BOSQUEJO

Los peligros del favoritismo

Walter Jolón

SERIE: SANTIAGO MENSAJE #: 9

¿Conocemos algo de las Escrituras? Lo que sea que sepamos acerca de la Palabra de Dios,
somos llamados a practicarlo en nuestras vidas de acuerdo a la fe que hemos depositado
en Dios. Somos llamados a vivir sabiamente bajo la luz del evangelio de nuestro Señor
Jesucristo, de manera honesta, transparente e íntegra.
REFERENCIA BÍBLICA: SANTIAGO 2.8-13
FECHA: Domingo, 3 de febrero de 2019.

Iglesia Casa de Gracia

Palín, Escuintla, Guatemala
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I. INTRODUCCIÓN
a. Oración: “Dios, háblanos…”
b. Continuamos con la serie expositiva: “Santiago”.
i. Santiago llama a los cristianos a que demuestren lo que
saben y creen sin comprometer su fe y sus convicciones
en medio de pruebas difíciles y fuertes tentaciones para
fortalecer su integridad espiritual y su buen testimonio.
c. El mensaje anterior se llamó: “La locura del
favoritismo”.
i. El favoritismo es pecado contra Dios y falta de amor y
respeto hacia los demás, es actuar con parcialidad, es
hacer acepción de personas, es discriminar, es hacer
distinciones entre una persona y otra, es racismo,
incluso es una locura al favorecer a quienes blasfeman
contra Cristo al costo de despreciar a los demás.
d. El mensaje para hoy es: “Los peligros del favoritismo”.
i. Santiago desea dejar muy claro cuáles son los peligros y
la gravedad de caer en el pecado del favoritismo.
ii. Debemos amar y tener compasión del prójimo sin
distinción alguna. Debemos hacerlo en obediencia a los
mandamientos de la ley de Dios.
iii. Caer en favoritismo es hacernos culpables de violar
toda la Ley y ser expuestos al juicio por nuestra falta de
compasión y amor.
e. ¿No les ha pasado que van caminando por algún
lugar y de repente alguien les dice: “por aquí no
camine porque es un muy peligroso”?

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 f. Yo me he metido a muchos lugares peligrosos sin
saberlo hasta que alguien me dijo después que uno
de esos lugares está clasificado como zona roja.
g. Los mismo me ha pasado en cuánto a correr peligro
en una zona roja que me puede llevar a
desobedecer la ley de Dios.
h. Hasta que en la lectura de la Biblia o al ver o
escuchar una predicación o en la lectura de un libro
de literatura cristiana me he dado cuenta de que he
caminado por lugares peligrosos que me llevarían a
desobedecer a Dios.
i. Lo mismo nos sucede a todos cuando no nos
percatamos que la Biblia tiene un rótulo donde dice
Advertencia, no traspasar la línea.
j. En cuánto al favoritismo, quizá la mayoría de nosotros
no hemos hecho caso al rótulo pecando de esta
manera teniendo preferencias en nuestro trato a las
personas.
II. CONTEXTO
a. T: Sigamos descubriendo cómo la Biblia nos llama a vivir la
Palabra de Dios al percatarnos de los peligros del favoritismo:
b. Leamos el contexto anterior —Santiago 2.1–7, RVC
c. Veamos qué nos enseña Santiago en el pasaje de hoy.
d. Leamos —Santiago 2.8–13, RVC: “8Bien harán ustedes en
cumplir la ley suprema de la Escritura: «Amarás a tu prójimo
como a ti mismo»; 9pero si ustedes hacen diferencia entre una
persona y otra, cometen un pecado y son culpables ante la ley.
10
Porque cualquiera que cumpla toda la ley, pero que falle en un
solo mandato, ya es culpable de haber fallado en todos. 11Porque
el que dijo: «No cometerás adulterio» también dijo: «No
matarás». Es decir, que alguien puede no cometer adulterio,
pero si mata, ya ha violado la ley. 12Hablen y vivan como

