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PUBLICACIÓN PERIÓDICA

D1RUJDA POR

LA COMISIÓN PROTECTORA

LAS BIBLIOTECAS POPULARES

COMISIÓN
Presidente D. Palemón Huergo.
Secretario « Pedro Quiroga.
Tesorero Prof. « David Lewis.
Vocales Dr. « Juan José Montes de Oca (hijo).
« « Anjel J. Carranza.
« Anjel Estrada.
Oficina de Ja Comisión—Colejio Nacional de Buenos Aires

NÜM. 1

BUENOS AIRES
Impronta AMERICANA, calle de San Martin iiüm. i'JLJk,

1872
•.IB8AHI
A/*
UBRARY
SCHOúL

La Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares.

Buenos Aires, Enero 8 de 1872.

A S. E . el señor Ministro de Instrucción Piíblica, Dr. D. Ni


colás Avellaneda .

Tengo el honor de presentará V. E., á nombre de la Comi


sión que presido, por todo informe, el primer número del «Bo-
letinde las Bibliotecas Populares», en el que están consignados
todos los trabajos mas importantes que ha realizado la Comi
sión durante el año ppdo.
Sin los inconvenientes ocasionados por la epidemia de la Fie
bre Amarilla que aflijió á esta ciudad durante casi todos los seis
primeros meses de ese año, paralizándolo todo, i sin los que ofre
ce la introducción i radicación en el país, de una institución nue
va, para lo cual haiquecontar principalmente con los esfuer
zos individuales, á fin de luchar con la ignorancia, la indiferen
cia i las preocupaciones que se oponen siempre á la realiza
ción de propósitos como el que estamos encargados de realizar;
sin estos inconvenientes, la Comisión habría podido presentar
un cuadro de trabajos mas completo i coronado de mejor éxi
to. Pero nos queda la satisfacción de "haber hecho todo cuan
to ha sido posible por llenar la honrosa misión que el Exmo.
Gobierno de la Nación tuvoá Lien confiarnos.
No teniendo en cuenta muchos trabajos preparatorios i otros
de trámite i de menor interés, el volumen adjunto consigna

585
IY

aquellos que, como lo previene el Decreto de 29 Je Octubre de


1869, puedan despertar la opinión i la acción pública en favor
de las Bibliotecas Populares.
Sin contar las Bibliotecas de los Colejios Nacionales abiertas
por V.E, al servicio público, tenemos por ahora doce Bibliote
cas Populares establecidas con mayor ó menor copia de elemen
tos, con un réjimen administrativo masó menos adecuado, pero
con la perspectiva de un progreso rápido en una época no muí le
jana. Tres de estas están en la campaña de Buenos Aires, en los
pueblos de Chivilcoi, Cañuelas i Exaltación de la Cruz, una en
la ciudad á cargo de la Sociedad Tipográfica Bonaerense, i una en
cada una de las ciudades de San Juan, Mendoza, Tucuman^
Salta, Córdoba, Santiago del Estero, San Luis i Cataraarca, aun
que solamente estas tres últimas se han servido del interme
dio de esta Comisión para proveerse de libros.
Por lo demás, todos los detalles que V. E. quiera conocer
sobre estas Bibliotecas, i en jeneral, sobre el desempeño de
nuestro cometido, los hallará en el oBoletin ».
Con este motivo, me complazco en saludar á V. E. á nom
bre de la Comisión que presido, i en ofrecerle las consideracio
nes de mi distinguido aprecio i respeto.
PALEMÓN llt'KHGO.
Pedro Quiroga.
Secretario.
PROSPECTO

El Jii'lciiii de las Bibliotecas Populares es el órgano de la Co


mí sien Protectora de las mismas, i en sus pajinas se rejistrarán
todos los hechos que señalen el movimiento de la opinión i de
la acción pública en favor de esta benéfica institución, que se
trata de introducir i radicar entre nosotros para complemen
tar los objetos de la educación primaria que los pueblos i go
biernos están empeñados en difundir.
En consecuencia, la Comisión desea que todas las autoridades
políticas i municipales, todas las asociaciones de particulares
i todos los individuos que intenten fundar bibliotecas para la
instrucción del pneblo, le den conocimiento de su iniciativa i
sus resultados, á Gn de consignarlo todo en las pajinas del
BOLETÍN.
De esta manera, los individuos iniciadores de una asociación
para establecer una Biblioteca Popular, tendrán la recompen
sa de su noble conducta, desde luego en el aplauso de su con
ciencia, i en seguida servirán de ejemplo á muchos otros que
se sentirán estimulados á realizar la misma idea en su respec
tiva localidad. Las sociedades formalmente constituidas, ten
drán á su vez todos las beneficios de la Leí del Congreso.
La Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares, desean
do cumplir sus deberes de la mejor manera posible, vería con
intima satisfacción que en todos los puntos de la República,
todos los hombres patriotas se pusiesen en movimiento para
VI

realizar esto pensamiento, el mas fecundo que haya tenido orí-


jen en Sud América, de elevar al carácter de una institución so -
cial de primer orden la de las Bibliotecas Populares; haciendo
asi posible la realización de nuestro sistema republicano de go
bierno por la preparación de los ciudadanos para este fin, por
la educación que uno seda á sí mismo adquiriendo conocimien
tos útiles i ejercitándose en las prácticas del gobierno propio al
dirijir personalmente i como miembro de una asociación los
asuntos relativos á su mejora intelectual i moral, conocimientos
i prácticas que han de influir poderosamente en ¡a buena jes-
tion de los intereses municipales, provinciales i nacionales.
No es posible anunciar desde luego las épocas precisas en que
debe aparecer el Boletín de las Bibliotecas Populares; pero la
Comisión hará todos los esfuerzos posibles por publicarlo cada
dos meses.
La Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares se ha
ce un honor en saludar cordialmente á todos los órganos de la
prensa periódica i á todos los hombres patriotas que habitan el
suelo arjentino, i tiene la mas viva fó en su decidida coopera
ción para realizar en vastas proporciones el encargo que se le
ha confiado.
La Comisión.

El Director del Boletín a sus lectores.

Esta publicación periódica se repartirá gratis á toda persona


que quiera recibirla, á cuyo fin podrá dirijir su nombre i do
micilio á la Oficina déla Comisión en el Colejio Nacional de
Buenos Aires.
Las únicas condiciones que se imponen á los suscritores del
BOLETÍN son las siguientes :
t.z Que lo lean 7 lo tingan leerá sus familia» I
á *u«4 vecinos.
9.9 Que promuevan aaaclaclonc» en *n* reipec
vn
«Ivas localidades con oí objeto de fundar Itlbllotc*
cas Populares.
• Llenadas estas condiciones, la dirección del BOLETÍN ofrece
como PRIMA á las sociedades que traten de formar Bibliotecas
Populares :
1. 9 i mi cantidad Igual á la que las sociedades re
feridas reúnan 1 destinen á la compra de libros con
el ttn Indicado.
9. 9 La dilljeucla de la compra de los libros <>K A-
'II* I con puntualidad 1 economía.
3. O El transporte (¿11.1 TIS de dichos libros hasta
-ii destino, con celeridad 1 seguridad.
4.0 El envío regular 1 GRATUITO de todas
las publicaciones de la Administración IV'acloual,
como el Boletín Oficial (diario que da cuenta de todo el movi
miento político i administrativo de la Nación) ; el Rejistro Na
cional, que contiene todas las leyes, decretos i contratos del
Gobierno jeneral; los diarios de Sesiones del Congreso, que re
fieren punto por punto cuanto se ha hablado, proyectado i san
cionado en la Lcjislatura Nacional; el Rejístro Estadístico de la
Nación, en cuyas pajinas se consigna todo cuanto interesa sa
ber á todos los habitantes del país sobre la producción i el mo
vimiento comercial industrial, intelectual i moral etc. del mis
mo; el Censo de población; las Memorias de los Ministros etc.
Además de esta PRIMA, es de esperar que las Lejislaturas Pro
vinciales i las Municipalidades han de añadir algunos otros estí
mulos mas ó menos importantes, í que juntos con los demás que
ofrece la Nación darán hecha una Biblioteca popular en cual
quiera parte, tan luego como lo intente media docena de per
sonas de buena voluntad. Con estas ventajas, no intentar na
da en este sentido, seria lo mas vergonzoso para todos los ve
cindarios donde hayan personas intelijentes i patriotas.

A los Sres. Jueces de Paz*


Un pueblo es tanto mas digno, cuanto mas ilustrado i progre
sista; i el majistrado quedirijesus destinos es tanto mas meri-
VIII

torio, cuanto mas trabaje en el sentido de dignificar su pueblo.


LosSres. Jueces de Paz no podrán jamás ejercer una influencia
mas lejitima i benéfica, que propendiendo á encaminar á los
vecindarios de su jurisdicción á su propia mejora intelectual i
moral por medio de las Bibliotecas Populares. El BOLETÍN se
hará un deber en consignar en sus pajinas todos los esfuerzos
que hagan los Sres. Jueces de Paz porlaplanteacion de Biblio
tecas Populares.

Las Corporaciones Municipales.

Nadie mejor que estas corporaciones, encargadas de la jes-


tion inmediata de los intereses intelectuales, morales i mate
riales de cada partido, i que disponen de rentas, podría coope
rar para la organización de sociedades i para levantar sus-
criciones en sus respectivas localidades con el objeto de for
mar bibliotecas para la instrucción del pueblo.
Un acuerdo de la Municipalidad ofreciendo aumentar en
un 10 ó 20 p§ las cantidades que el vecindario ó una aso
ciación cualquiera reúna por cotización ó por suscriciones,
para comprar libros i establecer bibliotecas, i ofreciendo un
premio al lector que mejor desempeñe su papel en las lectu
ras en alta voz que se establezcan por las asociaciones ó por
el vecindario en ciertos dias de la semana ; estas disposicio
nes fijadas en los parajes mas públicos i comunicadas al ve
cindario por medio de los alumnos de las escuelas, darían
un escelente resultado i harían un verdadero honor á las
corporaciones municipales que hicieran algo en el sentido
de estas ideas.
Cada una de las municipalidades debiera apresurarse á tra
bajar en este sentido para dar el buen ejemplo á las demás.
De todo ha de dar cuenta el BOLETÍN.
IX

Lo» Sres. Párrocos i las Bibliotecas


Populares.

De estos señores hai mucho que esperar. Ellos tienen el


deber de predicar i enseñar al pueblo las verdades déla moral
i de la Reí ij ion, i nada puede auxiliarlos mas eficazmente en
su santa tarea, que los buenos libros puestos al alcance de
todos. ¿I no habrían de predicar desde el pulpito las venta
jas de las Bibliotecas Populares? No habiian de cooperar con
su ejemplo i sus esfuerzos personales á la realización de la
idea? Que se apresuren á hacerlo, Dios se los ha de tener
en cuenta i el Boletín de las Bibliotecas populares también.

A los Sres. Preceptores de Escuelas

Se ruega á los señores Preceptores de Escuelas á quienes


les lleguen algunos ejemplares del Boletín de las Bibliote
cas populares, se dignen distribuirlos entre las personas mas
capaces del pueblo, i que al mismo tiempo le pasen á la Comi
sión Protectora de las Bibliotecas populares una nómina de
las personas á quienes se hubiere distribuido el Boletín,
i de las demás que lo merezcan i que se hayan quedado sin
parle, á fin de enviarles todos los números necesarios. Se les
ruega igualmente quieran leer ó hactr leer en alta voz algunos
de los escritos que contiene esta publicación, invitando al
efecto á los padres de familia, si fuese posible.
La Dirección de esta putlicacion espera que los señores Pre
ceptores han de ser en su respectiva localidad, uno de los au
xiliares mas poderosos i útiles con que puede contar la Comi
sión Protectora de las Bibliotecas Populares para realizar con
mejor éxito su cometido.
Las Bibliotecas populares son el complemento indispensa
ble de la educación que se recibe en la eseuela, i los señores
Preceptores deben ver en ellas oí perfeccionamiento de su
obra i la garantía de su eficacia.
Consignaremos gustosos todos los esfuerzos que por su
parte hagan los señores Preceptores en ausilio de la Comi
sión; á cuyo fin los rogamos se sirvan imponernos de todo,
dirijiendo sus comunicaciones ala Glicina de la Comisión refe
rida, en el Colejio Nacional de Buenos Aires.

Clubs Sociales i las Bibliotecas


Populares .

Encada pueblo de campaña hai un Club-Union, compuesto


délo mas selecto de la sociedad. Una que otra vez en el in
vierno se dan bailes donde se solazan las familias, i á falta de
teatros ú otras diversiones honestas, los hombres concurren
por la noche al Club. Un grupo se entretiene en mirar estú
pidamente un partido al billar, otro juega á h malilla por pura
diversión, otros á los dados. . . .i otros se ocupan en hablar de
bueyes perdidos. A las once ó doce de la noche, aburridos de
puro fastidiarse, los concurrentes van desapareciendo por en
tre la oscuridad de las calles, buscando cada uno su hogar.
El dulce hogar está en paz, porque la familia duerme desde
las ocho de la noche, i Qué vida tan atrozmente fastidiosa 1
Pero imajinaos que en hora bendecida les ocurriese á esas
sociedades que no saben en qué gastar sus fondos, formar un
gabinete de lectura para los socios, sus familias i demás veci
nos del pueblo. Figuraos á todas las familas durante las
primeras horas de la noche, leyendo en voz alta i en rueda
alguna historia ó novela instructiva, ó algún tomo de la «Bi
blioteca de las maravillas,» en tanto que los concurrentes al
Club leen en común ó individualmente los últimos diarios, las
últimas Revistas, informándose del movimiento de las ideas eu
el mundo i discutiendo á la luz de las doctrinas que sus libros
encierran los problemas que encarnan el progreso social ó in
XI

dividual de la localidad, i veréis disiparse como por encanto


las sombras de la noche eterna que envuelve la cabeza del
ignorante, i latir de felicidad mil i mil corazones humanos. La
vara májica de la intelijencia cultivada tocaría por todas partes
la tierra, haciendo brotar copiosas fuentes de comodidad i de
fortuna. ¡Cómo se regocijarían entonces las entrañas de las
madres ! ¡ cuánto placer no ofrecería este armonioso concierto
al Supremo Criador de la especie humana'! ¡ cuántas bendicio
nes no enviaria sobre sus criaturas !
Los buenos ejemplos nunca deben silenciarse, máxime cuan
do pueden producir el estimulo para obrar el bien. Con este
propósito, llamamos la atención sobre lo que decimos en otro
logar con relación á la Biblioteca Popular de Catamarca, fun
dada i sostenida por el club social de aquella ciudad, i que
pronto será una de las mas ricas en su jénero, i por cierto, la
mas frecuentada de todas las Bibliotecas populares.

señoras i las Bibliotecas


populares.

Escribiéndole á un amigo que había llevado acabo el estable


cimiento de una Biblioteca popular en el pueblo de Cañuelas, le
decíamos •.

Buenos Aires, Octubre 19 de 1871.

Señor D. Desiderio Dabel:

Cañuelas.

Me hace vd. el honor de consultarme sobre el rol que debe


asignarse á la Comisión especial de señoras que quedó nombra
da por el acta de instalación déla sociedad de la Biblioteca po
pular de Cañuelas.
XII

En mi concepto, es necesario darles participación alas seño


ras en el trabajo activo i mui importante de buscar dinero para
comprar libros, por medio de suscriciones i de rifas de objetos
i labores de mano, de adquirir libros i de buscar lectores. Aun
debieran nombrarse comisiones sucursales de señoras en todos
los cuarteles del Partido. ¿ Qué baria la Biblioteca de Cañue
las sin darles esta participación á las señoras?—Mui poco.
Es necesario confesar, mal que nos pese, que las señoras son
mas dilijentes, prolijas i perseverantes que nosotros. Por
otra parte, las madres quieren á sus hijos con un amor infi
nitamente mas grande i entrañable que los padres ; i con
vencidas de que la Biblioteca establecida influye directamente
en provecho de sus hijos, por cuanto viene á completar i abrir
hermosos horizontes á la limitada instrucción primaria que
han recibido, haciéndolos valer mas, bajo todos respectos,
mientras mas sepan, ellas han de trabajar con ardor i perse-
veíancia.

¿Qué es una Biblioteca popular?


Mas bien que una definición, daremos una esplicacion de lo
que nosotros entendemos por estas palabras.
Una Biblioteca popular es una reunión de libros mas ó me
nos considerable, puesta en un local cualquiera, al cuidado de
una persona, con el objeto de facilitar dichos libros en prés
tamo, bajo ciertas condiciones i garantías, á cualquier vecino
que quiera leerlos.
Supongamos que la Biblioteca Popular de la Exaltación de
la Cruz, consiste al principio en media docena de libros que
los vecinos han reunido por donaciones, poniéndolos al cui
dado del Preceptor de la Escuela. El Preceptor reúne el
vecindario cada Jueves i lee en voz alta un capítulo del Qui
jote, i alguna otra composición literaria, ó hace leer todo ó
parte por sus discípulos ó por alguna señorita del pueblo, que
XIII

es buena lectora. El vecino N., que se ha quebrado una


pierna, manda un papelito pidiendo el Jil Blas de Santillana
para leerlo en su cama, otro pide el Quijote para leerlo en su
estancia, una familia solicita una novela etc., i asi todo el
mundo lee o se hace leer todos los libros—Esta pequeña reu
nión de libros, será mañana una gran Biblioteca.

Circular
La Comisión Protectora)
Je las Bibliotecas Po-%
pillares. 7

Buenos Aires, Diciembre 26 de Í871.

.4 los señores Redactores de. . . .

La Comisión que presido me ha encargado me dirija á us


tedes, como tengo el honor de hacerlo, rogándoles se sirvan
prestarnos su valiosa cooperación, á fin de desempeñar con
mas eficacia la misión que se nos ha conferido por el Go
bierno Nacional, de propender á la propagación de las Biblio
tecas Populares en toda la Nación, de acuerdo con los desig
nios de la Lei del Congreso de 23 de Setiembre de Í870.
Después de emplear mucho tiempo en combinar los medios
de desempeñar nuestro cometido en las vastas proporciones
que el asunto lo requiere, i después de sondear el terreno
hasta donde nos ha sido posible, hemos llegado á persuadir
nos de que no nos queda otro medio que buscar el apoyo de
las autoridades superiores de las Provincias, i el de la prensa
periódica, que es el órgano de la opinión i de los intereses
públicos.
Hemos buscado el apoyo de los Gobiernos de Provincia,
abriendo comunicaciones por medio de la circular que adjun
XIV

tamos á ustedes á fin de que se sirvan publicarla, i apoyarnos


á su vez, si están de acuerdo con su contenido.
Ahora buscamos directamente la cooperación de la prensa
arjcntina para trabajar en el sentido de nuestra misión, per
suadidos de que nunca una causa noble llamó en vano á sus
puertas. Nadie mejor que la prensa puede llevar al ánimo
del pueblo el consejo i la convicción encaminados á su propia
rejeneracion por medio de la educación personal, de que da
un elocuente ejemplo la prensa misma insinuando i encarnan
do sus doctrinas en sus lectores ; i tan persuadidoc estamos de
la buena acojida i de los fecundos resultados de su concurso,
que no hemos hesitado en poner bajo su ilustrado i valioso
patrocinio nuestro encargo i nuestros esfuerzos por desempe
ñarlo del mejor modo posible.
La educación imperfecta i descaminada que es peculiar á
la especie humana, con raras i honrosas escepciones, hacesin
duda, que el público sea poco afecto á las cuestiones relativas
á la instrucción pública, i que la prensa periódica de casi to
dos los países sea mui parca en la insistencia sobre estos es
tudios de grande interés social, pero que tan poco interés
despiertan en sus lectores.
Entre tanto, apenas hai un tema tan fecundo, i que, diluci
dado bajo todas sus faces, encarnado en la opinión pública i
reducido ala práctica, produzca bienes mayores i mas trascen
dentales á ia raza humana ; porque, como dice Montesquieu.
«La educación hace al hombre : ella sola es la madre de todas
las virtudes, es la cosa mas grande i mas útil, i sin embargo,
la mas descuidada en todos los países».
La verdad es que todos estamos acostumbrades á mirar
indiferentes ciertos fenómenos sociales, como la perversión
de los instintos i de los sentimientos, la que, unida á la ig
norancia impelen á la demoralizacion i al crimen, individual
i socialmente hablando; i todo, porque no atinamos con el
verdadero remedio que es la educación.
XV

Un país como el nuestro, que pretende realizar el sistema


republicano de gobierno, debiera ser, ó por lo menos encami
narse á estar perfectamente instruido i educado, aunque no
fuese mas que en todo lo que concierno á los derechos i debe
res del ciudadano, teniendo cada uno la virtud, la capacidad
i los medios de bastarse á si mismo. I para que pudiéramos
aspirar á perpetuar por siempre nuestra personalidad como
nación, seria necesario que pudiera decirse de nosotros lo que
revelan estas palabras de Lincoln, consignadas en un docu
mento solemne •. «Hai (en el ejército de Norte) rejimientos
enteros que se podrian citar, cuyos soldados poseen en con
junto un conocimiento completo de todas lasarles, ciencias
i profesiones, i de cuanto de útil i de elegante se conoce en
toda la tierra ; i no se encuentra quizá uno solo de todos
ellos, de quien no se pudiera escojer un Presidente, un Ga
binete, un Congreso, i tal vez hasta una Corte de Justicia ; i
todos igualmente competentes para administrar el gobierno
mismo de la nación».
II
Es bueno, pues, que alguna vez nos ocupemos de lo qué
mas de cerca nos interesa, i que tratemos de darnos cuenta
de nuestro estado social en la actualidad, para que podamos
estudiar con mas fruto el pasado, i preparar un porvenir
mas feliz que el que puede resultar del andar de los tiempos
sin la intervención del esfuerzo humano con un propósito de
terminado.
Compulsándolos datos, aún inéditos, del censo de nuestra
población practicado en 1869, hemos encontrado revelaciones
que harían temblar de miedo á los corazones mas fuertes, si
no quedase el recurso de inspirarse en la magnitud de los ma
les para buscarles un proporcionado i eficaz remedio, i si
no hubiesen corazones bastante grandes i jenerosos para
acometer con entusiasmo la grande obra de nuestra rejenera-
cion.
XVI

Veamos, pues, el estado intelectual de nuestra nación, según


las revelaciones del censo, i asi podremos apreciar la distan
cia que nos separa del ideal de un pueblo libre i feliz, i
convencernos de la necesidad apremiante en que estamos, de
poner remedio á nuestros grandes males.
La población total de la República Arjentina, incluso los
territorios nacionales, se estima según el censo, en la cifra
de 1.877. 490 habitantes; pero deduciendo 41.000 arjentinos
que viven en el estranjero, i 93, 148 salvajes en los territorios
nacionales, tenemos dentro de los limites de las catoace Pro
vincias f.743.342 habitantes.
Varones Mujeres Totales
Siendo 897,780 845,572
Han dicho que saben leer. 204,933 155,750 360,683
« « « « escribir 186,132 125,879 312,011
El término medio de los que han declarado saber leer i es
cribir asciende á 336, 347, esto es, poco mas de una quinta par
te de la población ; de manera que, deducida esta suma de la de
1.836,147 que representa la población efectiva de la República,
inclusos los territorios, resulta 1.500,143 ignorantes ! ! ! I
Todavía hai que hacer otra cuenta respecto de los que han
dicho que saben leer i escribir. — Horacio Mann, refiriéndose á
datos análogos délos Estados-Unidos, ha demostrado plcna-
mante que es necesario disminuir de un 30 por ciento la cifra
de los que aparecen en el censo sabiendo leer i escribir; que
dando entonces nuestra suma reducida á 235,442, i au
mentada la de los ignorantes hasta 1.601,047 ! ! ! i ¡Estos
están en razón de siete por uno ! 1 ! !
«Pero hai ademas, dice Mr. W. H. Prosser, una clase que
el censo aparece como sabiendo leer i escribir, i que no saben
sino de un modo mui imperfecto. Los de esta clase Icen con
gran dificultad i mascando; i si saben firmar, raras veces ha
cen uso de una ú otra cosa. Por eso no aprovechan los me
dios de instruirse i de aprender que ofrecen los libros i los
XVII

diarios, ni llevan sus cuentas, ni aumentan con una caria el


peso de las balijas del correo. Esta clase media éntrelos ig
norantes i los bien educados, puede con seguridad afirmarse
que es la sesta parte de los que el censo da como educados».
Según esto, la cifra de la jente bien i medianamente educada
Hueda reducida entre nosotros á 196.202, ascendiendo
la de las personas perfecta i medianamente ignorantes á
1.040,287 ! ! ! !
Nótese bien que las anteriores observaciones de Mr.Prosser
>c refieren á los Estados Unidos, donde hai buenas escuelas i
gran estimulo por la educación, i donde, en un Estado solo, el
de Nueva York, hai mas de 14,000 Bibliotecas.
;Cuántos, entre nosotros, leen habitualmente, como satis
facción de una necesidad? Apurándola estadística, i según
términos de comparación que naciones mas aventajadas pro-
'lucen, podemos calcular por analojia, que de las 196,202
personas que aparecen en el censo sabiendo leer bien, cuatro
quintas partes, estoes, 156,961, no leen nada por falta de
libros, i por consiguiente no tienen nociones de nada. Las
nuete décimas parles de los restantes, esto es, 35,316, no sa
biendo otro idioma que el español, i no teniendo suficientes
libros, no pueden estender la esfera de sus adquisiciones. La
décima parte restante, esto es, 3,924, leen en francés ó en in-
gléslo que les viene á mano. Nohai trescientos, acaso no
haya cincuenta personas entre nosotros que sigan el movi
miento de las ideas en el mundo ! ! 1 1

III
Si hemos de darnos cuenta sériameute del progreso ó del
retroceso intelectual de nuestro país, dada su condición ac
tual, i dados los recursos qne se destinan á combatir la igno
rancia, no debemos perder de vista la lei de crecimiento de
nuestra población, que puede calcularse en un 27 p§ en cada
decenio.
XVIII

La parte correspondieote al crecimiento natural, 17 p§


mas ó menos, debe arredilarse necesariamente á la cifra de
los ignorantes. En cuanto al crecimiento por accesión, de
los 40,000 inmigrantes que se nos incorporan anualmente,
ocho décimas partes, esto es, 32,000, son completa i mediana
mente ignorantes. De manera que si los medios de educación
que se emplean no alcanzan á efcctar la cifra del crecimiento
en mas de su mitad, retrocedemos irremediablemente.
Pero estamos muí lejos de aquello, i aun de amortizar el
saldo anterior, á no ser que hiciéramos un esfuerzo supremo.
Veamos, sino, los niños que tenemos dentro i fuera de
nuestras escuelas.
Según el censo, el número de niños de G á 14 años :

Varones .Mujeres Totales

Es de 21P,17,j 194,284 413,459


Van á la Escuela 44,990 37,081 82,671
Ouedan sin escuela.. 184,18a 156, (503 310,788

¡ 340,788 niños desheredados ! ¡ qué horror ! ! !


¿Cuánto dinero dedica el país á la educación rudimental do
sus hijos? Actualmente se gastan a lo sumo 700,000 pesos
fuertes en la instrucción primaria de 82,071 niños, entre el
Gobierno Nacional, los Gobiernos de Provincia, las Munici
palidades i los particulares ; lo que da la proporción de un
niño en la escuela para cada 22 habitantes, i un gasto de 38
centavos' fuertes por cada habitante ! Repartiendo el total
de gastos entre todos los que el censo da como asistiendo á la
escuela, les toca á pesos fuertes 8.46 por cada niño.
¿Cuánto tendríamos que gastar para educar á todos nues
tros niños'?
Buscando proporciones modestas encontramos que el Estado
de Illinois, con dos millones de habitantes, ha gastado en el año
pasado 6.000,000 de pesos fuertes en la educación común, i
XIX

todavía se quedaron 60,000 niños sin escuela. De lóelas mane


ras, resulla que aquel Estado contribuyó para la educación a
razón de 3 pesos fuertes por habitante, i esta cifra no debe ser
exajerada, cuando ha quedado sin participar de la educa
ción un número tan considerable de niños. Repartidos los
"¡.000,000 entre los niños que se educaron, les toca á 13 pesos
fuertes por cada uno.
Ahora bien, si nosotros adoptáramos el modesto tipo de 13
pesos fuertes por cada niño 011 la escuela, tendríamos qué
gastar 6.201,885 pesos fuertes para dar educación en un aiio á
los 413,439 niños que el censo da en estado de educarse.
Tendría que añadirse todavía proporcionalmente en cada de
cenio, el 17 por ciento en que hemos calculado el crecimiento
natura] de nuestra población.
Pero las escuelas requieren edificios propios i adecuados á
su objeto. ¿Cuántos se necesitan para contener nuestros ni-
ñus? Si tomamos por término medio un edilicio para cada
100 niños, necesitamos por lo pronto 4,134 edificios. De
mos por sentado, aún aventurando mucho, que haya en toda
la Kepública 134 edificios adecuados i con capacidad para 100
niños por termino medio. Calculando mui modestamente el
costo de lus 4,000 edih'cios restantes en 3,000 posos fuertes
rada uno, i el menaje correspondiente en 1,000 pesos fuer-
les, necesitaríamos gastar por una sola ve/ i desde Juego,
¿4.000,000 de pesos, además de los que hemos indicado como
gasto anual ordinario, con su aumento proporcional corres
pondiente.

IV
Es evidente que las ideas que el niño adquiere en la escue
la, máxime con nuestro sistema rutinario i enervador de en
señanza, se refieren solo á Ja posesión del medio pura
mente instrumental de instrucción, que no añade por sí solo
ideas sustanciales, de esas que forman el fondo de educación.
el capital intelectual i moral de que Jebe estar provisto el
hombre para bastarse á sí mismo i desempefiar bien su papel,
como individuo i como miembro activo de una sociedad ci
vil i política.
El niño sale, pues, de la escuela con esa preparación ins
trumental que le abriría el camino de la adqaisision de las
ideas mas esenciales para llenar sus fines en la sociedad ; pe
ro no teniendo ocasión de ejercitar las habilidades adquiri
das, por falta de libros á su alcance i de otros estímulos, la
mayor parte de ellos lo olvidan todo i vuelven á hundirse en
el abismo de la ignorancia, del que habían sido momentánea
mente salvados. Apurando los cálculos, puede asegurarse
que solo un 25 por ciento de los niños que van á la escuela,
aprovechan medianamente las adquisiciones hechas en ella.
La educación en estas condiciones solo pudiera compa
rarse con los sepilieras blanqueados de la parábola de Jesu
cristo. . . .
No sucede así donde hai en la misma escuela una buena i
escojida Biblioteca al alcance de los niños que se acostumbran
á consultarla i aprovecharla desde temprano; i donde, al sa
lir de la escuela encuentran una sociedad habituada á la lec
tura i con bibliotecas vecinales á cada paso, de donde pueden
tomar i leer los libros que mas relación tengan con las incli
naciones de cada uno.
Pero entre nosotros ¿qué sucedo? ¡ No hai qué leer ! di
cen los niños que dejan las escuelas, fastidiados de sus libros
de testo, fuera de los cuales no conocieron ni conocerán otros!
I seria digna de observarse la situación de espíritu de tantos
niños de talento, que hubieran podido acercarse siquiera á la
altura de Franklin, á quienes se les ha hecho ver en lonta
nanza el hermoso panorama del mundo intelectual i de la fe
licidad humana, cuando sus ojos se van ofuscando i se ven
fatalmente arrastrados á los oscuros abismos de la ignorancia
i del vicio I
XXI

Pero no son estas las únicas llagas sociales que minan la


existencia de nuestra República, alejando el momento de
asegurar sus destinos ; i cuyo remedio es en vano buscarlo
fuera de la difusión de las luces por medio de las escuelas, i
délas Bibliotecas, que son el complemento indispensable i la
condición esencial de la eficacia de aquellas.
Ademas de la mala inmigración que se nos está incorporan
do, i del número considerable de mendigos i de inválidos que
pesan sobre la sociedad ; ademas de los jérmenes de perversión
individual, social i política que trabajan nuestra existencia,
tenemos 87,519 huérfanos de uno i otro sexo, considerados
tales basta la edad de M años; ii>3,882 ilejítimos de todas
edades i 93,148 salvajes que arrasan nuestras poblaciones
fronterizas, destruyendo muchos millones de la riqueza pú
blica, i consumiendo anualmente mas de tres millones de pesos
fuertes del Presupuesto Nacional. I si áesto se agrega que la
densidad de nuestra población, diseminada sobre una superfi
cie de 920,000 millas, está en razón de 43 centavos de habitante
por cada kilómesro cuadrado en las provincias i territorios ;
i si todavía tenemos en cuenta las dificultades i la imperfec
ción de nuestros medios de comunicación, veremos que no
pueden ser mayores los inconvenientes que se ofrecen al pro
greso i al engrandecimiento de nuestra República ; á la cual,
sin embargo, le está asignada por la Providencia una gran mi
sión respecto de las naciones vecinas, de las exuberantes po
blaciones de Europa i de gran parte del resto de la especie
humana.

VI

A grandes males, grandes remedios. El ejemplo del estre


mo Norte del continente americano debiera inspirar por siem-
preal estremo Sur del mismo continente.
XXII

¿Por que nosotros no habríamos de poder hacer lo que la


Prusia i los Estados Unidos para rejenerarnos i engrande
cernos por medio déla educación?
Apenas nos es dado hacer insinuaciones prácticas respecto de
nuestra misión i de nuestra demanda de cooperación, á per
sonas enminentemente intelijentes, i que, determinadas en fa
vor de esta noble causa, sabrían injeninr los medios mas
adecuados i conducentes para hacerla triunfar i llevarla ade
lante.
Ademas de las constantes incitacionesá la opinión pública,
para que se vaya familiarizando con las palabras i las ideas re
lativas ala educación, i especialmente á la educación personal,
que es un júnoro nuevo i desconocido entre nosotros como ins
titución, debiera promoverse la acción de los vecindarios.
Es costumbre de uso frecuente éntrelos periodistas, abrir
snscriciones, solicitar beneficios teatrales, i crear infinidad de
otros recursos, á los que contribuye gustosa la jenerosidad del
público, con el objeto de aliviar necesidades i miserias físicas,
como socorrer á las familias de nuestros soldados en campaíi;i,
á nuestros heridos, á los heridos prusianos ó franceses, á los
patriotas polacos, etc.
¿ No merecerían iguales manifestaciones de lilantropía
1.500, 000 compatriotas ignorantes, inmensamente desgracia
dos en sí mismos i peligrosos para la sociedad ; 300,000
que saben leer, pero que no tienen libros, i que vuelven por
esto á la ignorancia, i 340,000 niños que quedan fuera de
nuestras escuelas ?
La prensa arjentina no habria prestado jamás un servicio
mas valioso, ni habria intentado una obra mas humanitaria,
que proponiéndose con enerjía i con tesón, aliviar la miseria
intelectual i moral de tantas víctimas como nos rodean. Ni
habria una causa mas simpática, ni una labor mas felizmente
coronada por el éxito i por la satisfacción moral que resulta
de hacer el bien para aquellos que lo ejecutan.
XXIII

Fuera de la ciudad de Buenos Aires, i aun pudiéramos


añadirlas del Rosario i Córdoba, puede asegurarse que no hai
cu toda la República una sola librería, á no ser que con este
nombre se-designe algún departamento de las casas de comer
cio común, donde haya algunos libros insignificantes para
Tender.
Se traía, pues, de facilitar la circulación de libros i periódi
cos en todos los ámbitos déla República, donde baya media
docena de personas capaces de aprovecharlos, incitándolas á
adquirirlos á vil precio, por las ventajas de la asociación i por
la cooperación del municipio, de la Provincia i de la Nación.
El Congreso ha dictado una Lei ofreciendo una cantidad
iguala la que los vecindarios ó las asociaciones de particulares
destinen á la comprado libros para su propia instrucción,
enviándoselosde cuenta de la nación hasta su destino, i remi
tiéndoles ademas, con regularidad, todas las publicaciones ofi
ciales i las que el Gobierno adquiera por suscricion. No
puede darse una Lei mas jenerosa é incitante, pero es nece
sario dar á conocer sus beneficios i crear el deseo de aprove
charlos.
Es necesario que las Provincias dicten leyes, como lo ha
hecho la de Catamarca, complementando con mucho acier
to la del Congreso, i creando ¡supliendo la iniciativa indivi
dual por nuevos estímulos, i por la hábil.combinacion de los-
medios encaminados al mismo fin.
Todavía las corporaciones municipales debieran poner algo
de su parte para contribuir á la realización de esta grande
obra, de proporcionar al pueblo los medios de dársela edu
cación personal, que es lamas fecunda, i la que acompaña
i guia al hombre en todos los instantes de su vida, mostrán
dole el camino de su bienestar i felicichd.
Una sola obra interesante podría servir de núcleo para una
Biblioteca popular. Elvecinomas intelijenteque la tuviera,
ú en niyo poder fuese depositada, podria leerla ó hacerla
XXIV

leer enalta voz en presencia de sus convecinos convocados


al efecto. Esta obra haría nacer el deseo de adquirir i cono
cer otras, i el interés i el gusto por la lectura se habrían
producido sin dificultad, aun entre aquellos que no han tenido
la suerte de aprender á leer. De tras de esto vendria la ne
cesidad i la convicción de las ventajas de constituirse en
sociedad ó de contribuir simplemente para procurarser libros,
cuyo costo seria mínimo é insensible aun para los menos des
prendidos.
¡ Cuánto tiene que ganar el país con este solo hecho, por la
difusión de los conocimientos, por la tranquilidad de los áni
mos, por el desarollo del espíritu i las prácticas municipales,
que tan indispensables son para el gobierno libre; por el es
píritu de orden, de moralidad i de industria, i por mil otras
ventajas que las Bibliotecos Populares han de producir !
¿Porqué las autoridades políticas i municipales de cada
localidad, no habrían de empeñarse en esta noble tarea po-
neindo á su servicio su influencia i sus esfuerzos personales?
¿I porqué los párrocos no habrían de predicar desde el pulpito
las ventajas de la moralizadora institución de las Bibliotecas
Populares ?
Si la prensa arjentina acepta, como no lo dudamos, el pa
trocinio de estas ideas i se presta á hacer una propaganda ac
tiva i calorosa ; i si los Gobiernos de Provincia, cumpliendo
con sa deber, toman el empeño que debe esperarse en favor
de esta causa, estamos seguros del buen éxito, al que la Co
misión Protectora de las Bibliotecas Populares procurará con
tribuir en su esfera con todos sus esfuerzos.
Con este motivo, me complazco en ofrecerá los señores Re
dactores, á nombre la Comisión que presido, las considera
ciones de nuestro distinguido aprecio.

PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga.
Secretario.
XXV

CIRCULAR

Comisión Protectora de
las Bibliotecas Popu
lares.

Buenos Aires, Diciembre 23 de 1871.

A 5. E. el Sr. Gobernador de la Provincia de

Tengo el honor de dirijirme á V. E. por encargo i á nombre


de la Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares, que
presido, con motivo de la misión que nos toca desempeñar,
creyendo encontrar en V. E. la deferencia de entablar con
esta Comisión relaciones oficiales, ó puramente confidencia
les, si se quiere, con el objeto de combinar nuestros comu
nes esfuerzos para la realización de los grandes designios
que ha tenido el Honorable Congreso Nacional al dictar la Leí
de 23 de Setiembre de 1870, que oportunamente le ha sido
comunicada; mediante el mas eficaz estímulo á la acción de
las autoridades i de los individuos de cada localidad, con el
propósito de propagar la importante institución de las Biblio
tecas Populares.
La circunstancia de habernos sido comunicada por el Minis
terio de Instrucción Pública la Leí sancionada últimamente
por la Honorable Lejislatura de Catamarca, nos ofrece la
oportunidad de comenzar á ejercer cerca de V. E. las atribu
ciones delegadas por el Gobierno Nacional á esta Comisión,
para el cumplimiento de su encargo. En esta virtud, me per
mito acompañar á V. E. una copia de la Lei á que me refiero,
la cual complementa con mucho acierto la del Congreso, á fin
de que, si lo tiene á bien, estudiándola i adaptándola á las
condiciones especiales de la Provincia de su mando, se sirva
proponer á la Lejislatura un proyecto análogo.
La Lei del Congreso ofreciendo otro tanto de lo que desti
nen á la compra de libros para la instrucción del pueblo las
XXV(

corporaciones municipales i las sociedades de particulares


combinadas con el minino propósito, ademas de le conducción
de los libros hasta su destino i del envió regular de todas las
publicaciones de la Administración Nacional, es de suyo libe
ral, jenerosa i estimulante, como no hai otra lei semejante
'en país alguno, i debiera deportar por si sola la iniciativa i
la acción de todos los vecindarios de la República, i especial
mente la de lodos los hombres intelijentes i patriotas. Pero,
como quiera que esté demostrada á lodas luces la convenien
cia de aprovechar los beneficios de esta lei; i por mas evi
dente que sea la verdad en que ella se funda •. que las institu
ciones escolares de cualquier jériero, son del todo inútiles é
ineficaces para los fines de la ilustración que cada uno debe
poseer en un país republicano para la felicidad pública i el
bienestar individual, si al salir de la escuela con una prepa
ración meramente instrumental, que da solo la facultad de
enriquecerse cada uno por si mismo con los principios i las
ideas que han de formar su verdadera educación, sirviéndole
de alimento i de guia en el desempeño de su papel como ciu
dadano i como individuo, se encuentra con que no tiene libros
en qué aprender esos principios i esas direcciones salvadoras
de su felicidad ; i el resultado final es que la mayor parte vuel
ve á engrosar las filas de la ignorancia i que el resto perma
nezca estacionario i encerrado en el estrecho círculo de las
ideas empíricas, que apenas pueden mostrarle imperfectamen
te el camino de la vida.— Por mas cierto que esto sea, no es
menos evidente que la necesidad de instruirse por medio de
la lectura, no se siente sino á medida que se satisface, i que la
ignorancia i la incuria intelectual necesitan el estímulo i el
contacto de la luz estraña para iluminarse en seguida, susci
tándose i desarrollándose en el espíritu por este hecho, la fa
cultad asimilatriz del combustible de las ideas, para irra
diarlo en todas direcciones.
Asi, si hemos de aspirar á ver realizados los designios de
XXVII

la Leí del Congreso, que traducen el pensamiento mas fe


cundo que jamás haya nacido en Sud-América, por las
proporciones que afecta i por las promesas que encierra
para nuestra civilización i para la consecución de nuestros
grandes destinos en lo futuro ; es indispensable que leyes
Provinciales bien inspiradas vengan á complementar en sus
efectos la del Congreso, creando i supliendo la iniciativa in
dividual que no existe, por medio de nuevos resortes admi
nistrativos que se hallen mas en contacto con el pueblo en
tridas las esferas sociales.
La Comisión tiene viva fe en la practicabilidad de este
pensamiento, en vista de los nobles i jenerosos instintos i
sentimientos que atesora el pueblo arjentino; los cuales se
manifiestan lujosamente por abundantes suscriciones de di
nero ó por votos do simpatía, siquiera se trate de aliviar las
desgracias de la infortunada Polonia, ó del cautiverio de los
peregrinos de Jerusalen. ¿Cuánto bien no produciría para
la salvación de nuestros hijos i hermanos del cautiverio de
la ignorancia, de la desmoralización i del crimen, una red
de comisiones oficiales i asociaciones particulares de filántro
pos, que envolviese á toda la sociedad en el santo propósito
de elevar el nivel intelectual i moral del pueblo, formándole
asi su educación i su capacidad individual i cívica por medio
de la buena lectura? I sin embargo, no hay mas que querer
hacerlo para recojer en seguida tan benéficos resultados. Una
comisión nombrada oficialmente con atribuciones mu i senci
llas, i entre ellas, la de nombrar comisiones ausiliares de
sonoras en cada manzana, en cada parroquia de una ciudad,
en cada departamento, pueblo i distrito de campaña, habían
de discurrir los medios mas apropiados para interesar á los
vecindarios para reunir libros, i dinero con que aumentar su
número, á fin de ponerlos al alcance de todos por medio del
préstamo adomicilio, i de lecturas en alta voz que aprove
charán auna los que no han tenido la felicidad do aprender
XXVIII

á leer. Este movimiento de la acción individual i pública,


podria aprovecharse á la vez para dar un gran impulso á la
educación bajo todas sus faces.
Mediante una combinación tan sencilla como la que indica
mos, la imajinacion ve sin alucinación, surjir poderoso de
todos los puntos de la República el pensamiento nacional,
homojéneo i compacto por la comunidad de las verdades
aprendidas por todos en los mismos libros ; i que en medio
de esta nueva i vivificante atmósfera, sonreirán de felicidad i
bienestar los habitantes del suelo arjentino, i los hijos de
sus hijos.
Ofreciendo á V. E. á nombre de la Comisión que presido,
todos los antecedentes i elementos que puedan ser necesa
rios para la realización de esta grande obra en que estamos
interesados, me complazco en asegurarle las consideraciones
de mi distinguido aprecio i respeto.
PALEMÓN HUEROO.
Pedro Quiroga.
Secretario.

La Sala de Representantes, sanciona con fuerza de —

LEÍ

Articulo 1° El Poder Ejecutivo procurará la formación


de asociaciones en cada uno de los Departamentos de la Provin
cia, con el objeto de que funden Bibliotecas Populares, para la
instrucción del pueblo.
Art. 2° Estas asociaciones recibirán auxilios del tesoro pú
blico, si observan las formalidades que establece la presente
Lei.
Art. 3° A solicitud de cinco ó mas propietarios de cada
Distrito, ciudad ó pueblo, que se propongan constituir nna aso
ciación para establecer una Biblioteca Popular, el juez partí
XXIX

dario ordenará al Juez de Paz del Distrito respectivo que


convoque á todos los propietarios, comisionando á uno de los
solicitantes para que los cite á una reunión, especificando el
día, la hora, el lagar i el objeto, según haya sido establecido
en la orden.
Ar. 4 ° La orden de convocatoria será fijada en un paraje
público de la localidad, no menos de siete dias antes de la
reunión, en la cual, estando por lo menos siete de los propie
tarios, podrán elejir un Presidente, un Secretario, un Bibliote
cario, un recaudador i los demás empleados que consideren
necesarios, i establecer la manera de convocar á las reuniones
futuras.
Art. 5° Toda asociación Departamental, además de la Bi
blioteca que funde en la Capital del respectivo Departamento,
podrá establecer una sucursal de la misma Biblioteca en todo
Distrito del mismo Departamento donde no se constituya una
asociación para tener Biblioteca.
Art. 6° En los centros de población i en los Distritos
donde no sea posible que la respectiva Biblioteca ó sucur
sal tenga local especial, podrá ser establecida en una escuela,
debiendo abrirse esta de noche para el servicio público de la
Biblioteca.
Art. 7 ° Cada asociación hará sus Estatutos i reglamen
tará el servicio de su Biblioteca, observando las disposiciones
contenidas en esta Leí i en la Nacional del 23 de Setiembre de
1870, i estableciendo las dos bases siguientes:
1 ° Prestar libros gratis mediante las garantías que es
tableciere cada asociación.
2° Facultar á todo vecino para adquirir la propiedad de
todo libro déla Biblioteca pagando su costo.
Art. 8° Toda asociación que establezca una Biblioteca
Popular podrá disponer de los recursos siguientes, á demás
délas subvenciones que ha de abonar el Tesoro Nacional.
1 ° El producto de un real, que deberá pagar anual
XXX

mente todo contribuyente al Estado por una cantidad de JiO


pesos á 250 pesos ; de 4 reales el contribuyenle por u u ca
pital de 2~0 pesos ó mas, siendo en ambos casos residente el
contribuyente del Departamento ó Distrito donde se establezca
la asociación.
2° El producido de dos reales por cada individuo que
pague al Estado un impuesto sin capital avaluado, siem
pre que no estuviere comprendido en el inciso anterior,
hallándose el contribuyente en las mismas condiciones de re
sidencia,
3C El importe de las suscriciones <;ue se obtengan
entre los respectivos vecindarios.
-4° El 2Í¡ pg que abonará el Tesoro Provincial sobre
la suma que cada asociación destine á la compra de li
bros.
Art. !)c Las cantidades de dinero que las asociaciones
recauden por enajenación de libros pertenecientes á la Bi
blioteca, servirán para reponer en esta los libros vendidos,
cuyo importe no deberá incluirse en las sumas que, siendo
destinadas á la compra d?. nuevos libros, hayan de ser aumen
tadas proporcionalmente por el Tesorero de la Provincia i
por el de la Nación.
Art. 10. El Poder Ejecutivo instituirá en la capital de la
Provincia una «Comisión Provincial de Bibliotecas» com
puesta del Inspector Jeneral do Escuelas como Presidente i
tres vocales. Su objeto será entenderse con las asociacio
nes locales i con la «Comisión protectora de las Bibliotecas
Populares» establecida en Buenos Aires, facilitar los jiros de
fondos para la compra de libros, recabar oportunamente los
pagos que deba hacer el Tesoro Provincial, todo con suje
ción á un reglamento que dará el Poder Ejecutivo en con
formidad con esta Lei i la del Congreso, i con las disposi
ciones que en virtud de esta ha espedido el Gobierno Na
cional.
XXXI

Arl. II. Las erogaciones que demande el cumplimiento do


la présense Leí se harán de las rentas jencrales, del>iendo á
este objeto el Poder Ejecutivo pedir anualmente á la Lejisla-
tura las cantidades necesarias.
Arl. 12. Comuniqúese al Poder Ejecutivo i archívese. .

Sala de Sesione?, Calamarca, Oclubrei? do 1871.

C.vnuoso.
L. 1í. Solo-mayor.
D. S.

Departamento du Instrucción Publica.

Calamarca, (Mubre 20 de 1871.

Téngase por Lei de la Provincia, cúmplase, circúlese, pu-


bliqucre i dése al Hejistro Olicial.

GALINDEZ.
MARCOS A. FIGLEHOA.

Conforme—
Onofre J . Rodríguez.
Oficial i.°
XXXII

Bibliotecas públicas
I

Hasta donde alcanzan nuestras investigaciones, se sabe que


en todo lo que comprendía el vireinato de Buenos Aires, no
hubo en toda la era colonial, sino una Biblioteca pública, al
alcance de cierto número de jentes entendidas, la de la Uni
versidad de Córdoba, enriquecida con obras de mérito por el
inolvidable Dean Funes. En varias otras Provincias, presta
ban sus servicios, especialmente á los sacerdotes, las Bibliote
cas de los conventos, que las habia eu Buenos Aires, Santa-Fé,
Corrientes, Mendoza, San Juan, Catamarón, Santiago, Tucu-
man, Salta, i en la misma Córdoba.
La venta de libros impresos no se consideraba como un ar
tículo noble, i permanecía adherida como parásita i en pe
queña escala, al comercio de tienda, de almacén i de ferretería.
Algunos hombres de letras obtenían, por encargo especial i
con no pocas dificultades, colecciones de libros de cierto mé
rito, en español i aun en francés, los cuales, por accidente,
circulaban entre los amigos de sus afortunados poseedores.
He aquí la interesante pintura que nos hace el señor Sar
miento del comercio de libros en los tiempos primitivos de
nuestra civilización, en el capítulo « Bibliotecas, » de su obra
titulada : «Las Escuelas, base de la prosperidad i de la Re
pública,» etc. .

II

a Cuando en 1806, la Inglaterra intentó apoderarse de las


colonias españolas en el Rio de la Plata, un caballero que
acompañaba la espedicion, publicó á su regreso á Londres, un
libro sobre el vireinato de la Plata, con un bosquejo de las
costumbres i carácter de los habitantes. En algunas de sus
pajinas se lee sobre librerías en Montevideo, la curiosa reía
XXXIII

cion que sigue : <t Así que llegué, fue uno de los objetos de mi
investigación, buscar una venta ó almacén de libros ; i como
un dia notase sobre la puerta de una casa particular un anun
cio de que allí se vendían libros i papel, hube de entrar en
ella. Detrás del mostrador estaba una joven decentemente
vestida, que resultó ser la mujer del librero. Para disculpar
mi introducción, pregunté por varias obras españolas, tales
como Don Quijote, Lope de Vega, el Padre Feijoo, de lo que
obtuve una negativa por toda respuesta. Poco había que es
pirar, con solo echar una mirada a lo que estaba á la vista.
Requirióme la dama que pasase tras del mostrador i viese yo
mismo lo que habia. La obra ma.; notable que descubrí era
una en latin de los Padres de los Conventos. Un libro viejo
en inglés tenia por título « Essay on sermons, » por qué sé yo
quién. Un tratado en francés sobre « La structurc anatomi-
que du corps humain, » par monsieur un leí ; i dos ó tres
ponderosos infolios de leolojía, en español. La última i mas
abultada obra que vi en esta interesante i valiosa librería era
una lista de libros prohibidos por la Santa Inquisición, en doce
volúmenes, en octavo.
« Esta es la única librería en Montevideo i puede dar idea
de la literatura del lugar. Como debe suponerse, no me sen
tí mui dispuesto á disminuir aquella preciosa colección, por lo
que hube de despedirme, si bien llegando á la sazón el librero,
que no dejaría de sorprenderse al ver un extranjero tras del
mostrador, repetimos escusas por la libertad que rne habia to
mado, lo que me valió el ofrecimiento de una narigada de pol-
TO de su caja, como prueba de amistad.
« La lectura de ambos sexos, al menos de aquella parte que
sabe leer, está principalmente reducida á libros de devoción.
Las investigaciones literarias de las damas, cuando mas se re
montan, no van mas allá de novelas insulsas ó ridículos cuen
tos de amor. Saber leer antes de casarse es mirado como ha
bilidad estraordinaria en una mujer. Sorprenden verdadera
XXXIV

mente las muchas muestras cíe crasa ignorancia que se encuen


tran en las mas altas clases, i en personas, que por los desti
nos que desempeñan se supondría que han tenido mas frecuen
tes ocasiones de adelantar sus conocimientos. Gomo muestra
de sus luces en materia de jeografía, preguntábame una vez
durante la conversación un caballero tenido por instruido, si
la Francia estaba separada por mar de Inglaterra, ¡ si se podía
ir por tierra de Norte- América á Londres. La persona que
tales preguntas hacia es uno de los mas ricos i fuertes comer
ciantes de la plaza i miembro del Cabildo. »

III

«Estas fueron las colonias españolas! La obra en doce volú


menes conteniendo la lista de los libros prohibidos, es el Alfa i
la Omegadel saber español de entonces. Saber lo que no era
permitido saber 1 Como Montevideo serían mas ó menos las
otras ciudades americanas. Conozco aun en estos últimos
años muchas ciudades cabeceras de Provincia en que las pala
bras biblioteca i aun librería son solo para escritas, no exis
tiendo el objeto que representan. En San Juan hubo una vez
á venta en un almacén de ferretería el «Contrato Social», la
obra de Paine, i una de Monseñor de Pradt, libros mandados
imprimir desde Buenos Aires á Filadelfia en los primeros
años de la revolución. Mas tarde, otro tendero introdujo «Evi
dencia del Cristianismo», por Paley, i uno que otro libro mas.
Otra vez introduje yo varias de las publicaciones de Acker-
mann, que no tuvieron salida. Un respetable hojalatero italia
no tenia el único ejemplar del «Teatro critico de Feijóo», la
obra mas avanzada en ciencias naturales al alcance de los del
habla española en el pasado siglo, puesto que el padre sabia
francés i disertaba sobre lo que se pescaba en aquella lengua, i
podia repetirse sin alarmar á la Policía, es decir, la Inquisi
ción, que anduvo por echarle garra.
«El primer Gobernador de San Juan, D. Ignacio de la Rosa,
XXXV

poseía una colección en francés de los principales escritores


del siglo XVIII. La Enciclopedia teníala D. Rudecindo Rojo;
pero estos son ya los tiempos históricos de las colonias. Los
heroicos son aquellos eri que nada corre impreso ; i lo que está
en letra de molde, de tal modo retrae por lo voluminoso, ú
horripila por lo insulso para paladares vulgares, que ahí se
estaban en las bibliotecas de los conventos, pues hasta ahora
poco una chorrera de tomos descabalados en pergamino, seña
laba en el de Santo Domingo, entre trastejos i otros enseres
de la iglesia que fue, el lugar donde, bajo gruesas i no pertur
badas capas de polvo, yacian los restos mortales de los que
fueron libros, i enseñaron á no saber nada.

l\
«Las hoi numerosas librerías de Buenos Aires, casi todas te
nidas por franceses, son de reciente data
•« Todas las capitales sud-americanas poseen una gran bi
blioteca pública, mui importante, á juzgar por la cantidad de
libróles hacinados en ellas. Todos son legados délos tiempos
coloniales, muchas formadas con las bibliotecas confiscadas á
los Jesuítas que eran los literatos, historiadores i aun natura
listas de la América. Los gobiernos patrios las han enrique
cido poco de libros nuevos, si no es con las bibliotecas legadas
por particulares. Es de poco tiempo acá, que se han destinado
fondos, escasos siempre, dada la necesidad, para refrescar
aquellos depósitos con las limitadas traducciones que de
otros idiomas se hacen al castellano, i los poquísimos orijina-
les que con utilidad puedan venirnos de España.

«No hace muchos años que Mr. Horacio Mann, en una pcs-
quiza practicada al efecto en el Estado de Massachusctts, hizo
el desconsolador i alarmante descubrimiento de que en aquella
XXXVI

república de casi un millón de habitantes entonces, no había


mas que trescientas sesenta bibliotecas al alcance de todos ; i es
curioso para un sud-americano al menos, oirle tocar á arrebato,
i poner el grito en el cielo al cerciorarse de aquel estado de
atraso en su país, conjurando al pueblo i al gobierno á poner
término á tamaña calamidad, en tan elocuentes palabras, que
las reprodujéramos aquí si tuviéramos á mano sus famosos in
formes, de que alguna vez dimos cuenta.
Nada mas que trescientas sesenta bibliotecas ! Qué miseria 1
Es como suelen decir los banqueros de los negocios que se les
proponen. «Ni un pobre millón dejaría esto I «—Sábese de
aquella joven princesa de Francia, que oyendo que el pueblo
perecía de hambre, mientras Enrique IV sitiaba la buena ciu
dad de París, esclamaba: «Yo que ellos comería pan i queso,»
tan poco sabia la niña en achaques de pobreza ¡—Trescientas
sesenta bibliotecas públicas, harían la gloria de Sud-América,
con veinte millones de habitantes i un mundo por morada.
«No hai, que yo sepa, en tan vasta estension, ni entre tantas
ciudades, no digo trescientas, dudo que hayan. . . . treinta 1
Si no, contemos en los dedos. . . .»

VI

Los autores de nuestra independencia habían comprendi


do, tan bien como lo permitían las escasas corrientes de ideas
de aquellos tiempos, que nuestra personalidad como nación, no
podria mantenerse en la plenitud de su dignidad, apesar del
prestijio de las victorias, si no se daba al pueblo la aptitud del
gobierno propio ; i aunque muchos de ellos no acertaron con
el verdadero camino, ó se sintieron impotentes i envueltos por
la vorájine de las guerras estranjeras i civiles, se les ha visto,
como á Moreno, fundando la Biblioteca Pública de Buenos
Aires é impulsando la prensa periódica; á Belgrano, fundando
escuelas en las Provincias mas remotas con el producto de sus
XX XVII

emolumentos militares, á San Martin, creando escuelas i Bi


bliotecas en Mendoza, en Santiago de Chile i en Lima, con el
producto de sus felices i patrióticos trabajos, i á Rivadavia,
haciendo nobles i desesperados esfuerzos por jeneralizar un
sistema completo de educación popular.

VII

La Biblioteca pública de Buenos Aires, nació con la revolu


ción de Mayo, sobre la base de la rica Biblioteca conventual de
los Jesuítas, i desde el año de 1821, hasta que el aliento de
Rivadavia dejó de prestijiarla, adquirió suficiente vida para re
sistir al través de los luctuosos tiempos de la tiranía i de la
guerra civil, llegando al presente casi inservible de vieja i des
pojada como ha sido de sus mejores obras impresas i manuscri
tas, para alcanzar al fin, bajo la dirección de un hombre inte-
lijente i fiel á sus deberes, cierto grado de regeneración de que
es susceptible.
Si no estamos equivocados, esta Biblioteca tenia mas de
23,000 volúmenes por el año de 1824 ; i en 1866, esto es, 42
años después, tenia solo 18,740 volúmenes, sin embargo de
que, desde la caida de Rosas se destinó en el presupuesto una
regular suma para su aumento, con la cual, en solo cuatro
años, 1863 á 1866, se enriqueció con 2967 volúmenes.

VIII

La Biljioteca de la Universidad de Córdoba, que ha prestado


siempre sus servicios al público de aquella ciudad, i al
Colejio Nacional de la misma, ha sido enriquecida en estos úl
timos tiempos por el Ministerio de Instrucción Pública con
escelentes colecciones de libros modernos ; habiéndosele in
corporado aJemas, la Biblioteca que habia comenzado á for
marse en el Colejio Nacional deMonserrat,
XXXVIII

IX

La antigua ciudad de Mendoza tuvo también una buena Bi


blioteca pública, fundada por el Jeneral San Martin por el
año de 1814. Esta Biblioteca tenia mas de mil obras, algunas
de las cuales eran de mucbo mérito, pero el terremoto de 1861
la destruyó á tal punto, que apenas han podido salvarse de
entre las ruinas unos 000 volúmenes truncos i deteriorados en
su mayor parte.
Parece que el Gobierno de la Provincia ha cedido esos volú
menes para formar la Biblioteca popular de aquella ciudad.

La Universidad de Buenos Aires tiene una Biblioteca para el


servicio de los alumnos de la misma i para el público, la cual
es muí frecuentada i contiene mas de 4,000 volúmenes.
Esta Biblioteca fue iniciada en el año de 1862 por el Dr.
D. Juan Maria Gutiérrez, actual Rector de la Universidad, ob
teniendo entonces i después numerosas donaciones de obras
de algún mérito, para formar la mayor parto de su caudal.
Pocos años después, el Dr. Gutiérrez consiguió del Gobier
no de la Provincia, que le asignara una pequeña renta para
refrescar esta Biblioteca con obras nuevas i de mérito, i esto
mediante, están regularmente representadas la Jurispruden
cia, la economía social i política, las ciencias físicas i matemá
ticas i algunos otros ramos.

XI

La Facultad de Medicina de Buenos Aires posee una Biblio


teca que consta de Iái50 volúmenes, donados casi en su totali
dad por médicos nacionales i estranjeros, pero es mui incom
pleta. Esto esplica talvez, la escasa concurrencia de lectores
que atrae.
YXXIX

XII

El Museo Público de Historia Natural posee también una


pequeña Biblioteca, i es considerada como mui importante i
selecta en su especialidad. Ha sido fundada por el actual Di
rector de este establecimiento, Dr. Burmeister.

XIII

La Administración del Sr. D. Nicasio Oroño fundó una Bi


blioteca pública en la ciudad de Santa-Fé por el año de 1865,
comprando una buena colección de libros en Buenos Aires,
según tenemos noticia, i utilizando la parte servible de la Bi
blioteca del estinguido Convento de la Merced.
Por la misma época, el Gobierno de Corrientes fundó en
aquella ciudad una Biblioteca pública, que no sabemos si ha
sido aumentada, ni si presta algunos servicios efectivos a la
población.

XIV

La Biblioteca Nacional, establecida en la Casa de Gobierno


el Í5 de Enero de 1870, es de una naturaleza especial, i con
viene darla á conocer con algún detenimiento.
Esta Oficina tiene por titulo «Biblioteca i reparto de libros.»
Por un decreto de 11 de Febrero del año referido, se dispuso
reunir en el local de la Biblioteca, todos los libros existentes
en los diversos Ministerios, asi como todas las publicaciones
que haga el Gobierno ó que adquiera por suscricion, enco
mendando su cuidado i distribución al Bibliotecario.
Hai también una partida de 6,000 Pfs. anuales «para com
pra de libros, encuademaciones i su remisión á los Gobiernos
de Europa i las Provincias »
La distribución de las publicaciones nacionales, según las
disposiciones dictadas al respecto, se hace del modo siguiente :
IL

1° Al Congreso; 2° A las diversas oficinas de la Adminis


tración Nacional, según la analojia que con ellas tengan di
chas publicaciones ; 3° A los Gobiernos de Provincia ; 4°
Alas Bibliotecas délos Colejios Nacionales; 5° A las Bi
bliotecas populares que hubieren en cualquiera parte de la
Nación; 6° A las Bibliotecas Públicas de las Provincias don
de las hubiere ; 7 ° A los Gobiernos de América i de Europa,
con los cuales el Gobierno Arjentino ha acordado el canje de
libros.
De esta manera, todas las publicaciones hechas ó piolejidas
por el Gobierno Nacional, son distribuidas de manera que
puedan llenar conveniente i oportunamente su objeto.
Esta Biblioteca seria hoi la mas rica del país en obras ame
ricanas, á no haberse quemado en el incendio de la Casa del
Gobierno Nacional en 1807, una colección de cerca de tres mil
volúmenes comprados al escritor chileno Vicuña Mackenna.
Por ahora, lo único que hai de mas notable i raro, es una com
pleta i numerosísima colección de las actas de la oficina de pa •
lentes de Inglaterra, prolijamente acondicionadas en pequeñas
cajas de madera de un tamaño uniforme, asemejándose á libros
con sus correspondientes rótulos.

XV.

De algunos añosa esta partee! presupuesto nacional consig


na fuertes partidas para la formación i aumento de Bibliotecas
adecuadas á los Colejios Nacionales de estudios preparatorios
que hoi se hallan instalados i funcionando en cada una de las
catorce Provincias. Pero estas Bibliotecas prestarían mui
pocos servicios al país si se circunscribieran á los estudiantes
de los Colejios el uso de los libros.
Esto lo ha comprendido mui bien el actual Gobierno Nacio
nal, i por medio de una circular del Ministerio de Instrucción
Pública de fecha 21 de Marzo de 1870, dirijida á los Rectores
XLI

de los Colejios Nacionales, i otra á los Gobernadores de Pro


vincia, se comunican las disposiciones siguientes -.
« Proponiéndose el Gobierno que los Colejios Nacionales,
sin dejarde corresponder al objeto especial do su institución,
presten mayores servicios á la educación común, ha pensado
que sus Bibliotecas pueden contribuir eficazmente á la difu
sión délos conocimientos útiles, que han de elevar el nivel de
la instrucción del pueblo. Asi, una de sus primeras necesi
dades ha sido franquearlas al servicio público.
« Escribo con esta misma fecha al Exmo. Gobernador de esa
Provincia, pidiéndole que constituya una Comisión ó Asocia
ción Protectora de la Biblioteca, para que promueva sus ade
lantos, procurando entre los vecindarios donaciones dé libros,
ó suscriciones de dinero, que se empleará en comprarlos. Esta
Comisión podrá reunirse en una délas oficinas del Colejio, i
bailándose Vd. en comunicación frecuente con ella, quedará
naturalmente asociado á sus tareas.
« Hai un recurso sencillo para adoptarse, i que contribuirá
en mucho á difundir el gusto por la lectura. Nada hai á la
verdad, tan fácil, como establecer en una de las aulas del Co
lejio cursos nocturnos de lectura, para que concurran á ellos,
no solamente los estudiantes, sino todas las personas que quie
ran ilustrarse.
« Nombraría Vd. los lectores entre los empleados i alumnos
del Colejio, que tendrían asi ocasión para ejercitarse en este
arte tan descuidado en nuestras casas de educación ; creán
dose al mismo tiempo, con las reuniones, un nuevo páfiulo
para la vida intelectual, que es tan lánguida por falta de esti
mulo en las ciudades del interior.
« No ncesito decir alSr. Rector que hai libros qut se pres
tan admirablemente á este objeto, como la «Vida de Franklin,»
escrita por Mignet, el «Civilizador,» por Lamartine, i la «Vida
de Lincoln» i «Las Escuelas», por Sarmiento, la «Vida de San
Martin» por Gutiérrez, la «Historia de América» por Barros
XLII

Arana, los «Trozos escojiclos» porCossou, los «Grandes inven


tos» porFiguier, i otros que poniéndose al alcance de todas las
intclijencias, tienen por objeto propagar los conocimientos
útiles, inculcar sobre la vida sanas ideas, ó fortalecer con lu
minosos ejemplos las esperanzas i las vocaciones nacientes,
que buscan en la oscuridad su comino.»
En la nota dirijida á los Gobernadores se agrega : «Las Bi
bliotecas Públicas son un fuerte elemento de civilización i un
estímulo constante á los esfuerzos de la inlelijencia : Coa
ellas, la instrucción sale del estrecho circulo de las clases mas
favorecidas por la posición ó fortuna, i estiende sus beneficios
a todos los individuos. Pero estos resultados no se consiguen
sin el esfuerzo colectivo, porque las Bibliotecas son i deben ser
instituciones esencialmente populares, para que cumplan los
fines á que se destinan. »
De esta manera, las Bibliotecas de los Golejios Nacionales
son un término medio entre las Bibliotecas públicas manteni
das por el Estado, cuyos libros solo pueden consultarse dentro
de ellas, i las populares propiamente dicbas, que son esencial
mente circulantes por el préstamo de los libros á domicilio, i
en cuyo recinto se dan lecturasen alta voz para todas las jen-
tes de ambos sexos, entendidas é ignorantes.

XVI

Entre todas las especies de Bibliotecas, las que menos ser


vicios pueden prestar al público, sin que por esto carezcan cíe
utilidad, son las llamadas «Públicas» ó «del Estado», á las cua
les es necesario ir personalmente para consultar un libro. Esta
condición, i la incompatibilidad de las horas hábiles de la Bi
blioteca con las del trabajo individual, retraen a las personas!
hacen escasa la concurrencia.
Verdaderos museos de curiosidades bibliográficas, pudiera
aplicárseles el epíteto de «Bibliotccas-panteon», que les daba
una vez con mucho acierto el Dr. Carril. En efecto, parece
XLIII

que el pensamiento humano duerme allí el sueño déla eterni


dad, encerrado en otras tantas momias como libros contienen;
sin que haya miedo de que los piadosos visitantes, á no ser sus
deudos, se atrevan á evocarlos, perturbando su reposo, por
que, aun si llegaran á despertar como Lázaro, no sabrían indi
carles el camino del laberinto de la vida.
Sin embargo, es bueno conservar i enriquecer esos depósi
tos que sirven siempre para suplir las deficiencias de las bi
bliotecas particulares, i de las que viven del pueblo i entre el
pueblo, avivando i enriqueciendo sin esfuerzo su intclijencia
con corrientes de ideas, que en el siglo del vapor i la electri
cidad, corren paralelas con las que imprimen el movimiento
mecánico, ó trasmiten instantáneamente el pensamiento de
un hemisferio al otro.

Las Bibliotecas populares en la Re


pública A.rj entina.
I
El nombre de Benjamín Frankin está vinculado a gran parte
délas invenciones que han contribuido mas poderosamente al
progreso i al bienestar de la especie humana.
Antes de Franklin, nadie había pensado en el axioma descu
bierto por él, aunque no le diera forma, que la utilidad de los
libros comprados entre muchos para su servicio común, está
en razón directa del número de sus poseedores, i su precio, en
razón inversa del mismo número. M. Laboulaye refiere en
estos términos la manera como Franklin redujo a la práctica
este pensamiento tan sencillo como grandioso en sus resultados.
«Simple obrero impresor, reunido con once de sus compañe
ros, les hizo esta observación. Si cada uno de nosotros tiene
un volumen i lo entrega á la comunidad, tendremos doce volú
menes para cada uno.
«Pongamos cien, doscientos, trescientos i tendremos cada
XLIV

uno cien, doscientos, trescientos volúmenes á nuestra disposi


ción. Este era un beneficio claro i neto, i la Biblioteca de
Franklin fue fundada.
«¿Sabéis lo que ha llegado a ser esta Biblioteca establecida
por un obrero i once de sus compañeros? lia llegado a ser la
gran Biblioteca de Filadelíia, que cuenta hoi 800,000 volúme
nes.»
La semilla habia caido en suelo fecundo, i aunque pasaron
muchos años sin que se propagase porque es lenta la elabora
ción de las ideas en el cerebro humano, cuando la atmósfera
ambiente no es propicia, los Estados del Norte de la Union
Americana tuvieron infinidad de «Bibliotecas sociales» al
alcance del pueblo, antes que ningún otro país del mundo.
Las Bibliotecas populares, que complementan por sí mismas
la educación recibida en la escuela, recibieron un perfecciona
miento desde 18:)3, por leyes que dictó la Lejislatura de Nueva
York, promoviendo por medio de estímulos pecuniarios la
formación de una Biblioteca en la escuela común de cada dis
trito. Estas leyes dieron resultados admirables, i el Estado de
Massachussetts primero i en seguida muchos otros, no tardaron
en dictar leyes semejantes con el mismo buen éxito. Además
de esto, por leyes mas antiguas del Massachusetts, que han
adoptado muchos otros Estados, cada distrito de una ciudad, i
cada pueblo de campo, están obligados a formar i mantener
una Biblioteca para el uso del vecindario.
Así, las escuelas al alcance de todos, lo mismo que numero
sas Bibliotecas escolares, populares, gabinetes sociales de
lectura, costeado todo por los vecindarios, i con todas las
facilidades iinajinables para no dejar descansar los libros; todo
estoesplica la jeneral aptitud del pueblo norte -americano, para
manejar con maestría los complicados resortes del gobierno
democrático, para producir libros científicos é inventos que
contiibuyena la mayor difusión délas luces i al progreso i
bien estar de la sociedad en todo sentido.
XLV

II

Según lo asegura M. Laboulayc, las Bibliotecas populares


penetraron en Francia mas de un siglo después de su invención,
i es de suponer que su propagación por varias naciones de
Europa tenga la misma fecha.
Mediante la iniciativa individual, i á veces con mesquir.os
estímulos de parte de los Gobiernos, como sucede en Francia,
que los Ministros de Instrucción pública, según su buena
voluntad, reparten algunos libros útiles, i entre estos hai
muchos que tienen mas utilidad para los fines del Gobierno que
para el pueblo; aun sin estímulos de ninguna especie, el caso
es que por todas partes se fundan Bibliotecas populares i va
llegando á ser esta una preocupación social en la mayor parte
ile Europa.

III

Los primeros vestijiosde Bibliotecas populares que encon


trarnos en la República Arjentina, se encuentran en los «Ana
les de la Educación Común,» en un reglamento formulado para
una que debió establecerse en el pueblo de San Fernando, de
esta Provincia, por el año de 1859, si son fieles nuestros
recuerdos, ^o sabemos nada mas de ese ensayo, que induda
blemente se malogró. Lo que no admite duda es que la idea fue
importada por el Sr. Sarmiento, que la habia adquirido en
Estados Unidos durante sus viajes, i que la habia ensayado en
Chile con muí buena voluntad i mucho empeño de su parte,
pero sin queei ¿.vito, correspondiera á sus esfuerzos i á sus
esperanzas.

IV.

Uecien en 186(5 se realizó un ensayo con un éxito mu i feliz


en la capital de la Provincia de San Juan, debido mas bien á la
XLYI

casualidad que á un propósito deliberado desde el prin


cipio.
Por el raes de Febrero de ese año, uno de tantos jóvenes de
San Juan que estaban estudiando en Buenos Aires, leyendo el
« Zonda » periódico de aquella ciudad, encontró una carta del
señor Sarmiento, dirijida desde Nueva York, al encargado de
la « Biblioteca Pública » de la misma, manifestándole, que
habiendo visto en el periódico mencionado la noticia de que
el Padre Prior de San Agustín liabia donado á la « Biblioteca
Pública » algunos libros, suponía que se estaba formando una,
i deseoso de contribuir á aumentarla, habia pedido á sus ami
gos de allá algunos libros, añadiendo otros suyos, cuya remi
sión le anunciaba.
Al estudiante referido le ocurrió la idea de hacer otro tanto,
y solicitar el concurso de sus comprovincianos, para que, aso
ciándose con el propósito de ausiliar aquella naciente institu
ción, pudiera hacerse algo de provecho ; pero lo primero que
hizo un momento después de concebir aquella idea, fue enca
minarse á un taller de sellador i mandar grabar un sello con el
titulo de -. BIBLIOTECA PÍBLICA DE SAN JUAN,— pensando que un
regalo semejante seria de mui buen efecto para estimular á las
jcntcs de allá á trabajar, viendo que aquí también se traba
jaba en el mismo sentido, i que en sí mismo serviría para
timbrar los libros i las notas que se cambiasen. Para los po
bres bolsillos del estudiante, esto era una empresa mas difícil
que para Cortesía de quemar sus naves.
Felizmente encontró buena disposición en los jóvenes Adol
fo Kawson, Matías Sánchez, Miguel Echegarai i algún otro
mas, que le ayudaron á pagar los 300 ps. papel que costaba
el sello.
Llevando adelante la empresa de formar una asociación para
reunir libros i dinero con destino á la Biblioteca de San Juan,
al primero que se le comunicó este pensamiento, fue al Dr.
Rawson. Este caballero, no solamente aplaudió la idea, acep
XLVII

lando ser uno de los socios i ofreciendo su casa para las reu
niones, sino también regaló espontáneamente toda su selecta
biblioteca de cerca de mil volúmenes que tenia en San
Juan.
Con este continjente i con la buena disposición que se encon
traba en los sanjuaninos jóvenes i viejos, i aun entre sus ami
gos de aquí nacionales i estranjeros, se constituyó delinitiva-
mente la sociedad el 15 de Abril del año mencionado, bajo la
presidencia del señor D. Damián lludson Á una sesión que
tuvo lugar el 22 de ese mes concurrieron muchas personas
notables, comoelDr. Rawson, el Dr. Juan Maria Gutiérrez, el
Ur. D. Salvador Maria del Carril i otros. Este último leyó
ti aduciendo del francés, los discursos de los señores Eduardo
("hartón ¡Eduardo Laboulaye, pronunciados en una reunión de
la sociedad de la Biblioteca po¡¡ular do Ycrsalles. En seguida,
clDr. Carril encomió las ventajas de las bibliotecas circulantes,
que Hevanel nombre de populares, sobre las demás, de las cua
les no se pueden llevar los libros á domicilio, i aconsejó que
se diera el carácter de popular ala que debía fundarse en San
Juan.
Aceptada por unanimidad esta idea, so procedió en conse
cuencia á nombrar una comisión de personas de San Juan para
promover allí una nueva comisión bajo la denominación de
« Franklin, » la cual tendría á su cargo la Biblioteca po
pular que esta sociedad trataba de establecer en aquella
ciudad.
Sabedor de estos trabajos el Gobernador de San Juan, D. Ca
milo Rojo, hombre progresista y bien intencionado, se apresu
ró á nombrar una comisión con el encargo de solicitar donati
vos de libros i otros recursos para formar una Biblioteca públi
ca. Esta comisión se refundió después á pedido déla «Socie
dad Ausiliardela Biblioteca popular de San Juan, » estableci
da en Buenos Aires, en la que esta había nombrado allí mismo
para llevar adelante sus trabajos.
XLVIH

Resultó, por fin.quo noliabia hasta entonces Biblioteca pú


blica en San Juan, sino una biblioteca que habían comenzado á
formar para el Cu lejío Nacional, el Dr. D. Santiago Cortines i
sus amigos. Tal vez este tuvo la idea de que ese plantel podia
prestar á la voz sus servicios al público, pero no fue esc sin
duda su principal objeto.
La comisión de San loan, trabajando con mucha actividad,
logró formar una numerosa asn:'ia3Í;>n, i bajo sus auspicios se
instaló la Biblioteca : opular el 10 de Julio del mismo año, con
cerca de dos mil volúmenes, incluyendo los del Dr. Rawson.
La «Sociedad ausiliar» de Buenos Aires, llegó á tener mas de
cien socios, contándose entre ellos el Dr Carril que contribuyó
con cuatro pe^s fuertes mensuales por cerca de dos años, el
Dr. Rawson, que e.-taba suscrito con dos pesos mensuales, i
con otro tanto nías ó menos, los señores Benjamín Gorostiaga,
Eduardo Costa, Domingo de uro, Juan María Gutiérrez, Nicolás
Avellaneda, .Manuel A. Montes de Oca, Mariano Várela, Félix
Frías. José M. Estrada, Luis J.de la Peña, Daniel M. Cazón,
Daniel Gowland, Guillermo Wheehvriht, Damián y Manuel
Hudson, G. Posadas, la seíiora Manso y muchas otras personas
de importancia, enlre las cuales se contaba el señor Sarmiento,
residente en Estados Unidos. Eran considerados miembros
honorarios de esta sociedad, los señores Mariano Balcarce, Do
mingo Vega, Manuel del Carril, Carlos Calvo, Manuel R. Gar
cía i Santiago Arcos, residentes en Francia, los cuales remi
tieron algunos libros.
Aquí se reunió también por donaciones una buena cantidad de
libros que se remitieron á San Juan, y poco después una bue
na colección comprada con mas de ochocientos pesos fuertes
que se habían reunido, completó la obra de la « Sociedad
ausiliar. »
Según las últimas noticias que se han recibido, la Biblioteca
popular de San Juan consta de mas de cuatro mil volúmenes. La
« Sociedad Franklin» que la sostiene por medio de una cuota
XLIX

mensual que, dedos reales plata se ha elevado á cuatro recien


temente. Los pedidos de libros ascienden por ahora á poco mas de
diez por dia. Se sabe también que la sociedad Franklin tiene reu
nida una cantidad de cerca de 1500 pesos fts. para emplearla en
libros próximamente, la cual aumentada por el Gobierno Nacio
nal con otro tanto, formará la respetable suma de tres mil ps.
fuertes.
Ademas de las cuotas de los socios i de las adquisiciones
eventuales, se sabe que la Lejislatura Provincial le ha acordado
á esta Biblioteca una subvención mensual de 50 ps. fts.

La Biblioteca popular de Chivilcoi, fundada el 10 de No


viembre de 1866, fue iniciada por la Sra. Juana Manso ; ha
biendo contribuido á este fin con el producto de dos lecturas
públicas, que ascendió á mas de trescientos pesos fuertes, i
con algunos libros de ella i de sus relaciones.
El caudal de esta Biblioteca, cuyos estatutos i reglamento
se insertan en el Apéndice de este número, consistía en mas de
mil volúmenes de regular calidad, i han circulado por todo el
Partido de Chivilcoi, hasta que los han leído casi todos, pero
nadie contribuyó á aumentarlos. Por el contrario, la socie
dad que se formó para atenderla i aumentarla, se disolvió de
hecho, i la Biblioteca se redujo á la inmovilidad por falta de
nna buena administración i de atractivos para el público.
Recien en Mayo de 1871 se ha formado una nueva sociedad
con tendencias á desarrollar la instrucción popular, bajo to
das sus faces; i tan luego como concluyan los trabajos de en
rolamiento del mayor número posible de socios, i de recolec
ción del capital necesario para colocarla en local propio, vol
verá á prestar los servicios de que tan buenos recuerdos con
servan las jentes aplicadas al modesto pero fecundo trabajo de
la educación personal.
En nuestro concepto, es un error establecer estas bibliote
cas con aparato: \ ° porque la mayor parte de las jeotes, si no
todas, no teniendo una idea mui acabada de lo que son estas
instituciones destinadas á las personas pobres (humildes) do
espíritu i de bolsillo, se arredran ante el cúmulo de gastos
previos, de adquisición de un local, su mobiliario i los libros
que deben completar la Biblioteca. 2° Porque de esta mane
ra se retarda la di fusión de estos escelentes medios de instruir
se i de divertirse con provecho. Una colección de cien libros
encomendados a los cuidados de un vecino respetable ó del
Preceptor de Escuela del lugar, i que anclen circulando por
turno en manos de los vecinos, ejercitando útilmente sus facul
tades intelectuales, vale mas que un depósito de mil volúme
nes sin pecar, en sus estantes i local propios. ¿Que importa
que llegue de cuando en cuando un pasajero, i que puedan
mostrársele los estantes llenos de libros, cuando mejor idea se
formaría cualquiera persona intelijente de los vacíos de la bi
blioteca i del ajamiento de los libros por andar en manos de los
lectores, en cuyas cabezas se habrán inoculado algunas ideas
mas útiles que la que viene de contemplar la biblioteca intacta?
iPor qué el gran «Club Social» de Chivilcoi no habría de dar
alojamiento á la Biblioteca en alguno de sus espaciosos depar
tamentos, destinando á la vez parte de sus fondos para enri
quecerla, mientras la Sociedad de Instrucción completa sus
tardíos trabajos?

VI

La Biblioteca popular de Catamarca, fundada el 25 de Mayo


de 1870, sobre la base del «Club-Union» de aquella ciudad,
ha traído su orijen, como la de Chivilcoi, de la de San Juan,
iniciada á principios de 18GG. El Dr. D. Joaquín Quiroga,
Juez Federal de Catamarca, había sido miembro de la Comi
sión nombrada por la Sociedad formada en Buenos Aires para
promover la Biblioteca popular de San Juan. En seguida fue
1. 1

nombrado Presidente de la «Sociedad Franklin», que tiene por


objeto sostener dicha Biblioteca. Trasladado á Calamares,
poco tiempo después, para desempeñar el honroso cargo que
hoi ejerce, fue él, sia duda, quien promovió la formación
del «Clnb-Union», i la Biblioteca popular que sobre su base se
ha establecido en aquella lejana Provincia.
Al finalizar el primer semestre de 1871, esta Biblioteca te
nia apenas 487 volúmenes recolectados en Catamarca mismo;
i sin embargo, la estadística llevada allí con prolijidad, da
1680 asistencias de presente i 216 pedidos de libros á domici
lio, de los cuales 41 han sido libros serios i 175 de literatura
amena .
Habiendo remitido aquella asociación 468 pesos, 57 centavos
fuertes, para comprar libros nuevos, i aumentada por el Go
bierno Nacional en otro tanto, hasta formar la suma de pesos
fuertes 937.14, la «Comisión Protectora» le envió una colec
ción de mas de 400 volúmenes ; de manera que hoi debe po
seer mas de 1000, ademas de siete mapas en escala mayor i
dos globos geográficos que también le fueron remitidos.
La Comisión Protectora de las Bibliotecas populares, no
duda que el buen ejemplo del «Club-Union» de Catamarca ha
de tener en breve muchos imitadores entre los Clubs sociales
de toda la República.

Vil

La «Sociedad Tipográfica Bonaerense» tiene desde hace al-


ganos años, un plantel de Biblioteca para el uso de sus socios
i de las personas presentadas por ellos ;— pero tiene el gra
vísimo inconveniente de no ser circulante. Kl reglamento de
esta Biblioteca está calcado sobre el prolijamente restrictivo
¿inquisitorial de la Biblioteca Pública que mantiene el Go
bierno de Buenos Aires. A ciertas horas, por la noche, se abre
la Biblioteca, que debe ofrecer menos atractivos para jentes
que trabajan todo el dia, que los calces i los teatros, i ha i ne
ni
cesidad de ir al Salón de lectura á consultar un libro en silen
cio, debiendo saberse previamente de memoria el reglamento,
que no puede ser mas inadecuado para una sociedad de esta
clase. Baste decir que no se puede llevar un libro cualquiera
á domicilio, ni aun dejando recibo ni garantía para su devolu
ción en cierto plazo, que es lo que constituye la esencia de
una Biblioteca popular. El Bibliotecario tiene la espresa obli
gación :
I ° De mantener el orden (en el salón de lectura), ha
ciendo guardar á los concurrentes silencio absolu
to, mientras duren las horas de lectura.
2° Cuidar los libros i no permitir á nadie, bajo ningún
pretesto, que los saquen de la sala de la Biblio
teca.
3° Dar el libro ó libros que se soliciten para sacar las
copias que se juzgaren convenientes.
4 ° Vijilar por la conservación de ellos i no permitir que
se doblen sus pajinas, ni se les hagan señales de
ninguna especie, á escepcion de cinta ú hoja de
papel.
5 ° Dar la obra que se le pidiere, en mano propia, i re
cibirla lo mismo.
Por el art. 8° de este reglamentóse prescribe que : «el in
dividuo que lleve algún libro ó libros de su propiedad á la
Biblioteca, deberá avisarlo al Bibliotecario, i de no hacerlo asi
(por olvido ó por cualquiera otra circunstancia), no podrá sa
car/os sino después de haber sido detenidamente examinados
por aquel.
Sabido es el empeño que se pone en las casas bancarias
para facilitar la entrega i la recepción de enormes cantida
des de dinero de que viven el comercio, la industria i las
familias, sin mas requisitos que las garantias del crédito; i asi
debiera hacerse en estos establecimientos destinados á desen
volver el comercio de las ideas i los capitales intelectuales»
LUÍ

Habiendo un buen arreglo, nada mas fácil i práctico que


facilitar á domicilio los libros de una Biblioteca popular, má
xime, tratándose de miembros de una misma sociedad, que
deben gozar ante ella de suficiente crédito para devolver los
mismos libros en los plazos de regla ó para reponerlos en
caso de pérdida. Ojalá que la Sociedad Tipográfica adoptase
este medio para sus socios i las personas acreditadas por ellos,
á fin de hacer mas provechosa su biblioteca !
Todavía se nos ocurre alguna otra indicación que conside
ramos practicable i muí provechosa. Si cada uno de los
rejentes de imprenta solicitase de los editores uno ó dos
ejemplares de las numerosas é importantes publicaciones de
todo jénero que se hacen en el país, i las entregase á la Bi
blioteca de la sociedad, este seria el mejor medio de enrique
cerla sin costo alguno. ¿Por qué no lo intentan? Un ejemplar
mas ó menos de un libro ó de un periódico, no hacen mas
pobre ni mas rico al editor, quien no se negará á cederlos en
vista del inmenso servicio que con esta insignificancia pres
tará á una gran parte de nuestra sociedad.

VIII

Conociendo la Comisión Protectora de las Bibliotecas popu


lares la buena disposición que había en el pueblo de la Exal
tación de la Cruz, (Provincia de Buenos, Aires) para estable
cer una, comisionó para promover una asociación con este
fin, al distinguido Preceptor de la Escuela principal de varo
nes, D. Manuel Cruz. Este caballero contestó con fecha 10
de Agosto de 1871, participando « haberse establecido en esta
localidad una Biblioteca popular, mediante el auxilio del Pre
sidente del Club Union (D. Epifanio Reinoso) i la cooperación
de esta Municipalidad, quien cede uno de sus salones á tan
laudable fin, i se suscribe con cien pesos mensuales, antici
pando cinco mensualidades. »
LIV

Con media docena de libros donados por algunos filántropos,


se comenzó á dar lecturas en alta voz, convocando al efecto
al pueblo entero los Jueves por la noche. A mediados de Se
tiembre último estaba el señor Obispo Dr. Aneiros en aquel
pueblo, contribuyendo á la solemnidad do la fiesta anual,
dando confirmaciones, etc., i fue invitado para asistir á una
lectura pública. El señor Obispo aceptó gustoso la invitación
i concurrió con su comitiva, de cerca de diez sacerdotes. El
gran salón de la escuela principal estaba cuajado de jente de
todas condiciones. Concluida la leclura de un discurso de
Mr. Charton, desempeñada por D. Pedro Quiroga, el discurso
de Jesucristo en el Monte, por D. Manuel Cruz, la Hermana
de la Caridad, por la intelijente señorita Juana Sautú, i un
Salmo del poeta arjentino Ricardo Gutiérrez, por el joven
Ventura Lynch; entonces el señor Obispo tomó la palabra, i
en una elocuente improvisación, hizo la mas brillante apolojia
de las Bibliotecas populares, felicitando al pueblo por la que
había realizado ó incitándolo á contribuir á su progreso con
todo jénero de esfuerzos.

IX

El 9 de Julio de 1869 se inauguraron solemnemente en el


pueblo de Cañuelas (Provincia de Buenos Aires),- los edificios
de escuelas recien construidos, con asistencia del Inspector
Jeneral de Escuelas. Este aprovechó la oportunidad para
proponer el establecimiento de una Biblioteca popular. Acep
tada con entusiasmo la idea, quedó organizada una «Sociedad
Franklin, » para realizarla. Se reunió algún dinero, i en eso
no mas quedó hasta principios del mes de Octubre de 1870,
en que, por instigación de la «Comisión protectora» se pro
cedió á instalar la Biblioteca bajo el patrocinio del respetable
i patriota vecino, D. Desiderio Dabel.
En esta Biblioteca, que no tiene mas que unos cincuenta
LY

libros, se han establecido lecturas públicas en voz alta, i todas


las señoras i señoritas del Partido contribuyen al progreso i
al mejor aprovechamiento de la Biblioteca.

Hace algunos auos que está por establecerse en la ciudad de


Mendoza una Biblioteca popular, aprovechando los restos de
la antigua Biblioteca pública, salvados de entre las ruinas del
terremoto. Se sabe, por comunicaciones del Gobernador de
la Provincia, que la «Sociedad de Educación» tiene ya reu
nida la suma de mil quinientos pesos plata para emplearla en
libros é instalar la Biblioteca solemnemente. ¿Por qué no lo
ha hecho ya sin tanto aparato? ¿Por qué se retarda la plan-
teacion de una institución tan benéfica? No lo sabemos.

XI

Tan luego como se recibió en Tucuman el Decreto del Eje


cutivo Nacional, reglamentando la Leí del Congreso, que esti
mula la formación de Bibliotecas populares, el Gobernador de
aquella Provincia espidió un Decreto nombrando en la ciudad
una Comisión central i otra en cada pueblo ó departamento de
campaña, para promover asociaciones con el objeto de esta
blecer Bibliotecas populares. ¿Qué han hecho esas comisiones
compuestas de los mas honorables é intelijentes ciudadanos?
En el número siguiente del BOLETÍN daremos cuenta detallada
de todos estos trabajos.

XII

El Gobierno de la Provincia de Córdoba también se apresu


ró á nombrar una Comisión de personas notables con el encargo
de promover el establecimiento de una Biblioteca popular, i
pidió á la Legislatura mil pesos fuertes para contribuir á tan
LVI

útil pensamiento. Resultado— la Lejislatura no se ha reunido


para despachar este proyecto i la Comisión encargada no ha
hecho absolutamente nada!!
Sin embargo, una de las asociaciones de artesano^ i ciuda
danos modestos i que tiene por nombre «Protectora-Union»,
se apresuró á comunicará esta Comisión que tenia una peque
ña Biblioteca para el servicio de la misma i de las sociedades
«(Tipográfica» i «Union i Progreso.» Mientras se recibían re
cursos para comprar libros, se han estado remitiendo á dicha
Biblioteca, todas las publicaciones del Gobierno Nacional.
En el número siguiente daremos cuenta de otras Bibliotecas
que están formándose en la misma ciudad de Córdoba, sobre
la base de las sociedades. «Club Social», «Union i Progreso» ,
«Tipográfica», «Union i beneficencia de los eslranjeros» , etc.

XIII

El Gobernador de Salta, Sr. Zorrilla, escribía al Sr. Ministro


de Instrucción pública de la Nación, con fecha 23 de Abril de
1871, lo siguiente: «Este Gobierno pidió á la H. R. Provincial,
votara una cantidad para la compra de libros i demás gastos
necesarios para el establecimiento de «Bibliotecas populares»
en esta Provincia. La Lejislatura, segundando las miras del
Gobierno á este respecto, ha votado ya la cantidad de cien pesos
mensuales para el indicado objeto.
«El Gobierno se ha dirijido también á varios ciudadanos,
indicándoles la conveniencia de levantar una suscricion con
igual objeto, en todos los departamentos de la Provincia» ....
¿Cuál ha sido el resultado práctico de estas medidas? Lo
diremos en el número siguiente del Boletín.

XIV

El Gobierno de Santiago del Estero también promovió sus-


criciones en la Provincia, para formar por lo menos una Biblio
LTII

teca popular en la ciudad, i remitió 313.30 fuertes, que


aumentados con otro tanto por el Gobierno Nacional, han sido
invertidos en libros, que ya se han enviado á su destino; pero
no habiéndose encontrado en el pueblo un número suficiente
de personas dispuestas á mantener una Biblioteca popular
independiente, el Gobierno ha arreglado con el Ministerio de
Instrucción pública, que dicha Biblioteca se agregue á la del
Colejio Nacional, prestando los mismos servicios que las
populares.

XV

Otro tanto se ha hecho en la Provincia de San Luis con la


suma de 152.33 fuertes que remitió el Gobierno, recojidos por
suscriciones entre el vecindario.

XVI

De todo lo que antecede, resulta que la acción de los Gobier


nos es estéril cuando no se le da al pueblo lajestion desús
propios negocios, estimulando i promoviendo indirectamente
los esfuerzos individuales, que son los mas á propósito para
conseguirán feliz éxito en la educación primaria i en la perso
nal de los adultos, asi como en todos los asuntos de carácter
municipal.
El ejemplo de la Lejislatura de Catamarca, que ha dictado
la leí inserta en otro lugar, con el objeto de promover la
formación de Sociedades i Bibliotecas populares, creando
rentas especiales por medio de subsidios á los esfuerzos indi
viduales i hasta supliendo la iniciativa por la hábil combinación
délos medios; este ejemplo, decimos, debiera ser imitado por
todas las Lejislaturas, á fin de hacer algo de provecho por la
rejeneracion del país, ofreciendo alicientes i medios de cultivo
4 300,000 ciudadanos preparados para instruirse por sí mis-
LVIII

mos, pero que carecen de los elementos i hasta de la idea para


realizarlo.
Dado el movimiento educacionista que se está operando
entre nosotros de algún tiempo á esta parte, las provincias que
menos hagan por la educación, ha de llegar dia en que
inspirarán lástima á las demás, i ha de llegar el caso de que se
evite, por vergüenza, hacer juicios comparativos delante de
los estranjeros, tratándose de la jente ignorante, egoísta, 'apá
tica i sin aspiraciones, que desgraciadamente abundan en
muchas de nuestras Provincias.

Cuentas detalladas de la Comisión

A fin de no retardar mas este número del BOLETÍN, dejamos


para el siguiente la inserción de las cuentas detalladas de los
dineros invertidos por la Comisión, i asi mismo las facturas
de los libros comprados, con sus precios correspondientes.
MENSAJE
REMITIENDO AL CONGRESO
EL

PROVECTO DE LEÍ PARA PROMOVER LAS BIBLIOTECAS POPULARES

ti Poder Ejecutivo.

Uuenos Aires, Junio 10 de 187U.

Al Honorable Congreso de la Nación.

Apenas se reflexiona sobre los motivos que retardan el pro


greso intelectual de nuestras poblaciones, viene sin duda al
pensamiento la carencia i la casi ningnna circulación de libros
que se nota en ellas. Ciudades principales como Tucuman,
Salta i otras, apesar de su población i de su riqueza respec
tivas, no tienen hasta hoi una Biblioteca pública; i les faltan
hasta librerías donde pueda hacérsela adquisición de un libro.
Entre tanto, el medio mas poderoso para levantar el nivel
intelectual de una Nación, diseminando la educación en todas
las clases sociales, es fomentar el hábito de la lectura hasta
convertirlo en un rasgo distintivo del carácter ó de las cos
tumbres nacionales, como sucede en la Alemania i en los
Estados Unidos.
Ahora bien, es imposible obtener este resultado sin la difu
sión del libro, haciéndole accesible á todas las personas, sobre
todo cuando faltan las Revistas, Diarios, i esos innumerables
medios de publicidad para las ideas i los hechos, que dan en
otros paises pábulo incesante á la vida intelectual.
La necesidad de las Bibliotecas se hace sentir en todas par
tes. Es necesario propender á la creación de la Biblioteca es
colar que complementa la Escuela i la vivifica, sirviendo
como un auxiliar para el maestro i como un incentivo de
curiosidad para el niño. Es necesario introducir la Biblioteca
de distrito, que pone en manos de los habitantes en las pobla
ciones mas lejanas, libros atraycntes i útiles, jeneralizando los
conocimientos donde quiera que haya un hombre capaz de
recibirlos.
El Poder Ejecutivo no duda que se encontrará un inconve
niente para la propagación do las Bibliotecas en el espíritu de
nuestras poblaciones, desprovisto hasta hoi de iniciativa; pero
es necesario ponerse á la obra, pensando que el tiempo trans
currido en la omisión agrava i consolida los obstáculos de esta
clase.
Seria aventurado buscar para esto, caminos desconocidos,
cnando se presentan practicables para nosotros los medios que
han sido adoptados en varios paises con el mejor éxito.
Así, el proyecto adjunto de lei, que el P. E. viene á propo
neros para exitar la formación de Bibliotecas Populares, se
halla calcado sobre las bases que, recomendadas por Horacio
JMunn, fueron adoptadas en la mayor parte de los Estados de la
Union, i repite casi literalmente las disposiciones de un csla-
tutodelalto Canadá, donde el poder central i las administra
ciones locales asociaron su concurso por medio de una combi
nación sencilla que ha tenido el éxito mas completo, dolando á
cada aldea i á cada población de una biblioteca .
Nosotros no alcanzaremos pronto e? le mismo resultado,
[¡ero no puede tampoco decirse que serán de todo punto hrjti
les, el llamamiento permanente consignado on la leí i la coope
ración ofrecida á los que quieran promover el adelanto inte
lectual del país con la difusión de buenos libros. ¿Porqué no
se formarían también entre nosotros esas asosiaciones que, dis
tinguiéndose con el nombre glorioso de Franklin, han creado
las librerías de distrito en los Estados Unidos i que hoi las
propagan rápidamente por la Francia?
El H. Congreso ba demostrado no olvidar que uno de sus
primeros encargos es promoverla instrucción jeneral; i el P.
E. reputa inútil, después de lo espuesto, recomendarle un asun
to que tanto se liga con este fin primordial.
Dios guarde á V. II.
D. F. SARMIENTO.
NICOLÁS AVELLANEDA.

protejlcudc las Hiblloiccas Populares

El Senado i Cámara de Diputados déla Nación Arjciitina,


reunidos en Congreso, sancionan cvn fuerza de

LEÍ

Art. 1.° Las Bibliotecas populares establecidas ó que en


adelante se establezcan por asociaciones de particulares en las
ciudades, villas i demás centros de población do la República,
serán auxiliadas por el Tesoro Nacional en la forma que deter
mina la presente lei.
Art. 2.° El P. E. constituirá en la ciudad de Buenos Aires
una Comisión protectora de las Bibliotecas populares, compues
ta, por lo menos, de cinco miembros i un Secretario retribuido
con mil pesos fuertes anuales.
Art. 3. ° Ln Comisión de qnc habla el articulo anterior ten
drá á su cargo el fomento é inspección de las Bibliotecas popu
lares, así como la inversión de los fondos á que se refieren los
artículos siguientes.
Art. 4. ° Tan luego como se haya planteado una asocia
ción con el objeto de establecer i sostener por medio de sus-
criciones una Biblioteca popular, la Comisión directiva de la
misma podrá ocurrir á la Comisión protectora, remitiéndole un
ejemplar ó copia de los estatutos i la cantidad de dinero que
haya reunido, é indicándole los libros que desea adquirir con
ella i con la parte que dará el Tesoro Nacional en virtud de
esta leí.
Art. 5.° La subvención que el Poder Ejecutivo asigne á
cada Biblioteca Popular será igual á la suma que esta remitiese
ala Comisión protectora, empleándose el total en la compra de
libros, cuyo envió se hará por cuenta de la Nación.
Art. 6. ° El Poder Ejecutivo pedirá anualmente al Congre
so las cantidades necesarias para el cumplimiento de esta lei,
quedando como recurso provisorio en el presente año, la parte
del inciso 15 del presupuesto del Departamento de Instrucción
Pública que no se emplee en su objeto, pudiendo además in
vertir la cantidad de tres mil pesos fuertes, si fuere necesario.
Art. 7.° Comuniqúese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones del Congreso Arjentino en Dueños Aires, á
los veinte dias del mes de Setiembre de mil ochocientos setenta.

ADOLFO ALSINA. SANTIAGO CÁCERES.


CARLOS M. SARA VIA. BERNARDO SOLVEIRA.
Secretario del Senado. Secretario de la C. de DD.

Departamento de Instrucción Pública.


Dueños Aires, Setiembre 23 ile 1870.

Téngase por lei, comuniqúese i dése alltejislro Nacicnal.


SARMIENTO.
N.
—s—
Decreto reglamentarlo de la leí anterior

Departamento cíe Instrucción Publica.

Iluenos Aires, Octubre 29 de 1870.

Para dar cumplimiento ala leiile 23 de Setiembre ppclo.,


por la cual se han establecido los medios de protección i fomen
to para lu planteacion de Bibliotecas populares en todos los
lugares poblados de la República, el Presidente de la Repúbli
ca ha acordado i

DECRETA:

Art. í.° Constituyese en la ciudad de Buenos Aires una


Comisión que se denominará, («Protectora de las Bibliotecas
Populares», compuesta délas personas siguientes: don Pale
món lluergo. doctor don José F. López, don Anjel Estrada,
don David Lewis, i doctor don Anjel J. Carranza, debiendo
actuar como secretario don Pedro Quiroga, con el sueldo
i[ue la lei le asigna.
Art. 2. ° Las atribuciones i deberes de esta Comisión serán
los siguientes:
!.ra Recibir las cuotas de dinero que le fueren remitidas
por las asociaciones locales ; pedir en cada caso otro tanto al
Ministerio de Instrucción Pública, é invertir el total en la
adquisición de libros, debiendo hacer su envío por cuenta de
la Nación.
2. <= Formularé imprimir periódicamente eatálogos con los
precios de los libros útiles que existan e n las librerías del país
ó del estranjero, acompañando la lei del Congreso, el presente
decreto, buenos modelos de reglamentos que hayan servido
parala organización de Bibliotecas populares, i todos los datos
¡escritos conducentes á estimular el espíritu público para la
propagación de instituciones de este jénero; debiendo repar
tirlos profusamente en toda la República, por medio de los
Rectores de Golcjios Nacionales, de las autoridades municipa
les i de los maestros de escuelas.
3. n Nombrar Inspectores de Bibliotecas donde fuere nece
sario.
4. rt Rendir cada seis meses cuenta documentada de los va
lores que hubiere recibido, i publicar dichas cuentas inmedia
tamente en el periódico oficial.
!5. " Pasar anualmente al .Ministerio de lustruccion Pública
una memoria detallada de sus trabajos i del movimiento esta
dístico de las Bibliotecas popularos existentes.
Art. 3. = Toda sociedad á cuyo cargo esté una Biblioteca
subvencionada por el Tesoro Nacional, con arreglo á la lei,
estará obligada á remitir cada seis meses á la Comisión pro
tectora iá la oficina nacional de estadística el movimiento do
dicha Biblioteca, con sujeción á las planillas impresas de que
la Comisión deberá proveerlas.
Art. 4.° Las Bibliotecas subvencionadas podrán ser ins
peccionadas por los comisionados nacionales de Instrucción
Pública i por los Inspectores que nombre al efecto la Comi
sión protectora.
Art. 5.° En el caso de que se disuelva una asociación des
pués de fundar una Biblioteca, siempre que haya recibido
ausilios del Gobierno Nacional, la junta directiva de aquella
deberá hacer entrega de los objetos suministrados por este, al
maestro de la escuala pública mas inmediata, bajo inventario,
del que se depositará una copia en eIJuzg;ido d« Sección de la
Provincia en la Capital, ó en el Juzgado de Paz respectivo en la
campaña, dando aviso á la Comisión protectora; i cuando se
organice una nueva sociedad, le serán entregadas aquellas
existencias según el inventario, previa orden de la Comisión
protectora.
Art. (5. ° Todas las publicaciones oficiales i los libros úliles
que adquiera el Gobierno, serán remitidos puntualmente á las
Bibliotecas populares por la oficina déla Biblioteca Nacional; á
cuyo efecto la Comisión protectora le dará conocimiento de
todas las que se hallen comprendidas en la lei.
Arl. 7.° Comuniqúese este decreto con la lei de su refe
rencia á los Gobiernos de Provincia i á la Comisión nombrada,
publiquesei dése al Rejistro Nacional.
SARMIENTO.
N. AVELLANEDA.

I«lon<« prácticas solirc Biblioteca» Populare*

Sala del juego cié pelota

PRESIDENCIA DE MR. EDUARDO CUARTÓN

Primera sesión jeneral de ¡a Sociedad déla Pibiioteca Popitlar


de Versalles.

La sesión se abrió á las dos.


Mil asistentes ocupaban el salón, entre los cuales se conta
ban cerca de cuatrocientos obreros.
Sobre la tarima, además del Presidente, sentado entre Mr.
Laboulaye i el tesorero Mr. León Rameau, se notaba á Mr. Ba-
chelet, picapedrero, Vice-Presidente.á muchos otros miembros
del consejo, Mr. Federico Passy, Mr. Ramilly, antiguo maire de
Versalles, Mr. Talbot, adjunto ; Mr. Barthelemy Saint Hilaire,
Mr. Anquetil, inspector de la Academia; Mr. Joguet, profesor
del Liceo; Mr. Faré, secretario jeneral de la Sociedad Flanklin;
Mr. Ernesto Bersot; Mr. Girard, fundador de las primeras bi
bliotecas populares, etc.
— 8 —
El señor Presidente:

Señoras, señores-.
Yo creia no tener que desempeñar aqui sino un deber mui
sencillo. Me proponia, al abrir la sesión, espresar nuestro
pesar de estar privados de la presencia de nuestro Presidente
honorario, Mr. Ploix, maire de Versátiles; dar las gracias al
señor Prefecto de Seine —et— Oise, por habernos acordado con
benevolencia una autorización que podía rehusarnos, i en fin,
invitar á tomar la palabra á Mr. Rameau, nuestro tesorero, i
á nuestro eminente asociado Mr. Eduardo Laboulaye, que quie
re con mucho gusto prestarnos el concurso de su grande i le-
jitima popularidad. Pero se me asegura que conviene os diri
ja alguuas palabras sobre nuestra biblioteca i su objeto.
La biblioteca pública de Versalles ha sido fundada el lo de
Diciembre del año pasado. Es un aniversario lo que celebra
mos. Algunos pueden pensar que es demasiada solemnidad
para tan poca cosa. En efecto nuestra biblioteca es una po
bre i pequeña cámara oscura, cuyas paredes están cubiertas de
libros que prestamos al que quiera leerlos, por algunos cénti
mos al mes; nada mas. Pero no es por sus apariencias que
semejantes instituciones deben juzgarse, sino por el pensa
miento que las ha fundado i por las promesas de su porvenir.
Es necesario no despreciar los pequeños comienzos. Un pe
queño grano, una pequeña bellota, es también muy poca cosa.
Un transeúnte la arroja con el pió en algún agujero; un año
después se vé en el mismo lugar salir de la tierra un débil ta
llo. Este tallo será talvez una encina.
Hace un año, no éramos mas que veinte ó veinte i cinco
asociados; hoi somos cerca de trescientos.
Un año hace, teníamos apenas algunas centenas de libros qué
ofrecer á nuestros lectores; hoi tenemos cerca de dos mil,
¿cuántos tendremos en dos años, cuántos en diez mas?
Toda sociedad fundada sinceramente enfavordel publico, en
— 9 —
el interés del pueblo, tiene un título al buen éxito, i desde su
orijeo, por modesta que sea , está marcada con un signo
particular que la recomienda á la atención i al aprecio de las
jentes honradas.
Un motivo serio para tener confianza en el porvenir de nues
tra biblioteca es, que la idea que ha presidido á su fundación no
ha venido al acaso, ni es la inspiración personal de ninguno de
nosotros. Esta idea, señores, abraza en este momento á toda
la Francia. Ha nacido hace algunos años, yo no sé si en Pa-
ris ó en Alsacia, i al presente recorre nuestras provincias,
sembrando jérmenes de instrucción, creando focos do educa
ción en nuestras ciudades, en nuestras villas, en nuestras al
deas; enlodas partes es bienacojida por nuestras poblaciones;
en todas partes los libros circulan i penetran en nuestras fá
bricas i son el objeto de las veladas. Seis mil volúmenes han
sido distribuidos desde hace cuatro años en las bibliotecas es
colares i popularos.
¿De dónde proviene, señores, este resultado tan repentino,
tan rápido? No trataremos aquide investigar sus causas inme
diatas; no es este el lugar ni el tiempo; diremos solamente que
si esta idea ha jerminado, es porque ha venido á tiempo, por
que era esperada i porque , después de haber enseñado á leer
por espacio de muchos años á tantos niños, los niños se han he-
oho hombres, i los hombres piden libros; es porque las repug
nancias inveteradas contra la instrucción del pueblo comienzan
á ceder ante la fuerza invencible que lleva al mundo adelante;
es, en fin, porque todos los partidos, todas las opiniones, todas
las influencias se ponen de acuerdo en reconocer que la igno
rancia no es un beneficio para nadie, i que puede ser un peli
gro para todos.
Ved! El Ministro de instrucción pública i su secretario jene-
ral, hombres de corazón jeneroso, fundan, propagan i fomen
tan bibliotecas escolares i populares.
Los Ministros de las diversas relijiones se sirven de ellas pa
— 10-

ra propagar los libros que prefieren. Se pregnntú á un Obis


po lo que pensaba sobre la instrucción popular. Respondió
sabiamente; «la instrucción popular es como el vapor, marcha;
nadie puede detenerla, solamente se trata de dirijirlabien».
Los jefes de las grandes industrias francesas fundan bibliote
cas en sus fábricas, convencidos por la esperiencia, por la evi
dencia, que los obreros que desean instruirse, llegan á traba
jar mejor, con mas facilidad, con mas gusto, al mismo tiempo
que ofrecen mas garantías de moralidad.
I nosotros, simples ciudadanos, que no dependemos sino de
nosotros mismos, nos asociamos, nos adherimos con un ardor
perseverante á esta nueva obra de civilización, que traza un tan
notable progreso en el espíritu público, i yo añadiré, en la be
nevolencia pública que debe unir pura siempre á todas las cla
ses de la sociedad.
Benevolencia es todavía una palabra sin enerjia, espresa un
sentimiento mui débil. Es necesario llegar á compren
der que el deber de instruir á sus semejantes es tan sagrado co
mo el de la caridad ordinaria.
I yo no entiendo por caridad la piedad, la conmiseración,
no*, yo comprendo esta palabra en su sentido mas verdadero,
que es simpatía \amor.
Ah! sin duda, es necesario desde luego socorrer las miserias
físicas, alimentar á los que tienen hambre, vestir á los que es
tán desnudos, curará los enfermos, porque ante todo es preciso
vivir.
¿Pero debemos detenernos aquí? ¿El cuerpo es acaso todo el
hombre? Si el hombre es bueno ó malo, feliz ó desgraciado
¿no loes por su espíritu, por su pensamiento, por su alma?
La ignorancia es la miseria del alma. ¡Gran miseria, i que
es el orijende casi todas las otras!
¿Es necesario enumerar todos los males que enjendra? No,
yo lo dejo á vuestras intelijencias, á vuestros corazones.
_ 11 ._
Guardémonos sí, de una exajeracion muí común i que pue
de perjudicar á la verdad de nuestra causa.
Cuando uno estudia la sociedad, se horroriza al columbrar
loque pasa en aquellas bajas capas sociales donde no penetra luz
alguna. Se pregunta: ¿Cuáles, pues, el mal jónio, el demonio
que impele á esos hombres á la indiferencia del porvenir, á la
imprevisión, á la ociosidad? La ignorancia.— ¿Al olvido de
todos los deberes de la familia i del ciudadano? La ignoran
cia.— ¿A los vicios, á los malos pcnsamientos.á los delitos, á las
prú iones i mas allá todavía? La ignorancia. —Si, sin
duda; entre tanto, ¿es siempre justo atribuir á la ignorancia
solamente todos estos desórdenes? Si la perversidad se une á
la ignorancia, si las dos se apoderan de un hombre, ¿qué estra-
ño es que le precipiten en los abismos? Pero gracias á Dios,
la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos de las ciudades
i de la campaña, aunque no estén tan instruidos como es de de
sear, no están espucstosá errores tan graves.
Si tuviera que instruir el proceso á la ignorancia, le repro
charía sobre todo el mal que causa á las jen tes honradas.
Es la ignorancia la que hace á tantos hombres incapaces de
desarrollar lo bastante sus facultades para valorar toda su im
portancia ¡asegurar el bienestar desús familias; es la ignoran
cia la que impide la irradiación de su intelijencia, como una es
pesa niebla que rodea una lámpara; es la ignorancia la que los
hace desconfiados de si mismos i de los demás, i que, apartán
dolos de la sociedad de los hombres instruidos, los humilla ó los
irrita i los condena á una inferioridad ficticia; es ella también
la que hace áridos sus ocios i no les deja con frecuencia la elec
ción sino entre los placares poligrosos ó el f .stidio; es ella en
fin, laque encubre a sus ojos las bellezas de la historia, de las
artes, de las ciencias, todos esos esplendores del mundo inte
lectual, que son el honor, la grandeza de la vida humana, i que,
mas aun que tojas Ins magnificencias del mundo visible, son
los brillantes testimonios de la omnipotencia del Creador.
— 12 —

Ah! unámonos, señores, contra esta grande enemiga del pue


blo. Pero me apercibo que esta palabra «señores» viene con
frecuencia á mis labios. Hasta aqui lamentamos que sean es-
elusivamente los hombres quienes se preocupan de la funda
ción de bibliotecas populares. Tenemos necesidad del concur
so de nuestras madres, de nuestras hermanas, de nuestras hi
jas. Ninguna gran causa hai en la historia de la humanidad,
que haya triunfado sin el concurso de las mujeres. Ved su
rol en todos los progresos del servicio público, en la reforma
de las prisiones, en la fundación de las casas de espósitos, de los
asilos, de las escuelas profesionales. En todas partes ellas son
lasque deciden en última instancia del éxito i de la práctica de
las ideas jenerosas. Ellas han sido en todo tiempo el vinculo
de unión entre la riqueza i la pobreza; que lo sean también
desde luego entre la instrucción i la ignorancia! He oido á
algunas decir con un sentimiento delicado i encantador, que
tenian casi pesar i vergüenza de su opulencia, al pensar en las
miserias que las rodeaban. Jamás crea haber oido decir á
ninguna, que tuviese pena i vergüenza al contemplar la abun
dancia de los beneficios de la instrucción de que gozaban, com
parándola con la miseria intelectual cuyas numerosas víctimas
las rodeaban. Que ensanchen, pues, el sentimiento de su ca
ridad! Que persuadan á las madres de familia déla necesidad
de instruir á sus hijos! ¿Quién encontrará mejor que ellas,
palabras penetrantes, si quieren convencerlas que la ignoran
cia de sus propios hijos seria para ellas, no solo una calamidad
sino casi un deshonor?
1 esto me recuerda un antiguo cuento de viaje que he leido
últimamente, i que me parece ser una especie de apólogo de
este grande progreso intelectual que nos reúne en este recinto.
Permitidme concretarlo en pocas palabras: serán las últimas.
Mucho tiempo antes del gran descubrimiento de Cristóbal
Colon, algunas poblaciones del Polo Norte habian bajado á las
rejiones templadas de América. Una tradición ha conserva
do la historia de una de esas colonias.
En una isla que el autor llama el paisde ¡as tinieblas, vivían
tigunos centenares de familias. Allí el cielo es siempre som
brío, el sol se muestra mui poco en el horizonte. La tierra
helada no produce ni aun la yerba necesaria para el alimento
de los animales. Los hombres no viven allí sino de la carne de
la foca, de la que sacan también sus vestidos i el aceite para
sus lámparas. El frió, el hambre, la noche, reinan eterna
mente en estas rejiones desoladas del globo.
Una vez, sucedió que algunos hombres, guiados por un se
creto instinto, se persuadieron de que el mundo no podia estar
por todas partes sumerjido en tan tristes tinieblas. Emprendie
ron ir á buscar una morada mas feliz.
Se embarcaron en un buque informe, i después de muchos
peligros, choques con las nieves, vientos furiosos i grandes
tempestades, llegaron por fin á un golfo apacible de la rivera
americana .
Era el verano. El sol derramaba á torrentes la luz i el ca
lor; la tierra sonreía bajo su verdura. Se aproximaron sor
prendidos á un inmenso bosque, cuyos árboles jigantescos es
taban cargados de hojas i de frutas. A la vista de esta rica
naturaleza, gritos de placer, de admiración, de entusiasmo se
exhalaron de sus pechos i resolvieron establecerse en este be
llo país. Construyeron cabanas, tendieron redes á los pesca
dos é hicieron trampas para los pájaros i animales aun sin des
confianza; jamás en sus ensueños habían imajinado una vida
tan fácil i tan feliz.
Algún tiempo después, sin embargo, tres de ellos se sintie
ron poseidos de nna gran tristeza . Se les veia con la frente
sombría, pensativos. Se les preguntó: «¿Porqué razón ha
béis perdido vuestra alegría? ¿No sois felices? ¿(Jué mas po
dréis desear? Echaríais de menos el paisde las tinieblas, sus
miserias i sus horrores?»
«No, respondieron los tres hombres, no echamos de menos
el país de las tinieblas, aunque comprendemos que la patria,
por miserable que sea, deja siempre en el alma un dulce re
cuerdo. Loquenosaflijees el pensamiento que, mientras no
sotros gozamos aquí de lodos los bjueticios de la tierra i del
cielo, allá nuestros deudos, nuestros amigos, nuestros compa
ñeros de otro tiempo sufren lo que hemos sufrido nosotros, i
están privados de todo. Comprendemos que no tendremos ja
más verdadera felicidad, mientras no vayamos á buscarlos i
traerlos á este país.
Este lenguaje pareció estraño á los demás i lo recibieron con
mofa.
«Volved, les dijeron, si tales vuestro empeño, al pais do las
tinieblas. Allí no os creerán. Los que no han tenido ni la vo
luntad ni el coraje de aventurarse como nosotros, no consenti
rán en seguiros».
Los tres hombres persistieron en su designio . Se embarca
ron, llegaron á la isla helada; i desde luego, como seles habia
predicho, r.o se les quizo dar fe á sus palabras; i aunque se
vieran obligados á creerles á la vista de las ramas verdes i de los
pájaros de brillantes colores que habían llevado, la mayor par
te de los insulares se mostraron indiferentes. —Es demasiado
tarde, decían. — Habían vivido siempre en la oscuridad, sus pa
dres habían vivido como ellos, ya estaban acostumbrados.
No sentian, ademas, ninguna curiosidad i no tenían ningún
deseo de esponerse á las fatigas i á los peligros de un largo
viaje, para ir á buscar lo desconocido;
Los tres hombres se dirijieron á los jóvenes i fueron mejor
comprendidos; en un. apelaron al corazón i á la ternura de las
madres.
«Pensad en vuestros hijos, les dijeron, tened piedad de ellos
¿no veis á qué miseria están condenados-? ¿No queréis sus
traerlos al frío, al hambre-; Tened confianza en nosotros.
¿Qué interés tendríamos en engañaros? Son nuestros corazo
nes los que nos han traído aquí-
Queremos sacaros del pais délas tinieblas; persuadid á vues
— 15 —

tros maridos, á vuestros hijos. No nos dejéis volver solos, ve


nid, venid con nosotros á la luz».
Este llamamiento, dice el antiguo narrador, fue escuchado.
No quedaron ya en este país helado, sino los espíritus obsti
nados, perezosos, obcecados, enemigos de sí mismos, compara
bles á esos desgraciados que, habiendo pasado una gran parte
de su vida en una prisión, no sienten ya, aun cuando les abran
sus puertas, ni el deseo de ver caer sus cadenas, i rehusan la li
bertad.
Esta es nuestra historia. Todos conocemos el país de las
tinieblas, todos los hombres han nacido en la ignorancia, pero
los que han tenido la felicidad de salir de ella, vienen hoi á de
cir á sus conciudadanos atrasados, á las madras. «Salid, salid
de la oscuridad, subid á la luz, á la civilización. En esto pen
de no solo vuestro interés, el interés de vuestras familias, sino
también la felicidad i la dignidad de nuestra patria.

Después de este discurso, Mr. León Rameau, tesorero de la


Sociedad, da cuenta de la situación financiera, de lo que él lla
ma «la cuestión dinero» . Los principios de la Sociedad han si
do modestos: una centena de libros donados por algunas perso
nas jenerosas, poca plata en caja, algunas pocas adhesiones, nu
merosas promesas, tal era el balance de entrada en el momen
to en que la existencia de la sociedad fue legalmente reconocida
el 11 de Diciembre de 186 i. Desde entonces se ha marchado
tan bien, que de 23 que eran los socios al principio, han llegado
á300.
Es un hecho notable, que la proporción es casi igual entre
las lecturas amenas (romances etc.) i las lecturas serias solici
tadas por los socios. 1 aun los romances mas buscados, son
los mejores, i, en cierto modo, los mas serios. Los que toman
prestado, tienen el mayor cuidado con los libros. Uno de
ellos tiene la prolijidad de llevar i traer en un saco los libros
que pide, por temor de ajarlos. Se van á instalar prúximamen •
— 16 —

leen el local de la biblioteca, lecturas en alia voz, con el fin de


dar j los oyentes el gusto de ciertas obras i el deseo de pedirlas
prestadas para leerlas.
Una memoria presentada recientemente al Ministro de Ins
trucción pública hace constar que, de cuatro años á esta parte,
se han abierto mas de 0,000 bibliotecas anexadas á las escuelas
primarias, i que en 1804 el número de los préstamos ha ascen
dido á 180,000. Por su parte, la Sociedad Flanklin ha funda
do mas de 100 bibliotecas.
La biblioteca popular de Versaillesno tiene de qué quejarse.
El número de los socios i de los libros aumenta en proporción,
la cifra de los ingresos i de los egresos se aumenta con rapidez;
entre tanto, este primer presupuesto se salda con esceso.

Mr. Laboulayc
Señoras, señores;
En la trajedia antigua, cuando un personaje entraba por pri
mera vez á la escena, se adelantaba hacia el público i decia: yo
soi, Orestes, ó bien Agamenón. Yo estoi en cierto modo en la
posición de este personaje. I esto no es porque yo suponga
que algunos de vosotros no conocen mi nombre, pues hace
treinta años que trabajo por conquistar para esto nombre la es
timación de las jentes honradas, sino parque muchos ignoran i
pueden preguntarse con qué título me presento aquí. Yo ven
go aquí con un título que meesmui querido, vengo aquí como
Yersallés, como vuestro compatriota, como uno de los vues
tros.
Muchas veces se me ha hecho el honor de invitarme en Lyon,
en Molhouse para sostener allí una causa á la que soi afecto, i
alguna vez he de acceder á esta honrosa invitación. Pero hasta
aquí me ha detenido un escrúpulo.
¿Qué necesidad tengo de ir á ciudades lejanas para hacer de
cir á las jentes: he ahí un parisiense que se ha tomado el traba
jo de venir á hablarnos de cosas que conocemos tan bien, ó
— 17 —

mejor que él. Aquí so ha provocado mi patriotismo. Se me


ha dicho-. «Sois de los nuestros; pagad vuestra bien venida» .
Se me ha temado por mi lado flaco. Soi Versallés; i aunque de
nueva data, Yersallés furioso.
Yo no cedo anadie en el amor por esta encantadora ciudad.
¿Quién la amaría mas que yo? ¿Los funcionarios?
Su corazón está en Paris i sus ojos sohre el camino. ¿Los
que han nacido en Versallés? El mérito de su nacimiento
pertenece mas á sus madres que á ellos. Mas yo, si soi Versa
llés, es por gusto, por elección. Voluntariamente me he esta
blecido aquí. Es aquí donde espero envejecer, si Dios me da
vida. Lo que es do mi parte una eleceion voluntaria, es en
ellos el efecto de una feliz casualidad. I en fin ¿acaso los que
están aquí de mucho tiempo amarán á Versallés mas que yo?
Sobre este punto me remito á las señoras. ¿No es verdad,
señoras mias, que hubo en los primeros tiempos de vuestro
matrimonio, un momento en que vuestros esposos eran mui
complacientes, porque obedecían en todo vuestra voluntad?
Este instante fujitivo es lo que se llama la luna de miel. Mas
tarde, el Señor se ha hecho voluntarioso, i esa luna de miel ha
quedado en el horizonte del himeneo como un vivo reproche
á la inconstancia de los esposos. Ahora bien! yo estoi aquí en
mi luna de miel'- amo á Versallés con el fervor de un recien ca
sado. No soi, pues, un estranjero, i quiero que me miréis
como á un compatriota i como á un antiguo amigo.
No esperéis que hable largamente de la educación popular
i de sus beneficios. No lo haré, por la razón que he leido en
un autor Griego. Un hombre emprendió el elojio de Hércules,
¿Para qué elojiarlo? le dijo un sabio. ¿Quién ha pensado en
atacarlo? Hoi todo el mundo es partidario de la educación po
pular.
Es un problema resuelto en todas las conciencias. Sabemos
que en el estado actual de la Sociedad, la educación popular es
una necesidad imperiosa.
- 18 -

En otro tiempo, en este viejo Yersalles de Luis XIV, de


Luis XV, la educación era un lujo. Todas las condiciones es
taban fijadas, todas las clases separadas, i lo que se enseñaba
entonces era, que cada uno debia conservarse en su lugar i no
salir de él.
Asi Bossuet, cuando buscaba el ideal de la Sociedad, iba al
Ejipto, en donde todas las profesiones eran hereditarias, en
donde todos eran barberos i consagradores por herencia de pa
dres á hijos.
Hoi no sucede lo mismo; las profesiones son la propiedad de
todos. No hai ya entre los hombres sino una diferencia: la que
marca la educación. Unos parten provistos por los cuidados
de sus padres, de todos los instrumentos necesarios; otros se po
nen en marcha sin ninguna especie de recursos. Es menester
borrar esta desigualdad. Hoi cada uno tiene necesidad de ha
cerse un lugar al Sol, pero para que cada uno pueda conquistar
ese lugar, es necesario facilitarle los medios. Tal es la pri
mera razón que milita en favor de la educación que se da á to
dos los ciudadanos.
La educación es aun indispensable para moralizar la socie
dad. El hombre que no sabe nada, está abandonado á sus pa
siones. El hombre que sabe, resiste mas. Se puede ser igno
rante i honrado, ya lo sé; pero en condiciones iguales, el que
tiene el contrapeso de la instrucción, será arrastrado mas difí
cilmente. Si en una taberna cuando se trae á la mesa un vaso
de aguardiente, una mano invisible escribiese encima-, veneno,
¿cuántos hombres habria que tuviesen bastante coraje pnrabe-
berlo? Ahora bien! el hombre instruido sabe que esta bebida es
un veneno: el ignorante no lo sabe, i bebe. He ahí lo que es
preciso impedir. A este respecto he hecho un descubrimiento
inmenso, i para el cual no tomaré patente de invención. Voi
a comunicároslo. Es tan grande, que reportaría ala Francia
mas dect'cn millones por año, i mas \\asesenta mil francos á la
sola ciudad de Versalles. Yo he buscado en el almanaque San
— 19 —

Lunes, i no he encontrado este santo con tanta frecuencia fes


tejado; no existe, i he descubierto que Lunes es simplemente
un dia de la semana como los otros. Desgraciadamente se cele
bra mucho este dia, i estoi seguro que, cada Lunes hai en Ver-
salles 200 obreros que dejan de ganar tres francos, i que gas
tan esta suma en la taberna. Esto hace la cantidad de 1200
francos cada Lunes, que multiplicados á su vez por 32 semanas,
dan mas de 60,000 francos al año. He ahí mi descubiimiento
hecho en beneficio vuestro.
En fin, hai una tercera razón que debe hacer amar la educa
ción. Se ha dado á la Francia el sufrajio universal. Todos
son ciudadanos con el mismo titulo. Hoi que tenemos todos
los mismos derechos, tenemos iguales deberes. ¿Cómo cono
cer estos deberes si no los aprendemos? Hoi que la responsa
bilidad pesa sobre todos.es necesario pues, que cada uno sepa
lo que debe hacer para ser útil á su patria i á sí mismo. El ig
norante cree en todo, i todos los partidos pueden apoderarse de
él. El hombre instruido es ciudadano, i cuando va á deposi
tar su voto en la urna, sabe lo que hace; obra como ciudadano.
De otra manera, no soreis mas que un rebaño destinado á ser
conducido por los otros, i, finalmente, siempre esquilmado.
Por otra parte, séame permitido hacerle justicia á Versa-
lles.
La educación primaria es aquí gratuita, cosa escelente, i veo
que por los cursos de los adultos se hace mucho. Siento que
el señor maire no haya asistido á nuestra sesión.
Habría felicitado á la ciudad en su persona, i le habria ex
hortado á no detenerse en esta via fecunda.
Si es posible, es menester hacer mas aun en este sentido.
Tenemos á la mano todo lo que se necesita. El nombre de
los señores Bertraiul, padre é hijo, institutores, ha llegado á mi
noticia, asi como el de Mr. Langlier, que acaba de establecer
• lecciones de noche. Esta es una cosa escelente, i que prueba
que se puede hacer mucho aquí, porque hai buena voluntad i
decisión.
Pero cuando se haya jeneralizado la educación, nada se habrá
hecho si no se comunica á lasjentos el gusto por la lectura.
Cuántas veces no he oido decir á los obreros i á los paisanos:
«Mi hijo marcha bien, va á hacer su primera comunión; tiene
ya doce años, no irá mas á la escuela, ha concluido su educa
ción». Desgraciado! no la ha comenzado aun; se le ha dado
solamente el medio de instruirse. Pero el padre no compren
de esto: el niño se va al campo ó al taller, no loe ya; el fruto de
la enseñanza se ha perdido!
Entre tanto, solamente con los pueblos que leen se puede ha
cer alguna cosa. Cuando se quiere levantar el censo de la ci
vilización, se puede calcular el rango de un pueblo por el nú
mero de libros que consume.
Montesquieu refiere, que lo que mas le había llamado la aten
ción en su viaje á Inglaterra, (acababa de salir de Paris, centro
de la civilización) fue ver, á su llegada á Londres, un techador
á quien se le alcanzaba el diario al techo. Desde este observa
torio elevado, este hombre juzgaba á los ministros i su política.
Montesquieu no puede volver de jsu asombro; ¡qué pais aquel,
esclama, en donde se lee la gaceta hasta sobre los tejados! Era
el momento en que la Inglaterra se ponía á la cabeza de los pue
blos ricos i libres. Buscad hoi los pueblos mas civilizados i
veréis siempre que son aquellos en que se lee mas. Así en
América, en donde la educación ha sido elevada á su mas alto
grado, habiendo llegado al rol de la mas grande institución po
lítica ¿qué vemos? Veinte i nueve millones de americanos con
sumen mas papel que la Francia í la Inglaterra juntas. Un
americano lee mas que cuatro franceses-
La América, en este momento se encuentra en presencia de
dificultades estreñías. Ha dado la libertad á cuatro millones
de hombres, á quienes les era prohibido aprender á escribir.
Figuráoslo que seria de nosotros los franceses, si se nos dijera
que uno de nuestros departamentos ha sido invadido pnr una
población salvaje, i que nos es forzoso, so pena de los mas
— 21 —

grandes peligros, dar lo mas pronto posible á estos bárbaros el


gusto por el estudio. Los americanos se han puesto enérjica-
mente ala obra. Han abierto escuelas i esperan triunfar de la
barbarie por medio de la lectura. ¿I sabéis de qué medios se
valen los americanos para hacer nacer en los negros el deseo de
instruirse? Publican diarios para estos pobres ignorantes, i he
aquí, según se cuenta, lo que habia pasado entre dos negros,
uno de los cuales sabia leer i el otro no-- «¿Qué miras en ese
papel? dijo éste al primero.— Oh si tú supieras, respondió el
lector, cuan divertido es esto! Hai aqui personas que hablan;
se las oye con los ojos». — Ved, pues, que para un negro, la de
finición no era mala; muchos blancos podrían hacerse un ho
nor en darla .
Ese negro, en efecto, ha comprendido lo que es un libro. Si
yo pidiera la definición de un libro, embarazaría á muchas per
sonas. Se sabe que es una reunión de hojas de papel sobre
las cuales se han impreso caracteres. Pero lo que constituye
verdaderamente un libro, es lo que no se sabe. Un libro es
una voz que halda, una voz que se escucha; es el pensamiento
vivo de una persona, separada de nosotros por el espacio ó el
tiempo; es una alma. Los libros reunidos en una biblioteca,
si los viéramos con los ojos del alma, representarían para no
sotros las grandes intelijencias de todos los países i de todos los
siglos que están allí para hablarnos, instruirnos i consolarnos.
Es esta, notadlo bien, la única cosa que dura-, los hombres de
saparecen, los monumentos se convierten en ruinas. Lo que
subsiste, lo que sobrevive, es el pensamiento humano. Se me
ha dicho que Moliere ha muerto. Yo no lo creo. ¿Acaso
cuando converso con él, no está conmigo? Se pretende que
Madama de Sevigné está sepultada desde 1696. Yo respondo
que esto no es verdad; ayer mismo he conversado con ella. Yo
la conozco, como conozco á Coulanges, á Madama Grignan, á
Madama de Lafayette, á Bassy— Rabutin, á Larochefoucauld i
á todos sus amigos. Toda esa jente vive i yo vivo con ella.
- 22 —

Pero toda esta amable sociedad no existe para aquel que no


lee, en tanto que el mundo de las bellas almas está abierto para
aquel que sabe leer. Este es el mundo que queremos abrir á
los ignorantes. Pensad que nosotros trabajamos ayudados por
todos los esfuerzos de las jeneraciones pasadas.
Si nos es permitido vivir de otra manera que los salvajes, es
porque nuestros antepasados han desinfectado los pantanos, ar
reglado el declive de los rios, edificado ciudades i empedrado
las calles. Resistimos al frió i al hambre, gracias al capital
acumulado por nuestros padres. De la misma manera hai un
capital intelectual enorme á la disposición del que sabe leer, i
es necesario que cada uno se enriquezca con este capital, que
nosotros queremos poner al alcance de todos.
Hai algo mas. Los libros no son mas que una cuestión. El
libro, ó mejor dicho, el alma conservada en el libro, es una so
ciedad constante en la buena [como en la mala fortuna. ¿Esta
mos dispuestos á divertirnos? tomamos ñ Don Quijote; él nos
hará reir mas que nadie. ¿Estamos tristes i abatidos? la Imi
tación nos consolará. Cualquiera que sea el estado en que nos
encontremos, los libros son siempre bienvenidos.
A la hora de la muerte ¿no es también un libro el que nos con
suela? ¿No es el Evangelio el que nos enseña á resistir el do
lor, refiriéndonos las palabras de aquel que ha conocido todas
las miserias i todos los sufrimientos?
Enlodas partes i siempre lodo se reduce á un libro, i el que
sabe leer tiene, mas que un rei, una corte de amigos fieles que
lo rodean i lo sirven. Nuestros amigos nos fatigan algu
nas veces. Si un libro nos fastidia, lo ponemos á un lado sin
que se desagrade, i tomamos otro. ¿No tenemos á nuestro
servicio la sociedad de los grandes talentos de todos los siglos?
Esta es una riqueza que sobrepasa con mucho á todos los pla
ceres que pueden proporcionarnos algunos millones de oro i
de plata. Podemos pensar con la fuerza de todos los siglos i
consolarnos con los consuelos de todas las edades i lugares.
— 23 —

Pero todo el mundo no puede tener libros. Aunque sean ba


ratos, aunque se les estimo, se vé primero la bolsa. Quien tie
ne sed beberá, dice con razón el proverbio. Se puede decir con
no menos verdad: quien ha leido, leerá. Pero ¿cuál es la bolsa
que puede resistir á esta sed de lectura? Se comprarán cien
volúmenes, trescientos, mil. Se ha pensado en un medio de
suprimir este dispendio ó hacerlo insignificante, i de este modo
se ha llegado á fundar bibliotecas populares.
El primero que haya pensado en esto, es Franklin. Simple
obrero impresor, reunido con once de sus compañeros, hizo es
ta observación: Si cada uno de nosotros tiene un volumen i
lo entrega á la comunidad, tendremos doce volúmenes para cada
uno.
Pongamos cien, doscientos, trescientos, i tendremos cada uno
cien, doscientos, trescientos volúmenes á nuestra disposición.
Este era un beneficio claro i neto, i la biblioteca de Flanklin
fue fundada.
¿Sabéis lo que ha llegado á ser esta biblioteca establecida por
un obrero i once de sus compañeros? Ha llegado á ser la
gran biblioteca de Filadelfia, que cuenta hoi 800,000 volúme
nes. Yo citaría aun la biblioteca de los dependientes de comer
cio de Nueva York, que tiene 5000 suscritores, 57,000 volú
menes, i recibe cada año 170 revistas i cada día 140 diarios.
La idea de estas bibliotecas ha llegado á Francia mas de un si
glo después de Franklin, i ha venido, porque el estado de la so
ciedad hacia sentir su necesidad. Los primeros que han tenido
en Paris esta idea, han sido lus obreros (es neeesario hacerles
justicia). Un hombre cuyo nombre me gusta repetir, Mr. Gi-
rard, obrero litógrato, hoi ájente de la sociedad Filotécnica,
siempre dispuesto á ayudar con sus consejos á los que quieren
establecer bibliotecas , i que nos ha ayudado cuando hemos fun
dado la muestra; Mr. Girard, que ha hecho para las bibliotecas
populares un libro de contabilidad, verdadera obra maestra de
sencillez, estuvo animado del mismo pensamiento que Fran
klln, i ha llegado al mismo resultado. «Asociémonos, les dijo
á algunos de sus compañeros, i tendremos libros».
Pero lo que Mr. Girard i sus amigos no veían quizá, era que
respondían asi á una idea dominante de nuestra época, i
que es todavía un misterio para muchas personas, por que no
se ocupan casi de las ideas reinantes, como no se hace caso del
aire que se respira, i viven sin fijarse en ellas. Esta idea que
ha penetrado en todas las clases laboriosas, es una idea esce-
lenle, i de la que es necesario darse cuenta muí seriamente.
En otro tiempo las clases laboriosas aceptaban el patronato de
las clases superiores. Se resignaban á ser obrero, paisano toda
su vida.
Parecia natural que el propietario que hacia trabajar tuviese
cierta autoridad sobre susjservidores i que por necesidad les
hiciese alguna caridad. Por otra parte, el Estado estaba allí,
i oiréis todavía á algunos antiguos obreros repetir que el Hos
picio no se ha hecho para los perros.
Hoi reina otro espíritu. El pensamiento del obrero es dejar
el Hospicio para los perros i envejecer en sus hogares cerca de
su mujer i de sus hijos. La idea de que el obrero no debe na
da á nadie, que es dueño de sí mismo i que á él sulo le pertene
ce hacer su negocio; la idea de la responsabilidad personal es
hoi dominante. No habieis ya de hospicio; lo que quiere el
obrero es la Sociedad de socorros mutuos, para que, cuando lle
gue á enfermarse, el apoyo de sus consocios le sea útil; lo que
quiere es guardar su dinero en la caja de ahorros para la vejez
ó en la caja de seguros, para después de su muerte dejarle á
su familia una posision menos precaria.
Bastarseá sí mismo i asegurar su independencia, he ahí su
ambición.
Las bibliotecas populares deben su existencia á una idea de
la misma naturaleza: proporcionarse la instrucción sin debérse
la á nadie. El obrero ha comprendido que con pequeños ahor
ros se hacen fuertes sumas, i que no tiene necesidad del apoyo
de otros, cuando con su trabajo tiene lo suficiente. Esta fue
la idea primitiva de biblioteca popular. Es necesario añadir
la convicción de que deben reunirse; que ricos i pobres tienen
necesidad de mezclarse, i que las lecturas i las conferencias
traerán mas i mas esta fraternidad que al dia siguiente do las
revoluciones inscribimos en el frontispicio de los monumen
tos, pero que mejor seria inscribir definitivamente en oí fondo
de nuestros corazones.
En vista de este movimiento, se han bcclio objeciones, i la
primera ha sido ésta-. «Favoreced las reuniones populares, se
ha dicho; reunida los paisanos i á los obreros i veremos rena
cer los clubs». No, no tenemos ninguna ambición de gobernar
á la Francia, pero tenemos el deseo de dirijir nuestros propios
negocios. En cuanto al peligro, no lo veo.
No he oido decir que con motivo de nuestra reunión se haya
alarmada la guarnición, ni que ninguno se haya visto obligado
á volverse á su easa por temor del motin. I entre tanto, ¿en
dónde estamos? En una sala de donde salió la revolución.
Fue aquí que en 1789, la revolución comenzó. I sin em
bargo se ha encontrado un administrador de bastante talento i
buen sentido, que no ha temido instalar una reunión popular
en esta sala, cuyo solo nombre hubiera hecho temblar á nues
tros antepasados.
¿Es, acaso porque el recuerdo de la revolución haya muerto
en nuestra alma? No: los que juraron á la Francia morir por
la libertad, vivirán siempre en nuestros corazones, i serán eter
namente nuestros padres, i Molouet, Barnave, Duport, Bailly,
cuyas grandes figuras creo ver aquí, que no habéis proscrito á
nadie; que no habéis sido jamás los verdugos, sino las víctimas
i los mártires de la libertad, sí, vosotros sois nuestros padres,
i yo os rindo homenaje! Esta libertad que habéis comprado
á costa de vuestra sangre, gracias á vosotros, hoi la poseemos
sin peligro para nadie. Lo que hace al pueblo revolucionario,
es la necesidad de poseer un derecho que se le rehuse, i nunca
— 26 —

el ejercicio de un derecho poseído. Cuando uno ejerce un de


recho, es moderado por la fuerza de las cosas; i si la edad no
me hubiese moderado, creo que seria aun mas prudente, ¡su
poniendo que lo sea) refleccionando que aquí nada me obliga, i
que tengo el derecho de decir lo que quiera bajo mi propia
responsabilidad; esta libertad de que gozamos, es la que que-
rian aquellos hombres. No esa libertad de bonete rojo i pica
en mano que pisa sobre cadáveres, que perturba ¡ensangrienta
las calles. No; nuestra libertad es una madre de familia que
vela sobre la cuna de sus hijos, que multiplica las escuelas, una
libertad, en fin, que sea nuestra esposa, i á la cual le seamos
fieles hasta la tumba. He ahí la libertad que queremos, i,
gracias á nuestra prudencia, espero que la tendremos com
pleta.
Ahora, permitidme deciros lo que hemos hecho i lo que es
peramos de vosotros. Guando digo nosotros, me asemejo un
tanto á Socie cuando describe la batalla, habiéndose quedado
oculto en el campo mientras los otros se batían. Pero si
se hubiera tenido necesidad de mi, Charlon sabia con seguridad
mi paradero. Puedo puess decir que pertenecía al ejército i
hablar de nuestras hazañas.
Cuando se quiere fundar una biblioteca, lo primero que debe
hacerse, es reunir algunos hombres decididos que proporcio
nen libros i dinero. En Yersalles esta tarea era fácil; la deci
sión no falta. Lo segundo es elejir un presidente que inspire
una confianza universal, i cuyo nombre sea una bandera. Fe
lizmente para Yersalles, habla un hombre que París habia de
jado escapar i que hemos tenido la habilidad de detener en su
tránsito. Le hemos hecho nuestro presidente, i, no temo de
cirlo, nadie ha hecho una elección mas feliz. Este hombre es
el redactor del Almacén Pintoresco. ¿Cuál es el niño de diez
años, el hombre de cuarenta, la mujer de. ... (no me atrevo á
fijar edad), que no haya sido instruido, educado, moralizado
por el Almacén Pintoresco'! ¿Quién ha esparcido la instrucción
— 27 —

en Francia, sino ese libro admirable que ha hecho que al fin de


rada mes cada niño atormente á sus padres ó al conserje, pregun
lando enerjicamente: ¿Han traidomi Almacén Pintoresco1! Los
aguinaldos'se aproximan, se van á dar libros á los niños. ¿Cuál
es la madre prudente que no comenzará por hojear esos volú
menes desconocidos, para ver si no hai peligro en ponerlos en
manos de su hija? Pero al Almacén Pintoresco, ¿quién lo ha
examinodo de este modo? Se sabe que es moral, instructivo,
escelenle. Estamos de tal manera habituados á él, que nos
parece que se hace por si solo, i que no puede ser de otro modo.
Tales son los hombres; la habitud los hace ingratos. Si reflec-
cionamos, conoceremos que, para que este periódico entrase en
nuestras familias como un amigo, ha sido necesario un hombre
decidido que en medio de los trabajos, de las fatigas, de los pe
sares de la vida, velase sin descanso sobre el alma de nuestros
hijos. Un dia llegará en que, cuando se escriba la historia de
nuestro tiempo, se hará un distinguido lugar al libro que ha co
menzado la educación popular, i no me admiraré que de aquí á
un siglo [digo un siglo por no herir su modestia), se coloque en
la biblioteca de Versalles, que será ya una gran biblioteca, el
busto de Eduardo Oharton. I, ¿quién sabe porque no habría
mos de tener algún dia en Versalles la calle Charton?— Si los
Santos tienen calles que conserven sus nombres, es porque han
defendido la justicia, amado é instruido á los hombres. ¿No es
esto mismo lo que nuestro presidente ha hecho desde hace
treinta años?
Entre tanto ¿qué es necesario hacer para que Versalles ten
ga una biblioteca popular? Es menester que cada uno de no
sotros se interese por ola, pues que Versalles, es vosotros, yo,
cada uno de nosotros. Lo primero que hai que hacer es dar li
bros. No los tenemos, diréis. Buscad bien i veréis como te
néis. El uno tiene una historia de Francia, el otro una histo
ria de la revolución-, este el librito del Museo. Nada es dema
siado grande ni demasiado pequeño para nosotros.
— 28 —
Pero se mo interrumpe. «Vos no pedis libros; decidnos an
tes ¿.qué es vuestra biblioteca? ¿Qué pensáis vos? ¿Cuáles son
sus opiniones políticas i relijiosas?»—Respondo. «Nuestra bi
blioteca es una gran sala mui desnuda, con estantes i libros.
Por consiguiente ella no tiene opinión, á no ser que el abeto
tenga algún color político ó relijioso!»
—No se trata de los estantes, sino de los administradores; ¿os
proponéis hacer alguna propaganda política ó relijiosa?
—Ni una ni otra cosa.
— ¿Para qué entonces esta biblioteca?
—Para que cadr uno se instruya libremente tomando los li
bros que le convengan.
—Eso no es natural.
—No, en Francia no liai la costumbre de que los hombres se
ocupen de sus conciudadanos sin tener la intención de esplotar-
los, pero al fin se llegará á acreditarla.
—¿Recibís libros religiosos? se me pregunta con inquietud.
Respondo. ¡Qué desgracia que una palabra griega nos
oculte el verdadero nombre del Antiguo testamento! Si en lugar
de llamarse la Itiblia, se llamara el Libro, se comprendería que
no hai biblioteca posible sin ese libro por csceleucia.
Si tenéis los Evanjclios, la Imitación, Bossuet, Fcnelon,
Massillon, dádnoslos; serán bien venidos. Rechazaremos sola
mente la polémica relijiosa: no nos agradan las querellas, aun
las teolújicas, i queremos la paz entre nosotros.
En cuanto á la política del dia, á las discusiones del momento,
no las queremos tampoco. Si tenéis á Montesquieu, ó algunos
buenos libros sobre la ciencia política, enviádnoslos. —¿Hai
aquí algún viejo oficial que crea que los antiguos tiempos valen
masque los nuestros, i que en nuestros dias las grandes esto
cadas pierden su interés? Si tiene las Victorias [Conquistas,
h Historia del Imperio, que nos la traiga. Tratará deshacer
prosélitos. ¿Tenemos jentes mas paciíicas? ¿Hai algunos que
piensen que con la Economía política se curan todas las enfer-
— 29 —

medades? Que nos traigan libros de Economía. Aceptamos de


todas partes todo libro que pueda leer un hombre honrado, i
que se le pueda confiar á su mujer i á sus hijos.
No son solamente libros loque necesitamos, también nece
sitamos dinero. Nos hacen falta suscriciones.
Una biblioteca sin catálogo es una cosa muerta. Nos hace
falta pues un catálogo, i este pide plata; dádonosla i veréis como
marcharemos. I cuando esta biblioteca se haya engrandecido,
si vosotros decis, «gracias á mí; gracias á mi dinero; ella me
pertenece.» entonces estarán colmados nuestros deseos. Por
que lo que queremos es que esta biblioteca sea cosa vuestra; i
mientras mas parte toméis con vuestros esfuerzos i dinero,
mas placer nos daréis.
Examinemos ahora la cuestión, del punto de vista de la utili
dad.
Sin duda la utilidad de las bibliotecas populares es univer
sal. Pero según los diferentes países, una biblioteca tiene ven
tajas mas ó menos grandes. Si hablase de Lyon, no temería
decir que la industria tiene mucho que ganar con la difusión
de los conocimientos. Pero Yersalles, ¿qué ganará?
Hoi se trata de embellecer todas las ciudades, i yo no creo
que Versalles resista á este contajio.
No me parece mui necesario ensanchar las calles de nuestra
ciudad; pero si solas adornase mas, i se hiciera llegar el agua
alas casas i á los canales, yo no -baria ciertamente objeción
alguna. Cuando hayamos hecho esto, no habremos hecho aun
de Versalles un Paris. Versalles no puede ser un centro indus
trial, no tiene en sus cercanías ni rios, ni canales, ni carbón,
está destinado áser lo que se llama una residencia; es decir, un
pueblo en donde los estranjeros se instalen cómodamente.
Yersalies tiene todo lo necesario para agradar á aquellos i á las
jentes tranquilas; tiene magníficos paseos, un parque soberbio
i i'l'Frianon. Lo que le falta es un poco mas de recursos inte
lectuales. Se me dirá. Nos habláis así porque sois profesor i
— 30 —

escritor. —¿Sois platero, Mr. Josse?—Si: si soi platero, i he


aquí porque os hablo de lo que respecta á mi oficio. Si os habla
se de hacer fábricas, vosotros me diríais, i con razón; ¿porque
os entrometéis en lo que no entendéis?
Decía, pues, que si se pudiese tener en Versalles mas recur
sos para la educación de la juventud i la distracción de las
familias, sería una exelente cosa. No es necesario para esto
mas que un poco de coraje. La biblioteca es un principio.
Una biblioteca trae lecturas, i las lecturas traen las conferen
cias. Hai una multitud de jentes instruidas en Versalles.. délas
cuales podéis aprovecharos. Hacedlo resueltamente. Así, yo veo
que á uno de nuestros profesores del Liceo lo han llamado á
París, á la Sorbona para dar una conferencia sobre la educa
ción de las mujeres en el siglo XIX. Si yo fuese la autoridad,
diría: detengamos. . . . (no, no detengamos á nadie); yo diría
á este profesor: Haced primero vuestros cursos en Versalles,
i después á los parisienses. Hai en el Liceo un hombre que ha
traducido la historia griega de Grote en 18 volúmenes. Esta
es una empresa monumental que demandaba tanta resolución
como talento. ¿Porqué Mr. de Sadous no nos haria un curso
sobre la historia griega? ¿Porqué Mr. Leroi, que conoce nues
tra ciudad mejor que Luis XIV i Luis XV, no vendría á darnos
una lección interesante sobre las calles de Versalles? Tenemos
á mano otro perezoso de la misma especie, á quien es preciso
enrolar para la obra común. Asi es como se reanimará la vida
municipal, el amor por la comuna, esta pequeña patria que
hace amar mas la grande: Versalles primero, Francés ense
guida.
He venido aquí para descansar después de treinta anos de
trabajo. No tenge otro deseo que el de poner, á ejemplo délos
antiguos, un intervalo entre la vida i la muerte, rodeándome
de buenos migos. Toda vez que creáis que mi concurso oses
útil, disponed de mí, os lo suplico. Me consideraré feliz en
poder servir á la educación popular i á la libertad, dos causas
— 31 —

que siempre me han sido queridas, i á las cuales consagraré


gustoso la fuerza i la vida que me restan.

Cirau Anfiteatro de la Serboua

MR. EDUARDO LABOULAYE

De la educación que uno se da á sí mismo. (1)

Señoras, Señores:
Creo ser el intérprete de nuestra sociedad i de toda la asam
blea, comenzando por 'dar las gracias al Señor Maire por el
honor que nos hacehoial presidir esta reunión.
Nuestra biblioteca, se os ha dicho, es una institución libre;
ha sido fundada i es sostenida por nuestros recursos (los cua
les, como lo acabáis de oir, son mui modestos) pero ella está
abierta para todos. Es, pues, en el sentido mas lato de las pa
labras, una institución municipal. Así, nos consideraremos fe
lices siempre que el primer majistrado del distrito tenga á bien
honrarnos con su presencia i ayudarnos con sus consejos.
Daré igualmente las gracias al Señor Vice-Rector de la Sor-
bona, quien con fina benevolencia ha querido poner á nuestra
disposición esta gran sala, que está habituara á ver reuniones
mucho mas sabias que la nuestra. Pero ante todo: ¿Porqué la
Sorbona se sorprendería de ver concurrir de todas partes
«Hijos que en sus entrañas no ha llevado»?
La Sorbona es antigua i ha visto muchas cosas; debe ser
induljente i no debe ya sorprenderle nada. Algo mas, debe

(1) Discurso pronunciado el domingo 18dc Marzode 1866 en la asamblea


jener.it de la Sociedad de la Biblioteca popular de los amigos de la Instruc
ción, del 5. ° distrito de Paris,do la cual Mr. Laboulaye es Presidente.
— 32 —

mirar con cierta complacencia este nuevo progreso en la vía


por la cual ella ha encaminado siempre á los suyos. En otro
tiempo, ahora cinco siglos, cuando la ciencia se habia refujiado
en la Iglesia, la Sorbona ha abrigado álos clérigos que venían
á estudiar aquí. Mas tarde, cuando la nobleza, la jente del
pueblo i los propietarios han querido instruirse, la Sorbona
se ha ensanchado i ha abierto á esta juventud sus facultades de
letras i de ciencias. Ahora hai un nuevo progreso: es el pue
blo quien se educa i quiere ilustrarseá si mismo: ¿porqué no
seria bien venido? ¿Porqué la Sorbona no reconocería eu él á
uno de sus hijos largo tiempo olvidado, i que viene hoi á pedir
su lugar en el regazo maternal?
Salud, pues, á la antigua Sorbona, ¡gracias por su hospita
lidad.
Entretanto, Señores, os pido permiso para conversar con
vosotros familiarmente.
Aunque no soi orador, admiro la elocuencia; la encuentro
mui en su lugar en aquellas asambleas en donde es necesario
escitar ó calmar las pasiones; pero aquí, entre nosotros, para
hablar de nuestros negocios, no hai necesidad de grandes jestos
ni de grandes frases.
Buscamos la verdad. La verdad me ha producido siempre el
mismo efecto que una mujer honrada. ¿Habéis observado que
las mujeres honradas llegan á no parecer tales, después de
haber hecho gastos i sacrificios, para ensanchar al infinito su
crinolina, colocando tras do bu cabeza un torreón de cabe
llos, i de haber consumido el dinero de la familia en adornos
de lujo? Igual cosa sucede con la verdad; cuando mas se la
adorna i acicala, toma apariencias de mentira. Dejémosla, pues,
su sencillez, que es su mayor encanto. Esto es lo que hace que,
una vez conocida, no puedan apartarse de ella ni los ojos niel
corazón.
Deseaba hablaros de las bibliotecas, pero habéis escuchado
una relación tan completa i tan bien hecha, que en verdad,
— 33 —

no podria haceros mas que variaciones sobre un tema cono


cido; i no se si sois de mi opinión, pero no conozco nada mas
insoportable que las variaciones.
Trataré, pues, UQ asunto muí análogo: os hablaré de la edu
cación que uno se da á si mismo por medio de la lectura. Pro
curaré también indirectamente demostraros la utilidad délas
bibliotecas i conquistar vuestro benévolo concurso en favor de
nuestra institución.
¿Qué es la educación?- Siempre se encuentra, uno obligado á
dar definiciones, i las definiciones tienen el pequeño inconve
niente, que los que* las hacen no siempre las comprenden, i
aquellos á quienes sedan, no las comprenden casi nunca. Sin
embargo, arriesgaré una i trataré de justificarla.
La educación es la ciencia de la vida, es el arte del buen vivir.
La agricultura, por ejemplo, es el arte de sacar de un campo
todo lo que puede producir. Ahora bien! la educación tiene
por objeto sacar de un hombre todo lo que puede dar, es decir,
desarrollar todos sus órganos, todas sus facultades; i como su
felicidad consiste en el desenvolvimiento de sus órganos i de sus
facultades, la ciencia que le permite desarrollarlos i servirse de
ellos, es la ciencia misma de la vida.
He aquí mi definición; tratemos ahora de justificarla en deta
lle.
La educación, hemos dicho, consiste en el perfecto desenvol
vimiento de los órganos i de las facultades del hombre. ¿Cuá
les son esos órganos i esas facultades? Heme aquí obligado á
hacer filosofía. Seré mui breve i mui claro, porque hai aquí
recuerdos que me abruman.
Lo primero que nos impresiona cuando nos estudiamos á
nosotros mismos, (lo que no hacemos sino raras veces), es
nuestro cuerpo. Este está compuesto de órganos que nos po
nen en relación con el mundo esterior- los ojos para ver los
objetos, pies para aproximarnos á ellos, manos para cojerlos,
oidos para comunicar con nuestros semejantes, una voz para
— 34 —

responderles. He aquí lo que llama nuestra atención desde lue


go: un cuerpo i sus órganos, siendo estos órganos susceptibles
de desarrollarse por el ejercicio i llegar á una sutileza admi
rable.
Pero el cuerpo no es mas que el esterior de la máquina, por
decirlo así. Hai en el interior una fuerza que pone en ejercicio
estos órganos, que los dirije, i que es bastante poderosa para
llevar el cuerpo allí donde no quisiera ir, para impulsar al
soldado hasta la boca del cañón. Esta fuerza interior es el alma,
que tiene facultades, como el cuerpo tiene órganos. Estas facul
tades del alma han sido ya clasificadas; es ese el objeto de la
filosofía; i se han considerado en el alma dos grandes divisio
nes mui exactas i que reconocemos en nosotros mismos des
pués de un instante de refleccion.
Hai por una parte la intclijcncia, que tiene por objeto la
investigación de la verdad. Esta intelijencia se divide á su vez
en facultades diversas, por medio de las cuales percibe el mun
do esterior. La sensación nos revela la idea de los objetos, el
juicio relacionados ideas i las compara, el raciocinio deduce
conclusiones de los hechos observados, la memoria recuerda
los hechos, la imajinacion los combina. Todo esto compone
este primer elemento del alma que se llama intelijencia.
I después en el fondo del alma, mas profundamente todavía
que la intelijencia, hai lo que en lenguaje ordinario se llama
el corazón, es decir, las pasiones que nos impulsan i nos aji
lan, i una voluntad que pone enjuego toda la máquina. En
fin, entre la intelijencia i el corazón, existe una especie de
intermedio tranquilo, la conciencia, espejo incorruptible que
nos permite vernoi á nosotros mismos, observarnos, juzgarnos
cuando obramos.
He ahí todo el hombre: cuerpo, intelijencia, corazón.
He ahí lo que ha recibido al nacer: he ahí, si mees permiti
da estaespresion, el capital con que cada uno de nosotros entra
— 35 —

al mundo, i del cual es necesario sacar el mejor partido posi


ble.
¿Se puede abusar, se puede malgastar ese capital? Apelo a
vuestros recuerdos. ¿Quién de vosotros no ha conocido en la
escuela ó en el taller, algún joven felizmente dotado por la na
turaleza, bello, de jénio agradable, i que abandonado derrepen-
te á sus pasiones, á la disipación, á la embriaguez quizá, ha
derrochado en poco tiempo ese capital que debia emplear en
sesenta años? Este ha hecho bancarrota, i la bancarrota en se
mejante caso, es la enfermedad, la muerte.
Hai también hombres que, habiendo recibido una intelijen-
cia perspicaz, prefieren pasar su tiempo en la ociosidad i en la
pereza. Esto se vé raras veces en Paris, pero con frecuencia en
las Provincias.
¡Cuantos hijos de familia hai que siendo demasiado orgullo
sos para hacerse obreros, i no teniendo la suficiente enerjía
para tomar una profesión, disipan su vida en los cafées! Cuan,
do mueren, se graban sobre su tumba estos pomposos epitafios
que se pagan á tanto por linea: Buen padre, ¿wen esposo, buen
hijo,...! etc.... Pero si la verdad tuviera derecho á hacerse
escuchar, escribiría sobre la lápida: «Este ha bebido 30,000
vasos de cerveza, ha jugado 40,000 partidos al dominó, ha fu
mado 100,000 pipas. He ahi toda su vida.» ¿Vale la pena de
venir al mundo para salir de esta manera? Beber, comer i dor
mir puede ser la vida de un animal, no la de un hombre.
Hablemos ahora del corazón i de lo que exije.
Vénse personas que desde temprano sofocan en ellos la nece
sidad de amar, fuente de tantas bellas acciones; todo lo reducen
á si mismos, todo lo someten al servicio de sus pasiones i de sus
intereses. No piensan sino en si mismos, no viven mas que para
sí mismos; pero el dia en que fallecen, cada uno mira su
muerte con una indiferencia completa. Jamás han amado á
nadie i nunca han sido amados. Para estos también el corazón
ha hecho bancarrota.
— 36 —

Afortunadamente, esto no sucede siempre; hai jentes


que saben aprovechar este capital que han recibido al
nacer, i, cosa singular! hai veces que, cuanto mas pequeño es
este capital, mejor uso se hace de él. ¿Quién no ha visto, por
ejemplo, una pobre mujer que prematuramente hü quedado
viuda, con poca salud, pocos recursos é hijos pequeños i débi
les? Ella sabe que tiene necesidad de vivir para sus hijos, i á
fuerza de cuidados, de trabajo i de honradez, encuentra medios
de vivir, de educar á su pequeña familia, de hacerse amar i
respetar por todos. La lámpara es frájil, la luz es débil, pero
ella está pura, i todo el mundo al pasar por cerca de esía madre
consagrada, dice: Héahi una mujer honrada!
Para la intelijencia no os citaré ejemplos. En Francia jene-
ralmente, cada uno ejercita la suya, aunque hai algunos que la
ejercitan demasiado, haciéndola servir para labrarse una for
tuna que las mas veces no es muí decente. Mas para el alma,
para el corazón ¿sucede lo mismo?
Si, felizmente. Buscad en vuestros recuerdos; cuántos de
vosotros pueden decir con lejitimo orgullo, recordando el hogar
paterno: Mi padre; ¡qué hombre honrado! Mi madre, ¡qué
honrada mujer! ¿Qué fortuna ni qué herencia tendría igual
valor? Para citar un ejemplo, séame permitido invocar el nom
bre del escelente hombre que acabamos de perder, Mr. Labrous-
te (1). He ahí un hombre que no ha ocupado un gran lugar en el
Estado, pero que se ha hecho uno inmenso en la estimación
pública por los grandes servicios que ha prestado á la educa
ción. Mr. Labrouste, vosotros lo sabéis, recibió, hace veinte i
cinco años el ofrecimiento de un Juzgado de Paz. Él respondió
que no era bastante rico para aceptar este puesto. Ordinaria
mente se hace un razonamiento contrario, se dice-. Se me ofre
ce un empleo, no soi bastante rico para rehusarlo. Él no se ha

(1) Mr. Labrouste era miembro del consejo directivo de la Biblioteca.


— 37 —

considerado suficiente rico para aceptarlo, porque había reflec-


cionado, que este empleo estaba en un distrito pobre, i que,
cuando hubiera condenado á los inquilinos insolventes, no po
dría evitar el pagar los alquileres atrasados, i que su fortuna
no bastaría para esto.
Quería ser rico para poder hacer mayores bienes. Se dice
que cuando fue director de Santa Bárbara, habia ganado un
millón; cuando Mr. Labrousteha muerto, ese millón no se ha
encontrado; habia sido empleado en socorrer miserias ocultas.
Este escelente hombre no habia querido ser rico sino á fin de
poder acumular para los demás.
He ahí un hombre que indudablemente ha hecho el mejor
empleo del capital de afección que habia recibido al nacer.
Si esto es asi, si nuestros órganos i nuestras facultades son
suceptibles de desarrollo, ¿hai una ciencia, un arte que pueda
enseñarnos este desenvolvimiento? ¿Porqué no lo habría?
Llegamos á adiestrar un caballo, á cambiar el natural de este
pobre animal, á educar nuestro perro, á imponerle nuestros
caprichos i á sustituirles & las leyes de su naturaleza; i al hom
bre que educamos, no para nosotros, sino para él mismo, ¿no
podríamos enseñarle lo que es necesario hacer i de qué modo
puede educarse, completarse i hacerse feliz sobre la tierra?
Pero el hombre es de tal modo la obra de la educación, que el
gran filósofo inglés, Locke, ha podido decir con razón, (i creo
que la esperiencia de cada uno de vosotros confirmará este
pensamiento) que, de diez hombres hai nueve que deben el ser
buenos ó malos á la educación.
La educación es, pues, como lo dije al comenzar, la ciencia
i el arte de la vida; es necesario conocer esta ciencia i practi
car este arte: he ahí todo el misterio de la educación.
Veamos ahora, como nos es dada esta educación.
Es esta primera educación laque decidirá casi siempre del
resto de nuestra vida, i se ha observado con frecuencia que no
ha habido un grande hombro que no haya nacido de una madre
— 38 -

distinguida, lo que equivale á decir, tenedlo bien presente, que


no hai un hombro notable que no haya sido bien educado.
En efecto, en los primeros momentos de la vida es cuando
una madre puede dirijir la conciencia i el entendimiento de su
hijo, i preparar asi su felicidad ó su desdicha en el porvenir.
Por ejemplo, dice unadajio que los niños mimados se pierden.
La razón es sencilla. Un niño mimado es un niño cuyas fa
cultades no se ejercitan; llora por no trabajar, sigue su capricho
i se queda sin haber hecho el rudo aprendizaje de la vida. Por
el contrario, un niño educado severamente, trabaja, su enten
dimiento i su corazón se desarrollan bajo la influencia de la
enerjía de la madre. ¿Qué cosa mas sencilla que el niño mimado
se pierda i que el que ha sido educado severamente sepa mas
tarde dirijirse á sí mismo en la vida?
Esta primera educación es de tal manera necesaria, que yo,
que por mi profesión me veo obligado á estudiar los procesos
criminales, he observado que en la mayor parte de los casos,
el hombre que delinque no es siempre tan culpable como pu
diera creérsele. Casi siempre aquel de quien la sociedad se vé
obligada á deshacerse como de una fiera maligna, porque ha
asesinado, robado, ó cometido algún crimen abominable, es un
huérfano, un hijo natural, un hijo que ha sido arrojado de la
casa paterna por un padrastro ó una madrastra, un hombre cu
ya intelijencia i corazón han sido sofocados al nacer, un hom
bre que no ha amado i que no ha sido amado por nadie, i cu
ya voluntad i deseos no han sido moderados. [Gran miseria,
que exije toda la atención de la sociedad!
A esta primera educación que recibimos de nuestras ma
dres, viene á reunirse la de la Relijion i la de la Escuela.
La educación de la Escuela es importantísima. Pero en je-
neral se ocupa mas del entendimiento que del corazón, i este es
su defecto. La educación relijiosa se refiere, es verdad, mas
al corazón que á la intelijencia, pero entre nosotros acaba muí
pronto, i con frecuencia no nos deja mas que un recuerdo, que
no siempre basta para salvarnos de las tentaciones de la vida.
— 39 —

Viene en seguida la cuarta educación, la de la esperiencia.


Esta tiene una grande reputación. Se dice : |0h! una vez
que entréis en relación con los hombres, aprenderéis á vivir.
La esperiencia tiene para mí grandes defectos. En primer
lugar, es una maestra mui cruel. Me acuerdo, cuando niño,
haber aprendido por esperiencia que el fuego quemaba, pero
fue después de haber puesto los dedos en la llama. Se aprende
que es necesario no cometer escesos para conservar la salud,
pero es después de estar uno sobre el lecho del dolor, Es está
una enseñanza que viene con frecuencia mui tarde i que, ade
mas, tiene el defecto de no mostrarnos las cosas mas que por un
pequeño lado. De que yo haya sido mal recibido por una per
sona en tal circunstancia, de que las personas á quienes he
querido tomar dinero prestado me hayan cerrado sus puertas,
no se sigue que todos los hombres sean crueles i desapiada
dos.
Se llega asi á formarse un cúmulo de preocupaciones sobre
la vida á causa de malas observaciones. Se ha sufrido una vez
i se induce que siempre sucederá de la misma manera •. ésto es
razonar como aquel Ingles que al llegar á Dunkerque fue reci
bido por una posadera flamenca de cabellos rubios, i escribió
en su cartera: «En Francia todas las mujeres son rubias»
lié aquí, pues, cuales son nuestros recursos-, la educación
de la madre, la de la escuela, la de la Iglesia, i por fin, la de la
esperiencia.
La civilización moderna ha añadido á estas cuatro especies
de educación, una complementaria que ninguna de las otras
reemplaza, pero que las ayuda á todas i las ilustra. Ésta es
la educación que uno se da á si mismo. Esta educación no
puede casi tener lugar sino á condición de comunicarse con los
hombres, ó de oírles hablar; el mejor medio de conseguirlo son
los libros, porque ellos nos han conservado la esperiencia de
los tiempos pasados. La lectura no es la ciencia universal, no
es tampoco la completa sabiduría; pero un hombre que ha ad-
— 40 —

quirido el hábito de leer, puede siempre consultar sobre cada


cuestión propuesta una esperiencia mas autorizada que la suya
i una esperiencia desinteresada. He ahí la ventaja de la lectu
ra. En efecto, ¿sabéis loque son las poblaciones que no tie
nen libros, porejemplo, las poblaciones indijenas de la Améri
ca? Los indijenas no tienen pasado; no tienen mas que recuer
dos vagos conservados por sus ancianos. También entre ellos
la esperiencia no funda nada. Si uno de ellos inventa un ar
ma mas perfecta que las que usan jeneralmente, cuando esta
se destruye, no queda ya de ella ni siquiera un recuerdo. La
civilización no consigue nada de esas jentes que no pueden apo
yarse sobre el pasado ; son como hombres sin memoria, ios
por esto que permanecen salvajes. Nuestra gran ventaja con
siste en tener un pasado; vivimos, pensamos con la esperiencia
acumulada en tres ó cuatro mil años, i esto, gracias á los libros.
Por el contrario, aquellas poblaciones viven dia por dia, i uno
se sorprende al considerar que después de dos siglos del esta
blecimiento délos Ingleses en América, los Indijenas sean allí
tan ignorantes como en el tiempo en que los primeros colonos
Europeos llegaron á esas rejiones.
El libro es, pues, la esperiencia del pasado. Algo mejor aun.
Un libro es algo que vive ; es una alma que se sobrevive á sí
misma en cierto modo, i que nos responde toda vez que quere
mos interrogarla.
Yo admiro mucho la fotografía, que es un descubrimiento
mui grande. Tomar el sol por instrumento i decirle-. Tú me
conservarás el recuerdo de aquellos que he amado-.» esto es ma
ravilloso. Pero esta fotografía no nos habla. Tomad, por el
contrario, un libro, el libro de un autor que no habéis visto
jamás, un Moliere si queréis, i veréis si Moliere no está pron
to áreir con vos. Tomad á D. Quijote, i veréis si Cervantes
no está siempre dispuesto á contaros sus placeres i sus pe
nas.
Volvamos ahora á nuestras ideas sobre la educación, i vea-
— 41 —

mosdequé pueden servirnos los libros, tanto para nuestro


cuerpo, como para nuestro entendimiento i nuestro cora
zón.
Desde luego, creo que la lectura es de una utilidad conside
rable para nuestro cuerpo. Una de las cosas que menos se co
nocen en Francia, es la hijiene, estoes, el cuidado que debe
tenerse, no solamente consigo mismo, sino también con su ca
sa, con su aposento, con sus hijos. I sin embargo, la salud es
la fortuna del obrero.
Hai una multitud de obreros que prematuramente son pre
sa de crueles enfermedades, porque no han tenido aquellas pri
meras nociones que les hubieran impedido entrar en un
alojamiento insalubre. Si hubieran sido mas instruidos,
habrían elej ido otro, mas lejano tal vez, pero en donde habrían
encontrado condiciones de salubridad que no se hallan en el
centro de la ciudad. Acontece la enfermedad de uno de sus
hijos. ¿Cuáles son los primeros cuidados que deben prodigár
sele? No lo sabe. Va á consultar á los vecinos, i no adelanta
nada. Cuatro vecinos, cuatro opiniones diferentes.
Si por el contrario, tuviese algunas nociones de hijiene, po-
dria tomar esas primeras precauciones que facilitan mas tarde
el éxito del médico.
Cuando aparece una de esas epidemias terribles que exijen
tantos cuidados i precauciones en una gran ciudad, la adminis
tración, en el interés de la conservación de la salud pública,
hace lo que puede; os advierte i os da saludables consejos; pero
ella no puede poner un vijilante en la casa de cada individuo
para hacerle observar todas las precauciones necesarias. Yo
desearía poner ese vijilante en todas las casas; pero, á fin de no
perturbar á nadie i de no gravar el presupuesto, desearía po
nerlo en el alma de los padres de familia; yo quisiera que bue
nos libros de hijiene les enseñasen lo que es necesario hacer pa
ra conservar la salud de su mujer i de sus hijos; la administra
ción encontraría entonces jentes tanto mas fáciles de persuadir,
cuanto que sería el eco del pensamiento público.
— 42 —

He ahí el primer efecto de la lectura i este primer efecto no


es de despreciar.
Hai un segundo que me parece igualmente precioso.
Uno llega á ser obrero, trabaja i tiene grande confianza en la
habilidad de sus manos. Esto es muí bueno. Pero ¿porqué
son hábiles sus manos? Es que el ojo las guia i el entendi
miento enseña al ojo á dirijirlas
Uno llega á ser un hábil escultor, porque tiene la idea de la
forma i de lo bello. Con frecuencia también, descendiendo
mas abajo, es por la misma razón que uno llega á ser hábil
maniobrista i quo trabaja con gusto en todo loque hace.
I bien! hai en los libros mil medios de estudiar i de formarse
el gusto. Asi, por ejemplo, siempre he sido agradablemente
impresionado por el buen gusto que reina en todas esas indus
trias que se relacionan con el arte del dibujo, en la platería, en
los papeles pintados; mientras que en ciertas otras se observa
todo lo contrario.
I porqué? Porque en estas últimas se confunde todos los
estilos i se asocia un adorno de la edad media con otro griego.
El que es instruido no comete semejantes errores; él sabe
que en un siglo todo es análogo. No nos damos cuenta de lo
que se dirá de nosotros en el porvenir, pero al presente, nada
hai tan fácil como reconocer á qué época pertenece tal ó cual
objeto, i decir al ver una alhaja: esta es del siglo XVIII, está
gastada, es de una elegancia que carece de buen gusto, aunque
tiene algunos atractivos. Si, por el contrario, tomamos el ar
te griego, todo en él es análogo. Un collar, una estatua, un
pequeño alfiler se conocerá á primera vista que pertenecen al ar
te griego de tal ó cual época.
En todas las industrias donde reina el arte del dibujo, es ne
cesario que haya gusto, i la lectura puede darlo. Pero, esto
no es todo. Formando la habitud del razonamiento, forzando
á las jentes á establecer la sucesión i el orden en sus ideas, la
lectura forma escelentes obreros. Esto, á primera vista, pue
— 43 —

de parecer estraño ; pero he aquí sobre que fundo mi opi


nión.
Hace veinte ó veinticinco años, el Gobierno inglés promovió
una información sobre la condición de los obreros. Se oyeron
declaraciones de toda especie, i entre ellas, la de un suizo mui
conocido en su país, Mr. Escher de Zurich. Digo mui céle
bre, pues es un hombre que en una República ha recibido un
titulo de nobleza que le ha sido adjudicado por sus conciudada
nos. Se llama Mr. Escher del Linteo, porque él ha canali
zado de ese pequeño rio, habiendo asi sustraído á los desgra
ciados ribereños á los miasmas pestilencisles i á las fiebres que
los diezmaban.
Tenia en esa época una gran fábrica de máquinas, la cual
según creo, existe todavía. Se le pidió su opinión sobre los
obreros que empleaba. «He establecido, dijo, máquinas ingle
sas, tengo obreros ingleses, suizos i gran número de italianos,
napolitanos. Estos últimos son los mas diestros; pero nunca
he podido hacer de un napolitano un contra-maestre. Les fal
ta en la intelijencia un no sé qué de serio, que hace que los
suizos i los ingleses sean escelentes contra-maestres, i cuya
ausencia impide á los italianos llegar á serlo. Es verdad, aña
dió, que no haiuno solo entre ellos que sepa leer».
Así, la cultura jeneral del espíritu sirve especialmente de
ayuda en el mismo trabajo; con iguales facultades, un obrero
que lee, será, al cabo de cierto tiempo, mejor que el que no lee.
Pero no hai solamente trabajo, hai también ocio. Es nece
sario emplear el ocio i este no siempre es cómodo. Uno de los
hombres mas distinguidos de la Inglaterra, Sir Lewis Cornwal,
ministro de hacienda anterior á Mr. Gladstone, pretendía que la
vida seria ana cosa mui agradable si se pudiesen suprimir los
placeres. Esta opinión paradójica, en cuanto á mi, la creo per
fectamente justificable. Me parece que nada hai mas fastidioso
que los placeres ordinarios. Pasarse todo un dia al polvo i al
calor, arrastrar niños, almorzar mal, comer peor, hablar, no
— 44 —

hacer nada, volver a la tarde después de una partidade campo,


son placeres que yo suprimiría fácilmente de la vida, i muchos
otros de la misma especie.
¿Pero hai acaso medios de hacer agradable el placer? Sí,
mezclar con él la instrucción. El placer cambia entonces de
aspecto, ¡todo hombre al instruirse prueba placeres muí nue
vos. La naturaleza i el arte, que son cosas muertas para el
hombre que no tiene instrucción, son cosas vivas para aquel
que se toma el trabajo de instruirse.
Asi, por ejemplo, salís á pasear al campo. Ciertamente, to
do el mundo, sin haber recibido instrucción, será impresionado
por un buen dia ó por un mal tiempo; pero el hombre qae haya
estudiado un poco de botánica ó de historia natural, encontrará
á cada momento un placer allí donde el que no ha recibido edu
cación no concebirá ni aun la posibilidad de gozar. Hai goces
infinitos en el estudio de un tallo de yerba ó de un insecto.
Citaré mi propia esperiencia.
Aunque nuii ignorante en botánica, siento placer al ver un
árbol, al estudiarlo. Me paseo algunas veces por los Campos
Eliseos. Todos sabéis que una administración intelijente ha
hecho de los Campos Eliseos, un paseo mui agradable. Pero
no sabéis talvez, que cada uno de los árboles que allí se en
cuentran es una curiosidad. Existen allí bosquecillosde ace
bos coronados que admiro.
—Eh! qué hai en esto de interesante? me preguntareis.—Qué
hai de interesante? Es una planta nueva i rara en Francia,
planta infinitamente variada, conquista preciosa para nuestros
jardines. Su contemplación me hace esperimentar un verda
dero placer. I esos cedros de Deodora, esos árboles de toda
clase, esas plantas exóticas, que uno pagaría un alto precio por
tenerlas en su jardín i solo se encuentran allí, ¿no las admira
con cierta satisfacción aquel que conoce su escasez? Con e\
ausilio déla instrucción, la naturaleza os pertenece; cuando
de este modo se apropia uno la naturaleza, es entonces mucho
— 45 —

mas rico que cualquier millonario, pues en todas partes hai


árboles, tierra i cielo, Todo eso es nuestro, pero bajo una con
dición: que sepamos despertar i alimentar ese sentimiento de
lo bello que existe en nuestros corazones, i al que esteriliza
mui á menudo la vida de la ciudad. Pero con la instrucción
podemos reanimarlo, i he aquí un nuevo sentido.
Lo que digo de la naturaleza, lo repito re-pecto del arte. Mr.
de Nieuwerkerqae, á quien debemos agradecer aquí, ha tenido
la feliz idea de proporcionarnos unas Guias para los mu
seos. Uno viene el sábado á tomar déla biblioteca una guia del
museo i se va el domingo á estudiar los cuadros. Pero el estu
dio de los cuadros produce placeres de varias clases, á los que se
sobrepone el placer natural de contemplar las obras mas per
fectas del jénio humano. Después las estatuas antiguas, los
dijes de la edad media, todo eso nos asombra, pero nada nos di
ce sino cuando hemos estudiado. I entonces, cuando hemos es
tudiado, aunque no hayamos hecho estudios especiales, sino
cuando meramente hemos leido un buen libro sobre la pintu
ra italiana en el siglo XVI, los grandes pintores del re
nacimiento, Rafael, por ejemplo, hablan á nuestra intelijencia,
comprendemos todos sus cuadros, que tienen una historia, i
volvemos de nuestra visita al museo encantados i mejores; por
que el efecto de la admiración por las cosas bellas, es el hacer
nos mejores i elevar el alma hacia el cielo. Volvemos al mis
mo tiempo del museo con mas apego á nuestra profesión, com
prendemos mejor lo que hacemos i lo que nos queda por hacer,
cuando vemos i estudiamos lo que han hecho otros.
Séame permitido invocar á este respecto un recuerdo de la
infancia. Recuerdo que un dia que iba mi madre al baile, le
presentaron un peluquero de gran reputación. Hasta su nom •
bre ha quedado impreso en mi memoria. Se llamaba Narciso.
Mi madre no estaba preparada, yo conversaba con el peluquero
i este hombre me dijo: «¿señor, va vd. al museo?»
Le confesé que no iba con frecuencia. «Hace vd. mal, me
— 46 —

dijo, allí hai un estudio considerable que hacer. Yo, señor,


voi lo mas frecuente que puedo. I bien! es estraño, jjero solo
he hallado dos pintores que sepan peinar bien alas mujeres; el
uno es Rafael, es un hombre admirable, me ha inspirado mis
mas bellos peinados; el segundo es Mr. Guérin. En cuanto á
los demás, son legos en la materia». Recordando el entusias
mo de este hombre, digo que, en suma, tenia razón: he ahí un
hombre que había hallado una fuente de placeres desconocidos
i de nobles sensaciones, un artista modesto que perfeccionaba
su obra elevando su alma por el culto de lo bello.
La lectura tiene aun un interés mas jeneral. A nuestras ho
ras, mas ó menos, todos somos obreros i creo que puedo igual
mente hacer ostensiva esta palabra para mi, pues os aseguro que
trabajar siete ú ocho horas por dia escribiendo en el gabi
nete, gasta tanto como el trabajo al aire libre. Pero, sea lo que
fuere, solo somos obreros de paso, somos siempre hombres;
dejamos el vestido de trabajo i el delantal, volvemos á casa para
vivir con nuestras mujeres i nuestros hijos, i todos igualmente
tenemos entonces los cuidados de la vida i los sinsabores que to
dos tienen, tanto los ricos como los pobres. ¿Dónde hallaremos
consuelo? No es por lo jeneral entre los amigos. No sé si soi
perseguido desde que estoi en el mundo, pero jamás he visto á
uno que esté abatido por una desgracia, sin que se le prodiguen
consuelos, que á nú en s-u lugar de ningún modo me habrían sa
tisfecho. Si estáis enfermos, los consuelos que se os dan son
por lo jeneral idénticos á los que se me prodigaban últimamen
te. «Oh! no es estraño que estéis enfermo de la vista, me de-
cian, habéis trabajado demasiado». Gracias por vuestros con
suelos! Si perdéis una persona amada, os han de probar que
esta persona era de mucha edad ó muí delicada, ó que es nece
sario resignarse á lo que es inevitable. Todos estos consuelos
no hacen mas que aumentar el verdadero pesar.
¿Dónde, pues, encontrar verdaderos amigos?—En los libros.
Allí hai jentes que han sufrido i que cuentan lo que han sufrí
— 47 —

do; amigos que por lo jeneral vivieron varios siglos antes que
nosotros, pero que nos consuelan porque vienen á mezclar sus
sufrimientos con los nuestros. Lloran coa nosotros. He ahí
lo que se encuentra en los libros, i sobre todo en el Hbro por
escelencia, en el Evanjelio. Cuando vuestra madre ó vuestra
mujer está enferma, ¿iréis á darle esos fútiles consuelos de que
poco ha os hablaba? No! Hai un libro que está en nuestra
biblioteca hecho para consolar al que sufre. Leedle el Evanje
lio i comprendereis entonces lo que es este libro i la inmensa
ventaja de tener semejante consuelo. Es Cristo mismo, por
decirlo asi, quien renace i viene asentarse á la cabecera del en
fermo para consolarle.
Tratando de demostraros la importancia de la lectura, seño
res, comprendo mui bien que no siempre es fácil tener libros.
Teniendo en vista esta dificultad hemos formado una biblioteca.
No todos pueden tener libros, nosotros ofrecemos libros á to
dos. Es difícil creer que no se pueda disponer de cuatro ú ocho
sueldos mensuales para este objeto, i por esta pequeña contri
bución ponemos á vuestra disposición todo loque ella tiene de
bueno i deescelente. A Dios gracias! no tenemos libros he
chos páralos obreros. No, los mejores libros, los mejores clá
sicos, las obras mas perfectas de la antigüedad i de los tiempos
modernos, todo está á vuestra disposición; venid, pues, á ayu
darnos; necesitamos de vosotros, de vuestro concurso como sus-
critores, de vuestro dinero, aun de vuestros libros. Si! si te
néis en vuestras casas un libro que no os sirva, traedle, i os
mostraréalgo de prodijioso i que va á dar por tierra con toda la
ciencia de Mr. Lyonnet, miembro de nuestro consejo, que co
noce tan bien las matemáticas.
Es lo que yo llamo la regla desociedad. Nos traéis un libro.
Somos quinientos cuarenta suscritores que todos leeremos
vuestro libro: es ecsactamente lo mismo que si nos trajeseis qui
nientos cuarenta volúmenes; es la multiplicación por la adición.
Seriáis, pues, hasta cierto punto culpables en no venir con no
— 48 —

sotros, en rehusarnos vuestro concurso para una obra tan fe


cunda, pues jamás se han presentado mas favorables las cir
cunstancias. No tenéis que temer oposición de parte del Go
bierno. El Gobierno se ha mostrado uno de los mas favora
bles al establecimiento de estas bibliotecas. Se empeña como
puede en aumentar el número de los lectores. Me será per
mitido decir á mi, que soi poco sospechoso en materia de lison
jas al poder, que el Ministro que ha creado veinte mil cursos para
adultos, ha hecho una gran cosa. Pensadlo! Veinte mil cur
sos para adultos son como cuatrocientos mil jóvenes ignorantes
que se instruyen, cuatro cientos mil ciegos á quienes se da vis
ta, un ejército entero, pero un ejército que no mata; por el con
trario, el ejército de la industria, de la economía i de la paz.
La administración no se ha mostrado menos favorable. Des
de el primer dia en que se me hizo el honor de proponerme la
presidencia de esta biblioteca, en todos he encontrado la mejor
voluntad; han escedido mis deseos. Creo, además, que dedos
años á esta parte, á nadie hemos inquietado, i debo rendir un
tributo de justicia á la administración, afirmando que nadie nos
ha inquietado. Hemos hallado una facilidad suma; aprove-
chémoslal Se nos permite reunimos para instruirnos, reuná
monos é instruyámonos; es asi como, usando de nuestro dere
cho con prudencia i firmeza, conquistaremos otros derechos
i ganaremos las libertades que nos faltan.
Se dice con frecuencia: La Francia es un gran pueblo en
las armas, en la literatura; pero cuando asi se espresan ¿qué
quieren decir? la Francia somos nosotros todos, i por consi
guiente, si cada uno de nosotros no se mueve, la Francia no
progresará. Por grande que sea un ejército, si nadie descarga
su fusil, aun cuando seamui heroico ese ejército, será vencido.
Nada os impide hoi, todo os invita á educaros vosotros mismos.
Venid puesá inscribiros en nuestra biblioteca i sed los bien ve-
nidosl
¿Cuál será el resultado de este movimiento que hoi se pro
— 49 —

paga por todas partes? Creo que este resultado será conside
rable.
En sí misma una biblioteca de quinientos suscritores es poca
cosa, pero ecta biblioteca es d« naturaleza fecunda; ya ha dado
muchos hijos, i no dudo que dentro de poco tiempo habrá en
toda la Francia bibliotecas para el pueblo, á quien se habrá en
señado á leer.
Ahora bien, es enorme el resultado que debe dar este adelanto.
He oído decir que bajo el reinado de Luis XIV, un sárjenlo es
cribió una carta al gran Rey ofreciéndole tres mil escelentes sol
dados, bien armados i bien equipados, i á quienes no costaría
nada vestirlos i alimentarlos.
La proposición eraestraordinaria, pero como en nuestro país
siempre han sido mui amado i los soldados (creo que si hoi se
escribiera una carta tal al Ministro de la Guerra, encargaría á
un edecán que viera al individuo que la hubiera escrito), enton
ces se dirijieron al sárjenlo que habii tenido una idea tan inje-
niosa. Hasta entonces los sárjenlos del ejército francés usaban
alabardas; ¿porqué?— no losé, ni me atrevo á decir nada, pues
ahíeslá el jeneral Faré, que podria contestarme. El sárjenlo
proponía darles un fusil i una bayoneta i hacer de ellos tres mil
soldados. La cosa era mui sencilla, pero nadie había pensado
en ella.
I bien! nosotros, fundadores de una biblioteca, pretendemos
mucho mas: no esa tres mil hombres, ni á treinla mil, ni á tres
cientos mil, es á mas de treinta millones á quienes queremos
dar, de un modo figurado, un fusil i una bayoneta. Es á mas
de treinta millones de individuos á quienes queremos abrir los
ojos, i cuyas potencias queremos duplicar. He ahí el grande
objeto de esta propagación de la lectura. Solamente que, co
mo en todo, para obtener un éxito feliz, es necesario empezar
por detalles i trabajar individuo por individuo.
Pero si los medios son pequeños, el objetóos grande, i voso
tros veis que no es imposible conseguirlo. Basta considerar el
— 50 —

estado de la Francia hace treinta i cinco años i al presente, para


no desesperar del porvenir.
Enfin, diré quede esta biblioteca (espreso una opinión per
sonal) espero aun un resultado, que quizá muchas personas
que se proponen instruir al pueblo no han apercibido. Lo que
espero de las bibliotecas es la pacificación de los espíritus por
la instrucción.
Desde mas de un siglo á estaparte, hemos vivido de revolu
ción en revolución. El efecto necesario de estas revoluciones,
es crear partidos, que no se perdonan el uno al otro i que han
tenido bastantes triunfos i reveses, para no desmayar en los
contrastes ni ser mui tolerantes en la victoria.
Creo que hai un terreno común en que puede uno encontrar
se, i este es el de la verdad.
Todas las veces que en Francia se examine seriamente una
cuestión i que esta se ponga al alcance de todo el mundo, se for
mará una opinión pública que no será azul, roja ni blanca, sino
la opinión del país i no de un partido. Esto es lo que en este
momento sucede con la libertad mercantil. Hai en todos los
partidosjentes que la quieren i otras que no; la cuestión no es
ya de partido, sino cuestión nacional.
La luz empieza á hacerse i concluirá por triunfar. Derra
mémosla instrucción, i cuanto mas instruyamos al pueblo, tan
to mayor será el predominio de la verdad. Ahogaremos de es
te modo las pasiones, que hasta hoi han retardado el adveni
miento de la libertad. Aun mas, destruiremos esa superstición
del pasado que se me ha interpuesto cada vez que he querido
defender una libertad. Es mui bueno respetar á sus antepasa
dos; pero también es mui malo casarse con sus pasiones i con
sus locuras!
Hoi cuando se quiere discutir sobre la libertad, se os dice:
¿Sois del partido de Robespierre?—No. — Entonces no sois de
los nuestros! Sea; soi del partido de la libertad.
Suponed, por el contrario, que un estudio mas concienzudo
— Si —

nos haga conocer mejor el pasado i las intenciones de nuestros


padres; suponed que llegáramos á poner á un lado sus faltas i
sus virtudes al otro, que rechazáramos las primeras i aceptára
mos las segundas, entonces marcharíamos hacia la pacificación
de las pasiones; pero para marchar así, es necesario difundir la
instrucción.
No quiero amenguar los servicios que nos hicieron nuestros
padres, no quiero debilitar la admiración que tributamos á los
inmortales principios de 1789, principios que siempre he de
fendido. Quiero únicamente depurarlos, borrar todo aquello
que pueda empañarlos para volverles su belleza primitiva. Mi
divisa es la de nuestros primeros constituyentes: Libertad,
Igualdad, Fraternidad. Nada veo que deba quitarse á esta di
visa, pero la instrucción nos hará comprender mejor su senti
do i su alcance.
Libertad; pero ñola que tiene las manos ensangrentadas. La
libertad para nosotros es aquella que goza de sus derechos en
toda su estension, pero que conoce sus deberes i los cumple es
trictamente.
Igualdad; pero no esa igualdad humillante, celosa, que está
dispuesta á servir con tal que sirvan con ella, no; sino esa igual
dad nuble que eleva á todos los hombres dándoles las mismas
ideas, haciéndoles hablar el mismo idioma, dándoles un mismo
corazón.
Fraternidad; no solo esa caridad que alivia males incurables,
sino esa fraternidad que hace que pobre ó rico, fuerte ó débil,
joven ó anciano, cada uno se ayude, se sostenga, se apoye para
marchar juntos hacia la conquista de uu porvenir mejor; esa
fraternidad que condena dos males que Dios no ha creado: la
IGNORANCIA i la MISERIA.

Dios no ha hecho la ignorancia, pues el hijo de Dios ha pro


nunciado estas magníficas palabras: «Buscad la verdad i la
verdad os redimirá» . I San Pablo también lo dijoí «No apa-
— 52 —
gneis el espíritu, probad todas las cosas i guardad lo que es
bueno».
Dios no ha hecho la miseria. Ha hecho sin duda la pobreza;
pero dando al hombre un cuerpo bien constituido, una alma
qué cultivar, i los medios de salir de la pobreza. La miseria es
consecuencia de vicios que es necesario combatir, ó de una
fatalidad natural que una sociedad civilizada debe reparar.
Conservando esta divisa-. Libertad, Igualdad, Fraternidad,
sostendremos con mano firme nuestra antigua bandera, i sor
prenderemos al mundo con una grandeza desconocida.
La Francia es el primer p.us del mundo por la guerra: ¿Por
qué no lo será por las artes de la paz, la instrucción, la felici
dad i la moralidad de sus ciudadanos? ¿Porqué no seriamos un
pueblo grande ante el mundo i agradable álos ojos de Dios?

Eduardo Laboulaye.
LECTURA VI DE HORACIO MAM"
SOBRE

LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES DE DISTRITO

En la presente lectura me propongo considerar la conve


niencia de establecer una Biblioteca escolar en cada uno de los
diferentes distritos escolares del Estado.
La idea de las Bibliotecas en las escuelas comunes es moder
na. Tuvo su orijen en el Estado de Nueva York. En el año
de is.i-'i. la Legislatura de este Estado sancionó una lei autori
zando á sus respectivos distritos escolares para reunir, por me
dio de un impuesto público, la suma de veinte pesos en el pri
mer año, i diez pesos en los siguientes, con el objeto de formar
i mantener una Biblioteca en cada escuela común. Pero no
habiéndose ofrecido á los distritos mas aliciente para llevar á
cabo esta idea, que una simple autorización, resultó que esta
lei quedó como letra muerta en el libro de los Estatutos. Sin
embargo, en el año de 1838, el gobernador Marcy, en su dis
curso de apertura de la Asamblea Lejislativa, recomendó se
destinara á este objeto, una parte del producto del Fondo-depó-
$ito de los Estados-Unidos, ó Renta sobrante (así llamada).

* Traducción del inglés hecha por el Profesor D. David Lewis, ausi-


liado por D. Pedro Quiroga.
— 54 —

Adoptada esta indicación, se iijó por el término de tres años


la suma de cincuenta i cinco mil pesos, debiendo invertirse di
cha cantidad en la planteacion de una Biblioteca escolar en cada
uno de los distritos. Los pueblos también, por su parte, de-
bian contribuir con igual suma, la que, unida á la anterior, se
aplicara al mismo objeto (1). ¡Cuánto mas honroso es para un
gobernador ó una Lejislatura nn acto tal de utilidad permanen
te, que aquellas rencillas de partido, que tanto ocupan la aten
ción pública por unos cuantos dias o meses, para caer luego en
el olvido, ó para ser recordados solamente con oprobio ó con
lástima!
Por la lei de 12 de Abril de 1837, la Lejislatura de Massa-
chusetts, autorizó á cada uno délos distritos escolares del Es
tado, para establecer un impuesto público que produjera una
suma que no escediese de treinta pesos en el primer año, i diez
pesos en todos los subsiguientes, debiendo invertirse ese dine
ro en la adquisición de una Biblioteca i aparatos para cada una
de las escuelas. Pocos distritos, sin embargo, aprovecharon
esta facultad; i hasta fines de Í839, no hubo quizá mas de cin
cuenta Bibliotecas en todas las escuelas comunes de Massa-
chusetts.
Convencido de la necesidad i reconociendo la utilidad de las
Bibliotecas en nuestras escuelas, sometí al Consejo de educa
ción, el 27 de Marzo de 1838, un proyecto sobre este asunto.

