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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Defensa


Universidad Nacional Experimental Politécnica De La Fuerza Armada Nacional
Bolivariana
UNEFANB

Trabajo de Química

Profesor: Estudiante:
Ing. Jorge Luis Ugarte Maximilians Cortezao C.I:26153229

Maracay, Martes 26 de Noviembre


Introducción

Las propiedades de las sustancias están determinadas en parte por los enlaces
químicos que mantienen unidos a los átomos, cuando los átomos interactúan para formar
un enlace químico de esta forma podemos entender que los orbitales pueden ser
enlazantes o antienlazantes y sus clasificaciones dan origen a los enlaces moleculares
que forman los elementos que componen la materia bien sean iónicos, covalentes o
metálicos por ello podemos entender las diferentes propiedades que través de la
combinación de los orbitales atómicos en ciertas condiciones específicas podemos
generar un hibridación y formar nuevos orbitales así podemos entender que el intercambio
de electrones en estos átomos dan origen a la oxidación y así podemos aplicar el
balanceo de Redox.
Orbital molecular

En química cuántica, los orbitales moleculares son regiones del espacio que contienen la
densidad electrónica definida por funciones matemáticas que describen el
comportamiento ondulatorio que pueden tener los electrones en las moléculas. Estas
funciones pueden usarse para calcular propiedades químicas y físicas tales como la
probabilidad de encontrar un electrón en una región del espacio.

La Teoría de Orbitales Moleculares (T.O.M.) es la segunda aproximación al estudio del


enlace covalente, y la más ampliamente empleada para explicar la estructura y la
geometría de muchos sólidos inorgánicos. El punto de partida consiste en asumir que si
los dos núcleos implicados en el enlace se ubican a la distancia de equilibrio, los
electrones se alojarán no en orbitales atómicos de cada elemento, sino en orbitales
moleculares, que son análogos a los atómicos, y que presentan características similares,
como se verá más adelante. Esta analogía es de tal grado que al igual que ocurría con los
átomos polielectrónicos, no es posible resolver la ecuación de Schrödinger de forma
exacta para la molécula, y de nuevo hay que recurrir a métodos aproximados para
conocer la forma de las funciones de onda que representen los mencionados orbitales
moleculares

Según la teoría del orbital molecular (TOM) los orbitales de los átomos que se enlazan se
solapan dando lugar a una serie de orbitales extendidos a toda la molécula (orbitales
moleculares).

Tipos de orbitales moleculares

Al enlazar dos átomos, los orbitales atómicos se fusionan para dar orbitales moleculares:

Enlazantes: De menor energía que cualquiera de los orbitales atómicos a partir de los
cuales se creó. Se encuentra en situación de atracción, es decir, en la región internuclear.
Contribuyen al enlace de tal forma que los núcleos positivos vencen las fuerzas
electrostáticas de repulsión gracias a la atracción que ejerce la nube electrónica de carga
negativa que hay entre ellos hasta una distancia dada que se conoce como longitud de
enlace.
Antienlazantes: De mayor energía, y en consecuencia, en estado de repulsión.

Orbitales σ enlazantes: combinación de orbitales atómicos s con p (s-s p-p s-p p-s).


Enlaces "sencillos" con grado de deslocalización muy pequeño. Orbitales con geometría
cilíndrica alrededor del eje de enlace.

Orbitales π enlazantes: combinación de orbitales atómicos p perpendicuales al eje de


enlace. Electrones fuertemente deslocalizados que interaccionan fácilmente con el
entorno. Se distribuyen como nubes electrónicas por encima y debajo del plano de enlace.

Orbitales σ* antienlazantes: versión excitada (de mayor energía) de los enlazantes.

Orbitales π* antienlazantes: orbitales π de alta energía.

Orbitales n: para moléculas con heteroátomos (como el N o el O, por ejemplo). Los


electrones desapareados no participan en el enlace y ocupan este orbital.

Los orbitales moleculares se "llenan" de electrones al igual que lo hacen los orbitales
atómicos:

Por orden creciente del nivel de energía: se llenan antes los orbitales enlazantes que los
antienlazantes, siguiendo entre estos un orden creciente de energía. La molécula tenderá
a rellenar los orbitales de tal modo que la situación energética sea favorable.

