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Preguntas que se hace “La ciencia tal cual es”

en (Des)Haciendo ciencia. Conocimiento, creencias y cultura, Buenos Aires,


Ediciones del riel, 1997.
Alejandro Piscitelli

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1. Nos preguntamos, se preguntan libro es el mejor legado . guno se nos ocurre poner en duda las leyes de Kepler, de
Subyacía a esos interrogantes una preocu- Newton o de Einstein; otros están de acuerdo en tomar a pies
pación obvia. Ni los alumnos ni los docen- juntillas los principales preceptos contenidos en la obra de
“¿Y hasta cuando cree usted que Freud, Durkheim, Marx o Comte.
tes cuestionábamos la posibilidad, legitimi-
podemos seguir en este ir y venir del
dad o utilidad de la enseñanza de la ciencia. Lo que es menos claro, empero, es la utilidad de un análisis tan-to
carajo? –le pre-guntó.
En realidad muchos de quienes las formulá- de los condicionantes externos del proceso de acumulación de
Florentino Ariza tenía la respuesta prepara- bamos, teníamos como perspectiva cursar conocimientos científicos, cuanto del estudio de la propia lógica y el
da desde hacía cincuenta y tres años, siete carreras científicas y todos, como alumnos/ método, así como de los procedimientos de establecimiento de su
meses y once días con sus noches. docentes de la Universidad, compartíamos validez, existiendo mucha mayor resistencia hacia el primer grupo
- Toda la vida –dijo.” la esperanza de alcanzar los conocimien- de tópicos que hacia el segundo. De ambas tareas se ocupa
tos necesarios para ejercer las profesiones precisamente la epistemología y acerca de estos problemas discu-
Gabriel García Márquez
elegidas con un mínimo de idoneidad y un rriremos a lo largo de todo este libro.
El amor en los tiempos del cólera máximo de satisfacción y sentido de logro Compartimos pues, tanto autores como lectores, la certeza
personal y reconocimiento social. acerca de la validez y productividad de ciertos aspectos de la
Antes o después –generalmente tanto an- Lo que estaba en la mira y cuestionábamos, ciencia, pero también tenemos serias dudas acerca de la
tes como después- surgía la pregunta sobre tanto alumnos como docentes desde dis- utilidad de la epistemo-logía “realmente existente”.
el porqué y el para qué del dictado de esta tintas perspectivas, es el modo en que en Notemos, para comenzar, que interrogantes acerca de la utilidad de
materia en las mas de catorce oportunida- este tipo de cursos se abordaba –y se sigue una actividad cualquiera se han venido repitiendo desde los albores
des en que impartimos Introducción al Co- abordando- el estudio de la ciencia. A nin- de la historia. La pregunta sobre el porqué ha sido un “en-
nocimiento (Pensamiento) Científico en el tretenimiento”, cuando no una necesidad, desde los inicios mismos
1. Posteriormente la materia estuvo a cargo de varios do-
Ciclo Básico Común de la Universidad de centes hasta ser finalmente coordinada en la actualidad y de la aventura del hombre. No ha habido momento histórico
Buenos Aires desde principios de 1985 has- desde hace varios cuatrimestres por Carlos Prego. En total que no se caracterizara por responder a esta pregunta de
ta marzo de 1991 y de cuyo testimonio este se dictó ya en estos 12 años unas 25 veces. Una primera
ver-sión impresa de sus contenidos fue publicada como
uno u otro modo. Entre el fetichismo pre-tecnológico
libro por la extinta casa editorial Centro Editor de América de las sociedades ágrafas y el fetichismo para-
Latina bajo el título Ciencia en movimiento. La tecnológico de nuestros contemporáneos se ha
construcción social de los hechos científicos en Mayo de desplegado una amplia gama de variantes dis-
1993. Los dos tomos vendieron varios miles de ejemplares
y hoy después de un par de reediciones están totalmente cursivas, pasando por la mitología, la ma-
agotados. Esta versión pule, mejora y trastoca algunas de gia y la religión, que han tratado de dar
las antiguas certezas y añade bibliografía, apéndices y
otras delicattessen. Versión original. respuesta a las preguntas del porqué. 29
Una buena ilustración de las mutaciones discursivas a lo largo de la remos a lo largo del libro- creemos poder prácticas y los discursos mencionados ante-
historia con que los hombres, y las mujeres, hemos enfrentado este demostrar en que medida la separación de riormente, también la ciencia da respuestas de
problema queda de manifiesto en la explicación de un suceso tan los aspectos de la psicología y la sociología un modo que le es propio. Lo específico de la
cotidiano como la “salida del sol”. Entre las distintas respuestas que de la ciencia de los estrictamente formales, ciencia es responder a los porqué a tra-vés
han tratado de dar cuenta de este “hecho” contamos con la no sólo mutila la multi-determinación de la del cómo. Si le preguntamos a un físico
concepción homérica del sol como un carro dorado conducido a aventura científica sino que vuelve inútil y porque sale el sol nos hablará de rotaciones y
través del celo por el joven y brillante dios Helios; la concepción de estéril todo intento de reconstruir la géne-sis translaciones, de las leyes y de los princi-pios
un sol que gira alrededor del centro del universo, la Tierra, morada y las metamorfosis de las teorías cientí- por los cuales naturalmente sucede lo que
del hombre, creación suprema de Dios; y finalmente en el siglo XV ficas. sucede y porque no podría suceder de otro
la presunción de que el sol estaba inmóvil y de que la que giraba El método científico surge a partir de la modo. La ciencia ha renunciado pues a los
en cambio era la tierra. compleja relación entre lo social, lo político porque concentrándose en los como y,
Cada una de estas tres fue, en su momento, una respuesta y lo económico que se da en cada época. ocasionalmente, en los para qué.
