceso: deficiencia inducida de hierro. Acidez, acumulación de


productos con manganeso.

Molibdeno Deficiencia: hojas con manchas amarillas y Pobreza en el suelo; acidez.


después con centros pardos entre las Exceso de sulfato en la
nervaduras. Deficiencia inducida de nitrógeno. fertilización.

Zinc Deficiencia: hojas pequeñas y más angostas, Pobreza en el suelo.


amarillo brillante entre las nervaduras. Encalado o P2O5 excesivo.
Entrenudos más cortos. “Rosette” de hojitas en
la punta de los ramos. Frutos pequeños, piel
lisa, maduración precoz, poco jugo.

Exceso: hojas viejas amarillas con puntos Exceso en la fertilización.


muertos.
* Paredes & Primo Millo (1988).
Malavolta & Violante Netto (1989).
Malavolta, et al (1991).
España & Morell (1992).

125
dosis de fertilizante, o ajustes en el programa de fertilización. Hay que poner mucha
atención al muestreo bajo distintos puntos de vista:

a) Época: hojas de la brotación de la primavera con 4-6 meses de edad (Koo, et al,
1985) o 6-8 meses (Paredes & Primo Millo, 1989), o 6 meses (Sánches, et al, 1994);
en el Hemisferio Sur esto corresponde a los meses de febrero-abril;
b) Hoja: en brotes no fructíferos (Koo, et al, 1985); (Paredes & Primo Millo, 1988) en
brotes fructíferos (Sánches, et al, 1994), frutos con 2-4 cm de diámetro, tercera o
cuarta hoja después del fruto (véase Figura 7.3);
c) Número: mínimo de 20 plantas, huertos con menos y hasta 10 ha, 100 hojas en total
(Koo, et al, 1985); huertos uniformes (suelo y planta) con hasta 50 ha, mínimo 25
plantas, 4 hojas/planta, una por una por cada punto cardinal (Norte, Sur, Este, Oes-
te), ramas a media altura de la planta.

La Tabla 7.6 muestra cómo varía durante el año la composición de las hojas en
huertos de Brasil con alta productividad. La muestra se refiere a la 3era o 4a hoja de
ramas con frutos. Los niveles de Cu, Mn, Mo y Zn que aparecen en el mes de enero
pueden servir provisionalmente por todo el año. Cuando el huerto recibe aspersiones,

Rama vieja

4
5

Rama nueva

FIGURA 7.3 Muestreo de hoja de brotación de primavera

126
TABLA 7.6 Variación anual de niveles foliares para el cultivo del naranjo*

Elemento Ene Mar May Jul Sep Nov

%
N 2,4 - 2,6 2,4 - 2,6 2,4 - 2,6 2,2 - 2,4 2,0 - 2,5 2,3 - 2,6
P 0,12 - 0,15 0,12 - 0,17 0,11 - 0,15 0,11 - 0,15 0,12 - 0,15 0,13 - 0,16
K 1,1 - 1,5 1,0 - 1,4 1,0 - 1,4 1,0 - 1,4 1,0 - 1,2 1,3 - 1,6
Ca 3,0 - 4,0 3,5 - 4,0 4,5 - 5,0 3,0 - 4,0 3,0 - 4,5 4,0 - 4,5
Mg 0,30 - 0,4 0,25 - 0,30 0,20 - 0,35 0,20 - 0,30 0,25 - 0,30 0,30 - 0,35
ppm
B 60 - 110 60 - 140 80 - 120 60 - 100 60 - 120 60 - 120
Cu 10 - 30 10 - 30 10 - 30 10 - 30 10 - 30 10 - 30
Fe 150 - 300 130 - 300 250 - 400 150 - 300 200 - 300 150 - 300
Mn 25 - 50 25 - 50 25 - 50 25 - 50 25 - 50 25 - 50
Mo 0,10 - 1,0 0,10 - 1,0 0,10 - 1,0 0,10 - 1,0 0,10 - 1,0 0,10 - 1,0
Zn 25 - 50 25 - 50 25 - 50 25 - 50 25 - 50 25 - 50

* Cosecha entre 50 y 60 ton/ha


Datos de 7 huertos, tres años
(Malavolta, et al, 1991)

hay que lavar las hojas con detergente neutro a 0,1% que no contenga ninguno de los
nutrientes o entonces con HCl 0,1 N y después con agua de grifo y destilada. Aún, las
hojas pueden quedar contaminadas superficialmente, lo que lleva a errores en la inter-
pretación de los resultados.
Las Tablas 7.7 y 7.8 presentan, respectivamente, la interpretación de los niveles
foliares de macro y micronutrientes en los E.U., España y Brasil. Aunque el muestreo
(tipo de hoja), variedad, porta injerto y clima sean diferentes puede observarse que
hay bastante concordancia entre los valores. Esto es así, probablemente, porque el
factor que más influye en la composición mineral de la hoja es la fertilidad del suelo o
la fertilización: esto se puede observar en la Figura 7.4 “a” y “b” que contienen datos
de un experimento clásico en la fertilización de los cítricos conducido en Brasil. La
figura muestra cómo se cumplen las 3 premisas o condiciones básicas para el empleo
del diagnóstico foliar en la determinación de las dosis de fertilizantes o en los ajustes
de los programas de fertilización: dentro de límites, hay una relación directa entre
dosis de fertilizante y cosecha; dosis-contenido foliar y producción.
Los testes bioquímicos se basan en el hecho que un nutriente puede ser parte de la
estructura de un compuesto orgánico (el Mg en la clorofila, por ejemplo), activador (el
Mo en la reductasa del nitrato) o inhibidor enzimático (el Zn y la ribonucleasa). Si es
así, cuando hay deficiencia del elemento puede ocurrir lo siguiente:

a) Mg causa disminución en el contenido de clorofila;


b)Mo causa acumulación en el nivel de NO3-;
c) Zn causa disminución en el contenido de ácido ribonucleíco o aumento en los
nucleótidos libres.

El análisis bioquímico en la evaluación del estado nutricional de los cítricos ha sido


muy estudiado por Bar-Akiva y sus colaboradores (1971).

127
TABLA 7.7 Interpretación de niveles foliares de macronutrientes en cítricos
(% materia seca)

Elemento País Bajo Adecuado Excesivo

N E.U.1 < 2,40 2,50 - 2,70 > 3,0


España2 < 2,50 2,51 - 2,80 > 3,0
Brasil3 < 2,30 2,30 - 2,70 > 3,0
P E.U. < 0,11 0,12 - 0,16 > 0,3
España < 0,13 0,13 - 0,16 > 0,2
Brasil < 0,12 0,12 - 0,16 > 0,2
K E.U. < 1,10 1,20 - 1,70 > 2,4
España < 0,71 0,71 - 1,00 > 1,3
Brasil < 1,00 1,00 - 1,50 > 2,0
Ca E.U. < 2,90 3,00 - 4,90 > 7,0
España < 2,90 3,00 - 5,50 > 7,0
Brasil < 3,50 3,50 - 4,50 > 5,0
Mg E.U. < 0,29 0,30 - 0,49 > 0,8
España < 0,25 0,26 - 0,60 > 1,2
Brasil < 0,25 0,25 - 0,40 > 0,5
S E.U. - - -
España - - -
Brasil < 0,20 0,20 - 0,30 > 0,5

1. Koo, et al (1985).
2. Paredes & Primo Millo (1988), datos para naranjos.
3 .Sánches, et al (1994).

Cosecha
2,50
160
Cosecha (kg frutos/árbol)

150
Nitrógeno hojas (%)

Contenido hojas

2,25

100 2,00

0 250 500 N (g/árbol)

FIGURA 7.4a Relación entre dosis de N, cosecha y nivel foliar en naranjos


(Gallo, et al, 1966)

128
160
Cosecha (kg frutos/árbol) Cosecha
150 0,120

Fósforo hojas (%)


0,110
Contenido hojas

100 0,100
0 200 400 P2O5 (g/árbol)

Contenido hojas
160
1,75
Cosecha (kg frutos/árbol)

150

1,50

Potasio hojas (%)


Cosecha

1,25

100 1,00
0 150 300 K2O (g/árbol)

FIGURA 7.4b Relación entre dosis de P, K, cosecha y nivel foliar en naranjos


(Gallo, et al, 1966)

7.4 PRÁCTICA DE LA CORRECCIÓN DE ACIDEZ

Hay que distinguir entre acidez de superficie, generalmente profundidad de 0-20 cm, y
acidez de subsuperficie. La primera se corrige con el encalado que tiene las siguientes
finalidades:

a) Aumentar la participación del Ca y del Mg en la capacidad de intercambio catiónico


(CIC), desplazando a los dos responsables por la acidez, o sea, Al y H;

129
TABLA 7.8 Interpretación de niveles foliares de micronutrientes en cítricos
(ppm materia seca)

Elemento País Bajo Adecuado Excesivo

B E.U.1 < 36 36 - 100 > 250


España2 - - -
Brasil3 < 36 36 - 100 > 150
| Cu E.U. <5 5 - 16 > 20
España <5 5 - 16 > 22
Brasil < 4,1 4,1 - 10 > 15
Fe E.U. < 60 60 - 120 > 200
España < 60 60- 120 > 250
Brasil < 50 50 - 120 > 200
Mn E.U. < 25 25- 100 > 500
España < 25 25 - 200 > 1000
Brasil < 35 35 - 50 > 100
Mo E.U. < 0,1 0,1 - 1,0 > 5,0
España - - -
Brasil < 0,1 0,1 - 1,0 > 2,0
Zn E.U. < 25 25 - 100 > 300
España < 25 25 - 100 > 200
Brasil < 35 35 - 50 > 100

1. Koo, et al (1985).
2. Rivero (1986, p. 384).
3. Sánches, et al (1994).

b)Neutralizar el exceso de Al tóxico, de Mn y de hidrógeno;


c) Aumentar la disponibilidad de elementos como el N, P, S y B que se liberan por
mineralización de la materia orgánica del suelo, bajo la influencia de micro-
organismos;
d) Favorecer la fijación biológica del N;
e) Aumentar la eficiencia de la fertilización y, por lo tanto, ahorrar abonos.

La acidez de subsuperficie, es decir, poco Ca y mucho Al intercambiables (véase


más adelante), se “neutraliza” o se corrige con el empleo del yeso o fosfoyeso,
subproducto de las plantas del ácido fosfórico, CaSO4•2H2O. Es que la cal baja con
dificultad en el perfil del suelo y, por esto, los horizontes más profundos pueden conti-
nuar ácidos, y por esta razón, las raíces se concentran en la superficie, con conse-
cuencias desfavorables: menor resistencia a la sequía, menor utilización del fertilizan-
te y de la fertilidad natural del suelo. Sin embargo, el agua de lluvia o de riego transporta
el yeso hacia capas más profundas del suelo gracias a las reaciones:

agua
CaSO4 Ca+2 + SO4-2 + CaSO40
(disociación y solubilización)

agua
CaSO40 (superficie) CaSO40 (profundidad)

130
CaSO40 Ca+2 + SO4-2

Al+3
Suelo - Al + Ca+2 Suelo - Ca +
solución del suelo tóxico

AlSO4+
Al+3 + SO4-2
no tóxico
Nota: para detalles véase Shainberg, et al, 1989.

Con el encalado se busca elevar el pH (en H2O) a 5,5 - 6,5 o aún mejor, la saturación
en bases, V%, al valor 60% según la recomendación de Sánches, et al (1994). Es
empleada la fórmula:

T(V2 - V1)
n.c. = x p, donde
PRNT

n.c. = necesidad de encalado en toneladas de cal por ha


T = CIC en pH 7,0
miliequivalentes por 100 cm3 o
milimoles de carga por dm3 de
H + Al + K + Ca + Mg

V2 = 60
S K + Ca + Mg x 100
V1 = x 100 =
T T

PRNT = Poder Relativo de Neutralización Total de la cal. Una medida de la eficiencia


de la cal como neutralizante, proporcional al contenido de CaO y MgO y a su finura;
valor promedio = 75%
p = factor para profundidad de incorporación de la cal
0 - 10 cm (huertos en producción) = 0,5
0 - 20 cm (antes de la siembra o después de subsolar) = 1,0
0 - 30 cm (lo mismo) = 1,5

Entre las diversas cales hay que preferir las que contienen Mg debido a la alta
demanda de este nutriente por los cítricos. La cal se distribuye al voleo, cerca de un
tercio de la dosis en la entrecalle y dos tercios en la banda de fertilización (parte de
abajo de la copa), incorporados con una rastra liviana. Cuando el suelo esta compactado,
con la operación de subsolar calles alternadas se puede poner la cal en capas más
profundas. La cal generalmente se aplica después de la cosecha, pero, se puede hacer
entre una aplicación y otra del fertilizante.
El fosfoyeso es utilizado cuando en la capa de 20-40 cm de profundidad, analizada
aisladamente, se encuentra:

131
saturación en Al (aluminio) (m) > 30% o
Ca % CIC efectiva < 40%
Al
Es decir: m = x 100
Al + K + Ca + Mg
Ca
Ca % CIC efectiva = x 100
Al + K + Ca + Mg

Cada 1 me de Al que se necesita bajar (o cada 10 milimoles de carga por dm3) o


cada 1 me de Ca que se quiere hacer subir demanda la aplicación de 2,5 toneladas de
fosfoyeso por ha. El fosfoyeso no necesita incorporación: el agua de lluvia o de riego se
encarga de llevarlo a las capas más profundas del perfil del suelo. Cuando el suelo
necesita cal y yeso se debe aplicar la primera antes. Se recomienda, además, no utili-
zar más de 1,5 toneladas de yeso por año en suelos arenosos y no más de 2,5 en los
arcillosos.

7.5 PRÁCTICA DE LA FERTILIZACIÓN MINERAL

El sistema suelo-planta se resume en las siguientes reacciones reversibles (se proce-


san en los dos sentidos según indican las flechas):

M(fase sólida) <=> M(fase lábil) <=> M(solución) <=> M(planta)


donde:
M = un macro o micronutriente
fase sólida = minerales primarios y materia orgánica que se convierten en
fase lábil = minerales secundarios (arcillas, óxidos de hierro y aluminio) y humus
asociados, el complejo de intercambio catiónico y amónico
solución = agua en los poros del suelo conteniendo iones minerales y compues-
tos orgánicos solubles

En la práctica de la fertilización mineral, siempre que la demanda sea mayor que el


suministro, hay que buscar aumentar, en términos fisiológicos y económicos, la con-
centración de M en la solución del suelo, pues es allí que las raíces “beben” el agua y
los nutrientes que la planta necesita para vivir. Para hacerlo hay que contestar algu-
nas preguntas:

a) ¿Qué? ¿Cuánto?: cuáles son los elementos en falta y en qué cantidad hay que sumi-
nistrarlos;
b) ¿Cuándo?: en qué época o épocas del año los fertilizantes deben ser aplicados;
c) ¿Cómo?: qué localización en el suelo, respecto a las raíces, es la más favorable para
garantizar el aprovechamiento del fertilizante; cuándo es más provechosa la fertili-
zación foliar;
d) ¿Con qué?: cuáles son los productos fertilizantes que contienen macro o micronutrien-
tes más ventajosos bajo el punto de vista de eficiencia agronómica y económica;

132
e) ¿Efecto en la calidad?: influencia del fertilizante en las características nutritivas o
industriales del fruto (industria de jugos);
f) ¿Pagará?: la práctica de la fertilización tiene que garantizar ganancias para el
citricultor.

7.5.1 Qué y cuánto

Esta pregunta se contesta con la ayuda de análisis de suelos y hojas: el libro editado
por Mojica (1994) contiene, tanto los fundamentos, como muchos ejemplos sobre la
utilización general de estas dos herramientas. En realidad se debe tener en mente la
norma que “la fertilización comienza con el análisis del suelo, continúa con la correc-
ción de la acidez y termina con la aplicación del fertilizante”. En el caso de cultivos
perennes —cacao, cafeto, cítricos y otros— después del “análisis de suelo” se debe
añadir el “análisis foliar”.
Para el muestreo del suelo en huertos en formación o en plena producción es nece-
sario obedecer a algunas indicaciones sencillas:

a) fecha: uno a 2 meses después de la última fertilización del año;


b) localización: en el medio de la banda de fertilización; todos los años 0-20 cm; cada
2-4 años, 21-40 cm y en el medio de la calle;
c) número mínimo: en áreas homogéneas, bajo el punto de vista del suelo (tipo, profun-
didad, grado de erosión) y de la planta (variedad, combinación copa/patrón, edad,
distancia de siembra), de menos de 1 hasta 50 ha, sacar 10 submuestras y mezclar-
las en una muestra compuesta que va al laboratorio para análisis.

Como se puede observar en la Tabla 7.9 los niveles de fertilidad que se consideran
adecuados para los cítricos son variables en las distintas regiones, consecuencias
principalmente de los tipos de suelos y de los métodos de extracción empleados en el
laboratorio.

• E.U. (Florida)

La Tabla 7.10 presenta las dosis de la fórmula o mezcla 8-8-8-1,6-0,4-0,2-0,025 (N P


K Mg Mn Cu B) o equivalente (según los análisis de suelo y hoja) recomendadas en los
huertos de la Florida. Para árboles en plena producción se considera básico el sumi-
nistro de N, como se observa en la Tabla 7.11. Las dosis de K2O y de Mg son estableci-
das como proporción de la dosis de nitrógeno. De acuerdo con los análisis de hojas, las
cantidades a aplicar pueden ser mantenidas, aumentadas o reducidas.

• España

Las dosis utilizadas en España para plantas jóvenes, en formación y en producción, se


presentan en la Tabla 7.12. En las plantas jóvenes (1-2 años) se emplea un porcentaje
mayor de la dosis total indicada en el verano para ayudar a las brotaciones. En árboles

133
TABL.A 7.9 Niveles de fertilidad del suelo considerados adecuados para cítricos
en producción.

Características E.U.1 España4 Brasil7

pH (H20) 6,0 - 7,0 - -


V% - - 60
P 13,48,78 2 26 - 45 5 20 - 30 8
S-SO4 - - 10 - 15 9
K me/100 cm3 - 0,56-0,589 6 0,3 - 0,4
% CIC - 3,7 - 5,9 6 4-5
Ca me/100 cm3 1,5 3 - 3-4
% CIC - - 50 - 60
Mg me/100 cm3 0,2 3 - 0,8 - 1,2
% CIC - - 10 - 15
B ppm - - 0,3 - 0,5 10
Cu - - 1,0 - 1,5 11
Fe - - 40 - 50 11
Mn - - 5 - 10 11
Zn - - 1,5 - 3,0 11

1. Koo, et al (1985), Florida, suelos arenosos, CIC 4-5 me/100 cm3


2. Respectivamente: en acetato amónico N, pH 4,8, Bray I (NH4F 0,03 N en HCl 0,025 N) y Bray II (NH4F 0,03 N en HCl 0,1 N)
3. En acetato amónico N, pH 7,0
4. Paredes & Primo Millo (1988)
5. Suelos francos 10-30% arcilla; en Olsen (bicarbonato de sodio)
6. Suelos francos
7. Sánches, et al (1994)
8. En resina, mg/dm3
9. En fosfato + ácido acético
10.Agua caliente
11.En DTPA

TABLA 7.10 Fertilización para plantas de cítricos jóvenes, hasta 7 años en los E.U.1

Años en plantación Número de kg de mezcla por


aplicaciones/año aplicación/planta2

Primero 5-6 0,33 - 0,56


Segundo 4-5 0,78 - 1,00
Tercero 3-4 1,35 - 1,80
Cuarto 3-4 1,52 - 2,00
Quinto 3-4 1,80 - 2,25
Sexto 3-4 2,00 - 2,47
Séptimo 3-4 2,25 - 2,70

1. Koo, et al (1985)
2. 8% N; 8% P2O5; 8% K2O; 1,6% Mg; 0, 4% Mn; 0,2% Cu; 0,025% B o equivalente

en producción (3 años o más) se hacen aplicaciones en primavera para suplir las


necesidades de los órganos nuevos y en verano para constituir reservas para el año
siguiente.
Como se puede ver en la Tabla 7.13 las dosis de P son modificadas en función del
nivel foliar y del contenido de carbonato de calcio en el suelo. Así, por ejemplo, un
huerto de 10 años, de acuerdo con la Tabla 7.12, pide 60-80 kg P2O5/ha. Si el contenido

134
TABLA 7.11 Dosis anuales de nitrógeno para cítricos en los E.U.*

Producción Naranjas Grapefruit


ton/ha N kg/ha N kg/ha

< 20 100 90
30 120 90
40 160 120
50 200 150
60 240 180
70 280 210
> 80 300 240

* Koo, et al (1985).
Dosis total dividida en 3-4 aplicaciones/año.
P2O5 80 kg P2O5/ha cada 4 años.
K2O: misma cantidad que N; Mg: hasta 30% del N.
Ajustes en las dosis: análisis de hojas.