Siguiendo el principio de exclusión de Pauli: cuando se forman los orbitales moleculares


estos podrán albergar como máximo dos electrones, teniendo estos espines distintos.

Aplicando la regla de máxima multiplicidad de Hund: Los orbitales moleculares


degenerados (con el mismo nivel de energía) tienden a repartir los electrones
desapareándolos al máximo (espines paralelos). Esto sucede para conseguir orbitales
semillenos que son más estables que una subcapa llena y otra vacía debido a las
intensas fuerzas repulsivas entre los electrones. Gracias a ello se pueden explicar
propiedades de ciertas moléculas como el paramagnetismo del oxígeno molecular (el
orbital más externo de la molécula tiene electrones desapareados que interaccionan con
un campo magnético).
Enlaces moleculares

La unión molecular es una interacción atractiva entre dos moléculas que da como
resultado una asociación estable en la que las moléculas están muy próximas entre sí. Se
forma cuando los átomos o las moléculas se unen al compartir electrones. A menudo,
pero no siempre, implica algunos enlaces químicos y se clasifican en los siguientes tipos.

Enlace iónico

El enlace iónico (o enlazamiento iónico) es el resultado de trasferencia de electrones (o


paso de electrones) de un átomo a otro. El enlace iónico se forma entre un átomo
electropositivo y uno electronegativo. El átomo electropositivo cede sus electrones y el
átomo electronegativo los acepta. Como resultado de este proceso se forman iones
positivos (con valencia +n1) y negativos (con valencia - n2) con configuraciones de capa
cerrada. En estas condiciones, los iones con cargas +n1 y - n2 experimentan atracción
mutua. La fuerza de repulsión se manifiesta cuando las configuraciones electrónicas de
capa cerrada iónica comienzan a traslaparse.

En el contexto de la mecánica cuántica, los electrones de valencia pertenecientes


originalmente a los átomos neutros se comparten entre los dos átomos que constituyen la
molécula. Los electrones se comparten de tal manera que la densidad de probabilidad de
los electrones en un volumen pequeño, en un punto del espacio y en un momento dado,
es mayor en torno al átomo electronegativo y, por tanto, este átomo adquiere la carga
negativa (como en la figura 3). Esta es la base de una propiedad cualitativa que lo
químicos denominan electronegatividad. Para que la energía de atracción sea máxima y
la energía de repulsión sea mínima, los vecinos inmediatos de un ion positivo (catión)
deben ser iones negativos (aniones), y viceversa. Existe cierta libertad en cuanto al
empaquetamiento de los iones unos alrededor de otros; por consiguiente, el enlace iónico
carece de direccionalidad. No obstante, es necesario equilibrar las cargas positivas y
negativas, tanto en términos locales y macroscópicos; en consecuencia, los electrones se
localizan en el átomo electronegativo. Puesto que los electrones están localizados, la
conductividad de los materiales iónicos es relativamente mala. Para que exista
conductividad, los iones deben moverse con el campo eléctrico; pero, debido a que son
pesados, se mueven con gran lentitud y son, por lo tanto, malos conductores térmicos y
eléctricos a temperaturas bajas. La energía de enlace como consecuencia de la formación
de enlaces iónicos es relativamente grande y, por ende, cabría esperar que los materiales
fueran de alto punto de fusión. Los cerámicos son ejemplos de materiales con enlaces
iónicos y se utilizan con gran eficacia para soportar ambientes de alta temperatura y como
aisladores y dieléctricos, pero son muy frágiles a causa de la naturaleza localizada del
enlace.