adecua-da al problema en cuestión. Esto significa que quienes se Explicaciones que desde nuestro presente La novedad de la ciencia clásica, canónica,
hacían estas preguntas quedaban satisfechos con las respuestas pueden sonar absurdas en su momento coextensiva de la revolución newtoniana,
recibidas y dejaban de preguntar sobre el tema. Consideramos resultaron coherentes, reaseguradoras. Es- del determinismo, del mecanicismo, de lo
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válida a una explicación cuando dejamos de preguntar . Y taban libres de contradicciones internas y unilineal, de la causalidad homogénea, de
dejamos de pregun-tar cando se cumplen ciertas condiciones permitían un cierto grado de anticipación y las ideas claras y distintas fue haber preten-
formales y fácticas que varían a lo largo del tiempo y cuya principal de dominio del objeto de conocimiento: la dido destronar al hombre como vara de me-
función es la de legi-timar y hacer válida una explicación. Este naturaleza y los otros hombres. dida del conocimiento válido, situando en el
aspecto protocolar de la validación no es por lo tanto ni ahistórico ni centro de la reflexión a un método objeti-vo
Ni siquiera el método es inmune a la ero- 5
es independiente de condiciones sociales particulares. 4 y auto-suficiente . Desde Copérnico, que
sión y los condicionantes históricos , todo lo
En esto diferimos de las posturas positivistas y naturalistas tradicio- nos desalojó del centro del Universo, hasta
contrario. Sabedores de cuan poco natu-ral
3 Darwin, que nos abandonó en las mallas de
nales que caracterizan a la filosofía de la ciencia oficial . Aun cuando es el pensamiento natural, de lo que se
la selección natural hasta llegar a Freud que
corremos el riesgo de ser acusados de historicistas, sociologistas o trata es precisamente de investigar porque
dejó de garantizarnos que la concien-cia
psicologistas –vicios terribles cuyas variantes y prácticas examina- clasificamos al mundo del modo en que lo 6
fuera dueña de sus pasiones , la ciencia
hacemos y en donde puede haberse origi-
nado esta poderosa pero aparentemente clásica se encargo de desantropomorfizar
2 . Ver especialmente el capítulo 3. Esta definición de explicación proviene de Humberto
natural capacidad de abstracción. nuestra concepción del mundo, a la vez que
Maturana entre otros lugares en Biología de la cognición y epistemología. Temuco: Universi-dad como consecuencia de este mismo proceso
de la Frontera, 1990. Recientemente la editorial Anthropos ha publicado dos hermosos tomos de La ciencia es, al igual que la magia, el arte, la
Maturana (1996) en donde se recopilan sus principales ideas y visiones.
religión, también un sistema de creencias. 5. Para una descripción casi teleológica del advenimiento
3. El oficialismo en filosofía de la ciencia no tiene una cara única, ni es del método y las ciencias modernas consultar las obras de
monolí- Claro que es el nuestro y por ello lo consi-
Alexander Koyré en especial Du monde clos a l’univers
tico en sus posturas, adscripciones o condenas. A lo largo de este libro eng- deramos del modo privilegiado en que lo infini. Paris: PUF, 1962 y Estudios de historia del
lobamos dentro del oficialismo –o policía epistemológica positivista- a una hacemos. Al igual de lo que sucedía con las pensamiento científi-co. México: Siglo XXI, 1980.
gran cantidad de autores y posiciones que comparten una especial
6. La referencia original proviene de una de las
delectación en adherir a una versión inflexible del criterio de demar-
4. Para una extraordinaria reconstrucción de los preceptos conferencias de Introducción al Psicoanálisis de Sigmund
cación que busca separar a la ciencia de un lado y a la metafísica y
básicos y de la instauración de los instrumentos de credibi- Freud. Una inte-resante interpretación y prolongación de
la ideología por el otro, que tiene en la física determinista
de fines del siglo XIX a su modelo de investigación que lidad básicos de la ciencia moderna ver Steven Shapin & Si- sus señalamientos se encontrará en B. Mazlish “La cuarta
cree poder separar sin resto a la lógica de la investigación mon Schaffer. Leviathan and the air-pump. Hobbes, Boyle and discontinuidad”. En Z. Pylyshyn Perspectivas en la
30 de la psicología o la sociología de la ciencia. the experimental life. Princenton Universty Press, 1985. revolución de las computadoras. Madrid: Alianza, 1975.