(i) Por una leí de 18IW, oí término de lre,s años so prorogó hasta cinco;
i por una lei de 1843, se hizo perpetua, con las siguientes modificaciones:
Siempre que el número de niños en un distrito cualquiera, entre las edades
de 5 á 16 años, pasase de 30, i el m'imero de volúmenes de la Biblioteca
escedii-se de 12o; ó cuando, en un distrito cualquiera, el número clu niiVis
de las edades mencionadas, fuese de cincuenta ó menos, i el número de vo-
lúmeii'.'s de la lliblioter.il pasase de 100, entonces oí distrito puede aplicar el
todo, ó una parte cualquier» de su corruspondiente cuota de los fondos
destinados á la formación do Bibliotecas, a la adquisición de mapas, glo
bos, pizarras ú otros aparatos científicos para el uso de la escuela.
— 55 —

En las consideraciones con que acompañé dicho proyecto,


propuse que el mismo Consejo tomase las medidas convenientes
para proveer á las escuelas comunes de Bibliotecas apropia
das á su objeto; i que al mismo tiempo, estuviesen á cubierto
de tocia impugnación por razones de política militante ó de
opiniones relijiosas. Habia sido inducido á creer que una de
las principales razones para que se hubiesen establecido tan po
cas Bibliotecas bajo la influencia delalei de Í837, era los celos
orijinados entre los miembros de los diferentes partidos políti-
cosó de sectas relijiosas. Aunque hubiese hombres mui sen
satos i amigos de la educación sin escepciou alguna, que desea
ran establecer estas Bibliotecas, con todo, se recelaban unos
de otros por temor de que los dineros públicos destinados á
este objeto de utilidad jeneral, fuesen invertidos en favorecer
los intereses bastardos de algún partido político ó denomina
ción relijiosa.
El proyecto referido se proponía salvar todas estas dificulta
des. Fue recibido favorablemente i puesto en práctica desde
luego.
Convencido, sin embargo, de que nada podría hacerse en fa
vor de un pensamiento tan trascendental, sin apoyarlo ante el
público con hechos innegables i con argumentos irresistibles,
me ocupó desde luego en hacer numerosas i prolijas investiga
ciones por todo el Estado, sobre el número de Bibliotecas pú
blicas, los volúmenes que cada una contenia, su valor aproxi-
mativo, el carácter jeneral de los libros, i el número de perso
nas que tenian derecho á disfrutarlas. Obtuve informes de to
dos los pueblos, con escepcion de diez i seis, los que por ser
mui pequeños, solo constaban en conjunto de una población
de veinte mil novecientos sesenta i seis habitantes. Este re
sultado superó á mis fundados temores. Encontré que el Es
tado no poseía mas que 299 Bibliotecas populares. El i.úme-
rode volúmenes que contenían, era de 180,028. Su valor
aproximativo era de 191,333. El número de sus propietarios
6 personas con derecho á disfrutarlos, era solo de 25, 705.
— 56 —

Además de las arriba mencionadas, habia en el Estado de 10


á 15 Bibliotecas de pueblos, es decir, Bibliotecas accesibles á
todos ios habitantes del pueblo. Unas con otras contenían en
suma, de 3 a 4,000 volúmenes, i su valor aproximativo podia
estimarse en cerca de 1,100 pesos fuertes. Habia también
cerca de cincuenta Bibliotecas en las escuelas comunes, que
contenían cerca de 2,000 volúmenes, i que podían apreciarse
en cerca de 3, 200 á 3,300 pesos fuertes. Quince de estas es
taban en la ciudad de Boston. El número de las escuelas pú
blicas del listado en aquel tiempo, ascendía á 3,014.
Algunas délas academias sostenidas por corporaciones, te
nían para su servicio respectivo, pequeñas Bibliotecas.
Habia tamv ¡en algunas Bibliotecas circulantes en diferentes
partes del Estado, fuera de la ciudad de Boston: quizá llegaran
á20, pero no seria exajerado afirmar de estas Bibliotecas, que
producían tanto mal como bien.
De todas las Bibliotecas populares del Estado, 36 de ellas,
que contenían 81,881 volúmenes, cuyo valor podia estimarse
en 130,055 pesos, i que eran disfrutadas por 8,885 propietarios
ó accionistas, pertenecían á la ciudad de Boston.
Vínose entonces en conocimiento, que los libros pertene
cientes á Jas Bibliotecas sociales de la ciudad de Boston, consti
tuían casi la mitad de todos los libros de las Bibliotecas popula
res del resto del Estada, i mas de dos tercios de todos estos en
cuanto á su valor; i sin embargo, solamente la décima parte
quizá de la ciudad, tenia el derecho de disfrutarlas.
He mencionado ya que el número total de propietarios ó ac
cionistas en todas las Bibliotecas populares del Estado, era de
25,703. Ahora, suponiendo que cada propietario ó accionista
de estas Bibliotecas representa por término medio cuatro per
sonas (lo que no es exajerado considerando el número de ac
cionistas que no son jefes de familia)— tendríamos que vend ria
á ser beneficiada por aquellas, una población de poco mas de
100,000 habitantes; i esto, por mas estrafio i alarmante que
— 57 —
parezca, dejaría en el Estado una población de mas do
600,000 personas sin derecho á participar de estos beneficios.
Omito aquí, tomar en cuenta las Bibliotecas pertenecientes á
los colejios i á otras instituciones científicas i literarias del Es- t
tado, por no tener una relación inmediata con el objeto que
ahora me propongo.
Puede verse en mi tercer informe anual una reseña detallada
de estas Bibliotecas.
Los hechos arriba mencionados ¿no demuestran una consi
derable deficiencia de libros en nuestro Estado?
Pero aun, dondeexisten libros, surjeotra cuestión poco me
nos importante que la anterior, i es si estos son convenientes i
adecuados á la intelijencia de la juventud. Puede hacerse una
observación jeneral respecto de las Bibliotecas existentes: casi
sin escepcion, los libros han sido escritos para hombres i no
para niños. Las Bibliotecas han sido (istablecidas por hombres
para su propia instrucción ó entretenimiento. No es arriesga
do, pues, afirmar, que contienen mu i pocos libros apropiados
para la lectura de los jóvenes, ya por la materia de que tratan,
ya por el modo abstracto con que están espuestos estos asuntos,
ya por el carácter moral que prevalece en ellos, (i)
Ahora bien, el objeto de las Bibliotecas escolares es suplir

(1) Para dar ana idea del carácter jeneral délas Bibliotecas que existen
actualmente en el Estado, copio el siguiente estracto de mi tercer informe
anual :
«La cuestión inmediata concierne al carácter jeneral de los libros que
componen las Bibliotecas, i a su adaptación a las capacidades i condi
ción intelectual de los niños i de los jóvenes. A este respecto, no hai,
como podría esperarse, sino mui poca diversidad de opiniones. Casi
todas las respuestas están acordes en que el contenido de las Bibliotocas
no es adaptable a las necesidades intelectuales i morales de los jóvenes;
opinión que está perfectamente confirmada por los títulos de los libros que
constan de los catálogos. Con mui pocas eso.epciones, los libros han sido
¿scritos para adultos, para personas de intelijencia algo madura i do
tadas ya de un considerable fondo de instrucción ; i por lo tanto, no han
podido destinarse al uso de los niños, sino por equivocación. Desde
— 58 —

estas grandes deficiencias. Las Bibliotecas existentes pertene


cen á los ricos ó á aquellos que disfrutan de algunas comodida
des. Las Bibliotecas escolares estarán al alcance del pobre.
Las primeras fueron establecidas para los adultos i para las
intelijencias cultivadas; las últimas deben adaptarse á la ins-

luego, en el conjunto, colectivamente considerado, hai de toda especie ;


pero quizá ninguna clase que pueda presentar un carácter de utilidad,
ocupa tanto espacio en los estantes de las Bibliotecas, como la de historia.
Algunas de las diferentes historias de Grecia i de Roma, la historia de la
Europa moderna por Russell, la de Inglaterra por Hume i sus sucesores ;
la de Carlos V por Roberlson ; la historia universal por Slavors ; las nu
merosas historias de Napoleón, i otras obras semejantes, constituyen la
parte principal de muchas Bibliotecas. ¡ I cuan poco ütil i adecuado para
niños contienen estos libros ! ¡ Cuan poco recuerdan que no s"a la des
trucción de la vida humana, i la actividad de las enerjias estraviadas de
los hombres que hasta aquí han neutralizado casi las benéficas intencio
nes de la naturaleza en pro de la felicidad humana ! Descripciones de
batallas, saqueo de ciudades, la cautividad de naciones, se siguen unas ;'i
otras con el mas rápido movimiento, i con una interminable sucesión. Si
se apercibe algo en esos libros sobre la educación de la juventud, es para
presentarla ocupada en j'iegos marciales i en estrepitosos simulacros guer
reros preparatorios para las grandes trajedias de las batallas;— ejercicios
i exhibiciones que, tanto en el actor como en el espectador, cultivan todos
los sentimientos contrarios a la sociabilidad, i llevan toda la corriente de
las fuerzas intelectuales hacia el cauce de la destructividad. El lector ve
al jénio inventivo, no empleado en el perfeccionamiento de las artes úliles,
sino agolándose en la manufactura de los instrumentos de guerra. Ve
a monarcas i lejisladores, no empeñados en idear planes eficaces para la
felicidad humana, sino, levantando i equipando ejércitos i escuadras i
arrancando al pueblo contribuciones para mantenerlos, dividiendo así toda
la masa del pueblo en dos cleses : esclavos i soldados; imponiendo á aque
llos la degradación de la servidumbre de animales domésticos, i cultivando
en estos la ferocidad i la sed de sangre de los animales salvajes. Los hom
bres que cuentan mayor número de victimas en sus rejistros de matanza,
adquieren los mayores honores; i la mujer, que raras veces sale de su posi
ción oscura,—á la verdad, apenas sabríamos que existe—solamente lo hace
para ensalzar la gloria del conquistador. ¿Que series de hecho» podrían de
— 59 —

truccion de las intelijencias jóvenes é inespertas. Las prime


ras reúnen libros en grandes cantidades en pocos lugares, te
niendo de por medio vastos desiertos; las últimas deben conte
ner pocos, pero buenos libros; de manera que no nazca un ni
ño en nuestra querida República que no tenga una colección de

terminarse examinando todos los tratados de paz que recuerda la histo


ria ? Aparecerían como otros tantos índices para señalar el robo univer
sal. Lo que los niños deducirían legítimamente d': una lectura como esta,
seria que las tribus de hombiesi las naciones lian sido creadas sola
mente para su mutuo esterminio, i que merecerían el homenaje de la
posteridad por la terrible fidelidad con que han cumplido su misión.
Estos estudios, casi nunca suministran antidoto alfruno contra la inhuma
nidad del espíritu que infunden. En las tiernas intelijencias de los
niños, no habituados ft estudiar los acontecimientos bajo la doble rela
ción de causa i efecto, despiertan la concepción de magníficos palacios
i templos para servir de morada & sangrientos conquistadores, ó para
ofrecer un culto profano por inhumanos triunfos, sin sujerirles siquiera
una idea de la esclavitud i el envilecimiento de los millares de seres hu
manos que entre penurias i tormentos fueron forzados á construirlos ;
presentan un cuadro mui vivo del inmenso botin robado á otros tantos
miles de desgraciados—riquezas para adornar alguna ciudad ó premiar
alfrun héroe—sin enseñarles que la misma riqueza hubiera podido adqui
rirse por medio de las artes de la paz, con menos trabajo del que costó
para saquearla; ponen en exhibición el regreso triunfal de los guerreros,
para ser coronados luego con honores dignes de un Dios, mientras distraen
la mente de los horrores del campo de batalla, de las provincias desoladas
i de un pueblo surnerjido en llanto. Es verdad que en todo esto hai
muchos ejemplos de la parcial i limitada virtud del patriotismo ; pero
solamente mui pocos de la eximia virtud de la filantropía. El coraje
que se presenta á nuestra admiración, os solo el producto de la naturaleza
salvaje, que se lanza al peligro para despedazar ft sus semejantes ; i no
de esa divina caridad que arrostra el peligro por amor al bien de los
demás, — atributos del alma humana radir.alnientu distintos, puro que ft
menudo se confunde la vileza del uno con la noble/a del otro. Ahora
bien, si la historia pasada de nuestra raza ha de ser leiib. por los niños,
debiera ser escrita de nuevo; i cuando recuerda aquellos acontecimientos
en que se manifiesta la violación de todos los principios do la política
— 60 —

buenas obras que le sean accesibles á todas horas i libre de gas


tos, i á distancia de media hora de su casa, donde quiera que
resida.
Amigos mios: considero esta una de las mas grandes i mas

social, i en que todas las leyes de la moral ¡ de la relijion aparecen vili


pendiadas, debiera haber por lo menos algún reconocimiento de la gran
verdad qua eatre las naciones, asi como entre los individuos, solo puede
efectuarse la mayor felicidad de todos, asegurando el bienestar de cada
uno. Debiera establecerse un paralelo entre las relaciones históricas i
naturales de la raza, de manera que la tierna ó inesperta intelijencia del
joven lector, pueda tener la ocasión de discernir lo justo de lo injusto, i
una razón para admirar i ambicionar aquello en lugar de esto. Kn
cuanto á la historia, como actualmente se escribe, los ejemplos de lo justo
i de lo injusto, cuya jeneracion respectiva se halla en los polos opuestos
del mundo moral, no solamente se mezclan i confunden, a punto de hacer
difícil su distinción, sino que los últimos logran abarcar ca»i todo el hori
zonte que se presenta a la vista, mientras la existencia de los primeros
se apercibe apenas. Es como si se llevara & loa niños a contemplar desde
lejos las llamas de una ciudad incendiada, i se les ordenara que admira
sen el esplendor de la conflagración, sin preocuparse siquiera del terror
i de la muerte que reinan en medio de ella.
Otra porción muí considerable del caudal de estas Bibliotecas, en espe
cial de las que han sido recientemente formadas ó renovadas, consiste
en novelas, i en toda esa especie da obras qne se designan bajo el nombre
de «ficciones», «lecturas lijeras», «obras vacías i obcenas, literatura efí
mera i que pudiera llamarse de globot de jabón, etc. Esta clase de obras
se han aumentado inmensamente en el curso de estos últimos veicte años.
Se han introducido como por sorpresa en nuestras bibliotecas públicas,
i han encontrado una calorosa acojida de parte de las jentes que no se
atienen á las Bibliotecas para procurarse materia de lectura. Estol con
vencido que esceptuando los diarios, la clase de libros leída por la mayor
parte de la comunidad que no tenga una profesión, es la que se ha
mencionado arriba. El objeto de la lectura es el entretenimiento—en
tretenimiento i nada mas—como contraposición a la instrucción en los
negocios prácticos de la vida; como contraposición a aquellos impulsos
intelectuales i morales que encaminan el espíritu, tanto durante la lectura
como después de cerrado el libro, á la observación, a la reflexión i á la
comparación, sobre las grandes realidades de la existencia.
— 61 —
morales empresas del siglo. El honor de la iniciativa i la
práctica de esta idea, corresponde al Estado de Nueva York; ¡i
cuánto mas gloriosa es que los honores de una batalla! La eje
cución de este proyecto llevará los elementos del pensamiento
donde jamás penetraron hasta ahora. Sembrará liberal i abun
dantemente las semillas de la sabiduría i de la virtud en los lu
gares desiertos déla república. Resultará un ájente tan pode
roso en el mundo intelectual, como lo ha sido el uso del vapor
en el mundo material.
Me propongo ahora hacer algunas observaciones tendentes á
demostrar que la utilidad de nuestras escuelas será tan ampli
ficada en estension como aumentada enelicacia, por medio de
bibliotecas, que harán de ellas instituciones casi nuevas.
La idea que nos han trasmitido nuestros antepasados i que
ha prevalecido jeneralmente hasta hace pocos años, ha sido,
que las escuelas comunes de distrito son lugares en que la ma
ga de los niños puede aprender á leer, escribir i contar.
Con respecto al primero de estos estudios, la lectura, ¡cuan
imperfecta era la instrucción que se d?bal En la buena lectu
ra pueden considerarse tres elementos: el mecánico que con
siste en la habilidad de pronunciar las palabras á primera vista;
el intelectual, que consiste en comprenderlas ideas del autor; i
el retórico ó sea la facultad de comunicarla espresion adecua
da al sentido, por medio del tono ó inflexiones de la voz, i por
las otras manifestaciones del lenguaje natural. Ahora me ha
llará razón la mayoría de los hombres que han terminado su
educación en las escuelas comunes, veinte ó veinticinco anos
ha, cuando afirmo que la parte mecánica de la lectura era lo
único á que se atendía en esta enseña nza, en la gran mayoría
de nuestras escuelas. La parte i ntelectual, que consiste en ver
con los ojos del alma lodo el asunto, claro,—amplio i sin som
bras, justamente como el autor lo vio,—se descuidaba casi to
talmente. Considerad qué asombrosa i casi diria, májica dádiva
nos hace un autor de jénio, cuando se lee con intelijencia. A
— 62 —

medida que desarrolla punto por punto el argumento, parece


que se apodera de nosotros, que nos lleva de cima en cima,
desde donde á través de una atmósfera de luz, contemplamos la
gloriosa rejiondel pensamiento, si la vemos libremente, en to
da su lonjitud i latitud, en toda su altura i profundidad,
sin cansarnos jamás de admirar toda la belleza i magnificencia
de la perspectiva. Pero si se leo el mismo autor sin compren
derlo, ni uno solo de los esplendores que él quisiera revelarnos
se retrata en los ojos de la mente. Todo es un libro en blanco.
Sus pajinas blancas i negras representan á nuestra vista el es-
terior del universo en este sentido. Nunca asistí á ninguna
escuela que no fuera elemental, hasta la edad de diez i seis
años, i hasta ese periodo de mi vida, nunca había oído pregun
tar ni al maestro ni al discípulo, nada que se relacionase con el
significado de una palabra ó de una frase en una lección de
lectura. Al deletrear, cuando las palabras se dirijian una tras
otra á la vista ó al oido, emitíamos únicamente un sonido me
cánico; i al leer, cuando las palabras se presentaban en hilera,
en hilera también seguían los sonidos; pero esto era la obra de
los órganos del habla solamente, porque las facultades de la
reflexión i de la imajinacion estaban tan inertes como las es
tancadas aguas del Mar-Muerto. Era el ruido monótono de la
maquinaria,cuyos resortes se han desmontado, i por consiguien
te no daria ningún fruto aunque continuara moviéndose eterna
mente. Los ejercicios no significaban mas que el chirrido de
las urracas ó el graznido de los cuervos; porque no formaban
parte de la instrucción escolar en aquellos dias, la ilustración i
ejemplificacion del poder i de la riqueza del idioma inglés, i de
sus flexibles, brillantes i coloridas voces, para hacer alas merced
á las cuales el espíritu pudiera lanzarse en el espacio estudiando
la altura, la profundidad i lontananza de la creación i esploran
do i circunnavegando mundos antes desconocidos. Nada me
jor era nuestra enseñanza en la parte retórica de la lectura,
que consiste en cierto compás de voz é inflexión de tono, ten-
— 63 —

dente á reproducir los sentimientos del orador en el espíritu de


los oyentes.
Hai esta diferencia entre la parte intelectual i retórica de la
lectura; la intelectual se refiere á nuestra propia habilidad pa
ra comprender ideas, argumentos, conclusiones; la retórica se
refiere á la facultad de despertaren los demás por nuestra pro
pia enunciación i manera de decir, los sentimientos i emociones
que esperimentamos ó que esperimentó el autor, en cuyo lugar
nos colocamos.
Algunos hombres han poseído esta facultad, i algunos la po
seen todavía, i con tal perfección, que cuando se levantan para
dirijir la palabra á una reunión del pueblo, —i cuanto mas nu
merosa sea la reunión, tanto mejor para su propósito, — parece
que se infundiesen inmediatamente en el ánimo de toda la mul
titud que los escucha; se posesionan como espíritu en el espí
ritu de sus oyentes, dominando todas las emociones i resolucio
nes, presentando májicamente á su vista todas las visiones que
les plazcan, haciendo aparecer sustancias i realidades todas las
fantasías, —escitando, inflamando, subyugando los ánimos, tan
to, que si gritasen [Guerra 1 todos los oyentes se harian tan
denodados i valientes como Marte; pero que si gritasen ¡Paz! el
mas fiero se convertiria en suave i clemente como un cari
ñoso niño.
Este es un grande arte; i cuando el orador es sabio i bueno,
é intelijente el auditorio, entonces no hai peligro, sino una de
liciosa ilusión i satisfacción en disfrutarlo.
¿Quién no ha ido mas allá del deleite para reflexionar sobre
el fenómeno mismo, cuando ha visto á un maestro de música
colocarse ante un instrumento, i tan luego como él pulsa con
sus hábiles dedos las cuerdas que un momento antes yacian in
móviles i muertas, arrojan vivificantes i arrobadoras armonías,
tal como si algún espíritu celestial adormido entre las cuer
das, despertándose repentinamente celebrase su vuelta á
la vida con un cántico de su elíseo natal? Guando tal música
— 64 —

cesa, apenas parece figura de retórica decir: «El ánjel ha vo


lado». Pero ¿qué es esto comparado coa este mas poderoso i
esquisito instrumento, la voz bien educada? Cuando Dernóste-
nes i Patrik Ilenry, lanzaron un grito de guerra tal, que donde
quiera que repercutió su eco, todo el mundo se apresuró á
tomar las armas, i todos los ciudadanos pacíficos, al escuchar
los se sintieron arrebatados por el ardor bélico que dominaba
todas sus facultades ¿qué instrumento, qué medio sino la voz,
fue el que confundió el alma del orador con las almas de sus
oyentes? Sin embargo, mientras sus cuerpos estaban á su alre
dedor mudos é inmóviles como estatuas de mármol, conmo-
viansus pechos una ajitacion, UM torbellino, una vorájine ta
les, como si el Océano i el Etna se hubiesen confundido. I así
sucede hoi mismo, en gran parte, cuando es bien leido lo que
pronunciaron.
Llámese á esto májia, encanto, hechicería ó como se
quiera, pero no hai otra májia en ello que en equilibrar un
huevo sobre su punta, siendo ambas cosas igualmente fáciles
cuando se sabe hacerlas.
Sin embargo, ninguna de las bellezas de la lectura retórica
puede alcanzarse sin haberse posesionado previamente de la
parte intelectual.
El que leémaqninalmenteno es mas que un mero repetidor
de palabras. Si lee sin la debida espresion, no es mas que un
balancín ó taravilla de molino; si se propone dar alguna espre
sion, es seguro que equivocará la oportunidad, i sus floreos se
hacen ridiculos, campanudos i estravagantes.
Ahora bien, nada contribuirá mas á una lectura intelijente
en nuestras escuelas, que una Biblioteca bien escojida; i por la
intelijencia, la Biblioteca también contribuirá á'la adquisición
de la facilidad i gracia para la espresion retórica. Despertad
el sentimiento de la atracción de la belleza, i os será mas fácil
sujetar á Hércules á la rueca, ó someter á Apolo al castigo del
molino mecánico, que reducir su espíritu á la rutina de una
clase donde existe semejante mecanismo.
— 65 -

Que lea i comprenda un niño historias como la de la amistad


de Dancon i Pitias, de la integridad de Aristides, de la fidelidad
de Régulo, de la pureza de Washington, de la perseverancia in
vencible de Flanklin, i pensará i obrará de otra manera duran
te el resto de su vida. Que los niños ó niñas de 10 años lean
un tratado intelijible i popular de agronomía i jeolojia, i de allí
en adelante, nuevos cielos resplandecerán sobre su cabeza, i
una tierra nueva se estenderá bajo sus pies.
Un espíritu acostumbrado á recorrer encantado las rejiones
espléndidas del universo material, ó á estasiarse en los mas ri
cos mundos del pensamiento, nunca podrá después leer como
un autómata, — máquina compuesta de manubrios i de tubos,—
para no decir nada de ios placeres i de la utilidad que realizará.
En verdad no sé hasta qué punto podrá decirse de un niño
(lúe deja nuestras escuelas comunes á la edad de 10 á 18 años,
que ha aprendido en ellas el arte de leer, si no puede inmediata
mente entender al leer él mismo ó al escuchar la lectura de
otro, cualquier libro común sobre historia, biografía, moral ó
poesía; ó si no puede instantáneamente comprender todas las
palabras comunmente usadas en la clase, en el foro ó en el pul
pito. No basta comprender las palabras usadas en un come
dor, en la taberna ó en una reunión del populacho. Sé que el
grito común de los oyentes al orador es: «Bájese vd. de la al
tura de su lenguaje al nivel de mi comprensión», pero no veo la
razón para que el orador que empleé buenas voces inglesas, —
sean estas de orijen sajón, latino ó de cualquiera otra fuente
lejitima, — no tenga igual derecho para decir al oyente-. «Suba
vd. i póngase á la altura de mi lenguaje.» Cuando un sacerdote ó
un orador público cualquiera, por cada hora que gasta ideando
su discurso, debe ocupar dos horas en diluirlo < n espresiones
aguachentas, á fin de hacerlo correr tan trasparente que todos
puedan ver el fondo, no solo desperdicia la mayor parte de su
tiempo, sino también rebaja inmensamente el valor i la fuerza
de la enseñanza. Si en el calor de la improvisación, i con la
*
— 66 —

luz de todas sus facultades concentrada en un foco, entusiasma


con un pensamiento que ilumina como el sol del Oriente, ¿debe
él pararse, trincharlo, dividirlo i reducirlo á velas de a cuar
tillo, por temor de que su esplendor ofusque la torpe vista de
algún murciélago ó de algún topo? Pero en todos estos casos
los oyentes pierden mas todavía que el orador. Por las me
dias horas ú horas enteras que emplean en escuchar, tienen
que recibir pequeñas monedas, centavos i maravedís, en vez de
guineas i doblones. Parécense á aquellos estúpidos deposi
tantes de dinero en las cajas de ahorros durante el último pánico
ocasionado por la crisis monetaria, quienes atropellaban los
Bancos pidiendo la devolución inmediata de sus depósitos; pe
ro cuando se les ofrecían monedas de oro cuyo valor i acuña
ción no conocían, rogaban á los empleados, á pesar de espo
nerse á perderlo todo, que les pagasen en pequeñas monedas
que les eran mui familiares.
Sucede exactamente lo mismo con aquellos que constante
mente piden al orador que rebaje su lenguaje i estilo al nivel
de su comprensión; porque si él obedece á su petición i des
ciende demasiado hasta encontrarse con ellos, necesariamente
deja tras de sí mucho delabelleza.de la grandeza, de la subli
midad del asunto. Cuando un orador tiene que disertar sobre
un tema importante, —de aquellos que pertenecen á algún de
partamento de un universo, que la Omnisciencia ha ideado i
que ha edificado la Omnipotencia —¿no se le debe conceder una
jenerosa libertad en la elección de su lenguaje? ¿No se le debe
conceder al pensamiento i á la espresion, un vasto horizonte
por el cual pueda desplegar, como en un panorama limitado solo
por la inmensa bóveda del cielo, las infinitas relaciones de las
cosas mas minuciosas; ó bien, ¿no se le debe permitir esa con
densación del lenguaje por la cual los sistemas mas grandiosos
de la naturaleza pueden concentrarse en una sola palabra, pa
ra lanzarla luego como un rayo sobre su blanco? ¿No es tan
absurdo sujetar al orador en estas ocasiones, á la charla de
— 67 —

amas i de criaturas, como seria negar á un almirante el espacio


del Océano i exijirle para nuestro entretenimiento, que haga
maniobrar sus escuadras en un taja-mar de molino?
Suponed que un grupo de americanos fuera á la Francia ó
Alemania, i después de recojer algunas palabras en los hoteles
idilijencias, asistiera á una lectura pública, al teatro, ó á los
oficios divinos de la Catedral, i allí pidieran á los oradores que
se mantuviesen en los estrechos límites de su vocabulario,— pre
gunto— ¿no seria irracional de parte de los unos hacer semejan
te petición, i de parte de los otros imposible concederla?
¿I cómo habría de cambiar el caso, si el grupo mencionado
permaneciese allí por veintiún años, continuando en la igno
rancia del lenguaje? Ahora bien; este es justamente nuestro
caso. Los niños nacen, por cierto, sabiendo tan poco del in
glés, como del francés i del alemán, que si perr1 -mecen en el
mundo veintiún años sin aprender voces inglesas, ¿cómo pue
den esperar comprender á nuestros oradores ingleses?
No pretendo con estús observaciones apoyar, ni aun disculpar
la locura de aquellos oradores ó escritores que siempre anhelan
por encontrar nuevas voces ó formas bombásticas de espresion;
i cuyo estilo no se parece á un rio, ni por su magnificencia ni por
su fluidez, sino á un arroyuelo cubierto de burbujas por la ajita-
cion ocasionada por un movimiento artificial. Sucédenos á me
nudo encontrar hombres que poseen algunas nociones matemá
ticas, para quienes la fuerza de una palabra está en razón del
cuadrado de su número de silabas, suponiendo, por consiguien
te, que lo que Horacio llama «palabras de siete pies» (Sesqui
pedalia verba), deben tener cuarenta i nueve veces el valor de
los monosílabos. Semejante dicción i estilo son tan chocan
tes á los hombres de buen gusto, como inintelijibles para los
ignorantes. Pero estas observaciones tienden á dar una defini
ción de lo que debiera comprenderse por la frase aprender á
ker. Así, pues, cuando los discípulos, al dejar nuestras es
cuelas, no saben leer con intelijencia cualquier libro inglés, ni
— 68 —

comprender cualquier discurso espresado en buenas voces in


glesas, no puede decirse con mucha propiedad que han apren
dido á leer. I como ninguna ciase de los libros de lectura de
nuestras escuelas contiene nada queso parezca á todo el caudal
de voces que están en uso corriente i aceptado en el foro, en el
pulpito ien la lejislatura, cien las obras de literatura clásica,
claro está que se necesita una Biblioteca escolar para suplir esta
gran deficiencia, que de otra manera existirá necesariamente
en los niños de la jeneracion actual, i de consiguiente, en el len
guaje de losadultos de uno ¡otro sexo.
A propósito de esto, observaré que jamás se ha hecho justi
cia á la profesión clerical. Nuestros sacerdotes habitualmente
dirijen la palabra á auditorios los mas promiscuos bajo el pun
to de vista de sus conocimientos, i en cuanto á las varias cuali
dades del lenguaje, —su altura, su belleza, su melodía, su ma
jestad, su sencillez; — si ellos se disponen á suministrar á niños,
intelectualmente hablando, un alimento de pura leche, los
adultos morirán de inanición i pobreza de sangre;— si, por otra
parte, presentan á los hombres alimento fuerte, no puede ser
dijerido por los débiles órganos de una criatura de pecho. He
aquí la razón porque tantas personas abandonan enteramente
el santuario; i los ignorantes, que mas necesidad tienen de su
enseñanza, serán tal vez los primeros en alejarse de su recin
to. jCuán importante, pues, es para todos los propósitos divi
nos de esta profesión, enseñar á los niños el arte de leer, en el
verdadero, lejítimo i completo sentido de esta frase! I para es
te fin, es indispensable una escojida Biblioteca escolar.
Paso á considerar otra gran diferencia entre una escuela co
mún provista de una Biblioteca i otra que no la tenga; i una di
ferencia todavía mas importante entre un Estado cuyas escue
las comunes todas poseen Bibliotecas, i otro donde ñolas haya.
Esta diferencia consiste en el poder que tienen las Bibliotecas
para aumentar la suma de conocimientos útiles de una comu
nidad. El Estado que enseñe una nueva verdad á uno de sus
— 69 —

ciudadanos, adelanta algo; pero ¡cuánto mas progresa, siempre


que, comunicando esa verdad á todos, multiplica sus utilidades
i sus placeres por el número de todos los ciudadanosl Se ha
citado mil veces el dicho de Aclara Smith, que el hombre que
hace crecer dos matas de pasto, donde antes crecía solo una, es
un bienhechor público. Pero el que dobla la suma de los co
nocimientos de una comunidad, es un bienhechor público, tan
to mas grande que aquel que duplica el pasto en su tierra, cuanto
es superior á las flores efímeras del campo la inmortal i vivifi
cante verdad. Si pudiésemos examinar todas las naciones que
se llaman civilizadas ó cristianas, no encontraríamos un solo
individuo entre mil digno de llamarse inslruido en cuanto á
las muchas clases de conocimientos que podrían adquirirse, i
que todos debieran poseer para su propia salvación i felicidad.
Entre mil personas no hallaríamos una que supiese algo ins
tructivo ó agradable, respecto de la maravillosa estructura de su
propio cuerpo, i Je la mas asombrosa todavía de la coustitucion
de su propio espíritu; i respecto de las leyes, —las verdaderas ó
infalibles leyes, — de la salud física i del progreso intelectual. No
hai un solo individuo entre mil, que tenga algún conocimiento
tan exacto como benéfico, de la historia de nuestra raza; ó
que sepa algo de las partes mas sublimes de la astrono
mía, ó de la magnífica i romántica ciencia de la jeolojia, —
ciencia por medio de la cual el espíritu penetra tan hondamen
te en la noche de los tiempos pasados, como la astronomía lo
lleva tan lejos por la inmensidad del espacio;—ó de la química,
con sus aplicaciones á las artes de la vida; —ó de las principales
leyes de la física idelamecánica; —ó del oríjen, historia i pro
cedimientos de aquellas artes útiles merced á las cuales se
preparan nuestras comunes i dianas comodidades. Ahora
bien! sobre todas estas materias, cada hombre i mujer podrían
poseer un caudal de conocimientos que seria para ellos un ma
nantial perenne de placeres i de utilidad.
Pero la política uniforme de los gobiernos ha preferido for
— 70 —

mar unos pocos hombres de gran saber, á difundir los conoci


mientos entre la multitud. Se han fundado instituciones lite
rarias i se han casi agotado las rentas públicas para su dota
ción i mantenimiento; i cuando ha aparecido en alguna parte
del reino algún raro i poderoso jénio, ha sido llamado para
adornar i dignificar la corte ó la universidad; i raras veces, si
tanto, esos jónios han enviado un rayo de luz á iluminar el os
curo lugar de su nacimiento. La política de los gobiernos ha
concentrado toda la luz en un foco, en vez de irradiarla á la cir
cunferencia; i cuando, por los esfuerzos combinados de los
hombres instruidos,—entre montones de libros, entre museos i
aparatos científicos, i entre todos los recursos del arte humano,
—se ha descubierto una nueva lei de la naturaleza, otro planeta
en los cielos ú otra curiosidad en la tierra, los mandatarios de la
raza humana, los depositarios i albaceas del bienestar de los
pueblos, han celebrado el acontecimiento con regocijos i Te-
Deums, i se han apellidado los Salomones de su raza. Entre la
Inglaterra i la Francia—que están actualmente i han estado des
de hace mucho á la vanguardia de las ciencias i de las artes, —
existen grandes celos nacionales sobre la superioridad relativa
de sus grandes hombres. La Inglaterra se vanagloria de que
fue su Newton, cuya poderosa mano descorrió el velo de la faz
de los cielos, i reveló los estupendos movimientos del sistema
solar.
La Francia responde que estaba reservado á su Laplace el
perfeccionamiento del sistema newtoniano, i el dejar tan inteli-
jible todo el mecanismo celeste, como el de un reloj para un
relojero. La Inglaterra ostenta su? timbres de gloria en las
ciencias naturales. La Francia desplega sus trofeos en las
ciencias exactas. La Inglaterra llama la atención por las artes
útiles; la Francia por las que tienen su oríjen en una galana
imajinacion. Ahora bien, todas estas invenciones i descubri
mientos son muí buenos, bien considerado su propio alcance. La
ciencia me encanta, donde quiera que se encuentre. Contera
— 71 —

pío entusiasmado aquellos imperiales monumentos, donde por


siglos se ha tributado á las divinidades de la ciencia un home
naje sincero, aunque á menudo incomprensible. Miro con re
gocijo las estensas galerías donde está acumulado todo el saber
de los tiempos pasados. Me encanta i me enaltece la contem
plación de los museos enriquecidos con todas las maravillas de
la tierra i del Océano; i la vista de los laboratorios, á donde la
naturaleza viene i se somete á nuestros rudos i torpes esperi-
mentos, enseñándonos cual una cariñosa madre á su tierno hi
jo, i procurando hacernos comprender algunas de las palabras
de su omnipotente lenguaje. Digo que miro todas estas cosas
cnn deleite, porque son los tesoros i los almacenes formados pa
ra la instrucción i la exaltación del jénero humano. Sobre
todo saludo con indecible go^o todo descubrimiento que pueda
hacerse en una parte cualquiera de los inmensos é infinitamen
te variados campos de la naturaleza; porque sé que toda ver
dad es de Dios i proviene de él, i que nos ha sido enviada como
mensajero i guia para sostener nuestros vacilantes pasos al as
cender las arduas colinas de la virtud i de la felicidad; pero me
lamento siempre.
Deploro, sí, que este espléndido aparato de medios esté li
mitado á un círculo tan estrecho en la propagación de sus bea-
diciones. Deploro que á tan corto número le fuera permitido
vivir en la luz, en tanto que tan innumerables multitudes
permaneciesen en completas tinieblas. Deploro que los majis-
trados i monarcas hayan sido tan ciegos para no ver su mayor
gloria en el bienestar físico i mental de los millones de seres hu
manos cuyos destinos han sido puestos á su albedrio. Dios ha
dadoá todo el jénero humano la capacidad de gozar de los de
leites i aprovechar las utilidades del saber. ¿Porqué debieran
tantos marchitarse i consumirse teniendo á la vista las fuentes,
cuyasdulces aguas son suficientemente copiosas para apagar la
sed de todos? El bienestar científico ó literario de una sociedad
ha de estimarse, no tanto por la existencia de algunos hom
— 72 —

bres de gran saber, como por la de mucbos sufieienlemente


instruidos; i tanto mas verdadero es esto, si se ha mezquinado
á los muchos, para engrandecer á los pocos. ¿Era, acaso un
honor para Roma, que Lúculo tuviese cinco mil vestiduras,
mientras un número igual de su pueblo andaba desnudo para
dar lugar á esta superfluidad? ¿Cómo aprecia el labrador el
valor de sus bosques? No, en verdad, por uno que otro ma
jestuoso árbol, aunque su tronco, cual columna, se elevara
hasta las nubes, mientras á su alrededor no hubiera mas que
arbustos aparrados i raquíticos. Uno ó algunos nobles árboles
no bastan, aunque se levanten tan altos i se estiendan tan am
pliamente como el Sicómoro del Mississipi.
El labrador necesita tener .odo su campo cubierto de pláta
nos. I así debiera ser el crecimiento de las inmortales i ávidas
naturalezas que Dios ha concedido á todo el jénero humano.
Cada una de las intelijencias de la sociedad debiera estar cul
tivada de manera que el superintendente intelectual de un pue
blo, el estadístico mental, ó el apreciador de los recursos espi
rituales de una nación, no contara solamente algunos indivi
duos esparcidos acá i acullá, sino que debiera estar obligado á
multiplicar la altura mental de uno por el número de todos, pa
ra hallar el producto. La medida de los conocimientos de un
pueblo, no debiera ya consistir en calcular los que unos cuan
tos poseen, sino en obtener la suma total ó el capital sólido de
todos i cada uno. I para este íin las dimensiones de los
conocimientos, por decirlo así, deben estenderse en todas
las direcciones jeométricas; no deben considerarse solamente
bajo el punto de vista de su superficie, sino profundizarse hasta
formar el cubo de la superficie.
Digo que me alegro de que en los tiempos pasados se hayan
ofrecido facilidades i estímulos para instruirse, aunque fuera
en provecho de unos pocos; pero si esto ha de ser todo, i si el
jénero humano ha de permanecer estacionario á la altura en
que hoi se encuentra ; si mientras la luz regocija la vista de al
— 73 —

gunos, decenas de millares han de andar á tientas entre los hor


rores de la ceguedad mental ; si mientras unos pocos residen
tranquilamente en las altas rejiones de la luz, las masas del jé-
nero humano han de estar sumerjidas en las tinieblas ejipcias,
presa de todos los espectros de la superstición, inclinándose de
lante de los asquerosos ídolos de los apetitos i del sensualismo;
— si tal fuera el destino futuro de nuestra raza, pediría al cielo
otro diluvio universal, —
«Que este sólido globo convirtiera
En un embrión informe»
que barriera de la faz de la tierra todas las instituciones exis
tentes, i que dejara el campo libre para probar el esperimento
de una nueva humanidad. Las atrocidades i las abominacio
nes de los hombres han provenido, tanto de su ignorancia, co
mo de su depravación, i antes que la guerra continúe, devorando
las naciones ; antes que la esclavitud sea una maldición, como
lo es, tanto para el esclavo como para el amo ; antes que abun
den el fraude i la perfidia entre los hombres, como sucede al
presente, i que la intemperancia vuelva á encender sus mori
bundos fuegos ;— antes que todo esto suceda, me regocijaría en
ver este sólido globo arrancado de sus quicios, i lanzado en el
indifinible espacio, para que quede errante é inhabitable en el
«inmenso vacio» . Ahora bien ¿quién no reconocerá que llenar
la superficie del globo de buenas escuelas, que valen infinita
mente mas que las joyas preciosas, i dotar á cada una de una
buena biblioteca, seriad medio mas poderoso jamás inventado
por el saber humano para esparcir la luz entre las masas de la
humanidad?
Hai otra consideración que hacer i es, que el establecimiento
de una buena biblioteca en cada escuela de distrito, dará un
nuevo i especial carácter á nuestro sistema de escuelas comu
nes. Hasta aquí, el único objeto que se ha buscado con la do
tación i mantenimiento de las escuelas, ha sido la educación
de los niños,— de los menores, —jeneralmente, salvo muí pocas
escepciones, cuando los niños han llegado á la edad de diez i
— 74 —

seis, de diez i ocho, ó ñ lomas, de veinte i un años, han sido


despechados de la escuela, por decirlo asi; -ien la mayor parte
de los casos, despechados tan absolutamente, que la idea mis
ma déla leche de esta madre, ha sido después siem: re amarga
á su paladar. — ¡ Cuántos, ó mas bien, cuan pocos adultos ja
mas vuelven á visitar la escuela, como recinto de tempranas i
queridas asociaciones ! ¡ Cuan pocos le han sido atraídos por
el vinculo de tiernos i encantadores recuerdos, como un pere
grino ausente de su patria es atraído irresistiblemente hacia
ella, para visitar con las lágrimas en los ojos el lugar donde se
adurmió en el regazo de su madre, i donde escuchó los conse
jos de su padre !
I No ! gran número de nuestros niños, cuando han concluido
el período de su aprendizaje en la vieja i triste escuela, al des
pedirse por última vez han sacudido el polvo de sus píes co
mo una protesta contra ella. Si la escuela fuera un lugar
atractivo, ¿ porqué se consideraría una gran hazaña departe
del maestro el hacer venir á ella á los padres i madres para
visitar á sus propios hijos? Aun la Comisión de Escuelas, —
cuyo deber oficial era visitar i vijilar las escuelas, —no hacia,
hasta hace muí poco tiempo, la cuarta parte de las visitas re
queridas por la lei. Con mui pocas escepciones, estaba ave
riguado por las comisiones, que aunque la lei hubiera prescrito
el número de visitas que debieran hacer, nada se habia dis
puesto sobre su duración ; i la consecuencia era, que la dura
ción de sus visitas estaba en sentido inverso de la letra de la
lei.
Pero, por medio de una buena biblioteca escolar, la influen
cia de la escuela tomará mayores proporciones. En este caso,
logrará ilustrar, tanto á los adultos como á los niños ; porque
todos los habitantes del distrito debieran ser admitidos á dis
frutar de los beneficios de la biblioteca, según las condiciones
que se considere conveniente establecer. Desde entonces la ca
sa de la escuela será, no solamente un seminario de niños, sino
— 75 —

un lugar de recreo instructivo para los adultos. La escuela no


será ya una institución para difundir los meros rudimentos ó
los instrumentos del saber, sino para la jenerosa difusión del
saber mismo. El hombre mantendrá sus relaciones con la es
cuela después de dejar de asistir á ella como discípulo. Aun
que se haya impuesto de todos los testos, todavia no habrá ago
tado la enseñanza de la escuela, hasta que no se haya leido to
dos los libros de la Biblioteca.
I con esto quisiera disipar una preocupación que se deja
sentir á veces, que los niños aunque estén provistos de bue
nos libros, no les tomarán afición. Desde que sometí al Con
sejo de Instrucción Pública el proyecto para el establecimien
to de Bibliotecas Escolares, he espedido mas de mil cartas, so
licitando dalos respecto á la existencia, magnitud i cali
dad de las bibliotecas públicas de todo jónero ; también he
aprovechado todas las oportunidades que me han proporciona
do las amistades personales, para averiguar los hábitos i me
dios de nuestro pueblo en lo relativo á la lectura.
Las informaciones adquiridas por el conducto mencionado,
me autorizan para afirmar que nunca he oido decir de un so
lo caso, en que una biblioteca bien escojida para niños, haya
fracasado ó destruídose por abandono ó indiferencia de parte de
estos. He oido de muchos casos en que los adultos, durante
algún pasajero espasmo literario ó de vanidad, hánse formado
una biblioteca cuyos libros eran leídos un poco después,— como
á menudo suelen leerse los proyectos de lei en nuestras Cáma
ras Lejislativas, — por sus títulos solamente ; i que por último,
el puesto de Bibliotecario ha sido ocupado por el rematador.
Pero nunca he conocido un caso tal, tratándose de Bibliotecas
tle niños.
Pero suponed que ocurriera á veces un caso desgraciado de
descuido ó de abuso de los privilejios de la Biblioteca, ó que
esto sucediera aun frecuentemente, ¿sería acaso un argumento
Tálido contra la medida ? ¿O rehusa el jardinero plantar su jardín
— 76 —

ó el labrador sembrar sus campos, porque no brota toda la se


milla que esparce, o porque no le da el treinta, el sesenta ó
el ciento de producto? Aún diré mas •. si por accidente ó ma
la suerte fracasa toda la cosecha esperada, ¿no depositará nue
vamente con entera fe i enerjia otras semillas en la tierra, con
fiado en la veracidad del Prometedor i en el cumplimiento de
esta promesa «si sembráis con abundancia, también cose
chareis abundantemente » ?
Hai aún otra ventaja en tener una buena biblioteca escolar,—
no tan patente quizá como las arriba mencionadas, pero que yo
la reputo de bastante importancia. — La biblioteca producirá
su efecto en los niños de la escuela i en la jeneralidad del vecin
dario, antes que hayan leido uno solo de los libros, i aun cuando
no leyeran jamas uno solo. He aqui la razón: — los mas ignorantes
son los mas presumidos. Guando un hombre no sabe que hai al
go mas qne aprender, infiere naturalmente que lo sabe todo.
Tal hombre usurpa el trono del saber universal, i se atribuye
el derecho de decidir en todas las cuestiones posibles. Todos sa
bemos que un zopenco presumido resolverá de improviso, cues -
tiones que pondrían en embarazos auna universidad de sabios
ó á una Corte de Justicia. Los hombres ignorantes i de inteli-
jencias estrechas, no ven bastante lejos para percibirla dificul
tad. Pero á medida que un hombre sabe que hai todavía algo
que aprender, i que él ignora, abandona poco á poco sus pre
tensiones de saber universal. I para todos los propósitos de
carácter individual i de utilidad social, es tan importante que
el hombre sepa la ostensión de su propia ignorancia, como el
que sepa cualquiera otra cosa. El saber cuánto queda por sa
ber, es una de las partes mas importantes de nuestras adquisi
ciones, porque este conocimiento es á la vez una lección de
humildad, i un estímulo para hacer mayores esfuerzos. Que
sirva esto de norma para los maestros, á fin de que, cuando los
niños lleguen á ponerse orgullosos de su adelanto, les abran al
gunas pajinas del ponderoso volumen de su ignorancia.
— 77 —

Ahora, aquellos niños que se educan sin tener las ventajas


de una sociedad intelijente, ni de viajes, ni de libros, — que pue
den considerarse á la vez como sociedad i viajes,— incurren
naturalmente en el error de suponer que viven en el centro del
mundo, que toda sociedad es como la suya, ó que si es diferen
te, debe ser perjudicial; i por último, llegan á mirar una parte
cualquiera de este vasto sistema de las obras del hombre i de
la sabiduría de Dios, que choca con sus ideas rutinarias, como
perjudiciales, despreciables ó no existentes. No han ojeado si
quiera alguna de las varias i sublimes ciencias que ha descu
bierto el talento i la asiduidad del hombre; ni las propiedades
ni las infinitamente sabias i hermosas leyes déla creación visi
ble— en lasque Dios ha materializado su bondad i su poder álin
de hacerlas perceptibles á nuestros sentidos; — de lo que infie
ren naturalmente, que saben todo lo que hai que saber, i que
lo han aprendido todo; que han agotado la plenitud de Dios»
i que en sus capacidades, que no son mayores que la cascara de
una nuez, han agotado las fuentes de la Omnisciencia. Ahora
bien, cuando las personas de esta clase salen al mundo i entran
enla sociedad, se encuentra que son tan inútiles por su igno
rancia, como son odiosas por su presunción. I si se pudiera
proyectar alguna idea nueva- para atravesarlas capas de locura
i de preocupaciones en que sus almas se hallan envueltas, i con
suficiente exactitud de puntería para dar contra estos peque
ños glóbulos, aparecerían tan ridiculos bajo su influencia, co
mo la laucha que, nacida en la gaveta de una cómoda, i que po
niéndose algún día sobre sus patas trajeras, i asomándose has
ta ver toda la estension de la cómoda, esclamó con asombro
diciendo, que no creia que el universo era tan grande ! Una
biblioteca, aun antes de ser leida, enseñará á la jente que le
queda algo masque saber.
No puedo pasar en silencio otra ventaja incidental que resul
tará del establecimiento de estas bibliotecas.
Suponed que la parte mas intelijente i respetable de un Esta-
— 78 —

do estuviera plenamente convencida de la necesidad de poseer


bibliotecas escolares, i que, por consiguiente, dirijieran una
solicitud á la Lejislatura, pidiendo un subsidio á fin de fa
cilitar su formación. Suponed que la Lejislatura se prestara á
contribuir con una suma bajo la condición de que los distritos
pusiesen otra igual con este fin. No cabe duda que habría mu
cho empeño de parte de gran número de distritos para cumplir
las condiciones prescritas. Pero todavía no será insignifican
te el número de distritos, i aun de pueblos, en donde la ig
norancia i la avaricia dominen hasta tal punto, que la mayoría
de los votantes rehusará proporcionar aun esta bagatela para
el bienestar de sus hijos. Es en esta clase de casos que ten
drán lugar las ventajas incidentales á que me refiero. En la
mayor parte de tales distritos ó pueblos, habrá algún individuo
ó individuos,— de estrechos recursos, pero de gran corazón,
que adelantarán la suma necesaria, á fin de asegurar la rea
lización de la obra. Ahora estas oportunidades accidenta
les de hacer el bien tienen un valor inapreciable. Remueven
todas las aspiraciones jenerosas de la naturaleza desde una
profundidad en donde, de otra manera, hubieran permanecido
estancadas para siemjre. Despiertan en nosotros una agrada
ble sorpresa aldesn 1 lii por este medio nuestra capacidad de
ser útiles i felices. Tenemos la pésima costumbre de llamar
suerte a todo bit n inesperado; pero no hai tal suerte como
el impulso divino de hacer el bien á nuestros semejantes. El
que á un hombre benévolo se presente una oportunidad impre
vista de hacer el bien i que el mérito de su acción se revele á
sus ojos por su propia luz;— ilumina su mente una resolución
jcnerosa, é inmediatamente se ejecuta la oirá, — la que no se
lleva acabo por ostentación, ni por el amor de la alabanza, ni
por ningún motivo sórdido, sino porque es justa i hermosa, i es
tá en armenia con sus mas nobles sentimientos; i he aquí 1
brotan en el pecho de ese hombre las fuentes de la alegria im
perecedera, i llenan i dilatan su alma tal tranquilidad, tal goce
i satisfacción, que no cambiaría un instante su fruición, por
— 79 —

una eternidad de placeres egoístas. Guando una mayoría del


distrito pertenece á la sociedad «Avaro, Tramposo i Ca.», en
tonces D. Buenhorabre debe suministrar la biblioteca, i la pró
xima jeneracion se levantará i le bendecirá.
Son tan obvios los efectos de la costumbre de leer, — por cuan
to proporciona á los niños las atracciones del hogar i de la fa
milia, apartándolos de malas compañías i de lugares peligrosos —
que no juzgo necesario detenerme mas en su esposicion; solo
me cootenta re con mencionar todavía una mas de las innu
merables ventajas que resultan de poseer una buena i selecta
biblioteca en cada una de nuestras escuelas; — quiero de
cir, la eficacia de los buenos libros para espulsará los malos.
Un verdadero amigo de nuestro país i de nuestra raza, no se
contenta con saber que somos un pueblo que lee;— pregunta
con impaciencia qué es lo que leemos. Ningún observador ne
gará que existe una alarmante cantidad de vana i perniciosa
lectura en nuestra República. Personas de imajinacion lasci
va i de moral pervertida, se dejan fascinar por las relaciones de
batallas, naufrájios, asesinatos i piraterías, i muchos devoran
los desmoralizadores informes de la Policía que publican los
diarios, presentando á la luz del día las asquerosas escenas de
las tinieblas de la depravación, i ofreciendo temas á la risa i á
la mofa. ¿Pero hemos enseñado á leer á nuestros hijos para
propagar el conocimiento de la impureza i de la inmoralidad?
Por otra parte, el romance, desde la voluminosa novela en dos
tomos hasta el miserable folletín de diario á dos columnas,
junto con el contenido de frivolos i fantásticos periódicos, cons
tituyen el caudal de lectura de la mayoría de nuestro pueblo.
Ahora Lien; no creo que exajero al decir, que de 100 de las no
velas actuales, 99 son tan infieles á la verdad i ala naturaleza, á
la virisirnilitud de la historia i á los acontecimientos humanos,
como si hubiesen sido escritas, no por habitantes de la Luna,
si no por lunáticos. Quiero decir, que si nosotros, como hom
bres i mujeres debiéramos obrar como hacen obrar á sus perso
— 80 -

najes los escritores de novelas, las consecuencias sobre nues


tras fortunas i vidas, no tendrían semejanza alguna con las for
tunas i vidas de los personajes que describen. El novelista ha
ce de aquellos que nunca estudiaron, sufrieron ni se sacrifica
ron por el bienestar de sus semejantes, héroes, semidioses i
bienhechores de la raza; i considerada la cuestión en este ter
reno el novelista es completamente desmentido por la historia i
por la experiencia. Sus obras están impregnadas de un senti
miento enfermo, enteramente ajeno áesa saludable humanidad
que por la acción combinada de la intelijencia i del corazón, no
solamente percibe, sino que cumple la lei del amor. Sucede
también que cubren la impureza con las vestiduras de la virtud,
despreciando de esta manera todas las leyes del universo mo
ral; ó creen justicia poética recompensar los sacrificios de la
virtud con la vil moneda de los honores i riquezas mundanas.
Cuandoel espíritu sealimenta de puras fantasías i vaciedades,
carece de vigor para los austeros deberes de la vida i es trans
portado por el mundo de las ilusiones, como un camalote so
bre las aguas.
La afición siempre creciente de lectores de novela, produce
enjambres de novelistas; i los lectores i escritores, en virtud de
su flujo i reflujo, aumentan su respectiva prole. De ahi re
sulta que grandes talentos se pierden para el mundo, i los de
beres humanos mas importantes quedan sin ejecución. Para
muchos de los hijos é hijas de Adam, este es un mundo de
perplejidad, de sufrimientos i angustia indecibles; es un mundo
en que los nervios inocentes se esponen á todas las agresiones
délas miserias i enfermedades, i en que los hombres se hun
den en abismos de ruina que la luz de un poco de saber les hu
biera revelado, i de los que les hubieran salvado algunos conse
jos. Loque es peor de todo,— es un mundo en que los niños ino
centes son llevados como de la mano, á peligros i tentaciones; ó
mas bien, son compelidos á los peligros i tentaciones por fuer
zas desconocidas é inapreciables. I en medio de estos peligros lu
— 81 —

chan por un momento i sucumben después en los horribles abis


mos del crimen i de la miseria, que por una influencia inhumana
ensaña nuestros corazones contra ellos, tanto como ellos
ensañan sus corazones contra la virtud. La sociedad to
da está plagada de una lepra moral, i ardientes lágrimas, mas
amargas que las aguas de Marah, están abriendo surcos en
mejillas inocentes; i mientras abunden este actual pecado i su
frimiento, no podemos permitir que los mas bellos jénios de la
raza, malgasten sus vidas en crear Mundos de Sombra; ni po
demos convenir en que los mas aprovechados de nuestro pue
blo, se retraigan de llevar á cabo la grande obra de consolar i
de redimir al jénero humano, por eslasiarse en los brillantes
pero vacíos dominios de la fantasía. Toda persona, á toda hora
debiera dedicarse ala gran tarea de rescatar al mundo de su de
mencia del crimen, i á mitigar las penas del corazón humano
con bálsamo i anodina. Pero he llegado á comprender que los
que tienen mas facilidad de llorar sobre el dolor ficticio, nunca
tienen una sensibilidad tan esquisita para llorar por el dolor
verdadero. ¡ Qué inversión absoluta de toda la naturaleza mo
ral no sujiere el placer que algunos encuentran en pintar las
fortunas de seres imajinarios, mientras están viviendo en me
dio de sufrimientos verdaderos, i tales, que debieran convertir
su corazón en un bálsamo para su socorro, sin reconocer si
quiera su existencia! Se dice con verdad que Dickens, —últi
mo rei á quien el mundo de lectores de novelas ha colocado en
su precario trono, — tiene atributos de humanidad que le dis
tinguen de sus predecesores. Se dice que él mira por encima i
mas allá de los espléndidos círculos de la opulencia i de la mo
da, i que reclama el interés i la simpatía del lector para perso
najes que hasta el presente pueden llamarse los parias del mun
do. Pero yo debo repetir que no he presenciado nin
gún nuevo manantial de compasión, ninguna inundación de
los pequeños riachuelos de la benevolencia para con los pobres,
para con los ignorantes, los desamparados, los estraviados en-
— 82 —

tre los alegres i opulentos circuios que justifican el homenaje


que tributan á este nuevo soberano, porque ilumina sus pajinas
con el fervor de una humanidad mas simpática. Permitidme
que diga á los que, —mientras están rodeados del fausto i de las
superfluidades, i protejidos por una guardia de oro contra el
hambre i el frió, i contra todas las privaciones i tentaciones de
la pobreza, — leen ahogados por el sentimiento i con los ojos
inundados de lágrimas, la historia de PequeñoNell; permitidme
les diga, repito, que hai un Pequeño Nell—& la vuelta de
cada esquina,— algún desgraciado niño arrojado sobre las incle
mentes playas del tiempo, sin el amparo de Ja desnaturalizada
madre que lo dio á luz, i vagando durante todos los años de la
infancia i de la niñez, como si estuviese en una borrascosa no
che de temores i sufrimientos; mientras los opulentos i los edu
cados, recostados sobre sofaes tapizados de seda en espléndidos
salones, manifiestan una estéril simpatía por penas que nunca
han sentido. De un estremo á otro de nuestro país, en las
ciudades i en la campaña, grupos i multitudes de inocentes ni
ños,— hijos de la intemperancia i del libertinaje, —son arrojados
por un momento sobre la borrascosa marejada de la vida; pero
no escuchando la voz déla simpatía, no viendo á nadie esten
der una mano piadosa para salvarlos, desaparecen para no sa
lir jamás de los abismos-.
« Como cuando los polluelos de las aves terrestres, en la pri
mavera, abandonan su caliente nido i desplegan sus inespertas
alas, un torbellino del Norte los arrebata de improviso en sus
ráfagas, i furioso los interna en el mar, ¡ desventurada prole !
Sin mas perspectiva que el vacío espacio hacia arriba, i á sus
pies las encrespadas olas, despavoridas retroceden en busca de
su nativo valle, luchando desesperadamente por dominar la
tempestad; esfuerzo vano ! Presas del terror i desfallecidas de
cansancio, ya sienten su palpitante pecho azotado por Jas rudas
olas juna vez mas! luchando por la vida! se levantan con des
garradores gritos, i de nuevo, una tras otra caen, chillan i
mueren» !
— 83 —

Aun asi, perecen por decenas de centenares los inocentes ni


ños á nuestras puertas,—perdidos para todos los goces de la vi
da, perdidos en la mas profunda prostitución del alma, por fal
ta de simpatía humana en los que se titulan cristianos
Tales niños, victimas de peligrosas tentaciones, son en
el sentido moral tan impotentes para resistirlas, cómelas aveci
llas lo son para dominar las borrascosas tormentas i Jas furias
del Océano. ¿ Es tan noble, tan conforme con el ejemplo del
Divino Maestro estasiarse en la contemplación de creaciones
fantásticas de beldad i de pureza, como crear i fomentar esas
virtudes en corazones que de otra manera se pervierten ? Des
cribir la felicidad posible i contentarse con sus hechiceras for
mas ¿es esto sacar á las criaturas de las fauces del remolino
que las arrastra á la destrucción; es esto proporcionar la felici
dad por nuestros esfuerzos á nuestros atribulados semejantes ?
Mirad, amigos mios, por un mentó al rededor vuestro, i ved
loque Dios hace sin la intervención nuestra; mirad luego otra
vez, i ved para qué cosas Dios nos honra pidiéndonos nuestro
concurso. Crear una flor con elementos insensibles; tender
el arco iris á través de los oscuros pliegues déla tormenta que
se desvanece; tachonar los vastos espacios del firmamento con
nuevas constelaciones,— Dios ha dejado estas obras sujetas á
las ciegas leyes mecánicas i orgánicas.—Pero crear el amaran
to de la virtud para un mundo celestial; eclipsar el brillo
del diamante, por el mas intenso fulgor del jénio; pintar como
con llamas vivas un iris de paz i de santa promesa en las ti
nieblas de la desesperación de una vida criminal; educar los
espíritus de los débiles i pecadores, para que puedan brillar
eternamente como estrellas entre la Corte Celestial.—Dios pide
nuestro concurso para estas mas divinas i gloriosas obras; i él
enseña que los niños que han nacido á la luz del mundo son
el objeto mas digno de nuestra solicitud i cuidado. Una gota
del agua bautismal derramada sobre la cabeza de la criatura, de
la santa fuente de la sabiduría i del amor, apagará Jos fuegos
— 84 -

del crimen, mas eficazmente que podrá hacerlo después un


Océano de agua bendita. ¿1 no es tiempo ya de que los que
se llaman discípulos de Cristo rechacen la amarga ironia de su
nombre? ¿No es tiempo deque imiten al Divino Maestro, cu
yo nombre invocan, i como él, abandonen los placeres de la
lujuria i del sensualismo, para recorrer el mundo predicando i
practicando el bien? ¿No es tiempo ya de que busquen á los hi
jos de la desgracia i de la miseria,— con tanta mayor razón,
cuanto mas desgraciados sean,— i los estrechen en sus brazos, i
los bendigan son su instrucción i buen ejemplo? Nunca puede
llegarse al jardín del Paraíso Terrenal, sino por el huerto de
Jetzemani. 1 sin embargo ¿adonde están aquellos que sudan
gotas de sangre por el bien de la especie humana? ¿dónde los
que desprecian los honores i las glorias de las terrestres ambi
ciones, considerándolas como injurias? ¿dónde aquellos, cu
yas almas activas no dan cabida al sueño á la llegada de la no
che; cuyas cabezas no descansan sobre almohadas, aunque es
tén en medio de la magnificencia oriental, i que huellan el ca
mino del deber con paso firme, aunque en el estremo se les pre
sente la fatal cruz ? Si Pedro fuera contemporáneo nuestro
i permaneciera indiferente en medio de la nueva jeneracion, sin
estenderle siquiera una mano protectora, no necesitaría de
otro juramente para sellar su perfidia para con su señor, — la
indiferencia sola vale un perjurio I
Oh ! cuan infinitamente hermoso i divino es para el hombre
cuan santo para Dios; cuan risueño para la contemplación del
pasado en las edades futuras, si en vez de entregar su intelijen-
cia á los ensueños i fantasías del romance, las hijas de la
opulencia i de la ociosidad, se despertasen para las realidades
de la única i verdadera existencia, i buscasen una felicidad im
perecedera, — con la seguridad de encontrarla, —en llevar el sa
ber, la virtud i laalegria álos hijos de la pobreza i de la mise
ria I i Que conduzcan á estos errantes hijos de las tinieblas á la
alegre luz del saber I i Que sacudan las alas de sus espíritus
— 83 —

inmortales, tan entorpecidas ahora por el lodo de la tierra,


que no les permite elevarse hasta las rejiones del Cielo 1 ¡ La
tierra que huellen las plantas de tales ministros anjelicales,
quedará consagrada con su contacto mientras se ocupen en
hacer obras de caridad i de amor; i sus acentos i sonrisas comu
nicarán al ambiente armonías, luz i fragancia. En verdad, no
se puede ofrecer á Dios un culto que le sea mas grato que las
obras de caridad practicadas en favor de la menesterosa niñez .
Pero ¿cómo, os pregunto, esa perniciosa lectura que ha he
cho tanto para separar el sentimiento de la acción, destruir la
unión natural de los impulsos i de los actos benévolos, para di
vorciar la simpatía por la desgracia, del deseo de socorrerla i
aliviarla, — cómo se puede contener este torrente? Respondo
que mucho puede hacerse con sustituir á aquellos otros libros i
estudios que den á conocer mejor la vida i los deberes humanos,
como Dios ha querido que suceda. ¿Ni por la fuerza de la opinión
pública, ni por lei alguna de la Soberana Lejislatura, pueden
esas obras que hoi infestan la sociedad, ser recojidas i apiladas
en una hoguera alejandrina, i aplicándoles una tea encendida,
purificar la tierra de sus pestíferas exhalaciones? No I Esto
debe hacerse, — si se hace alguna vez, según el espresivo len
guaje del Dr. Chalmers,— por el poder espulsivo de una nueva
afección. Solo puede dejar limpios esos canales una mas pura
corriente en el manantial. Para este propósito, no conozco
otro proyecto hasta hoi concebido por la filantropía, que pro
meta ser tan comprensivo ¡eficaz, como el establecimiento de
buenas bibliotecas en todos los distritos escolares, de manera
que cada una esté al alcance de todos los niños del Estado, i á
media hora de distancia unas de otrrs en todas direcciones i so
bre toda la superficie del pais.

NOTA—El dia 3 de Marzo de 1842, la Lejislatura sancionó una resolu


ción ofreciendo una subvención de 15 pesos a cada distrito escolar que
por su parte diera otro tanto, debiendo ambas sumas ser invertidas en la
— 86 —
compra de una pequeña biblioteca escolar. Por resoluciones posteriores
aurne» lando la subvención de aquella, está establecido hasta el presente,
que cuando un distrito tenga mas de dos veces 60 niños, tres voces 60 etc.
puede jirar por tantas veces 15 pesos contra la Tesorería del Estado, como
esta contenido el numero 60 en el total de sus niños en la escuela, á condi
ción de reunir previamente una suma igual. Los pueblos no divididos en
distritos, pueden jirar en la misma proporción. Una gran mayoria de los
distritos del Estado se han aprovechado ya de los privilejios de estas re
soluciones.
APÉNDICE

Catálogo de las obras que la «Comisión Protectora»


propone aliv Comisiones Directivas de Bibliotecas
populures.

Filosofía.

1 Frank—Dictionnaire des sciences philosophiques i


2 Jac'jues—Manual de Filosofía i
3 Capmani—Filosofía de la elocuencia 1
4 Marchena— Lecciones de filosofía i de la elocuencia 2
5 Cousin—De lo verdadero, de lo bello i de lo bueno 1
6 A rens—Derecho natural
7 Legouvé—Histoire raorale des femmes 1
8 Pellelan—Le monde marche i
9 Id. Profesión de foi du 19. <" Siéde 1

(i) Este catálogo comprende por ahora cierto número de obras que á
juicio de la Comisión pueden servir de base á una Biblioteca Popular. En
los números subsiguientes del Boletín, solo se añadirán aquellas obras de
interés que no se encuentren en este. La Comisión se vio obligada, en
vista de las dificultades casi insuperables que se le oponían, á suprimir los
precios de los libros consignados en esta lista, previa autorización del
Ministerio de Instrucción Pública. . .
La Comisión cree mas conveniente remitir á cada Comisión Directiva
de una Biblioteca, los catálogos con precios, que obtenga de las librerías
del país ó del extranjero; para lo cual espera que los señores Libreros,
comprendiendo bien sus intereses, han de tener a bien enviarle sus catálo-
cos en crecido número, dirijiéndolos; «A la Comisión Protectora de las
Bibliotecas populares de la República Arjentina, en Buenos Airep; su oli-
cina en el Colejio Nacional. . .
La Comisión.
— 88 —

10 Jules Simón—La Liberté de Conscience i


11 Id.—La Religión Naturelle 1
12 Id.—Le Devoir i
13 Emerson—Les répresentants de l'humanité 1
ii Id.—Les lois de la vie 1
15 Id.—Essai sur la nature 1
16 Krause—Ideal de la humanidad 1
17 de Gerando—Histoire compares des systemesde philosophie 4
18 Benlliam—Thí-orie des peines et des recompenses 2
19 /I sais—Des compensations dans les destines humaines 3
20 Id.—Applications des compensations i
21 Diigald Slewart— Histoire abrégée des sciences raetaphisiques,
morales et politiques 3
22 Id.—Philosophie des facultes actives et morales de l'homme — 2
23 Frank—Philosophie du droit penal 1
24 Garnier—Morale sociale 1
2o Franklin—(Benjamín) Oeuvres completes, (traducción de Labou-
laye) 4
29 Kenig—La science du Vrai - 1
27 Leveque—La science du Beau 2
28 J. Balines—Filosofía elemental 1
29 Id.—Filosofía fundamental .. 2

Clenclai» I sus aplicaciones á las artes I á las


Industrias.

1 Laboulaye—Diccionario universal de literatura, ciencias, artes,


agricultura i minas 4
2 Id.—Supplément 1
3 Mellado—Enciclopedia moderna—Diccionario universal de litera
tura, ciencias, artes, agricultura, industria i comercio 40
4 Bouillet—Dictionnairc des sciences des lettres et des arts 1
5 Beleze—Dictionnaire de la vie pratique a la ville et á la compag-
ne i
6 Quinko—Curio de agricultura práctica 2
7 Callantes i Agustín Alfaro—Diccionario de agricultura práctica i
de economía rural 7
8 Maison Rustique—du 19. ° siécle 5
9 Reinoso—Ensayo sobre el cultivo de la caña da_azücar 1
- 89 -

10 Sant—Guia de labradores, jardineros i arbolistas . . . .' 2


11 Quinko—lá. ídem 2
12 Toussaint de Sens—Manual completo de arquitectura 3
13 Fontenay—Manual practico de las construcciones rústicas i
14 Manual del fabricante de licores i
lo Chavarri—Manual de física aplicada á la agricultura iá la indus
tria 1
16 Valdez—Manual del Injeniero i
17 Colmtiro—Manual completo de jardinería 3
18 Malo de Molina—Manual del minero español 1
19 Celnard—Manual del perfumista i
20 El maquinista práctico 2
21 Tratado de maquinaria teórico i práctico i
22 Montoya—Tratado teórico i práctico de metalnrjia 1
23 Roura—Tratado sobre los vinos i
24 Vínolo de los propietarios i
25 Colmeiro—Curso completo de botánica 3
26 Blanco i Fernandez—Id. Ídem 2
27 Clievalier—Diccionario de las alteraciones i falsificaciones de las
sustancias alimenticias, medicamentosas i comerciales, con la
indicación de los medios de reconocerlas 2
28 Nicolás Casas—Diccionario de medicina veterinaria práctica. ... 2
29 Salacrouz—Elementos de Historia Natural 5
30 Formulario universal de Veterinaria 1
31 Manían—Hijiene del alma 4
32 Id.—Id. doméstica i
33 Id.—Id. industrial 1
34 Id.—Id. del matrimonio 1
35 Id .—Id. privada i
36 Id.—Id. pública 1
37 Id.—Manual de medicina legal t
38 Or/í/a—Medicina legal 4
39 Liebig—Química orgánica . i
40 Reliará—Tratado elemental de fislolojia humana 1
41 Los tres reinos de la naturaleza 9
42 Figuitr—Los grandes inventos ., |
43 Id.—Cuadro del progreso de las ciencias i de la industria 2
44 Biblioteca de la» maravillas—Maravillas celestes i
45 Id.—Maravillas del arte naval i
46 Id.— Id. de la arquitectura i
— 90 -
47 Id.—Volcanes i terremotos 1
48 Id. —Metamorfosis de los insectos 1
49 Id. — Ascensiones célebres i
50 Id.—Monstruos marinos i
51 Id. —Ventisqueros 1
52 Jacob—Tratado elemental de Química esperimental i aplicada.. 2
53 Diccionario de Historia natural de Rosa i Bourel 1
54 Id. de ciencias, artos é industria id i
55 Figuier—La terre avant le déluge i
56 Id.—La terre et les mers
57 Id.—Historie des plantes
58 Id.—Zoophites et mollnsques
59 Id . —Les insectes
60 Id.— Les poissons, les reptiles et les oiseaux
61 Id.—Les mammiféres
62 Id.—El hombre primitivo
63 Id. —Le savant du foyer
64 Frédol—Le monde de la mer
65 Guillemin—Le Ciel
66 Id.—Phenomenes de la Phisique 2
67 Pouchel—L'Univers 1
68 Redw—La Terre, l'Océan 2
69 Simonin—La vie souterraine 1
70 Buffon—Obras completas 6
71 Lacépéde—Suite de Buffon 2
72 Humboldt—Cosmos 4
73 Id.—Tableaux de la nature 1
74 Black—Manifesté du magnétisme du globe et de l'humanité, ou
ré»umé succinct du magnétisme terrestre et de son influence
sur les destinées humaines t
75 Ctíw'er—Histoire des progrés des sciences naturelles 2
76 Id. —Le regne animal distribué d'aprés son organisation 3
77 Le Hon —Periodicité des grandes déluges 1
78 Vander Broeck—Hygiéne des mineurs et des ouvriers, husines
métalurgiques ele i
79 Burat—Géologie appliquée, ou traite du gisement et de l'exploi-
tation des mineraux útiles 2
80 Syell—Eléments de géologie, ou changements anciennes de la
terre et de ses habitants 2
81 Humboldt—Essai geognostique sur le gisement des roches dans
les deux hémisferes 1
- 91 -
82 Damas—Traite de chimie appliquée aux arts 8
Id.—Altas 2
83 I'ekuze et Frémy—Tratado de Química jeneral 7
84 Girardin—Legons de chimie élémentaire appliqnée aux arts... . 2
85 Payen—Chimie appliquée aux arts industriéis 3
86 DH Breuil— Cours élémentaire théorique et pratique d'arboricul-
ture %
87 G'u-ardin et du Bretiil—Coms élémentaire d'agriculture 2
88 Mwogues, MirM, Thunj, Payen, ele.—Cours complete d'agricul-
liir« 20
89 Priva l, Desclmnel et Focillen—Dictionnaire general des sciences
théoriques et appliquées <¿
90 Berbey—La médecine de tout le monde. Premiers soins á don-
ner aux maladies dans les cas urgents 1
91 Dictionnaire de commerce et navigation 2
92 Id. des malhematiques appliquées i
93 De$ctiret—Medicina de las pasiones i
9i Buckan—Medicina doméstica i
9o Rei-eil—Museo europeo de pintura i escultura ü
96 Courcelle Seneuil—Elementos de teneduría de libros i conta
bilidad i
97 Almacén de las señoritas por madama Serrano de Wilson 1
98 Almacén de los niños por ir.adama Leprince de Beaumont i
99 Id. de artes i ciencias por Bustamante i
100 Pin i Camin—El arquitecto práctico i
101 C. Brewer—Manual para el conocimiento de los fenómenos co
munes de la naturaleza .... i
102 Rnsignon—Manual de aceites i jabones i
103 Manual del agrimensor 1
104 Id. de agrolojia 1
105 Id. de albañileria 1
106 Id. de astronomía popular {
107 Id. de barnices I
108 Id. del carpintero de muebles i edificios 1
109 Id. del cultivo del algodón, su fabricación, etc 1
HO Id. del cultivo del café, cacao, vainilla i tabaco i
111 Id. del cultivo de la caña de azúcar i
112 Id. del destilador, licorista i perfumista 1
113 Id. del fabricante de velas 1
114 Id. del florista artificial 1
— 92 —
115 Id. de fotografía 1
116 Id. do lechería, etc 1
117 Id. de mecánica industrial
118 Id. del pintor teórico-practico
119 Id. de Química divertida
120 Id. del relojero
121 Id. del sastre
122 Id. de telegrafía eléctrica
123 Id. del tornero
124 Id. del estucador i pintor de edificios 1
125 Id. deldibujante 1
126 Id. de perspectiva 1
127 Id. deülotécnica 1
128 Id. del curtidor, etc 1

Derecho—Ciencia Política—Economía social I


política.

1 Garnitr Pagés—Dictionnaire poli ti que 1


2 Coquttin—Dictionaiie d'Economie politique 2
3 tíantham—Tratado de Lejislacion Civil i penal 8
4 Mac Culloch -Principes d'Economie politique 2
5 StwartMill— Id. id. id 2
6 linsii—Cours d'Economie politique
7 Secaría—De los delitos i las penas
8 Moreaux de Jonnés—Eléinents d'Statistique
9 Bastíat—Sofismas económicos
10 Id.—Armonías id
11 Síwart Mill—Lí Liberté
12 Id.—El gobierno representativo
13 Baudrillart—Manuel d'Economie politique
14 Id.—Des rapports de la morale et de l'economie politique
15 Id.—De la Democratie et l'Economie politique
16 Courcelle Seneuil—Tratado teórico i practico de Economía po
lítica 2
17 Id.—Etude sur la Science Sociale 1
18 Colmeiro— Economía política i
19 Laitarria—Elementos de derecho político constitucional i
90 Whtaton—Derecho de jcntcs I
- 93 -
21 Labottlaye—Estudios sobre la Constitución de los Estados Uni
dos
22 Id.—Le partí liberal
23 Id.—La Liberté réligieuse
24 Id.—L'Etat et ses limites
25 Tocqtteville—La democracia en América
26 J. Simón—Le travail
27 Id.—L'ouvrier
28 Id.—L'enfant
29 Id.—La liberté politique
30 Id.—La liberté civile :
31 E. Pclletan—Les droits de l'homme
32 Id.—Lafamille—la mere, le pére et l'enfant 3
34 Morin—Orígenes de la democratie 1
33 Montesquitu—Espíritu de las leyes 5
36 Alberdi—Organización de la Confederación Arjentina 2
37 Grinke—De la naturaleza i tendencias de Us instituciones libres. 2
38 Escriche—Diccionario razonado de lejislacion i jurisprudencia.. 1
39 El Federalista 1
40 Story—El poder judicial 1
41 Id.—Breve esposicion de la Constitución de los Estados Unidos.. 1
42 Kení—Del Gobierno i Jurisprudencia Constitucional de los Es
tados Unidos 1
43 F. González—Curso de derecho constitucional 2

Histeria.

1 Pouillel—Dictionnaire d'histoire et de géographie 1


2 Id.—Atlas universel d'histoire et géographie 1
3 Le Sage—(Comte de Las Cases) Atlas historique, chronologique,
genéalogique et geographique 1
4 Marligny—Dictionnaire des antiquites chrétiennes 1
• 5 Rieht—Dictionaire des antiquites grécques et romaines 1
6 Vaperean—Dictionaire des contemporains 1
7 Diccionario biográfico universal 1!)
8 César Cantú—Historia nniversal (que incluye la de 100 años) .... 10
9. Wathington Irving—Vida i viajes de Cristóbal Colon
10 Id.—Viajes i descubrimientos de los compañeros de Cristóbal
Colon ..,,.....,,,,
— 94 —

11 Robcrlson—Historia de América 4
12 Id.—Historia del reinado de Carlos V 4
13 Prescoll—Hiotoria de los Reyes Católicos 1
14 Id.—Historia del reinado de Felipe II 5
la Prescolt—Historia déla conquista de Méjico 3
16 Id.—ídem ídem del Perú 2
17 Funes—Ensayo de la historia civil de Buenos Aires, Tucuman i
Paraguay 2
18 Domínguez— Historia Arjentina I
19 B. Mitre.—Historia de Belgrano 2
20 Jeneral Paz—Memorias Postumas 2
21 C. Calvo—Anales históricos déla revolueion de la América Latina 6
22 Buckley— Historia de la civilización en España 1
23 Solis—Historia de la conquista de Méjico 2
24 Cnntle—Historia de la dominación de los Arahes en España 3
2o Lafucnle—Historia jeneral de Españo • 1S
26 ¡riarle—Glorias Arjentinas 1
27 Sarmiento—Vida de Lincoln 1
28 Guizot —Vida de Washington 1
29 Miynet—ídem de Franklin I
30 Gibbon—Decadencia i ruina del Imperio Romano 5
31 Quintana—Vidas de españoles célebres 1
32 Guizot—Historia de la civilización Europea 6
33 Historia jeneral de Francia, que comprende lo siguiente : Histo
ria de Francia por Lavallée—Historia de la revolución france
sa por A. Thiers—Id. del consulado i del imperio por id.— His
toria de la Restauración por A. de Lamartine—Historia de la
segunda Restauración hasta 1830 por A. Vaulabelle—Historia
do 10 años por Luis Blanc—ídem de 8 años (1840 á 48^ por
E. Raynault—Resumen histórico de los 7 años (1848 á 54,1 4
34 Lamartine—Historia de los jirondinos.
33 Id.—ídem de la Restauración
36 Id.—ídem de la Turquía
37 Mntley—La revolution des Pays li.is au 10. "> siécle 4
38 Buckley—Histoire de la civilisation en A.ng! ¡Ierre 5
39 Enciclopedia anual de los Estados Unidos 20
40 Bilbao—Historia de Rosas 1
41 Barros Arana—Historia jeneral de Chile
42 J.M. Estrada—Los Comuneros del Paraguay 1
43 Muías—Descripción histórica del Paraguay 1
— 95 -
44 Thompson—La guerra del Paraguay 1
4o Masterman—Siete años de aventuras en el Paraguay. ........... 1
46 \rsara—Historia del Paraguay 4
47 Figuier—Yies des Savants ¡Ilustres depuis l'antiquité jusquí au
19.a" Siecl 2
48 Spencer—Historia de los Estados Unidos , 3
49 Quakenbos—Historia de los Estados Unidos i
50 L'aboulaye—ídem Ídem Ídem 3
51 W. Irvifig—Historia de la conquista de Granada. .' 1
52 Rosa—Origines de la civllisation en Europe 2
53 With (Cornelis de)—Thomas Jefferson—Eludes historiques sur
la democralie américaine i
54 Id.— Hisloire de Washington el de la fondation de la république
des Stals Unís I
55 Maury—La Ierre el l'homme, ou apergu hislorique de géologie,
de gcographie el d'iithnologie generales, pour servir d'inlroduc-
lion a l'hisíoire universelle
56 Duruy—Historia anligua
57 Id.—ídem Griega
58 Id.—ídem Romana
59 Id.—Idein de la edad media
60 Id.—ídem moderna
61 Hume— Historia de Inglaterra
62 Figuier—El hombre primitivo 1
63 Tico— Oeuvres choisies • 2
64 Gay— Historia i jeograüa de Chile

Jcojsrrufla—Vlnjes.

1 Martin de Moussy— Descripssion geographique el Statis que de la


République Argenline (avec 1' Atlas) 4
2 Corlamber t—Atlas complet de 84 caries 1
3 Maltebrun— Jeogralia Universal 6
4 Cosson— Curso de jeografia i
5 Sarmiento—Viajes por Europa, África i América 1
6 Coni—Mapa de la Repüblica Arjenlina
7 Colección de mapas grandes i globos
8 Alarcon—De Madrid á Ñapóles 1
9 Cuesta —Nuevo viajero universal 5
— 96 —

10 Viaje univeasal en América i


11 Viajeros antiguos i modernos 2
12 A rago—Recuerdos de un ciego—Viaje al rededor del mundo 1
13 Vuelta al mundo—(Ed Charton) 6
14 Biard —Deux. ans au Brésil 1
15 Burlón—Voyage aux grainds lacs de l'Afrique oriéntale 1
16 Dufferin (lord)—Lettres écrites des regions polaires 1
17 Livingslon—Explorations dans l'interior de l'Afrique Céntrale. 1
18 Id.—Explorations du Zambeze et de ses afluentes
19 Millón etCheadle .-Voyage del' Atlantique au Pacifique
20 Palgravt—Une anee de voyage dan l'Arabie Céntrale
21 Speke—Journal de la decouverte des sources du Nil
22 Vambery—Voyage d'un faux derviche dansl'Asie Céntrale
23 Pfeiffer—Voyage d'une femme autour du monde
24 Id.—Un second voyage autour du monde
25 Lannoye—L'Inde contemporaine
26 Id. —Le Niger et les explorateurs de l'Afrique Céntrale 1
27 Julien de la Graviere—Voyage en Chine pandant les années 1847.,
48, 49 et 50 2
28 Dargattd—Voyage aux Alpes 1
29 Aboul—La Crece contemporaine 1
30 Deville—Escursions dans l'Inde 1
31 Enaitlt—Constantinople ella Turquie i
32 Mas—LaChlneetles puissances chrétiennes 1
33 Heine—Voyage autour du monde—Le Japón 1
34 Solly Koff—Voyage dans l'Inde 1
35 Id.—Voyage en Perse 1
36 Tatué—Voyage en Italie 2
37 Id.—Voyage aux Pyrénées
38 Tremaux—Voyage en Egypte et en Ethiopie , 1
39 Id.—Voyage au Soudan 1
40 Asselin—Journal de Voyage d'un Touriste dans le rnidi de la
France et en Italie 1
41 Joanne—Itineraire historique et descriptif de rAllemagne.... 2
42 Les bords du Rhin ¡Ilustres t
43 Du Pays—Itineraire descriptif, uistorique et industriel de la Bel-
gique 1
44 Id.— Itineraire descriptif, historique, artistique de la Hollande i
45 Germond de Lavigne—Itineraire, descritif, historique et artisti
que de l'Espagne et du Portugal i
— 97 —
46 Du Pctys— Itineraire deseriptif, historique ct artistique de l'Ita-
lieetdela Sicile 2
47 Joanne— Itineraire deseriptif et historique déla Suisse 1
48 Baslin—La Russie: Cuide des voyageurs dans l'empire russe avec
notices historiques, statistiques, litteraires, etc i
49 Jonnne et Isambert—Itinerüire deseriptif, liistorique et archeolo-
jique de l'Orient, contenant Malte, la Crece, la Turquie d'Eu-
rope, la Turquie d'Asie, la Syrie, la Palestine, l'Egypte, l'Ara-
IjiePetrée et le Sinai i
50 Jtilin Verne—Los ingleses en el polo Norte i el desierto de hielo. i
51 Id.— Vidje al centro de la tierra
32 Id.— Cinco semanas en globo
5;t Id. — Los hijos del capitán Grant—Viaje al rededor del mundo...
54 Id.—Da la Tierra ala Luna
íiü Id. —Veinte mil leguas de viaje submarino
56 Id. —Viaje al rededor de la Luna
57 Viaje pintoresco al rededor del mundo, a las dos Américas Asia i
África de M. Mr. Uumont d'Urville, A. d'Orbigny et Eyries 6
58 Lamartine—Voyage en Orient 2
59 Ofhoa—París, Londres y Madrid i
60 Chateaubriand— Itinerario de París a Jerusalen i
61 ílayne Reíd—Viajes i
62 A ¡phonse Esquifas—Itineraire deseriptif et historique de la Grand
Brelagne et de l'Irlande

Literatura.

1 Diccionario enciclopédico de la lengua castellana 2


2 Dominyuez—Diccionario Nacional 2
3 Id.—Diccionario universal francés español ¡español francés.. .. 2
4 Salva— Diccionario español francés i francés español i
5 \relasr¡ues de la Cadena—Diccionario español inglés é inglés espa
ñol i
6 Uonlau—Diccionario etlmolójico de la lengua castellana 1
7 Real Academia—Gramática de la lengua castellana i
8 AndresBello— ídem Ídem 2
9 Bescherelle ainé—Dictionaire national de la lengue francaise 6
10JDictionnaire¡de la conversation H
11 Valbuenx —Diccionario latino'español i
7
— 98 —

12 Tesoro de prosadores españoles 2


13 Id. de novelistas idem 3
14 Id. del Parnaso Español 1
15 Id. de los poemas españoles •••• 1
16 Id. de los romanceros i cancioneros 1
17 Id. del teatro español 5
18 (ii-h'i,! —Apantes para una biblioteca 2
19 Cervantes—Obras completas 4
JO Le Sagt—Gil Blas de Santillana
21 Alemán—Guzman de Alfarache
22 Cormenin—Libro de los oradores
23 Zarate—Manual de Literatura
24 Bretón de los Herreros—Obras escojidas
25 Campoamor—Obras poéticas
26 Chateaubriand—Obras completas 12
27 Espronceda—Obras poéticas I
28 Larra (Fígaro)—Obras completas 2
29 Gil de Zarate—Obras dramáticas ,.. i
30 Hartzenbusch—Obras escojidas 1
31 Martínez de la Rosa—Poesías varias i
32 Id.—Obras dramáticas 1
33 Jovellanos—Obras completas 8
34 Eguilaz—Obras dramáticas 1
35 Zorrilla—Obras completas 3
36 Quevcdo—Obras selectas 1
37 Mendoza—Vida del Lazarillo de Tormes , 1
38 Ticknor—Historia de la literatura española 4
39 Selgas—Primavera i estio 1
40 Shlegel—Historia de la literatura antigua i moderna 2
41 Home're—Traduction de Giquet 1
42 Eschyle—ídem de Pierron 1
43 Euripide—ídem Pessonneaura i
44 Aristlwphne—OEuvres completes 1
45 Plutarco— Sus obras morales 5
46 Virjilio—Obras completas, trad. de Ochoa i
47 Horacio— Obras completas 1
48 Quintilien—OEuvres completes 3
49 Cicero»—Obras completas 18
50 Dante—La divina comedia i
51 Tasso—La Jerusalenlibertada. ....
— 99 —
52 A riosto—Orlando el furioso t
53 Silvio Pellico— Mis prisiones i
54 Klopstock—La Mesiade 1
53 Glwethe—OEuvres completes 14
56 Schiller— ídem 6
57 Shakespeare—OEuvres completes, trad. de Montegut, in 8° 3
58 a Cuentos in 4 ° 1
59 Goldsmith—Sus obras
60 Slerne—Tristoom Jhcondy, suivi du voyage sentimental en fran
cés 2
' 61 H. Tatué—Ilistoire de la litterature anglaise 5
62 Byron—Ouvres completes 4
63 Ossian—Poémes gaeliques 1
64 Fierre et Thomas Corneille 2
65 Moliere—Ouvres completes 3
66 Pascal—Cartas provinciales 1
67 Racine—Theatre complet 1
68 La Fontaine—Pables
69 Boileau—OEuvres poétiques
70 Rabelais—OEuvres
71 Lettres Echoisies de M. de Sevigné
72 Fénelon—Dialogues sur l'éloquence
73 « Aventuras de Telémaco
74 Bernardin de Saint Fierre—Pablo i Virginia
75 M. de Stael—Corinne ou l'Italie
76 « —De l'Alleraagne
77 V. Hugo—Ouvres completes, id. illustrée
78 Lamartine—Méditations, Harmonios, Jocelyn, lecture pour tous. 8
79 Michelet—La femine—La raer— L'amour—L'insecte—L'oiseau.. 8
80 Bibliolteque des Chemins de Fer (Hachette) 150 volúmenes des
meilleurs romanciers frangais á 2 f. le volume broché, et 1 f.
et 50 centimes
81 Editions populaires á 1 f. le volume (Hachette)—86 voluraes de
romans des meilleurs autéurs frangais contemporains: romans,
voyages, oeuvres diverses.
82 Bibliotheque des meilleurs romans étrangeres — Traductions
frangaiáes—1 f. le volume=178 volumes: auteurs: Dickens,
Disraeli, Bulwer, Lyttón, Beecher Stowe, Ainsworth, miss
Braddon, Freytag, Gaskell (miss), Gertstoeeker, Hackloender,
lUuií, Hawthorne, Kingsley, Mathews, Mayne Reíd, Pouch-
kine, Thackeray, Tourguéneff, Zschokke, etc., etc.
— 100 —

83 Waller Scutt—Sus novelas traducidas al castellano por Mora.


81 Cooper— « « «
8o Víctor Huyo— Los Miserables —Ntra. Sra. de Paris.
86 Fernandez i González—Sus novelas.
87 Caslelar—Dama de la Caridad—Ernesto—Discursos.
88 Madama Cottin—Matilde ó historia de las Cruzadas
89 Crímenes célebres
90 Dramas judiciales •
91 P. Eicrich— Sus novelas
92 Sue—Matilde, Hijos del pueblo, Misterios de París, etc
93 F. Soulié—Memorias del Diablo, etc
94 Mil i una noches i
95 Almacén de los niños
96 Almacén de las señoritas
97 Almacén de la Juventud
98 Alarcon— Sus novelas
99 I'in-r/u'iniii—Juanito, obra elemental de educación, aumentada
por Moigne
100 A. Dumas—Sus novelas
101 Nombela—Sus novelas .'....
102 Obras de Fernán Caballero
103 Saint- Jain~Horas serias (las) de un joven
104 « —Horas serias (las) de una joven
105 Saint-Btuve—Galería de mujeres célebres 1
106 Ducrau-Dumesnil—Las tardes de la Granja 1
107 Mme.deGenlis—Veladas de la quinta i
108 J. Mármol—Amalia
109 Echevarría—Obras, edición de J. M. Gutiérrez
110 Colección de las causas mas célebres 21
111 Boiiilly—Cuentos a mi hijo 1
112 Cuentos del canónigo Schmid 2
113 Lamartine—Curso de literatura 4
114 Defoe—Robinson Crusoe , 4
lio Vicente F. López—La novia del hereje 1
116 Manuel Bilbao—Sus novelas 1
117 Revista de Buenos Aires 24
118 Revista Arjenlina 12
119 Jorge Isaacs—Maria i
120 Goldsmifh— Sus novelas
121 Bulwer—Sus novelas
— 101 —
122 Blest Gana— Sus novelas.
123 Magariños Cervantes—Celiar.

Educación.

1 Barran—Influencia de la familia en la educación i


2 Aime Martin—Educación de las madres de familia i
3 Kuhn—Pedagogía 3
4 J. Simón—L'école i
5 Cousm—Mémoire sur l'instruction secondaire en Prusse 1
6 Saint-Mare Girardin--D..l'instruction intermédiaire et de son
état dans le midi de l'Alemagne 2
7 Kecker de Saussur (ílad.)—Education progresivo 2
8 J. J. Rousseau—Emilio ó la educación i
9 Dupanloup—De l'edncation 3
10 « De la haute education intellectuelle 3
11 Baudouin—La educación en Alemania i
12 Marc Antoine Julten—Esposicion del sistema de educación de
Pestalozzi i
13 J. P. Wickertham—Economía de Escuelas 1
14 Pedro Quiroga—Lejislacion i Jurisprudencia de la Educación
Común 1
13 Sarmiento—Las Escuelas, Lase de la prosperidad i de la Repú
blica i
16 Legouvé—Les peres et les enfants au XIX siécle 2
17 Obras escojidas de Horacio Mann
18 Girará—La enseñanza de la lengua materna 1

Bel Ij Ion.
1 .sv ;.i «/<• San Miguel—La Sagrada Biblia 6
2 Wiseman—Discursos sobre las relaciones que existen entre la
ciencia i la relijion revelada 2
3 Wallon—Vida de Jesu-Cristo 1
4 Nicolás—Estudios filosóficos sobre el cristianismo 3
5 Beauregard—Historia de la vida de N. S. Jesu-Cristo 1
6 P. Escrich—El mártir del Gólgota 5
7 Ochoa—Tesoro de escritores místicos españoles i
8 Luiíde Granada—Obras 2
9 Santa Teresa de Jesut—Obras escojidas 1
10 Bouuet—Sermones selectos 1
— 102 —
11 Ravignac—Sermones, conferencias 1
12 Ventura de Raúlica—La razón filosófica i la razón católica..... 1
13 Tomas de Kempis—Imitación de Jesu-Cristo 1
14 Lacordaire—Sermones predicados en nuestra señora de París.. 2
15 Taureí—Colección de obras selectas del clero contemporáneo
del Perú 2
16 San Agustín—Confesiones 1
17 « « —La Cité de Dieu 1
18 Wiseman—Fabiola ó la Iglesia de las Catacumbas 2
19 Nourrisson—Les peres de l'église latine 2
20 Dupanloup (Mgr.)—Méthode genérale de catéchisme 1
21 « —L'attéisme et le péril social 1
22 « —La Chanté Chrétienne et sesceuvres 1
23 « —Vie de Jesus-Christ 1
21 « —Chefs d'ouvre oratoires de Fléchier, Bourdaloue
et Massillon 2
25 Mazo—Historia de la relijion 1
26 Gaume—Historia de la Sociedad doméstica i

Estatutos de la Biblioteca Popular


del Club-Casino de Catamarca. (i)

CAPITULO I.
DE LA SOCIEDAD.
Art. 1 ° El Club Casino de Catamarca establece una Aso
ciación que tiene por objeto la creación, fomento i sosteni
miento de una Biblioteca Popular.
Art. 2° Son miembros de la Sociedad: 1°— Los del

(1) Apesarde ser fundada esta Biblioteca por un Club-Social, el pue


blo tiene en ella todas las ventajas que pueden prometerse de una Biblio
teca popular, como se verá en estos Estatutos.
— Í03 —

Club-Casino.—2 ° Las demás personas de ambos sexos que se


inscriban en su registro, pagando una pensión de dos pesos en
libros ó dinero.
Art. 3 ° Son Socios Honorarios los miembros de las So
ciedades Auxiliares de esta Biblioteca que se establezcan, los
Corresponsales i demás personas que prestasen oficiosamente
su cooperación, cualquiera que sea el punto donde residan.
Art. 4° Los Socios de esta Institución, que no lo sean del
Casino ú Honorarios, pagarán por trimestres anticipados, una
cuota mensual de dos reales.
Art. 5° Los Socios residentes en Catamarca prestarán
gratis los servicios que les fuesen encomendados por la Socie
dad, en beneficio de la misma.
Art. 6 ° La lectura de los libros de la Biblioteca en sus
Salones será gratis para cualquiera del pueblo, i á domicilio,
por la cuota de dos reales que se pagarán anticipados por cada
ocho dias que se retenga el libro.
Art. 7° Los Socios, los Periodistas i los Preceptores ó
Directores de establecimientos de educación pública, estarán
exentos de este gravamen ; pero cualquiera persona que retu
viese un libro por mas tiempo de aquel porque puede llevarlo,
pagará un real por cada día de su retension indebida.
Art. 8° La Sociedad fijará el Presupuesto de gastos, por
separado, en la misma forma establecida para el Casino.
Art. 9° El Socio que no satisfaga la pensión ordinaria
que establece el artículo 4° , pierde de hecho los privilegios i
derechos que se le acuerdan por estos Estatutos; pero será
nuevamente admitido, asi que abone las pensiones atrasadas
en una sola entrega.

CAPITULO II.
DEL DIRECTORIO i sus EMPLEADOS.
Art. 10. El Directorio del Club-Casino lo será á la vez de
la Biblioteca, pero sus fondos i existencias, lo mismo que su
contabilidad, se administrarán i llevarán por separado.
— 104 —

Art. 11. Para la convocación de las Asambleas Generales,


su Presidencia, el orden en sus discusiones, memoria del Di
rectorio saliente, cuadro general del año transcurrido é indica
ción de las mejoras de que sea suceptible la Institución ; los
defectos i faltas que, á su juicio, sea necesario reparar, entre
ga del archivo i de los fondos en caja, conocimiento i esplica-
ciones sobre los asuntos pendientes, recaudación de las rentas
i su contabilidad, nombramiento i remoción del Bibliotecario
i demás empleados subalternos, como igualmente la vijilancia
en el cumplimiento de sus deberes; decretos de pago de suel
dos, alquiler de casa, compra de útiles i demás gastos autoriza
dos por su respectivo presupuesto; reforma de estos Estatutos
i la inlransmisibilidaddel título i de los derechos de Socio, se
estará á lo establecido sobre el particular por los del Gasino.
Art. 12. Toda clase de personas pueden concurrir á las
lecturas i discursos públicos, científicos ó literarios que tu
vieren lugar en los salones de la Biblioteca, establecidas por
el Directorio ó por algunos Socios con acuerdo del mismo,
siempre que guarden el orden i compcrtacion requeridos.
Art. 13. El Directorio hará repartir gratis un catálogo &nual
de las obras que contenga la Biblioteca.
Art. 14. Estará á cargo del Secretario del Gasino el archivo
de esta Sociedad, i redactará las actas i acuerdos de la referen
cia, tanto de la Asamblea General, como del Directorio, lo
mismo que la correspondencia oficial, órdenes i demás dispo
siciones que autorizará con su firma. — Los simples avisos,
invitaciones, etc., podrán ser suscritos tan solo por este; ó
por el Bibliotecario en su caso.

CAPITULO III.
DEL BIBLIOTECARIO i DEMÁS EMPLEADOS SUBALTERNOS.
Art. 15. La Biblioteca estará inmediatamente servida por
un Bibliotecario, un portero i demás empleados subalterno
— 105 —

que acuerde el Directorio, i sus sueldos serán fijados por el


respectivo presupuesto.
Art. 16. El Bibliotecario no podrá entregar obra ni publi
cación alguna, para ser llevada á domicilio, sino á persona
conocida ó que le. dé suficiente garantía, i será responsable de
todo cuanto se estravie, destruya ó deteriore por su culpa ó
falta de cumplimiento en el desempeño de los deberes que le
imponen estos Estatutos.
Art. 17. Mantendrá constantemente en buen orden los li
bros i demás publicaciones ú objetos que contengan los estan
tes de la Biblioteca ; cuidando de no cambiar su colocación,
segan el orden numérico ó alfabético, con que estén señala
dos en los índices ó catálogos respectivos.
Art. 18. Los de cada estante los tendrá colocados en lugar
visible, de modo que los concurrentes puedan examinarlos con
facilidad.
Art. 19. Los concurrentes á la Biblioteca serán atendidos
con la mayor exactitud i cortesanía posibles.
Art. 20. El Bibliotecario pondrá mensualmente para su in
greso en Tesorería á disposición del Directorio, con la cuenta
respectiva, los fondos que haya colectado por ocupación de li
bros á domicilio, i pago de los estraviados, destruidos ó dete
riorados, etc.
Art. 21. Está asi mismo obligado á llevar los libros nece
sarios para formar los Catálogos de entradas i salidas de los
libros : de las cuotas que por su uso indebido, pérdida, des
trucción ó deterioro se abonasen ; i á mas los que el Directo
rio dispusiese para el mejor servicio del establecimiento, bajo
el sistema que este le prescriba.
Art. 22. Semestralmente presentará al Directorio un esta
do circunstanciado del movimiento estadístico de la Biblio
teca, i cuantas •veces le sea pedido.
Art. 23. Los empleados subalternos de la Biblioteca esta-
— 106 —

rán á las inmediatas órdenes del Bibliotecario, i este á las del


Presidente.
Art. 24. A mas de las obligaciones, que les imponen los
Estatutos, cumplirán las que en servicio del Establecimiento
prescribiese, ya sea la Asamblea General, ó el Directorio en
uso de sus atribuciones, i demás funciones propias de su
cargo.

CAPITULO IV.
DISPOSICIONES REGLAMENTARIAS.

Art. 23. La Biblioteca estará abierta al público por todo el


año, cuatro horas en el día, i tres en la noche. Dichas horas
serán distribuidas á juicio del Directorio, según la estación.
Art. 26. Para el uso de los que concurran á la Biblioteca,
habrá en ella todos los útiles necesarios á su objeto, los que
se les proporcionarán gratis.
Art. 27. La persona que solicite llevar libros á domicilio,
dejará al Bibliotecario un recibo, en que esprese el titulo i
tomo de la obra ; su estado de uso, el tiempo que haya de ocu
parlo, i su importe fijado en el catálogo de la Biblioteca, abo
nando al mismo tiempo la cuota establecida para cada ocho
dias, aun en el caso de que el libro se sacase por menos tiempo;
pero no podrán franquearse ni retenerse por mas de un mes.
Art. 28. Toda persona que lleve un libro á domicilio esta
rá obligada á responder de su valor fijado en el catálogo ó re
cibo antes mencionados, por el mero hecho de no devolverlo en
buen estado de conservación, por su estravio ó destrucción ;
quedando mediante dicho pago, dueño de la obra.
Art. 29. Los libros, folletos, mapas, periódicos, cuadros i
cualquiera otra publicación, que pertenezca á Ja Biblioteca,
llevará el sello del Establecimiento.
— 107 —

Art. 30. No es permitido tomar, ni entregar libro ú otro


objeto, sino por medio del Bibliotecario.
Art. 31. También se prohibe rayar ó doblar sus hojas, co
mo señal -. esto debe hacerse por medio de cintas ú otros ob
jetos análogos.
Art. 32. No se podrá leer en alta voz, siempre que hubiese
mas de un concurrente, si no es que asi lo convinieren todos
ellos ; ni conversar, discutir ó conferenciar de modo que se
interrumpa el silencio conveniente á la lectura.
Art. 33. Los concurrentes deben subordinación al Biblio
tecario, en todo lo concerniente al buen régimen del Estable
cimiento.
Art. 34. Todos los Socios procurarán en lo posible, obte
ner donaciones de libros i demás publicaciones útiles para la
Biblioteca ; debiendo ser desde luego invitados tanto estos,
como las demás personas, á presentar una obra para enri
quecerla.
Art. 35. I último— Siendo la Biblioteca especialmente des
tinada á la difusión de la instrucción en las clases proletarias
de nuestra sociedad, sus libros i folletos deberán pasar, bajo
formal inventario, al principal establecimiento de enseñanza
existente en la época, en que aquella institución desaparecie
se ; con calidad de ser oportunamente devueltos á la primera
Biblioteca Popular, que volviese á establecerse en esta Ciudad.

Estatuto de la Sociedad Protectora


«le la Biblioteca Pública de Chivil-
eoy. (i).
Art. 1 ° Se constituye una sociedad con el objeto de ayu
dar por todos los medios posibles el fomento i mantenimiento
de la Biblioteca Popular de Chivilcoy.

(i) Estos Eslatatos han sido en su mayor parte, copiados de las Bases
déla «Sociedad Auxiliar da la Biblioteca de San Juan.»
— 108 —

Art. 2° Son miembros de esta asociación las personas ins


criptas en el acta de su fundación, i todas las demás que, in
vitadas al efecto, se presten á ingresar en ella.
Art. 3 ° Todos los socios quedan obligados al cumplimien
to de las disposiciones generales ó parciales que adoptare la
asociación, siempre que ellas no se separen del objeto único de
su formación.
Art. 4 ° Los recursos de la sociedad serán :
1 ° Las donaciones en libros ó dinero que los socios ú
otras personas que no lo sean, hicieran en obse
quio déla Biblioteca.
2° Las mensualidades que cada uno de los socios se im
ponga al incorporarse á la asociación, por cuo
tas voluntarias.
Art. 5° La sociedad tendrá una Comisión Directiva com
puesta de un Presidente, un Vice-Presidente, dos Secretarios
i un Tesorero, i otros tantos suplentes, la que será renovada
por trimestres en dos quintos, la primera vez á la suerte.
Art. 6° Por intermedio de su Presidente i Secretario, la
Sociedad se pondrá en relación con aquellas personas, ya sean
de la República ó en el estrangero, á quienes considere dis
puestas á contribuir de algún modo para los fines que se pro
pone.
Art. 7 ° La Sociedad tendrá sus reuniones el primer Do
mingo de cada mes para darse cuenta de los trabajos practi
cados i resolver las proposiciones que ocurrieran. Habrá asam
blea con diez miembros inclusa la Comisión Directiva.

Reglamento de la Biblioteca.

Art. i ° La Biblioteca de Chivilcoy estará al cargo de la


Comisión Directiva de la Sociedad Protectora de ella.
— 109 —

Art. 2° Dicha Comisión nombrará i estipendiará con los


fondos sociales un Bibliotecario que estará bajo su dependen
cia i que será la ¡jersona inmediatamente encargada del cum
plimiento de todo lo dispuesto en el presente Reglamento.
Art. 3° A cargo del Bibliotecario estará el llevar todos
los libros que necesite el establecimiento, como el catálogo, el
libro de préstamos, el de multas, etc.— debiendo este emplea
do estar sujeto á inspección de la Comisión Directiva, dándole
cuenta de todo lo que se refiera á la Biblioteca, siempre que
aquella lo exija.
Art. 4° La Biblioteca de Chivilcoy estará abierta al servi
cio público el Domingo i el Jueves de todas las semanas, des
de las i 2 del dia hasta las 4 de la tarde. Durante esas horas,
todos los vecinos i transeúntes de Chivilcoy de ambos sexos i
mayores de 14 años tendrán acceso libre al establecimiento, i
el derecho de leer ó consultar allí la obra ú obras que les plaz
ca, observando la moderación de conducta que la urbanidad
exije.
Art. 3 ° Solo los vecinos domicialiados en el Pueblo i Par
tido de Chivilcoy tendrán derecho al préstamo de los libros de
la Biblioteca, pudiendo llevarlos á su domicilio bajo las si
guientes condiciones •.
1 re Ninguna persona podrá llevar mas que un solo volu
men cada vez, aunque la obra conste de varios, te
niendo que devolver aquel para poder llevar otro.
2ra Toda persona que haya incurrido en las multas de
este reglamento, no tendrá derecho á llevar libro
alguno mientras no pague dichas multas.
3W Ningún joven menor tendrá derecho á los libros de
la Biblioteca, á menos de estar garantido por la
responsabilidad de la persona con quien resida, ú
otra cualquiera respetable del distrito.
4 * Se calculará que el número de lectores no esceda al
de los libros disponibles, i en caso necesario solo
— 110 —

se concederá un volumen por familia hasta que


haya los libros suficientes para atender á todas las
demandas.
Art. 6° El Bibliotecario fijará razonablemente los dias
por que se presta cada libro, anotándolo en el libro especial
de préstamos ; al término de ese plazo, el libro debe ser in
defectiblemente devuelto á la Biblioteca, pudiendo la persona
á quien se le ha prestado, previa dicha devolución, volver in
mediatamente á llevarlo (sino estuviere solicitado por otro en
el libro que se llevará á este objeto anticipadamente) hasta tres
veces consecutivas siéndole este necesario.— El mayor térmi-
. no que se fijará para la devolución de los libros, será de 28 dias.
Art. 7° Cuando un libro no sea devuelto en el término
fijado, el Bibliotecario debe avisarlo inmediatamente al Presi
dente ó Secretario déla Comisión Directiva, lolnismo quedar
cuenta á esta de los libros que se devuelvan con cualquier
deterioro, inscribiendo en un libro especial de multas el nom
bre de la persona que asi lo ha devuelto, i exijiéndole á esa per
sona el pago inmediato de la multa en que hubiere incurrido
por el tenor del articulo siguiente-,
Art. 8° Las personas que lleven libros prestados, podrán
incurrir en diversas multas que se establecen en seguida :
I a Se pagará dos pesos por dia de los que esceda del tér
mino fijado para la devolución del libro.
2rt Por destrucción ó pérdida del volumen, se pagará su
entero valor que constará en el catálogo, ó el valor
de la obra completa á que pertenezca el tomo.
Reponiendo la obra deteriorada con otro ejemplar
igual, el multado podrá quedarse con el que haya
destruido ó truncado, sin tener que pagar nada.
3rt Por cada mancha que traiga el libro, se pagará de
uno hasta diez pesos (1) según lo estime el Biblio-

(i) Papel moneda de Buenos Aires, cuyo valor esta fijado á razón de
Í5 por un peso fuerte.
— iii —
tecario ; si esa mancha impide la lectura, se abo
nará el precio del libro ó de la obra, lo mismo que
si tiene una sola hoja cortada ó de menos, — pu-
diendo en este caso el multado optar por la reposi
ción del artículo anterior. Si el deterioro consiste
solo en la encuademación, se pagará el precio de
ésta, siempre que aquel no consista en el sim
ple uso.
4 a Pasado doble tiempo del fijado para la devolución
del libro, i no habiéndose efectuado ésta, el deten-
tor será compelido por todos los medios legales al
pago de la obra ó de las multas en que haya in
currido, i ademas al de los gastos que origine su
resistencia.
Art. 9 ° Para evitar discusiones i altercados, el Bibliote
cario anotará siempre en el libro de préstamos el estado del
volumen que se presta i la obligación del que lo lleva en de
volverlo en el mismo estado.
Art. 10. El importe de las multas se destinará cómelos
demás fondos de la Sociedad Protectora á la conservación i fo
mento de la Biblioteca.
Art. H. Este Reglamento será considerado como la ley in-
trasgresible del establecimiento, impreso á profusión de ejem
plares, fijado en los parajes mas visibles de la Biblioteca i ad
junto á cada libro que se preste.
Este Estatuto i reglamento fueron sancionados en la prime
ra Asamblea General de la Sociedad.

Chivilcoy, 10 de Noviembre da 1866.

MANUEL VILLAHINO,
Presidente.
Augusto Krause,
Secretario.
ÍNDICE

PÍJIHAB

Nota al Ministerio de Instrucción Pública III


Prospecto V
El Director del Boletín á sus lectores VI
A los Sres. Jueces de Paz VII
Las Corporaciones Municipales VIII
Los Sres. Párrocos i las Bibliotecas populares -, IX
A los Sres. Preceptoresde Escuelas IX
Los Clubs Sociales i las Bibliotecas populares X
Las señoras i las Bibliotecas populares XI
¿Qué es una Biblioteca popular? XII
Circular á los Redactores de la Prensa Periódica (datos iné
ditos é importantes del Censo de 1869) XIII
Circulará los Gobernadores de Provincia XXV
Leí de la Provincia de Catamarca, estimulando, de acuerdo con
la del Congreso, la planteacion de Bibliotecas populares. . . . XXVIII
Bibliotecas públicas en la era colonial XXXII
a « en la era de la Independencia XXXIV
Biblioteca pública de Buenos Aires XXXVII
< de la Universidad de Córdoba XXXVII
« de Mendoza XXXVIII
a de la Universidad de Buenos Aires XXXVIII
« de la Facultad de Medicina de id. id XXXVIII
« del Museo Público de id. id XXXIX
— 114 —

Biblioteca do Santa-Fé XXKIK


« Nacional XXXIX
« de los Colegios Nacionales XL
Bibliotecas-Panteoí) XLII
Las Bibliotecas populares en la República Arjentina XLIII
La Biblioteca popular de San Juan XLV
Id. id. de Chivilcoi XLIX
Id. id. de Catamarca - L
Id. id. de la Sociedad Tipográfica Bonaerense F.I
Id. id. de la «Exaltación de la Cruz» Lili
Id. id. de Cañuelas LIV
Id. id. de Mendoza LV
Id. id. de Tucuman «
In. id. de Córdoda «
Id. id. de Salta LVl
Id. id. de Santiago del Estero «
Id. id, de San Luis LV1I
Corolarios LYII1
Cuentas detalladas de la Comisión. LIX.
Mensaje del Ejecutivo Nacional al Congreso, presentándole un
proyecto de lei para estimular la propagación de las Bibliote
cas populares 1
Lei del Congreso protejiendo las Bibliotecas populares 3
Decreto reglamentario de la Lei anterior 5
Ideas prácticas s,>bre las Bibliotecas populares 7
Discurso de Mr. Eduardo Charlen en la primera sesión de la
Sociedad de la Biblioteca popular de Versal les 7
Relación del Tesorero de dicha Biblioteca lo
Discurso de Mr. Laboulaye, pronunciado en la misma sesión.. 16
Discurso del mismo en la Sorbona, sobre la educación que uno
se da á si mismo 31
Lectura VI de Horacio Mann, sobre las Bibliotecas escolares de
distrito. 53

APÉNDICE—

Catálogo de las obras que la «Comisión Protectora» propone


alas Comisiones Directivas de Bibliotecas populares 87
los libreros i editores del pais i del estraujero 87
- 115 —

Estatutos de la Riblioteca popular del Club da Cutamarca. . .. 102


Kstaiutos de la Sociedad Protectora de la Biblioteca popular de
Chivilcoi 107
Reglamento de dicha Biblioteca IOS
PUBLICACIÓN PERIÓDICA
DIRIJIDA POR

LA COMISIÓN PROTECTORA

LAS BIBLIOTECAS POPULARES

COMISIÓN
Presidente. D. Palemón Huergo.
Secretario * Pedro Quirpga.
Tesorero Prof. « David Lewis.
Vocales Dr. « Juan José Montes de Oca (hijo),
a « AnjelJ. Carranza.
« Anjel Estrada.
Oficina de la Comisión—Calle de Chacabuco niliu. 26.

NÜM. 2

BUENOS AIRES
Imprenta AMERICANA., calle de San Martin núm . 124

isy a
AVISO PERMANENTE

Til Director- del Boletín ú. sus lectores

Esla publicación periódica se repartirá gratis á toda persona


que quiera recibirla, á cuyo fia podrá dirijir su nombre i do
micilio á la Oficina de la Comisión, calle de Chacabuco núm.
26, en Buenos Aires.
Las únicas condiciones que se imponen á los suscritores del
BOLETÍN son las siguientes:
1.8 Que lo lean 1 lo uagau leer á sus familias iú
sus vecinos.
*. 8 Que promuevan asociaciones en sus respec
tiva* localidades con el objeto de fundar Bibliote
cas populares.
Llenadas estas condiciones, la dirección del BOLETÍN ofrece
como PRIMA á las sociedades que traten de formar Bibliotecas
Populares:
1. e Una cantidad igual ala que las sociedades rt--
ferldas rcuuan 1 destinen á la compra de libros con
el Un Indicado.
9.9 Ladllljcnclade la comprado los Slliros (¿HA-
i'is I con puntualidad I economía.
3. 0 El transporte GRATIS de dicho» libros hasta
MI destino, con celeridad 1 seguridad.
4. 9 El envío regular 1 «¿HATMTO de todas
la» publicaciones de la Administración Nacional,
como el Boletín Oficial (diario que da cuenta de todo el movi
LX

miento político i administrativo de la Nación); el Rejistro Na


cional, que contiene todas las leyes, decretos i contratos del
Gobierno jeneral; los diarios de Sesiones del Congreso, que re
fieren punto por punto cuanto se ha hablado, proyectado i san
cionado en la Lcjislatura Nacional; el Rejistro Estadístico de la
Nación, en cuyas pajinas se consigna todo cuanto interesa sa
ber á todos los habitantes del país sobre la producción i el mo
vimiento comercial, industrial, intelectual i moral etc. del
mismo; el Censo de población; las Memorias de los Minis
tros, etc., etc., etc.
5.0 El envío regular I GR.1TUITO de todas las pu
blicaciones oficiales de las CATORCE PROVINCIAS;
de manera que en cada localidad donde se establezca una Biblio
teca popular se podrá estar al cabo del movimiento político i ad
ministrativo de toda la Nación i de cada una de las Provincias.
Ademas de estas PRIMAS, es de esperar que las Lejislaturas
Provinciales i las Municipalidades han de añadir algunos otros
estímulos mas ó menos importantes, i que juntos con los demás
que ofrece la Nación, darán hecha una Biblioteca popular en
cualquiera parte, tan luego como lo intente media docena de
personas de buena voluntad. Con estas ventajas, no intentar
nada en este sentido, seria lo mas vergonzoso para todos los ve
cindarios donde hayan personas i niel i jimios i patriotas.
LOS FRUTOS DE NUESTRA PROPAGANDA

Un hombre salió & sembrar su simien


te : i al sembrarla, una parte cayó
junto al camino, i fue hollada, i "la
comieron las aves del cielo.
í otra cayó sobre piedra : i cuando fue
nacida, se secó, porque no tenia hu
medad.
I otra cayó sobre espinas : i las espinas
que nacieron con ella, la ahogaron.
I otra cayó en buena tierra : i nació, i
dio fruto a ciento por uno.
(Evanjelio de S. Lucas-Gap. VIII.)

I.

La Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares, cum


pliendo con el deber que le atribuyen la lei del Congreso i el
Decreto reglamentario, de propagar en toda la República esta
benéfica i civilizadora institución, ha espedido cerca de 20,000
despachos, entre circulares á los Gobiernos de Provincia, á la
prensa periódica, á las corporaciones municipales, alas auto
ridades políticas subalternas, i á cuantas personas intelijen-
tes i patriotas existen en el país, contando principalmente
entre los medios de propaganda empleados, el BOLETÍN perió
dico que publica, tirado el innúmero á 10,000 ejemplares.
Ha sembrado, pues, su semilla con profusión i prolijidad,
aspirando á que cayera i fructificara en la intelijencia pre
LXII

dispuesta de 360.683 personas que el censo da como sabiendo


leer.
Sin embargo, tal es la condición humana, que en este caso
ha debido suceder exactamente como en el del sembrador del
Evanjelio, i una parte de la semilla de nuestra propaganda ha
caido sin duda junto al camino i ha sido hollada por la indife
rencia i el egoísmo, perdiéndose completamente para los
elevados propósitos que orijinaron é impulsaron esa pro
paganda; otra parte habrá caido sobre intelijencias que no
están fecundadas por esos efluvios de sentimiento que
brotan al calor de las ideas de patria, libertad, igualdad, con
fraternidad, perfeccionamiento i bienaventuranza de la raza
humana ; i en estas condiciones, no es estraño que aunque
nacida la idea, no hayan llegado sus raices á la convicción fe
cundante, i se haya anonadado al nacer; otra parte ha debido
caer sobre intelijencias dominadas por sentimientos antipro
gresistas i antisociales, que habrán sofocado al nacer esta
idea que tan mal se aviene con los instintos perversos ; otra
parte, en fin, ha caido sóbrela intclijencia de hombres dota
dos de exelentes sentimientos i de sanas convicciones, i ha
fructificado á razón de ciento por uno. I como los poderes
de la intelijencia estimulados por las buenas dotes morales,
están destinados á dominar el mundo bajo todas sus faces, en
cuanto esto les es dado á los seros humanos, no vacilamos en
afirmar que están vencidas todas las dificultades i ganada la
victoria ; i que la poderosa influencia de la actividad de los
buenos ha de abonar también los terrenos estériles i refrac
tarios, i ha de formar capas cultivables sobre la roca de la
ignorancia i de la perversidad.

II.

Dejamos aun lado la esterilidad délos trabajos de la Comi


sión, que han podido causar la indiferencia i el retroceso en
LX111

carnados en muchas personas habilitadas, por otra parte,


para acojerlas i aprovecharlas, porque harto sabido es cuan
to puede la fuerza de la inercia para contrarrestar el movi
miento ; i este será el caso de las semillas caidas junto al ca
mino, de las cuales no hai nada que esperar. No hai peores
sordos que los que no quieren oír.
Siguiendo el orden de ideas que traza la parábola que he
mos tomado por ejemplo, ofrece mas interés el caso de la
simiente caída i nacida sobre piedras, la cual se esterilizó por
falta de humedad que alimentara i desarrollara sus raices ; i
viniendo á la realidad de los hechos, observaremos que entro
las trescientas i mas contestaciones á las circulares ó incita
ciones de la Comisión, que esta ha recibido de todos los puntos
poblados de la República, ciento i mas de ellas, en las cuales
se maniñesta el entusiasmo mas ardiente por la propagación
do las Bibliotecas Populares, comprometiendo el honor i la
dignidad de los que tales manifestaciones hacen para llevar á
cabo la idea, todas han venido á parar, entretanto, en vanas
palabras-.— la idea no habia echado raíces por falta de convic
ciones que la fecundaran.
Sin embargo, no hai que desalentarse por este primer re
sultado. Las personas que una vez fueron susceptibles de
entusiasmarse poruña buena idea, no están lejos de reaccionar
sobre la apatía que sucedió á la actividad espasmódica de los
primeros momentos. Terrenos áridos hubo, que llegaron á
adquirir gran fertilidad mediante los sedimentos aluviales
propicios á la vcjetacion, que depositaron sobre su superficie
las inundaciones.
III.
Pero hai también muchas personas entre las llamadas por
su intelijencia i posición á segundar el movimiento que el
Congreso i el Ejecutivo Nacional han querido imprimir para la
rejeneracion intelectual i moral que bajo muchos respectos ha
LXIV

de producir la propagación de la educación popularen nues


tra República ; esas personas, decíamos, por diferentes moti
vos, se manifiestan desafectas ú hostiles á este movimiento
de ideas, que por sí solo está operando i consumará á pesar de
todo, una saludable revolución en nuestro país ; i este será el
caso de la semilla nacida entre espinas, que habrían de sofo
carla, si las buenas causas no tuvieran derecho á triunfar
tarde ó temprano.
Una gran parte de las personas que se manifiestan mal ave
nidas ó contrarias á la realización de Bibliotecas Populares en
los centros de población que mas las necesitan, lo hacen sin
duda por mezquindad de ideas i por espíritu de rencilla, en
virtud del cual no solamente no se asociarán á los trabajos ini
ciados por sus contrarios en cuestiones de barrio, sino que
estorbarán el buen éxito de esos trabajos por todos los medios
á su alcance. Esta es una desgracia que pesa sobre los pue
blos i que excita por lo menos la compasión hacia sus autores,
i mucho mas hacia los vecindarios que la soportan.

IV
Otros hai que consideran fuera de propósito promover el
establecimiento de Bibliotecas, ó lo que es lo mismo, la difu
sión de la lectura entre el pueblo, que en toda la República
cuenta solamente 360,683 personas que saben leer, habiendo
1.300,000 ignorantes, i quedando 340,788 niños fuera de las
escuelas, cuando lo mas lójico, según ellos, seria contraerse
esclusivamente á abrir escuelas para enseñar á leer á los ni
ños i á los adultos que viven en la ignorancia. Pero es casi
seguro que si solo se tratara de establecer escuelas, sin mas
ni mas, estas personas invocarían otro orden de necesidades
públicas que reclamarían de preferencia la atención i los re
cursos dedicados á escuelas.
Sin embargo, siendo ciertos los hechos que el censo revela
respecto del estado intelectual de nuestro país, nada hai que
LXV

pueda reprocharse al sistema adoptado por el Gobierno Na


cional en uso lejítimo de sus atribuciones, para disminuir
siquiera, si no es posible estirpar completamente los males
de la ignorancia que nos aquejan. Por el contrario, hai una
severa lójica en los procedimientos adoptados por el Gobierno
Jeneral respecto de la educación, pues está haciendo cuanto
debe i puede para apromover el progreso de la ilustración.»
Al paso que provee jenerosamente al establecimiento de es
cuelas primarias para los 340,000 i mas niños ineducados, i
para todos los adultos ignorantes que sea posible instruir ;
al paso que mantiene colejios de educación secundaria de
aplicación práctica para todos los que están en el caso de
aprovecharla, facilita también, mediante fuertes estímulos, el
establecimiento de Bibliotecas escolares i populares para las
360,000 i mas personas que han aprendido á leer, i para
los que están adquiriendo esta preparación instrumental, i
que no tienen los medios de instruirse que dan los libros
puestos al alcance de todos.
Nótese bien que si el Gobierno Nacional contribuye para
propagar las escuelas i los libros instructivos, es á condición
de que los vecindarios concurran por su parte á la obra de la
educación ; lo que importa en sí mismo, no solo la facilidad
de dar un inmenso desarrollo i una gran eficacia á la educa
ción común por los mejores medios empleados en los países
libres, sino también que en el hecho de interesar á todo el
mundo en la cuestión vital de la educación, poniendo este
delicado negocio bajo la inmediata administración de los pa
dres de familia de cada localidad, los mas interesados en velar
por el progreso de tan preciosas instituciones, se abren á la
actividad intelijente nuevos horizontes i se radican i desarro
llan prácticas de gobierno propio, que tanta influencia han
de tener en la pacificación de los espíritus, en la prosperidad
i civilización resultantes de la labor común con fines de per
feccionamiento individual i social, i en la intelijencia i práctica
LXVI

de las instituciones políticas que hemos adoptado, i que por


otros caminos jamás llegaríamos á realizar.
Bien se sabe que hai muchos otros medios de educación,
tales como las prácticas relijiosas que reúnen y moralizan á las
personas ; la inmigración estranjera, que nos trae el continjen-
tede su industria i hábitos de trabajo ; la facilidad de las vias 'le
comunicación que favorece el curso de los negocios i el cambio
de las ideas; el comercio, en fin, con sus infinitas maneras de
poner en actividad i en contacto á los individuos de la socie
dad. Pero todos estos resortes tienen su esfera i sus fines pro
pios, aunque todos son armónicos. Un país sumerjido en la bar
barie i sin el coraje ni los medios de salir de tan triste condi
ción, repele de su seno el comercio, la inmigración i la indus
tria, i las vias fáciles de comunicación son casi imposibles.
Dia llegará en que los opositores á la educación popular es
encontrarán avergonzados en medio de sus compatriotas, que
con mejor sentido habrán abrazado la tabla salvadora de la
educación popular que es fuente de paz, de fuerza, de pros
peridad i felicidad para los pueblos.

Viene ahora otra objeción que se hace comunmente, i este


es todavía el caso de las espinas que quieren sofocar la naciente
planta. Se pregunta: ¿qué libros enviarían vdes. auna Bi
blioteca, cuando en castellano hai mui pocos quo puedan
enriquecer la intelijencia con conocimientos útiles? Antes
seria necesario preparar los libros ó hacer exprofeso una
publicación semanal por lo menos, que sirva de instructor á
las jentes inespertas. —Esto seria tan insensato como prepa
rar en abundancia artículos que no tuvieran un mercado
abierto para su consumo, para procurarlo en seguida á riesgo
de no encontrarlo. Es verdad que en idioma español no hai
tantas obras útiles i atrayentes como en otros idiomas ; pero
es el caso que tenemos necesidad de valemos de lo que teñe
LXVII
mos, por poco i mediocre que sea, i que esto no debe ser una
razón para renunciar á enseñar á leer, ni para que nadie lea.
La demanda de libros vendrá en seguida por la multiplica
ción de los aficionados á la lectura, i en tal caso, los traduc
tores se sentirán estimulados á vertir al castellano las obras
clásicas i útiles escritas en otros idiomas, i aun de los litera
tos del habla española, no debe presumirse que estarán siem
pre condenados á la esterilidad ó á la mediocridad de que
nos quejamos al presente. Con todo, para lo que es comen
zar á adquirir el hábito de la lectura, que es lo que mas im
porta por ahora, basta i sobra con los buenos ó medianos
libros que hai en nuestro idioma en literatura, ciencias i
artes, aun dado el caso que no hubiera entre nosotros perso
nas capaces de leer libros escritos en idiomas estranjeros,
La Comisión ha publicado en el número anterior del Bo-
letin, un catálogo de obras que pueden ser la base de una
Biblioteca popular, el cual ha sido bien apreciado por perso
nas mui competentes en la materia. Pero se nos dirá que las
jentes no acostumbradas á la lectura, i que carecen por lanío
del conocimiento de las mejores obras que pudieran pedir, soli
citarán novelas ú otros libros que poca instrucción pueden dar.
I bien ! la novela es la forma mas insinuante de la litera
tura, i las hai que son esencialmente morales ó instructivas,
como las de Dickens, Bulwer, Goldsmith, Julio Verne, Maync
Reid, Edgardo Poe, Cervantes, Le Sage, Alarcon, Escrich,
Walter Scott, entre mil otras que existen en castellano, oriji-
nales ó traducidas, i serán bien venidas todas las que, aun no
teniendo gran mérito, produzcan la afición i el hábito de la lec
tura. Por otra parte, la Comisión encargada de la provisión de
libros para las Bibliotecas populares, remite en jeneral, todos
los que se le piden, purquc presume que, aunque no sean de lo
mejor, esos libros son los que están dispuestos á leer los con
tribuyentes para una Biblioteca; pero se guardará mui bien, por
el respeto que debe á su cometido, i por el que se debe á si mis
LXVIII
ma, de añadir de su parte ó de responder á pedidos de obras
inmorales ó corruptoras ; i en esto no hará sino ejercer una
fiscalización saludable.
Mucho hai que esperar también de las personas que ejer
cen el comercio de librería entre nosotros i en el estranjero,
porque viéndose estimulados por el lucro que ofrece un
buen mercado de libros escojidos en español, los editores se
apresurarán á publicarlos i los libreros á ponerlos al alcance
de la Comisión, que hoi se halla en dificultades para reu
nir tantas buenas colecciones como se necesitan para cada una
de las muchas Bibliotecas que han surjido como por encanto
en diferentes puntos de la República, bajo los auspicios de
la lei del Congreso Nacional que tiene por objeto propagarlas,
i que no tardarán en difundirse por todas partes.
VI
Por fin, hai también personas ilustradas que dudan de la
propagación de las lecturas populares entre nosotros, i de su
eficacia para los fines de la ilustración jeneral, fundados en
la supuesta ineptitud de la raza latina de que descendemos,
para aprovechar i sostener los beneficios de la educación
del pueblo bajo todas sus faces, i para atesorar las virtudes
cívicas que requiere la práctica de las instituciones políticas
que hemos adoptado. También esto habia de ser una cues
tión de raza para los pesimistas intransijentes.
La verdad es que, bien examinada la cuestión, no hai una
sola de las razas en que por accidentes se divide la especie
humana, que no sea susceptible del perfeccionamiento que
produce la educación bien sistemada.
La filosofía moderna ha establecido i puesto en claro cier
tas verdades incontestables, sobre las cuales descansan la psi-
colojía i las ciencias morales i políticas. La naturaleza hu
mana está toda entera en cada uno de los individuos de la
especie, no existiendo entre unos i otros mas diferencia que el
LX1X

grado mayor ó menor de desarrollo de los jérmenes que se


contienen por igual en todos i cada uno ; i así como el alma
de cada individuo es idéntica á si misma en todos los instan
tes de su ser, así también la humanidad, esto es, el conjunto
de todos los individuos, es idéntica á si misma en todos los
tiempos de que la historia ha legado recuerdos á la edad pre
sente, i hai fuertes motivos para inducir que en el porvenir
sucederá lo mismo, á menos que no se cambien radicalmente
sus atributos esenciales. En cnanto á estos, la especie hu
mana es una é invariable, cualquiera que sea el oríjen que
se le asigne. Lo que varia en ella son los grados de desar
rollo de los mismos jérmenes intelectuales i morales de unas
porciones respecto de otras, son los accidentes determinados
por circunstancias especiales, en sus relaciones con el tiempo
i con los diferentes climas del globo, que las modifican di
versamente, por las corrientes de ideas que impregnan la
atmósfera intelectual i moral en medio de la cual viven, ejer
citando la mente é inspirando lejislaciones, costumbres i preo
cupaciones diversas, que alguna vez han de refundirse i uni
formarse bajo los mismos principios, mediante el progreso
de la intelijencia en el conocimiento de las leyes que rijen
el mundo intelectual, moral i físico ; porque todo hombre está
dotado de Intelijencia, Sensibilidad i Libertad, i el objeto pro
pio i esclusivo de cada una de estas maneras de ser bien dis
tintas, que se refunden en la unidad del yo, son lo Verdadero,
lo Bello i lo Bueno, bien distintos también, i que se refunden
en la personalidad de Dios; no habiendo un solo ser humano
que pueda sustraerse impunemente al imperio de estas gran
des leyes de su naturaleza, i la obediencia á ellas debe ser
constantemente el norte i el ideal que los hombres de todas
las razas en que se divide la especie humana están obligados
á realizar.
Ahora bien, está demostrado hasta la evidencia, que entre
todos los seres vivientes que pueblan nuestro globo, el mas
LXX

susceptible de ser modificado por la educación es el hombre,


i que cuando todas sus facultades i sus instintos se hayan
desarrollado armónicamente en el mayor grado de perfección
posible, será digno de ser envidiado por todos los aójeles del
Ciclo Cristiano. Pero también está demostrado que el hom
bre, sumerj ido en las tinieblas de la ignorancia i abandonado
a los malos instintos que se desarrollan en este lamentable
estado, es capaz de exceder en ferocidad á las bestias dotadas
do terribles instintos sanguinarios, i aun a los demonios mis
mos del Infierno.
Jamás se han puesto los medios adecuados i dicaces para ha
cer delasdemas razas lo que han llegado á ser la Sajona i la
Anglo-Sajona. Los conatos de civilización que nos recuer
dan losanales históricos de Grecia i Roma, i los que en otras
naciones de Europa no han obtenido mejor éxito hasta el pre
sente, está probado que han sido insubsistentes i efímeros,
porque no se ha obrado sistemáticamente sobre Ins masas del
pueblo, sino que se han encarnado solo en ciertas clases dimi -
ñutas de la sociedad. Por «1 contrario la Alemania, la Suiza i
los Estados de la Nueva Inglaterra, nos dan una prueba evi
dente del inmenso poder déla educación para modificar hasta
las naturalezas mas rebeldes, i para asegurar á los pueblos una
prosperidad i felicidad imperecederas.
Ahora bien, nosotros no estamos tan abajo en la gradación
del desarrollo intelectual i moral, ni carecemos de dotes natu
rales para que hayamos de desesperar de la eficacia de los me
dios empleados con fó i perseverancia, para difundir la intruc-
cion i los conocimientos útiles i requeridos por nuestras ins
tituciones, en todas las esferas sociales.
Si las Bibliotecas populares son un medio, el mas eficaz para
hacer verdaderamente provechosa la instrucción primaria que
debemos difundir a co?ta délos mayores sacrificios, propagué
moslas sin restricciones, i asi tendremos tantos obreros que
estirpen del campo cultivable las espinas que al presente so
LXXI

focan 6 imposibilitan el nacimiento i desarrollo de las mejores


semillas, como habitantes contenga la República Arjentina.
Si los Americanos del Norte han llegado al grado de prosperi
dad que al presente disfrutan, es porque han trabajado sin des
canso por preparar á los ciudadanos para las instituciones li
bres, que á la vez favorecen el desenvolvimiento de todos los
poderes de que el hombre está dotado, i le abren inmensos ho
rizontes para ejercitar sus potentes fuerzas en el dominio de
una naturaleza tan rica, aunque tan salvaje i rebelde como la
de nuestro suelo, i en la educación i perfeccionamiento de hom
bres tan ignorantes i refractarios como los hai entre nosotros
con demasiada abundancia, por desgracia.
VII.
A lo largo de caminos tan infecundos como los que dieron
lugar á quo las semillas derramadas sobre ellos fueran holladas
i se las comieran las aves del cielo; al través de terrenos pe
dregosos i secos, que no dejaron arraigar ni desarrollarse las
semillasen ellos sembradas, i por sobre las espinas que sofoca
ron la naciente planta, llegamos por fin al terreno fértil, en que
las semillas se producen á ciento por una. i Loado sea Dios
porque hemos llegado felizmente á la tierra de promisión!
A los hombres de corazón impregnado de santa filantropía i
de patriotismo exaltado, les anunciamos para que se regocijen
con efusión, la buena nueva de que la benéfica i civilizadora
institución de las Bibliotecas populares está definitivamente
asegurada en nuestra República ! Sin el concurso de los
magnates ni de los doctores de la leí, no aaportal
Asi como Jesucristo encontró ardientes apóstoles para pro
pagar sus santas doctrinas, entre los mas humildes pescadores,
asi también la Comisión protectora de las Bibliotecas populares
ha encontrado ecos simpáticos i eficaces cooperadores en las
mas humildes aldeas déla República. Los mas pobres i mo
destos ciudadanos, habitantes de pueblos pequeños i lejanos,
LXXII

han respondido con entusiasta jenerosidad á las incitaciones


de la Comisión, porque tienen un corazón sano i porque esta
institución era esperada instintivamente por todos los pueblos
para proveer del pan cotidiano alas intelijencias extenuadas
por la inanición de ideas.
Vamos á dar cuenta suscintamente de los resultados de nues
tra propaganda, mencionando las Provincias i los departa
mentos por su orden de mérito.

Provincia de Catamarca

VIII

Esta Provincia situada al Sud de Salta, al Oeste de Tucuman


i Santiago, al Norte de la Rioja i al Este de la Cordillera de los
Andes, se encuentra entre los 26° 20' i 28° 30' de latitud Sud i
68° i 71° de lonjitud oriental, abrazando una superficie de
7, 753 leguas cuadradas.
Su población, según el censo de 1869, se estima en 79,902
habitantes, siendo varones 38,650, i mujeres 41,312. La
población urbana se calcula en 31,537 personas avecindadas
en 12 pueblos, i la rural en 48,125.
Han declarado que saben leer 11,733 personas, esto es,
mas de la octava parte de la población total. Los niños en
estado de educarse, de edad de 6 á 15 años, se calculan en
22,868, de los cuales estaban en las escuelas 2,622, quedando
fuera de ellas 20,246.
En la época en que se levantó el censo, la Provincia de Ca-
tamarca estaba mui atrasada en materia de escuelas, á punto
de que el Colegio Nacional establecido en la capital, tenia
que mantener una escuela primaria para poder preparar
algunos discípulos, i las clases de cuarto año en adelante
estaban casi desiertas por falta de alumnos. Según datos
que se obtuvieron en el mes de Junio del año 69, solo habia
en toda la provincia ocho escuelas públicas, que entonces
LXXIII

fueron aumentados á 21, mediante los esfuerzos de una Co


misión especial creada por el Gobierno, pero no se adelan
taba nada en cuanto á la calidad de la instrucción.
Poco tiempo después fue llamado de San Juan el señor D.
Vicente Garcia Aguilera, persona competente en materia de
Escuelas, i fue encargado de la dirección de la instrucción
primaria ; pero los esfuerzos de este educacionista debieron
estrellarse contra un cúmulo de dificultades, como la falta de
rentas suficientes, la de un personal docente numeroso i capaz,
i la jeneral apatia que reinaba en toda la Provincia con rela
ción á las cuestiones de instrucción pública ; i asi se pasó el
tiempo hasta los últimos meses del año de 1871.

IX

El 23 de Setiembre de 1870 se habia promulgado la lei


tendente á propagar en toda la República las Bibliotecas po*
pulares, i en esta virtud, el Club de la Ciudad de Catamarca,
que habia fundado una Biblioteca, la puso bajo los auspicioá
de la lei referida, enviando pesos fts. 408 57 para la compra
de libros. En esto habia parado el movimiento en favor de
las Bibliotecas populares en esa Provincia.
El 2o de Setiembre de 1871 fue promulgada la lei del Con
greso, reglamentando la manera de distribuir entre las Pro*
vincias las subvenciones nacionales para impulsar el desar
rollo de la instrucción primaria.
Poco después de esta fecha llegó á Catamarca el Inspector
Jeneral de Instrucción Pública de la Nación, D. José María
Torres, á visitar el Colegio Nacional. Sabido es que este
caballero tiene talento i una vasta preparación en materia de
educación, i sobre todo, el impulso irresistible i el fuego del
apóstol, á lo que se agrega una laboriosidad estraordinaria.
El señor Torres encontró serios obstáculos para el desem
peño de la misión que le ha confiado el Gobierno Nacional,
LXXIV

de promover el progreso de la instrucción primaria, á la vez


que regularizar la marcha de los Colejios Nacionales. Sin
embargo, todo se allanó en breve tiempo, i contando con un
núcleo de hombres intelijentes, patriotas é influyentes, co
locados en posiciones oficiales espectables, desde donde podían
trabajar con buen éxito, les prestó su valiosa cooperación para
formular proyectos notabilísimos, que fueron convertidos en
leyes, las cuales contienen en jérmen todo un sistema rentís
tico i administrativo de la instrucción primaria por medio de
comisiones locales electivas. Otra lei provee los medios de
propagar las Bibliotecas escolares i populares en cada vecin
dario, i otra en fin, provee á la formación de maestros en la
Escuela Normal de la Nación; todo de perfecto acuerdo con
las leyes nacionales por lo que respecta á la Provincia.
Pero si el honor de la iniciativa i de la cooperación eficaz
para la planteacion de las bases de este sistema corresponde
mui especialmente al señor Torres, el no menor de su jui
ciosa aplicación i desarrollo corresponde principalmente al
Gobernador señor Galindez, á su Ministro D. Lindor Sotoma-
yor, al intelijente Inspector de Escuelas, D. Vicente García
Aguilera, i á muchos otros que han trabajado sin descanso i
con un éxito completo.
El Señor Torres, dando cuenta por segunda vez de estos
trabajos, eu Mayo de este año, se espresa así en un informe pa
sado al Ministerio de Instrucción Pública:
« La Provincia de Catamarca persevera con noble anhelo en la tarea de
plantear las instituciones que necesita para aumentar su riqueza intelec
tual i hacerla patrimonio de todos sus hijos.
A los actos lejislativos, que tuve la honra de promover en Octubre del
año pasado, obedeciendo las instrucciones con que V. E. me envió á la
apresada Provincia, para procurar el fomento de su educación, han suce
dido eficaces disposiciones de aquel ilustrado Gobierno, para poner en vía
de ejecución las leyes que sancionó la Lejislatura, i que transcribí á V. E.
en mi informe de 4 de Noviembre.
Esas leyes que consagran en la Provincia los verdaderos principios de la
LXXY

educación común republicana, en perfecto acuerdo con el espíritu de las


instituciones nacionales, se están aplicando decididamente i con la fe que
inspira una bien dicernida adopción de los procedimientos esperimentados
con mejor éxito en los Estados Norte Ameiicanos que han alcanzado
mayor suma de ilustración.
La Provincia de Catamarca ha planteado i principia a resolver con
acierto el difícil problema de reducir, si es posible hasta cero, la cifra do
los desheredados de la educación. No vacilo en afirmar que la bien orde
nada serie de operaciones que ejecuta esa Provincia para dar solución á tal
problema, es lo que en menos tiempo puede dar los resultados que se desea
obtener. »

X.

Nuestros lectores conocen ya la muí notable lei adoptada por


la Lejislatura de Catamarca, promoviendo la formación de Bi
bliotecas populares, i dotándolas de rentas propias, por haber
la publicado en nuestro primer Boletín. He aquí ahora el
decreto reglamentario de esa lei:

Decreto estableciendo la Comisión Provincial de Bibliotecas populares.

Departamento de Instrucción ,'


Pública. í
Catamarca, Enero 20 de 1872.

En virtud de la autorización conferida por la Lei de 17 de Octubre del


año ppdo. sobre las « Bibliotecas Populares»;

El Poder Ejecutivo—

ACUERDA I DECRETA :

Art. 1. ° Nómbrase para integrar la Comisión Provincial de Bibliote


cas, a los Señores Dr. D. Joaquín Quiroga, D. Francisco San Román i D.
Manuel Molas, funcionando como Secretario el Oficial i.° de Go
bierno.
Art. 2.° La Comisión nombrada en el artículo anterior propenderá
& la formación de Bibliotecas Populares, de conformidad á las Leyes Na
LXÍVI

clónales i Provinciales sobro la materia, i se entenderá directamente con la


Comisión Nacional de Bibliotecas.
Art. 3. ° La Comisión Provincial podra nombrar sub-comisiones, ya
sea con el fin de promover nuevas asociaciones, ó suscriciones á favor do
las establecidas, i en jeneral para cooperar á los Unes de la Comisión.
Art. 4. ° Una vez recibidos por la Comisión fondos que se destinen
para la compra de libros, por cualquiera asociación que se formare en la
Provincia, elevará al Ministerio de Hacienda una planilla por el 25 p.g que
debe pagar el Tesoro de la Provincia, espresando el nombre del Departa
mento ó distrito a que corresponda.
Art. a. ° Cobrada la planilla á que se refiere el artículo anterior, la
Comisión remitirá el total de fondos á la Comisión de Buenos Aires, cui
dando que la remisión de libros se haga desde allí con dirección especial
á cada distrito.
Art. 6. ° La Comisión Provincial remitirá a la Nacional el catalogo
de libros que fueren pedidos por cualquier asociación, pudiendo aumen
tarle con la nómina que creyere conveniente, ó formar el catálogo si no
viniera de las asociaciones.
Art. 7. ° La Comisión Provincial hará siempre quedar una copia de
los libros i precios que remitiere la Comisión Nacional.
Art. 8.° En el Departamento de Instrucción Pública se señalará
oportunamente una oñcina para la Comisión Provincial de Bibliotecas.
Art. 9. ° Comuniqúese á la Comisión Protectora de Bibliotecas Popu
lares con la lei de su referencia, i demás á quienes corresponda, publlquese,
circúlese i dése al Rejistro Oficial.

GALINDEZ.
L. B. SOTOUAYOR.

XI.

He aquí también la Circular en que el Ministro de Instruc


ción Pública, Sr. Sotomayor, recomienda á todos los funciona
rios subalternos de la Provincia, empleen todos los esfuerzos
posibles para reducir á la práctica en cada localidad, la lei del
Congreso, la de la Lejislatura provincial i el decreto anterior
mente transcrito.
LXXYII

CIRCULAR

Ministerio de Hacienda, Culto ¿ }


Instrucción Publica. )
Catamarca, Enero 20 de 1872.

Al Sr, Juez Partidario dei Departamento de.

Deseoso el Gobierno de dar al movimiento favorable á la instrucción


del pueblo, que en virtud de las Ultimas disposiciones del Cuerpo Lejis-
lativo, se va dejando sentir en la Provincia, todo el impulso que le fuere
posible, i en cumplimiento de su deber, ha dictado el decreto que en copia
legalizada le acompaño para su conocimiento, publicidad i demás fines, i
por el que se han nombrado los ciudadanos que asociados al Inspector
General de Escuelas, formarán la «Comisión Provincial de Bibliotecas.»
La Leí del Honorable Congreso de 23 de Setiembre de Í870, 1 la de la
Honorable Legislatura de la Provincia, de 17 de Octubre del año ppdo., nos
ponen en las mejores condiciones de desparramar con profusión i por todas
partes los libros que deben afianzar la instrucción de los que aprenden i
leer en nuestras escuelas, despertando al mismo tiempo el interés de los
adultos, desheredados de ese bien, por el aprendizaja en nuestras escuelas
nocturnas, ó por la asistencia á las lecturas públicas.
Vd. que conoce bien lo que importa ese horroroso saldo de la barbarle,
que nos echaba poco ha en cara la Inspección Jeneral de Escuelas, estara
Intimamente persuadido que para combatir tan grave mal, el remedio
debe ser igualmente grande. No nos basta, pues, la fundación de escuelas
que casi esclusivamente sirven para la joneracion que se levanta, sino
que es también nuestro estricto deber arrojar una mirada al pueblo de hoi,
mirada que traspase los limites del presento para servir á esa misma nueva
jeneracion que mañana no mas va á pedirnos agua saludable para aplacar
la sed, que en ella hemos despertado con la enseñanza déla lectura,
Las Bibliotecas Populares son el complemento necesario, indispensa
ble de la escuela .
Todo buen ciudadano, i mucho mas, todo ciudadano de aquellos pocos
felices, cuya intelijencia goza de los bienes déla ciencia, tiene el sagrado
deber de destinar una parte de sus esfuerzos á la mejora de la condición
de los demás.
Es por esta razón, que me permito esperar que aceptando V. las ideas
i propósitos del Gobierno, llevará a todos los ciudadanos el entusiasmo é
interés por la instrucción popular que lo distinguen, a Un de que sea apro
LXXVIII

vechada la jenerosa actitud asumida por los poderes públicos de la Nación


i la Provincia.
Con tan plausible ocasión, tengo el agrado de ofrecer á V. mis mejores
consideraciones.
Dios guarde a V.
L. B, SOTOMAYOR.

XII.
El Dr. D. Joaquin Quiroga, natural de la Provincia de San
Juan, i que desempeña desde hace algunos años el Juzgado
Federal de Catamarca, no desperdicia oportunidad para ha
cerse útil á sus conciudadanos de la Provincia donde reside.
Lleno de patriotismo, de ideas adelantadas sobre educación
i con la esperiencia adquirida como primer Pfesidente que
fue de la Sociedad Franklin de San Juan, ha sido nombrado
miembro de la Comisión promotora de Bibliotecas populares
en la Provincia i es uno de los mas entendidos i activos , por
lo que ha merecido ser nombrado Vice-Presidente de dicha
Comisión. Había sido encargado de formular un proyecto de
Estatutos para proponerlo á las sociedades de Bibliotecas po
pulares que están estableciéndose en toda la Provincia, el
mismo que se transcribe en seguida •.

de la Hlblloteca Popular

DEL DISTRITO DE
DEPARTAMENTO DE
PROVINCIA DE CATAMARCA.

CAPÍTULO I.
DE LA SOCIEDAD.
Art. i ° Establécese una Asociación que tiene por objeto la creación,
fomento i sostenimiento de una BIBLIOTECA POPULAR en esta Villa
LXXIX

de ; de conformidad i para los fines


enunciados en las leyes Nacionales del 23 de Setiembre de 1870 i Provin
cial del Í7 de Octubre de 1871 ; i sus respectivos decretos reglamenta
rios del 17 de Octubre del citado año 71 i Enero 20 de 1872.
Art. 2 ° Son miembros de la Sociedad—1 ° Los propietarios del
Distrito, siempre que satisfagan el impuesto anual de uno á cuatro reales
establecido en el inciso 1° del art. 8° de la citada lei Provincial—
2 ° Los vecinos del mismo, que abonen el de dos reales igualmente esta
blecido en el inciso 2 ° de la lei i art. precitados—3 ° Las demás per
sonas que se inscriban en su matricula, pagando por una sola vez, la pen
sión de dos pesos en libros ó dinero.
Art. 3 ° Son Socios Honorarios de la Biblioteca, cualquiera que
sea el punto donde residan—1 ° Los miembros de la Comisión Provin
cial—2° Los del Directario de la del Club Casino de Catamarca i de las
demás Bibliotecas Populares de la Provincia—3 ° Los de las Sociedades
Auxiliares de esta, que se establezcan—4 ° Los corresponsales i cuales
quiera otras personas que le prestasen oficiosamente su cooperación.
Art. 4C Las rentas de la Biblioteca serán—1° Las mencionadas en
el art. 2° de estos Estatutos—2° Las suscriciones que se recolecten—
3 ° Las donaciones ó legados particulares—i ° El veinte i cinco por
ciento del Tesoro Provincial, correspondiente á las cantidades destinadas
para la compra de libros—5 ° El otro tanto igual á la suma de estas dos
cantidades, con que también debe contribuir el Tesoro de la Nación—
6° El producido de las multas establecidas en estos Estatutos— 7° El
de las enajenaciones de libros ; debiendo invertirse estos valores en la
reposición de los vendidos.

CAPÍTULO II.
DE LA ASAMBLEA JENERAL.
Art. 5° Para constituir Asamblea Jeneral, se necesita la concurrencia
de quince Socios por lo menos, i sus resoluciones serán válidas con el
voto de uno mas sobre la mitad de los concurrentes, salvo los casos escep-
tuados en estos Estatutos.
Art. 6° Sus sesiones tendrán por objeto el nombramiento de la Co
misión Directiva del Establecimiento i la aprobación, tanto de sus cuen
tas, como de los demás actos relativos á su administración ; la sanción
del presupuesto anual del mismo; designar el local en que haya de fun
cionar; prescribir la forma i número, en qus hayan de llevarse sus libros
de actas, contabilidad, catálogos, inventarios, cuentas, recibos, corres
LXXX

pendencia, etc.; reforma de estos Estatutos, i la adopción de cuales


quiera otras medidas de interés jeneral para la Biblioteca.
Art. 7 ° Toda Asamblea se celebrará en el recinto del Establecimiento
i en día festiro, previa invitación, con cuatro ó mas dias de anticipa
ción; salvo en los casos de urjencia a juici» de la Comisión .
Art. 8° Si citados los Socios por dos veces consecutivas, no se
obtuviese número suficiente para formar QUORUM, habrá resolución con
la mayoría de los concurrentes, con tal que no bajen de diez; pero si ni
aun asi se obtuviese este número, se hará una tercera i última citación,
formando entonces Asamblea, cualquiera que sea el délos concur
rentes, i sus decisiones á pluralidad de votos, serán válidas, en todos
aquellos cacos para los que se requiere simple mayoría en quoium ordi
nario.
Art. 9° Para la presentación de proyecíos, mociones, etc., uso de
la palabra, orden en el debate, nombramiento de comisiones, i demás
actos propios de los cuerpos deliberantes, se observarán las reglas par
lamentarias de estilo.
Art. 10. Solo los Socios de las tres categorías designadas en el art.
2°, incluso el Directorio, tienen voz i voto en las Asambleas, salvo el
Presidente, que no podrá votar sino en caso de empate.
Art. ii. Su convocación será ordenada por el Directorio, ya por de
terminación propia, como á petición do siete ó mas Socios ; debiendo
en uño i otro caso, hacerse efectiva por circular en que se consignarán
los puntos que hayan de someterse á su deliberación.

CAPÍTULO III.
DEL DIRECTORIO.
Art. 12. La Asociación de la Biblioteca Popular es inmediatamente
presidida por una Comisión Directiva compuesta de siete de sus miem
bros, á saber :
Presidente Tesorero
Vice-Presidente Ecónomo
Secretario Dos vocales
Art. 13. Habrá también cuatro suplentes, que integraran el Directorio
en caso de impedimiento ó inasistencia por parte de alguno de aquellos ;
los que serán elejidos i terminarán sus funciones, en la misma forma ¡
tiempo que los propietarios.
Art. 14. Tendrá á mas, para su servicio, un Bibliotecario, un Recau
HXXI

didor, un Portero i demás empleados subalternos que considere necesa


rios; cuyos sueldos serán fijados por el presupuesto.
Art. Í5. Los miembros del Directorio, son nombrados por un año, en
Asamblea Jeneral ; i los demás empleados por^aquel i sin periodo deter
minado.
Art. 16. Dichos miembros pueden ser reelectos indefinidamente, pero
no se le exijirá la continuación de sus servicios, sino después que hayan
dejado de funcionar por un periodo.
Art. 17. Son atribuciones i deberes de la Comisión Directiva: —
1 ° Velar por la íiel observancia de estos Estatutos.
2 ° Convocar a Asamblea Jeneral ordinaria i extraordinaria.
3° Cuidar de la policía interior del establecimiento i de todo cuanto
concierna á su mejor administración
4° Amonestar ¿cualquier Socio que faltase á las prescripciones de
este Reglamento, i aun espulsarlo en caso de repetidas reincidencias, ó
cuando la falta fuese grave ; sin perjuicio de que el espulsado pueda que
jarse a la Asamblea Jeneral, i pedir que tal determinación se declare sin
efecto.
•'• ~ Celebrar sus sesiones en cualquier dia i hora, siendo dentro del
recinto del establecimiento, bastando para formar QUORUM la concur
rencia de cuatro miembros, incluso el Presidente.
6 : Nombrar de entre los Socios las Comisiones especiales que esti
mare convenientes, para procurar donaciones de libros, etc. para la Bi
blioteca ; i para los demás unes conducentes al mejor servicio del Esta
blecimiento.
7 « Recibir el balance mensual de su tesoro i las cuentas de recau
dación ; lo mismo que las de aquellos & quienes hubiese conliado la in
versión de algunos fondos, salvo a unos i otros el recurso para ante la
Asamblea, cuando no le fuesen aprobadas.
8* Exijir periódicamente la formación del Catálogo Jeneral délos
libros, folletos, etc., lo mismo que el inventario délos muebles i útile»
del establecimiento, haciendo publicar anualmente aquel i repartirlo gratis
en toda la población.
9° Crear i suprimir empleos subalternos, con arreglo á los fondos
de que pueda disponer, según el presupuesto i las necesidades del Esta
blecimiento.
10. Reemplazar por nombramientos Interinos, i basta tanto pueda
reunirse la Asamblea, los miembros del Directorio ausentes ó impedidos ;
i los que por cualquiera causa se negasen, con repetición i sin motivo jus
tificado, & concurrir á las sesiones.
LXXIII

11. Determinar la correspondencia oficial que convenga establecer,


tanto en las Provincias, como en el estranjero, a objeto de facilitar la ad
quisición de libros, periódicos i otras publicaciones i para cualesquiera
otros unes útiles a la Asociación.
12. Establecer lecturas i discursos públicos, científicos óliterarios,
etc., en los salones de la Biblioteca, pero bajo ningún pretesto, permitirá
los de carácter ó tendencias de política local.
13. Autorizar todos aquellos contratos i gastos, que estén en rela
ción con el presupuesto.
14. Destinar los sobrantes de dinero, que resultasen al fin de cada
semestre, para la creación i fomento de un capital que se denominará
«fondo de reserva», i del que no podrá echar mano sin autorización
especial de la Asamblea jeneral, salvo el caso de que en los meses subsi
guientes hubiese déficit para los gastos ordinarios, en el que podrá gastar
de aquel, lo indispensable para cubrirlo.
15. Procurar por todos los medios lícitos los recursos suficientes para
el mejor servicio i ornato del Establecimiento.
16. Usar de las demás facultades que por estos Estatutos no estén
reservadas á la Asamblea, ó conferidas especialmente á algún otro fun
cionario.
17 Presentar anualmente á la Asamblea, en la misma sesión en
que debe hacerse la elección del nuevo Directorio, una memoria de su
administración, acompañada de un cuadro jeneral de las cuentas del año
transcurrido, indicando las mejoras de que sea susceptible la Institución,
i los defectos ó faltas que á su juicio sea necesario reparar.
18 Presentar en el mismo acto el proyecto del presupuesto jeneral
de entradas i gastos para el año que principia.
19 Hacer entrega del archivo, bajo formal inventario, lo mismo
que de los fondos que tenga en caja, i de los libros, muebles i útiles, al
nuevo Directorio que le reemplace, dentro de los tres primeros días si
guientes á su elección ; dándole, á mas, las noticias i esplicaciones opor
tunas, sobre los asuntos que tenga pendientes ; para que aquel pueda á su
vez informar á la Asamblea en su primera reunión sobre todo ello, i
mui especialmente, sobre el resultado de dichas cuentas.

CAPITULO IV.
DEL PRESIDENTE, VFCE-PRESIDENTE, VOCALES i SUPLENTES.
Art. 18. Ei Presidente tiene las siguientes atribuciones :
1° Preside las Asambleas jenerales ¡las sesiones del Directorio; di-
LXXXIII

rije las discusiones i mantiene en ellas el orden ; comunica i hace ejecutar


sus respectivas decisiones.
2 ° Contrata los empleados subalternos de la Asociación designados
por el Directorio i celebra las demás transacciones autorizadas por
éste.
3 ° Yijila el fiel cumplimiento de los deberes de dichos subalternos,
de los Socios i de los demás funcionarios.
4° Decreta los ingresos en Tesorería, pagos de sueldos, alquileres
de casa i demás gastos acordados por el Directorio, con sujeción al
Presupuesto.
5° Lleva la correspondencia oficial del establecimiento.
6 ° Desempeña las demás funciones propias de su cargo.
Art. 19. El Vice-Presidente, i á falta de este, los Vocales, reemplaza
ran por su orden al Presidente en el ejercicio desús funciones, en caso
de impedimento ó inasistencia de este funcionario.
Art. 20. Los Suplentes reemplazarán en iguales casos i por su orden,
al Secretario, al Tesorero, Ecónomo i Vocales ; sin perjuicio de que el
Directorio pueda proceder, según sus facultades, íi sustituirlos con nom
bramientos interinos.

CAPITULO V.

DEL SECRETARIO, TESORERO i ECÓNOMO.


Art. 21. Las atribuciones i deberes del Secretario son:
1 ° Redactar las Actas de las sesiones de la Asamblea i del Directorio,
como también la correspondencia oficial, invitaciones, avisos, órdenes etc.
i cuidar de sus respectivos archivos.
2° Autorizar con su ñrma las actas, notas oficiales i demás docu
mentos cuya redacción le pertenece.
3° Llevar los libros de su contabilidad especial, ó sea de órdenes de
ingreses i egresos de fondo¿ ; délos recibos ó listas circulares que se espi
dan para cobrar el impuesto anual i cuotas de los Socios, de multas, sus-
criciones ó donaciones voluntarias ; los de matrículas de Socios, dividién
dola en las secciones correspondientes á sas clases i categorías ; i los de
más que le fuesen encomendados.
4° Ser el órgano para elevar al Directorio las presentaciones i de
más solicitudes de los Socios, en que aquel ó la Asamblea deban
entender.
5° Desempeñar las funciones propiasde los Secretarios de los cuer
LXXX1V

pos parlamentarios, en cuanto se relacionen con esta institución ; i las de


más que le correspondan según los Estatutos.
Art. 22. Correspondo al Tesorero:—
1 ° Llevar la contabilidad de la Asociación i la administración de su
c.ija, en el orden i forma que se le prescriba.
2 ° Hacer los pagos i demás desembolsos, tan solo en virtud de órde
nes del Presidente, refrendadas por el Secretario, so pena de quedar res
ponsable del importe de los que hiciese en otra forma.
3° Fijar cada trimestre en el salón principal, un estado de la cuenta
de la caja, para conocimiento de los Socios á un de que puedan dirijir ob
servaciones a la Asamblea, ó al Directorio en su caso, sin perjuicio del ba
lance que mensualmente debe pasar a dicha Comisión.
Art. 23. Son deberes del Ecónomo:—
i° La compra inmediata, alquiler, conservación i custodia de los
muebles i útiles de la Asociación.
2° La dirección i vijilancia auxiliar de todo el servicio i policía in
terior del Establecimiento.
3° Recibir en depósito provisional, el importe de los cobros que hi
ciese el Recaudador, i visarle la planilla que formulase para su ingreso en
Tesorería.
4° Ejercer las funciones de Procurador del Establecimiento, en las
jestiones que le sobrevengan, a no ser que se nombrase uno especial.

CAPITULO VI.
r>i:i, BIBLIOTECARIO, RECAUDADOR i DEMÁS EMPLEADOS SUBALTERNOS.
Art. 24. La Biblioteca estará inmediatamente servida por un Bibliote
cario, quesera auxiliado por un portero i demás subalternos que acuerda
el Directorio.
Art. 25. El Bibliotecario deberá:
i ° Llevar los catálogos de entradas i salidas de libros,—los de cuen
tas relativas á su enajenación, extravio, destrucción, deterioro é indebida
retención,— el de recibo por libros sacados á domicilio, etc., bajo el réji-
men que se le prescriba.
2° Comunicar semanalmente en Sicrctaria los datos relativos para
la formación de las cuentas preindicadas.
3° Mantener constantemente en buen orden los libros i demás pu
blicaciones ü objetos que contengan los estantes de la Biblioteca; cui
dando de no cambiar su colocación, según el orden numérico ó alfabético
con que estén señalados en los catálogos respectivos.
LIXXV

i ° Formar i colocar en lugar visible catálogos parciales de lo que


con langa cada estante.
5° Presentar trimestralmente los cuadros del movimiento estadís
tico de la Biblioteca, según los modelos vijenles.
6° Grabar el sello del Establecimiento en todos los libros, folletos,
mapas, periódicos, cuadros i demás publicaciones de su pertenencia, des
pués de rejistrarlas en el Catálogo i antes de darlos al servicio público.
7 - Mantener el orden i silencio convenientes á la lectura en el
recinto de la Biblioteca.
Art. 26. El Bibliotecario no podrá entregar obra ni publicación algún?,
para ser llevada á domicilio, sino bajo del correspondiente recibo, á per
sona conocida ó que le do suficiente garantía, i será responsable de todo
cuanto se estravíe, destruya ó deteriore por su culpa ó falta da cumpli
miento en el desempeño de los deberes que le imponen los Estatutos.
Art. 27. Corresponde al Recaudador :
1 ° Recaudar, dentro del municipio, el impuesto anual creado por
la lei Provincial ya citada.
2 - Cobrar las cuotas de matriculas de Socios, multas i demás cuen
tas ó créditos á favor de la Asociación.
3° Presentar en Secretaria, al iin de cada semana, una planilla ó
cuenta circunstanciada i visada por el Socio Ecónomo, de los valores que
dentro de ella hubiese recaudado, para que se decrete su ingreso en Te
sorería.
Art. 28. El Recaudador no podrá efectuar cobro alguno sin estar mu
nido del correspondiente recibo, lista ó cuenta debidamente autorizados.
Art. 29. Diariamente irá entregando al Socio Ecónomo los valores que
dentro de aquel hubiese colectado.
Art. 30. También deberá dar razón circunstanciada de todos los obs
táculos que pudieran impedir la pronta recaudación de los valores á co
brar.
Art. 31. De todo cobro que hiciere efectivo consignará inmediata
mente una constancia en su libro de recaudación, bajo las formalidades
que se le prescriban.
Art. 32. Los demás empleados subalternos prestarán los servicios que
les son propios, i tanto estos como los antes mencionados, deberán es
tricta obediencia al Presidente, i después de éste, á los demás funciona
rios, según sus respectivas atribuciones i el destino para que por su parte
se hubiesen contratado.
Art. 33. El portero habitará permanentemente en el interior de la casa,
si el Directorio no dispusiese otra cosa»
LXXXVI

CAPÍTULO VII.

DE LOS SOCIOS I DEMÁS VECINOS DEL DISTRITO.

Art. 34. Los Socios contribuyentes, ó sean los de las tres categorías
designadas en el art. 2 ° , son los esclusivos condominios del Estableci
miento i de todas sus existencias, en igualdad departes.
Art. 35. Los socios honorarios lo mismo que las demás personas de
ambos sexos residentes en el distrito, gozaran por lo demás Je las ventajas
i prerogativas de los contribuyentes.
Art. 36. Todos ellos, lo mismo que los forasteros ó transeúntes, tienen
entrada libre á los salones de lectura del establecimiento.
Art. 37. Los socios contribuyentes de las dos primeras categorías,
están obligados á satisfacer sus respectivas cuotas al principio de cada
año ; i los de la tercera, al matricularse ; debiendo ademas unos J otros,
prestar gratis los servicios que se les encomendaren en obsequio á la
asociación.
Art. 38. El socio que no satisfaga su pensión antedicha, perderá « de
hecho » su carácter i prerogativas de tal, lo mismo que todo derecho á
las existencias del establecimiento; pero será nuevamente matriculado así
que abone las adeudadas, en una sola entrega.
Art. 39. Ninguno de ellos podrá hacer valer el título ó prerogativas de
Socio que no le sean personales, por ser uno i otro absolutamente inalie
nables e intransmisibles.
Art. 40. Todos los socios i demás concurrentes al establecimiento,
deben siempre cooperación i subordinación á sus empleados en lo con
cerniente al buen réjimen del mismo ; i propender á cimentar la armonía
i las mayores consideraciones debidas entre unos i otros, mui especial
mente al bello sexo ; pudiendo cualquiera de ellos llamar al orden « de
oficio » á los contraventores. En caso de desobediencia, se dará cuenta
i se estará á la determinación del Directorio.
Art. 41. También procurarán en lo posible, obtener donaciones de
libros i demás publicaciones ütiles para la Biblioteca ; debiendo ser
invitados á presentar alguna obra útil para enriquecerla.
Art. 42. Tienen así mismo la libertad de pedir prestados i llevar li
bros de la Biblioteca para su lectura á domicilio dentro del municipio, s
no prefieren hacerlo en el salón destinado para el efecto ; lo mismo que
para adquirir la propiedad de cualquiera de dichos libros, pagando su
costo, con escepcion de aquellos que se hubiesen donado á condición ó
con el propósito de que no sean enajenados.
LXXXVII
CAPITULO VIH.

DISPOSICIONES REGLAMENTARIAS.
Art. 43. La Biblioteca estará diariamente abierta al publico por todo
el año, cuatro horas en el día, i tres en la noche. Dichas horas serán
distribuidas a juicio del Directorio, según la estación.
Art. 44. Toda clase de personas pueden concurrir a las lecturas i dis
cursos públicos, científicos ó literarios, que tuvieren lugar en los salones
de la Biblioteca, establecidas por el Directorio o por algunos Socios con
acuerdo del mismo, siempre que guarden el orden i comportaclon reque
ridos.
Art. 45. Para el uso de los que concurran a la Biblioteca habrá en ella
todos los útiles necesarios a su objeto, los que se les proporcionarán
gratis.
Art. 4G. La lectura de los libros tanto en sus salones como a domicilio,
será también gratuita para cualquiera del pueblo.
Art. 47. La persona que solicite llevar libros a domicilio, dejará al
Bibliotecario un recibo en que esprese el titulo i tomo de la obra, su esta
do de uso, oí tiempo que haya de ocuparlo i su imparte fijado en el catá
logo ; pero no ppdrá franquearse ni retenerse por mas de un mes.
Art. 48. Nadie podrá llevar para su lectura a domicilio mas que un
solo volumen, aunque la obra conste de varios, debiendo devolver el que
se le hubiere franqueado para pedir otro.
Art. 49. Toda persona que lleve un libro a domicilio estará obligada á
responder de su valor fijado en el catálogo o recibo antes mencionados,
por el mero hecho de no devolverlo en buen estado de conservación, por
su estravio o destrucción ; quedando mediante dicho pago, dueño de la
obra.
Art. SO. Si el libro se devolviese deteriorado pero utilizable, se exiji-
rá incontinenti una indemnización equivalente, a juicio del Bibliotecario ;
sin perjuicio de que el multado pueda reclamar su justiprecio ante el Di
rectorio.
Art. 51. El que retuviese en su poder algún libro, por mas tiempo de
aquel por que se le prestó, abonará un real por cada dia de retención in
debida, si no prefiriese hacerlo suyo abonando su importe.
Art. 52. Los libros i demás publicaciones de la Biblioteca deben ser
devueltos, por aquellos a quienes se les hubiesen franqueado, al Bibliote
cario en i ersona i en el recinto mismo de la Biblioteca.
Art. 53. El socio que no satisfaga su cuota anual establecida en el artí
culo 2 - , i cualquiera otra persona que no pague las multas designadas en
LlIttUI

los artículos precedentes, tampoco podrán llevar libro alguno & domicilio,
mientras no las abonen integramente.
Art. 55. No es permitido tomar ni entregar libros ni otro objeto, sino
por medio del Bibliotecario.
Art. 65. También se prohibe rayar ó doblar sus hojas, como señal ; esto
debe hacerse por medio de cintas ú otros objetos análogos.
Art. 56. No se podrá leer en alta voz, siempre que hubiese mas de un
concurrente, si no es que asi lo convinieren todos ellos ; ni conversar,
discutir ó conferenciar de modo que se interrumpa el silencio convenien
te & la lectura.

CAPITULO IX.

DISPOSICIONES JENERALES.
Art. 87. Toda citación, invitación 6 aviso jenerales, se harán por medio
délos periódicos ó por circulares, salvo en los de convocación del Direc
torio que podr& también hacerse verbalmeute por medio del portero, ü
olro empleado.
Art. oí. Es prohibida la cesión déla casa para cualquiera reunión, sin
el acuerdo del directorio ; i por ningún protesto se permite el préstamo do
sus muebles ú otros objetos pertenecientes á ella, fuera de su recinto ; ba
jo la responsabilidad i penas que estableciera la Asamblea.
Art. 59. Se prohiben las contribuciones estraordinarias i toda clase de
suBcriciones, en el recinto del establecimiento.
Art. 60. La disolución de la sociedad i su liquidación, no puede tener
lugar, sino en el caso de que quede demostrado que sus recursos son ab
solutamente insulicientes para sostenerla, aun en su estado mas reducido
de economías.
Art. 61. Ella solo puede ser resuelta por las tres cuartas partes de sus
miembros presentes en la Villa, i cuyo número no baje del QUORUM oBt>l-
NAKIII para formar Asamblea Jeneral.
Art. 62. En tales casos corresponde á esta resolver sobre el modo i for
ma, en que deba precederse & la liquidación de la Sociedad ; i nombrar
do entre sus miembros las personas que deban encargarse de ella.
Art. 63. Estos Estatutos podran ser reformados con el acuerdo de loa
tres cuartos del QUORUM ordinario ; previa convocación especial de la
Asamblea Jeneral, i en cuanto no se altere el carácter de INSTITUCIÓN
POPULAR DE LA BIBLIOTECA.
Art. 6it. I Ultimo—Siendo la Biblioteca especialmente destinada & la
difusión de la instrucción en las clases menos acomodadas de nuestra
LXXXIX

sociedad ; sus estantes, libros, mapas i folletos deberán pasar bajo for
mal inventario, al principal establecimiento de enseñanza exi«tentc en la
¿•poca en que aquella institución desapareciere ; con calidad de sor opor
tunamente devueltos a la primsra Biblioteca Popnlnr, que volviese a es
tablecerse en esta Villa. P«ro las demás existencias serán partiblos en
igualdad de partís entre sus Socios conlribuTento?.

XIII

Mediante este sistema de trabajos de la Lcjislatura, del Eje


cutivo, de la Comisión Provincial, del Inspector Jeneral de
Escuelas, que hace frecuentes visitas á los Departamentos de
la Provincia, i de las autoridades subalternas, que han sido
comprometidas en la grande i noble tarea de promover la
ilustración desús conciudadanos; i en especial, estando ase
gurada la institución de las Bibliotecas populares con reñías
propias i otros poderosos estímulos, no es exajerado afirmar
que toda la provincia en masa ha puesto manos á la obra, i
desde un estremo al otro las poblaciones mas insignificantes
están fuertemente preocupadas en fundar Escuelas i Bibliote-
cas escolares i populares.

XIV

, El primer distrito de campaña que ha respondido con un


entusiasmo digno de admiración á las insinuaciones de las
leyes Nacional i Provincial, sobre fundación de Bibliotecas
populares, es el de Vilismano, uno de los seis en que se di
vide el Departnmento del Alto, situado en las cimas i en los
valles de la Sierra de este nombre. Dicho distrito no pasará
de 2000 habitantes, puesto que todo el Departamento, que
consta de seis, solo cuenta !)ii'J habitantes, i ocupa una os
tensión de GOO leguas cuadradas de terreno montañoso.
La leí provincial de 17 de Octubre de 1871, prescribe en
sus artículos 3° i 4°, lo siguiente: «3° A solicitud de
cinco ó mas propietarios de cada Distrito, ciudad ó pueblo,
xc

que se propongan constituir una asociación para establecer


una Biblioteca popular, el Juez partidario ordenará al Juez
de Paz del Distrito respectivo, que convoque á todos los
propietarios, comisionando á uno de los solicitantes para que
los cite á una reunión, especificando el dia, la hora, el lugar i
el objeto, según haya sido establecido en la orden— 4° La
orden de convocatoria se fijará en un paraje público de la
localidad, no menos de siete días antes de la reunión, en la
cual, estando por lo menos siete de los propietarios, podrán
elejir un Presidente, un Secretario, un Bibliotecario, un Re
caudador i los demás empleados que consideren necesarios, i
establecer la manera de convocar á las reuniones futuras. »
Por este mecanismo de la leí, basta que se convengan cinco
propietarios de un distrito, i que concurran siete á la reunión,
todos los propietarios de dicho distrito quedan obligados á
contribuir en las proporciones que en la misma lei se esta
blecen, para la planteacion i mantenimiento de una Biblio
teca popular.
He aquí como se procedió en el caso del Distrito de Vilis-
mano, í se tendrá un ejemplo de la practícabilidad de la lei
de Bibliotecas de Catamarca.
Vilismano, Febrero 26 da 1872.
Al Sr. Miniitro e/e Hacienda, Culto é Inilruccion Pública, D. Lindar B,
Solomayor.
Me hago el honor do remitir á S. S., para quo á su ve2 se sirva elevar al
superior conocimiento de S. E. el Sr. Gobernador, a los fines que hubiere
lugar, copia autorizaba de la solicitud quo los vecinos de este Distrito han
presentado en este Juzgado, haciendo uso del derecho que les acuerda la
Lei de 17 de Octubre del año pasado, i de la elección que «n su consecuen
cia «e ha practicado, nombrando los miembros que han de componerla
«Asociación de Bibliotecas» acordada por la misma lei.
Aprovechando esta ocasión, me es altamente honroso ofrecer una Tez
mas al Sr. Ministro las seguridades de mi aprecio i respeto.
Dios guarde a S. S.
lotl Medina.
XCI

Departamento de Instrucción Pública.


Catamarca, Marzo 7 de 1872.

Contóst'.se, manifestando el agrado con quo el Gobierno se ha impuesto


del paso dado por el vecindario de Yilismano, i aprobándolo ; dése cuenta
a las Comisiones Nacional i Provincial de Bibliotecas, i pásese urden 6 la
Inspección Jeneral de Escuelas para que remita á la Asociación do Biblio
tecas de Yilismano un ejemplar de cada uno de los libroi existentes en esa
oficina.
Publlquose i archívese.
Rúbrica de S. E.
SOTOHATOB.

Señor Juei Partidario del Departamento del Alio.

Vilismano, Febrero 8 de 187Í.


No» los suscritos, vecinos del Distrito Escolar de Yilismano, penetrados
de la importancia que hai en responder dignamente al designio que asi el
Gobierno de la Nación como el de la Provincia, se proponen en fundar las
"Bibliotecas Populares» como base de la instrucción, principio de todo
bien; i persuadidos de que un establecimiento de esta clase es como la fuen
te de que a la vez puede fluir un torrente de lucos, á cuyo influjo veamos
desde hoi cambiarse nuestra actual situación, lanzándose la jcneracion
presente á la vida del progreso, i perpetuarse este en las jeneraciones fu
tirás; para llenar por nuestra parte los unes de la leí de 17 de Octubre
del año pasado, pedimos á vd. se sirva convocar al pueblo de este Dis
trito á un de dar cumplimiento á la citada lei en la forma que ella pres
cribe.
Sin creer necesario encarecer el móáto de tan alto pensaminnto, i ha
lagados con la idea de que vd. acojerá favorablemente nuestra solicitud,
nos suscribimos de vd. SS. SS.—Pedro M. Zurita—Victoriano Paez—
Lutgardo Oviedo—Froilan Medina—Petronilo J. Zurita.

Yilismano, Febrero 9 de 1871.


Yista ia solicitud que antecede, i atenías las razones en quo ella se funda,
convóquese por el Juez de Paz el vecindario de este Distrito para el 18 del
luerije, i para su mejor cumplimiento, pásese nota al mismo juez i copia
de li citada lei; desígnate á D. Pedro M. Zurita para que cite & los vecinos
iuna reunión el dia 18, procediendo enlode masen conformidad a la
XCII

leí. — Joel Medina, Juez Partidario.—En Vilismano, i 18 de Febrero del


presente año, reunido el pueblo de este Distrito á mérito del decreto que
antecede, de conformidad con la leide 17 de Octubre del año pasado, sobre
fundación de Bibliotecas, se procedió a la elección de los miembros que
debian componer la asociación & que la misma se refiere, en la forma si
guiente :
D. Victoriano Paez dio su voto para Presidente de la asociación de la
Biblioteca, por D. Pedro M. Zurita, para Secretario por D. Joel Medinai
para Bibliotecario por D. Petronilo J. Zurita, i para Recaudador por D.
Cosme Valdez.
D. José Arévalo dio su voto por los mismos, D. Herminio Arévalo por
id, D. Lutgardo Oviedo por id, D. Félix B. Paez por id, D. ü. Medina por
id, D. Andrés Barrera por id, D. Pedro Bravo por id, D. Januario Paez
por id, D. Misael Navarro por id, D. Juan A. Medina por id,D. Alfonso
Navarro por id, D. Diaz por id, D. Carmen Arias por id, D. Hamon Gil
Quiroga por id, D. Ramón Aguilar por id, D. Felipe Morales por id, D.
Santiago Pereira por id, D. Pascual Arévalo por id, D. Teodoro Tn-jo por
id, D. Luis Gómez por id, D. Pascual Cejas por id, Elias Parra por id, D.
Marcelo Domínguez por id, D. Fuljencio Zurita por id, D. Sccundino Zu
rita por id, Estanislao Jerés porid, D. Anacleto Gutiérrez por id, D. Nico
lás Montes por id, D. Tristan Ponce por id.
No habiendo mayor numero de sufragantes, se dio por terminada la
elección, déla que por unanimidad resultaron electos los Señores D. Pedro
M. Zurita como Presidente, D. Joil Medina, Secretario, D. Petronilo J.
Zurita, Bibliotecario, i D. Cosme Valdez, Recaudador.—Joel Medina, Juez
Partidario.
Es copia—
Joel Medina.

Todos los hombres bien intencionados i patriotas esperimen-


tarán, estamos ciertos, un sentimiento de lejitimo orgullo al
ver implantados i radicados en una de nuestras Provincias mas
lejanas, procedimientos esencialmente democráticos, tales co
mo la elección popular de Comisiones de Escuelas, que tanefi-
caces se están mostrando para la dirección de los delicados i
complicados resortes de la educación popular, i tales como el
laudable ejemplo que ha dado el Distrito de V;lisrnano, fun
dando una asociación para el establecimiento i mantención do
XC1II

una Biblioteca popular por medios esencialmente democráti


cos.
^o de otra manera, aunque en mayor escala i con mas cor
rección, se manejan estos asuntos en el Estado de Massa-
chusetts, de cuya sabia lejislacion educacional se han copiado
i adoptado las disposiciones legales de Catamarca, relativas á
las escuelas comunes iá las Bibliotecas populares. ¡Cuanto
amor no han despertado en el sencillo corazón de los habitantes
de distritos rurales olvidados en otro tiempo por los mismos
Representantes del pueblo, si la necesidad de imponerles algu
nas contribuciones no llamaban su atención sobre sus indus
trias i fortunas, como materias de impuestos para los gastos
públicos !
Hoi se sienten animados de una nueva vida i rebosando sus
corazones de sentimientos jenerosos, al paso que sus intelijen-
ciasse sienten gratamente ajiladas por ideas salvadoras que en
grandecen i ennoblecen el carácter i Ja personalidad humana.
Véase sino, como se espresa en lenguaje sencillo, pero elo
cuente, uno de los habitantes del Distrito de Yilismano conta-
jiado coa la fiebre patriótica que se ha desarrollado como por
encanto en favor de las escuelas i las Bibliotecas populares, en
la Provincia de Catamarca.—Son algunos párrafos de carta
particular :

«Volviendo á la Biblioteca, tenemos formado el proyecto deponerla al


servicio del público el 9 de Julio, con todo el estrépito i pompa que me
rece aquel dia i la satisfacción i entusiasmo que acompaña siempre & los
grandes sucesos. Para entonces los libros! ! !
Es increíble la aspiración que se ha despertado en nuestras jentes al pre
dicarles sobre adelantos que podremos hacer. El mas miserable, lo ha
llas jeneroso, el mas inerte i pusilánime, lo tienes lleno de proyetos i espe
ranzas, que es mui fácil realizar una vez que se les abran los ojos; ¿i
quieres saber la causa de este prodijlo ? Aquel articulo que se publicó en
Jos numeres de la « Voz del Pueblo, » ha venido á herirlos en lo mas ínti
mo, al ver las alabanzas que en 61 se producían á favor de nuestro vecin
dario, al hacerles concebir el mérito que á la vez nos podemos granjear
XCJV

ante IGJ hombres. Vaya hombre! una maravilla !! Un portento!! i esto


con tan pocos días de trabajo !!
Con igual designio te adjuntóla lista de los vecinos que sshan suscrito
para improvisar la suma que te mandamos; queremos que la hagas publi
car en el periódico pagando a nuestra costa si no la admitieren de valde :
en ella ves el numero de vecinos que figuran, i la suma que han dado, ha
ciendo poces aquí lo que til has hecho coa muchos allá. No hemos dado
sino el primer paso, qué será mas después ?

Nos queda aun alguna platita recojida i por recojcr, con lo que pensamos
hacer construir algunos muebles i estantes para el servicio. Después te
comunicaré muchas cosas que omito. »
La cantidad de dinero enviada á la Comisión Protectora
parala compra de libros con deslino á la Biblioteca popular de
Vüismano, es ps. fts. 227. 50, que aumentada por el Gobier-
Nacional con otro tanto, hace la suma de 455 ps. fts., que se
invirtieron en los libros pedidos i se remitieron oportunamen
te á su destino.
Varios vecinos de la ciudad de Catamarca habían donado dos
cientos volúmenes para esta naciente Biblioteca. Se vé, pues,
que la ciudad ha hecho causa común con la campaña para com
batir la ignorancia i difundir las luces del saber.

XV.
Siguiendo la lijera revista que hemos emprendido, de Jos
pueblos de campaña de la Provincia de Catamarca que ya han
hecho algo para procurarse la formación de Bibliotecas popu
lares,- hasta donde alcanzan las noticias que tenemos, es
nuestro deber mencionar en primera linea el Departamento de
Andalgalá,
Este Departamento, cuya estension territorial es 1125 le
guas cuadradas, se halla situado en la falda austral del cerro
de Aconquija i en la cabecera del Ambato, al borde del vasto
desierto de la salina catamarqueña, i comprende los valles del
Atajo al Norte, icl de Poman al S. S. E.
3CCV

La población total de este Departamento agrícola i mine


ro, es de 7,035 habitantes, i la población urbana asciende á
3,073 personas.
En la Villa de Andalgalá se ha formado una asociación para
establecer i mantener una Biblioteca popular, i según se le
ha anunciado ya á la Comisión Protectora, mui pronto le se
rán remitidos 500 pesos plata que se han reunido para la
compra de libros.
El Inspector Jeneral de Escuelas, en su última visita á los
Departamentos, escribe al Ministro de Gobierno con fecha 10
de Mayo, de la Villa de Andalgalá, entre otras cosas, lo si
guiente :
•La nueva lei de escuelas queda afianzada en los Departamentos que he
recorrido. En Santa María, magnífica disposición en los miembros de
la Comisión. Hablé hasta en el interior del templo en favor de la lei de
escuelas i de las Bibliotecas populares. Todo va bien aquí,-hai 200 ni
ños en cada escuela del Fuerte. Una particular se ha abierto en Choya
con 45. Hai 300 $ (300 según las ultimas noticias) para una Biblioteca.
Las doi por fundadas en Tinogasta, Santa María, Belén i Andalgalá. He
hecho lo que he podido. No tema V. por el éxito ; no fracasarán.»
Por otro conducto se sabe que el ilustrado i virtuoso Cura
de Andalgalá, Presbítero D. Pedro M. Oviedo, ha ofrecido
para la Bibliotoca popular deesa Villa, todos los libros que
forman su escojida Biblioteca particular, que no bajan de
cien volúmenes.
I es consolador el saber que los Párrocos de otros Depar
tamentos están á la cabeza del movimiento educacionista.
Honor á ellos !
XVI.
Llevados del deseo de investigar los resultados de las leyes
sobre Bibliotecas populares, obtenidos en la campaña de la
Provincia de Catamarca, hemos postergado, violentando un
poco la lújica de los acontecimientos i aun el orden cronoló-
jico, las apreciaciones que merece la primera Biblioteca po
XCVI

pular que se fundó en la ciudad da Catamarca sobre la base


del Club-Casino. Sin embargo, valga á discnlparnos el ha
ber intentado hacer la historia de esta importante institución
en el primer número de nuestro Boletín.
Según los datos que entonces tuvimos el placer de consig
nar á este respecto, la Biblioteca popular del Club-Casino, á
fines del año 1871, tenia como caudal propio cerca de 1,000
volúmenes, adquiridos la mitad en Catamarca mismo i la otra
en Buenos Aires, por medio de una remesa de 468 pesos, 57
centavos fuertes, quo aumentada en otro tanto por el Go
bierno Nacional, ascendía á ps. fts. 937 14. A fines del pri
mer trimestre de este año, todavía no habia llegado un cajón
de libros que debian completarlos 1,000 volúmenes calcula
dos, i así la estadística da solamente 970 volúmenes. En ese
mismo período habían asistido al Salón de lectura de la
Biblioteca 340 personas, i los pedidos de libros á domicilio
ascendían á 291, á saber: de obras serias 32, i de literatura
amena 259.
He aquí la leí por la cual esta Biblioteca ha sido declarada
en las mismas condiciones que las que se propone fomentar
la lei provincial de 17 de Octubre de 1871.
La Sala de RR. de la Provincia sanciona con fuersa de—

LEÍ:
Art. i ° Declárase la Biblioteca Popular del Club-Casino de Cata
marca, en las mismas condiciones que las creadas por lei de 17 de Oc
tubre ultimo, i por consiguiente en el goce de la subvención i demás
ventajas acordadas por la misma lei, siempre que la base de sus Esta
tutos sua conforme al art. 7° de la misma lei, i considere como socios
honorarios a los contribuyentes.
2° Comuniqúese al Poder Ejecutivo i archívese.
Sala do Sesiones, Catamarca, Marzo 20 de 1872.
CARDOSO.
Fidel Barrionttevn.
D. S.
X.CYII

Departamento de Instrucción Pública.


Catainarca, Abril i° de 1872.

Cúmplase, comuniqúese, publlquese é insértese en el Rejistro Oficial.


GALINDEZ.
L. B. SOTOMAYOR.

La Asociación del Club-Casino ha remitido en este año,


para enriquecer su Biblioteca popular, la suma de ps. fts.
079 93, que aumentada en otro tanto por el Gobierno Nacio
nal, asciende á ps. fts. 1,339 86, con la cual se han comprado
58-j obras que forman un total de mas de 1,000 volúmenes.
En resumen, en el año anterior se invir
tieron en libros para esta Biblioteca. . ps. fts. 937 14
En el presente año 1359 86
Total ps. fts. 2297 00
El caudal en libros de esta Biblioteca consiste al presente
de mas de 2,000 volúmenes.

Provincia de Rueños Aires

XVII
La Provincia de Buenos Aires, con una estension territorial
de cerca de 7, 000 leguas cuadradas, está poblada por 495,107
habitantes, según el Censo de 1869.
La población urbana agrupada en 52 pueblos i ciudades, se
estima en 270,921, i la rural en 224, 186 habitantes. Entre
unos i otros, saben leer 155,603— Saben escribir, 148,324—
No saben leer, 339,504—No saben escribir, 346,773 personas.
Los niños en estado de educarse considerados entre las eda
des de 6 á 15 años son 119,039 ; i de estos solo aparecen asis
tiendo á la escuela 28,373 según el Censo, i 25,364, según el
XCTIII

iuformc del Jefe del Departamento de Escuelas, el cual toda


vía considera exajerada esta cifra.
Sin embargo, tomándola como lejítima, resulta que quedan
sin escuela 93,075 niños. Hai un niño en la escuela para
cada 17,85 habitantes.
A las desventajas que estas cifras revelan deben agregarse
las relativas á las ocupaciones habituales de la mayor parte
de los habitantes de la campaña, que se reducen casi por com
pleto al pastoreo, i es sabido cuánto influye para el atraso i la
desmoralización este jénero de trabajos, máxime con los pro
cedimientos primitivos que entre nosotros se emplean.
Pero el mayor de los males que á esto respecto se siente i
que nunca será bastante lamentado, es la falta de iniciativa
que se observa en Jas autoridades constituidas, á quienes in
cumbe proveer al remedio de estos graves males i adoptar
los medios de encaminar al pueblo á su perfeccionamiento por
la educación i el desarrollo de la industria i el comercio, que
aseguran el bienestar.
Lejos de eso, la población va creciendo en esta Provincia,
como en ninguna otra, i crecen á la par la ignorancia i las
causas de desmoralización, siendo cada dia mas notable la
desproporción entre los males i sus remedios.
Sin embargo hai algunas causas que disminuyen este mal ó
lo mantienen latente, como el bienestar jeneral que se siente
entre todas las clases de la sociedad i la educación social que
se adquiere con el contacto de la inmigración estranjera i con
el ejercicio de las industrias i del comercio, que en esta Pro
vincia tienen mayor actividad que en las demás.
Si á estas benéficas influencias se agregase la afición á la
lectura, sustituyendo asi útilmente los entretenimientos que
llenan en la actualidad los ocios de las nueve décimas partes
de nuestra población, entonces el pueblo se habría puesto en
el camino del verdadero progreso i de la moralidad, porque
asi sabría apreciar mejor la importancia de la educación i no
XCIX

economizaría sacrificios para procurársela ampliamente á sus


hijos.
Felizmente nuestra propaganda en este sentido ha mere
cido en esta provincia una entusiasta acojida de parte de las
autoridades municipales i de algunas asociaciones particulares,
como vamos á demostrarlo, mencionando los pueblos que han
hecho trabajos para el establecimiento en ellos de Bibliotecas
populares.

Ciudad de Rueños Aires

XVIII
La gran metrópoli del Plata ha hecho muí poco por las
Bibliotecas populares, i bien necesitaría tener por lo menos
una en cada Parroquia.
A lo que dijimos en el número anterior sobre la Biblioteca
que sostiene la Sociedad Tipográfica Bonaerense, solo tenemos
que agregar con mucha satisfacción, que esa sociedad, com
puesta de hombres laboriosos, morales i de buen sentido,
quizá con motivo de las observaciones que hicimos sobre in
convenientes que presentaba el reglamento interno de la
Biblioteca, lo ha modificado, haciendo accesible este escelente
plantel á todos los socios i á sus vecinos conocidos, facili
tando los libros á domicilio i mejorando el salón de lectura.
Sin embargo, no se han destinado todavía los fondos necesa
rios para enriquecer la Biblioteca, que poco interesante con
tiene, según los informes que hemos recibido.
La «Societá Italiana d'Unione e Benevolenza, » situada en
la Parroquia de la Piedad, la cual sostiene una numerosa
escuela gratuita para los niños pobres de esa nacionalidad,
tenia también una regular Biblioteca para el servicio de los
socios. Hace pocos meses se ha adoptado un reglamento que
le da á esta Biblioteca el carácter de popular, aunque todavía
no se han destinado fondos para aumentarla ; i lo que en este
sentido se ha hecho, ha sido por medio de donaciones de li
bros de algunos socios i sus amigos.
Tanto esta Biblioteca como la anterior, reciben las publi
caciones oficiales de la Nación i de las Provincias.
Algunos conatos que se hicieron sentir con el propósito de
formar Bibliotecas populares en las Parroquias de la Piedad i
de San Cristóbal, no han dado todavía resultados— A este res
pecto la campaña ha superado en mucho á la ciudad.

Cklvilcol

XIX
He aquí como describe el renacimiento á la vida déla Bi
blioteca popular de Chivilcoi, D. Carlos A. Fajardo, el mismo
que ha tenido el suficiente patriotismo, enerjía i constancia
para resuscitarla como á otro Lázaro, dándole una nueva i vi
gorosa existencia :
FUNCIÓN DE LA BIBLIOTECA POPULAR DE CHIVICOI
Desde la inauguración de su nuevo local el 25 de Mayo hasta el 2 de
Junio de 1872

Las funciones públicas i diarias de la Biblioteca Popular de Chivil<;oi


han sido ampliadas desde la traslación de ésta al local propio de la So
ciedad de accionistas, constituida en favor i bajo el nombre de Escuela
Central i Biblioteca de Chivilcoi.
La inauguración de este local tuvo lugar el 25 de Mayo ultimo, de
conformi ¡ad con el siguiente programa, cuya publicación en los diarios
i en hoja suelta, sirvió de invitación á todas las autoridades i personas
simpMicas i protectoras de las Bibliotecas Populares.
A las 2 cíe la tarde : Reunión previa de los socios accionistas é invita
dos, en el misino local.
A las 7 de la iiocli" : Discursos i recitaciones inaugurales.
CI

A las 8: Primera lectura publica ordinaria, en la cual tomarán tam


bién parte niñas i jóvenes, de conformidad non los artículos 8 a ii del
reglamento interno anexo.
A las 9 : Primera sesión de orden parlamentaria por lodos los concur
rentes, según los artículos 12 a 13 del mismo reglamento.
La concurrencia fue numerosa; la función solemne.
Leíase en todos los rostros la conciencia de la importancia de aquel
acto.
La banda de niños déla Escuela Central, bajo la dirección de su hábil
i meritorio maestro D. Martin U. Pons, ejecutó varias piezas, 6 inmedia
tamente el Sr. D. Augusto Krause pronunció el discurso inaugural anexo,
que le había encargado la Comisión Directiva.
En seguida habló el Sr. Núñez (D. Roque,) de cuyas elocuentes pala
bras tomamos estos conceptos :

SEÑORAS, SEÑORITAS ISE$ORES :


« Celebramos hoi dos acontecimientos ; el uno grandioso para Amé
rica, el otro de importancia para esta localidad.
« La revolución de Hayo i la inauguración del local propio de la Bi-
blioteca de Chivitcoi.
o La idea de Mayo, fue el rayo que pulverizó el despotismo inoculado
en la joven América por la vieja Europa.
« Castelli, Moreno, Azcuénaga i demás proceres de la idea, lo mismo
que San Martin, Bolívar, Belgrano i demás héroes de la epopeya Ameri
cana, que cimentaron su independencia en los campos de batalla, al
contemplar su obra, deben sentirse orgullosos de ella.
« La revolución Americana en mi opinión, no fue una guerra de ester-
minio contra España, fue contra un sistema.
« Riego derramando su sangre por la libertad, cuando nuestros bravos
caian en los campos de batalla por ella, demuestra esta verdad.
« Mayo trajo en pos de sí una era de libertad : pero la libertad sin la
educación del pueblo era deficiente. Fue preciso pues, apenas disipado
el humo del combate, hacer del soldado un ciudadano útil, i cada uno de
los pueblos emancipados, puso todos sus esfuerzos al logro de ese íin.
« La República Arjentina fue uno de los primeros que se dedicó á co
ronar la obra de Mayo por medio de la educación.
« San Martin desde la cumbre de los Andes, señaló ptra América una
era nuera ; pero Rivadavia abrió para la República Arjentina una era de
progreso.
Gil

« Su obra no ha sido estéril, i nuestra alma rebosa de contento al ver


que cada pueblo de la República propende a hacer los talleres i los labo
ratorios del progreso; la Escuela i la Biblioteca. Si en aquella va el
niño á aprender á ser ciudadano, en esla tiene todos los elementos para
cultivar su inteligencia por medio de la lectura de los grandes maestros.
« Felicito pues á Chivilcoy por el paso que ha dado en el camino de su
prosperidad, i pido al pueblo jiroleceion para la Biblioteca, para esa ins
titución que en todas partes que se cree señalará una era de engrandeci
miento.
« He dicho ».
Después, el presbítero D. Carlos Boeri leyó un discurso suyo, escrito
para aquel acto.
Los pasajes que recordamos son estos :
« Este acto debe llenar nuestros corazones del mas puro regocijo.
« Todos podemos contribuir al edificio del progreso social trayendo a
él un grano de arena.
« Nuestra asociación será una benéfica luz que disipará las tinieblas de
la ignorancia; abrirá el entendimiento del niño ala luz déla verdad, i
formará su espíritu en las ideas de lo justo i lo honesto.
« Nuestras lecturas morales i científicas, nuestras discusiones sobre
materias que interesen al público, contribuirán no poco á la educación i
progreso de este pueblo ; i tendremos la gloria de haber formado un pue
blo virtuoso i apto por su instrucción, para practicar con mayor provecho
las instituciones eminentemente liberales a cuya sombra tenemos la dicha
de vivir.
« Es necesario renovar la tradición cristiana si queremos rojenerar la
sociedad.
« Pero, ¿de qué modo podetnoss desarrollar los jérmenes de esta lei
moral i hacerla fructífera ?
« Creo que los mas eficaces serán estos :
«Las Escuelas i las Bibliotecas Populares.
« La escuela que necesitan los pueblos democráticos, no es un salón
adornado con bancos, mapas i un maestro sentado en su trono despótico,
para enseñar por medio del terror la sumisión del esclavo i la obediencia
ciega ¿ sus ideas rutinarias.
« No I
« La escuela debe revelar al niño la dignidad del hombre moral i libre,
derramando como torrentes de luz en las tinieblas de su ignorancia aque
llas verdades sublimes que hacen del cristianismo el fundamento del
bienestar social.
CIII

a La escuela es el verdadero templo de la humanidad, donde el maes


tro, apóstol do la civilización i do la verdad, revela la lei moral a la con
ciencia de los niños.
« La escuela debe ser obligatoria — No obstante, los padres deben
ser libres en el cumplimiento de esta obligación, de confiar sus hijos á
la enseñanza pública ó privada da un Preceptor idóneo, sea cual fuere su
creencia relijiosa.
« Los padres son soberanos en oí cumplimiento de esta misión que
reciben de Dios i no de la autoridad civil; i es su conciencia el único
juez que puede decidir sobre la elección del maestro que haya de Instruir
i sus hijos. Peí o si los padres menosprecian sus deberes i abandonan
sus hijos en la ignorancia i el vicio, la sociedad debe intervenir en favor
de estos, obrando en nombre de un doble derecho: la protección al débil
i la protección a si misma. En esto DO hai violación de la libertad i so
beranía del padre, sino un homenaje á la razón i & la dignidad del alma
humana.
« Debernos contribuir en la esfera de nuestra actividad a derramar la
luz de la verdad, porque solo los que quieren engañar i esclavizar a un
pueblo, pueden interesarse en perpetuar su ignorancia.
« Solo a la tiranía puede ser peligrosa la ilustración del pueblo.
t Todo progreso eco.ióm ico i material de un pueblo, esta siempre en
razón directa con el progreso de su intclijencia i moralidad.
« A nombre pues, del interés común, el Estado puede i debe prescri
bir la educación obligatoria que desde muchos años es lei general en Ale
mania i Norte América.
« Este es el único medio de que podemos i debemos armarnos para
combatir al enemigo mortal de la civilización, la ignorancia.
« Con ciudadanos ilustrados i virtuosos, consolidaremos el imperio del
derecho i de la justicia, la inviolabilidad de la vida i de la propiedad, ba
ses indispensables para la felicidad del individuo i de la sociedad ».
A las 8 comenzó la primera lectura pública, con el Mensaje del Ejecuti
vo Nacional, la Lei i el Decreto reglamentario sobre subvenciones alas
Bibliotecas Populares, i discursos de Laboulaye i del Presidente de !a Bi
blioteca de Versailles en el primer aniversario de dicha Biblioteca.
Los lectores de esta primera noche fueron 8 niños; pero este espectáculo,
nuevo para esta población, ha despertado tal interés i una animación tan
creciente, que ya en. la siguiente noche subió a la tribuna una señorita,
Andrónica Calderón, cuya leclura impresionó profundamente al audito
rio ; i en todas las noches posteriores se han presentado nuevas lectoras i
lectores.
CIY

Hasta ho¡, en solo el transcurso de una semana, han contribuido a las


lecturas públicas, recitación i discursos, las personas siguientes:
Señoras: María A. P. de Bent, Dorotea Lasserre.
Señoritas: Andrónica Calderón, Lola Cuelho, Adelina Salvadores, Jo
sefina Salvadores, Aurelia Santa Marina, Mercedes Santa Marina. Adela
Aimya, Teresa Asereto, Hortensia M. Caldeira, Elodia Galán, Celestina
Villar, Jacinta Cuello.
Señores: Aagusto Krausc, Carlos Boeri, Mnrinno Villarino, Luis Salva
dores, Roque Nuftez, Mariano Marcó, Antonio Fernandez Cerqueiras, Be
nedicto Salvadores, Martin B. Pons, Carlos A. Fajardo ; i los jóvenes
Otto, Julio, Domingo i Faustino Krause, Luciano Giménez, Luis Sau-
quet, José Micheli, Antonio Bergez.
Para comprar libros se inició ya durante la primera lectura por algu
nos concurrentes una suscricion espontánea, que al instante subió á la su
ma de 1,600 ps. m|C., i de cuya recaudación i propaganda fueron encarga
dos los Sres. Eduardo Benitez, Agustín Pecliieu i Julio Dubourg.
En presencia de este óxito, de la nueva vida sentida en estos ocho días,
apenas la imaginación puede alcanzar los resultados que obtendremos den
tro de un año.
Después de la lectura tiene lugar en cada noche la discusión parlamen
taria, sobre los temas sujeridos por aquella i propuestos por los concur
rentes .
Por primera vez en la noche de hoi tomaron parte las señoras en la dis
cusión. Nuevo entusiasmo. El Presidente había ofrecido la palabra a la
numerosa reunión, compuesta en su mayor parte de señoi as i señoritas,
estimulando especialmente a la mujer a emitir sus ideas i discutirlas,
cuando la señora Lasserre, manifestó que ella venia preparada para espre
sar los mismos pensamientos ; é instada por la Asamblea, leyó un precioso
discurso suyo que había escrito á este propósito.
La señora de Bent habló en sentido análogo, i propuso el tema que de
berá discutirse en la sesión de mañana.
La Asamblea decidió la publicación del discurso de la señora Lasserre
junto con los demás documentos de la Biblioteca que van á continuación, á
fin de que dicho discurso fuera estudiado, i discutido en la sesión del Do
mingo próximo.
Carlos A. Fajardo.
La Sociedad especial de la Etcuela Central i Biblioteca de
Chivilcoi, refundida en la « Sociedad de Instrucción popular »
que existia en ese mismo pueblo, ha dispuesto la publicación de
CT

un interesante folleto de 64 pajinas que contiene, entre otras


cosas, los estatutos i reglamentos que transcribimos, llamando
sobre ellos la atención de las demás poblaciones i sociedades
de la República, á fin de que imiten el buen ejemplo que les da
un pueblo situado en la frontera del desierto, pero lleno del
espíritu de progreso que engrandece i hace felices á los pue
blos.
REGLAMENTO INTERNO DE LA BIBLIOTECA POPULAR DE CHIVILCOI.
Art. 1° El Intendente de la Biblioteca será un empleado apto, &
sueldo i responsable á la Comisión Directiva : teniendo á su cargo :
i ° El cuidado, aseo i la responsabilidad especial del edificio, mue
bles, libros, periódicos i demás enseres de la Biblioteca.
2° La teneduría de los catálogos i del libro de préstamos en la
forma que prescriba la Comisión.
3° La recaudación de 'todas las entradas bajo las órdenes inmedia
tas del Tesorero de la Sociedad.
4 ° La invitación para las reuniones de la Comisión Directiva, asam
bleas i funciones solemnes.
5 ° El servicio necesario para todas las funciones ordinarias i es-
traordinanas.
6° La atención inmediata al cumplimiento de este reglamento du
rante las horas en que la Biblioteca funcione.
Art. 2 ° El cumplimiento de estas instrucciones del Intendente, como
la observancia estricta del presente reglamento por todos los concurren
tes á la Biblioteca, están sujetos á la inspección jeneral de todo socio
accionista.
Art. 3 ° La Biblioteca estará abierta diariamente desde las 2 hasta las
4 de la tarde, en cuyas horas todos los vecinos i transeúntes de ambos
sexos de 14 años adulante, tienen derecho á leer en ella gratuitamente
los diarios i obras que les plazcan.
Art. 4 ° Cada persona de responsabilidad conocida en el Partido puede
llevar á domicilio un volumen cualquiera en calidad de préstamo, pagando
anticipadamente un peso m¿ por ocho días, ó cinco penas m¿. por mes, con
facultad de cambiarlo durante estos términos, sin mas erogación.
Art. 5 ° Por cada dia de retención sobre los términos fijados se paga
un peso m¿.
Art. 6° Nadie puede llevar un segundo ó nuevo voldmen sin haber
devuelto el anterior.
CVI

Art. 7 ° Por cada deterioro se paga una indemnización convencional,


la cual solo en caso de destrucción ó pérdida será el valor Integro de la
obra con descuento de la suma abonada por el préstamo.
Art. 8° También está abierta la Biblioteca, sin escepcion, todas las
noches desde las 8 hasta las 11, en cuyas horas tienen entrada las perso
nas que pagan anticipadamente cinco pesos m¿ por mes ; de manera que
por el derecho de asistir en la noche i de llevar libros á domicilio se abona
por todo diez pesos m¿ mensuales.
Art. 9° Desde las 8 hasta las 6 hai lectura pública de los artículos mas
importantes de los diarios del día i de trozos de literatura de común
interés.
Art. 10. Las personas no abonadas pueden concurrir á estas lecturas
públicas pagando un peso m¿ por noche ; pero todas las que leen en la
tribuna tienen entrada gratuita, lo mismo que aquellas que la solicitaren
de la Comisión.
Art. 11. El derecho de leer públicamente corresponde á su turno &
cada concurrente capaz. Este mismo derecho es acordado a toda joven
i a todo joven hábil, como también á cada niña ó niño presentado como
tal por su maestra ó por su maestro ó por sus padres.
Art- 12. Desde las 9 se discute en sesión ordinaria, con estricta obser
vancia de las principales reglas parlamentarias, sobre los temas sujeri-
dos por la lectura ó propuestos por los concurrentes.
Art. 13. Preside la discusión cualquiera de los miembros de la Comi
sión Directiva, según su orden, i por impedimientos de estos, cualquiera
otro socio según el número de su inscripción.
Art. 14. Cada mes hai una función solemne ó estraordinaria con dis
cursos, recitaciones é intervalos de canto i música. Estas funciones ten
drán lugar en la noche del primer Domingo, en cuya tarde, desde las dos
& las cuatro, habrá Asamblea ordinaria, sin mas convocación que la del
Boletín del dia.
Art. 15. Al costo especial de toda función estraordinaria contribuye
cada accionista, asista ó no, con 5 pesos m¿., i cada uno de los demás asis
tentes con 10 pesos m¿.; pero todas las personas que toman parte activa
en la recitación, canto ó música, tienen entrada gratis.
Art. 16. En todo lo que este reglamento no prevee especialmente, ri-
jen los estatutos de la Asociación i en conformidad con su articulo 2° , el
reglamento general de la Sociedad de Instrucción Popular, de la cual for
ma parte integrante.
Chivilcoi, Abril 28 de 1872.
Car/os Boeri. Carlos A. Fajardo..
Presidente Sostituto. Secretario.
CYII

ESTATUTOS DE LA ASOCIACIÓN ACCIONISTA DE ESCUELA CENTRAL


i BIBLIOTECA DE CIIIVILCOI.

1 La Asociación Especial de la Escuela Central i Biblioteca de CAi-


vilcoi forma parte integrante de la Sociedad de Instrucción Popular
constituida en este Partido.
2 Se rije por los 12 artículos del Reglamento anexo de dicha Socie
dad.
I Se declara indisoluble. Sus miembros no podrán jamas repartir
sus fondos, ni destinarlos á otros objetos, que no espresen sus Es
tatutos.
i Su propia Comisión Directiva, nombrada esclusivamente por la
Asamblea de los accionistas, ejercerá con independencia las atribu
ciones que el art. 10 del referido Reglamento confiere á las Asocia
ciones i Comisiones especiales.
Para comenzar la realización de sus fines, forman entre si un ca
pital de $ 75,000 m¿. destinado á la adquisición de la casa i solar
contiguo al Colejio Municipal, que era de Espinosa, en # 60,000 m¿,
a la compostura de dicha casa para la Biblioteca Publica, local de
sus reuniones, i á un fondo de reserva.
O El capital será aumentado en proporción del progreso de la Es
cuela i Biblioteca.
7 El primer fondo se reúne por 300 acciones á nombre individual,
de á $ 250 m¿, pagaderos por quintas partes, la primera al suscri
birse, i las demás por trimestres vencidos.
8 Si vencido un trimestre algún accionista no quisiere satisfacer su
respectiva cuota en el trascurso del siguiente, se reputarán como do
nación graciosa las sumas por él obladas, i á él mismo como miembro
de la Sociedad jeneral de Instrucción, en virtud del artículo 2° del
Reglamento. Pero los derechos especiales de sus acciones, no satis
fechas, correspondan á los socios que integren su importe.
9 Las acciones son trasmisibles en todo tiempo, mediante anotación
previa en el rejistro, i gozarán de los réditos que la Asamblea de los
accionistas designare de sus rentas sobrantes.
10 La votación de los socios en Asamblea valdrá según "la escala si
guiente :
CYIII

El poseedor de i á 4 acciones con i voto


« 5 á 19 a o 2 votos
« 20 á 49 « « 3 «
« 50 a 99 « « 4 •
c 100 arriba « « 5 t
siendo validas los votos por escrito de los ausentes.
11 En caso de empate decide el Presidente.
12 En las deliberaciones de la Comisión Directiva, cada miembro
titular i suplente en función tiene un solo voto, escepto el caso de
empate, donde el del Presidente será de doble valor.
Chivilcoi, Mayo 25 de 1871.

REGLAMENTO DE LA SOCIEDAD DE INSTRUCCIÓN POPULAR.

El mejor método de cuidar los intereses privados i comunes de los ha


bitantes de una República ó Estado bien organizado, se consigue cuando
sus Poderes constituidos vinculan públicamente la acción olicial de todos
sus funcionarios Nacionales, Provinciales i Municipales, con la acciou
colectiva del pueblo mismo.
La participación directa en la administración de sus asuntos, con pre
ferencia en la educación de sus hijos i en la civilización de las masas,
eleva á los individuos, familias i vecindarios á la verdad de la soberanía
popular.
Les da verdadera vida i virtud cívica, al paso de garantirles, por la pro
pia i constante acción de ellos mismos, el libre ejercicio de sus derechos
i el cumplimiento espontáneo de sus deberes, tantD individuales con:o
colectivos.
Es, pues, la convicción de los hombres elevados por su intolijencia i
prácticas constitucionales, que ese vínculo— entre la acción obligatoria de
los gobernantes i la voluntaria del pueblo—es la lei primordial de la de
mocracia i del porvenir de la sociedad.
Fácilmente comprende lo mismo el sentido común de cada vecino sen
sato ; reconociendo, que son inmensas las ventajas de una asociación
espontánea del pueblo, cuando se une entre si i con sus autoridades inme
diatas i lejitunamente constituidas ; i que los beneficios de tal vincula
ción social i orgánica del país, son tanto mayores cuanto mas directa i
constantemente se dirije al concurso cooperativo de todos sus habitantes
G1X

i gobiernos & la instrucción propia de si mismos i á la educación de lo*


dos sus pupilos i menores.
En este sentido, los vecinos firmados, con su acción personal i la pe
queña cuota, única de ingreso, con que contribuyen al suscribirse, con
curren gustosos para formar la

SOCIEDAD DE INSTRUCCIÓN POPULAR


en este municipio, é invitan a sus demás habitantes de ambos sexos a tomar
parte en esta Asociación común.
I mientras no se dicte una lei orgánica del Poder Vecinal, que reside en
las asambleas primarias del pueblo, organizado a este propósito, nos re-
jirán los artículos del siguiente

REGLAMENTO.
Art. 1 ° El Municipal de la Instrucción Pública es el Presidenta
nato de la Sociedad Vecinal, cuya Comisión directiva se compone de
dicho Presidente i de los funcionarios siguientes :
Dos Secretarios, un Tesorero, dos Contadores i un recaudador.
4rt. 2° Todos los vecinos i vecinas contribuyentes con cualquier
dádiva son miembros de la Sociedad i vocales suplentes de su Comisión
Directiva.
Art. 3° En todos los casos de inasistencia ó impedimento de funcio
nar, el Presidente podrá ser reemplazado por otro Municipal. En defecto
de este será sustituido inmediatamente como todo otro funcionario titular
de la Comisión Directiva, por cualquiera de los socios presentes, según el
orden de su inscripción en la matrícula.
Art. 4 ° Por mayoría de votos en Asamblea se renovará cada año la
mitad de los funcionarios titulares, siendo reelejibles los salientes.
Art. 5° El Presidente por sí ó siete miembros de la Sociedad pueden
exijir la convocación de ella con determinado objeto, espresado por es
crito, el cual será presentado inmediatamente á la Comisión Directiva, i
la convocación se hará por medio de circulares impresas, según el fur-
mulario anexo, que firmará el Presidente con el Secretario i Tesorero.
Art. 6 ° Cumplido el requisito de la convocación por medio de la men
cionada circular, cualquiera que sea el número de los socios reunidos,
sus deliberaciones por mayoría de votos en favor de los objetos de la
Asociación, serán válidas i obligatorias. .
Art. 7 ° Cada funcionario, que firme ó ejecute como tal un acto que
comprometa los fondos de la Sociedad, es solidariamente responsable

ante ella, la Leí, los gobiernos i Tribunales, de la buena administración de
dichos fon dos en favor de sus destinos educacionistai. La acción de ha
cer efectiva esta responsabilidad compete a cada uno de los socios.
Art. 8 ° Las atribuciones de la Comisión Directiva son :
i ° Reunirse públicamente cada sábado, ó por lo menos cada primer
sábado del mes, 4 las 8 de la noche, para oír i despachar todos los asuntos
que entren.
2° Presentar cada mes sus libros con el balance mensual de entradas
i salidas.
3 ° Rendir cada trimestre cuenta documentada.
4° Proponer al principio de cada otoño i primavera el correspon
diente presupuesto semestral á la aprobación déla Asamblea para ejecu
tarlo después de ser sancionado por esta.
5° Depositar en la Sucursal del Banco déla Provincia, á disposi
ción de la Sociedad representada por su Presidente, Secretario i Teso
rero, las cantidades que haya recolectado del vecindario ó recibido de
ios Superiores Gobiernos Nacional, Provincial, Municipal d otros do
nantes.
6 ° Comunicar al Departamento Jeneral de Escuelas cada semestre
los datos estadísticos sobre sus miembros, las rentas i necesidades socia
les, el censo infantil de su distrito i el movimiento mensual de los niños
en escuela.
Art. 9° La Asamblea Vecinal, convocada regularmente para el primer
Sábado de cada estación trimestral, promoverá la formación de Asocia
ciones i Comisiones especiales, sea por acciones á nombre individual ó
por cualquier otro medio conducente, las cuales en cada cuartel i barrio
protejan directa i eficazmente la Escuela, Jardín Infantil, Asilo rural i
de Huérfanos, Biblioteca ü otro Establecimiento de instrucción popular,
que allí inicien, sostengan ó subvencionen.
Art. 10. Cada una de estas Asociaciones ó Comisiones especiales—
i ° Contendrá entre sus miembros vecinales el mayor número posi
ble de señoras i señoritas.
2° Tendrá su Comisión Directiva también especial, compuesta por
lo menos de siete padres i madres de familia, condición bajo la cual
3° Gozará de personería civil i de los derechos que las leyes ane
xas, la provincial de Setiembre 6 de 1858 i las nacionales de Setiembre
23 de 1870 i Setiembre 2o de 1871 les confieren, de recolectar contribu
ciones voluntarias i de recibir i administrar las correspondientes subven
ciones de los Tesoros Públicos, en favor de la instrucción primaria i
Bibliotecas Populares.
CXI

4° Correrá con la administración particular i con la inmediata i


continua inspección de los detalles del establecimiento de su protección ;
5° Propondrá las maestras i preceptoras de él, sometiéndola ido
neidad i los títulos de estos á la aprobación del Departamerto de Escuelas,
6° Será de este modo el resorte primordial de la instrucción popu
lar en su barrio ó distrito ; atendida directamente por la Comisión Cen
tral i las autoridades locales, reconocida por las leyes i administraciones
superiores, i siempre protejida por las subvenciones gubernativas de la
Provincia i de la República i su benéfica superintendencia.
Art. 11. Quedan refundidas en las Comisiones Vecinales las atribucio
nes de todas las Comisiones existentes del distrito.
Art. 12. La Asamblea de la Sociedad Vecinal mandará uno ó mas di
putados voluntarios para una Conferencia comnn de la Sociedad de Ins
trucción Popular, cada vez que se inicie en una parte de la Provincia ó
Repüblica, á proposición espontánea de cualquier pueblo, que se ofrezca
á atender á los preparativos necesarios para ella, i cuyo local i tiempo,
convenidos previamente con el Jefe del Departamento de Instrucción
Publica, serán indicados por éste á todas las demás poblaciones.

Tordillo

XX
El Juez de Paz del Partido D. Mariano Mendiburu,
levantó una suscricion entre el vecindario para estable
cer un plantel de Biblioteca popular adscripta al Asilo
rural, que asi se llama la Escuela pública de ese punto, en
la cual viven á pupilo todos los niños pobres de uno i otro
sexo, bajo un réjimen especial é interesantísimo para los que
saben apreciar los establecimientos de educación. La suma
remitida á la Comisión protectora era de 1,000 pesos papel
moneda, que aumentada por el Gobierno Nacional en otro
tanto, subía á 2,000, ó sean 80 pesos fuertes. El señor Men
diburu, en su sencillo pero elocuente lenguaje, enviaba esta
pequeña suma con cierta cortedad i prometía remitir otra
mayor á la brevedad posible. •
cin
Ahora bien ¿saben nuestros lectores lo que es el Tordillo?
—Por si alguno lo ignora vamos á decírselo— Es un Parado
de nueva creación, situado entre el de Dolores i la costa del
Océano, en un terreno bajo i montuoso, de 47 leguas de esten-
sion i poblado por 705 habitantes. No tiene población ur
bana ; el Asilo rural ó escuela de internos es el único núcleo
de población, i los únicos puntos de reunión son : el Juzgado
de Paz i la escuela mencionada.
El vecino mas notable en esa comarca es el señor D. Maria
no Mendiburu, quien por su honorabilidad proverbial, por so
espíritu progresista i por el injénio que tiene para procurar á
sus semejantes el bienestar material i la educación, que es el
alimento del alma i del corazón ; por todas estas relevantes
cualidades, es siempre llamado por el Gobierno á desempeñar
el Juzgado de Paz de aquel Partido, en donde tiene un
establecimiento de pastoreo. El señor Mendiburu es el mejor
amigo de cada vecino i el padre cariñoso de cada huérfano i
de cada niño en estado de educarse ; es el corazón mas rica
mente dotado de las virtudes evanjélicas i patrióticas, i su
biografía ofrecería un precioso modelo á la imitación de la
jeneralidad de los c;udadanos.
Volviendo á nuestra Biblioteca, muchos mirarán con des
den este conjunto de miniaturas, comenzando por la po
blación i concluyendo por la insignificante suma de 40 pe*
sos fuertes que se destinan para formar un plantel de Biblio
teca. Pero á esos les contestaríamos recordándoles la res
puesta que Jesucristo dio á algunos de sus Apóstoles,
cuando se burlaban de una pobre viuda que depositaba como
ofrenda en el arca del Señor una moneda de valor ínfimo : —
«En verdad os digo que esa mujer ha dado mas que todos los
"Otros. Aquellos han dado mucho de su abundancia, i ésta ha
dado lo único que tenia. »
ctin
Cañuelas

XXI

A lo que dijimos en el número anterior de nuestro Boletín


sobre la Sociedad Franklin de Cañuelas i sobre la Biblioteca
popular que babia fundado, solo tenemos que agregar que se
han invertido en libros para la misma, 360 pesos fuertes, á
saber: 180 remitidos por la Sociedad i 180 dados por el Go
bierno Nacional con arreglo á la lei de la materia. En otro
lugar damos el detalle de los libros comprados.
La municipalidad ha cedido sus salones para establecer la
Biblioteca, que ya cuenta con buenos estantes i mas de dos
cientos volúmenes, i ha sido instalada con toda solemnidad
el dia 11 de Setiembre de este año.
La Comisión Directiva déla Sociedad Franklin está com
puesta del modo siguiente -.—Presidente D. Desiderio Dabel —
Vice Presidente Dr. D. Felipe Souques— Tesorero, D. Rafael
Zamorano— Secretario, D. José A. Barreda— Vocales, Dr. D.
Manuel Acuíia—Dr. D. Joaquín Robles— Dr. D. Martin Schmar-
sow— D. Norberto Pereira.
En los Estatutos de esta Sociedad ¡ en el Reglamento interno
de la Biblioteca, que son mui bienhechas, se dispone lo con
cerniente á las lecturas en alta voz parala instrucción del pue
blo. Sentimos que la falta de espacio nos impida transcribir
los documentos mencionados.

Pilar

XXII.

En este Parlido de campaña, poblado por 3,798 habitantes,


de los cuales 1 ,076 viven en la Villa de esto nombre, se ha for
mado una Biblioteca popular, mediante la iniciativa del pro
CUY

gresista ciudadano D. Roque Cainzo, actual Juez de Paz de di


cho Partido.
Por lo pronto se ha invertido en libros la suma de ocho mil
pesos papel, ó sean 320 pesos fuertes, remitida la mitad de di
cha suma por el Directorio de la Biblioteca i la otra dada por
el Gobierno Nacional.

Quilines

XXIII.

En este Partido, cuya población total alcanza á la cifra de


6, 809, con un pueblo de 1586 habitantes, se ha formado una
gran asociación que incluye á la mayor parte de los vecinos,
para fundar una Biblioteca. Se ha preparado un local convenien
te, con los estantes i muebles necesarios, i por lo pronto le ha
sido remitida á la Comisión Protectora la cantidad de pesos
fuertes 713, 20, que reunida á la cantidad igual que ha dado
el Gobierno de la Nación, forma la respetable suma de 1,426
pesos, 40 centavos fuertes, que ya han sido invertidos en su
mayor parte.
El vecindario de Quilmes se ha hecho espectable entre los
demás de e,sta Provincia, por la jenerosidad con que ha con
tribuido para la formación de su Biblioteca popular, i por ello
merece un entusiasta aplauso*

San Antonio dcArecb

XXIV.

Este Partido del Norte de la Campaña, tiene una pobla


ción total de 2,814 habitantes, i la urbana consta de 1,001.
cxt
Allí se ha constituido una asociación mediante la iniciativa
del Señor D. Domingo Martínez, según tenemos entendido,
formando parte de ella algunos ingleses.
Por lo pronto se ha recibido de esa Sociedad la suma de 216
pesos fuertes, que aumentada en otro tanto por el Gobierno Na-
cianal, forman un total de 432 pesos fuertes, los cuales ya han
sido invertidos en su mayor parte.
Muchos de los vecinos de aquella localidad i sus amigos de
esta ciudad, han contribuido con una buena cantidad de
libros.
Los socios ingleses han pedido libros en su idioma i se lea
han mandado.

Duradero

XXV.

La población total de este Partido se estima en 4,991 habitan


tes, de los cuales 1,199 constituyen la población urbana. Es
te Partido es notable por el impulso que ha tomado la agricul
tura, mediante una numerosa colonia suiza que existe desde
cerca dequince años, i por el desarrollo que seha dado á la edu
cación primaria. Haiallí personas muí intelijentes i progre
sistas, como los Linch, D. Germán Frers, D. Antonio de Oro i
otros. Allí existe una de las primeras sucursales del Banco de
la Provincia, i el comercio es mui activo.
Por la entusiasta iniciativa del Señor D. Antonio de Oro, se
ha formado una considerable asociación de vecinos con el pro
pósito de fundar una Biblioteca popular. Los fondos remiti
dos por lo pron'o á la Comisión protectora, han sido 20,000
pesos moneda corriente, ó sean 800 pesos fuertes, que aumen
tados en otro tavito por el Gobierno de la Nación, forman un to
tal de 1,600 pesos fuertes.
íltt
Mucho hai que esperar de un vecindario que contribuye es
pontáneamente con 800 fuertes por pronta providencia, para la
compra de libros, fuera de ¡os gastos que demanda el estable
cimiento de una Biblioteca de esa magnitud.

Exaltación do la Cruz

XXVI.

A lo que dijimos en e! número anterior de nuestro Boletín,


sobre la Biblioteca popular establecida en ese pueblo, solo agre
garemos que sigue la recolección de fondos para aumentar la
Biblioteca ; pero no ha llegado aun el momento de remitir i
emplear dichos fondos. Creemos que ese ensayo dará buen
resultado aunque sea á la larga, porque allí hai jente de pro
greso.
Ese Partido de cerca de 4,000 habitantes, con una población
urbuna de i, 116 sostiene diez escuelas bien dotadas i situa
das en puntos accesibles á todo el vecindario, del pueblo i de la
campaña. Tiene una sucursal del Banco de la Provincia i una
imprenta, la mejor i casi la única que existe en la campaña,
por la que se publica, entre otras cosas, un semanario notable
mente redactado, é impreso con claridad i corrección.

Otros Partidos de la Campaña

XXVII

Sería largo i prolijo enumerar los Partidos de la Campaña


de Buenos Aires, que han respondido con entusiasmo á la
idea de establecer Bibliotecas sujerida por la Comisión pro
tectora de estas, en cumplimiento de su encargo. Asi, nos
CITH

contentaremos con mencionar aquellos que mas fundadas


esperanzas inspiran.
BELGRAHO— La Municipalidad de ese pueblo vecino de esta
ciudad, ha iniciado sus trabajos con el nombramiento de una
Comisión de vecinos respetables, la cual tiene por objeto re
colectar fondos para una Biblioteca popular, que se estable
cerá en un departamento de la casa municipal, cuya cons
trucción está para terminarse.
Esa Comisión la forman los señores siguientes: Presidente,
D. Juan Llerena— Vice, Dr. D. José F. López— Tesorero, D.
Guillermo Matti— Secretarios, D. Martin Muñoz i D. Alfredo
Almeida—Vocales, D. Julio de Zuviria, D. Cipriano Calvo,
D. Rafael Hernández i D. Antonio M. A. de Arenales.
BARRACAS AL SUD— La Municipalidad ha destinado la suma
de 200 pesos fuertes para iniciar una suscricion entre el
vecindario, i ha cedido un departamento de la casa munici
pal para el próximo establecimiento de una Biblioteca po
pular.
SALTO— Sobre la base de 300 volúmenes reunidos en años
anteriores, se trata de establecer una Biblioteca popular, para
lo cual se recolectan fondos.
MERLO— Se ha formado una Biblioteca popular, mediante
la iniciativa del Juez de Paz. Se han recibido numerosas
donaciones de libros i se están reuniendo fondos.
PILA— Se espera la conclusión de la casa municipal que está
construyéndose, para instalar en uno de sus departamentos
una Biblioteca popular, con cuyo propósito se están reuniendo
recursos. Este Partido es de nueva creación i todavía no
está formado el pueblo. Su población total es de 2728 habi
tantes.
ASUNCIÓN DEL SALADILLO— La Sociedad Musical de este pue
blo ha fundado una Biblioteca popular, i promete que á la
brevedad posible remitirá fondos para la compra de libros.
CHASCOMÚS—La Municipalidad ha nombrado recien leinente
CXVIIl

una Comisión de vecinos con el encargo de formar una aso


ciación i de reunir fondos para la planteacion de una Biblio
teca popular.
ROJAS— Según lo anuncia el Juez de Paz de este pueblo,
pronto debe instalarse una Biblioteca, por suscriciones del
vecindario.
TANDIL— Se ha constituido una Comisión de vecinos para
reunir recursos, con el objeto de establecer una Biblioteca
popular, en las mejores condiciones posibles.
Azul.—En este pueblo se ha constituido una sociedad con
el titulo de la La Cosmopolita, destinada á suministrar ins
trucción i recreo á los habitantes de aquel progresista pueblo.
Los directores ¿ iniciadores de este bello pensamiento han
realizado un acto de patriotismo i de progreso de que muí
pronto se empezarán á recojer los frutos en aquella sociedad.
He aquí los nombres de la Comisión directiva :
Presidente
D. Elias Zerolo.
Vice-Pretidente
D. Aquiles Pouysségur.
Presidente de la Sección de lectura
D. Joaquin González.
Presidente de la Sección filarmónica
D. Federico Massios.
Secretario
D. Manuel Echave.
Vice-Secretario
D. Ruperto Dhers.
Tesorero
D. Eulogio Pereda.
cm
Bibliotecario Archivero
D. Jorje Ticier.
Foca/e»
D. José Garrido.
D. Francisco Zoxár.
D. Salvador Aguerce.
D. Manuel López.
Comisorios
D. Felipe Espindola.
D. Mariano Torres.

XXVIII
Si fuéramos á hacer mérito de todas Jas manifestaciones
de adhesión al pensamiento de las Bibliotecas populares, que
ha recibido la Comisión, de todos los puntos poblados de
esta Provincia, con promesas siempre entusiastas i mas ó
menos eficaces, según se deduce del contexto de las mismas,
seria necesario enumerar uno por uno todos los pueblos, cor
poraciones municipales, sociedades de particulares é indivi
duos á quienes se han dirijido circulares i ejemplares del
primer número de nuestro Boletín ; i asi, de los puntos que
menos pudiera sospecharse por la destitución de recursos i por
la poca densidad de población, se están recibiendo sumas de
dinero, ó cuando menos, promesas de remitir en breve este
elemento, que ha de convertirse en seguida en elemento de
civilización, de moralidad i de progreso para los mas aparta
dos distritos de la campaña.
Una cosa nos llama seriamente la atención, i es la indife
rencia que se nota en cinco grandes centros de población,
como son San José de Flores, San Nicolás de los Arroyos,
Mercedes, Dolores i Morón.
CIX

Provincia de San u-r*-.

