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Situación actual del sector Educativo

La educación en tiempo de pandemia ha sido un reto para los sistemas educativos en todo el
mundo, al verse obligados a cerrar los centros como medida para la prevención de la
propagación del virus. El cierre prolongado no solo afecta a estudiantes, docentes y
directivas, sino también el proceso de aprendizaje. Una de las medidas que han adaptados los
países de la región ante la emergencia sanitaria ha sido la enseñanza remota, sin embargo, es
una solución a corto plazo debido a que los sistemas educativos no estaban preparados en su
totalidad para esta nueva modalidad.

En República Dominicana, el Ministerio de Educación trazó las pautas para el inicio del
nuevo año escolar en el país, a través de la enseñanza digital. El Estado se comprometió a
iniciar el nuevo año escolar 2020-2021 el próximo 2 de noviembre, no sin antes iniciar la
capacitación de docentes, estudiantes y padres en esta nueva modalidad educativa:

Todos los estudiantes del país serán dotados de un notebook o tableta y se les facilitará de
acceso a internet a aquellos que aún no lo posean. De igual manera, se utilizarán otros medios
como la radio y televisión para entregar contenido alineado al currículo escolar y acompañar
el proceso de aprendizaje.
El informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre “La Educación en Tiempos
de Coronavirus” reporta que la mayoría de los países en América Latina no cuenta con una
estrategia nacional de educación digital por lo que los retos serán aún mayores dada la
situación económica actual. En América Latina solo 33% de los estudiantes de secundaria
están en escuelas con acceso a internet con suficiente velocidad o ancho de banda según
PISA-2018.
A pesar no haber contado un plan de emergencia educativo para estos casos, los esfuerzos
para insertarnos en la educación a distancia consolidada han sido significativos, dadas las
precariedades del sistema educativo dominicano. El cumplimiento de las medidas propuestas
será de vital importancia para garantizar la continuidad de la educación en los próximos
meses tanto a nivel básico como superior.
NOTICIA:

El sistema educativo dominicano y los


nuevos retos
La calidad, que siempre es una meta a alcanzar, pasa a un segundo plano en un contexto de
crisis sanitaria. Lo importante es que se dé clase

El sistema educativo dominicano está frente al que pudiera ser su principal reto de cara a
mantener la dinámica de la docencia en un contexto de distanciamiento físico como
consecuencia de la pandemia del covid-19. ¿De qué se trata? De lograr que todos los actores
(estudiantes, autoridades, padres, maestros, técnicos y empresarios) entiendan que sin
educación no habrá República Dominicana.
La pandemia, una especie de Cisne Negro en la dinámica económica, ya que no estaba
prevista, aunque otros la asemejan más a la teoría del Flamenco Rosado, ha puesto a prueba
la capacidad de respuesta de las autoridades dominicanas que, dicho sea de paso, también se
estrenan en la gestión pública. Ya sabían lo que enfrentarían una vez asumieran sus
responsabilidades de Estado, pues el proceso electoral se dio en medio de un contexto
sanitario adverso. Sin embargo, una cosa es saberlo y otra es, sin lugar a dudas, enfrentarlo
en el terreno de juego.
Ahora no sólo se trata de superar el reto de mejorar la calidad de la educación, del que se
viene hablando durante los últimos 40 años, con mayor profusión desde que se aprobó la 66-
97 de Educación, sino que el primer plano lo ocupa la posibilidad de que se imparta docencia
debido a las precariedades de conectividad, la falta de cultura tecnológica y, más grave aún,
la carencia de dispositivos hábiles para dar y recibir las clases. Esta realidad es retadora para
los más probados expertos. No importa su área de competencia.
Y es verdad: República Dominicana ha tenido que tomar acción rápida en cuestiones que, sin
quizá, debieron haberse hecho hace muchos años. Igual que sucede con otras áreas, la
educación estaba anquilosada y sólo algunos centros educativos, principalmente privados, se
habían preparado tecnológicamente, logrando sacar algo de ventaja competitividad en esta
situación de crisis.
Aunque la calidad es fundamental, porque es un concepto transversal a todas las actividades
humanas, hoy se asocia más a cómo será la conexión entre maestros, alumnos y padres; en
cómo se logrará que todos los actores “cambien el chip” frente a esta nueva realidad, que
también deja al desnudo a profesores que se resisten a adoptar la tecnología como
herramienta educativa, dejándolos desarmados y sin saber qué hacer. La pandemia también
habrá de poner a pensar a los líderes del magisterio sobre la necesidad de preparar a los
maestros, de poner en retiro aquellos que por su edad o actitud no están en capacidad de
sumar y, por qué no, de aceptar nuevos talentos en el sistema que respondan a las exigencias
del mercado.
Independientemente de la voluntad política, que siempre es importante, la realidad es cruda:
El Ministerio de Educación identificó a 76,236 profesores sin equipos o dispositivos
tecnológicos para impartir docencia. El otro reto es mayor: se requieren de 2.8 millones de
dispositivos para que los estudiantes se integren a las clases, entre los que se incluyen 200,000
del nivel inicial y otros 300,000 del programa de adultos. Todo indica, por las estimaciones
oficiales, que alrededor de 500,000 estudiantes tendrían conectividad con las computadoras
y tabletas, lo que obliga a las autoridades a buscar otras vías para la docencia, entre las que
están la televisión y la radio.

Como se ve, el principal reto ahora no es la calidad, que lo será siempre por encima de todo;
ahora el foco está en alcanzar algunas de las metas propuestas por las autoridades para que
por lo menos se dé clase en las escuelas públicas y en la mayoría de los colegios del sector
privado.

Link: https://www.eldinero.com.do/122540/el-sistema-educativo-dominicano-y-los-nuevos-
retos/

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