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se colocaba por encima del hombre, como 2. ¿Porqué vivimos en esta se ha derramado sobre aquellas y ha tendido a desvalorizarlas.
proceso independiente e inaprehensible. civilización y no en otra? La ciencia se diferencia de todos los sistemas de creencias
Hoy estas actitudes están en reflujo y son “Hace millones de años que las flores fabri- anterio-res porque no solicita que tengamos fe en ninguna
numerosos los autores y las escuelas de
can espinas. Hace millones de años que los entidad especí-fica –como sí lo hacían las prácticas cognitivas
pensamiento preocupadas por reencantar
7 corderos comen igualmente las flores. ¿Y recién enumeradas-sino solamente en su modo de hacer, en la
nuestras imágenes del mundo . La visión no es serio intentar comprender porqué las forma específica de su metodología que no acepta otra verdad
clásica de la ciencia está hoy en desuso y flores se esfuerzan tanto en fabricar espinas indiscutible que la suya propia: todo puede ser cuestionado,
sólo es reflotada en los escritos de los filó- que no sirven nunca para nada? ¿No es im- analizado, discutido –salvo su propia existencia, y función.
sofos de viejo cuño –más preocupados por portante la guerra de los corderos y las flo- Un análisis cuidadoso del (des)-encuentro entre los europeos y los
releer los libros del viejo método que en res? ¿No es más serio y más importante
estudiar a las metamorfosis de la relación “primitivos” muestra que en ningún caso el nativo fue menos inte-
que las sumas de un señor gordo y rojo?” ligente, más ilógico o más fácilmente presa de la confusión lógica
entre ciencia y naturaleza. Es por ello que
dedicar centenares de páginas y de razona- Antoine de Saint-Exupery “El Principito” que el europeo. Numerosas monografías revelan que lo que los eu-
mientos a la exposición de un método y de ropeos –en especial los antropólogos- tomaron como ejemplo de
reglas de razonamiento supuestamente se- debilidad intelectual o de llaneza cognitiva, no fue sino producto de
La nuestra es una civilización científica tan- la intención por parte de los no-europeos de no desnudarse, ni
guidas por los científicos, mas que un acto
to porque se ha desarrollado a la sombra de emocional ni cognitivamente, ante el blanco. Es posible que los eu-
de sana defensa de la racionalidad asemeja
la evolución de la ciencia, cuanto porque ropeos superáramos tecnológicamente a los no-europeos, lo que
un anacronismo peligroso, contagiado de
nuestra cultura se apoya y mimetiza en las no quisimos ver es que a ellos, al igual que al prisionero, siempre
nostalgia por una época que no volverá y
prácticas que, sobrepasando los límites de 9
por la desconfianza y el desentendimiento les quedaba el refugio en el silencio de su alma .
la ciencia, se instalan en todas las formas
respecto de un mundo distinto de aquel en La lógica hindú, la filosofía oriental, los sistemas de clasificación
de hacer propias de nuestra sociedad.
el cual ya estamos viviendo. australianos e indo-americanos; en sistemas de mitos y prácticas
Las prácticas sociales más variadas, la políti- religiosas, etc. Muestran cuán variada es la capacidad cognitiva hu-
No en vano los filósofos que se esmeran
ca, la enseñanza, la economía fueron áreas mana y cuán racista y etnocéntrico resulta enjuiciar a otras culturas
“por salir del siglo XX” (Morin 1975) insisten
no-científicas que sin embargo no pudieron
en escribir un Nuevo Método capaz de es-
sustraerse al embrujo de declararse progre-
tar a la altura de las demandas epistemoló-
sivamente científicas, apoyándose así en un
gicas que la ciencia de punta nos plantea. 8. La ciencia inflige a los “para” o “proto”-saberes el mismo tipo de tratamiento que la religión o el
sistema de creencias que ha adquirido fuer-za
La desantropomorfización que singulari-zó a mito le hicieran a ella varios siglos atrás. Es interesante analizar cuales han sido las tecno-logías
propia a lo largo del tiempo.
la ciencia clásica revela ser apenas un cognitivas utilizadas por la ciencia para alcanzar el pretendido monopolio cognitivo que exhibe
En el transcurso de la historia de la huma- hoy día. Un aporte insoslayable en esta tarea ha sido el uso de la imprenta y en especial de
momento de una trayectoria mucho más
distintas técnicas de visualización. Ver especialmente Elizabeth Eisenstein
zigzagueante, que está permitiendo preci- nidad siempre han existido sistemas de The Printing Revolution in early modern Europe. Cambridge University Press,
samente re-introducir la subjetividad cons- creencias que han legitimado formas del 1983 y William M. Ivins, jr. Prints and visual communication MIT Press, 1953.