TABLA 7.12 Dosificaciones para la fertilización de cítricos en España*

Edad de la Nitrógeno Fósforo (P2O5) Potasio (K2O)


plantación
años g/árbol kg/ha g/árbol kg/ha g/árbol kg/ha

1-2 40 - 80 16 - 32 0 - 20 0-8 0 - 30 0 - 12
3-4 120 - 160 48 - 64 30 - 40 12 - 16 0 - 30 16 - 32
5-6 140 - 320 96 - 128 50 - 60 20 - 24 40 - 80 40 - 48
7-8 410 - 500 164 - 200 80 - 100 32 - 40 100 - 120 64 - 80
9 - 10 550 - 600 220 - 240 120 - 150 48 - 60 160 - 200 100 - 120
> 10 600 - 800 240 - 320 150 - 200 60 - 80 250 - 300 120 - 160

* Paredes & Primo Millo (1988). Suelos francos con contenidos normales en materia orgánica y en P y K asimilables.

foliar de P es muy bajo (MB) y el suelo contiene 2-20% de carbonato de calcio, hay que
aumentar la dosis en un 120%, o sea, hay que usar 60 + 60 x 1,2 a 80 + 80 x 1,2 = 132
a 176 kg P2O5/ha. A su vez, la dosis de K2O es modificable de acuerdo al nivel foliar de
K y a la textura del suelo (Tabla 7.14).

• Brasil

En los surcos de siembra que tienen 0,4 x 0,4 m se aplica cal dolomita, P2O5 y B y Zn de
acuerdo con los análisis de suelo (Tabla 7.15). De preferencia se utiliza superfosfato
simple en el cual la mitad del peso está presente como yeso, como fuente de fósforo. La
cal y la mezcla de superfosfato con B y Zn se ponen en el fondo del surco y luego se
vuelve a mezclar con la tierra empleando un subsolador de 3 puntas.
La Tabla 7.16 muestra las dosis recomendadas para plantas en formación, las cua-
les varían en función de la edad y de los niveles de P y K disponibles en el suelo.
Las dosis que se emplean en el abonado de naranjas y lima ácida (Tahití) cambian
en función del nivel de cosecha, del contenido de N, de los niveles de P y K disponibles
en el suelo y del precio que el citricultor recibe por caja de 40,8 kg. El costo del

135
TABLA 7.13 Factores de corrección para el abonado fosforado en cítricos
de acuerdo con los análisis de suelo y foliar

Nivel de P Nivel de P % Carbonato de calcio


en el suelo foliar 0-2 2 - 20 > 20

Muy bajo MB + 100 + 120 + 140


B + 80 + 100 + 120
N + 60 + 80 + 100

Bajo MB + 80 + 100 + 120


B + 60 + 80 + 100
N + 40 + 60 + 80

Normal MB + 20 +30 + 40
N + 10 + 20
A - 20 - 10

Alto N - 60 - 50 - 40
A - 100 - 100 - 60
MA - 100 - 100 - 100

Muy alto N - 80 - 70 - 60
A - 100 - 100 - 100
MA - 100 - 100 - 100

+ = % incremento de las dosis anuales de abonado (Tabla 7.12)


- = % redución de las dosis anuales de abonado (Tabla 7.12)

TABLA 7.14 Factores de corrección para el abonado potásico en cítricos de acuerdo


con los análisis de suelo y foliar

Nivel de K Nivel de K Tipo se suelo


en el suelo foliar Arenoso Franco Arcilloso

Muy bajo MB + 100 + 110 + 120


B + 80 + 90 + 100
N + 60 + 70 + 80

Bajo MB + 50 + 60 + 70
B + 40 + 50 + 60
N + 30 + 40 + 50

Normal MB + 20 + 30 + 40
N - - -
A - 50 - 40 -30

Alto N - 100 - 90 - 80
A - 100 - 100 - 100
MA - 100 - 100 - 100

Muy alto N - 100 - 100 - 100


A - 100 - 100 - 100
MA - 100 - 100 - 100

+ = % incremento de las dosis anuales de abonado (Tabla 7.12)


- = % redución de las dosis anuales de abonado (Tabla 7.12)

136
TABLA 7.15 Abonado en surcos de siembra para cítricos en Brasil*

Material Gramos por metro lineal

Cal dolomita 250

P2O5
< 5 mg P/dm3 80
6 - 12 60
13 - 30 40
> 30 20

B
< 0,2 mg B/dm3 1

Zn
< 2 mg Zn/dm3 2

* Sánches, et al (1994).

TABLA 7.16 Dosis nutricional en cítricos para el período de formación

P-resina mg/dm3 K-intercambiable me/100 cm3


Edad N <6 6-13 13-30 > 30 < 0,08 0,08-0,15 0,16-0,30 > 0,30
Años g/planta P2O5 g /planta K2O g/planta

0-1 80 0 0 0 0 20 0 0 0
1-2 160 160 100 50 0 80 60 0 0
2-3 200 200 140 70 0 150 100 50 0
3-4 300 300 210 100 0 200 140 70 0
4-5 400 400 280 140 0 300 210 100 0

fertilizante no es considerado pues varía muy poco en relación al precio de la caja. Las
dosis que aparecen en la Tabla 7.17 son, pues, destinadas a garantizar la máxima
ganancia en función del valor de la caja. Hay que observar las modificaciones que se
introducen en las dosis de acuerdo con los análisis de hojas. La Tabla 7.18 a su vez
enseña la dosis para limones verdaderos, mandarinas y Murcott las cuales dependen
de la productividad, de la fertilidad del suelo (P y K) y del estado nutricional (N foliar).

Macronutrientes secundarios y micronutrientes

El Ca, como ya se vió, es el elemento requerido en mayor cantidad por los cítricos,
aunque aparezca en los frutos en proporciones modestas respecto al N y al K. Por lo
general, no hay preocupación mayor con su suministro: la cal, el nitrato de calcio, los
superfosfatos y el agua de riego lo contienen; para no hablar de los suelos calizos
como son algunos de España y Florida.
El Mg, cuando necesario, es aplicado en una dosis que corresponde a unos 15-30%
de la del N. La cal magnesiana o dolomítica también lo tiene.
Cuando se emplea azufre (S) elemental en el control de los ácaros, las necesidades

137
TABLA 7.17 Abonado para naranjos y lima ácida en función de la cosecha, niveles
foliares y en el suelo y valor de la caja de 40,8 kg de fruta*

Clases de N hojas % P resina mg/dm3 K-intercambiable (me/100 cm3)


producción 2,3 2,3-2,7 2,8-3,0 <6 6-12 13-30 > 30 0,08 0,08-0,15 0,16-0,30 > 0,30
ton/ha kg/ha

Dosis de N - P2O5 - K2O para máxima ganancia (caja por 3 US$)


< 16 90 70 60 50 40 20 0 60 40 30 0
17 a 20 100 80 70 70 50 30 0 70 50 40 0
21 a 30 140 120 90 70 70 40 0 90 70 50 0
31 a 40 190 160 130 130 100 50 0 120 100 70 0
41 a 50 240 200 160 160 120 60 0 160 120 90 0
> 50 260 220 180 180 140 70 0 180 140 100 0

Dosis de N - P2O5 - K2O para máxima ganancia (caja por 2 US$)


< 16 80 70 50 50 40 20 0 50 40 20 0
17a 20 90 80 60 60 50 20 o 60 50 30 0
21a 30 130 110 90 80 70 30 o 80 60 40 0
31 a 40 180 150 120 120 90 40 0 110 80 50 0
41a 50 230 190 150 140 110 50 0 140 100 60 0
>50 250 210 170 160 120 60 0 160 120 70 0

Dosis de N - P2O5 - K2O para máxima ganancia (caja por 1 US$)


< 16 70 60 50 40 30 10 0 30 20 10 0
17 a 20 80 70 60 50 40 10 0 30 30 20 0
21 a30 110 90 70 70 60 20 0 50 40 30 0
31 a40 150 130 100 100 80 30 0 60 60 40 0
41 a 50 190 160 130 120 90 40 0 80 80 50 0
> 50 210 180 140 130 100 50 0 90 90 60 0

* Sánches, et al (1994). Valencia: reducir 20% dosis K2O.


Cuando N foliar entre 2,8 y 3,0%, no hacer la última aplicación.
Cuando N foliar mayor que 3,0%, utilizar 1/3 del nitrógeno en el año siguiente.
Cuando K foliar mayor que 1,9% K, no hacer la última aplicación.
Épocas aplicación: véase Tabla 7.20

en este elemento son satisfechas. Son fuentes del elemento el sulfato amónico, el
superfosfato simple, el sulfato de potasio, el sulfato doble de potasio y magnesio. La
dosis usada está entre 20 y 40 kg S por ha y por año.
Si el huerto presenta falta de B, la dosis que se aplica en el suelo, según recomenda-
ciones de Koo, et al (1984), es 1/300 de la cantidad de N, o sea, 0,75-1,5 kg B/ha en la
mezcla de fertilizantes. Las dosis menores corresponden a suelos arenosos. Se puede
fraccionar la dosis en 2 aplicaciones.
El cobre es generalmente suministrado con los fungicidas. Cuando aplicado en el
suelo es común usarse en la proporción de 1/40 de la dosis de N en la mezcla.
El hierro es utilizado en el suelo generalmente como quelato, visto que la aplicación
de sales u óxidos minerales es poco eficiente. Son empleados, para ejemplificar, 20
gramos de Fe/planta sea como Fe-EDTA (Fe - ácido etileno diamino tetra acético) o Fe-
EDDHA (Fe - ácido etileno diamino dihidronifenil acético) en suelos ácidos. En suelos
calizos las cantidades son por lo menos el doble. Se pueden utilizar también

138
TABLA 7.18 Abonado para limones y mandarinas. Dosis para ganancia máxima,
caja de 40,8 kg por US$ 3,00*

Clases de N hojas % P resina mg/dm3 K-intercambiable (me/100 cm3)


producción 2,3 2,3-2,7 2,8-3,0 <6 6-12 13-30 > 30 0,08 0,08-0,15 0,16-0,30 > 0,30
ton/ha kg/ha

Limón verdadero
< 16 60 50 40 50 40 20 0 60 20 20 0
17 a 20 70 60 50 70 50 30 0 100 70 40 0
21 a 30 100 80 60 90 70 40 0 140 90 50 10
31 a 40 140 120 100 130 100 50 0 190 130 70 20
41 a 50 160 140 120 160 120 60 0 240 170 100 30
> 50 200 160 130 180 140 70 0 270 190 120 40

Mandarinas y Murcott
< 16 70 60 50 50 40 20 0 70 50 20 0
17a 20 80 70 60 70 50 30 0 80 60 40 0
21 a 30 110 90 70 90 70 40 0 110 80 50 10
31 a40 160 130 100 130 100 50 0 160 110 70 20
41 a 50 200 170 140 160 120 60 0 200 140 100 30
> 50 230 190 150 180 140 70 0 220 150 120 40

* Sánches, et al (1994).
Limones: Siciliano, Eureka, Fuminello y otros.
N foliar entre 2,8% x 3,0%, no hacer la última aplicación.
N mayor que 3,0%, utilizar 1/3 en el año siguiente.
K mayor que 1,9%, no hacer la última aplicación.
Épocas aplicación: véase Tabla 7.20.

TABLA 7.19 Aplicaciones foliares de macro y micronutrientes en cítricos

Elemento Forma1 Cantidad kg/100 litros

E.U.2
N y K2O KNO3 2-4
Mg Nitrato de magnesio 1
B Ácido bórico 0,0375
Cu Sulfato de cobre 0,375
Mn Sulfato de manganeso 0,375
Mo Molibdato sódico 0, 012
Zn Sulfato de zinc 0,500

Brasil3
B Acido bórico 0,100
Mn Sulfato de manganeso 0,200
Zn Sulfato de zinc4 0,300
N Urea 0,500
K KCl 0,250

1. Quelatos: dosis generalmente menores.


2. Koo, et al (1985).
3. Sánches, et al ( 1994). Úrea para aumentar absorción. KCl para aumentar absorción, Zn en presencia B y Cu (defensivos).
4. Variedad “Pera”: 0,500 kg.

139
poliflavonoides y lignosulfonatos. Estos productos pueden hacer parte de la mezcla de
fertilizantes, o pueden ser aplicados aislados; en este caso se recomienda suministrar
agua después de la aplicación. Cuando se hace el suministro a través de agua de riego
las dosis son 30% de las indicadas.
El manganeso es aplicado al suelo en la dosis de 7-10 kg/ha (como Mn) en la mezcla
fertilizante.
La deficiencia de Mo, rara en los cítricos, muchas veces se puede corregir por enca-
lado. Si es necesario aplicarlo al suelo, las dosis varían entre 0,25 y 0,50 kg Mo/ha.
En general no es económico suministrar Zn vía edáfica: las dosis son muy altas —
entre 50 y 100 kg/ha— debido a la fuerte fijación por las arcillas.

Aplicaciones foliares

La Tabla 7.19 resume algunas recomendaciones para la aplicación foliar de macro y


micronutrientes en los Estados Unidos y en el Brasil. Las cantidades se refieren a los
productos indicados y no a los elementos contenidos en los mismos. Todas las dosis, a
su vez, corresponden a aplicaciones en alto volumen. Las épocas de aplicación serán
discutidas en otra parte.

7.5.2 ¿Cuándo? Época de aplicación

Los fertilizantes son aplicados en función de los períodos de demanda o necesidad y


del comportamiento de los elementos en el suelo. Los períodos de mayor demanda
aparecen en la Tabla 7.3 para el caso de árboles en producción.
Los elementos nitrógeno (N), potasio (K), azufre (S en forma de sulfato) y boro (B)
pueden perderse por lixiviación, siempre que al descender por el perfil del suelo alcan-
cen la capa freática. El fósforo (P), cobre (Cu), hierro (Fe), manganeso (Mn) y zinc
(Zn), al contrario, son fijados más o menos fuertemente. Combinando las dos variables
principales —necesidad del cultivo en producción y comportamiento del elemento en
el suelo—, en la práctica se hace lo siguiente en los huertos en producción:

a)P: solamente una aplicación, en general de prefloración;


b) N, K y S: 3 ó 4 aplicaciones en los períodos de vegetación y desarrollo de los frutos;
c) B: una o dos aplicaciones, coincidiendo con la primera y la última de N y K.

Cuando se emplean mezclas comerciales N P K, se fracciona el fósforo también.


Los micronutrientes son comunmente suministrados vía foliar en 2 a 4 aplicacio-
nes: la primera, casi siempre asociada con el control de patógenos, se hace en la
floración después de la caída de los pétalos. Las otras aspersiones son hechas durante
la fase de vegetación (primavera y verano).
El encalado se hace después de la cosecha, de preferencia, o sea, antes de la prime-
ra aplicación del fertilizante. El fosfoyeso se aplica junto o después del encalado.
La Tabla 7.20 muestra las épocas de aplicación en Brasil.

140
TABLA 7.20 Épocas de aplicación de fertilizantes para cítricos en Brasil, vía suelo*

Fraccionamiento
Edad N P2O5 K2O
(Años) Épocas % del total

0-1 1 mes después del establecimiento 15 - -


2 meses después del establecimiento 20 - 1
3,5 meses después del establecimiento 30 0 0
1-2 Agosto-Septiembre 15 100 15
Octubre-Noviembre 20 - 20
Diciembre-Enero 30 - 30
Enero-Marzo 35 - 35
2-3 Ago-Sep 20 100 15
Oct-Nov 25 - 20
Dic-Ene 25 - 30
Feb-Mar 30 - 35
3-4 Ago-Sep 30 100 30
Oct-Nov 30 - 30
Feb-Mar 40 - 40
4-5 en Ago-Sep 40 100 40
adelante Oct-Nov 30 - 40
Feb-Mar 30 - 20

* Sánches, et al (1994);
Ago-Sep = Fines invierno - Primavera;
Oct - Nov = primavera;
Dic-Ene = verano;
Lluvias predominantes: Sep-Oct – Mar-Abr.

7.5.3 ¿Cómo? (localización) Sistema de aplicación

La localización del fertilizante depende de dos factores principales:

a) El elemento y su proceso de contacto con el sistema radicular: como se puede ob-


servar en la Figura 7.5, mientras el N se pone en contacto con las raíces casi exclu-
sivamente por flujo de masa, el P lo hace por difusión; en el caso del K, el proceso
dominante es también el de difusión, la intercepción radicular contribuye muy poco.
Flujo de masa es el movimiento del elemento juntamente con la fase acuosa o agua
del suelo que camina a favor del gradiente de humedad, o sea, de una región más
húmeda para otra más seca que es la superficie de las raíces. En el caso de la
difusión, el nutriente camina distancias cortas dentro de una fase acuosa estaciona-
ria, a favor del gradiente de concentración, es decir, de una región de mayor concen-
tración para otra de menor concentración. Como el mismo nombre indica, la
intercepción radicular ocurre cuando la raíz, al desarrollarse, encuentra el elemen-
to disponible en el suelo. Entiéndese que la difusión es el proceso de contacto más
limitante porque el elemento, de esta manera, camina muy poco. En otras palabras:
cuando la raíz logra contactar un elemento como el P por difusión, con más razón
alcanza los elementos cuyo contacto con ella se hace por flujo de masa o por inter-
cepción.

141
RAÍZ N - 98%
P - 5 1
K - 20

N - 0%
P - 94 2
K - 78

N - 2%
P - 1 3
K- 2

FIGURA 7.5 Procesos de contacto entre el elemento y la raíz: 1. Flujo de masa.


2. Difusión. 3. Intercepción radical. Números: porcentaje de participa-
ción (con base en Barber y Olson, 1968, p. 169)

b) Distribución del sistema radicular activo o absorbente: el sistema radicular absor-


bente de los cítricos es relativamente superficial. Según se deduce de la Figura 7.6,
el superfosfato triple “marcado” con el isotopo radioactivo del fósforo, 32P, fue colo-
cado a distintas profundidades y a dos distancias del tronco. Como se puede obser-
var, el máximo de absorción, evaluada mediante la determinación de la radioactivi-
dad en las hojas, ocurrió cuando se hizo la aplicación más superficial. Es posible
que en suelos compactados sea conveniente hacer incorporación a mayor profundi-
dad, cerca de la gotera, con ayuda de un arado o subsolador.
La cal y el yeso se distribuyen al voleo y se debe buscar concentrarlos más en la
banda de fertilización (véase Tabla 7.21).

TABLA 7.21 Localización de los abonos en el cultivo de cítricos

País Edad Localización

E.U. Primer año Círculo 0,9 m Ø


Años siguientes Círculos Ø creciente radio = 2 x radio
copa, evitar tocar tallo

Brasil 0-1 año Alrededor, radio 0,5 m


1-2 Alrededor, radio 1,5 m
2-3 en adelante Bandas en los dos lados ancho =
radio copa 2/3 hacia dentro

142
2.000

1.500

cpm/g materia seca (T)


E
cpm/100 mg P (E)

1.000 1.000
32P

32P
500

0 0

0 5 10 30 45 60 90 Profundidad
(cm)

FIGURA 7.6 Absorción del P en función de la profundidad de la aplicación. E: Espa-


ña, plantas 30 años 7 x 7 m, 2 m del tallo. T: Taiwán, plantas 8 años,
4 x 4 m, 1 m del tronco (FAO/IAEA, 1975)

La úrea, principalmente en suelos medianamente húmedos o sobre la hojarasca,


se puede perder en parte por volatización bajo la influencia de la enzima ureasa:

ureasa
CO(NH2)2 + H2O (NH4)2CO3 NH3 + H2O + CO2

La aplicación del cloruro de potasio en mezcla con la úrea contribuye para dismi-
nuir tales pérdidas. Pero la manera más eficiente es incorporar la úrea con la capa
más superficial del suelo mediante una operación de cultivo, por ejemplo.

7.5.4 ¿Con qué? Fuente fertilizante

La Tabla 7.22 presenta las principales fuentes de macronutrientes primarios (N P K) y


secundarios (Ca, Mg, S). Obsérvese que en el caso del Ca y del Mg los contenidos
aparecen en forma elemental y no como óxidos.

143
TABLA 7.22 Principales fuentes de macronutrientes

Fertilizante N P2O5 K2O Ca Mg S


%
Nitrato de amonio 33 - - - - -
Nitrato de calcio 15 - - 18 - -
Nitrato de sodio 16 - - - - -
Sulfato amónico 21 - - - - 23
Úrea 45 - - - - -
Fosfato diamónico 16 43 - - - -
Fosfato monoamónico 10 50 0 0 0 0
Fosfatos naturales - 37 - - - -
Superfosfato simple - 19 - 18 - 12
Superfosfato triple - 42 - 1 - -
Cloruro de potasio - - 60 - - -
Nitrato de potasio 13 - 44 - - -
Nitrato sodio potásico 15 - 14 - - -
Sulfato potásico - - 50 - - 18
Sulfato potásico magnésico - - 22 - 11 9
Óxido magnesio - - - - 54-58 -

En huertos donde la topografía es favorable son muy usados los fertilizantes líqui-
dos, sea en soluciones claras, sea en suspensión. Los principales de estos fertilizantes
aparecen en la Tabla 7.23.
La Tabla 7.24 muestra las principales fuentes de micronutrientes, tanto minerales
como orgánicas.

7.5.5 Programa. Plan de fertilización

En la Tabla 7.25 se presenta una sugerencia de programa general de fertilización de


los cítricos en producción y se indican las fechas de muestreo de suelos y hojas.