XXIX

La población total de esta Provincia se estima en 89, 117


habitantes, i su territorio en 3,650 leguas cuadradas. La po
blación urbana se calcula en 37,405, la rural en 48,872, la
fluvial en 1,078 i la militar ó de fronteras en 1,762,
Sus principales centros de población son •. el Rosario, con
23,169 habitantes, i la Capital, con 10,670.
Hai 25,531 personas que saben leer i 18,453 que saben
escribir; por consiguiente no saben leer 68,586, ni saben
escribir 70,664 personas. Loa niños en estado de educarse,
considerados tales entre las edades de 6 á 16 años, se calculan
en 23,138. Asisten á las escuelas 4,303, i quedan sin escuela
18,835.
Esta Provincia es una de las mas favorecidas por su situa
ción jeográfica, porque es la llave de todo el interior de la
República, tiene varios puertos abrigados sobre el Rio Paraná,
i la ciudad del Rosario es la cabeza del gran Ferro-Carril
Central Arjentino, i el comercio es muí importante i activo.
Gran parte del territorio de esta Provincia está poblado por
numerosas i prósperas colonias agrícolas de estranjeros.
XXX
El Señor Gobernador de Santa-Fé, contestando á la circu
lar de la Comisión, fecha 23 de Diciembre pasado, en nota de
22 de Enero de este año, dice entre otras cosas, lo siguiente :
El Gobierno de Santa-Fé, comprendiendo toda la importancia délas
Bibliotecas Populares, espidió en 20 de Abril del año próximo pasado, el
Decreto que en copia autorizada acompaño, nombrando comisiones de
personas respetables, para que promoviesen suscriciones populares, i
organizasen una Biblioteca en esta Capital, i en otros centros do población
de la Provincia.
Apesar de esta medida, i con motivo de la circular referida, el Gobierno
CXXI

ha dirijido nota nuevamente á las citadas Comisiones, á fin de que acti


ven sus trabajos i den cuenta de su resultado, para comunicarlo á esa
Comisión.
A este efecto, el Gobierno presentará también oportunamente, los pro
yectos que crea convenientes, á la Honorable Cámara de Representantes,
en sus próximas sesiones. »
Cuáles hayan sido esos proyectos i su resultado, no lo sabe
mos. He aquí, entre tanto, el Decreto aludido -.

Santa Fe, Abril 20 de 1871.


Deseando el Gobierno prestar la mas eficaz cooperación al estableci
miento de las Bibliotecas populares en los principales centros de pobla
ción de esta Provincia, de conformidad á la Leí del Soberano Congreso
Nacional de fecha 23 de Setiembre último, i del Decreto reglamentario de
17 de Octubre del año próximo pasado—

ACUERDA I DECRETA:

Art. 1 ° Nómbrase en Comisión para promover suscriciones popula-


res i organizar asociaciones con el objeto indicado, á los vecinos siguien
tes : —En la Capital, el R. P. Rector del Colejio de la Inmaculada Con
cepción, D. Estevan Salvado, Dr. D. Luciano Torrent, D. José María
Echagüe, Dr. D. Manuel L. Pizarro :—En el Rosario, D. Federico de la
Barra, Dr. D. Manuel Tristani, Dr. D. Milciades Echagüe, Dr. D. Desi
derio Rosas :—En Coronda, D. Servando Gómez, Presbítero D. Julián
Garcilazo, D. Bernardino López :—En San José, D. Miguel López, D. Ho
norio Puig, D. Emilio Sosa:—En San Lorenzo, D. Ramón Araya, D.
Baltazar Ponce, D. Manuel Otero :—En la Colonia Esperanza, D. Gui
llermo Lehmann, R. P. Torres, D. Isaac Trombert :—En la Colonia San
Carlos, D. Tomas Lubary, D. Enrique Vollenweider, D. Pablo Perret.
Art. 2° Las Comisiones nombradas darán cuenta al Gobierno de su
instalación i de los trabajos que hayan practicado, para ponerlo en cono
cimiento del Gobierno de la Nación i de la Comisión Protectora de Bi
bliotecas.
Art. 3° El Gobierno recabará oportunamente de la Legislatura los
recursos necesarios, á fin de fomentar las asociaciones formadas, á las
que se remitirán también por Secretaría todas las publicaciones i libros
útiles, de que se pueda disponer al efecto.
CXXII

Art. 4° Remítase á las Comisiones nombradas copia de la Leí i De


creto a que se refiere el artículo i ° .
Art. 5 ° Comuniqúese, publíquese i dése al Rejistro Oficial.
IRIONDO.
AUHEUANO ARGENTO.

Esta conforme—
Jase María Pertz,
Oficial Mayor.

A pesar de los buenos deseos del Gobierno, parece que estas


comisiones no han trabajado lo bastante para obtener los bue
nos resultados deseables, i no cabe duda de que la iniciativa
de la prensa i de otras personas del Rosario, de la Capital i
de algunos Departamentos han tenido un éxito inmejo
rable.
Besarlo

XXXI
Desde que se recibió en la ciudad del Rosario la Circular
dirijida á los Redactores de diarios, i mas tarde, algunos ejem
plares del primer número de nuestro Boletín, la prensa perió
dica, representada por los diarios « La Capital, » « La Opinión
Nacional» i «La Época,» tomó la cuestión por suya, i no
solo se inició una ardorosa, prolija i constante propaganda
en las columnas de esos diarios, sino que el personal de la
redacción de cada uno de ellos inició trabajos muí activos \
eficaces entre el pueblo para realizar el establecimiento de una
Biblioteca popular.
La Redacción de « La Capital, » contestando una nota del
Presidente de esta Comisión, se espresa en estos términos :
o Rogamos al Señor Presidente se digne manifestar á esa Co
misión, que la población ilustrada del Rosario se halla ardien
temente animada en favor de un pensamiento tan grande
CXIIII

como útil á la sociedad en jeneral, correspondiendo asi á las


aspiraciones jenerosas de la Comisión Protectora de las Bi
bliotecas Populares. »
A favor del entusiasmo indescriptible producido i sostenido
en la opinión pública, por la prensa i por los filántropos, una
Comisión, presidida por el prestijioso ciudadano D. Cecilio
Echeverría, Capitán de aquel Puerto, reunió en pocos dias
una cantidad considerable de libros i la suma de 683 pesos, 71
centavos fuertes, que aumentada por el Gobierno Nacional en
otro tanto, formaba un total de 1471 pesos, 42 centavos fuer
tes, los cuales fueron invertidos en los libros pedidos.
El Señor Canónigo Dr. D. Martin A. Pinero puso al servicio
de la Biblioteca popular su escojida Biblioteca particular, i
empleó todo su valimiento para con sus numerosas relaciones
i el prestijio de su elocuencia, patrocinando con entusiasmo
hasta en el pulpito, la idea que tenia fuertemente preocupada
á la Sociedad del Rosario.
Al remitir la suma espresada, el Presidente de la Comisión
Directiva de la Biblioteca popular del Rosario, señor Eche
verría, agrega en su nota de 11 de Mayo último: « Me es grato
manifestar á la Comisión Protectora, que el establecimiento
de esta Biblioteca ha encontrado escelente apoyo en esta po
blación, así como en la Corporación municipal, que le presta
su eficaz concurso. Debido, pues, á las erogaciones del pue
blo i de la Municipalidad, cuenta hoi con cerca de 600 volú
menes de escelentes obras, i algún dinero disponible, del cual,
en su mayor parte, va invertido en la letra adjunta, para la
compra de libros.»
Por fin, la Biblioteca se instaló el dia 9 de Junio último, con
toda la solemnidad que un pueblo intelijente i entusiasta sabe
imprimir á la realización de los grandes pensamientos.
CXXIV
Ciudad do Santa Fe

XXXII
Lo que hemos dicho respecto del Rosario sobre el entu
siasmo producido por la prensa en la opinión pública, pudié
ramos repetirlo respecto de la ciudad de Santa Fe. La Redac
ción de « La Union Nacional » se ha portado á la altura de
su civilizadora misión, abogando calorosamente i con tenaz
perseverancia en todas las secciones del diario, por la realiza
ción de la idea, i convocando i proclamando al pueblo en las
plazas públicas, hasta inocularle el mismo entusiasmo febril
que á ella la animaba.
Una Comisión distinta de la nombrada por el Gobierno que
no había hecho nada, fuóelejida directamente por el pueblo,
i el resultado de sus trabajos fue completamente satisfactorio.
En pocos dias de trabajo se reunió una buena cantidad de li
bros i otra de dinero, de la cual se destinó para la compra de
libros la suma de 320 pesos 63 centavos fuertes, que fueron
aumentados en otro tanto por el Gobierno Nacional, lo que ha
ce un total de 641 pesos 26 centavos fuertes.
El Presidente de esa Asociación, D. José M. Quintana, al
remitir la suma espresada i los Estatutos, con fecha 15 de
Junio último, agrega -. « Deseando solemnizar el 9 de Julio
con la instalación de la Biblioteca popular, esperamos que esa
Comisión, tan celosa para el desempeño de su cometido, con
tribuirá por su parte al noble objeto que esta se propone. »
Los libros comprados fueron remitidos oportunamente, pero
á consecuencia de la bajante del rio, que no permitía á los
vapores llegar al puerto de la ciudad, fueron descargados en
el Puerto del Paraná i sufrieron un retardo que imposibilitó
su llegada para el día deseado.
CX XV
Otros Departamentos

XXXIII
Mediante los esfuerzos de la Comisión Protectora, se están
practicando trabajos en otros centros de población de esta
Provincia para establecer Bibliotecas populares.
COLOMA ESPERANZA— Con fecha 13 de Marzo último recibió
aviso la Comisión Protectora de que en esa Colonia se habían
reunido hasta entonces 255 pesos plata para la fundación do
una Biblioteca popular.
El señor D. Guillermo Lehmann, miembro de la Comisión
allí constituida, al dar oficialmente la noticia mencionada, ha
cia presente que mas de la mitad de la población de esa Co
lonia no habla sino el idioma alemán, i consultaba si se podría
contar con catálogos i libros en ese idioma ; á lo que contestó
afirmativamente esta Comisión.
La población de esta próspera colonia agrícola, una de las
primeras que se establecieron en la Provincia, consta de 2,845
habitantes. Está fundada en el Departamento de la Capital, á
8 leguas de distancia, i mantiene eunesta un activo comercio.
COLONIA SAN CARLOS—Esta Colonia, situada á corta distan
cia de la anterior, es poco menos importante que ella.
He aquí los términos en que se dirije á la Comisión Protec
tora el Juez de Paz de esa Colonia :
Colonia San Carlos, Marzo 20 de 1872.
Al Sr. Presidente de la Comiiion Protectora de las Bibliotecas Populara,
D. Palemón Huergo.
El infrascripto tiene el honor de dirijirse a vd., para que se sirva
informarle, si entre los libros que procura esa Honorable Comisión se
pueden mandar también algunos en los idiomas alemán é italiano.
La población de esta Colonia consiste en su mayor parte de italianos
de poca ó ninguna educación, i que no saben el idioma del pais ; en se
guida vienen los suizos, proviniendo casi todos de los cantones pura
mente alemanes, i estos individuos se encuentran en la misma situación,
CXXYI

careciendo casi totalmente del conocimiento del idioma español ; i por


Un, hai una parte pequeña que sabe el idioma francés ó castellano, ó
ambos.
Cuando el infrascripto comenzó sus trabajos para reunir los fondos ne
cesarios para la formación de una Biblioteca popular, encontró muchos
adversarios, porque decían, que según el catálogo de esa Honorable Co
misión no se recibirían mas libros que en castellano i francés, i que no
sabiendo ellos estos idiomas no contribuirían. Les prometí, pues, diri-
jirme a la Comisión presidida por vd., para pedir informes.
Considerando cuan ventajosa sería para esta población la formación
de la Biblioteca, i que una vez constituida serla fácil obtener mas fondos
i también donaciones de libros, creo que esa Honorable Comisión baria
un gran servicio á esta Colonia si se comprometiera a mandar una parte
de los libros, que a la brevedad se pedirán, en los espresados idiomas.
Ya tengo reunida la suma de ciento cincuenta pesos moneda boliviana,
i en caso que esa Honorable Comisión accediera á lo pedido, no dudo
poder reunir otro tanto, que, junto con la donación del Exmo. Gobierno
Nacional, ya sería un buen principio.
Aprovecho de esta oportunidad para reiterarme del señor Presidente
S. S. i A. S.
Manuel Nickiset.

Con fecha 26 de Marzo fue contestada esta nota, diciendo


que la Comisión Protectora de las Bibliotecas populares no
tiene inconveniente alguno en enviar libros en cualquier
idioma que se pidiesen por las sociedades constituidas, con
arreglo á la Leí del Congreso i Decreto del Ejecutivo Nacio
nal ; i que el único inconveniente que podría temerse seria el
retardo en la adquisición de los libros solicitados, en caso de
que no existiesen en las librerías del país i que se tuvieran
que encargar á Europa. Que, por lo demás, lo que importa
es que todo el mundo lea i adquiera ideas útiles, cualquiera
que sea el idioma que las suministre.
CXXYII

Provincia de Entre-Bios

XXXIV
Esta es una de las Provincias mas bien situadas i ricas de la
República, pues está circundada por los grandes rios Paraná
i Uruguai, sobre los cuales tiene diez puertos importantes.
La estension de su territorio que limita al Norte con la de
Corrientes sobre los grandes arroyos Mocoretá i Guaiquiraró,
es de cerca de cuatre mil leguas cuadradas. El pais es abun
dante en bosques de maderas de construcción i en buenos
pastos, i está regado por numerosos arroyos i rios, el mayor
de los cuales, es el Gualeguai, que atraviesa toda la Provincia
por su centro hasta desembocar en el Paraná.
La población de esta Provincia se calcula en 134,271 habi
tantes, de los cuales, 55,380 constituyen la población urbana
repartida en 15 ciudades i pueblos, i el resto la población ru
ral i fluvial.
Hai 29,296 personas que saben leer i 25,843 que saben es
cribir—De consiguiente, hai 104,975 que no saben leer, i
109,428 que no saben escribir.
Los niños en estado de educarse, considerados tales entre
las edades de 6 á 15 años, son 36,840. De estos, solo iban á la
escuela en la época del censo, 7,188; de manera que queda
ban sin escuela 29,652. Sin embargo de lo desconsolador de
estas cifras, tenemos la satisfacción de decir que en la actua
lidad, la Provincia de Entre-Rios es una de las que mas se
dedican á desarrollar la instrucción primaria. Tiene la ven
taja de que en la ciudad del Paraná funciona la Escuela Nor
mal de la Nación, en la cual está educando buenos maestros,
i además, ha establecido en la Capital una Escuela Normal
de mujeres. Por otra parte, el Colejio Nacional del Uruguai,
suministra educación preparatoria para los estudios cientifi-
cos, á los jóvenes que están en estado de recibirla i que quie
ran dedicarse á las ciencias ó á las letras.
cxxvni
XXXV
La Lejislatura de Entre-Rios ha acordado una protección
decidida á las Bibliotecas populares, por medio de la Lei que
transcribimos en seguida :
«La Cámara Lejislafiva de la Provincia de Entre-Rios, sanciona con fuerta
de —
LEÍ:
Art. 1 ° El Poder Ejecutivo -promoverá i fomentará las Bibliotecas
populares que se funden en todos los centros de población de la Provin
cia, por asociaciones particulares, con arreglo a la Lei Nacional de 23
de Setiembre de 1870.
Art. 2° Servirán de bases para su fundación todas las publicaciones
oficiales de la Provincia.
Art. 3 ° Servirán así mismo las publicaciones oficiales de la Nación i
demás Provincias arjentinas, á cuyo efecto el Poder Ejecutivo las soli
citará.
Art. 4° Serán recursos para dichos establecimientos, el producto de
las suscriciones levantadas con tal objeto, una tercera parte de dicha suma
que se proveerá del Tesoro de la Provincia, i la cantidad que, conforme á
la Lei de 23 de Setiembre de 1870, está obligado á dar el Ejecutivo Na
cional.
Art. 5° También serán recursos todos los obtenidos con este objeto,
de cualquiera otra manera.
Art. G ° Comuniqúese, etc.
Sala de Sesiones, Uruguai, Agosto 22 de 1871.
ANIEL M. DONADO.
Pedro Coronado,
Secretario.
Uruguai, Agosto 24 de 1872.
Téngase por Lei de la Provincia, comuniqúese, publiquese i dése al
Rejistro Gubernativo.
ESPÍNDOLA.
LEÓNIDAS ECITAGÜE.
FÉLII A. BENITEZ.
Es copia—
Ptdro M. Espinosa,
Olicial Mayor.
CXXIX

XXXVI
El Reglamento de las Escuelas públicas, que tiene el carác
ter de Lei de la Provincia, por haber sido sancionado con
fuerza de tal por la Lejislatura, contiene lo siguiente sobre
Bibliotecas escolares :

CAPÍTULO III
BIBLIOTECAS DE LAS ESCUELAS
Art. 10. Cada Escuela tendrá su Bibliotoca, que estará al cargo inme
diato del Preceptor.
Art. 11. La Biblioteca tendrá por lo menos un ejemplar de las obras
siguientes :
Economía de las Escuelas, por Wickersham.
Lejislacion i Jurisprudencia de la Educación Coman, por Pedro Qui-
roga.
Guía del Preceptor primario, por Suarez.
Catecismo de Agricultura, por Caravia.
Elementos de Física terrestre, por Sismonda.
Un ejemplar de cada una de las obras que sirven de texto de ense
ñanza.
Art. 12. La Biblioteca será para uso del Preceptor, de sus Ayudantes
i de los alumnos.
Art. 13. El Preceptor no consentirá que se saquen los libros de la
Biblioteca, fuera del lugar que se destine para la lectura. 0
A los libros enumerados en el art. II, deben agregárselos
siguientes, según las últimas noticias recibidas : Física espe-
rimental i aplicada por Ortiz, Elementos de Química de You-
mans, Compendio de historia antigua, por Ekelund, un com
pendio de historia de la Edad Media i moderna, Tratado de
Ortograíia de la Academia Española, un Diccionario de la len
gua castellana, los Trozos selectos de literatura de Cosson,
Urbanidad i buenas maneras, Atlas de Jeografia astronómica,
i algunas otras obras de literatura.
Nos ba llamado mucho la atención la limitación que se pres
cribe para el goce i uso de estas pequeñas Bibliotecas, dando
cxxx

les solamente á los maestros i á los alumnos la facultad de


aprovecharlas, prohibiendo de consiguiente, á cualquier ve
cino padre de familia, ó ex-alumno de la escuela, el consultar
un libro; i como si no fuera bastante esta limitación, se
agrega la absoluta prohibición de que se saquen los libros de
la Biblioteca fuera del lugar que se destine para la lectura.
Sabemos que el Director de las Escuelas, Dr. Ruiz Moreno,
está dispuesto á facilitar al público la entrada á estas Biblio
tecas, cuando se hayan enriquecido mas, i cuando existan en
cada ciudad i pueblo las Comisiones de Escuelas creadas por
la Leí. Sin embargo, se nos ocurre observar, que esas pe
queñas Bibliotecas tendrían un gran porvenir, si desde el
principio se acostumbrase al vecindario á mirarlas como cosa
propia, como un elemento de ilustración, de los padres, de
jos hijos i de las familias, en cuyo caso estarían interesados en
su conservación é incremento. ¿Por qué no se habría de faci
litar al público la entrada á estas Bibliotecas en horas en que
no se perjudiquen las tareas escolares, ensanchando asi los
inestimables beneficios de la educación, de la cual en la es-
escuela no se recibe sino una iniciación imperfecta? ¿Por
qué no se habrían de prestar á domicilio aquellas obras que
menos falta hagan á la Escuela? ¿Se teme, por ventura, que
alguna vez se pierda un libro, i por ese temor se ha de privar
de este elemento civilizador á toda una población que ha
aprendido á leer, i que no tiene quizá un libro en que ejer
citar esta habilidad instrumental adquirida en la escuela?
Pero estos mezquinos temores se salvarían reglamentando la
manera de que el público se sirva de los libros sin que los
inutilice ni los pierda impunemente.
Si se adoptase el sistema opuesto, es seguro que todo vecino,
toda familia que tuviese un libro útil, pero que ya no le causase
novedad por haberlo leído muchas veces, se apresuraría &
depositarlo en la Biblioteca de la Escuela, i en cambio apro
vecharía los libros que le fueran desconocidos i que otro
CXXXI

vecino ha donado á su vez. De esta manera, los padres


comenzarían por dar el ejemplo á los hijos sobre las ventajas
de la lectura, i así la Escuela vendría á ser en verdad una pro
longación del hogar, sostenida por las corrientes de ideas
establecidas entre los maestros i los discípulos i entre los
padres i los hijos, alternativa i reciprocamente.

Gnalcgnolchú

XXXYII
Cuando la Comisión Protectora de las Bibliotecas populares
puso en juego sus medios de propaganda en la Provincia de
Entre-Rios, á la sazón recorría varios Departamentos el Dr.
D. Onésimo Leguizamon, quien á su paso promovió asociacio
nes de educación i Bibliotecas populares.
En Gualeguaichú se formó con mas de cien socios, la «Edu
cacionista Arjentina,» la cual en pocos días reunió fondos, de
los cuales separó 300 pesos fuertes, que remitió á la Comisión
Protectora para la compra de libros con destino & una Biblio
teca popular. De los 600 pesos fuertes que resultan, con la
cantidad igual que dio el Gobierno de la Nación, se ha inver
tido ya una buena parte i se esperan nuevas indicaciones para
la inversión del resto.
Es Gualeguaichú una ciudad poblada por 7,776 habitantes,
llena de sentimientos liberales i patrióticos i de nobles aspi
raciones al progreso, i que posee abundantes medios de bien
estar, por la riqueza de su campaña i por el comercio i las
industrias que se desarrollan allí con la mayor actividad.
En tales condiciones, no cabe dada que « La Educacionista
Arjentina » encontrará decidida cooperación para realizar sus
nobles propósitos.
CXXXII

Concepción del Urngual

XXXVIII
La ciudad del Uruguai, poblada por 6,513 habitantes, es la
capital de la Provincia, i por tanto, el asiento de las autori
dades constituidas de la Provincia. Allí existe el Colejio
Nacional del Uruguai, i recientemente se ha instalado una
Escuela Normal de mujeres.
En esta ciudad se ha formado una numerosa asociación in
titulada «El Porvenir, » con el propósito de difundir la edu
cación primaria i las Bibliotecas populares. Sentimos que la
falta de espacio nos obligue á postergar la inserción de sus
Estatutos.
Esta sociedad ha separado de sus fondos, por pronta provi
dencia, la cantidad de 1,400 pesos fuertes, que unida á la
cantidad igual que ha dado el Gobierno Nacional, hace la
respetable suma de 2,800 pesos fuertes, con destino á la com
pra de libros para la instalación de una Biblioteca popular.
Entendemos que en estos importantes trabajos ha tomado
una parte mui activa el actual Director del Colejio Nacional,
Dr. D. Agustín M. Alió.

Concordia

XXXIX
La ciudad de la Concordia está poblada por 7,498 habitan
tes según el censo, i su situación comercial es mui importante;
i tanto mas debe serlo en adelante, por ser la cabeza del
«Ferro Carnl del Este,» que la unirá con el centro de la
Provincia de Corrientes. Esta via está construyéndose á gran
prisa i no tardará en inaugurarse una sección de cerca de 10
leguas entre dicha ciudad i el pueblo de Federación.
CXXX1II

La Concordia estaba antes muí atrasada en materia de insti


tuciones de educación, i era indispensable que la opinión pú
blica se preocupara cuanto antes de esta cuestión tan vital.
A mediados de Marzo de este año llegó á aquella ciudad el
Dr. Leguizamon, i de común acuerdo con D. Olegario An-
drade, Redactor del periódico «La Libertad,» que allí se
publica, desplegaron todos los recursos de propaganda que
poseían esos dos hombres de clara intelijencia i de corazón
ardiente. Convocaron al pueblo, le hicieron conocer sus de
beres, i lo apasionaron por la educación bajo todas faces, i
el resultado fuó que se formó inmediatamente una numerosa
asociación que tomó el nombre de «Sociedad Mann,» con el
objeto de procurar el establecimiento de escuelas i de una Bi
blioteca popular.
Esta sociedad quedó constituida bajo la presidencia del se
ñor Andrade, i no tenemos conocimiento de los progresos que
haya hecho en la persecución de sus nobles propósitos.

Paraná

XL

La ciudad del Paraná, antigua capital provisoria de la Re


pública, tiene una población de 10,098 habitantes. Es la
cabeza del Obispado paranaense, que comprende á Entre-
Rios, Corrientes i Santa Fe, i allí está establecida la gran Es
cuela Normal de la Nación.
Sobre la base del cuerpo de Profesores de este estableci
miento de educación, so ha fundado un Ateneo, que sostiene
una Biblioteca popular.
CXXX1V

Diamante

XLI
En el pueblo de este nombre, con 886 habitantes, se ha
formado una sociedad intitulada « Protectora de la Biblioteca
popular del Diamante. »
La mucha estension que tienen los Estatutos i Reglamento,
nos priva del placer de insertarlos por ahora en nuestro Bo-
htin.
Aun no ha llegado el caso de emplear en libros el dinero
que tiene reunida esta asociación ; pero tenemos entendido
que no tardará en remitirlo.

Otros Departamentos
XLII
Tenemos la firme convicción de que no pasará mucho
tiempo sin que todas las importantes ciudades i pueblos de
Entre -Ríos, tengan una Biblioteca popular por lo menos cada
uno.
GÜALEGUAI—En este rico Departamento, cuya ciudad capi
tal tiene 7,235 habitantes, se hicieron trabajos por el año do
1866, para el establecimiento de una Biblioteca popular, i los
trabajos iniciados allí por el Dr. D. Delfín Camejo, estimu
lado desde Buenos Aires por D. Pedro Quiroga, estaban tan
adelantados, que ya habia llegado á formarse una sociedad i
se habian reunido algunos libros ; pero habiéndose domici
liado en Gualeguaichú el Dr. Camejo, la idea quedó en sus
penso.
¿Por qué no la llevan á cabo, ahora con mas ventajas que
nunca, tantas personas intelijentes i progresistas que tiene la
ciudad de Gualeguai?
«XXV

VILLA COLON—En este pueblo, capital de la Colonia agrí


cola « San José, » situada sobre el rio Uruguai, enfrente de
Paisandú, también se han hecho sentir trabajos para la ins
talación de una Biblioteca popular.
El caballero D. Alejo Peiret, Director de esa Colonia, es
muí intelijente é instruido. ¿Por qué no les sujiere á sos
nacionales i vecinos la idea de establecer una Biblioteca po
pular, asi como tanto se empeña por el' desarrollo de la ins
trucción primaria ?

Provincia de Córdoba

XLIII
La premura del tiempo nos obliga á suspender algunas no
ticias estadísticas de esta Provincia, que habíamos preparado.
Contrayéndonos á nuestro asunto principal, no tenemos
nada que agregar á lo que dijimos en nuestro número ante
rior, sobre la iniciativa que habia tomado el Gobierno respecto
de una Biblioteca popular en la ciudad.
Apesar de la apatía que jeneralmente se atribuye á esta po
pulosa Provincia para todo lo concerniente á la instrucción
popular, la propaganda de la Comisión Protectora de las Bi
bliotecas ha encontrado allí ecos entusiastas, que pueden muí
bien contribuirá que se produzca una saludable reacción.
XLIV
En la ciudad de Córdoba existen varias sociedades, la ma
yor parte de las cuales están formadas por artesanos i depen
dientes de comercio, i cada una de ellas tiene el propósito de
establecer una Biblioteca popular. Estas sociedades son el
« Club Social, » que ya tiene un pequeño plantel de Biblioteca;
la «Protectora Union,» que también tiene su plantel de BU
CXXXVI

blioteca, puesta ya en las condiciones de popular, i que ha


sido aumentada con libros comprados por intermedio de la
Comisión Protectora, por valor de 300 pesos fuertes, á cuya
suma ha contribuido el Gobierno Nacional con la mitad ; la
«Sociedad Tipográfica» i la oUnion i Progreso,» las cuales
han estado sirviéndose de la Biblioteca de la «Protectora
Union,» pero que tratan de formar cada una su Biblioteca,
con el carácter de popular. Hai también uua sociedad lite
raria formada por jóvenes de la Universidad, intitulada o So
ciedad Lafinur, » que tiene un plantel de Biblioteca.
El Presidente de la Sociedad «Union i Progreso» nos es
cribía hace pocos meses, entre otras cosas, lo siguiente -.
« A propósito de esta feliz inspiración, (la de difundir las Bibliotecas
populares), he tenido alguna vez ocasión de hacer uso de la palabra, en
varias reuniones donde se han pronunciado discursos de muchísima im
portancia, tendentes á poner en juego todos los elementos necesarios para
hacer practícala institución, estableciendo, si posible fuese desde ya, en
cada cuadra una Biblioteca de lectura para el pueblo.
« Con este fin, la Sociedad « Protectora Union » ha librado ya algunos
fondos (150 ps. fts.) para la compra de libros ; i por parte de la socie
dad que yo represento, tan pronto como hagamos el balance de nuestra
caja, les enviaré todos los que resulten disponibles.
« Tengo noticia de que la « Sociedad Tipográfica » trata de enviarles
una libranza dentro de poco tiempo ; pues ha llegado a tal grado el entu
siasmo de todas ellas, (las asociaciones de artesanos), que tenemos con
venida una reunión jeneral, dentro de pocos dias, alentados por el buen
éxito de las doctrinas del Boletín, que rápidamente se propagan i se ino
culan en el corazón de la juventud, en la que me complace ver arraigada
la idea de difundir profusamente la luz de la civilización entre el pueblo,
antes desheredado i olvidado.
« Puedo asegurarle con verdad, en presencia de los hechos, que en
esta Provincia, estacionaria por mas de medio siglo, se ha operado una
revolución tan esencialmente rejeneradora i progresista, que yo mismo
quedo sorprendilo de los grandes resultados de la idea i del progreso
realizado en la opinión respecto de la educación popular en tan corto es
pacio de tiempo. »
CXXXYII

XLV
Lo que antecede es apenas un pálido reflejo de las ideas
que trabajan la mente de gran parte de los habitantes de la
ciudad de Córdoba ; pero lo mas asombroso i consolador es
escuchar los ecos que trasmiten iguales aspiraciones de pro
greso intelectual, de las poblaciones mas apartadas de la
misma Provincia, encerradas en las escabrosidades de sus
sierras, i en la espesura de sus bosques.
Al poco tiempo después de haber repartido nuestro primer
Boletín, se recibió de Bell-Yille la nota que transcribimos eu
seguida :
Comisión de la Biblioteca.
Bell-Ville, Mayo 2o de 1872.
Al Sr. Préndente de la Comisión Protectora di las Bibliotecas, D. Palemón
Huergo.

Me es grato anunciar a vil., que en este dia se ha instalado la Biblio-


teca popular de esta Villa, bajo el Reglamento cuya copia acompaño.
Los fondos, recolectados en su mayor parte por una comisión de se
ñoritas, son 500 ps. bis.—como veinte i cuatro onzas de oro—que remiti
remos á esa Comisión tan luego se nos mande el a Catálogo con los
precios. r>
Los libros reunidos son mas de 300 volúmenes que están á cargo del
Preceptor de la Escuela Municipal, D. Urbano Virios—(Bibliotecario ad
honorem).
El edificio nos ha sido donado en propiedad por la Municipalidad.
De esta manera no teniendo gastos de ninguna especie esta Biblioteca,
por ser el edi'icio propio—i el Bibliotecario ad honorem—podrá dedicar
todos sus recursos al aumento de los libros, i cree esta Comisión haber
colocado de este modo la base para una institución duradera.
Esperando su contestación, me repito de vd. S. S. S.
Francisco Tau.

A esto solo tenemos que agregar que los fondos anunciados


fueron remitidos á la Comisión, la cual devolvió una suma
doble invertida en los libros pedidos.
10
cmvttt
XLVÍ
En la Villa de Sáintá Rosa, situada sobre el Rio i° , como
á 18 leguas al Este de la ciudad de Córdoba, también se ha for
mado una Biblioteca.
Al caballero José M. Amuchástegui le corresponde el honor
de la iniciativái Escribiendo este Señor á la Comisión, con fe
cha 14 de Mayo último, le dice entre otras cosas, losiguientei
«Habiendo llegado á esta localidad el primer número del B>tc-
tin de las Bibliotecas populares, he dado principio á la propa
ganda con el fin de llevar á efecto el planteamiento de una
Biblioteca popular en esta Villa Este pensamiento ha en
contrado una decidida cooperación en varias personas de las
mas notables de esta »
En prueba de que la semilla no habia sido sembrada en
mal terreno, poco tiempo después se recibió la nota que trans
cribimos en seguida :
Santa Rosa, Julio 10 de 1872.
A la Comisión Prolettttrá de la» Bibliolectts populares.
La Comisión encargada de llevar á cabo el pensamiento de una Biblio
teca popular en esta Villa, compuesta de los que suscriben, habiéndose
reunido la cantidad de doscientos pesos plata boliviana, ha resuelto re
mitirlos & esa Comisión, con el Presidente D. José M. Amuchástegui,
llevando este mismo la nota de los libros que ha considerado necesarios
esta Comisión, autorizándolo al mismo tiempo para que se entienda con
esa Comisión en la compra de libros que no ligaran en la nota, en el caso
de que sobrare dinero.
Dios guarde á vd.
J. íí, Amuchástegui, Presidente—Ga/* Á. Cues
tas, Secretario—Félix Carranza—Francisco
Rivas — f?. Gavina—Manuel del Bieg — M.
Palma.
XLVII
En la Villa de fulumba se han hecho Sentir algunos tra
bajos para el establecimiento de una Biblioteca popular. Un
CXXX1X

caballero Bustamante, dirijiéndose á la Comisión Protectora,


con fecha 11 de Mayo último, le dice, entre otras cosas, lo
siguiente i « Abrigo la esperanza de formar, con mis amigos,
una Biblioteca popular, cuya importancia se deja comprender
de todos. »
Por fin el Preceptor de escuela de uno de los distritos del
mismo Departamento, llamado José Soria, con fecha 9 de Ju
lio último, dice entre otras cosas : «... .Me propuse leer en
alta voz en este establecimiento, el Boletín de las Bibliotecas
populare$, i esplicar su importancia en breves discursos, en
lenguaje acomodado á la comprensión de mis alumnos. Du
rante estos, parecía arder en esos jóvenes la llama del de
seo ; asi es que ellos han sido los primeros en tocar á sus
padres, instándoles á que se suscriban á esta sociedad. Hom
bres toscos i rudos, por lo jeneral, se han presentado pregun
tándome : ¿ que es esto de que sus hijos les hablan con tanto
interés, instándoles á asociarse? Entonces les he esplicado
todo á ellos mismos; así es que ahora ya tenemos asistencia
de padres é hijos en los dias festivos, i cuento ya con una de
cena de socios. ...»

Provincia de Tucumau

XLVIII

En nuestro número anterior hicimos referencia al Decreto


espedido por el Gobierno de Tucuman, nombrando una Co
misión Central en la Capital i sub-Comisiones en todos los
Departamentos de campaña, con el objeto de promover el
establecimiento de Bibliotecas populares.
Esas Comisiones no pudieron conseguir sino muí poca
cosa, hasta que fue distribuido profusamente nuestro primer
Boletín. Desde entonces, los mismos comisionados comen
CXL

zaron á comprender mejor el asunto que se les habla enco


mendado, i en esa publicación encontraron á la vez el medio
de insinuarse en el ánimo de los vecinos mas influyentes. Se
han comenzado recién los trabajos, pero ya se ba conseguido
mucho.
Cediendo á las sujestiones del ilustrado Gobierno de la
Provincia, la Lejislatura ha dictado disposiciones importan
tes, i una de ellas tendente a protejer el establecimiento de
Bibliotecas populares.
He aquí la contestación de ese Gobierno á la Circular, por me
dio de la cual la Comisión Protectora de las Bibliotecas popu
lares insinuaba la conveniencia de recabar de la Lejislatura la
adopción de una lei sobre la materia, semejante á la que había
dictado la Lejislatura de Catamarca :

Tucuman, Enero 12 de 1872.

Al Sr. Presidente de la Comisión Protectora de tas Bibliotecas populares,


D. Palemón Huergo.

Oportunamente fue recibida por este Gobierno la importante Circular


de fecha 23 del mes ppdo., i adjuntos á ella, varios ejemplares de la Lei
de Octubre 17 del año pasado, que la Honorable Lejislatura de la Pro
vincia de Catamarca ha sancionado con el objeto de concurrir con sus
propios recursos á la realización dul gran pensamiento contenido en la
Lei Nacional de Setiembre 23 del año de 1870.
Felicito en su persona á esta benemérita Comisión por el decidido em
peño que maniliesta en el cumplimiento de su come ido, así como tam
bién por la delicada ilustración con que se presenta al desenvolver el
grandioso porvenir que la jeneralizacion de las Bibliotecas populares,
ofrece á todos los pueblos de la República, que con mui pequeñas dife
rencias de matices, se encuentran hasta ahora sumidos en la mas lamen
table ignorancia.
Este Gobierno se considera un tanto dichoso en poder presentar & los
esfuerzos de la Comisión que vd. preside, el Proyecto de Lei que la Ho
norable Lejislatura de esta Provincia, ha sancionado coa fecha 25 de
CXLI

Setiembre del año pasado, por el que quedará instruida de los medios
con que concurre esta Provincia a la realización de la idea que nos ocupa.
Debo agregar, pira su conocimi 'nto, que el Gobierno llene nombradas,
al efecto indicado, desde tiempo atrás, Comisión -s en toilos los Departa
mentos de la Provincia, las que obedecen á otra Central, residente en la
Capital, cuya presidencia la tiene el Rector de est¿ Colejio Nacional.
Conferenciando con el referido Presidente, na hecho presente íi este
Gobierno que para dar mayor impulso a la tavea que se le ha encomen
dado, espera de esa Comisión el Reglamento que debe mandar para la
organización de las Bibliotecas populares, conforma á lo prescripto en la
atribución 2a del articulo 2° del Superior Decreto del Ejecutivo Nacional'
reglamentando la Lci de la materia.
Existen en poder de esta Comisión Central protectora de las Bibliotecas
populares, algunas sumas recolectadas en varias localidades de la cam
paña, pudiendo asegurar este Gobierno que pondrá de su parte cuanto
medio esté á su alcance, con el fin de procurar en cada manzana, en cada
parroquia de una ciudad, en cada Departamento, pueblo i distrito 'de
campaña, una suscricion análoga, sirviéndose también para ello, de la
mujer, que presta i espióla como nadie, los nobles sentimientos del cora
zón humano.
Como una esperanza realizable en breve, el Gobierno se complace en
anunciar á vd. que al presente ha sometido á la sanción de la Honorable
Legislatura de la Provincia importantes Proyectos de Lei sobre Patente i
Contribución Directa, esperando de ellas un resultado satisfactorio en el
acrescentamiento de la renta, verdadero escollo en donde vienen á estre-
'larse, desde muchos años atrás, los esfuerzos i la buena disposición de
los Poderes Públicos en el sentido de todo orden de progreso, de todo
pensamiento civilizador, cuya ejecncion es imposible, si no cuenta con
los medios pecuniarios bastantes para su realización.
Dejando asi contestada la interesante Circular que pasa vd. á nombre'
de la Comisión que preside, me es mui satisfactorio ofrecer A vd. las
seguridades de mi alta estimación i aprecio.
Dios guarde á fd.
Federico Helguera— Sitio Teran.

XLIX
Sin exajeracion puede decirse que todas las autoridades ci
viles i municipales de Tucuman, i todos los particulares que
CXLII

han llegado á conocer las grandes ventajas de las Bibliotecas


populares, están empeñadas en la radicación i desarrollo de
esta institución en la Provincia ; i es seguro que no pasará
mucho tiempo sin que existan tantas Bibliotecas, cuantas
poblaciones tiene la Provincia.
Con fecha 10 de Abril último fuó puesta en manos de la
Comisión protectora, por el Presidente de la Comisión Pro
vincial de Bibliotecas populares, D. José Posse, la suma de
140 pesos 25 centavos fuertes, para la compra de libros con
destino á dos Bibliotecas, —á saber •. para una que se trataba
de establecer en la capital por una asociación de vecinos, 68
pesos 22 centavos fuertes ; para otra en la Villa de Graneros,
ps. fts. 72 03, cuyo total aumentado por el Gobierno Racio
nal en otro tanto, formaba la suma de 280 pesos 50 centavos
fuertes, que oportunamente fue invertida en libros que ya
deben haber llegado á su destino.
Con fecha 21 del mismo Abril, la Municipalidad de la Capital
anuncia que ha contribuido por lo pronto, para la planteacioa
de una Biblioteca popular con la suma de 300 pesos fuertes,
i que habia procedido á nombrar comisiones especiales á fin
de que inviten al pueblo á suscribirse para la realización da
Ja misma idea. A juzgar por el entusiasmo que revelan las
diferentes notas que se han recibido de esa Corporación, deba
estar compuesta de hombres patriotas i progresistas.
Recientemente ha recibido la Comisión Protectora, de la
Provincial de Bibliotecas de Tucuman, la cantidad de 294 pe
sos fuertes para la compra de libros con destino á la Biblioteca
popular que se trata de establecer en la Villa Concepción del
Departamento de Chicligasta.
Se sabe también, que en la Villa de Monteros i su Departa
mento, se hacen trabajos serios para establecer una Biblioteca
popular.
Para que nuestros lectores puedan formarse una idea de la
CXLIIl

importancia de los pueblos nombrados, damos en seguida la


población de cada uno, según el Censo :
Ciudad de Tucuman 17,438 habitantes
Villa de Monteros d,432 «
a de Graneros : i,006 «
« de Concepción 950 «

Por fin, para que nada falte al movimiento educacionista


que se está operando con rapidez en la Provincia de Tucuman,
tanto respecto de la instrucción primaria, como de las Biblio
tecas populares, que son el complemento indispensable de las
escuelas, tenemos el placer de anunciar que casi todos los Tu-
cumanos residentes en Buenos Aires, i sus amigos de otras
Provincias, han formado una'numerosa asociación intitulada
« Sociedad Auxiliar de las Bibliotecas populares de Tucuman, »
lo que indica suficientemente sus propósitos.
Estamos seguros de que esta asociación ha de tener buen
éxito, i bien lo merece la nobleza del pensamiento que la ha
suscitado.
He aquí el acta de fundación de esta sociedad, en la que se
incluyen las bases de asociación adoptadas :

Acta de rumiación de la « Sociedad Auxiliar de las


Bibliotecas popularen de Tueuntau »
En Buenos Aires, á veinte i dos de Setiembre de rail ochocientas seten
ta i dos, reunidos los Señores Dr. D. Leopoldo del Campo, Dr. D. Delfin
Callo, D. Pedro Quiroga, D. Domingo del Campo, D. Crisóstomo Alva-
rez, i demás firmantes, i estando animados del deseo de fomentar por los
medios á su alcance, el progreso de la ilustración del pueblo en la Pro
vincia de Tucuman, acordaron constituir una sociedad qua responda á
este objeto, la que se denominara Sociedad Auxiliar de las Biblioteca*
populare» dt Tucuman, i sera tejida por lo» siguientei-
CXLIY

ESTATUTOS:

Art. i ° Se constituye una Sociedad con el objeto de ayudar por todos


los medios posibles al acrescentamiento de las Bibliotecas populareí de
Tucuman.
Art. 2° Son miembros de esta asociación las personas inscritas en el
acta de su fundación, i todas las demás que, invitadas, se presten á ingre
sar en ella.
Art. 3° Todos los socios quedan obligados al cumplimiento de las
disposiciones jenerales ó parciales que adoptare la asociación, siempre
que ellas no se separen del objeto ünico de su formación.
Art. 4° Los recursos de la Sociedad son :
i ° Las donaciones en libros ó dinero que los socios hicieren.
2° Las mensualidades que cada uno de los socios se imponen al
incorporarse en la Sociedad.
3 ° Las donaciones que hagan otras personas que no pertenezcan a
esta asociación.
Art. 5° La Sociedad tendrá sus reuniones jenerales el primer Do
mingo de cada mes, para darse cuenta de los trabajos practicados i para
resolver las proposiciones que pudieran hacerse.
Art. 6° La Sociedad tendrá una Comisión Directiva, compuesta de
u-i Presidente, un Vice-Presidente, dos Secretarios i un Tesorero.
Art. 7 ° La Sociedad, por intermedio de su Presidente, se pondrá en
relación con aquellas personas, ya sean de la República ó del estranjero,
& quienes considere con aptitudes para poder contribuir de alguna ma
nera á los fines que se propone.
Art. 8° La asociación promoverá en la ciudad de Tucuman el esta
blecimiento de otra Sociedad análoga, con la cual pueda combinar sus
trabajos.

Se procedió en seguida al nombramiento de la Comisión que debe pre


sidir provisoriamente los trabajos de la Sociedad, hasta que, con mayor
número de socios, se nombre la que debe presidirla titularmente, resul
tando electos los siguientes señores :
Presidente Dr. D. Leopoldo del Campo.
Vice-Presidente Dr. D. Dellin Gallo.
Secretarios
hu.ra.inoi í£ D>
,( Doming°
Crisostomodel2oCampo.
Alvarez.
Tesorero D. Pedro Quiroga.
CSLV

Nombrada esta Comisión, se dio por constituida la Sociedad, acor


dándose se hiciera saber su instalación al Exmo. Gobierno de la Provincia
de Tucuman, al Exmo. Sr. Ministro de Instrucción Püiilica i á la Comi
sión Protectora de las Bibliotecas populares, solicitando su cooperación
páralos fines determinados en los artículos 7° i 8° délos Estatutos
sancionados.
Así mismo S6 acordó que, mientras no pueda llevarse a cabo lo pres
crito por el articulo 8° de los Estatutos, ó sin perjuicio de esto, la Co
misión Directiva ofrezca sus servicios á la Comisión Central de Bibliote
cas populares de Tucuman, para todos los asuntos en que sea necesario ó
conveniente su concurso en esta ciudad.
Se acordó igualmente que, sin perjuicio de lo que pudiera resolver la
Asamblea Jeneral en sus reuniones futuras, la Comisión Directiva proceda
inmediatamente a desempeñar el rol que le asignan los Estatutos, procu
rando especialmente la adquisición de una imprenta, corno fuente de
recursos, i como que es por sí misma un poleroso medio de civilización;
la cual se pondrá bajo la administración de la Municipalidad de aquella
Capital, á condición de que el producto de dicha imprenta sea esclusiva-
mente aplicado á aumentar en proporción en un tanto por ciento, ks
cantidades de dinero que las asociaciones ó vecindarios de cualquier
pueblo, Departamento ó distrito de la Provincia, hubieren reunido con
destino a la compra de libros para el establecimiento de Bibliotecas po
pulares.

Provincia de Salta

En esta Provincia ha sido mui bien acojida la propaganda


de la Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares. Entre
muchas otras contestaciones favorables que se han recibido
de la ciudad de Salta, mencionaremos un píir.rnlb de la del
Inspector Jeneral de Escuelas. oEn contestación, dice, me
es mui grato espresar al Sr. Presidente, que la difusión de las
ideas que contiene el «Boletín», ha causado mui buena impre
sión, despertando al mismo tiempo el deseo de fundar Biblio
CXLVI

tecas Populares, i formándose una opinión favorable á tan


benéfica institución. »
Sin embargo, en la ciudad, donde hai un número infinita
mente mayor de personas instruidas que en las poblaciones
de la campaña, no se ha adelantado gran cosa con los cona
tos de buena voluntad, pero ineficaces en la práctica para la
difusión de una institución tan progresista i civilizadora
como la de las Bibliotecas Populares.
No tenemos conocimiento de que el Ejecutivo ó la Lejisla-
tura hayan dictado las medidas necesarias para estimular por
su parte, aunque sea moralmente, á los vecindarios mas leja
nos i destituidos'de recursos, que no obstante eso, «stán ha
ciendo laudables esfuerzos para procurarse gabinetes de lec
tura.
LII
El Consejo Municipal del Departamento de Campo Santo ha
hecho causa común con el vecindario para el establecimiento
de una Biblioteca Popular, i por lo pronto remite para la
comprado libros, con fecha 24 de Agosto último, la cantidad
de 388 pesos, 6 centavos fuertes, la que, unida á la que ha
dado el Gobierno Nacional, forma una suma de 776 pesos 12
centavos fuertes.
El proceder de ese Consejo Municipal es altamente reco
mendable, i por ello le damos nuestras ardientes felicitacio
nes, i en especial á su progresista Presidente el Sr. D. Ale
jandro Figueroa,
LUÍ
En el Departamento i pueblo de Chicoana también se ha
formado una asociación para el establecimiento de una Biblio
teca popular, i se han remitido á la Comisión Protectora, para
la compra de libros, 114 pesos 28 centavos fuertes, que en
CXLVII

virtud de la lei del Congreso se han convertido en 228 pesos


56 centavos fuertes. Los libros pedidos están ya en camino.
El pueblo de Chicoana contiene apenas 782 habitantes.
El Presidente de la Comisión Directiva de esa Biblioteca es
el Sr. D. Justiniano Echenique, á quien nos complacemos en
felicitar, no menos que al pequeño pero bien intencionado i
aspirante vecindario de Chicoana.
LIV
La población de Cerrillos, que consta de 912 habitantes,
también tendrá en breve su Biblioteca Popular. El Cura de
ese Departamento, Dr. D. Serapio Gallegos, habia iniciado
una suscricion con este objeto entre el vecindario, encabe
zándola con 100 pesos bolivianos.
He aquí la nota en que este virtuoso ó ilustrado sacerdote
pone á disposición de la Comisión Protectora la suma espre
sada.

Cerrillos, Mayo 27 de 1872.


A ¡oí Sres. de [a Comisión Protectora rfe las Bibliottcas Papulares,
Sr. Presidente i miembros de la Comisión :
Hace algún tiempo llegó á mi poder el «Boletín de las Bibliotecas Popu
lares,» publicado por Yds. Los propósitos i Unes consignados en el es-
presado Boletín, contestan muí satisfactoriamente al deseo que vengo ali
mentando desde tiempo atrás.
Soi Cura párroco de Cerrillos, Departamento rural déla Provincia de
Salta, situado á tres leguas Sud de la Capital. Esta posición me da la
posibilidad de conocer muí de cerca la índole del pueblo que forma mi fe
ligresía, sus aptitudes i sus necesidades. A primera vista se echa de ver
que la ignorancia es el principal enemigo que este pueblo tiene por delan
te i le interrumpe el paso para llegar al estado de engrandecimiento & que
esta llamado el Departamento por su posición topográfica, su hermoso
clima, la fertilidad de sus terrenos i su necesario contacto diario con la
Capital, con todos los pueblos del Sor de la República i con Chile.
El establecimiento de una Biblioteca Popular será seguramente el reme
dio aplicab'e á este mal. lid esperado que las autoridades civiles dul De
partamento, correspondiendo debidamente á K>s esfuerzos de Vds. i del
Gobierno, promoviesen la planteacion de una Biblioteca; pero hasta hoi
desgraciadamente nada se ha hecho en este sentido.
En su mérito me he determinado a plantearla yo de mi peculio, con
muí poca cosa por lo pron'to, pero que calculo sulioiente pnra un ensayo.
Con orden de la CoTnision abonaré en el comercio de Salta cien pesos
bolivianos ($ 100), para que Yds. se sirvan remitirme su valor en libros íi
la posible brevedad, con mas los ofreoidos por el Exmo. Gobierno Na
cional.
Con este pequeño núcleo de Biblioteca, talvez consiga inspirar amor a la
instrucción, i entonces no será difícil enriquecerla.
Es adjunta la lista de libros que creo necesarios por ahora. En pro
porción que vaya "conociendo en lo sucesivo las necesidades en los diver
sos ramos de instrucción que necesita el pueblo, iré pidiendo á Vds. los
libros necesarios.
Este motivo me presenta ocasión de ofrecer ?i la Oomtsibn nfis respe
tos, suscribiéndome muí atento
S. S.
Df Serapio Gallegos.

La Comisión contestó esla nota felicitando al Sr. Presbítero


Gallegos, i exitándolo á que llevara á cabo la formación de una
sociedad por poco numerosa que fuese, para asi ponerse en
las condiciones de la lei ; pero aquel, sin haber recibido sin
duda esta contestación, i aprovechando la primera oportuni
dad, remitió á la Comisión 76 pesos fuertes, equivalentes á 100
pesos bolivianos. Creemos que no tardará la formación de la
Sociedad á que nos hemos referido, contribuyendo con mayor
cantidad de fondos.
LV
En el Departamento de Cafayate, cuya pobhoton urbana
consta apenas de S67 personas, se ha formado una numerosa
asociación para plantear una Biblioteca Popular.
He aquí lo que á este respecto informa á la Comisión Pro
CILIX

lectora con fecha i ° de Setiembre de este año, el Jefe Polí


tico de ese Departamento, D. Félix Maydana.

«Este pueblo, conocedor del Boletín que el Sr. Presidente tuvo la bon
dad de dirijirle, i hoi también de las ya citadas (circulares), se reunió el
25 del próximo pasado Agosto, á pedido i bajo la dirección de la Munici
palidad, con el objeto de levantar una suscricion para el establecimiento
de una Biblioteca Popular. El resultado fue que se reunieron mas de
400 pesos fuertes sobre tablas, quedando convocado para una nueva reu
nión, con la esperanza de enterar 500 pesos fuertes.
«Bien comprende el pueblo que esta es una pequeña cantidad ; pero
como el Gobierno Nacional da otro tanto, i el costo del transporte de los
libros, la Comisión nombrada no tardará en remitir los fondos ya citados;
pues ya sentirnos la ansiedad de tener entre nosotros realizado el princi
pio adoptado por las naciones mas civilizadas, que no olvidaran jamás al
grande hombre Franklin, que inició ese fecundo pensamiento.
«Este pueblo, gastado por los esfuerzos propios para la edificación de
un terrrplo, cuyo presupuesto apciende á 50,000 pesos fuertes, no es estra-
ño que baya quedado debilitado en sus recursos, si bien le alienta la idea
de haber levantado un monumento de esa magnitud, donde antes de cua
tro meses se escuchará la palabra de Dios.
«Esta es la causa por la cual esta vez no podrá llenar debidamente su
noble ambición, i se reserva para cuando haya recobrado sus fuerzas.»

LVI
Se han dejado sentir también activos trabajos en el Depar
tamento de Oran, para formar una asociación con el objeto de
establecer una Biblioteca Popular. De esto ha s4do informa
da la Comisión por el Preceptor de Escuela D. Juan P. Arias
i por el Presidente del Consejo Municipal D. Pedro J. Ugarri-
za, quien da todo jénero de seguridades sobre el próximo es
tablecimiento de una Biblioteca Popular.
Iguales manifestaciones se han recibid» del Departamento
de Payogasta.
Ahora lo que falta es que esos ricos Departamentos reduz
can á hechos prácticos sus entusiastas manifestaciones.
Cl
Provincia de Jujuí

LVII
Los Poderes Públicos de la Provincia de Jujui han hecho
muí poca cosa en favor de las Bibliotecas populares. La Leí
de 16 de Febrero de 1872, creando el empleo de Inspector de
Escuelas, le atribuye á este funcionario el encargo de « pro
curar en los pueblos la formación de Bibliotecas populares,
manifestándoles las ventajas i facilidades de su establecimien
to, por lo dispuesto en la Lei Nacional, que á ellas se re
fiere.»
No sabemos cuál haya sido la eficacia de esta disposición.
Lo que sí está demostrado, es la saludable influencia que á
este respecto están ejerciendo con buen éxito en la Provin
cia, dos personas colocadas en puestos nacionales espectables.
Los señores, Dr. D. Benito Barcena, Rector del Colejio Na
cional, i el Dr. D. Macedonio Graz, Juez Federal de aquella
Sección, recibieron encargo confidencial del señor Ministro
de Instrucción Pública de la Nación, para promover el esta
blecimiento de Bibliotecas populares, en la Provincia, i ellos,
haciendo honor á esta recomendación i dando espansion á sus
nobles i patrióticos sentimientos, han promovido una asocia
ción en la Capital i algunas mas en los Departamentos de cam
paña, cooperando asía los trabajos ejecutados por la Comisión
Protectora en todos los rincones de aquella Provincia, como
las demás.
Si los hombres ilustrados é influyentes de todas las Provin
cias, prestaran el continjente de sus esfuerzos en favor de la
institución que nos ocupamos, se le facilitaría admirablemente
el camino del buen éxito á la Comisión mencionada.
LVIII
Con fecha 22 de Junio de este afio, los señores referidos
comunican, entre otras cosas, lo siguiente :
GLI

« Los suscritos, por encargo del Exmo. Sr. Ministro de Instrucción


Pública, iniciaron en esta Provincia la creación de algunas Bibliotecas
populares.
« Mu esta capital se organiza actualmente una súscriclon de que, en
breve se dará conocimiento al Sr. Presidente, para establecer nha aquí.
« El Departamento de Humahuaca ha respondido ya á la invitación,
remitiendo la cantidad de diez i siete cóndores chilenos i dos onzas de
oro selladas, (ps. fts. 180 2o), para que esta cantidad i la que el Go
bierno Nacional debe dar conforme á la Lei, sirvan de principio & la
Biblioteca que ese Departamento se propone fomentar Sucesivamente... .»
El Presidente de la Comisión Directiva de la Biblioteca
popular de Humahuaca, D. Manuel Justiniano, diríjiéndose
con facha 13 de Junio á los señores Barcena i Graz, les
dice, entre otras cosas, lo siguiente •.
h Con motivo de haberse impuesto él Consejo Municipal de este Depaf»
lamento, del contenido del primer numero del «Boletín de las Biblio
tecas populares, » publicado en la ciudad de Buenos Aires por la
Comisión Protectora de dichas Bibliotecas ; íntimamente penetrado de la
importancia de esta institución, i con el vivo interés de contribuir al pro
greso de la instrucción i educación d«l pueblo, tuvo á bien acordar en
sesión de 10 de Abril ultimo el establecimiento de una Biblioteca popu
lar en esta localidad, con los fondo* con i.uc se pudiera contar. Para
este efecto, se invitó & los vecinos para que concurrieran con una sus-
cricion voluntaria, & fin de llevar adelante este benéüco pensamiento.
Esta iniciativa de carácter municipal fue acojida por este vecindario
con profunda satisfacción i entusiasmo, dando por resultado la reunión
de los fondos que indica la adjunta lista de suscritores, la formación de
Una sociedad compuesta de todos los suscritos, i el nombramiento de
una Comisión Directiva, de la cual he tenido el honor de ser elejido Pre
sidente. ... D
¿Quieren saber nuestros lectores á cuánto asciende la pobla
ción urbana de Humahuaca?—Á 456 habitantes.
LIX

En el Departamento de Yavi, fronterizo de Bolivia, i con


una población urbana de 287 habitantes, se ha formado tam
bién una asociación para el establecimiento de una Biblioteca
CLII

popular. Por lo pronto han sido remitidos cien pesos fuertes


para la compra de libros, que es como si hubiera mandado
doscientos pesos fuertes, porque el Gobierno Nacional ha dado
otro tanto,

LX

Del Departamento de Santa Catalina, cuya población urbana


asciende solamente á 228 habitantes, ha recibido la Comisión
Protectora noticias interesantes sobre trabajos que alli se
practican para establecer una Biblioteca popular.
Dirijiéndose á la Comisión con fecha 23 de Mayo, el inicia
dor de esos trabajos, D. Laureano Saravia, le dice entre otras
cosas, lo siguiente •.
« Al contestar á su citada comunicación, en la que me pide mi coope
ración para mover el ánimo de este vecindario a los objetos que nos en
camina el sentido del Boletín, me permito decirle que, conociendo los
vecinos de esta localidad, i yo con ellos, la alta importancia del estable
cimiento de una Biblioteca popular, estamos empeñados en que se realice
una, para cuyo efecto contamos ya cor las personas de la nómina ad
junta (14 personas) como suscritores, que se han de aumentar en mucho»
para lo que necesitamos se nos remitan catorce ejemplares mas del pri
mer numero, i de los dt-'nuis, cuando menos veinte.
« Hasta la fecha en que recibamos este, pedido, estará reunida la sus-
cricion para remitirla, sea cual fuere la cantidad a que ella alcance..,.»

Es, en verdad, sorprendente, cómo en poblaciones tan re


ducidas, lejanas, aisladas i destituidas de todo jénero de re
cursos, haya un número considerable de \ ersonas capaces de
comprender i apreciar los goces intelectuales, que son una
necesidad para las personas altamente civilizadas, i con bas
tante desprendimiento para gastar en procurárselos.
Mucho hai que esperar del pueblo arjentino, si se sabe
encaminarlo por medio de estímulos eficaces al desenvolvi
miento de sus facultades intelectuales i morales.
CLIII
Provincia do Corriente»

LXI
La Provincia de Corrientes, á pesar de las perturbaciones
políticas que ha sufrido en estos últimos tiempos, ha respon
dido bastante bien á las sujestiones de la Comisión protectora
de las Bibliotecas populares.
No tenemos noticia de que el Poder Ejecutivo ni la Lejis-
latura hayan dictado medidas para segundar el movimiento
que se opera en favor de las Bibliotecas populares, mediante
los estímulos que ofrece el Gobierno Nacional ; pero muchas
de las poblaciones de campaña han comenzado á trabajar con
entusiasmo i buen éxito.

LXII
El pueblo de Bella-Vista ha remitido á la Comisión Protec
tora la suma de 177 pesos 6o centavos fuertes para la compra
de libros, con el objeto de instalar en breve una Biblioteca
popular.
Una numerosa asociación se ha constituido en debida forma
con este objeto, i es seguro que no pasará mucho tiempo sin
que se haga una nueva remesado dinero para la adquisición
de mayor número de libros.

LXI1I
En el pueblo de Monte -Caseros, con G72 habitantes, se ha
formado una numerosa asociación de vecinos con el objeto de
establecer i sostener una Biblioteca popular. Sentimos que
la falta de espacio nos impida insertar aquí los Estatutos de
esta Sociedad, que, en nuestro concepto, son muí bien traba
jados.
Por lo pronto se ha recibido de aquella Sociedad la suma
de 221 pesos fuertes.
cnv
El pueblo de Monte-Caseros merece una ardiente felicitación,
i se la damos gustosos.
Hai grandes poblaciones en la Provincia, como la capital i
Goya, que no han pensado en hacer nada, i las poblaciones mas
pequeñas, como Bella -Vista, Monte-Caseros i otras, les están
dando el ejemplo.
LXIV
Se sabe de algunos otros pueblos de esta Provincia, donde
se han formado sociedades para establecer Bibliotecas popula
res. En una reunión del vecindario de la Villa de Mercedes
que tuvo lugar el i 4 de Abril, quedó constituida una numerosa
sociedad para establecer! sostener una Biblioteca popular. Con
fecha 24 de ese mismo mes el Señor D. Pedro C. Vargas, miem
bro de la comisión Directiva de la Sociedad mencionada, le
comunica á la comisión Protectpra, entre otras cosas, lo si
guiente:
n El espirita público se muestra lo mas favorable que puede desearse
para contribuir á tan noble propósito; por lo cual, la Comisión Directiva,
de la que forma parte el infrascrito, cuenta ya con mas de 400 pesos
fuertes i muchos libros; i esto, sin haberse inscrito aún mas de la mitad
de los vecinos de la Villa, i ninguno de los de la campaña, cuyas contes
taciones se esperan, para abrir relaciones con esa Comisión».
Por nota fecha 14 de Agosto, del Presidente de la Comisión
Directiva de la Biblioteca de Mercedes, han sido acreditados
ante la Comisión Protectora, los jóvenes D. Abelino Veron,
D. Tiburcio G. Fonseca i D. Jóse Amarilis, c* el carácter de
representantes de aquella asociación en esta ciudad, i quienes
á su turno buscarán aqni susericioncs entre sus comprovin
cianos—que los hai muchos i muí ricos— para aumentar los
fondos que vengan de aquella localidad.
En esa misma nota, se anuncia haber reunido hasta esa fecha
mas de 540 pesos fuerte?.
Los cohiisionados á que nos hemos referido fueron fécono-
CLV

cidos por la Comisión Protectora con fecha 10 de Agosto, en


el carácter con que le habían sido acreditados.

LXV

El Presidente de la Municipalidad del pueblo de la Esquina,


D. Florentino Loza, dirijiéndoseá la Comisión Protectora con
fecha 16 de Agosto último, en una nota que respira el mayor
entusiasmo imajinable por la institución de las Bibliotecas
populares, la instruye délos trabajos que están realizándose
en ese pueblo para establecer una. Acompaña las actas de
dos sesiones de la corporación municipal, por las que aparece
triunfante la idea de que dicha corporación tome la iniciativa
en los trabajos, después de largas i acaloradísimas discusiones.
En todo resalta el patriotismo exaltado i la enerjia de las con
vicciones del Señor Loza i sus parciales en favor de la grande
i fecunda idea, que no dudamos sabrán llevarla á cabo antes
de mucho tiempo; i á fó que las grandes proporciones de los
trabajos emprendidos con un entusiasmo que les honra sobre
manera á esos ciudadanos, presajianun resultado brillante.

LXVI

Eo los Departamentos de Curuzu-Cuatiá é Italy se han hecho


sentir también algunos trabajos, cuyo buen éxito deseamos
ardientemente.
La formación de sociedades de instrucción seria un magnífico
motivo para borrarlas profundas divisiones políticas que tra
bajan desgraciadamente á la'Provincia de Corrientes, desvián-
dola del camino del progreso, si no sumerjiéndola en el oscu
rantismo i el atraso, qtie todo lo esterilizan.
CLVI

. . Provincia de Slcudoza.

LXVH

La provincia de Mendoza tiene 65,419 habitantes, sobre una


estension de territorio de 3,000 leguas cuadradas. La población
principal de la provincia es la capital, ciudad nueva que consta
de 8,124 habitantes, después de la completa destrucción de la
antigua por el terremoto de 180-1; i en el resto de la Provincia
solo se cuentan 1778 personas de población urbana.
El estado intelectual de esta Provincia, en el año de 1869,
era el siguiente : Sabian leer 10,018 personas— Sabian escribir
8,024.
De los 18,213 niños de 5 á 15 años, solo iban á la escuela
2,132, quedando fuera de las escuelas 10,081 niños.
El número de escuelas era muí escaso, especialmente en la
campaña.
De entonces acá, el número de escuelas pasa de 70 i los esco -
lares se han aumentado considerablemente. En este año, la
Lejislatura ha dictado varias leyes sobre educación. Una de ellas,
con 62 artículos, versa sobre el Gobierno, Administración i
vijilancia de las escuelas, pero el contenido excede en mucho á
lo que este titulo indica, porque comprende también un sistema
rentístico piopio de las instituciones de educación común,
superior en importancia i elicacia á cuantos se han imajinado
hasta hoi en nuestra República; incluyendo también el capítulo
sobre Bibliotecas populares que transcribimos ea seguida, i
sobre el cual llamamos la atención de nuestros lectores.
CAPITULO VI
BIBLIOTECAS POPULARES

Art. 52. El Poder Ejecutivo promoverá la formación de asociaciones


en cada uno de loa distritos escolares de la Provincia, con el objeto de
fundar i sostener Bibliotecas Populares, con arreglo a la Lei de la materia.
Art. 53. A solicitud de cinco ó mas propietarios de cada distrito, ciu
dad, villa ó vecindario, que se propongan constituir una asociación para
CLVII

establecer una Biblioteca Popular, el Subdelegado del distrito, convocara


á todos los propietarios del mismo, comisionando á uno de los solicitantes
para que los cite á una reunión, especificando el día, la hora, el lugar i
objeto según hayan sido establecidos en la orden de convocatoria. Esta
sera fijada en un pareje público de la localidad, no menos de siete días
antes de la reunión, en la cual, estando por lo menos siete de los propieta
rios, podrán elejir un Presidente, un Secretario, un Bibliotecario, un
Recaudador i los demás empleados que considere necesarios, i establecer
la manera de convocar á las reuniones futuras.
Art. 5i. Toda asociación de distrito, ademas déla Biblioteca qne funde,
podrá establecer una sucursal de la misma Biblioteca en todo vecindario
del mismo distrito donde no se constituya una asociación para establecer
Bibliotecas.
Arl. 55. En los centros de población ó vecindarios donde no ssa posi
ble que la respectiva Biblioteca ó sucursal tenga local especial, podrá ser
establecida en una escuela, debiendo esta abrirse de noche para el servicio
pública de la Biblioteca.
Art. 06. Cada asociación hará sus estatutos i reglamentará el servicio
de su Biblioteca, observ.mdo las disposiciones de la Lejislacion Nacional
sobre la materia, i estableciendo las bases siguientes :
1. ° Prestar libros gratis mediante las garantías que establezca cada
asociación.
2.° Facultar á todo vecino para adquirir la propiedad de todo libro
de la Biblioteca, pagando su costo.
Art. 57. Toda asociación que establezca una Biblioteca Popular, podrá
disponer de los recursos siguientes :
1. : El producido do un real que deberá pagar anualmente todo con
tribuyente al Estado por un capital de 50 á 100 pesos: de dos reales el
contribuyente por un capital de 200 á 400 pesos ; de cuatro reales el con
tribuyente por un capital de 2,000 pesos ó mas.
2. ° El producido de dos reales por cada individuo que pague al
Estado un impuesto sin capital avaluado.
3. -: El importe de las suscriciones que se efectúen entre los respec-
tiTOS vecindarios.
4. ° El veinte por ciento que abonará el Tesoro Provinciil sobre la
suma que cada asociación destine á la compra de libros , pero solo tendrán
derecho á recibir esta subvención las asociaciones que establezcan lecturas
en alta voz, de libros ütües i morales, á las cuales concurra una parte
considerahl* ríe la población, por lo menos dos horas cada semana.
5.° La subvención que ofrece la leí Nacional de Bibliotecas.
CLV1U

Art. 58. Las cantidades de dinero que las asociaciones recauden por
enajenación de libros pertenecientes a las Bibliotecas servirán para repo
ner en ellas los libros vendidos, cuyo importe no deberá incluirse en las
sumas que, siendo destinadas á la compra de nuevos libros, hayan de ser
aumentadas proporcionalmente por el Tesoro de la Provincia i por el de
la Nación.
Art. 39, El Poder Ejecutivo instituirá en la capital de la Provincia una
Comisión Provincial de Bibliotecas compuesta del Superintendente de
Escuelas, como Presidente, i tres Vocales. Su objeto sera entenderse con
las asociaciones locales i con la Comisión Protectora de las Bibliotecas
Populares establecida en Buenos Aires, facilitar los jiros de fondos para
la compra de libros i recabar oportunamente los pagos que deba hacer el
Tesoro Provincial en virtud de lo dispuesto en el inciso 4.° del artículo
57 de la presente leí, todo con sujeción á un reglamento que dará el Poder
Ejecutivo en conformidad con la Lejislacion sobre Bibliotecas».
A consecuencia de esta Lei, que comenzará á rejir desde
el 1 ° de Enero de 1873, es indudable que la educación pri
maria i las Bibliotecas populares van á tomar un gran incre
mento en todo el territorio de la Provincia.
Los mendocinos son emprendedores i jenerosos, i si llegan á
apasionarse por el desarrollo de la educación, han de hacer
tanto en este sentido, como pocas de las otras Provincias.
LXYIII
Con fecha 18 de Abril de este año se constituyó una asocia
ción de vecinos de un barrio de la ciudad de Mendoza, con el
propósito de fundar una Biblioteca popular.
La Comisión Directiva de esta Sociedad quedó organizada
como sigue-. Presidente, Dr. D. Abraham Lemos—Secretario,
D. Tiburcio Benegas— Tesorero, D. Joaquin ürtiz, quedando
también aprobados los Estatutos, que sentimos no repro
ducir aquí por falta de espacio.
A mediados de Mayo envió esta Sociedad á la Comisión Pro
tectora de las Bibliotecas populares la cantidad de loO pesos
fuertes, para que con ella i otro tanto que dio el Gobierno Na
cional, se compraran los libros que se pedían.
CLII

Poco tiempo después fueron enviados los libros referidos,


por el valor íutegro de 300 pesos fuertes.
LXIX
La Sociedad «Amiges de la instrucción popular,» de la
ciudad de Mendoza, ha formado una Biblioteca popular que
puede llegar á ser una de las primeras de su jénero. )La nota\
que transcribimos en seguida reasume toda Ja historia de la
Biblioteca espresada:

Asociación a Amigos de la)


Instrucción Popular- » J

Mendoza, Julio 7 de 1872,

Al.Sr. Presidente de la Comisión Protectora de [as Bibliotecas Populares,

El Directorio de la Asociación « Amigos de la Instrucción Popular,/)


que tengo el honor de presidir, ha acordado remitir a esa Comisión la
cantidad de setecientos cincuenta i cuatro pesos fuertes (ps. fts. 754) 'qufe
ha reunido por susericione» populares para que, en eónforibMdfflá;ila leí
del caso, sean invertidos en la adquisición do Iqji libros qua seíéspoesaa
en el Catálogo adjunto, R4«tfr9.i4»iiWi;$fl#N fcifci.'pibHyJtW!!"*»*
Martin.» . , ;,, ,.( „, ,,,, ,.;,,.. ,|/-i^
El número 2 contiene las obras existentes, donadas por el vecindario
de esta ciudad, cuyo número de volúmenes asciende á mas de mil qui
nientos.
De acuerdo con la lei antes citada, acompáñase también el Reglamento
de la Biblioteca, redaétadtt de ticuerío con otros de la misma especie,
aprobados por esa Comisión.
Recolectada qu» fue la espresada ¿unta, la Comisión se contrajo á ob
tener dpnacipnes.dq libro^en ,}» e,$$e.ran?a de que, así conio la, Ifoqion
iguala las sumas de ¿mero, qua se destinan á la .fundación de ;B^r
bliotec'as, se haría otro tanto con,. eí efectivo
' .", en,., libros,
.;••>(que íiiüirectamente
,, ' . i', ii .
representan un valor como aquellas.
El Sr. D. Éliceo VV, Maronco, Vioe-Presideiite de esta Sociedad, está
enwrgado do pooer ea manos d« vd. la presente nula i la referida oanlU
CLX

dad, como asi mismo para allanar cualquiera dificultad que pudiera
sobrevenir.
Con tal motivo, tengo el honor de suscribirme de vd.
S. A. i S. S.
Franklin Vtllanueva—Máximo Cubillos.

Respecto de la creencia manifestada en el penúltimo pár


rafo de la nota que acaba de leerse, de que la Comisión Pro
tectora de las Bibliotecas populares tomaría en cuenta los libros
reunidos en Mendoza para dar otro tanto de su valor, estamos
autorizados para decir, por cuanto conviene que lo sepan to
das las asociaciones de Bibliotecas, que no entra en las atri
buciones de dicha Comisión, ni ha sido la mente del Gobierno,
que se tome en cuenta para dar una igual cantidad, el valor de
los libros donados ni el de cualesquiera otros objetos, que no
sean las cantidades de dinero efectivo destinadas á la adqui
sición de libros por intermedio de la Comisión espresada.
Por otra parte, esto se deduce claramente de la simple lectura
de la Lei del Congreso i del Decreto reglamentario de dicha
Lei.
,f, En cuanto á los libros pedidos para la Biblioteca popular
«San Martin», ya fueron enviadas en su mayor parte, i con
el saldo que queda se remitirán las obras que no se han en
contrado en esta plaza.

i•• • '
Provincia de San Juan

LXX
La Provincia de San Juan se ha dormido sobre sus laureles.
Debemos decir la verdad, aunque con mucho sentimiento.
En el año de 1870, tenia en las Escuelas 7,988 niños
En 1871 7,434 «
Diferencia en menos 534 «
CLXI

La Biblioteca « Franklin, » si no ha retrocedido, por lo me


nos se ha mantenido estacionaria.
La Sociedad «Franklin» remite con fecha 4 de Setiembre
á la Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares, para la
compra de libros ron destino á aquella Biblioteca, la canti
dad de 356 pesos 66 centavos fuertes. Con este motivo dice
entre otras cosas, el Presidente de dicha Sociedad :
« Hace tiempo que se ha podido enviar la misma suma ; pero la espe
ranza de obtener del Poder Ejecutivo Provincial otra igual que nos acuer
da la leí de 28 de Agosto de Í871, nos ha hecho postergar la remesa, ins
ta que, convencidos de lo ineficaz de nuestra solicitud, i de que la escasez
del Erario no le permite al Gobierno cumplir con la lei, tenemos el sen
timiento de abandonar, por ahora, la lejltima esperan/a que tuvimos, i
limitarnos á usar del mezquino fondo que hemos podido reunir. »

LXXI
El resto de la Provinciano ha respondido á las incitacio
nes de la Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares.
La única contestación favorable que ha recibido la Comi
sión, es la del Sub-Delegado de Gobierno del Departamento
del Albardon, que dice, entre otras cosas, lo siguiente :
a Inmediatamente que recibí los 20 ejemplares del primer número del
Boletín de las Bibliotecas, é instruido del noble como delicado encargo
que les ha conüado el Gobierno de la Nación, reuní en mi oficina á los ve
cinos mas caracterizados del Departamento, i distribuí entre ellos los
ejemplares que esa Comisión tuvo á bien mandarme con tal objeto, de
cuya repartición le adjunto una lista.
« Con placer he visto los buenos resultados que ha producido la lectu
ra del Boletín de las Bibliotecas Populares. Pocos días después se trató
de organizar una Sociedad con el objeto de establecer i sostener una Bi
blioteca Popular. Con este fin, dicha Sociedad se dio sus Estatutos i
nombró una Comisión para la recolección de fondos a fin de invertirlos
en libros. »

i ' ' '• • LXXII


Enlre tanto, ninguna de las Provincias del Interior está en
mejores aptitudes que la de San Juan para tener una Biblio
IU1I
toca Popular en *ada Departamento, porque en cada uno de
ellos hai gran nújatro de personas con fortuna i que conocen
las ventajas déla instrucción. Por otra parte, tiendo la agri
cultura la industria que ejercen habitualinente los sanjtani-
nos, esta condición se presta admirablemente para realizar
los progresos de la civilización i de la instrucción, i en suma,
para el perfeccionamiento de esta misma industria es indis
pensable la instrucción que dan los libros sobre los procedi
mientos mas eíicaces i económicos.
No comprendemos, pues, la apatía que se siente en Depar
tamentos como Jachal, que tiene mas de 12,000 habitantes,
i en los que rodean la ciudad Capital á distancia de cuatro á.
seis leguas cuando mas.
A los vecinos mas influyentes de esos Departamentos les
recomendamos el buen ejemplo que les están dando peque
ñas aldeas, como Yilismano en las Serranías de Gátamarca, i
Humabuaca i Yavi en las de Jujui, sobre la Frontera de So
livia.

Provincia de San LuU


LXXIII
Después de lo que dijimos en nuestro número anterior so
bre la Provinciano San Luis, solo tenemos que agregar, i 00
es poca cosa, que su Lejislatura, inspirándose en el buen
ejemplo de la de Catamarca, ha dictado una estensa lei dceda-
eacion, é incluye un capitulo sobre Bibliotecas Populares,
casi igual al que contiene la lei de Mendoza, que hemos trans
crito en otro lugar. ,i „..
Atento el empeño que pone el actual Gobierno de San Luis
para desarrollar la educación común, es indudable que mui
pronto se habrán fundado en esta Provincia muchas Bibliote
cas Popularas. ..'lflll.¡l
CLXIII

Provincia de Santiago del Estero

LXXIV
Según el censo, esta Provincia está poblada por 131,898
habitantes, de los coales, 19,504, constituyen la población
urbana.
Saben leer, 10,586; saben escribir, 8,990. Los niños ap
tos para asistir ;i la escuela, considerados tales entre las
edades de 5 i 15 años, son 35,704. De estos iban á la escuela
3,684. i de consiguiente, quedaban fuera de las escuelas
32,020 niños.
Parece que el Gobierno Provincial hace algunos esfuerzos
por disminuir la espantosa cifra de la ignorancia.
No sabemos si la Lejislatura habrá dictado alguna medida
sobre Bibliotecas populares ; de manera que no tenemos mu
cho que agregar á lo que dijimos en nuestro primer número.
LXXY
Entre lo poco que ha recojido en esta Provincia la Comí-.
§ÍOD Protectora de las Bibliotecas populares, lo único que
merece mencionarse es Ja manifestación de varios vecinos de,l
pueblo de Loreto, que transcribimos en seguida, El pueblo
¿3 LoretQ tiene 1.3Q8 habitantes,. . ;
Loreto, Provincia de Santiago del Estero,
Julio 7 de 1872.
Al Sr. Presidente de la Comisión Protectora délas Biblioteca} populares,
D. Palemón Huergo.

Mui señor nuestro :


Los abajo lirmados, con el propositó de instituir una Biblioteca po
pular i fomentarla en esta localidad, ge hacen un honor en dirijirse á vd.,
a los lines consiguientes.
Inspirados en los nobles propósitos de la Comisión principal que tan
merecidamente vd. preside, hemos concebido esta idea. Los recursos
limitados con que cuentan los infrascriptos, no los arredra. Acometo-
CtXIY

mos esta tarea con la conciencia de hacer efectiva, en cuanto eslé de


nuestra parte, una institución de tan alto valor. Para esto esperamos de
la induljencia del Sr. Presidente sabrá decirnos de un modo franco si
el Gobierno Nacional hace efectivo lo que dice el articulo 5° déla Leí
dada por el Soberano Congreso el año 70, fundando la Comisión princi
pal i reglamentándola.
Dios guarde á vd.
Presbítero Dr. Félix Gomales—Pedro J. Lamí—
Napoleón Abalas— fíamon Lopes—Filiberio
Gomes— Benicio Argañarás—José M. Her
nández—David Santillan—José D. Suarex.

La Rioja

LXXVI

En esta Provincia parece que no se ha hecho sentir la ac


ción de la Lejislatura, para dotar las Escuelas de rentas pro
pias, ni para promover el establecimiento de Bibliotecas po
pulares.
No hai, pues, en la Rioja, mas Biblioteca que la del Colejio
Nacional, que hace las veces de popular.
En la Villa de Famatina se ha hablado algo de establecer
una Biblioteca popular, pero no sabemos en qué han parado
tan débiles esfuerzos.

Resumen

LXXVII

Tenemos, pues, establecidas i en elaboración, las Bibliote


cas siguientes, nacidas, con escepcion de dos, mediante los
estímulos de la Leí del Congreso cíe 23 de Setiembre de 1870,
en virtud de las disposiciones del Sr. Ministro de Instruc-
CLXV

cion Pública, i de los trabajos de la Comisión Protectora de


las Bibliotecas Populares.

PROVINCIA DK CATAMARCA
Biblioteca del Colejio Nacional en la Capital.
•» Popular del Club-Casino »
» » del Distrito rural de Vilismaao.
» » de la Villa de Andalgalá.
B » » de Tinogasta.
B » » de Santa María
B » B de Belén.
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Biblioteca Popular de la Sociedad Tipográfica Bonaerense, en
la Ciudad, calle de Uruguai núm. 15.
Biblioteca de la Societá Italiana d'Unione et Benevolenza,
ciudad, calle de Cangallo núm. 434.
Biblioteca Popular del Partido de Chivilcoi.
» » del Tordillo.
» » de Cañuelas.
a » del Pilar.
B » deQuilmes.
B » de San Antonio de Areco.
» » del Baradero.
» B déla Exaltación de la Cruz.
» » de Belgrano.
» B de Barracas al Sud.
B » del Salto.
B B de Merlo.
» » de Pila.
» t de la Asunción del Saladillo.
» » de Chascomús.
» B de Rojas.
CLXV1

•» » del Tandil.
» a del Azul.
PROVINCIA DE SANTA-FÉ
Biblioteca Popular de la Ciudad de Santa-Fé.
n f> » del Rosarlo.
» B de la Colonia «Esperanza.»
» » » «San Carlos.»
» » del pueblo de Coronda.
PROVINCIA DE ENTRE Ríos
Biblioteca del Colejio Nacional del Uruguai, Concepción del
Uruguai.
Biblieteca «El Porvenir» (Concepción del Uruguai).
* «Educacionista Arjentina» (Gualeguaichú).
» «Mann» (Concordia).
* del «Ateneos (Paraná).
> del Diamante.
PROVINCIA DE CÓRDOBA
Biblioteca de la Universidad en la Ciudad.
> Popular del Club Social.
> » «Protectora Union. n
» » «Union i Progreso.»
» v «Lafinur.»
». » Sociedad Tipográfica.
» . » de Bell-Ville (en la campaña.)
» » Santa Rosa. »
» » Tulumba »
PROVINCIA DE TCCUMAN
Biblioteca del Coléjío Nacional*
é Popular de la Ciudad.
>> ¿ deGraoeroá.
CLXVH

» » de Concepción dé Chicligasta.
» «de Monteros.
PROVINCIA DE SALTA
Biblioteca del Colejio Nacional.
» Popular de Cerrillos.
» » de Campo Santo.
» B de Chicoana.
» » de Cafayate.
» » de Oran.
» » de Payogasta.
PROVINCIA DE Juroí
Biblioteca del Colejio Nacional.
» Popular de la Ciudad.
» > de Humahuaca.
» » de Yaví.
» * de Santa Catalina.

PROVINCIA DE CORRIENTES
Biblioteca del Colejio Nacional.
» Popular de Bella-Vista.
» » de Mercedes.
» » de Curuzu-Cuatiá.
» » de la Esquina.
» » de Monte-Caseros.
» » de Itaty.

PROVINCIA DE MENDOZA
Biblioteca del Colejio Nacional.
¿ Popular de la Ciudad.
* ¿ «San Martin» éíi Id ciudad.
CLXV11I

PROVINCIA DE SAN JUAN


Biblioteca del Colejio Nacional.
» Popular «Franklin.»
» » del Albardon.
PROVINCIA DE SAN Li'is
Biblioteca Popular del Colejio Nacional.
PROVINCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO
Biblioteca Popular del Colejio Nacional.
B D de Loreto.
PROVINCIA DE LA RIOJA
Biblioteca Popular del Colejio Nacional.
Tenemos, pues, 8i Bibliotecas Populares formadas i en vía
de formación, i muchos vecindarios comienzan á moverse en
el mismo sentido.
LXXYIX
Reputamos una adquisición de importancia para las Biblio
tecas populares establecidas i que en adelante se establezcan,
el envió regular de todas las publicaciones oficiales de las Pro
vincias. Todos los Gobernadores de estas han respondido sa
tisfactoriamente á la circular de la Comisión Protectora de
aquellas, que transcribimos en seguida.
Quedan, pues, notificados los Directorios de Bibliotecas
populares, i á¿ los Colejios Nacionales, para que reclamen
por las faltas que ocurran en el envi'o indicado de las publi
caciones provinciales, así como el de las nacionales, dirijién-
dose para el caso de estas últimas, al Director de la Biblioteca
Nacional i al Director del «Boletín Oficial de la Nación» en
Buenos Aires.
Entre tanto, he aquí la circular á que nos hemos referido.
CIXU

CIRCULAR
Comisión Protector» de las)
Bibliotecas Populares, f
RiiPiioi Aires, Febrero 17 da 1872,
A. S. K. ti Señor Gobernador de la Provinoia d^ ........
Tengo el honor de dirijirme i V. E. á nombre i por encargo de la Co
misión ajue presido, proponiéndole se sirva disponer que todas las publi
caciones oficiales de esa Provincia sean] enviadas con regularidad á cada
una de las Bibliotecas Populares establecidas i que en adelante se estable
cieren en la Provincia de su mando i en las demás de la República,
Si V. E. considera oportuna esta indicación, el canje de publicaciones
de todas las Provincia, que de esta manera resultaría, seria el mejor me
dio de informar al pueblo de las distintas localidades, del movimiento de
las ideas en todo el país, en política, administración, estadística, i demás
asuntos cuyo conocimiento interesa a todos los habitantes de la Nación;
sería dar el mejor empleo posible á esas publicaciones que el pueblo de
cada Provincia costea, i que se reparten hasta hoi de una manera tal, que
no pueden llenar los objetos i necesidades á que debieran responder, i al
mismo tiempo, esto importaría un nuevo estímulo para las personas que
se proponen realizar en sus respectivas localidades Bibliotecas Populares,
conformo á los altos designios del Gobierno de la Nación, i alentados por
los estímulos que por su parte les ofrece.
No dudando que V, E. ha de aceptar esta indicación, espero se servirá
comunicármelo, a fin da trasmitir á la oücina encargada por el Gobierno
de V. E. de la repartición de las publicaciones a que me refiero, los datos
i direcciones convenientes sobre el número i ubicación de las Bibliotecas
populares existentes.
Con este motivo me es grato saludar á V. E. con las consideraciones de
mi aprecio i respeto.
Palemón Huergo.
Pedro Quiroga.
Secretario.

LXXIX
Llegamos, por fin, al término de nuestro relato, quedándo
nos solamente el sentimiento de que él no sea tan atractivo del
CLXX

punto de vista literario, como el asunto lo merece. En cambio,


nos cabe la satisfacción de haber acumulado en estas pajinas
una serie de hechos que honran altamente el buen sentido del
pueblo arjentino, porque gran parte de la semilla ha caído en
tierra fecunda i ha fructificado á ciento por una. Una gran
parte del pueblo ha comenzado á hacer sa provisión para en
cender i alimentar la lumbre de la civilización. ¡Loado sea
Dios!
Muchos, empero, se han mostrado indiferentes i se han que
dado rezagados en medio del movimiento jeneral. A esos les
recomendamos la lectura de la siguiente parábola de Jesu
cristo.
« Entonces será semejante el reino de los cielos ;i diez virjenes que to
mando sus lámparas, salieron á recibir al Esposo i á la Esposa.
u Mas las cinco de ellas eran fatuas, i las otras cinco prudentes :
« 1 las cinco fatuas, habiendo tomado sus lámparas, no llevaron consigo
aceite.
u Mas las prudentes, tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con las
lámparas.
«I lardándose el Esposo, comenzaron á cabecear i se durmieron todas.
« Cuando á la media noche se oyó gritar : Mirad que viene el Esposo,
salid & recibirle :
« Entonces se levantaron todas aquellas virjenes i aderezaron sus lám
paras.
«Id ijeron las fatuas á las prudentes : Dadnos de vuestro aceite, porque
nuestras lámparas se apagan.
«Respondieron las prudentes, diciendo: Porque tal vez no alcance
para nosotras i para vosotras, id antes á los que venden, i comprad para
vosotras.
« I mientras que ellas fueron á comprarlo, vino el Esposo: i las que
estaban apercibidas, entraron con él á las bodas i fue cerrada la puerta.
K Al fin vinieron también las otras vlrjenes, diciendo: Señor, Señor,
ábrenos.
« Mas él respondió, i dijo : En verdad os digo, que no os conozco.
(Evanjelio de San Mateo cap. XXV).
XXI
cuentas tic la Contl«lou

Llamamos la atención de nuestros lectores, i especialmente,


de los fundadores i sostenedores de Bibliotecas populares,
sobre las cuentas detalladas que se publican en el apéndice de
este número de nuestro Boletin.
Ellas servirán para satisfacer á todos de que la Comisión ha
procedido como mejor le ha sido posible en el cumpliento de
su encargo, i que si algún defecto puede notarse, debe atri
buirse, no á su falta de voluntad i dilijencia, sino á la imper
fección que es inherente á las cosas humanas.
Inmediatamente que llega un pedido de libros, la Comisión
nombra á dos desús miembros alternativamente, para procu
rar su adquisición en el comercio.
Hasta hoi se ha tropezado con el inconveniente de que el
mercado ha estado mui desurtido de buenos libros, á conse
cuencia de la guerra Franco-Prasiana i de la poca demanda
que había de este artículo anteriormente.
Por fortuna, estimulados muchos de los libreros por la
creciente demanda, se han apresurado á hacer sus encargos;
de manera que mui pronto tendremos mucho en que elejir, no
solamente por la clase de libros, sino por la baratura de sus
precios, que tiene que venir por la competencia desde que el
norte de la Comisión en sus compras es lo mejor i lo mas barato.
Hasta el presente, son pocos los libreros que han podido satis
facer cumplidamente los pedidos hechos por intermedio de la
Comisión.
No se ha podido conseguir hasta hoi que los libreros de esta
ciudad publiquen sus catálogos con precios. En esta virtud,
i teniendo que contestar á varios pedidos de catálogos en esa
forma, la Comisión dirijió la circular que transcribimos en
seguida.
CLXXII

CIRCULAR
Comisión Protectora de last
Bibliotecas Populares. (
Buenos Aires, Junio 13 de 1872.

Al tenor

A propósito de requisiciones recibidas por esta Comisión, de diversos


puntos donde se está preparando la fundación de Bibliotecas populares,
respecto de los precios de los libros especificados en el Catálogo conte
nido en el primer numero del a Boletín de las Bibliotecas, » tengo el
honor de dirijirme á vd. para manifestarle el pensamiento de la Comi
sión al respecto.
No es posible determinar & punto fijo el precio de los libros, por dife
rentes causas. En primer lugar, un mismo libro puede valer el doble ó
el cuadruplo mas ó monos, según la edición ó la encuademación ; mu
chas veces el precio depende de la mayor ó menor demanda ó de su
abundancia ó escasez en los mercados de su producción ó en los de su
consumo, i por fin, hai muchas otras causas que influyen en la altera
ción de los precios de los libros.
Estas mismas razones las espusimos al Exmo. Gobierno de la Nación
cuando se confeccionó el Catálogo referido, i fueron consideradas aten
dibles para exonerarnos de la condición que nos imponía á este respecto
el Decreto reglamentario de la Leí del Congreso.
Por otra parte, la Comisión tiene ya en el comercio de librería las
mayores ventajas que pueden conseguir los mejores compradores, por la
frecuencia i la importancia de las compras que hace ,* de manera que los
precios fijados en los pocos Catálogos de libros que hai, son casi siempre
superiores á los que consigue la Comisión. Por lo demás, remitimos un
ejemplar de los Catálogos que hemos obtenido, i hacemos esfuerzos por
reunir otros del estranjero para enviarlos, independientemente de las lis
tas de libros que seguiremos consignando en los números posteriores dej
« Boletin. »
Aprovechando esta oportunidad, tengo encargo de la Comisión que
presido, para manifestar & vd., que habiéndose creído por varias aso
ciaciones que se ocupan en reunir fondos para establecer Bibliotecas,
que la Lei del Honorable Congreso favorece con otro tanto solamente el
importe de la primera ramasa que hagan da dinero, dichas asociaciones
se empeñan an reunir las mayores sumas que es posible ; i como esta
interpretación es arbitraria i perjudicial á la pronta fundación de Biblio
cua.ni
tecas, la Comisión creí dd su deber desautorizarla, sosteniendo lo que
la Lei espresa claramente, i que ya se ha practicado en varios casos,
saber : que cada vez que una asociación constituida para fundar una Bi
blioteca popular, remita una suma cualquiera de dinero, aunque sea por
la centésima vez, el Gobierno Nacional tiene la obligación de contribuir
con una suma igual, mientras una Lei posterior no modifique la que está
vijente; no habiendo, por otra parte, motivos para presumir que esa mo
dificación tenga lugar en poco tiempo, desde que aquella Lei recien co
mienza á producir sus benéficos frutos.
Con este motivo, me complazco en ofrecer á vd. las consideraciones
de mi distinguido aprecio i respeto.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga.
Sesrítario.

A la Prenna Arjcntlua

La Dirección del Boletín de las Bibliotecas populares cree


llenar un deber, i se complace en manifestar su profunda
gratitud, á todos los órganos de la opinión pública, los cuales,
casi sin escepcion, han recibido con benevolencia el número
primero de este periódico, órgano de la Comisión Protectora
de las Bibliotecas populares, cooperando ademas con entu
siasmo i con intelijencia á la civilizadora misión que le está
encomendada á dicha Comisión. Así, nos complacemos en
reconocer que gran parte del éxito obtenido, se debe al eficaz
apoyo que nos ha prestado la prensa diaria de toda la Repú
blica.
Debemos especialmente nuestra gratitud á la Redacción del
diario La Nación de esta Capital, por las alentadoras pala
bras con que acojió nuestro primer Boletín, al hacer su aná
lisis en un artículo da cerca de cuatro columnas.
,
LEÍ
PROTEJIENDO LAS BIBLIOTECAS POPULARES

/;/ 5«nado i Cámara de Diputado» de la Nación Arjen tina,


reunidos en Congreso, sancionan con fuerza de

LEÍ

Art. 1 ° Las Bibliotecas populares establecidas ó que en


adelante se establezcan por asociaciones de particulares en las
ciudades, villas i demás centros de población de la República,
serán auxiliadas por el Tesoro Nacional en la forma que deter
mina la presente lei.
Art. 2° El P. E. constituirá en la ciudad de Buenos Aires
una Comisión protectora de las Bibliotecas populares, com
puesta por lo menos, de cinco miembros i UQ Secretario re
tribuido con mil pesos fuertes anuales.
Art. 3° La Comisión de que habla oí artículo anterior ten
drá á su cargo el fomento c inspección de las Bibliotecas popu
lares, asi como la inversión de los fondos á que se refieren los
artículos siguientes.
Art. í ° Tan luego como se haya planteado una asocia
ción con el objeto de establecer i sostener por medio de sus-
criciones una Biblioteca popular, la Comisión directiva de la
misma podrá ocurrir á la Comisión protectora ¡ remitiéndole un
i
- H8 —
ejemplar ó copia de los estatutos i la cantidad de dinero que
haya reunido, c indicándole los libros que desea adquirir con
ella i con la parte que dará el Tesoro Nacional en virtud de
esta leí.
Art. 5° La subvención que el Poder Ejecutivo asigne á
cada Biblioteca popular será igual á la suma que esta remitiese
ala Comisión protectora, empleándose el total en la compra de
libros, cuyo envió se hará por cuenta de la Nación.
Art. 6° El Poder Ejecutivo pedirá anualmente al Congre
so las cantidades necesarias para el cumplimiento de esta lei
quedando como recurso provisorio en el presente año, la parte
del inciso 15 del presupuesto del Departamento de Instrucción
Pública que no se emplee en su objeto, pudiendo además in
vertir la cantidad de tres mil pesos fuertes, si fuere necesario.
Art. 7 ° Comuniqúese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones del Congreso Arjentino en Buenos Aires, á
los veinte días del mes de Setiembre de mil ochocientos setenta.
ADOLFO ALSINA. SANTIAGO CACEHES.
Carlos M. Saravia, Bernardo Soheira,
Secretario del Senado. Secretario de la C. de DD.

Departamento de Instrucción Publica.


Buenos Aires, Setiembre 23 de 1870.

Téngase por lei, comuniqúese i dése al Rejistro Nacional.


SARMIENTO.
N. AVELLANEDA.

Decreto reglamentando la Lei anterior.


Departamento de Instrucción Pública.
Buenos Aires, Octubre 29 de 1870.

Para dar cumplimiento á la Lei de 23 de Setiembre ppdo.,


por la cual se han establecido los medios de protección i fo-
— 119 -

mentó para la planteacion de Bibliotecas populares en todos los


lugares poblados de la República,
El Presidente de ¡a República—

HA ACORDADO I DECRETA :
Art. 1 ° Constituyese en la Ciudad de Buenos Aires una
Comisión que se denominará « Protectora de las Bibliotecas
Populares», compuesta délas personas siguientes: D. Pale
món Huergo, doctor D. José F. López, D. Anjel Estradn,
D. David Lewis, i doctor D. Anjel J. Carranza, debiendo
actuar como secretario D. Pedro Quiroga, con el sueldo que
la lei le asigna.
Art. 2° Las atribuciones i deberes de esta Comisión serán
las siguientes :
1 re Recibir las cuotas de dinero que le fueren remitidas
por las asociaciones locales ; pedir en cada caso otro tanto al
Ministerio de Instrucción Pública, é invertir el total en la
adquisición de libros, debiendo hacer su envió por cuenta de
la Nación.
2 " Formular é imprimir periódicamente catálogos con los
precios de los libros útiles que existan en las librerías del pais
ó del estranjero, acompañando la Lei del Congreso, el presente
decreto, buenos modelos de reglamentos que hayan servido
para la organización de Bibliotecas populares, i todos los datos
i escritos conducentes á estimular el espíritu público para la
propagación de instituciones de este jénero ; debiendo repar
tirlos profusamente en toda la República, por medio de los
Rectores de Colegios Nacionales, de las autoridades munici
pales i de los maestros de escuelas.
3 ra Nombrar Inspectores de Bibliotecas donde fuere ne
cesario.
4 a Rendir cada seis meses cuenta documentada de los
valores que hubiere recibido, i publicar dichas cuentas in
mediatamente en el periódico oficial.
5 rt Pasar anualmente al Ministerio de Instrucción Pú
blica una memoria detallada de sus trabajos i del movimiento
estadístico de las Bibliotecas populares existentes.
Art. 3° Toda sociedad á cuyo cargo esté una Biblioteca
subvencionada por el Tesoro Nacional, con arreglo á la lei,
estará obligada á remitir cada seis meses á la Comisión pro
tectora i á la oficina nacional de estadística el movimiento de
dicha Biblioteca, con sujeción á las planillas impresas de que
la Comisión deberá proveerlas.
Art. 4° Las Bibliotecas subvencionadas podrán ser ins
peccionadas por los comisionados nacionales de Instrucción
Pública í por los Inspectores que nombre al efecto la Comi
sión protectora.
Art. 5° En el caso de que se disuelva una asociación
después de fundar una Biblioteca, siempre que haya recibido
ausilios del Gobierno Nacional, la junta directiva de aquella
deberá hacer entrega de los objetos suministrados por este, al
maestro de la escuela pública mas inmediata, bajo inventario,
del que se depositará una copia en el Juzgado de Sección de la
Provincia en la Capital, ó en el Juzgado de Paz respectivo en
la campaña, dando aviso á la Comisión protectora; i cuando
se organice una nueva sociedad, le serán entregadas aquellas
existencias según el inventario, previa orden de la Comisión
protectora.
Art. 6° Todas las publicaciones oficiales i los libros útiles
que adquiera el Gobierno, serán remitidos puntualmente alas
Bibliotecas populares por la oficina de la Biblioteca Nacional; á
cuyo efecto la Comisión protectora le dará conocimiento de
todas lasque se hallen comprendidas en la lei.
Art. 7 ° Comuniqúese este decreto con la lei de su refe
rencia álos Gobiernos de Provincia i á la Comisión nombrada,
publíquese i dése al Rejistro Nacional.
SARMIENTO.
N. AVELLANEDA.
Conferencia de Julio Simón, en la «ocledad de en«
scfiuiixu profesional del Bódauo (1864).

Se me habia pedido que viniese á Lyon á dar algunas espli-


caciones sobre la manera de formar Bibliotecas populares i
hacerlas alcanzar buen éxito.
Tengo muchos deseos de hacer como los predicadores
que, antes de empezar sus discursos, hacen conocer su plan;
i de deciros que, daré primeramente algunas informaciones
sobre la organización de las Bibliotecas Populares, i mostraré
en seguida las ventajas que pueden tener para la moralidad,
la riqueza pública i la libertad. Convengo como el que mas,
en que no hai en este asunto i en este plan nada de mui atra-
yente, i sobre todo, nada de mui nuevo. Pero no se trata
aquí, ni de mi persona, ni de vuestro divertimiento ; tenemos
una obra que fundar en común, una obra importante, i nos
hemos reunido para alentarnos mutuamente ; es en ella i solo
en ella que pensaremos vosotros i yo. Se habla algunas veces
de la dicha de ligar nuestro nombre á una obra útil ; no com
prendo lo que busca en esto la vanidad ; la verdadera dicha al
contrario, consiste en hacer algo bueno i no demostrarlo. En
esta misma sala en que estamos, algunos de vuestros con
ciudadanos inauguraban, no ha mucho, la .Enseñanza pro
fesional. Conocéis sus nombres? Deseáis saberlos? En
cuanto á mi, no he tenido ni aun la idea de preguntarlos.
Yo no deseo conocer á mis colaboradores: me basta saber
que hai un servicio que hacer, un noble fin que alcanzar.
Aquel que trabaja por la ciencia i la civilización, trabaja por
la libertad.
Os hago asi, señores, sin pensarlo, la historia de la Sociedad
Franklin, en nombre de la cual os hablo. Hace algunos años
fue creada en Paris ; pero por quien? No sabria decíroslo.
Ninguno de los autores de esa obra quiere vincular á ella
su nombre ; i nosotros á quienes ella ha reclutado en parte
en todos los campamentos, no vemos en ella sino un instru
- 422 -

mentó de propaganda para las Bibliotecas populares. No


hemos tomado aun otro partido, sino llevar á hombres de
buena voluntad el concurso de otros hombres de buena volun
tad. Hacemos simple ¡ exactamente todo lo que se nos pide.
Si se trata de fundar una Biblioteca, ensayamos fundarla ;
si de ayudar una Biblioteca ya fundada, nos esforzamos por
venir en su ayuda. Se exije una dádiva de libros, clamos los
que tenemos, i los pedimos para darlos. Se quiere al con
trario comprarlos, nos hacemos comisionistas, intermediarios,
ajenies de remisión i aun, si se tiene necesidad de algún
miembro de la Sociedad para llevar á alguna escuela naciente
algunas palabras cordiales i fraternales; nos prestamos á ello
con placer. Se puede disponer de nosotros con toda libertad,
tanto cuanto se quiera, sin temor de abusar. Alcanzaremos
nuestro objeto? Dios lo sabe, i yo lo espero. Talvez tene
mos ya el derecho de decir que hemos conseguido despejar el
camino i dar ejemplo.
La primera recomendación que tengo que haceros, señores,
es no desdeñar las pequeñas cosas i los pequeños comienzos,
i no dejar desanimaros por la desproporción de los medios
con el fin. Imitad en esto á la Sociedad Franklin, i á Franklin
mismo, que no llegó á la grandeza sino por la sencillez. Ha
béis tenido la dicha de fundar desde luego vuestra enseñanza
profesional. Si no podéis hacer otro tanto para vuestras Bi
bliotecas no os abochornéis de un debut mas humilde -. la
grandeza de la causa lo ennoblece. Hai gloria en escribir
el Discurso del Método i no la hai en componer un buen
alfabeto ; sin embargo, si este alfabeto hace la ciencia mas
accesible i disminuye el número de los desheredados, aquel
que lo ha hecho ha merecido bien de la humanidad. Su vida
es oscura pero útil. Quién de nosotros no ha entrado en una
escuela de aldea i visto con una profunda simpatía, en medio de
una cuarentena de niños haraposos, al pobre institutor ocu
pado todo el dia en su ruda i penosa tarea? Espectáculo vul
— 123 —
gar para un alma vulgar ; grande espectáculo para un alma
un poco elevada, mas grande talvez que el de la alta ense
ñanza distribuida en la Sorbona i en las Academias. Es que,
en esas elevadas rejiones se elabora la ciencia, i en la escuela
de la aldea se elabora la civilización.
Se empieza algunas veces con nada; no lo digo por voso
tros, porque sé donde hablo; pero es bueno mostrar lo que
puede una voluntad firme abandonada á si misma. La aso
ciación de Rachdaleha sido fundada en 1844, por veinte pobres
tejedores de quienes todo el mundo se burlaba , i que no tenían
entre todos mas de 28 libras de capital. Hoi dia sus nego
cios ascienden á la suma anual de 160,000 libras esterlinas
(4 millones de francos). Que este ejemplo os aleccione.
Basta un hombre, i cuando se trata de una Biblioteca,
basta un libro. Un buen libro que circula es una Biblioteca.
No es menester ni talento, ni fortuna, ni influencia ; un
obrero de buena voluntad compra algunos libros i los presta
á sus vecinos; he ahí un principio i una esperanza. Si uno
se penetrase profundamente de este pensamiento, que el bien
es siempre fácil, se abochornaría en verdad de hacer tan poco,
Hace tres semanas á que inaugurábamos unos cursos noctur-
uos en una aldea de los alrededores de Paris. Se me invitó,
como diputado del distrito, para que dijese algunas palabras
sobre esa institución naciente, i aproveché la ocasión para
suplicar á la administración que añadiese una Biblioteca á la
enseñanza.
Al momento el maire que estaba sentado á mi lado, me tiró
del vestido, i como la reunión era familiar, me dijo : «Habláis
mui á vuestras anchas ; pero olvidáis cuan pobre es la comu
na». —Sí, le repliqué, la comuna es pobre, pero el maire es
rico ! Dadnos solamente el armario, i aun no lo deis dema
siado grande, por que soi yo quien lo llenará. Yo lo llenaré
de libros mui mediocres, pues que casi n) puedo dar sino
los mios. Los miembros del congreso municipal se cotizarán
— 124 -

para ofrecernos cada noche, en invierno, un poco de leña i


una bujia, i he ahí la Biblioteca fundada». Lo fue en efecto,
sin mas trabajo ni ceremonia; funcionaba desde el dia si
guiente, i con el tiempo i la buena voluntad, ¿quién sábelo
que llegará á ser?
No hai pues dificultades para los libros. Creis que las
haya para el local? de ninguna manera; tenemos la Alcal
día. Es demasiado pequeña? vamos á la escuela. La es
cuela no puede recibirnos? algunos de los asociados nos
prestará su sala. En último caso, nuestra biblioteca cabrá
en la punta de un banco de carpintero. Todo nos parece
bueno al principio. No se trata sino de nacer.
Pero talvez nos faltarian lectores? Esto es posible, con
nuestros 60,000 niños que no van á la escuela, con nuestros
conscriptos cuyos dos tercios no saben leer. Hai en Francia
mas de mil comunas sin escuela ; hai seguramente mas de
diez mil donde los adultos mas eruditos saben apenas dele
trear. Sucederá mas de una vez que los libros esperarán
llenos de polvo i abandonados sobre los estantes de la biblio
teca. He ahí de todas las dificultades la mas triste i la mas
lastimosa. Esto es razón para desanimarse ? Al contrario i
es menester llevar el remedio allí donde se encuentra el mal.
Es menester saber hallarse solo. Es menester saber perse
verar. Querer una vez, no es querer. Lo propio del hom
bre, su grandeza, su fuerza, es querer continuamente. Por
mas rebelde que se os muestre el presente, el porvenir os
pertenece, si lo queréis. Tened fe para tener fuerza. No
dudáis del progreso ? Creis que el mundo marcha ? No temáis
pues : por mas alto que vuestro fin esté colocado, el mundo
llegará hasta él.
Resta la cuestión de la elección de libros. Gran cuestión :
interrogad á todos los padres de familia ! Elejir un libro para
un ignorante es la misma cosa que elejir un preceptor para
un niño. Nosotros, los letrados, pasamos á menudo de un
— 125 —
libro á otro, i algunas veces demasiado rápidamente : un libro
no es para nosotros sino un amigo del acaso. El ignorante se
detiene largo tiempo sobre el mismo libro ; le es menester
tiempo para comprenderlo; lo medita después de haberlo
comprendido; no tiene término de comparación para juz
garlo ; se entrega á él por completo con una injénua creduli
dad; es un amigo en la mas alta espresion de la palabra, ó
mas bien un maestro. No olvidéis, sin embargo, que ese
maestro no tiene otra alternativa que ser un corruptor ó un
benefactor •. hará bien, toda vez que no haga mal ; habituará
al ignorante de la víspera á leer i amar la lectura ; pensad
pues ante todo en hacer amable la lectura, i con tal que un
libro sea moral, no le pidáis, de una manera demasiado abso
luta, que sea instructivo. Es ya hacer bien á la humanidad
el procurarle un placer honesto.
Convengo en que no tenemos en Francia, como en Ingla
terra i Alemania, una multitud de libros escritos especial
mente para los obreros. Ignoro si debemos quejarnos de ello.
En lugar de esa literatura, algunas veces un poco necia i
cuyo único mérito es á menudo ser inofensiva, tendremos
las obras maestras del espíritu humano, con las cuales trata
remos modestamente de contentarnos. Oh ! nada es dema
siado bello para el pueblo ! Nuestros grandes romancistas i
nuestros grandes dramaturgos se toman el trabajo de escribir
obras para él, i de ponerse, como ellos dicen, á su alcance.
¿ Por qué no descansan i dejan esta tarea á Corneille, Racine,
Shakespeare, Schiller, i aun en caso necesario, á Esquilo i á
Sófocles? En los dias de solemnidades públicas en que se
abren gratis todos los teatros, por mas que el boulevard ponga
en escena sus mas brillantes melodramas, el vaudeville sus
mas famosas bufonerías, la ópera sus mas deslumbrantes
decoraciones ; es por Polyuto i Británico que la multitud
se atrepella. Corneille, si viviese aun, no pediria otros es
pectadores. Es menester espectadores refinados para bellezas
— 126 —
de convención ; pero para las bellezas eternas no se necesi
tan sino hombres.
A esto limito mis consejos-, vosotros os inspirareis en las
circunstancias. En un país tan variado como el nuestro
donde todo cambia de campanario en campanario, escepto,
ese culto del honor que hace de todos los franceses una
familia, no puede haber regla muí jeneral. Yo he querido
mostraros solamente que la tarea es delicada, pero no dema
siado difícil. Quisiera mostraros ahora cuan noble es.
Quisiera, señores, mostraros, ó mas bien recordaros, la
importancia del servicio que haréis restituyendo, por decirlo
así, su patrimonio á los desheredados de la inteligencia. Dios
no permita que, al hablaros del obrero i de la condición de
él, entendáis que yo quiero escitar en vosotros una piedad
enfermiza hacia aquellos de nuestros hermanos que trabajan
en los talleres de la mañana á la noche, i algunas veces de la
noche á la mañana. El obrero no acepta la piedad de nadie. Ama
el trabajo que le hace vivir i que es la causa de su felicidad i
de su orgullo. Él sabe que le debe además del pan de su
familia, la segundad, la dignidad. Él reserva, como noso
tros, su piedad para los ociosos. En una época de dolorosa
memoria, los obreros de Lyon tenían una soberbia divisa :
Fictr trabajando! Yo les doi esta otra-. Vivir para trabajar.
I estoi seguro que me comprenden.
Estoi seguro de ello, porque conozco su corazón, i oso
decirlo en medio de ellos, que lo conozco por el mió. Pero
señores, nosotros somos hombres prácticos, vemos la vida
como es, i si pensamos con razón que los obreros no deben
ser compadecidos porque trabajan, confesemos también de
buena fe que no llevan una existencia de sibaritas. Cuando
un buen obrero deja por la tarde sa telar, después de haber
manejado la lanzadera, mantenido firme la barra de fierro ó
golpeado el yunque durante diez, doce ó catorce horas, i
puede decir: «He ganado mi diario», dos palabras familiares
pero llenas de nobleza, ¿no puede añadir también que tiene
buen derecho á una hora de reposo i de placer? ¿Qué
pensáis de esto, señores? Ese reposo de una hora que se
regatea algunas veces como una gracia, ¿no seria por
ventura una de las primeras necesidades de la vida? Yo sé
bien que muchas jentes hábiles, ocupadas esclusivamente de
aumentar el salario, —como si este grande asunto fuese el único
de la vida,—aconsejan al obrero no perder un minuto, fati
garse sin tregua ni descanso hasta quedar exhausto, i no
poner otro intervalo mas que el sueño entre el trabajo de hoi
i el de mañana. He aquí una moral que muí bien pudiera
ser impotente á fuerza de ser dura. Guando educamos un
niño, tenemos cuidado de hacer lugar á la recreación al lado
del estudio; i aun, en los primeros años, damos al reposo i
al placer la mayor parte ; á medida qae el niño crece i que
el tiempo oscurece esos bucles de blondos cabellos, nos tor
namos mas severos para con él. Nunca lo seamos demasiado;
tengamos en cuenta que nuestra máquina humana necesita
ser reparada á menudo para durar largo tiempo, i que el
trabajo pierde en intensidad lo que gana en duración. De
jemos al adolescente i al hombre mismo una recreación.
Concedámosla sobre todo al obrero ; si no por humanidad, á
lo menos por cálculo.
Esta palabra recreación me agrada; es una palabra bien he
cha ; dice bien lo que quiere decir, contiene toda una doctri
na. Sí, todos tenemos necesidad de recreación, i cuanto mejo
res trabajadores somos, tanto mas nos es necesaria la recrea
ción. Pero, señores, es preciso saber en qué emplearla, i esto
no es siempre tan fácil. Nosotros que hemos pasado nuestra
infancia en un colejio, i que desde entonces no hemos cesado
de mirar los libros como nuestros mejores amigos, recurrimos
naturalmente á ellos cuando nuestro espíritu pide reposo i
soltura ; pero ese compañero del martillo i del yunque que tal-
vez ha estado un año ó dos cuando mas en la escuela primaria,
— 128 -

i que no sabe leer lo bastante para encontrar placer en sus lec


turas, ¿ qué hará por la noche mientras vosotros veíais al lado
de vuestra lámpara, con el cuerpo en reposo i el espíritu en
cantado? Será necesario que se tire en su dura cama, donde
el frió le persigue, i que haga despartes de su vida, una para
el sueño i la otra para el trabajo inexorable? Si entra en la ta
berna. . . . Ah! losé ; la taberna es una casa de perdición para
el obrero. Si tiene la desgracia de olvidarse en ella, pierde su
dignidad, su salud, su porvenir, el pan de sus hijos •. la taberna
es su mas terrible enemigo. ¿ Cuántas veces no lo he dicho?
Quede veces no he deseado que me fuese permitido subir á las
mesas de las tabernas para injuriar al monstruo en su propia
faz, para mostrar á los ebrios todo el horror de su conducta,
para recordarles como un remordimiento su vida pasada, que
están en viade mancillar, i esa familia ausente que les espera
anegada en lágrimas 1 Pero aquí, señores, donde nuestras ho
milías no estarían en su lugar, donde hablamos en medio de
obreros laboriosos i de honestos padres de familia, reconozca
mos que en tanto que no hayamos abierto cursos i bibliotecas,
seremos cómplices de los desgraciados que van á perderse en
las tabernas. ¿Dónde irán durante el invierno? Muchos no tie
nen ni chimenea en su cuarto ni carbón en el depósito. Si no
tienen familia, ¿qué harán de su ocio entre esas cuatro pare
des? i si la tienen, j,no es necesario para pasar todos los dias
una hora juntos una ocupación agradable i atractiva ? Lo que
vosotros decís á los obreros respecto de las tabernas, ellos lo
saben mejor que vosotros ; es la moral corriente de los talle
res : nadie es mas severo que el buen obrero para el obrero de
mala conducta. Pero no está todo en predicar. Una escuela,
una biblioteca valen mil veces mas que un sermón. Cuando^el
obrero sale del taller, por la tarde, transido de frió ó penetrado
por la lluvia, i á la vuelta de la calle sombría vé flamear nn
fuego claro en la chimenea de la taberna, escucha la canción
alegre i el ruido de los vasos que se chocan, abrámosle
— 129 —

en contraposición un pequeño cuarto modesto pero conforta


ble, bien iluminado, bien calentado, donde le esperen sobre
un estante amables libros, llenos de bellas historias, de atra-
yentes narraciones, de discusiones serias, de nobles máximas.
Basta que vaya una vez para que esté tentado devolver. No
encontrará allinilas oscitaciones ruidosas, ni los placeres gro
seros, ni las amistades sospechosas de la taberna ; pero sí el
sentimiento de su dignidad i de su fuerza, la dicha de meditar
i pensar, la solución de sus dudas, los horizontes brillantes i
nuevos de la ciencia, el varonil i poderoso sabor de un traba
jo agradable, i que, recreando el espíritu, lo ennoblece i .lo
fortifica.
A este motivo de hacer bien, sacado de la humanidad i de
la justicia, viene á unirse otro menos sentimental; es que ofre
ciendo el trabajo intelectual al obrero, como compensación del
trabajo manual, aumentáis su valor industrial, es decir, su ha
bilidad profesional, i creáis no solamente un aumento de dicha
sino también un aumento de riqueza. Ni vosotros ni yo somos
hechos para desdeñar las cuestiones económicas. Colocamos,
como espiritualistas, el ideal ante todo, sin que nuestro amor
por el ideal nos haga olvidar ni desdeñar las necesidades de la
materia.
Es menester pensar ; pero es menester vivir ; es menester
sacar del trabajo de uno un provecho lejitimo; es menester
permanecer á la cabeza de su profesión, ó ascender á ella. Pues,
todos vosotros sabéis como yo, i mejor qae yo, señores, la im
portancia de la herramienta ; uno no es buen obrero sinoá
condición de tener un buen martillo en su mano, un telar có
modo, completo, puesto al nivel de los últimos perfecciona
mientos. I qué diremos de las facultades del hombre i de su
intelijencia sino que son la primer herramienta del trabajo, i
que un obrero no puede desenvolverlas sin desenvolver al mis
mo tiempo su fuerza productora. La inteligencia es el verda
dero capital de los que no tienen capital. Un gran hecho, re
- 130 —

cientcraente realizado, íiaccla demostración de esta verdad á la


vez mas evidente i mas perentoria. Hasta el último tratado de
comercio, los Franceses trabajaban entre ellos por decirlo asi,
ó alo menos no luchaban sino entre si, al abrigo de ese gran
muro de la protección que les reservaba esclusivamente el mer
cado nacional. Abatido ese muro, ya no nos resta protección
facticia ; estamos reducidos, i no nos quejemos de ello, á pro-
tejernos nosotros mismos. En esta condición nueva de concur
rencia universal, examinemos cuáles son nuestros recursos.
No depende de nosotros tener tanto hierro i carbón de piedra
como nuestros vecinos, ni procurarnos las materias precisas á
mas bajo precio; ni encontrar en el vasto mundo mas numc-
rosospuertos de escala i factorías mas ventajosas. Nuestro
esfuerzo debe consagrarse sobre todo á la obra de mano ; es
ella la que debemos pensar en perfeccionar ; es ella sola que
depende de nosotros. Digámosnos al mismo tiempo para esti
mularnos, que de todos los órganos de la industria, la obra
de mano es la mas importante, i que, en las mas desiguales
condiciones á otro respecto, la superioridad de la obra de mano
asegura el triunfo al pueblo que la posee. Se ha preguntado á
menudo cuál era en Europa el mejor obrero. Cada pueblo tie
ne sus dones particulares ; el Inglés es fuerte, el Alemán es
paciente, el Italiano industrioso. Los hábitos talvez hacen mas
que la naturaleza ; asi, la división del trabajo hace al obrero
inglés incomparable para la tarea limitada i úncia que desem
peña toda su vida sin desalentarse, con la regularidad de una
máquina. Nosotros tenemos en la vivacidad de nuestro espíri
tu i en la fuerza de nuestra imajinacion, poderosos elementos
para alcanzar nuestros fines, los tenemos también, señores, en
nuestro valor, porque no es solamente en los campos de batalla
donde se manifiesta i triunfa la furia francesa. En ciertas in
dustrias, la facultad maestra, laque debe dominar en el fabri
cante es el gusto. Hace siglos á que los franceses son los prime
ros obreros del mundo para todo lo que toca á las artes indus-
— 131 -
tríales, i porqué no lo diría (vosotros no me eréis capaz de
lisonjearos; si me conocieseis, sabriais que nunca adulo), por
qué no dsria que es á la seguridad i á la delicadeza de vuestro
gusto que la fábrica lionesa ha debido su fama i su prosperi -
dad hasta ahora? En tales materias, señores, no basta que el
patrón, el dibujante, el colorista tengan gusto. Si el obrero
mismo no tiene el sentimiento del arte, si no tiene la mirada
de artista, si no sabe enorgullecerse de la perfección de sus
productos, la fábrica no tarda en decrecer. Es cierto esto?
Yo no digo sino loque esperimentais vosotros todos los dias.
Pero cómo formar un obrero, que sea al mismo tiempo un
artista?
Hai, bien lo sé, una enseñanza que no tiene necesidad de
escuelas ni de maestros. Nuestros parisienses, por ejemplo, se
hacen artistas, nada mas que paseándose en nuestras calles i
mezclándose con nosotros en la vida común. Si entran el do
mingo aun museo, admiran el jénio inspirado de Rafael, el
color májico de Rubens i deRembrandt, el dibujo correcto, la
composición sabia del Poussin. Nuestros jardines les ofrecen
por todas partes modelos de la estatuaria antigua, mezclados á
las obras maestras de los Couston i de losGoyzevox. Tenemos
en nuestras galerías, esmaltes, 'alhajas, que la edad media i
el renacimiento han legado á nuestra admiración i á nuestra
imitación. Sin embargo, señores, ¿basta ostentar esas rique
zas? ¿Basta atravesar esos museos? ¿No hai una educación
primera sin la cual las obras maestras del arte son como un
libro cerrado i sellado? Poned un ignorante ante los pastores
del Poussn i permanecerá frió. Sus ojos verán ; su alma no
comprenderá ; su corazón no sentirá. Que se le enseñe sola
mente á leer ; que se le enseñe á pensar por el comercio de los
libros ; que reciba la santa i poderosa iniciación de la vida
intelectual. Si se le pone de nuevo, asi transformado i renova
do, en presencia de la obra maestra, se juzgará por su emo
ción del poder de la educación. Ver no es nada, es menester
- 132 —

saber ver. Para llegar á ser artista, es menester comenzar por


ser hombre.
No puedo impedirme, señores, al hablaros así, de advertiros
que los ingleses, nuestros concurrentes naturales, están ya
trabajando en este sentido. Se nos dice ¿menudo que somos el
primer pueblo del mundo •. lo hemos sido, somos hechos para
serlo ; talvez lo somos ya. Quedaremos, quiero creerlo, en
nuestro rango. A una condición sin embargo ; á condición de
trabajar. Entended bien lo que quiero decir: á condición de tra
bajar en nuestro progreso intelectual, á condición de estudiar.
En la actualidad somos mas ignorantes que los Alemanes, los
Suizos, los Holandeses, los Escoceses. En un Tejimiento fran
cés, las dos terceras partes de los* soldados, mas de sesenta
sobre cien, saben leer de corrido ; en un regimiento prusiano
hai, cuando mas, tres soldados sobre cien que no sepan leer,
í No es esto como para morirse de vergüenza ? Guando he grita
do en todas partes esta triste verdad, se me ha acusado de ca
recer de patriotismo. El verdadero patriota es aquel que co
noce el mal i le busca el remedio. Dedicamos de siete á ocho
millones á la instrucción primaria para treinta i siete millones
de habitantes ; la Inglaterra dedica veinticinco millones para
una población mitad menor. Lo digo por patriotismo, es por
patriotismo también que añado : esto es vergonzoso ! Después
del tratado de comercio, la Inglaterra ha creado en su Comité
del Consejo de enseñanza un departamento de ciencias i ai tes,
i lo ha dotado de una suma de 135,582 libras ( 3.389,550
francos). Con este recurso, ha fundado ya por todas partes
clases de enseñanza profesional que han sido inmediatamente
llenadas. La estadística en 1863. daba 16,000 discípulos para
las clases superiores de dibujo, i 4,000 discípulos paralas cla
ses de ciencias aplicadas. Añadiendo á estos los 79,845 discí
pulos que frecuentan las escuelas fundadas fuera del departa
mento de ciencias i artes, se encuentra que la Inglaterra, cu
ya población es inferior á la nuestra en mas de la mitad, no
— 133 —

cuenta menos de 99,845 discípulos en sus escuelas de enseñan


za profesional. Grabemos bien estas cifrasen nuestra memo
ria, no para aterrarnos sino para redoblar nuestro valor. So
mos el mismo pueblo que, desde tres siglos, gobierna el mundo
de las ideas i el de las artes. Tenemos que dar una batalla,
pero estamos acostumbrados á vencer 1
Sí, una batalla, la grande, la decisiva, la gloriosa batalla, la
batalla de la ciencia contra la ignorancia, de la civilización
contra la barbarie. Tenemos, señores, enemigos que nos for
mamos depuro gusto. Los hombres señalan un limite en un
campo, lo llaman una frontera i declaran que mas allá de ese
limite solo se hallarán enemigos. Cuánta sangre derramada,
cuánta gloria locamente conquistada para mantener separa
ciones á menudo, contrarias á los intereses morales i materia
les de los pueblos 1 Qué de sangrientas epopeyas de las que
no quedan sino odios hereditarios, largos años perdidos, ri
quezas consumidas, i tal vez como compensación única, algu-
nus bellos versos en algún poema nacional ! Pero el gran ejér
cito que formamos hoi dia, i que si á Dios place, borrará la
gloria del antiguo, no conoce otras conquistas que aquellas de
que todo el mundo aprovecha, ni otros enemigos que los ene
migos mismos de la humanidad. Es el ejército de la civiliza
ción i del progreso -. que la bendición de Dios venga sobre él.
Me resta, señores, deciros algunas palabras sobre los servi
cios que haréis á la libertad propagando entre vosotros las
escuelas i las bibliotecas. La libertad es adorada en Francia,
i, si es menester decirlo todo, es mas adorada que conocida.
Se dice algunas veces que creemos amar la libertad, i que
en el fondo es sulo la igualdad lo que amamos ; que la libertad
es amada, conocida, practicada en Inglaterra, i que tres cuar
tos de siglo pasados en ajitaciones revolucionarias no han
alcanzado á implantar en Francia sino el culto déla igualdad.
En cuanto á mí, que creo firmemente que no hai libertad sin
igualdad, ni igualdad sin libertad, diré que hemos conquistado
- 134 -
launa i la otra en 1789, en el sentido de que están escritas en
nuestras constituciones i on nuestras leyes, que quedarán allí
consagradas para siempre, i que sin embargo para que vengan
á ser entre nosotros una verdad real i evidente, nos falta con
quistar aun la igualdad ante la instrucción . Yo osaré casi con
fesar que la Revolución Francesa no habrá terminado sino
cuando todos los franceses sepan leer. Estamos en posesión del
sufrajio universal •. pues que el pueblo juzga soberanamente,
es menester que esté en estado de ilustrarse por sí mismo so
bre las condiciones i las consecuencias de su voto. Pero no es
solamente en el ejercicio del escrutinio que la ignorancia es un
obstáculo para la verdadera libertad i la verdadera igualdad.
¿Queréis medirle un solo golpe lo que puede la educación para
la emancipación del hombre? Suponed que por un milagro ó
mas simplemente por una victoria, tengamos en nuestras manos
el destino de la Rusia. Tomad una de esas provincias mas que
semibárbaras, donde el siervo, embrutecido bajo el peso de
una larga esclavitud, no pertenece á la humanidad sino por la
fatiga i el dolor, i hacedle, como una gracia soberana, una
constitución que le declare libre. He aquí los siervos liberta
das, son ciudadanos, votan, pueden ser electos ; pueden pensar
aquellos que no podían ni aun quejarse. ¿Son acaso libres?
¿Lo son por ventura realmente? Sí, toserán,, señores, cuando
sepan lo que es la libertad. Tomad ahora el método inverso.
Dadles luces á manos llenas, sin romper sus cadenas, sin tocar
su estado social. Desde el dia en que esos siervos, pues que lo
son av»n, puedan leer solamente los debates de la constituyente
francesa, ¿ qué valdrán contra ellos las leyes rusas ? ¿ Qué
quedará de su esclavitud? Digámoslo, pues, bien alto, señores,
se puede, se debe hacer en un parlamento leyes liberales ; pero
el taller donde se encuentra la libertad es la escuela !
He aquí un pensamiento que á menudo me ha venido en
estos últimos tiempos, i que me asedia. Los obreros lioneses
me comprenderán. Ellos forman una población sobria, labo
— 135 —

riosa i meditativa •. son de temperamento filosófico ; las ideas


filosóficas no pueden parecer estrañas. Desde muchos años,
apesar de las espléndidas creaciones de la ciencia, siento, creo
sentir en la sociedad una disminución, un apocamiento, algo
que se parece á la decadencia. ¿Donde está el mal pues?
¿Tenemos menos letrados? una civilización menos refinada
i pulida? Costumbres mas relajadas? No, en verdad, nada
de todo esto hai. Lo único que nos falta es la fe, ella sola.
En política, en relijion, en filosofía sabemos analizar, criti
car, sabemos comprender-, no sabemos ya creer. Ver en
derredor mió sabios, artistas, imajinaciones brillantes i po
derosas ; pongo la mano sobre el corazón i no late ya. A
fuerza de comprenderlo i amnistiarlo todo, no nos interesa
mos ya en nada. No hai mas entre nosotros de esos hombres
que á falta de jénio, tenian carácter, i que por el carácter
eran señores de otros hombres i casi del destino ; porque
todo cede á la voluntad, cuando es fuerte i perseverante. Pues
lo que constituye la voluntad, lo que constituye el carácter,
es la fe, es decir, la idea por la cual se quiere vivir i por la
cual se sabría morir. Quiere decir esto que el mundo no
adelanta? No, señores: jamás el mundo se detiene en su
marcha hacia un porvenir mejor ; pero el progreso no hace
siempre su camino con los mismos auxiliares. Ha tomado
i dejado á la Grecia ; ha tomado i dejado á Roma ; ha to
mado á la Francia -. la dejará ? Jamás pueblo alguno lo ha
servido mejor ni ha sido mas á propósito para servirlo. He
mos sido en el mumJo como la mano visible de qie se ser
via Dios para operar sus milagros : Ge$ía Dei per Francos.
Loque hemos sido lo seriamos aun por el escepticismo que ñas
invade? ¿Este escepticismo es universal? No lo es, no lo es.
no lo es 1 i es esto lo que debe á la vez tranquilizarnos i
advertirnos. El pueblo no conoce ese mal que marchita i
enerva a nuestras clases cultas. El pueblo está lleno de aspi
raciones, de esperanzas, de ideas para él nuevas, confusas
— 136 —
aun, pero que llegará, si se le ayuda á clasificar i á definir.
El pueblo cree i quiere creer. Tiene, si puedo decirlo asi,
la santa fiebre de la igualdad i de la libertad. Un grito se
eleva de todas partes en los talleres para pedir la creación de
nuevas escuelas. Esos labios ávidos piden abrevarse en las
fuentes puras de la ciencia. El mundo ha visto ya, hace diez
i ocho siglos, un espectáculo semejante, cuando la sociedad
romana agonizante, pero aun instruida, sabia i culta, vio
marchar contra ella, bajo el nombre de cristianos, un ejército
de bárbaros que ella tomó por la destrucción, i que era al
contrario la renovación. Talvez el advenimiento de la demo
cracia será también para nosotros el principio de una era
nueva. Ayudémosla, llamémosla; abrámosle todos los teso
ros de la ciencia. Que esto sea nuestra obra, nuestro con
suelo, nuestra salvación ! Nuestros padres han visto i hecho
grandes cosas. Ellos han derribado la Bastilla, escrito para
la Francia i para todos los pueblos la primera constitución
libre, reformado todas las leyes á nombre de la sabiduría i de
la equidad, paseado sobre todos los campos de batalla nuestra
gloriosa bandera i nuestra gloriosa civilización francesa. He
ahí su lote, i es bien grande. Pero si nuestra jeneracion
llega á fundar por todas partes escuelas i á destruir por todas
partes la ignorancia, si llama al pueblo entero á la vida in
telectual, si con él i por él, abre al pensamiento horizontes
nuevos, si da una juventud nueva á ese mundo exhausto i
envejecido ¿quién no le envidiaría esta noble parte? i quién
no opondría con orgullo, á los grandes acontecimientos cuyos
testigos i promotores han sido nuestros padres, la revolución
del siglo XIX?
Yo quisiera tener á la mano un libro, un buen libro, i
presentároslo en esta antigua sala, que en adelante es una
escuela. Oh libro, le diria, sé tú el símbolo de la última i
mas fecunda de las revoluciones ! Hazte el humilde principio
de una obra grande ! Pasa de mano en mano, i de taller en
- 137 —

taller ! Reúne á los hombres en la santa comunión de la


idea ! Inspira el amor del bien, inspirando el amor de la cien
cia! Lleva á todos los corazones los recuerdos de nuestra
historia i el amor de la patria francesa ! Tales son, señores,
mis últimos votos i mis últimas palabras-, es tiempo ya de
que os deje. Con esto os digo mi adiós. Firme esperanza i
mucho valor ! Propagad la libertad con las luces !

(Trad. por Aditardo Heredia),

BE L\ ELECCIÓN DE LAS LECTURAS POPULARES


POR

M-- SA.INT-MARG GIRARDIN


(DE LA ACADEMIA DE FRANCIA)

SEÑORAS, SEÑORES :
Mi primer sentimiento es agradecer á los fundadores de la
biblioteca popular, el haber querido asociarme á una tan buena
obra. Han querido reconocer en mi á un viejo soldado de la
instrucción i de la educación jeneral.
Tengo también, debo decirlo, otro motivo de reconoci
miento para con ellos. Me proporcionan, llamándome para
un dia á Versalles, en donde he pasado diez i seis años de mi
vida, la ocasión de reclamar en él, un derecho de vecindario
cuyo recuerdo me es mui querido. Uno de mis amigos i
colegas del Instituto, Mr. Laboulaye, á quien habéis oído
en esta misma sala, i que no está ausente sino por el servicio
de la causa pública, decia en una primera conferencia, que
establecido en Versalles, hacía ya algún tiempo, tenia por
- Í38 —

vuestra ciudad las afecciones de la luna de miel, afecciones


vivas i ardientes ; en cuanto á mi. tengo por Versalles los sen
timientos de un antiguo recuerdo, ó mas bien de una antigua
morada de diez i seis años, que no me ha dejado sino la mejor
i mas dulce memoria.
Vengo ahora, señores, al asunto de nuestra conferencia.
Quiero buscar, mui sencilla i familiarmente, cuáles son
las mejores lecturas que podamos aconsejarnos entre noso
tros.
Es bien entendido que yo no vengo aquí para hacer índi
ces, es decir para pronunciar entre los buenos i los malos
libros. Estoi perfectamente convencido de que en las biblio
tecas populares no los recibimos sino mui buenos. Quiero
solamente examinar si entre estos, todos los jéneros de libros
son buenos para las clases laboriosas.
Es allí, en efecto, donde comienza la duda i el debate. ¿Qué
debemos leer? ¿Qué debemos aconsejar que lean á nuestros
amigos de las clases laboriosas? Sobreesté punto capital no
os parecerá estraordinario que un viejo profesor haya re
flexionado con frecuencia. No serán pues pensamientos
improvisados los que os emitiré, serán viejas reflexiones.
Tomaré aun de tiempo en tiempo algunas citas de libros
impresos ó que se van á Imprimir.
Hai personas mui instruidas que creen que las clases labo
riosas no deben leer sino los libros que son útiles á sus profe
siones i que les dan algunas nociones científicas. Nadie ad
mira ni estima mas que yo, la ciencia. Yo la estimo de
lejos, pero el respeto, como sabéis, crece con la distancia.
I bien, yo admiro la ciencia ; ella ha perfeccionado no sola
mente el espíritu, sino también la mano del hombre ; ha
añadido á este admirable instrumento como lo es nuestra
mano, otras manos jigantescas, formidables, terribles : las
máquinas. Gracias á la ciencia, la mano del hombre engran
decida, perfeccionada, mas fuerte á la vez i mas delicada, se
- 439 -

convierte en una potencia irresistible que cambia la faz del


mundo ! Ciertamente, en presencia de espetáculos semejantes,
en presencia de servicios tales, mui injusto, mui ingrato seria
aquel que no tributara sincero homenaje al progreso de las
ciencias en nuestro pais.
Pero, después de haber perfeccionado sus manos, el hom
bre no se debe ya nada á si mismo? ¿no debe cosa alguna á su
espíritu, á su intelijencia que tiene necesidad de placeres, de
goces, de distracciones, de reposo ? Es entonces que llega la
lectura, el placer infinito i fecundo de la lectura.
tPero qué jénero de lectura ?
Aquí, señores, permitidme colocar una anécdota sacada 'de
las cartas del fabulista alemán Gellert.
Gellert, cuyo nombre no es quizá conocido en Francia, era
un profesor alemán del siglo XVIII, profesor ardiente, amante
de sus discípulos, amado de ellos, me engaño, estimado-.—los
profesores no son verdaderamente amados, sino cuando son
estimados.— Había compuesto un libro de fábulas i lo había
hecho imprimir. Este libro había tenido mucho éxito ; he
aquí, sin embargo, —es él mismo quien lo dice en sus memo
rias.—el mas grande éxito que haya tenido, el éxito que ha
satisfecho mas á su autor.
a Estaba, no hace mucho tiempo, dice él, en casa de mi
« encuadernador. Mientras le hablaba, entró un leñador de
« su relación, el cual sacó de un cesto bastante bien provisto
<r de pan i de manteca, un ejemplar en hojas, de mis fábu-
« las i de mis cuentos. Tomad, dijo él, en su lenguaje rús-
o tico, poned una bella i fuerte encuademación a ese libro.
« Pero, Chistóbal, replicó el encuadernador, ¿por qué casua-
'.< lidad ha caído ese libro en vuestras manos ? Él respondió
a orgullosamente que lo habia comprado, i que era tan
a gracioso, que el maestro de escuela i el juez de su aldea, en
« cuyas casas lo habia visto por la primera vez, habían creído
a morirse de risa leyéndolo ; que como tenia un hijo que
— Í40 —
a comenzaba á leer ya muí de corido, podría, durante la noche,
a á la vuelta de su trabajo, i fumando su pipa, oir algo de él
a i olvidarse así, tal vez de ir á la taberna. En su inespe-
« riencia, el leñador creía que ese libro habia sido escrito por
« el librero, como también los demás que habia en su libre-
« ría; el encuadernador lo desengañó de esta idea.— «Yo
a hubiera podido retirarme entonces», continúa Gellert; pero
« mi vanidad no me lo permitió. Esperaba que el encua-
« dernador me hiciera conocer, i felizmente lo hizo, sin lo
o cual me hubiera descubierto yo mismo. ¡ Si hubieseis
« podido ver con qué admiración me contemplaba entonces
« el aldeano, cómo me palmeaba amigablemente la espalda,
a exhortándome á escribir aun otras obras tan chistosas como
a aquella 1 Estuve todo ese dia alegre como nunca.»
Señores, el leñador de Gellert suscita aquí una cuestión
mui importante. Él cree que leer ó escuchar la lectura de
libros durante la noche, de vuelta de su trabajo, vale mas que
ir á la taberna ; i yo mismo me acuerdo haber oído á dos
obreros que salían de las conferencias literarias hechas en
París, en 1863, á beneficio de los heridos polacos, decirse ale
gremente que eso era preferible á pasarse la noche en un café.
¿Qué resulta de estas dos anécdotas? Resulta de ellas que
la lectura debe i puede ser el placer de todo el mundo. Allí
donde reclamo sobre todo la igualdad, es para el derecho de
leer, pero este, regulado por el buen criterio de aquel que lo
practica, regulado por su buena inteligencia, por un corazón
honrado.
He ahí como yo entiendo el derecho á la lectura ! No me
digáis, pues, que hai distinciones que hacer entre los lec
tores, no reconozco mas distinción que la de los buenos i
malos lectores, esto es, la que hai entre los que prestan aten -
cion i los que no. Si me habláis de lectores que son de la
clase media, de aquellos que son de la nobleza, ó de los que
pertenecen al pueblo, os servis de un diccionario que no es ya
— 141 —

ile nuestro tiempo. Ante un libro abierto, no hai desigual


dad sino para aquel que no sabe ó no quiere leerlo. Los nom
bres de clases en Francia, no tienen ya significación alguna ;
no hai evidentemente mas que una sola diferencia social, la
que marca la educación. Todas las otras han desaparecido
i me felicito sinceramente por ello.
Es esta última diferencia social la que se levanta ante noso
tros, como un obstáculo, como un peligro, como una amena
za para nuestra sociedad. Es esta diferencia social la que es
en cierto modo del deber i del honor de todo buen ciudadano,
disminuir tanto como sea posible. Cada hombre, cada jene-
racion, cada siglo, tiene, estoi convencido de ello, su resp msa-
bilidad ante el juez soberano. Debemos todos, pequeños i
grandes, individuos i sociedad, ser interrogados sobre nuestras
obras. I bien! yo espero que nuestra jenerácion, á pesar de
sus errores, será absuelta por el tribunal eterno, si puede
decir con verdad, que habiendo encontrado un país todavía
perturbado porla cruel división de las clases, lo ha dejado unido
i reconciliado, i que ha sabido crear por la igualdad, no el des
censo de losescojidos, sino la elevación lejítima i fecunda del
mayor número. No hai jamás hombres en demasía para ocupar
su puesto al sol de la civilización moral.
Cuando se abren, pues, bibliotecas públicas, cuando vienen
hombres de todos los puntos del horizonte á tomar un libro so
cial, leerlo, releerlo, penetrarse de él, hacer sus reflecciones,
sepamos, señores, que ese día, dia feliz entre todos, entran
ciudadanos nuevos en el círculo de nuestra sociedad, ciudada
nos dignos de hacerla avanzar hacia nuevos progresos, por los
progresos que han comenzado á hacer ellos mismos.
Se necesitan bibliotecas, se necesitan libros para el pueblo,
para nosotros todos. Sí, pero qué libros son los mejores?
La cuestión recae siempre sobre este punto fundamental.
Hai jentes que pretendiendo amar mucho al pueblo,— i yo
no les desconozco este buen sentimiento,— creen que esmenes
- 142 —
ter hacer obras espresamente para el pueblo, i con esta idea,
hacen ó mandan hacer obras en las cuales el autor, so protesto
de ponerse al alcance del pueblo, toma un toi:o pueril i vulgar.
Confieso que no tengo gusto por estos libros. Los autores se
dicen á sí mismos •. es preciso que me re baje un poco, es nece
sario no ostentar toda la altura de mi talla. ¡Eh! por Dios,
señor autor ! conservad toda vuestra talla i no seréis aun bas
tante grande, según yo creo, para el pueblo. Es un jénero de
vanidad igual al de muchas jentes que sin ser de la talla de
Goliat ó de Hércules, tienen, cuando pasan bajo una pnerta,
el cuidado de inclinarse, por temor de romperse la crisma.
¿Qué sucede con estos libros, hechos, según dicen, para el
pueblo? Son los primeros libros que el pueblo tiene cuidado
de no leer, i á fe que tiene razón.
¿En qué depende ese desden del pueblo por la mayor parte
de los libros que son hechos para él, desden que yo compren
do i apruebo? Depende de que hai en el pueblo, como en las
otras partes de la sociedad, dos clases t la clase de aquellos que
no aman la lectura i la de los que la aman. De consiguiente,
en cuanto á la primera, los libros que se hacen pueriles i vul
gares exprofeso, á fuer de ser populares, son aun, á pesar
de su banalidad, demasiado literarios i elevados para atraer
á los hombres de esta clase ; i en cuanto a los hombres de
la segunda, de la buena cl?se, los libros de que hablo son
demasiado poco literarios i demasiado poco elevados para
agradarles.
Permitidme, señores, insistir un instante sobre este punto.
No es solamente en la clase laboriosa, no es solamente en la
multitud, que hai muchas personas que no aman la lectura.
Estamos en Versalles, cerca del palacio del gran rei. I bienl
bajo Luis XIV, residía en ese palacio el gran Delfín educado
por Bossuet. Este preceptor de jénio, pero que no tenia tal-
vez el jenio de la educación, habia hecho leer á su discípulo
muchos libros i particularmente los libros exelentes que él
- 143 -
mismo habla hecho para su instrucción. Habia resultado de
aquí, según madama de Caylus, en sus memorias, que el gran
Delfín se habia prometido que tan luego como terminara su
educación, no leería ya ningún libro. I ha permanecido toda
su vida iiel á esta promesa.
Hai pues, señores, en las esferas altas, bajas i medianas de
la sociedad, muchas jentes que no gustan de leer. Hai
muchos que creen que tienen algo mas importante que ha
cer 1 que pueden emplear mejor su tiempo. Pero, al lado de
aquellos, en las partes altas, medianas i bajas de la sociedad,
hai también muchos que gustan de leer. Lo que es pre
ciso buscar, es lo que yo llamo lo escojido en todos los grados t
pues es una pretensión insoportable creer que no haya escoji-
dos en todas partes. Por todas partes hai una porción esco-
jida que es necesario buscar, que es necesario encontrar. Pero
no os inquietéis : ella os vendrá de por sí. Abrid bibliotecas ;
dadle buenos librros ; hacedla familiarizarse con nuestra gran
de literatura, Hacine, Oorneille, La Fontaine, Bossuet, i estad
tranquilos, esa porción escojida vendrá naturalmente á esos
libros. Los grandes escritores, atraerán á los buenos lectores.
Aquellos que saben leer irán á aquellos que saben escribir ;
la alianza se hará sin esfuerzos.
Pero si á esta porción escojida, que se encuentra do quiera,
en la multitud como en cualquiera parte, presentáis libros lle
nos de banalidades i de puerilidades premeditadas, ella los
rachazará, i con razón. Por mi parte, estoi persuadido de que
para el pueblo no hai buenos libros si no son los mejores. Para
espresar bien mi sentimiento á este respecto, os pido el permiso
de contar aun una anécdota: En 1848, en uno de los arrabales
de París, el pueblo buscaba un sacerdote para que bendijese
uno de esos árboles de la libertad, sin raices, que se compla
cía entonces en plantar. Se llega á la iglesia: se encuentra al
cura i su vicario i se les pide vengan á bendecir el árbol.— Id
con estas buenas jentes, señor Vicario, dijo el cura.—No,
— 144 -

responde un hombre del pueblo, no queremos al vicario, no,


es necesario un verdadero cura para bendecir nuestro árbol.
I bien, señores, yo diré también que es necesaria una verdade
ra literatura para el pueblo i no una literatura hecha á propó
sito de fantasía. Yo he leído delante de un auditorio pura
mente popular, algunas de las mas bellas fábulas de La Fon-
tai ne i algunos pasajes de los sermones de Bossuet ; los trozos
mas bellos eran los que mas agradaban. Lo grande i lo simple
no dejaban de producir su efecto. Estoi seguro, al contrario,
que lo melindroso, lo afectado no hubiera producido efecto al
guno. Entre un cuadro de Buchir i un cuadro de Lescour,
entre una estatua griega i una escultura del siglo XYIIÍ, el
pueblo, hablo siempre de aquella parte selecta, de aquella que
posee el gusto instintivo de las artes i las letras, el pueblo se
inclinará siempre á lo bello i dejará lo puramente lindo.
Estos esperimentos hechos en auditorios populares, han si
do para mi la ocasión de algunas reflexiones que quiero so
meteros. Soi un viejo profesor de literatura francesa ; la glo
ria de mi vida es el haber, durante treinta i cinco años, en la
Sabona, hablado libremente en medio de un auditorio que que
ría tener por mí alguna estimación i benevolencia . Este audi
torio era compuesto sobre todo de estudiantes i de hombres de
múñelo. Eraexelcnte, lleno de delicadeza i ardor, pronto á
asociarse á todos los buenos pensamientos i á todos los senti
mientos jenerosos. Guardaré siempre por él un recuerdo de
gratitud, i no creía aun que pudiese encontrar jamas uno que
le igualase. I bien I cuando me he encontrado en presencia
de un auditorio nuevo, auditorio de otro jénero, mas sencillo
i menos iniciado en los estudios literarios, no he encontrado,
es cierto, que hubiese en él mas espíritu que en las multitudes
letradas del barrio ¡atino, perche sentido que habia,en cierto
modo, para nuestra grande literatura un nuevo horizonte que
se abría, he sentido que había un pueblo nuevo que afluía
á ella.
- 145 —

I aun, señores, si me prometéis guardar secreto sobre lo


que voi á confiaros, yo os diré, como viejo amigo de la lite
ratura clásica, que tenemos necesidad de que acuda un nuevo
público.
El antiguo dejenera, desaparece, no se renueva; la socie
dad, el cansancio de lo bello, el gusto de cambiar un poco i
pasar, para distraerse, del uso de lo bello al uso de su con
trario, la trivialidad asociándose á la frivolidad, i quitándole
la gracia que le servia de escusa, la jerga reemplazando á la
lengua, la corrupción grosera de los ojos sustituida, para mas
facilidad, á la corrupción demasiado laboriosa de los senti
mientos, todo hace que verdaderamente tengamos necesidad
de un nuevo público para sostener nuestra antigua literatura;
i como no lo hallaremos donde se reclutaba en otro tiempo,
es preciso que lo busquemos en otra parte. Pues, es un he
cho maravilloso, hecho de que somos deudores á nuestro
tiempo, que cuando los viejos fieles se echan á perder i deje-
neran, cuando van á buscar sus dioses fuera del verdadero
templo i del verdadero santuario, vengan al instante mismo
nuevos prosélitos, i que podamos decir repitiendo los versos
de Hacine :
fuelle Jérusalem nouvclle
Sort du seiii des deserta brillante de ciarles
D'oü lui viennent de tous cotes
Ces enfants qu'en son sein elle n'a pas portes ? (i)
En cuanto á mí, apelo resueltamente del público gastado
al público inesperto, del público que no ama ya lo bello ; al
que no lo ama aun, pero que lo amará á medida que lo conoz
ca, á medida que la lectura le revele la grandeza i la dulzura
de nuestra literatura antigua.

(1) Qué Jerusalem nueva surje del seno de los desiertos coronada de
resplandecientes aureolas? ¿De dónde le vienen de todas partes, eso»
lujos que no ha llevado en sus entrañas ?
—- 146 —
Señores, ¿ será este el único bien que debo esperar de este
feliz movimiento ascendente del espíritu? No 1 Espero de él
un bien mas serio ; mas grande aun 1
Me parece que á medida que la enseñanza i la lectura lite
rarias, tal cual las comprendemos, se propaguen de mas en
mas, al mismo tiempo que por un doble beneficio de la Pro
videncia, los espíritus se iluminen i se perfeccionen, se recon
ciliarán también los hombres, i habremos concurrido asi por
la literatura á abolir, á lo menos á disminuir, esta división
de clases que ha sido la desgracia i el azote de nuestro país.
No soi tan quimérico, —i eso no es propio de mi edad,- para
creer que la igualdad absoluta de los espíritus sea posible.
Pero si conseguimos estrechar i disminuir el intervalo que
separa la alta sociedad, la sociedad media, la sociedad baja, si
borramos poco á poco estas clasificaciones insoportables i fu
nestas, creo que habremos hecho una obra grande i benéfica.
Si, el día en que haya entre los obreros i los letrados algunos
goces literarios comunes, el dia en que hayamos leído i gus
tado juntos algunas escenas de Corneille i de Racine, algunas
fábulas de La Fontaine, algunas pajinas de Bossuet ; el dia en
que hayamos sentido en comunidad, aun cuando no fuera
sino por algunos instantes, el resplandor de lo bello i el calor
de lo bueno, ese dia se borrarán muchas preocupaciones po
líticas i sociales, desaparecerán muchos rencores i celos in
fundados. Quéjanse de que el lujo se propaga entre las cla
ses inferiores, i tienen razan, porque los goces del lujo son,
en todos los grados, causas de celos i de rivalidad. Los goces
literarios, que son un lujo también, son al contrario, causas
de unión ; ellos se comparten como los haces de luz, sin que
la intensidad de los unos disminuya la de los otros.
He hablado del lujo, señores, i de las quejas que se levan
tan contra sus progresos Ah ! que una porción de mi
auditorio se tranquilice completamente, yo no tengo Ja inten
ción de reproducir los arranques de un antiguo Presidente de
- 147 -

Ja Cámara de Diputados, de un antiguo Procurador jeneral,


de un antiguo Senador. Lo que quiero decir solamente, es
que los goces del lujo son en todas las esferas de la sociedad,
causas de rivalidad i de celos, i El lujo ! pero lo hai para
todo el mundo, i no lo hai jamás bastante para nadie. Hai
siempre fuera de nuestro alcance algo para nosotros, que es
el lujo i que nos desagrada porque no lo tenemos. Envidia
mos todos i somos todos envidiados. Tal es el carácter de los
goces del lujo ; el ser por todas partes una causa de división
i de discordia. Al contrario, señores, los goces literarios son
causas de amor. Comparemos, para convencernos de esta
verdad, los sentimientos que tienen una por otra dos personas
que han leido el mismo libro i qae lo aman, i aquellos que
tienen dos mujeres que llevan el mismo aderezo ó dos hom
bres que tienen las mismas insignias. La lectura aproxima,
el aderezo separa.
Ah I yo estimo todas las mediaciones que se hacen entre
las diversas clases de la sociedad, aquellas que se hacen por
las leyes i la autoridad; pero prefiero, puedo decirlo sin
ofender á nadie, aquellas que se forman por la aproximación
espontánea de las opiniones i de los sentimientos. Ved las
mediaciones de la relijion i la beneficencia : i cuan dulces i
conmovedoras son I ¡ Cuántas llagas no curan 1 I no hablo
solamente de las llagas del cuerpo que viene á curar la cari
dad : hablo de las llagas del alma. Son estas sobre todo las
que sangran i se enconan ; ¡benditas sean, pues, las manos que
las tocan i las cicatrizan ! I bien ! mas abajo de la relijion, mas
abajo de la caridad, mas abajo de la beneficencia, la literatura
puede tener su puesto en la obra pacificadora. Ella puede
también ejercer una mediación saludable ; puede, haciéndonos
participar de los mismos placeres del espíritu, enseñarnos la
mas dulce i mejor de las igualdades, aquella que no quita
nada á nadie, i Gorneille, Racine, La Fontaine, Bossuet, Fe-
nelon, grandes hombres que hacéis la gloria de la Francia,
- 148 -
haced, pues, también su paz i su poder; sed también nuestros
mediadores ; reconciliadnos en la admiración de vuestro jé-
nio, i que los habitantes del mismo pais se sientan cada dia
mas conciudadanos unos de otros, siendo los lectores de los
mismos libros !
Creedme, señores, nuestros grandes hombres merecen esa
noble misión de mediadores que yo quiero conferirles ; la
merecen sobre todo por el carácter que han impreso á nuestra
literatura. Nuestra literatura no es la espresion de tal ó cual
jénio, de tal ó cual imajinacion brillante ; no, porque, gracias
á Dios, deorijinalidad,ella tiene, si puedo hablar asi, una orí -
jinalidad mas jeneral ; espresa, mas que ninguna otra, el sen
timiento i las ideas que son comunes á todos los hombre?, i los
espresa con una grandeza i una gracia particulares. Es por
eso, sobre todo, que es accesible á todas las inlelijencias i que
está destinada á ser popular. Volvere sobre este carácter
fundamental de nuestra literatura. Quisiera primero, hacer
lo comprender bien por un ejemplo é indicar al mismo tiempo
cómo es que entiendo la enseñanza, ó mas bien, las lecturas
literarias. ¿Queréis permitirme que os lea una fábula de La
Fontaine? Veremos si esta fábula de La Fontaine no es inte-
lijible para todos ! Eh 1 por Dios ! soi honrado por el audito
rio que me escucha ; pero en este momento, quisiera, si oso
decirlo, otro. Quisiera hablar en la encrucijada, hablar en la
calle, reunir aquí á las personas mas sencillas i menos iniciadas
en los placeres literarios. Es apenas, Dios me perdone, si
quisiera que supiesen leer ; i soi, no obstante, un gran parti
dario de la instrucción primaria. Quiero, en cierto modo,
espíritus que lleguen por la primera vez á la literatura. Su
poned pues, que en lugar de leer una fábula de La Fontaine,
descendamos á un pais desconocido, á una isla ; se habla dc-
.ante de nosotros, estamos completamente asombrados, pero
llegamos sin preocupaciones, sin saber qué isla es ésta, cuáles
son sus habitantes. I bien ! estoi persuadido de que el placer
— 149 —
literario es del mismo jénero ; se llega á él sin saber lo que
sera, i basta haberlo sentido para no querer privarse de él.
He aquí la fábula que quiero leer :
« Un moribundo que pasaba de cien años, se quejaba á la
Muerte, de que lo obligara á partir do este mundo sin de
mora, sin darle tiempo, ni aun para hacer su testamento.
¿Es justo que uno muera, le decia, sin prevenirle al menos
este trance? Espérate un poquito, que mi mujer no quiere
que sin ella me vaya. Me falta todavía ver que crezca mi
nieto. Espora que yo agregue un corredor á mi casa. ¡Cuan
impaciente eres, oh Diosa cruel ! »
— «Anciano, dijolc la Muerte, yo no te he sorprendido ; tú
te quejas sin motivo de mi impaciencia. Eh! ¿no tienes ya
cien años? Encuéntrame en París dos mortales tan viejos;
encuéntrame diez en toda la Francia ¡—Según tú dices, yo
debía enviarte algún anuncio del fin que te aguarda para que
á él te preparases: sin embargo, yo debiera haber encontrado
hecho tu testamento, tu nieto crecido i tu casa concluida.
¿No fueron suficiente aviso el retardo de tu anclar, la torpeza
de tus movimientos, el embotamiento de tus brios i del senti
miento, cuando todo se debilitaba en ti. Fáltate el gusto i el
oído ; todo parece haberse desvanecido para tí. El astro del
dia parece reflejar en vano sobre ti sus calorosos rayos. Te
ailijcssin razón por bienes que ya no te pertenecen. Te he
mostrado á tus amigos ya muertos, ya moribundos, ya acha
cosos, ¿quó es lodo esto sino una ejemplar advertencia?
¡ Ea 1 vamos, mi buen anciano, vamos sin mas réplica. El
qr.c tú no hayas hecho tu testamento nadu le importa á la
república. »
Esos amigos—
a Ya muertos, moribundos ó achacosos »
que deben servirnos de advertencia, todos los vemos i los
olvidamos a todos.
El rasgo de La Fontaine es vivo i mordaz, iba ú decir chis
- 150 -

toso, aunque tenga el fondo de tristeza que conviene al asunto


¿Queréis ver el mismo rasgo en Bossuet, espresado con el
jénio grave i severo del orador cristiano?
« Todo nos llama á la muerte. La naturaleza, como si es
tuviera casi envidiosa del bien qne nos ha hecho, nos advierte
i declara á menudo que no puede dejarnos largo tiempo esa
pequeña porción de materia que nos presta, que no debe esta
permanecer en las mismas manos, sino estar eternamente pa
sando de mano en mano! la necesita para otras formas, la cxije
para otras obras. Este reclutamiento continuo del jénero huma
no, quiero decir, los hijos que nacen, a medida que crecen, que
avanzan, parecen empujarnos por la espalda i decirnos :
«Retiraos de nosotros, nos toca el turno. » Asi, como noso •
tros vemos pasará otros delante, otros que deben á sus suceso
res el mismo espectáculo, nos verán pasnr. . . .
oEntroá la vida con la lei de salir de ella ; vengo á repre
sentar mi papel, vengo á presentarme en la escena como los
otros; después, será preciso desaparecer. .. .Mi vida es de
ochenta años cuando mas ; tomemos cien. ¡ Cuánto tiempo
sin que haya existido ! i cuánto tiempo hai que no existiré !
Cuan pequeño es el lugar que ocupo en este grande abismo de
los años ! No soi nada—No esloi aquí sino para completar el
número; i aun ni siquiera me necesitaban, pues la comcJia
no se hubiera representado menos bien, aun cuando hubiera
permanecido detrás del escenario. »
1 1 bien ! señores, el orador i el fabulista, el gran predica
dor i el gran poeta, tratan el mismo asunto con la misma
vivacidad, aunque con sentimientos diferentes. ¿Creéis
que hai en eso algo que sea de un acceso demasiado difícil á
las intelijencias poco cultivadas? Creéis, por ejemplo, que
esos bellos versos i esas hermosas palabras no sean sentidas al
instante mismo por todo el mundo? He ahí, señores, el ca
rácter de nuestra literatura. He oido, á menudo, en el es-
tranjero, quejarse deque nnestra literatura no tenga, dicen,
- 151 —
bastante imajinacion i fantasía. Ella tiene sus defectos, segu
ramente. Pero creo al mismo tiempo que no hai literatura,
ó á lo menos que hai pocas, que tengan mas que la literatura
francesa, el privilejio de ser la mas admirable recolección i
la mas admirable espresion de todos esos grandes sentimientos
que son el verdadero patrimonio de la intelijencia humana.
Es por e.-o que se ha propagado en todas partes i que es del
dominio de todos. En parle alguna los grandes argumentos
del espíritu humano han sido espresados de una manera á la
vez mas sencilla i enérjica ; ¿por qué no diré la palabra que
me llega naturalmente á los labios? de una manera mas po
pular que en nuestra literatura.
Pero la literatura francesa, me dicen, ha sido hecha para
la corte, para el gran rei.— No, no creáis eso; el gran rei, i
pido perdón á su sombra orgullosa de lo que voi á decir, tenia
algo del pueblo en el corazón i en el espíritu, i de nuestro
pueblo, entendámoslo bien ; tenia algo de nuestro pueblo,
tenia algo de nosotros, cuando en sus primeras conquistas era
orgulloso, emprendedor, imperioso ; era la embriaguez de la
grandeza ; hai mucho de eso en nuestro espíritu nacional.
Había también algo del pueblo en él, cuando en los reveses
de su fin, esclamando que si sus enemigos le quisieran im
poner una paz humillante, iría, á los 74 años de edad, á morir
sobre el campo de batalla antes que permitir se humillase á
la Francia. Me ahí lo que habia en él de común con el
pueblo; es eso lo que constituía su verdadera grandeza. Él
no ha creado la literatura como no ha creado tampoco nues
tro espíritu nacional; pero se inspiraba en ese espíritu; amaba
nuestra literatura que era su espresion; la protejia. No,
la literatura francesa no ha sido hecha únicamente para la
corle, para una clase, para una casta ; ha sido hecha para
todo el mundo i tiene ese carácter admirable de la mas hu
mana de las literaturas i por consiguiente la mas popular.
¡Que elogio, de los argumentos comunes ! se diria. Es la
literatura de la humanidad, señores ! Pensamos, sentimos
acaso, de otro modo que por los argumentos comunes'? is'o
vivimos, por ventura, en sociedad, sino con la ayuda de ciertos
grandes pensamientos, de ciertos grandes sentimientos que
son comunes entre nosotros todos? ¿Qué es el patriotismo,
por ejemplo, me lie preguntado á menudo. ¡Que! Se le ha
antojado á Dios hacernos nacer en un país en lugar de hacer
nos nacer en otro; so le ha antojado hacernos nacer en un país
que se llama la Francia, en lugar de otro que se llama la In
glaterra ó la Alemania. Es una casualidad, es un accidente.
¿Por qué singular metamorfosis, por qué singular operación
del corazón i del espíritu, sucede que este accidente llega á
ser la ocasión de uno de los mas grandes, de los mas nobles
i jenerosos sentimientos del alma? Seria preciso ser de cierta
clase, de cierta condición para ser movido por esc sentimiento?
No, de ninguna manera. ¡Cosa mas cslraña aún! ¿qué nos re
sulta de ese sentimiento? Qué provecho sacamos de nuestro pa
triotismo? Que interés de fortuna tenemos en amar á nuestra
patria? Porqué, en fin, todas las veces que la Francia sufre ó
triunfa, leñemos do quiera, en todos los rangos, en todas las
condiciones, altas, medianas i bajas, el mismo sentimiento de
dolor ó de alegría, sentimiento común que le ha agradado áDios
poner en íidus nuestras almas? Es este sentimiento que hace,
por ejemplo, que el soldado salido de su aldea, esté orgulloso de
.su bandera, i que vaya á morir cuando la patria se lo ordena. I
bien ! aun en sus últimos momentos, está consolado, está sos
tenido por la conciencia de haber hecho su deber i haber
servido bien á su patria. Ese sentimiento es esperimentado
en todas parles, por el simple soldado, por el simple aldeano.
Estaba, hace algunos dias, en los funerales de ana reina,
que lo ha sido de los franceses ; ella sentía profundamente el
amor á su país, i á la hora de la muerte, ha querido ser se
pultada con el último traje que llevaba al abandonar la Fran
cia. ¿Qué le resultaba de esc sentimiento de patriotismo?
Nada, á no ser el derecho de perdonar i de amar siempre ñ la
Francia. He ahí, señores, el sentimiento del patriotismo, por
todas partes, en todas las escalas sociales, sentimiento sencillo,
accesible á todo el mundo i que resiste, gracias u Dios, á todas
las pruebas, á todos los disentimientos posibles.
Ved, si me permitís reasumir en algunas palabras lo que,
acabo de decir, cuál es mi doctrina. Es muí sencilla. Es
favorecer las lecturas literarias, la enseñanza literaria, tanto
como sea posible, es ofrecer por todas partes los libros de
nuestros grandes autores, i decir •. lió arjui, con la ayuda de
qué libros, con el auxilio de qué jérmenes so ha formado la
sociedad francesa. I bien ; deseamos que esta sociedad fran
cesa sin cesar reclutada i engrandecida, vaya cada dia á lioVr
la vida en las mismas fuentes. No permita Dios, que. oí ac
ceso á ellas sea prohibido á ninguno de nuestro.-, compatriotas!
No debiera citaros versos latinos, poro el viejo profesor os
pide perdón •.
Ciir prohibitis aquas? usus communis aquarum (1>.

Lo que quiere decir : qne es preciso no prohibir á nadie el


leerá Corneille i Racine (2). Es esa la traducción. Son esas las
fnentes santas i sagradas que es menester abrir á todo el
mundo ; es allí donde hai nobles ponsamicnlos i grandes sen
timientos, que vienen sin cesar á refrescar nuestras almas i
á sostenerlas.
Señores, vendrán aquellos á quienes llamamos ? He ha
blado de los escojidos, en todas las escalas sociales ; son estos
los que vendrán. Pero estos escojidos,— i es este el asunto
con que terminaré, —quién los elejirá? La cuestión es grave.
Si por todas partes hai elejidos, es necesario distinguirlos i

(1) ¿Porqué prohibís las aguas? el uso de las aguas es común p.ira
todos.
(2) Entre nosotros señan Corvante?, Cal leron, Larra, etc.
— 154 —

llamarlos por todas partes ¿Quién hará este llamamiento,


quién elejirá? Aquí, séame permitido decirlo, desconfío
de todo el mundo. No hai mas que una sola persona de
quien no desconfíe, es de aquel que por la noche viene
á pedirme un libro. El no trata de conocer esa parte es-
cojida, de discernirla, de organizaría por una ordenanza 6
por un decreto, de conferirle ciertos derechos, de darle
un reglamento ó un estatuto. No, él es, sin saberlo, uno
de los elementos de ella, i esos elementos se agrupan poco
á poco para componerla. No es, pues, persona alguna, la
que llamará esa parte oscojida, será cada uno de nosotros
quien lo hará, libre i voluntariamente. Son cosas, en efecto,
que es necesario dejar a la libertad de cada uno ; el leñador de
Gellert nos ofrece un excelente ejemplo de ello. Había com
prado su libro. Pues yo no desconfio en manera alguna de
aquellos que comienzan por manifestarse por su bolsillo. Es
cierto que cuando se venga á nuestras bibliotecas i se pague
la insignificante retribución que es pedida por la compra i por
la retención de los libros, ese dia, la parte escojida, esta parte
escojida literaria que yo quiero encontrar por todas partes,
para bien de nuestra sociedad francesa, ese dia saldrá de la
multitud, de la manera mas feliz i sencilla del mundo, esto
es, por la voluntad individual de cada uno de nosotros. Yo
no quiero un gran elector, un gran organizador ; quiero
muchos lectores que vengan por la noche á pedirnos libros
prestados, i el dia que note que han venido muchas personas,
ese dia concebiré una grande esperanza mas. Levantaré mi
pensamiento del simple individuo que viene á pedirme un libro,
hasta la sociedad toda entera i estaré seguro de que se efectúa
en su seno un cambio grande i fecundo, una parte de cuyo
mérito me complaceré en atribuir á la obra que se ha fundado
en Versalles, para utilidad de todas las clases.

(Trad. de Antonio Bermejo}.


— 155 —

LECTURA III DE HORACIO MANN

NECESIDAD DB LA EDUCACIÓN EN UN PUEBLO REPUBLICANO (l)

SEÑORES DE LA CONVENCIÓN:

Se han repetido tantas veces los argumentos comunes en


pro de la educación, que al levantarme para dirijiros la pala
bra sobre este asunto, prefiero apa lar á vuestro propio crite
rio, para que él os do testimonio de su valor, que empeñarme
en arraigar vuestras convicciones, ó en hacer mas fuertes aún
vuestros sentimientos, por ningunos medios de que yo pudiera
valerme para ello .
Apenas necesito decir, que por la palabra Educación, en
tiendo mucho mas que saber leer, escribir i contar. Yo
comprendo bajo esta noble palabra, aquellos ejercicios jimnás-
ticos, que- desarrollan, robustecen i vigorizan el físico, de
manera que se ponga á cubierto de las enfermedades, i que le
suministren el poder suficiente para obrar plásticamente sobro
las sustancias crudas de la naturaleza, convirtiendo los desier
tos en campos cultivados, los bosques seculares en navios, ó
las canteras i matorrales en pueblos i ciudades. Incluiré
también en esta denominación aquel cultivo de la intelijencia
que la habilite para descubrir aquellas permanentes i podero
sas leyes que rijen todos los fenómenos del universo creado,
sea material ó espiritual. Esta faz de la educación es la mas
interesante de todas, por cuanto, si obramos de acuerdo con

(i) Traducción del Profesor D. David Lewis.


— 136 -

aquellas leyes, todas las fuerzas irresistibles de la naturaleza


se hacen aliadas nuestras, nos animan i nos conducen á una
prosperidad i bienestar seguros; pero si obramos con menos
precio de estas leyes, entonces la naturaleza nos resiste, nos
embaraza i nos confunde; siendo tan cierto que ella nos
acarreará tan completa ruina, como lo es que Dios es mas
fuerte que el hombre. I por último; entiendo por la palabra
Educación, un cultivo tal de nuestros sentimientos morales i
relijiosos, que, según sean los designios de la naturaleza i de la
Divina Providencia, produzcan una sujeción ó armonía com
pleta entre todos nuestros apetitos, instintos i sentimientos,
con la voluntad divina.
Amigosmios:—¿No está manifiesto á todas luces, que nin
gún individuo, á no ser que haya tenido algun conocimiento
de las formas inferiores de la educación, puede tomar la di
rección de los negocios de la vida, aun los mas ordinarios i
comunes, sin esponersc diariamente al error i á la vergüenza?
Ademas, la utilidad jeneral del saber i los mas elevados goces
que provienen del descubrimiento i la contemplación de aque
llas verdades de que está lleno tanto el mundo espiritual como
el material, comunican á este asunto una dignidad verdadera i
una elevación sublime. Pero en su oficio de calmar las pasio
nes, que por otra parte nos consumirían ú herirían de muer
te;— en su autoridad pan decir á los turbulentos i sediciosos
instintos de nuestra naturaleza, «¡Paz, estaos tranquilos!» —
en su poder ausiliar para encaminarnos al goce de Ja vida do
méstica, á la comprensión de los deberes sociales, i á la santi
dad de la vida inmortal; -en su doble oficio de ensalzar el
placer que cada uno de nosotros puede sentir en la virtud i eu
la felicidad de los demás, i de engrandecer la felicidad i la vir
tud de todos, de aumentar el fondo del bienestar común;—en
estas elevadas i sagradas prerogativas, la causa de la educa
ción tiene derecho sobre nuestra intelijencia, corazón i fuer
zas, como que es uno de los instrumentos mas eficaces prepa
1

rados por el Creador para la felicidad de sus criaturas i para


su propia gloria.
Tomad un individuo cualquiera, separadle de la masa co
mún, i consideradle solo i aparte;—cual otro Robinson Cru-
soe, perdido en alguna lejana isla del Océano, sin un ser huma
no á su lado, sin esperanza de dejar posteridad alguna,—i bienl
aunen una soledad semejante, cuan poderosas sobre sus ac
ciones i cuan decisivas en sus pensamientos i en su misma
condición, son las lecciones que recibió i los hábitos que con
trajo en la temprana vida! Pero, contempladle enseguida en
tre la bulliciosa muchedumbre; observad la inmensa influencia
que ejerce sobre los demás,— en las plazas del comercio, en los
parajes de recreo, en los altos puestos de la vida pública,—i
reflexionad cuántas de todas estas influencias, ya benéficas ó
malignas, dependen de la educación que recibió, i tendréis otro
criterio i otra norma para juzgar déla importancia de nuestro
tema. Miradle otra vez, no como un ser que viene sin que
se sepa de donde, que baja á la tierra para residir en ella mo
mentáneamente, para hacer luego su éxodo por las puertas
de la tumba, para no ser jamás visto ni oido, i sin dejar sobre
la sociedad mas impresión desús hábitos i costumbres, que el
ave marina en la superficie del profundo, cuando, descendiendo
de entre las nubes, sumerje su pecho en las ondas por un brev e
instante, i remonta en seguida su vuelo hasta perderse de vista
en las profundidades del espacio;— contempladle sino en sus
relaciones con la posteridad, como padre de familia, como un
miembro de unajeneracion que siembra aquellos jérmenes de
la virtud i del vicio, que por muchos siglos producirán benéfi
cos ó venenosos frutos;— consideradle como ciudadano de un
país libre, disponiendo de su influencia ó de su voto á favor de
una ú otra de las balanzas de que dependen la paz i la guerra,
la gloria i la infamia;—contempladle en estas relaciones i con
siderad de qué manera una virtuosa ó viciosa educación tiende
á habilitarle ó inhabilitarle para todas ellas, i tendréis una
— 158 —
perspectiva mas de la importancia del asunto que se ofrece
ahora á nuestras meditaciones. Pero si nos elevamos mas to
davía para estudiarle desde una mayor altura, i si, -olvidando
la terrestre i personal carrera i la vasta esfera de las influencias
sociales, i aquellos actos de la vida que la sobreviven,— fijamos
la vista en las consecuencias que la educación puede tener
sobre nuestro destino inmortal, entonces sí que nos aterra, nos
asombra i nos abruma el pensamiento deque hemos sido crea
dos i colocados en un mundo en que el eterno vuelo del alma
puede hacerse adquirir en su fuga mayor ó menor elevación,
por aquellos que emplumen sus tiernas alas i que desde tem
prano ejerciten su curso. Tal es la magnitud i trascendencia
de este asunto.
Bajo el punto de vista fllosófico, por donde quiera que co
mencemos, i siguiendo el mas rigoroso encadenamiento de cau
sas i efectos, i de antecedentes i consecuentes, encontraremos
que la educación está intimamente ligada á lodo bien i á todo
mal que, como seres mortales podemos desear ú temer.
Si una persona de espíritu intelijente i de corazón benévolo
viera por vez primera á una criatura inocente dormida tran
quilamente en su cuna, i sise le dijera que esa criatura estaba
constituida de tal manera, que todas las coyunturas i miembros
desu organismo podrían llegar á ser el punto do reunión de en
fermedades i de atroces dolores, que su estructura interna era
tal que todos los nervios i fibras debajo de su cutiz habriande
vibrar con una tortura insoportable; que en el interminable
catálogo de desastres humanos,—enfermedades, reveses, ver
güenzas,—no habría siquiera uno solo á que no estuviera es
puesta; que en todo el código criminal de la sociedad i en la
todavía mas vasta leí de Dios, cuya violación trae consigo mis
ma el castigo, no habría crimen que alguna vez no apeteciess su
corazón, i perpetrara su mano; que enía cadavérica hueste de
las pasiones trájicas,—el Temor, la Envidia, los Zelos, el Odio,
el Remordimiento, la Desesperación,—no habria una sola de
— 159 -

estas que no lacerara quizá su alma haciéndola presa de sus


consiguientes catástrofes;— Si el benévolo espectador que yo he
supuesto, viera este cúmulo de males, acechando, asediando i
amenazando á esta débil ó inocente criatura, i como espiando
el momento oportuno para lanzarse sobre su victima i apode
rarse de ella, ¿acaso no seria perdonable en él el deseo de ver
á esa alma recien nacida volverse otra vez segura á la nada?
Pero no podemos volvernos á la nada. No tendremos re-
fujiu en el anonadamiento. La fuerza creadora se ha
puesto en ejercicio. Nuestro primer atributo, —fuente de
todos nuestros demás atributos,—es la inmortalidad. So
mos de naturaleza indestructible. Podremos hacer todo
lo que queramos de nuestra naturaleza i de nuestras faculta
des, pero no podremos anonadarlas. Iremos donde nos plaz
ca, pero jamás podremos librarnos de nuestra propia concien
cia. Desterrados si, podremos serlo del goce de Dios, pero
jamás de su dominio. No hai ni derecho ni poder de espatria-
cion. No hai ningún universo vecino en qué refujiarse. Si
juramos negarle lealtad, esto no pasará de un acto vano, por
que las leyes que nos rijen, no solo nos circundan, sino que
están incrustadas en nosotros mismos, formando parte de nues
tra propia existencia. Seria admisible la posibilidad de tras
tornar todas las cosas, pero jamás podría destruirse la identi
dad de nuestra existencia, cualesquiera que sean las diversas
situaciones en que nos encontremos;— ni eludirla susceptibi
lidad de los dolores, que son á la vez indefinibles por su núme
ro, é indescriptibles por su severidad;— ni enmudecer la con
ciencia, ni impedirle que ejerza su dominio sobre el alma;—
ni sepultar lo pasado en el olvido, ni cambiar una siquiera de
las condiciones de que Dios ha hecho depender nuestra perpe
tua dicha ó nuestra eterna desgracia,—todo esto es imposible.
Nos ha sido dada una personalidad, mediante la cual se refle
jan irremisiblemente en nuestra conciencia, todas las sensa
ciones, todas las emociones i todas las resoluciones. . >• nos
- 160 —
ha dado la identidad, en virtud de la cual, por muchos que
sean los siglos que vivamos, todo nuestro ser se resuelve en
una unidad. Ahora bien! sean bendiciones ó maldiciones las
que merezcamos, son estas las condiciones indispensables bajo
las cuales hemos de vivir; porque las tenemos asignadas por
unalei superior al destino mismo,— por la lei de Dios.
Si alguno de esta reunión sufriese un naufrajioenuna isla
desierta,— sin un ser humano á su alcance— ¿no seria su pri
mer acto subir á la primer colina para esplorar suposición?
¿No procuraría inmediatamente columbrar los peligros i los
recursos de que estuviera rodeado? I si la razón, ó aun, un
discreto amor propio constituye un atributo de nuestra natura
leza, ¿es por eso menos deber nuestro,— sabiendo que hemos
entrado i estamos en una interminable existencia,— encontran
do que estamos engastados i organizados con ciertas facultades
i susceptibilidades, de suerte que nos vemos forzados á gozar
el placer ó sufrir el dolor, i que la neutralidad entre el bien i
el mal esimposible,—¿es por eso, repito, menos deber nues
tro, i aun interés, mirar á nuestro alrededor i dentro de noso
tros mismos, i en suma ver quó nos conviene mas hacer con
esta naturaleza i con estas facultades? ¿No debiéramos averi
guar qué poderosas fuerzas de la naturaleza i de la Providencia
nos arrastran consigo, i cuáles son las tendencias i direcciones
de sus corrientes? ¿Qué partes del gran sistema pueden adap
tarse á nuestra felicidad i cuáles á las que nosotros debiéramos
adaptarnos?
En presencia de semejante cuestión me encuentro horro
rizado. ¿De qué lado debe abordarse su inmensidad? ¿Habla
ré de los principios sobre los cuales debiera organizarse un
sistema de educación; ó de los medios i recursos por los cuales
debiera administrarse, en contraste con la ausencia de todo
plan fundamental? Desde el Capitolio donde se sanciona la
lei soberana, i desde donde se promulga hasta el distrito esco
lar i el hogar doméstico,— en los cuales han de manifestarse los
- 161 -
grandes resultados de aquella lei en una mas próspera, mas iu-
telijente, mas virtuosa, i por cierto, mas dichosa jcncracion
de hombres i mujeres,—interviene ua espacio enorme; — ¿sobre
cuál de los muchos eslabones de la cadena que une estos dos
eslremos debo discurrir?
Me atrevo, amigos ruios, á solicitar vuestra atención en este
momento, mientras procuro poner de manifiesto algunas de las
relaciones que nos ligan á la causa de la educación, por el he
cho de ser ciudadanos de una república; i de allí deducir algu
nas de las razones que, dadas nuestras instituciones políticas,
constituyen la educación especial de la jeneracion naciente, el
mas alto deber de la jeneracion actual.
Es una verdad incontestable que las instituciones libres
multiplican las enerjias del hombre. Un cuerpo encadenado,
no puede hacer gran daño; un espíritu embotado no lo hará
mayor.
Bajo un gobierno despótico, las facultades intelectuales se en
torpecen i se paralizan; bajo el gobierno republicano arden con
llama intensa i se desarrollan con desenfrenada impetuosidad.
Bajo el primero, su accioné influencia son limitadas; bajo el
último, tienen espacio amplio, el campo libre, i pueden elevar
se á ia gloria ó hundirse en la ruina. Donde la ignorancia es
universal, no puede haber ideas tan estravagantes sobre el de
recho, como puede haberlas en una comunidad regularmente
ilustrada;! las consecuencias falsas á que se ha llegado por el
raciocinio, son infinitamente mas fatales que los impulsos de
la ceguedad.
A fin de demostrar la necesidad de la educación bajo el go
bierno qae tenemos, no me empeñaré en aducir pruebas de la
historia de otras repúblicas. Semejantes argumentos oslan ya
gastados. Ademas, hai tantos puntos de diferencia entre
nuestras propias instituciones políticas, i las de todo otro go
bierno titulado libre que haya existido jamás, que los adver
sarios al demostrar la falta de analojia entre los casos que se
- Í62 -
presentan á su consideración, niegan ó eluden perpetuamente
la fuerza de nuestro reaciocinio.
No rae propongo, pues, en esta ocasión, aducir como prue
ba lo que ha sido verdadero únicamente en los tiempos pa
sados, si no lo que es verdadero actualmente i ha de serlo per
petuamente. No me apoyaré en lo que ha sucedido, sino en
la naturaleza misma délas cosas; i fundaré mis argumentos,
menos en la historia, que en la humanidad.
Ahora bienl no se puede negar que poseyendo ciertas facul
tades superiores,—comunes á todo el jénero humano, —cuyo
perfecto cultivo nos elevará á rejionesde prosperidad i de gloria
jamás antes conocidas,— poseemos también ciertas facultades
inferiores ó instintos. —igualmente comunes;—cuya indebida
satisfacción conduce inevitablemente á la tribulacio::, á la an
gustia i ala ruina. Losintintos á que me refiero parecen ser
indispensables para nuestra existencia temporal, i estando con
tenidos en sus justos límites, promueven nuestro bienestar;
pero que ultrapasando esos límites, acarrean la deshonra, la
infamia, la locura i la desesperación. Como siervos son indis
pensables; como amos, no solo atormentan, sino que tiranizan
también.
Ahora bien! los gobiernos despóticos raquitisan i atrofian las
facultades de hacer el bien, tanto como las de hacer el mal;
pero bajo un gobierno republicano, por el mero hecho de ser
libre, desenfrena su velocidad i da impulso á sus fuerzas. Se
ha reprochado con razón á los despotismos, que encadenan,
mutilan i casi estingucn las mas nobles facultades del alma hu
mana; pero este tiene también su contra, que es necesario esta
blecer á favor de aquellos; -circunscriben las facultades de
hacer el mayor mal, así como las de hacer el mayor bien.
Mi proposición, pues, se reduce simplemente á lo siguien
te: —Si las instituciones republicanas suscitan enerjias jamás
antes vistas en la masaentera del pueblo, i les concede instru
mentos de poder nunca antes vistos con qué elaborar su volun-
- 163 -
tad, luego estas mismas instituciones debieran también otorgar
á ese pueblo una sabiduría i rectitud jamás antes conocidas. Si
estas instituciones dan mayor libertad de impulso al orden infe
rior de las facultades que constituyen el entendimiento huma
no, entonces deben dar también un control mas autoritativo i
una dirección mas hábil á las mas elevadas facultades de
aquel. Si multiplican las tentaciones, también deben dar
fuerza para combatirlas i resistirlas. Si estimulan la actividad
i ensanchan la esfera de los apetitos i do las pasiones, deben
por lo menos establecer en igual grado la autoridad i estender
la jurisdicción de la razón i de la conciencia. En una pala
bra, no debemos aumentar las fuerzas que activan las pasio
nes, sin aumentar al mismo tiempo las que las regulan i en
caminan al bien.
Si sostenemos instituciones que nos ponen en contacto inme
diato con nuevos é inauditos poderes, sin tomar las medidas
correspondientes á fin de gobernarlos, hemos de perecer por
los mismos instrumentos que se han preparado para nuestra
felicidad.
Tantas veces se ha constatado la verdad de que no existe se
guridad para una república fuera de la moralidad i de la ilus
tración, que su repetición en este lugar, apenas parece adecua
da. Pero como las bendiciones 'verdaderas se fundan en
verdades permanentes, la observancia continua de la verdad,
es la condición del goce continuo de las bendiciones. Sé que
se nos amonesta frecuentemente que sin la intelijencia de la
virtud como itinerario i brújula para dirijirnos en nuestro em
pírico viaje político, hemos de zozobrar en la primera tormen
ta; pero yo me atrevo á decir que sin estas cualidades, no he
mos de esperar la borrasca, —hemos de naufragar en calma.
Iremos á pique aun estando el mar llano i terso como un espe
jo, porque vogamos en una embarcación de piedra. Si estas
cualidades no penetran en el corazón i en la cabeza de todos, si
no se apoderan de ellas, no solo desaparecerán las instituciones
— 164 —

republicanas de entre nosotros, sino que las voces, Prosperidad


i Dicha, llegarán á ser anticuadas. Todo eslo puede compro
barse, no solo con ejemplos sacados de la historia, si no por la
constitución misma denuestra naturaleza. Hemos sido crea
dos i dados á luz con un conjunto de pasiones i propensiones
innatas i orgánicas, que un gobierno libre estimuh i vigoriza,
i que, si no fueran sofrenadas i domadas por nuestro actual dis
cernimiento de las eternas leyes de la justicia,— tan claro como
podemos ver el sol en el cielo,—i por nuestra actual conciencia
del soberano sentimiento del deber,— tan clara como la tenemos
de que la tierra existe debajo de nuestros pies,—nos arrastra
rán á gran carrera á rejiones abundantemente pobladas del
mal bajo de todas sus formas.
Los teólogos, los moralistas i los metafísicos,—casi sines-
cepcion, —consideran al ser humano como estraordinariamentc
complejo en su constitución mental ó espiritual, asi como en
su organización física. Le miran como un ser que tiene una
pluralidad de instintos i sentimientos, á pesar de estar reuni
dos é incorporados en un solo individuo. Por eso en todas las
discusiones ó investigaciones sobre la naturaleza del hombre, la
analizan ola subdividen en diferentes clases de poderes ó fa
cultades.
Primero hai encada uno de nosotros una conciencia i una
convicción de nuestra responsabilidad ante Dios, que establece
una relación moral entre nosotros i nuestro creador; i que, —
auncuand; pudiésemos llamar nuestros á todos los esplen
dores i la grandeza del universo, i fuésemos arrullados i
hechizados por todas sus bellezas i armonías,— desterrará
para siempre de nuestros pechos todo verdadero reposo, si
nuestra naturaleza i nuestra vida no están en armonía con la
voluntad divina. Estas facultades tienen por objeto su crea
dor infinito ; i nunca pueden ser supremamente felices, á
menos de ser templadas á propósito para estar en perfecta
concordancia con todas las notas en los celestiales signos de
amor i de alabanza.
- 465 —

Por otra parle existe un conjunto de facultades denominadas


sociales ó simpáticas, de las cuales, la mas conspicua es la be
nevolencia ó filantropía;— sentimiento que hace latir misterio
samente el pulso i crisparse los nervios á la vista de los dolores
i penalidades ajenas, aunque en aquel momento sea completa
nuestra salud i risueña nuestra fortuna. ¡Qué cosa tan bella i
sorprendente es, estando uno tranquilo en el seno de la familia
1 rodeado de amigos i de niños, — cosa que no se veia siquiera
en el Paraíso, — que la bistoria de la idolatría en las lejanas is
las del Pacífico, ó la narración de cómo se consumen en las ho
gueras las viudas de los Indus en la parte antípoda del globo,
entre un pueblo que nunca hemos visto i nunca veremos, tras
pase nuestros corazones como puñalada! ¡Cuan gloriosa cali
dad de nuestra naturaleza es que la historia de algún mártir
ó héroe que selló noblemente con su vida la causa de la ver
dad;— aunque su polvo baya sido ya el ludibrio de los vientos
por mas de veinte siglos, —nos transporte en éxtasis i en sen
timientos tales de admiración, que deseemos ardientemente
haber estado en su lugar i haber padecido todos sus sufri
mientos ; i que nos encontremos arrastrados i enaltecidos aun
involuntariamente por tan noble pasión, que la forma mas
terrible de la muerte, siendo santificada por una causa digna,
parezca tan bella como lo es para el novio su desposada !
Existen también esos sentimientos íntimos, esa estrema
solicitud de los padres para con sus hijos, de los parientes en
tre si, i la apasionada pero pura afección de los sexos, que nos
adaptan para los deberes i los encantos de la vida doméstica.
Aún ese indefinido apego á nuestros semejantes, que une á los
hombres por asociaciones fraternales, es tan fuerte, que mira
mos á los hermitaños i misántropos como Jocoso medio mons
truos. La esfera de estos sentimientos está alrededor i de
lante de nosotros,— la familia, el vecindario, la patria, la raza
i la posteridad.
I por último allí existe la parte egoísta de nuestra natura
— 1GG -

leza, que consiste cu un enjambre de apetitos viles, —horda


de instintos maléficos, — cada uno de los cuales, por su pro
pia naturaleza, son sordos á la voz de Dios, desdeñando el
bienestar de los hombres,— ciegos, despiadados i ateos; —
siendo todos de la misma jauría, empeñados en satisfacer sus
deseos i prontos á vender el cielo i la tierra para saciarse.
Todos tenemos ideas mas ó menos exactas de lo que son los
animales de presa i las aves de rapiña ; pero ni entre los ca
chorros de la guarida del león, ni entre los polluelos del nido
del buitre, se encuentran bandidos comparables con aquellos
que pueden criar ios apetitos é instintos que todo ser humano
trae consigo al mundo. Siento no poder hablar de esta parte
ilfi nuestra naturaleza, de una manera mas halagüeña, pero
pronunciar algo que los hechos no garantan, seríalo mismo
que cambiar ¡os anales de la verdad por un cántico de Dalila.
El primero de estos instintos animales, es la simple necesi
dad de la nutrición. Este apetito puede ser mui caballerezco
i fino. No tiene nada que sea necesariamente incompatible
con el decoro i la buena crianza, ó con el concienzudo cum
plimiento de todo deber privado i público. Guando está de
bidamente satisfecho i sofrenado, suministra oportunidades, —
en lamesn, á laque asiste la familia i donde prevalece la hos
pitalidad,— para disfrutar muchos de los placeres domésticos
i el deleite de la sociabilidad. Pero miles de personas pere
cen sin haber tenido jamás la oportunidad de conocer ó ponde
rar su temible fuerza. Deteneos i pensad en lo que ha lle
gado á ser actual i frecuentemente este apetito, cuando, asu
miendo las formas cadavéricas del hambre en una plaza sitia
da, ó en un pueblo apestado, obliga á los vivos á alimentarse
de la carne arrancada á los miembros de los muertos. ¡ Con
templad ese bote descubierto pugnando i luchando con las
ondas en las espantosas soledades del Océano ; lleva la tripu
lación de un navio naufragado ; han logrado salvar la vida
apenas, pero han transcurrido dias i días sin adquirir ni un
— 167 -

bocado de alimento ni una gola siquiera de agua para mitigar


las torturas del hambre i de la sed. Primero derramaron lá
grimas como compañeros de sufrimiento,— entonces juntos
oraban como hermanos en Cristo; perchó aquí que se cs-
tingue ¡a amistad i se ahoga la oración, porque el hambre se
ha convertido en Caníbal, insinuando propósitos horribles i
proponiendo la suerte fatal que lia de apaciguar la sed de unos
con la sangre de los otros ! Contemplad todavía la desolación
causada por este apetito en sus otras i mas familiares, aunque
no menos horripilantes formas; — figuraos los estragos que
hace en la China, donde millares perecen anualmente pur el
opio ; en Turquía, donde la pipa mata mas que el garrote ; i
los gólgotas de la Intemperancia en Irlanda, (*) en la vieja i
en la nueva Inglaterra. Ahora bien, los elementos de este
apetito son comunes para todos nosotros ; i ningún ser huma
no que no haya sido tentado, puede decir lo que haría ó no
haría si estuviera en la plaza sitiada, ó en el desamparado
bote, juguete de las ondas oceánicas. Las sensaciones que
pertenecen á este apetito residen en las estremidades de unos
cuantos nervios, — llamados por los anatomistas papillas, —
situadas entre la lengua i la garganta ; i sin embargo, se fun
da en las necesidades de este estrecho recinto, el cultivo do
millares de huertos, vinas i jardines, la labranza de inmensos
campos eriales, el escrutinio de las selvas en busca de caza,
la pesca en los mares i la cria de ganado en innumerables va
lles i colinas. Se rehinchen los graneros, se rellenan las
bodegas i los lagares salen de madre para satisfacer este ins
tinto por el alimento. ¡ I qué de sufrimientos i peligros,
cuánta esclavitud europea i africana entro los ignorantes! qué
de ciencia epicúrea entre los instruidos tiene su origen i su iin