titutiva de toda construcción intelectual. hacer social. La magia, los mitos, la religión 9. Si bien los indios fueron ampliamente derrotados en la conquista
y ahora la ciencia son ejemplos de esos americana, sus formas de vida, estilos cognitivos, etc., subsisten
fragmentariamente en algunas de las comunidades que los so-
sistemas de creencias (ver capítulo 5). La breviven. Para un estudio de los intercambios cognitivos y
7. Ver en especial Carolyn Merchant The death of nature.
convivencia epistemológica entre estas di- simbólicos en los procesos de exterminio ver N. Wachtel
Women, ecology and the scientific revolution. San versas prácticas culturales no ha sido, sin La visión de los vencidos. Madrid: Alianza Editorial, 1978;
y Tzvetan Todorov La conquete d’Amerique. La question de
Francisco: Harper & Row 1980 y, Morris Berman. The embargo, ni pacífica ni simétrica. La ciencia
reenchantment of the world. New York: Bantham, 1984. l’autre. Paris: Seuil, 1982. 31
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utilizando como vara la propia racionalidad (acotada) . proceso interminable si nuestro proyecto Pero a la vez, la genealogía de estos con-
vital apunta a convertirnos en científicos. ceptos se retrotrae hasta las concepciones
Así, si bien el hombre se liberó progresivamente de la coacción
Este aprendizaje comprende la incorpora- ordinarias del sentido común, a los mo-dos
de la naturaleza no fue sino para someterse a la coacción de
ción de información básica y el manejo de en que aprendemos a representarnos el
sus pro-pias creaciones. Nuestras actividades más triviales se
una metodología originada en supuestos mundo que nos rodea. Retroceder en el
miden en re-lación los supuestos científicos más fuertes:
elementales que no son interrogados. tiempo, encontrar las raíces comunes a la
eficiencia, neutralidad, objetividad, racionalidad, rendimiento.
En la segunda perspectiva, la ciencia se es- ciencia y al sentido ordinario, establecer
No se trata de minimizar o de despreciar estas imágenes tan difun- vínculos entre la ciencia y la vida cotidiana
didas. Como encarnaciones psíquicas suelen ser aún más fuertes que tudia desde una postura menos compro-
metida con su práctica. Aquí se trata de in- es intentar reconciliar a las ciencias duras
la realidad que dicen reflejar. Aunque existen verdaderos pro-blemas con las humanidades. Es buscar llegar a
acerca del puesto que ocupa (o debe ocupar) la ciencia en nuestra vestigar los esquemas conceptuales que no
están tan directamente relacionados a su una comprensión de la ciencia imposible de
cultura, algunos de los temores y casi todas las esperanzas se basan lo-grar desde el interior de la propia práctica
en nuestra ignorancia y desconocimiento de los engra-najes ocultos y producción diaria como en el caso anterior,
científica.
de las demandas sociales que mantienen viva a la empresa científica. pero que así y todo la condicionan.
He aquí una de las dobles caras de la ciencia. Siendo nuestro tiempo Este segundo tipo de interrogante está li- De lo que se trata es de pensar la ciencia
el de la crisis, también es el tiempo de la crisis de la crisis. La ciencia gado a la ciencia en la medida en que los y de entender al entendimiento científi-co,
nos ha llevado a la crisis pero probable-mente sólo ella –al menos en conceptos operan y son eficaces en su que es entender gran parte de nuestro
algunas de sus formas, variantes y al-ternativas- pueda sacarnos de seno. Pero estos esquemas están a su vez, tiempo y a nosotros mismos. De esto –
allí adonde nos ha sumido. Cuando todo parece tender al holocausto y íntimamente relacionados con nuestro co- más que de aquello- se ocupan los
el aniquilamiento, el futuro se abre empero de un modo revelador nocimiento pre-científico, con nuestras no- enfoques so-ciológicos de la ciencia y en
mostrándonos que él es tam-bién nuestro producto y no solo nuestro ciones acerca del ser del mundo, de nuestro ellos concen-traremos nuestra atención.
productor. sentido común, etc. Los conceptos con los
Solamente un examen crítico de la ciencia, de sus fundamentos y de que el científico opera son el resultado de 3. ¿Cómo estudiar el contexto de
sus alcances, podrá hacer de ésta lo que aun ella no es: una acti-vidad una actividad reflexiva que intenta reducir a surgi-miento de la ciencia?