TABLA 7.23 Principales fertilizantes líquidos

Elemento Fuente Contenido(%)

Nitrógeno Amonia anhidra1 82


Aqua amonia1 15-28
Uran (úrea + nitrato amónico) 32
Sulfuran (úrea + SAM)2 20% N + 4% S

Fósforo (P2O5O) Ácido fosfórico 30-45


Fosfato monoamónico 10% N + 30% P2O5
Polifosfato 10% N + 30% P2O5

N-P2O5-K2O 3% N - 15% P2O5 - 10% K2O


5-15-10
12-6-12
15-0-15

1. Materia prima para producción de soluciones o de suspensiones.


2. SAM: Sulfato de amonio.

144
TABLA 7.24 Principales fuentes de micronutrientes

Elemento Fuente Contenido(%)

Boro (B) Bórax 11


Ácido bórico 17

Cobre (Cu) Sulfato (ico) 25


Óxido (ico) 75
Oxicloruro 50
Cu-EDTA 13
Cu-HEDTA 9
Poliflavonoides 5-7

Hierro (Fe) Sulfato (oSo) Fe-EDTA 19


Fe-EDTA 5-14
Otros quelatos 5-10
Poliflavonoides 9-10
Lignosulfonatos 5-8

Manganeso (Mn) Sulfato (oSo) 26-28


Mn-EDTA 12
Poliflavonoides 8

Molibdeno (Mo) Molibdato de sodio 39


Amonio 54
Trióxido 66

Zinc (Zn) Óxido 30-78


Sulfato 21
Zn-EDTA 14
Otros quelatos 9-12
Poliflavonoides 10
Lignosulfonatos 5

Varios Fritted trace elements Variable

7.6 PRÁCTICA DE LA FERTILIZACIÓN ORGÁNICA

Aunque en muchas regiones se cultivan los cítricos sin la ayuda de fertilizantes orgáni-
cos, su utilización puede ser ventajosa en suelos de baja capacidad de intercambio
catiónico, particularmente.
Hay que tener en cuenta las diversas fuentes de materia orgánica. La más común es,
sin duda, representada por las malas hierbas que crecen en el huerto. Ellas son “pro-
ducidas” con costo muy bajo, principalmente si el suelo en la entrecalle es fértil. Son
capaces de movilizar nutrientes de las capas mas profundas y traerlos a la superficie
donde se liberan en el proceso de mineralización. Cuando pertenecen a la familia de
las leguminosas pueden fijar nitrógeno del aire. Es conveniente, por lo tanto, erradicar
las malas hierbas, dejando el suelo limpio y desnudo: hay que mantenerlas bajo con-
trol para aprovechar los beneficios que pueden brindar.

145
TABLA 7.25 Un programa de fertilización para cítricos en producción*

Estación Estado fisiológico Operaciones

Primavera Floración N-P-K-Mg-S-B suelo


Vegetación Micro foliar

Verano Vegetación N-K suelo


Crecimiento Micro foliar
Frutos Muestreo hojas

Otoño Crecimiento frutos


Maduración N-K suelo

Invierno Reposo Muestreo suelo


Cosecha Encalado, yeso

* Abonos verdes calle alternadas.


Siembra: primavera-verano.
Incorporación: verano-otoño.

Los abonos verdes, generalmente especies de la familia de las leguminosas, son


sembrados antes de plantar los cítricos en el huerto y después incorporados al suelo
cuando su biomasa es máxima. Se recomienda, también, sembrarlos durante las fases
de formación y producción, en calles alternadas para permitir que los equipos para
tratamiento fitosanitario tengan tránsito libre. Antes de sembrar la leguminosa (2-3
líneas dependiendo de su porte y del ancho de la entrecalle) es conveniente encalar los
suelos ácidos y hacer fertilización, particularmente con el fósforo si es necesario. El
abono verde es incorporado en los primeros 5-10 cm del suelo o dejado sobre la super-
ficie donde se descompone y se mineraliza. Según Salvo Filho (1991), los abonos ver-
des mas utilizados en Brasil son los que aparecen en la Tabla 7.26.
Cajanus cajan es indicado principalmente para suelos compactados: sus raíces,
cuando se descomponen, producen pequeños canales en el suelo que facilitan el alma-
cenamiento y circulación de aire y de agua. En general, cuando el Cajanus llega a la
primera floración es cortado a unos 5 cm de la superficie del suelo donde se deja la
parte aérea. Después de un nuevo ciclo, se vuelve a cortar y se incorpora con rastra
liviana o se deja en la superficie para que se descomponga.

TABLA 7.26 Principales abonos verdes utilizados en Brasil para los cítricos

Ciclo Biomasa1 %2
Especie días fresca seca N P K C/N

Canavalia ensiformis 80-90 18-30 6-10 3,4 0,15 2,0 10


Crotalaria juncea 120 16-54 10-16 1,8 0,10 1,0 16
Cajanus cajan 180-210 9-23 5-12 2,5 0,11 1,2 15
Styzolobium deerigamun 80-90 35 12 2,6 0,14 1,5 14

1. Toneladas por ha y por año.


2. En la materia seca.

146
TABLA 7.27 Dosis y composición de algunos abonos orgánicos para plantas
cítricas1

%2 kg/planta
Abono N P2O5 K2O Siembra Formación Producción

Estiércol de ganado 1,0 0,5 1,0 10-15 10-15 25-30


Gallinaza 2,0 2,0 1,0 2-3 5-10 10-15
Torta de oleaginosa 3-6 2-3 1-2 1-2 2-3 5-6

1. Modificado de Vitti (1991).


2. En la materia seca.

La Tabla 7.27 presenta la composición y las dosis de otros abonos orgánicos que son
usados para las plantas cítricas. En los huecos o surcos de siembra se mezclan con el
suelo los abonos previamente fermentados. Alternativamente, se puede mezclar el
producto sin fermentar y dejar que lo haga durante unos 45 días antes del transplante.
En las plantas en formación o producción, los materiales son distribuídos alrededor de
las plantas cerca de la gotera, en la superficie o en surcos poco profundos (5-10 cm),
o a lo largo de las líneas, también cerca de la gotera. La aplicación se debe hacer de
preferencia en fines de la estación lluviosa, para que las plantas se beneficien del agua
que la materia orgánica retiene o de su efecto como cobertura muerta (“mulch”).

Tamaño frutos

Número frutos

Sólidos

% jugo

Ácidos

2,0 2,2 2,4 2,6 2,8 3,0 % N hojas

FIGURA 7.7a Efecto de los elementos en la calidad de los cítricos (simplificado de


Embleton, et al, 1983)

147
Tamaño frutos

Acidez
Sólidos

% jugo

Número frutos

0,10 0,12 0,14 0,16 0,18 0,20 % K hojas

Tamaño frutos

Número frutos

% jugo
Sólidos

Ácidos

0,3 0,5 0,7 0,9 1,1 1,3 % K hojas

FIGURA 7.7b Efecto de los elementos en la calidad de los cítricos (simplificado de


Embleton, et al, 1983)

148
7.7 RESPUESTA DE LOS CÍTRICOS A LA FERTILIZACIÓN

En el caso de los cítricos es prácticamente imposible tener cantidad y calidad. Es


decir, hay que buscar una solución de compromiso para obtener cosecha satisfactoria
y calidad adecuada. La cuestión de la calidad es particularmente importante cuando la
fruta se destina al consumo directo y, aún más, cuando debe ser exportada. En estos
casos, además de características como tamaño, color, porcentaje de azúcares solu-
bles y acidez (y su relación), la resistencia al transporte y al almacenamiento debe ser
considerada.
La Figura 7.7 “a” y “b”muestra algunas relaciones entre calidad y contenido foliar
de N, P, K. Obsérvese, por ejemplo, que en el caso del N y del P hay una relación inversa
entre número y tamaño de frutos. Todavía, dentro de límites, aumentando el contenido
foliar de K aumentan el número y el tamaño de los frutos.

1.100
Con riego

1.000

900
Cajas/ha

800

700

Sin riego
600

50 100 150 200 250 kg N/ha

FIGURA 7.8 Respuesta de la naranja valencia al nitrógeno y al riego en Florida-E.U.


(Koo, et al, 1985)

149
Como se observa en la Figura 7.8 la respuesta al N depende en alto grado del sumi-
nistro de agua de riego en condiciones donde el déficit hídrico puede ser limitante.
Los resultados de seis experimentos conducidos en São Paulo, Brasil, están resumi-
dos en la Figura 7.9 donde se aprecia que la respuesta mayor es debida al N, el ele-
mento “clave” en la fertilización de los cítricos.
El efecto notable del K en el tamaño de los frutos se observa en la Figura 7.10, en la
cual aparecen datos obtenidos en dos suelos con CICs muy distinta (uno arenoso y otro
arcilloso).
La Figura 7.11 muestra la respuesta al encalado que causa aumentos en el porcen-
taje de saturación en bases (V%): la producción crece con el valor de V% hasta cerca
de 60% cuando se estabiliza. Es decir, en el encalado para cítricos no es necesario,
por lo menos en condiciones semejantes a las del experimento, aumentar la saturación
en bases arriba del 60%. La Figura 7.12 fue hecha con datos del mismo experimento
de encalado y permite observar que, en el suelo donde se hizo el ensayo, las mejores
cosechas están asociadas con 4,5% de Ca en las hojas y cerca de 1,0 me de Mg/100
cm3 en el suelo.

1.100
P2O5

K 2O

900
Cajas/ha

N
700

500

300
30 100 120 240 kg N/ha
20 60 100 140 kg P2O5/ha
30 110 190 270 kg K2O/ha

FIGURA 7.9 Respuestas al nitrógeno, fósforo y potasio en Brasil (promedio 3


cosechas) (H. Cantarella, et al, común, particular, 1992)

150
220

200
y = 116 + 44,4x
r = 0,978***
gramos/fruto

180

CIC 2 me/100 g
CIC II me/100 g
160

140
0,5 0,9 1,3 1,7 2,1 % K hojas

FIGURA 7.10 Relación entre fertilización potásica, contenido foliar de K y tamaño


de los frutos

600
Cajas/ha

500

400

300
0 30 60 90 V%

FIGURA 7.11 Efecto del encalado en la saturación con bases (V%) y en el rendi-
miento promedio de las 3 primeras cosechas en naranja valencia
(Quaggio, 1990)

151
600
Cajas/ha

500

400

300
2,0 2,5 3,0 3,5 4,0 4,5

% Ca/hojas

600
Cajas/ha

500

400

300
0 0,3 0,6 0,9 1,2 1,5 1,8

me Mg/100 cm3

FIGURA 7.12 Efecto del calcio y del magnesio de la cal dolomita en las 4 primeras
cosechas de naranja valencia (Quaggio, 1990)

152
550

Cajas/ha 500

450

400

350
0 30 60 kg S/ha

FIGURA 7.13 Respuestas de la naranja valencia al azufre del fosfoyeso (promedio


4 cosechas) (Quaggio, 1990)

1.250

1.200
Cajas/ha

1.150

1.100

1.050
0 200 400 kg S/ha

FIGURA 7.14 Efecto de los micronutrimentos en el F.T.E. nutricitro 248 (24% Zn,
2% B y 8% Mn)

153
E1 azufre como fosfoyeso aumentó la producción en un suelo arenoso como de-
muestra la Figura 7.13. El FTE Nutricitro 248 es un silicato que contiene micronutrientes
y, por su solubilidad, se aplica al suelo. La Figura 7.14 muestra su efecto en la produc-
ción. El análisis de las hojas en este caso demostró que la respuesta fue debida al
boro.

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Torrado eds., A.E.C. Ceres/ESALQ. Piracicaba. 206 p.

155
8
Aguacate

171
Fertilización del aguacate
Edilberto Duque*

8.1 IMPORTANCIA

En forma análoga a los cítricos, los aguacates no constituyen volúmenes de produc-


ción significativos a nivel nacional.
El cultivo está actualmente constituído en un 90% por variedades nativas cuya pro-
ducción es del orden de 55.000 ton/año. Las plantaciones están ubicadas principal-
mente en los departamentos del Tolima, Cesar y Guajira, que aportan el 60% de la
producción total. El área aproximada de siembra es de unas 5.000 hectáreas y se
espera aumentarla en 2.000 hectáreas, en el próximo quinquenio, contando con varie-
dades mejoradas.
La Federación Nacional de Cafeteros, a través del programa de diversificación, tie-
ne como meta incrementar las siembras para abastecimiento de consumo interno, en
primera instancia, y para exportación con las producciones provenientes de Ias varie-
dades Hass y Fuerte, que son las que aportan las producciones para el mercado mun-
dial.

8.2 RAZAS, TIPOS Y VARIEDADES

En el aguacate hay tres tipos de razas: “Antillana”, “Guatemalteca” y “Mejicana”.


Se diferencian por el peso de la fruta, siendo la de mayor peso la “antillana” y la de
menor la “mejicana”; la resistencia al frio, donde la “antillana” es menos resistente y
la “mejicana” más; y su contenido de aceite siendo alto en la “mejicana” y bajo en las
variedades “antillanas”.
El tipo se refiere a que en el aguacate, no obstante la flor tener todos los órganos,
tanto masculinos como femeninos, el porcentaje de autopolinización es relativamente
bajo, ya que en determinadas horas del día unas variedades operan como hembras y en
otras obran como machos; este fenómeno llamado dicogamia determina en el aguaca-

* Ingeniero Agrónomo
Federación Nacional de Cafeteros. Comité de Caldas.
te la existencia de variedades de tipo A y de tipo B, según abran sus flores como
hembras o como machos. Esta situación determina que en toda plantación de aguaca-
tes se debe sembrar variedades de tipo A y de tipo B.
Las siguientes son las variedades que se han adaptado mejor a las condiciones de
1.000 a 1.900 m s.n.m., con su respectiva raza y tipo de flor.

Variedad Raza Tipo de flor

Hass Guatemalteca A
Fuerte Mejicana x Guatemalteca B
Booth 8 Antillana x Guatemalteca B
Trinidad Antillana x Guatemalteca A
Trapp AntiIlana A
Choquette Guatemalteca A
Peterson AntiIlana B

8.3 CLIMA

Es una especie frutícola originaria de paises tropicales que fue llevada a regiones
subtropicales, donde actualmente se tienen algunas plantaciones muy bien adaptadas,
caso Florida y California, EE UU. y Brasil. Actualmente se cultiva en una franja de
latitud norte y sur entre 0 y 30°.
Las condiciones más favorables de clima para el trópico son:

Altitud: 0 -1.000 m.s.n m. Raza antillana


1.000 -1.500 m s.n m. Raza guatemalteca
1.500 - 2.000 m s.n m. Raza mejicana
Temperatura: 15 - 30°C
Precipitación: 1.200 - 2.000 mm/año
Brillo solar: 1.600 - 2.000 horas/año
Humedad R.: 50 - 70%

8.4 SUELOS

Los aguacates en nuestro medio, a diferencia de los cítricos, no tienen patrones apro-
piados para adaptarlos a distintos tipos de suelos. Como único patrón se está em-
pleando variedades nativas antillanas, que son muy sensibles a condiciones de alta
humedad en el suelo. La anterior situación determina que el aguacate solo acepte
suelos francos o arenosos. Los suelos arcillosos, en zonas de precipitaciones de más
de 1.500 mm al año, son desastrosos para el cultivo del aguacate.
Otra característica física de gran importancia en los suelos es su profundidad efec-
tiva; ésta no debe tener limitación en los primeros 1.50 m de profundidad, ni por hori-
zontes compactos y rocosos ni por niveles freáticos altos.
Dado que el aguacate para nuestro medio tiene una actividad fotosintética continua

158
y alta, es factible presentar deficiencias nutricionales cuando los valores de pH en el
suelo no son los más aconsejables. El aguacate se adapta bien entre pH de 5 a 6,5,
siendo sus valores ideales entre 5,5 y 6.

8.5 REQUERIMIENTOS DE FERTILIZACIÓN

No hay valores muy definidos en nuestro medio sobre extracción de nutrientes por el
aguacate. En la selección del tipo, cantidad y frecuencia de aplicación del fertilizante,
se deben tener en cuenta algunas guías tales como:

a) Las distancias de siembra y edad de la plantación.


b)Los bajos contenidos de N en la mayoría de suelos, dada su baja capacidad de
nitrificación.
c) La alta demanda de fósforo en sus fases iniciales de desarrollo (2 primeros años).
d) La alta demanda de potasio por la formación de carbohidratos en la etapa de pro-
ducción.

80

70

60
kg de fruta por árbol

50

40

30

0
1,2 1,4 1,6 1,8 2,0 2,2 2,4
% de nitrógeno en las hojas

FIGURA 8.1 Relación entre el contenido de nitrógeno en las hojas y el rendimiento


en el cultivo del aguacate (Según Alvarez, 1979)

159
e) Los contenidos de calcio y magnesio en el suelo son de gran importancia porque
fijan características de alta calidad en la fruta.

La Figura 8.1 ilustra la alta demanda de nitrógeno en la variedad “Fuerte”, entre 4


y 6 meses de edad. Además, destaca la importancia que tiene el conocer los niveles de
nutrientes en las hojas, a través de los análisis foliares para complementarlos con los
análisis de suelos y así proyectar un plan apropiado de fertilización anual.
La Tabla 8.1 recopila los niveles críticos para el diagnóstico nutricional con base en
el análisis foliar. Aunque estos valores se han identificado bajo condiciones
subtropicales, los datos pueden ser muy útiles para nuestras condiciones.

TABLA 8.1 Niveles críticos para el diagnóstico nutricional del aguacate


con base en análisis foliar*

Deficiente Rango Exceso


Elemento Menor de** Adecuado** Más de**

Nitrógeno % 1,60 1,60-2,00 2,00


Fósforo % 0,05 0,08-0,25 0,30
Potasio % 0,35 0,75-2,00 3,00
Calcio % 0,50 1,00-3,00 4,00
Magnesio % 0,15 0 25-0,80 1,00
Azufre % 0,05 0,20-0,60 1,00
Boro ppm 10-20 50-100 100-250
Hierro ppm 20-40 50-200 ?
Maganeso ppm 10-15 30-500 1.000
Zinc ppm 10-20 30-150 300
Cobre ppm 2-3 5-15 25
Cloro % ? ? 0,25-0,50
Sodio % ? ? 0,25-0,50

* Fuente: Jones W. W y Embleton, T.W., 1966.


** Valores para muestras de hojas entre 5 y 7 meses de edad, de ramas no tiernas ni con frutos.

8.6 PLAN NUTRIMON DE FERTILIZACIÓN

Todos los frutales perennes instalados en el trópico deben fertilizarse teniendo en


cuenta el siguiente aspecto técnico: aplicar 1 kilo de fertilizante por árbol y por cada
año de edad del cultivo, hasta el décimo año, donde se supone que las cantidades
permanecen constantes porque el árbol ha completado su desarrollo; ejemplo: Un ár-
bol de 4 años recibirá 4 kilos de fertilizante; uno de 8 años, 8 kilos de fertilizante; uno
de 12 años, 10 kilos de fertilizante.
Además de la anterior consideración, para efectos de fertilización en el aguacate, al
igual que en los cítricos, se deben tener en cuenta las dos etapas de su desarrollo; la
de crecimiento y la de crecimiento y producción.
Las Tablas 8.2 y 8.3 constituyen una guía general para la tertilización de aguacate
en el clima medio de Colombia.

160
TABLA 8.2 Fertilizantes NUTRIMON y dosis recomendadas para el cultivo
del aguacate

Edad plantación Dosis de fertilizante


Etapa (años) Fertilizantes gramos/árbol/aplicación

Crecimiento 0-1 25-15-0/13-26-6 100 (1) 150 (2) 200 (3) 250 (4)
Crecimiento 1-2 15-15-15 + úrea 300 + 100*
Crecimiento 2-3 15-15-15 + úrea 600 + 200*
Crecimiento y producción 3-4 Úrea 1.000 (IF)
Sulfato de Potasio 1.000 (DF)
15-15-15 1.000 (MF)

() Representa el número de la aplicación


* = Aplicaciones cada 4 meses
IF = Iniciación floración
DF = Desarrollo fruto
MF = Maduración fruto
A partir del 4º año se continúa la fertilización aumentando 1 kg de fertilizante/árbol/cada año edad cultivo.

8.7 IMPORTANCIA ECONÓMICA DE LA FERTILIZACIÓN

El aguacate es una de las especies de frutales que más responde a una adecuada
fertilización. En las variedades guatemaltecas, donde el peso promedio de los frutos es
de 400 g, en árboles en producción (de más de 4 años), en explotaciones tradicionales
caracterizadas por bajas fertilizaciones, se tienen producciones del orden de 200 fru-
tos/árbol/año (80 kilos). Aplicando programas de fertilización como los recomendados
en el presente artículo, se han logrado aumentos en las producciones hasta del 40%;
es decir 280 frutos, o sea 112 kilos/árbol. Esto nos da como resultado un aumento de
32 kilos/árbol/año, que en una plantación sembrada a 8 x 8 m, al triángulo, nos presen-
ta un aumento de 5.600 kg/ha.

TABLA 8.3 Sistemas y época de aplicación del fertilizante en el cultivo del aguacate

Número Intervalo
Etapa aplicaciones aplicaciones Sistema de aplicación*
por año meses

Crecimiento 4 3 –En terreno plano en corona a unos 30 cm del tronco.


(0-1 año) –En terreno pendiente en media luna a unos 20 cm del tronco.

Crecimiento 3 4 –En terreno plano en la zona gotera del árbol.


(1-3 años) –En terreno pendiente en media luna en la parte media de la
distancia que hay entre la gotera del árbol y el tronco.

Crecimiento 3 4 –En cultivos de 4-7 años en terreno plano en la zona gotera


y producción árbol.
–En cultivos de más de 7 años el fertilizante se aplica en las
calles.