(') En el tiempo en que esto se eacnljió, re -i.vi e:¡ip.;zab.i la reden


ción de la Irlanda por el Padre Mathcw.
— 168 —

en este solo apetito ! Hubo un tiempo en que las frescas aguas


del manantial i las deliciosas frutas de la tierra satisfacían sus
necesidades ! Ahora, siempre que se tienda la mesa, habrá
necesariamente montones de viandas i vino en arroyuelos !
¿Cuántos disparates i maldades no arrastra á cometer esta pa
sión á los hombres, por otra parte racionales i religiosos?
¿No hemos visto todos acaso, hombres que pedirán la bendi
ción de Dios sobre los manjares con que una Providencia pa
ternal ha cubierto su mesa diaria,— que rogarán á Dios que
los nutra i fortifique, participando de las provisiones de aque
lla,— i que luego se sentarán para rellenarse de todo hasta
reventarse casi t Tan difícil es satisfacer los refinamientos de
este apetito, como lo es saciar su grosería. El romano Api-
cio, con su oro proveyó su mesa de un plato compuesto de
miles de lenguas de ruiseñores ; un déspota, con su poder,
destila la felicidad de mil esclavos para fabricar una gota deli
ciosa á su paladar. Este apetito, pues, apesar de consistir sola
mente en unas cuantas sensaciones, en las regiones de la gar
ganta i de la lengua, es un crisolen que pueden disolverse los
tesoros del mundo. ¡ Observad al epicúreo, al ebrio,— hom
bres que afectan una soberbia indignación si ponéis en duda
que son seres racionales :— Vedlos vender amigos, familia i
honra, cuerpo, alma i bienes, á fin de agradar un espacio que
no alcanza á dos pulgadas cuadradas del interior de la boca !
¡ No necesitamos alguna nueva forma de espresion, alguna
sola voz por medio de la cual podamos condensar en un mo
nosílabo lo que significan diez mil imbéciles !
Tomad otra de estas necesidades animales,— la del vestua
rio. ¡ Cuan insignificante parece, i sin embargo, hasta qué
punto puede llevarse el exceso ! ¡ Qué sacrificios exije ! ¡ Qué
locuras i crímenes no nos induce á cometer ! ¡ Comparad el
primer traje de hojas de higuera con la publicación mensual
de las modas de Londres i Paris !
Nuestros primeros padres comenzaron por un vejetal,— tra-
— 169 -

je verde, arrancado del árbol mas cercano, - i fueron sus pro


pios modistas. Hoi dia les pregunto cuántos campos se cul
tivan para lienzo, el algodón i la seda ? ¿ Cuántas clases de
animales se domestican ó se cazan bajo el Ecuador ó por los
Polos, en el Océano ó en el aire, para que sus pieles ó sus plu
mas suministren materiales para nuestro ropaje ! i Cuántos
buques surcan el Océano trayendo i llevando mercancías 1
i Cuan poderosas máquinas se ponen en movimiento ; cuán
tos depósitos se rehinchen por la opulencia de sus mercan
cías,— todo destinado á suplir nuestra demanda de vestuario !
Ni se pueden asignar límites de ninguna especie á los refina
mientos i gastos, á los fraudes i crueldades que pueden pro
venir de esta clase de negocios. Las exijencias de esta pro
pensión, semejantes á las de la anterior, si se les da rienda
suelta, aumentan hasta el infinito. El príncipe austriaco Es-
terhazy visitó hace tiempo las varias cortes de Europa vestido
con una túnica que costó 500,000 duros, i cada postura le cos
taba de quinientos á mil pesos. I todavía, á no dudarlo, si él
no hubiese advertido que sus recursos estaban casi agotados,
se habría presentado mas ricamente vestido i con ropas inte
riores análogas ! Ni es esto todo lo que se funda en las sensa
ciones del cútiz, cuando el termómetro marca mucho mas
abajo i mucho mas arriba de sesenta i cinco grados, el abrigo
es absolutamente necesario; i cuánto mármol i granito se
estrae de las canteras .- cuántas masas de barro se amasan, se
modelan i se cuecen para hacer ladrillos ! cuántos bosques
majestuosos saltan de su lugar i mudan de posición para con
vertirse en aldeas, ciudades i templos para llenar las como
didades del hombre ! I á pesar de todo lo que se ha hecho
bajo la presión de este apetito, ¿quién, pudiendo satisfacer
sus deseos, quedaría contento con la casa en que vive, el
templo en que adora, ó la tumba en que espera descansar
para siempre?
Por otra parte ; hai estaciones del año, en que la vida de
- 170 —

los vegetales se suspende, en que los cereales i la viña ya no


hermosean los campos, i en que las huertas no se doblan bajo
el peso desús frutas, llai también la época de la infancia, en
que no podíamos estender la mano para cojer los mas ricos
productos de la naturaleza, aunque con toda jenerosidad los
esparciera espontáneamente á nuestro alrededor; hai tam
bién la estación de la vejez con las dolencias que la acompa
ñan, cuando nuestro exhausto físico ya no puede pr. curarse
las necesidades de la existencia. Ahora bien, á íin de que en
el verano podamos proveer para el invierno,— á un de que en
el vigor de nuestra edad ahorremos para la imbecilidad do
nuestra vejez i el desamparo de nuestros niños, —hemos sido
dotados por nuestro Creador do un instinto de adquisición i
acumulación; — ó de un deseo, para servirnos de la esprcsion
vulgar, de hacer provisiones para el mal tiempo. Asi, pues,
antes de nacer nos fue dada una predisposición ó adaptación
menta! previa, para aquellas necesidades que debieran surjir
después, precisamente lo mismo que fue adaptado el ojo para
que la luz lo iluminara, antes que se hubiera abierto todavía
á los espacios llenos de los soberbios esplendores del Sol.
Observad este instinto ciego, el amor al lucro,— tal cual se
manifiesta aun en la infancia. Una criatura, al principio, no
tiene la idea de que haya otro dueño que ella misma, de todo
el Universo. Todo cuanto le agrada se lo apropia inmediata
mente. Sus deseos forman sus títulos de propiedad i contra
tos de compra-ve:ita. No pregunta de quienes el jardín en
que creció la fruta, ni quien fue el buzo que pescó la perla.
Llevadla por un museo ó un mercado, i pide en lenguaje per
fectamente iutelijible, aunque sea inarticulado quizá, todo
cuanto haya llamado su atencio;.\. Todo su Código de dere
cho, sea civil ó criminal, — omne ejus corpus jiiris, — consiste
de dos palabras •. «Lo quiero.» Si la vela le gusta, la pide; si
le gustan el arco iris i las estrellas, las pide también.
I ahora, ; cómo esto instinto ciogu estralimita los objetos
- 171 -
para los cuales nos fue dado ! No contento con la competencia
de medios, i desdeñando los pequeños ahorros de la industria
honrada, se convierie en una avaricia rapaz que no se sacia
nunca. La maldita sed del oro ha dado oríjen á las felonías i
fraudes del comercio i á los mas abominables cuanto piadosos
fraudes de la Iglesia, a! puñal del asesino, á los felinos pasos
del salteador eu torno del lecho nocturno, á los asesinatos del
pirata, al pillaje de ciudades i al saqueo i cautividad délas
naciones. Hoi dia aun en comunidades que se intitulan cris
tianas, ¿nohai,por ventura, hombres que aguijoneados por
esta pasión, equipan buques para cruzar el Océano,— no para
llevar las gloriosas luces del Evangelio á pueblos paganos, sino
para caer, envueltos en un torbellino de fuego i de ruina, so
bre indefensas aldeas, para cautivar hombres, mujeres i niños,
i para transportarlos por medio de los horrores de una nave
gación ecuatorial ¡sofocante,— donde sus gritos de agonía i de
desesperación ahogan i enmudecen la violencia de !a tormenta,
— á fin de condenar á los desdichados á una esclavitud férrea,
para cargar cadenas i para legarías á su posteridad; — i todo
esto se perpetra i se permite porque la sangre i las lágrimas
humanas pueden transformarse en oro en las hornazas de una
alquimia semejante! lié aquí el poder inexorable de la avari
cia en tierras que se dicen cristianas, á la vista de las cúpulas
de los templos de Dios, que apuntan cual índices al cielo, pero
que si la verdad tuviera sus emblemas adecuados, esas cúpu
las debieran estar vueltas hacia abajo para indicar el inlierno.
No os sorprendáis, amigos mios, de estas lejanas atrocida
des. ¿No se encuentran acaso entre nosotros mismos, mons
truos que condenan sus propios hijos á la esclavitud por el
dinero que pueden ganar? ¿que reducen á efímeras monedas,
no solo la salud de los hijos de sus entrañas, sino que convier
ten en mezquinas ganancias su inmortal capacidad de inteli
gencia i de virtud? ¿No hai otros que en casa, en las reunio
nes municipales, en las asambleas escolares, ganan todas las
— 172 -

victorias de la ignorancia levantando al cielo el grito de los


gastos? ¿No se hallan entre nosotros hombres de riqueza su -
pérflua, quienes darán su voto contra una pizarra mural para
una escuela, porque las repisas cuestan un chelín i la pintura
seis peniques! Mas todavía ¿no se ven hombres de alta inteli-
jencia, de talento preparado para pasar en revista á pasos ji-
gantescos todas las estrellas en el firmamento del saber, ab
sortos i ahogados en la vil persecución del lucro? I si por
acaso se pierden algunos de sus cofres superfinos, se enloque
cen ;— [ qué imbéciles !— i jimen i se atontan en las soledades
.de un manicomio, porque tienen que contentarse con poco
menos equipaje, mueblaje ó vestuario ! Semejantes locuras,
pérdidas, crímenes, prueban á qué infinita rapacidad puede
llegar el instinto de la adquisición !
Por otra parte, existe el sentimiento natural del amor pro
pio ó de apreciación de si mismo ;— el que siendo exesivo, se
llama vulgarmente egoísmo. Esta tendencia innata, comu
nica á todo individuo la creencia de que en si i por sí, él es
lago notable é importante. Este instinto nos fue dado á fin tío
que incorporado á nuestros actos, infunda dignidad i nobleza
de conducta; para preservarnos ahora i siempre de todo lo
que pueda rebajar ó envilecernos, aun cuando tuviéramos la
seguridad de que nadie mas en el Universo lo sabia ó lo supie
ra jamás. Porque, cuando un hombre verdaderamente hono
rable, uno que se ha dado cuenta exacta de los nobles talentos
de que Dios le ha dotado i de su propio deber de aprovechar
los,— cuando tal persona está asediada por una vil tentación, i
el tentador le insinúa suavemennte,— apuedes cometerlo, pue
des ceder, por que en esta soledad é impenetrables tinieblas,
nadie sabrá jamás tu momentáneo desliz,»— contesta indigna
do,— apero yo mismo lo sabré.» Si este edificante i morali-
zador instinto no existe en mayor ó menor grado, si no obra
concierta eficacia, ningún hombre puede presentarse erguido
entre tantos millones de sus semejantes, siendo uno con otro
— Í73 —

su igual por las leyes de la naturaleza. Sin esto, cuando se


contemplan las sublimidades de la creación,— la catarata, la
montaña, el Océano, la temible magnificencia de los cielos
á media noche, ó cuando se piensa en el poder i las perfeccio
nes de Jehová, — cada uno colocaria la mano en la boca i esta
en el polvo para nunca mas levantarse.
Pero esta propensión común, como las demás, es capaz de
cometer infinitos excesos. Su espansibilidad i exorbitancia
no tienen límites. Guando se ejerce con intensidad, parece
poseer un poder creativo. Convierte la vaciedad en plenitud.
No solo revela en su poseedor un amor propio enteramente
invisible para Jos demás, sino que tanto sale de madre con
arrogancia i orgullo, que atribuye una exelencia á todo loque
le pertenece ó se relaciona con él. El tirano Jessler colocaba
su gorro en un palo i mandaba á sus subditos que le rindieran
homenaje. Aquel habia adquirido alguna virtud por el con
tacto con su cabeza, que le daba mayor importancia que á una
nación de hombres libres. Dicese de uno de los actuales du
ques británicos, que dará mil libras esterlinas por un solo li
bro inservible, por algún mármol ó guijarro antiguo, con tal
que sea conocido por ser el único de su clase que existe,—
sin igual,—de manera que su orgullo pueda hacer resonar su
trompeta en los oídos de todo el jénero humano, con respecto
á este viejo libro, ó mármol ó guijarro, diciendo : — atengo lo
que no posee ningún otro, i soi superior al resto de los seres
humanos. » Constable estaba tan engreido con el supuesto ho
nor de ser el editor de las novelas de Sir Walter Scott, que, en
uno de sus paroxismos de orgullo, esclamó con un juramento—
«Poco me falta para ser el autor de las novelas de Waverley!»
En efecto, estuvo tan cerca de serlo, como el tipógrafo que las
imprimía. Este sentimiento es el que hace, al que mueve
los fuelles del órgano, apropiarse los aplausos llovidos sobre el
músico, i al sirviente del héroe, confundirse con su amo. Es
esta propensión la que hace á un hombre estar orgulloso de sus
— 174 —

antepasados que murieron siglos antes que él hubiera naci


do, — orgulloso de la ropa que nunca tuvo el injenio suficiente
para hacer, mientras que desdeña al sastre por cuya superior
habilidad fue hecha,— i orgulloso de poseer un caballo que
recorre al trote una milla en tres minutos, aunque la honra
de su lijereza pertenece infinitamente mas al estanciero que le
crió i al domador que le educó, i aún al caballerizo que le
cuiíla, que al susodicho caballero, que se sienta en los cojines
desu tílburi, i que no hace masque darle riendas! Otras
propensiones egoístas nos inducen en los mas caprichosos erro
res, ilusiónese imposturas, i nos convierten en bribones é im-
bi'-ciles; pero es el entumecimiento de la vanidad, mas que
toda otra cosa, lo que nos hincha, haciendo de nosotros una
farsa infinita.
.Me queda tiempo solamente para mencionar una de este
urden inferior de las facultades humanas, el amor Je la apro
bación. Como el amor propio, debidamente llamado así, nos
hace desdeñar i rechazar toda comportacion indigna, aun
cuando estemos solos;—asi, el deseo racional de obtener la
buena voluntad de los demás, nos estimula á ser jenerosos,
magnánimos i perseverantes en el cumplimiento de nuestros
deberes sociales. Es un fuerte motivo ausiliar, — útil como
impulso, aunque fatal como guia. Pienso que por acuerdo co
mun del jénero humano, los aplausos del mundo por la con
ducta virtuosa ocupan el tercer rango,— siguiendo inmediata
mente á las sonrisas celestiales i á la aprobación de la con
ciencia.
En este país, los empleos públicos son la moneda corriente
con que el amor de la aprobación paga i recibe sus deudas.
Los empleos en los Estados Unidos son un compromiso legal,
porque nadie los rechaza. Pero si asume un carácter impe
tuoso é insaciable, si de un instinto subordinado llega á ser
una pasión dominante i tiránica, trastorna el orden moral i
antepone los aplausos del inmi'lo ;'i las recompensas de la
— 473 —

conciencia i á la aprobación de Dios. La victima de esta pasión


usurpadora encontrará las doctrinas de la verdad revelada en
las opiniones prevalentes de la comunidad en que reside ; i las
doctrinas de la verdad política, eri la mayoría de votos de la
última elección, — modificadas por la probabilidad de un cam
bio antes de la próxima. Bajo su iníluenci;i, — la intelijencia
urdirá toda clase do fraudes, i la lengua toda especie de men
tiras, á íin de cegar i seducir á una mayoría del pueblo ; pero*
si e.-a mayoría fracasara, su pobre esclavo se verá obligado á
abandonar el partido antiguo i á probar fortuna con uno
nuevo.
Existen otras propensiones orijinales é innatas, que no pue
den discutirse propiamente en una reunión como esta. Su
acción dentro de ciertos límites, es necesaria á su propia con
servación i á la preservación de l;i raza ; una descripción de
MIS excesos baria empalidecer ;'i todos los rostros i desanimaría
;'i iodos los corazones.
Ahora bien ! toda esta tribu de instintos tiene unas cuan
tas verdades jenerales que le pertenecen. A pesar de existir
con diferentes grados de intensidad en diferentes individuos,
?on sinembargo, comunes á toda la raza. Puesto que son
necesarios á la propia conservación, casi todos los seres hu
manos están dotados de ellos ; i toda persona que no participe
de sus elementos, puede considerarse bajo este respecto, anti
natural i condenada á privaciones. Como son necesarios para
la propagación de la raza, debe suponerse que existirán siem
pre, 6 por lo menos, mientras dure la constitución presente del
hombre ; i que todos los progresos que se hacen en el gobierno,
en las ciencias, en la moral, en la fe i en todo lo que constituye
la civilización, producirán sus santos efectos, no para estirpar
aquellos instintos, sino para dominarlos i reducirlos á la suje
ción de las leyes divinas i sociales. Como tenemos una natu
raleza moral á la que Dios apela para ordenarnos amar i obe
decer su santa voluntad ; como poseemos una naturaleza social
— 176 -

que despide de nuestros corazones una corriente circulante


de simpatía que circunda i penetra las almas de nuestros hijos,
parientes, amigos i relaciones ; que reúne en un solo cauce
nuestros placeres i penas, i los de ellos ; asi, pues, por estas
propensiones, estamos unidos como por medio de una co
yuntura artificial á esta vida terrestre i á este mecanismo de
cosas materiales.
Por otra parte, cada una de estas propensiones se relaciona
al conjunto de su especie, i no á ninguna cantidad de ellas,
definida i proporcionada ; —así como el apetito de un lobo ó de
un buitre se adapta á la sangre de todos los corderos i cabri
tos, i no meramente íi la sangre de algún número determinado
de estos. También cada una de ellas es ciega á todo lo que no
sea su propia satisfacción ; no estando dominadas, salen de sus
limites, se apoderan de sus objetos, se sacian de ellos i arros
tran todas las consecuencias sin detenerse en sacrificios. Cada
una de ellas es tan vasta como un abismo, insaciable cuando
se trata de satisfacerla ; consumiria todo cuanto se haya crea
do en beneficio de todos, i luego pondría en apuros á la Omni
potencia misma para ofrecerle nuevos placeres en que pudie
ra encenagarse. ¿Se dio jamás por satisfecho algún verdadero
epicúreo, mientras tuvo conocimiento de que habia alguna
delicadeza de que no habia gustado ? Serian pocos los cedros
del Líbano para construir un edificio ó mausoleo tan vasto como
los deseos del hombre que no los sujeta ; ni podrían suminis
trarse sus vestidos, aun cuando tuviera á Damasco por depó
sito. Ha habido miles de hombres cuyos cofres estuvie
ron literalmente llenos de oro, ¿ pero dónde hubo un avaro en
cuyo corazón no hubiera lugar para mas cofres? Se hizo en Ale
jandro de Macedonia el esperimento de si el amor al poder
pudiera satisfacerse por la conquista de todas las naciones
de la tierra. Al principio no lloraba por la conquista del
mundo ; fue solamente después de conquistar una nación que
lloró por subyugar las demás. La ambición de Napoleón
— 177 —
jamás ardió con tanta violencia, como cuando se escapó
de la isla en que estaba prisionero, para volver á escalar
el trono de la Francia, aunque se dice que las guerras en que
se habia empeñado hasta entonces, habian costado á la Euro-
ropa cerca de cinco millones de vidas. Pero la sangre de cin
co ó de quinientos millones, la destrucción de un continente, ó
de una constelación, de una zona ó de un zodiaco, no habrían
sido nada para apaciguar su sed de poder i de fama.
1 asi sucede con todos los instintos ó propensiones. Su
objeto debe ser obtenido, aun cuando asesinaran, como Ri
cardo, á dos niños varones, ó como Herodes á todos los niños
menores de dos años. La vanidad construyó las pirámides de
Ejipto i los túmulos mejicanos. Los apetitos guiaron á los
Godos i á los Vándalos al delicioso Sud. La avaricia enjendró
el trauco de esclavos. I así las demás atrocidades, — la Bas
tilla, la Inquisición, el Harén, — todas ellas nacieron del mis
mo tronco. I aun cuando parezcan pequeños nuestros cuer
pos i ocupen tan poco espacio, todavía, aguijoneados por estos
instintos, son capaces de producir ramas jigantescas, todas
cubiertas de racimos de abominaciones.
Nuestras propensiones no tienen relación alguna con la ra
zón ó ia conciencia. ¿Oísteis jamás á dos personas conversar
acerca de un tercero, cuya ruina é infamia estaban de acuerdo
en que provenia de su inmensa fortuna, ó de las oportunida
des de satisfacer sus pasiones, sin agregar en el acto mismo en
que hablaban el poder irresistible de la tentación sobre él, á
punto de que ellos se espondrian de buena gana al mismo peli
gro? Este es el lenguaje de todos los instintos. Están dispues
tos á arrostrar todo peligro, ya sea de salud ó de carácter, de
tiempo ó de eternidad. Esto esplica cómo algunos hombres que
todavía no están completamente pervertidos,— hombres que
reconocen su responsabilidad ante Dios, i sus obligaciones ante
la conciencia, —pero á quienes dominan i tiranizan los instin
tos,—esto esplica, digo, cómo semejantes hombres, cuando
— 178 —

los estimulan i los hieren los aguijones cíe los apetitos, quieren
verse libres desús mejores atributos, á íin dcdaí rienda suel
ta alas pasiones, sin remordimiento de conciencia ó temor do
castigos. Esa depravacioa humana que ha hecho hasta
aquí la historia de nuestra raza, parecida á los trenos del Pro
feta,—recuerdo de lamentos, de lutos i do penas,—se lia abierto
paso por. en medio de esas propensiones ; i si no se cambian
4a sustancia i organización misma de la naturaleza humana,
con el desraigamiento do estos instintos, esa depravación que
producirá en mayor ó menor escala un futuro parecido al pa
sado, derramará por los mismos canales sus atrocidades i
agonías !. . . . Tales, pues, son nuestras inclinaciones latentes
al mal,— prontas todas á desarrollarse, si alguna vez se ausen
taran las restricciones de la razón, de la conciencia i de la
relijion. Tenemos aquí millones de personas, cada una con
apetitos que puedan desenvolverse infinitamente, -rujiendo
por saciarse, con un fondo do medios harto escaso para uno si
quiera de ellos. Millones de codiciosos tienen la vista clavada
en el mismo objeto,— millones de manos estiradas para apo
derarse de él. ¡ Qué desborde de las pasiones, qné rabia, qué
tormentos i destrucción han de suceder, pues, si no se echa á
azotes á estos sabuezos, obligándolos á volver á su jauría !
Deben ser gobernados; no pueden ser destruidos. La natu
raleza proclama que no se aniquilarán los jérmenes, los em
briones de estos monstruos incipientes. Las reproduce en
toda persona que, viene al mundo. No seria tampoco de desear,
aun cuando fuera posible, que fuesen enteramente borrados i
estirpados de nuestra constitución. El que nos hizo conocía
todas nuestras circunstancias i necesidades, i él las ha plantado
en nuestra naturaleza mui hondamente para desarraigarlas.
Ademas, cuando están contenidas dentro de su debida esfera,
proporcionan un inocente, aunque subordinado goce. No qui
siéramos, por cierto, convertir á los hombres en hermi taños i
anacoretas. Ninguno es peor hombre porque aprecie, según su
— 179 —

manera de comprender, las provisiones que Dios ha hecho


para alimentarle, cubrirle i guarecerle. En verdad, ¿porque
rehicieron estas provisiones sino han de ser aprovechadas ?
No son ciertamente superfluidades i cosas supernumerarias,
que estorben á una creación, que sin ellas hubiera sido mas
perfecta. Que los adquiramos, pues, i los aprovechemos,
pero siempre con moderación i templanza. Que el amante de
la riqueza la busque por todos los medios honorables, i con
empeño aún si quiere ; que se rodee cíe las comodidades i ame
nidades de la vida, i que añada á los placeres de la belleza, los
déla utilidad. Que abrigue todo hombre honrado una viva i
perseverante confianza en su propia dignidad, siempre que
sea rebajada i vilipendiada ; i que cuente sobre las afecciones
de los amigos i sobre las bendiciones de su raza, como una
parle de las sólidas recompensas de la virtud. Estos, i los
sentimientos análogos, no deben ser sofocados ni estinguidos.
Que so levanten erguidos en presencia de sus objetos ¡ que se
lancen sobre ellos, los cojan, i que relinchen como el caballo
de guerra en medio de la batalla,— solamente, hacedle saber
que tiene su jinete, á cuya vista ninguna niebla puede ocultar
'asevera línea que jamás deben ultrapasar, i cuyo brazo puede
doblarle la cerviz, como pudiera doblarse un vastago de mim
bre.
Pero debo pasar á considerar el próximo tópico,—el esti
mulo que en este país se da á los instintos; i la libre, des
embarazada é ilimitada carrera que se abre aquí á su actividad.
Enlodas las otras naciones que hayan existido jamás, — sin es-
ceptuar aun á Grecia i Roma, —se ha dificultado el desarrollo
de la intelijencia. Entre millones de hombres, solo una que
otra media docena de individuos, —á menudo un individuo
solamente,— ha podido derramar la lava de sus pasiones con
plena fuerza volcánica. Estos pocos hombres han sido los
Faraones, los Nerones i los Napoleones do la raza. El resto,
por lo jeneral, ha tenido que sujetarse á un curso sistemático
— Í80 —

de ceguedad, sordera i atolondramiento. Gomo consecuencia


inevitable de esto, la mente humana no ha desplegado jamás
la milésima parte de sus tremendas enerjias. Hombres ma
los han cubierto la tierra como enjambres, eso sí es cierto,
pero han sido personas débiles. Otra consecuencia es que
nosotros, tal vez por derivar de la historia nuestras impresio
nes, nos hemos formado una idea mui inferior de los poderes
i capacidades maravillosas del hombre para hacer el mal ó
el bien. La estimación jeneral no es en manera alguna ade
cuada á lo que puede efectuar la menle común, cuando se le
entregan los instrumentos debidos, i cuando se le abre el
vasto mundo como esfera de sus actos. Cierto es que la vo
luntad ha sido mas libre entre las naciones salvajes ; pero
entonces no tiene ninguno de los instrumentos de la vida civi
lizada con que ejecutar sus propósitos. — tales, por ejemplo,
como las artes mecánicas ; un lenguaje altamente cultivado con
el conocimiento jeneral de la lectura i la escritura ; las armas
do fuego; la injeiiieria ; el vapor; la prensa i el correo; —
i entre las naciones civilizadas, aunque los medios han sido
mucho mas amplios, sin embargo, la voluntad ha sido quebran
tada ó pervertida. Aun la jeneracion anterior de este
país, — jeneracion qr.e amoldó nuestras instituciones, dándo
les la forma que tienen,—nació i se educó bajo otras insti
tuciones i trajo á la vida activa fuertes sentimientos heredi
tarios i tradicionales do respeto por la autoridad establecida,
meramente por estar establecida. —de veneración por la lei,
simplemente porque lo era,— i de deferencia hacia el rango
seglar i eclesiástico, porque estaba acostumbrado á reveren
ciarlo. Pero hoi dia no queda apenas vestigio alguno de la
reverencia hacia el pasado. El ímpetu de la opinión here
ditaria está gastado. La jeneracion de hombres que va en
trando ahora sobre el proscenio de la vida,— jeneracion que
lo ocupará por cuarenta años mas,— llevará á cabo sus deseos
mas plenamente i con mas eficacia que ninguna jeneracion
— 181 —

de hombres que haya existido jamás. Resuena ya en nues


tros oidos el desfile de este innumerable ejército. Son los
hombres los que consultarán sus deseos, i el consejo de estos
será convertido en lei . La condición de la sociedad no ha de
ser sino el resultado práctico de su poderosa voluntad ; i si no
se tiene mayor cuidado que el que jamás se tuvo, para informar
i regular esa voluntad, inscribirá sus leyes por toda la faz
de la sociedad en letras tan grandes i terríficas, que pueda
leerlas, no solo todo el que corra, sino que correrá todo el
que las lea, Si los avaros i los orgullosos ganasen el dia,
entonces los humildes i los pobres se reducirían á polvo,
molidos por las ruedas de los carros de aquellos ; pero por
otra parte, si los vicios embrutecedores i la falsa sabiduría
obtuviesen dominio, entonces, todo individuo rico, educado i
relinado, asi como todas las familias, se hallarán respecto de
la sociedad, en la misma situación en que se encuentran los
animales de caza respecto del cazador !
Si se hace un lijero estudio de la raza, se verá que todo
cuanto pertenece al carácter i á la conducta humana, puede
atribuirse á dos fuerzas ;—la fuerza innata del espíritu,
obrando sobre objetos desligados é independientes de él, i
la de los mismos obrando sobre el espíritu. Primero hai
un vigor interno del espíritu, descollante i estimulante,
que, según sea su estado i condición, orijina pensamientos,
deseos ó impulsos, que convierte en palabras i hechos ; i
luego existe la fuerza esterna de las circunstancias,— leyes,
tradiciones i costumbres, — que asedia al espíritu, le circunda,
pone guardias cu todas sus puertas esteriores, concede salida
á algunos de sus deseos ó pensamientos para hacerse palabras
i hechos, pero que prohibe el escape de los demás, los re
chaza, pone sello en los labios que hubieran de pronunciar
los, divide los brazos que los habrían de ejecutar, castiga al
alma que quisiera darles publicidad, con presentarle una ala
meda en cada sentido i en cada nervio, por la que enviaría
- 182 -
verdugos para destruir sus esperanzas i saquear sus santua
rios; i finalmente, si todos estos medios no logran ocupar su
lugar para subyugar i adormecer la enerjia interna, entonces
el poder esterno despide de la tierra al alma misma, anona
dando la organización física en que habita. Estas dos fuer
zas,— por una parte, el espíritu campeando i deseando hacer
su voluntad en todo lo que le es esterno,— i luego todo cuanto
le sea esterno al espíritu, modificando i resistiendo á sus im
pulsos,—constituyen la acción principal del drama humano.
Como un matemático lo espresaria, la conducta i el carácter
humanos, se mueven en la diagonal de estas dos fuerzas. Al
gunas veces, en verdad, ambas fuerzas coinciden, i otras ve
ces se oponen ; pero es inútil preguntar cuál ha predominado,
puesto que no se puede trazar ninguna regla universal res
pecto de ellas. En los despotismos, prevalece la fuerza es
terna; en las revoluciones, — tales como la francesa, por
ejemplo,—la interna, i Porqué han de ser los Chinos por
cien jeneraciones fac-símiles i copias unos de otros, como si
el difunto bisabuelo hubiese vuelto á la vida en el biznieto, i
así respectivamente? Es porque entre los Chinos esta fuerza
esterna prevalece sobre las nacientes facultades del alma i
las obliga, á medida que crecen, á asumir una forma prescrita.
En aquel país, las leyes i las costumbres son tan inflexibles i
el espíritu del pueblo tan impotente, que su mente crece i se
desarrolla, por decirlo así, dentro de una horma de bronce,
cuyas paredes no pueden ser penetradas ni removidas ; i de
allí viene que todo cuanto crece • debe conformarse á la he
chura i tamaño de la superficie cóncava. Por su educación,
leyes i castigos, se hace que la mente del pueblo se desar
rolle adquiriendo ciertas formas sociales i políticas determi
nadas, justamente como por el mismo principio de fuerza se
obtiene que los pies de sus mujeres se achiquen i tomen la for
ma de pezuña, metiéndolos en pequeños zapatos elásticos. En
la Polonia rusa les es prohibido á los subditos ocuparse de
— 183 —

ciertos tópicos por via de discusión, tanto como apoderarse de


las joyas de la corona. El azote i las minas de Siberia aguar
dan la primera espresion que hace públicamente el transgre-
sor. De ahí el alma formada por las manos divinas i creada
para admirar por la intelijencia este glorioso universo ; para
penetrar por el saber todas las tierras i las épocas ; para iden
tificarse por la simpatía con todas las fortunas humanas ; para
conocer á su autor i su inmortal destino, le es cerrada toda
puerta de salida, le es oscurecida toda ventana por donde pu
diera penetrar la luz, i es encadenada al vasallaje i al lugar
que le vio nacer,—donde la tierra misma, así como sus habi
tantes, es abrasada por la condición común de la esclavitud.
En los despotismos asiáticos i africanos, la mente de las masas
se desarrolla solamente como podrían desarrollarse los árboles
de una noble selva en las profundidades rocallosas de una ca
verna, sin fuerza, belleza ó bálsamo saludable,—entre inmun
dicias i tinieblas, alimentadas por las exhalaciones venenosas
de aguas estancadas, siéndoles cohartada toda espansion tanto
en su altura como en sus ramificaciones laterales, por barre
ras sólidas, i obligadas á desarrollarse de una manera diforme.
Así les ha sucedido á las facultades del alma, siempre que se
encuentran en la caverna del despotismo. Han permanecido
en tinieblas intelectuales mas densas que las subterráneas.
Sus emociones mas tiernas, dulces i sagradas, han sido sofo
cadas i secadas. Las puras i sagradas efusiones del corazón se
han convertido en odio de lo que es bueno i en idolatría de lo
que es vil, por falta de la luz i del aire de la instrucción i de
la verdadera libertad. El mundo no puede sufrir pérdida al
guna que sea igual á la espiritual ocasionada cuando se pro
cura destruir en vez de desarrollar lasenerjiasde la mente.
Desde la era cristiana, ha habido un gran cambio en los
países cristianos, entre las fuerzas relativas de la mente en
su acción sobre el mundo esterior, i las fuerzas esternas que
rechazan i sofocan la acción espansiva de la mente. El
— 184 —

cristianismo estableció en el alma de miles i decenas de miles,


una convicción que otras relijiones habían inoculado en el
ánimo de uno que otro individuo solamente. Esta convicción
consiste en que la existencia futura es infinitamente mas im
portante que la presente; siendo tan grande la diferencia entre
las dos, que se reducen á la insignificancia i á la nada todas las
distinciones meramente terrestres. De ahí, podría haberse
pronosticado desde el principio, que la mente humana, bajo
la influencia del poderoso estímulo del cristianismo, habria de
triunfar tarde ó temprano sobre el despotismo. Los intereses
del despotismo se limitan á esta vida; los del cristianismo, no
solo á esta, sino también ala otra. Así, pues, la mortalidad se
encontraba en un estremo de la palanca, i la inmortalidad en
la otra. Cuando un partido lucha meramente por los benefi
cios de la vida, mientras el otro combate por bendiciones su
periores á la vida misma, este, por una lei de la naturaleza
moral, tiene que prevalecer por último.
Aunque muchos de los antiguos tenían fe en una existencia
futura, todavía tenían ideas tan vagas de ella, i las recompen
sas de esa existencia se manifestaban tan débilmente en sus
conciencias, que esta creencia no parece haber tenido sino mui
poca influencia sobre la conducta de los individuos ó sobre la
administración i la política de los Estados ; i para todos los
fines prácticos, apenas seria exajerado decir, que Cristo fue el
primero que reveló la inmortalidad. Durante los tres prime
ros siglos de nuestra era, el conocimiento de esta revelación,
por decirlo asi, fue difundido profusamente entre los hom
bres. Luego por la unión de la Iglesia i el Estado en el rei
nado de Constantino, se presentó el poder civil procurando
apropiarse los beneficios del nuevo descubrimiento, á fin de
poder servirse de motivos divinos para fines egoístas. I si el
trono i el sacerdocio hubiesen procurado gobernar á los hom
bres únicamente por el terror, podrian haber conservado el
ascendiente,— no podemos decir por cuánto tiempo. Pero en
— Í8S —

centraron los hombres una conciencia natural, un sentimieno


de responsabilidad ante el deber, que ellos, en su ceguedad,
pusieron á su servicio;— i digo ceguedad, porque cuando
despertaron el sentimiento del deber en el alma humana i se
aprovecharon de él para asegurarse la obediencia del pue
blo, invocaron un poder mas fuerte que ellos mismos. El
aliado era mas poderoso que el jefe que solicitó su ausilio. De
ahí los tumultos, insurrecciones del pueblo contraía opresión
imperial i eclesiástica. Los gobernantes procuraron subyugar
al pueblo, persiguiéndolo, matándolo é incendiándolo, pero en
vano, porque, sinembargo de que pudieron matar hombres, no
pudieron jamas matar la conciencia. Después de una lucha de
diez i seis siglos se ha ganado la victoria. La mente ha triun
fado sobre los opresores del linaje humano,—la fuerza inter
na sobre la esterna. Cuando el tiempo haya llevado á la huma
nidad á tal distancia, que le permita contemplar los aconteci
mientos del pasado en sus verdaderas proporciones i magni
tud relativas, esta lucha entre la opresión por una parte, es
forzándose por mantener encadenada la mente humana i en
poner un eterno sello en la puerta de su cárcel ; i por otra
parte, los esfuerzos convulsivos de la mente para libertarse i
pronunciar sus impacientes pensamientos; i para formar i sos
tener sus propias convicciones acerca de la verdad,— este con
flicto, digo, será el gran central i conspicuo objeto en la histo
ria de nuestra era. La historia de las guerras entre dinastías
rivales, por la conquista ó disolución de los imperios, se des
vanecerá i será pálidamente visible en la escena retrospectiva;
mientras esta lucha entre el alma i sus tiranos, se destacará
neta i limpiamente en el cuadro,—la imponente i prominente
figura en el lienzo de la historia.
Esta guerra no se ha hecho como las demás, ni solamente con
armas de temple terrestre. A medida que las energías del
alma, obrando bajo los poderosos impulsos del sentimiento
del deber i la esperanza de una interminable existencia fu
— 186 —

tura, se hacia cada vez mas fuerte,— los tiranos forjaban


nuevas máquinas para subyugarla. Sus instrumentos han
sido los calabozos de una i mil Bastillas, la Inquisición, cuyos
ministros eran literalmente llamas de fuego ¡-desvastaciones
de provincias enteras, corridas de comunidades enteras de
hombres hasta en las escabrosidades de las montañas, como
si se tratase de tímidos rebaños ; carnicerías humanas, —en
una sola de las cuales, treinta mil personas, hombres i mu
jeres, fueron asesinadas á la señal dada en una campana ; i
después de agotar todas las torturas ¡majinables en la tierra i
el tiempo, abrieron las bóvedas del insondable abismo, i sus
pendiendo sus victimas encima de este, amenazaron arrojarlas
en los brazos de los demonios, quienes haciendo señas con
sus manos estaban impacientes por comenzar su pasatiempo
de eterna tortura. Pero,—impasible al anonadamiento, aun
que hundida en el polvo, rebotando siempre con enerjia re
cuperativa de su caída, victoriosa sobre los sufrimientos del
mundo i los mas formidables terrores del otro, —el alma hu
mana, inmortal, invulnerable, invencible, ha concluido por
desencadenarse i emanciparse á si misma. Ha triunfado ; i
aquí, en nuestra época i en nuestra tierra, se levanta ante
nuestros ojos jigantesca, majestuosa, altiva i erguida cual un
arcánjel, i cual arcánjel se ha de salvar ó perderse mediante
su obediencia ó su transgresión. Es entre nosotros donde al
presente campea este espíritu lleno de vida recien adquirida,
rebozando de enerjías poco ha descubiertas, rodeado de todos
los objetos que pueden estimular sus ilimitados apetitos, i
todavía demasiado miope por las largas tinieblas de su
prisión, para discernir claramente entre lo que es su dicha ó
su maldición. Esa fuerza invencible del alma humana—que
todas las astucias i poder del despotismo,— que toda la ma
quinaria puesta en juego en este mundo i en el otro, no
pudieron subyugar, —está aquí, entre nosotros, libre para ha
cer su soberana voluntad.
— 187 —
Veamos ahora ruóles son los medios i los estímulos que
nuestras instituciones han provisto para el uso de los tre
mendos poderes i pasiones que han desencadenado. No se
ha imajinado jamás un aparato mas injenioso. En vez de la
maquinaria lenta i pesada de los tiempos antiguos, nos hemos
provisto de lo que obra con rapidez i que alcanza lejos, pu-
diendo servir tanto para la destrucción, como para el bien
estar de los que la poseen. Nuestras instituciones suministran
oportunidades tan grandes para los malos, en todas las espe
cies de iniquidades, como se las ofrecen al incendiario el
fósforo i las pajuelas. Lo que ha hecho la química en estos
preparativos, sobre el antiguo arte de sacar fuego frotando
un palo con otro, para el miserable que quisiera incendiar
vuestras habitaciones, lo han hecho nuestros progresos socia
les para los facinerosos i corrompidos. Por el casi universal
derecho de sufrajio, se ha establecido una comunidad de po
der ; i ninguna proposición es mas clara i evidente por si
misma, que «nada sino la mera inclinación popular separa una
comunidad de poder, de una comunidad bajo cualquier otro
respecto. » I aun cuando á la larga, en igualdad de circuns
tancias, una causa justa tiene una ventaja decisiva sobre una
mala, todavía, en el primer encuentro del bien con el mal,
los malos poseen una ventaja sobre los buenos. Tienen re
cursos dobles,—dos armerías. Las artes del crimen les son
tan aceptables, como lo es la práctica de la justicia. Pueden
servirse de armas envenenadas, lo mismo que de las que admi
ten las costumbres de la guerra.
Por otra parte, ¿ se ha tomado suficientemente en conside
ración, que todo lo que se ha dicho,—i dicho con verdad,—
de la superioridad de nuestras instituciones, si son adminis
tradas por personas rectas, debe ser interpretado en sentido
contrario i leido al revés, si son administradas por personas
corrompidas ? Sé ya que algunos estarán prontos para decir •.
«hemos sido imprudentes i fatuos para confiar todo lo que
— 188 —

constituye nuestro bienestar social i político, á guardianes tan


irresponsables.»—Pero permitidme que á mi vez pregunte á
esos tales,— de qué sirve su lamentación? El movimiento
irresistible de la descentralización del poder es siempre
progresivo i no retrógrado. La fuerza social entrega anual
mente mas poder á la fuerza física. La aritmética de
los números escltiye cada vez mas toda la estimación de las
fuerzas morales en la administración del Gobierno. I esto,
ya sea para el mal ó para el bien, ha de continuar. Los
seres humanos no pueden ser encerrados de nuevo en los
calabozos de la imbecilidad, aun cuando lo estén en los de la
ignorancia. Es tan fácil hacer volver al sol sobre su curso,
como que la minoría pueda monopolizar de nuevo una par
tícula de ese poder que ha sido otorgado á la masa entera del
pueblo. Por lo tanto, es tan inútil, para todos los fines prác
ticos, discutir si nuestras instituciones son ó no demasiado
libres, como lo seria debatir la cuestión de si, bien consi
derado todo, fuera una sabia disposición de la divina Provi
dencia, que no hubiera existido jamás el Continente americano,
ó que nunca lo hubiera descubierto Colon. I permitidme que
vaya mas lejos todavía, ¿han resuelto aquellos que consideran
demasiado libres nuestras instituciones, i que por lo mismo
retrocederían en busca de las que lo fueron menos,— ¿han
resuelto la cuestión de saber hasta dónde irían en el retro
ceso? ¿Quieren retroceder hasta la edad media i resuscitar
un eclipse que duró muchos siglos? ¿ó quieren retrogadar
mas todavía en busca de sus modelos,—á una época en que
nuestros antepasados vestían cueros sin curtir, i habitaban en
cuevas hechas en la tierra ? ¿ ó quieren pronunciarse desde
luego en favor de las instituciones del Ejipto, donde, aunque
el mono era dios, media siempre la debida distancia entre él
i su adorador humano? Pero son inútiles todas estas discusio
nes. Es tan fácil que la encina se vuelva bellota, ó que el pájaro
se vuelva á encerrar en la cascara del huevo, como conseguü
— 189 —
que nosotros retrocedamos á las instituciones monárquicas ó
aristocráticas de siglos muí añejos.
No debe olvidarse tampoco, al considerar nuestra condi
ción actual, que las pasiones humanas, desarrolladas como
son i vigorizadas por nuestras instituciones, no solo poseen
todas las prerogativas de la soberanía, i están equipadas con
todos sus implementos, sino que están escitadas i estimula
das para siempre. Es una lei de las pasiones, que ejercen
fuorzas proporcionales á las causas que las escitan, —lei tan
verdadera en sana salud, como en la terrible fuerza de la
demencia. ¡ I con qué interminables escitaciones no se con
mueven las pasiones de los hombres en este país ! Entre
nosotros, la prensa es una trompeta tal que proclama los
majestuosos movimientos de este grande país con una voz
que recorre toda su superficie, i cuyas notas nos vuelven sus
ecos desde los mas remotos límites. Desde el Atlántico hasta
el Pacífico, desde los lagos del Canadá hasta el Golfo de Mé
jico, los hombres se animan, se escitan, se exasperan, como
si fueran vecinos de la misma calle. Lo que para Dionisio
era su oido, que le daba aviso de toda palabra pronunciada
por amigos ó enemigos, nuestras instituciones han hecho
esta tierra para cada ciudadano. Es una vasta galería acús
tica, i desde un horizonte al otro, todo grito de triunfo i toda
nota de alarma, repercute en el alma i resuena en las habi
taciones de cada individuo. A todos los objetos que estimu
lan las pasiones se les hace desfilar delante de la vista de los
hombres, como si estuvieran en un panorama circulante. Os
digo seria i verdaderamente que pendemos todos del mismo
alambre eléctrico, i si los ignorantes i los viciosos logran apo
derarse del aparato, los intelijentes i virtuosos esperimentarán
tales choques, como á los estúpidos i licenciosos esperimen-
ladores les plazca asestarles.
Observad cómo lasexitaciones á que dan lugar nuestras ins
tituciones, han obrado sobre el amor al lucro i á los empleos
- 190 —

públicos. Enormes especulaciones, —que en otros países re


querirían, no solo la licencia i la sanción real, sino el equipo
de escuadras i los réjios preparativos de oro ó de armas, se
emprenden aquí audazmente con un pedazo de papel, por de
pendientes i oficiales que todavía no han coucluido su aprendi
zaje. ¿Qué partido puede afirmar que no se incluyan en sus
filas personas que mas estiman el empleo que las cualidades
que lo merecen?—Donde puedo yo estar,—no qué et lo que yo
debo ser,—es la cuestión que les ocurre á los ambiciosos de
fama. ¿Cuántos tienen la vista clavada en puestos de honor
i de emolumentos, que solo uno puede desempeñar? Mientras
pocos están contentos con ocupar a la vista del publico menos
que su porción de espacio, millares se han trazado alguna gran
zona del cielo para hacerla el blazon de su nombre.
De ahí proviene que donde quiera que haya alguna se
ñal de lucro ó de poder, los buitres de la avaricia oscurecen
el aire. Los jóvenes botan su bajel al tempestuoso mar de la
vida, mucho mas temprano que en país alguno. Procuran
ganar sin demora esos premios que según las ordenanzas i de
signios de la naturaleza, son las recompensas de una vida labo
riosa. Por eso es que no encuentran tiempo para estudiar los
eternos principios de la justicia, de la veracidad.de la igual
dad, de la benevolencia, i para aplicarlos á los complicados ne
gocios humanos. ¿Qué le importa á un joven aventurero las
inmutables leyes del comercio cuando haya comprado un bille
te de lotería del que espera una fortuna? ¿No sabemos de an
temano que de semejante desenfrenado ó impuro amor al lucro,
sea que se trafique en tierras públicas ó en juguetes de á dos
peniques, resultarán infinitas mentiras, fraudes i quiebras?
Que continué este estado de cosas, i será dichoso el hombre
que se atreva á decidir de un artículo cualquiera de alimento ó
de vestuario, que come ó viste,, que en uno ú otro período
de su preparación ó en algunas de sus transferencias, no haya
sido contaminado por el fraude? I, bajo otros respectos, ¿qué
— 191 —

estado social acusaría el hecho de que el pueblo llegase alguna


vez á ser indiferente á la cuestión de saber si el fraude está ó
no entretejido en el vestido ó amasado en la sustancia de lo que
consume diariamente; si lo que come ó bebe es ó no la encarna
ción del espíritu de la mentira? De esta manera el amor escesivo
á los empleos públicos, presentará el espectáculo de las luchas
de gladiadores, —de los hombres pugnando como por la vida,
por los puestos administrativos; i en la contienda, sirviéndose
de las armas envenenadas de la calumnia i de la vituperación;
mientras el bienestar permanente, la verdadera grandeza i
prosperidad del pueblo serán semejantes al suelo de algún
Flandes neutral, al través del cual marcharán i contramarcha-
rán, convirtiéndolo en campos de batalla, las columnas hosti
les de los partidos opuestos,—de suerte que el pueblo conclui
rá por arruinarse, cualquiera que sea la fracción que salga
victoriosa. I aun después de haber prevalecido una causa ó
un partido, la tierra conquistada no será suñcientemente vasta
para recibir en ella ni la décima parte de los conquistadores.
De ahí surjirán necesariamente nuevas complicaciones; se des
plegarán nuevas banderas i se interrumpirá una vez mas la paz
de la tierra por las convulsiones de los partidos i de las faccio
nes en pugna. De ahí también la lucha á muerte entre los de
fensores de instituciones que debieran ser abolidas, i detrac
tores de instituciones dignas de conservarse. Laocon escla
ma en su desesperación: — «mi vida i mis hijos son mios.» Las
silvantes i enrroscadas serpientes responden: «son nuestros.»
Si cada partido deñende i sostiene todo lo que haya de malo de su
parte, porque creé necesario para su unión i fuerza semejante
proceder, i denuncia todo lo que haya de justo en el pro
grama de sus antagonistas, porque tal es la táctica reconocida
de la oposición; si cada partido lanza las mas atronadoras voces
de alarma, cuando teme el mas insignificante peligro de parte de
sus adversarios, i entónalos mas suaves arrullos sobre los pe
ligros, obras de sus propias maquinaciones, ¿habrá adivino ó
- 192 -
profeta que pueda pronosticar otra cosa que una sola catás
trofe?
Ademas, oímos á jentes buenas lamentar diariamente la ig
norancia de ciertas porciones de nuestro país, i de individuos
en todos sus confines. El uso que á menudo se hace del dere
cho electoral, las crudas é insanas ideas á veces emitidas en
nuestras cámaras lejislativas sobre la Economía política, las
erróneas nociones que poseen ciertas secciones del pueblo res
pecto de la parte representativa i constituyente, i las ideas re
volucionarias de otras sobre la estructura de la sociedad ci
vil, —todo esto se cita como ejemplos de la ignorancia que
campea entre nosotros. No puede cegarnos una ilusión mayor.
Esta mui deplorada ignorancia, en los casos supuestos, es un
fantasma, un espectro. El grito que se levanta contra ella,
es una alarma falsa que distrae la atención del pueblo de un
peligro verdadero, llamándola hacia otro imajinario. No te
nemos,—con escepciones relativamente raras,— sino dos clases
de personas ignorantes en este país, i ellas son inofensivas.
Los niños i los idiotas son ignorantes; los demás que lo son, no
pasan de pocos. Las personas á las cuales acostumbramos lla
mar ignorantes, son repletas de nociones falsas, tanto peor que
la ignorancia, cuanto es mejor la sabiduria. Un hombre me
ramente ignorante no tiene facilidad para adaptar los medios á
los fines con que se propone arriesgar el bienestar de grandes
intereses ó de grandes números. La ignorancia es el vacio, ó
á lo sumo, una mssa inanimada é inerte, que se pueda mover i
colocar donde se quiera, pero que permanecerá donde se la co
loque. En Europa hai multitudes ignorantes,—hombres en
cuya mente jamás penetró idea alguna sobre los deberes de la
sociedad ó del Gobierno, ó sobre las condiciones de la prosperi
dad humana. Ellos, como los bueyes compañeros de sus fae
nas, son obedientes á sus amos, i el alcance de sus ideas sobre
las cuestiones sociales ó políticas, apenas sobrepuja al de la
bestia. Pero con instituciones como las nuestras, este estado
— 193 —
de cosas no puede existir en escala mayor. La atmósfera mis
ma que respiramos está cargada de ideas respecto de la propie
dad, de la adquisición i déla trasmisión; del trabajo, del sala
rio i del capital, de los derechos políticos i sociales; del nom
bramiento para los puestos públicos i de la idoneidad para se
mejantes cargos; de las relaciones recíprocas entre los grandes
departamentos del Gobierno, — Lejislativo, Ejecutivo i Judicial.
Entre nosotros, todo hijo del país absorve nociones sobre estos
asuntos, ya falsas, ya verdaderas. Que sean falsas esas nocio
nes, que crezca un individuo con ideas falsas de su propia na
turaleza i destino como ser inmortal, con teorías erróneas so
bre lo que debieran ser el Gobierno, las leyes i las costumbres;
sin ningún conocimiento de las obras ó de las opiniones de
aquellos grandes hombres que idearon nuestro Gobierno, i que
ajustaron una á otra sus diferentes partes; i cuando tal indivi
duo se reviste de los derechos políticos de ciudadanía, con el
poder de levantar su voz i de dar un voto autoritativo sobre los
asuntos del país, mirará todas las cosas actuales como escom
bros que es su deber barrer de la faz de la tierra, para abrirse
camino á fin de suplantar otra estructura basada sobre sus
preocupaciones. Ningún hombre que haya existido jamás, ha
podido, por la mera intención ó instinto, formar opiniones cor
rectas sobre mil cuestiones pertenecientes á la sociedad civil, á
su jurisprudencia, á sus deberes locales, nacionales ó interna
cionales. Muchas verdades de las cuales depende la vida del
pueblo, diíieren en su realidad, tanto de las apariencias con
queso presentan á las intelijencias incultas, como difiere el ta
maño aparente del sol de su tamaño verdadero, el cual es tan
tas veces mas grande que la tierra, cuantos miles de veces me
nor aparece á la vista vulgar. I si han de manifestarse aquí las
propensiones humanas, mediante los ahora estensos medios de
una ciencia falsa que suministrarán nuestras instituciones, no
siendo ausiliadas por una instrucción especial, se han de poseer
todos los instrumentos i ventajas que confiere nuestra doctrina
— 194 -

de igualdad política; entonces el resultado debe ser un poder


para hacer el mal infinitamente mayor que jamas existió, ins
tigado por impulsos proporcionalmente fuertes. De ahí pro
viene que nuestros peligros han de ser, no los de la ignorancia,
que serian comparativamente tolerables, sino los de una ciencia
falsa, tan trascendentales i graves, que la imajinacion no acer
tará á describirlos. Si quisierais apreciar la estupenda diferen
cia entre la ignorancia i la falsa ciencia, estudiad la Francia,
antes i durante su gran revolución. Antes de esta, el pueblo
era meramente ignorante; durante la revolución, obró bajólas
luces de una ciencia falsa. Un idiota es ignorante i hace poco
daño; un maniático tiene ideas falsas i destruye, incendia i
asesina.
Estudiando bajo otros aspectos la naturaleza de nuestras
instituciones, encontramos que no son los intereses materia
les ó físicos del hombre que se deciden aquí por la voz ;—ta
les, por ejemplo, como aquellos que pertenecen á las finanzas,
á la renta pública, á la organización de los grandes intereses
económicos de la sociedad, las exijencias rivales entre la agri
cultura, el comercio i la industria, la división i distribución de
los poderes Lejislativo, Ejecutivo i Judicial, con un largo ca
tálogo de otros intereses de naturaleza análoga ; sino también
aquellas mas solemnes cuestiones que se introducen en el san
tuario mas intimo de la vida doméstica, i que por adoración ó
por sacrilejio, penetran en el sánela sanctorum del arca de la
sociedad:—estos también se someten al arbitramiento jene-
ral. E I presumido jovencito cuyo corazón no dio jamás un
latido por el bienestar de la humanidad, vota i sentencia sobre
la ostensión del derecho popular; el libertino i el perdulario
votan i sentencian sobre la santidad del contrato matrimonial ;
el ateo sobre !a definición de la blasfemia. 1 este gran pueblo
no está llamado solamente á filosofar i formar ideas abstractas
acerca de estos importantísimos temas ; ó á trazar sobre el pa
pel en sus gabinetes cuadros modelos ; ó á bosquejar modelos
— 195 —

de repúblicas imajinarias ; sino que tiene la misión de realizar


la república en los hechos; i en toda república, bien ó mal
organizada, el pueblo tiene necesariamente que vivir bajo su
influencia. Si no me gustan ni mi pastor ni mi parroquia,
puedo renunciarlos i agregarme á otros ; si no me gusta mi
pueblo, puedo partir i abandonarlo ; pero ¿ cómo puede un
hombre salir de un mundo malo con todas estas renuncias i
mudanzas? I nuestro pueblo no considera estos poderes como
adorno solamente, ó como alguna ostensible é inútil divisa de
la libertad, sino que los conserva como instrumentos útiles, i
algunas veces los maneja como armas de venganza. En ver
dad, estamos tan estrechamente ligados á la misma tela del
destino, que un voto dado en las orillas del Missouri i el Ar-
kansas, puede conmover todas las plantaciones i depósitos de
la costa del Atlántico, é internándose en el Océano, alcanzar
i embarazar las empresas comerciales, cualesquiera quesean
los mares en que hubieren penetrado.
Esta, pues, es nuestra condición. Los espíritus que han
de regular i gobernar todas las cosas en este país, son natural -
mente fuertes ; están intensamente estimulados ; están pro
vistos del mas formidable arsenal de medios, i cada uno tiene
autorización para trazar su modo de obrar, su plan funda
mental, por el cual ha de ser reconstruida la sociedad, cuando
el edificio haya sido destruido ; algunos desean retroceder mil
ó dos mil años en busca de su modelo ; otros quierenintrodu-
cir inmediatamente lo que se llama el milenio, á fuerza de la
lei óá fuerza de la ausencia de esta.
Ahora bien, amigos mios, pregunto con la mas profunda
ansiedad i cuáles son las instituciones nuestras que poseen á
la vez el poder i eficacia de administración requeridos para sal
varnos de los peligros que brotan en nuestros propios senos?
Nadie puede negar que las propensiones que trae consigo al
mundo cadajeneracion, tienen un poder terrífico, capaz de su-
merjirnos en una ruina completa. Ni se pondrá en duda que
— 196 —

entre nosotros los instintos tienen curso libre, i tales medios


á su disposición, como nunca jamás coexistieron. ¿Que poder
antagonista les hemos levantado? ¿ Por qué exorsismos podre
mos apaciguar los espíritus que hemos escitado? Hubo una épo
ca en que la fuerza bruta dirijida por unos cuantos, pisoteaba á
la mayoria. En este país es la mayoría la que posee esa mis
ma fuerza i ha abolido casi su uso como medio de gobierno.
Losjendarmes franceses, la guardia real inglesa, el temible cas
tigo de las minas en Siberia, no serán jamás imitados aquí. Si
el Gobierno tuviera que acudir á un ejército \ ermanente, ese
ejército consistida de las mismas fuerzas que temen, i ademas
serian organizadas, equipadas i perfectamente disciplinadas.
¿Pueden salvarnos las leyes? Entre nosotros, la idea misma
de la lejislacion es el revés de lo que era. En otro tiempo la
lei prescribía las acciones i daba forma á las voluntades de las
muchedumbres; entre nosotros, la voluntad de la muchedum
bre forma la lei. Entre nosotros, los lejisladores estudian la
voluntad de la multitud, asi como los hombres científicos es
tudian un volcan, —no con la esperanza de modificarlo, sino
para saber lo que este puede hacerles. Mientras la lei estaba
revestida de majestad i poder, i la intelijencia de las masas dé
bil, entonces la lei prevalecía, como sucede en el caso de con
flicto de poderes. Pero ahora, cuando la lei es débil i las pa
siones de las muchedumbres han tomado fuerzas irresistibles,
es falaz i vano encontrar seguridad en la fuerza de la lei. El
hombre que hubiera edificado su casa sobre una roca al bor
de del océano, cuando esté destruido el equilibrio do la atmos
fera i conflagrados los elementos, i cuando estuvieren socava
dos los fundamentos de su edificio por la furia de las olas, no
debe esperar calmar la tormenta i prevenir su ruina con lo
lectura de la lei marcial (Riot-act). El gobierno i la lei, que
debieran ser los aliados de la justicia i los eternos enemigos de
la violencia i la injusticia, se modelarán aqui por las exijen-
cias de la opinión pública, siéndole tan líeles como lo es en
el agua un rostro al otro.
—. !97 -

Pero si en tal contienda, las armas mismas fneseii vencidas,


si las personas que se proponen resuscitar las antiguas seve
ridades de los castigos, fuesen ellas mismas castigadas, i no
nos queda algún otro recurso para asegurar la moderación, el
desprendimiento i la supremacía del orden de la leí ? ¿No tie
nen los subios,—que son los adornos de los salones de la ciencia,
i que aspiran á gozar de una serenidad casi sagrada, á fin de
residir en la sombra do las academias, .—no tienen ellos entre
todos los idiomas que hablan, algún lenguaje con que puedan
hechizar i apaciguarlos poderosos espíritus que hemos llama
do á la vida? ¡ Ai de nosotros ! Mientras los literatos i los
acá Jémicos debaten á porfía cuestiones, tales como si elnomftre
ERUOR debe ó no escribirse ERROUR con la letra u, el alma del
error se encarna i se levanta como de la tierra, multiforme i
omnipresente ; codea á los hombres, les murmura al oido para
seducirlos, i como el primer tentador, los induce á cojer la
hermosa pero fatal fruta de algún árbol prohibido. Nuestros
antepasados parecen haber abrigado grande fe en que los alum
nos de nuestros colejios difundirían un mas elevado orden de
ideasen toda la masa del pueblo, inculcándole un amor á la
sobriedad i una reverencia por la justicia; pero la levadura,
ó ha perdido su virtud ó se ha hecho muí vasta la masa, porque
de seguro no está nada leudada en nuestros dias.
Hablo con reverencia de las labores de otra carrera en su
sagrada vocación. Ningún país del mundo ha tenido jamás la
dicha de poseer un cuerpo de sacerdotes tan instruidos, tan
líeles, tan devotos, como nuestro clero protestante. Pero debi
do á costumbres tradicionales i á hábitos innatos del pueblo,
los esfuerzos del clero se limitan casi á personas que ya han
pasado el periodo de su formación ;— á adultos cuyos caracte
res, como suele decirse, se han fijado; lo que interpretado
significa que han pasado del estado Unido al de sílice, übser-
servadal Pastor mas capaz en meJio d<? una congregación de
adultos, cuya temprana educación ha sidu descuidada. Aun
— 198 —
que se consuma de celo i esté pronto á morir trabajando por
ellos, todavia imajino verle gastar sus fuerzas i sus años entre
ellos, semejante á un solitario arbolista que trabaja solo i
aparte en una inmensa selva llena de árboles raquíticos i torci
dos, i él empeñado en deshacer sus convoluciones por medio
de jaeces i cuerdas, i en enderezar las corvaduras de troncos
cuyas fibras se rizan á medida que crecen ; i con mano inde-
defensa, buscar disimulada i cautelosamente la estirpacion
de nudos i callosidades bastante duras para resistir i repeler el
rayo;—cuando habría podido educar i embellecer centenares
por dia, si hubiera podido guiar i vijilarlos siendo todavia
tiernos botones i débiles vastagos.
Otros talvez esperan encontrar la salvación en la Prensa
pública, que ha asumido ya su rol entre las fuerzas organi
zadas de la civilización moderna. Puede ser que la sección
política proporcione mas de la mitad de la lectura de nues
tro pueblo. Pero, prescindiendo de la cuestión de saber ,—
en tiempo de exitacion pública, cuando la sociedad i la pre
visión de los sabios, cuando la verdad severa i exacta son
mas que nunca necesarias,—si en semejantes momentos la
prensa misma no está sujeta á ser arrastrada por la vorájine
de fuego que debiera contribuir á apagar, i á pervertirse por
los desvíos que debiera rectificar;—prescindiendo de esta
cuestión, es todavia mui claro que todos scs esfuerzos se
dirijen á una sola de las faces de todos nuestros deberes so
ciales. La existencia misma del diarismo, para todos los
propósitos útiles, presupone que el pueblo está ya provisto
de los elementos del saber é inspirado en el amor de la jus
ticia; i que de consiguiente, está preparado para decidir
con intelijencia i honradez aquellas complicadas i encontra
das cuestiones que nos presenta constantemente el curso de
los acontecimientos, i que son llevadas por los innumerables
mensajeros de la prensa al hogar de cada uno para que for
me sobre ellas su juicio. Porque, ¿qué nos aprovecha
— 199 —

tener el Gobierno mas liberal del mundo; á qué Gn se


presentan al pueblo los proyectos mas sabios que puede
idear un estadista filántropo, si este pueblo no tiene la inte-
lijencia para comprenderlos ó la integridad para apoyarlos ?
Dos cosas son absolutamente indispensables para nuestra
prosperidad política, á saber : Justos principios de gobierno
i administración por una parte, i por la otra, un pueblo
capaz de comprenderlos i resuelto á sostenerlos ¿De qué
sirve la mas esquisita música que jamás compusieron los
grandes maestros del arte, si no tenéis una orquesta ó un
coro que pueda ejecutar las composiciones? Los discípulos
deben enterarse á fondo de las notas, debe aprenderse el len
guaje de la música i educarse larga i severamente las voces,
si no queréis que las mas divinas composiciones de Haydn ó
Mozart destemplen los dientes del auditorio. I asi debe ser
tratándose de nuestro Gobierno i leyes;—inútiles serán los
mejores si no tenemos un pueblo que sepa apreciarlos i sos
tenerlos.
Bien, pues, pregunto otra vez con la misma ansiedad de
siempre ¿qué instituciones poseemos actualmente, que puedan
suministrar defensa contra la acción de aquellas propensiones
que cada jeneracion trae consigo al mundo como parte de su
naturaleza, i que nuestro modo de ser ampara i estimula dán
doles un vigor i actividad sin ejemplo? ¿Puede cristiano alguno
creer que Dios ha constituido i gobierna á la raza humana de tal
manera que ella ha de ser siempre i necesariamente el asesino
de su eterno bienestar? No! este pensamiento es impío. El
mismo Omnímodo Poder que siembra en nuestra naturaleza
los jérmenes de estas terribles propensiones, nos ha dotado
también de razón i de conciencia, i de un sentimiento de res
ponsabilidad ante Él ; i en su Providencia, ha abierto un
camino por el cual estas mas nobles facultades pueden ele
varse, dominar i rejir los apetitos de las pasiones. Pero
si esto ha de hacerse alguna vez, debe ser principalmente
— 200 —
durante los dóciles i educables años de la niñez. Lo repito,
amigos mios, si esto ha de hacerse alguna vez, que sea durante
los dóciles años de la niñez. Por mas miserable, incorrejible,
endemoniado que se haya hecbo jamás un ser humano, hubo
una época de su vida, en la cual dio el primer paso en el error
i el crimen;— cuando por la primera vez no hacía sino vaci
lar al borde del abismo. Entonces, antes de estar irrevoca
blemente perdido, antes de hundirse en el abismo de la infa
mia i del crimen, podría haber sido rescatado aunque mas no
fuera que por medio de señas con la mano. ¡ Padres i ma
dres, patriotas i cristianos ! En este mismo momento vuestros
hijos van pasando por la peligrosa pendiente ! Ellos no lo
saben, pero nosotros sí ; i donde existe el conocimiento, allí
también está la responsabilidad. La sociedad es responsable,
—no lo será considerada en abstracto, sino como constituida
de miembros vivientes, cual somos nosotros. El clero es res
ponsable; —todos los hombres que han gozado las oportuni
dades do una esmerada educación en los colejiosi universi
dades son responsables, porque pueden convertir sus medios,
sea de tiempo ó de talento, en instrumentos para elevar las
masas del pueblo. Los hombres que están al frente de la
prensa pública son responsables, porque tienen acceso diario
al oído del público, i pueden comunicar á la mente de la
sociedad ideas correctas de este elevado deber. Los lejisla-
dores i los gobernantes son responsables. En nuestro país
i en nuestro tiemno, ningún hombre es digno del honroso
título de Estadista, si en su programa no incluye la mas
alta educación realizable del pueblo. Puede ser elocuente,
podrá tener un conocimiento perfecto de la historia, diplo
macia, jurisprudencia, i por estas condicione^ podría apro
piarse en otros países el elevado rango de hombre de Estado;
pero si no habla, proyecta i trabaja en todos los momentos i
en todos los lugares, por la cultura i moralidad del pueblo
eutero, no es iii puede ¿er hombre de Estado americano,
— 201 -

Si eludimos esta terrible responsabilidad sobre el destino


de nuestros hijos, cuando seamos llamados en el juicio final
á dar cuenta ile la manera como hemos cumplido nuestros
deberes en el mundo, ¿cómo podremos esperar salvarnos de
la condenación •. « puesto que no lo habéis hecho por e!
mas pequeño de estos, no lo habéis hecho por mí.?»

I
LA BIBLIOTECA

San Juan Crisústomo, el Apóstol de la beneficencia, ha es


crito para espresarla su mas bella i completa definición. La
caridad es el don de si mismo, i el hombre tiene mucho que dar.
Puede darse en tanto que esintelijencia, en tanto que es sen
timiento i en cuanto posee los bienes esteriores qu¿ satisfacen
las necesidades físicas de la vida.
Será siempre un acto grato i santo cubrir la desnudez i ali
viar el hambre con el lienzo i con el pan de la limosna: pero el
donde nosotros mismos, por la intelijenciai por el sentimien
to, es el atributo de la caridad por escelencia. Los Apóstoles
recibieron como misión suprema la déla enseñanza.
La sociedad moderna ha inventado la Biblioteca popular; i
estamos desde entonces todos llamados ;i tomar participación
en el apostolado sublime. El que da un libro para el uso del
pueblo, hace el pequeño donde su valor pecuniario i enciende
una antorcha perenne i abre una fuente de elevados sentimien
tos para ilustrar i rejenerar la existencia moral ó intelectual de
centenares de hombres.
Dar un libro es dar casi nada; pero el libro dado reali
za la parábola de la semilla que los vientos arrastraron, que
los pájaros del aire no comieron i que cayendo en tierras
— 202 -

estrañas fructificó bajo la bendición do Dios en fértiles co


sechas. El don sin precio puede revestir un valor infini
to, porque fue un libro encontrado á la casualidad el que in
fundió la perseverancia en el trabajo á Franklin i á Lincoln.
Cincuenta Bibliotecas, desde Quilines hasta Humahuaca, han
nacido ya bajo los auspicios de la «Lei Nacional,» demostrando
que no es perdida entre nosotros la invocación que se hace á
los sentimientos jenerosos
Difundamos su conocimiento, hagámonos sus ejecutores
i sus ajenies; i el llamamiento permanente consignado en
la lei i la cooperación ofrecida á los que quieran promover el
adelanto intelectual de su pais con la difusión de buenos libros,
imprimirán una nueva dirección á la caridad pública, haciendo
brotar ese raudal perenne déla beneficencia i del patriotismo
que en la Union Americana dota los establecimientos de ense
ñanza, funda Bibliotecas populares ¡derrama amillones paji
nas impresas, para que se dispersen por su pueblo i por el
mundo como nuncios de la verdad que pertenece á todos los
hombres.
¿Por qué no se suscitarían también entre nosotros esas Aso
ciaciones, que apellidándose con el nombre glorioso de Fran
klin, han creado las librerías de distrito en los Estados Unidos
i que hoi se propagan rápidamente por la Francia?

II
LA LECTURA

Cuando oigo decir que un hombre tiene el hábito de la lec


tura, estoi predispuesto á pensar bien de él.— Leer es man
tener siempre vivas i despiertas las nobles facultades del
— 203 —

espíritu, dándoles por alimento nuevas emociones, nuevas


ideas i nuevos conocimientos. Leer es multiplicar i enrique
cer la vida interior.
Leer es sobre todo asociarse á la existencia de sus seme
jantes, hacer acto de unión i de fraternidad con los hombres.
El que lee, aunque se halle confinado en una aldea, vive del
movimiento universal ; i puede decir como el hombre de Te-
rendo—que nada humano le es indiferente.
La lectura fecunda el corazón, dando intensidad, calor i
espansion á los sentimientos.
Los egoístas no practican por lo jeneral la lectura, porque
pasan absortos en la árida contemplación de sus intereses per
sonales. No sienten la necesidad de salir do si mismos i
estrecharse con los demás.
Las personas indolentes no leen ; pero ¿ qué son el ocio i
la indolencia, sino las formas plásticas del egoísmo?
La naturaleza es pródiga en sorprendentes escenas, en ma
ravillosos espectáculos, que el hombre sedentario apenas co
noce, i que los viajeros contemplan con estática admiración.
Los placeres sociales encantan al hombre ; pero no siempre
vienen á su encuentro ni dependen de su voluntad. Entre
tanto, los placeres que proporciona la lectura son de todo
tiempo i de cualquier lugar, i son los únicos que puede reno
var á su albedrío.
Rioja ha podido decir así con simplicidad tocante :
« Un ángulo me basta entre mis lares,
« Un libro i un amigo, un sueño leve
« Que no perturben deudas ni pesares. »

La lectura es poderosa para curar los dolores del alma, i


Montesquieu ha escrito en sus pensamientos que jamás tuvo
un pesar que no olvidara después de una hora de lectura.
He ahí un hombre al que la intelijencia ha hecho grande
entre los hombres de su época ó de su siglo— ¿Qué ha pen
sado sobre Dios, sobre la naturaleza, sobre el hombre, eternos
problemas que yo no puedo sondear, porque mi espíritu se
— 204 —
halla inculto i mis horas pertenecen a' trabajo material?—
La Biblioteca de la aldea contiene sus libros ; i no habrán
pasado las veladas largas de este invierno, sin que yo sepa
lo que San Agustín meditó sobre Dios, lo que Pascal discurrió
sobre el hombre i lo que Humboldt ensena sobre las leyes que
rijen el universo visible.
El libro es enseñanza i ejemplo -Es luü i revelación— For
talece las esperanzas que ya se disipaban ; sostiene i dirije las
vocaciones nacientes que buscaban su camino al través de las
sombras del espíritu ó de las dificultades de la vida. El joven
oscuro puede ascender hasta el renombre imperecedero, con
ducido como Franklin por la lectura solitaria.
El libro da á cada uno testimonio de su vida intima. Es el
confidente de las emociones inefables, de aquellas que el hom
bre ha acariciado en la soledad del pensamiento i mas cer.na
de su corazón. Asi, la lectura del libro que DOS ayuau á
pensar, á querer, á soñar en los dias felices, es el conjuro de
us bellas visiones desvanecidas poi1 siempre en el pr.sado.
Cuando puedo sustraerme á lo que me rodea, i releo mis
antiguos libros, parece que se renueva mi ser—Vuelvo ú ser
joven— Lo que pasó, está presente ; i creo por ur. momento
que puedo envolverme de nuevo en la suave corriente de los
sueños desvanecidos, cuando repitiendo con acento enterne
cido el verso de Lamartine ó de Virjilio, los llamo i los nom
bro con las voces de mi antiguo cariño.
Enseñemos á leer i leamos. El alfabeto que deletrea el niño,
es el vínculo viviente en la tradición del espíritu humano,
puesto que le da la clave del libro que lo asocia á la vida uni
versal. Leamos para ser mejores, cultivando los nobles sen
timientos, ilustrando la ignorancia i corrijiendo nuestros
errores, antes que vayan con perjuicio nuestro i de los otros
á convertirse en nuevos actos.
Buenos Aires, Agosto de 187á.

N. Avellaneda.
APÉNDICE

Cuenta detallada de la Comislott Frolcciora da las


Biblioiecaa FopiilariEs (' )

N° 1.

Factura de Libros, remitidos por la Comisión Pro»


lectora de las Bibliotecas Populares á la Blbllo»
teca Popular del Rosarlo (Provincia de Santa Fe).

Comprado á la a Imprenta i Librería de, Mayo, » de Carlos Casavalle, calle


de Moreno núm. 241

1 Hijiene Publica, Monlau, 3 tomos • g 180


1 Medicina Legal, Oi-íila, 4 id 300
1 Traite eleimmtairc de physiologie, Bccl.ird, 1 id 120

(I) Por falta de espacio suspendemos elcatftlogo de nuevas obras con


que debíamos continuar el del núm. 1 ° del üoletin. La Comisión creé
qu; esta falta está suplida ventajosamente con la publicación de las factu
ras de lus libros remitidos en este año, hasta el 31 de Agosto a diversas
Bibliotecas populares, pues en dichas facturas se detallan los precios de los
libros, i en ellas vienen también incluidas muchas de las obras omitidas en
el primer Catalogo.
Esta publicación tiene también la ventaja do satisfacer a las personas
que han contribuido con su dinero para la compra de libros.
Omitimos las facturas remitidas en el año anterior, porque carceen de
novedad i están repetidas en las de esle año.
La Comisión.
- 206 -
i Tableaux de la Neture, Humboldt, i id jj 120
1 Histoire des progrés de sciences, Cuvier, i id 150
i Le regne animal, Cuvier, i id 280
i Dictionnaire du comerce et de la navigation, 2 id 450
i El arquitecto práctico, Plot i Gamin 25
fil) Manuales, diversos títulos, Rosignon, á 22 g cada uno 1100
i Dictionnaire d'Economie Politique, por Coequelin, 2 tomos 330
i Armonías económicas, Bastiat, 1 id 80
1 Gobierno representativo, Stuart Mili, 1 id 63
1 Elementos de Derecho público constitucional, por Lastarm, 70
1 Estudios sobre la Constitución, Laboulaye, 1 id SO
La Democracia en América, Tocqueville, 1 id 50
Ciencia i Derecho Constitucional, González, 1 id 150
Historia de América, Robertson, 4 id 150
Id. Civil de Buenos Aires, etc., Funes, 2 id 200
La famille, la mere, Pelletan, lid 60
Glorias arjentinas, triarte, 1 id 55
Vida de Franklin, Mignet, i de Washington, Guisot, 1 id.... 30
Historia de Rosas, Bilbao, 1 id 60
Viajes en Europa, África i América, por Sarmiento 150
Viajes al rededor del mundo, Arago 130
1 Diccionario Nacional, Domínguez, 1 id 301)
1 Gramática de la Lengua Castellana, por Bello, 1 id 4S
1 Manual de literatura, Zarate, 1 id 65
1 Poesías de Campoamor, 1 id 50
Id. de Horacio, 4 id 100
Almacén de los niños, 1 id 45
Id. de las señoritas, 1 id 45
Id. de la juventud (historia), 1 id 45
Id. de la juventud (viajes), 1 id 45
1 Id. de id, (ciencias i artes), 1 id 45
1 Galería de mujeres célebres, Saint Beuve, 1 id 120
1 Amalia, Mármol, 2 id 70
1 Obras completas, Echeverría, 2 id 180
1 Cuentos a mi hija, Buillot 50
1 Cuentos, Schmid, 1 tomo 50
1 Influjo de la familia, Barriau 20
1 Educación de las madres, Martin, 1 id 40
1 Las Escuelas, Sarmiento 1 id 45
1 El mártir del Gólgota, Escrich, 2 id... 180
— 207 —
i Obras de Santa Teresa de Jesús, i id j 70
i Sermones, Lacordaire, 1 id 90
i Obras del Clero del Peni, Faurel, 2 id 70
1 Fabiola, Wisraan, i id 45
i Historia de la sociedad doméstica, por Gaume, i id 35
1 Conversaciones familiares, Santa María, 3 id 140
i Obras cúmplelas, Juana H . Gorriti, 2 id 120
1 Anjeles de la tierra, Pérez Escrich 120
i Madre de los desamparados, id., 2 id 120
i El frac azul, id., i id 50
i La caridad cristiana, id., 2 id 120
i Lo» matrimonios del diablo, id., 2 id 120
1 La calumnia, id., 2 id 120
i Los hijos de la fe, id., 2 id 120
1 La esposa mártir, id., 2 id 120
i El cura de aldea, id., 2 id 120
1 La perdición de la mujer, id., 2 id 120
1 Historia de América; Mesa i Leonpard, i id 70
i Diccionario universal, español i francés, i vice-versa 280

Comprado á Alfredo Cosson, del Depósito Háchete i C»

1 Grandes inventos $ 15
1 Enciclopedia moderna, Mellado, 40 tomos 1800
1 Biblioteca de las maravillas , 12 id 300
1 Dictionnaire d'bistoire et Géographie, Bouillet, 1 id 1 vi)
1 Vida i viajes de Cristóbal Colon, i id 33
1 Historia del Perú; Prescott, i id 42
i Atlas de 84 cartas, i id 85
i Tesoro de los prosadores españoles 60
i Tesoro del teatro español, 5 tomos 300
i Apuntes para una biblioteca, Ochoa, 2 id 130
i Libro de los oradores, Cormenin, 1 id 85
1 Obras de Bretón de los Herreros, 2 id 120
1 Obras de Fígaro, 2 id 120
i Poesías, Martínez de la Rosa, i id 60
1 Orlando furioso, Aristo, 2 id 55
1 Emile, J. J. Rouseau, i id 30
i Historia de la relijion, Mazo, 2 id 70
1 Jeografia, Cosson 40
- 208 -
i Trozos selectos de literatura, por Gosson, 3 tomos $ 120
i Prisons, Uevoirs, S. Pellico, i id 60

Comprado a Gustavo Kordgien, calle de Reconquista núm. 133ií

i Ejemplar del « Plata Ilustrado, » semestre ilcl 15 de Octu


bre de 1871 al 15 de Abril de 1872 g 120
1 Id. id., semestre del 15 de Abril al lo de Octubre de 1872. 140
Suma total g 11842

11,842 j? u}6 ó sean g fts. 473 68.


Buenos Aires, Junio 4 de 1872. •
PALKMON HUERCO.
Pedro Qniroga,
Secretario.

N° 2.

Factura de Mitro* remitidos por la Comisión Pro»


teetora de las Bibliotecas Populiarcs á la Blbllotc»
ea popular del Pilar (Provincia de Buenos f¡ tres)

Comprado á R. Casajemas—Librería del Plata— Tacuari núm. 13.

1 Memorias de un Médico \
1 Collar de la Ueina i Ángel Pilón S ,<! 240
1 Condesado Charny J
1 Los Tres Mosqueteros 60
1 Veinte años después, 4 tomos 40
1 Visconde de Bragelona, 6 id 60
1 Dama de Monceaurcau, 3 id , „,. 30
Kl Corricolo, Impresiones de viaje, 2 id '¿O
Las Orillas del Rhin id id 20
Quince dias en el Sinai id id 10
Capitán Arena 10
Villa Palmieri 10
Átala, Rene etc. por Chateaubriand 10
Cuentos i mentiras Andalusas £0
— 209 —
i Mesa revuelta por F . de la Vega $ 10
i Los Miserables por V. Hugo, i O tomos iOO
i París, Londres i Madrid por Ocha 35
1 Obras de Trueba, S id 125
1 Obras selectas de Quevedo, 2 id 40
i Condesa de Monte-Cristo por Boys 50
i La Farisea, Las dos Gracias por F. Caballero 30
1 Lágrimas por id 20
i Proverbios ejemplares. R. Aguilera, 2 id 40
1 La Pastora del Guadiela por Saens de Melgar, 2 id 40
1 Marquesa de Pinares, por id, 3 id 60
1 La vida en el Chaleco, por Villergas 70
1 Los Espadachines, por id, 2 id 70
i Los Misterios de Madrid, por id, 2 id v 70
i La Novia de Lammermoor, 3 id por W. Scott
i La Cárcel de Edimburgo, por id, 4 id ,
1 Oficial Aventurero, por id, 4 id. 20U
1 Kenirworth, por id, i id. . ..
1 E| Anticuario, por id, 4 id.
1 Wawerley 4 id
1 Obras completas de Larra, 4 id 140
1 Rob-Roy, por \Valter Scott 20
1 Woodstock por id, 4 id 40
1 Redgarahlet, 5 id 40
1 Obras festivas i satíricas de los mas eminentes Españoles,
2 id i 160
1 Viajes por Domingo K. Sarmiento, 2 id 130
1 Gil Rías de Santillana, 3 id 60
1 Doña Urraca de Castilla por Yilloslada 60
i El Libro de la Familia, por J. Contarda 60
i La moral en acción por Gerardo 60
i Jerónimo Paturot en busca de la mejor República 60
1 Obras de Misericordia, porPeres Escrich, 3 id 150
i Perdición de la Mujer, por id, 2 id 120
1 Mujer adultera seguido del Frac Azul, 2 id 130
i Las mil i una noches , 120
Los mil i un dias 70
Miserias imperiales, por Sales Mayo 70
Márquez de Siete Iglesias, por Fernasdez i Gonzales 80
Conde, Duque de Oliveras, por id 80
Dama ile noche, por id 10
— 210 —
Obispo casado i Reí i dos novelas mas. . . .' $ 80
Don Juan Segundo por Fernandez i González 60
Los Hambrientos por id, 2 id 100
Los dramas sangrientos por Palmera, 3 id 22o
Viages de Frai Gerundio, 2 id 50
La estrella de Nasareth por G. Luna, 2 id 100
María la hija de un jornalero, 2 id 100
La bruja de Madrid por A. de Izco, 2 id 100
Vida i viajes de Cristóbal Colon 50
Viajes i descubrimientos de los compañeros de Colon 20
1 Hisioria de Inglaterra 100
1 Álbum pintoresco Español, 3 id 200
1 Don Quijote de la Mancha - SO
1 Matilde ó las cruzadas 25
1 Mesonero Romanos, escenas Matritenses 35
i Los Españoles pintados por si mismos liO
i El Cura de Aldea, por Peres Escrich, 2 id 100

Comprad» á Carlos Alau— Calle Rwadavia ni'tm. 291 i 293 -Librería Ma


ravilla Literaria.

i 20.000 Leguas de viaje submarino por J. Vernc $ 70


1 Museo de las familias 12 tomos 750
1 Genoveva 30
1 7.000 Pecados Capitales 24
1 Picapedrero 48
1 Poesías de Arólas 32
1 ídem de Rubí 36
1 Tipos, grupos i bocetos 16
1 Teresa Dumoya 32
1 Ultimo Mohicano 52
1 Aguas de San Román 32
1 Diablo Cojuelo 2i
1 Nuestra Señora de París 40
1 Poesías de Principe 44

Comprado á Gustavo Kordgien— Calle Reconquista núm. 133:4 .

1 El Plata Ilustrado, semestre del 15 de Octubre del 71 al 15


de Abril del 12 120
— 2H —
1 El Plata Ilustrado, semestre del 15 de Abril de 1872 al 15
de Octubre de 1872 $ 140

Suma total # 6205


6205 $ m¿. ó sean $ fls 248. 20 ct.
Buenos Aires, Junio 4 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroya.
Secretario.

N° 3.

Factura de Libros remitidos por la Comisión Pro.


tectora de las Bibliotecas populares á la Biblio
teca popular «l'riiukllu» de Cañuelas (Provincia
de Buenos Aires).

Comprado ala a Imprenta i Librería de Mayo i>, de Car/os Casavalle, calle


de Moreno núm. 241.

1 Almacén de las Señoritas, 1 tomo $ 43


1 Manual de albañileria, 1 id 22
1 Id del carpintero, 1 id 44
1 Id del fabricante de velas, 1 id 22
1 Id del florista artificial, 1 id 22
1 Id de lechería, 1 id 22
1 Id del pintor, 1 id 22
1 Estudios sobre la Constitución, Laboulage, 1 id 60
1 Historia de América, Robertson 100
Id de Felipe Segundo, 1 id 100
Id Arjentina, por Domínguez, 1 id 25
Glorias arjentinas, por Iriarte, 1 id 55
Franklin i Washington, 1 id 35
Historia de Rosas, 1 id 60
Viajes, Sarmiento .' laO
Id al rededor del mundo, por Arago, 1 id 130
- 212 —

i Obras poéticas, Espronceda, i id $ 35


i Id de Hartzenbusch, i id (Vi
i Aventuras de Telémaco, i id i«>
1 Pablo i Virjinia, 1 id ÍO
i Los miserables, V. Hugo, 10 tomos 120
1 Nuestra Señora de Paris 63
1 Diego Corrientes Í20
i La liuena Madre, Fernandez i González 110
1 Sancha do Navarra, id id 70
Las jentes de buena fe, id Id 120
D. Juan Tenorio, id id 120
La maldición de Dios, id id 120
Los Desherederos, id id 120
La Esclava de su deber, id id 120
1 Kl Diablo Enramado, id id 120
1 El Marqués de siete Iglesias, id id 120
1 Los Anjeles de la tierra, Pérez Escrich 120
1 La Envidia, id id 120
1 La Caridad Cristiana, id id 120
1 La Calumnia, id id 120
1 La Esposa Mártir, id id 1¿0
i Los Matrimonios del Diablo, id id 120
1 La Madre de los Desamparados, id id 120
1 Novelas de Nombela, 3 tomos 4o
1 Galería di> Mujeres célebres 120
1 Matilde, Sué 100
i Veladas de la quinta , 50
1 Tardes do, la Granja 50
1 La Novia del Hereje, López 150
1 La Educación de las Madres 40
1 Las Escuelas, Sarmiento 50
i Platicas doatrinales 80
1 El Mártir del Gólgota 180
1 Imitación de Cristo, Kempis 15
1 Sermones, Lacordaire 9a
1 Fabiola, Wiseman 40
1 Historia de la Sociedad Domés'iea 35
1 Conversaciones familiares, por Santa María 140
1 Historia de América, Mesa i Leonpard 70
1 Obras completas, J. M. Gorrili 120
— 213 -
Comprado á Alfredo Cosso», del Depósito Hnchelte i Ca.

I Filosofía elemental, Balraes $ 18


i Grandes inventos 15
1 Biblioteca de las maravillas, 12 tomos 300
1 Vida i viajes de Colon 35
Obras de Bretón de los Herreros, 2 tomos 120
Id Fígaro, 2 id 120
Orlando furioso, 2 id 55
Discursos parlamentarios, 3 id 80
Tardes de la Granja 42
Historia de la Relijion, 2 tomos 70
Genio del Cristianismo, por Chateaubriand 35
Itinerario de Paris a Jerusalen, por id 31
Átala i Rene, 25
i Jeografía de Cosson 40
1 Trozos selectos, de id 3 tomos 120

Comprado á Gustavo Rordgien, calle Reconquista núm, 133 }í .

I Ejemplar de «El Plata Ilustrado», semestre del 15 de Octu


bre de 1871 a 15 de Abril de 1872 120
1 Ejemplar de « El Plata Ilurtrado », del 15 de Abril al 15 de
Octubre de 1872 140

Suma total 8 5950

5,950 $ m¿ ó sean fts. 238.


Buenos Aires, Junio i de 1872.
l'U.l.MO.N liUEUGO.
Quiroya,
— 214 —
N° 4.
Factura de libros remitidos por la Comisión Pro
tectora de las Bibliotecas Populares ú la Biblio
teca Popular del Tordillo (Provincia de Bueno»
Aires.)

Comprado á la Librería del Colejio de Juan B. Igon— Calle de


Bolívar núm. -Vi.

1 Los Monstruos Marinos, por Surcher, 1 t $ 2a


1 Enseñanza de la lengua materna, por Giiard, i t 40
i Almacén de las Señoritas, por Mme. de Beauraont, i t — SO
1 Historia Arjentina, por L. Domínguez, 1 t 70
1 Almacén de los Niños, por M. de Beaumont 50
i Vida de Lincoln, por D. F. Sarmiento 50
1 Vida de Washington, por AYil tres, it 40
i Vida de Franklin, por .1. Mignet 10
i Vida de Rosas, por Bilbao, i t 60
1 La Guerra del Paraguay, por Thompson, i t i -'"
i Siete años de aventuras en el Paraguay, por Masterman, it. 100
1 Cartas provinciales, por Blaise Pascal 30
1 Almacén de la juventud, por M. de Beaumont 50
1 Juanito, por Parravicini, i t 25
Galería de Mujeres Célebres, por Saint-Beuve, 1 1 120
Las tardes de la Granja, por Dumesnil 42
Veladas de la Quinta, por M. de Genlis 50
Vida de Ntro. Señor Jesu-Cristo, por Wallon 15
Primavera i el estío, por J. Selgas, i t 40
Vida de hombres ilustres, por Plutarco, 5 t 180
Obras completas, por Virjilio, 1 t 125
1 Orlando furioso, por Ariosto, 2 t 55
1 Novelas, por Bilbao, It 80
Tesoro de prosadores españoles, por Ochoa 60
Tesoro de novelistas españoles, 3 1 180
Comedias de Moratin, 1 t 33
El hombre primitivo, por Zimermann 100
Historia de un joven pobre, por 0. Feuillet, 1 1 25
Trozos selectos de Literatura, por Cosson, 3t 115
Pablo i Virjinia, 1 1 13
— 215 —
i Libro de oro, por Lastarria ............................. $ 5
1 Don Quijote, por Cervantes ............................. 38
2000
2,000 $ m¿. ó sean fies. 80.
Buenos Aires, Junio 22 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga.
Secretario.

N=> 5.

Pactara de libro* remitidos por la « oml»Ion l»i-o-


tectora de la» Biblioteca* Popularen á la Biblio
teca popular aEducaclonlsta Argentina* de fclua-
legualckú (Provincia de Entrc-lllon.)
Comprado á la Imprenta i Librería de Mayo de Carlos Cat'ivalle, calle
Moreno núm. 241.

i Obras poéticas, Bello # 60


i Armonías, Palma 35
i Lira Americana, id 90
1 Gobierno Representativo, Stuart Mili 6o
i Esludios sobre la Constitución , Laboulaye 50
i La Democracia en América, Tocqueville 80
i Ciencia i Derecho Constitucional, González 150
i Vida de Franklin i Washington 30
1 Viajes por Europa, África i América, por Sarmiento 150
1 Gramática Castellana, Bello 45
1 Manual de Literatura, Gil i Zarate 65
1 Poesías, Campoamor 50
1 Almacén de la Juventud, (historia) 45
1 Id id (Viajes) 4o
1 Id id (Ciencias i arles) 4S
1 Id de Señoritas 45
1 Id de Niños 45
1 Galería de Mujeres Célebres... 1*0
~ 2Í6 -
i La Amalia, Mármol
i Poesías, Echeverría ....................................
i Educación de ¡HS Madres, Aimé Martin .................. !í
1 Las Escuelas, Sarmiento ...............................
i Fabiola, Wiseman ....................................
i Obras cornpleUs, J. M. Gorriti ......................... _
i Perdición de la mujer, Pérez Escrich ...................
i Anjeles de la tierra, id id............................
i Historia de América, Mesa i Leonpard .................
i Manual de albañilería ................................ "
44
i Id de Carpintería, 2 tomos.................... ............
i Id de Velas y jabones .................................
i Id del Florista Artiücial ..................... ..........
i Id de Lechería ........................................
1 Id de Esgrima ........................................
i Id del Pintor .........................................
i Id de Majica blanca ...................................
1 Id de Jeografía i Estadística ...........................
i Historia Arjentina, por Domínguez .....................
i Poesías, Espronceda...................................
I D. Juan Tenorio, Fernandez i González .................. '-
i Maldición de Dios, id id ............................... "~
i La Novia del Hereje, López ...........................
1 La Sociedad Doméstica, Gaume ........................
1 Union Latino-A»ericana, Torres Caieedo ................
Comprado ó Rene i Ca.-Calle de Belgranonúm. 99.
150
1 Diccionario Castellano ...............................
Id Historia i Jeograíla ........................... ""
i El Zorro, de Goethe ...................................
Comprado á Piqueras i C «¿pineras -Calle Chaeabuco *úm. 168.
• a£*
1 El mundo antes de la creación del hombre ...............
i Mujeres de la Biblia ................................... ^
1 Historia de España, La Fuente .........................
Comprado á la Librería del Plata de R. Casernas, calle Tacuari
núm. 13.
1 Los Tres Mosqueteros, A. Dumas ................. ...... • 60
1 Veinte años después, id ..... • ................
— 217 —
i El Vizconde de Bragelonne, por A. Dumas $ 60
1 Impresiones de Viaje. El Corricolo, id 20
i Las Orillas del Rhin 10
i Quince dias en el Sinai 10
1 Átala i Rene, Chateaubriand 10
1 Los Miserables, V. Hugo 200
1 Obras selectas, Qutvedo 60
1 Los Espadachines, Villergas 70
1 Viajes por Sarmiento 130
1 Rob, Roy W. Scott 20
1 Viajes de Frai Jerundio 50
1 Gil Blas de Santillana 60
1 Gerónimo Paturot, en busca de la mejor República 60
1 Obras de Misericordia, Pérez Escrich 180
1 Esposa mártir, id id 120
1 La Envidia id id 120
1 El Cura de Aldea id id 100
i El Marqués de siete Iglesias, Fernandez i González 80
1 El Conde—duque de Olivares id id 80
1 Los hambrientos, id id 100
1 María, por Aygualz de Izco 100
1 Marquesado Bella-Flor por id , 100
1 Palacio de los Crímenes por id 100
1 Vida i viajes de Cristóbal Colon, por W, Irving 50
1 Historia de Inglaterra, por Goklsmitli 190
1 Don Quijote de la Mancha 60

Comprado á Gustavo Konlgien - Calle Reconquista núm. 133 }i .

1 Ejemplar de «El Plata Ilustrado» semestre del 15 de Oc


tubre de 1871 al 15 de Abril de 1872 120
1 Ejemplar de «El Plata ilustrado» semestre del 15 de Abril
al 15 de Octubre d* 1872 . . 140

Suma total $ in¿. 7195

7,19,'í g in¿. al cambio de 25 por un peso fuerte dan $ 287 80 c.


Buenos Aires, Junio 22 do 187á.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga.
Secretario.
- 218 -
N« 6.
Factura de Libro» remitidos por la ComUion Pro
tectora de la» Biblioteca» Populare» á la Bibliote
ca popular de Santa-Fé.

Comprado d Curios CaiavaUe-~Calle de Moreno ntim. 241.

i Hijiene privada, Jlonlau, 1 tomo ¡J 7Í5


i Tratado de Fisio'ojia, Beclard, i id 150
1 Los Grande» Inventos. Figuier, i id 30
1 Maravillas Celestes, 1 id 30
i Id de los Ventisquero;, 1 id 30
i Mundo Invisible, 1 id 30
i Monstruos marinos, I id 30
i De la Arquitectura, lid 30
1 Ascensiones Célebres, 1 id 30
1 Arte Naval, 1 id 30
i Metamorfosis de los Insectos, 1 id 30
i Metéoros, 1 id. 30
i Volcanes i terremotos, 1 id 30
i De la Vejetacion, 1 id 30
40 Manuales diferentes títulos & $ 22 cada uno, 40 id 800
i Historia del Derecho de Jentes, por Wheaton, 2 id 100
1 La Democracia en América, por Tocquevill, 1 id 50
i Constitución de los Estados Unidos, Laboulaye, 1 id. ... 50
1 Naturaleza de intendencia de las Instituciones libres, por
Grinke 150
i Derecho Constitucional, F. González, 1 id 80
1 Historia de los Reyes Católicos, Prescott 70
i Conquista del Perú, 1 id. por id 50
1 Id de Méjico, por Solis, 1 id 60
1 Historia Arjentina, por Domínguez, 1 id 30 50
1 Elementos de Derecho publico, por Lastarria, 1 id.... 60
i Los Mártires, por Chateaubriand, 2 id 60
1 Novelas, por id, 2 id 60
1 Itinerario de París a Jerusalem, por id, 2 id 60
1 Estudios históricos, por id, 2 id 60
1 Organización de la Confederación, por Alberdi, 2 id 130
1 Manual de física aplicada, 1 id 50
— 219 —
i Woodstock ó el Caballero, W. Scott, 4 ¡d 5 60
i El Anticuario, W. Scott, 5 id 40
1 Redgauntlet, id, 5 id 40
i Historia de Carlos V, porRobertson, 4 id 125
1 ídem de América, por id, 2 id 125
1 Rcb Roy, W. Scott, 1 id 30
1 Viajeros antiguos i modernos, 2 tomos en 1 id 80
1 Jerusalem Libertada, Tasso, 1 id 40
1 París, Londres i Madrid, por Ochoa, 1 id 40
1 Armonías Económicas, por Baastiat, 1 id 70
1 Diccionario Enciclopédico de la lengua española, 2 id. . . 350
1 Nuevo viajero Universal, 5 id 500
1 Una escursion a los Ranqueles, por Mansilla, 1 id 73
1 Colección de causas célebres francesas, españolas é in
glesas 21 id, 1000
1 Misterios de París, Sué 150
1 Memorias de un Marido, id 85
1 Dramas del Océano 85
1 Historias Estraordinarias 130
1 Los pecados Capitales, Orellana 100
1 La Millonada, por Paul de Kock 50

Comprado d Alfredo COMO», del Depósito Iludir/ te. i i'./i,

1 Diclionnaire de Sciences, 1 id 133


1 Id d'histoire et de Geographie, 1 id 135
Atlas avee blasones, 1 id 200
Dictionnaire des contemporains, 1 id 170
Id de la viepratique á la Ville et á la Campagne 1 id 135
Id desmathématiquesappliquées, 1 ¡d 200
Id encyclopédique, 1 id 500
1 Viajes, Chateaubriand, 1 id 30
1 Memorias de Ultratumba, 5 i d 150
Variedades, Literatura i Política 30
Ensayo sobre la Revolución, 2 id 60
Obras completas, Larra, 2 id 120
Id id Zorrilla, 3 id 180
Virjilio, Ocha, 1 id 150
Orlando Furioso, 2id 80
Obras completas, Echeverría, 2 id 180
— 220 —
i Matilde ó las Cruzadas, 2 id $ 4o
i Economía de las Escuelas, i id 40
1 Celiar, M. Cervantes, i id 40
1 Tesoro de Escritores Españoles, i id 6ü
i Sermones, Lacordaire, 2 id 100
1 Imitación de Jesucristo, 1 id 15
1 Fabiola ó la Iglesia de las Catacumbas, 1 id 40
1 Viaje pintoresco a las dos Américas, por D'Orbigny, 3 id 350
2 Gramática de la Academia Española, I id 50
1 Doloras i Cantares, por Campoamor, 2 id 50
1 Obras de Bretón délos Herreros, 2 id 120
1 Medicina Legal, Orfila, 4 id 280
1 Id de las Pasiones, Descuret, 1 id 50
1 Historia de Rosas, 1 id 50
1 El Poder Judicial, 1 id 50
1 Breve esposicion de la Constitución, por Story, 1 id — 40
1 El Federalista, 1 id 150
1 Las Escuelas, Sarmiento, 1 id 50
Historiadores Españoles, 1 id 60
Colección de Obras del Clero del Perú, 2 id 70
Oln-<iS completas de Santa Teresa de Jesús, 1 id 60
La Novia del Hereje, por López, 2 id 150
Los Pobres de Madrid, Aiguals de Ires, 1 id 70
Derecho Natural, 1 id - 50
1 Estudio» filosóficos, Augusto Nicolás, 3 id 180
1 Diccionario de las Sustancial, por Chevalier, 2 id 180
i Diccionario español francés i francés español 100
1 Id español ingles é ingles español 40
1 Phénomó de la physique 140
1 Le Ciel, Guillemin 140
I OEuvres choisies 200
Teatro escojido, Calderón 60
Id id Lope de Vega 66
Tesoro de los poemas 60
Id del Parnaso 60
Id de los prosadores 60
Obras escojidas, Quevedo 60
Trozos id, Ochoa 39
Obras dramáticas, Gil i Zarate 60
Gil lilas de Santillana, Lesaje 30
— 221 -
Cervantes $ 40
1 Tratado de Química, Troost 80
1 Filosofía elemental, Bal mes 18
1 Id fundamental, id 35
1 Nociones de física, B. de Monvel....« 25
1 Id de química, id 20
Historia de la Religión 70
Educación de las madres de familia 30
Las tardes de la Granja 45
Fausto de Goethe 30
Obras poesías de Espronceda 30
Amalia, por Mármol 45
1 Apuntes para una Biblioteca, por Ochoa 120
1 Aritmética, Burdon 40
1 Geometría, id 80
1 Id Jariet 45
1 Algebra i Geometría, Jariet 45
1 Geometría descriptiva, id 55
1 Matemáticas, Vallejo 55
i Trozos escojidos de literatura, 3 id 120
i Zoolojia Milue, Edwards 45
1 Botánica, Jusien 45
1 Mineralogie, Bendant 45
1 Histoire de la litterature anglaise 140
1 Zoología, Gervais 65
1 Cuadro del Progreso de las ciencias 60
í. OEuvres completes, Byron 120
1 Id id Shakespeare 225
1 Liberté Politique, Relijion naturelle 52
1 Lejislation commerciale 20
1 Lejislation usuelle 26
1 Agricultura ;>ratique 100
1 Meilleure forme de gouvernement 20
1 Relijion et liberté 26
1 Grandes scénes de la nature 20
1 Agriculture élémentaire 20
1 Chimie moderne, Wurtz 55
1 Id. pratique, Odling 35
1 Lectures pour tous 38
1 París en América, L&boulaye 30
— 222 —
1 Geologie élémentaire $ 30
1 Elements de botanique 25
2 Forester, á8$ 16
2 VicarofWakefield, 48 id 16
2 New lessons of literature, á 20 id 40
1 Libro de los oradores 85
2 Zoolojla, á 12 g 24
2 Botánica, á 12 id 24
2 Simples lectures sur las sciences, á 12 id 24
1 Manual de filosofía, Jacques 40
1 Id. de id., Jeruzes 40
i Esprit des Icis, por Montesquieu 30
i Influence du christianisme 26
i Art de parler en public, Bautain 26
1 Arpentage, Vriot et Vacquant 25
i Rethorique, Le Clero 20
i Thomas Jefferson, de Witte 30
i Histoire de Washington, de id 30
i Souvenirs d'un naturalist 60
i Publicistes modernes, Baudrillart 30
Compendio de historia de América 45
La femme, Michelet 26
L'áme et la vie, Laisset 20
Morale dans l'antiquité 20
Phisionomie et parole 20
Manuel de philosophie 26
Gymnastique, Vergnes 20
L'optique et les arts 20
Problemes da la vie, de l'áme, de la nature, la vuix 80
Philosophie du droit penal 20
Code et liberté, Milsi 20
Colon, W. "Yrwing 35
Jénio del cristianismo, Átala i Rene 60
PLysiologie de la pensée 52
Economie politique, Garnier 55
1 Entretiens sur l'hyjiene 30
i Histoire morale des femmes 26
1 Le progrés, Abont 26
i Droit naturelle, Jouffroy 52
1 Hyjiene de l'Sme 20
— 223 —
l Liberté civile, Bertaud jj 26
1 Philosophie des lois, Bautain 26
i OEuvres philosophiques, Fenelon 30
1 Id. id. Bousuet 30
1 Manual de pbilosophie, Jourdain 26
i Revue de l'histoire, P. Parado! 52
1 Du Vrai, philosophie écossais de Loke, sensualiste 104
Histoire de la literatura frangaise 30
Certs clasiques 3o
Histoire contemporains, da Coudray 30
Atlas de Rabinet 12o
Atlas de Brachet 55
Constitution de 1'Angleterre 90
Phrenologie, Lelut 30
L'année et le corps, Lemoine 28
Le Boudrio-Mahomet, Saint Hilaire 52
Éléments de morale SO
Phytiognomonie et phrenologie 26
El mundo, Pelletan 25
Suma total 16031 50

16,031 50 $ m¿ el cambio de 25 por un peso fuerte, dan: fts. 61,126.


Buenos Aires, Julio 6 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 7.

Factura de Libros remitido» por la ComUlon Pro


tectora de la» Biblioteca» Populare» á la Biblio
teca popular «Protectora Union» de Córdoba.
Comprado á Cárlot Ca$ava¡le— Calle de Moreno m'/m. 241.
1 Dicionario de las sustancias alimenticias, por Chevalier, 2 t. jj 180
1 Medicina legal por Orfila, 4 id 280
1 t: uad ro del Progreso i de la Industria por Figuier. 2 id 75
— 224 —

i Maravillas celestes, i id g 31)


i Id de la Yejetacion, lid 30
Id déla Arquitectura, i id 30
Id Ascenciones Célebres, i id 30
Id Arle Naval, i id 30
Id Volcanes! Terremotos 30
Id Monstruos Marinos 30
Id Mundo Invisible 30
Id Los Ventisqueros 30
Almacén de la Juventud (artes i ciencias) 43
i Id id (historia) 45
i U id (Viajes) 45
i Manual de Telegrafía Eléctrica 22
i Armonías Económicas, por Bastiat 70
i Gobierno Representativo, por Stuart Mili 50
1 Principios de Economía Política 45
i Historia del Derecho de Gentes por Wherlon 100
i Historia Universal, por Cantd, 10 id 900
1 Guerra del Paraguay, por Tliompson 120
{ Obras completas d; Francisco Bilbao 120
1 Diccionario de la lengua Castellana 150
1 Obras poéticas de Cuenca 250
1 Educación de las madres familia, por Aimé Martin 40
1 La Amalia, por Marmol 65
1 Hermana de la Caridad, por Castelar 30
1 Causas célebres históricas, por Fabraquer 70
1 Doloras i Cantares, por Campoamor 40
1 Obras poéticas de Espronceda 40
1 Obras dramáticas, por Eguilaz 00
1 Vies des hommes Ilustres, por Plutarque 120
1 Tesoro del Teatro Español, por Moratin 160
1 Vida de Washington, por Guizot 8
i Vida de Franklin, por Mignet 8
1 Diccionario Etimológico 50
1 Historia Argentina, por Domínguez 25
1 Tesoro ó colección de poesías 60
1 Manual del Carpintero 44
1 Manual del cultivo del Cafó 22
1 Obras poéticas de Quevedo , 60
1 Mártir del Gólgata, por Escriche 180
- 225 —
i La Divina Comedia por Dante $ 'i">
1 El Agricultor práctico 45
1 Historia del Paraguay, por Azara 150
i Organización de la Confederación Argentina, por Alberdi .. 130
1 Viajes por Europa, África i América, por Sarmiento 150
1 FUica aplicada a la Agricultura 50
1 Espíritu de las Leyes, por Montesquieu 70
1 Jerusalem libertada, por Tasso 40
1 .Manual de Qnimica divertida 22
1 Derecho Publico, por Latarria 60
1 Anales de la Revolución de la América Latina 120
1 Historia de Rosas, por Bilbao 50
1 Tesoro de Historiadores Españoles 60
1 Obras poéticas de García de Quevedo 120
1 Historia de América, por Mesa i Leompart 70
1 Obras Dramáticas, por Gil i Zarate 60
i ElFederaüsti 150
1 Colección de Poesías Castellanas 60
1 Las Escuelas, por Sarmiento 50
1 Viajes de Fray Gerundio 60
1 El Poder Judicial, por Story 50
1 Breve esposicion de la Constitución, por id 40
1 Obras completas de Echeverria, 2 id 180
i Trozos selectos de Literatura por Cosson, 1 tomo 29

Suma total $ 5700

5700 gm¿ ó sean giles 228.


Buenos Aires, Julio 6 de 1872.

PALEMÓN HUERCO.
Presidente.
Pedro Qniraija.
Secretario.
— 226 —
N° 8.
Factura de libros remitido» por la Comisión Pro
tectora de las Bibliotecas Populares á la JUiliHo-
teca Popular de Tucuiuaii.

Comprado d Carlos Casavalle, calle dt Moreno 241.

1 Diccionario Español, por ana Sociedad de Literatos $ 150


i Id de Lejislacion i Jurisprudencia, por Escrich ... 150
Id Biográfico Universal l'JO
Id Español-Francés i Francés-Español 70
Id Inglés-Español i Español-Inglés 70
Gramática de la Academia Española 2o
Apuntes para una Biblioteca, por Ochoa 120
Obras completas de Larra 120
Id id de García Quevedo 120
Id id de Juana M. Gorriti 120
Una escursion á los Ranqueles, por Mansilla 70
Las Escuelas, por Sarmiento 30
Estudios sobre la Constitución Norte-Americana, por La-
bulaye 50
1 Martín Rivas, por Blest-Gana 50
1 Historia de Rosas, por Bilbao 50
1 Los pecados capitales, por Orellana 100
1 Dramas del Océano, por Bjron, Dumas, etc 90
1 Historias Estraordinarias, por id 130
1 Don Quijote, per Cervantes 70
1 Las Mil i una noches, por Galland 45
Obras Poéticas de Bello 40
Fabiola ó la Iglesia de las Catacumbas 40
Historia de cien años , Cantú 100
La Madre de los Desamparados, por Escrich 120
Las Obras de Misericordia, por id 180
Historia de la Guerra de África 130
1 Id Antigua, por Duruy 35
1 Id Sagrada, id 33
1 Id Griega id 3o
1 El Federalista, artículos sobre la Constitución de los Es
tados Un idos ,.......,.,, ,, , 150
- 227 -
i El Poder Judicial en los Estados Unidos, por Story $ 50
1 Comentarios de la Constitución por id 50
i Maravillas del Mundo Invisible 30
1 Maravillas Celestes, Flammarion 30
i Maravillas de la Arquitectura, Lefevre 30
i Maravillas del arte Naval , Renard 30
i Código de Comercio de la República Argentina 30
i Derecho Constitucional, por González 70
i Poesías de Gutiérrez 60
1 La Pastora del Guadiela 40
i La Marquesa de Pinares 30
1 Pablo i Virjinia, por Saint-Pierre 10
1 Historia de la Relijion, por Mazo 70
i Biografías de San Martin, de Bolívar i de O'Higgins 20
1 Historia Argentina, por Domínguez 30
1 Las tres Marías, por Micliel Masón 35
i Almacén de la Juventud 45
i Id de los Niños 4o
i Novelas de Bilbao. 50
8 3411

3,411 $ m¿. ó sean fts. 136 44 c.


Buenos Aires, Julio 11 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Qttiroya.
Secretario.

N° 9.
Factura do libros remitidos por la Comisión Pro-
teetora de la» Bibliotecas Populares á la Biblia»
teca Popular de Graneros, (Provincia de Tiieu-
niau.)
Comprado á Cárloi Casavalle, calle de Moreno nilm. 241.

i Diccionario Español, por una Sociedad de Literatos jj 150


i El Federalista, colección de artículos sobre la Constitu
ción de los Estados Unidos •. . . • Í30
— 228 —
i Poder Judicial en los Estados Unidos por Story $ 50
i Br.íve Esposicion de la Constitución, por id 40
i Diccionario de Lejislacion i Jurisprudencia 150
i Economía Política, C. de Seneuil 150
1 De las Instituciones libres, Grinke 160
1 Lecciones de Derecho Constitucional, González 80
1 Almacén de las Señoritas 45
1 Id de las Niñas 45
1 Id de la Juventud (viajes) 45
1 Id id (historia) 15
i Id id (ciencias i artes) 45
1 Las mil i una noches 45
1 Hijiane privada, Monlau 75
1 Historia Argentina, Domínguez 30
i Galería de mujeres célebres 140
Diccionario Biográfico Universal 150
Don Quijote de la Mancha, Cervantes 70
Historia de Rosas, Bilbao 50
Novelas por Bilbao 50
Martin Rivas, Blest Gana 50
Viajes en Europa, África i América 150
1 Las Escuelas, Sarmiento 50
1 Diccionario francés-español i vice-versa 70
1 Conquista de Méjico, Solis 70
I Viajes de Fray Gerundio 60
1 Novelas diversas, 3 tomos 75
1 Dramas del Océano, Byron, Dumas, etc 90
i Historias estraordinarias, id 120
1 Gil Blas de Santillana, Le Sage • 60
1 Apuntes para una Biblioteca, Ochoa, 2 tomos 130
1 El Guapo Francisco, Estevan, Fernandez i González, 2t.. 40
1 Una escnrsion a los Banquetes, Mansilla — 70
1 Los Pecados Capitales, Ordlana 100
1 La novia del Hereje, López i50
1 Ensayo sobre el Catolicismo, D. Cortés 30
1 Obras poéticas do Bello 40
I Obras completas, Eclitverria, 2 tomos 180
1 La América, Lastarria 60
1 Obras poéticas, Espronceila 40
1 Id id Martínez du la Hosa 60
— 229 —
i Matilde ó las cruzadas, Mme. Cottin, 2 tomos g 40
i La Ley de Dios, S. de Marcó 2;>
i Obras dramáticas, Gil i Zarate 60
i Átala i Rene, Chateaubriand 15
i Caricaturas i Retratos, Frontaura 15
1 Pablo i Virjiaia, Saint-PLérre 1050
3611 50
3,611 50 £ in¿ dan pesos fuertes 144 06.
buenos Aires, Julio 11 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Peilro Quiroga.
Secretario.

N= 10.

Factura de Libros remitidos por la Coittlslou I»ro-


tcctora de las Bibliotecas Populares á la del
aClnb Casino» de Catamarca.
Comprado é A. Cosson del Depósito Hachelle i Ca.
1 La terrecí les mers é $ 70
1 Atlas avec blasons par Bouillet 200
1 Dictionnaire encyclopédique por Vorepierre SOO
1 Id National, por Bescherelle 300
1 Diccionario Francés-Español i Español-Francés 100
1 DiclionnairedeChimie de Wurts 250
1 Revué des cours scientifiques 700
1 Id idLiteraires 700
1 De l'intelligence por Jainet W
1 Phénoir.enés de la physique 140
1 Le Ciel por Guillemin 1^0
1 Vies des savants ¡Ilustres por Figuier 1«>0
1 La Ierre avant le déluge id id 'O
1 Les insectos id id 70
1 Les poisons id id 70
1 L'homme por Zimmermann u 7"
- 230 —
1 L'homme fossilo por Jehon 55
1 Origine des especes por Darwin 55
1 De la variation des animaux et des plantes 120
1 Origine de l'homme por Royer 55
i Geologie por Leyell 150
1 Legons sur l'homme por Voght 75
1 UEuvres choi?ies por Dupanloup 220
i Phisique medícale por Desplats 60
1 Química, por Troos 80
1 Mil i una noches 45
2 Filosofía Elemental por Balmes á 18 $ uno 36
2 Filosofía fundamental por Balmes á 3o id id 70
1 Nociones de física por B. de Monvel 25
1 Nociones de química id id 20
1 Historia de la Relijion por Mazo 70
1 Educación de las madres de familia 30
1 Las Tardes de la Granja 40
i Fausto de Goethe 33
1 Amalia, por Marmol 45
i Causas célebres francesas-españolas é inglesas i 1 vol 500
1 Legons de pliilosophie, por Laromiguiere 110
1 Aritmética, Bourdon 40
1 Jeometria, id 50
1 Id por Jaried 50
1 Aljebra id id 45
1 Jeometria descriptiva, por id 45
1 Matemáticas, por Vallejos 5o
1 Trozos selectos da literatura, por Cosson 120
1 Zoología, por Milne Eward 45
1 Botánica, por Jussieu 45
1 Mineralojia, por Beudant 45
1 Histoire de la literature Anglaise 130
i OEuvres choisies de Goethe 210
1 Theatre, por Schiller 90
1 Poésias de Wland 30
1 Traite élementaire de phisiologie 110
1 Romans populaires, por E. Chatrian 80
i Romans Nationaux, 80
1 OEuvres complets, por A. Musset 80
i Chimie industrielle, por Payen >•• 1>°
— 231 —
i Présis d'agriculture 70
i Zoologie, por Gemís 65
1 (JEuvres completes, por Shakespeare 2Z5
i Cap. Hatteras-Cinq-semaincs en vallon, por J. Verne 160
i Philosophie du bonheur, por Janet 30
1 La Famille por Janet 30
i La ppnsée humaine, por Nourison 30
i Révolution francaise, por Carlyle 78
1 OEuvres Channing 104
1 Cuadro del Progreso de las Ciencias 60
1 OEuvres Flammarion 78
1 Id de Byron 10*
1 Liberté politique, religión naturelle, por J. Simón 52
1 Entretiens sur l'hygiene 30
1 Lejislation commerciale et industrielle 20
1 Id usuelle 26
1 Agriculture eleraentaire 20
1 Chimie moderne, por Wurts 85
1 Id Practique, Odling 35
1 Agriculture practique, por Isabeau 100
1 Meilleure forme de guvernement 20
1 OEuvres choisies, por BufTon 52
Religión et liberté, por Bantain 26
Doctrines chimiques, por Wurts 26
Révolutions du globe por Couvier -''
Grandes scenes de la naturc ^0
Lectures pour tous, por Lamartine, 30
1 L'etat et ses limites, por Laboulaye 26
1 Historie Naturalle, por Delafosse ^5
I Geologie élérnentaire _ 30
1 Eléinents de Sotanique ^u
2 Forester a 8 $ uno 1C
2 Vicar of Walkeüeld a 8 g id 16
? Teneduría de Libros á 12* $ id. 25
S New lessons of literature á 20 fl íi i 40
Le Condemain de la mort - ""
Comedias deMoratin..., • ••-• !0
Theorie du progrés, por Perroa.- ^
L'hommeet la Revolulion „ *'"'
Constitution anglaige .^ o 26
— 232 —
1 Cours de physique, por Cossin 80
2 Zoologie á 12 g uno tt
2 Botanique a 12 g id 2i
2 Simples lectures sur les sciences á 12 g id 2i
1 Notions de physique 1:'
Cours de Chimie 73
Les Etats Unis 1863 •• 45
Manual de filosofía, por Jacques '" !
Id id por Jeruze W
OEuvres, por Montesquieu ^b
Histoire de la souveraiueté 3o
L'Europe politique et sociale 5o
Dictionnaire des antiquités chretiennes i: '!
Voy age en Italie, por Jaime 80
Melanges phylosophyques, por Jouffroy 30
Inüuence du Christianisme 26
L'art de parler en public 26
2 Arpentage por Briod et Vacquautl 23 g uno 50
1 Scenes et paysages dans les Andes, por Marcoy 20
1 Les saisons, por Iloefer 26
1 Rhetorique, por Le Elere 20
1 Theatre, por V. Hugo 7o
1 Romans, por id id 80
1 Poésies, por id id 50
1 OEuvres completes, Moliere..,, >41 80
1 Id id Lofontaine 80
1 Histoire populaire de la Franoe 200
Voyages aeriens, Glaishar Flammarion 140
Chefs d' oeuvres des arts ándustrielles 120
Jocelin, por Lamartine.... 60
Litlerature allemande, par Bossert tí
Moeurs romaines du régn» d' August 1*0
1 Thomas Jefíerson de Witt 26
1 Histoire de Washington id 30
Í Eludes scientiíiques, por La ngel 26
1 Manuel de philosophie, por Rattier 26
1 Cymnastique, por Vergnes 20
1 L'optique et les arts, por L ángel 20
1 Problemes de la Vie id i i 20
1 Id de 1' Ame id id......... ,,........,.. 20
- 233 -
i Id id la Nature id id 20
I LaVok id id 20
1 Philosophie da droit penal 20
i Révolution frangaise, por Mignet 60
1 Histoire des idees morales 52
1 Medicina i cirujía legal, por Mullí, 3 t 300
1 Enseigneraent obligatoire, por Rendu 25
1 Cuide des écoles primaires id id 40
1 La liberté, Beaussiere 45
i La morale dans la democratie 30
De 1' espece, por Agassiz 45
Histoire gouvernamentale de 1' Angleterre por Lewis 35
Darwin et ses successeurs, por Gautrefages 35
Du role de la famille dans 1' education 20
Code et libertó, por Mills 20
Ecenas matritenses 30
Cristóbal Colon, por W. Irving 35
Conquista del Peni, por Prescott, 42
Dictionnaire des antiquités Grecques et Romaines 7o
i Arithmétiquo—Tenue de livres—Correspondance Comer-
ciale 120
Phisiologie de la Pensóe, Lélut 52
Elements d' aritemétique, Pichot 15
OEuvres de Machiavel 30
Economie politique, Garnier 55
OEuvres, Dante 30
Histoire morale des femmes, Legouvé 26
Le progrés, About 26
1 La Conscience, Bautain 26
1 Souvenirs d' un naturaliste, Guatrefages 52
1 Publicistas modernes, Baudrillart 26
1 Harmonios economiques, Bastiat 26
Constitution de 1' Angleterre, Frishet 80
OEuvres, Jonvencel 78
Diccionario Ingles-Español i Español-ingles 40
De 1' ame humaine, Washington 55
La Phrenologie, Lélut 26
OEuvres, Virgile 26
1 Id Horace 26
1 Id salifiques latins 26
- Í34 —
1 Aristophane, oeuvres 26
1 L'ame et le corps, Lemoino 26
i Le Boudha, Saint Hilaire 26
i Mahomet Id id 26
1 Civilisation moderne, Jousserandot 26
Physionomie et pbrenologie 26
Les choses de l'autra monde, Baulaiu 26
Les fleurs animées, Granville 200
La medecine á travers les siecles, Guardia 60
Elements de morale, Frank 30
El mundo marcha, Pelletan 25
OEuvres completes. Guisot 180
i Id id de Thierry 270
i Astronomie populaire. Arago 240
1 Histoire de la litterature frangaise 120
1 Compendio de la historia de América 45
1 Límites de l'action de l'etat 25
1 La femme—L'insect—L'oiseau—Michelet 78
1 Phisique moderna. Saygey 20
1 L'ame et la vie. Saisset 20
1 Cerveau et pensée. Janet 20
1 Morale dans l'antiquite. Garnier 20
i Physionomie et parole. Lemoine gO
1 Philosophie de la medicine 20
i Melanges. Jeruzez 15
i Poémes. Ossian 26
i Droit natural. Jouffroy 6}
Litterature romaine. Pierron 30
Id grecqne id 30
Uygiene de l'ame JO
Liberté civile. Bertaud 26
Philosophie morale, philosophie des lois, por Bautain. . . . 52
De l'Allemagne—Corine. Mme. Stael 60
UEuvres philosophiques. Fenelon 30
Id id Bossuet 30
Chois de lectures. Daniel 20
Manuel de philosophie. Jourdan 26
Da vrai-philosophie écossais sensualiste de Locke. Cousin. 104
Revue de 1" histoire. P. Paradol , 52
Histoire de la litterature frauíjaise. Demogoet 30
— 235 -

i Textes clasiques. Demogoet 35


i Histofre eontemporaine. Du Cudray 30
i Atlas complet de Babinet 125
i Id id deBrachet 65
i Students, Atlas 40
i Causas célebres, españolas, francesas é inglesas (10 volú
menes).
Suma total $ 16753

16,753 g m¿ ó sean g Fts. 670 12.


Buenos Aires, Julio 10 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Presidente.
Pedro Quiroga.
Secretario.

N° li.
Pactara de Libros remitidos por la aComlsíon Pro
tectora» de las Bibliotecas Populares á la Biblio
teca Popular de « llumaliuaca.» — t"ro viuda de
Jujul.
Comprado á Carlos Casavalfa- Calle di Moreno nútn 241,
i Diccionario de la lengua castellana, ultima edición, por
una Sociedad de Literatos, i t, $ 150
1 Guiade Labradores, jardineros i hortelanos lid 90
i Hijiene privada, Honlan, i id 70
Economía Política, Courcelle Seneuil,2id 150
Las Escuelas, Sarmiento, 1 id * 50
Viajes en Europa, África i América, Sarmiento, 2 id — 150
Vida de Washington, Guizot, i id 10
Id de Franklin, Mignet, 1 id 10
Historia de los jirondinos, Lamartine, 4 id 150
Id de la Turquía, id 8 id 250
Id de Rosas, Bilbao, lid... 50
- 830 -

1 Novelas, Bilbao, 1 id 50
i Colección de historiadores de Chile i documentos relati
vos á la historia Nacional, 5 id 430
i Libro de los Oradores, Corraenin, 1 id 89
1 Amalia, Mármol, 2 id 60
i Mis Prisiones, Deberes del hombre, S. Pellico, i id 20
i Ernesto, Castelar, 1 id 33
1 Discursos, id 3 id 60
i El Mártir del Gólgota, Escrih, 2 id 180
1 Los hijos de la Fó id 2 id 120
1 El Cura de Aldea id 2 id 120
1 El ínfieruo de los Celos id 2 id 120
1 La Sagrada Biblia, Scio de San Miguel, 6 id 600
1 Diccionario Biográfico Universal 130
1 Obras completas de Gorriti, 2 t. en uno 120
1 El Federalista, artículos sobre la Constitución de los Es
tados Unidos, I id 130
1 El Poder Judicial en los E. Unidos, 1 id 50
1 Breve Esposicion de la Constitución de los Estados Uni
dos, 1 id 50
1 Martin Rivas, Blest Gana, 1 id 50
1 La Novia del Hereje, López, 2 id 150
1 Dramas del Occeano, Byron,Dumas etc., 1 id go
i Historias Estraordinarias, id id lid 130
1 Misterios de París, Sué, 2 id 130
1 Los Hijos de Familia id i id 90
1 Los Pecados Capitales, Orellana, 2 id 100
1 Apuntes para una Biblioteca, Ochoa, 1 id . . .' 120
1 Obras completas, Cervantes,'* id 240
1 Tesoro del Parnaso Español, Quintana, 1 id 60
i Id del Teatro Español, Ochoa, 5 id 300
1 Obras completas, Larra, 2 id 120
1 Id id Zorrilla, 3 id 180
1 Siete años de aventuras en el Paraguay, lid loo
1 De las instituciones libres, Grinke, 2 id 150
1 Derecho Constitucional, González, i id go
1 Diccionario de Lejislacion i jurisprudencia, i id 150
1 Id Español-francés i francés-español, 2 id.. .. 70
1 Id Ingles-español i español-ingles, 2 id 70
1 Historia Universal, C. Cantü, 10 id 900
- 237 —
i Jerusalcm libertada, Tasso, lid 40
1 Cristóbal Colon, por Lamartine, 4 id 160
i Justicia Divina, Aiguals de Izco, 2 id 100
I Biblioteca de las Maravillas, Metéoros, 1 id 30
i Id de las id metamorfosis de los insec
tos, i id 30
1 Biblioteca de las Maravillas, délos Ventisqueros, i id.... 30
1 Id de las id Volcanes i Terremotos, 1 id.. 30
i Maravillas de la Vejetacion, i id 30
i Id de los monstruos marinos, 1 id 30
l Id celestes, 1 id 30
1 Id del arte naval, 1 id 30
i Id de la agricultura, 1 id 30
i Ascenciones célebres, 1 id 30
i Manual de filosofía, Jacques, 1 id 40
i Los Desheredados, Fernandez i González, 2 id 120
i Las Jentes de buena Fe, id id lid 120
1 El Collar del Diablo, id id 2 id 120
i Historia de America, Mesa i Leompart, 2 id 55
1 Galería de Mujeres célebres, Saint Veuve, 1 id 130
1 Viajes de Fray Gerundio, La Fuente, i id 60
l Almacén de la Juventud (Artes i ciencias,) 1 id 45
i Id déla id (Historia,) lid 45
i Id déla id (Viajes,) 1 id 43
1 Id délas Señoritas, 1 id 45
1 Id de los Niños, lid 43
i Esludios sobre la Constitución, Laboulaye, 1 id 50
i Histoire des Estats Unís, 3 id 90
1 Medicina doméstica, Duchan, i id 30
i Teneduría de Libros, C. Seneuill, 1 id 15
i Historia Arjentina, Domínguez, 1 id 30
1 Voyage en Orient, Lamartine, 2 id 80
i Geografía Universal, Letrone, i id 43
i Los Miserables, V. Hugo. Traducción de J. S. Flores, 5 id 132 50
1 Hermana de la Caridad, Castelar, i id 3?;
1 Geografía Universal, M. Balbi, 2 id 120
i Deloras i Cantares, Campoamor, 1 id ... 50
1 Glorias Argentinas, triarte, i id 30
i Historia de la Restauración, Lamartine, 4 id 170
i Hijiene pública, Monlau, 3 id , 130
— 238 —
1 Historia de la Relijion, 4 id 70
1 Poesías, Gutiérrez, 1 id 50
Suma total $ 9462 50

O sean $ fts 378. 50 ct.


Buenos Aires, Julio 25 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Presidente.
Ptdro Qttiroga.
Secretario.

N° 12.
Pactara de Libro* remitidos por la Comisión pro»
teetora de las Bibliotecas popularen á la Biblio
teca popular del «Club Casino» de Catamurca.

Comprado á Carlos Casavalle- Calle de Moreno núm 241.

1 Guia de Labradores, Jardineros i Hortelanos § 90


i Manual da Licorista 22
1 Hijiene privada, Honlaa 7$
1 Medicina legal, Orül a 280
i Tratado de filosoüa del cuerpo humano 130
1 Los grandes inventos, Figuier 30
i Maravillas Celestes 30
1 Id volcanes i terremotos 30
1 Medicina de las pasiones, Descouret 50
i Id doméstica de Duchan 30
1 Gobierno representativo, S. Mili 63
40 Manuales diferentes títulos de la Enciclopedia popular, Ro-
signon, a 22 $ cada uno •••• 880
1 Tratado de Economía Política, C. Seneuil , ,. 150
1 Elementos de derecho público, Lastarria 60
1 Historia del progreso de derecho de Jentes 100
1 Estudios sobre la Constitución, Laboulaye 50
1 Organización de la Confederación Argentina, Alberdi..., .. 130
— 239 -
i El Federalista, Articulo: sobro la Constitución 150
3 Diccionarios de Lejislacion i Jurisprudencia, Escrich 450
i El poder judicial en los Estados Unidos, Story 50
i Breve esposicion de la Constitución de los Estados Unidos,
Story 50
i Curso de derecho Constitucional, González 80
i De las Instituciones libres, Grinke 160
1 La democracia en América, Tocqueville 30
1 Derecho internacional, Bello 50
1 Estudios sobre Quiebras, Moreno 50
1 Código Civil Chileno, edición correjida por Amunategul... 150
1 Traite de la possesion en droit Roraain 140
1 Le droit de obligattions, Savigni 200
i Elementos de derecho Romano, Makeldey 60
i Instituciones de Justiniano, Ortolan 150
1 Derecho Penal, Rossi 120
1 Diccionario Biográfico Universal 130
1 Viajes délos compañeros de Colon, VVashigton Inring.... 10
1 Historia de la Conquista de Méjico, Solis 60
í Id Argentina, Domínguez 30
I Id de la Dominación de los Árabes en España.Conde. 70
i Vida de Washington, Guizot... 10
i Id de Frankliu, Mignet.... 10
i Historia de Rosas, Bilbao 50
i Colección de Historiadores de Chile i documentos relati
vos a la Historia Nacional , 500
1 Historia Antigua, Duruy 35
i Id Griega, id , 95
1 Id Sagrada, id 35
i Id Romana, Drioux 35
i Id Antigua, id > 25
i Id Moderna, id — , 35
t Id Edad Media, id < , 25
1 Viajes en Europa, África i América, Sarmiento 150
i Id al rededor del Mundo, Arago 130
i Diccionario Enciclopédico de la lengua Castellana ........ 350
1 Id francés-español i vice-versa ,.. 120
1 Obras completas de Larra 120
1 Id id Zorrilla :> i 180
1 Jeiusalen libertada, Tasso.... < 40
- 340 -

i Matilde ó las Cruzadas, M. Cottin 40


1 Misterios de París, Suó , , laO
i Memorias de un marido, id 83
i Vanidad de una madre, id 90
i Hijos de familia, id 85
i Dramas del Océano 90
1 Historias Estraordinarias 130
1 Las mil i una noches, Weil 150
i Almacén délas Señoritas 45
1 Id de los Niños 45
1 Id de la Juventud (Viajes) 45.
i Id id id (Historia) 4fi
i Id id id (Artes i Ciencias) 43
i Galería de mujeres célebres, S. Beuve lüO
i Veladas de la Quinta, M. Genlis 30
1 Curso familiar de literatura, Lamartine, 4 t 320
I El Nuevo Robinson, Campe 2o
i Novelas, Bilbao 50
i Arte de hablar en prosa i verso, Hermosilla 2o
i El Mártir del Gólgota, Pérez Escrich 180
i La Sagrada Biblia, Seio de San Miguel, 6 t 600
1 Conferencias AVisman, 2 id 80
1 Economía de las Escuelas, Wikerhans 50
100 Volúmenes de obrasen francés, diferentes autores, a 6 $
cada uno GOO
6 Código Civil Arjentino (encuadernado) a 240 S id id HiO
2 Febrero, Reformado por Gcyena, 5 1. á 480 g id id 960
2 Derecho Eclesiástico, Velez-Sarslield 120
i Operations des Banques, C. Seneuil 80
i La liberté des Banques, Horn 80
1 Diario de Sesiones de la Convención 100
1 Enjuiciamiento Civil, Domínguez 50
1 Historia de América, Robertson 60
3 Colecciones de layes i decretos de justicia federal 150
1 La razón filosófica i la razón católica, Ventura 190
1 Verdugo de Yerna, Cooper 60
1 Primeros Plantadores, id 30
i Mercedes de Castilla, id 00
1 Woodstok, Walter Scott 50
1 Matilde, id id 18
— 241 —
Regaunlet id id 38
Código de Comercio, García i Reus 90
Piel de Zapa, Balzac 30
Rosita, id 18
Derecho Parlamentario, Pichón 20
Física, Chavarry 50
Hijiene del alma, Monlau 40
i Vida de Licoln, Sarmiento SO
I Ordenanzas militares, Vallecillo 300
i Novelas, Blest Gana 50
£. i Luis XV—Isabel de Baviera—La Reina Margarita—Guerra
de las mujeres—El Speronare—Orillas de Rihn—Veinte
años después—Villa Palmiere—Condesa de Salisbury—
Quince días en el Sinai—Dama de Monsoreau—El Medio
diadela Francia-Los cuarenta i cinco— Sultaneta—
Capitán Arena— Hija del Rejente—Anjel Pitou—Memo 975
rias de un Médico—La Suiza—El Corricolo—Caballero
Casa Roja—Un año en Florencia—Mohicanos de París-
Caballero de Harmental—Vizconde de Bragelone, por
Dumas

8 14551
BBC
14,561 $ m¿. ó sean ftes. o82.
Buenos Aires, Junio 26 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 13.
Factura de Libros remitidos por la Comisión Pro.
tcctora de las Bibliotecas Populares á la Biblio
teca popular de aVlllsmauo,i> Provincia de Cata»
marca.
Comprado á la Imprenta i Librería de «Mayo» de Carlos Casavalle, caite
de Moreno núm. 241.
1 Diccionario Español, por una Sociedad de literatos, última
edición $ 150
1 Id de Lejislacion i Jurisprudencia, con suplementos ISO
— 242 —
i Id Biográüec Universal 130
i Id Francés-Español i Español-Francés 70
1 Id Inglés-Español i Español-Inglés 70
i Id Latino-Español, con suplemento, Yalbuena 73
i Gramática de la Academia Española 23
Colección de los mejores autores españoles
1 Apuntes para una Biblioteca, Ochoa 120
i Tesoro de prosadores españoles, id 60
1 Tesoro del teatre español, id 300
1 Obras completas, Cervantes , 240
Id id, Larra 120
Obras poéticas i literarias, García de Quevedo 120
Obras completas, Martínez de la Rosa 300
Obras completas de Bretón de los Herreros 120
Obras selectas en prosa i verso, Quevedo i Villegas 60
Tesoro del Parnaso español 60
1 Obras poéticas, Gil i Zarate 60
1 Historia del levantamiento i revolución de España, To-
reno 180
i De las instituciones libres, por Grinke 160
1 Derecho constitucional, González 80
1 Estudios sobre la Constitución, Laboulaye 50
i La Democracia en América, Tocqueville 50
1 El Federalista, artículos sobre la Constitución Norte-Ame
ricana 150
1 Breve esposicion de la Constitución de los Estados Unidos. 40
1 El Poder judicial en los Estados Unidos 50
1 La Novia del hereje, Lo¿iez 150
1 Obras completas, Gorrili 120
1 Historia de Rosas, Bilbao 50
1 Novelas, Bilbao 60
I Novelas, Blest-Gana 50
1 Almacén de la juventud (viajes) 45
1 Id id (historia) 45
1 Id id (ciencias i artes) 45
Id de las señoritas 45
Id de los niños 45
Las mil i una noches, Galland 45
El Sitio de París, 1870-1871 60
La Comuna de París <, . 60
— 243 -
Derecho diplomático para las Repúblicas Sud-Americanas. 65
La Sagrada Biblia, Amat 280
Viajes, Sarmiento 160
Las Escuelas, id 50
Medicina doméstica, Duchan 30
Relijion, Patria i Amor, Caicedo , 90
Union Latino-Americana 35
Doloras i Cantares, Campoamor 50
Historia pintoresca de la Francmasonería , 60
De la dominación de los árabes en España 70
Guia de labradores, jardineros i hortelanos 90
1 Economía Política, Courcell-Seneuil 150
1 Historia Argentina, por Domínguez 30
i Institución de Derecho Canónico Americano 100
1 El Bufón de las familias 50
1 Diez volúmenes de las novelas de Dumas 150
1 Historia Antigua, Duruy 35
1 Id Sagrada, id 35
1 Id Griega id 35
1 Obras completas de Echeverría 180
1 Enciclopedia Popular, 20 manuales diferentes títulos
á $ 22 era 440
1 Diccionario Republicano 100
1 Galería de Matrimonios 20
1 Caricaturas i Retratos 20
1 Los Desheredados, Fernandez i González 120
1 La Alhambra id id 120
1 Da. Sancha de Navarra id id 60
1 La Esclava de su deber id id 120
i Los Hijos perdidos id id 120
1 El Collar del Diablo id id 100
i La Perdición de la Mujer, por Pcrez Escrich..., 120
1 La Caridad Cristiana, id id 120
1 Los Hijos de las Fe, id id 120
1 La Madre de los Desamparados id id 120
1 Los Hijos ds la familia, Sué 90
i Los Misterios de Paris, id id 150
1 Galería de Mujeres Célebres, Saint-Beuve 140
1 Poesías de Gutiérrez 60
1 Obras Poéticas, V. de la Vega 101
— 244 -
1 Apuntes Biográficos de Escritores, oradores i hombres de
Estado de la República Argentina 3a
i Dramas del Océano, Dumas, Byron, etc 90
i Historias Estraordinarias Í30
i Manual de Filosofía, Jacques 40
i Historia de los Girondinos, Lamartine ....*. 150
i Dos perlas literarias, id 70
Curso de Geografía, Letrone 50
Historia de la Relijion, Mazo 73
Vida de Franklin i Washington 20
Los pecados capitales, Orellana 100
Estudios sobre la revolución Argentina 30
Descripción del Paraguay 50
Don Perrondo i Masalegre 100
La Florista de París, Paul de Rock 43
La Millonada, por id id 45
Estudios sobre las quiebras 50
Id sobre las Tierras Públicas 25
1 Diccionario de Medicina 130
1 Novelas de J. Nombela (5 volúmenes) 7o
1 Lecciones de química, Girardin 90
1 Física, Despretz Jb'O
i Derecho Penal, Rossi 110
1 Historia de la Conquista del Perú, Prescott 40
1 Id del Reinado de los Reyes Católicos 6o
1 Id de Napoleón, Regnault 80
1 El Litigante Instruido, Sala -•>
1 Viajes de Fray-Gerundio, La Fuente 60
1 Historia del Consulado i del Imperio, 15 tomos 730
1 Vida Militar i Política del General Lavalle 40
i Ivanhoe, Walter Scott 60
1 oeuvres completes, Boileau 33
1 Id id Racine 55
1 Obras poéticas, Huergo 50
1 El Formulario de los Formularios de Medicina 110
1 Fabiola ó la Iglesia de las Catacumbas 40
1 Poesías de Bello 40
1 cnuvres completes, Moliere 50
1 Id choisies, Fenelon 75
1 Año Cristiano .... ,,-,.., 220
— 245 —
i Memorias para servir á la historia del Jacobinismo 129
1 Le corps humain 25
# 11375
•••
11,375 g m¿. que al cambio de 25 por un peso fuerte, dan fts. 455.
Buenos Aires, Julio 30 de 1872.
PALEMOH HUERCO.
Pedro Quiroga.
Secretario.

N° 14.
Factura de libros remitidos por la Comisión Pro
tectora de las Bibliotecas Populares á la Blbllo»
teca Popular del «Club Casino» de Catamarca.

Comprado á Alfredo Cosson, del Depósito Hachetle i Ca.

1 Obras poéticas i dramáticas, V. de la Vega $ 80


1 Virjilio latino i castellano, E. Ochoa 120
1 Historia de Rosas, Bilbao 50
1 £1 libro de las Escuelas, Sarmiento 49
1 Historia de los Estados Unidos, Guakembos 45
1 Estudios biográficos, Torres Caicedo 120
1 Escursion á los Ranqueles, Mansilla 70
1 Jeogralia del Ecuador. Villavicencio 40
1 América Antecolombiana, Larsen 30
1 Estudios biográficos, J.M. Gutiérrez 35
i Los últimos dias de Pompeya, Bulwer 60
1 La Voz de la Naturaleza, Malo 25
1 Belgrano i Gnemes, Mitre 40
1 Estudios sobre tierras, Avellaneda 80
1 El Federalista, Hamilton 140
1 Democracia en Américo, Tocqucville 60
1 Jeograiia Universal, Bustamante -•''
1 Arte de hablar, Hernosilla 25
1 Telémaco, Fenclon , is
- 246 -
1 Moral en Acción» •....». ...... ... 40
i Veladas de la Quinta 45
Mineraun útiles 20
Le corps humain, L. Pileur 20
Juanito, Parravicini 20
Vida de Jesucristo, Wallon 10
Tomos «Biblioteca científica», rústica 96
i Obras completas. Julio Verne. 160
1 Id Julio Verne, 7 vol. en 1 1 90
1 Cosmos, Humboldt 280
1 Tableaux de la nature, id 70
1 Sophismes economiques, Bastiat 60
1 Developpement intellectuel de l'Europe 135
1 France Parlamentare 270
i Paraíso perdido, ingles i castellano, por Millón 70
i América, Lastarria 55
i Tratado elemental de Física, Privat Deschanel 90
1 Los Mártires, por Chateaubriand 20
I Natches, por id.. 15
1 Viaje de América é Italia, por id 10
i Estudios Históricos, por id 20
1 Ensayo sobre la literatura inglesa, por id 10
1 Manual del sistema métrico, Jarnier 7 50
1 Les trois regnes de la nature 15
1 Vida de Frankliu ................................... 4
Suma total g 2692 50

2692 50 fl m¿ el cambio de 25 por un peso fucile, dan: íts. 107 70 n.

Buenos Aires, Agosto 1 ° de 1872.

PALEMÓN HCERGO.
Pedro Quiroga.
Secretario.
— 247 -
N° 15.
Factura de libros remitido» por la Conilalon Pro
tectora de las Bibliotecas Populares ú la Bibliote
ca Popular de Mendoza.

Comprado á la Imprenta i librería de Hayo de Carlos Casavslle, Calle de


Moreno núm, 241.

Quijote, Cervantes JJ 70
Los Oradores, Cormenin 80
La Madre de los Desamparados, Pérez Escrich 120
El Pan de los Pobres, id 120
La Envidia, id 120
Escenas de la Vida, id 160
La Caridad Cristiana, id , 120
LosUijos de la Fe, id 120
El Cura de Aldea, id 120
El Corazón en la mano, id 120
La perdición de la mujer, id 120
Las Obras de Misericordia, id 180
La Esposa Mártir, id 120
La Calumnia, id Í20
El Frac-Azul, id ,. «O
Los Siete Niños de Escija, Fernandez i González HO
Los Monlies de las Alpujarras, id 60
Luisa 6 el Anjel de la Redención, id 160
Esperanza—La hija del Misterio, id 150
Las mil i una noches, Gallan 45
Los Girondinos, Lamartine iSO
La Bruja de Madrid, Ayguals de Izco 120
Martin el Expósito, Sué 90
Misterios de Paris, id * **0
Los hijos de familia, id ^ 90
Memorias del Diablo, Soulié 60
Impresiones de viaje, Dunaas....... 100
Conde de Monte-Cristo, id 10°
Luis Quinceid.... ., 30
Una escursion a los Ilanqueles, Mansilla ' '"
Elisa Linch, Várela. .. 2Q
— 248 —
i Georjina, Paul de Kock 30
i Magdalena, id 30
i La Aldeana de Montfermeil, id 50
1 El Hermano Jaime, id 35
1 La Millonada, id '&
i La linda Margarita, id 30
i La casa blanca, id 30
1 La hermana Ana, id SO
i Año Cristiano 200
1 Obras completas, Zorrilla 200
i Id poéticas, E spronceda *0
i Diccionario Republicano, Espinosa 120
1 Familia Albareda, Fernán Caballero 20
i Cuadros de costumbres, id 40
i Un verano en Bornos, id 20
i Código de Comercio 30
i El Federalista, Himilton 150
1 Comentarios de la Constitución de los Estados-Unidos,
Story 40
i El Poder Judicial, id 50
1 Historia Argentina, Domínguez 30
i Id de Rosas, Bilbao 50
i Novelas de Bilbao <...,...- 80
1 Estudios sobre la Constitución, Laboulaye 50
1 Viajes de Fray Gerundio, La Fuente 60
1 Obras completas da Echeverría 180
1 Id id de Gorriti 120
i La Novia del Hereje, López 150
1 La lei de Liu-ch por Aimard. 35
1 Los Trabajp.dores Indljenas, id 35
La Fiebre de Oro, id 35
Los Filibusteros, id 35
Fe, Esperanza i Caridad, Flores 150
Espiacion de un bandido, Fernandez y González 90
El Palacio de los Crímenes, A. de Izco 120
1 Los pobres de Madrid, id 65
i Justicia Divina, id _ , 100
1 Los Plantadores, Couper 3o
1 Abordo i en tierra , 25
1 Cabana Indiana, Pablo i Virjinia : 25
-'249 -
Cuentos fantásticos, Hoffman 30
La Amalia, Mármol 60
Vida de Napoleón Bonaparte, \V. Scott 180
Trabajadores del mar, V. Hugo 75
Gil Blas de Santillana, Lesage 60
Geografía Universal, Balbi 120
Diccionario de la lengua castellana, por una sociedad de
literatos 150
Id. de Lejislacion i Jurisprudencia 150
Id. Biográfico Universal 130
El Mártir del Golgota, Escrieh 180
Diccionario francés-español i vice-versa 70
Id inglés-español id id 70
Id Geográfico Universal 90
Historia de cien años, César Canttí 100
Doloras i Cantares 40
1 Los Estados-Unidos de la América del Norte 50
Suma total $ 7500

7,500 $ m¿ al cambio de 25 por un peso fuerte, dan fts. 300.


Buenos Aires, Agosto 6 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 10

Factura de Libros, remitidos por la Comisión Pro


tectora de las Illbllotccas Populares ú la llllillo-
teca popular «Fraukllii,» de Cañuelas.

Comprado á la Imprenta i Librería de «Mayo,» de Carlos Casavalle, calle


de Moreno núm. 241.

1 Estudios sobre la revolución arjentina, Mitre g 50


— 250 —

1 Poesías, Gutiérrez 60
1 Parnaso Boliviano, Cortés Í75
i Manual del viajero en Méjico 22
i Biografía de San Martin 10
i Bosquejo de la historia de Buenos Aires, Bustamante ÍOO
1 Causa criminal de Barranca, Yaco Í5Q
1 Misterios do Buenos Aires 60
i Colección do poesías orijinalcs, por Bello 50
1 Martin Rivas, Blest-Gana 50
i El Catolicismo, Eizaguirre 100
i Código de Urbanidad, Bonilla 30
1 Diccionario biográfico universal 130
i Cosas del mundo 20
1 Cuentos á mi hija 45
i La dama duende 15
1 Dramas del Océano, Dumas, Byron, etc 90
1 Ensayo sobro el catolicismo 30
1 Tratado de Física, Ganot 90
1 Georgina, Paul de Kock 25
1 Química, Girardin 100
1 Caballero del Firmamento, Feval 15
1 Dama de noche, Nombela 15
1 Mendigo negro, Faval 15
1 Colección de trozos, Ochoa '¡o
I Conquista del Perú, Prescott 45
1 Democracia en América, Tocqueville 60
1 Viajes de Fray Gerundio 60
1 Monje negro 53
1 Las arrepentidas 13(j
1 Cruz i Espada, Ancona 30
1 Vida pública del Jeneral San Martin 200
1 Ensayos biografieos i de critica literaria 140
1 El Cura de aldea, Escrieb 120
1 Ivanhoe el cruzado 70
1 Pelayo, Mora 70
1 Obras completas, Echeverría 180
i Hijiene pública, Monlaa • 130
1 Id privada, id 75
1 Biblioteca de las maravillas—Evasiones . . , . , 30
- 2SI -
1 Diccionario Español, por una Sociedad de literatos....... 150
I Los ingleses en el Polo Norte, J. Yerne 8
Total $ 3040

3040 $ m¿ al cambio de 2o por uno, dan : ps. íts. 121 60.


Buenos Aires, Agosto 6 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Qitiroga,
Secretario.

N° 17.
Factura de libros remitidos por la Comisión pro
tectora de las Bibliotecas populares ú la ltll»Hotc-
ea pupulardc Quilines.
Comprado á la Imprenta i Librería dt Mayo, de Carlos Casavalle, Calle de,
Moreno núm. 241.

1 Filosofía, Jaeques £ 40
De lo verdadero, do lo bello etc.; Coussin ,. 35
Los Grandes inventos, Figuier. , 30
Monstruos marinos 32
Ventisqueros 32
Gobierno representativo, StuartMill 65
La Democracia en América, Tocqueville 60
Organización de la República Arjentina, Alberdi 180
Diccionario de Lejislacion i jurisprudencia 150
1 Id Biográfico Universal 130
1 Historia Universal, C. Canld, 10 1 900
1 Vida i Viajes de Colon, W. Inving 40
1 Viajes i descubrimientos, id id 10
1 Historia Arjentina, Domínguez 30
1 Id General de España, La Fuente 400
1 Vida de Washigton, Guizot 10
1 Id deFranklin, Mignet 10
i Historia de los Jirondinos, Lamartine 120
i Id de Rosas, Bilbao 50
— 252 —
1 Historiadores de Chile 6 Colección de Documentos relativos
ala Historia Nacional 500
i Historia Antigua, Duruy 35
1 Id Sagrada, id 35
1 Id Griega, id 35
i Id Moderna, Drioux 25
i Id Edad Media, id 2o
i Id Romana, id 25
1 Id de Inglaterra, traducción de Ochoa 300
i Description de la Confederación Arjentine avec atlas, Mons
sy 600
Viajes, Sarmiento 150
Recuerdos de un ciego, Arago 130
París, Londres i Madrid, Ochoa 40
Gramática de la Real Academia Española 25
Apuntes para una Biblioteca 120
Obras completas, Cervantes 240
Gil Rías de Santillana, Le Sage 70
Obras Escojidas, Bretón de los Herreros 120
Poesías, Campoamor 50
Obras poéticas, Espronceda 40
Id escojidas, Quevedo Villegas 60
Odas de Horario 100
Virjilio, Traducción de Ochoa 130
Oraciones de M. T. Cicerón 45
Obras completas, Larra 120
Obras poéticas i literarias, García Quevedo 120
Aventuras de Telémaco, Fenelon 15
Los Miserables, V. Hugo 120
Montero de Espinosa, Fernandez i González 49
1 Don Miguel de Manara, id id 40
1 Rei de Andalucía, id id 40
Piel de Justicia, id id 40
Guapo Francisco-Estevan, id id 40
Da. Sancha de Navarra, id id 70
El Conde Duque de Olivares, id id 120
Los Siets niños de Ecija, id id 120
La Alhambra, id id 120
El Diablo Encarnado, id id 120
El Marqués de Siete Iglesias, id id 120
— 253 —
1 Martin Gil i los Monfies, id id 120
i Obispo casado i rei, i Laurel de los siete Siglos, id id loo
1 Los Enemigos del Alma, id id 120
i Enrique 4.° el impotente, id id 120
1 La Buena Madre, id id 150
i Los Grandes infames, id id 150
i El Motin de Esquiladle, id id 120
1 El Alcázar de Madrid, id id 120
i El Pastelero del Madrigal, id id 150
1 El Rei del Mundo, id id 130
1 Diego Corrientes, id id 120
1 Matilde ó las Cruzadas, Cottin 45
1 Angeles de la tierra, Pérez Escrich 120
1 Obras de Misericordia, id id 180
1 La perdición de la mujer, id id 120
1 La Calumnia, id id, 120
i La madre de los Desamparados, id id 120
1 Los matrimonios del Diablo, id id 120
1 La envidia, id id 120
1 La esposa mártir, id id 120
1 Escenas de la Vida, id id 180
1 Las mil y una noches 45
1 Almacén de la juventud, (Ciencias y artes) 45
1 Id déla id (Viajes) 45
i Id déla id (Historia) 45
1 Id de los niños..., 45
1 Id de las señoritas 45
5 Damas, Sus memorias 90
1 Id Dramas del Océano SO
1 Galería de Mujeres célebres, Saint-Veuve 130
1 Las tardes de la Granja, Dumesneil 45
1 Veladas de la Quinta, Genlis 45
i La Amalia, Marmol 60
1 Novelas, Bilbao 50
Dumas, Isabel de Babiera, 2 tomos—Caballero de Ilarmen.
tal, 2 tomos—Dama de Monsoreau, 3 tomos—Anjel
Pitou, 2 tomos—Guerra de las Mujeres, 2 tomos—Hija
del Rejente, 2 tomos—El Corricolo, 2 tomos—Luis XV,
2 tomos—Speronare, 2 tomos—Suiza, 3 tomos—Orillas 510
del Rhin, 2 tomos—Los cuarenta y cinco, 3 tomos—Ca
ballero de Casa Roja, 2 tomos— Sultaneta, 1 tomo—Tuli
pán Negro, i tomo—Un año en Florencia,! tomo—Quince
días en el Sinai, i tomo—Condesa de Salisbury, 1 tomo.
— 234 -
i Educación de las madres, Aimé Martin 35
i Escuelas, Sarmiento 50
i La Biblia, Scio de San Miguel 600
1 Historia de la Religión, 4 tomos 80
i El Sitio de París 1870-71. La Comune de París de 1871,
Aguado 130
1 Memorias de Lord Cockrane 30
i Diccionario de la lengua española por una Sociedad de Li
teratos 150
1 Observaciones á las memorias de Paz, Lamaririd 75
1 Limites entre Bolivia y la República Arjentina, Matienzo. 10
1 Estudios sobre la Revolución, Mitre 30
1 Historia de la revolución de Colombia, Restrepo 230
i Cuestión do límites entre la República Arjentina y el Para
guay lüO
1 Viajes de Fray Gerundio. 60
1 Vida de Lavalle, Soler, ele 50
1 Enciclopedia popular, 36 volúmenes a g 22 cada uno 792
1 Colección de documentos relativos á la Historia Arjenti
na, tomos 6 1800
1 Curso del arte y la Historia Militar, Presle 120
1 Viaje pintoresco á las dos Américas, D'0rbigni,3 tomos. . . 350
1 Influenciado la familia en la educación, Barrau 3Q
i Colección de las causas mas célebres o interesantes, 21 to
mos 900
Historia de América, Robertson 140
Guia de labradores y hortelanos 100
Vida de Lincoln, Sarmiento 50
Tratados de Lejislacion civil y penal, Benthan 100
La razón fílosóQcai la razón católica 130
Gramática Castellana, Bello 40
El Jeneral San Martin, Gutiérrez 200
Obras de Hartzenbusch 60
La Novia del Hereje, López 150
Diccionario de ciencias i artes, Laboulaye 500
La Guerra del Paraguay, Thompson 130
Los Comuneros del Paraguay 35
Cosmos, Humbolt 350
Estudios sobre la Constitución, etc., Labonlaye, . . . ; 55
Siete años de aventaras en el Paraguay , 100
— 255 —
i Julio Verne, 10 volúmenes 100
i Obras completas, Echeverría 180
1 La Revista de Buenos Aires (rústica) 1500
i Encuademación de 24 tomos 480
1 La Revista Arjentina, encuadernada en 13 tomos 1300
1 Diccionario francés-español i vice-versa 80
1 Diccionario inglés-español i vice-versa 80
1 Id latino-español i vice-versa 80
1 Obras completas, Zorrilla 180
1 Causas célebres ,..,..., 65

22,451 ,S m,'. ó sean pesos fuertes 898 04.


Buenos Aires, Agosto 10 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Qtiiroga.
Secretario.

N° 18.

Factura de libros remitidos por la Comisión Pro-


tectora de las Bibliotecas Populares á la Biblio
teca Popular del Basarlo (Provincia de Santa Fe).
Comprado á Alfredo Cosson del Depósito Hacheíte t Ca.
1 Revue des cours scientittques $ 700
1 Id id litteraires 700
1 Dictionnaire enciclopédique, Vorepierre 500
1 Atlas avec blasons, Douillet 200
1 Dictionnaire des sciences, des lettres et des írts 1 33
1 Id de mathématiques appliquées, Sonnet 200
1 Id de la vio practique á la ville et á la campagne, Belezo. . 135
i Id des contemporains, Vapereau 170
1 OEuvres completes ¡Ilústreos, Shakespeare 260
1 Voyages aériens, Glaisher i Flamarion 140
1 Le momle de la m»r, Frédol 200
1 Phénomenes de la phisique, Guillemin 140
- 256 -
1 Le ciel, Guillemin 140
1 La Ierre avant le déluge, Figuier 70
I La tcrre et les mers, id 70
i Les insectes, id 70
i Poissons, reptiles et oiseaux, id 70
1 L'homme, Zimmerman.... 75
1 Zoologie, Jervais 65
i Astronomie populaire, Arago 240
i Chimie industrielle, Payen 190
1 Precis d'agriculture, Payen i Richard 70
1 L'homme fossile, Lchon 55
i Thealre, V. Hugo 75
1 Romans, id 80
Poesies, id SO
Química, Troost 80
Chimie moderne, Wurtz 55
Idpratique, Odling 35
Aritmética, Hourdon 40
Jeometrf a, id 50
Id Jariez 50
Áljebra i Trigonometría, id 45
Jeometrla descriptiva, id 55
Zoologie, Milne Edwards 45
Botánica, de Jussicu 45
1 Mineralogie, Beudant 45
2 Teneduría de libro», C. Seneuil, a $ 12 25
1 Matemáticas, Vallejo 55
1 Cuadro de las ciencias, etc., Figuier.. T 60
1 Agriculture pratique, Isabeau 100
1 Histoire populaire de la Franco 200
i Jénio del Cristianismo, Chateaubriand 35
1 Itinerario de París á Jernsalen, Chateaubriand 35
1 Átala i Rene, id 25
1 Geología, Syell 150
1 Origines de l'homme, Roger 55
1 Origine des especes, Darwin 55
1 De la variation des animaux et des plantes, Darwin 120
1 Aritmétique—Tenue des libres— Correspondance, Degran-
ge 120
1 Chiraie, Regnault 150
- 237 -
Diccionario español-francés i francés-español, Salva 100
Ouvres completes, A. de Musset 80
Id id Molliere (illustrées) 80
Fables, La Fontaine 80
Le materialisme et la science, Caro 26
L'art de parler en public, Bautain 26
La relijion et la liberté, id 26
Constitution anglaise, Bagehot 26
Droit Naturel, Jouffioy 82
Lejislation usuelle, Gran 26
Id id Delacurtie 15
Id comerciale et indastrielle ,. 20
De l'inteligence, Jaime 110
Legons de philosophie 110
Jocelin, Lamartine , 60
Harmoniss, id 60
La medicine a travers les siecles, Guardia 60
Filosofía, Geruzez 40
Historie gouvernamental de l'Angleterre, B. Lewis 33
La liberté, Becaussire 50
Filosofía elemental, Balmea 18
Filosofía fundamental, Balmes 56
Philosophie, Ratier 26
La mer, Michelet 30
La femme, id 26
1 Bible de l'humanité, Michelet 30
1 (JEuvres completes, Byron 104
1 Poemes, Ossian 26
1 Histoire contemporaine, Ducoudray 30
1 OEuvres, Montesquieu 4o
2 New lecsons of literature, Rendü, á pesos 20 40
2 Vicar of Wakeüeld, Goldsmith, pesos 8 16
2 Forester, Edgeworth pesos 8 16
1 Element de m órale, Franck 15
i Revue de l'histoire , 52
1 Thomas Jefferson, de Witte 30
i Histoire de Washington, de id 30
i OEuvres philosophiques, Bossuet 30
1 Id id Fenelon 30
1 Economie poliUque, Garnier....; 55
™" OKA
*OO "~

1 Divine comedie, Danto 30


i Poesies, Uhland 30
i Theatre, Schiller 90
OEuvres choisies, Goethe 210
Corine, M. de Stael 30
De l'Allemagne, id 30
Histoire de la literature anglaise, Taine 130
Id des Etats Unis, Laboulaye 78
i París en América, Labonlaye 30
1 Liberté politique, Simón 26
1 Religión naturelle,id 2(5
1 OEuvres, Machiavel 30
Id sociales, Chaning 104
Nociones de Física, B. de Monvel 2o
Id de química, id 20
La phrenologie, Castle 26
Quijote, Cervantes 40
i Obras dramáticas, Gil y Zarate 60
1 Gil Blas, Lesage 30
1 Constitution de l'Angleterre, Pichón 80
1 Trozos escojidos, Ochoa 30
1 Philosophie des passions, Letourneau 20
1 Diccionario inglés-español, español-inglcs, Seoanne 40
1 Dictionnaire des antiquitóes grecques et romaiue 7o
i Fausto de Goethe 30
1 Tardes de la Granja 45
Tesoro del Parnaso español 60
Le cerveau et la penses, Janet 20
Histoire naturelle, De La Fosse 45
Histoire morale des femmes, Legouvé 26
Literature frangaise au 18me-Siecle, Villemain 120
Notions philosopbiques, Jourdain 2ti
i Duvrai philosophia sensualiste, ecossaise de Locke , V.
Coussin iO'i
1 Ilistoire de la Litterature frangatte, Demogeot 30
1 Textes classiques 35
1 Souvcnirs d'un naturaliste 52
1 OEuvres, Jouvenftel 73
1 Id Flamarion 80
1 Publicistes mudenies, Baudrillart 26
-259 -
i Litterature grecque, Pierron 30
i Id roraaine, id 30
i Le progrés, About 26
i Civilisation moderne, Fousserandot 26
i Philosophie de la pensée, Lelut 52
i Manual de Filosofía, Jacques 40
i Obras de Espronceda 30
i Historia de América, Mesa y Leorapart 45
i Grandes scenes de la nature, Delanoge 20
1 Arpentage, Briol et Vacquant 23
2 Simples leclures sur les sciences, á pesos 12 24
1 Histoire lilteraire, Thery 80
i Geologie élémentaire, Boubie 30
Éléments de botanique 25
Meilleur forme de gouvernement, C. Lewis 20
Theorie du progrés, Ferron 52
Jirondins, Lamartine 100
Forcé et matiere, Ruchner 40
Petils chefs d'oeuvres, Roseaux 30
La pensée humaine, Nourrison 30
Les Saisons, Hoefer 26
Obras poéticas y dramáticas, V. de la Vega 80
Id de Virjilio por Oclioa 120
Historia de Rosas, Bilbao 50
i El libro de las Escuelas, Sarmiento 40
1 Historia de los Estados Unido: 45
i Estudios biográücos, T. Caicedo 120
1 Escursion á los Ranqueles, Mansilla '70
1 Geografía del Ecuador, Villaviceacio
i América antecolombiana, Larsen 30
1 Estudios biográficos, Gutiérrez 35
2 Los últimos dias de Pompeya GO
1 Voz de la naturaleza. Malo 25
i Belgrano y Güemes, Mitre 40
1 Estudios sobre tierras, Avellaneda 50
1 El Federalista, Hamilton 140
i Democracia en América, Tocqueville 50
1 Geografía Universal, Bustamante 25
1 Arte de hablar, Hermosilla 35
i Telémaco, Fenelon •••• 15
— 260 —
Moral tn acción 40
Veladas de la Quinta 45
Minas aux usuels 20
Le corps humain par le Pileu • 20
Le mond souterain, Simonin 20
Juanito, Parravicini 20
i Vida de Jesucristo, Wallon .. 10
12 Volúmenes « Biblioteca cientíQca » & la rústica, á pesos 8
cada uno.... 96
i Obras completas, J. Verne Í60
I Obras, 7 volúmenes, id 90
i Cosmos, Humbolt 280
i Sophisines economiques, Bastiat 60
i Developement intelectuel de l'Europe, Drapér 13o
i France parlamentare, Lamartine 270
1 Paraíso perdido, inglés y Castellano 70
i Tratado elemental de física, P. Deschanel 90
1 América latina y anales de la Revolución, C. Calvo, 16 to
mos 800
i Historia de Inglaterra 350
1 Decadencia del Imperio Romano 300
1 América, Lastarria S5
1 Causas mas célebres francesas, españolas é inglesas, 21
tomos 850
1 Romans nationaux, E Chartrain 80
i Lira americana, R. Pahua 7o
1 Philosophie du droit penal 20
1 Les mariages de París .. 26
1 Id id de province 26
i LesiGeorge, Fackeray 26
i Revolución du Globe, Cuvier 26
i Science et democratíe ¡ Meunier 52
i Revolution Frangaise, Mignet 60
i Hygiene de l'ame, Teuchtersleben 20
i Análisis razonado de l'histoire de France (rústica) 15
Id históricos, Chateaubriand 20
1 Los cuatro estuardos, id 10
I Viaje a Italia y América, id , 10
1 Ensayo sobre las revoluciones, id 20
1 Id id la literatura inglesa, id....,...*, 10
— 261 —
i Los Natchez, id ...V 15
i Los mártires, id 20
i Physionomie et phrenologie.» 26
i Atlas de Brachet £6
i La femmc et l'education 28
1 La guerre ilustró et le siega de Paris 12
1 La reforme sociale 72
1 Resumo d'anatomie 48
1 Physiologie de la génération 36
1 Le progrés par le Cristianismo 40

Suma total $ 16901


MMMI

16,901 g m¿ al cambio de 23 por un peso fuerte da g Fts. 676 Oi.


Dueños Aires, Agosto 10 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga.
Secretario.

Nc 19.

factura de libros remitido» por la «omisión l»i-otcc»


tora de las Bibliotecas Populares, á la Biblioteca
popular del Pilar, Provincia de Buenos Aires».

á la Imprenta i Librería de Mayo, de Carlos Casavalle, calle de


Moreno núm, 241.

Obvas completas, Echeverría, 2 tomos $ 180


La Novia del Hereje, López, 2 id loO
Maria, Isaac, rústica, 1 id 40
Siete años en el Paraguay, Maslcrman, 1 id 80
Historia del Paraguay, Thompson, 1 id 140
Historia de liosas, Bilbao, 1 id 50
Novelas de Bilbao, 1 id 50
1 Los Estados Luidos, Yonveux, 1 id , 50
1 Histoire des Etats Unís, Laboulaye, '1 id lOh
1 Historia Argentina, Dominguez, 1 id 30
10
— 262 -
i Criítobal Colon, W. Irwing, i ¡d 40
i Diccionario español por una sociedad de literatos, 1 id.... 150
i Diccionario francés-español i español f ranees, 2 id 80
i Diccionario inglés-español i español-inglés, 2 id 80
i Obras de Julio Verne, iO id 100
i Obras de Maine Reyd. (rústica), 11 id 110
1 La democracia en América, Tocqueville, 1 id 50
1 París en América, Laboulay», (rústica), 1 id 10
1 El Principe de los Papamoscaa, Laboulaye, i id 10
1 Biblioteca délas Maravillas, 2 id 60
1 Union Latino-Americana, 1 id 3o
1 Biografía de San Martin i Bolívar, 2 id 20
1 Apuntes para una Biblioteca, Oclioa, 2 id ?30
1 Martin Rivas, Blest Gana, 1 id 50
179o

1795 ps. m[c. al cambio de 2o por un pesofte. dan 71 80 cent.


Buenos Aires, Agosto 17 de 1872.
PALEHON HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

Ns 20.

Factura «le libros remitidos por la Comisión Pro»


tectora de la» Bibliotecas Populares á la Blbllo-
teca popular «Muí» Martina de Mendoza.

Comprado á la Imprenta i Librería de Mayo de Carlos Casavalle, calle de


Moreno núm, 241.

1 Diccionario francés-español i español -francés, 1 tomo... jj 120


1 Id italiano-español i español-italiano, 1 tomo.. 40
1 Id inglés-español i español-inglés, 2 id 80
1 Id castellano por una sociedad de literatos, 1 id. 150
i Id de Lejislacion i Jurisprudencia, Escriclie, 1. 130
1 Id de medicina, Nysten, 2 id.,.. 140
— 263 -
1 Id de Teología, Bergier, 4 id 250
i Id de Geografía de Chile, Asta-Buruaga, 1 id.. 60
i Id de Geografía antigua i moderna, lid 100
i Id Apostólico, Montargon, 7 id 45o
i Dictionnaire des contemporains, Yapereau, i id 180
i Id de Geographie anciene et modcrne, Meissas et
Michelot, lid 8o
1 Id Universelle de la vie pratique, 1 id. 140
1 Id L'niversell des sciences, des lettres, Bouillet,
1 id 140
1 Id des mathematiques appliquees, Sonuet, lid.. 200
1 Códigos españoles, concordados i anotados, 12 id 1800
1 Ouvres-anotees, Polhier, 11 id 750
1 Código Civil de la República Argentina, 1 id 240
1 Id id id Oriental, lid 180
1 Id id id de Chile, lid 150
1 Lecciones i modelos de elocuencia, Anaya,4id ÍSU
1 Elementos de Derecho Civil i Penal, La Serna i Montal-
van,3id 250
1 Sala novísima ó nueva ilustración del Derecho Real, 2 id. 130
1 Tratado de Economía Política, C. Seneuil, 2 id 150
i Derecho Constitucional, Lastarria, lid 60
i Instituciones Conónicas, Cavalario, 2 id 45
1 Diccionario de Derecho Canónico, 1 id 130
1 Instituciones de Justiniano, Ortolan, 2 id 150
1 La democracia en América, Tocqueville, 1 id 60
1 Curso de derecho mercantil, Huebra, 2 id 110
1 Tratado de Medicina Legal, Mata, 3 id 320
1 Recopilación de leyes i decretos desde 1841 a 1851, i id. . . 150
i Ordenanzas de minería, 1 id SO
1 El Espíritu de las leycj, JIontesquicu, 1 id 30
1 Teoría de las penas, Benlham, 2 id 33
1 . Resumen histórico de la ciencia económica, Dalloz, i id... 40
1 Curso de Economía Política, Flores Estrada, 2 id 73
i Táctica de las Asambleas, Bentham, i id 20
1 Instituciones de Derecho Canónico, 3 id ÜO
1 El Federalista, artículos sobre la Constitución, etc., lid. 130
1 Colección de tratados, Calvo, 6 id 330
1 Viajes por Europa, África i América, Sarmiento, 2 id — 150
1 Geografía Universal, M. Balbi, 2 id , 12°
- 264 —
i Description geographique et estatistique, Moussy, 3 id.. 220
1 Buenos Aires i las Provincias del RÍO de la Piata, Parish,
2id 250
i La América, de la Barra, 2 id 100
i Conquista del Perú, Prescolt, i id 40
i Id de Méjico, Solis, i id 60
i Vida i Viajes de Colon, Irving, i id 40
1 Hisloriadores primitivos de Indias, Barcia, 2 id 200
i Historia de Fernando é Isabel, Prescott, i id 65
i Id Antigua, Duruy, i id 33
i Id Sagrada, por id., I id 35
i Id Griega, por id., i id 35
i Id Edad Media, Drioux, i id 25
1 Id Romana, por id., 1 id 25
1 Id Moderna, por id., lid 23
i Descripción geográfica de Bolivia, D'Orbigny, i id 40
i Historia de las Misiones del Japón i Paraguay, i id 40
i Noticias históricas, Núñez, 2 tomos , 200
i Historia de los Estados-Unidos, Laboulaye, 3 id iOO
i Estudios sobre la Constitución, etc., Laboulaye, 1 id 60
i Historia General de España, La Fuente, 7 t 350
i Historia de Chile, 24 t. y 2 de Atlas, Gay 1800
1 Estudios sobre las Instituciones Libres, Grinke, 2 id 160
1 Astronomía física , Reguero Arguelles, 3 id 150
i Enciclopedia popular, colección de manuales, a 22 $ cada
uno, 30 id 660
1 Arquitecto práctico, Camin, 1 id 2o
1 Los intereses católicos en América, Eyzaguirre, 2 id 100
1 El Catolicismo en presencia de sus disidentes, 2 id 100
1 Filosofía fundamental, Balmes, 2 id 45
1 Id elemental, id lid 25
1 Manual de filosofía, Jacques, lid 40
i Ensayo sobre el Catolicismo, Donoso, 1 id 30
1 Sermones predicados en N. S. , Lacordaire, 2 id 65
1 Biblioteca de la Relijion, 10 id 300
1 Id de predicadores, 18 id 750
1 Bellezas de la fe. Ventura de Raulica, 3 id, 180
1 Viajes á la América Meridional, traducción de Rivadavia,
Noticias del Chaco por Arenales, 1 id 300
1 Pláticas sobre las principales doctrinas, Wisman, 2 id.. .. 130
— 263 —
i Discurso sobre la Hi? loria Universal, Bossuet, 2 id 73
i Don Quijote, Cervantes, 1 id 80
i Las Escuelas, Sarmiento, 1 id SO
1 Educación Común, Memoria Sarmiento, i id (rústica), 30
i Poesías de Rivera Indarte, con la biografía escrita por Mi
tre, i id 150
1 Antología Española, Ochoa, 1 id SO
i Apuntes para una Biblioteca, Ochoa, 2 id 130
i Amalia, Mármol, 2 id 60
i Tesoro de novelistas Españoles, Ochoa, 3 id 180
i Id de historiadores, id id, i id 60
1 Id del Teatro Español, i-1, 5 id 300
í Colección de poesías castellanas, id, i id CO
i Obras completas Zorrilla, 3 id 180
1 Id id Larra, 2 id 120
i La Albambra, Fernandez y [González, I id 120
Men Rodríguez de Sanabria, id id, i id 70
La novia del Hereje, López, 2 id 130
Apuntes biográficos, Gutiérrez, 1 id 35
Civilización i barbarie, Sarmiento, i id 100
Biblioteca de las Maravillas, Charton,7id 210
Cuadro del progreso de las ciencias etc., Figuíer, 2 id 65
i Los comentarios de Julio César, 2 id 75
i Obras de Cayo Cornelio Tanto, 4 id ISO
1 Colección de Obras selectas del Clero del Perú. 2 id 70
1 Lima por dentro i fuera (edición de lujo), i id 60
1 Francisco el Jorobada, Segur, lid 30
i Tesoro de prosadores españoles, i id 60
1 Historia de la revolución de Inglaterra, Guizot, i id 45
1 La Voz de la Naturaleza, i id 30
1 OEuvres.Lord Byron, 4 id 120
1 Id completes, Moliere, 3 id 60
1 Poesías, Mata, 2 id 140
1 Agricultura i Ganaderías Españolas, o id 140
1 Memorias de Ultratumba, Chateaubriand, 1 id 100
1 Historiadores de Chile, Colección de documentos sobre la
Historia Nacional, 6 id SOO
1 Colección de obras i documentos, Angelis, 6 id 1500
1 Tratado de ensayos por la vía seca etc., Domeiko, 1 id. . . 120
1 Obras completas, por Bilbao, 2 id 150
— 26G —
1 Diccionario Etimolójico do la lengua castellana, Monlau,
i id 90
i Obras completas en francés, 8 grandes v., Voltaire 550
i Historia general de las Misiones, Henrion, 2 id 400
i Derecho Canónico, Manilo, 2 id 400
1 Gobierno Ecleciástico, Villaroel, 2 id 300
i Teoría de la autoridad, Dsrnal, 2 id en i 150
1 Justicia Criminal en Inglaterra, CottU, i id 40
i Elementos de derecho publico, Cepeda, 1 id 30
1 De la organización judicial, Benlhan, 2 id 65
1 Tratado de Lejislacion, Comte, 5 id 160
i Derecho Eclesiástico, Walter, 1 id 40
i Organización de la Confederación Arjenlina, Alberdi, 1 id. 150
i Tratado de lejislacion civil y penal, Benthan, 8 id 100
1 Economía Política, Garnier, traducción de Ochoa, 1 id 50
1 Historia del Consulado y del Imperio, seguida da la Restau
ración, Thiers, 15 id 750
i Colección de viajes y descubrimientos que hicieron los
españoles, Navarrete, 5 id 400
t Historia Universal, C. Cantü, 10 id 900
1 Id General de la civilización europea, Guizot, i id.. 40
i Descripción de las Indias Occidentales, (ejemplar escoji-
do), 8 tomos en 4 volúmenes, Herrera, 8 id 830
i Viaja pintoresco á las do» Américas, D'Orbigny, 3 id.... 360
1 Historia de la sociedad doméstica, Gaume, i id 35
i Buen uso do la teolojia moral, Guigarro, 4 id ÍOO
1 Obras en francés, Fenelon, 2 id 30
1 Obras de Fray Luis de León, 2 id 70
i Curso familiar de literatura, Lamartine, 4 id 300
1 Jerusalen libertada, Tasso, 2 id ÍOO
i Pensamientos de escritores de la República Arjenüna (rus
tica), Gutiérrez, 1 id 25
Ensayos biográficos, Torres Caicedo, 1 id 70
La civilización en los cinco primeros siglos, Castelar, 1 id 45
Poema, Camoens, 3 id 80
La Araucana, Ercilla, (rústica), 1 id 33
Historia Natural, Veterinaria, Guzman, 2 id 60
Memorias sobre el estado moral del Rio de la Plata, Azara,
i id 50
i -Elemento* de Botánica, Philippi, i id 120
- 267 -
1 Lecciones d« Historia Natural, Cuvier, 2 id .* eo
i Tratado de las pruebas judiciales, Benlhan, 4 id 50
i Juzgados militares de España y sus Indias, Colon, 4 id. ... 200

Suma total g m¿. 28120


9

28,120 $ m¿ 6 sean g fts. l,12i 80 c.


Buenos Aires, Agosto 26 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga.
Secretario.

N° 21.

Factura do libros remitido* por la Comislou Pro


tectora de las Bibliotecas Populares ú la Bi
blioteca Popular de BeH-Vlilc (Provincia de Cór
doba.

Comprado á Carlos Casaralle, «Imprenta i Librería de Mayo», Coila Mo*


reno núm. 241.

i Educación de las Madres, Martin, 1 tomo 35


i Familia regulada, i id 35
i Autobiografía de Várela, 1 id 20
i Esludios spbre tierras públicas, Avellaneda, 1 id 40
1 Filosofía Elemental, Raimes, 1 id 25
i Id Fundamental, id, 2 id JJQ
1 Las siete virtudes, Bedoya, 1 id 60
i Obras completas de Bilbao, 2 id jgO
Dictionnaire de la vie pratique, Beléze, 1 id 170
Historia de Rosas, Bilbao, 1 id 50
Código de Urbanidad, 1 id 25
Viají pintoresco, Bossi, lid 75
Viajes A los Andes, 1 id 50
Medicina domésíica, Buclian, 1 id 25
Historia de las misiones del Japón y Paraguay, 1 id . . , . 40
Religión, Patria i Amor, Cakedo. , eo
- 288 -

1 Práctica Forense, Castro 120


1 Historia Universal, Cesar Cantil, 10 tornos 900
i Código de Comercio, i id 30
i Conferencias del padre Félix, 2 id 50
i Invasiones Inglesas, Coronado, i id 100
1 La América, de la Barra, 2 id 90
1 Poesías, Del Campo, i id 50
1 Fausto, Del Campo, 1 tomo 20
1 Hijiene del matrimonio, 1 id 45
1 Diccionario Biográfico, 1 id 130
1 Id de Derecho canónico, 1 id 130
1 Id Francés-Español i vice-versa, 2 id 80
1 Id Inglés-Español i vice-versa 80
1 Id Ensayo sobre el Catolicismo, Donoso Ccrtés 30
1 Historia moderna, Dnoux, 1 tomo 23
1 Id de la Edad media, id, 1 id 15
1 Id Romana, id, 1 id 25
1 Viaje pintoresco, D'Orbigny, 3 id 330
1 Historia Sagrada, Durui, i id 35
1 Historia antigua, id, i id 35
1 Id griega, I id...! 33
1 Apuntes históricos, Espejo, 1 id 20
1 Diccionario republicano, Espinosa, 1 id 120
1 Intereses católicos en América, Eizaguirre, 2 id 100
i El Catolicismo, id, 2 id 100
1 Arenas del Uruguai, Fajardo, 1 id 100
1 Derecho natural, Ferreira, 1 id 20
i Galería de mujeres célebres, 1 id 150
1 Tratado elemental de Física, Ganot, 1 id .' 85
1 Derecho Constitucional, González, 1 id 83
1 Constituciones americanas, id, 1 id 50
1 Ciencia i Derecho Constitucional, id, 2 id 161)
1 Dios, el hombre i la sociedad, 1 id 30
1 Obras completas de Gorriti, 2 id 120
1 Cuestión de límites de la Banda Oriental, Grimaldi 30
1 Obras escojicTas, Hartzembuch, 2 id 60
1 Estudios sobre la Constitución, Laboulaye 60
1 Observaciones, Lamadrid (encuadernado) 1 tomo 80
1 La revolución de Mayo, Manso (rústica), 1 id 10
1 Manual de procedimientos, Malaver, (rústica), 1 id 80
— 2G9 -
i Lettres sur l'Amerique (encuadernado), Marmier, 2 id.... 70
I La razón humana, Malta, 1 id 75
i Poesías, Jorje Mitre (rüslica) 30
i Estudios sobre la rovolucion, Mitre Bartolomé (encuader
nado), lid 50
1 Historia del Paraguai, Molas, i id 60
i Monobibliografia del Dean Funes (rústica), lid 30
i El Plata, N. Viola (encuadernado), 2 id 130
1 Historia de dos amigos, Nombela, i id 15
i Maldición de una madre, id, 1 id 15
1 Mujer muerta en vida, id , i id 15
Klisa Linch, Orion (rústica),! id 30
Lira americana, Palma, i id 8u
Historia de los reyes católicos, Prescott, 1 id C5
Derecho internacional, Riquelme, 2 id 140
Mujeres de la Biblia, Boque Cornel, i id 150
El Maestro de Escuela, Soulié, i id 15
El Poder judicial, Story, i id {¡O
Breve esposicion, etc., id, lid 50
i Gobierno representativo, Stuart-Mill, i id GJ
i Historia del Consulado i del Imperio, Thiers, 15 id 750
1 Libro de los Oradores, Timón, i id 85
1 Estadios sobre el Gobierno Inglés, Caicedo, 2 id 120
i Cuestión de limites entre la República Argentina i el
Paraguay, Trelles, 3 tomos , 130
i Derecho Público Eclesiástico, Velez Sarsfleld, rústica 1 1. 60
1 La razón filosófica, Ventura, 2 id 70
i Nuestra Señora de Pari», V. Hugo, 4 id 80
1 Obras completas, Zorrilla, 3 id 180
i Obras i documentos relativos a la Historia Argentina, An-
gelis, 6 id 1500
i Obras poéticas. Cuenca, 3 id 250
1 Lejislacion i Jurrisjmdencia de la Educación, Quiroga, 1 id. 30
1 El Tempe Arjentino, Sastre, (rústica) i id 15
i Curso de Derecho Criminal, Tejedor, 2 id 250
1 Fabiola ó la Iglesia de las Catacumbas, Wiseman 40
i Poesías de la América, Wintesin, 1 id 30
i Viajeros antiguos i modernos, 2 id 100
i Recuerdos de un ciego, Arago, 1 id 130
1 Nuevo viajero iniversal, 5 id 500
- 270 -

i Diccionario francés-español, Domínguez, 2 id 230


1 Id inglés, Velasquez, i id 150
i Gramática de la Academia, i id 23
1 Viaje de los compañeros de Colon, Washington Irving
(rústica) I id ÍO
1 Ensayo de la Historia Civil, Funes, 3 id 300
i La guerra del Paraguay, Thompson, i id Í30
i Obras dramáticas, Eguilaz, i id 60
i Id selectas, Quevedo, i id 60
i Id Fernán Caballero, 5 id 100
i Bilbao, sus novelas 50
i Las Escuelas, Sarmiento, i id 50
1 Dama de noche, Nombela, i id la
1 Ahdicina, Raspail, i id 22
1 París en América i el Rey de los papamoscaa, Laboulaye,
(rústica) 2 id 20
1 Novelas, Julio Vernc, 10 id 100
1 Id M. Reyd, 11 id 110
1 Almacén de las Señoritas, Wilson, 1 id 43
1 Id de la Juventud (viajes) por id., 1 id 45
1 Id id (artes i ciencias), id, i id 45
1 Id id (historia) id, i id 43
I Id de los Niños, id, 1 id 45
1 El Amor de los Amores, Pérez Escrich, 2 id 120
i El infierno de los celos, id id, 2 id UQ
1 Escenas de la vida, id id, 3 id iy0
i La esposa mártir, id id, 2 id 120
1 La perdición de la mujer, id id, 2 id , jjo
1 La madre de los desamparados, id id, 2 id 120
1 La Calumnia, id id, 2 id ,. JJQ
1 Obras de misericordia, id id, 3 id 180
1 Cura de Aldea, id id, 2 id 120
1 El frac azul, id id, 1 id 60
1 Los Anjeles da la tierra, id id. 2 id 120
1 Los misterios de París, Enjcnio Sué, 2 id jgo
1 Los hijos de familia, id id, 1 id 90
1 Memorias de un marido, id id, i id 90
1 El Judio errante, id id, 3 id 180
i Do» perlas literarias, Lamartine, i id , 70
i Loi girondino», id, 4 id 150
— 271 -
i Historia de la revolución de Colombia, Resírepo, 4 id 230
1 Los pecados capitales, 2 id 100
I Historia de los crímenes del despotismo, -lid 500
i Obras completas, Chataubriand, 3 id 280
i Historia general de España, La Fuente, 7 id 350
1 Obras completas, Cervantes, 4 "id 240
i Historia de Chile, Colección de documentos relativos a la
Historia Nacional , 6 id 500
1 Obras completas, Larra, 2 id 120
i Id poéticas y literarias, García de Quevedo, 2 id igo
1 Tesoro del Parnaso Español, Quintana 60
1 Id del Teatro Español, Ochoa, 5 id 300
1 Obras completas, Martínez de la Rosa, 5 id 300
i Id id Gil de Zarate, 1 id 60
1 Historia de Musía, Gebhardt, 2 id 50
1 Federalista, artículos sobre la constitución, etc {50
i Diccionario de la lengua Castellana poruña sociedad de li
teratos, con suplementos jjjO
i U de Lejislacion y jurisprudencia, Escrich 150
i Economía Política, C. S'neuill, 2 id 150
i Buffon de las familias, 1 id 7Q
1 Diccionario Geográfico Universal, i id ÍOO
1 Id latino-español, Valbucna, i id 80
1 Conversaciones familiares, Santa María, 3 id 140
i La novia del Hereje, López, 2 id 180
Obras completas, Echeverría, 2 id 180
Historia de América, 2 id 60
Trozos Selectos de literatura, Cosson, 3 id 113
Obras poéticas, Espronceda, i id 40
Biblioteca de las maravillas, Charton, i id 120
Los miserables, Víctor Hugo, 2 id 120
19054

19,051 $ JD£ ó sean pesos fuertes 762 16.


Buenos Aires, Agosto 28 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga.
Secretario.
— 272 —

N° 22.
Fuietura de libros remitidos por la Comisión Pro»
t< •«.•lora de las Bibliotecas Populares á la «tllilio-
*« •cii Popular de Clilcoana (Provincia de Salta).
Comprado á Alfredo Cosson del Depósito Hachette i Ca.

1
1 Filosofía Balmes 18
1 Tratado elemental de Física, Privat Deschanel 90
i' 30
4 Vida de Jesucristo, Vv'allon, á $ 10 45
2 Sistema métrico, Farnier, a $ 7 ¡í lo
1 Libro de los oradores, Timón 83
1 Trozos selectos de literatura, Cosson, 3 120
i 23
i Id de Química, id de id . . 20
1 Democracia en América, Tocqueville 50
1 Facundo Quiroga, Sarmiento 90
i Libro de las Fiscuelas, id 40
i Últimos dias de Pompeya, Bulwer GO
i Atlas moderno de Brachet . . 53
1 . . 43
1 Historia de América, Mesa i Lsompart 45
i 33
i 33
1 33
1
1 2o
i Vida de Cristóbal Colon, Washington Irwing 3>
i Conquista del Perú, Prescott 42
i Fausto, Goethe 30
i 70
1 Historia de la relijion, Mazo 70
1 Obras poéticas, fcspronceda 30
i Compendios de historia, Duruy, 6 volúmenes 48
1 París en América, Laboulaye 23
1 40
1 ''o
i 23
— 273 —
i Telémaco 15
1 .Veladas de la quinta 45
i Tardes déla Granja 4o
i Conquista de Méjico, Solls 65
1 Corina, Stael 40
1 Historia de la Sociedad doméstica, Gaume 25
i Los Santos Evanjelios 20
Enciclopedia de la juventud, 4 tomos 80
Diccionario de artes i oficios, 4 id ÍOO
Historia de la Edad Media, Drioux 20
Id moderna, id 20
Comedias, Moratin 30
Orlando furioso 60
Historia de un joven pobre, Feuillet 2o
Maravillas celestes 25
Id del arte naval 2o
Id de la vejetacion 25
i Volcanes i terremotos 2o
i Los meteoros 25
1 Maravillas de la arquitectura 25
El mundo invisible 25
Las evasiones célebres 25
Metamorfosis de los insectos 2o
La Esposieion de París, Frontaura 20
Caricaturas i retratos, id 20
1 Galería de matrimonios 20
i El comerciante de perlas 20
i La cruz de Quiros, Fernandez i González 40
i La piel de justicia, id 2 tomos 40
i Casildd, Dolores Gómez, 2 id 40

Comprado á la Imprenta i Librería de «Mayo,» de Carlos Casavalle, calle


de Moreno núm. 241.

1 Ilijiene privada, Monlau, i tomo |J 73


1 Del cultivo de la caña de azúcar, Rosignon, 1 id 22
1 Medicina domestica, Duchan, 1 id 25
i Almacén de las señoritas, Wilson, 1 id 45
1 Almacén de los ¡Sinos, Ueaumont, 1 id 45
1 Almacén de la Juventud, (ciencias i artes), Bustamante, 1 id 45
- 274 -
12 Manuales diferentes, Rosignon, á 22 ps. uno, 12 id 264
1 Código Civil de la Nación Arjentina, i id iOO
i Código de Comercio, i id 30
i Historia de los progresos del derecho de Jentes, Wheaton,
2 id 100
i El Federalista, lid Í50
1 El Poder Judicial, Story, 1 id 50
Del Gobierno y Jurisprudencia Constitucional, Kcnt, lid.. 7o
Historia Arjentina, Domínguez, 1 id 30
Vida de Washington, Guizot, rústica, 1 id 10
Vida de Franklin, Miguel, 1 id 10
Biografía de San Martin, 1 id 10
1 Viajes, Mayne Reid, 10 id 100
1 Obras completas, Larra, 2 id 120
1 La Calumnia, Pérez Escrich, 2 id 105
1 El Cura de Aldea, iJ 2 id 108
1 El Amor de los Amores, id 2 id 105
1 El infierno de los celos, id 2 id 105
1 Madre de los desamparados, id 2 id 105
1 Obras completas, Echeverría, 2 id 180
1 La Biblia, Scio de San Miguel, 5 id 400
Influjo de las familias, Barran, 1 id , 25
Imitación de Cristo, Kempis, 1 id 15
Elementos de derecho público, Lastarria, 1 id 60
Armonías Económicas, Bastiat, i id 70
Medicina de las pasiones, Descouret, 1 id SO
Diccionario de la lengua castellana, por una sociedad de Li
teratos, 1 id 150
i Diccionario francés-español i español -francés, 2 id 70
1 Diccionario inglés-español i español-inglés, 2 id 70
1 Diccionario latino-español i español-latino, i id 80
1 Diccionario de Lejislacion i Jurisprudencia, 1 id 150
1 Novelas, Julio Verne, 8 id 73

g 5714
=
5,714 $ m¿. al cambio de 25 por un peso fuerte, dan fts. 228 56 c.
Buenos Aires, Agosto 31 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga.
Secretario.
RESUMEN JENERAL

Biblioteca Popular del Rosario.


(Provincia dt Santa Fe)
Debe Haber
Mayo 12 Recibido de la Comisión Directiva fts. 685 71
Junio 7 Id del Gobierno Nacional 68o 7 i
Junio 4 Importe de la factura N° 1 remitida en
esta fecha 473 68
Agosto 10 Importe de la factura N ° Í8 remitida en
esta fecha 676 04
« 31 Saldo (*) 221 70

fts. 1371 42 1371 42

(') Este saldo queda para responder á los nuevos pedidos que haga la
Comisión Directiva de esta Biblioteca .

Biblioteca Popular del Pilar.


(Provincia de Buenos Aires)
1872 Debe Haber
Abril 17 Recibido de la Comisión Directiva fts. 160
Junio 7 Id del Gobierno Nacional 160
Junio 4 Importe déla factura N° 2 remitido en
esta fecha 248 20
Agosto 17 Importe de la factura N ° 19 remitido en
esta fecha 71 80

fts. 320 320

NOTA—Algunas di forme ¡as de mas ñ démenos que fcnolan en el preciodeun mismo


libro en las diversas facturas compradas aun mismo librero, provienen de diferencias
corrc«pondien(es cu la cdiciou ó encuademación.
La Comitim.
- 276 —
Biblioteca aFranklln» de Cañuelas.

(Provincia de Buenos Aires)

1872 Debe Haber

Mayo 10 Recibido de la Comisión Directiva fts. 180


Junio 7 Id del Gobierno Nacional 180
Junio 4 Importe de la factura N ° 3 remitida en
esta fecha 238
Agosto 6 Importe de la factura N° Í6 remitida en
esta fecha 121 CO
Remitido por el Correo, una novela de
Julio Verne 40

fts. 360 360

Biblioteca del Tordillo.

(Provincia de Dueños Aires)

1872 Debe Haber

Hayo 3 Recibido de la Comisión Directiva fts. 40


Junio 7 Id del Gobierno Nacional 40
Junio 22 Importe de la factura N ° 4 remitida en
esta fecha 80

fts. 80 80
— 277 -
Biblioteca «(Educacionista Arjcntlna» de Guale-
guaychú.

(Provincia de Entre-R ios)

1872 Debe Haber

Abril 22 Kecibido de la Comisión Directiva fts. 300


Junio 7 Id del Gobierno Nacional 300
Junio 22 Importe de la factura N ° 5 remitido en
esta fecha 287 80
Agosto 31 Saldof) 312 20

fts. 600 600

(') Se espera el pedido que la Comisión Directiva debe hacer para


invertir este saldo.

Biblioteca Popular de Sania Fe.

187a Debe Haber

Junio 18 Recibido de la Comisión Directiva fts. 320 63


Julio 29 Id del Gobierno Nacional 320 63
Julio 6 Importe de la factura N° 6 remitida en
esta fecha 641 26

fts. 641 26 641 26

II
- 278 -
Biblioteca « Protectora Union » de Córdoba .
187* Debe Haber

Abril 30 Recibido de la Comisión Directiva íts. 150


Junio 7 Id del Gobierno Nacional i 50
Julio 6 Importe de la factura N ° 7 remitido en
esta fecha. 228
Agosto 31 Saldo (*) 72
fts. 300 300

(*) Se espera la llegada de la Enciclopedia Moderna de Mellado, que


se ha encargado & Europa, y en la cual se calcula invertir todo osle
saldo.

Biblioteca de la Ciudad de Tnenman.


1879 Debe Haber

Abril 10 Recibido de la Comisión Directiva fts. 68 22


Junio 7 Id del Gobierno Nacional 68 52
Julio 11 Importe de la factura N ° 8 remitido en
estafecha 136 44
fts. 136 44 136 44

Biblioteca Popular de Granero*.


(Provincia de Tutuman)
1872 Debe Haber
Abril 10 Recibido de la Comisión Directiva fts. 72 08
Junio 7 Id del Gobierno Nacional... 78 09
Julio 11 Importe de la factura N° 9 remitida »n
esta, fecha 14406
fta. 14* 06 144 06
— 279 —
Blb llolecn del « Club-Ca«lno » de Catamarca.
1872 Debe Haber
Mayo 28 Recibido de la Comisión Directiva íts. 679 93
Janio 2o Id del Gobierno Nacional 67993
Julio Í6 Importe de la factura N ° 10 remitida en
esta fecha 670 12
o 26 Importe de la factura N ° 12 remitida en
esta fecha 582 04
Agosto 1 Importe de la factura N ° 14 remitida en
esta fecha 107 70
fts. 1339 86 1359 86

Biblioteca Humahuaca.
(Provincia de Jujuyj
1873 Debe Haber
Julio 13 Recibido déla Comisión Directiva fts. 189 25
a 31 Id del Gobierno Nacional 18925
Julio 25 Importe de la factura N° 11 remitida en
esta fecha 378 50
fts. 378 50 378 50

Biblioteca de Vllleunano.
(Provincia de Calamarca)
1870 Debe Haber
Mayo 28 Recibido de la Comisión Directiva ... fts. 227 50
Junio 23 Id del Gobierno Nacional 22750
Julio 30 Importe de la factura N ° 13 remitida en
esta fecha 43S
í£s. 455 455
— 280 —
Biblioteca Popular de Mendoza.

1872 Debe Haber

Mayo 13 Recibido de U Comisión Directiva , ÍU. 150


Junio 25 Id del Gobierno Nacional 150
Ai-Hito 6 Importe de la factura N ° 15 remitida en
esta fecha 300
..•un . __^_^^_

fts. 300 300

Biblioteca Popular de Qullme».

(Provincia de Buenos A ires)

1872 Debe Haber

Agosto 20 Recibido de la Comisión Directiva fts. 713 20


Agosto 24 Id del Gobierno Nacional 713 2O
Agosto 10 Importe de la factura N ° 17 remitida en
esta fecha 898 04
Agosto 31 Saldo (*) , 528 36

fts. 1426 40 1426 4O

(*) Se esta preparando ya una factura para la inversión de este


saldo.
- 281 —
Biblioteca «San Martín» de Mendoza.
1872 Debe Haber

Agosto i Recibido déla Comisión Directiva fls. 754


Set'bre 12 Id del Gobierno Nacional 734
Agosto 26 Importe de la factura N0 20 remitida en
esta fecha 1124 80
Agosto 31 Saldo (*) 383 20
fts. 1508 1508

(') El saldo de' fts. 383 20 c. queda para encargarse a Europa las
obras que no se han encontrado en este comercio, a menos que la Socie
dad « Amigos de la Instrucción Popular » de Mendoza, prefiera sustituir
los por otros.

Biblioteca Popular de Bell-VIlle.


( Provincia de Córdoba )
1872 Debe Haber
Agosto i Recibido de la Comisión Directiva fts. 381
Set'bre 12 Id del Gobierno Nacional 381
Agosto 28 Importe de la factura N° 21 remitida en
esta fecha 762
fts. 762 762

Biblioteca Popular de Milroaiia.


(Provincia de Salta)
Debe Haber

Agosto 23 Recibido de la Comisión Directiva fts. 114 28


Set'bre H Id del Gobierno Nacional 114 28
Agosto 31 Importe de la factura N ° 22 remitida en
esta f«ha ^8 50
fti. 228 56 228 66
— 282 -
NOTA.—La Comisión ha recibido á mas de lo que espresan las cuen
tas anteriores, las siguientes cantidades cuya inversión no se habla he
cho hasta el 31 de Agosto de este año.
4872—
Julio 31 de Santa Rosa (Provincia de Córdoba) Fts. 149 32
Agosto 2 de Bella-Vista (Provincia de Corrientes) 177 63
« 26 de Cerrillos (Provincia de Salta) 76
« 28 de San Antonio de Areco (Provincia de Buenos
Aires) 216
« 29 de Monte-Caseros (Provincia de Corrientes) . . 221
"Fts. 839 97
Tanto esta suma como el saldo de fts. 1,517-46 que arrojan las cuen
tas anteriores quedan depositados en el Banco Arjeutino.
En cuanto i las cuentas correspondientes al año 1871, ya han sido apro
badas, como lo confirma la nota de la Contaduría Jeneral que transcri
bimos en seguida:
Contaduría Jeneral de la) N° 1079.
Nación—Abril 19—1872J
Buenos Aires, Abril 19 de 1872.
Al Se. Préndente de la Comisión de la» Bibliotecas Populares.
Comunico ít V. la resolución recaída en la cuenta presentada por V.,
relativa & la inversión de las cantidades recibidas para la compra de li
bros i otros gastos:
«N° 119 Buenos Aires. Abril 19 de 1872.
Habiendo la Comisión de Bibliotecas Populares recibido del Tesoro
Nacional fts. 1,134-20 cent, i de la Comisión Directiva de Catamarca
fts. 468-57 cent.; de la de San Luis fts. 132-33 cent, i de Santiago del Es
tero fts. 313-30, i fts. 26-72 por intereses ganados al Banco Argentino,
cuyas partidas forman un total de fts. 2,093-12 cent., i resultando del an
terior informe del Contador Fiscal D. José P. Cuenca, haberse invertido
integramente esta cantidad lo cual está comprobado debidamente con los
documentos que se acompañan, la Contaduría Jeneral, de conformidad
can lo prescripto por la leí de contabilidad, resuelve aprobar dicha cuen
ta, declarando libre de responsabilidad al Sr. Presidente de la Comisión
de las Bibliotecas Populares, por la suma que ha invertido, debiendo
descargarse en los libros de la Contaduría los fts. 1,134-20 fts. erogados
por el Tesorero Nacional, Trascríbasele esta resolución á aquel funcio
nario, espresándole que por el inciso 4 ° del artículo del Decreto de fecha
29 de Octubre del año pasado, las cuentas de esta procedencia, deben
rendirse cada seis meses. Hágase saber al Contador Cuenca, i procé-
dase al descargo indicado, archivándose en seguida la cuenta, previa
constancia del descargo.—Firmado—Santiago S. Cortinez—Francisco
Vivas—Daniel Maxwell.»
Dios guarde i V.
SANTIAGO S. CORTINIZ.
Juan C. Belyrano.
Secretario.
ÍNDICE
ÍAJIKAS

Aviso PERMANENTE—El Director del Boletín i tus lectores. . LIX


LOS FRUTOS DE NUESTRA PROPAGANDA LXI
PROVINCIA DE CATAMARCA LXXII
< DE BUENOS AIRES XCVH
Ciudad de Buenos Aires XC1X
Chivilcoi - C
Tordillo • CX
Cañuelas • ••... CXIII
Pilar • ....;... *.... «
Quilines • • • ••• •• CXlT
San Antonio de Areco «
Baradero CXY
Etaltacion de la Cruz CXVI
Otros Partidos de la Campaña a
PROVINCIA DE SANTA FE CXX
Rosario CXXH
Ciudad de Santa Fe CXXI V
Otros Departamentos CXXV
PROTINCIA DE ENTRE-RIOS CXXVII
Bibliotecas escolares ,,., CXXIX
Gualejuaichú
Concepción del Uruguai CXXXII
Concordia "
Parani CXXXIII
Diamante CXIXtV
Otres D»part«uentoi «
— 284 -

PROVINCIA DE CÓRDOBA CXXXV


Ciudad •
Bell-Ville CXXXVH
Santa Rosa CXXX VIII
Tulumba «
PROVINCIA DE TCJCUHAN CXXXIX
Ciudad CXLI
Graneros CLXII
Concepción de Chicligasta «
Monteros CXLHI
Sociedad auxiliar de las Bibliotecas populares de Tucuman
en Buenos Aires CXLI V
PROVINCIA DE SALTA CXLV
Campo Santo CXLVI
Chicoana «
Cerrillos CXLVll
Cafayate CXLVIII
Orani Payogasta CXLIX
PROVINCIA DE iviví CL
Humahuaca , «
Tíavl CLI
Santa Catalina CLII
PROVINCIA DE CORRIENTES CLIH
Bella-Vista „
Monte-Caseros a
Mercedes CLIV
Esquina CLV
Curuzu-Cuatiá e Itatl «
PROVINCIADE MENDOZA CLV1
Leí sobre Bibliotecas populares „
Biblioteca de la ciudad CLVII
Biblioteca « San Martin » CLIX
PROVINCIA DE SAN JUAN CLX
Biblioteca « Franklin » CLXI
Biblioteca del Al bardon „
PROVINCIA DE SAN Luis... CLXII
PROVINCIA DE SANTIAGO BEL ESTERO CLXIII
Biblioteca de Loreto ..........,.,, «
PROVINCIA I>E LA RIOJA CLXI v
— 285 —

RESUMEN CLX1V
Publicaciones oficiales de las Provincias CLXVIII
Las cuentas de la Comisión CLXXl
A la Prensa Arjentina CLXXII1
LEÍ protejiendo las Bibliotecas populares 117
DECRETO, reglamentando la leí anterior 118
CONFERENCIA de Julio Simón, en la Sociedad de enseñanza
profesional del Ródano 121
DE LA ELECCIÓN de las lecturas populares, por Saint-Marc
Girardin 137
LECTURA III de Horacio Mann—Necesidad de la educación en
un pueblo republicano 15o
LA BIBLIOTECA, I, por N. Avellaneda 201
LA LECTURA, II, por ídem 202
APÉNDICE— Cuentas detalladas de la Comisión Protectora de
las Bibliotecas populares 205
LIBROS remitidos a la Biblioteca popular del Rosario (Santa
Fe) 205 i 255
ídem a la Biblioteca popular del Pilar (Buenos Aires) 208 i 261
ídem a la Biblioteca popular de Cañuelas (ídem) 211 i 249
ídem á la Ídem del Tordillo (ídem) 214
ídem á la ídem de Gualeguiichú (Entre-Rios) 215
ídem a la ídem de la ciudad de Santa FS 218
ídem á la Ídem Protectora Union (ciudad de Córdoba) 223
ídem a la Ídem de la ciudad de Tucuman 226
ídem á la idem de Graneros (Provincia de Tucuman) 227
ídem a la idem Club-Casino de Catamarca 229, 238 i 245
ídem & la idem de Humahuaca (Provincia de Jujuí) 235
ídem á la idem de Vilismano (Provincia de Catamarca) 241
ídem a la idem de Mendoza (Ciudad) 247
ídem 4 la idem de Qailmes (Provincia de Buenos Aires) 251
ídem á la idem de San Martin (ciudad de Mendoza) 262
ídem a la idem de Bell-Ville (Provincia de Córdoba) 267
ídem á la idem de Chicoana (Provincia de Salta) 272
RESUMEN JENERAL de las cuentas hasta el 31 de Agosto 272
CUENTAS del año de 1871 285
PUBLICACIÓN PERIÓDICA
DIIUJIDA POR

A COMISIÓN PROTECTORA
DE

LAS BIBLIOTECAS POPULARES

Presidente D. Palemón Huergo.


Secretario a Pedro Quiroga.
Tesorero Prof. « David Lewis.
Vocales Dr. « Juan José Montes de Oca (hijo).
« « Anjel J. Carranza.
« Anjel Estrada.
Glicina de la Comisión—Calle de Chaeabuco ntlm. 26.

NÚM. 3

BUENOS AIRES
Imprenta AMERICANA., calle de San Martin, núm. 124.

I87S
La Comisión Protectora de las)
Bibliotecas Populares. J

Buenos Aires, Diciembre 31 de 1S72.

A S. E. el Sr. Ministro de Instrucción Pública, Dr. D. Ni


colás Avellaneda.

Tengo el honor de presentar á V. E., en los tres volúmenes


publicados sucesivamente bajo la denominación de BOLETÍN
DE LAS BIBLIOTECAS POPULARES, el resumen de los principales
trabajos de la Comisión que presido i de los resultados obte
nidos, solamente en el año que termina en esta fecha, en la
propagación de las Bibliotecas Populares que nos está enco
mendada.
La Comisión misma, que sigue diariamente el movimiento
de la opinión i de la acción de los diversos distritos poblados
de la República, donde ha puesto en juego sus elementos de
propaganda, ha estado sorprendiéndose agradablemente á cada
paso, al considerar como una revelación mui notable de lo
que puede esperarse para la rejeneracion del pueblo arjentino,
cuando sus mas apartadas i destituidas poblaciones respon
den espontánea i dignamente, al llamamiento hecho á las con
vicciones i al sentimiento de pueblos que jamás habían
probado, ni sospechado quizá, los deleites que ofrece la ins
trucción por sí mismo, ni las incalculables ventajas del saber.
Si V. E. tiene á bien recorrer las pajinas de estas publica
ciones, verá la manera en que han surjido como por encanto
CIENTO SEIS Bibliotecas Populares, en ciudades, villas, pue
CLXXVI1I

blos i aldeas, i se persuadirá de que, si se sostiene uno ó dos


anos mas una propaganda semejante, no quedará quizá una
sola de las 200 i mas poblaciones principales de la República,
que no tenga una Biblioteca bien dotada de todos los elemen
tos apropiados para enriquecer el espíritu de conocimientos
útiles i de sensaciones agradables que dignifican i dulcifican
la índole del pueblo, i le abrirán paso á la conquista segura
de un porvenir mejor ; i fijándose en la prodigalidad con que
los vecindarios contribuyen para la formación de Bibliotecas,
podrá inducir con cuánta facilidad podría implantarse i sos
tenerse en todo el país un sistema completo de educación
popular, estando en esto interesados tan vivamente los mara
villosos instintos i sentimientos de la paternidad.
La Comisión que presido, encargada de practicar el ensayo
dispuesto por la lei del Congreso i los decretos del Poder Eje
cutivo Nacional, espedidos por el Departamento que V. E.
dirije, se felicita del resultado obtenido escediendo á sus mas
risueñas esperanzas, i me encarga felicite á V. E., como ten
go el honor de hacerlo, por este hecho tan significativo.
Aprovecho esta ocasión para reiterar á V. E. mis respetuo
sas consideraciones.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
SL-C retarlo.
AVISO PERMANENTE

La. Dirección del Boletín á. sus lectores

Esta publicación periódica se repartirá gratis á toda persona


que quiera recibirla, á cuyo fin podra dirijir su nombre i do
micilio á la Oficina de la Comisión, calle de Chacabuco núm.
20, en Buenos Aires.
Las únicas condiciones que se imponen a los suscritores del
BOLETÍN son las siguientes -.
19 Que lo Icnu I lo hagan leer á sus familias I á
sus vecinos.
94 Que promuevan asociaciones cu mu» respee-
íivu.s localidades cou el objeto do fundar Stllillotc-
cus Populares.
Llenadas estas condiciones, la dirección del BOLETÍN ofrece
como PRIMA á las sociedades que traten de formar Bibliotecas
Populares :
10 Una cantidad Igual ú la que las sociedades re
feridas reúnan 1 destinen á la compra de libros con
el un Indicado, con arreglo á la leí del Congreso fie
83 de Setiembre de 187O.
90 La dllijcncla de la compra de los libros,
(¿BA.TI& 1 con puntualidad I economía.
30 El transporte GRATIS de dlcnos libros hasta
NÚ destino con celeridad 1 seguridad.
CLXXX

40 El envío regular 1 GBATUITO de todas


la» publicaciones de la Administración Nacional,
como el Boletín Oficial (diario que da cuenta de todo el movi
miento político i administrativo Je la Nación) ; el Rejistro Na
cional, que contiene todas las leyes, decretos i contratos del
Gobierno jeneral ; los diarios de Sesiones del Congreso, que re
fieren punto por punto cuanto se ha hablado, proyectado i san
cionado en la Lejislatura Nacional ; el Rejistro Estadístico de
la Nación, en cuyas pajinas se consigna todo cuanto interesa
saber á todos los habitantes del país sobre la producción i el
movimiento comercial, industrial, intelectual i moral etc. del
mismo; el Censo de población; las Memorias de los Minis
tros, etc., etc., etc., según el Decreto del Gobierno Nacional
de 29 de Octubre de 1871.
53 El envío regular I GB4TVITO de todas las pu
blicaciones elídales de las < t TOU« K PROYIftfl AS;
de manera que en cada localidad donde se establezca una Bi
blioteca Popular se podrá estar al cabo del movimiento polí
tico i administrativo de toda la Nación i de cada una de las
Provincias.
Ademas de estas PRIMAS, es de esperar que las Lejislaturas
Provinciales i las Municipalidades han de añadir algunos otros
estímulos mas ó menos importantes, i que juntos con los demás
que ofrece la Nación, darán hecha una Biblioteca Popular en
cualquiera parte, tan luego como lo intente media docena de
personas de buena voluntad.
Para facilitar la adquisición de esas publicaciones naciona
les i provinciales, seria menester que cada Comisión de Bi
blioteca Popular reclamase directamente esas publicaciones
de la Biblioteca Nacional i reparto de publicaciones, que fun
ciona en la casa del Gobierno de la Nación en Buenos Aires, i
de los Ministerios de las Provincias; porque la Comisión
Protectora de las Bibliotecas Populares no puede estar en todo
para saber si se cumple ó no con lo prometido.
MAS BIBLIOTECAS POPULARES'
i
Un año apenas hace á que la Comisión Protectora de las Bi
bliotecas Populares puso en juego sus elementos de propa
ganda en favor de esta fecunda institución destinada, entre
otras, á transformar las ideas i los hábitos del pueblo de esta
nación, i á encaminarlo por la senda del progreso para la con
quista de los grandes i augustos destinos que le están reserva
dos en un porvenir no mui lejano. I como quiera que esos
elementos hayan consistido en unas cuantas publicaciones im
presas, que tratando de un asunto que no apasionaba antes
de ahora ni aun á los optimistas ilusos, i que por tanto, cual
quiera hubiese desconfiado del éxito ; sin embargo, los hechos
han demostrado todo lo contrario, por que los individuos mas
incrédulos i apáticos respecto de las ventajas de la educación,
aquellos que apenas comprendían las conveniencias de saber i
de poder leer aun imperfectamente, se han impuesto con avidez
de esas publicaciones, se han contajiado del febril entusiasmo
de Horacio Mann, en favor de la educación, al leer sus inmor
tales escritos.
En un año escaso se ha realizado el prodijio de que CIENTO
SEIS Bibliotecas Populares hayan surjido de la nada como por
encanto, en poblaciones atrasadas donde era raro que circu
lasen otros libros de lectura popular que el almanaque de
Bristol, repartido gratis por los interesados en la especulación
que tiene por objeto. En menos de un año el pueblo arjen
CLXXXII

tino ha comprendido sus bien entendidos intereses, i se ha


apasionado por una idía que nada tiene de común con los
temas guerreros que antes conmovían los corazones i alimen
taban el espíritu ; i de un pueblo apático i neglijente para
todo lo que se refiriese á educación é instrucción, aunque
fuera la de sus propios hijos, se ha convertido en un pueblo
aspirante i anheloso por todo aquello que puede informarlo
sobre las corrientes de ideas que ajilan la mente del mundo
civilizado.
En el curso ordinario de los acontecimientos humanos, la
aspiración al saber i á la ilustración se produce en ciertos
centros de población, donde las necesidades sociales hacen
indispensable la actividad del espíritu en el aprendizaje de
las ciencias, de las arles i las industrias. La civilización i la
ilustración son en las masas del pueblo el sedimento de idea¿
mas ó menos acertadas i benéficas que deja el transcurso de
los siglos. I sin embargo, en medio i al rededor de socie
dades doctas, no es raro ver perpetuarse la ignorancia incu
rable i refractaria de todo lo que tenga relación con el progreso
del espiritu individual i público. A este respecto, nuestras
poblaciones rurales tienen que luchar con una atmósfera i
circustancias que las arrastran fatalmente al atraso, al oscu
rantismo i á la barbarie ; i sin embargo, es grandemente con
solador el observar que en esas poblaciones, en las cuales nadie
hubiera sospechado el anhelo i la pasión por el saber que á
todos ennoblece, se produce una reacción poderosa é irresis
tible, haciendo verdaderos sacrificios para procurarse medios
de instrucción, para abrirse horizontes despejados donde se
entrevé la imájen seductora de la libertad, cortejada por la
ilustración, la moralidad, la dignidad i la industriosa labor de
los individuos i de la sociedad que componen.
Un año hace apenas á que se ha comenzado á hablarles á
los pueblos en favor de una idea desconocida i poco simpática
para los que no comprenden de antemano sus ventajas; i en
CLXXXIII
ese corto espacio de tiempo, que es un segundo en la vida de
las naciones, el pueblo ha comprendido la' importancia de esta
idea, la ha prohijado amorosamente en su espíritu, i la idea se
ha hecho carne i llenará su misión entre nosotros.
Un año apenas empleado en el cultivo de ese campo erial i
desierto, i ya una cosecha abundante se presenta á los ojos asom
brados de los que siguen con el corazón anhelante los progre
sos del pueblo en la conquista de sus grandiosos destinos.
Estos resultados tan halagüeños como inesperados son una
revelación importantísima de lo que puede esperarse de nues
tro pueblo en todo lo que es capaz de elevar su condición
intelectual i moral. Pueblo virjen i dotado de sentimientos
jenerosos, está preparado para hacer fructificar en su seno,
á ciento por una, las semillas de las grandes ideas. Si no
tiene la conciencia i la intuición de las aventajadas i liberales
instituciones que se ha dado por medio de sus prohombres, á
lo menos, parece que tiene la aspiración de comprenderlas,
para practicarlas como es debido.
Si la institución de las Bibliotecas populares, ofrecida al
pueblo i recibida por él con febril entusiasmo, no prometiera
otras ventajas que conocer, como ya se conocen, las exelentes
disposiciones de que está dotado para todos los propósitos
útiles i nobles, esto solo seria una gran cosa : pero se ha
conseguido algo mas, esto es, que no solamente halle buena
la idea, sino que no economice sacrificios para realizarla con
todo el prestijio que merecen las instituciones verdadera
mente benéficas i salvadoras.
Los hechos que vamos á constatar en seguida, son un bri
llante testimonio de las apreciaciones que dejamos hechas.
Como en el número anterior de nuestro BOLETÍN, mencio
naremos á las provincias por el orden de mérito en que se
hayan colocado, desde nuestra última revista, que compren
día los meses corridos del año presente hasta el 31 de Agosto,
abrazando esta hasta el 31 de Diciembre de 1872.
,CLXXXIV

C/atamarea

La Provincia de Calamarca ha seguido su marcha progre


siva en cuanto á aumentar el número de sus Bibliotecas popu
lares hasta DOCE, no quedando sino dos poblaciones que toda
vía no han imitado el ejemplo de las demás ; por consiguiente,
ella merece el primer lugar en esta lijera revista.
A las siete Bibliotecas populares de que dimos cuenta en
el número anterior del Boletín, debemos ahora agregar las
formadas recientemente en las Villas de Piedra Blanca, -Alto,
Ancasti, Yalleviejo i Capallan. Esto viene á confirmar lo que
dijimos en nuestro número anterior, oque toda la Provincia
en masa habia puesto manos á la obra, i de un estremo al
otro, las poblaciones mas insignificantes estaban fuertemente
preocupadas en fundar Escuelas i Bibliotecas escolares i
populares. »
La Comisión protectora ha enviado á la Biblioteca popular
del Club de la Ciudad de Catamarca $fts. 1,359 86 es. inver
tidos en libros, incluyéndose en esa suma la contribución por
mitad correspondiente al Gobierno Nacional.
Para la « Biblioteca Sarmiento» de la N'illa de Andalgalá, se
han remitido libros por valor de gfts. 37:2, 11 es.; i para la
de Valleviejo, recientemente fundada, se está preparando una
factura que importará 279 pesos fuertes.
A estas lijeras apuntaciones, agregaremos solamente, que
los señores Curas de campaña, casi en su totalidad, son los
primeros en cooperar al movimiento educacionista, propen
diendo con empeño al establecimiento i sosten de Escuelas i
Bibliotecas populares. Una conducta tan digna de los buenos
ministros de la Relijion de Jesucristo, merece mencionarse
con elojio, porque ese solo hecho acusa las condiciones inte
lectuales i morales que adornan á esos verdaderos sacerdotes.
CLXXXV

III
Itut nos Aire»
El aumento de Bibliotecas populares en esta Provincia, es
de mucha consideración, si se tiene en cuenta el corto tiempo
transcurrido desde nuestra anterior revista.
En la capital, ya se hacen sentir los trabajos de algunos
jóvenes entusiastas, para el establecimiento de Bibliotecas
parroquiales que han do tener mui buen óxito.

La Biblioteca de Chivilcoy sigue venciendo sus dificultades


i progresando, mediante la paciente i laudable consagración
de D. Carlos A. Fajardo, su actual Presidente. No cono
ciendo todavía la 2 ™ publicación que se está haciendo sobre
los trabajos de esa Biblioteca, no podemos agregar otros deta
lles, como los que dimos en el número anterior del Boletín.

El pueblo de Quilmes ha superado á todos los demás de la


Provincia por la largueza con que ha contribuido para su
Biblioteca popular. Personas que la han visitado, aseguran
que los estantes i demás muebles habrán costado mas de
1,000 pesos fuertes. En cuanto á lo principal, por Sfts. 1,333
20 es. que mandó á la Comisión Protectora en varias remesas,
esta le ha devuelto en libros, á elección de la Comisión Direc
tiva de dicha Biblioteca, ps. fts. 2,706, 40 es., es decir, el
doble de la cantidad recibida.
La solemne inauguración de esta Biblioteca tuvo lugar el 8
de Diciembre, dia de la fiesta principal de ese pueblo.

Viene en seguida Chascomús. Este pueblo se ha distin


CLXXXVl

guiJo por el entusiasmo febril que se apoderó de todo ¿1 para


procurarse fondos i otros elementos con que formar la Bi
blioteca. Los miembros de aquella asociación, que casi
abarca á todo el pueblo, han contribuido con largueza i han
hecho contribuir también á sus amigos de esta ciudad, prin
cipalmente con libros. Se han dado conciertos musicales i
otras diversiones públicas, i finalmente se han puesto á con
tribución las arcas municipales, con el objeto de aumentarlos
fondos de la Biblioteca.
El resultado de todo esto es que se ha gastado mucho en
buenos estantes i demás muebles, i se han destinado para
libros 1,200 pesos fuertes, que sumados con otro tanto que
dio el Gobierno Nacional, son 2,400 pesos fuertes, ó sean
60,000 pesos papel.
Puesta ya en los estantes la mayor parte de los libros, para
que nada faltase á la solemne inauguración de la Biblioteca,
que debía tener lugar el 1 ° de Enero de 1873, se había
empleado en cohetes, música, embanderamiento de todo el
pueblo, etc., la respetable suma de 10,000 pesos me.
Asi todo el pueblo ha contribuido jenerosamente para la
planteacion é inauguración de esa Biblioteca, que por muchos
títulos podrá llamarse verdaderamente popular.
Ha contribuido á esle resultado tan satisfactorio, no sola
mente la Comisión de trabajos que realizó la Biblioteca, sino
también, i mui principalmente, la prensa de esa localidad,
representada por dos periódicos, a La Union del Sud » i « El
Progreso de Chascomús ». El primero de estos periódicos ha
sido el verdadero apóstol de esta idea.

El pueblo del Azul está dando un noble ejemplo á los


que están mas en contacto con la capital. En nuestro
número anterior dimos cuenta de una asociación que se
CLXXXVII

habia organizado con la denominación de «Cosmopolita»,


teniendo por objeto, entre otros, la formación de una Biblio
teca popular. Pero el Presidente de esta sociedad D. E.
Zerolo, comprendiendo que una institución de esta especie
no debe encerrarse en estrechos límites, propuso á la «Cos
mopolita» i obtuvo la aceptación del siguiente •.

ACUERDO.

La Sociedad «La Cosmopolita», contando con el concurso i proleccion


déla Municipalidad i vecindario de este partido, i con el apoyo moral i
material que da á la planteacion de Bibliotecas Populares, la Comisión pro
tectora de las mismas, creada al efecto por decreto del Gobierno Nacional
de fecha 29 de Octubre de 1870; establece una Biblioteca popular bajo las
bases siguientes:
Ia La Biblioteca Popular se crea, i será sostenida i fomentada por
los socios que tenga i pueda tener «La Cosmopolita» i por las demás per
sonas de ambos sexos que al efecto se suscriban.
£d La Cosiitopolita además de dar gratis el local para la Biblioteca, la
subvenciona con la cantidad de 100 pesos m)c. mensuales, i se hacen un
deber todos los socios de trabajar por su fomento, obteniendo donaciones
de libros, publicaciones i útiles con que enriquecerla.
3" La Comisión Directiva i Administrativa te la Biblioteca será com
puesta de seis miembros de la J. D. de «La Cosmopolita», de igual núme
ro de socios protectores de la misma, i de seis vecinos del pueblo suscri-
lores á la Biblioteca i que no pertenezcan á dicha sociedad.
4* La lectura de la Biblioteca en sus salones será gratis, i coauna
módica retribución podrá leerse á domicilio.
Aceptada la anterior proposición, se nombrará una comisión compuesta
de cinco señores socios activos i protectores, que estudie este proyecto,
i redacte, som?t¡endo á la aprobación de una Asamblea jeneraljoi Estatutos
por los cuales se debarejir «La Biblioteca Popular de la Cosmopolita » .

Azul, Noviembre 12 de 1872.


E, Ztrolo.

Presentada ú la Municipalidad esta idea fuó aceptada con


calor, i en pocos días quedó organizada la Comisión de trabajos
CLXXXV1H

nombrando la «Cosmopolistao por su parte la Comisión si


guiente:
rHOTECTOBES.

D. José Frías y Garrido.


« Francisco Cesio.
« Rías Dhers.
« Eduardo Plot.

ACTIVOS.

D. Aquilo Pouyssegur.
« Federico Massios.
« Manuel Echave.

He aquí el acuerdo dictado por la Municipalidad :


ACUERDO MUNICIPAL DE 27 DE NOVIEMBRE SOBRE CREACIÓN DE LA
«BIBLIOTECA POPULAR» DEL AZUL.
Penetrada esta Corporación de la verdad jeneralmente reconocida que,
las «Bibliotecas populares» son, ó deben ser por lo menos, el gran com
plemento déla educación pública democrática, cuya celosa administración
es uno de los primeros deberes de las Municipalidades; la actual del Azul
no desconoció nunca la obligación por ella contraída, de iniciar la creación
de este poderoso elemento de progreso moral é intelectual en este Partido.
Esperaban no obstante sus miembros, la oportunidad de abrir ya los
cimientos del gran edificio público para escuelas, cuya aprobación i auto
rización eslft jestionando tiempo lia ante el Superior Gobierno, para pro
mover el franco desarrollo de la asociación vecinal para la instrucción
pública iniciada en 1871 entre nosotros, por el noble propagandista de tan
fecunda semilla, el Inspector de escuelas seíbr D, Augusto Krause.
Circunstancias tan notorias como desgraciadamente aciagas para nues
tro progreso i dignidad social, lucieron estériles ó por lo menos poco fe
cundos los buenos deseos déla Municipalidad en el corriente año, en e¡
sentido de cimentar i organizar sólidamente las bases bien entendidas de
nuestros futurosi aun presentes bienes sociales.
En tal situación, una sociedad de jóvenes llenos de nobles aspiraciones,
como suelen serlo en jeneral las emanaciones de almas juveniles, lanzó al
CLXXXIX

público la idea de fundar, apoyada por la masa jencral de nuestro vecin


dario, una Biblioteca popular que contribuya á parangonar por lo menos
el progreso moral con el material del Azul .
Kse grito juvenil , ese espontáneo arranque cívico de la Sociedad «Cos
mopolita» es á la vez un grave reproche a los hombres serios, padres de
familia unos, hombres de posición social espectable otros, pero responsa
bles lodos del destino de su era social, por su falta de iniciativa i de
accionen prú de las reformas fundamentales que deben un día al fin, mas
ó menos remoto, asegurar para sus hijos ó sucesores un bienestar mas
perfecto, venciendo la ignorancia, la apatía, la inmoralidad i preocupa
ciones rutinarias, que son los enemigos seculares de nuestra social i aun
doméstica felicidad.
Ese grito consciente, ese arranque jeneroso de la Sociedad «Cosmopo
lita», fuó escuchado gratamente por la Municipalidad del Azul, i, á fin de
hacer públicos sus respetos por la relijion del cívico deber, qne en las
cultas i libres sociedades deben profesar,- para merecer su propia estima
ción, — los que voluntariamente acepten públicos deberes, acordó lo
siguiente :
La Municipalidad por acuerdo de 27 del corriente ha formulado una
lista de siete vecinos espetables, á quienes suplicará d« oficio se dignen
aceptar i cumplir la misión de constituirse en Junta bajo la presidencia i
en la forma que la mayoría de sus voluntades designe, para propagar por
todos los medios á su alcance, utilizando los espontáneos servicios de los
jóvenes de la «Cosmopolita», una suscricion popular; abriendo el compe
tente registro de socios fundadores de la Biblioteca del Azul, ya como
donantes de libros i dinero para su creación, ó ya de una cuota mensual ó
trimestral, cualquiera que ella sea, para su sosten i fomento, i redactando
á la vez los Estatutos de la asociación popular para la Biblioteca pública,
con la actividad posible ó necesaria. Una vez concluido ese trabajo i cuan
do el número de socios inscriptos, signifique & su juicio, un núcleo de
voluntad pública suficiente aerear un principio de progreso intelectual i
social para el Azul, imposible de ser desconocido ó mal apreciado por su
vecindario, se apresure á convocar la asamblea jeneral de socios para que,
aprobados allí los estatutos fundamentales de esta asociación, coii modifi
caciones ó sin ellas, pueda en seguida nombrarse con arreglo á la forma i
manera adoptada ya por los Estalutos aprobados i sancionados, la primera
Junta Directiva que haya de administrar i rejir esta naciente institución.
Al efecto, la Municipalidad se suscribe desde luego con la suma de 8
mil pesos m¿, sin perjuicio de las subvenciones que en el porvenir pueda
i deba dedicar á este objeto la Corporación; cediendo ademas por de
cxc
pronto i mientras no se construyan los fditicios que han de servir de
sagrado templo & nuestra educación popular, una de las habitaciones que
hoi posee como propiedad municipal, reservándose sus miembros prestar
su apoyo personal, pero sin carácter alguno oficial i solo como suscri-
torcs i donantes, en la esfera que á cada uno convenga.
Llenado ;is¡ su imprescindible deber público di-ja en plena libertad al
vecindario para establecer su Biblioteca bajo bases esencialmente popu
lares, i solo espera la Municipalidad, mucho i mui celuladamente, de la
sensatez i buen criterio de este vecindario en jcnerhl, i de les esfuerzos
de la Comisión instaladora en particular, cuyos inteligentes miembros
sabrán i querrán, a no dudarlo, inspirarse en el digno sentimiento de
noble abnegación que hace siempre fácil, á los buenos ciudadanos, mo
lestarse algún tanto por la pública felicidad.
Los señores & quienes la Municipalidad ha designado para pedirles este
cívico servicio son;

D. Celestino Muñoz.
« Manuel G. Bonorino.
t< Francisco Enciso.
« Elias Zerolo.
» Francisco Peranzola.
'i Pedro Loustau.
« Juan D. Dhérs.

Tal es el acuerdo Municipal que hace público por la prensa el infras


crito, dejando asi cumplido el mandato de esta Corporación.

José BOTANA,
Presidente en ejercicio.
Francisco Torres,
Secretario.

En pocos dias de trabajo, la Comisión especial pudo ofrecer


resultados mui satisfactorios. Es verdad que estaba secun
dada poderosamente por la ilustrada redacción del « Heraldo
del Sud », periódico que se publica en esa localidad por su
imprenta propia, dos veces ror semana.
He aquí el resultado de los trabajos de esa comisión, con
signados en la siguiente:
CXCI

Acta de la sesión celebrada por la Comisión en trabajos para


ía /"«ncíact'on de « La Biblioteca Popular del Azul ».

En el pueblo del Azul, » 10 do Diciembre de 1872, reunidos en. la casa


Municipal los que suscriben, designados por la «Municipalidad» i So
ciedad «La Cosmojioüta», para formar la Comisión provisoria i proceder
.' los trabajos que han de dar por resultado la creación de la «Biblioteca
Popular», se constituyeron en sesión bajo la presidencia del señor Bono-
rino.
En vista de la renuncia hecha por D. Francisco Enciso de miembro
de esta comisión, se acordó nombrar en su lugar al señor D. Bartolo
Gavina.
Acto continuo se procedió á la elección de los cargos, resultando :

Presidente Don Blas Dhers.


Vice-Presidcnle . « Celestino Muñoz.
Secretario « Elias Zcrolo.
Vicc-Secretario « Aquiles Pouyssegur.
Tesorero « Juan D. Dhers.
Vocales « Manuel G. Bonorino.
« « Francisco Pcranzola.
u « Pedro Louslau.
c « José Frias i Garrido.
« « Francisco Cesio.
« « Eduardo Plot.
« « Federico Massios.
u « Manuel Echave.
u o Bartolo Gavina.

Esta comisión concluirá su cometido, tan pronto como, reunidos suli-


cienti ntfmero de suscritores, se lleve a la aprobación el REGLAMENTO
por el que deba rejirse la asociación que sostendrá la Biblioteca ; debién
dose nombrar entonces la «Junta Directiva», administradora déla misma.
Para confeccionar este Reglamento se nombró á los Sres. Frias i
Garrido, Zerolo i Plot.
Se acordó abrir una snscricion popular, tanto para los gastos de fun
dación de la Biblioteca, como para su sostenimiento, que será encabezada
por la Municipalidad que se suscribe por una sola vez con la cantidad
de 5,000 # m¿ i la Sociedad «La Cosmopolita» con 2,000 $ n\¿.
A fin de que la suscricion dé, como esta Comisión tiene derecho a
n
CXCII

esperar, los mejores resultados, quedaron nombrados los señores Dhers


(D. J. D.), Peranzola, Cesio i Loustau, para que, unidos á los vecinos
que quieran prestarse a tan bello pensamiento, formen oirás tantas comi
siones bajo sus presidencias, que levanten las snscriciones en las sec
ciones del pueblo conocidas por irt, 2rt, 3rt, i 4rt respectivamente.
Se acordó por ultimo, pasar una carta-circular á varios antiguos veci
nos del Azul, residentes hoi en Buenos Aires, pidiéndoles su valiosa
cooperación.
Con lo cual se dio por terminado el acto.
Firmados : -
Manuel G. Bunoriito—E. Ztrulo— José frías
i Garrido— Francisco Peranznla—Francisco
Cesto —F. Massios —Juan D. Dhers— Ma-
nitel Echave-E. Plot— A. Pouysséyur.

De la lista de suscricion levantada hasta el 16 de Diciembre,


resulta que había suscritos por una sola vez, 14,400 $ m,c i
250 $ m£ mensuales. Este resultado se obtuvo en un solo día.

En el pueblo de San Pedro se constituyó últimamente una


asociación promovida por el distinguido Preceptor D. Miguel
Auli, la cual ha remitido por lo pronto á la Comisión Pro
tectora, 360 pesos fuertes, i se está aprontando ya una fac
tura de libros, globos i mapas, por valor de 720 pesos fuertes
con destino á esa Biblioteca Popular. Lo sensible es que la
Municipalidad no haya contribuido aunque fuese con una
pieza para acomodar esta naciente Biblioteca. Lejos de eso,
el Municipal de Instrucción Pública i el Departamento de
Escuelas, se habían negado á que se colocase en el edificio de
la Escuela principal, sin perjuicio de sus funciones ordinarias.

Otra asociación se ha constituido hace poco en el pueblo de


CXC11I

Junio, la cual ha remitido por lo pronto á la Comisión pro


tectora para la compra de libros, 144 pesos fuertes, que es
como si dijéramos 288 pesos fuertes. Una factura de libros
por ese valor está ya preparada.

La Sociedad «Franklin» de Cañuelas, como lo dijimos en


nuestro número anterior, había enviado 180 pesos fuertes.
Posteriormente envió 01 pesos mas; i la Comisión Protectora
le devolvió en libros 482 pesos fuertes.

El Secretario de la Municipalidad de Las Conchas D. Eduar


do la Rosa, persona sumamente apreciable por su modestia
i por sus aspiraciones por el progreso i la ilustración, concibió
el proyecto de fundar una Biblioteca popular. Al efecto,
reunió libros i algunas suscriciones para hacer fíente á los
preparativos de su obra, i después de pacientes trabajos, logró
captarse el apoyo de la Corporación Municipal, la cual le cedió
una pieza cómoda eu el Juzgado de Paz, i aprobó los estatutos
de la Sociedad que había formado para sostener una Biblioteca
popular. Este establecimiento fue instalado por fin, el 22 du
Diciembre, contando con la protección de la Municipalidad i
de lo mas selecto del vecindario.

De Monsalvo, Partido de nueva creación, se han recibido


noticias vnui satisfactorias i honrosas para ese vecindario.
D. Matías Ramos Mejia (hijo) escribe con fecha 26 de
Noviembre á la Comisión protectora, entre otras cosas, lo
siguiente •.
CXCIV

« Como veo por el Boletín de las Bibliotecas, que esta localidad es, a
juicio de esa Comisión, una de las que menos esperanzas inspiran do
formarse una Biblioteca popular, quiero manifestar a Yd. que si no ocnta
ya con una, es por las razones que paso !i esponer.
« El 28 de Julio tuvo lugar en esto Partido una reunión de rocinos en
la cual se formó una asociación que tiene por objeto realizar lodo cuanto
sea necesario para llevar la educación en los Partidos de Monsalvo i
Tuyú, a! mas alto grado posible de desarrollo.
Para dar principio á la realización de su propósito, acordó levantar
una suscricion entre los vecinos. Esla, si bien, por causas que dan
lugar a muí tristes reflexiones, no ha correspondido á las aspiraciones
sinceras de muchos de sus miembros, sin embargo, la asolación cuenta
ya con los fondos suficientes para la construcción de los edificios para
cuatro escuelas, i abriga fundadas esperanza? de obtener mas aun.
« Ahora bien ; aunque uno de los propósitos de esta sociedad es,
como lo ha consignado en sus estatuios, establecer una Biblioteca popular
en cada uno de los dos Partidos referidos, creyó conveniente por entonces,
diferir la reunión de los fondos, en tanto que efectuase la de aquellos
destinados á las escuelas; i hoi, habiendo desaparecido esos inconve
nientes, i teniendo en vista la urjencia que siempre li<ti en atender á todos
los medios de enseñanza, he promovido ya la suscricion para la Biblio
teca, anticipándome asíalos trabajos de la asociación, aunque sí mar
chando de acuerdo con ella.
« Espero poder muí pronto remitir á esa Comisión una cantidad do
dinero, que sera una prueba de que la semilla que cayó en Monsah-o ha
jtrminado i producirá. Por cuanto toca á mi particularmente, quiero
asegurar también, que una vez nacida, no desmayaré en cultivarla, sino
que, por el contrario, me esforzaré en ello con empeño siempre cre
ciente. »

¡¡alias Ramos Mrjin (hijo).