liberadora. El Homo Atomicus puede ser el último eslabón de una vieja sus principios elementales los procesos y
las estructuras que distingue como signifi- “Como si buscara una especie de célula
cadena, o el primero de una nueva aún por construirse. Averiguar cual
cativos. Conceptos tales como los de entro- primordial, el nudo blanco, el origen de las
de estas posibilidades nos depara el destino lleva a examinar las dos
pía, selección natural, sistema capitalista, formas y de las palabras, en el rasgueo de
formas básicas de encarar su estudio. La primera consiste en la una guitarra, en la melodía que se repite y
incorporación de sus contenidos: es lo que aprende-mos –bueno es gen, átomo, son ejemplos de dicha activi-
dad y resultan a la vez explicados y explica- repite sin terminar. Un núcleo que es el ori-
una manera de decir- en la escuela, y se trata de un gen de todas las voces y de todas las his-
tivos, formando parte de una red de cono-
10. Ejemplos de la sofisticación y sutileza alcanzada por las lógicas pre-escriturales o no cimientos interrelacionados que se apoyan torias, una lengua común que está como
occidentales se encuentran en Thomas Gladwin East is a big bird. Navi-gation 11 grabada en el vuelo de las aves, en el capa-
and logic on Puluwall Atoll. Harvard University Press, 1970; Jean Lave
los unos a los otros .
razón de las tortugas, una forma única.”
Cognition in practice. Mind, mathematics and culture in 11. Ver la introducción a Pasos para una ecología de la men-
te Buenos Aires: Lohle, 1976, de Gregory Bateson para un Ricardo Piglia. “La ciudad ausente”
interesante cuadro en donde se define a la ciencia como el
everyday life. Cambridge University Press, 1988.
mapeo de datos sobre fundamentales siendo su principal
objetivo el incremento de conocimientos fundamentales. El
gran problema de las ciencias blandas es que resulta muy
En forma semejante a como los filósofos de
difícil discernir cuales son sus datos y mucho más aún de- la ciencia se distribuyen entre relativistas y
32 terminar si existen fundamentales en su seno.
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objetivistas, la sociología de la ciencia, nunca antes desde la revolución industrial, y ciencia fluctúan, por lo tanto, entre una visión beata y otra demoni-
dis-ciplina nacida en la década de 1940, sobre todo a partir de este siglo. Así cons- zadora. A nuestro entender ambas lecturas revelan cortes parciales
se di-vide entre quienes sostienen que la tataremos que la actividad bélica ha sido y provisorios. Abordar el problema de la articulación entre ciencia y
ciencia es una actividad regida una fuente determinante para el desarrollo sociedad en su multidimensionalidad exige construir tanto una
autónomamente por sus propias leyes de científico. En vez de afirmar que existe una historia social de la ciencia y de las reconstrucciones institucionales
funcionamien-to (internalistas) y los que historia interna y una historia externa de la por las que pasó en cada etapa de su desarrollo, como desentrañar
afirman que la ciencia es una práctica ciencia diremos que la historia interna de la la compleja relación que mantiene con otras redes institucionales
social determinada causalmente por las 12 de poder. Pero también debemos ocuparnos de su dinámica inter-
ciencia está inserta en su historia externa .
presiones del Estado, la economía, el Si se adopta el punto de vista internalista, la na, tanto en lo que hace a sus formas de validación como a sus
poder militar o la industria (externalistas). ciencia se convierte en la historia progre- características como intervención social particular.
En este libro sostenemos, por un lado que siva de sus reconstrucciones lógicas y del
no se debe reducir la ciencia a una activi- perfeccionamiento de los métodos, en una 4. La antinomia conocimiento puro vs aplicado y el rol
dad meramente “maniatada” a las distintas larga marcha hacia la verdad. O también,
del ob-servador
redes de poder, ya que esta actividad po- en la tradición marxista, se vuelve el instru-
see una lógica de funcionamiento que le es mento que permite despejar la opacidad “-Soy geógrafo- dijo el Anciano. -
propia. Al mismo tiempo afirmamos que se imaginaria con que la sociedad industrial ¿Qué es un geógrafo?
trata de una práctica atravesada por efectos encubre las relaciones de producción ca-
-Es un sabio que conoce dónde se encuentran los mares, los ríos, las
de poder, vinculada a distintos centros de pitalistas volviéndolas instantáneamente
ciudades, las montañas y los desiertos.
decisión, que no la determinan linealmen-te, trasparentes de modo voluntarista.
aunque sí la perturban y modifican con- -Es bien interesante- dijo el principito -¡Por fin un verdadero
Si se adopta el punto de vista externalista,
tinuamente, al mismo tiempo que la ciencia la ciencia se convierte en un instrumento de oficio!...¿Tiene océanos?
ejerce una acción eficaz sobre la sociedad. uso y abuso ideológico, siendo utiliza-da -No puedo saberlo- dijo el
Tanto reducir las prácticas científicas a una como método normativo de los com- geógrafo. -Ah! El principito estaba decepcionado. ¿Y montañas?
matriz de determinación económica (metá- portamientos sociales, volviéndose así la
-No puedo saberlo- dijo el geógrafo. -
fora marxista clásica) como postularla como “superestructura” simbólica del dispositivo
una actividad teórica construida exclusiva- de poder general que controla a las socie- ¡Pero eres geógrafo!