* Todo fertilizante debe ser incorporado al suelo a una profundidad entre 10 y 15 cm.

161
Bibliografía

ALVAREZ DE LA PEÑA, F. J. El Aguacate. Madrid, España, 1979.

CALDERÓN, E. Fruticultura General. CCA México. 1977.

FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS DE COLOMBIA. Criterios técnicos para siem-


bra, cosecha y comercialización de frutales en zona cafetera. Bogotá, 1983.

GRISALES, A. Suelos de la Zona Cafetera. Clasificación y uso. Ediciones Fondo Cultu-


ral Cafetero.

162
9
Piña

179
Fertilización de la piña
Edilberto Duque*

9.1 GENERALIDADES

La piña en Colombia tiene un área anual de siembra de aproximadamente 6.700 ha,


para una producción calculada en 200.000 ton/año. El departamento de Santander,
municipios de Lebrija, Rionegro y Socorro, contribuyen en un 70% de la producción
nacional, con un área de 5.400 ha que representa el 80% de la superficie total cultiva-
da en el país. Otros departamentos con áreas apreciables son:

Antioquia 350 ha
Valle 350 ha
N. de Santander 200 ha
Risaralda 150 ha

Es un cultivo que ofrece muchas ventajas para intercalarlo con los frutales perma-
nentes de clima cálido, especialmente cítricos, durante los tres primeros años de de-
sarrollo de la plantación.
Es un renglón de mucha rentabilidad, dados los pocos riesgos que ofrece su explota-
ción, cuando se ubica en clima y suelos óptimos y se aplica la tecnologiía actual dispo-
nible para nuestro medio, que es en general buena.
En los programas de diversificación a nivel de zona cafetera, se tiene como una
buena alternativa para explotación de los predios cafeteros ubicados por debajo de
1.300 m.s.n.m.

9.2 VARIEDADES

Las más comunes que se tienen en cultivos tradicionales y cultivos comerciales tecni-
ficados son:

* Ingeniero Agrónomo
Federación Nacional de Cafeteros. Comité de Caldas.
Piamba (Castilla) no muy comercial
De agua no muy comercial
Cayena lisa tipo industrial
PeroIera la más comercial en nuestro medio
Manzana muy buena aceptación para consumo fresco

9.3 CLIMA

Las condiciones de clima son muy importantes tenerlas en cuenta en el cultivo de la


piña. Se cultiva principalmente en el trópico, en una franja entre 25° latitud norte y
25° latitud sur, caracterizada por los siguientes factores climáticos:

Mínimo Máximo Óptimo

Altura (m.s.n.m.) 0 1.400 800-1.200


Brillo solar 1.600-2.000 horas
Temperatura 20°C 32°C 22-26°C
Precipitación mm 1.000 2.000 1.400-1.800
Humedad relativa 50-60%

Este cultivo es de días cortos y no acepta temperaturas por debajo de 16°C, ya que
cuando estas son frecuentes, las plantas pequeñas son inducidas a florecer, dando
como resultado frutas pequeñas y de muy baja calidad.

9.4 SUELOS

En cuanto a sus características físicas, requiere un suelo permeable, con buena airea-
ción, siendo los suelos francos los que ofrecen las mayores ventajas para el cultivo.
El sistema radicular de esta planta es superficial y fasciculado, compuesto de gran
cantidad de raicillas absorbentes, por lo tanto cualquier saturación de humedad causa
destrucción de este sistema y, lo que es más grave, la raíz queda expuesta al ataque de
enfermedades fungosas.
El pH es muy importante tenerlo en cuenta en el suelo y los rangos óptimos de
desarrollo están entre 5 y 5,8. En el trópico, los valores de pH superiores a 6 causan
trastornos fisiológicos en la planta, por deficiencias muy marcadas en hierro, zinc y
boro.

9.4 REQUERIMIENTOS DE FERTILIZANTES

La piña cuando se siembra con colinos entre 80-120 g de peso, tiene un período
vegetativo entre 18 y 24 meses, según las condiciones del clima.
En la práctica se ha observado que es más rentable establecer plantaciones con
altas densidades de siembra (aproximadamente 60.000 plantas/ha), para la produc-
ción de una sola cosecha.

165
TABLA 9.1 Fertilizantes, dosis y sistemas de aplicación en el cultivo de la piña

Edad Dosis del


Etapa plantación Fertilizantes fertilizante Sistema de aplicación
(meses) (gramos/planta)

Crecimiento 1-2 25-15-0 ó 15-15-15 20 En corona al pie de la planta.


Crecimiento 8-10 15-15-15 ó 17-6-18-2 20 En corona al pie de la planta.
Floración 12-14 15-15-15 ó 17-6-18-2 20 En corona al pie de la planta.

(gramos/litro agua)
KNO3 20
Crecimiento Sulfato de Fe 5 Foliarmente aplicado
2-16
y producción Sulfato de Zn 3 con un intervalo de 15-30 días
Bórax 3

En los primeros seis meses de desarrollo la planta es muy exigente en nitrógeno.


Últimamente se ha comprobado que en suelos de origen volcánico, que son los que
reportan más ventajas para la zona cafetera, el cultivo presenta muchas deficiencias
en fósforo. Entre los 8 y 10 meses de edad de la planta debe aplicarse potasio,dadas
las grandes demandas de este nutriente para la producción de frutos de buen tamaño
y calidad.
Durante la mayor parte del desarrollo del cultivo se requieren fertilizaciones foliares,
a base de nitrógeno, potasio, hierro, zinc y Boro, con una frecuencia quincenal o men-
sual. Estas fertilizaciones se inician cuando la planta tiene tres meses de edad, y se
terminan cuando la planta ha formado completamente el fruto. Representa en total,
aproximadamente, de 16 a 22 aplicaciones foliares (Tabla 9.1).

Bibliografia

FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS DE COLOMBIA. Criterios Técnicos para Siem-


bra, Cosecha y Comercialización de frutales en la Zona Cafetera, Bogotá, 1983.

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PHILLIPS MICHELSEN, O. Industrialización de la Piña en Caldas. Bogotá, 1969.

PY, C. La Piña Tropical. Madrid, España primera edición. 1969.

166
10
Maracuyá

185
Fertilización del maracuyá
Carlos Chacón Arango*

10.1 GENERALIDADES

El maracuyá es una planta de origen tropical cuyos frutos presentan un jugo caracte-
rístico, muy apreciado en los países Norteamericanos y Europeos que lo demandan
con gran interés, por considerar su sabor y aroma exóticos al paladar y exquisito para
sus habitantes.
Esta condición coloca a Colombia en una posición de privilegio como país productor
y exportador de uno de los mejores jugos y concentrados del mundo. La gran acepta-
ción en los mercados internacionales, hacen de este cultivo uno de los más promisorios
y rentables en el renglón de los frutales para la agricultura colombiana.
En la actualidad se estima un área sembrada de 3.500 ha en todo el país, con una
producción promedia de 20 ton/ha durante un ciclo de 18 meses de producción.

10.2 ORIGEN Y BOTÁNICA

Esta planta es originaria de la región amazónica del Brasil, país que la civilizó culti-
vándola comercialmente e industrializando su jugo para darla a conocer en los merca-
dos externos.
Países como Australia y Hawai fomentaron su investigación sobre cultivo, usos y
mercadeo de la fruta. En la actualidad se cultiva en Australia, Nueva Guinea, Kenia,
Srilanka, Sud-Africa, India, Taiwán, Hawai, Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela y Colom-
bia, donde fue introducida en el año de 1963.
Con el nombre común de maracuyá se conocen varias plantas del género Passiflora.
El maracuyá pertenece a la familia Passifloraceae, de la cual hace parte la curuba de
Castilla (Passiflora mollissima), la badea o tumbo costeño (Passiflora quadrangularis),
y la granadilla del quijo (Passiflora liglularis), frutas que están tomando gran impor-
tancia en el ámbito nacional por su potencial exportable.

* Ingeniero Agrónomo
El maracuyá es una planta trepadora, vigorosa, de consistencia leñosa y condición
perenne, que necesita de un soporte o tutor para poder desarrollarse, alcanzando sus
ramas hasta 20 metros de largo.
Los tallos son de color verde, acanalados en la parte superior y glabros; presenta
zarcillos axilares de color verde a púrpura, más largos que las hojas, los cuales le
sirven para adherirse a la superficie que le está sirviendo de soporte.
Las hojas son de color verde lustroso con peciolos glabros acanalados en la parte
superior y de 2 a 5 cm de largo; posee dos nectarios redondos en la base del foliolo; la
lámina es palmeada y generalmente con tres lóbulos, pero a menudo sin divisiones en
las plantas jóvenes.
Las flores son solitarias y axilares, fragantes y vistosas, con diámetro que oscila
entre 7 y 10 cm. Están provistas de 5 pétalos libres y una corona de filamentos radiales
de 2 a 3 cm de largo, de color púrpura en la base y blanco en el ápice. Cinco estambres
aportan el polen de color amarillo vistoso con que se fecundan los óvulos a través de
tres estigmas, los cuales convergen a un ovario central transformándolo posterior-
mente en el fruto de maracuyá.
El fruto es una baya globosa u ovoide, de color que oscila entre rojo intenso a amari-
llo cuando está maduro; posee muchas semillas las cuales están revestidas por un ari-
lo jugoso de color amarillo-rojizo muy aromático y de sabor agridulce pero agradable.

10.3 VARIEDADES

Existen dos variedades o formas de maracuyá que se cultivan comercialmente en Co-


lombia.

– El maracuyá amarillo cuyo nombre científico es el passiflora edulis var. flavicarpa


Degener, presenta frutos vistosos de color amarillo, con diversas formas. Esta va-
riedad crece y se desarrolla muy bien en zonas bajas. Su floración ocurre entre las
12 M y las 18 PM, únicamente.
– El maracuyá rojo o morado, cuyo nombre científico es el passiflora edulis var. purpúrea
Sims, presenta frutos pequeños de color rojo. Esta variedad crece y se desarrolla en
zonas templadas, su floración ocurre entre las 6 AM y las 12 M, únicamente.

Se conocen tres tipos de maracuyá amarillo que han sido cultivados tradicionalmen-
te en Hawai, Venezuela y Brasil, de donde reciben estos mismos nombres; sin embar-
go, debido al desarreglo genético que implica la condición de autoincompatibilidad de
la planta, necesitando de la polinización cruzada, en Colombia podemos decir que se
cultiva únicamente el maracuyá amarillo como tal.

10.4 CLIMA

El maracuyá crece y se desarrolla muy bien en climas cálidos, tropicales o sub-tropica-


les. En climas templados su crecimiento es normal pero retarda el inicio de la produc-
ción. El crecimiento óptimo se realiza entre 24 y 28° C. En regiones con temperaturas

169
promedias por encima de este rango, el crecimiento vegetativo de la planta es acelera-
do pero disminuye su producción debido a que las altas temperaturas deshidratan el
líquido estigmático, imposibilitanto la fecundación de las flores.
El maracuyá amarillo se encuentra cultivado comercialmente desde el nivel del mar
hasta los 1.300 m.s.n.m. En la costa atlántica existen regiones como las de Sevilla-
Magdalena y San Jacinto-Bolívar, donde el desarrollo del cultivo va en aumento debido
a las bondades climáticas de las zonas. La región plana del Tolima y el Huila, como
también la región caliente de Cundinamarca, son un potencial para el desarrollo del
cultivo en Colombia. Es muy importante resaltar el buen comportamiento del cultivo
en la zona marginal de la franja cafetera, o sea por debajo de los 1.350 m.s.n.m. en los
departamentos de Caldas-Quindío y Risaralda, donde se está destacando como una de
las pocas buenas alternativas de producción frutícola para el programa de diversificación
en zonas de influencia cafetera, y finalmente el Valle geográfico del Río Cauca, que fue
escenario del mayor desarrollo del maracuyá en Colombia durante la presente década,
imponiéndose su cultivo en las estribaciones de las cordilleras Occidental y Central,
por presentar las mejores condiciones de clima y un mayor número de agentes
polinizadores que garantizan su buena producción.

10.5 SUELOS

El maracuyá requiere de suelos ricos en materia orgánica, fértiles, profundos y con


buen drenaje. El pH puede oscilar entre 5,5 y 8. Se tiene como alternativa de produc-
ción en suelos con pH altos por su gran tolerancia a la salinidad.
En suelos con problemas de drenaje, el exceso de humedad favorece el desarrollo de
enfermedades radiculares, como la pudrición seca del cuello de la raíz, causada por el
hongo Fussarium sp., la cual es limitante 100% del cultivo.
Suelos de textura arcillosa obligan a la construcción de drenajes superficiales, que
impidan la acumulación de aguas lluvias o de riego en el cuello de la planta.
Suelos de textura franca con buena capacidad de retención de agua, favorecen el
cultivo ya que suministran a la planta los niveles de humedad que ella demanda.

10.6 REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES Y FERTILIZACIÓN

El enriqueclmiento con abono orgánico descompuesto del sitio donde quedará en for-
ma definitiva la planta es una práctica muy acostumbrada por los agricultores tradi-
cionales, con muy buenos resultados.
Con 3 a 4 semanas de antelación al transplante se recomienda aplicar de 4 a 5 kilos
de materla orgánica en descomposición mezclándola con el suelo en el sitio de siem-
bra (gallinaza, boñiga, pulpa de café descompuesta).
La baja densidad de población del maracuyá, donde una hectárea se siembra con
830 plantas sembradas a 4 m entre surco por 3 entre planta, favorece la anterior
práctica.
Desde el almácigo el maracuyá debe ser germinado y mantenido en suelo enriqueci-
do con materia orgánica. Su desarrollo en el vivero y su crecimiento posterior en el

170
campo depende en gran parte de la fertilización foliar, la cual debe hacerse a base de
nitrógeno y elementos menores principalmente.
La fertilización edáfica debe realizarse en forma períodica, a partir del segundo
mes después del transplante, aportándole al cultivo los elementos que demande con
base en un análisis de suelos. Datos obtenidos para el maracuyá amarrillo permiten
caracterizar la exigencia de esa planta a los nutrientes, en el siguiente orden decre-
ciente: N > K > Ca > S > Mg > P > Fe > B > Mn > Zn > Cu > Mo.
Con una población de 830 plantas por hectárea y una producción de 40 ton de fruta/
ha para un ciclo de producción de 18 meses, se estima una extracción para la forma-
ción de materia verde y frutos de:

Nitrógeno 115 kg/ha


Fósforo 10 kg/ha
Potasio 100 kg/ha
Calcio 83 kg/ha
Magnesio 8 kg/ha
Azufre 14 kg/ha
Boro 295 g/ha
Cobre 198 g/ha
Hierro 779 g/ha
Manganeso 281 g/ha
Zinc 216 g/ha

De acuerdo a la anterior tabla de absorción de nutrientes, debe realizarse un plan


de fertilización, previo análisis de suelo de la zona donde se está desarrollando el
cultivo. La absorción de todos los nutrientes aumenta a partir de los 120 días después
del transplante, edad que corresponde al inicio de la floración.

10.7 PLAN DE FERTILIZACIÓN DEL MARACUYÁ

10.7.1 Fertilización foliar

Realizar aplicación cada diez días en el almácigo y después del transplante con los
siguientes productos en mezcla:

Úrea 46% 10 gramos por litro de agua


Nitrato de Potasio 10 gramos por litro de agua
Elementos Menores 10 cc por litro de agua
(Microcoljap 12 ó Nutrimins)

10.7.2 Fertilización edáfica

El presente plan se recomienda en suelos que presenten las siguientes características


químicas: pH alto en condiciones de neutralidad e incluso alcalinidad, y contenidos
altos de fósforo y potasio.

171
Después del transplante y cada 60 días debe realizarse la presente fertilización
radicular en corona incorporado durante el ciclo.

Úrea 35%
Mezcla = 100%
Sulfato de Potasio 35%
Aplicar 20g de la mezcla
Fosfato Diamónico (DAP) 20%
por planta
Elementos Menores 10%
(Agrimins ó Microcoljap 102 Radicular)

Se puede reemplazar la recomendaclón anterior con la aplicación de un compuesto


que supla las necesidades del cultivo en condiciones normales, como es el 17-6-18,2
en dosis de 250 gramos por planta, cada dos meses. (Tabla 10.1).
Así los suelos presenten un contenido entre medio alto de potasio, se recomienda su
aplicación debido a los altos contenidos de magnesio, y a que el cultivo lo demanda en
gran proporción.

TABLA 10.1 Fertilizantes y dosis recomendadas para el cultivo del maracuyá


en Colombia

Edad
Plantación
Etapa (meses) Fertilizantes Dosis Frecuencia

Crecimiento y 0-6 *Úrea (35%) 200 g/planta Cada 2 meses


formación + Sulfato potasio (35%)
+ DAP (20%) ó
Úrea (30%) + 15-15-15 (50%)

Floración y 7 - 18 *Úrea (35%) 250 g/planta Cada 2 meses


producción + Sulfato potasio (35%)
+ DAP (20%) ó
Úrea (30%) + 15-15-15 (50%) ó
Úrea (30%) + 17-6-18,2 (50%)

* El 20% faltante en cada una de las mezclas sugeridas en las etapas del cultivo corresponde a otros nutrimentos, de acuerdo al análisis de suelos.

TABLA 10.2 Sistema y época de aplicación de los fertilizantes en el cultivo


del maracuyá

Intervalo
Número aplicación
Etapa aplicaciones (meses) Sistemas de aplicación

Crecimiento 3 2 a) En terreno plano “corona incorporado”


y formación a 40 cm del tallo
(0 - 6 meses)
b) En terreno con pendiente se incorpora
Floración 9 2 en media luna por la parte superior,
y producción a 40 cm del tallo
(7 - 18 meses)

172
En otras áreas de producción, como la zona marginal baja cafetera, la fertilización
deberá ajustarse a las características de esos suelos, donde reguralmente los pH son
bajos, de medianos a bajos contenidos de calcio y magnesio, bajos contenidos de fós-
foro y medianos de potasio.
Se recomienda complementar la fertilización en las etapas de formación, floración y
producción con aplicación de productos a base de elementos menores.

Bibliografía

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173
11
Plátano

193
Fertilización del plátano (Musa AAB,
Simonds) en suelos de clima medio
en Colombia
Rodrigo Muñoz Araque*

11.1 CONSIDERACIONES GENERALES

En la zona de clima medio (1.000-2.000 m.s.n.m.) en Colombia se siembra plátano de


las variedades dominico y dominico-hartón. En dicha región, los cultivos cubren un
área aproximada de 280.000 hectáreas (Tabla 11.1) sembradas en monocultivo o aso-
ciado con café o cacao, entre otros. Los rendimientos por hectárea y por planta son
bajos, ya que en unicultivo la producción promedia oscila entre 8 y10 ton/ha y en
intercalamiento entre 3 y 4 ton/ha (Buriticá, 1985). El peso promedio por racimo tam-
bién es bajo, 7 a 12 kilogramos. En estos bajos rendimientos intervienen causas muy
diversas como baja fertilidad de los suelos (Tabla 11.2) y las enfermedades: pudrición
acuosa del seudotallo (Erwinia), moko (Pseudomonas), sigatoka amarilla (Mycos-
phaerella), elefantiasis, nemátodos fitoparásitos; plagas como gusano tornillo (Castnio-
mera) y picudo negro (Cosmopolites); uso restringido de fertilizantes y enmiendas;
deshije, deshoje y destronque inoportunos o inadecuados y control integrado deficien-
te de plagas, enfermedades y malezas (Belalcázar, 1991; Buriticá, 1985).
En Colombia los suelos de las diferentes subregiones del clima medio se distinguen
por un relieve quebrado, con pequeñas áreas de tierras onduladas o ligeramente pla-
nas. Esta zona cubre una extensión aproximada de 2.560.000 hectáreas (Marín y Forero,
1982) y, en general, en dichas tierras los procesos erosivos son acentuados hasta el
punto que el horizonte orgánico, superficial, es muy delgado, con menos de 20 cm en la
mayoría de los sitios.

11.2 FERTILIDAD DE LOS SUELOS

Químicamente los suelos de clima medio, cultivados con plátano, muestran frecuen-
cias altas, 98%, de suelos fuertemente ácidos (pH < 5,5); contenidos bajos a medios
*
I.A.- M.S Recursos Naturales, C.I. Tulio Ospina.
A.A. 51764 Medellín.
TABLA 11.1 Regiones colombianas productoras de plátano y su producción en
toneladas por hectárea*

Superficie Producción Rendimiento


Región natural hectáreas % ton/ha % Promedio ton/ha

Caribe 49.250 13 293.100 12 5,95


Pacifico 17.300 5 129.500 5 7,48
Andina 280.600 71 1.718.660 71 6,13
Orinoquía 22.000 6 166.340 2 7,56
Amazonía 12.000 3 36.400 2 3,02
Interandina 7.500 2 42.100 3 5,61

398.650 100 2.480.700 100 6,20

* Buriticá (1985)

de Al; medios a altos en materia orgánica, 77%, y contenidos bajos a medios en fósforo
(88%) y potasio (89%) (Tabla 11.2).