Enlace covalente

El enlace iónico no es direccional. En oposición al el enlace covalente que es una


naturaleza altamente direccional. El nombre “covalente” se deriva de la distribución
compartida, cooperativa, de electrones de valencia entre dos átomos adyacentes. Una
particularidad importante de estos enlaces es que se pueden formar entre átomos del
mismo tipo, entre los cuales puede haber muy poca o ninguna formación de enlaces
iónicos, el enlace covalente se forma entre átomos con pequeñas diferencias de
electronegatividad y ubicados muy próximos en la tabla periódica, generalmente se
comparten sus electrones externos s y p con otros átomos, de modo que alcanza la
configuración electrónica de gas noble. En un enlace covalente sencillo, cada uno de los
dos átomos contribuye con un electrón a la formación del par de electrones del enlace, y
las energías de los dos átomos asociadas con el enlace covalente son menores (más
estables) como consecuencia de la interacción de los electrones. En el enlace covalente,
se pueden formar múltiples pares de electrones por un átomo consigo mismo o con otros
átomos. En los enlaces covalentes puros los electrones de un átomo comparten los
estados cuánticos disponibles y son compartidos entre los núcleos para formar una
configuración de capa cerrada.

El ejemplo clásico de enlace covalente es, desde luego, la molécula de hidrogeno.


Recordemos que cada átomo de hidrógeno tiene un estado energético vacío disponible en
el estado cuántico 1s1. Los dos electrones (con espines opuestos) de los átomos de
hidrógeno de la molécula H2 ocupan el estado cuántico 1s para dar la configuración de
capa cerrada 1s2, que es la configuración de átomo de helio. Cada uno de los átomos de
hidrógeno comparte esta configuración, y se dice han formado enlaces por saturación
entre los dos átomos. Como tal, la energía de enlace entre los átomos de hidrógeno es
muy grande, pero no hay más enlaces fuertes disponibles para otras moléculas de H2.

Enlace Metálico

Un tercer tipo de enlace atómico es el enlace metálico, que se presenta en los metales
sólidos. En metales en estado sólido, los átomos se encuentran empaquetados
relativamente muy juntos es una ordenación sistemática o estructura cristalina.

El enlace metálico es consecuencia de la facilidad de disociación de los metales en iones


positivos y electrones libres. Hay muchos estados cuánticos disponibles en los metales,
todos los cuales no pueden ser ocupados por electrones cuando los átomos se acercan
unos a otros. Por consiguiente, los metales tienen enlazamiento no saturado y se
componen de un gran número de átomos (una macromolécula). Los electrones liberados
se desplazan con facilidad de los orbítales de un átomo a los del otro y ya no esta
confinados a un par de átomos; elementalmente, son como un “fluido”. Es por esto que,
por lo común, se representa a los metales como un gran agregado de centros iónicos
positivos inmersos en una “nube” o “mar” de electrones como en la figura 5. Esta es la
clásica y simple “teoría de los electrones libres de los metales”, para distinguir los metales
de los no metales, explica las conductividades eléctricas y térmicas extraordinariamente
buenas de los metales, también explica la opacidad óptica y la reflectividad. La oscilación
de los electrones libre absorbe la energía de la luz incidente en todas las longitudes de
onda, y por tanto, hace que el metal sea opaco. Por otra parte, los electrones oscilantes
también emiten ondas luminosas (fotones) y confieren reflectividad al metal.

El enlazamiento insaturado en los metales también explica el empaque compacto de sus


átomos, sus propiedades de formación de aleaciones y las propiedades mecánicas
sobresalientes de tenacidad y ductilidad con suficiente resistencia mecánica.

Puesto que los electrones no está confinados como ya se menciono al principio, es


posible separar los centros iónicos positivos unos de otros cierta distancia, lo que confiere
a los metales buena ductilidad, antes que los enlaces con los electrones se rompan. Esto
contrata con la fragilidad de los materiales con enlaces iónicos o covalentes, donde es
necesario romper enlaces para separar los núcleos que comparten la unión. La propiedad
de ductilidad permite deformar los metales fácilmente para darles diversas formas. Si a
esto aunamos esto a una resistencia y tenacidad suficientes, no es de sorprender que los
metales sean los materiales dominantes en las aplicaciones de ingeniería.

Enlace secundario o de van der Waals.

