En el entorno semiótico, las marcas tienen la posibilidad de generar un vínculo tal que
no sólo produzca una relación exitosa semiótica y comercial, sino también emocional.
Ésta es la máxima aspiración de una marca. El branding es la herramienta que ha
entrado en escena en este último tiempo para lograr dicho objetivo, y el diseñador un
actor principal en este escenario.