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 quienes van a ser juzgados por la ley que nos da libertad, 13pues
a los que no tienen compasión de otros, tampoco se les tendrá
compasión cuando sean juzgados, porque la compasión
prevalece sobre el juicio.” —Santiago 2.8–13, RVC
e. Contexto literario:
i. En los versículos del 1 al 8 del capítulo 2, Santiago
manda a sus lectores a que eviten el pecado del
favoritismo, luego da un ejemplo de este pecado dentro de
la iglesia ilustrando su caso con dos hombres, uno muy rico
y poderoso, y otro muy pobre y mendigo.
ii. Santiago advierte a su audiencia de no hacer diferencias
entre personas porque eso los convierte en personas mal
intencionadas. Luego les enseña que Dios no discrimina,
no desprecia, ni rechaza a los pobres, al contrario, los
cuida y protege, pero su mayor bendición para ellos es
hacerlos ricos en fe y herederos del reino de los cielos.
iii. Santiago los acusa de pecar de esta manera, ofender y
faltarle el respeto a los pobres dando un trato preferencial
a los ricos.
iv. Santiago ahora les habla sobre el peligro del favoritismo
que los lleva a violar la ley de Dios, les manda que sean
compasivos con los pobres para que también reciban
compasión cuando sean juzgados por Dios.
v. Santiago prepara a su audiencia para enseñarles más
adelante que la fe sin obras es una fe muerta, que la fe
verdadera debe ir acompañada de obras.
f. Contexto histórico:
i. Los destinatarios de esta carta son judíos cristianos que
huyeron de Jerusalén, pero siguen reuniéndose en las

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 sinagogas de las ciudades donde ellos viven, es en esas
sinagogas donde hay cristianos favoreciendo a los ricos y
despreciando a los pobres.
g. Contexto bíblico:
i. Santiago en el versículo 8 hace una alusión directa al
resumen que Jesús hizo de los diez mandamientos de la
Ley de Dios en Mateo 22.37-40.
ii. Jesús a la vez está citando el AT:
1. “18» No te vengues, ni guardes rencor contra los hijos
de tu pueblo.» Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor.” —Levítico 19.18, RVC
iii. Santiago en el versículo 9 hace de nuevo alusión a las
palabras de Moisés en Deuteronomio:
1. “17Al dictar sentencia, no hagan distinción de
personas, sino que deben atender lo mismo al débil
que al poderoso...”” —Deuteronomio 1.17, RVC
III. EXPOSICIÓN
a. T: El pasaje de hoy se divide en dos puntos principales:
1. El peligro de la transgresión (v. 8-11).
2. El peligro del juicio (v. 12-13).
b. El peligro de la transgresión (v. 8-11).
i. Santiago comienza positivamente:
ii. “8Bien harán ustedes en cumplir la ley suprema de la
Escritura: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»”
iii. Para captar el impacto de lo que Santiago está
diciendo aquí, se debe entender que los Diez
Mandamientos se resumieron en dos grandes
mandamientos:
1. El primero es vertical (Deuteronomio 6.4-5):
amar a Dios con todo nuestro ser.