La principal causa de cohesión dentro de determinado material técnico es uno o varios de


los tres enlazamientos que se describieron anteriormente. El enlace van der Waals es una
fuerza débil de atracción que puede existir entre los átomos y las moléculas. A este
enlace se debe la condensación de los gases nobles y de las moléculas con enlaces
químicamente para formar líquidos y sólidos a temperaturas bajas. El mecanismo de
enlazamiento secundario es algo semejante al iónico, esto es, por atracción de cargas
opuestas. La diferencia clave es que no se transfieren electrones. La atracción depende
de las distribuciones asimétricas de carga positiva y negativa dentro de cada unidad
atómica o molecular que se enlaza. Esta asimetría de carga se llama dipolo. El
enlazamiento secundario puede ser de dos tipos, según los dipolos sean:

1.- Temporales

2.- Permanentes

El momento de un dipolo eléctrico se crea cuando dos cargas iguales y opuestas se


separan. Los dipolos en los átomos o en las moléculas crean momentos dipolares. Un
momento dipolar se define como el valor de la carga multiplicado por la distancia de
separación entre cargas positiva o negativa, o

µ = qd donde µ = momento dipolar

q = magnitud de la carga eléctrica

d = distancia de separación entre los centros de las cargas

Los momentos dipolares en átomos y moléculas se miden en Culombio - metro (C · m) o


en debyes, donde un debyes = 3.34 · 10-10 C · m.

Las moléculas compuestas de dos o más átomos diferentes, se pueden crear dipolos
permanentes entre los átomos en virtud de sus diferencias de electronegatividad. El
átomo mas electronegativo atrae el electrón hacia sí y lo aleja del elemento menos
electronegativo; se forma una molécula polar con dipolo permanente, en la que el
segundo átomo tiene carga positiva y el primero, carga negativa. Un buen ejemplo de esto
son los puentes de hidrógeno que unen a las moléculas polares de agua y mantienen esta
sustancia en forma líquida a temperatura ambiente. Los dipolos se componen de los
átomos de O con carga negativa y a los átomos de H con carga positiva. El puente de
hidrógeno es el enlace entre los átomos de hidrógeno de una molécula de agua y átomos
de oxigeno negativos de otras moléculas de agua.

Los puentes de hidrógeno son también el mecanismo mediante el cual las cadenas
macromoleculares de los polímeros se mantienen unidas. La baja resistencia a la
cedencia y los reducidos módulos de los polímeros (plásticos) se explican en virtud de los
débiles puentes de hidrógeno y enlaces de van der Waals que se rompen con facilidad
cuando se someten los polímeros a esfuerzos.

Enlaces Mixtos

El enlace químico de átomos o iones puede involucrar más de un tipo de enlace primario y
también enlaces dipolares secundarios. Para el enlace primario existen las siguientes
combinaciones de tipos de enlace mixto:

Iónico - covalente

Metálico - covalente

Metálico - iónico

Iónico - covalente - metálico

1.- Enlace mixto iónico - covalente: La mayoría de las moléculas con enlaces covalentes
poseen algo de enlace iónico y viceversa. El carácter iónico parcial de los enlaces
covalentes se pude interpretar en términos de la escala de electronegatividades. Cuanto
mayor es la diferencia en las electronegatividades de los elementos involucrados en un
enlace iónico - covalente, mayor es el grado de carácter iónico del enlace. El grado de
carácter iónico en el enlace crece a medida que lo hace la diferencia de
electronegatividades entre los átomos del compuesto.

2.- Enlace mixto metálico - covalente: Se presenta frecuentemente, por ejemplo, los
metales de transición tienen enlace metálico - covalente mixto que involucra orbítales
enlazantes dsp. Los altos puntos de fusión de los metales de transición son atribuidos al
enlace mixto metálico - covalente. También en el grupo 4A de la tabla periódica hay una
transición gradual desde el enlace covalente puro en el carbono (diamante) a algún
carácter metálico en el silicio y germanio para terminar, en estaño y plomo, con un enlace
primordialmente metálico.

3.- Enlace mixto metálico - iónico: si se da una diferencia significativa de


electronegatividad en los elementos que forman parte del enlace intermetalico, puede ser
que exista una cantidad significativa de transferencia electrónica (enlace iónico) en el
compuesto. Así pues, algunos compuestos intermetalicos son buenos de enlace mixto
metálico - iónico.