11.3 CARACTERÍSTICAS DEL CLIMA Y LOS SUELOS ADECUADAS


PARA EL CULTIVO DEL PLÁTANO

El plátano dominico y dominico-hartón es una planta que se adapta bien a una amplia
variedad de condiciones climáticas y de suelo. Sin embargo, para lograr un buen esta-
blecimiento, que posteriormente asegure altas producciones, sostenibles durante un
largo tiempo y económicamente rentables, deben concurrir un mínimo de condiciones
climáticas y de suelo favorables como las que se indican en la Tabla 11.3.

11.4 REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES

La cantidad de elementos nutritivos removidos por una cosecha de plátano depende de


la variedad y de las condiciones del suelo donde se encuentra establecido el cultivo. En
el departamento de Risaralda, en tierras de mediana a alta fertilidad, se evaluó la
extracción de nutrimentos por el plátano, encontrando que se removieron grandes
cantidades de K y en menor grado de Ca, N, Mg y P (Tabla 11.4). Considerando estos
datos se infiere que cuando se deja descomponer la planta de plátano, excluyendo el

TABLA 11.2 Frecuencia relativa de los valores de los análisis de suelos, por
categorías de fertilidad, cultivados con plátano en clima medio,
en Colombia*

pH Al (me/100 g) M.O. (%) P (ppm-Bray II) K (me/100 g)


B M A B M A B M A B M A B M A

45 53 2 79 10 11 23 34 43 76 12 12 63 26 11
* Marín y Forero (1982)
Número de muestras consideradas = 1.173

176
TABLA 11.3 Condiciones de clima y suelo adecuadas para el cultivo de plátano
(Musa AAB) variedades dominico y dominico-hartón, en el clima medio
(1.000-2.000 m.s.n.m.)*

Condición adecuada
Característica oscilación Condición inadecuada

Altura sobre nivel del mar 1.000-2.000 <800 ó >2.000


Temperatura media °C 18-24 <15 ó >28
Horas luz-día 4, 5-6 <3 ó >8
Velocidad viento km/hora <20 >40
Precipitación mensual mm 120-180 <80 ó >250
Textura Media,ligeramente pesada Arcillosa, arenosa, limosa
(F.A. a FArA.)
Estructura Migajón, granular, bloques Suelta, masiva, laminar,
subangulares prismática
Consistencia Muy friable o friable Firme, dura
Plasticidad, pegajosidad Ligeramente plástico y Plásticos, pegajosos
ligeramente pegajoso
Retención de humedad Media a alta (20-30%) Baja(<15%)-Muy alta(50%)
Porosidad total Alta (45-60%) Baja(<30%)-Muy alta(>60%)
Aireación Bien aireado (condición Mal aireado (saturación)
aeróbica) condición anaeróbica
Profundidad efectiva (m) >0,60 <0,30
pH 5,5-7,2 <5,5 ó >7,5
Materia orgánica (%) Alta (>6) Baja (<3)
P (ppm) Bray II >10 <5
me/100 g CIC 15-30 <10
me/100 g K >0,40 <0,20
me/100 g Ca 3-6 <1,5
me/lOO g Mg 1-3 <0,5
Saturación bases (%) 30-60 <30
S-ppm 10-20 <5
B-ppm 0,4-0,8 <0,2 ó >1,0
Zn-ppm 3-9 <3,0

* Belalcázar (1991); Buriticá (1985)

racimo, se retorna al suelo entre 74 y 78% de los nutrimentos absorbidos, que se


almacenan en las raíces, cormo, seudotallo y hojas.

11.5 RESPUESTA DEL PLÁTANO A LA FERTILIZACIÓN

11.5.1 Nitrógeno

En la zona del clima medio colombiano, los suelos donde se han realizado experimen-
tos sobre fertilización con nitrógeno (N) en plátano, variedad dominico y dominico-
hartón, varían ampliamente en su contenido de materia orgánica, entre 3,7 y 12,2%,

177
TABLA 11.4 Cantidad de nutrimentos almacenados en plantas de plátano,
en suelos del clima medio en Colombia*

Nitrógeno Fósforo Potasio Calcio Magnesio


Parte de la planta g/planta

Total1 882-1043 11,4-11,7 913-1.156 153-164 29,4-26,4


Racimo 21-24 2,4-2,8 103-108 7,4-8,5 6,0-5,2

* Belalcázar (1991).
1. Incluye raíz, cormo, seudotallo, tallo floral, peciolos, nervadura, lámina foliar, ráquis, cáscara y pulpa.
2. Sin fertilizar.
3. Fertilizado.

con un promedio de 7,8% (Tabla 11.5). En estas tierras las aplicaciones de nitrógeno,
en forma de úrea, en dosis entre 0 y 200 kg/ha, produjeron incrementos significativos
en la producción de plátano, únicamente en la localidad de Gigante-Huila, donde el
contenido de materia orgánica era de 3,79%. En este sitio el rendimiento pasó de 16,3
a 21,3 toneladas por hectárea. En las demás localidades no hubo respuesta a la
fertilización nitrogenada. Con dosis adecuadas de P y K, el plátano alcanzó en prome-
dio altas producciones, del orden de 21,2 toneladas por hectárea (Tabla 11.5).

11.5.2 Fósforo

Con excepción del suelo del Agrado, cuyo contenido de P-aprovechable es alto, las
demás localidades son bajos a medios en P (Tabla 11.6). En estos suelos las aplicacio-
nes de fósforo, en forma de superfosfato, provocaron un ligero incremento promedio en
el rendimiento de plátano, cuando varió la dosis entre 0 y 50 kg de P2O5/ha. Con dicha
fertilización, por cada kilogramo de P2O5 aplicado se obtuvo un rendimiento de 2,5
kilogramos de plátano. Al observar los datos en la Tabla 11.6, se encuentra que los

TABLA 11.5 Respuesta del cultivo del plátano a la fertilización con nitrógeno
en diferentes suelos de clima medio*

N Rendimiento
Localidad % M.O. kg/ha ton/ha

Chinchiná-Caldas 12,2 0 100 200 27,5 26,0 26,9


Buenavista-Quindio 7,8 0 100 200 35,6 35,7 35,5
Supía-Caldas 11,1 0 100 200 23,9 21,6 21,9
Gigante-Huila 3,7 0 100 200 16,3 21,3 1 19,7
Venecia-Antioquia 10,4 0 100 200 14,8 13,5 13,0
Misiones Cundinamarca 4,3 0 100 200 20,1 17,0 19,0
El Agrado-Risaralda 5,6 8 56 104 19,2 18,6 19,3
Tres localidades-Antioquia 7,3 8 56 104 18,5 17,7 16,4

Rango 3,7-12,2 0-8 56-100 104-200 14,8-35,6 13,5-35,7 13,0-35,5


Promedio 7,8 2,0 89 176 21,2 21,4 21,5

* Echeverry y García (1976); García, et al (1983); Muñoz (1987).


1. Incremento significativo.

178
TABLA 11.6 Respuesta del cultivo de plátano a la fertilización con fósforo en
diferentes suelos del clima medio en Colombia*

P - Bray II P2O5 Rendimiento


Localidad (ppm) kg/ha ton/ha

Chinchiná-Caldas 8 0 50 100 27,2 26,8 26,4


Buena Vista-Quindio 9 0 50 100 35,2 36,7 35,0
Supía-Caldas 3 0 50 100 21,2 23,1 23,0
Gigante-Huila 4 0 50 100 20,0 19,6 17,7
Venecia-Antioquia 7 0 50 100 12,8 14,4 14,2
Misiones-Cundinamarca 12,3 0 50 100 18,4 20,1 17,6
El Agrado-Risaralda 30 4 28 52 19,2 18,6 17,9
El Agrado-Risaralda 30 0 25 50 - 17,4 16,9
3 localidades-Antioquia 5,3 4 28 52 13,5 17,0 15,1
Fredonia-Antioquia 8 0 25 50 19,4 23,2 22,5

Rango 3-30 0-4 25-50 50-100 12,8-35,2 14,4-36,7 14,2-35,0


Promedio 11,6 0,8 40,6 80,4 20,7 21,7 20,4

* García, el al (1983); Muñoz (1987).

más altos incrementos en los rendimientos se logran cuando el contenido de P es


menor de 6 ppm (Bray II).
En el municipio de Fredonia-Antioquia, se estableció un experirnento para evaluar
el efecto de diferentes dosis y fuentes de P, en un suelo Andic Dystropept muy fuerte-
mente ácido (pH 5,2), con mediana saturación de aluminio (21%) y bajo contenido de
P, 8 ppm (Bray II).
Se consideraron las fuentes superfosfato triple (20% de P), roca fosfórica del Huila
parcialmente acidulada (7,9% de P) y roca fosfórica del Huila (9,6% de P) molida y sin
ningún tratamiento químico o biológico previo. Los resultados mostraron (Tabla 11.7),
tanto para el superfosfato como para la roca acidulada, que la mejor dosis de P2O5 era
la de 45 kg/ha anualmente. La roca fosfórica del Huila, sin tratar, tambien fué una
buena fuente de P para fertilizar plátano en los suelos considerados, pero a una dosis
mayor de P2O5 equivalente a 75 kg/ha (ICA, 1991).

TABLA 11.7 Efecto de dosis y fuentes de fósforo en el rendimiento de plátano,


variedad dominico, en clima medio de Antioguia*

Tatamientos kg/racimo
P2O5 kg/ha Fuente Rango Promedio % incremento

0 0* 13-20 19,4 -
45 SFT (20% P) 15-26 23,2 19,5
45 RFHPA (7,9% P) 18-31 23,9 20,6
75 RFH (9,6% P) 18-30 23,6 20,4

* ICA (1991)
SFT - Superfosfato Triple
RFHPA - Roca Fosfórica del Huila parcialemnte acidulada
RFH - Roca Fosfórica del Huila
NOTA: Todos los tratamientos recibieron 50 y 150 kg/ha de N y K2O, anualmente

179
11.5.3 Potasio

Las tierras donde se cultiva plátano deben contener cantidades abundantes e inmedia-
tas de K-asimilable, ya que este cultivo remueve del suelo 1.034 kilogramos de K por
planta (Tabla 11.3). Afortunadamente retornan al suelo entre un 85 y 90% del K-absor-
bido cuando se descomponen las raíces, cormo, seudotallo y hojas.
En los suelos de clima medio en Colombia, los experimentos sobre efectos del K en
la producción de plátano muestran consistentemente incrementos altos en los rendi-
mientos y significativos cuando se aplica K2O en las tierras con contenidos menores de
0,36 me de K/100 g de suelo. En estas condiciones de fertilidad, por cada kilogramo de
K2O aplicado se presenta un incremento promedio en la producción de plátano de 24,5
kilogramos, cuando se adicionan 200 kg de K2O/ha, anualmente (Tabla 11.8). Cuando
el nivel de K en el suelo es mayor de 0,6 me/100 g, el incremento logrado en el rendi-
miento por las adiciones de K2O es mínimo.

TABLA 11.8 Respuesta del cultivo del plátano a la fertilización con potasio
en diferentes suelos del clima medio en Colombia*

K K2O Rendimiento
Localidad me/100 kg/ha/año ton/ha

Chinchiná-Caldas 0,14 0 200 400 18,2 29,8 32,7


Chinchiná-Caldas 0,15 0 200 400 20,1 30,7 31,2
3 localidades-Antioquia 0,14 16 208 - 14,5 16,7 -
Venecia-Antioquia 0,27 0 200 400 10,9 14,8 15,7
Gigante-Huila 0,21 0 200 400 13,1 19,6 24,5
Misiones-Cundinamarca 0,08 0 200 400 10,7 20,6 24,8

Rango 0,08-0,27 0-16 200-208 400 10,7-20,1 14,8-30,7 15,7-32,7


Promedio 0,16 2,5 201 400 18,0 22,6 25,6

Supía-Caldas 0,36 0 200 400 19,3 24,5 23,6


Buena Vista-Quindío 0,73 0 200 400 35,3 35,5 30,1
El Agrado- Caldas 0,63 32 224 416 20,3 18,6 19,9
El Agrado-Caldas 0,63 0 200 - 17,4 17,2 -
Montenegro-Quindío 1,02 0 200 400 35,2 35,2 33,4

Rango 0,63-1,02 0-32 200-224 400-416 17,4-35,3 17,2-35,2 19,9-33,4


Promedio 0,75 8 206 405 26,6 26,6 27,8

* Echeverry y García (1974); Echeverry (1987); García (1970); García (1983); Muñoz (1987)..

11.5.4 Elementos secundarios

El plátano prospera bien en suelos entre ligeramente ácidos y neutros (pH 5,5 - 7,2)
cuando además están adecuadamente abastecidos de Ca y Mg, con saturaciones mayo-
res del 30 y 15%, respectivamente, o cuando el contenido de Ca y Mg es mayor de 3,0
y 1,0 me/100 g. En estas condiciones de fertilidad, generalmente no se han obtenido
respuestas significativas a las aplicaciones de estos nutrimentos (Tabla 11.9). En con-
diciones de menor fertilidad la respuesta ha sido evidente.

180
TABLA 11.9 Respuesta del plátano, variedades dominico y dominico-hartón,
a elementos secundarios en clima medio*

me/100 g Tratamientos Rendimientos


dosis
Localidad pH Ca Mg kg/ha fuente1 ton/ha

Bello-Antioquia 6,5 6,3 10,4 0 0 17,1


250 Cal dolomítica 17,6
Fredonia-Antioquia 5,0 3,5 1,0 0 0 25,3
250 Cal dolomítica 27,5
Cocorná-Antioquia 5,2 1,3 0,3 0 0 17,0
200 Sulfato de magnesio 19,0
Naranjal-Caldas 5,0 0,2 0,1 0 0 10,7
75 MgO Sulfomag 19,9

* Echeverry (1987); Muñoz (1987); Muñoz y Molina (1992).


1. Cal dolomítica = CaCO3 (70%) + MgCO3 (15%)
Sulfato de Magnesio grado agrícola = MgSO4•5H2O
Sulfomag = K2SO4 (22% K20) + MgSO4 (11% MgO)

11.5.5 Elementos Menores

Existe poca información generada sobre la respuesta del plátano a la adición de los
elementos menores en clima medio. En esta zona, sin embargo, las plantaciones mues-
tran con alguna regularidad los síntomas que caracterizan la deficiencia de boro o
zinc.
En estudios realizados en el departamento de Antioquia (Tabla 11.10), en suelos
residuales y aluviales, cuando el contenido boro, zinc y cobre, en partes por millón, es
menor o igual a 0,4, 3,2 y 5,8, respectivamente, hubo incrementos altos en la produc-
ción cuando se aplicaron estos nutrimentos en forma de bórax, sulfato de zinc y sulfato

TABLA 11.10 Respuesta del plátano, variedad dominico, a la aplicación


de elementos menores, en clima medio de Antioquia*

Tipo ppm Tratamientos1 Rendimientos


Localidad suelo Fe Mn Zn Cu B kg/ha Fuente ton/ha

Fredonia-Antioquia Residual 53 25 2,6 1,4 0,4 0 0 25,3


15 Bórax 30,5
20 Sulfato Cobre 29,1
40 Sulfato Zinc 29,1
1 Molibdato Amonio 30,1

Bello-Antioquia Aluvial 101 15 3,2 5,8 0,4 0 0 17,1


30 Bórax 22,6
20 Sulfato cobre 22,4
20 Sulfato zinc 21,5

* Muñoz (1987); Muñoz y Molina (1992).


1. Todos los tratamientos, en sendos lugares, recibieron dosis adecuadas de N, P2O5 y K2O.

181
de cobre. En el suelo residual de Fredonia la adición de un (1) kilogramo de molibdato
de amonio aumentó el rendimiento de plátano en 4,8 toneladas por hectárea.

11.6 RECOMENDACIONES PARA LA FERTILIZACIÓN DEL PLÁTANO

En Colombia, en la zona de clima medio (1.000-2.000 m.s.n.m.), se siembran tradicio-


nalmente entre 250.000 y 300.000 hectáreas de plátano en monocultivo o asociado.
En esta región ecológica son comunes las tierras de relieve quebrado, con baja a me-
diana fertilidad donde predominan suelos fuertemente ácidos, bajos a medios en fósfo-
ro y potasio, con contenidos medios a altos en materia orgánica.
Los estudios sobre fertilización y encalamiento en la producción de plátano mues-
tran respuesta positiva, significativa, en los suelos de baja fertilidad, caracterizada
esta por contenidos menores de tres por ciento (3%) en materia orgánica, cinco partes
por millón de fósforo y 0,3 miliequivalentes de potasio por 100 gramos de suelo. En la
Tabla 11.11 se indica la fertilización del cultivo de plátano, tomando en consideración
la investigación realizada para la zona de clima medio en Colombia.

TABLA 11.11 Recomendaciones para la fertilización del plátano en producción*

Resultados Dosis recomendada


Elemento análisis Categoría kg/ha/año Nutrimento1

Materia orgánica <3 Bajo 60-90 N


3-6 Medio 30-60
P(ppm)-Bray II <5 Bajo 45-70 P2O5
5-10 Medio 25-45
K-me/100 g < 0,3 Bajo 120-180 K2O
0,3-0,6 Medio 60-120
Ca-me/100 g < 3,0 Bajo 250-500 Cal Agrícola
3-6 Medio 0-250
Mg me/100 g < 1,0 Bajo 250-500 Cal Dolomítica
1-2 Medio 0-250
B-ppm < 0,4 Bajo 1-2 Boro
Zn-ppm < 1,5 Bajo 46 Zinc
Cu-ppm < 1,0 Bajo 3-4 Cobre
Mn-ppm < 10 Bajo 4-6 Manganeso
pH < 5,5 - 250-500 Cal
Saturación de Al(%) > 40 - 250-500 Cal

* ICA (1992).
1. La fertilización debe hacerse en forma fraccionada, dos veces por año o cuando la planta productiva emita la 1a y 10a hoja (a los 30 y 90 días después
de la siembra). La planta hija de reemplazo se fertiliza fraccionadamente, cada 4 meses.

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184
12
Fríjol

205
Fertilización del fríjol (Phaseolus
vulqaris L.) en suelos colombianos
de clima medio
Rodrigo Muñoz Araque*

12.1 INTRODUCCIÓN

Los suelos de clima medio (1.000-2.000 m.s.n.m.) en Colombia son de baja a mediana
fertilidad. Estos presentan algunos limitantes para el crecimiento normal de los culti-
vos, ya que en general su reacción o pH tiende a ser fuertemente ácida (pH 4,2 - 5,5)
(Tabla 12.1); con una alta frecuencia de valores altos de aluminio; bajos a medios de K-
asimilable (menos de 0,3 me/100 g), Mg-intercambiable (menos de 1,0 me/100 g) y
materia orgánica (menos de 5,0%). El contenido de P-aprovechable presenta predomi-
nio hacia valores bajos (menos de 15 ppm); además, poseen una mediana a alta capa-
cidad de fijación de fosfatos (Marín y Forero, 1982). En esta región climática los ele-
mentos menores han sido poco estudiados, sinembargo en Antioquia son altas las
frecuencias de contenidos bajos y medios para los nutrimentos B (99%), Cu (83%) y
Zn (54%). Los suelos deficientes en Fe y Mn son escasos (Tabla 12.2) (Muñoz, 1980).

12.2 EXTRACCIÓN DE NUTRIMENTOS

El fríjol es una planta de ciclo vegetativo corto que extrae del suelo cantidades relati-
vamente altas de N y K, medianas de Ca, Mg y S y bajas en P, en una secuencia pro-
bable:

N > K > Ca > S > Mg > P (Tabla 12.3).

De estos datos se infiere que la incorporación al suelo de los residuos formados por
las hojas, tallos y vaina, recicla cantidades apreciables de N y K y en menor cantidad
Ca, S, Mg y P.
*
I.A.- M.S Especialista en Suelos, C.I. Tulio Ospina.
A.A. 51764 Medellín.
TABLA 12.1 Frecuencia relativa de las características de fertilidad de los suelos
de clima medio, agrupadas por categorías

Frecuencia relativa (%)


Característica Nº muestras Bajo (B) Medio (M) Alto (A)

pH 38.554 29 60 11
Al 23.498 38 14 48
M.O. 39.013 27 35 38
P 38.968 64 17 19
K 24.539 33 30 37

TABLA 12.2 Estado de la fertilidad de los suelos de clima medio en Antioquia

Límites tentativos críticos % muestras analizadas


ppm con base en 200 sitios
Característica Bajo Medio Alto Bajo Medio Alto

Fe < 25 25-75 > 75 8 16 76


Mn < 10 10-30 > 30 4 23 73
Zn < 1,0 1,0-3,0 > 3,0 16 38 46
Cu < 1,0 1,0-3,0 > 3,0 19 64 17
B < 0,3 0,3-0,6 > 0,6 24 75 1

En la planta de fríjol es lenta la producción de materia seca en los primeros 15-25


días a partir de la germinación (Figura 12.1), sufriendo un incremento alto entre los
25-60 días, cuando ya se ha iniciado la formación de las vainas, con posterior llenado
de los granos, maduración y cosecha. En la primera fase de crecimiento, antes de los
25 días, la absorción y acumulación de los nutrimentos (Figura 12.2) es relativamente
baja, en un orden de N > K > Ca > Mg, P y S. Luego entre los 25 y 50 días se incrementa
notablemente la absorción y acumulación de K y N, en menor grado el Ca y empieza a
ser importante la acumulación de S, Mg y P. Después de los 50-60 días de germinación
continúa la absorción de P y gran parte del N y K migra hacia las vainas y los granos,
donde finalmente se almacenan (Figura 12.2).

