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Aquellos jóvenes que no han retirado el incentivo de los meses de octubre y noviembre,

correspondientes a los pagos del Programa de Prosperidad Social, “Jóvenes en Acción”, tendrán
plazo de hacer el cobro hasta el 12 de abril.

En esta oportunidad el programa busca apoyar a los jóvenes en condición de pobreza y


vulnerabilidad que estudien en la UFPSO y que cumplan con la verificación de compromisos de
matrícula 2020-2. Así mismo, para aquellos estudiantes que estudian en el SENA, es importante
tener en cuenta que les llegará un mensaje de texto indicando la disponibilidad y el punto de pago
donde podrán acercarse, Efecty, Conexred o Daviplata.

Es importante destacar que, para realizar un retiro exitoso deberán realizarlo el día de su pico y
cédula, y así mismo cumplir con todos los protocolos de bioseguridad establecidos. Karoll Ortiz,
Coordinadora de Juventudes, expresó que hasta el momento se encuentran 800 jóvenes del
Municipio de Ocaña en pre- registro para acceder al incentivo en el mes de mayo.

Las personas que deseen pertenecer a estos programas todavía están a tiempo, las inscripciones
se encuentran abiertas para toda la comunidad joven ocañera que cumpla con los requisitos. En la
línea de atención 3204103241 podrán obtener mayor información.

Sociedad civil del Catatumbo exige un acuerdo humanitario en vez de la militarización.

Este miércoles se desarrollará una mesa humanitaria para la construcción de la paz.

En la conflictiva región colombiana del Catatumbo,la disminución de la violencia que supuso el


Acuerdo de Paz de 2016 con las FARC duró poco. Durante mucho tiempo, los habitantes del
Catatumbo, ubicado en el departamento de Norte de Santander, en una zona geográficamente
remota a lo largo de la frontera entre Colombia y Venezuela, han sufrido la violencia y el
desplazamiento, debido a la presencia de múltiples grupos armados ilegales que impulsan su
violencia con recursos procedentes de economías ilícitas.

La estrategia del gobierno nacional para hacer frente a esta inseguridad ha consistido en desplegar
más de 10.000 soldados en la región y en catalogar al Catatumbo como Zona Futuro. Esta
estrategia ha contribuido con la persistencia de altos índices de acciones violentas contra la
población civil, como lo demuestra el aumento de las cifras de homicidios, el reclutamiento
forzado de menores y la violencia sexual, así como la expansión de las estructuras paramilitares.

En 2020 el Catatumbo fue aquejado por seis masacres, 17 asesinatos de líderes sociales y
numerosos homicidios de excombatientes. Además, 1.180 personas fueron desplazadas
forzosamente de sus hogares y otras 33.627 fueron confinadas y vieron su libertad de movimiento
restringida, lo que resultó en una crisis humanitaria. Especialmente preocupante es el hecho de
que cinco personas fueran asesinadas extrajudicialmente por la fuerza pública durante las
operaciones de erradicación forzosa de cultivos ilícitos. En lugar de un desmantelamiento de los
grupos armados ilegales, los grupos paramilitares como las Autodefensas Gaitanistas en Tibú y
aquellas que operan en el área metropolitana de Cúcuta se han venido fortaleciendo.

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