mente por proposiciones lógicas (neoposi- dades, cuya función sería un modo más de -Es cierto- dijo el geógrafo –pero no soy explorador. No es el geó-
tivismo analítico), son dos formas de evitar la forma general en que las instituciones se grafo quien debe hacer el cómputo de las ciudades, de los ríos, de
el análisis de la materialidad de estas prác- inscriben en la subjetividad. las montañas, de los mares, de los océanos y de los desiertos. El
ticas. A lo largo de estas páginas intentare-
Las interpretaciones acerca del rol de la geógrafo es demasiado importante para ambular.”
mos combinar lo productivo de cada uno de
estos momentos analíticos con el análi-sis Antoine de Saint-Exupery “El Principito”
12 . Remitimos a los numerosos trabajos de Michel Serres
concreto y específico de casos científicos para un esclarecimiento sobre las intrincadas relaciones que
ejemplares. existen en ciencia entre lo interno y lo externo lo autónomo y lo
heterónomo, lo lógico y lo extra-lógico. Una de las me-jores La producción de conocimiento puro es una fic-
Lo que sí podemos afirmar, en cambio, es síntesis de su pensamiento se encuentra en El paso del
ción. Todo conocimiento, sin excepción,
Noroeste. Madrid: Debate, 1991. Una exploración construc-tiva
que la interrelación entre ciencia y socie- es instrumental, y está por lo tanto suje-
de sus puntos de vista aparece en vivo y en directo en la serie
dad se ha hecho mucho más evidente que de entrevistas que le realizara Bruno Latour en Michel Serres. to al uso y el abuso social. Todo discurso
Eclaircissements. Paris: Bourin, 1992. 33
académico está dotado de sentido en virtud del contexto en el guía al científico en su interrogación de la Aquello que usualmente falta en la activi-
cual opera y depende además de lo que cada época histórica naturaleza dictaminando qué preguntas y dad científica, especialmente cuando se
eva-lúa como conocimiento aceptable. Por ello, la génesis cuáles respuestas, son válidas para cada tiende a reducirla a una mera propagación
histórica de todo saber es también su historia ‘política’. época y cuáles deben quedar, obligada- de métodos para el razonamiento adecua-
mente, en el foco ciego de su visión (ver ca- do que ipso facto produce resultados ver-
Tan solo comprendiendo la importancia que tuvieron la
pítulo 5), no es sólo una modificación de la daderos, es una adecuada reflexión ética
persua-sión y la propaganda podemos entender como las
forma en que una red de enunciados cientí- acerca de la propia actividad. No estamos
tesis de Galileo fueron aceptadas por la incipiente comunidad
ficos se organiza, sino también de la propia necesariamente abogando por una crítica
científica renacen-tista, y lo mismo cabe decir de las
estructura institucional que la sostiene. epistemológica despiadada, que termina-ría
controversias planteadas acerca de la fusión en frío, la
13 La importancia que adquiere la sociali- impidiendo todo tipo de investigación, sino
difusión de la teoría cuántica o la mismísima crotoxina . por un entrenamiento crítico adecua-do
zación coercitiva de los científicos así lo
Cada revolución o transformación científica importante modifi-ca capaz de alertar acerca de los peligros en
el horizonte de la historia de la comunidad de individuos que atestigua. La relación entre ciencia y poder
precisa de la reproducción institucional del cuanto a manipular irreflexivamente la caja
experimenta tal mutación. Thomas S. Kuhn (1972) sostiene que de Pandora en la que puede convertir-se
la competencia entre grupos organizados en la comunidad conocimiento que se cumple en las univer-
cualquier innovación desatada del con-trol
científica es lo que precisamente determina el rechazo de una sidades, en los postgrados, en los centros
humano.
teoría previa-mente aceptada y la aceptación de una nueva. de investigación oficiales, etc.
No existen en la mayoría de las universida-
He aquí una clave para comprender los procesos de distribución del Sin esta reproducción organizada de las
des del mundo –y nuestro país no es ex-
poder entre los científicos, mediados por lo que John Zyman camadas científicas, cuyo prerrequisito es
cepción a esta regla- cátedras de ética ni
(1982), denomina la actividad bélica considerada simbólicamente. imposibilitar la confusión que resulta de la
seminarios especializados sobre el tema.
Es por ello que los instrumentos de persuasión extra-científicos coexistencia de varios paradigmas, se hace
Cuando surge el problema de las implican-
(revistas especializadas, control de aparatos de publicaciones, ase- dificultosa la aplicación del saber técnico,
cias dañinas de la ciencia y de la tecnología,
sorías técnicas a editoriales, control de cátedras, organización de condición fundamental para que la indus-tria
siempre se lo trata a posteriori de la cons-
seminarios especializados para- o intra institucionales) son tan im- o el Estado se alíen a la ciencia: es decir, a
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tatación de algún hecho lamentable: la fuga
portantes para la aceptación de una teoría. un saber socialmente “útil” . de energía atómica en Harrisburg o en
Un cambio paradigmático, es decir una matriz disciplinaria que Chernobyl, la contaminación de la bahía de
5. Sobre ética y noología Yokohama, el drama del envenenamiento
13. En su llamativa obra Los traidores a la verdad. Fraude y decepción en los químico de Seveso o Bhopal, la tragedia de
corredores de la ciencia, William Broad y Nicholas Wade. Simon & Schuster, New “Pero a menudo los tesoros de la
Hiroshima, etc.