12.3 FERTILIZACIÓN DE FRÍJOL EN COLOMBIA

En la zona de clima medio colombiano (1.000-2.000 m.s.n.m.) se cultivan algunas


variedades mejoradas de fríjol arbustivo producidas por el Instituto Colombiano
Agropecuario, que tienen un período vegetativo y reproductivo que dura entre 80 y 95
días, de germinación a cosecha. En esta región, los principales departamentos produc-
tores son Antioquia, Caldas, Quindío, Risaralda, Valle, Nariño, Cauca y Huila. En los
suelos de estos departamentos se han realizado numerosos estudios, para evaluar la
respuesta a la fertilización con N, P y K, abonamiento orgánico y al encalamiento.
En relación al nitrógeno, los suelos de clima medio presentan, en general, conteni-
dos bajos a medios, especialmente en aquellas tierras ácidas, desaturadas y erosionadas

187
1000 Total

Raíces

Vainas

800 Hojas

Tallos
Peso seco - g/100 plantas

600

400

200

0
0 15 25 34 46 56 66 77

Días después de la siembra

FIGURA 12.1 El peso seco de varias partes de la planta de fríjol y el peso total
durante el ciclo de crecimiento (adaptado de Cobra, 1967)

(Monómeros, 1986-1988; Muñoz, 1980; Marín y Forero, 1982). En esos suelos donde
el contenido de materia orgánica varía dentro de rangos tan amplios como 1,5 a 9,7%,
las variedades de fríjol arbustivo incrementaron su producción cuando se aplicó
nitrógeno o abono orgánico, en forma de gallinaza de piso de ponedoras (Tabla 12.4).
En suelos con menos de 5% de materia orgánica, hubo un incremento de 7,32 kilogra-
mos de fríjol por cada kilogramo de N aplicado, cuando se adicionó N entre 30 y 50 kg/

TABLA 12.3 Extracción promedia de elementos nutritivos en una cosecha


normal de fríjol*

Nutrimentos kg/ha/cosecha
Parte de la planta N P K Ca Mg S

Grano - 1.000 kg/ha 32,3 2,8 19,7 3,6 3,0 4,8


Cultivo completo 101,6 9,1 92,6 54,1 17,7 25,4

* Howeler y Medina (1982)

188
200 K

Ca

Mg

150 S
Nutrimentos en la planta - kg/ha

100

50

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80

Floración Formación vainas Granos

Edad de las plantas - días

FIGURA 12.2 La cantidad de nutrimentos en la planta de fríjol durante el ciclo de


crecimiento (adaptado de Haag, et al, 1967)

ha. Para suelos con contenidos de materia orgánica entre 5 y 10%, el incremento en la
producción de grano fué de 5,84 kilogramos por cada kilogramo de N aplicado, en el
rango entre 25 y 90 kg/ha (Tabla 12.4) (ICA, 1975-1989; Monómeros, 1986).
La gallinaza es un abono orgánico con alta eficiencia agronómica, especialmente en
suelos con bajos contenidos de materia orgánica (menos del 5%). En dichas condicio-
nes, por cada kilogramo de gallinaza aplicada hubo un incremento en rendimiento de
fríjol de 1,38 kilogramos. Cuando el suelo contenía entre 5 y 10% de materia orgánica,
el incremento alcanzado fué de 0,65 kilogramos de fríjol por kilogramo de gallinaza
(Tabla 12.5).

189
TABLA 12.4 Respuesta del fríjol a la aplicación de N en suelos de clima medio
y frío en Colombia*

Mejor tratamiento
kg/ha Rendimientos
Materia
Variedades orgánica T N Abono Con abono
Localidad arbustivas (%) °C Sin N kg/ha orgánico Sin N Con N orgánico

Tulio Ospina (Bello) ICA-Toné 1,5 22 0 30 500 1.280 1.526 2.070


Pasto (Nariño) Diacol Catio 3,4 11 0 40 - 572 1369 -
Guadalupe (Huila) - 1,5 20 0 40 - 1.292 1.354 -
San Juan (Cocorná) Diacol Catio 4,2 20 0 30 500 630 980 1.275
Granja Palmira (Palmira) Diacol Calima 2,9 24 0 50 - 1.083 1.269 -
Granja Palmira (Palmira) lCA-Pijao 2,9 24 0 50 - 1.180 1.299 -

Rango 1,5-4,2 11-24 30-50 500 572-1.292 980-1.369 1.275-2.070


Promedio 2,73 40 1.006 1.299 1.675

Tesorito (Caldas) Diacol-catio 9,7 18 0 25 - 547 843 -


Tulilo Ospina (Bello) ICA-Toné 5,3 22 0 50 - 500 710 -
La Palma (Oporapa) - 5,6 24 0 40 - 710 810 -
Santa Cruz (Cocorná) Diacol-catio 7,1 20 0 30 500 520 1.050 1170
Maldonado (Angostura) Diacol-catio 8,5 21 0 30 1.000 430 670 1.420
Linares (Nariño) Limoneño 5,7 18 0 20 - 868 1.146 -
La Mina (Hispania) Diacol-catio 7,2 22 0 90 1.000 1.139 1.345 1.450
Serranía (Jardín) Diacol-catio 7,5 19 0 90 1.000 309 639 750

Rango 5,3-9,7 18-24 25-90 500-1.000 309-1.139 670-1.345 750-1.450


Promedio 7,0 46,7 875 628 901 1.197

* ICA: 76-86; ICA: 75-89

Una buena alternativa para adicionar al fríjol arbustivo nitrógeno es mediante su


aplicación foliar, en dosis de 1 a 2% de úrea en agua, iniciando a los 10-15 días de su
germinación. Posteriormente se continúa con aplicaciones quincenales, dos a tres,
hasta cuando el mayor porcentaje de vainas estén bien desarrolladas, pero aún en
estado verde. Esta fertilización foliar es complementaria a la fertilización edáfica (ICA:
75-89). En la Tabla 12.6 se observa el beneficio de esta práctica, en seis experimentos
establecidos en clima medio (ICA: 75-89).
En el clima medio colombiano, los suelos cuando se cultivan con fríjol arbustivo
responden a las aplicaciones de fósforo, especialmente aquellos que contienen menos

TABLA 12.5 Incrementos en los rendimientos de fríjol arbustivo en clima medio


colombiano, por la aplicación de N o gallinaza

Incremento en kilogramos de fríjol


Límite crítico tentativo para materia orgánica producido por cada kilogramo de:
Categoría % de M.O. N Gallinaza

Bajo 1,5-5,0 7,32 1,38


Medio 5,0-10 5,84 0,65

190
TABLA 12.6 Efecto de la fertilización foliar en el rendimiento de fríjol arbustivo,
en suelos de clima medio en Antioquia

Tratamientos Rendimientos en kg/ha


N-edáfico N-foliar
kg/ha % úrea en agua Rango Promedio

0 0 630-750 670
30 0 950-1.420 1.130
0 2 670-1.050 830
30 2 930-1.670 1.370

de 30 ppm (Bray II) (Tabla 12.7). En estas condiciones de fertilidad, por cada kilogra-
mo de P2O5 adicionado se logran aumentos en la producción de 3,74 kilogramos de
fríjol, en un amplio rango de fósforo entre 25 y 300 kg de P2O5/ha (Tabla 12.7); una
buena cosecha de fríjol se obtiene con 90-150 kg de P2O5/ha (ICA: 75-89; ICA: 76-86).
Una característica común en la mayoria de los suelos de clima medio, es su alta
capacidad de fijación de fosfatos, más del 70% del P-soluble aplicado o mineralizado
de la materia orgánica (Muñoz, 1980). En varios suelos la fuente de fósforo, superfosfato
tripIe, cuyo fósforo es soluble en agua y citrato, ha dado excelentes resultados para
fertilizar fríjol arbustivo (Figuras 12.3 y 12.4) (Howeler y Medina, 1982). También con
similar eficiencia agronómica se han comportado la roca fosfórica del Huila parcial-

TABLA 12.7 Respuesta del fríjol arbustivo a la aplicación de fósforo en suelos


de clima medio en Colombia*

Tratamientos kg/ha Rendimientos kg/ha


P (ppm) Mejor dosis Mejor dosis
Localidad Dpto Variedad Bray II Sin P P2O5 Sin P P2O5

Tulio Ospina Ant. ICA-Toné 2,5 0 90 808 1.715


Tulio Ospina Ant. ICA-Cuna 2,5 0 60 1.146 1.210
Tulio Ospina Ant. Diacol-catio 2,5 0 90 690 1.743
Mina Vieja Ant. Diacol-catio 7,0 0 180 1.010 1.495
Sonsón Ant. Diacol-catio 11,1 0 150 303 557
Tulio Ospina Ant. Diacol-catio 2,4 0 100 143 270
Jardín Ant. Diacol-catio 3,0 0 180 197 617
La Unión Nariño - 15,0 0 120 666 812
Timbío Cauca ICA-Gualí 6,2 0 200 401 1.347
Cajibío Cauca ICA-Gualí 4,1 0 200 213 1.141
Piendamó Cauca ICA-Gualí 6,7 0 300 240 654
Naranjal Caldas Diacol-catio 14,8 0 300 483 1.248
La Zapata Valle ICA-Tui 10,0 0 200 600 1.760
El Cerro Valle ICA-Pijao 29,0 0 25 1.189 1.769
El Cerro Valle ICA-Pijao 25,0 0 50 1.283 1.461

Rango 2,4-29,0 25-300 143-1.283 270-1.769


Promedio 11,2 149,7 624,7 1.186

* ICA: 75-89

191
1000

500
Fríjol - kg/ha

SFT : Super fosfato triple

RHPA : Roca Huila parcialmente acidulada

RH : Roca Huila molida

0
0 35 70 140

Días después de la siembra

FIGURA 12.3 Respuesta del fríjol a dosis y fuentes de P en suelos ácidos infértiles
del Cauca. Pescador, 1983-a. (ICA)

mente acidulada (RFHPA) y las Escorias Thomas (ET), cuando se aplican las dosis
requeridas de P y en la forma (banda o corona) y época (a la siembra) adecuadas. Las
rocas fosfóricas naturales colombianas, molidas, sin ningún tratamiento químico o
biológico previo, no han resultado eficientes para ser consideradas buenas fuentes de
P para fríjoles arbustivos, en suelos deficientes en este nutrimento.
Los suelos de clima medio en Colombia presentan frecuencias altas, entre 50 y 70%
de valores bajos y medios de K-intercambiable, menos de 0,4 me/100 g (Tabla 12.1).
En suelos con estos contenidos de K, la aplicación de K2O (KCl) incrementa el rendi-
miento en las diferentes localidades (Tabla 12.8), a razón de 8,88 kilogramos de grano
por cada kilogramo de K2O adicionado a los suelos (ICA: 76-86; ICA: 75-89).

192
2,0

1,6
Rendimiento de fríjol - ton/ha

1,2

0,8

Superfosfato triple
0,4
Escorias Thomas

Roca fosfórica Huila

Roca fosfórica Boyacá

0
0 50 100 200

kg P2O5/ha

FIGURA 12.4 La respuesta del fríjol Tui a la aplicación de varias dosis y fuentes
fosfóricas

Para el cultivo del fríjol se consideran suelos normales, aquellos que tienen una
reacción o pH entre 5,5 y 7,5; hasta 2 me de Al/100 g o menos de 30% de saturación de
Al; además contenidos de Ca++ y Mg++ asimilable superiores a 3,0 y 0,8 me/100 g,
respectivamente, o saturaciones de Ca++ mayores de 30% y Mg++ de 15% (Howeler y
Medina, 1982).
El fríjol es un cultivo bastante susceptible a la toxicidad de Al y Mn, común en suelos
ácidos (pH < 5,5). Las plantas afectadas por éste disturbio tienen poco crecimiento y
desarrollo. Las hojas son amarillentas, con necrosis en los bordes y el sistema radicular
es restringido. En casos severos de toxicidad de Mn las hojas más tiernas se deforman,
encrespan y necrosan; en las hojas nuevas se desarrolla una necrosis intervenal (Howeler
y Medina, 1982).

193
TABLA 12.8 Respuesta del fríjol arbustivo a la aplicación de potasio en suelos de
clima medio en Colombia*

Tratamientos kg/ha Rendimientos kg/ha


K Mejor dosis Mejor dosis
Localidad Dpto Variedad me/100 g Sin K K2O Sin K K2O

Mina Vieja Ant. Diacol-catio 0,17 0 30 1.032 1.264


Serranía Ant. Diacol-catio 0,16 0 30 763 787
Maldonado Ant. Diacol-catio 0,17 0 30 370 860
San Francisco Ant. Diacol-catio 0,18 0 80 1.400 1.493
Tulio Ospina Ant. Diacol-catio 0,23 0 50 428 830
Tulio Ospina Ant. ICA-Cuna 0,40 0 30 974 1.340
Tulio Ospina Ant. Diacol-catio 0,40 0 30 1.343 1.350
La Mina Ant. ICA-Toné 0,25 0 30 650 1.143
Arboleda Ant. Diacol-catio 0,24 0 30 320 1.340
Tesorito Caldas Diacol-catio 0,24 0 80 843 1.197

Rango 0,16-0,40 30-80 320-1.400 787-1.493


Promedio 0,24 42 812,6 1.160,4

Sonsón Ant. Diacol-catio 1,10 0 80 373 667


Chapacual Nariño Antioquia 8 0,90 0 20 2.349 3.210
Linares Nariño Limoneño 1,08 0 20 1.530 1.580
Serie palmeras Valle ICA-Calima 0,65 0 25 1.036 1.289
Serie palmeras Valle ICA-Calima 0,65 0 25 1.155 1.180
Samaniego Nariño ICA-Tundama 0,82 0 20 541 637
Chapacual Nariño ICA-Tundama 0,80 0 20 2.977 2.340

Rango 0,65-1,08 20-80 373-2.977 637-3.210


Promedio 0,85 30 1.423 1.557

* ICA

El control de la toxicidad producida por el Al y/o Mn, se logra mediante la aplicación


al suelo de enmiendas calcáreas o dolomíticas o la incorporación de materia orgánica
que al descomponerse libera compuestos que pueden retener el exceso de cationes,
incluídos Al y Mn.
En Colombia un alto porcentaje de los suelos, entre 40 y 50%, ubicados en clima
medio donde se cultiva el fríjol, presentan algunas limitantes bien por pH y/o alta
saturación de Al o por deficiencias de Ca y/o Mg ó tienen relaciones Ca/Mg muy am-
plias (Tabla 12.1) (Marín y Forero, 1982; Muñoz, 1989).
En varios de los suelos mencionados, representativos de las condiciones físico-quí-
micas predominantes, se realizaron experimentos sobre encalamiento para evaluar
sus efectos en la producción de fríjol arbustivo. Analizando los datos se encontró, en
todas las localidades, incremento en los rendimientos (Tabla 12.9) con un índice de
eficiencia de 208 gramos de fríjol producido por kilogramo de cal aplicada (ICA: 75-89).
En virtud de los resultados obtenidos con las aplicaciones de cal en los suelos men-
cionados se sugiere, para corregir los problemas de acidez en fríjol, el siguiente plan
de encalamiento:

194
TABLA 12.9 Respuesta del fríjol arbustivo al encalamiento en suelos de clima
medio en Colombia*

me/100 g kg/ha Rendimiento kg/ha


Cal
Localidad Dpto Variedad pH Al Ca Mg Mejor dosis Sin cal Mejor dosis

Betania Antioquia Diacol-catio 5,7 - 8,8 2,40 1.000 1.137 1.500


Sonsón Antioquia Diacol-catio 5,1 1,1 1,6 0,35 2.000 510 717
Urrao Antioquia Diacol-catio 5,4 1,0 0,8 0,37 2.000 1.101 1.900
Serranía Antioquia Diacol-catio 5,1 4,4 2,5 0,90 2.000 448 525
Timbío Cauca ICA-Gualí 5,5 0,9 4,0 2,20 4.000 1.250 1.400
Popayán Cauca ICA-Gualí 5,7 - 2,0 1,50 4.000 1.423 1.420
Popayán Cauca ICA-Gualí 5,6 - 2,0 0,34 4.000 924 1.271
Cajibío Cauca ICA-Gualí 5,5 1,0 2,0 1,90 4.000 443 902

Rango 1.000-4.000 443-1.423 525-1.900


Promedio 2.875 904,5 1.204,3

* ICA

Condiciones químicas prevalentes


me/100 g Sistema de aplicación
pH Al Ca Mg Cal ton/ha Época Forma

<5,5 >2,0 <3,0 <0,8 1,0-2,0 Antes de Al voleo


la siembra incorporada

0,25-0,50 A la siembra En banda


o corona

Cuando la relación Ca/Mg es muy amplia, 3-6/1 ó más, y/o el contenido de Mg en el


suelo es menor de 0,8 me/100 g, la fuente de cal debe ser dolomítica, CaCO3 y MgCO3.
En otras condiciones químicas, la cal agrícola, CaCO3, es recomendada.

TABLA 12.10 Recomendaciones de fertilizantes para fríjol arbustivo en Colombia,


en los suelos de clima medio (1.000-2.000 m.s.n.m.)

Resultados de los análisis de suelos Fertilización recomendada


Categoría P (ppm) K N P2O5 K2O
% M.O. Bray II me/100 g kg/ha kg/ha kg/ha

Bajo <5 < 20 < 0,20 30-60 * 90-150 30-60


Medio 5-10 20-40 0,20-0,40 15-30 ** 60-90 15-30
Alto > 10 > 40 > 0,40 0-15 *** 0-60 0-15

* Estas dosis de N, P y K se pueden reemplazar con 1.000 a 1.500 kg/ha de gallinaza


** Estas dosis de N, P y K se pueden reemplazar con 500 a 1.000 kg/ha de gallinaza
*** Estas dosis de N, P y K se pueden reemplazar con 250 a 500 kg/ha de gallinaza.

195
Los resultados obtenidos con la fertilización del fríjol arbustivo, a base de abonos
orgánicos, nitrógeno, fósforo, potasio y encalamiento, en suelos de clima medio en
Colombia, permiten postular los límites críticos tentativos y las siguientes dosis de
fertilizantes (Tabla 12.10).

Bibliografía

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Progreso. 1976-1986.

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MONÓMEROS COLOMBO-VENEZOLANOS. 1986. Fertilización de cultivos del clima


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3 serie de divulgación Técnica. 1-179 p.

MARÍN, M.G. y FORERO, F.R. 1982. Fertilidad general de los suelos de clima medio de
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Al, Ca, Mg, S y la relación Ca/Mg en diferentes regiones y cultivos. Hojas a máqui-
na. Granja Tulio Ospina (Bello). 1-44 p.

196
13
Yuca

219
Fertilización de la yuca
Jairo Gómez López*
Germán Upegui**

13.1 INTRODUCCIÓN

La yuca es un cultivo rústico que crece bien en suelos pobres donde otros cultivos casi
no producen. Por otra parte, muchos agricuItores piensan que la yuca es una planta
que agota la fertilidad del suelo y la siembran como último cultivo en la rotación, en
sistemas de agricultura migratoria, casi sin tecnología, en suelos sumamente ácidos e
infértiles o en lomas muy erosionadas. Aunque la planta aguanta estas condiciones
adversas y produce mejor que otros cultivos para obtener rendimientos altos y de bue-
na calidad, es necesario darle un buen manejo agronómico que incluye: uso de varie-
dades adaptadas, selección de estacas o cangres sanas, buena preparación y manejo
racional del terreno, buen control de malezas y una fertilización adecuada.
Para mantener la fertilidad del suelo es indispensable fertilizarlo por lo menos con
la misma cantidad de nutrientes que el cultivo haya extraído.

13.2 IMPORTANCIA DE LA YUCA

La yuca ocupa el cuarto puesto en importancia como fuente de calorías. En Colombia


se utiliza principalmente para el consumo humano, como alimento para animales o
para preparar un gran número de productos procesados como el almidón y adhesivos.
Se produce básicamente como cultivo de subsistencia. Su valor se deriva de la tole-
rancia a condiciones adversas de clima y suelo, como se anotó anteriormente. Además
presenta resistencia relativa a las malezas e insectos, se puede dejar bajo tierra, sin
cosechar durante un período largo de tiempo y se puede sembrar y cosechar en cual-
quier época del año.
*
Ingeniero Agrónomo.
Profesor asociado Universidad Nal. de Colombia, Facultad de Agronomía, Palmira.
**
Ingeniero Agrónomo, M. Sc.
13.3 VARIEDADES

Son muchas las variedades que se conocen en el país, pero en ensayos hechos en
Colombia por el CIAT se encontró que las mejores son: secundina, patepava, llanera,
venezolana, tempranera, caquetereña, chiroza gallinaza y M. Col 113.
En la zona cafetera central, la que domina ampliamente es la chiroza gallinaza, no
solo por su alta producción (25 ton/ha) sino por ser la de casi exclusiva aceptación en
los mercados de Bogotá, Medellín y Cali, donde se mercadea esta producción .

