página 4 viernes 1 de enero de 2021, número 1 L’OSSERVATO
Discurso a la Curia romana
En la audiencia a la Curia romana el Papa invita a rechazar la lógica del conflicto y recuerda que la reforma de la Iglesia no es un remiendo
Vivir la crisis como semilla de no
Una «reflexión sobre la crisis» provocada por la Curia Romana— el programa de vida suge- yectos, rutinas y prioridades. Nos muestra truyen juntos”[3]. Soñemos como una única pandemia, que «nos pone en guardia ante el peligro rido por san Pablo: «Desaparezca de uste- cómo habíamos dejado dormido y abando- humanidad, como caminantes hechos de la de juzgar precipitadamente a la Iglesia» con sus des toda amargura, ira, enojo, insulto, inju- nado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a misma carne humana, como hijos de esta «escándalos de ayer y de hoy»; una recomendación a rias y cualquier tipo de maldad. Sean bon- nuestra vida y a nuestra comunidad. La misma tierra que nos cobija a todos, cada «no confundir la crisis con el conflicto», porque la dadosos unos con otros, sean compasivos y tempestad pone al descubierto todos los in- uno con la riqueza de su fe o de sus con- primera «generalmente tiene un resultado positivo», perdónense mutuamente, así como Dios los tentos de encajonar y olvidar lo que nutrió vicciones, cada uno con su propia voz, to- mientras que el segundo «siempre crea un contras- perdonó en Cristo» (Ef 4,31-32); sólo “reves- el alma de nuestros pueblos; todas esas ten- dos hermanos» (n. 8) te»; y una exhortación a encontrar «humildad de tidos de humildad” (cf. 1 P 5,5), imitando a tativas de anestesiar con aparentes rutinas 5. La crisis de la pandemia es una buena decir en voz alta que el tiempo de crisis es un tiempo Jesús «manso y humilde de corazón» (Mt “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras oportunidad para hacer una breve reflexión del Espíritu», porque «quienes no miran la crisis a 11, 29); sólo después de habernos colocado raíces y evocar la memoria de nuestros an- sobre el significado de la crisis, que puede la luz del Evangelio, se limitan a hacer la autopsia «en el último puesto» (Lc 14,10) y habernos cianos, privándonos así de la inmunidad ayudar a todos. de un cadáver». Son estos los tres elementos princi- hecho “siervos de todos” (cf. Mc 10,44). Y a necesaria para hacerle frente a la adversi- La crisis es un fenómeno que afecta a to- pales en el discurso pronunciado por el Papa en el este propósito, san Ignacio en sus Ejercicios dad. Con la tempestad, se cayó el maquilla- do y a todos. Está presente en todas partes Aula de las Bendiciones con ocasión del encuentro llega hasta el punto de pedir que nos ima- je de esos estereotipos con los que disfrazá- y en todos los períodos de la historia, abar- anual que tuvo lugar la mañana del lunes 21 de di- ginemos estar en la escena del nacimiento, bamos nuestros egos siempre pretenciosos ca las ideologías, la política, la economía, la ciembre, con ocasión de las felicitaciones navideñas a «haciéndome yo —escribe— un pobrecito y de querer aparentar; y dejó al descubierto, tecnología, la ecología, la religión. Es una los miembros del Colegio cardenalicio y de la Curia esclavito indigno, mirándolos, contemplán- una vez más, esa (bendita) pertenencia co- etapa obligatoria en la historia personal y romana. dolos y sirviéndolos en sus necesidades» mún de la que no podemos ni queremos en la historia social. Se manifiesta como un (114). evadirnos; esa pertenencia de hermanos». acontecimiento extraordinario, que siempre Queridos hermanos y hermanas: Agradezco al cardenal Decano su amable 4. La Providencia quiso que en este tiem- causa una sensación de inquietud, ansie- 1. La Navidad es el misterio del nacimiento saludo en esta Navidad, que ha manifesta- po difícil haya podido escribir Fratelli tutti, dad, desequilibrio e incertidumbre en las de Jesús de Nazaret que nos recuerda que do los sentimientos de todos. Gracias, car- la Encíclica dedicada al tema de la fraterni- decisiones que se deben tomar. Como re- «los hombres, aunque han de morir, no han