El Vecindario sabrá apreciar mejor que nosotros la noble


actitud del joven Ramos Mejia, i estamos seguros de que le sabrá
prestar la decidida cooperación que merecen sus nobles i pa
trióticos trabajos. Ejemplos tan notables como este son dig
nos de imitarse.
Entre tanto, confirmamos la noticia de haberse reunido ya
cxcv
una buena suma de dinero para la Biblioteca de Monsalvo,
qne no será de las peores de la campaña de Buenos Aires, á
pesar de los graves inconvenientes de la poca densidad de
población en el partido de que se trata.

En "el rico i grande pueblo de Morón se ajita la idea de


establecer una Biblioteca popular bajo los auspicios de una
asociación especial i de la Municipalidad. Sabemos que ya
hai algunos fondos reunidos i que se sigue trabajando con
buen éxito.

En «El Progreso», diario que se publica «n la ciudad de


San Nicolás de los arroyos encontramos la agradable nueva do
que el 22 de Diciembre se había reunido lo mas selecto de esa
sociedad por invitación del joven abogado Dr. D. Garlos
Salas, Diputado á la Lejislatura Provincial por esa '"eccion.
El diario referido, al dar cuenta de esa reunión i sus resul
tados, hace juiciosas observaciones sobre la importancia de
las Bibliotecas populares, como se verá en los párrafos
siguientes que trascribimos :
En mas de una ocasión hemos señalado la gran utilidad, que entrañan
los salones de lectura creados por suscnciones populares i juzgamos, que
mui pocos serfln los quo no tengan nuestras mismas opiniones á este res
pecto.
Por experiencia propia, estamos convencidos de los beneficios que se
reonjen con las bibliotecas, que sin los aparatos de los liceos i de las uni
versidades facilitan la ilustración del pueblo.
Con un salón modesto i algunos volúmenes de libros, se difunde útil i
ngradable enseñanza para aquellos individuos que por la exigüidad de sus
recursos i la naturaleza de sus ocupaciones, no pueden oir las lecciones
de los profesores, ó que cuentan con ¡nlinilos obstáculos para poseer una
crecida colección de libros.
cxr.vi
F.n San Juan, Córdoba, Santa-Fé, Catamarca i otras provincias arjen-
tinas, los salones de lectura se duplican i se acrecienta el interés de fun
darlos de día en día, sin qu e sean onerosas las erogaciones pecuniarias, i
a esos libros que rejistran el obrero, la rcadrí! de familia, el agricultor i
el artesano, se debe la casi desaparición de lo que antes se llamaba el
IMJO PUF.BI.O despreciándole por la dolorosa condición en que le coloca
ba la ignorancia, que siempre viene con una temible cohorte de desdi
chas i de crímenes.
Merced 6 la difusión de buenos libros se va aumentando en el interior
el número de ciudadanos laboriosos e independientes, que cooperan al
alian/amiento del sistema de gobierno, al desenvolvimiento tranquilo de
la libertad, que sufragan con independencia i velan por la paz.
Las escuelas de primeras letras donde apenas se aprende a unir unas
con otras las letras, el SILABEO, si bien es el principio de la ilustración
no es el ultimo triunfo de la civilización.
Al parque se distribuya anagnosias i silabarios, deben abrirse las puer
tas de las bibliotecas populares, para que dé un beneficio practico el
aprendizaje do la escuela.
La creación de bibliotecas, considerada económicamente, es de la mayor
importancia paralas naciones.
Evoquemos, pues, la utilidad, si se olvida la moral desinteresada i
la filantropía.
Propagar los conocimientos por amor á la humanidad, es una virtud,
que acerca a la criatura inteligente hacia la Divinidad i los grandes cora
zones reciben como pingüe retribución de sus sacrificios, el bien que
siembran en el hogar de sus hermanos.
Pero, desgraciadamente, na todos obedecen á las inspiraciones de la
abnegación: hai seres indiferentes i fríos, cuando no les aguijonea el in
terés, i creyendo equivocadamente que de la ilustración no resulta utili
dad inmediata, le niegan sus esfuerzos.
La economía política desvanece los errores sustentados por la jente
irreflexiva, porque demuestra que no hai producción posible sin que el
productor mejore con el estudio los instrumentos del trabajo.
Los adelantos actuales qtre tan provechoso impulso han dado a la ri
queza de las naciones, son la obra de las ciencias i de las artes.
Abandonadas á bs llamas las hojas de papel que en forrea de libros i
diarios guardan el saber humano, ¿qué seria de las industrias, de las artes
i de las ciencias ?
La pobreza sustituirla íi la opalencia del presente, las rocicdades mo
rirían i poco a poco, si no de una sola vez, retrocederían á su estado
cxcvu
primitivo, llevando humanos huesos pero con el alma impotente de los
brutos.
No tendríamos á nuestra disposición las telas con que nos cubrimos
hermoseando nuestra persona; comodidades, alimentos, artes indispensa
bles i de saludable entretenimiento, moralidad, todo concluiría conclu
yendo esta sabiduría, que por defectuosa que sea, hemos adquirido con
un estudio no interrumpido de muchas edades.
Por utilidad debemos popularizar los conocimientos, pues el progreso
es útil para todos.

Transcribimos también el acta de fundación de una nume


rosa sociedad que se constituyó en esa reunión, para establecer
i sostener una Biblioteca Popular.
En la ciudad de San Nicolás do los Arroyes, a veinte i dos de Diciembre
de mil ochocientos setenta i dos, reunidas las personas que suscriben esta
acta en los salones del «Club San Nicolás»; el Dr. D. Carlos Salas mani
festó que habia promovido la reunión con el fin de que se estableciese una
Biblioteca popular, necesidad sentida en esta ciudad; abundó en otras
consideraciones i ampliaron la ¡dea los Sres. Heniles, Bengolea i Echagüe.
Se acordó nombrar una Comisión Direetiva compuesta de un presidente,
un vice presidente, un tesorero, dos secretarios i cuatro vocales, resultan
do para desempeñar estos cargos las personas nombradas á continuación.
Presidente. D. José F. Benites.
Vice-presidente Dr. D. H. Marenco.
Tesorero D. Ventura Marti.
Vocales « Melchor Echagúe.
« Dr. « Felipe Sola.
« « Juan M. Argerich.
« « Domingo Ballesteros.
Secretarios « Carmen Borr.
« « Baldomcro Calderón.
Se resolvió nombrar dos Comisionados residentes en Buenos Aires,
quienes debian responder á las necesidades i trabajos de creación de la
Biblioteca, asi como a su sostenimiento, poniéndose en contacto con la
Comisión central de Bibliotecas populares—resultaron para desempeñar
este cargo el:
Dr. D. Carlos Salas.
« « Manuel J. Guerrico (hijo).
A indicación de D. Juan Argerich i D. José IHurbey se nombraron
cxcvm
siete comisiones auxiliares encargadas de promover suscriciones en la ciu
dad i campaña del partido, debiendo ser distribuidas de la manera que
determinasen, de acuerdo con la Comisión Directiva, quedando nombradas
en la forma siguiente:
ia Co.'.'iisiun D. Santiago Bengolea.
« Joaquín Maldonado.
2a Comisión u Juan Vaqué.
« Pablo Cepeda.
.1» Comisiun « Nicolás Bancalari.
« Pedro Lk'bet.
i» ('• MÍ, ;..» u Mariano lluidobro.
« Juan Casbas.
oa Comisiun « José A. Urtubey.
« Antonio Pareja.
6a Conñíion « Manuel Sánchez (hijo.)
« Ballazar Ramírez.
7a Comisiun « Servando E. Gómez.
« Santiago Pedemonte.
El Sr. Sánchez, García i otras personas manifestaron conveniente
influir a fin de que los fondos depositados en la Sucursal del Canco para
la creación de un hospital (en construcción ya por cuenta de una sola
persona) sirviesen como base para la creación de fondos de la Biblioteca,
cambiadas algunas ideas con el Sr. Bengolea, se acordó dirijirse a la
Comisión respectiva.
En seguida se levantó una suscricion éntrelos presentes; terminando
asi el acto que firmaron estos :
Carlos Salas—Juan M. Argerich—Joté Francisco Heniles—
Domingo Ballesteros—Manuel Cuerno—Baltasar Ramí
rez— Mariano Marenca—Melchor E chagüe —José Antonio
Urlubey—Federico Garda — Manuel Sánchez — Santiago
Bengolea— Ventura ílarli—Manuel Fernandez Gándara—
Mariano R. lluidobro—J. Casiano López—José Robredo—
Ramón A. Carvajal—Felipe Sola— Julio N. Junas—Ba¡-
domero Calderón- Pedro J. Llobel—Manuel T. Sánchez—
Juan Casbas— Servando E. Gome:— Guiiiecindo Miyano —
Pablo Cepeda—Joaquín MaLlonado—Antonio Pareja.

Es un ejemplo digno de imitarse el del joven Dr. D. Carlos


Salas, quien fue á visitar el pueblo que lo hfibia elejido Diputa
CXCIX

do á la Lejislatura, después de haber desempeñado honrosa


mente su misión, i á ofrecerle en recompensa, el mas rico pre
sente que podía hacerle, promoviendo con su palabra inspirada
i con su dinero, una institución de que tantos bienes debe es
perar la populosa i rica ciudad de San Nicolás.
Además de los resultados que consigna el acta que hemos
transcrito, debemos constatar otro resultado mui satisfactorio.
En la misma reunión del 22 de Diciembre, se recolectó la
suma de 9,950 pesos n%c, encabezando la suscricion el Dr.
Salas con 1,000 pesos mfc.

El pueblo del Pergamino ha cerrado el año de 1872, ha


biendo practicado importantes trabajos para la planteacion de
una Biblioteca popular.
He aquí los términos en que el caballero D. Joaquín Menen-
dez se dirijo á la Comisión Protectora con fecha 31 de Di
ciembre •.

« Tengo la satisfacción de participar á Vd. el resultado üe los trabajos


para la creación de una Biblioteca popular en este pueblo.
u Instalada una sociedad protectora de ella, se dirijió por medio do
una circular á todas las personas capaces de fomentar ecta idea, i de una
manera espresa á la Corporación Municipal. El resultado ha sido el
siguiente :
i ° Cincuenta socios, cifra recojida sin trabajo ninguno, i que no
dudamos elevar á ciento próximamente ; -pues hai muchos que, aunque
no han contestado a la circular, se adhieren a la idea é ingresaran en la
sociedad el día de la inauguración de la Biblioteca.
2° Doce mil pesos, próximamente, que estos 50 socios dan entre
todos i -{uu corresponden á la cuota de entrada en la Sociedad.
3° Veinte mil pesos que la Municipalidad adjudica para la compra de
libros.
4° Veinte mil pesos para un edificio donde estará la Biblioteca; cuyo
edificio, que se esta acabando de construir, tiene 15 varas de largo, de

l
ce
l:s que il se destinan para un salón, i las restantes para una -pieza
para el Bibliotecario.
5° El terreno propio para la Biblioteca, que consta de lo varas de
frente por 22 de fondo, cedido por la Municipalidad para este objeto, i
situado en la plaza junto A la Iglesia.
« Estos son los elementos propios con que contamos. Nuestro deseo
hubiera sido principiar el año con la inauguración dfi esta empresa, pero
no ha sido posible, por no estar el edificio concluido. Contamos, sin
embargo, poder hacerlo para mediados ó fines de Enero próximo. Pronto
esperamos poder hacer el primer pedido de libros.
« Entre tanto, etc. »

Joaquín Mcr.endez.

Las Municipalidades de San Pedro i muchas otras que se


lian mostrado indiferentes, si no hostiles al saludable movi
miento de opinión que se ha operado hasta en los vecindarios
mas lejanos i destituidos, en favor de la Bibliotecas popula
res, deben aprovechar el notable ejemplo que les da la del Per
gamino. Precisamente las autoridades Municipales, que reciben
su mandato i los dineros del pueblo para consultar mejor sus
intereses, son las que debieran ponerse á la cabeza de obras de
este jénero, como lo han hecho, con el aplauso de todas las
personas intelijentes i sensatas, las Municipalidades de Quil-
mes, de Chascomús, del Azul i algunas otras.

Omitimos hablar de algunas otras Bibliotecas ya establecidas,


porque no han ofrecido novedad alguna digna de notarse,
después de lo que ya dijimos en nuestro número anterior.
Dejamos para el siguiente Boletín la enumeración i apreciación
de trabajos mas ó menos adelantados que se están realizando
en oíros partidos de esta Provincia; i nos haremos un honor
i un deber en dar a cada uno el mérito que le corresponda.
Para nosotros, no cabe duda que la Provincia de Buenos
COI

Aires, mas rica i mas aventajada que las dcrnás por el desar
rollo intelectual que va adquiriendo, á pesar de la incuria de
los Gobiernos en este punto, i por su inmejorable situación
jeográfica, será la primera de todas antes de mucho, en cuanto
no habrá un rincón de ella donde no se haya levantado un
templo, una escuela i una Biblioteca en medio de las bendi
ciones del Cielo que fecundizan la tierra para quien quiera
cultivarla, i que multiplican asombrosamente los frutos del
pastoreo.
Existe todavía en la cartera del Ministerio de Gobierno un
laborioso proyecto que ya clebia ser lei para satisfacer las
crecientes necesidades de la educación de la primera de las
Provincias arjentinas, que teniendo medio millón de habi
tantes, i 100,000 niños en estado de educarse, apenas 20,000
de ellos aprenden medianamente los rudimientos de la instruc
ción, quedando 80,000 condenados á la mas absoluta ignoran
cia con todo su fatal séquito de horrores ; de una Provincia
que, teniendo 500,000 habitantes, solo 150,000 han dicho
que saben leer i escribir, siendo completamente ignorantes
350,000, esto es, mucho mas do las dos terceras partes de la
población.
Debemos, pues, hacer constar que si la Provincia de Buenos
Aires está tan atrasada como la última de las Provincias, en
cuanto á los elementos de educación empleados para disminuir
la terrible cifra de la ignorancia, no es el pueblo en manera
alguna quien tiene tan grave culpa. Son las primeras autori
dades de la Provincia, encargadas de velar inmediatamente por
sus intereses, i que por un fatal sistema lejislativo i adminis
trativo que predomina hasta el presente, no basta la honora
bilidad ni la clara intelijencia, ni el patriotismo mas acendrado
en las personas que suben al poder, para remediar males tan
inveterados, porque están en la misma Constitución, cuya
reforma ya tarda mucho en perfeccionarse.
CC 1 1

IV

Sau Luí»

Observando el orden de mérito que nos hemos propuesto


seguir, en esta revista, según los trabajos que se hayan hecho
en cada Provincia desde principios de Setiembre hasta fines do
Diciembre de 1872, la de San Luis se presenta en tercera línea
por el número de Bibliotecas populares que se han establecido
en el periodo mencionado.
Ya hemos publicado en el número anterior la excelente lei
promoviéndola fundación de Bibliotecas populares, dictada por
la Lejislatura Provincial; réstanos ahora hacer una lijera reseña
de las Bibliotecas que se han formado nuevamente en varios
pueblos de Campaña, ademas de la que ya existia en la Capital.
En el Departamento de Renca se han fundado dos Bibliotecas'
populares; una en la Villa-Renca, cabecera del Departamento,
que tiene una población crbann de 904 habitantes, i la otra en
Villa-Üolores, que tiene 463 habitantes, según el Censo de
1809.

La Villa Renca es ya muí conocida en toda la República,


por sus esfuerzos en favor de la educación, en virtud délos
cuales mereció del Gobierno Nacional en años pasados, una
subvención para el establecimiento de una Escuela Superior.
En su corto número de habitantes, cuenta 780 personas que
saben leer, por lo que está en tercer lugar después de la Capital
i de la Villa San Francisco. En las mismas condiciones se
encuentra respecto de los niños que reciben educación, pues
cuenta en sus escuelas 225 según el Censo; siendo de notar que
después de este, ha tomado mayores proporciones la educación
en esa Villa, á pesar de su situación desventajosa, por estar
muí lejos de la principal vía de comunicación inlerprovincia'.
"lili
Bien, pues, el vecindario de esta Villa, ha contribuido para la
fundación de una Biblioteca popular con 190 ps. fts. 48 cts.;
de manera que la Comisión Protectora le ha remitido una fac
tura de libros por valor i!e 380 ps. fts. 96 cts.

La otra Biblioteca so ha fundado en la Villa Dolores, del


mismo Departamento de Renca. La Villa mencionada tieno
«na población urbana de 463 habitantes, de los cuales, 206
saben leer. El dinero enviado de esa Biblioteca consiste en
loa ps. fts. 38 cls.; i el valor de los libros que se le han remi
tido, asciende á 304 is. fts. 76 cts.

En el Departamento de San Francisco también se han fun


dado dos Bibliotecas: una de ellas en la Villa San Francisco,
cabecera del Departamento, i la otra en la Villa Lujan.
San Francisco tiene una población urbana de 1414 habitan
tes, de los cuales, 826 saben leer. Tiene en las escuelas 262
niños. El dinero remitido de allí asciende á 228 ps. fts. 57
cts.; i la factura de libros remitidos por la Comisión asciende
á457 ps. fts U cts.

La Villa Lujan tiene una población urbana de 2,334 habi


tantes, siendo la segunda población de la Provincia, después de
la Capital, que apenas tiene 3748; sin embargo, los datos del
Censo la hacen aparecer mas atrasada que muchas de las otras
Villas de San Luis, pues apenas cuenta 426 personas que saben
leer, i 120 niños en las escuelas. Ha contribuido para una
Biblioteca con 132 ps. fls. 38 cts., suma igual á la que ha remi
tido la Villa Dolores con una población de 463 habitantes. Esto
CCIV

es la COL Ira prueba del atraso de esa gran \\\la, la cual debe
hacer todo jéncro de esfuerzos por ponerse al nivel de las de
más en el progreso de la educación. Ya es un buen principio
el que ha dado coa una colección de libros del valor de 30i ps.
fts. 76 cts., que ie ha mandado la Comisión Protectora. Ahora,
loque falta es que los que saben leer, lean, i en voz alta, para
que oigan leer las multitudes ignorantes que allí se cuentan
por miles.

La Villa de Mercedes, situada a 12 leguas al Sur de San José


del Morro, i sobre la márjen izquierda del Rio 5 ° , tiene una
población urbana de 1596 habitantes. No sabemos si el Censo
estará equivocado, pero nos cuesta creer que esta considerable
población tenga apenas 107 habitantes que sepan leer, en tanto
que aparecen en la escuela i í>i niños.
De todas maneras, resulla que esta importante población ha
contribuido para establecer una Biblioteca popular, con 380
ps. fls. 95 cts. En consecuencia, oportunamente le fue remi
tida una facturado libros por valor de 761 ps. fts. 90 cls.

Por todo lo que antecede, se vé que la Provincia de San


Luis progresa notablemente. A este paso, con el impulso que
el Gobierno del Sr. Ortiz Estrada está dando á la educación
común, i mui principalmente debido á las notables leyes que
ha adoptado la Lejislatura.no será estraño que aventaje á mu
chas otras Provincias.

V
Córdoba
No sabemos que la Lejislatura ni el Poder Ejecutivo de Cor -
doba hayan dictado medida alguna para protejer la difusión i
ccv
desarrollo délas Bibliotecas populares; por eso es tanto mas
meritoria la actitud de muchos vecindarios de esta Provincia,
que librados á sus esfuerzos propios, les están dando una
saludable lección á las autoridades constituidas para consultar
el mejor servicio público.

Después de lo que dijimos en el número anterior de las


Bibliotecas sostenidas por varias sociedades en la ciudad de
Córdoba, solo tenemos que anunciar que la «Protectora-
Union» ha hecho un nuevo pedido de libros, por valor de 120
pesos fuertes, enviando 60 pesos.

A lo que dijimos en el número anterior sobre las Biblio


tecas popjlares de Bell-Yille i Santa Rosa, no tenemos que
agregar sino que siguen en progreso, disfrutando los libros que
les fueron enviados.

Con posterioridad á aquellas, se han fundado eu la campaña


de Córdoba cuatro Bibliotecas mas. Una de ellas lo ha sido
en Villa-Nueva. La situación de este pueblo es de suma
importancia, pues está en frente, Rio 3 ° por medio, de Villa-
Maria, que como todos saben, es una estación principal en la
mitad mas ó menos del Ferro-Carril Central, que liga el Puerto
del Rosario con la ciudad de Córdoba, i por ser allí también el
punto de partida del Ferro-Carril á Rio 4° i la confluencia
del Comercio de las Provincias de Cuyo. Entre Villa-Nueva
i Yilla-Maria, que son las principales poblaciones del Depar-
mento que se denomina Rio 3° Abajo, tienen 3,345 habi
tantes.
CCVI

Volviendo á nuestro asunto, la Comisión Protectora de las


Bibliotecas popularess ha recibido de allí pesos fuertes 380
95 centavos, i se prepara íi enviar una factura por valor de
pesos fuertes 761 80 centavos.
Esta Biblioteca está fundada sobre la base del «Club Social»
de Villa-Nueva, habiéndose constituido al efecto en una socie
dad especial, i sancionado sus Estatutos i el Reglamento para
la Biblioteca.

Viene en seguida la Biblioteca popular fundada en la Villa


Concepción, que antiguamente era llamada el Tío Pujío, i
está situada al Sud Este de la ciudad de Córdoba sobre la
frontera del Chaco, á corta distancia del famoso paraje
«Quebracho Herrado». Es la capital del Departamento de
nominado San Justo.
Los iniciadores de esta Biblioteca han sido D. J. Amuchás-
tegui, iniciador de la de Santa-Rosa, D. José A. Alvarez Cor-
clarco i otro caballero cuyo nombre no recordamos, sin tener
á la vista los documentos. La Comisión Protectora ha reci
bido 174 pesos fuertes 12 centavos, i está preparándose una
factura de libros por valor de 348 pesos fuertes 24 centavos.

En la Villa del Rosario, que algunos conocerán mejor bajo el


antiguo nombre de o Villa de los Ranchos», la capital
del Departamento « Rio 2o», con 1181 habitantes, se ha for
mado también una sociedad para establecer i sostener una
Biblioteca popular.
En esa Villa se nota mucho movimiento comercial i hai mu
cha jente de empresa. Estamos ciertos de que esa Biblioteca
CCV1I

ha do sor con oí tiempo, de las mejores de la campaña de


Córdoba.
Los fondos recibidos por ahora ascienden á 230 ps. fts.

Viene, por último, la Biblioteca proyectada en la Villa del


Rio 4° , que es estraño se baga esperar tanto, habiéndosenos
anunciado hace algunos meses una fuerte remesa de dinero,
i habiendo en esa populosa Villa tantos hombres i señoras
que por su educación i fortuna debian haber dado un gran
impulso á ese movimiento de opinión que tan poco eficaz se
presenta.
Estamos inclinados á atribuirle la iniciativa de este pen
samiento al caballero D. Félix Maria Olmedo, quien ha
cooperado mucho para la fundación de las Bibliotecas de Bell-
Ville i Villa Nueva. A él le toca hacernos adelantar en im
portantes noticias nuevas sobro su anuncio relativo á la
Biblioteca popular de Rio 4 ° .
Han de saber nuestros lectores que Rio 4° es una pobla
ción de 5,414 habitantes, ventajosamente situada sobre la
márjen derecha del Rio que le da su nombre i le dará también
una prosperidad asombrosa, á medida que sus habitantes apro
vechen para la irrigación délos fértiles terrenos de su ejido, el
caudal de sus aguas. Rio 4° está situada en medio de las
corrientes comerciales del Litoral i Córdoba con las provin
cias de Cuyo i Chile, i está ligada al Gran Ferro-Carril Cen
tral por el ramal que se desprende de Villa-Maria i continuará
hasta las Provincias de Cuyo.

VI
Corriente*
Esta Provincia se está distinguiendo por sus adelantos en la
educación popular. La Lejislatura ha dictado leyes mui acer
CCVI1I

tadas, creando recursos para el sostenimiento de Escuelas i


Bibliotecas Populares. Nos hacemos un honor en transcribir
la última deesas leyeí.
La Cámara de Representante» de la Provincia de Corrientes, sanciona con
fuerza de —

LEÍ

Art. 1° El Poder Ejecutivo promoverá la formación de asociaciones,


en cada uno de los Departamentos de la Provincia, con el objeto do que
fund¿n Bibliotecas populares, para 1 1 instrucción del pueblo.
Art. 2° A solicitud de tres ó mas vei'inos de un Departamento, que se
proponga constituir una asociación para establecer una Biblioteca popu
lar, el Juez ilc Paz respectivo convocará á los vecinos A una reunión, es
pecificando el (lia, la hora, e! lugar i el objeto.
Art. 3 ° La convocatoria á que el articulo anterior se reliere, la hará el
Juez de Paz por medio de los Jueces Pedáneos i Fiscales, comisionando
para el mismo objeto á los solicitantes : la convocatoria será hecha al me
nos ocho diasantes del designado para la reunión.
Art. 4 ° Si la sociedad que se tratase de constituir, fuese en un pue
blo que no sea cabeza de Departamento, la convocatoria la hará el Juey
respectivo de la Sección, por medio de las autoridades de su dependencia,
i comisionando también á los que hubiesen solicitado la reunión.
Art. 5° Reunidos en el dia i lugir designados, al menos siete de lo*
vecinos, el Juez que hubiese ordenado la convocatoria, presidirá la reu
nión i se procederá áelejir un Presidente, un Secretario, un Biblioteca
rio, un recaudador i los demás empleados que consideren necesarios ; i se
establecerá en la misma reunión, el modo como debe convocarse á las reu
niones futuras.
Art. 6° Toda asociación Departamental, amas de la Biblioteca que
funde en el pueblo cabeza del respectivo Departamento; podrá establecer
una sucursal de la misma Biblioteca, en el punto del Departamento, donde
lo estimare conveniente, i en que no se constituya una asociación con el
mismo objeto.
Art. 7 ° Cada asociación hará sus Estatutos, i reglamentará el servicio
de su Biblioteca, debiendo hacerlo con sujeción á las disposiciones de la
presente Leí, i á la Nacional do 23 de Setiembre de 1870, para recibir
auxilios del Tesoro de la Provincia, estableciendo las bases siguientes :
CCIX

i ° Prestar libros gratis mediante las garantías que estableciese cada


asociación, siempre que esas garantías no sean tales, que tiendan
.; hacer ilusoria la facilidad de obtener libros en la forma indi
cada.
2° Facultar i lodo vecino para adquirir la propiedad de lodo libro
de la Biblioteca, pagando su costo.
3° Permitir la entrada á la Biblioteca, á todo el que lo solicite, en
las horas hábiles para el efecto.

Art. 8° Si á las asociaciones que se formasen con el objeto indicado,


no les fuese posible conseguir un local aparente para la respectiva Biblio
teca, podra esta ser establecida en una Escuela, la que debe abrirse de
noche para el servicio público de la Bibliolcca.
Art. U ° Destinase como ronla de las Bibliolecas populares, el cuarenta
centavos por mil de pesos, sobre los capitales sujetos á contribución di
recta.
Art. 10. El Tesoro de la Provincia, abonará el veinte por cienlu sobro
la suma que cada asociación destino para la compra de libros, en cuya
suma no deberá incluirse las canlidades provenientes de enajenación de
libros pertenecientes á la Biblioteca, los que deberán destinarse para re
poner los libros vendidos.
Art. 11. El Poder Ejer.utivo organizará en la Capital de la Provincia,
una Comisión Provincial de Bibliotecas, compuesta de cinco miembros,
uno de los cuales será Presidente.
Art. 12. La Comisión Provincial de Bibliotecas, deberá entenderse
con las asociaciones locales que se constituyen con el objeto indicado,
les facilitará los giros necesarios para la compra de libros, i recabará en
el tiempo oportuno i en la proporción debida, los pagos que deba hacír
el Tesoro de la Provincia, procediendo en todo con sujeción al Decrelo
reglamentario que espedirá el Poder Ejecutivo.
Art. 13. Si en un mismo Departamento se fundara mas de una Biblio
teca, por distintas asociaciones, la Comisión Provincial de Bibliolecas,
distribuirá el producido de los recursos que se obtengan en el Departa
mento respectivo, en proporción á las cantidades que las asociaciones
respectivas destinen para la Biblioteca.
Art. 14. La recaudación de los recursos volados por la présenle leí,
se hará juntamente con la Contribución Directa.
Art. 15. E! Poder Ejecutivo hará üc rentas genéralos, las erogación c~
r.cx

que demande la presente leí, pidiendo anualmente a la Legislatura, 1 as


cantidades necesarias.
Art. 16. Coii.uniqueie al Poder Ejecutivo.
Sala de Sesiones, Corrientes, Octubre 2á de 1872.
TOM*S BEDOYA.
Manuel Peüeiilla.
Secretario.

Corrientes, Octubre Si de 1872.

Cúmplase, comuniqúese, publiquese i dése al Rojislro


Oficial.
CABRAL.
MANUEL DERQU.
Es copia ful del orijinal.
Manuel Foultl.
Oiicial Mayor.

Con una lei tan favorable al establecimiento de Bibliotecas


populares, como la que acaba de leerse, no han de tardar en
procurárselas, hasta las mas pequeñas poblaciones de la Pro
vincia.

A lo que dijimos en el número anterior sobre la Biblioteca


de Mercedes, tenemos que agregar que ya se recibieron los
fondos anunciados, pero en mayor cantidad. La Comisión
Directiva envió 550 pesos fuertes i la Comisión Auxiliar de
dicha Biblioteca en Buenos Aires, compuesta de los jóvenes D.
Abelino Veron, D. Tiburcio G. Fonscca i D. José Amarillo,
presentó 90 pesos fuertes: de manera que aquella suma ascen
dió a 040 pesos. La Comisión Auxiliar envió también un
cajón de libros que habia reunido entro sus amigos.
CGXI

La Comisión Protectora, por aa parte, ha enviado una factura


de libros por valor de 1280 pesos fuertes. .

No tenemos nada que agregar á lo que ya dijimos en el


número anterior sobre la formación de Bibliotecas en otros
Deparlamentos de esta Provincia. Anticiparemos solamente
que una numerosa asociación formada recientemente en la
Capital, con el objeto de establecer una Biblioteca Popular, ha
reunido una gruesa suma de dinero i muchos libros. También
lia nombrado en Buenos Aires una Comisión Auxiliar, presi
dida por el joven abogado D. Emilio D. Cabral, la cual se ocupa
con muí buen éxito en reunir libros i dinero entre sus amigos,
para la Biblioteca de la Capital de Corrientes.
En cuanto á Goya, es sumamente estraño para muchos, que
en esa populosa i rica ciudad no se haya promovido nada sobro
Bibliotecas populares, que están á la última moda en muchos
otros Departamentos mas pobres i despoblados. Pero hai
otros que piensan que si algo se hace allí para establecer una
Biblioteca, esta hade ser doble mejor que la déla Capital.

VII
Eiktrc-Hio*
Las únicas novedades que podemos anunciar á nuestros lec
tores sobre esta Provincia, son las siguientes:
En nuestro número anterior dimos la noticia de que la So
ciedad «El Porvenir» de la Concepción del Uruguay, habia
remitido 1,400 ps. ftá. Posteriormente, el caballero D. Emilio
Duportal envió á la Comisión Protectora, como un regalo á la
Biblioteca del Uruguay, un libramiento, contra la Tesorería
Nacional por 150 ps. fts, procedente de un premio ganado en la
ccxn

Esposicion Nacional en Córdoba, por las ricas lanas de merino


de su establecimiento de Gualeguay, si no estamos equivoca
dos. Cobrada inmediatamente esa libranza, vino á aumentar
los fondos de dicha Biblioteca hasta l.iiijO ps. fts.; i como el
Gobierno Nacional ha dado otro tanto, la cantidad ascienden
V'OOps. fts.; por cuyo valor se está preparando una factura
de libros, i recien, porque la Comisión Directiva tardó mucho
en remitir su pedido detallado.
No es esto todo. Posteriormente á la remesa á que nos he
mos referido, la Sociedad «El Porvenir» ha reunido mas fondos
pu' medio de suscriciones, de conciertos musicales, etc., i
prepara otra remesa para cuando se reciban los primeros libros
recientemente pedidos.

En la Ciudad del Paraná se ha fundado una numerosa


asociación para establecer una Biblioteca popular, i ha remitido
¡i la Comisión protectora, 37fi pesos fuertes 81 es.

En la Villa Colon se trabaja activamente para establecer


una Biblioteca á la brevedad posible.

VIII
Tiicmnan.
De la Provincia de Tucuman tenemos que dar también mu i
buenas noticias.
La Comisión Provincial de Bibliotecas, mandó para la de la
ciudad la cantidad de Sfts. 1,006, ¡U es.; i si tenemos pre
crxin

senté que anteriormente había mandado $ fts. 68, 22 es., la


suma total de lo recibido asciende á #fts. i, 161, 56 es. Ade
más como el Gobierno Nacional ha dado otro tanto, resulta
que los libros enviados de Buenos Aires para la Biblioteca de
la capital representan un valor de $fts. 2,329 12 es., sin
contar el de los fletes.

En la Villa Concepción de Chicligasta se fundó una Biblio


teca popular de alguna importancia. Los fondos remitidos
ascendían á 294 # fts.; pero como en manos de la Comisión
Protectora se duplica toda cantidad de dinero destinada á
Bibliotecas Populares, resulta que la factura de libros envia
dos de aquí representaba un valor de í>88 pesos fuertes.
Se tiene noticias de que en el pueblo de Trancas se ha for
mado una sociedad para el establecimiento de una Biblioteca
popular.

IX
Salta
En esta Provincia siguen en Progreso el movimiento en fa
vor de las Bibliotecas populares.
En nuestro número anterior dimos ya los detalles del naci
miento de la Biblioteca de Cafayale. Ahora agregaremos que
se ha recibido recientemente una letra por valor de i.ri8 pesos
fuertes 96 centavos.
El Presidente del Consejo de Instrucción pública de la Pro
vincia, al remitir esa cantidad á la Comisión Protectora, le
anuncia que no tardará en enviarle otra cantidad para una
Biblioteca que se va á establecer en el pueblo de Chachi, i
CCXIV

que hai trabajos formales en el mismo sentido en algunos


otros pueblos de la Provincia.

X
Illoja
Al reflexionar sobre lo que era la Rioja hace seis años, i lo
que es hoi i puede llegar á ser .'i favor de la paz de que feliz
mente disfruta, se nos vienen á la memoria aquellas proféticas
palabras del Evanjelio : « Los últimos serán los primeros i
los primeros los últimos. » I asi está sucediendo en algunas
Provincias del Interior en cuanto al progreso ó retroceso res
pectivo en materia de educación popular.
La Provincia de la Rioja, que hace seis años no tenia una
sola escuela, hoi tiene 49, un Colejio Nacional i tres Bibliote
cas populares, i 3200 niños educándose. Ahora bien ; siendo
la población total de la Provincia 48,500, resulta que hai una
institución de educación por cada 915 habitantes i un niño en
la escuela lo personas, i Cuántas Provincias desearían estar á
esa altura !
Es, pues, muí consolador el estado que presenta actual
mente esta Provincia, en otro tiempo la última i la mas des
graciada de todas.

De uno de los parajes mas lejanos i atrasados de esta Pro


vincia recibió la Comisión Protectora de las Bibliotecas po
pulares hace algunos meses, una carta dirijida por un vecino
de esa Villa, que no es otra que Olla, en los Llanos, donde fue
sorprendido i muerto el Chacho. No podemos resistir á la ten
tación de transcribir aquí integramente esa pieza, que reco
mendamos í\ nuestros lectores.
ccxv
Villa Jeneral Belgrano (antes Olla), Marzo 15 de 1872.

Al ifít:r Presidente de la Comisión Protectora de las Bibliotecas papulares.

Señor Presidente :

No he podido menos de derramar lágrimas de consuelo al leer las Ires


circulares publicadas en el a Boletín Oficial de la Nación », en los núme
ros del 13, 14 i 17 de Enero próximo pasado.
Hace año i medio a que estoi establecido en el centro de los Llanos do
la Rioja ; en el mismo lugar en que fue sorprendido i muerto el Jeneral
Peñaloza. Este Departamento es muí populoso. Este año se han enro
lado 800 i tantos soldados, i habrán quedado mas du 200 sin enrolarse,
sin contar los esceptuados por la lei. Es este un centro bellísimo para
edificar una hermosa ciudad ; pero por desgracia sus habitantes son los
hombres mas atrasados que conozco. Yo me be constituido cu predica
dor ; i cuando consigo hacerles desistir de algún error, me considero
feliz, aunque mis aptitudes son demasiado limitadas; pues el que esto
escribe, aprendió á firmarse de 2a años de edad i hoi cuenta 49.
Aqui hai dos escuelas, una de varones, costeada pnr el Gobierno Na
cional, i la de niñas, que la planteó el Gobierno Provincial el 1° del
presente. Entro las dos, se educan 180 niños de amL >s sexos. Viendo
el inmenso trabajo que le costaba al Preceptor hacer hablar fuerte & los
niños, me propuse i establecí un premio da mi preculio, de un real todos
los Sábados, al niño que diera sus lecciones con mas claridad i arrogan
cia. Hará de esto 5 meses ; pero es de ver la emulación que se ha in
troducido entre ellos, i lo satisfecho que se muestra aquel que consigutí
ser premiado !
A salida del próximo invierno voi a trabajar una casita para establecer
mi pequeño comercio, i tengo ofrecido trabajar una piezita cómoda, para
que establezcamos una Biblioteca. Quiero, i me consideraré muí hon
rado el ser suscritor al Boletín. Desde ahora me comprometo hacer
esfuerzos inauditos para cumplir con todas las prescripciones de la sus-
cricion.
El único papel público que se ve por aquí, es el Doletin Oficial de la
Nación, i esto, porque le viene al Comandante, gratis. El único que lo
lela era yo ; algo el Preceptor, i el Comandante muí poco : pero hoi á
fuerza de hacerle notar aquellas cosas mas interesantes, ya este ha entrado
por el gusto de leer, i muchos otros escuchan con gusto lo que se les lee.
La dificultad grave que hai aquí es la del Correo. Yo he dejado plata al
Administrador de Correos Nacionales de la Rioja para que me franquee
CCXVI

mi correspondencia, i me la despache al Correo provincial que toca este


punto. El resultado ha sido malísimo, pues toda la correspondencia,
viene en un paquete al Juez de Paz, i este, no teniendo domicilio fijo,
abre el p'aquete, i a la correspondencia particular se la lleva el diablo, i
reciben los interesados alguna c.irU a'lá por la muerte de un Papa. Per
done, s-jñor Presidente, pues 110 puedo acordarme de esto con sangre fría.
Ahora tengo un ájente en la Ri'ija para que tome mis cartas i me las man
de por un conducto particular, que es otro inconveniente.
Habimos nqai, tres qui tenemos dése JS vehementes de suscribirnos á
algún diario ilustrado, «La Tribuna», por ejemplo; pero por los inconve
nientes que he anotado, no hemos podido hacerlo. Vd., señor Presidente,
promete hacer conducir a domicilio el lljlotia ; i yo por mi parte me
comprometo a pagar el franqueo provincial, con tal que el Correo, á su
paso, deje en esta Villa la correspondencia que aquí pertenezca; i con
este motivo, tiene el gusto de ofrecer al señor Presidente su pequeño con-
tinjente en la pran obra de la rejeneracion.
Su ateuto i seguro servidor.
José María Navarrete.

P. D.—Después de escrita esta carta, he visto a seis ó siete de mis


amigos para que la suscribiesen, i me han contestado que esperaban el
resultado de esta mia, para resolverse.
Luego que se dictó la lei Bibliotecas por el Congreso Nacional, 53 le
vantó aquí una suscricioi» de 150 pesos, por cuatro ó cinco vecinos de los
mas pudientes, i estos, los recibió un Padre Torres de la Rioja, como en
cargado de organizar Bibliotecas en esta Provincia, i hasta hoi no hai
resultado alguno ; i si esta se realiza, se establecerá á diez leguas de esta
localidad.
Vale.

La carta que acaba ríe leerse, aparfe de ciertas jenialidades


que contiene, sujiere reflexiones muí importantes á los que
creemos en la eficacia de la educación para los fines del pro
greso i del perfeccionamiento social, influyendo también muí
poderosamente en el bienestar moral i material del pueblo.
Un hombre que á costa de inauditos esfuerzos ha llegado á
conocer por si solo las ventajas de la instrucción ; avecindado
en una Villa lejana, i no teniendo mas materia de lectura que
CCXVII

el « Boletín Oficial de la Nación », que no es de las publicacio


nes mas amenas é incitantes para producir el gusto por la lec
tura, consigue hacerse escuchar por el Comandante del lugar
i por algunos vecinos mas, i por fin consigue que se interesen
por contribuir para una Biblioteca popular, después de haber
establecido premios para los alumnos de la escuela, que mejor
desempeñan sus deberes, alcanzando escelentes resultados;
ese hombre ha producido en Olta una verdadera revolución
social, i nos da una prueba palpitante de que las ideas favora
bles ;i la educación i á la instrucción son contajiosas i eficaces,
i mucho mas lo son cuando se desarrollan por la acción es<
pontánea de los individuos en el seno del pueblo. Esto nos
demuestra palmariamente que en la mas triste aldea hai ele
mentos latentes de progreso que debemos empeñarnos en sus
citar i esplotar en bien de la sociedad.
He aquí transcritos los documentos que atestiguan el pro
greso de las ideas en la Villa Jeneral Belgrano, en donde ya
puede contarse como un hecho la fundación de una Biblioteca
popular, que será mas benéfica que las establecidas en las ciu
dades capitales.

El Presidente de la Comisión Inicia-/


llora de la Biblioteca Popular ÚB\
Olla, Diciembre i ido 1872.

Al Sr. Presidente de la Comisión Prnlectwa de las Bibliotecas Po/iulires,


fí. Palemón Huergo.

Me es altamente honroso dirijirmc en nombre de la Comisión quo pre


sido, á la de su dependencia, siendo oí motivo que emana esta dirección el
de comunicar lo siguiente:
El año ppdo. llegó al poder del Sr. Cura Párroco de esta Parroquia uu
•Boletín de las Bibliotecas populares» el cual tuve el gusto satisfactorio
de leer é imponerme de su contenido; pero a pesar de las vivas inspira
ciones que produjo su lectura en mi imajinacion, hallé infinitas dificultades
para proceder a llenar la misión de tan benévola institución.
Estas dificultades no provenían tanto de la falta de recursos materiales
CC XV I II

il" los habitantes, cuanto de la total ignorancia de ellos, que no todos


conocen las ventajas que ofrece la lectura,! aun se oponen muchos padres
de familia a permitir que sus hijos se eduquen en las Escuelas costeadas
por el Exmo. Gobierno Nacional.
A los pocos dias recibió el Sr. Navarrete, vecino de esta Villa, varios
mitr.eros, de los citados Roletines, i me congratulé al ver el entusiasmo
quo dicho Sr. manifestaba en pos de la exijencia de la Comisión Protectora
que tan dignamente V. preside.
Después de consultado entre ambos por espacio de algunos meses,
hallamos por conveniente dar el primer paso ;'• objeto de dar a conocer á
algunos vecinos mas caracterizados del Departamento las inapreciables
ventajas que ofrece el crear i sostener una Biblioteca Popnlar en cada
centro de población.
Resulta, pues, qu% reunidos que estuvieron i & mérito de varias observa
ciones que se les dirijieron, tanto por el que suscribe, como del citado Sr.
Navarrete, se prestaron con bondadosa jenerosidad a cooperar con la cuota
que las circunstancias de cada cual de ellos permiten.
Estomismo seha puesto bajólas condiciones i formalidades que requiere
la leí de la materia, procediendo i° á la instalación de una Asociación, i
luego al nombramiento del personal que debe formar la Comisión, por
medio de votos, de todos los circunstantes, i acto continuo se procedió á la
suscrioion-do los fondos que para ello son indispensables.
Todo esto se encuentra redactado en el acta qm en copia legalizada so
acompaña.
El número de las contribuciones aún son de poca consideración; pero,
en dos meses mas, esperamos duplicar la suma con que hasta ahora con
tamos, sin hacer cuenta con el auxilio que solicitamos del Exmo. Gobierno
de la Provine!.!, : que indudablemente tomará una parte activa en pro de
la empresa que tanto le interesa, i que, según nuestro concepto, debe ser
el medio mas eficaz para abolir las incesantes contiendas i turbulencias que
amagan con frecuencia, i ° la existencia del vecino laborioso. 2 3 la de las
autoridades del Departamento, 3° la del Exmo. Gobierno Provincial, i
íinalmente la tranquilidad de la República entera.
Con los motivos ya manifestados, solo me resta selicitar de la Comisión
Protectora algunos boletines, para por medio de ellos dar el impulso mas
considerable que sea posible a la benigna institución de que se trata.
Llegado que sea el momento en que pueda esta Asociación contar con
los fondos recolectados (sea cual fuere la suma) no perderé un solo ins
tante en dirijirmeft esa Comisión Protectora remitiendo el Catalogo i los
Estatutos en copia logal, para que con arreglo á la leí del Exmo. Gobierno
CCX1X

Nacional, de 23 de Setiembre de 1870, se digno esa Comisión enviar los


libros segim la requisición que se esprcsará en el Catálogo.
Felicitando ala Comisión Protectora por el éxito feliz de sus esfuerzos
en bien de la civilización i progreso intelectual del país, i deseoso de que
la semilla que liemos sembrado en esta, haya caído en esta tierra fecunda
para que produzca ciento por uno, solo debo añadir que me es lisonjero
este momento para ponerme bajo las órdenes de la Comisión que tiene la
dicha de ser presidida por Y. á quien—
Dios guarde.

Martin Gulas.
Jusé M. Nnvnrrcte,
Secretario.

En esla Villa Bolgrano, Departamento de la Provincia de la Uioja, a


ocho del mes de Diciembre de mil ochocientos setenta i dos: los infras
criptos vecinos de este Departamento, reunidos en Asamblea, a objeto de
instalar una Biblioteca Popular titulada «Presidencia Sarmiento», han
procedido al nombramiento de las personas que han de componer la Co
misión para el efecto del modo siguiente: Para Presidente D. Martin Celos.
\ice-Presidente, D. Domingo Córdova. Secretario, D. José SI. Navarretf.
Tesorero, D. Anjel E. Salinas. Recolectores, D. Juan Fernandez iD.
Isidro Vera. Vocales, D. Patricio Ortiz i D. Anjel T. Herrera. Suplen
tes, D. Felipe Salinas i D. Dionisio Oros.
Martin Celos, Presidente— José D. Córdoba, Vice-presi-
dente—Josó M. Navarrctc, Secretario -Ángel E. Sali
nas, Tesorero—Juan Fernandez, Recolector- Isidro
Vera, Recolector — Patricio Ortiz, Vocal — Suplente,
Felipe Salinas -Dionisio Oros, Suplente - Pedro P.
Oros—Anjel R. Moreno— Pedro Rearte—José M. Aba-
llay— Fructuoso Iglesias.

I para ello se obligan á contribuir en la forma que á continuación se


espresa:
D. Martin Celos, contribuye con Jfts. 10
Id Domingo Córdova, id id 10
Id José M. Navarrete, id id 10
eicxx
A mas 2 libros, uno histórico i otro titulado «Litigante instruido» i
una resma papel de oücio
ü. Anjel E. Salinas, contribuye con $ fts. 5
Id Juan Fernandez, id id 5
Id Isidro Vera, id id 5
Id Patricio Ortiz, id id 5
Id Ángel T. Herrera, id id 5
Id Felipe Salinas, id id J>
Id Dionisio Oros, id id 2
Id Pedro P. Oro*, id id 3
Id Anjel U. Moreno, id id íi
Id Pedro Kearlc, id id 10
ba. Asunción Oliva, id id 2
D. Fructuoso Iglesias, id id i
Id José M. Abellav, id id 2
Id José M. Keinoso, id id 2
Id Telésforo Salazar, id id 2
gfls 89

l'ara constancia, ilrmamos en consecuencia de lo estipulado en el dia


de la fecha.
Martin (lelos —José D. Córdova José SI. Navarrete - An
jel E. Salinas—Juan Fernandez- Isidro Vera—Patri
cio Ortiz— Anjel T. Herrera—Felipe Salinas— Dioni
sio Oros— Pedro P. Oros— Anjel R. Moreno—José M.
Aballay- Por Da. Asunción Oliva, Juan Fernandez—
Fructuoso Iglesias— José M. Reinoso.
Al ser insuficientes las cantidades preindicadas, se sirven invitar al
publico & cooperar al (in propuesto. A ruego de Telésforo Salazar que
contribuye con dos pesos.—José M. Navarrete.
Es copia— Jóse M. Navarrele,
Secretario.

Al terminar el año de 1872, le llegaron á la Comisión pro


tectora, los documentos justificativos de la formación de una
numerosa sociedad en la Villa Arjentina (denominada anti-
CCXXI

guamente Chilccito), con el objeto de establecer una Biblio


teca popular, para lo cual se enviaba una libranza por valor
de $fts. 263 60 es. En la nota de remisión se hace presente
que, habiendo solicitado el apoyo del Gobierno provincial,
este se había escusado por razones de escasez del erario.
En vista de este hecho i de los esfuerzos que se están
haciendo en la Villa Jeneral Belgrano para establecer Biblio
tecas populares, la Comisión se dirijió al Ministerio de Ins
trucción Pública, solicitando algún estímulo especial para el
objeto que se proponen estos vecindarios.
El resultado fue que el Gobierno asignó 250 flfts para
cada una de estas Bibliotecas, como un estimulo csfraordi-
nario.

XI
Jujiii.
De Jujui solo tenemos que dar la noticia de que la Comisión
Directiva de una Biblioteca popular establecida en la Capital,
ha enviado flfts. 199 8o es. para la compra de libros, que
ya le fueron enviados por valor de flfts 399 60 es.
Los libros enviados para las Bibliotecas de Humahuaca i
Ya vi, habían llegado á su destino i producido grande conten
tamiento en esos vecindarios.

XII
Mendoza.
Después de lo que dijimos en nuestro número anterior
sobre los progresos de las Bibliotecas populares, no tenemos
IICX'UI

quo agregar sino el anuncio de que en la Villa «San Vicenteo


se habia reunido una buena suma de dinero por una sociedad
que se proponía establecer una.

XIII
Fe.
De Santa Fe solo tenemos la noticia de que en el pueblo
de San Lorenzo se trabaja por el establecimiento de una
Biblioteca popular; i bai quien crea que los relijiosos del
Convento facilitarán con este mismo propósito la rica Biblio
teca conventual que tienen.
En nuestro número anterior omitimos hablar de la Sociedad
«Amigos de Santa -Fe», organizada en Buenos Aires entre al
gunos jóvenes santafecinos, porque no sabíamos nada de ella :
ahora cumplimos con hacer aunque sea una simple referencia
ü esa sociedad.
Al principio de 1872, se reunieron en casa del estudiante
San ! afesino, D. Estanislao S. Zeballos, residente en esta ciu
dad, varios alumnos de la Universidad i Colejio Nacional,
santaíesinos también.
En aquella reunión convinieron en asociarse bajo el nombre
de Amigos de Santa Fe, para cooperar al adelanto de su
Provincia.
Nombraron Presidente al joven Don Wenceslao Escalante
i Secretario al joven D. Estanislao S. Zeballos.
Eran socios los jóvenes -.
Martin Meyer.
Joaquin ,M. Cullen.
Pablo V. Luna.
Felipe Rodríguez.
Laurentino Candioli.
CCXX1II

Después fueron invitado» a formar parte de este Centro,


los jóvenes Manuel Zamora i José Elias Gollan.
Los asociados acordaron contribuir cada uno con una
cuota mensual, para dar forma práctica á los trabajos de la
asociación.
Estos se concretaron al principio á segundar los esfuerzos
de las Comisiones que á la sazón fundaban Bibliotecas popu
lares en las ciudades del Rosario i de Santa Fe.
A ambas se ha enviado ya un fuerte continjente de buenos
libros.
Se nos dice que del Rosario no se ha obtenido ni el menor
acuse de recibo, en los seis meses que han transcurrido desde
el envío de las obras aludidas.
Sin embargo la Sociedad Amigos de Santa Fe continua sus
trabajos, contando con que podrá llenar alguna vez las aspi
raciones que impulsaron a sus miembros a fundarla.

XIV
Sun Juan—Santiago del Estero.
De estas Provincias no tenemos noticias que puedan inte
resar á nuestros lectores.

XV
Transcribimos á continuación ia lisia de las Bibliotecas,
con los aumentos que han habido ea cada Provincia.
PROVINCIA DE CAUMARCA.
Biblioteca del Colejío Nacional en la Capital.
« Popular del Club-Casíno «
CCXXIV

Biblioteca Popular del Distrito rural de Vilismano.


a « de la Villa de Andalgalá.
« « de la n de Tinogasta.
« « de la « de Santa María,
o « de la « de Belén.
« « de la « de Piedra Blanca.
« « de la « de Alto.
« « de la « de Ancasti.
a « de la « de Valle-Viejo,
a « déla a deCapallan.
PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
Biblioteca Popular de la Sociedad Tipográñca Bonaerense, en
la Ciudad, calle de Uruguai núm. 15.
Biblioteca de la Societá Italiana di Union e Benevolenza, ciu
dad, calle de Cangallo núm. 434.
Biblioteca Popular del Partido de Chivilcoi.
« « del Tordillo.
« «de Cañuelas.
« « del Pilar.
« « de Quilmes.
« « de San Antonio de Areco.
« « del Baradero.
« « de la Exaltación de la Cruz.
« « de Belgrano.
« «de Barracas al Sud.
« « del Salto.
« «de Merlo.
« « de Pila.
« a de la Asunción del Saladillo.
« « de Chascomús.
« « de Rojas.
« « de Las Conchas.
« « de San Pedro.
ccxxv
Biblioteca Popular de Monsalvo.
« «de Juiíin.
« a de San Nicolás de los Arroyos.
« «de Pergamino.
« « del Tandil.
« ,« del Azul.
« «de Morón.
PROVINCIA DE SANTA FE.
Bibliotoca Popular de la Ciudad de Santa Fe.
« « del Rosario,
«t « de la Colonia Esperanza.
« « de la « San Carlos.
PROVINCIA DE ENTRE-RIOS.
Biblioteca del Colejio Nacional del Uruguai, en la Concep
ción del Uruguai.
Biblioteca popular «El Porvenir». (Concepción del Uruguai).
« « Educacionista Arjentina, (Gualeguychú).
« « «Mann», (Concordia).
« « del «Ateneo», (Paraná).
« « del Paraná, «
« « del Diamante.
« «de Villa Colon.
PROVINCIA DE CÓRDOBA.
Biblioteca de la Universidad, (en la Ciudad).
« popular del «Club-Social».
« « « Protectora-Union » .
a « i Union i Progreso » .
« a «Lafinur».
« « de la Sociedad Tipográfica.
« « de Bell-Yille, (en la Campaña).
« « de Santa Rosa. \
« «de Tulumba.
ccxxvi

Biblioteca Popular de la Villa del Ilosario.


« « de la Villa Concepción de San Juslo.
« « de Villa Nueva.
«* «de Villa del Río 4 ° .
PROVINCIA DE TI'CUMAH.
Biblioteca del Colejio Nacional.
« popular de la Ciudad.
« « de Graneros.
a « de Concepción de Chicligasta.
« « de Monteros.
a « de Trancas.
PROVINCIA DE SALTA.
Biblioteca del Colejio Nacional.
K popular de Cachi.
« « de Campo Santo.
« « de Chicoana.
a « de Caíayale.
« «de Oran.
« «de Payogasia.
PROVINCIA DE Jiwií.
Biblioteca del Colejio Nacional.
« popular de la Ciudad.
a «de Humahuaca.
a « de Yavi.
« a de Santa Catalina.
PROVINCIA DE CORRIENTES.
Biblioteca del Colejio Nacional.
« popular de la Ciudad Capital.
« « de Bolla-Vista,
« «de Mercedes.
CCXXVII

Biblioteca Popular de Curuzu-Cuatiá.


a « de la Esquina.
« «de Monte -Caseros.
« a de Itati.
PROVINCIA DE MENDOZA.
Biblioteca del Colejio Nacional.
« popular de la Ciudad.
« « «San Martin», en la Ciudad.
« « de la Villa San Vicente.
PROVINCIA DE SAN LUIS.
Biblioteca popular del Colejio Nacional.
o «de Mercedes.
« «de Villa Lujan.
« « de Villa Renca,
o a de Villa Dolores.
« a de S. Francisco.
PROVINCIA DE SAN JUAN.
Biblioteca del Colejio Nacional.
« popular «Franklin».
« « del Albardon.
PROVINCIA DE LA RIOJA.
Biblioteca popular del Colejio Nacional,
a « de Villa Arjentina.
o o de Jeneral Belgrano.
PROVINCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO.
Biblioteca popular del Colejio Nacional.
« «i de Loreto.
Tenemos 108 Bibliotecas populares, es decir, 27 mas que
hace cinco meses, repartidas como sigue-.
CCXXYIII

Bibliotecas

En Buenos Aires 27 .
« Córdoba 43
a Catamarca 12
« Entre-Rios 8
« Corrientes 8
o Salta 7
« Tucuman 6
« San Luis 6
o Jujui 5
« Santa Fe 4
« Mendoza 4
« Rioja 3
« San Juan 3
o Santiago del Estero 2
Total 108

XVI
Antes de hacer algunas reflexiones que sujiere el estableci
miento de Bibliotecas populares, vamos á consignar algunos
datos sacados del Censo.
Número de o ludadas, villas i pueblos de la. República.

Buenos Aires 52
Santa-Fé. 6
Entre-Rios 14
Corrientes 21
Córdoba 10
San Luis H
Santiago 6
Mendoza 4
San Juan 4
Rioja 6
CCXXIX

Catamarca 12
Tur u man c,
Salta 16
13
TOTAL. ..... 180
Estas 180 ciudades, villas i pueblos están pobladas por
600,602 habitantes.
Las 108 Bibliotecas populares que hemos enumerado exis
ten en 90 ciudades, villas, pueblos i vecindarios másemenos
diseminados, según se enumeran en seguida, con sus pobla
ciones respectivas.
Ciu.da.cles, •villas i pueblos de la. República. Arjentina
que tienen Bibliotecas populares.

BUENOS AIRES
Número de
habitantes

Ciudad 177787
Belgrano 1793
Conchas 2200
Baradero 1199
San Pedro 2089
San Nicolás 5985
Pilar 1076
Exaltación de la Cruz 1016
San Antonio de Areco 1001
Pergamino 3261 >
Rojas 1508
Morón 1429
Merlo 456
Chivilcoi 6338
Salto 2713
Chacabuco .. 461
Junin.. ..................... 886
CC1XX

Barracas al Sud ............... 5645


Quilines ........... .......... I586
Cañuelas ..................... 1052
Chascomús,. ., ............... 3317
Saladillo...., ............... 637
Azul ........................ 2414
Tandil ....................... 2181
Pila ......................... 2008

SANTA-FÉ.

Ciudad....................... 10670
Esperanza .................... 344

ENTRE-RIOS.
Concepción del Uruguay ........ 6513
Colon........................ 702
Concordia .................... 5498
Gualeguaichú ................. 9776
Diamante ............... ..... 886
Paraná ....................... 1099&
- 34373
CORRIENTES.
Ciudad ...................... H218
Bella Vista .................. , 1984
Esquina ...................... 1794
Curuzú-Cuatíá ................ 1824
Monte-Caseros ................ 672
Itaty ........................ 1306
Mercedes .................. . . 1950
- 20748
CCXXXI

CÓRDOBA.
Ciudad. 28523
San Justo (Concepción) 2000
Union 2754
Riol° 2869
Rio2° 1181
Rio 3° abajo 3345
Rio 4° ,. S414
Tulumba 1140
47226
SAN Luis.
Ciudad 3748
Mercedes 1596
Renca 904
Dolores 463
San Francisco 1414
Lujan 2334
10459
SANTIAGO DEL ESTERO.
Ciudad 7775
Loreto 1368
9143
MENDOZA.
Ciudad 8124
San Vicente 781
8905
SAN JUAN.
Ciudad..., 8353
Angaco 808
9161
RlOJA.

Ciudad 4489
Villa Arjentina - 1406
Belgrano 3919
9814
CCXXXII

OATAMARCA.
Ciudad 5718
Valle Viejo 2687
Piedra Blanca 3434
Alto 2022
Andalgalá 3073
Santa Maria 1877
Belén 3822
Tinogasta 4568
Aneaste , 222
27423
TUCUMAN.
Ciudad , 17438
Monteros 1432
Chicligasta , 950
Graneros. . , 1006
Trancas 684
21510
SALTA.
Ciudad 11716
Chicoana 782
Cachi 413'
Payogasta 981
Cafayate 567
Oran «. . . • • 2345
Camposanto 3153
19857
JUJDÍ.
Ciudad 3072
Humahuaca 456
ccxxxni
Santa Catalina 228
Yavi 287
4043

TOTAL 487290

De los anteriores detalles resulta que 487,290 habitantes de


90 ciudades, villas i pueblos, tienen 108 Bibliotecas, i que
hai una de estas para cada 4,512 habitantes. Ahora, compa
rando la población urbana que tiene lectura con la que no
tiene todavía, resulta que esta última apenas asciende á
124,350, es decir, menos de la cuarta parte de la población
que tiene Bibliotecas i menos de la quinta de toda la población
urbana.
Por la enumeración que sigue de las ciudades, villas i
pueblos que todavia no tienen elementos de lectura, se verá
que la mayor parte de ellas están en las mejores condiciones
para seguir el ejemplo que las otras les han dado, i estamos
seguros de que no pasará el año de 1873 sin que lo hayan
hecho.
Ciudades, villas i pueblos de la. República., donde no
hai Bibliotecas populares

BUENOS AIRES
Número de
habitantes

San Martin 1133


San Isidro., 928
San Fernando 3188
Zarate 2020
San Andrés de Giles 912
Arrecifes *303
San José de Flores 2256
Matanza 1001
CCXXXIV
;

Lujan : 3393
Mercedes 4080
Navarro 1426
Germen de Areco 1540
Lobos 1G60
25 de Mayo 1723
Bragado. 2176
9 de Julio 912
Magdalena 1520
Ranchos 910
Monte 884
Las Flores. 970
Dolores 3123
Ayacucho 748
Tapalqué 1026
Babia Blanca 1057
Patacones 1690
41574
SANTA-FE.
Villa Constitución 610
Coronda 1245
San Lorenzo 1367
ENTRE-RIOS.
Federación 1656
Gualeguai 7235
Victoria 4650
La Paz 3438
San José de Feliciano 552
Villaguai , 1061
Nogoyá 2118
Tala 1197
21907
ccxxxv

CORRIENTES.
Empedrado , H57
Lavalle 545
Coya 4233
Paso de los Libres 1806
LaCruz 1711
Santo Tomé -1188
San Cosme 1014
San Luis 705
Caá-Caty 2722
San Miguel 877
Yaguareté-Corá 423
Mburucuyá 495
Saladas 2032
San Roque 1076
19984
CÓRDOBA.
San Alberto 684
Totoral 778
Rio Seco 452
1915
SAN Luis'
Saladillo 96
Jujunante 226
Cúchate 373
Santa Rárbara 228
Piedra Blanca 821
1744
SANTIAGO DEL ESTERO.
Soconcho , 1325
CCXXXVI

Salavina 8352
Rio Hondo 684
10361

MENDOZA.

Maipú' 456
San Martin 541
991

SAN JUAN.

Valle Fértil 467


Jachal , 981
1448

RlOJA.

Costa Alta.. 684


Guandacol 1303
Arauco 3237
San Blas 849
6073
CATAMARCA.
Villa Prima , 194S
Poman 1595
San Pedro 574
4114
TUCUMAN.

Famaillá 228
228
SALTA.
Rosario de Lerma , 1132
CCXXXVH

Molinos. 477
Candelaria 228
La Viña , 456
Santa Victoria 480
Sanearlos 456
Cerrillos 912
Iruya 456
Rivadavia 456
Caldera 168
5221
Jujur.

Ledesma , 3149
Perico del Carmen 549
San Pedro 472
Perico de San Antonio 176
Tumbaya 196
Tilcara 444
Valle Grande 183
Cochinoca 108
Rinconada 283
5562

TOTAL 124350
.
\
Tenemos, pues, que la población que tiene Bibliotecas
asciende á:
90 poblaciones con 487,290 habitantes
No tienen Bibliotecas 92 « con 124,350 «
182 « con 611, 640 «
Por estas cifras se ve que hai dos poblaciones mas que las
que enumera el censo, i un esceso de mas de 11,000 habitantes.
CCXXXVIII

Esto se esplica por haber incluido dos partidos de la campaña


de Buenos Aires, que no tenían población formada cuando
se levantó el Censo, i que ahora la tienen i han establecido
cada uno una Biblioteca.
Como ya lo dijimos, entre todas las poblaciones que han
fundado Biliotecas, hai una de estas para cada 4,512 habi
tantes; considerando la población urbana absoluta, hai una
Biblioteca para cada 5,561 habitantes ; i haciendo el cálculo
sobre 1.800,000 que forman la población total, hai una Bi-
blioteea para cada 16,666 habitantes.
Creemos que solamente en Norte-América i en algunas na
ciones de Europa se podrán encontrar puntos de analojia con
las cifras referidas, advirtiendo que ellas son el producto de
poco mas de un año de trabajo.
Por otros datos relativos al costo i al material de las Biblio
tecas provistas hasta fines de 1872, remitimos á nuestros lec
tores á las cuentas detalladas de la Comisión que se rejistran
al fin de este volumen.
LEÍ
PROTEJIEXDO LAS BIBLIOTECAS POPULARES

El Senado i Cámara de Diputados de la Nación Arjciilina,


reunidos en Congreso, sancionan con fiiersa de
LEÍ
Art. 1° Las Bibliotecas populares establecidas ó que cu
adelante se establezcan por asociaciones de particulares en
las ciudades, villas i demás centros de población de la Iic¡ ú-
blica, serán auxiliadas por el Tesoro Nacional en la forma que
determina la presente lei. .
Art. 2° El P. E. constituirá en la ciudad de Buenos Aires
una Comisión Protectora de las Bibliotecas populares, com
puesta por lo morios, de cinco miembros i un Secretario retri
buido con mil pesos fuertes anuales.
Art. 3° La Comisión de que habla el articulo anterior
tendrá á su cargo el fomento é inspección de las Bibliotecas
populares, así como la inversión de los fondos á que se refie
ren los artículos siguientes.
Art. 4° Tan luego como se haya planteado una asocia
ción con el objeto de establecer i sostener por medio de sus-
cricioncs una Biblioteca popular, la Comisión directiva de la
misma podrá ocurrir á la Comisión protectora, remitiéndolo
un ejemplar ó copia de los estatutos i la cantidad de dinero
que haya reunido, ú indicándole los libros que desea adquirir
— 288 -
con ella i con la parte que dará el Tesoro Nacional en virtud
de esta lei.
Art. 5° La subvención que el Poder Ejecutivo asigne á
cada Biblioteca popular será igual á la suma que esta remi
tiese á la Comisión protectora, empicándose el total en la
compra de libros, cuyo envió se bará por cuenta de la Nación.
Art. G° El Poder Ejecutivo pedirá anualmente al Congreso
las cantidades necesarias para el cumplimiento de esta lei,
quedando como recurso provisorio en el presente año, la parte
del inciso Ifi del presupuesto del Departamento de Instrucción
Pública que no se emplee en su objeto, pudiendo además in
vertir la cantidad de tres mil pesos fuertes, si fuere necesario.
Art. 7° Comuniqúese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones del Congreso Arjentino en Buenos Aires, &
los veinte días del mes de Setiembre de mil ochocientos setenta.
ADOLFO ALSINA. SANTIAGO CÁCERES.
Carlos M. Saravia, Bernardo Solveira,
Secretario del Senado. Secretario de la Cámara de DD.

Departamento de Instrucción Pública.


Buenos Aires, Setiembre 23 do Í870.
f

Téngase por lei, comuniqúese i dése al Rejislro Nacional.


SARMIENTO.
N. AVELLANEDA.

Decreto rcglfiittcutaudo la leí anterior.


Departamento de Instrucción Pública.
Buenos Aires, Octubre 29 de 1870.

Para dar cumplimiento á la Lei de 23 de Setiembre ppdo.,


por la cual se han establecido los medios de protección i fo
mento para la planteacion de Bibliotecas populares en todos
los lugares poblados de la República,
- 289 -

El Presidente de la República—

HA ACORDADO I DECRETA :
Art. 1 ° Constituyese en la Ciudad de Buenos Aires una
Comisión que se denominará «Protectora de las Bibliotecas
Populares», compuesta do las personas signienles : D. Pale
món Hucrgo, doctor D. JosúF. López (1), D. Anjel Estrada. D.
David Lewis, i doctor D. Anjel J. Carranza, debiendo actuar
como Secretario D. Pedro Quiroga, con el sueldo que la lei le
asigna.
Art. 2 ° Las atribuciones i deberes de esta Comisión seráu
las siguientes :
1 n Recibir las cuotas de dinero que le fueren remitidas
por las asociaciones locales ; pedir en cada caso otro tanto al
Ministerio de Instrucción Pública, é invertir el total en la
adquisición de libros, debiendo hacer su envió por cuenta de
la Nación.
2~ Formularé imprimir periódicamente catálogos con
los precios de los libros útiles que existan cii las librerías de,
país ó del estranjero, acompañando la lei del Congreso, el pre
sente decreto, buenos modelos de reglamentos que hayan ser
vido para la organización de Bibliotecas populares, i todos los
datos i escritos conducentes á estimular el espíritu público
para la propagación de instituciones de este jénero ; debiendo
repartirlos profusamente en toda la República, por medio de
los Rectores de Colejios Nacionales, de las autoridades muni
cipales i de los maestros de escuelas.
31* Nombrar Inspectores de Bibliotecas donde fuere ne
cesario.
4 ~ Rendir cada seis meses cuenta documentada délos
valores que hubiere recibido, i publicar dichas cuentas inme
diatamente en el periódico oficial.

(i) Por renuncia del Dr. López, fue nombrado en su reemplazo c[


Dr. D. Juan Jos6 Montes de Oca (hijo).
— 290 —

í> ~ l'asar anualmente al Ministerio de Instrucción Pú


blica una memoria detallada de sus trabajos i del movimiento
estadístico de las Bibliotecas popularos existentes.
Art. 3° Toda sociedad á cuyo cargo esté una Biblioteca
subvencionada por el Tesoro Nacional, con arreglo ala Ici,
estará obligada á remitir cada seis meses á la Comisión protec
tora i á la oficina nacional de estadística, el movimiento de di
cha Biblioteca, con sujeción á las planillas impresas do que la
Comisión deberá proveerlas.
Art. 4° Las Bibliotecas subvencionadas podrán ser ins
peccionadas por los comisionados nacionales de Instrucción
Pública i por los Inspectores que nombre al efecto la Comisión
protectora.
Art. 5° En el caso de que se disuelva una asociación
después de fundar una Biblioteca, siempre que baya recibido
ausilios del Gobierno Nacional, la junta directiva de aquella
deberá hacer entrega de los objetos suministrados por este, al
maestro de la escuela pública mas inmediata, bajo inventario,
del que se depositará una c jpia en el Juzgado de Sección de la
Provincia en la Capital, ó en el Juzgado de paz respectivo en
la campaña, dando aviso á la Comisión protectora ; i cuando
se organice una nueva sociedad, le serán entregadas aquellas
existencias según el inventario, previa orden de la Comisión
protectora.
Art. (i° Todas las publicaciones oficiales i los libros útiles
que adquiera el Gobierno, serán remitidos puntualmente á Jas
Bibliotecas popularos por la oficina de la Biblioteca Nacional ;
á cuyo efecto la Comisión protectora le dará conocimiento de
todas las que se Finllen cjuiprcndi>¡,;i en la Iri.
Art. 7 ° Comuniqúese este decreto coa la leí de su refe
rencia á los Gobiernos do Provincia i á la Comisión nombrada;
publiquese i dóse al Bejistro Nacional.

SAUMIENTO.
N. AVELLANEDA.
LIBROS INTERESANTES EN ESPAÑOL

Il.i.-liolte i O- Libreros)
Ktülori-s. 7<J Dould.i
Saint-Germain (Paris)t

Exmo. Sr. Presidente de 'ti Repúllii-a .\rjrnl¡na.


(finónos Airo?.)

Señor Presidente :
Nos hemos toma-lo la libertad de dirijir á V. E. por con
ducto del Sr. Cosson, Director del Colejio Nacional de Uuenos
Aires, un número de publicaciones clásicas de nuestra libre
ría, cuyos títulos encontrará V. E. en la lisia adjunta.
No es nuestro ánimo pedir á Y. E. que examine estas obras
por si mismo; tal vez se lo impediría el cuidado de los nego
cios públicos cuya dirección le está confiada ; pero esperamos
que Y. E. no rehusará someterla á una Comisión competente,
encargada de darle sobro ellas su dictamen ; i caso que Y. E.
se decidiese á adoptarlas como libros de texto, estaríamos dis
puestos á publicar traducciones que permitiesen á Y E. in
troducir su uso en las escuelas de la República.
Haremos á V. E. la esposicion de los móviles que nos indu
cen á tomarla iniciativa de esta propuesta.
Nuestra librería tiene 45 años de existencia ; i hace algu
nos quo perdimos á su fundador, que la elevó rápidamente á
un grado de prosperidad i de consideración á cuyo nivel tene
mos el deber de mantenerla. Nuestro padre i suegro, M,
Hachette, se había adelantado en cierto modo, por publicacio
nes adecuadas al espíritu i á la necesidad de su época, k la
corriente de ideas que mas larde dio por resultado la Lei de
1832 sobre la instrucción primaria, que inspirando la crea
ción de numerosas escuelas comunales en toda Francia, faci
litó á la librería clásica grandes salidas, i le trazó nuevas vías,
en las cuales*M. Hachette entró, ó mas bien, continuó mar
chando resueltamente hasta el fin de su carrera ; i nosotros
después de él, no hemos cesado de perseverar en ella. Los
catálogos que enviamos á V. E., rogándole se sirva echar la
vista sobre ellos, atestiguan á la vez la confianza i la fecundi
dad de nuestros esfuerzos.
Por otra parte, conocemos desde mucho tiempo, Sr. Presi
dente, el ardor esclarecido de su solicitud por los intereses
de la enseñanza ; sabemos por los detalles de su carrera tan
activa i laboriosa, por el recuerdo de sus viajes en Europa
vivo aun entre los que conocieron á V. E., la importancia que
con tan justa razón, da V. E. al desenvolvimiento de la ins
trucción popular ; no ignoramos que después de haber tra- .
bajado toda su vida por la causa del progreso i de la emanci
pación intelectual de los pueblos que V. E. preside, continúa
fiel á su pasado en la alta posición á que le han elevado la
estimación i la confianza de sus conciudadanos, i seriamos
felices si nos fuese dado contribuir á los designios de V. E.
• en la esfera comercial en que nuestra actividad se concentra.
La propuesta que hacemos á V. E. se encuentra justificada.
í.os proyectos que tenemos el honor de someter á V. E. han
tenido ya principio de ejecución por la traducción al idioma
castellano de los principales volúmenes de la colección que
figura en nuestro catálogo bajo el titulo de Biblioteca de las
maravillas. Ksta colección, ya considerable, á cuyo lado es
justo colocar nuestra Biblioteca de Literatura Popular, se
compone de publicaciones importantes i á precio moderado,
!IH ninles tienen por objeto especial difundir los conocí*
- 293 -

mientes útiles á la vez que el gusto por la lectura, entre los


jóvenes i los obreros de las ciudades i de las campañas.
Tanto por lo que hace á estas obras, como á los libros de ins
trucción de primero i segundo grado, V. E. nos encontrará
dispuestos á hacer traducir al castellano los que V. E. quiera
designarnos, si juzga que tal empresa merece el estimulo
de V. E.
Por último, Sr. Presidente, si en caso que entre las obras
de que V. E. mismo es autor, hubiere algunas cuya publica
ción quisiese V. E. confiarnos, tendríamos el placer de poner á
su disposición los medios i el material enorme de grabados de
que disponemos, lo cual contribuiría á dar á las obras de
V. E., ya tan conocidas, un nuevo medio de circulación.
Sírvase, Sr. Presidente, aceptar la espresion de nuestros
sentimientos de alta i respetuosa consideración.
HACHETTE i C°.

Señor Ilachclte :
En tiempo mui oportuno me llegó su estimable carta acom
pañando una colección de las obras que con tanto esmero pu
blica su casa, i cuyos trabajos me son conocidos desde mi
primer viaje á Francia, en que le conocí á Yd. personalmente.
Organizadas ya en varios i remotos puntos de h República
mas de ochenta Bibliotecas Populares, que á la fecha alcanza
rán á ciento, gracias á los esfuerzos del Ministro Avellaneda,
buscaba los medios de alimentarlas, proveyéndolas de libros
en español i lejibles, cosa que no es tan sencilla como se cree.
En Chile el primer ensayo de estas Bibliotecas quedó como un
desencanto mas bien que como un medio de difundir conoci
mientos, ó de proveer siquiera de materia de lectura.
Como Yd. se complace en recordármelo, he consagrado mu
chos años n la paciente 6 ingrata taren de preparar la opinión
fen favor de una mayor difusión do lu
- 204 -
Con mui limitado éxito, algo, i puedo decir mucho relativa
mente, se ha conseguido ; aunque sea todavía inmensa la falta
per causas que por ahora son superiores á toda voluntad, ta
les como la diseminación de los habitantes de las campañas,
i la distancia que media entre la clase culta i lo que se ha
convenido en llamar masas populares.
Sea de ello lo que fuere, el saber leer, aun para los adultos,
no es precisamente un medio de intruirse. El castellano no
era hasta ahora poco un vehículo activo para la trasmisión do
las ideas. Poquísimos libros se publicaban en esta lengua.
La España i la América Española en poco pueden suplir esta
carencia de libros por no estar el arte de la fabricación en la
impronta misma en condiciones de proveer ni aun á la escasa
demanda que se siente.
, En 1830, creo, traduje abreviándolo, el libro do Figuier
sobre los Descubrimientos Modernos. Como este era uno do
sus primeros ensayos para popularizarlos conocimientos úti
les, puedo decir que presajiaba la brillante carrera que abría
con aquella obra, i que ha continuado con tan buen éxito.
Pero las publicaciones en castellano, de Applcton en los
Estados Unidos, de Gaspar i Roig en Madrid, i las que con
buena elección ha principiado Vd., hacen augurar mejores días
para la difusión de los libros en América, i acaso un movi
miento sostenido i ascendente en todos los pueblos del habla
castellana, que debe ser fomentado é impulsado.
He aquí la grande obra á que Yd. puede ayudar poderosa
mente, i á la que consagro nuevos esfuerzos para hacer fe
cundo, espansivo i duradero el movimiento.
Dánse á la América de la lengua española mas de veinte
millones de habitantes, que constituirían el mercado mas
eslenso i opulento para la difusión de los libros, si los que
hablan esta lengua estuvieran en contacto con las ideas que
ajilan la mente de otras naciones, ó al corriente por lo me
nos de los descubrimientos modernos. La mayor parte de
— £95 -

los libros que se (.ublican en Europa en castellano, quedan


ignorados por largos años do los que en otro idioma los leerían
por el solo hecho do conocerlos. Nuestros periódicos no se
ocupan de bibliografía, de manera que la aparición de los li
bros pasa desapercibida. Por la colección que Vd. me ha en
viado, veo con placer que ya están traducidos al castellano
trece volúmenes de las Maravillas, que habia leido en inglés
traducidas del francés; i puede Vd. calcular lo que mis dos
millones de conciudadanos sabrán de la existencia de estos
libros, si yo que sigo con interés todo lo que pueda alterar la
estagnación de estas aguas, la ignoraba.
Ahora vea Yd. lo que puede hacerse, sin dejarse llevar do
cálculos que fallan á causa do tomar cifras i apariencias por
realidades. Las líilliotecas Populares cstün destinadas á alla
nar la mayor de todas las dificultades, que es poner á quien
desee leer en cualquier cstrcmo de la América, en contacto
inmediato con el libro que se produjo en Europa ó Estodos
Unidos.
A nadie so le puede aconsejar que compre libros. Los que
l)S particulares adquieren, después de leídos, forman parle de
un mueble de lujo que se llama Biblioteca. Este es un sepul
cro familiar. Casi siempre pasa á otra jeneracion como un
legado de familia. Muí cultos serian los vecinos de una pe
queña ciudad, si diez ó cincuenta de ellos tuviesen el mismo
libro, cuya lectura serviría acaso para r,na decena de sus alle
gados. Es este un sistema antieconómico i estéril. Las Bi
bliotecas Populares remedian el mal de la limitada circulación
de los libros i de su estagnación en estantes. Una aldea, una
villa, una ciudad, se convierte por aquella institución en un
individuo que posee ó puede poseer todos los libros ; en una
familia dueña de un depósito de conocimientos. Un ejem
plar, acaso tres ó cuatro, satisfacen la curiosidad de todos
sucesivamente, proveyendo de novedades todos los días & los
mas curiosos ó adelantados, i reservando para los rezagados
— 296 —
el mismo nutrimento que ya sirvió, sin deterioro, á los que le
precedieron.
Tomo por ejemplo su edición de las Maravillas que quiero
suponer avanzada á los cincuenta volúmenes i mas, que se
han publicado en francés. Cincuenta vecinos de una villa
tienen al mismo tiempo i sin estorbarse lectura amena, pu-
diendo cada uno, i sucesivamente, leer los que otros estaban
leyendo antes.
Ahora si las cien bibliotecas arjentinas suben & doscientas,
si Chile provee de igual cifra, si concedemos al resto de los
Estados Americanos de la lengua castellana igual número de
estas sencillas, baratas i progresivas instituciones, tendremos
que todo libro en castellano que produzcan las librerías de
España, Francia, Béljica, Estados Unidos i los mismos Esta
dos Hispano-Americanos, tendría inmediata colocación para
dos ó tres mil ejemplares, lo que haría fácil i segura la pu -
blicacion aun de obras de costo i grande ostensión.
Por lo que á mi país respecta, ya ve Vd. que hai una base
que puede ensancharse ; i con asiduidad no es difícil que toda
la América se entienda para jcneralizar el hecho, i darle
principio inmediato de ejecución.
I puesto que Vd. me pide que le -indique algunos libros
cuya traducción i publicación convendría, rae limitaré á de
senvolver lo mismo que ya Vd. ha iniciado, por no cargar con
la responsabilidad de errores nacidos de dejarse llevar por lo
que se desea mas bien que por las indicaciones de la espe-
riencia.
Las Maravillas son un cscelente pasto á la curioridad, i
debe Vd continuar la traducción. Nadie las lee sin hallar
en sus descripciones i detalles materia de satisfacción i ade
lanto. Llenan una necesidad del espíritu, aun en las jentcs
educadas para las profesiones liberales. Cincuenta volúme
nes son ya una biblioteca j i desde que circulen on América,
— 297 —

dejarán un rastro imperecedero en el ánimo enriquecido con


tantas nociones útiles.
Las obras de Figuier se están traduciendo aquí i allí, i
pagarán al castellano como han pasado en su mayor parte al
inglés. Después de su obra sobre los Descubrimientos Mo
dernos, convendría un Anuario científico en castellano, como
lo hai en todas las lenguas.
He visto traducidas al inglés las novelas históricas de Mrs.
Mullbach, publicadas por Applelon, i fuente de grandes pro
vechos para el editor, por la inmensa circulación que obtu
vieron. Escritas por una señora, están exentas do aquellas
injénuas verdades históricas que afean las de Dumas, i pueden
ser leídas sin escrúpulo por toda clase de jentes. Como son
cuadros en que figuran los principales personajes históricos,
Josefina, Federico II, Napoleón, José II etc., servirán delei
tando, para iniciar al común de las jenles en la historia mo
dera a.
Los viajes son otra fuente inagotable de entretenimiento i
de instrucción. Es la jcografh en acción ; i el interés que
despierta la narración de aventuras frescas ó novedosas, lleva
al lector á adquirir conocimientos que de otro modo no inte
resarían su atención.
Escuso hablar de las obras de literatura que interesan al
mundo civilizado, i no nos llegan á nosotros sino en las otras
lenguas. En los Estados Unidos, donde los lectores se cuentan
por millones, se obtienen en Europa las pruebas de un libro
anunciado en prensa, para reproducirlo al mismo tiempo á fin
de satisfacer la espectacion pública. ¿Cuáles de estos pudiera
indicarles sin temor de inducirlo en error? El colmo del
adelanto seria que todo libro que en varias naciones de Eu
ropa escita el interés público, llegase palpitante de novedad
hasta nuestras apartadas poblaciones.
Monden historia romana, i los recientes historiadores
— 203 —

ceses ó ingleses, citarían bien en castellano, aunque con mas


lenta difusión.
Lis Bibliotecas Nacionales, las jcnles inslniiJas i los cslu-
ilianles forman un muñólo aparte, que si bien consume pocos
ejemplares, puede no obstante dar buena base á la publica
ción de obras serias.
Reservo para lo último hablarlo de novelas. La novela es
el abecé de los lectores. Mucho debe el mundo á Dumas i
Jeorge Sand por haberlas escrito á centenares, aunque no
siempre sean irreprochables. La csperiencia en los Estados
Unidos, donde el pueblo de las ciudades se ha asociado para
proveerse de libros sin tener necesidad de comprarlos, ha
mostrado que para el mejor éxito i jeneralizacion del hábito
de leer, no deben escasearse las novelas, cuya lectura contenta
a los que no están preparados para mas. Es ridiculo querer
canstiluirse en tu loros de otros, negándoles lo que corre im
preso i Ice quien quiere. Los libros pertenecen á una época
del espíritu humano, i es fortuna que su renovación sea tan
rápida, que pasan en diez años al olvido los que mas bulla
metieron. Dumas ha muerto, i solo la faltado nuevo; no
velistas hace que vuelva á ser leklo. ¿Quién lee hoi día los
Misterios da París 7 Yo no me csplico la fecundidad de las
prensas alemanas, sino pensando que los progresos recientes
de las ciencias, los descubrimientos modernos, la critica his
tórica, han inutiliza 'o los libro; existentes, i reclaman una
nueva reconstrucción del saber. Pero es un hecho reciente el
popularizarlos en las formas que les dan Figuier, Flamarion,
Comte, Verne i tantos otros popularizadores. Esto solo cons
tituye un rasgo distintivo de nuestra época; i como con la apari
ción de estos libros, pasados al castellano de preferencia, coin
cide la formación en todas partes donde hai un número de
habitantes, de bibliotecas populares para todos, juzgo que las
nuestras aparecen felizmente en una nueva era de propaga
ción, en que los libros se comienzan á rehacer para confor-
mar su contenido con las ideas de nuestro siglo, que no son
las del siglo XÍV ni de la época revolucionaria de Francia, ni
las de la epopeya napoleónica, que fue el pasto de que vivie
ron los americanos hasla ahora poco.
Es esta clase de libros la que conviene jencralizar, i la que
puedo recomendarle sin vacilar sobre su aceptación inme
diata. Las Dibliotccas Populares carecen de obras que ins
truyan á los lectores, sin fatigarlos, en toda clase de asuntos
útiles, capaces de recibir las varias aplicaciones que requiere
el progreso moderno, sobre todo en un país nuevo cuyos ele
mentos necesitan para prosperar la dirección provechosa que
solo puede dar la mente disciplinada por el estudio. Es pre
ciso que las Bibliotecas Populares provean de lectura para
lodos; i estos libros, por su plan, por la elección do las di
versas materias de que se forman, por la hábil distribución
con que escitan i mantienen el interés del lector, responden á
una aspiración esencial del espíritu, i satisfacen, para las
joules adultas, las necesidades de la in.-truccion jencral. No
dudo, pues, que serian aceptados i leidos con interés en todas
las poblaciones; i una vez que la universalidad de los lectores
les haya dado la preferencia, tampoco puede dudarse de que
obtendrán el estímulo i protección del gobierno,
Con este motivo, rae complazco en suscribirme de Vil.
aleuto i S. S.

D. F. SARMIENTO.
LECTURA IV DE HORACIO MANN (l)

p Lo que DIoH hace 1 lo que lia dejado para que el


p hombre lo bagro en materia de educación.
•3

tt SEÑORES DE LA CONVENCIÓN -.
•*
— Con la entrada de un año nuevo, vuelvo á veros pidiendo i
— ofreciendo simpatía para el bienestar de nuestros hijos.
5 Cuando la última vez tuve el placer de asistir á la Con-
a vención de los amigos de las Escuelas comunes de este con
dado, os diriji la palabra sobre la necesidad de la educación
bajo MÍI gobierno i con instituciones como las nuestras. Pro
curó demostrar, que aqui en nuestro país i en nuestro siglo,
el desarrollo de la intelijencia i el cultivo de las afecciones
de la nueva jcneracion, no han sido para nosotros materia de
opción, sino de obligación ; que la eficaz i completa educación
de la juventud no nos era meramente recomendada como me
dio de promover el bienestar privado i público, sino ordenada
como la única defensa contra un cúmulo i variedad tales de
calamidades, como jamás ha sufrido nación alguna sobre la
tierra.
El argumento, en resumen, era el siguiente: Todos los hom
bres vienen al mundojcon muchos apetitos i propensiones de

(t) Traducción del Profesor D. David Lewis.


— 301 -

una naturaleza puramente animal i egoísta. Algunos de estos


apetitos i propensiones son necesarios parala existencia del
individuo, i por lo mismo, se le apegan i asimilan por mien
tras vive; otros son necesarios para la continuación de la raza,
i por consiguiente, debemos esperar que se reproduzcan en
toda nueva jeneracion hasta la consumación de los siglos. Cada
individuo, por ejemplo, trae consigo al mundo, i conserva
por toda su vida el apetito de la alimentación; i este ípetito
tiende perpetuamente á un exceso ruinoso para la salud i fatal
para la vida, —llegando, entre la jente vulgar hasta la grose
ría de la gula, i entre las personas elegantes al epicureismo
no menos pernicioso. Cada individuo trae consigo al mundo,
i conserva por toda su vida el apetito de la bebida; i esto
deseo, cuántas multitudes ha tendido sobre la abrasadora playa
de la intemperancia ! Todos nacemos con el amor á la rique
za, ó por lo menos, á la adquisición que conduce á la riqueza;
—i no estaríamos constituidos á propósito para vivir en un
mundo como es el nuestro, sin semejante inuala propensión;
porque mientras tengamos salud, debemos ahorrar algo para
los casos de enfermedad, i mientras estemos en el vigor de
la virilidad, algo para el desamparo de los niños i para las
debilidades de la vejez. Todavía, cuan fácilmente se con
vierte esta tendencia en la avarienta codicia, que conduce al
fraude, al robo, á la rapiña, i á todas las enormidades del trá
fico de esclavos, del opio i del rom. Así, todos nosotros tene
mos un deseo del bienestar de los demás, —instinto maravillo
samente adaptado para el comercio de la vida. Pero en este
país, donde antes era la costumbre que los honores de los
puestos públicos fuesen otorgados al mérito, —delur dignior!,
•—el signo parece haber sido tomado por la cosa significada ; j
hoi dia, siempre que un puesto queda vacante, un sin nú
mero de pretendientes se presentan, mas de los suficientes
por su número para llenar ese puesto durante mas de mil
años venideros. Por otra parte, un cierto sentimiento de
— 302 —

estimación propia es absolutamente esencial para lodus: por


que a falta de esto, todo hombre se apocaría hasta el |,>unlo
do aniquilarse en presencia de la majestad de la muchedum
bre i de las glorias del universo visible. Pero cuan fácil
mente se desborda este sentimiento en el orgullo i en el amor
al poder, i en esa intolerancia para con las opiniones ajenas,
que no trata de esclarecer ó persuadir, sino que itogmatiza,
denuncia i persigue.
Toda la historia lo dice en alta voz con todos sus testimo
nios i amonestaciones, proclamando los esccsos á que pueden
llegar estos innatos i universales apetitos, cuando se les ofre
cen oportunidades i estímulos para satisfacerse. Si los hom
bres consultan estas propensiones solamente, ningún sacrili-
cio jamás parece demasiado grande para procurarse induljen-
cias por la mas ínfima é insignificante de todas ellas. Cada
una, no solamente es susceptible de un desarrollo ilimitado,
sino que cada una es ciega á todas las consecuencias, i pide
satisfacerse, aunque la hor.i próxima traiga en castigo la per
dición. No necesitamos remontarnos á los tiempos patiiar-
cales i primitivos para encontrar á un hoaibre que por tener
hambre ó sed, hizo vender su espléndida herencia por un plato
de lentejas, ó una mujer que quiso perder el paraíso por la cu
riosidad de gustar una mansana. Cuando el porvenir político
de su familia i de toda la Francia dependía de la velocidad
que Luis XVI llevase en su fuga de Paris, él se detuvo en el
camino para tomar una botella de Borgoña, diciendo solemne
mente que era la mejor bebida que habia tomado en su vida,
i permitiendo que la balanza en que pasaba el destino de 25
millones de su pueblo se inclinase irrevocablemente, mientras
él saboreaba largamente sus tragos de vino. Napoleón, por
añadir todavía algunos ítems al catálogo de las naciones por
él conquistadas, arrancó la guadaña de las manos de la muerte,
i anticipándose al gran destructor, sembró la tierra de cadá
veres humanos,—segados en la belleza matutina i en la flor
— 303 —

de su edad, desde las tórridas arenas hasta los hielos árticos ;•—
i antes que dejar de ser emperador, hubiera querido reinar
en una soledad europea. Jugaba á la guerra, como á su juego
favorito del ajedrez,—para triunfar,— sin pensar mas en las
naciones que en los peones. El papa Inocencio III fundó la
Inquisición, modelada según el plan del Pandemónium, para
poder obligar al jénero humano á creer en la infalibilidad de
sus dogmas. Apesar de las manifiestas intenciones de la na
turaleza, al hacer los sexos casi iguales numéricamente, el
Sultán escoje las mas bellas mujeres de naciones enteras para
llenar su serrallo. ¿No olvidó Marco Antonio su bien ganada
fama, no abandonó pérfidamente sus fieles tropas i cerró los
ojos sobre Ja perspectiva de un reinado por una hora pasajera
de voluptuosidad en los brazos de Cleopatra? Herodes sabe
que ha nacido en Judea un varón que algún dia podría hacer
peligrar su trono ; i luego para prevenir ese acontecimiento
posible, hace asesinar á todos los varones de la tierra menores
de dos años de edad ; i una mujer, en el momento que tuvo
el poder para vengar unlijero resentimiento, hizo traer á un
banquete en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. Aun
hombres buenos,—aquellos por cuya firmeza en la virtud
estamos dispuestos á responder con nuestras vidas,—dan
ejemplo de la fuerza terrible de las propensiones. Moisés se
rebela; David asesina; Pedro, apesar de estar prevenido,
niega á su Maestro i perjura.
Ahora los jérmenes ó elementos de estas propensiones nos
pertenecen á todos ; los poseemos todos al nacer ; permanecen
con nosotros hasta la muerte. Vastas diferencias existen en
el poder que ejercen sobre los hombres, debido á diferencias
en su vigor innato ; diferencias todavía mayores resultan de la
primera educación. Predominan en los hombres malos, i se
precipitan en la ejecución de tantas iniquidades, cuantas pue
den abarcar seres finitos con medios limitados. Existen tam
bién en los buenos ; pero en estos, ó están débilmente desar
— 301 -

rolladas, ó están sujetadas i contenidas por afecciones puras


i santas. Por naturaleza, eran mares hirvicntes de pasiones
en los pechos de Sócrates i de Washington ; pero los diver
sos sentimientos de la justicia, del deber i la benevolencia
dominaban su furia, como el profundo granito del suelo de la
Nueva Inglaterra contiene los fuegos centrales del globo, im
pidiendo que el terremoto ó el volcan ajile su superficie.
Guando estas propensiones están subordinadas á la conciencia
i á la voluntad de Dios, prestan ardor á nuestro celo é im
pulso á nuestros esfuerzos, asi como el jénio del hombre
convierte el viento i el fuego destructores en dóciles servi
dores.
Por nuestra misma constitución, hai que vencer constante
mente una fuerza de gravedad que nos inclina hacia abajo.
La tendencia perpetua de nuestros instintos es pasarse de la
continencia i de la templanza, á la disipación i á la embria
guez ; déla frugalidad a la avaricia; del lucro honrado á las
ganancias fraudulentas; de un deseo laudable de fama i de
una racional estimación de si mismo, a una ambición profana i
á una resolución de usurpar la prerogativa de Dios, inscri
biendo nuestras creencias en las almas de los demás. De ahí,
que estas propensiones requieren algún poderoso contrapeso
para compensar su tendencia al mal. Deben ser gobernadas, ó
por la presión de una fuerza esterior, ó por la supremasia de
una fuerza interna. En otros países i siglos, la fuerza es
terna,— el verdugo público, las cohortes pretorianas, los
jenízaros, los ejércitos permanentes, un sacerdocio estable
cido,—las han sujetado. Las propensiones i los apetitos de
unos cuantos individuos, han abrumado i sofocado los de los
demás. Unos cuantos hombres, á quienes nosotros llama
mos tiranos i monstruos, habiendo obtenido la supremacías
han impedido á miles de otros, el ser tiranos i monstruos,
como ellos mismos. I aunque acusamos con toda justicia á
los despotismos del Viejo Mundo, de haber amenguado i envi-
— 3o:i —
ícenlo todo lo que es grande ca la naturaleza ; lodavia no es
menos verdadero, que han amenguado ¡ estropeado en igual
grado todo lo que es dañino i vil. Los Nerones i los Napo
leones han impedido á otros el que fueran Nerones i Napoleo
nes, así como les han impedido ser Sénecas i Howards.
Pero con las nuevas instituciones do este país, se ha reno
vado todo. Aquí, puede decirse en lenguaje familiar, que la
historia, no solamente hadado vuelta la pajina, sino también,
que ha abierto un nuevo juego de libros. Desde nuestra revo
lución, la corriente de los acontecimientos humanos ha cam
biado de curso hacia un rumbo completamente distinto. Esc
poder esterno que hasta entonces había paralizado las pro
pensiones de las masas, fue abolido. En vez del antiguo
axiuma, que el gobernante es un Señor,— un representante de
Dios en la tierra,—aquí entre nosotros es proverbial que los
gobernantes son sirvientes. Liviapa i terriblemente, la leí
coloca su mano sobre los hombres ; i si la lei mas sabia que
jamás fue sancionada, irritara las pasiones ó las propensiones
de la mayoría, ó de los hombres que puedan formarse una
mayoría, hablan, i la lei caduca. La voluntad del pueblo debe
ser nuestra lei, ya sea que esa voluntad lea el código déla
moral para adelante ó para atrás.
Ahora, comparad por un momento la inmensidad en con
junto de los dese.s de los hombres i la suma de los recursos
del mundo. Comparad la demanda con la oferta, donde las
propensiones son los consumidores. Suponed que la riqueza
de este mundo fuese dividida en quince millones por partes
iguales, i que á cada hombre lo fuera permitido suscribir por
el número de acciones que quisiese ; ¿cuántos pensáis que se
hubieran suscrito antes deque se hubiesen concluido todos los
números? Si cada hombre tuviera permiso para depositar su
voto secreto en la urna del destino, designando el rango i el
olicio que él i sus hijos debiesen ocupar, ¿no seria tremenda
la aristocracia nominal? Si todos los dogmatizadores i fanáti
— 306 —

eos estuviesen autorizados para prescribir artículos de fe para


la adopción universal, ¡ qué manicomio de creencias i de sis
temas teolójicos no habría en tal caso ! Pero esto es intermi
nable. Todos saben que si todo comprador de un billete de
lotería pudiera fijar su premio, cuan pronto haría bancarrota
la oficina.
Ahora, para un americano, la cuestión consiste simple
mente en saber si todo este tremendo aumento de poder de
biera ó no estar colocado en las manos de estas hambrientas i
tiránicas propensiones.
Considerando el asunto de este punto de vista, está claro
que podemos llegar á ser tanto peor que ninguna otra nación
que jamás existió, como esperaban que tanto mejor fuese los
fundadores de nuestras instituciones. Si las propensiones han
de prevalecer, entonces la especulación reemplazará á la indus
tria ; la violencia usurpar^ las prerrogativas de la lei ; los tes
tigos serán perjuros en la barra misma, i los reos serán resca
tados por jurados prevaricadores ; los grandes salones del
Consejo de la Nación, se convertirán, de un areópago de sabios
i hombres honorables, en un circo de gladiadores ; los deposi
tarios de finanzas públicas i privadas, las administrarán para
sus fines personales; no solamente los individuos, sino los
Estados mirarán con desprecio sus obligaciones ; la prensa que
difunde por todo el país sus hojas impresas, tan densas como
la nieve en una tormenta de invierno, justificará todo lo que
haya de malo por una parte, i vilipendiará todo lo que haya
de bueno i de razonable por la otra, hasta que nada de lo que
sea justo quede en pié de una i otra parte. Si, amigos mios ;
Si arrimáis el oido á la tierra, ¿ no podréis oir aun en este mo -
mentó los trabajos de los zapadores ?
Aun en el estado presente de la sociedad, i con toda nuestra
vanidad de civilización i cristianismo, si todos los hombres
estuviesen ciertos de poder satisfacer sus deseos por una sola
noche, iqué mundo no nos sería revelado á la mañana siguien
— 307 —

leí—Si se desbordasen todos los deseos egoístas, i sise esparr


diesen en toda la estension de su capacidad, seria como si la
gota de roció matutino se convirtiese repentinamente en un
océano.
Pregunta algún poseedor de riquezas, de ociosidad ó de sa
ber, "¿qué interés tengo yo en la educación de la multitud?"
—Contesto: tenéis por lo menos este interés, que no estando
sus espíritus iluminados por el saber, i dominados por princi
pios virtuosos, no existe entre sus apetitos i todo lo que vos
consideráis amable sobre la tierra, tanta defensa como la que
ofrece una telaraña. Sin el sentimiento de la inviolabilidad de
la propiedad, vuestros títulos no serán masque un papel in
servible. Sin la convicción del carácter sagrado de la persona
i de la vida humana, no seréis sino un perro de caza cuyos
ladridos seria preciso hacer callar, á fin de poder entrar con
mayor facilidad á vuestra casa para saquear la. Aun, unos cuan
tos culpables pueden concluir con la paz de la muchedumbre
virtuosa. Un incendiario puede destruir mas lijero que lo que
pueden construir mil hombres industriosos;—i esto es tan
verdadero del punto de vista de los derechos sociales, como del
de los edificios materiales.
Si Dios entonces no hubiera provisto medios por los cuales
esta parte de nuestra naturaleza puede ser dominada, dinamos
en verdad que habíamos sido elevados al cielo, bajo el punto de
vista de los privilejios, para que fuésemos aplastados con tanta
mas seguridad por nuestra inevitable caída.
Pero no hemos sido reducidos inexorablemente á semejante
destino. Si esto nos sucede, es por nuestro propio consenti
miento. Los medios de salvación nos están garantidos; i no so
lamente los de salvación, sino también los de una infinita paz
i alegría.
El mundo ha de salvarse por la acción física, intelectual i
moral sobre la juventud. Digo sobre ¡a juventud, porque el nú
mero de adultos de quienes puede esperarse que mejoren de
— 308 —

carácter, es demasiado limitado para fundar la esperanza de


una reforma jeneral. Desdo la edad de veinticinco años,—aun
desde lado veintiuno, — pocos hombres comienzan una earrcra
de virtud, ó abandonan la del vicio;—i aun cuando esto suce
da, su causa casi invariablemente tiene su orijen en alguna
temprana impresión que por muchos años ha permanecido
adormecida en su espíritu. Pasado ese periodo, jencralmentc
uno tiene que esperar su arrepentimiento en el lecho de muer
te; i aun entonces, en la mayor parte de los casos, esta es una
esperanza vana. Cuando se ha llegado ala edad viril, la carre
ra déla vida ha adquirido un impulso que lo lleva hacia ade
lante sustancialmentc en la misma dirección hasta su término.
Ahora, para el gran fin do salvar la raza humana de sus instin
tos brutales i de su abandono alas infernales pasiones, veamos
lo que hace la benevolencia de Dios en favor nuestro, según los
designios de la naturaleza i de la Providencia; i lo que su sa
biduría ha dejado para que nosotros lo llagamos; — porque está
claro que él puede continuar haciendo su parte de la obra por
cien ó por mil jeneraciones; i todavía, si nosotros no hacemos
lo mismo en la parlo que nos corresponde, el trabajo jam;¡s
terminará. Puede observarse todavia mas; que mientras Dios
hace su parte, si nosotros descuidamos la nuestra, la obra, le
jos de estar medio terminada, estará en peor estado que si no
hubiese sido tocada. Nuestra locura de contrariar sus bonda
dosos fines, será semejante á una mano inhábil obrando sobre
una máquina esquisitamentc trabajada. Pero su parte de la
obra, —es decir, las leyes jenerales de la naturaleza i de
la Providencia —continuará en acción, ya sea que cooperemos
ó que nos opongamos. No nos corresponde á nosotros decir
con elpsalmista —"Despiértate, por quó duermes tú, oh Se
ñor?"—porque no es el Señor quien duermc.sino nosotros mis
mos.
La verdad jeneral aquí enunciada, puede encontrar sus ilus
traciones i analojías en todas las faces de la naturaleza. Pro
— 309 —

pondré solamente un ejemplo único. Al labrador se le promete


que no le faltarán las épocas de sembrar i de cosechar; i en
cumplimiento de esa promesa, se abren las fuentes de la lluvia
para saturar la tierra de abonos; el sol proyecta sobre la tierra
sus benéficos rayos, i la rica tierra, i la mas rica atmósfera,
están prontas para transformarse en verdura, flores i fruta;—
pero si el labrador no sabe derramar la semilla en la estación
debida ni cultivar la mies como conviene, en vano los segado
res visitarán los campos.
Para toda el África i el Asia, la naturaleza ha hecho su obra
por mués de años; i todavía las miserables jcneraciones nacen,
sufren i perecen como otros tantos emjambres de insectos en
las riveras del Nilo i del Canjes. Ni revela la naturaleza sín
toma alguno de impaciencia por su demora;—con terrible tran
quilidad ella espera verlos realizar su parteen la obra.
La primera cosa que se ha hecho para nosotros, según los
designios de la naturaleza i de la Providencia, es la creación de
los niños en un estado de completa ignorancia i con susceptibi
lidad de educación. Si los niños nacieran con caracteres com
pletamente formados,—con opiniones definitivamente hechas
sóbrelos asuntos posibles, i armados desde los pies á la cabeza
para su defensa; — si las criaturas, tan pronto como saben ha
blar, se convirtieran repentinamente en partidarios feroces,
entonces la naturaleza hubiera hecho toda la obra, i no nos
hubiera dejado nada para que nosotros lo hagamos; mas aún,
en ese caso, ella hubiera obrado de manera que nos fuese im
posible entrometernos en la parte práctica. Pero apenas de-
ponde menos del lenguaje de la familia, cuál de los idiomas
do toda la tierra ha de aprender el niño mas fácilmente, que
respecto de las opiniones de la familia, cuál haya de adoptar
sobre una gran variedad de los mas importantes asuntos. Por
eso os que encontramos que los hijos de paganos casi sin ex
cepción son paganos, los <le mahometanos, mahometanos, i de
los católicos i protestantes, católicos i protestantes respecti
— 310 —
vamente. Depende de la residencia en una latitud ó lonjitud
particular, cuáles son los objetos naturales que un niño haya
de conocer; i uno que naco en la zona frijida, será tan poco
acostumbrado á los hábitos sociales, como á las producciones
naturales déla tórrida. I finalmente, de los ejemplos i de las
instituciones entre las cuales se cria un niño, cuáles serán sus
mas tempranas, i probablemente sus mas duraderas impresio
nes respecto á las grandes realidades de la existencia.
Aqui tenemos, pues, una amplia esfera para el ejercicio de
nuestra influencia. Debiéramos transportar nuestros mejores
sentimientos, trasplantar nuestras mejores ideas i hábitos en
las absorventes facultades del alma de la niñez. Es deber nues
tro separar en nuestro espirita i conducta, lo justo de lo in
justo, é inocular solamente aquello en el espíritu i en la con
ducta de los niños. Entonces, la fuerza de la costumbre los
ayudará en el cumplimiento de aquellos deberes, á cuya ejecu
ción, en nuestro propio caso, el hábito puede haber contraria
do. Es un admirable proverbio aquel que dice: "feliz del hom
bre cuyas costumbres son sus amigos." Si alguna vez pudié
ramos saber que somos infalibles en todas las grandes cuestiones
que pertenecen á nuestro destino temporal i eterno, entonces
podría ser nuestro deber inculcar en los niños nuestras opinio
nes, autoritativa i dogmáticamente, é insistir en que ellos las
aceptasen i se conformasen á ellas; pero como nunca podemos
saber en esta vida, con absoluta i positiva certidumbre, que
tenemos razón en tan graves cuestiones, es nuestro primero i
mas alto deber despertar en sus corazones el sentimiento de la
verdad, inculcar la caridad ó instigar á su persecución, donde
quiera que se encuentre, i enseñarlos á abandonar todas las
demás cosas, aun sus mas queridas opiniones, por el amor de
esta virtud. Aquellos que implantan en el ánimo de la niñez,
que una opinión cualquiera es mejor que la verdad, cometen el
mas abominable sacrilejio.
El desamparo completo de los niños, por un largo período
— 3H —
después de su nacimiento, es otra circunstancia que escapa
nuestro control, i que, sin embargo, es la que merece la mayor
consideración moral. Bajo un punto de vista se puede decir
que los niños poseen su mayor poder en este mas débil período
de su existencia; —poder que, —por mas paradójico que parez
ca,—tiene su orijen en el desamparo, i por lo mismo, dismi
nuye á medida que adquieren fuerza. El Dr. Tomas Brown ha
dicho con mucha belleza, que «una criatura, cuando haya lle
gado á la edad viril, no puede, aun entonces, por las órdenes
mas imperiosas que dirija á los esclavos mas serviles, ejercer
una autoridad mas absoluta, que aquella que, en los mismos
primeros tiempos de su vida, cuando unos cuantos gritos inde
finidos i las lágrimas eran su único lenguaje, ejercía una in
fluencia irresistible sobre corazones cuya existencia misma
ignoraba.» Puede añadirse, que no se han hecho jamás bajo el
terror de la rabia de un déspota; bajo el soborno de los honores
i la riqueza; bajo el temor de las torturas de la muerte; ni se
han sufrido mayores sacrificios, que por aquellas desamparadas
criaturas, quienes, para todos los propósitos de una utilidad in
mediata, son tan completamente inservibles. Todos, á no ser
los mas ínfimos salvajes, vuelan al socorro i se despedazan en«
presencia de los sufrimientos de la infancia. Dios ha adaptado
de tal manera su solicitud inconsciente á nuestros impulsos
irresistibles, que ellos, en su debilidad, tienen la prerogativa
del mando, i nosotros el instinto de la obediencia. Era, pues,
una sabiduría suprema no confiar el destino de la infancia á.
ningún acto de la voluntad, ó á nociones de conveniencia por
nuestra parte; sino, por la leí soberana de la constitución hu
mana, hacer de nuestro saber i poder siervos de sus inarticu
lados mandamientos.
A medida que desaparece este poder del desamparo, la cria
tura comienza á despertar nuestro interés i simpatía por mil
atractivos personales i formas de belleza. La dulzura de los
labios que nunca pronunciaron una mentira; la sonrisa que se
- 312 —

celebra las primeras emociones del amor; la intensa curiosi


dad al contemplar los colores brillantes i las formas que hieren
su imajinacion; la mirada que reúne los elementos, cuyo gran
dioso esplendor i majestuosidad pintó Rafael i describió Ho
rnero; la imajinacion plástica que fuiuh las sustancias sólidas
de la tierra para amoldarlas de nuevo en formas de belleza:—
¡qué Roschild ni qué Creso pueden comprar esto!
!Cnán baratos i cuan bellos son también los goces de la ni
ñez! Paley, hablando déla, evidencia de la bondad de Dios,
dice-, "que hai siempre algún punto brillante en la perspectiva ;
algún "úniéo ejemplo," por el cual cada hombre sc-cncuentra
mas convencido, que por lodos los demás reunidos. Por mi
parte, añade, me parece ver la benevolencia de Dios mas cla
ramente en los placeres de los niños, que en ninguna otra cosa
del mundo. Los placeres de los adultos pueden ser considera
dos como cosas que ellos mismos se han procurado en parte,
sobre todo, si para obtenerlos ha habido alguna industria, ó
invención ú ocupación; ó si se fundan, como la música, la pin
tura etc., en algunas calificaciones de su propia adquisición.
Pero los placeres de una criatura sana, están tan manifiesta
mente provis-tos por otro para ella, i la benevolencia de la pro
visión es tan incuestionable, que todo niño que yo veo jugando,
proporciona a mi espíritu una especie do evidencia sensible
del dedo de Dios i de la voluntad que lo djrije." A la edad de
dos ó tres años, antes que un niño haya visto jamás un libro
de chistes, ¿de dónde viene su risa alegre que regocija á los
demás, á la vez sin costo ni precio? ¿De dónde viene esa corrien
te de alegría que brota murmurante de su corazón, á seme
janza del agua lanzada de una fuente? Ese niño de cabellos do
rados, ¿cómo vino él á ser tan lleno de música i de poesía
como un libro de cánticos? ¿Quién encarceló una escuela de
baile en cada uno de los dedos de sus pies, que le envia de la
tierra con pasos rebotantes? ¡Qué harpa eólea encuentra en él el
viento? I no es la música solamente que rovela en su seno,
- 313 —

porque si su leve contacto juguetea con sus cabellos, ó roza su


faz, la gravitación lesuelta,—va flotando i navegando, como si
su cuerpo fuera una pluma i su alma el zéüro que jugueteaba
con ella. En verdad la mitad de sus disgustos provienen deque
los vientos, los pimpollos, las flores, la luz, —que son otros
tantos dedos de la mano de la Providencia,—todos procuran
tocar al mismo tiempo en él diferentes acordes. Estos placeres
provienen de la.esquisita obra del Creador, antes que la igno
rancia i la maldad del hombre hayan tenido tiempo para tur
barlos;—fluyen espontánea é inconscientemente, como el canto
de un pájaro ó el perfume de una flor.
Aun para aquellos que no tienen hijos propios,—á menos de
ser, como lo cspresa el Apóstol, "sin afecciones naturales,"—
aun para estos, el asombroso progreso do un niño en el saber,
en el poder i en la afección, deja descoloridas todas las demás
maravillas. ¿Quién vio jamás á un miserable tan pagano, tan
sin alma, que al escuchar el alegre canto ó gritos de un grupo
de niños risueños, no olvidara su misantropía para galvanizarse
conesclamaciones de gozo? ¿Qué orador ó poeta posee una elo
cuencia tan insinuante, que penetre en el ánimo con tan rápida
i sutil electricidad, como la lágrima de compasión de un niño
por los sufrimientos ajenos, ó su ceño de indignación al pre
senciar una injusticia? Un niño es tanto mas que un milagro,
en cuanto su crecimiento i futura felicidad son las únicas cosas
dignas de que por ellas se hagan milagros. Dios no hizo al niño
parala tierra ni para el sol, sino que hizo la tierra i el sol co
mo un andador i una lámpara con el objeto de sostener sus
pasos i de alumbrar su camino, solo durante unos cuantos de
los mas tempranos años de su inmortal existencia.
Veis, amigos mios, que al hablar de la belleza de los niños
i de su poder para cautivar i subyugar todos los corazones á una
servidumbre voluntaria, me he servido solamente de pronom
bres masculinos,—refiriéndome al sexo mas fuerte i sufrido ;
—porque, ¿con qué ardor i melodía de lenguaje puedo yo bos
— 314 —

quejar la visión de una joven i bella hija con todos sus hechi
ceros encantos? ¿Con qué arte májico puede refinarse el or
dinario material de palabras i convertirse sutilmente en color
i movimiento i música, hasta poder pintar la lozanía i fres
cura de su salud « anjelicalmente sonrosada»; —hasta poder
trazar esos movimientos que tienen la gracia i la libertad de
la llama, i reproducir las dulces i cariñosas notas de un espí
ritu todavía flamante por haber venido recien de los manos de
Aquel que la creó? ¿Quién, sino un divino artífice, pudo refi-
nar las cuerdas vivas de su voz, para producir espontáneas i
arrobadoras armonías? ¿Qué fuente de llamas sagradas en
ciende i nutre la luz que arde en las puras profundidades de
sus pupilas, i enciende sus mejillas con los colores de una
mañana perpetua, i despide auroras de su rosagante rostro ?
I Oh ! no profanéis este último milagro de la fábrica celeste
con espectáculos ó sonidos de impureza terrestre ! Mantened
una vijilancía vestal en torno de su modestia innata ; i que
sus seductores sean anonadados como por el efecto de venga
dores rayos. Ella es el mosaico de encantos de la naturaleza.
Mirada, como miramos un objetó de la historia natural,—
una gacela ó un jacinto, —ella es un imán para sacar el dolor
de un corazón lacerado. Mientras la miramos i la estrecha
mos extasiados á nuestro pecho, casi temblamos de temor de
que repentinamente ella despliegue sus alas para elevarse á un
mundo mejor. Pero, amigos mios, i Con qué emociones
debiéramos temblar cuando nuestros pensamientos pasan del
presente á lo futuro,—cuando meditamos en la posibilidad
del mal,—asi como del bien, que ahora, sin que ella sepa
nada, queda oculto en la historia venidera de su espíritu, —
ahora oculto, pero que lesera revolado tan pronto como su pe
queña i delicada forma se haya desarrollado hasta la altura de
la pubertad, i su espíritu haya adquirido la consistencia i el
poder que se manifiestan en este interesante' período de su
vida! Cuando reflexionamos, por otra parte, en que este objeto
— 318 —
casi de nuestra idolatría, puede recorrer la vida compartiendo
la suerte de los desgraciados, sirviendo á los menesterosos,
redimiendo á los criminales, haciendo á los viciosos lamentar
la felicidad que han perdido por abandonar la virtud; i
mientras anda santa é inmaculada interpuesta entre Dios i los
hombres, algún cántico celestial parecerá mol u lar á su alre
dedor himnos de paz i de felicidad ; ó, por otra parte, que
desde las tenebrosas fuentes de un corazón corrompido, ella
despedirá un veneno secreto i sutil, comparado con el cual,
todos los demás venenos del mundo son inofensivos; cuando re
flexionamos que ella puede llegar á ser tan pronto una ú otra
cosa, la pluma se cae de la mano i la lengua se queda pegada
al paladar, mientras el corazón, henchido de esperanzas i á la
vez sobrecojido de temor, pasa de la acción de gracias á la
oración, i de la oración á la acción de gracias.
Pero resta aun mencionar la mas notable i asombrosa pro
visión que se ha hecho en el orden de la naturaleza i de la
Providencia para el bienestar de los niños. Reflexionad por
un momento, amigos mios, cómo ha acontecido que las suce
sivas jeneraciones de niños, desde Adán hasta nosotros,—cada
uno de los cuales era enteramente incapaz de proveer para
si ni un solo dia,—¿cómo ha acontecido que estas sucesivas
jeneraciones han sido regularmente sostenidas i continuadas
hasta el dia de hoi, sin intermisión ó fracaso? El Creador no
dejó estas exijencias periódicas i continuas sin su adecuada
provisión—porque ¡cuan universal i cuan fuerte es el amorá
los hijos en el pecho paternal ! Este amor es el gran recurso,
—el complem«nto de todas las demás fuerzas. Estamos acos
tumbrados á considerar el derecho a la propia conservación
como la primera lei de la naturaleza ; todavía, cómo la do
mina i la menosprecia este amor á los hijos 1 Para rescatar á
su hijo, la madre atreviesa una muralla de fuego, o se hunde
en el abismo insondable ;—ó, si debe ser consumido por las
llamas ó dormirse en el profundo, lo estrecha contra su
- 3IG -

pedio i perece con él. Eslc impulso materno, no lanío sub


yuga á si mismo, sino que desconoce i olvida completamente
la propia existencia ; i si la madre posejese mil vidas, las des
preciaría todas por el bienestar de sus lujos. ¡Desconsoladas i
enlutadas madres llorando un hijo perdido! Contemplad la vasta
procesión que alcanza desde los periodos mas lejanos de la raza,
basta aquellos que aún permanecen llorando sobre las diminu
ías tumbas que lian absorbido sus esperanzas; ¡cuan poderoso
es el testimonio que dan de la fuerza de esc instinto que Dios
lia inoculado en el corazón de las madres ! I no es solamente
en la raza humana que domina este amor á los lujos. Todas
ias especies de la naturaleza animada están sujetas á esta in
fluencia. Inspira audacia á las razas mas tímidas de la natu
raleza animal, i rinde al amor á las mas ferocps. Para espresar
su fuerza i vijilanciase dice que la liebre, se duerme siempre
con los ojos abiertos en la guarida donde reposan sus hijuelos;
que el pelicano destruye su pecho con su propio pico i derra
ma su .sangre i da su vida para alimentar ;'i sus polluelos. El
águila hambrienta se apodera de su presa con sus garras i la
lleva á su elevado i escabroso nido, i aunque chille de hambre,
no la probará mientras no estén satisfechos los aguilucho?; ¡
la sedienta leona lleva los despojos de la selva á su guarida, i
no apaga el fuego de sus abrasados labios mientras no se ha
yan hartado sus cachorros. I así, desde la raza primitiva,
desde Adán i Eva, ya sea do animales ó de hombres que vinie •
roñal mundo completamente formados por las manos de su
Creador,—descendiendo por todas las jeneraciones sucesivas
hasta los presentes moradores de la tierra, —ha cobijado i
mantenido celosa vijilancia este poderoso instinto del corazón
materno, nutriendo su debilidad ó instruyendo su ignorancia,
hasta el día de su madurez, cuando llegó su turno para con
firmar esta gran lei de la naturaleza del amor á los hijos.
Esto, amigos mios, no es sentimentalismo. Es la contem
plación do una de las mas divinas faces de la economía de la
- 317 -

Providencia. Fue con los fines mas sabios que el Creador


ordenó, que cuando el hijo de cada uno, según su especie, fuese
dado á luz, —en esa mismísima hora, sin premeditada volun
tad de su parte, — naciera i ardiera en el pecho de los padres,
como si fuera de los mas íntimos recesos de la naturaleza, un
nuevo i supremo impulso,—impulso que penetra en el alma
como un fuerte invasor, conquistando, revolucionando, con
virtiendo antiguos dolores en placeres i antiguos placeres en
dolores, hasta dejar cumplida su gran misión. De este esla
bón fue suspendida la existencia misma de las razas. Por eso
es que la Presciencia divina lo hizo bastante fuerte para sos
tenerlos todos;—porque en vano se hubieran abierto en el
pecho materno las fuentes de la vida, si una fuente de amor
mas fuerte aún, no se hubiera abierto en su corazón.
Quisierais concebir una idea mas completa de cu&n insopor
table tormento i desgracia seria la educación de los niños, si en
vez de hacerse encantadores por estos hechizos del amor ma
ternal, hubiese sido meramente mandada por la lei i forzada
con penas i penitencias; — quisierais, digo, concebir mas
plenamente esta diferencia?— comparad los sentimientos de un
esclavócrata (un miserable aborrecido de Dios i de los hom
bres), comparad, digo, los sentimientos de un esclavócrala,
que cria niños para el mercado, con los sentimientos de una
madre esclava, en cuya persona está ultrajada esta sagrada lei
del amor paternal. Si uno de estos condenados niños, poruña
causa cualquiera, llega á ser raquítico i enfermizo, dando prue
bas de frustrar la codicia qucorijinó su vida, ¡con que amargas
emociones lo mira el dueño! Él piensa en el dinero empleado,
en una mercadería invendible que le ocupa lugar, en la cuenta
de ganancias i pérdidas; i tal vez medita secretos proyectos de
dar un fin violento á un objeto tan inútil, para evitarse mas
gastos. Pero qué placer indecible esperimenta la malhadada
madre en cuidarlo i acariciarlo, entreteniendo las enemigas
horas; i, por que tal es la imparcialidad de la naturaleza, si ella
— 318 —

puede hacerle olvidar un dolor, ó arrancar una nota de alegría


de su enfermizo físico, su negro pecho palpita con un rapto
de placerían vivo, como jamás dilató el pecho de una réjia
madre, cuando debajo de un dosel i entre cortinas de oro, cria
ba al heredero de cien reyes.
En el hombre civilizado i en el cristiano, este instinto natu
ral se eleva á un sentimiento santo. Al principio, es verdad,
nace esta ciega pasión del amor maternal ansioso por el bien de
la criatura, entusiasmado con sus placeres i atormentado con
sus dolores. Pero este vehemente impulso, fuerte como es, no
le incumbe ejecutar la obra por si solo. Concita i suplica á
todas las mas nobles facultades del alma, para que se hagan
sus consejeras i aliadas. Invoca el ausilio déla conciencia, i la
conciencia le estimula á hacerlo todo i sufrirlo todo por el
bienestar del niño. Por todo tropiezo, la conciencia reconvie
ne, reprende, lamenta, amenaza, castiga. Es egoísmo i no
conciencia, en el padre que dice á su hijo—"Tú me debes tu
existencia i tu capacidad." La conciencia hace que el padre
diga al hijo-.—"Yo te debo á tí mi existencia i mi capaci
dad. Soi yo quien ha producido una chispa que ha de quemar
con la fuljencia celestial, ó arder con funestas llamas. Soi yo
quien ha evocado de la nada desconocidas é incalculables capa
cidades de felicidad i de miseria; i á mí me incumbe hacer todo
lo que humanamente sea posible."
Ni se limita á la conciencia este amor á los hijos. Milita en
su favor el sentimiento jeneral de la benevolencia, —la benevo
lencia, ese divino sentimiento que se regocija con los goces, i
sufre con los sentimientos de los otros. El alma del hombre
verdaderamente benévolo, na parece residir mucho en su propio
• cuerpo. Su vida, en gran parte, es el nuevo reflejo de las vidas
de otros. Trasmigra a sus cuerpos, ó identificando su existen
cia con la de ellos, encuentra su propia dicha en aumentar i
prolongar sus placeres, i en estinguir ó mitigar sus dolores. I
de todos los lugares en que trasmigra el corazón benévolo, es
— 3(0 —

en el niño en quien encuentra la recepción mas halagüeña,


en quien mas le complace prolongar su residencia.
Lo mismo puede decirse de otro sentimiento, —sentimiento
cuyos mandamientos son mas autoritativos que los de ningún
otro, que siempre despierta á las dormidas facultades de su cri
minal reposo,— quiero decir, el sentimiento relijioso, la con
ciencia del deber para con Dios, —este también viene en pro
tección de la afección paternal; i apela á toda la naturaleza en
lenguaje tan temible, como aquel que hizo temblar el campa
mento de los Israelitas al pió del Sinai. Este sentido del deber
para con Dios, obliga á los padres á contemplar á la criatura en
sus relaciones morales i rclijiosas. Dice-, "por mas diferentes
que seáis ahora de vuestro hijo,—vosotros fuertes i él débil;
vosotros instruidos i él ignorante; vuestra intelijencia capaz
de dominar el pasado i el futuro, i él igualmente ignorante
del ayer i del mañana, —todavía en algunos pocos años, desva
necerá toda esta diferencia; i una de las mas grandes diferen
cias restantes entre vosotros i él, será aquella que vuestra
propia conducta para con él haya causado ó permitido. Si, pues,
Dios es la verdad, si Dios es el amor,—enseñad al niño á buscar
sobre todas las cosas, la verdad i á abundar en el amor."
Todo esto, pues, amigos mios, se ha hecho en el orden común
establecido en la naturaleza, para el bienestar de nuestros hi
jos. La naturaleza suministra una fuerza perenne, inagotada,
inagotable, que reaparece cuando quiera i siempre que exista la
relación paternal. Nosotros, pues, que nos hemos empeñado en
la sagrada causa de la educación, estamos en el derecho de
considerar á todos los padres, como personas que han dado re
henes á nuestra causa; i tan pronto como podamos hacerlos
comprender la verdadera relación en que ellos i sus hijos se
encuentran con respecto á esta causa, se harán para su progre
so, abogados mas ardientes i mas devotos que nosotros mismos.
Tenemos á todo padre obligado por un vínculo mas fuerte i fiel
que las promesas i juramentos,—por una conexión establecida
*
— 3¿0 —

por el cielo, que ningún poder humano disolverá. Si los padres


quisieran suministrarnos un memorial de sus pensamientos
Íntimos, cuan vasta porción de aquellas emociones i pensa
mientos solemnes que se agrupan en la mente en la soledad de
las altas horas de la noche i que llenan sus horas de ansiosa
contemplación; cuan vasta porción de aquellos habrían de en
contrarse que tienen por objeto el bienestar de sus hijos ! Sin
duda la parte principal de sus mas preciosos goces, proviene de
la inmediata ó futura felicidad de sus hijos;— i, oh! cuan á me
nudo mirarían como escoria todas las riquezas, como vanidad
la fama, i como nada la vida misma, si pudieran reproducirla
mirada de la inocencia de la cuna en el rostro del calavera que
yace en su ataúd!
Entre algunos padres, por supuesto, estos placeres i- penas
constituyen una proporción mucho mayor del bien i del mal
que entre los otros;—i éntrelas madres, jeneralmente, mucho
mayor que entre los padres. Tenemos la evidencia de este su
perior apego de la madre en aquellas sobrenaturales enerjías,
que ella desplegará para arrancar á su hijo del peligro; lo sa
bemos por las vijilias i ayunos que pasará para salvarl j de los
tormentos de las enfermedades, ó para apartar los dardos de la
muerte;—cuando en medio de todas las atracciones del mundo,
su vista enclavada en su corazón, reside en un solo punto de él ;
lo sabemos por sus agonías, cuando por último entrega á su hijo á
una temprana tumba; Jo sabemos por las lágrimas que asoman
á sus ojos, cuando después del transcurso de muchos años, al
gún amigo repite fortuitamente su querido nombre— i lo sabe
mos por la perturbación i ruina del entendimiento á veces
producida por la pérdida de un hijo; —todos estos tal vez son
caracteres escritos por el dedo de Dios en la naturaleza huma
na, por los cuales sabemos que los padres están constituidos i
predestinados para ser los amigos de la educación. Serán sus
amigos, i tienen que serlo, tan pronto como una ilustración
mayor les haya demostrado la indisoluble relación que existe
entre la educación i le felicidad.
- 321 -

He hablado hasta aquí, amigos inios, do lo que se ha hecho


para nosotros en el orden establecido de la naturaleza i de la
Providencia, por lo que respecta al bienestar de nuestros hijos.
Pero aquí llego ya al punto opuesto, i debo hablar de nuestra
parte en la misma obra; de aquellos deberes que el Creador nos
ha impuesto. Aquí, pues, es deber mió esponer el mas grande
de todos los errores cometidos con respecto al mas grande de
todos los asuntos, i seguido por calamidades proporcionales.
Dos grandes calidades son igualmente necesarias para la
educación de los niños-.—el amor i el saber. Sin el amor, todo
niño seria mirado como un estorbo, i seria desechado tan pronto
como hubiera nacido. Sin el saber, el amor arruinará á todo
niño. La naturaleza suministra el amor; pero no suministra el
saber. El amor es espontáneo, el saber se adquiere solamente
por el estudio i el trabajo, por la observación mas atenta i la
reflexión mas profunda. En esto, pues, consiste el error mas
fatal: —los padres se dan por satisfechos con el sentimiento del
amor; no se dedican á la adquisición del saber que es necesario
para guiarlo. Año tras año, por miles i decenas de miles de
dias se abandonan á este delicioso sentimiento, pero nunca gas
tan una hora en estudiar las condiciones que son indispensables
para su satisfacción.
En cuanto á la condición física del niño,— su crecimiento,
salud i lonjevidad, — estos dependen en gran medida déla salud
i el trato que se da la madre antes de su alumbramiento. Des
pués de nacer, depende, no solamente de la vitalidad i tempe
ratura del aire que respira, del vestuario, de la alimentación i
del ejercicio, sino en ciertas proporciones i relaciones que estos
objetos tienen unoscon otros. Ahora bien! clamor paternal
mas tierno,— amor que se quema como el incienso en el aliar,
por un niño idolatrado, durante un cuarto ú medio siglo,— nunca
enseñará á la madre que el aire que respiramos consta de dife
rentes ingredientes,— que uno de ellos sostiene la vida, i que el
otro la destruye,—que cada aspiración que hacemos, cambia
— 322 —
el elemento que sostiene la vida en otro que la destruye; i que,
por lo mismo, debe renovarse perpetuamente el aire que respi
ramos. El amor nunca enseñará á la madre cuales son los ma
teriales ó el tejido del vestido, que tienen las propiedades condu
centes ó inconvenientes para diferentes climas ó para las diferen
tes estaciones del año. El amor no es químico ni fisiólogo, i por
consiguiente, jamas comunicará á la madre conocimiento al
guno de las cualidades químicas ó vitales de las diferentes
clases de alimentos, de la naturaleza ó funciones de los órganos
dijestivos, de las susceptibilidades del sistema nervioso, ni en
verdad, de ninguna de las diferentes funciones de que depen
den la salud i la vida. De ahí resulta, que la mas cariñosa, pero
ignorante madre, visitará durante las frías noches de invierno,
el reducido aposento de su hijo, i llenará toda hendidura ó
grieta, le ahogará con tantas cobijas, cuantas envuelven á una
momia ejipcia; i así le acarreará una consunción ó una tisis,—
fruto del amor! O envolverá su pescuezo con lindas boas,
hasta que, en algún momento de transpiración las arroje de si,
para morir en seguida de la tos convulsa. O cousultará los inü-
nitos deseos del apetito de un niño, en vez de los poderes finitos
de su estómago, mimándole hasta que languidezca, á punto de
sumeijirle en un estado continuo de sufrimiento é imbecilidad,
ó llega á ser estúpido i tonto por una vida de induljencia sen
sual.
Una madre tiene su primer nacido, á quien ama locamente,
pero por algún error fatal en su trato, ocasionado por su ig
norancia, muere en la primera hermosa hora en que debiera
abrirse la flor de la existencia, secado como las fragantes flores
de la primavera, por un hielo intempestivo. Otro niño es con
fiado á sus cuidados maternales, i en lo intimo de su corazón
dice,-—"amaró á este mas que al primero," pero no es amor
lo que mas necesita la criatura,—necesita mejores conoci
mientos.
Es el vasto campo de la ignorancia en lo relativo a estos
— 323 -

asuntos, en donde medra i enriquece el charlatanismo. Nadie


que sepa algo de los órganos i de las funciones del sistema hu
mano, i de las propiedades de aquellos objetos déla naturaleza
con los cuales ese sistema se relaciona, puede oir á un charlatán
discurrir sobre las maravillosas virtudes de sus específicos, ó
leer sus avisos en los diarios,—en los cuales, fraudulentamente
para el hombre e impíamente para con Dios, promete vender
un "Elixir de la vida," ó el "Balsamo de la Inmortalidad," ó
las "Pildoras de la Resurrección,"—sin menosprecio por su
ignorancia ú aborrecimiento de un crimen. Si el charlatán pu
diera suministrar sus específicos al gran enemigo,—la Muerte,
—entonces, en verdad podríamos esperar vivir para siempre.
¿Y cuál es la consecuencia de este exeso del amor i falta de
conocimientos en los padres? Mas de una quinta parte—casi
una cuarta parle, —de todos los niños que nacen, mueren antes
de llegar á la edad do un año. Una quinta parte ha muerto
antes de alcanzar la septuajésima parte del término de la exis
tencia. ¿Qué diría el labrador ó el pastor, si él perdiera una
quinta parte de 'sus corderitos ó cabritos, antes que hubiesen
llegado á la septuajésima parte del término natural de la vida?
I antes de la edad de cinco años, mas de una tercera parte de
todos los que n'iccn de nuestra especie, ha vuelto otra vez á la
tierra, —habiendo muerto la gran mayoría de ellos, de esa mas
. fatal i común de todas las epidemias, —el amor paternal igno
rante. ¿Qué suma inconcebible de ansiedad por la salud i la
vida de los niños, cuánta angustia por pérdida de deudos que
ridos podría ahorrarse; cuánta alegría podría ganarse por con
templar la rozagante belleza i la clástica salud de la niñez, si
los padres, i sobre todo, las madres, leyesen obras como las
delDr. Combe sobre los principios de la Fisiolojía aplicada á
la Salud i á la Educación; i sobre la Dijestion i la Alimenta
ción; del Dr. Brigham sobre la Excitación mental; ó los Medios i
fines de la Señorita Sedwick; i, —si han de servir de estorbo para
la adquisición de estos conocimientos—arrojad al fuego ó la
basura á Cooper, á Buhver, á Maryatt i á Boz.
•*- 324 —

Si ascendemos del tratamiento del cuerpo á la dirección i cul


tura de la naturaleza intelectual i moral, son tanto mas gran
des las calamitosas consecuencias de la ignorancia, cuanto mas
importante es el espíritu que la materia, — porque el mal oca
sionado por la ignorancia está siempre en proporción del valor
del material en que se trabaja. En cuanto al progreso del niño
en el saber i en la virtud, ¡con qué espontaneidad de vigor se
despiertan los impulsos paternales! Buscan, desean ansiosa
mente, oran por su bienestar, por su renombre mundano i por
su escelenda moral, — para que pueda crecer, no solamente en
estatura, sino en favor para con Dios i con los hombres. Estas
afecciones paternales le vijilan; se atormentan por el progreso
en el buen camino i por apartarlo del malo. Pero todas estas
afecciones son impulsos ciegos, no saben, no pueden imajinar
una sola medida por la cual hayan de alcanzar el objeto que
morirían por obtener. El amor á las criaturas no tiene conoci
miento de los cuatro temperamentos,— sanguíneo-, bilioso, lin
fático i nervioso,—6 de sus diferentes combinaciones, i el
diferente curso de tratamiento que el predominio de cada uno
de estos temperamentos exije. El amor á los niños no sabe man
dar, á fin de asegurar el hábito de una obediencia inmediata i
voluntaria, —Ja obediencia, en primer lugar, ala autoridad pa
ternal, después á los dictados de la conciencia, cuantío se haya
desarrollado esa facultad, i á las leyes de Dios, cuando les hayan
sido enseñadas. El amorá los niños no sabe de qué manera ni
en qué grado debeinflijirse el castigo; ni conciliar la inflexibi-
lidad de los principios con el cambio délas circunstancias. No
comprende los momentos favorables cuando el espíritu está dis
puesto a recibir las semillas Je sentimientos jenerosos, nobles,
devotos, ó cuando, por otra parte, ni los principios mas santos
debieran ser mencionados. Todo este inapreciable é indispen
sable saber proviene de la lectura, del estudio, de la observa
ción, déla rellexion, déla previsión; -nunca viene, nunca puede
venir del instinto ciego ó sentimiento del amor paternal. De
— 3-25 —
ahí proviene que aquellos padres que mas quieren á sus hijos,
no son los que mejor los educan. Aun mas, si el amor no está
acompañado del saber, precipita la ruina de su objeto. Este re
sultado puede esplicarse en una sola palabra. El niño tiene
apetitosi deseos sin conocimientos. Estos, no estando domina
dos, todos tienden á eácederse. Piden demasiado alimento,
vestido, libertad, autoridad i cosas por este estilo. El niño tiene
una multitud de propensiones egoístas, que, no estando equi
libradas por sentimientos elevados, le arrastra á actos irrespe
tuosos de orgullo, crueldad é injusticia. Ahora, el dictadodel
amor indiscreto en el padre, os ayu.hr al niño á realizar sus
deseos. He ahí que el poder del padre suple la debilidad
del niño para procurarse los madios de alhagar susexajerados
deseos; i así, ese amor que la naturaleza designaba como su
bendición, llega á ser su perdición. ¿Qué observador intelijen-
te no ha visto á los padres correr ai primer llamamiento de un
niño, remover todos los obstáculos de su camino, i apresurar
sus lentos pasos á la ruina?
Dice Salomón esplicitamente i sin calificación,— "Encaminad
al niño por la senda que debe seguir, i cuando sea viejo NO SE
APARTARÁ DE ELLA» . Ahora, si esto es cierto, entonces es un corto
i clarp silojismo, que si los hombres se apartan del camino que
debieran seguir, no fueron, cuando niños, conducidos por él.
Otomad al dicho solamente co:no una proposición jeneral,—
uno que ha de ser aplicado á la gran mayoría de casos,—i se
sigue igualmente que si los hombres jenera'mente se apartan
del camino por el cual debieran marchar, entonces jeneral-
menle no fueron encaminados por él. Según la mas libre inter
pretación de esta sentencia, Salomón debe haber querido decir
que hai poderes, facultades, capacidades jenerosamente con
cedidas al hombre por la Providencia, en virtud de las cuales,
cuando se ha van desarrollado i aplicádoseal objeto de la educa
ción, los niños, jeneralmente, cuando lleguen á ser hombres,
marcharán i obrarán, i les gustará marchar i obrar, como es
— 326 —
debido. Ni la mas lata interpretación puede escapar á esta infe
rencia, ¡todavía, con esta autoridad de la Sagrada Escritura
por delante, en cuanto á lo que puede hacerse, cuan á menudo
la mala conducta de los hijos hace descender al sepulcro las
prematuramente encanecidas cabezas de sus padres! Con toda
jeneracion reaparecen entre nosotros las artes del fraude, la
mano de la violencia i los pies lijeros para correr á derramar la
sangre. Ni se limitan los actos punibles i las vidas abandonadas,
solamente á familiasen quienes el tratamiento de los hijos por
sus padres está caracterizado por una ignorancia grosera ó
impía. Semejantes casos abundan ciertamente, i tan numerosos
son, como para casi reír de desprecio de nuestras pretensiones
de ser un pueblo civilizado i cristiano. Pero cuan á menudo
vemos á niños salir de moradas de padres racionales i piadosos,
donde un amor ardiente i un celo sagrado, trabajos esforzados
que consumen la vida, han sido empleados en ellos; do padres
que han humedecido de lágrimas sus almohadas por la noche,
i que dia i noche han luchado con el ángel de la piedad para
atraer bendiciones sobre sus cabezas,—cuan á menudo vemos
áesos niños desbordarse en locuras i lanzarse por caminos que
conducen rectamente áalgun precipicio de destrucción; i aun
que sus padres, parientes i amigos los persigan, procurando
atajarlos antes de llegar al borde del abismo; i se junten en
largas filas i se paren con los brazos estendidos i voces supli
cantes á fin de detener su fatal carrera,—todavía, reuniendo
fuerza i velocidad, las víctimas los atrepellan con gran ímpetu,
i se sumerjen en el abismo de la perdicionl Sin embargo, si
hai alguna verdad en la sentencia do Salomón, estas victi
mas,—por lómenos lamayor'parte de ellas,—hubieran podido
salvarse, i se habrian salvadoj.indudablemente, si el saber de
los padres hubiera sido igual á su amor. Plegué á Dios que al
decir estas cosas, yo no clave un dardo en el corazón de ningún
padre; —con mas fervor todavía digo, — quiera Dios que una
consideración oportuna de estas verdades, pueda apartar todo
dardo dedolor del pecho de todo padre!
- 327 —

El amor innato que los padres sienten por sus hijos, es sola
mente uno de entre una larga serie de deseos naturales, estando
todos sujetos á las mismas condiciones. La naturaleza en cada
caso suministra al deseo, pero nos deja á nosotros la adquisi
ción del saberque es necesario para guiarlo. Nos deja controlar
i regular los deseos de manera, que á la larga puedan recibir la
mayor suma de satisfacción. Esta verdad es susceptible de la
ilustración mas estensa. Sin embargo, el tiempo me permitirá
solamente aducir unas cuantas analojías.
Todos los hombres nacen con el deseo del alimento, [ero to
dos nacen sin conocimiento alguno de la agricultura ó de las
artes ó implementos de la caza, con cuyos medios puede obte
nerse el alimento. Los salvajes del mas ínfimo grado sienten
una hambre ó sed natural, tan viva como la de los hombres
civilizados del orden mas elevado; pero el salvaje no sabe cul
tivar las delicadezas del jardín, del huerto, de los sembrados
de trigo, del pastoreo ó del ganado. Por eso es que viven de
aquellas raices ó de la carne cruda que se pueden procurar en
el vecindario do su cueva ó de su toldo. Pero el saber, —una
intelijencia escitada i cultivada, ha estado trabajando en pro
del hombre civilizado; en obediencia á sus mandamientos, la
tierra abunda en frutos deliciosos; los valles con riqueza, i el
Océano llega á ser su tributario; en fin todos los campos déla
naturaleza están convertidos en un gran laboratorio para pre
parar dulces i fragancias i sabor para su voluptuosa mesa. Re
cibimos de nuestro Creador el apetito perfectamente desarro
llado; pero él nos deja á nosotros mismos descubrir los medios
i procedimientos para satisfacer agradablemente este apetito.
El resultado de todo nuestro saber sobre este asunte, está es
presado en el proverbio común que dice-, "el hombre moderado
es el mayor Epicuro;"— es decir, que la mayor suma posible
de satisfacción del apetito de comer i beber será disfrutada por
el hombre templado;— conclusión mui contraria á la que su-
jiere el mismo apetito.
— 328 -

Otro tanto sucede con respecto al amor á la belleza. La na


turaleza concede este sentimiento á toda la raza en mayor ó
menor grado. Pero su cultivo, la preparación de todos los ob
jetos á propósito para agradarle, —la arquitectura, la pintura,
la escultura,— todo esto tuvo orijen en el arle i el jénio, en la
aplicación de una ciencia de nuestra propia adquisición. El
novio indio herido de amor, i procurando hermosear el ama
rillento ídolo de sus afecciones, unta su cara con ocre, rojo ó
amarillo; pinta su cúliz, i en vez de joyas, le pone al rededor
de su cuello un collar formado de uñas de oso. A consecuencia
de poseer un conocimiento uu poco mas elevado, nuestra idea
de la belleza se eleva uno ó dos grados tal vez sobre la del bár
baro. De ahí proviene que procuramos vestir á un objeto
querido, con ropas finas i con púrpura liria, i con artefactos
de sedado colores ricos i gustosos; i en vez de uñas de oso, lo
adornamos con collares de perlas i diamantes. Cuando el jéne-
ro humano tenga la dicha de estar dotado de un conocimiento
mas puro i elevado, que identifique los tipos de belleza con los
de escelencia, entonces nuestro ideal, avanzando -con la lei
que avanza, exijirá como precio de su admiración adornos mas
ricos que los que pueda suministrar el Ofir ó el Golconda;
exijirá la frescura i la elasticidad de la salud completa, mane
ras que provengan de la inocencia i del entusiasmo, i un sem
blante tan marcado con los reflejos de pensamientos puros i de
hechos benévolos, como para presentarse con todas las condi
ciones de un radiante i sagrado jeroglífico del amor i del deber.
Entonces, nuestra elevada idea de la belleza rechazará la agre
sión de adornos estraños.
Del mismo modo, el amor á la propiedad, al que con otro fin
me he referido ya, es común á todos. Hai un deseo innato de
las conveniencias, de las comodidades, de la elegancia, de la
independencia que confiere la propiedad. Pero los hombres no
nacen con una sola panícula de los conocimientos de los me
dios ó instrumentos por los cuales puede adquirirse la propie
— 329 —

dad. I todos sabemos cuan ciertamente un hombre que obre


con ciega sujeccion á sus deseos, sin conocimiento alguno de
los medios adecuados, trac la ruina sobre sí i sobre su familia.
[Cuántos conocimientos son necesarios, qué largos cursos do
estudios previos i de aprendizaje son requeridos pora preparar
¿ los hombres para las profesiones liberales, para el comercio,
paralas manufacturas i ks artes mecánicas! ¿Quién confiaría
sus bienes á un negociante que no sepa nada de las leyes del
trauco, de la oferta i de la demanda en el mercado, de mercados
preferibles, estaciones del ano, ect? ¿Qué variedad i ostensión
de conocimientos preliminares, respecto á los modos i proce
dimientos deben poseerse antes que las mercancías del indus
trial ó manufacturero puedan producirse? Suponed á un joven
de veinte á veinticinco años que ha empezado á criar su fami
lia. Suponed al mismo tiempo que haya heredado cien mil
pesos. Él procura satisfacer su instinto paternal educando sus
hijos, i trata de beneficiar su propiedad comprando un esta
blecimiento de manufacturas; — pero ni sobre el asunto de la
educación, ni sobre el de manufacturas ha pensado ni leido
jamás, ni recibido ninguna especie de instrucción. ¿Cuánto
tiempo pensáis, amigos míos, seria necesario antes que la mas
perfecta maquinaria jamás construida por la habilidad humana,
fuese destruida ó despedazada bajo su ignorante dirección;
los mejores algodones echados á perder i toda su fortuna disi
pada? Sin algunos conocimientos del arte de fabricar, apenas
sabría el movimiento que debiera dar 5 las ruedas de su ma
quinaria; no ssbria alimentarla debidamente, ni el orden i la
sucesión en que debiera llevar el material de unn parte á otra.
Sin conocimientos también, conducirá la educación de sus
hijos tan ruinosamente, como sus intereses pecuniarios. Si
desconoce los diferentes temperamentos que sus hijos puedan
tener,— el linfático, el sanguíneo, el nervioso i el bilioso,—
cometerá errores tan grandes en las cuestiones de alimentación
i ejercicio, de educación moral é intelectual, de estimulo ó de
— 330 —

restricción mcutal, como si procurase tejer cáñamo con una


máquina de seda. Si no sabe el orden en que la naturaleza de
sarrolla las facultades, una en pos de otra, cometerá el. mismo
error que si pusiera la materia prima en la máquina derefinar,
i en seguida la llevara á las máquinas preliminares. Si me es
permitido prolongar la comparación, agregaré que para alimen
tar la maquinaria en un período cualquiera de la obra, con una
cantidad lan exesiva de materia como para obstruirla i aho
garía, este solamente seria un ejemplo igual al error mui co
mún de los que dan á los niños lecciones mas largas que las
que pueden aprender de una vez. Del mismo modo, el preo
cupar la intelijenciade los niños con motivos impropios á fin
de acelerar su progreso, es un error mucho mayor que lo seria
hacer funcionar una máquina aumentando la cantidad de agua
ó el poder del vapor, hasta dejar torcidos todos los ejes de la
máquina, relajadas todas las correas i sueltos todos los torni
llos. Semejante ridículo empírico, traería la depravación i la
ruina sobre los departamentos mecánicos i educacionales de su
empresa.
En esto consiste la grande i Ja única diferencia entre
los dos casos. Cuando los efectos de una fábrica han sido
echados á perder por un ignonmle, cuando los metales se
convierten en escoria por defecto de la fundición, cuando el
vestuario se destruye en la fábrica, cuando una casa se des
ploma ó un buque se inutiliza,—remos el mal que se ha hecho
i los materiales que han sido desperdiciados. Entendemos lo
suficiente para saber lo que debiera haberse hecho, i para
compararlo con lo que se ha hecho. Pero ningún hombre
intelijente puede dudar por un momento, que las intelijencias
de nuestros hijos ;—esos tesoros de valor inestimable,—son
corrompidas i devastadas en manos de los padres ignorantes,
en grado igual por lo menos, á lo que serian los materiales
terrestres mas preciosos en manos del industrial mas torpe.
Pero no son todos los hijos, ni aun la mayoría de ellos, los
- 331 -
que puedan ser comparados con alguna propiedad con las
estructuras mecánicas, ó con aquellos materiales flexibles i
dáctilos que se convierten en hermosas formas en manos del
intelijente industrial. Los niños, formados en la prodigalidad
de la naturaleza, dotados para ejercer poderosas influencias
sobre la raza, no son pasivos ;—estando todos dotados de fuer
zas vitales suficientes para llenar sus fines. Sus almas grandes
i fervientes, fueron creadas para fundir i amoldar opiniones,
códigos, repúblicas, así como se funden i purifican en la
hornaza los metales crudos i primitivos. Para las naturale
zas sensitivas i susceptibles de los niños, un tocamiento
brusco es como una lanzada ; una palabra hiriente, es una
brasa de fuego. Por una fuerza puramente innata i espon
tánea, sus vehementes pasiones se elevan á un grado tal de
exaltación, que si no las apaciguan todas las artes suaves i
apacibles, si no las guia una suma sabiduria, se convierten en
azotes, en vez de ser los bienhechores del jénero humano.
Semejantes naturalezas se consideran los mas ricos dones de
la Providencia á nuestra raza,—creadas para grandes emer-
jencias i empresas, que encuentran ó preparan ocasiones para
acometer hechos inmortales ;—como Moisés, despreciando el
poder de los reyes i dando !a libertad á un pueblo cautivo; ó
como Pablo, hablando con enerjia indomable i haciendo
temblar á los potentados. Sin embargo, cuan pocos padres
saben, ó han procurado jamás saber dirijir estas almas impe
tuosamente fogosas 1 Cuántos padres consideran la fuerza
física como el único antagonista i correctivo de la fuerza
espiritual, — ignorando, á la verdad, que en un grado no
pequeño, son cantidades inconmensurables ! i Cuan pocos
reflexionan que un niño puede ser tanto mas fuerte que los
padres en sus pasiones, cuanto mas fuertes son ellos que él
en sus miembros ; que la sabiduría en ellos, es el único ver
dadero correlativo de la voluntad en él ; i que la prudencia i
la discreción en la predisposición de las circunstancias, son
— 332 —

en miles do casos, el eficaz preventivo de la necesidad de!


castigo en lo sucesivo. Si un hombre emprende temeraria
mente servirse de materiales que están espuestos á una com
bustión espontánea, sin conocimiento alguno de las condicio
nes que están i-cguras de enjandrar la llama, ¿debiera él
quejarse de las leyes de la naturaleza, ó de su propia igno
rancia, cuando sufre un incendio? Sabemos cómo un hom
bre intelijente i circnnsp?clo pasará su vida en la manufactura
ó en el transporte de pólvora sin accidente alguno; mien
tras que un zopenco celebrará su primer dia de servicio con
una esplosion.
Amigos mios: ¿no es incrciblc que un padre jamás pro
curara manejar i dirijir esa tremenda fuerza,—el alma de un
niño,—sin haber tratado primero de adquirir algún conoci
miento de sus diferentes atributos, de las facultades que
tienden á ensalsarla ó rebajarla, de las relaciones reciprocas
que existen entre ella i el mundo al que ha sido introducida,
i de la manera en que sus maravillosas capacidades pueden
desarrollarse armoniosa i bellamente, i santificarse santa
mente? Contemplad esa realidad diaria de la vida,— la cual,
si no fuera tan familiar, habríamos de considerarla el espectá
culo mas encantador de este mundo de penas, —el de una
joven madre estrechando contra su seno á su primojé-
nito, mientras la luz i la sombra que cruzan su rostro,
revelan las infinitas esperanzas i temores que alternan en su
corazón. ¿Cuál seria la paz, el placer, el lujo, la fortuna, la
salud, la vida, que ella no enajenara, si pudiera obtener del
cielo un signo que le asegurase, que su hijo llegaría a la edad
viril, i á medida que se robusteciese físicamente, crecería
también en el favor de Dios i de los hombres? Mas aun ¿hubo
algo en la educación de esta madre, existe algo en las ocu
paciones diarias de su vida, ó en el tono i en las costumbres
de la sociedad, que la induzca á liarse en la promesa, que
« si conduce á su hijo por la senda en que debiera encami
— 333 —

narlo, cuando sea viejo, JAMÁS SE APARTARÁ DE ELLA»? Si


las hospitalidades de su casa lian de ser ofrecidas á un huésped
distinguido, — mas aún si ella ha de preparar solamente una
colación de bizcochuelos para una tertulia, no deja de exa
minar algún manual de cocina ó recetas manuscritas, no sea
que convirtiera sus ricos ingredientes en un manjar desa
brido; pero sin haber leido jamás un solo libro sobre la
cuestión de educación, sin haber reflexionado jamás, una
hora siquiera sobre este gran tema, sin haber procurado
conversar sobre él con una persona intelijente, emprende
mezclar los elementos terrestres i celestiales de la instrucción
en el alma de ese niño, de tal manera que sea adoptado para
cumplir con todos los deberes del mundo i para gozar de to
cias las bendiciones del cielo. Cuando la joven madre tiene
ocasión de escribir las iniciales de su nombre en los lienzos de
su casa, ¿no consulta ella el modelo estudiado en sus dias
juveniles, á fin de que cada puntada esté colocada en orden i
con regularidad? Sin embargo, esta misma madre, todavía se
entrega á la casualidad i á la ignorancia ciega cuando tiene
que grabar caracteres inmortales en las eternas tablas del al
ma. Para bordar una vestidura terrestre se necesita conoci
miento i ciencia ; pero ni el uno ni la otra se considera
necesario para el debido adorno de la vestidura imperecedera
del alma. La joven madre parece creer que ella ha cumpli
do todos sus deberes para con su hijo, cuando le ha bautizado
George Washington Lafayette, ó Evelina Enriqueta Augusta;
pero no consulta ni libros ni amigos para saber por qué pala
bras sagradas de consejo ó de impulso puede bautizarle comu
nicándole así una vida de sabiduría i de santidad. ¿Es de
estrañar, pues; es de extrañar, pues, que los hijos, cuando en
vejecen se dispersen por todos los caminos antes que marchar
por la senda que debieran seguir?
Si el vehemente pero ciego amor á los hijos, inspirado por
la naturaleza, no es ilustrado i guiado por el saber, el estudio
- 334 -
i la reflexión, conspirará seguramente contra sus propios
impulsos. De ahí la frecuencia i la significación de ciertas
espresiones usadas por jentes sencillas i rústicas, pero dotadas
de buen sentido común: — «Habia demasiados pavos reales
donde se crió ese muchacho»; ó «La pobre muchacha no
tiene la culpa, porque fue educada como una muñeca ; era
muñeca en la cuna, i lo es en la sala. » —Todos los niños
tienen deseos ridículos, antojos, caprichos, pasiones, para
cuya satisfacción no tienen ni poder ni conocimiento; pero
el atontado padre suministra todo el conocimiento, el tiempo
i el dinero requeridos para satisfacerlos ; i asi, el mayor ta
lento i recursos del padre alimentan las propensiones del
niño, haciéndolas exesivas i predominantes. El amor pater
nal, que fuó destinado por el cielo para ser el ánjel tutelar del
niño, se transforma en un cruel ministro del mal.
Pensad, amigos mios, por un momento, en la maravillosa
naturaleza de que hemos sido dotados, en sus muchas i diver
sas capacidades, i en sus atributos de infinita espansion i
duración. Echad en seguida una rápida ojeada sobre este
magnifico templo del universo, al cual hemos sido traídos.
La Omnipotencia del mismo ser creó a ambos ; i por su sabi
duría, él ha adaptado la habitación al habitante. La inagota
ble variedad de objetos naturales do que estamos rodeados,
las relacionen de familia, de sociedad i de raza, las adorables
perfeccior.es del espíritu divino; son todos medios de desar
rollo, esferas de actividad i objetos de aspiración del alma
inmortal. Para el sustento de nuestras naturalezas físicas,
Dios ha creado la fértil tierra i ha fecundado el campo i la sel
va, el Océano i el aire con innumerables formas de vida ; i nos
ha dicho o tened dominio sobre todo.» Para la educación de
la intelijencia perceptiva, se ha provisto la innumerable mul
titud i diversidad de sustancias, formas, colores i movimien
tos, —desde una gota de agua hasta el Océano; desde el pequeño
cristal que centellea en la playa, hasta el sol que resplandece
en el cielo, i el firmamento sembrado de innumerables soles.
Para la educación de la intelijencia reflexiva, tenemos las in
finitas relaciones de ciencias descubiertas i aun ignoradas,—-
las Enciclopedias de materia i de espíritu de las cuales no son
mas que el alfabeto, todas las Enciclopedias del hombre
que hasta aquí existen. Tenemos simpatías domésticas, re
trospectivas, espansivas é impulsivas hacia el porvenir; i á
estas corresponden los vínculos filiales, conyugales i paterna
les. Debido á nuestro innato sentido de la melodía i de la
armonía, todas las emociones alegres i plañideras, afluyen al
esterior en espontáneos acordes ; i no solo los amigos i los
parientes, sino también la naturaleza inanimada repite en ecos
nuestros pesares i alegrías. A fin de comunicar un placer
inapreciable á nuestra idea de la belleza, tenemos el pinto
resco paisaje, el arco iris, la siempre nueva belleza de la
luna, los esplendores del sol en su aurora i en su ocaso, la
inefable pureza i esplendor de aquel espectáculo celestial,
cuando las auroras boreales i australes vuelan por sobre
el horizonte, cubriendo el vasto cóncavo con sus llamas de
variados colores, como si fuesen una reflexión robada á
la flameante bandera de los ánjeles, cuando la hueste
del cielo se regocija por la salvación de algún pecador
arrepentido. I finalmente, por el desarrollo mas amplio,
por el progreso eterno de aquellos atributos que son
propios del hombre; i por fin, Dios ha provisto abun
dantemente para la pureza de la conciencia, para el amor
á la verdad i para la mas elevada de todas las emociones,
el amor i adoración á nuestro Creador. Ahora viene, por una
parte, la cuestión de la educación,—el niño, con sus múlti
ples i asombrosas facultades, — i por otra parte, esta eleva
ción i profundidad i lo ilimitado de las instrumentalidades
naturales i espirituales, á fin de construir la naturaleza de ese
niño, dándole una capacidad para la comprensión intelectual
del universo, i una semejanza espiritual á su Creador. ¿ I
— 336 —

quienes son aquellos que tienen el coraje de poner sus mauos


temerarias sobre esta santa obra? ¿Dónde ó cuando han
aprendido ellos, ó procurado aprender á contemplar el
desarrollo de las facultades del alma del niño, i á fijarse
en lo que requiere, para entonces recorrer con la vista i
con las manos este universo de instrumentos materiales i
morales, i elejir i aplicar todo lo que se necesita, en el tiem
po oportuno i en la manera mas conveniente? Seguramente
en ningún otro orden de la vida es tan indispensable el sa
ber; seguramente en ningún otro es tan poco buscado. En
ninguna otra navegación hai un peligro tan grande de nau-
frajio; en ninguna otra hai un pilotaje tan ciego.
Pero el padre tiene al niño en sus manos, i tiene que edu
carle i vijilarle. Con este fin, debe aplicar aquellos medios i
motivos que conozca, i usarlos con aquella habilidad que él por
fortuna pueda poseer. En cuanto á la intelijencia, el padre
tiene una noción jeneral de que el niño tiene facultades me
diante las cuales puede aprender, i tiene otra idea jeneral de
que hai cosas que deben aprenderse ; pero al mismo tiempo
ignora completamente el carácter distintivo de las facultades
intelectuales ; los periodos de su respectivo desarrollo ; las
clases particulares de objetos del mundo esterno, i los asuntos
particulares de la especulación filosófica, que están relacio
nados con las facultades particulares i apropiados para des
pertarlas i fortificarlas ; i también ignora todas las circuns
tancias propicias bajo las cuales las facultades i sus objetos
correlativos debieran ser puestos en contacto. En semejante
condición de cosas, ¿ no están en razón de uno al infinito las
probabilidades contra la conveniente educación del niño?
Digo que el padre que nunca ha leido ó reflexionado sobre
este asunto, ignora necesariamente las circunstancias favora
bles bajo las cuales el saber debiera comunicarse á la mente
infantil. ¿ Qué sino una profunda i vastamente diseminada
ignorancia sobreesté punto, puede esplicar el hecho, de que
- 337 -

un padre enviara á su hijo de cuatro años de edad á una es


cuela triste i repugnante, i que lo plantara allí sobre un
asiento que, como los viejos instrumentos de tortura, parece
haber sido inventado, bajo el punto de vista de los conoci
mientos anotómicos, i predispuesto para arrancar dolores i
calambres de toda coyuntura i músculo ? ¿ Qué sino la igno
rancia sobre este punto podría jamás permitir que un maestro
forzase á un niñito á permanecer física i moralmente estancado
por lo menos durante dos horas i media de las tres que hai de
sesión en cada medio día escolar? En nuestras antiguas es
cuelas i bajo nuestro antiguo sistema, ¿no les era negado á los
niñitos, no les era negado el reposo del sueño i el estimulo de
la vijilia? ¿O no estaban sus cabezas, rodeadas á menudo de un
aire tan caliente i seco como el de un desierto africano, mien
tras ¿Bóreas se le permitía apoderarse de ellos por los pies?
i No eran condenados á leer lo que no. comprendían, i á apren
der de memoria reglas arbitrarias de gramática i de aritmética,
que no les eran esplicadas ? ¿ Visitaba el padre la escuela, ó ma
nifestaba interesó simpatía por los estudios del niño? I cuan
do, por último, resultaban el disgusto i la antipatía, cuando
la escuela estaba desierta ó abandonada, los libros tirados á un
lado, i en su lugar eran procuradas escenas de rudos i bullicio
sos placeres, ¿no se justificaba el padre, i no atribuía la culpa
de su propia locura á la naturaleza, diciendo -. «al niño no le
gusta el estudio»?—Pregunto si semejante manera de proce
der, es una prueba leal de la cuestión, si Dios ha creado la in-
telijencia humana para odiar el saber? Con toda seriedad
pregunto, si no sería un esperimento igualmente leal, si un
idiota tomase en una mano á un niño, i en la otra un tarro de
miel, i después de untar con miel las plantas de sus pies i las
palmas desús manos i la nuca, produciendo solamente la re
sistencia i el disgusto, entonces afírmase que á los niños no
les gusta la miel?
Mas fatales son lodavia los errores de la ignorancia en la
— 338 —

educación moral. Todo castigo, por ejemplo, tiene la mas


intima relación con la moral de cada uno ; i todavía i cuan
temeraria i absurda es su aplicación, cuando lo administran
padres ignorantes ó apasionados ! Cuando á un niño se le obli
ga á espiar una mala acción haciéndole aprender de memoria
uno ó dos capítulos de la Biblia, —como han sido obligados
muchísimos niños,—¿ lo hace esto á él amar la razón ú odiar
la Biblia? Guando un padre rico amenaza á un hijo volunta
rioso con desheredarlo ; ¿ tiende la amenaza a hacer que ese
hijo obedezca el cuarto mandamiento, ó hace que el hijo espere
que el padre muera repentinamente de apoplejía, ó demasiado
prontamente para que no le sea posible hacer su testamen
to? Una vez vi a una madre de una numerosa familia, —
mujer que hubiera tenido vergüenza de no poder discutir los
méritos déla última novela,—inducir á su hijito á tomar una
dosis nauceabundade medicina, diciéndole que si no la tragaba
inmediatamente, ella haria venir á su hermanita i se la daría
toda; i tan fuerte se había hecho el deseo egoísta de quitar
algo á su hermanita, que,el pilluelo cerró los ojos, hizo unos
cuantos jestos mui feos, i tragó todo. Cuándo un niño, á
quien no se ha revelado jamás ni una ojeada de la necesidad i
belleza de la verdad, i ve reunirse una terrífica tempestad de
venganza pronta á estallar sobre su cabeza, no es la depra
vación sino simplemente el instinto de la propia conserva
ción lo que le induce á salvarse por medio de la mentira. El
temor físico es uno de los mas ínfimos motivos, ya sea que
miremos el objeto ó al actor. Por lo que se refiere al objeto,
es solamente la parte animal del hombre lo que le está subor
dinado. Por loque respecta al ájente, nadie es tan ignorante
como para no conocer su poder, El hotentote i el esquimal, i
los habitantes de las islas de Jejee, —todos saben que el poder
de inflijir un castigo corporal produce la sujeción ;—mas aun,
cuanto mas ignorante i bárbaro uno sea, tanto mas seguro se
está de que el poder de inflijir el castigo es su único recurso.
— 339 —

Con esto no quiero decir que en el estado actual de la sociedad


este motivo puede ser desterrado de la esfera del gobierno de
los niños ; ó que males peores que este mismo no provinie
ran de su universal proscripción. Todavía, su verdadero lu
gar está ciertamente, en ó muí cerca del último peldaño de la
escala. Puede ser usado con el objeto de evitar un mal, arres
tando inmediatamente al malhechor, pero nunca puede ser
usado como un estimulo para el bien. Otras clases bajas de
motivos consisten en la satisfacción de las pasiones, en la ad
quisición de riquezas, en el amor á la ostentación, en el
deseo de lucir mas que los demás, etc. Un carácter de una
elevada i duradera escelencia no puede ser jamás formado de
ninguna cantidad ó combinación de estos elementos. Si la
distinción es. la única cosa por la cual late el corazón, i si
sucede que yo pertenezco á una comunidad ó á un partido que
reverencia la verdad i la virtud, entonces seré inducido á
íinjir semejantes motivos, i á practicar aquellos actos estemos
que se parecen á la verdad i á la virtud. Sin embargo, aun
entonces, la apariencia i no la realidad será mi objeto. Pero
si me paso á otra comunidad ó partido que ejecuta sus medi
das por la persecución i griterías insensatas, ó por la persis
tencia en las mentiras i en las injusticias; entonces, estimu
lado por el mismo amor á la distinción, perseguiré i gritaré
insensatamente, i persistiré hasta el fin en las mentiras i en
las injusticias. Es á causa de una ignorancia prevalente so,
bre la manera de practicar los motivos de h afección filial,
de la justicia, déla benevolencia, del deber para con Dios,
de hacer el bien por el placer íntimo que proporciona el ha
cer el bien ; es á causa de esta ignorancia común, que el te.
mor físico, Jos placeres de las pasiones, la emulación, el or
gullo, constituyen una porción tan considerable de las fuerzas
motrices que ahora se emplean en la educación de los niños.
I todavía falta que hacer creer á los padres, con una profun
didad de convicción que nunca han espcrimentado,que tienen
- 340 —

que sentir, como nunca han sentido todavía, que las mismas
naturalezas infantiles confiadas á su cuidado, pueden educar
niños que serán el honor de su vejez, ó los que harán bajar á
la tumba de pesar sus cabellos grises;— i que en la gran ma
yoría de los casos, estos resultados dependen del conoci
miento ó la ignorancia, de la prudencia ó de la insensatez que
dirijo su educación.
Al esplicar esa parte de la educación que el Creador parece
haber confiado á las manos de los hombres, hasta aquí he sido
inducido á hablar de nuestros deberes como individuos, mas
bien que de aquellos deberes sociales i civiles que nos incum
ben como vecinos ¿ciudadanos.
La primera ojeada sobre nuestra posición social revela uno
de los mas notables ¡significativos hechos en las disposiciones
de la Providencia; i como consecuencia de este hecho, uno de
los mas claros de nuestros deberes sociales. Un padre, por mas
vijilante i devoto que sea, prepara solamente una parte de las
influencias que contribuyen á la educación de su hijo. La co
munidad i la Provincia en que reside, prepara lo demás. La
fuerza unida de todos forma la educación positiva que el niño
recibe. Ninguna persona puede hoi día hallarse en la situación
deAdamiEva, cuando educaban álos dos miembros mayores
de su familia. Sin conocimientos i guiados solamente por la
casualidad ó por su propia sagacidad natural, crearon primero
á un asesino, i luego á uno que temía á Dios. El primero fue
loque llamamos nosotros un niño mimado,—ya sea que fuera
arruinado por la induljencia ó por la exesiva severidad, no lo sa
bemos, i tal vez ambas cosas contribuyeron á este resultado;—
el segundo tuvo la ventaja de un poco de esperiencia paternal.
Pero desde su tiempo, todos los niños están sujetos á influencias
independientes de la familia. De ahí la necesidad de que cada pa
dre investigue, no solamente su propia conducta, sino también
la de la comunidad en que reside. Esa comunidad debe ser mo
ral i ejemplar, á fin de que pueda salvarse. Aqui, pues, aun un
— 341 —
egoísmo ilustrado, coincide con la benevolencia. A fin de pro
curarnos el mayor bien, estamos obligados á hacer el bien á los
demás; porque no podemos estar completamente á salvo, mien
tras ellos estén en mal camino. ¡Cuan gloriosa os esta dispo
sición de la Providencia, que asi concilla el amor propio con
el amor ala raza; disposición que, en verdad, hace que aquel
conspire contra sus propios unes, cuando ios persigue en con
travención á este! El amor á nuestros propios hijos, pues,
debidamente ilustrado, nos induce á interesarnos en la felicidad
de los de nuestros vecinos.
En efecto, algunos de los mas importantes de todos nuestros
deberes, son aquellos que nos corresponden como miembros de
un Estado revestido de la autoridad de lejislar para si mismo.
Si estuviésemos gobernados por otros, sobre sus cabezas recae
ría la responsabilidad de su mal gobierno; pero cuando nos
gobernamos á nosotros mismos i gobernamos mal, unimos en
nuestras personas, tanto el crimen como las calamidades del
mal gobierno. En el estado presente de la sociedad, una edu
cación de carácter elevado, no puede ser umversalmente di
fundida sin la unión de las fuerzas de la sociedad, i una
mancomunidad en su acción. Se hallará que la coopera
ción i la unidad de propósito, aumentan el poder de los ciu
dadanos en la paz, tanto como el de los soldados en la guerra.
De ahí el deber de una acción combinada de parte de la co
munidad en lo relativo á esta materia. Pero una acción
combinada nunca puede tener efecto, con ningún propósito
ó fin útil en un pueblo libre, si este no está en perfecto
acuerdo i en estrecha unión, es decir,—donde la acción de
grandes números está de por medio, —si carece de lei. Délos
lejisladores, pues, depende una obligación de indecible magni
tud i santidad; i el que eluda este deber, ó lo cumpla infielmen
te, ó lo pervierta con algún propósito siniestro, es enteramente
indigno de la honorable posición del lejislador. ¿ I porqué de
biera un lejislador rebajar constantemente su carácter hasta el
— 342 —
punto de nivelarse con un azotador, de un carcelero i de un
verdugo? ¿Porqué, teniendo la cabeza de una Gorgona i lle
vando látigos en la mano, pasaría por delante de la comunidad,
solamente como un vengador del mal, i no como el promotor '
el remunerador del bien? Si el terror i la retribución son sus
atributos mas elevados, entonces su puesto no es mas honorable
que el del bedel que azota ó el del verdugo que decapita. Un
lejislador digno de este nombre, debiera buscar el honor i la
veneración, pasando por entre la sociedad mas bien como mi
nistro de beneficencia, que como el espectro del terror. De
biera reflexionar que nuevos i mejores resultados en la condi -
cion del jénero humano, han de adquirirse por nuevas i mas
sabias medidas. No debemos pedir al cielo la aniquilación de
la raza presente i la creación de otra nueva; por el contrario,
debemos averiguar los medios de renovar i redimir al jénero
humano, i poner en práctica los que nos han sido dados ó los
que la veracidad de Dios se ha comprometido a darnos, siempre
que por nuestra parte cumplamos con las condiciones previas
á su recibimiento.
¿Recordáis, amigos mios, ese memorable incendio que tuvo
lugar en la ciudad de Nueva York en el año de 1835? Estalló
en el corazón de ese gran emporio,—lugar donde los comer
ciantes, cuya riqueza era como la de los principes, — ha
bian reunido sus tesoros. En pocos lugares del mundo se
hallaba acumulada una masa tal de riquezas. De cada conti
nente, i de todas las islas de los mares, los navios. hablan traido
allí sus ofrendas tributarias, á punto de que parecia ser un de
pósito común de las naciones,—la caja fuerte déla opulencia
del mundo. En medio de estas riquezas estalló el fuego. Con -
tinuó con violencia entre dos i tres dias. Por encima, la bóveda
celeste estaba llena de aterradoras tinieblas; por debajo, las
'lamas eran de una inabordable intensidad de luz i de calor; i
tal fue la inclemencia de la estación i la furia de los elementos,
que todo el poder i el arte humanos, parecían como vanidal i
— 343 —

nada. Sin embargo, situado en el centro mismo de esa confla


gración, había un edificio contra el cual azotaba en vano la
tempestad de fuego. Todo al rededor, desde puntos elevados á
la distancia, desde las torres de los templos i las azoteas de las
casas, miles de los habitantes contemplaban aterrorizados el
horrible espectáculo; i creían,—i con mucha razón,—que era
una escena de universal é inevitable estrago. Pero á medida
que alguna rápida corriente de viento contrario surcaba el
centro de ese mar de llamas, ó una ancha ráfaga derribaba sus
orgullosas crestas, allí, intacto entre las ruinas i recto entre
los que se desmoronaban, estaba ese solo; edificio. I cuando
por último la devastación cesó, i los hombres recorrían de nue
vo apesadumbrados esas calles que poco antes recorrían alta
neros; allí permanecía ese solitario edificio ileso entre la deso
lación circunvecina;—desde los fundamentos hasta el techo
intacto;—i sobre los tesoros que se habían confiado á su pro
tección, no había pasado el olor del fuego. Allí permanecía
como un hombre honrado en las calles de Sodoma. Ahora,
¿porqué sucedía esto? Era construido del mismo material,—
de ladrillo i argamasa, de fierro i de pizarra,—que miles de
otros á su alrededor, cuyos sustentáculos no eran ahora sino
escombros, i sus contenidos cenizas. Ahora, ¿porqué sucedía
esto? Fue edificado por un artesano. FUE EDIFICADO POR UN AR
TESANO. El hombre que levantó esa estructura sobreviviente,
conocía la naturaleza de los materiales que usaba; conocía el
elemento del fuego; conocía el poder de la combustión. La fi
delidad segundó su conocimiento. No puso en la construcción
estuco en vez de granito, ni madera en vez de fierro. No estaba
satisfecho con los adornos esteriores, con comizas lujosas,—
obras quebradizas como el pan de jenjibre; pero profundo en
todos sus ocultos cimientos,—en el interior de sus paredes i en
todas sus secretas coyunturas, —donde jamás alcanzaría la
vista humana su compacta albañileria,—lo consolidó i lo ase -
guró i lo concluyó hasta dejarlo inespugnable al fuego,—infu-
- 344 -

sible en aquel volcan. I asi, oyentes míos, los padres deben


hacerse artesanos en la educación de sus hijos. Deben saber
que por la naturaleza i la constitución misma de las cosas, un
carácterelevado i duradero no puede formarse por la ignoran
cia i la casualidad. Deben saber que ninguna habilidad ó poder
humano jamás puede colocar los imperecederos cimientos de
la virtud, sirviéndose de los viles motivos del temor i el orgu
llo de la superioridad i el amor al aplauso i á las riquezas del
mundo, como no es posible construir un edificio material á
prueba del fuego i de las tempestades, sirviéndose de paja i
caña!
Bien, pues, mientras este asunto de la educación no haya
sido mejor estudiado i mucho mejor comprendido que hasta
el presente, no puede haber seguridad alguna para la for
mación de almas puras i nobles; i aunque la criatura que
nazca ho¡ pueda resultar un Abel, todavía no tenemos segu
ridad de que no llegará á ser un Cain. Hasta que los padres
aprendan á conducir á sus hijos por el camino que debieran
seguir,—hasta que aprendan lo que es ese camino,—las sendas
que conducen i bajan á las rejiones de la destrucción, han de
continuar siendo muí frecuentadas;— el padre cegado de amor
sentirá las congojas de la desobediencia i la relajación de su
hijo, i la madre verá á la hermosa criatura á quien estrecha á
su corazón, convertirse en una serpiente enroscada i morder
el pecho en el cual fue amamantada.
Hasta que la milésima i la diezmilósima jeneracion no haya
pasado, la Divinidad puede continuar haciendo su parte de la
obra; pero si nosotros no hacemos también la nuestra, la obra
jamás se acabará, — i mientras no se acabe, continuará cor •
riendo el rio de las lágrimas paternales. Los padres, no como
Rachel, llorarán á sus hijos porque existen, i no por haber deja
do de existir;—ni tendrán consuelo mientras no aprendan que
Dios, en su infinita Sabiduría, ha llenado el universo de leyes
inmutables,— leyes cuya observancia i aplicación puede pro
— 345 —

ducir las formas mas elevadas de bondad i de felicidad; i en


su infinita Piedad, ha suministrado los medios por los cuales
esas leyes pueden ser conocidas i obedecidas ; pero él ha dejado
á nosotros su conocimiento i aplicación, ó el sufrimiento de las
indecibles consecuencias de la ignorancia. Todavía cuando ha
yamos aprendido i obedecido á esas leyes, —cuando la naturale
za inmortal del niño haya sido sometida á la acción de aquellas
influencias,—cada una á su debido tiempo,— que han sido
providencialmente preparadas para llevarlo por el camino que
debiera seguir, entonces podremos estar seguros de que Dios
cubrirá su espíritu con un traje de amianto, para que no se
corrompa, i de asbestos para que no se consuma, i que podrá
caminar por los estanques de la contaminación i por Jas hor
nazas de la tentación del mundo, i salir blanco como el lienzo
que ha sido lavado por el batanero, i puro como el lingote de
oro de Olir, que ha sido reünado en el crisol del fundidor.

IMPORTANTE DISCURSO

Buenos Aires, Diciembre 23 de 1872.

Al Señor Director del « Boletín de las Bibliotecas Populares »,


D. Pedro Quiroga.

Inclusa encontrará Yd. una copia del discurso pronuncia


do por el Sr. Wood, con motivo de la inauguración de la Bi
blioteca Popular del Rosario. Creo que Yd. baria muy bien
dándole cabida en ese periódico.
De Vd. atento y S. S.
N. AVELLANEDA.
— 346 —

EL JUBILEO INTERNACIONAL EN HONOR DE LA PAZ,


The \vorld.'s Peace Jubilee

CONFCBENCIA LITERARIA LEÍDA EN LA BIBLIOTECA POPULAR POR


TROS B. WOOD, EL 30 DE NOVIEMBRE DE 1872

Señores-.
Guando acepté el honor con que se me distinguió por la co
misión directiva de la Biblioteca Popular, de tomar parte en
estas conferencias, esperé poder ofrecer algo mas conforme
con el espíritu científico i filosófico que ha dominado las bri
llantes elucubraciones de mis ilustrados predecesores en esta
popular tarea, como también algo que fuera mas digno de la
confianza de la comisión, que los párrafos sencillos que siguen.
Pero exijencias perentorias de imprescindibles deberes, no me
han permitido la satisfacción de mis deseos. Sin embargo, á
fin de no enervar el loable ánimo de los señores de la comi
sión, me he esforzado en cuanto he podido, para presentar la
narración de algunos acontecimientos históricos contemporá
neos, esperando que el interés intrínseco de ellos suplirá mi
insuficiencia inevitable á causa de la premura del tiempo i de la
falta de mi conocimiento en el bello idioma de Cervantes.
El tema de mi narración es un gran concierto de música
vocal é instrumental que acaba de tener lugar en la ciudad de
Boston.
Si esto parece poco digno de una conferencia literaria, yo
debo advertir anticipadamente que las cualidades de este
concierto, i sus relaciones con otros aconleeimientos, son tan
peculiares que lo separan de todas las demás fiestas de esta
naturaleza en el mundo. En verdad, puede decirse que es un
concierto sui generis i sin precedentes en los fastos de la historia
de lasnaciunes.
Un sabio ha dicho que lo vasto es siempre sublime. Sea de
esto lo que fuere, este concierto debe hallarse en todos sentidos
— 347 —

sublime. El número de instrumentos de la orquesta, la mul


titud de cantores del coro, el conjunto de profesores, la perfec
ción de la organización, la cualidad i ostensión del programa,
las asambleas inmensas que han asistido á las funciones, i el
magnifico éxito que ha tenido desde el principio hasta el fin,
son hechos que demuestran la superioridad de este espectáculo
musical i que lo hacen vasto i sublime.
Antes de entrar á su descripción, debo permitirme algunas
observaciones preliminares, bosquejando las fasis de la sociedad
norte americana al respecto, para poner de relieve las propor
ciones i relaciones del acontecimiento, materia de esta confe
rencia.
Ante todo es de notar que el pueblo americano es por esce-
lencia dilelanti. Pobres i ricos, infantes i ancianos cantan.
Profesores i aficionados, sabios ó ignorantes, todos igualmente
cantan. En sus reuniones sociales cantan mas que bailan.
En sus templos cantan mas que rezan. En sus escuelas diarias
y dominicales se enseña mas la música que la doctrina, i se
presta mas atención al canto que al catecismo. Por todas par
tes i bajo cualquier circunstancia se dejan oír himnos reli-
jiosos i canciones seglares. Concedo que esta música universal
no da siempre los resultados mas artísticos. Algunos se atreven
á decir que tiende á degradar el gusto científico, i se apoyan
en la afirmación que América ha producido mui pocos jénios
músicos. No pretendo entrar en esta disputa. Bástame decir
que en estos últimos años se ha convencido al mundo que las
músicas americanas tienen algunos méritos; i la estadística de
la literatura musical demuestra que las obras clásicas tienen
mas aprecio en América que en Europa mismo; mientras que
en cuanto á la música popular no hai ningún otro pais tan
notable como los Estados Unidos. En el campo del estudio
crítico del arte tenemos que ceder á los Alemanes i los Italianos,
pero en el terreno de las músicas para el pueblo, América del
Norte es un verdadero nuevo mundo.
— 348 —

La afición para la cultura musical se manifiesta, no solo en la


tendencia de mezclar el canto con todas las otras cosas, si no
mas particularmente en ciertas reuniones numerosas celebradas
á este solo propósito.
Los aficionados de una ciudad dirijen sus invitaciones á los
de los pueblos vecinos, al objeto de reunirse para tener una
semana de canto; emplean profesores de buen criterio i fama
como directores; ocupan el edificio mas grande de la población
para sus reuniones; consagran el dia para el ensayo i la noche
para el concierto; i asi, no solo deleitan i entusiasman á la mul
titud amante de la música, sino también estimulan el interés i
cultivan el gusto de los aficionados por el arte. Estas reuniones
se llaman convenciones musicales, i á veces alcanzan á unos
cientos de cantores capaces de interpretar la música de los
maestros clásicos. A veces se reúnen en escala mayor, cuando
hai algún gran interés jeneral queda motivo á una solemnidad.
Entonces se llaman festivales decanto, ó jubíleos musicales, i
alcanzan á veces al número de mil ó dos mil voces en el coro, i
cien ó doscientos instrumentos en la orquesta, empleándose
muchos profesores de fama en su organización.
El entusiasmo de estos populares meetings musicales es
siempre grande; su influencia en toda la vida social del pueblo
es inmensa; son peculiares á los Estados Unidos; i deben enu
merarse en la lista de nuevas instituciones de la civilización
que América ha presentado al mundo.
Pero, señores, aquí mi canto, por decirlo asi, tiene que cam
biar su clave. Tengo que recordar que todas las canciones
alegres de mi país cayeron en el tono menor. Por ocho años
la voz de los festivales de canto se calló, i en su lugar se oyeron
solamente himnos fúnebres i gemidos de dolor.
En 1861 estalló la guerra civil, tan súbita i tan inesperada
mente que paralizó el movimiento vital de la población del
pais. La primera sorpresa dio lugar á la realización dolo-
rosa que estaba la nación en una lucha cuyas magnitudes i
— 349 -

consecuencias eran sin igual en toda la historia. El espíritu


diletanti del pueblo, siempre palpitante, todavía se manifestó,
i el campo de batalla, el hospital, i aun las cárceles militares
tenian cada uno su cartilla de música popular. Pero las gran
des reuniones cesaron. Hubo solamente uno que otro concierto
á beneficio de los soldados heridos i enfermos, mas aun en estos
había siempre un elemento de desafinación. Era el acompa
ñamiento mal templado de un rumor bago i majestuoso, como
el del lejano trueno, sintiéndose por todas partes i retumbando
sin cesar,—era el rumor de la marcha i contramarcha de mas
de un millón de hombres armados. E 1 temblor del continente
bajo sus pies i la ajitacion del aire por los choques desús
armas, hicieron imposibles las armonías encantadoras de soni
dos i vibraciones artísticas que solían electrizar al pueblo
americano.
La marcha de los ejércitos continuó por cuatro años, i enton
ces por fin se acabó con la rendición de todas las fuerzas
organizadas de la rebelión, i el establecimiento de un gobierno
militar sobre los estados sediciosos.
Esto se llamó la paz,—pero no era la paz. Después de un
huracán la mar no se calma en un instante. Después del ter
remoto viene la tormenta. Después de cuatro años de guerra
intestina siguieron otros tantos de luchas sociales i luchas
políticas, aveces con intervención de las armas, i siempre con
muchos trastornos de la paz moral. Poco á poco se mejoró el
estado del pais, pero no se consideró que la paz era verdadera
i firme hasta el año 1869 cuando el General Ulises S. Grant fue
instalado en la presidencia.
Grant, después de haber vencido la rebelión i distribuido las
fuerzas nacionales para asegurar el orden del pais entero, había
resignado su espada como Generalísimo de las fuerzas de la
nación. En estas circunstancias se le presentó la resolución
de su candidatura para la presidencia por el gran club electoral
del partido Republicano. En respuesta á esta manifestación
— 350 —

popular, él aceptó los trabajos electorales en favor de su can


didatura, con esta palabra de exhortación á todos sus conciu
dadanos: «Lelusk&vcpeace», Tengamos paz! Estas palabras
electrizaron al pueblo entero. El Sud estaba cansado de luchar
sin objeto, el Norte había ya proclamado á los rebeldes, i toda
nación deseaba, ante todas cosas, la paz. Las palabras de Granl
eran como la voz de un profeta proclamando el gran desiderá
tum de los pueblos americanos; su elección despertó un entu
siasmo que recordaba los felices (lias de Washington; i llegó su
advenimiento al poder á considerarse como la prenda de segu
ridad para el afianzamiento de la paz apetecida por el corazón
nacional.
El corazón nacional se inspiró entonces con emociones que
buscaron su espresion en un grito de gloria! En ese grito la
voz nacional se alzó una voz mas á su tono natural, i se reveló
en un grandioso jubileo de canto.
Este tuvo lugar en el mes de Junio de 1869, en la ciudad de
Boston i por sus proporciones colosales i el magnífico éxito,
espantó al mundo musical. Tenia un coro de diez mil voces,
organizado en sesiones i compañías como los batallones de un
ejército. Los mas notables artistas de ambos sexos, de todas
parles del pai*, i algunos del estranjero, brillaron en sus espe
cialidades mas espléndidas i en combinaciones inauditas hasta
entonces. Tenia una orquesta de mil instrumentos organizada
i dirijida por el mejor talento del país,— con un órgano inven
tado i hecho á propósito, de fuerza correspondiente al coro
tremendo. Mas, lodos estos eran solamente los medios ordi
narios de producir sonidos musicales. El acompañamiento de
aquella ocasión tenia que aumentarse por algo nuevo, de mas
allá de los límites hasta entonces conocidos. Asi se colocaron
cañones en el parque de la ciudad, ligados por hilos eléctricos
con las teclas del órgano, de manera que sus disparos marcaban
los acentos de la música; mientras que otros sistemas de hilos
eléctricos estendidos á todos los campanarios de Boston hicieron
— 351 —

contribuir todas sus voces arjentinas á la armonía inmensa del


concierto. Las funciones tuvieron lugar en un edificio cons
truido á propósito, capaz de contener en su escenario los diez
mil cantores, el órgano, i la orquesta de mil instrumentos.
Por cinco dias consecutivos se verificó el mas rico i variado
programa musical que hasta entonces se habia combinado.
Mas, señores, hasta aquí mi narración es meramente prelimi
nar, porque aquel jubileo de 1869 era solo el ensayo preliminar
del que ha tenido lugar el año preseate. Me apresuro pues, á
llegar á él.
Tres años trascurrieron, años trabajosos, años mui tristes
para los amantes de la paz. Es verdad que no hubo mas la
marcha de guerreros sobre el suelo del pais, pero todavía los
planes sediciosos en los Estados del Sud tenían mucha influencia
i produjeron muchos desórdenes. Al mismo paso, una nación
joven, i poco acostumbrada al peso de obligaciones de deuda,
se encontró bajo la carga enorme de dos mil millones de pesos
fuertes. Cuestiones financieras asi como políticas ajilaron la
nación en gran manera.
En medio de todo esto la disputa de la Gran Bretaña sobre la
cuestión Alhabama se hizo cada vez mas calorosa, cada vez mas
amenazadora. Era una cuestión al mismo tiempo económica
i política, i envolvió todos los elementos mas aptos para irritar
las susceptibilidades de ambos pueblos. Muchos pensaron, á
una i otra márjendel Atlántico, que una guerra era inevitable.
¡Qué guerra habría sido esa, señores! Silenciemos aqui para
dar gracias al Todopoderoso porque la historia no tiene que la
mentar tan luctuoso acontecimiento.
Mas, con todo esto, los elementos de desacuerdo en Europa
se hicieron cada vez mas intransijentes. Los amantes de la paz
en América, ligados por los telégrafos trasatlánticos con los
países europeos tenían un interés en los acontecimientos de allá
que no puede concebirse aqui, donde recibimos las noticias de
Europa con un mes de atraso; i cuando estalló la guerra franco
— 352 —

prusiana ajiló á los Estados Unidos mas que á ningún olro país
del globo, aparte de las naciones belijerantes. A mas de esto
el número de franceses i alemanes domiciliados en los Estados
Unidos alcanza á millones; i los veloces vapores i los telégrafos
eléctricos colocaron á estos como á las mismas orillas de su
patria respectiva, de manera que toda la estension del país era
como las fronteras del Rhin. Merced á la perfección de las insti
tuciones americanas, no tuvieron lugar coaliciones violentas,
pero la exitacion violenta i amarga, que no podia sojuzgarse,
fue el orijen de plegarias por la paz europea tan numerosas en
América como en el viejo mundo.
labora, señores, ¿quién puede figurarse el regocijo cuando
por fin llegó la paz? Yo mismo que tengo tantas i tan íntimas
simpatías por mi patria, no me considero capaz de sentir en
toda su intensidad la alegría nacional que causó la paz entre
Francia i Alemania, porque acostumbrado á conocer los acon
tecimientos europeos, i á sentir las emociones que producen en
los corazones americanos instantáneamente, me encuentro
aquí con tan poca comunicación ya con Europa, ya con mi
patria, que los acontecimientos i las emociones de uno i otro
país naufragan en su larga travesía la mayor parte de su fuerza
excitadora. Sin embargo, yo aquí he sentido, i cada uno de
ustedes ha sentido también, la repercuden del mismo regocijo
al retorno de la paz europea, suficientemente para tener una
idea exacta del grado del sentimiento que se apoderó de mi
patria á fines del año pasado.
A esta idea debemos agregar otra aun mas grande. Cuando
el ejemplo terrible de las dos mas grandes naciones del conti
nente enropeo envueltas en guerra habia excitado mas que
nunca los temores que todos tenían, que las otras dos mas
grandes naciones del globo iban á despedazarse en una guerra
mucho mas temible, entonces,—¡he aquí! el tratado de arbitra-
cion entre los Estados Unidos i la Gran Bretaña, disipando
aquellos temores;—ihé aquí! un triunfo glorioso de los princi
— 353 —

píos del Evanjelio, prevaleciendo sobre los instrumentos de


Satanás, i redimiendo á aquellas dos grandes naciones cristianas
del dominio del espíritu de la guerra;— ¡he aquí una realiza
ción de la antífona prpfética que cantaron los ánjelesdel cielo
al nacimiento de Cristo-. «Gloria á Dios en las alturas; paz en la
tierra i buena voluntad entre los hombres.»
Si á todo esto agregamos el bienestar interno del país, el ani
quilamiento de los elementos sediciosos i de los partidos opues
tos á la unión i la paz, la disminución de los impuestos anuales
en la cantidad de cien millones de pesos fuertes, la amortización
de la deuda nacional á razón de diez i doce millones mensual-
mente,— en fin, la realización de las palabras proféticas con
que Grant fue elevado á la presidencia,—tenemos á la vista las
tres grandes causas de regocijo que conmovieron al pueblo
norte-americano hasta que prorumpió otra vez en gritos de
gloria;—tenemos á la vista la grande inspiración que animó á
los músicos norte-americanos cuando organizaron un nuevo
prodijioso jubileo de canto.
Esta vez no debía ser un jubileo puramente local, sino inter
nacional. Los pueblos de Europa debian ser invitados, i
mediante sus representantes unir sus voces en las cadencias de
los himnos á la paz. ¡Qué concepción tan grande! ¿Cómo se
realizó? Veremos.
El gran centro era la ciudad de Boston, donde tuvo lugar el
jubileo del 69, i el alma mas poseída de ella era la del proyecta-
dor i director del otro, Mr. P. S. Gilmore.
Este hombre, cuyo carácter consiste en una combinación de
simpatía enérjica i música, concibió en medio del primer gran
festival, que debia organizar otro dos veces mas grande.
Habia estudiado todos los planes, conocia perfectamente el
carácter i las capacidades del pueblo americano, i tenia, él
mismo, á masdeunjénio musical de alto orden, larga i severa
esperiencia como director.
Su alma había estado, pues, por mas de dos años madurando
— 354 —

esta idea tremenda, cuando llegó el momento supremo que he


descrito ya. El hombre grande reconoció su oportunidad, i
la oportunidad reconoció § su gran hombre, i espontánea é
irresistiblemente Mr. Gilmore se encontró, á fines del año
pasado, á la cabeza de un ejército musical dos veces mas grande
que el del año 69, organizándolo, ejercitándolo, preparándolo
parala gran campaña en favor de la paz, quedebia verificarse.
Mr. Gilmore se dirijió á Washington i consultó con los repre
sentantes de los poderes estranjeros sobre el gran proyecto; i
encontrando entusiasta apoyo entre ellos, obtuvo recomenda
ciones de las autoridades mas altas i se fue á Europa.
'Llegó primeramente á Inglaterra, i fue recibido con el mayor
agasajo posible por parte de la corte asi como del pueblo.
Pero, tratando de que el gobierno inglés enviase una banda
de música al gran concierto, surjieron graves dudas. Los
ingleses, especialmente en materias políticas, no pueden hacer
nada sin tener algún precedente ;que lo justifique, i aquí no
habia precedente. ¿Quién ha oido alguna vez que un go
bierno haya mandado una banda militar á tocar himnos de paz
sobre un suelo estranjero? Pero el entusiasmo popular en
Londres sobrepujó los escrúpulos del gobierno i exijió que
como garantía de la buena fó de la nación, referente al tratado
de arbitraje, debia enviarse una de las mejores bandas del
ejército del Reino Unido. I asi se hizo con inmensa satisfac
ción de todos los interesados.
En la vacilación sobre cuál banda debia ser enviada, el
Ayudante jeneral de las fuerzas, Sir Richard Airei, informó á
Mr. Gilmore que pensaba primero señalar la banda de la Arti
llería Real, pero después resolvió elejir la de los Guardias
Granaderos, porque aquella tiene el uniforme azul, mientras
que esta lleva el afamado saco colorado que era el uniforme
antiguo del ejército británico durante la guerra de la indepen
dencia americana ; i Sir Richard observó jocosamente que
pensaba que este uniforme seria mas agradable á los americanos !
— 353 —
Esta broma fue bien apreciada á los dos lados del Atlántico.
[Cuan grande es el espectáculo, señores, cuando despueblos
pueden de esta manera hacer hilaridad de^sus antiguas anti-
patins!.
tCuan diferente fue de las anteriores la última invasión del
suelo americano por los sacos colorados! Alabado sea Dios
por la diferencia.
Después de tratar con los mas altos músicos de la Ingla»
térra, Mr. Gilmore se dirijió al continente, i por todas partes
su misión fue feliz.
En Berlín tuvo el raro éxito de conseguir, no solo el acuerdo
del gobierno para que la banda renombrada de los Kaiser Granz
Granaderos fuese enviada al jubileo de la paz, sino también el
permiso del Emperador Guillermo deque su quartette privado
de cornetistas que nunca tocan sino en los soirees imperia
les, participase del festival propuesto. Mas, tiempo me falta
para recordar las visitas del misionero de la paz en las otras
cortes europeas, sus entrevistas con los gobernadores i los
músicos mas eminentes del mundo, hasta que toda la Europa
se entusiasmó con su idea, todos los gobiernos principales se
obligaron á enviar bandas militares para representarlos en la
fiesta internacional, i muchos artistas de nombradia se
comprometieron á asistir. Es verdad que| algunos hablaron
en términos ridículos de Mr. Gilmore i su proyecto, i|él habrá
adquirido el sobre- nombre de Jubileo Gilmore. No obstante,
su honorabilidad, su competencia i su esperiencia eran inne
gables ; i llevando consigo un volumen de ochocientas pajinas
descriptivas del jubileo del 69, i su bolsillo lleno de cartas
de aprobación do todas partes, toda puerilidad desvaneció ;
i cuando él regresó de Europa, el mundo consideró realizado
el gran jubileo internacional en honra de la paz.
Empero, considerarlo realizado i el hecho de su realización
son dos cosas mui diferentes. Una infinidad de trabajo se
presentó á los organizadores de la inmensa empresa. El
— 356 —

edificio del año 69 se había desarmado i se tenia que construir


otro mas grande. Este, con los otros gastos inevitables de
mandaban un capital considerable. Levantar un empréstito
por suscriciones privadas, i organizar los accionistas en
comisiones de varios ramos, era el primer paso. Después
de esto todo siguió con la precisión de un reloj. Se orga
nizaron veinte mil cantores, en ciento sesenta i cinco distintas
ciudades i pueblos, i se ensayaron todos en la misma música
i bajo iguales direcciones. Lo mismo se hizo con los dos
mil instrumentos, una mitad organizada de orquestas i la otra
de bandas militares. Se arregló un programa de la música
de todas las naciones, en una serie de diez i ocho conciertos.
Se distribuyeron todas las partituras de toda esta música entre
los vastos elementos de coro, orquesta i artistas especiales.
Se imprimieron veinte mil ejemplares de los coros en un libro
de ciento setenta i siete páginas, i los repartieron entre los
cantores. Del mismo modo se proporcionaron sus parles á
los departamentos instrumentales. Hicieron construir un
redoblante monstruo con tímpano de doce pies de diámetro.
Edificaron un órgano el mas colosal que conoce la hjstoria,
cuyo mecanismo funcionaba á impulso del vapor. Arreglaron
hilos eléctricos en coneccion con este i con todas las campanas
de Boston, por los que la ciudad entera se convirtió en un
vasto órgano ; para dar fuerza á la armonía se colocaron otros
hilos para el disparo de cañones en los acentos de la música,
como si la voz de las trompas i la vibración de los tambores
no fueran suficientes cuando los instrumentos de la guerra se
congregaron en celebración de la paz, pero las mismas armas
también tenían que dar su testimonio tremendo en el mismo
sentido. ¡Ojalá, señores, que las armas de guerra nunca
tuviesen otro uso sino el de marcar los acentos de los himnos
de la paz! ¡Ojalá para el dia prometido en la palabra divina,
cuando en todas las naciones «de sus espadas forjarán arados,
i de sus lanzas hoces ; no alzará la espada una nación contra
otra, ni se ensayaran mas para la guerra I».
— 357 —
La construcción del enorme edificio empezó en el mes de
Marzo. Quedó solamente el espacio corto de tres meses para
su edificación i preparación completa para las funciones, pues
la fecha de la instalación del jubileo se había fijado para el 17
de Junio, aniversario de la batalla de Bunker Hill. No fue
posible empezar antes a causa del hielo i nieve i del tiempo
siempre inclemente del invierno del norte. I aun entonces
mucha nieve i vientos fuertes impidieron los trabajos, tanto,
que el 18 de Abril recien se empezó á elevar el primero de los
grandes arcos de madera que tenian que sostener el techo. El
tiempo sumamente corto necesitó el empleo de un número
estraordinario de trabajadores, i la comisión encargada de la
construcción del edificio celebraba reuniones diarias para
dirijir sus operaciones. En la noche del 26 de Abril se hallaba
en sesión consultando con los arquitectos sobre la posibilidad
de emplear mas hombres. Reinaba una borrascosa tempestad
que llenó á todos de temor por la seguridad de la obra ya
construida. Por instantes creció el huracán, i por instantes
creció el temor, hasta que esta perplejidad cesó por la triste
nueva de que el edificio se habia caido. Entonces se cayeron
las halagüeñas esperanzas de miles de corazones. Siete sema
nas antes del dia del concierto, el edificio estaba derrumbado
i el terreno lleno de escombros !
Pero, señores, es en momentos trascedentales como este, que
el jénio americano encuentra oportunidad para brillar en su
verdadero esplendor.
La comisión i los arquitectos en reunión se miraron los
unos á los otros, con una fe mutua i una inspiración común; i
sin perder un momento en vacilación, expidió la comisión un
voto de confianza plena en los arquitectos, i se comprometieron
estos á tener pronto en seis semanas, ó antes del 10 de Junio,
un edificio de las mismas dimensiones. Los telégrafos llevaron
estas noticias al mismo tiempo que las de la destrucción del
edificio ya empezado. Los ensayos de los músicos en ambos
— 358 —
mundos no sufrieron parálisis alguna, porque el mundo entero
tuvoconflanzaen los invencibles ywkees. Estos echaron manos
á la obra,—i fue hecha, i el dia de Buncker Hill llegó, i con él
las multitudes, i encontraron todo concluido i hasta adornado,
i preparado para su recepción.
iQué recepción fue esa señores! No tengo mas tiempo que
para recordar que los americanos enviaron una comisión de
cada nacionalidad para agasajar á sus respectivos compatriotas
del estranjero,— ingleses para Mr. Dan Godfrey i su banda de
los Guardias Granaderos; alemanes para Herr Abt, la banda del
Kaiser Franz Tejimiento, i el quarMte del emperador; fran
ceses para Mesieurs Paulus i Maury i la banda de la Guardia
Republicana; austríacos para Johann Strauss i sus músicos de
Viena; en fin—la lista es interminable, —omito, pues, describir
como el Presidente, Gabinete, Ministros extranjeros, Goberna
dores de estados, Mayores de grandes ciudades, i otros muchos
personajes fueron huéspedes de la Municipalidad de Boston, —
paso en silencio el alojamiento de los veinte i dos mil músicos
de coro i orquesta con los centenares de artistas distinguidos
délas partes especiales, —i mas que todo, omito mencionar los
centenares de miles de espectadores que concurrieron de todas
partes de América i de Europa para asistir á las funciones.
La primera de estas tuvo lugar el dia lunes 17 de Junio del
presente año. Este dia se llamó particularmente el día ame
ricano, porque el acontecimiento principal de su programa fue
el debut de la primera banda militar de Washington, i todo fue
dedicado ala celebración de la primera batalla de la revolución,
la de Bunker Hill. El programa correspondió á la ocasión,
música grandiosa i música popular, grandiosa i popularmente
ejecutada, compuso sus partes. La marcha nacional llamada
«La Bandera estrellada» fue cantada por la compañía de artistas
selectos i el coro de veinte mil voces, con la orquesta de mil
instrumentos i la banda militar de mil instrumentos, con acom
pañamiento de órgano, cañones i todas las campanas de Boston.
- 359 —

¡Qué combinación! casi suficiente para despertar al héroe de


Bunker Hill de la paz de su tumbn! Empero podemos imajinar
que él volvería contento á su descanso, sabiendo que era sola,
mente una celebración internacional de la paz que su sacrificio
ganó.
El martes 18 de Junio, se llamó el día ing'és, porque el
acontecimiento principal era la presentación por primera vez
de D. Godfrey i sus granaderos. I este era un acontecimiento
digno denotarse. Después de siete piezas magnificas de música
de los maestros antiguos i modernos, la segunda parte del pro
grama se introdujo por la entrada inesperada de una larga fila
de altos hombres con grandes capas sobre sus cabezas i largos
sacos colorados, marchando paulatinamente uno tras otro por
la avenida central del edificio, i colocándose en un círculo al
frente'de la orquesta. Este movimiento, señores, i los apíausos
frenéticos ó incansables de la asamblea que llenaba el vasto
anfiteatro, constituyeron por si solos la segunda parte del pro
grama. Todos sentían que aquel era el momento supremo del
festival,—era el momento de la confusión en simpatía i amor
de los corazones americano ó ingles;—era la ratificación del
tratado de arbitracion, no por los gobiernos, sino por las almas
de las dos naciones. El entusiasmo se comunicó al coro i
orquesta. La señora de Mr. Lañe de esta ciudad, asi como un
hermano del que habla, fueron miembros del gran coro, i cartas
privadas de ellos me han hecho saber que la excitación de la
asamblea i músicos subió hasta el grado de locura, hasta que el
coro i la orquesta perdieron toda disciplina i se abandonaron
al frenesí jeneral.
Apenas, por fin, logró D. Godfrey calmar la escena suficien
temente para introducir su banda, la que ejecutó algunas piezas
de su propia composición i otras de música clásica.
Después de esto, Gilmore subió á la tribuna, alzó su bastón
i dirijió la ejecución del himno nacional inglés, por coro,
orquesta, cañones, campanas i todo, como un cumplimiento á
— 360 —

los distinguidos huéspedes del dia. Pero la excitación fue


demasiada. Gilmore mismo perdió la exactitud usual de su
májico brazo; la orquesta perdió el compás, i luego el coro, i
al fin de la segunda estrofa del himno, la música se calló. El
auditorio estalló de nuevo en aplausos i exijió la repetición i
conclusión del himno británico. Pero el héroe de la ocasión
fue vencido, —no pudo recobrarse para dirijir la música. Hubo
una crisis verdadera. Mas la suspensión duró pocos momentos.
Súbitamente saltó Dan Godfrey á la tribuna, asumió el mando
de los ejércitos aliados de [ músicos, restableció en un instante
la dirección perdida, é hizo ejecutar victoriosamente todas las
estrofas del gran himno de su patria,— demostrando que, si era
la verdad que los ingleses tuvieron qae venir á América para
oir cantar en estilo propio su himno nacional, tuvieron al
mismo paso que traer un bastón ingles para dirijir la canción!
Pero la galantería de Godfrey tuvo otra sorpresa en reserva.
Al fin de la canción, justamente antes de estallar los aplausos
del auditorio, se volvió de repente con un gran movimiento
de su bastón, señalando á su banda de granaderos, i estos
prorrumpieron en la simpática aria nacional americana,
uHail Columbio, happy Land» , Salve Colombia, Tierra fe
liz ! La concurrencia reconoció el contra-cumplimiento tan
graciosamente improvisado, i no pudiendo contenerse mas,
ahogaron las armonías de la banda en un diluvio de aplausos.
El tiempo no me permite seguir describiendo los otros dias
de este jubileo de las naciones, — miércoles, el dia alemán,
jueves el dia francés, etc., etc., i todos los otros aconteci
mientos trascendentales que tuvieron lugar continuamente;
las pruebas brillantes de los célebres Franz Abt, Johann
Strauss, Bendel, Arbuckle, Wehli, i de las señoras Pescka,
Leutner, Goddard, Kellogg, Rudersdoff, i muchos otros artistas
renombrados. Tengo que sumarlo todo, diciendo que por
diez i ocho dias las funciones siguieron con interés, aumen
tando hasta el mismo fin, i acabaron el cuatro de Julio,
— 361 —

aniversario de la independencia americana, con una celebra


ción apropósito. Figúrense, señores, el gobierno inglés
enviando la mejor banda de su ejército para celebrar la inde
pendencia americana en el suelo americano 1
I figúrense las bandas militares que recien agotaron su
aliento para estimular la matanza de sus semejantes, dando
inspiración diabólica á multitudes frenéticas de antipatía i
odio, ahora uniéndose fraternalmente para aumentar las ala
banzas de la paz ! Figúrense el alemán al lado del francés,
el italiano al lado del austríaco, el inglés al lado del americano,
todos confundiéndose en simpatía i armonía común I Es una
simpatía, señores, que desciende del cielo, porque no surje
del corazón frájil del hombre. Es la armonía de los ánjeles
que celebraron con un jubileo de canto el advenimiento del
principio de la paz.
Aquí concluyo con tres palabras.
He dicho que el pueblo norte -americano es sumamente di-
letanti. Creo que lo he demostrado. El gran jubileo de la
paz lo demostró á todo el mundo. I ahora yo diré el secreto
de todo esto. En América del Norte, la música, como todas
las otras cosas, ha caído de las manos de los profesores en las
del pueblo. La música, pues, como la educación, es popular,
es natural, es útil, i por estas razones es capaz de nuevos re
sultados que son imposibles bajo el sistema antiguo.
Mas, señores, este jubileo demuestra igualmente otro punto
importante, — el pueblo norte-americano es sumamente pa
triótico.
Tiene media docena de himnos nacionales, los que tienen
que repetirse perpetuamente en todas las grandes funciones.
Diré el secreto de esto también. En América del Norte el
gobierno ha caído de las manos de los gobernantes en las del
pueblo. El gobierno, pues, es popular, es natural, es libre,
es fuerte, i por estas razones responde á toda exijencia, i es
capaz de cualqaier progreso.
— 362 —

I finalmente, señores, el gran jubileo de la paz demuestra


que el. pueble norte-americano es sumamente relijioso. So
cantaron mas himnos cristianos que arias patrióticas. Tres
cuartos del libro de los coros se ocupan de músicas de esta cla
se. Cada función terminó con un canto relijioso impreso en el
programa del dia, en el cual todo el auditorio fue invitado á
tomar parte! Así es que en todas las grandes reuniones,
cantan siempre himnos relijiosos. I asi es también que en
todos respectos la relijion viene á ser, no meramente un pri-
vilejio del templo, sino un elemento de la vida privada i pú
blica, individual i social. ¿I qué es el secreto de todo esto?
Lo mismu que el de los otros casos. En América del Norte
la relijion ha caído de la mano de !og sacerdotes en las del pue
blo. La relijion, pues, es popular, es natural, es libre, es
pura, es divina.
El mundo necesita i necesitará para siempre, sacerdotes
para la relijion, gobernantes para las cosas públicas, i profe
sores para las artes i ciencias. Pero una gran lección que
podemos sacar de todo lo dicho en esta ocasión, asi como de
toda la historia do la raza humana, es que estos no deben mo
nopolizar sus respectivas funciones, que li ciencia i el arte, el
gobierno i la relijion, deben popularizarse entre todos i á be
neficio de lodos.

THO» B. WOOD.

Rosario, Noviembre 30 d« ib72.


APÉNDICE

Cuenla detallada de la Comisiüm Protectora de las


Bibliotecas Fopidares.

N° 23
Factura do libros remitidos por la Comisión Pro
tectora de las Bibliotecas Populares ít la Ulbllo»
teca Popular de Santa Bosa (Provincia de l'ór»
doba).

Comprado d Carlos Casavalle, Imprenta y Librería de Mayo, Calle


Moreno número áli,

u'da c'te

i Filosofía Elemental, Balmes, 1 tomo # 18


i Id Fundamental, id 2 id 36
i Hijiene del Alma, Monlau, rústica, i id 46
1 Id privada, Id lid : 70
Cuadro del progreso de las ciencias, Figuier, 2 id 60
Medicina doméstica, Buchan, 1 id 25
Vida i Viajes de Colon, W. Irving, i id 40
Historia Argentina, Domínguez, 1 id 30
Vida de Franklin, Mignet, rústica, 1 id 10
Id Washington, Guizot, id lil 10
— 364 —

1 Historia de Rosas, Bilbao, i id SO


1 Diccionario enciclopédico de la lengua castellana, 2 id., 350
i Obras completas, Cervantes, 4 id ^ 240
i El Mártir del Colgóla, Escricb, 2 id 180
i Discursos, Castelar, 3 id 75
i Almacén déla Juventud (historia) 1 id 45
i Id id (ciencias i artes) 1 id V>
1 Id id (viajes) i id 45
i Id de los niños, i id f 45
1 Id de las Señoritas, 1 id 45
1 La Amalia, Mar.nol, 2 id 50
i Educación de las Madres, Aimé Martin, i id 35
i La Sagrada Biblia, Scio. de San Miguel, 5 id 400
i Vida de Jesucristo, Wallon, lid 15
1 Dere:ho constitucional, Lastarria, 1 id 60
1 La democracia en América, Tocqueville, 1 id 50
1 Viajes por Europa, África i América, Sarmiento, 2 id 130
1 Jerusalem libertada, Tasso, 2 id 50
1 Influjo de las familias, Barrau, lid 25
1 Veinte años después, Dumas, 4 id 60
1 Vizconde de Bragelona, id, 6 id 90
1 Poesías de Horacio, Burgos, 4 id 100
1 Historia del Piraguay, Thompson, 1 id 150
1 El Federalista, Hamilton, lid 150
Orlando Furioso, Aristo, 1 id 40
Maravillas celestes, 1 id 30
Id de los metéoros, 1 id 30
Id de las ascensiones célebres, 1 id 30
Id do las evasiones id lid 30
1 Anjeles déla tierra, Escrich, 2 id 120
1 Código de Comercio, Velez Sarsfield, 1 id 30
1 Discionario francés español y español francés, 2 id 70
1 Id inglés español i español inglés, 2 id 70
1 Id latino español, Valbuena, 1 id 80
1 Estudios sobre la Constitución, etc, Story, i id 50
1 El Poder Judicial en los Estados Unidos, Story, 2 id 50
1 Derecho Constitucional, González, 1 id 80
1 Naturaleza i tendencia de las instituciones libres, Grinke 2 id 150
1 La novia del Hereje, V. F. López, 2 id 150
— 365 —
i Memorias de un marido, Sué, i id , 90
i Los hijos de familia, por id, i iJ 90
i Los pecados capitales, Orellana, 2 id 100
i El Buffon de las familias, 1 id 70
i Obras completas, Gorriti, 2 en i lomo ' 120
1 Id id Echeverría, 2 id 180
1 Poesías, Gutiérrez, 1 id 60
1 Indios Ranqueles, Mansilla, 2 id 7i)
1 Apuntes biográficos de escritores, oradores, etc, Gutiérrez,
1 id 35
1 Doloras i Cantares, Campoamor, lid 50
1 Colección de Poesías, Bello, 1 id 50
1 Gramática de la Academia Española, 1 id 2S
1 Historia Antigua, Drioux, 1 id 22
1 Id Romana, id lid 22
1 Id Edad Media, id, lid tí
I Id Tiempos Modernos, id, 1 id 22
1 Cellar, M. Cervantes, 1 id 40
1 Historia de la Relijion, Mazo, 4 id 80
1 El amor de los amores, Pérez Escrich, 2 id 105
1 El infierno de los zelos, id id 2 id 105
1 Historia de la Revolución de España, Toreno, 3 id 180
1 Tesoro de prosadores españoles, Ochoa, 1 id 60
1 Economía Política, Courcelle Seneuil, 2 id loO
1 Obras escojidas, Quevedo, 1 id 60
1 Tesoro del Parnaso español, Quintana, 1 id 50
1 Novelas, Blest Gana, 1 id 50
1 Estudios sobre tierras publicas, Avellaneda, 1 id 40
i Estudios sobre la revolución Argentina, Mitre, 1 id 30
i Historia de los Girondinos, Lamartine, 4 id 150
i Obras poéticas, García de Quevedo, 2 id 120
i Los Últimos días de Pompeya, Bulwer, 1 id 100
1 Viajes de Frai Gerundio, La Fuente, 1 id 60
1 Constituciones políticas Sud-Americanas, Arosemena, 2 id. 150
1 Noticias históricas sobre el orijen i desarrollo de la enseñan
za publica superior, Gutiérrez, 1 id 150
1 Física, Ganot, 1 id 85
1 Diccionario biográfico universal, 1 id 130
1 Id de geografía antigua i moderna, 1 id 100
— 366 —
1 Id de lejislacion í jurisprudencia, Ksericli, 1 id... 150
i Átala, Rene etc, Chateaubriand, i id Í5
i Manual de carpintero de muebles i edificios, 2 id 44
i Manual de Astronomía popular, 1 id '. 22
i Manual de albañilerla, i id 22
1 Obras completas, Martínez de la Rosa, 5 id 296
1 Pablo i Virginia, Saint-P ierra, 1 id 10
8 7466

7,466 $ in¿ ó sean j? fts. 298 64 cent.