13.4 ZONAS PRODUCTORAS

La yuca se cultiva en casi todas las regiones del país de clima cálido o cálido moderado
principalmente del Cauca, Huila, Meta, Norte de Santander, Valle del Cauca y Costa
Atlántica y entre los 0 y los 2.000 m.s n.m. (Tabla 13.1).
En los últimos 10 años ha alcanzado gran expansión en los departamentos del viejo
Caldas, principalmente en el Quindío donde ha sido una buena alternativa para el
cultivo del café, habiéndolo sustituído en cerca de 5.000 ha. En los tres departamentos
el área en yuca alcanza aproximadamente 8.000 ha con producciones promedias de 25
ton/ha.
La yuca requiere por lo menos 1.000 mm de precipitación anual; sin embargo, crece
bien en áreas donde la precipitación es apenas de 500 mm, siempre y cuando tenga
suficiente humedad en el suelo durante los primeros dos meses. Una vez establecido el
cultivo, tolera sequías de 4-5 meses sin bajar mucho el rendimiento.
En la zona cafetera central, donde la precipitación es por lo general superior a los
1.800 mm anuales, se prefieren los suelos livianos, francos con buen drenaje, en los
cuales la cosecha y la raíz pueden alcanzar tamaños adecuados. En esta zona (Caldas,
Risaralda, Quindío y Norte del Valle del Cauca) la yuca se cultiva desde pequeñas

TABLA 13.1 Superficie cosechada, producción y rendimiento promedio del cultivo


de la yuca en departamentos de la zona cafetera colombiana*

Hectáreas Producción total Rendimiento


Departamento sembradas ton kg/ha

Antioquia 14.000 126.000 9.000


Boyacá 10.000 90.000 9.000
Caldas 250 3.750 15.000
Nariño 350 2.800 8.000
N. de Santander 6.000 60.000 10.000
Quindío 2.000 32.000 16.000
RisaraIda 1.100 7.700 7.000
Santander 28 000 308.000 11.000
Tolima 12.000 96.000 8.000
Valle 4.300 86.000 20.000

Totales 78.000 812.250 11.300

* Tomado de OPSA, Ministerio de Agricultura, 1983. Cifras del Sector Agropecuario, Bogotá.

199
123
123
123
123
123456
123456 123
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123456
123456 123
123
123456
123456
123456
12345
12345
12345678
12345678 12345
1234512345
12345
12345678
12345678 12345
1234512345
12345
1234567
1234567
123 1234567
123 12345
12345 1234567
123
123
123 1234567
1234567
123 1234 1234567
1234567 123 1234 1234567
1234567 1234
1234 1234567
1234567
1234567 1234
1234567 1234
1234567

123456
123456
123456
12345612345
12345
12345
12345
12345
12345

FIGURA 13.1 Zonas productoras de yuca

200
parcelas hasta extensiones de más de 100 hectáreas con rendimientos generalmente
altos, superiores a las 20 ton/ha, muy por encima del promedio nacional de 11,3 ton/
ha, todo ésto gracias a la buena tecnología desarrollada por el CIAT, con la colabora-
ción de Federacafé y los agricultores de la región.

13.5 REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES

Se ha considerado que la yuca es un cultivo que agota los nutrientes del suelo en forma
severa. Esto se debe a que el arbusto presenta niveles de nitrógeno relativamente altos
en las hojas y sin embargo no responde en gran medida a las aplicaciones de este
elemento; la presencia de esos contenidos altos en nitrógeno (3,5%) se debe al reciclaje
de nutrientes que ocurre en el cultivo. La vida promedio de las hojas de yuca es alrede-
dor de 60 días y el contenido de nitrógeno en las hojas caídas es de aproximadamente
la mitad del de las hojas en la planta, lo cual indica que dentro de la planta se reciclan
gran cantidad de nutrientes y que buena parte de ellos vuelven al suelo y son tomados
nuevamente por el cultivo, siendo este un buen mecanismo de adaptación a suelos
pobres.
La yuca es ineficiente para absorber fósforo, pero a pesar de esto, crece bien en
muchos suelos con niveles bajos del elemento, pues establece asociación con micorrizas
del suelo, las cuales tornan a las plantas eficientes para aprovechar mejor el escaso
fósforo, además de otros nutrientes.
En suelos de origen volcánico, como son la gran mayoría de la zona cafetera, el
fósforo normalmente se fija en más de un 90% y queda muy poco aprovechable para la
planta. Por esta razón, las aplicaciones de fósforo cuando se requieran, deben ser
altas. Un buen suministro o disponibilidad de fósforo aumenta la producción de raíces.
Entre los cultivos tropicales, la yuca es tal vez la que más potasio extrae. Si conside-
ramos que una producción normal en la zona cafetera es alrededor de 25 T.M., dicha
producción extrae del suelo:

TABLA 13.2 Niveles críticos de disponibilidad y requerimientos de fertilización


para el cultivo de la yuca en Colombia*

Resultados análisis de suelos Dosificación recomendada

Región M.O. P K N P2O5 K2O


% ppm me/100 g kg/ha kg/ha kg/ha

<2 < 15 < 0,25 75 - 100 75 - 100 50 - 75


Valles interandinos 2-3 15 - 30 0,25 - 0,45 50 - 75 50 - 75 25 - 50
>3 > 30 > 0,45 0 - 50 0 - 50 0 - 25

<3 < 10 < 0,25 75 - 100 100 -150 75 - 100


Región Andina 3-5 10 - 20 0,25 - 0,45 50 - 75 50 -100 50 - 75
(clima templado) >5 > 20 > 0,45 0 - 50 0 - 50 0 - 50

* Tomada de Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). 1992. Fertilización en diversos cultivos. Quinta aproximación.
Manual de asistencia técnica Nº 25. Bogotá.

201
Nitrógeno 53-90 kg/ha
Fósforo (P2O5) 23-28 kg/ha
Potasio (K2O) 105-133 kg/ha
Ca 17-25 kg/ha
Mg 9,75 kg/ha

13.6 FERTILIZACIÓN NUTRIMON DE LA YUCA

Los suelos predominantes en la zona cafetera central, corresponden, en un alto por-


centaje, a las unidades Chinchiná, Montenegro y Malabar (a veces transición entre
Malabar y Chinchiná) cuyas características promedias se presentan a continuación:

M.O. P K Ca Mg
Unidad Textura pH % ppm me/100 g

Chinchiná F.L. 5,5 8,3 7,0 0,12 1,5 1,6


Montenegro F.A. 5,7 5,2 1,7 1,22 2,7 0,2
Malabar F.L. 5,8 6,3 3,0 0,48 5,5 1,7

Para suelos con características iguales o similares a las unidades citadas conven-
dría realizar el plan de fertilización como el que se sugiere en la Tabla 13.3.
Para la unidad de Chinchiná convendría aplicar de 300 a 500 kg/ha de un fertilizan-
te rico en potasio.
Para la unidad de Montenegro de 300-500 kg/ha de un fertilizante rico en fósforo
como el 13-26-6.
En la unidad de Malabar de 300-500 kg/ha de un fertilizante equilibrado en N-P-K
como el 15-15-15.
El fertilizante se recomienda aplicarlo en su totalidad o en dos aplicaciones: una en
el momento de la siembra y otra dos meses más tarde. Cuando se aplique a la siembra

TABLA 13.3 Guía para la fertilización NUTRIMON de la yuca en zonas de clima


medio en Colombia*

Fertilizante y dosis (bultos/ha)


Plan de fertilización
según suelos Siembra 30-60 días Sistema de aplicación

A 15-15-15
(6 a 10)

B 13-26-6 13-26- 6 En banda al fondo del surco


(3 a 5) (3 a 5) o en corona a 20 cm del tallo

C 15-15-15 15-15-15
(3 a 5) (3 a 5)

* El plan de fertilización debe ser elaborado por un ingeniero agrónomo de Asistencia Técnica, con base en el análisis de suelo.

202
debe evitarse colocarlo en contacto directo con la estaca o semilla. También puede ser
una sola aplicación a los dos meses de sembrado, en corona alrededor de la pequeña
planta.
Si el pH es bajo (menor de 5) es necesario incorporar con un rastrillo entre 500 y
1.000 kg/ha de cal agrícola o dolomítica, con el cuidado de no excederse en la dosis
porque se pueden inducir deficiencias de elementos menores.

Bibliografía

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LOZANO, C.J. et al. 1976. Problemas en el cultivo de yuca. CIAT. Cali, Colombia. pp 81
a 104.

203
14
Pastos

227
Fertilización de pastos tecnificados
Ricardo Guerrero R.*

14.1 INTRODUCCIÓN

El uso de fertilizantes en la producción ganadera es sin duda la práctica de mayor


impacto en la productividad. No obstante, la fertilización de pastos ha estado ausente
en los sistemas de producción utilizados por los ganaderos colombianos. Solamente en
los últimos años el abonamiento de los pastos ha cobrado alguna importancia, particu-
larmente en el caso de la ganadería intensiva.
La introducción de la fertilización en los sistemas de producción ganadera del país
se explica y justifica por los siguientes fenómenos:

a) La mayor demanda de alimentos por una población en constante crecimiento.


b)Los incrementos en los precios de la tierra en regiones de alta concentración de
población que han forzado al ganadero a reducir los tamaños de su explotación, sin
disminuir la productividad.
c) El progresivo empobrecimiento de los suelos de las regiones ganaderas del país,
como resultado de su explotación durante décadas, sin que se haya considerado la
restitución de los elementos nutritivos extraídos.
d) La reciente introducción de gramíneas forrajeras, con altas demandas nutricionales.
e) La necesidad de sistemas de producción de carne y leche con altos niveles de efi-
ciencia técnica y económica, lo cual constituye una exigencia para la ganadería
colombiana de hoy como único camino para seguir siendo un buen negocio.

Lo anterior supone que la fertilización en la producción ganadera del país debe


aumentar su importancia y significación en corto plazo. Por ello, se ha considerado
oportuno recopilar y resumir en esta obra los aspectos benéficos de la fertilización de
pastos y su significado para la ganadería colombiana, con el objeto primordial de ilus-
trar tanto al ganadero como al técnico y al estudiante sobre la tecnología para el uso
eficaz de fertilizantes en sistemas de producción de carne y leche.
*
Ingeniero Agrónomo, M. Sc.
Jefe de Asistencia Técnica, Monómeros Colombo Venezolanos S.A. (E.M.A.).
Profesor Asociado, Facultad de Agronomía, Universidad Nacional.
14.2 PASTOS Y PRADERAS DEL CLIMA MEDIO

Según Mendoza (1980), las praderas en los climas cálidos de Colombia se pueden
clasificar de manera general en la siguiente forma:

14.2.1 Praderas de especies nativas

Las cuales están dedicadas a ganaderia extensiva. En estas sabanas existen gramíneas
nativas de baja calidad, aunque su crecimiento es exuberante. La baja calidad del
forraje repercute además en bajas ganancias de peso durante el período de lluvias y
pérdidas de peso durante el verano .
En este tipo de praderas, la quema periódica es una práctica casi obligatoria para el
ganadero, la cual tiene por objeto eliminar el exceso del forraje acumulado, y no con-
sumido por el ganado, e inducir el rebrote de las especies nativas, con un mayor valor
nutritivo y mejores condiciones para el consumo animal.

TABLA 14.1 Principales especies forrajeras de clima medio en Colombia*

Nombre común Nombre científico Uso

Gramíneas
Alemán Echynochloa polystachya Pastoreo
Braquiaria Braquiaria decumbens Pastoreo
Carimagua Andropogon gayanus Pastoreo
Angleton Dichantium aristatum Pastoreo/Heno
Buffel Cenchrus ciliaris Pastoreo
Estrella africana Cynodon plectostachyus Pastoreo
Gordura Melinis minutiflora Pastoreo
Pangola Digitaria decumbens Pastoreo/Heno
Puntero Hyparrenia rufa Pastoreo
Guinea Panicum maximum Pastoreo
Micay Axonopus micay Pastoreo
Pará Brachiaria mutica Pastoreo
Elefante Pennisetum purpureum Corte
Imperial Axonopus scoparius Corte
Sorgo forrajero Sorguhm vulgare Corte
Caña forrajera Sacharum officinarum Corte
King Grass Pennisetum hybridum Corte

Leguminosas
Alfalfa Medicago sativa Corte
Calopo Calopogonium mucunoides Pastoreo
Desmodio Desmodium intortum Pastoreo
Kudzú Pueraria phaseoloides Corte
Campanita Clitoria ternata Pastoreo
Guandul Cajanus cajan Corte
Siratro Macriptilium atropurpureum Pastoreo
Stylosanthes Stylosanthes S.P. Pastoreo
Amor seco Desmodium S.P. Pastoreo

* Tomado de Gavilanes (1980)

206
La introducción de pastos mejorados, permite incrementar la carga animal y la ga-
nancia de peso, bajo estas condiciones, especialmente durante los períodos de verano,
lo cual permite que animales en praderas mejoradas alcancen el peso para ceba con
dos años de ventaja, en relación con animales de sabana.

14.2.2 Praderas mejoradas

Este tipo de pradera representa un avance significativo en la ganaderia nacional.


En casi todas las regiones de clima medio los factores más limitantes son la sequía,
las malezas y la incidencia de plagas. El efecto del verano puede manejarse de varias
maneras; una de ellas es la siembra de especies tolerantes a la sequía; otra alternativa
es la conservación de forrajes mediante ensilaje, utilizando para ello los excedentes
de producción en la época de lluvias. La inclusión de leguminosas en las praderas y la
disminución de la carga animal durante el verano son también buenas opciones.
La incidencia de malezas es el resultado de una carga animal excesiva. En los pas-
tos de clima medio, el mantener cargas altas, aún durante períodos cortos, pueden
producir calvas en los potreros, trayendo como consecuencia la infestación con male-
zas. En caso necesario se puede hacer control mecánico o químico de las malezas,
pero la regulación de la carga animal constituye el control más económico y efectivo.
Entre las plagas más comunes en los pastos de clima medio se encuentra el Mión o
Salivita, cuyo ataque se presenta durante el invierno y afecta principalmente al pasto
Braquiaria. Otras plagas de importancia económica son el falso medidor y el gusano
cogollero, cuyas larvas devoran el follaje, y también las chinches de las raíces que
atacan el pasto Pará, y la cochinilla, frecuente en Pangola, Estrella y Angleton.
El control de la carga animal y el pastoreo oportuno constituyen las mejores alter-
nativas para prevenir el ataque de las plagas.
En la Tabla 14.1 se incluyen las especies de pastos más importantes en las zonas de
clima medio de Colombia.

14.3 REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES

La demanda nutricional de las diferentes especies forrajeras es muy variable y depen-


de, en general, de tres factores principales:

a) Su capacidad para extraer nutrientes del suelo.


b)El requerimiento nutricional interno de la planta.
c) El potencial de producción de la especie.

Las plantas no tienen igual habilidad para extraer nutrientes del suelo. Las gramíneas,
por ejemplo, son más eficientes para extraer el potasio del suelo que las leguminosas.
También es conocida la capacidad de adaptación a condiciones de infertilidad que
tienen pastos como el Braquiaria (Brachiaria decumbens) y Carimagua 1 (Andropogon
gayanus), los cuales son capaces de producir forrajes en mayor cantidad y calidad que
especies nativas. En contraste, bajo estas mismas condiciones de acidez e infertilidad,

207
TABLA 14.2 Extracción anual de nutrimentos de algunas especies forrajeras

Extracción de nutrientes
Rendimiento (kg/ha/año)
forraje seco
Especie (ton/ha/año) N P2O5 K2O Mg S

Pangola 17 272 78 306 - -


Pangola 29 334 120 481 75 51
Guinea 28 322 113 488 110 51
Elefante 31 339 164 677 70 84
Pará 29 344 109 515 88 46
Braquiaria 19 230 53 252 - -

especies como Angleton (Dichantium aristatum) o Pangola (Digitaria decumbens) no


serían capaces de desarrollarse.
En la Tabla 14.2 se recopila la información sobre niveles de extracción de nutrientes
en algunas especies forrajeras de clima medio.
Sorprende el hecho de que en casi todas las especies la extracción de potasio (K2O)
supera a la de nitrógeno, ya que lo que se espera es la situación inversa. Las demandas
de fósforo (P2O5) son bastante inferiores que las de N y K2O, de donde resulta que,
desde el punto de vista cuantitativo, la relación promedia de extracción nutricional N-
P2O5-K2O para las especies forrajeras es del orden: 3,5-1-4,0.
En general, no se observan diferencias apreciables en las demandas nutricionales
de las especies, pero si es evidente que algunas presentan menores niveles de exigen-
cia, tal es el caso del Brachiaria.
El factor determinante de los consumos nutricionales es el nivel de rendimiento de
forraje, según se desprende de los datos que se recopilan en la Tabla 14.2. Resulta

TABLA 14.3 Clasificación del valor nutritivo de los forrajes según los contenidos
de los principales componentes expresados en base seca*

Valor Proteína Fibra Hidratos Materia total Proteína Grasa Calcio Fósforo Relación
Nutritivo Total Cruda de carbono digerible digerible cruda (Ca) (P) nutritiva
% % % % % % % % %

Excelente 16,5 27,5 50,0 55,0 14,0 4,0 0,60 0,45 3,0
o más o menos o más o más o más o más o más o más o menos

12,0 33,5 43,0 43,0 10,5 3,0 0,30 0,30 3,1


Bueno a a a a a a a a a
16,0 27,6 49,9 54,9 13,9 3,9 0,59 0,44 6,0

7,5 39,5 35,5 36,0 6,5 2,0 0,16 0,15 6,1


Regular a a a a a a a a a
11,9 33,6 42,9 42,9 10,4 2,9 0,29 0,29 9,0

Deficiente 7,4 39,6 35,4 35,9 6,5 1,9 0,15 0,14 9,1
o menos o más o menos o menos o menos o menos o menos o menos o más

* Tomado de Instituto Colombiano Agropecuario (1970-1979).

208
claro que, tanto para el N como para el P y el K, los niveles de extracción se incrementan
conforme aumentan los rendimientos de forraje, y de acuerdo con el sistema de explo-
tación utilizado.
De lo anterior resulta lógico establecer las siguientes deducciones:

a) La práctica de la fertilización adquiere mayor significado en aquellas especies con


alto potencial genético de producción.
b)En la medida en que los niveles de tecnificación en el manejo de la explotación
ganadera permitan alcanzar altos rendimientos de forraje, la práctica de la
fertilización adquiere mayor importancia y justificación.
c) En la identificación de la dosis apropiada de fertilización debe tomarse en cuenta el
nivel esperado de producción de forraje, en función de las condiciones del suelo,
medio ambiente, tecnología aplicada y potencial genético de productividad de la
especie forrajera.

14.4 VALOR NUTRITIVO DE LOS FORRAJES

Un aspecto importante pero generalmente descuidado en la ganadería colombiana es


el relativo al valor nutricional de los forrajes. Las concentraciones de proteína, fibra,
carbohidratos y de minerales son parámetros que juegan un papel trascendental en la
nutrición del ganado y, por consiguiente, en su productividad de carne y Ieche .
El valor nutricional de los pastos depende de la especie, de las condiciones de ferti-
lidad del suelo, de factores climáticos y del estado de desarrollo del pasto. En Colom-
bia se ha encontrado que la mayoría de las especies forrajeras del clima medio y cálido
presentan valores moderados en calidad nutritiva, particularmente en época de lluvia,
pero que estos valores declinan rápidamente en la época de sequía (Laredo y Anzola,
1982).
En la Tabla 14.3 se recopilan algunos criterios para evaluar el valor nutritivo de los
forrajes.

14.5 REQUERIMIENTOS DE FERTILIZACIÓN

Las especies forrajeras, particularmente las gramíneas, responden muy bien a la


fertilización en términos de la cantidad de forraje producido por unidad de superficie.
Esta respuesta se debe principalmente al nitrógeno, el cual suele producir resultados
espectaculares. Sin embargo, tal como se observa en la Tabla 14.4, Ia mayor produc-
ción de forraje generado por la fertilización nitrogenada lleva necesariamente a una
mayor extracción o demanda de otros nutrientes, particularmente el fósforo, potasio,
azufre, magnesio y calcio. En consecuencia, si el suelo no dispone de suficientes can-
tidades de estos elementos y no son añadidos como fertilizantes, una buena parte del
beneficio de los fertilizantes nitrogenados se perderá y, además, disminuirá acentua-
damente el valor nutricional del forraje.
Los pastos requieren dos tipos de fertilización: fertilización de establecimiento y
fertilización de mantenimiento. El objetivo de la fertilización de establecimiento es el

209
TABLA 14.4 Producción de forraje seco por año en ton/ha y remoción de nitrógeno,
fósforo, potasio y calcio, en kg/ha por los pastos Angleton, Pangola y
Pará durante un año*

Elementos removidos
Producción (kg/ha/año)
Especie Tratamientos ton/ha/año N P K Ca

N 0 ** 3,4 36 8 38 12
Angleton N 50 19,9 267 64 350 60
N 100 27,6 415 75 435 88

N 0 1,0 13 5 16 4
Pangola N 50 9,6 164 49 186 45
N 100 19,6 390 95 410 90

N 0 1,8 25 7 43 5
Pará N 50 10,7 175 46 244 35
N 100 17,9 290 65 500 50

* Tomado de Lotero (1980).


** Nitrógeno aplicado después de cada corte.

de corregir los problemas de fertilidad y acidez, con el objeto de promover un creci-


miento vigoroso de la pastura. Mediante la fertilización de mantenimiento se restitu-
yen al suelo aquellos elementos extraídos por los pastos, con el objetivo de alcanzar
un óptimo nivel de productividad en el hato.