York, 1982, dos periodistas científicos del New York Times de Nueva York muestran ciencia de-ben defenderse, no de los
docenas de casos en la astronomía, la física, la biología y la medicina, revelando simples, sino de los sabios.” Aún en estos casos las únicas críticas que se
que la corrupción y la mentira son tan co-munes en la ciencia como en la vida atienden, son aquellas formuladas por
cotidiana. Estas constataciones no deben lle-varnos empero a creer que la ciencia Umberto Eco, “El nombre de la rosa” aquellos científicos que han alcanzado un
es una forma de póquer, truco o ruleta en donde cualquier cosa vale. Descubrir que
un área de la actividad humana es tan distinta de lo que generalmente se cree nos 14. Es por ello que Ziman (1981) sostiene que el “pichón” de estado de gracia especial –el caso del funda-
obliga, empero, a separar a la paja del trigo, desidealizando imágenes románticas de científico aprende de su maestro un lenguaje del mismo modo
dor de la relatividad y premio Nobel, Albert
una ciencia que ya no existe –si es que alguna vez existió- y a mos-trar los en que un niño aprende a hablar: este lenguaje en-fatiza la
componentes humanos, demasiado humanos que se esconden detrás de toda unión entre teoría y práctica, tanto en las ciencias naturales Einstein- o aquellos que poseen una sensi-
búsqueda “desinteresada” de la verdad –lo que no invalida su carácter epistémico in- como en las ciencia sociales. Los trabajos de este autor en bilidad moral agudizada –Norbert Wiener,
especial Reliable knowledge. An exploration of the grounds for
Wilhard Szilazi- o bien las que provienen de
34 tersubjetivo. believing in sciencie. Cambridge University Press, 1978 son
básicos para la discusión de estos temas. los márgenes de la actividad científica. En
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todos los casos se trata de opiniones al servicio del poder . Son cada vez más la producción de verdad de las instituciones poderosas, así
mino-ritarias, aisladas, excepcionales, numerosos los autores que plantean la como en romper con las modalidades binarias en que el
que poco alteran la “buena conciencia” ne-cesidad de elaborar una ciencia a discurso científi-co se organiza hoy en día.
de la gran co-munidad científica, de sus escala humana apta para construir una Edgar Morin (1982) cree a su vez en la necesidad de generar una
divulgadores y publicistas: sociedad convivencial, cuya función es ciencia o práctica de la autoreflexividad al interior de la propia ac-
servir de ins-trumento creador por parte tividad científica. Para ello propone que las instituciones científicas
de los propios habitantes, denegándole no ahoguen, sino que se abran a empresas científicas aventureras
Pero es justamente esta pérdida de con-
así el derecho a los expertos a crear una y aventuradas –sin relación directa con la utilidad social, ni tampoco
fianza y desencantamiento en el valor de
capa de ‘intelligen-tzia’ por encima de la vinculadas a la adquisición de un saber suntuoso- que den lugar a
la ciencia, solo expresado por algunos, lo 16
población y no sujeta a su control . la auto-investigación de la ciencia por ella misma, y que las ins-
que ha generado una tendencia a criticar
El ecólogo humanista Murria Bookchin tituciones científicas ayuden al desarrollo de cualquier revolución
a los presupuestos asignados a la investi-
(1982) cree que sólo herramientas polifun- paradigmática en ciernes.
gación en armamentos sofisticados o en
cionales aptas para distintas actividades
investigación astronáutica. Esto se expre- El cuestionamiento del principio de objetividad, de las modali-
sa en EE.UU. muchas veces en productivas podrán eliminar la tendencia a dades clásicas de producción de conocimiento, la convocatoria
demandas por retrotraer la ciencia a los imaginar y construir grandes dispositivos al desarrollo del pluralismo teórico en las instituciones, la protec-
pequeños laboratorios universitarios científicos inmanejables a manos de los ciu- ción y tolerancias hacia la ‘desviación’ deben ser elementos de
donde se han conseguido resultados dadanos –grandes terminales de computa- un ‘programa’ científico de trabajo que pueda destrabar la
rápidos y útiles con presupuestos doras, por ejemplo. relación ‘perversa’ que existe actualmente entre ciencia y poder.