Hibridación del Carbono

La hibridación consiste en el reacomodamiento electrónico a través de la combinación de


los orbitales atómicos puros de un átomo, con los orbitales p del mismo nivel de energía,
con el fin de formar nuevos orbitales híbridos aptos para formar los orbitales moleculares.

Como un electrón enlazado a un átomo se describe por una función de onda llamada
orbital atómico, recordemos que cada orbital tiene su conjunto de números cuánticos y
solo existe un conjunto discreto de estos orbitales alrededor del núcleo.

Como los electrones necesitan emitir o absorber fotones de energía, que coincida con la
diferencia de potencial habida entre los orbitales, para poder saltar de un orbital a otro.

Como cada orbital tiene su conjunto de números cuánticos, quien nos revela la cantidad
de energía que tiene el respectivo electrón, entonces el cambio en los números cuánticos
es nuestra forma de medir la respectiva emisión o absorción de fotones.

El carbono según la nueva regla del octeto tiene la siguiente configuración electrónica
basal:

A los orbitales p22 y p32 no se les especifica el primer número cuántico porque en
realidad esos dos orbitales no cuentan con líneas intrínsecas de flujo cerrado de campo
eléctrico, solo poseen a líneas de flujo cerradas de campo magnético.
Esta configuración basal tiene a 4 paquetes de líneas cerradas tipo s de flujo de campo
magnético, y 12 paquetes tipo p de líneas cerradas de flujo de campo magnético, esos
valores deben conservarse en la mecánica de la hibridación del carbono.

Podemos observar a 4 orbitales en el nivel de valencia donde los dos primero orbitales
2s22 y 2p12 cada uno tiene de superíndice a un 2 de color azul quien indica que hay dos
electrones apareados.

También se observa a los dos últimos orbitales sin electrones pero con un par de
paquetes de huecos o paquetes de líneas cerradas de flujo de campo magnético,
ubicadas en los orbitales 2p22 y 2p32.

También observamos que con el primer número cuántico n de cada orbital, queda
identificado el número de paquetes de líneas de flujo de campo eléctrico que tiene cada
uno de los dos electrones que tiene el respectivo orbital. Por ejemplo, cada electrón del
orbital 2s22 tiene a 2 paquetes de líneas cerradas de flujo de campo eléctrico además,
está indicado en el subíndice de s que tiene también a 2 paquetes de líneas cerradas de
flujo de campo magnético, el superíndice de color azul que tiene s es el que indica de que
en realidad hay dos electrones de espines contrarios apareados en el mismo orbital.

Se reorganizan sin contradicción las líneas de flujo de campo magnético en el tercer


número cuántico magnético y la configuración queda de la siguiente manera:

HIBRIDACIÓN SP3.

Los dos electrones del orbital original 2s22 sumarían un total de 4 paquetes s de líneas de
flujo de campo eléctrico, que se dividirían entre los 4 orbitales, quedando cada orbital con
un solo paquete 1s11/2:

Ahora, los dos electrones ubicados en el orbital 2p22 sumarían también un total de 4
paquetes de líneas de flujo de campo eléctrico pero esta vez serían líneas tipo p, que
tienen un radio mayor, quedando cada orbital con un solo paquete 1p11/2:

En cuanto a las líneas cerradas adicionales de flujo de campo magnético en los dos
últimos orbitales p22 y p22 hay un total de 8 paquetes p adicionales de líneas de flujo
cerrado de campo magnético que se reparten adicionales en los 4 orbitales quedando un
total de 3 paquetes por cada orbital.

Quedarían 4 orbitales de la siguiente manera:


Sin especificar si son paquetes de líneas de flujo de campo magnético s o p quedaría así
cada orbital con un total de 4 paquetes de líneas de flujo magnético:

Donde n es el primer número cuántico principal, l es el segundo número cuántico del radio
orbital que se relaciona con el momento angular del electrón, m el tercer número cuántico
magnético y s el respectivo cuarto número cuántico de espín.

