Ivana Pedreschi Argüelles.

EL SEÑOR DE SIPÁN: EL MUSICAL

En mi versión de “El Señor de Sipán: El Musical” buscaría un sonido particular, tratando de

obtener una mezcla interesante de géneros musicales, yendo desde lo tradicional hacia lo
contemporáneo. Utilizaría instrumentos de viento (flautas, antaras, silbatos, trompetas,
pututos) y de percusión (sonajas, tambores) para que se pueda contextualizar en el tiempo,
además de recursos como la percusión con el cuerpo.

Cuadro uno: La misión del Señor de Sipán

El viejo señor falleció. El Sol y la Luna (en una danza contemporánea, ballet, con instrumentos
andinos) le brindan la misión al Señor de Sipán de ser el gran sacerdote guerrero mochica.
Mientras lo van llenando de joyas (se conoce al Señor de Sipán por estar cubierto de pies a
cabeza en oro, plata, cobre y piedras preciosas) y lo hacen más pesado. En este cuadro se vería
cómo un bailarín (que representa al Señor de Sipán) comienza el número bailando libremente
hasta no poder bailar más por el peso del poder. Sin embargo, aparece después la compañía
de baile, que es la que se moverá por él cuando dé la señal.

Cuadro dos: Guerreros vs. Guerreros

Todos los bailarines serían varones, los cuales pelearían el lugar de guardián para obtener un
mayor estatus al lado del Señor de Sipán. Para este momento se me ocurre una batalla de
zapateo afroperuano fusionado con tap y body percussion.

Cuadro tres: Baile de la soga

El baile de la soga es una escena muy frecuente en la iconografía Mochica. Cabe la

redundancia, una soga va entre los danzantes. Este baile era como una especie de ritual donde
trataban de juntar mundos opuestos (el divino y el terrenal). También es una celebración
vinculada a los combates rituales y a sacrificios.

En este momento, bailarines representarían divinidades, guerreros, sacerdotes y curanderos.

Sería una gran fiesta con el objetivo de dar suerte a los guerreros. Al hablar de celebración, se
me ocurre algo ceremonioso que pueda terminar en huaylash.