escasos –caso de los superconductores Michel Foucault (1981), genealogista de los
Esta relación ha producido, por una parte, una desviación hacia
de energía eléctrica-en oposición a los sistemas del pensamiento, planteó el pro-
el cálculo racional, que desnaturaliza el ideal humanista de los
grandes gastos en “escudos espaciales” blema en términos que nos son particular-
científicos, y por otra parte, ha convertido a los dispositivos de-
del proyecto “Gue-rra de las galaxias”, - mente cercanos: ¿cómo crear un poder de la
dicados a la experimentación, de subproductos de la ciencia, en
que respondían a las necesidades que verdad que no sea la verdad del poder? Para
principal producto de las publicaciones científico-técnicas.
tenía un presidente –el ex-actor tal tarea insistió en la necesidad de arrancar
californiano Ronald Reagan- de grabar su Esta legitimación sobrepasa los límites de las puertas de los labora-
nombre en la historia,- o en armamento 15. Este es un argumento interesante pero que escapa a torios y se apoya en la sociedad en su conjunto. No es sólo su pro-
las consideraciones del presente libro más inclinado a pia conciencia de participar en una forma de conocimiento: este
ultra sofisticado que luego se demuestra conocer lo que la ciencia realmente hace que lo que
demasiado falible –caso del Airbus iraní debería o debe-ría dejar de hacer. Para un intento de
modo de conocer se presenta a sí mismo como el final del camino,
confundido “equivocada-mente” (sic) con diálogo entre ambas posturas ver Larry Laudan. Science como lo último y verdadero. La búsqueda habría terminado, con la
un pequeño caza por un radar cuyo costo
and relativism. Some key controversies in the philosophy ciencia llegaríamos a responder a todas las preguntas, solo se
of science. University of Chi-cago Press, 1990.
supera los 600 millones de dólares. trataría de una cuestión de tiempo. Los científicos serían
16 . Ver sobre el particular los trabajos publicados en la co-
lección Tecnología, Ciencia, Naturaleza y Sociedad de la Edi-
los encargados de poner en práctica este modo autó-
torial Anthropos. En particular José San Martín Tecnología y
En otras oportunidades la crítica impugna Futuro Humano (1991) y en la colección Nueva Ciencia –es-
pecialmente Carl Mitcham ¿Qué es la filosofía de la tecnolo-
la empresa científica en su conjunto estig- gía? (1988) Manuel Medina y José San Martín (eds) Ciencia,
matizándola por su racionalidad técnica tecnología y sociedad. Estudios interdisciplinares en la univer-
sidad, en la educación y en la gestión pública (1990) y Gilbert
Hottois El paradigma bioético. Una ética para la tecno-ciencia
(1991).
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17 sea para limitarla en sus aspiraciones colo-
nomo de hacer las cosas .
nizantes y en su desenfrenada carrera por
Como ya lo hemos glosado respecto de otras prácticas y
profesio-nes: la ciencia es algo demasiado importante para imponer, nos guste o no- su voraz y muchas
dejarla en ma-nos de los científicos y de los filósofos de la veces aniquiladora racionalidad.
ciencia. Pero para no cometer el error de sentido inverso, no
hay porque esperar que ni los sociólogos ni los psicólogos
del descubrimiento puedan res-ponder a interrogantes que no
tienen respuestas pre-concebidas ni que sean inmunes a los
intereses o las presiones de quienes se las formulan.
En el panorama que a continuación brindamos de los rasgos sa-
lientes de la actividad científica en nuestra época no encontrarán
coartadas objetivistas ni exposiciones desapasionadas vaciadas de
toda retórica. Porque el mundo en el que vivimos nos parece al mis-
mo tiempo fascinante y aterrador, porque la pasión por conocer no
nos puede hacer olvidar los horrores que se comenten en nombre
del conocimiento, porque el estar abocados a buscar la verdad no
nos quita la posibilidad de haber comprobado que en más de una
ocasión lo que hace feliz al hombre no es tanto encontrarla en su
desolada desnudez cuando recurrir a un poco de consuelo, aunque
teñido de falsedad, los invitamos a recorrer el laberinto del saber
siguiendo algunas pistas que hemos sabido construir.
Algunos de los lectores –como anteriormente los alumnos- se sen-
tirán compañeros de ruta, otras creerán estar dando pasos en falso,
otros por último exhibirán mejores guías y claves más certeras que
las nuestras, a veces en una dirección 180º opuesta. Lo que ningu-
na podrá ignorar es que la ciencia es la fuerza modeladora –para
nuestro bien y nuestro mal- de nuestro vivir cotidiano. Quien quie-ra
cambiar el/su(s) mundo(s) deberá recurrir a ella –aunque más no

17. El material enumerado en la nota anterior pone en cuestión este facilismo


tecnoló-gico. No se trata empero de retrotraernos a un fundamentalismo
medievalista como a veces sugiere el propio Ivan Illich en Energía y
Equidad/Desempleo creador. México: Barral, 1977. Construir una ciencia con
cara humana –parte integral de una sociedad con rostro humano- es algo
mucho más difícil de hacer que de decir, lo que no significa que no debamos
intentar aparte de decirlo, hacerlo.

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