HIBRIDACIÓN SP2.

En la siguiente relación del átomo de carbono que en realidad es la configuración de la


hibridación sp3 anterior, en ella hay 12 paquetes magnéticos tipo p de líneas cerradas de
flujo de campo magnético.

[He]2(s1p3)1-2(s1p3)1-2(s1p3)1-2(s1p3)1

De esos 12 paquetes tipo p hay 3 en cada orbital, entonces uno de esos orbitales s1p3 se
va a quedar ahora sin ellos pero los otros 3 orbitales van asumir copartidariamente a esas
líneas magnéticas así.

[He]2(s1p0)1-2(s1p4)1-2(s1p4)1-2(s1p4)1

Vemos que quedan 3 orbitales iguales con 4 paquetes de líneas de flujo magnético
mientras queda un orbital solo con un paquete magnético pero de tipo s.

HIBRIDACIÓN SP.

Ahora tomamos la configuración sp3 anterior que es la siguiente configuración:

[He]2(s1p0)1-2(s1p4)1-2(s1p4)1-2(s1p4)1

Uno de los orbitales s1p4 va a ceder al orbital s1p4 a dos paquetes de líneas cerradas de
flujo de campo magnético para quedar de la siguiente manera:

[He]2(s1p2)1-2(s1p2)1-2(s1p4)1-2(s1p4)1

Vemos quedan en la configuración de hibridación sp del carbono, a dos orbitales s1p2 y


dos orbitales s1p4.

Regla del Octeto


La regla de octeto o regla del octeto es una regla que se emplea en el contexto de la
química. La regla del octeto define la propiedad que tienen los átomos de completar su
último nivel de energía con ocho electrones para alcanzar estabilidad. Ya sea un enlace
iónico, covalente o metálico, los átomos van a tender a ceder o compartir para completar
8 electrones en la capa de valencia.

El creador de esta regla es el científico Gilbert Newton Lewis y fue creada en 1917.

La base de esta regla son los gases nobles que tienen 8 electrones en su última capa y
son los elementos menos reactivos de toda la tabla periódica. Lewis advirtió que al unirse
diferentes iones entre sí, quieren lograr la configuración de un gas noble, consiguiendo 8
electrones en su última capa.

Esta regla se aplica en la creación de enlaces químicos entre los átomos. El


comportamiento y las propiedades de las moléculas dependerán del tipo de enlace,
número de enlaces por átomo y de las fuerzas intermoleculares.

Existen diferentes tipos de enlace químico, según la electronegatividad de los elementos.


En cualquiera de los enlaces, los átomos tienden a roadearse de 8 electrones en la capa
más externa.

Enlace iónico.

Enlace covalente.

Enlace metálico.

La mejor forma para ver de forma gráfica cómo funciona la “regla del octeto” es la
representación de Lewis de las moléculas. Antes de escribir la representación de la
estructura de Lewis hay que conocer cómo están unidos los átomos de verdad, ya que
muchas veces la fórmula no representa las uniones entre átomos. Por ejemplo aunque la
fórmula del ácido nítrico con frecuencia se representa como HNO3, en realidad el
hidrógeno está unido a un oxígeno, no al nitrógeno. La estructura es HONO2 y no HNO3.

Excepciones regla del octeto


El hidrógeno al tener un único orbital en su capa de valencia la cual puede aceptar como
máximo dos electrones.

El berilio se completa en su última capa con cuatro electrones.

El boro que requiere de seis electrones para llevar a cabo esta función.

El aluminio. El aluminio consigue la estabilidad con 6 electrones en su capa de valencia.

También los átomos no metálicos a partir del tercer período (Fósforo, yodo, xenón y
Azufre) pueden tener más que ocho electrones en su capa de valencia, colocando los
electrones extra en subniveles.

Balanceo de reacciones Redox

Ocurren reacciones de oxidación –reducción (redox) cuando las sustancias que se


combinan intercambian electrones. De manera simultánea, con dicho intercambio, tiene
lugar una variación en el número de oxidación (estado de oxidación) de las especies
químicas que reaccionan. El manejo del número de oxidación es imprescindible para el
balanceo de las reacciones redox.