14.5.1 Fertilizaclón para establecimiento

La fertilización para establecimiento debe tener como objetivo generar en el suelo


óptimas condiciones de fertilidad, con el fin de que el desarrollo inicial de la pastura
sea abundante y vigoroso. Es evidente que, en una alta proporción, el futuro de una
pastura,sea pradera o pasto de corte, depende de una fertilización apropiada.
En la fertilización para establecimiento el Fósforo juega un papel destacado, espe-
cialmente debido a que es un elemento determinante del desarrollo radicular. La defi-
ciencia de fósforo durante el establecimiento del pasto, comprometerá muy seriamen-
te el futuro de la pastura.
Otro aspecto importante a considerar en este tipo de fertilización es el control de la
acidez, en lo relativo al exceso de aluminio y a la deficiencia de calcio y magnesio.
La aplicación del fertilizante para establecimiento debe efectuarse en la siembra o
presiembra. Para el caso de praderas, el sistema de aplicación será al voleo o incorpo-
rado, si el sistema de siembra ha sido también al voleo; o en banda, si el sistema de
siembra utilizado ha sido en surcos. Este último sistema de aplicación es el que nor-
malmente se utiliza para el establecimiento de pastos de corte.

14.5.2 Fertilización de mantenimiento

La fertilización de mantenimiento está encaminada a devolver al suelo los nutrimentos


extraídos por los pastos con el objeto de que la producción de forraje no decaiga

210
aceleradamente y, de esta manera, se conserve un buen nivel de productividad en el
hato.
El elemento clave en la fertilización de mantenimiento es el nitrógeno, ya que es el
nutriente que produce los resultados más espectulares. Sin embargo, en suelos de baja
fertilidad será necesario aplicar, además, otros nutrientes tales como el fósforo y el
potasio.
En la fertilización de mantenimeinto, el abono nitrogenado o el fertilizante com-
puesto alto en nitrógeno, debe dosificarse en aplicaciones repetidas a lo largo del año.
Si no se dispone de riego, las aplicaciones serán estacionales, coincidiendo con el
comienzo y el final de las épocas de lluvias, tanto en praderas como en pastos de corte.
En el caso que se disponga de riego, se pueden hacer aplicaciones después de cada
dos pastoreos o cortes. Junto con el nitrógeno se pueden agregar pequeñas cantidades
de fósforo, práctica que ha producido excelentes resultados, en el caso del fertilizante
NUTRIMON 25-15-0-3 (S). (Véase Figura14.1) (Arcila, 1984).
En las zonas ganaderas de los climas medios, en suelos cuyo pH sea igual o mayor
a 6,0, una excelente alternativa para la fertilización de mantenimiento es la utilización
de sulfato de amonio. En la mayoría de los casos, esta fuente ha llevado a mayores
niveles de productividad de forraje, con mayor contenido de proteínas, en comparación
a los obtenidos con úrea o nitrato de amonio. Con el fin de no exagerar las dosis de
azufre, la aplicación alternada de sulfato de amonio y 25-15-0-2 constituye también
una buena variante en el plan de fertiIización.
En la Figura 14.2 se puede observar cómo en la zona de clima medio de Fusagasugá
el pasto Elefante fertilizado con sulfato de amonio alcanzó los más altos rendimientos
de forraje en todos los cortes y los mayores contenidos de proteína, en comparación a
la fertilización de mantenimiento con úrea (Fajardo e Ibarra, 1982).

14.6 PLAN DE FERTILIZACIÓN NUTRIMON

En la Tabla 14.5 se presentan algunas alternativas para la fertilización de pastos en


las zonas de clima medio de Colombia.
Las diferentes alternativas que se plantean, tanto para la fertilización en estableci-
miento como la de mantenimiento, deben tomarse como una guía general. La identifi-
cación del plan de fertilización más apropiado en cada caso debe consultar las condi-
ciones específicas de la explotación ganadera, tales como la especie de pastura, la
fertilidad del suelo, el sistema de manejo de las praderas, etc.

14.7 SIGNIFICADO ECONÓMICO DE LA FERTILIZACIÓN

Entre las ventajas derivadas del uso de fertilizantes en la ganaderia se destacan las
siguientes:

a) Produce óptimos resultados en corto tiempo.


b)Permite aprovechar al máximo el potencial genético del hato.
c) Aumenta la cantidad de forraje disponible por unidad de superficie.

211
123
123
123
1234
1234
123
123
4 1234 123
1234 123
123 123 1234 123
123 123 1234 123
123 123 123 1234 123
123
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123 123 123 123 1234 123
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1234 123
123
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1234 123
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123 123 123
123 1234 123
123
123
123 123 123
123 123 1234 123
3 123 123 1234
123 123
123 123
123 123
123 123
123 123
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1234 123
123
123 123 123 123 123 123 123 1234 123
123 123 123 123 123 123 123 1234 123
ton/ha de forraje seco

1234 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123 123
123 123 123 123 123 123 1234 123
123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123 123 123 123 1234
1234
1234 123
123 123
123 123
123 123
123 123
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123 123
123 123
123 1234
1234 123
123
1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
2 1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 1234
1234 123
1234
1234 123
123
123
123 123
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123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
1234
1234 123
123
1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 1234
1234 123
1234 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 1234 123
123
1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 1234
1234 123
1234
1234
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 1234
1234
123
123
1234 123 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 1234
1234 123
1234 123 1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1 1234 123 1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123
123 1234 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 1234 123
123
1234 123 1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 1234 123 123 123 123 1234
1234
1234 123
123
1234
1234 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
1234
1234 123
123
1234 123 1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123 1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234
1234 123 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123 1234
1234 123
1234 123 1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123 1234 123 123 123 123 123 123 123 123 123 1234 123
1234 123 123 123 123 123 123 123
1234 1234 123 123 123 123 1234
1234 123 123 123 123 1234
Testigo Úrea Úrea Nitrón 26 Nitrón 26 25-15-0-3(S) 25-15-0-3(S)
0 kg N/ha 50 kg N/ha 75 kg N/ha 50 kg N/ha 75 kg N/ha 50 kg N/ha 75 kg N/ha
Tratamientos

1234567
1er corte
1234567
1234567
1234567
1234567 2° corte
123
123 123
3er corte 123 123
123 123 123
1234567 1234 123
123 123 123
123 123
123
15 1234567 1234 123 123 123 123 123
1234567 1234 123 123 123 123 123
123 123
1234567 4° corte 1234 123 123
123 123 123
123 123
1234
1234 123
123 123 123
123 123 123
123
1234 1234 123 123 123 123 123 123
1234 1234 123 123 123 123 123 123
1234 1234 123 123 123 123 123 123
123 1234
1234 1234 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123
123
123
1234
1234 1234
1234
1234
1234 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123
123 123 1234
1234 1234 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123
10
123 123 123
123 123 1234
1234 1234 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123
123 123 1234 123 123 123 123
% de proteínas

123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123
123 123 123
123 123 1234
1234 1234 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123
123 123
123 123
123 123
123 1234
1234 1234
1234 1234
1234 123
123 123
123 123
123 123
123 123
123 123
123 123
123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123
123 123 123
123 123 1234
1234 1234 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123
123 123
123 123 123
123 1234 1234
1234 1234 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 1234 1234 123 123 123
123
123 123
123
123
123 123
123
1234
1234 1234
1234
1234
1234 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
5 123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 1234 1234 123 123 123
123
123
123
123 123
123
123
123 1234
1234
1234
1234 1234
1234
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123
123 123 123
123 123 1234
1234 1234 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123
123 123
123 123 123
123 1234 1234
1234 1234 123
123 123 123
123 123 123
123 123 123
123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 1234 1234 123 123 123
123
123
123
123 123
123
123
123 1234
1234
1234
1234 1234
1234
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123 123
123
123
123
123
123 123 123
123 123 1234
1234 1234 1234
1234 123 123
123 123 123
123 123 123
123 123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123
123 123 123 123 1234 1234 1234 123 123 123 123 123 123 123

Testigo Úrea Úrea Nitrón 26 Nitrón 26 25-15-0-3(S) 25-15-0-3(S)


0 kg N/ha 50 kg N/ha 75 kg N/ha 50 kg N/ha 75 kg N/ha 50 kg N/ha 75 kg N/ha
Tratamientos

FIGURA 14.1 Efecto de la úrea, el Nitrón-26 y el 25-15-0 sobre el rendimiento y


contenido de proteína en el forraje del pasto Estrella (Cynodon
nlemfuensis van.) en la finca “Brasilia”, municipio de Pereira
(1.240 m.s.n.m.). Arcila (1984)

212
Suelos:
pH: 6,4 Testigo
M.O.: 3,5 % 1234567
1234567
1234567
P ap.: 130 ppm 1234567 Úrea
80 CIC: 20,0 me/100 g
Ca: 15,0 me/100 g
Sulfato de amonio
Mg: 3,0 me/100 g
70 K: 0,2 me/100 g

60
Dosis de N: 50 kg/ha/corte
Forraje verde (ton/ha)

50

40 123456
123456
123456
123456
123456 123456
123456
123456 123456
123456
30 123456 123456
123456 123456
123456
123456
123456
123456 123456
123456
123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
20 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
10 123456 123456 123456 123456 123456
123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
0 123456 123456 123456 123456 123456
1er corte 2° corte 3er corte 4° corte 5° corte

11

Dosis de N: 50 kg/ha/corte
Contenido de proteína en el forraje (%)

10

123456
123456
123456
9 123456
123456
123456
123456
123456
123456
123456 123456
123456
123456 123456
123456
8 123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
7 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
6 123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
5 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456 123456
123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
123456 123456 123456 123456 123456
0 123456 123456 123456 123456 123456
1er corte 2° corte 3er corte 4° corte 5° corte

FIGURA 14.2 Respuesta del pasto Elefante (Pennisetum purpureum, Schum)


a la fertilización con úrea y sulfato de amonio en Fusagasugá
(1.300 m.s.n.m.). Según Fajardo e Ibarra (1982)

213
d) Incrementa la capacidad de carga.
e) Mayor resistencia de las especies a los períodos de sequía.
f) Acorta el período de recuperación de los forrajes.
g) Promueve un aumento significativo en la calidad del forraje.
h)Permite incrementar la producción de carne y leche por animal y por unidad de
superficie.
i) Como resultado de lo anterior, genera incrementos importantes en la rentabilidad
de la explotación.

Bajo condiciones experimentales, la aplicación de 50 kg de nitrógeno por hectárea


después de cada postoreo, ha aumentado cinco o seis veces el rendimiento de forraje
de Angleton, Pangola o Pará, según resultados obtenidos por el Instituto Colombiano
Agropecuario.

TABLA 14.5 Guía general para la fertilización NUTRIMON de pastos en las regiones
de clima medio*

Plan de Fertilizante y dosis Época de Sistema de


Tipo de fertilización fertilización bultos/ha aplicación aplicación

A1 13-26-6
6a8

Para establecimiento** B 15-15-15 Siembra o Voleo incorporado


6a8 presiembra o bandas

C2 25-15-0-2(MgO)
4a6

1. 25- 15-0-2(MgO) Después de cada


3a5 2 pastoreos6
A3 Voleo
2. Cloruro de Potasio Una vez
1a2 al año

1. Sulfato de Amonio Después de cada


3a5 2 pastoreos (6)
De mantenimiento B4 Voleo
2. 15-15-15 Una vez
4a6 al año

1. Sulfato de amonio/úrea Después de cada


3a5 2 2 pastoreos6
C5 Voleo
2. 15-15-15 Una vez
4a6 al año

* El plan de fertilización específico para cada caso debe ser formulado por el profesional de Asistencia Tecnica, con base en el análisis de suelos.
** Debe complementarse con la aplicación de encalado en el caso de suelos fuertemente ácidos.
1. Alternativa recomendable para suelos muy pobres en fósforo.
2. Plan apropiado para suelos con buena disponibilidad de potasio.
3. Puede prescindirse del cloruro de potasio si el suelo es alto en K disponible.
4. Alternativa apropiada para suelos con pH superior a 6,0.
5. Aplicación alternada de sulfato de amonio y úrea.
6. Si no se dispone de riego, la aplicación debe coincidir con el comienzo y la terminación del período de lluvias.

214
De igual manera, en un buen número de pruebas regionales realizadas por el Pro-
grama de Pastos y Forrajes del ICA, en diferentes regiones de Colombia, se comprobó
que la fertilización, junto con una adecuada rotación de praderas, permitió incrementar
la carga animal promedia de 1,4 animales por hectárea, en pastoreo continuo sin
fertilización, a 5,1 animales por hectárea y la producción de carne de 204 kg/ha/año a
876 kg/ha/año. (Véase Figura 14.3) (Lotero, 1980).
Estas cifras permiten cuantificar fácilrnente el beneficio económico del uso de fer-
tilizantes en pastos, pues resulta evidente cómo esta práctica, ligada a un buen mane-
jo de la pradera, consigue aumentar en un 400%, tanto la carga animal como la pro-
ducción de carne por unidad de superficie. Bajo condiciones de explotación comercial,
se considera que es factible triplicar o, cuando menos, duplicar la carga animal y el
rendimiento de carne.

1. Pastoreo continuo (sin fertilización)


2. Pastoreo alterno
3. Alterno + Fertilización
4. Rotación
5. Rotación + Fertilización
5 1000
Rendimiento de carne (kg/ha/año)

4 800
Carga (Animales/ha)

3 600

2 400

1 200

0 0
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

FIGURA 14.3 Efecto de la fertilización en diferentes sistemas de manejo de praderas,


sobre la carga animal y el rendimiento de carne. Resultados promedios
de varias pruebas regionales en Colombia. Lotero (1980)

Bibliografía

ARCILA, Q. A. 1984. Efecto de tres fertilizantes nitrogenados sobre el contenido de


proteínas y el rendimiento del pasto Estrella (Cynodon nlemfuensis, Van.) Tesis de
Ingeniero Agrónomo, Manizales, Universidad Nacional de Caldas. Facultad de Agro-
nomía. 104 p.

FAJARDO, B. R. e IBARRA, M. S. 1982. Respuesta del pasto Elefante (Pennisetum


purpureum, Schum) a diferentes tipos de fertilizante. Tesis de Zootecnista. Bogotá,
Universidad Nacional, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. 59 p.

215
GAVILANES, C. C. 1980. Métodos de siembra de especies forrajeras. Suplemento Ga-
nadero 1 (4): 4-18.

INSTITUTO COLOMBIANO AGROPECUARIO.1970-1979. Informes de Progreso. Bogotá,


Programa de Pastos y Forrajes.

INSTITUTO COLOMBIANO AGROPECUARIO. 1992. Fertilización en diversos cultivos.


Quinta aproximación. Manual de Asistencia Técnica Nº 25. Bogotá, Programa Na-
cional de Suelos. 64 p.

LAREDO, C. M. y ANZOLA, V. M. 1982. Valor nutritivo de pastos tropicales. IV Pasto


Puntero (Hyparrhenia rufa) anual y estacional. Revista ICA 17 (3): 119-125.

LOTERO, C. J. 1980. Fertilización de pastos y forrajes. En: ICA, Suelos y Fertilización


de cultivos. Medellín, ICA, Regional Nº 4. Compendio No. 38 pp: 359-386.

MENDOZA, M P. 1980. Fertilización de Praderas en Colombia. Suplemento Ganadero 1


(4) 19-30.

216
15
Hortalizas

241
Fertilización de las hortalizas
Jairo Gómez López*

15.1 IMPORTANCIA

Se llama hortalizas a las plantas hortícolas cuya flor, fruto, tallo, hojas o raíces se
consumen en estado fresco, cocido o industrializado.
Las hortalizas están íntimamente ligadas al desarrollo agrícola y rural, ya que por el
carácter intensivo de su cultivo son fuente de ocupación de mano de obra que de otra
manera estaría subutilizada; contribuyen a la alimentación de familias de bajos recur-
sos y ayudan a mantener un buen nivel nutricional.
Su valor alimenticio se debe a que abastecen de calorías, de vitaminas y minerales
y son formadoras de bulto o masa para una buena digestión.
Las hortalizas más sembradas en nuestro país, son: el tomate, el pimentón, el pepi-
no, el melón, la sandía, el zapallo, el repollo, la lechuga, la cebolla, el ajo, la zanahoria,
la remolacha.

15.2 SUELOS

Los factores de mayor importancia en la producción de hortalizas de buena calidad y


en forma económica, son: suelo en óptimas condiciones físicas y químicas, agua abun-
dante y drenaje adecuado.
Es necesario insistir en las condiciones físicas cuya incidencia en las relaciones
suelo-agua-aire y suelo-planta, son bien conocidas. Se reconoce además, que el efecto
de los fertilizantes sobre las plantas está condicionado, en gran parte, por las propie-
dades físicas del suelo. Una fácil y rápida infiltración del agua, y una moderada a alta
capacidad de retención de ésta y de aire, son propiedades fisicas deseables que se
encuentran frecuentemente en suelos de textura franca, en los cuales prosperan muy
bien las hortalizas.
El uso de los abonos orgánicos, tan frecuentes en quienes siembran hortalizas,
posiblemente tenga su mayor efecto en la conservación o mejoramiento de las propie-
*
Ingeniero Agrónomo.
Profesor asociado Universidad Nal. de Colombia, Facultad de Agronomía, Palmira.
dades físicas del suelo, que en su aporte de nutrientes, que también es considerable.
La materia orgánica mejora la estructura del suelo, papel en el cual los fertilizantes
no pueden sustituirla, lo que sí ocurre con su aporte de nutrientes.
Las hortalizas, en general, prosperan bien en pH entre 5,5 y 6,8. Ejemplos de ellas
son: ajo, ají, cucurbitáceas, pepino y tomate.
Crecen bien en un pH entre 6 y 6,8 las siguientes: apio, cebolla, melón, remolacha y
repollo
Como se puede apreciar en la Tabla 15.1, entre los suelos dedicados a hortalizas,
hay un buen número que requiere el empleo de enmiendas para subir el pH, muy espe-
cialmente en los departamentos de Antioquia, Cauca, Cundinamarca y Santander.

TABLA 15.1 Distribución porcentual de los valores de pH, fósforo y potasio en


suelos dedicados a hortalizas en Colombia*

pH P K
Departamentos B M A B M A B M A

Antioquia 59 40 1 75 11 14 58 21 21
Boyacá 39 59 2 30 21 49 16 28 56
Cauca 48 49 3 82 11 7 34 32 34
Cundinamarca 43 55 2 42 25 33 32 20 48
Huila 39 59 2 54 24 22 27 25 48
N. de Santander 33 61 6 36 15 49 31 22 47
Santander 42 48 10 59 16 25 29 52 19
Tolima 18 73 9 44 16 40 45 24 31
Valle del Cauca 12 82 6 65 15 20 35 28 37

* Tomada de: Instituto Colombiano Agropecuario. 1980. Estado actual de la fertilidad de los suelos colombianos y estimativos sobre las necesidades de
fertilizantes para varios cultivos. Ministerio de Agricultura. Bogotá.

Debido a su rápido crecimiento y desarrollo, y a la gran cantidad de material vegetal


que adquieren en tiempo corto, las hortalizas necesitan de la fertilización más que
otros cultivos, como muy bien lo saben los agricultores que las cultivan, cuya gran
mayoría, si no todos, las abonan tanto con materia orgánica como con fertilizantes
químicos. De ahí que aún en suelos con alto contenido de nitrógeno, fósforo y potasio
se requiera aplicar estos elementos, y que, en los suelos con contenidos bajos y me-
dios, las cantidades que se deben aplicar sean relativamente altas, como se aprecia en
la Tabla 15.2.
Con relación al contenido de fósforo en el suelo, la Tabla 15.1 muestra que hay un
claro predominio de los suelos bajos y medios en este elemento, o sea suelos con
requerimientos y probabilidades altas de respuesta a la aplicación de fertilizantes
fosforados.
Con relación al contenido de potasio, se observa que en un buen porcentaje de los
suelos de Boyacá, Cundinamarca, Huila y Norte de Santander, el número de suelos con
requerimientos altos de este elemento, es similar al número con requerimientos me-
dios. En los otros departamentos predominan los suelos con requerimientos altos de
potasio.

219
TABLA 15.2 Guía general para la fertilización NUTRIMON de algunas hortalizas*

Dosis Época de Sistema de


Hortaliza Fertilizante** bultos/ha aplicación aplicación

Repollo - Coliflor 13-26-6 6 a 12


Zanahoria - Remolacha 13-26-6 ó 15-15-15 4a8 Siembra En bandas
Cebolla 13-26-6 ó 15-15-15 6a8 o transplante o en corona
Tomate 13-26-6 ó 15-15-15 6 a 12
Lechuga y otras 15-15-15 ó 13-26-6 4a8
hortalizas de hoja

* La recomendación de fertilizantes específica para cada cultivo debe ser formulada por el ingeniero agrónomo de Asistencia Técnica, con base en el
análisis de suelo.
** En la mayoría de los casos, la fertilización química debe complementarse con una dosis apropiada de abono orgánico.

15.3 REQUERIMIENTOS DE FERTILIZACIÓN

En la Tabla 15.2 se exponen las necesidades de fertilización de las diferentes hortali-


zas que se cultivan en Colombia, y los fertilizantes NUTRIMON que se aconsejan.
En el caso de crucíferas, como el repollo, la coliflor y otras, conviene hacer aplica-
ciones de sulfato de amonio, por su aporte de azufre, del cual son exigentes estas
plantas.

220

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