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 2. El segundo es horizontal (Levítico 19.18):
amar a tu prójimo como a ti mismo.
iv. Los lectores de Santiago sabían que si de verdad
amaban a Dios, cumplirían los primeros cuatro de
los Diez Mandamientos: 1) No pondrían otros
dioses delante de Él, 2) no tendrían ídolos, 3) no
usarían en vano el nombre del Señor, y 4) se
acordarían de santificar el sábado.
v. Después de esto, si ellos de verdad amaban a su
prójimo como a ellos mismos, obedecerían los
últimos seis de los Diez mandamientos: 5)
honrarían a sus padres y madres, 6) no matarían,
7) no cometerían adulterio, 8) no robarían, 9) no
mentirían contra su prójimo, y 10) no codiciarían
(cf. Éxodo 20.1-17).
vi. Fue Jesús quien resumió toda la Ley cuando un
intérprete en leyes, posiblemente un abogado o
un juez de nuestros días, le preguntó cuál es el
mandamiento más grande de la ley: “37Jesús le
respondió: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.38Éste es
el primero y más importante mandamiento. 39Y el
segundo es semejante al primero: “Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.” 40De estos dos mandamientos dependen
toda la ley y los profetas.»” —Mateo 22.37–40, RVC
vii. En la parábola del buen samaritano Jesús amplió
la definición de “prójimo” para significar
cualquier persona necesitada a quien Dios da la
oportunidad de ayudar (cf. Levítico 19.18; Lucas
10.25-37).
viii. De los mismos labios de Jesús tenemos que si
amamos a Dios y al prójimo, cumplimos la Ley.

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 ix. Pero no la podemos cumplir a la perfección.
x. La Ley nos muestra nuestra propia incapacidad y
nos prepara para recibir con humildad el don del
perdón de Cristo y la salvación por la fe.
xi. Con el Espíritu de Dios habitando en nosotros,
podemos amarlo y amar a las personas y así
cumplir la Ley de Dios.
xii. “La ley suprema” en otras traducciones aparece
como “la ley real” porque esta Ley fue
promulgada por un Rey.
xiii. El judaísmo universalmente reconocía a Dios
como el Rey supremo, por eso su ley es real.
xiv. Santiago, teniendo un trasfondo judío relaciona
la ley en esos términos.
xv. Los cristianos veían las enseñanzas de Jesús
como la ley real del amor.
xvi. Que es en esencia toda la Palabra de Dios,
resumida por Jesús en dos mandamientos como
un perfecto amor a Dios y al prójimo.
xvii. Pablo dijo: “10El amor no hace daño a nadie. De modo
que el amor es el cumplimiento de la ley.” —Romanos
13.10, RVC
xviii. Santiago después de estar hablando del lado
positivo de obedecer la ley real, ahora pasa al
lado negativo de quebrantar la ley.
xix. “9pero si ustedes hacen diferencia entre una persona y otra,
cometen un pecado y son culpables ante la ley.”
xx. Mostrar favoritismo por los más privilegiados es
una violación flagrante y horrible del
mandamiento de amar al prójimo, en este caso,
a los necesitados.

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 xxi. Este no es un pecado superficial ni una falta
sencilla, esta es una acción deliberada y
malintencionada.
xxii. No es simplemente falta de amabilidad, sino que
es una terrible violación del amor de Dios.
xxiii. Santiago reconoce la seriedad de este pecado
en el siguiente versículo:
xxiv. “10Porque cualquiera que cumpla toda la ley, pero que falle
en un solo mandato, ya es culpable de haber fallado en
todos.
xxv. Santiago ve la Ley como un pedazo de tela sin
costuras que, cuando se rasga en un lugar, se
rasga toda la prenda.
xxvi. Pablo dijo: “10Porque todos los que dependen de las obras
de la ley están bajo maldición, pues está escrito: «Maldito
sea todo aquel que no se mantenga firme en todas las cosas
escritas en el libro de la ley, y las haga.»” —Gálatas 3.10,
RVC
xxvii. Santiago ilustra esta transgresión en el versículo
11:
xxviii. “11Porque el que dijo: «No cometerás adulterio» también
dijo: «No matarás». Es decir, que alguien puede no
cometer adulterio, pero si mata, ya ha violado la ley.
xxix. Mentir hace un mentiroso, adulterar hace un
adúltero, robar hace un ladrón, un asesinato
hace un asesino, y una sola ley quebrantada
basta para hacer un transgresor.
xxx. Fallar en un punto de la ley no significa que se
han cometido todos estos pecados individuales,
sino que se ha roto la prenda sin costuras de toda
la Ley.

