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¿Qué es el poder adquisitivo del consumidor?

El poder adquisitivo del consumidor se vincula con el término “poder de compra” a fin
de referirse a la cantidad de dinero que los individuos de una sociedad disponen
para su propensión al consumo, gasto e inversión.

En otras palabras el poder de compra es la capacidad de los individuos de una


sociedad en particular para acceder a cierta cantidad de productos y servicios, es
un reflejo del salario en términos reales.

En algunos contextos poder adquisitivo y poder de compra pueden verse bajo


enfoques distintos, el segundo refiere al comportamiento económico del
consumidor respecto a cómo decide gastar el dinero disponible, mientras el poder
adquisitivo por si solo se asocia a la cantidad de un bien que podrá adquirir con
una unidad monetaria medido en distintos momentos temporales.

Cuando el poder adquisitivo del consumidor es alto, los individuos tienden a gastar e
invertir mucho más contribuyendo al desarrollo de una economía pujante, mientras
que si el poder adquisitivo es bajo la sociedad se limitará al consumo de bienes
indispensables limitando la inversión y el gasto.

No dejes de leer: ¿Qué pasa cuando el salario real aumenta, pero el salario nominal
no?

Aumento o disminución del poder adquisitivo


Podemos ver al poder adquisitivo del consumidor como el comportamiento del
consumidor en relación a cómo distribuye su dinero en bienes o servicios. Toma
base en el concepto de poder adquisitivo de la moneda y salario real siendo
acepciones afines.

Un individuo puede disponer de USD 1.000 para gastar en bienes después de


impuestos. La suma de este dinero puede ser vista como poder adquisitivo del
consumidor porque es la cantidad que puede contribuir a la economía mediante las
compras o inversiones.

La persona podrá distribuir esa cantidad de dinero entre las diversas industrias
tales como entretenimiento, alimentos, vivienda, ropa, servicios financieros. En un
ambiente libre de inflación, donde más bien ocurra una deflación, si hace un año
gastabas 600 dólares en alimentos y hoy usas solo 500, generas un remanente de
USD 100 que puedes disponer para inversión o consumo de otros bienes y
servicios. Ese es el fenómeno de aumento del poder adquisitivo.
El poder adquisitivo del consumidor no permanecerá estático año tras año. Los
cambios en el valor monetario, inflación de precios de productos y los salarios
promedio influyen todos en las cifras de poder de compra del consumidor.

En síntesis los aumentos en los precios o aumento del IPC causa pérdida del poder


adquisitivo de los consumidores y de la moneda y las disminuciones generan mejora
del poder adquisitivo.

Un alza en precios puede significar que el poder adquisitivo se traslade hacia


necesidades básicas como alimentación y salud alejándose del entretenimiento o
los viajes. Por el contrario, se ha encontrado que si los salarios reales promedio
están en aumento a causa de unos precios que se mantienen bajos, el poder
adquisitivo puede moverse hacia industrias que cumplen los deseos de los
consumidores además de sus necesidades básicas.

Los asalariados y más aún los jubilados son muy susceptibles a la pérdida del poder
adquisitivo pues dependen de una renta fija de dinero. Una salida inteligente es
que destinen fondos para inversiones que generen rendimientos por arriba de la
inflación, lograrlo proteger los ahorros e inversiones contra la inflación o pérdida
de valor.

Los datos disponibles respecto al poder adquisitivo del consumidor son recopilados


tanto por agencias gubernamentales como por empresas de inteligencia de datos.
Una de ellas The Nielsen Company quienes explotan la data y la presentan en
reportes anuales.

Estos informes son usados por las empresas para seguir el comportamiento del
consumidor en sus respectivos sectores. Representan patrones que pueden
determinar cómo una empresa procederá en el futuro inmediato. Por ejemplo, una
empresa joyera que sabe que los consumidores se están alejando de los
diamantes y piedras preciosas costosas podría optar por alternativas más
económicas que ofrecer a los consumidores.

Los fabricantes de ropa pueden encontrar que un mayor poder adquisitivo puede


significar que la ropa se elabore con un mayor costo, elevando la calidad del
diseño y mejorando el textil, vendiendo a un mayor precio o en caso contrario
simplificando modelos y acabados para permitir precios más accesibles.

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