denal Re, gracias. dad y de la amistad social. Y una gran lec- cuerda la raíz etimológica del verbo krino: la nacido para eso sino para comenzar»[1], co- 3. Esta Navidad es la Navidad de la pan- ción nos llega de los Evangelios de la in- crisis es esa criba que limpia el grano de tri- mo observa de modo tan brillante e incisivo demia, de la crisis sanitaria, de la crisis so- fancia, donde se narra el nacimiento de Je- go después de la cosecha. Hanna Arendt, la filósofa hebrea que des- cioeconómica e incluso eclesial que ha lace- sús, es la de una nueva complicidad —una Incluso la Biblia está llena de personas monta el pensamiento de su maestro Hei- rado cruelmente al mundo entero. La crisis nueva complicidad— y unión que se crea que han sido “tamizadas”, de “personajes degger, según el cual el hombre nace para ha dejado de ser un lugar común del dis- entre los protagonistas: María, José, los en crisis” que, sin embargo, a través de es- ser arrojado a la muerte. Sobre las ruinas de curso y del establishment intelectual para pastores, los magos y todos aquellos que, tas cumplen la historia de la salvación. los totalitarismos del siglo veinte, Arendt transformarse en una realidad compartida de un modo u otro, ofrecieron su fraterni- La crisis de Abrahán, que abandonó su reconoce esta verdad luminosa: «El milagro por todos. dad, su amistad para que el Verbo que se tierra (cf. Gn 12,1-2) y tuvo que vivir la gran que salva al mundo, a la esfera de los asun- Este flagelo ha sido una prueba impor- hizo carne fuera acogido en las tinieblas de prueba de tener que sacrificar su único hijo tos humanos, de su ruina normal y “natu- tante y, al mismo tiempo, una gran oportu- la historia (cf. Jn 1,14). Esto escribí al prin- a Dios (cf. Gn 22,1-19), se resolvió desde el ral” es en último término el hecho de la na- nidad para convertirnos y recuperar la au- cipio de esta Encíclica: «Anhelo que en esta punto de vista teológico con el nacimiento talidad. […] Esta fe y esperanza en el mun- tenticidad. época que nos toca vivir, reconociendo la de un nuevo pueblo. Pero este nacimiento do encontró tal vez su más gloriosa y sucin- Cuando el pasado 27 de marzo, en la dignidad de cada persona humana, poda- no evitó que Abrahán viviera un drama en ta expresión en las pocas palabras que en Plaza de San Pedro, ante la plaza vacía pe- mos hacer renacer entre todos un deseo el que la confusión y el desconcierto no los evangelios anuncian la gran alegría: ro llena de una pertenencia común que nos mundial de hermandad. Entre todos: “He prevalecieran sólo gracias a la fuerza de su “Les ha nacido hoy un Salvador”»[2]. une con cada rincón de la tierra, cuando ahí un hermoso secreto para soñar y hacer fe. 2. Ante el Misterio de la Encarnación, allí quise rezar por todos y con todos; tuve de nuestra vida una hermosa aventura. Na- La crisis de Moisés se manifestó en la junto al Niño acostado en un pesebre (cf. la oportunidad de decir en voz alta el sig- die puede pelear la vida aisladamente. […] desconfianza de sí mismo: «¿Quién soy yo Lc 2,16), así como frente al Misterio Pas- nificado posible de la “tempestad” (cf. Mc Se necesita una comunidad que nos sosten- para ir al faraón y sacar a los israelitas de cual, en presencia del hombre crucificado, 4,35-41) que había golpeado al mundo: «La ga, que nos ayude y en la que nos ayude- Egipto?» (Ex 3,11); «yo nunca he sido un encontramos el lugar adecuado sólo si so- tempestad desenmascara nuestra vulnerabi- mos unos a otros a mirar hacia delante. hombre con facilidad de palabra, […] pues mos inermes, humildes, esenciales; sólo des- lidad y deja al descubierto esas falsas y su- ¡Qué importante es soñar juntos! […] Solos soy torpe de boca y de lengua» (Ex 4,10); pués de haber puesto en práctica en el am- perfluas seguridades con las que habíamos se corre el riesgo de tener espejismos, en los «no sé hablar» (Ex 6,12.30). Por eso trató biente en el que vivimos —incluyendo la construido nuestras agendas, nuestros pro- que ves lo que no hay; los sueños se cons- de escapar de la misión que Dios le había