Buenos Aires, Setiembre 16 de 1872.

PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 24
Factura de Libros remitidos por la Comisión Pro-
tectora de las Bibliotecas Populares, a la Biblia»
teca Popular de San Antonio de Areco, (Provincia
de llueuos Aires).

Comprado á la Librería Americana de Eduardo Halbach, calle


Florida núm. 74.
H'da c'te

1 Havertys history oí Groland, i tomo $ 60


1 Sheils speeches, 1 id 20
1 O'ConnelI's speeches, 2 Id 40
1 Robertson's hlstory of América, i id 15
1 Fabiola by Wiseman, 1 id 30
1 Millón' s-Political Works, 1 id 25
1 Byron's id (expunget) 1 id 25
2 Moore's id 2 id 115
2 Goldsmith's id 2 id , 100
1 Co-wper's id lid 30
— 367 —

i Dryden's id lid 23
i Popes id lid 30
1 Shakespeare id 2 id , 60
13 Novelas, Lever, 13 id..-: 23i
2 Id id 2id 36

Comprado d D. Juan Eícliepareborda, calle de Suipacha No. 8.

i Madre de los desamparados, Pérez Escrich, 2 tomos 105


i Amor de los Amores, id id, 2 id 10o
1 Escenas de la vida, id id, 3 id 240
1 Pan de los pobres, id id, 2 ¡d 150
1 Inlierno de los celos, id id, 2 id 103
1 Envidia, id id, 2 id 103
El Cura de Aldea, id id, 2 id 105
El Mártir del Gólgota, id id, 1 id 133
Histoire universelle, C. Caulú, 10 id 850
Hijiene privada, Monlau, t id 5o
Los Girondinos, Lamartine, lid 90
1 Candela de San Jaime, Fernandez i González, 1 id 8

Comprado á la Imprenta i Librería de "Jl/ni/o" de Carlos Casavalle,


Moreno 211.

1 Diccionario enciclopédico de la lengua castellana, 2 tomos. . 350


1 llijiene del alma, Monlau, 1 id 40
1 Id del matrimonio, id, 1 id 70
1 Medicina legal, Orilla, 4 id 230
1 Tratado de lejislacion civil i penal, Benthan. 8 id 100
1 Diccionario biográfico universal, 1 id 130
1 Vida i viajes de Colon, Washington, Irving, 1 id 40
1 Historia de América, Mesa i Leompart, 2 id 48
1 Historiado los reyes católicos, Prescott, 1 id 6o
1 Historia del reinado de Felipe 2°, id, 2 id 100
1 Historia de la conquista del Peni, id, 1 id 40
1 Historia de la conquista de Méjico, Solis, 1 id 40
1 Historia Arjentina, Domínguez, 1 id 30
1 Historia de la dominación de los árabes en España, Conde;
1 id 60
1 Los Comuneros del Paraguay, Estrada, 1 id 35
1 Geografía universal, Balbi, Mallebruin, 2 id... 120
— 368 —
1 Obras completas, Cervantes, 4 id 240
1 Apuntes para una biblioteca, Ochoa, 2 id 120
i Gil Blas de Santillana, Le Sage, 2 id 60
1 Obras escojidas, Bretón de los Herreros, 2 id 120
1 Obras poéticas, Espronceda, 1 id 30
1 Obras selectas, Quevedo, 1 id 60
1 Obras poéticas, id, (II. García de) 2 id 120
1 Vida del Lazarillo del Tormes, 1 id 10
1 El guapo Francisco Esteban Idez i Jztez, 2 id 40
i La piel de Justicia, id, 2 id 40
1 D.Miguel de Manara, id, 2 id 40
1 El Rei de Andalucía, id, 2 id 40
1 El Montero de Espinosa, id, 2 id 40
1 La virjen de la Paloma, id, 1 id 90
1 Da. Sancha de Navarra, id, 1 id 70
1 La honra i el trabajo, id, 1 id 100
1 Itinerario de Paris a Jerusalcm, Chateaubriand, 1 id 40
1 Matilde ó las cruzadas, Mine. Collin, 2 id 40
1 Artículos i novelas, Alarcon, 1 id 20
1 Cosas que fueron, colección de artículos, Alarcon, 1 id 45
Veladas de la Quinta, Genlis, 1 id < 43
Colección de causas célebres, francesas, españolas é ingle
sas, id 21 650
Conferencias, \Visernan, 2 id 75
Fabiola ó la Iglesia de las Catacumbas, id, 1 id 40
Imitación de Cristo, Kempis, 1 id la
1 La razón filosófica i la razón católica, Ventura de Raulica,
2 id 140
1 Historia de la sociedad doméstica, Gaume, 1 id 3o
1 Diccionario de lejislacion i jurisprudencia, 1 id 110
1 ídem francés español i español francés, 2 id 70
1 ídem inglés español i español inglés, 2 id 70
1 ídem latino tspañol i español latino, 1 id 80
1 IJem de geogralla antigua i moderna, 1 id , 90
1 La democracia en América, Tocqueville, lid 50
1 Estudios sobre el cristianismo etc, Laboulaye, 1 id 50
1 El Poder Judicial en los E. U., Story, 1 id 50
1 Historia de llosas, Bilbao, 1 id 50
1 Novelas, id, 1 id 50
1 Estudios sobre tierras publicas, Avtllaneda, 1 id 40
— 369 —
i El Federalista, i id 150
i La novia del Hereje, V. F. López, 2 id 150
i Poesías, Gutiérrez, 1 id 60
1 Historia del Paraguay, Molas, lid 60
1 Obras completas, J. M. Gorriti, 2 en i id i 40
i La manzana de oro, Selgas, (rdstica) 6 id 140
I La Hermana de la Caridad, Castelar, 1 id 3o
1 Poesías, Campoamor, 1 id 45
i Economía política, Courcel Sencuil, 2 id 150
i Derecho constitucional, González, 1 id 80
i Viajes cu Europa, Asia, África i América, Sarmiento, 2 id. . 150
1 Los hijos de familia, Sué, lid 90
i Dramas del Occéano, Byron, Dumas etc, i id 90
i Novelas, Julio Verne, 10 id 80
i ídem, MayneReid. 10 id, 80
i Obras completas, Echeverría, 2 id 180
1 El bufen de las familias, 1 id 70
1 Las mil i una noches, 1 id 4o
1 Un marino en el siglo XIX, ó un paseo cientllico por el Oc-
cúano, 1 id 50
i Historias antigua, moderna, romana, edad media, Drioux,
4 id 88
i Gramática déla Academia Española, 1 id 25
i Viajes de Frai Gerundio, La Fuente, 1 id 60
1 Manual de literatura, Gil i Zarate, 1 id 60
1 Historia de la Helijion, Mazo, 4 id 7o
1 Vida de Lavalle, Soler etc, Lacass, 1 id 50
1 Biograüa de San Martin i Bolívar, 2 id 20
1 Cuadro del progreso de las ciencias, Figuier, 2 iil 60
i Los grandes inventos, id, i id 25
i Pablo i Virginia, Siint-Pierre, 1 id 10
1 Trozos selectos de literatura, 'josson, 2 id 63
9.880

9,880 U m¿ ó sean $ fts. 395 20 cent.


Buenos Aires, Setiembre 16 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.
VJ-

— 370 —

N° 25
Factura «le Libros remitidos por la Comisión Pro
tectora de la» Itiblloteeuii Populares, á la III lili u-
teca Popular de llellit Vista, (Provliicla de Cor
rientes).
Comprado á la Imprenta y Librería dt "A/ffi/o" de, Carlos Casnvalle,
calle de i/treno ntím. 2'tl.
M'da c'te
i Guiada labradores, jardineros i hortelanos etc, i tomo.. . .§ 90
i Almacén de las señoritas, i id 43
i ídem de los niños, 1 id 4o
i ídem de la juventud, viajes, lid 4o
i ídem ídem id¿m ídem artes i ciencias, i id 45
i IJem idem i Jem Ídem Historia, 1 id 4o
i Teneduría de libros, C. Seneuil. lid 15
i Colección de manuales diferentes á 22 ps. C|u., 30 id CGO
i Gobierno representativo, Stuart Mili, lid 65
i Historia del Derecho de gentes, Weaton, 2 id 100
1 La democracia en América, Tocqueville, 1 id 30
1 Naturaleza i tendencia de las instituciones libres, Grink,
2 id 150
1 El poder judicial en los E. U., Story, 1 id 50
1 Estudios sobre la Constitución de los E. U., idem, 1 id 50
1 Historia Arjentina, Domínguez, 1 id 30
1 Vida i Viajes de Colon, W. Irving, 1 id 40
1 Ensayo de la historia civil, Funes, 2 id 200
1 Vida de Washington, Guizot, lid 10
1 ídem de Franklin, Mignet, 1 id 10
1 Descripción de la antigua Provincia del Paraguay, Molas,
lid 60
1 Viajes por Europa, África i América, Sarmiento, 2 id 150
1 Recuerdos de un ciego -Viaje al rededor del mundo, Arago,
1 id 130
1 Diccionario de la lengua castellana por una Sociedad de Lite
ratos, 1 id 150
1 Obras, Silvio Pellico, 1 id 20
1 Obras escoj'nlas, Larra, 2 id 120
1 Apuntes para una Biblioteca, Ochoa, 2 id 120
1 Amalia, Mármol, 2 id 50
— 371 —

i Influjo de la familia, Barran, lid 23


Educación de las madres, Ai me Martin, 1 id 30
Lsjislacion i Jurisprudencia, Quiroga, lid 4ü
Las Escuelas, Sarmiento, 1 ¡1 5I
Historia de la Relijion, Mazo, 4 id 73
Los grandes inventos. Figuier, i ¡ J 25
Cuadro del progreso de las ciencias, id, 2 id 60
Historia de América, RoberUon, i id 100
i Obras completas de Virgilio, traducción de Ocho», i id.... 110
i Poesías, Horacio, 4 id 100
1 Orlando furioso, Ariosto, 1 id 40
i Diccionario de lejislacion i jurisprudencia, Escrich, 1 id... 140
i ídem francés español i español francés, 2 id 70
ídem inglés español i español inglés, 2 id 70
ídem latino español i español latino, 1 id 80
ídem español italiano é italiano español, 1 id 40
Gramática de la Academia española, 1 id 23
D. Quijote, Cervantes, (i"5 edición) lid 73
1 Código Civil de la República Arjentina, Coni, 1 id 60
1 Medicina de las pasiones, Descuret, lid 50
1 Economía política, C. Seneuil, 2 id 130
i Obras completas, Echeverría, 2 iJ 180
i Poesías, Gutiérrez, 1 id 60
1 Estudios sobre tierras publicas, Avellaneda, 1 id 40
1 Historia de [Rosas, Bilbao, 1 id 50
1 Novelas, id, 1 id 80
1 Historia de Salaberry , id, 1 id 50
1 Diccionario de geogralia antigua i moderna, 1 id 100
1 Obras completas, Francisco Bilbao, 2 id 150
1 Cantos americanos—Colección de poesías, 1 id 30
1 P>¡oticias históricas sobre la enseñanza pública en Buenos Ai
res, Gutiérrez, lid 150
1 Indios Ranqueles, Mansilla, 2 en 1 id 70
1 Historia de América, Mesa i Leompart, 2 id 48
1 Derecho constitucional, González, lid 80
1 Obras completas, Gorriti, 2 en 1 id 120
i La novia del Horeja, V. F. López, 2 id 150
1 La Sagrada Biblia, Amat, 2 id 280
i El Federalista, Ihmilton, 1 id 150
i Los hijos de familia, Sué, 1 id, 90
— 372 —
Memorias de un Marido, id i id 90
Dramas del Occéano, Byron, i Id 90
Historia de la revolución de Colombia, 2 id 220
Novelas, Julio Verne, 10 id 80
ídem Mayne Reíd, 10 id 80
i Los pecados capitales, Orellana, 2 id 100
i Historia de cien años, Cantü, 1 id 100
i Biblioteca de las maravillas, Charton, 10 id 300
i La madre de los desamparados, Pérez Escrich, 1 id 105
i El Cara de Aldea, id id, 2 id 105
1 La Calumnia, id id, 2 id 10o
1 Vida de Lavalle, Soler etc, Lacasa, 1 id -. 50
1 Novelas, Blest Gana, 1 id. 50
1 Historia general de España, La Fuente, 7 id 350
1 ídem de la conquista de Méjico, Solis, 1 id 60
1 Impresiones de viaje, Dumas, 2 id 100
El sitio de Paris i h Comuna, Aguado, 2 id r 120
El Buffon de las familias, 1 id 70
Fabiola ó la Iglesia de las Catacumbas, lid 40
Paris, Londres i Madrid, Ochoa, 1 id 40
Obras completas, Zorrilla, 3 id 180
Tesoro de prosadores, Ochoa, lid 60
Lecciones de elocuencia en general, López, lid 99
1 Historia antigua, Drioux, lid 22
1 ídem romana, id, lid 22
1 ídem moderna, id, 1 id 22
1 ídem Edad Medí?, id, 1 id 22
1 El guapo Francisco Esteban, Fernandez i González, 2 id 40
i El Montero de Espinosa, id id, 2 id 40
i El Rey de Andalucía, id id, 2 id 40
i La piel de justicia, id id, 2 id 40
1 Miguel de Manara, id id, 2 id 40
1 Pablo i Virginia, Saint Pierre, lid 10
1 Oraciones escojidas, Cicerón, 2 id, 46
$ 8832
8,832 $m¿ ó sean $ fts. 353 28 cent.
Buenos Aires, Setiembre 28 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.
— 373 —
N° 26
Factura tío Libros remitidos por la Comisión Pro»
tectora de las Bibliotecas populares, á la Itiltllo-
tccu popular de Monte-Caseros, (i'rnvluclit de
Corrientes).

Comprado d Juan Etchepareborda, calle de, Suipaeha núm. 8

H'dacte
i Manual de filosofía, Jacques, i tomo 35
1 Derecho constitucional, González, i id 80
1 Candela de San Jaime, Fernandez! González, 1 ¡d 8
i Black, A. Dumas, i id 60
i Veinte años después, id id, 1 id 50
i Aventuras de Telémaco, Fenelon, 1 id 74

Cnmprado ala Imprenta y Librería de. "Mayo" de Carlos Casavalle,


calle de- Moreno núm. 241.

1 Atlas de Cortambert, Drioux., i tomo 70


1 Viajes por Europa, Afrka i América, Sarmiento, 2 tomos.. Í50
i Obras, Julio Verne, 10 id 100
i ídem Mayne-Reid, 10 ¡d 100
1 Guia de labradores, jardineros i hortelanos etc, 1 id 90
1 Medicina legal, Orlila, 4 id 250
1 Tratado de Geografía, Balbi i Maltebrum, 2 id 120
i Tratado de fisiología humana, Beclard, 1 id 130
i Diccionario de medicina i veterinaria practica, Casas, lid.. 150
1 Tratado elemental dequfmica, Troost, I id 85
1 Teneduría de libros, C. Saneuil, 1 id 15
1 Almacén de las señoritas, 1 id 45
i ídem de los niños, 1 id 45
1 ídem de la juventud, artes i ciencia?, 1 id 45
i ídem id id id Historia, 1 id 45
1 ídem id id id Viajes, 1 id 45
i Manual de fotografía, 1 id 22
i Democracia en América, Tocqueville, 1 id 50
i Historia de los progresos del d¿recho de jentes, Weaton, 2 id 100
1 Vida i viajes de Colon, W. Irving, 1 id 40
1 Historia de América, Mesa i Leompart, 2 id 48
— 374 —

1 Memorias postumas del General Paz, 4 id 400


i Historia, de la Conquista Méjico, Solis. i id 60
1 ídem de Rosas, Dilbao, i id SO
1 Novelas, id, i id 50
Vida de Washington, Guizot, 1 id 10
ídem de Franklin, Miguel, i id 10
Comuneros del Paraguay, Estrada, lid 35
Siete años de aventaras en el Paraguay, Maslerman, 1 id. . . 100
Apuntes para una Biblioteca, Ochoa. 2 id 120
Obras completas, Larra, 2 id , 120
I Jera escojidás, Quevedo, lid CO
ídem poéticas, id (Ileribcrto) 2 id 120
I Orlando furioso, Ariosto, 2 id 70
1 Miguel de Manara, Fernandez y González, 2 id 40
i Montero de Espinosa, id id, 2 id 40
I El guapo Francisco Eslevan, id id, 2 id 40
i El Reí de Andalucía, id i J, 2 id 40
1 I.a piel de justicia, id id, 2 id 40
i Sancha de Navarra, id id, i id % 60
i Los monfios délas Alpujarras, id id, 1 id 70
1 Collar del Diablo, id id, 2 id 120
1 Rodríguez de Sanabria, id id. i id 65
1 La buena madre, id id, 2 id 1 00
1 El motin de Esquiladle, id id, 2 id .' 120
i El Judio errante, Eugenio Sué, 3 id 180
i Los hijos de familia, id id, 1 id 90
i Memorias de un marido, id id, 1 id 93
1 Misterios de París, id id, 2 id 150
1 La bruja de Madrid, A. de Izco, 2 id 120
1 Conde de Monte-Cristo, A.Dumas, 1 id 120
1 Novelas, id id, 14 id 210
1 Galería de mujeres célebres, Saint-üeuve, i M 130
i La novia del hereja, V. F. López, 2 id 150
i Revista Argentina, (encuadernada) 13 id ifjOO
i Lejislacion i Jurisprudencia, Quirog». i id 43
i Novelas, Julio Nombela,G id 90
1 Los 300,000 duros, id id, 2 id 130
1 Un odio á muerte, id id, 2 id 130
1 Vida de Lincoln, Sarmiento, lid 50
1 Don Quijote, Cervantes, 1 id 75
— 375 —
i Description geographique de la Confederaron Argentine,
Moussy, 3 id 210
1 Diccionario nacional de la lengua castellana, Domínguez,
2 iil USO
i ídem francés español i español francos, 2 id 70
1 ídem español latino i latino español, lid 80
i ídem inglés español i español inglés, 2 id 70
i Historia universal, C. Cantil, 10 id 900
i Obras completas, Gorriti, 2 id 120
i Poesías, Gutiérrez, 1 id 60
1 Diccionario de lejislacion, Escricli, 1 id 140
1 Conversaciones familiares, Santa María," 3 id 140
i Obras completas, Echeverría, 2 id 180
1 Los grandes inventos , Figuier, lid 23
1 Los últimos dias de Pompeyn, Bulwer, 1 id 100
1 El Federalista, Hamillon, lid 150
i El poder judicial, Story, 1 id 50
4 Breve exposición de la Constitución de los Estados Unidos,
Story, lid • 50
1 Noticias históricas sobre el orljen i desarrollo déla enseñan
za pública en Buenos Aires, Gutiérrez, 1 il 150
Estudios sobre tierras, Avellaneda, 1 id 40
Diccionario de geogralia antigua i moderna, 1 M 100
Celiar, Magariños Cervantes, 1 id 35
Drama» del Occéano, Byron, Dumas etc, 1 iJ 90
Estudios sobre la revolución argentina, Mitre, lid 50
París en América— El Rei de los papa-mo;cas, Laboulaye,
2 id- 18
i Apuntes biografieos, Gutiérrez, 1 id 30
Pagado por suscncion por un fino á "El Americano" 350
1 Sello.. . .. 300
11050

11,030$ in¿ ó sean g fts. 4'i2.


Buenos Aires, Setiembre 28 de 1872.
P ALEMOS
Pedro Qiiirnga,
Secretario.
— 376 —

N3 27
Factura de Libros remitidos por la Comisión I»ro»
tectoradc las Bibliotecas populares, á la II titila»
teca popular de la Villa Concepción, Departamea-
to de Chlcllgrasta, Provincia de Tneuman.

Comprado i la Imprenta i Librería de Mayo, de Carlos Casavalle


Calle de Moreno núm. 241.

M'dac'te
1 Manual de filosofía, Jacqucs, 1- tomo g 40
1 Filosolia elemental, Raimes, lid 18
1 ídem fundamental, idem, 2 id 36
1 Guia de labradores, jardineros i hortelanos, Cortés, 1 id 90
1 « « « « « Sanz, 2 en 1 id 65
1 Nuevos elementos de hijiene privada i pública, Londe, 2 id. 100
1 Los grandes inventos, Figuier, lid 25
i Biblioteca de las maravillas, Charton, 11 id 330
1 Economía política, Courcelle Seneuil, 2 id _ 140
1 Teneduría de libros, id id lid 15
1 Enciclopédica popular. Colección de manuales diferentes a
ps. 22,40id 880
1 Código civil, edición Norte-Americana, Velez Sarsfield, 1 id 100
1 ídem de comercio, 1 id 30
1 ídem penal. Tejedor, 2 id 230
1 Estudios sobre la constitución de los Estados Unidos, La-
boulaye, lid PO
1 Naturaleza i tendencia de las instituciones libres, Grinkn,
2 id 150
1 Lecciones de derecho constitucional, González, 1 id 80
1 Diccionario de lejislacion i jurisprudencia, Escrich, 1 id. ... 140
1 El Federalista, Hamiltoii, lid.... 150
1 Vida i viajes de Colon, Irving, 1 id 40
1 Historia de América, Mesa i Leompart, 2 id 45
1 ídem Arjentina, Domínguez, 1 id 30
1 Memorias postumas, Paz, 4 id 300
1 Vida dé Washington, Guizot, 1 id 10
1 ídem de Franklin, Mignet, 1 id 10
1 Guerra del Paraguay, Thompson, 1 id 150
— 377 —

i Historia Antigua, Duruy, i id 3í


1 ídem Griega, idem, 1 id 32
i ídem Sagrada, idom, lid 3Í
1 ídem Romana, Drioux, lid 22
1 ídem Edad Media, idem, 1 ii) 22
1 ídem Moderna, Ídem, 1 id 22
1 Atlas, Cortambcrg, i id 80
1 Geografía de Cosson, 1 id 30
i Viajes por Europa, África i América, Sarmiento, 2 id 150
1 Mapa de la República Arjcntina, Coni, 1 id 50
1 Viajes al rededor del mundo, Arago, 1 id 120
1 Novelas, Julio Verne, 10 id 80
1 ídem, Mayne Reid, 11 id 88
1 Gramática de la Academia española, 1 id 25
1 Tesoro del parnaso español. Quintana, i id 60
i ídem de prosadores españoles, Ochoa, 1 id 60
1 ídem del Teatro español, idem, 5 id 300
i Manual completo de jardinería, Colmeiro, 3 id 120
1 El Quijote, Cervantes, 1 id 70
i Gil Blas de Santillana, Le Sage, i id 60
1 Libro de los Oradores, Cormenin, 1 id 90
i Obras completas, J. M. Gorriti, 2 id 120
1 ídem poéticas, García de Quevedo, 2 id 120
1 ídem idem, Gutiérrez, 1 id 60
1 Biografía de San Martin, idem, 1 id 60
1 Pablo i Virjinia, Saint Pierre, i id 10
i Los Miserables, V. Hugo, 2 id 100
1 Miguel de Manara, Fernandez i González, 2 id 40
1 El Montero de Espinosa, idem idem, 2 id 40
1 El guapo Francisco Esteran, idem idem, 2 id 40
1 La piel de justicia, ídem idem, 2 id 40
1 Obispo, casado i reí, eto, idom idem, 1 id 90
1 Martin Gil, idem idem, lid 65
1 Marqués de siete Iglesias, idem idem, lid 120
1 Diego Corrientes, idem idem, 2 id 120
1 Lucrecia Borji.i, idem idem, 2 id 120
1 Martirio del alma, idem idem, 2 id 120
1 El Alcázar de Madrid, idem idem, i id 100
1 Bernardo del Carpió, idem idem, 1 id 90
1 Obras poéticas, Espronceda, 1 i'J 28
— 378 —

i Matilde ó las cruzadas, Mme. Coltin, 2 id 40


1 Obras poétici?, üreton de los Herreros, 2 id 120
1 ídem id'jín, Zorrilla, 3 id 180
1 Galería de mujeres célebres, Saint-Veuve, 1 id 120
1 Ls Amalia, Marmol, 2 id 48
1 Obras completas, Echeverría, 2 id 180
1 La novia del lieiTJi, V. F. Lope/, ? iJ 150
1 Educación de Ins madres, A. Martin, 1 id 30
1 Pedagogía, López Catalán, 4 id • 100
1 Lejislacion i jurisprudencia, Quiroga, lid 43
1 Las Escudas, Sarmiento, i id ' 50
1 Vida dn Jesucristo, Wallon, 1 id 15
1 Ouvres completes, Bossuet, 5 td 100
1 S .inones, Lacordaire, 2 id 65
1 Fallióla ó la Iglesia do las Cataiumlr.s, Wiseman, 1 id 40
1 Ilislori? de la Relijion, Mazo, 4 i.l • 75
1 La Sagrada Biblia, Scio de San Miguel, 5 id 500
1 Moliicanos de Paris, Dumas, 10 id 120
1 Memorias de un módico, Ídem, 6 id 72
1 Veinte años después, Ídem, 4 Id 4'-'.
1 Vizconde de Brageluna. idem, 6 id 72
f El Corrlcolo, idem, 2 id 2i
1 Dama de Monsercau, idem, 3 id 36
1 Condesa de Salisbury, idem, lid! 12
1 Sultaneta, idem, 1 id 12
1 Un año en Florencia, idem, 2 id 24
1 Suira—Viajes, idem, 3 id 36
1 Spcronare, idem, 2 id „ 24
1 Tulipnu nejro, idem, 1 id 10
1 Oi-illas del Rliin, idem, 2 id Si
1 Dramas de: Oecóano, i lem, lid 90
1 Sus memorias, idem, 2 en 1 id 90
1 Historia de la literatura, Schlegel, 2 id 100
1 Diccionario español, por una sociedad cíe literatos, con su
plementos, lid 150
1 Gramática castellana, BelK 1 Id ;í3
1 Diccionario francés español I español francés, 2 id 70
1 ídem latino español i español latino, Ya'.Luena, 1 id 80
1 ídem de geografía antigua i moderna, 1 id 90
1 Historia universal, C. Cantil, 10 id 850
— 379 —
i Noticias hislúricas sobre la educación superior, Gutiérrez,
1 id 150
1 Misterios de Paris, Sué, Si id 150
i HijOs de familia, ídem, i id 90
i Mártir del Gókota, Pérez Escrich, 2 id 40
i Los pecados capítaleí, Orellana, 2 id 100
i Historia de Rosas, Bilbao, 1 id 50
i Sus novelas, Ídem, i id 50
i Obras completas, Francisco Bilbao 2, id 150
1 Estu líos sobre tierras públicas, Avellaneda, 1 id 4o
1 Uem sobre la revolución, Mitre, i id , 60
1 ídem filosóíkos, Augusto Nicolás, .'! id 140
1 Apuntes biograticos de escritores, oradores y hombres de es
tado de la República Arjentina, Gutiérrez, lid üii
1 Buffon de las familias, lid 70
1 Viaje pintoresco á las dos Américas, D'Orbigny, 3 id 330
I Almacén de la juventnd, arles i ciencias, 1 id 45
1 Mem ídem idern Viajas, 1 id 45
1 ídem Ídem ídem Historia, 1 id .• 45
i ídem iuein idem Niños, 1 id 45
1 ídem Ídem ídem Señoritas, 1 id 45
1 Curso familiar de literatura, Lamartine, 4 id 300
1 Historia de la revolución de Polonia, 1 id. 70
1 Historiadores de Chile— Colección do documentos relativos
a la Historia Nacional, G id 500
1 La Plata— Elude hislorique, Arcos, i id 60
1 Indios Uanqueles, Mancilla, 2 en 1 id 70
1 La perdición de la mujer, Pérez Escrich, 2 id 103
1 La madre de los desamparados, ídem ídem, 2 id 10")
1 El pan de los pobres, Ídem Ídem, 2 id !'•')
1 Obras de misericordia, Ídem Ídem, 3 id ÍC.)
1 Hijos de la fu, ídem Ídem, 2 id 80
1 El Cura de Aldea, Ídem idjm, 2 id 105
1 Conversaciones familiares. Santa María, 3 id 140
1 Los 300,000 daros, Nombela, 2 id 120
1 El Patriarca del Valle, Escosura, 2 id 120
1 Historia de la Revolución de Colombia, Restrepo, 4 id 230
1 Marlin Rivas, Blest Gana, 1 id 50
1 Historia de Salaberry, Bilbao, 1 id 50
1 Diez meses en los Estados Unidos, Vicuña Ma-.kenna, 2 id.. 150
— 380 —
i Breve esposicion de la Constitución de los Estados Unidos,
Story. i id 50
1 El poder judicial en los Estados Unidos, ídem, i id 50
i Historia déla antigua Provincia del Paraguay, Molas, lid. 59
J5 14700
14,700 g m¿ ó sean ps. fls, 58S.
Buenos Aires, Octubre 24 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quircya,
Secretario.

N° 28

Factura de Libros remitido* por la Comisión Pro»


lectora de las Bibliotecas populares, á la Biblio
teca popular "Protectora Uulon" de Córdoba.
Comprado á Alfredo Costón del Depósito Hachette i Ca.
i Ejemplar déla Enciclopedia moderna, Mellado, 40 tomos., g 1800
1,800 9 m¿ ó sean ps. fts. 72.
Buenos Aires, Noviembre 2 de 187Í.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroya,
Secretario.

N° 29

Facturado Libros remitidos por ,1a Comisión Pro»


tectorade las Bibliotecas populare», á la Biblio
teca popular del Baradero, provincia de Bueuos
Aires.
Comprada á Alfredo Cosío» del Depósito HAchelte i Ca.
M'dac'le
1 Enciclopedia moderna, Mellado, 40 tomos $ 2000
1 Diccionario enciclopédico de la lengua castellana, 2 id 350
— 381 —

i Libro de los oradores, Timón, i id 85


1 Economía politiza, Courcelle Seneui!, 2 id 120
i Virjilio, trad. de Ochoa, 1 id 120
1 Tesoro del parnaso español, Quintana, 1 id 60
1 ídem de los poemas, Ídem, 1 id (JO
I ídem de prosadores, Ochoa, 1 id 60
1 ídem del teatro español, ídem, 5 id 300
1 ídem de novelistas españoles, ideni, 3 id 160
i ídem de historiadores, Ídem, 1 id 60
1 Poesías, Martínez de la Rosa, lid 60
1 Obras, Zorrilla, 3 id 180-
1 ídem, Fígaro, 2 id 120
1 ídem, Bretón de los Herreros, 2 id 120
I ídem poéticas, Campoamor, 1 id 50
i Apuntes para una biblioteca, Ochoa, 2 id 120
1 Obras dramáticas, Eguilaz, 1 id 60
1 Dominación de los Árabes en España, Conde, 1 id •. . 60
1 Dramas judiciales, 1 id 60
1 Guzmande Alíarache, Alemán, 1 id 55
1 Derecho romano, Mackeldey, 1 id 45
1 República del Paraguay, du Graty, i id 110
i Derecho internacional, Calvo, 2 id 200
1 Historia de los girondinos, Lamartine, 1 id 100
1 Ideai de España i de las Indias, 7 id. 550
1 Misterios de París, Sué, 1 id 90
i Diccionario biográfico universal, ilustrado, 1 id 150
1 Mártir del Gólgota, Escrich, 1 id 140~
1 Vuelta al mundo, 6 id 600
Historia de los franceses, Lavallóe, 8 id 180
Paraíso perdido, Millón, (ingles i castellano) 1 id 70
llijione doméstica, Monlau, 1 id lo
París, Londres i Madrid, Ochoa, 1 id 33
Los amantes de Teruel, 1 id 90
Viajeros antiguos i modernas, 1 iJ 140
I Obras de Trueba, 5 id 150
1 Mariana, Sandeau, 1 id 30
1 Lecturas amenas, y morales, Ochoa, 2 id 40
1 República de Inglaterra, Guizot, 1 id 70
1 Ilijiene del matrimonio, Debay,! id 30
1 Civilización en España, Buckle, 1 id 25
— 382 -
i Principios de economía, Colmeiro, i id 2o
i Aventuras de un misántropo, Saintine, i id 2o
i Vida del Lazarillo, Mendoza, i id 30
i Curso de botánica, Colmeiro, 3 id 240
1 Ilijiene dei matrimonio, Monlau, i id 70
i Sermones, Ravignan, i id CO
i Razón filosófica, V. Raúlica, i id 60
i Influencia ddl cristianismo, Troplong, 1 id 30
i Verdad del progreso, Catalina, 1 id 60
i Gramática castellana, Bello, 1 id 30
i Los miserables, V. Hugo, 5 id 110
i Anjel del hogar, 3 id , 60
1 La mujer, Catalina, 1 id 40
i Historia universal, C. Cantil, 10 id 900
i ídem de la Relijion, Mazo, i id 70
i Hermosa Gabriela, Maquet, lid 4o
i Amalia, Marmol, 2 id 45
1 Manual de literatura, Gil i Zarate, 1 id CO
i Cuentos, Schmidt, 2 id 90
i Veladas de la quinta, i id 45
i Cuentos á mi hij.i, liouilly, i id 35
i Amigo de los niños, Berquin, i id 45
i Almacén de los niños, lid 35
i Tardes de la Granja, I id 45
i Matilde, Cottin, 2 id 40
1 Leyendas, Mora, i id 25
i Arte de hablar, Ilennosiila, 1 id 25
i Corina, Stael,2 id 40
i Obras, Lspronceda, i id 30
i Pablo i Virjinia, i id 20
i Gil Blas de Santularia, Le Sage, i id 45
i Historiada la literatura, Schlegal, 2 id 60
i ídem de América, líobcrlson, 4 id 90
i Mis prisiones, Pellico, 3 id 2o
i Tratado de arquitectura practic.i, Yiñola, lid 60
i Viajes, Arago, i id 110
i Galería de mujeres célebres, Saint Veube, i id 150
1 Los mártires, Chateaubriand, 1 id 30
1 Diccionario de lejislacion, Escrich, 1 id 150
1 Historia de América, Mesa i Leompart, 2 id 45
— 383 —
i Mil i uua noches, i id 4o
1 Medicina doméstica, Badián, i id 25
i Educación de las madres, Martin, i id 30
< Orlando furioso, Ariosto, 2 id 60
i Derecho constitucional, Lastarria, i Id 40
i La América, ídem, 1 id 55
i Hijiene privada, Jlonlau, i id 00
i ídem pública, 2 id 90
1 ídem del alma, i id 30
i Buffon moderno, i id 220
i Medicina de las pasiones, Descouret, i id 35'
1 Derecho du jentes, \Vatlel, 'í id 70
i Historia de la literatura española, Ticknor, 4 id 280
1 El civilizador, Lamartine, 1 id CO
1 Conquista de Méjico, Solis, 1 id CO
i Obras, Julio Verne, (rüst.) 10 id 80
i Biblioteca de las maravillas, 13 id 325
i Trozos selectos de literatura, Gosson, 3 id 129
1 Geogralia, Ídem, 1 id 2o
i Tratado elemental de fisica, Privat D¿schanel, 1 id 90
i ídem idem de química, Troost, 1 id 80
1 Nociones de física, Uoutet de Monrcl, 1 id 25
i ídem de qulmic.i, idern ídem, 1 id 20
1 Vida de Jesucristo, AVallon, 1 id....: 10
1 Paris en América, Laboulayc, 1 id 25
1 La democracia en América, Tocqueville, lid 50
Historia de los Estados Unidos, Cuackunbos, 1 id 45
ídem de un joven pobre, Feuillet, lid 23
Belgrano i Güemes, Mitre, 1 id '¡5
Voz de la naturaleza, Malo, 1 id 2'i
Ttílémaco, Fcnelon, 1 id 15
Itinerario de Paris á Jerusaleu, Chateaubriand, 1 id 3o
i Átala i Reno etc, idem. 1 id 25
i Ciistobal Colon, Wasliiiiglon. Irving, 1 id 33
L Filosofía elemental, Calmes, 1 id 20
i ídem fundamental, idem, 2 id , '*0
1 Manual de filosolia, Jacques, 1 id 40
1 ídem de idem, Geruzez, 1 id ''^
1 Ensayos biográficos, Torres Caicedo, 2 id J-°
1 Historia antigua, Guillemin, 1 id 30
— 384 —

1 ídem saagrada, Duruy, 1 ij 30


1 ídem griega, Ídem, 1 id 30
i Zoolojia i botánica, Toro, 2 id 20
i Aritmética, Bourdon, 1 id 40
1 Geometría, Ídem, 1 id 50
1 Aljebra i Trigonometría, Jariez, 1 id 45
1 Geome'ria descriptiva, ídem,, 2 id 55
1 Matemáticas, Vallejo, 2 id 55
1 Ollendorff, francés, 1 id 20
1 ídem ingles, 1 id 20
1 Diccionario francés español i español francés, 1 id 25
1 ídem ingles español i español ingles, 1 id 40
1 Historia del Consulado i del Imperio, Tliiers, 12 id 600
i La civilización, Castelar, 3 id 150
1 El conde duque de Olivares, 1 id 100_
i Los hijos de la fe, 2 id 1-0
1 La perdición de la mujer, 2 id 120
1 La madre de los desamparados, 2 id 120
1 Maris, 2 id 120
i Los desheredados, 2 id 1 20
i La maravilla del siglo, Ayguals de Izco, 1 id 120
1 Horacio, traducción de Burgos, 4 id 90
1 Matilde, Sué, 4 id 120
1 El Principe, Machiavel, 1 Id 10
1 Novelas—Novia de Lammermoor—Oficial aventurero -Cár
cel de Edimburgo—AVaverley— Kerielerorth - El anticua
rio—por \Valter Scolt, 24 tomos 360
1 Astronomía física, Biot, 2 id 100
1 Diccionario de agricultura i ganadería i Atlas, Casas, 4 id . . 140
1 Siete años de aventuras en el Paraguay, Masterman, 1 id. . . 100
1 El Federalista, llamilton i Madison, lid 140
1 La Rusia antigua i moderna, Gebhárd, 2 id 50
1 Historia antigua, Gray, 5 id 150
1 Monlecristo, Pumas, 5 id 100
1 Derecho constitucional, González, 1 id 60
1 Ciencia i derecho constitucional, Grinke, 2 id 120
1 Teoría de los gobiernos, Bcaujour, lid 40
1 Anuario de los progresos lecnolójicos, Canalejas i Casas,
1 id 60
1 Formulario de vcterinariD, Casas, 1 id 25
— 385 —
Civilización i barbarie, Sarmiento, i id 90
Vida do Lincoln, Ídem, i id 45
Las Escuelas, Ídem, i id 30
La linda, G. Aymard, I id 60
Cartas provinciales, Pascal, i id 2o
Dos perlas literarias, Lamartine, i id CO
Esludios filosóficos sobre el cristianismo, Nicolás, 3 ¡J 170
La filosofía eris'.iana, V. de Raúlica, 3 id Í70
La razón católica, idem idem, lid 60
Los mobicanos — Suiza— Angjl Pitou— Los 45— Caballero
de Casa Roja— Collar de la Reina—Isabel de Baviera—Luis
XV—Hija del Rt-'jenle— Reina Margarita— Sultaneta—Ori- /-t-n
lias del Rhin— Conlcolo—Mediodía de la Francia — Conde-
sade Salisbury— Villa Palmieri—Capitán Arena—La guer
ra de las mujeres—por A. Dumas, 47 tomos
i Coche del Diablo—Curios V i la victoria—Un hijo natural—
La parricida — La maldición de una madre —Leyendas inti
mas—Una mujer inucrla en vida—La pasión de una Ruina. 133
por Julio Nombela, 9 tomos . ,
1 El maestro de escuela. Soulió, 3 tomos 45
i Obras varias de Fernandez i González, 11 iJ 303
i Casilda, Dolores Gómez, 2 id 11
1 Obras varias, Frontaura, 3 id Gli
26 Manuales de la enciclopedia popular (artes i olidos) 26 id. . . 572
1 Semanario pintoresco español- Lectura de las familias—}
Enciclopedia popular (183G-183d)— 20 tomos encuaderna-? 1400
dos en 11 id : )
i Revista enciclopédica, 4 id 200
i ídem de la instrucción primaria, 5 id 130
Mosaico científico, 5 en 2 iJ '. 1¿0
Profesión de fe del siglo XIX, Pelletan, i id 20
Cuadro del progreso de las ciencias i la industria, Figuier,
2 id 00
Los piratas de alto-bordo, Ponson duTerrail, 7 id 110
Los intereses católicos en América, Eizaguirre, 2 id 100
El catolicismo, por idem, 2 id 100
El protestantismo, Oalmes, 2 id 50
Cartas á un cscéplico, idem, 1 id lo
Viajes de Gulliver, Sorif, i id SO
ídem de Anlenor, Lanticr, 1 id fio
ídem de Anacliarsis en Grecia, Uartheleiny, 3 id loO
Viaje en Europa de la Sagra, 2 id 60
Cantos del Trovador, Zorrilla, 1 id 30
— 380 —

1 Poesias. Lista, 1 id 23
ídem, Melendez, 4 id 70
Robínson Crusoe ilustrado, de Foe, 2 id 7ú
Nuevo Robinson, ídem, Campe, 1 id, 33
Medicina legal Ídem, Malta, 3 id 3ÍO
Manual de abogados, Ídem, Escriche, 1 id 30
Quijote. Cervantes, i id 60
i Teneduría de libros, C. Seneuil, i id 12
1 Diccionario universal, francés español i español francés, Do
mínguez, 2 id 280
i Escursion a los Ranqueles, Mansilla, 2 en 1 id 70
i Obras. Echeverría, 2 id 180
1 Poesías. Juan H. Gutiérrez, lid 60
1 Anales históricos de la Amórica latina, Calvo, 15 id 900
1 Estudios biográficos, Juan M. Gutiérrez, 1 id 40
1 Historia de Salaberry, Bilbao, 1 id 70
1 Descripción geográfica di>l territorio del Uruguay, Reyes, 1 id 150
1 El Plata cientilico i literario, Navarro Viola, 2 id 150
1 Obras. Ventura de la Vega, 1 id 90
1 Poesías. Palemón Huergo, 1 id 50
1 Viaje agrícola por Europa, E. Olivero, 1 id 50
1 Derecho de jentes, Bello, 1 id 4o
1 Biblioteca económica de instrucción i recreo, comprendien-l
do obras de Julio Verne— Mayne Reid— Esokmann Cha-1
trian— A. Dumas — Laboulaye — Roger —T. Gautier -L.f
Jourdan — Llanos— Alvarez Pérez - F. Sarcey— Eyrand 900
Fulgosio — L. Biart— Dubarry — E. About—Seco i Slielly-
Harcklander— Raynal — E. Souvestre— Fernán de la Tor
re— León Gozlau—Redondo— GO tom. encuadernados V
en 15
1 Dielionnaire encyclopédique, Vorepiere, 2 tornos í>00
1 ídem rational, Bescherelle, 2 id 300
1 Atlas avec blasons, Bouillet, 1 id 200
1 Dictionnaire d'histoire et de giographiu, Bouillet, lid 140
1 ídem des scicnces et des lettres, Bouillet, 1 id 1W
1 ídem des malhémaliques appliquées, Sonnet, 1 id 200
1 ídem des contemporains, Vapereau, 1 id 17U
1 La Ierra et les mers, Figuier, i id 70
1 La Ierre avantle déluge, ídem, 1 id 70
1 Ilistoires des plantes, Ídem, 1 id 70
1 Les insectes, Ídem, 1 id 70
1 Les poissons, Ídem, lid 70
1 Zoophytes ct raollusques, idem, 1 id 70
— 387 —

i Les mammiféres, idem, i id 70


i Hommeprimitif, idem, 1 id 70
1 Races humaine», idem, 1 id 70
1 Savant du foyer, idem, 1 id 70
1 Grandes invcntions, idem , 1 id 70
1 Vies de savants ¡Ilustres, idem, S id 350
1 Phénoménes de la physique, Guillemin, 1 id 140
i Leciel, idem, i id 140
1 Vieaouterraine, Simonin, 1 id 500
1 Les pierres, ídem, l'id , 140
1 Yoyages aériens, Glaisher, lid 100
1 OEuvres completes illustrées, Shakespearo, 3 id 230
1 L'uiiivers, Poucliel, 1 id 140
1 Dictionnaire d'économie politique, Cocquelin, 2 iJ 320
1 Deux ans au Bresil, Biarl, 1 id 73
1 Voyage au Brésil, Agassis, 1 id 75
1 Musicions, célebres, Clement, lid Í10
1 Mythologiedu Rhin, Saintino, lid 60
1 Chimia industrialle, Payen, 3 id 190
1 Su'.istaiices elementaires, iilein, 1 id 70
1 Précis d'agriculttire, idem ot Richard, 2 id 75
1 Animaux domestique. Pape Carpentier, 1 id 73
1 Idom sauvages, idem ídem, 1 id 75
1 Dictionnaire des antiquitús grccque et romaine, Richt, 1 id 75
1 Maison rustique du 19 siecle, 5 id 75
1 Diclionnaire des arts et manufactures a\vc complémant de
1872, Lwboulaye, 3 id 550
1 OEuvres compléts. Byron, 4 id 45
1 Histoire naturelle. Delafosse, 1 id 43
1 Souvenirsd'un naturaliste, Qualrefiíges, 2 id 60
i De 1'inUlligence. Taine, 2 id 110
1 Legons da philosopliie, Laromiguiére, 2 id 110
1 .Mías complet ancién et moderno de Dab'met, 1 id lí.'i
1 Semplcslectures sur les sclences. Garrigues, 1 iJ 10
i Histoire de la Uttera'urc anglaise. Taine, 5 id 150
1 Revolution du globe. Cuvier, i í 1 30
1 Id.?m frangaise. Carlyle, 3 itl 9i)
1 Chimie múdeme. Wurtz, 1 id ti.>
1 ídem pratique. Odling, lid 'l.'j
1 Poémcs gaélliques. Ojsinn. 1 iJ 30
— 388 —

i Dcrniers jours deJerusalem. Saulcy, i id 75


1 Le lendemain de la morí. Figuier, lid 30
i La femme—l'amour—l'insecte—l'oiséau— lamer— Michelet,
5 id 150
i OEuvres choisies. Simón, 7 id 210
1 ídem. Jouvencel, 3 id 90
1 Zoologie. Corváis, 1 id 63
1 Mineralogie—botanique— zoologie. Beudaut, Jussieu, Milne,
Edvard, 3 id 133
1 De l'instruction publique. Breal, 1 id 35
1 L'instruclion publique aux Etats I'nis. Hippeau, 1 id 30
1 Cours d'économie politique. Rossi, 4 id 220
1 Droit naturel. Abrens,2id 110
1 Leclures pour tous. Lamarline, lid 30
1 Cosmos. Humholdt, i id : 280
1 Tableaux de la nalure. Humboldt, 1 id 270
1 Economie politiqae. Garnier, 1 id 53
1 Meditation—Harmonies—Jocelyn— Manuscrit. — Lamartine,
4 lomos 240
1 La morale dans la démocratie. Barni, 1 id 35
Esprit des lois. Montesquieu, 1 id 30
"Washington. Jefferson de Witt, 2 id 60
Science dubeau. Cevéque, 2 id.... 120
La divine co.nedie. Dante, 1 id 30
OEuvres. Homere, 1 id 30
1 Droit international, Wheaton, 2 id 110
1 Romans ¡Ilustres. V. Hugo, 1 id , 80
1 Thealre. Idid, 1 id 73
1 Poosies. Idid, 1 id., 60
1 OEuvres completes. A. de Musset, 1 id 80
Les trois regnes de la uature. Chenu, 3 id Í80
Sables de Lafontainc ¡Ilustróos, 1 id 80
OEuvres de Moliere id, 1 id ,. 80
Géographie universelle id (i Atlas) par Doré-Maltebrun, 2 id 350
Culture du sol. Rendú, lid 12
Agriculture progresive. Calmenard Lafayette, 1 id 12
Phénoménes terrestres. Reclus, lid 12
1 Les macbines. F. Passy, 1 id 12
1 Correspondance—memoires— morale. Franklin, 5 id 60
1 Cours d'economie industrielle. Thevenin, 7 id... 84
— 389 —
i Enlretiens populaires. Id, 8 id .......................... 96
i Voyages en Afrique, Asie ct Australia de Baker Peiffer - Pal-
grave—Burlón— Baldwinn—Speke et Grant—Baines—Mo-
rechot—Hayes—Liwingston et Perrou d'Arc, 10 id ........ 120
i De l'education. Dupanloup, 3 id, ......................... 90
i L'éducalion progressive. Saussure, 2 id .................. CO
1 De la haute education inlellecluelle. Dupanloup, 3 id ...... 90
i Sophismes éconoraiques. Bastiat, 2 id .................... 60
i Harraonies économiques. Id, 1 id........................ 130
i Economie politique. Baudrillart, lid .................... 30
i Les peres et les cnfants. Lepouré, 2 id .................... 60
1 Histoireuniversclle. Bossuet, 1 id .............. .......... 30
1 OEuvres philosophiques. Id, 1 id ........................ 30
i Existence d<j Dieu. Fcnclon, 1 id ........................ 30
1 OEuvres choisio. Y. Cousiu, 5 id .......................... 150
1 Télégraphie élecirique. Rréguet, 1 id ...................... 30
i Droit naturel. Joufl'roy, 2 id ............................ 60
1 Scénes et paysages dans les Andes. Marcoy, 1 id .......... 20
1 Sistema métrico. Tarnier, 1 i J .......................... 7
1 Cité antique. Coulang'?, lid ............................ 30
1 OEuvres choisies. Rousseau, 4 id ........................ 120
1 Trois regncs de la nature. Curtambert, lid ............... 10
2 Vicar of Wakefleld. Goldsmith, 2 id ...................... 16
2 Forester. Edgeworth, 2 id .............................. '.6
1 QEuvres choisies. Goethe, 7 id .......................... 210
1 Theatre. Schillcr, 3 id .................................. 90
1 Memorial de Saint-Heleno, 1 id .......................... fcO
1 Tierras públicas. Avellaneda, 1 id ....................... SO
1 Biblia Sagrada, (trad. de AmatJ 2 id ...................... 280
1 Los ultimes dias de Pompeya. Bulwer, 1 id ............... 70
1 Romans de Dickens-Thackeray— Bulwer — Litton— MissJ
Braddon— D'sraeli—Freytag—
Hawthorn—Kavanagh — KingsleyGersl.icktfr— Hacklander—
— Wilkig—Collins— Zi-fi QQ™
~ "*'•
chokke etc, & pe 12 tomo, 174 id ..................... .'.)
1 Historia Arjentina. Domínguez, 1 tomo.................... 60
1 Lira americana. Palma, 1 id ............................ 70
} Poesías. AI. Cervantes, 1 id .............................. 30
1 Vida militar i política de Lavalle. Lacasa, 1 id ............. 40
40000
40,000 $ m¿ ó sean $ fts. 800.
Buenos Aires, Noviembre 9 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quirogv,
Secretario.
— 390 —
N° 30
Factura de Libros remitidos por la Comisión Pro
tectora de las Bibliotecas Populares, ú la Iií!:!i »-
teca Popular del notarlo, (Provincia do Santa-
Fe.)

Corupt'ndo á Alfredo Cusson del Depósito Harlictte ¡/ Ca.

H'dac'te
i Dictionnaire des arts el manufactures, Laboulage, 3 t g 530
Maison rustique du 19 Siec'e, 5 id 350
L'liomme primitif. Figuier, i id 70
Les races humaines. Id., i id 70
Les mammi.'éres. Id., i id 70
Zoophitcs el mollusqiios. Id., 1 id 70
La vie des plantes. Id., I id 70
Biblioteca de las maravillas : la escultura, i id 23
Biblioteca de instrucción i recreo, compuesta de obras de
Julio Verne—Mayne Reid— I'.rekmann Cliatrian—Bumas—
Laboulaye—Roguer—T. Gaulier—L. Jourdan—Llanos—
Alvarez Pérez—Sarcey, etc., 60 tomos encuadernados
en 15 id 900
1 Entretiens populaires. Thevenin, 8 id 96
i Cours d'economie industrielle. Id., 7 id 84
i Les machines. Passy, 1 id 12
1 Culture du sol. Rendu, I id 12
1 Agrii'.ulture progressive. Calemard de la Fayette, i Id 12
1 Phenoménes terrestres. Rocías, 1 id 12
1 Voyages en Asie, Afrique et Australie—de Spelw et Grant—
Burlón — Palgrave— PfciíTer—Mouhot — Hayes -Livings-
ton—Bawin et Baker, 10 id 120
1 DEuvres completes. Franklin, 5 id 60
1 La mujer. Catalina, 1 id .- 40
1 La verdad del progreso. Catalina, 1 id CO
1 Historia do la civilización de España. Buckle, 1 id 2o
1 Medicina de las pasiones. Descouret, 1 id 40
1 El civilizador. Lamartine. 1 id 60
1 Tratadn de oronomÍA polflira, C. Sencuilj-S id 120
— 391 -
París, Londres i Madrid. Ochoa, i id 33
Guzman de Alfarache. Alemán, 1 id 00
La Jeunesse —l'üiifancii— Lcgouvó, 2 id 00
Sermones Ravignan, I id GO
Droit nalurel. Alircns, 2 id 110
Derecho internacional. Calvo, 2 id £00
i Paraíso perdido. Millón, i id 70
i Principios do economía política. Colmeiro, i id 2o
i Historia natural. Salacroux, 3 id 300
i Gramática castellana. Bello, 1 id 30
i Los miserables. V. Hugo, 5 id i 10
1 La science du beau. Levéque, 2 id 120
1 Siete años de aventaras en el Paraguay. Maslerman, 1 id.. 100
1 Diccionario de agricultura. Casss,4 id. i atlas 140
1 Agricultura general. Id., 1 id bO
1 Manual de cambios i navegación, 1 id 50
1 República del Paraguay. Graty, 1 id 110'
1 Hijiene del matrimonio. Moulau, 1 id 70
1 Id privada. Id., 1 id 70
1 Id doméstica. Id., 1 id la
1 Id del matrimonio. Debay, 1 id 30
1 La vie souterraine. Simonin, 1 id 200
1 Viajes en Europa. De la Sagra, 2 id 00
1 Obras poéticas. Campoamor, 1 id 50
i Tratado de lejislacion. Bentham, 8 id 120
1 Id. de las penas Id., 2 id.... 30
1 Id. de las recompensa?. Id., 2 id ;!0
1 Buffon moderno. 1 id 22)
1 Maquinas de vapor, lid •. 4"¡
1 Hermosa Gabriela. Maquet, lid 44 SO

<í 5.442 SO

5,442 9 50 cent. m¿ ó sean # fts. 221 70 cent.


Buenos Aires, Noviembre 9 de 1872.
P.ar.MON Ikrnr.o.
fle 'Irn Quirnya,
Secretario.
— 392 —
N° 31
Facturado Libros remitidos por la Comisión Pro
tectora délas Ulbllotecas Populares, á la Biblio
teca Popular Fraukllu de San 4nmi.
Comprado á Alfredo Cosson del depósito Hachette i Ca.
M'da c'tu
i Enciclopedia moderna. Mellado, 40 tomos 2000
i Historia universal. C. Cantü, 10 id 900
i Diclionaire des ¡irtsct manufactures. Laboulaye, 3 id 550
i Maison rustique du 19° Siecle, 5 id 350
1 Diccionario universal francés-español i español-francés.
Domínguez, 2 id 280
1 Cosmos. Humboldt, 4 id 280
i Tableaudela nalure. Id., 1 id 70
1 Tratado de economía política. C. Seneuil, 2 id 120
1 Biblioteca de las maravillas a 23 ps. cada tomo, ft id 325
i Biblioteca de instrucción i recreo, compuesta de obras dej
Julio Verne — Maynu Reíd — Erckmann Chatrian— A./
Dumas—Laboulaye—Roger—E. Gautier—Jourdan—Lia-; 900
nos—Alvarez Pérez— Sarcey, etc., 6 tomos encuaderna-i
dos en 15 id ]
i Virgilio. Traducción de Ochoa, 1 id 125
1 Tesoro del Parnaso español. Ochoa, lid 60
1 Id de los poemas españoles. Id., 1 id.-. GO
1 Id prosadores. Id., 1 id 60
1 Id del teatro español. Id., Sil 300
1 Obras Zorrilla, 3 id 180
1 Id Fígaro, 2¡d 120
1 Id escojidas. Bretón do loe Herreros, 2 id 120
1 Id dramáticas. Gil i Zarate, 1 id 60
1 Id id Eguilaz, 1 id 60
i Id poéticas. Campoamor, 1 id 50
i Id Espronceda, 1 id 30
Manual de literatura. Gil i Zarate, 1 id 60
Apuntes para una Biblioteca. Ochoa, 2 id 120
Quijote. Cervantes, 1 id 60
(". il Blas de Santillann. Le Lage, 1 id 50
Historia del Consulado i del imperio. Thiers, i 2 id 600
Diccionario de Jurisprudencia Escriche, 1 id 150
— 393 —
1 La Ierre avant le dúluge. Figuier, i id 70
1 L'homme primitif. Figaier, lid 70
i Les races humaines. ídem , 1 id 70
1 Tratado teórico práctico de metalurgia. Montoya, 1 id 120
1 Geología. Vilanova, i id ÜO
i Tratado de astronomía física. Briol, 2 id í 20
i Diccionario de agricultura. Casas, 4 id (y atlas) 140
1 Agricultura general, ídem, lid 50
1 Tratado déla cria del caballo, muía i asno, ídem, lid 50
1 Formulario majistral. ídem, 1 id '25
1 Química aplicada á la medicina i a las artes. Alvarez, 2 id . . 140
1 Tratado de química. Troost, lid 80
1 ídem Ídem i física. Privat Deschanel, lid ", 90
1 Fomento de la población rural, 1 tomo 60
1 Enfermedades délos grandes rumiantes. Lafoze, 1 id 50
1 Química aplicada & las artes e industria. Bouchardat, 1 id . . 70
1 Arte de herrar, 1 tomo 12
1 Economía política. Mili, 2 id 30
1 Manual de barnices i charoles, 1 tomo 23
1 El litigante instruido, 1 id 20
1 Manual de albañilerla, 1 iJ 25
1 El arquitecto práctico, 1 id 35
1 Matilde. E. Sué, 4 id 120
1 Mártir del Colgóla. Escrich, 2 en 1 id 140
1 Hijos de la fe. ídem, 2 id 120
1 Madre de los desamparados, ídem, 2 id 120
1 Perdición déla mujer, ídem, 2 id 120
1 María hija de un jornalero. Ayguals de Izco, 2 id 120
1 Conde duque de Olivares, Fernandez i González, 1 id 100
i Los desheredados, ídem idem, 2 en 1 id 120
1 Trozos selectos de literatura. Cosson, 3 id 120
1 Geografía de Cosson, 1 id 25
1 Los piratas de alto bordo. Ponson da Terrail, 7 id 110
1 Historia natural veterinaria. Guzman, 2 id 50
1 Relación de los viajes hechos en Europa. R. de la Sagra,
55 id 60
1 Siete años de aventuras en el Paraguay. Masterman, 1 id... 100
1 El Federalista. Hamilton i Madison, 1 id 140
1 Derecho constitucional, González, 1 id 60
1 Ciencia i derecho constitucional. Grinke, 2 id, 120
— 394 —
i La parricida—La pasión de una reina—La maldición de una
madre Leyendas intimas—Una mujer muerta en vida—
Nombela, 5 id 56
i Casilda. Dolores Gómez, 2 id 44
21 Manuales de artes i oficios, a ps. 2á quno, 24 id 523
1 Luis XV— Ángel Pitou— Los 45—La dama de Monsoreau—
Isabel de Baviera—Los mohicanos de Paris—El collar de
la reina—Mediodía de la Francia—Condesa de Salisbury —
Villa Palmieri— Caba'lero de Casa Roja—Hija del Rajen-' 57!
te— Reina Margarita- Orillas del Rhin— Corrlcolo— bul-
taneta-por A. Duinas, a 11 ps quno, 41 id
Cuadro del progreso. Figuier, 2 id 60
Voyages deCulliver. Swift, 4 id Í50
Compendio del viaje de Anacharsis. Barthelümy, 4 id 50
Robinson Crusoe. de Foe, 2 id 70
Nuevo Robinson. Campe, I id 30
Cantos del Trovador. Zorrilla, 1 id .10
1 Escursion & los Ranqueles. Mansilla, 2 en id 70
i El Rei de Andalucía— Montero de Espinosa— La pii>l de la)
justicia— Cruz de Quiroz— Aljibe rie la Gitana —El guapo; «/.„
Francisco Estev?n D. Miguel de Manara— por Fernandezi
i González, 14 id j
i Paris, Londres i Madrid. Ochoa, i id 3.*;
i Obras de Trueba, 5 id ioO
1 Mariana. Sandeau, 1 id 30
i El oficial aventurero Cárcel da Edimburgo—Kanilworth—
Waverley por Walter Scott, 7 id 210
1 El maestro de Escuela. F. Soul ié. i id 14
1 La mere. Pelletan, i id 4o
i El principe. Maquiavelli, i id 10
1 Teoría de las penas i recompensas. Bcutham, 4 id 60
1 Lecturas amenas, morales. Ochoa, 2 id 40
1 Historia de la civilización en España. Buckle, 1 id 25
1 La mujer. Catalina, 1 id 40
I Verdad del progreso, ídem, 1 id 60
1 Los miserables. V. Hugo, ti i 1 110
1 Mil i una noches, 1 id 4'¡
1 Orlando furioso. Ariosto, 2 id 60
1 Ilijiene del matrimonio. Debay, lid 30
1 Sermones. Havignan, lid 60
1 Anulia. Marmol, i id ;>0
1 Cuentos. Sclimidt, 2 id 00
— 39o —
i ídem a mi hija. Bouilly, lid 33
i Amigo de los niños, 1 id 45
i Veladas do la quinta, i id 43
i Tardes déla Granja, lid 45
1 Pablo i Virjinh.l id 20
1 Historia de América. MCÍ.I i Leompart, 2 id 43
i Medicina doméstica. Buclian, lid .' . . 25
i Historia de la literatura. Schlege!, 2 id CO
i Corma ó la Italia. Stael, 2 id 40
i llís prisiones. S. Pellico, 3 id 25
1 Teneduría de libros. Courcelle Seneuil, i id 12
i Zoolojia i botánica. Toro, 2 id 20
i Obras. Julio Verne, (rüst.) 10 id 80
1 Dominación de los árabes en España. Conde, lid 60
1 Mapa de la República Arjentina, (con baril las) Coni, 3 id.. . 100
1 Atlas ancien et mcderne. Babinet, 1 id 125
1 Phénoménes de la physique. Guillemin, 1 id 140
1Le ciel. ídem, lid 140
1 La vie souterrair.e. Shionin, 1 id 200
Les pierres, 1 id 220
L'univers. Pouchet, 1 id 140
OEuvresilluslrées, Shakespeare, 3 id 250
Chiniieindustrielle. Paye.., 3 id 190
Substances alirnentaires. ídem, 1 id 70
Traite d'agriculture. ídem i Richard, 2 id 75
Hisloire naturelle. Ddafosse, 1 ij 45
Zuologie. Gervais, 1 id 63
ídem. Milne Edward, 1 id 45
Mineralogie. Beudant. 1 id 4<¿
Botanique de Jusgieu. 1 id 43
Les trois régnes de la nalure. Chenu, 3 id 180
Sophismes économiques. Bastiat, 1 id 30
Harmonies. ídem, lid, 30
Economie politique. Baudrillart, 1 id 30
Sociedad doméstica. Gaume, 2 id 3o
Democracia en América. Tocqueville, 1 id 50
Almacén de los niñ ¿s, lid , 33
Últimos días de Pompeya. Ituhvtr, 1 id 70
1 Historia de un joven pobre. Feuillet, lid 25
1 Almacén de la juventud artos i ciencias, 1 id ,. 45
— 390 —
i Cuentos morales. Genlis, i id • 20
i Voz de la naturaleza. Malo, 1 id 2o
1 Vida de Lincoln. Sarmiento, 1 id 45
1 Las Escuelas, ídem, i id 30
i De l'influence de l'education. Desseyligny, 1 id 30
1 Année geographique (2 a 71) de Saint Martin, 9 id. , 270
i Almacén de las señoritas, 1 id •••• 45
i L'instruction publique en France. Breal, i id 30
1 L'instruction publique aux Etats Uüis. Hippeau, i id 30
1 Vida de Jesucristo. Wallon, lid 10
1 Nociones de física. Boutet de Monvel, 1 id 25
1 ídem de química, ídem de idein, 1 id 20
8 17833

17,833 $ m¿ ó sean # fts. 713 32 cent.


Buenos Aires, Novembre 20 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quirogj,
Secretario.

N° 32
Factura de Libros remitidos por la Comisión Pro
tectora do las Bibliotecas populares, á la Biblio
teca popular de Campo Sanio, provlula de Salta.
Comprado á Alfredo Costón del Depósito Hacheíte i Ca.

n'da c'tc
1 Enciclopedia moderna. Mellado, 40 tomos $2000
1 Diccionario enciclopédico de la lengua española, 2 id 350
1 id universal español francés i francés español. Do
mínguez, 2 id 280
I Diccionario inglés español i español ingles. De la Cadena,
2 id 150
1 Diccionario de artes i manufacturas. Labou'aye, 2 id 450
1 Maison rustique de 19me Siecle, 5 id 350
- 397 —
i Historia Universal. C. Cantü, 10 id 900
i Id délos Girondinos. Lamartine, 1 id 100
1 Id del Consulado i del Imperio. Lamartine, 20 id.. 600
1 Diccionario de lejishcion. Escriche, i id 150
1 Tratado elemental de física. Privat Deschanei, 1 id 90
1 Id id de química. Troost, 1 id 80
1 Nociones de física. Boutet de Monvel, 1 id 2o
1 Id de química. Boutet de Monvül, 1 id 20
i Biblioteca instructiva i de recreo, compuesta de obras de
Julio Verne—Mayne Reid—Erckmann Chatrian—Dumas
— Laboulaye-Roger—T. Gautier—Jourdan—Llanos—Alva-
rez Pérez—Sarcey, etc., 60 tomos encuadernados en 15 id. 900
i Libro de los Oradores. Timón, 1 id 85
i Tratado de economía política. Courcclle Seneuill, 2 id.. . 120
1 Virjilio. Traducción Ochoa, 1 id 123
i Tesoro del Parnaso español. Quintana, 1 id 60
i Id de los poemas. Id, 1 id ; 60
i Id de los prosadores. Ochoa, 1 id 60
i Id del teatro español. U, 5 id 300
Id de novelistas españoles. Id, 3 id 160
Id de historiadores id. Id, i id 60
Obras completas. Zorrilla, 3 id 180
Id Id Fígaro, 2 id 120
Id Id Bretón de los Herreros, 2 id 120
Id dramáticas. Eguilaz, 1 id CO
Apantes para una biblioteca. Ochoa, 2 id 120
Manual de literatura. Gil i Zarate, 1 id 60
Piezas escojidas. Id, 1 id 60
Quijote. Cervantes, 1 id 60
Gil Blas. Le Sage, 1 id 50
1 Diccionario biográfico universal, i id 150
1 Historia de España. Mariana, 10 id 200
1 Misterios de París. Sué, lid 90
1 Dominación de los Árabes en España. Conde, 1 id 60
Poesías. Martínez de la Rosa, lid GO
Diccionario de agricultura. Casas, 4 id (con atlas) 140
Historia natural. Dubroca, 4 id 80
Agricultura general. Herrera, 4 id 160
Diccionario de veterinaria. Risueño, 5 id 180
1 Química. Payen, 2 id 80
- 398 -
Fomento Je la población rural, lid !)0
Enfermedades de los grandes rumiantes. Lafaze, i id 70
Química. Bouchardat, i id 70
Filosofía comparada de los animales domésticos. Casas, i id GO
Arte de Herrar, i id 15
Anuario de progresos tecnológicos. Canalejas, 1 id 60
Fundaciones i cimientos, 1 id 30
Manual de barnices, 1 id 20
i Id de belleza, 1 id , 35
1 Id de agricultura, i id 10
i Id del destilador, 1 id 12
1 Id de astronomía, 1 id 22
1 Formulario majistral. Casas, 1 id 23
1 Teoría de los Gobiernos. Beaujour, 2 id 35
1 Economía política. Mili, 2 id 30
1 Teoría de las penas i recompensas. Bentham, 4 id CO
i El litigante instruido, 1 id £0
1 El principe. Mac.uiavelo, 1 id 10
1 Manual de albañileria, 1 id 30
1 El arquitec o practico, 1 id 35
1 Obras de Horacio. Traducción de Burgos, 4 id 90
1 Mati'de. Sué, 4 id 120
1 Manual del cerrajero i herrero, 1 id... 33
1 Fisiología veterinaria, 1 id... 60
1 Cuentos amenos, morales. Ochoa,2id 40
1 Los intereses católicos en América. Eizaguirre, 2 id 100
1 El catolicismo. Eizaguirre, 2 id 100
1 Filosofía elemental. Balmes, 1 id 20
1 Id fundamental. Id, 2 id 40
i El protestantismo. Id, 2 id 40
1 Nuevo viajero universal en América, 4 id 200
1 Revolución de Inglaterra. Guizot, 1 id 70
1 Mariana. Sandeau, 1 id 30
1 IlijUne del matrimonio. Debay, lid 30
1 Civilización en España. Buckle, 1 id 2o
1 Aventuras de un misántropo. Saintine, 1 id 25
1 Sermones. Ravignan, 1 id 60
1 Influencia del cristianismo. Troplong, 1 id 30
1 La mujer. Catalina, 1 id 40
1 La verdad del progreso. Catalina, 1 id 60
— 399 —
i Gramática castellana. Bello, 1 id 30
1 Los miserables. Víctor Hugo, 5 id 110
1 Historia déla relijion. Mazo, 4 id 70
1 . Amalia. Mármol, 2 id 45
1 Cuentos Schmidt, 2 id 90
i Veladas de la Quinta, 1 id 45
Cuentos á mi hija. Bouilly, 1 id 35
Amigo de los niños. Derquin, 1 id 45
Tardes de la Granja, 1 id 45
Matilde 6 las cruzadas. Coltin, 2 id 40
Corina ó la Italia. Stael, 2 id 40
Arte de Hablar. Hermosilla, 1 id 25
Obras. Espronceda, 1 id 30
Pablo i Virjínia, 1 id 20
Historia de América. Robertson, 4 id 90
Mis prisiones. S. Pellico, 3 id ' 25
Biblioteca de las maravillas, 13 id 325
Chimie industrielle. Payen, 3 id 190
Traite d'agricullure. Payen et Richard, 2 id, 75
1 Dictionnaire de chimie. Wurtz, 2 id 250
1 Cuentos morales. Genlis, 1 id 20
i Les trois régnes de la nalure. Chenü, 3 id 180
i Curso de botánica. Colmeiro, 3 id 240
i Siete años de aventuras en el Paraguay. Masterman, 1 id. 100
Las Escuelas. Sarmiento,! id 30
Escarsion á los Ranqueles. Mansilla, 2 tomos en 1 id 70
Historia Sagrada, Duruy. 1 id 30
Id Griega, id 1 id 30
Id Antigua, Guillemin. 1 id 30
París, Londres y Madrid, Ochoa. 1 id 35
Telémaco, Fenelon. 1 id 15
Democracia en América, Tocqucville. 1 id 50
El Federalista, Hamillon y Davison. 1 id 140
Cuadro del Progreso, Figuier. 2 id 60
1 Hijfene del matrimonio, Monlau. 1 id 70
1 Id doméstica, id. 1 id 15
1 Medicina legal, Mata, 3 id 310
1 Medicina doméstica, Duchan. 1 id 25
i Teneduría de libros, C. Seneuil. lid 12
1 Elementos de derecho público constitucional, Lastarria. 1 id 40
— 400 —

i Historia de América, Mesa i Leompart. 2 id 45


Delgrano i Güemes, Mitre, i id 40
Conquista de Méjico, Solis. i id CO
Glorias arjentinas, Iriarte. í id 40
Educación de las madres, Aimé Martin, i id 30
Vida de Jesucristo, Wallon. 1 id 10
Trozos de literatura, Cosson. 3 id 120
Geografía, id. i id -">
Viaje al rededor del mundo, Arago. i id i 10
Voz de la naturaleza, Malo, i id 23
Almacén de la juventud (ciencias i artes) 1 id 45
Id id id historia, 1 id 45
U id id, viajes, 1 iü 45
Robinson, Cruseo de í"oé. 2 id 00
1 Nuevo Robinson, Campe, i id 30
1 Viajes de Gulliver, Swift. i id 40
1 Viajes de Anacharsis, Barthelemy. 4 id 40
i Viajes de Anlenor, Lautier. 4 id 40
i Waverley - Kenihvorth—Novia de Lamermoor—El anlic.ua-
rio—Prisión de Edimburgo, por Water So.olt. 18 tomos
encuadernados en 9 270
Mil y una noches, lid 45
Manual de ülosofía, Jacques. 1 id 40
Orlando furioso. Ariosto, 2 id 60
Chimie moderne. Wurtz, 1 id 55
Chimie pratique. Odling, 1 id 35
Paris en América. Laboulaye, lid 23
Últimos dias de Pompeya. Buhver, 1 id 70
Historia de un joven pobre. Feuillet, lid 25
Zoología i botánica. Toro, 2 id 20
Sistema métrico. Tarniér, 1 id 7
Ollenderff francés, lid • SO
i Id inglés, lid 20
1 Historia de los Estados-Unidos, 1 id 45
i Vicar of Wakefield. Goldsmith, 1 id 8
1 Forester. Egeworth, 1 id 8
i Simples lectures snr les sciences. Garrigues, i id 10
1 Morale pratique. Barrau, 1 id 10
1 Morceaux choisies. Pelission, 2 id 20
1 Choix de lectures. Daniel, 1 id , 10
— 401 —

1 Elemente de morale. Franck, 1 id 15


1 Histoire naturelle. Delafosse, i id 4'i
i OEuvres choisies. Cousin, 5 id 150
i Id iJ. S. Simón, 8 id 150
1 ¡íoologie, botanique, mineralogie, Milne, Edward, Jeussieu
Beudant, 3 id 135
1 Cosmos. Ilumboldt, 4 id 280
1 Tableaux de la nature. Ilumboldt, 1 id 70
1 Esprit des lois. Montesquieu, 1 id 30
1 Sophismes economiques, Bastiat, 2 id 60
1 Harmonies economiques. Bastiat, I id 30
1 Economie politique. Baudrillart, 1 id 30
1 Zoologie Gervais, 1 id 65
1 Mártir del Gólgota. Escrich, 4 id 140
1 Altas de Babínet ancien et modernc, 1 id (-•>
1 Mapa de la Ilepublica Argentina. Coni, (con barillas) 1 id... IDO
1 Phenóménes de la plysique Guillemin, 1 id liO
1 Le Ciel. Guillemin, 1 id 140
1 Vie souterraine. Simonin, 1 id £00
1 Les pierres. id, 1 id 140
1 L'univers. Pouchet, 1 id 140
1 Atlas avec blasons. Bouillet, 1 id 2UO
1 La Ierre avanl le déluge. Figuier, 1 id 70
1 L'homme primilif. id, 1 id 70
1 Les races humaines. id , 1 id 70
1 Dictionnaire des mathematiques appliquées. Sonnet, lid.. 200
1 Id de histoire et de geographie. Bouillet, 1 id 140
1 Id des sciences et des lettres, 1 id 140
1 I es inscctes. Figuier, 1 id , 70
1 Telegraphie electrique. Bregnet, 1 id 29
19103
$ 19,403 flm6 ó sean $ fts. 776 12 cent.
Buenos Aires, Noviembre 2i de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroya.
Secretario.
— 402 —
N° 33
Factura de Libros remitido» por la t omisión Pro
tectora de las Bibliotecas Populares, á la Blbllo-
teca Popular de Juví, Provincia de Jujui.
Comprado á Alfredo Cosson del Depósito Hadieilt i di.

tt'dac't.
1 Diccionario de lejislacion. Escriche, i Ionio $ 150
1 Id enciclopédico de la lengua castellana, 2 id 350
i Código civil Arjenlino. Velez Sarsfield, i id 100
1 Historia universal. C. Cantú, 10 id 900
1 Tratado de física. Privat Beschanel, 1 id 90
1 Id de Química. Troost, 1 id 80
i La mujer. Catalina, 1 id 40
1 Historia de la sociedad doméstica. Gaume, 2 id 35
Economía política. Colmeiro, 1 id -•'>
Quijote. Cervantes, 1 id 60
Gil Blas de Santillana. Le Sage, 1 id 80
Juanito. Parravicini, 1 id 20
Fabiola. Wiseman, i id 40
Obras completas. Fígaro, 2 id 120
Biblioteca de las maravillas, a 25 pesos cada uno, 13 id... 325
1 Filosofía elemental. Balines, I id 20
t Id fundamental. Balines, 2 id 40
1 Manual de Filosofía. Jacques i Simón, 1 id 40
1 Galería de mujeres célebres. Sainte Beuve, 1 id 150
1 Tardes de la Granja, 1 id 45
1 Veladas de la Quinta, 1 id 45
1 Mártir del Colgóla. Escrich, i id 140
1 Nociones de física. Boutel de Monvel, y id 23
1 Id de química. Id, 1 id 20
1 Zoolojia i botánica. Toro, 2 id 20
1 Vida de Jesucristo. Wallon, 1 i. 1 10
6 Compendios de historia. Duruy, 6 id 48
1 Educación de la mujer. Aimé Martin, 1 id 30
1 Trozos selectos de literatura. Cosson, 3 id 120
1 Geografía. Cosson, 1 id 40
1 Manual de literatura. Gil y Zarate, 1 id 60
— Í03 —

i Cuentos. Schmidt, 2 id 90
i Id ft mi hija. Bouilly, i iJ 3o
i Amigo de los niños. Berquin, i iJ 45
1 Gramática castellana. Bello, 1 id :in
1 Matilde. Me. Cottin, 2 id 3!¡
1 Corina. Me. Stael,2id 3.'}
i Arte de hablar. Hermosilla, i id , 23
1 Obras. Espronoeda, 1 id 30
t Pablo i Virjinia, i id 20
i Historia do la relijion. Mazo, 4 id '. 70
i Mil prisiones. Pellico, 3 id 83
i Mártires. Chateaubriand, 1 id :;.'¡
i Genio del cristianismo. Id, i id 33
i Itinerario de París á Jerusalem. Id, 1 id 35
1 Átala y Rene, etc. Id, i id 23
i Cristóbal Colon. Washington Irving, 1 id U3
i Obras. Julio Yerno, (rustica), 10 i J 80
i Historia de América. Mesa y Leompart, 2 id 45
1 Mil i una noches, 1 id 45
i Medicina doméstica. Duchan, 1 id 25
1 Amalia. Mármol, 2 ¡d 45
i Derecho público constitucional. Laslarria, 1 id 40
1 Ilijiene publica. Levy, i id 40
i Sistema métrico. Tarnier, 1 id 7
i Teneduría de libros. (I. Seneuil, i id 12
i Medicina de las pasiones. Desconret, 1 id 40
i Guia del matrimonio. Curtís, 1 id 13
i Historia de la civilización en España. Buckle, 1 id 25
i Cuentos morales. Gi:nlÍ3, i id 20
i Buffon de las familias, 1 id 55
i Historia de un joven pobre. Feuillet, i id 23
i Almacén de la juventud, ciencias i artes, 1 id 45
1 Id id id historia, 1 ¡d 45
i Id id id viajes, i id 45
i Telémaco, i id 15
i Atlas de Brachet, 1 id 55
1 Ollendorff francés, i id... ÍO
1 Id inglés, 1 id 20
1 Simple) lecturas sur les sciences. Garrigues, 1 Id 10
1 Morale pratique. Renda, lid ÍO
— 404 —

Vicar of Wakefield, i id , 8
Forester. Edgeworth, i id 8
Morceaux choisies. Pelission, 2 id 20
Diccionario inglés español i español inglés. Seoanne, I id. 40
Pequeño diccionario francés español i español francés. Sal
va, i id 25
i Libro de los oradores. Timón, i id 85
i Democracia en América. Tocqueville, i id ?0
i Horacio. Traducción de Burgos, 4 id 90
1 Catecismo de la doctrina caistiana. Mazo, lid i\
i Nuevo Robinson. Campe, i id 33
$ 3000
5,000 ,?%•;('> sean ps. fts. 200.
Buenos Aires, Noviembre 26 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 34
do Libros remitidos por la Comisión Pro»
tectorade las Bibliotecas populares, á la Blbllo-
teea popular de Belén, provlnla de Oatamarca.

Comprado á Alfredo Cosson del Depósito Hachelte i Ca.


H'da C'te
1 Biblioteca de las maravillas, 13 tomos 325
1 Diccionario de artes i manufacturas. Laboulaye, 4 id 420
1 Cuadro del progreso de las ciencias ó industrias. Figueir,
2 id 60
1 Halteras, Capitán Grant. Julio Yerno, 1 id 60
1 Viaje al centro de la tierra, a la luna, etc. Verne 1 id 6D
1 Veinte mil leguas de viaje submarino. Verne, 1 id 70
1 Compendio. Buffon, 22 id 300
i Viaje universal en América, 2 id 75
1 Manual de albañileria, 1 id 40
— 405 —
1 Id del cultivador de tabaco, i id 40
i Agricultor practico, i id 40
i Manual del fabricante de velas, i id 30
1 Id de agricultura práctica, 1 id 10
i Id del cultivo de sedas, i id JO
i Id de vinos, i id 20
i Id de charoles i barnices, 1 id 20
i Id del tintorero, i id 40
i Id del destilador, i id 15
I Administración rural. Ramagna, i id 40
i Derecho natural. Burlamaqui, 2 id 25
i Los grandes inventos. Figuier, 1 id 20
i Teneduría de libros. C. Seneuil, i id 12
1 Democracia en América. TocqueviMe, 1 id 50
1 Historia de América. Robertson, 4 id 90
i Compendio de Hisioria de América. Mesa i Leomqart,
2 id 45
1 Historia.de los Estados Unidos. Quackenbot, 1 id 45
1 Id Argentina. Domínguez, i id 60
1 Trozo» selectos. Cosson, 3 id 120
1 Geografía de Cosson, 1 id 40
1 Mapa de la República Arjentina, (montado). Coni, lid... 100
1 Corina. Me. de Stael, ? id 4D
i Manual de literatura. Gil i Zarate, 1 id 60
1 Dramas judiciales, 1 id 70
i Juanito. Parravicini, 1 id 20
1 Las Escuelas. Sarmiento, 1 id 30
1 Mártir del Gólgota. Escrich, 1 id 140
1 Historia de la relijion. Mazo, 5 id 70
1 Cuentos Schmidt, 2 id 90
1 Id á mi hija. Bouilly, 1 id 35
1 Hijiene del matrimonio. Monlau, 1 id 70
1 Zoología i botánica. Toro, 2 id 20
1 Fenelon. Telémaco, 1 id 15
i Gramática castellana. Bello, 1 id 30
1 Educación de las madres. Martin, 1 id 30
1 Paris en América. Laboulaye, 1 id 25
1 Medicina doméstica. Duchan, 1 id 25
i Los Santos Evanjelios, 1 id 35
1 Manual del sistema métrico. Tarnier, 1 id 750
— 406 —
1 Vida de Jesucristo. Wallon, i id ....................... 10
i Historia profana. Castro, lid .......................... 29
3133 50

3,133 # m¿ 50 es. ó sean ps. fts. 12o 3'i es.


Buenos Aires, Novembre 30 de 1872,
I'AI.KMON HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

Na 35

Factura de Libran remitidos por la Comisión Pro


tectora de las Bibliotecas Populares, á la Biblio
teca Popular de Villa Mercedes, (Provincia de
San Luis.

Comprado á Alfredo Cosson del Depósito Hachette y Ca.

H'da c'te

1 Enciclopedia modorna, Mellado, 37 tomos 1800


1 Historia Universal. C. Canlü, 10 tomos 900
i Enciclopedia popular ó manuales de artes, oGcios, etc.,
59 id 1810
Diccionario de la lengua española. Domínguez, 2 id 350
Id francés-español, francés. Salva, 1 id 110
Id biográfico unive'rsal, 1 id 150
Id de lejislaiúon. Escriche, 1 id 150
Id de las alteraciones, ele. Chevalier, 1 id 1'iO
Biblioteca de las maravillas, 13 i J 325
i Cuadro del progreso de las ciencias i la industria. Fi-
gueir, 2 id 60
i El mundo antes de la creación del hombre. Figueir i Zim-
merman, 2 id — 400
1 Tratado elemental de Física. Privat Deschanel, 1 id 90
1 Id U de química. Troost, 1 id 80
1 Viaje al rededor del mundo. Arago, 1 id 110
- 407 —

i Galería de mujeres célebres. Sainte Beuve, i id 150


i Atlas universal. Babinet, 1 id 125
i La Biblia Sagrada. Araat, 2 id 280
1 Obras completas, J. Verne, 3 id 200
1 Diclionnaire d'histoire et de geographie. Bouillet, 1 id.. 140
1 Id des lettres, des scieaces et des arts. U, lid. 140
I Obras completas. Zorrilla, 3 id.. 180
t Tesoro de los poemas españoles. Quintana, i id 00
1 Id del parnaso español. Id 1 id 00
i Poesías. Martínez déla Rosa, 1 id 00
i Tesoro del teatro español . Ochoa, 8 id 300
i Apuntes para una biblioteca. Oohoa, 2 id 1)0
i Obras escojidas. Bretón de los Herreros, 2 id 120
Id completas. Fígaro, 2 id 120
Tesoro de prosadores españoles. Ochoa 60
Obras poéticas. Cnmpcamor, 1 id 50
Libro de los Oradores. Timón, 1 id 83
Manual de literatura. Gil i Zarate, 1 id 60
Orlando furioso. Ariosto, 2 id 00
Filosofía moral y elocuencia. Marchena, 2 id 100
Obras completas ilustradas. Chateaubriand, 4 id 350
Mitolojla universal ilustrada. Carrasco, 1 id 120
1 Madrid a Ñipóles. Alarcon, 1 id 120
1 Novelas. Id, 1 id 35
4 Final de Norma. Id, 1 id 35
1 Los misterios de París. Sue, 1 id 90
1 El Federalista. Hamilton i Madison, 1 id 140
1 Los últimos días de Pompeya. Bulwer, 1 id 70
1 Los miserables. Hugo, 2 id 100
1 Obras completas. Echeverría, 2 id 180
1 Paraíso perdido, (inglés i español). Millón,! id 70
1 Razón filosófica. Raülica, 1 id 60
1 Don Quijote. Cervantes, 1 id 60
1 Novelas. Cervantes,! id 100
1 Los Girondinos. Lamartine,! id 100
i Revolución francesa. Thiers, 6 id 180
1 Consulado é imperio. Id, 15 id 750
1 Memorial de Santa Helena, 1 id 55
1 Primavera i estío. Selga», i ¡d 40
I Mártir del Colgóla, Escrich, 1 ¡d 140
-- 408 —

i Hijos de la fe. Id, 2 iJ 105


1 La novia del hereje. López, 1 id 150
i Obras dramáticas. Eguilaz, 1 id 60
Amantes de Teruel. C. León, 1 id 90
Escursion álos Ranqueles. Mansilla, 2 en i id 70
liarla, hija de un jornalero. Izeo, 1 id IOS
Ensayos biografieos. T. Caicedo,2 id 120
Medicina de las pasiones. Descuret, 1 id 40
Cuadro del progreso. Catalina, 1 id CO
La mujer. Catalina, 1 id 40
Droit naturel. Ahrens, 2 id 110
Derecho de jentes. Bello, 1 id 40
Ciencia i derecho constitucional. Grinke, 2 id 120
Tardes de la Granja, 1 id 45
1 Veladas de la quinta, 1 id 45
1 Amigo de los niños, 1 id 4o
1 Cuentos. Schmidt, 2 id 90
Id !i mi hija. Boilly, 1 id 35
Obras dramáticas. Gil i Zarate, 1 id 60
Viajes de Fray Gerundio, 1 id 55
Historia de la relijion. Mazo, 4 id 70
Id de una joven pobre. Feuillet, 1 id 25
Lazarillo de Tormes. Mendoza, 1 id 30
Civilización en España. Buckle, 1 id 25
Derecho constitucional. Lastarria, 1 id 40
Corina. Me. de Staet, 2 id 40
Matilde. Me. Cotlin, 2 id 40
Bablo i Virjinia, Cabana indiana, etc., 1 id 23
Obras. Espronceda, 1 id 30
Conquista del Perú. Prescolt, 1 id 40
Colon— Compañeros de Colon. \V. Irving, 2 en 1 id 45
Amalia. Mármol, 2 id 45
1 Trozos selectos. Cosson,3id 120
1 Geografía. Id, 1 id 2o
1 Arte de hablar. Herraosilla, 1 id 20
1 Educación de las madres. Aimé Martin, 1 id 30
1 París, Londres i Madrid. Ochoa, 1 id 35
1 La democracia en América. Tocqueville, 1 id £'0
1 Conferencias. Lacordaire, 4 id 150
1 Obras completas. Balmes, 10 id 150
— 409 —
1 Influencia del cristianismo. Troplong, i id 23
1 El oficial aventurero—Lucia de Lainermoor—Warveí ley—
Kcnhvork- Cárcel de Ed'mburgo — El Anticuario, por
Walter Scott, 21 tomos encuadernados en 10 250
1 Grandes inventos. Figuier, 1 id 20
i Cuentos morales. Genlis, 1 id 20
1 El amor. Michelet, 1 id 40
1 Manual de hijiene—Cuatro métodos curativos, 1 id 40
1 Lecturas amenas morales. Ochoa, 2 id 40
El espía. Cooper, 4 id 45
Conquista de Méjico. Solis, 3 id 45
El Conde Devereux. Bulver, 6 id SO
La familia Caxton. Id, 2 id 40
El sitio de la Rochela Genlis, 1 id 14
Las madres de familia. Bouilly, 2 id 40
Cuentos de hadas. Perraux, 1 id 15
Historia de América. Robertson, 4 id 90
Compendio de historia de América. Mesa i Leompart, 2 id. 45
Historia de los Estados Unidos. Guackenlleost, 1 id.... 45
Id antigua. Guillemin, 1 id 30
Id sagrada. Duruy, 1 id 30
Id griega. Id, 1 id 30
Botánica. Blanco i Fernandez, 2 id 70
Obras escojidas. Hartzembucli, 2 id 50
Prisiones—Deberes. Pellico, 1 id 30
Cuentos americanos. Liona, 1 id 25
Clemencia—Relaciones—Cuentos—F. Caballero, 3 id 7a
Civilización en Europa. Guizot, 1 id . . . , 30
Telémaco, 1 id 15
1 Gramática castellana. Bello, 1 id 30
1 Vida de Jesucristo. Wallon, 1 id 10
1 Mapa de la República Argentina, (montado). Coni, 1 id.. 100
1 Almacén de las señoritas, 1 id 45
1 Id ile los niños, i id 35
1 Id de la juventud, 1 id 45
1 Mil i nna noches, 1 id 45
i Reino animal. Rojas, 1 id 40
1 Fabiola. Wiseman, 8 id 40
1 Nociones de física. Boutet de Monvel, 1 id 25
1 Id de química. Id id, 1 id 20
- 410 -

i Mariana Sandeau, 1 id , 30
iRobinion Crusoe. De Foé, 2 id 40
i Progreso cientíCco. Moigno, i id .10
1 Nuestra Señora de París. Y. Hugo, 3 id 35
iGalería de matrimonios—Viaje cómico -Caricaturas i re
tratos. Fronlaura, 3 id 60
i Juanito. Parrar icini, 1 id 20
1 Economía política. Cojmeiro, i id 40
i Secretos de la naturaleza. Cortés, 1 id 15
1 Cartas provinciales. Pascal, 1 id 23
1 Dama de noche. Nombela, i id U
i Devoir—Liberté de conscience, civilo, polílique— Relijion
neturel. J. Simón, 5 id 150
Gil Blas de Santillana. Le Sage, 1 id 60
Viajes. Gulliver, 4 id 40
Id de Antenor, 4 id 40
Id de Anachersis. (Compendio), 4 id 40
Corte de la reina Ana. Ainsworlh, 5 id 50
i El bravo. Cooper, 4 id 40
i La huerfanita inglesa. C. Summers,4cn 2 20
i Julia ó nueva Heloisa. J. P. Rousseau, i id 23
1 Picciola. Saintine, 2 id 20
1 El Siglo pintoresco, i id 120
1 Leyendas Intimas—La pasión de una reina—Carlos V i la
victoria — La parricida—Un hijo natiiral — Una mujer
muerta en vida—Los millones del diablo. Por Norr.bela.
8 id 112
1 Isabel de Baviera—El corricolo-La Villa Palmieri—Un
año en Florencia -La Condesa de Salisbury— Sultineta —
El Capitán Arena— 13 días en el Sinay—La reina Mnrga-
rita—Caballero de Casa Roja—La hija del Rejente— Las
orillas del Rhin—La guerra de las mujeres— Anjel Piíou.
Por A. Damas, 22 id 303
i Salones i bohardillas. Taboada, 1 id 33
1 Hijlene privada. Blonlau, 1 id 60
i Id publica. Id, 2 id 90
1 Id industrial. Id, 1 id 25
1 Id del alma. Id, 1 id 30
1 Medicina doméstica, i id 23
1 Historia de España. Galiano, 7 id 280
- 411 —
1 Medicina i cirujia legal. Malla, 3 id 310
1 Leone Leoni. Sand, 2 id 20
i Museo universa], 3 años, 3 id 450
i Misterios de la Corte Reynold, 2 id 150
1 Perdición de la mujer. Escrich, lid 90
1 Diego Corriente. Fernandez i González, 2 en 1 id 100
Flor de un día i espinas de una üor. Anjelon, 1 id 90
Cabana del Tío Tomás. Miss Stowe, 1 id 40
Martirio de una madre. Sonda, 1 id -. 90
Buffon moderno, lid 220
La alhambra. Fernandez i González, 1 id 120
Historia Arjentina. Domínguez, lid 611
Zoolojia i botánica. Toro, 2 id 20
1 Mediodía de Francia, i id 27
1 Sistema métrico. Tarnier, 1 id 750
1 Madrid riendo y Madrid llorando. Castillo, lid 60
# 19047 50

19,047 $ 50 es. m¿ ó sean $ fls. 761 90 es.


Buenos Aires, Diciembre 6 de 1872.
PALEMÓN HUKUGO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 36
Factura do libro» remitido» por la Comisión Protec
tora de la» Bibliotecas Populare» á la Biblioteca
popular de Cba»coiuu» (Provincia de Bueno»
Aires).
Comprado á la Imprenta i Librtria de "Mayo" de Carlos Casavalle,
Moreno 241.
«•da c'U

1 Filosofía elemental. Dalmes, 1 tomo >...< 18


1 Id fundamental. Id, 2 id . ; ........;. 3o
— 412 —
Guia de Labrad eres, jardineros i hortelanos, 1 id 90
Medicina Legal. Oríila, 4 id 250
Manual completo de agricultura, 3 id 120
Formalario de Medicina. Sánchez, 1 id 100
Enciclopedia popular ; colección de manuales a 20 cada uno,
id 36 720
1 Economía política. Courcelle Seneuil, 2 id 150
1 Breve Esposicion de la Constitución de los Estados Unidos,
1 id 50
1 Lecciones de Derecho Constitucional. González, 1 id 8!)
1 Dictionnaire des antiquités Chrétienes, 1 id ISO
1 Viaje de los compañeros de Colon. W. Irving, 1 id 10
1 Tesoro del Parnaso Español. Quintana, 1 id 00
1 Novelas de Bilbao, 1 id 50
1 La guerra del Paraguay. Thompson, 1 id 150
1 Siete años de aventuras en el Paraguay. Masterinan, 1 id. . 100
1 Historia Romana. Duruy, 1 id 30
1 Id Antigua. Id, 1 id 32
i Id Sagrada. Id, 1 id 32
1 Id Griega. Id, 1 id 3í
1 Recuerdos de un cie¿o. Arago, 1 id 120
1 París, Londres i Madrid, 1 id 35
1 Diccionario enciclopédico de la lengua castellana, 2 id 350
1 Dictionnairo National de la langue fráncaisc. Ikschercüu, .
2 id 320
1 Obras completas. Cervantes, 4 id 2iO
1 Id dramáticas. Eguilaz, 1 id GO
1 Id selectas. Quevedo, 1 id 60
1 La buena madre. Fernandez i González, 2 id 130
1 El Alcalde Ronquillo. Id id, 2 id 130
El Pastelero del Madrid. Id id, 2 id 130
Luisa 6 el Anjel de la Redención, Id id, 2 id 130
El Rei maldito. Id id, 2 id .150
El Conde Duque de olivares. Id id, 1 id 105
Los Hambrientos. Id id, 2 id 130
La Sangre del Pueblo. Id id, 2 id 130
1 La Yírjen de la Paloma. Id id, I id 80
1 Don Miguel de Manara. Id id, 2 id 40
1 El Montero de Espinosa. Id id, 2 id 40
1 La Piel de Justicia. Id id, 2 id 40
— 4Í3 —
i El Guapo Francisco Estevan. Id id, 2 id 40
i Veladas de la quinta. Genlis, i id 4o
i Cuentos morales, i tomo 30
1 Robinson Cruzoe. Defoe, 2 id 45
1 Obras completas. Echeverría, 2 id 180
i ÜEuvres. Boileau, 2 id 40
1 Conferencias. Wiseman, 2 id 65
i Hermana de la Caridad. Castelar, i id 3o
i Mártir del Colgóla. Pérez Escrich, 2 id 130
i La madre de los desamparados, ídem Ídem, 2 id 105
i La mujer adúltera, ídem ídem, 2 id 105
i El cura de Aldea. Idtrn Ídem, 2 id 105
1 La perdición de la mujer, ídem idem, 2 id 105
1 La calumnia, ídem idem, 2 id 103
1 Los hijos déla fe. ídem idem, 2 id 8t)
1 La esposa mártir, ídem ídem, 2 id 105
1 El amor de los amores, ídem idem, 2 id 105
1 El infierno de los celos, ídem idem, 2 id 105
1 Obras de misericordia, ídem idem, 3 id 160
1 Cellar. M. Cervantes, 1 id 35
1 Influjo de la familia. Barreaux, 1 id 30
1 Lejislacion i jurisprudencia de la educación común. Quiro-
ga, lid 4S
i Las Escuelas. Sarmiento, 1 id SO
1 Viajes en Europa, África i América, ídem, 2 id 150
i Vida de Jesucristo. Wallon, i id.. 10
1 Discursos sobre la historia universal. Uossuet, 2 id 60
1 La ratón filosófica i la razón católica. V. de Rftulica, 1 id.. 50
i Imitación de Cristo. Kempis, 1 id 15
i Fabiola. Wiseman, i id 35
1 Historia de la Relijion. Mazo, 4 id 75
1 ídem de la sociedad doméstica. Gaume, lid 35
1 Viajes de Frai Gerundio, i tomo 60
1 Estudios sobre tierras públicas. Avellaneda, 1 id 40
1 Tesoro del teatro español. Quintana, lid 60
1 Obras escojidas. Bretón de los Herreros, 2 id 120
1 Colección de poesías castellanas. Sánchez, i id 60
i Teatro escojid o. López de Vega, i id 60
1 Tesoro de novelistas españoles. Ochoa, 3 id 180
1 Apuntes para una biblioteca, ídem, 2 id 120
— «i —
I Tesoro de los prosadores españoles, ídem, I id 60
i Historia de la conquista do Méjico, por Solis, i id 60
i ídem de la revolución de España. Torrent, 3 id 180
1 Obras completas. Larra. (Fígaro) 2 id 120
i Orijen del teatro español. Moratin,4id , -'¡'.i
1 Obras completas. Zorrilla, 3 id 180
1 ídem poéticas. Espronceda, i id 25
i ídem completas. Martínez de la Rosa, 4 id ¿ VJ
i Dominación de los árabes en Espaüa. Conde, 1 id 60
1 Tesoro de poemas españoles. Ocboa, 1 id , 60
1 Rimas inéditas. Mendoza, i id 60
2 Ensayos biográficos. Torres Caicedo, 3 id 200
i Obras dramáticas. Gil i Zarate, i id 60
i Genie da christianisme. Chateaubriand, 1 id 40
i Les martyrs. ídem, i id 40
i Átala i Rene, ídem, 1 id 12
1 Teolojia moral. Ligorio, 1 id 90
1 Hombre apostólico, ídem, 3 id 75
1 América pontifica ó tratado de los privilegios de la América
latina, 1 id 120
1 La vida en el chaleco, Villergas, 1 id tO
1 Instrucción de Sacerdotes. Molina, 1 id 60
1 Diccionario biográfico universal,! tomo 120
1 Cartas de Eloisa i Abelardo. Pope, 1 id 10
1 Estudios sobre la revolución. Mitre, 1 id 50
1 Noticias históricas sobre la enseñanza pública superior. Gu
tiérrez, 1 id.... 150
1 Historia argiT.'.iua. Ruiz Díaz de Guzman, 3 id 200
1 Galería de muj TCS célebres. Sainte tieuve, 1 id 120
5 Códigos rural de la Provincia de Buenos Aire:, & 10 ps 50
2 Códigos de Comercio de la República Arjentma con la ley de
enjuiciamientos, á 40 ps. 2 id 80
1 Diccionario inglés. Neuman, 1 id loO
1 Ollendorff francés con clave, 2 tomos 35
1 ídem inglés con id, 2 id 35
1 Geografía universal. Balt y, 2 id 120
i Diccionario de geograüa antigua i moderna, 1 lomo 90
1 Mate'maticas. Vallejos, 2 id 65
1 Diccionario italiano-español, 1 tomo 50
1 ídem manual griego-latino, español, 1 id, 100
— 415 —
1 Gramática griega. Silva, i id 25
i La novia del hereje. López, i id 140
i Escursion a los llanqueles. Mansilla, 2 id 70
1 Historia del Paraguay. Molas, i id CO
2 Apuntas biográficos. Gutiérrez, i id lia
1 Armonías poéticas. Palma, lid 30
1 Memorias de Lord Cochranc. Bilbao, 1 id 30
1 Vida de Lavalle y Soler etc. Lacasa, 1 iJ • !>0
1 Obras completas de Juana. M. Gorriti, 2 id 120
1 Poesías de Gutiérrez, 1 id CO
1 El Federalista. Hamillon,! id 140
i Lira americana. Palma, lid 80
1 Conversaciones familiares. Santa María, 3 id 140
1 Constituciones políticas de la America meridional, 1 tomos 150
1 ídem de algunos de los Estados Unidos de América, 1 id CO
1 Diccionario latino español. Valbuena, 1 id 75
1 Estudios filosóficos. Augusto Nicolás, 3 id 120
1 Memorias de un marido. E. Sué, 1 id 90
1 Los hijos de la familia, ídem ídem, lid 90
1 Los pecados capitales. Orellana, 2 id 100
1 Nuevo viajero universal. Cuesta, 5 id 500
1 Historia de la literatura española. Ticknor, 4 id 280
1 Estudios sobre la Constitución. Laboulaye, lid 50
1 Ensayos sobre Cuba. Humboldt, lid GO
i Historia de Valparaíso. V. Mackenna, 2 id 170
1 Diez meses en los Estados Unidos, por ídem, 2 id 100
1 La América. Lastarria, 1 id 70
1 El libro de los oradores. Timón, 1 id 85
1 ídem idem de los Diputados i Senadores, 4 tomos 2oO
1 Historia de la restauración. 4 id 120
1 ídem do la Turquía, 8 id 2GU
1 Descubrimiento i conquista de Méjico. Hernán Cortés. 4 id. 150
1 Historia de la literatura antigua i moderna. Schlegel, 2 id. 7o
1 Colección de obras selectas del clero del Perú, 2 tomes.... (¡O
1 Semanario de Nueva Granada. Caldas. 1 id 00
1 Viaje pintoresco al rededor del mundo, 3 id 330
1 ídem a las dos Américasde Orbigul, 3 id, 330
I Novelas de Blesl-Gana, 1 id 50
1 Ilijienc de! matrimonio. Monlau, lid 70
1 ídem del alma, ídem, 1 id 35
— 416 —

I I Jera doméstica, ídem, 1 id 10


1 ídem privada, ídem, i id 65
i ídem pública, ídem, 2 id , 120
1 Diccionario do medicina i veterinaria, práctica, 1 lomo.... 120
1 Manual completo de jardineros. Colineiro, 3 id 8o
1 Dos perlas literarias, lid 60
1 Curso completo de botánica. Colmeiro, 3 id 190
1 Fisiolojia liumana. Beclard, I id 130
1 Cuadro del progreso délas ciencias. Figuicr, 2 id 70
1 Almacén de la juventud, ciencias i artes, 1 tomo 45
1 ídem idam ídem, historia, 1 id 43
1 ídem ídem idem, viajes, 1 id 43
1 Historiada la conquista del Peril. Prcscott, 1 id 35
1 ídem de los reyes católicos, 1 tomo 60
1 Derecho diplomático en las Repúblicas americanas. Alber-
tini, lid 70
1 La Plata. Elude historiquu. Arcos, lid 60
1 Dictionnaire umverselle de la vie pratiquo á la ville et a la
campagne, i id loO
1 Colección de poesías orijinales. Bello, lid 50
1 Gramática castellana, ídem, 1 id 35
1 ídem de la Academia española, 1 tomo 2o
1 La manzana de oro. Selgas, 6 id 200
1 Ensayo sobre el catolicismo. Donoso Corles, 1 id 30
1 El Bullón de las familia:. Duboys ,1 id 70
1 La Iliada de Hornero. Hermosilla, 2 id 7o
1 Juicio critico de los principales poetas españoles, 1 lomo.. 3o
1 Del Gobierno i jurisprudencia constitucional de los Estados
Unidos, 1 id 7o
1 Los comentarios de Cayo. Julio Cérar, 2 id 70
1 La sociedad i el patíbulo. Molina, 1 id 55
1 Diccionario de medicina. Nysten, 2 id 130
1 Repertorio jurídico del Código civil Argentino, 1 tomo 70
1 El Monje negro. Tarrago i Mateos, lid 5o
1 Educación de las madres. Aimé Martin, lidT 30
1 Poesías de la América meridional. Witslein, 1 id 30
1 Le Paraguay moderno. Poucel, 1 id 100
1 Los mártires de Buenos Aires ó el verdugo de su República
1 tomo 100
1 Tratado de arquitectura. Vínola, 1 id . . . ) 70
— 417 -

1 Paseo cieiilítico por el Océano. Colson, 1 id 00


1 Fundamento del vigor i elegancia de la lengua castellana, 1 id 60
4 La revolución de Polonia. Alvarez, 1 id 60
1 Los piratas de alto-bordo. Ponson du Terrail, 7 ic 130
f La municipalidad de París i el Gobierno de Versalles. Ribot
' i Fonserre, 1 id 60
1 Lu profesión de fe en el siglo XIX. Pelletan, lid 20
1 Jerónimo Paturot en busca de !a mejor República. Heybaud,
1 id Oo
1 La fiebre de riquezas. Nombeto, 2 id 70
1 La divina comedia. Dante, 1 id 7o
1 La Araucana. Ercilla, 2 id.'. 8o
1 Historia de América. Mesa i Leompart, 2 id 45
1 Instituciones deJusliniano. Oí tolan, 2 id 150
1 Cantares gallegos. Murjuia, 1 id 40
1 ídem asturianos, ídem, 1 id 45
1 Obras completas. Jovellanos, 8 id ló'O
1 Historia del Emperador Carlos V. Robtrtson, 4 id 170
1 Viaje á la Italia meridional. Cor.stanzó, 1 id 120
1 ídem ala idem septentrional. Mousset, 1 id 120
1 Fisiolojia del matrimonio. Balzac, 1 id. ¡iO
1 Geometría. Bourdon, lid Oo
1 Aritmética, ídem, 1 id CO
1 La condición jurídica de los estranjeros en el Perú. Zegarra,
1 id 100
1 Ilistoire de l'Empire duBrésil depuis sa decouverle jusqu'a
nos jours. AVarden, 2 id 100
i Esploracion oficial. Michelena i Rojas, 1 id 120
1 Puritanos de Escosia. W. Scolt, 4 id SO
1 El Anticuario, ídem idem, 5 id 50
1 Quintín Durward, 4 tomos SO
i Ivanhoe el cruzado. W. Scott, 4 id 60
1 Aguas de San Román, ídem ídem, 4 id 60
1 Novia de Lamermoor. ídem idcm, 3 id 45
1 Oraciones de Cicerón. Ovidio, 2 id 45
1 Hombres notables de Chile. Suarez, 1 id 60
1 Memorias para la historia del Jacobinismo, 4 lomos 120
1 Aventuras de un viajero, 1 id 80
1 Los novios. Manzoni, 2 id 45
1 La vida de Jesús. Renán, 1 id 3o
— 418 —

i Refutación analítica del libro de Renán «Vida de Jesús.»


Groost, 1 id 50
i De Madrid á Ñapóles. Alarcon, i id iOO
1 Historia general de !a civilización. Guizot, i id 35
i ídem déla República de Inglaterra, ídem, lid 80
i ídem jeneral. Castro, 2 id 75
i Sofismas económicos. Bastiat, i id 30
i Armonías idfm. ídem, i id 70
í Derecho canónico americano. Donoso, 3 id 110
i Lejislacion civil i penal. Benthan, 1 id 65
i Manual del abogado americano. Escrichc, i id 35
i Poesías. Lamartine, i id , 20
i Filosofía moderna. Ascarate, i id 65
1 Progreso cienlifico é industrial. Moigno, lid 40
1 Roma subterránea. Bidier, lid 40
i Viajeros antiguos i modernos. Charton, 2 id 100
i La felicidad del pensamiento. Bernozabal, 1 id 35
i La Italia roja ó historia de las revoluciones. Arlincoart, 1 id 45
1 Ecos del harpa. Macias, 1 id 4o
1 Origine de l'homme et des societés. Royer, 1 id 75
1 Guerra de África. Alarcon, 1 id 90
1 Tardes de la Granja, 1 tomo 45
1 Veladas de la quinta. Genlis, 1 id 45
1 Cuentos morales, ídem, 1 id 30
i Los grandes inventos. Figuier, i id 30
1 Los Misioneros del Paraguay. Navarro Viola, i id 10
i Documentos relativos á la esposicion de productos arjentinos
en Paris, 1 tomo 10
1 De la anarquía i sus dos causas. Alberdi, 1 id 10
1 Buenos Aires, su situación presente. Balcarce, 1 id 30
1 Colección de leyes i decretos relativos al comercio, 1 tomo. 20
I Corina ó la Italia, 4 id 40
1 La civilización en los cinco primeros siglos del cristianismo.
Castelar, 4 id 150
i Vida de Sania Teresa de Jesús, 1 tomo CO
1 Civilización i barbarie. Sarmiento, 1 id 100
1 Las lusiadas i poesías. Camocns, 3 id 70
1 Frai Gerundio de Campasas, 3 id 50
1 Vida de hombres ilustres. Plutarco, 5 id 250
1 Nuestra señora de París. Hugo, 1 id ¿ ..... 50
- 419 -

Obras literarias. Avellaneda, 5 id ........................ 300


Enciclopedia de Mellado, 40 id .......................... 1800
Gobierno representativo. Stuart Mili, lid ................ 63
El poder judicial en los Estados Unidos. Story, i id ...... 50
Memorias postumas. Paz, 4 id ........................... 300
Orlando furioso. Ariosto, lid .......................... 35
1 Causa criminal de Rosas. Agreld, lid .................. 50
1 Dramas del Océano. ByronDumas, etc, 1 id .............. 80
1 Historias eslraordinarias. Idum idem, 1 id ................ 120
1 Bernardo del Carpió. Valbuena, 1 id ..................... 40
1 Poesías jocosas i satíricas. Villergas, lid ......... , ...... 40
i Los comuneros del Paraguay. Estrada, 1 id ................ 42
20.903

26,903 g ra¿ ó sean )} fts. 1076 12 cent,


Dueños aires, Diciembre 14 de 1872.
r.u.uioN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 37
Factura de libros remitidos por la Comisión Protec
tora de las Bibliotecas Populares á la Biblioteca
popular de la Tilla Lujan (Provincia de San LUÍN).

Comprado á la Imprenta y Librería dn Sayo, de Carlos Casavalle,


calle Moreno número 241.
u'da c'te
1 Guia práctico de labradores, jardineros, etc. Sanz, 1 tomo.. $ CO
1 Manual práctico de las construcciones rusticas. Fontenay,
lid 40
1 Enciclopedia popular—Colección de manuales de artes i
ciencias, 40 lomos 800
1 Manual del Injeniero. Valdés, 2 id 290
1 Manual completo de jardinería. ColaHro, 3 id ... : 85
— 420 —
1 Biblioteca délas maravillas. Flamarion, 1 id 30
i Medicina do las pasiones. Dcscouret, i id 40
i I Jem doméstica Buchan, lid 30
i Elementos de derecho público constitucional. Lastarria,
i idem 60
1 Estudios sobre la constitución. Laboulaye, i id 50
1 Esprit deslois. Montesquieu, 1 id 35
i El poder judicial en los Estados Unidos. Story, 1 id 50
1 Breve esposicion de la constitución, ídem, i id 50
1 Diclionnaired'histaire et geographie. Bouillet, i id 150
i Atlas de ídem, idem, i i. d l'M
i Memorias postumas. General Paz, 4 id 300
1 Historia de Rosas. Bilbao, i id 50
i Novelas. Bilbao, lid 50
i Recuerdos de un ciego. Arago, 1 id 120
1 Diccionario enciclopédico de la lengua castellana. 1 tomo. . . .Tin
1 Poesías i Doloras. Campoamor, 1 id 50
1 Obras poéticas de Espronceda. lid 25
1 ídem completas de Larra. (Fígaro) 2 id 70
1 Orlando furioso. Arioslo, 1 id 35
1 Matilde. U. Colín, 2 ¡d 35
1 Galería de mujeres célebres. Saint-Beuve, 1 id 130
1 La Amalia. Mármol. 1 id 45
1 La Revista de Buenos Aires, 24 tomos rústica 1500
Encuademación de id i J id, & 20 ps qu 480
1 El mártir del Colgóla. Escrich, 2 tomos 130
1 Sermones. Lacordaire, 2 id 60
1 Tratado completo de arquitectura. Vínola, 1 id 70
1 Hijiene del matrimonio. Monlau, 1 ¡d 70
1 ídem doméstica, ídem, 1 id 10
1 Novelas de Julio Verne. 10 id 80
1 ídem de Mayne Reíd. 10 ¡d 80
i Pedagojia, Arte de educar. López Catalán, 4 id 100
1 La divine comedie. Dante, 1 id 40
1 Diccionario de lejislacion i jurisprudencia. Escriche, 1 id.. 140
1 Historia universal. César Cantil, 10 ¡d 850
1 Diccionario lat no español. Valbuena, 1 id 75
1 ídem español francés i vice-versa, 2 id 70
1 ídem idem inglés é ídem, 2 ¡d 40
1 ídem geografía antigua i modérela, lid 90
— 421 -
i Economía política. Courcelle Seneuil, 2 id 150
i Historia de la antigua provincia del Paraguay. Molas, lid.. ¿¡'i-

Comprado á D. Jtian Etcliepareborda, calle de Suipaclia No, 8.

1 Manual de lilosolia. Jacques, 1 tomo 40


1 Hijienc privada. Monlau, 1 id 60
i Maravillas. Monstruos marinos, i id 30
i ídem insectos, 1 id 30
1 ídem arquitectura, i id 30
i Arte naval, i id 30
1 ídem volcanes i terremotos, i id 30
i ídem ascensiones, lid 30
1 Lecciones de derecho constitucional. González, 1 id 80
g 7619

7,619 jj m¿ ó sean ps. fts. 30i 76 es.


Buenos Aires, Diciembre 14 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quirogn,
Secretario.

N® 38

Factura de Libran remitidos por la Comisión Pro»


tectora de las Bibliotecas Populares, á la Blhlle»
teca Popular de JTujuy.
Comprado á la Imprenta i Librería de "Hayo" de Carlos Casaville,
Moreno ^tl.
M'da c'te
1 Guia de labradores, jardineros, etc. Sanz, 1 tomo GO
1 Manual de física aplicada a la industria i á la agricultura.
Chavarry, 1 id 35
1 Manual completo de jardinería. Colmeiro, 3 id 85
1 Hijiene del alma. Monlau, 1 id 35
- 422 —

1 ídem doméstica, ídem 1 id 10


i ídem publica, ídem, 2 id ¡ 110
1 Enciclopedia' popular. Colección de manuales á 20 pg qu
40 idera 800
1 El arquitecto práctico, Plot i Camin, 1 iil 25
i Armonías económicas, Bastial, 1 id — 70
1 Estudias sobre la constitución. .LabDulaye, 1 id 50
i Naturaleza i tendencia délas instituciones libres. Grinke,
2 ídem 150
1 El Federalista. Ilamilton, 1 id 150
1 El poder judicial en los Estados Unidos. Story, 1 id SO
i Breve esposioion de la constitución de los id id. ídem, i iil fiO
i Diccionario biográfico universal, i id , Í20
i Vida i viajes de Colon. W. Irvinjr, lid 61 35
i Historia de América. Mesa i Leompart, 2 id 45
1 ídem de la conquista del Peni. Prescott, 1 id , 35
i Idera Arjentina. Domínguez, 1 id 30
i Memorias postumas. General Paz, 4 id 300
i Historia de la dominación de los árabes en España. Conde,
1 ídem t 60
1 ídem jeneralde España. Lafuenle, 7 id 330
1 Vida de Washington. Guizot, 1 id 10
1 ídem de Franklin. Mignet, 1 id 10
1 Historia de los jirondinos. Lamartine, lid 8o
1 ídem de la restauración, ídem, 4 id 120
1 ídem de Turquía, ídem lid 250
1 La guerra del Paraguay. Thompson. 1 id 150
1 Descripción histórica del Paraguay. Blolas, 1 id 60
Siete años de aventuras en el Paraguay. Maslerman, 1 ¡d. 100
Geografía universal. Bilbi ctc, 2 id 120
Mapa déla República Arjtf'itina. Coni, 1 id 50
Viajo pintoresco á las dos Amñricis. D'Orbigny, 3 id 350
Tesoro del teatro español, (khoa, 5 id 300
ídem del Parnaso español. Quintana, 1 id 60
Don Quijote. Cervantes, 1 id 6o
1 Libro de los Oradores. Cormenin, 1 id 8o
1 Obras dramáticas. Gil i Zarate, 1 id 60
1 ídem selectas. Quevedo, 1 id • 60
1 Primavera i estío. Selgas, 1 id 35
1 Historia de la literatura antigua i moderna. Schlegel, í id.. 75
— 423 —

i Obras escojiíLis. Ilarlzcmbuch. 2iJ CO


i ídem completas. Virjilio. (traJ. de Od¡o:i) 1 iJ 120
i Pallo i Virjinia, Saiat Fierre 1 i;l 10
1 Quintín Durward. W. Scolt, 1 id 40
1 Hedgaunlled. 5 id 40
1 Roberto— Cunde de París. \V. Scott, 4 id 3á
1 Piel do justicia. Fernandez i González, 2 id 40
1 Miguel de Manara, ídem ídem, 2 id 40
1 Montero de Espinosa, ídem idem, 2 id 40
i Guapo Francisco Eslevan, ídem idem, 2 id 40
1 Obras de misericordia. Pérez Escriche 3 id 164
1 Hijos de la fe. ídem idem, 2 en 1 id 80
i Pande los pobres, ídem idem. 2 id Í05
i Madre de los desamparados. 2 tomos 105
i Las mil i una noches. 1 id 45
i La Amalia. Marmol, i id 48
1 La novia del hereje. López, 3 id 1BO
i Novelas. Blest Gana, 1 id 60
i Las Escuelas. Sarmiento, 1 id 60
i Vida de Jesucristo. Wallon, 1 id 12
1 El mártir del Gólgota. Escrich, 2 id 130
1 Sermones predicados en Nuestra Señora de París. Lacor-
daire, 2 id , 60
1 Historia de la Relijion. Mazo, 4 id 7o
1 Fabiolaú la Iglesia de las Catacumbas, Wiseman, 1 id 35

Comprado á D. Juan Etchcpareborda, Sitipaclia núm. 8.

1 Filosofía elemental. Balmes, 1 tomo 20


1 ídem fundamental, ídem, 2 id 3o
1 Manual de agricultura, 1 id 25
1 ídem de jardinería, 1 id 25
i Curso de botánica. Colmeiro, 3 id Igg
i Manual del minero español. Molina, 1 id 8't
1 Caña de azúcar. Heinoso, 1 id 210
1 Manual de construcciones. Fonlenay, 1 id 40
i ídem del Injeni ero. Valdés, 1 id 290
i Ilijiene privada. Monlan, 1 id CO
i Los grandes inventos. Figuier, 1 id 77
1 Le parte liberal. Laboulaye, 1 id 30
— 42* —
La libertó religieuse, 1 ¡d 30
L'etat ct sos limites, lid 30
Historia universal. Cantü, 10 id... , 850
Civilisalionen Espagne. Buckle, I id 30
ídem en Anglelerrc, i id 240
i Historia antigua. Duruy.lid 8
1 ídem griega, ídem, i id 8
I ídem romana, ídem, i ¡d 8
i ídem de la edad media, 1 id 8
i ídem moderna, lid 8 50
i París, Londres i Madrid. Ochoa, 1 id 36
i Diccionario nacional. Domínguez, 2 id 320
1 ídem elimolójico. Monlau, 1 id 8o
1 ídem latino-español. Valbuena, 2 id 85
1 Obras de Espronceda, 1 id 2o
i Diccionario enciclopédico, 2 id 138
1 Cosmos. Humboldt, 4 id 280
i Fígaro Obras, 2 id 100
i Los miserables. Y. Ilugo, 5 ¡J 330

§ 9992 50
9,99í # 50 es. m¿ 6 sean $ fts. 399 70 es. ~~ "~
Buenos Aires, Diciembre 20 de 1872.
PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 39
Factvra de libros remitido* por la Comisión Pro
tectora de la» Biblioteca* Populare», á la Biblio
teca Popular de Quilines, Provincia de BuenoN
Aire*.
Comprado á la Imprenta y Librería de Mayo de Cárlot Cesatalle
Calle de Moreno núm. 241.
ü'da c'te
i Filosofía cíe la elocuencia. Capmani, 2 tomos $ 70
— 423 —
i Enciclopedia popular. Mellado, 40 id 1800
I Manual completo de jardinería. Colmeiro, 3 id 85
Hijiene del alma. Monlau, 1 id 30
ídem doméslica. ídem, rústica, i id 10
ídem del matrimonio, ídem , i id 70
Medicina legal. Mátta, 3 id 300
Fisiolojia humana. Beclard, i id 130
diedro del progreso de las ciencias. Figuier, 2 id GO
1 Historia de la conquista del Perú. Prescott, 1 id 35
1 ídem de la conquista de Méjico. Solis, 1 id 60
1 Obras completas. Chateaubriand, 4 id 300
1 Theatre. Goethe, 3 id i!0
1 OEavres completes. Moliere, 3 id 60
1 El Brabo. Precauciones, 1 id.. 60
1 Discursos. Wiseman, 2 id 70
1 Arte del juego de ajedrez. Felidor, 1 id 30
1 Paris en América. Laboulaye, 1 id 25
1 Derecho diplomático para las Repúblicas hispnno-america-
nas. Albertini, lid 70
1 Diccionario biográQco de Chile, Aslaburuaga, i id 75
i Estudios sobre tierras publicas. Avellaneda, 1. id 45
1 Concilio de Treuto. Ayala, lid 40
1 Geografía universal. Dalbi Maltebrum, 2 id 120
1 Dictionnaire de la vio pratique á la ville et & la campagne.
Beleze, 1 id 150
1 Colección de poesías oí ijinales. Bello, 1 id 45
1 Diccionario de teolojia. Berguier, 4 id 280
1 Obras completas. Bilbao, 2 id 150
1 La manzana de oro. Selgas, 6 id 200
1 Union latino- americana. Caicedo, lid 40
1 Curso de botánica. Colmeiro, 3 id 190
1 Historia de la dominación de los árabes en España. Conde,
lidem 60
1 Parnaso chileno. Cortés, lid 150
1 ídem boliviano, ídem, 1 id 150
1 ídem peruano, ídem, 1 id ' '180
1 Medicinado las pasiones. Descouret, 1 id...., 35
1 Ensayo sobre el catolicismo. Cortés, 3 id 30
1 Viaje pintoresco al rededor del mundo. D'Urbille, 3 id 350
1 El Buffon de las familias. Dubois,! id 70
— 420 —

i El Federalista. Ilamillon, I id 140


i Noticias históricas sobre el orijou i desarrollo de .la ense
ñanza superior en Dueños Aires. J. M. Gutiérrez, i id 150
i Historia de Salavcrry. Bilbao, i id 50
i Martin Rivas. Dlest Gana, 1 id 50
i Dictionnaire des lettres, des scieuces, etc. Bouillet, i id... 140
1 Id des coiUcniporains. Vapereau, lid 170
1 Tratado de economía política. Courcelle Seneuil, 2 id loO
1 Obras completas. Cuenca, 3 id 220
1 Diccionario republicano. Espinosa, 1 id 100
i El catolicismo en presencia de sus disidentes. Eizaguirre,
1 id 100
1 Galería de matrimonios. Frontaura, lid 20
1 Viaje á la esposicion de París. Id, i id JO
i Caricaturas i retratos. Id, 1 id 20
1 Tratado elemental de física. Ganot, 1 id 85
i Limaesquises historiques, stadistíques. Fuentes, 1 id 130
1 Lerdones de dereoho constitucional. González, 1 id 60
i Constituciones de algunos estados de U Union Americana.
González, 1 id 50
1 Naturaleza i tendencia de las instituciones libres. Grinke,
2 id 150
1 Composiciones selectas, etc. Gutiérrez, 2 id 50
1 La Iliada de Hornero, 2 id 7o
1 Arte de hablar en prosa i verso. Uermosilla, lid 2o
1 Ensayo político sobre la Isla de Cuba. Ilumboldt, 1 id 00
1 Del Gobierno i jurisprudencia constitucional de los Estados
Unidos. Kent, 1 id 75
I Las obras de Cnyo Saluslio. Crispo, 1 id 35
1 Id id de Cornelio Tácito, 4 id 140
1 La América. Lastarria, 1 id 53
1 Los comentarios de Ca^o Julio Cesar, 2 id . : 70
1 Cantos americanos. Liona, 1 id 35
1 Diez meses de misión en los Estados Unidos. Mackenna.
2 id 100
1 Obras completas. Martínez de la Rosa, 5 id 300
1 Descripción histórica de la antigua Provincia del Paraguay.
Molas, 1 id 60
1 La sociedad i el patíbulo. Molina, 1 id 55
1 Estudios filosóficos sobre el cristianismo. Nicolás, 3 id 120
— 427 —
Diccionario de medicina. Niesten, 2 id 130
Los pecados capitales. Oreljana, 2 id 100
Lira americana. Palma, 1 id 80
Poesías. Mora, 1 id 75
Semanario de Nueva Granada. Calda, 1 id 60
Lejislacioni jurisprudencia do la educación común. Quiroga.
1 id 43
1 Repertorio jurídico alfabético de derecho civil arjentino.
Rodríguez, 1 id 70
i La Pastora del Guadiela. Saenz de Melgar, 2 id 40
1 La marquesa de Pinares. Id, 3 id 50
1 Formulario de los formularios de medicina. Sánchez, i id. 100
1 Conversaciones familiares, sobre industria, agricultura, etc.
Santa María, 3 id 140
1 El poder judicial en los Estados Unidos. Story, 1 id 50
i Breve esposicion de la Constitución de los Estados Unidos.
Slory, 1 id 50
1 El monje negro ó el hambre de Madrid. Tarrago i Maleo,
i id 50
1 Colección de Obras selectas del clero del Perü. laurel, 2 id. 50
1 Historia del Consulado i del Imperio. Thiers, 15 id 750
1 Libro de los oradores. Timón, 1 id 85
I Obras poéticas. V. de la Vega, 1 id 90
1 Novelas ejemplares i amarosas. Zagas i Soto Mayor, 1 id... 60
1 Poesías de la América meridional. \Veltitein, 1 id "O
1 Historia de los crímenes del despotismo. Castilla, 4 id íii O
i El museo de las familias, 15 id 7oü
1 Le Paraguay moderno et finieres general du commerce. Pou-
cel, 1 id ÍOO
I La confederaron Arjentine. Du Graty, 1 id 100
1 Descubrimientos i conquista de Méjico, (Hernán Cortés).
Lamartine, 4 id 150
1 El hombre feliz independiente. Almeida, 1 id 40
1 Los mártires de Buenos Aires 6 el verdugo de su República.
Nieves,! id 100
1 Historia de (a literatura antigua i moderna. Schlegel, 2 id. 60
1 Juicio critico de los principales poetas españoles. Hermo-
silla, lid ^ 35
1 Tratado de arquitectura. Vínola, lid 70
1 Elegancia de la lengna castellana. Garcés, 2 id 60
— 428 —
Vics de savanls ¡Ilustres. Figuier, 5 id 350
Los últimos días de Pompeya. Bulwer, i id 90
Lecciones de elocuencia en general . López, 2 id 90
Paseo científico por el Océano. Colson, 1 id 60
Historia de la guerra i revolución de España. Toreno, 3 id. 150
Diblioteca de autores españoles - Teatro escojido de Lope
da Vega Carpió. 4 id 380
1 Obras sueltas. Lope de Vega, i í J 100
1 Obras. Saavedra i Fajatdo, 1 id 100
1 La rcvolulion. Edgar Quinet, 2 id 130
1 La revolución de Polonia. Alvarez, 1 id 60
1 Las con Qdencias. Lamartine, 1 id 30
1 Nuevas id. Id, 1 id 30
1 Últimas id. Id, 1 id 30
1 Noticias históricas i descriptivas sobre el pais del Chaco i
Rio Bermejo. Arenales, 1 iil 200
1 (JKuvres completes. Lord Byron, 4 id 140
1 Contemplations scientiíiques. Flamarion, 1 id 40
1 Los piratas de alto-bordo. Ponson du Terrail, 7 id 110
1 El mártir del Gólgota. Escrich, 2 id 130
1 La caridad cristiana. Id, 2 id 10o
1 Obras inóditas. Quintana, 1 id..... 90
1 Celiar. M. Cervantes, 1 id 35
1 La Municipalidad de Paris i el Gobierno de Versallcs. Ribot
Fonsere, I id 00
La profesión de fe en el siglo XIX. Pelletan, 1 id 20
Nuevos elementos de hijiene privada i pública. Londe, 2 id. 100
Historia de la revolución francesa. Thiers, 6 id 180
Memorias postumas. Gral. Paz, 4 id 300
Código civil Arjentino. Velcz Sarsíield, 1 id 100
Id de comercio de la República Arjenlina. Id, 1 id 35
Id rural. Id, 1 id 10
Historia de Valparaíso. Mackenna, 2 id 270
1 Gerónimo Paturot, en busca de la mejor República. Rey-
baud, lid 63
Lecture pour tous. Lamartine 35
Premiers meditation. Id, 1 id 35
Nouvelles meditalion. Id, 1 id 3o
Recu:illement poetiquo. Id, 1 id 35
Jocelyns. Id, 1 id,.., 35
— 129 —
i Le chute du auge. Id, 1 id 3o
i Histoire universelle. Prevost Paradol, 2 id CS
i Moralhle fraiifjaises. Id id, lid 30
i Febrero novísimo. Tapia, 6 id 339
i Las siete partidas, o id 420
i Memorias de un marido. Sué, i id 90
1 Los hijos de familia. Id, lid 90
i Misterios de Paris. Id, 2 id 150
i Vicente de Paul. Werlhi, 1 id 73
i El pan de los pobres. Pérez Escricli, 2 id 105
i La mujer adúltera. Id id, 2 iJ i03
i El corazón en la mano. Id id, 2 id 10o
I Dramas del Océano., Byron, Dumas, etc,, 1 id 80
i Historias estraordinarias. Id id, 1 id 120
1 La fiebre de riquezas. Nombela, 2 id 70
1 Obras literarias. Avellaneda, o id 300
1 Historia de la literatura antigua i moderna. Ticknor, 4 id. . 280
i La Divina Comedia. Dante, i id 7o
i Juan Tenorio. Fernandez i González, 2 id 103
1 La maldición de Dios. Id id, 2 id 105
1 Euriqne IV el impotente Id id, 2 id 103
1 La Araucana. Ercilla, 2 id 8o
1 Bernardo del Carpió. Valbueua, (Poema), 1 id 49
1 Instituciones de Jusliniano. Ortolan, 2 id ló'O
1 Historia de la lejislacion romana. Id, 1 id 60
1 Cantares gallegos. Murguia, i id 40
1 Id asturianos. Id, 1 id 43
1 La vuelta del mundo. -Gaspar, G id COO
1 Historia de la literatura española. Amados de los Ríos, 7 id. 003
1 Héroes i maravillas del mundo. Mora. 8 id 500
1 Historia de la Restaura .ion. Lamartine, 4 id 120
1 Obras completas. Jovellanos, 8 id 150
1 Diccionario de Veterinaria, 1 id 120
i Nuevo viajero universal. Cuestas, 5 id 500
1 Estudios críticos. Palera, 2 id 50
1 Historia del Emperador Carlos V. Robertson, 4 id 170
1 Decadencia del Imperio romano. Gibbon. 8 id 500
i La moras del labrador. Quinto, 1 id 50
1 \iajea la Italia meridional. Constanza, 1 id 170
1 Viaja a la Italia setenlrioual. Maisset, 1 id 170
— 430 —

1 Las glorias nacionales. Ortiz, 6 id 5oO


i Las mujeres. Karr, 1 id 30
i Geometría. Rourdon, 1 id 50
•1 Aritmética. Id, 1 id 40
i Matemáticas. Vallejos, 2 id 55
i La condición jurídica de los estrangeros en el Perú, Zcga«
da, 1 id 100
i Histoire de l'cmpire dti Brésil, etc. AYorden, 2 id 100
i Esploracion oficial. Michelcra i líojis, 1 id 120
1 Historia de la creación. Burmebler, 1 id 110
1 Descripción geográfica del territorio de la República Orien
tal del Uruguay. Reyes Í20
1 Viaje al estrecho de Magallanes. Sarmiento de Gamboa,
I id 150
1 Noticias americana?. L'lloa, 1 id 75
1 Voyages dans les provinces Ju Rio Janeiro et des Mines Je-
raes. Boussingaull, 2 id 120
1 Ensayo político sobre la nueva España, llamboldl, 5 id.. . 220
1 Nouvelles peintures de l'esclavage en Amerique. Mobrand,
1 id 25
1 Gobierno de los regulares de América. Parra, 2 id 100
1 Los Estados Unidos de la América del Norte. Laboulaye,
lid 50
Aventuras de Rcbinson. Crusoe de Fax, 2 id 50
Los tres reinos déla naturaleza. Buffon, 9 id 800
Manual 4el Injeniero, Valdes, 2 id 230
Historia de la independencia del Perú. Prurwena, 2 id 120
Obras poéticas. Campoamor, i id... .: GO
Colección de piezas oscojidas. Ochoa , 1 id 60
Obras poéticas. Gil i Zarate, 1 id 60
Historia de Granada. La Fuente-Alcántara, 2 id, 120
i Teatro escojido. López de Vega, i id CU
1 Piezas dramáticas. Moratin, i id 60
Rimas inéditas. Mendoza, lid 60
Poesías castellanas. Sánchez 60
Tesoro de escritores mistieos, 2 id 120
Id de historiadores españoles, 1 id 68
Id de noveslistas id , 3 id 180
Id de prosadores id, 1 id 60
Id del parnaso español, 1 id ,. 60
— 431 —
i Tesoro de poemas españoles, i id (il)
i Id del teatro español, 5 id 300
i Obras dramáticas. Eguilaz, lid 00
1 Ensayos biografieos, Ia i 2rt serie. Torres Caicedo, 3 id.. 20Ü
1 Estudios sobre el Gobierno inglés. Id id, 2 id <2'1
1 Id sociales i de educación, 1 id 2o
1 Los puritanos de Escosia. W. Scolt, 4 id ÍJO
I El anticuario. U, 4 id 30
1 Quintil; Dunvard. Id, 4 id «O
1 I vnhoe ó el cruzado. Id, 4 id (¡O
1 Aguas do Sai Román. Id, 4 id 00
1 Cárcel de Edimburgo. 1 1, 4 id (¡O
1 La novia de Lamermoor. Id, 3 id lo
1 Discursos sobre la historia universal, liossuet, 2 id (O
1 Hombres notables de Cbile. Suarez, 1 i J üO
1 Exploración olicial. Michelcna i Roja», 1 id 120
1 Historiada la creación. Barmeister, 1 id 110
1 Descripción geográfica del territorio de la República Orien
tal del Uruguay. Reyes 220
1 Viaje al estrecbode Magallanes. Sarmiento de Gamboa, 1 id. 150
1 Noticias americanas. Ulloa, I id 7o
1 Voyages dans les provinces du Rio Janeiro et des Mines
Jcraes. Boussingault, 2 id 120
1 Ensayo político sobre la nueva España. Ilumboldt, 5 id 210
1 Nouvelles peintures de l'esclavage en Amerique. Mobrand,
1 id 2o
1 Gobierno de los regulares de América. Parra, 2 id 100
1 Los Estados Unidos de la América del Norle. Laboulaye,
1 id 50
1 Aventuras de Robinson Crusoe de Foé, 2 id 50
1 Los tres reinos de la naturaleza. Buffon, 9 id 800
Manual del Ingeniero. Valdes, 2 id 250
Historia de la independencia del Perú. Prurorena, 2 id 120
Obras poéticas. Carnpoamor, lid GO
Colección de piezas cscojidas. Oclioa, 1 id 60
El pequeño Plutarco. Suarez, 1 id 50
Memorias para servir á la historia del Jacobinismo, 4 id.. 120
Aventuras de un viajero, I id 80
Dos perlas literarias. Lamartine, 1 id 60
Máximas mercantiles, 1 Id 4o
10
— i 32 —
i Gorina ú la lUlia. Stael, 4 id 40
1 Grand dictionnairc nalional. Bescherells, 2 ¡d 320
1 Historia general i natural de las Indias. Oviedo, 4 id 700
i Historia del Paraguay. Azara, 2 id 130
i M?moria sobre el estado rural del país de la Plata. Azara,
i id 50
•i Poesías jocosas i satíricas. Villergas, lid 40
1 Los novios. Manzoni, 2 id 45
i Arte esplicado i gramático perfecto. Medina, i id 30
1 Gramática castellana. Salva, lid .* 30
i Id iil Martínez ¡ López lid 2o
1 Vida de Jesús. Renán, 1 id 3o
1 Refutación analítica del libro de llenan «Vida de Jesús».
Goot, 1 id 50
1 Correspondence 1759 á 1790. Franklin, 3 ¡d fO
1 Memories. Id, 1 id 20
1 Les beautés D'llomere. Guiguet, 1 id 2o
i Le premier livre du citoyen. De la Palma, 1 id 2o
1 Les asotiations ourvieres. Veron, 1 id 2o
1 Historia de l.i sociedad doméstica. Gaume, lid 3o
1 OEuvres completes. Léneca, 2 id So
1 Mariana Sandeau, 1 id 30
1 Medicina legal. Orilla, 4 id 250
1 Mendigos i ladrones. Nombel?, 2 id 105
i Manual de construcciones rusticas. Fontenay, 1 id 40
1 Obras de Hipócrates, 3 tomos en 1 id , 120
1 Diccionario de derecho mercantil, 1 ¡d 120
1 Naufrajio de la Medusa, 1 id 10
1 Aventuras maravillosas. Assollant, 2 id 20
1 De Madrid A Ñápeles. Alarcon, 1 id 100
1 Historia de los reyes católicos. Prescott, 1 id 60
1 Hijiene pública. Monlau, 1 id 90
1 Panorama matritense, 1 id 30
i El libro de los Senadoies i Diputados. Rico i Anint, 4 id. . 240
1 Escenas matritenses, 1 id 30
1 Historia general de la civilización europea. Guizot, 1 id.. 33
1 Id de la república de Inglaterra. Id, 1 id 70
1 Tratado de administración rural ó económica de la agricul
tura. Panlagua, 1 id 50
i Sofismas económicos. Bastiat, I id 30
— 433 —

i üistom general. Castro, 2 id 7o


1 Fisiolojia del matrimonio. Balzac, 1 id 30
i Tratado de los procedimientos en los juzgados militares.
Caravanlcs, 1 id 70
i Obras de Fernán Caballero, 6 id 120
i Historia general de Kspaña i de sus Indias, desde los tiem
pos mas remolos, 8 id 500
i Hijiene privada. Monlau, i id 60
i Anatomía. Jamin, i id 130
1 Medicina doméstica homeopática, llcring, lid 70
1 Guia del méilico homeópata íi la cabecera del enfermo.
Hirschel, 1 id lio
1 Tratado clínico i practico de las enfermedades de los ni
ños. Rillicr i Barlher, 3 id 880
1 Tratado de patolojia interna. Moneret, 3 id 240
1 La San Féli\. Damas, 4 id 100
1 Tratado de terapéutica i materia médica. Trousscau i Pi-
doux, 2 id 200
OEuvn-s completes. Pascal, .'i id CO
Id id Boileau, 2 id 40
Id id La Fontaine, 3 iJ 60
Id id Hacine, 3 id 60
Id id Montesquieu, 3 id 60
Id id Fenelon, 4 id 80
La liberté civile. Simón, 1 id 30
La id de conscience. Id, 1 id 30
L'Our. Id, 1 id 30
Le devoir. Id, 1 id 30
La relijion nalurelle Id, 1 id 30
La monja emparedada. Tarrago i Mateos, 3 id 220
El Conde de Monte-Cristo. Dumas, 1 id 100
La mujer de un jugador. Id, 1 id 60
Mullícanos de Paris. Id, 10 id 120
Memorias de un médico. Id, 6 id 72
Vizconde de Bragclona. Id, O id 72
Collar de la reina. Id, 4 id 48
Mediodía de la Francia, (viajes). Id, 2 id 24
Veinte años después. Id, 4 id 48
La Condesa de Monte-Cristo. Deboys, 2 id 75
Derecho canónico. Donoso, 3 id 1*0
- 431 —
1 Viajes dramáticos al rededor del mundo, 2 ic 180
i I.a Canalla. Altadel, 2 id 130
1 La vanidad de una madre. Sué, i id 90
1 Misterios cntalanes ó el obrero de Barcelona, 1 id 70
1 Huérfana de Hruscles. Vclazquez i Sánchez, 1 id 100 •
1 El maldito por el Abate, 3 tomos en i 80
1 Año cristiano, vida de Santos. Creisset, íi id 220
i Confesión sacramental. V. de Ilaúlica, 1 id 6o
1 La creación, 2rt parte de la razón católica. Id, I id 65
1 Conferencias. Id, 1 id 65
1 Manual del estudiante de Farmacia. 01 me'lilla, 1 id 65
1 La instituía de Gayo, 1 id 40
1 Recitaciones de derecho civil, lleineccio, 3 id 80
1 Enfermedades venéreas. Iledo, 2 id 100
1 Cabana del Tio Tomas. Stowe, 1 id 2o
1 Hidropatía ó cura por el agua fría. Claridge, 1 id 33
1 Historia del hombre i de la mujer casada. Devay, lid — 3o
1 Lcjislacion civil i penal. Bentham, 1 id Go
I Manual del abogado americano. Escríche, lid 35
1 Crictobal Colon. Lamartine, i id 130
1 Deux années au Brésil. Biard, 1 id 120
1 Jeografía del Ecuador. Villavicencio, 1 id 80
1 Historia de Felipe 11,2 id 100
1 Cartas provinciales. Pascal, 1 i:l 20
1 El litigante instruido, 1 id 25
1 Táctica de las asambleas. Benlham, lid 2o
.I Canto del último trovador. W. Scott, lid 20
1 El labrador arjentino, lid , 75
1 Recopilación de leyes de las Indias, 4 id 480
i El concilio ecuménico. Bravo i Tudela, 1 id GO
1 Historia de América. Mesa i Leompart, 2 id 4o
1 Le corps humain. Le Fileur, 1 id 30
i Poesías. Lamartine, 1 id 20
1 Leí de enjuiciamiento civil i mercantil, I id 60
1 Historia de la lilosofla moderna. Azcarate, 1 id Go
1 Le solcil. Guillemin, 1 id 25
i La lune, 1 id 43
i Biblioteca de las maravillas—Evasiones célebres, 1 id 30
1 Id de la escultura, 1 id 30
1 Traite de mineralojia. Hany, 4 id (i atlas) 180
— 43fi —

i Id crislollograpliie. Id, 2 id (i atlas) 100


i Relación de los viajes por Europa. De la Sagra, lid 55
i Progreso cienliüco 6 industrial. Moigno, i id 40
i La vie dos lionimes ¡Ilustres. Plularque, 1 id 40
i Historia de Isabel I Orellana, 3 kl 180
1 Femmes ilustres de la Franco. Delanose, 1 id 40
i Roma subterránea. Bidier, 1 id 40
1 Obras literarias de Jesús lloJriguez Cao, 4 id 250
1 La civilización de los primeros siglos del cristianismo. Cau
telar, lid
i La torre avaut le délugo. Figuier, i id
i Arte de educar- Curso completo de Pedagojia. Lope?. Cala-
lan, 4 id 90
I L'Odisso. Hornero, 1 id 40
I Campagnesdes fraileáis en France, en Italie et en Prusse,
etc., i id 40
1 La felicidad del pensamiento. Berriozabal, i id ;¡j
i Colección de piezas literarias i selectas, 2 id 100
i Viajeros antiguos i modernos. Charton, 2 lomos en i 100
i El patriarca del Valle. Escosura, 2 id 120
1 El hombre juzgado por las mujeres. Burgos, lid CO
1 Memorias del diablo. Soulié, 1 id 65
1 Italia roja ó historiado las revoluciones. Arlincourt, 1 id. 45
1 Ecos del harpa. Macias, i id 4>
1 El libro del pueblo. Muñoz, 2 id 70
1 Revista del Rio de la Piala— Los 12 primeros números 430 g. 300
Encuademación de dichos 12 números en 3 id 60
1 Diccionario de agricultura practica. Collantes i Alfaro, 7 id
i atlas 4 650
1 Diccionario do bibliografía agronómica. Ramírez, 1 id.... 140
1 Hijiene alimenticia de los enfermos. Fonsagrives, 1 id 73
i La mujer feliz, dependiente del mundo, 3 id ü.'i
1 Química aplicada á la iisiolojla. Mialko, 1 id 70
1 Diccionario de las herejías, errores i cismas, 7 id ICO
1 Tratado de lejislacion. Comte, 5 id O
1 Cartilla agraria ó sea la práctica de la agricultura. Espi
nosa, 1 id 80
1 El sitio de la Rochela ilustrada. Genlis, lid 40
1 El hortelano, 1 id 15
1 Manual de salud. Raspail, i id 20
- 43G —

I Ayer, hoy i mañana. Flores, 7 id 130


i Historia de un bribón dichoso. Pina, i iJ SO
1 Los tres mosqueteros, (ilust.). Dunias, 1 id CO
i Los estados Unidos de la América del Norte. Jouveaux,
i id 50
i Tres años en los Estados Unidos. Cometan,! id 45
i El tabaco, su historia, cultivo, etc. Felip, i id 40
i De la administración de justicia criminal en Inglaterra.
Cottií, i id 40
1 Oramos judiciales—Causas célebres, lid 50
1 Lo mejor de Quevedo, i id 30
i Proverbios ejemplares. Aguilera, 2 id 55
i Id cómicos. Id, i id 30
i Obras literarias. Lamenais, i id 40
i Estudios de la literatura católica del siglo XIX. Comin 2 id 120
1 Los intereses católicos en América. Eizagnirre, 8 id 100
1 El Cura de Aldea. Pérez Escrich, 2 id 105
1 Estudios sobre la contribución. Sisjr.ondi, 1 id CO
Manual de práctica forense, civil i criminal. Hidalgo, 1 id. . 60
Tratado de esgrima. Bruno, I id 60
Demostración del símbolo católico. Blarty, 1 id 43
El libro de la patria. Aguilera, 1 id 2o
Arte de creer. Augusto Nicolás, 2 id 120
L Guerra civil de España. Alcalá Galiano, i id 50
i El libro de las familias, 1 id 30
1 Tratado del derecho penal. Rossi, 2 id 110
i Los tenores de hci. González, i id 10
1 Tres meses en Italia. La Fuente, 1 id 10
1 fitíllezas de la naturaleza. Sturn, 1 id 25
1 El mundo al revés. Aguilera, 2 id 100
1 Fe, esperanza i caridad. Flores, 2 id 100
1 España en Londres. Castro Serrano, 1 id 45
1 La mujer. S. Catalina, 1 id „ 45
i Literatura, historia i política. Pacheco, 2 id 75
i Las cortesanas del siglo XIX. Balzac, 1 id 40
1 De la esclavitud en Cuba. Céspedes, 1 id 50
1 Práctica del Gobierno parlamentario. Amézagj, 1 id 30
1 Los negros en sus diversos estados i condiciones. Cauto,
1 iJ 40
— «7 —

1 Educación popular. Malta, 5 id 120


I Globo terrestre ,,, 100

45209

45,209 $ m¿ ó sean $ fls. 1808 30 cent,


liuenos Aires, Diciembre 30 de 1872.

PALEMÓN Himnco.
I'edro Quiroija.
Secretario.

N= 40
Factura de Libros remitidos por la Comisión Pro
tectora de las Illliltotecas Populares, ú la lilhlle-
teca Popular de la ciudad de Tucuman.

Comprado ú Alfredo Cnsson del depótilo Hachelle i Ca.

M'ila c'te
i Revue descours litléraires, 1863—1872—9années, 8 tomos. # 850
1 Id id id scientiüques id id id id 8 id... 850
1 Revista Arjentina, 13 tomos 1500
i Cosmos. Humboldt. 4id 280
1 Tableaux de la nature. ídem, 1 id 70
1 Biblioteca de las maravillas, 13 id 335
Id id id id en francés, 30 id 600
Grandes inventos. Figuier, lid 20
Cuadro del progreso, ídem, 2 id CO
Viaje a las dos Américas, Asia i África. D'Orbigny etc, 3 id 350
Historia de Napoleón. Laurent de L'Ardich», lid 150
Obras completas. Chateaubriand, 4 id.. , 350
i Biblia sagrada. Amat, 2 id 280
i Los tres reinos de la naturaleza—Musco pintoresco de histo
ria natural con láminas iluminadas, 9 tomos HOO
1 OEuvres completes illustrées. Shakespeare, 3 id 250
1 Galeria de mujeres célebres, 1 id 150
- 438 —

i Diccionario de las alteraciones. Chevalier, 1 id toO


1 Historia de España. Gebhart, 7 id 530
1 Nuevo viajero universal. Cuesta, ii id (iOO
i Panteón universal—Diccionario biográfico, A. de Izco, 4 id.. 300
Dictionnaire d'histoire et de géographie. Bouillet, 1 id 1)0
ídem des sciences des lettres et des arls. ídem, 1 id 110
Atlas avec Llasons. ídem, 1 id 200
El mundo antes de la creación del hombre—El hombre
primitivo. Zimmermann i Figuier, 2 id 400
El Federalista, llamilton, 1 id 140
Historia de la monarquía en Europa. Lacombe, i id 120
1 Cenfercncias. Lacordaire, 4 id 150
1 Los dos jirondincs. Lamartine. 1 id 100
1 Historiado Felipe II. Prescott, 2 id 90
1 Conquista del l'erú. ídem, 1 id ?,">
I Colon— Compañeros de Colon. \V. Irving, 2 en 1 id 4o
1 Cristóbal Colon. Lamartine, 4 id 130
2 Historia de la Turquía, ídem, 8 id 200
1 Revolución francesa. Thiers, C id 180
1 Consulado ó Imperio—Restauración. Mem lo id 730
1 Historia de América. Roberlson, 4 id 90
1 Compendio de la historia de America. Mesa i Leompart,
2 tomos 43
1 Civilización en Europa. Buckle, 1 id 23
1 Ilommes ¡Ilustres. Plutarque, 4 id 120
1 Histoíre romaine. Mommscn, 8 id 400
1 Rome au sióclo d'Auguste. Dezobry, 4 id 2iO
1 Histoirc d'Angleturre. Macaulay, 2 id 60
I Historia de Inglaterra. Fleury, 3 id 70
1 ídem de Italia. Zeller, 2 id 50
1 Civilización en Europa. Guizot, lid 30
1 Historia antigua. Guiüemin, lid 30
1 ídem sagrada. Duruy, 1 id 30
1 ídem griega, ídem, 1 id 30
1 ídem de la literatura española. Ticknor, 4 id 280
1 ídem de los franceses. Lavallée, 8 id 180
1 Catecismo de perseverancia. Gaume, 4 id 240
1 Historia aigentina. Domínguez, 1 id CO
1 Obras completas. J. Verne, 3 id 200
1 Fisiolojia de las pasiones. Alihert, 2 id ñO
- 439 —

i Romans nationaux. Erckman Cltatríaa, i iJ 80


1 Idempopulaíres. Uem ¡Jem, 1 id 80
1 lllstoire d'un paysan. ídem iilem, 1 id 50
i Cantos americanos. Liona, 1 id 2o
1 Carlos, i tomo 20
i El libro de los cuentos. Bovia, 3 id 50
1 El espía. Cooper, 4 id 40
I El Brabo. ídem, 4 id 40
1 La novia do Laniermoor — Kl Anticuario —Wavorley—Kenil-
•\vork—La cárcel de Edimburgo— El oficial aventurero. 21
tomos en 10 250
i Mártir del Colgóla. Escnch, 1 id i 40
i Los hijos de la fó,ed. económica. Uem, 2 en 1 60
1 Fragmentos escojidos. Dourdalouc, i id 15
1 Juanito. Parravicini, 1 id 20
1 Paraíso perdido, (inglés i español) Millón, 1 id 70
1 De Madrid á Ñapóles. Alarcon, 1 id 120
1 Mitolojia universal. Carrasco, 1 id 120
1 Los amantes de Teruel. C. León, 1 id 9J
1 Espinas de amor. Llloa, 1 ¡d 7ü
1 Alizia Pauli. I'. Feval , 1 id 40
1 Causas célebres, 1 tomo 70
1 El patriarca del valle. Escosura, 2 id 120
1 Luisa ó el Snjel de la Redención. Fernandez i González, 2id 120
1 El collar del Diablo. Id id, 2 en 1 80
i El pastelero de Madrid. Id id, 2 id 140
1 El Rey del mundo, 2 id 140
1 Sancha de Navarra. Id id, 1 id 60
1 Los hambrientos. Id id, 2 en 1 80
1 La buena madre. Id id, 2 en 1 100
1 La honra i el trabajo. Id id, 1 id 80
La sangre del pueblo. Id id, 1 id 120
Últimos dias de Sagunto. Palomera, 1 id 75
Saint Clair de las Islas. Isabel Helme, 1 id 75
Amor de madre. Palomera i Ferrer, lid 90
Novelas. Cervantes, 1 id 100
Fe, Esperanza i Caridad. Flores, 1 id 80
Los dos cadáveres. Soulié, lid 45
El alzamiento de un pueblo. Gil i Zarate, lid 80
1 La conciencia. Altadill, 1 id 45
1 El tribunal de la sangre. Ort"pa i Frías, 2 id 12(1
— 410 —
i Las aves nocturnas. Vizcaíno, 2 en i id 100
1 La plegaria de una madre, ídem, 2 en 1 id 80
La dama de las perlas. Humas (hijo) lid 5Ü
El siglo pintoresco. Fernandez de los RÍOS, 3 en 1 id 120
Historia de la pintura. Francisco Pi i Margolt, 1 id 120
El Conde duque de Olivares. F. i González, 1 id 90
Dios i el hombre. García Ruiz, 1 id 35
i Dramas desconocidos. Soulié, 2 id 50
i Los pecados capitales. Orellana, 1 id 90
1 La novia del hereje. López, 2 id 150
1 Salones i Rohardillas. Taboada, lid 35
i Crimen, venganza i espiacion. Iñiguez, 1 id 60
i La vida en el chaleco. Villergas, 1 id 110
Pelayo. Mora, 1 id £0
Florinda. ídem. 1 id 80
Los Miserables. V. Hugo, 2 id 100
La cabana del tío Tomas. Miss Slowe, 1 id 3>
Marques de 7 Igksias. F. i González, 1 id 100
Aurora de Nevers. P. Feval, 1 id 7o
Los piratas del Missisipi. Gerstaecker, 1 id 70
La voz del pueblo. Ríos, 1 id 70
Los 300,000 duros. Nombela, 2 id 130
Los úl ti ¡i os dias de Pompeya. Bulwer, lid 70
Teatro social del siglo XIX. Lafuente, 2 en 1 id 120
Los misterios de París. E. Su6, 1 id 90
Mariana. Sandeau, 1 id 30
Lecturas amenas-moralcs. Ochoa, 2 id 40
Mis prisiones. Deberes. Pellico, 1 id 30
El alma de una madre. Vives, 1 id 80
La rejencia de Luis XV. Dumas, 1 id 60
Los héroes i la caridad. Landa, 1 id 75
La novela de una mujer. Dumas (hijo) 1 id 90
Martin el expósito. Sue, 4 id 80
La piel de zapa. Balzao, 2 en 1 id 60
1 Matilde. Sué, 3 id 80
1 Leona. Soulié, 2 en 1 ¡d 3a
1 El Conde de Montecrísto. Dumas, 3 id 90
1 Libro del hombre de bien. Franklin, 1 id 23
1 Manprat. Sand, 1 id 40
1 Nueva Heloisa. Rousseau, 3 id 60
- 441 -
i Los amores de París. P. Feval, 2 id 75
1 Hermosa cordelera Saintine, i id 35
i Los tres Mosqueteros. Dumas, 1 id 90
i Veinte años después, ídem, 2 id 70
1 Andrés. El ramillete de flores. Sand, I id 40
i La granja en el desierto. Mayne Reid, lid 20
i El consejero de Estado. Soulié, 1 id 3o
i EujeniaGí andel. Dalzac, i id 30
1 Viaje de Aníenor. Lantier, 4 id 60
i ídem de Anacliarsis. Darth«lemy, 4 id 100
1 Reflexiones sobre la naturalez?. Slurm, C id 100
1 Secretario privado. Sand, 2 id 20
1 Huerfanila inglesa. Summers, 2 id 25
i Cartas de un viajero. Sand, 3 id 30
1 Picciola. Saintine, 2 id 20
i Leone Laonl. Sand, 2 id 20
1 Simón, ídem, 2 id 20
1 Nuestra Señora de Paris. V. Hugo, 3 id 35
I Bachiller de Salamanca. Le Sage, 2 id 30
1 Diablo cojuelo. ídem, 2 id 30
1 Las aguas de San Román. W. Scolt, 2 id 33
1 Jacobo. Sand, 3id 30
1 Los dos Robinsones. De la Barra, 2 tomos 15
Manual de enseñanza moral, Echevarría, 1 id 5
Las mujeres, 1 id 20
Voz de la naturaleza. Mallo, 1 id 25
Madrid riendo i Madrid llorando, 1 id 60
Villa Palmieri—Un año en Florencia—La Condesa de Sa-
lisbury—El
«•i i * "... i
Speronare—
1 1? ,1 : _. _ .,
Las orillas¥ del
.1 c?:__ . i i
Rhin—La
ii> •_..
hija
» _
del Rejente — 15 dias en el Sinay— Isabel de Baviera—La
guerra de las mujeres— Anjel Pitou^-El corneólo— El
Capitán Arena—Sultaneta—La reina Margarita— El Ca- 8o't
ballero de Casa Roja—Memorias de un médico—Mediodía
de la Francia— Suiza—Los mohicanos de Paris—La
dama de Monsoreau— Los 45—El collar de la Reina—
El Vizconde de Bragelona, por A. Dumas, 61 id
I Almacén de la juventud, 1 id 45
1 Id de los niños, 1 id 33
I Id de las Señoritas, 1 id 45
1 Mil i una noches, 1 id 43
t El reino animal. Rojas, 1 id 40
1 Fabiola. Wiseman, 2 id 40
— U2 —

1 Cuentos do Sehmidt, 2 id «JO


i Id ít mi hija. Bouilly.iid 33
1 Tardes Je la Granja, 1 iJ 4 -i
1 Velada: Je la Quinta, i id 4-."¡
1 Amigo de los niños, 1 id 4a
i Corina. Mme. Stael, 2 id 40
1 Edu:acion de las madres. Ainié Martin, 1 id ¡Jü
i Orlando furioso. Arioslo, 2 i J GO
1 La Corte de la reina Ana. Amiworlh, 5 id 50
i El Conde Devcreux. Uuhver, 6 id 69
1 Historia déla literatura. Schlegel, 2 id GO
i Medicina de las pasiones. Descuret, i id . . . ¡ 40
1 Ideal de la humanidad. Kraus, 1 id 50
i Novelas. Alarcon, 2 id 70
i Matilde. Mine. Coltin, 2 id 40
1 Las madres de familia. Bouilly, 2 id 40
1 Poesías. Lista, lid :¡0
1 Dama de noche. Fernandez i González, i id 14
1 París, Londres i Madrid. Ochoa, 1 id 3a
1 Estudios biográficos. J. M. Gutiérrez, i id 33
i El sitio de la Rochela. ' Genlis, lid 14
1 Obras escojidas. Harlzembuch, 2 id SO
i Relaciones -Clemencias—Cuentos. F. Caballero, 3 id 73
i Viaje—Galería—Caricaturas. Frontaura, 3 id 50
i Ilobinson Crusoé deFoó, 2 id 40
i Medicina doméstica. Duchan, i id 23
1 Pablo i Virjinia. Cabana, 1 id 23
1 Amalia. Marmol , 2 id '. 45
i Cuentos morales. Genlis, 1 id , 20
i Arte de hablar. Ilermosilla, 1 id 20
1 Telémaco, i id 13
i El amor. Michclet, 1 id 40
i Botánica. Blanco i Fernandez, 2 id 70
1 Estudios históricos. Mitre, 1 id 40
i Memorial de Santa Helena, 1 id ;¡3
i Gramática castallana. Bello, 1 id ;¡0
1 De l'éducation. Dupanloup, 3 id 90
1 De la haute educalion, 3 id- 90
1 Les peres et les enfants. Legouvé, 2 id GO
1 La année terrible. Hugo, 1 id * 3:)
i Napoleón le petit - Les chatimenls. Hu,so, 2 id ,v,i
- i 13 —
1 liafael. Lamartine, 1 id iii
i El picapedrero. Graziella, id., i id 2a
i Genoveva, id., i id 23
1 Confidencias, id., 3 id 7o
I La mujer de treinta años. Balzac, i id 3o
i Fausto Goethe, i id 2o
i Madame Rov,uy. Flaubtrt, i id 30
i L'Anghlerreet la vie anglaisc. Esquiros, S id IÜQ
1 Hallan. Fcuillot, 1 id 30
1 Sybillo. ídem, i id !!0
1 Alfairc Clemenceau. Duinas (iils) lid 30
i Les Anglais. Larcher, 1 id 30
1 Hommcs d'etat de l'Anglntcrre. Lagueronicr, lid 30
i WilliamPitt. Calmon, i id 30
1 Quelques pages d'hisloirc contemporaine. Prevost Parado!,
3 tomos 78
1 Essais de politiqne. l.iem Ídem, i id lO'i
I Essai sur l'histoire universclle. ídem idem, 2 id 52
1 üüuvres completes. Cap Marryat, i id 80
i Franco parlamentaire. Lamartine, O id 300
Fisiolojia. Muller, 1 id 70
Le progrés. About, i id 2ü
Théatre complot. Damas (iils) 4 id 120
Ilijiene publica. Monlau, 2 id 90
La revolulion. Cuino?, 2 id 120
La crealion. ídem, 2 id '-'O
llistoire universelle. Milne Edward, Deudant el Jussicu,
3 tomos 13o
I (JEuvrcs. Courrier, lid 30
1 Télégraphie óllcctrique. Brégnet, 1 id 30
1 Lilterature frangaise. Demageot, lid 30
1 ídem au 18me. siócle. Villemain, 4 id 120
1 Discours. ídem, 1 id 30
1 (JEuvres. Machiavel, 1 id 30
1 Le Icndcinain de la mort. Figuier, 1 id 30
1 Cuentos fanláslicos. lloffman, 1 id 30
3 Ejemplares de La Democracia en América. Tocquaville,
3 tomos 150
1 Leyendas españolas. Mora, 1 id 2o
1 Divine Comedie. Dante, 1 id 30
— Ui —
1 Esprit des lois. Montesquieu, I id 30
1 Scénes etpaysages dans les Andes. Marcoy, I id 20
1 Moralepour tous. Franek, i id : 15
1 Phisiologic des passions. Letournoau, i id 16
1 OEuvres completes. Ik'nri Ileine, li id 301
1 La cité antiquc. Coulango, i id ", ,. 30
I Manual de iilosofia. Jacqucs, lid 40
1 Histoiredela litteratiuo anglaise. Taine, 5 id 150
1 OEuvrcs. Dyron , 4 id 120
1 Consliluliou anglaise. Bagdiot, 1 id 30
1 Astronomie, mctéorologie ct geologie. Lchoir, 1 id 30
1 Métamorphoses de l'liommo et des insectes. Guatrefrages,
i id :$o
1 La jcunessc de Lord Byroii. Emmet, 1 id 30
1 Histoirc et lecons de chosis. Pape Carpcntier, 1 id 20
1 Enfances célebreó. Mme. Colet, lid 20
1 Nos üls— La femme— L'amour— L'inseclc— L'oiseau— La
mor.—Michelet, Cid 180
Théorie du progrés. Perron, 2 id 60
Instraction populaire en Franco. Bréal, i id 30
De l'influcnce de l'education. Desseibigny, 1 id 30
InstrucUon nux Etats Unis. Hipeau, lid 30
Id en Anglelerre. Id lid 15
1 Nouvelles eludes sur le Brésil. Pradez, 1 id 2o
1 Liltéralure allemand. Webtr, 1 id 30
1 Lameré. Pellelan, 1 id 45
i L'année scientilique. Figuier, 1 id 30
1 Poemes gaeliques. Ossian, lid 30
1 GEuvres. Homére, 1 id 30
I Trozos. Cosson, 3 id *20
1 La parricida—Un hijo natura1. - Una mujer muerta en vida.
Los millones del diablo— La pasión de una reina—Leven- . .,
das Intimas—Carlos V. i U victoria—La maldición dc'una
madre—por Nombela, 8 lomos
1 Tesoro del teatro español. Ochoa, 5 id 300
1 Prosadores españoles, ídem, 1 id 60
1 Novelistas Ídem, Uem, 3 id 160
1 Historiadores Ídem, ídem, lid 60
1 Tesoro de los poemas españoles. Quintana, 1 id 60
\ ídem del parnaso español, ídem, 1 id 61)
1 Obras completas. Fígaro, 2 id 120
— U5 —
i ídem, lírcton de los Herreros, 2 id : 120
1 ídem poéticas. Zorrilla, 3 id 180
Poesías. Martínez de la Rosa, 1 id 60
Teatro. Eguilaz, 1 id 60
Obras poéticas. V. de la Vega, i id 90
Gil Blas de Santularia. Lo Sage, 1 id 50
Obras. Espronceda, 1 id 30
ídem. Campoamor, 1 id 50
Ensayos biográficos. F. Caicedo, 2 ¡<J 120
1 Libro de los oradores. Timón, 1 id -. . . . 85
1 Manual de literatura. Gil i Zarate, 1 id CO
1 Química. Troost, 1 id 80
i Física. Privat Deschanel, 1 id 90
1 Verdad de¡ progreso. Catalina, 'i id 60
1 Ciencia i derecho constitucional. Grinke, 2 id 120
1 Derecho constitucional. González, 1 id 60
1 La primavera i el estío. Selgas, 1 id 40
1 Conquista de Méjico. Solis, i id 60
1 Economía política. CourcelleSeneuil, 2 id 120
1 Biografía de hombres notables de Cliüe. Suarcz, 1 id 50
1 Derecho constitucional. Lishrria, 1 i¿ io
1 Les lois de la vie—Les représentmts de l'liunianitó— Essai
sur la [nalure.—Emerson, 3 id 90
1 Hermosa Gabriela. Maquet, 1 id 4a
1 Escursion álos Uanquelcs. Mansilla, 2 c;i 1 id 70
i Las Escuelas. Sarmiento, 1 id 30
1 Educación de las hijas. Fenelon, lid 12
1 Historia de los Estados Uní Jos. Spencer, 3 id 600
i Descriplion de la Confederaron 'Argeutine. M. de Moussy,
3 tomos 220
1 AtUs. M. deMoussy, 300
1 Historia de Iss Provincias del Rio de la Plata. Angelis, 6 id. ló'QO
1 Viaje pintoresco. Dossi, 1 iJ 7rj
Lima. Fuentes, 1 id 80
Poesías, (papel tino) Del Campo, 1 id 80
Maria. Isaacs, 1 id 53
Descripción del Paraguay. Molas, 1 id 60
Conferencias. P. Félix, 1 id 60
Obras completas, i. M. Gorriti, 2 en 1 id 120
Cuerra del Paraguay. Thompson, 1 id '. • Í20
— 44G —

1 Aventuras en el Paraguay. Maslermann, 1 id 100


1 Código de comercio de la República Argenlina. 1 tomo 35
i Vida do Linco'n. Sarmiento, i id 45
i Viajas en Europa, África i América, ídem, 2 en 1 id 130
1 Biografía de O'IIiggins. i lomo , 10
1 Obras poéticas. Cuenca, 3 id 200
1 Parnaso peruano. Corles, 1 id 200
1 ídem chileno, ídem, 1 id 140
1 ídem boliviano, ídem, 1 id 150
Invasiones inglesas. Coronado, 1 id 120
Lira americana. Palma, 1 id 80
Poesías. J. M. Gutiérrez, 1 id 60
Diccionario b'iograflco de Chile. Asta Burnaaga, 1 ui 70
Intereses católicos en América. Eizaguirrc, 2 id 120
^ Geografía del Ecuador. Villavicencio, 1 id 61
1 Derecho de joules. Bello, I id 43
1 Lejis'acion i jurisprudencia d3 la educación común. Quiro-
ga, 1 tomo 43
1 Compendio histórico. Amich, 1 id 33
I Poesías. Bulcarce, (rúst.) i id 10
1 Autobiografía de F. Várela, (rúst.) 1 tomo 10
1 Obras completas. F. Bilbao, 2 id 130
1 Historia de Salaberry. M. Bi!bao, lid 70
I ídem de Rosas. Mem, i id 50
1 Esludios sobre el Banco Hipolecario. Alcorta, (rüst.) 1 id.. 5
1 Esploracion de la América del Sur. Michelena i Hojas, 1 id 150
1 Tratado de arquitectura. Vínola, 1 id 60
1 Quijole. Cerrantes, 1 id 40
1 Misiona de Carlos V. Robsrtson, i id 180
1 Virjilio. Trad. de Ochoa, 1 id 125
1 Estudios sobre el Gobierno inglés. T. Caicedo, 2 id 120
1 Historia delaReslauracion. Lamartine, i id 120
1 París en América. Laboulayc, 1 id 2-3
1 Manual del derecho parlamonlario. Pichón, lid 23
1 Jerusalem libertada. Tasso, 2 id 60
1 Discursos parlamentarios. Casleltr, 3 id 75
1 Trabajadores del mar. Hugo, 2 id 120
1 Romans ¡Ilústreos, ídem, 1 id 80
1 Théatre id ídem, 1 id 7o
1 Poesies. ídem, I id 60
1 Vida de Jesús. llenan, 1 id ;jfl
1 Los apóstoles, ídem, 1 id 50
i Historia universal. Cantú, 10 id 9UO
i Cours complet d'agricullure, ü'economie rurale el de inede-
cine vétérinaira. Mirogues, Mirebel, Payen, Barthelemy,
etc. etc., 19 id 600
i Enciclopedia popular— Manuales de arles i oficíesete, etc.,
59 tomos uso
1 Dictionnaire franjáis illustrée et encyelopedie universelle.
Dupin et Vorepierre, 2 id 500
i Dictionnaire universel théorique et pralique du commerce
et de navigation, 2 tomos 450
1 Museo de las familias, 20 años, encuadernados en 10 id 1400
i Nuevo diccionario de la lengua castellana, con suplementos,
por una sociedad de literatos, 1 tomo 170
i Diccionario francés español i español francés. Salva, 1 id. . 110
1 ídem español inglés é inglés español. Velazquez de la Cade
na, 1 tomo 40
i Elocuencia militar. Panlagua, i id 40
1 Hierros ¡aceros. Arnaiz, 2 en I id 50
i Manual completo del tintorero, 1 id 35
1 Tratado de administración rural. Panlagua, 1 id 40
1 Agricultor práctico. 1 id , 40
1 Aritmética. Bourdon, 1 id 40
1 Aljebra. Jariez, 1 id 40
1 Judio Errante, con láminas. E. Sué, 3 id 125
1 Ladrones de Londres, láminas. Dickens, 1 id 60
i Poesías, láminas. Camoens, 3 id 60
1 La civilización. Castolar, 4 id 150
Dama de las Camelias. Dumas (hijo) 1 id 25
Manzana de oro. Selgas, 6 id 210
Memorias del diablo. Soulié, láminas, lid 50
Marquesa de Men vil lo. Id id lid 50
Dramas de París. Ponson du Terrail, láminas, 3 id 170
Obras de García de Quevedo, 2 id 120
1 Viajes de Frai Gerundio, 1 id So
i Historiadores de Chile, 6 id 500
1 La Plata. Arco?, 1 id 75
i Viaje a los Andes. Roussingault, lid 50
1 Siégede París. Sarcey, 1 id., 30
II
— 448 —

1 Le pilón des comrnuneux. Morcl, lid 30


i Memorial illustré des 2 siéges de P.iris 1870-1871. i id 125
i Histoire da la guerra de 1870-1871 illustré. lid 12o
1 Hernán Cortés, 4 tomos 150
i La liebre de riquezas. Nombela, 2 id 90
1 Profesión de fe. Pelletan, i id 2o
1 El mundo marcha, ídem, (rúst.) lid 10
1 Merodeadores. G. Aymard, 1 id 30
1 Los filibusteros. Idtfra, 1 id 30
1 La fiebre de oro. ídem, 1 id 30
1 Romans campetres. ill-Sand, 1 id 70
1 Caúsenos du lundi—Nouveau lundi. S:\int Yeuve, 28 id.... 84
1 L'anriée géographique 1863-70. Saint-Marlin, 8 id 210
1 Consuelo. Sand, 5 id 75
i Los matrimonios del Diablo. Escrich, 2 id 110
1 El infierno de los celos, ídem, 2 id 115
i El cura de Aldea, ídem, 2 id .• 105
1 La perdición de la mujer. Idum, 2 id.. .-. 120
1 La destrucción de París. Zamora i Caballero, 2 il 120
1 El inquisidor mayor. M.Bilbao, lid 70
1 María, la hija de un Jornalero. Izco, 2 en 1 id 110
i La marquesa de Bellaflor. ídem, 2 en 1 id 120
1 La justicia divina, ídem, 2 id 110
i Compendio de medicina. Rossu, 1 id 70
1 Ensayo sobro el catolicismo. Corles, i id 33
1 Historias extraordinarias, 1 id 130
1 Dramas del Occéano, lid 90
1 Médico botánico. Grosourdy, 4 id 250
1 La envidia. Escrich, 2 id 110
1 La calumnia. Idum, 2 id 110
1 OEuvres. Franklin, 5 id 60
1 Entretiens populaires. Thevenin, 7 id 84
1 Cours d'économie industrielle. Thevenin, 7 Id 84
1 Les machines. Passy, 1 id 12
1 Culture du sol. Rendu, 1 id 12
1 L'agricullure progresive. C. Lafayette, 1 id 12
1 Phénoménes terrestres. Reclus, 1 id 12
1 Voyages de Burlón, Palgrave, Pfeiffer, Hayes, Livingstone,
Baine», Speko et Grant, Balwin, Baker, 9 id 108
1 Le magasin d'antiquités—Contes de Noel— París ct Londres.
— 449 —
Dickens— Pickwir.k— Bleak— House— Baruabe—Rudge-
Dambey et flls, 13 id iofi
1 Comedias. Moralin%i id 30
i La commune de París, 1 id 40
1 Cuentos i mentiras andaluzas, 2 id 28
i Corte del indolente. Larrua, 2 id 28
i M»sa revuelta. V. de la Vega, i id 14
i Un año en la Corte, 1 tomo 28
i El olicial mayor, de los Ríos, 1 id 14
i El saco del Diablo, i id 14
i La dama duende. Carralon, 1 id 14
1 Avelina—Celeste— Ramírez, 2 id 28
1 Los millones del Diablo. Madrid, 1 id 14
1 El fatmacéutico deTurin. Cesina, i id 14
1 De patria en patria. Ferrer del Rio, 1 id 14
1 Edgardo. Cisneros, 1 id 14
1 Obras. Trueba, 5 id 150
1 Revista de Buenos Aires, 24 tomos 2400
i ídem de España, 4 id 150
1 Recuerdos del año 20. T. Oliver, 1 id 35
i Discursos. Zuviria, 1 id GO
i San Pablo. Renán, 1 id 40
1 La San Felice. Humas, 4 id 80
1 El príncipe perro de aguas. Laboulaye, 1 id 30
1 La linda. Aimard, 2 en 1 id 60
1 Jurisprudencia inquisitorial. Rimericb, 1 id 20
1 Manual del pastor. Mendoza, 1 id 80
i Memorias postumas. General Paz, 4 en 2 id 240
1 Las 4 barras de sangre—La jente cursi- Cuentos de salón —
El naufrajio de la Mcduza, 4 en 1 id 60
1 La hermanado la Caridad. Castelar, 1 iJ 35
1 Tempe arjentino. Sastre, I id 25
1 Histoire de Pendenwis. Thackeray, 3 en 1 id 40
1 Le livre des snobs—Edmond. ídem, 3 en 1 id 40
1 Sistema de las contradicciones económicas. Proudhon; 3
en 1 id 50
1 Instrucción primaria. Avendaño, 4 id 200
1 Asociaciones obreras. Garrido, 2 id 70
i Las lobas de Macheuil. Dumas, 1 id 70
1 La rendición del esclavo. Castelar, 1 id 90
Los compañeros de Juhú. Damas, 2 id 50
Guia manual de comercio y de la banca. Castaño, 1 id 70
Pedagogía cristiana. Romero, lid 45
Conferencias—Perfección humana. Pérez Gomar, 2 en!.. 50
Pedagojia. Avendaño, i id , 45
Historia romana. Duruy, lid 30
Les merveillesdel'exposition uni'<erselle. Mesnard, i id.. . 150
Teoría de las penas i recompensas. Bentliam, 4 id 4o
Manual de jardinería. Col meiro, 3 id 110
Guia de labradores i hortelanos. Sanz, 2 id 70
Obras. J. Yerne, 12 ts en 2 id 120
ídem. Mayne Reid, 20 id 2 id 180
Zoolojta i botánica. Toro, 2 Id 20
Les races humaines. Figuier, lid 70
1 El lobo blanco. Paul Feval, 1 id 17
5Í817

.ii,si" g m¿ ó sean $ fts. 2,192 G8 cents.


Buenos Aires, Diciembre 31 de 1872.
PALEMÓN HIEROU.
Pedro Quiroga,
Secretario.

N° 41
Factura de libros remitidos por la Comlslou Pro-
tectoradc las Bibliotecas Populares, á la lilbllo»
teca popular «Sarmiento» del fuerte Audalgalá,
Provincia de Cataniarca.

Comprado á Juan Elchepareborda, calle Suipacha mim. 8.

M'ila C'te

1 Filosofía elemental. Balmes, 1 tomo 25


1 Id fundamental. Id, 2 id 33
1 Manual de jardinería, 1 id 85
Historia Universal. Canlú, 10 id. 830
Diccionario Nacional. Domínguez, 2 id 320
Obras. Larra. Fígaro, 2 id 120
Historia jeneral de España. Lafuente, 15 id. 730
Catecismo de perseverancia. Gaume, 4 id 180
9 23W

2,345 jj mfc ó sean ps. fts. 93 80 es.


Buenos Aires, Diciembre 31 de 1872.
PALEMÓN HI'F.RGO.
Pedro Quiroya,
Secretario,

N° 42

Factura de Illtros remitidos por la Omisión Pro


tectora de las Ulhllotccas Populares á la Bibliote
ca Popular de la Villa Dolores, Provincia de San
Luis.

Comprado ¡i li Impre-nlt i la Libreril de ul/at/o» de Caries Caiavallr,


r/illf <le IHnrem 241.

cíe
i El arquitecto práctico. Plot. Comin, 1 tomo , 25
1 Enciclopedia popular, colección de manuales, 40 id 800
i Historia de Rosas. Bilbao, 1 id 50
1 Viajes por Enropa, etc. Sarmiento, 2 id 150
1 Id al rededor del mundo. Arago, 1 id 120
i Obras poéticas. Campoamor, 1 id 60
i Doloras y Cantares. Id, i id 50
1 Almacén de los niños, 1 id 45
i Id de las señoritas, 1 id 45
1 Id de la juventud, historia, 1 id 45
i Id de la id viajes, 1 id 43
1 Id dula id ciencias i arles, 1 id 4;i
— 4fH —

La Amalia. Marmol, i id 45
Cuentos á mi hija. Bouilly, i iJ 45
Influjo de las familias. Barran, lid 30
Educación de las madres. Martin, i id 30
El míirtir del Colgóla. Escrich, lid 130
Historia de la sociedad doméstica, Gaume, 1 id 3o
Conversaciones familiares. Santa María, 3 id 140
1 Obras completas. J. M. Gorriti, 2 id 120
1 Madre de los desamparados. Escrich, 2 id 105
1 Hijos de la fe. Escriche, 2 id 103
1 Esposa Mártir. Id, 2 id 103
1 Perdiccion de la mujor. Id, 2 id 105
1 Grandes inventos. Figueir, 1 ¡el 20
1 Biblioteca de las maravillas. Charton, 13 id 323
1 Historia de la relijion. Mazo, 4 id 70
1 Vizconde de Bragelona. Duina?, G id 72
1 Yeinta años después. Id, 4 id 48
2 Dama de Monsoreau. Id, 3 id 36
1 El comeólo, viajes. Id, 2 id 24
1 Quince días en el Sinai. Id, 1 id 12
1 El capitán Arenas. Id, 1 id 12
1 Villa Palmieri. Id, 1 id 12
1 Átala i Rene. Chateaubriand, 1 id 12
1 Los miserables. V. Hugo, 2 id 90
1 París, Londres i Madrid. Ochoa, 1 id 35
1 Condesa de Monte-Cristo. Boys, 2 id .75
1 Lagrimas. F. Caballero, 1 id 20
1 La Pastora del Guadiela i la Marquesa de Piecares. Saez de
Melgar, 5 id 90
1 Dama de noche. Fernandez i González, 1 id 12
1 Viajes de Ferai Gerundio, 1 id 60
1 María, la hija de un jornalero. Ayguals de Izco, 2 id 120
1 Matilde, ó memoria de los cruzados. Coltin, 2 id 35
1 Ultimo mohicano. Duinas, 10 id 120
1 Obras poéticas. Espronceda, 1 id 25
1 Pablo i Virjinia. Saint Pierre, 1 id 10
1 Los desheredados Fernandez i González, 2 id 130
2 Obispo casado i Rei. Id id, 1 id 60
1 Maldición de Dios Id id, 2 id 110
1 Tardes de la Granja Id id, 1 id 43
- 453 —
1 Sermones. Lacordaire, 2 id GQ
i Conferencias. Wiseman, 2 iJ 70
1 Filosofía elemental. Balines, 1 id 18
i Id fundamental. Id, 2 id 36
i Obras completas. Chateaubriand, 4 id 300
i Vida de Franklin. Migiibt. i id 10
1 Siete años de aventuras en el Paraguay. Mnsterman,
1 Ídem 100
1 El Juanito. Pairavicini, 1 id 25
j Veladas de la quinta. Genlis, 1 id 45
i Vida dü Jesucristo. Wallon, 1 id 10
i Primavera i estío. Selgas, 1 id 35
1 Obras de Virjilio. Trad. de Ochoa, lid 120
1 Novelas. Bilbao, 1 id 50
1 Tesoro del Tc.alro. Moratin, 5 id 300
1 Orillas del Rhin. Dumas, 2 24
1 Obras selectas. Quevedo, 1 60
1 Obras completas. Cervantes, 4 id 24o
1 Obras completas. Martínez de la Rosa, 5 id 300
1 Diccionario de la lengua castellana con suplementos,
1 idem 150
1 Id de Lejislacion i Jurisprudencia, 1 id 140
1 Id francés-español i vice-versa, 2 id 70
i Id inglés-español i vice-versa, 2 id 40
1 Id latino-español. Yalbuena, 1 iJ 70
1 Id de Jeografla antigua i moderna 90
1 Geografía universal. Letrone, 1 id 55
1 De las instituciones libres. Grinke, trad. González, 2 id. ... 120
1 Lecciones de derecho constitucional. González, lid 60
1 Constituciones de algunos Estados de la Union Americana.
González, 1 id 50
1 La novia del hereje. López, 2 id 140
1 El Federalista. Hamilton, 1 id 140
i El poder judicial en los Estados-Unidos. Story 50
1 Breve esposicion de la Constitución de los Estados-Unidos.
Story, 1 id 50
1 Apuntes para una Biblioteca. Ochoa, 2 id 120
2 Novelas de Julio Verne, 2 id 16
1 Novelas Mayne Reid, 20 id ICO
1 Biografía de San Martin. Gutiérrez,! id 1"
— 484 —
1 Constituciones políticas de la América meridiontl. Arose-
mena, 2 ¡d

7,fil9 $ m¿ ó sc.in $ fts. 304 76 cent.

Hilónos Aire?, Diciembre 31 de 1872.

PALEMÓN HUERCO.
Pedro Quirogn,
Secretario,
RESUMEN JENERAL

lililí toteen de Vaví.

( Provincia de Jujtii )

D«bo Haber

Set'bre 12 Recibido de la Comisión Directiva... fu. IDO


Octubre 3 Recibido del Gobierno Nacional 100
D'bre 31 Intereses 95
N'bre 26 Importe de la factura N° 33 remiti
da en esta fecha 200
D'bre .'ti Saldo (2) 95

fts. 200 95 200 93

(1) Según lo ha resuelto la Comisión Protectora de las Bibliotecas


populares, para no complicar demasiado la contabilidad, solo se les acre
dita intereses a las cantidades que hayan permanecido en el Raneo mas
de treinta dias sin ser invertidas.
Conviene advertir qua la demora del Gobierno N. cional para entregar
la parte correspondiente a varias Bibliotecas, según se verá mas adelante,
ha provenido, no solo de la prolija tramitación que se sigue en estos ne
gocios, sino también, de haberse agotado por dos veces las cantidades
pedidas al Congreso para el servicio de las Bibliotecas populares en el
año de 1872.
(í) Este Saldo sn reserva para aumentarlo a los fondos que se reciban
nuevamente.
— 456 —
Blblloteea de Tncutnaii.

4871 Debo Haber

Nov'bre 25 Recibido de la Comisión Directiva... fls. 1096 ÜV


Dic'bre 31 Intereses 96
« 31 Importe de la factura niím. 40 remitida
en esta fecha 2192 68
« 31 Saldo (1) 109538

fls. 2192 68 2192 68

(I) Este saldo qne aparece en ti débito de esta cuenta, proviene de no


haberse recibido aun la parte correspondiente al Gobierno Nacional,
pedida oportunamente.

Blblloteea del Itaradcro.

(Provincia de Buenos Aires)

«72 Debe Haber

Set'bre 20
Recibido de la Comisión Directiva.. fts. 800
Nov'Dre 5
Recibido del Gobierno Nacional 800
Dio'brc 31
Intereses 3 91
Nov'bre 9
Importe de la factura nüm. 29 remitida
en esta [echa 1600
Dic'bre 31 Saldo (1) 391

fts. 1603 91 1603 91

(1) Este saldo se reserva para aumentarlo a los fondos que se reciban
nuevamente de esta Biblioteca.
— 457 —
Biblioteca « El Porvenir » de la Concepción del
Uruguay.
{Provincia de Enlre-Ríos).

4871 • Debe Haber

Set'bre 7 Recibido de la Comisión Directiva.. fts. 1410


Nov'brá 5 Recibido del Gobierno Nacional Í400
« 29 Recibido de la Comisión Directiva.. 160
Dic'bre 31 Intereses 3218
« 31 Saldo (I)...., 298218
fts. 2982 18 2082

(1) Se está esperando el pedido detallado de libros por valor de esta


suma i de i.'JO ps. fts. que le corresponde dar al Gobierno por la remesa
de 29 de Noviembre.

Biblioteca « Educacionista Arjeutiiin » de Guale-


ffuaycliú.

(Provincia de Entre Ríos)

Debo Haber

Agosto 31 Saldo fts. 312 20


Set'bre 30 Intereses , 683
Dic'bro 31 Intereses 403
Dic'bre 31 Saldo (1) 32306
[U. 323 06 323 06

(1) Este saldo esti reservado para responder al nuevo pedido que se
baga para esta Biblioteca.
— 438 —
Biblioteca «Frunltllu» de San Juan.
Debe Haber

S'bre 17 Recibido de la Comisión Directiva. . fts. 35666


N'bre 8 Recibido del Gobierno Nacional 356 66
D'bre 31 Intereses 168
N'bre 20 Importe de la factura N° 31 remi
tida en cata fecha.... 71332
P'bre 31 Saldo (1) 168

fts. 715 715

(1) Este «aldo se reservará para aumentarlo A los fondos que se reci
ban en adelante de esta Biblioteca.

Biblioteca «Protectora Union» de Córdoba.

1872 . Debe Haber

Agosto 31 Saldo fts. 72


Febrero 30 Intereses 312
D'bre 3 Recibido ilc la Comisión Directiva. .. 60
D'bre 31 Intereses O 2t
Js'lire 2 Importe de la factura N° 28 remiti
da eu esta fecha 72
D'bre 31 Saldo (I)...- 6336

fts. 135 36 133 36

(1) Esti saldo i la parte correspondiente al Gobierno Nacional, que


aun no sa ha recibido, sera invertida en la factura que se está prepa
rando por el todo.
— 459 -
Biblioteca de Campo Suut«».
('Provincia de Salta)
1873 Debe Haber

S'bre 9 Recibido de la Comisión Directiva.. 38806


Octubre 3 Recibido del Gobierno Nacional 38806
D'bre 3i Intereses 3 'i4
N'bre 24 Importe de la factura N° 32 remi
tida en esta fecha 77612
D'brc ül Saldo (i) 344

íts. 779 56 779 56

(i) Lsle saldo se reservará para aumentarlo á los fondos que ;c reci
ban «n adelante de esta Biblioteca.

Biblioteca de Coucepclou de

(Provincia de Tucttman)

J872 tk-be Haber

S'bre 18 Recibido de la Comisión Directiva.. 294


N'bre 6 Recibido del Gobierno Nacional 294
Octubie 24 Importe de la factura N° 27 remi
tida en esta fecha 588

fls. 588 588


— 460 —
Biblioteca a Frauklln n do 4'aüaeliis.
(Provincia de Buenos Aires).

1873 Debe laber

Sel'bre 30 Intereses fls. 1 li


Dic'bre 15 Recibido de Ja Comisión Directiva... 160
31 Saldo (1) 161 11
fts. 161 11 161 11

(t) Este saldo i la pirte correspondiente al Gobierno Nacional, que


aun no se ha recibido, será invertido en la factura que se esta preparando
por el todo.

Biblioteca de Chaicomúi.
(Provincia de Buenos Aires).

1872 Deba Haber

Oc'hre 2 Recibido de la Comisión Directiva.. fts. 600


D'bre 3 Recibido del Gobierno Nacional 600
« 29 Recibido de la Comisión Directiva.. 200
« 31 Intereses 508
« 14 Importe de la factura uúiu. 36 remi
tida en esta fecha 1076 12
« 31 Saldo (1) 32896
fts. 1403 08 1405 03

(1) Se espera un nuevo pedido de libros por este valor mas 200 fls.
que debe dar el Gobierno Nacional, correspondientes á la segunda remesa
de 29 de Dieiembreí
— 461 —
Biblioteca del Basarlo.

(Provincia de Santa Fe)

Debo Haber

Agosto Saldo
31 fts. 221 70
Set'bre Intereses
30 , 9 19
Dic'bre 31
Intereses 94
Nov'brc 9
Importe de la factura nilm. 30 re.ni-
tida en esta fecha 221 70
Dic'bre 31 Saldo (1) .' 10 13
fls. 231 83 231 83

(1) Este saldo proveniente de intereses, se reservará para un nuevo


pedido ó para aumentarlo a los fondos que nuevamente se reciban de
esa Biblioteca.

Biblioteca de la Ciudad de Jhijul.

Debe Haber

Oc'bre 3 Recibido de la Comisión Directiva.. fts. 199 85


D'bre 3 Recibido del Gobierno Nacional. . ... . 199 8o
31 Intereses 1 55
20 Importe de la factura man. 33 remi
tida en esta fecha 393 08
31 Saldo (1) 1 57
fts. 401 23 401 25

(1) Este saldo se reservará para aumentarlo á los fondos que se reci
ban nuevamente de esta Biblioteca,
— 462 —
Biblioteca de Juulu.

(Provincia de Bitenot Aires).

4872 Debo Haber

Nov'bre 9 Recibido de la Comisión Directiva... fls. 1U


Dic'bre 31 Intereses 104
a 31 Saldo (1) 143 04
fts. 145 Oí 14o 04

(1) Se está preparando una factura por valor de este saldo, inas la
santidad «orre¡>pondi«nte al Gobierno, que aun no se ha recibido.

Biblioteca de Mercedle».

("Provincia dt Corrientei).

1171 Debe Haber

Octubre 8 Recibido de la Comisión Directiva... ft». 550


Dic'bre 21 Recibido de id id 90
« 3 Recibido del Gobierno Nacional..... 640
« 31 Intereses 8 32
» 31 Saldo (1) 12S8 23
íts. 1288 23 1288 23

(1) Sé está preparando una factura por valor de este saldo. El retardo
se esplica por haber venido recientemente el pedido de libros.
— 463 —
Biblioteca do la Tilla do mercedes.

(Provincia de San Luis).

1872 Debe tlaber

Oct'bre 28 Recibido de la Comisión Directiva.. fts. 3809a


Dic'bre 3 Recibido del Gobierno Nacional.... 380 95
« 31 Intereses i 6i
• 6 Importe de la factura nüm. 3o remi
tida en esta fecha 761 90
« 31 Saldo (i) i 64
fts. 763 54 763 54

(I) Este saldo está reservado para aumentarlo a los fondos que se reci
ban nuevamente de esta Biblioteca.

Biblioteca « Sarmiento » del fuerte A. u ti alga la.


(Provincia de Catamarca).

187J Debe Haber

Oct'bre 30 Recibido de la Comisión Directiva. .. fts. 37211


Dic'bre 31 Intereses 113
« 31 Importe de la factura núm. 41 remi
tida en esta fecha 93 80
« 31 Saldo (1) 27944
fts. 373 24 373 24

(1) Se esta preparando el resto del pedido por valor de este saldo i de
la parto que le corresponde al Gobierno Nacional, que aun no se ha
recibido.
12
— 464 —
Biblioteca de Quilines.
(Provincia de Buenos Aire»)

4872 Debe Haber

Agosto 31 Saldo fts. 62836


Set'bre 30 Intereses •••• 361
Nov'bre 23 Recibido de la Comisión Directiva.. 615
« 29 Recibido de id id 25
Dic'bre 31 Intereses 882
« 30 Importe de la factura ndm. 39 remi
tida en esta fecha 1808 36
« 31 Saldo..,,.,..,.,,,..,..... ..... 627 S7
fts. 1808 36 1808 36

(i) Este saldo que aparece en el débito de la Biblioteca de Quilines,


proviene de que aun no se ha recibido la parte correspondiente al Go
bierno Nacional.

Biblioteca de Belén.

(Provincia de Calamarca)

417* Debe Haber

Oct'bre 30 Recibido de la Comisión Directiva.. fts. 12536


Nov'bro 30 Importe de la factura ndm. :¡1 remi
tida en esta fecha 12o 34
Saldo 2
fts. 125 36 126 36

(1) Se esta preparando una factura por valor de la parte que debe dar
el Gobierno Nacional, en la cual deberá incluirse este saldo.
— 465 —
Biblioteca de «aula Boga.

(Provincia de Córdoba).

un tcbo Haber

Julio 31 Recibido déla Comisión Direcliva.. fu. 14932


Set'bre 12 Recibido del Gobierno Nacional.... 14932
« 16 Importe de la factura nüm. 23 remi
tida en esta fecha 298 64

fts. 298 64 298 64

Biblioteca de Villa Nueva.

(Provincia de Cordvla).

I87i Debe Haber

Nov'bre 29 Recibido de la Comisión Directiva . . fts. 380 95


Dic'bre 31 Intereses 1 69
« 31 Saldo (1) 382 64

fts. 382 64 382 64

(1) Se está preparando una factura en la que se invertirá este saldo


i la parte correspondiente al Gobierno Nacional que aun no ha sido
recibida.
— 466 —
Biblioteca a Avellaneda 9 de la Villa Arjcutlutt.

(Provincia de la Rioja),

1B7Í Debe Haber

Nov'bre 23 Recibido de la Comisión Directiva. .. ÍU. 26360


Dic'bre 31 Intereses 102
« 31 Saldo (1) 26462

fts. 264 62 264 62

(1) No se ha recibido hasta esta fecha la cantidad pedida oportuna


mente al Gobierno ; pero ya esta preparándose una factura por el todo

Biblioteca « Son Hartlu » de Mendoza.

Debo Haber

Agosto 31 Saldo fts. 383 20


Set'bre 30 Intereses 206
Dic'bre 31 Intereses 4 86
« 31 Saldo......................... 39012

fts. 390 12 390 lí

(1) Se espera un nuevo pedido para la inversión de este saldo.


— 467 —

Biblioteca «lo Piedra Blanca.

(Provincii de Catamarca).

Í872 Di'be Haber

Dic'bre 2 Recibido de la Comisión directiva... fls. 41 71


u 31 Intereses 16
« oí Saldo (i) 4187 -

fls. 41 87 41 87

(1) Aun no se ha recibido la cantidad igual que se pidió al Gobierno


oportunamente ; pero se está preparando una factura por el todo.

Biblioteca de Bella Vista.

(Provincia de Corrientes).

1873 Dubo Haber

Agosto 2 Recibido de la Comisión directiva... fts. 177 63


Set'bre 12 Recibido del Gobierno Nacional 177 03
« 30 Intereses 1 77
« 28 Importe de la factura nüm. 2o remi
tida en esta fecha 353 28
Dic'bre 31 Saldo (1) 379

fts. 357 07 357 07

(1) Este saldo esta reservado para aumentarlo a los fondos que se
reciban nuevamente de esta Biblioteca.
— 468 —
Biblioteca San Pedro.
(Provincia de Bueno» Aires).

<872 Debo Haber

Díc'bre 3 Recibido de la Comisión directiva.. fts. 19048


« 31 Intereses 74
« 31 Saldo (1) 191 22
ftsl 191 22 191 22

(1) Aun no se ha recibido la cantidad correspoddiente al Gobierno Na


cional ; sin embargo se está preparando la factura por la cantidad

Biblioteca de Cerrillo».

(Provincia de SaltaJ,

«72 Debo Haáer

Agosto 24 Recibido del Dr. D. Serapio Galle


gos fts. 76
Set'bre 30 Intereses 33
Octubre 3 Recibido del Gobierno Nacional 76
Dic'bre 31 Saldo (1) 15Í 38
fts. 152 38 loa 38

(1) Habiendo desistido el Sr. Presbítero Dr. Gallegos de cumplir con


las condiciones de la leí, esto es, organizar una sociedad de vecinos en
debida forma, según sa lo exijió la comisión, antes de dar curso a su
pedido, se devolverá al Gobierno la cantidad de 76 ps. fts. que había
dado ; i la que corresponde al Sr. Gallegos, se le remitirá por su cuenta,
invertida en los libros que pide.
— 469 —
Biblioteca de Villa Dolore».

(Provincia de San Luis).

W2 Debe Haber

Dic'bre 3 Recibido de la Comisión directiva.,


« 31 Importe de la factura nüni. 42 remi
tida en esta fecha
< 31 Saldo (1) 15238

fts. 304 76 304 76

(i) Este saldo que aparece en el débito de esta cuenta, proviene


de que ya se han remitido los libros pedidos i que hasta esta fecha no
ie ha recibido la parte correspondiente al Gobierno de la Nación.

Biblioteca de San Antonio de Areco.

('Provincia de Buenos Aire»)

1S73 Debe llabcr

Agosto 28
Recibido de la Comisión Directiva.. fts. 216
Set'bre 20
Recibido del Gobierno Nacional..... 216
Dic'bre 31
Intereses 74>
Set'bre 16
Importe de la factura núm. 24 remi-
tidaen estafecha 395 20
Dic'bre 31 Saldo (1) 3754
fts. 432 74 432 74

(1) Para la inversión de este saldo se espera un nuevo pedido da libros


en inglés, para lo cual estaba reservado.
— 470 —
Blltlloteea de la Villa San Francisco.

(Provincia de San Luis).

<872 Dfbc Haber

Dic'bre 3 Recibido de la Comisión directiva. . fts. 228 57


« 3t Intereses 88
« 31 Saldo.. 22945

fts. 229 45 229 45

(i) Aun no se ha recibido la cantidad igual pedida oportunamente al


Gobierno de la Nación ; pero ya está preparándose una factura por la
suma total que le corresponde a esta Biblioteca.

Biblioteca de Monte Caseros.

(Provincia de Corrientes.)

1873 Debe Haber

Agosto 29 Recibido cíe la Comisión directiva.. 221


Sel'hre 20 Recibido del Gobierno Nacional 221
« 28 Importe de la factura núm. 26 remi
tida en la fecha 442

fts. 412 412


— 471 —
Biblioteca de Cafuyatc.

(Provincia de Salta)
«
IS7J Debe Haber

Dic'bre 24 Recibido de la Comisión directiva... fls. 4589


« 30 Recibido de la misma 45396
« 31 Saldo (1) 50484

fts. 504 85 504 85

(1) Ann no se ha recibido la cantidad igual que debe dar el Gobierno


de la Nación, que se pidió oportunamente; pero ya se está formándola
factura correspondiente por el total.

Biblioteca de Villa Lujan.

(Provincia de San Lttii).

Deba Haber

Octubre 28 Recibido de la Comisión Directiva.. fts. 15238


Dic'bre 3 Recibido del Gobierno Nacional 15233
« 14 Importe de la factura mim. 37 remi
tida en esta fecha.... .......... 30470

fts. 304 76 304 76


— 472 -
Biblioteca de Villa Henea.

(Provincia de San Luis).

1872 Debe Haber

Dic'bre 3 Recibido de la Comisión directiva.. fts. 19048


« 31 Intereses 7i
« 31 Saldo (1) 19122

fts. 191 22 191 22

(i) Hasta esta fecha no se ha recibido aun la parte que le corresponde


dar al Gobierno de la Nación; sin embargo, se esta preparando ya una
factura de libros por el valor Integro.

Interesen correspondientes á las siguientes


Bibliotecas (1).

Junio 30 Biblioteca de Graneros, (Tucnman) jjfts. 103


« 30 « del rilar, (Buenos Aires) 76
Set'bre 30 « del « ( « ) 46
Junio 30 « del Tordillo, ( « ) 32
« 30 « de Mendoza 107
« 30 « del Club-Casino ,(Catamarca) 52
(Jfts. 4 16

(1) Estas cantidades se tendrán en cuenta para aumentarlas á las que


'se reciban nuevamente de cada uno de los puntos mencionados.
ÍNDICE DEL NÚMERO 3'

PAJINAS
Nota al Ministerio de Instrucción Publica, ,,, ,, ,,,, CLXXVIJ
Aviio permanente , CLXXIX
Has Biblioteca! populareí , ,., CLXXX
CaUmarca; CLXXXIV
Buenos Aires CLXXXV
San Luis CCH
Córdoba CCIV
Corrientes CCVII
Entre-Rios CCXI
Tucuman CCXII
Salta CCXIII
Rioja CCXIV
Jujuí CCXXI
Mendoza «
Santa-Fé CCXXII
San Juan- Santiago del Estero CCXXIII
Lista de las Bibliotecas populares «
Ciudades, villas i pueblos de la República Arjentina CCXXY
Población de las ciudades, villas, pueblos i caseríos de la
República Arjentina, que tienen Bibliotecas populares .... CCXXIX
Id. id. que no tienen id. id CCXXXIII
Leí protejiendo las Bibliotecas populares 287
Decreto reglamentario de la anterior 288
Libros interesantes en español 291
Lectura IV de Horacio Mann. Loque Dios hace i loque
— 474 —

ha dejado para que el hombre lo haga en materia Je edu


cación 300
El Jubileo internacional de la Paz. Conferencia literaria
leída en la Biblioteca popular del Rosario por Thoraas D.
Wood el 30 de Noviembre de 1872 346
Apéndice Cuenta detallada de la Comisión Protectora de
las Bibliotecas populares 363
Resumen jencral de las cuentas 455
PUBLICACIÓN PERIÓDICA
DIRIJIIU POK

LA COMISIÓN PROTECTORA DE LAS


Señores de la Comisión :
j
Presidente— D. Palemón Huergo.
Secretario—Dr. " Julián L. Aguirre.
"V^ocales:
Tesorero— D. Pedro D. Quiroga.
Interventor—Dr. Aurelio Prado
« u
Adolfo Eawson.
Prof. David Lewis. s
Dr. íuan Jóse Montes de Oca (hijo)»
Aniel J. Carranza.
Anjel Estrnda.
Gervasio Videla Dorna.

Oficina de la Comisión—Calle de Chacabuco nüm. 26.

TOP II— ler. Sí

HÚMERO 4.

BUENOS AIRES
TE "Eti KACIOXAL", CALLE BOLÍVAR NÚMERO 41.

ÍS73
Buenos Aires, Junio 30 de 1873.

A S. E. el Sr. Ministro de Instrucción Pública, Dr, D.


Nicolás Avellaneda,

Tengo el honor de presentar á V. E. el 4 ° volumen,


del "Boletín de las Bibliotecas Populares," como el me
jor informe sobre el desempeño de la honrosa misión
que V. E. tuvo á bien confiar á la Comisión que presi
do, para el servicio y propaganda de la nueva institu
ción que el ilustrado Gobierno de V. E. se ha propues
to fundar en la República.
En este volumen encontrará V. E. la exposición mi
nuciosa de lo que se ha hecho en los seis meses trans
curridos hasta la fecha, así como del éxito casi inespera
do que ha alcanzado la institución de Bibliotecas Popu
lares en el lapso de tiempo que lleva de existencia. Es
ta Comisión que sigue con el mayor interés el movi
miento prodigioso que se opera en todos los ángulos de
la República, en beneficio de la instrucción general,
desearía no engañarse al anunciar á V. E., que en poco
tiempo mas, no habrá una sola ciudad, villa ó aldea, que
no esté provista de su Biblioteca, poniéndose bajo la
protección de la generosa Ley dictada por el Honora
ble Congreso en Setiembre de 1870.
Al felicitar, pues, al Gobierno de V. E., por los resul
tados obtenidos hasta el presente, en el sentido que
dejo espresado, me es grato reiterar á V. E. las consi
deraciones de mi mayor aprecio y respeto.
PALEMÓN HUERCO.
Julián L. Aguirre,
Secretario.
AVISO PERMANENTE.

!La dirección del Boletin a sus lectores.


Esta publicación periódica se repartirá gratis á toda
persona que quiera recibirla, á cuyo fin podrá dirijir su
nombre i domicilio á la Oficina de la Comisión, calle de
Chacabuco núm. 26, en Buenos Aires.
Las únicas condiciones que se imponen álos suscrito-
res del BOLETÍN son las siguientes:
1 -" —Que lo lean i lo hagan leer ú sus familias
i á sus vecinos.
2 * —Q,ue promuevan asociaciones en sus res
pectivas localidades ccn el objeto de fundar Bi
bliotecas Populares.
Llenadas estas condiciones, la dirección del BOLETÍN
ofrece como PRIMA á las sociedades que traten de for
mar Bibliotecas Populares:
1 ° —Una cantidad igual A la que las socieda
des referidas reúnan i destinen á la compra de
libros con el fln indicado, con arreglo A la lei
del Congreso de 23 de Setiembre de 187O.
2 ° —La dilijencla de la compra de los libros,
GRATIS i con puntualidad i economía.
3°—JE1 transporte GRATIS de dichos libros
hasta su destino con celeridad i seguridad.
4°—El envió regular i GRATUITO de todas
las publicaciones de la Administración Nacional,
como el Boletín Oficial (diario que da cuenta de todo el
movimiento político y administrativo de la Nación); el
Rejistro Nacional, que contiene todas las leyes, decre
tos i contratos del Gobierno jeneral; los diarios de Se
siones del Congreso, que refieren punto por punto cuan
to se ha hablado, proyectado i sancionado en la Lejis-
latura Nacional; el Rejistro Estadístico de la Nación,
— VI —

en cuyas pajinas se consigna todo cuanto interesa saber


á todos los habitantes del país sobre la producción i el
movimiento comercial, industrial, intelectual i moral etc.
del mismo; el Censo de población; las Memorias délos
Ministros, etc., etc., etc., según el Decreto del Gobierno
Nacional de 29 de Octubre de 1870.
5° —El envío regular I GRATUITO de t«das
las publicaciones oficiales de las CATORCE!
PROVINCIAS; de manera que en cada localidad don
de se establezca una Biblioteca Popular, se podrá estar
al cabo del movimiento político i administrativo de toda
la Nación i de cada una de las Provincias.
Ademas de estas PRIMAS, es de esperar que las Le-
jislaturas Provinciales i las Municipalidades han de
añadir algunos otros estímulos mas ó menos importan
tes, i que juntos con los demás que ofrece la Nación,
darán hecha una Biblioteca Popular en cualquiera par
te, tan luego como lo intente media docena de personas
de buena voluntad.
Para facilitar la adquisición de esas publicaciones na
cionales i provinciales, siria menester que cada Comisión
de Biblioteca Popular reclamase directamente tsas publi
caciones de la BIBLIOTECA NACIONAL i REPARTO DE PU
BLICACIONES, que funciona en la casa del Gobierno de la
Nación en Buenos Aires, i de los Ministerios dt las Pro
vincias; porque la Comisión Protectora de las Bibliotecas
Populares no puede estar en todo para saber si se cumple
£ no con lo prometido.
. LEÍ
PROTEJIENDO LAS BIBLIOTECAS POPULARES
El Senado i Cámara de Diputados de la Nación Arjen-
tina, reunidos en Congreso, sancionan con fuerza de
LEÍ.
Art. i ° —Las Bibliotecas populares establecidas ó
que en adelante se establezcan por asociaciones de par
ticulares en las ciudades, villas i demás centros de po
blación de la República, serán auxiliadas por el Tesoro
Nacional en la forma que determina la presente leí.
•Art. 2 ° —El P. E. constituirá en la ciudad de Bue
nos Aires una Comisión Protectora de las Bibliotecas
populares, compuesta por lo menos, de cinco miembros
i un Secretario retribuido con mil pesos fuertes anuales.
Art 3 ° —La Comisión de que habla el artículo an
terior tendrá á su cargo el fomento é inspección de las
Bibliotecas populares, así como la inversión de los fon
dos á que se refieren los artículos siguientes.
Art. 4 ° —-Tan luego como se haya planteado una
asociación con el objeto de establecer i sostener por me
dio de suscriciones una Biblioteca popular, la Comisión
directiva de la misma podrá ocurrir á la Comisión pro
tectora, remitiéndole un ejemplar ó copia de los estatu
tos i la cantidad de dinero que haya reunido, é indicán
dole los libros que desea adquirir con ella i con la parte
que dará el Tesoro Nacional en virtud de esta leí.
Art. 5 ° —La subvención que el Poder Ejecutivo
asigne á cada Biblioteca popular será igual á la suma
que esta remitiese á la Comisión protectora, empleándo
se el total en la compra de libros, cuyo envió se hará por
cuenta de la Nación.
— vin —
Art. 6 ° — El Poder Ejecutivo pedirá anualmente al
Congreso las cantidades necesarias para el cumplimiento
de esta lei, quedando como recurso provisorio en el
presente año, la parte del inciso 1 5 del presupuesto del
Departamento de Instrucción Fública que no se emplee
en su objeto, pudiendo además invertirla cantidad.de
tres mil pesos fuertes, si fuere necesario.
Art. 7° —Comuniqúese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones del Congreso Arjentino en
Buenos Aires, á los veinte días del mes de Setiembre de mu
ochocientos setenta.
ADOLFO ALSINA. SANTIAGO CÁCERES.
Cátlos M. Saravia, Bernardo Solveira,
Secretario del Senado. Secretario de la Cámara de DD.

Departamento de Instrucción Pública.

Buenos Aires, Setiembre 23 de 1870.

Téngase por lei, comuniqúese i dése al Registro Na


cional.

SARMIENTO.
ÍT. AVELLANEDA.

Decreto reglamentando la lei anterior.

Departamento de Instrucción Pública.

Buenos Aires, Octubre 29 de 1870.

Para dar cumplimiento á la Lei de 23 de Setiembre


ppdo., por la cual se han establecido los medios de pro
— IX —
teccion i fomento para la planteacion de Bibliotecas
populares en todos los lugares poblados de la Repú
blica.

El Presidente de la República— •

HA ACORDADO I DECRETA:

Art. i ° —Constituyese en la Ciudad de Buenos Ai


res una Comisión que se denominará "Protectora de las
Bibliotecas Populares," compuesta de las personas si
guientes: *D. Palemón Huergo, doctor D. José F. Ló
pez (i), D. Anjel Estrada, D. David Lewis, i doctor D.
Anjel J. Carranza, debiendo actuar como Secretario D.
Pedro Quiroga, con el sueldo que la ley le asigna. (2).
Art. 2 ° —Las atribuciones i deberes de esta Comi
sión serán las siguientes:
1 rt —-Recibir las cuotas cíe dinero que le fueren re
mitidas perlas asociaciones locales; pedir en cada caso
otro tanto al Ministerio de Instrucción Publica, é inver
tir el total en la adquisición de libros, debiendo hacer
su envió por cuenta de la Nación.
2 rt —Formular é imprimir periódicamente catálogos
con los precios de los libros útiles que existan en las li-
brerias del país ó del estranjero, acompañando la leí del
Congreso, el presente decreto, buenos modelos de re
glamentos que hayan servido para la organización de
Bibliotecas populares, i todos los datos i escritos condu-

(1) Por renuncia del Dr. López, fue nombrado en su reem


plazo elDr. D. Juan José Montes de Oca (hijo).
(2) Por decreto de 13^de Febrero de 1873 se integró la Co
misión con los Dres. D. Aurelio Prado, D. Adolfo Rawson y
D. Gervasio Videla Dorna.
Por renuncia de D. Pedro Quiroga se nombró Secretario al
Dr. D. Julián L. Aguirre, quedando el Sr. Quiroga en calidad.
•de Vocal de la Comisión.
— X—
centes á estimular el espíritu núblico oara la propaga
ción de instituciones de este jenero; debiendo repartir
los profusamente en toda la República, por medio de
los Rectores de Colejios Nacionales, de las autoridades
municipales i de los maestros de escuelas.
3 rt —Nombrar€nspectores de Bibliotecas donde fue
re necesario.
4 rt — Rendir cada seis meses cuenta documentada de
los valores que hubiere recibido, i publicar dichas cuen
tas inmediatamente en el periódico oficial.
5 rt —Pasar anualmente al Ministerio de Instrucción
Pública una memoria detallada de sus trabajos y del
movimiento estadístico de las Bibliotecas populares
existentes.
Art. 3 ° —Toda sociedad á cuyo cargo esté una Bi
blioteca subvencionada por el Tesoro Nacional, con ar
reglo á la lei, estará obligada á remitir cada seis meses á
la Comisión protectora i á la oficina nacional de estadís
tica, el movimiento de dicha Biblioteca, con sujeción á
las planillas impresas de que la Comisión deberá pro
veerlas.
Art. 4 ° —Las Bibliotecas subvencionadas podrán
ser inspeccionadas por los comisionados nacionales de
Instrucción Publica i por los I nspectores que nombre al
efecto la Comisión protectora.
Art. 5 ° —En el caso de que se disuelva una asocia
ción después de fundar una Biblioteca, siempre que ha
ya recibido ausilios del Gobierno Nacional, la junta di
rectiva de aquella deberá hacer entrega de los objetos
suministrados por este, al maestro de la escuela pública
mas inmediata, bajo inventario, del que se depositará
una copia en-el Juzgado de Sección déla Provincia en la
Capital, ó en el Juzgado de Paz respectivo en la campa
ña, dando aviso á la Comisión protectora; i cuando se
organice una nueva sociedad, le serán entregadas aque
llas existencias según el inventario, previa orden de la
Comisión protectora. . i i-
6 ° —Todas las publicaciones oficiales i Io3 h
— XI —
bros útiles que adquiera el Gobierno, serán remitidos
puntualmente á las Bibliotecas populares por la oficina
de la Biblioteca Nacional; á cuyo efecto la Comisión
protectora le dará conocimiento de todas lasque se ha
llen comprendidas en la lei.
Art. 7 ° —Comuniqúese este decreto con la lei de su
referencia á los Gobiernos de Provincia i á la Comisión
nombrada; publíquesei dése al Rejistro Nacional.