El número de oxidación puede definirse como la carga real o virtual que tienen las
especies químicas (átomos, moléculas, iones) que forman las sustancias puras. Esta
carga se determina con base en la electronegatividad de las especies según las reglas
siguientes.

1. Número de oxidación de un elemento químico

El número de oxidación de un elemento químico es de cero ya sea que este se encuentre


en forma atómica o de molécula polinuclear.

2. Número de oxidación de un ion monoatómico El número de oxidación de un ion


monoatómico (catión o anión) es la carga eléctrica real, positiva o negativa, que resulta de
la pérdida o ganancia de electrones, respectivamente.

3. Número de oxidación del hidrógeno El número de oxidación del hidrógeno casi siempre
es de 1+, salvo en el caso de los hidruros metálicos donde es de 1–. 4. Número de
oxidación del oxígeno El número de oxidación del oxígeno casi siempre es de 2–, salvo en
los peróxidos, donde es de 1–, y en los hiperóxidos donde es de ½–

5. Números de oxidación de los elementos que forman compuestos covalentes binarios.

Los números de oxidación de los elementos que forman compuestos covalentes binarios
(compuestos que se forman entre no metales) son las cargas virtuales que se asignan
con base en la electronegatividad de los elementos combinados. Al elemento más
electronegativo se le asigna la carga negativa total (como si fuera carga iónica). Al otro
elemento del compuesto se le asigna carga positiva (también como si fuera carga iónica).

En los compuestos binarios covalentes, la carga virtual se asigna según la secuencia que
aparece a continuación. El elemento que llevará la carga virtual negativa se halla a la
derecha de la lista y los que le preceden llevarán la carga positiva.

6. Número de oxidación de un catión o anión poliatómicos

El número de oxidación de un catión o anión poliatómicos es la carga virtual que se


asigna a los elementos combinados con base en la electronegatividad de dichos
elementos. La carga virtual que se asigna se considera como si fuera el resultado de la
trasferencia total de electrones (carga iónica).

7. Carga de los iones poliatómicos es la carga iónica que resulta cuando se suman los
números de oxidación de los elementos que forman dicho ion.

Por ejemplo, la carga del ion nitrato resulta de sumar los números de oxidación del
nitrógeno y del oxígeno,

8. Números de oxidación y cargas en compuestos iónicos poliatómicos

Cuando se tiene la fórmula completa de un compuesto iónico, la suma tanto de los


números de oxidación como de las cargas debe ser de cero

9. Números de oxidación en compuestos orgánicos


El número de oxidación de los elementos que forman los compuestos orgánicos también
se asigna con base en la electronegatividad. Sin embargo, aquí se sugiere escribir las
fórmulas desarrolladas de dichos compuestos.

Conclusión

La importancia del manejo de la teoría del orbital molecular así como de los enlaces
moleculares es crucial para entendimiento de la química como la conocemos de esta
forma podemos comprender que un enlace iónico, covalente tiene una fuerza de atracción
que mantienen unidos a los átomos y podemos calcular sus propiedades químicas así
como la oxidación y diferentes cambios químicos producidos por las variaciones en los
enlaces y orbitales de cada elemento de esta forma podemos usar la regla del octeto
predice que los átomos forman suficientes enlaces covalentes para rodearse de ocho
electrones cada uno pero existen excepciones para la regla del octeto.
Bibliografías

Mc Murry, John (2008). «1 Estructura y Enlaces». Química Orgánica. México: Cengage


Learning.

Gillespie, Ronald J. (agosto de 1988). Química.

https://www.monografias.com/trabajos102/hibridacion-del-carbono/hibridacion-del-
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https://452966589680977294.weebly.com/clases-de-enlaces-moleculares.html

https://www.sutori.com/story/hibridacion-de-carbono--RQ2QYxRRWs5mik845d5SsMPQ

https://prezi.com/zigl4wppfxct/tipos-de-enlace-molecular/

https://www.monografias.com/trabajos12/quimi/quimi.shtml#co

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