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 xxxi. Esto nos hace culpables de haberla roto por
completo.
xxxii. El carácter de Dios está reflejado en la Ley,
cualquier violación de la Ley es una violación al
carácter de Dios.
xxxiii. El mismo mal que nos hizo quebrantar un
mandamiento, es el mismo mal que, en
diferentes circunstancias, nos puede hacer
quebrantar los demás.
xxxiv. Para algunos “el favoritismo” no es la gran cosa,
Santiago le está viendo “tres pies al gato”, “se
está ahogando en un vaso de agua”.
xxxv. ¿Quién no practica el favoritismo? Si todos lo
hacen, ¿por qué tanto relajo?
xxxvi. El favoritismo es un problema grave del corazón.
xxxvii. Los cristianos que lo practican son claros
violadores de la Ley.
xxxviii. No es casualidad que Santiago haya ilustrado el
pecado del favoritismo junto con el adulterio y el
asesinato.
xxxix. Las vidas que practican el favoritismo son vidas
en peligro.
c. El peligro del juicio (v.11-12).
i. “12Hablen y vivan como quienes van a ser juzgados por la
ley que nos da libertad”
ii. Según las palabras de Santiago, el pecado del
favoritismo conduce al peligro del juicio.
iii. En el versículo 12 aconseja a sus lectores a vivir y
actuar conscientes de que serán juzgados por la
ley de la libertad.

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iv. Este consejo si se toma en serio, puede
transformar radicalmente las vidas de las
personas.
v. Todos los no creyentes serán juzgados por la Ley y
serán condenados al infierno por todas sus
transgresiones y pecados.
vi. Pero los cristianos verdaderos no serán
condenados, por eso dijo el apóstol Pablo: “1Por
tanto, no hay ninguna condenación para los que están
unidos a Cristo Jesús, los que no andan conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu,” —Romanos 8.1, RVC
vii. Esto no significa que los cristianos no serán
juzgados.
viii. Pablo dijo: “10Porque es necesario que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada
uno reciba según lo bueno o lo malo que haya hecho
mientras estaba en el cuerpo.” —2 Corintios 5.10, RVC
ix. “12Así que cada uno de nosotros tendrá que rendir cuentas
a Dios de sí mismo.” —Romanos 14.12, RVC
x. Las obras de algunos creyentes se verán como
“oro, plata, piedras preciosas”.
xi. Pero las de otros sufrirán una vergüenza grande
por su “madera, heno u hojarasca”.
xii. “12Y si alguno edifica sobre este fundamento, y pone oro,
plata, piedras preciosas, madera, heno, u hojarasca, 13su
obra podrá verse claramente; el día la pondrá al
descubierto, y la obra de cada uno, sea la que sea, será
revelada y probada por el fuego. 14Si lo que alguno
sobreedificó permanece, ése recibirá su recompensa. 15Si lo
que alguno sobreedificó se quema, ése sufrirá una pérdida,

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 si bien él mismo se salvará, aunque como quien escapa del
fuego.” —1 Corintios 3.12–15, RVC
xiii. Santiago ordena a los propensos al favoritismo a
“hablar y actuar como aquellos que van a ser juzgados por
la ley que da libertad” (v.12).
xiv. “Hablar así y así actuar” son palabras más
literales dichas en imperativo, son un
mandamiento:
1. Seguir hablando y seguir actuando
conscientes de la realidad del juicio
venidero.
xv. Santiago habla palabras de terror acá, muy
reales y verdaderas:
xvi. “13pues a los que no tienen compasión de otros, tampoco se
les tendrá compasión cuando sean juzgados, porque la
compasión prevalece sobre el juicio”.
xvii. Quien no haya vivido una vida de compasión y
amor hacia otros, no recibirá compasión en el
día del juicio.
xviii. Jesús enseñó esto en la parábola de los dos
deudores.
xix. “El esclavo le debía a su amo una suma inmensa: ¡en la moneda
de hoy, unos Q 150 millones! La deuda era imposible de pagar,
así que le suplicó a su amo, quien a su vez se compadeció de él y le
perdonó de manera asombrosa toda la deuda. Entonces,
increíblemente, el esclavo malvado salió, encontró a uno de sus
compañeros esclavos que le debía unos Q.15,000 y lo echó en la
cárcel porque no podía pagar. Cuando los otros esclavos le
hablaron al amo sobre esta injusticia, convocó al esclavo malvado
y le dijo: "Siervo malvado ... perdoné toda esa deuda tuya porque
me lo suplicaste. ¿No deberías haber tenido piedad de tu
compañero como lo hice contigo?” Jesús continúa la historia:

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 “Enojado, su amo lo entregó a los carceleros hasta que él pagara
todo lo que debía. Así es como mi Padre celestial los tratará a
cada uno de ustedes a menos que perdonen a su hermano de
corazón” (Mt. 18.23–35).
xx. La parábola de Jesús revela los motivos del
corazón:
1. Un corazón no perdonador revela un
corazón que no ha recibido misericordia.
2. Pero el corazón que ha recibido misericordia
de Dios será misericordioso con los demás.
xxi. Santiago prácticamente está diciendo:
1. El favoritismo es la evidencia de un corazón
que no tiene misericordia.
xxii. Los misericordiosos no ignoran a los pobres en
favor de los más pudientes, sino que se acercan
a ellos.
xxiii. Santiago está diciendo que: ¡Una vida
caracterizada por la discriminación y el favoritismo
muestra un alma que está condenada!
xxiv. Hay una parte positiva en las palabras de
Santiago:
xxv. “porque la compasión prevalece sobre el juicio”.
xxvi. Un corazón lleno de misericordia a través de la fe
en la misericordia de Dios “triunfa sobre
(literalmente se jacta de) el juicio”.
xxvii. Un corazón cristiano verdaderamente
misericordioso espera el juicio sin problema.
IV. EL EVANGELIO
a. Santiago advierte, demuestra y recuerda que quien
falla en obedecer un solo mandato de la Ley de Dios
ya es culpable de toda la ley.

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b. La ley real: “8Bien harán ustedes en cumplir la ley suprema de
la Escritura: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»;” —
Santiago 2.8, RVC
c. “10Porque cualquiera que cumpla toda la ley, pero que falle en
un solo mandato, ya es culpable de haber fallado en todos.” —
Santiago 2.10, RVC
d. Pablo dice a los Gálatas: “10Porque todos los que dependen de
las obras de la ley están bajo maldición, pues está escrito:
«Maldito sea todo aquel que no se mantenga firme en todas las
cosas escritas en el libro de la ley, y las haga.»” —Gálatas 3.10,
RVC
e. ¿Quién puede entonces cumplir la ley?
i. Absolutamente nadie, excepto Cristo.
ii. Dios ha sido bueno, nos ha provisto un medio
para poder ser perdonados y absueltos por la ley.
iii. Dios ha provisto a Su Hijo para que Él cumpliera
las demandas de la ley perfecta perfectamente.
iv. En la cruz, Jesús recibió el juicio y la condenación
de la Ley divina.
v. Las demandas de la Ley de Dios fueron
satisfechas por Jesús en su vida perfecta y en su
muerte en la cruz.
vi. Si creemos en Jesús, la maldición de la ley por
nuestra rebelión es anulada para darnos
salvación y libertad.
f. Pablo siguió diciendo a los Gálatas: “13Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, y por nosotros se hizo maldición (porque
está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero»),”
—Gálatas 3.13, RVC