SARMIENTO
N. AVELLANEDA.
BIBLIOTECAS POPITLABES
i
No somos optimistas; — pero tampoco somos de
aquellos que llevados de un pesimismo exajerado, de
ploran la suerte del pueblo argentino, creyendo que la
hora de su redención está muy distante aun.
Pueblo nuevo que recien se presenta ocupando un
puesto en la vida de las naciones, ha debido forzosa
mente luchar contra los enemigos que á porfía se opo
nen á la marcha regular de una sociedad naciente. Se
senta años de vida propia é independiente, apenas bas
tan para bosquejar un pueblo en el gran cuadro de la
civilización, porque está constatado por la historia, que
es indispensable vencer primero el elemento retrógado,
á fin de proceder en seguida á organizar y vigorizar las
fuerzas inteligentes.
Apenas queda ahora uno que otro elemento aislado
y disperso de los enemigos de esta primera época, mar
cada en la formación de las sociedades, impotente para
desviarnos de la senda de labor á que felizmente he
mos- entrado.
Desde luego, la educación popular se presenta en
primera línea como el punto culminante á donde deben
dirij ir sus esfuerzos los hombres inteligentes y aman
tes de su país, en los pueblos cuyas instituciones están
basadas en la igualdad de derechos. El sclf govcrn-
incnt es materialmente imposible sin la suficiente pre
paración de los que aspiran á hacerlo práctico, naciendo
de esta necesidad el deber constitucional de promover
la instrucción jcncral.
Pero la acción gubernamental seria casi nula sin la
intervención privada, cuya iniciativa es el resorte mas
eficaz para la difusión de los conocimientos en sus di
versas manifestaciones. ¿ De que servirían las leves
— XIV —
protectoras de la educación, si las autoridades secunda
rias, si los gefes de familia, si los ciudadanos en una.
palabra, se mostrasen apáticos é indiferentes ante la
grande obra de la educación popular ? Un proceder se
mejante importaría renegar hasta de nuestra indepen
dencia, por mas que esta proposición parezca una pa
radoja.
En efecto, una nación no puede llamarse indepen
diente sino cuando tiene en sí misma los medios de sa
tisfacer sus necesidades. Se dirá talvez que esto es
superior á la actividad humana, cuando se ejercita en
un campo dado y limitado á sus propios recursos ; pero
no debemos abandonar nunca este ideal, por mas que
marchemos en pos del perfeccionamiento, al que no
nos será dado llegar jamás. El desarrollo de la indus
tria, el aumento de la riqueza y la creación del capital,
son todos ellos el resultado de la educación, en la ascep-
cion mas lata de esta palabra; y si bien á este respecto
no nos es dado aun figurar en primera línea, no por esto
deben vacilar nuestra fe y nuestra perseverancia.
Rivadavia, Sarmiento, Mitre, Avellaneda y al
gunos otros, han arrojado las primeras semillas—toca
ahora á los particulares secundar esos esfuerzos hacién
dolos germinar para obtener abundantes cosechas.

II

Decíamos que sin ser optimistas, nos esplicábamos


racionalmente el hecho de que la República no hubiera
entrado aun de lleno en la vida pacífica de labor inte
lectual, descuidándose la instrucción jeneral, sin que des
conociéramos los méritos contraidos por los generales
San Martin y Belgrano, que fundaron escuelas y dota
ron bibliotecas en los dias de nuestra emancipación. En
efecto, en esa época el maestro de escuela era impoten
te para acallar la estentórea voz de los guerreros, y el
esfuerzo de nuestros padres debió tender principalmen
te á rechazar el enemigo y desviar ese torrente de pa
siones y ambiciones desordenadas que se presentaban
amenazantes en los difíciles momentos de transición á
la libertad.
Felizmente ahora atravezamos una época mas benig
na, que ofrece un vasto campo de acción á los que se
interesan por la causa que venimos sosteniendo, con la
esperanza de llegaren cuas mas ó menos cercanos á la
altura alcanzada por otras naciones. Sin embargo, no
han faltado personas cuya palabra es una autoridad, que »
haciendo cuestión de razas creen que la nuestra es
impotente para acercarse al menos á las naciones
que como Estados Unidos, Prusia y otras marchan
á la vanguardia de la civilización. Tales ideas han
sido justamente rechazadas, porque estando todos
los hombres dotados de las mismas facultades, la raza
latina es tan susceptible de perfeccionarse como cual
quiera otra, y quien afirmara lo contrario cometería el
craso error de negar el progreso, puesto que al fin, este
se opera gradualmente y todas las sociedades han es-
perimentaclo esos sacudimientos que, ó las estacionan
deteniéndolas en su camino, ó les imprimen un saluda
ble movimiento, quedando por consiguiente tan solo un
problema á resolver que consiste en saber, cuales me
dios y que resortes deben tocarse para dar este último
impulso.
Si nos fijamos en nuestro país, vemos que hay un ter
reno fértil donde la buena semilla puede fructificar á
ciento por una, como dicen las Escrituras. He aquí dos
hechos que aunque diferentes nos llevan á la misma con
clusión: Se trataba de fundar un banco nacional cuyos
beneficios han sido predicados y deprimidos en todos los
tonos posibles, y no creyéndose tal vez que la pobla
ción de la República respondiese satisfactoriamente, se
fijó un largo plazo para la suscricion cuyo límite se es
cedió en los primeros días con solo los capitales del
país. Por medio de una ley protectora se invita á los
habitantes de la República á que funden bibliotecas po
pulares, y todos concurren de una manera que franca
mente nadie esperaba en tan corto tiempo, pudiendo
— XVI —

decir mas ó menos lo mismo respecto de otros llamados


para fines útiles.
Estos hechos cuya notoriedad esta en el conocimien
to de todos los que siguen con interés la marcha del país
son testimonios irrecusables de los sentimientos genero
sos del pueblo argentino y de lo mucho que podemos
espresar de él parala realización de las grandes ideas.

III.

La causa de la educación común va pues ganando pro


sélitos en los puntos mas apartados de laRepública, para
cuyo honor los diversos partidos políticos' la inscriben
en su bandera. No obstante, falta iniciativa, la acción
perseverante y eficaz tanto de los gobernantes como
de los gobernados, que conviertan estas ideas en he
chos prácticos, formando así el pedestal sobre el cual
descanse el hermoso edificio del porvenir. Desde Yav*í,
que apenas cuenta una población de 287 almas, hasta
la Villa Occidental y el Azul, han respondido con la
elocuencia de los hechos á las esperanzas cifradas en la
Ley Protectora de las Bibliotecas Populares.
Actualmente contamos con 128 bibliotecas popula
res, incluyendo las de los Colejios Nacionales, todas las
que están llamadas á prestar inmensos servicios á los
que, por su aislamiento de los grandes centros, por la
I alta absoluta de libros y otras publicaciones, no podían
participar de los beneficios de la lectura.
La Ley de 23 de Setiembre ofreciendo el otro tanto
de la suma recolectada por los vecinos, el trasporte gra
tuito de los libros hasta su destino, con la ventaja de
poderlos obtener á precios módicos por el intermedio de
la Comisión Protectora, ha ciado per resultado la funda
ción de ciento y tantas bibliotecas en un lapso de tiem
po que no pasa de dos años de propaganda, pues esta
clase de trabajo empezó á hacerse formalmente en el
año pasado, no habiéndose podido hacer antes por cau
sas notoriamente conocidas.
— XYII —
Sin embargo, estamos recién al principio de la jorna
da, quedand.» aun mucho que hacer. El Censo de la
República nos ha señalado con curas inequívocas, una
inmensa mayoría complejamente desprovista de toda
instrucción. Es'ic pues, el punto vulnerare á donde
deben dirijirse los esfuerzos de los que están encarga
dos de velar p- ir el bien público, y en jeneral, de todos
cuantos se interesan por su patria. Fomentando la es
cuela y la biblioteca, habremos dado un gran paso para
ocupar honrosamente el puesto que ya nos señalan las
otras naciones en la grande obra de la educación común.

IV

La escuela y lo. biblioteca partiendo de puntos dife


rentes, llejan al mismo resultado—la instrucción—el
perfeccionamiento.
La escuela prepara eficazmente al niño como al adul
to, para recibir la enseñanza del libru. Inicia y crea el
hábiti > de la lectura.
La biblioteca complementa la escuela en cuanto ofre
ce un mayor caudal de luces y conocimientos. Por me
dio de las lecturas públicas presta un poderoso concur
so á la escuela, instruyendo aun á aquellas que no han
aprendido á leer.
Según la espresion de Laboulaye, la biblioteca es co
mo la sociedad de Socorros Mutuos; con un pequeño
contingente, el suscritor dispone de muchos libros sin
deber á nadie especialmente este servicio.
Un buen libro, es el mente-r de todrs los instantes, y
la lectura de muchos libros es una conversación ccn los
hombres de tcdos los tiempos al travez Hel espacio,
participandv á la vez de la variedad de sus conocimien
tos y de los atrayentes matices de su estilo.
La biblioteca popular es una creaciv.n feliz del genio
americano, y su utilidad es inmensa; todos no pueden
2
— XVIII —
participar de la enseñanza de los colegios y universida
des, y hasta sería un necio quien pretendiera haberlo
aprendido todo en estos establecimientos; porque si
bien es cierto que tales casas de educación facilitan el
cultivo de la inteligencia, nutriéndola con el pan coti
diano del saber, no es menos cierto que apenas dan la
clave para encaminarse con pasos seguros á las mas pu
ras fuentes de la ilustración. Y la verdad es, que to
dos, sabios é ignorantes, necesitan del libro y de la biblio
teca para auxiliar su memoria, ó iniciarse en verdades
desconocidas para ellos.
Un poderoso rey del Egipto, Osimandlas, puso al
frente de una gran biblioteca fundada por él esta ins
cripción, "Remedios del alma" y en efecto, así como el
cuerpo puede preservarse de las enfermedades cuando
se sujeta á un cierto régimen y á la observancia de cier
tos principios de higiene, asi también el alma aleja los
males de la ignorancia por medio de la lectura de bue
nos libros.
La instrucción del hombre por sí mismo es pues un
ideal que realiza ventajosamente la biblioteca popular.

Es un hecho digno de estudiarse y que hace horror á


la República, el desarrollo prodijioso de una institución
completamente desconocida no solamente aqui sino en
toda la América del Sud. Poblaciones de cuya existen
cia apenas teníamos conocimiento, han reunido su pe
queño óbolo y se han apresurado á remitirlo á la Comi
sión Central en cambio de algunos libros. Vecinos hu
mildes y desconocidos han sido los primeros en promo
ver suscriciones y cobijar la idea de la institución de bi
bliotecas populares en su país; muchos de ellos han te
nido que luchar contra la indiferencia y mala voluntad
para proveerse de una biblioteca, persuadidos de la im
portancia de la lectura y reflexión solitarias que dieron
fama inmortal al ilustre Franklin.
Pero aunque el resultado obtenido hasta hoy haya
sido tan satisfactorio, no debemos embriagarnos con la
alegría del triunfo alcanzado. Nuestra tarea está al prin
cipio y no debemos descansar en la propaganda hasta
no verlas establecidas en todos los centros de población.
Cuando en cada ciudad, villa ó aldea, encontremos al
lado del templo y de la escuela, la biblioteca popular
que llame y reúna fraternalmente á todos los vecinos,
para iniciarlos en los sanos principios de la relijion, de
la moral y del saber, entonces, bajo la salvaguardia de
esta trinidad grandiosa, digna de recibir en depósito los
inestimables bienes de nuestra regeneración, depondre
mos humildemente las armas del trabajo que nos fue
confiado. Otros hombres con mas tino y mayores luces
recorrerán el libro donde la mano invisible de la Provi
dencia ha trazado el sendero que debemos recorrer.
Pero como decíamos, existe aun mucha apatía é indi
ferencia por mas que la importancia de esta institución
esté en la conciencia de todos. Los poderes públicos
en algunas Provincias muy poco han hecho hasta hoy
en pro de la fundación de bibliotecas populares. A la
simple invitación de esta Comisión han respondido
innumerables particulares comunicándonos la funda
ción de bibliotecas por sus esfuerzos é iniciativa per
sonales, que si no dan mayores resultados, es por la fal
ta de protección de las autoridades locales. ¡Cuál
no seria el resultado si estas quisieran tomar la ini
ciativa convocando al vecindario y hacerle compren
der la importancia de la instrucción, á cuyo desarrollo
la biblioteca popular presta una cooperación eficaz !
Continuamente vemos levantarse suscriciones con fi
nes piadosos y al pueblo responder generosamente ;
¿por qué este óbolo no ha de emplearse alguna vez en
beneficio general?
Siguiendo el método establecido, vamos ahora á dar
ementa de nuestros trabajos en el tiempo trascurrido
desde la anterior revista, dejando al lector la apreciación
del orden de mérito en que se haya colocado cada Pro
— XX —

vincia. Los documentos originales y cuadros estadísti


cos que publicaremos sucesivamente justifican nuestras
palabras. Son hechos que presentamos á la considera
ción de nuestros inteligentes lectores.

VI
Buenos Aire?.
Habríamos deseado presentar como ejemplo á las
demás Capitales de Provincia la Ciudad de Buenos Ai
res cuyos recursos son poderosos; pero sentimos decirlo,
nada se ha hecho por la planteacion de uíblioi.: <vs popu
lares á pesar de la facilidad para fundarlas en cada p- r-
roquia. Solo nos esplicamos este hecho por la existencia
del crecido número de Bibliotecas de propiedad paiticu-
lar, y la abundancia de diarios, revistas y demás pub'i-
caciones fáciles de adquirir con que cuenta esta pobla
ción, las que haciendo menos sensibles que en Otras Pro
vincias la necesidad de generalizar en su vecindario es
tos centros públicos de instrucción y recreo, han obstado á
que se despierte en él con todo el vigor de que es capaz
el interés por la fundación inmediata de sus bibliotecas
y el detenido estudio de la importancia de esta institu
ción.
Es proverbial la generosidad de este pueblo cuando
se solicita su cooperación para fines filantrópicos, y sin
embargo hasta ahora se ha levantado una sola suscricion
para promover la instrucción general por medio de la
biblioteca que está al alcance de todoo y que ofrece mas
seguridad y solidez en la enseñanza por la especialidad
y mérito de sus libros.

Reproducimos á continuación la importante circular


pasada por el Gobierno de la Provincia á los Jueces de
Paz de todos los Partidos que aun están desprovistos de
— XXI —
bibliotecas populares. Por ella ofrece su cooperación
contando con los recursos destinados por la Lejislatura
para el mayor adelanto é ;lustracion del pueblo.
Recomendamos su lectura y no dudamos que las au
toridades y los vecincs de la campaña se pondrán bajo la
protección de las leyes nacionales y provinciales.

Circular.
Buenos Aires, Mayo 12 de 1873.

Al Juez de Paz de. ..


El Gobierno de la Provincia, en el deseo de secundar la ac
ción del Exmo. Gobierno de la República, propendiendo al ma
yor adelanto é ilustración del pueblo, y contando con los recur
sos destinados por la Lejislatura de la Provincia, se encuentra
dispuesto á contribuir eficazmente al establecimiento de Bi
bliotecas Populares en los diferentes pueblos de la Provincia.
Los resultados halagüeños que esta institución ha producido
y produce en los pueblos donde se ha radicado, las ventajas evi
dentes que tal sistema de propagación proporciona facilitando
los medios de mantener una corriente de ideas que las disjtan-
cias y las costumbres sociales han alejado y aun alejan, sobre
todo, cu los habitantes de la campaña, hacen desear que su di
fusión sea tan estensa como fuere posible, y que no haya uu solo
pueblo que se encuentro privado do sus beneficios.
Pero para ello, indispensable es, que la iniciativa local dé vi
da y movimiento á la institución; quo el pueblo verdadero inte
resado vea en ella algo que le pertenece, y que está en. el de
ber de atendev; / el seíior Gobernador piensa que es á la Mu
nicipalidad á quien corresponde ajitar su establecimiento, im
pulsando la acción individual por los medios á su alcance.
En este sentido, tengo encargo del señor Gobernador de di
— XXII —
rigirme á V. para manifestarle la complacencia con que veris
todo esfuerzo de esa corporación que V. preside, para el esta
blecimiento de una Biblioteca Popular. en el Partido, contando
como debe contar, con la cooperación mas decidida.
Dios guarde ávd.
AMANCIO ALCORTA.
Si la Capital, por las causas espuestas, ha defraudado
nuestras esperanzas, la campaña, comprendiendo las
ventajas de la nueva institución ha respondido satisfac
toriamente al llamado que se le hizo pidiéndole su con
curso para la mejor difusión de la instrucción y los co
nocimientos útiles.

El Sr. D. Manuel Martin y Ornar, Juez de Paz de


San Isidro, nos ha comunicado con fecha 22 de Marzo
ppdo., la fundación de una biblioteca en aquel Partido.
Se le ha remitido una factura por 14000 pesos moneda
corriente y esperamos nuevos fondos que este Sr. sigue
recolectando con tan noble objeto.

En el pueblo de San Fernando se ha fundado tam


bién una biblioteca popular. Se está preparando para
esta biblioteca una factura importe de mil pesos fuertes.
El Partido de San Fernando cuenta pues, con una re
gular base de biblioteca y no tardará en enriquecer sus
estantes con mayor número de obras á juzgar por la ac
tividad desplegada por los miembros de aquella Comi
sión.

El Sr. D. Enrique Bigliani nos comunicó á princi


pios de Abril que en aquel Partido se había constituido
una Comisión con el objeto de propender á la creación
— XXIII —

de una biblioteca, pidiéndonos al mismo tiempo algunos


números del "Boletín" para hacer propaganda y poste
riormente tuvimos conocimiento de la realización de sus
trabajos.
Un acto de trascendental importancia como el de la
instalación de su biblioteca, han querido solemnizarlo
asociándolo a los recuerdos históricos celebrados el 25
de Mayo. Con la oportunidad deseada les remitimos
dos cajones de libros, cuya factura asciende á diez mil
pesos moneda corriente.

La Biblioteca de San Pedro sigue aumentando el nu


mero de sus volúmenes, y creemos que será una de las
bibliotecas mas importantes de la campaña de Buenos
Aires. La Municipalidad contribuyó con cinco mil pe
sos moneda corriente, y se le han remitido algunas fac
turas cuyo detalle va en otro lugar.

La Biblioteca del Pergamino nos ha remitido la Me


moria presentada á la Asamblea en el dia de su inaugu
ración, la que sentimos no poderla reproducir por falta
de espacio. En ella se detallan prolijamente los traba
jos del vecindario, de las autoridades locales y de la
Comisión Directiva, para llegar á los resultados alean
zados hasta entonces.

La importante Circular del Gobierno de la Provincia


empieza á dar los resultados que eran de esperarse.
Apenas conocida en el pueblo San Cipriano de "Las
Heras" el Presidente de la Municipalidad de este Par
tido se ha dirigido al Sr. Ministro de Instrucción Pú
blica participándole la próxima formación de una biblio
teca popular para cuyo fomento cuenta con mas de dos
cientas personas que se han prestado generosamente á
secundarlo en sus trabajos.
— XXIV —

La Provincia de Buenos Aires cuenta pues con un


número crecido de bibliotecas populares, siendo de es
perarse que los demás Partidos de campaña se apresu
ren á fundarlas auxiliados como están por las leyes na
cionales y provinciales.
Mas adelante damos la nómina de todas las bibliote
cas populares establecidas hasta la fecha.

VII

Santa Fe.
En la Provincia de Santa-Fé se ha fundado reciente
mente una biblioteca. El Presidente de la Biblioteca po
pular de Coronda nos ha dirigido la siguiente nota co
municándonos esta noticia.
La Ciudad de Coronda es la Capital del importante
Departamento de San Gerónimo, y su población ascien
de á 1 245 habitantes.

Biblioteca Populrr de Coronda.

A la Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares de la


República.

Coronda, Mayo 8 de 1873.

Los que suscriben, miembros de la Comisión Directiva de la


Biblioteca Popular de Coronda, tienen el honor de dirigirse á
esa Honorable Comisión, acompañando á la presente una Le
tra por la cantidad (de pfts. 400) cuatrocientos pesos fuertes á
ocho días vista, endosada por nosotros á favor de esa Comisión
y en contra del Señor D. Juan V. Galliolo de esa plaza: inclui
mos al mismo tiempo los Estatutos que deben regirnos y el Ca
tálogo de las obras que hemos creído convenientes.
En su consecuencia, esperamos la cooperación de esa Honora
— XXV —
tle Comisión, para que á la brevedad posible, nos remita las
obras indicadas en el Catálogo.
Dios guarde á vd.
Esteban Fontanarroza. SERVANDO GÓMEZ.
Tesorero. Vice-Presidente.
P. Larrechea—Í3emardino López, Vocales—José B.
López,— Guillermo José de Altube, Secretarios.

1 En una carta del Subdelegado de San Lorenzo, se


nos decía que entre la juve-uud ce esa localidad, como
enive muchos padres de familia, se setian vehementes
deseos de fundar cuando ames una biblioteca, á co.yo
efecto pronta debía •"cr.:;-; - j y»1?. C<.:n ision de perdonas
respetables. Sin embargo, ¿la^ía hoy no tenemos cono
cimiento del éxito que hayan alcanzado esi.cs trabajos.

VIII
En ií to F ÍC3.

A las bibliotecas eaüinc v^a= en nuestra anle.'ior ie-


vista, tenemos cve a^ ^v r'o^ m?sr¡ve Ijc.a s-c'o fun-
dadoS rtc inie-i-cú-r. /_.. r."o":. nci<t o e. E:o.rr PJos ha
prob'jauo !a i«J."a \ -. ^<.-~ ¡" •> v^íuvi-. ;--ní ñio- t.ica ¿a-
dos, y¿', ;i^ ^er :;¿. ?__ . 'y o- j.>.>:,'. ¿i.os "ae U v'^iien
agitando c'/íscviíjr^e&'^i'a -...i-^., '>)s.2-.''Ldc¡c~ :ic-"j''an
sido muflió mas aJ¡ié-"-":^ñ-.
*_>
j. lin 'os iPI'C-^'OS de Nor-o- O
ya y Víllso-otiy sebe i f'-i i-/."o !y^ !.".M':-V'.'-C?S á qu"i
DOS reTe.'IjiíOG, ¡;,.álé;iu.%v2 mzi£\a.áj k últliiía el 9 de
Marzo o'el con^eíúi alio.
L.ÍÍ. b'ullo cc¿ ,v j MI ..." .-/-,'.:.' ^,-ues ••''"iludida en k's prin
cipales ciadt.Jes del 2.VÍ Lorio enl.c-ji-i.no, c'd modo
siguiente:
— XX\rI —

Sobre el Rio Paraná.


Paraná— Dos bibliotecas populares.
Diamante—Una
Centrales.
Nogoyá—Una biblioteca popular.
Villaguay— "
Sobre el Rio Uruguay.
Concepción del Uruguay dos.
Gualeguaychú una.
Villa Colon
Concordia "

IX

Corrientes.
En esta Provincfa se ha fundado otra biblioteca en
el pueblo de Santa Lucia.
La Comisión Provincial de bibliotecas, se instaló defi
nitivamente en la Capital con fecha 28 de Marzo pasa
do, y su acción será benéfica al pueblo de la Provincia
cuya Lejislatura dictó una Ley, ofreciendo el 20 o[o de
los fondos recolectados por las Comisiones especiales.

La siguiente Memoria nos ha sido pasada por la Bi


blioteca de Bella Vista :
Suscinta memoria presentada por la Comisión Directiva & la So
ciedad de la Biblioteca en la Asamblea del 6 de Abril de 1873»
Señores Socios:
La Comisión Directiva os ha convocado á Asamblea General
en cumplimiento del artículo 9 ° de los Estatutos, y en conae
— XXVII —
cuencia ha querido daros á conocer suscintamente los trabajos
efectuados desde la instalación de esta sociedad á fin de que,
en su mérito podáis juzgar de la administración de los intere
ses que le habéis confiado.
Instalada solemnemente la Sociedad el día 16 de Abril del.
año antecedente, su primer paso ha sido el nombramiento de la
Comisión Directiva á quien encomendó la confección de sus Es
tatutos, los que en la Asamblea del 3 de Mayo fueron sancio
nados.
Desde aquella fecha datan los trabajos de la Comisión, ella
ha propendido por todos los medios á su alcance á fomentar las
suscriciones en el Departamento y fuera de él: en el mes de Ju
lio creó Comisiones Sucursales en la 2a, 3 * y** sección,
compuestas de tres vecinos incluso el Juez Pedáneo de la res
pectiva sección, con instrucciones suficientes á efecto de solici
tar suscriciones de todos los vecinos, dándoles por este medio
la legítima participación que á todo ciudadano corresponde en
los asuntos que ss relacionan con el interés público; dichas co
misiones, sensible es decir, hasta esta fecha no se han espedido
á pesar de las reiteraciones que les fueron hechas.
Ha nombrado asi misino otra Comisión sucursal en Buenos
Aires, compuesta de cinco jóvenes estudiantes, la cual ha hecho
saber á esta Comisión haber recolectado cantidad de libros y
una regular suma de dinero efectivo, lo que prueba evidente
mente la simpática acojida que tentó los mencionados señores
de la Comisioi como la Sociedad de Buenos Aires han dispen
sado á la demanda de esta Comisión; dichos libros han sido pe
didos recientemente; la causa de esta demora consiste en ha
ber tenido esta comisión la esperanza de pedir una remesa mas
de libros, á la cual debía incluirse los que por donación tenia la
Sucursal, evitando de esta manera una erogación á las rentas
de la Sociedad.
También de la ciudad de Corrientes se han obtenido algunas
donaciones de libros y dinero efectivo .
— XXVIII —
Los Gob'ernos Nacional y de esta P^ovínc-a l-p,n en-'cyer'oo
la Biblioteca con gran cant'dad de pabl-oLcíoues o^C'p^s, las
que coni,;oí'an recibiéndose; GOTOO as' nrsroo el Boleú'.a Olc'al
de la Piositicia de Oataro arca y el de R'oj-v pei'óvco ;'La Si-
tuacion" de e~ta misma p;ov'>ic:P., -Los Aoal.ei de ln'Ec.iic?c;o'i"
folletín publicado en la rird.vl <üo Ct;¿f>.mt>ica: y per í«'t;':uo de
esta pioviocia el peuód'oo : Li í iriiou." adenj.pi; el apoyo con
que se cuenta no se l'itpi& á, lo jv- eanTne".?.¿Io: ta Le^'Vftir.a
de la Provincia ha sancionado el 1-1 de Ocúp.'r-e del nao posf-do
una Ley venérente á Bi'jl'OuOcas Po.)flr e*, c e.'.^o'e ie-)t;i es
pacial; de manera que, la obra de esto, Sociedad ppoyrMÍ!.. eo tan
sólidos c;m!eutos, pai-ece hallarse garant'da de loa :• aoo? eiiba-
te.s de nnn, existencia p' ec-¡> ;a.
La Comisión La pasado mi período de c' 'sis. lia .'e-i'do qa&
luchar con úodo gj.te-.ode !ii.uoavev'e-)fceB y •)< ;t coiip'eíuení.-
sa situación tirpiií.e ocu^i-ia k. iiec^'t^ d de aj-.e-iúa-. >e y ^e-Tíi'i-
ciar alguno J de siis m;e i'b.o=i: \' reído por e-^-a c?.c>.sa ás^.'Vir
alguiiO'ieoi/O'-pec'Tr'eíTLos en su nvsmo Leoo; pe'O 110 obsi-?.jL3,
mediante la íe qae hace kd coo.sur/oc'í'- ha veoc'do los ob- ú'calos
y tnvo la feb'cidad de dec'ios: Li oer.A QUfi ME HACSVS ENCO
MENDADO GS'J'A TEEISISADA.
* El importe de ]a pi-imeva leme.sa de libios R-ceuiVó ápfts.
355-30 es. inclusa la suma con qve da co;i"o-m;drd á la ley de
30 de Setiembre de 1870 y Dec euo i e/ame .t¡v 'o de la
misma, el Teso; o NíC'oyftl cle'ji^ oooc." ' . Pot- I:: PI.O-J ;!/iid y
delicadeza co.i que so han espeti'í'olo' S~ os. de ln Co L>;s:oaP--o-
cnrsa1 <7e íuei'os Aires merecen ana e"-p3cirl meoc'oTy I;1. g¡a-
tjctorade .ios buenos; esta Comisión l^uvo la lioum de civoiíAIr
coa esúe debe1'.
Coa "-0ie'-enc'.a á laíme'.'sion délas lentai q^e se b^a ?;ecau-
dado Jc.sc1 e e' mes Te Maro; la Comis'oa i.íeae el IIOTO-.' de pre
sentaros el balance general <?e c?ja pava que así podr.ís apreciar
mas 7)O'vu'Vp,-nen!;e.
La Comisión está persuadida de qae el establecimiento; des
— XXIX —

de el d*a de su inaugí" ac;on, está prestando rsgulannente sus


sez'vickn al público, así prueba el movimiento que se esperi-
men!;a.
Des-ve? de haber hecho esta ligera reseña, la ConnVon cree
debe: &o; ;ej lar de los Sres. .Socios una especial snscricioTí, para
que medip.-ue e^ta. upida á las sumas ron que contribuya el Te
soro Provincial y el de la Nación pueda pedirse una nueva re
mesa cíe libros.
Es la Deces'c'pd Sves.: que la induce á proponeros esta nueva
cargp, IR espe -íencia La demostrado ser insuficientes los libros
exisueni.es hpy demanda de oíros y de varios antevés.
Así pues, no es concebible; que tratando la sociedad de di
fundir la i ast; occion por medio de la lectora, cuando esta se
manifieste favorable be le abandone para que vuelva á sumir
se á sa prinrüivo estado de postración.
Grande es la misión que se ha impuesto la Sociedad, mucho
ha hecho en su obsequ>o, pero mas qaeda aun que hacer para
coronar su g:. asi1 í osa obre.; no necesitamos pues mas que perse—
verarc'0, la realización del es tablee! mié ato de la Biblioteca así
lo piTieba, la bfena voluntad de cada uno ha creado y personi
ficado e! oer cuyos robustos brasos han removido el ob;tacúlo
que amedrentaba á los faltos de fe.—Firmado, Marcelino Fer—
nandc:—F^rmodo, Jone F. Gonxolez—Secretario.
Eslá conforme con el original—
González.
Secretario.
Es a B'l^icxeca cue"*:-'. con una Comisión auxiliar,
c mipue^.. d'í los jóvenes Dr. D. Juan Manuel Rivera
y D. Peo w A. Fe* n¿ ocle-,, por cuyos esíuerxos se lian
reunido m¿'S de doso¡eiii.os volúmenes y algunos fondos.

Oc'eda una impoi.aníe ciudad cuyos habitantes al


canzan Á A-Í33, que hasta Iioy no lia segiúdo el ejemplo
de los oL/os cenvcos poblados de la Provincia. La ciu-
— XXX —
dad de Goya que cuenta con tantos recursos como la
misma capital, no puede permanecer indiferente ante la
bondad de la institución de bibliotecas, y esperamos po
der anunciar en nuestro número próximo, la realización
de los trabajos que con todo empeño han iniciado'algu-
nos sujetos de aquella sociedad.

X.
Córdoba.
Muy poco tenemos que agregar á nuestro anterior
informe. Las bibliotecas establecidas en esta Provincia
continúan remitiéndonos los fondos de que pueden dis
poner, para que duplicados con los correspondientes al
Gobierno Nacional, se empleen en la compra de libros.
Algunas de estas bibliotecas nos han mandado su
movimiento estadístico, cuyo detalle publicamos mas
adelante.

Por cartas particulares hemos sabido que en la Villa


de Rio Seco se hacían activos trabajos con el objeto de
fundar una biblioteca, (i)

XI
Santiago del Estero.
En el pueblo de Atamisqui se ha fundado reciente
mente una biblioteca popular.
Está para remitírsele una fatura por 800 pesos boli
vianos, incluyendo la parte correspondiente al Gobierno
Nacional.

(1) Después de escritas les antefieras líneas, liemes tenido


conocimiento de la fundacicn d3 una nueva Biblioteca en el
Departamento de Faa Javier.
— XXXI —

He aquí la nota que nos ha pasado el Presidente de


esta Biblioteca :

El Presidente del Directorio de la Biblioteca Popular de—


Atamisqui, Mayo 4 de 1873.
Al Sr. Presidente de la Comisión Protectora de las Bibliotccaf
Populare», D. Palemón Hvergo.
Desde que apareció el primer número del Boletín de las Bi
bliotecas Populares, se emplearon grandes trabajos para insta
larse una en esta Villa, pero á cado paso se presentaban obstá
culos á su realización, causa por la que se lia retardado Hasta
la fecha; mas los ardientes deseos de este vecindario salvando
cuantas dificultades se presentaban, á fuerza de constancia al fin
se ha llegado á su objeto, en la íntima convicción de que en
ninguna parte mas que en esta Provincia era necesario este
jérmen de civilización; por consiguiente me es grato comunicar
á vd. que acaba de instalarse en esta Villa una Biblioteca Po
pular, para cuyo objeto fue nombrada la Comisión Directiva
que tengo el honor de presidir, adjuntándole copia legalizada
del Reglamento que hemos adoptado y así mismo una letra de
cuatrocientos pesos bolivianos contra los Sres. Jaime Llavallcl
é hijos, los cuales con la cantidad con que también debe con
tribuir el Gobierno de la Nación, hacen la suma de ochocientcs
pesos para que sean invertidos en la adquisición de los libros
que contiene la lista adjunta, de la que deben separar los que
crean menos instructivos, reemplazándolos con otros de menos
importancia vda. con mejor conocimiento de ellos.
Esta ocasión me proporciona la satisfaccien de ofrecer á rd.
las consideraciones de mi particular aprecio y respeto.
Dios guarde á vd.
CAMILO OLAECHEA.
Presidente.
Eudoro A'oi-illo.
Secretario.
— XXXII —

Por una carta que se ha servido dirij'rnos el Sr. E>.


Enrique G. cíe Gong, de n¿tci> unidad alemana, pero que
se muestra sumamente interesado*por el dése. -rollo de
la insi ilación en nuestro pe ís, hem.'S sabido que en va
rios Depártamenos ce Santlrg'j .se ocupaban a-^i' •' »
vecinos de recolectar Toneles para las bibliotecas que
piensan tanda1:, si b'en e^Ci'entran muclia líicuría de
par¿e de IH.'? au-- •••[¿.•.des y íjJtr, de .recursos en o.'as que
no d.eian c'e neutra1 'zr.-sj acvvidad.
Incluyendo U. b:u''0teca recientemente fundada en
Ata.nísoüi, L, Pi-ovincici de Sanl-ia^o solo cuenta con
tres b'bKuieo-s qu^dand •', au i nueve Departamentos que
hasta ahora no las han establecido.

XII
Tncnmnn.
La Provincia de Tucuman también ha aumentado el
número de sus bibliotecas. Actualmente existen siete
bibliotecas deLs cuales dos están situadas en ia ciudad
y cinco en la campaña.

El Sr. D. Sist Teran fue enervarlo por los vecinos


de la Villa de Medina de ent^eo-? • á esta Comisión ta
cantidad de d >scient«s veinti-.-es pesos veintiséis centa
vos fuertes para que se inviertan en libros y acu símente
nos ocuparros de preparar una factura por el dobTe de
esta cantidad.
La Villa de Medina es un pueblo nuevo y comercial
Capital del distrito que lleva su nombre.

Recomendamos la lectura de los sigoiientej párrafos


que tomamos de la n^ta pasada por el Presidente de la
Biblioteca popular de Graneros contestando á la que le
— xxxrn —
dirijimos solicitando los datos estadísticos que van en
otro lugar:
"Por ella (la planilla estadística) se impondrá que casi
todos los libros fueron pedidos á domicilio, no solo por
los vecinos de la población sino también por muchos de
afuera, distantes hasta de cuatro, cinco y seis leguas.
Desde que se instaló la biblioteca se ha notado en esta
población gran estusiasmo por la lectura, no solo entre
las personas acomodadas sino también entre las mas
pobres, pues á Dios gracias, siempre que uno sale por
las orillas de la población, en cualquier rancho se suele
ver gente con el libro en la mano; y la causa de no ha
ber tenido lugar hasta hoy ninguna reunión en la sala de
la Biblioteca para la lectura, es porque los mejores y la
mayor parte de los libros han sido pedidos á domicilio,
esperando tan solo que nos llegue la segunda remesa de
libros."
He aquí pues demostrada con la elocuencia de los
hechos la importancia de la Biblioteca popular por las
mismas personas que en los puntos mas lejanos y aisla
dos de los centros poblados pueden apreciarla y partici
par de sus beneficios. La biblioteca popular que facili
ta el contacto con el movimiento intelectual del mundo
civilizado, está destinada á operar una gran transforma
ción en los hábitos de los habitantes de nuestra campa
ña, abriéndoles horizontes antes ignorados donde pue
dan ejercitar su actividad con provecho.
A esta biblioteca se le ha remitido una factura impor
te de 145 809 fuertes y esperamos una nueva remi
sión de fondos que se nos ha anunciado.

XIII
Salta.
En esta importante Provincia se deja sentir un movi
miento general de opinión en beneficio de la instruc
8
— XXXIV —

clon general, siendo una de las que mejor han respondi


do á nuestra propaganda.
En la ciudad acaba de fundarse una biblioteca popu
lar que será indudablemente de las mas importantes con
que cuente la Provincia. La primera remesa de fondos
alcanza á 1 1 50 pesos fuertes, y actualmente se prepara,
una factura por 2300 pesos fuertes, incluyendo la parte
correspondiente al Gobierno Nacional.

El Consejo de Instrucción Pública presidido por un


caballero ventajosamente conocido en nuestra sociedad,
el Dr. D. José E. Uriburu, nos ha comunicado la funda
ción de cinco bibliotecas en la campaña.
He aquí la población urbana de cada una de las villas
donde estas bibliotecas han sido fundadas:
Rosario de Lerma 1132
Molinos 477
La Viña 456
Santa Victoria 480
San Carlos 456
La Provincia de Salta cuenta pues con trece biblio
tecas populares, cuyo número espresa elocuentemente
cuanta importancia y dedicación se presta en esta Pro
vincia á la instrucción jeneral, no solamente por los par
ticulares sino también por las autoridades municipales y
eclesiásticas, de cuya participación activa en la realiza
ción de obras tan benéficas tenemos conocimiento.

Después de escritas las anteriores líneas, hemos reci


bido la siguiente nota del presidente de la biblioteca po
pular recientemente fundada en Rivadavia, cabeza del
importante departamento del mismo nombre, situado so
bre el Chaco. Así es que la Provincia cuenta con 14 bi
bliótecas populares. Nos es grato con este motivo felici
— XXXV —

tar á los hijos de esta Provincia por su noble empeño en


proyectar las luces de la civilización hasta las regiones
mas apartadas de su capital.
He aquí la nota á que nos referimos :
El Presidente de la Comisión de Bibliotecas Populares del De
partamento.
Provincia de Salta, Rivadavia, Marzo 20 de 1873.
Al Sr. Presidente de la Comisión Protectora de Bibliotecas Po
pulares de la República.
Me es altamente satisfactorio dirigirme á vd. comunicándole
que esta reducida y naciente población, penetrada de las verda
des y principios que la publicación del "Boletín de las Biblio
tecas Populares" va derramando aun en las mas lejanas y oscu
ras poblaciones de la Nación toda, con un celo que la honra, se
ta apresurado á aprovechar las sabias y progresistas disposicio
nes del Exmo. Gobierno Nacional sobre la educación é instruc
ción pública por medio de Bibliotecas populares.
Con este objeto, fundó el once del corriente una comisión ele
gida por el libre sufragio del pueblo, designándome para presi
dirla, y encomendándole promover una snscricion voluntaria, á
fin de merecer los beneficios de la ley de 23 de Setiembre de
1870.
El resultado de los trabajos de dicha Comisión, son los tres
cientos pesos bolivianos que por el órgano de la Comisión de
11 i bl i otocas Populares de la Provincia remito á vd. para la com
pra de libros; suma recolectada en solo la capital de este De
partamento y con la fundada esperanza de remitir en breve
tiempo otra igual, por cuanto la disposición que se manifiesta
son en las masas mas oscuras de esta localidad en pro de esta
institución tan benéfica, no puede ser mas favorable.
La premura del tiempo, la dificultad que sufre este Departa
mento para comunicarse con los demás centros de población por
— XX.VVI —

los desbordes é inmensos bañados del Bermejo, impiden al sus


crito, adjuntar copias autorizadas de los Estatutos y reglamen
to de esta Comisión y de las listas de suscritores á tari laudable
fin, pues la Comisión que me honro en presidir no quiere per
der la ocasión de remitir cuanto arftes los fondos reunidos, con
un honrado vecino que sale en la fecha con destino á la Capital
de la Provincia.
No obstante, muy pronto tendré el placer de remitirle dichos
documentos, y dar una prueba mas á esa ilustre Comisión, de
que la semilla que ha derramado con tanto tino y sabiduría
fructificará exhuberautemente en este pequeño vecindario.
Adjunto á esta un catálogo de las obras que desea esta Co
misión, se digne la que vd. preside remitirnos, recomendándole
al mismo tiempo, que si resultase algún sobrante de fondos, lo
invierta en libros que ajuicio de ella sean útiles para una po
blación como esta, que apartada de todo foco de civilización y
progreso, dedicada casi puramente á la vida pastoril, se hace
mas difícil la difusión de la instrucción pública.
Solo me resta felicitar á esa Comisión por el órgano de su
Presidente, por los resultados grandiosos que desde ya va de
sarrollando la misión santa que le fue encomendada.
Dios guarde á vd.

GARIOS FRÍAS.
Higinio Faleon.
Secretario.

XIV
Jujuy.
Muy poco tenemos que agregar á lo que dijimos an
teriormente respecto de las bibliotecas fundadas en es
ta Provincia; pero abrigamos la esperanza de poder
— XX.YVII —

anunciaren el número próximo del "Boletín" la fundación


de otras y el enriquecimiento de las existentes con ma
yor número de libros.

El Sr. D. Tomas R. Alvarado, Inspector de las Es


cuelas de esta Provincia nos ha hecho saber que tanto
en la Capital como en los Departamentos de Campaña
se promovían suscriciones con e.l objeto de fomentar y
crear bibliotecas. Al efecto, ha dirijido varias circulares
y propagado la idea durante su visita á los Departa
mentos.

Los jóvenes jujeños residentes en Buenos Aires, se


han constituido en una sociedad auxiliar de las Biblio
tecas Populares de aquella Provincia, proponiéndose
recolectar dinero y libros para el fomento de las mis
mas.
He aquí la forma en que ha quedado organizada la
Comisión Directiva :
Presidente—Dr. D. José S. de Bustamante
Vice " " " Julián L. Aguirre
Secretario— " Federico Cuñado
Tesorero— " Pablo Blas
Vocales—• " Fortunato Baigorri
" " Jaime Carrillo
" " Ismael Carrillo
" " Cosme Aguirre
" " Víctor Quintana
" Jano Belaunde
" Nicolás Alvarado.
— XXXVIII —

XV
Catamarea.
Con las bibliotecas de esta Provincia hemos estado
en continua correspondencia, habiéndoseles remitido
varias facturas.
El número de Bibliotecas Populares establecidas en
Catamarea asciende á 12, y tanto el Gobierno Provin
cial como la Comisión Central de la misma Provincia,
presidida por el Dr. D. Joaquin Quiroga, han unido sus
esfuerzos para hacer progresar esta institución.
Esperamos fundadamente que Catamarea será la pri
mera Provincia donde la biblioteca popular se haya
difundido con mayor rapidez, pues solo quedan tres po
blaciones urbanas que aun no las han fundado.

XVI
Rioja.
La Provincia de la Rioja, tan combatida por la igno
rancia en tiempos aun no lejanos, pasa en estos momen
tos por una transformación altamente benéfica para to
dos sus hijos. Tanto el Gobierno Nacional como el de
aquella Provincia, han contribuido á la regeneración
moral é intelectual que se nota en la población de toda
la Provincia.
Los Llanos de la Rioja se han hecho célebres en la
historia del país, por haber sido la cuna y albergue de
caudillos que han regado los campos con la sangre de
sus víctimas. Pero he aquí que en tales poblaciones se
han levantado repentinamente escuelas y bibliotecas—
otros tantos templos consagrados á la religión del sa
ber, cuyos sacerdotes, á imitación de Jesús, arrojarán
de su recinto á los mercaderes de la ignorancia.
— XXXIX—

Reproducimos á continuación la siguiente nota tal


cual nos ha sido dirijida desde la ciudad de Córdoba
por el Secretario de la Biblioteca Popular situada en la
Villa de Belgrano. Por ella se impondrán nuestros
lectores cíe los esfuerzos hechos por algunos vecinos
para reunir una módica cantidad de pesos, con el lau
dable objeto de aplicarlos al fomento de la instrucción,
en medio de la indiferencia y pobreza que los han com
batido. Pero una voluntad inquebrantable, alentada por
el mas sincero patriotismo, ha robustecido y dado for
ma práctica á la idea.
El Secretario de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popu
lar de Olta

Córdoba, Abril 16 de 1873.


Al Sr. Presidente de la Comisión Protectora de las Bibliotecas
Populares, D. Palemón Hiicrgo.
Buenos Aires.

Señor Presidente:

Adjunto á vd. una letra de ciento veinte pesos fuertes y vein


te ca. (pfts. 120, 20 es. fuertes) equivalentes á ciento cincuenta
y cinco pesos setenta y cinco centavos bolivianos.
Por via de la Rioja dio aviso á vd. oí señor Presidente de la
Comisión Directiva de la Biblioteca Popular "P. Sarmiento," de
haberme marchado á Córdoba con el citado dinero para remi
tirlo ¡i vd. con el fin de que sea invertido en libros con arreglo
al atuso de que vd. ya debe tener conocimiento.
En el catálogo se rogaba á vd. se dignara comprarnos un sa
llo para la citada Biblioteca. Le suplico á vd. no lo mando, por
haber comprado ya uno para el mismo objeto.
Suplico á vd. que al recibir la letra y ser aceptada me dirija
-- XL —
un telegrama, avisando ser en su poder la letra. La dirección
á la casa de Soaje Hermanos en Córdoba.
Con fecha 15 de Marzo del afio ppdo. escribía vd. una carta
pidiendo eer suscritor al Eoletin de las Bibliotecas Populares,
en ella me comprometía á cumplir con las prescriciones de la
suscricion. Ahora me reo en la precisión de hacer una peque-
fla reseña de nuestro pobre resultado. Debo prevenir anticipa
damente que, la mayor parte de estos habitantes son de la raza
indígena, con la educación que les legaron, el de funesta recor
dación D. Juan F. Quiroga y el de no menos General Pefialoza
y muchos otros candillej os que nunca han tenido otras miras
que hacer su negocio.
Con estos antecedentes y muchos otros que se podrían rela
cionar, no es de estrañar que hayamos reunido tan poco dinero,
pero gracias al acendrado patriotismo de esa digna Comisión y
ú la espléndida munificencia del Exmo. Gobierno de la Nación,
nuestra biblioteca es un hecho y fructificará.
Nos hemos dirijido al Gobierno de la Eioja; al. Sr. Inspector
General de Escuelas; á los curas, y en fin á todos los hombres
que algo valen por su posición ó bien estar, pero todo ha sido
en balde y aun parece que miran como una usurpación que se le
quiero hacer á la Aristocracia.
La pequeña suma que hemos colectado es el óbolo del pobre
que sin comprender bien su objeto pero que diciéndoles que es
para beneficio de sus hijos: ¡Oh! sí dicen, siendo para que mis
hijos sean mas felices que nosotros, lo haremos con gusto.
Aquí apetecen mucho los libros de leyes. Yo me opongo
constantemente á ello diciéndoles que para niños que salen de
la escuela, es necesario darles libros que los enseñen á ser hom
bres útiles á la sociedad, así mismo, honrados y laboriosos.
Le encargo, Sr. Presidente, que todas las obras que conside
re no ser aparentes á nuestro estado intelectual las elimine y
nos mande una biblioteca instructiva y amena como para prin
— XLI —

ripiantes y con este motivo tengo el agrado de saludar al señor


Presidente—
• A quien Dios guarde muchos años.

José M. Navarrete.

En otra población pequeña y casi desconocida de los


Llanos, se ha formado también una Comisión Directiva
que ya dispone de algunos fondos para dotar su recien
te biblioteca.
He aquí la nota pasada por el Presidente de la Bi
blioteca popular del Rosario de Tama.

El Presidente de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popu


lar de—
Kosario de Tama, Abril 8 de 1873 — (Rioja)

Al 8r. Presidente de la Comisión Protectora de lat Biblioteca»


Populares, D. Palemón Huergo.
Tengo el honor de dirijirme á vd., informándole de la for
mación de una sociedad en esta Villa, con el objeto de reunir
fondos y fundar una Biblioteca para uso público. Esta peque
ña población, cediendo al movimiento progresivo, y obsequian
do la idea dominante de cooperar al adelanto moral del pueblo
por medio de la fundación de uno de estos Establecimientos,
ha hecho un esfuerzo, grande en comparación de sus escasos
recursos, distrayendo para este objeto la corta suma que le per
miten sus poquísimos haberes.
En época anterior, también emprendió este vecindario tan
útil é importante empresa, pero, por la suma que se reunió, se
TÍO en el duro caso de abandonarla considerándola superior á
sus fuerzas. Pero hoy, alentado por la obvención concedida por
el Exmo Gobierno Nacional á los Establecimientos de e«t»
— XLII —

clase de Villa Argentina y Belgrano, ha vuelto á su predilecta


idea de fundar en esta una Biblioteca Popular, y ha nombrado
para su mejor dirección, una Comisión que bajo -la presidencia
•del que suscribe, queda facultada para emprender y llevar á ca
bo, todas las dilijencias conducentes al logro del objeto, como
se instruirá vd. por el documento que adjunto á la presente.
Queriendo el infrascripto corresponder dignamente á la con
fianza depositada en él por los socios sirviendo al interés públi
co se permite pedir á vd. se sirva recabar del Exmo. Gobierno
Nacional la concesión de una prima igual á la concedida á laa
Bibliotecas Popular.es de Villa Argentina y Belgrano por en
contrarse en condiciones iguales á la de aquellas.
Dios guarde al Sr. Presidente.
NICAHOH -IzosA.
Francisco de la Vega.
Secretario.

XVII
San Juan, San Luis y Mendoza.

Nada tenemos que agregar á lo que dejamos dicho en


nuestra anterior revista. Durante los seis meses tras
curridos no han aumentado el número de sus bibliotecas
ni tenemos conocimiento alguno que se hagan trabajos
en este sentido.
A estas bibliotecas se les ha remitido varias facturas
y sus datos estadísticos los reproducimos mas adelante.

XVIII
Territorio del Chaco.
Mediante los esfuerzos patrióticos del General D.
— XLIII —

Julio de Vedia, Gobernador del Chaco, y de los de al


gunos vecinos, se ha fundado una importante biblioteca
popular en la Villa Occidental, habiéndosele remitido
una factura por 1600 $f. El mismo Sr. Vedia se ha
servido comunicarnos la próxima remisión de otros fon
dos para que aumentados en el doble con los correspon
dientes del Gobierno Nacional, sean empleados en la
compra de libros para la misma biblioteca.
He aquí, entre tanto, la importante comunicación del
General Vedia:
Villa Occidental, Chaco, Febrero 9 de 1873.
/?r. Presidente do la Comisión Protectora de las Bibliotecas Po
pulares, D. Palemón n>'r,-jo.
Buenos Aires.
Reunidos los vecinos de la Villa Occidental con el laudable
propósito de crear, sostener y fomentar una Biblioteca Popular,
se constituyeron en sociedad y redactaron á la lijera un regla
mento que será publicado oportunamente, y cuyas bases son
ajustadas á las de los mas adelantados que se han dado ya á las
Bibliotecas Populares de la República.
También resolvieron, Ínter no se constituía la comisión que
ha de administar y rejentear la Biblioteca en nombre de la
Asamblea general, autorizar al infrascripto, tanto para recolec
tar las cuotas con que contribuyan los que voluntariamente so
adhirieran á la idea, cuanto para dirigirse y entenderse en un
todo con la Comisión que vd. tan dignamente preside.
Es pues para llenar ese cometido que el infrascripto tiene el
honor dedirijirá vd. la presente y adjuntarle la suma de ocho
cientos pesos fuertes (800 pfts.) parte de lo recolectado hasta
ahora á fin que vd. se sirva emplear dicha suma en libros, con.
arreglo á la ley del 29 de Octubre de 1870.
La sociedad se reserva una parte de lo recolectados, á fin de
emplearlo en muebles y estantes.
— XLIV —

Cree el infrascripto esta la ocasión de preguntar á vd. si la


cantidad con que el Exmo. Gobierno Nacional contribuye al
sosten y fomento de las Bibliotecas, debe entenderse, igual al
total de las sumas recolectadas, ó solo á la parte que se emplee
en libros.
La sociedad cuenta con un edificio aparente para la Biblio
teca, que el infrascripto ha tenido el honor de poner á su dispo
sición sin retribución alguna, hasta que, organizada la comisión
y creados los recursos necesarios pueda atender desahogada
mente al sosten y fomento do la institución.
Esta circunstancia y la de contar con un Bibliotecario que
desempeñará su cargo en iguales condiciones, ponen á la aso
ciación en aptitud de dedicar la mayor parte de sus recursos
á la adquisición de libros, y ella como el infrascripto, cree echa
dos los fundamentos de una institución duradera, y cuya in
fluencia en el bien estar y progreso de esta naciente Villa, no
ea difícil de preveer.
La nómina de libros que el infrascripto incluye á vd. debe
formar la base de la Biblioteca, sin que eso importe, que hayan
precisamente do tomarse con la primera remesa de dinero, pues
es la voluntad de los miembros de la asociación, que de ella se
saque para adquirir una colección do mapas y cartas de la Re
pública, reservándose para cuando disponga de un local mas es
tenso el adquirir mapas y cartas generales.
Si sobrase dinero después do adquirir lo quo se pido á vd.
ahora, 6 si no fuere posible encontrar algunas do las obras indi
cadas, el Señor Presidente se ha de servir emplear el todo ea
aquellas obras, que á su juicio sean mas útiles.
Como vd. notará, en la lista que tengo el honor de remitir
le, no se piden los códigos vigentes en la República, y me in
duce á ello la creencia de que el Exmo. Gobierno Nacional, do
ta á las Bibliotecas Populares gratuitamente de todas las pu
blicaciones oficiales; pero si esto no fuera así, ruego al Señor
— XLV —

Presidente quiera agregar á la lista adjunta la colección de Có


digos de la República.
Componiéndose la población de la Villa de diferentes nacio
nalidades que todas á la par de la Argentina han acogido con
entusiasmo el pensamiento de la creación de la Biblioteca, y
estando llamados los territorios del Chaco á atraer una nume
rosa inmigración europea, es indiferente que las obras pedidas
vengan en idioma estrangero, prefiriendo sí, el italiano, el inglés
y el francés.
Llenado así el cometido que le ha sido confiado por los ve
cinos de la Villa, réstale solo al infrascripto ofrecer al SeSor
Presidente las protestas de su consideración y estima.
Julio de Vedia.

XIX
Damos á continuación la nómina de las bibliotecas
populares existentes hasta la fecha.
Provincia de Buenos Aires.
Biblioteca popular del Colejio Nacional
" " de la Sociedad Tipográfica
" " " Unioné Benevolenza
de Chivilcoy
" del Tordillo
" " de Cañuelas
del Pilar
" de Quilmes
" " " San Antonio de Areco
del Baradero
" de la Exaltación de la Cruz
" Belgrano
" Barracas al Sud
del Salto
de Merlo
— XLVI —

Biblioteca popular de Pila


" " " la Asunción del Saladillo
" " " Chascomus
" Rojas
" " las Conchas
" San Pedro
" Monsalvo
" Junin
" " " San Nicolás de los Arroyos
" " del Pergamino
" Tandil
" Azul
" " de Morón
" " " San Isidro
" San Fernando
" " del Nueve de Julio

Provincia de Santa Fe.


Biblioteca popular de la ciudad de Santa Fe.
" " " del Rosario
« Colonia Esperanza
" " " San Carlos
" Coronda

Provincia de Entre Ríos,


Biblioteca popular del Colegio Nacional del Uruguay.
" "Porvenir" (Uruguay)
" " " Educacionista Argentina " (Guale-
guaychú)
41
" "Mann" (Concordia)
II
" del "Ateneo" (Paraná)
" Paraná
" Diamante
" de la Villa Colon
" Nogoyá
" Villaguay
— XLVII —.

Provincia de Corrientes.
Biblioteca popular del Colejio Nacional
de la ciudad
' Bella Vista
' Mercedes
' Curuzú Cuatiá
' la Esquina
Monte Caseros
Itatí
Santa Lucia

Provincia de Córdoba.
Biblioteca popular de la Universidad
" del "Club Social"
" "Protectora Union"
" • "Union y Progreso"
"Lafinur"
de la Sociedad Tipográfica
" " Belle Ville
" Santa Rosa
" Tulumba
" la Villa del Rosario.
" " Concepción de San Justo
" Villa Nueva
". Rio Cuarto
" " San Javier

Pravineia de Santiago del E¡tero.


Biblioteca Popular del Colegio Nacional
" "de Loreto
" -de Atamisqui
— XLVIK —
Provituix de Tucumm.
Biblioteca Popular del Colegio Nacional
" •' de la Ciudad
•' " de Granercs
« " de la Concepción de Chicliga;ía
" ." de Medina
" " de Monteros
" " de Trancas

Provincia de Salta.
Biblioteca popular del Colegio Nacional
« " de la Ciudad
" " de Cachi
" " del Campo Santo
" " de Chicoana
« " de Cafayate
« " de Oran
« " de Payogasta
" " de Santa Victoria
« " del Rosario de Lerma
« K de la Viña
" " de Molinos
« M de San Carlos.
" " de Rivadavia

Provincia de.Jujuy.
Biblioteca popular del Colegio Nacional
« " de la Ciudad
« "de Humahuaca
« " de Yavi
" " de Santa Catalina

Provincia de Caiamarca.
Biblioteca Popular del Colegio Nacional
« « del Club Casino
— XLIX —
Biblioteca popular de Vilismano
"de Andalgalá
" " de Tinogasta
" " de Santa María
" " de Belén
" "de Piedra Blanca
" " de Alto
" " de Ancasti
" de Valle-Viejo
" •' de Capayan

Provincia de la Rioja.
Biblioteca popular del Colegio Nacional
" " "Avellaneda" (Villa Arjentina)
" " "Presidencia Sarmiento" Villa Ge
neral Belgrano.
" •' del Rosario de Tama

Provincia de San Juan.


Biblioteca popular del Colegio Nacional
" "Franklin"
" "de Albardon
Provincia de Mendoza.
Biblioteca Popular del Colegio Nacional
" " de la Ciudad
." de "San Martin" (ciudad)
" ' " de San Vicente.
Provincia de San Luis.
Biblioteca popular del Colejio Nacional
de Mercedes
" Lujan
" Villa Renca"
" Villa Dolores
" San Francisco
Territorio del Chaco.
Biblioteca popular de la Villa Occidental.
_ L —

El número de bibliotecas populares asciende pues ¿L
128, y no dudamos que esta institución se difundirá en
todo el territorio de la República, y en cinco años mas
todas contendrán en sus estantes una colección completa
de libros que comprenda todos los ramos del saber hu
mano.
He aquí el número de bibliotecas en cada Provincia:
Buenos Aires 31
SantaFé 5
Entre Ríos 10
Corrientes 9
Córdoba 14
Santiago del Estero, 3
Tucuman 7
Salta 14
Jujuy 5
Catamarca 12
Rioja 4
San Juan 3
Mendoza 4
San Luis 6
Territorio del Chaco i
Total........................... 128
Aunque en algunas Provincias como San Juan y
Mendoza, esta institución no ha seguido el movimiento
que en las otras, esperamos poder anunciar en el núme
ro siguiente la fundación de nuevas bibliotecas en estas
Provincias que han hecho progresos en la educación po
pular, y por consiguiente no podrán mirar con indiferen
cia la ausencia de la biblioteca que es el complemento
de la escuela, como se ha dicho fundadamente, (i)
XV
Cedemos un lugar preferente en la 2 rt parte del
"Boletín" á la interesante nota del Dr. D. Lorenzo Sa-
(1) A última hora hemos sabido que en los Departamentos de Caücet»
y Jachal, de San Juan, se han fundado dos bibliotecas populares.
— LI —

fcorido, Director interino de la Biblioteca pública de


Buenos Atres, en contestación á la que le pasamos soli
citando algunos datos estadísticos que también pedimos
á las demás bibliotecas, á fin de presentar á la considera
ción de nuestros lectores un cuadro tan completo como
nos fuera posible del movimiento intelectual en la Re
pública, tomando en cuenta la asistencia á los salones
de lectura, los pedidos de libros á domicilio, el número y
valor estimado de los libros, etc.
El número de lectores en esta Biblioteca asciende á
1394 en los meses de Enero á i ° de Mayo ppdo. In
dudablemente este número seria mayor si la biblioteca
estuviera abierta por algunas horas de la noche en be
neficio de los que por sus ocupaciones no pueden asistir
durante el dia.
El número de volúmenes encuadernados es de 21 6.86
y á la rústica de 698, sin contar con 1337 folletos.
Reproducimos á continuación el movimiento estadís
tico que nos ha sido posible obtener de algunas biblio
tecas populares, esperando poder completar estos cua
dros en los números siguientes del "Boletín."
Nosotros los habiamos solicitado á todas las biblio
tecas populares, pero nos ha sido imposible presentar la
estadística de muchas por que habiendo sido reciente
mente fundadas, están proveyéndose de libros y no han
podido dar las cifras del cuadro con la anticipación pedi
da. Por esta razón tampoco damos el movimiento de
lectores en los salones de las bibliotecas, ni los pedidos
de libros á domicilio.
Hacemos también presente á las bibliotecas popula
res que no han respondido á nuestra circular del 1 2 de
Marzo ppdo., que por el artículo 3 ° del Decreto regla
mentario de la "Ley Protectora de Bibliotecas Popula
res" están en el deber de remitirnos los datos estadísti
cos que les pidamos.
Para la mejor comprensión de estos cuadros, debe te
nerse presente que los datos consignados alcanzan sola
mente hasta el i ° de Mayo de 1873.
— LII —

CUADRO GENERAL ESTADÍSTICO

BIBLIOTECAS FUNDACIÓN.
PROVINCIAS

Colegio Nacional . 1866


Buenos Airea
Quilmes Enero 1873
Pergamino. . Abril 1873
Lias Conchas Diciembre 1872
San Pedro . . Agosto 1872
San Antonio de Areco Agosto 1872
Baradero Noviembre 1872
Mendoza ¡olegio Nacional Marzo 1868
ce Ciudad Abril 1872
Salta Colegio Nacional Mayo 1869
San Juan Colegio Nacional Agosto 1869
Santa Fe Ciudad Octubre 1872
ti « Rosario Mayo 1872
Corrientes Monte-Caseroa. . . Agosto 1872
ce Bella-Viata Febrero 1873
Córdoba Bell-Ville....... Mayo 1872
ce Santa Rosa Noviembre 1872
Graneros Diciembre 1872
Tucuman
Jujuí Colegio Nacional Junio 1 872
n Humahuaca
Catamarca Vilismano Febrero 1872
ce Capayan Agosto 1 872
Club-Casino .... Mayo 25 1869
— LUÍ —

DE LAS BIBLIOTECAS POPULARES.

Kiiiiiifii de volúmenes Valor estimado de los libros


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EH •E EH
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11 .3
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3221 250 3471 $f. 8677 50 187 50 8864
1208 34 1242 2706 40 28 20 2734 60
65 66 131 215 100 315
118 327 445 145 60 205
384 73 459 738 02 53 01 791 03
400 100 500 445 02 40 50 485 57
1014 60 1074 2778 17 2795
965 260 1225 1836 174 2010
135 5 140 300 5 305
989 137 1223 1604 87 75 1691 75
1406 608 2014 4513 550 5063
543 177 720 1198 50 107 30 1205 30
1320 235 1555 2600 430 3030
185 125 310 455 75 64 519 75
186 170 356 353 255 608
619 348 967 1091 256 1347
144 73 217 300 35 335
65 16 81 155 10 165
640 36 676 927 16 30 64 957
180 54 234 418 50 25 443 50
100 • 655
283 289 572 555
11 94 105 26 38 64
1540 661 2201 2223 90 199 63 2423 53

19918 37013 83
—-LV —
Resulta del cuadro precedente que en las veintitrés
Tbibliotecas populares allí enumeradas existe un total de
19918 volúmenes, cuya estimación en pesos fuertes as
ciende á 37013 83.
Las cuatro primeras bibliotecas han sido fundadas
antes del año 1872, época en que recien empezaron á
realizarse las previsiones de la Ley Protectora dictada
por el Congreso.
Pedimos á las demás bibliotecas que nos remitan su
estadística con arreglo á bis planillas que les mandare
mos oportunamente, á fin de consignarla en los cuadros
que nos proponemos publicar en los números siguientes
del "Boletín."

XVI

El cuadro siguiente demuestra el número de volúme


nes y el valor estimado de los libros remitidos á las bi
bliotecas populares que allí se espresan, en los meses
comprendidos en esta revista. El número de volúme
nes alcanza áj 1 1608, y el valor estimado de los libros
á 22412 pesos 13 centavos fuertes. La mayor parte de
estas cifras no están comprendidas en el cuadro an
terior:
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«O 50 50 S to t- t> t» t- t> l> t- t- t^ l> 00 00 00 00 000 00 COCU
— LVIII —

XVII
Damos á continuación una relación por orden de fe
chas, de los fondos recibidos por la Comisión en los seis
primeros meses de este año. Por ella se verá que las
bibliotecas populares han remitido en suma, la cantidad
de 10409 pesos 50 centavos fuertes, la que aumentada
en el doble por el Tesoro Nacional, como lo manda la
ley protectora dictada por el Congreso en Setiembre
de 1870, da la cantidad total de 20819 pesos fuertes.
Tan pronto como la Comisión recibe estas sumas de di
nero, las deposita en un Banco, donde ganan intereses
permanecen por mas de un mes sin ser invertidas,
. según lo ha resuelto la Comisión, con el objeto de no
complicar demasiado la contabilidad.
Todas estas sumas de dinero remitidas por las bi
bliotecas populares, se han formado por suscriciones
entre los vecinos de las diversas localidades, contribu
yendo en algunas las autoridades municipales y gobier
nos de Provincia.
— LIX —

ala Central p»r las Bibliotecas Populam, desde Enero


a Junio inclusive de 1873.

Enero 3 Paraná, $f. 376 84


13 174 12
" 14 Salta 45896
" 25 Córdoba 250
" 27 70
27 Rioja 'Avellaneda" Villa Arg'tina 16
Feb'ro 3 1247 95
" 17 tí
138
" 22 Valle Viejo , 13950
" 22 210
it ti 40
6 Córdoba 31nb Social de Córdoba 500
" 12 800
" 13 Rio 4° 175
" 24 280
" 29 Corrientes 12
Abril 4 itio 4° 150
" 4 500
" 7 150
23 lüítju 'Presidencia Sarmiento" Vi
lla General Belgrano 12020
" 24 Salta 407 65
" 24 ti 8088
" 24 u 81 18
" 24 tt 189 12
" 24 u 276 62
Mayo 6 400
» 12 Catr.marca Club Casino de Catamarca... 300
" 16 200
" 21 Bella Vista 12 80
'• 23 Santa Fe 400
" 23 29767
" 30 22331
Salta Salta , 1150
" 30 86 60
" 30 ií 13540
" 30 Salta 30970
" 30 «i Oran 100
Total $f. 10409 50
— LX —

XVIII
Los cuadros siguientes espresan la cuenta corriente
de cada una de las bibliotecas populares que se han ser
vido del intermedio de la Comisión para la adquisición
de libros :
Biblioteca de Tucuman.
1872 . Debe Haber
Dic'bre 31 Saldo $f. 1095 38
1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional 109634
Junio 30 Saldo ................. 96
f. 1090 34 1096 34

Biblioteca "El Porvenir" de la Concep


ción, del Uruguay.
(Provincia de Entre Ríos.)
1872 Debe Haber
Dic'bre 31 Saldo $f. 2982 18
1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional 150
Junio 30 Intereses 16 80
Marzo 13 Importe de la factura núm.
57 remitida en esta fecha. 653 44
Abril 2 " " núm. 58 247874
Junio 30 Saldo .................... 16 80
$f. 3148 98 3148 98
— LXI —

Biblioteca "Educacionista .Argentina*


de Grualegiiaychu.
(Provincia de Entre Ríos.)
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 32306


1873
Junio 30 Intereses 5 02
" 13 Importe de la factura núra.
74 remitida en esta fecha.. 327 09
30 Saldo........ ......... 99

$f. 328 08 328 08

Biblioteca "Protectora "Union" de


Córdoba.
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 63 36


1873
Enero 15 Eecibido del Gobierno Na
cional 60
Febrero 14 Importe de la factura núm.
46 remitida en esta fecha.. 94 60
Jnnio 30 Saldo. .................. 2876

$f. 123 36 123 36


— LXII —
Biblioteca eeF'ranklin*' de Cañuelas.
(Provincia de Buenos Aires.)
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo flf. 161 11


1873
Febrero 11 Recibido del Gobierno Na
cional. . , 160
Jnnio 30 Intereses 3 77
Marzo 12 Importe de la factura núm.
55 remitida en esta fecha- 166 68
Junio 16 Id id núm. 78 157 69
" 30 Saldo .-...,,.,,,., 51

$f. 324 88 324 88

Biblioteca de Cliascoiirus.
(Provincia de Buenos Aires.)
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 328 96


1873
Febrero 11 Recibido del Gobierno Na
cional 200
Marzo 31 Intereses 4
Abril 9 Importe de la factura núm.
61 remitida en esta fecha.. 528 96
Junio 30 Saldo 4

f. 532 96 532 96
LXIII —

Biblioteca del IParaná.


(Provincia de Entre Eioi.)
1873 Debe Haber
Enero 3
Eecibido de la Comisión Di
rectiva jf_ 376 84
Febrero 11 Id del Gobierno Nacional.. 375 34
" 26 Importe de la factura núm.
53 remitida en esta fecha. 753 68

$f. 753 68 753 68

Biblioteca de Villa Concepción.


(Provincia de Cardóla.)
1873 Debo Haber
Enero 13 Recibido de la Comisión Di
rectiva $f. m 12
Febrero 11 Id del Gobierno Nacional.. 174 12
Junio 30 Intereses 419
" 13 Importe da la factura núm.
73 remitida en esta fecha.. 35129
Junio 30 Saldo 1 14

$f. 352 43 352 43


— LXIV —

Biblioteca de Mendoza.
Debe Haber

Abril 7 Recibido de la Comisión


Directiva $f- 15°
Mayo 12 Id del Gobierno Nacional .. 150
Junio 30 Intereses 2 71
« 30 Importe de la factura núm.
88 remitida en »sta fecha. 301 07
« 30 Saldo , 1 64

$f. 302 71 302 71

Biblioteca de Junin.
(Provincia de Butnot Airet.)
Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo V- u5 °*
1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional 1«
Junio 30 Intereses ^
30 Saldo (1) 29604 29604

$f. 296 04 296 04

(1) Se espera el pedido de libros de esta Biblioteca en el que ¿ebe «f


invertido este saldo.
— LXV —

Biblioteca de IVtercedes.
(Provincia de Corrientes.)
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 1288 23


1873
Febrero 2 1 Importe de la factura núm.
49 remitida en esta fecha.. $f. 1280
Junio 30 Saldo.................... 823

$f. 1288 23 1288 23

Biblioteca del Club Casino de Ca-


tamarca.
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 052


1S73
Abril 20 Recibido de la Comisión Di
rectiva 300
Junio 30 Saldo (1) $f. '30052

gf. 300 52 300 52

(1) Como esta cantidad ($f. 300) proviene de la venta da


libros de aquella Biblioteca, el Gobierno Nacional no contribu
ye con el otro tanto por no estar comprendida en la Ley de 23>
de Setiembre de 1870.
5
— LXYT —

Biblioteca del Rosario


(Provincia de Córdóba.J
1873 Debe Haber

Enero 25 Recibido de la Comisión Di


rectiva $f. 250
Febrero 22 Id del Gobierno Nacional. . . 250
Junio 30 Intereses 6 35
Id 19 Importe de la factura núm.
81 remitida en esta fecha.. $f. 503 56
Id 30 Saldo....... ............ 2 79

506 35 506 35

Biblioteca de Corrientes
1873 Debe Haber

Enero 27 Recibido de la Comisión Di


rectiva ,. $f. 70
Febrero 3 Id id id 122795
Id 3 Id id id 20
Id 22 Id del Gobierno Nacional... 1317 95
Marzo 29 Id de la Comisión Directiva.. 12
Abril 19 Id del Gobierno Nacional. . . 12
Junio 30 Intereses 12 34
Mayo 7 Importe de la factura núm.
67 remitida en esta fecha. $f. 2635 90
Junio 30 Saldo.....-...,-, ........ 3634

$f. 2672 24 2672 24


— LXV1I —

Biblioteca "Sarmiento" del Fuerte _A.n-

(Provincia de CatamarcaJ
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 279 44


1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na-
' cional 372 11
Febrero 22 Importe de la factura núm.
50 remitida en esta fecha. $f. 650 40
Junio 30 Saldo............. 115

$f. 651 55 651 55

Biblioteca de Quilines
(Provincia de Buenos AiresJ
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 627 57


1873
Febrero 22 Recibido del Gobierno Na
cional 640
Junio 30 Saldo 12 43

ftf. G40 C40


— LXVIII —

Biblioteca de Belén
(Provincia de Catamarca.J
1872 Deba Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. O 02


1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional 125 36
Marzo 31 Intereses . 92
Abril 8 Importe do la factura núm.
60 remitida en esta fecha.. §f. 125 38
Junio 30 Saldo 92

$f. 126 30 12G 30

Biblioteca de Villa ISTtieva


(Provincia de Córdoba.J
187 2 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 38264


1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional 380 95
Marzo 31 Intei-eses. 2 17
Febrero 13 Importe de la factura núm.
44 remitid* en esta fecha.. $f. 490 44
Abril 19 Id id id núm. 66. 27315
Junio 30 Saldo. ..."...... ........ 2 17

$f. 765 76 7G5 7G


. — LXIX —

Biblioteca "Avellaneda" de "Villa


Argentina.
(Provincia de la Rioja.)
1872 Debe Haber
Dic'bre 31 Saldo $f- 26462
1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional (1) 200 62
" 27 Id de la Comisión Directiva 16
Marzo 6 Id del Gobierno Nacio
nal (2) 250
Junio 30 Intereses 1 55
Febrero 26 Importe de la factura mí m.
52 remitida en esta fecha.. 533 32
Abril 16 Id id id mim. 63 .... 48
« 17 Id id id núm. 65 20
" 30 Id id id núm. 90 10
" 30 Saldo .................. 121 47
$f. 732 79 732 79
(1) El Gobierno Hacional solo ha contribuido con esta suma, por ha
ber sido invertid» la de $f. 64 en globos y mapaa etc., que no BO hallan
comprendidos en la ley de Bibliotecas.
(2) Donación especial del Gobierno.

Biblioteca "San ]Vfartin" de Mendoza.


1872 Debe Hnber
Dic'bre 31 Saldo 390 12
1873
Junio 30 Intereses . 9 80
*' 30 Saldo . . . 399 92
$f. 399 92 399 92
— LXX —
Biblioteca de iPiedra Blanca.
(Provincia de Catamarca.)
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 41 87


1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional 4171
Marzo 31 Intereses 18
Febrero 31 Importe de la factura núm.
47 remitida en esta fecha. 83 56
Junio 30 Saldo ................... 20

83 76 83 76

Biblioteca de Bella-Vista.
(Provincia de Corrientes.)
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 3 79


1873
Mayo 21 Recibido de la Comisión
Directiva 12 80
Junio 30 Saldo. .................. 16 59

$f. 16 59 16 59
Biblioteca de San Pedro.
(Provincia de Buenos Aires.)
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Recibido de la Comisión


Directiva $f. 360
" 31 Intereses 140
1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional 360
Febrero 13 Importe de la factura nám.
43 remitida en esta fecha. 652
Mayo 12 Id id núm. 56 6940

$f. 721 40 721 40

Biblioteca de Villa-Renca.
(Provincia de San Luis.)
1872 • Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo ... $f. 19122


1873
Enero 15 ReciUido del Gobierno Na
cional 190 48
Febrero 13 Importe de la factura núm.
45 remitida en esta fecha. 380 96
Junio 31 Saldo ............... 74
$f. 381 70 381 70
— LXXII —
*

Biblioteca de "Villa-Dolores.
(Provincia de San Luí».)

1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 152 38


1873
Enero 15 Recibido del Gobierno Na
cional 152 38

$f. 152 38 152 38

Biblioteca de San A.ntonio de _A_reco.


(Provincia de Sueños Aires.)

1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 37 54


1873
Junio 30 Intereses 93
30 Saldo........... ,, .., 38 47

38 47 38 47
— LXXIII —

Biblioteca de Anilla San Francisco.


(Provincia de San Luis.)
1872 Debe Haber

Dic'bre 31 Saldo $f. 229 45


1873
Enero 15 Kecibido del Gobierno Na •
cional 22857
Febrero 20 Importe de la factura núm.
48 remitida on esta fecha. 457 14
Junio 30 Saldo 88

458 02 458 02

Biblioteca de Cafayate.
(Provincia de Salta.)
1872 Debe Haber
Dic'bre 31 Saldo $f. 504 85
1873
Enero 11 Eecibido del Gobierno Ns-
cional , 504 85
Abril 7 Importe de la factura núm.
59 remitida en esta fecha. 1009 70
f. 1009 70 1009 70
LXXIV —

Biblioteca de Santa Lúeja.


(Provincia ¿le Corrientes.)
1873 Debe Haber
Enero 17 Recibido de la Comisión
Directiva $f. 138
Marzo 12 Id del Gobierno Nacio
nal (1) 104
Junio 30 Intereses 2 33
Abril 16 Importe de la factura núm.
64 remitida en esta fecha. 18
Junio 16 Id id núm. 75 209 01
" 16 Id id núra. 76 10
" 16 Id id núm. 77 6
30 Saldo 1 32
gf. 244 33 244 33

(1) El Gobierno solo ha contribuido con esta suma, por haber sido
invertida l(i de $f. 34 «n objetoá qno no«c hallan comprendido:) en la I .<i
de Bibliotecas.

Biblioteca de Aballe-Viejo.
(Proi-incia de. Calamarca.)
1873 Debe Haber
Febrero 1Recibido de la Comisión
Directiva $f. 139 50
22 Id del Gobierno Nacional... 139 50
Marzo 10 Importe de la factura núm.
54 remitida en esta fecha.. 279

§f. 279 279


— LXXV —

Biblioteca de Monsalvo.
(Provincia de Sueños Aires.)
1873 Debe Haber

Febrero 22
Recibido de la Comisión
Directiva $f. 210
Marzo 12 Id del Gobierno Nacional.. 210
Junio 30 Intereses 5 13
" 17 Importe de la factura núm.
80 remitida en esta fecha. 421 97
30 Saldo ....... .......... 316

$f. 425 13 425 13

Biblioteca de Villa Occidental.


(Gran Chaco)
1873 Debe Haber

Febrero 20 Recibido de la Comisión


Directiva $f. 800
Marzo 6 Id del Gobierno Nacional.. 800
Mayo 10 Importe de la factura núm.
68 remitida en esta fecha . 67 60
12 Id id id núm. 69..... 153240

$f 1600 1600
- LXXVI —

biblioteca del Club Social de Córdoba.

1373 Debe Haber

Febrero 20 Recibido do la Comisión


Directiva $f- 50°
Marzo 12 Id del Gobierno Nacional... 500
Abril 16 Importe de la factura núm.
62 remitida en esta fecha.. 954 92
Junio 17 Id id núm. 79 4508

§f. 1000 1000

Biblioteca de ÜVEoron
(Provincia cíe Buenos Aires}

1873 Debe Haber

Marzo 3 Recibido do la Comisión


Directiva $f. 40
" 29 Id del Gobierno Nacional. 40
Junio 30 Intereses 1 16
30 Saldo 81 16

$f. 81 16 81 16
— LXXVII — j

Biblioteca ""Presidencia Sarmiento,"


Villa Greneral Belgrano.
(Provincia de la RiojaJ
1873 Debe Haber

Marzo 6
Becibido del Gobierno Na
cional (1) $f. 250
Abril 23 Id de la Comisión Directiva 12020
Junio 30 Intereses 343
" 30 Importe de la factura núm.
87 remitida en esta fecha.. 490 40
30 Saldo (2) 11677

490 40 490 40

Biblioteca de San Isidro.


(Provincia de Dueños Aires}
1873 Debe Haber

Marzo 24 Recibido de la Comisión


Directiva $f. 280
Abril 19 Id del Gobierno Nacional.. 280
Junio 30 Intereses 1 43
Mayo 13 Importe de la factura núm.
70 remitida en esta fecha. 560
Junio 30 Saldo .. 1 43

$f. 561 43 561 43

(1) Donación especial.


(2) El saldo que aparece en el débito de esta cuenta, proviene den»
haberse recibido nnn la suma de $f. 120 y 20 c. con que debe contribuir
el Gobierno Nacional.
— LX XVIII—

Biblioteca clel Rio 4 *


(Provincia de Córdoba)
1873 Debe Haber

Marzo 3
Recibido de la Comisión
Directiva $f. 175
" 29 Id del Gobierno Nacional. 175
Abril 4 Id de la Comisión Directiva 150
Mayo 12 Id del Gobierno Nacional. 150
Junio 30 Intereses 5 80
'• 26 Importe déla factura núm.
84, remitida en esta fecha 350
" 30 Saldo 30580

gf. G55 80 655 80

Biblioteca cíe San Fernando.


(Provincia, de Buenos Aires)

1873 Debe Haber

Abril 4 Recibido de la Comisión


Directiva $f. 500
Mayo 12 Id del Gobierno Nacional.. 500
Junio 30 Intereses 6 74
30 Saldo...,.,.......,..., 1 006 74

$f. 1006 74 1006 74


— LXXIX —

^Biblioteca de Santa "Victoria.


(Provincia de Salta)
1873 Debe Haber

Abril 9Recibido de la Comisión


Directiva $f. 8088
Junio 23 Importe de la factura núm.
82 remitida en esta fecha.. 161 76
30 Saldo (1) 80 88

$f 161 76 161 76

1) Kl saldo qnc aparece en el débito do esta cuenta, proviene de no


liülicrflo recibido aun la parte correspondiente al Gobierno Nacional.

Biblioteca de la "Viña
(Provincia do Salta)
1873 Debe Haber

Abril 9 Recibido de la Comisión


Directiva $f 139 12
Junio 26 Importe de la factura núm.
83 remitida en esta fecha. 278 24
30 Saldo (2) 139 12

278 24 278 24

(1) El saldo que aparece en el débito do «eU cuenta, proviene do no


Laboree recibido aun la, parte correspondiente al Gobierno Nacional.-
— LXX1 —

Biblioteca del Rosario de Lerma.


(Provincia de Salta.)
Debe Haber
1873

Abril 9 Recibido de la Comisión


Directiva ............... *• 81 !S
Junio 27 Importe de la factura núm.
85 remitida en esta fecha. 162 36
.. 30 Saldo (1) .............. '*

$f. 162 36 162 36

(1) El saldo que aparece al débito de esta cuente proviene de no ha


berse recibido aun U parto correspondiente al Gobierno NaaonaL

Biblioteca de Molinos.
(Provincia de Salta.)
1873 Debe

Abril 9 Recibido de la Comisión


Directiva ... V ^76 62
Junio 30 Importe de la factura núm.
89 remitida en esta fecha. 553 24
30 Saldo (2) 276 62

ff. 553 24 553 24

(2) El saldo que aparece en el débito de esta cuenta proviene de no


lubowo resibido aun la parto correspondiente al Gobierno Nacional.
— LXXXI —

Biblioteca del Pergamino.


(Provincia de Buenos Aircg.)
1873 Debe Haber

Mayo 6 Recibido de la Comisión


Directiva $f. 400
Junio 27 Importe de la factura núm.
86 remitida en esta fecha. 800
30 Saldo (1) 400

f. 800 800

• (1) El saldo qno aparece en el débito de esta cuenta, proviene de no


haberse recibido aun la parte correspondiente al Gobierno Nacional.

Biblioteca del "ISTueve cíe Julio.


(Proi-ineia'de Buenos Aires.)
1873 Debe Haber

Mayo 1G Recibido de la Comisión


Directiva $f. 200
Junio 20 Importe de la factura núm.
71 remitida en esta fecha. 231 28
20 Id id núm. 72 1G8 72
30 Saldo (2) 200

§f. 400 400

(1) El saldo qiiQ aparoso al débito de esta cuonta, proriont! de no ha


berse recibido aun la parte correspondiente al C¡ obierno 1\ íicional.
— Lxxxn —
Saldos de cxientas ya publicadas (1)
Biblioteca de Graneros $f. 1 03
" " Yavi " 95
" del Baradero " 391
" " Pilar " 1 22
" "Franklin" de San Juan.... " 168
" de Campo Santo " 344
del Tordillo " 32
" "Rosario " 10 la
" de Jujuy " 1 57
" " Santa Fe " 01
" " Villa Mercedes " 1 66
(1) Véanse los números anteriores del "Boletín."

Contaduría General de la IN~acion.


Buenos Aires, Agosto 16 da 1873.
Al Presidente do la Comisión Protectora de las Bibliotecas Po
pularos.
Tengo el honor de comunicar á vd. la siguiente resolución:
"Atento lo informado en las presentes cuentas por el conta
dor Fiscal D. José P. Cuenca, y hallándose estas bien compro
badas, la Contaduría General en uso do sus atribuciones que le
acuerda la ley de contabilidad, resuelve aprobarlas declarando
libre de responsabilidad á la Comisión Protectora de las Biblio
tecas Populares, por la suma de §f. 11238 54 c. que ha inver
tido durante los meses de Octubre á Diciembre del año pasado,
quedando para el presente ano una existencia de $f. 7411 37 c..
Fórmese el cargo correspondiente á la espresada Comisión
por la suma de $f. 7349 03 c. que importan las sumas remiti
das por las comisiones de varias localidades y los intereses abo
nados por el Banco Argentino en la forma siguiente:
LX XXIII —

1872

Octubre 3 De la Comisión Directiva de la Bi


blioteca de Jujuy $f. 199 85
" 3 Id id "Franklin" de San Juan. 356 66
" 3 Id id Concepción de Chicligasta
Provincia de Tucuman 294
" 8 Id id Mercedes id Corrientes . . 640
" 21 Id id Chascomus id Bs. Aires... 600
" 28 Id id Lujan id San Luis 152 38
" 28 Id id Mercedes id San Luis. . . 380 95
" 29 Id id "Sarmiento" id Ándalgalá
Catamarca 372 11
" 29 Id id Belén id id 125 36
Noviembre 7 Id id Juniu id Buenos Aires. . . 144
" 23 Id id Quilines id id 615
" 25 Id id Tucuman 1096 34
" 25 Id id "Avellaneda" id Rioja 263 60
" 29 Id id Quilmes id Buenos Aires. 25
" 29 Id id Villa Nueva id Córdoba... 380 95
" 29 Id id Concepción del Uruguay
id Entre Eios 150
Diciembre 2 Id id Piedra Blanca id Cata
marca 41 71
" 3 Id id San Pedro id Bs. Aires. . 360
" 3 Id id Villa Renca id San Luis. . 190 48
" 3 Id id Villa Dolores id id 152 38
" 3 Id id San Francisco id id 288 57
" 3 Id id Protectora Union de Cór
doba 60
" 15 Id id "Franklin" da Cañuelas
id de Buenos Aires ICO
— LXXXIV —
Diciembre 24 Id id Cafayate id de Salta. ... 45 89
" 29 Id id Chascomus id Bs. Aires... 20O
" 30 Id id Recibido del Banco Ar
gentino por intereses 113 8O
"Precédase al descargo de la suma invertida, hágase saber
esta resolución á la Comisión Protectora de las Bibliotecas Po
pulares, notifíquese al contador Sr. Cuonca y archívese la
cuenta.
Firmado—Santiago Cortinez—Francisco Vivas—
Daniel Maxwell."
Di os guarde á vd.
S. COKTINEZ.
Juan D. Godoy.
Secretario.
NOTA—Prevenimos á IP.S Comisiones de las Bibliotecas po
pulares que en obsequio al mejor servicio, la Comisión Central
ha resuelto no emplear los fondos que se le remitan con desti
no á la compra de libros hasta no recibir la lista de los pedidos
que podrán hacerlos con mejores conocimientos de las necesida
des locales, ó estar autorizada para hacer la elección de los li
bros como lo juzgue mas conveniente.

XIX
Publicamos al final del ''Boletín" una lista alfabética,
por autores, de los libros de que se ha servido la Comi
sión hasta ahora para atender los pedidos de las biblio
tecas populares, añadiendo otros que á pesar de su mé
rito no han sido solicitados.
No habiéndonos sido posible hasta ahora recomen
darles un catálogo que satisficiera nuestros deseos, les
presentamos una lista de obras que ofrecerá al menos
la facilidad de la elección. También i n seriamos los pre-
— LXXXV —
^

cios mas módicos que hemos podido conseguir en la


compra de los mismos. Sobre estos debemos advertir,
que es casi imposible establecer la uniformidad, pues el
precio ó valor estimado en moneda de un libro, varía
como es natural, según la mayor oferta ó demanda en
plaza, calidad de la impresión, formato del mismo, etc.,
etc. Así, algunas obras de autores americanos son muy
escasas, y á medida que su rareza se hace mas palpable,
el precio aumenta, por cuya razón hemos vacilado antes
de adquirirlas para las bibliotecas que las han soli
citado.

XX
Algunas bibliotecas populares nos han pedido regla
mentos que pudieran servirles de modelo para dictar el
suyo. Cumpliendo con nuestra promesa, publicamos á
continuación algunos de los que tenemos, los cuales po
drán servirles con las modificaciones que les indujeran
las necesidades locales, (i)
Con este motivo debemos hacer presente á las bi
bliotecas populares, que en algunos reglamentos hemos
visto la prohibición de pedir libros para leerlos en do
micilio, lo que es contrario al espíritu de la institución,
que ante tocio se propone el fomento de la instrucción
en todas las clases, crear el hábito de la lectura y poner
el libro al alcance de todos, siéndoles á muchos induda
blemente mas cómoda y provechosa la lectura en su do
micilio, al rededor de su familia ó de sus amigos.
Les pediríamos pues á estas bibliotecas, que se apre
surasen á modificar su reglamento en esta parte, suje
tándose á las ideas que dejamos apuntadas y que pue
den traducirse en esta forma:

(1) Véanse ademas los publicados en el número 2 del "B«-


letin."
— LXXXVI —

1 ° — Acceso libre de todo el vecindario á los salo


nes de la biblioteca en los dias y horas hábiles para el
servicio público.
2 ° — Préstamo de los libros á domicilio á los socios
y estraños de la biblioteca, mediante ciertas restriccio
nes, ya sea del tiempo durante el cual aquellos podrán
estar en manos de una misma persona, sea respecto de
la remuneración siempre módica, que el solicitante de
berá satisfacer por este servicio en beneficio de la bi
blioteca .

ESTA.TUTOS
DE LA

BIBLIOTECA POPULAR DEL BARADERO

Art. 1 ° —Se constituye una Sociedad con oí objeto de con


tribuir por todos los medios posibles á la formación y manteni
miento de una "Biblioteca Popular" para el servicio del vecin
dario del pueblo y Partido del Baradero.
Art. 2 ° —Son miembros de esta asociación las personas ins
critas en el acta de su fundación do fecha 3 de Noviembre de
18T2 y todas las demás que lo solicitasen, 6 que invitadas al
efecto, re presten á ingresar «n ella.
Art. 3 ° —Todos los socios quedan obligados al cumplimien
to de las disposiciones generales ó parciales que adoptare la aso
ciación reunida en asamblea; siempre que ellas no se separen
del objeto único de su fundación.
Art. 4 ° —Los recursos de la Asociación serán:
1 ° —Las donaciones en libros, 6 en dinero, que los so
cios, ú otras personas que no lo sean, hicieren en obse
quio de la "Biblioteca".
— LX XXVII —
2 ° —Las mensualidades que cada uno de los socios se im
ponga al incorporarse á la asociación, por cuotas que no
bajen de cinco pesos moneda corriente, encada mes.
Art. 5 ° —La Sociedad tendrá una Comisión Directiva,
compuesta de un Presidente, un Secretario, un Tesorero, y cua
tro vocales.
Art. 7 ° —Esta comisión ejercerá BU encargo durante un
año; al fin del cual será reemplazada en BU personal por otra
nueva, que será elejida con un mes de anticipación; pudiendo
recaer la elección en cualquiera de los socios, inclusos los
miembros de la Comisión cesante.
Art. 7 ° —La Comisión saliente deberá consignar en una
Memoria detallada, las operaciones mas importantes que hubie
se ejecutado durante su ejercicio, y la estadística del movimien
to de la Biblioteca.
Art. 8 ° —Por intermedio de su Presidente y Secretario, la
Sociedad se pondrá en relación con aquellas personas, ya sean
de la República, ó en el estrangero, á quienes considere dis
puestas á contribuir de alguna manera á la realización de los
fines que ella se propone.
Art. 9 ° —La Comisión Directiva dispondrá en los dias de
fiesta, y á horas oportunas, lecturas en alta voz y de libros mo
rales, de agrado, ó de instrucción, para la generalidad del Pue
blo. Este será invitado al efecto por medio de señales conveni
das, como toques de campanas, ó cohetes voladores.
Art. 10. —La Sociedad reunida en asamblea, podrá nombrar
comisiones auxiliares de uno y otro sexo en el Pueblo ó en los
distritos de campaña del Partido, para mejor encaminar y lle
var á cabo sus trabajos.
Art. 11 La Sociedad celebrará reuniones generales, siem
pre que la Comisión Directiva lo considere necesario, para adop-
•tar resoluciones de gravedad: y especialmente, un mes antes de
finalizar su término la Comisión saliente, con el objeto de elejir
una nueva. Por asuntos de importancia, podrán también tres
— LXXXVIII —
socios pedir á dicha Comisión la convocación da la Asamblea-
Bastará un número de quince socios, inclusos los miembros de
la Comisión, para constituir asamblea. Por enfermedad, ausen
cia, etc., del Presidente, le reemplazará en sus funciones mr
miembro de la Comisión Directiva nombrado por la misma.
Art. 12.—Los miembros de esta Sociedad estarán nioralmert-
te obligados á buscar lectores para la Biblioteca, y nuevos so
cios, poniendo do su parte toda su buena voluntad para impul
sar el progreso de esta benéfica institución.

Reglamento de ?;i Biblioteca Popular del


Baradcro.
Art. 1 ° —La Biblioteca Popular del Baradero estará á car
go de la Comisión Directiva de la misma.
Art. 2 ° —Dicha Comisión nombrará un Bibliotecario, en
cargado del cumplimiento do este Reglamento, en la parte que
le concierno. Nombrará también los demás empleados necesa
rios para el mejor servicio de la Biblioteca. Los citados em
pleados, estarán bajo la dependencia do la Comisión, la cual los
estipendiará con los fondos sociales.
Art. 3 ° —A cargo -del Bibliotecario estará el cuidado y
acondicionamiento de la Biblioteca, y llevar en buen orden los
libros siguientes:
1 ° —Un catálogo de todos los libros con la numeración
sucesiva desde el 1 hasta el 100, etc., do los volúmenes
que contenga cada sección en que la Biblioteca se divi
da; poniendo la misma numeración en estampillas pe
queñas en el dorso de cada volumen. Las secciones se
rán designadas en el catálogo y en los estantes con el
título correspondiente y números romanos. Estos nú
meros serán puestos en la estampilla de cada libro, re
pitiéndolos en todos los volúmenes que comprenda la
sección designada por cada uno de aquellos números.
— LXXXIX —

El catálogo contendrá además el precio en quo cada obra


hubiere sido tasada por la Comisión. Tendrá también
una sección separada para los resúmenes y balances que
ae liarán mensualmente, y al fin de cada año.
2 ° —Un libro de préstamos, dividiéndose cada renglón
en casillas con la ostensión necesaria para designar lo
siguiente, que será puesto en el encabezamiento de ca
da página. Apellidos y nombres (de los peticionarios)
Domicilio—-fecha (de la entrega del libro.) Plazo— (pa
ra la devolución del libro) 2 ° (Plazo)—Precio — (del
libro) Devuelto en (tal fecha) Observaciones.
3 ° — Un libro de multas para llevar una cuenta exacta de
las que hay que cobrar, y de las cobradas.
4 ° —Un libro en que consten por orden de fechas los pe
didos que se hagan de algún libro quo esté fuera de la
Biblioteca, á fin de irlo prestando sucesivamente con
arreglo á la anterioridad de cada pedido.
5 ° —Uno ó mas libi os índices, auxiliares de los ante
riores.
Art. 4 ° —El Bibliotecario estará sujeto en todas sus opera
ciones á la inspección de la Comisión Directiva, y deberá darle
cuenta detallada de todo lo que se refiere á su empleo, siempre
que aquella se lo exija.
Art. 5 ° —La Comisión Directiva, fijará en la puerta de la
Biblioteca, el anuncio de los dias y horas en que esta ha de
permanecer abierta al servicio público.
Durante esas horas, todos los vecinos y transeúntes del Ba-
radero, de uno y otro sexo, mayores de 12 años, tendrán acceso
libre al establecimiento, y el derecho de leer, ó consultar allí
las obras que les plazca, para lo cual podrán pedirlas al Biblio •
tecario observando la moderación de conducta que la urbanidad
exije, para no perturbarse unos á otros.
Art. 6 ° —Solamente los vecinos domiciliados en el Pueblo
y Partido del Baradero tendrán derecho al préstamo de los li
— XC -

broa de la Biblioteca; pudiendo llevarlos á su domicilio bajo las


condiciones siguientes:
1 * —Los miembros de la Sociedad podrán llevar libros £
domicilio sin tener que pagar mas que la mensualidad
con que estuvieren suscritos: pero los que no fuesen so
cios y por accidente solicitasen un libro á domicilio, pa
garán tres pesos por cada diez días que lo mantengan
en su poder.
~2 * — Ninguna persona podrá llevar mas que un solo volu
men cada vez, aunque la obra conste de varios; teniendo
que devolver aquel para poder llevar otro.
3 « —Toda persona que haya incurrido en las multas de
este Reglamento, no tendrá derecho á llevar libro algu
no mientras no pague dichas multas.
4 * —Ninguna persona menor de quince anos podrá llevar
libros á domicilio, á menos do ser garantido por sus pa
dres, ó tutores; y á falta de éstos por alguna persona res-
potable de la vecindad.
5 * —El que solicitare un libro que á la sazón estuviere)
prestado, será tenido en vista para entregárselo en pri
mera oportunidad; y si varias personas hubieren solici
tado el mismo libro, serán satisfechas sucesivamente por
el orden de fecha de los pedidos.
G d —Los libros sin encuadernar, y los periódicos, no po
drán salir de la Biblioteca.
Art. 7 ° —Para el préstamo do libros, el Bibliotecario ten
drá en vista las reglas siguientes, ademas de las establecidas
en el artículo anterior.
1 * —El plazo para la devolución de los libros prestados
será de quince dias; al fin do los cuales podrá oí peticio
nario avisar que proroga el plazo por quince dias mas,
pero do ninguna manera podrá retenerse un libro mas
de treinta dias.
— XCI —
2 * —Si trascurrido cualquiera de los plazos, el peticiona
rio no hubiere devuelto el libro, ó avisado su renovación,
será multado á razón de un peso por cada dia, á contar
desde el vencimiento del término.
3 a —Por la destrucción ó pérdida de un libro se pagará
su valor íntegro; y si fuese un solo tomo, pagará el va
lor de la obra á que pertenezca; teniendo derecho á lle
varse los tomos restantes: otro tanto podrá hacer si re
pone la obra truncada, con una de igual clase y valor.
4 * —Por cada mancha que traiga el libro, se pagará des
de uno hasta diez pesos, según lo estime el Biblioteca
rio. Si la mancha impide la lectura, se abonará el precio
de la obra; lo misino que si tiene una hoja cortada, 6 do
menos; pudiendo eu este caso el multado optar por la
reposición, según se determina en el inciso anterior. Si
el deterioro consiste solamente en la encuademación, se
pagará el precio de ésta, siempre que aquel no proven
ga del simple uso. Se reserva al multado el derecho de
apelación para ante la Comisión Directiva, si no se con
formase cou la imposición del Bibliotecario.
5 d —Pasado doble tiempo del fijado para la devolución
del libro, y no habiéndose efectuado ésta, el detentor
será compelido por todos ios medios legales á la devo
lución ó pago de la obra, y de las multas en que hubie
re incurrido; y ademas al de los gastos que orijine BU
resistencia.
Art. 8 ° —Para evitar discusiones y altercados, el Bibliote
cario anotará siempre en la sección dol libro de préstamos des
tinada á observaciones, el estado en que se encuentra el volu
men al entregarlo, y el mismo libro tendrá en la vuelta de 1»
tapa una estampilla en que constarán en compendio las condi
ciones del préstamo y el precio de la obra.
Art. 9 ° —El Bibliotecario percibirá otorgando recibos, el
importe de las multas fijando en una tablilla, á la vista, en el
— XCII -

local de la Biblioteca, la lista de los multados con sus cuotas;


dando ademas conocimiento y entregando semanalmente dichas
multas al Tesorero para que éste las anote en el libro de caja,
ingresándolas á la misma.
Art. 10—Los fondos sociales serán destinados por la Comi-
BÍon Directiva á los gastos de administración, aumento y con
servación de la Biblioteca.
Art. 11 —Este Reglamento será considerado como la ley in-
trasgresible del establecimiento; impreso en crecido número
de ejemplares, fijado en los parajes mas visibles de la Bibliote
ca, adjunto á cada volumen que se preste, y distribuido con
prodigalidad entro todos los vecinos del Partido.
Sancionado por la Asamblea general de socios, en oí Bara-
dero, á 17 del mes de Enero de mil ochocientas setenta y tres.

ANTONIO DE ORO.
Presidente.
José A. Menendez.
Secretario.

ESTA.TTJTOS
DE LA

BIBLIOTECA POPULAR DE HUMAHUAGA.

En esto Pueblo do Humahuaca, Capital del Departamento


del mismo nombre, da la Provincia de Jujuy, á los veintidós
días del mes de Abril de mil ochocientos setenta y dos años;
reunidos los vecinos do esto Pueblo, invitados por «1 Consejo
Municipal en la Sala de sus sesiones, bajo la Presidencia del
Sr. Cura Párroco Dr. D. José Manuel Justiniano, espresó el
— XCIII —
mismo Sr. Presidente, que habiendo acordado este Consejo en
sesión de 10 del corriente la necesidad do crear en esta locali
dad una "Biblioteca Popular" con el laudable objeto deinstroir
al Pueblo, y que siendo esta institución, el medio mas eficaz
para fomentar la instrucción que el Consejo Municipal se pro
ponía en bien de este Departamento; en nombre de la misma
Municipalidad los habia convocado para invitarlos á que se aso
cien voluntariamente á fin de crear dicha Biblioteca con los re
cursos que quisieran ofrecer.
Convencidos los vecinos de los grandes bienes que propor
ciona esta benéfica institución, y aceptando gustosos y con en
tusiasme el establecimiento de la referida Biblioteca Popular,
acordaron formular un Acta separada, consignando en ella las
bases de asociación en que todo el vecindario quiera sus
cribirse. .
En constancia, firman la presenta el Sr. Presidente de la
Municipalidad y Secretario:
JOSÉ MANUEL JUSTIXIANO—Presidente.
Uladislao Ortega—Secretario.
En mérito de la anterior Acta, sentada por el Consejo Muni
cipal de este Departamento, los vecinos de este Pueblo que
presentes nos hallamos, procedimos á fundar la asociación por
medio de la siguiente —

.A-cta» IPoptilar.
Los vecinos que suscriben, reunidos en la Sala del Concejo
Municipal ¿í invitación do dicho Concejo, con el laudable objeto
de contribuir á la creación, fomento y sostenimiento de una Bi
blioteca Popular en esta localidad; manteniendo la conciencia
de que esta institución es la mejor obra do progreso en la en
señanza, y la mas eficaz para la instrucción do los pueblos; se
cundando así mismo los propósitos de la Comisión Protectora
délas Bibliotecas Populares, creada por el Superior Gobierna
- XCIV —

de la Nación enla ciudad de Buenos Aires. Con tan firmes y


lejítimos dorochos, tenemos á bien formar y suscribir la pre
sento Acta de unión y asociación, con el objeto de establecer
en nuestro Pueblo una Biblioteca Popular, bajo las bases si
guientes :
1 ° —Establecemos en este Pueblo una sociedad compuesta
por los firmantes, y por los que en adelante quieran inscribir
se, con el nombro de "Club Progreso-Social," y con el objeta
de crear una Biblioteca Popular, fomentarla y dirijirla en bien
de la instrucción del pueblo.
2 ° — Los miembros del "Club" en general, nombraremos
nna Comisión Directiva que se titulará "Comisión Direcíirn del
Club Progrr.so-Social," la cual será compuesta de un Presiden
te, un Secretario, un Tesorero y Bibliotecario, con dos Voca
les mas, debiendo los dos últimos destinos ser desempeñados
por u:i solo individuo do conocida probidad y tino.
3 ° — La Comisión Directiva cuidará de la economía, conser
vación, distribución é inversión de los fondos de la sociedad,
dándoles el mas conveniente curso. Queda ademas autorizada
para formular el correspondiente Estufuto señalando los debe
res do sus empleados y de todos los socios en general.
4 ° — So nombrarán ademas del seno de la sociedad otros
cinco individuos que servirán en calidad de suplentes para rein
tegrar el Directorio en caso do ausencia ó legítimo impedimenta
de los propietarios. •
5 ° —Quedamos obligados y sujetos á prestar el mas cum
plido obedecimiento á todas las disposiciones que acuerde la
Comisión Directiva bajo las penas que' ella imponga.
Terminada la presento Acta con los artículos anotados y des
pués de un cuarto intermedio, se procedió al nombramiento do
los Sres. que debían componer la Comisión Directiva, y resul
taron electos por mayoría las personas siguientes. El Sr. Cura
Párroco D. José llanuelJustiuiauo, resultó nombrado Presiden
ta—D. üladislao Ortega, Secretario—D. Gr.^par Medrana, Te
_ xcv —
sorero y Bibliotecario—y loa Sres. Benjamin Carrillo y Zenon
Lizárraga Vocales, propietarios—Inmediatamente se procedió
á, nombrar los suplentes, y resultaron por mayoría nombrados
los siguientes: —El mismo D. Gaspar Medrano, Vice-Prosiden-
te—D. Martin Elizondo, Secretario Suplente —y Vocales los
Sres. Desario Alfaro — Claudio Mendoza y Pascual Garay.
Quedando do este modo nombrada la Comisión Directiva, y
habiendo aceptado todos sus respectivos destinos, procedimos
á suscribir la presente Acta para su debida constancia.

José Manuel Justinlano — Uladislao Ortega—


Gaspar Medrano—Benjamin N. Carrillo—
Zenon Lizárraga — Siguen las firmas de los
vecinos que componen la. Asociación.

. La Comisión Directiva del "Club Progreso-Social," creada


en este Departamento el 22 de Abril del afio próximo pasado,
á mérito de la invitación de la Municipalidad local, y en virtud
del artículo 3 ° de la Acta Popular de la Asociación de sus
vecinos, hemos tenido á bien formular para su estricta observan
cia el siguiente:—

ESTATUTO
CAPITULO I.

DE LA ASOCIACIÓN.

Art. 1 ° —La asociación de los vecinos de este Departamen


to, creada el 22 de Abril último, tiene por objeto la creación,
fomento y sostenimiento de la Biblioteca Popular establecida
en este Pueblo, de conformidad y para los fines indicados en
la Ley del Soberano Congreso Nací mal, dictad* el 20 de Se
— XCVI —

tiembre de 1870 y el Decreto reglamentario de 29 de Octnbr»


del mismo año.
Art. 2 ° — Son miembros de la Sociedad:
1 ° —Todas las personas que hayan contribuido con In
suscricion voluntaria recolectada por la Comisión re
caudadora.
2 ° —Todas las demás que en lo sucesivo contribuyan con.
una suscricion que no baje de cuatro reales, y que que
den sugetas á las disposiciones del presente Estatuto.
3 ° — Las que por una ó mas veces hicieren legados de li
bros para la Biblioteca.
Art. 3 ° —Son socios honorarios de la Biblioteca :
1 ° —Todas las personas que hayan contribuido al Esta
blecimiento de Bibliotecas Populares en cualquier punto
de la Provincia.
2 ° —Todos los empleados Nacionales y Provinciales.
3 ° — Los corresponsales ó personas que prestasen oficio
samente su cooperación.
Art. 4 ° —Las rentas de la Biblioteca serán :
1 ° —Las mencionadas on el artículo 2 ° de estos Es
tatutos.
2 ° —Las donaciones y legados particulares.
3 * —El producto de los pagos y contribuciones señaladas
en el presente Estatuto.
4 ° —El de las eu&genaciones de libros de c onformidad 4
los artículos 20, 27 y 28, debiendo invertirse su valor
en la reposición de los vendidos.
5 ° —El otro tanto igual á la suma remitida á la Comi
sión Protectora de Buenos Aires, con que debe contri
buir oí Tesoro Nacional.
CAPITULO II,
DE LA ASAMBLEA GENERAL.
Art. 5 ° —La Asamblea General, ó sea la concurrencia de
— xcvir —
todos los socios, tendrá lugar ordinariamente dos veces al año,
el 1 ° de Enero y el 1 ° de Julio. Fuera de estas dos reunio
nes forzosas, pueden tener lugar otras estraordinarias, cuando
la Comisión Directiva tenga á bien invitar según los casos mas
ó menos urgentes, ajuicio déla Dirección.
Art. 6 ° —Sus sesiones ordinarias tendrán por objeto el exa
men de cuentas y actos relativos á su administración: el inven
tario de libros, folletos, periódicos etc., y cuanto perteneciente
fuere á la Biblioteca; y la adopción de alguna medida de inte
rés general para dicha Biblioteca.
En las estraordinarias se tratará sobre el asunto para que
hubiesen sido convocados.
Art. 7 ° —Toda Asamblea se celebrará en público en el sa
lón dol Cabildo destinado para esto objeto.
Art. 8 ° —Las Asambleas Generales forman quorum, con la
concurrencia do doce socios contribuyentes por lo menos, y sus
decisiones, á pluralidad de votos, serán válidas como si fueran,
el resultado du la votación de todos los socios en general.
Art. í) ° — En las Asambleas Generales tienen voz y voto los
miembros que espresa el artículo 2 ° ; y los socios que indica el
art. 3 ° , solo tendrán voz pero no voto. El Presidente tiene 1»
palabra, cuantas veces quiera tomarla; pero no podrá prostar
su voto sino en caso de empate para resolver las cuestiones.
Avt. 10 —La convocatoria para la reunión de las Asambleas
Generales se ordenará por la Comisión Directiva mandando ci
tar á los socios con anticipación.

CAPITULO III.

DE LA COMISIÓN DIRECTIVA.

Arí. 11 —La Comisión Directiva, en conformidad al artículo


2 ° de la Actn popular, será compuesta de cinco miembros do
la asociación general, nombrados á pluralidad de votos, con es
7
— XOVIII —
pecificacion del Presidente, Secretario, Tesorero y Biblioteca
rio y dos Vocales.
Art. 12—Habrá además cinco .suplentes que integrarán el
Directorio en caso de impedimento ó inasistencia de alguno de
los propietarios; todo en conformidad al contenido de la Acta
popular.
13—Los miembros del Directorio serán nombrados por mi
año forzoso en Asamblea General, pudiendo ser reelectos inde
finidamente, sin lugar á escusacion, bajo la pena de entregar
diez pesos destinados para fondos de la Biblioteca. Después de
pagada dicha cantidad, que deberá ser en el acto de renunciar,
se procederá á nombrar otro miembro del Directorio en lugar
del renunciante.
Art. 14—Son deberes de la Comisión Directiva :
1 ° —Velar por la fiel observancia de estos Estatutos.
2 ° —Convocar á Asambleas ordinarias y estraordinarias.
3 ° —Cuidar de la policía interior de todo el establecimien
to y cuanto concierna á su mejor administración.
4 ° —Amonestar á cualquier socio que faltare á las pres
cripciones del presente Estatuto, y aun espulsarlo en ca-.
BO do repetidas reincidencias ó cuando la falta fuese
grave.
5 ° —Celebrar sus sesiones cada 1 ° de mes ordinaria
mente, y cualquier dia y hora en- casos estraordinario.s
debiendo siempre sev dentro del recinto del Estableci
miento. Las convocatorias cstraordinarias se ordenarán
por el Presidente cuantas veces lo tenga á bien, ó á pe
dimento do dos miembros de la Dirección. So tratará en
estos casos, del objeto para quo hubiesen sido convoca
dos.
6 ° —Las sesiones de la Comisión Directiva no podrán lia-
cerse sino con la concurrencia de cinco miembros incluid
el Presidente.
— XCLY —

7 ° —Recibir el balance mensual de su Tesoro y el exa
men de todas las cuentas.
8 ° —Determinar la correspondencia oficial que convenga
establecer tanto en las Provincias como en el estranga-
ro, á objeto de facilitar la adquisición do libros, folletos
y periódicos; ú otras publicaciones,' como así mismo las
suscricionés posibles, y cualesquiera otros fines útiles
á la asociación, siempro que sean en beneficio de la Bi
blioteca.
9 ° — Establecer lecturas públicas en el salor de la Biblio
teca bajo las bases que ella imponga.
10 — Prohibir severamente las discusiones de carácter polí
tico.
11 —Presentar anualmente, al concluir su Dirección, una
Memoria detallada de su administración, acompañada de
un cuadro general do las cuentas del año trascurrido, y
el inventario de libros con todos los muebles y especies
concernientes á la Biblioteca, con el estricto deber de
remitir una copia á la Comisión Protectora de Buenos
Aires.
12—Por último, procurará por todos los medios lícitos, los
recursos posibles para el fomento y engrandecimiento de
la Biblioteca, igualmente quo el mejor servicio y ornato
del Establecimiento, con la atribución plena de fijar el
valor de las multas ó contribuciones á quo fueren conde
nados los socios, según el carácter do la falta jur.gada,
quo sea por la Dirección, interponiendo, si necesario
fuese, por conducto del Tesorero, demanda ante el Comi
sario local.

CAPITULO IV.
DEL PRESIDENTE.

ArL 15—El Presidente tiene las siguientes atribuciones :


—c—
1° —Preside las Asambleas Genéralos y las sesiones del
Directorio.
2 ° — Dirijo las discusiones y mantiene en ellas el orden.
3 ° —Comunica y hace ejecutar sus respectivas decisiones.
4 ° —Manda hacer efectiva la multa que debe pagar cada
uno de los miembros de la Comisión Directiva, según
sus faltas juzgadas por dicha Comisión.
5 ° —Decreta los pagos ó desembolsos de la Tesorería so-
gun las necesidades del caso.
6 ° —Llova la correspondencia oficial del Establecimiento.
7 ° —Desempeña las demás funciones propias de su cargo
como en los cuerpos parlamentarios.

CAPITULO V.

DEL SECRETARIO.

Art. 1G —Las atribuciones y deberes del Secretario, son:


1° — Redactar las actas de las sesiones da la Asamblea
ó del Directorio, como también la correspondencia ofi
cial, invitaciones, avisos, ordénesete., y cuidar de sus
respectivos archivos.
2 ° —Autorizar con su firma las actas, notas y órdenes
que el Presidente firmare.
3 ° —Llevar los libros de actas, y todos aquellos cuya re
dacción le pertenezca.
4 ° —Es el conducto para elevar al Directorio las presen
taciones 6 solicitudes de loa socios en que éste 6 1»
Asamblea duba entender.
5 ° —Desempeña las funciones propias de Secretario de
los cuerpos parlamentarios en cuanto se relacionen coa
esta institución.
— CI —

CAPITULO vr.
DEL TESORERO Y BIBLIOTECARIO.

Art. 17— Correspondo al Tesorero:


1 ° — Llevar los libros de contabilidad de la Asociación y.
la administración de la Caja, en el orden y forma que
EG lo prescriba.
2° — Hacer los pagos y demás desembolsos, tan solo en
virtud de órdenes espedidas por el Presidente y autori
zadas por el Secretario, so pena de quedar responsable
por el importe de las que hiciese en otra forma.
° —Presentar al Directorio y fijar mensualmente en el
salón principal, un estado de la cuenta de Caja, para co
nocimiento de los socios^ á fin de que puedan dirijir sus
observaciones á la Asamblea ó al Directorio.
4 ° —Cobrar las suscriciones voluntarias y las cuotas esta
blecidas en este Estatuto.
Art. 18 — Son deberes del Bibliotecario :
1 ° —Llevar un libro bajo el No. 1, especial, donde conste
el catálogo jeneral de los libros, cuadernos, folletos y pe
riódicos existentes en la Biblioteca, con espresion de BU
procedencia.
2° —Llevar un contra-libro con el núm. 2, donde conste
BU enagenacion, estravío, destrucción, deterioro ó inde
bida retención.
3 ° —Un tercer libro bajo el núm. 3, donde consten las
obra sacadas & domicilio, en cuyas partidas se espresará
la fecha, el nombre de la persona que lo saque, el estado
de la obra y el tiempo por el que se le diere, firmando el
solicitante la partida. Este libro tendrá un margen an-
eho para anotar en él la devolución de la obra con 1» fir
ma del Bibliotecario.
— CU —

4 ° —Mantendrá constantemente en buen orden loa libros


y objetos que contengan los estantes de la Biblioteca,
cuidando de no cambiar su colocación segnn el orden
numérico ó alfabético con que estén señalados en el ca
tálogo formado en el libro núm. 1.
y ° —Mantener el orden y silencio conveniente en el salón
de lectura durante ella.
6 ° —Le es prohibido dar obra alguna para ser llevada i
domicilio, á no ser que la persona que la solicite, está
inscrita como socio suscritor en conformidad al artículo
2 ° . Al entregar un libro, folleto, cuaderno 6 periódico
de la Biblioteca para ser llevado á domicilio, lo hará
bajo del correspondiente recibo que firmará la persona
que lo solicite en el libro núm. 3, conforme al párrafo
3 ° del artículo presente, so pena de pagar el doble va
lor de la obra en caso de pérdida. •

CAPITULO Vil.

DB LOS SOCIOS EN GENERAL.

Art. 19—Todos los socios contribuyentes de que habla el


art. 2 ° , están en el deber forzoso de contribuir con una cuota
mensual de dos reales pagadera al Tesoro cada 1 ° de mes,
bajo la pena de perder de hecho su carácter de socio y prero-
gativa de tal; sin perjuicio de ser nuevamente matriculado así
que abone las cuotas adeudadas en una sola entrega.
Art. 20—Los socios en general, lo mismo que todos los con
currentes al Establecimiento, deben siempre cooperación y su
bordinación á sus empleados en lo concerniente á su bnen ré-
jimen, como asi mismo propender á cimentar la armonía y las
mejores consideraciones debidas entre unos y otros, pndiendo
cualquiera llamar al orden á los contraventores. En caso de
— oni —
desobediencia, se dará cuenta, y se estará á lo prevenido por el
Directorio.

CAPITULO VIII

DISPOSICIONES REGLAMENTARIAS.

Art. 21 — Solo los socios contribuyentes tienen derecho da


llevar obras á domicilio.
Art. 22 —Los socios honorarios de que habla el art. 3 ° , go
zarán por lo demás de las ventajas y prerogativa de los contri
buyentes en conformidad al artículo 9 ° .
Art. 23 —No se puede dar mas de una obra para ser llevada
á domicilio, la cual devuelta que sea, podrá, el solicitante pedir
otra. •
Art. 24—Al tomar una obra para ser llevada á domicilio, se
fijará el plazo por el que se lleva, de acuerdo entre el solicitante
y el Bibliotecario, cuidando de anotar el estado de conservación
en que se halla.
Art. 2")—Todos los socios que llevaren obras & domicilio, tie
nen el deber de devolverlas en el término fijado y en el mismo
estado de conservación en que se le hubiere entregado, con res
ponsabilidad al Bibliotecario.
Art. 26—Por cada dia de retención de una obra, después del
plazo, pagarán -un real, cuidando el Bibliotecario de hacer efec
tivo este cobro.
Art. 27—El socio que hubiese llevado á domicilio y no fueso
devuelta en el mismo estado que se entregó alguna obra, está
en el deber de responder de su valor en Buenos Aires, con mas
el 50 por ciento de costo hasta esta, por el mero hecho de no
devolverla en el buen estado de conservación que se le dio, por
su estravio ó destrucción, quedando mediante dicho pago dueño
de la obra.
— CIV —
Art. 28—Toda persona que no fuese socio contribuyente, pa
gará el doble valor de la obra en caso de destruirla, mancharla
ó romperla, ó si quisiese comprarla debiendo servir su importe
para reponer la misma.
Art. 29—La Biblioteca, con asistencia del Bibliotecario, es
tará abierta forzosamente todos los jueves y domingos, desde
las diez do la mañana hasta las cuatro de la tarde, sin pcrjui- -
ció de los demás dias estraordinarios á juicio de la Dirección-
Art. 30—Toda clase do personas del Departamento, ó fuera
de él, lo mismo que los forasteros ó transeúntes, tieneu entra
da libre ei el salón de la Biblioteca, y pueden leer dentro de
BU recinto el libro que quisieren, pidiéndolo al Bibliotecario,
y siempre que guárdenla buena comportacion y orden debidos.
Art. 31 —Las lecturas públicas y el orden de hacerlas, se se-
fi alarán por un acuerdo especial del Directorio.
Art. 32—Estos Estatutos no podrán ser reformados, sino en
caso de asistencia de las tres cuartas partes por lo menos de
todos los socios suscritorc3, y á pedimento cuando menos de
seis de sus miembros; en caso de resolver su reforma, se podrá
hacerla bajo la absoluta prohibición de alterar la Institución
Popular de la Biblioteca.
Art. 33—La disolución déla sociedad solo podrá ten»r lugar
en los casos siguientes :
1 ° — Cuando quede demostrado que sus recursos son ab
solutamente insuficientes para sostenerlo.
2 ° —Por escusacion de las tres cuartas partes de sus
miembros en la cuota mensual que se debe dar, de con
formidad al artículo 19, salvo otras entradas que alcan
cen á este valor.
3 ° —Por la declaración de las tres cuartas partes de los
asociados contribuyentes.

Art. 34— Declarada disuelta la sociedad, sus muebles, estan


tes, libros, etc., pasarán, bajo formal inventario, al Cuerpo Mu
— cv —
nicipal de donde ha emanado la Asociación, con la calidad de
ser oportunamente devueltos á la primera Biblioteca Popular
que volviese A establecerse en este Pueblo.
POR TANTO, 7 para que llegue á conocimiento de todos los
asociados, léanse los presentes artículos de este Estatuto en reu
nión general de todos los miembros de la asociación, fijándose
para e] efecto el dia primero do Enero del año corriente, man
dándoseles citar para su concurrencia.
Humahuaca, 1 ° de Enero de 1873.

Comisión Directiva.
José Manuel Jnstiniano—Presidente.
Gaspar Medrano—Tesorero y Bibliotecario.
Benjamín N. Carrillo, Zenon Lizárraga —Vocales.
Uladislao Ortega— Secretario.
Es copia fiel—

Ufüdiilao Ortega.
Secretario.

XXI

Séanos ahora permitido decir dos palabras sobre la


Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares.
Con fecha 13 de Febrero del corriente año, el Go
bierno nombró á los Dres. D. Aurelio Prado, Adolfo
Rawson y Gervasio Videla Dorna, para integrar la Co
misión.
Por renuncia de D. Pedro Quiroga se nombró Se
cretario de la Comisión, al Dr. D. Julián L. Aguirre,
quedando el señor Quiroga en calidad de Vocal de la
misma.
— CVI —

Habiéndose ausentado para Europa el Dr. Videla


Dorna, la Comisión lo ha nombrado su miembro cor
responsal, y por un decreto del Presidente de la Repú
blica, ha sido doblemente encargado de estudiar la ín
dole y desarrollo de esta institución en los paises que
visite, debiendo comunicarnos los resultados de sus in
vestigaciones para hacer el uso que mas convenga en la
República, donde felizmente parece que alcanzará un
éxito completo.

El 3 de Marzo próximo pasado fue señalado por la


Comisión para que tuviera lugar la incorporación de
los Vocales recientemente nombrados, y la elección de
las personas que debian desempeñar los puestos de Pre-
s: dente, Tesorero y Secretario de la misma. Con este
motivo se celebró la sesión cuya acta reproducimos á
continuación, por la que se impondrán nuestros lecto
res de la forma en que quedó nuevamente organizada la
Comisión, y del movimiento habido en los fondos ad
ministrados por la misma hasta esa fecha.

S&Tru rrciidentf y Yocalei En Buenos Aires, á tres días


D. David Lewis del mes de Marzo, de mil ocho-
Aneol jostrada • , •j
Dr. An|el J. Carranza clentos ^^ ^ tres- /eunidos
" Aurelio Prado y Rojas en el local de sus sesiones Jos
" Adolfo liívwson señores miembros de la Comí—
Gervasio Videla Dorna B;on Protectora de las Bibliote-
I'edro Qniroga Populares que se espresan al
Austnte con avuo. . " , „ i. ., , ,
" " J. J. Montes de Oca (hijo) mírjen, el br. Presidente deela-
ró abierta la sesión, siendo las ocho de la noche.
Espuso en seguida que el primer objeto de esta reunión era
ofrecer ¡i los Sres. Vocales nuevamente nombrados por el Go
bierno, la oportunidad de incorporarse á la Comisión, como se
complacía en observar que lo habían hecho.
Refiriéndose á loa asuntos que formaban la orden del día, el
— CVII —
Sr. Presidente manifestó que habiendo renunciado D. Pedro
QuirOga el empleo de Secretario, el Gobierno al aceptar la re
nuncia, había nombrado al mismo Sr. en el carácter de Vocal,
defiriendo A la Comisión la designación del Secretario que h»
de reemplazar al saliente. Que en tal caso, era de parecer que
la Comisión se tomase algunos días para pensar en un candi
dato capaz do desempeñar cumplidamente este puesto, eligién
dolo en una reunión próxima. A esto contestaron algunos seño
res que estaban en aptitud de nombrar á una persona compe
tente. Procedióse entonces á la votación, resultando elejido
Secretario por unanimidad de votos el Dr. D. Julián Aguirre.
En seguida el Sr. Presidente puso de manifiesto la conve
niencia de que algún otro de los Sres. Vocales fuese designa
do para desempeñar la Presidencia de la Comisión, que él había
ejercido desde el principio. Agregó, que esta medida la consi
deraba, no solo conveniente, sino necesaria para dejar estable
cido el precedente de la renovación periódica de ese puesto, y
para que así pueda entrar ¡i ejercer su acción entusiasta y eficaz
el elemento joven, de que felizmente no carecia la Comisión.
Reconocida por los Srcs Vocales la exactitud de estas obser
vaciones, se procedió á nombrar un nuevo Presidente, resultan
do reelejido por unanimidad de votos para dicho puesto, el
mismo señor Huergo.
Aceptado el cargo, y después do agradecer á sus colegas el
honor que le dispensaban, el señor Presidente observó que en
el mismo caso se hallaba el Sr. D. David Lewis, quien desde el
principio habia desempeñado las funciones de Tesorero, y pedia
ae le exhonerase de ellas por ser muy equitativo que los demás
Vocales participasen á su turno de esa tarea un tanto fatigosa.
Votada esta proposición, resultó elejido por unanimidad para
el cargo de Tesorero el Dr. D. Gervasio Videla Dorna.
En seguida el Sr. Presidente manifestó el movimiento de los
fondos administrados por la Comisión, en el período corrido
desde su organización hasta la fecha, en la forma siguiente:
— CVIII —

Debe.
1871 Rccíludo de varias bibliotecas $f. 934 20
" Id del- Gobierno Nacional «« 1134 20
" Id por intereses " 26 72
1872 Id dorarías bibliotecas " 15949 01
" Id del Gobierno Nacional " 14437 62
" Id por intereses «« 193 24
1873 Id de varias bibliotecas «' 459G 37
" Id del Gobierno Nacional " 7756 82
" I<1 del Consejo de Instrucción Pú
blica de Satt» " 411
" Id por intereses " 257

Total $f. 45034 66

Haber.

1871 Facturas remitidas ¡i varias bibliotecas... $f. 1895 12


" Fletes y otros gastos " 200
1872 Facturas remitidas á varias bibliotecas... " 21581 32
Flotes y otros gastos " 2435 88
1873 Facturas remitidas á varias bibliotecas... " 10073 78
Marzo 3 Fletes y otros gastos " 121 7 48
" 3 Letras á cobrar " 1975
•* 3 Existencia en el Banco Argentino " 5601 58
" Id en caja " 54 50

Total..,...,,.....,.. $f. 45034 66

Continuando el Sr. Presidente con la palabra, hizo presente


que él en persona había conferenciado con el Sr. Ministro de
Instrucción Pública sobre la necesidad do sacar la Secretaría
— CIX —
de la Comisión de las condiciones precarias en qne habla esta
do, dotándola dol personal y de los sueldos que reclamaba ur-
j entemante el inesperado desenvolvimiento que han tomado
sus trabajos y la desproporción que existe entre estas necesi
dades y los limitados medios do satisfacerlas que ofrece el pre
supuesto, asignando ochenta y tres pesos, treinta y tres centa
vos fuertes (§f. 83 33 c.) pai-a el Secretario y cuarenta pesos
fuertes (£>f. 40) para un escribiente. Que ante esta justa recla
mación, el Sr. Ministro le había dado las mas espresivas segu
ridades de acojer favorablemente cualquiera requisición que á
este respectóle dirijicse la Comisión. Que esas mismas seguri
dades habían sido confirmadas al ex-Secretario, á quien había
comisionado para hablar nuevamente con el Sr. Ministro sobre
el mismo asunto. En esa virtud, sometió á la deliberación de
los Sres. Vocales las cuestiones siguientes:
¿Qué número de empleados, ademas del Secretario, so con
sidera indispensable para el buen servicio de la Secretaría, y
qué sueldo debe asignarse á, cada uno de estos empleados en
proporción á su respectivo trabajo y aptitudes, á fin de hacer
las j ostiones necesarias ante el Gobierno?
Con este motivo se trajeron á la vista los libros y demás jus
tificativos del trabajo correspondiente á cada empleado; y des
pués de estudiarlo todo detenidamente, y oídos los informes del
Presidente, del ex-Tesorcro y dol ex-Secretario, so resolvió
proponer al Gobierno las dotaciones siguientes:
Para el nuevo Secretario, pesos fuertes 1 GO
" el primer Contador ¡ 120
" el Contador auxiliar y escribiente 100

Total de $f. mensuales 380

Se resolvió en seguida que se levantara el acta de la sesión,


comisionando á, D. Pedro Quiroga para autorizarla, y que en
— ex —
ella se hiciera constar que la Comisión ha quedado plenamente
satisfecha del perfecto estado de los libros de contabilidad y
demás trabajos de Secretaría, mencionando especialmente los
desempeñados por el primer contador D. Felipe Basavilbaso y
por el contador auxiliar y escribiendo D. Pastor B. Paez, quie
nes por algún tiempo han servido gratis, y han gozado en los
ocho meses anteriores solamente una escasa remuneración.
Quedó acordado, ademas, que la Comisión continuaría reu
niéndose todos los días lunes á las ocho de la noche, y que los
vocales recibirían por turno el encargo do intervenir en la for
mación de las facturas y de vijilar los demás trabajos de secre
taría. Quedó también acordado que el juéres 6 del corriente á
las doce del día se recibirían do sus puestos el Tesorero y Se
cretario nuevamente nombrados, con las formalidades del ca
so. En seguida se levantó la sesión, siendo las diez y media de
la noche—PALEMÓN HUERCO --Pedro Quiroya, Secretario Inte
rino—Es copia fiel— Pedro Quiroija, Secretario Interino.

El cuadro siguiente indica el movimiento jeneral de


los fondos administrados por la Comisión hasta el 3o
tic Junio, fecha en que termina nuestra revista :
Debe.
1871 A Varías Bibliotecas §f. 934 20
" Gobierno Nacional " 1134 20
" Intereses «« 26 72
1872 " Varias Biblioteca.", " 15949 4J1
" " G obierno Nacional " 14437 (52
" " Intereses " 193.24
1873
Junio 30 " Varias Bibliotecas. " 10409 50
" 30 " Gobierno Nacional " 13G14 4tf
" 30 " Intereses .............. " 227 00

$f. 5G92G SJ
CXI

Haber (1)
1871 Por Libros para varias Bibliotecas. .. gf. 1805 12
" " Fletes y otros gastos " 200
1872 " Libros para varias Bibliotecas..- " 21581 32
" " Fletes y otros gastos. . . . , " 2435 88
1873
Junio 30 " Libros para varias Bibliotecas " 252G2 26
" 30 " Fletes y otros gastos " 186424
" 30 " Existencia en el Banco Árj entino " 315633
" 30 " Letras á cobrar " 531 70

§f. CGÜ2G 85

Como se vé, el ingreso cíe fondos alcanza á $ ftcs.


56926 85 c. Estos debieran ser aumentados con $ ftes.
6231 13 que el Gobierno Nacional adeuda por haberse
agotado la cantidad señalada en el Presupuesto para fo
mento de las Bibliotecas. Populares y no haber el Con
greso despachado aun {30 de Junio) el proyecto pasado
por el P. E. abriendo un crédito suplementario al inci
so respectivo del Presupuesto.

No concluiremos esta revista sin agradecer á toda la


prensa ilustrada de la República, la cooperación inteli
gente que ha prestado á la Comisión Central en la pro
paganda de una institución llamada por su naturaleza á
secundar y complementar la enseñanza de la escuela.-

(1) Lu diferencia que so nota en el importe total délas facturas remi


tidas en este año y el descargo que so hace en el balance por libros com
prados, os debida á la remisión do facturas en el año pasado que fueron
pagas cu este.
— CXII —

Lo mismo debemos decir de muchos funcionarlos pú


blicos y otros sujetos que con un patriotismo digno de
todo elojio han promovido suscriciones y creado asocia-
siones en los diversos pueblos de la República con el
objeto de crear y sostener bibliotecas populares en sus
respectivas localidades.
También debemos hacer una mención especial de la
donación hecha á las tíibliotecas Populares por el distin
guido publicista D. Carlos Calvo, de i 76 volúmenes de
obras importantes de su biblioteca.
He aquí algunos párrafos tomados de la carta diriji-
cla desde París por este compatriota al Presidente de la
Comisión:
"Le he agradecido el envió de las d'V' primeras publicaciones
del Boltfin de las Bibliotecas Populares, cuya presidencia le ha
ce el mas alto honor. Lo felicito muy cordialmenfce por haber
se consagrado con tanto talento y patriotismo á uno de los ra
mos que darán mas alimento al desarrollo de la prosperidad da
nuestra querida patria.
"Yo que también deseo contribuir en mi modesta esfera al
éxito de tan laudable propósito, le envió el conocimiento y la
lista de las obras que ho tomado de i»i biblioteca y que le rue
go les dé el destino que juzgue mas conveniente.
"Le ofrezco ademas, también gratuitamente, un ejemplar de
todas mis obras que no estén agotadas, para cada una de las
bibliotecas populares de la Nación, y solo espero que me avisa
el número de estas para hacerle la remesa.
"Jamas me he sentido tan satisfecho de mi oríjen. argentino
como al leer la parte del Mensaje del Presidente Sarmiento,
que se refiere al estado actual do la instrucción pública. El
gobierno que ha sabido darle tal impulso se ha ilustrado, y la
historia ha de colocarle muy arriba de los que le han prece
dido."
LECTURA Y.
IDE HORA.OIO M-AJSTNT.

BESEÑA DE LA EDUCACIÓN, DEMOSTRANDO SU DIGNIDAD Y SU DEGRADACIÓN (1)

Señores de la Convención:
Al tratar de cualquier asunto importante y trascen
dental, sucederá inevitablemente que algunas de sus fa
ces despertarán menos interés que las otras;—inferiores
en belleza, dignidad y elevación. En todo libro que lee
mos, se encontrarán algunos capítulos menos animados
é instructivos que los demás; en todo paisaje que con
templamos, algunos puntos menos atrayentes y menos
grandes; en todo viaje que emprendemos, algunas jor
nadas son mas tristes y fatigosas. Sin embargo, debe
mos aceptarlo todo en conjunto, lo malo con lo bueno.
Esta será mi disculpa al presentaros en este momento
una serie de consideraciones que, ya sea que esciten
mas ó menos interés, no tendrán en vista halagar nues
tro am^r propio.
Al emprender una serie de conferencias sobre la gran
cuestión de la educación, he llegado á u/i tópico que de
be ser discutido, por mas mediano que sea su intesés y
atracción relativamente á los otros temas. En las confe
rencias anteriores he hablado del estado y condición
jeneral de la Educación Común en nuestro país, y he
indicado algunas de las mas urjenles é inmediatas nece-

(1) Traducido por el profesor D. David Lewis, con el con


curso de D. Pedro Quiroga.
" o
sidades que nos incumbe llenar. He procurado desar
rollar algunos de los principios mas vitales de esta gran
ciencia; he hablado de sus puntos de vista, de su im
portancia en todos los países y en todos los tiempos; y
mui especialmente de su absoluta é imprescindible ne
cesidad bajo instituciones sociales y políticas como las
nuestras. Respecto de este último tema, me he empe
ñado en demostrar que en un país libre, es decir, en un
país donde el pueblo, en su capacidad colectiva, es libre
para hacer .tanto el bien como el mal; donde no existe
un código sanguinario ó quirúrjico de leyes para ampu
tar los miembros ofensivos de la sociedad; argos policia
les de mil ojos para descubrir la transgresión y aplas
tarla en su jérmen; en fin, donde hai pocas restricciones
gubernativas, que puedan deprimir los apetitos y las
pasiones de los hombres,— que en un país en tales con
diciones debe haber restricciones internas; que la razón,
la conciencia, la benevolencia y una reverencia por to
do lo que es sagrado, debía reemplazar á la fuerza y el
temor; y con este fin, los instintos mismos de nuestra
propia conservación nos amonestan que perfeccionemos
nuestro sistema de educación, y que lo propaguemos
con mucha mas difusión y rigor que jamas lo hemos
hecho hasta aquí. Con este fin debemos estudiar los
principios de educación con mayor profundidad; debe
mos imbuirnos en el arte y los procedimientos por los
cuales esos principios pueden ser reducidos á la prácti
ca; y con el establecimiento de las instituciones y me
dios conduceittes, debemos hacer que el conocimiento,
tanto de la ciencia como del arte, sea difundido por la
masa entera del pueblo.
A esta altura de la cuestión, parece propio considerar
cuál ha sido antes, y cuál es hoy, en la opinión de los
hombres, el grado relativo de estimación ó de menos
precio acerca de la educación. Busquemos una contes
tación alas siguientes cuestiones:—¿Se ha atribuido á
la causa de la educación una posición elevada ó baja?—
¿Cuáles son las cosas que se han colocado sobre ella; y
g

cuáles,—si algunas hay,—se han colocado debajo? ¿Có


mo han sido honrados y recompensados sus propaga
dores? ¿Qué medios, qué instrumentos, qué comodida
des han sido provistos para adelantar la obra? En fin,
cuando sus intereses han estado en competencia con
otros ¿cuáles han tenido que ceder? —Cuéntase de cier
to rey, que mientras viajaba embarcado en compañía
de algunos de sus cortesanos, llevando consigo algunos
de sus tesoros, se desató una tormenta que hizo nece
sario alijar el buque;—en tal caso, él ordenó que echa
sen al mar á sus cortesanos, á fin de salvar su dinero.
¿Cómo sucede con los padres que están embarcados
con su fortuna y su familia en este viaje de la vida;—
cuando necesitan un mejor edificio de Escuela para po
ner á sus hijos á cubierto de la mala salud, ó mejor pre
ceptor para rescatarlos de la inmoralidad ó de la igno
rancia; ó aun una pizarra ó un pliego de papel para sus
traerlos á la ociosidad;—¿tenemos, sí ó no, algunos pa
dres entre nosotros, quienes en tal caso, arrojarán al ni-
fio al mar por ahorrar el costo de un pliego de papel?
Es tan difícil que un peso de diez libras se reduzca
por sí mismo á cinco, como que un hombre deje de
obrar de acuerdo con los impulsos que dominan su co
razón. Así, pues, cuando quisiéramos averiguar el ran
go que la educación ocupa actualmente en la opinión
de una comunidad cualquiera, debemos escuchar, no so
lamente lo que ella dice sino ver lo que hace. I esto
es verdadero especialmente en nuestro país, donde esta
causa tiene tantos aduladores, pero tan pocos amigos.
No los conoceréis por sus palabras sino por sus
obras, es un axioma de universal aplicación. Ni debe
mos detenernos á examinar la forma de sistema que
puede haber sido adoptado en otra parte; debemos ver
si es sistema vivo ú automático.
Una incredulidad práctica en cuanto á la eficacia de
la educación,—el poder de una educación física, intelec
tual, moral,—existe entre nosotros. Como pueble, no
creemos que estos tabernáculos encarnados,—que noso
— 4 —

tros llamamos tabernáculos de barro,—pueden, por d


debido curso de la educación, convertirse en tabernácu
los de fierro, ó pueden, por el indebido curso de la edu
cación, convertirse en tabernáculos de vidrio. No cree
mos que si comprendiéramos y obedeciéramos á las le
yes físicas de nuestra naturaleza, nuestros cuerpos po
drían ser tan compactos y resistentes, que sobrevivirían
á diez cuerpos de hierro fundido; ó al contrario, me-
mediante una dirección ignorante ó viciosa, pueden lle
gar á ser tan endebles y raquíticos, que un cuerpo de
vidrio hecho por un fabricante de botellas, sobreviviría
á diez de ellos. No tenemos una creencia práctica de
que bajo un juicioso sistema de cultura intelectual, puede
dársele á esta un desenvolvimiento mas brillente,—cada
vez mas brillante, como el sol naciente,—hasta que der
ramando su luz sobre los oscuros problemas de la hu
manidad, ponga en fuga la ignorancia y la superstición;
•— no creemos esto, como creemos que el trigo crecerá ó
que una piedra lanzada á lo alto caerá;—y todavía estos
últimos hechos no se armonizan mas que aquellos con
las benignas leyes de la naturaleza; no manifestamos
ninguna fe viva é impulsiva hacia aquella declaración de
la Escritura: "Dirijid al niño por el camino que debe
seguir, y cuando sea hombre no se apartará de él." La
Escritura no dice Q¿¿& probablemente no se apartará de
él; ó que en nueve casos entre diez, no se apartará de
él; sino que dice positiva y absolutamente, que no
QUERRÁ apartarse del camino; esta declaración está ba
sada filosóficamente en la verdad de que Dios ha hecho
una provisión suficiente para el bienestar moral de todas
sus criaturas, y que, cuando no llegamos á ese estado,
es por causa de nuestra propia ignorancia ó abandono.
Es tan cierto que un buque bien construido flotará en
el Occeano en vez de hundirse en el fondo, como lo es
que las afecciones espiritualmente cultivadas, harán flo
tar á su poseedor sobre las bajas incitaciones de la sen
sualidad, de la avaricia, de la profanación, de la intempe
rancia y de la irreverencia hacia las cosas sagradas.
Pero yo repito, que como pueblo, no tenemos fe viva
en estas sublimes é indiscutibles verdades;—ninguna fe
que haga pensar á la mente y á la mano trabajar; —nin
guna fe que induzca á aquellos esfuerzos y sacrificios
que los hombres hacen para adquirir fortuna ú obtener
honores. Si comprendiéramos en toda su magnitud y
esplendor las recompensas del honor y de la gloria mun
dana, y de una inmortalidad bienaventurada, que una
educación apropiada de todas las partes de esa natura
leza puede procurar á nuestros hijos, entonces tendría
mos hambre y sed de los conocimientos necesarios; ha
ríamos todos los esfuerzos y sacrificios para adquirir los
medios conducentes para obtener un premio tan grande.
y habríamos de subordinar todos los demás deseos á
este gran desiderátum. Se levantaría con nosotros por
la mañana; nos acompañaría durante el dia, se retiraría
con nosotros al nocturno reposo del lecho, y mezclaría
sus aspiraciones no solamente con nuestras plegarias,
sino también con nuestros sueños.
I todavía mas, como pueblo, justificamos nuestro es
cepticismo sobre el poder de la educación; virtualmente
lo acusamos de impotencia; decimos que-, de dos niños
educados en la misma familia, precisamente de la mis
ma manera y bajo las mismas influencias, uno será casi
un santo, y el otro un pecador completo ; mientras la
verdad es, que el temperamento natural y las inclina
ciones de niños pertenecientes á la misma familia, son
á menudo tan diferentes entre sí, que precisamente el
hecho de ser educados de la misma manera y bajo las
mismas influencias, y de consiguiente, sin el discerni
miento necesario, es suficiente causa que esplica la ra
zón de que uno de ellos sea casi un santo, y el otro el
jefe de los pecadores.
Apelamos también á la historia del pasado y declara
mos que entre las mas esclarecidas naciones de la tierra,
la educación ha hecho poco ó nada para producir una
condición de bienestar individuul y social, que sea á la
vez universal y permanente;—y ahora, en esta infancia
del mundo, prescribimos temerariamente límites á lo
que puede hacerse por lo que se ha hecho, —lo que val
dría decir de una criatura, que por no haber caminado ni
hablado, jamás caminará ni hablará.
Mi propósito y esperanza en la presente ocasión, son
vindicar la causa de la educación de esta imbecilidad; y
demostrar que ha prosperado menos que otras causas,
por la única y simple, pero suficiente razón, de que ha
sido fomentada menos que todas las otras, —no solamen
te en tiempos pasados, y en otros países, sino en nuestro
tiempo y nuestra patria, es decir, siempre y en iodos
partes.
Yo afirmo que, en general, la corriente principal de
los deseos y enerjia de la sociedad,—la literatura, las
leyes, la riqueza, el talento, las instituciones que tienden
á formar el carácter del hombre,—se han desviado por
otros cauces, dejando estéril solamente este poder fecun
dante de la educación. Los filósofos, los moralistas ó sa
bios que han iluminado al mundo sobre otros asuntos
con el esplendor de su jénio, han derramado muí raras
veces débiles rayos de luz sobre este. De toda la litera
tura de los antiguos que ha llegado hasta nosotros, sola
mente una mui pobre é insignificante parte se refiere
en cierto modo á la educación. Examinad á Hornero y
á Virjilio entre los poetas; á Herodoto á Josefo y á Ti
to Livio entre los historiadores; ó á Plutarco éntrelos
biógrafos; y jamás se habría de inferir que según su fi
losofía, la masa común de niños no llegaban á la edad
adulta nobles ú odiosos, por esfuerzos propios como el
cedro del Líbano ó el espino del desierto.
El hecho mas jeneral é importante que se nos pre
senta al estudiar el asunto, es que, hace menos de dos
siglos de la era presente, ningún sistema de escuelas
llores para todo un pueblo era mantenido en ninguna
parte sobre la faz de la tierra; y enionces, solamente en
una de las colonias de este país,— la débil é insignifi
cante colonia de Massachusetts, que en ese tiempo te
nia solamente unos cuantos miles de habitantes.
Entre varias de las mas poderosas naciones de la an
tigüedad, donde existían leyes relativas á la educación,
no había Escuelas Públicas. Roma, que por tanto tiem
po se enseñoreó sobre los destinos del mundo, y que por
último tuvo un fin tan ignominioso, no tenía Escuelas
Públicas. Sus escuelas eran lo que nosotros llamamos
Privadas, —fundadas por especulación y por una perso
na cualquiera, por mas inepta ó irresponsable que
fuera.
Entre los judíos parece no haber vestijios de que hu
biera escuelas, aun para varones. Se supone que ni
aun se les enseñaba la aritmética, y tan universalmente
descuidada era la educación de las mujeres, que ni aun
las hijas de los sacerdotes sabian leer ni escribir. A
las niñas, sin embargo, se les enseñaba la música y la
danza.
La parte de la educación á que prestaban mas aten
ción todos los pueblos antiguos, era aquella que tendía
á fortalecer y vigorizar el cuerpo. Aun esto, sin embar
go, apenas merecía llamarse educación física, por que
se daba sin las ideas competentes de la anatomía y fisio-
lojia. Como la guerra era el gran objeto que las nacio
nes se proponían, la educación de los varones se daba
con el fin de hacerlos soldados. En los tiempos moder
nos hemos caido en el otro estremo, —educamos la men
te, ó mas bien algunas faces de la mente, descuidando
casi totalmente el cuerpo. Un ejemplo notable de lo
que hemos dicho, es que los lugares adoptados para los
ejercicios físicos, se llamaban Gimnasios; mientras los
alemanes que sobresalen en el cultivo de la literatura
clásica, llaman con el mismo nombre aquellas escuelas
donde se cultiva la mente, descuidando casi totalmente
el cuerpo. IS[p puede haber educación alguna verdade
ra sin la unión de ambas.
El programa de la educación era, pues, muy deficien
te en todas las naciones antiguas. Su enciclopedia de
conocimientos, comparada con la nuestra, no hubiera
alcanzado á llenar uno de nuestros libros elementales.
— 8 —

Las siete artes liberales enseñadas en las renombradas


escuelas de Alejandría en el tiempo de nuestro Salva
dor, eran la Gramática, la Retórica, la Dialéctica, la
Aritmética, la Jeometria, la Astronomía, la Música, que
constituían por completo el conocimiento de las cien
cias. Como la elocuencia conferia una celebridad sola
mente inferior al éxito en las armas, era mas asiduamen
te cultivada que ninguno de los demás estudios. Pero
la Retórica solamente da poder sobre los hombres,
mientras la Filosofía Natural lo da sobre la naturaleza.
Bajo ningún respecto es mas notable el contraste ó dis-
pariedad entre los tiempos antiguos y los modernos,
que la ignorancia en aquellos de las ciencias naturales,
y nuestros progresos en estas ciencias.
Seria injusticia pasar en silencio unos cuantos educa
dores ilustres entre los antiguos, que existían, no de
acuerdo con el espíritu del siglo en que ellos vivian, si
no á despecho de él. Uno de los primeros y probable
mente el mas notable de esos varones, fue Pitágoras,
griego, nacido por los años 500 á 600 antes de Jesu-
Cristo. El abrió una escuela en la parte meridional de
Italia, comprobó el poder de la educación por los resul
tados de sus trabajos. Mediante sus lecciones, sus discí
pulos llegaron á ser hombres del carácter mas noble y
ejemplar, y quienes saliendo de su escuela, se esparcie
ron por las ciudades de Magna Grecia, efectuando las
mas benéficas revoluciones en las relaciones sociales de
la vida y en las instituciones públicas de la sociedad.
La Música era para él un medio prominente de cultura.
Cada día empezaba y concluía con cantos, acompañado
de la lira ó de algún otro instrumento. Como estimulan
tes ó antídotos para determinadas pasiones ó emocio
nes, se preparaban cánticos especiales con su música jr
versos correspondientes, vivos ó plañideros, relijiosos ó
alegres.
Después de Pitágoras, vinieron Sócrates, Platón y
Aristóteles entre los griegos, y Quintiliano entre los ro
manos,—grandes hombres, en verdad, pero sin el sufi
cíente número de grandes hombres á su alrededor para
correjir sus errores; y por eso es cuestionable si la au
toridad de sus nombres ha servido para propagar en los
siglos posteriores mas errores que verdades. Esto es sin
duda alguna verdadero, tratándose de Aristóteles, si no
lo es también de algunos de los demás.
Poco hizo ninguna de las naciones antiguas por hon
rar ó recompensar aun á los mejores de sus maestros.
Sabemos que Sócrates fue condenado á muerte por sus
buenas cualidades; y según algunas versiones históri
cas, Pitágoras sucumbió en un motin público, á que dio
oríjen una facción hostil á sus doctrinas. Julio César
fue el primero que obtuvo para los literatos griegos una
honorable acojida en Roma, concediéndoles el derecho
de ciudadanía (i). Augusto estimuló á los hombres de
letras, haciéndoles honrosas distinciones y recompen
sas y eximiendo á los maestros de ciertos servicios pú
blicos; pero en una época, 170 años antes de Jusucristo,
los filósofos y retóricos griegos fueron espulsados de
Roma por un decreto de los censores.
Se supone que Quintiliano, uno de los mas eminen
tes y afortunados maestros, fue el primero y talvez el
único entre los antiguos, quien abandonó y condenó el
castigo corporal en la escuela; pero su autoridad parece
haberse hallado por muchos siglos entre las artes per
didas. Él enseñaba en la última mitad del primer siglo
de la era cristiana.
Desparramado acá y acullá, —pero con vastos inter
valos,—entre la literatura griega y romana, de vez en
cuando se divisan rastros de esta cuestión multiforme;
como por ejemplo, Polivio habla de la influencia de la
música en el refinamiento del carácter de los Arcadios,
ó cuando Horacio dice que el cultivo de las bellas ar
tes impide que los hombres dejeneren en brutos;—pero

(1) Tal vez no es jeneralmente sabido que Julio César escri


bió una Gramática latina.
— 10 —

considerando la vasta estension,—siglos de tiempo y mi


llones de intelijencias, — sobre la cual se derramaron es
tos pocos rayos de luz, ¿qué derecho tenemos nosotros
para decir que el poder y la beneficencia de la educación
tuvo alguna oportunidad para dar á conocer sus virtudes
que transforman y redimen?
Se nos ocurre en este momento hacer solamente una
observación respecto del limitado número de aquellos
que gozaban de las ventajas de la educación entre los
antiguos. He interpretado en otra parte esa hermosa,
lei de la divina economía, por la cual el adelanto de la
sociedad á nuestro alrededor, se hace indispensable pa
ra nuestra propia seguridad, — porque ninguna persona
que vive en medio de una comunidad viciosa, puede
estar segura de que todas las benéficas influencias que
comunique á sus propios hijos, no serán neutralizadas
y anuladas por influencias contrarías ejercidas por otros
sobre ellos. Los hijos de Temístocles, Arístides, Pén
eles, Tucídides, y aun del mismo Sócrates, fueron con
taminados por la corrupción de su época, frustrando de
esta manera las esperanzas de sus padres. El padre que
desea educar bien á sus hijos, pero que rehusa hacer
todo cuanto pueda para perfeccionar las instituciones
comunes de la educación á su alrededor, debiera dester
rarse voluntariamente con su familia, — Debiera refu-
jiarse en alguna isla perdida en el Océano, en alguna
"Juan Fernandez," donde ningún contajio de vicios
ajenos pueda invadir su soledad y defraudar sus cui
dados.
Poco después del principio de la era cristiana, toda
idea de una educación popular, y casi todas las nociones
correctas respecto de la educación en sí misma, sr estin-
guieron en el espíritu del hombre. Un período^enebro-
so y terrible sucedió, prolongándose por mil años,—la
sesta parte de la pasada edad de la raza humana ! Acer
cándonos á este período del lado de la antigüedad, ó
retrocediendo para contemplarlo desde nuestro propio
siglo, venimos, por decirlo así, á las orillas de algún
— 11 —
Golfo de la Desesperación (i). Asomándonos desde la
orilla de este abismo implacable, contemplemos un es
pectáculo que se asemeja mas bien á las delirantes or-
jías de los demonios, que á las acciones humanas. La
opresión usurpaba el trono civil. La persecusion se
anidaba en los sagrarios de los altares. Los gobernan
tes exijian la absoluta sumisión del cuerpo y del alma,
lanzando al mundo ministros del fuego para destruir lo
que no podían esclavizar. La inocencia se encontraba
en los lugares del crimen y sufría todas sus penalida
des. Hasta el remordimiento parecía haberse estinguí-
do en las almas de los hombres. Cuanto mas elevados
estaban los salones de los alcázares reales, tanto mas
profundos se escavaban los calabozos de las víctimas,
donde no se asomaba jamás la esperanza. Al lado de
la magnífica Catedral se levantaban los patíbulos de la
Inquisición; y todo el que no entraba en aquella y no
humillara su alma en homenaje á los hombres, era con
denado por esta á la tortura ó al fuego. Todo lo que^el
poder, la riqueza, las artes, la civilización de que el an
tiguo mundo estaba dotado, —hasta el mismo cristianis
mo recien nacido y divino,—fueron convertidos en ins
trumento de la esclavitud física y de la degradación espi
ritual. Estos siglos han sido falsamente intitulados la
Edad Oscura; no eran oscuros; sus llamas iluminan mas
claramente que las de ninguno de los otros siglos del
mundo; pero ay! esas llamas son las del infierno!
¿Qué podía hacer la educación en semejantes tiem
pos? Nada! nada! Su voz estaba sofocada; su respira
ción suspendida. Debía esperar el renacimiento de las
letras, el arte de imprimir, y otras grandes revoluciones
en el mundo, antes de tener la esperanza de hacerse es
cuchar entre los hombres.

(1) Véanse las obras de Bunyan y del Dante.


Lo» Traductores.
— 12 —

En la edad augusta de la literatura inglesa,—en los


tiempos de Johnson, Goldsmith, Swift, Pope, Addisonr
—en todas las hermosas obras de estos grandes hombres,
casi nada se dice sobre la cuestión de la educación. En
ninguna parte se encuentra una sola espresion que de
muestre que ellos, ó alguno de ellos, tuviese una idea
cabal de sus diferentes faces, ni de los varios y distintos
procedimientos por los cuales se lleva adelante la obra
de cada uno. El Dr. Johnson tiene algunos cuantos
párrafos esparcidos acá y allá en sus voluminosos escri
tos; pero el pasaje mas elaborado que él jamás preparó
sobre este asunto, fue un argumento forense para Bos-
well, defendiendo la brutal aplicación del castigo cor-
poraltan común en aquellos dias. Para mostrar la opi
nión de este grande hombre respecto de la conveniencia
de dar educación á las clases pobres y trabajadoras,,
permitidme que cite un párrafo de su "Revista del Li
bre Examen."
"No sé si no existen muchas condiciones de vida en
que todo saber que sea menos que la mayor sabiduría,
produzca el descontento y el peligro. Creo que se des
conocerá á veces que el poco saber es una cosa peligro
sa para un hombre."
"Aunque debiera concederse que aquellos que nacen
á la pobreza y á las penalidades, no debieran ser pri
vados; por una educación imperfecta, de¿ narcótico de la
ignorancia, sin embargo, etc."
Una de estas espresiones del Dr. Johnson parece ha
ber sido tomada de la célebre copla de Pope.
"El saber á medias es cosa peligrosa; bebed en abun
dancia de la fuente de las Piéridas, ó no probéis de ella
ni una sola gota. Pequeños tragos nos producen mareo
y embriaguez, pero bebiendo mas copiosamente, nos
hacemos tanto mas sabios."
Seria digno de saberse qué estension de conocimien
tos constituiría la abundante bebida en el sentido de este
crítico; ó al contemplar la inmensidad de las obras de
Dios, si no seria "cosa peligrosa" todo lo que el mismo
— 13 —

Pope sabia, aunque fuese multiplicado por cien. La doc


trina de este pasaje es falsa á los ojos de la razón, como
lo es la comparación misma, según el credo de un discí
pulo de la sociedad de la temperancia !
En Pope se encuentra otro pasaje frecuentemente ci
tado, en cuyo último renglón, á saber:—
"Como se dobla el vastago, se inclina el árbol,"—él
usa la palabra vastago en un sentido falso, porque pro
piamente hablando, significa la estremidad de una rama,
y no el tallo ó estirpe que desarrollándose, se convierte
mas tarde en árbol. Probablemente él incurrió en este
error por la fuerza de las asociaciones, porque los vas
tagos ó estremidades de ramas ejecutaban una parte tan
importante en la obra de la educación en su tiempo,
que habían llegado á ser para él el tipo y el símbolo
de todo el procedimiento. A lo sumo, Pope no hace
mas que simbolizar la verdad jeneral; en ninguna parte
se propone decirnos cuáles son los modos ó procedi
mientos de cultivo que estimularán sus tendencias aspi
rantes ó lo inclinarán á la tierra;—nunca pretende ense
ñarnos cómo los pequeños jérmenes, en el momento en
que salen de la semilla, ó cómo el tierno brote que ape
nas abre la tierra, puede, por el cultivo, convertirse en un
majestuoso árbol, llevando en su cima una copa silves
tre de ramas, que teniendo miembros y tronco tan ma-
cisos y resistentes puede burlarse de la tormenta y so
brevivir al rayo.
En un número del "Espectador," Addison compara
las cualidades de los diferentes caracteres, á las diferen
tes especies de flores en un jardín; pero el artículo es
corto y su objeto mas humorístico que instructivo.
Shakspeare nos da una lijera idea de los aspectos re
pugnantes de los medios de la educación en su tiempo,
cuando describe al niño como yendo "de mala gana ala
escuela, arrastrándose como un caracol."
Shenstone se entretiene con las penalidades, priva
ciones y maneras encojidas de una maestra de escuela.
—u —
Goldsmith, refiriéndose á un maestro de escuela, lo
describe como un bruto, arbitrario, tiránico, iracundo.
Cowper, en sus calorosos llamamientos pronunciados
á favor de los profesores privados de hijos de caballeros-
nos da la siguiente idea de las afrentas á que en su tiem,
po estaban jeneralmente sujetos:
"No le condenéis, pues, á comer solo, recordad que
posee una alma y sentimientos; —su carrera no es baja,
sus talentos no son desconocidos, él considera una triste
y dura suerte la vida aislada y sólita? ia. Y si le admi
tís á sentarse en vuestra mesa, no le toméis como el blan
co de vuestras injeniosas sátiras; no le ofendáis con bur
las que él desdeña, porque su modestia le impide re
plicar; mucho menos le hierais con palabras descome
didas, ni frunsais el ceño si él no desaparece antes de
levantar el mantel."
Sir Walter Scott, reúne en un solo individuo todo el
desaliño personal, la grosería de maneras y el desaseo
del vestido, y haciéndolo repelente por su superstición
y pedantería, llama al pedagogo Domine Sansón. Aun
en sus momentos de seriedad, cuando espresa sus pro
pios pensamientos, mas bien que sintetizar la idea co
mún de la época, dice, hablando del Dr. Adam, el eru
dito autor de las Antigüedades romanas : "que él esta
ba profundamente empapado en la afortunada vanidad,
que solo pudo inducir á un hombre que tiene brazos pa
ra limpiar y desmontar un terreno inculto, á cultivar la
intelijencia de la juventud."
En algunos admirables ensayos literarios escritos úl
timamente en Inglaterra, mediante el ofrecimiento de
vm premio, sobre la cuestión de la educación, la condi
ción del maestro de escuela es representada, en una es
cala inferior á la de los sirvientes en todo el reino de
la Gran Bretaña.
Es verdad que Milton escribió un corto tratado so
bre la educación, cuya lectura es agradable, pero ente
ramente vacío de instrucción práctica; y sería imperdo
nable dejar de mencionar ese admirable tratado de Loe
— lí —
ke, intitulado "Pensamientos sobre la Educación;" pero
mientras su sistema de metafísica, que es la mas pobre
de todas sus obras, ha sido adoptado como texto en las
Universidades, tanto de Inglaterra como de América;
este escelente tratado, que es infinitamente superior á
todo lo que se había escrito hasta entonces, ha sido ca
si totalmente descuidado y relegado al olvido.
Considerad también, amigps mios, otro hecho jeneral,
pero decisivo, que demuestra cuan insignificante era la
estimación en que se tenia este importantísimo asunto.
El espíritu humano está constituido de tal manera, que no
puede abrazar ninguna gran idea, sin que todas las fa
cultades se empeñen luego en engrandecerla, adornarla
y dignificarla. Que un principio ó sentimiento cualquie
ra sea elevado por la voz pública,— ya sea justa ó injus
tamente, — á un grado de eminencia ó grandeza á la vis
ta de los hombres, y desde luego se personifica y se
consagra' por decirlo así. Las artes van como en pere
grinación para reverenciarla. La música la celebra en
los himnos nacionales. La escultura la personifica en
sustancias perdurables, y la reviste de formas palpitan
tes. La pintura se apodera de cada rayo de inspiración
que refleja su mirada, lo transforma en su lienzo y lo fija
por siglos en májicos colores. La arquitectura edifica
templos en su honor y altares para su culto. La relijion
la santifica. En fin, todo lo que se considera elevado ó
santo en el transcurso de los tiempos, todos los senti
mientos del gusto, de la belleza, de la imaginación, de la
reverencia perteneciente á esa edad, lo ennoblece con
un sacerdocio, se deifica en vida á sus fundadores ó lejis-
ladores, y se honra con el homenaje y el apoteosis des
pués de su muerte. Semejantes pruebas de veneración
y de amor distinguían el culto del verdadero Dios entre
los Judíos, y el de los falsos dioses entre los paganos.
Una devoción semejante se consagraba al sentimien
to de la belleza entre los Atenienses; al Dios Marte de
férreo corazón entre los romanos; al Amor y á la com-
portacion caballerezca en la Edad Media.
— 16 —

Sin una palabra siquiera del historiador, estudiando


solamente los monumentos de un pueblo, é investigan
do las espresiones figuradas que se encuentran en su
literatura y en sus leyes, uno podría ver reflejada como
en un espejo la escala moral por la que apreciaban la
idea de lo bueno y de lo grande. Aunque la historia no
recordase un solo renglón en testimonio del hecho, to
davía, ¿quién, mil años después, pudiera dejar de leer
en sus símbolos, en susjocuciones populares, y en los
términos técnicos de sus leyes, las tendencias avaras y
famélicas de dinero de todas las naciones comerciales
durante el pasado y el presente siglo? La palabra "So
berano," como lo sabemos, significa un potentado inves
tido con la dignidad y autoridad legales; y quiere decir
subditos que están obligados á honrarle y obedecerle.
Por eso es que en la Gran Bretaña, una moneda de oro
de 20 chelines, se llama "Sobera.no;" y dichoso el polí
tico soberano que goza de semejante plenitud de poder
y majestad, y que tiene tantos y tan leales subditos, co
mo este virey de la soberanía. Una antigua moneda in
glesa se llamaba "Anjel." Valia solamente ro chelines,
y sin embargo, llevaba el nombre de un mensajero del
cielo. En las Escrituras y en la ley política, una corona.
es el emblema y la personificación del poder y la majes
tad, de la gloria y de la beatitud. El sinónimo de todo
esto es un pedazo de plata que vale 5 chelines. Como el
rey tiene su representación en un Soberano, así un Du
que tiene su representación en un Ducado,—correspon
diendo el inferior valor de este, á la inferior dignidad de
su arquetipo.
Como Napoleón era considerado el mas poderoso de
los príncipes que la Francia jamas conoció, así por mu
chos años, su moneda mas valiosa se llamaba Napoleón;
aunque en la casa de moneda de Francia acuñan dobles
Napoleones. Dios quiera que el mundo nunca vea dos
' Napoleones de carne y sangre! Nuestros antepasados
se esponian á toda privación mundana por amor á la li
bertad,—y cuando habían sufrido penalidades y sacrifi
— 17 —

cios por ocho largos años,—y por último habían alcan


zado las bendiciones de la independencia,— mostraron
su veneración por el Jénio de la Libertad, colocando su
imájen y su inscripción,— en un centavo!
Aquí también en nuestros dias, están contaminados
con la codicia epítetos especialmente sagrados. Mam
món no se satisface con el culto íntimo de sus devotos;
ha robado el lenguaje mismo de la Biblia y de la Litur-
jia, y las palabras Cardenales del Santuario, han llegado
á ser los términos mercantiles de banqueros, corredores
y abogados. La palabra "bueno" cuando se referia al
carácter, era orijinalmente sinónimo de benévolo, virtuo
so, piadoso, devoto; hoy día, en el lenguaje universal
del comercio y del crédito, un hombre se llama técnica
mente bueno, cuando satisface sus pagarés á su venci
miento; y así este epíteto casi divino, es transferido de
aquellos que depositan sus tesoros en el cielo, á aquellos
que los amontonan en la tierra. Los tres dias de plazo
que la ley concede para el pago de una letra de cambio,
después del vencimiento del término estipulado, se lla
ma término de gracia, en imitación irreverente de la
misericordia divina. Cuando se verifica la estincion de
un contrato, al cumplimiento del cual está afectado un
bien raiz, se dice en el tecnicismo de la ley, que este ha
sido redimido. El documento por el cual la propiedad
de un difunto es legada á sus sucesores, se llama testa
mento; y si las alegres noticias del nuevo testamento fue
sen buscadas con tanta ansiedad como lo es el conteni
do de las últimas disposiciones del testamento de un ri
co, no habría ya necesidad de las sociedades bíblicas.
En efecto, cuando se abre algunos de nuestros libros de
derecho, y se ojea los títulos arriba de las pajinas, ó las
apostillas del márjen, y cuando se observa la repetición
de palabras, como "pacto rescindido" "gracia" "reden
ción" "testamento," y otras semejantes, uno podría muy
naturalmente incurrir en el error de suponer á tal libro,
obra de Teolojia, en vez de ser un tratado sobre bienes
raices, ó un Código cíe Comercio.
'— 18 —
Reúno, amigos míos, unos cuantos de estos hechos
cstraordinarios, para demostrar la irresistible tendencia
del espíritu humano á dignificar, honrar, elevar, engran
decer y aun santificar, todo lo que verdaderamente res
peta y aprecia. Pero la educación,—ese sinónimo de la
dicha ó de la miseria humana; esa preparación para la
tierra, para el cielo ó para el infieno, — ¿dónde se encuen
tran los testimonios conscientes ó inconscientes de su
valor? ¿Qué epítetos honrosos y laudatorios, qué títulos
de encomio ó de dignidad han sido concedidos á sus
profesores? ¿Qué títulos sino los de "pedagogo," (que
entre los romanos de quien lo derivamos, significaba es
clavo) "pedante" y caballero de la varita y de la pal
meta" ¿qué única ó sincera ofrenda ha recibido de la
mano ó de la voz del Jénio? — Recorred las largas gale
rías del arte, y no descubriréis tributo alguno á su va
lor. Escuchad á todos los grandes maestros de música,
y no oiréis ningunas soberbias notas ó coros en su loor.
Leed atentamente todos los volúmenes de cuantos poe
tas hubo, y raras veces encontrareis una respetuosa men
ción de sus méritos, ni siquiera un reconocimiento de su
existencia. En la poesía sagrada y relijiosa, con la que
tan íntimamente se unen y armonizan sus mas elevados
atributos, no ha encontrado lugar. En prueba de este
hecho estraordinario, permitidme que os diga, que en
el curso de los cinco años próximo pasados, he sido in
vitado á dar conferencias sobre educación en las iglesias
de todas las principales denominaciones relijiosas de la
Nueva Inglaterra; y tal vez en la mayoría de los casos,
la conferencia ha sido precedida ó seguida por los ejer-
cios sagrados del canto y del reso. En estas ocasiones,
todos los libros de cánticos probablemente, pertenecien
tes á cada una de las sectas relijiosas entre nosotros,
han sido examinados cuidadosamente á fin de encon
trar palabras propias y adecuadas para espresar el tema
sagrado de la educación. Pero, en todo caso, el examen
se ha hecho siempre en vano. Pienso que no arriesgo
nada diciendo que no hay un solo salmo é himno en
— 19 —

ningún libro relijioso de salmos y de himnos, usados en


nuestras iglesias, que presente el menor bosquejo de es
te gran asunto, en sus aspectos moral, social y relijioso,
ó en su influencia sobre la felicidad futura del jénero hu
mano. En las ocasiones á que me refiero, el sacerdote
que oficiaba, ha recorrido varias veces el libro y el ín
dice para elejir algún tema análogo al asunto de que nos
ocupábamos; en seguida me ha pasado á mí el libro, pe
ro no he sido mas feliz que él,— estando el auditorio es
perando todo este tiempo, y admirándose de la demo
ra,—y por último, como el único recurso que nos que
daba, estábamos obligados á elejir algún himno que tu
viera la palabra "niño" ó "joven," y hacerlo servir á nues
tro propósito. •
En oposición á este hecho, pensad en la colección
completa de canciones bacanales ó de música marcial; —
estas formarían bibliotecas;—pero la Musa de la educa
ción está todavía por nacer.
Sobre todos los demás temas se han escrito histo
rias. Se han compilado los hechos pertenecientes á su
oríjen y á su progreso; sus principios han sido dilucida
dos; y han sido detallados sus métodos y procedimien
tos. Aun en el tiempo de Catón existia la historia de
la agricultura. .En los tiempos modernos tenemos la his
toria de los gusanos de seda, la del algodón, la del arroz
y del tabaco, y la de las artes mecánicas; pero en el idio
ma inglés no tenemos historia alguna de la educación.
A la verdad, aun hoy dia apenas puede decirse que te
nemos algún tratado que demuestre cuales son las ho
ras propicias para, inocular en los jóvenes los sentimien
tos de la virtud; ni cuales son los procedimientos de cui
dado y de cultivo, ni cual el descuido, mediante los cua
les las crisálidas del espíritu humano se transforman en
ánjeles ó en demonios.
Y en tanto que nada se ha escrito ó enseñado por los
guias y directores del jénero humano ¿qué han hecho por
su parte los lejisladores de la raza y los fundadores de
sus instituciones sociales y políticas? Hasta aquí, no ha
— 20 —
existido sino muy poca libertad de pensamiento y de
acción entre los hombres. Las leyes y las instituciones
han sido moldes en que se ha fundido el espíritu de los
hombres,—con una precisión casi mecánica. La acción
recíproca entre las instituciones de la sociedad, por una
parte, y las jeneraciones sucesivas de los hombres por
otra, ha sido la siguiente: las jeneraciones de los hom
bres han nacido para amoldarse á instituciones ya pre
paradas y consolidadas. Durante sus años de menor
edad, las instituciones han formado su carácter; y cuan
do han llegado á la edad adulta, han sostenido las ins
tituciones á las cuales habían sido adaptados, y á su
turno las han legado á la posteridad. Algunas veces,
en verdad, se ha levantado un espíritu poderoso, dema
siado grande para ser contenido en el molde de las ins
tituciones existentes, ó demasiado inmalcables é infusi
bles para que tomen su forma á fuerza de martillo 6
por via de fundición. Entonces surjia una lucha á
muerte. Si las instituciones prevalecían contra el indi
viduo, era aplastado y aniquilado. Si el individuo triun
faba en tan desigual combate hacia pedazos el molde de
las instituciones, preparaba otro á su propia semejanza,
y lo dejaba tras él para formar los caracteres de las je
neraciones venideras. Hombres como estos, fueron
Aristóteles, respecto de la metafísica; Alfredo el grande
respecto del derecho; Bacon respecto de la filosofía; Lu-
tero y Calvino respecto de la fe religiosa.
Tanto en Europa como en este país, las instituciones
científicas han sido fundadas, y hombres ilustres han
derramado por jeneraciones sucesivas la luz concentra
da de sus brillantes inteligencias sobre otros departa
mentos de la ciencia y del arte,—sobre los idiomas, so
bre la astronomía, la luz, el calor, la electricidad, el flu
jo y reflujo de los mares, los meteoros y otras innume
rables cosas. Tal fue la Academia Real de las ciencias
en Paris, fundada en 1660; la Sociedad Real de Ingla
terra, fundada en 1663; y la Academia Americana de
las artes y ciencias, fundada en 1 780;—y cuan inmensos
— 21 —

volúmenes de Memorias, Ensayos críticos y transaccio- '


nes, han publicado estas instituciones! Pero cuándo Ó
dónde se han reunido en consejo los sabios de una na
ción con el fin de investigar los principios y discutir los
modos por los cuales aquella mas difícil y delicada de
las obras humanas,—la educación del alma del hombre,
—debiera ser guiada? Sin embargo, ¿qué hay en la fi
losofía ó en los principios de la Gramática universal;
qué hay en el flujo y reflujo del Océano, en la produc
ción de los meteoros ó en Tos movimientos del sistema
planetario;—qué hay, en fin, en los elementos corpora
les é inertes de la tierra debajo de nuestros pies, en los
del firmamento, sobre nuestra cabeza, que se pueda
comparar por su importancia con aquellas leyes del cre
cimiento, y con ese sistema de educación, por los cuales
el destino de espíritus mortales é inmortales está pro-*
nosticado si no predestinado?
La misma cosa puede decirse de aquellas antiguas y
célebres instituciones literarias que han sido sostenidas
y fundadas por las primeras naciones de la cristiandad,
—la Sorbona en Francia; las Universidades de Oxford,
de Cambridge y de Edimburgo en la Gran Bretaña; y
las universidades y colejios de este país,—el gran obje
to de estas instituciones no ha sido educar la masa je-
neral y común de intelijencias, sino preparar á los hom
bres para las tres carreras liberales, (como son llamadas)
la Medicina, la Jurisprudencia y la Teolojia. Con este
propósito relativamente estrecho y especial, se han he
cho cuantiosas y enormes dotaciones lejislativas, y es
pléndidas donaciones privadas, y los mas elevados ta
lentos han sido elejidos de entre la comunidad para la
dirección y el profesorado de estas instituciones.
Las tres carreras liberales, representan, es verdad,
los tres grandes departamentos de los intereses huma
nos;—la Medicina, representando la parte corporal, me
diante cuya condición solamente puede manifestarse el
espíritu; la Jurisprudencia, destinada á mantener el
equilibrio de los derechos sociales y á satisfacer los
— 22 —

agravios respecto de la propiedad, de la persona y de


la honra; y la Teolojia, para guiarnos y aconsejarnos
respecto de los intereses morales y relijiosos en el tiem
po y en la eternidad. Pero todo el saber de todas las
carreras, nunca puede ser un sustituto adecuado de la.
ciencia común, ó un remedio de la ingnorancia común.
Estas carreras son necesarias para nuestra ilustración
jeneral, para nuestra dirección en casos difíciles, y para
nuestro consejo en todos los momentos; pero nunca de
bieran pretender reemplazar,—nunca pueden hacerlo,—
á nuestro propio cuidado individual, á nuestra previ
sión, juicio y responsabilidad. Sin embargo, cuan poco
respetada en esta verdad ! Cuan imperfectamente obra
mos con arreglo á sus exijencias !
En cuanto á la profesión médica, enviamos en este
afio, en este dia, y todos los dias, jóvenes al colejio, y
de este á la facultad de Medicina, á fin de que puedan
adquirir algún conocimiento de las enfermedades huma
nas y sus remedios; pero al mismo tiempo, descuidamos
de educar y preparar á nuestros hijos con arreglo á las
pocas y sencillas leyes de que depende la salud, y en
las cuales, todo niño podría ser fácilmente instruido;—
la consecuencia de esto es que estamos sembrando en
este año, en este dia y todos los dias, en la constitución
de nuestros hijos, las semillas de innumerables enferme
dades; de suerte que estas estarán preparadas para los
médicos, tan pronto como estos estarán preparados pa
ra las enfermedades. En verdad, antes que el médico
se caree con la enfermedad, ó mientras la está estudian
do, cuan á menudo se introduce la muerte y arrebata al
paciente !
A cuan enorme costo, tanto de tiempo, como de di
nero, se hace el aprendizaje de la carrera legal y el sos
tenimiento de la Administración de Justicia de un país.
Uno pasa dos, tres ó media docena de años, prepa
rándose para entrar en el colejio, cuatro años en este y
dos ó tres en la Facultad de Derecho, ó en otra parte,
á fin de obtener títulos para abogar en los tribunales;
— 23 —

luego viene el sostenimiento de la Administración de


Justicia; los sueldos de los Jueces y de los empleados
fiscales; el costo de los grandes jurados y testigos; la
suma de costas y honorarios de abogados; las enormes
sumas invertidas en prisiones, cárceles y casas de cor
rección;—y todo este enorme espendio, con el fin de di
rimir contiendas, rectificar errores y castigar ofensas,
nueve décimas partes de las cuales pudieran haber sido
evitadas por cierto grado de instrucción común, fácil
mente comunicada, y de honradez común, á la que se
puede encaminar á todos los niños, tal vez sin escep-
cion alguna.
Cuando la ley de las enfermedades hereditarias haya
sido estudiada con tanta profundidad como la que re
gula la trasmisión hereditaria de la propiedad, entonces
podemos esperar alguna mejora en la salud, en la ro
bustez y en la belleza de la raza. Comparad todos los
libros escritos sobre la trasmisión de las cualidades físi
cas y morales, de padres á hijos, con los libros de dere
cho y tratados sobre la trasmisión de las propiedades.
¿Cuándo creará la corriente de la opinión pública, ó el
estímulo de las recompensas profesionales, el deseo de
comprender las ordenanzas y leyes inmutables de la na
turaleza, sobre esta clase de asuntos, tan fuerte como el
que hoy dia arrastra á un estudiante de derecho á leer
desde el principio hasta el fin á Fearne, sobre sustitu
ciones continjentes (contingent Remainders)? —libro
que requiere tanta habilidad para adivinar ideas cuanta
tenia Champolion para descifrar los jeroglíficos ejipcios.
¿Y qué diremos de la profesión del sacerdocio? sus
miembros emprenden la reforma del carácter humano,
—no en los primeros grados de su desarrollo, — sino
cuando ha llegado ó se acerca á su madurez;—período
en que, según el consentimiento de todos, casi se ha
hecho inmutable por causas secundarias. Son reforma
dores, lo admito, pero hablando de cosas que crecen, un
verdadero /armador hará mas que mil rí-formadores.
Su sagrada misión consiste en preparar una viña para
— 14 —

el Señor, á fin de que él la cultive y la fecundize; perocrec*


que nadie sostendrá que un ejército de trabajadores en
viados á una viña en la mitad del verano, cuando las zar
zas y las espinas han sofocado ya la viña misma, y cuan
do los cercos derribados han dado libre entrada á las
bestias de las selvas;—creo que nadie dirá que un ejér
cito de labradores, que entrase á la viña en semejante
tiempo, podrá hacerla producir una cosecha tan abun
dante como lo haria un solo fiel y hábil labrador que
empezara sus trabajos en la primavera del año.
La Constitución de los Estados Unidos no provee
nada para la educación del pueblo; y en la Convención
que la formó, creo que la cuestión no fue siquiera men
cionada. Una moción para insertar una cláusula en fa
vor del establecimiento de una universidad nacional,
fue votada. Creo también que es cierto que las consti
tuciones de solamente tres de los trece Estados orijina-
les, hizo obligatorio el mantenimiento de un sistema de
escuelas libres, como parte de su leí orgánica.
¿Sobre qué bases de la razón ó de la esperanza,
puede preguntarse muí bien, confiaban los autores de
nuestras constituciones nacional y de los Estados, que
los futuros ciudadanos de la República podrían soste
ner las instituciones ó gozar de los supremos bienes que
por ellas se consiguen? ¿Y no ha probado hasta la evi
dencia la subsiguiente historia, las consecuencias fata
les de dejar de proveer para las necesidades educacio
nales déla Nación? Suponed que se hubiera dispuesto
que ninguna persona tendrá el derecho de votar sin que
supiera leer y escribir, y también que ningún Estado
pudiera ser admitido en la Union, sin que hubiese es
tablecido un sistema de escuelas libres para todo su
pueblo; no habrían esperimentado un cambio completa
mente favorable nuestra historia nacional en todos sus
anales, y nuestra lejislacion, las administraciones de Es
tado y la política en jeneral? Eran hombres grandes y
buenos, pero esta verdad tan clara y evidente hoi dia, se
sustrajo á su sagacidad. No reflexionaron que en el cur
so común de las cosas, todos los instruidos, y los sabios
y los virtuosos son, por decirlo así, barridos de la esce
na tan pronto como llegan á serlo; y que á estos les si
gue inmediatamente una jeneracion que crece destitui
da de ciencia, de sabiduría y de virtud. Los padres pue
den haber descubierto las verdades mas sublimes, pero
estas verdades no sirven para nada á los niños mientras
que sus intelijencias no hayan sido elevadas también á
la facultad de apropiárselas y de comprenderlas. Las
verdades son ciertamente inmortales; pero los seres que
pueden apoderarse de ellas, son mortales y pasan, sien
do seguidos por intelijencias nuevas, ignorantes, débi
les, inconsistentes, arrojadas acá y allá sobre las olas de
las pasiones. De ahí resulta que cada nueva generación
debe aprender de nuevo y por sí misma, toda verdad.
Cada jeneracion debe adquirir las aptitudes para com
prender los principios, debe elevarse hasta la práctica
de las virtudes necesarias para sostener la posición de
sus antepasados; y la primera jeneracion que deja de
hacer esto, lo pierde todo y causa la ruina, no solamente
de sí misma, si no la de sus sucesores.
¿En qué tiempo, pues, y en virtud de qué medios ha
de adquirir la nueva jeneracion la competencia necesa
ria para tomar sobre sí los deberes de la anterior jene
racion que se estingue? ¿En cuál de los "siete perío
dos" de Shakspeare, se espera que la nueva jeneracion
posea la capacidad para reemplazar á la pasada? Con
ceded que los vastos intereses de nuestra sociedad de
ben someterse á la democracia,—todavía hemos de so
meterlos á la democracia de la niñez,—á aquellos cuya
patria es por ahora la cuna, y cuyo universo es su alco
ba? ¿Podréis apartar á los niños de sus juguetes del
arco y de cazar mariposas, para convidarlos y organi-
zarlos en convenciones de jóvenes á fin de someter á su
decisión las grandes cuestiones de la judicatura, de la
lejislacion, de la política civil, doméstica é internacional?
¿O queréis tomar á los jóvenes desde los diez y seis
hasta los veintiún años de edad, cuando les hierve la
_ 2G —

sangre, cuando sus pasiones no se amortiguan, y piden


á gritos que se les permita satisfacerlas, sin satisfacerse
nunca; sin esperiencia, sin sobriedad de juicio; cuyas
únicas nociones de la completa estructura de nuestro
gobierno y de sus varias y delicadas relaciones, las han
adquirido oyendo pronunciar los discursos de nuestro 4.
de Julio; sin conocimiento alguno de este mundo mul
tiforme en que han nacido, de sus peligros, deberes y
destino como hombres,—en una palabra, sin educación
alguna,—y es á tales como estos á quienes los vastos
intereses del bienestar de un pueblo pueden ser confia
dos sin peligro?
Menos peligroso, mucho menos peligroso seria deci
dir los grandes problemas de la lejislacion y la jurispru
dencia por un tiro de dados; ó como los antiguos adivi
nos romanos, por el vuelo de las aves. Y aun después
de haber pasado uno la edad de veintiún años, ¿cómo
se encuentra en mejores condiciones de poder cumplir
con los deberes del ciudadano, sino ha hecho nada por
su parte para aumentar la suma de sus conocimientos, y
si sus pasiones no han sido sometidas al contrapeso de
la razón y del deber?
Aduzco estos hechos estraordinarios, tratando de los
fundadores de nuestra república, sin la intención de re
bajar sus méritos, ni de reprenderlos, si no simplemente
como una prueba mas en la cadena de la dempstracion,
para poner de manifiesto en qué grado de estimación,
cuan abajo en la escala social ha sido tenido este tema,
el mas vasto y elevado del mundo,—y tenido así en una
república donde se habla tanto de las instituciones, de
las ciencias y de la virtud.
Y cuál ha sido la primera escuela fundada por el Con
greso, después de la formación del Gobierno jeneral ?
Fue la Academia Militar de West Point. Esta escuela
es sostenida por el costo anual de mas de cien mil duros.
Es la Escuela Normal de la guerra. Como el objeto de
la Escuela Normal común es enseñar á los maestros el
arte de enseñar; así, el objeto de esta Academia, es en
— 27 —

señar á los matadores el arte de matar. En esta escue


la se estudian aquellas preciosas ciencias que enseñan
el ángulo preciso á que debe ser elevado un cañón 6
un mortero, á fin de lanzar á una distancia dada bom
bas ó balas incandescentes, de manera que por las unas
se incendie una población, y por las otras se destruya
un pelotón de hombres,—maridos, hermanos, padres.
I mientras se considera de vital importancia nombrar á
los hombres mas instruidos de toda la república, y reu-
nirlos desde los mas remotos distritos de la Union, pa
ra hacer una visita anual á esta escuela de la guerra, y
pasar días y dias en el mas minucioso y severo examen
de los discípulos, para ver si están profundamente ins
truidos en sus mortíferas ciencias; no es raro oír opinar
que nuestras escuelas comunes no necesitan comisione
ni examen.
Se han hecho grandes esfuerzos en el Congreso para
establecer una escuela naval, teniendo en vista para el
Océano los mismos benignos y filantrópicos propósitos
que la escuela militar tiene para la tierra.
En Oíd Point Comfort en Virjinia, existe y ha exis
tido desde hace mucho tiempo, bajo la dirección del go
bierno jeneral, lo que se llama "Escuela de Práctica,"
en la cual se hacen diariamente esperimentos para pro
bar el poder de las piezas de artillerías, la fuerza esplo-
siva de la pólvora, y la distancia á que un cristiano pue
de hacer fuego sobre otro de sus hermanos en el cris
tianismo, y estar seguro de matarle sin desperdiciar su
munición !
En puntos determinados, por toda la estension de la
nación, las mil ruedas de la mecánica están moviéndose;
la química está funcionando en todos sus laboratorios;
el fundidor, el fraguador, el fundidor de bronce y de
hierro, el armero, todos están completamente ocupados
en preparar elementos para el incendio de ciudades y
la destrucción de la vida humana. Allá por casualidad,
podría decirse verdaderamente, se organiza una sociedad
de paz; unos cuantos hombres benévolos se reúnen pa
— 28 —

rá escuchar un discurso sobre la fraternidad universal


de la raza, los horrores de la guerra y las bendiciones
de la paz; pero sus palabras se pierden en una hora, en
tre el incesante ruido y estruendo de esta rnaquinaria.
marcial. Y continuará así el orden y la naturaleza de
las cosas, —los ministros del Evangelio de la Paz, pue
den seguir predicándola por diez y ocho siglos mas, y
se encontrarán siempre en medio de la guerra y de to
das aquellas pasiones enjendradoras de la guerra, á me
nos que la jeneracion naciente se eduque para esa fuer
za y sobriedad de intelijencia, que disipara las locas ilu
siones de la gloria marcial; y á menos que sean enca
minadas al ejercicio habitual de aquellos sentimientos
de la fraternidad universal de la raza, que considerará
como horrores y abominaciones el heroísmo común de
las batallas.
Se ha enviado hace poco, á Europa, por orden y á
espensas del gobierno jeneral, una Diputación de algu
nos de los hombres mas intelijentes é instruidos de es
te país, para visitar y examinar personalmente todas las
fundiciones, armerías y renombradas fortificaciones des
de Gibraltar hasta el Báltico;— á fin de reunir todos los
conocimientos sobre la manera de fundir cañones de
fierro y de bronce, de templar espadas, de dirijir bate
rías á vapor, y mil otras cosas de este j enero,—para
traer á su patria esos conocimientos, á fin de instruir é
ilustrar á nuestro gobierno en el arte—de matar. No he
oído que el Congreso proponga establecer ninguna Es
cuela Normal, cuyo objeto inmediato ó remoto será en
señar "paz en la tierra y buena armonía entre los hom
bres." "Id á todas las naciones y predicad el Evanjelio
á toda criatura," ha sido hasta aquí traducido: "Id á
todas las naciones y matad y robad á toda criatura." Se
nos dice que una vez un coro celestial descendió del cie
lo á la tierra con un mensaje de piedad y de amor; pero
para la comunicación de ese mensaje que ardía en sus
corazones y se deshacía en sus lenguas, no elijieron nin
gún gran poema épico ni retumbante pean;— cantaban
— 29 —

solamente ese breve y sencillo verso: "Paz en la tierra


y buena armonía entre los hombre," como para asegu
rarnos que estas eran las palabras escojidas en el dialec
to del cielo, y el mas bello acorde de toda su música.
Pero estas notas hace largo tiempo se han estinguido.
Oh! cuándo se renovará ese cántico! y cuando unirá to
da lengua y nación sus voces á las de los ánjeles para
llevar á los oídos de Dios esta celestial armonía !
Repito, amigos míos, que la acusación y la denuncia
de los hombres, no forma parte de mi presente tema.
Me refiero á estos hechos conocidos de todo el mundo,
con el único y sencillo objeto de demostrar cómo se es
tima y se ha estimado en la literatura prosaica y poéti
ca, en las bellas artes, en la historia y en la lejislacion,
en las instituciones y en las opiniones de los nombres.
Quiero con esto mostrar su relativa degradación, la, in
ferioridad del rango que le fue asignado en compara
ción con los demás intereses, ó de cualquier otro inte
rés; exhibiendo así las verdaderas razones porque hasta
aquí ha hecho tan poco para la rejeneracion del mundo.
He hablado solamente de la corriente jeneral de los
acontecimientos, de las opiniones y de las costumbres
comunes al jénero humano. En nuestros propios tiem
pos, se estima en tan poco esta, la mas elevada de to
das las causas, que en estos dias de convenciones para
todos los demás objetos de interés público,—cuando los
hombres van por centenares de millas para asistir á
convenciones sobre ferro-carriles, sobre algodón y so
bre tabaco; y cuando los delegados de convenciones
políticas se cuentan á veces como Jerges contó su ejér
cito, por áreas y millas cuadradas, (i) —Sin embargo,
tal ha sido á menudo el efecto disolvente sobre el pú
blico del anuncio de una Convención sobre Escuelas

[1] Se dice que á la Convención Whig de la juventud, ce


lebrada en Baltimore en Mayo do 1844, asistieron 40000 dele
gados.
— 30 —

Comunes, y de una conferencia sobre educación, que ya


me he preguntado si, tratándose de dos ó tres Conda
dos, por lo menos, de nuestro propio Estado, no sería
cosa de aconsejar el cambio de la lei que provee los me
dios de apaciguar tumultos y motines, y en vez de citar
á los Jerifes y los empleados militares y las escoltas pa
ra dispersarlos, ponerlos en fuga con solo publicar el
anuncio de una Conferencia sobre Escuelas Comunes.
Cuando reflexionamos sobre todo esto, lo que nos
sorprende y aflije mas es, que tan pocas personas se
sorprendan ó se aflijan.
He tenido la buena fortuna en estos últimos pocos
años, de visitar^escuelas en muchos de los Estados her
manos, y no he escusado esfuerzos para darme cuenta
del sistema jeneral,—si lo que existe merece llevar el
nombre de sistema,— adoptado en todos ellos. Aunque
en uno ó dos Estados el plan jeneral de la Instrucción
Pública, debido á su reciente adopción, pueda tener al
gunas ventajas sobre el nuestro, sin embargo, no existe
un solo Estado de la Union, cuyo sistema en su con
junto, pueda compararse con el de Massachusetts, ya se
le considere respecto de su estension y de su eficacia, ya
respecto de la intelijencia jeneral con que jeneralmente
es administrado por las autoridades locales, (i) Sin em
bargo, por mas desproporcionadamente que estimemos
esta causa, será imposible condenar á Massachusetts
por abandono de sus deberes, como se ha manifestado
por algunos de los Estados hermanos.
Creo, por ejemplo, que le será imposible á nuestro
pueblo, seguir las huellas de los habitantes del Maine,
que por tanto tiempo y hasta hace poco, ha formado

[1] Esta declaración era estrictamente verdadera en la épo


ca en que fue hecha [1841,] pero al presente, el Estado de
. Nueva-York, está tan adelantado en cuanto al sistema de Es
cuelas Comunes, como el que mas lo está entre los Estados de
la Union.
— 31 —

parte de nosotros mismos,—donde en el año de 1839


hubo una sublevación jeneral de toda la población, y
la Lejislatura votó casi unánimemente la suma de
800,000 duros para el rescate forzoso de ciertos terre
nos desiertos é inútiles, reclamados por la Gran Breta
ña; mientras que durante tres sesiones sucesivas, los
mas sabios y los mejores hombres de aquel Estado, se
habían empeñado en vano para obtener de esa misma
Lejislatura, la votación de una leí que autorizase á los
distritos escolares á procurarse una biblioteca, imponién
dose contribuciones á sí mismos con ese fin. Se cuenta
en las reminiscencias del Piekwick Club, que se votó
por unanimidad la regla de que á cada uno de los miem
bros de ese Club, le será permitido viajar por cualquie
ra parte de Inglaterra, Escocia ó el Pais de Gales, y
aun llevar consigo todo el equipaje que quiera, siempre
que dicho miembro pagara sus propios gastos.
Pero la Lejislatura del Maine no quería que sus dis
tritos se procurasen bibliotecas escolares aun á su pro
pio costo! ¡Cuántas capacidades latentes para los goces
y la utilidad, que ahora yacen eternamente adormeci
das, hubieran podido ser despertadas en el pueblo de
ese Estado y en los hijos de sus hijos, si esa suma de
800,000 duros hubiera sido dedicada por intelijencias
ilustradas para objetos mas dignos!
Así también, para dar un ejemplo mas, todos recor
dareis la rebelión estallada en la Carolina del Sud con
tra el Gobierno General en 1832, cuando unos cuantos
de los semi-dioses de ese Estado golpearon la tierra con
sus tacos, y se cubrió inmediatamente de soldados arma
dos; con tal motivo, tuvo lugar una Convención de Es
tado, se decretaron leyes estendiendo la jurisdicción
de las Cortes, invistiendo al Poder Ejecutivo de un po
der casi dictatorial,—-todo con el pretesto de defender
los derechos de los Estados,—mientras que durante los
últimos treinta años, todo lo que ha gastado en las es
cuelas públicas, ha sido menos de cuarenta mil fuertes
al año; y de una población blanca de todas edades, que
«- 32.*-

llega á penas á 270,000, hay mas de 20,000 de la edad


de 20 y mas años, que no saben leer ni escribir;—como
si fuese posible que sin medios mas eficaces para la di
fusión jeneral del saber y de la virtud, tener por largo
tiempo derechos de Estado, que valgan la pena de de
fenderlos.
Después de una averiguación completa é imparcial,
¿qué veredicto puede pronunciarse concienzudamente
sobre nuestra mui elevada república? Es verdad que
los padres déla Nueva Inglaterra, luego después de la
fundación de la Colonia, establecieron las escuelas co
munes, por lo cual honrados sean sus nombres por to
dos, mientras el mundo sea mundo,—pero uno de sus
objetos declarados era, que el pueblo pudiera leer la Bi
blia en su idioma nativo. Parecen haber olvidado que
el alcance de intelijencia y de espíritu educable, la con
ciencia y la reverencia con que uno debe hacer esa lec
tura, son de una importancia suprema. Los insensatos
discípulos de Mathews y de José Smith, pueden leer las
Escrituras. También, antes que fuesen establecidas las
escuelas comunes para la jeneralidad, se dotó un cole-
jio para dar una educación esmerada y completa á los
pocos, quienes, según las ideas predominantes de aque
lla época, debían ser designados y colocados separada
mente los que habían de llenar los puestos de la Iglesia
y del Estado y en la vida subsiguiente. Debiera recor
darse, sin embargo, esto en su favor, que los maestros
elejidos para las escuelas en los primeros años de la Co
lonia, eran uniformemente, hombres de edad, de espe-
riencia, de conocimientos y de valor moral; y según la
escala de compensaciones en aquellos tiempos, eran re
gularmente remunerados. En aquel siglo ningún miem
bro del Consejo escolar, ú otro empleado,—cualquiera
que fuese el título que hubiese llevado, —se veia ir á
tientas por todas las Colonias, tras de murciélagos y to
pos, para enseñar á volar á los aguiluchos, porque lo
harían barato. Pero ¿es nuestra costumbre jeneral hoy
dia elejir como maestros solamente á aquellos que hayan
— 33 —

llegado á la edad madura, quienes sean conocidos y res


petados en todo el vecindario, por su esperiencia, hono
rabilidad de carácter, dignidad de comportacion y es-
tensión de conocimientos ? La escala de compensacio
nes antes del año de 1837, cuando se estableció el Con
sejo de Educación y de Instrucción Pública, se había
bajado á tal Dunto, que era inferior á la de los artesanos
y mecánicos hábiles, y aun, á la mejor clase de operarios
de manufactura. Los peones en nuestras estancias, los
jornaleros en nuestros talleres y los trabajadores de
nuestros molinos,—todos tienen su residencia fija, algún
lugar en que se goza de la libertad de la vida privada,
investida con los sagrados recuerdos del hogar. Aun el
remendón de célebre memoria, que solia andar de casa
en casa llevando en el hombro su caja de instrumentos
y sus pedacitos de cuero, ha encontrado por último una
habitación;—nadie sino el maestro de escuela está obliga
do á Jiacerse el pensionista de sus vecinos. Nadie sino el
maestro de escuela es puesto en subasta pública y el
golpe de martillo del rematador lo vende al que haga
la mas baja oferta! Creo que esta aplicación del término
la mas baja, debe algunas veces suscitar vivamente las
ideas gramaticales de un maestro sobre el grado super
lativo. Creen ustedes, amigos míos, "que habría tantos
jóvenes aspirantes á la abogacía, si los abogados fuesen
rematados en pública subasta, para en seguida consti
tuirse en pensionistas de sus clientes?
Comparad los sueldos pagados á los injenieros, á los
directores de Ferro-Carriles, á los ajentes é inspectores
cíe fábricas, á los cajeros de Bancos y ajentes de esta
clase, con la escala usual de remuneración pagada á los
maestros. Sin embargo, ¿merece una compensación mas
liberal, requiere mayores talentos naturales ó mayores
conocimientos la dirección de la maquinaria de una fá
brica de tejidos de lana ó de algodón, ó de una locomo
tora, que la de conservar esta asombrosamente consti
tuida máquina del cuerpo humano con vigor y con sa
lud; ó de impedir que la naturaleza espiritual, —ese ve
lo
— 34 —

hículo que lleva consigo todas nuestras esperanzas, se


descarrie de su camino, hundiéndose en la ruina, ó que
se lanze frenéticamente al camino de alguna colisión fa
tal? Los empleados de la Aduana y del Correo, reali
zan á veces cuatro, cinco ó seis mil pesos fuertes al año,
mientras se pagan de mala gana algunos cientos de pe
sos á los maestros de escuela. La compensación que
damos con la mano, es una verdadera representación
del valor que fijamos en la mente; y ¿cuánto mas liberal
y cordialmente recompensamos á aquellos que preparan
adornos esteriores y perecederos para las personas de
sus hijos, que á aquellos cuyo oficio es dotar sus es
píritus de ,1a inmortal vestidura de la virtud? El precio
corriente de la urbanidad ocupa una escala muy supe
rior al de los conocimientos sólidos y verdaderos. ¿No
es mejor retribuido el maestro de baile que enseña á
nuestros hijos á dar los primeros pasos de la danza, que
el que enseña sus pies á descender á las cámaras • de la
muerte? Si el maestro de música fuera tan miserable
mente recompensado y tan severamente criticado como
el maestro de escuela, ¿no asumirían sus armonías un
carácter lúgubre y melancólico? Músicos ambulantes
que atraen la vista por sus trajes grotescos, entonando
palabras inintelijibles, son invitados á los banquetes,
festejados y coronados de guirnaldas; y cuando una
bailarina europea, nutrida del impuro sieno de la cor
rupción teatral visita nuestro país, parecen haber vuelto
los dias de la idolatría;—el dinero se derrama, el incien
so del aplauso se eleva, el entusiasmo se enloquece co
mo las furiosass bacantes. Se dice que Celeste recibió
50,000 fuertes en este país en un año, para exhibir al
mismo tiempo su destreza y su persona; y á aquella de
vota de Venus, Fanny Ellsler, se le pagó la enorme su
ma de 60,000 duros en tres meses, por la misma meri
toria consideración, ó valor recibido. En ambos de estos
casos, la metrópoli de nuestro Estado contribuyó para
esas sumas con su cuota correspondiente. En proporción
de lo que se paga á nuestras maestras de escuela por su
matadora tarea, una de estas tendría que trabajar vein
te años para ganar lo que Fanny Ellsler ganaba en una
sola noche. Así se encuentra en nuestras ciudades mas
populares, y entre jente que pretende guiar la sociedad,
la relativa supremasia de los sentidos y del alma, de los
talones y de la cabeza. I me sonrojo al reflexionar que
entre todas las hijas de la Nueva Inglaterra que pre
senciaron las desvergonzadas exhibiciones de estas mu
jeres ciprianas, no se encontró una, en cuyas venas cor
ría la casta sangre de las madres puritanas, para indu
cirla á que se acercara dándoles la espalda á estas muje
res sanculot*, y hacer con ellas lo que en una ocasión se
mejante hicieron con Noé sus buenos hijos. I aunque
yo no quisiera callar una nota en el desborde de admi
ración, con que nuestros jóvenes que pretenden ser los
tipos de la moda, responden á los encantos de la belle
za, ajilidad ó gracia de la mujer; sin embargo, si deseo
que al hacerles su homenaje, distinguieran entre la Ve
nus celestial y la Venus infernal, (i)

(1) Al discutir la propiedad ó impropiedad de exhibir mues


tras vivas de la mujer en su desnudez, ante asambleas mistas
de señoras y caballeros, —sobre todo, cuando los espectáculos
son del jénero ad libitum, y en los cuales se requiera que la ar
tista reconozca cada salva de aplausos engrandeciendo el cam
po de la visión, —se me ha contestado á veces en el lenguaje
del célebre dicho del Rei Eduardo: "Honi soit qui mal pense,"
(sea por vil tenido el que piense mal de esto). Una cosa me ha
predispuesto á odiar esta réplica. Nunca la he oido usar con
este fin sino á personas mas ó menos profundamente conta
minadas con el vicio durante una ú otra parte de BU vida. Nun
ca he oido pronunciarla á un hombre completamente libre
de reproche en su conducta y fama, á propósito de la cuestión
del libertinaje.
Una de las mas notables cosas en las "Cartas del Estranjero"
por la señorita C. M. Sedwick, es la uniforme y enérjic» con
denación que esa jenuina señora americana lanza contra las
bailarinas y todo el corps de ballet, por la pública y vergonzosa
exhibición de sus personas en el proscenio. ¿Tienen las señori-
— 3G —

Como lo he insinuado anteriormente, las reliquias,


los símbolos, los monumentos de cualquiera clase que
sean, que un pueblo ha preparado con el fin de sostener
ó consagrar los objetos de su interés ó afecciones, su
ministran tácitos, y por consiguiente demostrativos me
dios de prueba de la estimación relativa en que estos
objetos eran tenidos. Los torpes y pesados ejipcios nos
han dejado la impresión y emblema visible de su carác
ter, en sus jeroglíficos inintelijibles, en su pesada arqui
tectura, en sus pirámides, que exhiben una magnificen
cia sin gusto, una suntuosidad sin elegancia. Pero los
espléndidos templos, las estatuas y los arcos de los
griegos, los macisos acueductos y los estensísimos ca
minos de los romanos, eran solamente las representa
ciones esteriores y visibles de sus concepciones de la
belleza ideal de la grandeza y del poder. Entre un pue
blo fuertemente arrastrado hacia el comercio, como la
fuente de su supremacía y opulencia, como los antiguos
Fenicios ó el pueblo de la Gran Bretaña ó el de los

tas de nuestras ciudades un sentido mas fino, mas delicado da


la propiedad, de la modestia y de todos los elementos de la
amabilidad femenina, que esta exelente autora que tanto ha es
crito para su perfeccionamiento, y que es también un ejemplo
admirable de todo lo que hai de puro y delicado en la mujer?
¿Y tienen los jóvenes americanos un ideal mas elevado de lo
que pertenece á un verdadero caballero, — á un hombre de una
naturaleza elevada y noble que una literata que es tan justa
mente renombrada en ambos hemisferios, por sus puras y eleva
das concepciones del carácter humano ?
No es con ninguna aspereza de sentimiento que yo hago otra
observación, sino en vista de las tendencias naturales de la con
ducta de uno ; pero me parece que el hecho de que un mari
do acompañara á su mujer, ó un padre ú su hija a semejantes
espectáculos, debiera ser considerado como un fuerte argumen
to en todos nuestros tribunales, si mas tarde apareciera el mis
mo marido ó padre como demandante, reclamando daños y per
juicios, como se diria en la fraseolojía legal, por pérdida do
servidos y dolor de ánimo, á causa de la mujer ó hija á quien.
habia acompañado á semejantes espectáculos.
— 37 —

Estados Unidos al presente, seguramente se cultivará


el arte de la construcción naval, y se producirán las
muestras mas hermosas de la arquitectura de este jéne-
ro. De la misma manera, si se deposita gran confianza
en un estenso tráfico interior, entonces, serán navega
bles los ríos que no lo eran, las montañas de sólida roca
serán canalizadas, los valles serán allanados, y lo que
hemos llamado antes sempiternas colinas, serán removi
das á fin de crear facilidades para el transporte. En una
palabra, nuestras obras son la representación, visible de
nuestros sentimientos. Así, el salmista, refiriéndose á la
magnificencia de los cielos dice:—"Ellos publican la
gloria de Dios, y el firmamento es una muestra de las
obras de sus manos."
A juzgar por esta norma infalible de la naturaleza
humana, nuestras casas de escuelas, son el justo indicio
ó esponente del interés que tomamos por la instrucción
del pueblo. Suponed en este momento que algún pode
roso hechicero, por el movimiento de su vara májica,
alzase todas las 2,800 casas.de escuelas de Massachu-
setts, con todos los pequeños terrenitos triangulares é
indescriptibles, en los cuales y dentro' de los cuales han
sido encajadas,—ya sean médanos, cañadas, estériles co
linas, ó tórridas llanuras,—y lanzándolas como un tor
bellino por el espantado aire, las depositase todas á
nuestro alrededor en este lugar; y nos levantase luego
alguna torre ú observatorio, donde de una ojeada po
dríamos verlas, tal cual estuvieran acampadas en torno
nuestro,—cada una fiel al punto del compás que marcaba
su primitiva situación, cada una conservando su propio
color ó falta de color, cada una situada en su propio
médano, cañada, colina ó llanura;— pregunto, amigos
míos, si en este espectáculo nuevo bajo el sol, con sus
colores misceláneos, rojizos, grises y dudosos, con sus
ventanas salpicadas de modelos tomados de la casaca
de infinitos colores de José, con sus gastadas chime
neas, con sus tajamaniles y sus duelas desvencijadas y
crujientes con el movimiento del aire, como si anuncia
— S8 —

sen públicamente que estaban por mudar de sitio,—pre


gunto si en este indescriptible y sin nombre grupo de
arquitectura, no habríamos de ver la verdadera imájen,
reflexión, y encarnación de nuestro propio amor, apego
y cariño por las escuelas y la instrucción pública, como
en un espejo, una cara responde á la misma cara? Pero
por mas descuidados, olvidados y abandonados que sean
estos edificios, todavía, dentro de sus paredes encierran
la joven y floreciente creación de Dios. En ellas está
nuestra esperanza,—las esperanzas de la tierra. Allí se
encuentra reunido lo que la posteridad contemplará y
estudiará, como ahora estudiamos y contemplamos á los
héroes, á los sabios, á los mártires y á los apóstoles; ó
como estudiamos y contemplamos á los bandidos, á los
inquisidores y á los sibaritas, nuestros tesoros mas que
ridos no consisten en tierras ni en casas, ni en ferro-car
riles, ni en bancos, ni en almacenes, ni en buques que
naveguen en todos los mares; están dentro de aquellas
puertas, debajo de aquellos humildes techos; ¿y no es
nuestro solemne deber, tener subordinado á su bienes
tar todo otro interés terrestre ó mundano?
Amigos mios; estos puntos de contraste entre nues
tra devoción y objetos de interés inferior, en nuestro
descuido comparativo de esta causa trascendental, son
tan penosos para mi, como no lo serian para nadie. En
tre todos los que nos restan, mencionaré solamente una
clase mas. Os pido que examinéis las contribuciones
pecuniarias que de algunos años á esta parte ha impues
to el Estado para el estímulo de intereses puramente
materiales, comparadas con lo que ha hecho ó rehusado
hacer para el esclarecimiento y perfección moral de la
sociedad, por medio de una educación universal del
pueblo. Durante los tres últimos años, el tesoro del
Estado ha concedido un premio de cerca de veinte mil
pesos fuertes para fomentar el cultivo del trigo, y du
rante los dos últimos años, dos mil pesos para el culti
vo de la seda,—para aquellos objetos que perecen con
el uso, —mientras no ha contribuido ni con un centavo,
— 39 —

para satisfacer la urjente demanda de menaje y biblio


tecas para nuestras escuelas, las que aumentarían cien
veces mas los tesoros imperecederos del saber y de la
virtud.. El Estado ha dispuesto la provisión gratuita de
un manual descriptivo del arte y de los procedimientos
•del cultivo de la seda; pero no ha provisto nada parala
distribución de algún manual sobre aquel arte el mas
difícil de todos, —el de la educación,—como si el culti
vo de la seda fuera mas importante y mas difícil que el
del alma.
Durante el mismo año pasado, el Estado pagó un
premio de treinta mil pesos por tres ó cuatro dias de
ejercicio militar. ¿Qué ha quedado ahora de esos ejer
cicios militares? ¿Dónde está la ganancia líquida, el va
lor recibido, ó el resultado provechoso y visible que se
traducen en el adelanto de la sociedad ó en la promo
ción del bienestar humano? Si treinta mil pesos hubie
ran sido distribuidos para sostener los corazones desa
lentados de aquellas mujeres que mantienen escuelas
que les producen un peso por semana, ó veinte centa
vos por dia, ¿no podríamos ahora mostrar algunos de
sus frutos efectivos; y no hubiera demostrado igualmen
te bien la gallardía del soldado ciudadano la ventaja de
transferir el empleo de esos fondos á semejante objeto?
Después de laboriosas jestiones, el Estado ha acor
dado al Instituto Americano de Instrucción, cuyo noble
objeto es propender al progreso de la noble raza de los
niños, la suma de trescientos pesos anuales durante cin
co años, (mil quinientos pesos,) mientras las sociedades
agricultoras, formadas con el propósito de mejorar la
cria de ganado, han disfrutado de cuatro á seis mil pesos
anuales durante veinte años!
En el año de 1834, la Lejislatura proveyó para la
creación de fondos de escuelas, que se formarían de la
mitad del producto de los terrenos valdios del Estado
de Maine, y el del reclamo de Mass'achusetts, contra el
gobierno jeneral por servicios militares prestados du
rante la última guerra. Por una inesperada casualidad»
— 40 —
estas fuentes de recursos han producido cerca de cua
trocientos mil pesos. Comparad, sin embargo, este re
galo de una suma continjente,—de la que, una parte no
era considerada en aquel tiempo mucho mejor que un
regalo de la mitad del producto de un billete de lotería,
con tal que sacara un premio,—con su inmediato y
magnífico estímulo de los ferro-carriles. Apenas se
abrieron los ojos del Estado á la importancia comercial
de una comunicación con el Oeste, cuando se compro
metió desde luego á dar la suma de cinco millones de
pesos en subsidio de esta empresa puramente corporal
y mundana.
Una palabra mas, y dejaré de presentaros estos pe
nosos contrastes;—me abstendré de hacerlo, no por fal
ta de materiales, sino por desánimo de corazón. De
año en año, durante todo el período de nuestra histo
ria, ricas y benévolas personas se han levantado entre
nosotros, haciendo nobles regalos para fines literarios,
caritativos ó reíij ¡osos,— para bibliotecas públicas, para
íundar cátedras en colejios, para establecer instituciones
científicas y teolójicas, para enviar á países estranjeros
misioneros encargadas de convertir á los paganos,—al
gunos para una profesión de fe y otros para otra. Para la
mayor parte de esos objetos, el Estado ha cooperado
con los individuos, y á menudo ha contribuido espontá
neamente. Ha regalado cuantiosas sumas á la Univer-
sidad de Cambridge y al Colejio Williams, especial
mente á aquella. Dio treinta mil pesos para el Hospital
Jeneral de Massachusetts. Invirtió diez mil pesos en
el monumento Bunkerhil, para que quedase allí eterna
mente una masa de granito inerte, inanimada, incons
ciente. Pero mientras el Estado ha invertido sus teso
ros con magmficiencia y prodigalidad, para objetos es
peciales y locales,- para objetos limitados á un partido
o á una clase,—no "había dado nada durante doscientos
anos, en su capacidad paternal y soberana, en favor de
la educación universal;—no había dado nada, como Dios.
— 41 —

da la lluvia y el sol á todos los que entran en el gran


teatro de la vida. ,
Fue bajo estas circunstancias, que un caballero parti
cular, para su honor eterno, ofreció la suma de diez mil
pesos, á condición de que el Estado agregase otra canti
dad igual para ayudará los maestros cíe nuestras escue-
los comunes, á obtener aquellas aptitudes mediante las
cuales podrían cultivar con mayor éxito las divinamente
elaboradas é infinitamente valiosas capacidades del al
ma humana. Habia la creencia y la esperanza de que
estos maestros recorrerían el Estado, y que por lo aven
tajado de los métodos y propósitos que introducirían en
las escuelas, se conseguirían para las nuevas jeneracio-
nes, nuevas y múltiples bendiciones, sin distinción de
partido, de secta ni de complexión mental ó física. Esta
esperanza y creencia se fundaban en razones basadas
en la naturaleza misma de las cosas, en la esperiencia
universal del jénero humano respecto de todos los de
más asuntos y en la bien atestiguada esperiencia de las
demás naciones respecto de esta particular medida. Es
ta proposición fue aceptada. La suma de veinte mil
pesos fue puesta á la disposición del Consejo de Ins
trucción Pública, á f.-n de cumplir la voluntad del do
nante y de la Lejislatura. Fundáronse instituciones de
nominadas Escuelas Normales. A fin de que su influen
cia pudiera estar totalmente consagrada á la prepara
ción de maestros para nuestras escuelas comunes, se in
sertó en los estatutos que debían rejirlas, la poco lejíti-
ma cláusula de que no serian enseñados allí los idio
mas muertos;—no porque hubiese hostilidad ó indife
rencia hacia esos idiomas, si no porque se deseaba ante
todo, preparar maestros para nuestras escuelas comu
nes, mas bien que suministrar oportunidades para aque
llos que se esfuerzan en llegar á ser maestros de Es
cuelas Selectas, Escuelas Normales y Academias.
Esta proposición fue favorablemente acojida por la
misma clase de personas á quienes fue presentada. No
vinieron los hijos de los ricos, ni los ociosos, ni los que
— 42 —

gastan lujo, ni aquellos que andan en busca de conoci


mientos ó habilidades ostensibles; si no los hijos de los
pobres,—la hija de la solitaria viuda, cuyos escasos me
dios le impedían mandarla á costosos y renombrados
colejios, — el joven venia de su oscura cabana, donde por
años habia estado su alma ardiendo con el amor del sa-
-ber, y con la sofocada esperanza de ser útil;— algunos
miraban las necesidades ordinarias de la vida como su
perfluidades, y se privaban de sus goces á fin de parti
cipar de estos medios de instrucción; —algunos pediart
dinero prestado y comprometían su porvenir para coo
perar al mismo fin, mientras otros se sometían ala con
dición mas dura todavia para una alma noble, de implo
rar la caridad de personas estrañas. Venian, empezaban
su trabajo con fervor y zelo, con entusiasmo, con placer,
con esa satisfacción é inspiración de la esperanza, que
nadie si no los jóvenes y los pobres pueden jamás
sentir.
Pero ¡ ay ! mientras esta noble empresa estaba toda
via en su jérmen y en su infancia, fue acometida antes
que fuera posible que sus frutos madurasen. En la Le-
jislatura del Estado de Massachusetts, se hizo una ten
tativa para abolir las Escuelas Normales, para dispersar
á los jóvenes aspirantes 'que las frecuentaban con el
ánimo de instruirse, y para sofocar sus esperanzas; y
devolver al donante el dinero que habia ciado, cuya in
versión el Estado se habia comprometido á hacer,—
la primera y la única donación que jamás se habia he
cho para elevar y propagar la educación de todos los
niños del Estado.
En el documento que pretende dar las razones de se
mejante medida, se niega la doctrina de que la enseñan
za es un "arte especial," se sostiene descaradamente que
toda persona que ha esperimentado por sí misma el
procedimiento de la instrucción "debe adquirir por ese
mismo procedimiento el arte de instruir á los demás.**
Y en este país, donde, sin una idea mas elevada de las
condiciones de los maestros, sin medios mas universales
— 43 —

y eficaces de educación que los que hayan existido en


otras partes, todas nuestras leyes y constituciones son
barreras mas débiles contra los asaltos de las pasiones
humanas, que lo es un junco contra las olas del océa
no;—en este país, aquel documento sostenía que "tal
vez no es de desear que la ocupación de dirijir estas es
cuelas, (escuelas comunes) llegase á ser una profesión
•distinta é independiente."
Concediendo que los promotores y abogados de este
proyecto de abolirías Escuelas Normales, eran sincera
mente amigos de la causa de las escuelas comunes,
¡cuan notablemente exhibe este razgo la poca estima
ción en que eran tenidas estas escuelas en el Estado!
Aquellos que pretendían ser sus protectores, — hombres
también que habían sido honrados por sus conciudada
nos con un asiento en la Lejislatura,— creían innecesario
aun en este país elevar el empleo de maestro de escue
la hasta el punto de ser una profesión!
Nunca dejaré de protestar que no menciono estos he
chos con el propósito de acriminar los motivos de nadie
ni de invocar la represión de sus autores. Mi único y
esclusivo objeto es mostrar el ínfimo rango á que se ha-
bia degradado la majestad de esta causa;—mostrar que
las afecciones de este Estado no le son propicias; que
no es el tesoro que sus corazones aman y que sus ma
nos defienden; — en fin, que la idea sublime de una edu
cación jenerosa y universal, como los medios destinados
por la mano de la Providencia para restaurar al jénero
humano á una semejanza mayor á su origen divino, no
hace mas que alborear sobre el espíritu público.
Pero he concluido. Que este rápido bosquejo de nues
tra condición, al mostrarnos cuan poco hemos hecho,
nos convenza de cuánto nos queda por hacer. En vez
de desanimarnos con las inadecuadas concepciones de
nuestros predecesores, regocijémonos y lanzemos gritos
de alegría al considerar que hemos llegado á un punto
desde donde una perspectiva mas risueña de nuestro
porvenir se descubre á nuestra vista. Demos espansion
— 44 —

á nuestro espíritu para abrazar la magnificencia y la


grandeza de la obra que hemos emprendido. Fortifi
quemos nuestras resoluciones, hasta que las dificultades
y los obstáculos se hayan aniquilado en su presencia.
Si es grande el cuesta arriba que tenemos por delante,
tanto mas gloriosa será la perspectiva desde la cima;
cuanto mas penosa sea esta subida, tanto mas resisten
tes serán nuestros nervios en el esfuerzo necesario para
vencerla. Si es grato reconocer las bendiciones que de
bemos á nuestros antepasados, tanto mas grato nos será
á nosotros conseguirlas para la posteridad,—porque
Dios ha constituido el alma de tal manera, que los sen
timientos jenerosos de la abnegación son infinitamente
mas dulces y mas duraderos que los placeres egoístas
de la molicie. Aunque como amigos de esta causa so
mos pocos y estamos dispersos, y rodeados de un mun
do poco simpático á estas ideas, sin embargo, continue
mos trabajando, cada uno en su esfera, cualquiera que
esta sea, y "no perdamos un ápice de corazón y de es
peranza." Aunque ahora estemos trabajando como el
coral en el fondo de los mares, á quien nadie anima, ni
oye ni vé, con las aguas tumultuosas de la pasión y del
interés fluctuando sobre nuestras cabezas, sin embargo,
continuemos trabajando,—porque al fin, como aquel in
secto, levantaremos á la superficie un continente sólido,
y sobre esa superficie Dios plantará de nuevo su Paraí
so, y lo poblará de hombres y de mujeres de formas
mas nobles y de belleza mas divina que las que ahora
existen;—con seres cuyas mentes serán iluminadas con
la luz del saber, y cuyos corazones serán beatificados
con la santidad de la relijion.
Para el cumplimiento, pues, de estos santos propó
sitos, qué tarea emprenderemos y en qué labor perseve
raremos hasta el fin ? Porque el trabajo y la perseve
rancia son los medios indispensables para la producción
de todo bien por las manos del hombre.
En primer lugar, la educación de todo el pueblo en
un país republicano, nunca puede .conseguirse sin el
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consentimiento de todo el pueblo. La compulsión, aun


cuando fuera de desear, no es un medio de que uno se
pueda valer. La ilustración y no la coerción, es nuestro
recurso. La naturaleza de la educación debe ser espli-
cada. La masa entera de las intelijencias debe ser ins
truida respecto de su interés comprensivo y duradero.
No podemos encarrilar nuestro pueblo por una aveni
da oscura, aun cuando fuese la verdadera ; por el con
trario, debemos iluminarla con los faros centellantes del
saber, y mostrarle, no solamente la dirección de su cur
so hacia la meta de la prosperidad y del honor, sino la
belleza de la via que á estas situaciones conduce. En
algunos distritos no habrá acaso mas de un hombre ó
mujer, en algunas ciudades apenas media docena de
hombres ó mujeres que hayan prohijado esta noble em
presa. Pero sean media docena ó solamente uno, deben
parecerse al pedazo de levadura que una mujer tomó y
envolvió en tres puñados de harina. Que los intelijentes
visiten á los ignorantes dia á día, como el oculista visita
al cjego, y separa las cataratas de sus ojos, hasta que el
sentido vivo percibe la luz viva. Que los entusiastas
busquen el contacto y la comunión de aquellos que es
tán helados en la indiferencia, y que derritan los témpa
nos de hielo que los aprisionaban. Que el amor déla
hermosa juventud, el amor de la patria, los dictados de
la razón, las, amonestaciones de la conciencia, el senti
miento de la responsabilidad relijiosa, sean puestos en
actividad, con ternura unida á la seriedad, hasta que la
empedernida y oscura masa de la avaricia, de la igno
rancia y de la preocupación, se disipe á su calor y luz
reunidas.
Pero un deber mas noble, así como mas difícil y de
licado que el de restaurar la aletargada animación de la
sociedad, pesará sobre el médico y el amigo de esta
causa. En su sentido mas lato, ningún asunto es tan
vasto como el de la educación. Su circunferencia alcan
za y sobrepasa, y luego abarca todos los intereses hu
manos y divinos. De ahí proviene este peligro, que
— 4G —

siempre que se proponga alguna idea práctica, algún


verdadero cambio, todos los hombres se pondrán de pié
investigando de qué manera el cambio propuesto afec
tará algún interés privado, alguna teoría ú opinión favo
rita. Suponed que un hombre de espíritu mezquino,
egoísta, esté interesado como manufacturero, autor,
cpmpilador, editor, vendedor, mercader ó pregonero de
alguno de los centenares de libros de escuelas,—desde
el libro de lectura que cuesta un peso, hasta el silabario
que cuesta cuatro peniques,—cuyo número y frivolidad
infestan nuestras escuelas, y cuyos gastos pesan sobre
nuestra comunidad, —entonces averiguará cuál de todos
estos libros será el que tendrá mas probabilidad de ob
tener la adopción, ó la reprobación en un examen de
sus méritos; y se empeñará en inclinar la balanza, que
por la confesión de todos contiene los grandes intereses
de la humanidad, en un sentido ó en otro, según que su
voto promueva ó deprima el éxito de su libro de lectu
ra ó de su silabario. De la misma manera, uno que ha
entrado en la vida política, no como patriota, sino como
partidario, decidirá sobre alguna medida nueva por la
relación que él supone tenga con su facción ó cabala,
y no por su tendencia á promover el bienestar del cuer
po político. En relación también á un asunto mas so
lemne, — ¡ cuántos individuos hay pertenecientes asce
tas hostiles de fe relijiosa, que ahora manchan y deni
gran la santa pureza del cristianismo, qiíe se armarán
contra todos los planes de reforma óde renovación de
Ja sociedad, á no ser que sus ajentes ó instrumentos
sean de su elección ! Y así de los múltiples intereses de
la comunidad,—industriales, literarios, políticos y reli-
jiosos. Cualquiera clase que esta gran causa pueda su
ponerse que será afectada, de esa clase saldrán activos
adversarios; ó, lo que puede ser no menos perjudicial,
amigos egoístas é indiscretos. He conocido á un car
pintero y á un albañil pertenecientes al mismo distrito
escolar, cambiar de partido y de voto, sobre la conve
niencia de levantar una nueva escuela, después de ha-
— 47 —

berse determinado, contra las esperanzas de uno ú otro,


construirla de ladrillgs ó de madera. He conocido á un
editor de libros, que procuraba ansiosamente saber la
opinión del Consejo de Instrucción Pública respecto de
sus libros, á fin de prepararse para decidir sobre la uti
lidad é importancia del Consejo mismo.
¿ Cómo ha de sostenerse, pues, pregunto, este grande
interés entre las fuerzas hostiles de partido y de secta,
de facciones y de círculos ? ¿ Cómo ha de navegar con
torbellinos arriba, remolinos abajo y escollos á cada
paso ?
En primer lugar, respecto de los intereses comercia
les y puramente seglares, no debemos hacer mal á na
die ; debemos mostrar por nuestros hechos, mas bien
que por nuestras palabras, que no buscamos ningún ob
jeto privado ó personal, sino fines públicos por medios
equitativos. Debemos mostrar que nuestro objeto es
difundir la luz y el saber, y dejar sacar mayor provecho
de su difusión á aquellos que mejor pueden soportar
estas pruebas. Enseñemos aquí las lecciones de la jus
ticia y cíe la imparcialidad, sobre lo que en las escuelas
se llama el método espositivo, es decir, por la esposi-
cion misma del principio que deseáramos inculcar ; y
como al niño ineducado le ponemos por delante mues
tras y modelos de objetos, y le damos instrucciones
prácticas por medio de aparatos y diagramas, para dar
le el conocimiento de los diferentes ramos del estudio ;
así en la gran escuela del mundo, ilustremos las virtu
des de la jenerosidad, magnanimidad, equidad, con el
brillante ejemplo de nuestra vida y de nuestros actos.
Y, por otra parte, respecto de aquellos intereses mas
elevados que los políticos y teolójicos,se sienten llamados
áprotejer y dirijir, mostrémosles que al sostener un sis
tema de instrucción pública adaptado á las necesidades
comunes, y que tiene que vivir de los recursos comu
nes, no hemos de avanzar ni un pelo sobre los dominios
peculiares de ningún partido ó secta. Pero nunca cese
mos de insistir y de patentizar á los partidos políticos y
— 48 —

sectas relij losas, que á fin de ganar algún aliado útil á


su causa, ó neófito digno de sus craencias, deben primero
encontrar un hombre,—no una estatua, ni un "autómata,
no una muñeca, sino una alma libre, intelijente, pensa
dora ;—un ser que posee los atributos, así como la for
ma de la humanidad. Porque, ¿qué puede hacer un
abogado esclarecido de alguna doctrina, si está obliga
do á dirijirse á almas embrutecidas por oidos de cule
bras ? ¿ Cuánto puede efectuar el Senador ó el Embaja
dor de Cristo para convencer ó reformar al jénero hu
mano, si se vé obligado á pescar sus argumentos en las
aguas estancadas y fétidas del sensualismo, ó sacarlos
de abajo de gruesas capas de preocupaciones donde, si
me es permitido espresarme en términos jeolójicos, que
dan enterrados debajo de la formación granítica ? Al
interpretar los grandes problemas de la política civil,
ó las importantes cuestiones relativas á nuestros inmor
tales destinos, ¿ cuánto pueden efectuar mientras estén
obligados á operar con el concurso de hombres cuyas
intelijencias son tan lerdas como el paso del caracol, y á
quienes les es tan difícil recorrer la distancia que existe
entre las premisas y la conclusión de un argumento, co
mo lo es para sus cuerpos salvar el espacio entre las es
trellas fijas ? Como educacionistas, como amigos y de
fensores del sistema de las escuelas comunes, nuestro
gran deber es propagar estas vivas é intelijentes almas;
despertar las facultades del pensamiento en todos los
niños de la República; darles un espíritu analítico, pre
visor y emprendedor; inocularles la mayor suma posi
ble de ' conocimientos útiles; cultivar en ellos un res
peto sagrado por la verdad; mantenerlos inmaculados
del mundo, es decir, en la imposibilidad de contaminar
se con sus vicios; educarlos en el amor de Dios y de los
hombres; hacer hermoso á sus ojos el perfecto ejemplo
de Jesu-Cristo; y dar á todos tanta instrucción relijiosa,
cuanta sea compatible con los derechos de los demás
y con el jénero de nuestro gobierno,—dejando á los pa
dres y á los apoderados, durante los dias escolares, la
— 49 —

dirección de toda instrucción especial respecto de la po


lítica y de la teolojía; y por último, cuando los niños
lleguen á una edad adulta, recomendarles esa inviolable
prerogativa de la opinión y de la dirección propia, que
en un país protestante y republicano es la herencia re
conocida de todo ser humano. Pero pruebas mas seve
ras que ninguna de las que hasta aquí he mencionado,
esperan á este sagrado apostolado. Los grandes abusos
que nos han invadido, no se relegarán al olvido con
/cumplimientos; no desaparecerán de la sociedad con cor
tesías; por el contrarío, desde el momento en que se to
quen, se erizarán de armaduras y nos hostili/arán con
implacable hostilidad. Entonces, mientras hacemos el
bien debemos consentir en sufrir injustamente. La na
turaleza humana es tal, que la aparición de toda buena
causa añade otro capítulo al LIBRO DE LOS MÁRTIRES.
Aunque seamos astutos como las serpientes, todavía
habrá culebras que no nos escucharán; y aunque seamos
• inocentes como las palomas, sin embargo, esa misma
inocencia facilitará el acceso de los buitres. No nos lle
varán, por cierto, literalmente á la hoguera, ni nos que
marán materialmente con fuego; pero clavarán en nues
tros corazones penas mas agudas que estas y mas dura
deras. Nuestros motivos serán calumniados; nuestras
palabras desmentidas y nuestras acciones falsificadas.
Una reputación por cuya inmaculada pureza podemos
haber resistido durante la vida toda tentación y hecho
todo jénero de sacrificios, será ennegrecida; y un carác
ter,—tal vez nuestra única preciosa posesión, con que
podemos recompensar el amor de la familia y de los
amigos,—será difamado, calumniado y envilecido; y si
fuera considerado suficientemente conspicuo para atraer
la atención pública, será puesto en letras de molde en la
prensa pública, tal vez en las Cámaras Lejislativas,
para el escarnio de la misión común. I entonces,
¿ abandonaremos esta gloriosa causa ? ¿ Sacrificaremos
cobardemente el bien inmortal á la paz mundana ? No;
jamás ! mas bien hagamos frente á la oposición, inspira
11
— 50 —

dos en el espíritu de aquel que dijo proféticamente :


"Si á mí me han perseguido, os perseguirán á vosotros
también." Para aquellos que nos hacen oposición y nos
calumnian, nuestra venganza será hacer á sus hijos me
jores, mas sabios y mas felices que ellos mismos. Si sen
timos alguna vez que motivos terrestres luchan con los
del cielo en nuestros pechos,—el egoísmo con el deber,
la pereza con el trabajo continuo y honorable, una sa
tisfacción perversa con la ambición de un bien mas ele
vado y asequible, — no permitamos que lo terrestre ven
za á lo celestial. Aunque no pueda decirse que: "Un
enjambre de espectadores nos observan cuidadosamen
te-" sin embargo, la muda aprobación de la concien
cia vale mas que los aplausos del mundo, y sobrevivirá
al aire mismo, y á la luz, por la cual los elojios del jéne-
ro humano, ó los recuerdos de su homenaje pueden ser
nos revelados.
No nos preocupe tampoco el hecho de que no poda
mos perfeccionar la obra en nuestro siglo. Para la con
sumación de semejante causa, mil años deben mirarse
solo como un día. Sabemos que el Creador ha estable
cido una conexión indisoluble entre nuestra conducta y
sus consecuencias. Sabemos que el orden sublime de la
Providencia es sostenido por la procesión de causas y
efectos. Sabemos que, dentro de ciertos límites, él nos
ha confiado la preparación de causas ; y luego sabemos
que del mismo modo que Él nos ha delegado esta prepa
ración ó disposición de causas, nos ha dado el poder so
bre los efectos ;— nos ha dado la facultad de modificar ó
desviar la corriente de los acontecimientos para los si
glos por venir. Como los Apóstoles, los mártires y los
héroes, han modificado los acontecimientos que nos
ocurren, así nosotros tenemos el poder de modificar los
acontecimientos que sucederán á nuestra posteridad.
No estamos, pues, trabajando por setenta años solamen
te, sino por todo lo que podemos saber durante setenta
siglos ó millones de siglos. Por medio de estas relacio
nes inmutables de causas y efectos,— de evolución, tras
— 51 —

misión y reproducción,—nuestra conducta proyectará


sus consecuencias al través de todas las edades del tiem
po venidero. Aunque nuestra vida, pues, no sea mas
que un vapor que se desvanece, tenemos, sin embargo,
el poder de tocar las cuerdas mas profundas del bienes
tar humano, y de comunicarles vibraciones que resona
rán allá lejos en el futuro eternamente. Estamos dota
dos de facultades intelectuales correspondientes á este
orden estupendo de acontecimientos, por las cuales po
demos reconocer y apreciar nuestro poder sobre las for
tunas y destinos de tiempos lejanos. Mediante estas fa
cultades, podemos ver que, todo lo que emprendemos
y proseguimos con motivos justos y en virtud de sanos
principios, no nos producirá resultados estériles, sino sus
frutos lejítimos de beneficencia. Sobre estas facultades,
pues, como sobre alas de águilas, elevémonos sobre el
horizonte del tiempo ; contemplemos la perspectiva de
la creciente magnificencia que de siglo en siglo se abrirá
y se estenderá delante de aquellos cuyo bendecido mi
nisterio es mejorar la condición de la juventud ; que re
corran nuestros pensamientos los siglos venideros y par
ticipen anticipadamente de los goces que otros realiza
rán. Si alguna vez llegamos á persuadirnos de que tra
bajamos en vano,—si alguna vez nuestros espíritus es
tán dispuestos á desfallecer ante los obstáculos y hosti
lidad presentes,—entonces, mediante esta facultad de
discernir qué grandes resultados cosecharán de nuestros
humildes esfuerzos la Naturaleza y la Providencia; ten
gamos fe en el porvenir, y veremos esta gran causa sa
lir de sus presentes tinieblas y oscuridad, desarrollándo
se, floreciendo, embelleciéndose, y, en su madurez, pro
duciendo frutos inmortales de sabiduría y de santidad ;
y mientras contemplamos la gloriosa escena, todas nues
tras facultades se vivificarán dotadas de nueva y desco
nocida enerjía.
Aunque por ahora nuestras palabras y hechos pare
cen casi ineficaces y desesperanzados; aunque falanjes
de nobles prosélitos se levantasen en nuestro lugar para
— 52 —

ser seguidos una y mil veces por otros cuyos trabajos


y sacrificios parecerán caer y anonadarse como las hojas
de las selvas en el otoño; sin embargo, como la caída.
anual de aquel follaje, que por innumerables siglos ha
ido engrosando gradualmente la capa vegetal en las
vastas soledades del valle del Mississippi, aumentando
su espesor y su riqueza; asi el producto de nuestros tra
bajos y de nuestra riqueza se acumulará en número y
valor, hasta que por último, debajo de la mano de algún
mas afortunado cultivador, dará mas abundantes cose
chas de bienes, de equidad y de felicidad, que jamas an
tes ostentó su exuberante lozanía en la "Vendimia de
los Tiempos."
— 53 —

BIBLIOTECA PÚBLICA.
Buenos Aires, Mayo de 1873.

Sr. Presidente de la Comisión Protectora de las Bibliotecas Po


pulares, D. Palemón Huergo.

El infrascrito, Director interino de la Biblioteca Pú


blica, en el interés de concurrir al llamado que vd. hace
á todos los Presidentes ó Directores de Bibliotecas á
fin de que le comuniquen, en cuanto sea posible, los da
tos estadísticos designados en la planilla que, adjunta á.
su nota de fecha 2 1 del próximo pasado mes, ha tenido
la satisfacción de recibir, se hace un deber en llenar el
objeto de su pedido, acompañándole los datos que vd.
solicita, en la forma designada en esa planilla y con los
detalles que van en seguida.
Comienzo por satisfacer su deseo de saber la fecha
de la fundación de esta Biblioteca, como podrá vd. ver
en la estadística que adjunto. Creo de interés ampliar
esta noticia, no solo porque su mente es dar esto á la
publicidad, sino porque en realidad no es escaso el nú
mero de personas que ignoran no solo esa circunstancia
sino todo lo relativo á la erección de un establecimiento
como este, creado para facilitar á los amantes de las le
tras un recurso seguro pata aumentar sus conocimientos.
La idea de fundar una Biblioteca Pública, pertenece
al Dr. D. Mariano Moreno, ¡dea que tuvo la suerte de
llevar acabo con el apoyo de la i rt Junta Gubernativa
de que era digno y laborioso Secretario. Esta Junta
nombró á aquel patriota Protector de dicha Biblioteca,
confiriéndole todas las facultades para presidir á dicho
establecimiento y entender en todos los incidtntes que ofre
— 54 —

cíese; y por Bibliotecarios al Sr. Dr. D. Saturnino Segu


róla y al Reverendo P. Fr. Cayetano Rodríguez.
Las primeras obras que sirvieron de base á la forma
ción de esta Biblioteca fueron donadas por ciudadanos
distinguidos de aquella época, tales como los Dres. D.
Mariano Moreno, D. Luis J. Chorroarin, D. Julián S.
de Agüero, D. M. de O'Gorman, los Sres. D. Manuel
Delgrano, D. Juan M. Almagro, el Rdo. Fr. Julián
Perdriel y muchos otros, no siendo estraño á estas ma
nifestaciones verdaderamente patrióticas y generosas
algunos comerciantes ingleses de esta plaza, así como
también la Sra. Da. Martina de Labarden y Arce que
cooperó á levantar esta gran obra de paz y progreso con
un contingente de libros valioso. En ese año (1810) los
donativos ascendieron á 249 obras.
Paso á señalar ahora el número de volúmenes que ac
tualmente cuenta este establecimiento, y su encuader-
nacion, detalles que estoy en aptitud de trasmitir á vd-
con toda exactitud por cuanto son el resultado del in
ventario que, con intervención mia se acaba de levantar
en la Oficina por medio de sus empleados. Este traba
jo ejecutado con toda proligidad arroja los datos mas
minuciosos sobre la clase de encuadernacion de las obras
contenidas en cada sala, de modo que con la mayor fa
cilidad" se puede saber los libros que en pasta, media
pasta, pergamino, etc. encierra cada una de las ocho sa
las de esta Biblioteca. Así, la sala 2 rt abierta el año pa
sado, y que es el centro común de todas las obras ad
quiridas de carácter americano que se han publicado en
América y Europa, sea cualquiera el ramo de la ciencia
á que pertenezcan, tiene 2439 volúmenes, de los cuales
428 están en pasta entera, 1453 en media pasta, 16 en
pergamino, 118 en tela, 17 en cartón y 389 ala rústica.
Debo observar á vd., que en ese número de volúme
nes, no incluyo 1337 folletos á la rústica, colocados en
su mayor parte en la última sala, ni 448 volúmenes de
periódicos que por su gran tamaño no se han trasladado
á la sala de libros americanos, y por último, los 34
— 55 —

volúmenes de la Flora Brasiliensis de Endlicher, Mar-


tius y Eichler, obra monumental con que el Gobierno
Brasilero tuvo la deferencia de obsequiar á este estable
cimiento en Enero del año pasado.
Me especializo en estos detalles, porque es convenien
te hacerlos conocer á todos, particularmente á aquellos
que tienen un concepto mezquino y erróneo de la cultu
ra y progreso intelectual de esta parte del globo.
Por lo demás, el número de volúmenes que posee la
Biblioteca, sin contar los que hay en depósito para el
cange de libros, asciende á 22,384, de los cuales hay
21,686 encuadernados, y los restantes á la rústica.
Otro hecho sobre que puedo informar á vd. favora
blemente, es el movimiento de la concurrencia desde el
mes cíe Enero de este año hasta el i ° del presente.
Hubiera deseado abarcar el tiempo trascurrido desde
Setiembre de 1871, época en que fue nombrado Direc
tor del Establecimiento el ilustrado Dr. D. Vicente G.
Quesada, pues desde entonces se lleva en esta Oficina
una estadística de la asistencia diaria con toda regulari
dad; pero me ha parecido mas pertinente reducir el tiem
po consultando la clase de publicación á que va á entre
gar vd. estos datos, y la mente de vd. que sin duda será
la de obtener á ese respecto noticias recientes.
La cifra de 1394 que señalo en el cuadro adjunto, co
mo total de la concurrencia durante ese cuatrimestre,
no es del todo consoladora, si se atiende á las comodi
dades que ahora ofrece este Establecimiento, las horas
en que está abierto, que son de 1 1 á 4 de la tarde, las
obras de estudio, clásicas y amenas que forman su rique
za y las condiciones de adelanto y progreso siempre cre
cientes en que ha entrado desde que el Dr. Quesada
se ha hecho cargo de él. El mes mas concurrido ha si
do el de Marzo que la estadística de la • oficina cierra
con un total de 392 personas. Quizá ese resultado se
deba en gran parte al poco ó ningún conocimiento que
la generalidad del público tenga de la organización de
-esta Biblioteca, y de los tesoros que con tanta facilidad
— 56 —

como ventaja podría aprovechar. La Biblioteca tampo


co presta libros á domicilio, ni lo puede hacer, porque
su Reglamento lo prohibe espresamente. En fin, el nú
mero de volúmenes pedidos asciende durante aquellos
meses á 1710 consultados en la forma siguiente: 391
de jurisprudencia, 305 de literatura y filosofía, 327 de
historia y geografía, 418 de ciencias y artes, 20 de pa
tología, n de casuística, 224 periódicos y 14 manus
critos.
Desearía completar estos datos designando también
el valor de las obras que tiene la Biblioteca, encuader
nadas y á la rústica. Pero esto seria una tarea que, á
mas de lo ardua y pesada no podría dar un resultado
satisfactorio. La Biblioteca posee un gran número de
obras antiguas, raras, de gran mérito y ediciones que
datan del descubrimiento de la Imprenta. Estas obras,
como vd. comprenderá muy bien, son casi inaccesibles
á una prudente apreciación pecuniaria. Si bien existe
un libro de grandísima importancia titulado Manuel
du Libraire et de ¿'Aniaícu? de livres par J. C. Brunet,
que podria para esta operación, prestar datos útilísimos,
sin embargo escollaría mi propósito por cuanto he teni
do ocasión de notar que aquel tiene algunas deficiencias
y no indica siempre con precisión el precio de las obras
cuyo mérito bibliográfico encarece.
Existe ademas una colección de manuscritos com
puesta de 150 volúmenes y 36 legajos, inéditos muchos
de ellos y autógrafos otros. ¿Cómo valorar estos pre
ciosos frutos de la inteligencia humana ? Estas obras
son inapreciables por la misma razón de que son únicas
en el mercado de las letras. Hay, por ejemplo, entre
ellas un libro que por su origen y otras peculiaridades
constituye un verdadero tesoro. Las personas que lo
han visto han hecho de él los mayores elogios, y hasta
la prensa bonaerense se ha ocupado de él. Es de regu
lar tamaño y data del siglo XV. Sus hojas escritas en le
tras góticas grandes y de inimitable perfección son de -
pergamino finísimo, y las mayúsculas ostentan un relie-
— 57 —

ve de metal dorado muy precioso; tiene láminas ilumi


nadas hechas también á mano con una delicadeza y
precisión admirables, y se conserva hasta ahora en el
mas perfecto estado. Este libro cuyo título es Oficium
Parvum Gothicum ha sido, según se cree, el devociona
rio de Carlos el Temerario, Duque de Borgoña, y fue
donado á esta Biblioteca, juntamente con otros manus
critos, por el Gobierno del General Viamont el 23 de
Noviembre de 1833.
Debo terminar aquí este informe circunscrito esclusi-
vamente á los límites señalados en la planilla que de
vuelvo con los datos solicitados en su nota. Pero si el
propósito de vd. es publicar algunas otras noticias y ob
servaciones sobre el estado actual de este importante
establecimiento, podrá vd. consultar la Memoria de es
ta Biblioteca correspondiente al año 1871 que tengo el
gusto de adjuntarle, sintiendo no hacer lo mismo con la
del año pasado porque aun no se ha publicado.
Quiera vd. persuadirse que en obsequio de los inte
reses generales que vd. invoca en la nota que dejo con
testada, haré cuanto me sea posible, remitiéndole todos
los datos relativos á esta Biblioteca que vd. quiera pe
dirme.
Aprovecho esta oportunidad para presentar al Sr.
Huergo las espresiones de mi mas distinguida conside
ración con que me suscribo—•
Su muy atento servidor
Lorenzo Saborido.
— 59 —

PORVENIR DE LA ENSEÑANZA POPULAR (1)


IPor M. JULIO
(De la Academia Francesa)

Señoras, señores :
Acabáis de escuchar en términos elocuentes y lejíti-
mamente aplaudidos, la historia del oríjen y de los pro
gresos de la Sociedad, por medio de la instrucción ele
mental. (2) Yo también quiero dirijiros la palabra por
algunos instantes, no tanto porque tenga el honor de ser
un hombre de escuela,—sino porque cada uno de noso
tros abriga ciertos sentimientos que deben ser comunes
á todos, para que podamos así aprovechar de unos y
otros.
El primer sentimiento que sé presenta á mi espíritu,
al encontrarme en medio de una compañía tan selecta,
es el de la gratitud por el concurso que habéis querido
prestarnos, desde que veo en esto el símbolo de una es
peranza, de una protesta y de una enseñanza : una es
peranza, porque ella está en el fondo de nuestros cora
zones, y si es cierto, que una nación es fuerte, no por el
número de sus soldados, sino por la cultura intelectual
y desarrollo moral de sus hijos, ¿ no es acaso un hecho
considerable y fecundo para el porvenir, esta simpatía
casi universal en favor de la causa de la instrucción po
pular ? Tiene su oríjen en la mas noble aspiración, va

(1) Traducido del francés por J. L. Aguirre.


(2) Discurso de M. Albert Le Roy.
— 60 —

en pos del objeto mas grandioso que la sociedad puede


alcanzar,—el de estinguir para siempre toda desigual
dad ; dar fin con las castas, hacer desaparecer
todas las clases que han sido hasta ahora, desgraciada
mente, separaciones tan reales como profundas entre les
hombres ; aproximarlos y confundirlos para purificarlos
y unificarlos en el foco ardiente de la ciencia y del
amor.
Saber y amar, es la vida sintetisada en sus términos
eternos y sublimes, no pudiendo separarlos puesto que
se confunden para fortificarse. Pero, podemos ignorar
quiénes somos ? Un notable escritor á quien no se acu
sará ciertamente de escéptico, M. de Tocqueville ha di
cho que el hombre aparece súbitamente y se le vé un
día atravezando un camino en cuyas estremidades se
encuentran dos abismos : el uno, es el punto de donde
sale, y donde se pierde es el otro.
Cualesquiera que sean la grandeza y verdad de estas
palabras, aunque tengamos en nosotros mismos nuestro
propio misterio, y aunque nos sea difícil resolver esa
terrible cuestión, que consiste en saber quienes somos y
de donde venimos, no es menos cierto que sentimos una
necesidad interior de mostrar nuestra alma á la luz y al
calor ; que no somos dueños de contener las concepcio
nes del espíritu cuando está erí posesión de cuanto pue
de conocer ; que nos vemps inducidos é ejercitar forzo
samente nuestra razón, á estender su dominio, y apo
yados en ella solamente á aproximarnos cada'vez mas á
la verdad.
Pero el saber aislado de la afección nada sería por sí
mismo,—seria impotente y permanecería estéril. Y el
amor, ¿qué seria sino fuera elevado, ennoblecido y epu-
rado por la ciencia ? La ciencia sin la afección es una
flor sin perfume, y el amor sin la ciencia es un goce fur
tivo obtenido en las tinieblas, ocultando á las miradas
la belleza que es su escencia.
De todo esto tenemos conciencia, y si es la verdad,
comprendereis que el interés social está en esparcir pro
— 61 -

fusamente sobre todas las capas de la población, la luz


que la debe vivificar, así como la del sol y como el oxí
geno que compone el aire que respiramos, animan y vi
vifican todos los seres que pueblan la superficie del
globo.
Ahora, pues, al veros reunidos en este recinto, pue
do concebir la esperanza del triunfo de la causa de la
enseñanza, y formular la idea que nada tiene de teme
raria, que en adelante aquella causa tomará posesión de
todas las intelijencias, y gravándose en todos los cora
zones, no retrocederá un solo paso del camino recor
rido.

Ya que nos encontramos reunidos para cumplir el


programa trazado por vuestro honorable Presidente, va
mos á fijar la cuestión que trataré de tocar sin abusar de
vuestra paciencia; ¿ Cuál es el porvenir de la enseñan
za popular ?
No quisiera repetir una palabra justamente célebre,
pronunciada en otra ocasión. Sería una injusticia decir
que la enseñanza popular es nada.
Sin embargo, creo no salir de los límites de la verdad,
afirmando que aun es poca ; pero entonces, ¿ qué debe
ser? ¡ Ah! sobre esto no esperimento duda alguna, y no
tengo embarazo de decirlo francamente, debe ser todo !
Sí, todo, en la acepción absoluta de la palabra! I la na
ción que no comprendiera una verdad tan simple, esta
ría condenada á languidecer, quizá á morir en la de
crepitud.
Estad seguros,—no hago sino espresar vuestras pro
pias convicciones,—aquellas naciones á las que está re
servado un gran rol en el mundo, las que están destina
das á marchar á la cabeza de la civilización, las que re-
cojerán mas grandeza, glorias y riquezas, serán las que
no hayan descuidado ninguna cíe sus fuerzas producti
vas, las que hayan desarrollado toda su actividad por la
ciencia y por la moral.
— 62 —

Tenemos entonces el derecho de decir, y bajo este


respecto creo que no podría ser ni muy afirmativo ni
muy absoluto, que el porvenir de la enseñanza popular
debe tender necesariamente á una instrucción y á una
educación comunes que aproximen y confundan á todos
los ciudadanos.
Es así, al menos, como se formulan en mi espíritu los
destinos de esta enseñanza íntimamente vinculada á la
fuerza moral y á la prosperidad de mi país.
Concentraos y replegaos sobre vosotros mismos, y
participareis necesariamente de mi opinión.
Considerad, en efecto, al hombre en su individualidad:
¿ cuáles son las condiciones de su superioridad ?— Evi
dentemente la espansion y el desarrollo de todas sus fa
cultades físicas, intelectuales y morales en el orden so
berano de la justicia y de la verdad.
'Y este desarrollo, notadlo bien, solo se obtiene por la
dirección. Seria un gravísimo error suponer al niño
dotado de facultades innatas, cuyo simple desarrollo
pueda conducirlo á la madurez del hombre formado.
Seria un error hasta en una sociedad salvage. En
, cuanto á las sociedades civilizadas, no hay para que de
mostrarlo; ellas adquieren por tradición y por herencia
las conquistas intelectuales y morales de las que las han
precedido. Esa es su fuerza y su sustancia, es elpe-
destal sobre el cual se apoya la pirámide que se eleva
por un movimiento ascencional hasta las rejiones de la
verdad que es el ideal. Y me figuro, al considerar una
sociedad así concebida, un vasto anfiteatro compuesto
de gradas que se elevan sin cesar cuya parte baja está
desierta por haber sido poco á poco abandonada. Los
hombres de jénio están en la cúspide, y con la frente
resplandeciente por raudales de luz, llamando hacia
ellos á los otros hombres, los que obedecen á su presti-
jio y ocupan, á su voz, los grados intermediarios. Si
todos no pueden llegar hasta estas alturas sublimes del
jénio, deben al menos alcanzar cierta altura desde don
de puedan contemplar el espectáculo que se desarrolla
— 63 —

ante su vista para no permanecer estraños ante la gran


evolución á que fueren asociados.
Pero para operar esta ascención gloriosa, el hombre
aislado es impotente, no la conseguiría, y desfallecido
por desaliento mortal caería en el camino. ¿ Qué nece
sita pues ?—La ciencia, el amor y la abnegación del
maestro. A él toca apoderarse de esta tierna inteligen
cia, transformarla, pulirla, inspirarle buenos y saluda
bles pensamientos, y entonces penetra en ella un algo
semejante á una vida interior que nada tiene de común
con la existencia orgánica cuyos secretos y leyes igno
ra ; se siente en su propia independencia capaz de ha
cer el bien, de evitar el mal, es libre, es poderosa, pue
de afirmarse en obras que serán útiles á la sociedad en
tera.
Recordad que el poeta antiguo (no olvidemos ese ma
nantial de eterna belleza) ha representado maravillosa
mente este fenómeno á mi modo de ver, por medio de
una imagen de las mas tocantes. A este pedazo de
mármol inerte é informe el escultor lo ataca con su cin
cel, hace caer pieza por pieza toda la cubierta grosera
que ocultaba la belleza de sus moléculas inertes. Pero
he aquí que la luz desciende sobre esta imagen, su fren
te se ilumina, su rostro se estremece, cíe su boca entrea
bierta se escapa la palabra divina que revela la creatura
de origen celestial, el artista se prosterna bajo la influen
cia de la adoración y del temor, ante esta obra que es la
suya, puesto que es la de su pensamiento y la de su co
razón !
He aquí, pues, señores, la imagen de la educación.
Y cuando todo nos dice que ella puede realizar estos
prodijios, yo os pregunto : ¿ si ella es la condición nece
saria de la elevación moral del hombre, seria sabio, se
ria político, concentrar sus beneficios en el círculo de un
oequeño número ? ¿no seria esto á la vez, una impie
dad y una locura, un ostracismo, injusto decretado en
detrimento de los mas débiles y contra el cual no ha-
bria otro recurso que el de la violencia y el de la fuerza?
_ 64 —

¡ Ah! Salvémosnos de una desgracia semejante, sal


vémosnos y salvemos la sociedad por los únicos medios
que pueden preservarla, es decir, por la justicia ! Reco
nozcamos que la naturaleza no ha hecho categorías en
tre los hombres ; que todos han nacido iguales; que to
dos tienen los mismos derechos, y que pronunciar en
tre ellos el nombre de privilejio, es violar esa ley de
igualdad, la única que puede constituir su fuerza y po
der. Es necesario, pues, hacerlo desaparecer de la edu
cación y de la instrucción, es necesario que estos bienes
inestimables sean el patrimonio de todos sin distinción
de castas ni clases. ¿Qué diríais de un labrador que de
jara inculta la mejor parte de su campo, so protesto de
concentrar todos sus cuidados en un pequeño rincón que
hubiera preferido ? Las abundantes cosechas que se re-
cojieran de este lugar favorecido no reemplazarían se
guramente á las que el propietario hubiera perdido por
su ignorancia y por su injusticia.
La sociedad es el agricultor ; hasta ahora ha tenido
tesoros ignorados, sepultados en sus capas profundas.
¡ Cuántos diamantes que el arte y el trabajo hubieran
podido pulir, han quedado ignorados! ¡Cuántos hom
bres agoviados por la compresión de la miseria y de la
inexorable necesidad, hubieran podido elevarse hasta la
superficie !
Y bien, señores ; los filósofos, los moralistas, los lejis-
ladores, deben comprender, que hay en todo esto un sa
crificio verdadero de la fuerza humana, que no deben
permitir que se desarrolle mas y mate miserablemente
todos sus gérmenes de grandeza, que la sociedad cons
pire contra sí misma por una debilidad semejante ú ob-
secaciones tan criminales, que se suicide en parte, que se
prive quizá de redentores y de jénios que mueren así
sin haber visto la luz cuyas ondas benéficas habrían po
dido desarrollar sus facultades regeneratrices.
Sé muy bien, y es esta una objeccion presentada á
menudo, que algunos espíritus prevenidos consideran
estas ideas como una pura quimera, atreviéndose á de-
— 65 —
\
•cir que hasta son subversivas ! Pero yo les pregunto,
¿ dónde están, en qué tiempo creen vivir ? Si nuevos
Epiménides no se han sumerjido en un sueño tan pro
fundo que las revoluciones no han conseguido inter
rumpir ?
¡ Cómo ! ¿ acaso los acontecimientos desarrollados
en el mundo son semejantes á la nada ? ¿ acaso estamos
aun bajo el imperio de las teorías y doctrinas sociales
de los siglos XVI y XVII ? ¿ Qué nada importa el
dogma de la soberanía popular proclamado sobre las
ruinas del derecho divino agonizante por el esceso de
sus culpas ?
Pero, señores; si la soberanía popular es seguramen
te, el mas grande, el mas majestuoso y el mas fecundo
de los principios, puede ser también el mas peligroso —
j Cómo ! ¡ No comprendéis esta revelante verdad ! Con
sentís y aceptáis un estado semejante de cosas, y sin
embargo,— no quiero averiguar la sinceridad de vues
tra palabra, —la glorificáis y queréis su aplicación inte
ligente! Ahora bien, yo os pregunto, ¿ qué es la demo
cracia ?— La democracia es la autoridad del mayor nú
mero—¿ Qué debe ser la autoridad ?— La sabiduría, si
TÍO estoi equivocado —¿ De dónde viene la sabiduría?—
La sabiduría viene de la luz, y la luz emana de la ins
trucción y de la educación, y, si, por vuestro sistema,
colocáis la fuerza en el mayor número al cual negáis la
luz y por consiguiente la prudencia y la sabiduría, ¿ á
dónde iréis á parar ? Oh ! lo sé muy bien, á la servi
dumbre que todos aborrecemos !
No queremos que, so pretesto de conservar en la so
ciedad este orden que ya no es de nuestro tiempo y
que solo reposa sobre la falsa hipótesis de estas capas
amontonadas las unas sobre las otras, reservándose es-
elusivamente el mando á las que son superiores para
no dejar á las demás, bajo el manto de una soberanía
nominal, sino el derecho de obedecer, se nos esponga
á un verdadero peligro público.
Quizá se me dirá: ¿ cómo queréis que todos los hom
— 66 —

"bres sean llamados á participar de una instrucción y de


una educación iguales ? ,; cómo queréis que se puedan
interrogar las aptitudes de cada uno, solicitar todas las
inteligencias, despertar todos los espíritus embotados ?
I entonces, ¿ dónde está el trabajo, dónde la reg-la, dón
de el gobierno ?
Respeto sobremanera á todos mis adversarios, y me
complazco en creer, aun en la hipótesis, de que sus in
tenciones sean buenas. Pero no me es permitido res
ponder á aquellos cuyas opiniones acabo de formular.
Es precisamente por consideraciones y respetos á la au
toridad que no queremos ver difundir las tinieblas so
bre una parte de la sociedad cuando es ella la que en
realidad ejerce el poder.
Así, la necesidad de la instrucción y de la educación
se encuentra demostrada por las objeciones mismas
que parecen rechazarla; y estad ciertos, que una socie
dad no podrá vivir tranquila, gozar de sus derechos y
ejercer sin agitación, todos cuantos provienen de su li
bertad lejítima, sino cuando el principio de la autoridad
se ponga en armonía con el principio del desarrollo in
telectual y moral.
Pero supongamos realizada la hipótesis que nuestros
adversarios tratan de quimera: asistamos por un mo
mento al desarrollo de una sociedad que desgraciada
mente no es la nuestra; supongamos que hubieran de
saparecido todas estas barreras opuestas artificialmente,
pero que reposan en desigualdades desgraciadamente
muy reales; que una instrucción y una educación comu
nes confundieran todos los rangos; que las aptitudes sus
ceptibles de distinguirse hubieran tenido un libre y vas
to campo donde desarrollarse, y finalmente, suponed
que un estado semejante fuera favorecido por el reina *
do de la igualdad de los derechos y de la razón, —pues
yo no quiero establecer la igualdad de las inteligencias
que seria una verdadera locura
Lo que no puedo concebir, es que hayan hombres que
ignoren y no puedan comprender las relaciones que de
— G7 —

ten unirlos con sus semejantes, y las que los ponen en


contacto con la naturaleza, permitiéndoles luchar victo
riosamente contra ella cuando los amenaza, y aprove
char de sus dones cuando los bonifica. Sí, señores, to
dos los hombres, en este orden de ideas, son iguales;
tienen las mismas facultades y por consiguiente, deben
tener los mismos derechos, y si esto es así volvamos á
la hipótesis; suponed la sociedad asi organizada, y ¿ no
verias desaparecer la mayor parte de las causas de agi
tación, de discordias, de debilidad y esterilidad que nos
atormentan ? ¿ No es un hecho incontestable que la ig
norancia suministra al crimen el contingente mas temi
ble ? Ataquémosla, pues, y al hacerla desaparecer ha
bremos dado á la moralidad humana una base inconmo
vible. Conocer sus obligaciones y sus deberes es sen
tirse digno de ser libre, y para merecer dignamente es
ta libertad es necesario ser ante todo un hombre de
bien.
Pero falta algo mas: al hombre no le basta ser hon
rado, á la honradez debe unir la educación. Deseo que
entendáis y comprendáis conmigo la ascepcion de una
palabra semejante, porque ella es lata y grande para
poderla desdeñar.
La nación francesa ha sjdo famosa en otro tiempo
por su perfecta urbanidad y solo se hablaba entonces de
las clases mentadas por la historia, habiendo sido rele
gadas al olvido las otras.
La urbanidad, si no es la virtud misma, es al menos
su apariencia y por lo regular su principio. La tosque
dad del lenguaje, la vulgaridad de las costumbres, la
trivialidad de las ideas, son otros tantos flajelos que en
los mas pequeños detalles de la vida, debilitan al hom
bre y lo predisponen al mal ! ¡ I cuánta es nuestra ce
guedad al resignarnos con una cierta alegría cuando de
biéramos mas bien aflij irnos, comprendiendo el cuadro
que ofrecen las que se llaman clases inferiores con la
perpetuación de ese lenguage grosero, y de la triviali
dad de sus ideas ! Cualquiera creería que aquellas estu
— es —
vieran en pleno dominio y que fuera imposible hacerlas
desaparecer ! Permitidme leeros algunas líneas tomadas
de un escritor cuyo espíritu á la vez dulce y austero, fi
no y penetrante, ha dejado en el mundo de las letras
una huella que no se borrará jamas.
He aquí lo que dice M. de la Bruyére sobre esta rus
ticidad que una instrucción y educación comunes harían
ciertamente desaparecer :'
"La incivilidad no es un vicio del hombre sino el
"efecto de muchos vicios, de la. necia vanidad, de la ig-
"norancia de sus deberes, de la pereza, de la distrac-
"cion, del desprecio de los otros hombres, de la envidia;
"y es tanto mas detestable cuanto que es un defecto vi-
"sible y manifiesto."
Tales son, señores, las observaciones tan justas como
profundas de M. déla Bruyére; y aunque él las haya
escrito para los magnates quiero aplicarlas á mi país.
Deseo para él no solamente la instrucción del espí
ritu, la elevación moral, sino también la dulzura de las
costumbres, el respeto de sí mismo y de los otros, aque
llas consideraciones, miramientos y deferencias, que em
bellecen la vida, que hacen de su comercio un cambio
de buenas relaciones.
Es esto, señores, lo que no se puede obtener sino
gracias á una transformación que se trata de quimera,
y la que, como lo veis, seria la mas benéfica de las rea
lidades. No creáis con los espíritus timoratos á quienes
rne refiero á cada paso, que la cultura intelectual ó mo
ral, de cualquiera manera que sea, pueda dañar la acti
vidad humana y detenerla en sus labores; es una afir
mación sin fundamento y resuelta en contra por la auto
ridad de los siglos.
Parece que en los tiempos de la sociedad elemental
se haya hecho contra ella una coalición de preocupacio
nes y de pasiones, y que algunos hombres, perfectamen
te autorizados por su carácter y sus antecedentes, ha
bían llegado hasta denunciar á los que se ocupaban de
instrucción pública, como malhechores sociales que iban.
— GO —

á entorpecer las funciones de la máquina rompiendo sus


resortes.
Ah ! Queréis hacer leer á los paisanos y á los obre
ros ! decian, estad seguros que ellos abandonarán la
tierra y los talleres para precipitarse en las carreras li
berales y rehusarán el trabajo manual !
He oido afirmar en otro recinto, á un hombre de bue
na fe, que para desarrollar un cierto valor en los cam
pos de batalla, era necesario no saber leer, y probaba
por ejemplos, según él creía, los mas tópicos, que las
letras adormecen el corazón !
Pero nosotros hemos recibido lecciones terribles, que
sobre este punto nos hubieran iluminado si acaso la
teoría no fuera suficiente.
Hace algún tiempo que la Prusia doblegando al Aus
tria á pesar de la desigualdad de las fuerzas, nos ha he
cho ver de que parte se encuentra la victoria, si de la
del saber ó de la ignorancia.
Pero no teníamos necesidad de esta prueba, pues en
nuestra Francia se ha hecho ya la esperiencia, y cierta
mente, todos los hijos de esta noble nación son valien
tes, y lo podemos decir sin inmodestia. ¿ Sabéis por qué
derraman su sangre en los campos de batalla con una
abnegación tan generosa? ¿por qué presentan siempre
su pecho á los fuegos del enemigo, fija su mirada en la
bandera que es también su segunda patria ?— Es porque
en esta nación se encuentra particularmente una vivaci
dad de inteligencia, una rapidez de concepción, algo cíe
espontáneo que marcha á la vanguardia de la verdad,
que aparta el error y es uno' de los atributos distintivos
de la Francia. Pero unid á la educación la cultura in
telectual, el hombre no es ya solo valiente porque sea
intelijente, porque así haya sido creado, sino porque co
noce el valor moral del acto que ejecuta, y muere sa
biendo lo que hace por el honor y por la grandeza de
su país.'
Tenemos como ejemplo y cerno modelo eterno, á los
griegcs,«que no desdeñaban la cultura intelectual; teñe
— 70 —

mos á los hombres de la Convención, á los hombres de


la República, á los jóvenes salidos de las escuelas, que
han mostrado en las luchas sostenidas contra el enemi
go, un valor tan abnegado, tan firme, tan admirable, que
podemos decir sin temor de ser desmentidos, que es en
la escuela donde se forman los héroes verdaderos.
Por lo demás, me veo en la triste necesidad de volver
á la objeción que no he cesado de combatir, para reco
nocer que, si bien la hipótesis que he presentado no es
una pura quimera, tampoco es al presente una realidad.
Estamos separados por clases muy arraigadas todavía,
y si esta hipótesis pudiera realizarse instantáneamente,
se necesitaría un cierto tiempo para que ella pudiera
producir sus frutos, pues la ciencia y la educación son
una semilla que se desarrolla lentamente y el tiempo so
lo la puede hacer fructificar. No hay, pues, ning-una es
pecie de temeridad al producir en público estas afirma
ciones que no deben tener por consecuencia sino deter
minar el objeto hacia el cual marchamos.
En efecto, si nos es imposible hacer todo lo que acabo
de deciros, al menos debemos ensayarlas, al menos de
bemos sentirnos fortificados contra cualquier especie de
desaliento, estar cada vez mas animados de ese santo
ardor que persigue los abusos y busca el triunfo de la
verdad. ¿I, cómo se podria dudar en los tiempos en
que vivimos y después de ejemplos tan elocuentes, de la
utilidad de una grande instrucción ? I todavia pronun
cio esta palabra sin quererla limitar y á fin de respon
der á la cuestión en cuya vista se ha inaugurado esta
reunión, á saber : ¿ cuál debe ser la obra de la enseñan
za popular? Yo os pido el permiso de afirmar que, según
creo, esta obra consiste en hacer desaparecer todas las
desigualdades que puedan aun clasificarse en categorías,
estableciendo distinciones que ya no deben existir.
A mi modo de ver, estas diferencias entre la ense
ñanza superior, la enseñanza de segundo grado y la en
señanza primaria deben ser mas oficiales que reales, sin
que por esto se crea que yo no reconozco que las cien
— lí
elas superiores son privilejio de un pequeño número de
intelijencias, si bien deben ser accesibles á todos como
los empleos públicos y como las funciones que discierne
el Estado. Pocos sin duda podrán llegar hasta ellas, y
tan pocos como se quiera; pero nunca será esta una ra
zón para que los hombres colocados al lado de los que
llegan á este grado superior ignoren los conocimientos
jenerales cuya p.erfeccion han alcanzado aquellos.
Tal es el pensamiento que quisiera haceros compren
der bien (tan arraigado lo tengo) al mismo tiempo que
quisiera daros una fórmula que comprendiese todas las
variedades del conocimiento, que los hiciera accesibles,
al menos en la generalidad, á todas las inteligencias.
Pero quizá me diríais ¿ cómo queréis que en la escue
la primaria se aprenda la ciencia, todas las ciencias y
hasta la filosofía ? ¿ I por qué ? Hasta aquí hemos vi
vido envueltos por una instrucción artificial que ha im
pedido singularmente la espresion de las ideas, y pare
cía que para conocer la vida esterior y la existencia in
terior del hombre eran menester las dotes del genio. La
ciencia y la misma filosofía tienen sus elementos, sus la
dos generales por los cuales son accesibles á todos, y
es por estos lados jenerales que todos deben penetrar
en su dominio —Y ac^so es una novedad ?—Si lo fuera
se debiera convenir en que es muy antigua: hacen mas
de trescientos años á que vivia un hombre cuyas obras
no pudo decirse jamás que se han leído demasiado, pues
á la erudición mas vasta se mezcla la filosofía mas sana;
se le ha acusado muchas veces de escéptico porque no
era cortesano, porque era independiente, porque su al
ma noble poseyéndose á sí misma, ha trazado para las
generaciones futuras lecciones imperecederas; os hablo
de Montaigne.
I bien ! Montaigne, que es quizá uno de los antiguos
que ha escrito sobre los niños el mas justo y el mas sen
sato de los libros, combatía, ya en su época, la opinión
de los que piensan que los niños, en una edad muy tier
na, son absolutamente impotentes para comprender las
— 72 —

ideas generales, científicas ó filosóficas ; y hablando del


tiempo tan corto reservado á la instrucción, decía :
"Quitad todas esas sutilezas espinosas de la dialéctica,
"tomad los simples discursos de la filosofía, y veréis co-
"mo ellos son mas fáciles de concebir que un cuento de
"Bocado ; un niño es capaz de aprovechar esa enseñan-
"za mucho mejor que cuando se tfata de enseñarle á
"leer ó escribir; la filosofía tiene discursos para la infan-
"cia del hombre, así como los tiene para su decrepitud."
Nada es mas justo y mas verdadero ; y sino temiera
reteneros por mas tiempo, yo agregaría, que Montaigne,
después de haber enunciado estas verdades, se ocupa
de su aplicación, y quiere, ante todo, que los niños sean
conducidos á la instrucción por el atractivo y la dulzura.
Todo esto lo escribía en Burdeos, en esta ciudad que
se glorifica con razón de una cierta conciudadanía con
un hombre tan célebre. ¡ I cuan útil hubiera sido que
esas pajinas inmortales se hubieran presentado siempre
á la vista de los instructores estraviados y fanáticos,
cuyos medios de coerción consisten en castigos indig
nos, y que, so pretesto de instruir á la juventud, han co
menzado por profanar la infancia !
¡ Ojalá esta verdad fuera comprendida y los maestros
fueran bondadosos, induljentes y de mucha paciencia f
¡ ellos atraerían á los niños mas por el encanto de su tra
to que por el rigor de la regla !
Lo que les pido es que los inicien en todo cuanto sa
ben, y que sepan lo mas que les sea posible ; y para
ser sincero, diré, que deben saber de todo un poco.
Pues ¿ será acaso absolutamente imposible iniciar á los
niños en los elementos de la física que les enseña las le
yes generales del mundo ; de la química, que los inicia
en la composición molecular de los cuerpos ; de la botá
nica, que los interesa y encanta ; de la astronomía, que
los hace levantar los ojos al cielo y comprender la ine
fable grandeza de la infinita creación ? ¿ Se creerá tal-
vez que es necesario mucho estudio, para poder dar á los
niños una idea de todas estas cosas ?—Seguramente no;
pero es indispensable que el instructor se penetre de la
necesidad de no dejar ignorar nada á estas jóvenes in-
telijencias, de todo cuanto ha aprendido en los libros de
la ciencia ; es necesario, que por un santo y noble ar
dor, tenga confianza en sí mismo, que se inicie en la
ciencia cuyos principios va á hacer conocer. Es necesa
rio que busque su modelo en aquella madre cuyo elojio
os lo tengo hecho repetidas veces, de esa madre que
pasaba la noche estudiando los rudimentos y la gramá
tica griega, para poder al dia siguiente, mas bella que
todas sus compañeras que pasan una parte de la noche
en fiestas frivolas, sonreír á su primojénito, y con un de
do intelijente mostrarle las dificultades contra las cuales
va á estrellarse su inesperiencia.
He aquí el rol del maestro ; y si se lo exijo para las
ciencias naturales, con mayor razón se lo exijo para las
ciencias morales, porque en estas, el conjunto como el
detalle son una lección ; el menor acontecimiento, el
hecho mas vulgar como el mas heroico, si el marstro
sabe comprenderlo, contiene la ley moral que enseña al
niño á practicar el bien y á evitar el mal.
Quiero que, desprendiéndose de todas las supersticio
nes y de todas las preocupaciones, el maestro decida
por sí mismo, que interrogue su conciencia, que agote
su fuerza y encuentre en sí mismo la virtud de preser
var el alma de los niños de todos los peligros á los cua
les están espuestos.
Y no se diga que vengo á sostener quimeras ni teo
rías peligrosas ! Tengo derecho para denunciar públi
camente, á mi país, la ignorancia que aun se tolera y
permite con gran escándalo y peligro de todos !
Hemos contemplado recientemente lúgubres trajedias
que han proyectado sobre nosotros una luz sombria é
inesperada — Recien nos hemos apercibido que marchá
bamos hacia un abismo el mas temible y el mas inmun
do. Acordaos de aquellos sucesos horribles que, hacen
pocas semanas, aterraban la opinión ; de esas conspira
ciones que buscaban las sombras ; de todos esos estra
— 74 —

vios que parecen haber sido preparados por el genio


<lel mal !
Lo que nos ha aterrorizado particularmente es la cri
minalidad y alevosía de los que no han sabido dominar
sus detestables pasiones—las tinieblas entre las cuales
estas maldades habían sido insidiosamente preparadas.
Todas las nociones del bien y del mal se habían con
fundido en estas almas abandonadas por la instrucción
y la educación !—Veíanse mujeres arrodilladas al pié de
los altares, con sus cuerpos temblorosos de lujuria, en
cender los cirios que hacían arder en la Iglesia con la
misma mano que les servia para dar veneno á sus espo
sos ! Su abominable cómplice aparecía coronando este
odioso edificio levantado á la ignorancia y á la corrup
ción, esplotando no tanto sus vicios como su profunda
inepcia !
He aquí lo que hemos visto ! No podemos permane
cer tranquilos cuando alguien venga á turbar nuestra
tranquilidad, diciéndonos : "Hay mucho que hacer ; en
esta sociedad existen grandes abusos, llagas ocultas que
es preciso curar." Sí, es necesario curarlas por la luz,
por la ciencia, por la instrucción, por la moral.
Llamemos para esta grande obra á todos cuantos
tengan amor á su país, á todos los que tengan una noble
inteligencia y un corazón bien puesto ; invitemos sobre
todo á las mujeres porque son ellas las que pueden, en
este admirable trabajo de rejeneracion, contribuir con
el contingente mas útil y poderoso.
Con razón os repetia vuestro honorable presidente,
que la Convención habia pensado que las niñas serian
las mejores institutrices. Este gran pensamiento se ha
verificado no solamente porque es conforme á la natu
raleza de las cosas sino porque la esperiencia ha demos
trado sus efectos escelentes. En América, casi todas
las instituciones primarias son dirijidas por niñas ; y no
°se crea que su tarea está reducida á recibir y dirijir á
los niños de tierna edad—existen niñas de seis ádiez
y ocho años, superiores en educación é inteligencia, que
lo

clan lecciones á los niños de su edad, de cuya parte solo


reciben muestras de simpatía y deferencia, las mas res
petuosas.
Abrigo la convicción que no es esta una escepcion
debida al carácter americano ; sin duda sus institucio
nes contribuyen en mucho y no soy de los. que creen
que las de Francia no deben recibir modificaciones con
siderables ; pero ante todo, tomad en cuenta el carácter
particular de la mujer, su dulzura, su paciencia, su espí
ritu de detalle, su maternal vijilancia.
Dios la pone en el mundo para ser madre, lo es á su
pesar, y aun sin saberlo, lo es al lado de su hermano, y
esta ternura afectuosa, que contiene á la vez la bondad
del corazón y el sentimiento del deber, la esparce por
todas partes ; e¿LÍ, pues, predestinada á ser ins
titutriz.
Sabéis muy bien que cuando digo todas estas cosas,
no quiero abordar cuestiones mas elevadas : os lo he
hecho presentir, --no quiero salir del asunto, y mas bien
me apresuro á llegar al final de esta alocución ; no obs
tante, podría preguntarme con vosotros, qué debemos
pensar del grave problema que se ha planteado recien
temente en faz de la humanidad, respecto á la emanci
pación de la mujer. No debemos olvidar, que tanto so
bre este punto como sobre tantos otros, la Francia ya
no tiene la iniciativa en el dominio de las ideas.
Hace dos años próximamente que allende el Estre
cho, un honorable diputado de Wertminster hizo una
moción en el Parlamento, para que alas mujeres viudas
y celibatarias de Inglaterra, se les acordaran derechos
electorales. La Asamblea se componia de 296 votantes,
y la moción del honorable M. Stuart Mili, obtuvo 73
votos, los que, en otro país, podrían ser tomados por
una mayoría. Sin embargo, fue rechazada, ó mas bien,
permitidme decirlo, fue aplazada ; y si yo hubiera teni-^
do el honor de ocupar un asiento en el Parlamento in
glés, las mujeres habrían tenido 74 votos, y hasta hubie
ra pedido que se diera mayor estension á la moción de
— 7G —

M. Stuart Mili; por lo que hace al matrimonio, no ha-


bria querido que se supusiera que los hombres hacen
pesar sobre sus mujeres un yugo despótico. Es en el
respeto de su conciencia que ellos encuentran su verda
dera fuerza. Atentar á la dignidad moral de sus com
pañeras, seria un crimen y una culpa, en los cuales pe
recería su dicha. En cuanto á mí, no comprendo cómo
las mujeres francesas, pudiendo elejirse un confesor sin
la autorización del marido, no puedan elejir un di
putado.
Pero dejando estas cosas que nos llevarían muy lejos,-
cleseo que las señoras que me han honrado con su asis
tencia es este momento, me permitan decirles: su causa
c.stá entre sus manos. El todo no consiste en reclamar
derechos, es necesaria la voluntad de ejercerlos. Se que
jan, y con razón, de la indiferencia con que son tratadas.
Pero, ¿ por qué ?— Porque su educación las separa de
nosotros. Desgraciadamente aprovechaníos demasiado
de esta ventaja que nos es singularmente funesta. Nos
creemos hábiles y fuertes encerrándonos en el dominio
que nos está reservado, y dejando á las mujeres su fri
volidad y su gracia ; pero somos nosotros mismos los
que sufrimos, y somos en realidad ciegos y necios, pues
si la mujer pierde en ello por la falta de asociación á las
ideas generosas que pueden preocuparnos, nosotros per
demos mucho mas, é imitamos al agricultor de quien os-
hablaba antes, dejando inculta la parte mas fértil del do
minio humano, y contentándonos con hacer brotar flo
res cuando podíamos cosechar los mas sabrosos y sucu
lentos frutos.
Si quisiéramos mezclar no solamente nuestro corazón,
sino también nuestro espíritu, y sino tuviéramos la ma
nía particular de negarle Ja entrada á esa especie de
terreno reservado solamente para nosotros,— ¡ cuánta
fuerza no conquistaríamos en la ternura tan viva, en la
'.sagacidad tan vijilante siempre, en la perspicacia casi
divina que distinguen á la mujer ! Bien, pues ! una vez
mas, echemos abajo las barreras que se oponen ! Os
hablaba antes de 'la necesidad de la educación común
entre los niños de ambos sexos, y es allí, en efecto, don
de se encuentra el secreto de la solución que nos dará
el porvenir. Ya no se trata como en las repúblicas anti
guas, donde la fuerza y la belleza física eran las que se
querian, sobre todo, desarrollar por la educación, de ha
cer descender á la arena á los niños de los dos sexos
para hacerlos luchar sin velos ante la vista de sus pa
dres ;—ahora son la ciencia y la moralidad las que ilu
minarán y conducirán ese núcleo encantador que se pre
sente en los combates escolares, para vencer y obtener
generosas victorias, ó sufrir honrosas derrotas. Es así
como las generaciones futuras nos sobrepasarán segura
mente en mucho y realizarán los progresos que hemos
.sido impotentes para obtener.
Pero para conseguirlo, es absolutamente, indispensable
que las mujeres lo quieran, que pongan mano á la obra
y que desdeñen tocio cuanto no las conduzca á un fin
tan noble. Si esto se consiguiera la sociedad esperimen-
taria la transformación mas feliz.
Las mujeres están, permítanme decirlo, demasiado
seguras de su imperio—nuestra culpa es grande y no
estamos dispuestos á correjirnos. Ellas nos presentan
un yugo y nosotros lo aceptamos vendiciéndolo tal cual
nos es impuesto ; pero seria mejor levantarla á bastan
te altura para que ni el hombre ni la mujer cediesen ba
jo su peso. Tal es el ideal que debemos realizar.
En efecto, sufrimos su imperio y no podemos evitar
su influencia; se nos impone en todos los instantes de
nuestra vida, dulce, encantador, irresistible. En los bra
zos cíe nuestra madre abrimos los ojos, balbuceamos la
primera palabra y nos iniciamos en los conocimientos
elementales. Al lado de nuestra madre que vive en
nuestro respeto cuando la muerte nos la arrebata se en
cuentra nuestro corazón—que ella sea tres veces ben
dita ;—después, cuando á la adolecencia sucede la ju
ventud, cuando un tumulto interior nos advierte que
una misión nos ha sido dada en este mundo, cgrremos,
— 78 —

al travez de todos los obstáculos en busca de la compa


ñera designada por nuestro amor ; ella entra á nuestra
casa y es el honor, la decencia, la alegría, la esperanza
y la fecundidad del hogar ; pronto aparecerán á su al
rededor hermosas criaturas que nos deben la existencia
y por quienes daríamos mucho mas que todo nuestro
ser, si acaso pudiéramos multiplicarnos é inmolarnos
cien veces por ellas ;—pero he aquí que el tiempo pasa,
la cuna queda desierta, crecen las pequeñas criaturas,
se las puede cargar aun, se cree poderlas tener siempre
en los brazos ; mas ellas crecen y crecen, alcanzan has
ta el pecho, después hasta los labios, ya no hay necesi
dad de inclinarse para abrazarlas, y finalmente, llega un
dia en que uno se apercibe que el botón ha sido reem
plazado por una rosa, que la niña se ha hecho mujer ;
entonces es preciso contar con ella, y no se debe pro
nunciar palabra alguna que pueda chocarla.
Con razón decia el poeta antiguo, que la castidad de
las mujeres conservaba el honor de la casa— Está bien !
es su gloria, y seguramente yo no quiero desterrarla; pe
ro quiero fortificarla por Ja ciencia, quiero que al lado
de la virtud simple y encantadora, el hombre se vea
obligado á respetar la inteligencia y el saber de esta
trinidad asociada 'al hogar para honrarlo y bendecirlo :
madre, hija, hermana.
Y si esto puede suceder, ¿ quién es aquel que quisie
ra privarse de estos goces inefables, que quisiera volver
atrás, que dijera á las clases inferiores : "Estáis conde
nadas á la ignorancia para siempre;" y á las mujeres :
"Estáis condenadas á la frivolidad para siempre." No !
no ! Una doctrina semejante no se ha hecho para noso
tros, la debemos rechazar enérgicamente. Una sociedad
que quiere ser grande y fuerte, no puede vivir sino pa
ra hacer una guerra sin tregua á la ignorancia. Una san
ta cruzada debe predicarse contra ella. I esta palabra
cruzada me recuerda ese espectáculo grandioso y casi
inaudito que ha ofrecido la edad media en aquella épo
ca de^entusiasmo y de fervor relijioso, en que la fe im
— 79 —

pulsó á un número de hombres tan considerable á pre


cipitarse hacia el sepulcro del Cristo para librarlo de la
mancha de los infieles. Entonces, olvidando su interés
personal, cualquiera que poseyera un campo, lo vendía
para comprar una coraza, una espada y un caballo. Un
ardor irresistible animaba á todos estos hombres que
se precipitaban hacia el Oriente, de donde no debia vol
ver la mayor parte.
No juzgo un movimiento semejante bajo el punto de
vista político y social ; lo considero en el sentimiento
que lo originó, y este sentimiento ha sido verdadera
mente sublime. ¿ Pero sabéis quienes influyeron, sobre
todo, en la resolución y corazón de los cruzados ? Son
las mujeres, son ellas las que han principiado el sacrifi
cio por la inmolación de sí mismas, separándose heroi
camente de sus padres, de sus esposos y de sus hijos,
armándolos con sus propias manos, fortificando sus áni
mos prontos á desfallecer, mostrándoles su amor, que
los seguiria en las lejanas playas donde iban á compro
meterse en aventuras tan peligrosas. I entonces de un
lado á otro de esta Europa convulsionada, llena de emo
ciones, una palabra de orden se ha pronunciado, y en
todas partes ha sido obedecida ; esos orgullosos guer
reros que no tenían miedo á la muerte, replegados so
bre sí mismos, sintiendo su debilidad, han comprendido
la necesidad de unirse á los que iban á compartir sus
peligros por un vínculo á la vez místico y sagrado. Fue
entonces que nació la caballería, sintetisando maravillo
samente la grandeza de esta concepción que apenas po
demos comprender hoy, en su heroica divisa : " Mi
Dios, mi rey, mi dama." No puedo negar que nuestros
padres fuesen verdaderos creyentes, y estoy convenci
do que eran decididos partidarios de la monarquía ; pe
ro no estoy menos cierto que es con razón y porque era
el mas exelente, que reservaron para el fin de la divisa
el dulce nombre de "Mi dama." Sí, es el que los conso
laba y fortificaba cuando lo pronunciaban bajo un cielo
incandecente, en medio de las batallas, en la embria
— 80 -

guez del triunfo, en la fiebre déla acción; —era esta


querida y dulce ¡majen de su Dama la que se presenta
ba constantemente ante su vista encantada.
Ved el imperio que la mujer ha ejercido y las gran
des cosas que ha producido. Y este imperio, ¿ no po
dría ejercerse hoy día en provecho del bien ? Yo pre
gunto á todos los que me escuchan ¿ de qué no serian
capaces, de qué entusiasmo no se afectaría su corazón,
si al principio de esta guerra contra la ignorancia, fuera
la mano de una mujer la que les mostrase el fin ?
Que esta cruzada sea pues predicada por todas par
tes, y para resumir esta locución, que la enseñanza pri
maria se generalice ! que se eleve, que se fortifique,
que allí dónde se quiera mejorar la suerte de los maes
tros se convoquen reuniones públicas con este noble
pensamiento ? Conocemos ya el medio de socorrer á
aquellos que tienen derecho á nuestra simpatía, depende
de nuestra inteligencia el saberlo usar convenientemen
te ; atravesamos por grandes dificultades ; no liemos
vencido todos los obstáculos ; la sociedad francesa tan
sobresaliente como lo sabéis bien, ha tenido que sopor
tar duras pruebas, ha comprendido quizá cual era la
responsabilidad que podía pensar sobre ella y cuales las
consecuencias inespiables que pruduciria un momento
de debilidad y abdicación ; terrible ha sido el castigo,
pero estoy convencido que no será eterno.
Eljcantor inmortal del Infierno, coloca los dos perso-
nages imaginados por su ficción poderosa en una selva
profunda y oscura donde solo reinan las tinieblas ; sus"
corazones están llenos de angustias, sus pies despedaza
dos por los abrojos del camino, el uno está á punto de
desfallecer, pero el otro lo sostiene y reanimando su va
lor, le dice : "Mirad el horizonte, ved como blanquea
la aurora ; un esfuerzo mas ! "Lo toma en sus brazos,
lo arrastra y luego ambos caen arrodillados y agradeci
dos, inundados por las ondas de una espléndida y be
néfica luz.
— 81 —
Las tinieblas que atravesamos son las de la ignoran
cia ; no nos detengamos en ellas, marchemos resuelta
mente sin desfallecer, y estad seguros que llegaremos
al término de esta jornada laboriosa, y á nuestro turno
gozaremos de esa luz soberana que se llama la ciencia
y la libertad.
LA JUVENTUD DE FRANKLIN

DISCURSO PRONUNCIADO POR M. EDUARDO LABOULAVE EN


El. CONSERVATORIO DE ARTES Y OFICIOS DE PARÍS, EL
27 DE ABRIL DE 1865, EN LA PRIMERA SESIÓN JENE-
RAL DE LA "SOCIEDAD FRANKLIN."

Señoras y señores :

Al celebrar su primera sesión pública, la "Sociedad


Franklin" (i) ha considerado conveniente y justo ~en-
dir homenaje á la persona bajo cuyo nombre se ha
constituido, á Benjamin Franklin, primer inventor, pri
mer fundador de las bibliotecas por suscricion. La So
ciedad me ha dispensado el honor de elejirme para lle
nar esta misión; he aceptado sin finjida modestia y con
placer.
Hace veinte años que me ocupo de la América y de
la historia de su primera revolución, veinte años que
vivo con Franklin y con Washington. Declaro que
nunca he conocido patriotas mas desinteresados, amigos
mas sinceros de la libertad ; les amo, y, como tocios los.
enamorados, tengo necesidad de hablar de lo que amo,
(Risas,) á riesgo de importunar á las personas que me
escuchan. (No! no! hablad!)
No me propongo hacer la biografía completa de

p] El objeto de la "Sociedad Franklin" es promover 1» fun


dación de bibliotecas populares.
— 84 —

Franklin; esto seria un largo asunto, y, por otra parte;


esta vida ha sido escrita por el hombre que mejor cono
cía los defectos al mismo tiempo que las buenas calida
des de Franklin, por Franklin mismo. En sus encanta
doras Memorias, que debieran estar en manos de to
dos, nos ha contado la historia de su juventud, de su
vida privada hasta los cincuenta y un años, y mas tar
de, en una correspondencia que es mucho menos conoci
da en Francia, pero que no es menos atractiva que las
Memorias, nos ha trasmitido la noticia del estado de su
alma, dia por dia, hora por hora. Allí es donde se pue
de apreciar en toda su sencillez y grandeza, á este hom
bre de quien se ha dicho con razón que no había pro
nunciado jamás una palabra que no debiera decirse,
pero que había dicho siempre la palabra que era nece
sario decir ; que jamás habia ejecutado una acción im
propia, pero que siempre habia ejecutado la acción que
era necesario hacer. (Bravo! bravo!) En una palabra,
Franklin era uno de esos hombres que se preguntan
por qué se ha de hacer del talento el privilejio de los
malvados. Tenia talento, sabia servirse de él, y ponía
á la disposición de las personas honradas lo que el cie
lo le habia dado. (Sensación.—Muy bien!)
No os hablaré, pues, sino de una pequeña parte de
la vida de Franklin, de las obras que ha fundado en Fi-
ladelfia, como simple ciudadano, antes de haber entra
do en la escena política, de esas obras, en una palabra,
que están al alcance de cada uno, bajo la condición de
tener la intelijencia, y sobre todo, la tenacidad de Fran
klin. Era uno de esos hombres de quienes se ha podido
decir con verdad, que si se les plantase sobre una mesa
de mármol, allí echarían raices, (sensación) Ponia al
servicio de un espíriru recto una voluntad enérjica y que
no desmayaba jamás.
Pero yo no querría encareceros solamente sus obras;
querría hablaros también del hombre que nosotros no
conocemos sino mediante un retrato convencional, que
no es del todo semejante, y sobre todo, que no nos lo
— 85 —

da á conocer sino en los días de su vejez; quisiera mos


traros á Franklin en su juventud, en su vida privada,
y haceros comprender cómo llegó á ser el ídolo de la
América.
Para esto, sin embargo, seria necesario hacer retroce
der los años, transportarnos á la América y llegar allí
hacia el año de 1731. Si estuviéramos en los Estados
Unidos, esto no seria difícil, pues es el país de los es
piritistas ; rogaríamos á un espiritista que hiciera resus-
' citar á Franklin. Pero aquí, en este recinto, donde no
se, cree sino en aquello que se ve, en aquello que se pe
sa y así mismo! (Risas) cómo hacer ?
Entre tanto, me ocurre una idea ; hay en nosotros al
go que no se pesa y que. desafia el tiempo y el espacio,
esto es, el pensamiento. En Shakespeare hay un pe
queño jénio que dice que en cuarenta minutos pondrá
un cinturon á la tierra. Ese pequeño jénio anda con
menos velocidad que el pensamiento. Os propongo que
nos transportemos á la América y rejuvenecernos de
ciento treinta años.. Esto no nos costará gran trabajo.
Henos allí ! Espero que no estaréis demasiado fatiga
dos, y me parece veros á todos prodigiosamente rejuve
necidos. (Risas)
Permitidme haceros los honores de la ciudad de Fi-
ladelfia en 1731- Es la mas grande ciudad de Améri
ca; tiene 10,000 habitantes. Aquello que veis delante
de la ciudad es el campo municipal donde se envían de
mañana las vacas á pastoreo, y la ciudad es esta especie
de gran camino real que apercibis todo bordado de jar
dines y de cercados de ramas secas. A través de los
manzanos y durazneros cubiertos de frutos, distingui
réis quizá pequeñas casas de ladrillo, con ventanas en
forma de guillotina y tres escalones para subir á ellas.
Tal es la ciudad de Filadelfia. Pero puedo ser profeta
á buen seguro, y os anuncio que en 1865 esta ciudad
tendrá 600,000 habitantes, lo que es una prueba pal
pitante de la fecundidad de las instituciones libres.
(Bravo!)
— 86 —

Busquemos, entre tanto, la casa del señor Franklin j


vive cerca del mercado. Nos la indicarán fácilmente.—
Estamos en ella. Entremos ; la puerta está abierta.
Hétenos aquí en una de las grandes imprentas de la
ciudad. Hay dos prensas, y Franklin tiene á su lado
un aprendiz. Aquel que trabaja allí es Franklin mismo;
á su lado está preparado un modesto desayuno. —Fran
klin no es ciertamente un millonario. —Consiste en una
escudilla de barro, dentro de la cual hay leche y una cu
chara de estaño. Franklin no se permitirá tener una ta
za de porcelana y una cuchara de plata, sino muy tarde,
cuando llegue á ser rico. Mas para esto, seria menester
que su esposa le imponga esta violencia, porque él con
siderará que este es un gasto inútil y un capital impro
ductivo. (Risas)
Está ocupado en componer. Podemos mirar por so
bre sus hombros sin indiscreción ; es la Gazeta de Pen-
silvania. Franklin hace un anuncio. — El es quien ha
inventado y perfeccionado el aviso de diario. —Veamos
ío que hace saber al público : "Se ha dejado olvidado,
hace tres ó cuatro dias, sobre los escaños de la iglesia,
un libro de oraciones encuadernado en marroquin rojo,
con los cantos dorados y marcados D. F. (Déborah
Franklin,—la señora Franklin.) Se ruega al que haya
encontrado dicho libro, lo abra en el octavo mandamien
to (Risa jeneral,) y una vez que lo haya leido, se le
suplica vuelva á dejarlo en su lugar. No se harán otras
investigaciones." (Nuevos tmtrmullos de risa.)
Dejémosle concluir su anuncio y veamos que es ese
manuscrito que está á su lado. Es el Almanaque del
Buen Ricardo para 1 731. Qué es lo que contiene ? lea
mos un poco :
"Hay tres amigos excelentes : una esposa anciana,
un perro viejo y el dinero." (Risas)
"Tres mujeres pueden guardar un secreto, siem pre
que dos de ellas hayan muerto " (carcajadas de risa.)
Perdón! Me he equivocado, he leido mal:
— 87 —

personas y no tres miijeres. Franklín aplicaba su adaji»


tanto á los hombres como á las mujeres, (nuevas risas)
Continuemos:
"Tú te quejas de ser engañado. Quién te ha engaña
do con mas frecuencia? Respuesta :—Tú mismo."
Ya veis que Franklin es un hombre que hace de to
do un poco : es periodista, fabricante de almanaques, y
aun á veces es poeta de almanaque.—Su poesia, es ne
cesario confesarlo, no se eleva á demasiada altura.—
Es mucho mas que eso todavía ; grabador, fundidor de
caracteres, cajista, faldeante de tinta de imprimir, pren
sista, rejente de imprenta, mercader de papel, y si fuese
necesario, según sus anuncios, se encarga de vender ca
fé y rom ; en una palabra, nada le asusta, cree que la
vida es hecha para trabajar y que todo trabajo honesto
merece recompensa.
Es así como á fuerza de trabajo y economía, ha llega
do á formarse una honorable posición.
He ahí, diréis vosotros, un personaje divertido ; pero
conocemos n' ichos como él, que tienen una voluntad
enérjica y que quieren hacer fortuna. Esto no tiene na
da de estraordinan'Oj y sobre todo, nada que se pueda
proponer á la admiración de los hombres.
No ! pero es que no hemos visto aun mas que la mi
tad de Franklin. Le hemos visto queriendo elevarse,
pero no le hemos visto aun ' queriendo elevar á sus se
mejantes con él. Sin embargo, este pensamiento no lo
ha abandonado jamás; nunca ha querido instruirse sin
instruir á los demás ; no ha querido enriquecerse, sin
enriquecer á los demás ; nunca ha querido ser libre, sin
que los demás llegasen á serlo con él. (Bravo ! bravo /)
A los veinte años,—retrocedemos un poco ;—esta
mos en 1 726,—Franklin es un obrero impresor, sin
contar todos los dias con los medios de subsistencia,
pero teniendo ya la voluntad de instruirse, y entonces
imajina fundar un club. Para esta asociación busca un
nombre español, la denomina la Junta. Pero los habi
tantes de Filadelfia que ven de qué personas se com
— 88 —

pene esta honorable sociedad, y que querían ridiculi


zarla un poco, le pusieron el sobre nombre de Club de
los delantales de cuero, porque son obreros, que, según
la costumbre, tienen cada uno un gran delantal de cue
ro, los mismos que se reúnen tcdos los viernes á la no
che para conversar entre ellos, y para discutir diferen
tes cuestiones. Conocemos esas cuestiones ; sabemos
de qué se ocupan esos obreros impresores, carpinteros,
sastres, zapateros, etc.
Ante todo, es necesario hacer notar una cosa. Esta
mos en 1726. Si estas cosas tuvieran lugar en Francia,
no se discutiría sino sobre las querellas de los jesuítas
y de los parlamentos ; si en alguna parte habia un pro
testante, seria necesario ir á encontrarlo en las galeras.
(Sensación} Pero estamos en Filadelfia, y Franklin quie
re que los socios se presenten á la Junta con la mano
sobre el corazón, jurando que jamas se investigará cuál
es la opinión, ni cuál es la relijion de ninguno de los
miembros de la Junta (Bravo! bravo /) ; que
no se harán jamás alusiones personales en la discusión,
y que, todavía, para evitar lo que puede haber cíe cho
cante en un tono muy afirmativo, no será jamás per
mitido decir afirmo, estoy seguro, sino supongo, me pare
ce que, podría creerse ; en una palabra, introduce la ur
banidad para introducir no solamente el saber vivir, si
no también la buena armonía' y la buena amistad entre
aquellos que reúne. (Muy bien ! muy bien /)
Franklin ha formulado una serie de cuestiones en
número de veinte y cuatro, y se las lee todos los vier
nes, tan pausadamente, que, según dice Franklin, pue
de llenarse y vaciarse un vaso de vino entre cada una
de ellas.
He aquí algunas de esas cuestiones:
"¿Habéis aprendido, c'esde hace ocho dias, alguna
cesa importante en historia, en literatura ó en política ?"
"¿Ha venido á la ciudad algún estrangero distinguido
á quien nos seria agradable escuchar?"
— 89 —

"¿Hay en la ciudad alguna persona que haya adqui


rido fortuna?"
"¿Podríais decir de qué manera ha tenido buen éxito
en sus negocios?"
"¿Hay alguna persona que se haya arruinado, podéis
decir cómo y por qué? Es por intemperancia ó por ma>
la conducta?"
" Hay alguna cosa que pudiéramos hacer y que fuese
útil á nosotros mismos, al país ó á la humanidad?"
He aquí una ambición que puede parecer un poco
grande para pobres obreros, habitantes de una peque
ña ciudad perdida en el desierto, pero esta ambición es
buena ; solamente aquellos que aman las grandes cosas,
son capaces de hacer cosas buenas ; es bueno, pues,
amarlas desde temprano. (Muy bien! muy biení)
He ahí la primera obra de Franklin; esta fundación
ha hecho sus delicias durante mas de cuarenta años.
No quizo jamás hacer de ella una obra de ambición
personal, nunca quizo que hubiese mas de doce perso
nas en la -Junta; pero se convino en que cada uno de
sus miembros pudiese fundar otra de su especie á su
lado, y se formaron así, en la ciudad de Filadelfia y en
sus alrededores, pequeñas sociedades, cuyos miembros
se reunían para conversar y discutir en común. Este
fue uno de los grandes medios de que Franklin se va
lia para popularizar sus ideas.
A los 25 años de edad, en 1731, concibió una de sus
primeras grandes ideas, la de fundar una biblioteca.
En esa fecha, los libros eran muy raros en América.
Casi todos venían de Inglaterra. Se imprimían en Amé
rica muchos libros de devoción y de teolojía;—los teó
logos disputan en todas partes. (Risas) Se imprimían
alfabetos, almanaques, pero pocos libros serios ; estos,
era necesario llevarlos de Europa. Eran gruesos volú
menes in-folio, in-quarto; costaban muy caro.
Franklin, demasiado pobre para tener una biblioteca
de su propiedad, imajinó fundar una con sus amigos,
por suscricion. i
— 90 -
"Yo pensaba, nos dice él mismo, que si anunciaba
como mió el proyecto de fundar una biblioteca, no se
me escucharía; dije que una reunión de amigos había
concebido esta idea, lo que me dejaba en aptitud de po
der hacer su elojio, y declarar que yo la encontraba
muy buena. Desde ese tiempo, me he servido siempre
de este procedimiento, y siempre he obtenido buen re
sultado." (fiisas,)
Franklin propuso, pues, una sociedad por suscricion.
Cada uno daría dos libras esterlinas de plata colonial,
es decir, cerca de 40 francos, para comprar los libros se
rios, y i o chelines por año para mantener la biblioteca.
La suscricion tuvo buen resultado; pero conseguir
los libros no era fácil; era necesario escribir á Inglater
ra. Allí se encontró un hombre dilijente y decidido,
que siempre fue amigo de Franklin: Pedro Collinson,
uno de esos corresponsales, como yo lo desearia para
nuestra Sociedad, y quien, cuando la Sociedad de Fila-
delfia le pedia veinte volúmenes, encontraba medios de
enviar treinta, sin aumentar los gastos. Si la ocasión se
presentaba, añadía también instrumentos; así es que,
los primeros aparatos de física enviados por él á Amé
rica, desarrollaron en Franklin ese espíritu de observa
ción al cual debemos tan bellos descubrimientos.
Instalada la biblioteca, Franklin hizo su catálogo, y,
como no era rico, vemos en las actas de la sociedad
que, durante dos años, fue dispensado de pagar su cuo
ta de i o chelines, en razón de haber impreso ese catálo
go y muchas otras obras para la sociedad.
Ésta biblioteca cuyo desarrollo fue lento en su origen,
ha sido siempre un establecimiento privado. Cincuenta
años después de su fundación, no tenia entonces mas
que 6,000 volúmenes ; al cabo de setenta y cinco años,
tenia 14,000 ; al presente se llama la Biblioteca de Fi-
ladelfia, y contiene 80,000 volúmenes. Pero es siempre
la Biblioteca de Franklin y de sus amigos ; su jérmen
es el que se ha propagado, y ya veis si nosotros hemos
tenido razón de tomar por patrono á un hombre que
— 91 —

sabia sembrar jérmenes de semejante fecundidad (A-


plausos)
Después de haber dotado á su ciudad adoptiv? de
una Biblioteca, la única que existia entonces, Fra i'rlin,
diez años mas tarde, concibió otra idea ; no ha: 'a cole
gio alguno en Filadelfia ; pensó que era nece-s /io es
tablecer uno ; ó, por mejor decir, una universidad. Es
ta vez aún, se ocultó bajo el nombre de esos misterio
sos amigos que no se veían jamas, pero que en reali
dad existían, porque en todas las Juntas tenia adhe-
rentes, que adoptaban sus ideas, y en todas e"?s encon
tró personas que apoyasen sil creación de un co^ejio. A
este respecto, él era de parecer que no se enaeñase el
latin, y he aquí el razonamiento que hacia :
"En otro tiempo, se usaba un peinado mas ó menos
bueno, y uno se ponía su sombrero en la cabeza. Hoy
día se usan pelucas tan bellas, que uno no se atreve ya
á ponerse su peinado por debajo, y se lleva el sombre
ro debajo del brazo. Este es el papel del latín en la
instrucción : es el sombrero debajo del brazo."
Creo que estaba equivocado, y sobre todo, y que
mayor seria su equivocación si hubiese habitado la
Francia, es decir, un país de raza latina, que encuentra
en Roma los oríjenes de su idioma y los fundamentos
de su civilización. (Muy bien ! muy bien /)
Sea de ello' lo que fuere, no tuvo éxito en este punto,
pero su colejío IQ tuvo ; alcanzó muy grandes re -alia
dos con el latin, y llegó á ser, en 1769, la Univer
sidad de Filadelfia. De manera que podemos acred".*r
al haber de Franklin, la Biblioteca y la Universidad de
Filadelfia.
Una felicidad nunca viene sola ; cuando se ha ejecu
tado una buena acción, otra buena acción se sigue
pronto.
Un dia, uno de sus amigos, el doctor Thomas Bond,
acertó á encontrarle y le dijo : "No tenemos hospital
en Filadelfia, habia pensado en establecer uno, y ya he
hablado de esto á algunas personas. Se me ha pregun-
7 — 92 —
tado : "Franklin tiene parte en este asunto ? habéis
hablado de esto á Franklin ?"—Yo he respondido :
"No, este no es su ramo"— Pero todo el mundo persis
te en decir : "Es necesario hacer suscribir á Franklin ;
si Franklin suscribe, nosotros suscribiremos también."
Franklin se ocupó al instante del hospital, y se reco-
jió dinero; mas como no se obtuviese tanto como el que
se necesitaba, Franklin se dijo que era menester hacer
votar fondos por la Asamblea de Pensilvania, (la Lejis-
latura de aquel tiempo). Los miembros de la Asam
blea, que eran casi todos de la campaña, objetaron,
cuando se les presentó esta proposición, que el hospital
serviría para los habitantes de la ciudad, y no para los
de la provincia. •
Franklin fue á verlos unos después de otros, y les di
jo: "hagamos una transacción; votad 10,000 duros con
la condición de que los habitantes de Filadelfia darán
otros 1 0,000 por su parte !"
Los miembros de la Asamblea consintieron en ello,
diciéndose para sí: "No se encontrarán 10,000 fuertes
en la ciudad de Filadelfia, votemos lo que se nos pide, á
lo menos tendremos el honor de una buena acción, y
esto no nos costará nada; nuestro voto será nulo."
Esto era no contar con Franklin ! Este se fue á ver
á los principales habitantes de la ciudad, y como un
americano es un hombre que entiende un buen negocio
tan bien ó mejor que nadie, les hizo comprender feliz
mente, cuanto interés tenian en suscribirse, pues que,
dando 40 pesos fuertes, era lo mismo que si diesen 8o.
Octuvo así 10,000 pesos fuertes en la ciudad, y los
10,000 votados por la Asamblea se aprovecharon para
la fundación, que es hoy dia el gran hospital de Fi
ladelfia.
Ciertamente, haber dado á la ciudad de su adopción,
ala edad de cuarenta años, una Biblioteca, una Univer
sidad y un Hospital, es ya demasiado bello, aunque el
esplendor de la vida política de Franklin haya oscure
cido un poco estas buenas acciones; pero no es esto todo.
— 93 —

No habían bomberos en Filadelfia. Franklin imajinó


formar una sociedad, cuyos miembros se comprometían
á tener baldes de cuero y grandes canastos para levan
tar y transportar los objetos movibles en caso de incen
dio. Esta sociedad celebraba reuniones, y aquellos de
sus miembros que no asistiesen, estaban condenados á
pagar una multa, cuyo producto servia para comprar
escaleras, corchetes y bombas.
He ahí cómo organizó bomberos.
Reformó también la policía nocturna que era muy
mala.
En una palabra, él lo hizo todo en Filadelfia. Tenia
tanto talento y era tan listo para responder á todo, que
era difícil resistirle.
Cuando se le vio obtener dinero tan fácilmente para
todas las cosas, cada uno se dirijió á él. Un metodista
que queria hacer construir una iglesia, vino á verle ;
Franklin ya habia hecho establecer un templo, pero pa
ra todas las comuniones, una iglesia donde todo el
mundo podía predicar; esta iglesia sirvió mas tarde pa
ra instalar el colejio.
Al metodista mencionado le contestó :
"Queréis tener dinero ? — Sí —Hay un medio : id des
de luego en busca de todas las personas de quienes es-
tais seguro, poned sus nombres en lista, presentad en
seguida esta lista á las personas dudosas ; viendo los
nombres de los primeros, estas personas se suscribirán
á su turno ; inscribid también los nombres de estos do
nantes, é id por fin á buscar á las personas de quienes
pensáis no obtener nada, y aun obtendréis buen resul
tado, por lo menos de algunas. Hay siempre una buena
fortuna donde menos se piensa."
Un día un cuákero fue á buscar á este consejero uni
versal, y le dijo : "Señor Franklin, vengo á pediros un
consejo. Me encuentro en graves dificultades. Tengo
algunos toneles de cerveza en mi bodega ; mis vecinos
tienen sin duda mucha afición por esta cerveza, porque
mis toneles están continuamente con aberturas. ¿ Cómo
— 94 —

hacer para impedir que mis vecinos me tomen mi cer


veza ?—Es muy sencillo le dijo Franklin ; poned de
lante un buen tonel de Malvasia ! (fíisas)
Esta fue toda la respuesta que le dio en aquel día.
He ahí, pues, cuáles fueron las obras de Franklin.
Pero es necesario no equivocarse en esto ; un hom
bre no hace bien toda su vida, sino tiene una fe sincera,
una creencia profunda. El objeto de esta creencia será
una relijion positiva ; será la humanidad, la fraterni
dad, la filosofía ; pero es necesario que haya una con
vicción enérjica para que un hombre sacrifique su tiem
po, su tranquilidad, su dinero en beneficio de los
demás.
Franklin tenía, en efecto, una fe profunda. No era
un creyente en el sentido vulgar de esta palabra ; pero
si las discusiones teolójicas le habían inspirado aver
sión desde su juventrcl hacia las relij iones establecidas,
no por eso era menos amante de Jesucristo, porque á-
la hora -'e la muerte, tenia en su lecho un crucifijo, y
lo inosít-aba diciendo : "He ahí el que ha enseñado á
los hombres á amarse los unos á los otros ! " Era un
deísta, es decir,, según la espiritual definición que de él
se be» dado en otra época, un cristiano que no creía en
los milagros, pero un hombre que se había impregnado
de la ivoral del Evanjelio. Su confianza en Dios era
muy grande ; tenia una fe profunda en la inmortalidad
del alma ; estaba seguro de que, después de esta vida,
Dios debía ¿eservar al hombre un empleo mas durade
ro de sus facultades, dándole un nuevo cuerpo y una
nueva morada. Pero el carácter particular de la fe de
Franklin es que, á pesar de estas profundas convic
ciones, se ha preguntado cuál seria el culto que debía
rendir á Dios. El consideraba muy bueno el que se ro
gase á Dios, que hubiera ceremonias y oficios ; pero de
cía : Eso no es lo esencial de la relijion, y citaba el
Evanjelio donde Jesucristo dice que reconocerá por
suyo, no á aquel que lo haya invocado Señor, Señor,
sino al que haya hecho la voluntad de Dios.
— 95 —

Ahoia bien, para Franklin, hacer la voluntad de


Dios era amar á los hombres ; la fraternidad, el amor
á los hombres, he aquí su relijion, toda su relijion. Co
mo lo ha escrito en una muy bella carta dirijida á
Whitefield, cuando spcorria á uno de sus semejantes,
no creia obligar á una persona, sino pagar una deuda,
jporque, decía él, en toda mi vida he sido constantemen
te mantenido por la protección de Dios, y no encuen
tro otro remedio mejor de manifestar á Dios mi reco
nocimiento, que amando á los hombres. (Aplausos.)
Por otra parte, yo he sido socorrido por una multitud
de personas á quienes no puedo retribuirles sus servi
cios ; esta es una deuda que he contraído, y es necesa
rio que yo pague esta deuda en otras manos.
Esta idea era en él tan persistente, que hay en su cor
respondencia dos cartas escritas á cierta distancia, en
las cuales este pensamiento vuelve á encontrarse en una
forma orijinal.
Un inglés prisionero en Francia durante la guerra de
América, le escribió pidiéndole su protección, y mani
festándole que desearla pasar á América para ser em
pleado en un colejio. Franklin le contesta : " No puedo
aconsejaros que vayáis á América, mucho menos com-
pronieteriue á haceros obtener el empleo que pedís ; pe
ro si queréis jirar á mi cargo una letra por valor de cin
co luises, me comprometo á pagarla. El dia que estéis
en situación de devolver esa suma, la entregareis á un
liombre honrado que se halle en la indij encía, al cual
le haréis la misma, recomendación, y así sucesivamente,
hasta que caiga en manos de algún malvado que se la
guarde para siempre en su bolsillo. (Risas) Este es un
medio de que me valgo para hacer mucho bien con po
co dinero ; es necesario que los servicios se presten
mutuamente, porque la humanidad es una familia y los
hombres son hermanos." (Bravo!)
He ?hí su pensamiento ; éste á quien se le ha hecho
la reputación de ser demasiado económico, después de
haber leído su Buen Ricardo, no tenia, por el contrario,
— 96 —

mas que un defecto, el de tener la mano muy abierta, y


él mismo nos dice, que sino hubiera sido por su buena
esposa Déborah, no habría podido jamás hacer eco
nomías.
Refiere que un dia escuchaba al predicador White-
field. El célebre metodista predicaba en favor de un
asilo de huérfanos que quería fundar en Jeorjia. Fran-
klin tenia poco interés en este establecimiento, que con
sideraba mal colocado, y en aquel dia estaba mal dis
puesto para con el orador. ' " Tenia en mf^ bolsillo, dice
Franklin, algunas monedas de cobre, cuatro pesos en
plata y cinco doblones de oro. He aquí á mi hombre
que comienza á hablar —Le daré mis monedas de
cobre, decia yo. —Véole en seguida haciendo una pin
tura tal de sus huérfanos, que yo me decia: Bah ! le da
ré también la plata. I, por fin, llega en su peroración á
describir un cuadro tal, que á fe mia, cuando este dia
blo de hombre hubo concluido, cobre, plata, oro, todo
pasó á sus manos." (Bravo, bravo/}
Tal era, pues, Franklin ; mas, por otra parte, hay en
él un carácter que me agrada mucho, porque creo que
nosotros entramos en un orden de civilización, en el
cual habrá un gran lugar para los hombres como Fran
klin.
Hace cien años, se hablaba de nobles, de villanos ; no
se hablaba mucho de campesinos ni de obreros. Hoy se
habla de los paisanos, de los obreros, y se habla de ellos
sobre todo, para decir que los campesinos son villanos,
como los otros cuando son dueños de la tierra, y que
los obreros son hombres como los demás, capitalistas,
cuando tienen la buena idea de economizar, artistas muy
frecuentemente, y que, por consiguiente, todas esas dis
tinciones de obreros, de villanos, de campesinos, de no
bles, deben desaparecer para no dejar subsistir mas que
una; la del hombre que sabe alguna cosa y que traba
ja, y la del hombre que no sabe nada y que no trabaja.
(Aplausos.}
Franklin ha sido el mas bello tipo del hombre que se
— 97 —

Jia formado por sí mismo, según la espresion america


na, y cuando se ha engrandecido, cuando ha llegado á
ser el representante de su país, el Ministro de la Amé
rica en Francia, no se ha olvidado jamás de que había
sido obrero, no ha cesado jamás de amar y de respetar
el trabajo.
Un dia se discutía filosóficamente delante de él, y se
le preguntaba : Qué es el hombre ?— Cada uno propo-
nia su definición. Franklin propuso una que no es mas
mala que cualquiera otra : "es, dijo él, un animal que
hace útiles."
Tenia razón. No pretendo, sin embargo, que el hom
bre no tenga otras habilidades. Pero daos cuenta de lo
que es el hombre : la mas miserable criatura, sino tu
viese el pensamiento, este pensamiento que adiestra las
puntas de los dedos. Gracias al pensamiento, el hom
bre cria todas las maravillas que admiráis en este recin
to, se defiende contra las inclemencias de la naturaleza,
combate el hambre y la miseria, eleva incesantemente
su condición. Se puede, pues, definir muy bien al hom
bre, como Franklin lo hacia : Un animal que hace
útiles.
Otro dia, en Filadelfia, se suscitaban discusiones en
la ciudad. Vosotros sabéis lo que son las pandillas : se
recibe el desden de los que están arriba y se aplica á los
que están abajo. (Risas) Se presentó á Franklin una
lista de suscricion para un baile. "Tendréis, se le dijo,
una sociedad escojida, pues veis que hay una cláusula
en virtud de la cual los obreros no serán recibidos."—
*'Es una gran felicidad, respondió que Dios no sea uno
de los habitantes de Filadelfia ! — Por qué?—Porque
vosotros le habriais escluido : no es el mas grande
obrero de la creación ? "
Este golpe produjo su efecto, pues se borró la cláu
sula y los obreros fueron recibidos.
Hasta el fin de su vida, Franklin fue fiel á este pen
samiento. Así, en el momento en que se dispone á par
tir de América para venir á Francia como enviado de
14
— 98 —

los Estados Unidos, recibe una carta de uno de sus so


brinos, fabricante de jabón, quien le espone su situa
ción. El le contesta : "Estoy encantado al saber que
sois fabricante de jabón ; los-Franklin han sido los pri
meros fabricantes de jabón de la América ; tenemos
nuestro escudo y nuestras armas. Esforzaos, pues, por
que vuestro jabón sea de la mejor calidad, que es nece
sario no engañar al comprador. Enviad á mi esposa un
buen cajón de él, que pueda poner de muestra, y ella
os enviará su importe al contado "
Franklin dice todas estas cosas naturalmente, sin nin
guna especie de afectación. Su nobleza para él es el
trabajo, y no olvida jamás sus títulos de nobleza.
Durante la guerra, mientras él estaba en eí apojeo de
la gloria, y la América, puede decirse, en el apojeo de
la miseria, recibe un día en Paris, una carta de su hija
Sara, de su querida Sally, como la llamaba, exelente
persona, que pasaba su tiempo en hilar y en tejer para
venir en auxilio de la escuadra francesa y suministrar
medias á nuestros soldados. Sally, por modesta que
fuese, tuvo sin embargo una vez la fantasía de ser be
lla : el General Washington venia á Filadelfia, se le da
ba un baile ; toda la ciudad estaba comprometida. Sa
lly escribía á su padre pidiéndole encajes y plumas.
Franklin le contesta una carta que es una obra maestra
de talento y de moral :
"Me pedís plumas y flores, mi querida hija : esto es
como si me hubieseis echado sal en mis frutillas.
¿ No hiláis ya, pues, no tejéis ya, mi querida Sallv ?
¿ Has olvidado que lo que hay demás costoso en el
mundo, después del vicio, es la ociosidad ?—Decís que
queréis estar adornada, porque eso atestiguará el gusto
de vuestro padre. Pero el gusto de vuestro padre es,
que en medio de la miseria universal, vos no estéis
adornada. Haced como vuestro padre, usad vuestras
mangas hasta que se hayan agujereado, y eso formará
vuestros encajes. (Risas) Y en cuanto á las plumas, si
— 99 —

las queréis, las encontrareis en la cola de todos los ga


llos de América." (Nuevas risas.)
Así, vosotros lo veis, tal era su constante pensamien
to : antiguo obrero, estaba orgulloso de su oríjen ; su
primera condición era su título de honor.
I si me permitís una reflexión á la cual no puedo sus
traerme, era también un obrero, aquel cuya muerte tan
estraña y tan terrible acabamos de saber. (Sensación)
Esa mano que ha firmado la libertad de mas de cuatro
millones de hombres y mujeres, era la mano cíe un leña
tero. He ahí á Lincoln que toma su lugar en la histo
ria; vedlc convertido en uno de nuestros antepasados.
Cuál es el príncipe que se desdeñaría de tener en su
jenealojia el nombre de aquel que ha comenzado por
ser un labrador de estacas ! (Profunda emoción— Tri
ple salva de aplausos?)
Pero al recordar tales nombres, no quisiera que pu
diese creerse que hay en mí intención de lisonjear á una
clase de la sociedad mas que á otra. Siempre he dicho
la verdad á todo el mundo ; esta es mi manera de servir
á mi patria. (Bravo, bravo!")
Si Franklin, si Lincoln, han llegado á ser tan gran
des servidores de su país, no es porque han nacido obre
ros, sino porque se han educado, según el bello sentido
de esta palabra, es porque han engrandecido su alm'a,
es porque á fuerza de estudio, de trabajo, de economía,
se han formado un espíritu ilustrado, un corazón jenc-
roso, y porqué se han puesto con igual empeño al servi
cio de sus conciudadanos. (Aplausos reiterados)
Lo que yo he querido decir solamente, es que hoy día,
la casualidad del nacimiento no significa nada ; tenemos
nuestros destinos en nuestras propias manos, y en una
sociedad que pone á nuestra disposición tantos medios
de prosperar, la palma es para los mas virtuosos, para
los mas trabajadores y para los mas capaces. (Calorosos
aplausos)
Entretanto, permitidme una última reflexión y un re
cuerdo personal.]
— 100 —
Hace veinte y cinco años, yo era fundidor de tipos de
imprenta, y preparaba un espécimen para la esposicion.
Trataba de imitar á nuestros antecesores, y de encon
trar un lema que pudiese quedar bien como encabeza
miento de mi volumen. La casualidad me hizo encon
trar en un antiguo libro español la divisa que buscaba :
eran las veinte y cinco letras del alfabeto dispuestas en
círculo, con esta inscripción : " Vis bcne conjunclis: su
fuerza está en su buena coordinación."
Esta era una divisa de fundidor y de impresor, un le
ma que á mi entender encierra una profunda verdad.
Haced una buena coordinación de letras, y de ella sal
drá un libro que elevará las almas y servirá á la huma
nidad ; haced una mala composición, y de ella saldrá
un libro que perderá las almas y será un jérinen de re
voluciones. Todo consiste, pues, en la buena com
posición.
Ahora bien, me parece que Franklin, cuando traba
jaba delante de su caja, y coordinaba sus letras sobre
su componedor, ha debido tener siempre presente este
pensamiento ; me parece aun que ha debido ir mas le
jos, porque si esta máxima es verdadera del punto de
vista de las letras, es mas verdadera todavía respec
to de los hombres : de su buena colocación dimana su
fuerza. Poned á inocentes jóvenes en una taberna jun
tos con hombres degradados, y les veréis en seguida
perderse en esta mala sociedad. Suponed, por el con
trario, que se les reúna con personas honradas para eje
cutar una buena obra, para un fin jeneroso, para soste
nerse mutuamente, y veréis que el espíritu de cada uno
prospera y se engrandece, y que sus corazones se digni
fican. Un hombrees una cifra ; dos hombres colocados
uno al lado del otro, valen diez veces mas ; tres hom
bres valen por cien, cuando han puesto en comunidad
su intelijencia y su buena voluntad. (Bravo, bravo!)
\ para probar que se puede hacer mucho asociándo
se, no concluiré esta conversación sin recordar á una
persona cuyo nombre lo encuentro entre los primeros
— 101 —

fundadores de las bibliotecas populares, un obrero que


ha concebido la primera idea de estas bibliotecas, que
ha sido un pequeño Franklin ; pero, pequeño Franklin,
como pequeño pescado, cada uno puede crecer. Yo le
daría las gracias públicamente, y creo que sería el intér
prete de todas las personas que me escuchan ; yo le da
ría las gracias á Mr. Girard, quien, con dos obreros mas,
cuyos nombres lamento no saber, ha sido el primero en
concebir la idea cíe fundar estas bibliotecas que hoy clia
prosperan y nos ofrecen en este momento la felicidad de
reunimos y de hablar juntos de una buena obra y de
una buena acción. (Todas las miradas se dirijtn hacia
Mr. Girard, y se aplaude?)
Si Franklin estuviese aquí, os diría : "Haced como
yo, seguid y acordaos de mi historia de aquel día en
que yo tenia en mi bolsillo cobre, plata y oro." Es ne
cesario reconocerlo, en Francia no somos avaros, pero
no tenemos aún el hábito de obrar en común ; jenerosos
como individuos, hacemos sin embargo, muy poca cosa
como miembros de una asociación. Es necesario dar,
no solamente nuestro nombre, sino también nuestro di
nero, nuestro concurso, importunar á nuestros vecinos,
atormentar á nuestras vecinas y persuadirnos de que no
se puede hacer el bien sino con ciertos gastos ; pero
para todo gasto, es necesario el dinero.
Notadlo bien, este dinero que pedimos no es igual al
que se pide ordinariamente. No pedimos el dinero del
rico para obligar al pobre, sino que pedimos que cada
uno dé según la medida de sus fuerzas, para ayudarnos
los unos á los otros. En esto estamos de acuerdo con
la filosofía de Franklin : él no pedia que se le socorriese
personalmente : él almorzaba con su pan y su leche, y
encontraba todavía medios de tener dinero para com
prar libros. Juntando sus pequeños ahorros á los peque
ños ahorros de sus compañeros, encontraba un tesoro.
He ahí el ejemplo que nos es necesario seguir. Es
necesario asociarnos para llevar á cabo una santa cru
zada ; tenemos una doble servidumbre que abolir en
— 102 —

Francia : la de la ignorancia y de la miseria. No pode


mos combatirlas sino por medio de la instrucción, ni
podemos tener instrucción sino por medio de la asocia
ción. U ñamónos, pues ! Qué todas las manos se abran,
que todos los corazones palpiten al unisón, marchemos
adelante para obtener la destrucción de esos dos ene
migos ; marchemos adelante, tomando por divisa el ver
dadero lema de la fraternidad : Amémonos, ayudémo
nos ! (bravos repetidos y prolongados aplausos?)

(Traducción de Pedro Quiroga.)


LAS BIBLIOTECAS POPULARES

LECTURA PÚBLICA HECHA EN SPOLETO POR EL PROFESOR


LUIS MORANDI, TRADUCIDA DEL ITALIANO PARA "EL
IJOLETIN" POR PRÓSPERO GAZZOLO.

Lo que importa es, quo después


de aprender á leer, el pueblo ten
ga libros dignos de ser leidos.
Tcmmatég.
La fundación de las Bibliotecas
Populares es una obra de benefi
cencia y de gran utilidad publica.
Card. La Tour d'Auvergne.
El repetir las cosas de mayor
importancia, no está nunca de mas,
atendido que el error diariamente
se reproduce.
Goethe.

Ya no hay en Italia persona, por poco inteligente


que sea, que no reconozca que la fuente principal de to
dos nuestros males es la ignorancia.
Esta verdad se va repitiendo de la mañana á la tar
de en las plazas, en los cafées: en las conversaciones, en
los diarios, por todas partes ; y se dice "En Lisa y en
Custoza fuimos derrotados, porque éramos ignorantes
en el arte de la guerra ; mientras que en Sadowa mas
que el fusil de aguja, venció el maestro de escuela.
— 104 —
Nuestra administración es detestable, por el simple y
solo motivo de que no sabemos administrar. Los gas
tos de policía y la mantención de 60,000 infelices que
languidecen en las penitenciarias porque no fueron con
venientemente educados, cuestan al Erario 54 millones
anuales, enorme tributo que se paga á la ingnorancia ! "
"El Gobierno comete despropósitos, sobre despropó
sitos ; desde que siendo él, el reflejo de toda la pobla
ción, no puede dejar de sufrir el influjo de la ignorancia
general. Salvo el caso de intervención estrangera, cada
pueblo es digno del gobierno que tiene ; por tanto á
pueblo iletrado, gobierno ignorante ! "
Toda esta grita produce su frutos. La gota horada
la piedra. Dale hoy, dale mañana, un poco de movi
miento principia á despertarse, y la libertad lo fecunda
y lo ayuda. Y ya que la raiz del mal fue descubierta he
ahí empieza á remediar ; y el Gobierno, conviene decir
lo en su elogio—hace poco, pero como primer cirujano
hace lo mejor que sabe en esta difícil operación.
Por esto es que hasta en los rincones mas remotos y
oscuros de nuestro país se van fundando asilos de in
fancia urbanos y rurales, escuelas diurnas y nocturnas.
El objeto no puede ser mas noble y santo ; pero los
medios puestos en obra bastarán á conseguirlo?
No ; francamente no !
Las escuelas sin duela, son el primer medio indispen
sable para quitar la ignorancia, pero no es todo lo que se
necesita.
Procuraré de esplicarme lo mas claramente que me
sea posible.
i
II
Ante todo, señores, es necesario entendernos sobre el
valor de la palabra ignorancia.
El pueblo entre nosotros llama ignorantes á todos
aquellos que no saben ni leer, ni escribir ; ni— como él
agrega—comportarse como caballero.
— 105 —

Este juicio es verídico á medias solamente ; porque se


puede muy bien ser suficientemente intelijente y educa
do, sin saber de letra.
. Carlomagno no sabia ni leer ni escribir, sin embargor
fue el hombre mas grande de su tiempo. Stephenson.
el obrero inglés inventor de la locomotora, aprendió
muy tarde á leer, y no llegó nunca mas allá que á hacer
su propio nombre.
Pero dejemos esto, y que Dios nos libre de tomar es
tas escepciones por regla general ! He querido hacer
mención de esto, solamente para demostrar que la lójica
no se viola nunca impunemente ; y en verdad, nuestro
pueblo, clel primer error cae en otro mucho mas grave.
Él, generalmente hablando, cree que el saber consiste
todo en leer y escribir, ó estendiéndose mucho, en la
gramática (latina se entiende); y dice con una simplici
dad verdaderamente preadamítica : quien sabe poner el
negro sobre el blanco, no se muere de hambre. Cuyas pa
labras traducidas en buen idioma, quieren significar :
"quien sabe apenas leer y escribir, tiene ya demasiado
para ponerse al frente de un empleo." De este modo,
señores, se multiplican las acémilas de pelo lucido y de
anchas ancas á costa del Estado. Lo he dicho, perdo
nadme !
Sentado un principio falso, es natural que deriven fal
sas consecuencias.
Yo he visto muy buenos obreros desertar las escuelas
nocturnas, apenas habían aprendido, sabe Dios cómo !
á leer y á escribir, contentos del propio saber, casi como
si hubiesen llegado á ser otros tantos Salomones.
A algunos de estos quisiera hablarles así : " Amigo!
qué diríais de un ciego de nacimiento, al que se le devol
viese la luz, y él se obstinase en tener cerrados los ojos
para no ver ? Ciertamente afirmaríais que es un loco.
I bien ! vosotros sois como él ; habéis aprendido á leer
y nunca leéis; os han abierto los ojos para ver un mundo
nuevo, el mundo del espíritu que está escrito en los li
bros y los cerráis para no verlo. Los libros os habrían
— 106 —

revelado las maravillas del cuerpo humano, que lleváis


como una bolsa ignorando su contenido. Los libros os
habrían enseñado el mecanismo que regla el curso de los
astros, las causas de los fenómenos mas admirables de la
naturaleza, los cuales contempláis admirados como el
salvaje. Los libros os habrían narrado los hechos glorio
sos de esta tierra, que es la patria, y que no podéis amar
verdaderamente porque no la conocéis suficientemente^
Ellos os habrían procurado en las horas de descanso go
ces inefables, que buscareis en vano en las tabernas y
casas de perdición. Vosotros, abandonando la escuela
sin cuidar de abrir nunca un libro, dais razón á los mise
rables que van predicando ser imposible la educación
del pueblo !
En esta filípica podrá haber un poco de retórica; pe
ro hay también mucha verdad.
El hombre que ha aprendido á leer y no lee nunca,
permanece en la primera ignorancia. Para él la escuela
no le ha servido de nada. Tanto valia que no hubiera
asistido á ella.

III
Algo semejante sucede con los jóvenes estudiantes.
En las escuelas, señores, por mucho que sea el cuida
do que tienen los maestros, se aprende muy poco. Un
buen maestro ha hecho todo, cuando ha sabido inspirar
en el ánimo del alumno el amor al estudio.
La escuela es medio y no fin ; y los jóvenes si no se
acostumbran con tiempo á valerse de sus propias fuerzas,
se convierten en tantas maquinitas incapaces de hacer
nada bueno. En las escuelas, por ejemplo, se pone en sus
manos un recitado de cien ó doscientas páginas, con e!
pomposo título de Historia Romana ó de Historia, de
Italia, y los pobres (supuesto que sean deligentes,) se la
estudian, se. la tragan y después piensan de buena fe sa
ber la historia, lo creen y se jactan de ello.
Por la estrechez del tiempo sucede así en todas las
— 107 —

materias de enseñanza. Una síntesis prematura mata el


.análisis :
Sicché le pecorelle che non aanno,
Tornan dal pasco pasciute di vento,
E non le scusa non veder lor danno.
(Dante Parad XXIX.J
[Con lo que las pobres. ovejas, que nada saben de esto, vuel-
n al redil sin baber pacido mas que viento, y sin que les sir
va de disculpa la ignorancia en que están de su propio dafio.
—Trad. de D. C. Rosoli.]
De este modo salen de las escuelas abortos de hom
bres que no llevan mas que la presunción del saber,
hombres que no han aprendido que nada saben, porque
no vieron por sí la espantosa inmensidad de lo que se
puede saber, y que semejantes á los escarabajos tienen
alguna de redondo bajo sus manos y creen tener el glo
bo—Cien doctos de esta clase pueden hacer mas daño
que un millón de ignorantes ; porque no es la ignoran
cia sino el error quien engendra los males.
Muchas veces, señores, pensando entre mí que la
mayor parte de estos jóvenes estudiantes, los cuales han
sido mis discípulos, se encuentran justamente en esta
deplorable condición, fui presa de un profundo senti
miento de tristeza, y como el cirujano en quien disminu
ye la seguridad del brazo, faltó poco para que perdiese
la fe en mi obra, y me considerase ser inútil y dañoso
en mi oficio de maestro ; en esa profesión que habia mi
rado siempre como una noble misión para redimirla hu
manidad de la peor de las esclavitudes.
IV
Para que la escuela sea verdaderamente provechosa,
•cada joven estudiante debiera tener á su disposición va
rios centenares de buenos libros. Pero no todos, por el
contrario muy pocos, tienen medios para procurárselos ;
y también teniéndolos no todos lo hacen.
— 108 —

¿Aun el obrero, supuesto que tenga voluntad de


cómo encontrará libros que lo puedan deleitar é ins-
á un tiempo, en nuestro país adonde falta hasta un
breria, y si por casualidad pasa algún revendedor
bulante, no lleva con él sino libros obcenos, aptos s
mente para corromper el corazón ?
Entre la escuela" y la vida hay un vacio inmenso
no se llena, la escuela es inútil y tal vez dañosa.
El libro es el apóstol que debe cumplir la obra »in
da por el maestro.
¿ Pero cómo hacer, para que todos puedan fácilm
tener libros ?
A esto ha proveído el principio de asociación ;
principio que nacido en Italia, produjo en la Edad
día, los hospitales, las fraternidades, los monte-pi
otros institutos de esta naturaleza, pero que despuí
perdió junto con la independencia de nuestras repi
cas, y pasó los montes cooperando eficazmente al
nestar de otros pueblos mas jóvenes, mas venturos
quizás mas prudentes que nosotros.

El principio de asociación, señores, ha completad


escuela con las bibliotecas populares.
La biblioteca es el vértice de una pirámide cuya
es la escuela.
Ahora os daré algunos datos estadísticos, los que
muestran el progreso y la eficacia de esta institu
entre los pueblos que nosotros reputamos como los
civilizados.
En New-York, la biblioteca de los dependiente
negocio tiene 5000 socios ; 87000 volúmenes y re
cada año 170 revistas y cada dia 140 diarios.
La biblioteca fundada por Fianklin en Filad
cuenta hoy con mas de 800,000 volúmenes.
Estas cifras nosesplican cómo en los Estados Un
— 109 —

sea posible tanta libertad, y cómo el obrero y el nego


ciante de aquel afortunado país, saben, llegado el caso,
ser periodistas, oradores, oficiales de armada y siempre
óptimos ciudadanos. Pero prosigamos.
En Manchester, una sola biblioteca popular, en el
año 1852 distribuyó 61,080 volúmenes, y 83,846 distri
buyó en 1862.
La biblioteca de Lieja en 1865, tuvo 9653 lectores, de
los cuales 7,797 eran varones y 1856 mujeres, y por lo
jenerjfc obreras ; la biblioteca de Namur, en 1865 dis
tribuyó 20,000 volúmenes, mientras en 1864 distribuyó
solamente 7,000 ; la de Verviers tenia 646 lectores en
1861, 817 en 1862 y 2481 en 1864.
Notad, señores, el aumento anualmente progresivo
del número de lectores. Es una.prueba que la utilidad
de esta institución se va haciendo conocer entre la mul
titud; tanto que ahora podemos decir que goza el pres
tigio de la verdad conocida, y quien la atacase comete-
ria pecado .... al menos contra el Espíritu Santo !

VI

Pero la verdadera patria de las bibliotecas populares


es la Alsacia.
Los pintores de este país, dice el profesor Luzzati,
se complacen en pintar en modestas telas el cuadro de
la familia recojida en estudiosa ocupación ; el padre en
vejecido por los años, escucha atento, no sabiendo leer,
la voz del hijo que mas joven y mas feliz que él, pudo
aprender en la escuela los primeros principios del sa
ber. Este nuevo argumento que la moderna sociedad
ofreced la imajinacion délos artistas, seria bien digno
de encontrar su Rafael, y superar por su importancia
las legendarias pinturas de santos ; ese es el cuadro del
trabajo y de la ciencia, es el cuadro de la humanidad re
dimida y santificada por la luz de la verdad !
Aquí el libro no es solamente el promulgador de las
— 110 —
•verdades, sino que cumple la misión de un apóstol que
modera y rejuvenece las familias humanas.
En la Alsacia hay dos asociaciones para difundir las
bibliotecas populares, una es la de Mulhouse fundada
por Juan Macé y Dolfus, la otra fue constituida en Col
mar por Lefebure: la sociedad de Mulhouse tiene el
primer puesto. Juan Macé, cuyo admirable injénio to
dos vds. conocen que se parece á Franklin por su sim
plicidad, es el jénio tutelar de la Alsacia; sobre sus pa
sos, como las flores, se multiplican las escuelas 5Mb¡bIio-
tecas populares. El ha encontrado en Dolfus un Me
cenas digno de él. Dolfus es el mas rico fabricante de
algodón de la Alsacia ; es el síndico, la providencia de
Mulhouse.
Un apóstol literato y un apóstol industrial: he ahí
el augurio que nosotros debemos buscar en cada ciudad
de Italia. El consorcio de la ciencia, del capital y del
trabajo, (no cuando se predica con fácil verbosidad en
los libros de la economía política), pero sí cuando se
aplica y toma vida real en los hombres, puede rejeno
rar las naciones.
La sociedad de Mulhouse nació bajo modestos 'aus
picios, no tuvo la ambición de rejenerar toda la Fran
cia, de constituir un Comité central de bibliotecas cir
culantes, pero limitando sus esfuerzos á los breves con
fines del Departamento del Alto Rhin, salió con su in
tento. Guizot ha dicho: "En materia de instrucción pú
blica, los deseos mas modestos llegan á ser presuntuo
sos," y los de Mulhouse hicieron su tesoro de esta sabia
máxima. La sociedad se propone despertar la laborio
sidad local, promover y ayudar, no hacer.
Ella procura que los Municipios pongan en su pre
supuesto una pequeña suma para las bibliotecas popu
lares, y reúna al rededor de él un primer núcleo de ge
nerosos filántropos; y con poco dinero, pero con riqueza
de buena voluntad, la provechosa institución en pocos
meses surge y florece.
^ En tres años de vida, del 1864 al 66, esta sociedad
— 111 —
del Alto Rhin, merecidamente encomiada por el profe
sor Luzzati, ha podido hacer surjir en los tres distritos
de Colmar, Mulhouse y Belfort, ochenta y tres bibliote
cas, las que tuvieron una entrada de 15,961 francos, y
prestaron para leer 256,231 volúmenes.
Es, como se ve, una magnífica y maravillosa flores
cencia de bibliotecas; pero Juan Macé y Dolfus— dice el
citado escritor—se quejan de que el Departamento del
Alto Rhin cuenta 481 Municipios y las bibliotecas no
son todavia mas que 83, Es de observarse que los 83
Municipios, en donde ya florece la biblioteca popular,
cuentan 204,065 almas, es decir la mitad de los habi
tantes del Departamento. Cuantos otros países, conoci
dos nuestros, si pudiesen gloriarse de los triunfos obte
nidos en Alsacia, harían de ello bulliciosa jactancia.
Pero los pueblos verdaderamente grandes no se juzgan
por el bien que han hecho, sino por el qcie deberán ha
cer. La biblioteca en la Alsacia no surge solamente en
las grandes ciudades, sino también en la campaña y
hasta entre los Alpes, y en algunos lugares en donde
falta la Iglesia, no faltan los libros populares. El Bi
bliotecario del Grand-Trait ha debido poner un depósi
to de libros en las casas cíe la montaña y constata que
son leídos por mas de 20,000 Alpinianos. Algunos pe
queños Municipios industriales y agrícolos cuentan ca
si los lectores por el número de sus habitantes ; y este
santo contagio del estudio, se difunde por todas partes,
asalta los soldados de las guarniciones, y hasta aquellos
hombres que parecen mas alejados de la benigna in
fluencia de lo verdadero. En los alrededores de Thann
los leñadores á los cuales la nieve no permite trabajar,
acostumbraban recojerse en la fonda en donde malgas
taban su salario, ahora desde que se fundó una biblio
teca, se dan cita en la casa de un obrero que lee una
historia en alta voz, ellos enriquecen sus conocimientos
y ahorran su dinero.
Así el libro persigue por todas partes á los lectores
— 112 — -

y los sorprende hasta en la soledad de las nevadas


montañas.
Cada año en Mulhouse, hay una solemne reunión,
en la que se premian los mejores bibliotecarios y los
mas diligentes entre aquellos socios, que con su obra
procuraron el desenvolvimiento de esta provechosa ins
titución. Este año la sociedad envió á su costa los cin
co mejores bibliotecarios á la esposicion de París. Es
una fiesta solemne, la cual conmueve los espíritus ; se
premia el hombre que ha pasado su vida en losaestu-
dios, junto con el labrador que debe su educación al li
bro de la biblioteca comunal.

VII
¿Y por qué, señores, seremos nosotros menos que los
otros pueblos ? No somos también nosotros de carne y
hueso como ellos ? Firenze, Genova, Pisa, Venezia y
cien otras ciudades, no fueron un tiempo maestras de
espléndida laboriosidad cívica. ¿Y si dormimos, por qué
no podemos despertarnos ? Por ventura la tierra donde
nació Miguel Ángel, tan decantada por su versatilidad
no menos que por la robustez de la inteligencia, se ha
cambiado de repente y no produce mas que cretinos y
ociosos ?
- No señores ! Quién va sembrando desconfianza, es
un embustero que miente á sí mismo, es un haragán,
que semejante á la zorra sin cola de la fábula, quisiera
ver perezosos también á los demás.
Obremos acordes, obremos todos, cada uno según sus
propias fuerzas, y conseguiremos el objeto mas pronto
de lo que pensamos.
En esta santa cruzada con que las jentes civilizadas
destierran la ignorancia, la Italia no debe quedar atrás
de las otras naciones.
Si no nos mueve la utilidad, que nos mueva al menos
la vergüenza !
Mucho se ha ya hecho, pero me apresuro á deciros,
— 113 —

-que este mucho es nada en comparación con lo que


hay que hacer; sin embargo hagámolo notar para que
nos sirva de esperanza y nos anime á un tiempo.
Veis! En Octubre de 1861 un hombre de buena
voluntad, uno de aquellos hombres, á los cuales del alto
de los cielos se augura en vano paz sobre la tierra,
pues que ellos hacen de la vida un continuo batallar
contra el mal—el abogado Antonio Bruñí de Plata— se
propuso fundar en aquella ciudad una biblioteca popu
lar. Pocos y escogidos amigos lo animaban en la em
presa.
Advertid, señores, que era el primer esperimento que
se hacia en Italia de esta institución ; y que por lo tan
to había que superar infinitos obstáculos. Las cobas
nuevas son como los objetos' vistos de noche, de lejos :
dan miedo y muchos temen el engaño. Pero á quien
quiere nada es difícil ; y el valiente hombre principió
con un solo volumen de sesenta páginas, y salió esplén
didamente en su intento.
En poco tiempo, mas de 50 diarios italianos habla
ron favorablemente de esta institución ; de todas las
Provincias afluyeron donativos de libros ; el Gobierr o
concedió dos veces un subsidio de 400 francos ; la pren
sa estrangera también aplaudió la bella idea del aboga-
g-o Bruni ; y Juan Macé el apóstol délas bibliotecas
populares en la Alsacia, el autor de aquellos áureos li
bros que son : La historia de un bocado de pan y L >s
servidores del Estómago quizo también concurrir con un
donativo de cien francos al incremento de la biblioteca
Fratese. Hoy es ella la primera de Italia, y tuvo L:¡ a
mención honorable en la última esposicion de Par ;.
Cuenta ciento noventa socios ; posee mas de tres^ ?/ /
volúmenes ; y tres mil volúmes de una biblioteca circu
lante valen muy bien cien mil de una biblioteca estab •.
En las bibliotecas populares el libro no está llenánck . 2
-de polvo en los estantes, camina, camina como el K -
breo de la leyenda ; no es cosa muerta, sino un ser q .:
vive, que se multiplica, que se gasta y muere finaliru -
15
— 114 —

te : y un libro que muere consumido por el uso, es un-


arma que se rompe en la herida, es un soldado que cae
combatiendo la ignorancia !

VIII

El bello ejemplo de Prato no podía quedar sin fru


tos, tjna noble emulación se encendió entre nosotros
para difundir las bibliotecas populares, y en breve tiem
po se vieron nacer como por encanto en Vercelli, tecco,
Catanzaro, Lodi, Caltanisetta, Voghera, Milán, Arden-
za (Livorno,) Boloña, Palermo, Viadana, Intra, Parma,
Sciolze, Vicenza, Rósate, Chiaravalle, Saló, Padova,
Foggia, Venezia, Medezzano (Parma,) Polesella (Rovi-
go,) Corone, Vallo de Lucania, Codogno, Casalpuster-
lengo, en los Cuerpos Santos de Milán, y en las cárceles
judiciarias de Bergamo.
El Municipio agrario de Voghera, presidido por el
benemérito Caballero Valli sub-prefecto, inspirándose
en las ideas de la sociedad de Mulhouse, con larga
generosidad concurrió á fundar setenta y cuatro biblio
tecas populares.
En Milán los profesores Luzzáti y Amati y el aboga
do Larcher se hicieron iniciadores de una sociedad pro
motora que obtuvo del Consejo Provincial un subsidio
de seis mil francos. Otra se ha constituido en Siena
por cuidado del señor Luciano Bianchi, y ambas obra
ron sin cesar para la propagación de las bibliotecas.
Los Consejos provinciales de Macerata y de Ñapó
les han seguido el ejemplo de el de Milán. La colonia
italiana en Buenos Aires tiene también su biblioteca
popular.
En suma la benéfica institución se difunde amplia
mente entre nosotros y todos la miran favorablemente.
Yo mismo he podido esperimentarlo en vuestro Spole-
to. Me bastó mandar en el pasado Abril una circular
impresa á los conocidos y amigos, para recojer en pocos
— 115 —

dias mas de trescientos volúmenes. Encontré también


fácilmente unas treinta personas, que se obligaron á pa
gar 50 centesimos mensuales, con los que, todos juntos,
se pudiese proveer á la adquisición de nuevas obras y
encuademación de libros. La Municipalidad dio el lo
cal y los pocos muebles necesarios ; doscientos francos
dio en subsidio el Gobierno y cien el Consejo provincial
de Umbría.
Hoy la biblioteca popular de Spoleto posee mas de
600 volúmenes; y desde el i.°de Agosto á todo No
viembre de 1867, ha prestado para leer cerca de 800
libros, cifra muy considerable, si se considera la pobla
ción de la ciudad.

IX
Prosiguiendo á tal paso, si no imitamos el trote del
asno, de aquí á pocos años también en Italia no habrá
pueblo, por pequeño que sea, el cual no tenga su bi
blioteca popular. A esto concurrirán también los Mu
nicipios, cuando se hayan convencido de que la escuela
sin biblioteca es un cuerpo sin cabeza.
¿ Entonces, qué cosa quedará por hacerse ? Que vds.
particularmente, estudiantes y obreros, aprovechen de
tan buena institución.
La biblioteca estará allí, acusadora terrible de todos
los ignorantes, de todos los ociosos.
Vosotros mismos podéis difundir por todas partes las
bibliotecas populares. No son ustedes quienes mas que
ningún otro tienen necesidad de ellas ? Asociaos, y con
pocos centesimos al mes, en breve tiempo tendréis á
vuestra disposición, millares de volúmenes, que, desu
nidos, no podriais procuraros nunca. Poséis un libro
que no os sirve mas. Donadlo á la biblioteca y servirá
á centenares de personas. De este modo, mientras sois
útiles á vosotros mismos, lo sois también á los demás.
Uno para todos, todos pata ^tno : he ahí el prodigio de
la asociación.
— 116 —

Al asociaros, no olvidéis la mujer, atraedla dulcemen


te. Hacedle entender que también ella tiene necesidad
del libro de la biblioteca: que los necesitan sus hijos ó
sus hermanos; y que por consiguiente ella también esv-
tá en el deber de pagar su óbolo á la sociedad.
Por el amor que tengo á las bibliotecas populares,
quisiera que cada una de ellas contase entre sus socios,
al menos una tercera parte de mujeres. Su pervenir es-
taria asegurado. La mujer—que nosotros tenemos apar
tada de toda injerencia en el mas mínimo negocio pú
blico—cuando es llamada, titubea un poco, como no
vicia, en intervenir ; pero después lleva toda su enerjía,
toda la tenacidad de voluntad, todo el amor propio de
que es capaz, y que no lo ha gastado de otro modo.
También la Sociedad de Socorros Mutuos y los Al
macenes cooperadores, pueden hacer mucho para las
bibliotecas circulantes. El profesor Luzzati nos narra :
"que los almacenes cooperativos de Inglaterra, los cua-
,les hoy pasan de ochocientos, distraen de la utilidad lí
quida una pequeña parte asignada al fondo de educa
ción para constituir la biblioteca popular de la Socie
dad, y cuando los socios y clientes van á comprar los
víveres, piden y obtienen también el libro, que se des
liza casi envuelto con el alimento entre sus manos. Así
el pan del cuerpo y del espíritu se distribuye en el mis
mo lugar, y el Almacén cooperador, mientras realiza el
sosten material de la vida, eleva y sublima también la
mente. I nótese que aquí los socios y los clientes obtie
nen el libro gratuitamente ; todavia la gratuidad no es
una donación, pues es fruto de la institución fundada
por ellos mismos, porque consienten en privarse de una
parte de las utilidades para procurarse el placer de bue
nas lecturas.
En Italia hay por desgracia la mala costumbre de
esperar que todo llueva de lo alto. El Gobierno es el
Cirineo que debe llevar todas las cruces, y él, forzado,
consiente, pero en el fondo, son nuestras espaldas quie
— 117 —

nes llevan la carga, ó por decirlo como es, somos noso


tros los que pagamos.
No se considera que el dinero, para pasar de los bol
sillos de los contribuyentes á las cajas gubernativas, y
después de estas, sobre los contribuyentes, disminuye
por los gastos de percepción y de administración que en
Italia son enormes ; es como un curso de agua, que
destinado á regar un terreno, debiera atravezar un ter
reno árido, una gran parte seria absorvida.
No se considera que sustituyendo en todo y por todo
la acción gubernativa á la individual, se multiplican los
embarazos al Gobierno y se destruye el individuo. ¿No
lo veis?- Kn Italia el Gobierno es todo, el individuo Ca
si nada. Miren los Estados Unidos de América, miren
la Inglaterra, y encontrareis todo lo contrario. Pero,
¿de quién es la culpa?
El Gobierno ha hecho lo mejor que supo cuando nos
ha concedido la libertad de manifestar nuestras ideas,
de poder desenvolver nuestras fuerzas y mejorar nues
tra condición. Si nosotros nos quedamos inertes y aban
donamos aquella gran cantidad de atribuciones que nos
pertenccian al Gobierno, y él después de haberlas reco-
jido, hace muy mal uso de ellas, de quién es la culpa?
Nuestra y no suya.
Demasiado frecuentemente con pueril elocuencia im
precamos contra el Gobierno, echando sobre sus es
paldas toda la cantidad de males, todas las desgracias
nacionales, y nos olvidamos que c ida uno de nosotros
es \\n3iparte vital de la nación. Cuánto mejor haríamos
en interrogar nuestra conciencia sobre el modo con que
hemos llenado estafar/e, es decir, los deberes que nos
incumbían como ciudadanos libres, para ver sino es el
caso de repetir un sencillo mea culpa!
- "La Nación—observa sabiamente el Símilis— no es
sino el agregado de las condiciones individuales, y la
civilización misma es una cuestión de perfeccionamien
to personal. El progreso nacional es la resultante de la
actividad, de la enerjía y de las virtudes de todos ; co
— 118 —

mo la decadencia nacional lo es de las vilezas, de los


egoísmos, y de los vicios de todos. Mirando bien al
fondo, se encuentra que loque acostumbramos denun
ciar como grandes males sociales, son, lo mas de las ve
ces, nada mas que el fruto de una vida perversa, y aun
que nos esmeremos en impedirlo y estirparlo, mediante
las leyes, renace nuevamente bajo otra forma, hasta que
las condiciones de la vida y del carácter, no son radical
mente mejoradas. Si esta idea es exacta, se signe c¡re
el mas alto patriotismo y la mas perfecta filantropía,
consisten no tan solamente en cambiar las leyes y mo
dificar las instituciones, cuanto en ayudar y estimular á
los hombres á levantarse y perfeccionarse por medio
de la libre é independiente acción de su propia vo
luntad."
"El Gobierno, señores, puede tener sus culpas : nin
guno lo niega ; pero el Gobierno prosigue el Símiles
—encuéntrase generalmente, que no es mas que el re
flejo de los individuos que lo ccmpcncn. El Gobierno
que va mas adelante que el pueblo es atraído infalible
mente á su nivel, como el Gobierno que está atrás de
el, es empujado para andar, como él. Está en el orden
de la naturaleza que una Nación encuentre en sus leyes
y en su Gobierno las disposiciones que convienen á su
carácter, del mismo modo que el agua encuentra su
propio nivel. Un pueblo noble será siempre gobernado
noblemente, y un pueblo ignorante y corrompido, igno-
blemente. La libertad es un propósito moral no menos
que político— es el resultado de la libertad de acción,
de la energía y de la independencia de los individuos."
''Puede tener consecuencias comparativamente pe
queñas, él como un hombre es gobernado esteriormente,
mientras que todo depende del modo con que él mismo
se gobierna internamente. El esclavo mas miserable
no es aquel dominado por un déspota, "por grande que
sea este mal, sino aquel que está dominado por su pro
pia ignorancia, por su propio egoísmo, y por los vicios
propios. Hubieron y existen todavía llamados patriotas.
— 119 —

los cuales reputan que el mejor beneficio que se pueda


hacer á la libertad, es matar un tirano, olvidando que
el tirano generalmente solo representa fielmente los mi
llones de subditos que están bajo él. Pero las naciones
que son internamente esclavas (considerad, señores, es
tas palabras, que quizás hagan el caso nuestro,) no pue
den ser rescatadas por un simple cambio de gobierno,
ó de instituciones; y mientras que prevalezca la funesta
ilusión de que la libertad depende únicamente y consis
te en el gobierno, las revoluciones, por mas que puedan
costar, no producirán resultados mas durables que la
aparición de nuevas figuras en una fantasmagoría. Los
fundamentos sólidos de la libertad reposan sobre la
fuerza de caracteres individuales ; en esta reside la mas
segura garantía de la seguridad social y del progreso
nacional, y en esto consiste verdaderamente la fuerza
de la libertad inglesa. Los ingleses sienten que son li
bres, no solamente porque viven bajo instituciones li
bres por ellos laboriosamente conquistadas y consolida
das, sino porque cada miembro de la sociedad se ha mas
ó menos identificado con el espíritu de libertad, no sola
mente con hablar libremente, sino también con su vida
arreglada y con su acción enérgica, como hombres indi
vidualmente libres."

X
Las bibliotecas populares serán de no poca utilidad
-á esta grande obra de la regeneración individual, que
está en su mayor parte en vuestras manos, obreros y
estudiantes ! Vosotros constituís la clase mas numerosa
y escojida de la sociedad, y está en vosotros el porve
nir de nuestro país. Hoy tenemos una Italia, pero le
faltan italianos. El mejorarnos como individuos, es
cuestión de progreso ó de retroceso, de vida ó muerte
para nuestra nación.
Considerando cada uno de nosotros como hombre,
•como individuo de la inmensa familia que se llama
— 120 —

humanidad, otros deberes nos incumben, otros proble


mas sociales esperan de nuestro perfeccionamiento indi
vidual, su solución. De paso haré mención de uno, el
cual merecería estar sujeto á largo razonamiento— Po
co ha, el Rey Carlos XV de Suecia y Noruega nos ha
repetido que una tercera parte de los rentas de la Eu
ropa y de los medios de la civilización, se van en los
medios de destrucción ó sea en el efectivo de las arma
das y en materiales de guerra, de los cuales cada día
con enorme dispendio se busca el perfeccionamiento.
Una nueva invención reduce á nada los gastos colosa
les que tod9s los Estados se han impuesto hasta hoy.
En esto aquel rey literato y filósofo ve una causa cons
tante de empobrecimiento para los pueblos. Y es ver
daderamente así : nosotros andamos en busca de la mi
seria, para matarnos alternativamente ! Puede decirse
que hacemos la civilización de la barbarie.
Ahora os pregunto, si al menos dos terceras partes de
los hombres fuesen convenientemente instruidos y edu
cados, no repararían que la guerra es un terrible flaje-
lo, tanto para los vencidos como para los vencedores?
No buscarían evitarla, componiendo pacíficamente y se
gún justicia, sus disidencias? ó al menos no evitarían el
otro flajelo de la llamada paz armada, no menos terri
ble que la misma guerra? Pero se contesta: " los pue
blos no quieren este asesinato legalitado; los pueblos
aman la paz; es la diplomacia, son los Gobiernos los que
quieren la guerra."
Dios mió ! los pueblos no quieren la guerra, y mien
tras tanto no solo permiten que se haga, sino que pres
tan ellos mismos sus sustancias, sus brazos, su vida pa
ra hacerla !. . . . De modo que son dignos de sus Go
biernos y de sus diplomacias. Tenemos la humanidad,
pero nos faltan hombres !
CATALOGO
DE LAS OBRAS QUE RECOMIENDA LA COMISIÓN CENTRAL A LAS
BIBLIOTECAS POPULARES.

Autores Títulos de las obras s0 • •*?°r



O T3 ro
H ^ pq

Alarcon— De Madrid á Ñapóles ............... . 1 $ 100


" Cosas que fueron..................... 1 ¿5
Novelas (2— 70) ..................... 1 35
" Cuentos, artículos y novelas........... 1 2O
" Final de Norma (2—70) ............... 1 35
" • Amigo de la muerte .................. 1 30
" Guerra de África ...... . ........... 1 100
Aimard — La Linda (2 en 1—80) ............... 1 60
" La Ley Lynch ...... ................. 1 30
" -Fiebre de Oro ....................... 1 30
" Filibusteros ......................... 1 30
El corazón leal ..................... 1 30
Merodiadores ...................... 1 30
" Tiradores .......................... 1 30
" Sus novelas ......................... 3 100
Ayguals de Izco—Las Maravillas del Siglo (1—80) 1 110
" La bruja da Madrid........... 2 120
" Maria ó la hija de un jornalero. . 2 120
" Marquesa de Bella-Flor...... . . 2 120
Pobres y Ricos ............... 2 105
Justicia divina............... 2 100
— 122 —
Ayguals do Izco—Palacio de los crímenes 2 15O
« El tigre del maestrazgo 1 60
» Panteón universal 4 200
" Galería réjia ó biografía de los
Reyes de España. 2 140
« Los pobres de Madrid 1 C5
"' Cosas del mundo—Galería bur-
lezca de frajilidades humanas.. 1 30
Alberdi — Organización política de la República
Argentina 1 25
Avellaneda—Estudios sobre tierras públicas 1 45
" (G.) Obras literarias 5 300
" " Las mujeres ' 2 20
Arago—Recuerdos de un ciego (viages) 1 110
" Astronomie populaire 4 240
" Guia del cultivador 1 55
" Limones agrios, colección de cuentos, cua
dros y artículos para alegrarse, etc 1 45
" Elaboración de vinos, ote 1 70
Aguilera—Proverbios ejemplares y cómicos 3 75
" El libro de la patria (2-50) 1 25
" El mundo al revés 2 100
Azara—Memoria sobre el Rio de la Plata 1 35
" Historia del Paraguay 2 150
" Memoria sobre el estado rural, etc 1 50
Aguado—Sitio de Paris, 1NS70-1871, La Comuna, &. 2 100
" Tratado del arbolista 1 45
Angelón—Historia do Inglaterra 3 60
" Flor de un diay espinas de una flor. ... 2 110
" Rigolctto 1 70
Angelis—Obras y documentos, etc 6 1500
Ancona—La cruz y la espada 2 24
El Filibustero 2 24
Ariosto—Orlando furioso (1-35) 2 60
-_ 1-23 —

Amat—La Sagrada Biblia 2 280


Arhens—Droit natarel (2-80) 2 110
Aimé Martin—Educación de las madres 1 30
Arcos—La Plata—Etude historique, etc 1 60
Alemán — Guzman de Alfarache 1 60
Ahneida — El hombre feliz independiente 1 40
Arólas—Poesías 1 40
Alibert — Fisiolojía de las pasiones 2 50
Ascasubi—Obras poéticas 3 360
Albertini—Derecho diplomático 1 70
Astaburuaga—Diccionario biográfico de Chile .... 1 75
Andruza—Carlos III 1 70
Arosemena—Constitución^ ¡ políticas de la América 2 150
Ayala—Concilio de Trento
Ayanqué—Lima pov dentro y por fuera 1 60
Arenales—Noticias históricas sobre el Chaco y Rio
Bermejo 1 200
Alsina—Código Rural 1 10
Altadil—La Canalla 2 130
" La conciencia 1 45
Alcazarate—Sistemas filosóficos 4' 240
Anquetil—Historia de la Francia desde los tiempos
mas remotos, etc 3 180
Alrarez—Revolución de Polonia 1 60
Arlincourt— La Italia roja ó historia de las revolu
ciones 1 45
El Renegado 2 20
" La Estrangera 2 20
El Solitario 2 20
Amores—Nociones de crédito público 1 50
Amézaga—Gobierno parlamentario 1 30
Anisworth—Corte de la reina Ana, etc 6 50
Arnpérc —L'empire Romain 2 120
_ 124 —

Arnold-Gay—Biographie nouvello des contempo-


raines ou dictionnaire historique, etc. 20 700
Arguelles—Examen histórico de la reforma cons
titucional 2 90
Avella—Manual de sanidad marítima y terrestre. . 1 40
Anaya—Elocuencia forense (4 en 2) 140
Anales de la Sociedad Rural (7 años en 4) 1000
Id id de Agricultura 1 80
Abate—El Maldito 4 SO
" La Monja 3 60
El Confesor 3 60
Acosta— Elementos de física 1 50
Avecilla—Conquista del Perú 1 25
Almacén de la juventud, (historia) 1 45
" " " (ciencias y artes) 1 45
" " " (viages) 1 45
" " las señoritas 1 • 45
" de los niños 1 45
Arnao—La voz del creyente. Poesías católicas .... 1 40
Armand Carrel—CEuvrea litieraires et economiques 1 35
Alaux—Methode pour constituer la philosophie
premiére 1 70
Aventuras de un viajero 1 100
Aliare Kardec—El libro de los médiums ó guia de
los evocadores 1 50
" " ' El libro de los espíritus, rústica. . 1 25
" " El cielo y el infierno ó la justicia
divina según el espiritismo 1 25
" " El Jénesis, los milagros y las pre
dicciones, según el espiritismo.. 1 25
" " El espiritismo en sumas, simple
espresion 2 80
Arbib—La familia regulada, etc 1 40
- 125 —
Apuntes sobre la reforma política en Cuba y Puer
to Rico 1 50
Arte de conservar la hermosura y la salud y de cor-
rejir los defectos físicos, rústica 1 25
Assollant—Aventuras maravillosas y auténticas del
capitán Corcoran, rústica 2 20
Arenal—La mujer del porvenir, rústica 1 20
Aguirre y Rosales—Virjinia 6 la doncella cristiana 1 30
Amich—Compendio histórico de los trabajos y fa
tigas que los ministros evanjélicos han
sufrido, etc 1 3O
Alonso y Eguilaz—Teoría de la inmortalidad del
alma y de las penas y recompensas de la vida
futura 1 25
Amador de los RÍOS—Historia crítica de la litera
tura española 7 €00
Alcaraz—Poemas 1 15
" Siete años en África 1 25
'• Tentativas literarias 1 25
About—Orillas del Nilo 1 25
Agustín (San)—Confesiones 2 40
Antón—Diccionario de Bibliografía agronómica .. 1 150
Arrea—Estudios sociales sobre la educación de los
pueblos 1 25
Alonso de Herrera— Agricultura general 4 200
Alcalá Galiano—Historia de Espaüa (7 en 4) 250
Balines—Filosofía elemental 1 18
" " fundamental 2 35
" El protestantismo 2 40
" Cartas á un escéptico. 1 15
" Criterio 1 15
" Escritos políticos 1 80
Obras 10 150
*• El pensamiento y máximas 2 120
— 126 —

Balines—La relijion demostrada 1 10


Bilbao (F.)—Obras completas 2 140
Bilbao (M.) —Historia de Rosas 1 50
" " " de Salaveny 1 50
" " El Inquisidor Mayor 1 50
" " Novelas 1 50
Bello—Derecho de jentes (1-40) 1 50
'• Obras poéticas 1 45
Gramática 1 30
Bnffon—Los tres reinos de la naturaleza, con lámi-
minas iluminadas 9 13Í-0
" Id id id sin iluminación 9 800
" Moderno 1 200
" De las familias 1 CO
Boutet de Monvel—Nociones de física 1 25
" " " de química. ....... 1 20
Bourdon—Aritmética 1 40
" Geometría 1 50
" Aritmética y geometría 3 100
Benthan—Teoría de las penas y recompensas. ... 4 45
Id de las asambleas, (1-15) (1-20)
(1-25)....;
" Lejislacion civil y penal (1-100) 1 60
" Sofismas políticos. 1 20
" Pruedas judiciales 1 70
Bastiat—Sofismas económicos 1 130
" Armonías económicas 1 70
" Calidur y la liga 1 50
Byron, Dumas, etc.—Dramas del Océano 1 80
" " Historias estraordinarias. ... 1 120
" •' GEuyre?. 4 120
" " TheWorka 5 150
Bonilly—Cuentos á mi hija 1 35
" Las madres de familia 2 40
— 127 —

Bouilly—Manual del jardinero 2 80


Bouillet—Dictionnaire de histoire et de geographie 1 140
" Id des lettres de sciences, etc 1 140
" Atlas avec blasons 1 200
Id sin id 1 150
Buckle—Civilización en España 1 25
" " en Angleterre 5 240
Briot—Astronomía física (4-150) 2 100
" Aplication á la geometrie 1 30
Bulwer—La conquista de Granada 1 40
" Devereno 6 50
" Los últimos dias de Pompeya, (rústica,
2-20) 1 70
Balzac—Eujenia Grandet 1 30
" La mujer de 30 años 1 25
" Fisiolojía del matrimonio 1 30
" (Euvres completes 20 900
Bossuet—Discursos sobre la historia universal. ... 2 60
" (Euvres 5 100
" Oraisons fúnebres 1 25
Bouthon—Filosofía del progreso 1 20
" " popular 1 20
" El principio federativo . 1 20
/ Capacidad política de las clases jorna
leras 1 20
Bnstamante—Geografía universal 1 30
" Historia de Buenos Aires 1 10O
" Los cinco errores capitales de la in
tervención anglo-francesa en el
Plata 1 8»
" Almacén de la juventud (artes y
ciencias) 1 45
" Diccionario inglés-español, y vice
versa 2 50
— 128 —
Biblioteca de las maravillas 14 350
" Científica recreativa (16 en 8) 175
" De instrucción y recreo (60 en 18) 900
" (72 en 18) 1000
" De autores escojidos. Teatro escojido de
L. Vega Carpió 4 380
" De la relijion, varios autores 18 750
" De autores españoles, poetas líricos del
siglo XVIII 1 200
" De la risa 2 5O
" De la juventud, colección de obras mora
les, (30 tomos á 10$ cada uno)
" De viajes . 7 100
Brousseur de Bourboug—Histoire, etc 4 300
Belloc—Historia de América 2 1 20
Buchan—Medicina doméstica 1 25
Bretón de los Herreros—Obras escojidas 2 120
Bailly—Manual de j ardinería 2 80
Barreswil—Tratado de fotografía 1 80
Berrio—El viajero del Ganges » 1 50
Borda—Gramática italiana 1 20
Boujour—Teoría de los gobiernos 2 40
Bescherelle—Dictionnaire national 2 300
Barthelemy —Viajes de Anacb.arsis
Blanco—Los dulces de la boda 2 105
Bergier—Diccionario de teología « 4 280
Bedoya— Las siete virtudes (2-60) 1 60
Burmeister—Historia de la creación 1 80
Boys—La condesa de Montecristo 2 75
Beclard—Fisiología humana , 1 120
Balbi-Maltebrun—Geografía universal, (2 t. 70)
(2 t. 120) (6 t. 160) 7 800
Béléze—Diclionnaire de la vie pratique á la ville et
ala campagne 1 15O
— 129 —

Béléze—Dictionnaire des noms de baptSme 1 40


" Le livre de ménages 1 30
" Jeux des adolescents 1 25
Blest Gana^Martin Rivas , 1 50
Blanco y Fernandez —Botánica 2 60
Boira —Libro de los cuentos 3 70
Becaria—Delitos y penas 2 50
Bonilla—Código de urbanidad 1 30
Barceille—Emilia Paula, (2 en 1) 45
Barrau—Influencia do la familia en la educación. 1 30
" Amor filial 1 25
Barra (D. la) La América 2 100
Barriozabal—La felicidad del pensamiento 1 35
Burgos—El hombre juzgado por las mujeres 1 60
" El agricultor práctico 1 40
Bollo—Viaje pintoresco á los RÍOS Paraná etc 1 75
Bourdalouc—Fragmentos escojidos , 1 15
Bernard—(Euvres completes , 10 550
Bonillon—Dibujo lineal 1 18
Boileau—Obras 2 40
Bossi—Viaje pintoresco etc 1 75
Bourlamaqui —Derecho natural 2 20
Bandaran—Tratado elemental de dibujo 1 45
Bejerando—La moral en acción (ilustrado) 1 70
Bergara—Curso académico de la elocuencia espa-
*ñola 1 45
Boussingault—Viaje científico á los Andes 1 60
Blanc—Lettres sur l'Ahgleterre 4 220
Baudrillar—Economie politique populaire 1 40
Babinet —Atlas antiguo y moderno , 1 125
Blano—Zoología 1 75
Brak—Caballería lijera I 50
Berinudez de Castro—Panorama universal 2 100
•Beaumont—Almacén de los niños ». 1 4S
16
— 130 —
Ifcstúí-—Diccionario histórico enciclopédico, que
. contiene por un orden alfabético los
acontecimientos de algunas nombradias
en la historia sagrada y profana etc etc 5 200
Bacardi—Nuevo Colon b tratado del derecho militar 5 400
Becquer—Obras 2 70
Boines—Voyage dans le Sud-Ouest de l'Afrique. 1 25
Breal—Quelques mots sur l'instruction publique en
Fracce 1 40
Banlé—Augusto, sa famille et sea amis 1 70
Bouligny—Tratado de la teoría y^ fabricación de
pólvora en jeneral, las piezas de arti
llería y los proyectiles de hierro 2 100
Belgiojoos—Histoire de la maison de Savoie 1 60
Boumouf—CEuvres completos de Tacite 1 35
Bayard—GEuvres choisies de Xavier^ de Maistre. 1 25
" ídem id do B. de Saint-Piérre 1 25
Boutelon.—Tratado de la huerta, ó método de cul
tivar toda clase -de hortalizas. ...... 1 60
Briz—Los caballeros andantes 1 50
" Norma, ó la sacerdotiza de la Isla de Sen. 1 60
Bonrgeois - Las pasiones, el amor y el libertinaje... 1 35
Bacon—CEuvres philoaophiques 3 120
" Ensayos de moral y de política 1 50
Brechat—Aventuras de un niño parisiense, rúst. .*.. 1 10
JBüchner—Ciencia y naturaleza, rúst 2 50
Bostinos—Cuentos americanos, rúst 1 70
Barros Arona—Elementos de geografía física, rúst. 1 70
Balcarce—Poesias 1 15
Bocardo—Tratado teóri¿o práctico de Economia po
lítica, rúst 3 90
Borita—Catecismo del Santo Concilio de Trento pa
ra los párrocos 1 70
— 131 —

Batissier—L'art monumental (ill) 4 140


Barcia—Filosofía del alma humana 1 35
Barat—Geologie appliquée 2 180
Bonchardat—Novísimo formulario majistral 1 50
Colmeiro — Manual completo de jardinería 3 85
" Derecho administrativo español 2 140
" Economia política 1 35
" Curso de botánica, láminas 2 180
" La botánica y los botánicos 1 65
Campoamor—Doloras y Cantares ... 1 50
" Poesías escojidas 1 60
" Drama universal 1 60
" Lo absoluto , 1 40
" Polémicas 1 40
" Impresiones morales, rúst «1 15
Cantú César—Historia universal 10 8íO
" " de cien años 1 100
Coorcelle Seneuil—Economia política 2 120
" " Operations des banques 1 60
" " Teneduría de libros 1 15
Cervantes -D. Quijote (i ustrado 1-75) 1 60
Novelas 1 90
Galatea 1 «O
" Perciles y Sejismundo. , 1 60
Celiar 1 35
" Obras completas 4 240
Catalina (S.)—Cuadro del progreso. 1 55
" La mujer 1 40
Canto (del)—Loa tres hijos del crimen 1 90
Comas—La vuelta del presidio 1 80
Campo (del)—Poesías (rúst 1-20) 1 60
Calda—Semanario de Nueva Granad» 1 60
Césped—La libertad en Cuba 1 35
Carroño—Manual de urbanidad ... 1 30
— 132 —
Cruael—Enfermedades del ganado vacuno 1 70
Cirodde—Geometría 1 85
" Trigonometría 1 25
" Tratado de matemáticas . .' 4 200
Cesan» — El farmacéutico 1 12
Cisneros—Edgardo 1 12
Cortázar—Trigonometría y topografía 1 35
Carlos—X. X 1 20
Carreras—Economia política 1 50
Cometant—Tres años en los Estados Unidos 1 45
Couain — Lo verdadero, lo bueno y lo bello 1 30
Chao, Monlau, etc. —Museo pintoresco etc. Los tres
reinos de la naturaleza. .... 9 1400
Cuy«mbo—Historia de los Estados Unidos 1 50
Clavé—ídem de Pió IX 1 25
Chaptal—Química aplicada • • • • 2 70
Coll y V«chí—Diálogos literarios 1 30
Camin—Estudio de la literatura católica del siglo
XIX 2 130
Carrasco— Mitologia universal , 1 120
Cartel León—Los amantes de Teruel 1 90
Coronado—Invasiones inglesas al Eio de la Plata &. 1 100
Cormenin—Libro de los Oradores 1 85
Chave!—Historia de las relijiones 1 80
Canalejas y Casas—Anuario de los progresos tec-
aolójicos 1 $0
Campe —Nuevo Robinson (ilustrado 1-35) 1 25
Capmani —Filosofía de la elocuencia 2 60
Colson—Paseo científico por el Océano 1 60
Cicerón1—Oraciones 2 45
" Curso de la elocuencia 3 140
Collantés y .Alfaro—Diccionario de agricultura
-práctica 7 659
Chavarri—Manual de física 1 40
— 133 —
Chevalier—Diccionario de las alteraciones etc 1 150
" " de las sustancias 1 140
Cosson Trozos selectos de literatura (3-75) 3 120
Geografía fl-25) 1 40
Cuenca—Obras poéticas (3-160) 3 200
Cuesta—Nuevo viajero universal 5 500
" Ordenanzas militares 1 85
Croiset — El año cristiano 5 160
Chenú—Los tres reinos de la naturaleza (fran.).. .3 180
Coroo —Un año en la Corte 2 24
Campillo—La revolución española en el siglo XIX.. 1 • 50
Camoens - Poesías etc 3 60
Chantreau—Reformado 1 25
" Arte de hablar bien francés 1 30
Cottú —De la justicia criminal en Inglatera 1 30
Couto—Náufragos negros 1 35
Cortambert—Atlas de 84 mapas 1 80
Conde — Dominación de los árabes en Bspafla 1 60
Calvo— Derecho internacional 2 200
" Anales históricos de la América latina—
Cuestión límites (15 ts. 900) (6 ts. 360)
(6-240). 5 470
Cansas célebres francesas inglesas y españolas
(1 ts. 60) (21-650) 21 750
Colección de causas célebres del progreso ingles. 1 50
Colección de historiadores de Chile y documentos
relativos á la historia Nacional 6 450
Chateaubriand—Obras completas (4-350) 4 280
" Jenio del cristianismo 2 50
" Los mártires (2-50) 1 30
" Itinerario do Paris- á. Jerusalem,
(2-50) 1 35
Átala y Henéete. (1-12) 1 25
" Viajes 1 35
" Misceláneas políticas (2 80) 1 40
— 134 —

Chateaubriand—Misceláneas literarias, 2 cuadernos 15


" Estudio» históricos 1 35
• " Memorias del duque do Bery 1 35
Código Civil Argentino 120
Iden de Comercio 40
Cortes y Morales—Diccionario doméstico, Tesorero
de las familias 1 200
Cocquelin j Guillaumin—Dicionario de la economía
política 2 300
Cretineau Jolie —Historia relijiosa política y lite
raria de la compañía de Jesús.. 4 150
Castelar—La civilización en los 5 primeros siglos,
(3t. 150) (3 t. 110) 1 45
" La redención del esclavo 1 80
" Discursos y conferencias, etc 1 .50
" Hermana de la Caridad (1-50) 1 35
" Discursos parlamentarias , ... 3 75
" Galiano, etc.^Conferencias sobre el libre
cambista 1 50
" Vida de Lord Byron 1 50
Casas—Diccionario de agricultura y ganadería con
atlas 4 140
" Manual completo- de agricultura 3 120
" * Tratado de agricultura 1 50
" Formulario majistral de veterinaria 1 20
" Enfermedades de los ganados 1 50
Casas (de las) —Diario de la isla de Sta. Elena y la
continuación. Napoleón en su des
tierro . . . . » 9 200
" Zootecnia ó producción animal 1 75
Caballero (F.)—Obras (4-80) (G-120) (8-160) 10 200
" Destrucción de París 2 120
" Álbum d« mis hijos, Poesías 1 20
— 135 —
Caballero [F] —Diccionario general de la lengua
castellana 2 ¿40
Clemencia 2 4f>
" Lágrimas y otras novelas 4 8;)
Cooper—El bravo. Precauciones 1 GO
Plantadores 1 25
El espía '. 4 40
" Corsario Rop 1 25
Bruja del mar 1 25
" Abordo y en tierra. , 1 25
" Mercedes de Castilla 1 23
Cortes—Parnaso chileno 1 150
" " Boliviano 1 150
" " Peruano 1 180
" Guia de labradores, jardineros y hortela
nos (2-70) (1-85) (2-110)
" Donoso—Obras completas 5 350
" " Ensayo sobre el catolicismo 3 30
" Hernán—Sacado da Lamartine etc í ÜOO
" Tratado de vinificación 1 35
Cayo—Salustio Crispo—obras 1 35
Cornelio Tácito id. 4 140
Julio César id 2 70
Castillo—Madrid riendo y Madrid llorando 1 CO
" Palacio por dentro y pueblo por fuera 1 GO
" Los misterios catalanes 1 G5
" Historia de las persecusiones políticas etc.
en Europa 6 800
" La humanidad y sus progresos ó la civi
lización antigua y moderna 1 120
Castro—Práctica forense rústica 1 1 00
" Historia general 2 75
Colon—Juzgados militares 5 350
Cacoio —Diccionario italiano español 2 150
— 136 —
Carballo—Las afortunadas. Viaje descriptivo á las
islas Canarias •••'. 1 30*
Calderón—Teatro escoj ido 1 100
" Apéndice al teatro escoj ido 2 30
Cardin—Aritmética 1 30
Caravantes—Causas célebres españolas y estranje-
ras, ilustradas 5 600
Cavalario—Instituciones canónicas, (2 en 1).. 80
Chatrian—Bloqueo, cantinera, plebiscito, [2 en 1]. 25
" Hist >ria de un Quinto 1 25
Chesterfield—Cartas 1 120
Campano—Diccionario de geografía 1 100
Cellier—El escribano perfecto " 1 40
Comte—Tratado de lejislacion.ó esposicion de las
leyes generales 5 170
Costanzó—Manual de literatura latina 1 50
" Viaje pintoresco por la Italia 1 180
Cncala y Bruño—Tratado de esgrima 1 6fr
Caro—El artista práctico .. 1 20^
Cruxeut—Principios fundamentales d« la homeo
patía 1 110*
Cotarelo—Guia del ganado caballar 1 30
Cabet—Eevolucion francesa, 1830. 1 50
Dumas—El Conde de Mente Cristo 1 80
" La guerra de las mujeres 1 60
" Los mohicanos de París 1 120
" Memorias de uu médico (6-72) 1 80
" Impresiones d» Yiage . 2 80
«• Veinte años después (4-48) 1 70
" Los lobos, etc. etc.. _. 1 ?0
Collar de la reina (4-48) 1 30>
AnjelPitou 1 30
" Vizconde d»Bragelonne (4-140) - 6 72
«c LaSanFelic» o 4 100-
- 137 —
Dornas—Dama de las Camelias 1 20
" Elena de Orleans 1 70
" La mano dbl muerto ... . . 1 80
" Lanovela de una mujer . 1 100
" Orillas del Rhin 2 24
" 15 días en el Sinai 1 12
" La tija del Rejente 2 24
" Los tres mosqueteros (1-85) 2 70
LnisXV(2-24) 1 CO
" Creación y redención 1 100
" La mujer de un jugador 1 100
" La vida á los veinte años 1 54
" El hombre mujer 1 20
" Villa Palmieri 1 12
-* Isabel de Babiera 2 24
" Un aüo en Florencia 1 12
" Suiza 3 3<>
" Speronare 2 24
" Tratado de química aplicada á las artes,
9 tomos y 2 atlas 11 700>
Diccionario enciclopédico de la lengua castellana.. 2 350'
" De la lengua española—Domínguez 2 330'
" Universal—Francés-esp&flol y vice-versa 2 250
" De la academia (1-150) 1 180
" Republicano 1 120
Militar 1 70
" Italiano-español— 1 40-
" Español-francés y vice-versa 2 70
Id inglés, id id 2 70
" De rimas _ 1 70
" De geografía antigua y moderna 1 90
" Biográfico universal.... 1 120
** . Castellano, con suplementos, rima y si
nónimos ... _-„, 1 130>
— 138 —
Diccionario español-latino y vice-versa 1
" De bibliografía agronómica 1
" De derecho civil chileno..-- 1 ' *
" De derecho canónico —- * '-^
" De medicina y veterinaria práctica,
(1-GO) 1 10°
Delesser—La moral en acción l ''•'•'
Descuret—Medicina de las pasiones 1 35
Dante—La divina comedia (1-30) (1-70) 1 50
Dominguez - Historia Arjentina (1-60) 1 30
Delafosse—Histoire naturel 1 45
Debay—Fisiolojía humana — .... 1 25
'• Hijiene del matrimonio . 1 30
D'Urville—Viaje pintoresco al rededor del mundo. $ 350
Dubois— Buffon de las familias 1 €0
Dalloz—Ciencia económica 1 35
Dickens—Ladrones de Londres 1 30
D'Orbigny—Viaje pintoresco á las dos américas — 3 350
Delauney—Mecánica aplicada 1 HX)
Dupanloup—Caridad cristiana 1 40
Démostenos—Oraciones escoj idas . 1 40
Dorvault—L'officine 1 120
Diaua^La calle de la amargura 2 1 05
Degranges—Teneduría de libros 1 25
Dulaure—Revolución francesa .... . 6 250
Duruy—Historia antigua _.._.... 1 30
" " Sagrada... 1 30
Griega — 1 30
" " Romana I 30
Edad Media ;. 1 30
" " Tiempos modernos 1 30
Drioux " Antigua _- 1 22
» <« Griega . 1 22
" " Romana .... —-_ 1 22
— 139 —
Drioux—Historia de la Edad Media 1 22
" ," Tiempos modernos 1 22
Donné—De la educación física de los n>ños, ó conse
jos á las madres..' . .... 1 25
Devoti—Instituciones canónicas 1 30
Dargaud—Historia de María Es i/uardo 1 50
Dupin (M)—Memoires 3 180
Dyii'ond—Ensayos sob*-e los principios de moral, &. 1 70
Defensa de Hipócrates 1 CO
Didier—Roma subteránea 1 35
Descalzo—H'V.oria ge<ieral do Filipinas, & 14 700
Despalles—Déla tisis pulmonar, & 1 25
Dupuy—Tratado de reuniaiisno muscular, etc.,
rústica 1 20
Desprels—Traúado elemental de física 4 120
Delapalme—Le premier Hvre du citoyen 1 25
Debreyne—El sacerdote y el médico ante la socie
dad, rústica 1 30
Espronceda—Obras completas _ 1 50
" poéticas 1 25
Suncho Saldaña 2 120
Echeverria—Obras completas, (2-180) 3 250
" Enseñanza moral 1 8
Estrada—La Revista Arjentina, 77 meses 13 1500
" Apuntes de viaje 1 49
" Comuneros del Paraguay. 1 45
" La política liberal bajo la tiranía de Rosas 1 70
Eizaguirre—Los intereses católicos en América 2 100
El catolicismo 2 100
Éntrala—Los hombres de la época 4 100
" La rueda de la fortuna 4 80
" Los arrepentidos ... 2 120
Escriche—Diccionario de lejislacion y jurispru
dencia (1-170) 1 140
— 140 —

Escriche —Manual del abogado — 1 30


" Suplemento al diccionario.. _. 1 100
Egnilaz—Obras dramáticas - 1 60
Escosura—El patriarca del Valle — 2 120
" Conjuración de médico, (ó en 3) 150
" Estudios históricos sobre las costumbres
españolas 1 50
Espinosa—Dicccionario republicano 1 100
" Castilla agraria ó práctica de agricultura
y ganadería 1 60
" Manual de caminos, »tc 1 100
Ercilla—La Araucana, (4-60) ... 1 2 85
Esquiroz—Horas de los montañeses 1 75
Edgar Quinet—La revoluti on 2 130
" " (Euvres politiquee 2 75
" " Memoires D'Exil 1 25
El mundo ilustrado .. 3 450
El Hebreo de Varona 2 150
Espanet - Estudios elementales de homeopatía 1 40
Esclus—Arte é historia militar . 1 75-
Enciclopedia popular — Colección de manuales de
artes y ciencias, cada uno 1 20
Elizondo -Práctica universal forense de los tribu
nales de España é Indias _ 10 300
Escalera—Garibaldi y sus glorias 1 60
El hilo del destino. _. 1 70
Escaesy—La vieja del candilejo 1 120
Edgar Poe — Historias estraordinarias, rústica 1 2O
El Evanjelio en triunfo ó historia de un filósofo
desengañado 4 200
Eyraud — Viaje á Venus . . 1 15
Fernandez y González—Miguel da Maílora . 2 40
" " Marques de Espinosa 2 40
— 141 -
Fernandez y González— La Cruz de Quiroz 2 40
" " La piel de Justicia 2 40
" " La sangre del pueblo, 2 en 1 110
"• " El Conde duque de Oliva
res 1 90
« " Obispo, casado y rey [1-60] 1 90
« " El rey del mundo 2 140
« " La Virgen de la Paloma .. 1 70
" " El marques de Siete Igle
sias [1-80] 1 110
" " Enrique IV el impotente.. 1 90
" " Diego Corriente 2 120
El cocinero de S. M 1 110
'• " Lucrecia Borgia 2 110
" " Jleu Rodríguez de Sana-
bria... 1 50
" " El martirio del alma 2 120
El collar del diablo 2 105
" " Los Hambrientos 2 105
" " Los hermanos etc. etc. 2 en 1 45
" " Da. Sancha de Navarra... 1 60
" " La maldición de Dios 2 105
" " Los hijos perdidos 2 120
" " La buena madre 2 100
" • " Esperanza hija del destino
2en 1 105
" " Las jentes de buena fe 2 105
•" " Historia de una venganza. 1 25
D. Juan Tenorio 2 110
" " El rey maldito 2 150
" " La esclava de su deber... . 2 120
" " La honra y el trabajo 1 80
" " Los desheredados 2 105
" " Luisa... ... 2 105
— 142 —
Fernandez y González— La Alhambra 1 70
" " Los enemigos del alma 1 100
" " Un hoióscop'O real 1 50
" " Los monfiea do las alpuja--
ra<? 1 50
Franquolo—Cuentos y mentiras andaluzas 2 24
Fontener—Manual práctico de las construcciones
rústicas 1 40
Federé—Medicina legal 8 180
Figuier—Cuadro del progreso de las ciencias 2 CO
" Les races humaines 1 70
" L'homine primitif 1 70
" Vies de savants illustres .., 5 350
" Grandes inventos 1 20
" y Zimmerman—El hombre antes de la crea
cion del hombre... . 2 400
" (Euvres 1 70
Fígaro- Obras 2 120
Foé [De]—Robinson Crusoe, [2-40] 2 70
Filidor — Arte del juego de ajedrez 1 30
Feuillet—nisU ria de un joven pobre 1 25
Franklin - Correspondence . . .• 3 60
" El libro del hombre 1 2O
" Basáis de morale 1 20
Fabre -Diccionario de los diccionarios de medicin»
y cirujía práctica 9 75O
Fallos de la Cdrte Suprema, etc 9 1200
Frontaura— Galería de matrimonios 1 20
" Viaje á la Esposicion de París 1 .20
" Caricaturas y retratos , 1 20
Ferreira y Peralta— La hija del pueblo 1 90
" " La soberbia, 2 en 1 105
" " Derecho natura 1, rústica 1 20
\. —Lime esquís 3S histcriqnca ot s.iulisiiquu > 1 130
— 143 —
Fenelon— Obras 4 80
" Vida do filósofos antiguos 1 20
" Telémaco -1 12
" Educación de laa hijas 1 15
Félix— Conferencias 1 50
Funes [Dean] — Monobibliografía 1 40
" " Historia do Baires, Tucuman etc.. . 2 250
Fonsagrives— Hijiene alimenticia de loa enfermos.. 1 75
Flores—Ayer, hoy y mañana, [6 en 2-90] 7 130
'• Fe, esperanza y caridad 2 1 00
" Economía política 2 120
Fleury—Historia de Inglaterra 3 60
Fray Gerundio—Teatro social del siglo XIX, 2 en 1 120
" " Viajes 1 55
Figueroa—La libertad de pensar 1 GO
Feval [P.]—El hijo del diablo, cantos dorados 6 120
" Alisia Paul» 1 GO
" Los caballeros del firmamento 1 12
" El mendigo negro 1 12
" Aurora de Nevers 1 70
" Los tribunos secretos 2 180
" Los amores de París 2 50
Ferrer—De patria en patria 1 12
Foaguier—Causas célebres 7 450
Fedro—Fábulas 1 10
Fontana—Medicina doméstica 1 30
Gil y Zarate— Obras dramáticas 1 60
" " Instrucción pública 3 120
" " Manual de literatura 1 60
General Paz—Memorias postumas, 4 en 2 400
Grinke—Ciencia y derecho constitucional ........ 2 120
** Naturaleza y tendencia de la» institucio
nes libre» ...... ......... 1 120
— 144 —
Gaume — Catecismo de perseverancia 4 180
" Historia de la sociedad doméstica 1' 25
Graty [D.] —República del Paraguay 1 110
" Deecription de la Confederafcion Ar-
jentine 1 100
" Los sofistas y la crítica 1 55
Gebhardt—Historia de España y de las Indias .... 7 550
" Historia de la Rusia 2 50
Gramática de la academia española 1 25
González —Constituciones americanas 1 50
" Derecho constitucional 1 60
" Dios, el hombre y la sociedad 1 30
" El juicio por jurados 1 15
Gutiérrez—Enseñanza pública superior .. 1 150
" Biografía de San Martin, Bolívar y
O'Higgins 3 30
Poesías 1 50
" Estudios biográficos 1 35
" Composiciones selectas de poetas ame
ricanos 2 50
" Derecho penal 1 70
Gnizot—República de Inglaterra 1 70
" CEuvres * 1 70
" Historia general de la civilización en Eu
ropa 1 30
" Memoires pour l'histoire 5 280
" Revolución de Inglaterra. ., 1 70
Geruzes —Manual de filosofía 1 --40
Guackembos—Historia de los Estados Unidos .. 1 • '45
Gray—Historia antigua 5 150
Goethe—Theatre -3 1|0
" Fausto ,.... 1 20
Ganot—Tratado elemental de física. 1 85
— 145 —
Clarees—Elegancia de la lengua castellana 2 50
" Fábulas y cuentos 2 35
Crenlis—Cuentos morales 1 20
El sitio de la Rochela (1-U) 1 40
" Adela y Teodoro 3 75
" Cartas sobre la educación 8 75
" Coutes moraux = 1 25
•Garcia Ruiz — Dios y el hombre 1 35
" " D. Perrondo 3 75
" " La democracia, el comunismo y el so
cialismo ." . 1 15
" Origen do los Judíos «te 2CO
" Plii ticas doctrinales 4 150
De la salubridad . 1 35
•Gacia de Quevedo—Obras completas 2 120
Gaspar— La vuelta al mundo 6 600
Garnier —Economía política 1 40
Garrigués—Simples lectures sur les sciences 1 10
«Guillemin—Atlas de Geografía 1 CO
Le ciel (1-4P) 1 HO
" Les phenomenea de la physique 1 140
:Girardin— Química 2 80
Galiano—Historia de la literatura 1 50
Godino —La cruz de plata 2 105
Calloso —Estado marino militar de España 1 60
Goldsmith— Historia de Inglaterra (4 en 2-200).. . 1 120
Galli—Resumen analítico de su sistema 1 30
Gibbon - Decadencia y ruina del Imperio Romano . 8 390
" " " " " "... 8 500
fiuevarro—El labrador agricultor, práctica arjentina 1 100
Oaldo—Los tres reinos de la naturaleza, con lám . . 9 1400
" Historia natural .' 1 90
17
— 146 —
Garcilazo— Historia déla conquista de Méjico. Loa
comentarios reales é historia de Flo
rida 9 350
Guerra y Orbe—Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza. 1 100
Guzman— Historia natural veterinaria, 2 en 1 60
Giménez—Memorias para la historia eclesiástica. . 4 100
Guerola— Estudios de administración práctica 2 100
Garrido— Historia de las asociaciones obreras en
Europa ó las clases trabajadoras 2 75
Galibert—Historia de la República de Venecia .... 1 1 50
Galilh—Diccionario analítico de economía política. 3 70
Gerstaecker—Los piratas del Mississippi ...... 1 30
Genoux— Memorias de un niBo de la Saboya.. .... 1 45
Guerrero —El Vellocino de oro, rústica 1 10
" Una perla en el fango " 1 10
" Madrid por dentro, cuentos de salón.. 2 20
" La camelia y la mariposa y una historia
de lágrimas, rústica 1 10
Guichot - Medina ó escenas de la vida árabe, rúst. . 2 40
Galvan y Hernández— Manual teórico-práctico para
uso y enseñanza del apren
diz de sombrerero, rúst .... 1 20
Garnica —Sermones varios, con motivo de las pre
sentes calamidades 1 35
'* Colección de sermones panejíricos 3 1 20
Gómez— Manual de análisis-químico, aplicado alas
ciencias médicas ........ 1 70
Goxlou—Escnrsiones de un chino 1 15
Gervinius —Histoire du IXo Siecle, 21 en 4 900
Hugo—Los Miserables [ilust. 3-120] [5-1] 10 2 90
" Nuestra Señora d« París 3 35
" Trabajadores del mar 2 10O
** Ultimas producciones. . . ._ 1 7O
— 147 —
Hago— T Fíiin de Islandia 2 35
GEuvres 3 250
Humboldt— Cosmos 4 280
" Ensayo político sobre la Isla de Cuba . . 1 60
" Tableau de la nature , 1 70
" Garcilazo—Descubrimiento y conquista del
Perú 4 220
Hamilton—El Federalista 1 140
Bering—Medicina doméstica homeopática 1 70
Hume—Historia de Inglaterra 5 350
Hdergo—Poesías 1 50
Hidalgo —Las bucólicas de Virgilio 1 30
H. C.—El hilo del destino 1 70
Hartzembusch — Obras dramáticas 1 50
Hermosilla—La Iliada de Hornero 2 75
" Arte de hablar 1 20
" Juicio crítico de los principales poetas
españoles 1 35
Horacio—Traducción de Burgos 4 90
Poesías [4-90] 4 200
Odas 1 50
Hirschel— Guia del médico homeopático 1 55
Hartman—Tratado práctico de terapéutica homeo
pática 3 180
" Enfermedades de los niños 1 50
Henry—Manual del banquero, 2 en 1 120
Herrera—Agricultura general 4 ICO
Heineccio— Derecho romano 1 25
" Recitaciones del derecho romano 3 75
Hartado— Corte y Cortijo 1 70
Hübner [Otto] —La economía política puesta al al
cance de los niños. Versión cas
tellana déla traducción francesa
del profesor Ch. le Hardy de
— 148 —

Beaulieu, con. un apéndice conte


niendo varios opúsculos de Ben-
jamin Franklin 1 20
Huebra— Curso de derecho mercantil 2 120
Hayes—Perdidos en los Helos í 15
Haecklander—Vida militar 1 15
Jariez —Aljebra y trigonometría 1 45
" Geometría descriptiva _ 2 55
" " elemental 1 50
" Aritmética 1 40
" Mecánica industrial . ... ; 2 140
Jovellanos- Obras completas [5-75] [8-180] 2 250
Jouveaux —Los Estados Unidos de la América del
Norte 1 45
" La América actual, colonización,, ense
ñanza y relijion de los Estados Unidos 2 70
Jamain—Anatomía 120
Janin—La semana de los tres jueves. 25
Jáhr —Afecciones nerviosas 60
Homeopatía 35
Nueva farmacopea homeopática. 80
Jourdan—Misterios de la industria . 15
Jacinto—Conferencias predicadas en Nuestra Seño
ra de" Paris 1 35
Jomini —Compendio del arte de la guerra, etc. etc.. 2 70
Kent—Del Gobierno y jurisprudencia constitucio
nal de los Estados Unidos 1 75
Krausse —Ideal de la humanidad 1 50
Kempis—Imitación de Cristo, [1-150] 1 15
Kar— Las mujeres 1 25
Keil—Las comedias de D. Pedro Calderón de la
Barca 4 250
Kauffmann—Historia de la fracmasoneria 1 70
Keller—Romancero del Cid 1 30
— 149 —

Lamartine—Los Girondinos, [4-150] 1 85


" Lecture pour toua 1 30
" El civilizador 1 60
Rafael 1 15
•• Dos perlas literarias, [1-40] 1 60
" Genoveva 1 25
" Picapedrero. Graciella 1 30
" Hernán Cortés. Descubrimiento y
conquista de Méjico 4 150
" Historia de la Turquía 8 180
" Confidencias 3 75
" Historia de la Restauración 4 100
" El reinado del terror 1 100
" Curso familiar do literatura 4 100
" Franco parlamentaire . . ¿ G 200
Poesías 1 20
" CEuvres choisies 5 150
" Cristóbal Colon 4 130
Jjarming—-Mujeres del Evanjelio 1 25
Iiaboulaye — Estudios sobre la Constibuciou de loa
Estados Unidos 1 50
" Historia de los Botados Unidos [4-120] 2 60
" París en América 1 25
" El príncipe perro de aguas 1 25
" Le partí libérale I 30
'• La liberté relijiouse -. . . . 1 30
" L'etat et ses limites 1 30
" El rey de los papa-moseas 1 10
** Diccionario universal de literatura, ar
tes y ciencias 5 400
" Contes Blous 1 3»
" Memoires de B. Franklin 2 25
" Basáis de inórale et d'economie poli-
tique de B. Franklin. . . :. . 3 25
— 150 —

Laboulaye— Discours populaires.. . . . 1 30


" Etude sur l'Allemagne.. ........... 1 3O
" Souvenirs d'un voyageur 1 30
" El trébol de cuatro hojas [novela] 1 3O
Londe—Hijiene pública y privada 2 100
La Aveja—Revista científica y literaria. 5 300
Lastarria —Elementos de derecho público constitu
cional, [1-40] ... J 1 60
" La América . 1 55
" Historia constitucional del medio siglo,
[1-40] 1 70
Lacordaire— Sermones, [2-60] 1 60
" Conferencias, [4 en 2] 130
Larra— [Fígaro] Obras completas 2 70
" Obras completas 2 120
" Trea noches de amor y celos 2 40
Le Sage— Gil Blas de Santilla-ia, [1-70] 1 50
•' Bachiller de Salamanca. Diablo cojuelo. 1 60
La Puente—Historia general de España, [7 ts. 350]
(15 ts. 600) 30 1400
" Alcántara. Historia de Granada 2 120
" Tiajes de Fray Gerundio 1 50
" Lo mejor de Quevedo 1 23
«' Tres meses en Italia, etc., rustica. ... 1 12
Lacasa—Vidu de Lavalle y Soler 1 40
Larsen —América anti-colombiana 1 30
Lavalle —Oraciones 1 20
Lavallce —Historia de los franceses 2 280
Lathan—Los Estados del Kio de la Plata 1 30
Lista—Poesías 1 25
Leuitier—Yiajes de Antenor (4-40) 4 80
Luna—Estrella del Nazareth 2 100
» Modista de Madrid 2 105
" Ana Bolena. , 2 105
— 151 —
Imna— Manual dé historia de filosofía. ........... 1 50
iilona—Cantos americanos 1 25
López—Lecciones de elocuencia en general 2 90
" (J. M.) Discursos parlamentarios, defen
sas, etc., 8 en 4 300
" La novia del Hereje 2 140
" Catalán—Arte de Educar 4 100
Iietrone—Geografía universal 1 55
Lafore — Enfermedades de los grandes rumiantes. . 1 70
Levy— Hijiene pública 1 35
Leguizamon y Machado—Instituto del Código Ci
vil Arjentino, con notas. 1 100
Lammenais —Palabras de un creyente 1 15
" Essai sur l'indiíference 4 200
'• Obras poéticas 1 40
Lassagne —Tratado completo de química 3 180
Lacombe—Historia de la monarquía 4 120
Laurent del Ardech —Historia de Napoleón 1 150
Lieber—Libertad civil 2 120
Lanfredo y Guzman—Historia natural veterinaria. 2 35
Larrua—Corte del Indolente 2 24
" El diablo del mediodia 1 12
Ligorio —Glorias de María 1 35
Lasagra—Historia de la Isla de Cuba, 1 80
Lafontaine—(Euvres. 3 €0
Lacke —Del Gobierno civil 1 20
Lamadrid — Observaciones á las Memorias del Ge
neral Paz 1 70
Laserna —Procedimientos judiciales 3 200
Lanuza —Tratado de correspondencia mercantil ... 1 40
Landa—Los héroes de la caridad 1 LOO
" El martirio de una mudro. . . 1 90
lamas —Manual d« asignaturas I 64
— 152 —

Labernia—Diccionario de la lengua castellana con


las correspondencias catalana y, latina.. 2 100>
Legouvé—Historia moral de las mujeres 1 30
Lerminier —Introducción general á la historia del
derecho 1 40
Lingard — Histoire d'Angleterre 6 180
Lyell —Elementa de jeolegie 2 150
" Principes de jeologie 2 ISO
Los mil y un dias 1 100
La vuelta al mundo, varios autores ....... 2 400
Lectura para todos 3 400
Las víctimas del poderoso 1 70
Los españoles pintados por los españoles.. 2 100
Los Santos Evanjelios 1 25
La instituía de Gallo , 1 40
Monlau—Hijiene del matrimonio _. 1 60
pública 2 90
" privada 1 60
" " doméstica 1 10
industrial 1 15
. " " delaltna 1 30
'' Diccionario etimolójico . 1 75
" Historia natural 3 140
Mármol—La Amalia _ 2 45
Poesias 1 25
Molas— Historia de la antigua Provincia del Pa
raguay 1 60
Mellado—Enciclopedia moderna 40 2000
" Diccionario de historia y geografia_ .... 8 550
Martínez [De la Eosa] —Obras poéticas 5 300
" " Poesias 1 6O
" Química i 4Q.
»
" Física aplicada .............. 1 40>
— 153 —
Milton—Paraíso perdido, inglés y español [1-40]... 1 7O
" Voyage de 1'Angleterre au Paciphique — 1 30
Marchend—Filosofía moral y elocuencia 2 100
Mansilla —Escursion á los RanqueUs 1 60
« [E.] —El médico de San Luis 1 40
Mazo — Historia de la relijion [4-50] 4 7O
" Catecismo esplicado _ 1 15
Mendoza— Lazarillo de Tornes . 1 30
" Manual del pastor 1 50
" Tratado del ganado lanar 1 20O
" Rimas inéditas — 1 60
Mitre—Belgrano y Güemes ^.— 1 30
" Estudios históricos . ... 1 40
" Poesías 1 45-
" Revolución argentina I 40
Mora— Leyendas 1 25
" Poesías 1 75
" Héroes y maravillas del mundo 8 500
" Los templarios , 2 150
" Pelayo 1 8O
" Florinda 1 80
" Felipe V el animoso 2 120
" Los árabes 2 6S
Mastefman — 7 años de aventuras en el Paraguay. . 1 100
Machiavel — El príncipe 1 40>
Melendez —Poesías 4 70
Matta—Medicina legal (ilustrada] 3 300
" Razón humana 1 65
El Idiota, 2 en I 105
" Examen crítico de la homeopatía 2 120.
" Ginópsis— Filosofía química 1 5¡>
Molier— CEuvres completes 3 60
Molina—La sociedad y el patíbulo 1 55-
" Manual del minero español 1 80
— 154: —

Montesquieu —Espíritu d« las leyes 2 60


" Bsprit des lois 1 30
(Euvres 3 60
" Consideraciones sobre la decadencia
Romana 1 20
Mayne Reid—Obras, 20 en 2 180
Muller— Fisiolojia 1 70
Milne Eduard—El Gobierno representativo 1 60
" " Elementos de zoolojia ó historia
natural de los animales 1 70
Montoyo — Tratado do metalurgia 1 120
" Productos naturales 2 150
Michel— CEuvres , 4 120
" Teneduría de libros 1 10
Malo —Voz de la naturaleza 1 25
Manso —La revolución de Mayo 1 25
Malaver y Moreno —Manual de procedimientos,. .. 1 80
Moigno —Cuadro del progreso de las ciencias... ... 1 30
Moreno—Estudios sobre quiebras 1 65
" Godino -La cruz de plata 2 1O5
" La escuela del oficial , 1 1OO
Michelet—El amor 1 40
El pájaro I 40
Moratin — Tesoro del teatro español (1-60) .... 4 24O
" Obras poéticas 3 150
Comedias, (1-30) 1 60
" Obras dramáticas líricas 6 100
Marmontel — Loa Incas 2 55
Mignet —Antonio Pérez y Felipe II 1 25
Mary Lafon—Roma antigua y moderna. 1 140
Mialke —Química aplicada á la físiolojía 1 70
Muñoz y Luna—Química jeneral 2 120
Madrid—Los millones del diablo 1 12
Mascarl —Elementes d'mécanique > 1 25
Moussy— (M. de)—Description de la Confederation
Arjentiiie, (3-220) 3 550
Manzoni - Los novios 2 45
Mariana—Historia jeneral de España, (3 en 1-180) 3 250
Marcó—Obras 3 60
María del Pilar— Sotia-Martina, Princesa 3 60
Maeknyot—Sistema de crear fondos 1 50
Michelena y Rojas — Esploracion de la América del
Sur 1 120
Mateos —El espiritismo 3 150
Meleir— El mundo moral 3 60
Mackeldy—Derecho romano 1 60
Mempalau— Filosofía de la elocuencia 2 60
Marin —Virjinia ó la doncella cristiana 1 30
Matienzo —Límites entre Bolivia y la República
Arjentina 1 10
Moiit— Ensaya sobre el Gobierno en Europa 1 60
Montargon—Diccionario apostólico 7 500
Maistre— Veladas de San Petersburgo 1 55
Marchilar—Historia de la lejislacion 5 350
Memorial de Santa Elena 1 55
Museo de las familias, ( 1 1 en 6-500) (25-1200) 15 700
Mujeres célebres de la Biblia 1 250
Mundo moral, etc. etc 3 60
Mil doscientos secretos ó tesoro de la Salud 1 25
Maison rustique de XIX8 siecle 5 330
Motley— Histoire du Provincss Unis, 3 en 4 135
Nicolás (A.)—Estudios filosóficos sobre el cristia
nismo 3 100
" Divinidad de Jesu-Cristo 1 45
Nieves—Los mártires de Buenos Aires 6 el verdu
go de su República. 1 100
— 156 —
Navarro Viola—El Plata científico y literario.... 2 200
Nysten—Diccionario de medicina 2 130
Norvins—Historia de Napoleón 3 ICO
Nombela—La fiebre de riquezas 2 70
" Mendigos y ladrones '. 4 150
Los 300,000 duros 2 120
" Novelas, á 12 § cada tomo
El coche del diablo 2 30
El hijo natural 1 30
Norvy Colson—Un marino en el siglo XIX 1 50
Nivés—El alma de una madre 1 90
Normand—Manual de la fabricación de velas de
cera y sebo 1 30
Nuevo cocinero americano en forma de diccionario. 1 90
Nard—Manual del profesorado 1 45
Ochoa—Tesoro del teatro español .' . 5 300
" " de prosadores españoles . 1 60
de novelistas id 3 160
** " de historiadores id .... 1 60
" " de escritores místicos id ... 2 120
" " de los poemas id 1 60
" Apuntes para una biblioteca 2 120
" Celeccion de los mejores autores españoles. 3 llO
" Lecturas amenas morales 2 40
" París, Londres y Madrid 1 35
" Obras de Virjilio 1 120
" Antolojía española (trozos) 1 40
(piezas) 1 40
** Lecturas escojidas para la juventud 1 20
Olívora—Viaje agrícola por Europa 1 60
Orellana—Los pecados capitales 2 90
" Historia de Isabel 1 3 180
Cristóbal Colon ................. 1 90
— 157 —
Ortolan—Instituciones de Justiniano 1 150
" Historia de la lejislacion romana 1 60
Oliver—Recuerdos del año 20 1 30
Orfila—Medina legal 4 250
Orion—Elisa Lynch 1 30
Olazaga—Estudios sobre elocuencia 1 35
Ortega y Frías—El duende de la corte, 2 en 1 110
El hijo pródigo 2 140
" El hechicero 1 80
" El naufragio de la Medusa 1 10
" La Gente Cursi 1 10
" La jente de media noche 1 10
Odling—Chemie pratique 1 35
Olmedilla—Química inorgánica 1 85
Ortiz—Las glorias nacionales. Grande historia uni
versal 6 600
Ordenanzas de minería 1 50
Olive—Diccionario do sinónimos de la lengua cas
tellana 1 50
Oreille—Práctica consular y formulario de Canci
llerías consulares . .' 1 150
Oráculos de Napoleón , 1 5
Orio—Elementos de mineralojía 1 70
Pérez Eserích—Obras de misericordia 3 140
.. '• " El mártir del gólgota 2 130
E3cenas de la vida, [ilust." 3-180].. 3 140
El pan de los pobres 2 130
" " Los desgraciados 2 13')
" " La perdición de la mujer 2 1C5
La mujer adúltera 2 1C5
" " Los matrimonios del diablo 2 105
'.' " Los hijos de la fe 2 105
" " La envidia 2 105
" <! La calumnia.... ................. 2 105
— 158 —
Pérez Escrich —La esposa mártir, [ilust. 2-120] ... 2 105
El Cura de aldea, [3-60], 2 105
" " El corazón en la mano 2 105
" " La madre de los desamparados 2 105
" "i El amor de los amores. 2 105
" " Los ánjeles de la tierra 2 105
" " El infierno de los celos 2 105
" " La caridad cristiana 2 105
El frac azul, [1-45] , 1 60
Privat Deschanel—Tratado elemental de física .... 1 90
Pellico—Mis prisiones etc. [1-25] 3 25
Pascal—Cartas provinciales 1 20
" (Euvres 3 80
Pelletan—Profesión de fe 1 20
" El mundo marcha, rústica 1 10
Palma —Lira americana 1 80
" Armonías 1 25
Prescot—Conquista del Perú 1 35
" Historia de los reyes católicos 1 60
« " del Emperador Carlos V 4 170
u " de Felipe II 2 90
Poucet—Le Paraguay moderno et le interés general
da commerce 1 100
Plutarco—Vidas paralelas 5 180
" [Pequeño] —Vida de hombres ilustres 1 50
Prevost Paradol—Histoire universelle 2 60
Pérez Gomar—Conferencias, perfección humana
2 en 1 60
" y Molina—La sociedad y el patíbulo 1 60
Pío y Camin—El arquitecto práctico . . 1 25
Presle—Uso del arte é historia militar 3 120
Piüa—Historia de un bribón dichoso 1 50
Palomera y Ferrer—Dramas sangrientos 3 180
Passy—De las formas de Gobierno 1 35
— 159 —
Pontón—De la libertad política en Inglaterra 1 40
Pacheco—Literatura 1 40
Pichólo—Elementes de mathemátiques 1 J5
Fonchel-—L'univers 1 140
Prnvonena—Memorias y documentos relativos á la
historia del Perú 2 90
" Independencia del Perú 2 120
Pereda—Escenas montañesas 1 40
Paz—Biblia do las mujeres 1 70
Puerta— Química orgánica, [1-35] , 3 250
Pinell—Camino al cielo 1 15
Padua -Leyendas bíblicas 2 110
Pando —Derecho internacional 1 100
Peñalver—El gran Capitán Ganzalo de Córdoba. 1 15
Payen— Química -. 2 100
Ponson du Terrail—Los piratas de alto bordo. ... 7 110
" " El Capitán de los penitentes
negros , 2 40
" " Las noches del barrio de Bueda 1 20
Philippi— Elementos de botánica 1 1 20
Paniagua—Tratado de administración rural ó eco
nomía de la agricultura 1 50
Pérez— Compañeros. Las cacerías, 2 en 1 25
" Tres voluntarios 1 25
Pelouze et Frémy — Chimie genérale 7 700
" [Abregé]— " " 3 70
Qoiroga (P.)—Legislación y jurisprudencia de la
educación común 1 45
" (C.)—Manual del ciudadano 1 20
Quintana—Tesoro de los poemas españoles 1 60
" Tesoro del Parnaso español 1 60
" Vida de españoles célebre a 1 25
Quevedo—Obras selecsta 1 60
— 160 —
<Quev«do —Obras poéticas y literarias 2 120
^Quinto—Curso de agricultura práctica 2 56
<Juinet—La creación 2 80
Raúlica (V. de)—Obras escojidas, [6-360] 7 400
" » La razón filosófica 2 50
" " La razón cristiana 1 60
•« " La confesión sacramental 1 60
" « Conferencias 1 60
" " La tradición 1 CO
" " La creación, 1 60
" " La mujer católica 2 120
" " Filosofía cristiana [3-70] 3 150
Ravignan—Sermones 1 60
Robertson—Historia de América 4 90
" " del Emperador Carlos V, [4
125].... 4 170
Beyes—- Descripción geográfica del territorio del
Uruguay 1 150
Restrepo—Historia de la revolución de Colombia . 4 230
Reybaud—Gerónimo Paturot en busca de la mejor
República 1 60
" Etudo sur le reformateurs ou socialistes
modernea 2 80
Revista enciclopédica 4 200
" de lejislacion y jurisprudencia, entrega ca
da una 30
" ' de instrucción primaria 5 150
" del nuevo mundo 1 40
de Buenos Aires-. 24 1900
" de los progresos de las ciencias "exactas, fí
sicas y naturales 12 700
Rodríguez—Repertorio jurídico alfabético, de dere
cho civil arjentino 1 70
— 161 —
Bodriguez—Instrucciones sobre los para-rayos,
rústica 1 25
Rojas—Reino animal 1 40
" Esploracion de la América del Sur 1 120
Raspail—Manual de la salud 1 20
Riquelone—Derecho internacional 2 140
Rousseau —Las confesiones 1 70
" Julia 3 60
" Contrato social 1 15
Richard—Botanique 1 70
Ramirez- Avelina-Celeste 2 24
" Diccionario de bibliografía agronómica. 1 150
Rirs—El oficial mayor 1 12
" Amador. Toledo pintoresco 1 40
Redus—La térro 2 240
Reyue des cours litteraires [aiios 63-72] 8 850
" scientifiquos . . . , 8 850
Regazoli—Historia universal. . 1 50
Rico y Amat—Libro de los diputados y senadores . 4 250
Racine—CEuvres 3 60
Romiere—La medicina sin medico 1 30
Robledo—Diario de un peregrino 1 30
Royo—Nueva aritmética práctica 1 45
•' Geografía universal . 1 35
Rossi—Tratado de derecho penal 2 110
Reguault—Histoire de Napoleón Bonaparte 4 120
Rosoli —Biblioteca de autores españoles. Poemas
épicos 2 200
Rosales—Virjinia ó la doncella cristiana 1 25
Reguero—Astronomía física ,
Ruiz Diaz de Guzman—Historia argentina, descu
brimientos etc. etc 3 250
Romero—Pedagojía cristiana 1 60
Risueño—Diccionario de veterinaria 5 200
18
— 162 —
Bequejo—Diccionario castellano latino 1 60
Rivera—Biblioteca de procuradores y ajentes de
negocios judiciales •*• '
Rivera y Delgado—Lo que hace feliz á la mujer.
Estudios filosóficos morales. 1 30
Reynal —Isla desierta * l"
Redondo—El cazador 1 ^
Rufino—Máximas mercantiles para la educación y
deberes recíprocos de comerciantes y de
pendientes 1
UaCle—Novísimo manual del diagnóstico médico 6
guia clínica • •••• 1 ***
Revilla— Principios de literatura general é historia
de la literatura española 2 120
Rubio—Novísimo manual de derecho mercantil .... 1 40
Royer Origine del'homme.et des societé 1 75
Sué-Misterios de París, [1-90] [3-110] [4-120]
[6-120] [2-150]
" Hijos de familia 1 90
« El judio errante, [5 en 4, 120] 3 120
« Matilde, [1-70] [4-100] 2 , 90
" Memorias de un marido 1 90
" Hijos del pueblo 6 350
" Martin el expósito [4-70] [3-80] 3 120
Soulié— El maestro de escuela 1 12
" Memorias del diablo [1-90] 1 60
" Marquesa de Menville y memorias de nn
nifio saboyano, 2en 1 [1-60] 1 90
" Leona 1 20
" Los dos cadáveres 1 50
" Los dramas desconocidos 2 60
" Una flor querida 1 30
Smith—Geografía, ed. Buenos Aires 1 15
Sainte-Beuve—Galería de mujeres célebres 1 120
— 163 —

Stnrn—Re Secciones sobre la naturaleza 6 120


" B ellezas de la naturaleza 1 25
San Agnstin—Confesiones 2 30
Sanz— Guia práctica de labradores, jardineros, etc.
[2-85] 1 55
Samaniego—Fábulas, [1-6] .- 1 45
Scio de San Miguel—La Sagrada Biblia, [5-500]
[11-700] 5 400
Story—El poder judial de los Estados Unidos ... 1 50
" Breve esposicion de la Constitución de los
Estados Unidos 1 50
Serrano-1— España en Londres 1 50
" Poesías 1 65
Salva—Diccionario francés español y vice-versa,
(1-35).... 1 110
Shakespeare— Obras (en francés 3-250) 3 70
Selgas—Primavera y estío 1 35
" Libro de memorias 1 30
« La manzana de oro (5-180) (6-150) 6 200
" • Deuda del corazón
Serdine—Salud de los casados 1 30
Sandeau—Mariana 1 30
Sinnéa de Marcos—La ley de Dios (1-25) 15 375
Serich—Los pecados capitales 1 80
Sarmiento—Comentarios á la Constitución 1 50
" Las escuelas, [1-60] 1 30
" Facundo Quiroga 1 90
" Vida de Lincoln 1 45
" Viajes por Europa, África y América. . 2 150
" Civilización y barbarie 1 90
" Sistema métr ico, rúst 1 5
Sastre—El Tempe Arj entino 1 30
Saez y Palacios—Química inorgánica 2 16Q.
— 164 —

Saintine—Aventuras de un misántropo 1 20
Picciola 2 20
Schmidt—Cuentos, (1-45) 2 90
Schlegel —Historia de la literatura ... ¿ 2 60
Solis—Conquista de Méjico 1 40
Sagra (de la) —Viajes en Europa 2 60
Sonnet—Dictionnaire des mathemátiques appliquées 1 200
" " de commeree 2 400
Santa Ma-ña —Conversaciones familiares 3 140
Swft—Viajes de Gulliver 4 50
£ ales —Vida de rota 1 25
Saenz de Melgar—La Pastora del Guadiela. ..... 2 40
" " Marquesado Pinares 3 50
" " Matilde 1 45
" " La lira del Tajo 1 40
Sánchez—Formulario de los formularios de medi
cina 1 100
" Poesías castellanas 1 60
Saavedra y Fajardo —Obras .- 1 JCO
Saríftt—Sistema métrico, 3 folletos 15
Saiid — Juana 1 25
" Cartas de un viajero 3 30
" Secretario privado 2 20
" Simón 2 20
" Jacobo 2 30
" Andrés—Ramillete de jasniines 1 35
Santa Teresa de Jesús—Obras, (1-80) (3-100). ... 5 120
Su vida 1 60
Suarez —Hombres notables de Chile 1 50
" Pequeño Plutarco 1 50
Stephens—Lujo y miseria 1 60
Stuart Mili— Gobierno representativo 1 65
" " Economía política 2 40
" " Economie politique 2 150
— 165 —

Segur— Francisco el jorobado 1 30


Salacroix—Elementos de historia natural 1 60
Spencer—Historia de los Estados Unidos 3 600
Say—Economía política .'. . . . ., 2 120
Saint Fois—Horas serias de un joven 1 15
« «« « » de una joven., 1 15
Sismondi—Estudios sobre constituciones de pue
blos libres -- 1 (0
Semanario Pintoresco español (1836-47) 12 840
Saint Fierre—Pablo yVirjinia - — 1 25
Sairtalier—Mujeres célebres en Francia 1 70
Salazar—La cruz del matrimonio 1 70
" El honor castellano 1 50
Stowe—La choza del tio Tom, (1-45) 1 25
Sonmmers—La huerfanita inglesa, 4 en 2 35
Sotomayor—Novelas ejemplares amorosas. I 60
Staü—Corina ó la Italia 2 40
Salas y Quiroga—Historia de Inglaterra 1 30
Schelly —Grano de trigo 1 15
Souvestre —Lo que será el inundo 1 15
" Bey del mundo 2 en 1 25
" Confesiones de un obrero, rúst _. 1 20
Thiers —Historia del Consulado y del Imperio,
(12-600) 15 750
" Eevolucion francesa, (6-180) 12 500
Torralba —La mujer 1 68
Tocqueville— Democracia en América 1 40
Timón —Libro de los oradores 1 85
Torres Caicedo —Ensayos biográficos, (1 * y 2 *
Serie, 3-1 SG) 2 125
" " Ensayos sobre el Gobierno In
glés 2 120
" " Union latino americana 1 30
<c « Kelijion, Patria y Amor 1 80
— 166 —

Tejedor— Código penal . 2 250


Thompson— La guerra del Paraguay 1 150
Trueba -Obras, (4-12G) (5 150) 6 180
" Libro de loa cantares. Cuentos campesi
nos. Los hijos del cielo 3 90
Taurel— Obras selectas del clero del Perú 2 50
Ticknor —Historia de la literatura española 4 280
Troost— Tratado elemental de química 1 80
Tarrago y Mateos—El monje negro ó el hambre
en Madrid 1 50
" " La mujer emparedada 2 220
" " Elisenda de moneada 1 80
Toreno—Historia, guerra y revolución de España.. 3 150
Taboada—Salones y bohardillas 1 35
" Completísimo diccionario español fran
cés y vice versa 2 120
Toro—Zoología y botánica 2 20
" Reyno animal 1 40
Mitología 1 8
Toussaint — Manual completo de arquitectura 3 120
Trelles—Cuestión de límites entre la República ar •
jentina y el Paraguay 3 100
Troplong—Influencia del cristianismo 1 30
Tasso—Jerusalein libertada (2-50) 1 €0
Tesoro del campo 1 80
Trousseau y Pidoux—Thcrapeutique etc 2 150
" " Terapéutica y materia mé
dica 2 150
Toussenel—El jénio de las bestias 2 120
The—Instruction picture bock, 5 y atlas 300
Tablada—Cultivo de árboles frutales 1 50
Torrent—Historia de la revolución Hispano-ame-
ricana 3 350
Tour—El lenguaje de las flores 1 30
— 167 —

Tubino—Murillo, su época, su vida y sus cuadros... 1 50


Tornero—El agrónomo Sur-americano. Tratado
teórico práctico de agricultura gene
ral, 1 y atlas 220
Torre—Montañas de la luna 1 15
Talegon — Flora Bíblica. Poética ó historia de las
plantas 1 75
Urcullú—Gramática inglesa 1 25
Uguet—El árbol caido 1 50
TJlloa—Espinas de amor, (2 en 1-105) 1 90
Vicuña Mackena—Diez meses en los Estados Uni
dos 2 100
" Historia de Valparaíso 2 270
Velez Sarsfield—Derecho público eclesiástico 1 50
Villoslada—Blanca de Navarra 1 70
" Urraca de Castilla 1 70
Villergas—Vida en el Chaleco 1 70
La Charanga 1 200
" Poesias jocosas y satíricas 1 35
Verne Julio—Obras (12 en 2 120) (13-150) rúst.. 10 80
" " Cap. Hattoras, 2 en ."... 1 25
" " Grant, 3 en 1 35
" " Ciuco semanas en globo. Centro 2 en 1 25
" " Al rededor de la luna. De la tierra
ala luna, 2 en 1 25
" " Descubrimientos. Ciudadflotante, 2 en 1 25
" " De Glasgow. Los 3 rusos, 2 en 1 25
Velazquez y Sánchez—La huérfana de Bruselas ... 1 90
" De la Cadena—Diccionario inglés y vice
versa 1 150
Vega (V. de la)—Obras 1 90
" " Mesa revuelta 1 12
" " Los héroes y la grandeza de la
tierra .............. ........ 8 500
— 168 —

Vorepiére—Dictionnaire enciclopédiqne 2 500


Vapereau—Dictionnaire des centemporains 1 170
Valdez—Manual del jardinero, (1 y atlas 2SO) 2 290
Vínola—Tratado completo de arquitectura 1 60
Valbuena—Diccionario latino español 1 TQ
Villavicencio—Geografía del Ecuador 1 4O
Vallejo—Matemáticas 2 55
Vedia— Historiadores primitivos de Indias 2 200
Villalba—5 siglos en un día ; 1 70
Virey— Historia del jénero humano 2 120
Vogel—Enfermedades de la infancia 1 90
Villanova—Geología 1 90
Viedma—Descripción de la Santa Cruz 1 120
Várela (F.)—Escritos políticos 1 35
Vattol—Derecho de gentes 2 70
Villabrille—La familia, su organización etc 1 25
" El universo ó las obras de Dios etc.. .. 2 140
Vallecillo—Lejislacion militar 1 40
Voltaire—(Etivres completes illustrées 8 450
Villanueva— Químicar aplicada á la agricultura. ... 1 35
Villemin—Atlas de geografía 60
" Planisferio terrestre) 35
Valleix—Enciclopedia de medicina y cirujia 9 400
Vicent—Geometría 1 70
Vizcaino—El amor y la caridad 2 35
" Las aves nocturnas 2 140
Villacampa—Geografía física política 1 40
Vallin y Bustillo —Matemáticas 2 220
Viaje dramático al rededor del mundo 2 150
Vives—E|^ alma de una madre 1 80
Villard—Historia de los Estados Unidos 1 50
Vitalio—Química aplicada á la tintura y blanqueo
de la lana, seda, lino 6 artes de impri
mir 6 pintar las telas 1 60
— 169 —

Volney—Ruinas de Palmira 1 10
Verneint—Senegal. 1 15
Viardol—Historia de los árabes 40
Wiseman—Fabiola (1-GO grabados) 1 35
" Conferencias 2 70
" Discursos 2 70
Wheaton—Derecho de gentes 2 80
"Wallan —Vida de Jesucristo 1 10
Washington Irving— Cristóbal Colon 1 35
" " Compañeros de Colon. ....... 1 10
Wittstein—Pocsias de la América Meridional 1 30
Wickersham—Economía de las Escuelas, 1 40
Wcber—Historia universal 4 220
Wort—Diccionario de medicina y veterinaria 2 140
"Wurtz—Chimie moderno 1 55
"Watel—Derecho do gentes 2 70
Witte—Thomas Jeffcrson 1 30
"Walter Scott—Obras escojidas (21 en 10 250) 30 400
" " A^ida de Napoleón 9 180
" " Derecho público eclesiástico 1 40
Woillez—Diccionario del diagnóstico 2 120
Xérica —Miscelánea 2 en 1 35
Ysaacs—Maria 1 50
Yndarto— Poesías con la biografía escrita por Mi
tre 1 130
Triarte—Glorias arjentinas 1 35
" Recuerdos históricos . 1 35
Fábulas 1 6
" Lecciones instructivas 1 25
Yfliguez—Crimen, venganza y espiacion 1 70
Zorrilla— Obras completas 3 180
Granada ... 2 100
" Cantos del Trovador 1 25
" La Rosa de alejandria 1 25
— 170 —
Zorrilla—Las almas enamoradas 1 25
" El drama del alma. Algo sobre Méjico y
Maximiliano 1 25
Zagas y Sotomayor— Novelas ejemplares amorosas 1 60
Zoller—Historia de la Italia 2 50
Zubiria—Discursos morales filosóficos 1 60
Zamora—La destrucción de París 2 105
Zegada—Instrucciones cristianas 1 30
Zimmermann —131 mundo antes de la creación del
hombre 2 400
" La Soledad 1 40
" Los fenómenos de la naturaleza ó
sus leyes etc etc 2 1 00
Zúñiga—Práctica forense 2 150
ÍNDICE

PAJINAS

Nota al Ministerio de Instrucción Pública III


Aviso Permanente V
Ley prooejiendo las Bibliotecas Populares VII
Decreto reglamentando la Ley anterior VIII
Bibliotecas Populares XIII
Buenos Aires XX
Santa-Fé XXIV
Entre-Rios XXV
Comentes XXVI
Córdoba XXX
Santiago del Estero "
Tucuman. XXXIT
Salta XXXIII
Jnjuy XXXVI
Catamarca XXXVIII
Rioja "
San Juan, San Luis y Mendoza XLII
Territorio del Chaco .,.,,,.... "
— 172 —
PAJINAS

Nómina de las Bibliotecas Populares — ..... XLV


Número de Bibliotecas en cada Provincia L
Cuadro General Estadístico de las Bibliotecas Po
pulares LII
Relación de las facturas remitidas á las Bibliotecas
populares desde el 1° de Enero hasta el 30 de Ju
nio de 1873 ^VT
Fondos remitidos á la Comisión Central por las Bi -
bliotecas populares, desde Enero á Junio de 1873 L1X
Cuenta corriente de las Bibliotecas populares LX
Nota de la Contaduría General aprobando las cuen
tas correspondientes á los meses de Octubre á
Diciembre de 1872 LXXXH
Estatutos de la Biblioteca popular del Baradero . . . LXXXYI
ídem idcm de Humaliuaca XCII
Acta de la sesión celebrada el 3 do Marzo de 1873
por la Comisión Protectora de las Bibliotecas po
pulares CTI
Movimiento general de los fondos administrados
por la Comisión Central hasta el 30 de Jun'o de
1873 CX
Conclusión CXI
Lectura -V de Horacio Mann—Reseña de la educa
ción demostrando su dignidad y su degradación.. 1
Biblioteca Pública do Buenos Aires 53
Porvenir de la 'Enseñanza popular — (discurso) .... 59
La juventud de Franklin " .... 83
Las Bibliotecas Populares " .... 103
Catálogo de las obras que recomienda la Comisión
Central á las Bibliotecas Populares 121

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