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 g. “7Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, también
eres heredero de Dios por medio de Cristo.” —Gálatas 4.7,
RVC
V. PARA LA VIDA
a. T: Implicaciones y aplicaciones.
b. Según las palabras de Santiago:
i. Cumplir la ley: “Amar a tu prójimo como a ti mismo” es
hacer el bien, es obedecer la ley del Rey, la ley real del
amor.
ii. Actuar y pecar de favoritismo es desobedecer todos los
puntos de la ley suprema.
iii. Se debe hablar y actuar conscientes de la realidad del
juicio venidero.
iv. Los que hayan tenido compasión por otros recibirán
compasión en el día del juicio y saldrán victoriosos.
c. Si eres cristiano.
i. Ama a tu prójimo, quien quiera que sea porque
hacerlo es obedecer la ley real de nuestro
Salvador y Rey, Jesucristo.
ii. No hagas diferencia entre una persona y otra por
su apariencia, su dinero, su iglesia, su nivel
académico, su raza, su posición social, su
reconocimiento, su parentesco contigo, etc.
iii. Reconoce si has tratado bien a unas personas y
mal a otras, favoreciendo a unas y
desfavoreciendo a otras.
1. Si tienes hijos, revisa si no has favorecido a
uno más que a otro.
iv. Se compasivo con todos, sin distinción alguna:
1. No rechaces al rico por su riqueza, ni al
pobre por su pobreza.
2. Compadécete del rico por su amor al
dinero.

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 3. Compadécete del pobre por sus constantes
necesidades.
v. Si has pecado de esta forma eres culpable, has
fallado en todos los puntos de la Ley.
vi. Pero recuerda:
1. Si has creído el evangelio.
2. Cristo te hizo libre de la ley para que ahora
la obedezcas por gratitud y por amor a Él y a
tu prójimo.
3. Cristo te rescató de la maldición de la Ley,
haciéndose Él mismo maldición por la Ley en
la cruz del calvario.
vii. Arrepiéntete de todo corazón si has pecado de
favoritismo.
viii. Pide perdón y abandona ese grave pecado de
diferenciar entre las personas.
d. Si no eres cristiano.
i. Reconoce que has pecado de favoritismo y
también de muchas maneras más.
ii. Eres culpable delante de Dios y estás expuesto al
juicio divino.
iii. Si crees que has sido buena persona, Santiago
dice que con desobedecer un punto ya eres
culpable de todos.
1. Es imposible obedecer la ley de Dios
perfectamente.
iv. Pero Jesús, si lo ha hecho, y Él es tu esperanza.
v. Jesús te libra del castigo de la Ley de Dios,
porque Él mismo recibió el castigo en la cruz del
Calvario:
1. Para tu perdón y tu salvación eterna y tu
libertad de la esclavitud al pecado.

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 vi. Jesús es capaz de revertir la maldición de tu
desobediencia.
vii. ¡Cree en Jesús y arrepiéntete!
e. Hazte estas preguntas:
i. ¿Cómo está mi corazón con este asunto del
favoritismo? ¿Está en peligro de juicio porque
estoy transgrediendo la ley real? ¿O estoy
esperando victorioso?
f. Aléjate de los peligros del favoritismo, ama a Dios,
obedécelo y ama a tu prójimo, incluyendo a tu
enemigo.
VI. CONCLUSIONES
a. T: Para finalizar.
b. Debemos amar y tener compasión del prójimo sin
distinción ni favoritismo, en obediencia a los
mandamientos de la ley de Dios.
c. Pecar de favoritismo nos hace culpables de violar
toda la ley divina y ser expuestos al juicio por nuestra
falta de compasión.
d. Si obedecemos a Dios y luchamos contra el
favoritismo en nuestros propios corazones, el amor de
Dios será más conocido y creído por los inconversos.
e. Verán que le obedecemos por amor y que por amor
amamos a nuestro prójimo sin importar quién sea.
f. Si esto hacemos, imitaremos a nuestro Gran Rey,
quien murió en la cruz para salvar a sus propios
enemigos y lo hizo sin distinguir qué clase de personas
y pecadores éramos.

¡Que Cristo, el cordero de Dios que fue inmolado reciba

la recompensa por su sufrimiento!

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